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Pontificia Universidad Católica de Chile


Facultad de Ciencias Sociales
Instituto de Sociología

SOBREVIVIR EN PRISIÓN.
Formas de adaptación a la vida en prisión:

Participación activa en la Iglesia Evangélica Carcelaria (I.E.C.).

¿Camino de rehabilitación o adaptación instrumental?

POR

GUIDO EDGARD OÑEDERRA OÑEDERRA.

Tesis presentada al Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile


para optar al grado académico de licenciado y el título profesional de sociólogo.

Profesor guía Vivianne Dattwyler

Diciembre de 2009

Santiago de Chile, Chile

© 2010 GUIDO EDGARD OÑEDERRA OÑEDERRA.

Se autoriza la reproducción total o parcial, con fines académicos, por cualquier medio o
procedimiento, incluyendo la cita bibliográfica del documento.
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“LASCIATI OGNI SPERANZA VOI CH’ENTRATE”

Dante Alighieri. Divina Comedia. Canto III.

“ITA IN VITA IN LUSU ALESE PESIMA JACTURA ARTE


CORRIGENDA EST”

(Antiguo aforismo latino: En la vida, como en un juego de


azar, el arte consiste en sacar partido de los lances más desafortunados.)

“RESPONDIENDO SATANÁS, DIJO A JEHOVÁ: PIEL POR PIEL, TODO


LO QUE EL HOMBRE TIENE DARÁ POR SU VIDA.”

Job 2,4
3

AGRADECIMIENTOS.

Mi inmensa gratitud a las autoridades de nuestra Pontificia Universidad Católica por


la oportunidad para elaborar esta tesina y así obtener el título de sociólogo y el grado
académico de licenciado en Sociología. En particular agradezco al Rector Sr. Pablo Rosso,
al Decano del área Cs, Sociales Sr. Pedro Morande, al Director del Instituto de Sociología,
Sr. Eduardo Valenzuela y muy especialmente a la Sra. Vivianne Dattwyler, mi profesora
guía, por su comprensión y paciencia.

Asimismo agradezco el que dicha posibilidad fuera aceptada por el Director de


Gendarmería, Sr. Alejandro Jiménez M. y los representantes de los organismos técnicos de
la institución que él dirige, dándome las facilidades necesarias para ser considerado como
un alumno provisional externo de la PUC y tener acceso una o dos horas a la semana a la
red de Internet, con el fin de obtener información acerca del tema a tratar en esta tesina y
eventualmente recibir y enviar mails a mi profesor guía.

La conexión por Internet se concretó gracias a la cooperación del Liceo Penal a


quien debo gratitud en el nombre de su Director Sr. Manuel Valdés y al profesor Sr.
Cartagena encargado de supervisar el correcto uso del servicio.

No puedo olvidar agradecer las útiles sugerencias y la buena disposición del


Sociólogo Sr. Roberto Valdebenito S. Jefe de Clasificación del CCP Colina 1.

Debo agradecer sobremanera la colaboración y estímulo del Sr. Bibliotecario Don


Raúl Naranjo a cargo de la Biblioteca Pública Nº 158, existente al interior del penal, lugar
en el cual me desempeño como su ayudante y en el cual se me ha permitido tener acceso a
un computador y a libros y artículos relacionados con el tema carcelario.

Sin embargo nada de lo que aquí se tratará de exponer habría sido posible sin el
constante apoyo moral y material de Mª Cecilia Llanos Aravena, mi mujer y amiga, mi
confidente y apoyo, cuyos sabios y oportunos consejos, acompañados de un inmenso amor,
me han dado la fuerza para persistir en esta tarea y hacer fructífero el largo camino de
vuelta al hogar.
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TABLA DE CONTENIDO

1.- Introducción:

1.1.- Objetivos de la Tesina.


1.2.- Situación del Autor.
1.3.- Metodología a emplear: Revisión bibliográfica y empleo de métodos
cualitativos tales como observación participante, “participación observante”,
entrevistas abiertas y semiestructuradas.

2.- Origen histórico de la prisión

3.- Fundamentos legales y sociológicos de la privación de libertad.

3.1.- Fundamentes legales de la privación de libertad.


3.11.- El concepto legal de delito.
3.12.- Implicancias metodológicas de admitir la libertad del hombre.
3.13.- El concepto legal de rehabilitación.
3.14.- Leyes que rigen la obtención de beneficios de reducción de
condena.
3.141.- Reglamento de Establecimientos Penitenciarios (REP)
3.142.- El reglamento sobre libertad condicional.
3.143.- La ley 19.856 de reinserción Social.

3.2- Fundamentos sociológicos de la privación de libertad.


3.21.- Introducción
3.22.- El delito y la función de la pena en Durkheim.
3.23.- El delito y sus causas en Merton
3.24.- El delito y la pena en Weber.
3.25.- El delito y la pena en Foucault.
3.26.- El delito y la pena en la T.E.R.
3.261.- Postulados básicos del I.M. y la TER.
3.262.- Aplicación de la TER al fenómeno del delito y la
penalidad

4.- La Prisión en Chile.


1.31.- Aumento de la delincuencia y crisis carcelaria
1.32.- Hacinamiento y Violencia
1.33.- Conceptos de Segmentación y Clasificación.
1.34.- Concepto de Índice de Compromiso Delictual.

5.- Vivir en el CDP. El Centro de Detención Preventiva (CDP) Santiago Sur o Ex -


Penitenciaría: La Población Penal y el sector “Módulos”.
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5.1.- Antecedentes históricos. El Panopticon y Jeremy Bentham. La idea


original.
5.2.- Su construcción inicial.
5.3.- La realidad actual (año 2008)
5.31.- La población penal, “el Óvalo”.-
5.32.- Las Galerías.
5.33.- El sector “Módulos”.

6.- El traslado al CCP Colina 1

6.1.- El traslado al CCP Colina 1.

6.2.- El Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) Colina 1.


6.21.- Origen histórico del complejo penitenciario Colina.
6.22.- Sectores y funciones.
6.23.- Situación Actual en Colina 1

7.- Como es vivir en una institución total

7.1.- Concepto y rasgos generales de una institución total


7.2.- El deterioro de los internos en una institución total.
7.21.- Dimensiones del deterioro.
7.22.- Procesos que originan el deterioro
7.23.- Un listado del deterioro.
7.24.- Objetivos perseguidos por los internos
7.3.- La adaptación al medio carcelario o como mitigar el daño.
7.31.- La carreta como unidad básica de adaptación.
7.311.- Concepto de carreta
7.312.- Normas que rigen la conducta en la carreta.
7.313.- Normas globales de las unidades penales
7.32.- Los modos de Adaptación al medio carcelario.
7.321.- La Refracción
7.322.- La Prisonización
7.323.- La Criminalización,
7.324.- La Opción Religiosa. ¿Un camino diferente?

8.- Acompañando a los presos. El sistema APAC.


8.1.- La idea general en el mundo y su carácter ecuménico
8.2.- La experiencia chilena y su administración por la Iglesia Evangélica

9.- ¿Conversión religiosa en las cárceles?

9.1.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL PENTECOSTALISMO EN


CHILE.
9.11.- Inicio y desarrollo.
9.12.- Causas de su expansión.
9.13.- Nuestro entorno social actual.
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9.2.- EL CREDO METODISTA PENTECOSTAL.

9.3.- ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO DE LA IGLESIA


EVANGÉLICA CARCELARIA (IEC).

9.31.- La estructura funcional de la Iglesia Evangélica Carcelaria (IEC),


9.32.- Las medidas disciplinarias.
9.33.- Las ceremonias, ritos y prácticas usuales.
9.331.- El bautismo (Procedimiento efectuado en los Módulos).
9.332.- La predicación pública o “punto de predicación”.
9.333.- El culto dominical.
2.2431.- La exhortación.
2.2432.- El argot evangélico.
9.334.- La escuela dominical.
9.335.- Las oraciones establecidas.
9.336.- El devocional
9.337.- La marcha a la Iglesia.
9.338.- La campaña de cada mes.

9.34.- La rutina u horario de actividades.

9.35.- “El contrato” del plan APAC

9.4.- IMAGEN DE LA IEC.

9.41.- Para los funcionarios uniformados.


9.42.- Para las autoridades
9.43.- Para los profesionales
9.44.- Para los otros internos
9.45.- Para los Obispos y Pastores Evangélicos

9.5.- Dos experiencias cruciales.

9.51.- El traslado de mayo de 2008, del Refugio a la Playa.


9.52.- El “terremoto” de agosto de 2009. La playa se
transforma en selva.

9.6.- El reclutamiento. Causas del ingreso, la permanencia y la deserción.

10.- Conclusiones.

11.- Bibliografía empleada


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Resumen

Se han mencionado y analizado en numerosos estudios tanto en nuestro


país como en el extranjero las diversas formas de adaptación al ambiente
carcelario que adoptan los reclusos para neutralizar los efectos deteriorantes
de la privación de libertad.
Una de estas maneras de sobrevivir en prisión en Chile la constituye la
Iglesia Evangélica Carcelaria acerca de la cual no se han realizado estudios
sistemáticos en nuestro país, tan solo algunos reportajes elaborados por
periodistas atraídos por sus pintorescas conductas.
Se pretende describir y analizar esta forma de adaptación en algunas
unidades penales mediante la obtención de información emanada desde el
interior de ellas y elaborado por un interno- tesista.
Tanto la conducta general delictual como las diversas formas de
adaptación a la vida en prisión y en particular aquella asumida por los
integrantes de la IEC serán analizadas a la luz de algunas teorías sociológicas
clásicas culminando con la aplicación de la Teoría de Elección Racional
considerada las más adecuada para dar cuenta de la conducta delictual en
general y de las formas de adaptación a la prisión en particular.
La descripción y análisis de lo observado y vivido por el autor será
complementado por algunas entrevistas semiestructuradas con la finalidad de
ilustrar las motivaciones a ingresar o desertar de esta iglesia que manifiestan
sus participantes.

Palabras Clave

Delito, Prisión, Deterioro del recluso, Adaptación, Instrumentalización


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1.- INTRODUCCIÓN.

La experiencia de ingresar a una prisión en calidad de condenado produce un shock


inicial abrumador. Aquel que enfrenta esta situación, en particular aquel que no pertenece
al mundo del delincuente habitual, lo enfrenta tal como lo haría un pecador entrando al
infierno del Dante y leyera en las puertas “perded toda esperanza aquellos que entráis
aquí”.

Sin embargo, pasado el temor inicial, esa terrible imagen provocada por el hecho de
ingresar forzadamente a un lugar estigmatizado como el basurero de la sociedad y percibido
socialmente como un lugar en donde engendros humanos , los delincuentes, se agreden
mutuamente y están sujetos a mil indignidades y malos tratos por parte de sus guardianes,
se enriquece y aparece una realidad social e institucional especial que mueve a curiosidad e
interés en averiguar como y porque funciona de esa manera una prisión y a la cual solo
queda adaptarse para sobrevivir.

1.1.- Objetivos de la Tesina.


En estas páginas se pretenderá realizar en primer lugar una revisión bibliográfica de
la literatura disponible que nos aclare los conceptos de delito, pena, prisión y formas de
adaptación a las condiciones de vivir privado de libertad y nos ilustre acerca de as
principales modelos o paradigmas explicativos al respecto.

Posteriormente nos centraremos en la descripción de un modo particular de


adaptación a la vida en la prisión, la participación activa en la Iglesia Evangélica
Carcelaria, tratando de dilucidar las factores que explican el ingreso, la permanencia y la
deserción de ella y si constituye solo un modo instrumental de adaptación similar a los ya
tratados extensamente en la literatura al respecto. Finalmente se propondrán algunas
hipótesis posibles de verificar en estudios posteriores. Afirmaciones deducidas en parte de
la lógica del approach de elección racional y en parte fruto de la observación y
participación en los hechos.

1.2.- Metodología a emplear.

Diversos factores recomendaron combinar por un lado la revisión teórica que nos
podría guiar en la elección de los factores a considerar para entender el fenómeno a estudiar
y por otro un método esencialmente cualitativo de obtención de la información.

Es necesario destacar que la situación del autor, un interno en un recinto penal, que
debe ceñirse a las reglas generales de seguridad, limitan el acceso a procedimientos usuales
de obtención de información (por ejemplo grabar entrevistas, realizar focus group grabados
con internos, etc.), no permiten acudir a estadísticas y datos de la institución que por obvias
razones no deben estar al alcance de un interno, y a entrevistar formalmente a funcionarios
civiles y uniformados sobre el tema en cuestión.
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Sin embargo por otro lado el ser un interno, un recluso, ofrecía enormes ventajas
comparativas sobre un investigador externo. La permanencia de casi cuatro años en un
recinto penal me ha permitido observar y participar en la vida diaria de dos penales muy
diversos entre si, la Ex Penitenciaria, sector módulos y el penal de Colina 1, además de
recibir mucha información acerca de lo que sucede en otros penales. La conversación
informal con innumerables internos, y con muchos funcionarios me permitía tener acceso
directo a datos que están vedados a un observador externo.

La conducta y expresiones de un recluso ante un extraño al sistema no son siempre


honestas, frente a otro interno puede ser extremadamente franco cayendo en el cinismo, ya
que no teme a las consecuencias de serlo.

Frente a un profesional, que siempre podría ser un evaluador para posibles


beneficios, un interno tiende a decir lo que le conviene para aparentar rehabilitación (se
denomina “doblar el personaje” en terminología carcelaria) o lo que percibe que el
entrevistador externo desea escuchar para agradarlo o entretenerlo.

Asimismo los temas tratados son complejos y delicados para el interno y frente a
una pauta estandarizada que le presenta un desconocido no siempre sus respuestas
coincidirán con la realidad.

Por consiguiente y considerando el tipo de problema y mi calidad de interno, del


hecho de vivir durante ya casi cuatro años en el lugar, consideramos adecuado emplear un
método cuantitativo etnográfico de obtención de la información. Es decir que trataremos de
observar y describir los distintos aspectos del grupo de internos adscritos a la Iglesia
Evangélica Carcelaria mediante la observación directa y participante. A posteriori
interpretaremos dichas observaciones y descripciones a la luz de un marco teórico de
elección racional o TER.

De acuerdo al método etnográfico, existen diversas maneras de aproximarse a un


fenómeno:

1.-La observación directa, en donde “el etnógrafo prefiere observar a sus informante
en sus contextos naturales, pero no para fundirse con ellos” (1, pag. 59). Posibilidad que ha
sido empleada durante mi estadía de ya casi dos años en el penal de Colina 1 con respecto
a mi relación con los “hermanos” evangélicos de este penal, periodo durante el cual he
asistido a algunos de sus ritos y he conversado con decenas de ellos de manera informal,
manteniendo mi carácter de católico activo, el cual es percibido y aceptado por ellos.

2.- La observación participante, la cual “consiste en dos actividades principales:


observar sistemática y controladamente todo lo que acontece en torno del investigador, y
participar en una o varias actividades de la población. Hablamos de participar en el sentido
de desempeñarse como lo hacen los nativos; de aprender a realizar ciertas actividades y a
comportarse como uno más” (1, pag.57).
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Esta segunda posibilidad se dio cuando me integre temporalmente a la Iglesia


Evangélica Carcelaria durante cerca de cuatro meses en el sector módulos de la Ex –
Penitenciaria en 2006, periodo durante el cual participe en sus ritos y desempeñé diversas
funciones tales como recaudador de ofrendas, expositor de algunos temas teológicos e
incluso me correspondió predicar un par de veces.

Mi experiencia en prisión al interior de la IEC podría ser llamada “participación


observante” ya que, por algún tiempo y con el fin de conocerlos, fui un miembro más de
esa colectividad, participando activamente en sus ritos y actividades diarias, lo cual generó
un conocimiento más profundo y sentido del ser evangélico.

Igual situación, de pertenencia al grupo de los reclusos, se da actualmente en mi


trato diario con los internos en general, los cuales me reconocen como uno más de ellos, el
“taita” Guido que trabaja en la biblioteca y al cual pueden consultar acerca de tareas del
Liceo o sobre temas legales.

Los aportes de la bibliografía disponible han sido utilizados para un acercamiento


más generalizable del problema, para elicitar los rasgos de la realidad observada más
importantes y permitir una interpretación más allá de las expresiones verbales de los
individuos.

Finalmente realice algunas entrevistas semiestructuradas con la finalidad básica de


ilustrar los motivos expuestos para ingresar o desertar de la IEC y si los internos la
consideran un camino real de rehabilitación o solo un medio para obtener otros fines...

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

1.- GUBER, Rosanna. La etnografía. Método, campo y reflexividad. Grupo editorial


Norma, Buenos Aires, 2001
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2.- Origen histórico y evolución de la prisión.

Según la enciclopedia Encarta 2009 (1) se define como prisión “la institución
penitenciaria en la que tiene lugar el cumplimiento de las penas privativas de libertad.
Se comprenden en esta expresión no sólo los establecimientos destinados a la ejecución de
las penas, sino también los locales preventivos destinados a la retención y custodia de
detenidos y presos, así como los de carácter especial, que son más bien centros
hospitalarios, clínicas de desintoxicación de drogadictos, recintos psiquiátricos para
enfermos y deficientes mentales o psicópatas, espacios de rehabilitación o reeducación
social, y otras dependencias. Desde otro punto de vista, prisión es la denominación genérica
que reciben las penas privativas de libertad, es decir, la sanción penal en sí.”

La pena de prisión como lugar de castigo es una idea relativamente reciente pues
tiene más o menos 200 años. “Antes de esa época, las prisiones fueron lugares de tránsito
donde los procesados debían permanecer en espera de sus sentencias para la aplicación de
la pena de la picota o de la argolla, para la mutilación de miembros del cuerpo, o de la
muerte, para la aplicación de multas o la confiscación de bienes, para el destierro a colonias
penales, o de otras sanciones semejantes o mas graves y crueles. (2)
Michel Foucault en su obra, “Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión”, (3)
describe en detalle el suplicio al cual fue sometido un sujeto llamado Damiens, un
parricida, el que luego una atroz tortura finalmente fue descuartizado. Ese era el castigo al
delito antes de considerarse como tal la mera privación de libertad.
Ya en la antigua Roma tuvieron el mismo objeto de servir de simples lugares de
detención y no de castigo. Entonces, a los culpables de crímenes se les sancionaba
enviándolos a galeras, a cumplir trabajos forzados, a la esclavitud y otras formas de pena
que se realizaban fuera del ámbito de las prisiones.
Estos recintos funcionaron junto a los castillos del medioevo, donde quedaron
ubicados en las entrañas de los fosos, en el medio de las grandes zanjas protectoras que
circunvalaban los castillos, próximas a los puentes levadizos o bajo el techo de los mismos.
“Uno de los antecedentes más antiguos de la cárcel como una unidad arquitectónica
especial, corresponde a una de mujeres dirigida por los protestantes de Ámsterdam en 1553,
Establecimientos similares se construyeron en las ciudades hanseáticas germanas. El Papa
Clemente XI, en 1703, hizo construir la prisión para reos jóvenes de Saint-Michele y en
este mismo siglo quedó construida la famosa prisión belga de Gantes.” (1)
Sólo cuando a la sanción se le reconoce un carácter público y personal, y al
concepto de venganza se le sustituye por la expiación del pecado, la prisión comienza a
adquirir los contornos de la actual. “La labor gestativa de los glosadores, de los
movimientos filosóficos y practicas del iluminismo, condujeron, a fines del siglo XVIII, a
preparar una reforma sobre el fundamento y fin de las penas, a revisar la función de las
prisiones, a ampliar sus horizontes y a mejorar los métodos y tratamientos de los presos.
Pero, entretanto, la mayoría de las prisiones que surgieron en esa época fueron sitios de
inmundicia y de crueldad.”.(1)
Con las ideas humanitarias y renovadoras de Beccaria, de John Howard y de
Jeremías Bentham, se marca una fecha inicial para el advenimiento de sistemas carcelarios,
precursores de los que hoy están vigentes. Desde entonces, las cárceles empezaron a
utilizarse como lugares permanentes para el cumplimiento de penas privativas de libertad y
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se conoció el sistema solitario de Filadelfia, de aislamiento celular durante el día y la noche


y el sistema de silencio de Auburn, de aislamiento nocturno y de vida en común con los
otros presidarios durante el día, aunque con la prohibición de comunicarse entre sí. A fines
del siglo siguiente y comienzos del actual, el sistema progresivo de la pena empezó a surgir
como una idea que finalmente se impuso en todas partes. (1).
Esta evolución del sentido otorgado al encarcelamiento es descrita por T. Méndez
en la obra citada (4) explicando que “la reclusión, ha recibido la influencia de distintos
enfoques y tendencias criminológicas, que han intentado asignarle diferentes funciones y
tareas, con el propósito de modificar su carácter puramente punitivo.”(4, pp.21)
Hacia fines del siglo XVIII se le asignó un sentido "monástico", que pretendía
someter al sujeto a una suerte de "retiro requerido" a través del cual éste pudiera.
reflexionar y recapacitar sobre su comportamiento antisocial. Posteriormente, en el siglo
XIX, se incorporó el principio global y la supuesta utilidad del trabajo en la "regeneración"
del recluso, que con sus conocidos excesos permitió la sobreexplotación degradante de
grandes sectores de las poblaciones penales. Finalmente, a partir del siglo XX, el mayor
desarrollo de las ciencias sociales y su impacto sobre las reflexiones criminológicas llevó a
muchos a incorporar las ideas de "terapia" o de tratamiento penitenciario correctivo a las
funciones de la reclusión, bajo las ideas de que ésta no es —o no debería ser—, tan sólo una
forma de sanción o castigo, sino también un camino de rehabilitación, resocializacion, etc.
del delincuente, para su posterior reinserción en la comunidad (ILANUD).”(4, pp.21)

Al contrario de lo que afirman los expositores de la evolución de las ideas sobre la


penalidad y que afirman el progreso del humanismo, para Foucault este cambio del castigo
físico por el encarcelar, de encerrar para corregir, lo considera no tanto una muestra de
humanitarismo sino una aplicación de una tecnología nueva “el desarrollo, del siglo XVI al
XIX, de un verdadero conjunto de procedimientos para dividir en zonas, controlar, medir,
encauzar a los individuos y hacerlos a la vez "dóciles y útiles". Vigilancia, ejercicios,
maniobras, calificaciones, rangos y lugares, clasificaciones, exámenes, registros, una
manera de someter los cuerpos, de dominar las multiplicidades humanas y de manipular sus
fuerzas...” es la disciplina. (3. Introducción)

Según Foucault esta atenuación de la severidad no debe ser tomado como un mero
cambio cuantitativo de “menos crueldad, menos sufrimiento,….mas humanidad” (3, pp.18)
sino que mas bien se ha desplazado el objeto mismo de la acción punitiva. Ya no es el
cuerpo sino el alma “A la expiación que causa estragos en el cuerpo debe suceder un
castigo que actúe en profundidad sobre el corazón, el pensamiento, la voluntad, las
disposiciones. Mably ha formulado el principio, de una vez para siempre: "Que el castigo,
si se me permite hablar así, caiga sobre el alma más que sobre el cuerpo." (1G. de Mably,
De la législation, Oeuvres completes, 1789, t. IX, p. 326.).

Foucault cita a L. Baltard (L. Baltard, Architectonographic des prisons, 1829.) quien
sugiere una instituciones “completas y austeras". Completas en el sentido de que su
disciplina debe ser exhaustiva debiendo ocuparse de todos los aspectos del individuo. De
su educación física, laboral, moral, etc. Esta disciplina le da a la institución “…un poder
casi total sobre los detenidos; tiene sus mecanismos internos de represión -y de castigo:
disciplina despótica…” siendo su modo de actuar la coacción de una educación total: "En
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la prisión, el gobierno puede disponer de la libertad de la persona y del tiempo del detenido;
entonces se concibe el poder de la educación que, no sólo en un día sino en la sucesión de
los días y hasta de los años, puede regular para el hombre el tiempo de vigilia y de sueño,
de la actividad y del reposo, el número y la duración de las comidas, la calidad y la ración
de los alimentos, la índole y el producto del trabajo, el tiempo de la oración, el uso de la
palabra, y por decirlo así hasta el del pensamiento,…( 3,pp.216).

En palabras de John Schaar: “Jeremías Bentham, por motivos totalitarios, dedicó largas
y laboriosas horas a perfeccionar el proyecto para un extraordinario edificio que se
conocería con el nombre de Panopticón. Iba a ser una gran estructura en forma de estrella,
mitad fábrica y mitad prisión, tan bien construida que cada recluso pasaría sus días en
perfecto aislamiento de sus compañeros, y bajo la perpetua vigilancia de un guardián
destacado en la parte central. El Panopticon de Bentham, como lo expresó Sir Leslie
Stephen, era un molino magistralmente diseñado para moler a los pícaros hasta
volverlos honrados y a los ociosos hasta volverlos industriosos.”. (5)Pág. 234

Sin embargo el resultado no ha sido el esperado pues, como afirma Foucault (pp.246)
“…la prisión fabrica también delincuentes al imponer a los detenidos coacciones
violentas; está destinada a aplicar las leyes y a enseñar a respetarlas; ahora bien, todo su
funcionamiento se desarrolla sobre el modo de abuso de poder y la arbitrariedad de la ad-
ministración: "El sentimiento de la injusticia que un preso experimenta es una de las
causas que más pueden hacer indomable su carácter. Cuando se ve así expuesto a
sufrimientos que la ley no ha ordenado ni aun previsto, cae en un estado habitual de cólera
contra todo lo que lo rodea; no ve sino verdugos en todos los agentes de la autoridad; no
cree ya haber sido culpable: acusa a la propia justicia." (F. B. Préameneu, Rapport au
conseil général de la société des prisons, 1819.).

El sistema con su rigor e injusticia transforma los victimarios en victimas, los


desculpabiliza y les justifica su violencia reactiva.

Andrés Recasens en su obra acerca de Las Barras Bravas (6) acude a una explicación de
la violencia reactiva “…Es un lugar común que la violencia suele surgir de la furia, como
plantea Hannah Arendt; y, que, efectivamente, esa furia puede ser irracional y patológica.
Sin embargo esa furia no resulta de la reacción automática a la miseria o el sufrimiento
como tales, ya que a nadie se le ocurriría enfurecerse frente a una enfermedad en estado
terminal o ante algún desastre natural. Para la autora, la furia brota sólo cuando se sospecha
que las condiciones pueden cambiar, pero quedan iguales. “…Sólo se reacciona con furia
cuando se ofende el sentido de la justicia, cuando se enfrentan acontecimientos y
condiciones afrentosas.

Francis Fukuyama en su obra citada (7) y citando a Hegel afirma que “…Según
Hegel, los seres humanos en tanto que animales tienen necesidades y deseos naturales
referentes a objetos exteriores a ellos, como alimentos, bebidas, habitat y, por encima de
todo, la conservación del cuerpo. El hombre difiere fundamentalmente de los animales, sin
embargo, en que desea, además, el deseo de otros hombres, es decir, quiere que se le
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«reconozca». En especial, quiere que se le reconozca como ser humano, o sea, como un
ser con cierto valor y dignidad….” (7, pp.17).

Ese reconocimiento, que en nuestro actual lenguaje llamaríamos “autoestima” o


“respeto de si mismo”. Afirma Fukuyama que “…La inclinación a buscar esta autoestima
surge de la parte del alma llamada thymos. Es como un innato sentido humano de justicia.
Uno cree que tiene cierta valía, y cuando le tratan como si valiera menos de lo que
cree, experimenta la emoción de la ira. En cambio, cuando uno no consigue comportarse
de acuerdo con su sentido del propio valor, siente vergüenza, y cuando a uno se le valora de
acuerdo con su sentido del propio valor, siente orgullo. El deseo de reconocimiento y las
correspondientes emociones de ira, vergüenza y orgullo constituyen partes de la
personalidad humana críticas para la vida política. Según Hegel, son ellas las que motivan
todo el proceso histórico.”

Mas allá aún de provocar la reacción de resentimiento, el sometimiento al ambiente


carcelario facilita los comportamientos delictuales futuros, Foucault lo expresa
claramente“…La prisión hace posible, más aún, favorece la organización de un medio
de delincuentes, solidarios los unos de los otros, jerarquizados, dispuestos a todas las
complicidades futuras: "La sociedad (…) constituye ella misma asociaciones de 200, 500,
1 200 condenados en las casas centrales, que se les construyen ad hoc y que dividen para su
mayor comodidad en talleres, en patios, en dormitorios, en refectorios comunes... Y las
multiplica sobre toda la superficie de Francia, de tal modo que allí donde hay una prisión
hay una asociación... otros tantos clubes antisociales." 1 Y en estos clubes es donde se
educa al joven delincuente que se halla en su primera condena: "El primer deseo que va a
nacer en él será el de aprender de los hábiles cómo se eluden los rigores de la ley; la
primera lección se tomará de esa lógica ceñida de los ladrones que les hace considerar a la
sociedad como una enemiga; la primera moral será la delación, el espionaje glorificado en
nuestras prisiones, la primera pasión que se excitará en él vendrá a asustar su naturaleza
juvenil por esas monstruosidades que han debido originarse en los calabozos y que la pluma
se niega a nombrar... Ha roto en adelante con todo lo que lo ligaba a la sociedad." (3,
pág. 247)

La mejor síntesis de los desvalores de una cárcel la encontramos en el artículo de


Cesar Barros Leal (8) citando las palabras del jurista Teodolindo Castiglione:

“Imaginad una grande prisión, en que jóvenes y viejos vivan en promiscuidad:


criminales primarios y reincidentes; trabajadores honestos segregados de la convivencia
social en virtud de la irreflexión o debilidad de un momento, y vagabundos estériles
curtidos en la senda del crimen: hombres que miden la extensión de su desgracia al lado de
otros, de una inconsciencia pasmosa; individuos sensibles que mataron, en una pasajera
explosión emocional, seres que amaban, y que se consumían castigados por el
remordimiento, y oran en las ocasiones de recogimiento espiritual, o intentan suicidarse en
momentos de angustia, conviviendo con facinerosos execrables, quienes fueron a dormir
tranquilos luego de haber matado a sus víctimas; personas fácilmente sugestionables que,
en vez de una educación apropiada que les podría otorgar beneficios, reciben el influjo
15

pernicioso de delincuentes decididos a prolongar su conducta nociva: asesinos, ladrones,


estafadores, falsarios, incendiarios, violadores, criminales de todos los tipos, vencidos por
la prepotencia del impulso sexual, entregados a la perpetración de actos envilecedores, o
subyugados por el asalto feroz de los más fuertes y atrevidos; todos viviendo en el mismo
ambiente, en la misma estufa, en la que el microbio del mal se desarrolla, se multiplica y se
rebaja... Una casa así no puede ser la escuela que educa, la pedagogía que enmienda, el
establecimiento que rehabilita, la institución que redime, socorre o purifica las conciencias
descarriadas. En ese vivero de gérmenes malignos, ningún enfermo se cura o ve atenuada
su dolencia. En ese retiro, el alma no se reanima, el hombre no se rehace...”

Sin embargo la visión post moderna de la prisión, en especial al considerar las


nuevas cárceles concesionadas, al evaluarlas desde la óptica de su aporte a la economía, es
más bien optimista, aunque un tanto cínica.

Robert D. Kaplan (9) en su libro “Viaje al futuro del imperio” reproduce las
declaraciones de un miembro del Ayuntamiento de la ciudad de Leavenworth, sede de la
cárcel federal más importante de los EE.UU., quien nos dice:

“La prisiones son un buen negocio (…) Proporcionan empleo, aumentan la


base impositiva y no contaminan ni producen atascos. En el sector penitenciario no
hay despidos. Es una industria floreciente.”

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

1.- ENCARTA, Enciclopedia, 2009. Artículo sobre la Prisión. Microsoft® Encarta®


2.- HAZ VÁSQUEZ, Darwin “La Reforma Penitenciaria.”. Impreso en lo talleres Gráficos
de la Penitenciaría de Santiago. 1960
3.- FOUCAULT, Michel, “Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión.”, Siglo XXI
Editores Argentina. 2002. Edición digital.
4.- MÉNDEZ ORTIZ, Juan Tito, "Efectos de la reclusión sobre el sujeto y su familia”.
Revista Chilena de Ciencia Penitenciaria y de Derecho Penal. Marzo – Diciembre 1995- 3ª
Época – Nº 21.
5.- SCHAAR, John, “El Miedo a la Autoridad. Las perspectivas de Erich Fromm.”, Herrero
Hermanos, Sucesores, S.A. Editores. México.1966.
6.- RECASENS SALVO, Andrés, “Las Barras Bravas”. LIBROS ELECTRÓNICOS.
Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Chile. Segunda Edición © 1999 Revisada y
Ampliada de "Diagnóstico Antropológico de las Barras Bravas y de la Violencia Ligada al
Fútbol". Inscripción 87.451/1993 Santiago de Chile.
7.-FUKUYAMA, Francis, “El fin de la Historia y el último hombre”. Editorial
Planeta.1991.
8.- BARROS LEAL, Cesar, El mito sobreviviente de la rehabilitación penal. Documento
Internet cesarbl@matrix.com.br. 2009.
9.- KAPLAN, Robert D. “Viaje al futuro del Imperio”, Ediciones B, S.A., 2001. Suma de
Letras S.L. 636 páginas.
16

3.- Fundamentos legales y sociológicos de la privación de libertad.


Determinar si una conducta puede ser considerada como una desviación del
comportamiento social “normal” tan grave que amerita una penalidad, así como determinar
la forma y cuantía de ese castigo es materia en primer lugar de la ley vigente, sin embargo
la interpretación del origen y finalidad de esa penalidad así como los factores que explican
la existencia de estas conductas desviadas es materia de las ciencias sociales.
Consideramos atingente exponer en primer lugar la visión del paradigma legal en
cuanto a la justificación de la penalidad así como la forma en que se conceptualiza la
rehabilitación del delincuente. Este modelo es el marco normativo mediante el cual las
diversas conductas del individuo en prisión serán evaluadas en términos de su positividad,
es decir si se consideran “rehabilitadoras” o si por el contrario son negativas al respecto.
En segundo lugar y con mayor extensión trataremos algunos modelos explicativos
sociológicos clásicos culminando la reflexión con la exposición de la Teoría de Elección
Racional considerada con mayor adecuación para explicar la conducta delictual en general
y la conducta adaptativa intrapenitenciaria en particular.

3.1.- EL PARADIGMA LEGAL

Es necesario exponer brevemente el modelo legal de la conducta humana pues en


base a él se estima una conducta determinada como desviada o delictuosa, en base a sus
postulados se derivan los medios considerados como necesarios para su “corrección” y los
indicadores que permiten estimar el éxito de esa labor de cambio. Este paradigma fija los
parámetros oficiales o formales de la sociedad en base al cual funcionan las políticas
carcelarias y de control de la delincuencia. Es el marco de definición de lo “correcto” o
“incorrecto” y por medio del cual una conducta del preso será considerada funcional a su
rehabilitación o disfuncional.
En este paradigma se afirma la libertad del hombre para elegir entre el bien y el mal
y su capacidad para rehabilitarse si se le suministran los medios necesarios para ello y tiene
la voluntad de hacerlo.

3.11.- El concepto legal de delito.

Nuestro Código Penal vigente (1), promulgado en 1874 define el delito en el Libro
Primero, Título I “De los Delitos y de las circunstancias que eximen de responsabilidad
penal, la atenúan o la agravan”, en los artículos 1º y 2º:

Artículo 1° Es delito toda acción u omisión voluntaria penada por la ley. Las
acciones u omisiones penadas por la ley se reputan siempre voluntarias, a no ser que conste
lo contrario. El que cometiere delito será responsable de él e incurrirá en la pena que la ley
señale, aunque el mal recaiga sobre persona distinta de aquella a quien se proponía ofender.
En tal caso no se tomarán en consideración las circunstancias, no conocidas por el
delincuente, que agravarían su responsabilidad; pero sí aquellas que la atenúen.
Art. 2° Las acciones u omisiones que cometidas con dolo o malicia importaría un
delito, constituyen cuasidelito si sólo hay culpa en el que las comete.
17

Entonces, se define esencialmente una conducta u omisión de ella como un delito


en función de una ley que así lo considere. Si no existe una ley que la sancione aún cuando
sea rechazada moralmente por la sociedad esta no constituye delito.
Así también se considera siempre la voluntariedad, es decir la intencionalidad de
cometerlo, el dolo. El derecho vigente considera la conducta delictual emergiendo no solo
de la responsabilidad o culpabilidad de haber cometido u omitido una acción, sino
esencialmente de la conciencia de lo ilícito de la conducta y la voluntad de ejecutarla, es
decir del dolo o malicia al cometerlo.
Se distingue entre el delito y la responsabilidad o culpa siendo el factor que las
distingue el dolo o malicia definido como tal por la R.A.E. (2) como la voluntad deliberada
de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud.

En este ámbito se considera al sujeto como dotado de libertad para elegir realizar o
no una conducta considerada como delito por la ley. Su acción siempre se reputará
voluntaria “a no ser que conste lo contrario”. Considerándose, además, factores eximentes,
agravantes o atenuantes que eliminan, aumentan o disminuyen la penalidad, generalmente
se refieren a factores sicológicos (falta de discernimiento), siquiatricos (demencia) o
situacionales (defensa propia o de un tercero) que desvanecen el dolo, lo atenúan o lo
agravan en el caso de existir premeditación , alevosía, etc.
Los condicionantes sicológicos, sociales o culturales que limitaron esa libertad de
elección escapan a la consideración del legislador. Incluso la ignorancia de la ley no puede
considerarse como atenuante o eximente pues existe la máxima jurídica que expresa que “la
ley se supone por todos conocida” desde el momento que es promulgada y publicada en el
diario oficial.
Es evidente la opción filosófica y epistemológica en que se basa esta concepción del
delito y que sustenta moralmente aplicar una pena u castigo. Los individuos son libres y
poseen el criterio para elegir que curso de acción tomar. Para la ley hay solo culpables,
inocentes o enfermos. No sería moralmente justificable castigar a un ser que no tiene
capacidad para optar entre un curso de acción u otro, ya sea porque carece de libertad para
hacerlo (por ejemplo si un sujeto al defender su vida se ve obligado a repeler con violencia
un ataque injustificado y con esa acción provoca la muerte del agresor), o no posee el
discernimiento (en términos legales la capacidad para distinguir entre el bien y el mal) por
su edad o estado mental.
Se concibe un hombre dotado de libertad para elegir entre el bien y el mal. Esa
libertad le vuelve responsable de sus acciones y culpable de las consecuencias y por
consiguiente merecedor en justicia de un castigo o sanción.

3.12.- Implicancias metodológicas de admitir la libertad del hombre.

Reconocer la existencia del libre albedrío conlleva una posición filosófica ya que
al definirlo como el “poder o capacidad del individuo para elegir una línea de acción o
tomar una decisión sin estar sujeto a limitaciones impuestas por causas antecedentes, por la
necesidad, o por la predeterminación divina” (3) se está afirmando que al existir “un acto
libre por entero es en sí mismo una causa y no un efecto; está fuera de la secuencia causal o
de la ley de la causalidad” (4).
18

Apoyar la validez del determinismo, supuesto básico que permite aplicar el método
de causalidad en las ciencias físicas, y que desde el inicio de la sociología como ciencia se
ha pretendido aplicar considerando la variabilidad no predicha de la conducta humana solo
como un varianza no explicada por el momento pero que disminuirá con el avance del
conocimiento o negar su aplicación plena en las ciencias sociales, cuyo objeto es el hombre
del cual se afirma que posee conciencia de si y libertad para elegir un curso de acción no
siendo solo un títere manipulado por los hechos del pasado, o por las circunstancias del
presente, sino que motivado también por sus objetivos futuros y que posee la capacidad de
modificar sus modelos de interpretación del mundo y su conducta consecuente, que es
capaz de una conducta racional, es una discusión que no ha sido resuelta en el terreno
epistemológico y escapa a los alcances de esta tesina.

“Además la validez del libre albedrío ha sido también objeto de un debate


considerable entre los filósofos éticos. Podría parecer que un sistema de ética debe implicar
libre albedrío, pues la negación de la capacidad para elegir una línea de acción negaría la
posibilidad de establecer un juicio moral. Una persona sin juicio moral no es responsable de
sus actos.” (5)

Incluso el principio de causalidad es materia de discusión al interior de las ciencias


físicas después de los postulados acerca del indeterminismo de Heisenberg a nivel de la
física subatómica y que en ese ámbito solo permite el cálculo de probabilidades y no la
elaboración de leyes causales exactas

Discutir con mayor profundidad el tema de la libertad humana y el determinismo en


las ciencias sociales escapa a los objetivos de esta tesina, aun cuando es necesario hacer
notar la opción metodológica y epistemológica asumida en este ensayo y corresponde a una
posición prudente al respecto como la que sostiene Jorge Gibert Galasi (6) al afirmar que:

“…Mi planteamiento es que existe o debería ser promovida la tesis de que somos libres en
un mundo de múltiples constricciones y que esa situación, además, nos hace moralmente
responsables de nuestros actos individuales.” Es sostenible suponer una posición que
reconozca la existencia de las capacidades de acción voluntaria y racional del hombre en un
medio de múltiples limitaciones.

3.13.- El concepto legal de rehabilitación.

Es esencial definir este concepto en los términos que la ley lo establece ya que esta
será la norma o parámetro que permitirá considerar si una conducta del interno se ajusta a
lo que la sociedad a través de las leyes entiende como “rehabilitación” o” reinserción
social” y frente a las cuales concede “beneficios” o premios que disminuyen el tiempo
efectivo de cumplimiento, y aquellas conductas consideradas como negativas o contumaces
y por las cuales el interno debe cumplir la totalidad de la pena impuesta.
Debemos comenzar reiterando en primer lugar que la ley “concibe un hombre
dotado de libertad para elegir entre el bien y el mal. Esa libertad le vuelve responsable de
sus acciones y culpable de las consecuencias y por consiguiente merecedor en justicia de un
castigo o sanción.”.
19

Debemos también considerar que en los centros Penitenciarios habitan internos


condenados ejecutoriados, es decir con sentencias firmes, condenas en que ya no existe
ningún mecanismo regular que permita revertir la penalidad impuesta (salvo el recurso de
revisión establecido por el art. 403 del Código de Procedimiento Penal que resuelve la I.
Corte Suprema y que permite una nueva consideración por causas fundadas). Internos en
que ya no es posible presumir inocencia. Para el sistema legal han cometido un delito sin
que exista ninguna duda razonable al respecto...
En tal sentido, la rehabilitación en general supone que el preso deberá adquirir o
recuperar la formación moral que le permita tener conciencia del mal obrado, estar
arrepentido de haberlo cometido y estar dispuesto a cambiar su conducta en libertad.
Insistir en su inocencia será considerado por los profesionales que le interroguen
solo una conducta contumaz y refractaria a la rehabilitación.
Dichas precondiciones subjetivas (conciencia del mal causado, arrepentimiento y
disposición al cambio) permitirían una reinserción probable en la sociedad tras un periodo
de privación de libertad reeducativo.

3.14.- Leyes que rigen la obtención de beneficios de reducción de condena.

En las leyes que expondremos en forma muy resumida a continuación es


posible inferir lo aseverado en el punto anterior acerca de la finalidad perseguida tras los
requisitos exigidos al interno para obtener un beneficio de reducción de condena efectiva.

3.141.- Reglamento de Establecimientos Penitenciarios (REP) (7)

En el artículo 110 del REP se expresan los requisitos formales esenciales para optar a los
beneficios intrapenitenciarios tales como salidas temporales previas al cumplimiento total
de la pena (Art. 96: a) la salida esporádica; b) la salida dominical;
c) la salida de fin de semana, y d) la salida controlada al medio libre.)
El interno puede postular a dichos beneficios, habiendo cumplido el tiempo mínimo
de privación de libertad (Art.103), mitad en delitos simples y dos tercios en delitos
calificados, cumpliendo los siguientes requisitos establecidos en el Art. 110 que nos dice:
“Tratándose de los permisos contemplados en las letras b), c), y d) del artículo
96° serán considerados los internos que cumplan los siguientes requisitos:
a) Haber observado muy buena conducta en los tres bimestres anteriores a su
postulación. No obstante ello, se examinará la conducta del interno durante toda su
vida intrapenitenciaria a fin de constatar si, con anterioridad a los tres bimestres
referidos, registra infracciones disciplinarias graves a considerar antes de conceder el
beneficio;
b) Haber asistido regularmente y con provecho a la escuela del
establecimiento, según conste del informe emanado del Director de la escuela, salvo
que el postulante acredite dificultades de aprendizaje o estudios superiores a los que
brinda el establecimiento;
c) Haber participado en forma regular y constante en las actividades
programadas en la Unidad, tales como de capacitación y trabajo culturales,
recreacionales, según informe del Jefe operativo, y
d) Tener la posibilidad cierta de contar con medios o recursos de apoyo o
asistencia, sean familiares, penitenciarios o de las redes sociales.
20

En la consideración de estos requisitos deberán tenerse presente las


Circunstancias personales del interno y las características y recursos del
establecimiento.”

Tras estos requisitos es evidente que se pretende estimar y estimular las


posibilidades concretas (educación, trabajo y apoyo familiar) que el interno exhibe
para no volver a delinquir.
Sin embargo en el Art. 97 se enfatiza que: “Para estos efectos será fundamental el
informe psicológico que dé cuenta de la conciencia de delito, del mal causado con su
conducta y de la disposición al cambio, de modo que se procure, por una parte, constatar
que el interno responde efectiva y positivamente a las orientaciones de los planes y
programas de reinserción social y, por otra, evitar la mera instrumentalización del sistema
con el fin de conseguir beneficios.
En este punto surge el requisito esencial considerado por el legislador para conceder
este tipo de beneficios, un cambio interior, moral y no una mera conducta de sumisión
aparente e instrumental. En términos carcelarios o “caneros” se entiende como “doblar el
personaje” o fingir frente a los profesionales comportándose como se sabe que ellos desean
que el interno se comporte.
La determinación final de conceder el beneficio depende del Alcalde a cargo del
Penal (art.98) asesorado por los profesionales del área técnica (psicólogo, asistente social y
terapeuta ocupacional).
Sin embargo dichos beneficios han ido disminuyendo con el paso de los años hecho
que posiblemente explique el exceso de población penal:
“En el caso de la salida dominical sin custodia, de un promedio diario de 1.086
autorizaciones en el año 1994 se ha pasado a 547 autorizaciones en el año 2004. Lo
mismo sucede con la salida de fin de semana (en el año 2002, 622 salidas autorizadas como
promedio diario; en el 2004, 411 salidas) y, en menor medida, con la salida controlada al
medio libre (en el año 1994, 900 salidas autorizadas de promedio diario; en el 2004, 878
salidas763). (8)

3.142.-.- El reglamento sobre libertad condicional. (9)

En su artículo 2º nos dice que:


“Se establece la libertad condicional como una recompensa para el delincuente condenado a
una pena privativa de libertad por mas de un año, que por su conducta i comportamiento
intachables en el establecimiento penal en que cumple su pena, por su interés en instruirse i
por su empeño en adquirir un oficio o los medios de ganarse la vida honradamente, haya
demostrado que se encuentra correjido i rehabilitado para la vida social.”

Aquí se consideran como factores esenciales la conducta al interior del penal, el


estudio y el aprendizaje de un oficio o medio de vida, es decir considera solamente estos
factores objetivos como indicadores de una rehabilitación exitosa.
Esto se reafirma en el artículo 4º en el que, además de cumplir un tiempo mínimo
(1), tendrá derecho a la libertad condicional aquel interno que cumpla los requisitos de:
2° Haber observado conducta intachable en el establecimiento penal en que cumple su
condena, según el Libro de Vida que se le llevará a cada uno;
3° Haber aprendido bien un oficio, si hai talleres donde cumple su condena; i
21

4° Haber asistido con regularidad i provecho a la escuela del establecimiento i a las


conferencias educativas que se dicten, entendiéndose que no reúne este requisito el que no
sepa leer i escribir.”
Es decir reafirma los requisitos de conducta, estudio y trabajo, indicadores
objetivos, no exigiendo los factores “subjetivos” o de recreación moral exigidos por el
REP para conceder los beneficios intrapenitenciarios.
Sin embargo el número internos beneficiados por esta ley ha ido disminuyendo
apreciablemente como los demuestran la cifras “…En 1993 gozaron de la libertad
condicional un total de 4.271 personas, en cambio, el año 2004, sólo pudieron hacer
uso de este beneficio 1.293 personas. “ (10) Esta disminución drástica de las libertades
condicionales nos permite pensar que gran parte del hacinamiento existente en las cárceles
de Chile se debe a este hecho más que a un aumento explosivo del delito o a una mayor
eficacia del sistema penal.
Asimismo esta disminución es un factor que a muchos internos les hace dudar de la
posibilidad de obtener una salida anticipada de la cárcel a cambio de un comportamiento
sobresaliente y les genera una abulia explicable por la perdida de fe en el sistema.

3.143.- La ley 19.856 de reinserción Social. (11)

Esta ley que concede una reducción de condena de dos a tres meses por año al
manifestar conducta sobresaliente definida en los siguientes artículos:
Artículo 7º.- Criterios de evaluación obligatorios. Para los efectos de lo previsto en esta ley,
se considerará comportamiento sobresaliente aquel que revelare notoria disposición del
condenado para participar positivamente en la vida social y comunitaria, una vez terminada
su condena.
Para calificar la disposición a que se refiere el inciso precedente, se atenderá a los
siguientes factores:
a) Estudio: la asistencia periódica del condenado a escuela, liceo o cursos existentes en la
unidad penal, siempre que ello redundare en una objetiva superación de su nivel
educacional, vía alfabetización o conclusión satisfactoria de los cursos correspondientes a
enseñanza básica, media o superior, según fuere el caso.
b) Trabajo: la asistencia periódica del condenado a talleres o programas de capacitación
ofrecidos por la unidad penal, siempre que ello redundare en el aprendizaje de un oficio o
labor provechosa. Asimismo, tratándose de condenados que dominaren un oficio, el
ejercicio regular de éste al interior del recinto penal, sea con fines lucrativos o benéficos.
c) Rehabilitación: la voluntad exhibida por el condenado, mediante el sometimiento a
terapias clínicas, en orden a superar dependencias a drogas, alcohol u otros, en su caso.
d) Conducta: espíritu participativo, sentido de responsabilidad en el comportamiento
personal, tanto en la unidad penal como durante los traslados, y, en general, cualquier otro
comportamiento que revelare la disposición a que se refiere el inciso primero.
Asimismo, para los efectos de la calificación de que trata esta ley, podrá atenderse al nivel
de integración y apoyo familiar del condenado, si lo tuviere, y al nivel de adaptación social
demostrado en uso de beneficios intrapenitenciarios.

Esta ley mantiene los factores de conducta al interior del penal, estudio y trabajo
agregando el concepto de “rehabilitación” entendida como: “: la voluntad exhibida por el
22

condenado, mediante el sometimiento a terapias clínicas, en orden a superar dependencias a


drogas, alcohol u otros, en su caso” y el nivel de integración y apoyo familiar, amén del
nivel de adaptación social demostrado en el uso de los beneficios intrapenitenciarios
(salidas previas al cumplimiento total de la pena, tales como salidas dominicales, fines de
semana, diarias, etc.).

En esta ley se enfatiza de manera inteligente el que el interno se comporte de una


manera determinada y/o se someta a las normas institucionales incentivado por lograr una
reducción de condena. En tal sentido permite y alienta la instrumentalización natural de las
conductas de un ser humano que ha sido privado de libertad y que anhela recuperarla en el
menor tiempo posible.

Es razonable entonces afirmar que las leyes que rigen la privación de libertad desde
el inicio de la prisión al igual que en el presente han sostenido la idea de combinar la
educación formal, el trabajo y la formación moral en un ambiente de reclusión obligatoria
como el único camino de rehabilitación.

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

1.- CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, Defenderse desde la Cárcel. . Diciembre 2006
Proyecto Reforma Procesal Civil de la Sociedad para la Cooperación Técnica Alemana
GTZ-Chile. Morande 107, Santiago de Chile. gtz@minjusticia.cl .

Todas la referencias legales se han basado en el contenido del CD interactivo


acompañante de este libro que contiene la legislación atingente al ámbito carcelario.

Código Penal Vigente


Identificación de la Norma: COD-18742
Fecha de Publicación: 12.11.1874
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
Última Modificación: LEY-19975 05.10.2004
Santiago, Noviembre 12 de 1874.

2.- Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Edic. Digital 2009.

3 – 4 – 5.- ENCARTA, Enciclopedia ® 2009. © 1993--2008 Microsoft Corporation.


Reservados todos los derechos. Sobre el concepto de Libre albedrío.

6.- GIBERT GALASSI, Jorge, Determinismo y Libre Albedrío en La explicación


Sociológica: Durkheim, Schutz y Luhman. Tesis para optar al Doctorado en Filosofía.
Universidad de Chile. Facultad de Ciencias Sociales. Facultad de Filosofía y Humanidades.
Programa de Doctorado en Filosofía. Mención Epistemología de las Ciencias Sociales.
Santiago, otoño 2003. Documento Internet.

7.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria:
Reglamento de Establecimientos Penitenciarios (REP)
23

Identificación de la Norma: DECRETO SUPREMO Nº 518


Fecha de dictación: 22 de Mayo de 1998.
Fecha Publicación Diario Oficial: 21 de Agosto de 1998.
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
Rectificación 02-09-1998.

8.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada.

9.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria.
Reglamento sobre libertad condicional
Identificación de la Norma: DTO-2442
Fecha de Publicación: 26.11.1926
Fecha de Promulgación: 30.10.1926
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
Última Modificación: DTO-625, JUSTICIA 23.08.1990
D.S. 2.442, QUE FIJA EL TEXTO DEL REGLAMENTO DE LA
LEY DE LIBERTAD CONDICIONAL
Núm. 2,442.
Santiago, 30 de Octubre de 1926.

10.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria.
Ley 19.856, Sistema de Reinserción Social.
Identificación de la Norma: LEY-19856
Fecha de Publicación: 04.02.2003
Fecha de Promulgación: 28.01.2003
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
CREA UN SISTEMA DE REINSERCIÓN SOCIAL DE LOS
CONDENADOS SOBRE LA BASE DE LA OBSERVACIÓN DE
BUENA CONDUCTA.

11.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria.
Ley 19.856 de reinserción Social.
Identificación de la Norma: LEY-19856
Fecha de Publicación: 04.02.2003
Fecha de Promulgación: 28.01.2003
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
CREA UN SISTEMA DE REINSERCIÓN SOCIAL DE LOS
CONDENADOS SOBRE LA BASE DE LA OBSERVACIÓN DE
BUENA CONDUCTA
24

3.2.- Fundamentos sociológicos del delito y la pena.


3.21.- INTRODUCCIÓN

Tratar de explicar porque los individuos delinquen sobrepasa los alcances de esta tesina,
pero no referirse a ello, dejaría sin una base de razones por la cual alguien es sometido a la
privación de libertad.

El porqué un individuo transgrede las normas legales y comete un delito ha sido


tradicionalmente atribuido a través del saber popular expresado en la literatura a las
carencias, a la pobreza.

Ya en el Quijote el narrador al referirse al escudero Sancho nos dice “En este


tiempo, solicitó don Quijote a un labrador vecino suyo, hombre de bien - si es que este
título se puede dar al que es pobre-,…” (1) considerando de manera irónica la contradicción
entre la decencia y la pobreza.

En la Biblia, encontramos similar asociación entre la carencia y la trasgresión aun


cuando agrega que la saciedad al estimular la soberbia provocaría el alejamiento de Dios
(una buena explicación al delito de los individuos del nivel SE alto).

“Dos cosas te pido,


no me las rehúses antes de mi muerte:
Aleja de mi la mentira y la palabra engañosa;
no me des pobreza ni riqueza,
déjame gustar mi pedazo de pan,
no sea que llegue a hartarme y reniegue,
y diga: “¿Quién es Yahvé?”;
o no sea que, siendo pobre, me dé al robo,
e injurie el nombre de mi Dios.

Proverbios 30, 7-9 (2)

Sin embargo esta relación pobreza y delincuencia, que indudablemente existe, no


explica porque la mayoría de las personas pobres no delinquen y tampoco porque delinquen
los no-pobres. El delito de cuello blanco no puede explicarse por la miseria.

Simplificar el problema del delito limitándolo a la pobreza es criticado fuertemente


por Dostoiewski en su obra Los Hermanos Karamazov en el capitulo 5, En el que el gran
Inquisidor al analizar las tres tentaciones a que Jesús fue sometido en el desierto le enrostra
su respeto a la libertad y dignidad del hombre

“¿Ves esas piedras en ese árido desierto? Conviértelas en panes y


la humanidad seguirá tus pasos como un rebaño dócil y agradecido, pero, al mismo
tiempo, temeroso de que retires la mano y se acaben los panes. No quisiste privar al
25

hombre de libertad y rechazaste la proposición, considerando que era incompatible con la


obediencia comprada con los panes. Respondiste que no sólo de pan vive el hombre; pero
has de saber que por este pan de la tierra el espíritu terrestre se revolverá contra ti,
luchará y te vencerá; que todos le seguirán, gritando: "¡Nos prometió la luz del cielo y no
nos la ha dado!" Pasarán los siglos, y la humanidad proclamará por boca de sus sabios
que no se cometen crímenes y, en consecuencia, que no hay pecados, que lo único que
hay es hambrientos. “¡Aliméntalos y entonces podrás exigirles que sean virtuosos!”: he
aquí la inscripción que figurará en el estandarte de la revuelta que derribará tu templo.”

Fedor Dostoiewski. “Los Hermanos Karamazov”. (3) Cáp. 5. El Gran


Inquisidor

Numeroso hallazgos al respecto desconfirman una asociación tan simple entre


pobreza y delincuencia. Podemos ejemplificar refiriéndonos a las investigaciones empíricas
realizadas por Merton y citadas por Benjamín Núñez (4) las cuales establecen que:

a) No siempre los pobres muestran una mayor proporción de delincuentes.


b) Muchos países pobres presentan índices de delincuencia menores que algunos países
ricos o correlaciones menores entre pobreza y delincuencia.
c) Épocas de mejoramiento económico para todos los estratos no han sido acompañados de
un decrecimiento de la delincuencia. (4, p.11).

Asimismo en cifras citadas por Ibán de Rementería en artículo citado (5) “La
pobreza (y el uso de drogas) no son predictores del delito, en el sentido de conjeturas de
algo que ha de suceder. En Chile hay 3.081.100 de pobres (CASEN 2000) de los cuales
197.190 (6.4%) (CONACE 2001) han usado drogas en el último año y solamente 42.638
obreros y personas sin oficio han sido detenidos por robo y hurto (1.4%) en el año 2000
(Paz Ciudadana 2001). Pero eso si constituyeron mas del 70% de los detenidos. “(5, p.212)

¿Qué nos dice un historiador sobre nuestra época?

