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'TEMERE?
Ann Vitorovich
/
Titulo del original en ingles: Whom Shall I Fear, Pacific Press
Publishing Association, Boise, Idaho, E.U.A.,2006.
IMPRESO EN LA ARGENTINA
Printed in Argentina
Primera edicion
MMVII - 4,5M
ISBN 978-987-567-342-7
Vitorovich, Ann
i,De quien fernere? : ^Permanecera fiel Mara a pesar de la guerra y la incredulidad de su
familia? / Ann Vitorovich / Dirigido por Rolando A. Itin. - 1a ed. - Florida : Asoc. Casa Editora
Sudamericana, 2007.
168 p . ; 21 x 14 cm.
ISBN 978-987-567-342-7
1. Testimonies de fe. I. Rolando A. Itin, dir. II. Hern de Brizuela, Silvana, trad. III. Titulo.
CDD 248.5
-1 0 2 4 7 4 -
ΐΌΈ QUIEN
TEMERE?
dPERMANECERÄ FIEL MARA A PESAR DE LA
GUERRAY LA INCREDULIDAD DE SU FAMILIA?
A nn V itorovich
7
Dedicatoria
Nata: Jovica.
Voja: George.
1. Un disparo en la noche.......................................................9
2. 1929 ....................................................................................... 16
3. Las extranas palabras de Johann.................................... 22
4. En busca de respuestas.....................................................29
5. Un dia reservado para D io s.............................................34
6. Un mensaje urgente.......................................................... 41
7. Aparecen nubes de tormenta...........................................45
8. La prueba de fe de Mara ..................................................49
9. La crisis continua............................................................... 54
10. La diligencia de Mara a medianoche ............................ 60
11. Resultados sorprendentes................................................68
12. Reformas familiäres .......................................................... 77
13. Los dos terribles ................................................................ 84
14. Leka viene a la casa........................................................... 95
15. En la escuela........................................................................98
16. La partida del hogar ....................................................... 104
17. Rumores y vientos de guerra ........................................110
18. El ataque enem igo........................................................... 114
19. Capturado .........................................................................118
20. La ocupacion enem iga.................................................... 124
21. Milagro al mediodia .............................................. 132
22. La guerra termina y comienza un Nuevo Orden ........143
23. Una idea moderna en contra de una antigua.............152
24. Despues del ultimo adios...............................................159
Personajes principales
baka abuela.
cardak habitation especial de un edificio.
gibanica queso para pasteleria.
gusle violin de una sola cuerda.
Ikonostas pared compuesta por imagenes que separa el
presbitero o santuario, donde estän los ofician-
tes, de la nave central, donde estan los feligre-
ses o la congregation.
Kamilavka sombrero en forma de cilindro con tapa plana.
Opanke zapato traditional esloveno.
prota sacerdote.
Slava dia solemne del ano para todos los serbios de
fe ortodoxa. Celebration del nacimiento espi-
ritual del pueblo serbio.
sljivovica licor de ciruelas.
srecno jfelicidades!; jbuena suerte!
Stukas aviones de combate.
tetka manera respetuosa de dirigirse a una persona,
zadruga tipo de comunidad rural formada por una
gran familia o un clan de familias emparen-
tadas, que denen propiedades, animales, etc.,
en comun.
Un disparo en la noche
Mara se sento completamente vestida junto a la ventana,
mirando hacia la noche oscura. La lampara a querosen so-
bre la mesa cerca de ella reflejaba un tenue resplandor sobre
su claro rostro, haciendole resaltar el menton y los pomulos.
A sus pies, en el piso de parque, habia una pequena maleta
negra; y en un colchon de plumas, cerca de ella, yacia Leka,
profundamente dormida.
Mara se levanto y abrio levemente la ventana, asomo la
cabeza y escucho. En la quietud de afuera, unicamente po
dia oir el sonido del viento agitando los arboles del huerto y
susurrando en los aleros de la casa. Adentro, todo estaba en
silencio; el resto de la familia ya dormia.
Una räfaga de viento frio entro en la habitacion, haciendo
vacilar la luz de la lampara y agitando su sombra en la pared
de yeso. Cerro algo mas su abrigo y regreso a la silla. Metio
la mano en el bolsillo del abrigo, saco el reloj que su padre le
habia dado anos antes y lo acerco a la luz. Eran las 21:30. No
tardarä mucho, se dijo a si misma con una sonrisa de expecta-
tiva en sus labios.
Mara habia perdido a su esposo a principios de la Primera
Guerra Mundial, cuando Austria-Hungria invadio Serbia,
que habia sido liberada de los turcos tan solo dos anos antes.
En ese momento, embarazada de ocho meses y con una hija
de dos anos, ella y sus suegros habian huido del caos y la lu-
cha que estallo en los alrededores y se habian unido al exodo
de civiles aterrorizados que huian hacia el sur para salvar sus
vidas. En algun lugar del trayecto, habia dado a luz a otro
hijo, que murid tres semanas mas tarde a causa de una epide-
mia de tifus.
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iD e quien fernere?
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Un disparo en la noche
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Un disparo en la noche
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iD e quien fernere?
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Un disparo en la noche
podri darle a Ilija el hijo que tanto desea? Ambos hemos perdido a
nuestros hijos varones. Las hijas se casan y se van del hogar, pero
los hijos varones se quedan con sus padres. Querido Dios lestoy
maldecida? i Es mi destino no tener otro hijo varon nunca mas?
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1929
Muchas cosas ocurrieron en el ano 1929. Se le dio el nom-
bre de Reino de Yugoslavia al pais en el que Mara e Ilija
vivian, el cual se habia establecido despues de la desinte-
gracidn del imperio Austro-Hüngaro para reemplazar el
nombre de Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos. Jovan
murio inesperadamente. Nata cumplio nueve anos y Vera
dos. Ilija hizo planes de construir una casa nueva para su
familia. Bojana, la vaca mas grande de la familia, tuvo terne-
ros mellizos por primera vez. Y lo mäs importante de todo
para Mara, fue que estaba embarazada otra vez a la edad de
treinta y ocho anos.
-Esta vez sera un vardn -predecian las parteras, y las es-
peranzas de Mara cobraban vuelo. Siento que este embarazo es
totalmente diferente, se decia a si misma cuando sentia en su
vientre, las patadas, los movimientos y los golpes del bebe.
jPor favor Dios, que las parteras tengan razcm! oraba ella.
Aunque Mara se cansaba con facilidad, no permitid que
el embarazo le impidiera hacer sus tareas o ir fielmente a la
liturgia cada domingo. Se ponia su mejor sombrero y un ves-
tido casero de futura mama y caminaba cinco kilometros has-
ta la iglesia ortodoxa del otro lado de Glusci. Alii encendia
velas, recitaba el Padre Nuestro y leia oraciones del libro de
oraciones ante la imägenes de los santos, mientras su corazon
rogaba por un hijo vardn.
-Buenos dias, Mara -la saludaban a lo largo del camino.
La mayoria de los aldeanos, asi como el resto de su familia,
eran serbios ortodoxos, pero muy pocos asistian a la iglesia
regularmente, solo en fiestas especiales o en la celebradon
del Slava de sus familias.
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Las extranas palabras de Johann
-Cveja parece estar mäs rellenito que Voja. <jLo notas? -le
pregunto Mara a una de las parteras un par de semanas mäs
tarde.
-^Les das de mamar siempre del mismo pecho?
-Si, Voja a la derecha, por ser el primogenito, y Cveja a la
izquierda. Parece que les da hambre a la misma hora, asi que
les doy de comer al mismo tiempo.
