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RESUMEN
El abanico aluvial de Lima es una compleja forma de relieve, resultado de las contribuciones
de sedimentos del río Rímac y la coalescencia de los abanicos aluviales de los afluentes del
río Rímac. Las zonas de depósito en el abanico y el cambio del canal principal y los canales
distributivos están influenciadas por el paleo-relieve heredado de un clima semiárido y por
los cambios climáticos. La secuencia sedimentaria superior del abanico, dominante en la
Costa Verde, es de la época del Pleistoceno Superior-Holoceno. Los sedimentos que lo
forman no son cohesivos y son altamente móviles durante las inundaciones y los terremotos.
Las características dominantes en esta secuencia, facies de canales entrelazados y flujos
laminares, fueron influenciadas por las transgresiones marinas postglaciales del
Pleistoceno-Holoceno. Una comprensión más profunda de la evolución del abanico aluvial
de Lima proporciona información sobre la evolución futura del abanico en el marco de la
tectónica activa y el cambio climático. El abanico de Lima es un área con una alta densidad
de población humana y está sujeto a inundaciones y flujos de escombros que resultan en la
subsiguiente pérdida de vidas y propiedades humanas. Por lo tanto, la mejor comprensión
de la evolución de este abanico es contribuirá a una mejor definición de las áreas de alto
riesgo de posibles desastres humanos causados por estos procesos naturales.
1. INTRODUCCION
Los abanicos aluviales se producen en la transición de zona con alta pendiente y zonas con
baja pendiente (Birch et al., 2016).
El abanico aluvial del río Rimac se encuentra en la parte central y occidental de Perú, donde
el río Rimac surge de la alineación controlada por fallas en los escarpados Andes en la
llanura costera baja. Lima Metropolitana se encuentra en el abanico aluvial y casi el 31% de
la población humana peruana viven en esta región (INEI, 2014), donde terremotos,
inundaciones y los deslizamientos han provocado grandes pérdidas de vidas humanas.
El abanico aluvial de Lima se deriva de los ríos Rimac y Chillon. En Perú, el movimiento
continuo de la placa de Nazca resultó en hundimiento y una transgresión marina durante el
Pleistoceno alrededor de 1.7 M.a. seguido de levantamiento y regresión marina cíclica /
transgresión.
La evolución del abanico de Lima está bien descrita desde el Plioceno hasta el Pleistoceno
medio. Es probable que la elevación tectónica de 17 Ma BP y los cambios cíclicos en el nivel
del mar eustático hayan establecido la plantilla para los cambios morfológicos del abanico
durante el Pleistoceno Tardío y el Holoceno. Para ello, este estudio se centra en la evolución
del abanico desde el Pleistoceno tardío hasta el presente.
En base a esto, los objetivos del estudio son: 1) confirmar el papel principal de la tectónica
andina en la configuración del abanico de Lima; 2) establecer el papel de los procesos
aluviales en la historia de la cuenca y 3) asignar cronología al desarrollo temporal del
abanico.
2. ÁREA DE ESTUDIO
La cuenca del río Rimac tiene una superficie de 3.300 km2 y una longitud de unos 160 km.
Sus cabeceras se elevan en los picos más altos de la Cordillera Occidental de los Andes
centrales, a unos 5.000 metros sobre el nivel del mar.
El río Rímac nace en la Cordillera Occidental de los andes peruanos y sus cabeceras se
encuentran en las cumbres más altas de la sierra de la región de Lima (aproximadamente
5,000 m.s.n.m.), a la cual atraviesa y después de recorrer unos 160 km desemboca en el
Océano Pacifico. La gran disponibilidad de los sedimentos sueltos en las partes altas de su
cuenca han generado un abanico aluvial que abarca un área de 200 km2 caracterizado por
la presencia de paleo-cauces abandonados y con una típica forma triangular. Su ápice se
encuentra en las primeras estribaciones andinas de la Cordillera Occidental en la localidad
de Ate (figura 1). La zona distal está erosionada dando lugar al acantilado con un ancho de
aprox. 21 km a lo largo de toda la Costa Verde.
