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Thomas Hobbes (contexto Histórico)

El período en el que Hobbes escribe el Leviatán es a mediados del siglo


XVII.
En estos momentos, Inglaterra está inmersa en una confrontación
religiosa y social, que se materializa en forma de una cruenta guerra civil,
los contendientes se dividen en monárquicos o parlamentarios.
La guerra vive tres periodos distintos, uno de los puntos de inflexión fue la
decapitación del monarca Carlos I en 1649, dando paso a la primera y
única República inglesa de la historia, encabezada por Oliver Cromwell,
que dirigió la República hasta 1661.
Con el triunfo del parlamento sobre el monarca se estableció en Inglaterra
una moral puritana, que buscaba el afianzamiento del capitalismo, única
forma de progreso de la sociedad, y que era claramente defendido por la
burguesía. Por lo tanto estamos ante una especie de Revolución francesa pero
a la inglesa, la diferencia es que se produjo un siglo antes.

Oliver Cromwell

Durante la dictadura Cromwell , fue intransigente con los católicos ingleses,


llegando a diluirse casi por completo, se estableció un sistema basado en el
orden público, afianzado exteriormente con las sucesivas victorias sobre
Holanda y España y la firma de la paz con Francia.

Hobbes mantuvo una posición intermedia, ya que defendía la figura del Rey,
pero mantenía que su poder no era divino. A raíz de lo que esta viviendo y
de los antecedentes filosóficos que ha estudiado, Hobbes elaboró el Leviatán,
donde recoge su teoría de “contrato social”, Hobbes negaba la existencia
del “alma”, por lo que el funcionamiento de una sociedad debía de darse
tras alcanzar un pacto entre el gobernante (Rey tradicionalmente) y los
gobernados.

Relación entre Hobbes y Locke

El pensamiento de Locke es uno de los más importantes del pensamiento


modernista “contractualista”, la relación del individuo con el poder no es
algo natural, más bien proviene de un contrato propio entre el Estado y el
individuo.
Para Hobbes hay una clara diferencia entre Hombre y Estado, el primero es un
cuerpo natural, que viene dado porque si, mientras que el segundo es
claramente algo artificial.
Hobbes, al igual que Locke, también analiza el estado de la naturaleza, en este
estado del desarrollo humano se vive en una especie de anarquía, cada
individuo es libre de hacer lo que crea oportuno, ya que, aunque existen leyes
naturales, estas no pueden ser impuestas por ningún poder fáctico. Cómo bien
definió Hobbes, nos encontramos en un estado de “guerra de todos contra
todos”, es aquí donde entra en confrontación con Locke, porque no hay
en estos ámbitos naturales ni justicia ni injusticia, es el “todo vale”, por lo
que la propiedad no existe.

El estado de la naturaleza

Es ahora cuando podemos traer a colación la frase de “el hombre es un lobo


para el hombre”, pero no por ello podemos calificarlo cómo algo irracional, el
hombre es un ser pacífico que busca la seguridad en un elemento externo;
el Estado. Este elemento artificial es creado para defender al hombre
natural, en el Estado participan todos aunque solo unos pocos pueden dirigirlo.
Aquí será cuando se justifique el derecho de insurrección ante el poder injusto
e ilegítimo.
El sistema que crea Hobbes es totalmente opuesto al de Locke, el primero cree
que el Estado es un Dios mortal que está bajo el paraguas del otro Dios
inmortal, mientras que el segundo, Locke, pretende crear un poder basado
en el parlamentarismo, muy distinto al de Hobbes, cuyo sistema ha sido
considerado padre del absolutismo.