-Trata de intercambiarlos ocasionalmente -sugirio la par-
tera- Algunas personas dicen que el pecho de la izquierda
tiene mäs leche.
Pero la primera vez que Mara trato de poner a Cveja en el
pecho derecho en vez de poner a Voja, Voja estiro su manita
y aparto la boca de su hermano de ese lugar. Mara penso
que estaba jugando. Pero cuando Cveja continue» mamando,
Voja volvio a hacerlo. Esta vez Cveja se puso a llorar.
-jDetente ya! -retd Mara a Voja. Pero Voja no se detuvo.
Miro a Mara a los ojos y lo volvio a hacer.
-;No, no, no! -dijo ella dändole golpecitos suaves con el
dedo en la nariz. El puso mala cara, pero detuvo su compor-
tamiento. Aparentemente, a pesar de su herencia genetica
identica, las personalidades diferentes de los gemelos co-
menzaban a surgir. Cada semana despues de este incidente,
Mara cambiaba a los ninos de posicion al amamantarlos y
fueron creciendo de forma pareja.
En unas pocas semanas, Mara se habia recuperado del
parto lo suficiente como para retomar algunas de las tareas
del hogar, sin embargo continue» usando el cinturon en el ab
domen. Podia dejar a los mellizos durmiendo tranquilamen-
te en la cuna mientras trabajaba en la cocina cercana. Elios
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Las extranas palabras de Johann
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iD e quien fernere?
mente; las ponia en duda: iComo puede Johann decir algo asi?
I Que se trae en tre manos ?
Un conejo paso frente a ella saltando y se escabullo entre
los arbustos. Aunque estaban llegando los dias mäs frescos
de otono, las matas amarillas de flores silvestres todavia
sonreian a ambos lados del camino. Desde una de las ra-
mas de los arboles, un pajarillo comenzo a cantar y el aire se
lleno de melodia. De a poco, la indignation de Mara se cal-
mo, pero en su lugar aparecio una extrana intranquilidad.
iPodria Johann tener razon? ^He estado adorando a Dios en el dia
equivocado?, iComo puede ser? iN o van todos los cristianos a la
iglesia el domingo? Su mente daba vueltas, confundida.
En la planicie que se extendia ante ella, se veia la silueta
de una iglesia, de arquitectura bizantina con tres cupulas,
cubierta de estuco blanco. Una cruz bizantina de obra pri-
morosa, enchapada en oro brillaba con el sol sobre la cupula
mas alta, la del centro. Como un centinela dandole la bien-
venida a un viajero cansado, esta vista familiar trajo alivio al
corazon de Mara.
-Buenos dias, Mara -la saludo una voz suave y melodio-
sa. Ella dejo de rezar y de encender las velas en el portico
de entrada a la iglesia, y se volvio para ver una figura alta y
grande con una larga sotana negra que se acercaba. El sacer-
dote usaba un kamüavka negro sobre la cabeza canosa, y una
enorme cruz bizantina plateada que colgaba de su cuello con
una larga cadena. Una sonrisa jugaba a las escondidas entre
su bigote y su barba totalmente gris, separada en el medio y
caida sobre su pecho.
-Prota Mihajlo, traje un obsequio para la iglesia -exclamo
Mara llena de alegria. Se agacho para quitar la tela que en-
volvia el paquete y extendio un colorido tapiz en el piso de
madera.
-H e estado tejiendo esto durante los Ultimos meses de mi
embarazo mientras la familia dormia. Es mi obsequio para
la iglesia: una muestra de gratitud a Dios por los hijos que
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Las extraäas palabras de Johann
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I De quien fernere?
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Las extraäas palabras de Johann
vida aqui.
-^Que ocurrio, Johann? ^Puedes contarmelo? ^Por que no
tomaste los votos? -pregunto Mara preocupada.
-Para decirte la verdad, Mara^ descubri que mi iglesia
cambio los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. De he-
cho, veto a Dios. Elimino el segundo mandamiento y dividio
el decimo en dos partes -Johann hizo una pausa-. Tambien
cambio el cuarto mandamiento: cambio el dia de reposo bi-
blico del septimo dia de la semana al primero. Eso es lo que
quise decir esta mahana.
Mara fruncio el ceno con el rostro lleno de signos de pre-
gunta.
-N o entiendo, ,;no es el domingo el dia de reposo cris-
tiano?
Johann movio la cabeza.
-E l domingo es un dia pagano, un dia dedicado a la
adoracion del sol. El säbado es el monumento del poder
creador de Dios. Dios bendijo y santifico el septimo dia.
Nadie tiene derecho a cambiarlo por el domingo -Johann
jugaba con el tenedor-, Cuando la iglesia oriental se separo
de Roma, en el siglo once, se llevo con ella la adoracion del
domingo junto con otras tradiciones que no eran biblicas.
Sin embargo, por mucho tiempo, la iglesia oriental guardo
los dos dias. No, Mara, el domingo no es un dia de adora
cion en la Biblia. Ningün hombre puede hacer Santo Io que
Dios no bendijo.
Mara permanecia sentada en silencio, con los ojos gran-
des y lineas marcadas en la frente. iH e estado desagradando a
Dios al adorar en un dia pagano? Johann se cruzo con la mira-
da fija de Mara.
-Si realmente quieres saber lo que Dios dice, Mara, ve a
ver a Mila. Τύ la conoces. Su esposo es quien pone las he-
rraduras a tus caballos. Ella tiene una Biblia -y notando su
afliccion, agrego-: Tal vez no debi decir nada ~y comenzo
a ponerse de pie-. La pregunta en realidad no es tanto que
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iD e quien temerä?
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En busca de respuestas
Mara abrio el porton y paso frente a la herreria del esposo
de Mila. Continuo atravesando el patio y se acerco a la casa
hecha de estuco de dos habitaciones donde vivia la pareja.
Mara habia dejado a los gemelos al cuidado de sus cunadas
y habia caminado el kilometro y medio que separaba su al-
dea del pueblo de Uzvece, para ver a Mila.
lEstoy haciendo lo correcto? iQ u i me dim Mila?, se pregun-
taba. Corria el rumor de que Mila pertenecia a un grupo de
sabatistas. Mara no sabia en que creian ellos, pero Johann dijo
que Mila tenia una Biblia, y Mara queria saber que decia.
-Adelante, Mara, adelante -le dio la bienvenida Mila en
la puerta de la cocina-, £,Que te trae por aqui?
La luz del sol entraba por dos ventanas pequenas, marcan-
do esteras de luz en el piso de tierra reden barrido. Sentada
a la mesa en frente de Mila, Mara le relato su experienda con
Johann.
-Y por eso vine, Mila -concluyo Mara-, Johann me dijo
que tu tienes una Biblia. Necesito saber lo que dice acerca
del dia de reposo.
-jQue la bendicion de Dios desdenda sobre ti, Mara! -re-
plico Mila, y la sonrisa en su rostro iba en aumento-. Me en-
cantaria estudiar la Biblia contigo. ^Puedes volver el sabado
por la tarde?
-^El proximo sabado? Bueno, si... pero yo esperaba que
pudieramos hablar hoy. Tengo tantas preguntas...
-Bueno, Mara. Quieres saber acerca del dia de reposo.
Dejame contarte algo mäs importante aün, algo que esta en
el centro de la Biblia.
~^Y que es? -pregunto Mara.
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En busca de respuestas
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En busca de respuestas
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Un dia reservado para Dios
Cuando Mara llego a la casa de Mila el siguiente sabado
de tarde, Dana, la hija de Mila de ocho anos de edad se unio
a ellas en la mesa. El libro negro encuadernado en cuero es-
taba abierto sobre la mesa en frente de ella.
