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INTRODUCCIÓN:
Las sesiones de clase que hemos realizando nos han servido para analizar la labor del
quehacer pedagógico que venimos desarrollando en nuestras práctica pedagógicas, las
cuales llevamos a cabo día a día en el transcurrir académico en nuestra Institución.
En algunos momentos hemos tenido falencias en diferentes aspectos, por tal motivo
debemos diseñar una resignificación de nuestras prácticas pedagógicas tanto en la parte
de planeación, ejecución, forma de comunicación con nuestros educandos para lograr que
haya un aprendizaje significativo de acuerdo al contexto en donde nos desarrollamos
docente y estudiantes, teniendo en cuenta la participación de la familia en el proceso
educativo de los estudiantes; en donde los padres se involucren con sus hijos en el
proceso académico que están desarrollando.
El proceso educativo que realizamos tiene como objetivo formar personas íntegras, que le
aporten al progreso y bienestar de la sociedad. El ser docente es una labor que debe
realizarse con responsabilidad, con vocación y estando a la par con el cambio y la
innovasión. La escuela se define como un proceso de formación y transformación de
conocimiento en donde los estudiantes se identifican por los diversos contextos
familiares, en donde las instituciones tienen problemas económicos que no alcanzan a
atender las necesidades de los estudiantes, por este motivo queremos reflexionar sobre la
praxis pedagógica que estamos impartiendo en nuestra institución de acuerdo al contexto
y a la descomposición familiar que existe en nuestra comunidad.
Tenemos que afrontar unos retos en los cuales tenemos que adaptarnos al medio en
donde nos desarrollamos académica y socialmente. Debemos de tener en cuenta las
corrientes pedagógicas a las cuales estamos integrados y las metodologías que aplicamos
en el proceso enseñanza aprendizaje con nuestros educandos, en donde les damos la
posibilidad de construir su propio conocimiento a través de la experimentación y
reflexión. Tenemos que construir estrategias que nos permitan fortalecer nuestra práctica
pedagógica utilizando los recursos que existen en nuestro entorno y buscar cómo puedo
adaptarlos a la realidad de mi aula. La observación y la comunicación son medios de vital
importancia en el quehacer pedagógico, puesto que nuestra práctica siempre nos conlleva
a una acción en donde debemos identificar la intencionalidad, el contexto y los elementos
de la praxis.
Sabemos que a diferencia del momento reflexivo con énfasis analítico, la praxis demanda
una mirada sintética, orientada a la acción.
CONCLUSION:
Durante las sesiones de clase fuimos adquiriendo elementos escenciales para mejorar la
práctica pedagógica, teniendo en cuenta el contexto en donde se desarrolla la praxis
identificando las falencias y replanteando el quehacer pedagógico en busca que el
aprendizaje sea mejor en los estudiantes, y de la misma manera mejorar el proceso
formativo en la institución en busca de formar personas íntegras que le aporten en un
futuro a la institución y a nuestra sociedad en general.