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SOBREVIVIR EN PRISIÓN.
Formas de adaptación a la vida en prisión:
POR
Diciembre de 2009
Se autoriza la reproducción total o parcial, con fines académicos, por cualquier medio o
procedimiento, incluyendo la cita bibliográfica del documento.
2
Job 2,4
3
AGRADECIMIENTOS.
Sin embargo nada de lo que aquí se tratará de exponer habría sido posible sin el
constante apoyo moral y material de Mª Cecilia Llanos Aravena, mi mujer y amiga, mi
confidente y apoyo, cuyos sabios y oportunos consejos, acompañados de un inmenso amor,
me han dado la fuerza para persistir en esta tarea y hacer fructífero el largo camino de
vuelta al hogar.
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TABLA DE CONTENIDO
1.- Introducción:
10.- Conclusiones.
Resumen
Palabras Clave
1.- INTRODUCCIÓN.
Sin embargo, pasado el temor inicial, esa terrible imagen provocada por el hecho de
ingresar forzadamente a un lugar estigmatizado como el basurero de la sociedad y percibido
socialmente como un lugar en donde engendros humanos , los delincuentes, se agreden
mutuamente y están sujetos a mil indignidades y malos tratos por parte de sus guardianes,
se enriquece y aparece una realidad social e institucional especial que mueve a curiosidad e
interés en averiguar como y porque funciona de esa manera una prisión y a la cual solo
queda adaptarse para sobrevivir.
Diversos factores recomendaron combinar por un lado la revisión teórica que nos
podría guiar en la elección de los factores a considerar para entender el fenómeno a estudiar
y por otro un método esencialmente cualitativo de obtención de la información.
Es necesario destacar que la situación del autor, un interno en un recinto penal, que
debe ceñirse a las reglas generales de seguridad, limitan el acceso a procedimientos usuales
de obtención de información (por ejemplo grabar entrevistas, realizar focus group grabados
con internos, etc.), no permiten acudir a estadísticas y datos de la institución que por obvias
razones no deben estar al alcance de un interno, y a entrevistar formalmente a funcionarios
civiles y uniformados sobre el tema en cuestión.
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Sin embargo por otro lado el ser un interno, un recluso, ofrecía enormes ventajas
comparativas sobre un investigador externo. La permanencia de casi cuatro años en un
recinto penal me ha permitido observar y participar en la vida diaria de dos penales muy
diversos entre si, la Ex Penitenciaria, sector módulos y el penal de Colina 1, además de
recibir mucha información acerca de lo que sucede en otros penales. La conversación
informal con innumerables internos, y con muchos funcionarios me permitía tener acceso
directo a datos que están vedados a un observador externo.
Asimismo los temas tratados son complejos y delicados para el interno y frente a
una pauta estandarizada que le presenta un desconocido no siempre sus respuestas
coincidirán con la realidad.
1.-La observación directa, en donde “el etnógrafo prefiere observar a sus informante
en sus contextos naturales, pero no para fundirse con ellos” (1, pag. 59). Posibilidad que ha
sido empleada durante mi estadía de ya casi dos años en el penal de Colina 1 con respecto
a mi relación con los “hermanos” evangélicos de este penal, periodo durante el cual he
asistido a algunos de sus ritos y he conversado con decenas de ellos de manera informal,
manteniendo mi carácter de católico activo, el cual es percibido y aceptado por ellos.
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
Según la enciclopedia Encarta 2009 (1) se define como prisión “la institución
penitenciaria en la que tiene lugar el cumplimiento de las penas privativas de libertad.
Se comprenden en esta expresión no sólo los establecimientos destinados a la ejecución de
las penas, sino también los locales preventivos destinados a la retención y custodia de
detenidos y presos, así como los de carácter especial, que son más bien centros
hospitalarios, clínicas de desintoxicación de drogadictos, recintos psiquiátricos para
enfermos y deficientes mentales o psicópatas, espacios de rehabilitación o reeducación
social, y otras dependencias. Desde otro punto de vista, prisión es la denominación genérica
que reciben las penas privativas de libertad, es decir, la sanción penal en sí.”
La pena de prisión como lugar de castigo es una idea relativamente reciente pues
tiene más o menos 200 años. “Antes de esa época, las prisiones fueron lugares de tránsito
donde los procesados debían permanecer en espera de sus sentencias para la aplicación de
la pena de la picota o de la argolla, para la mutilación de miembros del cuerpo, o de la
muerte, para la aplicación de multas o la confiscación de bienes, para el destierro a colonias
penales, o de otras sanciones semejantes o mas graves y crueles. (2)
Michel Foucault en su obra, “Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión”, (3)
describe en detalle el suplicio al cual fue sometido un sujeto llamado Damiens, un
parricida, el que luego una atroz tortura finalmente fue descuartizado. Ese era el castigo al
delito antes de considerarse como tal la mera privación de libertad.
Ya en la antigua Roma tuvieron el mismo objeto de servir de simples lugares de
detención y no de castigo. Entonces, a los culpables de crímenes se les sancionaba
enviándolos a galeras, a cumplir trabajos forzados, a la esclavitud y otras formas de pena
que se realizaban fuera del ámbito de las prisiones.
Estos recintos funcionaron junto a los castillos del medioevo, donde quedaron
ubicados en las entrañas de los fosos, en el medio de las grandes zanjas protectoras que
circunvalaban los castillos, próximas a los puentes levadizos o bajo el techo de los mismos.
“Uno de los antecedentes más antiguos de la cárcel como una unidad arquitectónica
especial, corresponde a una de mujeres dirigida por los protestantes de Ámsterdam en 1553,
Establecimientos similares se construyeron en las ciudades hanseáticas germanas. El Papa
Clemente XI, en 1703, hizo construir la prisión para reos jóvenes de Saint-Michele y en
este mismo siglo quedó construida la famosa prisión belga de Gantes.” (1)
Sólo cuando a la sanción se le reconoce un carácter público y personal, y al
concepto de venganza se le sustituye por la expiación del pecado, la prisión comienza a
adquirir los contornos de la actual. “La labor gestativa de los glosadores, de los
movimientos filosóficos y practicas del iluminismo, condujeron, a fines del siglo XVIII, a
preparar una reforma sobre el fundamento y fin de las penas, a revisar la función de las
prisiones, a ampliar sus horizontes y a mejorar los métodos y tratamientos de los presos.
Pero, entretanto, la mayoría de las prisiones que surgieron en esa época fueron sitios de
inmundicia y de crueldad.”.(1)
Con las ideas humanitarias y renovadoras de Beccaria, de John Howard y de
Jeremías Bentham, se marca una fecha inicial para el advenimiento de sistemas carcelarios,
precursores de los que hoy están vigentes. Desde entonces, las cárceles empezaron a
utilizarse como lugares permanentes para el cumplimiento de penas privativas de libertad y
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Según Foucault esta atenuación de la severidad no debe ser tomado como un mero
cambio cuantitativo de “menos crueldad, menos sufrimiento,….mas humanidad” (3, pp.18)
sino que mas bien se ha desplazado el objeto mismo de la acción punitiva. Ya no es el
cuerpo sino el alma “A la expiación que causa estragos en el cuerpo debe suceder un
castigo que actúe en profundidad sobre el corazón, el pensamiento, la voluntad, las
disposiciones. Mably ha formulado el principio, de una vez para siempre: "Que el castigo,
si se me permite hablar así, caiga sobre el alma más que sobre el cuerpo." (1G. de Mably,
De la législation, Oeuvres completes, 1789, t. IX, p. 326.).
Foucault cita a L. Baltard (L. Baltard, Architectonographic des prisons, 1829.) quien
sugiere una instituciones “completas y austeras". Completas en el sentido de que su
disciplina debe ser exhaustiva debiendo ocuparse de todos los aspectos del individuo. De
su educación física, laboral, moral, etc. Esta disciplina le da a la institución “…un poder
casi total sobre los detenidos; tiene sus mecanismos internos de represión -y de castigo:
disciplina despótica…” siendo su modo de actuar la coacción de una educación total: "En
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la prisión, el gobierno puede disponer de la libertad de la persona y del tiempo del detenido;
entonces se concibe el poder de la educación que, no sólo en un día sino en la sucesión de
los días y hasta de los años, puede regular para el hombre el tiempo de vigilia y de sueño,
de la actividad y del reposo, el número y la duración de las comidas, la calidad y la ración
de los alimentos, la índole y el producto del trabajo, el tiempo de la oración, el uso de la
palabra, y por decirlo así hasta el del pensamiento,…( 3,pp.216).
En palabras de John Schaar: “Jeremías Bentham, por motivos totalitarios, dedicó largas
y laboriosas horas a perfeccionar el proyecto para un extraordinario edificio que se
conocería con el nombre de Panopticón. Iba a ser una gran estructura en forma de estrella,
mitad fábrica y mitad prisión, tan bien construida que cada recluso pasaría sus días en
perfecto aislamiento de sus compañeros, y bajo la perpetua vigilancia de un guardián
destacado en la parte central. El Panopticon de Bentham, como lo expresó Sir Leslie
Stephen, era un molino magistralmente diseñado para moler a los pícaros hasta
volverlos honrados y a los ociosos hasta volverlos industriosos.”. (5)Pág. 234
Sin embargo el resultado no ha sido el esperado pues, como afirma Foucault (pp.246)
“…la prisión fabrica también delincuentes al imponer a los detenidos coacciones
violentas; está destinada a aplicar las leyes y a enseñar a respetarlas; ahora bien, todo su
funcionamiento se desarrolla sobre el modo de abuso de poder y la arbitrariedad de la ad-
ministración: "El sentimiento de la injusticia que un preso experimenta es una de las
causas que más pueden hacer indomable su carácter. Cuando se ve así expuesto a
sufrimientos que la ley no ha ordenado ni aun previsto, cae en un estado habitual de cólera
contra todo lo que lo rodea; no ve sino verdugos en todos los agentes de la autoridad; no
cree ya haber sido culpable: acusa a la propia justicia." (F. B. Préameneu, Rapport au
conseil général de la société des prisons, 1819.).
Andrés Recasens en su obra acerca de Las Barras Bravas (6) acude a una explicación de
la violencia reactiva “…Es un lugar común que la violencia suele surgir de la furia, como
plantea Hannah Arendt; y, que, efectivamente, esa furia puede ser irracional y patológica.
Sin embargo esa furia no resulta de la reacción automática a la miseria o el sufrimiento
como tales, ya que a nadie se le ocurriría enfurecerse frente a una enfermedad en estado
terminal o ante algún desastre natural. Para la autora, la furia brota sólo cuando se sospecha
que las condiciones pueden cambiar, pero quedan iguales. “…Sólo se reacciona con furia
cuando se ofende el sentido de la justicia, cuando se enfrentan acontecimientos y
condiciones afrentosas.
Francis Fukuyama en su obra citada (7) y citando a Hegel afirma que “…Según
Hegel, los seres humanos en tanto que animales tienen necesidades y deseos naturales
referentes a objetos exteriores a ellos, como alimentos, bebidas, habitat y, por encima de
todo, la conservación del cuerpo. El hombre difiere fundamentalmente de los animales, sin
embargo, en que desea, además, el deseo de otros hombres, es decir, quiere que se le
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«reconozca». En especial, quiere que se le reconozca como ser humano, o sea, como un
ser con cierto valor y dignidad….” (7, pp.17).
Robert D. Kaplan (9) en su libro “Viaje al futuro del imperio” reproduce las
declaraciones de un miembro del Ayuntamiento de la ciudad de Leavenworth, sede de la
cárcel federal más importante de los EE.UU., quien nos dice:
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
Nuestro Código Penal vigente (1), promulgado en 1874 define el delito en el Libro
Primero, Título I “De los Delitos y de las circunstancias que eximen de responsabilidad
penal, la atenúan o la agravan”, en los artículos 1º y 2º:
Artículo 1° Es delito toda acción u omisión voluntaria penada por la ley. Las
acciones u omisiones penadas por la ley se reputan siempre voluntarias, a no ser que conste
lo contrario. El que cometiere delito será responsable de él e incurrirá en la pena que la ley
señale, aunque el mal recaiga sobre persona distinta de aquella a quien se proponía ofender.
En tal caso no se tomarán en consideración las circunstancias, no conocidas por el
delincuente, que agravarían su responsabilidad; pero sí aquellas que la atenúen.
Art. 2° Las acciones u omisiones que cometidas con dolo o malicia importaría un
delito, constituyen cuasidelito si sólo hay culpa en el que las comete.
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En este ámbito se considera al sujeto como dotado de libertad para elegir realizar o
no una conducta considerada como delito por la ley. Su acción siempre se reputará
voluntaria “a no ser que conste lo contrario”. Considerándose, además, factores eximentes,
agravantes o atenuantes que eliminan, aumentan o disminuyen la penalidad, generalmente
se refieren a factores sicológicos (falta de discernimiento), siquiatricos (demencia) o
situacionales (defensa propia o de un tercero) que desvanecen el dolo, lo atenúan o lo
agravan en el caso de existir premeditación , alevosía, etc.
Los condicionantes sicológicos, sociales o culturales que limitaron esa libertad de
elección escapan a la consideración del legislador. Incluso la ignorancia de la ley no puede
considerarse como atenuante o eximente pues existe la máxima jurídica que expresa que “la
ley se supone por todos conocida” desde el momento que es promulgada y publicada en el
diario oficial.
Es evidente la opción filosófica y epistemológica en que se basa esta concepción del
delito y que sustenta moralmente aplicar una pena u castigo. Los individuos son libres y
poseen el criterio para elegir que curso de acción tomar. Para la ley hay solo culpables,
inocentes o enfermos. No sería moralmente justificable castigar a un ser que no tiene
capacidad para optar entre un curso de acción u otro, ya sea porque carece de libertad para
hacerlo (por ejemplo si un sujeto al defender su vida se ve obligado a repeler con violencia
un ataque injustificado y con esa acción provoca la muerte del agresor), o no posee el
discernimiento (en términos legales la capacidad para distinguir entre el bien y el mal) por
su edad o estado mental.
Se concibe un hombre dotado de libertad para elegir entre el bien y el mal. Esa
libertad le vuelve responsable de sus acciones y culpable de las consecuencias y por
consiguiente merecedor en justicia de un castigo o sanción.
Reconocer la existencia del libre albedrío conlleva una posición filosófica ya que
al definirlo como el “poder o capacidad del individuo para elegir una línea de acción o
tomar una decisión sin estar sujeto a limitaciones impuestas por causas antecedentes, por la
necesidad, o por la predeterminación divina” (3) se está afirmando que al existir “un acto
libre por entero es en sí mismo una causa y no un efecto; está fuera de la secuencia causal o
de la ley de la causalidad” (4).
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Apoyar la validez del determinismo, supuesto básico que permite aplicar el método
de causalidad en las ciencias físicas, y que desde el inicio de la sociología como ciencia se
ha pretendido aplicar considerando la variabilidad no predicha de la conducta humana solo
como un varianza no explicada por el momento pero que disminuirá con el avance del
conocimiento o negar su aplicación plena en las ciencias sociales, cuyo objeto es el hombre
del cual se afirma que posee conciencia de si y libertad para elegir un curso de acción no
siendo solo un títere manipulado por los hechos del pasado, o por las circunstancias del
presente, sino que motivado también por sus objetivos futuros y que posee la capacidad de
modificar sus modelos de interpretación del mundo y su conducta consecuente, que es
capaz de una conducta racional, es una discusión que no ha sido resuelta en el terreno
epistemológico y escapa a los alcances de esta tesina.
“…Mi planteamiento es que existe o debería ser promovida la tesis de que somos libres en
un mundo de múltiples constricciones y que esa situación, además, nos hace moralmente
responsables de nuestros actos individuales.” Es sostenible suponer una posición que
reconozca la existencia de las capacidades de acción voluntaria y racional del hombre en un
medio de múltiples limitaciones.
Es esencial definir este concepto en los términos que la ley lo establece ya que esta
será la norma o parámetro que permitirá considerar si una conducta del interno se ajusta a
lo que la sociedad a través de las leyes entiende como “rehabilitación” o” reinserción
social” y frente a las cuales concede “beneficios” o premios que disminuyen el tiempo
efectivo de cumplimiento, y aquellas conductas consideradas como negativas o contumaces
y por las cuales el interno debe cumplir la totalidad de la pena impuesta.
Debemos comenzar reiterando en primer lugar que la ley “concibe un hombre
dotado de libertad para elegir entre el bien y el mal. Esa libertad le vuelve responsable de
sus acciones y culpable de las consecuencias y por consiguiente merecedor en justicia de un
castigo o sanción.”.
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En el artículo 110 del REP se expresan los requisitos formales esenciales para optar a los
beneficios intrapenitenciarios tales como salidas temporales previas al cumplimiento total
de la pena (Art. 96: a) la salida esporádica; b) la salida dominical;
c) la salida de fin de semana, y d) la salida controlada al medio libre.)
El interno puede postular a dichos beneficios, habiendo cumplido el tiempo mínimo
de privación de libertad (Art.103), mitad en delitos simples y dos tercios en delitos
calificados, cumpliendo los siguientes requisitos establecidos en el Art. 110 que nos dice:
“Tratándose de los permisos contemplados en las letras b), c), y d) del artículo
96° serán considerados los internos que cumplan los siguientes requisitos:
a) Haber observado muy buena conducta en los tres bimestres anteriores a su
postulación. No obstante ello, se examinará la conducta del interno durante toda su
vida intrapenitenciaria a fin de constatar si, con anterioridad a los tres bimestres
referidos, registra infracciones disciplinarias graves a considerar antes de conceder el
beneficio;
b) Haber asistido regularmente y con provecho a la escuela del
establecimiento, según conste del informe emanado del Director de la escuela, salvo
que el postulante acredite dificultades de aprendizaje o estudios superiores a los que
brinda el establecimiento;
c) Haber participado en forma regular y constante en las actividades
programadas en la Unidad, tales como de capacitación y trabajo culturales,
recreacionales, según informe del Jefe operativo, y
d) Tener la posibilidad cierta de contar con medios o recursos de apoyo o
asistencia, sean familiares, penitenciarios o de las redes sociales.
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Esta ley que concede una reducción de condena de dos a tres meses por año al
manifestar conducta sobresaliente definida en los siguientes artículos:
Artículo 7º.- Criterios de evaluación obligatorios. Para los efectos de lo previsto en esta ley,
se considerará comportamiento sobresaliente aquel que revelare notoria disposición del
condenado para participar positivamente en la vida social y comunitaria, una vez terminada
su condena.
Para calificar la disposición a que se refiere el inciso precedente, se atenderá a los
siguientes factores:
a) Estudio: la asistencia periódica del condenado a escuela, liceo o cursos existentes en la
unidad penal, siempre que ello redundare en una objetiva superación de su nivel
educacional, vía alfabetización o conclusión satisfactoria de los cursos correspondientes a
enseñanza básica, media o superior, según fuere el caso.
b) Trabajo: la asistencia periódica del condenado a talleres o programas de capacitación
ofrecidos por la unidad penal, siempre que ello redundare en el aprendizaje de un oficio o
labor provechosa. Asimismo, tratándose de condenados que dominaren un oficio, el
ejercicio regular de éste al interior del recinto penal, sea con fines lucrativos o benéficos.
c) Rehabilitación: la voluntad exhibida por el condenado, mediante el sometimiento a
terapias clínicas, en orden a superar dependencias a drogas, alcohol u otros, en su caso.
d) Conducta: espíritu participativo, sentido de responsabilidad en el comportamiento
personal, tanto en la unidad penal como durante los traslados, y, en general, cualquier otro
comportamiento que revelare la disposición a que se refiere el inciso primero.
Asimismo, para los efectos de la calificación de que trata esta ley, podrá atenderse al nivel
de integración y apoyo familiar del condenado, si lo tuviere, y al nivel de adaptación social
demostrado en uso de beneficios intrapenitenciarios.
Esta ley mantiene los factores de conducta al interior del penal, estudio y trabajo
agregando el concepto de “rehabilitación” entendida como: “: la voluntad exhibida por el
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Es razonable entonces afirmar que las leyes que rigen la privación de libertad desde
el inicio de la prisión al igual que en el presente han sostenido la idea de combinar la
educación formal, el trabajo y la formación moral en un ambiente de reclusión obligatoria
como el único camino de rehabilitación.
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
1.- CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, Defenderse desde la Cárcel. . Diciembre 2006
Proyecto Reforma Procesal Civil de la Sociedad para la Cooperación Técnica Alemana
GTZ-Chile. Morande 107, Santiago de Chile. gtz@minjusticia.cl .
7.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria:
Reglamento de Establecimientos Penitenciarios (REP)
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9.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria.
Reglamento sobre libertad condicional
Identificación de la Norma: DTO-2442
Fecha de Publicación: 26.11.1926
Fecha de Promulgación: 30.10.1926
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
Última Modificación: DTO-625, JUSTICIA 23.08.1990
D.S. 2.442, QUE FIJA EL TEXTO DEL REGLAMENTO DE LA
LEY DE LIBERTAD CONDICIONAL
Núm. 2,442.
Santiago, 30 de Octubre de 1926.
10.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria.
Ley 19.856, Sistema de Reinserción Social.
Identificación de la Norma: LEY-19856
Fecha de Publicación: 04.02.2003
Fecha de Promulgación: 28.01.2003
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
CREA UN SISTEMA DE REINSERCIÓN SOCIAL DE LOS
CONDENADOS SOBRE LA BASE DE LA OBSERVACIÓN DE
BUENA CONDUCTA.
11.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria.
Ley 19.856 de reinserción Social.
Identificación de la Norma: LEY-19856
Fecha de Publicación: 04.02.2003
Fecha de Promulgación: 28.01.2003
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
CREA UN SISTEMA DE REINSERCIÓN SOCIAL DE LOS
CONDENADOS SOBRE LA BASE DE LA OBSERVACIÓN DE
BUENA CONDUCTA
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Tratar de explicar porque los individuos delinquen sobrepasa los alcances de esta tesina,
pero no referirse a ello, dejaría sin una base de razones por la cual alguien es sometido a la
privación de libertad.
Asimismo en cifras citadas por Ibán de Rementería en artículo citado (5) “La
pobreza (y el uso de drogas) no son predictores del delito, en el sentido de conjeturas de
algo que ha de suceder. En Chile hay 3.081.100 de pobres (CASEN 2000) de los cuales
197.190 (6.4%) (CONACE 2001) han usado drogas en el último año y solamente 42.638
obreros y personas sin oficio han sido detenidos por robo y hurto (1.4%) en el año 2000
(Paz Ciudadana 2001). Pero eso si constituyeron mas del 70% de los detenidos. “(5, p.212)
Nuestro Chile actual descrito por Gabriel Salazar y Julio Pinto (6) es caracterizado
de manera muy negativa en los siguientes párrafos: “….Tras la devastadora ofensiva
militar, y en la punta de sus fusiles, flameó victorioso y enhiesto, un Estado de
indisimulable efigie portaliana: pequeño y hermético, adherido al comercio exterior,
socialmente inamistoso, económicamente mercantil y poco industrial, tras un creciente
rostro policial, fiscalmente equilibrado, polarizado en sus ingresos, y amenazado, no
por movimientos sociales formales, sino por una horda de jóvenes sin futuro, pobres
de distinta definición, grupos reambulantes de obreros precaristas, traficantes de
drogas y delincuentes de toda laya y ferocidad.” (6,Pág.62).
