Revista de Investigación en Psicología Social
Vol. 1, N°1, 67-84 (2013)
El bienestar subjetivo en colectivos vulnerables: El caso de los
refugiados en España
Subjective well-being in vulnerable groups: The case of refugees in Spain
Ruth León Pinilla * & Amparo Jiménez Ivars
Universidad Jaume I de Castellón
Resumen: El colectivo de los refugiados puede ver su
bienestar afectado debido a los motivos que forzaron su
migración y a su propia situación en el país de acogida,
como, por ejemplo, la incertidumbre respecto a su situa-
ción legal, el bajo nivel adquisitivo, los problemas de
aislamiento social, los problemas de integración cultural,
entre otros. Desde una perspectiva exploratoria, en este
estudio se pretende estudiar los niveles de bienestar de una
muestra de refugiados recogida en cinco comunidades
autónomas de España. Para ello, en primer lugar se con-
textualizará la situación de las personas refugiadas en el
mundo y en España, aportando tanto definiciones concep-
tuales como algunas cifras para comprender la profundi-
dad y extensión del fenómeno. Asimismo, se introducirá el
concepto de bienestar para, finalmente, presentar la valo-
ración que hacen las propias personas refugiadas en cuanto
a su bienestar en una muestra de 56 participantes. Los
resultados sugieren más sentimientos positivos que negati-
vos en conjunto, y un balance afectivo positivo.
Palabras Clave: Refugiados, Bienestar subjetivo, Asilo
SPANE, Migrantes, Inmigrantes
*
. Correspondencia al autor: Calle General Elio 8, CP: 46010 Mail: ruth.leon@uem.es
RIPS (2013)
ISSN: 2362-6356 / eISSN: 2362-6364
www.revistaips.com
Recibido: Octubre, 2012 • Aceptado: Enero, 2013
Abstract: Subjective well-being of refugees can be af-
fected both by the reasons that forced migration or due to
their situation in the host country, for example, uncertainty
about their legal status, low purchasing power, social insu-
lation, cultural integration issues, among others. From an
exploratory perspective, the aim of this research is to study
the level of well-being in a sample of refugees gathered in
five Spanish regions. To do this, first, the situation of
refugees in the world and Spain will be exposed, providing
both conceptual definitions as well as some statistics to
understand the phenomenon. Also, the concept of subjec-
tive well-being will be explained to finally present the
refugees’ perception about their well-being on a sample of
56 participants. Results suggest more positive than nega-
tive feelings, and a positive balance on their well-being.
Keywords: Refugees, Subjective well-being, Asylum,
SPANE, Migrants, Immigrants
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 Ruth León Pinilla & Amparo Jiménez Ivars
Introducción
El colectivo de los refugiados sigue sien-
do invisible a nuestra sociedad, así como el ili-
mitado número de barreras y dificultades que
tienen que afrontar para poder rehacer sus vidas
tras experiencias de extrema violencia, desastres
y demás experiencias traumáticas. Pese al extra-
ordinario número de migrantes forzosos (51,2
millones) y a que, si estas personas fueran una
nación ésta sería la 26ª más grande del mundo, la
cuestión de los refugiados y su bienestar sigue
siendo un tema de interés secundario. (ACNUR
2013).
Este tipo de colectivos, por lo general,
pueden ver su bienestar afectado debido tanto a
los motivos o la realidad que promovieron su
migración como a su propia situación en el país
de acogida, por ejemplo, la incertidumbre res-
pecto a su situación legal, el bajo nivel adquisiti-
vo, los problemas de aislamiento social, los pro-
blemas de integración cultural, entre otros.
El objetivo principal de este estudio ex-
ploratorio es analizar los niveles de bienestar de
una muestra de refugiados, para lo cual, en pri-
mer lugar, pretendemos introducir al lector en el
con-texto de los refugiados, aportando tanto de-
finiciones conceptuales como algunas cifras para
comprender la profundidad y extensión del
fenómeno. Seguidamente, introduciremos el
concepto de bienestar para, en último lugar, pre-
sentar la valoración que hacen un grupo de refu-
giados establecidos en distintas provincias de
España en cuanto a su bienestar.
RIPS (2013)
Un colectivo vulnerable: los refugiados
A menudo se hace patente en los medios,
la confusión existente entre los distintos térmi-
nos para hablar de las personas que recurren a la
migración por muy distintos motivos. Es cada
vez más frecuente oír cómo los refugiados, los
desplazados internos, los apátridas y los inmi-
grantes económicos son confundidos y tratados
del mismo modo, tanto por la sociedad en gene-
ral como por las personas que trafican con ellos
para que puedan salir de sus fronteras.