Nuestro Chile actual descrito por Gabriel Salazar y Julio Pinto (6) es caracterizado
de manera muy negativa en los siguientes párrafos: “….Tras la devastadora ofensiva
militar, y en la punta de sus fusiles, flameó victorioso y enhiesto, un Estado de
indisimulable efigie portaliana: pequeño y hermético, adherido al comercio exterior,
socialmente inamistoso, económicamente mercantil y poco industrial, tras un creciente
rostro policial, fiscalmente equilibrado, polarizado en sus ingresos, y amenazado, no
por movimientos sociales formales, sino por una horda de jóvenes sin futuro, pobres
de distinta definición, grupos reambulantes de obreros precaristas, traficantes de
drogas y delincuentes de toda laya y ferocidad.” (6,Pág.62).

La atribución de responsabilidad exclusiva al gobierno militar en la conformación


del Chile descrito por los historiadores citados es discutible, pero la visión poco favorable
parece corresponder a nuestra realidad actual.
26

Podría pensarse más bien que esta situación no es el resultado de la acción de un


determinado gobierno sino que es la resultante natural de la creciente secularización que
afecta a nuestras sociedades y que el pentecostalismo y otros fundamentalismos en el
mundo buscan revertir.

Tom Wolfe (7) en su libro “El periodismo canalla y otros artículos” nos refiere el
origen de nuestro convulsionado mundo del siglo XXI basándolo en “….la proposición más
célebre de la filosofía moderna: el «Dios ha muerto» de Nietzsche. “

Cuando a fines del siglo XIX esta frase aparece en Die Frohliche Wissenschaft (La
gaya ciencia, (aforismo 108) Wolfe afirma que “Nietzsche puntualizó que no se trataba de una
declaración de ateísmo, sino simplemente de la noticia de un suceso.”(pp.159)

Este suceso “el mas enorme de la historia moderna” y que se traducía en el hecho que
“la gente culta ya no creía en Dios debido al auge del racionalismo y el pensamiento
científico, incluyendo el darwinismo,” (pp.159)

En términos muy dramáticos en “La gaya ciencia” (8) en su aforismo 125


(8,pag.12) Nietzsche habla por boca de “El loco” y nos dice “¿Qué a dónde se ha ido
Dios? -exclamó-, os lo voy a decir. Lo hemos matado: ¡vosotros y yo! Todos somos su
asesino. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar?
¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos cuando
desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde
iremos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No nos caemos continuamente? ¿Hacia
delante, hacia atrás, hacia los lados, hacia todas partes? ¿Acaso hay todavía un arriba
y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? (…) ¿Cómo podremos
consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta
ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa
sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos
sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande
para nosotros? ¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses para parecer
dignos de ella?”

La carencia de un sentido de vida, el fracaso del racionalismo para ofrecernos un


equivalente creíble y la decadencia de las Iglesia tradicionales que según el mismo
personaje ya no son mas que “… las tumbas y panteones de Dios”
.
Esta noticia, la muerte de Dios, la secularización y el triunfo de la racionalidad
instrumental, un hecho que podría alegrar a los ateos, según Wolfe, nos debería hacer
reflexionar sobre las consecuencias de este hecho.

Wolfe nos recuerda que Nietzsche predice en su obra “Ecce homo” (9) con respecto
al siglo XX que “habrá guerras como jamás las ha habido en la Tierra” (9,Pág. 35),
¿Por qué? Nos explica Wolfe que “Porque los seres humanos ya no tendrían un dios al cual
recurrir para que los absolviera de su culpa; sin embargo, seguirían viviendo atormentados
por la culpa, porque ésta es un impulso que se inculca a los niños cuando son muy
pequeños, antes de que tengan edad para razonar. Por lo tanto, además de odiarse entre sí,
los hombres se odiarían a sí mismos. La fe ciega y reconfortante que habían depositado en
Dios, dijo Nietzsche, pasaría a recaer en fraternidades nacionalistas bárbaras. En su
opinión, las doctrinas que no distinguían entre el hombre y el animal, como el darwinismo,
27

podían conducir a la aparición de fraternidades organizadas con el fin de robar y


explotar a las personas ajenas a ellas.”(7, págs.159-160)

Esta visión le parece a Wolfe muy coincidente con la aparición de individuos


que sin tener la culpa grabadas en sus mentes “cometen actos delictivos sin sentir el
menor remordimiento intrigando a los criminólogos e instándoles a crear Iniciativas
sobre la Violencia y a pronunciar conferencias sobre el tema.” (7, Págs.159-160)

Wolfe afirma en su libro que Nietzsche nos previno que la humanidad avanzaría a
tropezones por el siglo XX “guiada por la «miseria» del viejo y decadente código moral
fundado en la idea de Dios.”

En el siglo XXI, afirma el autor, se llegaría a un período de «transvaloración de


todos los valores» (La voluntad de poder), del realismo cuya fuerza “no sólo es
compatible con la más poderosa fuerza para la acción, para lo monstruoso de la
acción, para el crimen, lo presupone incluso.” (9, pág. 10). “la voluntad de poder como
jamás hombre alguno la ha poseído, la valentía brutal en lo espiritual, la fuerza ilimitada
para aprender sin que la voluntad de acción quedase oprimida por ello.”

En palabras de Wolfe “…esta sería también una etapa de frenética


«reconsideración», en la que la gente trataría de hallar nuevos sistemas de valores para
reemplazar los esqueletos enfermos de osteoporosis de los antiguos sistemas. Pero
fracasarían, advirtió Nietzsche, porque es imposible creer en códigos morales sin creer a
su vez en un dios que señala con su temible índice y dice «Haréis esto» o «No haréis
aquello».” (7, pág. 161).

¿No coincide esto con la proliferación de la delincuencia, no solo de los niveles SE


bajos sino que en los niveles mas favorecidos?

Siguiendo a John Schaar en su obra “El Miedo a la Autoridad. Las perspectivas


de Erich Fromm.” (10) reproduzcamos este fragmento esclarecedor:
“la nuestra es la primera cultura fundamentalmente secularizada de la historia. En
épocas de fe, los individuos encuentran sentido y propósito para sus vidas –y para sus
muertes- en la religión. Además, las instituciones religiosas no solo contaron en cierto
momento con el poder para castigar a aquellos que violasen el sentido moral de la
comunidad, sino que aparte de ello proporcionaron un cauce por el cual los entusiasmos,
frenesíes y fanatismos, tanto individuales como colectivos, pudiesen escapar sin mucho
daño a la colectividad, y a menudo con grandes beneficios para ésta. Con la decadencia de
la fe religiosa, todo eso desaparece. Por primera vez en la historia, el hombre occidental
encara lo absurdo de la existencia sin el refugio de la fe. Por primera vez en la historia de
Occidente, masas de individuos afrontan la muerte como una aniquilación personal, en
lugar de ver en ella el umbral hacia la vida eterna. Por primera vez en la historia de
Occidente, las instituciones religiosas carecen del poder del castigo implacable, como
también del poder de dar vívida simbolización de los impulsos irracionales del hombre.
Lo único que queda es el yo en su existencia temporal; y con ello, surge la inexorable
percatación de que la vida no tiene más sentido que aquel que le confiere la autoafirmación.
28

Nietzsche sabía que con la muerte de Dios todo sería posible. En este universo al cual tanto
el significado humano como el divino le son extraños, sólo unos cuantos modernos han sido
capaces del valor supremamente irónico del que hace gala Bertrand Russell en A Free
Man`s Worship (El culto de un hombre libre). El que las masas sean capaces de perdurar
y de seguir siendo pacíficas sin el solaz y la disciplina de la ideología continua siendo,
como ya lo señaló Renan en la introducción a El futuro de la ciencia, la gran incógnita
de la edad moderna.” (10, Pág.177)

Si observamos lo que sucede en las empresas, según la sección de Economía y


Negocios del Mercurio del domingo 13 de septiembre de 2009 (11) leemos que:
“En un año se disparan las estafas dentro de las empresas. La crisis agudiza el
problema” .Un 41% de las empresas reconoce haber sido defraudada en 2008 de acuerdo a
una encuesta realizada por KPMG a 120 compañías. Un año antes, las estafas eran 10
puntos porcentuales menos.
“En la Bridec, en tanto, cuentan que el número de investigaciones por estafa y
fraude ya se acerca al total del año pasado, por lo que este año los ilícitos aumentarán en un
25%.”
"En tiempos de crisis y alto desempleo la propensión al fraude es alta", explica
Miguel León, socio de KPMG.”
Sin embargo la explicación no es tan sencilla como para limitarla a los problemas
económicos personales solamente: “Para Leslie Cooper, directora ejecutiva de HK Human
Capital, los fraudes no ocurren por necesidad, sino que tienen sus raíces en un problema de
educación. "Es una espiral que hemos ido viendo por el exceso de tolerancia, los códigos
de ética se han flexibilizado y el éxito está cada vez más relacionado al tema
monetario", dice.
“Hay expertos que incluso cuestionan que mientras los altos ejecutivos piden a sus
empleados que actúen de manera transparente, sean ellos mismos los que viajen al extranje-
ro, compren productos y luego los manden a copiar a China.”
“Esta falta de coherencia, explican, lleva a diversos tipos de estafa, como la
alteración de las planillas de remuneraciones, el pago a proveedores o clientes mediante una
"bicicleta" ■—esto es que se retira dinero y con el siguiente desembolso éste se repone—,
la alteración de los precios convenidos o la cobranza de incentivos para elegir a uno y no á
otro en todo tipo de negociaciones, o el "invento de empleados" que en realidad nunca
existieron pero que sí tienen un sueldo, esto sucede principalmente en constructoras.”

Al tratar la crisis educacional surge el mismo problema, en Opinión de José


Joaquín Brunner en el Mercurio de domingo 01 de marzo de 2009 (12) en que el
sociólogo nos dice que las familias esperan de los colegios que “sus hijas e hijos adquieran
las competencias claves: comprensión de textos escritos impresos y digitales; uso del
lenguaje para comunicarse, convivir y trabajar con los demás; y dominio de las tecnologías
básicas del conocimiento disponibles.”

Pero que “Además, esperan que el colegio los forme en un sentido más amplio,
desarrollando su carácter, enseñándoles a ejercer su juicio moral, a discernir valores y
asumir las responsabilidades propias de un agente autónomo”.
29

Esto según Brunner no es posible pues “… los colegios se hallan puestos en una
situación más desfavorable que nunca. No cuentan ya con el apoyo de las familias,
cuyo rol formativo se ha debilitado en la mayoría de los hogares, ni cuentan tampoco
con el sostén de una cultura (un núcleo de valores) en condiciones de orientar la
conducta social. Más bien, existe una abigarrada diversidad de dioses, concepciones
de mundo, ídolos y ofertas valóricas que compiten por la devoción de las nuevas
generaciones. Reinan la confusión y la incertidumbre. En estas circunstancias, los
padres exigen a los colegios que afirmen un claro principio formativo que ni ellos ni la
sociedad ofrecen.”

Similar diagnostico podríamos emitir sobre el papel rehabilitador de las prisiones y


sus funcionarios y profesionales a cargo. ¿Podemos pedirles a ellos que obtengan lo que la
sociedad en su conjunto y las familias en particular ya no poseen y que por consiguiente no
han podido ni podrán entregar a muchos de sus miembros en los momentos oportunos?

¿Cuál es la visión de la gente?

El articulo citado de I. de Rementería (5) nos entrega datos de una encuesta nacional
efectuada el año 2004.

La encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana del INE y el Ministerio del


Interior (2004) nos entrega datos acerca de la opinión de la ciudadanía sobre las causas de
la delincuencia: el 40.4% la atribuye a razones socioeconómicas (33.1% al desempleo y
7.3% a la extrema pobreza) mientras que casi la misma proporción, el 39%, lo atribuye a
deficiencias del sistema de control al delito (19.3% falta de vigilancia policial, 17.8%
bajas sanciones de la justicia y 1.9% falta de rehabilitación) (5, págs. 200,201)

Es decir que la visión de la gente, según la encuesta del INE se divide en partes
iguales al atribuir, por un lado, la causalidad del delito a la influencia de condiciones
sociales adversas (pobreza, desempleo) y por otro a la falta de control jurídico – policial.

El origen del delito ha sido tratado de explicar desde diferentes ángulos aunque
“…desde la mitad del siglo XX, la creencia de que el delito puede ser explicado por una
teoría única ha sido abandonada. Los expertos se inclinan a asumir las teorías del factor
múltiple o de la causa múltiple, es decir, que el delito surge como consecuencia de un
conjunto plural de conflictivas y convergentes influencias biológicas, psicológicas,
culturales, económicas y políticas. Las explicaciones basadas en la causa múltiple parecen
más verosímiles que las teorías anteriores de la simple causa única. En último extremo,
siguen sin estar claras las causas del delito, porque la interrelación de los factores en
presencia en cada caso es difícil de determinar.”(13)

Un buen ejemplo de un catastro del sinnúmero de investigaciones que han encontrado


asociaciones estadísticas entre la delincuencia y diversos factores económicos, sociales,
demográficos, etc. lo encontramos en la obra “Determinantes de la criminalidad:
revisión bibliográfica” (14) en la cual los autores motivados por el aumento constante de
la tasa de denuncias de los delitos de mayor connotación social que entre el 1er semestre
de 1997 y el 2º semestre de 2006 se doblaron pasando de una tasa de 280 a 600 por
30

100.000 (14, pág.2) proponen una clasificación provisoria de los determinantes de la


criminalidad en la bibliografía con la esperanza de elaborar un modelo dinámico que
considerara las interacciones entre los diversos factores mencionados y permitiera predecir
y elaborar propuestas de políticas publicas al respecto.

Este catastro consideraba 11 factores generales, tales como económicos,


demográficos, policiales, educacionales, etc. y alrededor de 50 subfactores tales como la
pobreza, la desigualdad, el género, la raza, el fracaso escolar, el uso de la pena capital, etc.,
etc.
Consideremos con algún detalle los principales resultados de esta revisión
bibliográfica.
Los autores al considerar el factor económico encuentran que existe asociación
positiva con la pobreza, con la desigualdad social, negativa con el ingreso legal, negativa
con el consumo, positiva con la tasa de desempleo, negativa con la fuerza laboral, negativa
con el crecimiento económico y positiva con el aumento del comercio.

Con respecto al factor demográfico o asociación con la estructura etárea de la


población, la edad revela que los delincuentes tienden a ser jóvenes, el genero que son
mayoritariamente hombres, el estado civil, tienden a ser solteros, a ser mayoritariamente
urbanos, a estar asociados con una mayor densidad poblacional y con la raza
(investigaciones en países con población negra).

Con respecto a los factores policiales la asociación es negativa con el número de


policías y negativa con la eficacia policial (detenciones y probabilidad de captura).

Los factores penales demuestran que existe una asociación negativa de la


delincuencia con el aumento de los encarcelamientos, pero la delincuencia no sube si los
encarcelamientos disminuyen; una asociación negativa con la certeza y severidad de la
pena, sin embargo esta disminución de la delincuencia después de un tiempo tiende a
recuperarse o aumentar ( Muy en relación con la teoría del aprendizaje, en obra citada (15)
“…el castigo como herramienta del condicionamiento operante meramente suprime la
respuesta pero no elimina ni extingue el hábito ni siquiera actúa como reforzamiento
negativo. “De acuerdo con Skinner (y el último Thorndike), Este ha encontrado que el
castigo no conduce a la reducción del número total de respuestas dadas durante la
extinción, aun cuando haya una supresión temporal de la respuesta siguiente al
castigo.”(15, p.129); también se ha encontrado una asociación positiva con la aplicación de
penas alternativas y una asociación positiva con la aplicación de la pena capital (en los
delitos violentos).

Respecto a los factores relativos a las armas, tan importantes en USA, hay una
relación negativa entre control de armas y delincuencia, por lo menos para los delitos que
incluyen armas, que generalmente son los que se llaman delitos contra las personas, o que
otros llaman delitos pasionales, respecto al porte de armas existen datos divergentes de
acuerdo a si se enfoca el problema de disminuir las armas en poder de la delincuencia o
permitir su tenencia por los ciudadanos como autodefensa.
31

Los factores respecto a la droga, reflejan una asociación positiva entre la


existencia de droga y el aumento de la criminalidad, asociación positiva con la epidemia del
Crack y positiva con el consumo de alcohol.

Los factores educacionales muestran asociación negativa de la escolaridad con la


delincuencia, negativa con la posesión de capital humano (habilidades y capacidad
personal), positiva con el fracaso escolar, y con la deserción escolar, negativa con la
inteligencia, negativa con la calidad de la educación, positiva con la participación en
pandillas, muy afectada por el efecto colegio (armonía entre el colegio y los estudiantes) y
negativa con la capacitación.

Respecto a los factores de diseño ambiental, Todos los artículos proponen una
relación negativa entre el mejoramiento del diseño ambiental y la delincuencia,
especialmente en factores como vigilancia natural, control natural de los accesos,
reforzamiento territorial y mantención de los espacios públicos.

Respecto a los factores de riesgo social, ellos aparecen relacionados positivamente


con la delincuencia en todos los artículos revisados, los problemas familiares, las
condiciones del hogar y la vivienda en términos de hacinamiento y carencias, los hijos no
deseados y la marginalidad social. Todos estos factores son “de riesgo, es decir, comportan
una mayor probabilidad de caer en ciertos estados, pero de ninguna forma el alcance de
ese estado es una relación uno a uno cuando existe presencia de aquellos factores.”

Respecto a los factores de capital social, factor que se puede descomponer en


participación ciudadana redes de apoyo, ambos factores tiene una asociación negativa.

Los factores sicológicos considerados, aparte de la inteligencia ya tratada en otro


punto, aseguran que la falta de autoestima, la falta de autocontrol, el egocentrismo, la
poca resistencia a la frustración y el deseo de obtener gratificaciones materiales inmediatas
aumentan las probabilidades de cometer delitos.

Los factores de programa consideran estrategias de acción y su efectividad en el


control de la delincuencia, aseverando que son efectivos en su disminución aquellos que
aumentan los empleos, que mejoran los salarios, que plantean un buen uso del tiempo
libre, que mejoran la retención y reinserción escolar, que son multiagenciados (acción
conjunta de diversas instituciones), los programas situacionales de orientación pragmática
y no etiológica y los programas comunitarios.

Consideraremos en el siguiente punto los principales paradigmas explicativos


globales que han pretendido explicar las causas tanto del delito como la justificación de la
penalidad asociada integrándolos en modelos de explicación general

3.22.-El delito y la función de la pena en Durkheim.

1.- Emile Durkheim presenta una visión muy diferente respecto al delito con
respecto al conocimiento vulgar y a los supuestos tácitos de las investigaciones expuestas
32

por Cea et al (14), que consideran implícitamente a la delincuencia como una patología
social que hay que eliminar.
Al examinar “Las reglas del método sociológico”, (16) Durkheim expone su
consideración del crimen como un hecho social normal, en el sentido que cumple los
requisitos de ser general (16, pp.85) en todas las sociedades existentes y funcional al
organismo social (16, pps. 85-92). Incluso plantea que una cierta proporción de
delincuencia sería consustancial a un cierto grado de desarrollo de la civilización (16,
pp.86). Llega afirmar que “constituye un factor de la salud pública, una parte integrante de
toda sociedad sana.”(16, pp.86)

La imposibilidad de extinguir el delito y su funcionalidad social la justifica


Durkheim afirmando que, si bien “el crimen consiste en un acto que ofende determinados
sentimientos colectivos, dotados de una energía y de una firmeza particulares, …para que en
una sociedad dada pudiesen cesar de cometerse los actos reputados criminales, sería, por
tanto, preciso que los sentimientos que ofenden se encontrasen en todas las conciencias
individuales, sin excepción, y con el grado de fuerza necesaria para contener los sentimientos
contrarios “(16, pp. 87) y eso afirma el autor que no se ha dado en el curso de la historia ni
sería deseable que ocurriera.

La evolución de la moral y el derecho requieren “que los sentimientos colectivos que


forman la base de la moral, no sean refractarios al cambio y, por consiguiente, que sólo
tengan una energía moderada. Si fueran demasiado intensos, no serían lo suficientemente
plásticos. (16, pp. 89).

“si no hubiera crímenes, no se cumpliría esta condición, pues tal hipótesis supone que
los sentimientos colectivos habrán alcanzado un grado de intensidad sin ejemplo en la
historia. (16, pp. 90)

De manera muy dramática expresa que para que la sociedad pueda evolucionar “ es
preciso que la originalidad individual sea posible; además, para que pueda manifestarse la
del idealista que sueña con ir más allá de su siglo, es necesario que sea posible la del
criminal, que está en un nivel inferior a su tiempo. Sin la una, no se concibe la otra. (16,
pp.90)

Podemos fácilmente ejemplificar este hecho enunciado por Durkheim al considerar


la evolución y el cambio en nuestra lengua castellana, los cambios y nuevas palabras y
significados han provenido de los creadores literarios y científicos …y de los delincuentes,
consideremos cuantas palabras de uso común en la actualidad provienen del coa o jerga de
los delincuentes (Pej.: bacán, brígido, cachar, etc.).

Tampoco puede considerarse como un buen síntoma el decrecimiento repentino del


crimen pues indica el autor que “el crimen ya no puede concebirse como un mal que nunca
se limitará lo suficiente, sino que lejos de ser un buen síntoma el que descienda a un nivel
excesivamente inferior al ordinario, ha de estarse seguro de que este progresó aparente, es
acompañado y es solidario de alguna perturbación social.”(16, pp.91).
33

Consideremos, en apoyo a la aseveración anterior la brusca bajada del índice de


delincuencia entre los años 1973 y 1974 en Chile graficada en la obra de B. Núñez (4,
págs. 19-22)
El índice de criminalidad, delitos por 100.000 habitantes, bajó un 19.6 % (Fuente:
elaboración de datos del informe Escaff, Revista Investigaciones de Chile Nº 34, 1979).
Los crímenes y simples delitos contra la propiedad por cada 100.000 habitantes
(robos, hurtos, estafas y otros) bajaron un 17.9 %. (Fuente: elaboración de datos del
informa Escaff)
Los crímenes o simples delitos contra las personas por cada 100.000 habitantes
(lesiones, homicidios, intentos de homicidio y otros) bajaron un 6.9 % (Fuente:
Elaboración datos informe Escaff).
Si bien los índices de criminalidad bajaron en ese año, no puede afirmarse que la
sociedad en su conjunto, el organismo social en términos durkhenianos exhibiera un estado
de mayor bienestar o salud.
Mas aún, el desarrollo social parece conllevar un aumento de la delincuencia,
Durkheim nos habla de un aumento de un 300% en el primer decenio del siglo XX en
Francia.
En Chile entre los años 1985 y 2001, un período de progreso económico global en
que disminuyó fuertemente el número de pobres y aumentó el ingreso per capita, las
denuncias crecieron un 66.3%, las aprehensiones un 73.4% y el número de sancionados en
tribunales un 78.3% (5, pag.195)
Considerando el período 1997- 2006, los delitos de mayor connotación social
(homicidio, lesiones, violación, robos y hurtos) empleando el índice por 100.000 habitantes
subió de la base 100 en 1997 a 212 en el 2006. (Fuente: Ministerio del Interior, 2006).
Los detenidos por carabineros en el año 2000 fueron en un 62,27% por delitos
contra la propiedad (robos y hurtos), en el 2006 estos delitos constituyeron un 82,9%
(Fuente: AUPOL-Carabineros de Chile 2006) en el 2008 un 79,5 de las detenciones
correspondió a delitos contra la propiedad (robos con violencia, intimidación, o por
sorpresa y los hurtos). (Fuente Ministerio del Interior 2008).

En tal sentido la orientación fundamental del delito tiende a centrarse


crecientemente en la propiedad. En términos durkhenianos, ¿no estaría indicando la
urgencia de un mejoramiento de las vías legítimas para acceder a la propiedad (educación
pública, nivel de salarios, distribución de ingreso, etc.)?

Esta percepción y aceptación del crimen como un hecho social normal (que no
significa avalarlo moralmente), que no es una patología social (aún cuando Durkheim
reconoce que un aumento excesivo, mas allá de lo esperable que corresponda al grado de
desarrollo de una sociedad si se podría considerar peligroso y dañino para el organismo
social) tiene serias implicancias al considerar el “remedio” social en vigencia, la pena o
castigo.

Dice Durkheim “si el crimen no tiene nada de morboso, la pena no puede tener por
objeto curarlo y su verdadera función ha de buscarse en otra parte. (16, pp.92)
34

En su obra La división del Trabajo Social (17), Durkheim plantea que siendo el
crimen una ruptura al lazo de solidaridad social es de tal gravedad que “determina contra
su autor esa reacción característica que se llama pena.”(17, pp.67).
Sancionado por el derecho represivo (penal), el delito no es considerado como tal por
el hecho mismo, pues varía de sociedad en sociedad y de tiempo en tiempo, tampoco por el
daño que provoca a los grandes intereses de la sociedad, como se ejemplifica por la baja
penalidad del delito económico.
El carácter común en los hechos considerados como delito es “que ellos consisten-
salvo algunas excepciones…- en actos universalmente reprobados por los miembros de
cada sociedad” (17, pp.69).
Pero no solo es una ofensa a los sentimientos colectivos en general sino a aquellos
que “están fuertemente grabados. No son veleidades titubeantes y superficiales sino
emociones y tendencias que están fuertemente enraizadas en nosotros” (17, pp.73)
Llega a afirmar que lo esencial es la oposición entre el crimen y los sentimientos
colectivos “…no hay que decir que un acto hiere la conciencia común porque es criminal,
sino que es criminal porque hiere la conciencia común. No lo reprobamos porque es un
crimen sino que es un crimen porque lo reprobamos.”(17, pp.75).

Esta reprobación general exige un castigo y por consiguiente Durkheim concluye


que “…la pena consiste en una reacción pasional. Este carácter es tanto mas aparente
cuanto menos cultas son la sociedades“…La prueba está en que no buscan ni castigar lo
justo ni castigar útilmente, sino sólo castigar.”…” De ahí vienen los refinamientos de dolor
agregados al último suplicio.”….”), ¿No es, además, la pena tan general del talión, una
satisfacción concedida a la pasión de la venganza?”.(17, pp.79). La descripción que hace
M. Foucault de los suplicios y los castigos en su obra Vigilar y castigar ahorra comentarios
al respecto.

Se dice que hoy en día la pena ha cambiado de naturaleza “… la sociedad ya no


castiga por vengarse sino para defenderse. El dolor que inflige no es entre sus manos más
que un instrumento metódico de protección. Castiga, no porque el castigo le ofrezca por sí
mismo alguna satisfacción, sino a fin de que el temor de la pena paralice las malas
voluntades No es ya la cólera, sino la previsión reflexiva, la que determina la represión.”
(17, pp.79)
Sin embargo el autor afirma que la naturaleza de una practica no cambia
necesariamente, porque las intenciones concientes de quienes las aplican se modifiquen”
(17, pp.79) mas bien se ha adaptado a las nuevas condiciones.

Con extremada franqueza afirma Durkheim al referirse a la funcionalidad de la


venganza que “…es un error creer que la venganza es sólo una crueldad inútil. Es posible
que en sí misma consista en una reacción mecánica y sin finalidad, en un movimiento
pasional e ininteligente, en una necesidad no razonada de destruir; pero, de hecho, lo que
tiende a destruir era una amenaza para nosotros. Constituye, pues, en realidad, un verda-
dero acto de defensa, aun cuando instintivo e irreflexivo. No nos vengamos sino de lo
que nos ha ocasionado un mal, y lo que nos ha causado un mal es siempre un peligro. El
instinto de la venganza no es, en suma, más que el instinto de conservación exagerado
por el peligro.”(17, pp.80).
35

Considera Durkheim que la pena “…es mas bien una “expiación del pasado”.
Aduce como evidencia que”…lo prueban las precauciones minuciosas que tomamos para
proporcionarla tan exacta como sea posible en relación con la gravedad del crimen; serían
inexplicables si no creyéramos que el culpable debe sufrir porque ha ocasionado el mal,
y en la misma medida. En efecto, esta graduación no es necesaria si la pena no es más
que un medio de defensa.” (17, pp.80-81).

Agrega el autor que “…se evidencia ese carácter pasional en la vergüenza del
estigma que acompaña la pena y que se extiende a los familiares, un complemento de la
pena, la necesidad de compensar el mal con el mal producto de sentimientos instintivos,
irresistible….(17,pp.82).

Concluye Durkheim diciendo que “…Así, pues, la naturaleza de la pena no ha


cambiado esencialmente. Todo cuanto puede decirse es que la necesidad de la venganza
está mejor dirigida hoy que antes. El espíritu de previsión que se ha despertado no deja ya
el campo tan libre a la acción ciega de la pasión; la contiene dentro de ciertos límites, se
opone a las violencias absurdas, a los estragos sin razón de ser. Más instruida, se derrama
menos al azar; ya no se la ve, aun cuando sea para satisfacerse, volverse contra los
inocentes. Pero sigue formando, sin embargo, el alma de la pena. Podemos, pues, decir que
la pena consiste en una reacción pasional de intensidad graduada.” (17, pp.82)

Estrictamente define Durkheim la pena como: “…una reacción pasional, de


intensidad graduada, que la sociedad ejerce por intermedio de un cuerpo constituido
sobre aquellos de sus miembros que han violado ciertas reglas de conducta.”(17,
pp.86).

En este sentido la utilidad de la pena no es evidente a simple vista ya que “…No


sirve, o no sirve sino muy secundariamente, para corregir al culpable o para intimidar a sus
posibles imitadores; desde este doble punto de vista su eficacia es justamente dudosa, y, en
todo caso, mediocre. Su verdadera función es mantener intacta la cohesión social,
conservando en toda su vitalidad la conciencia común.”(17, pp.95).

En realidad “Cabe decir, sin que sea paradoja, que el castigo está, sobre todo,
destinado a actuar sobre las gentes honradas, pues, como sirve para curar las heridas
ocasionadas a los sentimientos colectivos, no puede llenar su papel sino allí donde esos
sentimientos existen y en la medida en que están vivos.”(17, pp.95).

La función social de la existencia de esta “conciencia colectiva” postulada por


Durkheim, se encuentra en la base de su diagnostico sobre los males de la sociedad
moderna.

El observó la perdida creciente de solidaridad social, de la moralidad que la origina,


particularmente en el ámbito económico “…los actos más censurables son con tanta
frecuencia absueltos por el éxito, que el limite entre lo que está permitido y lo que está
prohibido, de lo que es justo y de lo que no lo es, no tiene nada de fijo, sino que casi parece
poder variarse arbitrariamente por los individuos “(17, pp.8).
36

Si bien afirmaba Durkheim que la división del trabajo genera una fuente de
solidaridad social orgánica, de dependencia y colaboración funcional mutua, su expresión
concreta cuando sobrepasa un cierto limite genera un efecto perverso “el individuo,
hundido por su trabajo, aislase en su actividad especial; ya no siente a los colaboradores
que a su lado trabajan en la misma obra que él, ni vuelve jamás a tener la idea de esta obra
común. La división del trabajo no puede llevarse demasiado lejos sin que devenga una
fuente de desintegración” (17, pp.304).

Siendo en principio el Estado el encargado de mantener la unidad del cuerpo social


a través de la regulación de las relaciones sociales ya que afirma el autor que “es preciso
también que la forma como deben concurrir, si no en toda clase de encuentros, al menos en
las circunstancias más frecuentes, sea predeterminada.” (17, pp.310).

Sin embargo afirma Durkheim “…no es suficiente que haya reglas, pues, a
veces, son esas reglas mismas la causa del mal...” (17, pp.310) pues “…para
que la división del trabajo produzca la solidaridad, no basta, pues, que cada
uno tenga su tarea; es preciso, además, que esta tarea le convenga.” (17,
pp.319) no siendo justas esas reglas solo la coacción puede mantener ese
estado de cosas en un equilibrio inestable impuesto por la fuerza.

En esta situación “….se encuentra roto el acuerdo en toda una región de la sociedad
entre las aptitudes de los individuos y el género de actividad que les está asignado; sólo la
coacción, más o menos violenta y más o menos directa, les liga a sus funciones; por
consiguiente, no es posible más que una solidaridad imperfecta y perturbada. (17, pp.319)

“Este resultado no es, pues, una consecuencia necesaria de la división del trabajo.
No se produce sino en circunstancias muy particulares, a saber, cuando es efecto de una
coacción exterior.”(17, pp.319)

“si la división del trabajo no produce la solidaridad, es que las relaciones de los
órganos no se hallan reglamentadas; es que se encuentran en un estado de anomia.”
(17, pp.313).

Surge entonces la anomie, como la denomina Marshall Clinard en su obra citada


(18) “porque la división del trabajo no produce contactos lo bastante eficaces entre sus
miembros ni regulaciones adecuadas de las relaciones sociales.” (17, pp.17).
Al estudiar el suicidio Durkheim lo consideró como un indicador visible de esta
situación. No considerándolo un fenómeno individual sino que condicionado por ciertas
características de la estructura social... “Esas características eran el grado de control o
regulación en una sociedad, el grado de unidad grupal y la fuerza de los vínculos que ligan
alas personas” (18, pp.19).
Lo que Durkheim llamaba anomia puede designarse como un estado de “falta de
normas”. “Ese estado surge cuando la desintegración del orden colectivo permite que las
aspiraciones del hombre se eleven por encima de toda posibilidad de cumplirse. La
sociedad no impone disciplina; no hay normas sociales que definirían los objetivos de la
37

acción. Las personas aspiran a metas que o no pueden lograr o encuentran difíciles de
alcanzar.” (18, pp.20) Citando a Durkheim en su obra “El suicidio, pág.241“…Es un hecho
que la religión ha perdido la mayor parte de su poder. Y el gobierno en vez de regular
la vida económica, se ha convertido en su instrumento y servidor…”
Al contrario de lo descrito las sociedades estables serían aquellas en que objetivos
precisos ayudan al individuo a respetar la autoridad colectiva. La metas económicas
estarían claramente definidas y al alcance de las aspiraciones del individuo.

3.23.- El delito y sus causas en Merton

Robert K. Merton.- En el ensayo “Estructura Social y Anomia” expuso su


explicación social y cultural de la conducta desviada en función de la anomia.
Merton enuncia el principio general de que “las estructuras sociales ejercen una
presión definida sobre ciertas personas en la sociedad induciéndolas a una conducta de
rebeldía antes que de conformidad” (Merton citado en 18, pp23). M. Clinard afirma que
Merton puso énfasis en las estructuras normativas e igual que Durkheim consideraba
“normal” a ciertas situaciones sociales; las presiones hacia la desviación en una sociedad
podían ser tales que las formas de conducta desviada fueran sicológicamente tan normales
como la conducta conformista.” (18, pp.23).
Si bien Durkheim limitaba la aplicación de la anomia a la explicación del suicidio
Merton la extiende a la explicación de una serie conductas consideradas desviadas; el
crimen, los desordenes mentales, el alcoholismo, etc.
Merton define estas “conductas desviadas” en una obra posterior (Social problems
and Sociological Theory”) considerándolas como “una conducta apartada en forma
significativa de las normas establecidas para las personas de acuerdo con su status social…
(y) ha de relacionarse con las normas socialmente definidas como apropiadas y moralmente
obligatorias para personas de distintos status” (18, pp.24).
Al explicar la anomia y la conducta desviada Merton no se centra en el individuo y
sus pulsiones biológicas como el origen de su actividad social sino que pone el énfasis en el
orden social. Con fines analíticos divide la realidad social en:

a) Estructura cultural, “aquella serie organizada de valores normativos que


gobiernan la conducta que es común a los miembros de una determinada
sociedad o grupo”
b) Estructura Social, consiste en normas institucionales que definen y
regulan el modo aceptable de alcanzar aquello objetivos.

Las metas culturales y las normas institucionales son variables en diferentes tiempos
y sociedades y no mantienen una relación constante entre sí. “Pueden haber metas de éxito
dominantes…..que pueden estar en pugna con los medios a disposición de quienes se hallan
socialmente en desventaja en la carrera competitiva de realización” (18, pp.24)

Un equilibrio eficiente entre estas dos fases de una sociedad “…suele mantenerse
mientras los individuos obtengan satisfacciones conformándose tanto con las metas
culturales como con los medios institucionales” (18, pp.25).
38

Merton concibe la anomia “como un derrumbe de la estructura cultural que acaece


sobre todo cuando existe una discrepancia aguda entre las normas y metas culturales y las
capacidades sociales estructuradas de los miembros del grupo de obrar en concordancia con
aquellas” (18, pp.25)

Merton propone que la tendencia hacia la anomia, vale decir la incapacidad de


alcanzar las metas de la sociedad por medios disponibles, esta distribuida diversamente en
un sistema social, y que distintos modos de adaptación desviada se encuentran de
preferencia, en diferentes estratos sociales.

La distribución de la conducta desviada dependerá de la accesibilidad de los medios


legítimos para alcanzar los objetivos y el grado de asimilación de metas y normas por los
distintos estratos sociales de una sociedad.

Merton distingue cinco tipos de adaptaciones ninguna de las cuales es


deliberadamente elegida por el individuo ni es utilitaria, sino que, como todas ellas
surgen de tensiones en el sistema social. Él propone el siguiente paradigma que
expondremos brevemente.

Tipología de modos de adaptación individual


Modos de adaptación Metas culturales Medios institucionalizados

I. Conformidad + +

II. Innovación + -

III. Ritualismo - +

IV.-Retraimiento - -

V. Rebelión -/+ -/+

(+) = aceptación; (-) = rechazo; (-/+) = rechazo de valores predominantes y sustitución por otros nuevos

I.- Conformidad. La conformidad, tanto con las metas culturales como con los medios
institucionales, es la adaptación más común, constituyendo este acuerdo de gran parte de la
población lo que hace posible la sociedad humana.

II.-La innovación. Una sociedad que enfatice un determinado objetivo como deseable y
donde su estructura social imponga limitaciones indebidas a los medios aprobados,
presentará numerosas situaciones que fomenten el desarrollo de apartamientos socialmente
desaprobados de las normas institucionales, en forma de prácticas innovadoras.
“… la utilización de medios ilegítimos como ser el crimen para alcanzar metas
culturalmente prescritas de éxito, poder y riqueza, ha llegado por lo tanto a ser común en
nuestra sociedad” (18, pp.30).
Como prueba de ello, Merton sostiene que una conducta ilegal, tal como la
delincuencia y el crimen, parece ser de lo más común en las capas bajas de nuestra
39

sociedad, y ésta es "una respuesta 'normal' a una situación en que el énfasis cultural
puesto en el éxito pecuniario se ha hecho carne, pero donde existe poca oportunidad
de acercarse a los medios convencionales y legítimos para tener tal éxito" (18, pp.30).
De hecho el grupo de delitos contra la propiedad (robos y hurtos), en nuestro país,
constituyen el principal motivo de las detenciones realizadas por carabineros, que en 2007
constituyeron un 62% pero que si consideramos las detenciones por trafico de drogas o
actividades conexas (15,49%) y las agregamos considerando el móvil de lucro común a
ambos tipos de delito nos lleva a un preocupante 81.49% del total de delitos. Sería la forma
predominante que adoptan las conductas desviadas en nuestra sociedad y la mayor parte de
la población penal correspondería a individuos que podrían agruparse en esta categoría de
innovadores.

III.- Ritualismo. El ritualismo consiste en abandonar o rebajar las metas sociales hasta un
punto en que se puedan satisfacer aun cuando el individuo se sigue sujetando compulsi-
vamente a las normas institucionales.

IV.-Retraimiento. Podría afirmarse que no se trata tanto de una adaptación, sino de un


rechazo tanto de las metas culturales como de los medios institucionales. El individuo las
ha abandonado. Aun cuando el individuo ha internalizado plenamente las metas culturales
de éxito, encuentra inaccesibles los medios institucionalizados para lograrlos. Bajo la
presión internalizada de no obtener la meta por medios ilegítimos, tales como los ofrece la
innovación, el individuo se encuentra frustrado y trabado. No renuncia a la meta del éxito,
pero adopta mecanismos de escape tales como '' el derrotismo, el quietismo y el
retraimiento''. (18, pp.32).

V.- La rebelión. Las personas que muestran esta forma de adaptación dan la espalda a la
estructura social convencional y tratan de establecer otra nueva o muy modificada. Esta
forma de adaptación surge cuando "se considera el sistema institucional como una barrera
contra la satisfacción de metas legítimas”…”, "…Representa una respuesta transitoria que
trata de institucionalizar nuevas metas y nuevos procedimientos para que los compartan
otros miembros de la sociedad. Así se refiere más bien a los esfuerzos por cambiar la
estructura cultural y social existente y no a acomodar los esfuerzos dentro de esa
estructura." (18, pp.29).

3.24.-El delito y la pena en Weber.

Para entender el significado que Weber le confiere al delito es necesario referirse a


la noción de “oportunidad” tratada en la obra de Julián Freund “Sociología de Max Weber
(19).

“Este término…….señala el carácter probabilístico de toda construcción


sociológica, quiere decir que las estructuras sociales pueden perder con el tiempo su
significación e incluso desaparecer, según que la actividad de los hombres relacionados con
ellas le den otra significación, ya por presión de las necesidades, ya en razón de nuevos
40

intereses, ya en virtud de la evolución técnica y racional de la humanidad, o bien pueden


quedar privadas de toda significación, en cuyo caso mueren.”(19, pp105).

“La noción de oportunidad está, pues, ligada a la categoría de posibilidad objetiva,


lo que quiere decir que, en condiciones objetivamente dadas, es probable que los hombres
actúen de una manera que cabe preverla aproximadamente.” (19, pag.107)

Decir de una actividad que se orienta significativamente según el comportamiento


del prójimo, es admitir que el individuo tiene el derecho de contar con cierta probabilidad
con una regularidad en la conducta de los demás. Puede esperar que los demás se
comporten de una cierta manera en razón de una racionalidad por valor o que actúen por
deber, tradición o dignidad personal en un sentido previsible.

La sociedad funciona en virtud de un cúmulo de sobreentendidos que cada


individuo se forma respecto de las actitudes y procederes naturalmente esperables de sus
semejantes.

Entonces cuando alguien se sale de la línea, opera sobre sus semejantes de una
manera no social (usualmente considerada ilógica, o injusta, o cruel, o demente), se
quiebra esa mínima relación de confianza a priori que los individuos establecen entre
sí y nos encontramos en presencia del fenómeno del delito.

Más aún, cuando afirmamos que un reglamento esta vigente o que el Estado ejerce
normalmente sus atribuciones, significa reconocer que “…en general los hombres se
conforman con ese reglamento y que respetan las decisiones del Gobierno”. Por
consiguiente cuando esta oportunidad disminuye y la imprevisibilidad de las acciones de
los otros aumenta, “… la duración de la relación o de la estructura social se encuentra
comprometida” (19, pág.107)

El Derecho Penal vendría a respaldar con su accionar punitivo el tramado de


relaciones sociales nacidas de ese común sobreentendido sobre cuestiones básicas y
elementales de la convivencia.

Con su conducta el delincuente rompe este sobreentendido sobre el cual se basa la


relación social y justifica con razones compatibles con la visión de Durkheim la penalidad
impuesta al desviado, se busca restablecer la fe pública, las reglas del juego vulneradas por
el delincuente.

3.25.- El delito y la pena en Foucault.

Michel Foucault en su obra “Vigilar y castigar” (20) considera el castigo como


una función social compleja, frente a la cual no debemos centrarnos solamente en sus
efectos represivos, no debemos fijarnos solo en el efecto como sanción sino que analizar
todas sus consecuencias sociales.
Foucault analiza los métodos punitivos no como simples consecuencias de reglas de
derecho o como indicadores de estructuras sociales, sino como técnicas específicas del
41

campo más general de los demás procedimientos de poder. En tal sentido adopta en
cuanto a los castigos la perspectiva de la táctica política.
Foucault busca una posible matriz común entre la historia del derecho penal y las
ciencias humanas sugiriendo que dependen ambas de un proceso de formación
"epistemológico-jurídico", que sitúa la tecnología del poder en el principio tanto de la
humanización de la penalidad como del conocimiento del hombre, finalmente sugiere que
la “entrada del alma” en la escena de la justicia penal, y con ella la inserción en la práctica
judicial de todo un saber "científico", puede ser solo una nueva forma de ejercicio del
poder.(20,pp.24).
Desde el comienzo de su obra Foucault describe en detalle los horrores de los
suplicios y castigos que a través de la historia se ha infligido a los delincuentes. Al referirse
a la delincuencia la considera como “ilegalismo” que percibe como extendido a través de
la sociedad y que no difiere moralmente según quien lo practique pero que en los estratos
bajos coincide con el crimen. La gran diferencia es que el ilegalismo de los detentadores
del poder de castigar queda impune.
Para Foucault tan solo difieren los ilegalismos en su objetivo, no en su forma o en
su moralidad.
Afirma Foucault que “…con las nuevas formas de acumulación del capital, de las
relaciones de producción y de estatuto jurídico de la propiedad, todas las prácticas
populares… se han volcado a la fuerza sobre el ilegalismo de los bienes. El robo tiende a
convertirse en la primera de las grandes escapatorias de la legalidad, (del pobre, del
proletario) en ese movimiento que hace pasar de una sociedad de la exacción jurídico-
política a una sociedad de la apropiación de los medios y de los productos del trabajo. “(20,
pp.81)
En este sentido Foucault, crítico del sistema capitalista, equipara el robo de bienes
con la apropiación “legal” de los medios de producción.

Esta separación del legalismo de los bienes del de los derechos “…cubre una
oposición de clases, ya que, de una parte, el ilegalismo más accesible a las clases populares
habrá de ser el de los bienes: transferencia violenta de las propiedades; y, de otra, la
burguesía se reservará el ilegalismo de los derechos: la posibilidad de eludir sus propios
reglamentos y sus propias leyes; de asegurar todo un inmenso sector de la circulación eco-
nómica por un juego que se despliega en los márgenes de la legislación, márgenes previstos
por sus silencios, o liberados por una tolerancia de hecho.” (20, pp.81)

En tal sentido el crimen ya no podría ser considerado “una virtualidad que el interés
o las pasiones hayan inscrito en el corazón de todos los hombres, sino la obra casi exclusiva
de determinada clase social; que los criminales, que en otro tiempo se encontraban en todas
las clases sociales, salen ahora "casi todos, de la última fila del orden social";que "las nueve
décimas partes de homicidas, asesinos, ladrones y de hombres viles proceden de lo que
hemos llamado la base social"; que no es el crimen lo que vuelve ajeno a la sociedad,
sino que el mismo se debe al hecho de que se está en la sociedad como un extraño”
(20.pp.255)

En tal sentido la penalidad sería entonces “…una manera de administrar los


ilegalismos, de trazar límites de tolerancia, de dar cierto campo de libertad a algunos, y
42

hacer presión sobre otros, de excluir a una parte y hacer útil a otra; de neutralizar a
éstos, de sacar provecho de aquellos”(20,pp.252).

La humanización del castigo en los últimos siglos es solo para Foucault una
manifestación de la economía del poder “La razón de que la ley deba tratar ahora
"humanamente" a aquel que se halla "fuera de la naturaleza" (mientras que la justicia de
antaño trataba de manera inhumana al "fuera de la ley"), no está en una humanidad pro-
funda que el delincuente escondiera dentro de sí, sino en la regulación necesaria de los
efectos de poder. Esta racionalidad "económica" es la que debe proporcionar la pena y
prescribir sus técnicas afinadas. "Humanidad" es el nombre respetuoso que se da a esta
economía y a sus cálculos minuciosos. "En cuestión de pena, el mínimo está ordenado
por la humanidad y aconsejado por la política." (20, pp. 85)

Es decir que introduce el cálculo racional en el castigo para no cuestionar la


autoridad que la aplica más que por un principio de humanidad por un cálculo interesado
“…lo que es preciso moderar y calcular son los efectos de rechazo del castigo sobre la
instancia que castiga y el poder que ésta pretende ejercer.”(20, pp.85).

La finalidad última social que Foucault percibe en el castigo, la mantención de la


estructura de poder, lo grafica al proponer una situación ficticia en que se hubiera cometido
un crimen tan atroz que vulnerara todos los márgenes establecidos. ¿Cual sería la lógica del
poder, de los poseedores del derecho a castigar?

Dice Foucault “¿Debería ser castigado un crimen tal? ¿De acuerdo con qué medida?
¿De qué utilidad podría ser su castigo en la economía del poder de castigar? Sería útil en la
medida en que pudiera reparar el "mal hecho a la sociedad". Ahora bien, si dejamos de lado
el perjuicio propiamente material —que incluso irreparable como en un asesinato, es de
poca monta al nivel de una sociedad entera—, el daño que hace un crimen al cuerpo
social es el desorden que introduce en él: el escándalo que suscita, el ejemplo que da, la
incitación a repetirlo si no ha sido castigado, la posibilidad de generalización que lleva
en sí. Para ser útil, el castigo debe tener como objetivo las consecuencias del delito,
entendidas como la serie de desórdenes que es capaz de iniciar. La proporción entre la
pena y la calidad del delito está determinada por la influencia que tiene sobre el orden
social el pacto que se viola."”(20, pp.86)

La lógica del poder implica “No atender a la ofensa pasada sino al desorden
futuro. Hacer de modo que el malhechor no pueda tener ni el deseo de repetir, ni la
posibilidad de contar con imitadores.”(20, pp.86).

Sin embargo desde hace un par de siglos el castigo a todos los delitos ya no es
físico, desaparecen los suplicios, la tortura, la mutilación y todo se traduce en periodos de
privación de libertad. Surgen las prisiones como lugares de cumplimiento de la pena
impuesta por la ley...

“Si no es ya el cuerpo el objeto de la penalidad en sus formas más severas, ¿sobre


qué establece su presa? La respuesta de los teorizantes —de quienes abren hacia 1760 un
periodo que no se ha cerrado aún— es sencilla, casi evidente. Parece inscrita en la pregunta
43

misma. Puesto que ya no es el cuerpo, es el alma. A la expiación que causa estragos en el


cuerpo debe suceder un castigo que actúe en profundidad sobre el corazón, el
pensamiento, la voluntad, las disposiciones. Mably ha formulado el principio, de una vez
para siempre: "Que el castigo, si se me permite hablar así, caiga sobre el alma más que
sobre el cuerpo."(20, pp.18).

Sin embargo los resultados de estas instituciones no han correspondido a los


objetivos, la delincuencia no ha disminuido, mas aun se pude afirmar que generan una
delincuencia más violenta y resentida. Se pregunta Foucault por qué se mantiene sin
grandes variaciones a pesar de ello.

Nos dice “…la prisión, y de una manera general los castigos, no están destinados a
suprimir las infracciones; sino más bien a distinguirlas, a distribuirlas, a utilizarlas; …
tienden no tanto a volver dóciles a quienes están dispuestos a transgredir las leyes, sino que
tienden a organizar la trasgresión de las leyes en una táctica general de
sometimientos”.(20,pp.252).

En tal sentido Foucault ya no habla de un “fracaso” de la prisión sino más bien de


una función extremadamente útil a un sistema general de dominación.

Afirma que la prisión, al "fracasar" aparentemente, no deja de alcanzar su objeto,


cosa que logra, por el contrario, en la medida en que suscita en medio de los demás una
forma particular de ilegalismo, al cual permite poner aparte, colocar a plena luz y organizar
como un medio relativamente cerrado pero penetrable.(20,pp.256)

Según Foucault “…. el efecto más importante quizá del sistema carcelario y de su
extensión mucho más allá de la prisión legal, es que logra volver natural y legítimo el
poder de castigar, y rebajar al menos el umbral de tolerancia a la penalidad”. Tiende a
borrar lo que puede haber de exorbitante en el ejercicio del castigo. Y esto haciendo jugar
uno con respecto del otro los dos registros en que se despliega: el —legal— de la justicia, y
el —extralegal— de la disciplina. (20, pp.281)

3.26.- El delito y la pena en la TER.

El enfoque de la Teoría de Elección Racional ha originado las estrategias de


seguridad ciudadana más exitosas frente al control de la delincuencia. De la Puente y
Torres en (21) al exponer la metodología de “prevención situacional del delito” que
postula “…que el delincuente no solo requiere de una motivación para delinquir sino
también de una disponibilidad y accesibilidad respecto a la selección de blancos
alcanzables que están en un momento concreto sin vigilancia o control social “ (Cromwell,
1996) (21, pp.24).
44

Esta estrategia nace como una reacción frente al incremento en las tasas de
criminalidad que se había registrado en la época del Wellfare State inglés, “en un momento
en que la fe en los ideales sobre la eficacia de los programas de rehabilitación o tendientes a
cambiar las diposiciones psicosociales de los delincuentes habían mostrado su fracaso, en
tanto el incremento de la penalidad como las estrategias de mejoramiento socioeconómico
se mostraban irrelevantes para disminuir las tasas de los delitos” (Downes y Rock, 1982)
(21,pp25).

Hacia fines de los 70’s este modelo se desarrollo en torno a al concepción del
Homus Economicus, esto es de un eventual delincuente que calcula racionalmente los
riesgos, costos y dificultades inherentes a la comisión de un delito y de los beneficios que
una determinada acción puede reportarle.

En 1980 Clarke y Mathew (1980:1) definieron las características de las estrategias


sobre el delito situacional como sigue:
1) medidas dirigidas hacia formas especificas de delito;
2) que involucran diseños o intervenciones sobre el entorno inmediato donde ocurren
esos delitos;
3) de un modo tan permanente y sistemático comos sea posible;
4) como para reducir las oportunidades de cometerlos.

Los estudios para evaluar la eficacia de las medidas propiciadas por la prevención
situacional del delito muestran que las tasas de criminalidad han disminuido en
ocasiones más de un 50%, a pesar que en algunos casos sus experiencias señalan los
fracasos evidentes, los cuales se han atribuido a ineptitud administrativa; fácil detección y
remoción de los obstáculos por parte de los delincuentes; descuido de los guardias y
observadores de cámaras de vigilancia; mal manejo de los códigos de tarjetas electrónicas
por parte de los usuarios; errores de diagnóstico, en términos que las medidas se habían
centrado en blancos de "alto riesgo", sin que de hecho lo constituyeran; a que el público no
utilizó por negligencia o comodidad los mecanismos de protección previstos, entre
otros.(21,pp.29)
Un ejemplo notable de éxito es citado “…en Newcastle, Inglaterra, en 1992 se
instalaron cámaras en determinadas calles, entre otras medidas adoptadas para la
prevención del delito. Luego de 15 meses de su instalación se comprobó que los robos con
fuerza en el área habían disminuido en un 57%, el robo de vehículos en un 47%, y el
hurto desde vehículos en un 50%.” (21.pp.29, pie de página).

Si tuviéramos que resumir esta estrategia en un celebre adagio que duda de la honradez
del ser humano y que asegura que “al ladrón lo hace la ocasión”.

Aplicado a la seguridad vial, un buen ejemplo lo constituyen los famosos “lomos de


toro”. Si confiáramos en la prudencia de los conductores, si confiáramos en la labor de la
educación al respecto, estos obstáculos no existirían, sin embargo su presencia hace
disminuir la velocidad del conductor sin importar sus motivaciones o intenciones.

3.261.- Postulados básicos del I.M. y la TER


45

Expongamos brevemente los postulados básicos de este paradigma explicativo a


través de sus principales exponentes y posteriormente tratemos de aplicarlo a la explicación
del delito y la penalidad legal.

Para Joseph Agassi en artículo citado (22) el Individualismo metodológico (IM en lo


sucesivo) postula tres afirmaciones básicas acerca de la explicación de los fenómenos
sociales.

1. – Solo los individuos tiene objetivos e intereses (individualismo)

2. – El individuo se comporta de manera adecuada a sus objetivos, dadas sus circunstancias


(principio de racionalidad)

3.- La estructura social es modificable como resultado de la acción de los individuos


(principio de reforma institucional). (22, pp.245)

En tal sentido se opone a los postulados básicos de los paradigmas denominados


“holistas” que sostienen lo contrario, es decir 1) que la sociedad es “un todo”, que es mas
que sus partes (holismo); 2) Que la sociedad afecta las intenciones u objetivos de los
individuos (colectivismo) y 3) que la estructura social influencia y reprime la conducta del
individuo (originando el análisis institucional).

Estos principios son compartidos en otras áreas de las ciencias sociales como lo
exponen connotados pensadores en el artículo de S. Lukes (23)

S. Lukes en el artículo considerado (23, pp.120) cita tres pensadores en diferentes


ámbitos de las ciencias sociales que comparten esta posición que los hechos sobre la
sociedad y los fenómenos sociales solo pueden ser explicados teniendo en cuenta los
hechos sobre el individuo.

En el campo de la economía Friedrich von Hayek, economista austriaco afirma que


“no hay otra manera de entender los fenómenos sociales sino a través de la comprensión de
las acciones individuales dirigidas hacia otras personas y guiadas por su conducta
esperada.” (Individualism and Economic Order, London, Routledge, 1949, p. 6.)

Karl Raimund Popper, filósofo de la ciencia británico, de origen austriaco y famoso


por su teoría del método científico y por su crítica del determinismo histórico afirma que
“…todos los fenómenos sociales, y especialmente el funcionamiento de todas las
instituciones sociales, pueden siempre ser entendidas como el resultado de decisiones,
acciones, actitudes, etc. de individuos humanos, y… nosotros nunca debemos estar
satisfechos con una explicación en términos de los así llamados “colectivos”. (The Open
Society, 4th edn., vol. II, p. 98)

Finalmente el filósofo de la ciencia británico J.W.N.Watkins da cuenta “del


principio del individualismo metodológico”. De acuerdo con este principio, los
constituyentes últimos del mundo social son individuos que actúan más o menos
apropiadamente a la luz de sus disposiciones y comprensión de su situación. Cada situación
46

social compleja, institución o evento es el resultado de una particular combinación de


individuos, sus disposiciones, situaciones, creencias, y recursos físicos y medioambientales.
(“'Historical Explanation in the Social Sciences'” in Gardiner. Ed., op. cit., p. 505. Cf.
'large-scale social phenomena must be accounted for by the situations, dispositions and
beliefs of individuals. This I call methodological individualism'. Watkins, 'Methodological
Individualism: A Reply', Phil. Sci., vol. 22 (1955) (see note 12), p. 58.)

En el Capítulo 2 del libro “Rational Choice. Framework for the Scientific Study of
Religion”, (24) Laurence R. Iannaccone expone los postulados básicos del approach de
elección racional, la exposición de Iannaccone se centra en la elección religiosa, sin
embargo extraeremos de él los principios generales del approach TER.

Reconociendo el aporte inicial de Gary Becker en 1976 que caracterizó lo esencial


de este approach como “los supuestos combinados de conducta de maximización, equilibrio
del mercado, y preferencias estables, usadas implacable y firmemente.”

El modelo general de la elección racional (TER) descansa en estos tres supuestos:

Assumption 1: Individuals act rationally, weighing the costs and benefits of potential
actions, and choosing those actions that maximize their net benefits.

Assumption 2: The ultimate preferences (or "needs") that individuals use to assess
costs and benefits tend not to vary much from person to person or time to time.

