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CURSO DE DERECHO NOTARIAL III

DERECHO REGISTRAL

Definición
El tratadista Felipe P. Villaró denomina a esta área del conocimiento jurídico como Derecho
Registral Inmobiliario, y lo define como: “el conjunto de normas y principios que regulan la
organización, el funcionamiento y los efectos de la publicidad registral, en función de la
constitución, transmisión, modificación y extinción de los derechos reales sobre inmuebles”
En la compilación de definiciones que hace García Coni, se aprecia que Pérez Lasala,
Giménez Arnau, Hernández Gil, Bienvenido Oliver y Esteller, coinciden con la postura de
Villaró, al afirmar que este es un conjunto de normas que regulan la constitución,
modificación y extinción de los derechos reales sobre inmuebles. Se hace evidente que
dichos autores delimitan el objeto del Derecho Registral únicamente a los inmuebles.
Sanz Fernández agrega a la definición de Villaró, que dichas normas son de derecho civil, y
además, que la publicidad efectuada por medio del registro de la propiedad abarca las
garantías de derechos de crédito, es decir, gravámenes hipotecarios .
Musto aporta una definición más amplia al afirmar que el Derecho Registral Inmobiliario,
además de estar conformado por las normas tendientes a regular la matriculación de los
inmuebles y los derechos reales que sobre estos se han constituido, modificado o
extinguido, también abarca la manera de realizar los asientos, así como las atribuciones del
registrador. Asimismo, especifica que el Derecho Registral.
Inmobiliario tiene un aspecto sustantivo o material, que comprende tanto los objetos
susceptibles de ser matriculados, es decir los inmuebles, como los actos inscribibles; y un
aspecto adjetivo o formal, compuesto por requisitos de forma y de organización
correspondientes al Registro.
Por su parte, Martín Pérez afirma que el Derecho Registral es un conjunto de normas que
regulan las relaciones jurídicas que se perfeccionan sobre bienes susceptibles de generar
efectos erga omnes producto de la publicidad de su registro, aclarando que esto es el
Derecho Registral objetivo; mientras que las facultades que se derivan de dichas relaciones
jurídicas en contacto con el registro, conforman el Derecho Registral subjetivo.
Por otro lado y en un sentido amplio, Molinario define al Derecho Registral como “el
conjunto de principios y normas que tienen por objeto reglar los organismos estatales
encargados de registrar personas, hechos, actos, documentos o derechos; así como
también la forma cómo han de practicarse tales registraciones, y los efectos y
consecuencias jurídicas que derivan de éstas”
La definición anterior es una de las más amplias que ofrece la doctrina acerca de este tema,
pues abarca la actividad de distintos tipos de registros, aunque siempre de carácter público,
pues cuando Molinario menciona que el Derecho Registral regula los organismos estatales
encargados de registrar personas, hechos, acto, documentos o derechos, en Guatemala se
habla de la actividad que realiza el Registro Nacional de las Personas, del Registro
Mercantil General, el Registro de la Propiedad Intelectual, el Registro de la Propiedad
Industrial, Registro de Procesos Sucesorios, Registro de Garantías Mobiliarias y por
supuesto el Registro de la Propiedad. Se aprecia que para Molinario la actividad registral no
sólo está relacionada con los derechos reales, sino también con los derechos personales.
Otro aspecto relevante es el hecho que el Derecho Registral está compuesto de los
principios y normas que regulan a los registros estatales. Como podrá apreciarse en los
capítulos subsiguientes, existe una amplia clasificación de los registros, siendo una de ellas,
la que atiende al sujeto que realiza el registro, entre la cual se dice que pueden ser públicos
o privados.
Es por ello que Molinario diferencia el Derecho Registral del Derecho Registral Inmobiliario
propiamente dicho, entendiéndose el primero como el género y al segundo como la especie
y define el Derecho Registral Inmobiliario como “parte del derecho registral que se refiere al
conjunto de principios y normas destinados a reglar la organización y el funcionamiento de
los organismos estatales encargados de receptar fundamentalmente los actos y
documentos concernientes a los derechos reales o a los que afectan, relativos a los
inmuebles, así como también las firmas y resultados de tales registraciones, y por último, los
efectos y consecuencias jurídicas que se derivan de ella”. Para los efectos de esta
investigación, la segunda definición de Molinario, es sustancial para circunscribir el
contenido de esta rama del Derecho en su relación con los derechos reales.
Por su parte Cossió y Corral define el Derecho Inmobiliario como “un derecho regulador de
la forma de constitución, modificación, transmisión y extinción de las relaciones jurídicas
reales que tienen por objeto un bien inmueble, una finca”. Agrega que “tal forma, se refleja,
fundamentalmente en el derecho moderno, a través del Registro de la Propiedad, en el que,
de un modo superficial, suela verse tan sólo un instrumento de publicidad, limitándose su
función a proporcionar el conocimiento de la relación jurídica, a la persona ajena a ella, a la
que genéricamente se denomina por la Ley y la doctrina hipotecaria tercero”.
Esta no varía mucho de lo mencionado por Villaró y otros autores, distinguiéndose por hacer
la aclaración que en el Derecho moderno, al Registro de la Propiedad se le concibe como
un instrumento mediante el cual se hace de conocimiento de un tercero, la relación jurídica
que existe respecto de un inmueble.
Para los efectos de esta investigación, por Derecho Registral se entiende el conjunto de
normas y principios que regulan la creación, modificación y extinción de los derechos reales
sobre bienes muebles e inmuebles, así como la organización y funcionamiento de los
registros públicos que llevan a cabo la recepción del instrumento público en que se
encuentra contenido el derecho real, la calificación e inscripción del mismo.
PRINCIPIOS REGISTRALES:
Carral y de Teresa afirma que los principios registrales son producto del análisis que se
hace de los preceptos legales sobre el registro público y cita a Roca Sastre al decir que “son
los principios, las orientaciones capitales, las líneas directrices del sistema, la serie
sistemática de bases fundamentales, y el resultado de la sintetización o condensación del
ordenamiento jurídico registral”. Dicho autor también argumenta que los principios
registrales sirven como guía, unifican criterios y facilitan la compresión de la materia
registral, convirtiendo la investigación jurídica en investigación científica.
Por otro lado, Pérez Lasala, entiende por principios registrales “las reglas o ideas
fundamentales que sirven de base al sistema registral inmobiliario de un
paísmdeterminado”. Agrega que “los principios registrales se determinan por inducción de
preceptos legislativos. Dominando en ellos el carácter positivista, se estudian con referencia
a un sistema registral determinado, no pudiendo hablarse, en consecuencia, de principios
registrales en general, aplicables en todas las legislaciones”.
Se observa una dicotomía en lo que debe entenderse por principios registrales según
exponen estos tratadistas, ya que para el primer autor, estos son universales y son una guía
unificadora de criterios, mientras que para el segundo, estos únicamente pueden estudiarse
con referencia un sistema registral determinado, es consecuencia no puede decirse que los
principios registrales son universales.
Pérez Fernández del Castillo por su parte dice los principios registrales “explican el
contenido y función del Registro Público de la Propiedad. Asimismo están totalmente
entrelazados unos de otros de tal manera que no existen en forma independiente. Su
nombre no se deriva del término filosófico inmutable, sino que se refiere a la constitución de
una técnica y elaboración del estudio del Registro Público de la Propiedad: sirve de
explicación teórica y práctica de la función del Registro.
Para García Coni estos principios aparecen en dos momentos distintos “A priori orientarán la
labor del legislador como explicación de la experiencia foránea, dando la tónica de la
publicidad que consagrará la ley; y, a posteriori de la sanción de la norma positiva, los
principios explicarán la verdadera dimensión de la publicidad legalmente acogida”.
De todas las definiciones anteriores se puede establecer que los principios registrales son
las directrices en las que cada sistema registral en particular se basa para determinar el
contenido y la función del Registro de la Propiedad, de tal forma que tanto los criterios como
los procedimientos seguidos en dicha institución obedecen y se inspiran en tales directrices.
4.1. Principio de publicidad registral En palabras del tratadista Carral y de Teresa , el
principio de publicidad registral es el principio registral por excelencia, ya que sin este no
puede concebirse la idea de un Registro Público de la Propiedad. La función del Registro
entonces es revelar el estatus jurídico de los bienes registrados a toda persona, no
importando si es o no tercero registral o interesado, ya que todos tienen derecho a acceder
a los asientos registrales y a obtener constancias de los mismos.
Caicedo Escobar define el principio de publicidad registral como “la actividad orientada a
difundir y hacer notorio un acontecimiento. Es la exteriorización o divulgación de una
situación, dirigida a provocar su cognoscibilidad general. La publicidad es lo contrario a
clandestinidad, lo notorio se opone a lo secreto Tanto García Coni como Ranzetti
argumentan que existen dos tipos de publicidad, pero difieren al momento de determinar el
contenido de cada una.
García Coni afirma que existe la publicidad aformal y la publicidad registral propiamente
dicha. La primera es la publicidad que no se implementa legalmente, por tanto es una
publicidad de hecho, que está compuesta por medios aptos para divulgar actos de
trascendencia jurídica; esta publicidad se manifiesta de manera voluntaria y privada por los
propios particulares y en principio carece de efectos jurídicos, aunque puede llegar a
tenerlos como medio probatorio, indicio de titularidad y situaciones de buena o mala fe.
Señala como ejemplos de esta publicidad, las marcas indicativas de propiedad colocadas
sobre los bienes.
Como ya se mencionó, el otro tipo de publicidad según García Coni es la publicidad
registral. Afirma que debido a la necesidad de certeza de los derechos y del tráfico jurídico
en el derecho positivo, se ha tenido la necesidad organizar sistemas de publicidad formal,
cuya expresión en el derecho contemporáneo es la publicidad registral. Esta se manifiesta
de distintas formas, ya que puede manifestarse en relación al tipo de bienes sobre los
cuales se inscriben derechos o a la organización y procedimiento del propio registro.
Ranzetti concibe de manera distinta la publicidad formal, pues para el primero, esta es un
derecho que tiene todo particular de tener acceso a la información registral en cualquier
momento e incluso sin expresión de causa; facultad que hace posible que los sujetos
capaces puedan tener conocimientos de las situaciones jurídicas que les representen
interés. Argumenta que dicha posibilidad se logra gracias a la inscripción de esas
situaciones jurídicas en el Registro.
Siguiendo a Ranzetti , el segundo tipo de publicidad contemplada es la material, la cual va
de la mano con otro principio, el de exactitud registral. A través de ella se pretende
garantizar la veracidad de lo establecido en los asientos registrales y de esta manera lograr
que el derecho exista y corresponda al titular indicado en la inscripción, mientras esta se
encuentre vigente. Asimismo afirma que el objeto de este principio es dar a conocer al
público la información registral y que el medio del cual se sirve la publicidad para llevar a
cabo su objeto es la inscripción. También asegura que no todos los actos o negocios
jurídicos son susceptibles de registración y que no solamente interesa el acto jurídico en sí
mismo, sino la titularidad derivada del mismo, con sus respectivos cambios a través de las
modificaciones y extinciones de dicha titularidad.
Todo lo anterior –afirma- “sin perder además de vista, que se da sólo en relación a ciertos
bienes, que permitan una precisa y determinada individualización y que sea deconsiderable
importancia desde el punto de vista patrimonial.
Debe entenderse entonces el principio de publicidad como la directriz registral en virtud de
la cual el estado jurídico de los bienes inscritos en el registro es de libre acceso a cualquier
persona, no importando si quien consulta tiene un derecho sobre el bien o es un tercero,
quienes además pueden obtener la respectiva constancia del estado del bien.