2.1. GEOLOGIA
La unidad posorogénica más importante que aparece en el sustrato del abanico está
representada por los depósitos clásticos y volcánicos de una serie de cuencas extensionales
y transtensivas en el Cretácico. La unidad de columna estratigráfica basal del sustrato de
abanico aluvial de Lima, comprende piroclastos, brechas volcánicas y lavas del Grupo Puente
Piedra; areniscas y pizarra del Grupo Morro Solar; así como calizas calcáreas, margas y
limolitas calcáreas del Grupo Lima. Esta secuencia sedimentaria representa secuencias
continentales y marinas que ocurren en el intervalo crono-estratigráfico del Jurásico
Superior-Cretácico Inferior. La secuencia concluye con brechas piroclásticas de la Formación
Chilca de la edad del Cretácico Superior. En la región de la ciudad de Lima se observan
intrusiones post sedimentarias de los complejos plutónicos del batolito costero del Perú con
edades comprendidas entre 84 y 102 millones de años.
Las unidades basales superpuestas son sedimentos de origen gravitacional, aluvial y eólico.
Los valles preexistentes probablemente fueron rellenados por estos depósitos entre el
Mioceno tardío y el Plioceno temprano. En este sentido, las facies del abanico aluvial de Lima
sugieren la deposición en un ambiente de alta energía con canales entrecruzados que
rápidamente se volvieron avulsivos. Los sistemas de peleo-drenaje son visibles en la
secuencia sedimentaria en las caras expuestas de los acantilados de la Costa Verde. Estos
sistemas de paleo-drenaje inciden el llenado de cuencas preexistentes. La influencia de la
tectónica andina en la parte central de América del Sur es bien conocida. Los estudios
geofísicos han demostrado que el material depositado por los canales principales del
abanico alcanza cientos de metros de espesor. Los sedimentos más gruesos se encuentran
en los valle-valles del río Rimac y Chillon. Estos sedimentos son depósitos de inundaciones
episódicas. Según algunos autores, la sedimentación de conglomerados en el abanico podría
representar la reinterpretación fluvial de las morrenas glaciares.
Este abanico aluvial no solo documenta los cambios tectónicos, sino que también
registra una combinación de procesos climáticos y estáticos. El basculamiento tectónico
del paisaje causo la migración de estos ríos hacia el norte y los canales abandonados
del sur fueron rellenados por limolitas y lodolitas.
Según sus estudios geomorfológicos en Asia, Cañete (sur de Lima) y el río Chillon (norte
de Lima), Dollfus (1964) y Sébrier y Macharé (1980) describen diferentes niveles de
terrazas aluviales asociadas con períodos interglaciales en el Perú central (Fig. 3). Estos
investigadores también señalan que la presencia de formas de viento en los conos de
los flujos detríticos esporádicos indica que, a pesar del aumento de la lluvia, las
condiciones prevalecientes resultaron de un desierto árido. El estudio de los depósitos
más antiguos (Formación Cañete en esa área) sugiere una conclusión idéntica, es decir,
las condiciones áridas / desérticas persistieron en todo el Cuaternario.
Con respecto a la transgresión del nivel del mar al comienzo del Holoceno, Dollfus (1966)
describe dos niveles marinos de la edad del Holoceno en la costa del Perú central: 1) el
más antiguo corresponde a una transgresión y estaba 4–5 m por encima del nivel actual
del mar ; y 2) el más reciente fue 2 m por encima de su nivel actual.
El más antiguo corresponde a la transgresión máxima del nivel del mar después del
período de glaciación más reciente: el Veguian inferior definido por Paskoff, (1970) en el
norte de Chile y con fecha de 6 ka BP. En la Figura 3, el conjunto de niveles de Holoceno
está marcado como Tm1. Este episodio está representado por: barrera costera
abandonada, acantilados, arrecifes y fósiles.
