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Resumen
Abstract
1
Proponiendo una diversidad de elementos y nuevas categorías para repensar la cultura, el arte y la
sociedad hacia la pluralidad de paradigmas, la diferencia, la diseminación, la heterogeneidad, la
deconstrucción, la intertextualidad, el antagonismo, etc.
En este sentido, la repercusión de la Posmodernidad en la literatura 2, sobre
todo la Latinoamericana, se expresa como el cambio de época, que ante el
borramiento de las oposiciones binarias, la ruptura, la hibridación, la experimentación
las diversificaciones temáticas y los diferentes modelos de escrituras se convierten en
nuevas tendencias de estos tiempos.
2
Cristina Peña, en su estudio sobre la Posmodernidad literaria, se enfoca en las nuevas propuestas a
nivel del plano formal, en tanto el interés de varios escritores por fusionar los géneros considerados
menores y los serios. Una disposición por la reescritura de géneros menores “que van de la parodia a la
deconstrucción pasando por la re-versión y la per-versión”. La hibridez discursiva en la imbricación de
reflexiones metaliterarias, filosóficas, históricas y ensayísticas, lo que le dota de reflexiones más
profundas y nuevas preocupaciones por cuestionar. La intertextualidad a partir de revisitar la tradición
con todos lúdicos y perspectivas irónicas. Pero sobre todo, la importancia de la accesibilidad de la
lectura y la participación activa del lector. ()
3
Guerra, Gustavo. La desbandada: ¿Por qué ya no existe la literatura latinoamericana? Lima: Revista
Letras Libres, Junio, 2009.
4
Volpi, Jorge. El fin de la Narrativa Latinoamericana. Lima-Hanover: Revista de Crítica Latinoamericana,
Año XXX, N° 59, 1er. Semestre de 2004.
Si bien, para los narradores, América Latina y sus problemas todavía
representan el foco de su atención, tampoco es un imperativo, no está cargada de una
postura militante, sino o como mera referencia, o para reconstruir una memoria
histórica y reflexión de la violencia bajo una perspectiva desencantada. Los escritores
apuestan por escribir sobre cualquier tema inscrito en cualquier espacio, aspirando a
una universalidad de la diversidad debido a la democratización del gusto, que hoy en
día se experimentan, que conlleva la marca de una narrativa sin fronteras, que
deconstruye y reconstruye una nueva perspectiva de concebir la literatura como “lo
mejor que pueda hacer un escritor hoy no es escribir para sino, porque. No para
conseguir tal o cual efecto, denunciar, entretener, informar; sino porque necesita
escribir aunque ni él mismo entienda las razones” como bien refiere José Ovejero.
5
Los cuentos: “El rey siempre está por encima del pueblo” y “El presidente Lincoln ha muerto”
estas nuevas producciones textuales, como producciones simbólicas culturales
contemporáneas.
Aspectos generales en El rey siempre está por encima del pueblo (2009),
de Daniel Alarcón.
Uno de sus más logrados cuentos, en Los sueños inútiles, trata la historia de
un presidente de los EEUU, en medio de un contexto de guerras civiles, que tras una
absurda bala perdida le ocasiona la amputación de su pierna realizada por un médico
africano judio de izquierda, que luego es robada a manos de los subversivos. A lo
largo del relato se cuenta todos los intentos frustrados para no sacrificarla y para
buscar la pierna robada, que es hallada en un lago, posteriormente, convertido en el
moridero de los rebeldes, la pierna putrefacta flotando en medio de miles de cuerpos
descompuestos. Texto donde la crisis, el caos y la decadencia asolan la nación, pero
donde el humor, la parodia, la ironía y el absurdo vuelven a tomar partido para mostrar
la decadencia y desmitificar las figuras de poder y la de un territorio tan
providencialista como EEUU, a partir de la interrogante paradigmática de la literatura
latinoamericana: “en qué momento se jodió EEUU”, reconstruir y resemantizar
perspectivas al develar lo irracional de las guerras, las muertes y la violencia. En el
que el tópico de las ciencias se replantea no como el signo del progreso, sino como
cómplice del poder y de la deshumanización. Es interesante observar cómo al final del
relato en el conflicto discurso político y científico terminan por fragmentarse y
aniquiliarse mutuamente.