Assumption 3: Social outcomes constitute the equilibria that emerge from the
aggregation and interaction of individual actions. (24, pp.26)

De estos tres supuestos, la maximización de la conducta es el esencial. Iannaccone


reconoce que este “… un supuesto simplificador para ser empleado y evaluado dentro del
contexto de los modelos predictivos que son a su vez representaciones simplificadas de la
realidad…”
Dice el autor que se puede afirmar su utilidad “…sin creer por un momento que la
gente siempre actúa lógica, eficientemente, o en acuerdo con su propio interés.”…pero
este supuesto de elección racional ha llevado considerables frutos a las ciencias sociales,
particularmente a la economía y que la TER está bien dotada para la tarea de construir y
testear modelos formales de la conducta humana…”. (24, pp.27)
Los representantes de la TER presumen que “…la gente se enfrenta a todas las
acciones de la misma manera, evaluando costos y beneficios y actuando así para maximizar
sus beneficios netos (y) dado el supuesto de preferencias estables, no se contentan con
explicar estos cambios con referencia a cambios en las preferencias, normas o creencias.
Los teóricos buscan en vez de esa alternativa representar los cambios conductuales (y las
diferencias interpersonales) como respuestas óptimas a circunstancias cambiantes –
diferentes precios, ingresos, habilidades, experiencias, tecnologías, limitación de recursos,
y otros factores del mismo estilo”. (24, pp.27)
Finalmente, el approach supone un compromiso con los fines y métodos de la
ciencia en general. Esto no implica que la narrativa y la metáfora no tenga lugar en un
argumento de elección racional (McCloskey, 1985) o que el trabajo de campo
47

cualitativo deba jugar un rol secundario frente a la obtención de datos cuantitativos.


Sino que implica una búsqueda de leyes conductuales que satisfagan los criterios de
objetividad, reproducibilidad, y refutabilidad. (24, pp.28).

Iannaccone propone un modelo general para explicar la conducta a nivel individual


considerándola como la consecuencia de resolver uno o más problemas de la siguiente
manera
Los sujetos
Eligen: (acciones)

que maximizan: (objetivo)

sujetas a: (limitaciones) constraints

Es fundamental para proceder a explicar una conducta dada que el teórico


establezca los objetivos del actor de una manera que sea tanto analíticamente tratable
como relevante para la pregunta en cuestión.

Aunque los teóricos a menudo experimentan con diferentes niveles de abstracción,


los objetivos finales, denominados de diferentes maneras como “gustos” o “preferencias”,
se supone que permanecen estables. Este supuesto tiene tanto una base filosófica (la
convicción que las necesidades humanas fundamentales no difieren realmente mucho a
través del tiempo y lugar) y una base pragmática (el hecho que carecemos, todavía, de
alguna forma objetiva para modelar y medir la formación de las preferencias). En la
práctica, esto significa que un modelo de elección racional debe explicar los cambios en la
conducta en términos de cambios en las limitaciones (constraint). El supuesto de elección
racional y preferencias estables por lo tanto tiene el siguiente corolario:

Los cambios conductuales (a través del tiempo) son la consecuencia de


limitaciones (constraints) cambiantes; las diferencias conductuales (entre los
individuos) son la consecuencia de diferentes limitaciones (constraints). (24, pp.28)

Los precios y los ingresos constituyen las limitaciones de los modelos más usuales,
pero el estado actual de conocimientos del actor, su habilidad, experiencia y posición social
operan como limitaciones adicionales. Los teóricos buscan explicar y predecir la conducta
como respuestas óptimas a cambios en esos constraint – si se incrementa el precio aquí, si
el ingreso cambia allá, si aparece una innovación tecnológica, o una diferencia en la
habilidad natural o en el capital de inversión. La estrategia puede funcionar solo si uno se
adhiere a una visión amplia de conceptos tales como “precio”,”producción”, y “capital”.
Los precios y los costos se refieren a cualquier cosa que deba ser sacrificada, sin fijarse en
su forma: dinero, tiempo, status, etc.

Supuesto 4.- Las limitaciones toman una amplia variedad –precios explícitos e
implícitos, ingresos y habilidades, físicas y capital, la tecnología gobierna tanto la
producción domestica como la industrial, etc.
48

La importancia de los cambios tecnológicos es innegable en el desarrollo de la


humanidad tal como muy bien lo expresa Francis Bacon en un libro de 1620 al señalar la
importancia del descubrimiento de la imprenta, la pólvora y la brújula y sus efectos en la
sociedad. Él afirma que “…estas tres cosas han cambiado la forma y el semblante de la
Tierra, de ellas se han seguido innumerables transformaciones de las cosas, y parece que
ningún reino de la tierra, ninguna secta, ninguna estrella ha ejercido un efecto y unas
consecuencias mayores sobre los intereses de los hombres que estas cosas mecánicas” (25,
pag.26). No sería necesario recalcar asimismo cuanto ha cambiado nuestra vida la
invención y masificación del computador personal y el acceso a Internet.

El concepto de capital (humano), en un ámbito analizado en particular, por ejemplo:


capital humano laboral, religioso, deportivo, etc. denota el stock acumulado de una persona
de conocimiento, habilidades y sensibilidades. Es una abstracción designada para abarcar,
por ejemplo en el ámbito laboral el know how o experiencia en la realización de un trabajo,
la amistad con los compañeros, etc., así como en el terreno religioso lo constituirían la
práctica de los rituales, el conocimiento doctrinal, la amistad con compañeros de adoración,
e incluso la fe (en la medida que es producto de la experiencia).

Nos dice Iannaccone que este concepto es prestado de la economía laboral que lo
introdujo para explicar los modelos en sueldos, elección de carrera, y movilidad
ocupacional. En el caso de la religión, sin embargo, la distinción entre un stock de capital
que mejore la productividad y un stock de “hábitos” que alteren las preferencias es más
bien semántica. El rasgo critico, sin considerar la terminología, es que: la experiencia
mejora el valor (real o percibido) de las actividades (de cualquier tipo), por lo tanto
actúa elevando las tasas de participación (en la actividad en cuestión).

Habría que considerar, que la mayoría de las experiencias son de “contexto


especifico”, es decir relevantes solo para la actividad específica en la cual se aprendieron.
En tal sentido, en la medida que se haya acumulado será menos probable el cambio a
una actividad diferente en la cual no tenga mayor valor.

En el terreno de lo delincuencial este capital humano se traducirá en experiencia y


conocimiento del área delictual en que el individuo se desempeñe, conocimiento de las
leyes y sus resquicios, de los policías y sus técnicas (aumentando con ello las
probabilidades de impunidad) y también conocimiento de la cárcel y como adaptarse a ella
disminuyendo su acción de deterioro disuasivo. En tal sentido la habitualidad y el
consiguiente mayor Índice de Compromiso Delictual del sujeto refleja la posesión de un
mayor capital humano delictual acumulado que hará menos probable un cambio de
actividad tan radical como por ejemplo lo que se entiende por rehabilitación en el
REP.

3.262.- Aplicación de la TER al fenómeno del delito

Teniendo en cuenta los cuatro supuestos sostenidos y el corolario lógico de los tres
primeros, se puede afirmar que una sociedad, ese “social outcome”, ese producto del
agregado e interacción de las acciones individuales, puede fluir sin grandes conflictos si
49

existen y están disponibles para la mayoría de sus miembros vías instrumentales eficaces
para el logro de sus objetivos valorados. Un fenómeno social como la delincuencia, ese tipo
de conducta desviada penalizada legalmente, comúnmente se considera asociada al acceso
disminuido de algún grupo de individuos a los fines valorados socialmente. Un indicador de
este desequilibrio en el acceso a medios que existe en nuestro país podría considerarse el
hecho que la propiedad ajena es el objetivo de la mayor parte de los delitos (80%), y que la
mayor parte de ese tipo de delitos son cometidos por sujetos pertenecientes al nivel socio-
económico bajo (70%),

Pero, aun cuando los medios para obtener los fines valorados no estén al alcance de
muchos individuos la mayoría de los individuos no delinquen. ¿Podemos concluir de ello,
como muchos cientistas sociales sostienen, que la mayoría de los individuos han
internalizado normas que limitan la desviación a través de una socialización exitosa?

Esta explicación no necesariamente se ajusta a la realidad, una interpretación


divergente de la conducta generalizada conformista puede encontrarse en la consideración
de Durkheim acerca de una situación social injusta. En términos del pensador ese estado
social solo es posible de mantener mediante el empleo de la fuerza “…para que la división
del trabajo produzca la solidaridad, no basta, pues, que cada uno tenga su tarea; es preciso,
además, que esta tarea le convenga.” , no siendo justas esas reglas, solo la coacción puede
mantener ese estado de cosas en un equilibrio inestable impuesto por la fuerza.( 17, pp.319)
Foucault comparte esta apreciación extendiéndola y haciéndola central en su análisis de la
sociedad y del crimen llegando a afirmar “…no es el crimen lo que vuelve ajeno a la
sociedad, (al delincuente) sino que el mismo se debe al hecho de que se está en la
sociedad como un extraño” (20.pp.255) , es decir que la marginalidad engendra el crimen,
percibiendo como la finalidad ultima del castigo la mantención de la estructura de poder (de
castigar), de la exclusión y control del pobre.

De acuerdo a este razonamiento y suponiendo un Estado de derecho vigente, un


“constraint” que con una alta probabilidad implique consecuencias negativas a las
conductas desviadas penalizadas o delitos podría afirmarse que esa mayoría que enfrenta un
panorama de oportunidades reducidas o inexistentes de obtener los fines deseados, y que no
ha delinquido, no necesariamente las ha excluido de su repertorio conductual por la
supuesta existencia de normas o valores morales internalizados vía un proceso de
socialización sino que es mas probable suponer que no haya tenido la oportunidad de
transgredir las normas legales sin exponerse a las sanciones resultantes, es decir no ha
estado expuesto a un “constraint” permisivo o situación de impunidad. También apunta en
esta dirección de razonamiento la elevada cifra negra de delitos no denunciados y/o no
aclarados por las policías, lo que significa que una gran cantidad de delitos permanecen
impunes no siendo sus hechores considerados en las estadísticas como delincuentes a pesar
de haber cometido delitos sino más bien como “conformistas” con una supuesta
socialización exitosa. (4)

Si reproducimos el artículo aparecido en el Mercurio del 21 de marzo de 2010.


(26), en pag. C9 titulado “Especies repletan gimnasio municipal penquista” nos
encontramos con los siguientes testimonios:
50

“CONCEPCIÓN.- Sobrepasada por la cantidad de especies incautadas en allanamientos por


los saqueos tras el terremoto, la Policía de Investigaciones configuró un equipo de cuatro
peritos contables para que enumeren, uno por uno, todos los elementos apilados en el
gimnasio municipal de Concepción, donde su cancha ahora más parece una casa de
remates…”

“….La situación sorprendió a los equipos de inteligencia, "Nos vimos enfrentados a


un fenómeno que no conocíamos. Sí la tipificación del delito, pero no hechos de esta en-
vergadura. Hoy día el volumen de información es tan alto que estamos tratando de concen-
trar las investigaciones por sitios saqueados", explica el subprefecto de la Brigada de
Investigaciones Especiales, José Luís López.”
“La procedencia de los bienes robados no estigmatiza clases sociales ni está
concentrada en sectores poblacionales. Atraviesa ambas en una mezcla de perfiles
involucrados tras la "oportunidad" de sustraer artefactos que se generó después del
27 de febrero, profundiza el subprefecto León, jefe de las tres unidades operativas a cargo
de los casos de saqueos.”
“Lo anterior quedó en evidencia el viernes pasado, cuando un ingeniero,
identificado como Cristian Díaz Peralta, y la ejecutiva de cuentas María Várela Mella
fueron formalizados. El primero por robo con fuerza en lugar no habitado y la segunda por
receptación. Ese día Carabineros y la fiscalía ratificaron que la justicia será imparcial.”
“Con ayuda de las pruebas entregadas por la ciudadanía y operativos policiales, 240
personas cumplen prisión preventiva por delitos relacionados con el robo de especies tras el
terremoto. Sumando a los bienes recuperados por la P.D.I. y los acopiados en la prefectura
de Carabineros de Concepción, el valor monetario de los bienes incautados superaría los
tres millones y medio de dólares.”
51

Como espectador lejano no deja de sorprender el hecho que la gran mayoría de los
detenidos no tenían antecedentes policiales, incluso están involucrados en los saqueos
algunos periodistas de ChileVisión que cubrían la noticia.

Estos datos nos permiten sostener con mayor credibilidad la alternativa de que gran
parte de la conducta “conformista” enunciada por Merton y atribuida a una socialización
exitosa mas bien podría ser explicada por el temor a las sanciones legales o el no haber sido
expuesto a una “oportunidad” de posible impunidad (en términos de la TER un “constraint”
adecuado que permita considerar la conducta desviada como la más eficaz para obtener la
maximización)

En este sentido ¿Cómo definiría a un delincuente el paradigma TER?

Reproduciendo una breve síntesis del desarrollo de la criminología en la


Enciclopedia Encarta 2009 (27) acerca de la historia de la criminología, encontramos que
en épocas primitivas se afirmaba que los delincuentes eran personas perversas que cometían
crímenes de manera deliberada, porque estaban instigados por el demonio u otros espíritus
malignos. En el siglo XVIII se formularon teorías, como la de Franz J. Gall que intentó
relacionar la estructura cerebral y las inclinaciones del criminal, teoría hoy abandonada en
el descrédito. A finales del siglo XIX el criminólogo italiano Cesare Lombroso afirmaba
que los delitos son cometidos por aquellos que nacen con ciertos rasgos físicos hereditarios
y reconocibles, esta teoría fue refutada a comienzo s del siglo XX por el criminólogo
británico Charles Goring. Este autor hizo un estudio comparativo entre delincuentes
encarcelados y ciudadanos respetuosos de las leyes, llegando a la conclusión de que no
existen los llamados ‘tipos criminales’ con disposición innata para el crimen.
En la actualidad, afirma la enciclopedia citada, “…se reconoce entre los estudiosos
de la delincuencia la carencia de un conocimiento exacto sobre las causas del crimen
habiéndose desestimado la creencia en una teoría única que lo explique y mas bien
proponiendo una compleja e interrelacionada multiplicidad causal en su origen. Se estima,
en el presente, que el delito surge como consecuencia de un conjunto plural de conflictivas
y convergentes influencias biológicas, psicológicas, culturales, económicas y políticas.”(27)
Habiendo descartado la consideración del delincuente como un ser de una especie
diferente fácilmente distinguible del denominado hombre decente o no-delincuente
trataremos de percibir como es posible analizarlo bajo los supuestos generales de la TER.

El siguiente párrafo de Shakespeare expresa en forma notable la protesta de quien es


discriminado, tratado como un ser diferente, inferior, digno de ser odiado:

“…Y todo, ¿por qué? Porque soy judío. ¿Y el judío no tiene ojos, no tiene manos, ni
órganos, ni alma, ni sentidos, ni pasiones? ¿No se alimenta de los mismos manjares, no
recibe las mismas heridas, no padece las mismas enfermedades y se cura con iguales
medicinas, no tiene calor en verano y frío en invierno lo mismo que el cristiano? Si le
pican, ¿no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿No se muere si te envenenan? Si le
ofenden, ¿no trata de vengarse? Si en todo lo demás somos tan semejantes, ¿por qué no
hemos de parecemos en esto? Sí un judío ofende a un cristiano, ¿no se venga éste, a pesar
de su cristiana caridad? Y si un cristiano a un judío, ¿qué enseña al judío la humildad
52

cristiana? A vengarse. Yo os imitaré en todo lo malo, y para poco he de ser, si no supero a


mis maestros. “

William Shakespeare. El Mercader de Venecia, Acto Tercero,


Escena Primera (28)

Su sustituyéramos en este texto la palabra “judío” por “delincuente” (el paria post
moderno) obtendríamos el siguiente texto.

“…Y todo, ¿por qué? Porque soy delincuente. ¿Y el delincuente no tiene ojos, no
tiene manos, ni órganos, ni alma, ni sentidos, ni pasiones? ¿No se alimenta de los mismos
manjares, no recibe las mismas heridas, no padece las mismas enfermedades y se cura con
iguales medicinas, no tiene calor en verano y frío en invierno lo mismo que el cristiano? Si
le pican, ¿no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿No se muere si te envenenan? Si le
ofenden, ¿no trata de vengarse? Si en todo lo demás somos tan semejantes, ¿por qué no
hemos de parecemos en esto? Sí un delincuente ofende a un cristiano, ¿no se venga éste, a
pesar de su cristiana caridad? Y si un cristiano a un delincuente, ¿qué enseña al
delincuente la humildad cristiana? A vengarse. Yo os imitaré en todo lo malo, y para poco
he de ser, si no supero a mis maestros. “

Este magistral texto nos insta a considerar la igualdad básica entre los seres
humanos, tanto en sus gustos como en sus pasiones y reacciones, evitándonos satanizar al
marginal por su natural respuesta de resentimiento ante la injusticia y la discriminación.

En rigor para un enfoque TER clásico un delincuente sería considerado, al igual que
todos los seres humanos, un individuo, que actúa racionalmente (ya que busca la
maximización), que tiene parecidas necesidades o deseos a los que tienen los demás, siendo
en este sentido similar a otros individuos pero cuya gran diferencia radica en que utiliza
instrumentalmente medios reprobados legal y socialmente, tales como la violencia,
potencial o efectiva, física o sicológica, el engaño, etc. para obtener sus fines.

El porqué utiliza estos medios ilegales no es atribuido a diferencias en su interior, en


su personalidad, en su socialización defectuosa o alternativa, sino a un medio limitante que
estimuló y permitió o facilitó que se emplearan dichas conductas.

En tal sentido es congruente con el enfoque tanto de Durkheim como el de Merton y


sus conceptos de estructura de oportunidades desiguales y/o injustas que estimulan la
conducta desviada, pero la T.C.R difiere de esos enfoques al considerar esa reacción
como una conducta individual racional-instrumental voluntaria, agregando además la
existencia de una “oportunidad” o acceso a cometer el delito con algún grado de
posibilidades de resultar impune.

Es decir, expresado en términos de causalidad tradicional si bien la existencia de


oportunidades diferenciales injustas (objetiva o subjetivamente consideradas) sería un
factor que aumentaría las probabilidades de que se produjera una conducta desviada
delictual no sería suficiente para provocarla siendo inevitable considerar otros factores,
como por ejemplo, la oportunidad de posible impunidad como un detonante del delito.
53

Correspondiendo al antiguo refrán que nos dice “que la ocasión hace al ladrón” y
volviendo a analizar los acontecimientos producidos en los lugares asolados por el reciente
terremoto de febrero de 2010, los detenidos por los saqueos ocurridos en su gran mayoría
no tenían antecedentes delictuales. La falta de control policial, la oscuridad, etc., permitió la
relativa impunidad de robar y la conducta ilegal se mantuvo hasta que se estableció la ley
marcial y la presencia del ejército en la zona. En ese momento las posibilidades de
sanciones por parte del Estado reaparecieron y las conductas ilegales desaparecieron.

Fuente: Foto aparecida en revista Muy interesante, abril de 2010.

Es curioso constatar que parte de los saqueadores concurrió en vehículos para


llevarse lo hurtado, lo que podría descartar la pertenencia a un sector social deprivado como
factor esencial desencadenante del delito sino que el hecho esencial sería la posible
impunidad.

Ahora bien la falta de estigmatización del delincuente en este esquema como un ser
radicalmente diferente al no-delincuente nos hace dudar tanto de la decencia inconmovible
del no-delincuente así como de la contumacia intrínseca del delincuente permitiendo
entrever las posibilidades reales tanto de rehabilitación para este último como las
probabilidades de desviación para el no delincuente en tanto varíen sus respectivas
limitaciones o constraints.

Podríamos agregar que, lamentablemente, esta posibilidad de desviación en


situaciones de posible impunidad no esta excluida en el caso de los individuos que ejercen
autoridad o ejecutan la ley ya que su mismo cargo puede facilitar el aumento de las
probabilidades de impunidad para sus conductas ilegales. No es necesario destacar en
54

nuestro país los múltiples casos de corrupción administrativa en la administración pública,


los delitos de abuso sexual a menores cometidos por sacerdotes y la comisión de delitos por
parte de funcionarios policiales.

En el artículo “Cárceles en Chile: Consideraciones respecto a las drogas, sexo y el


V.I.H.”(29) del psicólogo Elías Escaff Silva, en su pág. 54, se afirma que:
“…periódicamente son descubiertas en los penales, en cantidad más o menos importantes,
pasta base, fármacos estimulantes y depresores, marihuana, que se sospecha han sido
introducidas por familiares de los internos, no descartándose en algunos casos, la
participación dolosa de funcionarios”.

En el Informe anual sobre derechos humanos en Chile 2008, elaborado por la


Universidad Diego Portales (30), se afirma en su página 88 que “….De acuerdo con los
antecedentes recopilados a través de la prensa y organizaciones no gubernamentales,
distintos centros penitenciarios en Chile exhibirían casos de golpizas por parte de
funcionarios de Gendarmería de Chile, con puños, bototos, palos y sables…”

Asimismo en el diario electrónico “El mostrador” del 07 de enero de 2008 (31)


aparece el siguiente artículo:
“Chile: Inicia Limpieza en gendarmería. Fallo que condenó a dos efectivos por
filmar a internas desnudas y la formalización que hará la Fiscalía contra otros miembros
activos de Colina II motivaron un cambio de criterio institucional.
Para llevarlo a cabo, el titular del servicio de prisiones utilizará el decreto con
fuerza de ley Nº 2, que le granjea la facultad para sacar a los malos elementos.
Luego de un duro fallo judicial dictado por el 14º Tribunal de Garantía de Santiago
contra dos gendarmes por haber filmado a un grupo de internas desnudas mientras eran
allanadas -ocurrido en 2006- el director nacional de la institución, Alejandro Jiménez,
resolvió tomar cartas en el asunto.
Por esta razón, solicitó al jefe de seguridad del servicio de prisiones, Jaime Concha,
un informe con todos los funcionarios condenados por la justicia pero que se hallen en
servicio activo para aplicarles del decreto con fuerza de ley Nº 2. Esto, en la práctica,
implica sacarlos de la institución.”
“…Una de las falencias en los procedimientos administrativos que reveló el
fallo del juez fue la inexistencia de sanciones pese a que se establecían las
responsabilidades de los participantes y los hechos en los sumarios internos.
Sobre este punto, Jiménez también tomó una decisión y ofició a la unidad jurídica de la
institución para que, de ahora en adelante, eso que el magistrado llamó “prácticas atávicas”
se termine. En otras palabras, cuando una indagatoria interna confirme hechos y
participantes se aplicarán los castigos que la ley granjee.”
“…De esta manera, el director de Gendarmería hizo eco de uno de los párrafos más
puntillosos del fallo mencionado: Si la cultura organizacional se aparta de la legalidad,
esa cultura debe ser modificada; si las ideas erradas de los miembros de los órganos
del Estado se oponen al derecho que el propio Estado proclama, ellas deben ser
reemplazadas; o si son sus miembros los que se oponen a ello, deben éstos ser
removidos. El derecho, como fundamental instrumento del Estado para procurar el
bien común y el respeto de los derechos fundamentales, ¿puede ceder en esta lucha?”
55

Si estos hechos realmente ocurrieron, adquiere vigencia el factor impunidad como


esencial en la base de una conducta ilegal o abusiva ya que no serían denunciadas
formalmente por el temor a represalias o por considerar inútil iniciar alguna acción al no
poder señalar el responsable específico.

De acuerdo al paradigma de la TER, al analizar un acto delictual desaparece la


distinción esencial o interna entre un delincuente y una persona “decente”, ambos son
individuos básicamente iguales, que desean las misma cosas, pero con “constraints”
diversos. Individuos que emplean la misma racionalidad instrumental pero empleando los
medios disponibles a su alcance para lograr los objetivos comunes.

Una interesante evidencia la encontramos en la obra del juez Wolf Middendorf, (32)
en sus Págs. 14-16) de la cual podemos extraer los siguientes párrafos en que sostiene con
su amplia experiencia penal que “…Una de las conclusiones más importantes de la
investigación criminológica moderna, que ya es centenaria, es la de que no existen hombres
absolutamente malos ni absolutamente buenos. “ (…) “ En sus investigaciones creyó
Lombroso haber descubierto al “delincuente nato”, pensando, en consecuencia, en una
estricta separación de un pequeño grupo de criminales y de un gran grupo de población fiel
a las leyes, para la cual tenía así preparados consuelo y tranquilidad” (…) Sin embargo
existe una abundante evidencia contradictoria dentro de la cual podemos citar el célebre
estudio de Andenaes, en el cual menciona (…) una investigación noruega que compara a
todos los varones con antecedentes penales en Noruega, nacidos en 1933, con todos los
varones nacidos ese mismo año. Las diferencias de personalidad entre ambos grupos eran
tan escasas, que la conclusión final fue: “Lo que llama la atención en una parte de los
transgresores de la ley es, en muchos campos, la ausencia de especiales y llamativas
características” (Kriminologische Gegenwartsfragen, num. 8, Goppinger y Leferenz,
Stuttgart, 1968, Pág.104.)

Cita el juez Wolf que “…El criminólogo inglés Irving citaba ya antes a un juez
inglés, el cual preguntado por las características de los delincuentes a los que tenía que
condenar, respondió: “Son exactamente iguales a los demás hombres; en realidad,
muchas veces me viene la idea de que, si las circunstancias externas hubiesen sido
otras, podría estar el acusado en mi lugar y yo en el suyo”. Una afirmación plenamente
coincidente con la aseveración de la TER de la importancia de la diferencia de “constraints”
en la conducta y la básica semejanza entre los seres humanos.

“El norteamericano Wyden habla de un terreno de nadie, que se extiende entre los
criminales que dan rienda suelta a sus impulsos, fantasías y frustraciones, es decir, cometen
crímenes, y los que no caen en el delito, los cuales reprimen esos mismos impulsos,
fantasías y frustraciones; esta franja neutra es muy estrecha, y hasta hoy se sabe muy poco
sobre las razones de que unos pertenezcan al primer grupo y los otros al segundo (The
Hired Killers, Nueva York, 1963, Pág.194).

“Von Rohden señalo que incluso un psicópata que tenga un grado elevado de
carencia de sentimientos, no tiene porque convertirse necesariamente en un criminal. Si esta
falta de sentimientos se combina con una energía férrea, inteligencia extraordinaria y fuerza
de sugestión, nos encontramos con las cualidades que distinguen a los grandes políticos,
56

diplomáticos y hombres de negocios” (Einfûhrung in die kriminalbiologische


Methodenlehre, Berlín, 1933, pag.151). (31, p.25).

Asimismo la diferenciación entre transgresores y no transgresores de la ley se


oscurece por el campo oscuro de la diferencia entre los delitos denunciados y delitos
aclarados. Los “culpables” encontrados son muy pocos en algunos tipos de delitos (por
ejemplo el robo de objetos del interior de autos estacionados en la vía publica 18.8%. (31,
pp.26)

Para finalizar debemos recordar que B. Núñez (4) nos cita el sorprendente resultado
de una investigación: “…Wallerstein y Climent, realizaron un estudio sobre delitos no
registrados con 700 individuos, mayoritariamente de clase media en que el 99% reconoció
haber cometido uno o más delitos condenados por el Código Penal a no menos de un
año, el 64% de hombres y el 29% de las mujeres reconocieron culpabilidad al menos
en un delito que los habría privado de todos los derechos de ciudadanía.”(4, pp.10)

La visión que enfatiza la influencia determinante del “constraint”, de las


limitaciones del medio sobre la conducta racional instrumental del individuo es
perfectamente congruente con la concepción de la conducta adaptativa “innovadora” de
Merton versus la conformista, ambas conductas buscan lograr similares objetivos, emplean
la misma racionalidad instrumental pero difieren en los medios empleados.

El origen de estas conductas “innovadoras” puede considerarse congruente pues


Merton sostiene que una conducta ilegal, tal como la delincuencia y el crimen, parece ser
de lo más común en las capas bajas de nuestra sociedad, y ésta es "una respuesta 'normal'
a una situación en que el énfasis cultural puesto en el éxito pecuniario se ha hecho
carne, pero donde existe poca oportunidad de acercarse a los medios convencionales y
legítimos para tener tal éxito" (18, pp.30). Es decir un “constraint” o limitaciones del
medio diferentes entre aquel del conformista y el del innovador que no tiene acceso a los
medios legales para la obtención de las metas deseadas comunes a todos los individuos.

La diferencia esencial entre ambos paradigmas es que Merton al distinguir los cinco
tipos de adaptaciones afirma que ninguna de ellas es deliberadamente elegida por el
individuo ni es utilitaria, sino que, como todas ellas surgen de tensiones en el sistema
social. Al igual que Durkheim comparte la visión holista que enfatiza la influencia social
sobre el individuo negando su capacidad de acción racional instrumental.

La afirmación de Durkheim respecto al origen de la desviación y el delito, al igual


que Merton, se refiere a diferentes “constraints” o limitaciones del medio afirmación que
puede apoyarse en los siguientes párrafos:

“…para que la división del trabajo produzca la solidaridad, no basta, pues, que cada
uno tenga su tarea; es preciso, además, que esta tarea le convenga.” (17, pp.319)…. no
siendo justas esas reglas solo la coacción puede mantener ese estado de cosas en un
equilibrio inestable impuesto por la fuerza. Pues en esta situación “….se encuentra roto el
acuerdo en toda una región de la sociedad entre las aptitudes de los individuos y el género
de actividad que les está asignado; sólo la coacción, más o menos violenta y más o menos
57

directa, les liga a sus funciones; por consiguiente, no es posible más que una solidaridad
imperfecta y perturbada. (17, pp.319).

En otros términos un “constraint” diferencial injusto, solo puede lograr un equilibrio


(inestable) a través del uso de la fuerza represiva sobre aquellos perjudicados que tenderán
a emplear una conducta instrumental ilegal que “ofende” a la conciencia colectiva y que
amerita “una reacción pasional, de intensidad graduada, que la sociedad ejerce por
intermedio de un cuerpo constituido sobre aquellos de sus miembros que han violado
ciertas reglas de conducta.”(17, pp.86), es decir una pena.

La conducta conformista, en la cual Merton afirma encontrar la existencia de metas


y medios internalizados, podría interpretarse como una mera acomodación instrumental en
sectores que tienen la disponibilidad real de acceso a tales medios, tan instrumental como la
del “innovador” que delinque o inventa un nuevo modo de obtener lo deseado. O puede ser
la resultante aparente del mero acatamiento de las reglas por el temor a las sanciones
legales, económicas o sociales.

F. Fukuyama citando a Hegel en su obra “El fin de la historia y el ultimo


hombre” (33) nos dice que la división inicial de los seres humanos ocurrió cuando dos
combatientes primitivos trataron de obtener el “reconocimiento” exponiendo la vida en
combate mortal “….Cuando el miedo natural a la muerte lleva a un combatiente a
someterse, nace la relación amo y esclavo. Lo que se juega en ese sangriento combate de
los comienzos de la historia no es alimento, habitat o seguridad, sino puramente prestigio.
Y precisamente porque el objetivo del combate no está determinado por la biología, Hegel
ve en él el primer destello de la libertad humana.” (33, pp.17)

En esta misma línea de considerar la realidad social como producto de las conductas
racional-instrumentales de individuos o grupos interesados de obtener sus objetivos surge
la concepción de Foucault que percibe una racionalidad instrumental en los grupos que
detentan la capacidad de castigar (el poder) para los cuales la penalidad sería “…una
manera de administrar los ilegalismos, de trazar límites de tolerancia, de dar cierto campo
de libertad a algunos, y hacer presión sobre otros, de excluir a una parte y hacer útil a
otra; de neutralizar a éstos, de sacar provecho de aquellos” (20, pp.252).

La humanización del castigo en los últimos siglos (con el surgimiento de las


prisiones y el abandono de las practicas de tortura y suplicios) es para Foucault solo una
manifestación de la economía del poder La razón de que la ley deba tratar ahora
"humanamente" a aquel que se halla "fuera de la naturaleza" (mientras que la justicia de
antaño trataba de manera inhumana al "fuera de la ley"), no está en una humanidad pro-
funda que el delincuente escondiera dentro de sí, sino en la regulación necesaria de los
efectos de poder. Esta racionalidad "económica" es la que debe proporcionar la pena y
prescribir sus técnicas afinadas. "Humanidad" es el nombre respetuoso que se da a esta
economía y a sus cálculos minuciosos. "En cuestión de pena, el mínimo está ordenado
por la humanidad y aconsejado por la política." (20, pp. 85).

Es decir que (los detentadores del poder) introducen el cálculo racional en el castigo
para no cuestionar la autoridad del que la aplica, en ningún caso por un principio de
58

humanidad, sino que por un cálculo interesado “…lo que es preciso moderar y calcular
son los efectos de rechazo del castigo sobre la instancia que castiga y el poder que ésta
pretende ejercer.”(20, pp.85). La finalidad última social que Foucault percibe en el
castigo, es la mantención de la estructura de poder.

Estas limitaciones (constraints) del medio limitan las opciones individuales, Darren
E. Sherkat considera una relación reciproca entre las preferencias individuales y las
opciones sociales. (24, Cap 4, pag.68) . Una influencia mutua en que el constraint social
ofrece determinada alternativas y un sistema de sanciones asociadas que “…promueven o
prohíben las elecciones particulares (24, pp.68)

Afirma el autor que el punto de partida de una teoría de elección racional de la


conducta humana es que los actores eligen opciones que maximizan sus beneficios como lo
determinan las preferencias de los actores (Stark y Bainbridge, 1987), pero las elecciones
están influidas por las recompensas o los castigos, por las sanciones sociales asociadas.
Esas recompensas y castigos “…no están en absoluto relacionados con las cualidades de los
bienes evaluados para elegir” (24, pp.74) pues son externalidades de nuestras elecciones de
consumo producidas por las reacciones de los demás que nos rodean.

Sherkat afirma que mientras las sanciones alteran nuestras elecciones, ellas no
alteran o cambian nuestras preferencias. Esta situación divorcia nuestras preferencias
individuales de las elecciones que hacemos. En este sentido el autor afirma que esta
situación violaría el supuesto de voluntarismo, básico en la TER.

De acuerdo a lo expuesto por Sherkat, las limitaciones sociales, y no las


preferencias individuales, serían la clave para entender el involucramiento en acciones
colectivas. Los individuos se comprometerían en la persecución de objetivos colectivos en
particular no porque esas actividades en si mismas generen o provean valor y por
consiguiente maximicen la utilidad, sino porque realizando esos deberes permite ganar
recompensas o evitar las penalidades. (24, págs.74-75)

Sin embargo, podría pensarse en otra alternativa, que contradice la afirmación de


Sherkat al cuestionar el enfoque TER, las elecciones y/o conductas manifiestas no
muestran de manera evidente el objetivo buscado por el individuo.

Por ejemplo es posible buscar una mejor manera de sobrevivir (el objetivo básico de
cualquier ser vivo) al ingresar a una determinada Iglesia en prisión, y eso no significa que
la actividad en si misma necesariamente sea gratificante (un objetivo en si misma) sino que
puede ser solo un medio para conseguir el fin deseado. Es decir refleja solo la elección de
una conducta instrumental juzgada más eficiente y eficaz para lograr lo deseado…
sobrevivir en ese ambiente hostil.

Un excelente ejemplo de estas situaciones lo encontramos en el libro “El drama del


aborto. En busca de un consenso” de Aníbal Faundez y José Barzelatto (34). Allí nos
encontramos con el sorprendente resultado:
59

“….un estudio realizado en Cuba, por ejemplo, donde el aborto tiene una alta
prevalencia, mostró que el 78% de quienes se habían sometido a una interrupción
voluntaria del embarazo mantenían una opinión negativa o eran ambivalentes en su
actitud hacia el aborto, y solo una pocas expresaban un juicio positivo (Álvarez et al.,
1999)………….”De manera similar, un estudio llevado a cabo en Brasil comprobó que una
proporción significativa de las mujeres que habían abortado en alguna ocasión,
seguían manifestado su oposición al aborto inducido en cualquiera circunstancia (Osis
et al.,1994).(34,pág.83). Es decir que estando en contra de esa conducta, la realizaron, bajo
la presión de un “constraint” social y económico sancionador que la impuso como el único
medio disponible para obtener un objetivo prioritario o fundamental mas relevante que
compensa el someterse a la conducta valorada negativamente, en este caso el aborto.

Cuando apliquemos el modelo TER al ingreso, permanencia y deserción de la


Iglesia Evangélica Carcelaria nos extenderemos con mayor detención en las limitaciones
del medio o “constraint” y en su influencia sancionadora.

Finalmente, considerando que la prevención situacional del delito ya ha sido


expuesta al comienzo de este punto debemos exponer que, de acuerdo a los postulados
básicos de la TER tanto la penalidad como la rehabilitación adquirirían una significación
diferente a la planteada usualmente por los enfoques tradicionales.

La penalidad legal, es decir los períodos de privación de libertad, en el caso de la


TER seria considerada solamente como una herramienta más para controlar las conductas
delictuales mediante:

a) un efecto disuasivo (por la probable sanción negativa) para el delincuente al


sopesar las consecuencias de su potencial conducta delictual;

Pero, ya cometido un delito la penalidad sería considerada como:

b) una manera de imposibilitar al delincuente a cometer delitos durante su


periodo de reclusion y al mismo tiempo implícitamente

c) una oportunidad para promover un aprendizaje de conductas instrumentales


alternativas socialmente aceptables y/o

d) al considerar el efecto deterioro de la prisión, especialmente en los períodos


extensos de privación de libertad, la virtual inutilización del individuo, para continuar
delinquiendo una vez puesto en libertad.

Al considerar la rehabilitación, y siguiendo con coherencia los supuestos de


racionalidad y objetivos similares en los individuos, el enfoque propuesto se centraría en
ofrecer medios instrumentales eficaces alternativos al delito durante los períodos de
privación de libertad.

Consistiría, probablemente, en ofrecer mecanismos socialmente aceptados o


“legales” para alcanzar los objetivos deseados por una determinada sociedad en una
60

determinada época, premiando su práctica con la entrega de privilegios que optimicen las
posibilidades de supervivencia, mayor comodidad y obtención de libertad anticipada, y
sancionando negativamente o no premiando las conductas alternativas. En ningún caso
esperando una “resocialización” pues esa variable no está considerada como relevante en el
enfoque TER.

En términos generales es un enfoque que utiliza las técnicas básicas de la teoría del
aprendizaje en psicología con la finalidad de aumentar las probabilidades de no volver a
delinquir. Siendo esta la definición operacional de rehabilitación.

En tal sentido y combinando la penalidad (sanciones negativas o castigo) real y/o


potencial y la oferta de alternativas conductuales sancionadas positivamente sería posible,
según los postulados de la TER, reducir el nivel de comisión de delitos y/o de la
reincidencia.

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4.- La Prisión en Chile.

Describamos brevemente la situación que ocurre en nuestro país en la actualidad


respecto a esta institución social.

4.1.- Aumento de la delincuencia y crisis carcelaria

La situación de los niveles de delincuencia y el estado de las prisiones en Chile es


crítica según leemos en la prensa y tal como experimentamos como clientes “cautivos”.

De acuerdo a los datos entregado por Paz Ciudadana en el año 2008 (1) “…desde el
2005, la delincuencia es la principal preocupación de las personas declarando el 38,1% de
los hogares haber sido victima de un delito. Asimismo las detenciones por DMCS (delitos
de mayor connotación social: robos, robos no violentos, hurtos, lesiones, homicidios y
63

delitos sexuales).aumentaron 5% entre los años 2007 y 2008”. Ello mantiene la tendencia al
alza generada a partir de 2005, sin embargo con un menor porcentaje de crecimiento.

A través de las noticias y las estadísticas publicadas nos percatamos del aumento de
los delitos en nuestro país, por ejemplo el aumento constante de la tasa de denuncias de
los delitos de mayor connotación social que entre el 1er semestre de 1997 y el 2º semestre
de 2006 se doblaron pasando de una tasa de 280 a 600 por 100.000 (1) las noticias que “En
un año se disparan las estafas dentro de las empresas. La crisis agudiza el problema”
(2) .Un 41% de las empresas reconoce haber sido defraudada en 2008 de acuerdo a una
encuesta realizada por KPMG a 120 compañías. Un año antes, las estafas eran 10 puntos
porcentuales menos.

En cuanto a la cantidad de individuos privados de libertad ha subido constante y


progresivamente de acuerdo al informe del Fiscal Judicial de la Corte Suprema de del 01 de
junio de 2009:

- A Octubre de 2003: 38.266 internos


- A Abril de 2005: 41.943 internos
- Al año 2008: 48.998 internos
- Al año 2009: 53.482 internos
(3, Págs. 4-5)):

En marzo de 1990 la población penal que se encontraba en prisión efectiva (cárcel)


sólo era sólo de 24.523 individuos. (4, pág. 44).

Es decir que en menos de 20 años la población penal se ha mas que duplicado


provocando un creciente nivel de hacinamiento que se ha pretendido solucionar con la
creación de 10 unidades penales concesionadas, con 16.000 nuevas plazas, que estarían
disponibles en el año 2006, contando hoy día (2009) con sólo 6 de esos establecimientos
prometidos (3, Págs. 5-6).

Aun cuando estas metas se hubieran cumplido solo habrían podido absorber parte
del crecimiento del número de nuevos condenado sin solucionar el problema ya existente
de hacinamiento.

Como ejemplo de esta situación citemos el penal de Buin con una capacidad real de
70 internos y en la cual habitan 493 (3, pág.7)

Este aumento explosivo de la población privada de libertad podría corresponder en


gran parte al aumento creciente de las conductas delictuales y a la aplicación del nuevo
sistema procesal penal que logra un mayor número de condenas en menor tiempo que el
sistema antiguo.

Sin embargo es necesario considerar como un factor, probablemente más


importante, que al interior de las prisiones se ha dado la tendencia desde 1994 a disminuir
los beneficios intrapenitenciarios tal como lo expresan las cifras entregadas por un
estudio al respecto:
64

“En el caso de la salida dominical sin custodia, de un promedio diario de 1.086


autorizaciones en el año 1994 se ha pasado a 547 en el año 2004. Lo mismo sucede con la
salida de fin de semana (en el año 2002, 622 salidas autorizadas como promedio diario;
en el 2004, 411 salidas) y, en menor medida, con la salida controlada al medio libre (en el
año 1994, 900 salidas autorizadas de promedio diario; en el 2004, 878 salidas763). (5, Pág.
212)

Y asimismo se han reducido las libertades condicionales:

“En 1993 gozaron de la libertad condicional un total de 4.271 personas, en cambio,


el año 2004, sólo pudieron hacer uso de este beneficio 1.293 personas. “ (5, pág.224)

Esta acumulación de factores y en particular la opción del Estado de disminuir estos


beneficios ha provocado un aumento constante de la población encarcelada en Chile
llegando a extremos de hacinamiento y condiciones de vida de los internos que han sido
denunciadas por organismos internacionales y que refleja el informe del Fiscal Judicial de
la Corte Suprema del cual reproducimos algunas de las principales deficiencias anotadas
por el Fiscal Judicial de la Corte Suprema (3, Págs., 5-13)

Considera el informe que el sistema carcelario adolece de las siguientes


deficiencias:

1.- Hacinamiento, que si bien considera generalizado, pero mas grave en especial gravedad
reviste el hacinamiento en los establecimientos penitenciarios de la Región Metropolitana,
Región de Valparaíso, y Región de Concepción.

Un ejemplo notable de ello es el Centro de Detención Preventiva Santiago Sur, Ex –


Penitenciaria, que construido el año 1843 con una capacidad real de 3.170 internos
tiene una población penal actual de 6.690 internos.

2.- Horario de desencierro y encierro de los internos. El periodo de encierro se considera


excesivo, en particular en los recintos con mayor hacinamiento es de 15 horas diarias (8:30
a 17:00) aun cuando es menor en los recintos concesionados.

3.- Alimentación de los internos. El horario de alimentación no guarda relación alguna con
los horarios que para este fin se observan en el medio libre, ya que Gendarmería aplica el
siguiente horario para entregar alimentación:
- Desayuno: 9 horas
- Almuerzo: 12 horas
- Cena: 15.30 horas
Por otra parte, la forma de entregar la comida difiere de un penal a otro, ya que en
algunos cuentan con comedores, con raciones definidas para cada interno, y entrega en
bandejas individuales, y en otros penales no existen comedores ni lugares para este fin, y se
entrega la comida en “fondos”, que son distribuidos por Gendarmes o internos, a su
arbitrio, sin porciones definidas.
65

4.- Falta de política y planes de rehabilitación de los internos, y falta de actividades


laborales, de capacitación, educación, deportivas, espirituales y recreativas.
Por ejemplo reproducimos: “… se ha constatado que en los recintos penitenciarios
más poblados, es reducido el número de internos que desarrollan actividades laborales, y
que la oferta de capacitación y educación es también reducida. Tal es el caso del Centro de
Detención Preventiva Santiago Sur, en que el 18,5% de los internos desarrollan una
actividad laboral, generalmente artesanal, y el CET del penal cuenta con un taller de
mueblería en que trabajan 5 internos, y un taller de costura dirigido por un interno, en que
trabajan 6 personas, que representan el 0,17% de la población penal”.

5.- Deficientes condiciones sanitarias e higiénicas.


Reproducimos: “Especialmente grave resulta la falta de agua potable en el Centro
Penitenciario de Valparaíso y en el Complejo Penitenciario de Arica, y las condiciones
sanitarias en el Centro de Detención Preventiva Santiago, especialmente en la calle N°6 y
Calle Nº 2 de castigados y aislados”.

6.- Aplicación del castigo de internación en celda solitaria, y condiciones materiales en que
se cumple esta sanción.
Reproducimos: “Ya por Oficio Nº 27, de 28 de Enero de 2003, representé al señor Director
Nacional de Gendarmería de Chile la forma en que se aplicaba esta sanción, en
celdas de reducidas dimensiones, en las que se introducía a varios reclusos
simultáneamente, sin luz natural ni eléctrica, sin ventilación, donde las ventanas estaban
tapadas con latas, sin servicios higiénicos en su interior”.

7.- Aislamiento de internos por razones de seguridad.


Reproducimos: “La situación de los aislados por motivos de seguridad, ha sido
también planteada al señor Ministro de Justicia en diversas oportunidades, y si bien se han
obtenido mejorías en casos concretos, la situación subsiste en algunos penales como el
Centro Penitenciario de Valparaíso, el Centro de Detención Preventiva Santiago
Sur, y el Complejo Penitenciario de Antofagasta”.

8.- Muertes de internos en los penales.


Reproducimos: “En los penales de Santiago, durante el año 2008 fallecieron 30
internos por riñas al interior de los penales, y en lo que van del año 2009, han fallecido en
Santiago por los mismo motivos, 30 internos”.

Concluye el informe diciendo que: “En opinión de esta Fiscal Judicial, en Chile existe el
marco legal y reglamentario suficiente para que el Estado cumpla con su deber de velar por
la rehabilitación y reinserción social de los reclusos y respetar su dignidad, por lo que la
solución de la problemática carcelaria que se arrastra en el tiempo, no pasa por la dictación
de nuevas normas legales, sino por la voluntad de las autoridades del sector de implementar
políticas penitencias, concretar las acciones que se planifiquen, y evaluar sus resultados.
Esto pasa necesariamente, porque Gendarmería restablezca al interior de los penales un
horario conforme lo establece el Reglamento de Establecimientos Penitenciarios….”

Lo expresado en este informe refleja la realidad carcelaria de nuestro país y huelgan


mayores comentarios. Aun cuando las peores carencias se refieren a los penales de mayor
66

antigüedad y nivel de sobrepoblación, situación que no correspondería a la de los modernos


penales concesionados aún cuando existen evidencias del progresivo aumento de su
población llegando a sobrepasar lo establecido por los contratos suscritos con los
sostenedores.

4.2.- Hacinamiento y Violencia.

Sonya: ¿No te parece increíble la naturaleza?


Boris: Ah, para mi la naturaleza es, no se, arañas…y bichos, y el pez grande que se
come al chico, y plantas nutriéndose, Ah, plantas y animales comiendo… Es como un
enorme restaurante. Yo lo veo así.”
Dialogo de la película de Woody Allen “La última
noche de Boris Groshenko” (6)

El hacinamiento….

Se sabe que el hacinamiento en si mismo produce daño a los seres vivos. En el


clásico artículo “Cybernetics of Population Control” del Bulletin of the Atomic Scientists
(7), vemos que incluso en los microorganismos la sobrepoblación y la consiguiente emisión
de subproducto tóxicos hace decrecer finalmente la cantidad total.

En los mamíferos en general se creyó durante mucho tiempo que la comida y la


acción de los predadores eran los factores esenciales de limitación de la población, sin
embargo diversos experimentos han demostrado que sin esos factores limitantes citados
mueren ante condiciones de hacinamiento (en 1939 se experimenta sobre una población de
liebres, ellas mueren por daños hepáticos, hemorragias cerebrales, etc.)

En los roedores diversos experimentos citados muestran que el severo stress


producido por la sobrepoblación provoca iguales efectos, por el síndrome de stress adrenal
(exceso de producción de adrenalina ante el hacinamiento). En las colonias de ratas se
realizaron los celebres experimentos de John Calhoun, que mostraron los efectos de ese
stress.
El investigador en una población de ratas experimentales, con abundante comida y
sin predadores de la cual se esperaba una población final de 5.000, logró finalmente una
población estabilizada en sólo 150 ejemplares. Al observarlos se verifico una serie de
conductas anómalas en los machos, desviación sexual, canibalismo, hiperactividad
patológica o retraimiento extremo. En las hembras abortos espontáneos, etc.

En los seres humanos, según el mismo artículo, las experiencias en campos de


concentración demostraron que el sistema adrenal del ser humano responde de manera
similar con el consiguiente daño psicológico y cardiovascular.
67

Huelga decir que esto probablemente ocurre en nuestros antiguos penales de alta
sobrepoblación.

En el informe acerca de los derechos humanos en Chile de 2008 (8) leemos que
“…el hacinamiento en el interior de una prisión, en la medida que implica vulneración de
otros derechos, equivale a una forma de trato cruel, inhumano y degradante” (8, pág. 84)

Así lo disponen los Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las


Personas Privadas en las Américas al establecer que:

“La ocupación de establecimiento por encima del número de plazas será prohibida
por ley. Cuando de ello se siga la vulneración de derechos humanos, ésta deberá ser
considerada una pena o trato cruel, inhumano o degradante. La ley deberá establecer los
mecanismos para remediar de manera inmediata cualquier situación de alojamiento por
encima del número de plazas establecido. Los jueces competentes deberán adoptar re-
medios adecuados en ausencia de una regulación efectiva” (8, pág.84)

El documento además nos dice que “Un recinto penal sobrepoblado, además de
constituir una infracción al derecho de cada recluso a contar con un espacio mínimo, genera
una serie de violaciones adicionales a sus derechos, entre ellos: falta de agua, mala
alimentación, plaga de ratas, falta de higiene, falta de camas, problemas de custodia para
los funcionarios y aumento de la violencia entre los internos y entre los internos y
funcionarios…” (8, págs. 84-85)

La violencia….

“Miré bien, y no había auxiliador; me asombré de que no hubiera quien


apoyase. Así que me salvó mi propio brazo, y fue mi furia la que me sostuvo.”
Isaías 63,5 (9)

Respecto a la violencia a pesar de ser considerada comúnmente como un medio


opuesto a la razón y a los principios éticos actuales no debemos olvidar que constituye la
última ratio de todo sistema político. El Estado en términos weberianos basa su existencia
en la posesión del monopolio de los medios de coerción, medios que son considerados
como legítimos al ser ejercidos por él, de acuerdo a las normas y procedimientos legales, e
ilegítimos y constituyentes de delito cuando son ejercidos por un individuo cualquiera.

No obstante que la violencia sea evaluada negativamente por la moral y/o la ley no
pierde su carácter instrumental básico para una multiplicidad de fines, especialmente al
interior de las prisiones.
68

Un interesante estudio de Madriaza y García (10) revela que para el delincuente en


prisión el uso de la violencia es funcional en tanto grupo ya que “…ejercen la violencia
como un modo de sostener su propia identidad interior, (pues)…la única forma de
mantener la autonomía de estos grupos que ejercen violencia, es justamente ejerciéndola
y oponiéndola hacia otro…”. (10, pág.129).

En el caso que analizamos, los internos en prisión, este “otro” lo constituyen en


parte los demás internos y fundamentalmente el Estado representado por los guardias y sus
reglamentos frente a los cuales se oponen rechazando y/o tratando de eludir sus normas de
manera contumaz, erigiéndose en autoridades que, si bien son informales, son reconocidas
y aceptadas por los internos por su capacidad de violencia, imponiendo sus normas de
conducta e impidiendo el acceso a la protección del Estado a los internos mas débiles.

Los internos “criminalizados”, aprovechan su permanencia en el establecimiento


para perfeccionarse en la carrera delictiva y organizados en “carretas”, “barcos” o bandas
con gran capacidad para imponer su voluntad, con gran capacidad de ejercicio de violencia
(poder) logrando obtener un grado de libertad, que podríamos llamar “intrapenitenciaria”,
es decir que se da al interior del penal. Que se expresa por un lado, en la sustitución de las
reglas de la institución por reglas propias que rigen su diario vivir y por otro lado, en la
imposición de dichas reglas y en la dominación extrema, que llega al abuso impune, sobre
el interno mas débil.

A nivel individual la funcionalidad que tiene el acto violento para el sujeto que lo
lleva a cabo –en este caso, el delincuente-, se entiende como la utilidad que posee, la
razón por la cual se elige esa conducta y no otra. De esta forma, apunta al sentido de su
violencia, al lugar donde esta se le hace comprensible. (10, p.131)

La multiplicidad de funciones instrumentales que cumple al interior de una


prisión, especialmente en aquellas de antigua arquitectura, con elevado nivel de
hacinamiento que implica la imposibilidad practica de la segmentación y un escaso control
directo de los funcionarios en ciertos horarios y lugares (léase Colina 2), nos exponen
Madriaza y Rodríguez en la investigación citada y que expondremos en lo esencial.

Ellos distinguen en la violencia del recluido las siguientes funciones de utilidad:

1.- Sobrevivencia
Por sobrevivencia nos referimos a todas aquellas funciones de la violencia que los
delincuentes asocian con la defensa, ya sea personal o grupal. No obstante, esta defensa no
implica simplemente una protección de actos de violencia de los otros, sino como indica la
palabra, su función apunta a sobrevivir a esos hechos, a no perder la vida en el encuentro
con los otros. Pudiéndose expresar como a) La Defensa Física Personal, b) La Defensa de
Otros y c) La Defensa del Territorio.
2.- Reconocimiento.
69

Aparece en el discurso de los sujetos de la delincuencia de cuatro formas


fundamentales: a) obtención de respeto, b) evitar ser pasado a llevar, c) defensa del
honor y d) sobresalir.

3.- Individuación.-
Esta función trata por sobre todo de salirse de la influencia del otro, de ser uno
mismo, en la medida de lo posible. Se relaciona quizá con lo que hablamos antes de la
defensa del territorio y la intimidad. En cierta forma, frente a la falta de libertad, el espacio
personal y la intimidad se hace profundamente necesaria.
4.- Catarsis.
Por catarsis, entendemos toda función que enuncian los informantes, donde había
una suerte de descarga o expresión, ya sea energética, emocional o simbólica y que
finalmente es entendido, como una reacción que permite finalmente deshacerse de algo en
alguno de los registros enunciados. De esta forma, nos encontramos básicamente con tres
categorías posibles dentro de este discurso: a) desahogo, b) descarga y c) exorcizar el
maltrato.
5.- Llenarse-Experimentar
Esta categoría fue construida en oposición a la catarsis. Así como la catarsis
implicaba un deshacerse de algo, ésta implica un apropiarse de algo, un experimentar, un
sobrecargarse más que descargarse. De ahí que podemos encontrar dos funciones
principales: a) placer y b) adrenalina.

6.- Venganza
La venganza es una forma clásica en que se entiende cualquier forma de violencia.
De cierta manera, es la búsqueda de simetría, la búsqueda de descargar –ya no tanto contra
otro, como en el caso del desquitarse-, sino más bien contra el igual, contra aquel que
produjo la desigualdad y que por tanto, merece un acto de igual cuantía, de modo de poder
reestablecer los equilibrios que fueron quebrantados por un acto.

7.- Resolución de Conflictos


No es un tema menor en la cárcel la violencia como un modo de resolver
conflictos suscitados dentro de ella o dentro del modulo. En algunos casos, una “pelea
limpia”, entendida como un duelo uno a uno con cuchilla, era la forma frecuente de
resolver problemas, que si no fuera así, podrían terminar en un caos dentro del modulo, es
decir con la violencia incontrolada. Este modo de resolver problemas, habla de reglas claras
y un orden tradicional en el modo de establecer las relaciones.
8.- Obtener bienes
Esta es la función más clara en la delincuencia para la violencia. Lisa y llanamente la
violencia permite obtener bienes. Adquiere de este modo, un sentido instrumental por
excelencia.

Los autores proponen, en mi opinión de manera muy discutible, un criterio de


diferenciación de la violencia de acuerdo a si se ejerce sobre los pares (otros delincuentes)
o sobre los “otros” (los “giles” o victimas no-delincuentes). Ellos sostienen que sólo en este
último caso (la violencia sobre los otros) es donde la violencia sería principalmente
70

instrumental. En cambio en el primer caso, la violencia entre iguales, ésta tendría un


sentido social en la medida que busca el reconocimiento de los pares.

Si bien es notoriamente evidente la multifuncionalidad de la violencia carcelaria, es


dudosa la afirmación de la perdida de carácter instrumental de dicha conducta al dividir los
receptores de ella en “pares” y “otros-víctimas”. De acuerdo al concepto básico de
racionalidad instrumental, es decir considerar una conducta como tal de acuerdo al criterio
de considerarla un medio para obtener un fin, una conducta violenta o no, mantiene su
carácter de instrumentalidad aún cuando varíe el sujeto sobre el cual es ejercida, ya sea un
par o un otro-víctima, al igual que sigue siendo instrumental aun cuando cambien las
características del objetivo perseguido ya sea de carácter material, de reconocimiento social
o de mera satisfacción personal.
La relación aparente entre hacinamiento y violencia no es tan clara ya que
enmascara otro factor detonante y que es el control sancionador sobre la conducta. En las
atestadas calles de hermanos de la Ex - penitenciaría o en las abarrotadas celdas de la torre
4 B del penal de Colina adonde se agrupan en el primer caso 500 a 600 individuos en
lugares diseñados para 100 o bien 6 a 7 “hermanos” en celdas destinadas para 4 como en el
caso de Colina 1, la violencia no tiene expresión concreta.
En estos lugares de refugio de los “hermanos” al igual que en los campos de
concentración nazis, sin pretender en ningún caso compararlos moralmente, la existencia de
un control sobre los internos basado en mecanismos de disciplina que implican sanciones
ejercidas por los detentadores del poder frente a conductas no deseadas, evita la
manifestación de la violencia.

Igual cosa ocurre en las unidades penales adonde el control del funcionario y las
consecuentes sanciones probables desincentivan el empleo de la violencia entre los
recluidos. Por ejemplo podemos citar el sector módulos de la Ex -Penitenciaría lugar en que
la conducta violenta implica el inmediato traslado a la población penal común en calidad de
castigo. En dicho lugar las riñas graves son casi inexistentes.

