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MAPAS DE LA CRIMINALIDAD EN VENEZUELA

INTEGRANTES:
Escalona Jackson C.I 11.261.009
Querales Oleida 13.269.181
Quintero Alirio 7.541.616
Romero Guillermo 14.372.676
Sánchez Deibis 14.372.676
 El mapa delincuencial

En la prevención del delito y la delincuencia, no es algo novedoso, el recurso a

representaciones gráficas y espaciales, utilizando mapas colocados en la pared,

caracterizados por las chinchetas, para el conocimiento de los delitos

denunciados. Pero los mapas tradicionales presentaban importantes limitaciones

dado que eran estáticos, no se podían modificar, ocupaban mucho espacio y no

permitían manejar mucha información de forma simultánea. A partir de los años 60

se comenzaron a utilizar los primeros mapas generados por ordenador, aunque no

es hasta los años 70, debido principalmente a las investigaciones ecológicas sobre

el crimen y la delincuencia realizadas por la Escuela de ecología humana de

Chicago, que la dimensión del lugar del delito empieza a ser totalmente explorado.

Los avances tecnológicos en sistemas de información geográfica, producidos a

mediados de los años 8013 e inicios de los años 90 del siglo pasado, unido a las

innovaciones teóricas en prevención de la delincuencia, han contribuido a que el

mapa delincuencial tenga un papel esencial en las políticas preventivas de la

delincuencia (Albaladejo y Campos, 2013).

Conceptos

Se debe comenzar llevando a cabo un intento de delimitar conceptos que pueden

llevar a confusión y que creemos que son importantes para entender el trabajo del
criminólogo con el mapa delincuencial, para detallar, a continuación, las

principales aplicaciones de estos sistemas (Albaladejo y Campos, 2013).

a) Sistema de Información Geográfica (SIG): es la representación

espacial y el análisis de un fenómeno mediante un sistema informático.

La mejor virtud de un SIG es la demostración visual de los datos, lo que

ofrece una percepción inmediata sobre dónde sucedió un

acontecimiento en una zona concreta. Es una herramienta poderosa

para el análisis espacial mediante la captura, almacenamiento,

manipulación, examen y observación de los datos incluidos en la

información geográfica, generando una producción cartográfica y

estadística16. Principalmente, tiene tres aplicaciones: la correlación de

datos, los datos históricos para el mapa y el modelado de datos

interactivos. Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) —

conocidos también como GIS por sus siglas en inglés (Geographic

Information Systems)— permiten que el personal de las Fuerzas y

Cuerpos de Seguridad pueda planificar de una forma más efectiva las

respuestas ante emergencias, la determinación de las prioridades en

las medidas de protección de la seguridad ciudadana, el análisis de

eventos pasados y la predicción de eventos futuros.

b) Mapa delincuencial: es el proceso de utilizar un sistema de

información geográfica para llevar a cabo el análisis espacial de los

problemas de la delincuencia y otras cuestiones relacionadas con la


seguridad. El mapa delincuencial es una herramienta fundamental en la

descripción de los comportamientos criminales y patrones de

delincuencia, además del fin preventivo que promueve.

c) Mapa del delito: es el proceso de utilizar un sistema de información

geográfica únicamente con la finalidad de ubicar los delitos de una zona

acotada en el tiempo y el espacio. Son mapas posicionales de los

delitos conocidos y denunciados por los ciudadanos sin apenas ninguna

interpretación criminológica.

Aplicaciones en Criminología de un mapa delincuencial

La localización geográfica del delito por medio de mapas es una herramienta

para gestionar y relacionar el delito y los datos geográficos y representarlos

geográficamente. El resultado de esta herramienta es una imagen de dos o tres

dimensiones (mapa) que proporciona al lector a través de instrumentos de lectura

diversas informaciones útiles sobre la relación entre delito y espacio(Albaladejo y

Campos, 2013).

El mapa delincuencial ofrece la oportunidad de ser proactivos en el desarrollo

de soluciones a los problemas de la delincuencia. Mediante la ubicación

cartográfica de las personas y los lugares, además de otros datos de diferentes

fuentes, es posible discernir patrones. El mapa delincuencial aclara los distintos

tipos de delincuencia y otros incidentes que se producen en una determinada zona


local, provincial, estatal o incluso internacional. El mapa delincuencial sirve pues

para tres funciones:

a) Facilita el análisis de naturaleza espacial de la delincuencia y otros tipos de

eventos mediante un sistema visual y estadístico.

b) Permite vincular diferentes fuentes de información mediante un conjunto común

de variables geográficas. Por ejemplo, permite en un área vincular información del

censo, de las escuelas y los datos sobre la delincuencia.

c) Proporciona mapas que ayudan a comunicar los resultados de los análisis sobre

delincuencia u otros tipos de eventos.

