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VOLUMEN x e MERO 8

:vlEXlCO, ABRIL DE 1956


E J E M: P LAR $ 1.00

P BLICADA POR LA u lVERSlD D NACIONAL AUTONOM DE

LOS ORIGENES DEL


HUMANISMO MEXICANO
Por Rafael MORENO M.

¿E.:t'isle un httlllOnislllO mexicano?

O hay un principio o una norma

N de sabidu ría que deba conside-


rarse patrimonio de un solo
pueblo y menos de un solo in-
dividuo. ¡ i siquiera lo griego, que
fueron en verdad los que fundaron la
cultura llamada occidental, pueden el'
tenidos como creadores en un sentido
absoluto. Sin embargo las verdade apa-
recen revestidas con el ropaje de las
naciones o de los sujetos que la pen-
saron, pues cuando e Lberan de la suje-
ción del tiempo y el espacio se convierten
en herencia de todos los hombres, y ca-
da pueblo, cada pensador, las reviven
de una manera peculiar. Así se habla de
la "paidcia" griega, de la "humanitas"
latina, del "humanismo" renacentista, del
"neoclasicismo". Así es lícito hablar de
hunianismo mexicano. Aunque pueda
argumentarse que el humanismo mejor
es el que establece Un arquetipo ideal
y absoluto como término de las aspira-
ciones humana, y aunque e pueda decir
con razón que el humanismo. de un pue-
blo no es fundamentalmente distinto del
humanismo de otro puebl.o, queda en
pie la importancia de la interpretación
que el hombre de México le haya dado.
Nosotros llegamos a la historia cuando
el mundo habia tenielo va muchas de sus
experiencias definitiva~, y cuando mu-
chos comensales se habían sentado va
en el banquete de la 'ultura y se esta-
ba sirviendo un manjar condimentado
cen ntll~V;¡S especies, las especies del J~e­
nacimiento. De improviso un pueblo
que surgió de la floración latina, trans-
planta su saber ren:lC\.'nti ·ta a las nuevas
t~t'rras, y de repente aparect'mos con
ciencia, derecho. teología, filosofía, lill:-
ratura. clásicas latinos y griegos. La len-
gua es o la de Cicerún y Horacio () la
que hizo nacer l'i pueblo romano en los
campos tspañoll.'. El mundo indígena
nos dio su sensibilidad. Abastecidos de
esta manna, con razón latina y sen si-

S l' M·;\ 1': lOe 1.os oríflelli'S del hUlI/anislIlo


IlIc.rifaIlO, por I~afael Moreno M. e La Feria
d~ it's Oías e /1 ftof/eo, lIIuerle y resuneccióa
del lalifundio, por Emmanuel Carballo e
I \)cnns de losé Carner e ll1slanlálleos de la
.1lurrle ~. de la F.sftl'l'a, por Ricardo Gari-
Iny e i\'(:rho l.ófte=, !olóf/ra!o dI! México,
pnr R. Flores Guerrcro e 11 isloria Docwllcn-
Id de illis 1.ibros. por Alfonso Reyes e Dylan
Tlrulllas, por 1-1. n. 1\1 ilrt ínez e l~f cSl'l'ilol' y
Sil lil'lII/,o (Mauricio Maf/daletlO) , por Mario
Puga e Gcsl"ción \' ~.id(/ di' Fucnlcovcjlllla ell
C¡,illlalislar, por AI~aro CUHodío e Arll's Plás-
licas, por J. .l. Crespo de la Serna e El (l1le,
por J. de la Colina e F.f Tealro, por FranCISCO
Mouterde e Prele.rto.~, por A. Henestrosa e
Ubl'Os, por R. Lei\'a e Dibujos de J., Vi-o
drio e Fotos <.le R. Salazar y acho Lopcz.
. . . el cimiento y el áHcora que da J;eremúdad (l los /,ILeblus ...
UNIVERSIDAD DE MEXICO
2

