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Como ha sido presentado, estas decisiones legales que han tenido lugar desde 1992 con la

Ley 30 juegan un papel importante en la determinación de la crisis actual de las IES


públicas, esta crisis proviene de un problema estructural que no ha sido solucionado por los
gobernantes a lo largo de los años, al contrario estos continúan ignorando la necesidad de
encaminarse en el desarrollo de una nueva política de Estado que garantice el
funcionamiento y existencia a largo plazo de las universidades públicas, incrementando la
base presupuestal para que esta sea coherente con sus necesidades y sus procesos de
crecimiento y desarrollo que permiten que muchos más jóvenes colombianos accedan a una
educación superior de calidad y que se responda efectivamente a las necesidades del país.
La crisis presupuestal afecta directamente a la población colombiana de formas distintas, si
se centra la atención a la situación de los profesores puede verse como con el
congelamiento de presupuesto se congela también la planta docente y el aumento
constante de cargos ocasionales. Si se tienen en cuenta los cálculos del SUE, hasta el 2012
para llegar a cumplir con los parámetros necesarios de profesores de planta por estudiante,
sería necesario “convertir 7.790 de sus docentes ocasionales a docentes de planta, es
decir, aumentar de 11.425 a 19.215 el número de docentes de planta, disminuyendo en
contrapartida el personal ocasional de 5.611 a 2.638 docentes y el personal catedrático de
11.564 a 4.523 docentes catedráticos en equivalencia a tiempo completo.” (Sistema
Universitario Estatal, 2012. p 35). Ante la desproporción entre profesores de planta y
estudiantes universitarios, los primeros suelen verse en una sobrecarga de trabajo debido a
que tienen que dictar varios cursos por semestre, generar calificaciones de todos y estar
dispuestos a abrir espacios de tutorías, sin mencionar que muchos son miembros activos de
grupos de investigación o están en constante formación. Para que los funcionarios que
llevan años en sus puestos y aun así son contratados como ocasionales puedan
transformarse en docentes de planta que necesitan las universidades estatales, la base
presupuestal de las mismas tendría que presentar un incremento importante de más de
400.000 millones de pesos. La misma situación se produce con los funcionarios
administrativos que llevan años de labor en las universidades estatales y siguen sometidos
contratos ocasionales que deberían ser transformados para que además exista la cantidad
de funcionarios de planta que se estiman por grupo de estudiantes y los ocasionales no se
vean en la misma carga altísima de labores porque no hay nadie más que las realice. Con el
pasar de los años, la contratación ocasional de funcionarios profesorales y administrativos
se ha visto como una de las medidas que tienen que tomar las IES públicas ante la falta del
presupuesto suficiente para cubrir los gastos que representan los salarios de los
funcionarios de planta. Otras consecuencias de la crisis de las IES puede verse de forma
clara en sus espacios físicos, además de lo mencionado anteriormente a cerca del
congelamiento de la planta docente y administrativa, hay un grave problema de
infraestructura que se puede evidenciar, por poner un ejemplo, en la Universidad Nacional
con la falta del edificio de arquitectura desde el 2016, o el cierre del edificio de artes
fundado hace 131 años y declarado bien de interés cultural que tuvo que ser desalojado por
la amenaza de desplomo constante que empezaba a poner en peligro la vida de
estudiantes, profesores y administrativos. Pero estas no son las únicas edificaciones que se
han visto afectadas por el déficit en inversión, “Según el último informe de infraestructura
realizado en el 2012, […] 49 de las 129 edificaciones se encontraban frágiles. De los 17
edificios considerados patrimonio arquitectónico, 12 tambaleaban. El 56 por ciento de la
planta física estaba en condiciones de vulnerabilidad.” (Las2Orillas, 2017). Con el paso del
tiempo estas condiciones empiezan a reflejarse con más claridad como con el
desmoronamiento de los techos de varios edificios cada vez que hay temporadas de lluvia
fuertes o el daño en el suelo de auditorios en edificios como el Rogelio Salmona (posgrados
de Ciencias Humanas) por goteras que no son solucionadas a tiempo, pues los recursos
estatales no alcanzan para esto. La situación actual de los estudiantes de las universidades
estatales se encuentra influenciada por los problemas presupuestales, desde 1992 con la
aprobación a la Ley 30 y los distintos planes de gobierno que han venido después, las
universidades se han visto obligadas a responder de alguna forma ante la necesidad de
sostener un incremento en la población estudiantil de más del 200% con el mismo
presupuesto base y algunos aumentos que parecen inexistentes, esto se traduce en la
privatización gradual de las IES públicas debido a que de otra forma no pueden cubrirse
hechos como que en 1993 con los recursos estatales se invertían por estudiante
$12’223.000 y en la actualidad solo se llega a invertir $5’150.000. Por condiciones como
esta las universidades estatales han llegado al punto de financiarse en un 57% con recursos
propios, que solo pueden ser conseguido a través de la venta de servicios, la oferta de
cursos de extensión, costosos programas de especialización y el aumento en las matrículas.
(cifras de Alvaro Zerda Sarmiento)

Fuentes https://www.lacoladerata.co/opinion/se-trata-de-que-la-universidad-del-choco-sea-
como-los-a ndes/ https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-341914_archivo_pdf.pdf
https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-86437_Archivo_pdf.pdf Gallo Iván,
Las2Orillas. 2017. Los 50 años de la U. Nacional y se sigue cayendo a pedazos.
Recuperado de: https://www.las2orillas.co/la-universidad-nacional-se-cae-a-pedazos/ Alvaro
Zerda Sarmiento, 2018. Foro: Las cifras de la crisis financiera .

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