Tom Wolfe (7) en su libro “El periodismo canalla y otros artículos” nos refiere el
origen de nuestro convulsionado mundo del siglo XXI basándolo en “….la proposición más
célebre de la filosofía moderna: el «Dios ha muerto» de Nietzsche. “
Cuando a fines del siglo XIX esta frase aparece en Die Frohliche Wissenschaft (La
gaya ciencia, (aforismo 108) Wolfe afirma que “Nietzsche puntualizó que no se trataba de una
declaración de ateísmo, sino simplemente de la noticia de un suceso.”(pp.159)
Este suceso “el mas enorme de la historia moderna” y que se traducía en el hecho que
“la gente culta ya no creía en Dios debido al auge del racionalismo y el pensamiento
científico, incluyendo el darwinismo,” (pp.159)
Wolfe nos recuerda que Nietzsche predice en su obra “Ecce homo” (9) con respecto
al siglo XX que “habrá guerras como jamás las ha habido en la Tierra” (9,Pág. 35),
¿Por qué? Nos explica Wolfe que “Porque los seres humanos ya no tendrían un dios al cual
recurrir para que los absolviera de su culpa; sin embargo, seguirían viviendo atormentados
por la culpa, porque ésta es un impulso que se inculca a los niños cuando son muy
pequeños, antes de que tengan edad para razonar. Por lo tanto, además de odiarse entre sí,
los hombres se odiarían a sí mismos. La fe ciega y reconfortante que habían depositado en
Dios, dijo Nietzsche, pasaría a recaer en fraternidades nacionalistas bárbaras. En su
opinión, las doctrinas que no distinguían entre el hombre y el animal, como el darwinismo,
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Wolfe afirma en su libro que Nietzsche nos previno que la humanidad avanzaría a
tropezones por el siglo XX “guiada por la «miseria» del viejo y decadente código moral
fundado en la idea de Dios.”
Nietzsche sabía que con la muerte de Dios todo sería posible. En este universo al cual tanto
el significado humano como el divino le son extraños, sólo unos cuantos modernos han sido
capaces del valor supremamente irónico del que hace gala Bertrand Russell en A Free
Man`s Worship (El culto de un hombre libre). El que las masas sean capaces de perdurar
y de seguir siendo pacíficas sin el solaz y la disciplina de la ideología continua siendo,
como ya lo señaló Renan en la introducción a El futuro de la ciencia, la gran incógnita
de la edad moderna.” (10, Pág.177)
Pero que “Además, esperan que el colegio los forme en un sentido más amplio,
desarrollando su carácter, enseñándoles a ejercer su juicio moral, a discernir valores y
asumir las responsabilidades propias de un agente autónomo”.
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Esto según Brunner no es posible pues “… los colegios se hallan puestos en una
situación más desfavorable que nunca. No cuentan ya con el apoyo de las familias,
cuyo rol formativo se ha debilitado en la mayoría de los hogares, ni cuentan tampoco
con el sostén de una cultura (un núcleo de valores) en condiciones de orientar la
conducta social. Más bien, existe una abigarrada diversidad de dioses, concepciones
de mundo, ídolos y ofertas valóricas que compiten por la devoción de las nuevas
generaciones. Reinan la confusión y la incertidumbre. En estas circunstancias, los
padres exigen a los colegios que afirmen un claro principio formativo que ni ellos ni la
sociedad ofrecen.”
El articulo citado de I. de Rementería (5) nos entrega datos de una encuesta nacional
efectuada el año 2004.
Es decir que la visión de la gente, según la encuesta del INE se divide en partes
iguales al atribuir, por un lado, la causalidad del delito a la influencia de condiciones
sociales adversas (pobreza, desempleo) y por otro a la falta de control jurídico – policial.
El origen del delito ha sido tratado de explicar desde diferentes ángulos aunque
“…desde la mitad del siglo XX, la creencia de que el delito puede ser explicado por una
teoría única ha sido abandonada. Los expertos se inclinan a asumir las teorías del factor
múltiple o de la causa múltiple, es decir, que el delito surge como consecuencia de un
conjunto plural de conflictivas y convergentes influencias biológicas, psicológicas,
culturales, económicas y políticas. Las explicaciones basadas en la causa múltiple parecen
más verosímiles que las teorías anteriores de la simple causa única. En último extremo,
siguen sin estar claras las causas del delito, porque la interrelación de los factores en
presencia en cada caso es difícil de determinar.”(13)
Respecto a los factores relativos a las armas, tan importantes en USA, hay una
relación negativa entre control de armas y delincuencia, por lo menos para los delitos que
incluyen armas, que generalmente son los que se llaman delitos contra las personas, o que
otros llaman delitos pasionales, respecto al porte de armas existen datos divergentes de
acuerdo a si se enfoca el problema de disminuir las armas en poder de la delincuencia o
permitir su tenencia por los ciudadanos como autodefensa.
31
Respecto a los factores de diseño ambiental, Todos los artículos proponen una
relación negativa entre el mejoramiento del diseño ambiental y la delincuencia,
especialmente en factores como vigilancia natural, control natural de los accesos,
reforzamiento territorial y mantención de los espacios públicos.
1.- Emile Durkheim presenta una visión muy diferente respecto al delito con
respecto al conocimiento vulgar y a los supuestos tácitos de las investigaciones expuestas
32
por Cea et al (14), que consideran implícitamente a la delincuencia como una patología
social que hay que eliminar.
Al examinar “Las reglas del método sociológico”, (16) Durkheim expone su
consideración del crimen como un hecho social normal, en el sentido que cumple los
requisitos de ser general (16, pp.85) en todas las sociedades existentes y funcional al
organismo social (16, pps. 85-92). Incluso plantea que una cierta proporción de
delincuencia sería consustancial a un cierto grado de desarrollo de la civilización (16,
pp.86). Llega afirmar que “constituye un factor de la salud pública, una parte integrante de
toda sociedad sana.”(16, pp.86)
“si no hubiera crímenes, no se cumpliría esta condición, pues tal hipótesis supone que
los sentimientos colectivos habrán alcanzado un grado de intensidad sin ejemplo en la
historia. (16, pp. 90)
De manera muy dramática expresa que para que la sociedad pueda evolucionar “ es
preciso que la originalidad individual sea posible; además, para que pueda manifestarse la
del idealista que sueña con ir más allá de su siglo, es necesario que sea posible la del
criminal, que está en un nivel inferior a su tiempo. Sin la una, no se concibe la otra. (16,
pp.90)
Esta percepción y aceptación del crimen como un hecho social normal (que no
significa avalarlo moralmente), que no es una patología social (aún cuando Durkheim
reconoce que un aumento excesivo, mas allá de lo esperable que corresponda al grado de
desarrollo de una sociedad si se podría considerar peligroso y dañino para el organismo
social) tiene serias implicancias al considerar el “remedio” social en vigencia, la pena o
castigo.
Dice Durkheim “si el crimen no tiene nada de morboso, la pena no puede tener por
objeto curarlo y su verdadera función ha de buscarse en otra parte. (16, pp.92)
34
En su obra La división del Trabajo Social (17), Durkheim plantea que siendo el
crimen una ruptura al lazo de solidaridad social es de tal gravedad que “determina contra
su autor esa reacción característica que se llama pena.”(17, pp.67).
Sancionado por el derecho represivo (penal), el delito no es considerado como tal por
el hecho mismo, pues varía de sociedad en sociedad y de tiempo en tiempo, tampoco por el
daño que provoca a los grandes intereses de la sociedad, como se ejemplifica por la baja
penalidad del delito económico.
El carácter común en los hechos considerados como delito es “que ellos consisten-
salvo algunas excepciones…- en actos universalmente reprobados por los miembros de
cada sociedad” (17, pp.69).
Pero no solo es una ofensa a los sentimientos colectivos en general sino a aquellos
que “están fuertemente grabados. No son veleidades titubeantes y superficiales sino
emociones y tendencias que están fuertemente enraizadas en nosotros” (17, pp.73)
Llega a afirmar que lo esencial es la oposición entre el crimen y los sentimientos
colectivos “…no hay que decir que un acto hiere la conciencia común porque es criminal,
sino que es criminal porque hiere la conciencia común. No lo reprobamos porque es un
crimen sino que es un crimen porque lo reprobamos.”(17, pp.75).
Considera Durkheim que la pena “…es mas bien una “expiación del pasado”.
Aduce como evidencia que”…lo prueban las precauciones minuciosas que tomamos para
proporcionarla tan exacta como sea posible en relación con la gravedad del crimen; serían
inexplicables si no creyéramos que el culpable debe sufrir porque ha ocasionado el mal,
y en la misma medida. En efecto, esta graduación no es necesaria si la pena no es más
que un medio de defensa.” (17, pp.80-81).
Agrega el autor que “…se evidencia ese carácter pasional en la vergüenza del
estigma que acompaña la pena y que se extiende a los familiares, un complemento de la
pena, la necesidad de compensar el mal con el mal producto de sentimientos instintivos,
irresistible….(17,pp.82).
En realidad “Cabe decir, sin que sea paradoja, que el castigo está, sobre todo,
destinado a actuar sobre las gentes honradas, pues, como sirve para curar las heridas
ocasionadas a los sentimientos colectivos, no puede llenar su papel sino allí donde esos
sentimientos existen y en la medida en que están vivos.”(17, pp.95).
Si bien afirmaba Durkheim que la división del trabajo genera una fuente de
solidaridad social orgánica, de dependencia y colaboración funcional mutua, su expresión
concreta cuando sobrepasa un cierto limite genera un efecto perverso “el individuo,
hundido por su trabajo, aislase en su actividad especial; ya no siente a los colaboradores
que a su lado trabajan en la misma obra que él, ni vuelve jamás a tener la idea de esta obra
común. La división del trabajo no puede llevarse demasiado lejos sin que devenga una
fuente de desintegración” (17, pp.304).
Sin embargo afirma Durkheim “…no es suficiente que haya reglas, pues, a
veces, son esas reglas mismas la causa del mal...” (17, pp.310) pues “…para
que la división del trabajo produzca la solidaridad, no basta, pues, que cada
uno tenga su tarea; es preciso, además, que esta tarea le convenga.” (17,
pp.319) no siendo justas esas reglas solo la coacción puede mantener ese
estado de cosas en un equilibrio inestable impuesto por la fuerza.
En esta situación “….se encuentra roto el acuerdo en toda una región de la sociedad
entre las aptitudes de los individuos y el género de actividad que les está asignado; sólo la
coacción, más o menos violenta y más o menos directa, les liga a sus funciones; por
consiguiente, no es posible más que una solidaridad imperfecta y perturbada. (17, pp.319)
“Este resultado no es, pues, una consecuencia necesaria de la división del trabajo.
No se produce sino en circunstancias muy particulares, a saber, cuando es efecto de una
coacción exterior.”(17, pp.319)
“si la división del trabajo no produce la solidaridad, es que las relaciones de los
órganos no se hallan reglamentadas; es que se encuentran en un estado de anomia.”
(17, pp.313).
acción. Las personas aspiran a metas que o no pueden lograr o encuentran difíciles de
alcanzar.” (18, pp.20) Citando a Durkheim en su obra “El suicidio, pág.241“…Es un hecho
que la religión ha perdido la mayor parte de su poder. Y el gobierno en vez de regular
la vida económica, se ha convertido en su instrumento y servidor…”
Al contrario de lo descrito las sociedades estables serían aquellas en que objetivos
precisos ayudan al individuo a respetar la autoridad colectiva. La metas económicas
estarían claramente definidas y al alcance de las aspiraciones del individuo.
Las metas culturales y las normas institucionales son variables en diferentes tiempos
y sociedades y no mantienen una relación constante entre sí. “Pueden haber metas de éxito
dominantes…..que pueden estar en pugna con los medios a disposición de quienes se hallan
socialmente en desventaja en la carrera competitiva de realización” (18, pp.24)
Un equilibrio eficiente entre estas dos fases de una sociedad “…suele mantenerse
mientras los individuos obtengan satisfacciones conformándose tanto con las metas
culturales como con los medios institucionales” (18, pp.25).
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I. Conformidad + +
II. Innovación + -
III. Ritualismo - +
IV.-Retraimiento - -
(+) = aceptación; (-) = rechazo; (-/+) = rechazo de valores predominantes y sustitución por otros nuevos
I.- Conformidad. La conformidad, tanto con las metas culturales como con los medios
institucionales, es la adaptación más común, constituyendo este acuerdo de gran parte de la
población lo que hace posible la sociedad humana.
II.-La innovación. Una sociedad que enfatice un determinado objetivo como deseable y
donde su estructura social imponga limitaciones indebidas a los medios aprobados,
presentará numerosas situaciones que fomenten el desarrollo de apartamientos socialmente
desaprobados de las normas institucionales, en forma de prácticas innovadoras.
“… la utilización de medios ilegítimos como ser el crimen para alcanzar metas
culturalmente prescritas de éxito, poder y riqueza, ha llegado por lo tanto a ser común en
nuestra sociedad” (18, pp.30).
Como prueba de ello, Merton sostiene que una conducta ilegal, tal como la
delincuencia y el crimen, parece ser de lo más común en las capas bajas de nuestra
39
sociedad, y ésta es "una respuesta 'normal' a una situación en que el énfasis cultural
puesto en el éxito pecuniario se ha hecho carne, pero donde existe poca oportunidad
de acercarse a los medios convencionales y legítimos para tener tal éxito" (18, pp.30).
De hecho el grupo de delitos contra la propiedad (robos y hurtos), en nuestro país,
constituyen el principal motivo de las detenciones realizadas por carabineros, que en 2007
constituyeron un 62% pero que si consideramos las detenciones por trafico de drogas o
actividades conexas (15,49%) y las agregamos considerando el móvil de lucro común a
ambos tipos de delito nos lleva a un preocupante 81.49% del total de delitos. Sería la forma
predominante que adoptan las conductas desviadas en nuestra sociedad y la mayor parte de
la población penal correspondería a individuos que podrían agruparse en esta categoría de
innovadores.
III.- Ritualismo. El ritualismo consiste en abandonar o rebajar las metas sociales hasta un
punto en que se puedan satisfacer aun cuando el individuo se sigue sujetando compulsi-
vamente a las normas institucionales.
V.- La rebelión. Las personas que muestran esta forma de adaptación dan la espalda a la
estructura social convencional y tratan de establecer otra nueva o muy modificada. Esta
forma de adaptación surge cuando "se considera el sistema institucional como una barrera
contra la satisfacción de metas legítimas”…”, "…Representa una respuesta transitoria que
trata de institucionalizar nuevas metas y nuevos procedimientos para que los compartan
otros miembros de la sociedad. Así se refiere más bien a los esfuerzos por cambiar la
estructura cultural y social existente y no a acomodar los esfuerzos dentro de esa
estructura." (18, pp.29).
Entonces cuando alguien se sale de la línea, opera sobre sus semejantes de una
manera no social (usualmente considerada ilógica, o injusta, o cruel, o demente), se
quiebra esa mínima relación de confianza a priori que los individuos establecen entre
sí y nos encontramos en presencia del fenómeno del delito.
Más aún, cuando afirmamos que un reglamento esta vigente o que el Estado ejerce
normalmente sus atribuciones, significa reconocer que “…en general los hombres se
conforman con ese reglamento y que respetan las decisiones del Gobierno”. Por
consiguiente cuando esta oportunidad disminuye y la imprevisibilidad de las acciones de
los otros aumenta, “… la duración de la relación o de la estructura social se encuentra
comprometida” (19, pág.107)
campo más general de los demás procedimientos de poder. En tal sentido adopta en
cuanto a los castigos la perspectiva de la táctica política.
Foucault busca una posible matriz común entre la historia del derecho penal y las
ciencias humanas sugiriendo que dependen ambas de un proceso de formación
"epistemológico-jurídico", que sitúa la tecnología del poder en el principio tanto de la
humanización de la penalidad como del conocimiento del hombre, finalmente sugiere que
la “entrada del alma” en la escena de la justicia penal, y con ella la inserción en la práctica
judicial de todo un saber "científico", puede ser solo una nueva forma de ejercicio del
poder.(20,pp.24).
Desde el comienzo de su obra Foucault describe en detalle los horrores de los
suplicios y castigos que a través de la historia se ha infligido a los delincuentes. Al referirse
a la delincuencia la considera como “ilegalismo” que percibe como extendido a través de
la sociedad y que no difiere moralmente según quien lo practique pero que en los estratos
bajos coincide con el crimen. La gran diferencia es que el ilegalismo de los detentadores
del poder de castigar queda impune.
Para Foucault tan solo difieren los ilegalismos en su objetivo, no en su forma o en
su moralidad.
Afirma Foucault que “…con las nuevas formas de acumulación del capital, de las
relaciones de producción y de estatuto jurídico de la propiedad, todas las prácticas
populares… se han volcado a la fuerza sobre el ilegalismo de los bienes. El robo tiende a
convertirse en la primera de las grandes escapatorias de la legalidad, (del pobre, del
proletario) en ese movimiento que hace pasar de una sociedad de la exacción jurídico-
política a una sociedad de la apropiación de los medios y de los productos del trabajo. “(20,
pp.81)
En este sentido Foucault, crítico del sistema capitalista, equipara el robo de bienes
con la apropiación “legal” de los medios de producción.
Esta separación del legalismo de los bienes del de los derechos “…cubre una
oposición de clases, ya que, de una parte, el ilegalismo más accesible a las clases populares
habrá de ser el de los bienes: transferencia violenta de las propiedades; y, de otra, la
burguesía se reservará el ilegalismo de los derechos: la posibilidad de eludir sus propios
reglamentos y sus propias leyes; de asegurar todo un inmenso sector de la circulación eco-
nómica por un juego que se despliega en los márgenes de la legislación, márgenes previstos
por sus silencios, o liberados por una tolerancia de hecho.” (20, pp.81)
En tal sentido el crimen ya no podría ser considerado “una virtualidad que el interés
o las pasiones hayan inscrito en el corazón de todos los hombres, sino la obra casi exclusiva
de determinada clase social; que los criminales, que en otro tiempo se encontraban en todas
las clases sociales, salen ahora "casi todos, de la última fila del orden social";que "las nueve
décimas partes de homicidas, asesinos, ladrones y de hombres viles proceden de lo que
hemos llamado la base social"; que no es el crimen lo que vuelve ajeno a la sociedad,
sino que el mismo se debe al hecho de que se está en la sociedad como un extraño”
(20.pp.255)
hacer presión sobre otros, de excluir a una parte y hacer útil a otra; de neutralizar a
éstos, de sacar provecho de aquellos”(20,pp.252).
La humanización del castigo en los últimos siglos es solo para Foucault una
manifestación de la economía del poder “La razón de que la ley deba tratar ahora
"humanamente" a aquel que se halla "fuera de la naturaleza" (mientras que la justicia de
antaño trataba de manera inhumana al "fuera de la ley"), no está en una humanidad pro-
funda que el delincuente escondiera dentro de sí, sino en la regulación necesaria de los
efectos de poder. Esta racionalidad "económica" es la que debe proporcionar la pena y
prescribir sus técnicas afinadas. "Humanidad" es el nombre respetuoso que se da a esta
economía y a sus cálculos minuciosos. "En cuestión de pena, el mínimo está ordenado
por la humanidad y aconsejado por la política." (20, pp. 85)
Dice Foucault “¿Debería ser castigado un crimen tal? ¿De acuerdo con qué medida?
¿De qué utilidad podría ser su castigo en la economía del poder de castigar? Sería útil en la
medida en que pudiera reparar el "mal hecho a la sociedad". Ahora bien, si dejamos de lado
el perjuicio propiamente material —que incluso irreparable como en un asesinato, es de
poca monta al nivel de una sociedad entera—, el daño que hace un crimen al cuerpo
social es el desorden que introduce en él: el escándalo que suscita, el ejemplo que da, la
incitación a repetirlo si no ha sido castigado, la posibilidad de generalización que lleva
en sí. Para ser útil, el castigo debe tener como objetivo las consecuencias del delito,
entendidas como la serie de desórdenes que es capaz de iniciar. La proporción entre la
pena y la calidad del delito está determinada por la influencia que tiene sobre el orden
social el pacto que se viola."”(20, pp.86)
La lógica del poder implica “No atender a la ofensa pasada sino al desorden
futuro. Hacer de modo que el malhechor no pueda tener ni el deseo de repetir, ni la
posibilidad de contar con imitadores.”(20, pp.86).
Sin embargo desde hace un par de siglos el castigo a todos los delitos ya no es
físico, desaparecen los suplicios, la tortura, la mutilación y todo se traduce en periodos de
privación de libertad. Surgen las prisiones como lugares de cumplimiento de la pena
impuesta por la ley...
Nos dice “…la prisión, y de una manera general los castigos, no están destinados a
suprimir las infracciones; sino más bien a distinguirlas, a distribuirlas, a utilizarlas; …
tienden no tanto a volver dóciles a quienes están dispuestos a transgredir las leyes, sino que
tienden a organizar la trasgresión de las leyes en una táctica general de
sometimientos”.(20,pp.252).
Según Foucault “…. el efecto más importante quizá del sistema carcelario y de su
extensión mucho más allá de la prisión legal, es que logra volver natural y legítimo el
poder de castigar, y rebajar al menos el umbral de tolerancia a la penalidad”. Tiende a
borrar lo que puede haber de exorbitante en el ejercicio del castigo. Y esto haciendo jugar
uno con respecto del otro los dos registros en que se despliega: el —legal— de la justicia, y
el —extralegal— de la disciplina. (20, pp.281)
Esta estrategia nace como una reacción frente al incremento en las tasas de
criminalidad que se había registrado en la época del Wellfare State inglés, “en un momento
en que la fe en los ideales sobre la eficacia de los programas de rehabilitación o tendientes a
cambiar las diposiciones psicosociales de los delincuentes habían mostrado su fracaso, en
tanto el incremento de la penalidad como las estrategias de mejoramiento socioeconómico
se mostraban irrelevantes para disminuir las tasas de los delitos” (Downes y Rock, 1982)
(21,pp25).
Hacia fines de los 70’s este modelo se desarrollo en torno a al concepción del
Homus Economicus, esto es de un eventual delincuente que calcula racionalmente los
riesgos, costos y dificultades inherentes a la comisión de un delito y de los beneficios que
una determinada acción puede reportarle.
Los estudios para evaluar la eficacia de las medidas propiciadas por la prevención
situacional del delito muestran que las tasas de criminalidad han disminuido en
ocasiones más de un 50%, a pesar que en algunos casos sus experiencias señalan los
fracasos evidentes, los cuales se han atribuido a ineptitud administrativa; fácil detección y
remoción de los obstáculos por parte de los delincuentes; descuido de los guardias y
observadores de cámaras de vigilancia; mal manejo de los códigos de tarjetas electrónicas
por parte de los usuarios; errores de diagnóstico, en términos que las medidas se habían
centrado en blancos de "alto riesgo", sin que de hecho lo constituyeran; a que el público no
utilizó por negligencia o comodidad los mecanismos de protección previstos, entre
otros.(21,pp.29)
Un ejemplo notable de éxito es citado “…en Newcastle, Inglaterra, en 1992 se
instalaron cámaras en determinadas calles, entre otras medidas adoptadas para la
prevención del delito. Luego de 15 meses de su instalación se comprobó que los robos con
fuerza en el área habían disminuido en un 57%, el robo de vehículos en un 47%, y el
hurto desde vehículos en un 50%.” (21.pp.29, pie de página).