PRINCIPIO DE INSCRIPCIÓN
El tratadista Tartiére clarifica la concepción desde la cual debe ser abordado este principio,
ya que explica que la palabra inscripción puede entenderse en dos sentidos, el primero
“como sinónimo de toda clase de asiento registral” y el segundo, haciendoreferencia “al
asiento específico de carácter principal que se practica en el Registro para constatar la
existencia de una mutación jurídico-real producida (constitución, declaración, modificación,
transmisión o extinción del dominio o derecho real).
Es por ello que cuando se habla de principio de inscripción, debe quedar claro que se está
empleando dicha palabra en su primer sentido, es decir, de manera extensa, por lo cual este
principio debería dedicarse a la valoración que la inscripción tiene en relación a los cambios
jurídico-reales que pueden producirse .
El principio de inscripción o de matriculación como lo denomina García Coni es aquél en
virtud del cual solo los derechos anotados puede ser objeto de publicidad positiva.
En otras palabras, para que haya publicidad debe existir un asiento registral, por lo cual es
necesario que todas las fincas figuren en los registros, por ello cuando se inscribe por
primera vez se dice que están han sido matriculadas. Cuando la finca ya está registrada, la
matriculación consiste en su incorporación a una técnica, por ejemplo la del folio real.
Carral y de Teresa, al igual que el tratadista anterior, expone la necesidad que existe de la
inscripción y según su parecer existen dos casos extremos, por un lado menciona la
inscripción forzosa, la cual puede ser exigida coercitivamente, sujetándola a plazos para
realizarla y sanciones en caso de no hacerlo, pudiendo el mismo registro hacerla de oficio si
la parte interesada mantiene su rebeldía. Por el otro extremo está caso de que la inscripción
sea facultativa o voluntaria, pues el derecho queda más o menos igual si es registrado o no.
O´Callaghan hace una distinción importante en este tema, ya que según su parecer “el
principio de inscripción hace referencia al papel que desempeña la inscripción en la
mecánica de la constitución, transmisión o modificación del derecho real sobre un bien
inmueble. Más propiamente hablando, sólo puede hablarse de principio de inscripción en
aquellos sistemas en los que, como el alemán, la inscripción tiene carácter.
constitutivo en la constitución, transmisión o modificación de los derechos reales sobre
bienes inmuebles”.
Borda es más estricto en cuanto al funcionamiento de este principio al manifestar que este
tiene un doble significado “1) que deben inscribirse en el Registro todos los documentos por
los cuales se constituyan, transmitan, declaren, modifiquen o extingan derechos reales
sobre inmuebles y los que dispongan embargos, inhibiciones y demás providencias
cautelares; 2) que antes de la inscripción estos documentos no producen efectos respecto
de terceros.”
El tratadista Roca Sastre va más allá que los autores citados anteriormente ya que él
expone que este principio se refiere a estudiar el papel que juega la inscripción en la
constitución, modificación y extinción de los derechos reales sobre los inmuebles y que si
esta es un factor esencial para que la transmisión o desplazamiento de la substancia
jurídica inmobiliaria del transferente al adquirente se perfeccione. Es por esto que hace la
aclaración que dicho carácter “esencial” varía en los distintos sistemas registrales.
Por ejemplo, en Australia, que un sistema de fuerza probante, la inscripción es un
presupuesto necesario para producir la transmisión o modificación del estado jurídico del
inmueble, mientras que en los sistemas de transcripción, como el sistema registral francés,
la inscripción no tiene valor constitutivo o perfeccionador de la transmisión o modificación de
los derechos reales. Por último menciona que en los sistemas de Alemania y Suiza, en
dónde se distingue entre las adquisiciones derivadas de un negocio jurídico de las que no
se derivan de un negocio jurídico, este factor perfeccionador de la transmisión o
modificación de los derechos reales sobre inmuebles (la inscripción), solamente es
necesario en el primer tipo de adquisiciones, es decir, en las derivadas de negocios
jurídicos.
En ese sentido puede concluirse que el principio de inscripción registral es la directriz en
virtud de la cual, según el sistema registral que se trate, la anotación en el Registro resulta
esencial para que los derechos reales sobre los bienes registrables sean objeto de
publicidad y la constitución, modificación o transmisión de tales derechos, no solo adquieran
mayor firmeza y protección, sino que se perfeccionen.
PRINCIPIO DE ESPECIALIDAD
Esta directriz registral también ha sido llamada en la doctrina como principio de
determinación, debido a que la publicidad registral requiere que el bien objeto de los
derechos sea determinado con precisión. Es por ello que, tanto Roca Sastre Carral y de
Teresa, coinciden alindicar que en el asiento registral deben consignarse de manera precisa,
estos tres elementos:
1) La Finca: La unidad registral es la finca y a cada una de ellas se les abre un folio registral.
En dicho folio se especifican las partes que integran la finca inmatriculada y se describen las
cualidades y características de las mismas.
2) El Derecho: se determina el alcance y la extensión de los derechos inscritos.En las
inscripciones hipotecarias, cuando son varios gravámenes de este tipo que recaen sobre
una misma finca, debe consignarse el valor de cada una de ellas para que respondan frente
a terceros en la parte que corresponda; también debe especificarse el valor de los
gravámenes en moneda nacional sin perjuicio de determinar su equivalente en moneda
extranjera.
3) El Sujeto: es necesario que individualizar el adquiriente de los derechos objeto de
inscripción. Asimismo debe determinarse matemáticamente la participación de cada sujeto
en el derecho registrado, cuando concurra más de uno en la titularidad del mismo.
La persona que ejerce los derechos reales inscritos en el Registro Público se le llama titular;
y es esencial identificar a dicho titular o titulares cuando se trata de derechos alícuotas.
De los tres elementos anteriores, la finca es el único elemento inmutable de registro,
mientras que los derechos y los titulares pueden variar e incluso extinguirse, aunque
durante su existencia siempre deben permanecer vinculados con la finca como único
elemento permanente.
Pérez Lasala se esfuerza en recalcar la importancia de finca como elemento esencial del
registro en el principio de especialidad y para apoyar su idea argumenta que “La finca es el
centro del registro: a cada finca se le destina un registro especial, que se abre con la
primera inscripción. Todas las inscripciones posteriores, anotaciones y cancelaciones
referentes a la misma finca se efectuarán en ese registro particular, unas a continuación de
otras. De ese modo, todas las vicisitudes jurídicas de la finca se reflejan en el cuaderno
registral que se le destina. Los asientos relativos a ella senumerarán correlativamente y los
firmará el registrador”.
También se ha concebido al principio de especialidad como complementario del principio de
publicidad registral, ya que según la doctrina, para que la publicidad registral pueda
considerarse completa, es necesario que los derechos reales que se plasmen en el Registro
con total y plena determinación y extensión de los mismos.
De tal manera se concibe el principio de especialidad como la directriz registral que exige
que en la inscripción registral conste de manera eficaz una descripción de las características
y cualidades de la finca, la extensión de los derechos registrados sobre ella, así como la
individualización del sujeto titular de los derechos reales inscritos.
PRINCIPIO DE CONSENTIMIENTO
El principio registral de consentimiento ha sido concebido de distintas maneras. Unos lo ven
como una consecuencia de un acuerdo de voluntades, mientras que otros lo figuran como
una protección proporcionada por el registro.
Por un lado Carral y de Teresa ha establecido que “para que el registro se realice, debe
basarse la inscripción en el consentimiento de la parte perjudicada en su derecho; es decir,
debe basarse en un acuerdo de voluntades entre el transferente (perjudicado) y el
adquirente; y como sólo puede consentir el que puede disponer, sólo puede consentir el
verdadero titular”.
Bajo esta concepción es el titular el único sujeto facultado para consentir cualquier
modificación o extinción de los derechos que posea sobre algún bien registrado. Tal
consentimiento deviene de un acuerdo de voluntades previo entre ese titular como
transferente y otro sujeto, adquirente.
En otro sentido, García Coni ha manifestado que el principio de consentimiento se
materializa en “la protección que dispensa el registro a quienes tienen derechos inscritos o
anotados significa que nadie puede ser dado de baja de los asientos registrales sin que
medie su consentimiento, expreso o tácito, o por disposición judicial”.
Por su parte Roca Sastre coinciden en que puede decirse que existe el principio de
consentimiento, si en el sistema registral se hace la diferenciación entre el acto causal y el
negocio dispositivo y si dicho sistema registral se basa en ese negocio dispositivo para
operar la transferencia del bien registrado.
Siguiendo estas ideas, puede decirse que una persona el consentimiento, como principio del
derecho registral, establece que para que se pueda realizar una inscripción, modificarla o
cancelarla, debe mediar la voluntad del sujeto titular de los derechos sobre el bien inscrito,
la cual se manifiesta en el acto mismo de disposición sobre dicho bien.
PRINCIPIO DE TRACTO SUCESIVO
En la doctrina existe un consenso general en el contenido y objeto del principio de tracto
sucesivo, pero sin duda, García Coni aporta una de las definiciones más técnicas sobre este
ya que acertadamente expresa que “si genéricamente “tracto” equivale a espacio que media
entre dos lugares y, en segunda acepción, a lapso, o sea, período o tiempo corrido entro
dos momentos, el término resulta expresivo de un encadenamiento entre dos puntos. Si la
noción expresada, a su vez, se le adiciona la de “sucesivo”, esto es, que se sucede o se
sigue a otra cosa, se describe una continuidad eslabonada de tractos que conectan los
puntos en cuestión, derivando cada uno de los posteriores o trayendo su origen del
inmediato precedente. Aplicada la figura al terreno registral, el tracto sucesivo reflejará el
ensamble o enlace ordenado según las pautas pertinentes de las titulaciones registradas”.
Atilio Cornejo lo explica de otra manera, él lo ve como “un mecanismo técnico que tiene por
objeto mantener el enlace o conexión de las adquisiciones por el orden regular de los
titulares registrales sucesivos, a base de formar todos los actos adquisitivos inscriptos, una
continuidad perfecta en orden al tiempo sin saldo alguno, de suerte que ello refleje el
historial sucesivo de cada finca matriculada”
Carral y de Teresa apunta varias cuestiones. En primer lugar dice que este principio es
consecuencia del principio de consentimiento, en virtud del cual el titular del derecho queda
protegido contra todo cambio no consentido expresamente por él. Asimismo que también se
deriva del sistema de folio real, el cual exige la existencia de un registro concatenado de los
actos que afectan es estado jurídico del bien registrado. Agrega que de este principio emana
la posibilidad de llevar al registro lo proveniente del titular inscrito, así como también la
prohibición de no registrar lo que no proviene de este (del titular).
Roca Sastre citado por Carral y de Teresa dice que por este principio se cuenta la historia
completa de la finca, la cual está formada por una cadena ininterrumpida de inscripciones,
que logra que el mundo real coincida con el mundo registral.
Pérez Lasala delimita la finalidad del principio de tracto sucesivo y circunscribe la misma al
orden de los asientos para que estos reflejen los cambios sucesivos de la realidad jurídica
del bien registrado.
Tanto Roca Sastre indican que este principio puede cumplirse de dos maneras distintas. La
primera es consignando un asiento independiente a cada acto susceptible de registro, por lo
cual el Registro no inscribirá un derecho a favor de alguien si el transferente de ese derecho
no aparece en el asiento correspondiente. A esta manera se le llama tracto formal. La
segunda, llamada tracto abreviado o comprimido, es destinando un mismo asiento para
varios actos registrables, siempre de forma ordenada.
Este principio es seguramente uno de los que más fácilmente se perciben en la actividad
registral, pues provoca en cada bien registrado, una historia de todos los actos que lo han
afectado a lo largo de tiempo. Es en base a este historial que se hace posible verificar tanto