bilidad indígena, nos sentamos en el escasos helenistas. Por eso adquiere sin- res. Tanto la ciudadanía como Jos cole-
banquete de la cultura que ya estaba ser- gular relieve en la consolidación de las gios de enseñanza superior prepararon
vido por otros. Pero fue un banquete letras clásicas en México el dominico desde años atás su asentamiento, con-
rigurosamente nuestro y desde entonces Tomás Mercado, el cual terminó su edu- vencidos sin duda de que el genio ame-
tenemos por heredad la sabiduría uni- cación en la Real y Pontificia Universi- ricano mostraría su capacidad para la
versal del grecorromano y el saber que ciad y tradujo directamente del griego cultura en el momento en que existiC'se
ha venido después. la Dialéctica de Aristóteles. la Universidad. Por esto su fundación
vino a ser el bautizo de latinidad pa ra el
Las letras clásicas fueron idiO'lnas vivos. N uestra Universidad renacentista. Nuevo Mundo. Y, erf efecto, sabemos
que la gramática estaba en' manos sa-
En efecto, desde la temprana época El latín y la educación humanista que pientes y que la hermeneútica de Jos tex-
de 1528 hubo una escuela de gramática transplantaron los religiosos adqui rió la ios latinos, entonces l1'amacla retór'ica,
latina, la del maestro BIas de BU3taman- naturaliza'ción en es'tas tierras cuand,) tenía por maestro a Francisco Cervan-
te, a quien tiempo después Cervantes de se fundó la Univel"sidad a scmejanza tes de Salazar, a quien los entendidos l!:t-
Salazar pinta como un maestro apto para de la ] nstitución salmantina. Se sabe que man "patriarca de los estudios clásico:;".
enseñar los preceptos gramatical'es y, lo la visión de fray Juan ele Zumárraga, A pesar de que todavía ignoramos ce-
que es más digno de mención, para IllOS- las reiteradas peticiones de la Ciuelad sas f unelamentales de esta época, merced
trar la bel1eza de los autores latinos. ele México y las hábiles gestiones elel a Cervantes ele SaIazar podemos eleci r
Bolas de Bustamante tuvo innumerables Virrey don Antonio de Mendoza, consi- que las letras clásicas nacieron en Mé-
sucesores que hicieron del latín una len- guieron en 1551 las providencias ,·e.l· xico con vita'lidad renacentista. No s610
gua más importante que los dialectos les que creaban la primera Univers:(bd traduj o y puso de texto en la Universi-
indígenas y aun el español. Se sabe C1 ue 'uel Nuevo Mundo. Las cédulas rc~\lcs dad las obras de Luis Vives, cuya fikt-
desde 1536 el franciscano A rnalc10 de no significaron en modo alguno una clo- ción renacentista está fuera de duda, sino
Basaccio enseñaba latín en la escuela nación graciosa del rey o un aconte- Cjue él II1is~no es\;ribió a imitación de]
de San José de los Naturales que fun- cimiento fortuito para nuestros mayo- maestro unos diálogos en lengua laj ina,
dara fray Pedro de Gante. También cn que son para nosotros la prueba defini-
1536 se funda el Colegio Jmperial de tiva de que entramos al convite de bs
Tla!teloko, donde los niñus indios es- UNIVERSIDAD NACIONAL letras clásicas por las puertas anchas del
tudiaron, ademá's de las artes y las cicll- DE MEXICO I"\.enaCJmJentó. Los G1alOgus no llegan J
cias superiores, la lengua de Cicerón, una altura excepcional, pero las carac-
con tan buenos resu !t;¡dos ,c¡ ue llega ron terÍ'sticas de aquellos tiempos: la forma,
Rector:
a hablar "tan elegante latín como Tulio". que es el' diálogo tal como lo concebían
Señal de la importancia de la educación Doctor N abar Carrillo. Platón y Cicerón; la vuelta amorosa a
clásica a las masas indígen;¡s es sin duda los clásicos, y la preocupación por en-
la gramática latina que, según Toribio Secretario General:' contrar un método por medio del c;n 1
Medina, escribió fray Maturino Gilberti se conociera con facilidad a los escr:to-
Doctor Efré1Z C. del Pozo. res antiguos. Ni los años ni Jos cam1>:,,;
en 1559, dedicada a los indios. Por otra
parte Gabriel Méndez Plancarte ha pro- de criterio han podido empequeí'íecer el
bado que la enseñanza del latín a la raza REVISTA UNIVERSIDAD DE MEXICO mérito de Cervantes de Salazar, pues::o
indígena no se limitó a la capital, "sino se ha escrito todavía en México lln
que 'se difundió aun entre llúcleos indí- Director: método para el aprendizaje de la lengua
