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FRANDRES CARDOZA HERNANDEZ

CAPÍTULO I:
CONTEXTO HISTÓRICO Y FILOSÓFICO EN EL PENSAMIENTO
DE ALBERT CAMUS

En el siguiente capítulo, se abordará la vida y el contexto histórico que


influyó notablemente en el pensamiento de Albert Camus. Cuestiones como la
angustia, la existencia, la muerte y el propio absurdo, llevan a considerarlo un
filósofo existencialista aunque no se identificara así.
En este sentido, los grandes problemas que albergaba la humanidad a
principios y mediados del siglo XX. Desastres y tormentos causados por las
guerras mundiales y el acontecimiento histórico universal denominado el
holocausto judío por parte de Adolf Hitler buscando la aniquilación total del
pueblo israelita, en fin. Todo este sufrimiento causó la gestación del pensamiento
de Albert Camus enmarcado en la corriente filosófica existencialista,
preguntándose por el individuo que sufre, por la existencia y la muerte.
La pregunta que imperaba era: ¿Qué pasó con la razón? Aquella que
planteaba el progreso, el disfrute de la vida sin preocuparse de los grandes
problemas tales como: la enfermedad, la pobreza y todas las desigualdades
socioeconómicas. Al final, la historia evidencia un resultado distinto. Un triunfo
exacerbado del egoísmo y nacionalismo etnocéntrico.
Teniendo en cuenta la idea anterior, es apremiante señalar que, cuando un
autor se enfrenta a estos hechos casi de modo palpable, prácticamente no se puede
evitar que surjan discusiones y que él mismo cuestione temas como la libertad
humana, las relaciones intersubjetivas de una forma universal que le proporcione
una respuesta holista a todas las experiencias vividas. Albert Camus es uno de
estos pensadores que, sin duda alguna, no escapó de dicha realidad.
Con este mero preámbulo, se introduce directamente a describir las
circunstancias iniciales de su vida. Se habla de Camus como un escritor francés
argelino aunque maternalmente tiene un origen español. Este origen es algo que
matizó su vida y su pensamiento, es lo que precisamente llegó a determinar en
gran medida su obra artística y filosófica.
1.1 Biografía de Albert Camus

Hay geografías que invitan a la violencia, otras al aburrimiento, algunas a


la resignación; la geografía argelina de la costa mediterránea, con el sol cayendo
verticalmente, conduce a la vida, a la dicha sensible, pero sobre todo a hablar
sobre Albert Camus: quien nació en este marco geográfico, vio la luz primera el
día 7 de noviembre de 1913 en el barrio obrero de Beltcourt, Departamento de
Mondovi, en Argelia.

En este sentido, el lugar influyó notablemente para el desarrollo de su


obra, sobre todo la primera parte de ésta. Su visión del Mediterráneo y el calor del
sol y de las mujeres, forman parte esencial de esta etapa conocida como inocente.1

Sin embargo, su padre muere en combate al principio de la Primera


Guerra Mundial, durante la batalla de Marne (septiembre de 1914), dejando a su
mujer sola con sus dos hijos. Esta, analfabeta y parcialmente sorda, vuelve a casa
de su madre donde trabaja como mujer de limpieza para cubrir las necesidades de
su familia. Es la abuela de Albert Camus, una mujer autoritaria y dominante, la
que se encarga de la educación de sus nietos. La infancia del futuro escritor se
compone de placeres sencillos: juega con sus compañeros en los barrios pobres de
Argelia y caza con su tío materno, un obrero sordomudo.2

Entre los años 1918 a 1923, Camus estudia exitosamente en la escuela


comunal, brillando por una gran capacidad intelectual. Después que el joven
Camus terminó, el profesor Louis Germain que se interesa por él, le facilita una
beca para el liceo de Argel. Permanecerá allí hasta 1930 y luego prosigue sus
estudios en primera superior donde tiene como profesor a Jean Grenier, que ya

1
Cfr. SÁNCHEZ, T, C. Albert Camus, El Rebelde Existencial, Palibrio, 2012, 9.
2
Cfr. 50MINUTOS.ES. Albert Camus: Del Ciclo de lo Absurdo a la Rebeldía, 50minutos.es, 2017,
5. (Ebook) [Internet]. Septiembre 2019. https://books.google.com.py › books Formatted: Font: (Default) Times New Roman

