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(UAPA)
Nombre:
Sileni Garcia Perez
Carrera:
Psicologia Industrial.
Matricula:
13-4331
Materia:
Terapia De Grupo.
Profesora:
Vladimir Tavares.
Tema:
Los Grupos.
Santiago De Los Caballero
Mayo / 25 / 2016
Parte I:
Parte II:
Facilitar la comprensión de los demás y de las propias dificultades, cambiar las relaciones
interpersonales, facilitando la expresión verbal; enseñar a relacionarse con los demás; potenciar las
características personales favorables, son algunas de las metas principales de los grupos
terapéuticos.
Grupos Con Colíderes: Es cuando dos colíderes trabajan juntos para entender y resolver
problemas, su conducta enseña la adaptación de los roles al grupo, lo que puede contribuir
de forma significativa a su apertura y potencia. Cuando dos clínicos comparten el liderazgo,
la amplitud de miras las opciones de intervención son mayores que cuando solo existe uno.
Grupos Dirigidos Por Enfermeros: Algunos tipos de grupos incluyen los de las tareas, de
autoayuda, de enseñanza, de apoyo/terapia, de psicoterapia y de apoyo para compañeros. El
personal de enfermería puede dirigir diversos tipos de grupos en el área de la salud.
Grupo De Terapia De Apoyo: Los grupos de terapia de apoyo son útiles ara pacientes de
todas las edades con diagnósticos médicos y psiquiátricos. El objetivo fundamental se centra
en los pensamientos, sentimientos y conductas disfuncionales.
Grupos De Terapia Breve: Estos grupos se centran en lo que se puede hacer para modificar
la forma de resolver los problemas del paciente y ayudarle a aplicar habilidades de
afrontamiento más adaptivas. El objetivo de esta terapia es centrarse en las acciones que los
participantes pueden realzar para mejorar su situación actual.
Grupos Intensivos De Resolución De Problemas: Estos grupos están diseñados para 6-10
pacientes, cada uno de los cuales trabaja en la identificación y resolución de determinados
problemas y objetivos específicos y estrategias para resolver problemas relacionados con un
plan de tratamiento individualizado. El objetivo consiste en identificar y aclarar un problema,
analizar soluciones alternativas e iniciar compromisos de cambio orientados a la acción.
Grupo De Actividad: Los beneficios que se han descrito en los pacientes psiquiátricos tras
su participación en estos grupos incluyen la expresión de sentimientos positivos o negativos y
la mayor aceptación de uno mismo. Algunas de las actividades que incluyen estas terapias
son: dibujar, practicar con la música, cocinar, realizar viajes en comunidad, manualidades y
arte, y revisión de los acontecimientos recientes. La terapia en grupos de actividad se diseña
para facilitar el bienestar psicológico y emocional de los pacientes psiquiátricos.
Grupos De Apoyo A Compañeros: Los propósitos de este grupo son consultar casos,
compartir información sobre oportun idades formativas, aportar información sobre
oportunidades formativas, aportar información sobre tratamientos y reducir el aislamiento
profesional. Los grupos de apoyo a compañeros son una forma eficaz de los profesionales
comparten el estrés y los problemas relacionados con su trabajo.
Los grupos estructurados generalmente se componen por grupos de personas apegados a normas,
reglamentos, valores, etc.
En la psicoterapia de grupo se analizan las situaciones pasadas que interfieren el presente de sus
integrantes. En el grupo de desarrollo interpersonal, el contenido es el “aquí y ahora” de sus
integrantes, y el significado actual que produce en ellos.
Debe tomarse en cuenta el factor homogeneidad vs. heterogeneidad. Los grupos homogéneos
llegan más rápidamente al alivio de sus síntomas y sus integrantes se protegen más, asisten más
regularmente, tiene menos conflictos, y llegan más fácilmente al contenido.
El llegar a la profundidad es diferente según las variables que tenga el grupo, estas variables
pueden ser: edad, inteligencia, estatus socioeconómico, etc. Cuando existe gran heterogeneidad de
síntomas es muy difícil llegar a una buena profundidad, y más bien las metas del grupo pueden
fracasar. En los grupos heterogéneos hay más inhibición para verbalizar.
Los grupos de autoayuda pueden ser útiles, pero nunca pueden sustituir a un especialista médico.
Ambos tratamientos deben ir de la mano en búsqueda de la superación de cualquier problema de
ansiedad, fobias o adicciones.
Mejorar la motivación de una persona con un trastorno de ansiedad, como por ejemplo fobia social o
agorafobia, o acelerar las condiciones necesarias para la recuperación de adictos a cualquier
sustancia o actividad son los principales objetivos de los grupos de autoayuda, que se han
popularizado en las últimas décadas en todo el mundo.
