LOS HAYCOS, UM PROBLEMA DE NUNCA ACABAR

En la Sierra del Perú, existe el dicho antiguo “Enero poco y febrero loco”, para indicar la
incidencia de las lluvias. Estamos en febrero de 2019 y vemos estos días el inicio de los
huaycos con intensidad acostumbrada. A pesar de los planes de contingencia, los
conceptos de integralidad y las medidas adoptadas, continúan la destrucción de puentes,
carreteras, viviendas y cultivos, acompañado de muertes de animales y personas. ¿Por
qué, esto que ocurre y parece inevitable, un mal designio de los Apus?.

La Cordillera de los Andes divide al Perú en tres regiones geográficas: costa, sierra y
selva, presentan así, casi todos los climas observados en el mundo. Por su morfología y
las diferencias climáticas, está expuesto con cierta frecuencia a fenómenos geológicos
adversos, como la ocurrencia de deslizamientos, aludes, derrumbes y aluviones, entre
otros.

Desde el mes de septiembre hasta el mes de mayo de cada año se desarrolla la llamada
temporada de lluvias y/o periodo lluvioso, que se presenta en gran parte del territorio
nacional. La ocurrencia de lluvias es propia de la estaciones de Primavera y Verano, son
algunas veces extremas y se presentan por encima y/o debajo de sus valores normales.
Las precipitaciones todos los años son recurrentes en nuestro país y se dan con mayor
incidencia en nuestra sierra y selva peruana coincidiendo con el verano para el Hemisferio
Sur. En la costa no llueve, las inundaciones y los huaycos bajan de la sierra, generando
prosperidad, pero también destrucción por el mal comportamiento de las poblaciones
ribereñas, el mal entendido y la decidía de los gobernantes.

“Huayco” es un término de origen peruano, derivado de la palabra quechua, significa

quebrada, a lo que técnicamente en geología se denomina aluvión. El “huayco” o “lloclla”
(el más correcto en el idioma quechua), es un tipo de aluvión de magnitudes ligeras a
moderadas, que se registra con frecuencia en las cuencas hidrográficas del país,
generalmente durante el período de lluvias).

Las primeras manifestaciones adversas por la temporada de lluvias se registran en las

viviendas afectando directamente la infraestructura de edificaciones, el deterioro de
carreteras y puentes, ocasionando en algunos casos el aislamiento de ciudades enteras. Es
afectado el sector agropecuario, principal fuente de alimento e ingresos económicos de
un buen número de familias, especialmente en las zonas rurales. Impactos que son
considerados como directos, producto de los cuales se condicionan los daños sobre la
salud de la población, especialmente de los grupos más vulnerables.

La escasez de alimentos, así como su inadecuada manipulación, favorecerá el incremento

de determinadas enfermedades como las diarreicas y las respiratorias, entre otras. Esta
situación se ve agravada cuando las precipitaciones son muy intensas y en períodos de
mayor duración, lo que hace más complejo el escenario adverso y condiciona
negativamente el desenvolvimiento normal de las actividades socioeconómicas de la
población. Las intensas lluvias y huaicos que azotan al país ponen en riesgo las
condiciones de vida de más de cuatro millones de personas, según un reporte técnico del
Instituto de Defensa Civil, INDECI. Pero la inclemencia del clima también tendrá efectos
negativos, los precios se elevan, por la disminución de la producción, infraestructura
destruida y disminución de las inversiones.

Según INDECI, el Fenómeno del Niño de 1997-98 se presentó en el norte, centro y sur
del país, registrando 366 fallecidos, mil 304 heridos, un millón 907 mil 720 personas
damnificadas, el costo de los daños fue estimado por la CAF sobre la base de cifras de
CEPAL en tres mil quinientos millones de dólares americanos. Los riesgos en el sistema
financiero también aumentan producto de las intensas lluvias.

