Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Ahora bien, según se establece en el artículo 210-A del Código Penal colombiano, el
acoso sexual es el acto mediante el cual “un tercero se beneficia valiéndose de su
superioridad, poder, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica,
acosando, persiguiendo, hostigando o asediando física o verbalmente, con fines
sexuales no consentidos, a otra persona.” En el caso de Colombia, el abuso sexual se
tipificó como un delito desde el año 2008 y es penado hasta con tres años de prisión.
Para ello, retomamos el género según Scott (1991, citado en Castellanos 2006) “es un
elemento constitutivo de las relaciones sociales, basadas en la diferenciación de sexos y
el género es una forma primaria de las relaciones de poder. Los cambios en la
organización de las relaciones sociales corresponden siempre a cambios en las
representaciones del poder” (p.72). Lo que quiere decir es que el género es una
construcción cultural en la que se establece normas del deber ser, hombre o mujer, para
configurar relaciones asimétricas entre los sexos y transmitir socialmente para legitimar
una jerarquía social; por esta razón el género también es una categoría política, pues el
cambio de dichas relaciones sociales sólo se puede llevar a cabo si se deconstruye los
discursos e imaginario de la jerarquización basada en género, raza y clase social.
Para fines del presente trabajo nos centraremos específicamente en el acoso sexual que
se enmarca en el ámbito universitario. Dicho esto, consideramos pertinente exponer que
el acoso sexual es una forma de violencia que se ha caracterizado por ser legitimada en
la sociedad a través de la historia. Por ejemplo, en el caso de Colombia encontramos que
el acoso sexual sólo se sanciona cuando se da en el contexto laboral, dentro del Código
Disciplinario Único o cuando cumple las condiciones para ser catalogado como tal. Es
evidente que hay un vacío en el marco legislativo colombiano para condenar y sancionar
este tipo de acciones cuando suceden al interior las instituciones universitarias. Dicha
realidad no es muy diferente en otros países latinoamericanos, como, por ejemplo, Chile
o Perú, en donde se evidencia que dentro de las universidades no cuentan con políticas
sólidas que hagan frente al acoso sexual. Caso contrario sucede en países como
Estados Unidos en donde se ha regulado la comisión de estos actos en los entornos
universitarios implementando diversas estrategias como departamentos o secciones
especializadas para estos temas y mucha información al respecto en sus sitios web con
el objetivo de que la comunidad universitaria, sobre todo los y las estudiantes, sepan
claramente qué pueden hacer y a quién acudir en caso de ser víctimas de un acoso u
hostigamiento sexual.
Es evidente que tiene que ver con el género y la relación de poder que ejerce uno de ellos
sobre el otro, históricamente el masculino sobre el femenino, así, encontramos situaciones
que siendo aparentemente inocuas o calificadas de menores, aunque general y socialmente
reconocidas como reprobables, no se asocian de inmediato con que quien las sufre
coso sexual, perspectiva de género, 2019 1 enero)
habitualmente es el sexo femenino” (A
Ahora bien; tal como lo señala Bosch, Ferrer, Navarro, Ferreiro, Ramis, Escarrer, &
Blahopoulo, (2012), el concepto de acoso sexual es empleado en primer lugar hacia el año
1974 en la Universidad de Cornell, Estados Unidos; por un grupo de feministas para
analizar sus experiencias con los hombres en el ámbito laboral y referirse al
comportamiento masculino, en el marco de un ejercicio de poder.
En este sentido, se retoma a Kornblit & Petracci (2002, citado en Bosch et al., 2012)
quienes exponen que el acoso sexual es un problema de poder, no un problema
netamente sexual; el cual incluye el empleo de la autoridad para exigir satisfacciones
sexuales e imposición de requerimientos sexuales indeseados. Como lo menciona la
Organización Internacional del Trabajo- OIT (s.f) en el acoso sexual debe converger dos
aspectos, que sea no deseado y ofensivo; podemos incluir que precisamente, se considera
una forma de violencia que conlleva un ejercicio abusivo de poder.
En relación al tema del poder, dado que las mujeres históricamente han configurado roles
en el ámbito privado que las ha limitado al uso del poder, se han configurado relaciones de
poder basadas en el género, se considera que el acoso sexual no es neutral, que aunque
se reconozca que los hombres también pueden ser víctimas de acoso sexual, son las
mujeres quienes se encuentran más expuestas.
En sentido, tal se puede indicar que el acoso sexual es una forma de violencia que
conlleva un ejercicio abusivo de poder. Para la Organización Internacional para el Trabajo,
OIT (2007) desde algunos tribunales hay dos tipos de acoso: chantaje sexual y acoso
sexual ambiental. El primero, corresponde aquel que es producido por un superior
jerárquico en el que se solicita un favor sexual a otra persona (en situación subordinada)
que lleva a condicionarla con la consecución de algún beneficio o decisión que afecte, en
este caso el desarrollo de su ámbito académico. El segundo, corresponde a aquella
conducta que crea un entorno laboral intimidatorio hostil o humillante para la persona que
es objeto de la misma.
Por otra parte, De acuerdo con Espinosa (2008, citado en Echeverría,Guerrero, Chim,
Cutz, J. , & Trujillo, 2017 ), los comportamientos que se califican como acoso sexual son:
a) Físicos, como violencia física, tocamientos o acercamientos innecesarios; b) Verbales,
como comentarios y preguntas sobre el aspecto, estilo de vida u orientación sexual,
llamadas telefónicas, comentarios o bromas sugestivas; y c) No verbales, como silbidos,
gestos de connotación sexual o exposición de objetos pornográficos.
BIBLIOGRAFÍA
● Bosch, E., Ferrer, V., Navarro, C., Ferreiro, V., Ramis, M., Escarrer, C., &
Blahopoulo, I. (2012). El acoso sexual en el ámbito universitario: elementos para
mejorar la implementación de medidas de prevención, detección e intervención.
Grupo de Investigación de Estudios de Género de la Universidad de las Islas
Baleares. P,p 1 - 251
● Cuenca, C. (s,f). El Acoso Sexual En El Ámbito Académico. Una Aproximación.
RASE. P.p 1-15.
● Echeverría, R.., Guerrero, L.., Chim, M. , Cutz, J. , & Trujillo, C.. (2017). Acoso y
hostigamiento sexual en estudiantes universitarios: un acercamiento cuantitativo.
Enseñanza e investigación en psicología, 22(1), 15-26.
● Nash, C. (2015). Acoso Sexual en la Universidad de Chile. Universidad de Chile.
P.p 1-34.
● Prospectiva en Justicia y Desarrollo. (2018). Las sanciones al acoso sexual en
Colombia. Recuperado de:
https://projusticiaydesarrollo.com/2018/04/08/las-sanciones-al-acoso-sexual-en-c
olombia/