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El grupo de Bilderberg, fundado en 1954, es, sin duda, el más poderoso de las
redes de influencia, reúne personalidades de todos los países, líderes de la
política, de la economía, de las finanzas, de los medios de comunicación social,
así como a algunos científicos y universitarios.
Para aquellos que investigan sobre las redes de poder, el Grupo de Bilderberg
es el verdadero gobierno mundial.
John McMurtry expresó en Why is there a war in Afganistan? (por qué hay una
guerra en Afganistán?):
“Los Gobiernos ya no pueden gobernar para el interés común sin infringir las
nuevas leyes de comercio e inversión internacional que solo benefician a las
corporaciones transnacionales”.
Una crisis que se veía venir desde hace tiempo, sin embargo los gobiernos no
abordaron las cuestiones básicas ni tomaron medidas sistemáticas para
resolver los problemas de la economía mundial, únicamente se dispusieron a
salvar a la banca del colapso.
Los gobiernos dieron a los bancos un cheque en blanco con cargo a los
presupuestos públicos, que ahora hay que pagar con el aumento de impuestos,
recorte en los gastos sociales, privatización de industrias y servicios estatales,
desmantelamiento de los aranceles proteccionistas y de las reglamentaciones
comerciales.
Terminada la crisis, las clases medias del mundo occidental habrán sido
desposeídas de su situación económica, política y social.
La economía mundial, controlada hoy día por unas pocas empresas y bancos
que disponen de sus recursos, ha dejado de estar en manos de los gobiernos.
Los ciudadanos del mundo occidental serán tratados por los oligarcas
financieros de la misma forma como han sido tratados hasta ahora los países
del Sur: eliminación de las estructuras sociales existentes y sometimiento a sus
intereses económicos y políticos.
Los bienes acumulados por las clases media y media alta van a volver al clan
sionista CFR/Bilderberg de donde salieron gracias a su financiación.
“Acorralados por el caos, reaccionamos como lo hizo Nixon cuando fue aislado,
confundido, y después destruido por los planificadores de la globalización.