Вы находитесь на странице: 1из 3

Psicología lunes 8 de Febrero 2010

Retrato del perverso relacional.


Por Anna Lietti  

Se le llama también perverso narcisista. Es un brillante seductor que muestra su verdadera cara una vez que su 
presa ha caído. Entrevista con Pascal Couderc y Pascale Chapaux‐Morelli, autores de un libro que explora la 
manipulación afectiva dentro de la pareja y el arte del que lo erige como arma de destrucción.  

Durante mucho tiempo, para la psiquiatría, no hubo más que el pervertido sexual. El pervertido o
perverso de la relación, ese vampiro que se nutre de la energía vital de su víctima, fue identificado
como figura patológica recientemente. Para las víctimas de ese virtuoso de la manipulación, es un
gran progreso, ya que su arte consiste en destruir al otro sin dejar huellas (Destruir psicológicamente
claro). Un libro salió estos días en Francia, destinado a dar a conocer al público lo que se sabe del
perverso narcisista y como defenderse de él. Autores de esta obra, un psicólogo especialista en
adicciones, Pascal Couderc y la presidenta de la Asociación de ayuda a víctimas de violencias
psicológicas, Pascale Chapaux-Morelli.

Pero antes que nada, no todos los manipuladores son unos perversos, precisan los autores, quienes
empezaron por estudiar la “manipulación ordinaria” en la pareja: El chantaje afectivo, la
culpabilización, la adulación o el desprecio son casi inevitablemente parte de toda relación humana,
constatan ellos. El perverso narcisista es aquel que pone en práctica esta técnica de manera
sistemática hasta la aniquilación de su pareja. Aclaremos. (Ahí está el punto)

Le Temps: Dentro de las relaciones « normales », las mujeres son más manipuladoras que los
hombres, afirman ustedes. ¿ Por qué ?

Pascal Couderc: La razón es probablemente histórica: Las mujeres han sido empujadas a adoptar este
tipo de estrategias dado el estatus inferior que durante tanto tiempo ha sido el suyo. La igualdad
entre esposos no existe en Francia que desde 1970… (En México, no sé exista esta igualdad por
escrito en algún sitio)

- Sin embargo, el perverso narcisista casi siempre es el hombre. Una vez más: ¿ Por qué ?

Pascale Chapaux-Morelli: Partimos de la hipótesis que en un principio, el curso de vida del perverso
narcisista y de su víctima hay una herida muy similar, relacionado a la falta de afecto. Y que ante este
sufrimiento, el niño y la niña tienden a reaccionas de manera distinta. Ella continuará buscando el
amor en reparación. Mientras que el niño va a tomar su revancha de ese dolor haciéndolo su propia
ley. Algunas frases recurrentes que salen de la boca de mujeres que nos consultan son: “Sufrió
bastante durante su infancia” y “Se tuvo que criar solo”. (Cuánta razón tienen, eso es exactamente lo
que decía yo)

– ¡Sufrió pero ahora ya no sufre para nada !

P. C.: Efectivamente, se volvió impermeable a las emociones, es el medio que ha encontrado para no
sufrir más. Es un ser vacío, que se nutre del otro. Esquemáticamente: Para repararse, ella da,
mientras que él, toma. (Es exactamente eso)
– Toma, pero « su corazón es un pozo sin fondo » escriben ustedes : ¿ No se sacía nunca ?

P. C.: Nada se le queda dentro, su satisfacción narcisista es de corta duración, un poco como el placer
del heroinómano.

– Lo que distingue al perverso narcisista del manipulador ordinario, ¿ Es su voluntad de destruir al


otro ?

P. C.: No podemos decir que sea su objetivo. El perverso es más bien como un parásito sobre una
planta: la mata nutriéndose de ella. No está bien, ni mal, solo necesario. No es diabólico…

– ¿ Cómo está eso ? Se presenta como el hombre ideal, el hombre perfecto que todo mundo envidia,
¡ Es una mentira ambulante !

P. C.: Es cierto que hay un maquiavelismo dentro de él. Es una forma de estafa ya que la seducción
consiste habitualmente en poner en valor lo que tenemos de mejor. Él, pone en valor las cualidades
que no tienen. (Cuan cierto es esto. Describe totalmente, una vez más a mi marido).

– ¿Es forsozamente inteligente?

P. C.-M.: Los que no lo son, actúan rápidamente. Hace falta sutilidad y un cierto dominio del lenguaje
para fascinar a su víctima como lo hacen ellos. Más que nada porque no atacan a cualquier persona:
busca mujeres intelectualmente e interiormente ricas. Sino, ya no tendrían nada que robarles. (Es un
gran acierto, ¡ Cuidado chicas ! sé de qué hablan ellos)

– ¿ Ricas pero frágiles como lo decían posteriormente ?

P. C.-M.: Sí, son mujeres que tienen una necesidad de amor más pronunciada que las demás, una
pequeña fragilidad suplementaria que el perverso identifica inmediatamente. Esto explicaría tal vez
que durante la fase de seducción, no se dan cuenta de los pequeños indicios que hubieran podido
alertarlas. Cuando su pareja se muestra con su verdadera cara, ya cayeron en su trampa. (Así es)

– Por ejemplo, aconsejadas por ellos, han abandonado su trabajo, sus estudios…

P. C.: No estamos criticando las organizaciones familiares que funcionan muy bien con una madre
como ama de casa. Pero es cierto que establecer una dependencia forma parte de las tácticas del
perverso. Junto con la denigración, el aislamiento, el arte de alternar dulzura y violencia.

– Ustedes escriben que el perverso narcisista « no cambia nunca ». ¿ Cómo pueden decir eso de un
ser humano ?

P. C.: ¡ Para los psicólogos es terrible ! Pero es un hecho que los perversos no tienen ninguna
motivación para cambiar ya que no sufren. No los vemos en consultación.
– Entonces, cuando ven llegar a una pareja en consultación, ¿ Ya están seguros de que no se trata de
un perverso narcisista ?

P. C.: Es un poco más complicado. El perverso narcisista puede aceptar ir para después poder decir:
Fui pero no sirvió de nada. Muchas de mis pacientes llegaron en pareja y continuaron la terapia solas.
(Claro, no van a terapia por iniciativa propia, ya me lo decía yo. Y eso si es que aceptan siquiera ir)

– Dicen que el terapeuta debe quedarse en la neutralidad. Sin embargo, cuando alguna de sus
pacientes se encuentra frente a un perverso, su convicción es que para salvar el pellejo, tienen que
dejarlo.

P. C.: Nunca le he dicho a una paciente: Déjelo. Es esencial que la decisión venga de ella. Más sin
embargo, frente a ella, es como si estuviera frente a una toxicómana: tengo que demostrar un
compromiso de mi parte y si me hago discreto, no la vuelvo a ver.

– Hay muchos perversos narcisistas dentro de los grandes intelectuales, dicen. ¿ Y en los psicólogos ?

P. C.: También. ¡ Es la carrera soñada para ellos ! Por eso es tan importante, cuando se busca un
terapeuta, informarse antes y pedir garantías. Uno no escoge a su psicólogo en el anuario telefónico.
(¡ Dios mío ! ¡ Agüas a quien van a ver !)

* La manipulación afectiva en la pareja. Enfrentar a un perverso narcisista. De Pascale Chapaux-


Morelli y Pascal Couderc, Ediciones Albin Michel.
 

Вам также может понравиться