genas muy alejados del centro, como los Jaime García Tenés. latina que 10 aventaje. Por fortuna pa-
Tarascas de Michoacán y los Mayas". rece que los humanistas de nuestros días.
Mayor sin duda debió ser el cultivo en cierta manera dotados de las mismJs
Coordinador:
de las letras clásicas en los medios espa- intenciones pedagógicas del Renacimiri1-
ñoles, y con el avance del tiempo, en los He1Zrique G01Zzúlcz Casanova. to, 10 van rescatando de las manos ele los
criollos y mestizos. Ciertamente los fran- eruditos.
ciscanos, '1os dominicos, los agustinos, Director artístico:
apenas asentada la conquista, principia-
Miguel Prieto. A utol1omía de los estudios clásicos.
ron a fundar conventos como a\'élllz:ldas
de colonización. en los que vacia r011 las
instituciones de la Vieja España. r·);' Jefe de redacción: La fundación de la Universidad, ade-
más de ser el inicio del Renacimiento
esto los colegins superiores de los reli- Juan Martín.
por la actitud ante los clásicos, lo ('S
giosos propalaron bien pronto palabras
por la independencia que estatuye para
latinas en los distintos rumbo,; de la Secretario de redacción: los estudios romanos. En las órdenes
N ueva España: en México, Xochimilco, Emma1Zuel Carballo. religiosas el latín es cultivado con ahinco
Tulancingo, Toluca, Puebla, Oaxaca, y hasta producen latinistas eximios, pero
Valladolid, Chiapas, Guatemala, Nueva el aprendizaje de la lengua de Cicerón
La Revista no se hace responsable de los
Galicia. originales que no hayan sido solicitados. 110 es en sí mismo un fin o un término.
De esta manera, los habitantes del En última instancia los conocimientos
Nuevo Mundo, indígenas, españoles, Toda correspondencia debe dirigirse a: sljpcriorcs de gramática tuvieron un valor
criollos y mestizos, tuvieron desde' el "REVISTA UNIVERSIDAD DE MEXICO" puramente auxiliar. Eran un medio nece-
principio una enseñanza y una educa- sario para que los religiosos entendiesen
ción que se proporcionó y recibió ('n Torre de la Rectoría, 10° piso, los fundamentos de la religión y sus
lengua .Jatina. Y lo que es más decisi\o Ciudad Universitaria, Villa Obregón, D. F. exégeta's, así como para perpetuar viva
en el destino de nuestra cultura, los clá- la lengua de la Iglesia frente a un idioma
sicos se convirtieron en el alimento, al Precio del ejemplar: $ 1.00 nac;onal' cada vez más pujante. La Uni-
menos inicial, de los primeros mexica- versiclad, en cambio, establece un ciclo
nos. Dada la importancia de nuestra evo- Suscripción anual: 10.00
ele enseñanza que tiene por oficio inmc-
lución espiritual, conviene recalrar que, diato el estudio y la comprensión de los
aún antes dé la fundación de la Uni- PATROCINADORES autores latinos según las indicaciones del
versidad y del advenimiento cle los je- Renacimiento, y por eso corresponde a
suítas, el idioma latino fue un idioma AenOT LABORATORIES DE MÉXICO, S. A.- ella, con todas las limitaciones que se
vivo, tanto o más que el español, y quc Bi\NCO NACIONAL DE COMERCIO EXTERIOR, quiera, la gloria de haber hecho posible
los clásicos fueron el instrumento insus- S. A.-CALIDRA, S. A.-COMPAÑíA HULE- el human i'smo mexicano. Porque no exis-
tituible de aprendizaje. Es cierto que h I\A EUSKADI, S. A.-COMPAÑíA MEXICANA te humanismo, si el estudio de las kn-
lengua griega no alcanzó el gracia de cul- DE AVIACIÓN, S. A.-ELECTROMOTOR, S. guas clásicas está orientado a otros fines
tivo que tuvo la latina, y que esta des- A.-fERROCARRILES NACIONALES DE MÉXI- que no sean la comprensión miSma elel
igualdad habría de llegar hasta nuestros co, S. A.-fINANCIERA NACIONA-L AZUCA- idioma y la asimilación de los ideales
días. Pero no debe olvidarse que la mis- RERA, S, A.-INGENIEROS CIVILES ASOCIA- grecorromanos.
ma· situación ha privado en los países de DOS, S. A. (lCA) .-INSTITUTO MEXICA'N 9 Con lo cual no se pretende afirn1ar
la más' larga historia clásica. La propia DEL SEGURO SOCIAL.-LOTERíA NACIONAL que la Universidad del siglo XVI haya
Italia, en la época en que señalaba los PARA LA' ASISTENCIA PÚBLlCA.--,-NACIONAL ganado la autonomía 'plena de la's letras,
carr¡inos del humanismo a Europa, tuvo FINANCIERA, S. A,.,-PETRÓLEOS MEXICANOS. (PaS(1 a la pág. 9)
UNIVERSIDAD DE MEXICO
9