Por todo ello, el mapa delincuencial puede desempeñar un importante papel

en el proceso de control y reducción de la delincuencia mediante la recopilación,

seguimiento y evaluación de datos, pudiendo actuar también como un importante

instrumento en la etapa de prevención del delito, interviniendo en el diseño de

iniciativas más eficaces en la lucha contra crimen (Albaladejo y Campos, 2013).

El apoyo de los mapas en la reducción de la delincuencia puede determinarse

en las siguientes áreas de aplicación:

• Identificar problemas y revelar patrones y tendencias de la delincuencia

visualizando los datos que pueden no ser aparentes de otra forma.


• Optimizar la distribución de recursos policiales, mediante el registro y mapeo de

la actividad policial, los proyectos de reducción de la delincuencia, las llamadas de

servicio e incidentes de la delincuencia.

• Apoyo a la sesión informativa de los agentes de policía operativa mediante la

identificación de los crímenes que han ocurrido recientemente y la predicción de

que el crimen puede ocurrir en el futuro.

• La identificación de puntos calientes del delito para la focalización, la

implementación y asignación de respuestas adecuadas de reducción de la

delincuencia.

• Ayudar a entender efectivamente la distribución del delito y explorar los

mecanismos y la dinámica de los generadores de actividades delictivas a través

del análisis de patrones con otros datos locales.

• Determinar grupos de población vulnerables a sufrir hechos delictivos.

• Seguimiento del impacto de las iniciativas de reducción de la delincuencia.

• Facilitar la toma de decisiones en el tema de la inseguridad ciudadana.


• Utilización de los mapas como un medio para comunicar las estadísticas de

delitos públicos y las iniciativas que se están aplicando para hacer frente a los

problemas de delincuencia.

El mapa delincuencial, principalmente, sirve para analizar la delincuencia como

un conjunto de procesos sistemáticos que proporcionan información oportuna y

pertinente acerca de los patrones de la delincuencia y las correlaciones criminales.

Sirve para ayudar al personal operativo y administrativo en la planificación de

recursos y su despliegue para la prevención y previsión de actividades delictivas.

Fortalece no sólo la investigación y el análisis criminal, sino también la gestión

policial, que comprende la identificación y solución de los problemas. El uso de la

georreferenciación para la integración de datos se está convirtiendo en un factor

clave, para analizar los incidentes y para obtener apoyo en tiempo real en las

operaciones policiales. El mapa delincuencial es complementario a casi todas las

formas de análisis de la delincuencia, la cartografía de la delincuencia no es un

método aislado, sino que es un procedimiento que ocurre dentro del proceso más

amplio de análisis de la delincuencia (Albaladejo y Campos, 2013).

Mapa de localización del delito o criminalidad. ¿qué es el mapa de

localización de delitos?

“El delito tiene una cualidad geográfica inherente. Para que tenga lugar un

delito deben coincidir un delincuente y un objetivo apropiado en una localización

concreta. Comprender el rol que esta localización tiene y la importancia de otros


factores geográficos que dan lugar a que un delito suceda (por ejemplo, las

características del vecindario del que procede un delincuente) pueden

proporcionar unos indicios de vital importancia que contribuyan a mejorar nuestra

respuesta ante los problemas que conlleva el delito y cómo podemos capturar a

los delincuentes. Entre estas respuestas podrían incluirse las específicas de las

políticas de actuación y propuestas de cooperación para la reducción del delito,

pero también apoyar otras iniciativas relacionadas con la zona como por ejemplo

la renovación del vecindario”[ CITATION Seg17 \l 8202 ].

La localización geográfica del delito por medio de mapas es una herramienta

para gestionar y relacionar el delito y los datos geográficos y representarlos

geográficamente. El resultado de esta herramienta es una imagen de dos o tres

dimensiones (mapa) que proporciona al lector a través de instrumentos de lectura

diversas informaciones útiles sobre la relación entre delito y espacio. Las

características de este mapa son la representatividad de un área real, la presencia

de información útil (para el lector), la presencia de una clave para la lectura

(leyenda)[ CITATION Seg17 \l 8202 ].

Actualmente elaborar un mapa es bastante fácil: un mapa necesita una serie

de datos sobre el espacio representado, datos que actualmente pueden

encontrarse a través de los sistemas GPS y las fotografías por satélite o aéreas.