-Hoy vamos a ver lo que la Biblia dice acerca del dia de
reposo -dijo Mila mirando hacia su hija-. Dana, lee Genesis
capitulo dos, los tres primeros versiculos.
Dana tomo el libro negro y dio vuelta las paginas has-
ta el comienzo. Mara noto cuän rapidamente encontraba el
pasaje. La ninita leyo en voz alta: "Fueron, pues, acabados
los cielos y la tierra, y todo el ejercito de ellos. Y acabo Dios
en el dia septimo la obra que hizo; y reposo el septimo dia
de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al septimo dia y
lo santifico, porque en el reposo de toda la obra que habia
hecho en la creacion."
-^Ves Mara? La Biblia dice que Dios hizo el mundo en
seis dias y descanso el septimo. Comenzo el primer dia de
la semana. Mira el almanaque -y senalo hacia un pequeno
almanaque destehido que colgaba de la pared cerca de la
estufa a lena.
-Muestra que el domingo es el primer dia de la semana
-observo Mara en voz baja- El septimo dia es el sabado.
-Correcto, Mara. Dios descanso el sabado. La palabra sa
bbath en realidad significa "descanso". Cuando Dios descan
so, bendijo ese dia, lo hizo santo y especial. Eso es lo que dicen
las Escrituras. En ninguna parte dice que Dios bendijo el do
mingo. Simplemente no aparece en la Biblia.
-Pero el sabado es un dia santo para los judios, <mo? -con-
testo Mara con una muestra de confusion en el rostro.
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Un dia reservado para Dios
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Un dia reservado para Dios
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Un mensaje urgente
-Hoy estudiaremos acerca de la segunda venida de Jesus
-dijo Mila el siguiente säbado de tarde cuando Mara llego
para continuar con los estudios. Dana no se encontraba alli.
-Sabes, Mara, Jesüs prometio volver a la tierra -comenzo
diciendo Mila-. Eso les dijo a los discipulos. ^Puedes buscar
Juan catorce, versiculos uno al tres? Estä cerca del principio
del Nuevo Testamento.
Ahora que ella tenia su propia Biblia y se estaba fami-
liarizando con su contenido, queria buscar los textos por si
misma. Dio vuelta las päginas hasta encontrar el senalador
puesto entre el Antiguo y el Nuevo Testamentos, y entonces
busco entre los evangelios el libro de Juan y leyo: "No se
turbe vuestro corazon; creeis en Dios, creed tambien en mi.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si asi no fuera,
yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vo-
sotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendre otra vez,
y os tomare a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros
tambien esteis".
-Piensa en esto, Mara. jEl Rey del universo quiere que
pasemos la eternidad con el! -el rostro de Mila se iluminaba
mientras hablaba- Incluso Jesüs nos dijo como vendria para
que ninguno sea enganado. Lee Mateo capitulo veinticua-
tro, versiculos veintisiete, treinta y treinta y uno -le indico
M ila- Mateo es el primer libro del Nuevo Testamento.
Mara leyo: "Porque como el relämpago que sale del Orien
te y se muestra hasta el occidente, asi serä tambien la venida
del Hijo del Hombre [...] Entonces aparecerä la senal del Hijo
del Hombre en el cielo; y entonces lamentarän todas las tribus
de la tierra, y verän al Hijo del Hombre viniendo sobre las
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{De quien temere?
nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviarä sus ängeles
con gran voz de trompeta, y juntarän a sus escogidos, de los
cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro".
-Y Apocalipsis uno, siete. Leelo, Mara. Apocalipsis es el
dltimo libro de la Biblia.
Mara dio vuelta las päginas hasta el final y leyo: "He aqui
que viene con las nubes, y todo ojo le verä, y los que le tras-
pasaron; y todos los linajes de la tierra harän lamentacidn
por el. Si, amen".
-Este es un acontecimiento feliz y glorioso, un evento
grande y ruidoso. Nadie puede perderlo, porque no ocu-
rrirä en secreto. La primera vez, Jesüs vino al mundo para
salvarlo. La segunda vez, viene para juzgarlo y para dar a
los justos su recompensa -agregd Mila-. Lo dice en Mateo
dieciseis, veintisiete.
Mara regresd al senalador ubicado entre el Antiguo y el
Nuevo Testamento y bused el capitulo. Cuando lo encontro
leyo: "Porque el Hijo del Hombre vendrä en la gloria de su
Padre con sus ängeles, y entonces pagarä a cada uno confor-
me a sus obras".
-Dime, Mila, ^cuando ocurrirä esto? -pregunto Mara con
ansiedad.
-Nadie sabe el dia ni la hora exactos, pero Jesus nos dijo
que estemos atentos y preparados. Ve al libro de Apocalipsis
otra vez. Capitulo veinte, versiculos once, doce y quince.
Mara lo bused y comenzd a leer: "Y vi un gran trono blanco
y al que estaba sentado en el, de delante del cual huyeron la
tierra y el cielo, y ningun lugar se encontro para ellos. Y vi a
los muertos, grandes y pequenos, de pie ante Dios; y los libros
fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la
vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban
escritas en los libros, segun sus obras [...] Y el que no se hallo
rnscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego".
-Ese fuego estä reservado para el diablo y sus ängeles
malvados, y todos los que lo siguen serän quemados con el
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Un mensaje urgente
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La prueba de fe de Mara
Esa tarde, un lluvia implacable golpeaba el techo de te-
jas de su casa mientras los ninos dormian, inconscientes del
drama que se vivia en otra habitacion. Los mellizos tenian
ya casi un ano; Vera tenia tres y Nata diez. Leka, de die-
ciocho anos de edad, todavia vivia con sus abuelos, aunque
venia a visitarlos a menudo por varios dias.
Mara estaba en su habitacion sentada en la cama, obser-
vando a Ilija ir y venir. Se movia con tal dignidad que por un
momento su mente volvio al dia en que lo habia visto por
primera vez, con su casaca austriaca en la celebracion en la
aldea donde el vivio anteriormente. Se habia enamorado de
el en aquel momento, y todavia lo amaba. No hay nada que no
harta para complacerlo, penso.
Pero mientras el le relataba los eventos del dia, sus cejas
gruesas se movian muy cerca de sus ojos y su rostro tomaba
una expresion severa. Despues de caminar de un lado a otro
por la habitacion, vino hasta Mara, se detuvo frente a ella y
sin mirarla a los ojos, pronuncio su ultimatum.
-He sido muy paciente, Mara, pero esto ha llegado dema-
siado lejos. No sabes lo que ha sido para mi que mis amigos
se burlen de mi. Me he convertido en un hazmerreir. No lo
soporto mas.
Mara buscaba sus ojos; todavia eran aquellos profundos
ojos oscuros que la habian cautivado la primera vez que los
miro. Pero habia algo mäs en ellos ahora. Ella creia que era
dolor.
-Debes olvidar tu religion, Mara, y ser como las demäs
mujeres -suspiro- si no... tendre que pedirte que te marches.
Mientras esta ültima fräse salia de sus labios, el se dejo
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La prueba de fe de Mara
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iD e quiin fernere?
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La crisis contirma
En una aldea, a veinte kilometros de alli, vivian los dos
hermanos de Mara con sus familias y su padre en su propia
zadruga. Ilija decidio visitar a sus cunados con la esperanza
de que eilos le pudieran dar algün consejo.
Cuando Ilija les relate» la situacion, Petar, el hermano me-
nor de Mara, se encogio de hombros.
-jA si que va a otra iglesia! que importa? La mayoria
de nosotros ni siquiera va a la iglesia, aunque nos considera-
mos cristianos ortodoxos.
