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CRONOPIOS - ISSN 1853-0869

ALMACEN DE LITERATURA Y ARTE

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ROMULO MONTES

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DRA. MARIA CECILIA CARO - (UES21 - UCC)

MGTR ALEJANDRA MARTINEZ – (UES21 – CONICET)

MGTR. PABLO CABAS – (UCC - UES21)

MGTR. MARIELA MASIH – (UNC)

LIC. MARIA SILVINA GONZALEZ – (U. del M. A.)

LIC. EMILIANOA ARIAS – (UNC – UES21)

LIC. MARCELA TELLO (UES21)

PROF. SOLEDAD DE LOS SANTOS (UBA – UES21)

Diseño de tapa: Francisco Montes

1 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Índice

Julio Cortázar…………………….………3

Antonio Machado…….…………………25

Jorge Luis Borges.……….….…….……55

Miguel Hernández…………………..….76

2 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


JULIO CORTÁZAR

1 - EL FUTURO
2 - HAPPY NEW YEAR
3 - ESTA TERNURA
4 - EL SIMULACRO
5 - ENCANTACIÓN
6 - ENCARGO
7 - POEMA A DIOS, ESE PAJARITO MANDÓN
8 - AFTER SUCH PLEASURES
9 - SUPLICA
10 - RECHIFLADO EN MI TRISTEZA
11 - TE AMO POR CEJA
12 - EL BREVE AMOR
13 - MANUAL PARA SALVAR EL ODIO
14 - GANANCIAS Y PERDIDAS
15 - BILLET DEUX
16 - UNA IDEA
17 - RESUMEN EN OTOÑO
18 - UNA CARTA DE AMOR
19 - SI HE DE VIVIR
20 - "LE DOME"
21 - BOLERO
22 - HABLEN, TIENEN TRES MINUTOS
23 - TALA
24 - A UNA MUJER
25 - FAUNA Y FLORA DEL RIO

3 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Julio Cortázar (1914-1984)

Hay un sabor constante a viaje en el devenir biográfico de Cortázar,


sumido en el deseo certero de acercar, ya sea las distancias, las ideas, los
vínculos, las palabras. Un recorrido por su obra, acompañado de su vida,
presenta este continuo trashumar ficcionario, donde lo fantástico establece un
puente con lo veraz para darle sentido a la realidad. No se ha tratado de otra
cosa. Hay oportunidades en la que la experiencia suele ser tan desgarradora o
tan servil, que no hay otro modo de asimilarla. Y allí estaba la inventiva del
autor y sus mundos posibles, otorgándole sentido a lo real, dándole patencia de
credibilidad.
Nacido en Bruselas, muy rápidamente desde pequeño se acostumbró a
deambular, primero por los caminos de una Europa ensangrentada por la
guerra; luego, su llegada a nuestro país; más tarde, sus constantes regresos a
Francia, alejado de Argentina por los conflictos y enfrentamientos políticos e
ideológicos. Y desandando, siempre, los recónditos pasajes verosímiles que
podía atesorar en su literatura.
Ha sido uno de los mayores exponentes de la denominada ―literatura del
boom latinoamericano‖ en la que se observa una tendencia crítica y reflexiva
sobre el lenguaje. Este se convierte en tema y preocupación de los escritores, ya
que hay una desconfianza generalizada en relación a las posibilidades que
brinda el lenguaje para representar la realidad y comienzan a bucear en nuevas
formas o modos literarios para poder aprehenderla.
El mismo Cortázar dirá:
―…nunca se sabrá cómo hay que contar esto, si en primera persona o en
segunda, usando la tercera del plural o inventando continuamente formas que
no servirán de nada. Si se pudiera decir: yo vieron subir la luna, o: nos me
duele el fondo de los ojos, y sobre todo así: tú la mujer rubia eran las nubes que
siguen corriendo delante de mí tus sus nuestros vuestros sus rostros. Qué
diablos…” 1
Desde el punto de vista de la narrativa, esta generación de autores revisó
y recreó los conceptos de narrador y de lector: para experimentar había que

1
CORTAZAR, Julio. “Las armas secretas”, 1959. (“Las babas del diablo”)

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requerir un lector mucho más activo, más atento, más dispuesto a las
inferencias para desactivar lo discursivo. Y en lo que respecta al narrador, había
que quitarle el conocimiento, un recurso que sugiriera menos certezas que
incertidumbre: el narrador ya no es de confianza para el lector pasivo
acostumbrado a creerle absolutamente todo.
En cuanto a la poesía, las palabras se acostumbraron a ser una comparsa
disfrazada, continuamente, de olores, de melodías, de nostalgia o de color. La
sugestión, los matices, las formas libres y la metáfora son los caminos más
sólidos para llevar el lenguaje a una experiencia renovada y reveladora. Esa es
la poesía de Julio Cortázar.

María Elena González

Escribir pájaros. La poesía de Julio Cortázar

“Discurso del no método, método del no discurso, y así vamos. Lo mejor: no empezar,
arrimarse por donde se pueda. Ninguna cronología, baraja tan mezclada que no vale
la pena. Cuando haya fechas al pie, las pondré. O no. Lugares, nombres. O no. De
todas maneras vos también decidirás lo que te dé la gana. La vida: hacer dedo, auto-
stop, hitchhiking: se da o no se da, igual los libros que las carreteras. Ahí viene uno.
¿Nos lleva, nos deja plantados?”
Este breve y sugestivo escolio es el atrio de Salvo el crepúsculo (1984), el lugar
desde donde Cortázar articula su poética ya muy al final de su vida. Por ello y
por la densidad de lo implicado, este texto es un punto de partida. El juego de
palabras, ―discurso del no método, método del no discurso‖, quiasmo
conceptual y sintáctico, círculo lírico, onírico, que no acaba de cerrar, que ―se
arrima‖, palíndromo, aleph teórico, se sustenta en una aparente paradoja. A
conciencia se ha adueñado el argentino del adagio cartesiano, para subvertirlo,
para convertirlo en rebeldía. En realidad, en su negación del método y el
discurso hallamos una afirmación poética y vital. Salvo el crepúsculo, como el
resto de su obra, no obedecerá más que a los órdenes de la rara baraja de la
memoria y a un impulso solar. Un libro –nos dice- es un viaje. El lector también

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decide. El poeta se deja arrastrar por el poema.
Este no método supone, en principio, un alejamiento de lo teleológico o lo
prescriptivo. Cortázar rehúsa cualquier tipo de sumisión ideológica o estética. Si
el método guarda un orden directivo, una lógica o una estructura, en Cortázar lo
que prima es una no-lógica, acaso una ―metodología afectiva‖. De otro lado, la
proximidad de ―discurso‖ a lo formativo o lo sistémico sitúan este concepto en
las antípodas de la idea alquímica y desbordada que Cortázar tiene del poema. A
nuestro poeta el discurso le recuerda inevitablemente el tablón del entomólogo,
abarrotado de mariposas disecadas, ordenado, científico y, a la postre, muerto.
La ausencia de partitura del jazz, por el contrario, le fascinará. Ya entre los
primeros textos de Presencia nos encontramos con una dedicatoria a esa
―liturgia ronca‖, entre lo sagrado y lo bohemio, ―fuera del molde y de la escuela‖
En el jazz se juega en esencia con una improvisación sobre la base de una
estructura musical, un leitmotiv que sirve de guía. La improvisación -take-
provoca que una misma pieza, al ser ejecutada cada vez, si bien es la misma,
siempre es otra. Se abren, pues, los caminos de una textura poética en que la
intuición, la mutabilidad y el instante son componentes fundacionales.
Como en el jazz, el orden del poema, su estructura, su estilo serán resultados
naturales de un proceso humano, una insistente búsqueda de raíz ontológica,
que no ha de ceder a las regularidades de lo ―estéticamente‖ correcto. La poesía,
como quería John Keats, ha de surgir con la naturalidad con que le brotan las
hojas al árbol, con que se acerca el gorrión a su ventana. Contra la artificiosidad,
los ―orientalismos‖ y la retórica, Cortázar esgrime un argumento tan clásico y
tan absolutamente moderno como la ―naturalidad‖ Frente al profesional, el
argentino defiende la autarquía, la escritura amateur y marginal, el defecto por
el que se escapa al aburrimiento, la improvisación, la ausencia de esquemas... Es
responsabilidad del poeta establecer un orden de ruptura, un orden más alto en
el mundo.
“Hablo de la responsabilidad del poeta, ese irresponsable por derecho propio, ese
anarquista enamorado de un orden solar y jamás del nuevo orden o del slogan que
hace marcar el paso a cinco o a setecientos millones de hombres en una parodia de
orden.”
Es obvio que las raíces de ese ―orden solar‖ lo hacen heredero de la metafísica

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nietzscheana, del horizonte visionario de Rimbaud, de la excepcionalidad de
Alfred Jarry, de los hilos patafísicos de Marcel Duchamp, de la lógica afectiva de
Julien Benda, del inconsciente freudiano, del maremágnum surreal, de la
provocación lúdica de Oulipo, de la crisis de los géneros que se opera con
rotundidad en la ―movediza modernidad‖. El orden desde el que se comunica y
se recibe el mundo es un orden existencial. Es, por ende, un orden órfico.
Podríamos concluir que ese orden es el de una realidad mítica que necesita ser
convocada mediante el exorcismo y el ensalmo de la poesía. Desde la
distracción, desde el intersticio, la amenaza ―paralela‖ que el poeta supone para
la sociedad es una amenaza onírica.
“El Minotauro es el poeta, el ser diferente de los demás, completamente libre. Por eso
lo han encerrado, porque representa un peligro para el orden establecido.”
Al arte de la totalidad al que aspira Cortázar sólo se accede desde ―la
trascendencia de los límites‖. El suyo es un ejercicio natural de transgresión de
las normas, insumisión en la que el lenguaje cumple un papel esencial: cesa de
ser un mero vehículo expresivo para ser todo él ―presencia de lo expresado‖.
Cortázar describe la experiencia de forma muy gráfica:
“Se asiste allí a la oneness, al encuentro en lo hondo, a la instancia última donde ya no
hay poeta, no hay hacedor, él es la boca donde la poesía se hace beso, la carne donde
la herida da ser a la espada.”
Con Octavio Paz diremos que Cortázar busca ―un arte de la totalidad‖ y que ―su
camino para arribar a él es lo fragmentario‖. Para Saúl Yurkievich, Cortázar
―patrocina una poética antropológica o una antropología poética que haga de la
palabra la manifestadora de la totalidad del hombre‖
En su obra, nuestro poeta se entregará a la conquista del conocimiento que le
rinda el hallazgo del hombre total: el aparencial y el profundo, el lógico y el
intuitivo, el racional y el sensual.
Descreyendo de los métodos racionalistas y los grandes paradigmas del
pensamiento, sus poemas proponen siempre una aventura individual de
conocimiento. ―Todo poema es –como quería José Ángel Valente- un
conocimiento haciéndose.‖ Sus críticas a la cultura, a la sociedad, al lenguaje
van siempre en esa dirección: la irrupción en algo más real, la unidad del
hombre, la visión del sí mismo como paso a una visión social nueva. En

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ocasiones enarbola la necesidad del pensamiento mítico. Otras veces defiende la
emergencia de una racionalidad antropofánica que deje paso a las fuerzas de
adentro y de afuera y a esa otra vida que alienta en el lenguaje.
En cuanto a los contextos desde los que hemos de contemplar su poesía,
diremos que Cortázar pertenece al grupo de poetas del 40, definido como
―neorromántico‖ o bajo el marchamo de ―Orfeos argentinos‖. Su evolución, sin
embargo, le conferirá esa aura especial que lo hace único, con énfasis desde el
exilio a París, su contacto con las nuevas oleadas de vanguardia y su toma de
conciencia en cuestiones sociopolíticas. Cronológicamente, la obra poética
cortazariana se encuadra en el período que va del martinfierrismo argentino de
los años cuarenta a las variadas propuestas posmodernas de la segunda mitad
del siglo. Coincide en el tiempo con escritores de la solidez y la trascendencia de
Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Nicanor Parra, Ernesto Cardenal
u Oliverio Girondo, que representan en conjunto una cosmovisión poética
hispanoamericana con rasgos propios.
Para el público lector Cortázar es ese argentino que escribió Rayuela en París. Es
muy conocido y recordado como cuentista y como padre de los cronopios, como
cronopio él mismo. En principio, cualquier lector avisado percibe las corrientes,
los impulsos poéticos que atraviesan su obra narrativa y ensayística. En su caso,
ser escritor es una categoría que trasciende los usuales límites artísticos y las
casillas genéricas. (…)

Andrés García Cerdán

Fragmento de ‗‘Escribir pájaros. La poesía de Julio Cortázar‘‘

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1 - EL FUTURO

Y sé muy bien que no estarás.


No estarás en la calle, en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado, ni en el gesto
de elegir el menú, ni en la sonrisa
que alivia los completos de los subtes,
ni en los libros prestados ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,


en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes o una blusa.
Me enojaré amor mío, sin que sea por ti,
y compraré bombones pero no para ti,
me pararé en la esquina a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen y comeré las cosas que se comen
y soñaré los sueños que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles y de puentes.
No estarás para nada, no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordar se de ti.

2 - HAPPY NEW YEAR

Mira, no pido mucho,


Solamente tu mano, tenerla
Como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
Para entrar a tu mundo, ese trocito
De azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestas tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas. Entonces
la tramo en aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo, como
si de ello dependiera
muchísimo el mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

9 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


3 - ESTA TERNURA

Esta ternura y estas manos libres,


¿a quién darlas bajo el viento? Tanto arroz
para la zorra, y en medio del llamado
la ansiedad de esa puerta abierta para nadie.

Hicimos pan tan blanco


para bocas ya muertas que aceptaban
solamente una luna de colmillo, el té
frío de la vela al alba.