La información sobre el "tema" del mapa es la segunda parte del trabajo (y esto

puede ser más difícil de realizar, según se explica después); a partir de estos

datos, el mapa relaciona el espacio y el tema y los representa en cifras.


La localización del delito es también el nombre del proceso de elaboración y

análisis de mapas para entender el delito. Después de varios intentos anticipados

y aislados de utilizar mapas para la comprensión del delito, que comenzaron a

principios del siglo XIX en Francia, la Escuela de Chicago desarrolló la elaboración

de mapas de delitos como herramienta para el análisis de los mismos, creando la

teoría de que el delito estaba estrechamente vinculado a la desorganización social

y la pobreza en asentamientos urbanos. Sin embargo, la falta de disponibilidad de

datos y los límites del hardware hicieron de la localización geográfica del delito

una herramienta lenta, costosa, poco viable e inefectiva para el análisis, a la vez

que la "Ecología del Delito” contaba con escaso apoyo entre las teorías

criminológicas en aquellos momentos[ CITATION Seg17 \l 8202 ].

El atractivo actual de los mapas de delitos procede de la reciente evolución de

estos tres aspectos: los mapas digítales de prácticamente cualquier parte del

mundo son de fácil acceso y pueden actualizarse regularmente; los avances

tecnológicos han hecho posible los mapas "portátiles” y los sistemas GPS y

permiten un procesamiento de los datos rápido y preciso incluso con grandes

conjuntos de datos; las teorías de prevención del delito situacional son muy

aceptadas y ampliamente utilizadas para explicar las causas inmediatas del delito[

CITATION Seg17 \l 8202 ].

Reflexiones sobre los mapas de localización de delitos


Este texto contiene varias reflexiones sobre los mapas de delitos, en relación a

los problemas y los límites que se pueden encontrar en la utilización de esta

herramienta. La dirección que adopta esta reflexión sigue el ciclo vital de un mapa

de delitos: en un principio existe la necesidad de realizar un mapa; después se

elaboran los conjuntos de datos por medio de la recopilación (y la actualización)

de los mismos que contienen información sobre el espacio y al menos otro

conjunto de datos relacionados con hechos que puedan ser considerados "delitos"

con el fin de elaborar una imagen; las imágenes son creadas y después utilizadas

por alguien que necesita una leyenda que permita la "transferencia" de

información del mapa a la realidad[ CITATION Seg17 \l 8202 ].

La necesidad de realizar un mapa de delitos

La primera reflexión es sobre la necesidad de la realización de un mapa de

localización. Esta cuestión es básica ya que conlleva la selección de información

para que ésta sea introducida en el dibujo, su escala, su secuencia de tiempo,

pero sobre todo la comprensión de la necesidad ayuda a comprender si un mapa

es la herramienta correcta para responder a esta cuestión. ¿Para qué sirve un

mapa de delitos? Se puede solicitar la elaboración de un mapa para ver la

distribución de un fenómeno, para prever o pronosticar su evolución ¿o ambas

cosas? ¿Es para análisis criminológico o para apoyar la acción policial? El

contestar la cuestión principal sirve para seleccionar los datos que se

considerarán, pero principalmente para centrarse en las expectativas del cliente.


En concreto debe quedar claro que el componente geográfico de la realización

de un mapa debe ser el elemento clave que ayude a los usuarios a comprender

algo más que el observar bases de datos. La diferencia entre las bases de datos y

los mapas es que estos últimos tienen un vínculo con el espacio que será útil para

su análisis. Cuando el Dr. Snow, en 1854, trazó la localización de casos de cólera

en un distrito de Londres y señaló las localizaciones de pozos de agua públicos,

estaba verificando la suposición de que la enfermedad se transmitía a través de

aguas infectadas: por medio del análisis de las muertes por cólera y las

localizaciones de los pozos pudo ver que el pozo que se hallaba en Broad Street

era en el centro de las muertes y, eliminando el pozo, la enfermedad desapareció

de la zona[ CITATION Seg17 \l 8202 ].

Este ejemplo muestra cómo un mapa ayudó a un científico a comprender algo

que no era comprensible sólo por el análisis de los casos de la enfermedad o los

pozos de agua: el elemento geográfico era crucial en este caso. Pero no siempre

las relaciones están tan claras y son tan comprensibles y la información es

suficiente para solucionar el problema, sin embargo, el elemento geográfico debe

ser esencial para justificar el uso de un mapa. En ocasiones, el componente

geográfico de un mapa de delitos es lo más interesante para su resultado gráfico

(de aquí los mapas tan coloristas y atractivos) pero no para su potencial en la

prevención del delito. Los mapas son utilizados para informar a los medios de

comunicación, a los ciudadanos y a la policía, aunque de ellos no surgen ideas

particulares ni se vierten éstas en el análisis del delito o en las estrategias sobre la

prevención del delito. Ambos usos pueden justificar la elaboración de mapas, pero
esto debería estar claro desde el principio ya que ello conlleva la creación de

bases de datos y el significado de los resultados del mapa puede ser

diferente[ CITATION Seg17 \l 8202 ].