"El Estado soy yo"

Todas estas posturas enfrentadas entre estos teóricos están influenciadas por
los distintos contextos en los que han vivido. Hobbes vive en plena guerra
civil inglesa, época de dominio de los Estuardos, momento no muy distinto
al del estado de la naturaleza, Locke por su parte, vive en el período de la
Revolución Gloriosa, siendo un claro defensor del partido whig
(parlamentarios).-

Parlamento liberal

En definitiva, y a modo de resumen, podemos afirmar que:


 Hobbes afirma la existencia de un poder basado en el temor de los
ciudadanos hacia el Estado, no menoscabando con ello las libertades
individuales. Defensa del poder absoluto.

 Para Locke, el poder del Estado tiene que ser controlado


mediante una división de funciones y la supervisión del
parlamento, el hombre a de permanecer libre y hacer todo lo posible
para evitar la tiranía.
Jean Jacques Rousseau

Estado de naturaleza. Rousseau afirma que lejos de ser una guerra civil
permanente, el estado de naturaleza se caracteriza por la libertad, la
igualdad y la bondad. Los seres humanos viven en una suerte de
inocencia originaria (lo que fundamenta el mito del buen salvaje) justo
hasta que la aparición de la sociedad (y de la noción de propiedad)
promueve el egoísmo y la maldad.

Pacto. El contrato social rousseauniano consiste en la eliminación de los


egoísmos individualistas mediante la sumisión de cada ciudadano a la
voluntad general unánime. El modelo político propuesto por Rousseau
sería la democracia directa.

Estado de sociedad. Rousseau piensa que la sociedad, si bien garantiza


ciertas necesidades básicas, corrompe a los humanos al lanzarlos en
competencia mutua. Pero se muestra convencido de que una vez
abandonado el estado de inocencia originaria no cabe vuelta atrás, y
solamente un acuerdo entre ciudadanos puede llegar a mitigar las
desastrosas consecuencias de una sociedad corruptora. Nace así la
necesidad del contrato social.

Thomas Hobbes:

Estado de naturaleza. Hobbes intenta imaginar cómo sería la vida de los


seres humanos antes de la aparición de la sociedad. Apelando a una
concepción pesimista del ser humano, que según Hobbes es un ser
dominado por sus pasiones, establece que el estado de naturaleza se
caracteriza por la precariedad y la violencia, pues no existiendo ley ni
autoridad nada es justo ni injusto, y todos tienen derecho a todo. (una
guerra civil permanente de todos contra todos; Hobbes lo resume con la
expresión latina “homo homini lupus” (el hombre es un lobo para el hombre).

Pacto. Siendo los seres humanos inteligentes, además de malvados, en un


determinado momento deciden acogerse a un pacto entre ellos. Ese pacto
consiste en la cesión de todo el poder del individuo a un soberano (o
corporación), que habrá de mantener el orden y la paz. Es importante
señalar que el pacto firmado es irrevocable, es decir, no puede romperse,
pues al haberse entregado todo el poder, se entrega también la capacidad
de romperlo. El soberano elegido habrá de gobernar, si fuera necesario,
mediante el terror y la violencia para mantener el orden social.

Estado de sociedad. Una vez firmado el pacto, se instaura la sociedad (para


Hobbes, equivalente al Estado). Se sustituye así el derecho (a todo) por la ley
(entendida como límite), y se instituye un régimen de terror que, en realidad, se
corresponde con el modelo de monarquía absoluta.
Contexto histórico de John Locke

