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PARROQUIA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESUS, A.R.

DIÓCESIS DE CHILPANCINGO – CHILAPA


Madero 72, Centro, Iguala, Gro.
C.P. 40000 TEL. (733) 33333809

NORMAS PARA PARTICIPAR EN LA PASTORAL DE LITÚRGICA


(EQUIPOS DE LITURGIA)
La Pastoral Litúrgica es la acción de la Iglesia que busca que el pueblo de Dios participe
activa y conscientemente en la celebración del culto, de modo que halle en la fuente misma
el verdadero espíritu cristiano.

La Pastoral Litúrgica está orientada hacia los fieles, para incorporar más plenamente a Cristo
a los que han creído y alimentar su vida con los sacramentos.

Además, busca también la formación integral del ser cristiano, por eso cuida de la formación
e iniciación en los misterios del culto cristiano.

El Objetivo inmediato de la Pastoral Litúrgica es la participación de los fieles. Por eso


procura instruir, educar y conducir progresivamente hacia una participación consciente, ac-
tiva y fructuosa a la que estos tienen derecho en virtud del Bautismo.

Además de los ministros ordenados, en el equipo deben estar las personas que desempeñen
los siguientes ministerios y funciones:

I. AL SERVICIO DE LA ASAMBLEA
1. Los que atienden la ACOGIDA y el ORDEN.

• Reciben a los fieles y los acomodan, sobre todo a los que necesitan una atención especial
(niños, ancianos, enfermos...).
• Organizan las procesiones (entrada, ofrendas, comunión).
• Propician un clima de fraternidad, cuidando que nadie se sienta extraño.
• Distribuyen entre los fieles los cantorales, folletos, hojas dominicales.
• Comprueban el funcionamiento del sonido, la iluminación, etc.

2. El MONITOR O COMENTADOR.

• Hace las explicaciones y da avisos a los fieles para introducirlos en la celebración y dispo-
nerlos a entenderla mejor.
• Las moniciones deben hacerse con sobriedad, en el momento oportuno y desde un lugar
adecuado ante los fieles, que no debe ser el ambón.
• Es conveniente que las diga la misma persona para dar
unidad al conjunto; y que esta persona sea distinta del lector.
II. AL SERVICIO DE LA PALABRA DE DIOS

1. El LECTOR
• Proclama las lecturas de la Palabra de Dios desde el ambón.
• El ejercicio de este ministerio requiere una seria preparación no sólo técnica sino también
litúrgica. Para ello disponemos del «Curso de Lectores» que se viene impartiendo en nuestra
diócesis.
• El lector también dice las intenciones de la oración de los fieles.

2. El SALMISTA.
• Función distinta a la del lector.
• Es recomendable tener aptitudes para cantar el salmo
 Participar en los talleres que se van a impartir en la Parroquia de San Gerardo.

III. AL SERVICIO DEL ALTAR Y DEL MINISTRO ORDENADO

1. El ACOLITO o el AYUDANTE.
• Asiste al ministro ordenado sobre todo en el momento de preparar el altar y en otros mo-
mentos.

2. El MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA SAGRADA COMUNIÓN.


• Distribuye de modo extraordinario la sagrada comunión a los fieles. Para ejercer este mi-
nisterio es necesario haber sido facultado por el Obispo a petición del párroco.
 Hace las veces de acolito y ayuda a preparar los respectivos dones del altar.

3. El MAESTRO DE CEREMONIAS.

• En algunas iglesias o en algunas celebraciones más importantes conviene que haya alguien
designado para realizar esta función.
• Tiene encomendado, no sólo la responsabilidad de la observancia de la normativa litúrgica,
sino también que la acción litúrgica se desarrolle con decoro, orden, piedad y ejemplaridad
para ayudar a participar activamente a la asamblea.

IV. AL SERVICIO DEL CANTO Y DE LA MÚSICA

• Director del canto de la asamblea.


• El coro de cantores y su director.
• Organista y otros instrumentalistas.