Sin embargo como ya hemos dicho en el punto 3.2, basándonos en la teoría del
aprendizaje, el castigo no extingue la conducta, al contrario “…resulta familiar que la
conducta puede ser reprimida y no manifiestamente expresada, aunque las tendencias
continúen existiendo con intensidad considerable.”(11, pág. 129). Un ejemplo evidente
de esto lo encontramos en el punto 9.51 en donde relatamos lo ocurrido con los “hermanos”
tras ser trasladados desde la Ex – Penitenciaria a un penal menos peligroso como Colina 1.
Se produjo la deserción generalizada y una conducta posterior altamente agresiva y
contraria a la reglamentación carcelaria interna.

Mas aún se ha llegado a afirmar que “… La necesidad de la psicoterapia (…) es el


resultado del excesivo control ejercido por los demás (especialmente a través del
castigo), mediante el cual el individuo o bien se incapacita o se torna peligroso para si
mismo o para los otros. E1 control excesivo ocasiona subproductos sea emotivos (temor,
ansiedad, cólera o rabia, depresión) o revelados en la conducta operante (afición a
drogas, conducta excesivamente vigorosa o excesivamente refrenada, discriminación
71

defectuosa de los estímulos, autoconocimiento defectuoso, auto estimulación aversiva)”.


(11, pág.127)

Lo expuesto enfatiza la importancia de la presencia de los funcionarios uniformados


en los recintos penales. La presencia del Estado y el orden consiguiente impuesto a los
internos evita la lucha por el poder y la violencia resultantes, tan perjudiciales para los
internos más débiles, una situación frecuente en la población penal común de la Ex -
Penitenciaría y en Colina 2. Sin embargo el control solo produce “buenos internos”, en el
sentido de su docilidad aparente, en ningún caso un cambio que se mantenga cuando la
potencialidad de esa disciplina desaparezca.

1.33.- Conceptos de Segmentación y Clasificación.

Definiremos el significado de ambos términos de acuerdo al documento “GENCHI:


POBLACIÓN RECLUIDA-Modelo de Clasificación y Segmentación. (12)
Nos enteramos que estos procedimientos desempeñan un rol importante en la
reducción de los actuales niveles de sobrepoblación de los Establecimientos Penitenciarios
del sistema cerrado.

Nos dice el documento que este modelo de Clasificación y Segmentación se


encuentra en concordancia con las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas en términos de
“separar a los reclusos que por trayectoria delictiva pudiesen transformarse en una
influencia nociva para el resto de la población recluida y el separar a los reclusos en
grupos homogéneos dentro de sí y heterogéneos entre sí, a fin de facilitar el
tratamiento encaminado a su reinserción social.”

Se afirma en este artículo que el sistema ha logrado Clasificar y Segmentar a más


del 78% de la población reclusa. Siendo posible “…gracias a la capacitación del personal
penitenciario, implementación de sistemas informáticos y la modificación de los espacios
internos. Esto ha arrojado como resultado esperado una racionalización en el uso intensivo
de los espacios, aumentando su capacidad del diseño original en un 32% en promedio;
favoreciendo el tratamiento diferenciado y generando una menor conflictividad del
sistema”.

Definamos entonces que se entiende por estos procedimientos.

La Segmentación:

La definición entregada por el documento citado corresponde a “…una forma


institucionalizada de distancia social, que se materializa a través de la separación física y/o
social de los individuos, estas normas deben regular las relaciones sociales entre los
sujetos que mantienen contacto evitando así cualquier tipo de contaminación
criminológica”. “.
Con esta segregación física intencional se “…define fronteras entre los grupos, sitúa
a éstos dentro de una jerarquía y a la vez es capaz de regular su interacción. Debido a la
72

estrecha relación entre la segmentación y los sistemas de poder establecidos por los
internos en los sistemas carcelarios, con frecuencia éstos resultan muy resistentes al
cambio, y se convierten con facilidad en foco de conflicto.”

Es fundamental para lograr una segmentación eficiente “… ser capaz de identificar


claramente a las distintas poblaciones que forman parte del sistema carcelario, intentando
separarlos en grupos homogéneos de iguales características. Esto trae como resultado
lógico la reducción de la contaminación criminógena, evitando el deterioro de los internos y
facilitando su convivencia con su grupo de pares.”

Se pretende finalmente que para cada grupo en particular así identificado “…se
deben diseñar estrategias específicas de intervención tendientes a su reinserción social”.

En síntesis se pretende con esta medida de separar grupos homogéneos:

1.- Prevenir la Contaminación Criminológica

2.- Evitar la Desadaptación Social

3.- Favorecer los Programas de Intervención

4.- Evitar Conflictos Socio-culturales

5.- Colaborar con la Seguridad Interna

La Clasificación:

Se entiende como “…el acto o método de agrupar a los individuos en grupos


definidos por una o más variables, pudiendo incluso incluir todas las combinaciones reales
posibles de las variables en juego.”

La institución pretende que a través del análisis técnico del comportamiento en


grupo sería posible “…predecir y controlar la conducta de los sujetos en estudio, teniendo
como base del análisis secundario la Ficha de Clasificación,…” evitando actuar de manera
intuitiva.

Este sistema comenzó a aplicarse a mediados de los 80’s en el Centro de Detención


Preventiva Santiago Norte (Ex Cárcel Pública) y se aplica actualmente en todas las
unidades penales.

En tal sentido se han creado las oficinas de clasificación (a cargo de un sociólogo)


encargadas del proceso de clasificación.
73

La clasificación agrupa “…de manera armónica fenómenos semejantes y de este


modo reduce o minimiza la innumerable variedad de hechos concretos a cierto número,
generalmente predeterminado, de tipos o categorías. De este modo los sistemas de
Clasificación tienen como resultado una serie de grupos bien definidos y mutuamente
excluyentes, es decir, lo más homogéneo posible al interior del grupo y lo más heterogéneo
posible entre los grupos conformados.”

Este proceso de clasificación “… persigue un determinado propósito y un método de


clasificación es mejor a otro, sólo en relación con un determinado objetivo. Además es
posible afirmar, que una clasificación que es útil para un fin determinado, puede no serlo
para otro, de ahí la especificidad de todo tipo de clasificaciones.”

Los factores de clasificación generalmente son “… atributos tales como edad, tipos
de delitos, alteraciones patológicas, inclinaciones sexuales, actividades laborales,
reincidencia criminológica, compromisos delictuales, grupos terapéuticos etc.”

El objetivo de esta clasificación es “…lograr determinar el grado de


involucramiento o compromiso delictual del sujeto, es decir cuan internalizado tiene los
patrones propios de la "subcultura carcelaria", si bien la asignación del puntaje es
individual, una distribución de los internos en el penal, de acuerdo a las categorías de Alto,
Mediano y Bajo compromiso delictual implicará posteriormente su ubicación al interior del
recinto penal y el tratamiento al cual deba ser objeto, ya que se espera un comportamiento
diferencial según compromiso delictual y por ende es necesario un tratamiento diferenciado
en cada uno de los grupos.”.

Es importante destacar que este proceso de clasificación, en la práctica, se ve


imposibilitado por el tipo de arquitectura y el hacinamiento o sobrepoblación de los
recintos penitenciarios antiguos. Los nuevos recintos penitenciarios concesionados están
construidos para permitir este proceso, celdas individuales, control directo y a distancia
(cámaras de vigilancia) de Gendarmería, etc.

1.34.- Concepto de Índice de Compromiso Delictual.

Se define como “…una agrupación de variables que determinan el nivel de


involucramiento en actividad delictiva del interno.”
Se determina el nivel de involucramiento en tres niveles; bajo, mediano y alto,
permitiendo segmentar la población, según su perfil criminológico, mejorar el orden y la
seguridad de los recintos penales y se considera el punto inicial para iniciar el tratamiento
de los internos (escuela, área técnica, laboral).

Se construye en base a una entrevista que considera:

1.- Los datos personales


74

2.- Antecedentes Judiciales


3.- Datos del Grupo Familiar
4.- Nivel de Preparación
5.- Situación Social
6.- Adaptación al Régimen Interno
7.- Consumo de Alcohol y Drogas
8.- Informe de Compromiso Delictual

El detalle de los indicadores de cada ítem no es atingente al propósito de este


estudio y podría considerarse una información que afecte la seguridad interna del
establecimiento penitenciario, pues viciaría las respuestas de los internos frente a la
entrevista.

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

1.- PAZ CIUDADANA, Fundación, Anuario de Estadísticas Criminales 2008.

2.- MERCURIO, El. Domingo 13 de septiembre de 2009. Sección Economía y Negocios,

3.- FISCAL JUDICIAL DE LA CORTE SUPREMA, Informe del, ref: Invitación de la


Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado de la República,
a la sesión a celebrarse el día 1° de junio de 2009, para considerar los diversos problemas
que afectan al funcionamiento del sistema carcelario en nuestro país.

4.- ÁVILA, José María, “Camino a la Cárcel. La Crisis del Sistema Carcelario. La Nueva
Delincuencia en Chile. Ediciones SEI, Santiago de Chile, 1991, 92 págs.

5.- CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, “Defenderse desde la Cárcel”. Diciembre 2006
Proyecto Reforma Procesal Civil de la Sociedad para la Cooperación Técnica Alemana
GTZ - Chile. Morande 107, Santiago de Chile. gtz@minjusticia.cl ,

6.- SUNSHINE, Linda, Editora, “Woody Allen en imágenes y palabras”, Ediciones B,


1993, 1ª reimpresión 1997, 288pags.

7. - BULLETIN OF THE ATOMIC SCIENTISTS, from the “Cybernetics of Population


Control”. February 1964. Documento Internet.

8.- FACULTAD DE DERECHO UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES. “Informe anual


sobre derechos humanos en Chile. 2008”. Director y Editor General Nicolás Espejo Yaksic
Editor Marcelo Rojas Vásquez.

9.- BIBLIA DE JERUSALÉN. Editorial Desclée de Brouwer, S.A. Bilbao, España. 1983.
1836 Págs.

10.- MADRIAZA, Pablo; GARCÍA, Mauricio, “Sentidos de la violencia a partir del


discurso y trayectoria social de reos”. Tercer Simposio Nacional de Investigación sobre
Violencia y Delincuencia, 4 y 5 de Octubre de 2006. Santiago. Instituto de Sociología
75

Pontificia Universidad Católica y Fundación Paz Ciudadana, Págs. 125 a 144. Edición
digital.

11.- HILGARD, Ernest, Teorías del aprendizaje. Tomo I, Editorial Pueblo y Educación, La
Habana, 1984.

12.- GENCHI, POBLACIÓN RECLUIDA-Modelo de Clasificación y Segmentación.


Página Internet de Gendarmería de Chile. 2009.

13.- GENCHI, CLASIFICACIÓN PENITENCIARIA CON ENFOQUE DE GENERO


“Informe de Compromiso Delictual”. Documento Internet.
76

5.- Vivir en el CDP. El Centro de Detención Preventiva (CDP) Santiago


Sur o Ex -Penitenciaría: La Población Penal y el sector “Módulos”.

5.1.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS. EL PANOPTICON Y JEREMY


BENTHAM. LA IDEA ORIGINAL.

El concepto que guió la construcción de la Penitenciaría fue el Panóptico,


construcción penal ideada por Jeremy Bentham (1748-1832) y que se define como “un
edificio (…) construido de modo que toda su parte interior se pueda ver desde un solo
punto. “ (1)
Michel Foucault (2) nos explica que el Panóptico diseñado por Bentham es una
figura arquitectónica en la cual se edifica “en la periferia, una construcción en forma de
anillo; en el centro, una torre, ésta, con anchas ventanas que se abren en la cara interior del
anillo. La construcción periférica está dividida en celdas, cada una de las cuales atraviesa
toda la anchura de la construcción. Tienen dos ventanas, una que da al interior,
correspondiente a las ventanas de la torre, y la otra, que da al exterior, permite que la luz
atraviese la celda de una parte a otra. Basta entonces situar un vigilante en la torre central y
encerrar en cada celda a un loco, un enfermo, un condenado, un obrero o un escolar. Por el
efecto de la contraluz, se pueden percibir desde la torre, recortándose perfectamente sobre
la luz, las pequeñas siluetas cautivas en las celdas de la peri-feria”. (2, págs.184-185)
“(…) se invierte el principio del calabozo; o más bien de sus tres funciones —ence-
rrar, privar de luz y ocultar—; no se conserva más que la primera y se suprimen las otras
dos. La plena luz y la mirada de un vigilante captan mejor que la sombra, que en último
término protegía. La visibilidad es una trampa.”(2, pag.185)
Esta vigilancia continua, sin ser visto el vigilante, permite el pleno ejercicio del
poder sobre el sujeto allí encerrado.
Según M. Foucault J. Bentham afirma que: “es polivalente en sus aplicaciones:
sirve para enmendar a los presos, pero también para curar a los enfermos, para instruir a los
escolares, guardar a los locos, vigilar a los obreros, hacer trabajar a los mendigos y a los
ociosos.” (2, pag.189)
Llega a afirmar J. Bentham en la obra citada que “el panoptismo es capaz de
reformar la moral, preservar la salud, revigorizar la industria, difundir la instrucción, aliviar
las cargas públicas, establecer la economía como sobre una roca, desatar, en lugar de cortar,
el nudo gordiano de las leyes sobre los pobres, todo esto por una simple idea
arquitectónica" (2, pag.189)
La idea original que se pretendía implantar en Chile a mediados del siglo XIX fue
construir una unidad penal de acuerdo a este concepto arquitectónico y en donde se aplicara
el “régimen penal del Auburn". Este sistema pretendía que el preso estaría sometido a un
régimen de aislamiento nocturno en su celda, obligado a trabajar diariamente, en grupo y en
silencio. Además de considerar las actividades religiosas como obligatorias.
El siguiente grabado presentado en la obra de M. Foucault en la Pág. 300 grafica
claramente las intenciones del sistema preconizado por el Panopticón particularmente en su
versión del régimen penal de Auburn.
77

LAMINA 21. N. Harou-Romain. Proyecto de penitenciaría, 1840. Un recluso, en


su celda, en oración ante la torre central de vigilancia. Cf. p. 253.

5.2.- SU CONSTRUCCIÓN INICIAL.

La respuesta social al delito hasta el siglo XVIII en Chile fueron los castigos físicos,
“hacia 1587, el uso de la horca se había expandido, aplicándose en todos los escasos
poblados ya existentes” (…) Recién en 1645 (en Valdivia) se funda el primer recinto de
cierta envergadura dedicado al cumplimiento de penas de privación de libertad. “Allí los
reos serán obligados a trabajar y aún se les podrá retener mas tiempo del que dure su
condena, si ello se estima indispensable para la seguridad del reino.”. Existen pruebas de la
existencia de una cárcel en Santiago para esa fecha pues hay evidencia de que “el terremoto
del 13 de mayo de 1647 que destruyó Santiago, también desplomó la cárcel, construida,
conforme a la tradición española, frente a la Plaza de Armas.” (3, pag.44)
En 1749 se crea el presidio de Juan Fernández para complementar la capacidad del
de Valdivia y hay constancia que en 1758 se produce una sublevación en la Cárcel-Presidio
de Santiago, ordenando el Cabildo de esa ciudad modificar la estructura de la cárcel para
hacerla mas segura. (3, pág.44)
78

En marzo de 1841, “… un elevado número de reos ocupados de mejorar el camino a


Valparaíso, se encuentra el “presidio ambulante”, nombre eufemístico para designar una
carreta, tirada por bueyes y transformada en jaula con barrotes de fierro, instalado en
Peñuelas. Cortando sus cadenas 55 de ellos logran fugarse, en la persecución 27 de ellos
mueren, 7 resultan heridos y 20 logran escapar.”(3, pag.44)
Recién a principios de 1843, ante esta situación de inseguridad, la Cámara de
Diputados aprueba el proyecto de construir una cárcel-penitenciaría “para contener hasta
400 celdas individuales, para igual número de presos.” (3, pag.45) “con una estructura
octogonal y ocho calles radiales, de modo similar al “panopticón”, pero sin la torre
central…” (3, pag. 45)
La construcción efectiva de la Penitenciaría, actual Centro de Detención Preventiva
(C.D.P.), Santiago Sur se remonta, por consiguiente, a mediados del siglo XIX, estando
destinada a tener recluidos los condenados a penas de privación de libertad de entre 5 a 20
años. Comenzó su construcción en 1843 y en septiembre de 1847 ingresan los primeros
internos aún cuando no estaba terminada.
Llega a Chile este sistema de reclusión cuya finalidad era no solo ejecutar la pena
en tanto castigo sino también con el propósito de enmendar al delincuente condenado.
Se pretendía aplicar en ella “un tipo de tratamiento denominado como el “régimen
penal del Auburn". Esta normativa carcelaria estipulaba que el presidiario debía ser
sometido a un régimen de aislamiento celular nocturno en una celda solitaria, con la
obligación de hacerlo trabajar diariamente, en forma colectiva, en el mayor silencio que
fuera posible.” (4, pag.104).
Sin embargo el procedimiento de aplicación fue “tan informal como improvisado,
ya que no fue más que la agrupación de 10 de los carros ambulantes de llamado "Presidio
General" y 60 celdas de la edificación del recinto lo que constituiría la situación inicial del
nuevo sistema que se pretendía consagrar con la ley de construcción de este
establecimiento.” (4, pag.104)
Cuando se decreta el inicio de su funcionamiento se ejecuta “un rápido cierre del
recinto mediante la llamada "muralla de circunvalación" y el inmediato traslado de unos
doscientos presidiarios que estaban en los carros ambulantes estacionados en las cercanías
“(4, pag.104)
Al inaugurarse, como sucedió en muchas obras públicas en nuestro país, las
instalaciones no estaban terminadas, los talleres de trabajo y los lugares para realizar
actividades colectivas no estaban habilitados, ni siquiera se contaba con agua potable y
servicios higiénicos adecuados. Tampoco estaban terminadas las instalaciones de seguridad
y vigilancia.
Debido a esta inauguración adelantada no se pudo cumplir con los objetivos y
métodos del régimen de Auburn. Si consideramos, por ejemplo, el requisito del encierro
solitario este nunca fue ejecutado pues “… la decisión de trasladar a presidiarios a aquella
parte edificada de la cárcel impuso la condición de encerrarlos colectivamente, en un
número de cuatro presidiarios por cada celda que era habilitada.” (4, pag.105)
En cuanto a la obligación de trabajar y realizar actividades comunes, hasta 1852 de
los poco mas de 300 presidiarios que allí habían “dos tercios de ellos permanecía en la
rigurosa condición de encierro permanente y solitario, puesto que la distribución de la
población penal estaba condicionada por la implementación de solo dos galpones que
servían de talleres productivos, a donde concurrirá, desde el 1 de agosto de 1850, solo un
centenar de presos escogido para trabajar o aprender un oficio.” (4, pag.106).
79

Si bien el recinto se construyó bajo el concepto del Panóptico, la labor de vigilancia


permanente que se enfatizaba en ese sistema no se aplicó siendo muy limitada la acción de
los funcionarios pues “la permanencia de los presos en sus respectivas celdas y calles y su
estadía en los talleres era el único fundamento que organizaba el sistema de vigilancia
interior que realizaba el personal de la administración penitenciaria.” (4, pag.107).
El encierro prolongado, el hacinamiento y el habitar en instalaciones inconclusas e
inhóspitas provocaron en los internos un gran deterioro físico:
En el informe transmitido, hecho por el medico José Joaquín Aguirre, se daba
cuenta de la grave situación en la que se encontraba la población penal "respecto a las
enfermedades reinantes", indicando que por efecto del hacinamiento los condenados
manifestaban, entre otras enfermedades: "El reumatismo en todas sus formas, cuyas causas
son lo nuevo del edificio, la necesidad que por ahora hai de que el mayor numero de
presos permanezcan encerrados en celdas, principalmente las que miran al sud-este, que
no reciben rayos solares a ninguna hora del día, falta que ha mantenido una atmósfera fría
y húmeda…” “…Además de esta enfermedad, el informe indicaba que “a esta fecha, una
tercera parte de los presidiarios se encontraba enferma de sífilis o presentaba alguna
afección cardiaca o de tipo estomacal.” (4, pag.108).
La alimentación entregada a un proveedor externo privado era muy deficiente
llegándose a expresar en un informe al Ministro de Justicia que “En conclusión Sr. Ministro
yo podría decir que el contratista es el que verdaderamente ha declarado una abierta
hostilidad a los presidiarios, i tanto mas cruel que se dirige a matarlos de hambre,…” (4,
pag.109).
Este conjunto de factores citados provocó un elevado número de muertes entre los
internos pues “Para cuando los peores momentos de la instalación de la Penitenciaria
habían pasado en 1856 una cantidad importante de presidiarios; 26 en 1854; 12 en 1855; 24
en 1856; 34 en 1857; etc., no habían hecho cumplimiento total del tiempo de sus condenas
por haber encontrado la muerte en este recinto.” (4, pag.110).
Solo en 1866 se mejora la infraestructura, se da un mejor trato a la población penal
autorizando el ingreso de alimentos del exterior y en 1872 se cuenta con agua potable.

5.3.- LA REALIDAD ACTUAL (AÑO 2008)

En el año 2008 el penal se encontraba segmentado en tres sectores claramente


definidos: a) El CAS o Cárcel de Alta Seguridad en donde se encuentran los internos que
por razones de seguridad, su alto compromiso delictual o la gravedad y notoriedad de sus
delitos deben permanecer separados de los presos comunes; b) La Población Penal Común
y c) Los módulos, o sector segregado de mejores condiciones de vida y destinado a aquellos
condenados por delitos sexuales, trafico de drogas, ex - funcionarios de FFAA,
profesionales, mozos del penal y aquellos enviados allí por motivos de seguridad.
El ingreso físico al penal conlleva una serie de procedimientos, ser revisado tanto
físicamente (desnudo) como los objetos personales. Allí se procede a incautar documentos
personales, fotos, llaves, etc. Se incauta todo aquello que infringe las reglas de seguridad
pero que también constituye la identidad que se trae del exterior.
Los reincidentes y/o de alto compromiso delictual son llevados a la calle 14, calle de
tránsito, un lugar con condiciones sanitarias muy deficientes y de gran hacinamiento, antes
de ser llevados a clasificación y ser destinados a su lugar de reclusión definitivo.
80

Aquellos primerizos en condena y/o de bajo compromiso delictual son llevados a la


calle 1, de tránsito, para ser clasificados y enviados a su destino final.
Esta calle está cerrada hacia el óvalo, y si bien existía un funcionario a cargo, el cual
se limitaba a pasar la cuenta en las mañanas y tardes y mantener la disciplina en caso de
desordenes, la administración, mientras estuve allí, era efectuada por un “monitor” y sus
ayudantes. Estos eran internos de confianza del funcionario y gozaban de diversos
privilegios a cambio de sus actividades administrativas.
El recién llegado, usualmente desprovisto de efectos personales básicos, como los
útiles de aseo, era “acogido” por estos personajes y atendido al comienzo de forma
gratuita, pero con la condición tácita de devolver esas mercaderías en cuanto los familiares
del recluso se pusieran en contacto a través de la visita o mediante el envío de
encomiendas, aparte de alguna muestra monetaria de gratitud hacia ellos. Posteriormente,
ya regularizada esa situación de contacto con familiares y obtención de dinero por parte del
recluso se comenzaba a exigir un aporte económico diario a cambio de habitar esa pieza no
hacinada, mas limpia y con un TV a color (la pieza VIP).
Esa calle estaba abierta en su parte superior (se veía el cielo), con la forma de un
trozo de torta (una especie de triángulo) y consistía en una serie de piezas (7 u 8) aparte de
aquella ocupada por el monitor y sus ayudantes (la pieza VIP) que daban a un patio abierto.
Cada pieza tenía su respectivo encargado, generalmente un preso con más
experiencia, que a cambio de administrarla gozaba del privilegio de aplicar el sistema de
obtención de lucro similar al empleado por el monitor y sus ayudantes con los reclusos que
eran enviados a la celda que administraba.
Posteriormente a la última cuenta 17: 00 PM se retiraba el funcionario y quedaban
los internos en libertad hasta la hora de acostarse, usualmente las 22:00 o 23:00 PM,
quedando las puertas de cada celda abiertas.
En ese horario “libre” se tomaban onces, usualmente abundantes, por la constante
llegada de encomiendas hacia los detenidos, se conversaba, se jugaba a los naipes, domino,
se veía TV, etc.
Solo algunos de los internos recogían el “rancho”, los mas desprovistos
económicamente, pues la mayoría cocinaba alimentos de mejor calidad, aún cuando se
aprovechaban elementos que allí venían (pedazos de carne, etc.). En general tanto los
desayunos como los almuerzos eran bien preparados (se cocinaba en común en cada pieza)
y se servían grandes porciones.
Aquellos individuos sin medios económicos o sin visita eran destinados a las
últimas piezas, con otros internos de igual condición. En ellas existía hacinamiento y
condiciones higiénicas deficientes.
Existían baños y duchas comunes en regular estado al extremo del patio de tierra
con plantas, similar a una pequeña plaza, y un comedor común donde desayunaban y
almorzaban aquellos individuos que habitaban piezas mas repletas.
Tras estar alrededor de una semana allí, en la habitación de los monitores, fui
llevado a clasificación y destinado al sector módulos, en particular al módulo “B” adonde
fui trasladado posteriormente.

A continuación describiremos los lugares que me tocó conocer, ya sea directamente


o por largas conversaciones con aquellos que habitaron allí.
81

5.31.- LA POBLACIÓN PENAL COMÚN, “EL OVALO”.-

Físicamente la Ex - Penitenciaria o Centro de Detención Preventiva (CDP) Santiago


Sur, como ya hemos dicho, es un gran círculo o patio alrededor del cual confluyen las
calles.

La figura siguiente trata de representar esa realidad, aunque las proporciones del
ovalo central son mayores a lo expuesto.

Este sector consiste en una serie de calles en un primer piso y de galerías en un


segundo que rodean un espacio abierto, similar a una plaza o a un anfiteatro romano de
acuerdo al tipo de peleas que allí ocurren. Este sector es denominado por los internos como
“escuela de gladiadores” por la modalidad de esgrima común que emplea dos “lanzas” de
fabricación casera para cada contendiente.

En este lugar, y en especial en las galerías de los segundos pisos, habitan los presos
de mayor compromiso delictual, reincidentes y/o delincuentes habituales.
Allí existe un gran nivel de hacinamiento, en instalaciones calculadas para unas 1200
personas habitan mas de 5.000. En piezas calculadas para cuatro internos duermen 20 o 25.

La presencia de los funcionarios al interior de las calles durante el horario diurno,


dada la dramática escasez de personal, es mínima, tan solo un funcionario en las calles y
ninguno en las galerías. En estas últimas solo asiste el funcionario para las cuentas de la
mañana y la tarde y en caso de riñas o allanamientos. En todas las calles existe una
instancia de auto administración a cargo de un “monitor”, un interno de confianza
nombrado por el funcionario y respetado por los internos y que actúa como un
administrador interno.
82

El nivel de violencia provocada por la falta de espacio, el consumo de drogas y


alcohol casero y la escasa presencia de funcionarios es enorme. Sin embargo,
afortunadamente, muchas de las riñas consisten en un ritual que solo llega a heridas
superficiales y que establecen un ganador y un perdedor conservando este último la
dignidad pues fue capaz de pelear.

La negativa a combatir significa cobardía y “quedar bajo la mesa”, es decir


transformarse en alguien que ha perdido la dignidad y el respeto de los pares. El “choro
pelea”, se dice, y la “chapa” (el currículo como delincuente habitual) o los “meritos” que
puede comprobar el interno por delitos cometidos en el exterior no cuentan en este lugar,
sólo su capacidad de combate. El no pelear significa, inevitablemente, transformarse en un
sirviente de los demás o ser expulsado del lugar violentamente.

Usualmente se forman “cuadrillas” que con violencia y/o intimidación a medida que
van engrosando su número van ocupando piezas para vivir mas cómodos y someter a los
reclusos mas débiles transformándolos en sirvientes (“perkins”).

Los sujetos aislados, los débiles física o mentalmente, los que no han querido pelear,
pueden ser reducidos a una semi esclavitud como sirvientes (“perkins”) en el lenguaje
interno, para realizar las labores mas ingratas tales como lavar la ropa y la loza, cocinar,
construir o afilar las lanzas, e incluso prestar servicios sexuales como homosexual pasivo
(servir de “caballo” en la jerga interna).

Para evitar lo anterior solicitan el cambio a otra galería o calle adonde pueden
conocer a alguien que los acoja. El funcionario, muchas veces actúa a su solicitud o como
iniciativa propia al verificar sus heridas y/o golpes.

Empieza la denominada “vuelta olímpica”, en que el sujeto débil o que ha entrado


en conflicto con otros trata de ubicarse de manera permanente en un lugar seguro, sin
embargo un número apreciable de ellos no tiene éxito y va siendo expulsado una y otra vez,
recibiendo múltiples malos tratos llegando al extremo de “no tener mas cana” es decir de
solo quedarle como alternativas las calles de “aislados” que son cerradas al patio central
común u “ovalo” y si incluso de allí es maltratado o expulsado solo le queda “caminar”,
convertirse en “hermano” evangélico.

En el “ovalo” central se ubican, todos los días, en el punto de predicación


obligatorio entre 500 a 600 “hermanos”, alternando las “alabanzas” (cantos de gloria al
Señor), con las predicas o exhortaciones a la conversión de los pecadores (los “gentiles”).
Allí concurren los internos evangélicos de la única calle abierta al “óvalo”, calle número
nueve y los “hermanos” de las galerías, siempre abiertas al óvalo.
83

5.311.- Las calles.

A nivel del suelo (Primer piso) se ubican las calles numerándose de izquierda a
derecha desde la calle 1 hasta la 15.
Por diversos testimonios de internos que habitaron allí, hasta el año 2007, se
describen sus condiciones y tipo de internos que habitaban en esa época en cada una de
ellas.

La calle 1, calle cerrada hacia el ovalo, destinada a detenidos o condenados en


tránsito (y algunos internos mantenidos allí por medidas de seguridad) para ser ubicados en
la calle, galería o sector módulos que el departamento de clasificación estime que
corresponde a su nivel de compromiso delictual, reincidencia, tipo de delito y/o carácter de
ex – funcionario de FFAA, carabineros, investigaciones e incluso gendarmería.
La calle 2, cerrada al ovalo, sin vista al cielo pues tiene una reja que lo impide y
destinada a los castigos.
La calle 3, cerrada al ovalo y dividida en tres sectores, uno destinado a
homosexuales, otro a ancianos y un tercero a aislados o medidas de seguridad.
La calle 4, calle cerrada al ovalo y habitada solo por “hermanos”, sin vista al cielo,
con alrededor de unos 400 a 500 internos.
La calle 5, calle cerrada al ovalo. Una calle de trabajo, de “conducta” (200 internos)
La calle 6, cerrada al ovalo, sin vista al cielo. Una calle aislada con condenados en
su mayoría traficantes y consumidores de drogas. (400 a 500 internos)
La calle 7, cerrada al ovalo, Una calle de trabajo, con unos 200 internos y con
mayores comodidades.
84

La calle 8, cerrada al ovalo. Una calle de “mozos”, es decir internos que realizan
diversas actividades tales como aseo, elaboración del rancho, extracción de basura, atención
del casino de oficiales y oficiales, atención de los kioscos de venta de abarrotes, etc.
Algunos de ellos reciben remuneración, otros no, pero en general reciben un trato de mejor
nivel y por su conducta considerada “muy buena” tienen mayores probabilidades de recibir
beneficios intrapenitenciarios.
La calle 9, abierta al óvalo. Una calle de “hermanos”, pero abierta hacia el “óvalo”,
allí se encuentra el Templo Evangélico, común a todo el sector de la población penal. Fue
construido con donaciones y depende de la Iglesia de Jotabeche, el principal templo
evangélico. Allí habitan cerca de 500 internos.
La calle 10, calle cerrada al ovalo, sin vista al cielo. En el 2007 era una calle de
reincidentes o en espera de un traslado a otro penal con cerca de 500 habitante.
Actualmente se está convirtiendo en una calle de “hermanos” evangélicos.
La calle 11, calle cerrada al ovalo, lugar de imputados o presos de buena conducta
que no pueden estar en otra calle.
La calle 12, cerrada al ovalo, sin vista al cielo y que se destinó a ancianos e
incomunicados.
La calle 13, calle donde confluye el colegio penal, calle de primerizos personas que
estudien.
La calle 14, calle cerrada al ovalo, sin vista al cielo, una calle de detenidos
reincidentes en transito a ser ubicados en donde clasificación indique.
La calle 15, cerrada al ovalo y destinada a los insanos.

5.312.-LAS GALERÍAS.

Sobre estas calles, en un segundo piso, se ubican las “galerías”, todas ellas con
salida al ovalo y donde están los internos de mayor compromiso delictual y peligrosidad.
85

Allí es donde se concentra el consumo de drogas, de alcohol casero y los niveles más altos
de hacinamiento y violencia.

El criterio de distribución de los internos allí es por el origen geográfico. Las galerías se
comienzan a numerar de izquierda a derecha desde:

(a) La número 5, con internos provenientes de Conchalí,

(b) La galería 6, con reclusos provenientes de la Pincoya y algunos de Conchalí.

(c) La galería 7, en que se ubican aquellos de La Florida y la Pintana.

(d) La galería 8 con internos de Maipú y Pudahuel,

(e) La galería 9 habitada por internos de San Joaquín,

(f) La galería 10 con mayoría de Puente Alto,

(g) La galería 11 lugar habitado por internos de Renca y

(h) La galería 12 única cerrada y en donde van los aislados de los aislados, aquí se ubican
aquellos que han “rebotado” (han sido expulsados) de todos las calles y galerías y ya no les
queda ningún lugar adonde refugiarse.

El criterio de aceptación en estos lugares es el conocimiento del sujeto por sus


pares o “compañeros” de fechorías y allí donde se agrupan los sujetos que viven en la
misma comuna es mayor la probabilidad de ser conocido y aceptado. Sin embargo si el
sujeto es conocido en el ambiente delictual ingresará adonde sea acogido sin considerar su
lugar de residencia. La riñas producto del enorme hacinamiento, las drogas y el alcohol
casero son frecuentes en estos lugares terminando en duelos a lanzazos en el “ovalo” y que
frecuentemente aparecen en los reportajes emitidos por los canales de televisión.

5.32.- EL SECTOR “MÓDULOS”.

La información que se presenta es valida hasta principios del año 2008, fecha en que
fui trasladado. En la actualidad, según he sido informado las condiciones de vida han
cambiado, aumentando el numero de internos por celda.

En un lugar aledaño, pero dentro del perímetro general de la Penitenciaría, se


encuentra un complejo de cuatro bloques de cuatro pisos, construidos a fines de los 80’s,
con una idea moderna que permitía la segmentación y vigilancia mas estrecha de los
internos.
86

Estos cuatro bloques recibían predominantemente en cada uno de ellos a un


determinado tipo de delitos o condición de interno. El módulo “A” tendió a concentrar
reclusos condenados por delitos sexuales, e individuos de baja peligrosidad, el módulo “B”
también admitía este tipo de internos, además de ex funcionarios de F.F.A.A., carabineros e
incluso un ex funcionario de Gendarmería, algunos profesionales y mozos de la población
penal. Los módulos “C” y “D” eran destinados fundamentalmente a traficantes de drogas.

Cada uno de los módulos cuenta con baños comunes con W.C., lavaderos y duchas
conectadas a un calefón, una cocina, en la cual existe un freezer en el cual se conservan los
alimentos preparados y perecibles que reciben los internos para sustituir o complementar lo
entregado por la institución, una cocina grande y un microondas para recalentar o preparar
comidas.

En el primer piso existe una sala-comedor multiusos con un TV grande y un DVD


común. Además hay una multicancha rodeada por un alto muro y un kiosco adonde se
venden productos no perecibles, bebidas, cigarrillos y golosinas.

En cada uno de los módulos existe una biblioteca pequeña en donde además de los
libros hay un computador con impresora para las necesidades de elaborar escritos o
peticiones de los internos. El interno encargado de este lugar además de estas funciones
elaboraba (año 2007) las estadísticas mensuales de actividad laboral de los internos y otras
tareas administrativas tales como tener al día un exhibidor mural adonde figuraba el
nombre de cada interno y la ubicación de su celda, imprimir las hojas para pasar la cuenta,
etc.

Cada día era posible adquirir los diarios con un recargo de $100 para el encargado
de traerlos.

Las celdas permiten habitar en cada una de ellas a tres internos, con un baño interior
que posee un W.C. y un lavamanos. Cada piso consta de dos alas independientes de ocho
celdas cada una. Cada ala de cada piso es cerrada, no permitiendo, tras la cuenta final y el
encierro correspondiente, el acceso hacia las demás.

En tal sentido el número máximo de internos en contacto hasta el encierro nocturno


es de 24. Internos que además han cometido delitos similares y son de niveles más parejos
de compromiso delictual. En el encierro general no solo se cierran los pasillos de cada ala
(aislando las ocho celdas de cada ala de aquellas de la otra ala del mismo piso) sino
también se cierra la puerta de cada celda, quedando aislados los tres ocupantes.

El cierre de los pasillos de cada ala es a las 17:00 hrs. cada día. El de las puertas de
cada celda es, en invierno a las 18:00hrs. y en verano a las 20:00 hrs. Si consideramos las
horas de encierro entre las 16:30 a 17:00 y las 8:15 a 8:30 del desencierro y cuenta de cada
día, son de 13 a 14 horas de encierro.

La presencia durante el día de los funcionarios es constante y es obligatorio bajar al


patio dos veces al día, durante dos horas cada vez, alternándose los pisos 2º y 3º con el 4º y
el 5º en las bajadas y subidas para evitar el hacinamiento en los patios y comedores. Tras el
87

encierro permanece una guardia nocturna que hace rondas sin previo aviso, sorprendiendo a
los internos que cometen actos contrarios al régimen interno (consumo de drogas, alcohol
casero o tenencia de celulares, etc.)

Existen numerosas cámaras de vigilancia: en el patio general, pasillos y en cada ala


de cada piso.

Cada módulo es auto administrado por los funcionarios uniformados que están a
cargo y se trata de evitar el contacto entre los internos de cada módulo, aun cuando esto se
da en las ceremonias religiosas tanto católica (asisten entre 150 a 180 internos promedio del
total de 800) y evangélica (asisten alrededor de 100 a 120 internos).

La asistencia a la Escuela Penal y los diversos talleres y cursos también permite el


contacto ínter módulos.
Estos módulos fueron pensados para una detención preventiva, no como un penal de
conducta que requiere condiciones y espacios para trabajar y estudiar. Sin embargo se
realizan labores de tipo artesanal en algunas pequeñas salas (una o dos por módulo), en
parte del comedor común y en cada celda tras el encierro general. Esta situación permite
que los internos sean calificados por su trabajo como manteniendo Muy Buena Conducta.
Sin embargo estas actividades muchas veces son falseadas por los internos para asegurarse
la conducta MB, comprando o prestándose mutuamente las artesanías o presentando la
misma elaborada varias veces para figurar como realizando trabajo.

Si bien en este lugar llega el rancho, común a la población penal, este es distribuido
de manera ordenada en la cocina y complementado con “extras” como postres, frutas, etc.

En esta sector el trato de los funcionarios propinado a los internos es deferente y


rara vez se acude al enfrentamiento físico tal como sucede con frecuencia en el ovalo o
población penal común.

El nivel de violencia ambiente es muy bajo, si podemos estimarlo así por la casi
inexistencia de riñas con resultado de daño físico grave.

En síntesis: En este sector las condiciones de hacinamiento y peligrosidad del


ambiente son bajas. Si el interno comete faltas graves (posesión de drogas, alcohol,
teléfonos celulares, etc.) es castigado inmediatamente enviándolo a la población penal
(léase: el infierno), por consiguiente hay mayor cuidado de cometer tales hechos.

En el año 2006, en cada modulo se reservaba un ala de un piso (8 celdas) para los
“hermanos”. Se regían en base a un plan denominado APAC (“Amando al Preso, Amando a
Cristo, modificado su nombre en 1986 a ASOCIACIÓN PARA LA PROTECCIÓN Y
ASISTENCIA A LOS CONDENADOS). Originalmente proveniente del Brasil, es de
carácter cristiano ecuménico, en el sentido de ser ejecutado y administrado por miembros
voluntarios ad honorem tanto de la Iglesia Católica como Evangélica. Constituye un plan
carcelario en que los presos que aceptan el método APAC pueden tener un alto grado de
auto administración al interior del penal, dependiendo el ordenamiento de su vida diaria de
sus encargados religiosos. En Brasil incluso ha llegado a no existir gendarmería al interior
88

de un penal. En Chile la administración de este plan es básicamente evangélica y en


particular Metodista – Pentecostal, con ayuda económica y profesional de otras Iglesias,
pero cuya administración y ritos corresponden a la Iglesia citada.

En esos lugares segregados, se ubican internos que firman un contrato “voluntario”


de obediencia al método APAC. Allí hay mayor orden y aseo, y se permiten algunos
privilegios tales como tener un microondas, bajar en horarios diferentes a las ceremonias
del culto etc.

En el módulo “B”, adonde permanecí cerca de un año, se concentraban personas


condenadas por delitos sexuales graves. Este tipo de internos son muy reprobados por la
población penal y deben ser ubicados en lugares de mayor protección. Su gran temor era ser
llevados a la población penal de la Penitenciaria o ser trasladados a Colina 2 (un lugar peor
que la misma Penitenciaría). En tal sentido la “voluntariedad” de su compromiso era
dudosa por el temor que inspiraba el traslado a un penal común.

Varios de ellos eran católicos (6 de 20) pero asumían los ritos pentecostales como el
costo de su seguridad. En privado añoraban y valoraban el respeto a la intimidad que rige
en la Iglesia Católica, pero la supervivencia primaba.

La Iglesia Católica funciona en este lugar de la manera tradicional, en torno a la


celebración de la misa dominical, pero incorpora una muy activa pastoral laica, con
voluntarios pertenecientes a la fundación “Carlos Oviedo Cavada”. Un voluntariado
esencialmente femenino y que realiza diversas actividades pastorales de reflexión,
organización del coro, celebraciones, preparación de las liturgias en la semana, etc.

Paralelamente los miembros de este voluntariado efectúan una labor social muy
activa de ayuda al interno en cuanto a permitir la comunicación con sus familiares a través
de llevar mensajes escritos y/o hacer llamadas telefónicas. De una manera constante y
sistemática constituyen la presencia católica en los módulos. De hecho la asistencia a la
misa dominical llega a las 150 a 200 personas, superando las 100 o 120 que logra reunir la
Iglesia Evangélica.

Uno de los atractivos de asistir a la misa católica para muchos internos que no son
cristianos activos es la posibilidad de conectarse con “compañeros” (cómplices) de otros
módulos e intercambiar información e incluso elementos prohibidos durante esas ocasiones.
Gendarmería está conciente de ello y realiza cada cierto tiempo allanamientos por sorpresa
a los asistentes.

Si bien el plan APAC es ecuménico la Iglesia Católica ha sido o se ha


automarginado del proceso. La razón de ello la ignoro, aunque he escuchado de parte de
encargados católicos que “el marginarse y vivir en lugares restringidos iría contra el
principio que el cristiano debe ser “luz del mundo” y “sal de la tierra” y debe estar en
contacto, sumergido entre aquellos que no son cristianos para transmitir su testimonio”.
89

Percibí mucho interés de parte de los internos católicos en vivir en lugares


tranquilos y seguros, pero la Iglesia Católica no ofrece nada al respecto. Solo lo hace la
Iglesia Evangélica.

De un sacerdote católico que nos hizo una misa en reemplazo del titular que no
pudo asistir y que venia del COF (lugar de reclusión de mujeres) la respuesta al abandono
que las personas percibían de parte de la Iglesia (entendida como los sacerdotes, la
jerarquía) a los internos varones recibí una curiosa respuesta: que la Iglesia Católica “les
dejaba las cárceles a los evangélicos”, dicho esto con una expresión facial y en un tono de
desprecio muy evidente. Después de esta respuesta no quedaba margen para insistir en más
explicaciones.

Tras un año en ese módulo “B” fui trasladado al módulo “D”, destinado a
traficantes, sin explicarme mayormente los motivos, y sin que mediara alguna razón
disciplinaria. Se dijo, a nivel de rumores, que fue a petición de la capellanía evangélica por
mi negativa a seguir participando con ellos en sus actividades religiosas. La razón que
contraindicaba este traslado era la causa de mi condena ya que esta implicaba un
enfrentamiento con familiares de una conocida y peligrosa banda de traficantes de drogas.

A pesar de estas circunstancias aprendí que entre los delincuentes dedicados a estas
actividades no existe ningún grado de “solidaridad corporativa” sino más bien lo contrario.
En poco tiempo pude adaptarme, mantener buenas relaciones con la mayoría de ellos, ya
que si bien eran en su mayoría delincuentes habituales, no manifestaban las patologías
siquiátricas evidentes de los internos del módulo “B” en su mayoría culpables de delitos
sexuales.

A partir de agosto de ese año 2007 me desempeñé como encargado de biblioteca y


monitor del módulo, desempeñando diversas funciones tales como colaborar en la parte
administrativa al elaborar el informe laboral, llevar al día el registro de los internos en cada
celda, colaborar en la administración del kiosco, llevar la venta de periódicos, etc. Estas
funciones las desempeñé hasta diciembre de ese año fecha en que el módulo se empezó a
considerar como futuro módulo APAC, incluso a cargo de un funcionario de esa
denominación religiosa, y fui sustituido por un recluso perteneciente a esa iglesia.

El año 2008, en marzo, Gendarmería aceptó que el módulo “D” se convirtiera en un


modulo APAC o evangélico, incluso con funcionarios uniformados de esa denominación
religiosa a cargo de la custodia. Profesionales del área técnica avalaban ese proceso y se
constituyó un piso completo inicialmente para ellos (16 celdas de tres literas con cuatro
internos, lo que significaba que uno de ellos dormiría en el suelo). A las personas que
ocupábamos esas celdas se nos llamó para ser entrevistados por profesionales del área
técnica, y una sicóloga nos planteo directamente que aquellos que no acataran ese sistema y
no se incorporaran al plan APAC evangélico, deberían abandonar esos sectores y buscar
otra celda adonde irse si existía cupo disponible o pedir traslado a otro módulo. En general
las personas de religión católica o agnósticos, ante esa circunstancia preferimos solicitar el
traslado a otro módulo.
Como consecuencia de lo sucedido fui trasladado en esa fecha al modulo “A”, el de
mayor seguridad, y de mejores conductas. En mayo de ese mismo año 2008 Gendarmería
90

ordeno el traslado de 40 personas, de ese módulo, consideradas de muy buena conducta a


Colina 1, un penal de cumplimiento (CCP), donde me encuentro actualmente.

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

1.- ENCARTA, Enciclopedia, 2009.Microsoft Corporation)

2.- FOUCAULT, Michel, “Vigilar y Castigar. Nacimiento de la Prisión”.Siglo XXI.


Editores, Argentina.2002. Argentina.

3.- ESCAFF SILVA, Elías, “Cárceles en Chile: consideraciones respecto a las drogas,
alcohol, sexo y V.I.H.”, Revista de Estudios Criminol6gicos y Penitenciarios
Nº 21 – Marzo a Diciembre 1995 - Santiago de Chile – Tercera Época. Págs.41 – 64.

4.- CISTERNAS, Jaime, “La Implementaci6n de la Cárcel Penitenciaria de Santiago: El


Costo Humano de la Instalación (1847-1872) “Revista de Estudios Criminol6gicos y
Penitenciarios Nº 1 - Noviembre 2000 - Santiago de Chile. Págs.103 – 115
91

6.- El traslado al CCP Colina 1

6.1.- El traslado de mayo de 2008, del Refugio a la Playa.

A mediados de mayo de 2008 alrededor de 360 internos de la Ex – penitenciaría


fuimos trasladados al CCP Colina 1 a una torre recién refaccionada del complejo, la torre 5
en sus secciones A y B.
Al salir de la Ex-Penitenciaría rumbo a un nuevo lugar de reclusión, sin haberlo
solicitado, pues el traslado fue decisión exclusiva de la Institución, existía un cierto temor
ante la palabra “Colina” que se había identificado con Colina 2, un lugar tanto o más
peligroso que el “ovalo” del lugar de adonde nos habían sacado.
Al estar formados, antes de ser embarcados, el funcionario a cargo de clasificación
nos dijo que este cambio era una gran oportunidad pues en el lugar al que nos destinaban
era posible conseguir beneficios de salida anticipada si se manifestaba buena conducta,
enfatizó que era una oportunidad que no debía ser desaprovechada.
Del total de internos destinados al sector A de la torre 5 (180) alrededor de 120 eran
evangélicos practicantes (llegaron con su característico terno y corbata) provenientes de
calles cerradas de la Población Penal Común de la Ex – Penitenciaría. Tanto ellos como la
totalidad de los recién llegados tenían en común la calificación de conducta MB (muy
buena) y este traslado constituía, según nos informaron, una oportunidad para “hacer
conducta” en este complejo y obtener beneficios de reducción de condena y salidas
anticipadas (dominicales, etc.). Igual número de “hermanos” llegaron al sector B.
Al llegar a la nueva unidad penal tras una revisión tanto corporal como de los
escasos efectos personales que fuimos autorizados a trasladar fuimos asignados a las celdas
dispuestas tras suministrarnos un colchón y dos frazadas, todo ello nuevo.
Comenzaba el proceso de conocimiento y adaptación a un nuevo lugar de reclusión.

6.2.- Origen histórico del complejo penitenciario Colina.

Nos dice el informe citado en primer lugar (1) “…A principios de los 80’s se crea
“el Centro de Readaptación Social Metropolitano, actual complejo penitenciario Colina,
ocupando una superficie de 15 hectáreas en la que se encuentran casi 30.000 m2. construidos.
Este establecimiento, además de la escuela, talleres, estadio, gimnasio techado, enfermería,
etc., cuenta con sectores diferenciados que hacen posible efectuar cómodamente el estudio
y clasificación de cada ingreso con el fin de enviarlos a distintos pabellones de derivación
“(1, pp.49).

En el año 1993 se creó, en los terrenos propios del penal original una nueva unidad,
de mayor seguridad para internos de mayor compromiso delictual. Fue llamada Colina 2.

De acuerdo al documento citado en segundo lugar (2, pps. 101- 138) hasta 1995 se
consideraron solo dos sectores: Colina 2 o centro de readaptación social para individuos de
92

alto compromiso delictual y Colina 1 un centro de cumplimiento penitenciario en que se


valorizaba y estimulaba la conducta, el trabajo y educación. Este CCP 1 es reestructurado
en 1995 creándose el programa del Sector Laboral del CCP de Colina I (actual Colina 3,
sector laboral o CET)… “…consiste básicamente en la implementación al interior del
recinto de condiciones laborales similares a las existentes en el medio libre, mediante la
introducción de diversas empresas privadas y fiscales que desarrollan actividades
productivas en el sector formal de la economía, con mano de obra compuesta por los
internos del lugar. Esto les brinda capacitación, lo cual les proporciona una formación que
aporta herramientas para una futura reinserción en la sociedad.”

“Los talleres productivos desarrollan una actividad permanente y estable, cuyos


niveles de producción garanticen el pago del salario mínimo a sus trabajadores. Se
distinguen tres tipos de talleres al interior del recinto: privados, fiscales y talleres
pertenecientes al Patronato Nacional de Reos. Asimismo, se pueden identificar cuatro tipos
de internos trabajadores: dependientes de empresarios privados, dependientes del Centro de
Educación y Trabajo de Colina (trabajando en talleres productivos fiscales), trabajadores en
período de capacitación y finalmente aquellos que cumplen funciones de mantención y aseo
con expectativas de trabajo.”

Por otro lado, Gendarmería implementó la modalidad de la cuenta de ahorro en la


que a los internos del programa se les deposita un porcentaje del sueldo mensual, que será
entregado una vez llegado el término de la condena, con el fin de proporcionarles un
soporte económico a su salida. “Así la pertenencia a este programa se torna como un
beneficio para ellos, con miras a una reinserción laboral futura.” (2, pp.103)

Las líneas generales en las que se enmarca este programa actualmente comienzan
formalmente en marzo de 1998, quedando a cargo del programa, en términos de
fiscalización de las actividades desarrolladas tanto gendarmes como profesionales, entre
ellos, Asistente Social, Terapeuta Ocupacional y un Psicólogo, que conforman la unidad
técnica a cargo del sector. Todos los procesos contractuales se hacen directamente entre
empresarios y trabajadores, aumentando con ello la independencia de estos últimos. Junto
con esto, se insertan condiciones laborales que cumplen con los requerimientos de la ley del
trabajo, incluyendo contratos, goce de sueldos, vacaciones, seguro de salud, etc.

El proceso de segregación de Colina 3 es relatado por los autores “…Los internos


que forman parte del Sector Laboral fueron debidamente trasladados y segregados en
función de su nueva condición de trabajadores. Además de necesitar nuevas condiciones
que los ayuden a cumplir de mejor forma su labor, esto se hizo también como una manera
de evitar el contacto y la contaminación delictual con otros internos que no realizaban
actividades laborales. En principio los reos trabajadores eran continuamente
hostilizados, sobre todo por contar éstos con dinero en efectivo. La segregación implicó
una separación total del resto de la población, para lo cual fueron habilitadas dos torres de
dormitorios (de un total de seis), exclusivamente para trabajadores. Éstas y otras medidas
han contribuido a dar una mejor calidad de vida a los internos, aspecto ampliamente
valorado por ellos. Mayor tranquilidad en el ambiente, mejores condiciones habitacionales,
93

posibilidades de dar un uso productivo al tiempo, mayor libertad de movimiento y menos


horas de encierro, así como la posibilidad de disponer de dinero y, por lo tanto, entregar
ayuda económica a las familias y adquirir una mayor independencia, son elementos que
contribuyen a formar la percepción por parte de los internos de tener una mejor calidad de
vida” (2, pps.121.122)

6.3.- Sectores y funciones.

En este sentido se conforma un complejo penitenciario con tres instancias:

1.- Un Centro de Readaptación Social “Colina 2”, en donde están los internos de mayor
compromiso delictual y cuyo grado de hacinamiento y violencia es ya un hecho público.
Según el diario La Tercera del sábado 06 de junio de 2009 (3) esta situación de
deprivación fue denunciada por la Fiscal de la Corte Suprema, Mónica Maldonado, tras la
muerte de diez internos quemados, definiéndola como "… una situación inhumana,
degradante y cruel (...). Esta situación no puede permanecer así".Nos informa el periódico
que en 2008 murieron 30 reclusos por riñas y que hasta junio de 2009 ya se ha alcanzado
esta misma cifra.”.(3, pág. 32).

Asimismo leemos en el Mercurio en el artículo “El código secreto para sobrevivir


en la cárcel” (4) referido a Colina 2 en que un interno nos dice “Adentro de la cárcel impera
la ley de la selva. Nadie está ni ahí con los pacos (gendarmes), ni ellos nos pescan ni
nosotros los pescamos a ellos. Es uno el que tiene que hacerse su propia cana. La
sobrevivencia depende de ti mismo;”(4, pág. D 8)

En cuanto a su nivel de hacinamiento habitan 1610 internos teniendo capacidad para


1317 (5, pág. 6).

Según un interno perteneciente a la IEC el número de “hermanos” en ese lugar, a


mediados del 2009, llegaba a los 350 integrantes, es decir un 21.72%., un alto porcentaje
explicable por el alto nivel de peligrosidad ambiente de este lugar.

Por referencias de internos que allí han vivido es tanto o mas peligroso el ambiente
carcelario que el que existe en la Población Penal Común de la Ex – Penitenciaría.

2.- Un sector laboral o CET denominado Colina 3 en donde se ubican los internos de
mejor conducta en condiciones ya descritas de tranquilidad, amplitud de espacios y
posibilidades mayores de optar a beneficios intrapenitenciarios. Ocupan dos torres (1 y 2)
cuya capacidad real excede el número de internos que allí habitan y cuyas características
generales hemos descrito en el punto anterior.

3.- El CCP Colina 1.- Con una población de alrededor de 1600 internos que corresponde
a su capacidad real. Ocupan cuatro torres (3 a 6 con divisiones internas A y B) separadas
entre sí.

En Colina 1 existen cuatro torres de cinco pisos, existiendo en la planta baja


94

“halls” o lugares improvisados para recibir la visita de fin de semana y en los pisos del 2 al
5, divididos en dos alas aisladas entre si, en cada ala departamentos compuestos de cuatro
habitaciones de 6 por 3 metros divididas internamente en dos piezas con capacidad para
ocho ocupantes en total con un baño en común.

Cada dos pisos existen duchas y lavaderos comunes compartidos por los habitantes
de las ocho piezas de la misma ala.

Se entrega, al igual que en el sector módulos, un desayuno caliente compuesto de te


o café o leche c/sabor, tres panes y algo extra que puede ser alguna de las siguientes
posibilidades: un huevo, una caluga de mantequilla, de manjar o mermelada, o una torrreja
de queso o jamonada. El almuerzo compuesto de un plato de guiso y un postre es servido
en bandejas inoxidables en un casino cercano al edifico del liceo penal alrededor de las
12:00 y la cena a las 16:00 en el mismo lugar y en las mismas condiciones. Los días de
visita o en fechas extraordinarias pueden estas comidas ser llevadas a las torres en fondos
comunes. La comida es sana, abundante y en mi opinión, sabrosa aunque poco variada
(cazuela, carbonada, charquicán, tallarines, legumbres, sopa de mariscos, etc.).

A diferencia de los módulos de la Ex – Penitenciaría esta unidad es considerada por


los reclusos como “cana”. Significa que hay menor control directo de gendarmería sobre
los internos, permitiéndose el ordenamiento interno en piezas a voluntad (cosa no permitida
en el sector módulos de la Ex -Penitenciaria) y dejando que la jerarquía natural de los
internos se exprese, controlando directamente sólo cuando las riñas se traducen en heridos
de cierta consideración o generan faltas graves al reglamento penitenciario.

Para prevenir esta situación de expresión de violencia extrema se realizan


frecuentes allanamientos con la finalidad de descubrir bebidas alcohólicas caseras o
“chicha”, drogas y lanzas de fabricación artesanal.

Existe solo una cámara de vigilancia para todas las torres y en la noche, si bien
existe un encierro general, los pisos al compartir un baño están conectados en cada ala
permitiendo la circulación de internos cada ocho piezas (64 internos). A diferencia del
sector módulos donde cada celda era cerrada independientemente quedando los tres
ocupantes aislados, existiendo cámaras en cada pasillo de ocho celdas (24 internos).

La mayoría de los internos porta un cuchillo, “la cocinera”, que tiene por función
aparente el servicio de mesa pero también la capacidad de arma de defensa. A diferencia
del sector módulos de la Ex - Penitenciaria en que dichos objetos eran prohibidos. No es
raro que ocurran riñas a cuchillo con heridos resultantes e incluso alguna muerte.

La disciplina directa de los guardias no es excesiva ni se observan castigos físicos,


aun cuando los allanamientos son frecuentes, algunos de ellos realizados por la USEP
(Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios) o grupo especial de gendarmería de
especial rudeza en los traslados y allanamientos.