Tocamos instrumentos para la ciega cólera


de sombras y sombreros olvidados. Nos quedamos
con los presentes ordenados en una mesa inútil,
y fue preciso beber la sidra caliente
en la vergüenza de la medianoche.

Entonces, ¿nadie quiere esto,


nadie?

4 - EL SIMULACRO

Cada vez que te encuentro en el recuerdo


y canta en plena noche el gallo grana,
una sed de combate y de campana
me lanza al sacrificio en que te pierdo.

Quién sabe dónde estás, ya ni me acuerdo


si eran tus ojos de oro o de avellana,
pero mi sangre es esa luz que mana
y en la dulce manzana otra vez muerdo.

¡Oh balbuceo en la tiniebla, duelo


de musgo y de leopardo y de gemido,
desesperada imitación de cielo!

Luego es ceniza y sórdida alborada,


el derrotado sueño, el pozo herido
de una sola cabeza en una almohada.

10 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


5 - ENCANTACIÓN

No más que por la sombra y el perfume


que son tu nombre, por el desencanto
no más de toda cosa en ti, por tanto
que cinerariamente te resume,

volvería como Usher o Ulalume


vuelven por los espejos del espanto
a proponer el turbio trueque, el canto
que encarnara el horror que nos consume.

Pero si pienso, lamia, en lo que puede


la mera niebla de tu inexistencia
no más que en tu perfume y en tu sombra,

mi voluntad a su fantasma cede


y prefiere anegarse en tanta ausencia
donde una nada a esa otra nada nombra.

6 - ENCARGO

No me des tregua, no me perdones nunca.


Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dalos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorar te en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,


lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

11 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


7 - POEMA A DIOS, ESE PAJARITO MANDÓN

No es necesario que me mandes, perro,


el mar se asiste solo. Lo más mísero del pelo cortaría la rueda
pero ya sabemos tonsurar el destino.
Estoy,
por eso peligro.
¡Todo me empuja!
En la multitud un fósforo presume
del futuro penacho.
Pero sólo,
solo con el perro mirándome.
No me ordenes nada,
no te obedeceré, y entonces
será horrible.
Vómito de ojos.

8 - AFTER SUCH PLEASURES


Esta noche, buscando tu boca
en otra boca,
casi creyéndolo, porque así de
ciego es este río
que me tira en mujer y me
sumerge entre sus párpados,
qué tristeza nadar al fin hacia la
orilla del sopor
sabiendo que el placer es ese
esclavo innoble
que acepta las monedas falsas,
las circula sonriendo.
Olvidada pureza, cómo quisiera
rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa
espera sin pausas ni esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el
puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de
la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.
Y no tener que acordarme de este
olvido que sube
para nada, para borrar del
pizarrón tus muñequitos
y no dejarme más que una
ventana sin estrellas.

12 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


9 - SUPLICA

Yo te pido, Señor, que esta existencia


vista su faz de nieve no posada.
Quiero verla hecha luz - ya deslumbrada
en su afán de alumbrar - albo de esencia
singular. Que no sea su presencia
un número en la cifra inacabada
Dale una voz, Señor; no le des nada
sino voz para alzar toda su ciencia.
Yo te pido un latido del futuro
en que el mundo comprenda que ha tenido
fragmentos de su Dios en un poeta:
dale voz y valor frente a lo oscuro
luego, déjalo solo, que ha nacido
para surcar el viaje hecho saeta.

10 - RECHIFLADO EN MI TRISTEZA

Te evoco y veo que has sido


en mi pobre vida paria
una buena biblioteca.

Te quedas te allá,
en Villa del Parque,
Con Thomas Mann y Roberto Arlt y Dickson Carr,
con casi todas las novelas de Colette,
Rosamond Lehmann, Charles Morgan, Nigel Balchin,
Elías Castelnuovo y la edición
tan perfumada del pequeño
amarillo Larousse Ilustrado,
donde por suerte todavía
no había entrado mi nombre.

También se me quedó un tintero


con un busto de Cómodo,
emperador romano
cuya influencia en las letras
nunca me pareció excesiva.

13 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


11 - TE AMO POR CEJA

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores


blanquísimos donde se juegan las fuentes
de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza
de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y
cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te
dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese
pelo lacio, esa sonrisa.
busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre en
una galeria de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frio.

12 - EL BREVE AMOR

Con qué tersa dulzura


me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en le espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente

para que a fuego lento empiece


la danza cadenciosa de la hoguera
tejiéndonos en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo -
(¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos ?)

14 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


13 - MANUAL PARA SALVAR EL ODIO

Cuando ella o él te dejen, no perdones,


niégate a comprenderlo.
Cultiva bien tu odio, nunca seas
generoso en palabras o en olvido.

Cuando ella o él te dejen, nunca digas


adiós, o qué vamos a hacerle.
Maldice cada letras de su nombre.
Y júrale odio eterno mirándole a los ojos.

Cuando ella o él te dejen, nunca creas


ni justificaciones ni promesas
y busca las palabras más hirientes
el insulto más infame que conozcas.

Cuando ella o él te dejen, nunca juegues


a ser Rick perdido en Casablanca.
Provoca llanto, dolor, remordimientos
y que el adiós te corte igual que una cuchilla.

Porque cuando ella o él te dejan, habrá alguien


tarde o temprano esperando en otra esquina
y volverán a gozar en otros brazos
y dirán "te amo. Y "ven, dámelo todo".
Y olvidarán ¿Para qué, entonces,
mentir? Que ella o él se lleven
- aunque dure bien poco- nuestro odio
igual que una bandera. Para siempre.

15 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


14 - GANANCIAS Y PERDIDAS

Vuelvo a mentir con gracia,


me inclino respetuoso ante el espejo
que refleja mi cuello y mi corbata.
Creo que soy ese señor que sale
todos los días a las nueve.
Los dioses están muertos uno a uno en largas filas
de papel y cartón.
No extraño nada, ni siquiera a ti
te extraño. Siento un hueco, pero es fácil
un tambor: piel a los dos lados.
A veces vuelves en la tarde, cuando leo
cosas que tranquilizan: boletines,
el dólar y la libra, los debates
de Naciones Unidas. Me parece
que tu mano me peina. ¡No te extraño!
Sólo cosas menudas de repente me faltan
y quisiera buscarlas: el contento,
y la sonrisa, ese animalito furtivo
que ya no vive entre mis labios.

15 - BILLET DEUX

Ayer he recibido una carta sobremanera.


Dice que «lo peor es la intolerable, la continua». Y es para
llorar, porque nos queremos, pero ahora se ve que el amor
iba adelante, con las manos gentilmente
para ocultar la hueca suma de nuestros
pronombres.
En un papel demasiado.
En fin, en fin.
Tendré que contestar te, dulcísima penumbra, y decirte: Bue-
nos Aires, cuatro de noviembre de mil novecientos cin-
cuenta. Así es el tiempo, la muesca de la luna presa en los
almanaques, cuatro de.
Y se necesitaba tan poco para organizar el día en su justo
paso, la flor en su exacto linde, el encuentro en la precisa.
Ahora bien, lo que se necesitaba.
Sigue a la vuelta como una moneda, una
alfombra, un irse.
(No se culpe a nadie de mi vida.)

16 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


16 - UNA IDEA

Una idea incandescente se me vino esta mañana


una antorcha que flameaba en lo alto de mi mente
pero sola y sin refuerzos tal vez pierda la batalla
ya librada de hace tiempo por tu brillo y un cobarde

un cobarde que vacila entre el olvido y tras la nada


que vacila tras tus pasos y tu melódica mirada
que se pierde encandilado tras el grito de tus ojos
que se aturde enceguecido tras el brillo de tu nombre

que se esconde tras las letras de algún otro nombre


y aún así no se atreve a gritar de quien se esconde
que hace frente a tan valiente a enredadas tempestades
y se escapa como un niño al descubrirse a tu lado

que amanece al medio día y se duerme al despedirte


que susurra tan potente y que grita tan despacio
que camina tan de prisa y con los ojos bien cerrados
sin valor por la cornisa que conduce a tu palacio

Una idea de coraje se me vino esta mañana


de sentarnos frente a frente y quitarme el camuflaje
de soplar mis emociones y transformarlas en palabras
en palabras que te expliquen como cae el agua helada

una idea tan sublime como tantas que me diste


tan tardía y predecible como tantas he tenido
pero sola y sin refuerzos de valor y de otros aliados
ha perdido la batalla
ya es de noche
ya te fuiste.

17 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


17 - RESUMEN EN OTOÑO

En la bóveda de la tarde cada pájaro es un punto del recuerdo.


Asombra a veces que el fervor del tiempo
vuelva, sin cuerpo vuelva, ya sin motivo vuelva;
que la belleza, tan breve en su violento amor
nos guarde un eco en el descenso de la noche.
Y así, qué más que estarse con los brazos caídos,
el corazón amontonado y ese sabor de polvo
que fue rosa o camino-
El vuelo excede el ala.
Sin humildad, saber que esto que resta
fue ganado a la sombra por obra de silencio;
que la rama en la mano, que la lágrima oscura
son heredad, el hombre con su historia,
la lámpara que alumbra.

18 - UNA CARTA DE AMOR

Todo lo que de vos quisiera


es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo

como un perro que pasa, una colina,


esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco


yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,


que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos


sea otro signo de la libertad.

18 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


19 - SI HE DE VIVIR

Si he de vivir sin ti, que sea duro y cruento,


la sopa fría, los zapatos rotos, o que en mitad de la opulencia
se alce la rama seca de la tos, ladrándome
tu nombre deformado, las vocales de espuma, y en los dedos
se me peguen las sábanas, y nada me dé paz.
No aprenderé por eso a querer te mejor,
pero desalojado de la felicidad
sabré cuánta me dabas con solamente a veces estar cerca.
Esto creo entenderlo, pero me engaño:
hará falta la escarcha del dintel
para que el guarecido en el portal compren da
la luz del comedor, los manteles de leche, y el aroma
del pan que pasa su morena mano por la hendija.
Tan lejos ya de ti
como un ojo del otro,
de esta asumida adversidad
nacerá la mirada que por fin te merezca.

20 - "LE DOME"

A la sospecha de imperfección universal contribuye


este recuerdo que me legas, una cara entre espejos y platillos
sucios.

A la certidumbre de que el sol está envenenado,


de que en cada grano de trigo se agita el arma de la ruina,
aboga la torpeza de nuestra última hora
que debió transcurrir en claro, en un silencio
donde lo que quedaba por decir se dijera sin menguas.

Pero no fue así, y nos separamos


verdaderamente como lo merecíamos, en un café mugriento,
rodeados de larvas y colillas,
mezclando pobres besos con la resaca de la noche.

19 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


21 - BOLERO

Qué vanidad imaginar


que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito que


solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Y este fragmento:
La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos

y de pie ante el espejo interrogándose


cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.

20 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


22 - HABLEN, TIENEN TRES MINUTOS

De vuelta del paseo


donde junté una florecita para tenerte entre mis dedos un
momento,
y bebí una botellas de Beaujolais, para bajar al pozo
donde bailaba un oso luna,
en la penumbra dorada de la lámpara cuelgo mi piel
y sé que estaré solo en la ciudad
más poblada del mundo.
Excusarás este balance histérico, entre fuga a la rata y queja
de morfina,
teniendo en cuenta que hace frío, llueve sobre mi taza de
café,
y en cada medialuna la humedad alisa sus patitas de esponja.

Máxime sabiendo
que pienso en ti obstinadamente, como una ciega máquina,
como la cifra que repite interminable el gongo de la fiebre,
el loco que cobija su paloma en la mano, acariciándola
hora a hora
hasta mezclar los dedos y las plumas en una sola miga de
ternura.

Creo que sospecharás esto que ocurre,


como yo te presiento a la distancia en tu ciudad,
volviendo del paseo donde quizá juntaste
la misma florecita, un poco por botánica,
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos, que nos demos
un pétalo, aunque sea un pastito, una pelusa.

21 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


23 - TALA

Llévese estos ojos, piedritas de colores,


esta nariz de tótem, estos labios que saben
todas la tablas de multiplicar y las poesías más selectas.

Le doy la cara entera, con la lengua y el pelo,


me quito uñas y dientes y le completo el peso.

No sirve
esa manera de sentir. Qué ojos ni qué dedos.
Ni esa comida recalentada, la memoria,
ni la atención, como una cotorrita perniciosa.
Tome las inducciones y las perchas
donde cuelgan palabras lavadas y planchadas.
Arree con la casa, fuera todo,
déjeme como un hueco o una estaca.
Tal vez entonces, cuando no me valga
la generosidad de Dios, ese boy- scout,
y esté igual que la alfombra que ha aguantado
su lenta lluvia de zapatos ochenta años
y es urdimbre nomás, claro esqueleto donde
se borraron los ricos pavorreales de plata,

puede ser que sin vos diga tu nombre cierto,


puede ocurrir que alcance sin manos tu cintura.

22 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


24 - A UNA MUJER

No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón, no


hay que estar triste
si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera lo
inmóvil,
ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí,
constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo - pero por
qué nombrar el polvo y la ceniza.

Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día


era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta
hundirse en la tierra.

Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la


tortuga,
esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos
huecos,
y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin
grito de agonía,
las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,
no nos movemos del terror y la delicia,
y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados
para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del
balcón,
cómo corren las nubes al futuro.
¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té.
No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel
que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de
creer
que se nace o se muere,
cuando lo único real es el hueco que queda en el papel,
el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.

23 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


25 - FAUNA Y FLORA DEL RIO

Este río sale del cielo y se acomoda para durar,


estira las sábanas hasta el pescuezo y duerme
delante de nosotros que vamos y venimos.
El río de la plata es esto que de día
nos empapa el viento gelatina, y es
la renuncia al levante, porque el mundo
acaba en los farolitos de la costanera.
Más acá no discutas, lée estas cosas
preferentemente en el café, cielito de barajas,
refugiado del afuera, del otro día hábil,
rondado por los sueños, por la baba del río.
Casi no queda nada; sí, el amor vergonzoso
entrando en los buzones para llorar, o andando
solo por las esquinas (pero lo ven igual),
guardando sus objetos dulces, sus fotos y leontinas y
pañuelitos
guardándolos en la región de la vergüenza,
la zona del bolsillo donde una pequeña noche murmura
entre pelusas y monedas.