la procedencia del bien registrado, como la licitud de los actos que han modificado su
estado jurídico, ya que obligadamente debe existir un orden cronológico entre un asiento y
otro, logrando así proveer de una mayor certeza el tráfico inmobiliario.
PRINCIPIO DE ROGACIÓN
Diversos tratadistas, son claros al determinar el contenido de este principio y coinciden
totalmente en la idea que este obliga al registrador a practicar los asientos registrales
únicamente a solicitud de la parte interesada, es decir, a instancia de parte y no de oficio.
Pérez Lasala llama este principio de instancia, de petición o solicitud, hace una importante
acotación al establecer que únicamente la iniciación del procedimiento es rogada, ya que
una vez hecha la solicitud, los trámites posteriores a ella son efectuados de oficio por el
Registro.
El tratadista Roca Sastre encuentra el fundamento de esta directriz registral en la
naturaleza pública del Registro de la Propiedad. Es por esa naturaleza pública que entiende
que el Registro está al servicio de los particulares y de los entes públicos, por lo cual la
inscripción es voluntaria (no lo sería así si se tratara de un registro fiscal en el cual la
inscripción sería obligatoria).
El principio de rogación limita el actuar del Registrador, ya que aunque este tenga
conocimiento de que se ha producido un acto registrable, no puede registrar dicho acto por
su propia iniciativa, así como tampoco puede rectificar un yerro del Registro, ya que debe
esperar que tal inscripción o corrección sea solicitada por la parte interesada u ordenada por
una autoridad facultada para el efecto.
En Guatemala, este principio es de observancia obligatoria y se encuentra contenido en el
artículo 1127 del Código Civil, en el cual se establece que “La inscripción en el Registro
puede pedirse por cualquier persona que tenga interés en asegurar el derecho que se deba
inscribir”. Pese a lo anterior, existen excepciones a este principio reguladas en el Código
Civil, una de ellas se encuentra en artículo 1154, que faculta al registrador para anotar el
legado de persona incierta cuando se anoten otros legados o al inscribirse la herencia a
favor del heredero. Otra excepción se encuentra en el
artículo 1157, por medio del cual el registrador queda facultado a para cancelar de oficio la
anotación a favor del acreedor a la herencia o del legatario que no lo sea de especie, de
rentas o derechos sobre inmuebles, cuando esta haya caducado. Por último, el registrador
también puede cancelar de oficio la anotación preventiva pasado el tiempo de su vigencia,
según lo establece el artículo 1165.
PRINCIPIO DE PRIORIDAD
Borda y Tartiére conciben el principio de prioridad de manera muy parecida, pero es este
último quien lo explica en forma más clara, dice que “si sobre una misma finca concurren
varios derechos reales, estos se gradúan y clasifican, en orden a su preferencia, teniendo
en cuenta la fecha de ingreso en el Registro. El derecho más antiguo prevalece sobre el
más moderno (prior in tempore, potior in iure), Mariani de Vidal”
El principio de prioridad tiene una particularidad respecto de los otros principios ya
enunciados y es que este se concibe únicamente cuando existen dos o más títulos
contradictorios (aunque no necesariamente) entre sí respecto de un mismo derecho.
Carral y de Teresa explica los tipos de contradicciones que pueden existir entre los títulos: 1)
Aquella que se da cuando dos derechos que no pueden coexistir al mismo tiempo,
ejemplificándola con el caso de dos ventas de una misma cosa; y 2) Aquella en la que pese
a que dos derechos puedan coexistir al mismo tiempo, los mismos exijan un puesto o rango
distinto, como es el caso de las hipotecas, que ocupan “lugares” sobre el bien inmueble.
Los tratadistas Pérez Lasala armonizan al hablar del principio de prioridad y ambos
concuerdan en que este opera de dos maneras distintas según la contradicción que esté
llamado a resolver. La prioridad excluyente es la utilizada por el Registro cuando los
derechos son incompatibles el uno con el otro, como el caso de dos instrumentos de compra
venta ingresados al Registro, en los cuales el bien enajenado sea el mismo en ambos
instrumentos pero hacia diferente adquirente. En ese caso, uno de los documentos tiene
prioridad y se inscribe, consecuentemente el otro debe ser rechazado. La prioridad no
excluyente opera cuando al Registro ingresan instrumentos compatibles entre sí respecto de
un mismo bien registrado. Este es el caso de hipotecas y demás gravámenes o cargas,
incluso documentos judiciales. En ese caso ambos derechos se registran, aunque uno
después de otro, según el orden de ingreso, no importando la fecha del instrumento en sí
(prior in tempore, potior in jure). y Atilio Cornejo En síntesis, esta directriz registral manda a
hacer una valoración de los derechos reales u otros actos que se pretendan inscribir sobre
un mismo bien, con el objeto de determinar la exclusión de uno de ellos cuando son
incompatibles, o la inscripción uno
después de otro –en atención al orden de ingreso de los mismos- cuando así lo permite su
naturaleza, se aplica de la misma manera en los sistemas registrales estudiados.
Esto se logra por medio de un control de ingreso que se materializa en la mayoría de
registros en un libro de presentación.
PRINCIPIO DE CALIFICACIÓN REGISTRAL O LEGALIDAD
Como en algunos otros principios, el de legalidad ha sido definido desde distintos puntos de
vista. Luces Gil expone que es una actividad registral que debe estar cuidadosamente
reglamentada y que comprende el acceso al registro de los actos inscribibles, la rectificación
de los asientos y la publicidad.
La definición proporcionada anteriormente no alcanza para entender cuál es el objeto de
este principio registral, es por ello que debe acudirse a Carral y de Teresa para saber que
en virtud de este principio no pueden registrarse títulos imperfectos, con lo cual se busca
lograr que la realidad exterior concuerde con la realidad registral. Este principio es
concebido por dicho autor -al igual que por Roca Sastre - como una presunción, según la
cual todo lo que se registra ha sido registrado legalmente, por ello la calificación registral es
el medio idóneo para examinar los títulos cuyo registro se pretende.
Respecto de la calificación registral, Pérez Lasala y Roca Sastre amplían un poco más el
tema al mencionar que este es el medio ideal para hacer efectivo el principio de legalidad.
La calificación registral consiste en el examen (verificación) realizado previamente al registro
del título para depurar el mismo y con ello asegurarse que solamente aquellos títulos válidos
sean registrados.
Díaz González por su parte, tiene la idea que el principio de legalidad es un complemento
indispensable de la publicidad registral, ya que este procura que las relaciones jurídicas
sometidas a registro, sean verdaderas y sobre todo, que cumplan con todos los requisitos
legales para producir los efectos jurídicos deseados. Sobre la eficacia de esta directriz
registral dicho autor hace ver que “si lo consigue o, por lo menos lo intenta la Ley haciendo
intervenir a un funcionario público el Notario al concentrarse los contratos sobre inmuebles
y concediendo después, al Registrador, una amplia y libre facultad de calificar esos
negocios jurídicos”
De tal suerte se aprecia que dicho principio puede concebirse tanto como una facultad
registral, como una actividad registral e incluso como una obligación del propio Registro de
examinar o calificar los títulos que le son sometidos y de asegurarse mediante ese examen
previo que estos no tengan vicios que provoquen una disparidad entre la situación real y la
realidad registral del bien y cumplir de esa manera con la presunción de que lo asentado en
el Registro es verdadero.
Principio de legitimación La legitimación pensada como principio registral, es la presunción
de existencia del derecho registrado y que este coincide con la realidad jurídica del bien. En
palabras de Carral y de Teresa, este principio comprende “la existencia, titularidad,
extensión y aún la inexistencia del derecho real inscrito; pero no abarca los datos de
carácter físico de la finca, como son superficie, forma, construcciones, mejoras, etc., ni los
datos del titular, como son el estado civil, capacidad, etc. La legitimación tampoco autoriza a
presumir que el derecho real no inscrito no existe, ni a presumir que ha existido un derecho
real cuya inscripción ha sido cancelada”
Los tratadistas Pérez Lasala también lo conciben como una presunción iuris tantum en
virtud de la cual debe tenerse como verdadero lo consignado en los asientos registrales
hasta que no se demuestre la inexactitud de los mismos. Esto tiene como consecuencia, el
tratar al titular inscrito como si realmente fuese el titular, permitiéndole disponer
jurídicamente del derecho inscrito, así como exonerarlo de probar su titularidad, recayendo
la carga probatoria sobre el sujeto que aduzca la inexactitud registral.
De esa manera se puede apreciar que el principio de legitimación está íntimamente ligado
con el de legalidad, pues es por esa actividad de examen o calificación registral que se
realiza sobre los títulos ingresados para su inscripción, en virtud de la cual el Registro debe
cerciorarse que dichos títulos o documentos cumplan con los requisitos exigidos por la ley y
que reflejen la realidad jurídica del bien y de esa manera asegurarse que la realidad registral
coincida con la primera. De ahí que se presuma que lo consignado en los asientos
registrales es verdadero y que se trate al titular inscrito como el verdadero titular y se le
permita ejercer todos sus derechos sobre el bien registrado.
PRINCIPIO DE FE PÚBLICA REGISTRAL
Este otro principio registral es definido por Pérez Lasala como aquella directriz registral en
virtud de la cual “el registro se reputa siempre exacto en beneficio del adquirente que
contrató confiado en el contenido de sus asientos, y en consecuencia de le protege con
carácter absoluto en su adquisición”. Respecto de los bienes muebles, menciona que “la fe
pública registral tiene su paralelo en materias de bienes muebles en el principio de “la
posesión equivale al título”, reconociendo en todas las legislaciones. Se considera
propietario al tercer adquirente de cosas muebles, siempre que actúe de buena fe, salvo
algunas excepciones”.
En nuestra legislación este supuesto está contenido en el artículo 617 del Decreto Ley 106,
Código Civil, el cual establece que “la posesión da al que la tiene, la presunción de
propietario, mientras no se pruebe lo contrario. Sólo la posesión que se adquiere y disfruta
en concepto de dueño de la cosa poseída, puede producir el dominio por usucapión”.
Tartiére también dice que en virtud de este principio se protege al tercero que adquiere a
título oneroso confiando de la exactitud de lo consignado en el asiento registral,
precisamente que ha adquirido el bien pensando que quien le transmite el bien está
legitimado para ello y que no existe vicio en su título que le impida adquirir el bien.
Por su parte Roca Sastre profundiza más en el tema y afirma que este principio actúa de
dos maneras:
1) “El contenido registral se presume exacto, de modo que el tercero que adquiere un
derecho confiando en lo que el Registro expresa, deviene propietario o titular efectivo de tal
derecho y con extensión y contenido con que aparece el mismo registrado, aunque el titular
inscrito que actúe de transferente no sea propietario o titular verdadero del derecho de que
se trata, o que éste sea en la realidad o extensión o contenido distinto, es una presunción
positiva de veracidad”; y
2) “El contenido registral se presume íntegro, de manera que el tercer adquirente puede
rechazar cuantos derechos, títulos, acciones o hechos que no estén inscritos o reflejados en
el Registro, los cuales deben considerarse como inexistentes en cuanto puedan perjudicar o
afectar al tercer adquirente con contrata fiado en los libros hipotecarios, aunque aquéllos
existan en la realidad jurídica, pues ante él, el Registro debe reputarse completo, o sea que
agota la realidad jurídica. Es una presunción negativa de veracidad”.
En ese sentido, se aprecia que el principio de fe pública registral contiene una presunción
que no admite prueba en contrario y que opera a favor del tercer que ha adquirido un bien
confiado en lo consignado en el asiento registral. De tal manera que el tercero adquiere el
derecho en la forma en la que está expresado en los asientos registrados, aunque la
realidad jurídica no coincida con esto; y de la misma manera puede oponerse a cualquier
otro derecho, título o acción que no esté expresamente contenida en los mismos. Todo ello
a consecuencia de la obligación que tiene el Registro de calificar los títulos que le son
sometidos para su inscripción.