Existe diversas instalaciones aptas para promover la rehabilitación de los reclusos


tales como: a) un Liceo Penal que cubre las necesidades de educación básica y media de
95

los internos y cuya asistencia regular se considera requisito fundamental de conducta para
optar a la reducción de condena por buena conducta; b) Una iglesia que acoge tanto a la
iglesia evangélica (lunes-miércoles y viernes) como a la iglesia católica (martes-jueves y
sábado, día en que se realiza una misa); c) una enfermería bien equipada y d) una moderna
y bien surtida biblioteca, dependiente de la DIBAM, lugar en que me desempeño como
ayudante del Sr. Bibliotecario desde hace casi dos años.

Además, en cada torre existe un galpón destinado a servir de alojamiento para los
diversos talleres en que los reclusos elaboran artesanías y muebles para su posterior
comercialización en el exterior o en una especie de “feria persa” que se ubica al interior del
penal en el pasillo de distribución a las diferentes torres.

La principal característica de este lugar es la calidad y la extensión de la visita hacia


los internos. Ella es general, cubre los días sábados y domingos de 9:00 a 16:30 y los
visitantes pueden ingresar a las celdas de los internos. Estas condiciones probablemente
sean únicas en el país y tal vez en América y constituye el principal privilegio que está
dotada esta unidad y que la hace merecedora del apelativo de “la playa”, aun cuando por
sus condiciones de mediana y variable peligrosidad podría ser denominada mas bien una
“playa salvaje” a diferencia de los módulos de la Ex -Penitenciaria que podría denominarse
mas bien una “playa refugio”.

En alguna ocasión escuche a un funcionario decir “el fin de semana la cárcel es de


ustedes”. De hecho la vigilancia al interior de las torres en esos horarios de visita es
mínima, viéndose como algo normal a diversos internos realizando conductas contrarias al
reglamento al interior de las torres durante el fin de semana.

Respecto a la existencia de miembros activos de la IEC, existen en un número


aproximado de unos 165, distribuyéndose, aproximadamente, de la siguiente forma:

Torre 5-A alrededor de 20 integrantes


Torre 5-B alrededor de 15 integrantes
Torre 3 -A alrededor de 30 integrantes
Torre 3 -B alrededor de 15 integrantes
Torre 4 -A alrededor de 25 integrantes
Torre 4 -B alrededor de 60 integrantes
Torre 5-A alrededor de 20 integrantes
Torre 5-B alrededor de 15 integrantes

El total de “hermanos” por consiguiente alcanza alrededor de 165 integrantes los


que dentro de una población total de alrededor 1600 internos constituye un 10,31%. No
hemos considerado la torre 6 en esta revisión pues a la fecha de este catastro se encontraba
desocupada por reparaciones. En la actualidad, mayo de 2010, ella está ocupada por unos
270 internos desalojados de la cárcel de Buin a causa del terremoto, lo que por un lado ha
elevado la población penal total a cerca de 2000 internos y ha contribuido a la IEC con algo
mas de una docena de “hermanos” evangélicos.
96

En la torre 4-B el total de integrantes de la IEC (60 individuos) se agrupan en solo


un ala de un piso, es decir en cuatro celdas con capacidad real para 32 habitantes, lo que
puede considerarse una condición de hacinamiento. A diferencia de las celdas ocupadas por
los internos considerados “choros” o “vivos” en que su ocupación es inferior a la capacidad
real, siendo de tres, dos e incluso un interno por celda.

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

1.- ANÓNIMO, “Informe sobre aplicación en Chile de Medidas Alternativas a la Reclusión


y de Reincorporación Social de Penados”. REVISTA CHILENA DE CIENCIA
PENITENCIARIA Y DE DERECHO PENAL. 3ª ÉPOCA N°6 Mayo-Junio-Julio de
1983.

2.- CERDA PEREIRA, Andrea; LEIBOVITZ LIBEDINSKY, Talia “Programa Laboral


Colina I: una evaluación del trabajo penitenciario desde la perspectiva de sus
beneficiarios”. Revista de Estudios Criminológicos y Penitenciarios Nº 2 - Mayo 2001 -
Santiago de Chile.

3.- TERCERA, La. Sábado 6 de junio de 2009.

4.- MERCURIO, El. Domingo 3 de Mayo de 2009. Sección Reportajes. “El código secreto
para sobrevivir en la cárcel”.

5.- FISCAL JUDICIAL DE LA CORTE SUPREMA, Informe del ref.: Invitación de la Comisión
de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado de la República, a la sesión a
celebrarse el día 1° de junio de 2009, para considerar los diversos problemas que afectan al
funcionamiento del sistema carcelario en nuestro país.)
97

7.- La prisión considerada como una institución total


7.1.- Concepto y rasgos generales de una institución total

Una Institución total, concepto o tipo ideal acuñado por Goffman en obra citada
puede caracterizarse por los siguientes atributos señalado por B. Núñez (1, pp.3)) basado en
la publicación de Goffman y que originalmente se refirió a las instituciones siquiátricas.

Una institución total es un establecimiento donde todos los aspectos de la vida se


desarrollan en el mismo lugar y bajo la misma autoridad, donde cada actividad se ejecuta en
compañía de muchos otros y se requiere hacer juntos las mismas cosas.

Existe una programación de las actividades diarias ya impliquen un quehacer o un


no quehacer, esto está prefijado y asume un carácter secuencial, una rutina que es impuesta,
no consultada y su ejecución es obligada mediante un sistema de normas formales
explícitas.

Las actividades corresponden a un plan racional amplio que se relaciona a los


objetivos propios de la institución y supone un cuerpo de funcionarios.

Normalmente implica aislamiento de la sociedad o un cierto obstáculo a la


interacción social con el exterior y una cierta regulación respecto al éxodo de sus
miembros.

Su mundo interior presenta una escisión básica entre personal e internos, lo que se
traduce en una distancia social explícita, una restringida movilidad social entre ambos
grupos y la aparición de dos mundos sociales y culturales diferentes.

Las actividades del personal están generalmente enfocadas a la vigilancia, más que a
la orientación o inspección, y habitualmente controlan la comunicación de los internos con
los niveles superiores y el paso de la información de los planes del personal en relación a
los internos.

Goffman utiliza el concepto de institución total para referirse no solo a los


hospitales siquiatricos sino también a las prisiones, señalando que en estas instituciones
existe una división fundamental entre un grupo grande y dirigido, llamado de reclusos, y un
reducido personal de vigilancia. De este modo, hace hincapié en el control ejercido por el
personal sobre los reclusos en todos los aspectos de la vida de estos. (2, pp.23).

Sin embargo existen diferencias evidentes entre una institución siquiátrica y una
prisión.
98

1.- Un establecimiento penitenciario se organizaría más bien para proteger a la


comunidad que a sus internos, de la amenaza intencional que éstos representarían, por
tanto no se persigue básicamente el bienestar de éstos. En este sentido las cárceles
presentan tendencias más absorbentes.

2.- En la cárcel el objetivo central será en muchos casos la vigilancia y probablemente en


mayor medida que en un hospital psiquiátrico. Se espera que cada uno de los internos actúe
de acuerdo a lo que prescriben ciertas reglas, en condiciones en que una determinada
infracción como una falta de respeto, se transforma en un hecho más grave de lo que sería
en otro ambiente.

3.- La modalidad de ingreso es diferente en una cárcel, no sólo es involuntaria sino que
existen indicadores objetivos que dicen que un individuo ha incurrido en conductas
sancionables. (1, pps.4-5)

7.2.- El deterioro de los internos en una institución total.

Considerando las características generales de las instituciones totales, se ha


sostenido que el ambiente y el mismo contexto ecológico produce modificaciones graves en
el repertorio conductual de los reclusos, orientándolos hacia un objetivo central que es la
sobrevivencia psicológica (Domínguez, 1978) (1, pág.38), y podríamos agregar como
esencial y aún mas prioritaria la supervivencia física en unidades penales en que existen
condiciones de hacinamiento, violencia y/o falta de control directo del personal
uniformado.

7.21.- Dimensiones del deterioro. Se han distinguido en la vida en prisión cinco


dimensiones básicas que se alteran:

1.- Uso del tiempo; Los largos periodos de encierro de las cárceles tradicionales (no
concesionadas) que en Chile puede llegar a las 18 horas diarias (3, pp.8), implica largos
periodos de ocio no rehabilitante.

2.- Establecimientos de relaciones amistosas; La convivencia forzada provoca frecuentes


roces entre los recluidos, siendo especialmente difícil para los sujetos primerizos en
condena y/o no pertenecientes al mundo del delincuente habitual.

3.- Ejercicio de la privacía; Con la misma justificación del punto anterior, agregando los
problemas de hacinamiento carcelario generalizado en las cárceles tradicionales
considerados por el informe del Fiscal Judicial de la Corte Suprema (3, pps.6-7).

4.- Aceptar el envejecimiento y deterioro físico. Los largos periodos de reclusion


suponen un envejecimiento natural agravado por el stress propio de los factores antes
citados.
99

5.- Mantención de la identidad personal; Al ingresar a una cárcel se es despojado de los


documentos de identidad, fotos, llaves, etc., por motivos de seguridad obvios, es un
símbolo de que ya no se es un ciudadano sino solo un delincuente condenado, igual a todos
los recluidos.

7.22.- Procesos que originan el deterioro.

Benjamín Núñez nos ilustra los procesos que desorganizan el rol anterior y la
identidad previa del individuo encarcelado (1, pp.40) citando las investigaciones al
respecto:

a) Barreras entre el recluso y el exterior. Se le aísla de los roles del pasado. Una
expresión jurídica es la "muerte civil" (Tappan, 1954);

b) Procesos de admisión y "clasificación", "iniciaciones" que otorgan un status


particularmente bajo al recién ingresado (Dendrikson y Thomas, 1954). En el mismo
sentido opera el desposeimiento de propiedad, sobre todo del "equipo de identificación
personal" y la percepción de un probable deterioro físico por otros. Otra fuente son las
normas y órdenes que impliquen actitudes consideradas degradantes en el mundo exterior;

c) Exposición contaminadora con otros, representada por ejemplo por violación de la


intimidad, mal manejo de información personal, exhibición física, hacinamiento,
infraestructura o servicios en mal estado;

d) Relaciones forzadas con otros. El caso límite es la violación, pero situaciones más
comunes son la mezcla de grupos heterogéneos (Hecktalt Smith), celdas colectivas sin
lugares para dormir, promiscuidad, dificultad de esperar un trato formal (Hassler),
presencia de actos violentos, etc.

e) Ruptura de la relación habitual entre un individuo y sus actos. Por ejemplo, en la


sociedad exterior hay mayor margen de auto expresión (o expresión reactiva) cuando algo
se considera atentatorio a la persona, y menor reglamentación o juicios sobre los actos que
uno realiza, mayor autonomía (Gaddis, 1958; Sykes).

7.23.- Un listado del deterioro.

Un listado exhaustivo sobre la enorme cantidad de consecuencias negativas que


provoca la reclusion sobre el individuo y su familia es expuesto en la obra citada de J. Tito
Méndez (4):

CONSECUENCIAS SOBRE EL SUJETO:

Económicas —Deterioro de ingresos económicos.


—Aumento de necesidades materiales.
—Surgimiento de nuevos gastos.
100

—Aparición de deprivaciones varias.

Psicológicas —Alteración de la afectividad, comunicación y la expresividad.


—Deterioro de la auto imagen.
—Fuerte aumento del estrés y de la angustia.
—Tendencia al aislamiento y a la depresión.

Psico-Socíales —Prisionización - Criminización.


—Rotulación - Auto rotulación.
—Desocialización - Resocialización alternativa.
—Reorganización simbólica del yo-social.
—Alteraciones en el repertorio de actitudes, hábitos y
comportamientos.
—Alteración de sistema de creencias y valores.
—Resentimiento - Desconfianza.
—Sentimiento de impotencia, y de falta de defensa y protección.
—Temor al abandono social

Sociales — Pérdida del status social.


—Debilitamiento del status intrafamiliar.
—Pérdida parcial o total de los roles intra-familiares.
—Tendencia al abandono social.
CONSECUENCIAS SOBRE LA FAMILIA

—Disminución parcial de ingresos.


—Deterioro económico.
Económicas —Aumento de necesidades materiales.
—Aparición de nuevas necesidades.
—Desplazamiento del rol proveedor.
—Reasunción de roles.

Psico.Sociales —Grave alteración de la dinámica familiar.


—Alteración de la afectividad, comunicación y expresión de
sentimientos.
—Tendencia a la desorganización familiar.
—Aumento del estrés.
—Aumento conflictos familiares.
—Tendencia al deterioro del contacto con el recluso.
—Resentimientos y sentimientos de culpabilidad

Sociales —Deterioro de la imagen social.


—Estigma y rechazo social.
—Alteración de disciplina interna.
—Alteración del sistema normativo y de control interno.
101

—Aumento del riesgo social. Disminución de rendimientos


sociales (en el trabajo, escuela, grupos de amigos, etc.)
(4, Pps. 36-37)

Las enormes consecuencias de la penalidad que legalmente solo implicaría


“privación de libertad” pero que fatalmente incluye todos los efectos negativos citados nos
recuerda las palabras de Durkheim en La división del trabajo social al considerar el origen
vengativo de toda penalidad reconociendo que “…la pena consiste en una reacción
pasional y ese carácter es tanto mas aparente cuanto menos cultas son la sociedades…La
prueba está en que no buscan ni castigar lo justo ni castigar útilmente, sino sólo castigar. (5,
pp.79) y “…se evidencia ese carácter pasional en la vergüenza del estigma que acompaña
la pena y que se extiende a los familiares, un complemento de la pena, la necesidad de
compensar el mal con el mal producto de sentimientos instintivos, irresistible….(5,pp.82).

Se ha llegado a considerar al delincuente como sujeto a una victimizacion


terciaria, que es definida como “…una victimizacion del delincuente”, en que este se
convierte en victima institucional, poniendo como ejemplo “…la victimizacion
penitenciaria, que se produce fundamentalmente por el hacinamiento o sobrepoblación de
los centros penitenciarios.”.(6, Pág.8).

Dice en esta publicación que “….La victimizacion carcelaria, destaca por su


crueldad, tratos vejatorios, dificultad laboral, la consecuencia es la ociosidad – el recluso
tiene demasiado tiempo dedicado a la inactividad. Pero también hay agresiones sexuales, la
ley del terror, la ley del silencio, la existencia de mafias carcelarias, la circulación de
drogas... Ante esta situación no es de extrañar que el recluso recurra al suicidio…. Hay una
pérdida de interés, de iniciativa, de cualquier valor. No es de extrañar que los individuos
estén dispuestos a matar, llegados a esta situación existe una responsabilidad de la
administración…”.
La misma publicación nos dice que “…La legislación penitenciaria dice que la
administración deberá velar por la vida e integridad física de los internos, al respecto se cita
una sentencia judicial del 13 de marzo de 1989, en la que se condena expresamente a la
administración a indemnizar a la viuda de un interno con 10 millones de pesos, ya que su
marido fue asesinado por otro recluso.”(6, pp.9)

7.24.- Los objetivos perseguidos por los internos.

Frente a este cúmulo de consecuencias no anticipadas y negativas los sujetos en


prisión solo les queda buscar dos objetivos básicos, que J.T. Méndez expresa claramente:

“En este marco, la lucha cotidiana del recluso radica en la búsqueda constante de dos
objetivos básicos, a través de los cuales es posible encontrar la explicación de muchos, sino
la mayoría, de los procesos intrapenitenciarios:

a) la sobrevivencia a la reclusión en las "mejores" condiciones posibles y,

b) La recuperación "lo más pronto posible" de la libertad.” (4, pp.25).


102

Estos objetivos vitales para los individuos privados de libertad, de acuerdo al autor
citado y que corresponde a lo observado en las diversas unidades penales, guían la mayor
parte de las conductas adaptativas de los internos. Toda otra consideración, incluida la así
llamada “rehabilitación” y sus expresiones concretas de asistencia a cursos formales del
Liceo Penal, o a charlas y talleres formativos dictados por los organismos técnicos,
asimismo como las actividades laborales son consideradas por los reclusos como
actividades esencialmente instrumentales para obtener dichos objetivos.

A partir de lo afirmado por J.T. Méndez reflexionemos y tratemos de precisar esos


objetivos generales.

El supuesto 2 sostenido por la TER nos dice que las preferencias fundamentales (o
“necesidades”) que los individuos emplean para estimar los costos y los beneficios tienden
a no variar mucho de persona en persona y de tiempo en tiempo

¿Cuáles son los objetivos comunes en el caso de la población penal?

Es obvio que el objetivo básico de todo sujeto privado de libertad es recuperar ese
valioso bien perdido, como lo demuestran por ejemplo los hechos acaecidos en la cárcel de
Chillan durante el terremoto del 27 de febrero de 2010.

Leemos en el Mercurio de 21 de marzo de 2010 (7), “En una ciudad todavía


traumada por el sismo de 1939, esa noche fue como guión de película. Presos escapándose
por los techos y las calles de un barrio residencial tradicional chillanejo, incendios en
viviendas del sector, rehenes y recolección de armas punzantes. Todo, mientras Carabineros
disparaba a lo que se moviera por las calles 5 de abril, Gamero y Bulnes”….” Su casa
queda en el barrio de la cárcel de Chillan, donde la noche del terremoto 269 reos esca-
paron, quemaron casas, tomaron rehenes e intercambiaron disparos con la policía…”
“…Tres presos murieron baleados y uno quemado. Poco más de 130 siguen prófugos. El
resto tuvo que ser trasladado a penales de Concepción…”. (7, pág. D21)

Dada la oportunidad de recuperar la libertad, aun cuando existía el riesgo de perder la


vida, los reclusos lo intentaron. El espíritu de nuestro Código Penal vigente reconoce ese
anhelo incontenible de búsqueda de la libertad al no penalizar la fuga en si misma sino que
penaliza el llamado “quebrantamiento de condena” en su artículo 90 (8) el que nos dice:
“Los sentenciados que quebrantaren su condena serán castigados con las penas que
respectivamente se designan en los números siguientes:

1° Los condenados a presidio, reclusión o prisión sufrirán la pena de incomunicación con


personas extrañas al establecimiento penal por un tiempo que, atendidas las circunstancias,
podrá extenderse hasta tres meses, quedando durante el mismo tiempo sujetos al régimen
más estricto del establecimiento.

2° Los reincidentes en el quebrantamiento de tales condenas, a más de las penas de la regla


anterior, sufrirán la pena de incomunicación con personas extrañas al establecimiento penal
103

por un término prudencial, atendidas las circunstancias, que no podrá exceder de seis
meses.

Es importante destacar la leve penalidad aplicada en el caso del individuo sujeto a


privación de libertad en que la sanción solo consiste en medidas disciplinarias de corto
plazo que no agregan mayor tiempo a su condena.

Obviamente esto ocurrirá cuando en el transcurso de la fuga no se haya causado


daño a los funcionarios, en cuyo caso el código penal aplicará las penas correspondientes.

Asimismo encontramos considerada la fuga en el Reglamento Penitenciario vigente


(9) sólo como una falta grave, leemos en el artículo 78 en su letra d) en que se considera
como falta grave “El intento, la colaboración o la consumación de la fuga”.

La sanciones aparejadas a una falta grave, según al artículo 81, del mismo
reglamento que podrían aplicarse se limitan a:
i) Privación hasta por un mes de toda visita o correspondencia con el exterior;
j) Aislamiento de hasta cuatro fines de semana en celda solitaria, desde el desencierro del
sábado hasta el encierro del domingo, y
k) Internación en celda solitaria por períodos que no podrán exceder de 15 días.
Esta medida se cumplirá en la misma celda o en otra de análogas condiciones de
higiene, iluminación y ventilación.

Debemos señalar que esta comprensión del anhelo de libertad del privado de
libertad, traducida sólo en sanciones administrativas al fugado, no se aplica a quienes
fueron cómplices, facilitaron o permitieron por simple negligencia la fuga del condenado.
En los artículos 299 a 304 del código penal vigente (8) que se refieren a la evasión de los
condenados se aplican sanciones relacionadas con la gravedad de la condena del fugado
rebajadas en grados diversos de acuerdo a si el culpable o facilitador de esta huida del
interno tiene la calidad de empleado publico o no la tiene y de los medios empleados para
permitir la huida.

Excluyendo, por consiguiente, este objetivo inalcanzable de obtener la libertad


inmediata, salvo a través del mecanismo de la fuga, podemos considerar que los objetivos
al alcance de los individuos al interior de una prisión son esencialmente cuatro:

1.- Supervivencia física y sicológica.


Entendemos por tal la mantención de la vida y un nivel razonable de salud física y
mental durante el periodo de encarcelamiento

2.- Comodidad personal.


Entendiéndola como el acceso a lugares, objetos y servicios que permitan un mejor
nivel de vida al interior de la cárcel. Podemos citar por ejemplo el acceso a un lugar
apropiado para recibir la visita, una celda con pocos habitantes o individual, una
alimentación complementaria o sustituyente de mejor calidad y variedad a la ofrecida por la
institución, la posesión de objetos electrónicos y electrodomésticos, celulares, ropa de
marca, etc.
104

3.- Libertad anticipada.


La entendemos como el logro de beneficios tales como el abono de meses por buen
comportamiento, la salida dominical, sabatina y diaria y el acceso a la libertad condicional
tras haber cumplido los requisitos de estudio, trabajo, comportamiento, etc. Es decir, el
logro de la salida de la cárcel antes del término legal de la condena original accediendo a
medios legítimos para obtener una reducción del tiempo de privación de libertad.

4.- Libertad intrapenitenciaria

Es necesario aclarar que es posible distinguir en el concepto de libertad, objetivo de


todo interno en una cárcel, dos aspectos. Uno de ellos es el obtener la salida del
establecimiento, la salida al medio libre, pero también existe el perseguir la libertad al
interior del penal, el liberarse de las reglas impuestas por la autoridad, que el delincuente
habitual considera arbitrarias y solo justificadas por la amenaza del castigo físico al
trasgredirlas.

En este sentido entenderemos como libertad intrapenitenciaria el no acatamiento de


las normas de comportamiento formales de la institución y su sustitución por actividades
criminalizadas, tales como el acceso a objetos prohibidos tales como armas cortantes,
bebidas alcohólicas, drogas, celulares, etc. y/o ejecutar actividades tales como robar a otros
internos, asaltarlos, e incluso abusar de ellos en el ámbito sexual.

Finalmente debemos hacer notar que si bien se afirma que en el medio libre la
mayoría de los individuos son “conformistas”, es decir que al no cometer delitos,
supuestamente comparten los objetivos valorados por la sociedad y aceptan y practican los
medios socialmente aceptados para conseguirlos, en prisión esto no es así constituyendo
mayoría aquellos que rechazan lo planteado por la institución y solo se someten por el
temor a las sanciones. Por su calidad de delincuentes la gran mayoría de los internos son
“rebeldes” en términos mertonianos (“criminalizados” en el lenguaje de Clemmer) o al
menos “innovadores” frente a las normas y objetivos institucionales (“prisonizados” en el
lenguaje de Clemmer).

Los “conformistas” es decir aquellos que comparten las metas institucionales


(rehabilitación) y sus medios de lograrlas son mus escasos, llevándonos a afirmar que es
más fácil entender (a los reclusos) como “cautivos” en términos de Sykes (10).

En esta publicación Sykes nos dice que:

1.- Que el orden social es tenue en las sociedades cautivas tales como las prisiones
pues: “aunque ellos (los presos) reconocen la autoridad de los custodios, no se sienten
obligados a obedecer por un deber moral“. En la prisión escribe Sykes “el poder debe estar
basado en algo mas que la moral internalizada y los custodios se encuentran confrontados
con hombres a quienes debe forzarse, sobornarse, o engatusarse para lograr la
complacencia”(10, pag. x)
105

2.- El vasto poder represivo de las autoridades es ineficiente en mantener el orden.


Tanto la disciplina diaria como las tareas usuales de una institución total que incluyen
cocinar, limpiar así como la rehabilitación, requieren una mínima independencia. Como
Sykes observa “… (La) habilidad de los funcionarios para coercionar físicamente a los
cautivos en las pautas de la complacencia es solo una ilusión en cuanto concierne a las
actividades diarias de la prisión. La falta de autoridad moral de los guardias combinada con
la eficacia limitada de la violencia oficial produce los que Sykes denomina “defectos del
poder total””. (10, pag. x - xi).

Sin embargo a pesar que el poder total de los guardias es defectuoso provoca daño
al recluso ya que las “…penas de estar preso” permanecen muy grandes. (10, xi).

Reproduzcamos algunos párrafos de la página xi de esta introducción a la obra de


Sykes.

Aunque en las prisiones modernas de USA (y se supone que lo mismo ocurra en


Chile) se ha descartado el castigo físico, y son razonablemente habitables, sus condiciones
de vida corroen la persona del interno y el sentido de valor moral. Perdiendo su
libertad, los presos pierden lo que define la ciudadanía en una sociedad liberal.

Despojados de casi todas sus posesiones personales, el preso pierde también los
parámetros de su biografía y de su individualidad. Pierde autonomía tanto como
individualidad porque cada movimiento y rutina son minuciosamente controlados.

Movimientos reglamentados, cuentas de control regulares, la prohibición de jugar y


docenas de otras reglas de máxima custodia parecen inexplicables y gratuitas a los
presos.

Los presos, afirma Sykes, no son solo asaltados por la supervisión carcelaria;
paralelamente reciben amenazas a su seguridad personal de parte de otros internos lo que
convierte la vida en prisión impredecible.

A veces esas amenazas toman la forma de un ataque sexual. Los débiles son
violados y a veces reclutados para servicios sexuales. Las penas de estar preso por lo tanto
pueden extenderse más allá de la identidad física sino que también a su identidad como
genero.

Sykes afirma que este daño puede llegar a la esencia misma de su concepto como
persona de valor y de ser un hombre moralmente aceptable. (10, pag. xii)

Una excelente descripción de la situación que enfrenta un interno en prisión (en


particular el dañino entorno que rodea al primerizo o no delincuente habitual): lo
encontramos en las palabras del jurista Teodolindo Castiglione, citado en el artículo de
Cesar Barros Leal (11) quien hace una síntesis precisa de los desvalores de la cárcel:

“Imaginad una grande prisión, en que jóvenes y viejos vivan en promiscuidad:


criminales primarios y reincidentes; trabajadores honestos segregados de la convivencia
106

social en virtud de la irreflexión o debilidad de un momento, y vagabundos estériles


curtidos en la senda del crimen: hombres que miden la extensión de su desgracia al lado de
otros, de una inconsciencia pasmosa; individuos sensibles que mataron, en una pasajera
explosión emocional, a seres que amaban, y que se consumen castigados por el
remordimiento, y oran en las ocasiones de recogimiento espiritual, o intentan suicidarse en
momentos de angustia, conviviendo con facinerosos execrables, quienes fueron a dormir
tranquilos luego de haber matado a sus víctimas; personas fácilmente sugestionables que,
en vez de una educación apropiada que les podría otorgar beneficios, reciben el influjo
pernicioso de delincuentes decididos a prolongar su conducta nociva: asesinos, ladrones,
estafadores, falsarios, incendiarios, violadores, criminales de todos los tipos, vencidos por
la prepotencia del impulso sexual, entregados a la perpetración de actos envilecedores, o
subyugados por el asalto feroz de los más fuertes y atrevidos; todos viviendo en el mismo
ambiente, en la misma estufa, en la que el microbio del mal se desarrolla, se multiplica y se
rebaja... Una casa así no puede ser la escuela que educa, la pedagogía que enmienda, el
establecimiento que rehabilita, la institución que redime, socorre o purifica las conciencias
descarriadas. En ese vivero de gérmenes malignos, ningún enfermo se cura o ve atenuada
su dolencia. En ese retiro, el alma no se reanima, el hombre no se rehace...”… “Prisiones
así no educan: corrompen; no disminuyen: aumentan a los reincidentes; no elevan la
conducta de los criminales: rebajan, envilecen; no robustecen la fuerza moral que, no
importa cuan pequeña sea, se esconde en todos los hombres; dificultan una posible
rehabilitación; no preparan una reintegración armónica en la sociedad y, a veces, llegan a
destrozar la personalidad del delincuente.”

Esta condición de privación de libertad y el deterioro tanto físico como psicológico


asociado incentivarán al individuo, frente a este “constraint” tan adverso, a buscar maneras
de neutralizarlo, mediante la aplicación racional instrumental de sus habilidades o capital
humano que posee al ingresar a estas instituciones, tales medidas de supervivencia son
denominadas “formas de adaptación al medio carcelario” las que trataremos en el siguiente
punto.

7.3.- La adaptación al medio carcelario o como mitigar el daño.

Este proceso de adaptación a una situación definida por Don Hernán Novoa
Carvajal Director Nacional de Prisiones en 1985 (12, pag.6) como “…la situación mas
antinatural en la que pueda encontrarse una persona y ello provoca en los internos los
desequilibrios síquicos que dificultan mas aun las relaciones con nuestro escaso
personal.” genera un proceso de adaptación a la prisión que busca obtener de manera
instrumental los objetivos básicos considerados, sobrevivir y salir en libertad.

7.31.- La carreta como unidad básica de adaptación.

7.311.- Concepto de carreta

Como señala J.M. Ávila (2) “…la unidad básica de organización de la comunidad
de reclusos es la llamada "carreta" que es una especie de "camarilla" de reclusos que
se juntan para compartir una olla en común y un espacio físico ….” (2, pag.26).
107

Este lugar que puede ser la celda, en algunos casos (por ejemplo en el sector
módulos de la Ex --Penitenciaria) y/o el lugar de trabajo (Colina 1). Allí los internos
cocinan comida complementaria o alternativa al rancho (pues los “choros” no comen
rancho, costumbre del delincuente habitual) y conforman un grupo de autodefensa en caso
de ser necesario o de ataque a los demás internos en caso de querer apoderarse de mayor
espacio, robar las pertenencias de otros (“domestiquear” en jerga carcelaria), vengar
supuestas ofensas, etc., constituyendo “un barco” en el caso de sumarse dos o mas carretas
menores (tres a cuatro personas en una celda promedio del sector módulos o Colina 1). En
el caso de la Población Penal común de la Ex Penitenciaria los “barcos” pueden agrupar
decenas de miembros, incluso galerías completas.

Así también “la "carreta" se presenta así como “la alternativa funcional de los
reclusos frente al alejamiento de su grupo familiar de pertenencia; de esta forma, en la
interacción con otros reclusos, se permite la expresividad del yo social y la propia
autoestima se fortalece en el sí mismo del grupo, dada la alta solidaridad endogrupo de la
"carreta" y la empatia recíproca desarrollada por sus integrantes.” (2, pp.27).

7.312.- Normas que rigen la conducta en la carreta Esta unidad social carcelaria impone
normas conductuales muy precisas a sus miembros, tales como las que cita Ávila en su
obra. (2, pp.29)

1.- Si eres nuevo, debes desempeñar las tareas de Perkins (sirviente) hasta que un
nuevo integrante te releve.
2.-Debes compartir los víveres, provisiones y cigarros que tus visitas te traigan con
todos los integrantes de la carreta.
3.- No debes decir o ventilar cosas que se hablan en la carreta a los funcionarios, si
lo haces eres un "sapo" y recibirás sanción.
4.- Deberás guardar respeto hacia las visitas, parejas y hermanas de los miembros de
la carreta.

Es posible agregar otras que he observado durante mi periodo de reclusión como por
ejemplo:

5.- En caso de ser atacado un miembro de la carreta, con o sin motivo, los demás
miembros deberán apoyarlo físicamente, con armas si es necesario. Esto se extiende al piso
completo, caso de los módulos en la Ex –Penitenciaria o en Colina 1, que comprende varias
celdas o al colectivo en donde se habita en numerosos camarotes con divisiones ligeras o a
la galería, en el caso de la Población Penal Común en la Ex Penitenciaria.
6.- El celular, propiedad de uno de sus miembros, debe ser compartido si es
solicitado.
7.- No robar a un compañero de carreta (“domestiquear”). Esa norma no
necesariamente se aplica a vecinos de otras carretas, otros pisos u otras galerías.
8.- No denunciar a un compañero al ser este sorprendido en una falta al Reglamento
Penitenciario. Por ejemplo al encontrar un celular en la celda, los funcionarios trataran de
averiguar cual de los ocupantes es el dueño, nadie debe señalar al propietario.
9.- “Dar la cara” en caso de ser sorprendido en un ilícito por gendarmería. No dejar
que los compañeros de carreta sean involucrados.
108

10.- No rechazar una oferta de “matear”. Se considera una ofensa o falta social
grave. La rueda de mate, como afirma Ávila (2, pp.32) “…es un aspecto del habitat de vida
de la celda que sirve para compartir con los otros reclusos una vida social de grupo; el mate
permite, al igual que el alcohol y su ingestión en la cultura chilena, desinhibir conductas lo
que facilita la sociabilidad del recluso. Aquí se tematizan las historias y biografías
delictuales, como también los entornos sociales subculturales, con sus mitos y
supersticiones aprendidas de las creencias populares folklóricas de la "subcultura delictiva
y popular del medio libre". Esta costumbre es practicada por la inmensa mayoría de la
población penal, incluyendo los “hermanos” evangélicos e incluso los funcionarios más
antiguos.
La existencia de estas normas que parecen corresponder a un elevado grado de
solidaridad podría corresponder más bien a una conducta instrumental para asegurarse la
ayuda del grupo si esto es necesario. En otros casos el sujeto que recibe visita
frecuentemente y/o encomiendas con víveres puede transformarse en una victima del
grupo, especialmente en el caso de ser un sujeto primerizo, no delincuente habitual y/o
débil físicamente. Deberá compartir sus posesiones no por un sentimiento de pertenencia
grupal sino que por temor a las sanciones si no lo hace.
El compartir los víveres, o parte de ellos a petición de otro interno es una conducta
común en la cárcel. Pero subsiste la duda de que la razón de esa costumbre sea la
solidaridad ante el infortunio común, o la conveniencia para poder solicitarle a su vez algo
necesario a futuro, o el temor a las represalias por negarse a compartir. De hecho el
negarse a compartir con vecinos de celda, de otras carretas aumenta la posibilidad de ser
robado (“domestiqueado” en jerga carcelaria), o recibir “peladas” (ofensas verbales dichas
desde cierta distancia, a veces con fines de provocar una pelea), y se adquiere una fama de
mezquindad que puede ser peligrosa en caso de ser agredido y no ser apoyado por nadie.
Se puede agregar para aportar elementos de duda ante la aparente solidaridad
carcelaria que la mayoría de los “hallazgos” de objetos prohibidos en manos de los internos
es realizada por los funcionarios en base a un sistema de obtención de información que se
basa en buena parte en las delaciones mutuas. Existe una curiosa asociación entre la entrada
al castigo (celda solitaria) de un sujeto sorprendido en una actividad ilícita o poseyendo un
objeto prohibido y la serie de descubrimiento posteriores que "casualmente” coinciden con
su sanción. También se comenta entre los reclusos que la obtención de los codiciados
cargos de mozo depende en alguna medida de este suministro de información a los
funcionarios.

7.313.- Normas globales de las unidades penales

En términos de la prisión como totalidad Raúl Saldivia en investigación realizada en


el CRS. Colina en 1984 (13) afirma que existen normas carcelarias globales sostenida
particularmente por los reincidentes debido a que “….La familiaridad de los delincuentes
reincidentes con instituciones de custodia, facilita su adaptación al sistema carcelario tanto
formal como informal…” (generando) “…normas que rigen las relaciones entre reos, y
entre reos y funcionarios”. (13, pp.10)

Dichas normas que describe Saldivia (5, 12-13) podrían agruparse en tres áreas:

a) Normas que regulan las relaciones sociales entre internos.


109

Aparecen más frecuentemente consignadas:

1.- Las que dicen relación con el "respeto" o consideración hacia las visitas que los
internos reciben en el penal y en especial hacia las mujeres de otros internos.

2.- En segundo lugar surge como importante la normativa que dice relación con el "res-
peto" o consideración hacia reos que poseen características como: estar condenados a
penas largas (más de 15 años); dedicarse al robo con fuerza (sin acción sobre personas), y
poseer una trayectoria delictual que lo haga conocido en distintas unidades penales.

b) Normas que regulan la relación entre grupos de internos:

Estas normas distinguen entre diferentes tipos de internos y grupos

1.- Las que establecen la jerarquía de aquel que utiliza la fuerza física para el logro de
ciertos bienes materiales y obliga a otros, a la ejecución de las labores domésticas.

2.- Las que establecen la diferenciacion de status entre diferentes tipos de internos:
aquellos reos denominados "vivos" (pertenecientes al ambiente delictual) y "giles"
(aquellos que no pertenecen a ese ambiente ni poseen trayectoria delictual).

c) Normas que regulan la relación interno-funcionarios:

La norma que aparece como más importante al respecto es la que impide denunciar
a los funcionarios las faltas al reglamento carcelario cometidas por otros reos, en jerga
carcelaria, “no sapear”. Es probablemente una de las faltas mas graves que puede cometer
un interno frente a los demás recluidos, arriesgándose a sanciones que van desde una paliza,
recibir heridas cortante en la cara (“ser marcado”) e incluso ser muerto.

Si bien en general lo expuesto por Saldivia en 1986 se mantiene, la norma que exige
el respeto al interno con condenas mas largas o que se dedica a cierto tipo de delito ha
cambiado radicalmente, tal vez por la cada vez mayor proporción de jóvenes entre los
internos y/o por el cambio en las normas y valores de la sociedad global al exterior del
penal.

En este sentido existe una creciente valorización de la capacidad de violencia del


interno atribuyéndose el mayor status carcelario a aquellos que la poseen en detrimento de
la “ficha” o historia delictual externa del recluido. Muchos internos se quejan de la “falta de
respeto” hacia los mayores y/o delincuentes habituales tan respetados en la época del
estudio de Saldivia.

La norma actual es que no se puede rehusar una invitación o desafío a pelear,


hacerlo significa “quedar debajo de la mesa” o con el prestigio por el suelo. Ni siquiera un
interno de gran “ficha” (trayectoria delictual) puede hacerlo. No necesariamente el combate
110

es a muerte, muchas veces es solo simbólico, golpeándose las armas o conformándose con
una herida leve. En todos los casos el “honor” estará salvado.

En la investigación realizada por Pablo Madriaza y Mauricio García (14) y ya


expuesto en el punto 4.2 se citan las numerosas funciones instrumentales de la violencia,
elemento que se considera característico del delincuente no solo en su acción ilícita en
libertad sino que también al interior de las cárceles. Medio instrumental que utiliza
ampliamente consiguiendo con ello diversos objetivos entre los cuales podemos destacar:
sobrevivir físicamente, reconocimiento social o status, obtener bienes de otros e incluso el
placer de la catarsis.

7.32.- Los modos de Adaptación al medio carcelario.

En un estudio considerado ya como clásico de Donald Clemmer (1940), y expuesto


en detalle por J.M. Ávila (2, pps. 33 a 37) se observaron tres tipos básicos de adaptación al
medio carcelario:

7.321.- Una de las formas de adaptación usuales es la llamada “Refracción”,


caracterizada por el rechazo a la vida en prisión y la no internalización de normas de la
estructura formal e informal del establecimiento cerrado.
Estos individuos “…presentan una personalidad marginal que se expresa en la no
adhesión a la normativa de ninguna de las organizaciones existentes dentro del penal, no
relacionándose con la población penal, ni con los funcionarios más allá de lo estrictamente
necesario de la rutina penitenciaria, así estos reclusos no comparten los sistemas de
"carretas", ni realizan tareas de apoyo para el establecimiento penal; tienden a pensar y a
percibirse a sí mismos como si su pasada por la cárcel fuese un accidente en sus vidas, un
hecho circunstancial, una injusticia, sintiéndose extraños al sistema carcelario….”
Desde la perspectiva de la TER se estima que estos sujetos carecen de un capital
humano delincuencial ya sea basado en la violencia, lo que les permitiría el acceso al modo
adaptación criminalizado, así como también carecen de la disposición a “servir a la casa”
(trabajar para gendarmería) y/o de la capacidad instrumental de emplear el engaño o
fingimiento lo que les permitiría el acceso al modo de adaptación prisonizado.
Esta incapacidad podría provenir de su carácter de primerizo no-delincuente
habitual (escaso capital humano delictual), de limitaciones de carácter psicológico u
originarse en patologías siquiátricas graves que los incapacitan para adaptarse de la manera
usual carcelaria.
Como consecuencia de estas limitaciones se aíslan de o son aislados por los demás
viviendo su tiempo de privación de libertad marginados y en soledad.

Afirma J.M. Ávila (2) “…Por lo general, los reclusos que adoptan esta forma de
acomodación estructural, provienen de estratos socioeconómicos medio y medio alto de la
sociedad. Estos reclusos refractarios, si bien es cierto no son seducidos por los influjos de la
"subcultura canera", tampoco muestran una actitud de recuperación sociocomportamental.
No obstante, su pronóstico de reinserción social es bastante positivo, por cuanto son
autogestores de sus propias conversiones.” (2, Págs.33-34)
111

7.322.- Otra conducta que distingue la bibliografía clásica es la denominada


“Prisonización”.
La definición clásica de esta forma de adaptación afirma que los individuos que
adoptan esta conducta se caracterizan por la incorporación de las normas y valores de la
organización formal, de tal modo que llega a constituirse en una “acomodación interesada
en la vida del establecimiento, con el propósito de beneficiarse personalmente”. (2,
pág.34)

Se dice que los individuos que asumen esta conducta responden a distintas
motivaciones, tales como: a) obtener beneficios intrapenitenciarios (salidas antes del
periodo de cumplimiento de la pena), ya que la actividad de mozo se considera como
"hacer conducta"; b) obtener beneficio propio y para su "carreta" al proveerla de víveres
obtenidos en el recorte de comida en su función de "mocito" de cocina del rancho o de los
funcionarios; c) mantenerse alejados de la población penal, evitando con ello el
amedrentamiento y la intimidación por parte de otros reclusos reincidentes y conflictivos.
Muchos de ellos se matriculan en algún nivel de enseñanza escolar con la finalidad
de obtener los beneficios de la ley de reducción de condena por buena conducta. (2, pág.35)

Esta forma de adaptación si fuera definida en la visión de la TER solo concordaría


en parte con la definición clásica al afirmar que es “… una acomodación interesada en la
vida del establecimiento, con el propósito de beneficiarse personalmente”, dejando de
lado el párrafo de la definición de Clemmer que afirma que en la prisonización se da “… la
incorporación (en el interno prisonizado) de las normas y valores de la organización
formal” afirmación que no tiene cabida en los factores considerados en el enfoque TER y
que tampoco corresponde a lo observado durante mi permanencia en un recinto penal.

Puedo asegurar que en mis innumerables conversaciones con ellos en mi calidad de


interno y colega “mozo” jamás he percibido adhesión a las normas y valores institucionales
sino solo una acomodación instrumental a ellas y una búsqueda incesante de resquicios para
utilizarlas en provecho personal o burlarlas si ello es posible. Ello explica la gran rotación
de internos en esas funciones pues en la medida que son sorprendidos en actividades
ilegales son reemplazados por otros candidatos.

Podría aplicarse a ellos un jocoso aforismo, un tanto cínico, referido a la actitud que
debería observar un hindú inteligente frente a una vaca sagrada, “…inclinarse ante ella …
y ordeñarla…” tal es la actitud usual del interno “prisonizado” frente a los funcionarios de
la prisión.

La forma llamada de prisonización, por consiguiente, supondría la posesión de un


capital humano delincuencial elevado (de hecho la mayoría de los mozo son internos
reincidentes), similar al del individuo que adopta el modo de adaptación “criminalizado”
pero con una disponibilidad para efectuar labores de servicio personal (y posiblemente del
engaño) como medio instrumental. Se aplica también en estos casos un dicho popular al
interior de las unidades penales “…la escoba también abre puertas…”. Se da en todas las
unidades penales tanto en las “modernas” como en las antiguas y tradicionales. En este caso
sus objetivos centrales serían a) aumentar sus probabilidades de una libertad anticipada
112

mediante el recurso de “hacer conducta” con su actividad de “trabajarle a la casa”; b)


asegurarse mejores condiciones de vida (comodidad) mediante el acceso a privilegios y
obtención de víveres, y c) obtener algún grado de protección privilegiada (supervivencia)
por parte de los funcionarios uniformados.

En el año 2003 leemos en el estudio “Políticas y Programas de Rehabilitación y


Reinserción de Reclusos: Experiencia Comparada y Propuestas para Chile.” (10) que la
Actividad Laboral Institucional, es decir los individuos ocupados en actividades de
Mantención, Mozos y Jornales “…constituyen el segundo grupo en orden de importancia
(después de los artesanos que alcanzan un 49.9%), ya que los 2.518 internos empleados
bajo esta categoría (mozos) representan el 18,3% de la población penal trabajadora. El
jornal, o remuneración que ellos perciben por este tipo de actividad, es sólo una fracción
del salario mínimo, y es considerado por Gendarmería como un incentivo económico.”(15,
pág. 103)

Sin embargo quedan fuera de esta consideración estadística todos aquellos que en
calidad de “mozo” están dedicados a labores de mantención, aseo e higiene no recibiendo
remuneración monetaria sino sólo la consideración de estar “haciendo conducta”.

Es probable que en la actualidad este tipo de adaptación carcelaria constituya una de


las actividades laborales mas importantes al interior de las unidades penales debido a “…la
creciente disminución porcentual y absoluta del trabajo vinculado a empresarios privados
“(15, pag. 97)

El mismo estudio nos dice que:

“La selección y control de los beneficiados con esta oportunidad de trabajo depende
de la jefatura de cada establecimiento, y es hecha sobre la base de los méritos personales
exhibidos por cada recluso durante su período de presidio, de manera similar al proceso de
selección utilizado en el resto de los programas laborales”.

Según Gendarmería, “…estos servicios constituyen una alternativa de trabajo cada


vez más formal para los internos, debido a que se ha logrado que esta modalidad se
desarrolle en forma más ordenada y se lleve un mejor registro de ella (lo que podría
explicar en parte el explosivo aumento que se observa en los internos que registran
trabajos institucionales, los cuales se duplicaron entre junio y diciembre de 2003)…”
(15, pág. 103)

7.323.- La conducta mas usual de encontrar en las prisiones, en particular en los


lugares de mayor peligrosidad y/o hacinamiento es la denominada “Criminalización”.

Los individuos que adoptan esta conducta se caracterizan por el rechazo permanente
hacia la estructura formal y una aceptación incondicional a las organizaciones informales.
Usualmente aprovechan su permanencia en el establecimiento para perfeccionarse en su
carrera delictiva. (2, pag.34)
113

Estos reclusos criminalizados se caracterizan por el rechazo permanente hacia la


organización formal, anteponiéndose como contracultura carcelaria. Los reclusos que
asumen este modo, por lo general, son reincidentes con experiencia carcelaria que
presentan habitualidad delictiva en delitos contra la propiedad y las personas, ocupando
posiciones de liderazgo dentro de la prisión y que han aceptado su condición de desviado.

Estos reclusos criminalizados ejercen una alta influencia sobre los reclusos
primerizos, produciéndose el contagio criminógeno en el comunicar su historial delictual y
las formas de violación de la justicia, presentando sus acciones delictuales con un matiz de
neutralización moral ante la ley. (2, pag. 36)

El uso de la violencia ha sido expuesto en detalle en el punto 4.2 de la Tesina y no


es necesario insistir en la multiplicidad de funciones que ella tiene para este tipo de
individuos que eligen esta forma de adaptación. No solo en términos instrumentales
personales sino que también en tanto grupo al servir como un modo de sostener su propia
identidad interior, “(pues)…la única forma de mantener la autonomía de estos grupos que
ejercen violencia, es justamente ejerciéndola y oponiéndola hacia otro…”. (14,
pág.129).

En el caso que analizamos, los internos en prisión, este “otro” lo constituyen en


parte los demás internos y fundamentalmente el Estado representado por los guardias y sus
reglamentos frente a los cuales se oponen rechazando y/o tratando de eludir sus normas de
manera contumaz, erigiéndose en autoridades que, si bien son informales, son reconocidas
y aceptadas por los internos por su capacidad de violencia, imponiendo sus normas de
conducta e impidiendo el acceso a la protección del Estado a los internos mas débiles.

Esta forma criminalizada de adaptación, la mas común en prisión, supone entonces


la posesión de un capital humano delincuencial con capacidad para emplear la violencia, el
cual podrá expresarse en un medio limitante permisivo hacia el uso de ese recurso, es decir
especialmente en las unidades penales antiguas y con alto grado de hacinamiento que
permiten una posible impunidad frente a la acción del estado. Sus objetivos centrales serán
la búsqueda de libertad intrapenitenciaria y asegurarse tanto una supervivencia mas segura
así como mejores condiciones de vida (comodidad).

Ávila afirma que “….estas tres tipologías no favorecen un proceso de


readaptación”, (2, pag.34) citando a Donald Clemmer, pues mientras el recluso más se
impregne de esta cultura, más se alejará de los patrones adaptativos aceptados por la
sociedad. Asimismo estos tipos de adaptación no se presentan químicamente puros y
estáticos, pues existen combinaciones mixtas de movilidad de los reclusos en los distintos
modos, conforme al grado de instrumentalidad que le asigne en alguna etapa de su tiempo
de reclusión.
Un sujeto que durante la mayor parte de su condena ha asumido una forma de
adaptación “criminalizada”, de rechazo absoluto a las normas de la institución, al llegar al
tiempo mínimo (mitad de condena o 2/3 en algunos casos) para postular a un beneficio de
salida anticipada o acercarse al último año de reclusión, estimará conveniente “trabajar
114

para la casa” , como mozo, con la finalidad de “hacer conducta” y así obtener algún
beneficio de salida dominical o salida condicional, siguiendo el celebre aforismo carcelario
“la escoba abre puertas”.

Podemos concluir que la conducta presente en estos tres tipos de adaptación al


medio carcelario es instrumental para obtener o mejorar la capacidad de supervivencia
física y/o sicológica, obtener mayores comodidades en el diario vivir u obtener una
reducción en el plazo de cumplimiento efectivo de la pena de privación de libertad.

Si consideramos que una prisión tiene como institución tres objetivos básicos: a) la
custodia del interno, en el sentido de impedir su fuga; b) velar por la vida e integridad física
de los internos; y c) rehabilitarlo, que podría entenderse como un proceso de resocializacion
que permita su adaptación social posterior a su egreso al medio libre, los modos de
adaptación apuntan a compensar el no cumplimiento por parte de la institución del
objetivo b) la mantención de la integridad física (y podríamos agregar sicológica) del
interno.
Las razones por las cuales la institución no puede cumplir plenamente este objetivo
de cuidado del interno son variadas. En muchos casos esto no es posible de cumplir por la
escasez de personal uniformado, otras por una arquitectura penitenciaria antigua y/o por el
hacinamiento que impide la segmentación adecuada.
En las unidades que adolecen de estas carencias gendarmería pierde su capacidad de
control interno y empieza a regir “la selva”, la ley del más fuerte. En esas circunstancias el
elemento supervivencia prima por sobre cualquier otro objetivo.

Es notable la diferencia entre las dos cárceles, la del día cuando gendarmería esta
presente y después del encierro en donde los presos interaccionan sin control externo. La
institución formal desaparece, el Estado con su monopolio de la coerción física y el orden
resultante se desvanece y la ley de la fuerza comienza a “ordenar” la cárcel.
Para el recluso primerizo, para el más débil, para el no delincuente habitual, para el
excluido del sistema de adaptación criminalizado la situación puede tornarse muy difícil y
correr grave riesgo tanto psicológico como físico.

Siguiendo a Th. Hobbes en el Leviatán (16) antecesor preclaro del approach de


elección racional, leemos que al considerar en la naturaleza del hombre la tendencia a la
competencia por los bienes deseados, por la seguridad para defenderlos y por la reputación
o prestigio a obtener considera que “…es manifiesto que durante el tiempo en que los
hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, .se hallan en la
condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra
todos.” (16, Págs.135-136). Existe una frase atribuida a Hobbes en el que al exponer las
ventajas de un poder central tras su experiencia de vivir la anarquía en Inglaterra durante la
guerra civil de 1642 en Inglaterra, nos dice “es preferible un tirano a 50.000”.

Para los reclusos de bajo compromiso delictual, para los más débiles o para los
excluidos es difícil sobrellevar estos periodos de anarquía y el orden resultante de la ley del
más fuerte, que siguiendo a B. Núñez (1) “… (con el cual)…los internos comienzan a
regular su propia conducta y a realizar en alguna medida tareas de mantención del orden
interno.” (1, pp.43). El autor afirma que con este orden la población (penal) —en
115

general— no ha ganado mucho, ya que deben subordinarse a un grupo de reglas más


despótico y los líderes de los internos ejercen métodos de fuerza.”(1, pp.43)

El objetivo institucional c) la rehabilitación, no es un objetivo central para la gran


mayoría de los internos. Por un lado no lo creen posible aduciendo que “no nos dan
oportunidades”, ni deseable pues el “choro” (delincuente habitual) no trabaja. Es parte del
prestigio delincuencial no haber trabajado nunca. Esta conducta se interpreta como
sometimiento. La conducta “criminalizada” de adaptación responde a esta visión, se adapta
“ordenando” informalmente la prisión “tras el encierro”, la otra cárcel, para su comodidad y
buen pasar.

Igual motivación es percibida en la prisonización, una adaptación instrumental a las


“reglas de la casa” para conseguir mayores comodidades y en lo posible una salida
anticipada en libertad, el segundo objetivo más importante para la población penal.

Se puede afirmar la instrumentalización generalizada en las conductas de los


internos en sus diferentes maneras de adaptarse a la vida en prisión.

En el reportaje “Evangélicos en las cárceles chilenas: Rehabilitación Celestial” de


Gabriela Garrido (17) un entrevistado, Patricio Marchant, Jefe de Clasificación del Centro
de Detención Pública Santiago Sur, afirma “…cuando ingresan a la cárcel, los internos se
'encarpan'. Esto quiere decir que se cubren de alguna forma para sobrevivir. Una opción es
unirse a una 'carreta' que es una especie de familia que protege al nuevo interno de las
adversidades del recinto y la otra es unirse a la religión evangélica". (17, pág. 2)

Agrega que "... ¡no hay que olvidarse nunca que estamos en la cárcel! (...) aquí se
vive distinto porque las condiciones son muy diferentes a las del mundo libre, entonces
todas las ideas para agradar son buenas, si se quiere salir rápido de este lugar". (17, pag. 5)

En el mismo sentido en el artículo “.Programa Laboral Colina I: una evaluación del


trabajo penitenciario desde la perspectiva de sus beneficiarios” de Andrea Cerda Pereira.
Talia Leibovitz Libedinsky (18), el Alcaide de la época señaló en la entrevista que "…Si
Uds. se dan cuenta, la mayoría de los internos trabajan por su libertad, ellos no
trabajan porque quieren aprender un nuevo oficio o porque quieren apoyar a sus
familias, sino porque quieren la libertad" (18, pag.128)
Asimismo “…los internos que participaron de las entrevistas grupales concordaron,
en cada una de ellas, que la motivación primera fue la libertad, ya que esperaban ser
recompensados por el esfuerzo desplegado: "Todos piensan que este sector laboral es como
la oportunidad de ellos, la oportunidad de poder llegar acá, trabajar, de hacer su buena
conducta, tiempo limitado, recibir beneficios, entonces todos quieren llegar a este lugar",
donde el fundamento de la buena conducta reside en lograr buenos antecedentes que
sirvan de ayuda para obtener beneficios de salida.”(18, pag.128)

Contribuye a la comprensión de la instrumentalización generalizada de las


conductas al interior de una prisión la consideración de algunas características del
individuo que ingresa en calidad de recluso.
116

En primer lugar debemos considerar que el interno es un delincuente tanto en


términos: legales, pues fuera de toda duda razonable ha cometido un delito, es decir que:
voluntaria y concientemente (dolosamente) ha optado por causar daño a la persona y/o
propiedades de un tercero como si lo consideramos en términos sociológicos, pues ha
adoptado conductas “innovadoras” en el sentido mertoniano, para obtener sus fines o ha
adoptado conductas “no previsibles” en el sentido weberiano o conductas instrumentales no
aceptadas socialmente en el sentido de la TER.

Tenemos entonces un sujeto cuyas alternativas conductuales sobrepasan lo


aceptable socialmente en el sentido que podría ( y efectivamente lo ha hecho en el pasado)
utilizar la violencia u otros medios ilegales contra otros, que puede utilizar el daño a la
persona o a la propiedad de terceros como posible conducta instrumental para satisfacer sus
objetivos personales sin considerar los limites legales y morales ni el bienestar de esos
terceros como un obstáculo para aplicar estos medios reprobados socialmente.

De acuerdo a lo expuesto entonces es razonable esperar que la conducta


intrapenitenciaria del delincuente sea racionalmente instrumental con la alternativa
probable de emplear la violencia física o sicológica, potencial o efectiva, el engaño, etc.,
como herramientas, para obtener todos o alguno de los fines considerados como deseables
de obtener por los internos (supervivencia, comodidad, libertad anticipada y/o
intrapenitenciaria), siendo en este sentido posible explicar y comprender las diferentes
formas que adopta la adaptación carcelaria.

En la obra “Muerte e inmortalidad” (19), Michele Federico Sciacca nos ilustra como
es la relación humana meramente instrumental
“… Si el otro no es mí prójimo y es únicamente un otro que no es yo y con el que me en-
cuentro por casualidad, pero que dada la casualidad, necesariamente viviendo en el mundo
(yo entre otros), por lo que la llamada comunidad humana es sólo «situación social» mía,
que «miro» y «veo» a los demás, y de los que me miran y ven, no hay duda de que la
muerte del otro es un puro acontecimiento exterior, banal e inesencial; no es experiencia
mía y no me permite alcanzar el sentido ontológico de la muerte. Esa docena de hombres
que mientras escribo están muriendo en distintos lugares de la tierra, me interesan tanto
como la nube que eventualmente está pasando sobre mi cabeza y que no veo. En este caso,
empero, la relación con el otro se limita al puro «colocarse» de cada uno de nosotros al lado
de otro como cuerpos que forman un «espacio» social una «zona» de interdependencia
exterior, en la que uno «se sirve» del otro, siendo todos utensilios del «ser-en-cornún»,
donde la «simpatía» misma es sólo (…) , un «sufrir juntos» la situación «infernal» de
estar amontonados, mirarnos, vernos, instrumentalizarnos; como «vecinos» que se
odian o se desprecian, se sonríen sólo por conveniencia, utilidad, etc. De tal manera, la
comunidad humana está colocada al nivel de la pura «sociabilidad» como relación exterior
y negada como vínculo interior. El Mit-sein y «l’enfer, c'est les autres» no conocen la
experiencia del amor y los recursos de la fe y de la esperanza.” (19, Págs. 158-159)

Esta descripción, si bien se refiere a una visión general de la sociedad secularizada e


individualista actual, consideramos que refleja con claridad y crudeza la realidad
carcelaria.
117

Este individuo “seleccionado” por el sistema penal para ingresar a las cárceles es
crudamente descrito por José Maria Ávila (2)

El autor nos señala los rasgos característicos de este nuevo y joven delincuente post
moderno atribuyendo sus características a la influencia del medio sociocultural actual y
afirmando que:

“…El análisis del entorno (ha permitido) establecer una vinculación entre el
"postmodernismo" y el modelo neoliberal; de esta unión surge la seducción consumista,
que deja a muchos jóvenes posicionados con pseudo satisfactores y la "procura existencial"
de ellos, librada al juego de la oferta y demanda del mercado….La nueva modalidad de la
delincuencia en Chile se nos presenta, amoral, alienada e intersubjetivamente
desculpabilizada.” (2, pag.86)
,.
El autor enfatiza los aspectos cualitativos de la delincuencia por sobre los
cuantitativos justificando esta posición al afirmar que allí “… es donde reside la seriedad
del problema delincuencial en Chile, por cuanto de mantenerse constante la seducción
consumista y la inequidad social, sectores juveniles importantes de nuestra sociedad,
fragilizados en el consumo e insertos en circuitos de daños, engrosarán las filas de esta
nueva delincuencia hedonista y desculpabilizada.” (2, pag.86)

En términos de la TER nos encontraríamos con individuos proclives a mantener una


conducta predominantemente racional-instrumental sin límites morales que limitaran la
selección tanto de medios empleados como de los fines a perseguir sino solo la
conveniencia personal y la consideración estratégica y táctica de las oportunidades de
ejecutarla.

