Вы находитесь на странице: 1из 9

LOS 12 MEJORES ALIMENTOS PARA FORTALECER

TUS HUESOS
Unos huesos fuertes y sanos son una garantía para llevar una vida activa. Con la edad, la
pérdida de densidad en los huesos es inevitable, pero el ejercicio regular y una alimentación
saludable pueden retrasar esa pérdida y ayudarnos a mantener un esqueleto fuerte y evitar
lesiones y fracturas. Hoy vamos a hablar de los mejores alimentos para los huesos y las
articulaciones.

En AXA Health Keeper tienes traumatólogos que podrán valorar tu estado y endocrinos y
nutricionistas que podrán hacerte una dieta personalizada según tu situación. ¿A qué esperas
para empezar a cuidarte con nosotros? Regístrate.

La falta de calcio en los huesos.


El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo humano. Ayuda a mantener los dientes, los
huesos, y participa en muchas otras funciones como la coagulación de la sangre, el ritmo
cardíaco, la contracción muscular o el impulso nervioso.

Una deficiencia de calcio en el organismo produciría:


 Pérdida de piezas dentales.
 Calambres musculares.
 Uñas débiles y quebradizas.
 Caída del cabello.
 Problemas menstruales.
 Falta de sueño.
 Fracturas óseas, deformidades articulares, raquitismo u osteomalacia.

Un aporte insuficiente de calcio, durante la niñez puede afectar seriamente al crecimiento de


los niños, y en la juventud y edad adulta una dieta pobre en calcio puede tener consecuencias
en el futuro, pues aumenta la probabilidad de desarrollar osteoporosis, una enfermedad que
produce una pérdida importante de densidad ósea y unos huesos quebradizos y débiles.

En los deportistas, con niveles de calcio por debajo de lo normal, el riesgo de lesiones es muy
importante, porque el impacto con el suelo, los movimientos bruscos, o los posibles golpes
tendrían consecuencias muy negativas.

Para que el calcio se absorba con normalidad, es necesario un aporte suficiente de vitamina
D, que va a producir calcitriol, responsable de la absorción del mineral. Si no hay un aporte
adecuado, el calcio se sacaría de las reservas óseas, lo que debilitaría el hueso existente e
impediría la formación de nuevas estructuras. La vitamina D debemos obtenerla a través del
sol, de algunos alimentos (como yema de huevo, pescado o hígado) o a través de suplementos.

¿Qué es bueno para fortalecer tus huesos?


Ya hemos comentado que una buena forma física va a proteger el esqueleto, porque al
aumentar la masa muscular, los impacto serán menores. Por tanto el ejercicio aeróbico y de
musculación es primordial para un envejecimiento normal de la estructura ósea. Además
necesitamos una alimentación que aporte:
1. Lácteos. Ya sea la leche de vaca, o de soja o bien los derivados lácteos como el queso o el
yogur son fuente de calcio, además de vitaminas del grupo B y vitamina D. Mejor
desnatados para que aporten menos grasa. Prueba a mezclarlos con frutas como las fresas,
las sandías, la piña o el melón y multiplicarás sus propiedades.
2. Tofu. Es el “queso” de soja y es rico en calcio y proteínas.
3. Brócoli. Es fuente de calcio, ácido fólico y vitamina K que también intervienen en la salud
ósea.
4. Salmón. Los pescados azules contienen omega 3 y 6, calcio y vitamina D.
5. Frutos secos. Son ricos en proteínas vegetales, hierro, vitamina E, D y fósforo que también
afecta a la absorción del calcio.
6. Yema de huevo. Una de las fuentes más importantes de vitamina D, B, A, E y K. Además
aporta calcio, magnesio, hierro y selenio.
7. Legumbres. Son la fuente de proteínas animales por excelencia, pero además son ricas en
hierro y en fósforo, imprescindibles ambos para que el calcio se pueda absorber.
8. Aguacate, perejil o kiwis son ricos en vitamina K que influye en la metabolización de la
osteocalcina, imprescindible para la absorción del calcio.
9. Col rizada. Es una verdura rica en calcio que interviene en el crecimiento óseo y en la
eliminación de toxinas del organismo.
10. Sardinas. Los pescados pequeños de espinas, contienen 325mg de calcio por cada 100
gramos. También contienen mucho sodio y ácidos grasos cardiosaludables.
11. Espinacas. Un plato aporta el 255 del calcio diario recomendado, además de vitamina K,
ácido fólico, hierro, fibra y vitamina A. Casi nada.
12. Cereales. Aportan minerales como hierro, fósforo, calcio y vitamina E y B. Muchos están
fortalecidos con vitamina D.