RELACION DEL NOTARIO CON LOS DIFERENTES REGISTROS:


Registro de la Propiedad:

El Registro General de la Propiedad: Es una Institución Pública que tiene por objeto la
inscripción, anotación y cancelación de los actos y contratos relativos al dominio y
demás derechos reales sobre bienes inmuebles y muebles identificables. Son públicos
sus documentos, libros y actuaciones. 13.

Registro de la Propiedad: Institución destinada a inscribir la titularidad y condiciones


del dominio de un bien inmueble determinado, a efectos de la contratación sobre el
mismo y como garantía para las partes contratantes, no solo es lo que se refiere al bien
en si mismo, sino tam bién a las circunstancias personales del propietario. 14.

El Registro de la Propiedad es una institución pública que tiene por objeto la inscripción,
anotación y cancelación de los actos y contratos relativos al dominio y demás derechos
reales sobre bienes inmuebles y muebles identificables. Son públicos sus documentos,
libros y actuaciones.

En el Registro se inscribirán:

1º. Los títulos que acrediten el dominio de los inmuebles y de los derechos reales
impuestos sobre los mismos.

2º. Los títulos traslativos de dominio de los inmuebles y en los que se constituyan,
reconozcan, modifiquen o extingan derechos de usufructo, uso,
habitación,patrimonio familiar, hipoteca, servidumbre y cualesquiera otros derechos
reales sobre bienes inmuebles y los contratos de promesa sobre inmuebles o
derechos reales sobre los mismos.

3º. La posesión que conste en título supletorio legalmente expedido.

4º. Los actos y contratos que trasmitan en fideicomiso los bienes inmuebles o
derechos reales sobre los mismos,

5º. Las capitulaciones matrimoniales, si afectaren bienes inmuebles o derechos reales.


6º. Los títulos en que conste que un inmueble se sujeta al régimen de propiedad
horizontal, y el arrendamiento o subarrendamiento, cuando lo pida uno de los
contratantes, y obligatoriamente cuando sea por más de tres años o que se haya
anticipado la renta por más de un año.

7º. Los ferrocarriles, tranvías, canales, muelles u obras públicas de índole semejante,
así como los buques, naves aéreas y los gravámenes que se impongan sobre
cualquiera de estos bienes.

8º. Los títulos en que se constituyen derechos para la explotación de minas e


hidrocarburos y su trasmisión y gravámenes.

9º. Las concesiones otorgadas por el ejecutivo para el aprovechamiento de las aguas.

10. La prenda común, la prenda agraria, ganadera, industria o comercial.

11º. La posesión provisional o definitiva de los bienes del ausente.

Quien dirige el Registro General de la Propiedad y calidades para ser Registrador.

El Registro de la Propiedad estará a cargo de un registrador nombrado por el


Presidente de la República en acuerdo gubernativo a través del Ministerio de
Gobernación. por el Presidente de la República mediante acuerdo gubernativo a través
del Ministerio de Gobernación. Su permuta, traslado o cesación serán acordados en la
misma forma.

Para ser nombrado Registrador de la Propiedad se requiere ser guatemalteco de


origen, notario y abogado colegiado activo.

El cargo de Registrador es incompatible con el ejercicio de las profesiones de abogado


y notario y con todo empleo o cargo público.

Los Registradores antes de entrar a ejercer sus cargos garantizarán las


responsabilidades en que pudieran incurrir con hipoteca o fianza siendo el Ministerio de
Gobernación el llamado a fijar entre mil y diez mil quetzales, el importe de la garantía
según la importancia del registro.

En cada Registro habrá un Registrador sustituto, de nombramiento del ejecutivo a


propuesta y bajo la responsabilidad del propietario, para que haga las veces de éste en
los casos de ausencia, enfermedad, o incompatibilidad en el desempeño de sus
funciones. El sustituto tendrá las mismas calidades que el propietario. Si excediere de
un mes el tiempo de la internidad, el sustituto deberá prestar garantía en los mismos
términos que el propietario.

Con el Registro Civil:

Que es el Registro Civil:

“El Registro Civil es una institución que depende de la respectiva Municipalidad,


designándolo de la sujeción a otras autoridades administrativas”. 17.
El Registro Civil: “Institución dedicada al estado civil de las personas y se
remonta al último período de la edad media”.18.

Funciones del Registro Civil:

Que el Registro Civil sirve para hacer constar todos los actos relacionados al estado civil
de las personas y donde es obligatorio efectuar las inscripciones de nacimientos,
adopciones, reconocimiento de hijos, uniones de hecho, capitulaciones matrimoniales,
insubsistencia y nulidad del matrimonio, divorcio, separación y reconciliación, tutelas,
pro tutelas, guardas, defunciones, e inscripción de extranjero y de guatemaltecos
naturalizados y de personas jurídicas se gún el orden enumerativo expuesto en el
código, orden que indudablemente adolece de adecuada ubicación de materias.

Quién dirige el Registro Civil:

El Registro Civil será dirigido por un Registrador nombrado por la Municipalidad, cuando
los fondos municipales no lo permitan el cargo lo desempeñará el secretario Municipal
siempre que reúna los requisitos legales. El Registrador Civil es un funcionario que
tiene fe pública, por disposición expresa de la ley, en consecuencia esta dispone que
las certificaciones de las actas del registro Civil prueben el estado civil de las personas.

Queda municipalizada la función registral, toda vez que los registros civiles pasaron a
depender de las municipalidades y los registradores son nombrados por estas y en
donde no sea necesario un nombramiento especial ejercerá el cargo el secretario
municipal.

Los Registros Civiles son públicos y las inscripciones son gratuitas, pudiendo
cualquier persona obtener certificación de los actos y constancias que contengan,
mediante los honorarios correspondientes.