Nueve textos en las que, si bien no parecen estar conectados, por la inmersión
de textos como Los Miles, El vibrador o Los sueños inútiles, lo que devela en sí es
proponer una estética discursiva de la heterogeneidad, donde también hay ambientes
narrados que se perciben en contextos latinoamericanos, y desde la propia memoria
del pasado norteamericano, con historias narrativas totalmente diferenciadas una de la
otra. Asimismo, la magistralidad del diseño de cada uno de los relatos está construida
bajo el efecto lúdico de las estrategias narrativas que se anclan en la estructura
compleja de la trama, de la espacialización temporal, de las interpolaciones narrativas
con aplicaciones de técnicas narrativas cinematográficas a través de la inmersión de la
imagen, la retrospección y los cuadros descriptivos. En este sentido los recursos y
estrategias narrativas: la paradoja, la ironía, el humor, los territorios flotantes juegan un
rol importante como desmantelador de la violencia del poder político y la naturalizada
entre la dicotomía del mundo oficial y marginal, que finalmente, en el texto los
binarismos terminan difuminándose. En la multiplicidad de espacios confluye la
diversidad de voces desde la nueva generación marginal como personajes nómades y
la temática del viaje que termina por vislumbrarse en la interioridad de los sujetos.
Reflexionar sobre la multiplicidad significativa de esta particular propuesta estética
literaria, supone posicionarlo dentro de las narrativas contemporáneas donde el texto
mismo representa un cuestionamiento y reflexión metaliteraria, una asunción de la
libertad creativa, sin fronteras, sin personajes arquetipos, sin tópicos desgastados, que
se propone afianzar su relación abierta con el lector, ofreciéndole la posibilidad de la
apertura interpretativa.
Uno de los elementos sobre las que se articula esta crisis del pensamiento y
del conocimiento, según Michel Maffesoli, es la paradoja, que se manifiesta en este
tiempo de transición a esta nueva época, el cual se afirma como “armas contra la
construcción de sistemas [..] Figuras de la resistencia frente a la toma del poder del ‘O
esto o lo otro’ ” (De Toro, Fernando: 2009, p.174). Es por ello que, frente al fortalecimiento
del desarrollo tecnológico y la dominancia económica “surge la necesidad del vacío,
de la pérdida, del consumo, de todo lo que no se puede contabilizar y escapa al
fantasma de la cifra”6 toda una inmaterial que se niega a tener un sentido. Es decir,
que lo imaginario, el deseo y el placer se convierten en componentes importantes
dentro de las nuevas estructuras del pensamiento o como lo llama Michael Maffesoli,
de la nueva sensibilidad del posmodernismo. Ese “deseo del otro lugar” que se
manifiesta en el deseo de romper con el encierro, la reclusión y la confinación
domiciliaria, característica de la modernidad, bajo el impulso de la vida errante
posmoderna que se expresa en una tónica distinta, la del hedonismo cotidiano:
La vida errante, desde este punto de vista, es la expresión de una relación diferente
con los otros y con el mundo, menos ofensiva, más suave, algo lúdica y, claro,
trágica, pues se apoya en la intuición de lo efímero de las cosas, de los seres y de
sus relaciones. 7
6
Maffesoli, Michael. El nomadismo: Vagabundeos iniciáticos. México: Fondo de Cultura Económica,
2005, p. 21
7
Maffesoli, Michael., p. 28
y resemantización de lo que viene hacer el tradicional arquetipo ‘flaneur 8’,
expresión de una forma de resistencia que evoca la apertura existencial hacia la
aventura o cualquier forma de exilio como
[…] anhelo de fundar un territorio nuevo e independiente, lejos del solar nativo,
que caracteriza buena parte de la literatura contemporánea. En esos territorios
exteriores –donde se han refugiado quienes han hecho realmente sus maletas- se
consagran el desarraigo, el exilio voluntario o forzoso, esa condición nomádica del
artista contemporáneo que marca la narrativa del siglo XX, tendencia que no hace
sino agudizarse en este nuevo milenio y que tiene sus particulares características
en América Latina, donde la literatura transfronteriza multiplica escenarios y
puntos de vista desasida de la noción unívoca de identidad y patria. 10
Ainsa lo resume bajo “una pérdida del mapa de los referentes identitarios que
ha ido borrando fronteras nacionales” como una necesidad de multiplicar los espacios
y la diversidad cultural con total independencia, un interés por mostrar una literatura
8
El flaneur, o paseante urbano, es el paradigma literario que transfigura la ciudad moderna (fascinado
por ella) del siglo XIX y XX a partir de su experiencia estética, relación y sensibilidad perceptiva con la
calle, los boulavares, los bares,
9
Manzoni, Celina. Diáspora, nomadismo y exilio en la Literatura Latinoamericana Contemporánea. P.2
10
Ainsa, Fernando. Palabras nómadas: Los nuevos centros de la periferia. Revista Alpha, 30 de julio del
2010, p.56.