Con una alimentación variada y completa, no tendrás problemas en tus huesos y eso lo
notarás durante toda tu vida. Registra tus datos en AXA Health Keeper y déjanos
compartir tus objetivos.
Hemograma completo
Descripción general
Un hemograma completo es un análisis de sangre que se usa para evaluar el estado de salud
general y detectar una amplia variedad de enfermedades, incluida la anemia, las infecciones y
la leucemia.
Un hemograma completo mide los niveles de varios componentes y características de la sangre,
tales como los siguientes:

 Los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno


 Los glóbulos blancos, que combaten las infecciones
 La hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno
 El hematocrito, la proporción de glóbulos rojos comparada con el componente líquido, o «plasma»,
de la sangre
 Las plaquetas, que ayudan a coagular la sangre
Un aumento o una disminución anormal en los recuentos de células, evidenciados por el
hemograma completo, podría indicar que posees una enfermedad no diagnosticada que debe
evaluarse en mayor profundidad.
Por qué se realiza
Un hemograma completo es un análisis de sangre frecuente que se realiza por una variedad de
motivos:

 Para controlar tu salud general. El médico puede recomendarte un hemograma completo como
parte de un examen médico de rutina para controlar tu salud general y para detectar diversos
trastornos, como anemia o leucemia.
 Para diagnosticar una enfermedad. El médico puede sugerirte un hemograma completo si tienes
debilidad, fatiga, fiebre, inflamación, hematomas o sangrado. Un hemograma completo puede
ayudar a diagnosticar la causa de estos signos y síntomas. Si el médico sospecha que tienes una
infección, el análisis también puede ayudar a confirmar ese diagnóstico.
 Para controlar una enfermedad. Si te han diagnosticado un trastorno en la sangre que afecta el
recuento de células sanguíneas, el médico puede utilizar hemogramas completos para controlar tu
enfermedad.
 Para supervisar un tratamiento médico. Se puede usar un hemograma completo para controlar
tu salud si estás tomando medicamentos que podrían afectar el recuento de células sanguíneas.

Resultados
Los siguientes son resultados normales de un hemograma completo en adultos:
Recuento de eritrocitos Hombre: 4.35-5.65 billones de células/L*
(4.32-5.72 millones de células/mcL**)
Mujer: 3.92-5.13 billones de células/L
(3.90-5.03 millones de células/mcL)

Hemoglobina Hombre: 13.2-16.6 gramos/dL***


(132-166 gramos/L)
Mujer: 11.6-15 gramos/dL
(116-150 gramos/L)

Hematocritos Hombre: 38.3-48.6 %


Mujer: 35.5-44.9 %

Recuento de glóbulos blancos 3.4-9.6 billones de células/L


(De 3,400 a 9,600 células/mcL)

Recuento de plaquetas Hombre: 135-317 billones/L


(De 135,000 a 317,000/mcL)
Mujer: 157-371 billones/L
(157,000-371,000/mcL)

Valores y resultados de un hemograma


El contexto clínico del paciente es esencial para poder interpretar un hemograma. Por ello, no es suficiente
con conocer los valores de referencia que siempre vienen dados en la hoja de resultados del laboratorio.
A grandes rasgos, dentro de un hemograma valoramos:

Serie roja
En la serie roja valoramos esencialmente el número de hematíes que hay en sangre, el porcentaje de
sangre que ocupan, la cantidad de hemoglobina que tiene cada uno de promedio, su forma y volumen,
entre otros parámetros. Estos parámetros nos permiten estudiar estados de anemia, entre otras
enfermedades. Algunos de los más habituales son:

 Hematíes: número total de células rojas en sangre, que oscila entre 4,5-5,9 millones/mm3 en hombres y 4-
5,2 millones/mm3 en mujeres.
 Hematocrito: el porcentaje del volumen de los hematíes con respecto al volumen total de sangre, cuyos
valores son 41-53% en hombres y 35-46% en mujeres.
 Hemoglobina: la proteína de los hematíes que transporta el oxígeno, cuyos niveles son 13,5-17,5 g/dl en
hombres y 12-16 gr/dl en mujeres.
 Volumen corpuscular medio (VCM): valora el tamaño medio de los hematíes, que oscila entre 80 y 100
ml.
 Hemoglobina corpuscular media (HCN): cantidad de hemoglobina que tienen de promedio los hematíes,
y que oscila entre 27 y 33 pgr.

Serie blanca
Su estudio nos permite valorar estados de infección o de alteraciones de la inmunidad. No se
diferencian los valores en función del género y se expresan tanto en números totales como en porcentajes
del tipo de leucocitos. Los parámetros más habituales que se estudian son:
 Leucocitos: total de glóbulos blancos que hay en sangre; sus valores suelen oscilar entre 4.000-
10.000/mm3
 Neutrófilos: un tipo de leucocitos que se eleva en general con las infecciones bacterianas; sus valores de
referencia son 2.000-7.500/mm3 o 40-75%.
 Linfocitos: una clase de glóbulos blancos que se eleva sobre todo en infecciones víricas y que producen
anticuerpos; sus valores de normalidad son 1.500-4.000/mm3 o 20-45%.
 Monocitos: un tipo de leucocitos que una vez activo se convierte en un macrófago, que se encarga de
fagocitar, es decir, “comerse” a varios microorganismos; sus valores de referencia son 200-800/mm3 o 2-
10%.
 Eosinófilos: una clase de leucocitos que se activa ante reacciones alérgicas o la presencia de
microorganismos que no se pueden fagocitar; sus valores de referencia son 40-400/mm3 o 1-3%.
 Basófilos: unos leucocitos implicados también en la gestión de las reacciones alérgicas; sus valores de
referencia son 10-100/mm3 o menos de un 1%.
Plaquetas y capacidad de coagulación
Cuando con un hemograma queremos valorar la capacidad de coagulación del paciente son varios los
parámetros que evaluamos:
 Plaquetas, que indica el número total de estas células que hay en sangre, cuyos parámetros de referencia
oscilan entre 150.000 y 400.000 por mm3.
 Tiempo de tromboplastina parcial activado o TTPA o APTT o tiempo de cefalina: valora una de las vías
de la coagulación, lo que llamamos la vía intrínseca, y sus valores de referencia oscilan entre 20 y 40
segundos.
 Tiempo de protrombina o TP o PT: valora el tiempo que tarda en formarse un coágulo en la sangre; su
valor de normalidad va de 10 a 12,5 segundos.
 Fibrinógeno: una proteína precursora de la fibrina, que forma la malla a la que se unen las plaquetas para
formar el coágulo y cuyos valores normales son de 200-400 mg/dl.
Así pues, conviene leer siempre un hemograma sin saltar a conclusiones precipitadas y siempre, ante un
valor alterado, consultar con el médico que nos ha solicitado dicha analítica.
Lo que debes saber…
o El hemograma es la parte de la analítica que evalúa varios parámetros de la sangre, como son los glóbulos
rojos, las células de defensa o glóbulos blancos, así como las plaquetas y factores de coagulación.
o El contexto clínico del paciente es esencial para poder interpretar un hemograma, no es suficiente con
conocer los valores de referencia, que siempre vienen dados en la hoja de resultados que al laboratorio
emite.
o Conviene leer siempre un hemograma sin saltar a conclusiones precipitadas y siempre, ante un valor
alterado, consultar con el médico que nos ha solicitado dicha analítica.