LOS ORIGENES ción .0 dedicaCIón de los sujetos que a


un SIstema distinto. Pero también debe
decirse que ellos acentuaron la relativa
DEL autonomía de las humanidades, y sobre
todo el c~lt.ivo de todos los clá icos y
HUMANISMO de los clasIco completos. Además la
"ratio studiorum", tal como la impla~ta­
r.ol~ en San Pedro y San Pablo, signi-
MEXICANO f¡co a la vez el transplante di finitivo de
las letras clásicas y la aclimatación de las
(Viene de la pág. 2) enseñ~nza~ del R.enacimiento, pues fue
una 'Sll1teslS conscIente de los métodos y
pues esto fue posible hasta que existió las enseñanzas de Alcalá, París y Roma.
una institución que no tuvo como coro- Fueron también lo je uítas los prime-
namiento de sus estudios la teología, y ros en publicar las obras representativas
esto sucedió en la Universidad moderna del genio latino, como son las de Cice-
de Justo Sierra. Es conveniente señalar rón, Virgilio, Ovidio, Marcial, y los es-
desde ahora este hecho, pues así el es- critos típic.os del Rena'Cimiento, como
tudioso puede explicarse, tanto la men- son los de Luis Vives y Lorenzo Val·la.
gua del humanismo grecorromano en pe- Comenzó así una tradición editorial a la
ríodos á'lgidos de nuestra historia, como que harán honor en el si,glo XVIII Abad
la ausencia, aún en nuestros días, de y Alegre; en el XIX, Montes de Oca, Pa-
grupos que sin interrupción hayan culti- gaza, Casasús; en nuestros días, la Uni-
vado un humanismo vcrdadero. Por csto Juan Luis Vives versidad de México, que vicne editan lo
una biblioteca bilingüe de autores clási-
cos grecorromanos, sin paralelo todavía
en las publicaciones de los pueblos de
habla española.
Clásicos completos.
Pudiera pensarse que las letras clási-
cas que nos dieron los colegios de la's
Ordenes religiosas y la propia Univer-
sidad fueron apenas trozos expurgados,
en los que ya no podía hallarse la mag-
nánima cultura de los griegos y los ro-
manos. Pero no fue así. Durante el siglo
XVI la lengua l:atina surge en toda su
elegancia y en todo su esplendor, y los
clásicos son conocidos sin limitaciones.
No hay razón alguna, si quitamos las
vacilaciones iniciales de los jesuítas que,
como Vicente Lanuchi, pidieron una en-
señanza del latín basada exclusivamente
en autores cristianos, para afirmar que
los fundadores de nuestro humanismo
hayan considerado como gérmen de pa-
ganización la I'ectura de los poetas y los
prosistas completos. Fue mucho mas tar-
de cuando aparecieron los tristes "auto-
res seledos". Contra una edición expur-
gada, por razones comprensibles, de
Marcial, se puede traer a colación al
"indio humanista", Nazareo, quien en 1111
escrito al' Emperador hace una larga cita
N e:::almalcoyoti del Arte de Ovidio, y cabe aclarar que es-
ta característica ele nuestra tradición clá-
sica no es en manera alguna privativa de
resulta muy equívoca la afirmación, ge- los jesuitas, ni en los siglos XVI Y XVII, ni
neralizada entre nosotros, de que tene- en el siglo XVIII, aunqlfe sean ellos uno
mos cuatro siglos de un cultivo vigoro- de sus mejores exponentes. Tocio esto ex-
so -del humanismo grecorromano. Los plica de sobra la pujanza ele nuestra la-
humanistas del XVI o los del XVIII, in- tinidad y de nuestro hUlrnnismo que
cluso el selecto conjunto de jesuítas ex- hizo producir en la colonia, y toclavía
pulsados, son humanistas porque van en el siglo XIX, humani'stas superiores
más allá de las limitaciones escolares. en número y c1aridacl a los de ot1"OS pue-
blos hispanos de América.
La ratio studioruln de los /csuUas. En la constitución ele un humanismo
mexicano de tipo renacentista, jugaron
Cuanclo los jesuítas fundan en 1574 papel importante los filósofos, para no
el Colegio de San Pedro y San Pablo, citar los teólogos, pues no sólo enseña-
está ya constituida en México lo que ron su arte en lengua latina, salpicando
pudiéramos llamar nuestra tradición clá- la prosa de "cocina", de "escuela", con
sica. Sin hacer mengua de su contribu- algunos giros clási'cos y con citas de .los
ción a la cultura nacional y en especial viejos pensadores grecorromanos, 51110
a las letras clásicas, resulta incuestio- que, auxiliados por 105 autores europ~os,
nable que l'a "ratio studiorum" -razón, o comentan directamente a los fIloso-
orden, método, de los estudios- que es- fas de la antigüedad o siguen 13's nue-
tablecieron·· en sus colegios, no vino' a vas orientaciones metodológicas del Re-
añadir nada fundamental a la organiza- nacimiento 'y empiezan a remozar su es-
ción de ]osesttidiós, tal como se encon- colástica mediante la asimilación de pro-
traban entre los otros religiosos y la blemas y doctrinas lllodernas. De esta
Universidad. Su éxito creciente, tanto manera filósofos como Alonso de la Ve-
que la aulas universitarias llegaron a racruz. Rubio, Bartolomé de Ledesma,
verse· .desierta.:;,.. se debió.. más a la· voca- Fray Juan de· Z~lmárraga José d~ H~rreraJ TQlm\s Mercado, vie-
10 UNIVERSIDAD PE MEX1CO