Para algunos todo es igual, mas yo


no quiero a Rácing, no me gusta
la aspirina, resiento
la vuelta de los días, me deshago en esperas,
puteo algunas veces, y me dicen
qué le pasa, amigo,
viento norte, carajo.

24 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


ANTONIO MACHADO

26 - OCASO
27 - CANTARES
28 - FIGULINAS
29 - CASTILLA
30 - DOLIENTES MADRIGALES
31 - RETRATO
32 - CANTE HONDO
33 - SOLEARIYAS
34 - UNA NOCHE DE VERANO
35 - EL CABALLERO DE LA MANO EN EL
PECHO (EL GRECO)
36 – VERANO
37 - HE ANDADO MUCHOS CAMINOS
38 - EL LIMONERO LÁNGUIDO SUSPENDE
39 - YO ESCUCHO LOS CANTOS
40 - ORILLAS DEL DUERO
41 - YO VOY SOÑANDO CAMINOS
42 - PRELUDIO
43 - ME DIJO UN ALBA DE LA PRIMAVERA
44 - ABRIL FLORECÍA
45 - ME DIJO UNA TARDE
46 - ERA UNA MAÑANA Y ABRIL SONREÍA
47 - ANOCHE CUANDO DORMÍA
48 - RETRATO
49 - A UN OLMO SECO
50 - NUNCA PERSEGUÍ LA GLORIA

25 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Antonio Machado (1875-1939)

Los Temas y los símbolos: a lo largo de la obra poética de Antonio


Machado, han ido apareciendo una serie de temas, algunos de los cuales forman
una constante que da sentido unitario a su obra. Aunque Machado no era
partidario de ―eludir el nombre de las cosas‖, ni del ―inútil juego de las
metáforas‖ por sí mismas, sin más afán que el ingenio, él mismo afirma que
existen hondas palpitaciones del espíritu que no pueden expresarse con el
lenguaje corriente. El poeta, como el místico, para comunicar su experiencia, a
veces inefable, debe recurrir al lenguaje figurado (símbolos, imágenes,
metáforas) que nos permitan entrever su mundo. Recordemos aquí, de nuevo, lo
que escribe en 1917:
Pensaba yo que el elemento poético no era la palabra por su valor
fónico, ni el color, ni la línea, ni un complejo de sensaciones, sino una
honda palpitación del espíritu; lo que pone el alma, si es que algo pone,
o lo que dice, si es que algo dice, en respuesta al contacto con el mundo.
Y aun pensaba que el hombre puede sorprender algunas palabras de un
íntimo diálogo, distinguiendo la voz viva de los ecos inertes; que puede
también, mirando hacia dentro, vislumbrar las ideas cordiales, los
universales del sentimiento.
(…) Lo que a continuación sigue no es más que una síntesis de dichos temas y de
los recursos expresivos —especialmente los símbolos— de que se vale el poeta
para comunicarlos.
El tiempo: Antonio Machado se llamaría a sí mismo, por boca de Juan de
Mairena, ―poeta del tiempo‖. Es significativo que este tema aparezca ya en el
primer poema de su primer libro
Machado entiende el tiempo como algo vivo, personal, no como concepto o
abstracción. Es la duración ilimitada, la historia individual de cada ser —de su
propio ser—, que se hace, que pasa, pero que permanece en el recuerdo, donde
se borran los límites personales. Esta sensibilidad exacerbada para el devenir de
las cosas, esta ansiedad perpetua ante el curso fatal de las horas y los días, la
conciencia de ser-en-el-tiempo, que diría Heidegger tienen en la lírica
machadiana un puesto predominante. (…) Pero también la esperanza de que el
poema pueda, mediante intuiciones creadoras, intemporalizar, eternizar en la
memoria del poema esos instantes fugaces de su propia historia.

26 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


El poema, la palabra esencial en el tiempo: para él, la poesía es un
arte eminentemente temporal. Recordemos de nuevo estas dos frases, que
sintetizan todo su pensamiento poético:
La poesía es la palabra esencial en el tiempo. La poesía es [...] el
diálogo del hombre, de un hombre con su tiempo.
Antonio Machado une así los dos elementos contradictorios: lo esencial y
lo temporal. Lo que las cosas son, no radica fuera de mí; o, por lo menos, eso es
algo que no puedo conocer, si no es a través de mi personal, mi particular modo
de verlas, de hacerlas mías. La poesía es la palabra que expresa lo que las cosas
son (su esencia), pero a través de mi contacto con ellas, con mi experiencia, con
mi tiempo vivido.
El agua: del río, de la fuente, de la lluvia su fluir —que a veces se hace
cantar— casi imperceptible, constante, se hace símbolo del fluir temporal y, por
ello, de la vida interior
Sin embargo, el agua puede representar la muerte, quieta en la taza de la
fuente o, manriqueñamente, en la inmensidad del mar al que confluyen todas
las aguas. Este símbolo, que está ya plenamente desarrollado desde el principio
de su obra, es quizá el que con mayor insistencia y también con mayor hondura
vivencial re reitera a lo largo de su obra. Recordemos, por tomar sólo un
ejemplo suficientemente significativo, unos versos en los que el agua une vida y
muerte en la angustia de la existencia
La tarde: suele expresar el sentimiento melancólico de la vejez espiritual.
Por esto, la hora vespertina se acompaña frecuentemente de adjetivos que
connotan un estado de ánimo de depresión espiritual (cenicienta, mustia,
destartalada, triste otras veces clara) y que contribuyen a personificarla,
identificándola con su estado de ánimo. Véase, por ejemplo, el poema Caminos.
En él, la melancolía interior, incluso la angustia, parecen apoderarse también de
toda la Naturaleza:
Los caminos: están presentes en la poesía de Antonio Machado desde
sus primeras composiciones. El caminar errante, sin meta prefijada, es ante
todo un sentimiento de pesar sin consuelo, una nostalgia de la vida que se va
dejando y que también anticipa el horror de llegar. (...) los caminos son
frecuentemente símbolos de la vida o bien aparecen asociados con ésta. Cuando

27 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


esto ocurre en el poema, el camino real se difumina, se borra hacia la lejanía,
hacia el futuro, del que nada podemos decir; y, al mismo tiempo, se convierte en
motivo de melancolía, de ensueño que trae recuerdos del pasado
La idea de que el camino no está hecho, sino que se hace a la vez que el
acto que lo realiza (―se hace camino al andar‖) se ve reforzada por otras
imágenes, como la estela fugaz que se deja sobre el mar y que, al tiempo que se
hace, se borra de manera inaprensible, como el devenir temporal del hombre:
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.
Proverbios y cantares
A la manera existencial, el camino ha dejado de serlo, porque el hombre no
es dueño de su propio destino, de su historia personal. Así, la vida se presenta
como una corriente ciega, cercana a la voluntad de Schopenhauer:
Los elementos del paisaje y el tiempo vivido: en ese proceso de
identificación del alma con las cosas del mundo, adquieren especial relevancia
en la poesía de Antonio Machado los elementos que conforman el paisaje. En su
paso por el tiempo —decíamos— el poeta (el hombre) se relaciona con las cosas,
y éstas —el río, los árboles, el atardecer— adquieren un sentido nuevo, personal,
en relación con la experiencia vivida en torno a ellas. Se transfiguran en espejo
que refleja los estados del alma. Recuérdese, por ejemplo, las distintas
significaciones que pueden sugerir los árboles
En este sentido, puede ser particularmente significativo el proceso que
―sufre‖ uno de estos elementos en su trayectoria poética… En el poema A un
olmo seco se inicia el proceso de identificación de su alma con dicho árbol, que
continuará de forma más o menos implícita en otros poemas
El reloj: no se trata en este caso de un símbolo. Machado se refiere
siempre al reloj real, que mide mecánicamente el tiempo cronológico, por
oposición al tiempo psíquico del hombre, del poeta, que se había expresado con
los símbolos anteriores. (…)

28 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Nuestros relojes no tienen nada que ver con nuestro
tiempo, realidad última de carácter psíquico, que tampoco
se cuenta ni se mide.
La cita ha sido larga, aunque el reloj no sea uno de los tópicos más
frecuentes en la poesía de Antonio Machado. Sin embargo, puede mostrarnos de
forma clara, como argumento de sentido contrario, el concepto de tiempo
psíquico por oposición al de tiempo mecánico.
La muerte: sus reflexiones sobre la muerte son la derivación lógica de sus
inquietudes sobre el tiempo, considerado éste como el gran exterminador, el
gran homicida. La muerte se manifiesta de continuo: la brevedad e
inconsistencia de la vida, la decadencia de los hombres y de las cosas, de los
elementos de la naturaleza, los signos múltiples de la destrucción, de la
enfermedad, de la guerra, del crimen. Su actitud vital ante ella es también
diversa: desde la angustia personal expresada en tantos poemas de Soledades,
hasta la melancolía e incluso la rebeldía por la muerte de su esposa (…)
Los símbolos relacionados con la muerte son numerosos: el mar, el ocaso,
el otoño, la sombra, la luna El mar simboliza con frecuencia la ciega inmensidad
de la muerte, lugar al que confluyen todos los ríos de la vida, siguiendo la
alegoría de Jorge Manrique. Cada ser, como una ínfima gota de agua, se pierde y
desaparece en la inmensidad del mar-muerte (…)
Un Dios creado: la presencia de Dios en la obra de Antonio Machado es
imprecisa y variable en el tiempo y, sin embargo, ocupa en su pensamiento un
lugar significativo. No es, como en Unamuno, objeto de una búsqueda constante
y dolorosa; ni objeto de indiferencia, como en Azorín; ni tampoco de hostilidad,
como en Baroja. Se trata, casi siempre, de un Dios en el que no se puede creer,
aunque se desee
Cristo: la figura de Cristo es mucho más cercana a Machado que ese ―Dios
entre la niebla‖ que busca sin alcanzar. Jesucristo es en él el paradigma del
hombre, lo que éste tiene de humano y divino, de carne mortal que sueña la
inmortalidad, el triunfo sobre la muerte: ―el que anduvo en la mar‖. Rechaza la
figura mortal del Cristo crucificado de la devoción popular, para cantar al que
vence a la muerte, representación de nuestra ansia de eternidad:
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,

29 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
La saeta
El recuerdo y el sueño: en Machado son muchas veces términos
equivalentes, ya que —salvo algunos poemas en que se relata un sueño tenido o
inventado— normalmente se refiere al soñar despierto con la propia vida. En
Soledades... los caminos del sueño son galerías de espejos donde se refleja la
propia vida, donde el hombre que sueña intenta revelar el secreto de su yo más
íntimo. Las galerías del alma son símbolos predilectos de Machado para
representar esa parte de sí mismo que ignora (…)
El amor: a lo largo de la obra de Antonio Machado se advierte o se intuye
el deseo de amar, la necesidad del amor. Es una presencia constante y, sin
embargo, difícil de precisar en muchos de sus poemas. Esta afirmación es
especialmente válida para su primer libro, en el que, además, no es posible
individualizar este amor en una mujer concreta. Indudablemente es un
sentimiento expreso en muchos poemas de Soledades..., pero la nota
predominante en ellos es la del desengaño o el olvido. Algo parece siempre
alejar, en la imaginación del poeta, el objeto de su amor
No obstante, esas alusiones a amores juveniles ya pasados no parecen
haber dejado en él una huella profunda. Los poemas referidos a las dos pasiones
de su vida ocupan un lugar más importante en su producción: el de su esposa
Leonor, cuya muerte provocaría los más doloridos acentos del poeta, y el amor
otoñal, pero apasionado, a Guiomar.
(…) El tema amoroso referido a Leonor en Campos de Castilla se concreta
en una serie relativamente breve de poemas en los que el tema del amor se halla
indisolublemente unido al de la muerte, el recuerdo y el sueño, además del que
es su inmediato precedente: A un olmo seco [CC – CXV]. En estos poemas, el
recuerdo de su mujer se asocia al paisaje de Soria, evocado desde una lejanía
espacial y temporal que contribuye a vivificarlo.

Antonio Segura Serrano


Fragmentos de ‗‘La obra poética de Antonio Machado‘‘

30 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


26 - OCASO

Era un suspiro lánguido y sonoro


la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.

Pero su seno el mar alzó potente,


y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.

Para mi pobre cuerpo dolorido,


para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,

para mi amarga vida fatigada...


¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar nada...!

31 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


27 - CANTARES

Vino, sentimiento, guitarra y poesía


hacen los cantares de la patria mía.
Cantares...
Quien dice cantares dice Andalucía.

A la sombra fresca de la vieja parra,


un mozo moreno rasguea la guitarra...
Cantares...
Algo que acaricia y algo que desgarra.

La prima que canta y el bordón que llora...


Y el tiempo callado se va hora tras hora.
Cantares...
Son dejos fatales de la raza mora.

No importa la vida, que ya está perdida,


y, después de todo, ¿qué es eso, la vida?...
Cantares...
Cantando la pena, la pena se olvida.

Madre, pena, suerte, pena, madre, muerte,


ojos negros, negros, y negra la suerte...
Cantares...
En ellos el alma del alma se vierte.

Cantares. Cantares de la patria mía,


quien dice cantares dice Andalucía.
Cantares...
No tiene más notas la guitarra mía.

32 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


28 - FIGULINAS

¡Qué bonita es la princesa!