Parte II
Las primeras sesiones de un grupo tienen una influencia desproporcionada sobre el resto del
tratamiento, porque es precisamente durante esta etapa cuando se establecen las normas grupales.
El grupo en formación aún no tiene historia, sino que empieza con la iniciación del mismo, llegando
a adquirir luego gran importancia como elemento integrador.
A ser escuchado.
A marcharse si quiere.
A criticar y ser criticado.
A participar cuando lo desee.
A expresar las ideas o lo que piensa el participante.
A no participar si no lo desea.
Como los grupos pueden actuar como catalizadores del cambio personal, conllevan también riesgos
para los miembros del grupo. La naturaleza de estos riesgos que incluyen cambios vitales que
originan rupturas, socialización dolorosa entre los miembros, etc.
Y lo que el terapeuta puede hacer a este respecto es el objeto de esta sección. Es irreal esperar que
un grupo no conlleve riesgos porque cualquier aprendizaje vital implica arriesgarse. Sin embargo, es
responsabilidad ética del terapeuta asegura que los futuros miembros del grupo conocen los riesgos
potenciales y adoptan precauciones a este respecto.
Los efectos psicológicos de los eventos traumáticos, especialmente de los relacionados con la
guerra o el conflicto armado, son trascendentales en la vida de los integrantes del grupo y a la vez
víctimas de los mismos, los cuales no sólo pertenecen a la población civil, sino que en la mayoría de
los casos hacen parte de la fuerza pública.
A través de la técnica de los grupos de discusión por ejemplo, si recabó la información con una
problemática, se busca la manera de obtener resultados mediante otras técnicas. Las palabras
clave son, factores de protección, y/o factores de riesgo a la hora de una intervención
psicoterapéutica por medio de grupos.
Los grupos se enfrentan a una serie de problemas, donde la rivalidad es un hecho protagónico. Es
considerada por Kaplan el problema más amenazador para el equipo terapéutico. Se puede
competir por quien es el “mejor terapeuta del grupo”, quien es el más importante, quien es el que
posee la mayor cantidad de transferencias positivas, quien deriva más pacientes al grupo.
Las luchas de poder entre los terapeutas también pueden expresarse desde la forma de cobrar los
honorarios, quien baja a abrir la puerta, la forma de recibir a los pacientes, la forma de cerrar la
sesión y la interrupción e incluso corrección de un terapeuta a otro. El consenso de la estrategia a
seguir es vital para llevar a cabo la terapia. Si un terapeuta persigue nuevas estrategias sin
consultarlo primero con su colega, reinará la confusión.
Aunque el papel del líder en una terapia de grupo es el mismo que el del terapeuta individual (es
decir. ayudar a los pacientes a manejar sus problemas emocionales y la enfermedad mental), la
posición del líder grupal es distinta de la que se plantea en una relación diádica.
La posición del líder grupal le expone a más estímulos, reduce su capacidad para observar la
dinámica individual y le deja personalmente más expuesto que en una terapia individual. Por estas
razones, algunos líderes de grupo manejan con menor eficacia que otros los sentimientos
transferenciales y contratransferenciales, de forma que puede darse actingout, que pase
desapercibido, tanto de! terapeuta como de los miembros del grupo.
A través de la transferencia, los miembros del grupo experimentan actitudes y emociones basadas
en relaciones de etapas tempranas de la vida. La contratransferencia, originalmente definida como
la respuesta emocional inconsciente del terapeuta a la transferencia del paciente, ha llegado a ser
sinónimo del conjunto de sentimientos y actitudes irracionales del terapeuta hacia los miembros del
grupo, ya sea como respuesta a las transferencias de los pacientes o debido al propio sistema de
valores o a la dinámica inconsciente del terapeuta.
Para bien o para mal a lo largo del proceso grupal se ponen de manifiesto muchas facetas de la
personalidad del grupo. Los miembros del grupo suelen disculpar los defectos del líder si éste
desempeña su trabajo con competencia y no utiliza al grupo fundamentalmente como un vehículo
para su propia curación.
Qué Competencias O Habilidades Debe Tener El Terapista Grupal?