Formatted: Normal, Left


había tenido en la clase de filosofía, y cuyo profesor tendrá sobre él una influencia
muy grande.3

Entre 1928 y 1930, Camus vive un periodo de barbarie feliz dedicado al


estudio y el deporte, tales como: la natación, baños de sol en la playa, partidos de
fútbol, jugando como portero en el Racing Club, donde aprendió, según él, su
sentido de la ética. La tuberculosis lo aparta en 1930, cuando apenas tenía 17
años, de la existencia placentera que llevaba y lo aboca súbitamente al sentimiento
trágico de la vida.4

Mientras tanto, en Alemania asciende al poder, con el voto de la mayoría,


Adolf Hitler. En 1934, Albert Camus se casa con Simone Hié e ingresa en el
Partido Comunista. Ninguno de estos dos compromisos durará mucho: un par de
años después se separa de su esposa y renuncia al Partido Comunista. Prosigue sus
estudios de filosofía en la Facultad de Argel y desempeña diversos trabajos
menores para vivir. En 1936 redacta su tesis de Filosofía, titulada Metafísica
cristiana y neoplatonismo. En su amada costa argelina lee a Epicteto, Pascal y
Kierkegaard mientras en Europa los acontecimientos se precipitan por una
pendiente que la llevará a la catástrofe: Alemania recupera la Renania, que había
sido desmilitarizada por los vencedores de 1918 – las tropas germanas son
recibidas con delirante entusiasmo por la multitud mientras Francia se inhibe -, y
en España estalla la guerra civil.5

En 1938, ingresa como periodista en Alger-Républicain (República de


Argelia), dirigido por Pascal Pia. El mismo año, escribe Calígula y comienza a
pensar en El extranjero y en El Mito de Sísifo.

Respecto al aspecto anterior, es necesario destacar dos cuestiones sobre


Albert Camus. Ciertamente no fue filósofo de profesión ni pretendió nunca serlo.

3
Cfr. BRISVILLE, J., C., Camus, en: DIVISON, D., R., El Absurdo de la Existencia en el Pensamiento
Filosófico de Albert Camus, Trabajo de Investigación Final para optar al título de: Llicenciado en
Filosofía: PUCMM, (2014) 12-13. Formatted: Font: (Default) Times New Roman
4
Cfr. CAMUS, A., Las Islas de Jean Grenier, en: SALAS, R, M. El teatro de Albert Camus. Grupo Formatted: Font: (Default) Times New Roman
Planeta, 2018, 7.
5
Cfr. FITCH, T., B.,RIAN. Prólogo a Albert Camus, Obras Escogidas, Andrés Bello, Santiago de Formatted: Font: (Default) Times New Roman
Chile, 1970, XV. (la paginación está en letras de este estilo?) Formatted: Font: (Default) Times New Roman
Sin embargo, en vista de los temas de sus escritos, es común mencionarle cuando
se expone el existencialismo francés, aunque él negó que fuese existencialista.6

Entre los años 1936 y 1950, recibe la licenciatura en filosofía, sin


embargo se trunca su carrera a consecuencia de su tuberculosis. En 1950, ya es
todo un hombre internacional. Esto se debe a que sus obras son leídas en todos los
idiomas. Es más, entre los años 1950 y 1960 es uno de los escritores franceses
más leídos, especialmente para el público joven.7

El 10 de diciembre de 1957, Albert Camus recoge el Premio Nobel de


Literatura. En 1959, Comienza la novela Le Premier Homme (El Primer Hombre),
novela autobiográfica que quedará inacabada, pues, la muerte le vendrá
repentinamente. Muere desgraciadamente, el 6 de enero del 1960 en un accidente
automovilístico cerca de París, camino de Lourmarin.8

1.2 El Siglo de Guerras

Durante los años treinta al cincuenta del siglo XX, Francia está marcada
por las secuelas de la Primera Guerra Mundial. Posteriormente tendrá
consecuencias la Segunda Guerra Mundial y sus sucesos posteriores forjando en
los escritores e intelectuales franceses, una nueva cosmovisión. El acercamiento a
las cosas, al ser humano y su entorno, partieron de un “por qué” tajante.
Albert Camus pertenece a la estirpe de un creador volcado en las
cuestiones fundamentales del vivir, por lo tanto, su contexto y origen será toda la
incertidumbre revuelta entorno al sentimiento de posguerra.9
Cabe destacar, que estas Guerras mundiales produjeron como
consecuencia, ruinas y destrucción, sufrimiento, angustia y la tristeza era lo que se
respiraba y se vivía en cualquier lugar de Europa. Todo esto generó un clima de
indiferencia, frialdad y malestar entre algunas personas ya que experimentaban la
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pérdida de la libertad ocasionada por los regímenes totalitarios. Formatted: Font: (Default) Times New Roman