Si tuviéramos que resumir esta estrategia en un celebre adagio que duda de la honradez
del ser humano y que asegura que “al ladrón lo hace la ocasión”.
Estos principios son compartidos en otras áreas de las ciencias sociales como lo
exponen connotados pensadores en el artículo de S. Lukes (23)
En el Capítulo 2 del libro “Rational Choice. Framework for the Scientific Study of
Religion”, (24) Laurence R. Iannaccone expone los postulados básicos del approach de
elección racional, la exposición de Iannaccone se centra en la elección religiosa, sin
embargo extraeremos de él los principios generales del approach TER.
Assumption 1: Individuals act rationally, weighing the costs and benefits of potential
actions, and choosing those actions that maximize their net benefits.
Assumption 2: The ultimate preferences (or "needs") that individuals use to assess
costs and benefits tend not to vary much from person to person or time to time.
Assumption 3: Social outcomes constitute the equilibria that emerge from the
aggregation and interaction of individual actions. (24, pp.26)
Los precios y los ingresos constituyen las limitaciones de los modelos más usuales,
pero el estado actual de conocimientos del actor, su habilidad, experiencia y posición social
operan como limitaciones adicionales. Los teóricos buscan explicar y predecir la conducta
como respuestas óptimas a cambios en esos constraint – si se incrementa el precio aquí, si
el ingreso cambia allá, si aparece una innovación tecnológica, o una diferencia en la
habilidad natural o en el capital de inversión. La estrategia puede funcionar solo si uno se
adhiere a una visión amplia de conceptos tales como “precio”,”producción”, y “capital”.
Los precios y los costos se refieren a cualquier cosa que deba ser sacrificada, sin fijarse en
su forma: dinero, tiempo, status, etc.
Supuesto 4.- Las limitaciones toman una amplia variedad –precios explícitos e
implícitos, ingresos y habilidades, físicas y capital, la tecnología gobierna tanto la
producción domestica como la industrial, etc.
48
Nos dice Iannaccone que este concepto es prestado de la economía laboral que lo
introdujo para explicar los modelos en sueldos, elección de carrera, y movilidad
ocupacional. En el caso de la religión, sin embargo, la distinción entre un stock de capital
que mejore la productividad y un stock de “hábitos” que alteren las preferencias es más
bien semántica. El rasgo critico, sin considerar la terminología, es que: la experiencia
mejora el valor (real o percibido) de las actividades (de cualquier tipo), por lo tanto
actúa elevando las tasas de participación (en la actividad en cuestión).
Teniendo en cuenta los cuatro supuestos sostenidos y el corolario lógico de los tres
primeros, se puede afirmar que una sociedad, ese “social outcome”, ese producto del
agregado e interacción de las acciones individuales, puede fluir sin grandes conflictos si
49
existen y están disponibles para la mayoría de sus miembros vías instrumentales eficaces
para el logro de sus objetivos valorados. Un fenómeno social como la delincuencia, ese tipo
de conducta desviada penalizada legalmente, comúnmente se considera asociada al acceso
disminuido de algún grupo de individuos a los fines valorados socialmente. Un indicador de
este desequilibrio en el acceso a medios que existe en nuestro país podría considerarse el
hecho que la propiedad ajena es el objetivo de la mayor parte de los delitos (80%), y que la
mayor parte de ese tipo de delitos son cometidos por sujetos pertenecientes al nivel socio-
económico bajo (70%),
Pero, aun cuando los medios para obtener los fines valorados no estén al alcance de
muchos individuos la mayoría de los individuos no delinquen. ¿Podemos concluir de ello,
como muchos cientistas sociales sostienen, que la mayoría de los individuos han
internalizado normas que limitan la desviación a través de una socialización exitosa?
Como espectador lejano no deja de sorprender el hecho que la gran mayoría de los
detenidos no tenían antecedentes policiales, incluso están involucrados en los saqueos
algunos periodistas de ChileVisión que cubrían la noticia.
Estos datos nos permiten sostener con mayor credibilidad la alternativa de que gran
parte de la conducta “conformista” enunciada por Merton y atribuida a una socialización
exitosa mas bien podría ser explicada por el temor a las sanciones legales o el no haber sido
expuesto a una “oportunidad” de posible impunidad (en términos de la TER un “constraint”
adecuado que permita considerar la conducta desviada como la más eficaz para obtener la
maximización)
“…Y todo, ¿por qué? Porque soy judío. ¿Y el judío no tiene ojos, no tiene manos, ni
órganos, ni alma, ni sentidos, ni pasiones? ¿No se alimenta de los mismos manjares, no
recibe las mismas heridas, no padece las mismas enfermedades y se cura con iguales
medicinas, no tiene calor en verano y frío en invierno lo mismo que el cristiano? Si le
pican, ¿no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿No se muere si te envenenan? Si le
ofenden, ¿no trata de vengarse? Si en todo lo demás somos tan semejantes, ¿por qué no
hemos de parecemos en esto? Sí un judío ofende a un cristiano, ¿no se venga éste, a pesar
de su cristiana caridad? Y si un cristiano a un judío, ¿qué enseña al judío la humildad
52
Su sustituyéramos en este texto la palabra “judío” por “delincuente” (el paria post
moderno) obtendríamos el siguiente texto.
“…Y todo, ¿por qué? Porque soy delincuente. ¿Y el delincuente no tiene ojos, no
tiene manos, ni órganos, ni alma, ni sentidos, ni pasiones? ¿No se alimenta de los mismos
manjares, no recibe las mismas heridas, no padece las mismas enfermedades y se cura con
iguales medicinas, no tiene calor en verano y frío en invierno lo mismo que el cristiano? Si
le pican, ¿no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿No se muere si te envenenan? Si le
ofenden, ¿no trata de vengarse? Si en todo lo demás somos tan semejantes, ¿por qué no
hemos de parecemos en esto? Sí un delincuente ofende a un cristiano, ¿no se venga éste, a
pesar de su cristiana caridad? Y si un cristiano a un delincuente, ¿qué enseña al
delincuente la humildad cristiana? A vengarse. Yo os imitaré en todo lo malo, y para poco
he de ser, si no supero a mis maestros. “
Este magistral texto nos insta a considerar la igualdad básica entre los seres
humanos, tanto en sus gustos como en sus pasiones y reacciones, evitándonos satanizar al
marginal por su natural respuesta de resentimiento ante la injusticia y la discriminación.
En rigor para un enfoque TER clásico un delincuente sería considerado, al igual que
todos los seres humanos, un individuo, que actúa racionalmente (ya que busca la
maximización), que tiene parecidas necesidades o deseos a los que tienen los demás, siendo
en este sentido similar a otros individuos pero cuya gran diferencia radica en que utiliza
instrumentalmente medios reprobados legal y socialmente, tales como la violencia,
potencial o efectiva, física o sicológica, el engaño, etc. para obtener sus fines.
Correspondiendo al antiguo refrán que nos dice “que la ocasión hace al ladrón” y
volviendo a analizar los acontecimientos producidos en los lugares asolados por el reciente
terremoto de febrero de 2010, los detenidos por los saqueos ocurridos en su gran mayoría
no tenían antecedentes delictuales. La falta de control policial, la oscuridad, etc., permitió la
relativa impunidad de robar y la conducta ilegal se mantuvo hasta que se estableció la ley
marcial y la presencia del ejército en la zona. En ese momento las posibilidades de
sanciones por parte del Estado reaparecieron y las conductas ilegales desaparecieron.
Ahora bien la falta de estigmatización del delincuente en este esquema como un ser
radicalmente diferente al no-delincuente nos hace dudar tanto de la decencia inconmovible
del no-delincuente así como de la contumacia intrínseca del delincuente permitiendo
entrever las posibilidades reales tanto de rehabilitación para este último como las
probabilidades de desviación para el no delincuente en tanto varíen sus respectivas
limitaciones o constraints.
Una interesante evidencia la encontramos en la obra del juez Wolf Middendorf, (32)
en sus Págs. 14-16) de la cual podemos extraer los siguientes párrafos en que sostiene con
su amplia experiencia penal que “…Una de las conclusiones más importantes de la
investigación criminológica moderna, que ya es centenaria, es la de que no existen hombres
absolutamente malos ni absolutamente buenos. “ (…) “ En sus investigaciones creyó
Lombroso haber descubierto al “delincuente nato”, pensando, en consecuencia, en una
estricta separación de un pequeño grupo de criminales y de un gran grupo de población fiel
a las leyes, para la cual tenía así preparados consuelo y tranquilidad” (…) Sin embargo
existe una abundante evidencia contradictoria dentro de la cual podemos citar el célebre
estudio de Andenaes, en el cual menciona (…) una investigación noruega que compara a
todos los varones con antecedentes penales en Noruega, nacidos en 1933, con todos los
varones nacidos ese mismo año. Las diferencias de personalidad entre ambos grupos eran
tan escasas, que la conclusión final fue: “Lo que llama la atención en una parte de los
transgresores de la ley es, en muchos campos, la ausencia de especiales y llamativas
características” (Kriminologische Gegenwartsfragen, num. 8, Goppinger y Leferenz,
Stuttgart, 1968, Pág.104.)
Cita el juez Wolf que “…El criminólogo inglés Irving citaba ya antes a un juez
inglés, el cual preguntado por las características de los delincuentes a los que tenía que
condenar, respondió: “Son exactamente iguales a los demás hombres; en realidad,
muchas veces me viene la idea de que, si las circunstancias externas hubiesen sido
otras, podría estar el acusado en mi lugar y yo en el suyo”. Una afirmación plenamente
coincidente con la aseveración de la TER de la importancia de la diferencia de “constraints”
en la conducta y la básica semejanza entre los seres humanos.
“El norteamericano Wyden habla de un terreno de nadie, que se extiende entre los
criminales que dan rienda suelta a sus impulsos, fantasías y frustraciones, es decir, cometen
crímenes, y los que no caen en el delito, los cuales reprimen esos mismos impulsos,
fantasías y frustraciones; esta franja neutra es muy estrecha, y hasta hoy se sabe muy poco
sobre las razones de que unos pertenezcan al primer grupo y los otros al segundo (The
Hired Killers, Nueva York, 1963, Pág.194).
“Von Rohden señalo que incluso un psicópata que tenga un grado elevado de
carencia de sentimientos, no tiene porque convertirse necesariamente en un criminal. Si esta
falta de sentimientos se combina con una energía férrea, inteligencia extraordinaria y fuerza
de sugestión, nos encontramos con las cualidades que distinguen a los grandes políticos,
56
Para finalizar debemos recordar que B. Núñez (4) nos cita el sorprendente resultado
de una investigación: “…Wallerstein y Climent, realizaron un estudio sobre delitos no
registrados con 700 individuos, mayoritariamente de clase media en que el 99% reconoció
haber cometido uno o más delitos condenados por el Código Penal a no menos de un
año, el 64% de hombres y el 29% de las mujeres reconocieron culpabilidad al menos
en un delito que los habría privado de todos los derechos de ciudadanía.”(4, pp.10)
La diferencia esencial entre ambos paradigmas es que Merton al distinguir los cinco
tipos de adaptaciones afirma que ninguna de ellas es deliberadamente elegida por el
individuo ni es utilitaria, sino que, como todas ellas surgen de tensiones en el sistema
social. Al igual que Durkheim comparte la visión holista que enfatiza la influencia social
sobre el individuo negando su capacidad de acción racional instrumental.
“…para que la división del trabajo produzca la solidaridad, no basta, pues, que cada
uno tenga su tarea; es preciso, además, que esta tarea le convenga.” (17, pp.319)…. no
siendo justas esas reglas solo la coacción puede mantener ese estado de cosas en un
equilibrio inestable impuesto por la fuerza. Pues en esta situación “….se encuentra roto el
acuerdo en toda una región de la sociedad entre las aptitudes de los individuos y el género
de actividad que les está asignado; sólo la coacción, más o menos violenta y más o menos
57
directa, les liga a sus funciones; por consiguiente, no es posible más que una solidaridad
imperfecta y perturbada. (17, pp.319).
En esta misma línea de considerar la realidad social como producto de las conductas
racional-instrumentales de individuos o grupos interesados de obtener sus objetivos surge
la concepción de Foucault que percibe una racionalidad instrumental en los grupos que
detentan la capacidad de castigar (el poder) para los cuales la penalidad sería “…una
manera de administrar los ilegalismos, de trazar límites de tolerancia, de dar cierto campo
de libertad a algunos, y hacer presión sobre otros, de excluir a una parte y hacer útil a
otra; de neutralizar a éstos, de sacar provecho de aquellos” (20, pp.252).
Es decir que (los detentadores del poder) introducen el cálculo racional en el castigo
para no cuestionar la autoridad del que la aplica, en ningún caso por un principio de
58
humanidad, sino que por un cálculo interesado “…lo que es preciso moderar y calcular
son los efectos de rechazo del castigo sobre la instancia que castiga y el poder que ésta
pretende ejercer.”(20, pp.85). La finalidad última social que Foucault percibe en el
castigo, es la mantención de la estructura de poder.
Estas limitaciones (constraints) del medio limitan las opciones individuales, Darren
E. Sherkat considera una relación reciproca entre las preferencias individuales y las
opciones sociales. (24, Cap 4, pag.68) . Una influencia mutua en que el constraint social
ofrece determinada alternativas y un sistema de sanciones asociadas que “…promueven o
prohíben las elecciones particulares (24, pp.68)
Sherkat afirma que mientras las sanciones alteran nuestras elecciones, ellas no
alteran o cambian nuestras preferencias. Esta situación divorcia nuestras preferencias
individuales de las elecciones que hacemos. En este sentido el autor afirma que esta
situación violaría el supuesto de voluntarismo, básico en la TER.
Por ejemplo es posible buscar una mejor manera de sobrevivir (el objetivo básico de
cualquier ser vivo) al ingresar a una determinada Iglesia en prisión, y eso no significa que
la actividad en si misma necesariamente sea gratificante (un objetivo en si misma) sino que
puede ser solo un medio para conseguir el fin deseado. Es decir refleja solo la elección de
una conducta instrumental juzgada más eficiente y eficaz para lograr lo deseado…
sobrevivir en ese ambiente hostil.
“….un estudio realizado en Cuba, por ejemplo, donde el aborto tiene una alta
prevalencia, mostró que el 78% de quienes se habían sometido a una interrupción
voluntaria del embarazo mantenían una opinión negativa o eran ambivalentes en su
actitud hacia el aborto, y solo una pocas expresaban un juicio positivo (Álvarez et al.,
1999)………….”De manera similar, un estudio llevado a cabo en Brasil comprobó que una
proporción significativa de las mujeres que habían abortado en alguna ocasión,
seguían manifestado su oposición al aborto inducido en cualquiera circunstancia (Osis
et al.,1994).(34,pág.83). Es decir que estando en contra de esa conducta, la realizaron, bajo
la presión de un “constraint” social y económico sancionador que la impuso como el único
medio disponible para obtener un objetivo prioritario o fundamental mas relevante que
compensa el someterse a la conducta valorada negativamente, en este caso el aborto.
determinada época, premiando su práctica con la entrega de privilegios que optimicen las
posibilidades de supervivencia, mayor comodidad y obtención de libertad anticipada, y
sancionando negativamente o no premiando las conductas alternativas. En ningún caso
esperando una “resocialización” pues esa variable no está considerada como relevante en el
enfoque TER.
En términos generales es un enfoque que utiliza las técnicas básicas de la teoría del
aprendizaje en psicología con la finalidad de aumentar las probabilidades de no volver a
delinquir. Siendo esta la definición operacional de rehabilitación.
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
1.- CERVANTES Y SAAVEDRA, Miguel de, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha. LIBROdot.com. Pag.34)
6.- SALAZAR, Gabriel; PINTO, Julio, “Historia Contemporánea de Chile”, Vol. IV,
Hombría y Femineidad.”. LOM Ediciones 2002”
7.- WOLFE, Tom. “El periodismo canalla y otros artículos”. (© Ediciones B, S.A. abril
2002, Suma de Letras, S.L.)
10.- SCHAAR, John, “El Miedo a la Autoridad. Las perspectivas de Erich Fromm.”,
Herrero Hermanos, Sucesores, S.A. Editores. México.1966)
15.- HILGARD, Ernest R. Teorías del aprendizaje. Tomo I, Editorial Pueblo y Educación,
La Habana, 1984.
16.- DURKHEIM, Emile, Las Reglas del Método Sociológico, Editorial Dedalo. Bs. Aires.
1959.
17.- DURKHEIM, Emile “De la División del Trabajo Social.”. Editorial Schapire S.R.L.
Bs. Aires. 1967.
21.- PUENTE, Patricio de la; TORRES R., Emilio, “Seguridad Ciudadana y Prevención
del delito. Un Análisis Crítico de los Modelos y Estrategias contra la Criminalidad”...
Revista Unicrim. Nº 1, 4ª Época, 2000.
24. – YOUNG, Lawrence A. Editor. Rational Choice Theory and Religion. Summary and
Assessment. Routledge, New York and London. 1997.
IANNACCONE, Laurence R., Cap. 2. “Rational Choice. Framework for the
Scientific Study of Religion”.
.SHERKAT, Darren E., Cap. 4. - “Embedding religious choices: Embedding
religious choices: integrating preferences and social constraints into Rational Choice
Theories of Religious Behaviour.
25.- DELIUS, Christoph, et al. Historia de la filosofía: desde la antigüedad hasta nuestros,
Edit. Könemann, Germany, 2005.
62
29.- ESCAFF SILVA, Elías, “Cárceles en Chile: Consideraciones respecto a las drogas,
sexo y el V.I.H.”, Revista Chilena de Ciencia Penitenciaria y de Derecho Penal, Marzo –
Diciembre de 1995, Nº 21, 3ª Época.
33.- FUKUYAMA, Francis, “El fin de la historia y el ultimo hombre”. Edit. Planeta,
España, 1992, 474 Págs.
34.- FAUNDEZ, Aníbal; BARZELATTO, José, “El drama del aborto. En busca de un
consenso”. LOM editores. Chile. 2007.
De acuerdo a los datos entregado por Paz Ciudadana en el año 2008 (1) “…desde el
2005, la delincuencia es la principal preocupación de las personas declarando el 38,1% de
los hogares haber sido victima de un delito. Asimismo las detenciones por DMCS (delitos
de mayor connotación social: robos, robos no violentos, hurtos, lesiones, homicidios y
63
delitos sexuales).aumentaron 5% entre los años 2007 y 2008”. Ello mantiene la tendencia al
alza generada a partir de 2005, sin embargo con un menor porcentaje de crecimiento.
A través de las noticias y las estadísticas publicadas nos percatamos del aumento de
los delitos en nuestro país, por ejemplo el aumento constante de la tasa de denuncias de
los delitos de mayor connotación social que entre el 1er semestre de 1997 y el 2º semestre
de 2006 se doblaron pasando de una tasa de 280 a 600 por 100.000 (1) las noticias que “En
un año se disparan las estafas dentro de las empresas. La crisis agudiza el problema”
(2) .Un 41% de las empresas reconoce haber sido defraudada en 2008 de acuerdo a una
encuesta realizada por KPMG a 120 compañías. Un año antes, las estafas eran 10 puntos
porcentuales menos.
Aun cuando estas metas se hubieran cumplido solo habrían podido absorber parte
del crecimiento del número de nuevos condenado sin solucionar el problema ya existente
de hacinamiento.
Como ejemplo de esta situación citemos el penal de Buin con una capacidad real de
70 internos y en la cual habitan 493 (3, pág.7)
1.- Hacinamiento, que si bien considera generalizado, pero mas grave en especial gravedad
reviste el hacinamiento en los establecimientos penitenciarios de la Región Metropolitana,
Región de Valparaíso, y Región de Concepción.
3.- Alimentación de los internos. El horario de alimentación no guarda relación alguna con
los horarios que para este fin se observan en el medio libre, ya que Gendarmería aplica el
siguiente horario para entregar alimentación:
- Desayuno: 9 horas
- Almuerzo: 12 horas
- Cena: 15.30 horas
Por otra parte, la forma de entregar la comida difiere de un penal a otro, ya que en
algunos cuentan con comedores, con raciones definidas para cada interno, y entrega en
bandejas individuales, y en otros penales no existen comedores ni lugares para este fin, y se
entrega la comida en “fondos”, que son distribuidos por Gendarmes o internos, a su
arbitrio, sin porciones definidas.
65
6.- Aplicación del castigo de internación en celda solitaria, y condiciones materiales en que
se cumple esta sanción.
Reproducimos: “Ya por Oficio Nº 27, de 28 de Enero de 2003, representé al señor Director
Nacional de Gendarmería de Chile la forma en que se aplicaba esta sanción, en
celdas de reducidas dimensiones, en las que se introducía a varios reclusos
simultáneamente, sin luz natural ni eléctrica, sin ventilación, donde las ventanas estaban
tapadas con latas, sin servicios higiénicos en su interior”.
Concluye el informe diciendo que: “En opinión de esta Fiscal Judicial, en Chile existe el
marco legal y reglamentario suficiente para que el Estado cumpla con su deber de velar por
la rehabilitación y reinserción social de los reclusos y respetar su dignidad, por lo que la
solución de la problemática carcelaria que se arrastra en el tiempo, no pasa por la dictación
de nuevas normas legales, sino por la voluntad de las autoridades del sector de implementar
políticas penitencias, concretar las acciones que se planifiquen, y evaluar sus resultados.
Esto pasa necesariamente, porque Gendarmería restablezca al interior de los penales un
horario conforme lo establece el Reglamento de Establecimientos Penitenciarios….”
El hacinamiento….
Huelga decir que esto probablemente ocurre en nuestros antiguos penales de alta
sobrepoblación.
En el informe acerca de los derechos humanos en Chile de 2008 (8) leemos que
“…el hacinamiento en el interior de una prisión, en la medida que implica vulneración de
otros derechos, equivale a una forma de trato cruel, inhumano y degradante” (8, pág. 84)
“La ocupación de establecimiento por encima del número de plazas será prohibida
por ley. Cuando de ello se siga la vulneración de derechos humanos, ésta deberá ser
considerada una pena o trato cruel, inhumano o degradante. La ley deberá establecer los
mecanismos para remediar de manera inmediata cualquier situación de alojamiento por
encima del número de plazas establecido. Los jueces competentes deberán adoptar re-
medios adecuados en ausencia de una regulación efectiva” (8, pág.84)
El documento además nos dice que “Un recinto penal sobrepoblado, además de
constituir una infracción al derecho de cada recluso a contar con un espacio mínimo, genera
una serie de violaciones adicionales a sus derechos, entre ellos: falta de agua, mala
alimentación, plaga de ratas, falta de higiene, falta de camas, problemas de custodia para
los funcionarios y aumento de la violencia entre los internos y entre los internos y
funcionarios…” (8, págs. 84-85)
La violencia….