La Convención sobre el Estatuto de los
Refugiados de la Naciones Unidas define refu-
giado como persona que,
“debido a fundados temores de ser per-
seguida por motivos de raza, religión, nacionali-
dad, pertenencia a determinado grupo social u
opiniones políticas, se encuentre fuera del país de
su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos
temores, no quiera acogerse a la protección de tal
país; o que, careciendo de nacionalidad y hallán-
dose, a consecuencia de tales acontecimientos,
fuera del país donde antes tuviera su residencia
habitual, no pueda o, a causa de dichos temores,
no quiera regresar a él.”
Este término se confunde a menudo con
el de «solicitante de asilo», que se refiere a
«quien solicita el reconocimiento de la condición
de refugiado y cuya solicitud todavía no ha sido
evaluada en forma definitiva» (ACNUR, 2013).
Asimismo, existe confusión con el término
«desplazado interno», que se refiere a aquella
persona que se ve forzada a salir de su hogar
debido al conflicto, la persecución o a un desas-
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 El bienestar en colectivos vulnerables: Un estudio exploratorio en refugiados
tre natural u otra circunstancia inusual (ACNUR,
2008). Los desplazados internos permanecen en
su propio país, de ahí su nombre. Por otro lado,
nos encontramos con otro gran desconocido, el
término «apátrida». El artículo 1(1) de la Con-
vención sobre el Estatuto de los Apátridas de
1954, único tratado internacional dirigido a regu-
lar el tratamiento a estas personas, establece la
siguiente definición: «A los efectos de la presen-
te Convención, el término “apátrida” designará a
una persona que no es considerada como nacio-
nal suyo por ningún Estado, conforme a su legis-
lación.».
Sin embargo, una de las confusiones más
frecuentes de las personas legas en la materia es
la distinción entre refugiados e inmigrantes
económicos. La diferencia entre estos dos colec-
tivos es que un «inmigrante por motivos econó-
micos» suele abandonar su país de manera vo-
luntaria, para buscar una vida mejor. Si decide
regresar a su país de origen, seguirá gozando de
la protección de su gobierno» (ACNUR, 2007).
Por el contrario, «un refugiado abandona su país
por la amenaza de persecución y no puede regre-
sar en condiciones de seguridad, a menos que se
dé un cambio fundamental en la situación exis-
tente (por ejemplo, un acuerdo de paz duradero o
un cambio de gobierno)» (ACNUR, 2007). De
entre todos los grupos de migrantes y minorías,
el de los refugiados es el más vulnerable (Berry,
1990). En esta investigación se considerará a
toda persona susceptible de ser considerada re-
fugiada (antes y después de haber solicitado el
RIPS (2013) - 69 -
asilo), aunque todavía no haya obtenido el esta-
tuto de refugiado.
A finales de 2012, ACNUR (2013) con-
tabiliza 51,2 millones de personas desplazadas
forzosamente en todo el mundo debido a la per-
secución, los conflictos, la violencia y las viola-
ciones de los derechos humanos. De estas,
aproximadamente 16,7 millones eran refugiados:
11,7 millones bajo el mandato de ACNUR y 5
millones de refugia-dos palestinos registrados
por UNRWA. En total incluía a 33,3 millones de
desplaza-dos internos y 1,2 millones de solici-
tantes de asilo. Se calcula que la apatridia afectó
al menos a 10 millones de personas en 2013,
aunque los datos recogidos por los Gobiernos y
comunicados al ACNUR se limitaban a 3,5 mi-
llones de apátridas en 75 países. Han sido las
cifras más altas desde 1994, cuando se calculaba
que había 47 millones de personas desplazadas
forzosamente en todo el mundo.
Por su parte, en el caso de España, en
2013, el número de personas que solicitaron asi-
lo pasó de las 2.588 a 4.502, un aumento del
74%, que se explica por el notable incremento de
las personas solicitantes originarias de Siria y
Mali (CEAR, 2013). Pese a este aumento, se
trata de una cifra ínfima en el contexto global
europeo si se tiene presente el drama humanita-
rio actual. Los principales países de origen de los
solicitantes de protección internacional en Espa-
ña fueron Mali (1.478), Siria (725), Argelia
(351), Nigeria (182), Somalia (132), Palestina
(130) y Pakistán (102).
