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Después del descubrimiento de Plutón, el Osiris de Pero hasta la fecha, este planeta no se ha encontra-
Alan Leo se convirtió en Trans-Isis o (como más tar- do. Y eso que, desde los años cuarenta, durante casi
de fue nombrado más correctamente) en Transplu- cuatro décadas, un buen número de astrónomos lo
tón, es decir, en un planeta que se suponía que es- han estado buscando. En los años 80, la búsqueda
taba más allá de la órbita de Plutón. disminuyó debido a una nueva hipótesis matemáti-
camente muy convincente que sostiene la existencia
Osiris Transplutón de un «cinturón de asteroides exterior» transpluto-
según Alan Leo según Landscheit niano. Y, efectivamente, desde entonces se han
1900 29º21 z 11º35 r descubierto más de 15 asteroides en esa zona peri-
1910 2º59 u 16º54 r férica del sistema solar. Esto ha sido posible gracias
1930 10º15 i 26º59 r al desarrollo de aparatos electrónicos de alta sensibi-
1990 2º04 u 22º03 u lidad para la fotografía celeste.
Los transneptunianos sente sin tener nada en común en cuanto a posición
1. Cupido, Hades, Zeus y Kronos o significado con los ya conocidos (ver arriba).
2. Apolo, Admetos, Vulcano y Poseidón
Parecía lógico sacar la conclusión de que los datos
A principios de los años 20 (unos diez años antes del orbitales de Plutón, descubierto en 1930, correspon-
descubrimiento de Plutón), el ingeniero hamburgués dieran a Hades (= Plutón) o a uno de los transneptu-
Alfred Witte descubrió cuatro nuevos planetas. Pero nianos; sin embargo, no fue así. Esto ocasionó que
no los encontró en el cielo, sino en el horóscopo. los «hamburgueses» dejaran de hablar de planetas
concretos y se refirieran a «planetas hipotéticos»,
A partir de consideraciones predictivas de sucesos «puntos sensitivos» o sencillamente a los «transnep-
importantes, se dio cuenta de que determinados gra- tunianos».
dos zodiacales estaban siempre ocupados o aspec-
tados sin que se tratara de ninguno de los planetas El anuncio de los transneptunianos por parte de
conocidos. Su conclusión fue que se debía tratar de Sieggrün desencadenó una intensa controversia en
«planetas transneptunianos». la comunidad astrológica, puesto que las comproba-
ciones realizadas por astrólogos «no hamburgue-
Calculó las posibles efemérides y, basándose en la ses» (algunas de ellas muy cuidadosamente elabo-
mitología griega, asignó a los nuevos planetas los radas) no obtuvieron resultados claros. Hoy, los par-
nombres de Cupido, Hades, Zeus y Kronos. tidarios de la Escuela de Hamburgo continúan man-
teniendo la existencia de los ocho planetas hipotéti-
Posteriormente, siguiendo el mismo método, su cos.
alumno F. Sieggrün descubrió cuatro planetas más:
Apolo, Admetos, Vulcano y Poseidón. Debe desta- Conclusiones
carse que cinco de los ocho nuevos planetas tienen El fenómeno de los planetas hipotéticos es una ex-
el nombre griego de los planetas que nosotros cono- presión más de un viejo problema de la astrología
cemos con el nombre latín: Hades = Plutón, Zeus = que se remite al período de los romanos. No ocurre
Júpiter, Kronos = Saturno, Apolo = Sol, Poseidón = sólo con los planetas, sino también con otros ele-
Neptuno. Una vez más, Vulcano vuelve a estar pre- mentos del horóscopo, como por ejemplo, las estre-
llas fijas y los partes arábicos o puntos arábicos En los ejemplos mencionados no se ha dado la repe-
(punto de la suerte, punto de la muerte, etc.). tición de resultados por personas imparciales. Y la
lista podría ampliarse considerablemente.
En última instancia se trata de esfuerzo de los astró-
logos por descubrir más elementos de interpretación Una de las razones de estas especulaciones erró-
(manifiestamente, por la necesidad de poder realizar neas reside en el concepto arraigado en el incons-
mejores interpretaciones de carácter o predicciones). ciente de que las inexactitudes del actual conoci-
Esta necesidad no es sólo comprensible sino, hasta miento astrológico sólo pueden explicarse mediante
cierto punto, legítima (es parte intrínseca de la natu- algo nuevo y desconocido hasta el momento.
raleza de la disciplina astrológica).
Evidentemente, el encanto de lo nuevo tiene un pa-
Sin embargo, desafortunadamente, demasiado a pel importante en esto. Sin embargo, muy a menudo,
menudo conduce a hipótesis que no son más que precisando más el material de interpretación que se
puras especulaciones que posteriormente se mane- nos ha transmitido puede eliminarse gran parte de
jan como si se tratara de hechos demostrados. Los confusión y falta de claridad.
ejemplos mencionados anteriormente ponen de ma-
nifiesto con qué facilidad la búsqueda de nuevas teo- Otra de las razones para la aparición de elementos o
rías que expliquen la realidad pueden llevar a autén- métodos hipotéticos es un aspecto psico-social.
ticas ficciones. Tras un cuidadoso estudio, puede constatarse que la
mayor parte de estos descubrimientos o redescubri-
En este siglo, en el que tantos astrólogos hablan del mientos tienen lugar en períodos de crisis del colecti-
carácter científico de la astrología, precisamente de- vo. La confusión de la masa también se transmite a
beríamos atenernos a los criterios científicos. El crite- los astrólogos (precisamente por la creciente necesi-
rio científico principal y más antiguo es la repetitivi- dad por parte del público de los astrólogos de escu-
dad de los resultados por terceros según las indi- char afirmaciones o interpretaciones seguras y defini-
caciones metódicas del autor. tivas). Y la enorme disponibilidad por ambas partes a
caer en la proyección mutuamente confirmadora, a
menudo todavía se intensifica más por el espíritu de
la era.