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Diseño de elementos

En los primeros tiempos, los materiales de los que disponía el hombre eran
esencialmente de origen natural. Cuando los conocimientos tecnológicos del
hombre se fueron ampliando, el conocer las diferentes propiedades de los
materiales y el tipo de carga o fuerza que tendrían que soportar, les comenzó a
ser necesario para el diseño de cualquier elemento de máquina.

Actualmente, a la hora de seleccionar el material adecuado para una


determinada aplicación, hay que tener en cuenta dichos factores, o sea, el trabajo
que va a desarrollar la pieza hecha con dicho material y las fallas que pueda
presentar ante cierta carga. Por lo tanto, un profundo conocimiento de las
propiedades de los distintos materiales es fundamental para determinar cuál es el
más apropiado.

Suponiendo que el elemento a diseñar vaya a estar bajo la acción de una carga
estática (acción estacionaria de una fuerza ejercida en puntos que no varían con el
tiempo) o de una carga axial (fuerza dirigida paralelamente al eje de simetría de un
elemento estructural, y puede ser de tensión o de compresión), probablemente el
material sufrirá una falla, es decir, una pérdida de función tanto por deformación,
como por rotura.

En tales situaciones es necesario conocer las características del material y


diseñar la pieza de tal manera que cualquier deformación no sea excesiva y no se
produzca la rotura. Las propiedades mecánicas de un material reflejan la relación
entre la fuerza aplicada y la respuesta del material.

Ejemplo de lo diferente que son los materiales lo constituyen los materiales


uniformes; que su resistencia a la tracción es similar a su resistencia a la
compresión; y los no uniformes; materiales en los cuales su resistencia a la
tracción y a la compresión son diferentes. Otras de las propiedades importantes
de los materiales son la ductilidad, fragilidad, tenacidad, dureza y la resistencia de
fluencia.

La ductilidad es una propiedad que presentan algunos materiales los cuales


bajo la acción de una fuerza, pueden deformarse plásticamente de manera
sostenible sin romperse. Los materiales no dúctiles se califican como frágiles,
porque el material se rompe en añicos cuando una fuerza impacta sobre él, ya que
tiende a fracturarse sin una deformación significativa. Aunque los materiales
dúctiles también pueden llegar a romperse bajo el esfuerzo adecuado, esta rotura
sólo sucede tras producirse grandes deformaciones.

La tenacidad es la resistencia que opone un cuerpo a su rotura cuando está


sometido a esfuerzos lentos de deformación; es la capacidad de un material para
absorber energía sin fracturarse. La dureza es la oposición que ofrecen los
materiales a alteraciones físicas como la penetración, la abrasión y el rayado. En
cuanto a la resistencia de fluencia, este es el punto a partir del cual un material se
deforma plásticamente.
Cuando un material presta servicio puede sufrir de deformaciones como la
flexión, que es un tipo de deformación que presenta un elemento estructural
alargado en una dirección perpendicular a su eje longitudinal. Es el esfuerzo
resultante de aplicar fuerzas perpendicularmente al eje principal del elemento que
tienden a doblarlo. La flexión produce compresión en la parte cóncava del
elemento y tracción en la opuesta, la convexa.
Un material cuenta con dos zonas que describen el comportamiento del mismo
ante un esfuerzo que lo deforme, estas se conocen como zona elástica y zona
plástica. La zona elástica se caracteriza porque el material recupera su forma una
vez que ha desaparecido la fuerza que los deformaba. Y en la zona plástica el
material que está sufriendo una deformación conserva la forma una vez
deformado.
El conocimiento de estas propiedades de los materiales es importante para los
ingenieros ya que el comportamiento de los materiales esta descrito por sus
propiedades mecánicas las cuales hay que tener presentes a la hora de elegir que
material se va utilizar para la fabricación de algún producto y su adecuado
funcionamiento.

En conclusión, no existe ningún material perfecto que se pueda emplear para la


fabricación de cualquier producto, el ingeniero debe comprender las propiedades
de los materiales y sus limitaciones, ya que cada aplicación necesita de un
material que cumpla unas características determinadas, porque cada elemento
fabricado se utilizara para fines diferentes.

Por eso para diseñar un elemento es necesario saber su comportamiento ante


ciertas cargas, conocer sus atributos y propiedades, sus debilidades y fortalezas,
sus ventajas y desventajas. Todo eso con el fin de diseñar un elemento que se
adecue a las necesidades, soportando y no fallando fácilmente ante las cargas.

El mundo en el que vivimos siempre está en constante cambio. Cada cierto


tiempo aparecen nuevas aleaciones de materiales con propiedades mejores que
otros, pero siempre con algunas limitaciones. La innovación en ingeniería a
menudo significa el uso inteligente de un nuevo material. Y los desastres en
ingeniería con frecuencia están causados por un mal uso de los materiales.

Hoy en día cualquier ingeniero puede consultar las propiedades de los


materiales en un libro o buscar en una base de datos un material que cumpla las
especificaciones del diseño, pero la habilidad de innovar e incorporar materiales
de manera segura en un diseño tiene sus orígenes en una comprensión de como
manipular las propiedades y la funcionalidad de los materiales a través del control
de la estructura y de las técnicas del procesamiento del material.

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