del desplazamiento, con la finalidad de “forjar una mirada “múltiple, politeísta y
módica”” (p. 59) productos de las múltiples geografías e identidades que asumen los
escritores. Y que reconstruye figuras identificables que suelen estar fluyendo al borde
de la marginalidad como en los textos de Bolaño. O narraciones que albergan las
fracturas de la diáspora. Y que suma la marca cultural de la hibridez, tal como refiere
Fernando de Toro la de “la producción cultural simultánea que se interrelaciona en ese
continuo contacto entre culturas”11.
11
De Toro, Fernando. El desplazamiento de la literatura, la literatura del desplazamiento y la
problemática de la identidad. [artículo en línea] Extravío. Revista electrónica de literatura comparada,
núm. 5 Universitat de Valencia, 2000, p. 11
norteamericano. En la que el mundo ficcionalizado se retrotrae y dialoga con textos
que retratan la experiencia nomádica: la literatura de viajes y sus nómades viajantes.
Nieves Soriano Nieto define a ésta última como la persistencia escrita de un
“desplazamiento del sujeto hacia otro espacio distinto”12 que se manifiesta en muchos
géneros, pero que también es considerado un género en sí y que se adecua a la
posmodernidad por su aspecto libre y sin ley. Luisa Shu-Ying, también, ha identificado
su renacimiento en la época posmoderna. Comprendiendo el viaje en base a tres
factores: interés en los detalles, la asunción de la total libertad y el cruce de la frontera
geográfica, en la que “la literatura viajera posmoderna suelen enfatizar este último —el
cruce de frontera— para destacar la “diferencia” entre el propio país y el visitado.” 13
Este cruce que supone la instancia del descubrimiento y de la escapatoria, que para el
viajero devela el deseo por el anonimato, la ocultación y la reconstrucción de la
identidad (p.6)
En el primer relato que da título al libro, “El rey siempre está por encima del
pueblo”, Alarcón construye un mundo ficcional que, a través de la inclinación nomádica
de los sujetos y la asunción del viaje, deconstruye y reconstruye perspectivas como la
12
Dobák-Szalai, Zsuzsanna. Cortísimos viajes. La literatura de viaje en el género del Microrrelato.
LEJANA. Revista Crítica de Narrativa Breve Nº 5 (2012)
13
Shu-Ying, Luisa. El nomadismo del pícaro, vagabundo y viajero. El Buscón desde punto de vista
posmoderno.
14
Diaz-Zambrana, Rosana. De fantasmas y hecatombes. Los viajes espectrales de fines de milenio. The
Colorado Review of Hispanic Studies, Vol. 3, Fall 2005, p.153
identidad, su posición con el entorno y el espacio, y su relación con el otro. En voz del
personaje narrador, relata su vivencia como joven viajante a partir del “deseo de otro
lugar”: “Había soñado desde niño con irme de casa”, este joven viaja a una ciudad
portuaria donde se instala en casa de una pareja de ancianos, los Patrice, y comienza
a trabajar en una tienda, a partir del enmascaramiento de la identidad cuando se hace
pasar por un joven estudiante universitario; experiencia que se interrumpe ante la
llegada de una chica embarazada de él. En esta pequeña historia aparentemente
anecdótica, inserta en el contexto hacia inicios de la democracia, tras la caída de la
dictadura, el ambiente se encuentra ensombrecido y densificado por el fantasma del
gran Otro, de la dictadura. Un cuadro del dictador cuelga sobre la casa de los Patrice,
como símbolo de un pasado victorioso; por otro lado, en la tienda se cuelgan varias
postales en venta de la imagen del dictador ejecutado en la horca: “cuerpo del dictador
balanceándose en un patíbulo improvisado en la plaza principal”, que irónicamente
está suspendido por encima del pueblo expectante, como una celebración del
derrumbe del poder absolutista y represivo, y la llegada del aura de libertades, que se
contradice con la imagen grotesca que naturaliza formas extremas de hacer justicia y
de la manifestación diversificada de la violencia y las continuas muertes, ya no
devenida del poder, sino desde las capas bajas. A pesar de que el título refiera un
irónico y paradójico sentido de la representación del poder y de la autoridad quien la
asume.