Quedó prevista la emisión del reglamento del registro civil la cual contendrá las
disposiciones que deben normar su funcionamiento y regular su perfecta organización
en todos los municipios de la república, no obstante la inclinación del Código a incluir
normas de carácter reglamentario en lo relativo al registro civil.

El Código Civil en su Artículo 373 establece: “Los Registros del estado civil se llevará
en cada Municipio y estarán a cargo de un Registrador nombrado por el Consejo
Municipal. En los lugares en donde no sea necesario el nombramiento especial de
Registrador, ejercerá el cargo el Secretario de la Municipalidad”.

Calidades para ser Registrador Civil:

Que para toda persona que desempeñe este puesto deben ser, tener la calidad de
guatemalteco de origen, idóneo para el caso y de reconocida honorabilidad. En las
cabeceras departamentales en donde sea posible, el Registrador deberá ser Abogado
y Notario, colegiado activo.

El Código Civil en su Artículo 373 párrafo tercero establece: “En la capital y cuando
fuere posible en las cabeceras departamentales, el Registrador Civil deberá ser
Abogado y Notario, colegiado activo, siendo de reconocida habilidad para el ejercicio de
su profesión, guatemalteco natural y de reconocida honorabilidad e idoneidad”.
Con el Registro Mercantil: Que es el Registro Mercantil: El Registro Mercantil es
pues, un instrumento de publicidad cuya misión es facilitar al público datos
importantes para el tráfico mercantil, cuy investigación seria difícil o imposible sin la
institución del registro.

El Código de Comercio regula el registro Mercantil con un complejo de normas que


van desde los rasgos fundamentales de su organización hasta la inscripción y sus
efectos y las sanciones por falta de inscripción.

Con fundamento en lo dicho y en el contexto legal que lo disciplina podemos definir al


Registro Mercantil como la Institución administrativa que tiene por objeto a través de
su inscripción la publicidad de los datos referentes a los empresarios mercantiles, a
las empresas y establecimientos y a los hechos y relaciones jurídicas de importancia
para el tráfico mercantil. Instituciones de derecho mercantil.

Registro Mercantil: Se organiza esta institución u oficina pública confiada a un


funcionario público, también con fe sobre la autenticidad y subsistencia del contenido
de los libros y asiento de este registro.

El Código de Comercio no da una definición solo establece: El Registro Mercantil


funcionará en la capital de la República y en los departamentos o zonas que el
ejecutivo determine.

El Registro Mercantil será público y llevará los siguientes libros:

- De Comerciantes individuales.

- De sociedades mercantiles.

- De empresas y establecimientos mercantiles.

- De auxiliares de consorcio.

- De presentación de documentos.

- Los libros que sean necesarios para las demás inscripciones que requiera la ley.

- Índices y libros auxiliares.

Que Inscripciones se realizan en el Registro Mercantil:

Es obligatoria la inscripción en el Registro Mercantil jurisdiccional:

- De los comerciantes individuales que tengan un capital de dos mil quetzales o más.

- De todas las sociedades mercantiles.

- De empresas y establecimientos mercantiles comprendidos dentro de estos ex tremos.

- De los hechos y relaciones jurídicas que especifiquen las leyes.

- De los auxiliares de comercio.


Registro de mandatos: Adscrito al Archivo General de Protocolos, es el
que sistematiza y da seguridad ha esta clase de contratos. Artos. 37 y
81 num. 8 del Código de Notariado; Arto. 1704 del Código Civil; 338 del
Código de Comercio; 189 de la Ley del Organismo Judicial

 Registro de la Propiedad Industrial: Es el que lleva la constancia pública de


adquisición, uso, modificación, transmisión o extinción de las patentes, marcas, nombres
comerciales, modelos y recompensas.
Registro de Cuenta Corriente (Matricula Fiscal): Betu ha saber, pero ni los
John Jordianos.
LA JURISDICCIÓN VOLUNTARIA

1.- Antecedentes en Guatemala:

Seguramente los primeros asuntos de Jurisdicción Voluntaria ante notario fueron la


declaración de hecho ante notario y el matrimonio notarial. En
1963 el CPCyM, amplió el campo de acción del notario en asuntos de
Jurisdicción Voluntaria, regulando aspectos como: El Proceso Sucesorio Intestato y
Testamentario; La Identificación de Tercero y la Notoriedad; y, Las Subastas
voluntarias. El Código Civil del mismo año, regulo en este campo sobre el Matrimonio,
la Unión de Hecho e Identificación de Personas.

2.-Principios Fundamental de la Jurisdicción Voluntaria:

1. De la Forma: Indica que debemos siempre seguir la forma determinada al redactar las
actas notariales y resoluciones notariales, estas últimas aunque son de redacción
discrecional, tienen requisitos mínimos y un orden lógico.
2. De Inmediación: El notario debe estar en contacto directo con
los requirientes o solicitantes, con los hechos y actos que se producen dando fe de
ello.
3. De Rogación: El notario actúa solamente a instancia de parte y
no de oficio.
4. Del Consentimiento: Este es un principio esencial, ya que de no existir entre las
personas afectadas, el notario no puede actuar. La ratificación y aceptación queda
plasmada mediante la firma en el documento, siendo ésta la forma de plasmar el
consentimiento.
5. De Seguridad Jurídica: Los actos que legaliza el notario en esta
tramitación, se tiene por ciertos, pues gozan de certidumbre o certeza jurídica contra
terceros y hacen plena prueba, salvo el derecho de los interesados de redargüirlos de
nulidad o falsedad.
6. De Autenticación: La autorización e intervención del notario, con
la firma y sello registrados, le dan autenticación a los actos que documenta.

7. De Fe Pública: Este es un principio real del Derecho Notarial, y


es una garantía que el Estado da a los particulares al investir al Notario, por lo que los
actos por éste realizados deben ser respetados y tenidos por ciertos.
8. De Publicidad: Los actos que autoriza el Notario son públicos;
por medio de la autorización notarial se hace pública la voluntad de la persona. El
notario debe de dar certificaciones a los interesados de las actuaciones.

Principios Generales que informan a la Jurisdicción Voluntaria:

1) Escritura;
2) Inmediación Procesal;
3) Dispositivo;
4) Publicidad;
5) Economía Procesal; y,
6) Sencillez.

Principios Fundamentales que informan a la Jurisdicción Voluntaria


 Consentimiento Unánime
 Actuación y Resolución
 Colaboración de la Autoridades
 Audiencia a la Procuraduría General de la Nación
 Ambito de Aplicación de la Ley y Opción al Trámite
 Inscripción en los Registros
 Remisión al Archivo General de Protocolos

3.- La forma Notarial en los asuntos de Jurisdicción Voluntaria:


 Actas Notariales: En el acta notarial de requerimiento, cuando se requiere al
notario para que lleve las actuaciones, se da principio el proceso, debe de llenar los
requisitos legales.

 Resoluciones Notariales: Su redacción es discrecional, pero debe de


contener la dirección del notario, la fecha, el lugar, la disposición que se dicte y la firma
del notario. En los aviso debe de incluirse la dirección del notario. En la resolución
final deben de hacerse la consideraciones del caso, para así fundamentar su declaración.
 Notificaciones Notariales: Su redacción es discrecional, pero debe de
indicar el contenido de la actuación notificada.
 Certificaciones Notariales: El notario debe de expedir las certificaciones
que los interesado le soliciten, pero siembre sobre la resolución del asunto sometido
a sus actuaciones.

3.- AUNTOS QUE EL NOTARIO TRAMITA

1.- Ley Reguladora de la Tramitación Notarial de Asuntos de Jurisdicción


Voluntaria Dto. 54-77

1. Ausencia
2. Disposición de Bienes de Menores
3. Disposición de Bienes de Incapaces
4. Disposición de Bienes de Ausentes
5. Gravamen de Bienes de Menores
6. Gravamen de Bienes de Incapaces
7. Gravamen de Bienes de Ausentes
8. Reconocimiento de Preñez
9. Reconocimiento de Parto
10. Cambio de Nombre
11. Omisión de Partida
12. Rectificación de Partida
13. Determinación de Edad
14. Omisión en el Acta de Inscripción
15. Error en el Acta de Inscripción
16. Patrimonio Familiar
17. Adopción

2.- Código Procesal Civil Y Mercantil Dto. 107

1) Proceso Sucesorio (Testamentario e Intestado)


2) Identificación de Tercero
3) Subasta Pública

3.- Otras Leyes

 Dot. 125-83
1. Rectificación de Area

4.- PROCESO SUCESORIO:

1.- Proceso Sucesorio Extrajudicial Intestado: El trámite ante notario se lleva a cabo
en tres fases, de la forma siguiente:

a. Fase Notarial:

1. Acta notarial de requerimiento, presentando los documentos


esenciales para la radicación: certificación de defunción del causante y los justificativos
del parentesco, si fuere el caso.
2. Primera Resolución en la cual se resuelve: a) Declarar promovido el
proceso sucesorio. b) Avisar Al Registro de Procesos Sucesorios (art.
2, Dto. Legislativo 73-75). c) Solicitar Informes a los Registros de la
Propiedad, sobre sí el causante otorgo testamento o donaciones por causa de muerte. d)
Fijar el lugar, fecha y hora para la junta de herederos e interesados. f) Publicar edictos
citando a los que tengan interés. g) Nombrar experto valuador. h) Darle intervención al
Procuraduría General de la Nación (PGN). i) Establecer que lo demás solicitado será
resuelto en su oportunidad.
3. Publicación de los Edictos en el Diario de Centro América.
4. Dar aviso al Registro de Procesos Sucesorios.
5. Solicitud de informes a los Registros de la Propiedad, esto porque el causante
pudo haber otorgado donación por causa de muerte o testamento, y la ley indica que
el notario que autorice cualquiera de los dos actos mencionados debe de dar aviso a este
Registro.
6. Acta Notarial de Junta de Presuntos Herederos: En esta se hace
constar que los presuntos herederos expresan su aceptación a la herencia. El cónyuge
supérstite podrá pedir que se haga constar lo relativo a bienes gananciales. La
inasistencia justificada de algún heredero no impedirá que la junta se realice, pudiendo
constar posteriormente ante el notario lo que convenga a su derecho.
7. Acta Notarial de Inventario: El Notario debe de proceder a faccionar el acta
notarial de inventario del patrimonio hereditario, especificando detalladamente los
bienes, derechos y acciones que constituyen el activo, con su valor actual (previo
avalúos). El pasivo está formado por las obligaciones, gastos deducibles y las costas
que gravan la herencia. También indicará lo relativo a bienes gananciales y litigiosos. Al
acta se adjuntará los documentos que justifique el pasivo. Para redactar ésta acta,
se debe de atender lo indicado en el artículo 555 y subsiguientes del CPCyM, en ella se
deberán usar valores numéricos y columnas.
8. Audiencia al Procuraduría General de la Nación: Lo que se hace al presentar el
expediente a dicha institución para recabar opinión, dicha opinión es vinculante.