Sin embargo, Mladen, el hermano mayor de Mara, tomo
las acciones de ella mäs seriamente.
-H a deshonrado a la fam ilia, eso es lo que ha hecho -y
sus ojos ardian de ira-. Si lo hubiera hecho mi esposa o una
de mis hijas, no seria bienvenida en mi casa, y las seis viven
conmigo todavia, tü lo sabes,-su voz era firme y segura- En
lo que a mi concierne, Ilija, tienes mi permiso para hacer lo
que quieras con mi hermana; si yo no la acepto en mi casa,
no tendra a donde ir y tarde o temprano sentara cabeza.
Asi que Mladen convencio a Ilija que continuara con sus
planes. Le prometio visitar a Ilija en un futuro cercano, en
el Slava de Ilija. El santo de su familia era Ignacio, y caia el 2
de enero.
Una tarde, Milorad vino a la casa de Mara. Habia estado
fuera del pueblo cambiando granos por ropa, azucar, com
bustible, y algunos otros elementos bäsicos para la fami
lia. Amaba a los mellizos de Mara como si fueran suyos.
Cuando entro en la casa, Cveja estaba llorando y Mara lo
mecia en su regazo.
-<;Que ocurre, Mara? Se ve tan delgado y arrugado. ^Cuäl
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La crisis continiia
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La diligencia de Mara a
medianoche
A esta altura, Mara habia terminado de leer la Biblia de
tapa a tapa y estaba comenzando a leerla otra vez. Desde que
el sacerdote habia hecho su declaration, ella habia encontra-
do aceptacion entre los miembros de la familia y los amigos,
y su confianza en si misma iba en aumento. Los clientes en
el molino ya no se burlaban de Ilija. Bajo la influencia del
sacerdote la actitud de ellos habia cambiado y la paz habia
regresado una vez mäs al espiritu abatido de Mara.
Las lluvias de la primavera vinieron y se fueron. El so-
focante calor del verano paso. El trigo de invierno se habia
cosechado en julio y permanecia en el granero para secar-
se. Las ciruelas, cosechadas en agosto, se fermentaban en
tinas antes de convertirse en licor de ciruelas para la expor
tation. Pronto se recogerian las uvas para hacer vino. Las
hojas amarillas y naranjas del manzano favorito de Mara,
bajo el cual pasaba tantas horas de säbado en el verano,
resplandecian con brillantes colores, con ramas que ahora
se extendian como nueve metros a lo ancho, como un toldo
de fuego. Como yo, este ärbol ha soportado varias tormentas, y
ha sobrevivido, pensaba a menudo. Encontraba alivio en ese
refugio.
Los campos estaban bordeados por hileras de arboles de
acacia que brillaban como banderas de amarillo oro. En dias
recientes, habian cortado los grandes campos de trebol, lo
habian secado y almacenado para alimentar a los animales.
La tierra arada mostraba grandes extensiones negras en el
paisaje, donde habia crecido el trigo de invierno.
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Resultados sorprendentes
El tiempo paso rapidamente y pronto llego el 31 de octu
bre, el dia de San Lucas y la celebracion del nacimiento del
santo patron de la familia de Mara. Ilija y Mara se subieron a
un carro tirado por un caballo y emprendieron el viaje hacia
la casa de Mladen habiendo dejado a los ninos con Petra, y
el molino bajo la supervision de un obrere de confianza.
En la casa donde Mara habia nacido y donde su padre
todavia vivia con sus dos hermanos y sus familias, se encon-
traron con viejos amigos que se habian reunido para cele-
brar y festejar. Mladen llevo a Mara e Ilija a sus asientos en
la mesa cerca del sacerdote ortodoxo local. El hombre cano-
so con una sotana negra y barba y bigotes blancos, era un
pariente lejano y habia instruido a Mara de nina. Su rostro
se ilumind al verla otra vez. Mladen y su esposa, Marija, se
sentaron en frente de ellos.
A mitad de la comida, Mladen, no queriendo perder mas
tiempo, comenzo a hablar.
-Popa Jovan, mi hermana ya no asiste a la Santa Iglesia
Ortodoxa. Se ha convertido en judia. Va a la iglesia los säba-
dos. ^La puede corregir, por favor?
El rostro arrugado del sacerdote se veia perturbado cuan-
do se volvid hacia Mara.
-Mara, ^es esto cierto? <;Has abandonado verdaderamen-
te la fe de tu padre y tu pueblo? -le preguntd seriamente.
Mara respondid rapidamente:
-No, Popa Jovan, no he abandonado mi fe. Oro y leo la
Biblia todos los dias. Amo la palabra de Dios -Mara miro a
Mladen y continud- Si, voy a la iglesia los sabados como los
judios, pero tambien como Cristo y los primeros cristianos.
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Reformas familiäres
Mara se encontraba a menudo ensenandoles a otros de la
Biblia. Cuando era nina, habia sonado con ser maestra, pero
le resulto imposible continuar con sus estudios despues
de cuarto grado, y se vio obligada a abandonar su sueno.
Ahora parecia que su deseo de ensenar se hacia mas real
cada dia. Cuando ella descubria algo nuevo al leer la Biblia,
lo compartia con la familia. Y aunque vivia en una socie-
dad patriarcal y conocia su lugar como mujer, los hombres
la escuchaban cuando ella hablaba con la autoridad de las
Sagradas Escrituras.
Un sabado, mientras el sol proyectaba sus calidos rayos,
Mara volvia de la Iglesia Adventista de Uzvece con sus hi-
jos cuando se encontro con una vecina que estaba barriendo
excremento de cerdos del camino en frente de su casa y lo
juntaba para luego usarlo como fertilizante.
-jHoy es un gran dia, Mara! -le dijo a Mara mientras se
acercaba.
La mujer dejo de barrer y se apoyo en el mango de la
escoba.
-^Por que, amiga mia? -pregunto Mara.
Vera y Nata la esperaban a su lado, cada una sosteniendo
de la mano a uno de los mellizos, mientras ellos se retorcian
y asomaban los dedos por las sandalias para meterlos en la
suciedad.
-Esta noche, mis hijos traen su salario a casa. Manana po-
dre comprar aceite y queso y homear un strudel de gibanica
-le explico ella feliz- ;Mi vasija de dinero ya estaba vacia!
-Ya veo -respondio Mara-. Disfruta el horneado.
Mientras seguia su camino, Mara meditaba en lo que la
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Reformas familiäres
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iD e quien fernere?
granos ya triturados.
-La Biblia hace una diferencia entre los animales limpios
e inmundos -explicaba Mara cuando le preguntaban- Los
animales inmundos no son apropiados para la alimentacidn.
Dios sabe, el los cred. En el jardin del Eden, Dios les dio a
Adän y a Eva frutas, granos y oleaginosas. Este es el regimen
ideal. Pero despues del diluvio, cuando no habia nada mas,
Dios le permitid a Noe comer came.
Algunos la seguian cuestionando, declarando que los
animales inmundos eran parte de un tabd ceremonial judio.
Aellos, Mara les leia las instrucciones que Dios dio a Noe en
Genesis 7:2.
"De todo animal limpio tomaras siete parejas, macho y
hembra; mas de los animales que no son limpios, una pare-
ja, el macho y su hembra". Noe sabia la diferencia entre los
animales limpios e inmundos -subrayaba ella-, y vivio mil
anos antes que el primer judio. Asi que la distincion entre
animales limpios e inmundos no es una ley judia sino un
dato para nuestra salud. Dios nos hizo y sabe que alimentos
le sientan mejor a nuestros cuerpos.