No obstante que la violencia sea evaluada negativamente por la moral y/o la ley no
pierde su carácter instrumental básico para una multiplicidad de fines, especialmente al
interior de las prisiones.
68
A nivel individual la funcionalidad que tiene el acto violento para el sujeto que lo
lleva a cabo –en este caso, el delincuente-, se entiende como la utilidad que posee, la
razón por la cual se elige esa conducta y no otra. De esta forma, apunta al sentido de su
violencia, al lugar donde esta se le hace comprensible. (10, p.131)
1.- Sobrevivencia
Por sobrevivencia nos referimos a todas aquellas funciones de la violencia que los
delincuentes asocian con la defensa, ya sea personal o grupal. No obstante, esta defensa no
implica simplemente una protección de actos de violencia de los otros, sino como indica la
palabra, su función apunta a sobrevivir a esos hechos, a no perder la vida en el encuentro
con los otros. Pudiéndose expresar como a) La Defensa Física Personal, b) La Defensa de
Otros y c) La Defensa del Territorio.
2.- Reconocimiento.
69
3.- Individuación.-
Esta función trata por sobre todo de salirse de la influencia del otro, de ser uno
mismo, en la medida de lo posible. Se relaciona quizá con lo que hablamos antes de la
defensa del territorio y la intimidad. En cierta forma, frente a la falta de libertad, el espacio
personal y la intimidad se hace profundamente necesaria.
4.- Catarsis.
Por catarsis, entendemos toda función que enuncian los informantes, donde había
una suerte de descarga o expresión, ya sea energética, emocional o simbólica y que
finalmente es entendido, como una reacción que permite finalmente deshacerse de algo en
alguno de los registros enunciados. De esta forma, nos encontramos básicamente con tres
categorías posibles dentro de este discurso: a) desahogo, b) descarga y c) exorcizar el
maltrato.
5.- Llenarse-Experimentar
Esta categoría fue construida en oposición a la catarsis. Así como la catarsis
implicaba un deshacerse de algo, ésta implica un apropiarse de algo, un experimentar, un
sobrecargarse más que descargarse. De ahí que podemos encontrar dos funciones
principales: a) placer y b) adrenalina.
6.- Venganza
La venganza es una forma clásica en que se entiende cualquier forma de violencia.
De cierta manera, es la búsqueda de simetría, la búsqueda de descargar –ya no tanto contra
otro, como en el caso del desquitarse-, sino más bien contra el igual, contra aquel que
produjo la desigualdad y que por tanto, merece un acto de igual cuantía, de modo de poder
reestablecer los equilibrios que fueron quebrantados por un acto.
Igual cosa ocurre en las unidades penales adonde el control del funcionario y las
consecuentes sanciones probables desincentivan el empleo de la violencia entre los
recluidos. Por ejemplo podemos citar el sector módulos de la Ex -Penitenciaría lugar en que
la conducta violenta implica el inmediato traslado a la población penal común en calidad de
castigo. En dicho lugar las riñas graves son casi inexistentes.
Sin embargo como ya hemos dicho en el punto 3.2, basándonos en la teoría del
aprendizaje, el castigo no extingue la conducta, al contrario “…resulta familiar que la
conducta puede ser reprimida y no manifiestamente expresada, aunque las tendencias
continúen existiendo con intensidad considerable.”(11, pág. 129). Un ejemplo evidente
de esto lo encontramos en el punto 9.51 en donde relatamos lo ocurrido con los “hermanos”
tras ser trasladados desde la Ex – Penitenciaria a un penal menos peligroso como Colina 1.
Se produjo la deserción generalizada y una conducta posterior altamente agresiva y
contraria a la reglamentación carcelaria interna.
La Segmentación:
estrecha relación entre la segmentación y los sistemas de poder establecidos por los
internos en los sistemas carcelarios, con frecuencia éstos resultan muy resistentes al
cambio, y se convierten con facilidad en foco de conflicto.”
Se pretende finalmente que para cada grupo en particular así identificado “…se
deben diseñar estrategias específicas de intervención tendientes a su reinserción social”.
La Clasificación:
Los factores de clasificación generalmente son “… atributos tales como edad, tipos
de delitos, alteraciones patológicas, inclinaciones sexuales, actividades laborales,
reincidencia criminológica, compromisos delictuales, grupos terapéuticos etc.”
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
4.- ÁVILA, José María, “Camino a la Cárcel. La Crisis del Sistema Carcelario. La Nueva
Delincuencia en Chile. Ediciones SEI, Santiago de Chile, 1991, 92 págs.
5.- CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, “Defenderse desde la Cárcel”. Diciembre 2006
Proyecto Reforma Procesal Civil de la Sociedad para la Cooperación Técnica Alemana
GTZ - Chile. Morande 107, Santiago de Chile. gtz@minjusticia.cl ,
9.- BIBLIA DE JERUSALÉN. Editorial Desclée de Brouwer, S.A. Bilbao, España. 1983.
1836 Págs.
Pontificia Universidad Católica y Fundación Paz Ciudadana, Págs. 125 a 144. Edición
digital.
11.- HILGARD, Ernest, Teorías del aprendizaje. Tomo I, Editorial Pueblo y Educación, La
Habana, 1984.
La respuesta social al delito hasta el siglo XVIII en Chile fueron los castigos físicos,
“hacia 1587, el uso de la horca se había expandido, aplicándose en todos los escasos
poblados ya existentes” (…) Recién en 1645 (en Valdivia) se funda el primer recinto de
cierta envergadura dedicado al cumplimiento de penas de privación de libertad. “Allí los
reos serán obligados a trabajar y aún se les podrá retener mas tiempo del que dure su
condena, si ello se estima indispensable para la seguridad del reino.”. Existen pruebas de la
existencia de una cárcel en Santiago para esa fecha pues hay evidencia de que “el terremoto
del 13 de mayo de 1647 que destruyó Santiago, también desplomó la cárcel, construida,
conforme a la tradición española, frente a la Plaza de Armas.” (3, pag.44)
En 1749 se crea el presidio de Juan Fernández para complementar la capacidad del
de Valdivia y hay constancia que en 1758 se produce una sublevación en la Cárcel-Presidio
de Santiago, ordenando el Cabildo de esa ciudad modificar la estructura de la cárcel para
hacerla mas segura. (3, pág.44)
78
La figura siguiente trata de representar esa realidad, aunque las proporciones del
ovalo central son mayores a lo expuesto.
En este lugar, y en especial en las galerías de los segundos pisos, habitan los presos
de mayor compromiso delictual, reincidentes y/o delincuentes habituales.
Allí existe un gran nivel de hacinamiento, en instalaciones calculadas para unas 1200
personas habitan mas de 5.000. En piezas calculadas para cuatro internos duermen 20 o 25.
Usualmente se forman “cuadrillas” que con violencia y/o intimidación a medida que
van engrosando su número van ocupando piezas para vivir mas cómodos y someter a los
reclusos mas débiles transformándolos en sirvientes (“perkins”).
Los sujetos aislados, los débiles física o mentalmente, los que no han querido pelear,
pueden ser reducidos a una semi esclavitud como sirvientes (“perkins”) en el lenguaje
interno, para realizar las labores mas ingratas tales como lavar la ropa y la loza, cocinar,
construir o afilar las lanzas, e incluso prestar servicios sexuales como homosexual pasivo
(servir de “caballo” en la jerga interna).
Para evitar lo anterior solicitan el cambio a otra galería o calle adonde pueden
conocer a alguien que los acoja. El funcionario, muchas veces actúa a su solicitud o como
iniciativa propia al verificar sus heridas y/o golpes.
A nivel del suelo (Primer piso) se ubican las calles numerándose de izquierda a
derecha desde la calle 1 hasta la 15.
Por diversos testimonios de internos que habitaron allí, hasta el año 2007, se
describen sus condiciones y tipo de internos que habitaban en esa época en cada una de
ellas.
La calle 8, cerrada al ovalo. Una calle de “mozos”, es decir internos que realizan
diversas actividades tales como aseo, elaboración del rancho, extracción de basura, atención
del casino de oficiales y oficiales, atención de los kioscos de venta de abarrotes, etc.
Algunos de ellos reciben remuneración, otros no, pero en general reciben un trato de mejor
nivel y por su conducta considerada “muy buena” tienen mayores probabilidades de recibir
beneficios intrapenitenciarios.
La calle 9, abierta al óvalo. Una calle de “hermanos”, pero abierta hacia el “óvalo”,
allí se encuentra el Templo Evangélico, común a todo el sector de la población penal. Fue
construido con donaciones y depende de la Iglesia de Jotabeche, el principal templo
evangélico. Allí habitan cerca de 500 internos.
La calle 10, calle cerrada al ovalo, sin vista al cielo. En el 2007 era una calle de
reincidentes o en espera de un traslado a otro penal con cerca de 500 habitante.
Actualmente se está convirtiendo en una calle de “hermanos” evangélicos.
La calle 11, calle cerrada al ovalo, lugar de imputados o presos de buena conducta
que no pueden estar en otra calle.
La calle 12, cerrada al ovalo, sin vista al cielo y que se destinó a ancianos e
incomunicados.
La calle 13, calle donde confluye el colegio penal, calle de primerizos personas que
estudien.
La calle 14, calle cerrada al ovalo, sin vista al cielo, una calle de detenidos
reincidentes en transito a ser ubicados en donde clasificación indique.
La calle 15, cerrada al ovalo y destinada a los insanos.
5.312.-LAS GALERÍAS.
Sobre estas calles, en un segundo piso, se ubican las “galerías”, todas ellas con
salida al ovalo y donde están los internos de mayor compromiso delictual y peligrosidad.
85
Allí es donde se concentra el consumo de drogas, de alcohol casero y los niveles más altos
de hacinamiento y violencia.
El criterio de distribución de los internos allí es por el origen geográfico. Las galerías se
comienzan a numerar de izquierda a derecha desde:
(h) La galería 12 única cerrada y en donde van los aislados de los aislados, aquí se ubican
aquellos que han “rebotado” (han sido expulsados) de todos las calles y galerías y ya no les
queda ningún lugar adonde refugiarse.
La información que se presenta es valida hasta principios del año 2008, fecha en que
fui trasladado. En la actualidad, según he sido informado las condiciones de vida han
cambiado, aumentando el numero de internos por celda.
Cada uno de los módulos cuenta con baños comunes con W.C., lavaderos y duchas
conectadas a un calefón, una cocina, en la cual existe un freezer en el cual se conservan los
alimentos preparados y perecibles que reciben los internos para sustituir o complementar lo
entregado por la institución, una cocina grande y un microondas para recalentar o preparar
comidas.
En cada uno de los módulos existe una biblioteca pequeña en donde además de los
libros hay un computador con impresora para las necesidades de elaborar escritos o
peticiones de los internos. El interno encargado de este lugar además de estas funciones
elaboraba (año 2007) las estadísticas mensuales de actividad laboral de los internos y otras
tareas administrativas tales como tener al día un exhibidor mural adonde figuraba el
nombre de cada interno y la ubicación de su celda, imprimir las hojas para pasar la cuenta,
etc.
Cada día era posible adquirir los diarios con un recargo de $100 para el encargado
de traerlos.
Las celdas permiten habitar en cada una de ellas a tres internos, con un baño interior
que posee un W.C. y un lavamanos. Cada piso consta de dos alas independientes de ocho
celdas cada una. Cada ala de cada piso es cerrada, no permitiendo, tras la cuenta final y el
encierro correspondiente, el acceso hacia las demás.
El cierre de los pasillos de cada ala es a las 17:00 hrs. cada día. El de las puertas de
cada celda es, en invierno a las 18:00hrs. y en verano a las 20:00 hrs. Si consideramos las
horas de encierro entre las 16:30 a 17:00 y las 8:15 a 8:30 del desencierro y cuenta de cada
día, son de 13 a 14 horas de encierro.
encierro permanece una guardia nocturna que hace rondas sin previo aviso, sorprendiendo a
los internos que cometen actos contrarios al régimen interno (consumo de drogas, alcohol
casero o tenencia de celulares, etc.)
Cada módulo es auto administrado por los funcionarios uniformados que están a
cargo y se trata de evitar el contacto entre los internos de cada módulo, aun cuando esto se
da en las ceremonias religiosas tanto católica (asisten entre 150 a 180 internos promedio del
total de 800) y evangélica (asisten alrededor de 100 a 120 internos).
Si bien en este lugar llega el rancho, común a la población penal, este es distribuido
de manera ordenada en la cocina y complementado con “extras” como postres, frutas, etc.
El nivel de violencia ambiente es muy bajo, si podemos estimarlo así por la casi
inexistencia de riñas con resultado de daño físico grave.
En el año 2006, en cada modulo se reservaba un ala de un piso (8 celdas) para los
“hermanos”. Se regían en base a un plan denominado APAC (“Amando al Preso, Amando a
Cristo, modificado su nombre en 1986 a ASOCIACIÓN PARA LA PROTECCIÓN Y
ASISTENCIA A LOS CONDENADOS). Originalmente proveniente del Brasil, es de
carácter cristiano ecuménico, en el sentido de ser ejecutado y administrado por miembros
voluntarios ad honorem tanto de la Iglesia Católica como Evangélica. Constituye un plan
carcelario en que los presos que aceptan el método APAC pueden tener un alto grado de
auto administración al interior del penal, dependiendo el ordenamiento de su vida diaria de
sus encargados religiosos. En Brasil incluso ha llegado a no existir gendarmería al interior
88
Varios de ellos eran católicos (6 de 20) pero asumían los ritos pentecostales como el
costo de su seguridad. En privado añoraban y valoraban el respeto a la intimidad que rige
en la Iglesia Católica, pero la supervivencia primaba.
Paralelamente los miembros de este voluntariado efectúan una labor social muy
activa de ayuda al interno en cuanto a permitir la comunicación con sus familiares a través
de llevar mensajes escritos y/o hacer llamadas telefónicas. De una manera constante y
sistemática constituyen la presencia católica en los módulos. De hecho la asistencia a la
misa dominical llega a las 150 a 200 personas, superando las 100 o 120 que logra reunir la
Iglesia Evangélica.
Uno de los atractivos de asistir a la misa católica para muchos internos que no son
cristianos activos es la posibilidad de conectarse con “compañeros” (cómplices) de otros
módulos e intercambiar información e incluso elementos prohibidos durante esas ocasiones.
Gendarmería está conciente de ello y realiza cada cierto tiempo allanamientos por sorpresa
a los asistentes.
De un sacerdote católico que nos hizo una misa en reemplazo del titular que no
pudo asistir y que venia del COF (lugar de reclusión de mujeres) la respuesta al abandono
que las personas percibían de parte de la Iglesia (entendida como los sacerdotes, la
jerarquía) a los internos varones recibí una curiosa respuesta: que la Iglesia Católica “les
dejaba las cárceles a los evangélicos”, dicho esto con una expresión facial y en un tono de
desprecio muy evidente. Después de esta respuesta no quedaba margen para insistir en más
explicaciones.
Tras un año en ese módulo “B” fui trasladado al módulo “D”, destinado a
traficantes, sin explicarme mayormente los motivos, y sin que mediara alguna razón
disciplinaria. Se dijo, a nivel de rumores, que fue a petición de la capellanía evangélica por
mi negativa a seguir participando con ellos en sus actividades religiosas. La razón que
contraindicaba este traslado era la causa de mi condena ya que esta implicaba un
enfrentamiento con familiares de una conocida y peligrosa banda de traficantes de drogas.
A pesar de estas circunstancias aprendí que entre los delincuentes dedicados a estas
actividades no existe ningún grado de “solidaridad corporativa” sino más bien lo contrario.
En poco tiempo pude adaptarme, mantener buenas relaciones con la mayoría de ellos, ya
que si bien eran en su mayoría delincuentes habituales, no manifestaban las patologías
siquiátricas evidentes de los internos del módulo “B” en su mayoría culpables de delitos
sexuales.
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
3.- ESCAFF SILVA, Elías, “Cárceles en Chile: consideraciones respecto a las drogas,
alcohol, sexo y V.I.H.”, Revista de Estudios Criminol6gicos y Penitenciarios
Nº 21 – Marzo a Diciembre 1995 - Santiago de Chile – Tercera Época. Págs.41 – 64.
Nos dice el informe citado en primer lugar (1) “…A principios de los 80’s se crea
“el Centro de Readaptación Social Metropolitano, actual complejo penitenciario Colina,
ocupando una superficie de 15 hectáreas en la que se encuentran casi 30.000 m2. construidos.
Este establecimiento, además de la escuela, talleres, estadio, gimnasio techado, enfermería,
etc., cuenta con sectores diferenciados que hacen posible efectuar cómodamente el estudio
y clasificación de cada ingreso con el fin de enviarlos a distintos pabellones de derivación
“(1, pp.49).
En el año 1993 se creó, en los terrenos propios del penal original una nueva unidad,
de mayor seguridad para internos de mayor compromiso delictual. Fue llamada Colina 2.
De acuerdo al documento citado en segundo lugar (2, pps. 101- 138) hasta 1995 se
consideraron solo dos sectores: Colina 2 o centro de readaptación social para individuos de
92
Las líneas generales en las que se enmarca este programa actualmente comienzan
formalmente en marzo de 1998, quedando a cargo del programa, en términos de
fiscalización de las actividades desarrolladas tanto gendarmes como profesionales, entre
ellos, Asistente Social, Terapeuta Ocupacional y un Psicólogo, que conforman la unidad
técnica a cargo del sector. Todos los procesos contractuales se hacen directamente entre
empresarios y trabajadores, aumentando con ello la independencia de estos últimos. Junto
con esto, se insertan condiciones laborales que cumplen con los requerimientos de la ley del
trabajo, incluyendo contratos, goce de sueldos, vacaciones, seguro de salud, etc.
1.- Un Centro de Readaptación Social “Colina 2”, en donde están los internos de mayor
compromiso delictual y cuyo grado de hacinamiento y violencia es ya un hecho público.
Según el diario La Tercera del sábado 06 de junio de 2009 (3) esta situación de
deprivación fue denunciada por la Fiscal de la Corte Suprema, Mónica Maldonado, tras la
muerte de diez internos quemados, definiéndola como "… una situación inhumana,
degradante y cruel (...). Esta situación no puede permanecer así".Nos informa el periódico
que en 2008 murieron 30 reclusos por riñas y que hasta junio de 2009 ya se ha alcanzado
esta misma cifra.”.(3, pág. 32).
Por referencias de internos que allí han vivido es tanto o mas peligroso el ambiente
carcelario que el que existe en la Población Penal Común de la Ex – Penitenciaría.
2.- Un sector laboral o CET denominado Colina 3 en donde se ubican los internos de
mejor conducta en condiciones ya descritas de tranquilidad, amplitud de espacios y
posibilidades mayores de optar a beneficios intrapenitenciarios. Ocupan dos torres (1 y 2)
cuya capacidad real excede el número de internos que allí habitan y cuyas características
generales hemos descrito en el punto anterior.
3.- El CCP Colina 1.- Con una población de alrededor de 1600 internos que corresponde
a su capacidad real. Ocupan cuatro torres (3 a 6 con divisiones internas A y B) separadas
entre sí.
“halls” o lugares improvisados para recibir la visita de fin de semana y en los pisos del 2 al
5, divididos en dos alas aisladas entre si, en cada ala departamentos compuestos de cuatro
habitaciones de 6 por 3 metros divididas internamente en dos piezas con capacidad para
ocho ocupantes en total con un baño en común.
Cada dos pisos existen duchas y lavaderos comunes compartidos por los habitantes
de las ocho piezas de la misma ala.
Existe solo una cámara de vigilancia para todas las torres y en la noche, si bien
existe un encierro general, los pisos al compartir un baño están conectados en cada ala
permitiendo la circulación de internos cada ocho piezas (64 internos). A diferencia del
sector módulos donde cada celda era cerrada independientemente quedando los tres
ocupantes aislados, existiendo cámaras en cada pasillo de ocho celdas (24 internos).
La mayoría de los internos porta un cuchillo, “la cocinera”, que tiene por función
aparente el servicio de mesa pero también la capacidad de arma de defensa. A diferencia
del sector módulos de la Ex - Penitenciaria en que dichos objetos eran prohibidos. No es
raro que ocurran riñas a cuchillo con heridos resultantes e incluso alguna muerte.
los internos y cuya asistencia regular se considera requisito fundamental de conducta para
optar a la reducción de condena por buena conducta; b) Una iglesia que acoge tanto a la
iglesia evangélica (lunes-miércoles y viernes) como a la iglesia católica (martes-jueves y
sábado, día en que se realiza una misa); c) una enfermería bien equipada y d) una moderna
y bien surtida biblioteca, dependiente de la DIBAM, lugar en que me desempeño como
ayudante del Sr. Bibliotecario desde hace casi dos años.
Además, en cada torre existe un galpón destinado a servir de alojamiento para los
diversos talleres en que los reclusos elaboran artesanías y muebles para su posterior
comercialización en el exterior o en una especie de “feria persa” que se ubica al interior del
penal en el pasillo de distribución a las diferentes torres.
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
4.- MERCURIO, El. Domingo 3 de Mayo de 2009. Sección Reportajes. “El código secreto
para sobrevivir en la cárcel”.
5.- FISCAL JUDICIAL DE LA CORTE SUPREMA, Informe del ref.: Invitación de la Comisión
de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado de la República, a la sesión a
celebrarse el día 1° de junio de 2009, para considerar los diversos problemas que afectan al
funcionamiento del sistema carcelario en nuestro país.)
97
Una Institución total, concepto o tipo ideal acuñado por Goffman en obra citada
puede caracterizarse por los siguientes atributos señalado por B. Núñez (1, pp.3)) basado en
la publicación de Goffman y que originalmente se refirió a las instituciones siquiátricas.
Su mundo interior presenta una escisión básica entre personal e internos, lo que se
traduce en una distancia social explícita, una restringida movilidad social entre ambos
grupos y la aparición de dos mundos sociales y culturales diferentes.
Las actividades del personal están generalmente enfocadas a la vigilancia, más que a
la orientación o inspección, y habitualmente controlan la comunicación de los internos con
los niveles superiores y el paso de la información de los planes del personal en relación a
los internos.
Sin embargo existen diferencias evidentes entre una institución siquiátrica y una
prisión.
98
3.- La modalidad de ingreso es diferente en una cárcel, no sólo es involuntaria sino que
existen indicadores objetivos que dicen que un individuo ha incurrido en conductas
sancionables. (1, pps.4-5)
1.- Uso del tiempo; Los largos periodos de encierro de las cárceles tradicionales (no
concesionadas) que en Chile puede llegar a las 18 horas diarias (3, pp.8), implica largos
periodos de ocio no rehabilitante.
3.- Ejercicio de la privacía; Con la misma justificación del punto anterior, agregando los
problemas de hacinamiento carcelario generalizado en las cárceles tradicionales
considerados por el informe del Fiscal Judicial de la Corte Suprema (3, pps.6-7).