¡qué traviesa!
¡qué bonita
la princesa pequeñita
de los cuadros de Watteau!
Yo la miro, ¡yo la admiro,
yo la adoro!
Si suspira, yo suspiro;
si ella llora, también lloro;
si ella ríe, río yo.
Cuando alegre la contemplo,
como ahora, me sonríe,
...y otras veces su mirada
en los aires se deslíe
pensativa.
¡Si parece que está viva
la princesa de Watteau!
Al pasar la vista, hiere,
elegante,
y ha de amarla quien la viere.
...Yo adivino en su semblante
que ella goza, goza y quiere,
vive y ama, sufre y muere...
como yo.

33 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


29 - CASTILLA

El ciego sol se estrella


en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.
El ciego sol, la sed y la fatiga
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.
Cerrado está el mesón a piedra y lodo.
Nadie responde... Al pomo de la espada
y al cuento de las picas el postigo
va a ceder ¡Quema el sol, el aire abrasa!
A los terribles golpes
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal, responde... Hay una niña
muy débil y muy blanca
en el umbral. Es toda
ojos azules, y en los ojos. lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.
"Buen Cid, pasad. El rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El cielo os colme de venturas...
¡En nuestro mal, oh Cid, no ganáis nada!"
Calla la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: "¡En marcha!"
El ciego sol, la sed y la fatiga...
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.

34 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


30 - DOLIENTES MADRIGALES

Por una de esas raras reflexiones


de la luz, que los físicos
explicarán llenando
de fórmulas un libro...,
Mirándome las manos
-como hacen los enfermos de continuo-,
veo la faceta de un diamante, en una
faceta del diamante de mi anillo,
reflejarse tu cara, mientas piensas
que divago o medito,
o sueño... He descubierto
por azar este medio tan sencillo
de verte y ver tu corazón, que es otro
diamante puro y limpio.
Cuando me muera, déjame
en el dedo este anillo.

Estoy muy mal... Sonrío


porque el desprecio del dolor me asiste,
porque aún miro lo bello en torno mío,
y... por lo triste que es el estar triste.
Pero ya la fontana
del sentimiento mana
tan lenta y sileciosa, que su canto,
sonoro otrora como risa, es llanto.

35 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


31 - RETRATO

Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.


Unos ojos de hastío y una boca de sed...
Lo demás, nada... Vida... Cosas... Lo que se sabe...
Calaveradas, amoríos... Nada grave,
Un poco de locura, un algo de poesía,
una gota del vino de la melancolía...
¿Vicios? Todos. Ninguno... Jugador, no lo he sido;
ni gozo lo ganado, ni siento lo perdido.
Bebo, por no negar mi tierra de Sevilla,
media docena de cañas de manzanilla.
Las mujeres... -sin ser un tenorio, ¡eso no!-,
tengo una que me quiere y otra a quien quiero yo.

Me acuso de no amar sino muy vagamente


una porción de cosas que encantan a la gente...
La agilidad, el tino, la gracia, la destreza,
más que la voluntad, la fuerza, la grandeza...
Mi elegancia es buscada, rebuscada. Prefiero,
a olor helénico y puro, lo "chic" y lo torero.
Un destello de sol y una risa oportuna
amo más que las languideces de la luna
Medio gitano y medio parisién -dice el vulgo-,
Con Montmartre y con la Macarena comulgo...
Y antes que un tal poeta, mi deseo primero
hubiera sido ser un buen banderillero.
Es tarde... Voy de prisa por la vida. Y mi risa
es alegre, aunque no niego que llevo prisa.

36 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


32 - CANTE HONDO

A todos nos han cantado


en una noche de juerga
coplas que nos han matado...

Corazón, calla tu pena;


a todos nos han cantado
en una noche de juerga.

Malagueñas, soleares
y seguiriyas gitanas...
Historias de mis pesares
y de tus horitas malas.

Malagueñas, soleares
y seguiriyas gitanas...

Es el saber popular,
que encierra todo el saber:
que es saber sufrir, amar,
morirse y aborrecer.

Es el saber popular,
que encierra todo el saber.

37 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


33 - SOLEARIYAS

Llorando, llorando,
nochecita oscura, por aquel camino
la andaba buscando.

Conmigo no vengas...
Que la suerte mía por malitos pasos,
gitana me lleva.

¡Mare del Rosario,


cómo yo guardaba el pelito suyo
en un relicario!

¡Qué le voy a hacer...!


Yo te he querío porque te he querío
y te he olvidao porque te olvidé.

Toíto se acaba:
la salú, la alegría, el dinero
y la buena cara.

Yo no sé olvidar...
Yo no sé más que quererte hoy mucho
y mañana más.
Esta agüita fresca...
¡Cómo la tengo en los propios labios
y no puó beberla!

Perdona por Dios...


que otra gitana se llevó las llaves
de mi corazón.

¡Qué gustiyo grande


que las cositas qu tú y yo sabemos
no las sepa nadie!
Eres como el sol:
cuando tú vienes se hace de día
en mi corazón.

No temo a la muerte,
serrana del alma, por perder la vía,

38 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


sino por perderte.

Siéntate a mi vera...,
dame la mano, hermanita mía,
cuéntame tus penas.

Tiene mi chiquilla
los ojitos negros más negros y grandes
que he visto en mi vida.

Que no quieres verme...


De día y de noche, dormía y despierta,
me tienes presente.

34 - UNA NOCHE DE VERANO

Una noche de verano


–estaba abierto el balcón
y la puerta de mi casa–
la muerte en mi casa entró.
Se fue acercando a su lecho
–ni siquiera me miró–,
con unos dedos muy finos,
algo muy tenue rompió.
Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasó
delante de mí. "¿Qué has hecho?"
La muerte no respondió.
Mi niña quedó tranquila
dolido mi corazón,
¡Ay, lo que la muerte ha roto
era un hilo entre los dos!

39 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


35 - EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO (EL GRECO)

Este desconocido es un cristiano


de serio porte y negra vestidura,
donde brilla no más la empuñadura,
de su admirable estoque toledano.

Severa faz de palidez de lirio


surge de la golilla escarolada,
por la luz interior, iluminada,
de un macilento y religioso cirio.

Aunque sólo de Dios temores sabe,


porque el vitando hervor no le apasione
del mundano placer perecedero,
en un gesto piadoso, y noble, y grave,
la mano abierta sobre el pecho pone,
como una disciplina, el caballero.

36 - VERANO

Frutales
cargados.
Dorados
trigales...

Cristales
ahumados.
Quemados
jarales...

Umbría
sequía,
solano...

Paleta
completa:
verano.

40 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


37 - HE ANDADO MUCHOS CAMINOS

He andado muchos caminos,


he abierto muchas veredas,
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto


caravanas de tristeza,
soberbios y melancòlicos
borrachos de sombra negra,

y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina


y va apestando la tierra...

Y en todas partes he visto


gentes que danzan o juegan
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio,


preguntan adònde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,

y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca

Son buenas gentes que viven,


laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.

41 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


38 - EL LIMONERO LÁNGUIDO SUSPENDE

El limonero lánguido suspende


una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...
Es una trade clara,
casi de primavera;
tibia tarde de marzo,
que al hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusiòn cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.

En el ambiente de la tarde flota


ese aroma de ausencia
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazòn: espera.

Ese aroma que evoca los fantasmas


de las fragancias vírgenes y muertas.

Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,


casi de primavera,
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena,
y de la buena albahaca,
que tenía mi madre en sus macetas.

Que tú me viste hundir mis manos puras


en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el fondo de la fuente sueñan...
Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
casi de primavera.

42 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


39 - YO ESCUCHO LOS CANTOS

Yo escucho los cantos


de viejas cadencias,
que los niños cantan
cuando en corro juegan,
y vierten en coro
sus almas que sueñan,
cual vierten sus aguas
las fuentes de piedra:
con monotonías
de risas eternas,
que no son alegres;
con lágrimas viejas,
que no son amargas,
y dicen tristezas,
tristezas de amores
de antiguas leyendas.

En los labios niños,


las canciones llevan
confusa la historia
y clara la pena;
como clara el agua
lleva su conseja
de viejos amores,
que nunca se cuentan.

Jugando, a la sombra
de una plaza vieja,
los niños cantaban...

La fuente de piedra
vertía su eterno
cristal de leyenda.

Cantaban los niños


canciones ingenuas
de un algo que pasa
y que nunca llega:
la historia confusa
y clara la pena.

43 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Seguía su cuento
la fuente serena.
Borrada la historia,
contaba la pena.

40 - ORILLAS DEL DUERO

Se ha asomado una cígüeña a lo alto del campanario.


Girando en torno a la torre y al caseròn solitarío;
ya las golondrinas chillan. Pasaron del blanco invierno,
de nevascas y ventiscas los crudos soplos de infierno.
Es una tibia mañana.
El sol calienta un poquito la pobre tierra soriana.

Pasados los verdes pinos,


casi azules, primavera
se ve brotar en los finos
chopos de la carretera
y del río. El Duero corre, terso y mudo, mansamente.
El campo parece, más que joven, adolescente.

Entre las hierbas, alguna humilde flor ha nacido,


azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
y mística primavera!

¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera,


espuma de la montaña
ante la azul lejanía;
sol del día, claro día!
¡Hermosa tierra de España!

44 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


41 - YO VOY SOÑANDO CAMINOS

Yo voy soñando caminos


de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! ...
¿Adònde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
«En el corazòn tenía
la espina de una pasiòn;
logré arrancármela un día,
ya no siento el corazòn.»

Y todo el campo un momento


se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;


y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:


«Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazòn clavada.»

45 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


42 - PRELUDIO

Mientras la sombra pasa de un santo amor, hoy quiero


poner un dulce salmo sobre mi viejo atril.
Acordaré las notas del órgano severo
al suspirar fragante del pífano de abril.

Madurarán su aroma las pomas otoñales;


la mirra y el incienso salmodiarán su olor;
exhalarán su fresco perfume los rosales,
bajo la paz en sombra del tibio huerto en flor.

Al grave acorde lento de música y aroma,


la sola y vieja y noble razón de mi rezar
levantará su vuelo suave de paloma,
y la palabra blanca se elevará al altar.

43 - ME DIJO UN ALBA DE LA PRIMAVERA

Me dijo un alba de la primavera:


—Yo florecí en tu corazón sombrío
ha muchos años, caminante viejo
que no cortas las flores del camino.

Tu corazón de sombra, ¿acaso guarda


el viejo aroma de mis viejos lirios?
¿Perfuman aun mis rosas la alba frente
del hada de tu sueño adamantino?

Respondí a la mañana:
—Sólo tienen cristal los sueños míos.
Yo no conozco el hada de mis sueños,
ni sé si está mi corazón florido.

Pero si aguardas la mañana pura


que ha de romper el vaso cristalino,
quizás el hada te dará tus rosas;
mí corazón, tus lirios.

46 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


44 - ABRIL FLORECÍA

Abril florecía
frente a mi ventana.
Entre los jazmines
y las rosas blancas
de un balcón florido
vi las dos hermanas.
La menor cosía;
la mayor hilaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas,
la más pequeñita,
risueña y rosada
—su aguja en el aire—,
miró a mi ventana.

La mayor seguía,
silenciosa y pálida,
el huso en su rueca
que el lino enroscaba.
Abril florecía
frente a mi ventana.

Una clara tarde


la mayor lloraba
entre los jazmines
y las rosas blancas,
y ante el blanco lino
que en su rueca hilaba.

—¿Qué tienes—le dije—,


silenciosa pálida?
Señaló el vestido
que empezó la hermana.
En la negra túnica
la aguja brillaba;
sobre el blanco velo,
el dedal de plata.
Señaló la tarde
de abril que soñaba,
mientras que se oía

47 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


tañer de campanas.
Y en la clara tarde
me enseñó sus lágrimas...
Abril florecía
Frente a mi ventana.

Fue otro abril alegre


y otra tarde plácida.
El balcón florido
solitario estaba...
Ni la pequeñita
risueña y rosada,
ni la hermana triste,
silenciosa y pálida,
ni la negra túnica,
ni la toca blanca...
Tan sólo en el huso
el lino giraba
por mano invisible,
y en la oscura sala
la luna del limpio
espejo brillaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas
del balcón florido
me miré en la clara
luna del espejo
que lejos soñaba...
Abril florecía
frente a mí ventana.

48 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


45 - ME DIJO UNA TARDE

Me dijo una tarde


de la primavera:
Si buscas caminos
en flor en la tierra,
mata tus palabras
y oye tu alma vieja.
Que el mismo albo lino
que te vista sea
tu traje de duelo,
tu traje de fiesta.
Ama tu alegría
y ama tu tristeza,
si buscas caminos
en flor en la tierra.
Respondí a la tarde
de la primavera:

—Tú has dicho el secreto


que en mi alma reza:
yo odio la alegría
por odio a la pena.
Mas antes que pise
tu florida senda,
quisiera traerte
muerta mi alma vieja.

49 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


46 - ERA UNA MAÑANA Y ABRIL SONREÍA

Era una mañana y abril sonreía.


Frente al horizonte dorado moría
la luna, muy blanca y opaca; tras ella,
cual tenue ligera quimera, corría
la nube que apenas enturbia una estrella.

Como sonreía la rosa mañana,


al sol del oriente abrí mi ventana;
y en mi triste alcoba penetró el oriente
en canto de alondras, en risa de fuente
y en suave perfume de flora temprana.

Fue una clara tarde de melancolía.


Abril sonreía. Yo abrí las ventanas
de mi casa al viento... El viento traía
perfumes de rosas, doblar de campanas...

Doblar de campanas lejanas, llorosas,


suave de rosas aromado aliento...
...¿Dónde están los huertos floridos de rosas?
¿Qué dicen las dulces campanas al viento?

Pregunté a la tarde de abril que moría:


—¿Al fin la alegría se acerca a mi casa?
La tarde de abril sonrió: —La alegría
pasó por tu puerta-y luego, sombría—:
Pasó por tu puerta. Dos veces no pasa.

50 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


47 - ANOCHE CUANDO DORMÍA

Anoche cuando dormía


soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía


soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía


soñé, ¡bendita ilusión!,
que un sol ardiente lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía


soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.