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Definiciones y estado actual de la investigación
sobre el bienestar
A lo largo de la historia de la humanidad
ha habido un gran interés por parte de los filóso-
fos y otros pensadores de investigar lo que es la
felicidad, el bienestar o la calidad de vida (Di-
ener, 1994; 2000b; Diener, Lucas & Oishi,
2009; Ryan & Deci, 2001). Durante décadas, sin
embargo, esta temática fue ignorada por los
psicólogos, más centrados en explorar la otra
cara de la moneda: la infelicidad humana (Dien-
er, 1994). Tradicionalmente, el foco se había
puesto en el estudio y la comprensión de las pa-
tologías y enfermedades mentales (Cuadra &
Florenzano, 2003; Ryan & Deci, 2001). Con el
surgimiento de la Psicología Positiva, a partir de
la década de los 90, hubo un giro en el foco de
atención: se pasó de querer tratar de reparar los
aspectos negativos y la enfermedad a promover
la salud y los aspectos positivos del ser humano
(Scorsolini-Comin & Santos, 2010). A partir de
la década de los 90, se produce un giro en las
temáticas de Psicología, en buena parte causado
por la aparición de la Psicología Positiva, lo cual
promueve un mayor interés por aspectos positi-
vos de la Psicología, como es el caso del bienes-
tar.
Numerosas investigaciones han demos-
trado cómo el bienestar se relaciona con una
mejora del sistema inmunológico, una mayor
salud física y mental y una mayor longevidad
(Cohen, Alper, Doyle, Treanor & Turner, 2006;
Mahon, Yarcheski & Yarcheski, 2005; Veen-
hoven, 2008). Asimismo, también existen estu-
RIPS (2013)
dios que vinculan el bienestar con niveles más
altos de creatividad, un mejor procesamiento
cognitivo y un aumento en los niveles de aten-
ción (Baas, De Dreu & Nijstad, 2008). En otras
investigaciones se ha comprobado que el bienes-
tar estimula una mayor productividad, así como
el éxito laboral (Avey, Patera & West, 2006;
Boehm & Lyubomirsky, 2008; Cohen, Tyrrell &
Smith, 1993; Georgellis, Gregoriou, Healy &
Tsitsianis, 2008; Hirt, Devers & McCrea, 2008;
Staw, Sutton & Pelled, 1994; Wright & Bonett,
2007) y académico (Deci & Ryan, 2010; Gil-
man, Dooley & Florell, 2006; Marques, Pais-
Ribeiro & Lopez, 2009). En el mismo sentido,
existen otros estudios que vinculan el bienestar a
una mejora de las relaciones sociales (Diener &
Seligman, 2002; Holder, 2012; Holder & Cole-
man, 2009; Lyubomirsky, King & Diener, 2005)
y mayor resiliencia y crecimiento postraumático
(Calhoun & Tedeschi, 2006; Cohn, Fredrickson,
Brown, Mikels & Conway, 2009; Eriksson, Ca-
ter, Andershed & Andershed, 2010; Joseph, Lin-
ley, Joseph & Linley, 2008; Park, Tedeschi &
Park, 1998; Tugade & Fredrickson, 2007; 2004).
Las diferentes investigaciones sobre
bienestar y calidad de vida han empleado distin-
tas denominaciones al referirse a dichos concep-
tos: bienestar (well-being); bienestar subjetivo
(subjective well-being, SWB) (Diener, 1994;
2000), calidad de vida (quality of life) (Cum-
mins, 1996; 2000); satisfacción con la vida (sa-
tisfaction with life) (Diener, 1985; 1993; Veen-
hoven, 1994); bienestar social (social well-
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 El bienestar en colectivos vulnerables: Un estudio exploratorio en refugiados
being) (Keyes, 1998); bienestar psicológico
(psychological well-being) (Bradburn, 1969;
Ryff & Keyes, 1995); afectos positivos o negati-
vos (positive and negative affect) (Bradburn,
1969) e incluso felicidad (happiness) (Argyle ,
1987; 2013; Fierro, 2000).
Para estudiar lo que significa la calidad
de vida o el bienestar, generalmente se han recu-
rrido a diferentes criterios, como amar a otras
personas, el placer, el autoconocimiento (Diener,
2000b), pero también otros autores sugieren que
los propios individuos puedan reflexionar sobre
su propia vida y hasta evaluarla (Diener, 2000b).
Desde esta perspectiva, Diener propone la inclu-
sión de aspectos subjetivos en la definición de la
calidad de vida, es decir, que el propio sujeto
tenga un papel activo en la evaluación de su ca-
lidad de vida (Diener, 2000b). Este enfoque ha
dado paso a lo que se ha venido llamando «bien-
estar subjetivo» (BS) (subjective well-being,
SWB).
El bienestar subjetivo (subjective well-
being, SWB) se concibe como «a person’s cog-
nitive and affective evaluations of his or her
life» (Diener, Lucas, & Oshi; 2009). Esta defini-
ción englobaría dos facetas básicas: una centrada
en los aspectos afectivos-emocionales (referido a
las emociones, los estados de ánimo y los senti-
mientos del sujeto) y otra centrada en los aspec-
tos cognitivos-valorativos (referido a la evalua-
ción que hace el sujeto sobre la satisfacción con
su propia vida en su conjunto, así como en ámbi-
tos concretos, como pueden ser el trabajo o las
RIPS (2013)
relaciones personales) (Cuadra & Florenzano,
2003).