Una de las cosas que Mara aprendid de la lectura de esos
libros era que los alimentos altos en contenido graso no pro-
mueven la salud. La familia criaba tantos animales que la
carne formaba gran parte de su dieta, y era generalmente alta
en contenido graso. La gente comdnmente creia que la grasa
contribuia a tener fuerza fisica y resistencia, y que si una per
sona tenia grasa en su cuerpo, era fuerte y sana. La manteca
de cerdo era un elemento bäsico en la cocina. La carne asada
de cerdo y cordero, bifes a la parrilla, y gansos y patos gor-
dos ahumados formaban parte de la comida diaria.
-Hasta los picaportes de las puertas tienen grasa -obser-
vd un pastor que vino de visita una vez.
Desde que habia vuelto de una de las conferencias dis-
tritales de Sabac, Mara se habia vuelto vegetariana. Ella no
esperaba que la familia la siguiera en su decision, pero les
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Leka viene a la casa
Cuando Leka cumplio veintiün ahos, dejo a los abuelos
paternos y vino a vivir con su madre. Mara le habia permi-
tido quedar en la casa de sus abuelos hasta que cumpliera la
mayoria de edad, esperando que Leka recibiera la herencia
de su difunto padre, ya que era la linica heredera. Pero el
tribunal fallo que toda propiedad paternal quedara para la
familia, si tenian un hijo varon.
Mara, Ilija y las ninas recibieron jubilosos a Leka, y le die-
ron la habitation grande de la casa original, donde habian
nacido los gemelos. En la zadruga de sus abuelos no habia
ninos pequenos, solo cuatro primos de su misma edad. Asi
que para Leka, sus hermanos pequenos eran como juguetes
vivientes, y le encantaba hacerles bromas.
Voja, en especial, reaccionaba con sus bromas y por eso
Leka siempre lo elegia a el.
-Voja, dejame que te ayude a vestirte -se ofrecia. Mientras
lo hacia, le pellizcaba la cola. El saltaba y protestaba. Se saca-
ba la camisa y se bajaba los pantalones hasta el suelo. Leka
estallaba en risas.
-Cuando le hago eso a Cveja, el solo dice: "jAy!" -lo re-
prendia despues, luego se disculpaba y prometia no volver
a hacerlo nunca mas. Sin embargo, al dia siguiente ocurria lo
mismo.
Cada sabado, Leka acompanaba a Mara y a los ninos a la
iglesia. No mucho despues de llegar a Glusci, fue bautizada
en un arroyo.
Varios meses mas tarde, Zivan Borovich vino de visita. El
grupo que guardaba el sabado se reunia en la casa modesta
de sus padres en Uzvece. Varios pretendientes ricos habian
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Leka viene a la casa
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En la escuela
Una tarde soleada de verano, Cveja le pasaba la ropa la-
vada que Mara tenia en una cesta a ella y ella la colgaba en
una soga extendida entre dos manzanos, cerca del lavadero.
Tambien colgaba de la soga, una bolsa con los broches de
madera, que ella empujaba hacia adelante mientras colgaba
la ropa para secar. Mientras tanto, Voja, sentado en una pie-
dra cercana, miraba las läminas de un libro de cuentos de
hadas que alguien le habia regalado.
Cuando vio que dos hombres se acercaban, Voja sostuvo
el libro en alto y comenzo a relatar la historia en voz alta.
Todavia no habia comenzado la escuela y no sabia leer, pero
fingia saber e inventaba la historia mientras daba vuelta las
paginas.
-Tu libro estä patas para arriba -dijo uno de los hombres
bruscamente mientras pasaba sin mostrar interes. El otro
hombre sonrio indulgentemente.
Esta era una reaccion que Voja no esperaba, o no queria.
La mayoria de los campesinos se hubieran maravillado ante
tal espectaculo.
-jMiren eso! jLos hijos de Ilija todavia no van a la escuela
y ya saben leer! -hubieran dicho. Luego los gemelos se iban
riendo. Sin embargo, esta vez Voja bajo la cabeza y fruncio el
ceno. Mara lo observo mientras se marchaba con paso firme
y desaparecia räpidamente.
En septiembre de 1936, los gemelos cumplieron siete
anos. Era hora de comenzar la escuela y eilos estaban ansio-
sos por hacerlo.
-Tengo el permiso para que asistan a la escuela de Uzvece
-les conto Ilija un dia poco antes de que comenzaran las
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La partida del hogar
iComo van a sobrevivir? i$ e las podrän arreglar por si mis-
mos? Son tan pequenos. Sabac es un pueblo grande. iRecordarän
lo que les enseni? Las preocupaciones inundaban la mente de
Mara esa manana mientras corria de aqui para allä armando
los grandes baüles de madera con almohadas de plumas,
acolchados de plumas de ganso, ropa de cama, toallas y con-
juntos de ropa identicos para sus preciosos hijos. Corria el
mes de septiembre de 1940, y los gemelos habian cumplido
once anos.
-jEstamos despiertos! -dijeron a coro levantändose tem-
prano. Marcharse de la casa a una edad tan tierna no parecia
afligirlos. Tener un hermano gemelo era como tener otro yo.
Nunca estaban solos. Jovenes y valientes, esperaban ansio-
sos su proxima aventura.
-Ya cargue el badl de Branko. Sacare los de los gemelos
-dijo Ilija, llevando los baules de madera al carruaje que ha-
bia acercado a la puerta hacia un momento. Branko, el pri-
mo de los gemelos, de quince anos de edad, iba con eilos. La
emocion y la ansiedad erizaban el aire mientras Ilija, Mara y
los tres ninos se amontonaban en el carruaje.
Mihajlo y Lila, los padres de Branko se pararon en la ca-
rretera, afuera del porton, para verlos partir. Nata ya habia
regresado a la escuela en Zagreb. Vera, sollozando, sacudia
un panuelo bianco a sus hermanos que se marchaban, como
si los entregara a una causa mayor. "jAdios! Adios jBuena
suerte!"; los llantos siguieron al carruaje mientras este roda-
ba con gran estrepito.
-jAdios! jAdios! -gritaron los ninos, saludando con las
manos y estirando el cuello.
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La partida del hogar
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I De quiän temere?
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Rumores y vientos de guerra
Mientras los mellizos estudiaban en Sabac y la familia
continuaba con sus tareas rutinarias en Glusci, los eventos a
nivel mundial se volvieron altamente inquietantes.
Cuando termino la Primer a Guerra Mundial en 1918, los
resultados incluyeron la disolucion de cuatro imperios anti-
guos, el surgimiento de estados nuevos independientes y un
mapa de Europa totalmente diferente. Aunque Austria habia
culpado a Serbia por el asesinato del archiduque Francisco
Fernando, el causante de la guerra, los aliados victoriosos
sostenian que Alemania era la principal responsable del
conflicto. Alemania se vio obligada a pagar las reparaciones,
pero no pudo hacerlo por mucho tiempo; su pobre econo-
mia colapso. Y para colmo, Hitler ascendio al poder.
Aunque la mayoria de las naciones europeas, cansadas
de la guerra, habian disminuido las defensas militares en la
decada de los anos treinta, tres naciones habian comenzado
a realizar movimientos militares: Hirohito de Japon, en Asia
y el Pacifico; Mussolini de Italia, en el Africa mediterranea; y
Hitler de Alemania, en Europa Central. En 1934, se sintieron
las consecuencias en Yugoslavia.
El 9 de octubre de 1934, Branko volvio de la escuela tem-
prano con noticias terribles.
-Se cerro la escuela hoy. El rey Alejandro fue asesinado
en Marsella mientras realizaba una visita de Estado.