La tienda no quedaba lejos del puerto, y cuando hacía calor podía sentarme afuera, y
oler el río allí donde se abría a la amplia bahía. Me bastaba con oírlo y saber que
estaba allí: el rumor y estrépito de los barcos al ser cargados y descargados, me
recordaba por qué me había marchado, adónde había llegado, y todos los otros
lugares que aún me esperaban
15
Daz, Rosana., p. 154
Después ya no podía volver a dormir y me preguntaba cómo y en qué momento
me había vuelto tan desesperada e irremediablemente egoísta, y qué se podía
hacer, si era posible, para repararlo (…) Trataba de recordar mis rutinas de la
ciudad, sin éxito. (…)Había olvidado el nombre de la calle que corría paralela al
puerto, y también el sonido de los intrépidos filipínos parloteando entre sí (…) El
resto del mundo nunca me había parecido tan lejano.
Al respecto Elizabeth Jelin, en su libro Los trabajos de la memoria 16, refiere que
la memoria así como el olvido, son experiencias intersubjetivas con intencionalidad,
por lo que el olvido no es ausencia o vacío, es la presencia de esa ausencia, la
representación de algo que estaba y ya no está (61) que había sido silenciado y,
supuestamente, borrado. Por ello, solo a través de la memoria narrativa se construye
el sentido del pasado, que ante su dificultad, necesita la búsqueda de formas de
expresión.
16
JELIN, Elizabeth. Los trabajos de la memoria. Lima: IEP Instituto de Estudios Peruanos, 2012
como Whitman, Frost y los de la generación beat encontraron en esa forma del
desplazamiento una postura de ruptura y autodescubrimiento personal. El proceso de
significación del viaje, en este relato, es de igual relevancia pues supone una mirada y
reflexión interna del personaje para la toma de decisiones, aunque el viaje por
carretera, es desmitificada, porque deviene en un fracaso, y por lo tanto, una
resemantización donde el viaje expresa no una aventura o ritualización, o búsqueda
del sueño americano, sino la de marcharse y romper con todo lo que hasta entonces
ha adquirido algún significado con ese espacio.
En “El presidente Lincoln ha muerto” narra la historia del fracaso amoroso entre
una pareja homosexual: Hank y Manuel, ex amante del presidente Lincoln. En el texto,
es a partir del evento de la pérdida del trabajo y charla en un bar con Hank, donde el
personaje protagónico, hurga sobre los meandros de su memoria a través de una
inolvidable experiencia amorosa y la de un aleccionador eventual trabajo que le
permiten reflexionar e ir iniciando un proceso interior de develación de su propia vida.
Donde el pasado se interpola a través del diálogo interior del personaje narrador,
Manuel, cuya estrategia narrativa de la espacialización temporal recrea su apasionada
y clandestina aventura amorosa, tras el recuerdo de la relación idílica con el asesinado
Abraham Lincoln. Lo que Fernando de Toro, identifica como otra forma de
desplazamiento que sufren los sujetos debido a su orientación sexual que viven el
desplazamiento en la marginalidad y el rechazo. Es a partir de esta voz de un
doblemente marginal: por su condición de vagabundo y de homosexual, donde
construye una imagen desmitificadora de un Abraham Lincoln en su juventud, poeta,
romántico y soñador, capaz de vivir una vida real pero oculta. Y que, finalmente, es
socabada al asumir su castración simbólica como representante y líder de la nación,
en la que reconstruye y enmascara su identidad como sujeto de poder heterosexual
casado. Figura, que además es parodiada por el joven y desorientado Hank, al
desacralizar y reconfigurar la idea del amor, bajo una perspectiva irónica, escéptica y
pesimista, siempre unida al fracaso y la destrucción.
Los personajes de Hank y Manuel, también son figuras nómades que ven en la
experiencia del viaje, que tras el despido laboral, ya nada los ata al espacio, donde
inician un viaje por carretera, es en ese trance hacia la oscuridad de la carretera
despejada de las luces y las casas de la ciudad, en la que Manuel bajo el desencanto
y el estado de hastío, se cuestiona, duda y se confronta con el desorden y la
decadencia de su presente.
Con uno o dos trabajos ocasionales podríamos juntar lo suficiente para pagar el
alquiler. Pero más allá de eso era imposible hacer planes, podía ocurrir cualquier
cosa, y solo pensar en ello me agotaba. Sentía –equivocadamente como es obvio-
que ya estaba demasiado viejo como para quedarme sin nada otra vez.