Para evaluar ambas facetas Diener et al.
(2010) desarrollaron dos escalas para medir as-
pectos complementarios del BS: la Flourishing
Scale y la Scale of Positive and Negative Expe-
rience –SPANE–) para evaluar, por un lado, el
funcionamiento psicológico (dimensión más
eudaimónica) y, por otro, los sentimientos (di-
mensión más hedónica) (Silva & Caetano,
2013).
Factores moduladores del bienestar
Los niveles de bienestar de una persona
no son siempre iguales y pueden variar también
de un sujeto a otro. En este sentido, parecen
existir diversas variables que pueden actuar co-
mo moduladores del bienestar (Eid & Larsen,
2008). Basándose en datos recogidos de estudios
con gemelos, algunos investigadores han inter-
pretado que la genética podría determinar el
bienestar subjetivo (Diener, 2000a). Diener y sus
colaboradores, sin embargo, rechazan esa inter-
pretación y afirman que las variables que más
fuertemente afectan al bienestar son la persona-
lidad y el entorno (país de procedencia –rico o
pobre–, edad, cultura, situación económica y
laboral, etc.) (Diener, 2000a). Esto no quiere
decir, no obstante, que haya otras que afecten el
BS. Por ejemplo, la demográfica –edad, sexo,
estado civil, religiosidad–; la percepción subjeti-
va de la salud. (Diener, 2000a). Autores como
Dolan (2006) sugieren clasificar estos y otros
elementos que pueden incidir en el BS de una
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 Ruth León Pinilla & Amparo Jiménez Ivars
persona en siete categorías: (1) ingresos; (2) ca-
racterísticas personales; (3) características des-
arrolladas socialmente; (4) actividades realizadas
en nuestro tiempo libre; (5) actitudes y creen-
cias; (6) relaciones interpersonales; (7) entorno
económico, social, político y natural. Las cate-
gorías 6 y 7 parecen especialmente relevantes en
ciertos colectivos vulnerables, como es el caso
del de las personas inmigrantes, en las cuales
encontramos diferentes elementos dentro del
factor del entorno y de las relaciones interperso-
nales: integración social, apoyo social, alie-
nación, aislamiento, falta de trabajo, dificultades
para acceder a la salud, falta de conocimiento del
país, falta de conocimiento de la lengua del país
de acogida, etc. (Kim, Ehrich y Ficorilli, 2012).
Además de estas categorías, desde el punto de
vista de los refugiados quizás habría que añadir
una octava categoría que hiciera referencia a las
habilidades comunicativas (o posibilidad de co-
municarse), ya que tal y como sugiere la investi-
gación, ll manejo de la lengua extranjera de una
persona inmigrante y su autopercepción del
bienestar parecen estar inextricablemente inter-
relacionadas (Kim et al., 2012).
Medir el bienestar
Existen diversas maneras de evaluar el
bienestar partiendo de las corrientes y teorías
disponibles. Como se ha expresado con anterio-
ridad, el constructo más utilizado es el bienestar
subjetivo que, tal y como lo propone Diener,
entiende el bienestar como un concepto amplio
que engloba varios fenómenos, como la respues-
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ta emocional del in-dividuo (pleasant/unpleasant
affect), las satisfacciones con distintos ámbitos
de la vi-da (domain satisfactions) y con valora-
ciones sobre la satisfacción con la vida (life sa-
tisfaction) (Diener, 2000a).
En este sentido, una de las escalas más
empleadas (Silva & Caetano, 2013) es la Satis-
faction with Life Scale (SWLS), de Diener et al.
(1985). Pero también encontramos otras escalas
relevantes para la investigación en este ámbito,
como la Subjective Happiness Scale (SHS), de
Lyubomirsky & Lepper (1999), el Personal
Wellbeing Index, del International Wellbeing
Group (2006), la Self-Anchoring Striving Scale,
de Cantril (1965) y la sixty-second happiness
measure, de Fordyce (1988). Gran parte de los
instrumentos disponibles se han focalizado en
medir el efecto a largo plazo. Seguramente una
de las más empleadas hasta ahora es la escala
PANAS (Positive and Negative Affect Scale),
desarrollada por Watson et al. (1988). Sin em-
bargo, varios autores afirman que esta escala
tiene varias limitaciones:
“PANAS is limited in that in includes
descriptors that are not feelings and omits other
feelings that are widely believed to be core emo-
tional feelings, as well as emotions that are im-
portant in some cultures, to some individuals, and
in certain situations. The scale does not reflect the
difference in the desirability of feelings in differ-
ent contexts and cultures (Diener et al., 2009:
249)”.