6
Formatted: Font: (Default) Times New Roman
Cfr. COPLESTON, F., Historia de la filosofía: de Maine de Biran a Sartre, IX, Ariel, Barcelona
1996, 370. Formatted: Font: (Default) Times New Roman
7
Cfr. Ibídem, 371. Formatted: Font: (Default) Times New Roman
8
Cfr. Mádoz, C., I., La Superación del Nihilismo en la obra de Albert Camus, Servei de Formatted: Font: (Default) Times New Roman
Publicaciones, Valencia, 2007, IV. (la paginación está de esa manera en el libro?)
9
Cfr. HERNÁNDEZ, S., M., Albert Camus: Los Caminos de la Existencia: Casa del Tiempo 19, Formatted: Font: (Default) Times New Roman
(2009,) 89. Formatted: Font: (Default) Times New Roman
En definitiva, el siglo XX, fue una época de peligros. Los recuerdos,
todos los acontecimientos inimaginables e indeseables mostraron que el hombre
contemporáneo puede ser mucho más primitivo; fue la bomba atómica y sigue
siendo la bomba atómica que amenaza con la destrucción no solo de la cultura, no
solo de las ideas y sistemas de creencias, sino a la humanidad misma.10
Todos los contemporáneos se equivocaron, Rousseau erró al denominar
la bondad innata del ser humano. Al final, la bondad y la maldad dependen de la
razón e incluso de la sinrazón con que el hombre trabaje.
La filosofía y la literatura de esta época se encuentran con la corriente
surgida llamada existencialismo como un camino para expresar sus sentimientos y
quietud sobre la situación del hombre donde el anhelo de alcanzar la felicidad
parece ser una utopía.
En lo que corresponde a Camus, fue un testigo vivencial de las guerras
mundiales, por eso sus obras están cargadas de ese matiz existencialista, donde
afirma el absurdo de la existencia por el sufrimiento, el mal y la muerte que
experimentaban los hombres de su tiempo.

Ahora bien, es necesario acudir a una expresión propia de Albert Camus


para apreciar la cruda realidad de la que se está tratando, vislumbrar de alguna
forma la tinta que utilizaba: “No hay más que un problema filosófico
verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no vale la pena vivirla
es responder a la pregunta fundamental de la filosofía:”11

1.3 El Surgimiento del Existencialismo

Ciertamente, hay que empezar explicando la razón por la cual la filosofía


de la existencia es la filosofía del siglo XX y puede definirse, repitiendo lo que ya
todos afirman, que es la filosofía de la crisis. Es obvio que hablar de ella así,
cause un pretexto para escandalizarse, para apartarse a un lado de forma
indignada, alegando una desconfianza o una temerosa reserva. Antes bien, dicho
pesimismo obstinado es, irónicamente, lo que impulsa, lo que inevitablemente

