Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
TUS HUESOS
Unos huesos fuertes y sanos son una garantía para llevar una vida activa. Con la edad, la
pérdida de densidad en los huesos es inevitable, pero el ejercicio regular y una alimentación
saludable pueden retrasar esa pérdida y ayudarnos a mantener un esqueleto fuerte y evitar
lesiones y fracturas. Hoy vamos a hablar de los mejores alimentos para los huesos y las
articulaciones.
En AXA Health Keeper tienes traumatólogos que podrán valorar tu estado y endocrinos y
nutricionistas que podrán hacerte una dieta personalizada según tu situación. ¿A qué esperas
para empezar a cuidarte con nosotros? Regístrate.
En los deportistas, con niveles de calcio por debajo de lo normal, el riesgo de lesiones es muy
importante, porque el impacto con el suelo, los movimientos bruscos, o los posibles golpes
tendrían consecuencias muy negativas.
Para que el calcio se absorba con normalidad, es necesario un aporte suficiente de vitamina
D, que va a producir calcitriol, responsable de la absorción del mineral. Si no hay un aporte
adecuado, el calcio se sacaría de las reservas óseas, lo que debilitaría el hueso existente e
impediría la formación de nuevas estructuras. La vitamina D debemos obtenerla a través del
sol, de algunos alimentos (como yema de huevo, pescado o hígado) o a través de suplementos.
Con una alimentación variada y completa, no tendrás problemas en tus huesos y eso lo
notarás durante toda tu vida. Registra tus datos en AXA Health Keeper y déjanos
compartir tus objetivos.
Hemograma completo
Descripción general
Un hemograma completo es un análisis de sangre que se usa para evaluar el estado de salud
general y detectar una amplia variedad de enfermedades, incluida la anemia, las infecciones y
la leucemia.
Un hemograma completo mide los niveles de varios componentes y características de la sangre,
tales como los siguientes:
Para controlar tu salud general. El médico puede recomendarte un hemograma completo como
parte de un examen médico de rutina para controlar tu salud general y para detectar diversos
trastornos, como anemia o leucemia.
Para diagnosticar una enfermedad. El médico puede sugerirte un hemograma completo si tienes
debilidad, fatiga, fiebre, inflamación, hematomas o sangrado. Un hemograma completo puede
ayudar a diagnosticar la causa de estos signos y síntomas. Si el médico sospecha que tienes una
infección, el análisis también puede ayudar a confirmar ese diagnóstico.
Para controlar una enfermedad. Si te han diagnosticado un trastorno en la sangre que afecta el
recuento de células sanguíneas, el médico puede utilizar hemogramas completos para controlar tu
enfermedad.
Para supervisar un tratamiento médico. Se puede usar un hemograma completo para controlar
tu salud si estás tomando medicamentos que podrían afectar el recuento de células sanguíneas.
Resultados
Los siguientes son resultados normales de un hemograma completo en adultos:
Recuento de eritrocitos Hombre: 4.35-5.65 billones de células/L*
(4.32-5.72 millones de células/mcL**)
Mujer: 3.92-5.13 billones de células/L
(3.90-5.03 millones de células/mcL)
Serie roja
En la serie roja valoramos esencialmente el número de hematíes que hay en sangre, el porcentaje de
sangre que ocupan, la cantidad de hemoglobina que tiene cada uno de promedio, su forma y volumen,
entre otros parámetros. Estos parámetros nos permiten estudiar estados de anemia, entre otras
enfermedades. Algunos de los más habituales son:
Hematíes: número total de células rojas en sangre, que oscila entre 4,5-5,9 millones/mm3 en hombres y 4-
5,2 millones/mm3 en mujeres.
Hematocrito: el porcentaje del volumen de los hematíes con respecto al volumen total de sangre, cuyos
valores son 41-53% en hombres y 35-46% en mujeres.
Hemoglobina: la proteína de los hematíes que transporta el oxígeno, cuyos niveles son 13,5-17,5 g/dl en
hombres y 12-16 gr/dl en mujeres.
Volumen corpuscular medio (VCM): valora el tamaño medio de los hematíes, que oscila entre 80 y 100
ml.
Hemoglobina corpuscular media (HCN): cantidad de hemoglobina que tienen de promedio los hematíes,
y que oscila entre 27 y 33 pgr.
Serie blanca
Su estudio nos permite valorar estados de infección o de alteraciones de la inmunidad. No se
diferencian los valores en función del género y se expresan tanto en números totales como en porcentajes
del tipo de leucocitos. Los parámetros más habituales que se estudian son:
Leucocitos: total de glóbulos blancos que hay en sangre; sus valores suelen oscilar entre 4.000-
10.000/mm3
Neutrófilos: un tipo de leucocitos que se eleva en general con las infecciones bacterianas; sus valores de
referencia son 2.000-7.500/mm3 o 40-75%.
Linfocitos: una clase de glóbulos blancos que se eleva sobre todo en infecciones víricas y que producen
anticuerpos; sus valores de normalidad son 1.500-4.000/mm3 o 20-45%.
Monocitos: un tipo de leucocitos que una vez activo se convierte en un macrófago, que se encarga de
fagocitar, es decir, “comerse” a varios microorganismos; sus valores de referencia son 200-800/mm3 o 2-
10%.
Eosinófilos: una clase de leucocitos que se activa ante reacciones alérgicas o la presencia de
microorganismos que no se pueden fagocitar; sus valores de referencia son 40-400/mm3 o 1-3%.
Basófilos: unos leucocitos implicados también en la gestión de las reacciones alérgicas; sus valores de
referencia son 10-100/mm3 o menos de un 1%.
Plaquetas y capacidad de coagulación
Cuando con un hemograma queremos valorar la capacidad de coagulación del paciente son varios los
parámetros que evaluamos:
Plaquetas, que indica el número total de estas células que hay en sangre, cuyos parámetros de referencia
oscilan entre 150.000 y 400.000 por mm3.
Tiempo de tromboplastina parcial activado o TTPA o APTT o tiempo de cefalina: valora una de las vías
de la coagulación, lo que llamamos la vía intrínseca, y sus valores de referencia oscilan entre 20 y 40
segundos.
Tiempo de protrombina o TP o PT: valora el tiempo que tarda en formarse un coágulo en la sangre; su
valor de normalidad va de 10 a 12,5 segundos.
Fibrinógeno: una proteína precursora de la fibrina, que forma la malla a la que se unen las plaquetas para
formar el coágulo y cuyos valores normales son de 200-400 mg/dl.
Así pues, conviene leer siempre un hemograma sin saltar a conclusiones precipitadas y siempre, ante un
valor alterado, consultar con el médico que nos ha solicitado dicha analítica.
Lo que debes saber…
o El hemograma es la parte de la analítica que evalúa varios parámetros de la sangre, como son los glóbulos
rojos, las células de defensa o glóbulos blancos, así como las plaquetas y factores de coagulación.
o El contexto clínico del paciente es esencial para poder interpretar un hemograma, no es suficiente con
conocer los valores de referencia, que siempre vienen dados en la hoja de resultados que al laboratorio
emite.
o Conviene leer siempre un hemograma sin saltar a conclusiones precipitadas y siempre, ante un valor
alterado, consultar con el médico que nos ha solicitado dicha analítica.