9. Auto Declaratorio de Herederos: Con el dictamen favorable del


Procuraduría General de la Nación, en vista de lo actuado y los documentos aportados,
el notario dictará la resolución final en forma razonada reconociendo como herederos
legales a quienes corresponda según el orden de sucesión intestada regulada en los
artículos 1078 a 1084 del Código Civil, así: a) En primer lugar a los hijos, incluyendo los
adoptivos y el cónyuge que no tenga derecho a gananciales. Estos heredan en partes
iguales. b) A falta de hijos, heredan los ascendientes más próximos y el cónyuge
por partes iguales. Si solo hubiera una de esas partes, a ésta le corresponde toda la
herencia. c) A falta de descendientes, ascendientes y cónyuge, sucederán los parientes
colaterales hasta el cuarto grado. Esta declaración de herederos se hace sin perjuicio de
tercero, de igual o mejor derecho, lo que puede ser reclamado durante lo 10 años
siguientes.
B) Fase Administrativa:
Esta comprende la liquidación de la mortual por parte del Departamento de Herencias,
Legados y Donaciones de la Dirección de Catastro y Avalúo de Bienes inmuebles.

1) El Notario entrega el expediente para que procedan a efectuar la


liquidación fiscal de acuerdo con las disposiciones de la Ley de herencias, legados y
donaciones.
2) Esta liquidación debe de ser aprobada por la Contraloría de
Cuentas.
3) Una vez aprobada la liquidación fiscal debe procederse a efectuar el pago de los
impuestos correspondientes.

C) Fase de Titulación y Registro:


 El notario esta obligado a compulsar testimonio de las partes conducentes
del proceso, debiendo insertar en todo caso los pasajes que contengan el
reconocimiento de herederos, la aprobación de las actuaciones y liquidación fiscal.
 Este testimonio con duplicado se debe de presentar a los registros
correspondientes dentro de los quince días siguientes a su compulsión y dará
además los avisos que corresponden para los traspasos.
D) Remisión del Expediente:
Una vez cumplidas todas las diligencias correspondientes, el notario remitirá el
expediente al Archivo General de Protocolos. Previamente y si es requerido podrá
proceder a efectuar la partición de los bienes. El expediente finalmente queda en el
Archivo General de Protocolos.

2.- El Proceso Sucesorio Testamentario.

Diferencias entre el Proceso Intestados y Testamentario:

La existencia de testamento del causante hace la diferencia esencial, así como el


aparecimiento de legatarios. Al tramitarse el proceso testamentario deben tomarse en
cuenta, entre otros los siguientes pasos:

a. Al radicarlo debe tenerse el testimonio del testamento debidamente inscrito


en el Registro de la Propiedad.
b. En la Junta de herederos debe darse lectura al testamento, para que los
herederos y legatarios expresen su aceptación a la herencia y se reconocen
recíprocamente se derechos hereditarios.
c. En lo que respecta al Procuraduría General de la Nación, éste puede
impugnar determinadas cláusulas del testamentos, sin causar la nulidad de éste, en
este caso el notario puede hacer la declaratoria, pero, quedará obligado a someter el
expediente al Juez competente. Si se impugna la validez del testamento o la
capacidad para suceder de algún heredero o legatario, la controversia se sustentará en
juicio ordinario y el notario remitirá el expediente al juez competente.
Si la opinión del Procuraduría General de la Nación es favorable, el notario resolverá
en forma razonada reconociendo como herederos y legatarios a los instituidos en el
testamento.
LA IDENTIFICACION DE TERCERO:

1.- Diferencia con la Identificación de persona:

La identificación de tercero la hace otra persona distinta a quien se identifica


(porque no pude o no quiere acudir ante el notario), en el caso de la identificación de
persona, es la propia persona la que acude a su identificación. Los dos casos
proceden cuando, la persona a quien se identifica usa incompleto su nombre o usa
otro que no es el que le aparece en su partida de nacimiento, por lo que se procede ha
identificar con en un Acta de Notoriedad (identificación de tercero) y en escritura
pública (la identificación de persona). Luego de las publicaciones de los edictos, y
dentro de los diez días siguientes puede dar una oposición, la cual se seguirá en
Juicio Ordinario, si no se hiciere oposición alguna, entonces el notario procederá a
hacer constar la Identificación de Persona o la Identificación de Tercero, según el caso,
en un Acta de Notoriedad.

a. Acta de Notoriedad: a requerimiento de parte interesada, comprobando la


calidad con que actúa; en la misma se hace declaración Jurada del
requiriente acerca de los extremos de su solicitud; debe de darse la declaración
de dos testigos, como mínimo, pudiendo ser parientes de la persona a identificar;
relación de los documentos que se han tenido a la vista; y, declaración de
la notoriedad de la identificación, justificada suficientemente a juicio del
notario.

Trámite:

1. Acta de Requerimiento;
2. Primera Resolución, dando trámite a las diligencias de identificación de persona o de
tercero, según el caso, ordenando la publicación de los edictos;
3. Publicación de los edictos en el Diario de Centro América;
4. Si existe oposición, el notario suspende la diligencias y remite al
Juez de primera Instancia competente;
5. Si no hubiere oposición, el notario hará constar la notoriedad en
Acta Notarial;
6. Se certifica el acta de marras, en duplicado y se envía al Registro Civil donde
aparece registrado el nacimiento de la persona cuya identificación se trate.
7. Se remite el expediente al Archivo General de Protocolos.

6.- LA AUSENCIA

1.- Ausente: Quien no se encuentre en el lugar de referencia. Con mayor frecuencia, se


dice ausente de quien no se encuentra en el lugar donde debería encontrarse; ya para
usar de algún derecho o facultad, ya para que otro ejercite uno o una contra él. Más
concretamente, la persona cuyo paradero y existencia se ignora, por haber
desaparecido de su domicilio habitual o de haber dejado de dar noticias suyas.

Trámite:

1. Acta Notarial de Requerimiento: En ésta el solicitante, que puede ser cualquier


persona interesada, acude ante el notario, exponiéndole el hecho de la ausencia, la
falta de un mandatario que pueda representar el presunto ausente y el tiempo de la
ausencia. Debe acompañar la prueba documental del caso. Es importante saber, de
igual forma, para que se solicita la declaratoria de ausencia.2. Primera Resolución:
Esta es para darle trámite a la solicitud, teniendo por incorporados los documentos
que se hubiera presentado y ordenado: a) Notificar al Procuraduría General de la
Nación como representante de los ausentes. b) Recibir la prueba testimonial que se
hubiere ofrecido. c) La publicación de los edictos en el Diario de Centro América y en
otro de los de mayor circulación.

3. Declaración Testimonial: Esta se recibe en Actas Notariales, el


propósito de las mismas es establecer el hecho de la ausencia; el hecho de no
tener representante el presunto ausente y el tiempo que lleva la ausencia.
4. Publicación de los edictos: En estos se cita al presunto ausente, y
también a los que se consideren con derecho a representarlo. Debe indicarse el
asunto para el cual ha sido pedida la declaratoria de ausencia.
5. Oposición: Esta puede ser de dos tipos, a saber: a) La que presenten
varias personas reclamando tener derecho para representar al presunto ausente, en este
caso la cuestión se resuelve en incidente judicial; y al declararse la ausencia, el juez
nombrará a la persona que tenga mejor derecho; y, b) La otra oposición puede ser a
la declaratoria por la misma persona cuya ausencia se pedía, o por alguna persona
con derecho a representarlo. En este caso el asunto será declarado contencioso y se
substanciará judicialmente en la vía sumaria.
6. Nombramiento de Defensor Judicial: Si no existiere oposición,
recibidas las pruebas y publicados los edictos, el notario debe presentar el expediente al
tribunal competente para nombrar defensor judicial y continuar con el trámite. Aquí
finaliza la el trámite notarial y se convierte obligatoriamente en judicial, siendo éste un
proceso de naturaleza mixta, ya que lo inicia el notario y lo finaliza el juez. Sobre quien
es juez competente, esto debe de colegirse de la naturaleza del asunto para lo cual se
pidió la declaratoria de ausencia, si se trata de un asuntos relativo a la familia, el
competente será el juez de familia.7. Resolución o Auto final declarando la
ausencia: Este lo dicta el juez con intervención del Procuraduría General de la Nación y
del defensor judicial. Se nombra un guardador quien asume la representación judicial del
ausente y el depósito de los bienes, si los hubiera.

Es importante hacer notar, que el notario, antes de entregar el expediente al juez, en


cualquier momento puede pedir la intervención judicial, pidiendo las medidas precautorias
urgentes que sean necesarias.
7.- DISPOSICION Y GRAVAMEN DE BIENES DE MENORES, INCAPACES Y

AUSENTES
Es importante señalar, que no se puede disponer ni gravar bienes de menores,
incapaces o ausentes, sin que previamente se haya conseguido la declaratoria con
lugar de las diligencias conocidas como de utilidad y necesidad. Por lo anterior debemos
de aclarar que entonces, los menores son representados por quienes ejerzan la patria
potestad o la tutela de los mismos, los incapaces son representados por la persona que
haya designado el juez al momento de declarada la interdicción y los ausentes por el
guardador que el juez haya nombrado al momento de declarar la ausencia.

Debemos de tener un marco teórico mínimo para iniciar a tratar la institución de


este titulo, de esa cuenta lo señalado anteriormente, y lo siguiente: Por utilidad
debemos de entender que se trata de un provecho material, beneficio de cualquier índole,
ventaja, interés o rédito; y, por necesidad, la falta de lo principal para la existencia,
escasez, falta de algo, grave riesgo que requiere pronto y eficaz auxilio.

