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Cómo ayudar a tu hijo a estudiar

Zuleyvic Adriana Cuicas · 5 marzo, 2019


Este artículo ha sido verificado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez el 5
marzo, 2019

 Test de Kolb para determinar estilos de aprendizaje


 Claves para fomentar el autocuidado en los niños
 El Test de Torrance para evaluar la creatividad en los niños
Todos aprendemos de manera diferente , por eso las técnicas de estudio de tu hijo
deben estimular, en la medida de lo posible, varios de sus sentidos. Hacer los
deberes escolares con él te permitirá ayudar a tu hijo a estudiar y a descubrir al
mismo tiempo de qué manera aprende mejor y qué técnica de estudio le resulta
más eficaz.
Estudiar es un hábito que se cultiva todos los días de distintas formas,
incluso por medio del juego. Para ayudar a tu hijo a estudiar y que se enamore de
este hábito, es crucial pensar en todo, desde el ambiente hasta las herramientas de
estudio que necesita.

Hoy te explicamos algunas estrategias para ayudar a tu hijo a estudiar más y


mejor.
Estrategias para estudiar correctamente
1. Espacio para estudiar. Es muy importante que el niño cuente con un
espacio apto para estudiar. Así, es fundamental que tenga una mesa y
buena iluminación donde pueda realizar sus tareas con tiempo.
2. Ayúdalo a concentrarse mejor. También es imprescindible que a la hora
de estudiar el niño se encuentre en un entorno tranquilo y que en los ratos
de estudio esté lejos de objetos que puedan ser una importante fuente de
distracción, como por ejemplo la televisión y los videojuegos.
3. Regula el tiempo de estudio. El tiempo de estudio de un niño menor de
7 años de edad debe ser de 45 a 50 minutos ininterrumpidos. A esa edad,
les puede resultar difícil concentrarse, por lo que es bueno estimular su
aprendizaje con diferentes actividades o estrategias como dibujar mapas
conceptuales o usar aplicaciones móviles para conseguir que hagan la
tarea. A partir de los 7 años de edad es bueno que dedique una o dos
horas de estudio diarias.
El tiempo de estudio diario debe aumentarse en la etapa de la adolescencia y en la
universidad; no obstante, a esas alturas se espera que el hábito ya esté creado

Técnicas para ayudar a tu hijo a estudiar


Leer junto a él
Enseñar a tu hijo a amar la lectura desde pequeño le aportará numerosos
beneficios. Cuando esté en el periodo de la educación infantil, es recomendable
que seas tú la que le lea los cuentos con el objetivo de que se familiarice con los
libros. Una vez que empiece primaria y sepa leer correctamente,
podrás ayudarlo a desarrollar la técnica de la lectura comprensiva,
priorizando más la memorización de lo leído que la mera comprensión.

La lectura puede ir acompañada de actividades como buscar en el diccionario las


palabras que no entienda, subrayarlas o realizar un resumen con los datos más
importantes.

Hacer resúmenes
Después de leer bien un tema y de comprenderlo, es preciso sintetizar las ideas y
ordenarlas. Una buena manera de organizar los conceptos fundamentales en
nuestra mente y aprender a expresarlos es la utilización de la técnica de
los resúmenes. Muchos especialistas coinciden en que los resúmenes nos
ayudan a discriminar aquello que es realmente importante y a
aprender a sintetizarlo en pocas palabras.

Enseñar a tu hijo a hacer buenos resúmenes es dotarlo de una herramienta que


podrá utilizar durante todas sus etapas académicas.

La técnica del subrayado


Si tu hijo es de los que toma apuntes en clase o de los que prefiere resumir las
ideas con sus propias palabras antes de estudiar, es imprescindible que aprenda a
subrayar correctamente. Aprender a destacar las ideas principales de un texto no
siempre es tarea fácil, por eso en un principio deberás ser tú quien le
ayude a distinguir entre lo que es relevante y aquello de lo que se
puede prescindir.

Recuerda, de nada servirá que tu hijo subraye sus apuntes si no ha adquirido la


técnica.
Tomar apuntes

Anotar las ideas principales de un tema requiere que el niño ejercite su atención y
ponga en práctica su capacidad de síntesis. Releer sus propios apuntes le ayudará
a recordar las lecciones y a memorizas los puntos más importantes de cada tema.

Además, tomar los apuntes en un cuaderno permite que el niño desarrolle su


imaginación y pueda elaborar listados de palabras, titular los epígrafes
o clasificar los temas de acuerdo a unos criterios propios con el fin de
favorecer su memorización. Todo esto hará que estudiar le resulte una tarea
sencilla y digerible.
Prepararse para un examen
Cuando tu hijo te anuncie que tiene un examen, evita que lo estudie a última
hora. Es bueno que hables con el profesor y te informes del tipo de evaluación
que llevará a cabo, así podrás ayudar a tu hijo prepararse de la mejor manera.

Si estudia todos los días un poquito y refuerza sus conocimientos unos días antes
del examen, se sentirá seguro de sus conocimientos.

Para terminar, es importante que le recuerdes que cuando haga un examen lo


primero que debe hacer es leer y entender bien las preguntas. Una
vez que haya hecho esto, debe empezar por contestar aquellas que le resulten
más fáciles y de las que esté más seguro. Por último, es fundamental que relea su
examen y lo revise antes de entregarlo.