Como expresa el mismo Concilio Vaticano II el canto y la música en la Liturgia tienen una
"función ministerial

V. AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD EJERCIENDO OTRAS FUNCIONES

• El SACRISTÁN. Prepara las celebraciones en su aspecto más material, cuidando de que


todo esté preparado y en perfecto estado, según reclama la dignidad de las acciones litúrgi-
cas.

La Pastoral Litúrgica Parroquial abarca los siguientes aspectos:


 El culto existencial o la vida en obediencia al Padre por Cristo en el Espíritu.
 Los sacramentos.
 Los sacramentales.
 El domingo, día del Señor.
 Liturgia del tiempo, que incluye: Liturgia de las horas y el año litúrgico.
 La música litúrgica.
 El arte y los objetos sagrados.
 Los ministerios y servicios en esta dimensión.
 La piedad popular.

II.- CONDICIONES DE LAS PERSONAS QUE INTEGRAN EL EQUIPO


PARROQUIAL DE LITURGIA.

Para lograr la participación propia y de todos los fieles, la Constitución sobre la Liturgia nos
recuerda: “Ejerzan, por tanto, su oficio con la sincera piedad y orden que conviene a tan
gran ministerio y les exige con razón el Pueblo de Dios. Con ese fin es preciso que cada uno
este profundamente penetrado del espíritu de la Liturgia y sea instruido para cumplir su
función debida y ordenadamente (SC 29). Este numero nos da unas características precisas
que deben tener los que participen en la Pastoral Litúrgica.

 Que sean personas piadosas para que su oficio lo ejerzan con piedad auténticas y no
simulando ser personas que buscan un reconocimiento humano y lucirse como si fue-
ran actores de televisión.
 Sean personas ordenadas y obedientes a las disposiciones litúrgicas siguiendo el rito
de la celebración.
 Que estudie y se actualice constantemente en lo que se refiere a la Liturgia para estar
impregnado del espíritu de esta, recordando que saber liturgia no es saber rubricas.
 Se instruya en las cuestiones técnicas, litúrgicas, bíblicas y pastoral del ministerio que
desempeña.
 Tener en cuenta el tipo de celebración que se va a desarrollar, para que conociendo la
celebración prepare convenientemente el ambiente, los lugares, objetos y lo que es
propio de cada celebración.
 Preparar la celebración teniendo en cuenta la espiritualidad de esta.
 Conocer la diferencia de cada celebración, pues toda celebración tiene un lenguaje que
transmitir, tanto verbal como escrito.
 Reflexionar con anticipación la palabra de Dios por que es la que orienta las oraciones
de lo que se celebra y ayuda a madurar a la misma Pastoral Litúrgica Parroquial, no
son técnicos de la FE, son creyentes que comparten la FE con su servicio, disposición
y preparación de la celebración, por eso preparan y animan las celebraciones ayudando
a la asamblea a tener una profunda experiencia de FE.

III.- EXIGENCIAS PARA LA PASTORAL LITÚRGICA.

 Estar disponible (tiempos, horas y días de servicio, adaptándose a las necesidades de