Para enajenar o gravar bienes de menores, incapaces o ausentes, el que los


tenga bajo se administración deberá obtener licencia judicial, probando plenamente que
hay necesidad urgente o que resulte manifiesta utilidad en el acto que se pretende
verificar, en favor de su representado, y según nuestra legislación, hay necesidad y
utilidad en los contratos sobre bienes de menores, incapaces o ausentes:

a. Cuando los productos de los bienes inmuebles no alcancen para satisfacer


créditos legítimos o para llenar necesidades precisas de alimentación del menor o
incapaz;
b. Cuando para conservar los bienes y los productos, no se puede encontrar otro
medio que gravarlos; y,
c. Cuando se proporciona la redención de un gravamen mayor por otro menor.

La solicitud que se hace al juez, contiene:


a) El titulo con se administran los bienes, el cual debe de acreditar;
b) Los motivos que le obligan a solicitar la licencia;
c) Los medios de prueba para acreditar la utilidad y necesidad del contrato u obligación;
d) Las bases del contrato respectivo;
e) Indicación de los bienes que administra, designado los que se propone enajenar o gravar.
El Trámite Judicial, el juez, con intervención del Procuraduría General de la
Nación y del representante, en su caso, mandará recabar la prueba propuesta y
practicará de oficio cuantas diligencias estime convenientes. En caso de que fuere
necesario la tasación de bienes, será practicada por un experto de nombramiento del
Juez.

Declaratoria:

Recabada la prueba y oído el Procuraduría General de la Nación, el juez dictará auto


que deberá contener:
a. Si son o no fundadas las oposiciones que se hubieren planteado;
b. La declaratoria de utilidad y necesidad, en su caso;
c. La autorización para proceder a la venta o gravamen de los bienes, fijando las bases
de la operación; y,
d. El nombramiento de notario y la determinación de los pasajes conducentes del
expediente que deban incluirse en la escritura, en la que comparecerá también el juez.

Tratándose de la venta de bienes, el juez podrá disponer que se haga en


pública subasta, fijando los términos de la misma.

La declaratoria de utilidad y necesidad la hará el juez, siempre bajo la


responsabilidad de todos los que hubieran intervenido en las diligencias.

1.- Disposición y Gravamen de Bienes de menores, incapaces o ausentes, ANTE


NOTARIO:

Trámite
1. Acta Notarial de requerimiento, acreditando el solicitante al calidad en la que
actúa, expresando los motivos por los cuales solicita la autorización, las pruebas del
caso, bases del contrato, el listado de bienes del menor, incapaz o ausente.
2. Primera Resolución: En esta se tiene por iniciadas las diligencias, por
presentados los documentos que le fueran aportados y ordena las diligencias con el
objeto de que quede suficientemente probadas la utilidad o necesidad.
3. Notificación al Representante del menor, ausente o incapaz.
4. Recepción de prueba propuesta, si es testimonial en actas notariales.
5. Practica de oficio cuanta diligencia considera necesaria.
6. Valuación del bien del cual se dispondrá o gravará, por un valuador autorizado
en la república.

7. Audiencia al Procuraduría General de la Nación.


8. Dicta el Auto o Resolución Final. Una ves recibida la prueba, el notario puede dictar
la resolución bajo su más estricta responsabilidad, el cual deberá llenar los
requisitos siguientes: a) La Declaratoria de Utilidad y Necesidad, en su caso. b) La
autorización para proceder a la venta o gravamen de los bienes, fijando las bases de
la operación. c) El nombramiento del notario y determinación de los pasajes
conducentes del
expediente, que deban incluirse en la escritura.
9. El otorgamiento de la Escritura Pública correspondiente.
10.Remisión del Expediente al Archivo General de Protocolos.

8.- DETERMINACIÓN DE EDAD Trámite:

1. Acta Notarial de Requerimiento: En la cual se solicita al notario el trámite de la


diligencia.
2. Primera Resolución: En esta se da trámite a la diligencia, y se nombra
un facultativo competente.
3. Discernimiento del cargo al facultativo nombrado. Quien procederá a efectuar el
examen tomando en cuenta el desarrollo y aspecto físico de la persona.
4. Resolución o auto final: Una ves recibido el informe del facultativo, el
notario resuelve atribuyendo la edad a la persona que se trate, la cual debe ser
compatible con el desarrollo y aspecto físico.
5. Certificación notarial del auto.
6. Remisión del Expediente al Archivo General de Protocolos.

Debe tomarse en cuenta lo sencillo del trámite, el cual como afirmamos con
anterioridad, puede servir de base para las diligencias de Asiento Extemporáneo de
Partida de Nacimiento, cuando el interesado ignora suedad. No es necesaria la
intervención del Procuraduría General de la

Nación, ni publicación de edictos.

Del facultativo que se nombre, el único requisito que establece la ley es que sea
competente.
9.- RECONOCIMIENTO DE PREÑEZ Y PARTO

Para que sea procedente estas diligencias, debe partirse de tres supuestos:
la ausencia, la separación o la muerte del marido. De estos se deduce que debe
originarse de un matrimonio y no de una convivencia maridable, sin reconocimiento
legal. La esposa al separarse o enviudar debe de informar al marido, en su caso, o
al juez de que se encuentra en cinta, esto dentro de los noventa días siguientes de la
separación o muerte del marido.

Trámite: Los artículos 14 a 17 Dto. 54-77

1. Acta Notarial de Requerimiento: La mujer solicita al notario, el reconocimiento


de su preñez, en los casos de ausencia, separación o muerte de su marido, probado
cualquiera de esos tres extremos. Presenta la prueba documental del caso.
2. El Notario dicta la primera resolución dando trámite a la diligencias,
en la cual resuelve publicar edictos, recibir pruebas, puede dictar de oficio cuantas
medidas considere necesarias y nombra facultativos.
3. Publicación de edictos por tres veces durante un mes en el diario oficial y en otro
de los de mayor circulación.
4. Recibir las otras pruebas ofrecidas o las que de oficio él solicite.
5. Discernimiento del cargo a los facultativos nombrados.
6. Recibir los informes de los facultativos nombrados.
7. Dictar la Resolución o auto final, en ella declarará el
hecho de nacimiento, ampara al nacido en la cuasi posesión del
estado de hijo y resuelve lo relativo a alimentos.
8. Expide certificación para los efectos regístrales.
9. Remite el expediente al Archivo General de Protocolos.

Como puede observarse en el trámite judicial no se publican edictos, y en el notarial


sí. La ley no establece cuantos facultativos deben nombrarse, por lo tanto, serán
por lo menos dos. En este caso no es obligada la intervención de la Procuraduría
General de la Nación, sin embargo el notario podrá recabar su opinión en caso
de duda o cuando lo estime necesario.
10.- CAMBIO DE NOMBRE

Trámite Notarial: Art. 18-20 Dto. 54-77 y 438-439 CPCYM

1. Acta notarial de Requerimiento, en la cual el interesado expresará el motivo por el


cual desea cambiar su nombre, y aportará el nombre completo que quiera adoptar.
Presenta como prueba documental la certificación de nacimiento.
2. Primera Resolución, dando trámite a la diligencia, ordenando recibir la
información sí se ha ofrecido, publicación de edictos.
3. Recibir información testimonial en actas notariales, si se hubiera ofrecido.
4. Publicar edictos en el diario oficial y en otro de los de mayor
circulación, por tres veces durante treinta días. El edicto expresará el nombre
completo del solicitante, el nombre que desea adoptar y la advertencia de que
puede formalizarse oposición por quienes se consideren perjudicados por el cambio de
nombre.
5. Resolución o Auto final, recibida la información y transcurridos diez días a
partir de la última publicación, sin que se haya presentado oposición, el notario el
hará constar el cambio de nombre. En esta resolución ordenará se publique un
edicto más y se haga saber al registro civil.
6. Publicar por una sola vez un edicto en el Diario Oficial, en que se
haga constar que se accedió al cambio de nombre de determinada persona.
7. Expedir certificación del auto en duplicado para entregar al Registro
Civil para que se haga la anotación correspondiente.
8. Remitir el expediente al Archivo General de Protocolos.

En el cambio de nombre no es obligada la intervención del Procuraduría General de la


Nación, sin embargo, el notario podrá recabar su opinión en caso de duda o cuando lo
estime necesario. En caso de oposición el trámite como en todos los casos se convierte
en judicial, a este efecto el notario remitirá el expediente al tribunal competente, para
que con audiencia en incidente al oponente, resuelva si procede o no el cambio de
nombre. Esta resolución es apelable.

11.- RECTIFICACIÓN Y ASIENTO DE PARTIDA DE NACIMIENTO:

Esta diligencia puede ser la omisión de una partida por no haberse inscrito y la
rectificación por contener ésta error.
Trámite Notarial: Art. 21-23 dto. 54-66 y 434 CPCYM
A) En caso de omisión de la inscripción o asiento tardío o
extemporáneo:
1. Acta Notarial de requerimiento: En ésta el interesado expone al notario la
situación que su nacimiento (si fuera el caso) no esta inscrito, aportando la
información relativa a su caso. Presenta como prueba certificación o constancia que
su nacimiento no se encuentra inscrito en el registro civil, en donde se supone
debería estar (conocida como certificación negativa de nacimiento); y, ofrece la demás
prueba que le sea posible, entre ellas la testimonial
2. Primera Resolución o de trámite: El notario con base en el acta
anterior, resuelve dar por iniciadas las diligencias, ordenando agregar al expediente
los documentos que le hubieran presentado y recabar las otras pruebas ofrecidas o las
que de oficio considere adecuadas.
3. Declaración Testimonial: estas se reciben en actas notariales, en las
cuales los testigos declaran acerca de lo que les conste del nacimiento.
4. Audiencia al Procuraduría General de la Nación: este analiza el expediente y si,
a su juicio, estuviera suficientemente probado el hecho del nacimiento y lo relativo a los
padres del interesado, emite opinión favorable.
5. Resolución o auto Final: en vista de lo actuado y con la opinión
favorable del Procuraduría General de la Nación, el notario dicta la resolución en la
que ordena se haga la inscripción omitida. En lo que fuera aplicable deberá llevar la
información que contiene toda acta de nacimiento, regulada en el artículo 398 del
Código Civil.
6. Certificación del Auto en duplicado: el cual se envía al Registro Civil
para que se proceda a efectuar el asiento, previo pago de la multa que impone el
Registrador Civil.
7. Remisión del Expediente al Archivo General de Protocolos.