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 El bienestar en colectivos vulnerables: Un estudio exploratorio en refugiados
Estas limitaciones son las que motivaron
a Diener et al. (Diener et al., 2009) a desarrollar
la escala SPANE (Scale of Positive and Negative
Experience) y la Flourishing Scale, para evaluar,
por un lado, los sentimientos y, por otro, el fun-
cionamiento psicológico (Silva & Caetano,
2013).
Si bien la posibilidad de considerar am-
bas escalas resulta interesante, consideramos que
en el caso de colectivos vulnerables como los
refugiados las escala Flouris-hing resulta confu-
sa. Además, en dichos colectivos, los aspectos
afectivos son más relevantes, pues son los que
con mayor rapidez o frecuencia se ven afectados
como consecuencia de la realidad de los refugia-
dos. Asimismo, dichos aspectos parecen re-
lacionarse más frecuentemente con diversas me-
didas de salud y enfermedad. Por todo ello, en la
presente investigación, nos centraremos en los
aspectos emocionales o afectivos, medidos a
través de la escala SPANE al ser más sencilla y
rápida de evaluar.
Tal y como lo definen los autores de esta
escala (Diener et al., 2010), el objetivo de la
SPANE es «to assess subjective feelings of well-
being and ill-being». Según Bradburn (1969), la
felicidad es el resultado de un equilibrio entre el
afecto positivo y el negativo.
SPANE es un cuestionario de 12 ítems,
de los cuales seis se emplean para evaluar senti-
mientos positivos y los otros seis para evaluar
los negativos. Para cada uno de estos grupos
(positivo o negativo) hay tres ítems generales;
para los sentimientos positivos encontramos:
RIPS (2013)
positivos (positive), buenos (good), agradables
(pleasant); para los negativos: negativos (negati-
ve), malos (bad); desagradables (unpleasant).
Luego están los ítems específicos para cada uno
de los grupos. Para el positivo: felices (happy);
alegres (joyful); de satisfacción (contented). Para
los negativos: tristes (sad), de miedo (afraid), de
enfado (angry). Por otro lado, este cuestionario
se refiere al momento en el que los sujetos expe-
rimentaron dichos sentimientos, concretamente,
pregunta por lo que el individuo ha hecho y ex-
perimentado en las últimas cuatro semanas; sin
embargo, tal y como señalan los autores del
cuestionario (Diener et al., 2010), es posible
adaptarlo al tiempo que mejor se adecúe al estu-
dio que se quiere realizar.
Los participantes deben responder en ba-
se a un formato tipo Likert con cinco anclajes de
1. Very rarely or never; 2. Rarely; 3. Sometimes;
4. Often; 5. Very often or always.
Esta escala se puede utilizar para calcular
la puntuación general o el equilibrio afectivo
(affect balance), pero también se puede dividir
en una escala de sentimientos positivos (SPA-
NE-P: positive, good, pleasant, happy, joyful y
contented) y otra de sentimientos negativos
(SPANE-N: negative, bad, unpleasant, sad,
afraid y angry). En cada uno de los casos se su-
man las puntuaciones obtenidas en los ítems o
sentimientos pertinentes, las cuales oscilan de 6
(puntuación más baja) a 30 (puntuación más
alta). Por su parte, el equilibrio afectivo (affect
balance) (SPANE-B) se obtiene restan-do la
puntuación de los sentimientos negativos (SPA-
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 Ruth León Pinilla & Amparo Jiménez Ivars
NE-N) a la puntuación de los sentimientos posi-
tivos (SPANE-P) y la diferencia que resulta pue-
de ir de -24 (muy infeliz: la puntuación más baja
de equilibrio afectivo) a 24 (la puntuación más
alta de equilibrio afectivo). Un sujeto que obtie-
ne la máxima puntuación (24) indica que muy
raramente o nunca experimenta sentimientos
negativos y que muy a menudo o siempre expe-
rimenta sentimientos positivos.
La escala SPANE ha sido traducida a seis
idiomas diferentes –árabe, francés, hindi, italia-
no, japonés y turco–, ha obtenido buenos resul-
tados en cuanto a la fiabilidad y validez conver-
gente con otras medidas de las emociones (PA-
NAS), la felicidad (es-cala de la felicidad de
Fordyce) y la satisfacción con la vida (Satisfac-
tion with Life Scale, SWLS) (Diener et al.,
2010).