51 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


48 - RETRATO

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla


y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido


—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—;
mas recibí la flecha que me asignó Cupido
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,


pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética


corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos


y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera


mi verso como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo


—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.


A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

52 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Y cuando llegue el día del último viaje
y esté a partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

49 - A UN OLMO SECO

Al olmo viejo, podrido por el rayo


y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina


que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores


que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,


con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas, de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

53 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


50 - NUNCA PERSEGUÍ LA GLORIA

Nunca perseguí la gloria


ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.

54 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


JORGE LUIS BORGES

51 - 1.964
52 - A UN GATO
53 - AFTERGLOW
54 - AL VINO
55 - AMOROSA ANTICIPACION
56 – AUSENCIA
57 - DESPEDIDA
58 - EL AMENAZADO
59 - EL COMPLICE
60 - LO PERDIDO
61 - EL ENAMORADO
62 - EL INSTANTE
63 – EL GOLEM
64 - EL INGENUO
65 - EL MAR
66 - EL REMORDIMIENTO
67 - EL SUEÑO
68 - EVERNESS
69 - FINAL DE AÑO
70 - LA ROSA
71 - VERSOS DE CATORCE
72 - UNA DESPEDIDA
73 - UNA ROSA
74 - LABERINTO
75 - SOY

55 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Jorge Luis Borges (1899-1986)

“…Pero ya está en su sangre, porque lo mismo que los hombres de otras


naciones veneran y presienten el mar, así nosotros (también el hombre que
entreteje estos símbolos) ansiamos la llanura inagotable que resuena bajo los
cascos…” 2
Cosmopolita, europeo por adopción, erudito hasta el filo de sus propios
laberintos, nada dejará de remitirnos al ser nacional, a la argentinidad como la
obra de Jorge Luis Borges. Esas estructuras discursivas complejas y perfectas
que nos recuerdan los mecanismos sincronizados de los relojes suizos, de esa
Suiza que tanto amó. No falta absolutamente nada: los relojes, los tigres, los
espejos, el desierto de la arena, la rosa y la biblioteca. Todo parece de otro y, sin
embargo, todo habla de él. Y de nosotros. Nada lo alude y todo nos pertenece.
Nada lo define pero todos somos en la palabra del autor.
Su arribo al mundo literario fue de la mano del ultraísmo, un movimiento
surgido con el fragor de los conflictos en España y que fue muy bien recibido en
este país. Pretendía, el ultraísmo, comunicar estados anímicos de manera
sintética, rechazando de esta manera el hilo argumental o anecdótico, propio del
modernismo. Así, las relaciones insólitas, las comparaciones que descartan los
estados de ánimos estereotipados, la acumulación de adjetivos y la construcción
ajena de ideas clásicas son el columpio perfecto para la palabra de esta nueva
lírica, de la que Borges no se desentendió.
Y es esta novedosa manera de representar la realidad la que contiene el
volumen lírico del poeta, que sintió que los arrabales, los compadritos y los
patios de un Buenos Aires que crecía con el sudor de los inmigrantes era la
physis genuina de su poética.
Así llegaron ―Fervor de Buenos Aires‖, en 1923; ―Luna de enfrente‖, en
1925 y ―Cuadernos San Martín‖, 1929 para pintar: ―…los barrios, las calles, las
esquinas, los negocios, las fiestas populares, los momentos del día, los juegos,
las muertes, los personajes históricos y los cotidianos; y todo ello a través del
verso libre y la metáfora audaz…‖ 3

2
BORGES, Jorge Luis. “El Aleph”, 1988. (“El muerto”)
3
FRASCHINI, Alfredo. “Panorama de la literatura Argentina”, Bs. As., 2001, pág. 145.

56 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Y así, a la luz de la palabra se describió, desde el universo ficcional de
Borges, la sombra de nuestro ser nacional, aquellos que cincelaba, en los albores
del siglo XX, el fuego de nuestra identidad. Sin desmedro de esa perspectiva tan
universal y tan común a los hombres que es preguntarnos sobre el misterio de
nuestra existencia. Tan propio de la poesía. Tan propio de Borges.
Ver en la muerte el sueño, en el ocaso
Un triste oro, tal es la poesía
Que es inmortal y pobre. La poesía
Vuelve como la aurora y el ocaso.
………………………………………………
También es como el río interminable
Que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
Y es otro, como el río interminable.
(Arte Poética) 4

María Elena González

EVOLUCION DE LA POESIA BORGIANA

(…) En 1923, fecha de aparición de su primer libro de versos, Borges hacía


dos años que había regresado de su primer viaje a Europa: tenía 24 años y el
conocimiento de las nuevas tendencias europeas de vanguardia, en especial del
expresionismo alemán. (…)
Después de las callejas de Ginebra y el esplendor natural de Mallorca,
Borges descubre América. La ciudad es el laberinto en el que se perderá para
sentirse uno y unido a la tierra en que nació: «Las calles de Buenos Aires / ya
son la entraña de mi alma», dicen los primeros versos de su libro inicial,
titulado precisamente Fervor de Buenos Aires. Son calles modestas, calles de
arrabal ‗‘donde austeras casitas apenas se aventuran -dice- / hostilizadas por
inmortales distancias / a entrometerse en la honda visión / hecha de gran llanura y
mayor cielo‘‘. En el cálido tono del poeta se entremezclan figuras y colores de
4
BORGES, Jorge Luis. “Obras completas”, Bs. As., 1974.

57 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Buenos Aires, la Recoleta, el Jardín Botánico, la plaza San Martín, Villa Urquiza.
Allí están sus pasatiempos y su historia: el truco y el tirano Rosas, y desde allí,
desde sus límites que se pierden desganadamente en la llanura, intuye la
inmensidad americana: la pampa vista en «el traspatio de una casa de Buenos
Aires», acurrucada en ‗‘lo profundo de una brusca guitarra». «Vi el único lugar
de la tierra / donde puede caminar Dios a sus anchas‘‘, dice, sabiendo que la
ternura puede disculpar su exageración. Y en la madrugada, donde la visión
nocturna de la ciudad le rememora ‗‘la tremenda conjetura / de Schopenhauer y de
Berkeley / que declara que el mundo / es una actividad de la mente, / un sueño de las
almas / sin base ni propósito ni volumen‘‘, cuando solo algunos trasnochadores
conservan la imagen de las calles, cuando son pocos los que sueñan el mundo, la
visión apocalíptica irrumpe en su metafísico contemplar: ‗‘Hora en que el sueño
pertinaz de la vida -dice- corre peligro de quebranto, / hora en que le sería fácil a Dios /
matar del todo su obra!‘‘.
La pasión del poeta por su ciudad se explaya en sus tres primeros libros de
poesía, publicados entre 1923 y 1929: Fervor de Buenos Aires, Luna de enfrente
y Cuaderno San Martín. «Yo soy el único espectador de esta calle, / si dejara de
verla se moriría», dice con fervor. Y en los versos iniciales de otra composición
proclama: «La ciudad está en mí como un poema / que no he logrado detener en
palabras». Noches olorosas como «un mate curado», muchachas con ojos
«hondos como parrales», la ciudad entera está signada para el poeta por una luz
metafísica en la que el tiempo es una obsesión y donde Dios, el azar y la muerte
inspiran estructuras minuciosas y logradas. ‗‘Esta ciudad que yo creí mi pasado /
es mi porvenir, mi presente: / los años que he vivido en Europa son ilusorios, / yo he
estado siempre (y estaré) en Buenos Aires».
(…) Este joven que siente el pavor de la belleza, este hombre que llega de
Europa, y renueva el lenguaje de la poesía y la prosa argentinas, está destinado
también a introducir otro cambio profundo: Borges es, tal vez junto con
Martínez Estrada, el primer poeta argentino en quien la inquietud metafísica se
manifiesta casi en cada poema.
(…) En pocos versos puede describirnos su vida, como en «Casi juicio final»
o en «Mi vida entera», y puede hacerlo dejando sensación de veracidad,
fortaleciéndose en cada línea, como si todo lo vivido hubiera estado sellado con

58 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


ese destino único de perpetuación en unas palabras, palabras que simplemente
relacionan hechos no concretos pero que expresan vivencias decisivas
(…) En el tercer libro de poemas de Borges, Cuaderno San Martín,
aparecido en 1929, irrumpe ya la más famosa composición del período inicial de
su creación: se trata de «La fundación mitológica de Buenos Aires». Es allí
donde imagina que la ciudad se fundó en su barrio, Palermo, y que en un
principio solo existió la manzana donde alguna vez vivió. Poema chacotón, en el
que no falta el almacén rosado, el organito de comienzos de siglo, el corralón, el
piano que gemía tangos, el truco entre un duelo de sentencias, más conversado
que jugado, tiene un aire límpido y liviano, como si fuera vano pensar en el
nacimiento de la ciudad: «A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires: /
la juzgo tan eterna como el agua y el aire».
(…) Muchos años pasaron, después de Cuaderno San Martín, sin que
Borges publicara poemas. (…) Sólo a partir de 1953, cuando comienza a
quedarse ciego, Borges regresa definitivamente a la poesía: en 24 años apenas
ha escrito media docena de poemas.
(…) Los temas que el poeta tratará a partir de 1953 se encuentran ya
prefigurados en su poema «Mateo XXV, 30». Allí, sobre un puente ferroviario,
entre el fragor de trenes que tejen laberintos de hierro, el poeta siente una voz
infinita que los enumera: «Estrellas, pan, bibliotecas orientales y occidentales, /
naipes, tableros de ajedrez, galerías, claraboyas y sótanos ...». También están ahí
los espejos, las batallas de sus antepasados, el amor, el sueño y la memoria. «Todo eso
te fue dado -dice-, y también / el antiguo alimento de los héroes: la falsía, la derrota, la
humillación. / En vano te hemos prodigado el océano, / en vano el sol, que vieron los
maravillados ojos de Whitman: / has gastado los años y te han gastado, / y todavía no
has escrito el poema».
(…) Ese poema estaba prefigurado ya en el «Poema conjetural», inspirado
en la figura de Francisco Narciso de Laprida quien, luego de presidir el
Congreso de Tucumán, fue muerto por las montoneras de Aldao. Esta forma de
monólogo histórico, copiada después por sucesivas generaciones de poetas, es
una invención feliz de Borges.
(…) Estos son algunos de los motivos esenciales de la primera etapa de la
poesía borgeana. Aunque la obra narrativa y ensayística realizada por el autor

59 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


de Ficciones lo haya hecho olvidar, el centro de su creación literaria fue siempre
la poesía, primera expresión de su genio y también la última. Cerca ya de los
sesenta años, el poeta inició una despedida de las cosas, un nostálgico adiós a lo
amado y perdido: ‗‘Creo en el alba oír un atareado rumor de multitudes que se alejan;
/ son lo que me ha querido y olvidado: / espacio y tiempo y Borges ya me dejan‘‘. El
Borges que es «el otro», como lo dijo en El hacedor, permanecía unido a aquel
joven que cantó la ciudad con pasión: ‗‘Hace años yo traté de librarme de él y pasé
de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos
juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas‘‘.
Hay un extenso camino por recorrer en la poesía de Borges. La pasión del
poeta se multiplica más tarde y su poesía acumula temas y momentos felices, se
disuelve también en literatura y memorias de lo leído. Pero siempre estará en él
la ciudad como una sombra vivida y desvivida. «Buenos Aires, yo sigo caminando /
por tus esquinas, sin por qué ni cuándo», escribe en «New England, 1967», a los 68
años. Y es esa Buenos Aires la secreta llama que iluminó la vida del poeta ciego,
la luz que en la noche de su ceguera le otorgó las apasionadas vivencias de la
poesía y lo liberó de su mayor padecimiento: «la prolijidad de lo real».
Y mientras «espacio y tiempo y Borges» ya nos dejan, nos queda su poesía,
la poesía con que un muchacho de veinticuatro años redescubrió su patria, y ese
solo acto justifica una vida, vida que sintetizó con singular clarividencia en
versos memorables, versos que todavía parecen resplandecer desde la lejanía del
remoto pasado en que fueron escritos y que tienen el sello de un creador que en
un instante de su vida, en un momento de su plena juventud, imaginó en ellos
todo lo que había sido y sería su existencia, quizás equivocándose, pero
sintiéndose no más ni menos que un ser exactamente igual a los demás seres:
«Creo profundamente que eso es todo y que ni veré ni ejecutaré cosas nuevas. / Creo
que mis jornadas y mis noches se igualan en pobreza y en riqueza a las de Dios y a las
de todos los hombres».
Horacio Armani5

5 Homenaje a Jorge Luis Borges, Anejos del Boletín de la Academia Argentina de Letras

60 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


51 - 1.964

I
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines: Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.


Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde ( repites vanamente )


sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.


Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una


oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste


y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo me queda el goce de estar triste,


esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

61 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


52 - A UN GATO

No son más silenciosos los espejos


Ni más furtiva el alba aventurera;
Eres, bajo la luna, esa pantera
Que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
Divino, te buscamos vanamente;
Más remoto que el Ganges y el poniente,
Tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
Caricia de mi mano.
Has admitido,
Desde esa eternidad que ya es olvido,
El amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás.
Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.

53 - AFTERGLOW

Siempre es conmovedor el ocaso


por indigente o charro que sea,
pero más conmovedor todavía
es aquel brillo desesperado y final
que herrumbra la llanura
cuando el sol último se ha hundido.
Nos duele sostener esa luz tirante y distinta,
esa alucinación que impone al espacio
el unánime miedo de la sombra
y que cesa de golpe
cuando notamos su falsía,
como cesan los sueños
cuando sabemos que soñamos.

62 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


54 - AL VINO

En el bronce de Homero resplandece tu nombre,


negro vino que alegras el corazón del hombre.
Siglos de siglos hace que vas de mano en mano
desde el ritón del griego al cuerno del germano.