El área ocupada por el abanico de Lima se caracteriza por la presencia de canales paleo
poblados con sedimentos pobremente clasificados (2–3 cm a 40–50 cm), y sedimentos
polimícticos (clastos en su mayoría plutónicos) que incluyen gravas, arenas y lutitas. No
están consolidadas y, entre otras estructuras, aparecen la imbricación y otras
estructuras fluviales (Figs. 8c-e). Estos materiales varían en grosor desde 10 a 300 m,
donde los depósitos se superponen al palacano Rimac-Chillon. El abanico de Lima cubre
un área de aproximadamente 216 km2, de forma triangular asimétrica y está orientado
en la dirección de la inclinación relacionada con la subducción de la placa de Nazca
debajo de la placa sudamericana.
El abanico está truncado por el efecto de la acción marina, lo que da como resultado
acantilados en la línea de costa.
Entre los distritos de El Agustino y Santa Anita, los sedimentos del abanico se ven
interrumpidos por el cultivo de rocas sedimentarias del Grupo de Lima, como se ve en
las colinas de El Agustino, El Pino y La Atarjea (Fig. 6). En las áreas de Lima metropolitana,
se han identificado seis niveles de terrazas a lo largo del río Rimac (perfil A – A ’, Figs. 4
y 7). En el sur (en las zonas de los distritos de San Juan de Miraflores, Villa El Salvador y
Chorrillos) hay depósitos de arena y proglaciales que forman dunas y hojas de arena (Fig.
5).
Fig. 6. Perfil longitudinal de la gama Lima desde Carapongo hasta Miraflores. 1: Materiales
holocenos (Qf6, Qf5), 2: Materiales pleistocenos (Qf4 a Qf0), 3: Sustrato intrusivo, 4:
Residuos de escombros fluyen depósitos esporádicos, 5: Océano Pacífico, 6: Glacis, 7:
Depósito en la playa.
1949
1970
3. EVOLUCIÓN DEL ABANICO DE LIMA DESDE EL PLEISTOCENO SUPERIOR HASTA EL
HOLOCENO:
3.3. 4th, 5th and 6th etapa – Qf2 and Qf3 (50 to 20 ka BP)
Durante la cuarta etapa, se depositó Qf2 (T4) (MA1 y MA2, profundidades = 8.5 y
8.6m, edades = 44.580 ± 3.190 y 55.370 ± 4.50 ka BP). Los sedimentos del
paleo-canal (Qf2) se estaban degradando tanto en la orilla derecha como en la
izquierda y al volver a trabajar los sedimentos anteriores (Figs. 7 y 9 [4º]). En este
período, el canal del río Rímac continuó migrando hacia el norte con una dirección
de flujo SW general que erosionaba y volvía a trabajar en los sedimentos de las
orillas derechas de sus etapas anteriores y se producía el depósito de sedimentos
en el área central del abanico. Durante este período, la boca del paleo-rio se
encontraba en el distrito de Magdalena (Figs. 7, 8 y 9 [4º]) y se rellenó con
sedimentos Qf2. En esta etapa, una posible transgresión marina dio como
resultado que se volvieran a trabajar y se truncaran los sedimentos de las orillas
derechas que degradaban el segmento Qf3 hacia arriba de las multas (terraza
T3). Durante la quinta etapa, el canal del río Rímac continuó migrando hacia el
norte con una dirección general del flujo de SW erosionando y reelaborando los
sedimentos de sus etapas previas, dejando las paleo-riberas abandonadas en la
zona central de Lima (Fig. 9 [5ta]). La erosión continuó en el área sur del abanico
mientras que los glacis continuaron formándose.
Los presentes presentan una superficie diseccionada por el actual río Rimac que
puede correlacionarse con la terraza inferior de ese río, ya que es posible el
abandono de un meandro alrededor del inselberg El Agustino. La formación de un
glacis continuó hacia el sur del abanico.