Benjamín Núñez nos ilustra los procesos que desorganizan el rol anterior y la
identidad previa del individuo encarcelado (1, pp.40) citando las investigaciones al
respecto:
a) Barreras entre el recluso y el exterior. Se le aísla de los roles del pasado. Una
expresión jurídica es la "muerte civil" (Tappan, 1954);
d) Relaciones forzadas con otros. El caso límite es la violación, pero situaciones más
comunes son la mezcla de grupos heterogéneos (Hecktalt Smith), celdas colectivas sin
lugares para dormir, promiscuidad, dificultad de esperar un trato formal (Hassler),
presencia de actos violentos, etc.
“En este marco, la lucha cotidiana del recluso radica en la búsqueda constante de dos
objetivos básicos, a través de los cuales es posible encontrar la explicación de muchos, sino
la mayoría, de los procesos intrapenitenciarios:
Estos objetivos vitales para los individuos privados de libertad, de acuerdo al autor
citado y que corresponde a lo observado en las diversas unidades penales, guían la mayor
parte de las conductas adaptativas de los internos. Toda otra consideración, incluida la así
llamada “rehabilitación” y sus expresiones concretas de asistencia a cursos formales del
Liceo Penal, o a charlas y talleres formativos dictados por los organismos técnicos,
asimismo como las actividades laborales son consideradas por los reclusos como
actividades esencialmente instrumentales para obtener dichos objetivos.
El supuesto 2 sostenido por la TER nos dice que las preferencias fundamentales (o
“necesidades”) que los individuos emplean para estimar los costos y los beneficios tienden
a no variar mucho de persona en persona y de tiempo en tiempo
Es obvio que el objetivo básico de todo sujeto privado de libertad es recuperar ese
valioso bien perdido, como lo demuestran por ejemplo los hechos acaecidos en la cárcel de
Chillan durante el terremoto del 27 de febrero de 2010.
por un término prudencial, atendidas las circunstancias, que no podrá exceder de seis
meses.
La sanciones aparejadas a una falta grave, según al artículo 81, del mismo
reglamento que podrían aplicarse se limitan a:
i) Privación hasta por un mes de toda visita o correspondencia con el exterior;
j) Aislamiento de hasta cuatro fines de semana en celda solitaria, desde el desencierro del
sábado hasta el encierro del domingo, y
k) Internación en celda solitaria por períodos que no podrán exceder de 15 días.
Esta medida se cumplirá en la misma celda o en otra de análogas condiciones de
higiene, iluminación y ventilación.
Debemos señalar que esta comprensión del anhelo de libertad del privado de
libertad, traducida sólo en sanciones administrativas al fugado, no se aplica a quienes
fueron cómplices, facilitaron o permitieron por simple negligencia la fuga del condenado.
En los artículos 299 a 304 del código penal vigente (8) que se refieren a la evasión de los
condenados se aplican sanciones relacionadas con la gravedad de la condena del fugado
rebajadas en grados diversos de acuerdo a si el culpable o facilitador de esta huida del
interno tiene la calidad de empleado publico o no la tiene y de los medios empleados para
permitir la huida.
Finalmente debemos hacer notar que si bien se afirma que en el medio libre la
mayoría de los individuos son “conformistas”, es decir que al no cometer delitos,
supuestamente comparten los objetivos valorados por la sociedad y aceptan y practican los
medios socialmente aceptados para conseguirlos, en prisión esto no es así constituyendo
mayoría aquellos que rechazan lo planteado por la institución y solo se someten por el
temor a las sanciones. Por su calidad de delincuentes la gran mayoría de los internos son
“rebeldes” en términos mertonianos (“criminalizados” en el lenguaje de Clemmer) o al
menos “innovadores” frente a las normas y objetivos institucionales (“prisonizados” en el
lenguaje de Clemmer).
1.- Que el orden social es tenue en las sociedades cautivas tales como las prisiones
pues: “aunque ellos (los presos) reconocen la autoridad de los custodios, no se sienten
obligados a obedecer por un deber moral“. En la prisión escribe Sykes “el poder debe estar
basado en algo mas que la moral internalizada y los custodios se encuentran confrontados
con hombres a quienes debe forzarse, sobornarse, o engatusarse para lograr la
complacencia”(10, pag. x)
105
Sin embargo a pesar que el poder total de los guardias es defectuoso provoca daño
al recluso ya que las “…penas de estar preso” permanecen muy grandes. (10, xi).
Despojados de casi todas sus posesiones personales, el preso pierde también los
parámetros de su biografía y de su individualidad. Pierde autonomía tanto como
individualidad porque cada movimiento y rutina son minuciosamente controlados.
Los presos, afirma Sykes, no son solo asaltados por la supervisión carcelaria;
paralelamente reciben amenazas a su seguridad personal de parte de otros internos lo que
convierte la vida en prisión impredecible.
A veces esas amenazas toman la forma de un ataque sexual. Los débiles son
violados y a veces reclutados para servicios sexuales. Las penas de estar preso por lo tanto
pueden extenderse más allá de la identidad física sino que también a su identidad como
genero.
Sykes afirma que este daño puede llegar a la esencia misma de su concepto como
persona de valor y de ser un hombre moralmente aceptable. (10, pag. xii)
Este proceso de adaptación a una situación definida por Don Hernán Novoa
Carvajal Director Nacional de Prisiones en 1985 (12, pag.6) como “…la situación mas
antinatural en la que pueda encontrarse una persona y ello provoca en los internos los
desequilibrios síquicos que dificultan mas aun las relaciones con nuestro escaso
personal.” genera un proceso de adaptación a la prisión que busca obtener de manera
instrumental los objetivos básicos considerados, sobrevivir y salir en libertad.
Como señala J.M. Ávila (2) “…la unidad básica de organización de la comunidad
de reclusos es la llamada "carreta" que es una especie de "camarilla" de reclusos que
se juntan para compartir una olla en común y un espacio físico ….” (2, pag.26).
107
Este lugar que puede ser la celda, en algunos casos (por ejemplo en el sector
módulos de la Ex --Penitenciaria) y/o el lugar de trabajo (Colina 1). Allí los internos
cocinan comida complementaria o alternativa al rancho (pues los “choros” no comen
rancho, costumbre del delincuente habitual) y conforman un grupo de autodefensa en caso
de ser necesario o de ataque a los demás internos en caso de querer apoderarse de mayor
espacio, robar las pertenencias de otros (“domestiquear” en jerga carcelaria), vengar
supuestas ofensas, etc., constituyendo “un barco” en el caso de sumarse dos o mas carretas
menores (tres a cuatro personas en una celda promedio del sector módulos o Colina 1). En
el caso de la Población Penal común de la Ex Penitenciaria los “barcos” pueden agrupar
decenas de miembros, incluso galerías completas.
Así también “la "carreta" se presenta así como “la alternativa funcional de los
reclusos frente al alejamiento de su grupo familiar de pertenencia; de esta forma, en la
interacción con otros reclusos, se permite la expresividad del yo social y la propia
autoestima se fortalece en el sí mismo del grupo, dada la alta solidaridad endogrupo de la
"carreta" y la empatia recíproca desarrollada por sus integrantes.” (2, pp.27).
7.312.- Normas que rigen la conducta en la carreta Esta unidad social carcelaria impone
normas conductuales muy precisas a sus miembros, tales como las que cita Ávila en su
obra. (2, pp.29)
1.- Si eres nuevo, debes desempeñar las tareas de Perkins (sirviente) hasta que un
nuevo integrante te releve.
2.-Debes compartir los víveres, provisiones y cigarros que tus visitas te traigan con
todos los integrantes de la carreta.
3.- No debes decir o ventilar cosas que se hablan en la carreta a los funcionarios, si
lo haces eres un "sapo" y recibirás sanción.
4.- Deberás guardar respeto hacia las visitas, parejas y hermanas de los miembros de
la carreta.
Es posible agregar otras que he observado durante mi periodo de reclusión como por
ejemplo:
5.- En caso de ser atacado un miembro de la carreta, con o sin motivo, los demás
miembros deberán apoyarlo físicamente, con armas si es necesario. Esto se extiende al piso
completo, caso de los módulos en la Ex –Penitenciaria o en Colina 1, que comprende varias
celdas o al colectivo en donde se habita en numerosos camarotes con divisiones ligeras o a
la galería, en el caso de la Población Penal Común en la Ex Penitenciaria.
6.- El celular, propiedad de uno de sus miembros, debe ser compartido si es
solicitado.
7.- No robar a un compañero de carreta (“domestiquear”). Esa norma no
necesariamente se aplica a vecinos de otras carretas, otros pisos u otras galerías.
8.- No denunciar a un compañero al ser este sorprendido en una falta al Reglamento
Penitenciario. Por ejemplo al encontrar un celular en la celda, los funcionarios trataran de
averiguar cual de los ocupantes es el dueño, nadie debe señalar al propietario.
9.- “Dar la cara” en caso de ser sorprendido en un ilícito por gendarmería. No dejar
que los compañeros de carreta sean involucrados.
108
10.- No rechazar una oferta de “matear”. Se considera una ofensa o falta social
grave. La rueda de mate, como afirma Ávila (2, pp.32) “…es un aspecto del habitat de vida
de la celda que sirve para compartir con los otros reclusos una vida social de grupo; el mate
permite, al igual que el alcohol y su ingestión en la cultura chilena, desinhibir conductas lo
que facilita la sociabilidad del recluso. Aquí se tematizan las historias y biografías
delictuales, como también los entornos sociales subculturales, con sus mitos y
supersticiones aprendidas de las creencias populares folklóricas de la "subcultura delictiva
y popular del medio libre". Esta costumbre es practicada por la inmensa mayoría de la
población penal, incluyendo los “hermanos” evangélicos e incluso los funcionarios más
antiguos.
La existencia de estas normas que parecen corresponder a un elevado grado de
solidaridad podría corresponder más bien a una conducta instrumental para asegurarse la
ayuda del grupo si esto es necesario. En otros casos el sujeto que recibe visita
frecuentemente y/o encomiendas con víveres puede transformarse en una victima del
grupo, especialmente en el caso de ser un sujeto primerizo, no delincuente habitual y/o
débil físicamente. Deberá compartir sus posesiones no por un sentimiento de pertenencia
grupal sino que por temor a las sanciones si no lo hace.
El compartir los víveres, o parte de ellos a petición de otro interno es una conducta
común en la cárcel. Pero subsiste la duda de que la razón de esa costumbre sea la
solidaridad ante el infortunio común, o la conveniencia para poder solicitarle a su vez algo
necesario a futuro, o el temor a las represalias por negarse a compartir. De hecho el
negarse a compartir con vecinos de celda, de otras carretas aumenta la posibilidad de ser
robado (“domestiqueado” en jerga carcelaria), o recibir “peladas” (ofensas verbales dichas
desde cierta distancia, a veces con fines de provocar una pelea), y se adquiere una fama de
mezquindad que puede ser peligrosa en caso de ser agredido y no ser apoyado por nadie.
Se puede agregar para aportar elementos de duda ante la aparente solidaridad
carcelaria que la mayoría de los “hallazgos” de objetos prohibidos en manos de los internos
es realizada por los funcionarios en base a un sistema de obtención de información que se
basa en buena parte en las delaciones mutuas. Existe una curiosa asociación entre la entrada
al castigo (celda solitaria) de un sujeto sorprendido en una actividad ilícita o poseyendo un
objeto prohibido y la serie de descubrimiento posteriores que "casualmente” coinciden con
su sanción. También se comenta entre los reclusos que la obtención de los codiciados
cargos de mozo depende en alguna medida de este suministro de información a los
funcionarios.
Dichas normas que describe Saldivia (5, 12-13) podrían agruparse en tres áreas:
1.- Las que dicen relación con el "respeto" o consideración hacia las visitas que los
internos reciben en el penal y en especial hacia las mujeres de otros internos.
2.- En segundo lugar surge como importante la normativa que dice relación con el "res-
peto" o consideración hacia reos que poseen características como: estar condenados a
penas largas (más de 15 años); dedicarse al robo con fuerza (sin acción sobre personas), y
poseer una trayectoria delictual que lo haga conocido en distintas unidades penales.
1.- Las que establecen la jerarquía de aquel que utiliza la fuerza física para el logro de
ciertos bienes materiales y obliga a otros, a la ejecución de las labores domésticas.
2.- Las que establecen la diferenciacion de status entre diferentes tipos de internos:
aquellos reos denominados "vivos" (pertenecientes al ambiente delictual) y "giles"
(aquellos que no pertenecen a ese ambiente ni poseen trayectoria delictual).
La norma que aparece como más importante al respecto es la que impide denunciar
a los funcionarios las faltas al reglamento carcelario cometidas por otros reos, en jerga
carcelaria, “no sapear”. Es probablemente una de las faltas mas graves que puede cometer
un interno frente a los demás recluidos, arriesgándose a sanciones que van desde una paliza,
recibir heridas cortante en la cara (“ser marcado”) e incluso ser muerto.
Si bien en general lo expuesto por Saldivia en 1986 se mantiene, la norma que exige
el respeto al interno con condenas mas largas o que se dedica a cierto tipo de delito ha
cambiado radicalmente, tal vez por la cada vez mayor proporción de jóvenes entre los
internos y/o por el cambio en las normas y valores de la sociedad global al exterior del
penal.
es a muerte, muchas veces es solo simbólico, golpeándose las armas o conformándose con
una herida leve. En todos los casos el “honor” estará salvado.
Afirma J.M. Ávila (2) “…Por lo general, los reclusos que adoptan esta forma de
acomodación estructural, provienen de estratos socioeconómicos medio y medio alto de la
sociedad. Estos reclusos refractarios, si bien es cierto no son seducidos por los influjos de la
"subcultura canera", tampoco muestran una actitud de recuperación sociocomportamental.
No obstante, su pronóstico de reinserción social es bastante positivo, por cuanto son
autogestores de sus propias conversiones.” (2, Págs.33-34)
111
Se dice que los individuos que asumen esta conducta responden a distintas
motivaciones, tales como: a) obtener beneficios intrapenitenciarios (salidas antes del
periodo de cumplimiento de la pena), ya que la actividad de mozo se considera como
"hacer conducta"; b) obtener beneficio propio y para su "carreta" al proveerla de víveres
obtenidos en el recorte de comida en su función de "mocito" de cocina del rancho o de los
funcionarios; c) mantenerse alejados de la población penal, evitando con ello el
amedrentamiento y la intimidación por parte de otros reclusos reincidentes y conflictivos.
Muchos de ellos se matriculan en algún nivel de enseñanza escolar con la finalidad
de obtener los beneficios de la ley de reducción de condena por buena conducta. (2, pág.35)
Podría aplicarse a ellos un jocoso aforismo, un tanto cínico, referido a la actitud que
debería observar un hindú inteligente frente a una vaca sagrada, “…inclinarse ante ella …
y ordeñarla…” tal es la actitud usual del interno “prisonizado” frente a los funcionarios de
la prisión.
Sin embargo quedan fuera de esta consideración estadística todos aquellos que en
calidad de “mozo” están dedicados a labores de mantención, aseo e higiene no recibiendo
remuneración monetaria sino sólo la consideración de estar “haciendo conducta”.
“La selección y control de los beneficiados con esta oportunidad de trabajo depende
de la jefatura de cada establecimiento, y es hecha sobre la base de los méritos personales
exhibidos por cada recluso durante su período de presidio, de manera similar al proceso de
selección utilizado en el resto de los programas laborales”.
Los individuos que adoptan esta conducta se caracterizan por el rechazo permanente
hacia la estructura formal y una aceptación incondicional a las organizaciones informales.
Usualmente aprovechan su permanencia en el establecimiento para perfeccionarse en su
carrera delictiva. (2, pag.34)
113
Estos reclusos criminalizados ejercen una alta influencia sobre los reclusos
primerizos, produciéndose el contagio criminógeno en el comunicar su historial delictual y
las formas de violación de la justicia, presentando sus acciones delictuales con un matiz de
neutralización moral ante la ley. (2, pag. 36)
para la casa” , como mozo, con la finalidad de “hacer conducta” y así obtener algún
beneficio de salida dominical o salida condicional, siguiendo el celebre aforismo carcelario
“la escoba abre puertas”.
Si consideramos que una prisión tiene como institución tres objetivos básicos: a) la
custodia del interno, en el sentido de impedir su fuga; b) velar por la vida e integridad física
de los internos; y c) rehabilitarlo, que podría entenderse como un proceso de resocializacion
que permita su adaptación social posterior a su egreso al medio libre, los modos de
adaptación apuntan a compensar el no cumplimiento por parte de la institución del
objetivo b) la mantención de la integridad física (y podríamos agregar sicológica) del
interno.
Las razones por las cuales la institución no puede cumplir plenamente este objetivo
de cuidado del interno son variadas. En muchos casos esto no es posible de cumplir por la
escasez de personal uniformado, otras por una arquitectura penitenciaria antigua y/o por el
hacinamiento que impide la segmentación adecuada.
En las unidades que adolecen de estas carencias gendarmería pierde su capacidad de
control interno y empieza a regir “la selva”, la ley del más fuerte. En esas circunstancias el
elemento supervivencia prima por sobre cualquier otro objetivo.
Es notable la diferencia entre las dos cárceles, la del día cuando gendarmería esta
presente y después del encierro en donde los presos interaccionan sin control externo. La
institución formal desaparece, el Estado con su monopolio de la coerción física y el orden
resultante se desvanece y la ley de la fuerza comienza a “ordenar” la cárcel.
Para el recluso primerizo, para el más débil, para el no delincuente habitual, para el
excluido del sistema de adaptación criminalizado la situación puede tornarse muy difícil y
correr grave riesgo tanto psicológico como físico.
Para los reclusos de bajo compromiso delictual, para los más débiles o para los
excluidos es difícil sobrellevar estos periodos de anarquía y el orden resultante de la ley del
más fuerte, que siguiendo a B. Núñez (1) “… (con el cual)…los internos comienzan a
regular su propia conducta y a realizar en alguna medida tareas de mantención del orden
interno.” (1, pp.43). El autor afirma que con este orden la población (penal) —en
115
Agrega que "... ¡no hay que olvidarse nunca que estamos en la cárcel! (...) aquí se
vive distinto porque las condiciones son muy diferentes a las del mundo libre, entonces
todas las ideas para agradar son buenas, si se quiere salir rápido de este lugar". (17, pag. 5)
En la obra “Muerte e inmortalidad” (19), Michele Federico Sciacca nos ilustra como
es la relación humana meramente instrumental
“… Si el otro no es mí prójimo y es únicamente un otro que no es yo y con el que me en-
cuentro por casualidad, pero que dada la casualidad, necesariamente viviendo en el mundo
(yo entre otros), por lo que la llamada comunidad humana es sólo «situación social» mía,
que «miro» y «veo» a los demás, y de los que me miran y ven, no hay duda de que la
muerte del otro es un puro acontecimiento exterior, banal e inesencial; no es experiencia
mía y no me permite alcanzar el sentido ontológico de la muerte. Esa docena de hombres
que mientras escribo están muriendo en distintos lugares de la tierra, me interesan tanto
como la nube que eventualmente está pasando sobre mi cabeza y que no veo. En este caso,
empero, la relación con el otro se limita al puro «colocarse» de cada uno de nosotros al lado
de otro como cuerpos que forman un «espacio» social una «zona» de interdependencia
exterior, en la que uno «se sirve» del otro, siendo todos utensilios del «ser-en-cornún»,
donde la «simpatía» misma es sólo (…) , un «sufrir juntos» la situación «infernal» de
estar amontonados, mirarnos, vernos, instrumentalizarnos; como «vecinos» que se
odian o se desprecian, se sonríen sólo por conveniencia, utilidad, etc. De tal manera, la
comunidad humana está colocada al nivel de la pura «sociabilidad» como relación exterior
y negada como vínculo interior. El Mit-sein y «l’enfer, c'est les autres» no conocen la
experiencia del amor y los recursos de la fe y de la esperanza.” (19, Págs. 158-159)
Este individuo “seleccionado” por el sistema penal para ingresar a las cárceles es
crudamente descrito por José Maria Ávila (2)
El autor nos señala los rasgos característicos de este nuevo y joven delincuente post
moderno atribuyendo sus características a la influencia del medio sociocultural actual y
afirmando que:
“…El análisis del entorno (ha permitido) establecer una vinculación entre el
"postmodernismo" y el modelo neoliberal; de esta unión surge la seducción consumista,
que deja a muchos jóvenes posicionados con pseudo satisfactores y la "procura existencial"
de ellos, librada al juego de la oferta y demanda del mercado….La nueva modalidad de la
delincuencia en Chile se nos presenta, amoral, alienada e intersubjetivamente
desculpabilizada.” (2, pag.86)
,.
El autor enfatiza los aspectos cualitativos de la delincuencia por sobre los
cuantitativos justificando esta posición al afirmar que allí “… es donde reside la seriedad
del problema delincuencial en Chile, por cuanto de mantenerse constante la seducción
consumista y la inequidad social, sectores juveniles importantes de nuestra sociedad,
fragilizados en el consumo e insertos en circuitos de daños, engrosarán las filas de esta
nueva delincuencia hedonista y desculpabilizada.” (2, pag.86)
Expone Falk que el mismo Clemmer afirma en su estudio sobre la comunidad en prisión
que “… inmates of penitentiaries often attend religious services in order to achieve a break
in the routine of their lives and use the services as "recreation." In such cases as these the
function of religious participation evidently varies from its expected role. It appears then
that the majority of inmates are religiously insincere. (Donald Clemmer, The Prison
Community (New York: Rinehart Co., 1958), 51-52). (21, pp.160).
Sin embargo en mi convivencia diaria con los individuos que han optado por practicar
esta religión al interior de las cárceles observé en muchos de ellos escasas conductas
agresivas hacia los demás, una mejor convivencia diaria entre ellos, una menor realización
de conductas contrarias al régimen interno, manifestaciones de fervor religioso, al parecer
genuino, e intenciones de parte de algunos de ellos, manifestadas verbalmente, de llevar
una vida ajustada a las leyes al salir de prisión.
En tal sentido surgió la duda que originó esta tesina. Esta alternativa de adaptación
al medio carcelario, ¿es una opción diferente, es decir una alternativa rehabilitadora, o es
sólo una manifestación encubierta del modo general de adaptación llamado
“prisonización”, es decir una mera adaptación instrumental? ¿Combina elementos de ambas
alternativas o puede transformarse en una u otra dependiendo de las condiciones o
limitaciones del medio ambiente?
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
2.- ÁVILA, José María, “Camino a la Cárcel”, Ediciones SEI, Santiago de Chile, 1991.
celebrarse el día 1° de junio de 2009, para considerar los diversos problemas que afectan al
funcionamiento del sistema carcelario en nuestro país.
4.- MÉNDEZ ORTIZ, Juan Tito. “Efecto de la reclusion sobre el sujeto y su familia”.
Revista Chilena de Ciencia Penitenciaria y de Derecho Penal. 1995. 3ª Época, Nº 21.
5.-DURKHEIM, Emile. “De la División del Trabajo Social.”. Editorial Schapire S.R.L. Bs.
Aires. 1967.
8.- CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, Defenderse desde la Cárcel. . Diciembre 2006
Proyecto Reforma Procesal Civil de la Sociedad para la Cooperación Técnica Alemana
GTZ-Chile. Morande 107, Santiago de Chile. gtz@minjusticia.cl .