En la aurora ya estabas. A las generaciones


les diste en el camino tu fuego y tus leones.
Junto a aquel otro río de noches y de días
corre el tuyo que aclaman amigos y alegrías.

Vino que como un Eufrates patriarcal y profundo


vas fluyendo a lo largo de la historia del mundo.
En tu cristal que vive nuestros ojos han visto
una roja metáfora de la sangre de Cristo.

En las arrebatadas estrofas del sufí


eres la cimitarra, la rosa y el rubí.
Que otros en tu Leteo beban un triste olvido;
yo busco en ti las fiestas del fervor compartido.

Sésamo con el cual antiguas noches abro


y en la dura tiniebla, dádiva y candelabro.
Vino del mutuo amor o la roja pelea,
alguna vez te llamaré. Que así sea.

55 - AMOROSA ANTICIPACION

Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta


ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso
y tácito de niña,
ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios
serán favor tan misterioso
como mirar tu sueño implicado
en la vigilia de mis brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria
del sueño,
quieta y resplandeciente como una dicha que
la memoria elige,
me darás esa orilla de tu vida que tu misma no tienes.
Arrojado a quietud,
divisaré esa playa última de tu ser
y te veré, por vez primera, quizá,
como Dios ha de verte,
desbaratada la ficción del Tiempo,
sin el amor, sin mí.

63 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


56 - AUSENCIA

Habré de levantar la vasta vida


que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nichos de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas;
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

57 - DESPEDIDA

Entre mi amor y yo han de levantarse


trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.


¡Oh tardes merecidas por la pena!
Noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo....
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.

64 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


58 - EL AMENAZADO

Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.

Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La


hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición el aprendizaje de las palabras que usó
el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
intemporal, el sabor del sueño?

Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.


Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
sombra no ha traído la paz.
Es ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.

Ya los ejércitos que cercan, las hordas.


(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

59 - EL COMPLICE

Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.


Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira.
Me incendian y yo debo ser el infierno.
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
Soy el poeta.

65 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


60 - LO PERDIDO

¿Dónde estará mi vida, la que pudo


haber sido y no fue, la venturosa
o la de triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo

y que no fue? ¿Dónde estará el perdido


antepasado persa o el noruego,
dónde el azar de no quedarme ciego,
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido

de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura


noche que al rudo labrador confía
el iletrado y laborioso día,

según lo quiere la literatura?


Pienso también en esa compañera
que me esperaba, y que tal vez me espera.

61 - EL ENAMORADO

Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,


lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.

Debo fingir que en el pasado fueron


Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.

Debo fingir las armas y la pira


de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.

Debo fingir que hay otros. Es mentira.


Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.

66 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


62 - EL INSTANTE

¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño


de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron,
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?

El presente está solo. La memoria


erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
no es menos vano que la vana historia.

Entre el alba y la noche hay un abismo


de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados

espejos de la noche no es el mismo.


El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.

67 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


63 – EL GOLEM

Si (como el griego afirma en el Cratilo)


el nombre es arquetipo de la cosa,
en las letras de rosa está la rosa
y todo el Nilo en la palabra Nilo.

Y, hecho de consonantes y vocales,


habrá un terrible Nombre, que la esencia
cifre de Dios y que la Omnipotencia
guarde en letras y sílabas cabales.

Adán y las estrellas lo supieron


en el Jardín. La herrumbre del pecado
(dicen los cabalistas) lo ha borrado
y las generaciones lo perdieron.

Los artificios y el candor del hombre


no tienen fin. Sabemos que hubo un día
en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
en las vigilias de la judería.

No a la manera de otras que una vaga


sombra insinúan en la vaga historia,
aún está verde y viva la memoria
de Judá León, que era rabino en Praga.

Sediento de saber lo que Dios sabe,


Judá León se dio a permutaciones
de letras y a complejas variaciones
y al fin pronunció el Nombre que es la Clave,

la Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,


sobre un muñeco que con torpes manos
labró, para enseñarle los arcanos
de la Letras, del Tiempo y del Espacio.

El simulacro alzó los soñolientos


párpados y vio formas y colores
que no entendió, perdidos en rumores
y ensayó temerosos movimientos.
Gradualmente se vio (como nosotros)
aprisionado en esta red sonora
de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.

(El cabalista que ofició de numen


a la vasta criatura apodó Golem;
estas verdades las refiere Scholem

68 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


en un docto lugar de su volumen.)

El rabí le explicaba el universo:


Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga
y logró, al cabo de años, que el perverso
barriera bien o mal la sinagoga.

Tal vez hubo un error en la grafía


o en la articulación del Sacro Nombre;
a pesar de tan alta hechicería,
no aprendió a hablar el aprendiz de hombre.

Sus ojos, menos de hombre que de perro


y harto menos de perro que de cosa,
seguían al rabí por la dudosa
penumbra de las piezas del encierro.

Algo anormal y tosco hubo en el Golem,


ya que a su paso el gato del rabino
se escondía. (Ese gato no está en Scholem
pero, a través del tiempo, lo adivino.)

Elevando a su Dios manos filiales,


las devociones de su Dios copiaba
o, estúpido y sonriente, se ahuecaba
en cóncavas zalemas orientales.

El rabí lo miraba con ternura


y con algún horror. ¿Cómo (se dijo)
pude engendrar este penoso hijo
y la inacción dejé, que es la cordura?

¿Por qué di en agregar a la infinita


serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
madeja que en lo eterno se devana,
di otra causa, otro efecto y otra cuita?

En la hora de la angustia y de luz vaga,


en su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?

69 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


64 - EL INGENUO

Cada aurora -nos dicen- maquina maravillas


capaces de torcer la más terca fortuna;
hay pisadas humanas que han medido la luna
y el insomnio devasta los años y las millas.

En el azul acechan públicas pesadillas


que entenebran el día. No hay en el orbe una
cosa que no sea otra, o contraria, o ninguna.
A mí sólo me inquietan las sorpresas sencillas.

Me asombra que una llave pueda abrir una puerta,


me asombra que mi mano sea una cosa cierta,
me asombra que del griego la eleática saeta

instantánea no alcance la inalcanzable meta,


me asombra que la espada cruel pueda ser hermosa,
y que la rosa tenga el olor de la rosa.

65 - EL MAR

Antes que el sueño (o el terror) tejiera


mitologías y cosmogonías,
antes que el tiempo se acuñara en días,
el mar, el siempre mar, ya estaba y era.

¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento


y antiguo ser que roe los pilares
de la tierra y es uno y muchos mares
y abismo y resplandor y azar y viento?

Quien lo mira lo ve por vez primera,


siempre. Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas

tardes, la luna, el fuego de una hoguera.


¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
ulterior que sucede a la agonía.

70 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


66 - EL REMORDIMIENTO

He cometido el peor de los pecados


que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego


arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente


se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.


No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.

67 - EL SUEÑO

Si el sueño fuera (como dicen) una


tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?
¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?

71 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


68 - EVERNESS

Sólo una cosa no hay. Es el olvido.


Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido

Ya todo está. Los miles de reflejos


que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.

Y todo es una parte del diverso


cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores

y las puertas se cierran a tu paso;


sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.

69 - FINAL DE AÑO

Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.

72 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


70 - LA ROSA

La rosa,
la inmarcesible rosa que no canto,
la que es peso y fragancia,
la del negro jardín en la alta noche,
la de cualquier jardín y cualquier tarde,
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia,
la rosa de los persas y de Ariosto,
la que siempre está sola,
la que siempre es la rosa de las rosas,
la joven flor platónica,
la ardiente y ciega rosa que no canto,
la rosa inalcanzable.

71 - VERSOS DE CATORCE

A mi ciudad de patios cóncavos como cántaros


y de calles que surcan las leguas como un vuelo,
a mi ciudad de esquinas con aureola de ocaso
y arrabales azules, hechos de firmamento,
a mi ciudad que se abre clara como una pampa,
yo volví de las viejas tierras antiguas del Occidente
y recobré sus casas y la luz de sus casas
y la trasnochadora luz de los almacenes

y supe en las orillas, del querer, que es de todos


y a punta de poniente desangré el pecho en salmos
y canté la aceptada costumbre de estar solo
y el retazo de pampa colorada de un patio.

Dije las calesitas, noria de los domingos,


y el paredón que agrieta la sombra de un paraíso,
y el destino que acecha tácito, en el cuchillo,
y la noche olorosa como un mate curado.

Yo presentí la entraña de la voz las orillas,


palabra que en la tierra pone el azar del agua
y que da a las afueras su aventura infinita
y a los vagos campitos un sentido de playa.
Así voy devolviéndole a Dios unos centavos
del caudal infinito que me pone en las manos.

73 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


72 - UNA DESPEDIDA

Tarde que socavó nuestro adiós.


Tarde acerada y deleitosa y monstruosa como un
ángel oscuro.
Tarde cuando vivieron nuestros labios en la desnuda
intimidad de los besos.
El tiempo inevitable se desbordaba sobre el abrazo inútil.
Prodigábamos pasión juntamente, no para nosotros
sino para la soledad ya inmediata.
Nos recha zó la luz; la noche había llegado con urgencia.
Fuimos hasta la verja en esa gravedad de la sombra
que ya el lucero alivia.
Como quien vuelve de un perdido prado yo volví de
tu abrazo.
Como quien vuelve de un país de espadas yo volví
de tus lágrimas.
Tarde que dura vívida como un sueño
entre las otras tardes.
Después yo fui alcanzando y rebasando
noches y singladuras.

73 - UNA ROSA

De las generaciones de las rosas


que en el fondo del tiempo se han perdido
quiero que una se salve del olvido,
una sin marca o signo entre las cosas

que fueron. El destino me depara


este don de nombrar por vez primera
esa flor silenciosa, la postrera
rosa que Milton acercó a su cara,

sin verla. Oh tú bermeja o amarilla


o blanca rosa de un jardín borrado,
deja mágicamente tu pasado

inmemorial y en este verso brilla,


oro, sangre o marfil o tenebrosa
como en sus manos, invisible rosa.

74 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


74 - LABERINTO

No habrá nunca una puerta. Estás adentro


y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.

No esperes que el rigor de tu camino


que tercamente se bifurca en otro,
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino

como tu juez. No aguardes la embestida


del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña

de interminable piedra entretejida.


No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.

75 - SOY

Soy el que sabe que no es menos vano


que el vano observador que en el espejo
de silencio y cristal sigue el reflejo
o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.

Soy, tácitos amigos, el que sabe


que no hay otra venganza que el olvido
ni otro perdón. Un dios ha concedido
al odio humano esta curiosa llave.

Soy el que pese a tan ilustres modos


de errar, no ha descifrado el laberinto
singular y plural, arduo y distinto,

del tiempo, que es de uno y es de todos.


Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.

75 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


MIGUEL HERNANDEZ

76 - TODO ERA AZUL


77 - YO NO QUIERO MÁS LUZ QUE TU CUERPO ANTE EL MÍO
78 - MUERTE NUPCIAL
79 - NANAS DE LA CEBOLLA
80 - MIS OJOS, SIN TUS OJOS, NO SON OJOS
81 - YA SE DESEMBARAZA Y SE DESMEMBRA
82 - FUERA MENOS PENADO, SI NO FUERA
83 - ME TIRASTE UN LIMÓN Y TAN AMARGO
84 - POR TU PIE, LA BLANCURA MÁS BAILABLE
85 - ¿RECUERDAS AQUEL CUELLO, HACES MEMORIA
86 - TE ME MUERES DE CASTA Y DE SENCILLA
87 - TENGO ESTOS HUESOS HECHOS A LAS PENAS
88 - TU CORAZÓN UNA NARANJA HELADA
89 - EN EL FONDO DEL HOMBRE
90 - BESARSE, MUJER
91 - EL AMOR ASCENDÍA ENTRE NOSOTROS
92 - LLEGÓ TAN HONDO EL BESO
93 - MENOS TU VIENTRE TODO ES CONFUSO
94 - ORILLAS DE TU VIENTRE
95 - ROPAS CON SU OLOR
96 - TRISTES GUERRAS
97 - TUS OJOS SE ME VAN
98 - CASIDA DEL SEDIENTO
99 - CERCA DEL AGUA TE QUIERO LLEVAR
100 - ME SOBRA EL CORAZÓN

76 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


EL POETA DE LA LUZ

Breve biografía de una vida intensa6: Miguel Hernández nace en Orihuela,


un pequeño pueblo del Levante español, el 30 de octubre de 1910, hijo de un
contratante de ganado, su niñez y adolescencia transcurren por la luminosa
sierra oriolana, pequeño pastor contempla maravillado los misterios de la
naturaleza: la luna y las estrellas, la lluvia, la fecundación de los animales. Por
las tardes ordeña las cabras y se dedica a repartir la leche por el vecindario.
Asiste a la Escuela del Ave María, donde estudia gramática, aritmética, geografía
y religión. En 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio
para volver a conducir cabras por las cercanías de Orihuela.
Sus primeras lecturas nos hablan de Miró, Zorrilla, Rubén Darío,
iniciándolo en la precoz intención de la poesía, escribe sencillos versos a la
sombra de un árbol realizando sus primeros experimentos poéticos. Conocerá
en esos años Ramón Sijé, joven estudiante de derecho, de fuerte influencia
sobre el Miguel de esos años, le orienta en sus lecturas, le guía hacia los clásicos,
la poesía religiosa y le alienta a proseguir su actividad creadora. El mundo de
sus lecturas se amplía. El joven pastor va llevando a cabo un maravilloso
esfuerzo de autoeducación con libros que consigue en la biblioteca del Círculo
de Bellas Artes, poco a poco irá leyendo a los grandes autores del Siglo de Oro:
Cervantes, Lope, Calderón, Góngora y Garcilaso, junto con algunos autores
como Juan Ramón y Antonio Machado. En 1930 Miguel Hernández publica
poemas en el semanario El Pueblo de Orihuela y el diario El Día de Alicante.
En diciembre de 1931 viaja a Madrid con un puñado de poemas y unas
recomendaciones, publica en las revistas literarias, La Gaceta Literaria y
Estampa y piden un empleo o apoyo oficial para el "cabrero-poeta", las
semanas pasan y, a pesar de la ayuda de un puñado de amigos del terruño tiene
que volverse fracasado a Orihuela. Pero al menos ha podido tomarle el pulso a
los gustos literarios de la capital que le inspiran su libro Perito en lunas (1933),
donde coloca muestras de una invencible voluntad.