Sobre la base de las edades OSL, a pesar del número limitado de muestras (Tabla
1), el período de depósito en las etapas 5 y 6 fue de aproximadamente 0,8 ka en
promedio y las etapas 1 a 4 también tuvieron períodos de depósito similares de -
0,7 a 1 ka en promedio. Sin embargo, el área de depósito de sedimentos y la
profundidad para Qf0 (T6) a Qf4 (T2) son considerablemente más extensas que
las de Qf5 (T1) y Qf6 (T0). Esto indica una disminución en el transporte de
sedimentos y las tasas de deposición posiblemente asociadas con el aumento de
la aridez después de aproximadamente 2.5 ka BP resultante en otro acortamiento
de deposición desde la etapa 7 (T1) entre 1.7 y 1 ka BP.
Durante la etapa 9, el canal actual del río Rimac incide sedimentos Qf6, y su flujo
es controlado por bloques de concreto que reemplazan las orillas de los ríos
activos. El canal construido ahora conduce los sedimentos desde su origen en las
tierras altas a un delta que progresa en la costa (Fig. 9 [9th]). En la actualidad, los
sedimentos Qf6 se depositan lateralmente por el flujo sobre banco durante
grandes inundaciones.
La deposición en esta área, como gran parte del abanico, se ve frenada por la
actividad antropogénica. Las inundaciones están restringidas a Qf6 y Qf5,
afectando casas, edificios e infraestructura a ambos lados del río Rímac
(principalmente los distritos de Rímac, ATE y San Juan de Lurigancho). Los
escombros y flujos de lodo del río Huaycoloro y el barranco Canto Grande
desatados en 1987, 1998, 2016 y 2017 demuestran la susceptibilidad de las
comunidades modernas a la devastación causada por las características
geomorfológicas de alto riesgo.
Fig. 9. Diferentes etapas del desarrollo del abanico aluvial de Lima (1ª, 2ª y 3ª). Sedimentación
del segmento de abanico Qf1, en la superficie de Qf0 en el borde sur del abanico aluvial
(Chorrillos-Miraflores) (4º, 5º y 6º). La deformación por una falla NW-SE afectó los
afloramientos que controlaban el curso del río Rímac y la sedimentación del segmento de
ventilador Qf2. La migración del lecho del río Rímac y la sedimentación del segmento de
abanico Q3 aíslan los restos de los segmentos Qf2, Qf1 y Qf0 (7º). Depósito marino en el
holoceno por el aumento del nivel del mar. Deposición de los segmentos Qf4 y Qf5 y formación
de glacis hacia el sur del abanico. El segmento Qf4 se alimenta principalmente del este (río
Rímac), pero limita con los sedimentos del río Chillón en el norte y al noreste por el río
Huaycoloro y el barranco Canto Grande. Formación de glacis hacia el sur del abanico y
posicionamiento de un depósito eólico (8 y 9). Obstrucción de canales y abandono de los
paleocanales de los ríos Surco, Huatica y Magdalena por eventos de inundaciones
excepcionales (depósito Qf6). La consolidación de glacis al sur continuó.
CONCLUSIONES
- La evidencia de lineamientos estructurales, cambios en el curso de drenaje, la
variabilidad del espesor de los sedimentos en los acantilados de la Costa Verde y la
dirección del movimiento de las placas de Nazca y Sudamérica, así como la posición
de la isla de San Lorenzo crearon una plantilla topográfica para la deposición cíclica
y la erosión del abanico de lima. El sustrato del abanico se inclinó hacia el norte, lo
que involucró a unos cientos de metros de elevación de la cordillera que habría
provocado que los ríos Rímac y Chillón formaran dos abanicos aluviales coalescentes
donde los sedimentos distales fueron erosionados por la acción marina, creando los
acantilados de la Costa Verde.
- Las secuencias de sedimentos expuestas en los acantilados de la Costa Verde
confirman la naturaleza aluvial de los sedimentos. En general, las secuencias se
afinan hacia arriba y se truncan. Además, hay algunas diferencias entre las partes
norte y sur del abanico, ya que el tamaño del canal y la incisión parecen indicar.
