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Lamina 1

1.- La alimentación de los animales y la actividad veterinaria. 

El objetivo de la alimentación de los animales es determinar la combinación óptima de los


ingredientes disponibles para formar raciones que cumplan unas determinadas condiciones; estas
condiciones suelen ser diferentes dependiendo del animal de que se trate. Así, en el caso de
animales de producción es fundamental que la ración proporcione al animal todos los nutrientes que
necesita para conseguir un máximo rendimiento productivo en cuanto a cantidad y calidad de los
productos, su coste sea el más bajo posible y prevenga la aparición de trastornos digestivos o
metabólicos. En el caso de animales de compañía no suele ser especialmente importante el coste de
la alimentación, por lo que el objetivo básico de la ración es la prevención (y a veces el tratamiento)
de trastornos para conseguir la mayor longevidad y bienestar del animal. En todo caso, un aspecto
cada vez más importante a considerar en la formulación de raciones es el impacto medioambiental
de las heces y la orina (en particular la excreción de nitrógeno y fósforo).

El objetivo de la alimentación animal es la combinación óptima de ingredientes para


obtener una ración equilibrada en nutrientes
 

Pequeña fábrica de pienso en una Ración integral para rumiantes con mezcla de
explotación ganadera forrajes y concentrados
    
Los tres campos clásicos de la actividad veterinaria son producción animal (fábricas de pienso,
explotaciones ganaderas ó asociaciones de ganaderos, etc), clínica animal (animales de producción,
pequeños animales, équidos, etc) y ciencia de los alimentos (inspección de alimentos, tecnología de
alimentos, etc). En la actualidad es improbable que un veterinario pueda abarcar los tres campos
clásicos; por el contrario, la especialización en una faceta de la veterinaria es prácticamente
imprescindible para permitir que el profesional pueda profundizar adecuadamente en ciertos
conocimientos; de hecho, la especialización no es solamente por campos, sino por especies (p.e.
clínica de rumiantes, clínica de pequeños animales, clínica de équidos, etc).  

La importancia que tiene poseer unos conocimientos adecuados sobre alimentación animal es
diferente según la actividad profesional del veterinario. En el caso del veterinario que trabaja en
producción animal, la importancia de la alimentación animal es manifiesta, ya que uno de los
aspectos más importante que determina la rentabilidad de las explotaciones ganaderas es la
eficiencia en el uso de los alimentos (la alimentación supone el 50-75% de los gastos de estas
explotaciones); no es por ello de extrañar que el desarrollo de la alimentación animal ha estado
vinculado tradicionalmente a la alimentación del ganado, siendo el desarrollo de la alimentación de
mascotas (perros, gatos, exóticos) relativamente reciente.  

En el caso de la clínica veterinaria, la importancia de la alimentación animal es relativamente menor que en el


caso de la producción animal; no obstante, son frecuentes los trastornos clínicos derivados de imbalances
alimenticios (cálculos urinarios de gatos, enterotoxemias de conejos, hipocalcemia postparto de vacas,  etc),
por lo que el conocimiento de las causas nutricionales de estos trastornos es fundamental para su prevención y
tratamiento.   
 
Una alimentación incorrecta es causa de trastornos que inciden en el bienestar, la
salud y la productividad de los animales
 

Perro obeso Vaca con cetosis


    
Finalmente, la bromatología veterinaria puede encontrar utilidad al conocimiento de la influencia de la
alimentación en la calidad de los productos ganaderos.   
 
La alimentación determina en buena medida la calidad de los productos ganaderos
 

Carne grasa Huevos con cáscaras débiles


 

2.- El desarrollo histórico de la alimentación animal. 

A pesar de que la alimentación de los animales es una práctica tan antigua como la domesticación, su
desarrollo como ciencia es relativamente reciente. Hasta finales del siglo XIX la ganadería era una producción
prácticamente de autoconsumo o muy dependiente de los pequeños mercados locales, actividad
complementaria de la agricultura y muy poco intensificada, estando la alimentación del ganado basada en
pastos comunales y residuos de la cosecha, de la cocina y de la huerta.  

Hasta principios de este siglo se tenían sólo vaguísimas ideas sobre el contenido en nutrientes de los alimentos
y la utilización digestiva y metabólica de estos nutrientes; el desarrollo del conocimiento de estos dos
aspectos ha permitido llegar a la situación actual de aplicación generalizada de programas informáticos para la
formulación de raciones.   
 

a) El contenido en nutrientes de los alimentos. 

Hasta principios del siglo XVII prevaleció la idea de los filósofos griegos de que los alimentos contienen una
única sustancia, aunque en diferentes formas, que es extraída y utilizada por el organismo animal, siendo el
resto expulsado en las heces y orina.  
Los inicios de la nutrición están ligados al desarrollo de la Química. Los primeros nutrientes en ser
individualizados fueron los minerales, durante los siglos XVII y XVIII; durante el siglo XIX se descubrieron
e individualizaron la mayoría de los aminoácidos, y finalmente, durante el primer tercio del siglo XX se
descubrieron la mayoría de las vitaminas. Cabe señalar que desde mediados del siglo XX no se han
descubierto nuevos nutrientes.  

A mediados del siglo XIX Liebig sistematizó la alimentación desde el punto de vista de los constituyentes
químicos de los alimentos: diferenció entre elementos plásticos (proteínas) y respiratorios (grasas y
carbohidratos). Un paso decisivo en la caracterización de los alimentos fue la estandarización de un método
de análisis, también a mediados del siglo XIX, por Henneberg y Stohmann (Estación experimental Weende,
Alemania), que, con algunas modificaciones, aún se aplica rutinariamente hoy en día, estudiando el contenido
de los alimentos en agua, minerales, grasas, proteínas, carbohidratos digestibles y fibras.   
 

El contenido en nutrientes de los alimentos se estima mediante análisis químicos


 

Aparataje de un laboratorio de análisis de alimentos


      
La investigación actual pretende relacionar el contenido en nutrientes de los alimentos con su
aprovechamiento digestivo y metabólico. Para ello se están perfeccionando los métodos analíticos, en
particular los métodos de análisis de carbohidratos (fraccionamiento de Van Soest, paredes celulares de Carré,
polisacáridos no amiláceos, etc) y los métodos para la determinación de factores antinutritivos. Paralelamente,
se están estudiando nuevas metodologías fisico-químicas que permitan un ahorro de tiempo y dinero en el
análisis de los alimentos (por ejemplo, la técnica NIR, Near Infrared Reflectancy).   
 

b) La utilización digestiva y metabólica de los nutrientes.  

Como ya se ha señalado, hasta el siglo XVIII los filósofos y naturalistas no tuvieron una noción clara de los
fenómenos de la nutrición, a excepción de la indispensabilidad de los alimentos. En el siglo XVIII ya se
realizaron los primeros experimentos encaminados a desentrañar la naturaleza de los procesos digestivos. Por
otra parte, en ese siglo se descubrieron el CO2, el oxígeno, el nitrógeno y el hidrógeno, y se comenzaron a
estudiar los principios generales de las transformaciones químicas y metabólicas en el organismo. La
elucidación de los mecanismos de la digestión y absorción y de la función de los nutrientes en el metabolismo
animal se realizó en su mayor parte a finales del siglo XIX y principios del XX debido al avance de ciencias
básicas como la Bioquímica o la Fisiología.  

A finales del siglo XVIII, Lavoisier y Laplace utilizaron cámaras calorimétricas para estudiar la respiración
animal y demostrar la combustión orgánica ("la vida es una función química"), siendo los pioneros en el
estudio del metabolismo energético animal. A principios del siglo XX se desarrollaron las cámaras
respirométricas (Atwaker y Armsby en USA y Kellner en Alemania) y se comenzaron a elaborar las primeras
tablas con el contenido energético de los alimentos.  
Respecto al metabolismo proteico, ya a finales del siglo XVIII Bertholet descubrió que los tejidos animales
contienen nitrógeno, y se descubrió que la orina contenía urea. A principios del siglo XIX Magendie demostró
que el nitrógeno de los tejidos procedía de los alimentos, esto es, no era sintetizado por el organismo animal
ni procedía del nitrógeno atmosférico. Además, Magendie señaló la indispensabilidad de las proteínas al
observar trastornos en animales alimentados con raciones carentes en proteínas; también inició estudios sobre
la calidad de las diferentes proteínas, demostrando que no todas las proteínas eran iguales y comenzando el
estudio de los aminoácidos; a finales del siglo XIX ya se conocían la mayoría de los aminoácidos. Osborne y
Mendel a principios del siglo XX descubrieron la existencia de aminoácidos esenciales y el interés de la
complementación proteica.  

La química de los lípidos se desarrolló a lo largo del siglo XIX, y a principios del siglo XX se demostró que el
ácido linoleico era un ácido graso esencial. Las necesidades de vitaminas y minerales se comenzaron a
estudiar durante el primer tercio de este siglo.  

Finalmente, respecto al metabolismo ruminal cabe decir que aún hoy en día persisten muchas lagunas de
conocimiento. Ya a mediados del siglo XIX se comenzaron a utilizar fístulas ruminales, y se descubrió la
presencia en el rumen de metano y de los ácidos carbónico, butírico y acético. A finales del siglo XIX Zuntz
explicó que las bacterias ruminales utilizan la fibra de los alimentos; también por esta época se descubrió que
las bacterias ruminales podían utilizar el nitrógeno no proteico. A principios del siglo XX se demostró que la
flora ruminal puede producir vitaminas, y a mediados de este siglo se comprobó que la flora ruminal también
puede producir aminoácidos esenciales.   
 

La utilización digestiva de los alimentos se determina mediante pruebas in vivo con


animales, o se estima in vitro en el laboratorio
 

Cabra con cánula ruminal Estimación de la digestibilidad in vitro


    
La investigación actual respecto a la utilización digestiva y metabólica de los nutrientes está centrada en el
desarrollo de métodos in vitro, rápidos y baratos, que simulen la utilización de los nutrientes, el mejor
conocimiento de las funciones de los nutrientes, y la modelización matemática de la ingestión, la digestión y
el metabolismo.   
 

c) La formulación de raciones. 

Durante los últimos dos siglos se han realizado notables esfuerzos para idear sistemas que permitan al
ganadero formular las raciones que suministren a su ganado los nutrientes que requieren.  

A principios del siglo XIX, los alemanes Thaer y Einhoff se propusieron la tarea de establecer una tabla que
indicase el valor nutritivo de diferentes alimentos referidos a una unidad común, publicando el primer método
de valoración de alimentos y siendo los pioneros en la idea de la sustitución cualitativa de alimentos; tomaron
el heno de pradera como el alimento estandar y definieron los alimentos según su "valor heno".  
Avanzando un paso más, Henneberg y Stohmann, además de desarrollar el análisis de alimentos,
desarrollaron la idea de que el valor nutritivo de los alimentos no viene determinado por su composición
química, sino por los nutrientes que se digieren y absorben, introducciendo el concepto de digestibilidad. En
esta dirección, Wolff presentó a finales del siglo XIX las primeras tablas con el contenido en nutrientes
digestibles de los alimentos; este sistema sirvió de base al primer tratado de nutrición animal publicado en
1880 por Armsby ("Manual of cattle feeding"). Posteriormente el sistema fue perfeccionado por Lehmann e
incorporado por Henry en 1898 en su libro "Feeds and feeding", que contenía las primeras tablas de
composición de alimentos y de necesidades nutritivas de los animales. Por otra parte, Rubner y Atwater
(1890) propusieron el valor energético de 18.4 kJ por gramo de carbohidrato o proteína digestible, y 38.9 kJ
por gramo de grasa digestible, que son la base del sistema americano "Nutrientes digestibles totales" (TDN)
que Henry y Morrison incorporaron en la edición de 1915 del libro "Feeds and feeding". A mediados de este
siglo, Scheneider recopiló en su libro "Feeds of the world" numerosos datos sobre nutrientes digestibles de los
alimentos para las diferentes especies animales.  

Kellner, a principios del siglo XX y utilizando cámaras respiratorias, introdujo el concepto de "unidad
almidón", sentando las bases de las técnicas modernas de Nutrición animal, basadas en la energía neta.
Blaxter, a mediados de este siglo, observó que el contenido en energía neta de un alimento no es un valor
constante, sino que depende de su destino metabólico, sentando las bases de los sistemas de alimentación que
se desarrollaron a partir de los años 60.  

El primero de los sistemas modernos para la formulación de raciones fue publicado en 1945 por el National
Research Council (NRC) americano, bajo la coordinación de Maynard. Posteriormente se publicaron los
sistemas del Agricultural and Food Research Council (AFRC) inglés a principios de los años 60, y del Intitut
National de la Recherche Agronomique (INRA) francés a principios de los años 80. El último sistema
publicado (en 1992), y que pretende integrar los conocimientos acumulados durante los últimos 50 años en
cuanto a valoración química de alimentos y utilización digestiva y metabólica de nutrientes, es el sistema de
la Universidad de Cornell, inicialmente desarrollado para vacuno de leche. Estos sistemas se actualizan y
perfeccionan periódicamente.   
 

Las raciones de los animales se calculan combinando alimentos para conseguir un


determinado aporte de nutrientes
 

Ejemplo de tabla de composición de Ejemplo de tabla de necesidades de


alimentos nutrientes
     
La investigación actual en cuanto a sistemas para la formulación de raciones, además de estudiar el efecto de
nuevos aditivos, se centra en el efecto a nivel digestivo y metabólico de las combinaciones de nutrientes. Es
posible concluir que, a pesar de las limitaciones, actualmente se posee un conocimiento considerable de los
alimentos y de su aprovechamiento por el organismo, esto es, sobre como alimentar a los animales utilizando
los recursos disponibles. De hecho, las necesidades de alimento por animal han disminuido prácticamente a la
mitad en los últimos 75 años, y se prevé que continuarán disminuyendo durante los próximos años; los
principales factores que han contribuido a mejorar la eficiencia productiva de los animales han sido:   
      - un mejor conocimiento de las necesidades de nutrientes de los animales   
      - utilización de nutrientes simples (aminoácidos, vitaminas, etc)   
      - utilización de aditivos (antibióticos, acidificantes, enzimas, etc)   
      - nuevas estirpes genéticas más productivas   
      - mejores condiciones ambientales, de manejo y sanitarias.   
 

3.- Las fuentes de información en alimentación animal. 

El adecuado conocimiento y manejo de las fuentes de información es fundamental para la labor de


cualquier profesional que pretenda progresar en su formación. En toda ciencia experimental las
fuentes de conocimiento son muy variadas, e incluyen las directas, las bibliográficas y las derivadas
de las nuevas tecnologías.  

Entre las fuentes directas, se debe destacar la propia experiencia, así como los contactos personales
con otros profesionales, lo que permite intercambiar puntos de vista y opiniones sobre la labor
profesional, y la realización de cursos y encuentros de perfeccionamiento y actualización
profesional.  

Por otra parte, el adecuado manejo de las fuentes bibliográficas es fundamental para conocer la
evolución de cualquier disciplina, en particular de aquellas especialmente dinámicas, como la
Alimentación animal. Las fuentes bibliográficas de cualquier ciencia se pueden agrupar en dos
grupos:   
     - los libros, que recogen de un modo global y sistematizado los conocimientos mejor
establecidos; sin embargo, su rápido envejecimiento es el principal inconveniente que debe tenerse
en cuenta si se pretende mantener un conocimiento actualizado.   
     - las revistas, que debido a su periodicidad permiten un mayor dinamismo en la transmisión del
conocimiento. Las revistas se pueden clasificar en dos subgrupos:   
          - las revistas de investigación, que publican los resultados más actuales de la investigación en
Alimentación animal; sin embargo, estas revistas, así como las bases de información (normalmente
en CD-ROM), tienen una distribución limitada a las Universidades y los Centros de Investigación,
lo que dificulta su consulta habitual.   
          - las revistas de divulgación, que son la forma más habitual con que cuenta el profesional para
mantenerse en contacto con los avances que se producen en el campo de la Producción animal en
general, y de la Alimentación animal en particular.  

Finalmente, el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información, y en particular INTERNET,


facilitan al profesional no sólo el contacto directo con otros compañeros con intereses profesionales
similares a través de listas de discusión, sino que le permite mantenerse actualizado sobre
actividades y publicaciones de Universidades, Colegios profesionales, etc, así como información
sobre nuevas técnicas y productos.   
 

La actualización es imprescindible para aportar a la sociedad el conocimiento


profesional
 
Cursos de actualización profesional Libros sobre alimentación animal
 

Revistas sobre alimentación y Páginas WEB sobre alimentación y


producción animal producción animal
 

4. Esquema de la asignatura Nutrición animal. 

La asignatura Nutrición animal se estructura en cinco bloques didácticos:   


 

INTRODUCCION

NUTRICION DE MONOGASTRICOS                   NUTRICION DE RUMIANTES 

ALIMENTACION DE MONOGASTRICOS         ALIMENTACION DE RUMIANTES


      
El desarrollo del bloque de Introducción y de los bloques de Nutrición se realiza según el siguiente
esquema:  
 
     
Una vez estudiados los fundamentos de la Nutrición, se estudia la aplicación de estos fundamentos
para la alimentación de los animales; para cada una de las especies animales domésticas se estudia:  
     - particularidades digestivas o metabólicas de esa especie  
     - necesidades nutritivas de los animales según su estado fisiológico  
     - trastornos más frecuentes relacionados con la alimentación de esa especie animal  
     - características de las raciones utilizadas en la alimentación de esa especie: ingredientes, forma
de presentación, consumo, coste, etc.   

Tema 2. Las necesidades de nutrientes de los animales


  
 
Objetivos del tema:  Los alumnos han de ser capaces de:  
- saber explicar la partición de las necesidades entre mantenimiento y producción   
- saber explicar la importancia de los diferentes nutrientes   
- saber aplicar los métodos empírico y factorial para estimar las necesidades nutritivas de los
animales
Esquema del tema: 
Los tipos de necesidades y los métodos de valoración:   
     a) El método factorial   
     b) El método empírico   
Las necesidades energéticas:   
     a) Las necesidades energéticas de mantenimiento   
     b) Las necesidades energéticas de producción   
Las necesidades de azúcares   
Las necesidades de fibra   
Las necesidades de ácidos grasos   
Las necesidades de aminoácidos:   
     a) La determinación de las necesidades proteicas   
     b) La determinación de las necesidades de aminoácidos   
Las necesidades de minerales y vitaminas:   
     a) Las necesidades de minerales   
     b) Las necesidades de vitaminas   
Las necesidades de agua   
AUTOEVALUACION

  
 
1.- Los tipos de necesidades y los métodos de valoración. 

Las necesidades de nutrientes de los animales son de dos tipos:   


     - las necesidades de mantenimiento ó conservación son las relacionadas con el mantenimiento del normal
fisiologismo del animal (renovación celular, movimientos musculares, termoregulación, etc).   
     - las necesidades de producción son las asociadas a los productos animales (leche, huevos, crecimiento ó
engorde, gestación, trabajo).  

Es conveniente señalar que cuando se habla de necesidades se ha de tener en cuenta la amplia variación de la
respuesta individual de cada animal; las variaciones en la utilización de la misma ración por animales
semejantes son tales que no pueden hacerse cálculos exactos de los resultados a obtener con cada ración,
aunque sí muy aproximados. Las principales fuentes de variación son debidas a diferencias en la cantidad
ingerida, la intensidad de digestión, la eficacia de utilización metabólica de los nutrientes, el potencial de
producción, el estado sanitario y la composición de las producciones animales.  

Las necesidades de nutrientes se suelen expresar de dos formas:   


     - como porcentaje de la ración completa (p.e. las necesidades de proteína de las gallinas ponedoras son del
17%, que equivale a señalar que un kilo de pienso debe contener 170 g de proteína); esta es la forma habitual
de expresar las necesidades de los animales monogástricos alimentados con piensos compuestos   
     - como necesidades diarias (p.e. un caballo que realiza ejercicio medio debe ingerir 800 g diarios de
proteína); esta forma se suele utilizar en el caso de que los animales se alimenten con una combinación de
forraje y pienso, esto es, en la alimentación de rumiantes y caballos.  

Las principales tablas de necesidades nutritivas de los animales son las elaboradas por el NRC, el INRA y el
AFRC; las necesidades señaladas por cada sistema para un animal en el mismo estado productivo no suelen
coincidir, debido a las diferentes metodologías e hipótesis empleadas por cada sistema.   
 

a) El método factorial. 

El método factorial determina las necesidades totales de un determinado nutriente como la suma de las de
mantenimiento más las de producción; se utiliza básicamente para determinar las necesidades energéticas,
proteicas y en macrominerales.  
Las necesidades de nutrientes para cubrir la producción de los animales son relativamente sencillas de
determinar, pues dependen de la cantidad y calidad de producto producido, y en principio basta con
determinar el contenido en nutrientes de los productos mediante análisis químicos.  

Sin embargo, las necesidades de mantenimiento son más difíciles de determinar, existiendo diferentes
técnicas experimentales basadas en la excreción de nutrientes, como se estudiará con más detalle a lo largo
del curso:   
     - cantidad de nutriente excretado por animales en ayunas   
     - utilizando varios niveles de ingestión del nutriente y relacionando la excreción de nutriente con la
cantidad ingerida (método por regresión)   
     - utilizando varios niveles de ingestión del nutriente para determinar cual es la cantidad ingerida que es
igual a la excretada (balance de nutrientes)   
     - en la práctica, las necesidades de mantenimiento de los nutrientes se estiman de forma aproximada en
función del peso metabólico del animal (PM = PV0.75).   
 

b) El método empírico. 

Para algunos nutrientes no es posible determinar la cantidad excretada, debido a que son transformados en el
metabolismo orgánico (p.e. aminoácidos, vitaminas, azúcares, ácidos grasos), y por lo tanto no es posible
determinar las necesidades mediante el método factorial; en otras ocasiones (p.e. oligoelementos) se producen
pérdidas en el sudor, que son difíciles de medir. En estos casos las necesidades de nutrientes se determinan
mediante el método empírico, que consiste en suministrar raciones con diferentes niveles de nutrientes y
estudiar la respuesta productiva de los animales (producción de huevos, velocidad de crecimiento, calidad de
la canal, etc), determinando de esta manera cual es el nivel óptimo de cada nutriente.   
 

METODO EMPIRICO DE CALCULO DE LAS


NECESIDADES TOTALES 

       
        
2.- Las necesidades energéticas.  

Las necesidades nutritivas más difíciles de cubrir son las energéticas, de tal manera que el contenido
energético de la ración representa habitualmente el primer factor limitante de la productividad de los
animales, pues condiciona en gran medida la ingestión, el nivel de producción y el índice de conversión del
animal. De ahí que el principal factor que determina el valor nutritivo de un alimento es su contenido en
energía utilizable por el animal. Las necesidades energéticas de los animales se suelen determinar mediante el
método factorial.   
 

ESQUEMA SIMPLIFICADO DE LAS NECESIDADES ENERGETICAS 

      
      
a) Las necesidades energéticas de mantenimiento.  

Las principales necesidades energéticas de mantenimiento corresponden a la energía necesaria para cubrir los
gastos del metabolismo basal, esto es, las necesidades energéticas para llevar a cabo la síntesis de moléculas
grandes a partir de moléculas pequeñas (en particular la síntesis de proteínas de la renovación proteica), el
transporte activo a través de las membranas celulares, y la realización de funciones mecánicas indispensables
(movimientos del corazón y movimientos respiratorios y digestivos), estando el animal en reposo y en un
intervalo de temperatura confortable (zona termoneutra); los gastos energéticos asociados a la síntesis de
moléculas representan el 35-45% de los gastos para cubrir el metabolismo basal, otro 35-45% lo representan
los gastos energéticos para cubrir el trasporte activo, y alrededor del 20% para cubrir los gastos de las
funciones mecánicas. La situación de metabolismo basal no se alcanza más que en situaciones
experimentales.  

Además de las necesidades energéticas para mantener el metabolismo basal, los animales también necesitan
energía para mantener la temperatura corporal y realizar los movimientos. Aunque el conjunto de estos dos
gastos en el caso de animales estabulados suele representar menos del 15% del total de las necesidades
energéticas de mantenimiento, ya que los alojamientos protejen suficientemente del frío y los movimientos de
los animales son escasos, los gastos asociados al movimiento y a la regulación térmica suelen representar más
del 25% de los gastos de mantenimiento en el caso de animales de compañía con cierta actividad física y en
el caso de animales en pastoreo.  

Los animales obtienen la energía que necesitan para cubrir sus necesidades de mantenimiento mediante la
oxidación de nutrientes absorbidos en el aparato digestivo, ó mediante la oxidación de nutrientes de las
reservas corporales. En concreto, la energía se obtiene a partir de la oxidación de:   
     - azúcares: glucosa y otros azucares del alimento, y glucógeno de las reservas musculares y hepáticas.   
     - lípidos (del alimento y de las reservas grasas).   
     - ácidos grasos volátiles absorbidos en el intestino grueso en el caso de monogástricos herbívoros y, sobre
todo, absorbidos en el rumen de los rumiantes.   
     - aminoácidos (del alimento y de los músculos).  

La energía obtenida en la oxidación de los nutrientes se almacena en forma de ATP; el ATP utilizado para
cubrir los gastos de mantenimiento se consume integramente produciendo calor que se expulsa al exterior.
Debido a que la energía utilizada para cubrir las necesidades de mantenimiento se transforma en calor, las
técnicas experimentales para determinar las necesidades energéticas de mantenimiento se basan en la
calorimetría y se estudian con detalle más adelante:   
     - midiendo el calor producido por los animales en ayunas, ya que este calor coincide con la energía
movilizada de sus reservas corporales para cubrir sus necesidades de mantenimiento.   
     - suministrando dos ó más niveles de energía para, mediante regresión, determinar la producción de calor
al nivel de ingestión cero.   
     - suministrando varios niveles de energía para determinar la ingestión energética para la cual no existe
variación de peso (método del balance de energía: es un método poco exacto).   
     - en la práctica, la cuantía de las necesidades energéticas diarias de mantenimiento se puede estimar de
forma aproximada como 300 kJ por kg de peso metabólico.  

En general, las necesidades de mantenimiento representan más del 50% de las necesidades energéticas totales
de las gallinas ponedoras, casi el 45% en el caso de animales en cebo, y menos del 40% en el caso de
hembras en lactación.   
 

b) Las necesidades energéticas de producción.  

La energía contenida en los nutrientes no oxidados para cubrir las necesidades energéticas de mantenimiento
se almacena en forma de compuestos químicos que van a formar las estructuras corporales y los productos
animales; esto es, las necesidades energéticas de producción representan la energía contenida en las
producciones animales (carne, leche, etc).  

Debido a que la energía de producción es aquella contenida en los productos animales, las necesidades
energéticas de producción se determinan midiendo en una bomba calorimética la energía contenida en la
carne, la leche y en los huevos. El contenido energético de la leche depende básicamente de su contenido en
grasa, oscilando entre 2.5 MJ por litro de leche de yegua y 9.5 MJ por litro de leche de coneja; el contenido
energético de los huevos depende de su tamaño, oscilando entre 375-425 kJ. En las hembras en gestación y
en los animales en crecimento, las necesidades energéticas de producción se determinan midiendo la energía
retenida en los fetos y en las estructuras corporales, siendo de unos 30 kJ por g de tejido adiposo y 5 kJ por g
de tejido muscular formados; la energía depositada durante el crecimiento es de 10-15 MJ por kg engordado,
dependiendo del engrasamiento del animal.   
 

DETERMINACION DE LAS NECESIDADES ENERGETICAS 

Se desea estimar las necesidades energéticas de una estirpe de cerdas


reproductoras de 140 kg de peso que producen 6 litros diarios de leche con un
contenido de 5 MJ de energía por litro.  
Necesidades de mantenimiento:  
Las necesidades diarias de mantenimiento se estiman como 300 kJ por kg de peso
metabólico, esto es, 300 x 1400.75 = 12.2 MJ diarios de energía neta.  
Necesidades de producción:  
La cantidad de energía excretada en la leche es de 6 x 5 = 30 MJ, por lo que las
necesidades de energía neta son de 30 MJ diarios.  
Necesidades totales:  
Las necesidades totales son la suma de las de mantenimiento más las de
producción, esto es, 42.2 MJ diarios de energía neta.   
El nivel de alimentación es 42.2/12.2 = 3.5
      
Se define el nivel de alimentación como la relación entre la EN total ingerida y la EN necesaria para cubrir
las necesidades de mantenimiento; en general, cuanto mayor sea el nivel de alimentación, más energía habrá
disponible para acumularse en forma de moléculas químicas de los productos (carne, huevos, leche, fetos), y
por tanto mayor será la producción.   
 

El nivel de
El nivel de alimentación de las El nivel de alimentación de los alimentación de las
hembras en lactación puede ser animales de cebo suele ser hembras en gestación
superior a 3.0 superior a 2.0 no suele ser superior
a 1.5
      
       
3.- Las necesidades de azúcares. 

Aunque el organismo utiliza algunos azúcares en determinadas rutas metabólicas (p.e. glucosa en la síntesis
de NADPH, glucosa en la nutrición de las neuronas, pentosas en la síntesis de ácidos nucleicos, etc), las
necesidades específicas de azúcares son escasas en los animales en mantenimiento, y se obtienen del alimento
ó a través de la glucogénesis; debido a que las necesidades de azúcares, en condiciones normales, se cubren
sin dificultad bien con los azúcares obtenidos del alimento, bien mediante la glucogénesis, estas necesidades
no se tienen normalmente en cuenta en la formulación de las raciones.  

Sin embargo, las necesidades de glucosa en el caso de las hembras en lactación ó en gestación son
importantes ya que la glucosa es el precursor de la lactosa de la leche, así como el principal sustrato
energético para la nutrición del feto, por lo que cada vez es más frecuente considerar el aporte de
carbohidratos en las raciones de hembras reproductoras.   
 

 
Las raciones de las hembras en gestación o en lactación deben aportar
suficientes azúcares o nutrientes glucogénicos
      
El principales trastorno relacionado con un déficit de azúcares es la cetosis (frecuente en reproductoras
rumiantes al final de la gestación y principio de la lactación, pero esporádica en hembras monogástricas),
mientras que un exceso de azúcares (almidón) en la ración está relacionado con el hígado graso de las
ponedoras, la enteritis de los conejos, el cólico de los caballos, ó la acidosis ruminal de los rumiantes.   
 

4.- Las necesidades de fibra. 

Las raciones de los animales deben contener una cierta cantidad de carbohidratos estructurales (fibra) para
permitir una correcta funcionalidad intestinal (en particular en el caso de los monogástricos herbívoros) y del
rumen. Mientras que el exceso de fibra está asociado a una peor digestibilidad de las raciones, el déficit de
fibra está relacionado con los trastornos ruminales en rumiantes, el estreñimiento de las cerdas gestantes, la
enteritis de los conejos, el cólico de los caballos, y el bajo contenido graso de la leche.   
 

Prolapso rectal en una cerda


Diarrea en una vaca de leche debido a una
gestante debido a una falta de
acidosis ruminal por falta de fibra
fibra
      
      
5.- Las necesidades de ácidos grasos. 

Las necesidades de ácidos grasos específicos son escasas en los animales en mantenimiento, y derivan de su
participación en el mantenimiento de la estructura y permeabilidad de las membranas celulares; además,
algunos ácidos grasos son precursores ó forman parte de ciertas sustancias como esteroides, prostaglandinas,
colesterol, etc. Por otra parte, las producciones animales contienen cantidades importantes de grasa.  

Igual que en el caso de los azúcares, los ácidos grasos que necesitan los animales se obtienen sin dificultad
del alimento ó mediante la lipogénesis, por lo que el aporte de grasa no se suele considerar en la formulación
de raciones. La falta de grasa en las raciones se relaciona con una baja palatabilidad de los piensos de
monogástricos, mientras que el exceso de grasa en la ración provoca en general una sobreingestión energética
que se traduce en obesidad; además, el exceso de grasa predispone a la oxidación de los piensos y dificulta su
granulación.  

Aunque el organismo es capaz de sintetizar la mayoría de los ácidos grasos saturados e insaturados a través
de la lipogénesis, no puede sintetizar los ácidos grasos poliinsaturados linolénico (18:3w3) ni linoleico
(18:2w6), por ello se denominan ácidos grasos esenciales, y estos ácidos grasos deben ser ingeridos con el
alimento (no obstante, las necesidades son relativamente bajas); el ácido araquidónico (20:4w6) es
semiesencial pues se sintetiza a partir del ácido linoleico. En la alimentación de peces y animales de
compañía cada vez es más frecuente considerar las necesidades de estos animales en ácidos grasos
esenciales.   
 
 
Descamación cutánea debido a una deficiencia en ácidos grasos esenciales
       
El nivel de ácidos grasos esenciales suele ser suficiente con el aporte de los piensos, y en la práctica sólo
aparecen síntomas carenciales con dietas experimentales especialmente preparadas sin estos ácidos, ó cuando
se excluye totalmente la grasa de la dieta; en estos casos cesa el crecimiento, se descama la piel, y se
perjudica la reproducción. Por otro lado, un exceso de estos ácidos poliinsaturados (p.e. harina de pescado) da
lugar a que se depositen en cantidades importantes en el tejido adiposo y en los productos, lo que provoca
sabores a pescado en canales, huevos y leche, además de aumentar el riesgo de oxidación de la grasa de las
canales.   
 

6.- La necesidades de aminoácidos. 

En el organismo animal existen 3.000-4.000 proteínas diferentes que desempeñan dos tipos de funciones en
los sistemas vivos: proteínas con función estructural (p.e. la actina y miosina del músculo, el colágeno del
tejido conjuntivo, etc) y proteínas con capacidad de unirse específicamente a otras moléculas, como las
inmunoglobulinas, las enzimas que catalizan las reacciones orgánicas, y las moléculas transportadoras
(hemoglobina, permeasas, etc). Además de las proteínas orgánicas, los productos animales también contienen
proteínas, por ejemplo, la proteína del huevo ó la caseina de la leche.  

El déficit de ingestión proteica determina una brusca caída de las producciones animales. Por otra parte, un
exceso de proteínas provoca una desaminación importante de los aminoácidos en exceso, excretándose el
nitrógeno en la orina: se produce una pérdida importante de agua y urea que afecta a la higiene de las
instalaciones y a la sanidad de los animales (además, el nitrógeno excretado es un importante contaminante
medioambiental); por otra parte, la excesiva intensidad de las desaminaciones provoca a largo plazo (por
ejemplo en animales de compañía) una sobrecarga hepática y renal que puede conducir a insuficiencias
crónicas.  

En realidad, más que necesidades proteicas, los animales tienen necesidades de aminoácidos para elaborar las
proteínas orgánicas y de los productos. Además de las necesidades de aminoácidos para la síntesis proteica,
los animales tienen unas necesidades específicas de ciertos aminoácidos que son utilizados en determinadas
rutas metabólicas; algunos ejemplos de rutas metabólicas en las que intervienen aminoácidos son:   
     - la metionina se utiliza como donante de grupos metilo y participa en la formación de coenzima A   
     - la cistina forma parte del pelo y las plumas   
     - el ácido aspártico y el ácido glutámico se utilizan como precursores de las bases nitrogenadas de los
ácidos nucleicos   
     - el ácido glutámico se emplea en la detoxificación del amoniaco a urea ó ácido úrico   
     - la glicina participa en la síntesis de hemoglobina, sales biliares, creatinina y ácido úrico   
     - la tirosina participa en la síntesis de las hormonas tiroxina, adrenalina y noradrenalina   
     - el triptófano participa en la formación de serotonina   
     - la serina en la formación de fosfolípidos y de bases púricas y pirimidínicas.  

Cada vez es más frecuente la formulación de raciones de monogástricos en base a la proteína ideal, que se
define como la proteína que contiene la proporción de aminoácidos adecuada para cubrir las necesidades de
un determinado momento productivo de cada especie animal.   
 

a) La determinación de las necesidades proteicas. 

En general, las proteínas del organismo no son estables, sino que se produce constantemente una renovación
proteica, esto es, parte de las proteínas son destruidas y sintetizadas de nuevo (hay proteínas que se renuevan
cada día, y otras que se mantienen prácticamente estables). Alrededor del 20% de los aminoácidos
procedentes de la renovación proteica no son reutilizados para la síntesis de nuevas proteínas, sino que son
destruídos y su nitrógeno excretado por la orina. Por este motivo, debe existir un aporte continuo de
aminoácidos en la ración; de hecho, las principales necesidades de aminoácidos para mantenimiento son para
mantener la renovación proteica de las células. Otras pérdidas de aminoácidos durante el mantenimiento,
mucho menos importantes que las anteriores, son las pérdidas de nitrógeno fecal debidas a las secreciones
proteicas (enzimas) al aparato digestivo, descamaciones del aparato digestivo y restos de microorganismos
intestinales. Las necesidades nitrogenadas diarias de mantenimiento se pueden estimar de forma aproximada
como 1.25 g de proteína neta por kg de peso metabólico.  

Las necesidades nitrogenadas de producción se calculan determinando la composición de las producciones


ganaderas. Así, el contenido proteico de la leche oscila entre 30-90 g por litro según las diferentes especies,
los huevos contienen unos 7-8 g de proteína, y durante el crecimiento se depositan 100-200 g de proteína por
cada kg engordado.   
 

DETERMINACION DE LAS NECESIDADES PROTEICAS

Se desea estimar las necesidades proteicas de una estirpe de cerdas reproductoras


de 140 kg de peso que producen 6 litros diarios de leche con un contenido de 60 g
de proteína por litro.  
Necesidades de mantenimiento:  
* Método de la estimación a partir del PM:   
El peso metabólico es igual al peso vivo elevado a 0.75: PM = PV0.75 = 1400.75 =
40.7 kg   
Las necesidades diarias de mantenimiento se estiman como 1.25 g de proteína
neta por kg de peso metabólico, esto es, 51 g diarios de proteína neta.   
* Método de la estimación suministrando una ración carente de proteína:   
Un grupo de cerdas en mantenimiento se alimentan con 2.5 kg diarios de una
ración experimental sin proteína, y la excreción diaria es de 6.5 g de nitrógeno en
la orina y 1.5 g de nitrógeno en heces.   
Las necesidades diarias de mantenimiento se estiman como la excreción
nitrogenada en orina y heces, esto es, 8.0 g de nitrógeno que equivalen a 8.0 x
6.25 = 50 g diarios de proteína neta.  
Necesidades de producción:  
La cantidad de proteína excretada en la leche es de 6 x 60 = 360 g, por lo que las
necesidades de proteína neta son de 360 g diarios.  
Necesidades totales:  
Las necesidades totales son la suma de las de mantenimiento más las de
producción, esto es, 410 g diarios de proteína neta. 
 
Las necesidades proteicas son elevadas en el caso de hembras en lactación y de
animales con un rápido crecimiento muscular
       
     
b) La determinación de las necesidades de aminoácidos.  

Las necesidades concretas de cada aminoácido en particular son difíciles de determinar ya que en el hígado
existen sistemas enzimáticos capaces de interconvertir aminoácidos no esenciales (transaminación) de tal
manera que se puedan cubrir las necesidades de cada aminoácido. Por este motivo, las necesidades en
aminoácidos no esenciales no se consideran en la formulación de raciones ya que se supone que si existe un
aporte suficiente de proteína, el organismo es capaz de obtener por transaminación la cantidad de
aminoácidos no esenciales que necesita en cada momento. Sin embargo, los aminoácidos esenciales deben
obtenerse del alimento de forma continua ya que no pueden ser sintetizados por el organismo ó bien los
sistemas enzimáticos no los sintetizan a la velocidad necesaria; aunque el 40-50% de las necesidades
proteicas son de aminoácidos esenciales, los aminoácidos esenciales que más frecuentemente suelen ser
limitantes de la síntesis proteica son lisina, metionina, triptófano y treonina. La falta de cualquier aminoácido
esencial determina la interrupción de la síntesis de las proteínas que lo necesitan. Las necesidades de
aminoácidos se determinan por el método empírico, ó estudiando la renovación de aminoácidos marcados con
isótopos. En el caso de los rumiantes, la flora ruminal es capaz de sintetizar buena parte de los aminoácidos
esenciales que necesitan estos animales, como se estudiará más adelante.   
 

La torta de soja suele ser la principal Las raciones de los animales se


fuente proteica en las raciones de los complementan con aminoácidos
animales sintéticos
       
       
7.- Las necesidades de minerales y vitaminas.  

Tanto los minerales como las vitaminas están sujetos a una intensa renovación orgánica, siendo numerosas
las interacciones existentes entre estos nutrientes; por ejemplo, la vitamina D favorece la resorción ósea de
calcio, el selenio y la vitamina E tienen efectos antioxidantes sinérgicos, etc.  

El contenido de los alimentos en minerales y vitaminas es bastante variable, dependiendo de las condiciones
de cultivo y obtención de los alimentos, así como de las condiciones de almacenamiento (son frecuentes las
oxidaciones y degradación de vitaminas por efecto de la luz, temperatura y humedad); además, su
biodisponibilidad está determinada por las interacciones que ocurren a nivel intestinal (p.e. un exceso de
potasio reduce la absorción intestinal de magnesio, la vitamina D favorece la absorción intestinal de calcio,
etc). Sin embargo, los minerales y las vitaminas han perdido en gran medida su interés práctico en la
alimentación de los animales al ser añadidos sistemáticamente en los correctores vitamínico-minerales, por lo
que en la práctica es raro que se presenten trastornos debidos a carencias de estos nutrientes (además, los
animales suelen poseer reservas orgánicas de la mayoría de estos nutrientes).   
 

Las raciones de los animales contienen Las raciones de los animales


habitualmente fuentes de contienen habitualmente
macrominerales, como sal, carbonato correctores con oligoelementos y
cálcico y fosfato bicálcico vitaminas
       
Las manifestaciones de deficiencias en minerales y vitaminas son bastante inespecíficas, con efectos crónicos
e insidiosos: crecimiento retardado, pérdida de apetito, empeoramiento del índice de conversión, menor
resistencia a enfermedades, redución de la producción, etc. Además, la identificación específica de las
deficiencias poco intensas de vitaminas y minerales es realmente difícil  debido a las interacciones
metabólicas existentes; por ejemplo, la anemia es una característica de las deficiencias de hierro, cobre,
cobalto, y vitaminas K, B12 y ácido fólico, y constituye también una manifestación de las intoxicaciones por
molibdeno, selenio y zinc. No obstante, es relativamente facil diagnosticar las carencias graves de estos
nutrientes.   
 

a) Las necesidades de minerales.  

Los minerales constituyen un 4-5% del peso del animal; más del 80% de los minerales del organismo están
en el esqueleto. Según la cantidad que el organismo requiere, los minerales se clasifican en macrominerales
(calcio, fósforo, sodio, potasio, cloro, magnesio y azufre) que se necesitan en cantidad apreciable, y
microminerales u oligoelementos (hierro, cobre, zinc, manganeso, molibdeno, yodo, fluor, cobalto y selenio)
que se necesitan en muy pequeña cantidad.  

Los minerales se pueden clasificar en tres grandes grupos según su función metabólica:   
     - el mantenimiento del equilibrio osmótico y del pH (equilibrio ácido-base) de los líquidos corporales es
esencial para el adecuado transporte de nutrientes y metabolitos a través de las membranas celulares y a todo
el organismo; los principales iones implicados en la homeostasis corporal son sodio, potasio, cloruro,
bicarbonato y fosfato.   
     - el mantenimiento de las estructuras rígidas del cuerpo ya que la materia seca del esqueleto está formada
por un 80% de fosfato tricálcio y casi un 15% de carbonato cálcico; el metabolismo del calcio y el fósforo es
muy dinámico: cuando se ingieren en exceso aumenta su acumulación en el esqueleto ó su eliminación por
heces y orina; cuando se precisan se movilizan las reservas óseas.   
     - la participación en reacciones químicas y componentes corporales. Algunos ejemplos de funciones
orgánicas de minerales son el papel del fósforo en el metabolismo general (ATP, ácidos nucleicos), el azufre
contenido en ciertos aminoácidos, el papel del hierro en el transporte del oxígeno, el iodo de la tiroxina, los
oligoelementos que participan en la estructura de los enzimas, el papel del calcio en la coagulación de la
sangre y en la contracción muscular, el cobalto de la vitamina B12, etc.  

Las necesidades de minerales se pueden determinar por el método factorial. Las necesidades de
mantenimiento de los diferentes minerales están relacionadas con las pérdidas debidas al dinamismo
metabólico, y se determinan como la excreción de cada mineral en orina y heces de animales alimentados con
una ración experimental exenta de cada mineral en concreto (los minerales excretados han sido movilizados
de las reservas corporales). Las necesidades de producción se determinan analizando el contenido en
minerales de cada producto ganadero.   
 

DETERMINACION DE LAS NECESIDADES DE CALCIO

Se desea estimar las necesidades diarias de calcio de una estirpe de cerdas en


lactación que producen 6 litros diarios de leche que contienen 2.5 g de calcio por
litro.  
Necesidades de mantenimiento:  
Un grupo de cerdas en mantenimiento se alimentan con 2.5 kg diarios de una
ración experimental sin calcio, y la excreción diaria es de 5.5 g de calcio; esto es,
las necesidades diarias de mantenimiento se estiman en 5.5 g diarios de calcio
biodisponible.  
Necesidades de producción:  
El contenido en calcio de la leche producida es de 6 x 2.5 = 15 g, por lo que las
necesidades diarias de calcio biodisponible son de 15 g diarios.  
Necesidades totales:  
Las necesidades totales son la suma de las de mantenimiento más las de
producción, esto es, 20.5 g diarios de calcio biodisponible.
       
Los minerales orgánicos se excretan por la orina (p.e. la mayor parte del fósforo) ó por las sales biliares (p.e.
la mayor parte del calcio). Es importante tener presente que los minerales dados en cantidades muy superiores
a las recomendadas pueden provocar trastornos por precipitaciones (p.e. cálculos urinarios de fosfatos) ó
provocar toxicidad debido a su actividad metabólica (p.e. intoxicaciones por exceso de cobre); además, a
nivel intestinal, el exceso de unos minerales interfiere la absorción de otros (p.e. malabsorción de calcio
debido a un exceso de fósforo).   
 

b) Las necesidades de vitaminas.  

Las vitaminas se clasifican en dos grupos:   


     - las vitaminas liposolubles: son la vitamina A ó carotenos, la vitamina D ó calciferoles, la vitamina E ó
tocoferoles, y la vitamina K ó quinonas; estas vitaminas se almacenan en la grasa del hígado y del tejido
adiposo ó se excretan por la bilis. Las vitaminas liposolubles están relacionadas con el mantenimiento y
funcionamiento de los tejidos (piel, huesos, sangre, músculos, etc); estas vitaminas no son sintetizadas por el
organismo animal ni, excepto la vitamina K, por la flora intestinal ó ruminal.   
     - las vitaminas hidrosolubles: son las vitaminas del grupo B (vitamina B 1 ó tiamina, B2 ó riboflavina, B3 ó
PP ó niacina ó ácido nicotínico, B5 ó ácido pantoténico, B6 ó piridoxina, biotina, ácido fólico, colina, B12 ó
cianocobalamina, ácido para-amino-benzoico ó PABA, inositol) y la vitamina C ó ácido ascórbico; estas
vitaminas no se almacenan en el organismo en cantidades apreciables y el exceso ingerido se excreta en la
orina (pudiendo provocar cálculos urinarios, en particular el exceso de vitamina C). Las vitaminas
hidrosolubles participan en sistemas enzimáticos; aunque el metabolismo animal no puede sintetizar
vitaminas hidrosolubles (excepto la vitamina C, que puede ser sintetizada por la mayoría de las especies
animales), la flora intestinal y ruminal sí puede sintetizar cantidades más ó menos importantes de estas
vitaminas.  

El organismo animal tolera dosis extremadamente altas de vitaminas, hasta mil veces las necesidades diarias,
por lo que es muy improbable que se produzcan estados de hipervitaminosis; no obstante, las vitaminas
liposolubles presentan una cierta toxicidad potencial debido a que se almacenan en los depósitos grasos. Por
este motivo, el organismo animal es relativamente independiente del aporte de vitaminas liposolubles ya que
puede recurrir a sus reservas. Por el contrario, se debe controlar con más esmero el aporte diario de vitaminas
hidrosolubles ya que las reservas orgánicas son escasas y la síntesis intestinal moderada; no obstante, la
síntesis ruminal de vitaminas hidrosolubles suele ser suficiente para cubrir las necesidades de los rumiantes.  

Las vitaminas contenidas en los piensos se destruyen con relativa facilidad si las condiciones de
almacenamiento de los piensos no son adecuadas (humedad, calor, luz, aire, oxidación por peróxidos, etc);
también se pueden destruir durante el proceso de elaboración de los piensos (p.e. por calor durante la
granulación). No obstante, en la práctica es muy raro que se presenten trastornos debidos a carencias de
vitaminas ya que en los piensos se suelen incluir cantidades generosas de corrector vitamínico-mineral; en
caso de presentarse una hipovitaminosis la causa no suele ser una deficiencia de la ración sino otras como
destrucción en el aparato digestivo, absorción imperfecta, aumento repentino de las necesidades del animal,
causas fisiopatológicas, etc.  

Las necesidades de vitaminas son difíciles de establecer debido a la síntesis intestinal y ruminal, a las
interacciones metabólicas y a la destrucción orgánica; estas necesidades se determinan empíricamente.   
 

8.- Las necesidades de agua. 

El agua es el nutriente más esencial para la vida del animal, y el que se precisa en mayor cantidad y con
mayor frecuencia; constituye el 90% del peso del embrión, el 80% del recien nacido, y el 60% del peso
corporal de los animales adultos. El agua se encuentra en el cuerpo de los animales bajo tres formas
diferentes: agua intracelular (65% del agua total), agua intercelular (25%), y sangre (10%). Respecto a los
productos, la leche contiene casi un 90% de agua, el huevo casi el 70%, y el 50-60% del aumento de peso de
los animales es agua.  

El agua es el medio de absorción, transporte y eliminación de nutrientes, y el medio donde ocurren los
procesos enzimáticos. Además, el agua participa en la termoregulación evitando cambios bruscos de
temperatura a nivel celular ya que absorbe el calor producido en el metabolismo de los nutrientes,
evaporándose facilmente a través de los pulmones y, en algunas especies, a través de la piel (las aves, perros
y gatos no sudan, y los cerdos sudan poco).  

El organismo necesita compensar el agua contenida en las producciones, la perdida en la orina y heces, y la
evaporada a través de los pulmones y la piel. Por otra parte, los estados diarreicos pueden dar lugar a una
deshidratación; de hecho la causa real de la muerte por diarreas de animales jóvenes no es en muchos casos la
infección en sí, sino la consiguiente deshidratación.  

El agua se obtiene a partir de:   


     - el agua contenida en los alimentos: en el caso de los monogástricos los alimentos suelen ser secos, por lo
que aportan solamente alrededor del 5% de las necesidades del animal. No obstante, los animales alimentados
con forrajes verdes pueden obtener el 75-100% de sus necesidades de agua a partir de estos alimentos.  
     - el agua producida en el metabolismo de los nutrientes: este agua puede aportar hasta el 20% de las
necesidades del animal.   
     - el agua de bebida.  

La cantidad de agua ingerida por los animales en mantenimiento suele ser 2-3 veces la cantidad de materia
seca ingerida; no obstante, durante las épocas calurosas y durante la lactación se ingieren cantidades mucho
mayores de agua. La forma de cubrir las necesidades de agua consiste, sencillamente, en que los animales
tengan libre acceso a los bebederos. Los animales disminuyen la ingestión de agua cuando está demasiado
fría (<10 ºC) ó caliente (>25 ºC), cuando no está limpia, y cuando presenta olores ó sabores anormales por
contaminación con materia orgánica, con compuestos químicos (nitritos ó nitratos, pesticidas, minerales
tóxicos), ó con microorganismos (en el caso de que se deba utilizar de forma coyuntural agua ligeramente
contaminada, se deben añadir alrededor de 150 cm3 de lejía por m3 de agua). Respecto a la salinidad del agua,
un contenido superior a 2.5 g de sales por litro comienza a provocar problemas de rechazos y diarreas en
animales sensibles, y el agua con un contenido superior a 7 g de sales por litro no debe ser suministrada a
ninguna especie animal.   
 

 
Los animales han de disponer en todo momento de agua limpia

Tema 3. El contenido en nutrientes de los alimentos


  
  
 
Objetivos del tema:  Los alumnos han de ser capaces de:  
- saber explicar el fundamento, aparataje y limitaciones de los métodos de análisis de parámetros
químicos   
- saber relacionar los parámetros químicos y el contenido en nutrientes de los alimentos
Esquema del tema:  
La composición química de los alimentos: el análisis Weende   
La humedad y la materia seca   
Las cenizas y la materia orgánica   
Las vitaminas   
La proteína bruta   
El extracto etéreo   
Los carbohidratos de la pared celular:   
     a) La fibra bruta   
     b) Las fibras detergentes   
     c) Las paredes celulares insolubles   
     d) Los polisacáridos no amiláceos   
Los carbohidratos intracelulares   
La energía bruta   
La variabilidad de la composición química de los alimentos   
AUTOEVALUACION
Práctica 3:  

Conocer el fundamento, aparataje y proceso de la valoración química de alimentos.


 
1.- La composición química de los alimentos: el análisis Weende.  

Todos los alimentos, sean de origen animal ó vegetal, están compuestos por los mismos nutrientes (agua,
carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales). En general, los alimentos vegetales tienen una
elevada proporción de carbohidratos (almidón y fibra) y, excepto las oleaginosas, poca grasa; por el contrario,
los alimentos de origen animal suelen poseer un mayor contenido proteico y de aminoácidos esenciales que
los alimentos de origen vegetal y, excepto la leche, prácticamente carecen de carbohidratos. Los alimentos de
origen mineral (p.e. sal, fosfatos, etc), obviamente, sólo aportan minerales.  

Los métodos tradicionales para determinar los nutrientes de los alimentos para el ganado fueron desarrollados
en la Estación Experimental Weende (Alemania) por Henneberg y Stohmann en 1860; muchos de los
métodos actuales son los originales Weende (métodos por vía húmeda) ligeramente modificados. En la UE
existen métodos oficiales de toma de muestras y de análisis de piensos; además, la Association of Official
Chemists Analysts (AOAC) americana recoge en sus publicaciones numerosos métodos para la
determinación de nutrientes.  

La caracterización nutritiva de los alimentos según el método Weende se basa en la determinación de los
siguientes parámetros químicos: humedad, cenizas, proteína bruta, extracto etéreo, fibra bruta, extractos libres
de nitrógeno, y energía. Existen métodos alternativos a los análisis químicos por vía húmeda de los alimentos,
como la técnica de reflectancia en el infrarojo cercano (NIR) que relaciona la reflectancia de los alimentos
con su composición química; esta técnica está actualmente en desarrollo y es probable que su utilización se
generalice en el futuro.   
  

2.- La humedad y la materia seca.  

La humedad es la cantidad de agua que contiene el alimento; la diferencia entre el peso total del alimento y el
contenido en agua se denomina materia seca. Los alimentos concentrados contienen un 5-10% de humedad,
mientras que los forrajes verdes contienen alrededor del 80%.  

El contenido en agua de los alimentos, además de dificultar su almacenamiento (desarrollo fúngico,


bacteriano, etc), determina su valor nutritivo. Debido a que el valor nutritivo de un alimentos depende en
buena medida de su contenido en materia seca, el contenido en nutrientes de los alimentos (al menos de los
alimentos con un alto contenido en humedad, p.e. los forrajes verdes) se suele expresar como porcentaje de su
materia seca.  

La humedad se determina desecando el alimento en una estufa a 105 ºC durante 5 h. Un problema importante
es que a altas temperaturas (>60 ºC) se evapora no sólo agua, sino también sustancias volátiles de los
alimentos; por este motivo se recomienda que los alimentos con alta humedad se presequen previamente a
menos de 60 ºC hasta alcanzar un contenido en materia seca superior al 80%.   
 

Estufa utilizada para la determinación Cálculo de la materia seca contenida en


de la materia seca los alimentos
        Peso del alimento: 4.6 g    
                               
                             ESTUFA    
                               
            Materia seca: 4.3 g    
Cálculos:    
Materia seca: 4.3/4.6 = 93.5%    
Humedad: 100 - 93.5 = 6.5%
  

3.- Las cenizas y la materia orgánica.  

Las cenizas representan el contenido en minerales del alimento; en general, las cenizas suponen menos del
5% de la materia seca de los alimentos. Los minerales, junto con el agua, son los únicos componentes de los
alimentos que no se pueden oxidar en el organismo para producir energía; por el contrario, la materia
orgánica comprende los nutrientes (proteínas, carbohidratos y lípidos) que se pueden quemar (oxidar) en el
organismo para obtener energía, y se calcula como la diferencia entre el contenido en materia seca del
alimento y el contenido en cenizas.  

Las cenizas se determinan como el residuo que queda al quemar en un horno ó mufla los componentes
orgánicos a 550 ºC durante 5 h. En ocasiones es interesante determinar las cenizas insolubles en ácido
clorhídrico, que pretenden representar el contenido del alimento en minerales indigestibles para el animal.   
  

Horno utilizado para la Cálculo de la materia orgánica contenida


determinación de las cenizas en los alimentos
        Peso del alimento: 5.2 g    
                               
                             MUFLA    
                               
                  Cenizas: 0.2 g    
Cálculos:    
Cenizas: 0.2/5.2 = 3.8%    
Cenizas sobre MS: 3.8/0.935 = 4.1%   
Materia orgánica: 93.5 - 3.8 = 89.7%   
MO sobre MS: 100 - 4.1 = 95.9%    
                       89.7/0.935 = 95.9%
   
Respecto al análisis de minerales, es frecuente que se determine el contenido de ciertos macrominerales en
los alimentos, como calcio, fósforo y magnesio; los minerales se analizan generalmente mediante
espectrofotometría de absorción atómica ó mediante colorimetría. El análisis de oligoelementos suele ser caro
y tedioso, por lo que no se realiza habitualmente; lo que se hace para compensar eventuales deficiencias es
suplementar las raciones con una cantidad generosa de corrector vitamínico-mineral.   
  

4.- Las vitaminas.  

Las diferentes vitaminas pertenecen a grupos químicos diferentes, no existiendo entre ellas rasgos comunes;
la mayoría de las vitaminas se pueden analizar mediante la técnica HPLC. El contenido en vitaminas de los
alimentos no se suele determinar ya que es caro y el empleo de complementos vitamínico-minerales permite
una razonable seguridad respecto al contenido en vitaminas de la ración.   
  

5.- La proteína bruta.  

En general, casi todo el nitrógeno que contienen los alimentos está formando parte de los grupos amino de los
aminoácidos; por este motivo el contenido en proteína se calcula a partir del contenido en nitrógeno de los
alimentos. El contenido nitrogenado de los aminoácidos varía desde un 8% en la tirosina hasta un 32% en la
arginina, pasando por 16% de media en las proteínas de los tejidos animales; esto es, el contenido en
nitrogeno de una proteína depende de su composición en aminoácidos. No obstante, para simplificar el
cálculo de la proteína bruta se supone que las proteínas contienen de media un 16% de nitrógeno, por lo que
la proteína bruta que contiene un alimento se calcula como el nitrógeno total del alimento dividido por 0.16
(ó multiplicado por 6.25).  

El nitrógeno total del alimento se determina por el método Kjeldahl:   


     - digestión de la muestra: consiste en tratar el alimento con ácido sulfúrico concentrado, que convierte en
amoniaco todo el nitrógeno del alimento, formándose sulfato amónico   
     - destilación: posteriormente se libera el amoniaco mediante la adición de hidróxido sódico concentrado, y
este amoniaco se fija sobre ácido diluido, valorando finalmente por titulación con alcali diluido.   
   

Digestor y destilador utilizados para la Cálculo de la proteína bruta contenida


determinación del nitrógeno en los alimentos
    Peso del alimento: 0.6 g    
                          
                          SO4H2    
                          
  SO4(NH4)2 + CO2 + H2O    
                          
                        NaOH    
                          
  NH4OH + SO4Na2    
                             
                          ClH    
                          
   ClNH4 + ClH residual    
                       NaOH   
                         +   
                        Indicador rojo   
      ClNa + indicador verde    
Cálculos:    
 N en el alimento: 0.03 g    
 PB: 6.25 x 0.03/0.6 = 31.3%    
 PB sobre MS: 31.3/0.935 = 33.5%
   
Por otra parte, no todo el nitrógeno contenido en los alimentos forma parte de proteínas. En efecto, aunque la
mayoría del nitrógeno de los alimentos está formando parte de aminoácidos, el resto del nitrógeno está
formando compuestos no proteicos (ácidos nucleicos, sales amoniacales, aminas, amidas, etc); el nitrógeno
no proteico (NNP) no es utilizado por los monogástricos, aunque sí lo es por la flora ruminal. Para estimar el
NNP del alimento se precipitan las proteínas verdaderas con etanol al 80%, ó con una solución cúprica
(hidróxido ó acetato), ó con ácido tricloroacético. 

La denominación proteína bruta incluye todos los compuestos que contienen nitrógeno, sean ó no
aminoácidos. El 95% de la proteína bruta de los concentrados es proteína verdadera, esto es, aminoácidos;
debido a que la diferencia cuantitativa entre proteína bruta y verdadera es mínima en alimentos concentrados,
en las raciones de monogástricos no se diferencia en la práctica entre proteína bruta y verdadera. Por el
contrario, es conveniente estimar el contenido en NNP de los alimentos fibrosos y de los subproductos, ya
que en estos alimentos el NNP puede representar más del 20% del nitrógeno total del alimento.  

Respecto al contenido proteico de los alimentos, destaca el elevado valor proteico de los subproductos de
origen animal y de las tortas oleaginosas. Todas las partidas de materias primas se suelen analizar para
conocer su contenido en proteína bruta.   
  

CONTENIDO PROTEICO DE ALIMENTOS 

           Harinas animales       50-85%  


           Tortas oleginosas      30-50%  
           Heno leguminosas     13-17%  
           Cereales                         8-13%  
           Forrajes                           1-7%
   
Los aminoácidos de los alimentos no se determinan habitualmente; no obstante, se tiende cada vez más a
determinar los aminoácidos de los alimentos de monogástricos, en particular la lisina y la metionina. Los
aminoácidos se pueden analizar mediante analizadores automáticos de aminoácidos, ó mediante la técnica
HPLC.   
  

6.- El extracto etéreo.  

El extracto etéreo ó grasa bruta estima el contenido en triglicéridos del alimento. A no ser que se añada, el
contenido en grasa de la ración suele ser muy bajo, y aunque se añada no suele sobrepasar el 5% de la ración,
salvo en los piensos de peces y animales de compañía.   
  

CONTENIDO GRASO DE ALIMENTOS 

           Semillas oleaginosas    15-35%  


           Harinas animales            5-10%  
           Tortas oleaginosas          1-3%  
           Cereales                             1-5%  
           Forrajes                              0-3%
      
El extracto etéreo se determina solubilizando los lípidos con eter de petróleo para separarlos del resto del
alimento mediante extractores Soxhlet; antes de la extracción, se recomienda someter a los alimentos a una
hidrólisis ácida (con HCl 3 N) para romper los enlaces que ligan a algunos lípidos con otras sustancias (p.e.
lipoproteínas, fosfolípidos, y las grasas saponificadas que forman jabones de ácidos grasos con minerales). En
general, más del 90% del extracto etéreo son triglicéridos verdaderos y el resto lipoides (fosfolípidos
-cefalinas y lecitinas-, ceras, estearinas, etc). Aunque los triglicéridos son digeridos prácticamente en su
totalidad, los lipoides no son digeridos por los animales.   
   
Extractor soxhlet utilizado para la Cálculo del extracto etéreo contenido
determinación de la grasa en los alimentos
        Peso del alimento: 4.8 g    
                               
                             ETER    
                               
        Alimento desgrasado: 4.6 g    
Cálculos:    
 EE: (4.8-4.6)/4.8 = 4.2%    
 EE sobre MS: 4.2/0.935 = 4.5%
   
Los ácidos grasos de los alimentos no se determinan habitualmente, aunque se pueden analizar con la técnica
de cromatografía de gases.   
  

7.- Los carbohidratos de la pared celular.  

Los principales carbohidratos de la pared celular ó carbohidratos estructurales de los alimentos de origen
vegetal, son la celulosa, la hemicelulosa y las sustancias pécticas; los alimentos de origen animal ó mineral,
obviamente, no contienen pared celular ni por lo tanto carbohidratos estructurales. La celulosa es un
homopolisacárido formado por moléculas de glucosa, la hemicelulosa es un heteropolisacárido formado por
hexosas, pentosas y ácidos urónicos, y las pectinas son heteropolisacáridos formados por hexosas y ácido
galacturónico. Los azúcares que forman los carbohidratos estructurales están unidos por enlaces ß: los
enzimas digestivos de los monogástricos no tienen capacidad para hidrolizar estos enlaces ß, aunque los
enzimas producidos por la flora ruminal sí hidrolizan estos enlaces.  

La pared celular contiene, además de estos carbohidratos, cantidades más ó menos importantes de polifenoles
(lignina, taninos); estos polifenoles (no son carbohidratos) son difíciles de determinar con precisión.   
  

Solubilizador y crisoles utilizados


Precisión de los diferentes métodos utilizados para determinar
para la determinación de las
los componentes de la pared celular
fibras
               Celulosa   Hemicelulosa   Lignina   Pectinas   Proteínas    

FB           +++              +                ++           -             -      


FND         +++             +++             +++         +            ++      
  
FAD         +++             +                 ++           -             +   
PCI          +++              ++               +++         ++          +++    

+++: determina el 100%,  ++: determina el 50-100%,  +: determina menos del 50%, 
-: solubiliza
  

a) La fibra bruta.  
Tradicionalmente los carbohidratos estructurales se han estimado como la fibra bruta del alimento. La fibra
bruta se determina como el residuo que queda tras la doble hidrólisis ácida (con ácido sulfúrico) y alcalina
(con hidróxido potásico) del alimento. El contenido en fibra bruta de los concentrados energéticos y proteicos
es inferior al 10%, mientras que los forrajes contienen un 25-60% de fibra bruta.   
   

Cálculo de la fibra bruta contenida en los


alimentos

             Peso del alimento: 1.2 g    


                               
                              SO4H2    
                               
                      Residuo    
                               
                              KOH    
                               
            Fibra bruta: 0.08 g    
 Cálculos:    
 Fibra bruta: 0.08/1.2 = 6.7%    
 FB sobre MS: 6.7/0.935 = 7.1%
   
No obstante, un inconveniente de la doble hidrólisis es que solubiliza parte de la hemicelulosa y de la lignina
de la pared celular (esto es, el contenido en fibra bruta es menor que el contenido real en carbohidratos
estructurales), y por lo tanto, la fibra bruta no es un buen estimador de los componentes de la pared celular.  

A pesar de no ser un buen estimador de los carbohidratos estructurales, la determinación de la fibra bruta está
generalizada en la alimentación de los monogástricos debido a que en general los alimentos utilizados en las
raciones de estos animales tienen un contenido bajo en fibra. No obstante, el contenido en fibra de los forrajes
sí es importante, por lo que actualmente se están investigando análisis alternativos a la fibra bruta, que
relacionen los diferentes tipos de carbohidratos estructurales con su utilización digestiva por los rumiantes;
así ocurre con las fibras detergentes de Van Soest, las paredes celulares de Carré, ó los polisacáridos no
amiláceos.   
  

b) Las fibras detergentes.  

La fibra neutro detergente (FND), que estima el contenido en celulosa, hemicelulosa y lignina de la pared
celular, se determina como el residuo que queda tras la extracción con la solución neutro-detergente (formada
por sulfato lauril sódico y EDTA). El contenido de los alimentos en FND está relacionado con su ingestión
por los rumiantes.  

La fibra ácido detergente (FAD), que es un estimador del contenido de la pared celular en celulosa y lignina,
se determina como el residuo que queda tras la solubilización de la hemicelulosa con la solución ácido-
detergente (formada por ácido sulfúrico diluído y bromuro de acetil-trimetil-amonio). El contenido de los
alimentos en FAD está relacionado con su degradabilidad ruminal y digestibilidad.  

Finalmente, el tratamiento de la FAD con ácido sulfúrico al 72% permite solubilizar la celulosa, esto es, el
residuo (denominado lignina ácido detergente, LAD) contiene lignina y otros residuos (taninos, cutina,
minerales insolubles en medios ácidos, sílice, etc). La lignina se puede solubilizar con una solución oxidante
de permanganato potásico. El contenido de los alimentos en LAD, igual que su contenido en FAD, está
relacionado con su degradabilidad ruminal y digestibilidad.   
  

Cálculo de las fibras detergentes contenidas en los


alimentos

                Peso del alimento: 1.2 g    


                               
                               Solución    
                               neutro-detergente    
                               
         Fibra neutro detergente: 0.21 g    
                               
                               Solución    
                               ácido-detergente    
                               
         Fibra ácido detergente: 0.10 g    
                               
                              SO4H2    
                               
         Lignina ácido detergente: 0.03 g   

 Cálculos:    
 FND: 0.21/1.2 = 17.5%    
 FAD: 0.10/1.2 = 8.3%    
 LAD: 0.03/1.2 = 2.5%    
 FND sobre MS: 17.5/0.935 = 18.7%    
 FAD sobre MS: 8.3/0.935 = 8.9%    
 LAD sobre MS: 2.5/0.935 = 2.7%
   
Los forrajes habituales contienen un 35-60% de FND, un 25-35% de FAD y un 5-10% de LAD, mientras que
los concentrados contienen un 10-20% de FND, un 5-10% de FAD y menos de un 5% de LAD. Todas las
partidas de forrajes se deben analizar para conocer su contenido en, al menos, FND y FAD.  

Un inconveniente del método de las fibras detergentes es que la solución neutro-detergente solubiliza no
solamente los carbohidratos no estructurales, sino también las pectinas de la pared celular; por otra parte, en
la FND se retiene algo de almidón, grasa y proteína, por lo que su determinación se está intentando
perfeccionar.   
  

c) Las paredes celulares insolubles.  

Las paredes celulares insolubles, que son un estimador del contenido en celulosa, hemicelulosa, pectinas,
lignina y proteínas de la pared celular, se determinan como el residuo que queda tras la extracción con una
solución enzimático-detergente (formada por dodecilsulfato de sodio, metanol, proteasa y  amilasa). El
contenido en paredes celulares es de un 10-20% en el caso de los concentrados, y de un 40-60% en los
forrajes.  

Un inconveniente del método de las paredes celulares es que la solución enzimático-detergente no solubiliza
las proteínas parietales, además de solubilizar una parte de la hemicelulosa y de las sustancias pécticas.   
  

d) Los polisacáridos no amiláceos.  

Finalmente, los polisacáridos no amiláceos (NSP, non-starch polysaccharides) parecen determinar con más
precisión los carbohidratos de la pared celular; no obstante, el método de análisis es complejo y para su
determinación se precisa utilizar cromatógrafo de gases.   
  

8.- Los carbohidratos intracelulares.  

Los carbohidratos más simples son la glucosa y la fructosa que se encuentran en las frutas. El sorbitol y el
manitol se obtienen a partir de glucosa y tienen un valor nutritivo similar; se absorben muy lentamente en el
duodeno, por lo que se utilizan en dietas de diabéticos. Los disacáridos más importantes son la sacarosa
(glucosa-fructosa, enlace ) de la caña de azucar y remolacha, la lactosa (glucosa-galactosa, enlace  de la
leche, y la maltosa y celobiosa (ambas glucosa-glucosa, enlace y ß respectivamente) productos de la
hidrólisis del almidón y de la celulosa, respectivamente. Los disacáridos, el almidón y el glucógeno son, en
general, totalmente digeridos y absorbidos por los monogástricos. Es importante tener presente que los
alimentos de origen animal no tienen azúcares (excepto la lactosa de la leche y el glucógeno de los músculos)
ni almidón. Los edulcorantes artificiales como la sacarina y los ciclamatos no son carbohidratos; no tienen
valor nutritivo y unicamente sirven para dar sabor.  

El almidón es el carbohidrato de reserva de la mayoría de los vegetales y es particularmente abundante en


cereales; está formado por amilosa (cadenas lineales de glucosa unidas por enlaces -1,4) y por amilopectina
(cadenas lineales de glucosa con ramificaciones -1,6). El contenido en almidón de los alimentos se puede
determinar por métodos enzimáticos ó polarimétricos. Las dextrinas son productos intermedios de la
digestión del almidón.   
   

CONTENIDO EN ALMIDON DE ALIMENTOS 

           Cereales                            40-60%  


           Leguminosas grano        35-40%  
           Tortas oleaginosas            < 5%  
           Forrajes                                < 5%
   
El contenido de los alimentos en carbohidratos intracelulares se estima como la diferencia entre la materia
seca del alimento y el resto de nutrientes (cenizas, proteína bruta, extracto etéreo y componentes de la pared
celular). Según el análisis efectuado para determinar los componentes de la pared celular, la cantidad de
carbohidratos intracelulares se denomina:   
     - extractos libres de nitrógeno (ELN): relacionados con la fibra bruta; debido a las deficiencias que
presenta el análisis de la fibra bruta, el significado nutritivo de los ELN se debe tomar con cierta reserva
(sobre todo en forrajes, con un contenido importante de hemicelulosa y lignina).   
     - carbohidratos no estructurales (CNE): relacionados con la fibra neutro detergente; no obstante, se debe
tener presente que se incluye como CNE a las pectinas de la pared celular (que son indigestibles para
monogástricos).   
  
Cálculo de los carbohidratos intracelulares contenidos en los
alimentos

      ELN =100-6.5-3.8-31.3-4.2-6.7= 47.5%   


      CNE = 100-6.5-3.8-31.3-4.2-17.5=36.7%   
      ELN sobre MS: 100-4.1-33.5-4.5-7.1= 50.9%   
                                                47.5/0.935 = 50.9%   
      CNE sobre MS:  36.7/0.935 = 39.3%
  

9.- La energía bruta.  

La energía bruta ó calor de combustión de un alimento es la cantidad de calor que se libera cuando se quema
en un calorímetro, y representa la máxima cantidad posible de energía que se puede obtener de un alimento.
La energía se mide en kilojulios ó en kilocalorías (1 kcal = 4'184 kJ). La energía bruta no tiene significado
nutritivo, pero es un parámetro necesario para calcular el valor energético (energía aprovechable) de los
alimentos.   
  

Bomba calorimétrica y
acesorios utilizados para la Cálculo de la energía bruta contenida en los
determinación de la energía alimentos
bruta
     Peso del alimento: 0.5 g    
                       
                      CALORIMETRO    
                       
       Energía bruta: 9 kJ   

 Cálculos:    
 Energía bruta: 9/0.5 = 18 kJ/g =    
             = 18 MJ/kg = 4.3 Mcal/kg  
 EB sobre MS: 18/0.935 = 19.3 MJ/kg MS =    
           = 4.6 Mcal/kg MS
   
La energía bruta (EB) depende de la composición química del alimento y se puede estimar a partir de esta
composición:   
      EB (kJ/kg MS) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x HdC (g/kg MS)  

Como se observa en la ecuación, los alimentos grasos ó proteicos son más energéticos que los alimentos ricos
en carbohidratos; por otra parte, los alimentos con un alto contenido en humedad ó en cenizas son menos
energéticos.   
  

Estimación del contenido en energía bruta a partir de la composición


química
 EB = 23.5 x 313 + 39.5 x 42 + 17.5 x (175 - 25 + 367)  = 18.1 MJ/kg    
 EB sobre MS: 18.1/0.935 = 19.4 MJ/kg MS 
  

10.- La variabilidad de la composición química de los alimentos.  

La composición de las materias primas varía bastante dependiendo de las condiciones de cultivo y
almacenamiento, así como de los procesos de obtención en el caso de forrajes y subproductos. La diferencia
entre la mejor y peor calidad de cualquier materia prima es demasiado grande para ser ignorada, siendo la
proteína el nutriente más variable. Por este motivo es recomendable el análisis sistemático de las partidas que
van a ser utilizadas en la elaboración de las raciones. En este sentido, como se verá en el seminario
correspondiente, existe cierta legislación sobre las características mínimas de calidad que han de cumplir
algunas materias primas.  

En caso de que no sea posible analizar las materias primas utilizadas para la elaboración de las raciones, se
pueden utilizar los datos recogidos en las tablas de composición de alimentos; las principales tablas son las
publicadas por el INRA y por el NRC. Cuando se utilizan tablas de composición de alimentos es necesario
adoptar ciertos márgenes de seguridad para elaborar las raciones, debido a la falta de homogeneidad de las
distintas partidas de materias primas. Así, respecto a los valores orientativos de las tablas, los constituyentes
orgánicos pueden variar un ±15%, los minerales un ±30%, y la energía un ±10%. La gran ventaja del análisis
sistemático de los alimentos es que permite reducir ó eliminar los márgenes de seguridad, con el consiguiente
ahorro económico que ello significa.   

Tema 4. Las sustancias indeseables contenidas en los


alimentos
 

Objetivos del tema:  Los alumnos han de ser capaces de:  


- saber relacionar las materias primas con posibles sustancias indeseables y sus efectos digestivos,
metabólicos y productivos
Esquema del tema:  
Las impurezas botánicas y las adulteraciones   
Los factores antinutritivos   
Las grasas enranciadas   
Las contaminaciones fúngicas:   
     a) Las aflatoxinas   
     b) Las fusariotoxinas   
     c) Otras micotoxinas   
Las contaminaciones bacterianas   
Los residuos de productos fitosanitarios   
Las contaminaciones con minerales tóxicos.   
AUTOEVALUACION
 
  

Los alimentos, además de nutrientes, pueden contener sustancias indeseables que perjudiquen el correcto
funcionamiento digestivo y metabólico del organismo animal. El contenido máximo de sustancias indeseables
en los alimentos del ganado está regulado por la legislación de la UE, como se comentará con detalle en el
seminario correspondiente.   
  

     
Algunas sustancias indeseables pueden acumularse en los productos
animales
 

1.- Las impurezas botánicas y las adulteraciones.  

Las materias primas recolectadas, producidas ó almacenadas en malas condiciones pueden estar
contaminadas con otros productos (p.e. polvo, semillas, paja, malas hierbas, etc). La pureza botánica de las
materias primas vegetales ha de ser, legalmente, superior al 95% (excepto la alfalfa deshidratada que ha de
ser superior al 80%); aunque es relativamente fácil determinar la pureza botánica de los granos, es difícil
controlar la pureza de los forrajes ó de las harinas.  

Por otra parte, existe la posibilidad de que algunas partidas de materias primas pueden estar adulteradas.
Aunque las adulteraciones no son frecuentes, los ingredientes más facilmente adulterables son la leche en
polvo y las harinas de pescado y subproductos animales (adulteradas con materias primas proteicas más
baratas, incluso urea), las tortas olaginosas (con cascarilla añadida), y la alfalfa deshidratada (adulterada con
hierba).  

Tanto la pureza de los ingredientes como las adulteraciones se pueden detectar mediante la microscopía de
materias primas y piensos, como se verá en la práctica correspondiente.   
    

   
Heno de alfalfa pulverulento Cascarilla y torta de soja
  

2.- Los factores antinutritivos.  

Algunas materias primas contienen, además de los nutrientes, otros compuestos orgánicos que actúan como
factores antinutritivos, reduciendo la digestibilidad de los alimentos, ó interfiriendo la utilización metabólica
de los nutrientes. Los efectos de cada uno de los factores antinutritivos se comentarán con detalle al estudiar
el valor nutritivo de cada una de las materias primas. Existen máximos legales de algunos factores
antinutritivos en las materias primas y en los piensos compuestos.  

Los carbohidratos estructurales, con enlaces ß indigestibles en el aparato digestivo de los monogástricos,
además de dificultar la digestibilidad del resto de la ración, retienen mucho agua por lo que suelen dar lugar a
la producción de heces húmedas. En los alimentos de los monogástricos, los carbohidratos estructurales más
importantes son los ß-glucanos de la cebada y los pentosanos del trigo y centeno; estos carbohidratos se
pueden hidrolizar parcialmente cuando se incluyen enzimas exógenas en los piensos.  

Otros ejemplos de factores antinutritivos son los fitatos de los cereales, las antiproteasas de la soja, los
glucósidos cianogénicos de mandioca, lino y sorgo forrajero, los tiocianatos de algunas variedades de colza,
los taninos de sorgo y habas, el gosipol del algodón, etc.   
    

MAXIMOS LEGALES DE FACTORES ANTINUTRITIVOS 

Acido cianhídrico:   
      - en granos de lino: 250 ppm   
      - en tortas de lino: 350 ppm   
      - en mandioca: 100 ppm   
      - en otras materias primas: 50 ppm   
      - en piensos completos: 10-50 ppm   
Gosipol:   
      - en tortas de algodón: 1200 ppm   
      - en otras materias primas: 20 ppm   
      - en piensos completos de rumiantes: 100-500 ppm   
      - en piensos completos de monogástricos: 20-100 ppm   
Esencia de mostaza (tiocianatos):   
      - en torta de colza: 4000 ppm   
      - en otras materias primas: 100 ppm   
      - en piensos de rumiantes: 1000 ppm   
      - en piensos de monogástricos: 150-500 ppm   
Nitritos:   
      - en harinas de pescado: 60 ppm  
      - en piensos: 15 ppm   
Teobromina:   
      - en piensos: 300-700 ppm   
Vinilthiooxazolidona:   
      - en piensos de aves: 500-1000 ppm 
Dioxinas: 
      - en todos los ingredientes: 0.5 ppm
    
   
3.- Las grasas enranciadas.  

Las grasas de los alimentos se pueden oxidar, particularmente las grasas con un alto contenido en ácidos
grasos insaturados. El efecto de la grasa oxidada es un rechazo del alimento, una peor digestión (aparece
grasa en heces), y por lo tanto una reducción de la productividad de los animales.  

En los alimentos con un alto contenido en grasa es conveniente determinar el índice de peróxidos, que es un
indicador del grado de oxidación de la grasa. La prevención de la oxidación de la grasa se basa en la inclusión
de antioxidantes en los alimentos susceptibles de oxidación.   
    

 
Grasa oxidada Crecimiento fúngico
  

4.- Las contaminaciones fúngicas.  

Los alimentos con cierta humedad (superior al 15%), almacenados en condiciones de alta temperatura (más
de 25ºC) y alta humedad ambiental (más del 85%), son un sustrato ideal para el desarrollo de hongos (sobre
todo Aspergillus y Fusarium) productores de micotoxinas; el riesgo es mayor cuando existe una elevada
proporción de granos dañados ó partidos, cuando el alimento está molido, y cuando el tiempo de
almacenamiento es prolongado. No obstante, se debe tener presente que no todos los hongos producen
micotoxinas; y a su vez, puede haber micotoxinas y ya no hongos. Por otra parte, la distribución de las
micotoxinas en el alimento no es homogénea, siendo particularmente difícil tomar muestras representativas.  

Se han identificado más de 20 especies de hongos productores de más de 200 micotoxinas diferentes. Las
micotoxinas producen las micotoxicosis, cuyo efecto crónico aparece a las 2-3 semanas de la ingestión del
alimento, con los siguientes efectos generales:   
     - disminución del consumo de alimento y por tanto de los rendimientos; de hecho, los bajos rendimientos
se explican en muchos casos por la presencia de micotoxinas   
     - inmunosupresión, lo que facilita la aparición de enfermedades subclínicas   
     - se absorben y afectan a rutas metabólicas   
     - afectan insidiosamente en la reproducción: fertilidad, peso de los fetos, etc   
     - algunas micotoxinas se acumulan en los tejidos animales, o pueden excretarse por la leche y los huevos,
con el consiguiente peligro para el consumidor, ya que son cancerígenas   
     - las micotoxinas se metabolizan en el hígado (consumiendo metionina) y se suelen eliminar por la orina,
por lo que estos son los órganos más afectados.  

En condiciones normales puede haber varios tipos de hongos y por tanto varios tipos de micotoxinas. Aunque
las micotoxicosis crónicas son frecuentes, casi nunca se diagnostican; por el contrario, es raro que aparezcan
micotoxicosis agudas que provoquen la muerte de los animales. Los animales jóvenes son los más
susceptibles a las micotoxinas, así como los caballos.  

Además de los trastornos debidos a las micotoxinas, la presencia en los alimentos de hongos ó sus esporas
suele dar lugar a la aparición de patologías respiratorias, sobre todo en aves.  

El desarrollo fúngico se previene secando las materias primas (en particular el maíz), con almacenamientos a
baja temperatura (p.e. silos refrigerados de maíz), así como con la adición de conservantes ó antifúngicos
(p.e. ácido propiónico); no obstante, es importante tener presente que los conservantes no detoxifican las
partidas ya contaminadas.  

Si se observan síntomas que hagan sospechar de la existencia de micotoxinas, los alimentos deben ser
analizados para determinar al menos aflatoxinas, zearolenona y deoxinivelenol: existen kits comerciales de
anticuerpos monoclonales específicos con capacidad para retener las micotoxinas (técnicas inmunológicas).
Cuando se comprueba la existencia de micotoxinas, el alimento debe retirarse inmediatamente; cuando se
retira de la ración la partida contaminada, los metabolitos en el organismo animal desaparecen en 3-5 días,
recuperándose los animales.  

Las partidas contaminadas con micotoxinas (que son termoresistentes y por lo tanto no se destruyen con los
tratamientos térmicos) no pueden emplearse en alimentación animal, a no ser que se detoxifiquen. Las
partidas contaminadas pueden tratarse con amoniaco (es un proceso engorroso y prácticamente no se utiliza)
ó con un 1-2% de aluminosilicatos cálcico-sódicos (arcillas del tipo sepiolita, bentonita, zeolita ó vermiculita)
que adsorben las micotoxinas y reducen su absorción en el intestino; una vez tratadas, estas partidas pueden
ser incluidas en pequeña cantidad en las raciones. Se está estudiando la utilización de enzimas que rompan la
estructura de las micotoxinas.   
  

   
Kit comercial para la detección de
Daños hepáticos por micotoxinas
micotoxinas
  

a) Las aflatoxinas.  

Las micotoxinas más estudiadas son las aflatoxinas. Las aflatoxinas son producidas por Aspergilus
flavus y Aspergilus parasiticus, siendo la más frecuente y potente la aflatoxina B1; de hecho, solamente
existen niveles máximos legales de aflatoxina B1.  

Los alimentos más susceptibles a la contaminación fúngica son los cereales (sobre todo el maíz húmedo y en
particular cuando hay muchos granos partidos, lo que facilita la colonización fúngica); otros alimentos
relativamente susceptibles a la contaminación fúngica son las tortas de cacahuete, copra, palmiste y algodón,
así como las harinas mal procesadas de subproductos animales y de pescado que han sido almacenadas en
locales húmedos.  

El principal efecto de la aflatoxina B1 es su hepatoxicidad (provoca necrosis hepática); además, provoca
debilidad capilar que da lugar a hemorragias y posibles decomisos de canales. También afecta al aparato
digestivo, provocando enteritis diarreicas; en el caso de rumiantes, reduce la actividad de la flora ruminal.
Finalmente, la aflatoxina B1 se metaboliza en el organismo y se excreta en la leche en forma de aflatoxina
M.   
    

MAXIMOS LEGALES DE AFLATOXINA B1 


Cacahuete, copra, palmiste, semillas de algodón, babasú y maíz,
y los productos de su transformación:  0.02 ppm   
Otras materias primas: 0.05 ppm   
Piensos para rumiantes de leche: 0.005 ppm   
Otros piensos: 0.01-0.05 ppm
    

b) Las fusariotoxinas.  

Las principales micotoxinas producidas por el género Fusarium son la zearalenona y los tricotecenos; los
cerdos son particularmente sensibles a estas micotoxinas.  

La zearalenona, producida por algunos Fusarium en cereales y alfalfa deshidratada, afecta al sistema


reproductivo de las hembras (produce el síndrome hiperestrogénico): además de afectar a la fertilidad
(pseudogestaciones), puede provocar prolapsos rectales ó vaginales, sobre todo en cerdas.  

Los tricotecenos (el más importante es Deoxinivalenol ó DON ó vomitoxina; otros tricotecenos son T-2 y
Diacetoxiscirpenol) son producidos por Fusarium y pueden estar presentes en algunas partidas de cereales; el
deoxinivelenol provoca el síndrome del rechazo de la comida en cerdos, acompañado con vómitos; la T-2
está relacionada con infertilidad y diarreas de cerdos, así como con la caída drástica de la producción de
huevos. Estas micotoxinas provocan una necrosis de la mucosa oral, así como la aparición de diarreas
sanguinolentas.   
  

c) Otras micotoxinas.  

Las ocratoxinas, la ocratoxina A es la más común, producidas por Aspergillus flavus y algunos Penicillium,


así como la citrinina producida por algunos Penicillium, causan daños renales graves, lo que se manifiesta en
un aumento del consumo de agua, poliuria y, en aves, diarreas.  

El cornezuelo (Claviceps purpurea) puede contaminar al centeno; este hongo produce ergotoxinas (son
alcaloides) que afectan al rendimiento reproductivo de los animales.   
  

5.- Las contaminaciones bacterianas.  

Los alimentos también pueden sufrir una contaminación bacteriana, siendo la contaminación más frecuente la
de Salmonella y Enterobacterias. Estas bacterias, además de tener un efecto patógeno, en particular sobre los
animales jóvenes, que se manifiesta en forma de enteritis y diarreas, pueden pasar a los productos animales
(carne, leche, huevos), con el consiguiente riesgo para el consumidor. En general, estas bacterias resisten la
temperatura de la granulación (70-80 ºC).  

Aunque todos los alimentos son susceptibles de contaminación bacteriana, el riesgo es mayor para las harinas
de pescado y de subproductos de matadero, y para los subproductos lácteos. Las partidas contaminadas, igual
que en el caso de contaminación con micotoxinas, se deben retirar de las raciones; estas partidas se pueden
tratar con ácidos orgánicos y con sales de amonio para descontaminarlas.   
    

MAXIMOS LEGALES  DE  CONTAMINACION


BACTERIANA 

Subproductos lácteos:   
      Salmonella: ausencia en 25 g   
      E. coli: ausencia en 0.1 g   
      Estafilicocos: <10 colonias/g   
Subproductos de matadero y de pescado:   
      Salmonella: ausencia en 25 g   
      Enterobacterias: <10 colonias/g   
      Esporas C. perfringens: ausencia en 1 g   
Piensos compuestos y resto de materias primas:   
      Salmonella: ausencia en 25 g   
      E. coli: ausencia en 1 g   
      Estafilococos: <10 colonias/g
  

6.- Los residuos de productos fitosanitarios.  

Los alimentos pueden estar contaminados con residuos de plaguicidas, herbicidas, fungicidas ó insecticidas.
Estos residuos producen toxicidad aguda si están en altas dosis, ó crónica si se suministran a bajas dosis de
forma continuada. Las principales manifestaciones son inmunosupresión, alergias y neurotoxicidad. Existen
límites legales máximos para el contenido de estas sustancias en los alimentos del ganado.   
  

7.- Las contaminaciones con minerales tóxicos.  

Las dosis altas de algunos oligoelementos pueden producir intoxicaciones clínicas ó subclínicas; no obstante,
las diferentes especies animales responden de forma muy distinta a las altas dosis de oligoelementos.  

Es importante señalar que son realmente escasas las intoxicaciones por minerales; sin embargo existen
ocasiones en las que los alimentos pueden poseer un elevado contenido en algún oligoelemento. Por ejemplo,
harinas de pescado con un elevado contenido en mercurio ó arsénico, ó fosfatos minerales con un alto
contenido en fluor ó cadmio; ó debido a contaminaciones industriales de cosechas con fluor, plomo y cadmio;
ó por errores de dosificación de los piensos con selenio (usado para prevenir la distrofia muscular), ó con
cobre y arsénico (utilizados como promotores del crecimiento); ó las interacciones entre elementos, como por
ejemplo la intoxicación por una excesiva absorción intestinal de cobre debido a deficiencias de molibdeno.
Existen límites máximos admisibles de algunos oligoelementos en los alimentos de los animales.   
    

MAXIMOS LEGALES DE MINERALES TOXICOS 

Arsénico:   
     - en fosfatos: 10 ppm   
     - en harinas de pescado: 10 ppm   
     - en harinas de forrajes: 4 ppm   
     - en pulpa de remolacha: 4 ppm   
     - en otras materias primas: 2 ppm   
     - en piensos completos: 2-4 ppm   
Plomo:   
     - en forrajes verdes: 40 ppm   
     - en fosfatos: 30 ppm   
     - en otras materias primas: 5-10 ppm   
     - en piensos completos: 5 ppm   
Cadmio:   
     - en fosfatos: 10 ppm   
     - en otras materias primas: 1-2 ppm   
     - en piensos completos: 0.5-1 ppm   
Flúor:   
     - en fosfatos: 2000 ppm   
     - en otras materias primas: 150-500 ppm   
     - en piensos completos: 30-350 ppm   
Mercurio:   
     - en harinas de pescado: 0.5 ppm   
     - en otras materias primas: 0.1 ppm   
     - en piensos completos: 0.1 ppm

Capitulo II

1.- El sistema digestivo de los monogástricos.  

En el aparato digestivo se segregan los enzimas que catalizan la hidrólisis de los principios inmediatos
contenidos en los alimentos ingeridos; se produce así la liberación y absorción de los nutrientes contenidos en
la ración de los animales.  
 

Esquema del aparato digestivo de los monogástricos


  
En los monogástricos la insalivación de los alimentos tiene una función principalmente lubrificante. Por el
esófago llegan los alimentos al estómago donde se segrega el jugo gástrico que contiene pepsina, ácido
clorhídrico (asegura un pH 2.0 óptimo para la acción de la pepsina, además de ejercer una acción antiséptica
al destruir la mayor parte de los microorganismos del alimento), lipasa (poco activa porque precisa un pH
básico), y mucina (proteje a la mucosa gástrica del ataque de la pepsina).  

La mezcla de alimento y jugo gástrico pasa al intestino delgado donde se segrega el jugo pancreático (con
amilasa, proteasas, y lipasa), el jugo entérico (con peptidasas y sacaridasas, y bicarbonato y fosfato que
neutralizan el ácido clorhídrico del jugo gástrico: el pH del intestino delgado es casi neutro), y la bilis (que
emulsiona y saponifica las grasas, facilitando su hidrólisis).  

Las hidrólisis enzimáticas que ocurren en el duodeno permiten la liberación de los nutrientes. En el estómago
se absorben minerales, vitaminas, agua y ciertos medicamentos; no se absorben más nutrientes porque estos
aún no han sido liberados  de los alimentos. En el duodeno y yeyuno se absorbe la mayor cantidad de
nutrientes: glucosa, ácidos grasos, glicerina, aminoácidos, vitaminas, minerales y agua. Es importante tener en
cuenta que los mamíferos pueden absorber durante las primeras horas de vida, por pinocitosis (sin
hidrolizarlas a aminoácidos), las moléculas completas de inmunoglobulinas del calostro.   
    

                 PRINCIPALES ENZIMAS DIGESTIVAS  


 Enzima       Fuente       Glándula      Sustrato      Producto  

 Pepsina      Jugo           Pared         Proteínas     Péptidos,   


                     gástrico     estómago                       Aminoacidos  

 Amilasa      Jugo           Pancreas    Almidón      Maltosa   


                     pancreático   
   
 Proteasas   Jugo           Pancreas     Proteínas,   Péptidos,   
                     pancreático                    Péptidos     Aminoácidos  

 Lipasa       Jugo           Pancreas     Triglicéridos  Acidos grasos,   


                    pancreático                                            Glicerina  

 Peptidasa  Jugo           Pared          Péptidos      Aminoácidos   


                    entérico     duodeno  

 Maltasa     Jugo           Pared           Maltosa       Glucosa   


                    entérico     duodeno  

 Sacarasa   Jugo          Pared           Sacarosa     Glucosa,   


                   entérico     duodeno                           Fructosa  

 Lactasa     Jugo          Pared           Lactosa       Glucosa,   


                   entérico     duodeno                          Galactosa  

 (Sales       Bilis           Hígado         Grasa          Emulsión   


 biliares)
     
El alimento no digerido en el estómago y duodeno pasa al intestino grueso, donde la flora microbiana puede
fermentar parte de los nutrientes que llegan al ciego y colon; no obstante, salvo en el caso de los
monogástricos herbívoros ó en el caso de cerdos alimentados con bastante forraje, la acción microbiana en el
intestino grueso no es importante en el resto de monográsticos. Por otra parte, las fermentaciones intestinales
de proteínas y carbohidratos pueden dar lugar a diarreas, como se estudiará más adelante. En el ciego y colon
se absorbe agua y los productos obtenidos en la fermentación microbiana (ácidos grasos volátiles, grupos
aminos, y cantidades más ó menos importantes de vitaminas hidrosolubles sintetizadas por la flora intestinal).
Finalmente, el alimento indigestible se excreta en forma de heces.   
  

2.- La digestión de los carbohidratos.  

En el intestino delgado de los monogástricos se produce una hidrólisis enzimática del almidón por la amilasa
pancreática y las disacaridasas intestinales (maltasa, sacarasa y lactasa), produciéndose en primer lugar
moléculas de dextrina (son cadenas cortas de glucosa) y posteriormente moléculas de glucosa que se
absorben. También se produce y absorbe fructosa y galactosa procedentes de la sacarosa y de la lactosa,
respectivamente. Cualquier circunstancia que reduzca la hidrólisis de los carbohidratos no estructurales (p.e.
deficiencia enzimática) provoca que estos carbohidratos pasen al intestino, donde son fermentados por la flora
intestinal produciendo ácidos grasos volátiles que incrementan la osmolaridad y pueden dar lugar a la
aparición de diarreas osmóticas.   
  

DIGESTION DEL ALMIDON

   
En el ciego de los monogástricos herbívoros tiene lugar una fermentación microbiana de los carbohidratos
estructurales, produciéndose y absorbiéndose ácidos grasos volátiles y vitaminas hidrosolubles de forma
similar a las fermentaciones ruminales; estas fermentaciones intestinales de los carbohidratos estructurales
son poco importantes en los monogástricos no herbívoros. Se estima que, como media, en el intestino grueso
fermenta el 100% de las pectinas ingeridas, el 25-50% de la hemicelulosa ingerida, y prácticamente nada de la
FAD (celulosa + lignina) ingerida.   
  

3.- La digestión de las proteínas.  

Las proteínas están formadas por aminoácidos unidos por el grupo amino y el grupo ácido. La proteína del
alimento es hidrolizada hasta aminoácidos por la acción de varias proteasas que actúan en el estómago
(pepsina) y en el intestino delgado (tripsina, quimotripsina y carboxipeptidasa pancreáticas, y aminopeptidasa
y dipeptidasa del jugo entérico). La renina del jugo gástrico de los animales lactantes hidroliza la caseína de la
leche. Los aminoácidos liberados son absorbidos en el duodeno.   
    

DIGESTION DE LAS PROTEINAS 

  |                                       COOH   
 C=O                                  |   
  |                                       CH-R1   
 CH-R1                              |   
  |                                       NH2   
 NH   
  |                                      +   
 C=O   
  |                                      COOH   
 CH-R2                             |   
  |                                     CH-R2   
 NH                                  |   
  |                                     NH2
   
Cualquier circunstancia que reduzca la hidrólisis de las proteínas (p.e. deficiencia enzimática, alto pH
gástrico, factores antinutritivos, etc) provoca que estas proteínas pasen al intestino, donde son fermentadas por
la flora intestinal liberándose el grupo amino, que aumenta el pH intestinal favoreciendo el desarrollo de E.
coli y Clostridios; estos patógenos producen toxinas que dan lugar a enteritis y diarreas, e incluso pueden
pasar a la sangre provocando trastornos en el animal. En condiciones normales se estima que en el intestino
grueso fermenta alrededor del 15-20% de la proteína no absorbida en el intestino delgado (equivalente a un
2.5-7.5% de la proteína ingerida, dependiendo del tipo de ración y de la especie animal); en el intestino grueso
no se absorben aminoácidos, sino grupos amino que posteriormente son metabolizados a urea en el hígado,
que es excretada en la orina.   
  

4.- La digestión de las grasas.  

Los triglicéridos están formados por una molécula de glicerina (o glicerol) unida a tres moléculas de ácidos
grasos.   
    

DIGESTION DE LOS TRIGLICERIDOS 

CH2-OOC-R1          CH2OH      R1-COOH   


 |                                |   
CH-OOC-R2       CHOH  +    R2-COOH   
 |                                |   
CH2-OOC-R3         CH2OH       R3-COOH
   
La grasa del alimento es hidrolizada en el intestino delgado a ácidos grasos y glicerina por la acción conjunta
de las sales biliares (son derivados del ácido cólico que emulsionan y saponifican las grasas) y de la lipasa
pancreática. En la pared del duodeno y en las células adiposas se produce una neoformación de triglicéridos a
partir de la glicerina, de los ácidos grasos y de los monoglicéridos absorbidos.  
La grasa no absorbida en el intestino delgado es excretada en las heces, produciéndo heces grasientas que
dificultan la limpieza de las instalaciones.   
  

5.- La digestión de otros nutrientes.  

El agua no requiere digestión. Además del agua ingerida, existe una gran secreción de agua en los jugos
digestivos, que posteriormente es absorbida en el estómago, duodeno e intestino grueso.  

Los minerales y las vitaminas están combinados con las proteínas, carbohidratos ó grasas, liberándose por la
acción del jugo gástrico y absorbiéndose, en forma soluble, en el estómago, duodeno, e intestino grueso.   
  

6.- La digestibilidad aparente y verdadera.  

La mayor parte de los nutrientes contenidos en los alimentos ingeridos son absorbidos en el aparato digestivo,
y una pequeña parte es excretada en las heces: se denomina nutriente aparentemente digerido a la diferencia
entre la cantidad ingerida de nutriente y la cantidad de ese nutriente que aparece en las heces. La
digestibilidad aparente del nutriente se define como la relación entre la cantidad de nutriente digerida y la
ingerida, multiplicado por 100:  Da = 100 x digerido/ingerido = 100 x (ingerido - heces)/ingerido  

Sin embargo, aunque la mayor parte de los nutrientes que aparecen en las heces proceden del alimento, en las
heces también aparecen nutrientes que proceden de secreciones orgánicas al tubo digestivo, de descamaciones
de la mucosa, y de microorganismos de la flora intestinal; esta parte de las heces se conoce con el nombre de
excreción endógena. Esto es particularmente cierto para el caso de aminoácidos (que pueden proceder por
ejemplo de enzimas digestivos) y de minerales (ya que el organismo excreta algunos minerales vía digestiva,
p.e. hierro en una destrucción masiva de glóbulos rojos). Así pues, una parte de los nutrientes presentes en las
heces no procede del alimento.   
    

EJEMPLO DE EXCRECION ENDOGENA DE


PROTEINA 

La excreción diaria de proteína endógena de los cerdos de


60 kg es de unos 140 g:   
     80 g en jugo intestinal   
     20 g en jugo pancreático   
     15 g en bilis   
     15 g en saliva y jugo gástrico   
     10 g en células descamadas   
El destino de esta proteína endógena es:   
   - el 80% se reabsorbe a nivel ileal   
   - el 5% fermenta en el intestino grueso   
   - el 15% se excreta en heces
   
Cuando mediante alguna técnica se estima la parte de nutriente en las heces que realmente procede del
alimento, la digestibilidad calculada se denomina digestibilidad verdadera ó real. La digestibilidad verdadera
es un 5-10% mayor que la digestibilidad aparente. No obstante, salvo que se indique expresamente lo
contrario, la digestibilidad utilizada habitualmente es la aparente (aunque se debe tomar con cierta reserva en
el caso de aminoácidos y minerales).   
    
DIGESTIBILIDAD APARENTE Y VERDADERA 

Un cerdo ingiere diariamente 20 g de lisina y en heces aparecen 3 g de


lisina. Mediante una cierta técnica se determina que la excreción endógena
diaria es de 1 g de lisina:   
Digestibilidad aparente de la lisina:  (20 - 3)/20 = 85%   
Digestibilidad verdadera de la lisina: (20 - (3-1))/20 = 90%
   
En el caso de los animales monogástricos, la cantidad de nutrientes digestibles coincide con la cantidad de
nutrientes absorbidos en el aparato digestivo; no obstante, en el caso de los rumiantes y monogástricos
herbívoros se producen cantidades más ó menos importantes de metano que es expulsado (no absorbido) y
que no aparece en heces.  

Debido a que las aves excretan conjuntamente las heces y la orina a través de la cloaca, en la alimentación de
las aves no se emplea el concepto de digestibilidad, sino el de metabolicidad, como se estudiará más
adelante.   
  

a)  Los métodos para determinar la excreción endógena.  

La determinación de la digestibilidad verdadera exige estimar la excreción endógena de nutrientes; los


principales métodos utilizados para estimar la excreción endógena son:  
     - el método de la ingestión nula de nutriente: este método consiste en suministrar a los animales una ración
experimental exenta del nutriente para el que interesa estudiar su excreción endógena; debido a que la
ingestión de este nutriente es nula, la cantidad de nutriente que aparece en heces representa la excreción
endógena. Una variante del método consiste en utilizar animales en ayunas, por lo que las heces producidas
por estos animales son una estimación de las excreciones endógenas; esta variante se utiliza a veces para
calcular la metabolicidad de los alimentos para aves.   
     - el método de varios niveles de ingestión: este método se basa en la suposición de que tanto las
excreciones endógenas como la digestibilidad de los nutrientes son constantes y no dependen de la cantidad
ingerida. Por lo tanto, al utilizar dos ó más raciones con diferentes niveles de nutriente, se puede estimar por
regresión la excreción endógena.   
  

b) Los métodos para determinar la digestibilidad aparente.  

La digestibilidad aparente se determina comparando la cantidad ingerida con la cantidad excretada del
nutriente a estudiar. Los principales métodos para determinar la digestibilidad de los nutrientes son:   
     -  el método directo: este método se utiliza para determinar la digestibilidad de los nutrientes de una ración
completa, pero en general no sirve para determinar la digestibilidad de cada materia prima en particular. Los
animales se colocan en jaulas de digestibilidad para determinar exactamente la cantidad de alimento que
ingieren y la cantidad de heces que excretan.  
     - el método de sustitución: se utiliza para determinar la digestibilidad de los nutrientes de una materia
prima concreta, ya que normalmente no es posible calcular por el método directo la digestibilidad de los
nutrientes de una determinada materia prima, porque no suele ser fisiológicamente correcto suministrar una
única materia prima a los animales. El método de sustitución consiste en sustituir parte de una ración, de
digestibilidad conocida, por la materia prima a valorar.  
     - el método de los marcadores indigestibles: cuando no es posible controlar exactamente la cantidad
ingerida de alimento ó la cantidad producida de heces, la digestibilidad se puede estimar utilizando
marcadores indigestibles; por otra parte, la utilización de marcadores es un método más rápido, fácil y barato
que los métodos de recogida total de heces. Los marcadores se utilizan sobre todo con animales en pastoreo,
pero también se pueden utilizar con monogástricos. Los marcadores pueden ser internos, esto es, sustancias
indigestibles contenidas en los alimentos (p.e. las cenizas del alimento insolubles en ácido clorhídrico, la
LAD, el nitrógeno ligado a la FAD, alcanos internos, etc), ó pueden ser externos (p.e. sexquióxido de crómo,
dióxido de titanio, acetato de yterbio, Co-EDTA, alcanos externos, etc). El método consiste en recoger una
pequeña muestra de las heces producidas; la relación entre la cantidad total de nutriente excretado y la
cantidad de nutriente en la muestra de heces es igual a la relación entre la cantidad total de marcador
excretado (que por ser indigestible coincide con la cantidad ingerida) y la cantidad de marcador en la muestra
de heces que se recoge. En todo caso, se supone que el marcador se distribuye uniformemente tanto en el
alimento como en las heces.   
  

 
Jaulas de digestibilidad para determinar con precisión la cantidad ingerida
y excretada
  
  
c) Otros métodos para determinar la digestibilidad de los nutrientes.  

Además de los métodos tradicionales para determinar la digestibilidad comparando la cantidad ingerida con la
excretada en heces, existen otros métodos que se utilizan cada vez más para determinar la digestibilidad de los
nutrientes:  
     - la digestibilidad ileal: este método relaciona la cantidad de nutriente ingerido con la cantidad que aún no
se ha absorbido al final del intestino delgado, y por tanto se supone que va a ser excretada en heces; la
digestibilidad ileal es una buena estimación de la cantidad de aminoácidos absorbidos, ya que descarta los
grupos aminos absorbidos a nivel del intestino grueso. Aunque la digestibilidad ileal se utiliza sobre todo en
cerdos, su utilización se está extendiendo a otras especies de monogástricos (p.e. en conejos). Existen varias
técnicas para determinar la digestibilidad ileal de los nutrientes, siendo las más utilizadas:   
                        - realización de una anastomosis ileo-rectal   
                        - recogida de una muestra del contenido del residuo ileal (combinado con la utilización de
marcadores indigestibles), mediante la implantación de una cánula en el ileon.   
  

 
Esquema de cánulas ileales y de anastomosis ileo-rectal
  
     - la digestibilidad in vitro: los métodos in vitro pretenden simular la digestión de los alimentos en el
estómago y duodeno de los monogástricos. Las ventajas de los métodos in vitro son su rapidez y su bajo
coste; no obstante, los resultados obtenidos in vitro deben tomarse con cierta precaución. Básicamente los
métodos in vitro consisten en colocar el alimento en un recipiente, añadirle una solución clorhídrica de
pepsina (que simula el jugo gástrico) y se incuba en anaerobiosis a 40 ºC durante 45 minutos; posteriormente
se añade una solución básica de pancreatina (que simula el jugo intestinal) y se incuba durante 2 horas. La
cantidad de nutriente que se solubiliza durante la incubación es una estimación de la digestibilidad.   
 

 
Determinación de la digestibilidad in vitro
     
     - la digestibilidad in vitro "PANCOSMA": este método pretende reproducir in vitro las condiciones
fisiológicas del aparato digestivo de los monogástricos. Mediante una serie secuenciada de reacciones
químicas, este método simula la digestión de los alimentos, consiguiendo una mayor precisión en la
determinación de la digestibilidad in vitro.  
 

Determinación de la digestibilidad en un simulador


del aparato digestivo
 

7.- Los factores que determinan la digestibilidad de los nutrientes.  

En general, la digestibilidad de los carbohidratos no estructurales y del extracto etéreo es del 90-95%, y la de
la proteína bruta es del 80-85%, mientras que la digestibilidad de la fibra en el intestino grueso, salvo en el
caso de monogástricos herbívoros, es inferior al 10%.  
Sin embargo, la digestibilidad de los nutrientes puede variar dependiendo de la edad de los animales, de las
interacciones entre nutrientes y de los tratamientos físicos a que ha sido sometido el alimento:   
     - proteínas: el calor ligero (por ejemplo, la granulación a 60-80 ºC) mejora la digestibilidad de las
proteínas, ya que modifica su estructura terciaria (desnaturalización). Por otra parte, los factores antitrípsicos
de la soja mal procesada ó los taninos de habas y sorgo reducen la digestibilidad de las proteínas.  
     - almidón: la secreción de amilasa es escasa en los animales lactantes, carnívoros y peces, por lo que el
almidón de los cereales no es bien digerido por estos animales; sin embargo, el calor ligero gelatiniza el
almidón, mejorándose ligeramente su digestión en estos animales. El resto de monogástricos digieren sin
dificultad el almidón crudo.   
     - lactosa: en algunos tipos de pienso se incluye leche desnatada y suero lácteo que contienen mucha
lactosa. La secreción de lactasa disminuye con la edad; por otra parte, las aves no segregan lactasa. Por este
motivo, los subproductos lácteos no son bien digeridos por las aves ni, en general, por los mamíferos
adultos.   
    - fibra: los carbohidratos estructurales (celulosa, ß-glucanos, pentosanos, etc), además de ser poco o nada
digeridos en el aparato digestivo de los monogástricos, interfieren la digestión del resto de nutrientes de la
ración.   
     - grasas: los ácidos grasos de cadena corta y los insaturados son líquidos y se digieren mejor que los ácidos
grasos saturados de cadena larga (son sólidos). La secreción de bilis es escasa en animales jóvenes, por lo que
los ácidos grasos saturados de cadena larga (p.e. el sebo de rumiantes) no se emulsionan bien, y por lo tanto se
digieren mal. Por otra parte, la grasa reduce la velocidad con que el alimento transita por el aparato digestivo,
aumentando el tiempo de permanencia de la ración en el intestino, lo que mejora la digestibilidad y absorción
del resto de nutrientes de la ración (es lo que se conoce con el nombre de efecto extracalórico de la grasa).
Finalmente, las grasas enranciadas son mal digeridas, excretándose en las heces.   
     - minerales: los fitatos de los productos vegetales, además de ser prácticamente indigestibles, interfieren
con la digestión de otros minerales como calcio, magnesio y algunos oligoelementos; también los oxalatos
interfieren la absorción de minerales, en particular de calcio. Finalmente, existen numerosas interacciones en
la absorción de minerales, por ejemplo los niveles elevados de calcio en el intestino reducen la absorción de
fósforo y zinc, el potasio reduce la absorción de magnesio, el molibdeno reduce la absorción de cobre, la
vitamina D favorece la absorción de calcio y fósforo, etc.   
 
Esquema de la desnaturalización de las proteínas y de la gelatinización del almidón
  
Existen, además de los anteriores, otros factores tecnológicos y de manejo que también pueden afectar la
digestibilidad de los nutrientes de la ración:   
     - la molienda de los granos mejora su digestibilidad al aumentar la superficie para el ataque enzimático.   
     - también se mejora la digestibilidad de los nutrientes mediante la utilización de ciertos aditivos, como
preparaciones enzimáticas, acidificantes y emulsionantes; la utilización e interés de estos aditivos se estudiará
más adelante.   
     - por otra parte, aunque el calor ligero mejora la digestibilidad del almidón y las proteínas, los tratamientos
térmicos mal aplicados (altas temperaturas durante tiempos prolongados) provocan la formación de enlaces
indigestibles entre aminoácidos ó entre aminoácidos y azúcares (reacción de Maillard), lo que reduce su
digestibilidad.   
     - un cambio brusco de ración puede causar diarreas, sobre todo en animales jóvenes (debido a la falta de
adaptación de las glándulas digestivas) y en monogástricos herbívoros (debido a la falta de adaptación de la
flora intestinal).   
     - finalmente, aunque en el caso de los rumiantes la digestibilidad depende en mayor ó menor medida de la
cantidad de alimento ingerida, en el caso de los monogástricos, la cantidad ingerida prácticamente no afecta a
la digestibilidad de los alimentos.   
  
 

   
                       Molido                                   Granulado                         
Extrusionado
Piensos compuestos sometidos a diferentes tratamientos tecnológicos

Tema 6. El metabolismo de los nutrientes


  
 
Objetivos del tema:  

Los alumnos han de ser capaces de:  

- saber explicar los conceptos de metabolismo estructural y energético, así como el concepto de
extracalor y la pérdida energética que representa   
- saber explicar los factores que determinan las rutas metabólicas que siguen los nutrientes
absorbidos  
- saber aplicar la eficacia energética de las diferentes rutas metabólicas para estimar el contenido
energético de los alimentos  
 
Esquema del tema:  
La utilización de los nutrientes absorbidos   
     a) Los nutrientes estructurales   
     b) Los nutrientes energéticos   
El metabolismo estructural de los aminoácidos   
     a) La interconversión de aminoácidos y la síntesis de proteínas   
     b) La desaminación de aminoácidos   
     c) La glucogénesis y la lipogénesis a partir de aminoácidos   
El metabolismo estructural de los azúcares   
     a) La glucogénesis   
     b) La interconversión de azúcares y la síntesis de glucosa   
     c) La lipogénesis a partir de azúcares   
El metabolismo estructural de los lípidos   
     a) La lipogénesis y la síntesis de triglicéridos   
     b) La glucogénesis a partir de glicerina y ácido propiónico   
El metabolismo energético   
     a) La oxidación de aminoácidos   
     b) La oxidación de azúcares   
     c) La oxidación de lípidos  
El metabolismo de otros nutrientes   
AUTOEVALUACION
.

 
1.- La utilización de los nutrientes absorbidos.  
Los nutrientes absorbidos (glucosa, aminoácidos, minerales, etc) son transportados por la vena porta al
hígado; la mayor parte de la grasa absorbida se transporta por el sistema linfático al tejido adiposo y al
hígado. El hígado posee sistemas enzimáticos capaces de interconvertir unos nutrientes en otros según las
necesidades del organismo; además, en todas las células se produce una oxidación de nutrientes para obtener
energía.  

Aunque la posibilidad de convertir unos nutrientes en otros permite al organismo una cierta independencia
respecto al tipo de nutrientes absorbidos del aparato digestivo, existen ciertas limitaciones a la
interconversión, como son los minerales y vitaminas, ó los aminoácidos esenciales y los ácidos grasos
esenciales imposibles de sintetizar en el organismo ó que se sintetizan más lentamente de lo que se necesitan.
Además, en casos concretos de elevadas necesidades de un determinado nutriente (p.e. altas necesidades de
glucosa en hembras en lactación), se pueden saturar las rutas metabólicas para su obtención a partir de los
nutrientes precursores.  

Es importante tener en cuenta que las reacciones orgánicas que definen el metabolismo animal no son
completamente eficientes, esto es, tanto en las reacciones de síntesis como en las de oxidación se pierde en
forma de calor parte de la energía que contienen los nutrientes; además, también se pierde calor en las
reacciones de hidrólisis que ocurren durante la digestión de los alimentos y, en particular, durante la
fermentación ruminal. Este calor se denomina extracalor, incremento térmico, ó efecto dinámico-
específico.   
    

EFICACIA METABOLICA

Ejemplo de la eficacia energética de obtención de ATP a partir de la glicerina   


    2 CH2OH-CHOH-CH2OH + 7 O2    6 CO2 + 8 H2O + 44 ATP + Calor   
Balance energético:   
Energía contenida en los 2 moles de glicerina:  2 x 1.660 kJ = 3.320 kJ   
Energía almacenada en los 44 moles de ATP:   44 x 52 kJ = 2.288 kJ   
Energía perdida en forma de calor:  3.320 - 2.288 = 1.032 kJ   
Eficacia de la síntesis de ATP a partir de la glicerina:     2.288/3.320 = 69%
 

 
Esquema de un primitivo calorímetro para determinar el calor producido por los
animales
  
Por conveniencia y a efectos didácticos, el metabolismo se divide en estructural y energético. El metabolismo
estructural comprende las rutas metabólicas de síntesis destinadas a la conversión de unos nutrientes en otros
según las necesidades del organismo (nutrientes glucogénicos en glucosa, nutrientes en triglicéridos, unos
aminoácidos en otros, etc); la mayor parte de estas transformaciones ocurren en el hígado. El metabolismo
energético comprende las rutas metabólicas de oxidación destinadas a la obtención de energía (ATP) a partir
de los nutrientes; en todas las células se obtiene energía.   
  
PRINCIPALES RUTAS METABOLICAS Y SUS
EFICACIAS ENERGETICAS

   
a) Los nutrientes estructurales.  

Los nutrientes estructurales son aquellos que tienen una función específica dentro del metabolismo orgánico,
esto es, que van a ser almacenados ó transformados en otras moléculas que formarán las estructuras
corporales ó los productos animales (leche, huevos).  

En realidad, todos los nutrientes absorbidos pueden tener una función estructural en el organismo; así, la
glucosa es un precursor de pentosas ó forma parte de la lactosa de la leche, los ácidos grasos forman parte de
las membranas celulares, los aminoácidos forman las proteínas musculares, los oligoelementos y las
vitaminas forman parte de sistemas enzimáticos, etc; esto es, los nutrientes absorbidos serán utilizados en el
metabolismo estructural ó en el energético según las necesidades del organismo en ese momento.  

No obstante, puesto que los azúcares y casi todos los ácidos grasos necesarios para mantener la actividad
orgánica pueden ser obtenidos a partir de otros nutrientes, los nutrientes estructurales con más interés práctico
son los aminoácidos esenciales, los ácidos grasos esenciales, y los minerales y vitaminas, ya que en general
estos nutrientes no pueden ser sintetizados en el organismo a partir de otros sustratos.   
  

b) Los nutrientes energéticos.  

La energía que precisa el organismo para hacer posibles las reacciones del metabolismo estructural se obtiene
básicamente a partir de la oxidación de la glucosa absorbida, de los ácidos grasos absorbidos ó movilizados
de las reservas corporales, y de los aminoácidos absorbidos ó movilizados de las reservas corporales.  

Tras la ingestión de alimentos, el principal nutriente utilizado por los monogástricos para obtener energía es
la glucosa, siendo también importantes los aminoácidos en carnívoros y peces; los monogástricos herbívoros,
además de glucosa y aminoácidos, utilizan como sustrato energético cantidades variables de ácidos grasos
volátiles absorbidos en el intestino grueso. Por otra parte, el principal combustible durante los periodos de
postabsorción es la grasa corporal, que proporciona más del 80% de la energía utilizada por los animales en
ayunas; el resto de la energía utilizada por el animal durante el ayuno procede de la oxidación de aminoácidos
de las proteínas corporales.   
  

2.- El metabolismo estructural de los aminoácidos.  

Los aminoácidos absorbidos en el duodeno, los procedentes de la renovación proteica y los obtenidos de la
movilización muscular pueden tener tres destinos diferentes, según sean las necesidades del organismo en ese
momento:   
     - la síntesis de proteínas, esto es, participar en la renovación proteica, incorporarse a nuevos tejidos
durante el crecimiento ó la gestación, e incorporarse a los productos (leche, huevos); de media, el 65% de los
aminoácidos absorbidos son utilizados para sintetizar proteínas.   
     - la desaminación para obtener grasa, glucosa ó energía; de media, el 35% de los aminoácidos absorbidos
son desaminados.   
     - la utilización, en pequeña cantidad, como componentes de hormonas, enzimas y otros productos, así
como (en particular la metionina) donantes de grupos metilo.   
  

ESQUEMA SIMPLIFICADO DEL METABOLISMO DE


AMINOACIDOS
 
   
La eficacia energética media con que se utilizan metabólicamente los aminoácidos absorbidos es del 45% en
aves (que detoxifican el grupo amino a ácido úrico, con un mayor coste energético), 50% en mamíferos (que
detoxifican el grupo amino a urea) y 70% en peces (que detoxifican el grupo amino a amonio, con un bajo
coste energético); la eficacia energética de cada ruta metabólica en particular se estudia a continuación.   
 

a) La interconversión de aminoácidos y la síntesis de proteínas.  

En el hígado existen sistemas enzimáticos capaces de interconvertir aminoácidos no esenciales de tal manera
que se puedan cubrir las necesidades del organismo; una limitación a la interconversión de aminoácidos son
los aminoácidos esenciales, que deben obtenerse del alimento de forma continua, de tal manera que la falta de
cualquier aminoácido esencial determina la interrupción de la síntesis de las proteínas que lo necesitan. A
efectos prácticos es importante considerar la conversión de aminoácidos esenciales en aminoácidos no
esenciales, y en particular la obtención de cistina (no esencial) a partir de metionina (esencial); en efecto,
aunque una ración aporte en principio suficiente metionina, se puede producir un déficit de metionina si el
aporte de cistina no es el adecuado; por este motivo en el racionamiento práctico se suelen considerar
conjuntamente las necesidades de metionina+cistina. Otra conversión de este tipo es la de fenilalanina
(esencial) en tirosina (no esencial).  

Las proteínas se sintetizan en los ribosomas, dictando el ADN (a través del ARN) el orden de unión de los
aminoácidos; los aminoácidos proceden del alimento, de la renovación proteica y de la movilización
muscular. Para la síntesis de proteínas solamente se emplean metabólicamente los L-isómeros de los
aminoácidos; no obstante, en ciertos casos, se pueden transformar los D-isómeros en L-isómeros.  

Aunque la eficacia energética de la formación del enlace peptídico es de un 85-90%, durante la síntesis de
proteínas se pierde en forma de extracalor mucha de la energía contenida en los aminoácidos debido a
numerosos factores (interconversión de aminoácidos, transporte de aminoácidos y proteínas, ciclo de
degradación-neoformación, etc); por este motivo se estima que, en monogástricos, la eficacia energética
media de la síntesis proteica a partir de los aminoácidos absorbidos es del 50% en mamíferos, del 45% en
aves y del 70% en peces, esto es, dependiendo de la especie animal se pierde en forma de extracalor y
productos nitrogenados alrededor de la mitad de la energía contenida en los aminoácidos absorbidos que se
van a utilizar para la síntesis proteica.   
  

b) La desaminación de aminoácidos.  

Aunque en general la mayor parte de los aminoácidos van a ser utilizados para la síntesis proteica, el resto
van a ser desaminados, produciendo un cetoácido y un grupo amino; en general, se desaminan alrededor del
35% de los aminoácidos absorbidos:   
     - el cetoácido puede ser utilizado para sintetizar aminoácidos no esenciales, puede oxidarse para producir
energía, puede transformarse en grasa y almacenarse en las reservas adiposas, ó en ciertos casos puede ser
utilizado para formar glucosa.   
     - respecto a los grupos amino, una pequeña cantidad pueden ser utilizados en la síntesis de aminoácidos no
esenciales, pero la mayor parte se detoxifica a urea en el hígado y se excreta en la orina; las aves detoxifican
el grupo amino formando ácido úrico, y los peces expulsan la mayor parte del amoniaco por las branquias (en
forma de NH4OH). Aunque en la desaminación de los aminoácidos se produce energía, la formación de urea
ó ácido úrico son procesos que consumen energía; por otra parte, tanto la urea como el ácido úrico excretados
contienen energía.   
   

DESAMINACION DE AMINOACIDOS
 
H2N - CH - COOH               R - CO - COOH 
            
|                      
            R                                           +  3  ATP
  
Los principales factores que determinan la intensidad de las desaminaciones son:   
     - el exceso de proteína en la ración: puesto que los aminoácidos no se pueden almacenar como tales,
cuando se ingiere proteína en exceso parte de los aminoácidos se desaminan y el cetoácido se metaboliza a
grasa ó es oxidado para obtener energía.   
     - el déficit de aminoácidos esenciales: ya que se provoca la interrupción de la síntesis de algunas
proteínas; al ser menor la síntesis proteica, los aminoácidos no utilizados para sintetizar proteínas se
desaminan.   
     - la escasez del aporte energético de la ración: si las necesidades energéticas del animal no están cubiertas
con el aporte de la dieta, parte de los aminoácidos son desaminados y los cetoácidos obtenidos son oxidados
para obtener energía; la obtención de energía a partir de aminoácidos es importante en rumiantes, carnívoros
y peces.   
     - el déficit de glucosa: si las necesidades de glucosa son elevadas, por ejemplo en hembras en lactación,
parte de los aminoácidos se desaminan y el cetoácido es utilizado como sustrato glucogénico; no obstante, no
todos los cetoácidos son glucogénicos.   
     - finalmente, la utilización de ciertos aditivos en las raciones, por ejemplo hormonas, así como la estirpe
genética, también están relacionados con la cantidad de proteína muscular sintetizada por el animal, como se
estudiará más adelante.  

La retención de proteína es un objetivo general de la producción animal, por lo que el aporte proteico es
eficaz cuando la mayor parte posible de proteína se aprovecha para la constitución de proteína corporal ó de
los productos, esto es, cuando la intensidad de las desaminaciones es lo más baja posible. Por otra parte, la
excreción de urea y ácido úrico lleva mucha agua asociada, lo que provoca una mayor producción de orina y
purines, que da lugar a camas húmedas y jaulas sucias; además el nitrógeno excretado es un importante
contaminante medioambiental. Finalmente, la excreción urinaria de urea ó ácido úrico puede provocar
sobrecargas renales que pueden dar lugar a una insuficiencia renal ó, en algunos casos, a la precipitación de
compuestos nitrogenados.   
  

c) La glucogénesis y la lipogénesis a partir de aminoácidos.  

Los cetoácidos de algunos aminoácidos (no de todos) se pueden utilizar para la síntesis de glucosa; la
glucogénesis a partir de cadenas carbonatadas de aminoácidos es particularmente importante en peces (cuyas
raciones suelen contener poco almidón); también es importante en animales de compañía alimentados con
ciertas raciones altas en proteína y bajas en almidón. Finalmente, otro de los destinos posibles de los
cetoácidos es su transformación en ácidos grasos. La eficacia energética media de estas transformaciones es
de un 55% en mamíferos, de un 40% en aves (que detoxifican el grupo amino a ácido úrico), y de un 70% en
peces.   
  

3.- El metabolismo estructural de los azúcares.  

En el duodeno se absorben cantidades muy altas de glucosa, y en algunos casos cantidades importantes de
otros azúcares, como galactosa, pentosas, etc. En general, la cantidad de glucosa absorbida excede las
necesidades fisiológicas del animal: una pequeña parte del exceso de glucosa se almacena en forma de
glucógeno hepático y muscular, pero la mayor parte se metaboliza a triglicéridos ó se oxida para obtener
energía.  

La eficacia energética media con que se utilizan metabólicamente los azúcares absorbidos es del 75%; la
eficacia energética de cada ruta metabólica en particular se estudia a continuación.   
  

a) La glucogénesis.  

La hipoglucemia que se produce entre comidas provoca una elevada secreción de glucagón y
glucocorticoides y un descenso de la insulina, lo que desencadena la glucogénesis hepática para sintetizar
glucosa a partir de los precursores glucogénicos. Los principales precursores glucogénicos son el glucógeno
(pero las reservas de glucógeno son en general escasas), otros azúcares absorbidos en el aparato digestivo, las
cadenas carbonatadas de algunos aminoácidos, y la glicerina de los triglicéridos; además, los monogástricos
herbívoros pueden utilizar el ácido propiónico absorbido en el intestino grueso (pero suele ser una pequeña
cantidad) como precursor de la glucosa; la eficacia energética media de la síntesis de glucosa a partir de los
nutrientes absorbidos es del 75%. Finalmente, es importante tener presente que los ácidos grasos absorbidos
en el intestino y los ácidos grasos que forman parte de los triglicéridos del tejido adiposo no son
glucogénicos.   
  

b) La interconversión de azúcares y la síntesis de lactosa.  

Además de la glucosa, se sintetiza galactosa en la ubre (para formar lactosa) y pentosas (para formar ácidos
nucleicos) en todas las células; la glucosa es el precursor de estos azúcares. La eficacia energética de la
interconversión de azúcares es de alrededor del 90%.   
  

c) La lipogénesis a partir de azúcares.  

La mayor parte de la glucosa absorbida en el aparato digestivo se almacena en forma de triglicéridos. La


eficacia energética de síntesis de glicerina a partir de glucosa es de un 90%, y la eficacia de síntesis de ácidos
grasos a partir de glucosa es de un 75%.   
  

4.- El metabolismo estructural de los lípidos.  

La grasa se absorbe en forma de glicerina, ácidos grasos y monoglicéridos; en el epitelio intestinal se produce
una neoformación de triglicéridos. Los triglicéridos absorbidos son transportados en forma de lipoproteínas
(quilomicrones) por la linfa, siendo conducidos al tejido adiposo y al hígado; una pequeña parte de los ácidos
grasos y de los triglicéridos absorbidos son conducidos por la vena porta (participa la lecitina) al hígado. En
las aves el sistema linfático tiene muy poca importancia, por lo que los triglicéridos son conducidos por la
sangre.  

La eficacia energética media con que se utilizan metabólicamente los triglicéridos absorbidos es del 85%; la
eficacia energética de cada ruta metabólica en particular se estudia a continuación.   
  

a) La lipogénesis y la síntesis de triglicéridos.  

Además de los triglicéridos del alimento, también se almacena en forma de grasa el exceso de nutrientes
ingeridos. La síntesis de ácidos grasos se realiza a partir del acetil-coA; los precursores del acetil-coA pueden
ser glucosa, glicerina (raramente), las cadenas carbonatadas de los aminoácidos, y los ácidos grasos volátiles
absorbidos en el rumen y en el intestino grueso de los monogástricos herbívoros. Los ácidos grasos así
formados (y los de origen alimentario) se unen a la glicerina (que se forma principalmente a partir de
glucosa) para formar triglicéridos; la mayor parte de la síntesis de triglicéridos ocurre en el tejido adiposo de
los mamíferos, ó en el hígado de las aves; los triglicéridos sintetizados en el hígado son transportados por la
sangre al tejido adiposo.  

Ya se ha comentado que la síntesis de ácidos grasos a partir de glucosa tiene una eficacia energética del 75%,
mientras que a partir de aminoácidos la eficacia energética de la lipogénesis es del 50% (ó menor en el caso
de aves). Por otra parte, la eficacia energética de la síntesis de triglicéridos a partir de los ácidos grasos y la
glicerina disponibles es del 80%, y a partir de los ácidos grasos volátiles absorbidos en el intestino grueso es
del 60%. Como media, la eficacia energética de la lipogénesis a partir de los nutrientes absorbidos es del
75%.  