9.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria.
10. - SYKES, Gresham M.: The Society of Captives. Princeton University Press and
copyrighted, © 2007, by Princeton University Press.). Introduction to the
Princeton Classic Edition by Bruce Western. Edición digital.
19.- SCIACCA, Michele Federico. “Muerte e inmortalidad”, Editorial Luís Miracle, S.A.
Barcelona, 1962.
A partir de esa época el método pasó a ser divulgado a más de 100 países en el
mundo por medio de congresos, seminarios y visitas al presidio de Humanitá. Actualmente
en Brasil, existen APAC's en mas de 12 estados, solo Sao Paulo hay 22, en construcción 54
y 11 sin policía. Otras ya fueron implementadas en los países como en Ecuador (Quito y
Guayaquil), Argentina (Córdoba y en Tres Ríos); Perú (Arequipa), Estado Unidos (Iowa,
Texas, Kansas y Minnesota), Noruega, Nueva Zelanda, Colombia, Latvia, Alemania,
Bulgaria, Inglaterra, Bolivia, Australia, Puerto Rico, Holanda, Corea del Sur, Singapur,
Gales, Australia, Escocia, Chile y en Costa Rica (Cartago) (2)
La idea general puede resumirse visualizando su forma de operar ideal como “(un)
modelo que establece presidios humanistas donde no hay policía y en los que los presos,
llamados “recuperandos”, además de pasar por una rutina intensa de actividades para su
recuperación, tienen las llaves de la puerta de la calle.” (1).
122
Afirman sus propulsores que “es una metodología cuya meta es la transformación de
las personas privadas de Libertad en miembros productivos para sus familias y
comunidades.”
Asimismo, ellos afirman que este método de rehabilitación “Creada sobre los firmes
cimientos de un liderazgo centrado en Cristo demostrado en expresiones tangibles de
amor incondicional, APAC tiene éxito al facultar a internos(as) y voluntarios(as) por
igual para que asuman la responsabilidad por la resolución de sus problemas
personales y de aquellos problemas que enfrentan en relación a la comunidad. Una
cuidadosa programación asegura que el proceso progresivo de cambio -que consta de cuatro
pasos- sea exitoso en lo que respecta a la restauración del interno a su familia, a la
comunidad, y a Dios. Índices de reincidencia más bajos, menor nivel de incidentes en
las prisiones, y ahorros para los contribuyentes son claros puntos de referencia de la
efectividad de APAC.” (2).
Su misión u objetivo central tal como sus voluntarios la definen es “Servir a Cristo
en las personas privadas de libertad y sus familias para que al aplicar la Metodología
APAC, logren integrarse adecuada y efectivamente a la sociedad cuando obtengan su
libertad condicional o total.”(2)
La percepción que es esencial estimular la empatía del interno frente a los demás
para permitirle vivir en sociedad es clarísima. Se afirma que : “Es fundamental enseñar al
recuperando a vivir en comunidad, a socorrer al hermano que está enfermo, ayudar a los
más viejos y, cuando fuera el caso, a prestar todos los servicios que requieren sus
compañeros de prisión, en los corredores, en el comedor, en la pulpería, en la farmacia, en
la secretaría, etc. De hecho, por no saber respetar las reglas de buena convivencia social, en
razón de la falta de respeto y ausencia de límites del otro, es que la persona terminó siendo
condenada (en la mayoría de los casos).
3. Trabajo
Los propulsores del método APAC consideran erróneo suponer que “el trabajo por
sí solo recupera al ser humano….pues aunque en los penales del primer mundo existen
instalaciones que permiten un trabajo efectivo “…los índices de reincidencia continúan
indeseables”. Se afirma que: “. El trabajo debe hacer parte del contexto, parte de la
propuesta, más no debe ser elemento fundamental de la propuesta, pues no es suficiente
para recuperar el preso.”(2)
4. La espiritualidad
5. Asistencia Jurídica:
124
El Método recomienda, pues, una especial atención a este aspecto del cumplimiento de la
pena, pero advierte lo siguiente:
a. Ese tipo de asistencia debe restringirse a los condenados involucrados en la propuesta del
Método y que revelen firmes propósitos de enmienda;
b. Se debe evitar que la entidad se transforme en una consultoría jurídica, prestando
servicios sólo a los recuperandos confirmadamente pobres y nada más;
c. El trabajo no debe ser visto en el aspecto jurídico que brinde la impresión de que la
metodología esta volcada solamente hacia la libertad del preso, independientemente del
mérito.
d. El voluntario necesita ser evidenciado como persona seria que realmente quiere el bien
de sus semejantes, actuando dentro de un programa serio de trabajo para no ser acusado
injustamente de “protectores de bandidos”. (2)
6. Asistencia a la salud:
Se considera importante atender este aspecto de los múltiples problemas que afectan
a los privados de libertad. Se trata de “atraer a equipos médicos enfermeros, psicólogos,
psiquiatras, odontólogos, etc. para que no falte asistencias a los que están privados de
libertad.”(2)
7. Valorización Humana:
8. La familia:
9. Voluntariado:
125
“Con relación a los voluntarios, es preciso enfatizar que el trabajo apaqueano está
basado en la en la gratuidad, en el servicio al prójimo. El voluntario debe estar
preocupado con la suerte de su semejante que tropezó en los escombros de los
caminos de la vida, cayó y precisa de una mano amiga para levantarse.” (2)
“La Jornada de Liberación con Cristo es el punto alto de la metodología. Son tres
días de reflexión e interiorización con los recuperandos. El equipo de expositores debe
estar constituido, de preferencia, por miembros de grupo voluntarios aquellos que viven los
problemas que afligen el día a día de los de los recuperandos.”(2).
El arzobispo Jesús Juárez que hizo un aporte importante para el espacio de los
talleres.
El Gobierno que desembolsó 50.000 dólares para la obra gruesa de las aulas y el
sector académico.
Como observamos en este país el método aplicado en este nuevo centro es similar al
aplicado en Brasil y Costa Rica, manteniendo el carácter ecuménico de sus propulsores y
ejecutantes.
Por ejemplo en Puente Alto, como cita el Diario La Nación del 21 de agosto de
2008 “El subsecretario de Justicia, Jorge Frei, el seremi del ramo, Patricio Reyes, y el
director regional de Gendarmería, Luís Barrera, presentaron el Programa Laboral de
Cultivo Hidropónico en dependencias de la cárcel de Puente Alto (con una población penal
de 1770 internos) en el marco del Proyecto de Reinserción Social APAC que ejecuta la
Iglesia Evangélica junto al servicio de prisiones al interior del penal.” (5).
“En la tarea de reinserción y rehabilitación social, junto con la labor que cumplen
los profesionales de Gendarmería y funcionarios externos (profesores, técnicos, estudiantes
de Agronomía), la Iglesia Evangélica desempeña un rol esencial.”(5)
127
“existen de hecho, 700 internos que profesan este credo, y se agrupan en torno a
actividades propias de la iglesia como oración, grupos de lectura bíblica, coros y los talleres
laborales.”(5).
Afirma la misma publicación que: “El crecimiento de la población penal evangélica ha sido
explosivo, y así también la cobertura que sus pastores tienen en la red penitenciaria
chilena. Actualmente hay 152 capellanes evangélicos voluntarios, de los cuales 17 se
encuentran en la Región Metropolitana. Asimismo, cuentan con seis capellanes contratados,
con dedicación exclusiva. La cifra es superior a la de la Iglesia Católica, que a nivel país
tiene 70 capellanes, 40 de ellos contratados para la labor, según explica el capellán nacional
católico Jaime Nawrath (ver recuadro).”(6)
”Mientras los católicos señalan que su llamado es abierto y voluntario, y que los reos son
libres de ir a misa, los evangélicos tienen un trabajo más militante a la hora de profesar
su credo. Por eso la separación en pabellones cerrados con actividades que buscan la
reinserción.”(6)
”A esta serie de talleres y tareas las llaman programa Apac (que significa “Amando al
Preso Amarás a Cristo”). En esas sesiones se les enseña desde la lectura de la Biblia hasta
talleres de resolución de conflictos. “Claro que hay roces, pero que de ahí a que lleguen a
los combos es imposible”, asegura Mussiet. (Capellán nacional evangélico)” (6)
Asimismo los voluntarios del exterior tienen como tarea esencial la evangelización en esta
religión. Tomemos como ejemplo de acuerdo al mismo reportaje: “Los ex convictos Sergio
Cornejo e Iván Guerrero se convirtieron a la religión evangélica mientras se encontraban en
prisión. Hoy, ya en libertad, son parte de las personas que ingresan a evangelizar a los
penales de la Región Metropolitana.”(6).
“Estas fotos son una muestra de lo que ocurre en el proyecto APAC (Amando al Preso,
Amando a Cristo) de la cárcel de Alto Hospicio. En ellas vemos un culto, algunos de sus
trabajos y la realización de un bautismo.”(7)
Si examinamos el calendario de los seminarios APAC del año 2003 del Equipo de
Servicio Regional Latinoamericano, en que se ofrecían Seminarios y Cursos relacionados
con la metodología de APAC (9)
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
2.- Confraternidad Carcelaria de Costa Rica .Programas y/o Proyectos. Metodología APAC.
Documento Internet.
3.- VALDECI F., Antonio. Pagina Bottup beta (tu noticia es tu noticia). Articulo: “APAC,
un método que funciona”. 27 de mayo de 2007. El presidente ejecutivo de la Fraternidad
Brasilera de Asistencias a los Condenados, es entrevistado sobre el método APAC.
130
6.- DÍAZ, Felipe; BANCALARI, Ximena. “Evangélicos llegan al 27% de los reos chilenos
y se concentran en rehabilitación”. La Tercera. Edición Digital. Fecha: 2009-03-15. Tema:
Iglesia y sociedad.
Anual, en la cual empieza el proceso del pastor (J. Hoover) de la iglesia metodista mas
importante, y cuyo crecimiento era el mas rápido del país.” Con la intención de expulsar la
fracción sectaria. Finalmente el pastor es enviado de vacaciones a USA. y se emite una
resolución en la cual las doctrinas enunciadas fueron declaradas: “antimetodistas, contrarias
a las Escrituras e irracionales”. (1, pp.41)
Posteriormente las comunidades cismáticas se unieron en el cuadro de un sistema
congregacionista y fundaron la Iglesia Metodista Pentecostal, de la cual Hoover asumió la
superintendencia, hasta el cisma de 1932. (1, pp.43)
Nace el pentecostalismo en Chile, entonces, del metodismo. Pero de un metodismo
que si bien en sus comienzos fue una poderosa fuerza evangelizadora después de conquistar
los estados Unidos a asimilar las categorías sociales medias, había traspasado su esfuerzo al
plano de la asistencia social. Según afirma Lalive “Esa vocación misionera se había
traducido en una piedad ostentosa y puritana, combinada con una teología liberalizante.”
Lalive sostiene que el pentecostalismo, en cambio, enraizado en la tradición pietista
al cortar con la Iglesia Madre y su financiamiento proveniente de Estados Unidos,
“renunciará a las obras sociales, tan queridas por el metodismo, por falta de medios
económicos.”(1, pp.45).
Es curioso que al analizar el credo pentecostal, descubrimos que esa imposibilidad
práctica se tradujo en un artículo de su credo, la justificación por la fe y no por las obras de
la ley
El autor atribuye por entero este crecimiento de la anomia a la debacle social que
implicó la transición brusca provocada por la declinación del sistema de las haciendas y la
obligada inmigración a la ciudad de las masas campesinas.
Lalive afirma que “esta organización social, criticable indudablemente, pero que
ofrecía cierta seguridad, se pierde para aquel que es rechazado del campo y va a caer en las
poblaciones callampas; ha hecho explosión allí donde se han implantado las industrias
extractivas, y, finalmente, por efecto “boomerang”, ha declinado en los campos mismos,
porque se ha extinguido la creencia en ella. El resultado, es la generalización de la anomia
social de los grupos sociales populares que viven en una situación de desarraigo,
conservando la nostalgia del padre perdido.” (1, pp.66)
Lalive aclara que la hipótesis que guiará su investigación y que expone los factores
internos que se encuentran en la base del auge del pentecostalismo consiste en que éste
“…ofrece a la población una sociedad de sustitución que le resulta atractiva, porque se
conforma a un modelo conocido, (el de la hacienda) pero renovándolo”, “…es porque la
sociedad pentecostal aparece, desde ciertos ángulos, radicalmente diferente de la sociedad
chilena, y desde otros, muy semejante a ella, que esta denominación religiosa ha
proporcionado una respuesta posible y eficaz a las necesidades del pueblo.”(1, pp.70).
Manuel Canales, et al (2) postulan que esta religión es una solución especialmente
apta para resolver la carencia de sentido e identidad que priman en el mundo de los pobres
y marginados.
Si bien esta descripción se refiere al mundo del pobre, del marginado, difícil sería
encontrar una mejor descripción del medio carcelario para el sujeto primerizo, no
delincuente habitual, débil física y /o mentalmente que acude al ingreso a la IEC como se
acude a un salvavidas.
Sin embargo esta “conversión” tiene un costo, explican los autores de En Tierra
extraña II, que “…La formula mas intensa de esta aceptación (de Dios) se enuncia como
servidumbre y como instrumento suyo. Se es siervo del Señor y se es su instrumento. El
sujeto cancela toda autonomía y la proyecta a lo sagrado. La condición de posibilidad de
salir del mundo -de revivir, de salvar la vida- es renunciar a una identidad autónoma.
La vida recibida es necesariamente una vida debida a otro, a lo sagrado. (2, pp.69).
Sus apreciaciones son coincidentes con Lalive que al considerar las enseñanzas
pentecostales afirma que no implican habilidades de abstracci6n y de conceptualizaci6n
pues “…la enseñanza tendrá entonces por objeto, no los dogmas, sino cierto numero de
creencias; esta enseñanza se hará por medio del aprendizaje de versículos bíblicos
considerados esenciales, y se concentrara especialmente sobre una enseñanza morales
pentecostalismo enseña a creer y a vivir, no a pensar. El fiel recibirá todo un arsenal de
preceptos, mandamientos y prohibiciones, que le describen el contenido de la vida cristiana,
delimitando sus fronteras. (1, pp87)
Esta sumisión a la autoridad del pastor, según Lalive, revive la autoridad del
patrón pues “…insuf1ándole finalidades y valores nuevos, el pentecostalismo ha procurado
una legitimación nueva y vigorosa de la imagen persistente del "patrón" en la sociedad
sudamericana. El pastor, personaje nuevo de la sociedad chilena, llena una funci6n que
la mutación social no ha eliminado, sino que había dejado vacante, con gran sufrimiento
para los ambientes populares.”(1, pp116)...
Más aún afirma Lalive que “…es una característica de las sectas emitir sobre el
individuo una pretensión totalitaria. En el pentecostalismo, las relaciones de dependencia
que implica su estructura social familista y su concepción paternalista y autoritaria
135
del poder, no engloban solamente ciertos segmentos del comportamiento del fiel, sino que
constituyen situaciones fijadas ya tradicionalmente, y que abarcan la totalidad de la
conducta de los individuos. La comunidad pide una integración más mecánica que
orgánica y, si el acto de afiliarse deriva de una decisión personal individual, esta decisión
contiene, implícitamente, una dimisión del individuo, que renuncia a su autonomía
para fundirse con el grupo. Aquí la comunidad pentecostal se aparta de la congregación
protestante tradicional, para presentar, una vez más, estrecho paralelismo con el sistema
social típico de Chile: el de la hacienda. (1, pp.164)
Reafirman esta característica los autores de “En tierra Extraña II” al afirmar que:
“…A la mirada de la planificación del desarrollo y la modernización los pentecostales
representan una paradoja a explicar, una contradicción a resolver. En efecto, en América
Latina la religiosidad popular se ha visualizado desde los inicios de una cierta ciencia
social como una realidad cultural a desaparecer, absorbida y superada en el ethos
moderno: racionalista, secularizante, individualista. Ni razón ni individuo, afirma el
pentecostal: Dios y comunidad vuelven a aparecer con intensidad redoblada.” (2, pp.
12)
La página oficial en Internet de la Iglesia Pentecostal (4) exhibe las siguientes seis
afirmaciones considerándolas artículos de Fe:
En la pagina oficial de la Iglesia se afirma que “El creyente además, para que pueda
vivir una vida consagrada al servicio del Señor, y además sentir el poder y posesión del
Espíritu Santo, debe constantemente, a diario, consagrar su vida libre de pecado, de
contiendas, de palabras vanas y de orgullo, evitando actitudes y acciones las cuales pueden
contristar al Espíritu Santo de Dios” (Efesios 4:29-32; 1° Tesalonicenses 5:19).
Más bien se consideran las buenas obras como el producto de la salvación, no como
un mecanismo para alcanzarla. Expresamente afirmado en la Epístola a los Efesios 2,
versículos 8 y 9
(8) “Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de
vosotros, sino que es don de Dios;
(9) Tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe.”
textual a las escrituras permiten un acceso más fácil y sólido, adecuado al bajo nivel
educacional promedio de sus integrantes en los recintos penales.
La enseñanza por consiguiente tiene “por objeto, no los dogmas, sino cierto numero
de creencias; esta enseñanza se hará por medio del aprendizaje de versículos bíblicos
considerados esenciales, y se concentrara especialmente sobre una enseñanza moral. “(1,
pp.87)
Los rasgos de la IEC que expondremos a continuación se relatarán tal como ellos se
dan en los diversos penales considerados, especificando cuando sea necesario si difiere su
expresión de un penal a otro. Cuando el rasgo descrito de la IEC sea común o similar en
todos los lugares no se especificará mayormente.
Estas funciones u “honras” son rotadas entre los miembros de la comunidad, en los
módulos cada mes y en Colina 1 cada quince días, tratando que todos desempeñen alguna
labor.
Aquel que no desempeña ninguna o es despojado de la actividad que realizaba por
ineficiencia se considera sancionado negativamente.
La indisciplina contra las ordenes del encargado o las riñas entre los miembros de la
comunidad son dirimidas por el encargado, quien usualmente dicta medidas disciplinarias,
amonestarlo privada o públicamente, pedirle que realice oraciones extraordinarias, o un
ayuno extra, suspenderle o quitarle la “honra” o función a cumplir en la comunidad,
enviarlo al hermano encargado de disciplina y en caso de rebeldía y contumacia expulsarlo
del piso, “del pueblo” y enviarlo a vivir con los “gentiles”, en otro piso. (En el caso del SM
del CDP Sur). Gendarmería puede acceder a esto o no, pues el responsable final de la
administración carcelaria son ellos, pero tiende a aceptar dichas disposiciones salvo que el
141
interno este destinado allí por medidas de seguridad y/o peligre su integridad física si es
sacado de allí...
En el caso de los módulos, expulsar al sujeto del piso y enviarlo “al mundo”, a una
celda de “gentiles”, de los pisos inferiores, en general no constituye un gran riesgo, tan solo
una molestia, pues en esos lugares hay menos comodidades y es posible que se llegue en
una situación personal disminuida.
Complica el tema de la expulsión del piso el carácter homosexual de algunos
internos miembros de la comunidad evangélica. En esa época de los 20 “hermanos” que
habitaban allí, al menos 7 de ellos eran homosexuales. Algunos con tendencias pedofílicas,
algunos pasivos y otros de tipo activo. Ser enviados a otro piso podría significar entregarlos
al uso sexual de otros internos, en particular con los homosexuales pasivos que pasan a ser
considerados “caballos” (sujeto que en la relación homosexual desempeña el rol de mujer).
Respecto al sujeto que tiene relaciones homosexuales, pero que desempeña el rol
masculino en la relación no se le considera homosexual sino “caquero” (en referencia a la
suciedad que implica tener relaciones anales homosexuales), es decir que usa a los
homosexuales pasivos o “caballo” para su disfrute sexual.
El homosexual pasivo puede ser “usado” por los delincuentes habituales como
“caballo” y en consecuencia vivir en un piso evangélico puede ser la única protección
disponible. Además que el encargado de la comunidad se ve limitado a expulsarlos por la
negativa del funcionario de Gendarmería a cargo del módulo ante lo previsible que es el
mal destino que significaría para el sujeto homosexual vivir con los “gentiles”.
Sin embargo el gran temor asociado a ser expulsado del piso en el sector Módulos
era que se perdía la “inmunidad” frente al posible traslado a la cárcel de Colina 2, lugar
considerado por los internos peor aun que la población penal común de la Ex –
Penitenciaría, un lugar adonde el delincuente sexual, usualmente un primerizo o no
delincuente habitual, tiene la certeza que será abusado en lo sexual y/o se transformará en
un “perkins” o sirviente sin paga, prácticamente un esclavo, sujeto a “cogoteos” frecuentes.
Personalmente escuché en varias oportunidades al capellán evangélico de los
módulos referirse a la posibilidad de ser enviado al penal de Colina como la potencial
consecuencia de ser expulsado de la comunidad. Utilizaba esta alternativa como una
herramienta de “persuasión” para los rebeldes y contumaces.
Actualmente, habiéndose concentrado todos los hermanos evangélicos en un solo
módulo, el “D”, bajo el sistema APAC al modo pentecostal y con la anuencia de
Gendarmería y la supervisión de los profesionales del área técnica ignoro la evolución de
este sistema de disciplina.
En la Población Penal Común de la Ex – Penitenciaria el sistema de disciplina es
mucho más severo, según todas las personas que entrevisté y que allí estuvieron. Existen
comités y encargados de disciplina. Aquí la indisciplina es castigada duramente con
apremios que consisten en expresiones humillantes, insultos, obligación de hacer ayuno,
efectuar largas oraciones arrodillados y amenazas de expulsión del lugar, llegando incluso
al castigo físico tal como puñetazos en el pecho o golpes con objetos contundentes.
La herramienta final ante la contumacia del “hermano” es la expulsión del sujeto al
mundo de los gentiles. Esta medida extrema constituye enviar al rebelde a la selva a ser
asaltado, golpeado, convertido en un sirviente e incluso en un esclavo sexual en algunos
casos.
142
9.331.- El bautismo.
Para la IEC si el sujeto esta ya bautizado por la Iglesia Católica no sería necesario
realizarlo, pues el bautismo de esa Iglesia es reconocido como válido, pero puede volver a
hacerlo si lo desea, no siendo obligatorio pero si deseable.
Si no esta bautizado debe llevar al menos unos dos meses “caminando”. Aun cuando
no es un requisito imprescindible. Se observa su conducta (respeto al encargado, a los
hermanos, conducta cristiana, asistencia a los cultos y predicaciones, vestimenta adecuada,
etc.) que se vea su deseo de cambio. No es importante que haya seguido cursos. Se supone
que “le nace” servir al Señor. Es un sentimiento y una conducta diaria más que un
aprendizaje conceptual.
La ceremonia demora aproximadamente una hora y se invita a un familiar por
interno. En el lugar se prepara una piscina portátil, se dispone un coro con sus instrumentos
y se actúa de manera similar a la realización de una ceremonia de culto.
El pastor expone el motivo por el cual estas personas quieren ser bautizados,
previamente les ha preguntado públicamente si quieren ser bautizados.