6Algunos datos fueron extraídos de http://mhernandez.narod.ru/poesia.htm,


http://www.miguelhernandezvirtual.es http://www.epdlp.com/escritor y
http://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias

77 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


De regreso a Orihuela, conoce a Josefina Manresa y se enamora de ella.
Sus vivencias amorosas van hallando formulación lírica en una serie de sonetos
que desembocarán en El rayo que no cesa (1936). Se lanza al segundo intento
de conquistar Madrid en la primavera de 1934. Allí se mantiene con un empleo
que se trata de recoger datos y redactar historias de toreros.
Sus cartas abundan en quejas sobre la pensión, rencillas de escritores,
intrigas, el ruido y el tráfico. Así es que en cuanto le es posible vuelve a su
pueblo para charlar con los amigos, comer fruta a satisfacción y bañarse en el
río. Aunque lentamente, va creándose en Madrid su círculo de amigos: Alberti,
Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda.
Si Ramón Sijé y los amigos de Orihuela le llevaron a su orientación
clasicista, a la poesía religiosa y al teatro sacro, Neruda y Aleixandre lo iniciaron
en el surrealismo y le sugirieron, de palabra o con el ejemplo, las formas
poéticas revolucionarias y la poesía comprometida, influyendo, sobre todo
Neruda y Alberti, en la ideología social y política del joven poeta provinciano.
El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 le obliga a tomar una
decisión. Miguel Hernández, sin dar lugar a dudas, luchara por la República.
No solamente entrega toda su persona, sino que también su creación lírica se
trueca en arma de denuncia, testimonio, instrumento de lucha ya entusiasta, ya
silenciosa y desesperada.
En plena guerra logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de
marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar al
frente de Jaén. Es una vida agitadísima de continuos viajes y actividad literaria
que sumada a la tensión de la guerra le ocasionan una anemia cerebral aguda
que le obliga por prescripción médica a retirarse a Cox para reponerse. Varias
obritas de Teatro en la guerra y dos libros de poemas que han quedado como
testimonios de la tragedia: Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939).
En la primavera de 1939, la derrota republicana es un hecho, Miguel
intenta cruzar la frontera portuguesa y es devuelto a las autoridades españolas.
Así comienza su larga peregrinación por cárceles: Sevilla, Madrid. A mediados
de septiembre de 1939, increíblemente es puesto en libertad. Su amor por los
suyos lo lleva fatídicamente a Orihuela, donde es encarcelado de nuevo.

78 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


El poeta trajina desolado por las cárceles de Madrid, Ocaña, Alicante,
hasta que en su indefenso organismo se declara una "tuberculosis pulmonar
aguda" que se extiende a ambos pulmones, alcanzando proporciones tan
alarmantes que hasta el intento de trasladarlo al Sanatorio Penitenciario de
Porta Coeli resulta imposible. Entre dolores tremendos, hemorragias agudas,
golpes de tos, Miguel Hernández se va consumiendo inexorablemente. El 28 de
marzo de 1942 expira a los treinta y un años de edad.
Palabras sobre el poeta: es tal vez, el más apasionado exponente de la
llamada Generación del 38, poeta vital, toda su obra es testimonio de su vida,
pura pasión desde la luz a la oscuridad, de los sentimientos a la sangre, siempre
el hombre y sus luchas (por la libertad) serán el motivo de su escritura militante.
Se sostiene respecto a su obra poética que ‗‘es el reflejo de un mundo
transfigurado, la transformación poética de una fuerte realidad‘‘ poesía de la
infancia que torna al mundo adulto a través del dolor, la pasión y la muerte.
Lector precoz y voraz, Antonio Segura Serrano7, nos acerca, este
testimonio de Vicente Sanabria, refiriéndose a su hermano Francisco, amigo de
Hernández ‗‘ mi hermano le acompañaba contento porque siempre encontraba
algún beneficio, y era seguro que compartía la comida que Miguel llevaba en su
zurrón. Nos contaba mi hermano que mientras él cuidaba de las cabras para que
no se alejasen, Miguel se sentaba junto al tronco de un árbol o tras de una
covachuela si era en la sierra, y allí se pasaba horas y horas con un libro sobre
las rodillas, o escribiendo en un cuaderno o en papel de estraza, de los que se
usaban en las tiendas para envolver. Y que le oía leerlo en voz alta, y a veces le
llamaba y le leía alguna poesía o se la decía de memoria… Leía sobre todo por la
noche, cuando todo el mundo estaba acostado, en el cuarto aparte que nosotros
ocupábamos…‘‘
Poeta de pueblo, mimetiza su existencia y sus azares con la vida del
hombre común, poeta de la justicia, la libertad es Hernández en definitiva un
empedernido romántico libertario. Dice Don Vicente Alexaindre: ‘‘quien lo
necesitase a la hora del sufrimiento o de la tristeza, allí le encontraría, en el
minuto justo. Silencioso entonces, daba bondad con compañía, y su palabra

7Serrano Segura Antonio, La obra poética de Miguel Hernández , en


http://jaserrano.nom.es/mhdez/biografia.htm

79 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


verdadera… rudo de cuerpo, poseía la infinita delicadeza de los que tienen el
alma no sólo vidente, sino benevolente. Su planta en la tierra no era la del árbol
que da sombra y refresca. Porque su calidad humana podía más que todo su
parentesco, tan hermoso con la Naturaleza. Era confiado y no aguardaba daño.
Creía en los hombres y esperaba en ellos. No se le apagó nunca, no, ni en el
último momento, esa luz que por encima de todo, trágicamente, le hizo morir
con los ojos abiertos‘‘ Hermosa referencia del sevillano a la dramática
circunstancia de su muerte8.
Miguel es hijo de campesinos muy humildes, pastor de cabras en su niñez,
sus primeros y precoces poemas están llenos de referencias al paisaje de su
terruño natal, algo muy característico de esa generación, de su adolescencia y
juventud comenzara a marcarse en su producción la influencia modernista, pero
los viajes a Madrid lo terminan vinculando con las vanguardias, tanto literarias,
como ideológicas.
El rayo que no cesa (1936), será la obra que lo lleve al reconocimiento y
será el centro de nuestras palabras por considerarlo el máximo exponente de la
obra del poeta enamorado, texto que es pura poesía de amor y de ruptura.
Palabras que son fruto de una doble crisis, amorosa e ideológica, estos
poemas cargados de sensualidad y solicitud de amor, tanto a su prometida
Josefina, con quien rompe temporariamente en estos meses, como a dos
amores que lo cruzan feroz y velozmente Maruja Mallo y María Cegarra.
A Josefina le escribe con un casi rencor, fruto de su insatisfacción (ver
poema 86), la desea con pasión, pero no puede soportar el puritanismo de ella,
en julio de 1935 le escribe ‗‘me gustaría que fueras más sincera para estas cosas,
que no te calles nada de lo que sientes y piensas. ¿O tú, cuando piensas en mí,
piensas solamente para rezar? Me supongo que no; ni tú eres una santa, ni
quiera el diablo que lo seas nunca, ni yo tampoco. Por lo tanto, es una tontería
de las más grandes el pasarse la vida martirizándose de tanto desear una cosa y
no satisfacer ese deseo pudiendo. Tengo muchas ganas de que me digas
sencillamente, como la cosa más natural del mundo: ―Miguel, quiero darte un

8Se comenta que al momento de su muerte, en la enfermería de la prisión, fue imposible


cerrarle los ojos.

80 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


beso‖. Sin preocuparte de lo que la gente ha de decir si te ve, porque eso es hacer
lo que la gente quiere y no lo que a uno le sale del alma o del cuerpo‘‘
Ese 1935 lo vera iniciando una intensa, apasionada relación con la pintora
Maruja Mallo, la acompaña en varios viajes y los cotilleos sobre este romance no
se hacen esperar. La mitad de los poemas de El rayo que no cesa tienen como
destinataria a Maruja, son poesías del amor carnal cumplido (ver poema 84).
Mas será la pintora la que ponga final a la aventura negándose a cualquier
atadura tradicional querida por Miguel.
Con María Cegarra, se habían conocido el 2 de octubre de 1932, con motivo
del homenaje que el pueblo de Orihuela tributó a Gabriel Miró. Tras la ruptura
sentimental de Miguel con Josefina Manresa, y abandonado por Maruja Mallo,
el poeta vuelve a frecuentar a María Cegarra en agosto de 1935, y le lleva unos
sonetos ya publicados en El rayo que no cesa; en uno de ellos escribió aquella
conocida dedicatoria que tantos comentarios levantó: ―A mi queridísima María
Cegarra, con todo el fervor de su Miguel‖ (la dedicatoria estaba manuscrita; no
trascendió a la obra impresa) y que da cuenta de una relación profunda.
La crisis ideológica se traduce en la creciente influencia del surrealismo de
Aleixandre y la pasión colorida de Neruda. Se produce el distanciamiento
ideológico y estético con Ramón Sijé, distanciamiento que parece estar
motivado por los reproches de éste hacia su acercamiento a los principios
estéticos de sus nuevas amistades y de su alejamiento del catolicismo y el
conservadurismo político. Sus amigos se mueven en la izquierda entre ellos
caben mencionar a Alberti, Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente
Aleixandre y Pablo Neruda. Dice Segura, ‗‘ Si Ramón Sijé y los amigos de
Orihuela le llevaron a su orientación clasicista, a la poesía religiosa y al teatro
sacro, Neruda y Aleixandre lo iniciaron en el surrealismo y le sugirieron las
formas poéticas revolucionarias y la poesía comprometida, influyendo, sobre
todo Neruda y Alberti, en la ideología social y política del joven poeta
provinciano‘‘
Pablo Neruda nos habla de Miguel Hernandez: ‗‘Uno de los amigos de
Federico y Rafael era el joven poeta Miguel Hernández. Yo lo conocí cuando
llegaba de alpargatas y pantalón campesino de pana desde sus tierras de
Orihuela, en donde había sido pastor de cabras… me entusiasmaba el destello y

81 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


el brío de su abundante poesía... Miguel era tan campesino que llevaba un aura
de tierra en torno a él. Tenía una cara de terrón o de papa que se saca de entre
las raíces y que conserva frescura subterránea.
…Me contaba cuentos terrestres de animales y pájaros. Escritor salido de la
naturaleza como una piedra intacta, con virginidad selvática y arrolladora fuerza
vital. Me narraba cuán impresionante era poner los oídos sobre el vientre de las
cabras dormidas. Así se escuchaba el ruido de la leche que llegaba hasta las
ubres, el rumor secreto que nadie ha podido escuchar sino aquel poeta de
cabras.
… Como no tenía de qué vivir le busqué un trabajo. Era duro encontrar trabajo
para un poeta en España. Por fin un vizconde, alto funcionario del Ministerio de
Relaciones, se interesó por el caso y me respondió que sí, que estaba de acuerdo,
que había leído los versos de Miguel, que lo admiraba, y que éste indicara qué
puesto deseaba para extenderle el nombramiento. Alborozado dije al poeta:
- Miguel Hernández, al fin tienes un destino. El vizconde te coloca. Serás un alto
empleado. Dime que trabajo deseas para que decreten tu nombramiento.
Miguel se quedó pensativo. Su cara de grandes arrugas prematuras se cubrió
con un velo de cavilaciones. Pasaron las horas y sólo por la tarde me contestó.
Con ojos brillantes del que ha encontrado la solución de su vida, me dijo:
-¿No podría el vizconde encomendarme un rebaño de cabras por aquí cerca de
Madrid?
El recuerdo de Miguel Hernández no puede escapárseme de las raíces del
corazón… su rostro era el rostro de España. Cortado por la luz, arrugado como
una sementera, con algo rotundo de pan y de tierra. Sus ojos quemantes,
ardiendo dentro de esa superficie quemada y endurecida al viento, eran dos
rayos de fuerza y de ternura…‘‘

Rómulo Montes

82 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


76 - TODO ERA AZUL

Todo era azul delante de aquellos ojos y era


verde hasta lo entrañable, dorado hasta muy lejos.
Porque el color hallaba su encarnación primera
dentro de aquellos ojos de frágiles reflejos.

Ojos nacientes: luces en una doble esfera.


Todo radiaba en torno como un solar de espejos.
Vivificar las cosas para la primavera
poder fue de unos ojos que nunca han sido viejos.

Se los devoran. ¿Sabes? No soy feliz. No hay goce


como sentir aquella mirada inundadora.
Cuando se me alejaba, me despedí del día.

La claridad brotaba de su directo roce,


pero los devoraron. Y están brotando ahora
penumbras como el pardo rubor de la agonía.

83 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


77 - YO NO QUIERO MÁS LUZ QUE TU CUERPO ANTE EL MÍO

Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío:


claridad absoluta, transparencia redonda.
Limpidez cuya extraña, como el fondo del río,
con el tiempo se afirma, con la sangre se ahonda.

¿Qué lucientes materias duraderas te han hecho,


corazón de alborada, carnación matutina?
Yo no quiero más día que el que exhala tu pecho.
Tu sangre es la mañana que jamás se termina.

No hay más luz que tu cuerpo, no hay más sol: todo ocaso.
Yo no veo las cosas a otra luz que tu frente.
La otra luz es fantasma, nada más, de tu paso.
Tu insondable mirada nunca gira al poniente.