Esta concepción de persona que delinque aproxima a lo que comúnmente se


considera un trastorno de la personalidad constituyendo las llamadas
“… personalidades antisociales (antes conocidas como psicopatías) que se caracterizan por
violar los derechos de los demás y no respetar las normas sociales…” (20)

Esta población ya descrita es “seleccionada” por el sistema legal e introducida


forzadamente en la prisión. Mediante los escasos recursos materiales y humanos
disponibles destinados a la rehabilitación se pretende resocializarlos, es decir crear (o
recrear) ese sistema de valores y normas que limiten su acción y proveerles los medios
instrumentales de vida alternativos socialmente aceptados para reinsertarlos en la sociedad.

7.324.- La Opción Religiosa. ¿Un camino diferente?

La asistencia a misa católica en el sector módulos de la Ex-Penitenciaria llegaba en


el año 2007 al 25% del total de los internos recluidos en ese sector (150 a 200 de un total de
800), en el exterior la asistencia a las Iglesias sabemos que es mínima, asimismo el
118

porcentaje de evangélicos en la población total de Chile se estima, según el último censo en


un 15%. Sin embargo al interior de algunos recintos penales, en particular aquellos de
gran hacinamiento y/o alta peligrosidad ambiente los evangélicos activos pueden superar el
30% ¿Cómo se explica esta diferencia?

Si bien a simple vista el fenómeno es sorprendente al parecer no lo es tanto según


Gerhard J. Falk (21) según el cual: “…it is usually found that a higher proportion of
delinquents and criminals report religious affiliation or activity than the rest of the
population. (21, pp.160)

Agrega el mismo autor que “…In a study by C. V. Dunn of twenty-seven penitentiaries


and nineteen reform schools 71.8 percent of the population (presos) claimed
membership in some organized religion as contrasted with 46.6 percent of the total
population of the United States. (21, pp.160)

Expone Falk que el mismo Clemmer afirma en su estudio sobre la comunidad en prisión
que “… inmates of penitentiaries often attend religious services in order to achieve a break
in the routine of their lives and use the services as "recreation." In such cases as these the
function of religious participation evidently varies from its expected role. It appears then
that the majority of inmates are religiously insincere. (Donald Clemmer, The Prison
Community (New York: Rinehart Co., 1958), 51-52). (21, pp.160).

Sin embargo en mi convivencia diaria con los individuos que han optado por practicar
esta religión al interior de las cárceles observé en muchos de ellos escasas conductas
agresivas hacia los demás, una mejor convivencia diaria entre ellos, una menor realización
de conductas contrarias al régimen interno, manifestaciones de fervor religioso, al parecer
genuino, e intenciones de parte de algunos de ellos, manifestadas verbalmente, de llevar
una vida ajustada a las leyes al salir de prisión.

En tal sentido surgió la duda que originó esta tesina. Esta alternativa de adaptación
al medio carcelario, ¿es una opción diferente, es decir una alternativa rehabilitadora, o es
sólo una manifestación encubierta del modo general de adaptación llamado
“prisonización”, es decir una mera adaptación instrumental? ¿Combina elementos de ambas
alternativas o puede transformarse en una u otra dependiendo de las condiciones o
limitaciones del medio ambiente?

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

1.- NÚÑEZ M. Benjamín M. “El ambiente institucional de establecimientos


penitenciarios: limitaciones a intervenciones de tratamiento”. Ministerio de Justicia.
Gendarmería de Chile, Santiago de Chile, 1980. 50 Págs.

2.- ÁVILA, José María, “Camino a la Cárcel”, Ediciones SEI, Santiago de Chile, 1991.

3.- FISCAL JUDICIAL DE LA CORTE SUPREMA: Ref: Invitación de la Comisión de


Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado de la República, a la sesión a
119

celebrarse el día 1° de junio de 2009, para considerar los diversos problemas que afectan al
funcionamiento del sistema carcelario en nuestro país.

4.- MÉNDEZ ORTIZ, Juan Tito. “Efecto de la reclusion sobre el sujeto y su familia”.
Revista Chilena de Ciencia Penitenciaria y de Derecho Penal. 1995. 3ª Época, Nº 21.

5.-DURKHEIM, Emile. “De la División del Trabajo Social.”. Editorial Schapire S.R.L. Bs.
Aires. 1967.

6.- ANÓNIMO, “Conceptos Básicos de Criminología.”. Victimizacion Terciaria. Curso de


Criminología para el personal de Gendarmería.

7.- MERCURIO, El. 21 de marzo de 2010, Sección Reportajes.

8.- CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, Defenderse desde la Cárcel. . Diciembre 2006
Proyecto Reforma Procesal Civil de la Sociedad para la Cooperación Técnica Alemana
GTZ-Chile. Morande 107, Santiago de Chile. gtz@minjusticia.cl .

Todas la referencias legales se han basado en el contenido del CD interactivo


acompañante de este libro que contiene la legislación atingente al ámbito carcelario.

Código Penal Vigente.


Identificación de la Norma: COD-18742
Fecha de Publicación: 12.11.1874
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
Última Modificación: LEY-19975 05.10.2004
Santiago, Noviembre 12 de 1874.

9.- IDEM CABALLERO BELLIDO, Ana Isabel, obra citada, CD con legislación
carcelaria.

Reglamento de Establecimientos Penitenciarios (REP)


Identificación de la Norma: DECRETO SUPREMO Nº 518
Fecha de dictación: 22 de Mayo de 1998.
Fecha Publicación Diario Oficial: 21 de Agosto de 1998.
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
Rectificación 02-09-1998.

10. - SYKES, Gresham M.: The Society of Captives. Princeton University Press and
copyrighted, © 2007, by Princeton University Press.). Introduction to the
Princeton Classic Edition by Bruce Western. Edición digital.

11.- BARROS LEAL, Cesar. “El mito sobreviviente de la rehabilitación penal”.


(Procurador del Estado de Ceará (Brasil). Profesor de la Universidad Federal de Ceará.
Doctor en Derecho (Universidad Nacional Autónoma de México). Presidente del Instituto
Brasileño de Derechos Humanos. Cita al jurista Teodolindo Castiglione (Estabelecimentos
Penais Abertos e Outros Trabalhos, Editorial Saraiva, São Paulo, 1959, págs. 12-13)
120

12.- NOVOA CARVAJAL, Hernán. Director Nacional de Prisiones en 1985 (Revista


UNICRIM, Nº 11, 3ª Época Nº 11

13.- SALDIVIA GARCÉS, Raúl. “Normas Sociales de Reclusos en una Penitenciaria”.


Revista Unicrim, 1986, 3ª Época, Nº 11.

14.- MADRIAZA, Raúl; GARCÍA, Mauricio. “Sentidos de la Violencia a partir del


Discurso y Trayectoria Social de Reos”. Tercer Simposio Nacional de Investigación sobre
Violencia y Delincuencia. 4 y 5 de Octubre de 2006. Santiago, Instituto de Sociología.
Pontificia Universidad Católica de Chile y Fundación Paz Ciudadana.

15.- WILLIAMSON, Bernardita. “Políticas y Programas de Rehabilitación y Reinserción


de Reclusos: Experiencia Comparada y Propuestas para Chile.”. Fundación Paz Ciudadana,
2003

16.- HOBBES, Thomas. “Leviatán, o la materia, forma y poder de una republica


eclesiástica y civil”. Edit. Sarpe 1984.

17.- GARRIDO, Gabriela. “Evangélicos en las cárceles chilenas: Rehabilitación Celestial”.


Periodista de la UBO. Flag Post 24 nov. 2009. Documento Internet.

18.- CERDA PEREIRA, Andrea; LEIBOVITZ LIBEDINSKY, Talia. “.Programa Laboral


Colina I: una evaluación del trabajo penitenciario desde la perspectiva de sus
beneficiarios”. Revista de Estudios Criminológicos y Penitenciarios Nº 2 - Mayo 2001 -
Santiago de Chile,

19.- SCIACCA, Michele Federico. “Muerte e inmortalidad”, Editorial Luís Miracle, S.A.
Barcelona, 1962.

20.- ENCARTA, Enciclopedia. Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993-2008 Microsoft


Corporation. Articulo sobre Enfermedades Mentales, punto 10. Trastornos de la
personalidad

21.- FALK, Gerhard J. “Religion, Personal Integration and Criminality”. Journal of


Educational Sociology, Vol. 35, Nª. 4 (Dec, 1961), pp. 159-161. Published by: American
Sociological Association. stable url: http://www.jstor.org/stable/2264825. Documento
digital en Internet.

8.- EL PLAN APAC


121

En pocas palabras el plan APAC puede definirse como un sistema de rehabilitación


no institucional en que los propios internos, con la ayuda de voluntarios externos, asumen
la responsabilidad de su recuperación en un clima de respeto e integración a la comunidad.
Analizaremos a continuación su origen, bases y programas y como se ha
materializado en nuestro país.

8.1.- Origen del sistema.

El origen de este sistema de rehabilitación podemos encontrarlo en Brasil a


principios de los 70’s. Según el artículo de Flavia Resende citado, “El método fue ideado
en 1972 por el abogado paulista Mario Ottoboni, como una extensión del trabajo de la
pastoral carcelaria, con el objetivo de (manejar) constantes rebeliones en la prisión pública
de São José dos Campos, en São Paulo. En 1974, la asociación obtuvo personería jurídica y
hoy es una entidad de derecho privado, que trabaja en conjunto con el Poder Judicial.”(1)

En el año de 1986 APAC se afilia a Prisión Fellowship International, órgano


consultivo de la ONU para asuntos penitenciarios. (2).

Este organismo internacional se crea considerando que: “Los establecimientos


penales, y los mismos procedimientos en aplicación actual de tratamiento penitenciario, se
han manifestado como ineficaces para “recuperar” personas y devolverlas “sanas” a la
convivencia social. A pesar del enorme avance en la promulgación de normas positivas
tendientes a mejorar este aspecto, los resultados son magros. A pesar de la clara intención
de estudiosos y legisladores de dotar a los jueces de instrumentos legales idóneos que les
permitan transitar con éxito este trance, la reincidencia criminal sigue ocupando lugares
preponderantes en las estadísticas de los administradores de las penas privativas de libertad.
Podemos concluir fácilmente que hemos fracasado en la persecución de la finalidad
moral de estas sanciones extremas como reparadoras de la conducta ilegal.”(3)

A partir de esa época el método pasó a ser divulgado a más de 100 países en el
mundo por medio de congresos, seminarios y visitas al presidio de Humanitá. Actualmente
en Brasil, existen APAC's en mas de 12 estados, solo Sao Paulo hay 22, en construcción 54
y 11 sin policía. Otras ya fueron implementadas en los países como en Ecuador (Quito y
Guayaquil), Argentina (Córdoba y en Tres Ríos); Perú (Arequipa), Estado Unidos (Iowa,
Texas, Kansas y Minnesota), Noruega, Nueva Zelanda, Colombia, Latvia, Alemania,
Bulgaria, Inglaterra, Bolivia, Australia, Puerto Rico, Holanda, Corea del Sur, Singapur,
Gales, Australia, Escocia, Chile y en Costa Rica (Cartago) (2)

8.2.- El método APAC, su carácter holista y ecuménico.

La idea general puede resumirse visualizando su forma de operar ideal como “(un)
modelo que establece presidios humanistas donde no hay policía y en los que los presos,
llamados “recuperandos”, además de pasar por una rutina intensa de actividades para su
recuperación, tienen las llaves de la puerta de la calle.” (1).
122

Afirman sus propulsores que “es una metodología cuya meta es la transformación de
las personas privadas de Libertad en miembros productivos para sus familias y
comunidades.”

Se entiende como metodología mas que asimilarlo a un programa “debido a que es


holístico y orgánico” (2). Al describir en detalle el sistema propuesto nos percatamos que
considera en su sistema de rehabilitación una multiplicidad de aspectos de la persona
privada de libertad considerada como un todo valioso en tanto ser humano.

8.21.- Sus objetivos.

Según sus propulsores el sistema “APAC es una metodología cuya meta es la


transformación de las personas privadas de Libertad en miembros productivos para sus
familias y comunidades. (2). “La Apac tiene por objetivo valorizar al “recuperando”,
ofreciendo condiciones de recuperación a través de la participación de la sociedad, que se
beneficia con la menor reincidencia de conducta criminal. “(1)

Asimismo, ellos afirman que este método de rehabilitación “Creada sobre los firmes
cimientos de un liderazgo centrado en Cristo demostrado en expresiones tangibles de
amor incondicional, APAC tiene éxito al facultar a internos(as) y voluntarios(as) por
igual para que asuman la responsabilidad por la resolución de sus problemas
personales y de aquellos problemas que enfrentan en relación a la comunidad. Una
cuidadosa programación asegura que el proceso progresivo de cambio -que consta de cuatro
pasos- sea exitoso en lo que respecta a la restauración del interno a su familia, a la
comunidad, y a Dios. Índices de reincidencia más bajos, menor nivel de incidentes en
las prisiones, y ahorros para los contribuyentes son claros puntos de referencia de la
efectividad de APAC.” (2).

Su misión u objetivo central tal como sus voluntarios la definen es “Servir a Cristo
en las personas privadas de libertad y sus familias para que al aplicar la Metodología
APAC, logren integrarse adecuada y efectivamente a la sociedad cuando obtengan su
libertad condicional o total.”(2)

8.22.- Su carácter ecuménico.

Su visión de si mismos, es decir de los voluntarios encargados de ejecutar el


programa APAC, es “Ser un grupo Cristiano Ecuménico e interdisciplinario que de a
conocer, el poder y el amor restaurador y transformador de Jesucristo a las personas
privadas de libertad y sus familias para lograr un cambio integral en sus vidas.”(2)

8.23.- El sistema APAC.

Los diez puntos siguientes describen el método general del sistema de


rehabilitación denominado APAC:

1.- Participación de la Comunidad


123

Se considera como el punto de partida del sistema, la participación de la comunidad en


(2) se sugiere que “…Un medio sería la participación de la Iglesia Católica, Iglesia
Evangélica, para motivar a los fieles, abriendo espacios para que los voluntarios de
APAC hagan llamados o relaten los propósitos del equipo que va al centro de atención.”
Se enfatiza el rol esencial de los cristianos en esta tarea, sin hacer distingos de una
Iglesia específica. (ecumenismo).

2. Recuperando ayudando a recuperando:

La percepción que es esencial estimular la empatía del interno frente a los demás
para permitirle vivir en sociedad es clarísima. Se afirma que : “Es fundamental enseñar al
recuperando a vivir en comunidad, a socorrer al hermano que está enfermo, ayudar a los
más viejos y, cuando fuera el caso, a prestar todos los servicios que requieren sus
compañeros de prisión, en los corredores, en el comedor, en la pulpería, en la farmacia, en
la secretaría, etc. De hecho, por no saber respetar las reglas de buena convivencia social, en
razón de la falta de respeto y ausencia de límites del otro, es que la persona terminó siendo
condenada (en la mayoría de los casos).

3. Trabajo
Los propulsores del método APAC consideran erróneo suponer que “el trabajo por
sí solo recupera al ser humano….pues aunque en los penales del primer mundo existen
instalaciones que permiten un trabajo efectivo “…los índices de reincidencia continúan
indeseables”. Se afirma que: “. El trabajo debe hacer parte del contexto, parte de la
propuesta, más no debe ser elemento fundamental de la propuesta, pues no es suficiente
para recuperar el preso.”(2)

4. La espiritualidad

Se considera la espiritualidad el factor fundamental del cambio en el recluso. Se


afirma que “La espiritualidad es factor fundamental; la experiencia de Dios de amar y ser
amado, es de una importancia inconmensurable desde que, pautada por la ética y dentro de
un conjunto de propuestas en que el reciclaje de los propios valores, lleve al recuperando al
convencimiento de que Dios es el gran compañero, el amigo que no falla, Esa experiencia
de vida debe nacer espontáneamente en el corazón del recuperando par que sea
permanentemente y duradera. “ (2).

El método APAC proclama por consiguiente “la necesidad imperiosa de que el


recuperando tenga una religión, creer en Dios, amar y ser amado, no importando este o
aquel credo y , mucho menos, sofocando o asfixiando al recuperando con llamamientos que
lo angustien en lugar de hacerlo reflexionar.”(2).
Como vemos en estas palabras se enfatiza la tolerancia frente a las distintas
confesiones cristianas, el ecumenismo, se valoriza sobre todo la creencia en un ser
superior, en amar y sentirse amado y en acudir a la reflexión mas que a llamamientos que
utilicen el temor y el fanatismo.

5. Asistencia Jurídica:
124

El Método recomienda, pues, una especial atención a este aspecto del cumplimiento de la
pena, pero advierte lo siguiente:
a. Ese tipo de asistencia debe restringirse a los condenados involucrados en la propuesta del
Método y que revelen firmes propósitos de enmienda;
b. Se debe evitar que la entidad se transforme en una consultoría jurídica, prestando
servicios sólo a los recuperandos confirmadamente pobres y nada más;
c. El trabajo no debe ser visto en el aspecto jurídico que brinde la impresión de que la
metodología esta volcada solamente hacia la libertad del preso, independientemente del
mérito.
d. El voluntario necesita ser evidenciado como persona seria que realmente quiere el bien
de sus semejantes, actuando dentro de un programa serio de trabajo para no ser acusado
injustamente de “protectores de bandidos”. (2)

6. Asistencia a la salud:

Se considera importante atender este aspecto de los múltiples problemas que afectan
a los privados de libertad. Se trata de “atraer a equipos médicos enfermeros, psicólogos,
psiquiatras, odontólogos, etc. para que no falte asistencias a los que están privados de
libertad.”(2)

7. Valorización Humana:

Considerando la fragilidad sicológica del sujeto sometido a prisión y teniendo por


objetivo en primer lugar al ser humano la metodología APAC considera que: “todo trabajo
debe dirigirse a reformular la auto imagen del hombre que erró. Llamarlo por su
nombre, conocer su historia, interesarse por su vida, visitar su familia, atenderlo en sus
justas necesidades, permitirle sentarse a la mesa para las comidas diarias, pudiendo utilizar
cubiertos para comer; esas y otras medidas irán ayudándolo a descubrir que no todo está
perdido; que toda dificultad creada por el hombre, el propio hombre con la ayuda de Cristo
podrá superarla, en cualquier circunstancia; la educación y el estudio deben integrar parte
importante de este contexto.” (2)

8. La familia:

Se enfatiza con especial atención el cuidado de la familia del interno con


voluntarios entrenados por profesionales. Expresamente se pide “acompañar a la familia del
recuperando, visitándola con regularidad y, en la medida de lo posible, dirigir a los hijos
hacia la escuela y a los puestos sanitarios proveyendo ayuda alimenticia básica, etc. Es
preciso darse cuenta que preparar al recuperando convenientemente y después devolverlo a
la fuente que lo generó sin ninguna transformación con seguridad va a dificultar la
reinserción social de aquel que cumplió la pena. Es necesario, pues, cambiar el ambiente de
donde él emergió. También se debe facilitar la visita íntima preparando un espacio físico
adecuado.” (2)

9. Voluntariado:
125

“Con relación a los voluntarios, es preciso enfatizar que el trabajo apaqueano está
basado en la en la gratuidad, en el servicio al prójimo. El voluntario debe estar
preocupado con la suerte de su semejante que tropezó en los escombros de los
caminos de la vida, cayó y precisa de una mano amiga para levantarse.” (2)

10. Jornada de liberación con Cristo:

“La Jornada de Liberación con Cristo es el punto alto de la metodología. Son tres
días de reflexión e interiorización con los recuperandos. El equipo de expositores debe
estar constituido, de preferencia, por miembros de grupo voluntarios aquellos que viven los
problemas que afligen el día a día de los de los recuperandos.”(2).

Según el presidente ejecutivo de la Fraternidad Brasilera de Asistencias a los


Condenados, Valdeci Antonio Ferreira, “…El método APAC consiste en la personalización
del tratamiento y dura según la sentencia del interno. Por esta razón, en los Centros de
Integración Social tenemos un máximo de 200 recuperados, no más. Éstos pasan por tres
regímenes: El Cerrado, que consiste en aislar por un determinado tiempo al recuperado
para que éste pueda hacer una reflexión espiritual y es ayudado por un grupo
multidisciplinario que le da una asistencia social completa; el Semiabierto, que consiste en
una integración paulatina del recuperando a las actividades del centro e inicie sus estudios;
y finalmente el Abierto, que consiste en la adaptación plena de los recuperandos a las
actividades del centro. En lo que dura el tratamiento se implementan doce pasos
(participación de la comunidad, asistencias médica, jurídica, odontológica, y social, trabajo
con la familia del recuperado, el trabajo físico para mantenerlo pensando en algo
constructivo, la religión, la autovaloración y valoración humana, entre otros más), que al
ser aplicados, permite que se baje el índice de reincidencia de delitos de los reos; no hay
rebeliones, fugas o asesinatos. Además los costos (de operaciones, a diferencia de las
cárceles comunes,) son tres veces menores, éstos son los logros obtenidos hasta el
momento. (3)

Como vemos la aplicación del método APAC, en términos generales, no difiere


mayormente entre Costa Rica y Brasil.

En Bolivia en entrevista al diario La Prensa el director del centro de Integración


Social APAC Quala Ulma, el italiano Fernando Giancarini, describe las actividades de los
jóvenes bajo tratamiento en condiciones similares a las descritas y siguiendo el modelo de
tres fases o regimenes ya descritos.(4)

Los recuperandos vivirán una primera etapa de aislamiento “…durante un tiempo


prudencial. Después pasarán a la comunidad, donde tendrán constantes ocupaciones. No
hay celdas. Las habitaciones son dormitorios con baño privado. Todos tendrán su tiempo
ocupado por completo. (4)

En la tercera etapa, los muchachos tendrán la posibilidad de trabajar fuera del


recinto y compartir actividades con personas de otro sexo, incluso en el interior.
126

Se apela al término “huésped” porque no se los quiere tratar despectivamente, sino


que se buscará rodearlos de mucho afecto y respeto.” (4)

Afirma su director que: “Este método permitió un altísimo nivel de éxito en la


reinserción social. La reincidencia es del 13 por ciento, mientras que, en el país vecino, el
método carcelario tradicional no tiene buenos resultados. Los reincidentes se acercan al 90
por ciento.” (4)

Este Centro es manejado por la organización denominada Proyecto Mañana-


Movimiento Laico para América Latina. Su financiamiento, según el artículo citado,
proviene de diversas fuentes, tales como:

La Conferencia Episcopal de Italia que financió la construcción de las áreas


destinadas a varones.

El arzobispo Jesús Juárez que hizo un aporte importante para el espacio de los
talleres.

El Gobierno que desembolsó 50.000 dólares para la obra gruesa de las aulas y el
sector académico.

y el Régimen Penitenciario que se comprometió a pagar los sueldos de los


profesionales, quienes vivirán en el recinto.

Como observamos en este país el método aplicado en este nuevo centro es similar al
aplicado en Brasil y Costa Rica, manteniendo el carácter ecuménico de sus propulsores y
ejecutantes.

8.33.- La experiencia chilena.

A diferencia de los países que hemos citado como aplicantes de la metodología


APAC en Chile este sistema es aplicado por la Iglesia Evangélica como única propulsora y
administradora.

Por ejemplo en Puente Alto, como cita el Diario La Nación del 21 de agosto de
2008 “El subsecretario de Justicia, Jorge Frei, el seremi del ramo, Patricio Reyes, y el
director regional de Gendarmería, Luís Barrera, presentaron el Programa Laboral de
Cultivo Hidropónico en dependencias de la cárcel de Puente Alto (con una población penal
de 1770 internos) en el marco del Proyecto de Reinserción Social APAC que ejecuta la
Iglesia Evangélica junto al servicio de prisiones al interior del penal.” (5).

“En la tarea de reinserción y rehabilitación social, junto con la labor que cumplen
los profesionales de Gendarmería y funcionarios externos (profesores, técnicos, estudiantes
de Agronomía), la Iglesia Evangélica desempeña un rol esencial.”(5)
127

“existen de hecho, 700 internos que profesan este credo, y se agrupan en torno a
actividades propias de la iglesia como oración, grupos de lectura bíblica, coros y los talleres
laborales.”(5).

En el CDP Santiago Sur o Ex –Penitenciaría, en la población penal común, la


situación descrita es similar. En el reportaje aparecido en el diario La Tercera de Fecha:
2009-03-15, en su sección Nacional, los periodistas Felipe Díaz y Ximena Bancalari
afirman que: “Evangélicos llegan al 27% de los reos chilenos y se concentran en
rehabilitación. En sólo nueve años triplicaron su presencia en las cárceles y unos 15 mil
presidiarios -de 55 mil que hay en el país- siguen ese credo religioso, según la capellanía
evangélica. Más de 150 pastores voluntarios asisten diariamente a los penales para trabajar
en talleres de reinserción. Allí logran que un “ejército” de hombres de traje y corbata canten
alabanzas todo el día, mantengan limpios sus pabellones y puedan tener beneficios.”(6)

La acción de la metodología APAC, como vemos, ha perdido en Chile su carácter


ecuménico tornándose sinónimo de acción de la Iglesia Evangélica en su versión
denominada Metodismo Pentecostal.

Afirma la misma publicación que: “El crecimiento de la población penal evangélica ha sido
explosivo, y así también la cobertura que sus pastores tienen en la red penitenciaria
chilena. Actualmente hay 152 capellanes evangélicos voluntarios, de los cuales 17 se
encuentran en la Región Metropolitana. Asimismo, cuentan con seis capellanes contratados,
con dedicación exclusiva. La cifra es superior a la de la Iglesia Católica, que a nivel país
tiene 70 capellanes, 40 de ellos contratados para la labor, según explica el capellán nacional
católico Jaime Nawrath (ver recuadro).”(6)

”Mientras los católicos señalan que su llamado es abierto y voluntario, y que los reos son
libres de ir a misa, los evangélicos tienen un trabajo más militante a la hora de profesar
su credo. Por eso la separación en pabellones cerrados con actividades que buscan la
reinserción.”(6)

”A esta serie de talleres y tareas las llaman programa Apac (que significa “Amando al
Preso Amarás a Cristo”). En esas sesiones se les enseña desde la lectura de la Biblia hasta
talleres de resolución de conflictos. “Claro que hay roces, pero que de ahí a que lleguen a
los combos es imposible”, asegura Mussiet. (Capellán nacional evangélico)” (6)

Asimismo los voluntarios del exterior tienen como tarea esencial la evangelización en esta
religión. Tomemos como ejemplo de acuerdo al mismo reportaje: “Los ex convictos Sergio
Cornejo e Iván Guerrero se convirtieron a la religión evangélica mientras se encontraban en
prisión. Hoy, ya en libertad, son parte de las personas que ingresan a evangelizar a los
penales de la Región Metropolitana.”(6).

Igual conceptualizacion del plan APAC “a la chilena” encontramos en la pagina Web


mantenida en Internet por la Iglesia Acym Cavancha Iquique, en que consideran este plan
como parte de su actividad misionera evangélica enfatizando sobre todo la realización de
cultos y bautizos al interior de las cárceles de Alto Hospicio.
128

“Estas fotos son una muestra de lo que ocurre en el proyecto APAC (Amando al Preso,
Amando a Cristo) de la cárcel de Alto Hospicio. En ellas vemos un culto, algunos de sus
trabajos y la realización de un bautismo.”(7)

CULTO TRABAJOS BAUTIZO

Similar concepción del sistema APAC asimilándolo a la evangelización clásica


Pentecostal encontramos en el artículo de la periodista de la UBO, Gabriela Garrido del 24
de noviembre de 2009 aparecido en Flag Post de Internet en que analizando la situación en
el CDP Santiago Sur, Ex – Penitenciaría considera que la entrega de calles, módulos o
lugares a la auto administración de los internos evangélicos “refleja el grado de confianza
que Gendarmería le entrega a la institución religiosa.”. Es obvio que incluso las autoridades
gubernamentales consideran la metodología APAC como sinónimo de acción evangélica.

Cita la autora a la Ministra Secretaria General de Gobierno, Carolina Tohá, que


expresando la opinión del ejecutivo afirma que: “La religión Evangélica es parte de nuestra
sociedad y hay que comenzar a integrarla como parte nuestra, sobre todo, por lo que
significa en sectores específicos (...) ha logrado tener muy buenos resultados en la
rehabilitación de vicios como el alcoholismo y la delincuencia, sobre todo al interior de los
penales", asegura. El discurso del Ministro de Justicia, Carlos Maldonado, es bastante
parecido, según él "la religión Evangélica siempre será apoyada por el ministerio porque es
una contribución al bienestar de los internos". (8)

No es necesario abundar mas en la concepción de considerar como acción propia o


exclusiva de la Iglesia Evangélica el plan APAC y modificar este plan holista y ecuménico,
ya descrito, transformándolo en una forma de efectuar una evangelización carcelaria
centrada fundamentalmente en la conversión e ingreso a una determinada iglesia, la
Metodista Pentecostal. En otras palabras orientarla a una labor cuyo objetivo central será el
ingreso a una determinada denominación religiosa.

Si examinamos el calendario de los seminarios APAC del año 2003 del Equipo de
Servicio Regional Latinoamericano, en que se ofrecían Seminarios y Cursos relacionados
con la metodología de APAC (9)

En abril se ofrecían en Colombia a: “Jueces, Abogados, personal del Complejo


Penitenciario y voluntarios.”
129

En junio, en Costa Rica, a: “funcionarios, voluntarios, Abogados y público en


general.”

En Junio, en Colombia a: “profesores del Departamento de Extensión y de Justicia


Restaurativa”.

En octubre, en Argentina, se ofrecía: “Seminario de Conocimiento del Método


(Primera parte) para voluntarios, funcionarios y público en general. Asistencia: 45
personas.”

Sin embargo en octubre, en Chile, se ofrecían los siguientes cursos limitados a


ciertas categorías de asistentes:
- Curso APAC para Capellanes Evangélicos y agentes pastorales. Asistencia 60
personas
- Curso APAC para recuperandos de la Cárcel de Puente Alto. Asistencia 40
personas.
- Curso APAC para Monitores APAC de los Módulos de la Penitenciaría de
Santiago. Asistentes 27 personas.

La invitación ya no es universal sino que se limita a los capellanes y miembros


voluntarios de la Iglesia Evangélica, considerando, evidentemente, la metodología APAC
como propiedad de la iglesia citada y como parte de su labor misionera – evangelizadora en
las cárceles.

Como vemos en la aplicación “a la chilena” de la metodología APAC se pierde no


solo el carácter ecuménico (que permite incluso una administración a cargo de laicos no
afiliados a una determinada religión, como en el caso de Bolivia) y de inclusión
comunitaria abierta, sino que tampoco aparece el carácter holista y orgánico de una
rehabilitación que cubre los ámbitos educacionales, familiares, laborales, jurídicos en un
clima de respeto al individuo. La metodología APAC se ha transformado en un sinónimo de
evangelización carcelaria, en que la mayor parte del tiempo del interno se emplea en
actividades de culto o rituales propias del metodismo pentecostal.

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

Básicamente la información que he recolectado al respecto se ha obtenido de Internet en las


siguientes páginas citadas:

1.- RESENDE, Flavia. Cárceles de puertas abiertas. Comunidade segura. 17/07/2009


Página Internet.

2.- Confraternidad Carcelaria de Costa Rica .Programas y/o Proyectos. Metodología APAC.
Documento Internet.

3.- VALDECI F., Antonio. Pagina Bottup beta (tu noticia es tu noticia). Articulo: “APAC,
un método que funciona”. 27 de mayo de 2007. El presidente ejecutivo de la Fraternidad
Brasilera de Asistencias a los Condenados, es entrevistado sobre el método APAC.
130

4.- LA PRENSA.COM. Seguridad. La Paz - Bolivia, domingo, 26 de abr de 2009.


“Qala Uma se propone cambiar el sistema penitenciario juvenil.”

5.- DIARIO LA NACIÓN. Sociedad. Digital. Jueves 21 de agosto de 2008.


“Inauguran programa laboral en cárcel de Puente Alto”. (IGUAL)

6.- DÍAZ, Felipe; BANCALARI, Ximena. “Evangélicos llegan al 27% de los reos chilenos
y se concentran en rehabilitación”. La Tercera. Edición Digital. Fecha: 2009-03-15. Tema:
Iglesia y sociedad.

7.- AC Y M CAVANCHA, Proyecto APAC (Amando al Preso, Amando a Cristo) (AC y M


Cavancha Proyecto APAC…) .Pagina en Internet. Sábado 20 de junio de 2009

8.- GARRIDO, Gabriela. “Evangélicos en las cárceles chilenas: Rehabilitación Celestial”.


Periodista UBO. Flag Post. 24 Nov. 2009 at 9:44am.

9. - APAC, Seminars 2003 - Seminarios APAC 2003. Pagina Internet.

9.- ¿Conversión religiosa en las cárceles?

9.1.- Origen Histórico del Pentecostalismo en Chile.

9.11.- Inicio y desarrollo.


131

De acuerdo a lo expuesto por Lalive en su obra citada (1) el protestantismo en Chile


se introduce a principios del siglo XIX, tras la Independencia de España, siendo su primer
misionero J. Thompson, un bautista agente de 1ª Sociedad Bíblica Inglesa y Extranjera
(British and Foreign Bible Society) quien propagaha el sistema de escuela de Lancaster, y
quien fue llamado a Chile por Bernardo O'Higgins con el propósito de difundir este sistema
educativo.
Si bien durante 1800’s progresivamente fue afirmándose como iglesia en la zona
central y en las principales ciudades consiguiendo el reconocimiento de sus derechos sus
intentos de misionar en el extremo sur tuvieron poco éxito. (1, pps. 33 a 34)
De acuerdo a Lalive los metodistas ingresaron a Chile en 1877 mediante la acción
del obispo W. Taylor quien fundó una misión en Chile. Su sistema consistía en crear
escuelas antes de realizar el esfuerzo misionero y que estas financiaran la misión, sin
embargo esta idea no prosperó y la obra fue tomada por 1a Iglesia Metodista de Estados
Unidos (1897).
Hacia 1920, la expansión protestante no fue significativa, considerando además que
la mitad de sus 57.000 integrantes eran extranjeros. No consiguió afincarse en ningún
estrato social, “Los protestantes eran respetados y aún admirados por su honestidad,
confianza y seriedad, pero eran "forasteros" en la sociedad, extraños en muchos aspectos y,
en cierto sentido, extranjeros aun en el sentido literal de la palabra". (1, pp37).
Sin embargo a principios de 1900 surge un fenómeno de reavivamiento espiritual en
diversos países y comienza “la explosión planetaria del pentecostalismo; la ultima, por la
fecha, de las grandes, reformas internas del protestantismo. En los Estados Unidos primero,
pero casi simultáneamente en el País de Gales, en Escandinavia, en África del Sur y en la
India, .a veces con muy poca relación entre ellas, comunidades enteras eran invadidas por
un nuevo ardor que las arrastraba a la búsqueda del bautismo de Pentecostés, el bautismo de
fuego que sella el don del Espíritu. El foco chileno, sin ser uno de los principales ni de los
mas espectaculares, tiene una originalidad que le viene de haber estallado en un país
católico, y de que su relaci6n de dependencia respecto al exterior fue, desde su nacimiento,
de las mas débiles.”(1, pp.-36-37).
Habiendo emergido del metodismo tradicional desde un comienzo en sus reuniones
de oración se producían diversas manifestaciones de profunda emoción “risas, lloros, gritos,
cantos, lenguas extrañas, visiones, éxtasis en las que la persona caía al suelo y se sentía
trasladada a otra parte -al cielo, al Paraíso, a campos hermosos, con experiencias variadas
hablaban con el Señor, con Ángeles, o con el diablo. Los que pasaban por estas
experiencias gozaban mucho y generalmente fueron muy cambiados y llenados de
alabanzas, del espíritu de oración, de amor" (1, pp.38).
El entusiasmo y expresión pública de su fervor provoco reacciones adversas en la
época, de parte de las autoridades públicas de Valparaíso (adonde primero se materializó) y
con la jerarquía metodista. Un periódico de la época El Chileno publicó los siguientes
titulares: "La obra de un embaucador, o de un loco. Gritos, desmayos y bofetadas. Escenas
trágico-cómicas. Detalles completos. Denuncia a la policía. Intervenci6n de la Justicia". (1,
pp.39).
El 12 de noviembre de 1909 “las dos iglesias metodistas de Santiago perdieron 1a
mayoría de sus fieles, los cuales continuaron considerándose como constituyentes de las
comunidades, y empezaron a celebrar un culto pentecostal.” (1, pp. 41)
“El 4 de abril de 1910 se abría, precisamente en Valparaíso, la Conferencia
132

Anual, en la cual empieza el proceso del pastor (J. Hoover) de la iglesia metodista mas
importante, y cuyo crecimiento era el mas rápido del país.” Con la intención de expulsar la
fracción sectaria. Finalmente el pastor es enviado de vacaciones a USA. y se emite una
resolución en la cual las doctrinas enunciadas fueron declaradas: “antimetodistas, contrarias
a las Escrituras e irracionales”. (1, pp.41)
Posteriormente las comunidades cismáticas se unieron en el cuadro de un sistema
congregacionista y fundaron la Iglesia Metodista Pentecostal, de la cual Hoover asumió la
superintendencia, hasta el cisma de 1932. (1, pp.43)
Nace el pentecostalismo en Chile, entonces, del metodismo. Pero de un metodismo
que si bien en sus comienzos fue una poderosa fuerza evangelizadora después de conquistar
los estados Unidos a asimilar las categorías sociales medias, había traspasado su esfuerzo al
plano de la asistencia social. Según afirma Lalive “Esa vocación misionera se había
traducido en una piedad ostentosa y puritana, combinada con una teología liberalizante.”
Lalive sostiene que el pentecostalismo, en cambio, enraizado en la tradición pietista
al cortar con la Iglesia Madre y su financiamiento proveniente de Estados Unidos,
“renunciará a las obras sociales, tan queridas por el metodismo, por falta de medios
económicos.”(1, pp.45).
Es curioso que al analizar el credo pentecostal, descubrimos que esa imposibilidad
práctica se tradujo en un artículo de su credo, la justificación por la fe y no por las obras de
la ley

9.12.- Causas de su expansión.

El porqué de su expansión en nuestro país ha sido atribuido a diferentes causas


originando diversos estudios que tratan de explicarla. Dentro de ellos nos extenderemos en
dos:
En el célebre estudio de Lalive “El refugio de las masas” en 1968 el autor sostiene
la tesis siguiente:
“El pentecostalismo se presenta como una respuesta religiosa comunitaria al
abandono de grandes capas de la población; abandono provocado por el carácter
anómico de una sociedad en transición.” (1, pp.47).
Lalive emplea el concepto de anomia en el sentido que le da Durkheim de ser una
resultante de un "vacío de la reglamentación del individuo en la sociedad, refiriéndose el
concepto a una propiedad de la sociedad misma: la estructura de esta sociedad en la
cual el individuo encontraba el apoyo de su seguridad, está en estado de ruptura, lo que
acarrea la perdida del consenso que regula la orientación normativa y la definici6n
existencial, gracias a las cuales la vida del individuo o del grupo tiene un sentido.

El autor atribuye por entero este crecimiento de la anomia a la debacle social que
implicó la transición brusca provocada por la declinación del sistema de las haciendas y la
obligada inmigración a la ciudad de las masas campesinas.

Textualmente el autor expresa.: “Si la predicación pentecostal encontró eco tan


favorable, era porque –en términos de mercado- respondía a una demanda provocada por el
paso lento de una sociedad de tipo tradicional y señorial, hacia otra sociedad secularizada y
133

democrática. (…) la difusión del Pentecostalismo interviene justamente en los años en


los cuales la crisis de la sociedad chilena estaba en su paroxismo.” (1, pag.62).

De esta sociedad en declinación, autoritaria y patriarcal, adonde cita el autor a J.


Medina quien afirma que “…el modelo de autoridad creado por la hacienda se extiende
y penetra por todas las relaciones de mando y encarna en el patrón la persistente
representación popular”. (1, pp.65)

Lalive afirma que “esta organización social, criticable indudablemente, pero que
ofrecía cierta seguridad, se pierde para aquel que es rechazado del campo y va a caer en las
poblaciones callampas; ha hecho explosión allí donde se han implantado las industrias
extractivas, y, finalmente, por efecto “boomerang”, ha declinado en los campos mismos,
porque se ha extinguido la creencia en ella. El resultado, es la generalización de la anomia
social de los grupos sociales populares que viven en una situación de desarraigo,
conservando la nostalgia del padre perdido.” (1, pp.66)

Lalive aclara que la hipótesis que guiará su investigación y que expone los factores
internos que se encuentran en la base del auge del pentecostalismo consiste en que éste
“…ofrece a la población una sociedad de sustitución que le resulta atractiva, porque se
conforma a un modelo conocido, (el de la hacienda) pero renovándolo”, “…es porque la
sociedad pentecostal aparece, desde ciertos ángulos, radicalmente diferente de la sociedad
chilena, y desde otros, muy semejante a ella, que esta denominación religiosa ha
proporcionado una respuesta posible y eficaz a las necesidades del pueblo.”(1, pp.70).

Podemos agregar a lo expuesto por el sociólogo Lalive la consideración que en esa


época (fines de los 60’s) se llevó a cabo una intensa reforma agraria que culminando con la
debacle de la Unidad Popular destruyó el sistema de latifundios y el modo de vida de la
hacienda acelerando el proceso de migración campo-ciudad y los efectos anómicos
considerados por Lalive.

Manuel Canales, et al (2) postulan que esta religión es una solución especialmente
apta para resolver la carencia de sentido e identidad que priman en el mundo de los pobres
y marginados.

Explícitamente los autores afirman que: “…el pentecostalismo constituye un


modo especifico de reorganización de las biografías y de elaboración imaginaria de la
realidad social que provee – a los sujetos que se hacen pentecostales – de los medios
para hacer sentido de la vida y para elaborar los costos síquicos, físicos y emocionales
que la “lucha por la vida” va dejando inevitablemente en las mentes y en los
cuerpos de los pobres, los débiles y los excluidos de la sociedad…” (2, pp.8-9)

“El pentecostalismo se presenta, en primera instancia, como una propuesta de


visión religiosa del mundo y como una identidad posible para el sujeto. (2, pp.48).

Podría considerarse como una reinterpretación de la experiencia, de la biografía pre-


conversión pues los autores afirman que: “…la conversión articula en una experiencia de al
menos dos vivencias a la vez opuestas y complementarias: la vivencia del sujeto antes y
después de la conversión.”(2, pp.48)
134

Los autores al describir la experiencia de la conversión pentecostal la visualizan


como un llamado a elegir que se presenta al sujeto como una opción precisa: “…obedecer
al llamado de Dios es romper con la obediencia y la dependencia con el mundo. (2, pp.67),
un mundo que “…debe entenderse como “la vida sin Dios…” (2, pp.68).

Este mundo de pecado es descrito vividamente por los autores de la siguiente


manera:
“…el mundo es un lugar donde la vida y el sujeto se pierden, donde la
identidad es imposible y la caída es visible. Un mundo de soledad, de odio, de tristeza,
de miedo, de vergüenza, de envidia, de abandono, de degradación moral, etc. Esa es la
visión del mundo –en el sentido amplio y no en el sentido restringido que da el
pentecostal a “mundo” como lo profano- donde la subjetividad enfrenta su intento
identificatorio y en donde fracasa y sufre: y desde donde formula su búsqueda
religiosa.”(2, pp.70).

Si bien esta descripción se refiere al mundo del pobre, del marginado, difícil sería
encontrar una mejor descripción del medio carcelario para el sujeto primerizo, no
delincuente habitual, débil física y /o mentalmente que acude al ingreso a la IEC como se
acude a un salvavidas.

Sin embargo esta “conversión” tiene un costo, explican los autores de En Tierra
extraña II, que “…La formula mas intensa de esta aceptación (de Dios) se enuncia como
servidumbre y como instrumento suyo. Se es siervo del Señor y se es su instrumento. El
sujeto cancela toda autonomía y la proyecta a lo sagrado. La condición de posibilidad de
salir del mundo -de revivir, de salvar la vida- es renunciar a una identidad autónoma.
La vida recibida es necesariamente una vida debida a otro, a lo sagrado. (2, pp.69).

Sus apreciaciones son coincidentes con Lalive que al considerar las enseñanzas
pentecostales afirma que no implican habilidades de abstracci6n y de conceptualizaci6n
pues “…la enseñanza tendrá entonces por objeto, no los dogmas, sino cierto numero de
creencias; esta enseñanza se hará por medio del aprendizaje de versículos bíblicos
considerados esenciales, y se concentrara especialmente sobre una enseñanza morales
pentecostalismo enseña a creer y a vivir, no a pensar. El fiel recibirá todo un arsenal de
preceptos, mandamientos y prohibiciones, que le describen el contenido de la vida cristiana,
delimitando sus fronteras. (1, pp87)

Esta sumisión a la autoridad del pastor, según Lalive, revive la autoridad del
patrón pues “…insuf1ándole finalidades y valores nuevos, el pentecostalismo ha procurado
una legitimación nueva y vigorosa de la imagen persistente del "patrón" en la sociedad
sudamericana. El pastor, personaje nuevo de la sociedad chilena, llena una funci6n que
la mutación social no ha eliminado, sino que había dejado vacante, con gran sufrimiento
para los ambientes populares.”(1, pp116)...

Más aún afirma Lalive que “…es una característica de las sectas emitir sobre el
individuo una pretensión totalitaria. En el pentecostalismo, las relaciones de dependencia
que implica su estructura social familista y su concepción paternalista y autoritaria
135

del poder, no engloban solamente ciertos segmentos del comportamiento del fiel, sino que
constituyen situaciones fijadas ya tradicionalmente, y que abarcan la totalidad de la
conducta de los individuos. La comunidad pide una integración más mecánica que
orgánica y, si el acto de afiliarse deriva de una decisión personal individual, esta decisión
contiene, implícitamente, una dimisión del individuo, que renuncia a su autonomía
para fundirse con el grupo. Aquí la comunidad pentecostal se aparta de la congregación
protestante tradicional, para presentar, una vez más, estrecho paralelismo con el sistema
social típico de Chile: el de la hacienda. (1, pp.164)

Reafirman esta característica los autores de “En tierra Extraña II” al afirmar que:
“…A la mirada de la planificación del desarrollo y la modernización los pentecostales
representan una paradoja a explicar, una contradicción a resolver. En efecto, en América
Latina la religiosidad popular se ha visualizado desde los inicios de una cierta ciencia
social como una realidad cultural a desaparecer, absorbida y superada en el ethos
moderno: racionalista, secularizante, individualista. Ni razón ni individuo, afirma el
pentecostal: Dios y comunidad vuelven a aparecer con intensidad redoblada.” (2, pp.
12)

9.13.- Nuestro entorno social actual.

Al considerar al pentecostalismo y su expansión, particularmente en los estratos


bajos, en el mundo de los pobres, en términos de Lalive et al, como una respuesta al
déficit de sentido e incertidumbre que reina en nuestra época, necesariamente debemos
tratar de describir esa situación y tratar de explicar sus orígenes.

Lalive, al considerar la expansión pentecostal la atribuye al carácter anómico de


una sociedad en transición, los autores Manuel Canales, Samuel Palma, Hugo Villela
postulan que esta religión es una solución especialmente apta para resolver la carencia de
sentido e identidad que priman en el mundo de los pobres y marginados. Ambos
estudios postulan una sociedad que ya no posee un sistema de valores sólido, coherente y
compartido ampliamente por sus miembros.

En el punto 3.2 ya hemos descrito suficientemente la realidad actual de nuestro país


(y probablemente del mundo globalizado) en términos de describir la omnipresente
secularización, los valores e instituciones tradicionales, tales como la Iglesia y la familia,
en decadencia, con la evidente anomia resultante y sus consecuencias de creciente violencia
y delincuencia en crecimiento sostenido.

En tal sentido es explicable el surgimiento y/o crecimiento de tendencias religiosas


que traten de revertir este proceso o al menos servir de amparo para los excluidos, los
marginales al sistema. Tal como lo expresa Steve Bruce (3) si bien la religión disminuye su
significancia social y pierde importancia personal mantiene su relevancia en dos amplios
contextos, aquellos de la transición cultural y la defensa cultural. (3, pag.24).

En el primer caso “…Donde la identidad social esta amenazada por las


transiciones culturales, la religión puede proveer recursos para negociar esas transiciones o
afirmar una nueva demanda por un sentido de valor…. La iglesia ofrece un grupo de apoyo
que usa un mismo lenguaje, comparte los mismos supuestos y valores…” (3, pág.24).
136

En cuanto a la identidad cultural “…El segundo rol importante de la religión es


garantizar la identidad del grupo. Donde la cultura, la identidad, el sentido del valor es
cambiado por una fuente que promueve una religión extranjera o un secularismo rampante
y donde esas fuente es valorada negativamente, la secularización será inhibida. (3, pag.25).

Lo esencial para mantener vigencia, afirma Bruce, es que la iglesia retenga


funciones sociales vitales (3, pag. 117) pues si bien el autor no afirma que la que la gente
practique la religión para obtener fines seculares considera que el atractivo de una religión
“…es una combinación fortuita de fines seculares y religiosos que agrega plausibilidad al
sistema de creencias de una religión. Bruce a diferencia del modelo de elección racional,
ofrece una explicación de porque la gente cree, no una aseveración que las
consideraciones seculares crean la conducta religiosa. (3, pag.119).

Si bien a nivel societal esto podría aproximarse a la realidad no ocurre lo mismo en


una unidad penal adonde en palabras de Patricio Marchant, Jefe de Clasificación de la Ex
Penitenciaría, "... ¡no hay que olvidarse nunca que estamos en la cárcel! (...) aquí se
vive distinto porque las condiciones son muy diferentes a las del mundo libre, entonces
todas las ideas para agradar son buenas, si se quiere salir rápido de este lugar".
(Tesina, punto 9.43). Un lugar adonde es evidente la instrumentalización de cada actividad
que permita algún beneficio personal y lograr finalmente la libertad...

9.2.- El Credo Pentecostal.

La página oficial en Internet de la Iglesia Pentecostal (4) exhibe las siguientes seis
afirmaciones considerándolas artículos de Fe:

1.- Creemos en un Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

2.- Creemos en Jesucristo, único Salvador de la Humanidad, Hijo de Dios, quien no


fue concebido por voluntad humana, sino por obra del Espíritu Santo; que murió en la Cruz
del Calvario y resucitó al tercer día, ascendió a la diestra del Padre para interceder ante El
por los que le invoquen en espíritu y en verdad.

3.- Creemos en la autoridad de la Santas Escrituras, como la Palabra de Dios, la cual


está constituida por los libros Canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento, desde el
Génesis hasta el Apocalipsis.

4.-Creemos en el Bautismo del Espíritu Santo, como poder regenerador y creador de


una vida nueva, acompañada del gozo y alegría del Poder Pentecostal.

5.- Creemos en la resurrección de los muertos y en la Segunda Venida del Cristo a


la tierra en Gloria y Majestad, para llevar consigo sus redimidos.

6.- Creemos en la Justificación por la Fe en Jesucristo y no por las obras de la Ley.


137

Su concepción de un Dios Trino, el considerar la figura de Cristo como el centro y


cabeza de la Iglesia y el único camino hacia el Padre, creer en la resurrección de los
muertos y en la segunda venida de Jesús no difiere mayormente de lo que afirman otras
confesiones cristianas, sin embargo existen tres aspectos que este credo enfatiza y que
consideramos esenciales para entender la Iglesia Metodista Pentecostal en general y en
particular su expresión carcelaria.

El primer aspecto que debemos anotar es la consideración de la Biblia, en tanto ser


Palabra de Dios, como la autoridad final en donde existe la “completa revelación e
historia de la Redención.” (Textual en la página citada). En general los integrantes de
esta Iglesia consideran valida la interpretación textual de los textos bíblicos. Aquello que
esta escrito es la verdad absoluta, eterna e inconmovible. Considerar como aceptables los
hallazgos científicos sobre la creación del universo, la teoría de la evolución, el respeto a la
diversidad sexual, el rol igualitario de la mujer e incluso el ecumenismo escapan a su
ámbito de tolerancia, pues expresamente es posible encontrar en la Biblia versículos que
hablan de la creación divina del universo, de la creación del hombre a su imagen y
semejanza, de la perversidad de la homosexualidad y su castigo severo, del papel
subordinado de la mujer frente al hombre en el hogar y la condena al no creyente y al
pecador contumaz.

En particular se condena a los católicos por considerarlos “idolatras” al observar


su adoración a las imágenes de los santos, de Cristo crucificado y de la Virgen María.
Según ellos se contrapone a lo expresamente dicho en Éxodo 20, versículos 4 y 5
(4) “No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo
que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.”.
(5)No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahvé, tu Dios, soy un Dios
celoso, que castigo la iniquidad de los padres, en los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me odian, y tengo misericordia por millares con los que me aman y
guardan mis mandamientos.”

Esta consideración del valor completo, absoluto e inmutable de lo escrito en la


Biblia llega en la práctica al extremo de considerar negativa o al menos poco aconsejable la
lectura de otros libros aparte de las Santas Escrituras. Basados en aquel versículo que
afirma que “….la letra mata y el espíritu vivifica” (2ª Epístola a los Corintios, Cap.3,
versículo 6) y sumando aquellos numerosos en que se minusvalora la sabiduría humana, se
tiende a generar un rechazo al conocimiento científico en particular y a la educación
formal en general.

La labor de un teólogo, de un erudito en la interpretación de la Biblia, es


considerada como fútil por sus miembros mas fundamentalistas ya que el entendimiento
otorgado por el Espíritu Santo a aquellos poseídos por Él les permite la correcta
interpretación de las escrituras a pesar de la carencia de educación formal.

En la práctica diaria el bajo nivel educacional formal de los internos evangélicos,


que llega en muchos casos a lindar con el analfabetismo funcional, genera interpretaciones
personales muy diversas y peregrinas y eternas discusiones “teológicas” en las cuales se
recurre a citar versículos a granel, generalmente fuera del contexto social e histórico en el
138

cual fueron redactados y con un desconocimiento evidente del significado de muchas


palabras que en esos escritos se utilizan.

El segundo aspecto en que esta Iglesia se distingue es en la consideración del


Bautismo del Espíritu Santo, como “el poder regenerador y creador de una vida nueva,
acompañada del gozo y alegría del Poder Pentecostal”. El bautismo citado borra los
pecados previos, y permite que el hombre nuevo, limpio de pecado y lleno virtud y poder
emerja. Los cultos evangélicos se caracterizan por las clásicas manifestaciones de ese
poder, tales como la glosolalia (hablar en lenguas), el profetizar, la práctica de un supuesto
poder de sanación expresado en la imposición de manos que cura a los enfermos y las
expresiones de gozo y alegría tales como las danzas y expresiones verbales de alabanza en
alta voz que caracterizan los cultos evangélicos.

Un tercer rasgo que caracteriza esta Iglesia es “la Justificación por la Fe en


Jesucristo y no por las obras de la Ley”. Para esta Iglesia las obras de bien no son
consideradas valiosas. Un padre Hurtado o una Madre Teresa de Calcuta no son modelos de
santidad a seguir. Se considera que el sacrificio de Jesús en la cruz expió todos los pecados
incluso el original y las obras personales están de más. Más aun se considera una fuente de
tentación a pecar pues permite gloriarse de haber hecho el bien.

En la pagina oficial de la Iglesia se afirma que “El creyente además, para que pueda
vivir una vida consagrada al servicio del Señor, y además sentir el poder y posesión del
Espíritu Santo, debe constantemente, a diario, consagrar su vida libre de pecado, de
contiendas, de palabras vanas y de orgullo, evitando actitudes y acciones las cuales pueden
contristar al Espíritu Santo de Dios” (Efesios 4:29-32; 1° Tesalonicenses 5:19).

La vida pentecostal tiende a predicar un ascetismo personal que se traduce en una


serie de negaciones más bien que en afirmaciones positivas. No beber, no fumar, no
blasfemar, no pelear, no buscar la gloria personal, etc.

En dicha pagina se afirma que “Creemos, enseñamos y firmemente mantenemos la


doctrina Bíblica de la Justificación por la Fe solamente (Romanos 5:1; Efesios 2:8-9; Tito
3:4-7). No creemos que obras humanas o algún tipo de trabajo especial contribuirá para
nuestra justificación y salvación. Estas solamente las podremos alcanzar exclusivamente
sobre la base de nuestra Fe en la Sangre derramada, la resurrección y justicia Justificadora
de nuestro Señor Jesucristo (romanos 4:23-25; 5:1-11-20; 1° Corintios 15:1-4).

Más bien se consideran las buenas obras como el producto de la salvación, no como
un mecanismo para alcanzarla. Expresamente afirmado en la Epístola a los Efesios 2,
versículos 8 y 9

(8) “Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de
vosotros, sino que es don de Dios;
(9) Tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe.”

Podemos afirmar que la elaboración teológica erudita no es la fortaleza en que se


basa esta Iglesia, todo lo contrario, la simplicidad de sus aseveraciones y la adicción
139

textual a las escrituras permiten un acceso más fácil y sólido, adecuado al bajo nivel
educacional promedio de sus integrantes en los recintos penales.

Lalive en la obra citada (1) en su pagina 87 llega a afirmar que.” el pentecostalismo


enseña a creer y a vivir, no a pensar. El fiel recibirá todo un arsenal de preceptos,
mandamientos y prohibiciones, que le describen el contenido de la vida cristiana,
delimitando sus fronteras.”