Él explica a los asistentes el procedimiento ritual y mientras lo realiza los coristas
motivan con alabanzas, mas lentas y suaves que lo usual de las ceremonias de culto
acompañando cada secuencia.
143
El ritual busca asemejarse al modo en que la Biblia describe como lo efectuaba Juan
Bautista. Cada bautizado debe vestir una túnica blanca que simboliza el nuevo hombre en
que se convertirá tras bautizarse.
El sujeto es sumergido de espaldas en una piscina sostenido por el pastor que
efectúa el servicio (Usualmente externo, pues se considera que su calidad de venir de la
libertad le concede esa capacidad de bautizar.
El pastor le dice “yo te bautizo en agua en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo”
Después de esto le dan un pedazo de pan y un vasito de vino dulce.
Los sujetos con quienes he conversado dicen sentirse después de esta ceremonia más
creyentes, mas comprometidos, “limpios” de pecado.
Si bien esta ceremonia es frecuente en el sector módulos de la Ex – Penitenciaria, en
Colina 1, en el curso de dos años no he visto que se realice.
1.- “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a
él, y cenaré con él, y él conmigo.”
(Apocalipsis 3,20)
2.- “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y
lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.
144
(Eclesiastés 12,1)
3.- “Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
(San Juan 14.6).
4.- “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
(San Juan 3, 16).
5.- “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser
como blanca lana”
(Isaías, 1,18).
6.- “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para
salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. “
(1ª de Timoteo, 1,15)
7.- “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del
Hombre sea levantado,”
(Juan 3, 14)
8.- “Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para
siempre.”
(Isaías 40, 8)
como celulares u armas bancas, no pelear físicamente, etc.). Esta oración final en conjunto
con los espectadores tiende a reafirmar esta convicción.
Sin embargo explicitar estos prejuicios no implica desconocer que los fenómenos de
manipulación psicológico-emocional existen en estas ceremonias y que algunos (¿muchos?)
de los participantes simulan un fervor inexistente.
9.331.- La exhortación.
Todas las exhortaciones que escuché, en los diversos lugares o penales, siguen un
patrón similar: se comienza citando algún pasaje bíblico que refleje la enseñanza moral
deseada y se trata de enlazar con la situación desmedrada del pecador teniendo un objetivo
evidente: llevar al sujeto espectador a un fuerte estado emocional que culmine con la
conversión o “entrega al señor” y que en términos observables consiste en ir al púlpito en
donde se ubica el pastor, arrodillarse y ser bendecido y acogido por éste en la comunidad.
Diversos factores podrían enumerarse, además, como favorables a la efectividad del
mensaje propuesto, dentro de ellos podríamos citar:
Las continuas “alabanzas” (cantos religiosos) con un gran acompañamiento rítmico,
y manteniendo un nivel de sonido muy elevado, los cantos coreados por todos los
asistentes, el efecto muchedumbre, las exclamaciones de apoyo, la estrechez del lugar, el
calor. Todo contribuye a crear un ambiente cerrado y de alta presión emocional sobre el
asistente. Obliga a estar allí cien por ciento, con todos los sentidos abiertos y en contacto
con los estímulos del ambiente; oído, vista, olfato, tacto. La proximidad física de los otros
es intensa. Se está en y con la comunidad y abstraerse de ella es imposible. Contrasta
enormemente con la liturgia católica en que se busca más la reflexión, el consuelo y la
meditación que la explosión emocional y la persuasión acudiendo a la afectividad.
El origen social y cultural del predicador es semejante al de la audiencia, a
diferencia del sacerdote católico que usualmente es de N.S.E. medio alto o superior. La
autoridad del pastor pentecostal, en cambio, proviene de sus dotes personales, su capacidad
histriónica, su capacidad de expresión verbal, su apariencia y en lo posible, de su
testimonio de vida. La autoridad del sacerdote católico tiene un respaldo más bien
147
Ceñir y/o Ceñirse = vestirse formalmente (ambo, corbata y zapatos) para acudir a
alguna ceremonia.
Ser carnal = Aquel que solo piensa en las cosas de la carne, en la concupiscencia.
Doblar el pantalón = fingir algo que no se es, mentir. No ser hermano de corazón.
Estar apercibido = Estar atento, se llama a estar siempre alerta por la posibilidad
de la pronta segunda venida de Jesús...
En Colina 1.- la escuela dominical esta a cargo de seis internos, que actúan como
monitores y que exponen el tema a tratar escogido de común acuerdo por el obispo externo
y los encargados de cada torre. Se eligen dos pastores o hermanos que viene de afuera en
calidad de profesores.
Se realiza una reunión en la cual se dividen en ocho grupos cada uno a cargo de un
interno designado y/o un pastor externo y en la cual exponen al auditorio el tema acordado.
Al finalizar el encargado de cada grupo da la oportunidad a cualquiera de sus integrantes
para que de gracias a Dios por el asunto personal que estime conveniente. Tanto el nivel
académico como el lenguaje utilizado en este lugar son inferior al de los módulos, es mas
“canero” o vulgar si se quiere expresar así.
El encargado designa un coordinador para dirigir la oración, este asigna a cada uno
de los miembros un conjunto de destinatarios de la oración, y de rodillas se procede a orar:
Se comienza diciendo “en el nombre de nuestro señor Jesucristo” y luego, en orden, cada
uno de los designados improvisa una oración por el bienestar de los destinatarios que le
corresponden. Como en todo rito pentecostal se comienza y finaliza con el clásico “Gloria a
Dios” elevando las manos y repetido tres veces.
9.336.- El devocional.-
En el CCP Colina 1. Llama la atención una actividad que podría denominarse “la
marcha de los hermanos” y que consiste en la manera como se dirigen en columnas a la
Iglesia para los servicios de culto y la escuela dominical de los miércoles.
Describámosla con mayor detalle:
Las mañanas de los lunes, miércoles y viernes los hermanos se forman en el pasillo
central de salida de las torres en columnas de 2, 3 o 4 personas en un número variable de
100 a 150 personas (el total de internos en Colina 1 es de 1600 aprox.) para concurrir a la
Iglesia. Esta construcción destinada a tal fin es de uso común tanto para la IEC como para
la Iglesia Católica. Esta última la ocupa los días martes, jueves y sábado.
Todos los integrantes van vestidos formalmente con ambo, generalmente oscuro, y
corbata. La columna es larga y entonan lemas en muy alta voz mientras esperan que los
funcionarios los dejen pasar al templo. Impresiona al espectador la apariencia marcial de
los integrantes y una cierta agresividad latente en su andar, miradas u actitud general. Muy
diferente a la actitud más bien tímida que manifiestan cuando están solos o en pequeños
grupos.
Una secuencia típica se produce:
Al finalizar este proceso exclaman en conjunto, tres veces, “Gloria a Dios” alzando
las manos.
A la vuelta de la ceremonia en el templo, lo hacen en columnas de igual manera a lo
ya descrito y entonando las mismas exclamaciones.
Los días jueves se realiza una similar marcha pero con alrededor de 30 participantes
que se dirigen a un ensayo de coros.
Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
Hechos de los apóstoles, Cap. 2, 12-13 (5)
Cada fin de mes, en domingo se realiza un culto dominical especial. Este acto se
realiza en la cancha o patio de la torre 4 A.
Este sitio consiste en un lugar abierto con piso de tierra de unos 40 por 40 metros.
Al fondo, contiguo a un galpón de trabajo y en el centro, en el lugar que correspondería a
un escenario de un teatro escenario o al altar de una iglesia común se ubica una orquesta de
al menos unos 10 o 12 músicos, con batería, guitarras, teclado, un cantante y un potente
equipo de amplificación. Al frente de ellos se ubica el predicador y/o coordinador que
dirige esta ceremonia.
A su costado izquierdo se ubican los coristas alrededor de 20 sujetos vestidos
formalmente con ambo y corbata y luciendo una mangillas rojas como distintivo de su
condición. Ellos cantan y tocan panderos con gran entusiasmo.
Frente a ellos, al centro del patio se ubican varias filas de asistentes sentados en
sillas y bancas, en un número de 70 a 100 personas.
Cerca de la reja que separa este patio del pasillo común de todas las torres se ubican
20 a 30 asistentes de pie. En la puerta se ubican los porteros.
La secuencia del rito es similar al de un culto, si bien es más extenso, dura desde las
10:00 AM hasta la 13:00 consistiendo las dos primeras horas en alabanzas a gran volumen
de la orquesta y coristas y solo en la última hora la exhortación y ritos de sanación.
Se llevan a cabo varias instancias de recolección de la ofrenda voluntaria, dos o tres
veces y se llama continuamente a la conversión de los asistentes.
Durante esta ceremonia es usual observar bailes o danzas rituales de diversa índole
(girar sobre si mismo en el lugar, o desplazarse por el patio girando sobre si mismo,
retorcerse inclinándose y elevándose, etc.), individuos exhibiendo la glosolalia (hablar en
lenguas), sujetos en actitud de abstracción mística con sonrisas beatificas en sus rostros y
algunos tocando a otros en sus cuerpos con intenciones de sanación de sus enfermedades.
Los detalles de la exhortación, el comienzo, el desarrollo y el final del rito son
similares a los de un culto ordinario.
“…gente a la espera de que les llegara el Espíritu. Algunos de ellos salían al centro
del escenario dando vueltas, supuestamente poseídos por el Espíritu, pero para mi cumplían
el anhelo de la orgía, del orgasmo que no pueden tener de otra manera ya que en el lugar en
que están podría ser muy mal visto y con eso tienen una excusa de realizar lo que ellos mas
desean. La realización de la carne, el gozo, el júbilo de cuanto tienen mas escondido en el
interior de ellos…”
o incluso delitos tales como reducir objetos robados al interior del penal) que contrastaban
con la conducta y disposición del pastor.
Sin embargo el pastor externo cometió un error de criterio, pues eligió tratar el tema
religioso mediante un análisis teológico moderno, considerando el contexto histórico en la
cual las escrituras se elaboraron y no limitándose a relatar solamente la letra exacta de ella
tal como se acostumbra en los estudios carcelarios. Acercándose mucho al análisis católico
actual y estando en una posición ecuménica moderna no coincidía con las expectativas del
capellán general de los módulos que solo deseaba un análisis textual limitado
.
El encargado del módulo, comenzó a desprestigiar a este pastor externo acusándolo
de opiniones “herejes” que contradecían lo dicho por las Escrituras, el capellán general de
los módulos, creyendo en los informes del encargado y en los testimonios de los internos de
confianza de dicho encargado, despidió al pastor considerándolo “un lobo en la piel de
pastor” que confundía a sus ovejas y exigiendo que aquellos que se manifestaban de manera
positiva frente a éste pidieran perdón públicamente por su “desobediencia” al encargado...
En este punto se han obtenido los datos por referencias de entrevistados que han
pertenecido a la IEC en ese lugar, y sobre los cuales coinciden en la extensión de las
actividades y en la estrictez de la disciplina y procedimientos.
Tomemos como ejemplo la entrevista 01:
“Se levantan a la 7:00 y “presentan el día” (Nota: esta actividad consiste en una breve
oración personal de comunión con Dios, en que se busca limpiar la mente de lo mundano,
dejar de lado los malos pensamientos y presentarse dignamente ante Dios. También puede
hacerse de manera grupal dejándola a cargo de un hermano, generalmente, el responsable
de la pieza o aquel de mejor testimonio)
De 8:00 a 9:00 mate (costumbre muy extendida en las diversas torres) o desayuno.
9:00 Cuenta del funcionario a cargo de la torre
De 9:00 a 10:00 Desayuno (si es que la cuenta se atrasa al realizarse algún allanamiento en
otra torre)
De 10:00 a 11:45 los días miércoles se asiste a la Escuela Dominical (en la Iglesia) con
pastores del exterior)
En ese mismo horario (10:00 a 11:45) los días lunes y viernes se realizan servicios de culto
normales.
En similar horario (10:00 a 11:00) los martes, sábados y domingos se efectúa un “Punto de
Predicación” en cada torre.
A la 12:00 a 12:30 Almuerzo en el Casino.
A las 16:00 s Segundo almuerzo del día
En algunas torres se realiza una oración de 20:00 a 21:00.
Nos relata el artículo “El código secreto para sobrevivir en la cárcel” aparecido en el
Mercurio del 03 de mayo de 2009 (7) que en Colina 2 “…Para ingresar al módulo
especial; los reos deben firmar una carta donde se comprometen a un "sometimiento
sano a la obediencia". Deben seguir la voz de su pastor y de sus líderes internos. Estos
últimos son elegidos por los propios reos y los hay de dormitorios, administración, coros,
talleres y de disciplina.”(7, pág.8)
una cláusula que sancionaba con la expulsión del lugar el mero murmurar o criticar alguna
conducta o expresión del encargado religioso.
Esta imposición de sumisión rebasaba las atribuciones de un simple contrato aún
cuando fuera suscrito por el interno en forma voluntaria.
La libertad para suscribir un acuerdo, condición básica de la validez de un contrato
legal es muy discutible, en este caso por la situación precaria del recluido en un ambiente
peligroso, ya que éste a causa del temor a perder la vida o sufrir daño físico grave y no
tener ninguna otra alternativa disponible opta por refugiarse en la Iglesia Evangélica
debiendo necesariamente suscribir ese acuerdo.
Un acuerdo contractual suscrito en estas condiciones es de una validez muy
discutible, pero aún aceptando su legitimidad, este tipo de imposiciones es contrario a leyes
superiores tales como la Constitución vigente que garantiza la libertad de expresión y al
artículo 146 del Código Penal que expresa “ El que bajo cualquier pretexto impusiere a
otros contribuciones o les exigiere, sin título para ello, servicios personales, incurrirá en las
penas de reclusión menor en sus grados mínimos o medio y multa de once a veinte U.T.M.
La vigencia del “contrato” citado ignoro si aún subsiste, si ha sido visado
legalmente por el Ministerio de Justicia y si es conocido por los organismos defensores de
los derechos humanos.
Asimismo es dudosa la promesa verbal que se les hace a los “hermanos” reclutados
que dicha incorporación al sistema APAC constituirá “hacer conducta” de tal valor que
les permitirá obtener en forma preferente beneficios intrapenitenciarios.
El otorgamiento de dicha recompensa es materia exclusiva de los organismos
técnico-profesionales de las unidades penales y de los funcionarios a cargo en base a sus
criterios que pueden diferir de aquellos sostenidos por la IEC. Es sabido, por ejemplo, que
aquellos condenados por delitos sexuales no son candidatos a recibir dichos beneficios y
usualmente son excluidos por los organismos técnicos. En estos casos la capellanía
evangélica ofrece la garantía de no ser trasladados del módulo o lugar adonde se aplica el
sistema APAC a penales comunes donde el recluido por delitos de ese carácter son víctimas
de los presos comunes, mientras mantengan la disciplina exigida.
En todo caso la buena conducta resultante del ambiente disciplinado de los lugares
controlados por la IEC permite la reducción de condena otorgada por la ley 19856 a los
internos que manifiesten dicho comportamiento. Afirma la capellanía evangélica que
“…Hasta la fecha, 50% de los internos evangélicos ha disminuido su condena…” (8)
Si bien puede ser motivo de dudas afirmar que la pertenencia a la IEC produzca
rehabilitación en los términos que lo entiende la institución carcelaria, si puede afirmarse
que produce “buenos presos”, es decir individuos que se comportan bien mientras
permanecen en prisión o al menos mientras están sujetos a la disciplina de la IEC.
"Yo le doy mi parecer a quienes están en la religión evangélica y creo que su avance
es por la religión (...) la religión es un instrumento, pero como apoyo para mejorar
la condición de los reos evangélicos que sólo desean protección….”
"Cuando ingresan a la cárcel, los internos se “encarpan”. Esto quiere decir que se cubren
de alguna forma para sobrevivir. Una opción es unirse a una 'carreta' que es una especie de
familia que protege al nuevo interno de las adversidades del recinto y la otra es unirse a la
religión evangélica", según comenta Patricio Marchant, Jefe de Clasificación del Centro de
Detención Pública Santiago Sur.
Según el capellán nacional evangélico Sr. Mussiett, el "20% de los fieles están por
protección, 20% quiere cambiar y un 60% es fiel al credo".
“Es una manera de sobrevivir aquí, para las personas que vienen por el delito
sexual, o ladrones no conocidos o personas que han tenido problemas y deben refugiarse
allí. La manera de vestirse formal y con corbata es para distinguirse y protegerse.”
“Hay un pequeño numero de personas que son “choros” (delincuente habitual), que
han peleado, y que cuando están mayores el cansancio de esa vida les ha llevado a
“convertirse”, ellos son respetados porque se sabe que son evangélicos de corazón, no por
temor”
Según Mussiett, (Capellán Nacional Evangélico) "20% de los fieles están por
protección, 20% quiere cambiar y un 60% es fiel al credo".
Mussiett, acepta que "muchos se ocultan tras la religión, pero como cumplen con el
reglamento, ellos creen que Dios los puede cambiar
Durante el segundo semestre del año 2008 y durante el segundo semestre de 2009
ocurrieron dos hechos que podrían darnos elementos de juicio para colegir cuales son las
160
A fines de agosto de 2009, en este lugar, Colina 1, que consta de las torres números:
3 – 4 – 5 y 6 y en la cual viven alrededor de 1600 internos, una de dichas torres, la Nº 6,
fue desmantelada para reparaciones.
Los sujetos que allí habitaban fueron distribuidos en las torres restantes aumentando
bruscamente el nivel de hacinamiento. Si agregamos el hecho que los sujetos de esa torre
desocupada estaban constituidos por los denominados “elefantes” (sujetos de condenas
altas, sobre 15 años y los perpetuos) amén de otros de alta peligrosidad, la situación
general se tornó muy violenta y peligrosa.
Otros, al ser obligados por los recién llegados a recibirlos en sus celdas, fueron
progresivamente acorralados y ante las amenazas e incluso palizas debieron huir de su
habitación.
Algunos de los recién llegados y algunos de los antiguos habitantes (en especial los
grupos de jóvenes delincuentes habituales llegados de la Ex --Penitenciaria en 2008)
constituyeron agrupaciones denominadas “barcos” cuya finalidad consistía en hacerse
fuertes, mantener sus piezas y en lo posible apoderarse de las contiguas para vivir mas
cómodos (en algunos lugares se llegó a dar el caso de un interno por pieza destinada a 4 y
en otras 6 o 7 durmiendo 3 de ellos en el suelo) e intentar incluso manejar pisos completos
mediante la intimidación física.
Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará
por su vida.
.
Job, 3-7 (5)
1.- Doris Cooper (Socióloga con vasta experiencia en temas carcelarios) en su libro
“Criminología y delincuencia femenina en Chile”, LOM editores, 2002, Pág. 275, nos dice
lo siguiente:
“Es importante destacar que en el caso de los varones reclusos, las agrupaciones de
evangélicos externas a las unidades, suelen realizar un intenso trabajo religioso captando
mas adeptos que en las unidades femeninas. Esta religión se caracteriza por generar grupos
intensamente solidarios que permiten el refugio de a) los arrepentidos (en general no
ladrones); b) los amenazados por el hampa, ya sea de muerte o de ser violados; c) los
esquizoides, esquizofrénicos y paranoicos, y d) los que buscan la salvación de la soledad y
el desamparo total. Se trata de un grupo religioso que permite entrar en trance en el
163
a) los arrepentidos (en general no ladrones, o en otros términos que consideramos mas
exactos, no delincuentes habituales).
Si bien en esta alternativa se incluye a los “arrepentidos”, es decir los que buscan
abandonar su vida de delincuente aspirando a una conversión religiosa y social, Doris
Cooper especifica “en general no ladrones”, en otras palabras, en general no delincuentes
habituales sino que “primerizos” en condenas, sujetos no delincuentes condenados a delitos
por impulso y falta de autocontrol (homicidios, lesiones, etc.) o delincuentes solitarios no
integrados al mundo común del hampa. Los escasos delincuentes habituales considerados
“choros” que han ingresado por una genuina conversión son particularmente respetados
dentro del ambiente carcelario pues no han ingresado por temor.
“….Hubo una predicación de un pastor que había estado preso, y habló de la parábola del
hijo prodigo, me sentí en ese momento quebrado por dentro, me di cuenta lo que había
hecho sufrir a mis padres, de que había destruido mi vida, que solo había andado en el
pecado. Me puse a llorar y me arrodille, prometiendo andar por el buen camino en el
futuro….”
búsqueda de un refugio son recurrentes. Esto se acentúa en las unidades penales con mayor
peligrosidad ambiente, en donde las posibilidades del recluido de ser dañado físicamente
son mayores.
Por ejemplo:
RESPUESTA 01: “En la calle donde llegué y después de tener problemas allí un
suboficial, al cual estoy muy agradecido me dijo que allí estaría bien y seguro y me llevo a
ingresar. Allí encontré tranquilidad y empecé a “caminar”, conociendo la palabra de Dios”
NOTA: Se comenta entre los internos que fue abusado sexualmente por otros internos,
“cogoteado” (es decir que le robaron sus pertenencias).
RESPUESTA 02. “Llegué a la calle 14, un lugar horrible y después en la galería 6, habían
riñas a cada rato, muertes, drogas. Viví con los hermanos por que encontré un amigo allí,
pero al poco tiempo decidí “caminar”. Lo hice por estar mas tranquilo, por estar mas
seguro. Mis “compañeros” (así se denominan los cómplices) murieron; a uno de ellos lo
mataron de una cuchillada en una pelea y el otro se suicidó en el castigo. Esto me dio
miedo, no quería terminar así y comencé “a caminar”. Tal vez si hubiera estado la Iglesia
católica dentro de la cárcel, habría ingresado a ella. Pero ellos solo vienen y se van, en
cambio la iglesia evangélica permanece con nosotros.”
Es frecuente observar entre los “hermanos”, algunas de las conductas más evidentes
de las manifestaciones de la sintomatología descrita por algunos autores como característica
de estas anomalías siquiátricas, en particular los delirios y las alucinaciones.
de la IEC. Es probable que exista una interacción entre los individuos con alguna patología
que les predispone a ingresar a la IEC y las prácticas rituales de esa iglesia que activan aún
más sus predisposiciones morbosas.
Otro caso que observé durante mi permanencia en los módulos fue el caso de “H”.
Un hombre de unos 55 años, alto, fornido, condenado a 20 años de prisión por cometer un
homicidio calificado en la persona de una mujer.
Este sujeto afirmaba escuchar las voces de Dios, cuya presencia divina se
manifestaba a través de numerosas experiencias personales. Incluso.
Según comentarios de sus compañeros de celda, “H” afirmaba haber sido impulsado
a matar a dicha mujer no tanto por haber ella rechazado sus proposiciones amorosas sino
que por su ascendencia judía y haberse burlado de su carácter de evangélico.
Debido a su edad y conocimientos religiosos estaba encargado de administrar la
disciplina a miembros rebeldes sancionados del módulo.
Posteriormente fue trasladado a otro módulo a raíz de quejas de los compañeros de
celda, adonde él era “el servidor de pieza” (el de mayor rango y autoridad), afirmando ellos
que “H” los mantenía amenazados con castigos físicos y les obligaba a rendirle pleitesía
arrodillados pues se decía enviado por Dios.