La mejor virtud de un SIG (Sistema de Información Geográfica) es la

demostración visual de los datos: los mapas son un medio de comunicación

universal ya que ofrecen una percepción inmediata sobre dónde sucedió un

acontecimiento en una zona concreta. Si ésta es la razón para elaborar un mapa

entonces se debería reflexionar sobre los recursos humanos y de TI necesarios

para conseguir este resultado y, por último, pero no menos importante, el hecho

de que esos mapas, elaborados con un fin informativo, pueden ser leídos sin un

sentido crítico y utilizados de manera inapropiada, especialmente cuando la

metodología existente detrás de los mapas no está clara o es desconocida.

La elaboración de conjuntos de datos

Los mapas contienen información espacial sobre los hechos que tienen lugar

en el espacio físico y tienen, por tanto, coordinadas geográficas. La selección del

tipo y el número de datos de los mapas depende de las necesidades del cliente,

de la dificultad para conseguir información y de los recursos disponibles para la

realización del mapa. Se ha dicho que los datos relativos al espacio son

actualmente fáciles de encontrar: los mapas digítales pueden comprarse a bajo

precio y se actualizan regularmente ofreciendo la base para la elaboración de

mapas temáticos. Por otra parte, se deben crear otros conjuntos de datos con el
propósito en cuestión y esto puede ocasionar más problemas[ CITATION Seg17 \l

8202 ].

En primer lugar, no se puede reflejar todo en un mapa, porque no todo tiene

una ubicación geográfica o bien porque hay cosas que no son detectables. Por

ejemplo, el realizar un mapa con el miedo ante el delito ocasionaría problemas

conceptuales: ¿dónde está el miedo?, ¿cómo se puede localizar? ¿qué

información contendría el conjunto de datos? El miedo es un sentimiento personal,

de esta forma ¿debería el mapa mostrar la casa de una persona? ¿O su lugar de

trabajo? ¿O el trayecto que recorre entre ambos? ¿O debería tener en cuenta si

esa persona sale a menudo por la noche, dónde va, con quién se reúne? ¿De

dónde surge ese miedo? Aparte de esto, los problemas que surgen de la

elaboración de un conjunto de datos para realizar un mapa sobre violencia

doméstica o sobre corrupción son evidentes, aunque estos delitos no son

evidentes, a menudo no se denuncian, y la cifra negra conlleva a un mapa

"invisible" que solaparía al mapa visible que contiene la imagen

correcta[ CITATION Seg17 \l 8202 ].

Utilización de un mapa
Atendiendo a la necesidad original, se crean las bases de datos y finalmente

se elabora un mapa. ¿Quién lo interpretará? ¿Cómo? Estas cuestiones generan

cierta reflexión sobre los instrumentos con los que se contarán para interpretar

dichos mapas y transformar la información contenida en ellos en algo que debería

tener lugar en el espacio analizado. Una vez más, un mapa puede tener un fin

informativo, pero la asignación de recursos en el complejo sistema de elaboración

de mapas debería justificar algo más que la mera información y el mapa debería

ayudar a que alguien tome la decisión correcta.

Esto es particularmente obvio en la elaboración de mapas de delitos. ¿Por qué

elaborar mapas de delitos? ¿Cuál es el valor geográfico añadido para la

prevención del delito? Algunas experiencias piloto en Italia han demostrado cómo

los mapas de delitos u otros desórdenes, junto a la participación de brigadas

aéreas para la recuperación de daños, pueden colaborar en hacer la ciudad más

“segura” según la percepción de los ciudadanos y asimismo en la

práctica[ CITATION Seg17 \l 8202 ].

En una experiencia piloto, la policía local que patrullaba la ciudad a pie tuvo

como misión detectar y transmitir a la comisaría cualquier señal de que se estaba

produciendo un delito u otro tipo de desorden a través de un teléfono inteligente

con GPS, y una brigada especial se encargaba de acudir al lugar y eliminar

rápidamente cualquier señal de altercado. Todos los puntos señalados fueron

útiles en la elaboración del mapa, éstos aportaron la cuestión de las áreas que se

habían convertido en “puntos calientes”. Por medio de un acuerdo con el Ministerio


del Interior, la policía local contó con los datos de los delitos detectados por la

policía estatal y los Carabinieri en una misma zona, consiguiendo de esta forma

reunir toda la información[ CITATION Seg17 \l 8202 ].