A pesar de que existen otros cuestiona-
rios diseñados para medir las emociones esta
escala cuenta con varias ventajas. En primer lu-
gar, se utilizan sentimientos generales (positivos,
agradables, negativos), por lo que permite refle-
jar todo el rango de emociones y sentimientos
que el sujeto puede sentir (tanto positivos como
negativos) y de manera breve. En segundo lugar,
se considera (Diener et al., 2010) que este cues-
tionario puede funcionar bien en distintas socie-
dades y culturas. En tercer lugar, esta escala se
refiere al momento en el que el sujeto experi-
menta dichos sentimientos, con la ventaja de que
se predice mejor el bienestar a largo plazo y las
respuestas pueden ser más exactas, ya que el
sujeto tiene un marco de tiempo delimitado y
RIPS (2013)
todavía cercano. En cuarto lugar, dado que la
evaluación del BS debe basarse más en la fre-
cuencia de la experiencia que en la intensidad de
ésta (Diener, Sandvik y Pavot, 1991) esta escala
resulta especialmente interesante al preguntar a
los sujetos por la frecuencia (1. Very rarely or
never; 2. Rarely; 3. Sometimes; 4. Often; 5. very
often or always) en la que han experimentado
cada sentimiento.
El bienestar y los refugiados
Dentro de la Psicología se han desarro-
llado investigaciones (Cohen, 2004; Cowen,
2000; Davidson & Cotter, 1991; House, Landis
& Umberson, 1988) que señalan que «la integra-
ción social en la comunidad es un importante
correlato de la salud y el bienestar» (Herrero,
Gracia, Fuente & Lila, 2012: 505). En este senti-
do, Cohen (2004) afirma que la integración en la
comunidad se convierte en una «ruta hacia el
bienestar psicológico».
El proceso de integración social y su re-
lación con el bienestar psicosocial es parti-
cularmente importante entre inmigrantes, espe-
cialmente para los recién llegados a la comuni-
dad (Herrero et al., 2012: 506). De hecho, la
investigación existente (Aroian & Norris, 2003;
Cuellar, Bastida & Braccio, 2004; Díez Nicolás,
2005; Wilmoth & Chen, 2003; Zarza & Sobrino,
2007) ha demostrado que los inmigrantes son un
grupo particularmente vulnerable a los trastornos
psicológicos (Herrero et al., 2012: 506).
En España se han realizado diversos es-
tudios que sugieren que los niveles más bajos de
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 El bienestar en colectivos vulnerables: Un estudio exploratorio en refugiados
satisfacción vital y bienestar subjetivo se en-
cuentran entre la población inmigrante. Las in-
vestigaciones se posicionan de manera diferente
en cuanto a los factores que afectan a esta reali-
dad: factores demográficos, como el país de ori-
gen, la afinidad lingüística, el nivel educativo, el
tiempo de residencia, la situación laboral, etc.
(Aierdi, Basabe, Blanco & Oleaga, 2008; Basa-
be, Zlobina & Páez, 2004; Pozo, Hernández &
Alonso, 2004; Moreno-Jiménez & Hidalgo,
2011; Ríos Rodríguez & Moreno Jiménez,
2010); factores sociales y contextuales, como el
apoyo social, la integración y el sentimiento de
pertenencia en la comunidad o participación so-
cial (Gracia & Herrero, 2006; Hernández, Car-
men Hidalgo, Salazar-Laplace & Hess, 2007;
Latkin & Curry, 2003; Leslie, 1992; Martínez,
García, Maya, Rodríguez & Checa, 1996; Ríos
Rodríguez & Moreno Jiménez, 2010).
Existen investigaciones que efectivamen-
te muestran la importancia de la integración y el
apoyo social para el ajuste psicosocial de los
inmigrantes (Díez Nicolás, 2005; Leslie, 1992;
Martínez et al., 1996; Vega, Kolody, Valle &
Weir, 1991).
Dentro del grupo de los inmigrantes, en-
contramos un colectivo todavía más vulnerable,
el de los refugiados, que, debido a las circuns-
tancias que rodean el abandono del país de ori-
gen, han de afrontar numerosas dificultades para
integrarse en el país de acogida.
En investigaciones norteamericanas, se
ha descubierto que los refugiados experimentan
índices más altos de trastornos psicológicos que
RIPS (2013)
el resto de la población u otros inmigrantes en
los Estados Unidos y Canadá (Berry, 1986; Wi-
lliams & Wester-meyer, 1986).
Las personas refugiadas abandonan su
lugar de origen debido a causas de peso, como la
guerra, los abusos de los derechos humanos, la
persecución por razón política, religiosa, de
género o etnia. Esta huida conlleva pérdidas im-
portantes en la vida de estas personas, la pérdida
de su nacionalidad, de su cultura, su familia,
profesión, idioma, amigos, planes futuros, etc.