nm a ser, en la historia de nuestras dieron a la par una dimensión l11eX1(:ana de raza y defendieron la dignidad de la
ideas, los fundadores reconocidos de la y una herencia universal. persona humana. .
escolá tica tradicional que se ha conti- Tal vez una de sus grande accIone'
nuado hasta nuestros .días y de la mo- HlIlIIanismo vital. haya sido su oposición her<:ica a los ac~os
dernidad filosófica que tomó cuerpo a de injusticia que los espanoles comet~~n
mediadas del siglo XVllI. Lo cual, dicho Sin embargo, las letras clásicas que con el indígena. Puede traerse a colaclOn
sea de paso, explica por qué los moder- empezaron con gran esplendor, ni el es- para explicar esto el cristianismo tortu-
nos y los tradicionalistas conocen por tablecimiento del latín como lengua vi- rante de Las Casas, el amor "entraña-
igual las fuentes clásicas. va, ni la asimila'ción de la cultura gre- ble" de Tata VaS'co
, , la iluminación rena-
.,
corromana, ni la adopción de los idea- centista de Zumarraga, la comprensl.o n
Latinistas mexicallos. les pedagógicos del' Renacimiento, cons- del obispo García de una raza que bIen
tituyen de manera exclusiva los orígenes pronto "escribió en latin y en roman-
Sería salirno del propósito decir de nuestro humanismo. Con semejantes ce mejor que nuestros e pañales".
cómo influyó el predominio latino, cómo limitaciones de nuestra tradición, mal Mas no basta. ¿ Qué signifícación
pudo haber sido la constitución nacional podría probarse una ascendencia mexi- tiene el latín renacentista de la Carta a
de haber faltado él, o cómo la lengua la- cana renacentista, ya que es corriente en- Paulo IJI? ¿ Por qué razones el pia,d<?so
tina conyirtió al español en idioma ver- tre los especialistas afirmar que la época primer obispo de la Ciudad ,~e ~exlc~
gonzante por lo menas durante tres si- colonial no alcanzó un nuevo tipo lite- utiliza textos enteros del peligroso
glos. Lo que puede señalarse es que ya Erasmo de Rotterdam como intrumentos
en e1' siglo XVI los mexicanos no sólo de evangelización? ¿ A 9u~ se debe q~le
asimilaron en la fuente original la retó- Las Casas ¡'evuelva ['os CImientos del cns-
rica, la moral, la política, los ideales edu- tianismo y aun eche mano de a~Jto:es
cativos, la poesía, el pensamiento de los olásicos paganos para defender al mdlO?
griegos y los romanos, sino también co- :y Vasco de Quiroga, porqué usa una
menzaron a realizar composiciones lati- c. . ' ••
mezcolanza de gentihsmo y cnsttamsmo
nas, tanto en prosa como en verso, que en sus alegatos, a Luciano el pagano y
habrían de decirse al lado de las cas- a Teodosio el cristiano, a Hora'cio y San
tellanas en las festividades religiosas o Agustín? ¿ Fué acaso un iluminado que
cívicas, y en los abundantes certámenes creyó realizar la utopía de Tomás. 'loro
literarios de la época. Son famosos los y los humanistas franceses en las t1er.ras
epigramas de Cervantes de Salazar y descubiertas? ¿ Es un puro recurso hte-
otros autores, las piezas teatrales de los rario el que utiliza cuando interpreta
jesuítas y en especial dos tragedias pre- la égloga de Virgilio en la que el poeta
sentadas en 1578, 'las églogas y odas ma- canta a una nueva era de paz y de gran-
nuscritas del también jesuíta Bernardino deza para la humanidad, diciendo que
de Llanos. En un recuento habría que ya los dioses han enviado de las alturas
citar a Cristóbal de Cabrera, autor de unos una raza nueva de hombres y que esta
dísticos, publicados en 1540, que son la raza nueva de hombres es la raza in-
primera poesía latina mexicana. Al crioHo dígena? N o basta la explicación conven-
Francisco de Terrazas que parece ser el cional de que era necesario hacer hom-
más antiguo poeta nacido en México. So- bres antes que cristianos, ni es válido
bre todo, al mestizo fray Diego de Valdés el a rgumento sobre la racionalidad de los
que mostró a lo europeos su saber li- indios. pues estos humanistas encontra-
terario v las costumbres e historias de ron seres dotados de razón. Se trata de
los indi~s en la Rhetorica Christiana, que algo más profundo: la extensión de ra
según Gahriel M éndez Plancarte "exige humanidad y la crea'ción de otro mundo
ser comparada con la Rhetorica Eclesias- con un hombre nuevo, el indígena.
tica. casi contemporánea. de fray Luis La conjunción de los ideales del mun-
de Granada". Además de manejar la len- do clásico, de los principios medievales
gU;1 latina con una soltura y u;1a elegan- del cristianismo y del pensamiento re-
cia que re'cuerdan a Cicerón, manifiesta nacentísta, fue necesaria para crear la
una \'asHsima erudición grecolatina y un utopía humana que en el viejo mundo no
conocimiento profundo de las actitudes tenía cabida. Con esto no se quiere de-
más caras del I\enacimiento. Un ejem- cir que América fué concebída como
plo que no puede pasarse por alto és el una tierra utópica, sino como el lugar
del inclio humanista don Pablo Nazareo, de asentamiento del mundo que exigían
quien ha merecido estar al lado de Cer- los ideal e rena'centistas. Y lo que es
vantes de Salazar y Vasco de Quiroga más importante todavía, el paradigma hu-
en la .~ntología de los humanistas del mano parece haber sido el indígena. Tal
siglo x VI. hecha por el benemérito Ga- es la voluntad del "humanismo vi-
bril'1 ilénclez P1ancarte. tal" que asistió al principio de nuestra
\' las letras clásicas de origen europeo historia y cuya realización, pobre ya en
se tornaron Illexicanas tanto porque se Fmy Alonso el siglo XVI, sería interesante perseguir
hicieron en México o las ejercitaron hasta nuestros días.
hombres relacionados directamente con rario y que nuestras letras fueron una
::\1éxico, como porque los cultores fue- prolongación española, ligeramen1t ate-