Mapas Georreferénciales como base para una política de prevención del

delito en el país

Para el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), el monitoreo de prensa y

registro de los sucesos violentos es una actividad que se ha traducido en mapas

georreferénciales del delito, construidos mediante la técnica de posicionamiento

espacial o localización geográfica.

La elaboración del Mapa Georreferencial del Delito tiene como propósito

facilitar una base de información que favorece la visualización y análisis de la

violencia en el territorio, lo que contribuye a las políticas de prevención. Mediante

componentes de información ofrecidos por el monitoreo de prensa y

procesamiento de los sucesos delictivos, se han construido gráficos estadísticos y

levantado los mapas con el propósito de visualizar las variables relacionadas con

la caracterización del delito[ CITATION Obs18 \l 8202 ].

Esta georreferenciación se viene elaborando en varios estados del país

-Táchira, Sucre, Mérida, Lara, Bolívar y Región Capital-, donde existen los

Observatorios de Violencia regionales.

La visualización de estos mapas en las ciudades y sus regiones configura un

panorama que permite interpretar la situación de violencia que se vive en el país,


mirar el comportamiento y tendencia de los sucesos violentos registrados de la

prensa, caracterizando la inseguridad en las regiones del país donde el OVV tiene

presencia[ CITATION Obs18 \l 8202 ].

Más de 4.400 sucesos delictivos fueron procesados en 2017 como resultado

del monitoreo de diez diarios nacionales, que fueron integrados en el mapa

georreferencial, agrupando a la Región Capital (Distrito Capital y estado Miranda),

Sucre, Bolívar, Lara, Táchira y Mérida.

Construyendo el Mapa Georreferencial del Delito

El Observatorio de Violencia Región Capital (OVV Región Capital) inició esta

experiencia piloto con la construcción del mapa georreferencial 2016, y contribuyó

a su réplica en las demás regiones, optimizando el manejo de la información

mediante una aplicación de una hoja electrónica asociada al programa Google

Maps, que permite además generar cuadros y gráficas, construir y representar

mapas temáticos de forma automática[ CITATION Obs18 \l 8202 ].

Para el manejo de la información se usan aplicaciones gratuitas como Google

Hojas Electrónicas y Google Fusion Tables. Por ejemplo, Google Fusion Tables

fue utilizada para ubicar espacialmente todos los sucesos en un mapa geográfico

bajo la aplicación Google Maps y obtener todas las ventajas de análisis que ofrece

un Sistema de Información Geográfico (SIG). La aplicación funciona en la nube y

permite el trabajo colaborativo; incluye también diferentes opciones para mostrar

los datos en: listados, fichas, mapas y gráficos[ CITATION Obs18 \l 8202 ].
La información de localización es muy importante y necesaria para ubicar el

suceso de forma automática dentro del SIG. También se obtienen, entre otros,

datos visibles en gráficos estadísticos de los sucesos delictivos por: región,

municipios o parroquias según el tipo de delito, el momento del día en que ocurrió,

el lugar donde ocurrió, la relación con el victimario, el tipo de arma utilizada, tipo

de violencia y móvil del suceso.

De esta forma, el mapa georreferencial permite señalar tendencias, establecer

criterios y proponer directrices, obteniendo una comprensión de los hechos

violentos ocurridos, éstos al ser interpretados en corto, mediano y largo plazo,

perfilan las tendencias e impactos que ayuden a generar políticas públicas de

seguridad ciudadana y una alerta temprana con acciones de prevención del delito[

CITATION Obs18 \l 8202 ].


Bibliografía

Albaladejo, J., & Campos, M. (2013). REVISTA DE DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGÍA, 3.ª

Época, n.º 9 (enero de 2013), pEL ANÁLISIS GEOGRÁFICO DEL DELITO Y LOS MAPAS

DE LA DELINCUENCIA. Revista de Derecho Penal y Criminología, 9, 422-445.

Observatorio Venezolano de Violencia . (2018). La mirada al delito a través de un mapa.

Obtenido de observatoriodeviolencia.org.ve:

https://observatoriodeviolencia.org.ve/news/la-mirada-al-delito-a-traves-de-un-

mapa/

Segato, L. (2017). LOS MAPAS DE CRIMINALIDAD. Obtenido de www.madrid.es:

https://www.madrid.es/UnidadWeb/Contenidos/Publicaciones/TemaEmergencias

/PonenciasCongresoCiudades/Ficheros/Parte2.2.pdf

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