En el 2017, año de gran incidencia del “Niño Costero”, 10 538 viviendas colapsaron,
más de 12 mil hogares inhabitables y 134 mil tienen algún tipo de daño por los huaicos e
inundaciones. 400,000 personas pasaron a situación de pobreza y la cifra de pobres pasó
de 20.7% a 21.7%, registrando así su primer incremento en una década. La situación es
magnificada porque tenemos el 73% de trabajadores en la informalidad sin ningún tipo
de seguro de vida, fondo de pensiones y un trabajo precario. La vulnerabilidad de que
estos pasen a la pobreza es mucho mayor. Según la central de riesgo SENTINEL, existen
más de 800,000 micro y pequeñas empresas con un riesgo muy alto de atraso en el pago
de su deuda, que asciende a S/11,826 millones. Solamente en el distrito de Chosica, los
13 huaicos producidos, generaron pérdidas económicas que superarán largamente los S/.
200 millones, sostuvo el gerente de desastres naturales de Soluciones Prácticas.

Como vemos la incidencia de los desastres aumenta sustancialmente con el paso del
tiempo. Tradicionalmente parta enfrentar el problema se forman equipos especiales, con
participación de los sectores vinculados, se realizan declaratorias de emergencia, por el
cual se destinan recursos, suyo gasto se realizan sin seguir las normas licitatorias,
generando un nido de corrupción. Entretanto, precariamente se reparan, y rehabilitan los
sistemas eléctricos, el corte de agua producido por la alta concentración de lodo, se cierran
de los comercios locales y se impiden el uso la Carretera Central. En algunas quebradas
desde el año 87 se hicieron obras para reducir el flujo y el cauce. Los especialistas
recomiendan a trabajar más en labores de reubicación de pobladores radicados en zonas
de riesgo para evitar que futuros huaicos produzcan pérdidas que se pueden evitar y que
es clave la participación de la municipalidad y las empresas de electricidad, las cuales, no
deben brindar su servicio a quienes viven en lugares peligrosos.

Todos los años, se repiten los problemas y se toman las mismas medidas, impera la misma
corrupción y el Estado ineficiente. “Como no hay mal que dure cien años ni cuerpo que
lo aguante”. Surgen nuevamente los especialistas que recomiendan una solución integral
que responda a un estudio y un plan para enfrentar definitivamente el problema. En tal
sentido, el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) adjudicó en 2018, la buena pro a
10 empresas para la elaboración de estudios técnicos en las cuencas de los ríos de diversos
valles a escala nacional para elaborar planes integrales para mitigar daños por huaicos e
inundaciones. Esta adjudicación forma parte de los planes o soluciones integrales que
están considerados dentro del Programa Nacional de Reconstrucción con Cambios (RCC)
(tiempos del glorioso Pedro Pablo Kuczynski Godard, de ingrata recordación), con el
objetico de mitigar daños por huaicos e inundaciones. El Programa Sub sectorial de
Irrigaciones (PSI) tiene a su cargo 11 proyectos.

El director Ejecutivo del PSI, explicó que este “es un hecho sin precedentes en la historia
del país y con la entrega de la buena pro se sientan las bases para que mañana más tarde
se pueda intervenir ordenadamente en las cuencas del Perú”. La convocatoria de estos
procesos se inició en octubre del año 2018 con la publicación del requerimiento,
posteriormente con la formulación, evaluación y absolución presencial de las consultas
técnicas. Entre el 28 de enero y 1 de febrero de este año 2019 se absolvieron las consultas
administrativas para que, finalmente, entre el 11 y 15 de febrero se entregue la buena pro,
luego de la apertura de los sobres con las propuestas técnicas y económicas.

En la adjudicación de la buena pro intervinieron empresas de nacionalidad española,

china, japonesa y peruanas. Los consorcios o empresas ganadoras tendrán en promedio
un año, a partir de la firma del contrato, para elaborar planes integrales y proponer un
enfoque integral de las cuencas del país. Las intervenciones se harán en las cuencas de
los ríos Huarmey, Casma y Lacramarca, ubicados en el departamento de Áncash; Huaura,
Mala, Rímac y Cañete, en el departamento de Lima; Matagente en Ica; y Motupe, Olmos
y La Leche, en la región Lambayeque. Solo queda pendiente la cuenca del río La Leche,
en Lambayeque. Sin embargo, ya se convocó a la licitación y en los próximos días se
entregará la Buena Pro.