la Parroquia no a las personales) y con actitud positiva y franca de servicio. Se pide
puntualidad, llegar mucho antes de la hora de la Eucaristía para ponerse de acuerdo
sobre los últimos detalles sobre la celebración. La persona que por alguna emergencia
no pudiera participar debe avisar a su coordinador correspondiente. Ningún equipo de
liturgia se debe sentir eterno en un solo horario de servicio, se rotarán los equipos en
diferentes horarios.
 Capacitarse técnica y litúrgicamente en su servicio para que sea de calidad, saber uti-
lizar el micrófono para que las lecturas y los salmos se escuchen lo mejor posible. Antes
de la Eucaristía hacer pruebas de audio.
 Tener un equilibrio entre la expresión de la comunidad universal y las características
propias de la comunidad a la que pertenece o sirve.
 Ser una persona de constante ORACIÓN, meditación de la PALABRA de DIOS, confe-
sarse y comulgar constantemente.
 No estar o vivir en pecado mortal (unión libre, amasiato), sin importar si está encargada
de otra comisión pastoral (catequesis, catecúmenos, etc.); dando un mal testimonio
ante el Pueblo de Dios.
 Amar al prójimo, sin importar la condición económica o social del mismo, sobrepo-
niendo sus prejuicios y problemas personales. Debe fomentar la armonía en el servicio.
 Se pide a los catequistas que los niños que leen la Palabra de Dios y canten el salmo,
tengan dominio de la habilidad lectora, puesto que están leyendo para toda la asamblea
y no solo para unos cuantos. Lo mas pronto posible conformar el grupo de monaguillos.
 Los equipos de liturgia utilizarán su uniforme correspondiente en cada celebración en
la que participen, evitar usar faldas demasiado entalladas o cortas, blusas muy esco-
tas, los hombres evitarán usar pantalones rotos según la moda de hoy. El párroco,
quien tiene la autoridad en la Parroquia, puede llamar la atención a quien no tome en
cuesta estas disposiciones.
 El integrante (ministro extraordinario, lector, salmista, etc.) que venga a prestar su
servicio de mala gana, a la fuerza, por o sin compromiso, que se dedique a estar plati-
cando, secreteándose, haciendo señas o gestos en la celebración Litúrgica, se le invi-
tara a reflexionar sobre su actuar y corregir sus actitudes. El párroco tiene toda la
autoridad de pedirle que se retire y deje su lugar a otra persona que realmente quiera
servir.
 Todos los integrantes del Equipo de Liturgia (ministro extraordinario, acolito, lector,
salmista, maestro de ceremonia, etc.), deben dar la seriedad debida a su servicio, y el
coordinador, es el responsable del buen servicio que el equipo preste, cualquier ano-
malía recaerá sobre el coordinador.
 Los servidores de la Liturgia Parroquial, no deberán quedarse a platicar en la sacristía
temas banales (chismes, rumores o platicas de noviazgos) después de haber terminado
la Celebración Eucarística. El encargado de la Sacristía, tiene toda la autoridad de
pedir respeto al lugar en el que se encuentran o pedirles que desalojen si se les sor-
prende en este tipo de actitudes. La sacristía merece respeto, es parte del templo.
 El equipo de liturgia debe cuidar los vasos sagrados (que no se les caiga), los libros
litúrgicos (que no se rompan), y ornamentos (saber que color corresponde para cada
celebración) y todo lo relacionado al culto sagrado, debe tener una gran estima, como
lo máximo para la celebración.
 Se exige respeto a los ornamentos del templo (arreglos florales, floreros, etc.) no llevarse
nada, si no das no quites lo que otros dan.
 Si el coordinador del equipo de liturgia, es irresponsable, perezoso y pueril, pueden
cambiarlo inmediatamente y nombrar a alguien competente que tenga ganas de traba-
jar. También si algún integrante del equipo esta dando mal testimonio puede ser ex-
pulsado del equipo.
 Todos los integrantes del equipo de servicio parroquial, están obligados a recibir for-
mación litúrgica (teórica y práctica), cuantas veces sea necesario, teniendo toda la dis-
posición sin excusa ni pretexto.
 El ministro extraordinario de la Sagrada Comunión, no es “más” que sus compañeros
de liturgia, debe ser humilde y servicial, de presentar actitudes arrogantes, puede ser
reportado con Párroco para que tome las medidas pertinentes.

