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TEORIA DEL GINOCENTRISMO –MIRANDO FIJAMENTE MAS ALLA

DEL ABISMO
Por Adam Kostakis

La batalla de los sexos ha degenerado en una guerra sucia y cada uno de nosotros, estamos
convocados a esa guerra por fuerzas a las que no le importan ni siquiera un poco la igualdad y la
justicia
La propaganda política, como una herramienta de control, es eficaz solamente en la medida en
que la visión del mundo que la representa esté en armonía con la percepción del mundo vivido,
día a día, por sus objetivos. Cuanto mayor la brecha entre el mundo percibido y la representación
propagandística del propio mundo, menos eficaz -- y por lo tanto, menos útil-- la propaganda será
en el último análisis.
Llegamos a un momento en que las mujeres rechazan cada vez más la idea de que el feminismo
sea algo irrelevante o inaplicable a sus vidas, porque el mundo que la ortodoxia feminista describe
no parece ser el planeta tierra. Al mismo tiempo estamos aproximándonos al auge del control
feminista del mundo real habitado combina represión estatal con tribalismo de género ambas
fuerzas se intensifican exponencialmente a medida que ellas se usan unas a las otras como palanca
para subir más alto.
Me acuerdo de un antiguo enigma que pregunta: "cuanto de alto se puede subir en una montaña"
la respuesta es hasta la cúspide porque una vez que llegues a la cumbre, depuse el único camino
posible es ir para abajo. El feminismo no ha encontrado obstáculos; el control total esta a su
alcance y con total quiero decir que un día ellas establecerán un totalitarismo. El carnet de victima
( NT término usado en EEUU para designar a alguien o un grupo que se autoproclama como
víctima y no asume la responsabilidad por los resultados de sus vidas) ha servido como una
entrada para los fondos en instituciones estatales e instituciones supranacionales.
Ahora con poderes sobre los hombres, las feministas conseguirán establecer los principios del
"Scum Manifiesto" de Valerie Solanas , que declara -en un lenguaje con características de sugerir
una solución final- que en breve iremos a testimoniar el fin de los hombres. La guerra de los sexos
no arrecia al alcanzar la igualdad con los hombres (en algunos casos tienen privilegios sobre ellos)
ella esta solo calentándose. Las feministas apenas empiezan a incitar públicamente el odio al
hombre ellas además están utilizando sus cargos en el gobierno en las universidades en los
institutos de investigación política en los medios para convertir sus violentas fantasías en realidad
trabajando por la anulación de los más básicos derechos humanos de los hombres.

Para dar un ejemplo reciente, la Secretaria de Estado de la Nación más poderosa del mundo
anuncio recientemente que una unidad móvil internacional de acusación será establecida
específicamente para apuntar a hombres alrededor del mundo. 
Otro ejemplo reciente: una líder feminista ha sugerido que ciertos principios jurídicos destinados a
proteger ciudadanos inocentes, de persecuciones y de encarcelamientos injustos, que se
remontan a la época de la Carta Magna, deben cesar para los hombres. El feminismo no es un
problema restringido al mundo occidental. En La India hombres están sujetos a las arbitrariedades
femeninas, allí enfrentan severas penas hasta por haber causado inadvertidamente una ofensa
simple.
Nada de esto armoniza con el cliché "las mujeres son víctimas " que ha prestado tanta utilidad a
las feministas para llegar este punto. Mientras tanto el feminismo está firmemente enraizado y
tiene el control de los mecanismos que poseen el monopolio de la fuerza física legítimo o no. No
existe prácticamente ninguna fuerza que se oponga. El Occidente encontró su nueva misión
imperial para sustituir a la cristiandad global: una adoración forzada a las mujeres. Y como
cualquier voz discordante es inmediatamente y violentamente reprimida, las feministas están
libres para radicalizar su agenda anti masculina, a punto de desencadenar en el mundo una
dolencia moral y todo tipo de atrocidades vengativas.
Para ver, cuando la propaganda (política) deja de ser una herramienta eficaz de control,
simplemente las feministas procuran controlar otros medios. El control del Estado - El monopolio
de la violencia física - Es un medio que las feminista han obtenido. Pero contrariamente a la
propaganda que manipula la mente, el control estatal brutaliza solamente el cuerpo. El poder de
los controladores, en última instancia, siempre reposa sobre la resiliencia del controlado, de allí la
necesidad (de las feministas) de forjar un consentimiento generalizado.
El Imperio Romano no duró quinientos años por el ejercicio de la fuerza bruta, sin el apoyo de las
masas; el emperador era glorificado como un dios vivo, incluso en los más pequeños distritos de
su reino, se erigían voluntariamente estatuas y altares de homenaje. Durante toda la historia los
hombres han adorado frente al altar del sexo femenino, y es tentador acreditar que esa sumisión
psicológica no vaya ceder ni siquiera frente a la opresión física y el exterminio de los mismos
hombres. Y que los hombres vayan a marchar hacia su muerte como corderos ofrecidos en
sacrificio, con la esperanza de ganar el favor de las mujeres con sus últimas serviles acciones.
Pero las declaraciones respecto al fin de los hombres pueden también hacerse a ser tan vacías
como aquellas que fueran hechas hace veinte años respecto al fin de la historia. El entonces
llamado Choque de Civilizaciones lo que sucedió llevo al autor a refutar su propia posición .
Nosotros debemos permanecer optimistas en cuanto a los plazos, dentro de breve tiempo un
verdadero conflicto entre los sexos, y de allí veremos a las militantes feministas “tragándose
sapos” avergonzadas por los errores cometidos.
En tanto el feminismo se hace cada vez más poderoso, y comienza a realizar sus ambiciones más
radicales, se irá agotando su capacidad de forjar consentimientos (entre los hombres). Esas
ilusiones de caballerosidad que aseguran el consentimiento de los hombres en el que en última
instancia se apoya el feminismo - “mujeres son víctimas” –“las mujeres son preciosas”- “las
mujeres están indefensas”- etc. Se tornarán más difíciles de sostener en el tiempo. Cuando más
fuerzas avancen sobre los hombres , cuanto más control y dificultades en sus vidas, más
descontento habrá entre ellos. La burbuja misándrica estará lista para estallar y como toda forma
de exceso , que todavía ve a los hombres como representaciones de criminales sujetos a
humillaciones y castigos crueles y humillantes, una que otra rajadura aparecerán en las paredes , y
es otro paso que damos hacia el día en todo el odioso edificio se desmorone por su propio peso y
fundamentalmente por el nuestro.
Nuestra tarea, entonces es doble: primero preparar el terreno, a fin de acelerar el colapso del
feminismo.
Segundo ( y complementario con lo primero): construir las armas ideológicas para ayudar a
prevenir un resurgimiento feminista posterior al colapso.
Estando las cosas como están, no es necesario borronear la verdad. Por el contrario generalmente
debemos exponer las verdades que los otros han oscurecido; revelando hechos a un público
mucho más amplio que todavía no tiene conocimiento de los mismos, en forma diligente y sin
pedir disculpas. Como un notable activista del área ha explicado recientemente que no es
necesario atacar a las feministas – el explicaba que todo lo que se necesita es citarlas/los. Basta
con exponer e odio feminista de forma franca y transparente, y eso bien podría ser suficiente para
dar un giro a la situación – razón por la cual (el ataque a las feministas ) solo es gastar enormes
energías en dirección errada, desacreditando, neutralizan y oscureciendo los argumentos de los
defensores de lo contradictorio
Una estrategia clave para el cumplimento de nuestra tarea fue anunciada en una conferencia en
abril del 2010 bajo la forma de Estudios del Sexo Masculino, una nueva disciplina que ya enfrenta
hostilidad de un mundo académico que ha sido copado por el feminismo radical. Que este dedo en
la llaga , esta piedra en el zapato de la uniformidad académica pueda provocar tamaña indignación
, como ha hecho no debería sorprender. Aquí está la solución en los temas que los Estudios del
Sexo Masculino están dispuestos a cumplir.
Los factores socioeconómicos que llevan a un mayor involucramiento de los hombres con el
sistema de justicia penal, subempleo y oportunidades limitadas de los padres como resultado de
los cambios de las leyes de custodia de hijos (económicas técnico-científicas legislación en las
políticas públicas)
Representaciones misandricas de niños varones y de los hombres adultos en los medios de
comunicación de masa y en las publicidades (estudios de medios incluyendo cine televisión
internet publicidad)
Relatos de la experiencia de cómo es ser del sexo masculino (historia, literatura autobiografía)
Cuestiones urgentes relacionada al bien estar emocional de los niños y hombres mayores
especialmente depresión y suicidio (psicología clínica, medicina, psiquiatría y trabajo social)
Friedrich Nietzsche, escribiendo a fines del siglo 19 advirtió que si alguien mira mucho tiempo en
el abismo entonces ese alguien encontrara al abismo devolviéndole la mirada. Debe ser
profundamente perturbador para las feministas, tener que acordar el día de mañana y encontrar a
otras personas desconstruyendolas teniendo como misión de vida exponer y corregir las injusticias
feministas.
Esta parece ser la razón para la violenta respuesta del sector feminista a la idea de hombres
discutiendo cuestiones de género y de sexismo sin la supervisión de mujeres. No importa lo que
las feministas piensen respecto de Los Estudio del Sexo Masculino, pues las feministas no son el
público que se tiene por objetivo de la disciplina; el éxito de estos estudios no depende de la
aprobación de las feministas, es un hecho que sin dudas habrá problemas para conciliar.
Independiente de esto asimismo se lanzaran campañas de acción para evitar que los hombres
discutan sus experiencias en foros académicos feministas son incapaces de impedir que eso
acontezca en otro lugar. El verdadero punto de inflexión para las feministas aspirantes a
dictadoras es el que hoy vivimos en la Era de la información es muy difícil controlar la circulación
de informaciones justo cuando nuestra época está definida por ella.
Entonces estas son las dificultades que tendremos a partir de ahora, pero contando con que las
personas puedan usar internet para reunirse y hablar de lo que piensan, nada nos puede parar.
Vamos a tener discusiones también en un millón de otros lugares del mundo real –Porque si los
hombres nunca han hablado sobre su experiencia, como hombres, nosotros no estaríamos
ansiosos por iniciar los Estudios Del Sexo Masculino en un futuro próximo.
Ya existe un gran número de sitios dedicados a cuestiones de los derechos de los hombres; en
efecto estos aparece haber proliferado en los últimos años, surgiendo en todo el mundo como si
fueran deliciosos hongos . Para la mayoría de estos blogs no es necesario que los temas de sus
contenidos sean unificados, salvo , su oposición al feminismo. Dada la creciente y activa red de
personas preocupadas por las condiciones de los hombres de hoy, se vuelto posible ir más allá de
lo que se ha hecho. Este blog pretende animar la cristalización intelectual de los que llamamos
Movimiento de defensa de los Derechos de los Hombres, a través de una lente de aumento en una
amplia gama de temas . Este blog está dedicado a la dilucidación de la teoría del Ginocentrismo.

Qué es la teoría del Ginocentrismo? En resumidas cuentas es un sistema que explica las relaciones
sociales ente los sexos. Sustituye la teoría del Patriarcado que es la piedra angular de todo
pensamiento feminista. Idea trasmitida de generación en generación y arraigada en la mente de
las personas , la teoría del patriarcado se ha revelado como poderosa herramienta para negarle a
los hombres sus derechos incluyendo sus derechos humanos más fundamentales como la
integridad y la dignidad física, basándose en la falsa y mentirosa idea de que todos los hombres
son opresores ( o por lo menos de que aquellos hombres que son opresivos se benefician con la
opresión ) y de que todas las mujeres son víctimas del poder masculino. La teoría del
Ginocentrismo es la articulación de muchos años de esfuerzo de varios pensadores en la esfera de
los derechos de los hombres para describir una visión del mundo que refleje más fielmente la
experiencia de los hombres - y muchas mujeres también . En contraste con la visión simplista del
tribalismo “blanco o negro” de la teoría del patriarcado la teoría del Ginocentrismo no iguala la
autorrealización con la de poseer un poder tiránico sobre las mujeres.
La Teoría del Ginocentrismo no acepta que los hombres actúen en bloque para promover el poder
de los hombres. Por lo contrario, la Teoría del Ginocentrismo expone la divergencia entre los datos
demográficos e intereses y fundamentalmente muestra que en cuanto un minúsculo grupo de
hombres puede forma parte de los que detentan el poder político y social eso no significa que sus
decisiones sean tomadas en beneficio de todos los hombres, es más en la realidad sus decisiones
son destinadas a beneficiar a la mayoría de las mujeres y en detrimento de la mayoría de los
hombres. La Teoría del Ginocentrismo defiende el hecho de que el poder sea multifacético y
denuncia que la política haya sido una cuestión de apelar a la protección de las mujeres.
Lo antes expuesto, sin duda hará que las cabezas de las personas cambien respecto a que ellas
supongan que el poder en todos los niveles pueda identificarse con el tipo de genitalia de aquellos
que toman decisiones importantes- independientemente de aquello que ellos realmente decidan
cualquier otra cosa mas alla de del alcance de de esta lectura introductoria. Y asi vamos a
continuar con esta línea de pensamiento en la próxima semana. Las publicaciones serán
actualizadas los sabados y los estudiosos de todo el mundo están convidados a participar –o
acompañar a su propio ritmo y tiempo, si prefieren. Las discusiones seran realizadas
inmediatamente después a diferencia de la mayoría de los blogs feministas donde los autores
toman a Mary Daly como mentora , negando sistemáticamente la voz a los hombres aca todos
serán bienvenidos a hablar, aunque se garantizan expulsiones en el caso de que los posts tengan
contenidos obscenos o informaciones personales. Prefiero que las feministas vengan a criticar a
tener que convidarlas a salir poco a poco, pero el destino de los trolls realmente persistentes
quedaran a mi criterio
Yo lo convido a tener un dia entero reflexionando sobre esto y luego nos vemos otra vez 
Mas pronto de lo que piensa

Ginocentrismo -Cuando el Oprimido es el Hombre


Vivimos en un sistema Ginocentrico? no nos cabe ninguna duda de ello. Las mujeres no están
tan oprimidas como pensaban ni los hombres tan privilegeados como creian. Las mismas cosas
malas que le ocurren a la mujer como el acoso, tambien le ocurren a los varones, pero las cosas
malas que le ocurren al varón, no le ocurren a la mujer

Todo vale para tenernos separados. La respuesta es el amor incondiconal, el perdon, la


aceptación, la confianza, todo aquello que parece estar perdiendose con rapidez

Entre mas ideologias, sistemas y porquerias nos echen encima es mejor para ellos. Machismo,
hembrismo, feminismo, ginocentrismo, patriarcado, todo es basura… lo unico real es la confianza,
el amor incondicional, el perdon, la aceptación.

El problema es que los sistemas anteriormente mencionados, estàn enterrando a los valores
humanos en el piso. De esta manera queda una raza humana des-unida, desconfiada,
individualista, materialista, y asi nos convertimos en seres que se dedican solo a sobrevivir y a auto
depredarse los unos a los otros. ¡¡¡Lo que sucede ahora mismo!!!

¿Androcentrismo o ginocentrismo?
El término androcentrismo  se define en el Diccionario de la  Real Academia Española  como
la  Visión  del mundo y de las relaciones sociales centradas en el punto de vista masculino  (2013): su
sinónimo es  patriarcalismo y su antónimo  ginocentrismo  cuyo sinónimo, a la vez,
es matriarcalismo.

El androcentrismo ha sido verificado prácticamente en todas las sociedades hasta ahora


estudiadas, tanto originarias como modernas, y en todas las ápocas, con algunas excepciones
determinantes, como veremos más adelante. Esta verificación (casi) universal se plasma en la
androcracia: una sociedad donde el hombre ostenta el poder total.

Desde mediado del siglo XX hasta la actualidad el debate científico se ha centrado en intentar
responder por qué la mujer es discriminada, desarrollándose, principalmente, dos corrientes
duales: la biologista y la ambientalista.

La teoría biologista, basada muchas veces en estudios etológicos extrapolados a la conducta


humana, postula que la causa de la discriminación se debería a la existencia de componentes
genéticos en el hombre, llegando a mencionar la testosterona, que le otorgaría la superioridad con
respecto a la mujer. Esta teoría hace inviable un cambio en la infravalorización de la mujer ya que
ésta pertenecería a la condición humana, y por ello la haría irreversible.

Para refutar la teoría biologista, los ambientalistas han estudiado las excepciones: sociedades que
no son androcéntricas sino ginocráticas (matriarcales), como lo son algunas sociedades originarias
de África. El análisis es estas sociedades ha tenido una trascendencia total, ya que su sola
excepción en el mapa androcéntrico echa abajo el determinismo reduccionista de la teoría
biologista: si la causa de la discriminación contra la mujer fuese determinada por un factor
genético en el hombre, sería lo que en antropología se llama una Verdad universal, como comer o
tener relaciones sexuales, y se daría en todo el planeta y en todos los tiempos, sin excepciones.
Otro planteamiento que se ha usado para demostrar la insostenibilidad de la teoría biologista, es
la violencia de género, física y psicológica, del hombre contra al mujer. No todos los hombres la
ejercen, y son muchos más los que no la practican. Si existiese un gen de la violencia en el mapa
genético del hombre, todos practicarían la violencia de género.

Lo verificado hasta ahora por la antropología social y la antropología de la mujer, es que el


volumen de discriminación sexual varía según la sociedad y la época: la discriminación no es la
misma en el sistema esclavista grecorromano o en el medieval; como tampoco en la actualidad es
igual en Chile o en EE.UU.

En rigor, la discriminación contra la mujer es histórica: cambia según el tiempo y el lugar y, por
ello, es reversible. Esto quiere decir que el factor sociocultural es tan relevante como lo es el
genético. Sin negar que la contribución genética esté presente en la conducta humana, en ninguna
la define plenamente. Los genes nunca operan en el vacío, sino en un ambiente sociocultural que
determina poderosamente el comportamiento humano. El postulado genético por sí solo no
explica por qué existe la discriminación del hombre contra la mujer. Por ello, el tratamiento
binario -biologismo versus ambientalismo- es ineficaz e innecesario como herramienta de análisis,
y no deberían excluirse mutuamente.

Así pues, si elegimos dos países del ámbito sociocultural contemporáneo, como Chile y Suecia, ya
podaríamos verificar la tesis ambientalista.

En los ítems (i) empleo y (ii) representación política en el Parlamento, en Chile (i) es del 40% y (ii)
16% en la Cámara baja y 18% en la Alta, mientras que en Suecia (i) es del 49% y (ii) en un
Parlamento unicameral es de 49% . En la asimetría de los sueldos por un mismo trabajo con
relación al hombre, en Chile la mujer recibe un 37% menos que el hombre, mientras en Suecia es
de un 18% menos. Otro dato: el aborto, entendido como un derecho humano de la mujer de
poder decidir sobre su cuerpo, en Suecia es legal en todas sus formas; en Chile es ilegal,
incluyendo el terapéutico.

Vemos que en los dos países la discriminación existe en todas las variables analizadas aquí, pero la
conclusión es que hay grandes diferencia en su intensidad.

En efecto, el grado de discriminación sexual que padecen las mujeres, basándonos en este somero
cuadro comparativo, es que en Suecia el androcentrismo y la androcracia es abrumadoramente
menor que en Chile. Queda, así, desmentida la teoría biologista ya que la discriminación contra la
mujer en estos dos países no es igual, como sería si la causa fuese biológica y perteneciera a la
condición humana.

Como se ha comprobado, la infravalorización social de la mujer en la gran mayoría de las


sociedades hasta ahora estudiadas, es estructural, lo que implicaría que los cambios para
modificar esta tan injusta como antidemocrática realidad, deberían también ser estructurales.

La lucha por la liberación de la mujer, la mayor revolución del siglo XX, postula unas condiciones
socioeconómicas y culturales igualitarias, donde el sexo no sea el factor determinante y causa de
la opresión contra la mujer. Con un sistema libre de discriminación sexual tanto el androcentrismo
como (un hipotético) ginocentrismo, quedan obsoletos y desaparecen.
Y una pregunta final: ¿Cómo se llamaría en Chile una sociedad donde los hombres, que
representan el 48,5% de la población, tuvieran una representación en el Parlamento de solo el
16% en la Cámara baja y de un 18% en la Alta, como la tienen las mujeres que son el 51,13% de la
población?

Como conclusión general, podemos afirmar que aunque paradójicamente Chile tiene una
Presidenta, debe hacerse un esfuerzo político de gran envergadura para eliminar su robusto, rudo
y áspero androcentrismo estructural.

EL GINOCENTRISMO EN LOS MEDIOS Y LA INVASIÓN


FEMINISTA DE LOS ESPACIOS MASCULINOS
Los medios tradicionales de comunicación son omnipresentes. Funcionan como un filtro a través
del cual intentamos entender el mundo que nos rodea, por lo que es difícil comprender en qué
sentido y hasta qué punto influencian la forma en la que pensamos y vemos el mundo. 

La exclusión del varón del debate sobre medios y género, ha llevado a muchos a pensar que hay
un sesgo en los medios tradicionales en contra de las mujeres. Esto ha ocurrido así porque en los
casos en los que los medios demuestran un brutal sesgo sexista en contra de los hombres, el
feminismo guarda un silencio cómplice.

La misandria y la impunidad femenina en los medios

Estetización de la violencia femenina

Para dar un ejemplo, basta poner el ojo sobre la versión mexicana de la serie argentina “Mujeres
Asesinas”, en el que mujeres que han llevado adelante homicidios son justificadas en sus actos de
violencia en base a un “pasado de abuso” y representadas en un halo de glamour como
campeonas simbólicas de una lucha reivindicatoria femenina.

Estetización y justificación de la violencia femenina

Esta estetización de la violencia ejercida por la mujer, es una justificación implícita de estos
asesinatos, que refuerza la justificación explícita que se realiza al sugerir constantemente que un
pasado de abuso, justifica cualquier extremo de violencia reparacionista en el presente.

Esto se apoya naturalmente, al igual que el feminismo, además de en el instinto de revancha, en el


estereotipo de la mujer débil por el que se asume que la mujer siempre está en condición de
inferioridad en un conflicto, aún cuando sea evidente que es ella quien está abusando del poder y
ejerciendo violencia.

El ginocentrismo continúa asediando los espacios culturales masculinos

En este contexto, los videojuegos han sido uno de los pocos espacios, en los que los varones han
podido sentirse a gusto. Una conmunidad que creció orgánicamente en base a aportes
colaborativos de infinidad, de hombres y mujeres, pero principalmente de varones y que lleva la
impronta de aquellos por quienes está constituida. Allí, #Gamergate, mostró cómo el feminismo
intentó colarse e imponer mediante todo tipo de artimañas deceptivas sus patrones culturales
ginocéntricos y políticamente correctos a la comunidad gamer.
El fútbol es otro de los pocos espacios donde los códigos culturales masculinos hasta cierto punto
persisten todavía: la valoración del sacrificio, de la valentía, de la resistencia, dan testamento de
ello y por este motivo muchos hombres siguen sintiéndose tan a gusto en este contexto donde sus
instintos son recompensados por una cultura que los valora.

Pero esta cultura también se encuentra bajo ataque. Como lo confirman algunas operaciones de
prensa recientes (Neymar, Suarez), el fútbol está siendo marcado como blanco de conquista
feminista donde volver a pretender instaurar el mismo régimen cultural ginocéntrico y
políticamente correcto que parasita los medios tradicionales de comunicación y la industria del
espectáculo.

Las acciones en los hechos del feminismo como movimiento político están muy lejos de sugerir la
búsqueda de la igualdad que dice perseguir, y se acerca mucho más a un movimiento que
pretende imponer el ginocentrismo en todo ámbito de la sociedad, calificando de “machista” a
cualquier persona que objete la prerrogativa de su dominio

Sobre el Ginocentrismo
Ginocentrismo n. (del griego γυνή  “mujer” – Latín  centrum, “centrdo”) se refiere a enfocarse de
manera exclusiva o dominante en la mujer, en teoría y en práctica; o a la defensa de esa premisa
(1). Cualquier cosa puede ser considerada ginocéntrica (Adj.) cuando se está tratando
exclusivamente con un punto de vista femenino (o específicamente feminista) (2).

Katherine K. Young y Paul Nathason declaran que el enfoque predominante de la ideología


ginocéntrica es dar prioridad a las mujeres jerárquicamente, y como resultado ésta puede ser
interpretada como misandria (el odio y prejuicio hacia los hombres). Los llamados por la igualdad e
incluso la equidad por parte de las feministas son a menudo, de acuerdo con esos autores, una
treta para llegar al ginocentrismo (3).

Young y Nathanson definen el ginocentrismo como una forma de ver el mundo basada en la
creencia explícita según la cual el mundo gira en torno a las mujeres, un tema cultural que estos
autores aseguran se ha vuelto “de rigor” tras bastidores en las cortes y burocracias
gubernamentales, lo que ha resultado en una discriminación sistémica contra los hombres (4). Los
autores exponen además que el ginocentrismo es una forma de esencialismo –distinto de la
escolaridad o la actividad política en nombre de las mujeres- en la medida en que se centra en
las  virtudes  innatas de las mujeres y losvicios  innatos de los hombres.

Otros autores hacen la discriminación entre tipos de ginocentrismo, tales como los actos o eventos
ginocéntricos  individuales  (por ejemplo el Día de la Madre), y el concepto más amplio de
una  cultura ginocéntrica, que se refiere a una colección más grande de rasgos culturales que
tienen una mayor significancia en la forma en que la gente vive (6).

Historia

Los elementos de cultura ginocéntrica que existen hoy en día se derivan de prácticas que se
originaron en la sociedad medieval, tales como el feudalismo, la caballería y el amor cortés, que
continúan dando forma a la sociedad contemporánea en formas muy sutiles. Peter Wright se
refiere a dichos patrones ginocéntricos como constituyentes de “feudalismo sexual”, como lo
confirman escritoras como Lucrezia Marinella, quien en 1600 relató que las mujeres de clases
socioeconómicas bajas eran tratadas como superiores por hombres que actuaban como sirvientes
o bestias hechas para servirles, o por Modesta Pozzo quien en 1590 escribió:

“¿no vemos acaso que la tarea legítima de los hombres es ir a trabajar hasta el agotamiento
tratando de acumular riqueza, como si fueran nuestros agentes o representantes, de tal manera
que nosotras permanezcamos en casa como señoras de la heredad dirigiendo su trabajo y
disfrutando de las ganancias de su labor? Esa, si lo quieren así, es la razón por la que los hombres
son por naturaleza más fuerte y robustos que nosotras –ellos necesitan serlo, de tal manera que
puedan soportar el pesado trabajo que deben padecer a nuestro servicio.” (7)

El ataúd dorado en la imagen de arriba muestra escenas de comportamiento servil hacia las
mujeres que eran típicas de la cultura del amor cortés de la Edad Media. Dichos objetos eran
regalos que los hombres daban a las mujeres buscando impresionarlas. Nótese a la mujer de pie y
con las manos en la cintura en posición de autoridad, y al hombre que está siendo llevado por un
cabestro, con sus manos juntas en posición de sumisión.

Es claro que mucho de lo que hoy llamamos ginocentrismo fue inventado en la Edad Media, con
las prácticas culturales de la caballerosidad romántica y el amor cortés. En la Europa del siglo XII,
el feudalismo servía como base de un nuevo tipo de amor en el que los hombres jugaban el papel
de vasallos de las mujeres, que a su vez jugaban el papel de un Señor idealizado. C.S. Lewis, a
principios del siglo XX, se refería a esta revolución histórica como “la feudalización del amor”, y
declaraba que no ha dejado ni un solo rincón intacto en lo que concierne a nuestra ética, nuestra
imaginación y nuestra vida diaria. (8) Lewis escribe:

“Todo el mundo ha escuchado sobre el amor cortés, y todo el mundo sabe que apareció muy
repentinamente al final del siglo XI en Languedoc. El sentimiento, desde luego, es amor, pero amor
de una clase altamente especializada, cuyas características podrían ser enumeradas como
Humildad, Cortesía, y la Religión del Amor. El amante siempre es abyecto. La obediencia de los
deseos más nimios de su señora, sin importar que caprichosos sean, y el consentimiento mudo a
los reproches de ella, sin importar lo injustos que sean, son las únicas virtudes que él se atreve a
reclamar. Este es un servicio de amor moldeado cuidadosamente sobre el servicio que un vasallo
feudal le debe a su señor. El amante es el”hombre” de la dama. Se dirige a ella como midons, que
etimológicamente representa “mi señor” y no “mi señora”. Toda la actitud ha sido descrita
apropiadamente como “una feudalización del amor”. Este solemne ritual amatorio es considerado
como parte esencial de la vida cortesana”  (9).

Con el advenimiento de mujeres (inicialmente cortesanas) elevadas a la posición de “Señor” en las


relaciones íntimas, y con este sentimiento general difundido a las masas y a lo largo del gran parte
del mundo hoy en día, se justifica hablar de un complejo cultural ginocéntrico que afecta, entre
otras cosas, las relaciones entre hombres y mujeres. Además, a menos de que se pueda encontrar
evidencia concreta de una extendida cultura ginocéntrica en periodos anteriores a la Edad Media,
entonces el ginocentrismo tiene precisamente 800 años. Para determinar si esta tesis es válida, es
necesario mirar con más detalle aquello a lo que nos referimos como “ginocentrismo”.

Ginocentrismo como fenómeno cultural


El término ginocentrismo ha estado en circulación desde los años de 1800, cuya definición general
es “centrarse en las mujeres; preocuparse exclusivamente por las mujeres” (10). De esta definición
podemos ver que ginocentrismo puede referirse a cualquier práctica centrada en el género
femenino, o a un simple acto ginocéntrico llevado a cabo por un individuo. No hay nada
inherentemente malo con un acto ginocéntrico (por ejemplo, el Día de la Madre) o, en ese caso,
con un acto androcéntrico (celebrar el Día del Padre). Sin embargo, cuando un acto se
institucionaliza en la cultura en detrimento de otros actos, entonces estamos frente a una
costumbre hegemónica –es decir, es la costumbre relacional de elevar a las mujeres al papel de
Señor en relación con sus vasallos masculinos.

El autor de Teoría Ginocéntrica, Adam Kostakis, ha intentado expandir la definición de


ginocentrismo para referirse al “sacrificio masculino para el beneficio de las mujeres” y “la
deferencia de los hombres hacia las mujeres”, y concluye: “El ginocentrismo, ya sea que lleve el
nombre de honor, nobleza, caballerosidad, o feminismo, no ha cambiado en su esencia. Continúa
siendo un deber particularmente masculino el ayudar a las mujeres a subirse a los botes
salvavidas, mientras los hombres se enfrentan a una muerte segura y helada” (11). Yo estoy de
acuerdo con las descripciones de Kostakis de un deber masculino asumido, pero la frase “cultura
ginocéntrica” transmite su intención de manera más precisa que decir solamente “ginocentrismo”.
Por lo que cuando se usa la palabra sola en esta página, “ginocentrismo” se refiere a una parte de
toda la cultura ginocéntrica, frase que defino aquí como cualquier cultura que instituya reglas para
relaciones de género que beneficien a las mujeres a expensas de los hombres a lo largo de un
amplio rango de medidas.

En la base de nuestra actual forma de ginocentrismo se encuentra la práctica del sacrificio


masculino forzado a beneficio de las mujeres. Si aceptamos esta definición, necesitamos mirar
hacia atrás y hacer la pregunta concomitante de si los sacrificios masculinos a lo largo de la historia
siempre fueron llevados a cabo por las mujeres o si, en cambio, se hicieron por alguna otra meta
primaria. Por ejemplo, cuando los hombres son enviados a morir en grandes números en las
guerras, ¿fue acaso por las mujeres, o fue más bien por el Hombre, Rey, y País? Si fue por lo
último, entonces no podemos declarar que fue el resultado de una cultura ginocéntrica
intencional, o al menos no en la manera en que lo he definido aquí. Si el sacrificio no se hace para
el beneficio de las mujeres, aún si ellas son beneficiarias ocasionales de ese sacrificio masculino,
entonces no se trata de ginocentrismo.

La prescindibilidad masculina estrictamente “en beneficio de las mujeres” comienza de manera


notable después del advenimiento de la revolución de género del siglo XII en Europa –una
revolución que nos entregó términos como galantería, caballerosidad, amor caballeresco, cortesía,
romance, y otros. De ese periodo en adelante, las prácticas ginocéntricas crecieron
exponencialmente, culminando en las demandas del feminismo actual. En resumen, el
ginocentrismo era un fenómeno aislado en el mejor de los casos antes de la Edad Media, después
de lo cual se volvió algo ubicuo.

Con todo esto en mente, no tiene mucho sentido hablar de una cultura ginocéntrica que empezó
junto con la revolución industrial hace sólo 200 años (o hace 100 o incluso 30 años), o decir que
ésta empezó hace ya dos millones de años, como algunos argumentan. No estamos luchando
simplemente con dos millones de años de programación genética; nuestro enemigo,
culturalmente construido, es mucho, mucho, más simple de señalar y de, potencialmente, revertir.
Todo lo que necesitamos hacer es mirar las circunstancias bajo las cuales el ginocentrismo empezó
a florecer, e intentar revertir dichas circunstancias. Específicamente, eso quiere decir rechazar las
ilusiones del amor romántico (amor feudalizado), junto con las prácticas de misandria, humillación
masculina y servidumbre que en definitiva lo apoyan.

La Querelle des Femmes, y la defensa de las mujeres

La  Querelle des Femmes  se traduce como “la controversia de las mujeres” y equivale a lo que hoy
llamaríamos una guerra de géneros. La querelle comienza en la Europa del siglo XII y encuentra su
culminación en la actual ideología impulsada por feministas (aunque algunos autores afirman, de
manera poco convincente, que la querelle llegó a su fin en los años de 1700). El tema básico de esa
controversia que ya lleva siglos giraba, y continúa haciéndolo, alrededor de la defensa de los
derechos, poder y estatus de las mujeres, y por lo tanto Querelle des Femmessirve como el título
original del discurso ginocéntrico.

Si consideramos la longevidad de esta revolución, podríamos estar inclinados a coincidir con la


declaración de Barbarossaaa que dice que “el feminismo es la máquina de defensa perpetua de las
mujeres.”

Al ubicar los eventos anteriormente descritos en una línea de tiempo coherente, se ve que la
servidumbre caballerosa hacia las mujeres fue elaborada y tuvo patrocinio bajo el reinado
de Eleanor de Aquitaine (1137-1152), e instituida culturalmente a lo largo y ancho de Europa
durante los 200 años siguientes. La Querelle des Femmes surgió después de arraigarse de esa
manera en suelo europeo, y se refiriere a la cultura de defensa, que nació para proteger,
perpetuar e incrementar el poder femenino, en relación con el masculino, que continúa hasta hoy,
en una tradición ininterrumpida, en los esfuerzos del feminismo contemporáneo (12).

Los escritos de la Edad Media en adelante están llenos de testimonios de hombres intentando
adaptarse a la feudalización del amor y al servicio de las mujeres, junto con la agonía emocional, la
vergüenza y en algunos casos la violencia física que sufrieron en el proceso. La caballerosidad
ginocéntrica y la querelle asociada no han recibido mucha elaboración en los cursos de los estudios
de hombres hasta la fecha, pero con la emergencia de nuevos manuscritos y traducciones al inglés
de mejor calidad, podría ser rentable iluminar este camino (13). Por ejemplo, el texto que estaba
leyendo una vez más hoy, “Al Servicio de las Damas” de Ulrich Von Liechtenstein (1250)
representa un tesoro escondido de las emociones a las que se enfrenta un hombre tratando de
adaptarse a este papel de vasallo; textos como éste podrían ser incluidos en planes de estudios y
explorados para un entendimiento más profundo de la experiencia masculina y las expectativas
culturales que se imponen a los hombres.

 Referencias

1. Diccionario de Inglés Oxford – Vers.4.0 (2009), Oxford University Press, ISBN 978-
0199563838

2. Diccionario de Inglés Oxford 2010

3. Katherine K. Young and Paul Nathanson, Legalizing Misandry, 2006 p.116


4. Katherine K. Young and Paul Nathanson, Legalizing Misandry, 2006 p.309

5. Katherine K. Young and Paul Nathanson, Sanctifying Misandry, 2010 p.58

6. Wright, Peter, Gynocentrism: From Feudalism to Modern Disney Princesses, 2014 p.8

7. Wright, Peter, ‘The sexual-relations contract,’ Capítulo 7 in Gynocentrism: From Feudalism


to Modern Disney Princesses, 2014 p.28

8. C.S. Lewis, Friendship, capítulo en The Four Loves, HarperCollins, 1960

9. C.S. Lewis, The Allegory of Love, Oxford University Press, 1936

10. Dictionary.com – Gynocentric

11. Adam Kostakis, Gynocentrism Theory – (Published online, 2011). Aunque Kostakis asume
que el ginocentrismo ha existido desde que se tienen registros históricos, señala en
particular a la Edad Media para comentar: “Hay una continuidad considerable entre el
código caballeresco de clases que surgió en la Edad Media y el feminismo moderno… Uno
podría decir que son la misma entidad que ahora existe de una manera más madura –
ciertamente no estamos lidiando con dos creaturas diferentes”

12. Joan Kelly, Early Feminist Theory and the Querelle des Femmes (1982), reimpresa en
Women, History and Theory, UCP (1984)

13. El New Male Studies Journal ha publicado artículos que tratan sobre la historia y la
influencia de la caballerosidad en las vidas masculinas.

Ginocentrismo

El ginocentrismo, también conocido como femicentrismo, es una interpretación del mundo y de la
s relacionessociales centrada en el punto de vista femenino. Puede considerarse de esta manera c
omo el contrario deandrocentrismo y tiene tendencia a orientar en gran medida las políticas y rec
ursos sociales en beneficio de la mujer, mediante estas tres acciones fundamentales.

En primer lugar, la valoración y posterior erradicación de las discriminaciones hacia las mujeres de 
un modoprioritario y minucioso.

En segundo lugar, la potenciación de una mejora prioritaria de la calidad de vida de la mujer.

En tercer lugar, favoreciendo la solución de cualquier conflicto de intereses entre los dos sexos, m
edianteposicionamientos favorables a la parte femenina.

Las referencias a este término están en correlación directa con las demandas de diferentes colecti
vos defensores delos derechos de los varones, como pueden ser las Asociaciones de Padres de Fa
milia Separados o APFS y losgrupos como Mandefender. Se trata por lo general de movimientos de 
varones englobables dentro del masculinismo, ideología que se encuentra actualmente en una eta
pa de desarrollo incipiente, aunque cada vez más organizada ypresente en la Sociedad.

Estos grupos consideran al ginocentrismo o femicentrismo como un resultado inevitable del auge c
ultural, social ypolítico del feminismo. Al posicionarse éste desde sus primeros dogmas y postulad
os a favor de uno de los dossexos, conduce invariablemente a la discriminación del otro, si no se in
troducen elementos correctores que afecten asu dinámica fundamentalmente tendenciosa. De un
a parte, liberadora y potenciadora de lo femenino, pero, al mismotiempo, parcial y a la larga clara
mente sexista, por condenar a un segundo plano o soslayar la discriminación degénero masculina.

La transversalidad del pensamiento feminista, el auge e influencia política creciente en todos los p
aíses de lasorganizaciones afines con esta ideología, favorecen que tanto el feminismo como sus in
tereses y acciones, incluidaslas más polémicas, alcancen un significativo grado de influencia en los 
aspectos culturales, políticos y sociales.

La homosexualidad, un efecto colateral del ginocentrismo


"Yo siempre he creído que son muy pocos los que sobreviven a una madre. (...) Mi libro trata sobre
los valores en decadencia, ¿comprendes? Verás, resulta que hace años escribí un cuento sobre mi
madre, titulado "La sionista castradora", y quiero convertirlo en una novela." (Woody
Allen, Manhattan)

Las teorías oficiales sobre la homosexualidad, las llamadas teorías de género, parecen más
próximas a la religión que a la ciencia. Y es que, según lo que sostienen estas teorías, parecería que
los homosexuales fueran homosexuales debido a una especie de intervención sobrenatural. La
homosexualidad aparecería en determinadas personas de repente, sin más, como por arte de
magia; a unos les tocaría ser homosexuales y a otros no, y ya está, no hay más que hablar, se trata
de una simple cuestión de azar. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas.

Hasta la fecha, todas las civilizaciones han sido esencialmente ginocentristas, es decir, se han
venido estructurando poniendo en el centro a la mujer, o mejor dicho, su vagina. Esta adoración y
sobrevaloración de todo lo femenino, en los períodos de decadencia, acaba degenerando en
misandria (odio al hombre), ante lo cual, muchas personas acaban optando por la homosexualidad
como una vía de escape a las tensiones sociales, como una forma de adaptarse a una sociedad en
la que todo lo masculino es visto cada vez con mayor repulsión. Muchos niños, desde muy
pequeños, debido a este clima de misandria, inconscientemente castrarán sus tendencias sexuales
naturales con el fin de ganarse algo tan importante para ellos como es el afecto y el amor de una
madre, de una hermana o de cualquier otra mujer con la que se críen.

El creciente auge de la homosexualidad en nuestros tiempos no es sino una consecuencia lógica de


una sociedad ginocentrista que se hunde en su decadencia debido a la continuada y progresiva
condescendencia con todos los caprichos de las mujeres.

El sistema sabe que no puede combatir la decadencia. No puede decirles a las mujeres que se han
vuelto unas misándricas insoportables y que ellas son las culpables de la homosexualidad de sus
hijos o hijas (hermanos o hermanas), porque perdería su apoyo; por eso prefiere nadar a favor de
corriente. Esta sería la razón por la que hoy la homosexualidad es vista con tan buenos ojos. No es
que la homosexualidad se esté promocionando con el propósito de convertirnos a todos en
maricas, esto es algo que no se puede conseguir a través de la propaganda; lo que se pretende es
ganarse el favor de unas masas hiperginocentristas que, inconscientemente, perciben la
homosexualidad como el ideal de doma masculina o de liberación femenina.
Además, esta promoción de la homosexualidad es muy útil al sistema para avergonzar a los
individuos sexualmente sanos y convertirles en siervos aún más dóciles y productivos. Al poner al
mismo nivel algo normal y algo que no lo es y lanzarse con furia inquisitorial contra todo aquel que
se niega a aceptar semejante estado de cosas, se consigue generar un profundo sentimiento de
inseguridad entre los individuos, haciéndoles así mucho más vulnerables a la manipulación
sistémica [1]. Todo muy parecido a lo que lleva haciendo la religión durante siglos, ensalzando,
como un ideal, la castidad de curas y monjas y asociando las pulsiones sexuales naturales con lo
demoníaco.

A pesar de que hoy muchos ven la homosexualidad como algo liberador, ésta no es más que una
consecuencia de la represión sexual ejercida por una civilización radicalmente ginocentrista y
misándrica [2]; y, como toda represión, ésta sólo puede acabar teniendo consecuencias
devastadoras sobre la psique humana, tanto sobre la de quienes la practican como sobre la de
aquellos a los que se les obliga a aceptarla como una tendencia sana.

Una cosa es que haya que respetar a los homosexuales por tratarse de personas cuya tendencia
sexual obedece a un trauma infantil irreparable ya a cierta edad (un respeto que no implica
ignorar el enorme resentimiento del que están cargados estas personas, fácilmente apreciable en
las campañas inquisitoriales lanzadas por el lobby gay contra todo aquel que osa cuestionar
pacíficamente sus teorías de "género"), y otra muy distinta es tomarnos a todos por idiotas y
hacernos comulgar con ruedas de molino, obligándonos a aceptar como algo natural y propio de
personas sanas y equilibradas aquello que no lo es.

"Hay demasiada gente con miedo a hablar contra los maricas, intelectualmente. Lo mismo que hay
demasiada gente que tiene miedo a hablar contra la izquierda, intelectualmente. No me preocupa
el rumbo que tome el asunto, sólo sé que hay demasiada gente con miedo." (Charles
Bukowski, Escritos de un viejo indecente)

Notas:
[1] Algo parecido ocurre con todo el tema de la llamada violencia de género. Al convertir en
alarma social algo que no deja de ser un mero suceso (al año mueren más personas durante el
coito, por deficiencias cardíacas, que por violencia intrafamiliar), y al hablar sólo de los casos en los
que la víctima es una mujer, lo que se busca es criminalizar y avergonzar al conjunto de la
población masculina; el objetivo es moralizar a los hombres para que, por miedo a ser
considerados machistas o maltratadores, ni siquiera se les pase por la cabeza la idea de llevar la
contraria a sus "doñas" y se sometan por completo al carácter femenino, convirtiéndoles así en
sujetos débiles y pusilánimes, fáciles de manipular.
[2] En el fondo, los hombres homosexuales son individuos tremendamente atemorizados con el
sexo femenino y necesitados, para todo, de su continua aprobación y validación. No es casualidad
que las asociaciones de homosexuales trabajen codo con codo con las asociaciones feministas, o
que los presentadores o colaboradores de los programas para "marujas" sean mayoritariamente
homosexuales.

La Inteligencia Colectiva: las afinidades de Podemos con el ejército de los Estados Unidos
“Los hombres, en general, juzgan más con los ojos que con las manos, porque todos pueden ver,
pero pocos tocar. Todos ven lo que pareces ser, mas pocos saben lo que eres; y estos pocos no se
atreven a oponerse a la opinión de la mayoría”. (Maquiavelo, El Príncipe, Cap. XVIII)

Desde hace algún tiempo, me venía resultando chocante las constantes alusiones al término
Inteligencia Colectiva por parte de destacados miembros del recientemente creado partido
político Podemos.

El término Inteligencia Colectiva hace referencia a una estrategia ideada por los cerebros del más
contemporáneo capitalismo (con influencias minarquistas y anarcocapitalistas) con el objeto de
que lo que ellos llaman el “mercado” funcione con la mayor precisión y eficacia posible. Su
propósito es programar el subconsciente de las masas de acuerdo con unos intereses
empresariales muy concretos. Por supuesto, los teóricos de la Inteligencia Colectiva, al igual que
Podemos, nos presentan habitualmente este concepto bajo la máscara de un importante avance
social y de desarrollo democrático, cuando no es otra cosa que un método más de control y
explotación de las grandes mayorías; otra vuelta de tuerca de este psicopático sistema destinada a
perfeccionar la condición de esclavos de los seres humanos, una pseudo-revolución con la que se
pretende superar el actual modelo neoliberal y sustituirlo por otro más salvaje e inhumano si cabe
(1).

La  institución que más ha contribuido a la creación, el desarrollo y la extensión del concepto de
Inteligencia Colectiva en los últimos tiempos ha sido el MIT.

El MIT (Massachusetts Institute of Technology) es una prestigiosa universidad privada, radicada en


el estado norteamericano de Massachusetts, que nunca ha escondido su ideología abiertamente
capitalista. Desde su fundación en 1861, sus principales esfuerzos los ha centrado en el terreno de
la investigación, la ingeniería y la educación tecnológica. Actualmente destacan los estudios sobre
Inteligencia Colectiva desarrollados por el Centro de Inteligencia Colectiva del propio MIT. Estos
estudios son un referente mundial para miles de asociaciones empresariales. Entre los
patrocinadores del centro de investigación del MIT, se encuentra nada menos que el ejército de
los Estados Unidos (2).

Resulta sorprendente (y eso que a estas alturas mi capacidad para las sorpresas en el terreno de lo
político es prácticamente nula) que muchas webs, blogs y foros vinculados a Podemos tomen
como referencia al MIT a la hora de exponer y desarrollar el citado concepto entre sus seguidores,
y, lo más importante de todo, que  constituya el modelo de trabajar en Internet de la propia
agrupación política (3). Un modelo que probablemente se extenderá a la vida pública española si
Podemos gana las próximas elecciones generales. 

Por un lado tenemos a Pablo Iglesias lanzando arengas contra el neoliberalismo y la OTAN y, por
otro, el programa de Podemos, donde tras una serie de oscuros y desconocidos conceptos para el
gran público, se esconde un proyecto profundamente neocapitalista y tecnocrático de control
social, abalado y bendecido por el propio ejército de los Estados Unidos.
Si la ideología socialdemócrata del PSOE fue muy útil a la CIA y al Pentágono para dirigir a su gusto
la llamada Transición española, la socialtecnocracia de Podemos parece un método idóneo para
gestionar en los tiempos actuales los intereses yanquis en España. El truco es el de
siempre: darnos gato por liebre.

PODEMOS COMO AVANZADILLA IDEOLÓGICA DEL PODER


ANGLOSAJÓN EN LA EUROZONA
Otra de las pruebas más evidentes de que detrás de Podemos se oculta un claro proyecto
neocapitalista de origen estadounidense, la podemos encontrar sólo con revisar un poco por
encima el curriculum vitae de los diseñadores de su programa económico, entre quienes destaca
el globalista Vicenç Navarro, Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu
Fabra (Barcelona) y profesor de Políticas Públicas en la prestigiosa y elitista Johns Hopkins
University (Baltimore, EEUU), universidad que destaca, precisamente, por sus cooperación en
diversos campos con el ejército de los Estados Unidos y con la NASA. Navarro ha colaborado
también en varias ocasiones con el gobierno federal de los Estados Unidos, llegando a formar
parte del equipo de trabajo sobre la reforma sanitaria de la Casa Blanca emprendida por Hillary
Clinton en el año 1993. Las críticas de Navarro al neoliberalismo son engañosas. Sus críticas no
cuestionan la naturaleza de este sistema, sino el que hasta ahora no se haya aplicado
correctamente. Navarro se ha confesado públicamente admirador de la política del militarista
presidente de los Estados Unidos Franklyn Delano Roosevelt, algo que nos puede dar una pista de
por dónde irán los tiros de ganar las elecciones Podemos.

Por último, los recientes elogios del Financial Times y del New York Times (principales voceros del
poder económico anglosajón) al programa económico de Podemos (4) deben de ser entendidos
como una parte más de la estrategia por imponer el nuevo paradigma político y económico
anglosajón en la Eurozona (cabría destacar el asunto de los eurobonos, en cuya defensa coinciden
el plutócrata e importante miembro del CFR George Soros y el programa de Podemos, o la futura
gestión de un posible tratado transatlántico de libre comercio entre EEUU y la UE). Todo apunta a
que tanto británicos como norteamericanos consideran prioritario el que sus aliados europeos
cambien (reformen) su actual modelo económico, que se habría quedado obsoleto para poder
competir con sus principales rivales (Rusia, India y China especialmente), y, en este contexto,
Podemos sería un ariete muy apropiado para apuntalar tal objetivo (gane, o no, las próximas
elecciones generales en España). Tampoco habría que olvidar el miedo de Estados Unidos sobre un
posible acercamiento político de alguno de los miembros de la UE a Rusia, por lo que partidos
como Podemos o Syriza serían de gran ayuda para contrarrestar la influencia rusa en el
parlamento europeo.

