INTEGRIDAD LIDERANDO BAJO LA MIRADA DE DIOS DE JONATHAN

LAMB
Basado en 2 Corintios
He adquirido una conciencia más plena de la seriedad del llamado a practicar una vida
cristiana coherente, especialmente en el caso de aquellos que procuramos enseñar a
otros. (Santiago.3:1)
Prólogo
Integridad, coherencia, sinceridad, honestidad, transparencia, autenticidad y
confiabilidad: ¡que precioso racimo de virtudes cristianas! Pero ¡cuán trágico que no
siempre estén presentes en el pueblo de Dios!
John Poulton “el testimonio más efectivo es el de aquellos que encarnan lo que dicen.
Ellos son el mensaje. Los cristianos deben mostrar aquello de lo cual hablan. La
comunicación más efectiva es la evidencia de la autenticidad personal”
Liderazgo e integridad
¿por qué es importante la integridad?
 Charles Handy “el líder debe encarnar la visión”. No solo tiene la
responsabilidad de dar forma a los postulados de misión y visión, sino que debe
encarnarlos. (pg.13)
 Como cristianos sabemos que debemos mantener nuestra casa en orden.
Estamos familiarizados con las caídas de líderes en la iglesia. Nos da temor la
manera en que lo que vivimos desmienta lo que predicamos. (pg.14)
 Conocemos bien el daño causado por la falta de coherencia de pastores y de
líderes que convocan a la gente a vivir de acuerdo con los valores de Dios,
mientras ellos mismos viven una mentira. Sabemos que esconden ese lado.
(pg.15)
 “es doloroso observar las evidencias de falta de integridad en nuestra vida”
(pg.15)
 El llamado reiterado de las escrituras es que vivamos conforme al valor de
nuestro llamamiento. Como escribió el apóstol (1 Jn.2:6). Habla de una fe que
funcione, una verdad en acción, una piedad visible en la vida cotidiana. (pg.16)
 Calvino dijo “que una estrategia característica de satanás es la de buscar alguna
falla en el comportamiento de los ministros, que acarree deshonra al evangelio”
(pg.17)
 Margaret Thorsborne en su libro “las 7 virtudes celestiales del liderazgo”.
Cuando se les pidió que consideraban poseedora de integridad, utilizaron las
siguientes palabras.
- Fortaleza de carácter.
- Firmeza, decisión, fibra.
- Cumplir lo que dice, hacer lo que promete.
- Auténtico, franco, lo que hay en su interior es lo que se ve en lo exterior.
- Abierto, sincero y directo en su trato con los demás.
- De valores transparentes y sin concesiones, seguro de lo que es correcto o
incorrecto.
- Comprometido, valiente en sus convicciones.
- Su comportamiento es coherente con sus valores.
 - Guiado por principios, respetable, imparcial, rinde cuentas, responsable.
- Equilibrado, armonioso, integrado.
- Consciente de sí mismo, capaz de autoevaluarse.
- Sabio y maduro (pg.18)

 Aquel estudio indicaba que en cualquier comunidad en la que falta integridad,

la tragedia principal es la pérdida de la confianza. (pg.19)
 “ser integro significa que somos rectos, honestos y sinceros”. Se puede confiar
en nosotros porque hay coherencia entre lo que decimos, nuestro carácter, y
nuestros actos. Esta es la expresión visible de la integridad interior (pg.19).
 Nuestra vida debe ser intachable, una vida de integridad moral y de
consagración sincera. “ser íntegros es vivir de manera intachable bajo la mirada
de Dios”. Cuando la vida del líder no es coherente con lo que dice, dejamos de
escucharlo. No podemos tomarlo en serio. (pg.21)
 Cuando los líderes, en cualquier nivel en que se desempeña, dejan de vivir con
integridad, la lluvia radioactiva es mortal. Envenena la comunidad, destruye la
confianza, devasta la unidad y la coherencia de la misión, y, lo que es más grave,
traiciona la causa del evangelio de Cristo y deshonra al Dios a quien servimos.
Por el contrario, cuando los líderes cristianos practican lo que declaran,
mantienen sus promesas, y sirven a su comunidad, entonces la comunidad
cristiana se fortalece y avanza en su misión. (pg.22)
 Pablo nos ayuda a comprender que ser íntegro significa liderar bajo la mirada
de Dios. (pg.23)

