Вы находитесь на странице: 1из 4

Historia de la escritura

Ocurrió hace 5.500 años, al sur de Irak. Un contable, para controlar las ovejas que salían con cada pastor,
introducía bolitas y conos de diferentes tamaños –calculi– que representaban las unidades, decenas o centenas en
una esfera de barro –bulla-. Al regresar la rompía para saber si faltaba algún animal. Pero una mañana no
tenía calculi suficientes y anotó el número de animales con marcas sobre la superficie de la bulla. No podía saberlo,
pero la historia de la escritura había comenzado. Podemos imaginar esta historia gracias al hallazgo arqueológico,
en los años 20, de bullas como la descubierta en la ciudad de Uruk, al sur de Irak. Habrían de pasar 1.500 años antes
de que surgiera el primer alfabeto, pero la andadura acababa de empezar.

Los historiadores afirman que hace unos 300.000 o 200.000 años el Homo erectus ya hablaba, que sus primeros
‘balbuceos’ gráficos se iniciaron hace 30.000 años con el arte rupestre, que a éstos les siguió la protoescritura -
rayas en huesos, muescas en bastones o nudos en cuerdas- surgida hace entre 20.000 y 6.500 años, que se creó
por la necesidad de numerar y que, por último, apareció lo que entendemos por verdadera escritura: un sistema de
signos o imágenes que representa al lenguaje hablado.

Todas las escrituras fueron, en principio, pictográficas, con signos que representaban cosas: el dibujo de un
pan, por ejemplo, expresaba un pan. Luego, los signos se convirtieron en ideogramas; así, el pan también podía
indicar energía o fuerza. Y después, combinando dos ideogramas, llegaron a expresar ideas abstractas como comer:
boca más pan. Pero el sistema no servía para enunciar nombres propios ni elementos gramaticales. Fue ahí donde el
ingenio humano tuvo que agudizarse para inventar el fonograma: dibujos que representaban sonidos silábicos y que
podían unirse para formar palabras: por ejemplo, un sol y un dado para indicar ‘soldado’. Este fue el inicio de los
jeroglíficos egipcios, una combinación de signos figurativos y símbolos abstractos que fueron bautizados así por los
griegos: de hieros,’sagrado’, y glifo,’grabado’.

Hasta la llegada del alfabeto, el uso de la escritura se limitaba a poblaciones de las cuencas del Nilo, Indo, Tigris y
Éufrates. Pero con la difusión a gran escala de las letras fenicias, hacia el 400 a. C., que los griegos adoptaron y
perfeccionaron, las civilizaciones situadas en el Oriente Próximo y el Mediterráneo tuvieron mayor facilidad para
entenderse entre ellas, archivar su historia o dejarnos el legado de sus creencias y religiones. Y las sociedades que
perfeccionaron mejor sus alfabetos (fenicios, griegos y romanos) fueron las que alcanzaron mayor desarrollo.

Вам также может понравиться