nuada por el paisaje y suavemente teñida Tuvimos nuestro Renacimiento.
ron ya sujetos mexicanos. Pero sobre
todo porque la lengua clásica empieza de color indígena. Los humanistas nos meten de lleno
a ser el instrumento para tratar a Mé- Además del humanismo a que condu- al banquete renacentista de Europa.
xico como tema de meditación, convi r- jeron las letras clásicas, que es académi- Ella luchó por la vuelta a los valores de
tiéndase así en el yínculo que nos iba a co y docente, existe otro ligado a manera la cultura griega y romana. Nosotros
unir con la sabiduría universal del hom- directa con los problemas urgentes de hicimos carne de nuestra carne los idea-
bre. Mexicanísimos fueron los indios que la conquista y la colonización. Está re- les exaltados por el Renacimiento. Co-
emularon la oratoria de Cicerón, mexi- presentado por Zumárraga, Vasco de braron vida los clásicos grecorromanos.
canísimos también los diálogos latinos de Quiroga, Las Casas, Ju:Jián Ga'rcés. Erasmo, Tomás Moro, Vives volviero!i a
Cervantes de Salazar, tres de los cuales Tiene por nota propia' no sólo el cono- renacer cuando nacíamos a la historia.
estaban dedicados, como se sabe, a des- cimiento de la lengua latina o escríbir Cabe insistir en que nuestro renacimien-
cribir la Ciudad v la l)niversidad de piezas latinas que 1'a posteridad consi- to signi ficó también renovación, redes-
México. El fue el' primero que no tuvo dera ría como venerables monumentos y cubrimiento del individuo como valor en
empacho en introducir palabras indíge- piedras angulares del humanismo mexi- sí mismo, y, en térmínos generales, una
nas en la lengua latina, ejemplo que si- cano, sino ante todo una voluntad férrea omnímoda presencia humana. Lo mexi-
guieron más tarde fray Diego Valadés, por crear un mundo nuevo en el que cano del Renacímiento viene por ca!r¡inos
:eleximio Eguiara y Rafael Landívar en debía realizarse Un paradigma ideal del indirectos, por el tema del hombre. Más
en lo que don Federico Escobedo llama hombre. Al hombre lo concibieron libre; que los lectores clásicos y más que los
.qeórg¡cas.. Me~iqinas, Los. clásicos nos preconizaron la igualdad sin distinción oradores ciceronianos, hicieron nuestro
UNIVERSIDAD bE MExtcO
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ñol igualmente el equilibrio entre Jo pro- quiroga vuelve explícita en las Constitu-
fano y lo ~agrado, que traj o entre otras clO~es de sus Hospitale , una idea que
co,nsecuenClas una especie de humanismo esta latente en los demás, a saber, la con-
telsta, cuya máxima perfección fue la teo- veniencia de establecer la civilidad den-
logía. Recuérdese que la antigüedad res- t:o de la república indígena para hacer
taurada por Nebrija y Cisneros incluía clL1dada nos como 10 fueron los griegos en
los primeros tiempos del cristianismo. la "polis" o los latinos en la "civitas", lo
Pero los rasgos españoles de nuestro cual trae por consecuencia que la mi ma
humanismo no ,le impiden tener llll fuerte religión aparezca organizada en función
sabor mexicano. Si los renacentistas lIe- de una finalidad meramente civil.
ga¡:Ol~ a sen~ir~e romanos en Europa, eu
De aquí que surja en el siglo XVI una
Mex¡co se sllltleron siempre identificados
dir cción humanista del espíritu mexica-
con lo l?roblemas de estas tierras y fue- no que habrá de encontra r en e~ siglo
ron mexIcanos a pesar de que humaniza-
XVIfI su plena identi ficación con lo
ban con verdades venidas del otro lado
tradicio alistas y lo~ ilustrado, en 1
del mar, acicateados por la incansable sed X IX con los conservadore y 1 s libera-
de acción que les dio el Renacimiento. les, en el XX con lo' revolucionarios ..
Esto nos llevaría a decir que, si bien cada
Dos Direcciones de Humanismo~
época tiene un ideal propio, el humanis-
Las Casas, que ha sido calificado cer- mo mexicano no se agota en una genera-
teramente por Méndez Plancarte de "be- ción, al contrario, conserva una unidad
li'coso humanista medieval''', nos éIIyuda a desde el siglo XVI al iglo XX, sin que
establecer la pregunta de si el humanis- por eso se considere una continuación
mo mexicano es fundamentalmente rena- inerte del estado primero.
centista o medieval. El predominio indi - Por ahora es má importante señalar
cutible de la teología parece inclinar la que nuestro renacimiento fue también, al
balanza en favor de la Edad Media. Tam- menos en parte, una actitud espiritual de
bién la enseñanza de la lengua latina y crítica a las formas medievales, lo que
Renacimiento todos aquellos que, como la filosofía escolástica. Sin embargo, es aunado a la incipi nte concepción del
los griegos y los latinos que levantaron
el ideal educativo y político de su pue-
blo, utiJlizaron sus conocimientos greco-
rromanvs para salvaguardar al hombre a
propósito de la constitución de la liber-
tad y la persona del indio. Así el huma-
nismo que fuera europeo, fue también
mexicano. Se puede decir todavía más: la
posibilidad de humanismo mexicano co-
menzó a realizarse en el momento en que
existió la voluntad de realizar un para-
digma humano, porque ésta fue la meta
suprema del Renacimiento y porque éste
fue el ide<lJI del mundo clásico.
Tres son los factores que confluyen
en la formación de un humanismo de esta
naturaleza: el mundo indígena, lo espa-
ñol y el Renacimiento. Se sabe en qué
sentido están presentes el mundo indíge-
na y el Renacimiento. La naturaleza rea-
lista del español parece haber sido defi-
nitiva, en cuanto que dotó a los humanis-
tas de la configuración psicológica apro-
piada para no detenerse en las puras le-
tras, sino orientarse hacia la salvación del
hombr·e en la tierra americana. Es espa- ... . parece inclinar la. bala'l1::a en favor de la Jidad Media ....