B) En caso de rectificación de la inscripción:


1) Acta notarial de requerimiento: en esta el interesado expone al notario la
situación que la partida está inscrita con error, aportando la información relativa al
caso concreto. Presenta la certificación de la partida que contiene error y ofrece la
demás prueba que le sea posible, entre ella la testimonial.
2) Primera Resolución o de Trámite: el notario con base en el acta anterior,
resuelve dar por iniciadas las diligencias, ordenando agregar al expediente los
documentos que le hubieran presentado y recabar las otras pruebas ofrecidas o las que
de oficio considere adecuadas.
3) Declaración Testimonial: estas se reciben en actas notariales.
4) Audiencia al Registrador Civil de donde se encuentra inscrita el acta con error, para
que se pronuncie al respecto.
5) Audiencia al Procuraduría General de la Nación: este analiza el
expediente y si, a su juicio, estuviera suficientemente probado que existe un error
u omisión en el acta que se pide rectificar emite opinión favorable.
6) Resolución o auto final: en vista de lo actuado y con la opinión
favorable del Procuraduría General de la Nación, el notario dicta la resolución
en la que ordena se haga la rectificación u omisión solicitada.
7) Certificación del Auto en duplicado: el cual se envía al Registro Civil
para que se proceda a efectuar la rectificación.
8) Remitir el expediente al Archivo General de Protocolos.
Como puede apreciarse, en el segundo caso se da audiencia al Registrador Civil, en
el primero no es necesario, porque ya se cuenta con la certificación negativa
expedida por el Registro Civil. Se puede tramitar el asiento extemporáneo o
rectificación de cualquier partida, no necesariamente de nacimiento.

12.- PATRIMONIO FAMILIAR

El patrimonio familiar es la institución jurídico social por la cual se destina uno


o más bienes a la protección del hogar y sostenimiento de la familia. El
patrimonio familiar se puede constituir sobre los siguientes bienes: Casas de
habitación; Predios o parcelas cultivables; Establecimientos comerciales e industriales,
que sean objeto de explotación familiar, cuando no exceda de diez mil quetzales su
valor. Los fundadores del patrimonio familiar pueden ser: El padre y la madre
sobre bienes propios de cada uno; El marido y la mujer, sobre bienes comunes del
matrimonio; Por un tercero a titulo de donación o legado. Solamente puede
fundarse un patrimonio familiar por cada familia.
La duración del patrimonio familiar, debe comprender todo el tiempo en que el
menor de los miembros de la familia alcance la mayoría de edad; pero, en ningún caso
podrá constituirse un patrimonio familiar por menos de diez años. Este no debe de
exceder de diez mil quetzales al momento de su constitución, y es inembargable,
inalienables, indivisibles y no podrán ser gravados ni gravarse, excepto el caso de
servidumbres, además deben de estar libres de anotaciones y gravámenes.

Tramitación Notarial: Art. 24-27 Dto. 54-77 y 444-446 CPCYM

1. Acta notarial de Requerimiento: el requiriente presentará los documentos


siguientes: a) Titulo con el que acredita la propiedad del bien. b) Certificación registral,
en la que conste que el o los bienes no tienen gravámenes. c) Certificación de la
matrícula fiscal, del valor declarado de los inmuebles. Si no se tratare de inmuebles, la
declaración del valor de los bienes, se hará dentro del acta. En el Acta el requiriente
expresará: a) Los nombres y apellidos, edad, estado civil, domicilio y nacionalidad de
las personas a cuyo favor se desea constituir el patrimonio. b) La situación, valor,
dimensiones, linderos del inmuebles, descripción del establecimiento industrial o
comercial, en su caso, y de los otros bienes que deben constituir el patrimonio familiar,
así como las demás circunstancias necesarias para su identificación. c) El tiempo
que debe durar el patrimonio familiar. d) El valor de los bienes y el monto de las
deudas del solicitante.
2. Primera Resolución: En esta el notario le da trámite a las diligencias,
ordena agregar al expediente los documentos presentados y la publicación
de edictos.
3. Publicación de Edictos: Si la solicitud se encuentra bien documentada, el
notario dispondrá la publicación en el diario oficial y en otro de los de mayor
circulación, por tres veces en treinta días.
4. Audiencia al Procuraduría General de la Nación: Transcurrido el
tiempo de la publicación sin que se hubiere presentado oposición, el notario oirá
la opinión del Procuraduría General de la Nación, para el efecto como en los
casos anteriores, debe presentar el expediente a dicha institución.
5. Resolución o auto Final aprobatorio: Con la opinión favorable del
Procuraduría General de la Nación, el notario dictara la resolución en la cual
resuelve: a) Que ha lugar a la constitución del Patrimonio Familiar. b) Determina la
persona del fundador y los nombres de los beneficiarios. c) Detalla los bienes que
comprende, valor y tiempo de duración del patrimonio. d) Ordena se otorgue la
escritura pública correspondiente, en la cual debe transcribirse la resolución.
6. Otorgamiento de la Escritura Pública por la persona que constituye el
patrimonio familiar en su carácter de fundador. En ella se expresará los nombres de los
beneficiarios, bienes que comprende, valor y tiempo de duración.
7. Expedición de copia simple legalizada de la escritura, con duplicado
para proceder al Registro Respectivo.
8. Remisión del expediente al Archivo General de Protocolos.
RECTIFICACIÓN DE AREA:

En una ley posterior al Decreto Legislativo 54-77, se facultó al notario para diligenciar
este trámite. Debe tomarse en cuenta que sólo es aplicable a bienes urbanos con
áreas registradas mayores a los que real y físicamente corresponden (Dto. Ley 125-
83), este decreto tiene importantes regulaciones, entre las que es importante
mencionar:

 El objeto de la ley es para que los propietarios de bienes inmuebles urbanos, cuya
área física sea menor de la que aparece inscrita ene l Registro de la Propiedad puedan
solicitar ante notario la rectificación del área de tales inmuebles.
 El consentimiento unánime de todos los interesados. Principio fundamental de
la jurisdicción voluntaria.
 Las actuaciones se harán constar en actas notariales, las resolución
serán de redacción discrecional, debiendo contener la dirección de la oficina del
notario, lugar y fecha, disposición razonada que se dicte y la firma y sello del
notario. Los avisos y publicaciones también deberán de llevar la dirección de la
oficina del notario. Este es también un principio fundamental de este tipo de procesos.
 La opción al trámite por parte de los interesados de acogerse desde el inicio al
trámite notarial o al administrativo. Igualmente al cambio de procedimiento una vez
iniciado del mismo.

Tramitación Notarial: Dto. 125-83


1. Acta notarial de requerimiento: en ella el interesado al requerir los servicios
del notario para la iniciación del expediente, lo hace bajo juramento, debiendo
presentar la certificación registral de la finca como prueba documental y aportar la
siguiente información: a) Nombre exacto de los requirientes y sus datos de
identificación personal. b) Dirección del inmueble cuya rectificación de área se solicita,
con indicación de sus números regístrales. c) Relación del área que
aparece inscrita en el Registro de la Propiedad y la afirmación de que la superficie real
es inferior a la inscrita. d) Nombre y dirección del ingeniero medidor que se
proponga. Este debe ser Ingeniero civil y
colegiado activo. e) Nombres y direcciones exactos de todos los
colindantes del bien objeto de la rectificación.
2. Primera resolución o de trámite: en ella el notario tiene por iniciadas las
diligencias, por recibida la prueba documental e información, ordena medir el bien
objeto de la rectificación para lo cual nombrará al medidor propuesto.
3. Se notifica al medidor nombrado por medio de razón en el
expediente, que firmarán el medidor y el notario.
4. Discernimiento del cargo al medidor.}
5. Informe del medidor de la medida realizada, dentro de los quince días siguientes
a la fecha del discernimiento del cargo, a su informe deberá adjuntar el plano del
inmueble, en el que conste el área real del mismo.
6. Notificación a los colindantes: esta se lleva a cabo entregándoles copias del
acta de requerimiento del expediente y del plano elaborado por el medidor. En caso
de no poderse notificar a los colindantes, se hace constar poniendo razón en el
expediente y dispondrá la publicación de un edicto en el Diario de Centro América y
en otro de los de mayor circulación en el país, el cual deberá contener: a) Nombre del
solicitante. b) Objeto de las diligencias. c) Area real y área inscrita en el Registro de la
Propiedad. e) Números regístrales y dirección exacta del inmueble cuya rectificación
de área se solicita. f) Citación a los posibles colindantes.
7. Audiencia al Procuraduría General de la Nación: En todos los casos
será obligatoria la audiencia al Procuraduría General de la Nación, quien tiene
tres días para evacuarla.
8. Resolución o auto final: Con la opinión favorable del Procuraduría
General de la Nación, se dicta la resolución final declarando con lugar la
rectificación y haciendo constar la extensión que efectivamente le corresponde al
inmueble, así como las medidas lineales y los nombres de los colindantes.
9. Testimonio: El notario extenderá testimonio con duplicado, de las
partes conducentes que deberá contener la resolución, el informe del medidor, la
opinión del Procuraduría General de la Nación y el plano respectivo.
10. Inscripción: Con base en el testimonio indicado anteriormente, el
Registro de la Propiedad efectuará las operación correspondientes a la rectificación del
área del inmueble.
11. Remisión del expediente al Archivo General de Protocolos: al
extender el testimonio, el notario pondrá razón en el expediente haciéndolo constar y
dentro de los cuarenta y cinco días siguientes a esa fecha, remitirá el expediente al
Archivo General de Protocolos, si lo omitiere el notario podrá ser sancionado por
el Director de dicho archivo, con una multa de veinticinco quetzales.

La ley especifica regula que si se presenta oposición, el notario remitirá lo actuado a


la autoridad administrativa correspondiente, en este caso es la Sección de Tierras, de
la Escribanía de Gobierno. Si la oposición se declara sin lugar, la Sección de Tierras,
devolverá el expediente al notario para que continúe el trámite, si fuere el caso
contrario, la nombrada dependencia administrativa ordenará archivar el expediente.

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