La enseñanza por consiguiente tiene “por objeto, no los dogmas, sino cierto numero
de creencias; esta enseñanza se hará por medio del aprendizaje de versículos bíblicos
considerados esenciales, y se concentrara especialmente sobre una enseñanza moral. “(1,
pp.87)

El ideal perseguido por esta doctrina sencilla es obtener, siguiendo a Lalive, un


modelo de cristiano como “un ser-a-parte, un elegido que se reconoce en su manera de
vivir: no bebe ni fuma, no frecuenta los espectáculos ni los cafés, no blasfema.
Va a los cultos, paga el diezmo, da su tiempo a la iglesia, respeta a su cónyuge, educa
dignamente a sus hijos, conserva limpia su casa y paga sus deudas. Se somete a las
autoridades y muestra dedicación a su trabajo.”(1, pp.87)

9.3.- Estructura y Funcionamiento de la Iglesia Evangélica Carcelaria (IEC).

Los rasgos de la IEC que expondremos a continuación se relatarán tal como ellos se
dan en los diversos penales considerados, especificando cuando sea necesario si difiere su
expresión de un penal a otro. Cuando el rasgo descrito de la IEC sea común o similar en
todos los lugares no se especificará mayormente.

9.31.-Estructura y funcionamiento de la IEC...

El centro del sistema es el hermano “encargado”, el que generalmente es nombrado


por el pastor externo o capellán a cargo del módulo, en el SM del CDP sur, o por el obispo
externo encargado de la PPC del CDP Sur al igual que en el penal Colina 1.
Si bien es recomendado por el encargado que abandona el cargo y sus colaboradores
mas directos, es un cargo de absoluta confianza del capellán, obispo o pastor externo a
cargo, el cual lo nombra directamente pudiendo removerlo si pierde esa confiabilidad.
Todas los demás ocupantes de funciones o cargos son nombrados por el
“encargado” o “jefe del pueblo” ya nombrado. Usualmente él escoge dos ayudantes de su
confianza.
Se considera que la asignación de funciones es “una bendición” u “honra” no una
obligación pues es materia de agradecimiento tener el privilegio de “servir al Señor”. Se
afirma de acuerdo a las Escrituras que la Iglesia es como un cuerpo o ser vivo, en que cada
miembro u órgano cumple una función útil y necesaria para el organismo todo,
considerando eso sí que la cabeza es Cristo.

En consideración a lo anterior y para fines operativos se nombran hermanos:


140

a) Ofrendero: Encargado de recoger la “ofrenda”, limosna o diezmo


voluntariamente entregado por la comunidad.
b) Guardatemplo. Encargado de transportar los objetos del culto (atril,
alfombra, etc.), ordenar y asear el lugar y los implementos utilizados.
c) Encargado del punto de predicación. Este a su vez fija quienes van a
predicar en la semana.
d) Ayudante del encargado del punto de predicación.
e) Coristas. Encargados de entonar los himnos de alabanza y tocar los
instrumentos. Esta función es considerada muy importante siguiendo el
adagio que dice que “quien canta ora dos veces”.
f) Encargado de finanzas, aunque esa función es manejada frecuentemente
también por el “encargado”.
g) Pasillero, recibir a los pastores o gente venida de afuera, instar a los
asistentes a no quedarse dormidos, servir agua a los predicadores y
reponerla. , incluso facilitar una Biblia a los que llegan atrasados para que se
ubiquen en la lectura del texto que corresponde exhortar. Es también quién
recorre los pasillos del lugar de culto, ordenando las sillas y, en el verano
entregando vasos de agua a los asistentes.
h) Encargado de disciplina. Es el hermano que en caso de disputas o
indisciplina debe corregir y enseñar “la recta doctrina” al desviado o
conflictivo. Generalmente es un interno de mayor edad y conocimiento.
Frecuentemente lo realiza el encargado.
i) Postero. Encargado de estar a la entrada del lugar donde se desarrolla la
ceremonia. Es el encargado de recibir y atender a los pastores visitantes o
“venidos de la libertad” como comúnmente se le denomina y clamar en los
momentos apropiados ¡Amen! Aleluya, etc.

Estas funciones u “honras” son rotadas entre los miembros de la comunidad, en los
módulos cada mes y en Colina 1 cada quince días, tratando que todos desempeñen alguna
labor.
Aquel que no desempeña ninguna o es despojado de la actividad que realizaba por
ineficiencia se considera sancionado negativamente.

9.32.- Las medidas disciplinarias.

La indisciplina contra las ordenes del encargado o las riñas entre los miembros de la
comunidad son dirimidas por el encargado, quien usualmente dicta medidas disciplinarias,
amonestarlo privada o públicamente, pedirle que realice oraciones extraordinarias, o un
ayuno extra, suspenderle o quitarle la “honra” o función a cumplir en la comunidad,
enviarlo al hermano encargado de disciplina y en caso de rebeldía y contumacia expulsarlo
del piso, “del pueblo” y enviarlo a vivir con los “gentiles”, en otro piso. (En el caso del SM
del CDP Sur). Gendarmería puede acceder a esto o no, pues el responsable final de la
administración carcelaria son ellos, pero tiende a aceptar dichas disposiciones salvo que el
141

interno este destinado allí por medidas de seguridad y/o peligre su integridad física si es
sacado de allí...
En el caso de los módulos, expulsar al sujeto del piso y enviarlo “al mundo”, a una
celda de “gentiles”, de los pisos inferiores, en general no constituye un gran riesgo, tan solo
una molestia, pues en esos lugares hay menos comodidades y es posible que se llegue en
una situación personal disminuida.
Complica el tema de la expulsión del piso el carácter homosexual de algunos
internos miembros de la comunidad evangélica. En esa época de los 20 “hermanos” que
habitaban allí, al menos 7 de ellos eran homosexuales. Algunos con tendencias pedofílicas,
algunos pasivos y otros de tipo activo. Ser enviados a otro piso podría significar entregarlos
al uso sexual de otros internos, en particular con los homosexuales pasivos que pasan a ser
considerados “caballos” (sujeto que en la relación homosexual desempeña el rol de mujer).
Respecto al sujeto que tiene relaciones homosexuales, pero que desempeña el rol
masculino en la relación no se le considera homosexual sino “caquero” (en referencia a la
suciedad que implica tener relaciones anales homosexuales), es decir que usa a los
homosexuales pasivos o “caballo” para su disfrute sexual.
El homosexual pasivo puede ser “usado” por los delincuentes habituales como
“caballo” y en consecuencia vivir en un piso evangélico puede ser la única protección
disponible. Además que el encargado de la comunidad se ve limitado a expulsarlos por la
negativa del funcionario de Gendarmería a cargo del módulo ante lo previsible que es el
mal destino que significaría para el sujeto homosexual vivir con los “gentiles”.
Sin embargo el gran temor asociado a ser expulsado del piso en el sector Módulos
era que se perdía la “inmunidad” frente al posible traslado a la cárcel de Colina 2, lugar
considerado por los internos peor aun que la población penal común de la Ex –
Penitenciaría, un lugar adonde el delincuente sexual, usualmente un primerizo o no
delincuente habitual, tiene la certeza que será abusado en lo sexual y/o se transformará en
un “perkins” o sirviente sin paga, prácticamente un esclavo, sujeto a “cogoteos” frecuentes.
Personalmente escuché en varias oportunidades al capellán evangélico de los
módulos referirse a la posibilidad de ser enviado al penal de Colina como la potencial
consecuencia de ser expulsado de la comunidad. Utilizaba esta alternativa como una
herramienta de “persuasión” para los rebeldes y contumaces.
Actualmente, habiéndose concentrado todos los hermanos evangélicos en un solo
módulo, el “D”, bajo el sistema APAC al modo pentecostal y con la anuencia de
Gendarmería y la supervisión de los profesionales del área técnica ignoro la evolución de
este sistema de disciplina.
En la Población Penal Común de la Ex – Penitenciaria el sistema de disciplina es
mucho más severo, según todas las personas que entrevisté y que allí estuvieron. Existen
comités y encargados de disciplina. Aquí la indisciplina es castigada duramente con
apremios que consisten en expresiones humillantes, insultos, obligación de hacer ayuno,
efectuar largas oraciones arrodillados y amenazas de expulsión del lugar, llegando incluso
al castigo físico tal como puñetazos en el pecho o golpes con objetos contundentes.
La herramienta final ante la contumacia del “hermano” es la expulsión del sujeto al
mundo de los gentiles. Esta medida extrema constituye enviar al rebelde a la selva a ser
asaltado, golpeado, convertido en un sirviente e incluso en un esclavo sexual en algunos
casos.
142

Se cuenta que se ha visto a un encargado entregar al rebelde a los “choros” de la


población penal diciendo en alta voz “Aquí les envío un perkins” pateándolo en su trasero
para sacarlo de la calle de “hermanos”.
En la Población Penal Común es poco frecuente que se le permita volver al hermano
descarriado, salvo que haya dado muestras evidentes de arrepentimiento.
En Colina 1, un penal de conducta (esto significa que las actividades positivas de los
internos, tales como estudiar, trabajar, mantener buena conducta general son estimuladas
con el abono de meses a su condena y la posibilidad de obtener beneficios penitenciarios
como las salidas dominicales, etc.) y de menor peligrosidad ambiente que en la Ex –
Penitenciaria, en la población penal común, no existe un comité de disciplina, si bien existe
la intención de mantener un orden básico, no se aplican estas medidas ya descritas en la Ex
– Penitenciaria. Se dice que dado el ambiente mas relajado si ello se intentara la gente
desertaría al mundo de los gentiles, que ofrece mayores recompensas al delincuente
habitual o “Choro” o “Vivo”. En este lugar se estila el imponer una hora extra de oración de
rodillas y en silencio, suspender las actividades en el coro y la predicación. En la extrema
rebeldía se le pide abandonar la pieza de “hermanos” en la cual vive.
En este lugar la disciplina y/o las obligaciones son menores que en la PPC del CDP
Sur ya que la medida final de este sistema disciplinario, la expulsión del “pueblo”
evangélico, no era tan amenazante, debido a que el destierro implicaba mínimas
consecuencias negativas, el entorno carecía de peligrosidad significativa.
Como vemos tanto la frecuencia como la severidad de las medidas disciplinarias son
menores en el CCP Colina 1 (“La Playa”, lugar de menor peligrosidad ambiente), y
extremas en la Población Penal de la Ex – Penitenciaría (“La selva” de alta peligrosidad
ambiente) y medianas en los Módulos (El refugio para no ir a Colina 2)

9.33.- LAS CEREMONIAS O RITOS USUALES.

9.331.- El bautismo.

Para la IEC si el sujeto esta ya bautizado por la Iglesia Católica no sería necesario
realizarlo, pues el bautismo de esa Iglesia es reconocido como válido, pero puede volver a
hacerlo si lo desea, no siendo obligatorio pero si deseable.
Si no esta bautizado debe llevar al menos unos dos meses “caminando”. Aun cuando
no es un requisito imprescindible. Se observa su conducta (respeto al encargado, a los
hermanos, conducta cristiana, asistencia a los cultos y predicaciones, vestimenta adecuada,
etc.) que se vea su deseo de cambio. No es importante que haya seguido cursos. Se supone
que “le nace” servir al Señor. Es un sentimiento y una conducta diaria más que un
aprendizaje conceptual.
La ceremonia demora aproximadamente una hora y se invita a un familiar por
interno. En el lugar se prepara una piscina portátil, se dispone un coro con sus instrumentos
y se actúa de manera similar a la realización de una ceremonia de culto.
El pastor expone el motivo por el cual estas personas quieren ser bautizados,
previamente les ha preguntado públicamente si quieren ser bautizados.
Él explica a los asistentes el procedimiento ritual y mientras lo realiza los coristas
motivan con alabanzas, mas lentas y suaves que lo usual de las ceremonias de culto
acompañando cada secuencia.
143

El ritual busca asemejarse al modo en que la Biblia describe como lo efectuaba Juan
Bautista. Cada bautizado debe vestir una túnica blanca que simboliza el nuevo hombre en
que se convertirá tras bautizarse.
El sujeto es sumergido de espaldas en una piscina sostenido por el pastor que
efectúa el servicio (Usualmente externo, pues se considera que su calidad de venir de la
libertad le concede esa capacidad de bautizar.
El pastor le dice “yo te bautizo en agua en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo”
Después de esto le dan un pedazo de pan y un vasito de vino dulce.
Los sujetos con quienes he conversado dicen sentirse después de esta ceremonia más
creyentes, mas comprometidos, “limpios” de pecado.
Si bien esta ceremonia es frecuente en el sector módulos de la Ex – Penitenciaria, en
Colina 1, en el curso de dos años no he visto que se realice.

En la siguiente foto podemos visualizar el procedimiento:

9.332.- La predicación pública o “punto de predicación”

En el sector “Módulos” se realiza en la cancha de baby fútbol existente al centro de


cada unidad y su duración no excede los 45 a 60 minutos. En ese lugar se ubica la
comunidad en un número no mayor de 20 integrantes, vestidos formalmente con ambo y
corbata, y “en correcta formación” de dos líneas. En primera línea colocan los “coristas”
que entonan alabanzas al Señor, acompañados de guitarras, panderos y a veces algún
tamboril. Tras de ellos la comunidad entera apoyándolos.
Se comienza con una invocación general hecha por el jefe o encargado del punto de
predicación ejecutando una oración de limpieza del lugar y repitiendo al finalizar tres veces
en alta voz “Gloria a Dios” levantando al mismo tiempo las manos al cielo.
Posteriormente, también en conjunto, se recitan en alta voz algunas sentencias
bíblicas cortas tipo “slogan”. Podemos citar las más usuales:

1.- “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a
él, y cenaré con él, y él conmigo.”
(Apocalipsis 3,20)

2.- “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y
lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.
144

(Eclesiastés 12,1)

3.- “Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
(San Juan 14.6).

4.- “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
(San Juan 3, 16).

5.- “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser
como blanca lana”
(Isaías, 1,18).

6.- “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para
salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. “
(1ª de Timoteo, 1,15)

7.- “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del
Hombre sea levantado,”
(Juan 3, 14)

8.- “Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para
siempre.”
(Isaías 40, 8)

A continuación los coristas entonan un himno de alabanza acompañados por toda la


comunidad predicante. Cuando este himno finaliza, un miembro designado previamente
exhorta la palabra. El tema es elegido semanalmente por el encargado del pueblo así como
la designación de los predicantes. Esta secuencia se repite tres o cuatro veces,
permitiéndose, además, la expresión de gracias por favores recibidos.
Las exhortaciones son acompañadas por frases de apoyo, ojala espontáneas de los
predicantes y en caso de no ocurrir el encargado del punto debe estimular a la comunidad a
hacerlo. Ejemplo de tales expresiones son: ¡Amén Señor!, ¡Gloria a la sangre del Cordero!
¡Aleluya!.
Al finalizar la predicación se despiden repitiendo nuevamente las tres Glorias a Dios
y al mismo tiempo alzando las manos.
Antes de retirarse los hermanos se ubican formando un círculo en el centro del patio
invitando a los espectadores a orar por si mismo y sus familias. Generalmente se unen a
ellos en esta actividad las personas de ideas cristianas pero no necesariamente
pertenecientes a la Iglesia Evangélica, a veces participan en esta actividad algunos
católicos.
Es importante considerar que, en los recintos carcelarios, tiende a primar la creencia
generalizada que ser “hermano” es el único sinónimo exacto de ser cristiano, ya que los
católicos, aun cuando sean asistentes a la misa dominical, llevan una vida diaria muy
alejada de los parámetros considerados por los “hermanos” como correspondientes a una
vida correcta o cristiana (no fumar, beber licores, no drogarse, no tener objetos ilegales
145

como celulares u armas bancas, no pelear físicamente, etc.). Esta oración final en conjunto
con los espectadores tiende a reafirmar esta convicción.

En la población penal común el esquema general descrito se mantiene, salvo que


cambia el número de integrantes transformándose en una actividad masiva, que puede
llegar a 500 a 600 integrantes y cuya duración, en dos tandas de mañana y tarde puede
llegar a las 3 horas y media.
Asimismo el fervor y entusiasmo de los integrantes, ya sea real u obligado por las
circunstancias es notablemente mayor que en el sector Módulos.
En el penal CCP Colina 1, estos puntos de predicación se realizan los días martes y
jueves en las mañanas en cada torre, durando aproximadamente una hora, de manera muy
similar a como se realiza en los Módulos de la Ex – Penitenciaria.

9.333.- El culto dominical.

En los diferentes lugares considerados esta ceremonia sigue un patrón similar,


efectuándose todos los domingos.
El procedimiento general sigue las siguientes etapas:
+ Se presenta el coordinador, generalmente el encargado de alguno de los cuatro
módulos, a – b - c y d, o el encargado general del penal (en el caso de Colina 1 y en la
PPC del CDP Sur) y dice “se abre este servicio en nombre de Dios”.
+ El coro ejecuta una alabanza inicial.
+ El coordinador, en conjunto con los asistentes realiza una oración de limpieza y
comunión. En esta oración se pide estar atento, que los hermanos se reconcilien entre si
perdonando sus rencillas y que se entre en comunión con Dios.
+ Se realiza una segunda alabanza por el coro
+ Algunos asistentes expresan testimonios y acciones de gracias.
+ El coordinador presenta al orador principal, generalmente un pastor externo (“de
la calle” o “de la libertad”), o un predicador interno en el caso de no haber ingresado alguno
del exterior, y éste ejecuta la exhortación de la palabra.
+ Al finalizar la exhortación, el encargado general de todos los módulos o el
coordinador realiza una oración de unción de los enfermos o de “sanación” elevando el
nivel de emocionalidad a un extremo casi de histeria colectiva.
+ Se cierra el culto exclamando todos los asistentes “Gloria a Dios” tres veces
elevando ambas manos al cielo.
+ Durante la ceremonia es frecuente la emisión de expresiones de apoyo, tales
como. “Gloria a Dios”, Amen Señor, Alabado sea el Señor, etc.
+ Asimismo algunos de los asistentes, en general no mas de tres o cuatro giran y
gesticulan, con los ojos cerrados efectuando las llamadas “danzas sagradas”, otros
balbucean expresiones indescifrables, conducta denominada por ellos, “hablar en lenguas”,
otros, “poseídos por el Espíritu”, tocan a sus vecinos pretendiendo “ungirlos” y así sanarlos
de sus dolencias, algunos, incluso, dicen poder “profetizar”, tener premoniciones, etc.

Agreguemos a esta descripción un testimonio personal de cuales eran mis


reacciones al participar en esta ceremonia durante mi permanencia en el sector módulos de
la Ex- Penitenciaría.
146

Debo reconocer que en mi reacción personal confluyen en parte mi formación y


prejuicios como católico, en parte mi calidad de egresado de sociología y los conocimientos
asociados a esa formación y en parte mis prejuicios sobre el individuo con poca educación.

Sin embargo explicitar estos prejuicios no implica desconocer que los fenómenos de
manipulación psicológico-emocional existen en estas ceremonias y que algunos (¿muchos?)
de los participantes simulan un fervor inexistente.

“…Siempre sentí como si estuviera en una época primitiva o rodeado de salvajes


animistas y jamás sentí la presencia de Dios en ese lugar. Más bien percibía solo una
manipulación emocional grosera en sujetos muy disminuidos sicológicamente, reacciones
de personas con muy poca educación formal y en un estado emocional, previo a la
ceremonia, muy inestable…”

“…También, por mi convivencia diaria con varios de ellos percibía el grado de


fingimiento de los no convertidos. Para ellos participar en esas ceremonias era “parte del
pago del arriendo” por permanecer en un sitio seguro y agradable como los pisos protegidos
de los módulos. Ellos me dirigían sonrisas de circunstancia, gestos de complicidad o
hacíamos comentarios jocosos al respecto durante o posteriormente a la ceremonia en que
nos veíamos obligados a participar…”

9.331.- La exhortación.

Todas las exhortaciones que escuché, en los diversos lugares o penales, siguen un
patrón similar: se comienza citando algún pasaje bíblico que refleje la enseñanza moral
deseada y se trata de enlazar con la situación desmedrada del pecador teniendo un objetivo
evidente: llevar al sujeto espectador a un fuerte estado emocional que culmine con la
conversión o “entrega al señor” y que en términos observables consiste en ir al púlpito en
donde se ubica el pastor, arrodillarse y ser bendecido y acogido por éste en la comunidad.
Diversos factores podrían enumerarse, además, como favorables a la efectividad del
mensaje propuesto, dentro de ellos podríamos citar:
Las continuas “alabanzas” (cantos religiosos) con un gran acompañamiento rítmico,
y manteniendo un nivel de sonido muy elevado, los cantos coreados por todos los
asistentes, el efecto muchedumbre, las exclamaciones de apoyo, la estrechez del lugar, el
calor. Todo contribuye a crear un ambiente cerrado y de alta presión emocional sobre el
asistente. Obliga a estar allí cien por ciento, con todos los sentidos abiertos y en contacto
con los estímulos del ambiente; oído, vista, olfato, tacto. La proximidad física de los otros
es intensa. Se está en y con la comunidad y abstraerse de ella es imposible. Contrasta
enormemente con la liturgia católica en que se busca más la reflexión, el consuelo y la
meditación que la explosión emocional y la persuasión acudiendo a la afectividad.
El origen social y cultural del predicador es semejante al de la audiencia, a
diferencia del sacerdote católico que usualmente es de N.S.E. medio alto o superior. La
autoridad del pastor pentecostal, en cambio, proviene de sus dotes personales, su capacidad
histriónica, su capacidad de expresión verbal, su apariencia y en lo posible, de su
testimonio de vida. La autoridad del sacerdote católico tiene un respaldo más bien
147

burocrático, en el sentido Weberiano, y tiende a ser identificado con la autoridad de


Gendarmería.
El uso de un lenguaje coloquial sencillo no tan diferente al que emplea el preso
común, aunque sin incorporar expresiones soeces (aun cuando algunos pastores de origen
carcelario lo emplean con singular éxito), los ejemplos de la vida diaria carcelaria, a veces
empleando el sentido del humor y otras acudiendo a la denuncia pública del pecado.
La persona que predica emplea exhaustivamente los recursos de la oratoria, el
aumento y disminución oportuna del volumen, las inflexiones de la voz, el lenguaje no
verbal, la gesticulación, etc. El objetivo evidente es llevar al sujeto espectador a un fuerte
estado emocional que culmine con la conversión o “entrega al señor” y que en términos
observables consiste en ir al púlpito en donde se ubica el pastor, arrodillarse y ser
bendecido y acogido por éste, en representación de la comunidad.
Se comienza citando algún pasaje bíblico que refleje la enseñanza moral deseada y
se trata de enlazar con la situación desmedrada del pecador, enfatizando que esta es
producto del pecado y que la conversión significa abandonar el pecado y sus nefastas
consecuencias.
En la cárcel es fácil observar los efectos destructivos del encierro en el sujeto, en
particular en el primerizo y/o no delincuente habitual; la baja autoestima, la perdida de
identidad, el alejamiento de la familia, el desamparo personal, el temor, etc. Un terreno
fértil adonde plantar las semillas de una idea que le de sentido a esa vida privada de libertad
y a sus penurias, que le ofrezca el perdón y limpieza por las maldades cometidas, (la ley, en
cambio, solo aplica la justicia y no le corresponde el uso de la misericordia).
Consideremos lo importante que es una ideología que ofrezca la limpieza y el
perdón al delincuente en general y en particular al ofensor sexual, tan reprobado por la
sociedad entera e incluso por la comunidad de los delincuentes y que, además, le ofrezca
las esperanzas de una vida futura mejor. Les he escuchado afirmar a menudo que como
Dios todo lo puede es posible que si su voluntad es que el sujeto salga inmediatamente en
libertad, así ocurrirá. Se cita frecuentemente, aunque puede ser el equivalente a un mito
urbano, que un sujeto condenado a cadena perpetua obtuvo su libertad en solo un año por
haber orado y haberse “entregado al Señor”. No me consta que eso haya ocurrido en
realidad pues no se mencionan nombres, fechas y lugares concretos que permitirían
verificar la realidad o falsedad de lo aseverado...
En general la capacidad de expresión verbal y gestual de los pastores es, en términos
de recursos dramáticos, muy superior a los que posee o demuestra usualmente un sacerdote
católico. Este último trata mas bien de explicar la palabra acudiendo a la razón y tocando
muy levemente el aspecto emocional, manteniendo una mesura y un decoro en sus
expresiones emocionales y verbales. En el caso del pastor evangélico en general y en
particular en el pentecostal en el medio carcelario, el aspecto personal y emocional, los
énfasis en la voz y en los gestos es de una calidad teatral superior y consigue
frecuentemente emocionar a un auditorio del estilo del que existe en la prisión.
Si esa conversión basada en la emoción de un sujeto en crisis personal, realizada en
un lugar tan limitado y peligroso como la cárcel, se puede mantener cuando estas
condiciones desaparezcan en el exterior es un asunto discutible que solo un análisis
estadístico de los porcentajes de reincidencia, controlando factores tales como la calidad de
primerizo o no delincuente habitual del “hermano”, la edad, el nivel de compromiso
delictual, etc. es decir controlando el reclutamiento selectivo de los que ingresan a la
Iglesia Evangélica carcelaria, podrá dilucidar.
148

9.3332.- El argot evangélico.

Si bien el léxico empleado, como dijimos, es sencillo se utilizan un cierto número


de expresiones propias de esta Iglesia y de uso poco común o con significado diverso en el
mundo exterior. Estas expresiones “especiales” permiten establecer la frontera entre
“ellos”, los pecadores, y nosotros, “los cristianos”, similar función creemos que cumple la
vestimenta formal con ambo y corbata.
Podríamos citar como ejemplo de esas expresiones:

Ceñir y/o Ceñirse = vestirse formalmente (ambo, corbata y zapatos) para acudir a
alguna ceremonia.

Hermano = Perteneciente a la Iglesia Evangélica = Cristiano por definición


excluyente de otras religiones, en especial la católica.

Gentil = No perteneciente a la Iglesia Pentecostal. El uso exacto de esta palabra se


refería en la Biblia al no-judío. Los evangélicos lo utilizan en el sentido de ser pagano y lo
adscriben también a los miembros de la Iglesia Católica, que además son considerados
como “idólatras” por adorar, según ellos, imágenes como la virgen María, Jesús en la cruz y
los Santos.

Caminar = Ingresar a la Iglesia Evangélica.

Ponerse la Corbata = Ingresar a la Iglesia Evangélica.

La Gran Ramera = La Iglesia Católica. Usualmente los miembros mas


fundamentalistas de esta Iglesia tienden a interpretar tendenciosamente lo escrito en el
Apocalipsis acerca de esta frase, sin considerar que esta se refería al Imperio Romano,
ubicado “sobre siete colinas”, y que a esa fecha aún no existía la Iglesia Universal.

Escudriñar = se refiere a estudiar la Biblia, leerla con atención.

“Bajar la Cerviz” o “Doblar la rodilla” = se refiere a humillarse ante el Señor,


convertirse.

Ungir = Se refiere a practicar una sanación tocando al “enfermo” en la cabeza o en


el cuerpo.

Fariseo = Los que dicen algo que no hacen

La Pistola = La Biblia. La primera es el arma del hombre antiguo, la Biblia es la del


hombre nuevo.
149

Ser espiritual = Estar centrado en las cosas de Dios, en lo espiritual. Tiende a


considerarse como tal el que ejecuta danzas espontáneas, habla en lenguas, se contorsiona,
etc. mientras se realiza el culto.

Ser carnal = Aquel que solo piensa en las cosas de la carne, en la concupiscencia.

Doblar el pantalón = fingir algo que no se es, mentir. No ser hermano de corazón.

Ser de cartón, plástico, = similar al anterior, fingir ser hermano.

Encarpado = Forma en que se denomina despectivamente a los hermanos por la


mayoría de la comunidad carcelaria, aludiendo a que ellos se refugian en esa Iglesia para
protegerse de los “vivos” o delincuentes comunes, en otras palabras que fingen la
conversión por motivos instrumentales.

Estar apercibido = Estar atento, se llama a estar siempre alerta por la posibilidad
de la pronta segunda venida de Jesús...

9.334.- La escuela dominical.

En los módulos, la enseñanza sigue un plan sistemático, extraído de una publicación


evangélica suministrada por el capellán.
Los domingos en la mañana, un pastor del exterior expone los contenidos que
corresponden a la publicación. En ella los contenidos e intención de la prédica están
determinados por la capellanía de los módulos.
Generalmente la escuela dominical consiste en un análisis de algunos versículos,
generalmente de alguna epístola de Pablo realizado por un pastor externo con experiencia
en el trabajo carcelario o un estudiante del Seminario Teológico Evangélico. El énfasis y
tono entre ellos es diverso. El pastor profesional tiende a realizar mas bien una exhortación
de la palabra con fines de conversión, similar a la predica del culto aunque con algunos
rasgos mas educativos. En cambio el estudiante de teología, generalmente de un mejor
nivel sociocultural, tiende a explicar la palabra exhibiendo una mayor flexibilidad y
referencias contextuales e históricas para entender el significado de lo expuesto.
Sin embargo, en el medio carcelario tiende a primar la lectura textual de la Biblia y
su memorización, mas que una interpretación teológica moderna. Esta situación ha
producido roces y discrepancias entre ellos, existiendo el conflicto cultural entre ambos
tipos de aproximación a las Escrituras, el meramente textual y aquel que considera los
aportes de la teología, de la historiografía o de la filosofía. La visión de los estudiantes de
Teología evangélicos es más cercana a la interpretación católica o al menos toleran la
diversidad, en cambio el pastor tradicional o aquel surgido en el presidio, de menor alcance
cultural, tiende a ser más fundamentalista y agresivo frente a las otras iglesias cristianas, en
particular la iglesia católica.
El análisis y explicación de los pasajes bíblicos es de un nivel de detalle,
sistematicidad y profundidad superior al que la Iglesia Católica ofrece a sus feligreses en el
folleto empleado en la Misa. Asimismo la memorización, aunque no siempre asociada a la
comprensión, de las escrituras y su frecuente declamación por parte del pueblo evangélico
les confiere una evidente superioridad frente al católico típico que posee un escaso
150

conocimiento acerca de la Biblia. El interno común frente a estas frecuentes expresiones


bíblicas tiende a considerarlos como poseedores de un conocimiento exacto y profundo de
las Escrituras.
En las diversas escuelas dominicales a las que asistí me percaté de la existencia de
un objetivo claro y definido en ellas, la predica de un modo de vida regido por la ética y
moral cristiana estricta, el alejamiento del mundo de los gentiles, en otras palabras del
pecado, la orientación Cristo céntrica, considerando los esfuerzos individuales alejados de
Dios como inútiles en la obtención de la salvación

En Colina 1.- la escuela dominical esta a cargo de seis internos, que actúan como
monitores y que exponen el tema a tratar escogido de común acuerdo por el obispo externo
y los encargados de cada torre. Se eligen dos pastores o hermanos que viene de afuera en
calidad de profesores.
Se realiza una reunión en la cual se dividen en ocho grupos cada uno a cargo de un
interno designado y/o un pastor externo y en la cual exponen al auditorio el tema acordado.
Al finalizar el encargado de cada grupo da la oportunidad a cualquiera de sus integrantes
para que de gracias a Dios por el asunto personal que estime conveniente. Tanto el nivel
académico como el lenguaje utilizado en este lugar son inferior al de los módulos, es mas
“canero” o vulgar si se quiere expresar así.

9.335.- Las oraciones establecidas.

En el sector “Módulos” de la Ex – Penitenciaría se denomina así el siguiente rito:


ubicados en el pasillo del piso reservado a los “hermanos”, de rodillas, se ora por el
bienestar de: los obispos, los pastores, funcionarios, familia, instituciones de bien publica,
por los países en conflicto, por las personas enfermas, los presos, etc., etc.

El encargado designa un coordinador para dirigir la oración, este asigna a cada uno
de los miembros un conjunto de destinatarios de la oración, y de rodillas se procede a orar:
Se comienza diciendo “en el nombre de nuestro señor Jesucristo” y luego, en orden, cada
uno de los designados improvisa una oración por el bienestar de los destinatarios que le
corresponden. Como en todo rito pentecostal se comienza y finaliza con el clásico “Gloria a
Dios” elevando las manos y repetido tres veces.

En Colina 1 y en la PPC de la Ex Penitenciaría esta actividad se denomina “cadena


de oración” y mantiene la misma secuencia.

9.336.- El devocional.-

Este rito es efectuado en el sector “Módulos”, aun cuando también se efectúa de


manera ocasional y voluntaria en otros penales. Es una oración basada en un texto
elaborado por las Iglesias Evangélicas y que entrega una enseñanza que corresponde a cada
día del año. El capellán trae del exterior el libro en donde se encuentran los textos
correspondientes a cada día. También se denomina, en forma coloquial, “el pancito”. En el
se encuentra una anécdota o historia moralizante basada o interpretada por un determinado
versículo de la Biblia.
151

9.337.- La marcha a la Iglesia.

En el CCP Colina 1. Llama la atención una actividad que podría denominarse “la
marcha de los hermanos” y que consiste en la manera como se dirigen en columnas a la
Iglesia para los servicios de culto y la escuela dominical de los miércoles.
Describámosla con mayor detalle:
Las mañanas de los lunes, miércoles y viernes los hermanos se forman en el pasillo
central de salida de las torres en columnas de 2, 3 o 4 personas en un número variable de
100 a 150 personas (el total de internos en Colina 1 es de 1600 aprox.) para concurrir a la
Iglesia. Esta construcción destinada a tal fin es de uso común tanto para la IEC como para
la Iglesia Católica. Esta última la ocupa los días martes, jueves y sábado.
Todos los integrantes van vestidos formalmente con ambo, generalmente oscuro, y
corbata. La columna es larga y entonan lemas en muy alta voz mientras esperan que los
funcionarios los dejen pasar al templo. Impresiona al espectador la apariencia marcial de
los integrantes y una cierta agresividad latente en su andar, miradas u actitud general. Muy
diferente a la actitud más bien tímida que manifiestan cuando están solos o en pequeños
grupos.
Una secuencia típica se produce:

El jefe exclama: ¿Quien vive? y el grupo le responde “Cristo.”


El jefe exclama: A su nombre y el grupo le responde “Gloria”
El jefe exclama: A su nombre y el grupo le responde “Gloria”
El jefe exclama: A su nombre y el grupo le responde “Gloria”

Al finalizar este proceso exclaman en conjunto, tres veces, “Gloria a Dios” alzando
las manos.
A la vuelta de la ceremonia en el templo, lo hacen en columnas de igual manera a lo
ya descrito y entonando las mismas exclamaciones.
Los días jueves se realiza una similar marcha pero con alrededor de 30 participantes
que se dirigen a un ensayo de coros.

9.338.- La campaña de cada mes.

Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
Hechos de los apóstoles, Cap. 2, 12-13 (5)

“¡Qué cantidad de extravagancias! – comentó Fausto- . Se me figura estar oyendo un coro


de cien mil locos.”
Johan Wolfgang Goethe. Fausto (6, pág.36)
152

Cada fin de mes, en domingo se realiza un culto dominical especial. Este acto se
realiza en la cancha o patio de la torre 4 A.
Este sitio consiste en un lugar abierto con piso de tierra de unos 40 por 40 metros.
Al fondo, contiguo a un galpón de trabajo y en el centro, en el lugar que correspondería a
un escenario de un teatro escenario o al altar de una iglesia común se ubica una orquesta de
al menos unos 10 o 12 músicos, con batería, guitarras, teclado, un cantante y un potente
equipo de amplificación. Al frente de ellos se ubica el predicador y/o coordinador que
dirige esta ceremonia.
A su costado izquierdo se ubican los coristas alrededor de 20 sujetos vestidos
formalmente con ambo y corbata y luciendo una mangillas rojas como distintivo de su
condición. Ellos cantan y tocan panderos con gran entusiasmo.
Frente a ellos, al centro del patio se ubican varias filas de asistentes sentados en
sillas y bancas, en un número de 70 a 100 personas.
Cerca de la reja que separa este patio del pasillo común de todas las torres se ubican
20 a 30 asistentes de pie. En la puerta se ubican los porteros.
La secuencia del rito es similar al de un culto, si bien es más extenso, dura desde las
10:00 AM hasta la 13:00 consistiendo las dos primeras horas en alabanzas a gran volumen
de la orquesta y coristas y solo en la última hora la exhortación y ritos de sanación.
Se llevan a cabo varias instancias de recolección de la ofrenda voluntaria, dos o tres
veces y se llama continuamente a la conversión de los asistentes.
Durante esta ceremonia es usual observar bailes o danzas rituales de diversa índole
(girar sobre si mismo en el lugar, o desplazarse por el patio girando sobre si mismo,
retorcerse inclinándose y elevándose, etc.), individuos exhibiendo la glosolalia (hablar en
lenguas), sujetos en actitud de abstracción mística con sonrisas beatificas en sus rostros y
algunos tocando a otros en sus cuerpos con intenciones de sanación de sus enfermedades.
Los detalles de la exhortación, el comienzo, el desarrollo y el final del rito son
similares a los de un culto ordinario.

Recojamos algunos párrafos de un testimonio de una mujer, no-delincuente,


católica, que durante el día de visita presenció parte de esta ceremonia y sus
manifestaciones conductuales.

“…gente a la espera de que les llegara el Espíritu. Algunos de ellos salían al centro
del escenario dando vueltas, supuestamente poseídos por el Espíritu, pero para mi cumplían
el anhelo de la orgía, del orgasmo que no pueden tener de otra manera ya que en el lugar en
que están podría ser muy mal visto y con eso tienen una excusa de realizar lo que ellos mas
desean. La realización de la carne, el gozo, el júbilo de cuanto tienen mas escondido en el
interior de ellos…”

“…Algunas personas danzaban alrededor de los asistentes, bailando con tal


desesperación que en un momento uno se cayo al suelo quedando ahí, como catatónico,
como un número mas que a nadie le interesaba si se hacia daño o si necesitaba ayuda. Una
ausencia absoluta de caridad y de amor…)
153

Una visión de la catarsis y/o manifestaciones dionisiacas presentes en esta Iglesia y


en muchas otras y que, si bien no es el centro de nuestro estudio, es interesante como un
factor agregado de atracción a la pertenencia a la IEC.

9.34.- La rutina u horarios de actividades en los diferentes penales.

9.341.- En el sector Módulos de la Ex – Penitenciaría

La rutina semanal en el sector módulos es relativamente liviana en deberes y


horarios.
De martes a viernes se realizaban “oraciones establecidas” de las 19:00 a 19:30 en
los veranos. En invierno no se realizan por que el encierro por piso es más temprano (18:00
PM)
De lunes a domingo en la mañana, de 8:45 a 9:00 se reza el devocional o “pancito”,
que consiste en leer un relato o anécdota moralizante interpretada a través de un
determinado versículo de la Biblia. Los días de visita se agrega el orar por una visita
tranquila y provechosa.
Los días lunes son de descanso religioso y labores de aseo en cada celda.
Los días jueves y sábado, en la mañana (10:00 AM) se realiza el “punto de
predicación” en la multicancha central del modulo.
Los martes y viernes son días de visita (9:00 AM a 12:00 AM) y no se realizan
actividades.
Los sábados de 10:00 a 12:00 se realiza ensayo de coros en la sala multiuso.
Los domingos se realiza en la mañana (10:00 AM a 12:00 AM) la “escuela
dominical” en la cual un pastor “de la calle” o de “la libertad”, como se dice en jerga
carcelaria, designado para el módulo por el capellán, viene a explicar algún pasaje bíblico
específico. El tema en particular y el objetivo general es fijado por el capellán a cargo del
módulo. El pastor o expositor externo debe sujetarse e estas directrices. El expositor puede
variar siendo a veces un pastor “profesional”, es decir dedicado por entero a esa actividad y
con experiencia en ello y otras veces un estudiante del seminario teológico evangélico. Si
no hay otra alternativa puede realizarlo algún interno con mayor conocimiento, idealmente
el “encargado”.

Esta situación, en una ocasión, generó un serio problema:

A fines de 2006 se designó para la función de dictar la escuela dominical, en el


módulo “B”, donde habitaba en esa época, un pastor que había ejercido en el COF (centro
de reclusión femenino). El sujeto con estudios superiores, amplios conocimientos
teológicos y experiencia en trabajos de apoyo psicológico a internos, realizó, en mi opinión,
una gran labor en su misión. Sin embargo a poco andar su capacidad y buena disposición
comenzó a chocar con el “encargado” del lugar, pues quedaba en evidencia la escasa
preparación intelectual del interno encargado y los defectos de convivencia que este sujeto
tenía con su “rebaño” (exceso de autoritarismo, abuso de privilegios de su cargo, empleo de
un interno como sirviente e incluso tener comportamientos considerados como faltas graves
154

o incluso delitos tales como reducir objetos robados al interior del penal) que contrastaban
con la conducta y disposición del pastor.

Sin embargo el pastor externo cometió un error de criterio, pues eligió tratar el tema
religioso mediante un análisis teológico moderno, considerando el contexto histórico en la
cual las escrituras se elaboraron y no limitándose a relatar solamente la letra exacta de ella
tal como se acostumbra en los estudios carcelarios. Acercándose mucho al análisis católico
actual y estando en una posición ecuménica moderna no coincidía con las expectativas del
capellán general de los módulos que solo deseaba un análisis textual limitado
.
El encargado del módulo, comenzó a desprestigiar a este pastor externo acusándolo
de opiniones “herejes” que contradecían lo dicho por las Escrituras, el capellán general de
los módulos, creyendo en los informes del encargado y en los testimonios de los internos de
confianza de dicho encargado, despidió al pastor considerándolo “un lobo en la piel de
pastor” que confundía a sus ovejas y exigiendo que aquellos que se manifestaban de manera
positiva frente a éste pidieran perdón públicamente por su “desobediencia” al encargado...

En la tarde de los domingos (14:00 a 16:00 horas) en la sala multiuso, común a


todos los módulos, se realiza “el culto” semanal ya descrito en el punto 9.333.

9.342.- En la población penal común de la Ex – Penitenciaria.

En este punto se han obtenido los datos por referencias de entrevistados que han
pertenecido a la IEC en ese lugar, y sobre los cuales coinciden en la extensión de las
actividades y en la estrictez de la disciplina y procedimientos.
Tomemos como ejemplo la entrevista 01:

“En la Población penal nos levantamos a las 6:00 AM,


De 6:30 a 7:30 oramos,
De 7:30 a 9:00 tomamos mate (mezcla de ceremonia del te y conversación social),
A las 9:00 se realiza “la cuenta” (parte esencial de la labor funcionaria es contar a
los internos con el fin de cerciorarse que están todos)
De 9:00 a 11:00 Oración o Punto de Predicación en el Ovalo...
De 12:00 a 13:30 Desayuno.
De las 14:00 a las 15:30 Punto de predicación.
16:30 Cuenta de la tarde y encierro en las calles.
Se almuerza entre las 18:00 y las 19:30
De 20:00 a 21:00 Oración.”

En la entrevista 04ª se agrega que en algunas calles la oración nocturna puede


extenderse hasta las 24:00 o agregarse alguna extra a las 03:00 AM, en la madrugada.
Si bien el detalle admite algunas variaciones, el resultado general es que los horarios
son mucho más extensos que en el sector “Módulos” del CDP sur cubriendo prácticamente
todo el día y parte de la noche.
155

9.343.- En el C.C.P. Colina 1.

De acuerdo a la entrevista 01 y a las observaciones personales el horario típico de una


semana es el siguiente:

“Se levantan a la 7:00 y “presentan el día” (Nota: esta actividad consiste en una breve
oración personal de comunión con Dios, en que se busca limpiar la mente de lo mundano,
dejar de lado los malos pensamientos y presentarse dignamente ante Dios. También puede
hacerse de manera grupal dejándola a cargo de un hermano, generalmente, el responsable
de la pieza o aquel de mejor testimonio)
De 8:00 a 9:00 mate (costumbre muy extendida en las diversas torres) o desayuno.
9:00 Cuenta del funcionario a cargo de la torre
De 9:00 a 10:00 Desayuno (si es que la cuenta se atrasa al realizarse algún allanamiento en
otra torre)
De 10:00 a 11:45 los días miércoles se asiste a la Escuela Dominical (en la Iglesia) con
pastores del exterior)
En ese mismo horario (10:00 a 11:45) los días lunes y viernes se realizan servicios de culto
normales.
En similar horario (10:00 a 11:00) los martes, sábados y domingos se efectúa un “Punto de
Predicación” en cada torre.
A la 12:00 a 12:30 Almuerzo en el Casino.
A las 16:00 s Segundo almuerzo del día
En algunas torres se realiza una oración de 20:00 a 21:00.

No es necesario enfatizar la diferencia de horarios entre las diferentes unidades


penales consideradas. Pero es interesante destacar que en el lugar de mayor “peligrosidad
ambiente”, la P.P.C, de la ex – Penitenciaría, las exigencias de actividades son
notablemente superiores que aquellas exigidas en la “playa” del CCP Colina 1.

9.35.- “El contrato” del plan APAC

Nos relata el artículo “El código secreto para sobrevivir en la cárcel” aparecido en el
Mercurio del 03 de mayo de 2009 (7) que en Colina 2 “…Para ingresar al módulo
especial; los reos deben firmar una carta donde se comprometen a un "sometimiento
sano a la obediencia". Deben seguir la voz de su pastor y de sus líderes internos. Estos
últimos son elegidos por los propios reos y los hay de dormitorios, administración, coros,
talleres y de disciplina.”(7, pág.8)

Ya hemos expuesto en el punto 8, las características que adopta en nuestro país el


sistema APAC de “rehabilitación”, entendiéndolo operacionalmente como evangelización
pentecostal. Recuerdo haber tenido en mis manos este contrato, un documento, que se nos
decía haber sido aprobado por el Ministerio de Justicia. En él llamaba la atención la
sujeción absoluta al “método” que implica obediencia absoluta al encargado y en particular
156

una cláusula que sancionaba con la expulsión del lugar el mero murmurar o criticar alguna
conducta o expresión del encargado religioso.
Esta imposición de sumisión rebasaba las atribuciones de un simple contrato aún
cuando fuera suscrito por el interno en forma voluntaria.
La libertad para suscribir un acuerdo, condición básica de la validez de un contrato
legal es muy discutible, en este caso por la situación precaria del recluido en un ambiente
peligroso, ya que éste a causa del temor a perder la vida o sufrir daño físico grave y no
tener ninguna otra alternativa disponible opta por refugiarse en la Iglesia Evangélica
debiendo necesariamente suscribir ese acuerdo.
Un acuerdo contractual suscrito en estas condiciones es de una validez muy
discutible, pero aún aceptando su legitimidad, este tipo de imposiciones es contrario a leyes
superiores tales como la Constitución vigente que garantiza la libertad de expresión y al
artículo 146 del Código Penal que expresa “ El que bajo cualquier pretexto impusiere a
otros contribuciones o les exigiere, sin título para ello, servicios personales, incurrirá en las
penas de reclusión menor en sus grados mínimos o medio y multa de once a veinte U.T.M.
La vigencia del “contrato” citado ignoro si aún subsiste, si ha sido visado
legalmente por el Ministerio de Justicia y si es conocido por los organismos defensores de
los derechos humanos.
Asimismo es dudosa la promesa verbal que se les hace a los “hermanos” reclutados
que dicha incorporación al sistema APAC constituirá “hacer conducta” de tal valor que
les permitirá obtener en forma preferente beneficios intrapenitenciarios.
El otorgamiento de dicha recompensa es materia exclusiva de los organismos
técnico-profesionales de las unidades penales y de los funcionarios a cargo en base a sus
criterios que pueden diferir de aquellos sostenidos por la IEC. Es sabido, por ejemplo, que
aquellos condenados por delitos sexuales no son candidatos a recibir dichos beneficios y
usualmente son excluidos por los organismos técnicos. En estos casos la capellanía
evangélica ofrece la garantía de no ser trasladados del módulo o lugar adonde se aplica el
sistema APAC a penales comunes donde el recluido por delitos de ese carácter son víctimas
de los presos comunes, mientras mantengan la disciplina exigida.

En todo caso la buena conducta resultante del ambiente disciplinado de los lugares
controlados por la IEC permite la reducción de condena otorgada por la ley 19856 a los
internos que manifiesten dicho comportamiento. Afirma la capellanía evangélica que
“…Hasta la fecha, 50% de los internos evangélicos ha disminuido su condena…” (8)

Si bien puede ser motivo de dudas afirmar que la pertenencia a la IEC produzca
rehabilitación en los términos que lo entiende la institución carcelaria, si puede afirmarse
que produce “buenos presos”, es decir individuos que se comportan bien mientras
permanecen en prisión o al menos mientras están sujetos a la disciplina de la IEC.

9.4.- IMAGEN DE LA IEC.

Extraemos las siguientes declaraciones del artículo de Gabriela Garrido


Periodista UBO aparecido en el Flag Post 24 nov. 2009 at 9:44am “Evangélicos en las
157

cárceles chilenas: Rehabilitación Celestial.” (8) y que se refieren a la Iglesia Evangélica


Carcelaria.

9.41.- Para los funcionarios uniformados.

“…..Pero quienes sí ven un adelanto son los funcionarios uniformados de


Gendarmería quienes observan a diario la conducta que presentan los internos.

"Yo le doy mi parecer a quienes están en la religión evangélica y creo que su avance
es por la religión (...) la religión es un instrumento, pero como apoyo para mejorar
la condición de los reos evangélicos que sólo desean protección….”

Esta declaración considera la IEC un adelanto en la condición de los internos pero


reconoce su carácter instrumental de búsqueda de protección.

Frecuentemente en estos casi cuatro años he conversado este tema informalmente


con diversos funcionarios uniformados y salvo escasas excepciones, todos ellos coinciden
en señalar su carácter esencialmente instrumental pero positivo para el interno y un
problema menos para ellos en el sentido de ser un refugio para los excluidos del sistema
informal o un lugar de cambio conductual, al menos mientras están en prisión, para los
internos agresivos.

9.42.- Para las autoridades

Dentro de este contexto, el Director Nacional de Gendarmería, Alejandro Jiménez


Mardones, emite la siguiente aseveración: "Para nosotros es un gran aporte el que hace la
religión evangélica dentro de las cárceles porque con el Programa que ellos implementan
mantienen los lugares que habitan y además ellos hacen un seguimiento cuando salen los
internos de los recintos por lo que también cooperan con la reinserción", comenta.

La Ministra Secretaria General de Gobierno, Carolina Tohá, no duda al momento de


expresar la opinión del Ejecutivo en cuanto a lo que significa la religión Evangélica en
temas de rehabilitación. "La religión Evangélica es parte de nuestra sociedad y hay que
comenzar a integrarla como parte nuestra, sobre todo, por lo que significa en sectores
específicos (...) ha logrado tener muy buenos resultados en la rehabilitación de vicios
como el alcoholismo y la delincuencia, sobre todo al interior de los penales", asegura.

El discurso del Ministro de Justicia, Carlos Maldonado, es bastante parecido, según


él "la religión Evangélica siempre será apoyada por el ministerio porque es una
contribución al bienestar de los internos".

Sin embargo, el Director Nacional de Gendarmería, es claro cuando agrega que


“…es imposible cambiar a un delincuente en las condiciones en que se encuentran los
recintos penales y más aún durante el tiempo que éste esté en la cárcel".

9.43.- Para los profesionales


158

Para la antropóloga social de la Unidad de Criminología (UNICRIM) de Gendarmería,


Sandra Luna, "...el hombre desde el comienzo de su existencia ha necesitado creer en una
fuerza superior al no poder encontrar la solución a sus problemas y en condiciones adversas
como las de la cárcel, las soluciones se las entrega la religión", asegura.

"Cuando ingresan a la cárcel, los internos se “encarpan”. Esto quiere decir que se cubren
de alguna forma para sobrevivir. Una opción es unirse a una 'carreta' que es una especie de
familia que protege al nuevo interno de las adversidades del recinto y la otra es unirse a la
religión evangélica", según comenta Patricio Marchant, Jefe de Clasificación del Centro de
Detención Pública Santiago Sur.

Según el capellán nacional evangélico Sr. Mussiett, el "20% de los fieles están por
protección, 20% quiere cambiar y un 60% es fiel al credo".

Ante esta aseveración el Sr. Patricio Marchant, sociólogo y jefe de Clasificación de la Ex


Penitenciaría cree que las cifras podrían ser más altas en cuanto a los internos que están por
protección, sobre todo, porque "la religión es absolutamente utilitaria dentro de la
cárcel, la mayoría de los reos la utiliza para obtener alguna clase de beneficio o
escudarse", asegura.

Para la sicóloga de la UNICRIM, Ana Luisa Millán, la conducta de los “hermanos” no es


consistente pues:
.
"...Nosotros tuvimos muchos casos en que los internos se hacían adeptos de estas
organizaciones religiosas, luego cometían una serie de infracciones, pero después se ponían
su terno, su corbata, salían a cantar al patio, participaban en los cultos, finalmente cumplían
con todas las normas y requisitos de la religión...", comenta la sicóloga.

Como vemos la profesional se ha percatado del sincretismo del recluso que le


permite combinar el cometer ilícitos y la práctica de los ritos de la IEC. Una conducta
similar a la expresada por los delincuentes habituales católicos fieles de la virgen de
Montserrat, “La Negrita”, y a la cual se encomiendan antes de salir a realizar sus fechoría,
incluso cumpliendo “mandas” y efectuando obsequios a su santuario como retribución a su
“protección” al haber cometido delitos exitosos..

El experto en rehabilitación y Director de Desarrollo de la Fundación Paréntesis, Remo


Pompei, asegura que "según estudios a nivel internacional, los pacientes tratados con
especialistas muestran un claro avance en sanidad mental, sin embargo, la diferencia con
aquellos que tuvieron una conversión espiritual significa un 10 por ciento menos, cifra que
no es alta (...) porque un cambio de fe también crea toda una nueva forma de ver y hacer las
cosas, lo malo es que eso no tiene parámetros para comprobarlo de manera científica",
asegura.

Recalcan los expertos es que no es aconsejable iniciar una rehabilitación espiritual


como terapia porque "no se produce un autocuestionamiento en la persona, parte
fundamental en una rehabilitación por el cegamiento que produce la religión", según
la sicóloga Ana Luisa Millán.
159

Finalmente, como reitera Patricio Marchant, Jefe de Clasificación de la Ex


Penitenciaría, "... ¡no hay que olvidarse nunca que estamos en la cárcel! (...) aquí se
vive distinto porque las condiciones son muy diferentes a las del mundo libre, entonces
todas las ideas para agradar son buenas, si se quiere salir rápido de este lugar".

9.44.- Para los otros internos.

Puedo afirmar, tras años de conversaciones con no menos de un centenar de


internos, que no he escuchado nunca que alguno de ellos sostenga que la motivación
general a ingresar a la Iglesia Evangélica sea por motivos místicos, se afirma que solo una
pequeña minoría es evangélica “de corazón”.

Un ejemplo que podría repetirse es el de la entrevista 03 en la cual el entrevistado


afirma:

“Es una manera de sobrevivir aquí, para las personas que vienen por el delito
sexual, o ladrones no conocidos o personas que han tenido problemas y deben refugiarse
allí. La manera de vestirse formal y con corbata es para distinguirse y protegerse.”

“Hay un pequeño numero de personas que son “choros” (delincuente habitual), que
han peleado, y que cuando están mayores el cansancio de esa vida les ha llevado a
“convertirse”, ellos son respetados porque se sabe que son evangélicos de corazón, no por
temor”

9.45.- Para los Obispos y Pastores.

Pero la religión Evangélica no lo ve desde un punto de vista tan negativo como el de


los profesionales que trabajan en contacto con los internos o el sostenido pos la población
penal en general, es más, ellos creen que si el hombre es capaz "de aceptar a Dios en su
corazón, puede generar un cambio de mente, de corazón y de comportamiento", o por lo
menos es lo que asegura el Pastor Gobernante de la Catedral Metodista Pentecostal de
Chile, (Iglesia de Jotabeche, el mas importante Templo Evangélico) Eduardo Durán Castro.

Según Mussiett, (Capellán Nacional Evangélico) "20% de los fieles están por
protección, 20% quiere cambiar y un 60% es fiel al credo".

Mussiett, acepta que "muchos se ocultan tras la religión, pero como cumplen con el
reglamento, ellos creen que Dios los puede cambiar

9.5.- Dos experiencias cruciales.

Durante el segundo semestre del año 2008 y durante el segundo semestre de 2009
ocurrieron dos hechos que podrían darnos elementos de juicio para colegir cuales son las
160

motivaciones u objetivos perseguidos a través del ingreso y participación en la Iglesia


Evangélica Carcelaria.

2.61.- El traslado de mayo de 2008, del Refugio a la Playa.

A mediados de mayo de 2008 alrededor de 360 internos de la Ex – penitenciaría


fuimos trasladados al CCP Colina 1 a una torre recién refaccionada del complejo, la torre 5
en sus secciones A y B.
Del total de internos destinados al sector A de la torre 5 (180) al menos 120 eran
evangélicos practicantes (llegaron con su característico terno y corbata) provenientes de
calles cerradas de la Población Penal Común de la Ex – Penitenciaría. Tanto ellos como la
totalidad de los recién llegados tenían en común la calificación de conducta MB (muy
buena) y este traslado constituía, según nos informaron, una oportunidad para “hacer
conducta” en este complejo y obtener beneficios de reducción de condena y salidas
anticipadas (dominicales, etc.). Igual número de “hermanos” legaron al sector B.
Sin embargo este número inicial de “hermanos” al poco tiempo comenzó a
disminuir drásticamente, las deserciones crecieron, llegando en la actualidad, de los
internos originales menos de 10 y en total alrededor de 20 del total de 200 que habitamos
allí.
Un grupo de ellos, al salir de la IEC manifestó una particular agresividad hacia los
internos menos agresivos, practicando asaltos, consumiendo drogas y alcohol casero y
originando frecuentes peleas entre ellos y con otros internos y recibiendo sanciones por
parte de los funcionarios. Humorísticamente fueron llamados “los corbatas asesinas” por
los demás internos. La mayor parte de ellos fue trasladada a otras torres y algunos han sido
trasladados a Colina 2 como castigo a sus faltas reiteradas.
Podemos suponer que el ingreso a la IEC de estos individuos en la población penal
de la Ex Penitenciaría obedeció a la fuerza de las circunstancias del peligro ambiente y a
buscar un refugio temporal, factores que en el CCP Colina 1 (La playa) desaparecieron
originando su deserción.
La extrema agresividad de algunos de sus ex – integrantes demostrada después de
desertar de la IEC nos permite suponer que su permanencia allí no era voluntaria sino que
por la presión del medio y que la alternativa de no tener que cumplir los extensos rituales
propios de la IEC, y disfrutar de todo los que una “Playa” como Colina 1 puede ofrecer en
términos de libertad personal, y posibles actividades ilícitas como consumo de drogas,
alcohol, mantener visitas “conyugales” de sábado y domingo, etc.
También podemos suponer con bastante seguridad la conducta de la mayor parte de
los “hermanos” de los penales de alta peligrosidad ambiente cuando logren salir en libertad
plena.

9.52.- El “terremoto” de agosto de 2009. La playa se transforma en selva.

“Release the hounds”


Mr. Burns.
161

A fines de agosto de 2009, en este lugar, Colina 1, que consta de las torres números:
3 – 4 – 5 y 6 y en la cual viven alrededor de 1600 internos, una de dichas torres, la Nº 6,
fue desmantelada para reparaciones.