Nació en 1632, una época marcada por las constantes guerras que se
desarrollaron en el continente europeo, tanto por motivos religiosos
como comerciales.
El siglo XVII es un siglo de crisis en Europa, cuyos Estados estaban
gobernados por monarquías absolutas. Las relaciones económicas de las
naciones europeas estaban basadas en el mercantilismo, teoría económica que
mantenía que la riqueza de un país dependía de la cantidad de oro y plata que
posea. Por lo tanto, los estados se centrarán en las exportaciones, así como en
la importación de los metales preciosos mencionados.
Hay que destacar el notable descenso demográfico debido a las
hambrunas, las guerras y las epidemias de peste que asolaron el
continente durante este siglo. Todo ello repercute en un descenso de la
producción agrícola (más hambrunas y enfermedades). Holanda y, después,
Inglaterra se convierten en las potencias hegemónicas del comercio
mundial, algo que queda plasmado en la creación de grandes empresas
marítimas que comercian con gran variedad de productos: té, café, seda,
algodón.
La vida de Locke transcurrió en Inglaterra, país donde nació, salvo algunas
estancias en Holanda, en la segunda mitad del siglo XVII. La vida política
inglesa venía marcada por continuos enfrentamientos entre los “tories”,
(conservadores, anglicanos y firmes partidarios del poder absoluto del
rey), y los whigs, (puritanos, firmes partidarios de la supremacía legal y
política del parlamento sobre el rey, quien tendrá que subordinarse a las
decisiones del parlamento).
Tras un periodo de guerra civil y de gobierno dictatorial de Cromwell,
triunfó la Gloriosa Revolución de 1688. Guillermo de Orange llega al
poder, haciendo una declaración de derechos en la que el rey acepta
someterse al Parlamento, y se compromete a garantizar las libertades
individuales, la tolerancia religiosa, la división de poderes, la libertad de
prensa y las elecciones libres. Inglaterra se convierte en el primer país
que instaura una monarquía democrática, aunque dicha democracia
incipiente era todavía bastante limitada. La clase social más favorecida en
estas luchas va a ser la burguesía, motor fundamental de la revolución
industrial que empieza a atisbarse y que culminará en el siglo siguiente,
convirtiéndose Inglaterra en la primera potencia mundial. En el plano cultural,
durante el siglo XVII el fenómeno mas relevante y de más importantes
consecuencias es la consolidación y progreso de las ciencias, que van
adquiriendo cada vez mayor prestigio con figuras tan sobresalientes
como Galileo, Descartes, Newton.

Contexto histórico de Rousseau

Pertenece a la Ilustración, movimiento intelectual que alcanzó su


máxima difusión en el XVIII y que culmina en 1789 con la Revolución
Francesa.
La Ilustración no fue sólo un movimiento filosófico, también tuvo
repercusiones en los terrenos de la política, la literatura, el arte o la religión.
Su principal objetivo fue difundir las «luces» de la razón frente al
dogmatismo, la superstición o el fanatismo. Por este motivo, el siglo XVIII,
recibe el nombre de Siglo de la Razón. En el terreno social, la burguesía
comenzó a perfilarse en esta época como la nueva clase dominante
frente a la nobleza y el clero. Su ascenso estuvo favorecido por la
aplicación de una serie de innovaciones técnicas (máquina de vapor,
telares mecánicos, etc.) que marcan los inicios de la Revolución
Industrial. Tales adelantos hicieron que la mayoría de los ilustrados confiasen
en el progreso y en la creación de una sociedad justa e igualitaria.

A pesar de esta nueva situación social, el sistema político vigente en


la mayoría de las naciones europeas era el despotismo ilustrado,
forma de gobierno en la que los monarcas aplicaban reformas sin
contar con la participación popular.
La confrontación entre la nobleza y la burguesía se proyectó también en
el arte:
mientras la nobleza veía reflejada su lujosa concepción de la vida en el
estilo rococó, la burguesía plasmó sus ideales en el neoclasicismo, que
promovía la vuelta al severo ideal griego de belleza.

En religión, muchos ilustrados defendieron el deísmo: creían en la


existencia de Dios, pero no aceptaban las instituciones religiosas,
sosteniendo una religión natural.

La ciencia y el conocimiento tienen un gran desarrollo que queda


plasmado en la Enciclopedia, para que así pueda también difundirse y
propagarse. En el ámbito de la filosofía y la doctrina política, Montesquieu
propuso su teoría de la separación de poderes: legislativo, ejecutivo y
judicial, al tiempo que por todo el continente se difundieron las
concepciones contractualistas sobre el origen de la sociedad, formuladas
por los británicos Hobbes y Locke.

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