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Ministerio de Educación 2012

Prevención del Consumo de Drogas en el marco del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana
y Convivencia Social

JUANCHO Y PEPE
La historia se desarrolla en un barrio de Lima. Es un distrito bastante bullicioso, con mercados, comercios y
donde habita gente de diversos lugares del país. Lamentablemente, no todas las personas que vivían en este
lugar pertenecían a familias con buenas costumbres y la de Juancho no sería la excepción.

Adolescente de 14 años y sin control de sus padres, Juancho deambulaba todo el día por las calles desde
que dejó el colegio hace dos años. A los 12 años se fue a vivir con su padre quien era consumidor de al
alcohol y otras drogas y vendía estas sustancias en su propia casa. Según Juancho, su mamá era muy
controladora y sólo daba órdenes: “ve a comprar”, “tiende tu cama”, “cuida a tu hermanito”, “levántate, tienes
que ir al colegio”; además la madre tenía otra pareja e hijos. Así que se dijo: “Ni hablar, mejor estoy con mi
papá”, a pesar que lo golpeaba. Al cabo de unas semanas Juancho empezó ayudar a su papá entregando
“quetes” porque de esta manera se ganaba una propina. A los 13 años, se inició en el consumo de alcohol y
tabaco y al poco tiempo en el consumo de marihuana.

A Juancho, nunca le hablaron ni orientaron sobre los riesgo que existían a su alrededor, tampoco le
previnieron que el vivir con su padre, lo podría llevar al uso y luego abuso de drogas.

Pronto Juancho conocería a Pepe, un jovencito de su misma edad, que recién llegaba a vivir al barrio. Le
gustaba jugar fútbol y lo hacía muy bien por lo que fue aceptado para el equipo de fútbol del barrio. Pepe,
vivía con su mamá, una trabajadora del hogar y su hermanita de 9 años. La madre de Pepe, siempre se daba
tiempo para comunicarse y expresar afecto a sus hijos, les hablaba sobre los riesgos que existen en la
sociedad y de cómo prevenirlos, les inculcaba ser gente de bien, sin importar el lugar en que se vive, en
general se preocupaba por orientarlos en especial a Pepe para que elija amistades positivas.

Después de los partidos de fútbol, todos los chicos iban a casa del “Gordo”, personaje algunos años mayor
que ellos y conductor del equipo. El grupo acostumbraba a beber y fumar cigarrillos y otras drogas, y
conforme pasaba el tiempo algunos consumían más y más. A Pepe le invitaron también pero éste no aceptó,
el acudió pensando que tomarían gaseosas o algo para calmar la sed.

El “Gordo” se acercó a Pepe y le invitó un vaso de cerveza pero él respondió, -NO yo tomo gaseosa-,
causando sonrisas y comentarios de los demás. -¡Ah zanahoria resultaste!- comentó el “Gordo”. Luego,
Juancho se acercó y le invitó a fumar marihuana y Pepe también dijo que NO. Ante la negativa Juancho
insiste, aludiendo que la marihuana es natural y no causa ningún daño. A Pepe, nada le haría cambiar de
posición, él sabía que tipo de droga era la marihuana y al ver el estado de Pepe solo pensó en contarle la
historia de su padre, quien también fue consumidor de drogas. Le contó que su padre pasó por diversas
etapas antes de hacerse dependiente, que cada vez que el padre quería dejar de consumir sufría el síndrome
de abstinencia, por lo que nuevamente volvía a consumir, por eso su madre decidió dejarlo. Actualmente su
padre se encuentra internado recibiendo tratamiento, pero sabe que esa enfermedad es muy difícil de tratar
una vez que te haces adicto a las drogas. Por esta dolorosa experiencia Pepe prometió no cometer el mismo
error que su padre.

De pronto, Pepe, recordó que su madre lo esperaba en casa, se paró y se retiró del lugar diciendo: “gracias
por la invitación pero me tengo que ir”. A sus compañeros no les agradó el desplante, sobre todo al “Gordo”,
líder de ellos. Juancho, tiro el cigarro de marihuana y se quedó pensando en la historia de Pepe.

A los días Juancho va a la canchita de fútbol y se sorprendió de ver a Pepe jugando para el equipo del
“Gordo”, pensó que este estaría molesto por lo sucedido y le buscaría la bronca, así que se le acercó y le
dijo:

- “Gordo”, pensé que estabas molesto con Pepe…


-No pasa nada!!! Este chibolo es chévere y juega bien. Es sano pues, hay que respetarle no más.
A lo que Juancho se quedó pensando “O sea!!!…a mí no me respetan!!!…”
Ministerio de Educación 2012
Prevención del Consumo de Drogas en el marco del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana
y Convivencia Social

JUANCHO Y PEPE (Facilitador)


La historia se desarrolla en un barrio de Lima. Es un distrito bastante bullicioso, con mercados, comercios y
donde habita gente de diversos lugares del país. Lamentablemente, no todas las personas que vivían en este
lugar pertenecían a familias con buenas costumbres y la de Juancho no sería la excepción.