Los sujetos que allí habitaban fueron distribuidos en las torres restantes aumentando
bruscamente el nivel de hacinamiento. Si agregamos el hecho que los sujetos de esa torre
desocupada estaban constituidos por los denominados “elefantes” (sujetos de condenas
altas, sobre 15 años y los perpetuos) amén de otros de alta peligrosidad, la situación
general se tornó muy violenta y peligrosa.

La escasez de celdas y de lugares adonde recibir las visitas (halls) provoco


situaciones de tomas violentas de piezas y peleas a cuchillo por los lugares aptos para halls.
Algunos de los antiguos ocupantes de las piezas, terminaron durmiendo en los pasillos o
refugiados en otras piezas, que diseñadas para tres o cuatro ocupantes debieron recibir a
siete u ocho ocupantes durmiendo los asilados en el suelo.

Otros, al ser obligados por los recién llegados a recibirlos en sus celdas, fueron
progresivamente acorralados y ante las amenazas e incluso palizas debieron huir de su
habitación.

Algunos de los recién llegados y algunos de los antiguos habitantes (en especial los
grupos de jóvenes delincuentes habituales llegados de la Ex --Penitenciaria en 2008)
constituyeron agrupaciones denominadas “barcos” cuya finalidad consistía en hacerse
fuertes, mantener sus piezas y en lo posible apoderarse de las contiguas para vivir mas
cómodos (en algunos lugares se llegó a dar el caso de un interno por pieza destinada a 4 y
en otras 6 o 7 durmiendo 3 de ellos en el suelo) e intentar incluso manejar pisos completos
mediante la intimidación física.

Esta situación implicó un aumento de los integrantes de la Iglesia Evangélica y una


disminución a cero de las deserciones, ya que las piezas de “hermanos” ofrecían un refugio
seguro a los desplazados.

Para mediados de diciembre de 2009 la situación había vuelto a una relativa


normalidad y se empezaron a registrar “hermanos” que se niegan participar activamente en
la rutina evangélica, si bien continúan manteniendo algunas prácticas rituales.

En términos personales esta situación, muy difícil, implicó la virtual imposibilidad


de avanzar en mi estudio por dos o tres meses, ya que el tiempo necesario para la reflexión
teórica, la cual requiere un mínimo de condiciones de tranquilidad, debió ceder paso a la
búsqueda inteligente de soluciones a este problema de sobrevivencia. Una vez solucionado
el problema, utilizando la “imaginación sociológica”, pude continuar en mi tarea.

9.6.-El ingreso a la IEC. Causas del ingreso, la permanencia y la deserción


162

Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará
por su vida.
.
Job, 3-7 (5)

La Iglesia Evangélica Carcelaria no tiene requisitos de ingreso en particular, en ella


tiene cabida cualquier interno que desee “caminar” o someterse al método de la Iglesia
Metodista Pentecostal.

Si bien en la población penal común de la Ex -Penitenciaria el reingreso del


individuo que ha sido expulsado por razones de disciplina o ha desertado es algo inusual, en
Colina 1 es común que ello ocurra, siendo un tema de común ocurrencia el reingreso del
sujeto desertor, aun cuando ello haya ocurrido numerosas veces, en este lugar (Colina 1)
existe una mayor permisividad (al igual que, como ya anotamos, se exige una menor
disciplina).

Puede afirmarse que la Iglesia Evangélica, al interior de las prisiones, también


constituye el “refugio de las masas” para el individuo en problemas así como
indudablemente lo es en el medio libre en tiempos de crisis y cambio social tal como lo
afirma el sociólogo Lalive en su obra.

Un primer acercamiento a una posible línea de explicación del predominio evidente


de esta Iglesia en los recintos penales masculinos podría basarse en la composición social
de la población penal. La gran mayoría de los presos pertenecen a los estratos
socioeconómicos bajos dentro de los cuales se concentran los adherentes al protestantismo
en general y en particular a la Iglesia Metodista Pentecostal. Sin embargo el porcentaje
global, de la denominación evangélica llega a un 15%, siendo aquellos activos y
practicantes de su religión una cifra inferior, en cambio en algunas unidades penales, por
ejemplo la Población Penal Común de la Ex – Penitenciaria alcanza un 30% activo y
militante muy superior a lo esperado lo que rebasaría la mera explicación por el origen
social de los reclusos.
Analicemos algunos de los enfoques que pretenden explicar la opción religiosa
como forma de adaptación a la cárcel:

9.61.- El modelo explicativo de Doris Cooper

1.- Doris Cooper (Socióloga con vasta experiencia en temas carcelarios) en su libro
“Criminología y delincuencia femenina en Chile”, LOM editores, 2002, Pág. 275, nos dice
lo siguiente:
“Es importante destacar que en el caso de los varones reclusos, las agrupaciones de
evangélicos externas a las unidades, suelen realizar un intenso trabajo religioso captando
mas adeptos que en las unidades femeninas. Esta religión se caracteriza por generar grupos
intensamente solidarios que permiten el refugio de a) los arrepentidos (en general no
ladrones); b) los amenazados por el hampa, ya sea de muerte o de ser violados; c) los
esquizoides, esquizofrénicos y paranoicos, y d) los que buscan la salvación de la soledad y
el desamparo total. Se trata de un grupo religioso que permite entrar en trance en el
163

desarrollo de sus oraciones, canciones y percusiones musicales reiterativas, al punto de


lograr un estado hipnótico colectivo y en consecuencia incrementa hasta el límite la
potencialidad del sentimiento de solidaridad. Es una agrupación religiosa que protege a sus
creyentes y les entrega vestuario, útiles de aseo, comunicaciones extra-carcelarias,
familiares, etc.”
Si bien no nos aclara las proporciones de cada una de esas categorías de “reclutas”,
nos indica que los motivos para ingresar son:

1.- Acción sistemática de las Iglesias externas y sus pastores


Esta acción es evidente y se da en todos los recintos penales. Existe una acción
constante y sistemática de las pastores “de la calle” o “que vienen de la libertad” y de sus
respectivas iglesias con respecto a los recluidos. La realización de cultos varias veces a la
semana y escuelas dominicales con la asistencia regular de estos pastores externos,
campañas mensuales y diversas actividades cuentan con el apoyo externo para lograr la
divulgación de sus doctrinas y el reclutamiento masivo de adeptos. Asimismo ingresan
aportes tanto en especies donadas por alguna iglesia como financiamiento económico de un
nivel tal como para construir una iglesia al interior del sector población penal común en la
Ex Penitenciaria, calle nueve.

2.- Constituir un grupo solidario que permite el refugio de:

a) los arrepentidos (en general no ladrones, o en otros términos que consideramos mas
exactos, no delincuentes habituales).
Si bien en esta alternativa se incluye a los “arrepentidos”, es decir los que buscan
abandonar su vida de delincuente aspirando a una conversión religiosa y social, Doris
Cooper especifica “en general no ladrones”, en otras palabras, en general no delincuentes
habituales sino que “primerizos” en condenas, sujetos no delincuentes condenados a delitos
por impulso y falta de autocontrol (homicidios, lesiones, etc.) o delincuentes solitarios no
integrados al mundo común del hampa. Los escasos delincuentes habituales considerados
“choros” que han ingresado por una genuina conversión son particularmente respetados
dentro del ambiente carcelario pues no han ingresado por temor.

Un ejemplo de esta alternativa lo encontramos en la entrevista 06, en que


coincidiendo con la apreciación de Doris Cooper el sujeto no es un delincuente habitual y
es primerizo en condena. En términos de la TER es un individuo con escaso capital humano
delincuencial.

“….Hubo una predicación de un pastor que había estado preso, y habló de la parábola del
hijo prodigo, me sentí en ese momento quebrado por dentro, me di cuenta lo que había
hecho sufrir a mis padres, de que había destruido mi vida, que solo había andado en el
pecado. Me puse a llorar y me arrodille, prometiendo andar por el buen camino en el
futuro….”

b) los amenazados por el hampa, ya sea de muerte o de ser violados;


En diversas partes de esta Tesina y en prácticamente todas las entrevistas y
conversaciones con internos, funcionarios y profesionales el tema del ingreso por temor y la
164

búsqueda de un refugio son recurrentes. Esto se acentúa en las unidades penales con mayor
peligrosidad ambiente, en donde las posibilidades del recluido de ser dañado físicamente
son mayores.
Por ejemplo:

PREGUNTA 01: ¿Por qué ingresó a la Iglesia Evangélica en la Ex -Penitenciaría?

RESPUESTA 01: “En la calle donde llegué y después de tener problemas allí un
suboficial, al cual estoy muy agradecido me dijo que allí estaría bien y seguro y me llevo a
ingresar. Allí encontré tranquilidad y empecé a “caminar”, conociendo la palabra de Dios”
NOTA: Se comenta entre los internos que fue abusado sexualmente por otros internos,
“cogoteado” (es decir que le robaron sus pertenencias).

RESPUESTA 02. “Llegué a la calle 14, un lugar horrible y después en la galería 6, habían
riñas a cada rato, muertes, drogas. Viví con los hermanos por que encontré un amigo allí,
pero al poco tiempo decidí “caminar”. Lo hice por estar mas tranquilo, por estar mas
seguro. Mis “compañeros” (así se denominan los cómplices) murieron; a uno de ellos lo
mataron de una cuchillada en una pelea y el otro se suicidó en el castigo. Esto me dio
miedo, no quería terminar así y comencé “a caminar”. Tal vez si hubiera estado la Iglesia
católica dentro de la cárcel, habría ingresado a ella. Pero ellos solo vienen y se van, en
cambio la iglesia evangélica permanece con nosotros.”

c) los esquizoides, esquizofrénicos y paranoicos;

Respecto a la causal siquiátrica, carezco tanto de la formación académica necesaria


para distinguir con certeza en los individuos la patología descrita así como de los datos
estadísticos necesarios para estimar su prevalencia, pero a simple vista entre los
delincuentes recluidos en general es normal encontrar sujetos con evidentes síntomas de
trastornos mentales,

Como se señala en la Enciclopedia Encarta 2009 al referirse a la evolución de las


teorías explicativas del delito“…Estudios realizados por investigadores del siglo XX, como
el criminólogo americano Bernard Glueck y el psiquiatra británico William Healy, han
señalado que cerca de una cuarta parte de la población reclusa está compuesta por
sicóticos, neuróticos o personas inestables en el plano emocional, y otra cuarta parte
padece deficiencias mentales.

Es frecuente observar entre los “hermanos”, algunas de las conductas más evidentes
de las manifestaciones de la sintomatología descrita por algunos autores como característica
de estas anomalías siquiátricas, en particular los delirios y las alucinaciones.

Extendiéndonos algo en el tema trataremos de explicar los conceptos empleados por


D. Cooper (10) en su tratado “Sicopatía y Sociedad”.

Actualmente al referirse a la esquizofrenia se habla cuatro clases de trastornos de la


conducta: cognoscitivo, perceptual, afectivo y psicomotor.
165

Dentro de los trastornos cognoscitivos se da la ilógica de sus asociaciones de


palabras, los delirios (una falsa creencia que la persona no alterará aun cuando se le
proporcionen hechos o explicaciones de sentido común. La mayor parte de los delirios son
de persecución, pero los pacientes también tienen delirios de grandeza (que significa auto
importancia), sexuales, religiosos, hipocondríacos o autodestructivos. “(10, Pág.158).

Dentro de los trastornos preceptúales se dan las alucinaciones. Una alucinación es


la percepción de un estímulo sensorial que de hecho no existe. (Imágenes, voces, ruidos,
olores, sensaciones táctiles; siendo las más comunes las auditivas en donde escuchan voces
que le hablan o hablan de él, le dan órdenes o se burlan de él).” y distorsión de la imagen
corporal y despersonalización. “Una consecuencia de los cambios en la imagen corporal
que sufre el esquizofrénico es la despersonalización: sensación que ya no es él mismo.”
(10, Págs. 158-159).

Dentro de los diversos tipos de esquizofrenia existentes llamadas “las diez


tradicionales” nos parece importante destacar la “paranoide” Constituyendo, según el
autor, “….la clasificación más común… Se caracteriza por delirios y alucinaciones.
Generalmente los delirios son de persecución o de grandeza. Muchos paranoides se
preocupan por la religión. Como resultado de sus delirios, los pacientes paranoides con
frecuencia son suspicaces, hostiles y física y verbalmente agresivos…..muestran mínima
perturbación del funcionamiento intelectual. ….Sus delirios son generalmente sistemáticos
y organizados…” (10, pág.162).

En cuanto a la personalidad esquizoide (citada por Doris Cooper como posible


“recluta”) El autor citado la describe de a siguiente manera “A las personas a quienes se
clasifica de esta manera, tienden a estar alejadas y retraídas. Evitan relaciones
interpersonales cercanas e invierten sus emociones con más frecuencia en ideas que en
personas. En ocasiones les es excepcionalmente difícil expresar sentimientos agresivos, aún
bajo provocación. Su necesidad de protegerse a si mismos de la cercanía de otras personas
los hace aparecer fríos y distantes. También tienden a pensar en forma autista, aunque no
pierden su capacidad de probar la realidad, y sus pensamientos autistas permanecen dentro
de la esfera del soñar despierto. La personalidad esquizoide difiere del esquizofrénico por
su habilidad continua para mantener contacto con el medio ambiente. (10, Págs. 381-382)

El caso de “C”: Un individuo no delincuente habitual, condenado a 15 años por


violaciones reiteradas a una menor. 35 años de edad, fornido, poco expresivo
emocionalmente.
Durante un par de años fue miembro activo de la IEC, incluso llegó a ser encargado
evangélico de un módulo de la Ex Penitenciaría por algún tiempo, hasta dimitir tras un
colapso nervioso. Manifestaba haber escuchado al demonio a través de la radio tratando de
amenazarlo, mientras cumplía su función de encargado. Relata un ex -compañero de celda
de “C” que él decía haber sido predestinado a esa función dirigencial y que esa era la
misión para cumplir la cual fue necesario cometer los actos que lo llevaron a la cárcel.
El colapso final ocurrió tras varios días de ayuno durante el cual, los testigos del
hecho, relataron que afirmaba con gran temor que el demonio lo iba a matar en su celda,
haciendo necesario que los funcionarios lo trasladaran al hospital penal para sedarlo. Este
aparente brote esquizofrénico fué superado y no ha vuelto a manifestarse tras su deserción
166

de la IEC. Es probable que exista una interacción entre los individuos con alguna patología
que les predispone a ingresar a la IEC y las prácticas rituales de esa iglesia que activan aún
más sus predisposiciones morbosas.
Otro caso que observé durante mi permanencia en los módulos fue el caso de “H”.
Un hombre de unos 55 años, alto, fornido, condenado a 20 años de prisión por cometer un
homicidio calificado en la persona de una mujer.
Este sujeto afirmaba escuchar las voces de Dios, cuya presencia divina se
manifestaba a través de numerosas experiencias personales. Incluso.
Según comentarios de sus compañeros de celda, “H” afirmaba haber sido impulsado
a matar a dicha mujer no tanto por haber ella rechazado sus proposiciones amorosas sino
que por su ascendencia judía y haberse burlado de su carácter de evangélico.
Debido a su edad y conocimientos religiosos estaba encargado de administrar la
disciplina a miembros rebeldes sancionados del módulo.
Posteriormente fue trasladado a otro módulo a raíz de quejas de los compañeros de
celda, adonde él era “el servidor de pieza” (el de mayor rango y autoridad), afirmando ellos
que “H” los mantenía amenazados con castigos físicos y les obligaba a rendirle pleitesía
arrodillados pues se decía enviado por Dios.
Son evidentes los problemas siquiatricos de “H”, y la activación aún mayor de
dicha patología al interior de la IEC.

Al parecer las creencia y la práctica de los ritos y costumbres de esa denominación


religiosa puede estimular o gatillar la manifestación de este tipo de desorden mental.

c) los que buscan la salvación de la soledad y el desamparo total.

Es una alternativa importante de considerar, en particular en aquellos internos que


están “botados”, es decir sin visita de familiares o amigos, o que no pertenecen al ambiente
delincuencial, el ingreso a al Iglesia Evangélica podría ser su única vía de supervivencia en
el selvático ambiente de la cárcel en el cual los as débiles son reducidos a la servidumbre o
destruidos
Como por ejemplo:

PREGUNTA 02 ¿Cuando y porqué ingreso a la Iglesia evangélica?


RESPUESTA 02 “Cuando llegué a la “Peni” me mandaron a la calle 11, era un lugar
malo, dormíamos de a 15 en una pieza de 3 por 3, peleas a cuchillo por cualquier cosa,
muchos drogados circulando. Yo llegué a una pieza de “vivos”. En la cárcel a las personas
que han trabajado no las respetan, solo les queda servir de “perkins” y lavar la loza o
meterse a hermanos. Como a mi me conocía un tío de uno de ellos no me hicieron nada,
me aceptaron vivir allí, pero concientes que yo era un “gil”, no uno de ellos. Al tiempo, me
sentía fuera de lugar y muy solo, me acerqué al hermano encargado y le dije que quería
vivir con ellos. Andaba con plata y se la entregué toda…él me dijo que la salvación no se
compraba y que me aceptaban pero que debía someterme al “método” y disciplina y así lo
hice.”

3.- Entrega beneficios instrumentales:


“Es una agrupación religiosa que protege a sus creyentes y les entrega vestuario,
útiles de aseo, comunicaciones extra-carcelarias, familiares, etc.”
167

Este factor de atracción es muy importante, sobre todo en lugares sin mayor comunicaron
hacia el exterior, en internos desvalidos o que no reciben visita y en lugares en donde no
existe una alternativa religiosa, por ejemplo católica o laica que entregue similares
prestaciones
4.- Su metodología de trabajo:
“Se trata de un grupo religioso que permite entrar en trance en el desarrollo de sus
oraciones, canciones y percusiones musicales reiterativas, al punto de lograr un estado
hipnótico colectivo y en consecuencia incrementa hasta el límite la potencialidad del
sentimiento de solidaridad.”

En diversas partes de esta Tesina han sido descritos sus conductas al respecto y las
potencialidades de catarsis obtenidas por sus practicas religiosas así como las
consecuencias de las manifestaciones públicas que lindan con lo orgiástico y que generan
un ambiente altamente influyente en la psiquis de los individuos, en particular considerando
su situación de deprivacion física y sicológica propia de la reclusión y el alejamiento de los
lazos familiares. La generación del “sentimiento de solidaridad” como lo denomina D.
Cooper es evidente y genera un “sprit de corps” superior al de las asociaciones o “barcos”
constituidos por los delincuentes comunes.
Sintetizando la visión de Doris Cooper ella percibe en el ingreso a esta Iglesia una
mezcla de beneficios instrumentales materiales y un beneficio igualmente instrumental al
obtener refugio frente a la agresión de los demás internos. Considera además como muy
importantes la acción sistemática de los pastores externos y las técnicas de persuasión
empleadas. Temas que ya hemos tocado anteriormente.
Podríamos agregar al enfoque de Doris Cooper como un factor esencial la carencia
de alternativas religiosas que sean tan útiles instrumentalmente como la IEC para los
internos.
En el sector población común de la Ex –Penitenciaria el único refugio para el
desvalido lo constituyen las calles de “hermanos” evangélicos, no existe una alternativa
católica o laica al respecto. Llegando a tener una preponderancia evidente y asistencias
masivas a los cultos y predicaciones.
Sin embargo donde si existe esa alternativa, por ejemplo en el sector módulos de la
misma Ex – Penitenciaria, adonde existe una acción permanente y sistemática de la
fundación “Carlos Oviedo”, que organiza frecuentes actividades religioso-formativas y
presta servicios personales gratuitos a los internos a través sus voluntarias (mensajeria
telefónica a familiares, consuelo personal, envío de cartas al exterior, etc.) amén de la
realización de una misa dominical masiva en el gimnasio común a todos los módulos y que
permite el contacto de los habitantes de los cuatro módulos, los cuales por estar
reglamentariamente aislados entre sí, solo tienen acceso al contacto personal a través de las
actividades religiosas, el porcentaje de “hermanos” decrece y la asistencia a misa dominical
católica dobla a su competencia evangélica (200 asistentes respecto a los 100 evangélicos
activos en una población total de alrededor de 800 individuos).

9.62.- El modelo de Falk, instrumentalización e insinceridad-

En su artículo “Religion, Personal Integration and Criminality, Gerhard J. Falk (11)


expresa serias dudas acerca de la eficacia de la religion como mecanismo de rehabilitación.
168

Afirma el autor que “…The principal American studies concerning the effects of
religion on morality indicate that there is no relation between Sunday school attendance
and honesty or other character traits such as cooperation, self control, etc... In fact, it is
usually found that a higher proportion of delinquents and criminals report religious
affiliation or activity than the rest of the population.” (11, pag. 160) “

Agrega el autor que “…In a study by C. V. Dunn of twenty-seven penitentiaries and


nineteen reform schools 71.8 percent of the population claimed membership in some
organized religion as contrasted with 46.6 percent of the total population of the United
States.”

Además el autor agrega que “…many subjects will exaggerate their religious
connections in order to preserve their social status or make a more favourable impres-
sion on authorities”

Esta clase de exageración, nos dice el autor fué reportada por Clemmer en su
estudio de la prisión concluyendo que los “… inmates of penitentiaries often attend
religious services in order to achieve a break in the routine of their lives and use the
services as "recreation." In such cases as these the function of religious participation
evidently varies from its expected role. It appears then that the majority of inmates are reli-
giously insincere.”. (11, pág. 160)

Concluye el autor que la iglesia solo tiene efecto en la reducción del crimen y la
delincuencia “if the criminal has accepted the church and its teaching as an integrated
part of his whole personality” Si ello no ocurre esas enseñanzas no tendrán sentido y
la iglesia servirá para muchos propósitos excepto aquellos de instrucción moral. No
debe entonces sorprendernos que “…religious affiliation and criminal behavior are so
highly correlated.” (11, pág.161)

Se derivan entonces tres factores explicativos de la elevada afiliación religiosa


en las prisiones en este enfoque:

a) preservar un status social;

b) causar favorable impresión en las autoridades y

c) considerar estas prácticas como una recreación o actividad para salir de la


rutina. En todos los casos el objetivo final sería esencialmente instrumental y la
conducta religiosa mayoritariamente insincera.

9.63.- El enfoque TER y la afiliación religiosa carcelaria. Una sincera


instrumentalización.
169

Volvamos a enunciar los principios básicos de la TER enunciados brevemente


por Yannaccone (12) y apliquemos su modelo de análisis al reclutamiento de la IEC.

Los supuestos básicos son:

Assumption 1: Individuals act rationally, weighing the costs and benefits of potential
actions, and choosing those actions that maximize their net benefits.

Assumption 2: The ultimate preferences (or "needs") that individuals use to assess costs
and benefits tend not to vary much from person to person or time to time.

Assumption 3: Social outcomes constitute the equilibria that emerge from the
aggregation and interaction of individual actions. (12, pp.26)

Siendo el corolario lógico de estos tres supuestos que:

Los cambios conductuales (a través del tiempo) son la consecuencia de


limitaciones (constraints) cambiantes;

las diferencias conductuales (entre los individuos) son la consecuencia de


diferentes limitaciones (constraints). (pp.28)

Supuesto 4.- Las limitaciones toman una amplia variedad –precios explícitos e
implícitos, ingresos y habilidades, físicas y capital, gobernando la tecnología tanto la
producción domestica como la industrial, etc.

Analicemos cada uno de estos puntos y como se pueden interpretar los hechos
descritos respecto a la afiliación a la IEC.

El supuesto 1 nos dice que todo ser humano actúa racionalmente, estimando los
costos y beneficios de sus acciones potenciales, y eligiendo aquellas acciones que
maximizan sus beneficios netos.

En los enfoques considerados, esto es el de Doris Cooper, y el de Falk, los


elementos instrumentales para el individuo son esenciales haciéndonos entendibles la
opción evangélica en cuanto constituye una alternativa eficaz y eficiente para obtener
refugio tanto físico, como psicológico, una manera de aparentar respetabilidad o al menos
salir de la rutina entendiendo esta actividad como recreacional. Ninguno de los diferentes
approach considera como genuina o sincera esta expresión religiosa en la mayoría de sus
integrantes (aún cuando Doris Cooper considera la posibilidad de “los arrepentidos, aunque
excluye, en general, de esa posibilidad a los ladrones, es decir al delincuente habitual).

Incluso el mayor representante de esta Iglesia evangélica carcelaria reconoce


la existencia de instrumentalización de sus prácticas por parte de los internos aun cuando
estima esta práctica limitada a un porcentaje de un 20% del total. Según Mussiett, (Capellán
Nacional Evangélico) "20% de los fieles están por protección, 20% quiere cambiar y un
60% es fiel al credo". Mussiett, acepta que "muchos se ocultan tras la religión, pero como
170

cumplen con el reglamento, ellos creen que Dios los puede cambiar.” (Tesina, págs. 144-
145)

En este sentido las observaciones y las respuestas obtenidas a través de


conversaciones y entrevistas son consistentes y congruentes con la visión al respecto que
asume la TER.

El supuesto 2 nos dice que las preferencias fundamentales (o “necesidades”) que


los individuos emplean para estimar los costos y los beneficios tienden a no variar mucho
de persona en persona y de tiempo en tiempo

¿Cuáles son los objetivos comunes en el caso de la población penal?

En el punto 7.24 hemos reflexionado en detalle acerca de los objetivos esenciales


perseguidos por los reclusos y que explican sus formas concretas de adaptación al medio
carcelario. Estos necesidades generalmente se refieren a: a) supervivencia física y
sicológica; b) una mayor comodidad personal y c) la búsqueda de recuperar la libertad en
el menor tiempo posible; o al menos; o en vez de: d) aumentar los espacios de libertad
personal al interior de las prisiones, lo que llamamos libertad “intrapenitenciaria”.

Consideremos algunos testimonios de la búsqueda de esos objetivos citados en


aquellos participantes de la IEC:

a) Búsqueda de sobrevivir físicamente, el temor como motivo:

La casi totalidad de los internos evangélicos con las cuales he convivido por cuatro años y
con los cuales he mantenido frecuentes conversaciones, asimismo lo que expresan la
entrevistas formales realizadas confirman el común denominador en el ingreso… el
temor.

Entrevista 02: “En la calle donde llegué y después de tener problemas allí un
suboficial, al cual estoy muy agradecido me dijo que allí estaría bien y seguro y me llevo a
ingresar. Allí encontré tranquilidad y empecé a “caminar”, conociendo la palabra de Dios”
NOTA: Se comenta entre los internos que fue abusado sexualmente por otros
internos, “cogoteado” (es decir que le robaron sus pertenencias).

Entrevista 04: “Yo ingrese en la Peni. Imagínese lo que era vivir con la cuchilla bajo
la almohada esperando que alguien me atacara o tratara de quitarnos la pieza. Dormíamos
20 o 25 en un lugar chico. Llegar a un lugar limpio, seguro, fue una gran cosa. Además allí
encontré la esperanza, cuando a una persona joven como yo se la condena a 20 años (esa
era la condena inicial) el mundo se le viene encima. Después que ingrese el tribunal me la
rebajo hasta la que ahora cumplo, 12 años”

Entrevista 07: “Llegué a la calle 14, un lugar horrible y después en la galería 6,


habían riñas a cada rato, muertes, drogas. Viví con los hermanos por que encontré un amigo
allí, pero al poco tiempo decidí “caminar”. Lo hice por estar mas tranquilo, por estar mas
seguro. Mis “compañeros” (así se denominan los cómplices) murieron; a uno de ellos lo
171

mataron de una cuchillada en una pelea y el otro se suicidó en el castigo. Esto me dio
miedo, no quería terminar así y comencé “a caminar”. Tal vez si hubiera estado la Iglesia
católica dentro de la cárcel, habría ingresado a ella. Pero ellos solo vienen y se van, en
cambio la iglesia evangélica permanece con nosotros.”

Entrevista 11: “El año 95 en la penitenciaria tuve una pelea a cuchillo, resulté herido
de gravedad y al ser dado de alta me ofrecieron irme con los hermanos, en esa época irse a
una galería de aislados era feo, se miraba como cobardía, pero me fui con ellos. Me gustó lo
que vi., lo que escuche, e incluso predicar. Dure tres meses hasta que me pelee con un
hermano y me expulsaron. Después salí en libertad. Siete años después nuevamente en la
cárcel, ahora en Colina 2, estuve 40 días en los castigos por un intento de motín que me
atribuyeron, allí me pegaron los otros presos, y un gentil me dijo “¿porque no caminas?”, lo
pensé y me metí nuevamente a la iglesia evangélica. Adonde estoy ahora.”

b) Buscar una mayor comodidad.

En la entrevista 10 leemos:

PREGUNTA 02. ¿Cuándo y por qué ingresó a la Iglesia Evangélica?


RESPUESTA “Cuando fui trasladado de San Miguel a la Penitenciaria, perdí los medios de
vida que allá tenia, mi taller de confección de peluches. Me encontré en un lugar sin
conocer a nadie, sin medios y necesitaba un lugar tranquilo donde vivir. Sabía que pasaría
varios años en la cárcel. Hablé con el capellán evangélico de los módulos y llegue a un
convenio que he respetado. Cumpliría todas las exigencias en cuanto al culto y las
actividades que hubiera que realizar. Pero soy católico y cuando salga de aquí no voy a
ingresar a ninguna Iglesia Evangélica.”
La búsqueda de un lugar seguro donde vivir y las comodidades asociadas es
reconocida en forma honesta, sin ocultar los motivos instrumentales para ingresar a la IEC
y mantenerse allí el tiempo que sea necesario.

En la entrevista 12 leemos:

PREGUNTA 02. ¿Cuándo y por qué ingresó a la Iglesia Evangélica?

RESPUESTA 02 “Cuando llegué a Colina 2 encontré varios “compañeros” que


“caminaban” y me ofrecieron entrar. Era una manera de “pasar la cana” mas tranquilo y
“orillar”. Después aprendí a fabricar estos……. y me ha ido bien, vivo bien, con mis
“hermanos”. No nos molestan, es una manera de vivir mejor en cana”.

En tal sentido podemos afirmar que la casi totalidad de los testimonios recogidos en
las entrevistas atribuyen el ingreso a la IEC a situaciones de riesgo personal, de temor, o en
algunos casos a la búsqueda de comodidad personal.

Consideremos a continuación los diversos constraints y/o su cambio y las


conductas resultantes de los internos de una prisión
172

Reiteremos la conclusión que se desprende lógicamente de los supuestos 1, 2 y 3


que nos afirma que el cambio solo puede ser atribuido a modificaciones en las
limitaciones (constraints) siendo las diferencias conductuales entre los individuos la
consecuencia de la exposición a diferentes limitaciones (constraints).

En este sentido explicar la elección del camino de la IEC supondría averiguar cuales
son los constraints diversos que existen al interior de una cárcel que explican que algunos
individuos opten por la opción religiosa, otros por el camino de los rebeldes, algunos por el
camino de los innovadores y finalmente unos pocos por la senda solitaria del aislado.

Una muy buena descripción de cuan diversa es la situación ambiente de una cárcel
para diferentes tipos de encarcelado la refleja el siguiente texto tomado del artículo de
Cesar Barros Leal, ya reproducido en el punto 2 de esta Tesina, quien cita las palabras del
jurista Teodolindo Castiglione:

“Imaginad una grande prisión, en que jóvenes y viejos vivan en promiscuidad:


criminales primarios y reincidentes; trabajadores honestos segregados de la convivencia
social en virtud de la irreflexión o debilidad de un momento, y vagabundos estériles
curtidos en la senda del crimen: hombres que miden la extensión de su desgracia al lado de
otros, de una inconsciencia pasmosa; individuos sensibles que mataron, en una pasajera
explosión emocional, seres que amaban, y que se consumen castigados por el
remordimiento, y oran en las ocasiones de recogimiento espiritual, o intentan suicidarse en
momentos de angustia, conviviendo con facinerosos execrables, quienes fueron a dormir
tranquilos luego de haber matado a sus víctimas; personas fácilmente sugestionables que,
en vez de una educación apropiada que les podría otorgar beneficios, reciben el influjo
pernicioso de delincuentes decididos a prolongar su conducta nociva: asesinos, ladrones,
estafadores, falsarios, incendiarios, violadores, criminales de todos los tipos, vencidos por
la prepotencia del impulso sexual,…”

Este fragmento refleja cuan diferente es el ambiente de la cárcel para un primerizo o


no delincuente habitual comparado con aquel del multireincidente. Para el primero, el
neófito, es un ambiente amenazante al extremo y del cual solo surge el peligro, en cambio
para el “cliente frecuente” de una prisión puede ser un lugar adonde reunirse con sus
compañeros de fechorías, un eterno jolgorio, un lugar para concertar delitos en el exterior a
través de celulares o un sitio para planear futuras “hazañas”. Para unos, el débil o
primerizo en condena, el guardia será visto como un salvavidas en cambio par el
delincuente habitual será considerado “el enemigo”.

En este sentido, para algunos ese ambiente será algo de la cual deben huir, en
cambio para otros la cárcel será un acogedor segundo hogar adonde se puede vivir
cómodamente.

En conceptos de la TER estos individuos difieren en su nivel de capital humano


delincuencial y por consiguiente aquellos individuos en los cuales escasean estas
“habilidades” tendrán vedada la adaptación denominada “criminalización”, la vía del
delincuente habitual y la consecuente obtención de libertad intrapenitenciaria.
173

La alternativa más probable, entonces, para los marginados, los débiles, los
primerizos será preferentemente aquella que les permitirá sobrevivir en seguridad y relativa
comodidad, aún cuando deban sacrificar la poca libertad personal remanente al interior de
una prisión, será el ingreso a la Iglesia Evangélica Carcelaria.

En general podemos afirmar que el factor principal de ingreso a la IEC es el nivel de


peligrosidad ambiente (que podría ser estimado por el número de heridos y/o muertos en
riñas, la posibilidad de que los internos más débiles sufran abusos de diverso tipo, etc.)
característico de una determinada unidad penal en un tiempo dado, es decir que puede, y de
hecho así ocurre, variar en el curso del tiempo aumentando y disminuyendo de acuerdo a
cambios situacionales

Las variaciones de ese estado de riesgo al interior de la prisión afectarán


correspondientemente las variaciones del “atractivo” de la IEC hacia los internos y la
consiguiente afiliación a ella. En otras palabras, el número de “dispuestos a caminar”, en
términos carcelarios.

Este hecho es graficado con lo sucedido en las dos experiencias cruciales expuestas
en el punto 9.5 de la Tesina, en donde la deserción masiva correspondió al ingreso a un
lugar de menor peligrosidad relativa. En forma correspondiente aumento el ingreso cuando
el entorno se volvió más peligroso.

Sin embargo este factor “peligrosidad ambiente” depende a su vez de diversos


factores algunos de ellos provenientes de la misma arquitectura penitenciaria y el
hacinamiento de las unidades penales más antiguas que no permite que los funcionarios
ejerzan control sobre los internos. Es necesario agregar esta carencia de control adecuado
corresponde asimismo a la escasa cantidad de funcionarios a cargo del siempre creciente
número de recluidos.

La relación entre hacinamiento y violencia, entonces, no es necesariamente directa


pues también depende del grado de control que allí es ejercido sobre los reclusos. En
lugares adonde la IEC ejerce un control directo durante las 24 horas del día sobre sus
“conversos” la violencia no se expresa, si bien como lo prueban las teorías de aprendizaje
no se extingue la conducta violenta sino que se posterga para una ocasión posterior cuando
ese castigo potencial desaparezca.
Lo mismo puede afirmarse de las unidades penales sen donde el control ejercido
por los funcionarios es manifiesto, tal como el caso del sector módulos en la Ex
Penitenciaría en donde se da “el buen preso” como conducta usual.

Esta situación fue graficado en la experiencia crucial del cambio desde la Ex-
Penitenciaría hacia Colina 1 un sector de baja peligrosidad relativa con respecto a la
población penal común de la Ex – Penitenciaría, la consiguiente deserción masiva de
“hermanos” de la IEC y la conducta muy agresiva que manifestaron posteriormente. (ver
punto 9.5 de esta Tesina)

El ingreso a la IEC surge entonces como una acción racional instrumental que
responde a un constraint que amenaza la integridad física del individuo, ya sea directamente
174

como en la población penal o indirectamente al existir la posibilidad de ser trasladado a un


penal peligroso (tal como Colina 2) como ocurre en los módulos de la Ex – Penitenciaria.

En donde ese peligro no exista, el tipo de constraint y la conducta consecuente del


individuo nos permitirá deducir las razones de su elección.

Si la metodología APAC se aplica y garantiza la obtención de beneficios


intrapenitenciarios, el reclutamiento prosperará en los individuos que se centran en lograr la
libertad en el menor tiempo posible, en obtener beneficios intrapenitenciarios como la
salida dominical o la libertad condicional. En tal posibilidad se acercará aún más a una
forma de adaptación “prisonizada”, es decir básicamente instrumental.

No olvidemos la experiencia histórica de cuando el cristianismo se convirtió en la


religión oficial del Imperio Romano y ocurrió la consecuente difusión de dicha doctrina
mayoritariamente por razones de conveniencia.

En donde no haya peligro ambiental, ni tampoco posibilidades concretas de obtener


un beneficio, pero si un ambiente de mayores comodidades y privilegios, prosperará el
ingreso de individuos motivados por vivir en tal condición de bienestar.

En cambio si consideramos una situación en que el ingresar a una organizaron


religiosa no implicara ninguna garantía inmediata, de garantizar la sobrevivencia, ni
mayores comodidades ni la obtención de una libertad anticipada, tendríamos un residuo de
reclutas motivados por la actividad en si misma, instrumental en el fondo, pero tras la
búsqueda de recompensas no-materiales tal como la presencia de los demás, adquirir un
sentido de vida, el goce de realizar los ritos, el alivio de la confesión y la absolución de los
pecados, etc.

Es posible que ello ocurra, en alguna medida, en el caso de los participantes de la


misa católica del día sábado en Colina 1, adonde no asisten mas allá de 15 o 20 internos, un
1.25% (20 de 1600).

Si consideramos lo que sucedió tras el traslado de 180 internos de la Ex –


Penitenciaria a Colina 1, (de un lugar altamente peligroso a uno de baja peligrosidad, al
menos al comienzo) el 13 de mayo de 2008, en ese traslado venían 120 internos
evangélicos de la población penal común. Tras un par de meses solo quedaron 20 como
participantes activos, un 16.66% que se acerca al porcentaje esperable de esa denominación
religiosa en el exterior. Es necesario agregar que los desertores se comportaron de una
manera altamente agresiva, algunos de ellos constituyeron grupos para agredir y robar a
otros, mas débiles, tal como los ancianos o personas aisladas. Se les denominó “los corbatas
asesinas” en forma algo tragicómica. En todo caso revela la violencia resultante del ingreso
forzado por las circunstancias de un medio peligroso como es el de la Penitenciaria y la
catarsis de liberarse de esa situación con el consiguiente cambio conducta resultante. Esta
situación puede ser una buena predicción de lo que sucedería con un sujeto reclutado por
motivos de supervivencia cuando salga en libertad….
175

Igual cosa podemos afirmar al considerar la asistencia masiva a misa católica en el


sector módulos de la Ex penitenciaria. Allí concurrían alrededor de 180 a 200 internos de
un total de 800 a misa. Sin embargo era ocasión de contactarse con “compañeros” de
fechorías para intercambiar noticias y concertar “negocios” y además romper la monotonía
de un lugar de tanto encierro y pocas actividades.

Por último debemos recordar lo que sucedió tras la situación de sobrepoblación


transitoria del penal Colina 1, ya descrita como el terremoto de agosto de 2009 cuando la
playa se transformo en selva y retornaron a la IEC muchos “arrepentidos”.

Veamos que se dijo en algunas entrevistas:

PREGUNTA 03: ¿Por qué volvió a ingresar a la P.E.?

RESPUESTA 03: “Me di cuenta de los problemas que venían en mi pieza y le pedí al
encargado que me aceptara, allí estoy tranquilo, aunque la disciplina es mas rigurosa que en
los módulos, pero creo que es mejor así, que todo funciona mejor, en las tardes nos dejan
algún tiempo libre, de 14:00 a 16:00”.

NOTA: Debido al desmantelamiento de una torre en Colina 1 , la torre 6, considerada como


la de “los elefantes”, es decir internos de condenas muy altas, perpetuos o personas de alta
peligrosidad, estos personajes fueron repartidos en las otras torres. En la Torre donde vive
XX. llego a su habitación un sujeto altamente peligroso que, junto a otros, pensaban
violarlo. La apariencia frágil de XX, el ser pequeño y blanco, constituye un atractivo sexual
para las mentes degeneradas de algunos internos.

PREGUNTA 05: Si todo volviera a la normalidad en la Torre donde Ud vive


¿permanecería en la P.E.?

RESPUESTA 05: No, preferiría trabajar como mozo, ojala en la biblioteca.

Es evidente el vaivén de reclutamiento religioso que provoca el cambio del


constraint penal. De mayor a menor peligrosidad y viceversa.

Un caso extremo es el de, llamémoslo, “D”. Este individuo llegó a Colina 1 desde
la población penal de la Ex –Penitenciaria, a poco andar desertó y junto con otros “ex
hermanos” constituyeron un “barco” o grupo organizado alrededor de una “carreta”
altamente agresivo.

Se drogaban continuamente, robaban a otros internos, asaltaban a personas de edad


o a sujetos aislados, se entrenaban continuamente en peleas simuladas con lanzas, y
manifestaban una actitud de agresividad verbal muy alta hacia los demás ocupantes del piso
donde habitaban.

“D” en particular hacía gala de su “valentía” y su desprecio hacia los “giles”


renegando de su pasado como “hermano” y burlándose de los que aún militaban en la IEC,
176

circulando durante el horario de encierro drogado, ingresando a otras piezas a pedir


“regalos”…

Tras una medida disciplinaria que expulsó del lugar a la totalidad de sus
“compañeros” del barco, quedó solo. Varios de los afectados por sus fechorías mientras
estaba respaldado por sus compañeros comenzaron a reaccionar y ante la posibilidad
evidente de las justas represalias y ser expulsado de su pieza y del piso “D” invitó a dos
“hermanos” a vivir con él y reingresó nuevamente a la IEC. Con actitudes algo rebeldes al
comienzo pronto asumió una conducta de mansedumbre “evangélica”, asumiendo el papel
de mozo de aseo, recogiendo la basura. Posteriormente abandonó esa humilde tarea y se
dedicó a vender dulces y otros comestibles, siempre manteniéndose como
“hermano”.Actualmente trabaja “para la casa” como mozo del rancho. Un “buen preso”
indudablemente…

Sin embargo no todas las personas frente a un constraint de alta peligrosidad


actúan de manera tan evidentemente instrumental, veamos la entrevista 05:

Frente al aumento de la peligrosidad ambiente por el aumento del hacinamiento y la


violencia en la torre 5-A de Colina 1 converse con el entrevistado, haciéndole las siguientes
preguntas:

PREGUNTA 01. ¿Cómo esta Ud. lo veo algo decaído?

RESPUESTA 01: “Estoy enfermo, tengo un tumor en el estómago, debieran operarme y no


se cuando lo harán, hasta que haya una cama disponible en el hospital penal. Me siento
mal.”

PREGUNTA 02. ¿Cómo han ido las cosas en su pieza después que se fue C… de allí?

RESPUESTA 02: “Mal, muy mal, el sujeto me golpeó porque no quise lavar la loza usada
para almorzar.”

PREGUNTA 03. ¿Piensa denunciarlo al funcionario?

RESPUESTA 03. “No, me amenazó con sus amigos y no me atrevo, estoy buscando otra
pieza para cambiarme.”

PREGUNTA 04. ¿No ha pensado hacer lo que hizo C. “ponerse la corbata” (ingresar a la
Iglesia Evangélica)?

RESPUESTA 04. “¡No, yo soy católico!”

La forma de actuar de XX aparentemente no es instrumental, podría considerarse


como contraadaptativa, toma el camino difícil que lo acerca al peligro. Nos encontramos
ante lo que Weber llamaría una ética de convicción dentro de la cual el individuo que la
asume “…es el hombre de principios, de pureza intransigente, animado únicamente por el
177

sentimiento de obligación hacia lo que considera su deber, sin tener en cuenta las
consecuencias que puede acarrear la realización de su ideal.” (13, Pág...31),

Podemos explicar esta “anomalía” en los siguientes términos: si consideramos en


forma amplia el concepto de costo que significa “…cualquier cosa que deba ser sacrificada,
sin fijarse en su forma - dinero, tiempo, status, etc...” en el artículo de Iannaccone citado
(12, pag.28) el costo para alguien que no ha tenido un compromiso mayor con una religión
determinada, por ejemplo la católica, será, menor o inexistente. En cambio si su identidad
personal esta ligada estrechamente a una determinada religión, es decir que el capital
humano acumulado en una determinada religión y el consiguiente costo de renunciar a ella
y participar en la IEC será enorme y la decisión, racional e instrumental finalmente, al
hacer el balance, elegirá finalmente sobreponer la supervivencia sicológica afrontando los
riesgos físicos asociados a esa decisión.

Salvo esta única excepción, las conductas de la mayor parte de los reclusos
correspondieron a los postulados de la TER y sus corolarios lógicos, tanto al describir
algunas de sus características personales, en particular su nivel de capital humano
delincuencial así como al transcribir sus razones para ingresar.

Asimismo al describir los cambios en el medio carcelario nos percatamos de que el


ingreso de los reclusos a la IEC, su deserción o su reingreso posterior parecen corresponder
en términos generales a los vaivenes del nivel de peligrosidad ambiente lo que permite
reafirmar aún más la convicción que el temor y la búsqueda de protección son
fundamentales en la explicación de la mayor parte de las afiliaciones a la IEC.

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

1.- LALIVE D’EPINAY, Christian, “El Refugio de las Masas. Estudio Sociológico
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12. - IANNACCONE, Laurence R. Aparece en YOUNG, Lawrence A. editor. “Rational


Choice Theory and Religion. Summary and Assessment”. Routledge, New York and
London. 1997. Capítulo 2. “Rational Choice. Framework for the Scientific Study of
Religion”

13. - FREUND, Julien. “Sociología de Max Weber.” Ediciones Península. 1968

10.- CONCLUSIONES.

Toda la evidencia que hemos recabado, apunta a considerar el ingreso a la IEC


como un acto instrumental, es decir que esta asociado a sanciones negativas y/o positivas
asociadas a ella y solo marginalmente a decisiones originadas por la actividad en si misma.
179

Que permite que muchos internos disfruten de seguridad personal y una vida más
cómoda al interior de los penales.
Que entre ellos se dan relaciones interpersonales de baja agresividad asimismo con
los “gentiles” o sujetos no pertenecientes a su organización.
Que provoca comportamientos gregarios, solidarios y de sometimiento a la
autoridad complementarios con los intereses de la institución de promover la disciplina
interna.
Que florece particularmente en lugares en donde la acción de control de
gendarmería y la presencia del estado que garantiza la seguridad de los internos más débiles
es escasa o inexistente.
Que su accionar genera una segmentación “artesanal” surgida de los propios
internos para solucionar el vació de poder que deja la no-presencia temporal del Estado a
través de sus representantes en los largos periodos de encierro, en particular en los penales
de elevado hacinamiento y escasa segmentación.
Que toda la evidencia y la participación observante del autor apoyan la convicción
que la labor del funcionario uniformado es vital no solo para la custodia de los internos sino
para su cuidado.
Por ejemplo en entrevista 02 el entrevistado nos dice: “…En la calle donde llegué y
después de tener problemas allí un suboficial, al cual estoy muy agradecido me dijo que allí
estaría bien y seguro y me llevo a ingresar. Allí encontré tranquilidad y empecé a
“caminar”, conociendo la palabra de Dios”
La labor del funcionario que debe actuar como policía, pues debe prevenir y
sancionar los ilícitos que se cometen al interior de los penales le confiere la calidad de
protector del interno más débil. Hay una frase de uso común entre los internos “el peor
paco es el mismo preso” reconociendo en esa frase que, parodiando a Hobbes, que el
interno es el lobo del interno.
Que existe el riesgo que en los lugares de alta peligrosidad ambiente la IEC derive
en comportamiento autoritario excesivos que provocaran la natural ira contenida en los
sometidos a ella y que eventualmente se descargará al salir en libertad.
Que su acción al ligarse a funciones sociales básicas no cumplidas por la institución
revierte temporalmente el proceso general de secularización de la sociedad global.
Que su crecimiento se vera limitado con la implantación de la nueva arquitectura
penitenciaria que hará menos útil su sistema de segmentación casera

El futuro….

Encontramos en la investigación “Complejos penitenciarios: discursos de los internos


respecto del cambio de José Escobar Solimano y Berty González Jaramillo (1) en sus
conclusiones un apoyo a nuestras reflexiones y una esperanza que la nueva arquitectura
penitenciaria y la mayor presencia del estado beneficiará al interno de bajo compromiso
delictual:

“…El diseño arquitectónico de los nuevos Complejos Penitenciarios de Arica y


Punta Arenas introduce nuevos dispositivos de control, como la tecno-vigilancia, regula
procedimientos penitenciarios y permite una adecuada segmentación de la población penal,
impactando en diversas dimensiones y dinámicas propias dentro del recinto penitenciario.
180

Junto con ello, permite desarticular a grupos de alto riesgo para la seguridad de estos
recintos.” (1, pag. 297)

“Lo anterior logra impactar significativamente en la distribución del poder,


arrebatando éste a grupos criminógenos y transfiriéndolo a la institución, que impone el
control de amplios aspectos de la vida cotidiana de los internos. Esto genera un contexto de
mayor seguridad y garantías de derechos para los grupos más vulnerables al interior de los
Complejos Penitenciarios.” (1, pag. 297)

Para finalizar, dice el documento dice que, “…es necesario señalar, que el cambio
de situación de hacinamiento a mejores condiciones de habitabilidad, genera impactos
disímiles en el tiempo y múltiples modificaciones y transformaciones en la cultura
carcelaria, que facilita la irrupción de estrategias diferenciadas en la población penal, para
enfrentar el proceso de reclusión. Ante esto, se instala el desafío para la institución de
poseer estrategias de intervención técnica y de gestión también diferenciada y
sostenible en el tiempo para lograr la eficacia de los cambios generados por la
infraestructura.” (1, pag. 299)

En términos claros, en estos nuevos penales asume la institución un mayor control


sobre los internos disminuyendo drásticamente el nivel de lo que hemos denominado
“libertad intrapenitenciaria” o en otras palabras se ha neutralizado el ámbito de acción de
los grupos “criminalizados” o anti-rehabilitación.

Nos relatan los investigadores que “…observamos que ha existido una constante
presión desde los internos por recuperar espacios que sienten que les pertenece y, en
donde han reproducido aspectos de la cultura carcelaria. Un espacio que la administración
penitenciaria ha cedido producto de los cambios en la toma de decisiones y de su opción de
no intervenir en aquellas situaciones que se consideran como aspectos normales al interior
de un recinto penal. (…), por ejemplo, en la irrupción y permanencia de las denominadas
carretas, en determinados módulos del Complejo.”

No nos puede sorprender que sea inevitable la irrupción de algún grado de lo que
hemos denominado “libertad intrapenitenciaria” para compensar el control de los
funcionarios y neutralizar el efecto de deterioro de la privación de libertad.

Al examinar algunas ilustraciones de estos nuevos penales en el artículo “El look de


la cárcel. Seguridad y rehabilitación.” De Claudia Ramírez F. (2) nos encontramos con
estas imágenes, en las cuales se observa la existencia de una celda individual, limpia e
impersonal en que el interno estará aislado durante el período de encierro y un moderno
sistema de vigilancia electrónica que permite observar al interno sin que este a su vez pueda
ver al vigilante. (2, Págs. 72 a 77)
181

LA CELDA (SOLITARIA) LA VIGILANCIA ELECTRÓNICA.

Sin duda en términos de higiene y facilitación de la segmentación de los internos es


un gran avance, son imágenes de modernidad, no cabe duda, pero que sin embargo nos
parecen muy semejantes a una muy antigua construcción y método de rehabilitación…

Un sistema de rehabilitación que pretendió lograr la


rehabilitación pero que sin embargo consiguió
resultados no solo inesperados sino que contrarios a lo
planificado, el sistema de rehabilitación de Auburn.
Como ya relatamos en el punto 5.1 jamás pudo
aplicarse plenamente el régimen penal de Auburn en
nuestro país. Este sistema planificado para aplicarse en
la antigua Penitenciaría pretendía que el preso estaría
sometido a un régimen de aislamiento nocturno en su
celda, obligado a trabajar diariamente, en grupo y en
silencio. Además de considerar las actividades
religiosas como obligatorias.
Las medidas propuestas por este antiguo y
desechado sistema de rehabilitación nos recuerda los
lineamientos básicos del “moderno (¿?) Plan APAC en
su versión “nacional” es decir como una evangelización
pentecostal encubierta.
El volver a adoptar esta antigua receta implica considerar que los sistemas
tradicionales como el de Auburn no tuvieron éxito en lograr la rehabilitación de los reclusos
sometidos a él. Las razones del fracaso de este tipo de sistema podemos encontrarlas por
ejemplo en la teoría del aprendizaje, citada ya en el punto 3.22 de esta Tesina, que nos da
cuenta de la ineficacia del castigo para eliminar las conductas negativas y que solo retardan
su reaparición hasta el momento en que esta sanción negativa desaparece.

Es una incógnita el resultado final de esta manera actual (¿?) de concebir las
prisiones. Por un lado al aumentar el control de los funcionarios sobre los internos, se
eliminan los efectos negativos de la existencia de una cárcel informal y paralela controlada
por los reclusos mas violentos, con el consiguiente beneficio para los más débiles y
facilitando una posible resocializacion “positiva” planificada por la institución.
182

Sin embargo esta nueva (¿?) arquitectura penal al disminuir los ámbitos de libertad
de los internos genera el consiguiente peligro de aumentar el deterioro psicológico como
efecto de las largas horas de encierro y aislamiento.

Ignoro estadísticas al respecto pero he escuchado muchos rumores que en las nuevas
cárceles los suicidios han aumentado drásticamente.

¿Cuál será el resultado final de esta nueva política antidelincuencia de estimular por
un lado el aumento de los condenados a privación de libertad y la aplicación de condenas
de mayor severidad y por otro restringir los beneficios tanto intrapenitenciarios como las
libertades condicionales que permiten una salida anticipada a los reclusos que demuestren
una posible rehabilitación?

Reiteramos que el constante aumento de la población penal, en las condiciones de


“modernidad” aquí expuestas, parece revivir el concepto original del Panopticon y el
sistema de Auburn, con probables similares resultados de creciente deterioro psicológico de
los internos, en particular en aquellos sometidos a condenas extensas. Situación que solo
podría revertirse con un programa planificado institucional que transforme esta situación de
deprivación social en un medio para resocializar “positivamente” al individuo privado de
libertad o al menos disminuir su probable deterioro como ser humano.

Si ello no ocurre ¿Cuál será el producto devuelto a la sociedad? ¿Estará en


condiciones de reinsertarse en una vida normal?

Por otro lado en estas nuevas condiciones de mayor control del funcionario del
ámbito conductual del interno hacen aún más importante la función del personal
uniformado a cargo directo de los recluidos.

Este hecho nos remite a la creciente consideración que debería tener este elemento
clave del funcionamiento carcelario y consideramos relevante una breve exposición de su
función en una sociedad democrática.

Un estudio realizado en Inglaterra (3) nos indica que es necesario enfatizar que
“…La gestión penitenciaria debe actuar dentro de un marco ético. Sin un fuerte
contexto ético, esa situación en la que a un grupo de personas se le otorga una
considerable autoridad sobre otro, puede fácilmente devenir en un abuso de poder.”
no hay que olvidar que “… El elemento fundamental de la gestión penitenciaria es la
gestión de seres humanos, tanto funcionarios como reclusos. Esto implica que hay
cuestiones que trascienden la eficacia y la eficiencia. Al adoptar decisiones acerca del
tratamiento de seres humanos, la primera pregunta que debe formularse es: ¿Es correcto lo
que estamos haciendo?’.(3, pp.13).

Si bien “… las prisiones no pueden elegir a sus reclusos ( ya que ) tienen que
aceptar a quienes los tribunales o las autoridades judiciales les envíen (…) sí pueden
elegir a su personal. Es esencial que los funcionarios sean cuidadosamente elegidos, y
adecuadamente capacitados, supervisados y apoyados.
183

Este difícil papel implica la posesión de aptitudes personales e integridad personal,


factores que deben ser considerados en su selección, asimismo como su permanente
capacitación a fin de que desarrollen y amplíen esas capacidades amen de generar
instancias que eviten su aislamiento de la sociedad a causa del habitat cerrado y aislado de
su entorno laboral.

Para finalizar esta Tesina debemos transcribir dos párrafos de este interesante
estudio:
“…En las democracias, la ley sostiene y protege los valores fundamentales de la
sociedad. Uno de los valores más importantes es la dignidad inherente de todos los seres
humanos, sea cual fuere su situación personal o social. Una de las pruebas más fehacientes
de este respeto por los valores humanos reside en el modo en que la sociedad trata a
quienes han infringido, o han sido acusados de infringir, la legislación penal. Se trata de
personas que muy bien pueden haber demostrado una absoluta falta de respeto por la
dignidad y los derechos de los demás. El personal penitenciario, en representación de la
sociedad, tiene un papel especial en el respeto de su dignidad, por más terrible que sea el
delito que hayan cometido.

Este principio de respeto por todos los seres humanos, sea cual fuese el crimen de
que se los acuse, fue articulado por un famoso ex-recluso, el ex-presidente de la República
de Sudáfrica, Nelson Mandela:

“Suele decirse que nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber
estado en una de sus cárceles. Una nación no debe ser juzgada por el modo en que
trata a sus ciudadanos de más alto rango, sino por la manera en la que trata a los de
más bajo…” (4)

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Todas las referencias legales se han basado en el contenido del CD interactivo
acompañante de este libro que contiene la legislación atingente al ámbito carcelario
refiriéndonos básicamente a:

Código Penal Vigente


Identificación de la Norma: COD-18742
Fecha de Publicación: 12.11.1874
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
Última Modificación: LEY-19975 05.10.2004
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Santiago, Noviembre 12 de 1874.

Reglamento de Establecimientos Penitenciarios (REP)


Identificación de la Norma: DECRETO SUPREMO Nº 518
Fecha de dictación: 22 de Mayo de 1998.
Fecha Publicación Diario Oficial: 21 de Agosto de 1998.
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
Rectificación 02-09-1998.

Reglamento sobre libertad condicional


Identificación de la Norma: DTO-2442
Fecha de Publicación: 26.11.1926
Fecha de Promulgación: 30.10.1926
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
Última Modificación: DTO-625, JUSTICIA 23.08.1990
D.S. 2.442, QUE FIJA EL TEXTO DEL REGLAMENTO DE LA
LEY DE LIBERTAD CONDICIONAL
Núm. 2,442.
Santiago, 30 de Octubre de 1926.

Ley 19.856, Sistema de Reinserción Social.


Identificación de la Norma: LEY-19856
Fecha de Publicación: 04.02.2003
Fecha de Promulgación: 28.01.2003
Organismo: MINISTERIO DE JUSTICIA
CREA UN SISTEMA DE REINSERCIÓN SOCIAL DE LOS
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