un hecho que los humanistas del siglo hombre sin retorno a Dios, hace com-
XVI rompieron la unidad de la concep- prensible que sea el humanismo el que
ción teológica española. Por una parte, dé origen al ideal de vida liberal, gene-
en efecto, equilibran el fin humano del roso, abierto. de tendencia y conviccio-
Renacimiento con el criterio medieval y nes democráticas, que caracteriza a Mé-
con los principios del cristianismo, como xico frente a España. ¿ Pudo el simple
hace Las Casas; por otra parte, como su- arraigo en la tierra nueva o la reflexión
cede en Vasco de Quiroga o en los hu- sobre sus problemas engendrar este hu-
manistas docentes, inclinaron la balanza manismo, que en sus trazos fundamenta-
en favor del hombre y la belleza que se
les es más renacentista que español? y si
apuntaban ya como fines en sí, sin otro
retorno que no fuera el hombre mismo. no, ¿ cómo pudo superar la limitación de
Si se conside¡-a el· tema fundamental de sus orígenes? La aparente dificultad de
los humanistas, la igualdad y la persona la respuesta estriba en CJue de ordinario
humanas, se encontrará que lo defienden se concibe a nuestro humanismo como
con razones naturalistas sacadas del pen- el fruto exclusivo de las influencias his-
samiento griego, sobre todo aristotélico, panoitá1icas. Hasta el mismo Menéndez
y por lo tanto son argumentos que se atie- y Pelayo lo califica de esta manera. Mas
nen a la pura razón y a la pura natura- la apreciación es parcia:lmente falsa. El
leza humana, dejando a un lado el pro- humanismo en cuanto comprende ]a cul-
blema de si ésta fue creada o no por un tura c1ási·ca, sea la gramática y la litera-
dios. Pero también habrá que de'cir que la tura sea el conocimiento de los modelos
fundamentación.última se encuentre, en el imp~recederos del genio grecorroman?,
orden de los hechos, que no en el de la tiene sin duda sus raíces, en el renacI-
explicación teórica, en las convicciones miento de tipo español e italiano, pero
sobre fraternidad universal, según afir- también en el francés. El humanismo,
ma Vasco de Quiroga, de Dios sobre to- en cambio entendido como la afirmación
dos los hombres. El mismo Vasco de de la pers~na humana, rebasa estos lími-
12
U IVERStDAD bE MEX!CO