Son evidentes los problemas siquiatricos de “H”, y la activación aún mayor de
dicha patología al interior de la IEC.
Este factor de atracción es muy importante, sobre todo en lugares sin mayor comunicaron
hacia el exterior, en internos desvalidos o que no reciben visita y en lugares en donde no
existe una alternativa religiosa, por ejemplo católica o laica que entregue similares
prestaciones
4.- Su metodología de trabajo:
“Se trata de un grupo religioso que permite entrar en trance en el desarrollo de sus
oraciones, canciones y percusiones musicales reiterativas, al punto de lograr un estado
hipnótico colectivo y en consecuencia incrementa hasta el límite la potencialidad del
sentimiento de solidaridad.”
En diversas partes de esta Tesina han sido descritos sus conductas al respecto y las
potencialidades de catarsis obtenidas por sus practicas religiosas así como las
consecuencias de las manifestaciones públicas que lindan con lo orgiástico y que generan
un ambiente altamente influyente en la psiquis de los individuos, en particular considerando
su situación de deprivacion física y sicológica propia de la reclusión y el alejamiento de los
lazos familiares. La generación del “sentimiento de solidaridad” como lo denomina D.
Cooper es evidente y genera un “sprit de corps” superior al de las asociaciones o “barcos”
constituidos por los delincuentes comunes.
Sintetizando la visión de Doris Cooper ella percibe en el ingreso a esta Iglesia una
mezcla de beneficios instrumentales materiales y un beneficio igualmente instrumental al
obtener refugio frente a la agresión de los demás internos. Considera además como muy
importantes la acción sistemática de los pastores externos y las técnicas de persuasión
empleadas. Temas que ya hemos tocado anteriormente.
Podríamos agregar al enfoque de Doris Cooper como un factor esencial la carencia
de alternativas religiosas que sean tan útiles instrumentalmente como la IEC para los
internos.
En el sector población común de la Ex –Penitenciaria el único refugio para el
desvalido lo constituyen las calles de “hermanos” evangélicos, no existe una alternativa
católica o laica al respecto. Llegando a tener una preponderancia evidente y asistencias
masivas a los cultos y predicaciones.
Sin embargo donde si existe esa alternativa, por ejemplo en el sector módulos de la
misma Ex – Penitenciaria, adonde existe una acción permanente y sistemática de la
fundación “Carlos Oviedo”, que organiza frecuentes actividades religioso-formativas y
presta servicios personales gratuitos a los internos a través sus voluntarias (mensajeria
telefónica a familiares, consuelo personal, envío de cartas al exterior, etc.) amén de la
realización de una misa dominical masiva en el gimnasio común a todos los módulos y que
permite el contacto de los habitantes de los cuatro módulos, los cuales por estar
reglamentariamente aislados entre sí, solo tienen acceso al contacto personal a través de las
actividades religiosas, el porcentaje de “hermanos” decrece y la asistencia a misa dominical
católica dobla a su competencia evangélica (200 asistentes respecto a los 100 evangélicos
activos en una población total de alrededor de 800 individuos).
Afirma el autor que “…The principal American studies concerning the effects of
religion on morality indicate that there is no relation between Sunday school attendance
and honesty or other character traits such as cooperation, self control, etc... In fact, it is
usually found that a higher proportion of delinquents and criminals report religious
affiliation or activity than the rest of the population.” (11, pag. 160) “
Además el autor agrega que “…many subjects will exaggerate their religious
connections in order to preserve their social status or make a more favourable impres-
sion on authorities”
Esta clase de exageración, nos dice el autor fué reportada por Clemmer en su
estudio de la prisión concluyendo que los “… inmates of penitentiaries often attend
religious services in order to achieve a break in the routine of their lives and use the
services as "recreation." In such cases as these the function of religious participation
evidently varies from its expected role. It appears then that the majority of inmates are reli-
giously insincere.”. (11, pág. 160)
Concluye el autor que la iglesia solo tiene efecto en la reducción del crimen y la
delincuencia “if the criminal has accepted the church and its teaching as an integrated
part of his whole personality” Si ello no ocurre esas enseñanzas no tendrán sentido y
la iglesia servirá para muchos propósitos excepto aquellos de instrucción moral. No
debe entonces sorprendernos que “…religious affiliation and criminal behavior are so
highly correlated.” (11, pág.161)
Assumption 1: Individuals act rationally, weighing the costs and benefits of potential
actions, and choosing those actions that maximize their net benefits.
Assumption 2: The ultimate preferences (or "needs") that individuals use to assess costs
and benefits tend not to vary much from person to person or time to time.
Assumption 3: Social outcomes constitute the equilibria that emerge from the
aggregation and interaction of individual actions. (12, pp.26)
Supuesto 4.- Las limitaciones toman una amplia variedad –precios explícitos e
implícitos, ingresos y habilidades, físicas y capital, gobernando la tecnología tanto la
producción domestica como la industrial, etc.
Analicemos cada uno de estos puntos y como se pueden interpretar los hechos
descritos respecto a la afiliación a la IEC.
El supuesto 1 nos dice que todo ser humano actúa racionalmente, estimando los
costos y beneficios de sus acciones potenciales, y eligiendo aquellas acciones que
maximizan sus beneficios netos.
cumplen con el reglamento, ellos creen que Dios los puede cambiar.” (Tesina, págs. 144-
145)
La casi totalidad de los internos evangélicos con las cuales he convivido por cuatro años y
con los cuales he mantenido frecuentes conversaciones, asimismo lo que expresan la
entrevistas formales realizadas confirman el común denominador en el ingreso… el
temor.
Entrevista 02: “En la calle donde llegué y después de tener problemas allí un
suboficial, al cual estoy muy agradecido me dijo que allí estaría bien y seguro y me llevo a
ingresar. Allí encontré tranquilidad y empecé a “caminar”, conociendo la palabra de Dios”
NOTA: Se comenta entre los internos que fue abusado sexualmente por otros
internos, “cogoteado” (es decir que le robaron sus pertenencias).
Entrevista 04: “Yo ingrese en la Peni. Imagínese lo que era vivir con la cuchilla bajo
la almohada esperando que alguien me atacara o tratara de quitarnos la pieza. Dormíamos
20 o 25 en un lugar chico. Llegar a un lugar limpio, seguro, fue una gran cosa. Además allí
encontré la esperanza, cuando a una persona joven como yo se la condena a 20 años (esa
era la condena inicial) el mundo se le viene encima. Después que ingrese el tribunal me la
rebajo hasta la que ahora cumplo, 12 años”
mataron de una cuchillada en una pelea y el otro se suicidó en el castigo. Esto me dio
miedo, no quería terminar así y comencé “a caminar”. Tal vez si hubiera estado la Iglesia
católica dentro de la cárcel, habría ingresado a ella. Pero ellos solo vienen y se van, en
cambio la iglesia evangélica permanece con nosotros.”
Entrevista 11: “El año 95 en la penitenciaria tuve una pelea a cuchillo, resulté herido
de gravedad y al ser dado de alta me ofrecieron irme con los hermanos, en esa época irse a
una galería de aislados era feo, se miraba como cobardía, pero me fui con ellos. Me gustó lo
que vi., lo que escuche, e incluso predicar. Dure tres meses hasta que me pelee con un
hermano y me expulsaron. Después salí en libertad. Siete años después nuevamente en la
cárcel, ahora en Colina 2, estuve 40 días en los castigos por un intento de motín que me
atribuyeron, allí me pegaron los otros presos, y un gentil me dijo “¿porque no caminas?”, lo
pensé y me metí nuevamente a la iglesia evangélica. Adonde estoy ahora.”
En la entrevista 10 leemos:
En la entrevista 12 leemos:
En tal sentido podemos afirmar que la casi totalidad de los testimonios recogidos en
las entrevistas atribuyen el ingreso a la IEC a situaciones de riesgo personal, de temor, o en
algunos casos a la búsqueda de comodidad personal.
En este sentido explicar la elección del camino de la IEC supondría averiguar cuales
son los constraints diversos que existen al interior de una cárcel que explican que algunos
individuos opten por la opción religiosa, otros por el camino de los rebeldes, algunos por el
camino de los innovadores y finalmente unos pocos por la senda solitaria del aislado.
Una muy buena descripción de cuan diversa es la situación ambiente de una cárcel
para diferentes tipos de encarcelado la refleja el siguiente texto tomado del artículo de
Cesar Barros Leal, ya reproducido en el punto 2 de esta Tesina, quien cita las palabras del
jurista Teodolindo Castiglione:
En este sentido, para algunos ese ambiente será algo de la cual deben huir, en
cambio para otros la cárcel será un acogedor segundo hogar adonde se puede vivir
cómodamente.
La alternativa más probable, entonces, para los marginados, los débiles, los
primerizos será preferentemente aquella que les permitirá sobrevivir en seguridad y relativa
comodidad, aún cuando deban sacrificar la poca libertad personal remanente al interior de
una prisión, será el ingreso a la Iglesia Evangélica Carcelaria.
Este hecho es graficado con lo sucedido en las dos experiencias cruciales expuestas
en el punto 9.5 de la Tesina, en donde la deserción masiva correspondió al ingreso a un
lugar de menor peligrosidad relativa. En forma correspondiente aumento el ingreso cuando
el entorno se volvió más peligroso.
Esta situación fue graficado en la experiencia crucial del cambio desde la Ex-
Penitenciaría hacia Colina 1 un sector de baja peligrosidad relativa con respecto a la
población penal común de la Ex – Penitenciaría, la consiguiente deserción masiva de
“hermanos” de la IEC y la conducta muy agresiva que manifestaron posteriormente. (ver
punto 9.5 de esta Tesina)
El ingreso a la IEC surge entonces como una acción racional instrumental que
responde a un constraint que amenaza la integridad física del individuo, ya sea directamente
174
RESPUESTA 03: “Me di cuenta de los problemas que venían en mi pieza y le pedí al
encargado que me aceptara, allí estoy tranquilo, aunque la disciplina es mas rigurosa que en
los módulos, pero creo que es mejor así, que todo funciona mejor, en las tardes nos dejan
algún tiempo libre, de 14:00 a 16:00”.
Un caso extremo es el de, llamémoslo, “D”. Este individuo llegó a Colina 1 desde
la población penal de la Ex –Penitenciaria, a poco andar desertó y junto con otros “ex
hermanos” constituyeron un “barco” o grupo organizado alrededor de una “carreta”
altamente agresivo.
Tras una medida disciplinaria que expulsó del lugar a la totalidad de sus
“compañeros” del barco, quedó solo. Varios de los afectados por sus fechorías mientras
estaba respaldado por sus compañeros comenzaron a reaccionar y ante la posibilidad
evidente de las justas represalias y ser expulsado de su pieza y del piso “D” invitó a dos
“hermanos” a vivir con él y reingresó nuevamente a la IEC. Con actitudes algo rebeldes al
comienzo pronto asumió una conducta de mansedumbre “evangélica”, asumiendo el papel
de mozo de aseo, recogiendo la basura. Posteriormente abandonó esa humilde tarea y se
dedicó a vender dulces y otros comestibles, siempre manteniéndose como
“hermano”.Actualmente trabaja “para la casa” como mozo del rancho. Un “buen preso”
indudablemente…
PREGUNTA 02. ¿Cómo han ido las cosas en su pieza después que se fue C… de allí?
RESPUESTA 02: “Mal, muy mal, el sujeto me golpeó porque no quise lavar la loza usada
para almorzar.”
RESPUESTA 03. “No, me amenazó con sus amigos y no me atrevo, estoy buscando otra
pieza para cambiarme.”
PREGUNTA 04. ¿No ha pensado hacer lo que hizo C. “ponerse la corbata” (ingresar a la
Iglesia Evangélica)?
sentimiento de obligación hacia lo que considera su deber, sin tener en cuenta las
consecuencias que puede acarrear la realización de su ideal.” (13, Pág...31),
Salvo esta única excepción, las conductas de la mayor parte de los reclusos
correspondieron a los postulados de la TER y sus corolarios lógicos, tanto al describir
algunas de sus características personales, en particular su nivel de capital humano
delincuencial así como al transcribir sus razones para ingresar.
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
1.- LALIVE D’EPINAY, Christian, “El Refugio de las Masas. Estudio Sociológico
del Protestantismo Chileno”. EDITORIAL DEL PACIFICO, S. A. SANTIAGO DE
CHILE.1966.
2.- CANALES, Manuel; PALMA, Samuel: VELELA, Hugo. “En Tierra Extraña II. Para
una sociología de la religiosidad popular protestante. Editorial Amerind. 1991.
3 – BRUCE, Steve. “Choice and Religion. A critique of Rational Choice Theory”. Oxford
University Press.1999.
5.- BIBLIA, La. Nueva Biblia de Jerusalén. Edit. Desclée de Brouwer. Bilbao.1975
10.- CONCLUSIONES.
Que permite que muchos internos disfruten de seguridad personal y una vida más
cómoda al interior de los penales.
Que entre ellos se dan relaciones interpersonales de baja agresividad asimismo con
los “gentiles” o sujetos no pertenecientes a su organización.
Que provoca comportamientos gregarios, solidarios y de sometimiento a la
autoridad complementarios con los intereses de la institución de promover la disciplina
interna.
Que florece particularmente en lugares en donde la acción de control de
gendarmería y la presencia del estado que garantiza la seguridad de los internos más débiles
es escasa o inexistente.
Que su accionar genera una segmentación “artesanal” surgida de los propios
internos para solucionar el vació de poder que deja la no-presencia temporal del Estado a
través de sus representantes en los largos periodos de encierro, en particular en los penales
de elevado hacinamiento y escasa segmentación.
Que toda la evidencia y la participación observante del autor apoyan la convicción
que la labor del funcionario uniformado es vital no solo para la custodia de los internos sino
para su cuidado.
Por ejemplo en entrevista 02 el entrevistado nos dice: “…En la calle donde llegué y
después de tener problemas allí un suboficial, al cual estoy muy agradecido me dijo que allí
estaría bien y seguro y me llevo a ingresar. Allí encontré tranquilidad y empecé a
“caminar”, conociendo la palabra de Dios”
La labor del funcionario que debe actuar como policía, pues debe prevenir y
sancionar los ilícitos que se cometen al interior de los penales le confiere la calidad de
protector del interno más débil. Hay una frase de uso común entre los internos “el peor
paco es el mismo preso” reconociendo en esa frase que, parodiando a Hobbes, que el
interno es el lobo del interno.
Que existe el riesgo que en los lugares de alta peligrosidad ambiente la IEC derive
en comportamiento autoritario excesivos que provocaran la natural ira contenida en los
sometidos a ella y que eventualmente se descargará al salir en libertad.
Que su acción al ligarse a funciones sociales básicas no cumplidas por la institución
revierte temporalmente el proceso general de secularización de la sociedad global.
Que su crecimiento se vera limitado con la implantación de la nueva arquitectura
penitenciaria que hará menos útil su sistema de segmentación casera
El futuro….
Junto con ello, permite desarticular a grupos de alto riesgo para la seguridad de estos
recintos.” (1, pag. 297)
Para finalizar, dice el documento dice que, “…es necesario señalar, que el cambio
de situación de hacinamiento a mejores condiciones de habitabilidad, genera impactos
disímiles en el tiempo y múltiples modificaciones y transformaciones en la cultura
carcelaria, que facilita la irrupción de estrategias diferenciadas en la población penal, para
enfrentar el proceso de reclusión. Ante esto, se instala el desafío para la institución de
poseer estrategias de intervención técnica y de gestión también diferenciada y
sostenible en el tiempo para lograr la eficacia de los cambios generados por la
infraestructura.” (1, pag. 299)
Nos relatan los investigadores que “…observamos que ha existido una constante
presión desde los internos por recuperar espacios que sienten que les pertenece y, en
donde han reproducido aspectos de la cultura carcelaria. Un espacio que la administración
penitenciaria ha cedido producto de los cambios en la toma de decisiones y de su opción de
no intervenir en aquellas situaciones que se consideran como aspectos normales al interior
de un recinto penal. (…), por ejemplo, en la irrupción y permanencia de las denominadas
carretas, en determinados módulos del Complejo.”
No nos puede sorprender que sea inevitable la irrupción de algún grado de lo que
hemos denominado “libertad intrapenitenciaria” para compensar el control de los
funcionarios y neutralizar el efecto de deterioro de la privación de libertad.
Es una incógnita el resultado final de esta manera actual (¿?) de concebir las
prisiones. Por un lado al aumentar el control de los funcionarios sobre los internos, se
eliminan los efectos negativos de la existencia de una cárcel informal y paralela controlada
por los reclusos mas violentos, con el consiguiente beneficio para los más débiles y
facilitando una posible resocializacion “positiva” planificada por la institución.
182
Sin embargo esta nueva (¿?) arquitectura penal al disminuir los ámbitos de libertad
de los internos genera el consiguiente peligro de aumentar el deterioro psicológico como
efecto de las largas horas de encierro y aislamiento.
Ignoro estadísticas al respecto pero he escuchado muchos rumores que en las nuevas
cárceles los suicidios han aumentado drásticamente.
¿Cuál será el resultado final de esta nueva política antidelincuencia de estimular por
un lado el aumento de los condenados a privación de libertad y la aplicación de condenas
de mayor severidad y por otro restringir los beneficios tanto intrapenitenciarios como las
libertades condicionales que permiten una salida anticipada a los reclusos que demuestren
una posible rehabilitación?
Por otro lado en estas nuevas condiciones de mayor control del funcionario del
ámbito conductual del interno hacen aún más importante la función del personal
uniformado a cargo directo de los recluidos.
Este hecho nos remite a la creciente consideración que debería tener este elemento
clave del funcionamiento carcelario y consideramos relevante una breve exposición de su
función en una sociedad democrática.
Un estudio realizado en Inglaterra (3) nos indica que es necesario enfatizar que
“…La gestión penitenciaria debe actuar dentro de un marco ético. Sin un fuerte
contexto ético, esa situación en la que a un grupo de personas se le otorga una
considerable autoridad sobre otro, puede fácilmente devenir en un abuso de poder.”
no hay que olvidar que “… El elemento fundamental de la gestión penitenciaria es la
gestión de seres humanos, tanto funcionarios como reclusos. Esto implica que hay
cuestiones que trascienden la eficacia y la eficiencia. Al adoptar decisiones acerca del
tratamiento de seres humanos, la primera pregunta que debe formularse es: ¿Es correcto lo
que estamos haciendo?’.(3, pp.13).
Si bien “… las prisiones no pueden elegir a sus reclusos ( ya que ) tienen que
aceptar a quienes los tribunales o las autoridades judiciales les envíen (…) sí pueden
elegir a su personal. Es esencial que los funcionarios sean cuidadosamente elegidos, y
adecuadamente capacitados, supervisados y apoyados.
183
Para finalizar esta Tesina debemos transcribir dos párrafos de este interesante
estudio:
“…En las democracias, la ley sostiene y protege los valores fundamentales de la
sociedad. Uno de los valores más importantes es la dignidad inherente de todos los seres
humanos, sea cual fuere su situación personal o social. Una de las pruebas más fehacientes
de este respeto por los valores humanos reside en el modo en que la sociedad trata a
quienes han infringido, o han sido acusados de infringir, la legislación penal. Se trata de
personas que muy bien pueden haber demostrado una absoluta falta de respeto por la
dignidad y los derechos de los demás. El personal penitenciario, en representación de la
sociedad, tiene un papel especial en el respeto de su dignidad, por más terrible que sea el
delito que hayan cometido.
Este principio de respeto por todos los seres humanos, sea cual fuese el crimen de
que se los acuse, fue articulado por un famoso ex-recluso, el ex-presidente de la República
de Sudáfrica, Nelson Mandela:
“Suele decirse que nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber
estado en una de sus cárceles. Una nación no debe ser juzgada por el modo en que
trata a sus ciudadanos de más alto rango, sino por la manera en la que trata a los de
más bajo…” (4)
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:
1.- MADRIAZA, Pablo; GARCÍA, Mauricio. “Sentidos de la violencia a partir del discurso
y trayectoria social de reos”. Tercer Simposio Nacional de Investigación sobre Violencia y
Delincuencia, 4 y 5 de Octubre de 2006. Santiago. Instituto de Sociología Pontificia
Universidad Católica y Fundación Paz Ciudadana, Págs. 125 a 144. Edición digital.
2.- RAMÍREZ, Claudia. “El look de la cárcel. Seguridad y rehabilitación.” (Periodista
Revista BIT. BIT 47 Marzo 2006. Documento en Internet.
3.- COYLE, Andrew. “La administración penitenciaria en el contexto de los derechos
humanos. Manual para el personal penitenciario”. International Centre for Prison Studies.
Editado por el Centro Internacional de Estudios Penitenciarios. Londres. Reino
Unido.2002: www.prisonstudies.org © Andrew Coyle 2002.
4.- MANDELA, Nelson, El largo camino hacia la libertad, Barcelona, Círculo de lectores,
1995)
11.- BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA EN LA TESINA
184
AGASSI, Joseph, Methodological Individualism. The British Journal of Sociology, Vol. 11,
No. 3 (Sep., 1960), pp. 244-270 Published by: Blackwell Publishing on behalf of The
London School of Economics and Political Science.
ÁVILA, José María, “Camino a la Cárcel. La Crisis del Sistema Carcelario. La Nueva
Delincuencia en Chile. Ediciones SEI, Santiago de Chile, 1991, 92 págs.
BRUCE, Steve. “Choice and Religion. A critique of Rational Choice Theory”. Oxford
University Press.1999.
CANALES, Manuel; PALMA, Samuel: VELELA, Hugo. “En Tierra Extraña II. Para una
sociología de la religiosidad popular protestante. Editorial Amerind. 1991.
DELIUS, Christoph, et al. Historia de la filosofía: desde la antigüedad hasta nuestros, Edit.
Könemann, Germany, 2005.
DÍAZ, Felipe; BANCALARI, Ximena. “Evangélicos llegan al 27% de los reos chilenos y
se concentran en rehabilitación”. La Tercera. Edición Digital. Fecha: 2009-03-15. Tema:
Iglesia y sociedad.
DURKHEIM, Emile “De la División del Trabajo Social.”. Editorial Schapire S.R.L. Bs.
Aires. 1967.
DURKHEIM, Emile, Las Reglas del Método Sociológico, Editorial Dedalo. Bs. Aires.
1959.
ESCAFF SILVA, Elías, “Cárceles en Chile: Consideraciones respecto a las drogas, sexo y
el V.I.H.”, Revista Chilena de Ciencia Penitenciaria y de Derecho Penal, Marzo –
Diciembre de 1995, Nº 21, 3ª Época.
IANNACCONE, Laurence R., Cap. 2. “Rational Choice. Framework for the Scientific
Study of Religion”. Aparece en YOUNG, Lawrence A. Editor. Rational Choice Theory and
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KAPLAN, Robert D. “Viaje al futuro del Imperio”, Ediciones B, S.A., 2001. Suma de
Letras S.L. 636 páginas.
LALIVE D’EPINAY, Christian, “El Refugio de las Masas. Estudio Sociológico del
Protestantismo Chileno”. EDITORIAL DEL PACIFICO, S. A. SANTIAGO DE
CHILE.1966.
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