(Tribe, 2002).
Además de haber tenido que escapar de
su antigua vida, la persona refugiada ha de
afrontar numerosos problemas relacionados con
las necesidad básicas, como encontrar un lugar
seguro donde vivir, así como agua, comida, ropa,
etc.; también ha de afrontar problemas relacio-
nados con su situación social, debido a la sepa-
ración violenta de su familia, amigos, de su en-
torno, al sentimiento de pérdida y a la desespera-
ción generada por esa situación (IHAD, IMIR,
CEIPES & RESPECT, 2010). Asimismo, las
personas refugiadas han de afrontar grandes difi-
cultades relacionadas con su situación legal, do-
minada por un sentimiento de incertidumbre
permanente, debido a los plazos tan largos de
resolución de la solicitud de asilo (mínimo 6
meses, hasta 3 años e incluso más). Pero,
además, han de hacer frente a problemas de in-
clusión social debido a las dificultades de encon-
trar un trabajo, la barrera del idioma, dificultades
económicas, dificultades y diferencias culturales,
- 75 - Vol. 1, N°1, 67-84
 Ruth León Pinilla & Amparo Jiménez Ivars
la exclusión social, necesidades de vivienda
(IHAD, IMIR, CEIPES & RESPECT, 2010).
Método
Participantes
La muestra está compuesta por un total
de 56 refugiados de cinco comunidades autóno-
mas de España. Un 8.9% de la muestra son mu-
jeres (N=5). La edad de los participantes oscila
entre los 18 y los 60 años, con una media de
29.82 años (±8,28). La mayoría son solteros
(75.4%) o casados (19.3%). Considerando su
nivel de estudios, el 28.1% no tiene estudios,
frente a un 15.8% que tiene estudios primarios,
un 33.3% secundarios, y un 22.9% estudios uni-
versitarios o postuniversitarios. En lo referente a
su país de origen, los 56 sujetos provienen de
seis regiones diferentes: el 72.1% procede del
África subsahariana (Benín, Burkina Faso, Ca-
merún, Congo-Brazzaville, Costa de Marfil,
Ghana, Guinea Conakry, Mali, República De-
mocrática del Congo, Togo y Uganda), el 4.5%
de Oriente Medio (Afganistán, Irán y Pakistán),
el 3.1% procede de Oriente Próximo (Siria), el
3,1% del Norte de África (Argelia), el 1.5% del
Sudeste Asiático (Myanmar) y el 1.5% de Euro-
pa del Este (Federación Rusa).
Técnicas de recolección de datos
SPANE. Adaptación española de la esca-
la SPANE. Se trata de una escala que evalúa, a
través de 12 ítems, los sentimientos positivos
(SPANE-P) y negativos (SPANE-N). Además se
puede calcular la puntuación general el equili-
RIPS (2013)
brio afectivo (SPANE-B). Los participantes de-
ben responder en base a un formato tipo Likert
con cinco anclajes (1=Muy raramente o nunca y
5= Muz a menudo o siempre). Esta escala ha
obtenido buenos resultados en cuanto a la fiabi-
lidad y validez en los diferentes contextos en los
que se ha utilizado.
Procedimiento
El contacto con las personas refugiadas
se realizó gracias a la colaboración de diversas
organizaciones: la Comisión Española de Ayuda
al Refugiado (CEAR), el Centro de Acogida a
Refugiados en Mislata (Valencia) y el Centro de
Acogida a Refugiados de Sevilla.
La participación en el estudio fue volun-
taria y previamente a su participación se solicitó
el consentimiento informado y el compromiso de
conformidad. Los datos se recabaron mediante
un cuestionario autoadministrado entre los meses
de febrero y junio de 2012 en cinco comunida-
des autónomas de España.
Resultados
En lo referente al bienestar de los refu-
giados, tal y como permite la escala, se calcula-
ron tres puntuaciones diferenciales: sentimientos
positivos (SPANE-P), sentimientos negativos
(SPANE-N) y equilibrio afectivo (SPANE-B).
En la tabla 1 se presentan los principales des-
criptivos en dichas dimensiones.