10
Cfr. Xirau, R., Introducción a la Historia de la Filosofía, Coordinación de Humanidades,
Ciudad de México, 2011, 394.
11
CAMUS, A. El Mito de Sísifo, Alianza, Madrid, 19955, 15.
impulsa a entrar en ella por algún camino. Guste o no, la crisis es la manera de ser
de la situación espiritual. 12
“En este sentido, la filosofía de la existencia no fue entonces una simple
moda que surgió y se divulgó en los cafés franceses durante los años de la
posguerra, sino que perteneció a “una manera de filosofar que responde extraña y
maravillosamente a la vocación filosófica, hasta al gusto filosófico de nuestro
tiempo”13
Sin embargo, ¿cómo fue que llegó a estar en el pensamiento de cualquier
mortal el hecho de darse cuenta que existe y que sufre?, lo que estaba sucediendo
era lo siguiente. La filosofía moderna subjetivista e idealista a partir de Descartes,
había ido reduciendo cada vez más la realidad objetiva hasta situarla dentro del
hombre; y, en vez de Dios, había convertido a éste en centro del mundo, con
poder de producir de sí mediante su pensamiento todas las cosas. Pues bien; ahora
en Hegel todas las cosas, Dios incluso, pasaron a ser mero pensamiento, una
esencia general, fenómeno de una idea, miembro de un sistema objetivo de
pensamiento abstracto; sólo que el individuo humano, concreto y vivo, no lograba
comprenderse en ese sistema, ni sentía su vida iluminada ni orientada por él14
Para establecer un panorama, el ser humano no podía concebir por
ejemplo que la muerte fuera el final de un proceso biológico y que simplemente se
tendría que aceptar que el dolor o la angustia por morir, tarde o temprano llega
como producto de la evolución: nace, se reproduce y muere. Es la mera consigna
el científico. La muerte afecta, y afecta a los sentimientos, todo lo que constituye
el ser. Hasta el llanto más melancólico que pueda darse, es motivo para determinar
que el individuo no puede ser comprendido totalmente a través de una postura
cientificista.
Frente a este reduccionismo positivo reaccionaron los pensadores
existenciales. El hombre no es pura conciencia, no es un cogito absoluto y
desencarnado. El yo pienso cartesiano no es apertura de origen, sino obturador
Formatted: Font: (Default) Times New Roman
Formatted: Font: (Default) Times New Roman
12
Cfr. BOBBIO, N. El Existencialismo, ensayo de interpretación, Fondo de Cultura Económica, Formatted: Font: (Default) Times New Roman
México D.F 1992, 14. Formatted: Font: (Default) Times New Roman
13
Cfr. ORTEGA, A – VILLABONA, J. – ACEVEDO, A., El Sentimiento De La Posguerra: La Revista Formatted: Font: (Default) Times New Roman
De Santander Y El Existencialismo: Estudios de Literatura Colombiana (2019) 55. [Internet].
Septiembre 2019. https://doi.org/10.17533/udea.elc.n45a03v Formatted: Font: (Default) Times New Roman
14
Cfr. LENZ, J., El Moderno Existencialismo Alemán y Francés, en: DIVISON, D, R. a.c., 19. (¿?) Formatted: Highlight
(válvula) de cierre. Más allá de la objetividad están las realidades existenciales
que, como la libertad, la contingencia, la esperanza, el amor o la muerte, no
pueden encapsularse en la rigidez del concepto. En esto radica la traición del
racionalismo, en que no tiene en cuenta el mundo concreto e identifica toda la
realidad humana como objeto científico. Por lo tanto, los filósofos llamados
existencialistas, reivindicaron la necesidad de reflexionar sobre la existencia
humana y no de forma abstracta, sino como objeto explícito y casi único de su
reflexión.15
Por lo tanto, es necesario decir que sin las filosofías de la existencia sería
imposible comprender el convulsivo horizonte del pensamiento contemporáneo.
Son temas tan penetrantes acerca de la finitud, angustia desgarrada por el propio
absurdo de la muerte que ha dejado una huella indeleble en el espiritu del S.XX.
Por eso es que dicha corriente sacudió el alma de varias generaciones de
intelectuales que, aún en la actualidad permanecen como destellos en la
conciencia del ser humano de hoy.
El existencialismo nació como una poderosa reacción frente a esta
demencial tendencia y protagonizó una apasionada protesta contra la
desindividualizacion y despersonalización iniciando una subjetivación del
pensamiento. Tiene el mérito de haber contrarrestado la tendencia objetivista que
miraba al hombre desde fuera, como un elemento del mundo.16
Ahora bien, de acuerdo con todo lo anteriormente mencionado, hace falta
acotar una definición clara sobre el existencialismo debido a que se ha abusado
tanto de dicha palabra, tanto así que se ha banalizado, ya no significa nada.
Se han calificado de “existencialistas” No sólo ciertas tendencias
filosóficas contemporáneas, sino muchas de las tendencias filosóficas del pasado,
antiguas y modernas. Se ha dicho, por ejemplo, que los jónicos, los estoicos, los
agustinianos, los empiristas y muchos otros han sido de algún modo
"existencialistas". Sin embargo, para combatir este abuso del término