El terapeuta debe presentar algunas habilidades generales que son necesarias para el trabajo con
cualquier tipo de población y otras específicas, especialmente recomendadas para el trabajo con
personas mayores. Así, la intervención con las personas mayores presenta algunas características
especiales en cuanto a la forma y contenidos de la misma. Tales como:
3. El terapeuta no debe perder la paciencia ante una crítica o negativismo reiterados del paciente
hacia la terapia o hacia las posibilidades de mejoría. Tampoco debe actuar de una forma sumisa,
al no ser capaz de extinguir comportamientos de quejas reiteradas del paciente durante la sesión
(muy frecuentes entre las personas mayores deprimidas, especialmente entre las mujeres), que
pueden llegar, por constancia, a impedir el desarrollo de la terapia, ni debe permitir que sea
únicamente el paciente quien controle las sesiones (el contenido de ellas, de qué tema se va a
tratar, los ejercicios a realizar, etc.) por un déficit de asertividad en la dirección del proceso
terapéutico.
4. El terapeuta no debe olvidar que su propio comportamiento en las sesiones es un modelo para
el paciente. El paciente no sólo aprende de lo que el terapeuta dice, sino también, y de forma
muy importante, de cómo éste actúa en la terapia.
5. El terapeuta debe presentar las habilidades instrumentales básicas de refuerzo para motivar al
paciente en la realización de las tareas, o reforzar sus adelantos en la terapia, etc.,
transmitiéndole la idea de que él puede conseguir los objetivos que se vayan proponiendo en las
sesiones. Los pacientes mayores, como el resto de los grupos de edad, responden bien a las
habilidades de motivación y de refuerzo del terapeuta, especialmente en la depresión.
6. El terapeuta debe presentar habilidades pedagógicas guiadas siempre por una fina
sensibilidad clínica, es decir, no olvidando que "lo pedagógico" está al servicio de lo clínico, a la
hora de explicar las estrategias a utilizar, las fases de la terapia, la forma en que han de llevarse
a cabo las tareas, etc. Asimismo, es recomendable que se manejen con agilidad y pedagogía los
términos técnicos necesarios para explicar una estrategia, o una hipótesis de por la que el
problema se perpetúa, ya que esto puede actuar como un factor motivador para el paciente.
Es deseable que se utilicen ágil y correctamente los términos técnicos para que esto no impida
que el sujeto entienda claramente lo que se está expresando, ajustando siempre el lenguaje a
las posibilidades de comprensión de la persona mayor, ya que el terapeuta puede fallar a la hora
de tener en cuenta el nivel cultural del paciente y no ajustar sus explicaciones a este nivel.
8. El terapeuta debe sistematizar todo el proceso de intervención, preparar las sesiones por
adelantado, tener objetivos claros a desarrollar en las mismas y negociar los contenidos de cada
sesión al inicio de cada una con el paciente. Conviene invitarles a que progresivamente ellos
asuman el contenido de la agenda de las sesiones siguientes, a fin de reforzarles la toma de
iniciativas.
Ayudar a recrear su conducta o de la conducta de los otros y sacar a la luz los motivos que
mueven a los seres humanos
Ayudarle a tomar y a ejercer la conciencia y que la fuerza de la propia conciencia impulse el
cambio en la vida cotidiana.
Esto es importante especialmente en los casos, frecuentes, en los que las personas mayores
deprimidas piden al terapeuta que juzgue a otras personas, miembros de su familia, vecinos, u otros
significativos, buscando que el terapeuta sea su aliado en un enfrentamiento con algunas de ellas.
Constituir un nuevo grupo o entrar de nuevas en uno es como acceder a una cultura diferente. Cada
grupo tiene su propia personalidad, que en la mayoría de los casos en parte es reflejo de la
personalidad y el estilo del líder.
Adecuadamente entrenados, pueden llevar un grupo con éxito líderes con tipos de personalidad
muy diversos, sin que pueda considerarse mejor ningún estilo determinado. Uno de los requisitos
más necesarios es la capacidad de tolerar saber bastante menos de los miembros del grupo como
individuos de lo que es habitual en una relación diádica.
Así el terapeuta que necesite sentir que él es el principal agente terapéutico tendrá dificultades para
llevar un grupo, donde pesa mucho la interacción entre los miembros y posiblemente organice la
estructura del grupo de forma que él como líder se relacione con cada miembro de uno en uno.
Mientras el resto de participantes quedan en el papel de espectadores.
Los guiadores de grupos deben poseer una adecuada capacidad para la enseñanza y sentirse
cómodos siendo el centro del grupo y controlando las actividades del mismo, en este tipo de grupo,
el líder a menudo utiliza material de apoyo para la enseñanza, como una pizarra y deberes para
casa. y suele sentirse confortable con un intercambio emocional relativamente escaso con los
miembros del grupo.
El coordinador o terapeuta de un grupo debe tener unas actitudes y funciones básicas tales como: