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CAPITULO I

EL PROBLEMA

Contextualización del Problema

Gracias a la revolución tecnológica, la publicidad ha dado un giro de 180°, expandiendo sus


horizontes creativos hacia el mundo cibernético, ofreciendo una mayor visibilidad de lo que
una empresa busca transmitir en sus mensajes publicitarios. La publicidad entendida como el
medio de comunicación que propone conducir una idea o mensaje sobre alguna marca o tema
determinado, ha encontrado a través de nuevas herramientas, oportunidades para crear
credibilidad entre la audiencia y atraer día con día nuevos consumidores. Publicidad y
tecnología siempre han ido de la mano. La evolución tecnológica conllevaba la evolución de la
forma de hacer publicidad. La aparición de la prensa, la radio y la televisión han modelado la
estructura de anuncios y la forma de comunicar a los clientes. Ahora en la era digital, regida
por Internet, las redes sociales y el mundo globalizado, esa unión debe ser inevitablemente,
más cercana, conviviendo y desarrollándose conjuntamente.

Las tecnologías móviles hoy en día forman una parte primordial de nuestras vidas, en
situaciones de emergencia, o por la simple necesidad de comunicar algo, han resultado
altamente efectivas. Su aparición ha producido cambios en todos los niveles de la sociedad,
desde el aspecto de la socialización, medios publicitarios, hasta factores como lo económico y
político, nos facilitan el trabajo, nos ayudan a recuperar viejas amistades o mantener el
contacto con nuestros familiares, algo en lo que ha repercutido la tecnología
significativamente, es en el mercado laboral, ya que ahora es fundamental estar actualizado
para poder competir. Incluso se han llegado a eliminar muchos empleos a causa de la
automatización. Podemos hacer la compra de forma cómoda y rápida, pero tienen su otra
cara, estas nuevas tecnologías influyen de diversas formas, pueden causar estrés, ansiedad,
insomnio, dependencia o, incluso, adicción si no sabemos utilizarlas adecuadamente, en la
casa, donde muchos jóvenes se encuentran sentados con la televisión, frente al computador o
con el celular, sin salir de sus casas. Casi en todo momento, necesitamos tener el celular o
algún aparato tecnológico para poder entretenernos. Lamentablemente esto trae
consecuencias, pues se han visto ocasiones en donde hay un grupo de amigos reunidos en una
mesa y todo se encuentra mirando su celular, sin comunicarse verbalmente entre ellos, pero
es sin duda en las relaciones sociales y laborales donde más han influido de manera más
amplia,
Diez problemas que nos ha ocasionado el smartphone

El móvil se usa a todas horas y para miles de tareas y está cambiando tanto los hábitos sociales

como a las personas

La consultora británica Tecmark sostiene que usamos el teléfono móvil una media de 221
veces al día. "Constantemente", corrigen unos estudiantes de entre 18 y 21 años. Es la
tecnología que más se utiliza, corroboraba el barómetro del Centro de Investigaciones
Sociológicas (CIS) de marzo; y es la preferida para conectarse al mundo digital (por el 88,3% de
usuarios de internet), según la Fundación Telefónica.

Porque el móvil de hoy es multifuncional: sirve como alarma matinal, reloj, agenda,


calculadora, navegador y para ver el tiempo; para escuchar música, la radio y leer prensa; para
la mensajería WhatsApp y similares (se envía más mensajes escritos que se llama) y para
conectarse a internet y a redes sociales como Instagram, Facebook, Snapchat, Twitter y demás;
para ver una serie televisiva, podcasts y hacer y ver fotos y vídeos; para escoger restaurante,
comprar, vender, realizar mil gestiones on line.

El móvil facilita multitud de tareas, sí. Muchos destacan que les hace más productivos y más
felices (79% y 77% en una encuesta del Pew Center de EE.UU.) pero en menos de 10 años ha
pasado a ser una extensión de nuestro cuerpo y de nuestra identidad y está modificando
ambas cosas, alertan los expertos.

1- Aumentan los accidentes


Los efectos van más allá del usuario. Algunas ciudades hasta se plantean medidas urbanísticas,
porque andar muchas personas mirando su pantalla (el 47% de los peatones lo hace, analizó
el Reial Automòbil Club de Catalunya) ha favorecido un aumento de accidentes. Igual ocurre
con el tráfico: el móvil ha sustituido al alcohol como primer motivo de muerte al
volante entre los jóvenes estadounidenses, y las autoridades españolas lo consideran uno de
los principales motivos de distracción, que es la primera causa de accidentes.

2- Más atención que a los hijos


Entre el boom de ensayos, figura el último de Sherry Turkle, profesora de Ciencias Sociales
y Tecnología en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que ha estudiado
el impacto en las relaciones personales –en otro libro defendía que ya no sabemos estar
solos–. Lo que le resultó más "lacerante" en la investigación hecha para su libro Reclaiming
Conversation (Reivindicando la conversación, que en otoño publicará en castellano Ático
de los Libros) fue "que niños y adolescentes digan que nunca han dado un paseo con su
padre o madre sin que estos estén sin teléfono; literalmente, sienten que nunca tienen la
plena atención de sus padres", explica por correo electrónico. Cree que el tiempo que
pasamos con el móvil "lo robamos del dedicado a los demás, ya que lo llevamos encima a
todas horas y a todas partes".

En el barómetro del CIS, la mayoría de los preguntados (44%) apunta que el móvil es la
tecnología que más ha cambiado la vida de su familia (sólo el 7,7% cita la televisión). Entre
otros aspectos, un 67,9% piensa que ha reducido la comunicación entre padres e hijos, y el
51,5%, que aumenta el conflicto familiar. Hay terapeutas estadounidenses que dicen que les
llegan familias que buscan ayuda para "reconectar".

3- Interfiere en la pareja
Muchas relaciones amorosas también empiezan y acaban por el móvil, que está siempre
presente. Facilita comunicarse, pero también controlar más a la pareja.
"Yo, si estoy con mi novio y él está todo el rato con el móvil en lugar de prestarme atención, se
lo tiro por la ventana", proclama Lucía, de un grupo de estudiantes de bachillerato artístico.
Sus compañeros se ríen: admiten que muchas veces están con la pareja o entre amigos y con el
móvil.

4- Un 40% menos de empatía


Turkle advierte que el móvil resta intimidad y empatía a la relación humana. En una consulta
del Pew Center, el 89% de las personas dijo que usó su teléfono durante su última reunión
social, y el 82% reconoció que la conversación se resintió. "Se ha demostrado que si dos
personas quedan y hay un teléfono en la mesa, la charla gira en torno a temas menos
importantes, y esas personas sienten menor conexión entre sí", explica la psicóloga social del
MIT.

"Cuando nos volvemos hacia el móvil en lugar de hacia la otra persona, se pierden empatía e
intimidad. En los últimos 20 años –subraya–, se ha constatado una disminución del 40% de la
empatía entre estudiantes universitarios en todas las maneras que conocemos de medirla.

5- ¿Espontáneos y auténticos?
Nos resulta cada vez más difícil mantener una conversación espontánea como son las cara a
cara. "La gente busca evitarla usando el móvil para no sentirse vulnerable", dice Turkle. Pone
como ejemplo a padres e hijos que discuten por WhatsApp y similares para tener las
emociones bajo control. "Nos atrae la conversación on line –explica– porque podemos
prepararnos, ya que tememos imperfecciones en la presentación. Nos reafirmamos si
podemos escondernos tras una auto presentación".

6- Concebido para enganchar


Estamos enganchados al móvil, dice Eyal. En su libro explica por qué: servicios y apps están
diseñados para captar la atención el máximo tiempo. Eyal es de la escuela de B.J. Fogg, gurú de
la tecnología persuasiva, que estudia en su laboratorio de la Universidad de Stanford
(California) los comportamientos y cómo influir en ellos. Su fórmula para captar la atención es
motivación (se debe ofrecer algo que la gente desee). Los fabricantes de móviles tienen
psicólogos y antropólogos que recorren el mundo observando comportamientos para ir
evolucionando el producto.

7- ¿Adicción? Depende
Ante tal panorama, parece una lucha contra titanes plantearse limitar las horas con el móvil o
cómo evitar la adicción. Sin embargo, Manuel Armayones, profesor de la Universitat Oberta de
Catalunya que acaba de publicar 'El efecto smartphone', conectarse con sentido, señala: "Todo
depende de lo que uno haga en el mundo digital". "El sentido común dice que se hace un mal
uso del móvil cuando causa problemas a la persona, perjudica su relación de pareja o familiar
o su sueño, su trabajo o los buenos resultados académicos. Lo importante es ser conscientes
de cuándo se da ese daño", destaca.

Entre padres e hijos "hay que hacerse a la idea de que el negociar va a ser constante: cuando
ya habíais pactado el uso de Instagram (qué horas, qué es admisible compartir...), se ponen de
moda Periscope y sus vídeos".

8- Ansiosos y saturados
Claro que tres de cada cuatro jóvenes de 18 a 24 años, lo primero que hacen al despertar
es consultar el móvil, según un sondeo norteamericano. Los anglosajones hablan, como
fuente de ansiedad, del FOMO (fear of missing out), el miedo a perderse algo si no se mira
el móvil. Armayones habla en su libro de "psicopaTIClogías" como el miedo a olvidar el
móvil (nomofobia) o la ansiedad que genera la trilogía batería, cobertura y saldo.

"No son equiparables a enfermedades mentales graves, pero nos estresan y generan
ansiedad", dice. La receta de Armayones es: "Haga amigos, practique deporte, cultive alguna
afición fuera de las pantallas".

9- Distraídos, pero con memoria


Algunos estudios señalan que el mundo digital cambia la memoria (el llamado efecto Google),
otros, que no la atrofia. Incluso alguno defiende que la desarrolla, e idéntico debate existe en
torno al pensamiento analítico. "En la sociedad actual se maneja más información que nunca, y
usamos la memoria del móvil o la nube como una extensión de la nuestra, para almacenaje,
pero en el cerebro seguimos guardando la importante o irreemplazable para nosotros", opina
Armayones.

10- La flexible intimidad


Los padres estadounidenses cuelgan on line unas 1.000 imágenes de cada hijo antes de que
cumplan los cinco años, explicaba recientemente la revista Time. "Se dice que los niños y
jóvenes de hoy son narcisistas, pero es que quizás aprenden exhibicionismo de los padres",
indicaba el artículo.

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