DUSSEL Y KUSCH: Modernidad - pensar situado

La modernidad se originó en las ciudades europeas medievales, libres, centros de enorme creatividad.
Pero “nació cuando Europa pudo confrontarse con el Otro y controlarlo, vencerlo, violentarlo; cuando
pudo definirse como un EGO, descubridor conquistador, colonizador de la Alteridad constitutiva de la
misma Modernidad.

El neoliberalismo y su inevitable secuela de fragmentación social construyen los escenarios complejos

y cambiantes que invitan y reclaman más y nuevas formas de intervención.

La violencia de un modelo económico social en el que el mercado se presenta como un Dios al cual se
deben rendir sacrificios y construir lo social. También surgieron signos de solidaridad, de nuevas
formas de encuentro y resistencia que se ligan con la posibilidad de pensar situado en América como
forma de construcción de nuevas búsquedas y respuestas.

El origen de la Cuestión social en América está marcado por la conquista, la violencia y la

imposición forzada de una forma interculturalidad. Las luchas políticas y sociales en nuestro continente
muestran una serie de resistencias que amalgaman muchas veces a los pueblos originarios,
afroamericanos y mestizos de todo tipo.

Los problemas sociales americanos de este modo son singulares pudiendo ser comprendidos y
explicados desde un pensar situado. Es posible construir nuevas formas de intervención en lo social
que tengan en cuenta el devenir histórico para poder interpretar las complejidades que construyen
demandas en el presente.

Pensar situado implica un nuevo dialogo con el territorio, con la cultura y el sujeto de intervención
intentando aproximarse a la realidad sin pre conceptos: Partir de la cotidianeidad para pensar la
sociedad. También es un ejercicio de crítica y deconstrucción de las categorías externas al
pensamiento americano. Desde la intervención social no se pretende reemplazar los pensamientos
gestados fuera de américa, sino de tamizarlos a través de una mirada crítica para poder readaptarlos a
nuestra realidad.

Registrando la experiencia del pasado como éste también implica una aproximación a la compresión
de presente y una proyección al futuro.

La intervención en lo social implica también un hacer ver una serie de tensiones relacionadas
con la forma de construcción de conocimiento: La experiencia como instrumento y sentido de la
intervención social conlleva la noción de un estar ahí en el lugar del padecimiento, desde la
perspectiva que este Otro lo visualiza. El trabajo social está allí, en el lugar de sufrimiento que general
la desigualdad, pudiendo lograr una nueva forma de integración desde el lugar del lazo social. El
trabajo social se relaciona con la cultura.

NEOLIBERALISMO

El modelo neoliberal, también fue gestando una lenta construcción de nuevas subjetividades
que impactan en la cotidianeidad construyendo nuevos sentidos: se suele descreer en los sistemas de
protección social. El vaciamiento del estado social generó una fuerte crisis de legitimidad sobre este y
sus instituciones mediante a las políticas NL, renunció a su posibilidad de ofrecer garantías.

La idea de no hay futuro plantea que el presente es la única salida, explicación y posibilidad de
satisfacción a cualquier precio: se difumina la noción de sociedad.

Kusch afirma que toda cultura, modo de pensar, está siempre situado. De este modo el territorio es
construido y construye subjetividades.

Si todo discurso es situación, se hace necesario que estos se contextualicen, ubiquen en una realidad
definida. La noción de situación connota un pensar latinoamericano descolonizado. Se trata de
comprender la alteridad, el mundo del Otro, desde una perspectiva histórico-ética: socialmente
estructurada e históricamente situada.

Levinas plantea una ética de la alteridad porque el Otro me es necesario para ser yo. El otro no existe
para negarme sino para completarme.

SOFANDO: LAS CONDICIONES PARA UN PENSAR SITUADO

Dificultades que provoca en la enseñanza de la filosofía la noción de sistema.

Dussel menciona dos limitaciones principales de las que adolecen tanto la enseñanza como la práctica
de la filosofía: el eurocentrismo (la necesidad de vincular linealmente la antigüedad clásica y la
modernidad europea) y la primacía de un estilo filosófico determinado por sobre los demás.

En Argentina el retorno a la democracia se vio acompañado de un fuerte impulso a la filosofía analítica

y filosofía de la ciencia, a corrientes neopositivistas.

La filosofía puesta en libros ha dejado de interpelar a los hombres. Lo que hay de insólito y casi de
insoportable en ella se ha escondido en la vida decente de los grandes sistemas. La noción de sistema
permite entender a las doctrinas filosóficas en su conjunto y en su interrelación. Es un defecto
considerar a la filosofía como un producto acabado, sino que es un proceso. En vez de un conjunto
organizado de respuestas, es una red interrelacionada de preguntas.

Descartes rechaza la noción de sistema en su uso valorativo, por ser fuente de prejuicios. La
enseñanza tradicional capacita solo para repetir lo investigado por otros, inhabilitando la indagación y
búsqueda individual.

MODERNIDAD- CRÍTICA

Critica a la modernidad en la clave de todas las teorías e intervenciones que se produjeron en ocasión
de las luchas contra el colonialismo, de mediado del siglo XX. Hay dos grandes pensamientos
anticolonialistas actuales: la crítica poscolonial y el giro des colonial. Para Fanon y Cesaire el
colonialismo es el núcleo de toda la conflictividad social e histórica. Colonialismo y política están
muy unidos. La unificación de la cultura es un problema real de las políticas poscoloniales.