¿Cuál es la causa de un recuento bajo de células sanguíneas?


Las causas del recuento bajo de células sanguíneas relacionadas con el cáncer comprenden:
 Quimioterapia. Ciertos medicamentos de quimioterapia pueden dañar la médula ósea, el material
esponjoso que está en los huesos. La médula ósea produce células sanguíneas que crecen
rápidamente, lo cual hace que sean muy sensibles a los efectos de la quimioterapia. La quimioterapia
destruye muchas de las células en la médula ósea, pero las células se recuperan con el tiempo. Tu
médico puede decirte si tu dosis y tratamiento de quimioterapia específico te pondrán en riesgo de
tener bajos recuentos de células sanguíneas.
 Radioterapia. Si recibes radioterapia en grandes zonas del cuerpo y, especialmente, en los huesos
grandes que contienen la mayor parte de la médula ósea, como la pelvis, las piernas y el torso,
podrías tener niveles bajos de glóbulos blancos y glóbulos rojos.
 Tipos de cáncer de la sangre y la médula ósea. Los tipos de cáncer de la sangre y la médula
ósea, como la leucemia, crecen en la médula ósea y no permiten la formación de células sanguíneas
normales.
 Tipos de cáncer que se propagan (hacen metástasis). Las células cancerosas que se desprenden
de un tumor pueden propagarse hacia otras partes del cuerpo, incluso la médula ósea. Las células
cancerosas pueden desplazar a otras células en la médula ósea, lo que dificulta que esta produzca
las células sanguíneas que el cuerpo necesita. Esta es una causa poco común de recuentos bajos
de células sanguíneas.
¿Por qué es importante que controles tu recuento de células
sanguíneas?
Tener un recuento bajo de células sanguíneas puede causar complicaciones graves que
podrían retrasar tu siguiente ciclo de tratamiento. Controlar tu recuento de células sanguíneas
le permite al médico prevenir o reducir tu riesgo de tener complicaciones.
Las complicaciones más graves del recuento bajo de células sanguíneas comprenden las
siguientes:
 Infección. Con un recuento bajo de glóbulos blancos y, en particular, un nivel bajo de
neutrófilos (neutropenia), un tipo de glóbulo blanco que combate contra las infecciones,
tienes un mayor riesgo de contraer una infección. Además, si contraes una infección cuando
tienes un recuento bajo de glóbulos blancos, tu organismo no puede protegerse. En casos
graves, una infección puede causar la muerte.
Incluso una infección leve puede retrasar tu tratamiento con quimioterapia, ya que es posible
que tu médico quiera esperar a que se cure la infección y vuelva a aumentar tu recuento de
células sanguíneas antes de continuar. También es posible que el médico recomiende el
uso de medicamentos para aumentar la producción de glóbulos blancos de tu organismo.
 Anemia. La anemia es un recuento bajo de glóbulos rojos. Los síntomas más frecuentes de
la anemia son la fatiga y la falta de aire. En algunos casos, la fatiga es tan intensa que debes
suspender temporalmente tu tratamiento oncológico o reducir la dosis que recibes.
La anemia puede aliviarse con una transfusión sanguínea o con medicamentos para
aumentar la producción de glóbulos rojos de tu organismo.
 Sangrado. Una baja cantidad de plaquetas en la sangre puede causar sangrado. Podrías
presentar sangrado excesivo por un pequeño corte o podrían sangrarte espontáneamente
la nariz o las encías. Puede ocurrir un sangrado interno peligroso.
Un recuento bajo de plaquetas puede retrasar tu tratamiento. Es posible que tengas que
esperar hasta que aumente tu nivel de plaquetas para continuar con la quimioterapia o
someterte a una cirugía.

¿Cómo saber si tienes un bajo recuento de células sanguíneas?