Adolescente de 14 años y sin control de sus padres, Juancho deambulaba todo el día por las calles desde
que dejó el colegio hace dos años. A los 12 años se fue a vivir con su padre quien era consumidor de al
alcohol y otras drogas (drogas) y vendía estas sustancias en su propia casa. Según Juancho, su mamá
era muy controladora y sólo daba órdenes: “ve a comprar”, “tiende tu cama”, “cuida a tu hermanito”,
“levántate, tienes que ir al colegio”; además la madre tenía otra pareja e hijos. Así que se dijo: “Ni hablar,
mejor estoy con mi papá”, a pesar que lo golpeaba. Al cabo de unas semanas Juancho empezó ayudar a su
papá entregando “quetes” porque de esta manera se ganaba una propina. A los 13 años, se inició en el
consumo de alcohol y tabaco (drogas legales) y al poco tiempo en el consumo de marihuana (drogas
ilegales).

A Juancho, nunca le hablaron ni orientaron sobre los riesgo (factores de riesgo) que existían a su
alrededor, tampoco le previnieron que el vivir con su padre, lo podría llevar al uso y luego abuso de drogas.

Pronto Juancho conocería a Pepe, un jovencito de su misma edad, que recién llegaba a vivir al barrio. Le
gustaba jugar fútbol y lo hacía muy bien por lo que fue aceptado para el equipo de fútbol del barrio. Pepe,
vivía con su mamá, una trabajadora del hogar y su hermanita de 9 años. La madre de Pepe, siempre se daba
tiempo para comunicarse y expresar afecto a sus hijos, les hablaba sobre los riesgos que existen en la
sociedad y de cómo prevenirlos, les inculcaba ser gente de bien, sin importar el lugar en que se vive, en
general se preocupaba por orientarlos en especial a Pepe para que elija amistades positivas (factores de
protección).

Después de los partidos de fútbol, todos los chicos iban a casa del “Gordo”, personaje algunos años mayor
que ellos y conductor del equipo. El grupo acostumbraba a beber y fumar cigarrillos y otras drogas, y
conforme pasaba el tiempo algunos consumían más y más (Tolerancia). A Pepe le invitaron también pero
éste no aceptó, el acudió pensando que tomarían gaseosas o algo para calmar la sed.

El “Gordo” se acercó a Pepe y le invitó un vaso de cerveza pero él respondió, -NO yo tomo gaseosa-,
causando sonrisas y comentarios de los demás. -¡Ah zanahoria resultaste!- comentó el “Gordo”. Luego,
Juancho se acercó y le invitó a fumar marihuana y Pepe también dijo que NO. Ante la negativa Juancho
insiste, aludiendo que la marihuana es natural y no causa ningún daño. A Pepe, nada le haría cambiar de
posición, él sabía qué tipo de droga (Clasificación de las drogas por sus efectos en el SNC) era la
marihuana y al ver el estado de Pepe solo pensó en contarle la historia de su padre, quien también fue
consumidor de drogas. Le contó que su padre pasó por diversas etapas de consumo antes de hacerse
dependiente, que cada vez que el padre quería dejar de consumir sufría del síndrome de abstinencia, por
lo que nuevamente volvía a consumir, por eso su madre decidió dejarlo. Actualmente su padre se encuentra
internado recibiendo tratamiento, pero sabe que esa enfermedad es muy difícil de tratar una vez que te haces
adicto a las drogas. Por esta dolorosa experiencia Pepe prometió no cometer el mismo error que su padre.

De pronto, Pepe, recordó que su madre lo esperaba en casa, se paró y se retiró del lugar diciendo: “gracias
por la invitación pero me tengo que ir”. A sus compañeros no les agradó el desplante, sobre todo al “Gordo”,
líder de ellos. Juancho, tiro el cigarro de marihuana y se quedó pensando en la historia de Pepe.

A los días Juancho va a la canchita de fútbol y se sorprendió de ver a Pepe jugando para el equipo del
“Gordo”, pensó que este estaría molesto por lo sucedido y le buscaría la bronca, así que se le acercó y le
dijo:

- “Gordo”, pensé que estabas molesto con Pepe…


-No pasa nada!!! Este chibolo es chévere y juega bien. Es sano pues, hay que respetarle no más.
A lo que Juancho se quedó pensando “O sea!!!…a mí no me respetan!!!…”

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