Incidencia del Pensamiento de Eugenio Espejo en la vida contemporánea

ESCUCHEMOS A ESPEJO

En esta época de crisis y de transfiguración de los valores. En este tiempo

donde lo absurdo, el cinismo, egoísmo, consumismo y espectacularidad se ha
instalado en la condición humana. Cobra especial importancia, volver al
hombre rebelde que afirmó su dignidad humana en libertad y con profundo
sentido de justicia. El rebelde es lo opuesto del hombre resentido; El hombre
rebelde, y Eugenio de la Santa Cruz y Espejo lo fue ejemplarmente, resiste a
toda forma de opresión, de injusticia e intolerancia. El combate por la dignidad
humana es permanente, en todo lugar. Y en ese contexto, Espejo nos enseña
que solo los medios legitiman los fines, y no al revés. El hombre libre, el
rebelde, el gran pensador, nunca puede agradar a los poderosos.

Hoy su pensamiento debería resurgir con fuerza cuando el neopopulismo

corroe la república, corrompe al pueblo a través de la demagogia, el
clientelismo, la propaganda. Destruye la ciudadanía, reduce a los sujetos a una
suerte de eterna minoría de edad, de mediocridad mental. El soberano, el
dictador o el caudillo dicta la regla: quien no se somete, es enemigo, es traidor.

Chusig, esta es la biografía de tus tiempos, han vuelto los males que quisiste
combatir. Necesitamos volver a re descubrirte y entender las claves profundas
de tus palabras; pero sobretodo de tus silencios, para que definitivamente la
ética supere a la política. Tus escritos irónicos nos enseñaron que la mayéutica
es el camino. Ese acontecimiento tan esencial para construir ciudadanía y
nación cuándo lo abandonamos. ¿Cuándo comenzamos a dialogar
nuevamente? Cuando entendamos que un diálogo verdadero implica
condiciones excepcionales, ante todo la primacía del sentido de justicia y la
hospitalidad. Quienes dialogan, no intentan imponer su posición al otro, hacer
proselitismo, convencer de su verdad o sus valores. Van a un encuentro que
tiene como propósito el mutuo reconocimiento. Uno y otro se sentirán
próximos en su condición ética y dignidad humana. Hay mucho por lo que
debemos sentir vergüenza. ¡Cómo es posible que hayamos olvidado lo más
elemental, DIALOGAR! ¡Doctor Espejo por qué te hemos olvidado!

DESDE AQUÍ EMPIEZA LA NUEVA PARTE – REVISAR Y ESTUDIAR, POR FAVOR.

GRACIAS POR TU COLABORACIÓN

Regresa para que nos hables en estas noches de piedra. Deja que tus palabras
palpiten como un ave. Contigo el presente parece despertar. Que vuelvan tus
proclamas sin vacilaciones, que tu voz invoque nuevamente sueños de libertad
y esperanza. Hoy, recordemos la proclama principal de la ESCUELA DE LA
CONCORDIA: “Demandar justicia y libertad, para el pueblo por toda la
eternidad”. Que tu voz se enfrente nuevamente a esos ciegos del alma, a los
rencos de pensamiento y a tanto tuerto de palabra. Que tus ideas vuelvan a
inspirar a esta tierra que es digna de otra historia. Que el cambio y
transformación llegue a nuestra memoria.
Que vuelva el despertador de los ingenios de Quito, que vuelva el valor para
leer, estudiar y formarnos en tiempos convulsos. Que recordemos, lo que
solías decir: “No hay que llorar las desgracias de nuestro tiempo” sino
enfrentarlas con “el fuego de la razón”. Que el “Moisés Blancardo”, planfetista
y revolucionario escriba nuevamente el camino para finalmente entender que
las ideas se debaten, porque la esencia humana es el intercambio de
opiniones. Porque la palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla. Y
por eso estamos aquí para decirte que en aquel día de agosto nuestro grito,
fue tu voz. Por esta cruz seremos libres, nos dijiste, en esta tierra equinoccial
de barro y bareque.

La patria quiteña de tu tiempo, es hoy el Ecuador mestizo, pluriétnico y

multicultural del siglo XXI, nuestro tiempo. Aquí y ahora debemos ser
luchadores por la libertad, la solidaridad y la defensa de las causas de los
desposeídos. Esta es la herencia que nos dejaste, este es el legado que hay que
preservar y cuidar. Eugenio Espejo, sin duda marcaste la historia de nuestra
libertad.