tes y entra en contacto vivific~nte. con


Erasmo, Moro y el mismo LUIs Vives.

Raíces de latinidad.
N A e H o L o P E z
Tuvimos, pues, al' nacer en la historia
universal un digno renacimiento y un
FOTOGRAFO N
ACHO López nació en Tampico
en 1924. Sin embargo, 110 fué
allí, sino en Mérida, en donde
"enero o humanismo. tuvo por primera v z ]a expe-
/> El hombre del siglo XVI no se siente

inferior ante ningún país de Europa, por-


que tiene conciencia de la grandeza es-
DE MEXICO riencia. inquietante para los ojos juve-
niles, de w'ar una cámara fotográfica.
pañola que ha transplantado a ~st~ N ue- Seguramente en las foto que entonces
va España, pero de manera pnnClpal" el tomó con esa cámara l' horizonte apa-
Por Raúl FLORES GUERRERO
orgullo novohispánico de Bernal DI~z reció algunas veces en diagonal, la fa-
puede ser el ejemplo, porque e saula milia sin pies o sin cabeza, la novia per-
vinculado con la ('ultura europea por la dida en la nebulosidad del desafoque, pero
lengua, por la trad.ició~ clásica, p~r la re- lo importante desde ese momento fué
ligión, por la sablduna renacentista. su ambición profesional de ser fotó-
En la realidad histórica del pueblo na- grafo.
ciente tuvieron que influir de modo di- Manteniendo ese propósito, cuando lle-
verso' los profesores de latín como BIas gó a la capi tal comenzó a aprender ver-
de Bustamante, los retóricos como Cer-
daderamente el oficio -que más tarde
vantes de Salazar, los filósofos como fray
elevaría a la categoría de arte- can Víc-
Alonso, los varones como Zumárraga y
Las Casas. Nosotros, que miramos a dis- tor de Palma y en la Acaclemia Cinema-
tancia el fenómeno del siglo XVI y que tográfica con Manuel Alvarez Bravo. Y
por con formación mental debemos refe- lo aprendió bien, de tal modo que en
rirnos a esta época con conceptos gene- 1948 fué designado para impartir un cur-
rales, afirmamos la existencia de un hu- w ele técilica fotográfica en la Escuela
manismo mexicano que resumió los más de Periodismo de la Universidad de Ve-
nobles fines de un fenómeno, también nezuela. Allí registró con sus cámaras
complejo, conocido con el nombre de Re- los sucesos del infeliz derrocamiento de
nacimiento. Compuesto por humanistas "LI sabor de las cosas silllples" l{ómu!o Gallegos.
en el sentido literario de la palabra, dedi-
cados a la enseñanza de las lenguas clá-
sicas y al cultivo dd espíritu; por hu-
manistas en el orden filosófico y mora'!;
por humanistas creadores de pueblos y
defensores de! hombre. En conjunto, el
humanismo mexi'cano del siglo XVI es
un movimiento que estuvo en contacto
con el pueblo y sus propios problemas.
Para nuestros humanistas casi no existe
la tranquilidad horaciana de aquellos re-
nacentistas europeos que gustaron de re-
tirarse del vulgo profano. Aquí está una
de sus características y tal vez la explica-
ción de por qué nuestro humanismo tuvo
por bandera la dignidad de la persona
humana, la igualdad de los hombres, la
fe en la fuerza de la razón, 10 que dió
desde los primeron tiempos un carácter
común a nuestro pueblo.
Merced a este humanismo, México,
q~e entonces parecía ser América, reci-
bIó Jos mejores ideales de España, de
Italia, de Francia e Inglaterra. Recibió
las inquietudes de Arias Montano y N e-
brija, del renacimiento itálico, de Luis
Vives y sus discípulos, de Tomás Moro,
de Erasmo y su escuela. Hizo suya la
tradición entera del genio helénico y la-
tino. Con tales elementos América vino
a ser un nuevo mundo con un nuevo tipo
de hombre.
Por esto no nos resulta vano repetir
que el humanismo grecolatino es uno de
los elementos vitales de la fisonomía es-
piritual de México y el fundamento de
la cultura mexicana. Con cuánta razón
ha observado Alfonso Reyes que la la-
tinidad es el único trampolín desde el cual
México puede lanzarse a dar su grito en
el consorcio universal. Aquí está el ci-
miento y el áncora que da perennidad a
los pueblos. N o tenemos ni debemos bus-
car otro. Pero tampoco habremos de con-
fundir lastimosamente con el humanismo
e! mundo académico arti ficial que mu-
chas veces ha impedido el contacto de los
hombres con su propia tierra o el cono-
cimiento de sí mismos. Tampoco habre-
mos de mostrarnos necios separando el I

saber uno del hombre, como si la ciencia


fuese extraña a lo humano. . . .1IJ1nS ril'rin.' Irhllu'ns q'!tl' ¡,idl'l1 1111 riqarn'lIn.

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