 Es solo por la gracia de Dios que comenzamos a reflejar su carácter. Él nos
provee lo que necesitamos para vivir como lo requiere el evangelio de la gracia.
(pg.29)
 Las cualidades de transparencia, apertura, franqueza, y sinceridad piadosa son
esenciales para liderar con integridad. Con demasiada frecuencia el estilo del
liderazgo huele a manipulación, a intriga política, a intenciones escondidas. Son
precisamente estas actitudes las que han provocado que el público se
desilusione de los políticos y de la gran empresa, y, tristemente, también de la
iglesia como institución. (pg.30)
 La coherencia: vivir en integridad ¿soy yo una persona diferente en mí hogar
de la imagen que doy en el lugar de trabajo? ¿soy una persona en el trabajo, y
otra en la iglesia? ¿me comporto de una manera en la habitación de un hotel, en
la oficina pública, en la congestión de tránsito, y de una manera diferente
cuando subo al púlpito? (pg.32)
 Confiabilidad: reflejar la fidelidad de Dios la sinceridad, la coherencia y la
confiabilidad son virtudes que la mayoría de la gente admira, pero el llevarlas
a la práctica puede volverse engorroso. No siempre son atributos bien recibidos.
(pg.36)

 Imagina tu vida entera, como todos lo hacemos a veces, como si la hubiera tomado
una cámara de vigilancia y proyectara una película de manera neutral y sin emitir
juicio. Luego imagina que se exhibe ante tu pareja, tus amigos, tus colegas del
trabajo. Quedas al desnudo, todos pueden ver tus mentiras y simulaciones. En las
 viejas historias, Dios cumplía este papel. En nuestra época, el ser que todo lo ve
es la cámara digital, que en el mundo real cumple el papel de juez y jurado para
innumerables pequeños delitos, y también algunos grandes. (pg.43)
 La mayoría de nosotros cae en el juego de actuar en alguna medida para las
cámaras. Cuando estamos en público, nuestros modales mejoran, tal vez nos
vestimos de manera más atractiva, mantenemos hábitos desagradables bajo
control, y hasta cuidamos el acento de hablar. (pg.43)
 La motivación para vivir con integridad no proviene en primera instancia del
temor de que nuestro comportamiento privado o nuestros pensamientos íntimos
queden alguna vez exhibidos ante el mundo, si bien esa posibilidad nos
mantendría más atentos. La gran motivación para mantener una vida íntegra surge
de un sentimiento de gratitud. Quiero vivir de esta manera porque es una expresión
de responsabilidad hacia el Dios que me ama y me ha llamado a su servicio.
(pg.44)
 Me siento responsable de que, al haber recibido tantas bendiciones, debo vivir con
sincera gratitud y actuar como un mayordomo responsable. (pg.45)
 ¿Cómo reaccionas tú ante la crítica? esta es una de las pruebas más duras en
nuestro llamamiento cristiano, y a veces pude poner nuestra decisión de integridad
bajo un estrés intenso. Hiere nuestro ego, seca nuestra motivación, le quita la
agilidad a nuestro andar y nos empuja hacia el resentimiento, la ira y la frustración
¿para qué hago todo esto, si después me lo echan en cara? Un gran beneficio de
la crítica es que nos obliga a poner a prueba nuestras verdaderas motivaciones.
(pg.51)
 Es imposible confundirse. Integridad significa vivir bajo la mirada de Dios,
porque él se interesa por cada detalle de nuestra vida, aun aquellos aspectos que
otros no pueden ver. (pg.52)
 Ser responsables por otros y ante otros es un elemento esencial que nos ayudará a
vivir con integridad. (pg.53)
 Pero somos responsables del manejo de nuestro tiempo, de nuestro servicio, de
nuestro crecimiento en el liderazgo. Esta no es una mirada egocéntrica, sino
nuestra decisión de madurar como líderes siervos, más capaces de cumplir con el
