03/08/2014

18 DOMINGO COMÚN / SOLEDNIDAD SAN PEDRO JULÍAN EYMARD

Hermanos y hermanas, hoy celebramos la solednidad de San Pedro Julián Eymard.

Fundador de los Religiosos Sacramentinos, de la gran familia Sacramentina, es decir,
ustedes y nosotros.

Somos una familia compuesta por Religiosos: Laicos comprometidos y consagrados,

hermanos, diaconos y sacerdotes, es decir cada uno de ustedes que junto a nosotros
religiosos bebemos del carisma de éste Santo fundador, de dos comunidades, los
religiosos sacramentinos y las Siervas del santísimo Sacramento.

La primera lectura (Eclesiático) nos hace ver que el sumo sacerdote era quien rodeado
de sus hermanos (la comunidad) preparaba y elevaba al Creador la ofrenda de acción
de gracias. Es propio del sacerdote servir en la comunidad prestando este maravilloso
servicio. Servicio de amor, servicio de entrega como nos lo dice el apóstol S. Juan.
Amor que brota primero del Padre y que se hace vida en Jesús Eucaristía a quien
Nuestro fundador adoraba y servía con alegría.

“Yo vivo por el Padre; del mismo modo, que quien come mi Cuerpo y Sangre, habita en
mí y yo en él”, nos dice Jesús.

Vivir unidos al Padre por medio de Jesús, es vivir la experiencia de nuestro fundador,
donarnos desde un servicio de entrega amorosa a los otros y todo ello alimentado por el
encuentro con Jesús nuestro salvador, quien hoy nos pregunta “¿También ustedes
quieren marcharse?”.

La respuesta que le demos, debe ser, de perseverancia en una búsqueda constante en

donde La Eucaristía sea el centro de nuestra vida como cuerpo eclesial.

Debe de ser una respuesta, que desde la oración contemplativa aceptemos que sólo
Jesús es quien tiene “palabras de vida eterna”.

Como familia Sacramentina, hoy demos hacer nuestras las palabras del salmista
“Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre”. Bendito porque nos ha hecho
parte de esta familia que busca orientar la vida y proyectos desde el amor que brota de
Jesús Eucaristía. Bendito, porque estamos bebiendo del legado de San Pedro Julián
Eymard, “apóstol de la Eucaristía” como lo reconoce la Iglesia Universal.

Gracias Padre por darnos en S. Pedro Julián

Un adorador de Jesús en la Eucaristía
Gracias Señor porque te entregas como Alimento
Que nos fortalece (para vivir como familia unida) en el servicio cada día.