IV.- EL CUIDADO DE LA VIDA LITÚRGICA PARROQUIAL


Esta es la tarea más importante del Equipo de Pastoral Litúrgica dentro de la parroquia:
preparar, animar y revisar las celebraciones en sintonía con el párroco. Esto abarca
diversos aspectos.

a) Elementos materiales. Asegurar que la parroquia cuente con todo lo necesario para
una celebración digna:

 un templo bien dispuesto, limpio, ordenado, con las debidas condiciones de luz y
audición, con una distribución adecuada de los bancos;
 un presbiterio adecuado, altar, ambón, sede;
 ornamentos renovados, dignos, limpios;
 libros para el presidente, lectores, coro, organistas, para la sede, etc.

b) La creación de la Asamblea litúrgica. El sujeto de la celebración es la Asamblea que


se reúne para celebrar. Por tanto, ésta debe recuperar toda su vitalidad. La constitución
de una Asamblea litúrgica requiere toda una pedagogía para que las personas reunidas
tomen conciencia de pertenencia a una comunidad. Por eso, es importante el enfoque de
la celebración, el ambiente que se crea, la introducción preparatoria a la celebración, las
moniciones, etc.

c) El desarrollo de la celebración. Para conseguir que la vida litúrgica de la parroquia


se desarrolle de manera adecuada se debe procurar:

 superar la rutina y la inercia. No cantar siempre los mismos cantos; que cada misa
dominical tenga varios monitores y lectores que se alternen; destacar algún aspecto
de la Eucaristía, etc.;
 recoger y expresar la vida de la comunidad parroquial, decanales y diocesana con
sus inquietudes, sus necesidades, sus aspiraciones;
 responder a los problemas, necesidades, sufrimientos y gozos del hombre de hoy y
del pueblo. En la oración universal siempre debería estar presente algún problema,
necesidad o gozo de dicha Asamblea.
 buscar un equilibrio entre la acción comunitaria y la participación individual, entre
el silencio y la palabra, equilibrio entre la observancia de las normas litúrgicas y la
creatividad y adaptación a la comunidad concreta.

V. LA EDUCACIÓN LITÚRGICA DE LA PARROQUIA


Además de educarse a sí mismo, el Equipo de Pastoral Litúrgica ha de buscar educar
litúrgicamente a la comunidad parroquial:

 que conozca el sentido de las diversas celebraciones, en especial de la Eucaristía;


 que comprendan el lenguaje litúrgico, el contenido profundo de los gestos, los ritos,
etc.
VI. PREPARACIÓN DE LAS CELEBRACIONES
Esta es una de las tareas más concretas a realizar en la parroquia. La preparación de una
celebración exige:

 fijar bien el sentido de la celebración: que todos los que van a participar en la cele-
bración sepan qué se va a celebrar y por qué. No todas las celebraciones son iguales.
No es lo mismo un domingo de Adviento o uno de Pascua.
 preparar todo lo necesario para la celebración: los elementos materiales (el pan, el
vino…), los elementos de la misa (oraciones, prefacios, plegaria eucarística, cantos,
salmos, etc.), las moniciones, guiones para las celebraciones más complejas desti-
nados al presidente, monitor, lectores, coro…
 distribuir con suficiente antelación —para no improvisar a última hora— las diver-
sas tareas y servicios litúrgicos (ensayos).

VII. REALIZACIÓN DE LAS CELEBRACIONES


La celebración misma es el culmen y fuente, por tanto, lo más importante de la pastoral
litúrgica. El Equipo de Pastoral Litúrgica deberá estar atento a que las celebraciones no
caigan en:

 un formulismo vacío, es decir, una liturgia donde se observen todas las normas y
leyes litúrgicas, pero donde falta vida, calor, oración, participación interior;
 una rutina donde no se exprese la vida cambiante de las personas y de la comuni-
dad;
 una acción donde sólo participen el presidente y algunos fieles mientras el pueblo
asiste pasivamente como mero espectador;
 Será conveniente que el Equipo de Pastoral Litúrgica sepa revisar periódicamente
las celebraciones de la parroquia para señalar las deficiencias que se observan, los
defectos en que se vaya cayendo, etc. para tratar de corregirlos y seguir mejorando
la vida litúrgica parroquial.

ATENTAMENTE

PBRO. AGUSTÍN BELTRÁN FLORES


PÁRROCO

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