A menos que tus recuentos sanguíneos sean muy bajos, probablemente no experimentarás
ningún signo o síntoma y no te darás cuenta de que tus recuentos sanguíneos están bajos. Es
por eso que tu médico puede ordenar exámenes de sangre frecuentes para hacer un
seguimiento de tus recuentos sanguíneos.
Pregúntale a tu médico si es probable que tu tratamiento para el cáncer provoque recuentos
sanguíneos bajos y qué signos y síntomas debes reconocer. Si notas cualquier signo o síntoma
de recuentos sanguíneos bajos, infórmaselo a tu médico de inmediato.
Afección Qué buscar

Fuente: National Cancer Institute (Instituto Nacional del Cáncer),


2011

Recuento bajo de glóbulos Fiebre superior a 100.5 F (38 C)


blancos  Escalofríos
 Sudoración

Recuento bajo de glóbulos Fatiga


rojos  Dolor en el pecho
 Mareos
 Dificultad para respirar

Recuento plaquetario bajo  Sangrado


 Hematomas que se producen con
facilidad
 Sangrado menstrual abundante

¿Cuál es el tratamiento para los recuentos bajos de células


sanguíneas?
Si tienes recuentos bajos de células sanguíneas, el tratamiento dependerá de los recuentos
específicos que estén bajos y su causa. Entre los tratamientos frecuentes, se encuentran los
siguientes:
 Transfusiones de sangre. Las transfusiones ayudan a las personas con niveles bajos de glóbulos
rojos y plaquetas. En una transfusión de sangre, recibes glóbulos rojos o plaquetas de personas que
han donado sangre. Si bien es posible hacer transfusiones de glóbulos blancos, estas se reservan
para situaciones específicas y poco frecuentes debido al riesgo de complicaciones que presentan.
 Medicamentos. El médico puede recetarte medicamentos que estimulan la producción de una
mayor cantidad de células sanguíneas. Los medicamentos tienen beneficios y riesgos, así que habla
con tu médico acerca de los posibles efectos secundarios de los medicamentos que se utilizan para
aumentar los recuentos de células sanguíneas.
 Detener o retrasar el tratamiento. En casos graves, es posible que tengas que detener el
tratamiento oncológico por completo o retrasarlo hasta que aumenten los recuentos de células
sanguíneas.
El tipo de tratamiento que recibas dependerá de tu tratamiento oncológico y de tu estado físico.

¿Cómo sobrellevar un bajo recuento de células sanguíneas?


Toma medidas para mantenerte saludable si tienes un bajo recuento de células sanguíneas.
Por ejemplo:
 Sigue una alimentación equilibrada. Tu cuerpo necesita la mayor cantidad posible de vitaminas y
nutrientes para curarse durante el tratamiento y después de él. Opta por muchas frutas y vegetales.
Si las complicaciones del tratamiento dificultan la alimentación (por ejemplo, si tienes náuseas,
vómitos o llagas en la boca), prueba con alimentos que puedas tolerar.
 Evita las lesiones. Muchas actividades cotidianas te exponen al riesgo de cortarte o rasparte. Con
un recuento bajo de plaquetas, hasta el menor daño es grave. Un recuento bajo de glóbulos blancos
puede convertir un pequeño corte en un punto de partida para una infección grave. Para evitar
cortarte, usa una afeitadora eléctrica. Pídele a otra persona que corte la comida en la cocina.
Cepíllate los dientes y suénate la nariz con delicadeza.
 Evita los gérmenes. En la medida de lo posible, evita la exposición innecesaria a gérmenes. Lávate
las manos con frecuencia y usa un desinfectante líquido para manos. Evita las multitudes y estar en
contacto con personas enfermas. Pídele a otra persona que limpie la caja higiénica de tu mascota,
la jaula del pájaro o la pecera. No comas carne ni huevos crudos.
 Descansa. Si te sientes cansado, detente y descansa. Tu cuerpo se está esforzando para combatir
las células cancerosas y sanar las células sanas dañadas por el tratamiento. No te sientas culpable
por tomarte tiempo para ti y pedirles a otras personas que te ayuden. Haz las actividades más
importantes en el momento del día en que te sientas con más energía.
Habla con tu equipo de atención médica sobre otras maneras de afrontar un recuento bajo de
células sanguíneas.

Вам также может понравиться