Es cada vez más evidente que tanto Podemos en España como Syriza en Grecia representan la
avanzadilla ideológica del poder militar y financiero anglosajón en la Eurozona, basta con leer
detenidamente las propuestas de unos y de otros para ver las múltiples coincidencias; unas
coincidencias que no dudan en reconocer abiertamente representantes de dicho poder, como
Antonio Garrigues Walker, ex presidente de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones
Empresariales) y miembro del comité ejecutivo de la Comisión Trilateral (fundada por David
Rockefeller en 1973), quien recientemente reconoció en una entrevista lo positivo de la aparición
de Podemos en el panorama político español (5). Realmente, Podemos no engaña a nadie (de eso
ya se encarga, entre otros, el canal de televisión 13TV), de lo único que se le debería de acusar
a Podemos es de haber escrito demasiadas cosas en “letra pequeña”.

Algo muy importante y que nadie debería pasar por alto a la hora de analizar el fenómeno
Podemos, es que su discurso y su lucha se centran exclusivamente en lo económico, es decir, se
trata de economicismo puro y duro, colocando el dinero por encima de cualquier otro tipo de
aspiración o inquietud humana; reproduciendo, de este modo, el discurso y la lucha con los que,
desde hace ya varios siglos, partidos y líderes políticos vienen embaucando y sometiendo las
voluntades de las grandes mayorías. Con un discurso y una lucha así se pueden esperar muchas
cosas, pero nunca que se haga del ser humano una especie mejor, ni del mundo un lugar más
habitable. Por ello, aullidos como los de Allen Ginsberg  (The Howl) seguirán resonando hoy con la
misma fuerza y el mismo sentido con los que fueron entonados por primera vez: ¡rompieron sus
espaldas levantando a Moloch hasta el cielo!

 ni androcentrismo ni ginocentrismo


¿Cómo se llamaría en Chile una sociedad donde los hombres, que son el 49,5 por ciento de la
población, tuvieran una representación en el Parlamento de sólo el 14 por ciento, como lo tienen
las mujeres que son el 50,5 por ciento de la población?

La palabra androcentrismo, que está definida en el Diccionario de la Real Academia Española de


2014 (DRAE) como la “visión del mundo y de las relaciones sociales centrada en el punto de vista
masculino”, carece de antónimo en este diccionario, pero existe y es, ginocentrismo; el genérico
“hombre” se usa y abusa demasiadas veces al limitarlo sólo a la esfera masculina. Son datos que
indican el tratamiento entre lo femenino y lo masculino en el idioma español, reproduciendo y
perpetuando el androcentrismo en el lenguaje que, como ya sabemos, tiene una importancia
crucial en la construcción de nuestro sistema mental simbólico.

El androcentrismo (también patriarcalismo) ha sido verificado prácticamente en todas las


sociedades, tanto originarias como contemporáneas, y en todas las épocas, con algunas
importantísimas excepciones. Esta realidad casi universal se plasma en una situación social de
supremacía del ser humano hombre: la androcracia (gobierno donde mandan los hombres).

Las excepciones -sociedades que no son androcéntricas y androcráticas- como las matriarcales con
un sistema ginecocrático en algunos pueblos originarios de África, tienen una trascendencia total,
ya que la sola existencia de ellas echa abajo el determinismo reduccionista de la tesis biologista,
basada principalmente en datos paleontológicos y etológicos -mal extrapolados a la conducta
humana-, que postula que las causas de la discriminación de la mujer se debe a la existencia de un
componente genético en el ser humano hombre. Esta explicación hace irreversible la posición
social discriminatoria de la mujer por pertenecer a la condición humana.

El refutamientos más evidente al postulado biologista, es que la gran mayoría de los hombres no
son agresores o violentos contra la mujer (y contra su propio sexo): si la razón de la discriminación
contra la mujer fuese biológica, todos los hombres serían agresores y opresores contra la mujer, y
no habría excepciones.

Lo verificado por la antropología social y de la mujer, es que el volumen de discriminación sexual


varía según la sociedad y la época: la discriminación que sufre la mujer chilena hoy no es la misma
que padecen las mujeres en Uganda o EE.UU., ni la que padecieron en el sistema esclavista
grecorromano o en el medieval.

En rigor, la discriminación contra la mujer es histórica: cambia según el tiempo y el lugar, y, por
ello, es reversible. Esto quiere decir que el factor sociocultural es tan o más relevante que el
genético, sin negar que la contribución de este último está presente en todas las conductas
humanas, pero en ninguna la define plenamente. Los genes nunca operan en el vacío, siempre hay
un ambiente sociocultural que determina poderosamente el comportamiento. El postulado
genético por sí solo no explica por qué existe la discriminación del hombre contra la mujer.

Así pues, si elegimos dos países del ámbito sociocultural contemporáneo, como Chile y Suecia, ya
podemos verificar esta tesis.

En los ítems de empleo y participación política -se considera el número de escaños en el


Parlamento- en Chile los indicadores son de un 40 y un 14 por ciento (2014); en Suecia son de un
49 y un 48 por ciento, respectivamente (2014). En la asimetría de los sueldos, la desigualdad se
mantiene en los dos países, pero el nivel de discriminación varía: por un mismo trabajo con
relación a un hombre, en Chile la mujer recibe un 37 por ciento menos, mientras que en Suecia es
de un 18 por ciento. Otro dato: el aborto en Suecia es legal en todas sus formas, mientras en Chile
es ilegal, incluyendo el terapéutico.

En los dos países existe la discriminación en todas las variables analizadas, pero hay grandes
diferencias en su intensidad. Y una paradoja: mientras Chile tiene una Presidenta y Suecia nunca
ha tenido una Primera Ministra, el volumen de discriminación contra la mujer es brutalmente
superior en Chile que en Suecia.

En efecto, el grado de discriminación sexual que padecen las mujeres, basándonos en este somero
y pequeñísimo cuadro comparativo, es que en Suecia el androcentrismo y la androcracia, en las
variables analizadas, es mucho menor que en Chile, lo que echa abajo la tesis biologista ya que
entonces la discriminación del hombre contra la mujer sería en todas partes igual, por ser innata y
por ello pertenecer a la condición humana.

Y una pregunta final: ¿Cómo se llamaría en Chile una sociedad donde los hombres, que son el 49,5
por ciento de la población, tuvieran una representación en el Parlamento de sólo el 14 por ciento,
como lo tienen las mujeres que son el 50,5 por ciento de la población? ¿Ginocentrismo,
ginecocracia, matriarcado?

Nuestro idioma, el español, no recoge algunos términos, como ginecocracia o


ginocentrismo, aunque sean usuales, por ser un idioma abrumadoramente androcéntrico, y es
otra muestra más de la asimetría estructural entre lo femenino y lo masculino. Pero una sociedad,
tanto androcéntrica como ginocéntrica, es antidemocrática e injusta. La lucha por la liberación de
la mujer, la mayor revolución del siglo XX, postula y defiende unas condiciones socioeconómicas y
culturales igualitarias, donde el sexo-género no sea el factor determinante.

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