Es decir, ideas, planes, convocatorias etc., en concreto, nada de nada. Este año inicios de
2020, ya comenzaron los problemas. Dios nos agarre confesados. La varita mágica, en el
Perú, desde los años de Velazco Alvarado, son los Planes Integrales de Desarrollo, Según
los especialistas de MINAGRI, consiste en la elaboración de los estudios técnicos que
determinen que tipo de proyectos se realizarán para mitigar los fenómenos naturales de
inundaciones y movimientos de masas (huaicos). Este plan deberá desarrollar a corto
plazo 4 perfiles que reduzcan o mitiguen entre el 60 % y 65 % el riesgo en la cuenca
intervenida, mientras que a mediano y largo plazo deberán desarrollar documentos con el
mismo fin, pero para mitigar el riesgo entre el 35 % y 40 %. De esta manera, se adoptarán
dos tipos de intervenciones: las estructurales, las cuales están referidas a obras ingeniería
civil y las no estructurales que se consiste en la elaboración de perfiles de inversión, de
alerta temprana, además de la cuantificación de riesgo de inundaciones, capacitación y
sensibilización para la población.

El funcionario dice: “El trabajo a realizarse no va ser el mismo en cada cuenca, hay puntos
comunes, pero no puede ser un solo tipo de solución para problemas determinados en
cada río”., Qué descubrimiento! El funcionario dice además, que en la parte alta de las
cuencas se podría intervenir con presas de laminación o diques en los ríos, para que
cuando el caudal sea alto se almacene el recurso y se suelte de manera controlada para
evitar daños en la parte baja de la cuenca. Asimismo, en la parte baja se podría intervenir
con control de inundaciones mediante estructuras de cualquier tipo (defensas ribereñas)
para que cuando el caudal del río se incremente no inunde zonas agrícolas y/o urbanas.
Por último, en la parte media se podrían aplicar diques transversales en ambas márgenes
de un río. Sin embargo, la modalidad de intervención la determinarán los estudios que se
hagan en cada una de las cuencas. Cabe recordar que los DS-213-2018-EF y DS-239-
2018-EF permitieron créditos suplementarios para el MINAGRI por 142 millones
859,669 soles que permitieron obtener el presupuesto para la Reconstrucción con
Cambios.

Una maravilla de tecnicismo, como diría mi tía Erundina “Para Inglés ver”. Es decir,
“Engaña muchachos”, soluciones todos en papel y en condicional, empujando las
soluciones reales para las calendas griegas. Sé muy bien lo que significas los planes, son
simplemente un conjunto de papeles, parte integrante de un proceso, si no se aplican y
realizan las supervisiones y evaluaciones que permitan atingir sus objetivos, no sirven
absolutamente para nada. Es como el vestido de novias que la solterona guarda, si nos los
usa en casamiento no sirven para nada y pierden valor con el paso del tiempo. Ha pasado
un año preparando adjudicando pro para los estudios y no tenemos obras, los recursos
“construcción con cambios” no fueron aplicados.

Lo peor de todo, mismo demorado los plazos, al parecer la cosa no es por ahí, Existe una
dinámica de acomodamiento de la naturaleza a los cambios climáticos y los desequilibrios
generados por el hombre, independientemente de los deseos de los especialistas, Las
poblaciones y viviendas en el cauce de los ríos se puede evitar, pero la pobreza y las
necesidades que las provocan, no, por lo menos a corto plazo, Esas personas que están
allá, lo hacen no porque sean malas personas, lo hacen por necesidad. Es como el mendigo
que prefiere la cárcel para tener techo y comida, Los habitantes en las zonas prohibidas,
que no tienen a donde ir y saben muy bien, que bien que vale la pena arriesgar. Quiero
decir que los victimas de lo inevitable son los pobres de la vida y mientras hay pobreza
habrá víctimas.