Claridad sin posible declinar. Suma esencia


del fulgor que ni cede ni abandona la cumbre.
Juventud. Limpidez. Claridad. Transparencia
acercando los astros más lejanos de lumbre.

Claro cuerpo moreno de calor fecundante.


Hierba negra el origen; hierba negra las sienes.
Trago negro los ojos, la mirada distante.
Día azul. Noche clara. Sombra clara que vienes.

Yo no quiero más luz que tu sombra dorada


donde brotan anillos de una hierba sombría.
En mi sangre, fielmente por tu cuerpo abrasada,
para siempre es de noche: para siempre es de día.

84 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


78 - MUERTE NUPCIAL

El lecho, aquella hierba de ayer y de mañana:


este lienzo de ahora sobre madera aún verde,
flota como la tierra, se sume en la besana
donde el deseo encuentra los ojos y los pierde.

Pasar por unos ojos como por un desierto:


como por dos ciudades que ni un amor contienen.
Mirada que va y vuelve sin haber descubierto
el corazón a nadie, que todos la enarenen.

Mis ojos encontraron en un rincón los tuyos.


Se descubrieron mudos entre las dos miradas.
Sentimos recorrernos un palomar de arrullos,
y un grupo de arrebatos de alas arrebatadas.

Cuanto más se miraban más se hallaban: más hondos


se veían, más lejos, y más en uno fundidos.
El corazón se puso, y el mundo, más redondos.
Atravesaba el lecho la patria de los nidos.

Entonces, el anhelo creciente, la distancia


que va de hueso a hueso recorrida y unida,
al aspirar del todo la imperiosa fragancia,
proyectamos los cuerpos más allá de la vida.

Espiramos del todo. ¡Qué absoluto portento!


¡Qué total fue la dicha de mirarse abrazados,
desplegados los ojos hacia arriba un momento,
y al momento hacia abajo con los ojos plegados!

Pero no moriremos. Fue tan cálidamente


consumada la vida como el sol, su mirada.
No es posible perdernos. Somos plena simiente.
Y la muerte ha quedado, con los dos, fecundada.

85 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


79 - NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre


mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.

Una mujer morena


resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Tu risa me hace libre,


me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

86 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Al octavo mes ríes


con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos


serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble


luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

87 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


80 - MIS OJOS, SIN TUS OJOS, NO SON OJOS

Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos,


que son dos hormigueros solitarios,
y son mis manos sin las tuyas varios
intratables espinos a manojos..
No me encuentro los labios sin tus rojos,
que me llenan de dulces campanarios,
sin ti mis pensamientos son calvarios
criando nardos y agostando hinojos.
No sé qué es de mi oreja sin tu acento,
ni hacia qué polo yerro sin tu estrella,
y mi voz sin tu trato se afemina.
Los olores persigo de tu viento
y la olvidada imagen de tu huella,
que en ti principia, amor, y en mí termina.

81 - YA SE DESEMBARAZA Y SE DESMEMBRA

Ya se desembaraza y se desmembra
el angélico lirio de la cumbre,
y al desembarazarse da un relumbre
que de un puro relámpago me siembra.

Es el tiempo del macho y de la hembra,


y una necesidad, no una costumbre,
besar, amar en medio de esta lumbre
que el destino decide de la siembra.

Toda la creación busca pareja:


se persiguen los picos y los huesos,
hacen la vida par todas las cosas.

En una soledad impar que aqueja,


yo entre esquilas sonantes como besos
y corderas atentas como esposas.

88 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


82 - FUERA MENOS PENADO, SI NO FUERA

Fuera menos penado, si no fuera


nardo tu tez para mi vista, nardo,
cardo tu piel para mi tacto, cardo,
tuera tu voz para mi oído, tuera.

Tuera es tu voz para mi oído, tuera,


y ardo en tu voz y en tu alrededor ardo,
y tardo a arder lo que a ofrecerte tardo
miera, mi voz para la tuya, miera.

Zarza es tu mano si la tiento, zarza,


ola tu cuerpo si lo alcanzo, ola,
cerca una vez, pero un millar no cerca.

Garza es mi pena, esbelta y triste garza,


sola como un suspiro y un ay, sola,
terca en su error y en su desgracia terca.

83 - ME TIRASTE UN LIMÓN Y TAN AMARGO

Me tiraste un limón, y tan amargo,


con una mano cálida y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura, sin embargo.

Con el golpe amarillo, de un letargo


dulce pasó a una ansiosa calentura
mi sangre, que sintió la mordedura
de una punta de seno duro y largo.

Pero al mirarte y verte la sonrisa


que te produjo el limonado hecho,
a mi voraz malicia tan ajena,

se me durmió la sangre en la camisa,


y se volvió el poroso y áureo pecho
una picuda y deslumbrante pena.

89 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


84 - POR TU PIE, LA BLANCURA MÁS BAILABLE

Por tu pie, la blancura más bailable,


donde cesa en diez partes tu hermosura,
una paloma sube a tu cintura,
baja a la tierra un nardo interminable .

Con tu pie vas poniendo lo admirable


del nácar en ridícula estrechura,
y adonde va tu pie va la blancura,
perro sembrado de jazmín calzable.

A tu pie, tan espuma como playa,


arena y mar, me arrimo y desarrimo
y al redil de su planta entrar procuro.

Entro y dejo que el alma se me vaya


por la voz amorosa del racimo:
pisa mi corazón que ya es maduro.

85 - ¿RECUERDAS AQUEL CUELLO, HACES MEMORIA

¿Recuerdas aquel cuello, haces memoria


del privilegio aquel, de aquel aquello
que era, almenadamente blanco y bello,
una almena de nata giratoria?

Recuerdo y no recuerdo aquella historia


de marfil expirado en un cabello,
donde aprendió a ceñir el cisne cuello
y a vocear la nieve transitoria.

Recuerdo y no recuerdo aquel cogollo


de estrangulable hielo femenino
como una lacteada y breve vía.

Y recuerdo aquel beso sin apoyo


que quedó entre mi boca y el camino
de aquel cuello, aquel beso y aquel día.

90 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


86 - TE ME MUERES DE CASTA Y DE SENCILLA

Te me mueres de casta y de sencilla...


Estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, raptor intrépido de un beso,
yo te libé la flor de la mejilla.

Yo te libé la flor de la mejilla,


y desde aquella gloria, aquel suceso,
tu mejilla, de escrúpulo y de peso,
se te cae deshojada y amarilla.

El fantasma del beso delincuente


el pómulo te tiene perseguido,
cada vez más patente, negro y grande.

Y sin dormir estás, celosamente,


vigilando mi boca ¡con qué cuido!
para que no se vicie y se desmande.

87 - TENGO ESTOS HUESOS HECHOS A LAS PENAS

Tengo estos huesos hechos a las penas


y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.

Como el mar de la playa a las arenas,


voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvará de este naufragio


si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.

Eludiendo por eso el mal presagio


de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.

91 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


88 - TU CORAZÓN UNA NARANJA HELADA

Tu corazón, una naranja helada


con un dentro sin luz de dulce miera
y una porosa vista de oro: un fuera
venturas prometiendo a la mirada.

Mi corazón, una febril granada


de agrupado rubor y abierta cera,
que sus tiernos collares te ofreciera
con una obstinación enamorada.

¡Ay, qué acometimiento de quebranto


ir a tu corazón y hallar un hielo
de irreductible y pavorosa nieve!

Por los alrededores de mi llanto


un pañuelo sediento va de vuelo
con la esperanza de que en él lo abreve.

89 - EN EL FONDO DEL HOMBRE

En el fondo del hombre


agua removida.

En el agua más clara


quiero ver la vida.

En el fondo del hombre


agua removida.

En el agua más clara


sombra sin salida.

En el fondo del hombre


agua removida.

92 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


90 - BESARSE, MUJER

Besarse, mujer,
al sol, es besarnos
de toda la vida.

Ascienden los labios


eléctricamente
vibrantes los rayos,
con todo el fulgor
de un sol entre cuatro.

Besarse a la luna,
mujer, es besarnos
en toda la muerte.

Descienden los labios


con toda la luna
pidiendo su ocaso,
gastada y helada
y en cuatro pedazos.

91 - EL AMOR ASCENDÍA ENTRE NOSOTROS

El amor ascendía entre nosotros


como la luna entre las dos palmeras
que nunca se abrazaron.
El íntimo rumor de los dos cuerpos
hacia el arrullo un oleaje trajo,
pero la ronca voz fue atenazada.
Fueron pétreos los labios.
El ansia de ceñir movió la carne,
esclareció los huesos inflamados,
pero los brazos al querer tenderse
murieron en los brazos.
Pasó el amor, la luna, entre nosotros
y devoró los cuerpos solitarios.
Y somos dos fantasmas que se buscan
y se encuentran lejanos.

93 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


92 - LLEGÓ TAN HONDO EL BESO

Llegó tan hondo el beso


que traspasó y emocionó los muertos.

El beso trajo un brío


que arrebató la boca de los vivos.

El hondo beso grande


sintió breve los labios al ahondarse.

El beso aquel que quiso


cavar los muertos y sembrar los vivos.

93 - MENOS TU VIENTRE TODO ES CONFUSO

Menos tu vientre
todo es confuso.
Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre
todo es oculto,
menos tu vientre
todo inseguro,
todo es postrero
polvo sin mundo.
Menos tu vientre
todo es oscuro,
menos tu vientre
claro y profundo.

94 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


94 - ORILLAS DE TU VIENTRE

¿Qué exaltaré en la tierra que no sea algo tuyo?


A mi lecho de ausente me echo como a una cruz
de solitarias lunas del deseo, y exalto
la orilla de tu vientre.

Clavellina del valle que provocan tus piernas.


Granada que ha rasgado de plenitud su boca.
Trémula zarzamora suavemente dentada
donde vivo arrojado.

Arrojado y fugaz como el pez generoso,


ansioso de que el agua, la lenta acción del agua
lo devaste: sepulte su decisión eléctrica
de fértiles relámpagos.

Aún me estremece el choque primero de los dos;


cuando hicimos pedazos la luna a dentelladas,
impulsamos las sábanas a un abril de amapolas,
nos inspiraba el mar.

Soto que atrae, umbría de vello casi en llamas,


dentellada tenaz que siento en lo más hondo,
vertiginoso abismo que me recoge, loco
de la lúcida muerte.

Túnel por el que a ciegas me aferro a tus entrañas.


Recóndito lucero tras una madreselva
hacia donde la espuma se agolpa, arrebatada
del íntimo destino.

En ti tiene el oasis su más ansiado huerto:


el clavel y el jazmín se entrelazan, se ahogan.
De ti son tantos siglos de muerte, de locura
como te han sucedido.

Corazón de la tierra, centro del universo,


todo se atorbellina, con afán de satélite
en torno a ti, pupila del sol que te entreabres
en la flor del manzano.

Ventana que da al mar, a una diáfana muerte


cada vez más profunda, más azul y anchurosa.

95 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


Su hálito de infinito propaga los espacios
entre tú y yo y el fuego.

Trágame, leve hoyo donde avanzo y me entierro.


La losa que me cubra sea tu vientre leve,
la madera tu carne, la bóveda tu ombligo,
la eternidad la orilla.

En ti me precipito como en la inmensidad


de un mediodía claro de sangre submarina,
mientras el delirante hoyo se hunde en el mar,
y el clamor se hace hombre.

Por ti logro en tu centro la libertad del astro.


En ti nos acoplamos como dos eslabones,
tú poseedora y yo. Y así somos cadena:
mortalmente abrazados.

95 - ROPAS CON SU OLOR

Ropas con su olor


paños con su aroma.

Se alejó en su cuerpo,
me dejó en sus ropas.

lecho sin calor,


sábana de sombra.

Se ausentó en su cuerpo.
Se quedó en sus ropas.

96 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


96 - TRISTES GUERRAS

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

97 - TUS OJOS SE ME VAN

Tus ojos se me van


de mis ojos y vuelven
después de recorrer
un páramo de ausentes.

Tu boca se me marcha
de mi boca y regresa
con varios besos muertos
que aún baten, que aún quisieran.

Tus brazos se desploman


en mis brazos y ascienden
retrocediendo ante esa
desolación que sientes.

97 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


98 - CASIDA DEL SEDIENTO

Arena del desierto


soy, desierto de sed.
Oasis es tu boca
donde no he de beber.

Boca: Oasis abierto


a todas las arenas del desierto.

Húmedo punto en medio


de un mundo abrasador
el de tu cuerpo, el tuyo,
que nunca es de los dos.

Cuerpo: pozo cerrado


a quien la sed y el sol han calcinado.

99 - CERCA DEL AGUA TE QUIERO LLEVAR

Cerca del agua te quiero llevar


porque tu arrullo trascienda del mar.

Cerca del agua te quiero tener


porque te aliente su vívido ser.

Cerca del agua te quiero sentir


porque la espuma te enseñe a reír.

Cerca del agua te quiero, mujer,


ver, abarcar, fecundar, conocer.

Cerca del agua perdida del mar


que no se puede perder ni encontrar.

98 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


100 - ME SOBRA EL CORAZÓN

Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,


hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.

Hoy reverdece aquella espina seca,


hoy es día de llantos de mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.

No puedo con mi estrella.


Y busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.

Si no fuera ¿por qué?... no sé por qué,


mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo allí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.

Yo nací en mala luna.


Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.

Un amor me ha dejado con los brazos caídos


y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
qué inconformes mis ojos?

Cuanto más me contemplo más me aflijo:


cortar este dolor ¿con qué tijeras?

Ayer, mañana, hoy


padeciendo por todo

99 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.

Me sobra corazón.

Hoy, descorazonarme,
yo el más corazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.

No sé por qué, no sé por qué ni cómo


me perdono la vida cada día

100 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010


CRONOPIOS - ISSN 1853-0869

ALMACEN DE LITERATURA Y ARTE

CORDOBA - ARGENTINA

101 CRONOPIOS Nº 3 Diciembre 2010

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