El informe del tragico incidente publicado por el gobier-
no yugoslavo declaraba que el hecho habia sido realizado
por una "mano enemiga" y no tomaron represalia.
En 1938, una Europa pacifica habia contemplado a Hitler
anexar a Austria y tomar Checoslovaquia. Pero cuando
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Rumores y vien tos de guerra
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Rumores y vientos de guerra
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El ataque enemigo
-jEstan hermosos! -exclamaron los gemelos mientras mi-
raban el arreglo de huevos coloreados, tenidos y decorados
que las mujeres habian disenado. A pesar de la guerra, la fa-
milia se estaba preparando para celebrar la Pascua ortodoxa
en la iglesia. El domingo de Pascua por la tarde, en el patio
de la iglesia, se oiria el sonido de los violines y acordeones
gitanos, de la danza del pueblo y la risa feliz de los ninos
chocando sus huevos hervidos decorados en contra de los
de sus amigos para ver cuäl tardaba mäs en romperse.
Mara no decia nada, pero sus pensamientos le resonaban
fuerte en la mente. Los huevos. iQ u i tendrän que ver con la
resurrecciön de Cristo? La resurrecciön es la esperanza de cada
cristiano, sin embargo, los simbolos de la fertilidad tienen mäs
aceptaciön.
El 6 de abril de 1941, el Domingo de Ramos segün el ca-
lendario gregoriano, Ilija se prepare para ir a la iglesia a una
liturgia especial. Mara se habia levantado temprano y estaba
leyendo la Biblia cuando se escucho un llamado urgente en
la puerta. Alli se encontraba Milorad, vestido para ir a la
iglesia, con su chaleco con trenzas y sus pantalones de ves-
tir, pero con una expresion severa en el rostro.
-Mara, Ilija -dijo-. Reden me entero que los aviones
alemanes bombardearon Belgrado. Ocurrio al amanecer.
Volaron a la altura de los tejados y dejaron la ciudad en Ha
mas. Se esperan miles de victimas. Todavia siguen cayendo
bombas.
-jQue salvajes! ^Como pudieron? -replied Ilija denotan-
do enojo en la voz- Hitler sabe que Belgrado es una ciudad
abierta. jEstaba indefensa!
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El ataque enemigo
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iD e quien fernere?
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El ataque enemigo
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Capturado
jToc! jToc! jToc! Alguien estaba golpeando a la puerta. Era
mediodia e Ilija, Mara y los ninos se habian sentado a la mesa
para almorzar en su propia cocina, que habian anadido a la
casa despues que la zadruga se dividio. Cuando Ilija abrio la
puerta, cuatro soldados alemanes bien armados entraron en
la casa. Las cruces esvasticas negras en un disco bianco ha-
cian resaltar las bandas rojas de sus brazos izquierdos. Dos
de los soldados apuntaban con sus ametralladoras a la fa-
milia aterrorizada que se encogia alrededor de la mesa. Los
otros dos empujaron a Ilija con pistolas en las manos y revi-
saron las habitaciones. Nadie se atrevia a decir una palabra.
- / Niemand gefunden! [No encontramos a nadie] -dijeron
los dos, regresando con las manos vacias. Prendieron a Ilija,
que era el dnico adulto de la casa. Como las clases toda-
via no habian comenzado, los gemelos estaban en la casa.
Afortunadamente, solo tenian doce anos de edad.
-jKommen sie mit uns! /Kommen sie mit uns! [Venga con no-
sotros] -gritaron los soldados bruscamente. "jLleve comida
para tres dias!" le ordenaron en alemän. Ilija habia oido el
yiddish en Budapest, entendia el alemän y se lo traduda a
Mara. Temblando, tomo un poco de queso, carne, pan y una
botella con agua, lo puso en una bolsa de lona y se lo entrego
a Ilija, quien se la colgo al hombro.
- jGehe! jGehe! [Camine] -gritaron los soldados y lo em
pujaron hacia la puerta. Ilija se volvio y miro por ültima vez
a su esposa e hijos. Horrorizados y sin poder hacer nada,
contemplaban la escena en silencio.
En el momento en que la puerta se cerro con un golpe,
los ninos corrieron a la ventana. Mara los siguio. La casa
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La ocupacion enemiga
-Sean obedientes a Baka Anka -ordeno Mara a los ninos
mieritras se preparaban para partir del hogar para el segundo
ano de escuela secundaria- Y recuerden todo lo que les dije.
Era septiembre de 1941. Tetka Radosava sehabia enfermado
de cancer y habia muerto, asi que Mara habia hecho los arre-
glos para que sus hijos se hospedaran con otra viuda anciana
que vivia a un kilometro y medio de la escuela. Dividirian
la cocina grande del departamento de dos habitaciones para
que funcionara como el dormitorio de los gemelos.
En diciembre de 1941, Norteamerica entro en la guerra
de parte de los aliados. La lucha seguia en el mundo. En
junio de 1942, se habian exterminado mäs de un millon de
judios en Europa en el intento nazi de eliminar la raza del
continente. En el Estado Independiente de Croacia, cientos
de miles de serbios, judios y gitanos que vivian dentro de
sus fronteras compartieron la misma suerte siendo extermi-
nados en el campo de Jasenovac.
Como muchos de los que protegian a los judios en los
paises donde flameaba la bandera roja con la cruz esvastica,
el pueblo de Serbia, ahora ocupada por los alemanes, estos
no podian convencer a los serbios a entregar a sus vecinos
judios. Por esto las vidas de muchos de estos valientes pro-
tectores fueron apagadas.
-N o hay libros este aho -informaron los gemelos a sus
padres cuando los visitaron en Sabac- Tenemos que tomar
apuntes en clases si queremos estudiar.
Las imprentas no funcionaban y era dificil conseguir pa-
pel, todos los suministros eran muy limitados.
-^Por que tenemos que aprender alemän? -protestaron
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un chal y lo siguio.
Seis hombres armados ingresaron en la casa; estaban
vestidos con pedazos de varios uniformes harapientos.
Ninguno de sus rostros les era familiar, pero las estrellas de
cinco puntas en sus gorras los identificaba como partisanos.
El ruido habia despertado a los nirios quienes se pararon a
un lado y observaban. "Tenemos hambre" dijeron los hom
bres poniendo sus ojos sobre Mara.
Mara räpidamente encendio el fuego del horno con lena
que tenia al lado del mismo. Encontro sobras de carne de
ganso ahumada, queso y pan en la despensa; räpidamente
comenzo a calentar la carne. Un vez que estuvieron sentados
a la mesa, los extranos apoyaron los rifles y ametralladoras
en contra de sus sillas bien a su alcance. Mientras esperaban,
uno de ellos miro su reloj. Otro se levanto y miro sigilosa-
mente por la ventana. Paredan tener miedo de encontrarse
con un nazi o algün otro grupo de la resistencia. Aunque
ambos grupos de resistencia peleaban por libertär el territo-
rio de los alemanes, a medida que transcurria el tiempo, ha-
bian comenzado a pelearse el uno con el otro por el control
del pais despues de la guerra.
llija trajo el acostumbrado sljivovica, licor de ciruelaSi.
mientras los hombres esperaban su comida. Al final, Mara
les entrego una bolsa. "Lleven esta comida" les dijo. "Hay
carne, queso y pan".
Otras noches, se aparecian los miembros del grupo de re
sistencia chetnic, con cintos de municiones atravesando sus
pechos y gorras con viseras o con piel de ovejas y el simbolo
de la corona en sus cabezas. Ambos grupos de resistencia se
ocultaban durante el dia para evitar ser capturados por los
nazis. Muchos de los chetnics tenian rostros familiäres. Eran
amigos de las aldeas cercanas.
"Horneanos un poco d e gibanica" les ordenaban cuando
los visitaban. Mientras Mara preparaba el strudel de queso,
llija otra vez traia el sljivovica. Era la bebida que mostraba
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Milagro al mediodia
Ilija entro en la cocina con la boca abierta, justo cuando
Mara ponia una fuente de buhuelos de manzana sobre la
mesa. El aroma parecia no distraer su atencion. "Llegas jus-
to a tiempo para el desayuno, Ilija. Estamos listos para co
mer", y el padre se unio a los ninos que estaban sentados
alrededor de la mesa con rostros ansiosos y felices.
Ilija cerro la boca, se quito el sombrero de fieltro negro y
se paro a la cabeza de la mesa. Todos se pusieron de pie y re-
citaron el Padre Nuestro, luego se sentaron y se abalanzaron
sobre la comida. Durante la conversation que siguio, Mara
noto que Ilija estaba extranamente distraido. Miradas furti-
vas salian por debajo de sus cejas y jugaba nerviosamente
con el tenedor, casi no habia tocado la comida. Finalmente
se aparto de la mesa y hablo.
-Mara, ninos, Johann se detuvo aqui antes que yo entrara
a la cocina. Recien volvia de Sabac -los ojos de todos giraron
hacia Ilija. Las noticias que Johann traia esos dias eran de
importancia- Johann dice que escucho a algunos oficiales
alemanes hablando de la emboscada que les tendieron la
semana pasada aqui cerca. Ustedes lo recuerdan. Un gru-
po de partisanos mato a dos soldados alemanes cerca del
campo de maiz de nuestro vecino -hizo una pausa y tomo
aire-. Johann dijo que los alemanes planean castigar nuestro
pueblo -y miro a cada uno de los que rodeaban la mesa-.
Enviaran una expedition de castigo con panzers [tanquesj.
Tienen que estar viniendo de Sabac en este momento.
.Mara y los demas quedaron estupefactos.
-^Van a castigar a aldeanos inocentes? -pregunto Mara
indignada, finalmente-. No tenemos nada que ver con eso.
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-pregunto Ilija.
-Yo hare el trabajo. Tus hijos necesitan una buena edu
cation. Por lo menos pueden obtener eso de este regimen.
Ya no tenemos nuestras industrias. ^Como sostendran a sus
familias cuando crezcan?
-Yo tambien puedo ayudar -intervino Vera en la conver
sation. Ahora tenia dieciocho anos de edad.
El pastor del distrito y su esposa habian intervenido en
el debate. Su hija, dos anos menor que los mellizos, se habia
criado con los ninos. Sus padres esperaban que un dia ella
se casara con Cveja. Si Voja abandonaba la escuela ahora,
probablemente Cveja lo haria tambien.
-Estä bien, estä bien, ire -acepto Voja finalmente-. Papa
dice que debo ir.
Cveja y Voja regresaron a la escuela juntos para el sexto de
escuela secundaria. Baku habia envejecido y estaba muy de
bil, asi que se mudaron a la casa de otro miembro de iglesia.
En noviembre de 1945, las noticias informaron: "Una
asamblea constituyente ha declarado a Yugoslavia como re-
püblica. El rey Pedro ha sido condenado. Draza Mihajlovich,
un ex coronel del Ejercito Real Yugoslavo y el lider de los
chetnics, han sido acusados de colaborar con los nazis".
Tito estaba en el control total del pais. Mihajlovich nego
vehementemente la acusacion y fue apoyado por quinientos
pilotos americanos que habian sido derribados sobre Serbia
y salvados por los hombres de Mihajlovich. Sin embargo,
fue ejecutado junto con otros que eran rivales de Tito.
Mientras los gemelos estaban en la escuela ese ano, Vera
decidio tomar un curso para aprender a usar una mäquina
de tejer en Sabac . La duena de la casa donde se alojaban los
mellizos puso otra cama en el dormitorio y Vera se quedo
alii por seis meses. Cuando regreso a la casa, sus habilidades
y su nueva mäquina de tejer le proveyeron un medio para
ganar dinero.
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Una idea moderna en contra
de una antigua
jTrack! jTrack! /Track! jTrack! [Track! El ruido distante cre-
da en intensidad. Mara detuvo las actividades dentro de
la casa y aguzd sus oidos. Algün vehiculo extrano pareda
aproximarse a la casa por la carretera. "^Que es esto?" se dijo
a si misma entre dientes. Se limpio las manos en el delantal
de lino bordado, abrio la puerta y salid a mirar.
Por el portdn abierto, un tractor enorme construido en
Rusia, con un arado de cuatro rejas, entraba a la propiedad.
Mara lo siguid con ojos curiosos, y lo observd mientras pasa-
ba ruidosamente a su lado y se estacionaba en el patio trase-
ro de la casa, debajo de su manzano favorito, que habia co-
menzado a ponerse verde. Una gallina asustada, que habia
estado picoteando y escarbando el suelo debajo del ärbol,
corrid con sus polluelos en un frenesi de cloqueos y pios.
El ruido de otro vehiculo rodando se oyd en la carretera.
Mara gird la cabeza hacia el portdn abierto, donde un segun-
do tractor enorme entraba. Apenas termind de pasar por el
frente de la casa, cuando un tercer tractor aparecid en el por
tdn. Luego, unos cuantos metros aträs de este, lo seguia otro.
Al poco tiempo, cuatro tractores enormes, cada uno con un
arado, se ubicaban en forma desordenada debajo de los är-
boles en el patio trasero de la casa.
-Ilija, ^que ocurre? -gritd, espiändolo a el y a Milorad que
hablaban por encima del cerco que dividia las propiedades.
Ilija levantd las cejas y se encogid de hombros. Voja y Cveja
estaban cerca de eilos, tratando de entender lo que veian. En
esa agradable tarde de viernes en la primavera de 1946, los
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Despues del ültimo adios
-Ya casi es hora de decir adios nuevamente -dijo Mara
con tristeza, un dia a comienzos de septiembre mientras sus
hijos se preparaban para regresar a la escuela. Era 1948. En
junio los gemelos se habian graduado de la escuela secunda
ria en Sabac. Hacia poco, habian cumplido diecinueve anos
y habian pasado los exämenes de ingreso a la Universidad.
Esta vez se mudaban a Belgrado.
-Estaba equivocado al querer impedirles que vayan a la
escuela —Ilija dejo escapar de pronto sus palabras- Me ate-
rra pensar que hubiese podido tener exito. <^Que harian aho-
ra? No tenemos industrias, ni tierra. No tendrian futuro.
-Dios nos estaba guiando -respondio Mara. Luego se
volvio hacia los muchachos-. No podremos ayudarlos con
los gastos -se disculpo-. La vida en la ciudad costarä mas.
-N o te preocupes, mama. Estaremos bien -respondio
Cveja- Lo mäs importante ya estä resuelto; tenemos un lu-
gar donde vivir. Tenemos suerte de que Nata y Mica estan
dispuestos a compartir su pequeno departamento. Por lo que
escuchamos, es dificil conseguir departamentos en Belgrado.
-Por lo menos el regimen ofrece educacion gratuita
-agrego Voja-. Si podemos conseguir un trabajo de medio
tiempo mientras estudiamos, estaremos bien. Pero posible-
mente no podamos venir a visitarlos con frecuencia. Los
viajes en tren son caros.
Nata y Mica se habian casado el ario anterior y se habian
mudado a Belgrado, donde Mica instalo su propio negocio
de pintura y decoracion. El regimen habia disminuido las
restricciones y ahora le permitia al pueblo llevar a cabo pe~
quenas empresas independientes.