llamado del Señor. A lo largo de los evangelios podemos ver que la fuerza
directriz en la vida de Jesús era su obediencia a Dios sin titubeos. (pg.55)
 Muchos líderes, cuando hacen su entrada a un lugar, adoptan una actitud que
comunica aquí estoy yo, y se esfuerzan por impresionar, por llamar la atención.
(pg.58)
 Cualquiera reconoce a un líder siervo cuando lo ve: son personas cuyo principal
interés es el bien de otros. (pg.59)
 No es desde un púlpito sino desde una cruz que se pronuncian palabras llenas de
poder. para que un sermón sea efectivo debe ser tanto escuchado como visto. La
elocuencia, las habilidades homiléticas y el conocimiento bíblico no son
suficientes. Son la angustia, el sufrimiento, el compromiso, el sudor y la sangre
los que marcan las verdades a las que los oyentes prestarán atención. (pg.65)
 Nunca debemos distorsionar la palabra de Dios, sino presentar su verdad
francamente y íntegramente. (pg.75)
 En la era del MTV, los templos se convierten en teatros, el espectáculo importa
más que el contenido, y se honra a los héroes evangélicos y a sus ministerios.
(pg.78)
 Presentar a Cristo con fidelidad y coraje, y servir a otros con humildad. (pg.78)
 Necesitamos esforzarnos para encontrar nuevas estrategias que nos permitan
alcanzar a quienes nos rodean, nuevos puentes para la apologética posmoderna,
nuevos ambientes atractivos para los oyentes, nuevas presentaciones creativas,
estilos más poderosos para el evangelismo personal, y mucho más. Pero la semilla
es la palabra; el reino sólo avanzará en la medida en que esa palabra del evangelio
sea proclamada, y por la intervención del Espíritu, provoque una reacción en el
corazón y la mente de quienes están dispuestos a escucharla. El evangelio es el
poder de Dios para salvación de todo aquel que cree. (pg.81) “mostrar integridad
en el mensaje y también en el método”.
 Cuando algunas personas discuten sobre biblia, uno tiene la impresión de que,
aunque parezcan movidos por la necesidad de ser fieles a las escrituras, sus
actitudes reflejan algo por completo diferente. No muestran amabilidad sino una
actitud agresiva, fría, casi despiadada. Su palabra está envuelta en el lenguaje de
la fidelidad al evangelio, pero no representa de manera genuina el evangelio de
Cristo. La actitud de tales defensores de la fe es una burla a la verdad que
pretenden defender. (pg.89)
 Cualquiera sea nuestro campo de servicio cristiano, tenemos el llamado de animar
y edificar a otros; el ejercicio de nuestros dones no tiene como meta inflar nuestro
ego o impresionar a las multitudes, sino edificarnos unos a otros. (pg.92)
 En nuestro mundo, los líderes cristianos pueden sufrir la tentación de construir su
reputación y su estilo a partir de las expectativas superficiales de la cultura
contemporánea. En lugar de la ternura y de la bondad de Cristo, se vuelven
dictadores, pequeños dioses de lata. J.B. Phillips “en lugar de usar las armas del
evangelio de la verdad, dependen de su fuerza personal, del brillo del espectáculo,
o de la manipulación retórica propia de un vendedor. En lugar de edificar a sus
hermanos en la fe, se vuelven autoritarios; carecen de la humildad que distingue
a un siervo de Cristo. No muestran en su vida la imprescindible integridad entre
palabras y hechos” (pg.93)
 Cualquiera persona convocada al liderazgo cristiano en cualquier terreno, pronto
advertirá que de vez en cuando cuestionarán sus motivaciones, pondrán en duda
sus criterios y evaluarán sus palabras. ¿te parece una opinión demasiado dura
sobre la comunidad cristiana? Tal vez. (pg.95)
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