El liderazgo de laissez-faire, también conocido como liderazgo delegativo, es un tipo de estilo de liderazgo en el que los líderes no tienen ningún tipo de intervención y permiten que los miembros del grupo tomen las decisiones. Los investigadores han descubierto que, en general, este es el estilo de liderazgo que conduce a la productividad más baja entre los miembros del grupo. Sin embargo, es importante darse cuenta de que este estilo de liderazgo puede tener beneficios y posibles dificultades.
El liderazgo laissez-faire se caracteriza por:
Muy poca guía de los líderes
Libertad completa para que los seguidores tomen decisiones Los líderes proporcionan las herramientas y los recursos necesarios El poder se transfiere a los seguidores, pero los líderes aún asumen la responsabilidad de las decisiones y acciones de los grupos
Ventajas del liderazgo laissez faire
Aunque el líder tenga que ausentarse un poco la empresa sigue funcionando Los trabajadores se sienten mejor porque tienen mayor poder de decisión Los empleados trabajan con más libertad y sin presiones Los jefes pueden delegar tareas más fácilmente Los trabajadores pueden tener más posibilidades de promoción empresarial en caso de haber vacantes
Desventajas del liderazgo laissez faire
Si los trabajadores no tienen los suficientes conocimientos o experiencia puede no funcionar Se puede llegar a perder el objetivo si no hay la información necesaria Suele ser individual y hay poco trabajo en grupo Es más complicado solucionar conflictos si los hay Puede dar la sensación de que no hay un líder o este no se implica