Unos pocos dias mas tarde, los mellizos partieron. Se mu-
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Despues del Ciltimo adios
te el culto.
-^Me viste? Bueno, hijo, no pude elegir ninguna -contes-
to Mara, y su rostro comenzaba a sonrojarse-. Debes hacer
eso tu mismo. Solo asegürate de que sea una buena cristiana.
Y si es bonita, como Rebeca y Raquel en la Biblia, la amaräs
mas. Oro para que Dios te guie en esta eleccion.
"El negocio de Mica estä creciendo, y nosotros estamos
engordando con la comida de Nata", decia otra de las cartas
de sus hijos. Demas esta mencionar el hecho de que Mica
habia comenzado a regresar tarde del trabajo en las noches y
a menudo se ausentaba de la iglesia. Un dia llego la tragedia
al hogar. Mica desaparecio.
Meses mas tarde, Nata aparecio en la granja con sus per-
tenencias en dos maletas.
-jNata! iQue haces aqui? ^Que ocurrio? -pregunto Mara
cuando la vio. Ilija estaba alii y tomo sus maletas.
-Mica esta en la carcel. Las autoridades confiscaron el
departamento y nos desalojaron. Incluso trataron de lle-
varse los muebles -y trataba de contener las lagrimas-
Afortunadamente guarde los recibos. Estaban a mi nombre
de soltera. Tu compraste los muebles, papa, para mi dote.
Guarde los muebles en el galpon de una amiga. Sin trabajo y
sin un lugar donde vivir, tuve que regresar a casa-. Nata se
quebro y comenzo a llorar.
-Este siempre es tu hogar, querida -le dijo Mara confor-
tändola-. Cuentanos lo que sucedio desde el principio.
-Hace varios meses atras, dos hombres que buscaban a
Mica vinieron a mi departamento. Eran agentes de la DBA-se
seco los ojos—.Me mostraron sus insignias. Les dije que Mica
todavia estaba en el trabajo. "Queremos interrogarlo", dije-
ron ellos. Durante varios dias vigilaron la casa, pero Mica no
regresaba. No se lo encontraba por ninguna parte. Diez dias
mas tarde, nos enteramos que la policia lo habia arrestado
cerca de la frontera italiana. Dijeron que trataba de escapar.
-^Pero que hizo? -pregunto Ilija-. ,;Por que estaban de-
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{D e quien temere?
tras de el?
-Su nombre aparecia en una lista de miembros de una
organization anti comunista. De alguna manera, la policia la
encontro. Es extrano, nunca sospeche que estuviera envuelto
en la politica. Deberia haberlo sabido -se castigaba Nata a si
misma-. Las autoridades lo sentenciaron a diez arios de can
cel. Durante meses, no sabiamos donde estaba. jDiez anos,
mamä! ^Que voy a hacer? -comenzö a llorar nuevamente.
-jQue terrible para ti, Nata! Estaräs bien aqui -la confor-
taba Mara.
—,;Υ que ocurrio con los muchachos? -pregunto Ilija—.
^Donde estän viviendo ahora?
-Encontraron una habitation en la casa de uno de los
miembros de la iglesia. Estän bien -respondio Nata, todavia
lloriqueando.
En 1951, Vera y Duda se casaron en una aldea cercana. Voja
vino de Belgrado para asistir a la boda, pero Cveja se quedo
con su padre, ya que este se habia enfermado de repente y ha-
bia sido hospitalizado en Belgrado. Todos esperaban que Ilija
se recuperara y regresara a la casa räpidamente, por lo tanto
Mara no lo visito, sabiendo que los gemelos lo cuidarian.
Unas dos semanas mäs tarde, un visitador de la munici-
palidad llamo a Mara.
-Senora Vitorovich, lamento informarle que hemos reci-
bido un mensaje de sus hijos de Belgrado -dijo-. Su esposo,
Ilija, ha fallecido esta manana en el hospital.
Mara estaba perpleja y desconsolada.
Los miembros de la familia hicieron el viaje hasta Belgrado
para el funeral. Cuando Mara pregunto a sus hijos, eilos le
contaron lo que habia pasado: "Visitäbamos a papä todos
los dias mientras estaba hospitalizado. Luego, un dia, su
cama estaba vacia. Cuando le preguntamos al otro paciente
que estaba en la habitation, nos dijo que papä habia muerto
esa manana". Ilija habia muerto a la edad de sesenta y dos
anos, y Mara se habia convertido en una viuda otra vez.
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Despues del Ultimo adios
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im
(De quien temere?
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Despues deI iiltimo odiös
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iD e quien temere?
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Despues del Ultimo adios
II
servaräs su lugar, y no estarä alii. Pero los mansos heredarän
la tierra, y se recrearän con abundancia de paz [...] Mas los
impios perecerän, y los enemigos de Jehova como la grasa de
los carneros serän consumidos; se disiparan como el humo".
Lo ven -dijo Mara para concluir- Dios comenzara todo otra
vez y hara una tierra enteramente nueva en este planeta.
Las mujeres finalmente se marcharon; parecia que al final
se habian quedado sin preguntas. "Querido Senor, envia tu
Espiritu Santo y haz que tus palabras queden claras en sus men-
tes", oro Mara. "Que te conozcan como a un Salvador amante y
misericordioso y no como a un Dios cruel".
Ahora, sola en la habitation silenciosa, Mara contemplaba
su vida y los dias solitarios que la esperaban. Gracias, Senor,
oro en su corazon, por llija, mi companero de tantos anos que no
los puedo recordar. Has conservado a mis hijos fieles a ti. Has pro-
visto para mis hijas. Has hecho maravillas por mi, oh, Dios. jQu0
cambios has hecho en mi vida! Mara recordo los Ultimos dias.
Ilija habia adorado a Dios con ellos los viemes y los säbados
de tarde y habia cantado sus canciones. Los habia acompana-
do a la iglesia a menudo. Johann se habia unido al grupo de
Uzvece. Aquellas palabras que Johann me dijo ese domingo, hace
tanto tiempo, cambiaron mi vida. Me cambiaron a mi, Dios, y cam-
biaron a muchas personas. Hasta donde ella sabia, mäs de ciento
cincuenta personas habian creido las maravillosas verdades
de la Biblia debido a su influencia, las verdades olvidadas por
los anos y reemplazadas por las ideas de los hombres y las
tradiciones. Dios admirable, jcudn maravillosos son tus caminos!
Un dia, no mucho despues, ocurrio algo increible. Marija, la
esposa de Mladen, vino a ver a Mara con noticias grandiosas.
-Mara, jmira lo que el SenoT ha hecho! -le dijo con gran
euforia- Mladen se bautizo el säbado pasado. Si, Mara, jes
verdad!
-^Mladen? ^Bautizado? -Mara casi no podia respon
der-. El trato de forzarme a abandonar mi fe. Amenazo con
expulsar a cualquiera de su familia que creyera en algo di-
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iDe quien temere?
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1
DE QUIEN
'TEMERE?
omo haces para recoger tos pedazosde tu vida, que It.i •.Ι(Ιι η |··μ μ id.i
Ann Vitorovich naciöyse crio en la ciudad de Nueva York con padres croatas. Ha pu
blicado varios articulos en las revistas: Insight, Adventist Reviewy Signs of the Time·..
Ann asistiö al Columbia Union Collegey ha trabajado como secretaria juridicay ejecu
tiva. A nnysu esposo, el arquitecto Voja, viven eh Arizonay tienen un hijo -George- qtw
es artista profesional.
9 789875 673427