- Los resultados de la datación indican que los materiales de los acantilados
expuestos que comprenden sedimentos de abanico son de una edad Pleistoceno
tardío / Holoceno depositados desde la última baja del nivel del mar glacial. Estudios
geofísicos anteriores encontraron que los sedimentos subyacentes de peleo-valle
tenían un grosor de hasta 600 m. La erosión y deposición de los sedimentos del
abanico ha sido cíclica, alineándose con los bajos del nivel del mar glacial. La incisión
y el relleno del valle han impulsado el cambio en el nivel del mar paleo. La salida al
abanico de los Andes se ha mantenido constante, por lo que los episodios de
deposición han comenzado desde el ápice del abanico.
- La erosión y la deposición en el abanico continuarán siendo cíclicas con o sin
intervención antropogénica.
- Para resumir, un control significativo del desarrollo futuro de los abanicos es la
tectónica activa que expondrá más áreas a la erosión y cambiará los lugares de
deposición. Esto se verá agravado por el cambio climático, donde los eventos de
lluvia más frecuentes y de mayor intensidad darán lugar a mayores inundaciones que
traerán más sedimentos al abanico y cambios en la configuración geomorfológica de
los sustratos de capital peruanos.
BIBLIOGRAFIA
Lisson, C. 1907. Geología de Lima y sus alrededores. Imprenta Gil. Lima – Perú
Aleman, A., Benavides, V., and León, W., 2006, Stratigraphy, sedimentology
and tectonic evolution of the Lima area. Field Guide No. 11,
Glacis: piedemonte
Estudio preliminar
En la vertiente que desciende desde la cordillera de los Andes Centrales hacia la costa del
Pacífico, donde se encuentra el abanico de Lima, la aridez debe haber sido la principal
característica climática desde hace mucho tiempo, como consecuencia del levantamiento
de los Andes y la influencia de la corriente de Humboldt (Villacorta et al., 2015). La sequía
permanente se pone de manifiesto en la presencia de depósitos de arenas finas, cuya
removilización por acción eólica requiere condiciones extremadamente secas como las
actuales (Villacorta et al., 2015).
De acuerdo con Le Roux et al. (2000), el continuo movimiento de la Placa de Nazca permitió
la subsidencia y el inicio de una transgresión marina durante el Pleistoceno (1.7 M.a.),
seguida por la deposición de conglomerados que representarían el re-trabajamiento fluvial
de morrenas glaciares. El abanico aluvial de Lima no sólo documenta los cambios tectónicos
sino que también registra una combinación de los procesos climáticos que afectaron la zona.
El basculamiento tectónico habría causado la migración del río Rímac hacia el norte y los
canales abandonados del sur fueron rellenados por limolitas y lodolitas (Aleman et al.,
2006).
Hoy día se interpreta mayoritariamente que los abanicos aluviales reflejan los continuos
procesos de deposición a partir de pequeños conos de deyección, característicos de muchos
ambientes de montaña (p.e. Saito y Oguchi, 2005), especialmente en zonas para-glaciales
(Brunsden et al., 1981). De acuerdo con Le Roux et al. (2000), las facies del cono aluvial de
Lima sugieren un depósito en un ambiente de alta energía dominado por canales
entrecruzados que rápidamente cambiaban de posición.
Para ello se pretende realizar una comparación del depósito de Lima (abanico del río Rímac)
con los estudiados en Majes, Nazca, Chincha y Cañete al sur de Lima. Del mismo modo se
busca evaluar si algunas de las terrazas que lo conforman responderían a lluvias
excepcionales como las del evento El Niño–Southern Oscillation (ENSO), que generan
inundaciones y flujos de detritos. Estos eventos, registrados desde 1911, han generado
importantes impactos sociales y económicos afectando incluso al PBI nacional (Miranda y
Chavez, 2012).
Conclusiones
El abanico del rio Rímac es de mucho interés para desarrollar una caracterización adecuada
de un abanico en un clima hiperárido en Suramérica.
Se tienen nuevas evidencias de que los depósitos en la Costa Verde habrían sido en su
mayoría aluviales con influencia de procesos marinos. Podría tratarse de un breve episodio
de transgresión marina, que se debería datar para correlacionar dicho evento con las
oscilaciones climáticas.