- 76 - Vol. 1, N°1, 67-84
 El bienestar en colectivos vulnerables: Un estudio exploratorio en refugiados

puntuaciones medias en sentimientos positivos,

Tabla 1 Principales descriptivos factores escala SPANE
frente a un 9.6% que presentan bajos sentimien-
SPANE_P SPANE_N SPANE_B
tos positivos y un 34.6% que parecen presentar
Media 19.36 15.89 3.56 altos sentimientos positivos. Por su parte, obser-

Desv. típ. 5.03 5.13 5.45 vando los valores obtenidos en sentimientos ne-
gativos, parece que en torno a la mitad de los
Mínimo 3 4 -10
refugiados (49%) presentan puntuaciones medias
Máximo 28 26 20
en sentimientos negativos, frente a un 31.4% que
Rango 6 a 30 6 a 30 -24 a 24 presentan bajos sentimientos negativos y un
19.6% que parecen presentar altos sentimientos
negativos. Por último, Considerando el equili-
Considerando las respuestas obtenidas
brio afectivo, la mayoría de los encuestados
parece que los encuestados presentan más sen-
(82.7%) parecen presentar un balance neutro o
timientos positivos (Media=19.36; DT=5.03)
equilibro entre sentimientos positivos y negati-
que negativos (Media=15.89; DT=5.13) en con-
vos, frente a un 1.9% que presenta un balance
junto, el balance afectivo en general parece ser
negativo (predominio de sentimientos negati-
positivo (Media=3.56; DT=5.46), si bien la pun-
vos), y un 15.4% que presenta un equilibrio po-
tuación media obtenida se encuentra bastante
sitivo (más sentimientos positivos que negati-
alejada de la puntuación más alta posible (24).
vos).
Tomando el rango de valores posibles en
cada dimensión a continuación se ha procedido a
determinar puntuaciones bajas, medias y altas. Conclusiones
En las tablas 2 se presenta la distribución de los Las personas solicitantes de asilo, refu-
refugiados en función del tipo de puntuación en giadas y apátridas se han visto forzadas a aban-
cada dimensión o factor. donar su lugar de origen debido a causas rela-
Tabla 2: Distribución de la muestra en factores SPANE
cionadas con la guerra, los abusos de los dere-
SPANE-P SPANE-N SPANE-B
chos humanos, la persecución por razón política,
Bajo 9.6% 31.4% 1.9% religiosa, de género o etnia. Esta huida conlleva

Medio 55.8% 49.0% 82.7% pérdidas importantes en la vida de estas perso-

nas, como la pérdida de su nacionalidad, cultura,
Alto 34.6% 19.6% 15.4%
familia, profesión, idioma, amigos o planes futu-
ros, etc. Además, en el país de acogida la preca-
Según los resultados obtenidos, la mayor-
ria situación fuerza a la persona refugiada a
ía de los refugiados (55.8%) parecen presentar
afrontar numerosos problemas relacionados con

RIPS (2013) - 77 - Vol. 1, N°1, 67-84

 Ruth León Pinilla & Amparo Jiménez Ivars
las necesidades básicas, el bajo nivel adquisitivo,
el aislamiento social, la integración social, así
como la incertidumbre permanente por su situa-
ción legal. Por lo general, este colectivo puede
ver su bienestar afectado debido tanto a los mo-
tivos o la realidad que promovieron su migración
como a su propia situación en el país de acogida.
A pesar de la abrumadora cifra de migrantes
forzosos en el mundo (51,2 millones), (ACNUR,
2013) sorprende que la cuestión de los refugia-
dos y su bienestar todavía siga siendo un tema de
interés secundario y, por tanto, poco estudiado,
sobre todo en el contexto español. Esto contri-
buye a la invisibilidad de este colectivo en nues-
tras sociedades, así como a la del ilimitado
número de barreras y dificultades que tienen que
afrontar para poder rehacer sus vidas tras expe-
riencias traumáticas.
Tal y como se ha expuesto, diversos es-
tudios sugieren que los niveles más bajos de
satisfacción vital y bienestar subjetivo se en-
cuentran entre la población inmigrante. No obs-
tante, si consideramos las respuestas obtenidas
parece que los encuestados presentan más senti-
mientos positivos que negativos en conjunto y el
balance afectivo en general parece ser positivo.
Sin embargo, estas puntuaciones se encuentran
muy alejadas de lo que se consideraría un alto
bienestar. Cabe remarcar que el 19.6% de los
participantes muestran altos sentimientos negati-
vos. En este punto, sería de gran interés conti-
nuar con el análisis de la población e identificar
aquellos factores que parecen aumentar el bien-
estar de los refugiados, así como aquellos facto-
RIPS (2013)
res de riesgo que parecen promover los senti-
mientos negativos.
Una de las limitaciones del presente es-
tudio es el tamaño de la muestra. No podemos
olvidar que estamos ante un estudio exploratorio
y, si bien posee limitaciones, consideramos que
ofrece un primer acercamiento interesante al
fenómeno objeto de estudio. Sería interesante
hacer la comparativa entre la población migrante
forzosa y la población inmigrante, así como con
la población española, al igual que tratar de in-
dagar en las variables moduladoras en el bienes-
tar de los refugiados.
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