15
Cfr. VILLA, M, M., historia de la Filosofía Moderna y Contemporánea IV, MAD, Sevilla Formatted: Font: (Default) Times New Roman
2003,17-19.
16
Cfr. FONTAN, J., P., Los Existencialismos: Claves para su Comprensión, 28, Cincel, Madrid Formatted: Font: (Default) Times New Roman
1985, 17-21. Formatted: Font: (Default) Times New Roman
'existencialismo' hay que limitar la aplicación del vocablo a cierta época y, dentro
de ello, a ciertas corrientes o actitudes filosóficas.17

Desde el punto de vista del origen del existencialismo solamente se tiene


a Kierkegaard, el cual lanzó por primera vez el grito de combate: "contra la
filosofía especulativa (principalmente la de Hegel), la filosofía existencial".
Quería hacer que los hombres de su época, tomaran conciencia de que son seres
creados y por ello, debía reflexionar sobre los últimos y más profundos
fundamentos de su existencia, que es un peregrinar sin patria en este mundo, les
recordó la problematicidad e inseguridad de la existencia terrena y les puso ante
sus ojos la angustia que sentían en su interior ante la muerte y ante la nada. Así se
convirtió Kierkegaard en precursor del existencialismo moderno.18

Por otra parte, acostumbra a hablarse de dos tendencias principales: el


Existencialismo ateo y el existencialismo teísta. Estos se distinguen por la
posición adoptada frente a Dios. Los existencialistas ateos niegan la existencia de
la trascendencia; consiguientemente, el absurdo alcanza todos los dominios y el
pesimismo extiende su sombra sobre todas las dimensiones de la vida humana.
Los existencialistas teístas, en cambio, afirman la existencia de la trascendencia;
aquí el absurdo puro y total queda excluido, mas no el pesimismo y el sentido
dramático de la existencia humana. Esta escuela de existencialistas ateos es la que
influencia más a Albert Camus y en la cual también muchos historiógrafos lo
colocan, por seguir la misma línea del carácter absurdo de la existencia.19

Ahondando un poco más sobre el existencialismo ateo del cual Albert


Camus es partidario, Sartre declara que si Dios no existe, hay por lo menos un ser
en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser
definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre, o como dice
Heidegger, la realidad humana. ¿Qué significa aquí que la existencia precede a la
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Formatted: Font: (Default) Times New Roman
17
Cfr. MORA, F., J., Diccionario de Filosofía, Tt. I, Sudamericana, Buenos Aires. 19644, 613-614. Formatted: Font: (Default) Times New Roman
18
Cfr. DIVISON, D, R., a.c., 20. Qué siginifica a.c.? Formatted: Highlight
19
Cfr. Ibídem, 36-38. Formatted: Font: (Default) Times New Roman
esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el
mundo y que después se define.

Él mismo expone por ejemplo un objeto fabricado, bien sea un libro o


cualquier objeto creado o fabricado por un artesano que se ha inspirado en un
concepto; se ha referido al concepto de libro, e igualmente a una técnica de
producción previa que forma parte del concepto, y que en el fondo es una formula.
Así, el libro es a la vez un objeto que se produce de cierta manera y que, por otra
parte, tiene una utilidad definida, y es impensable que un hombre produzca un
libro sin saber para qué va a servir ese objeto.

Por ende, se podría decir entonces que en el caso del libro la esencia,
conjunto de fórmulas y cualidades que permiten reproducirlo y definirlo precede a
la existencia y, así está determinada la presencia de tal o cual libro.20

Es de notar, que la filosofía francesa se examina a partir en gran medida


del pensamiento de Sartre. Dicha concepción existencialista quedaría considerada
de la siguiente manera: el hombre es un ser limitado temporalmente, cuyo
comportamiento en el mundo consiste en curarse, curarse del mundo y procurar
por los otros; es un ser arrojado, sin esperanzas, libre y angustiado, al que hay que
entender desde la nada y desde su ser relativamente a la muerte; orientado hacia sí
y que busca inalcanzablemente el sentido de su existencia en el mundo.

De esta manera, se ha pretendido dilucidar brevemente los antecedentes


históricos y filosóficos que enmarcaron el pensamiento de Albert Camus en miras
de establecer una perspectiva conjunta, un contexto que permita analizar el
acercamiento filosófico que tuvo Albert Camus sobre todo desde el
existencialismo y más aún, el existencialismo ateo de la mano de Jean Paul Sartre.

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20
Cfr. SARTRE, P., J., El Existencialismo es un Humanismo, Edhasa, Barcelona. 2004 27-28. Formatted: Font: (Default) Times New Roman

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