Cómo crear un hábito de estudio


adecuado en tu hijo
7 agosto, 2019
Este artículo fue redactado y avalado por el abogado Francisco María García

 Características de niños con alta autoestima


 Trastornos generalizados del desarrollo: cuando las siglas no ayudan
 Síntomas para identificar la baja autoestima en niños

Uno de los retos al que todo niño debe enfrentarse son los deberes escolares.
Aunque la capacidad de respuesta depende en cierta medida del pequeño, lo más
importante es crear un hábito de estudio adecuado desde una edad temprana.
A continuación, te enseñamos algunas pautas para lograrlo. Se trata de que la
responsabilidad se transforme en costumbre. Poco a poco, el niño
asumirá el momento de las tareas con naturalidad.

Un hábito de estudio correcto: desafío que puede


alcanzarse
La educación de los hijos es uno de los puntos sensibles en los hogares. En
muchas ocasiones, pensar cómo generar en ellos la responsabilidad de estudiar se
transforma en un verdadero desafío. Por eso es importante incorporar ciertas
conductas de manera paulatina, dependiendo la etapa escolar y la edad del niño.

Según datos de Eurostat 2016, España es el país de la UE con mayor tasa


de deserción escolar (20%). Uno de cada 5 jóvenes abandonan la escuela
después de finalizada la ESO.
Entre otros factores, el mal rendimiento y fracaso escolar empujan a
muchos jóvenes a abandonar la escuela. Acompañarlos en los primeros
años y ayudarles a incorporar herramientas y conductas para estudiar puede
revertir en parte esta tendencia.
Crear un hábito de estudio adecuado se relaciona principalmente
con el trabajo. Para ello hay que controlar una serie de elementos como la
planificación u organización, la concentración, la comprensión y el aprendizaje de
buenas técnicas de estudio.

Trabajando la planificación
El tiempo ideal
Es importante que el niño integre poco a poco la rutina del estudio a su vida
diaria. Hay que comenzar dedicando entre 20 y 30 minutos a las
tareas de la escuela. Cada cierto tiempo se deben ir incorporando 10 minutos
más.
Momento del día
Otro punto relevante es encontrar el momento que se considera
adecuado para sentarse a estudiar. Muchos profesionales aconsejan que el
tiempo de estudio se realice justo al volver del colegio, para aprovechar la inercia
que traen consigo.

Sin embargo, dependiendo del niño, puede que sea mejor dejarlos disfrutar primero
de un rato de relax y juego. La clave es respetar el momento cada día y así
transformarlo en un hábito de estudio correcto.

La importancia de organizarse
A medida que el niño avanza en el nivel de dificultad y la cantidad de estudio, hay
más opciones. Pueden utilizarse las herramientas que
proporciona Internet para hacer que el tiempo sea más eficiente. Los
calendarios, las agendas y los blocs de notas son instrumentos útiles para
planificar las tareas, buscar y anotar la información y realizar demás actividades.
Lograr la concentración
El ambiente y el entorno son fundamentales. Lo ideal es destinar un espacio
de la casa para las tareas escolares. De esta manera se evitan distracciones
ligadas a las actividades del hogar. Dotarlo de los elementos necesarios y trabajar
en un clima de silencio es primordial. También lo es cuidar el orden y la limpieza
del espacio y de los útiles escolares.
Además de evitar las distracciones que pueden provocar los móviles, la televisión,
los videojuegos u otros juegos, es importante distribuir los tiempos. Para los niños
más inquietos resulta de gran ayuda combinar minutos dedicados
exclusivamente al estudio con otros de pausa y descanso. De esta
manera se consigue un mayor rendimiento.

Herramientas para comprender


Según la edad, es importante que los niños incorporen ciertas
herramientas que los ayuden a adoptar un hábito de estudio eficaz.
Estas se convertirán en perfectas aliadas para las etapas más avanzadas.

En un primer momento, podemos enseñarles las siguientes:

 Leer comprensivamente: de nada sirve una lectura perfecta si no se


entiende aquello que se lee. Para crear el hábito lector y ayudar a su
comprensión, podemos, en principio, leer junto a los niños e ir
haciéndoles preguntas sobre el texto.
 Subrayado y esquemas:ambos recursos son útiles para la comprensión
y el estudio. Enseñarles a descubrir las ideas principales para que luego
las subrayen y guiarlos en la realización de esquemas con las palabras
claves relacionadas son excelentes opciones.
 Utilizar las técnicas de estudio: Comprender el sentido de los textos,
identificar las ideas principales y realizar esquemas y resúmenes para
visualizar sus relaciones es el método perfecto para elaborar después
resúmenes que engloben los contenidos básicos. Todo ello hace que el
estudio resulte mucho más sencillo.

En la actualidad nadie pone en tela de juicio la importancia que tiene la educación.


En este sentido, las primeras etapas de la vida escolar son claves para que
nuestros hijos asuman el estudio con naturalidad. Siempre hay que recordar que la
constancia, el conocimiento mutuo y el trabajo diario son aspectos fundamentales
para lograr un hábito de estudio favorable.

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