La función de la grasa almacenada en el tejido adiposo es almacenar energía para ser movilizada en los
periodos en que la ingestión energética es inferior a las necesidades del animal. De hecho, el exceso de
energía ingerida se almacena en forma de grasa porque ocupa menos espacio que los carbohidratos; en efecto,
1 g de grasa permite almacenar casi 40 kJ EM, mientras que 1 g de glucógeno almacena menos de 20 kJ
EM.   
  

b) La glucogénesis a partir de glicerina y ácido propiónico.  


La glicerina (es un carbohidrato) absorbida en el intestino y la liberada cuando se movilizan los triglicéridos
de los depósitos adiposos puede ser utilizada como sustrato glucogénico con una eficacia de un 85%; sin
embargo, los ácidos grasos (excepto el ácido láctico y el ácido propiónico) no son sustratos glucogénicos. En
efecto, el ácido propiónico absorbido en el intestino grueso de los monogástricos herbívoros (y en el rumen
de los rumiantes) también puede ser utilizado como sustrato glucogénico, con una eficacia de un 85%; no
obstante, la cantidad absorbida en el aparato digestivo de los monogástricos herbívoros no suele ser
elevada.   
  

5.- El metabolismo energético.  

Como ya se ha señalado, el organismo obtiene de los nutrientes absorbidos ó movilizados la energía que
necesita para llevar a cabo el metabolismo estructural. Para obtener un mol de ATP se necesita oxidar, de
media, el equivalente a 80 kJ de sustrato, almacenándose 52 kJ en cada mol de ATP formado, y perdiéndose
28 kJ en forma de calor; esto es, la eficacia media con que se obtiene energía a partir de los nutrientes
absorbidos es del 65%, dependiendo de los sustratos energéticos utilizados, como se estudiará a
continuación.   
  

a) La oxidación de aminoácidos.  

La utilización de aminoácidos procedentes de la ración como sustrato energético es muy importante en


carnívoros y peces. Además, durante el ayuno o en épocas de elevadas necesidades energéticas, se
catabolizan cantidades relativamente importantes de aminoácidos procedentes del tejido muscular.  

La oxidación de los aminoácidos comprende dos fases: la desaminación y detoxificación del grupo amino, y
la oxidación del cetoácido. Aunque la oxidación completa de 1 g de proteína en un calorímetro produce de
media 23.5 kJ, en la oxidación orgánica se pierden 3.5 kJ en la formación y excreción de urea, ó 5.5 kJ en la
formación y excreción de ácido úrico, ó 0.5 kJ en la excreción del amonio por las branquias.  

Además de la pérdida energética debida a la detoxificación y excreción del grupo amino, en la oxidación del
cetoácido se producen pérdidas energéticas en forma de extracalor; por este motivo, la eficacia energética
media de la oxidación orgánica de los aminoácidos es de un 45% en el caso de mamíferos y un 30% en el
caso de aves, pero superior al 65% en el caso de peces.   
  

b) La oxidación de azúcares.  

Todas las células del organismo pueden oxidar la glucosa absorbida para obtener energía. También se puede
obtener energía a partir de otros azúcares del alimento, como la galactosa de la leche; además, las células
musculares y hepáticas pueden obtener energía a partir del glucógeno (no es una cantidad importante) que
almacenan.  

La oxidación completa de 1 g de carbohidratos produce de media 17.5 kJ; sin embargo, la eficacia energética
media de la oxidación orgánica de los azúcares es de un 70%.   
  

c) La oxidación de lípidos.  
Los triglicéridos procedentes del alimento, así como los ácidos grasos volátiles absorbidos en el intestino
grueso de los monogástricos herbívoros, pueden ser oxidados para producir energía. Por otra parte, los
triglicéridos almacenados en el tejido adiposo y en el hígado son la principal fuente energética en ayunas. Los
triglicéridos contienen de media un 90% de ácidos grasos y un 10% de glicerina; aunque los ácidos grasos
son nutrientes energéticos fundamentales, la glicerina se suele utilizar como precursora de glucosa (aunque
también puede ser oxidada para obtener energía).  

La oxidación completa de 1 g de grasas produce de media 39.5 kJ; sin embargo, la eficacia energética media
de la oxidación orgánica de las grasas es de un 80%, y de los ácidos grasos volátiles absorbidos en el intestino
grueso es del 50%.  
 

6.- El metabolismo de otros nutrientes.  

Tanto los minerales como las vitaminas están sujetos a una intensa renovación orgánica, siendo numerosas
las interacciones existentes entre estos nutrientes; quizás a efectos prácticos, las interacciones más
interesantes son la de la vitamina E y el selenio (tienen efectos sinérgicos como antioxidantes de los depósitos
grasos) y la de la vitamina D, el fósforo y el calcio.  

El valor estructural de los alimentos en cuanto a su contenido en vitaminas y oligoelementos ha dejado de


tener importancia práctica debido a la complementación habitual de las raciones con correctores vitamínico-
minerales que aportan una cantidad suficiente de estos nutrientes. Respecto a los macrominerales, las
raciones se complementan habitualmente con sal, carbonato cálcico y fosfato bicálcico, por lo que la
influencia de estos minerales en el valor estructural de los alimentos también ha perdido parte de su interés.  

La vitamina D favorece la secreción de parathormona, que a su vez provoca un aumento del nivel plasmático
de calcio mediante la intensificación de la resorción ósea y de la absorción intestinal de calcio; el exceso de
vitamina D en la ración, en el caso de un aporte insuficiente de calcio, provoca una intensa resorción ósea que
se suele traducir en una osteolisis (hiperparatiroidismo secundario). Los alimentos de los monogástricos
contienen precursores de la vitamina D (esteroles) que por acción de la luz ultravioleta son transformados en
el organismo animal en vitamina D2 y D3; las aves y los peces solamente utilizan eficazmente la vitamina
D3; aunque raras, pueden aparecer hipovitaminosis D en aquellos animales estabulados sin acceso al sol, por
ejemplo cerdos y aves en sistemas intensivos.  

La vitamina A también se encuentra en forma de precursores (carotenos) en los alimentos; parte de los
carotenos se transforman en vitamina A y otra parte de los carotenos se utilizan metabólicamente como tales,
con un importante papel en la reproducción.  

La vitamina C participa en la formación de las hormonas corticosteroides y se sintetiza en cantidades


suficientes en los tejidos corporales (excepto en primates, salmónidos y algunas aves exóticas) a partir de la
glucosa absorbida. No obstante, el estrés provoca un descenso de vitamina C en las glándulas suprerenales, lo
que puede dar lugar a hemorragias y ulceración de mucosas; por este motivo se recomienda suplementar
generosamente las raciones de los animales sometidos a estrés (calor, hacinamiento, transporte, etc).  

Respecto al agua, ya se ha comentado su papel en el mantenimiento de la temperatura corporal y como


vehículo de excreción de sustancias (en particular de minerales y de urea y ácido úrico). Debido a que la
evaporación de agua a través de la respiración es el principal medio de eliminar calor (por cada gramo de
agua evaporado se liberan al exterior de media 2.5 kJ), los animales estresados por el calor consumen mucha
agua y están generalmente en estado de taquipnea; por este motivo, la disminución de la ingestión de
alimento debida al estrés térmico es aún más drástica en épocas de calor con humedad ambiental alta, pues la
capacidad de evaporar calor en forma de agua disminuye.   
Tema 7. El valor nutritivo de los alimentos
 

Objetivos del tema:  

Los alumnos han de ser capaces de:  

- saber explicar la importancia relativa del valor glucogénico, lipogénico y proteico de los
alimentos   
 - saber aplicar los principales métodos utilizados para determinar el contenido de los alimentos en
energía  digestible, metabolizable y neta   
- saber estimar el valor energético de los alimentos 
Esquema del tema:  
El valor glucogénico de los alimentos   
El valor lipogénico de los alimentos   
El valor proteico de los alimentos   
El concepto de energía digestible, energía metabolizable y energía neta   
Los métodos para determinar la energía digestible y la energía metabolizable que aportan los alimentos   
Los métodos para determinar la energía neta que aportan los alimentos   
     a) La calorimetría directa   
     b) La calorimetría indirecta   
     c) Otros métodos  
El valor energético de los nutrientes   
     a) El valor energético de los carbohidratos   
     b) El valor energético de las grasas   
     c) El valor energético de las proteínas  
AUTOEVALUACION

 
1.- El valor glucogénico de los alimentos.    

En general, el valor glucogénico de los alimentos no es importante en los monogástricos, ya que las raciones
suelen aportar una cantidad más que suficiente de glucosa y sustratos glucogénicos.  

No obstante, existen situaciones en que la glucogénesis es particularmente intensa, pudiendo saturarse las
vías metabólicas. En particular, la glucogénesis es importante en peces, en los cuales las raciones suelen
contener poco almidón; también es importante en animales de compañía alimentados con ciertas raciones
altas en proteína y bajas en almidón, y en las hembras al final de la gestación y en lactación que necesitan
mucha glucosa como sustrato energético para la nutrición del feto y como sustrato glucogénico para obtener
galactosa y lactosa.   
  
2.- El valor lipogénico de los alimentos.   

Aunque el metabolismo animal es capaz de sintetizar la mayoría de los ácidos grasos saturados e insaturados
que necesita a partir de los nutrientes ingeridos, no puede sintetizar los ácidos grasos poliinsaturados
linolénico ni linoleico. El aporte de ácidos grasos esenciales suele ser suficiente en las raciones que se
utilizan habitualmente en la alimentación de los monogástricos; no obstante, en determinadas casos (p.e.
alimentación de peces) sí tiene interés conocer el aporte de los alimentos en los ácidos grasos esenciales
linolénico (18:3w3, abundante en aceites de pescado) y linoleico (18:2w6, abundante en aceites vegetales).  

Por otra parte, en algunos tipos de raciones es interesante conocer la relación entre ácidos grasos saturados
(abundantes en la grasa de origen animal) e insaturados (abundantes en los aceites vegetales y de pescado).
Los ácidos grasos insaturados son en general mejor digeridos que los saturados (sobre todo en animales
jóvenes), pero son más facilmente oxidables que los saturados. Por otra parte, si el contenido de las raciones
en ácidos grasos insaturados es alto, estos ácidos grasos se acumulan en la grasa corporal y se excretan en los
huevos y la leche, lo que puede provocar alteraciones en las características organolépticas de los productos
animales, como se estudiará más adelante.   
  

3.- El valor proteico de los alimentos.   

El primer indicador del valor proteico de los alimentos de los animales es su contenido en proteína bruta. En
efecto, tradicionalmente y aún hoy en día, las raciones de los animales se formulan para que aporten una
determinada cantidad de proteína bruta. Así, las raciones habituales para peces contienen un 35-50% de
proteína, las de gatos un 25-30%, las de pollos un 20%, las de perros un 15-20%, las de gallinas, las de cerdos
y las de conejos un 16-18%, y las de caballos un 12-14%.  

Aunque la cifra de proteína bruta sigue siendo util debido a que la digestibilidad de la proteína de los
alimentos que normalmente se suministran a los animales monogástricos es elevada (en torno al 80-85%),
esta digestibilidad puede afectarse por varios motivos (p.e. taninos, antiproteasas, reacción de Maillard, etc),
como ya se ha comentado en su momento. Por este motivo, actualmente se tiende a expresar el valor proteico
de los alimentos según la digestibilidad real ó biodisponibilidad de sus aminoácidos, y en particular, la
biodisponibilidad de lisina, metionina, triptófano y treonina, que suelen ser los aminoácidos esenciales que
más frecuentemente limitan la síntesis proteica; los productos de origen animal son particularmente ricos en
estos aminoácidos esenciales. Finalmente, la proteína neta que aportan los alimentos se refiere a la cantidad
de aminoácidos disponibles para la síntesis proteica, una vez descontados los aminoácidos desaminados;
como ya se ha comentado anteriormente, el valor de la proteína neta es aproximadamente el 65% de la
proteína biodisponible.  

El concepto de proteína neta está relacionado con el concepto de proteína ideal, que es aquella combinación
de aminoácidos que cubre perfectamente las necesidades de los animales, esto es, la combinación de
aminoácidos para la cual las desaminaciones son mínimas (solamente las debidas a la renovación proteica).   
 

              PROTEINA NETA Y PROTEINA IDEAL 


Calculo de la cantidad de proteína neta que aporta un pienso, con un 15% de proteína bruta,
utilizado para alimentar cerdos en crecimiento con un peso medio de 40 kg.  
Recogida de datos:  
* El cerdo ingiere diariamente 1.25 kg de pienso, esto es, ingiere 187 g de PB.  
* El cerdo excreta diariamente 4.5 g de nitrógeno en las heces y 7.0 g de nitrógeno en la
orina.   
Cálculos:    
* Cantidad de proteína absorbida:  187 - 4.5 x 6.25 = 159 g, esto es, la digestibilidad de la
proteína del pienso es: 159/187 = 85%   
* Cálculo de la cantidad de proteína retenida ó proteína neta:   
     - proteína retenida para compensar la cantidad de nitrógeno urinario procedente de la
renovación proteica: 1.25 x PM/6.25 = 3.2 g, equivalentes a 20 g de proteína   
     - cantidad de proteína absorbida que ha sido desaminada:  (7.0 g de N en orina - 3.2 g de
N procedente de la renovación proteica) x 6.25 = 24 g  (esto es, 24/159 = 15% de la proteína
absorbida)   
     - cantidad de proteína retenida en forma de tejido muscular creado: 159 - 20 - 24 = 115
g   
     - el contenido en proteína neta del pienso ingerido es: PN = 20 + 115 = 135 g   
* Si la proteína del pienso fuera ideal, esto es, las desaminaciones correspondieran
solamente a la renovación proteica, la cantidad de proteína que debería contener el pienso
sería:   
     - cantidad de proteína retenida o neta = 135 g  
     - cantidad de proteína absorbida: como es proteína ideal, la cantidad de proteína
absorbida coincide con la cantidad de proteína absorbida, esto es, 135 g  
     - el contenido en proteína ideal del pienso debería ser: Proteína ideal ingerida = Proteína
ideal absorbida/Digestibilidad = 135/0.85 = 159 g   
     - el contenido proteico del pienso debería ser:   Proteína ideal en el pienso = Proteína
ingerida/Cantidad ingerida de pienso = 159/1250 = 12.7% 
  
Por otra parte, el valor proteico de las raciones está en parte condicionado por su contenido en otros
nutrientes; por ejemplo, se puede ahorrar metionina aportando sustancias que donen grupos metilo (p.e.
colina, betaína) para la transaminación de aminoácidos, si la ración es deficitaria en niacina se utiliza
triptófano para su obtención, etc; además, la ración debe contener al menos una cierta cantidad de proteína
bruta que asegure un aporte suficiente de aminoácidos no esenciales, evitándose así la utilización de
aminoácidos esenciales como sustrato para obtener aminoácidos no esenciales (por ejemplo, utilización de
metionina para obtener cistina).   
  

4.- El concepto de energía digestible, energía metabolizable y energía neta.   

La energía bruta (EB) contenida en los alimentos no es aprovechada en su totalidad por el organismo; en
efecto, una parte de la energía ingerida se pierde debido a la incompleta digestión de los alimentos. Se
denomina energía digestible (ED) a la diferencia entre la energía bruta ingerida y la energía bruta contenida
en las heces. Obviamente, en aves no se determina la energía digestible que aportan los alimentos. El
principal factor que afecta a la digestibilidad de la energía es el contenido en fibra de las raciones; la
digestibilidad habitual de la energía contenida en las raciones de los monogástricos es del 80-85%, y la de los
monogástricos herbívoros del 60-70%, ya que estas raciones suelen contener bastante fibra. La ED
sobrevalora el contenido energético real de la proteína del alimento (ya que parte de esta ED se va a perder en
las desaminaciones) y de la fibra (ya que parte se digiere en el intestino grueso, absorbiéndose ácidos grasos
volátiles de bajo valor energético), e infravalora el valor energético real de la grasa (ya que su metabolización
produce poco calor).  

Sin embargo, no toda la energía digestible es utilizada por el organismo animal. En efecto, durante las
fermentaciones intestinales se produce una pequeña cantidad de gases (principalmente metano); aunque las
pérdidas energéticas en forma de metano son despreciables en general en los monogástricos, pueden ser
importantes en el caso de los monogástricos herbívoros. Por otra parte, ya se ha señalado que aunque la
mayor parte de los aminoácidos absorbidos en el aparato digestivo son utilizados para la formación de
productos (huevo, leche, carne) ó para la renovación de los tejidos corporales, una cierta cantidad son
utilizados para obtener ATP (sobre todo en peces y carnívoros) ó son convertidos en glucosa ó grasa. En el
proceso de síntesis de ATP, glucosa y grasa se libera el grupo amino que, como ya es bien sabido, es
metabolizado y expulsado por la orina; estos productos de excreción suponen otra pérdida de energía. Se
denomina energía metabolizable (EM) a la diferencia entre la energia digestible y la energia bruta contenida
en los gases y la orina. Obviamente, la energía metabolizable que aportan los alimentos de los monogástricos
depende en buena medida de la intensidad de las desaminaciones. Con las raciones habituales de los
monogástricos, las pérdidas en la orina y en los gases suelen ser inferiores al 5% de la energía digestible que
aporta la ración; sin embargo, dependiendo del tipo de ración, estas pérdidas pueden suponer hasta el 10% de
la energía digestible de las raciones de los monogástricos herbívoros.  

Como ya se ha comentado, las reacciones orgánicas que definen el metabolismo animal no son
completamente eficientes, esto es, tanto en las reacciones de síntesis como en las de oxidación se pierde en
forma de extracalor parte de la energía que contienen los nutrientes. Se denomina energía neta (EN) ó
biodisponible a la diferencia entre la energía metabolizable y el extracalor producido en el metabolismo
orgánico. La energía neta que aportan los alimentos depende por lo tanto de la producción de extracalor, que
a su vez depende de:   
      - el tipo de nutrientes de la ración, y   
      - el tipo de producción (cantidad de proteína, grasa y lactosa sintetizada)   
en general, la producción de extracalor en los monogástricos oscila entre el 30-40% de la energía
metabolizable obtenida de los alimentos.  

Debido a que las pérdidas de extracalor son relativamente similares para los diferentes alimentos utilizados en
la alimentación de monogástricos, y a que los métodos utilizados para determinar la energía neta que aportan
los alimentos tienen cierto grado de complejidad, no se suele determinar la energía neta de los alimentos de
monogástricos. No obstante, existe actualmente una tendencia a racionar a los monogástricos en base a la
energía neta de los alimentos (como se hace con los rumiantes); un ejemplo es el sistema francés de
alimentación de caballos, ó los intentos para desarrollar un sistema de alimentación de cerdos basado en la
energía neta.  

Las principales tablas sobre contenido energético de los alimentos del ganado son las elaboradas por el NRC
y el INRA. La concentración energética de las raciones de monogástricos oscila entre 9.5-11.5 MJ ED/kg
para caballos, 10.5-11.0 MJ ED/kg para conejos, 12.5-13.5 MJ ED/kg para cerdos, 14-15 MJ EM/kg para
perros y gatos, 11.5-12.5 MJ EM/kg para aves, y 13.5-15.5 MJ EM/kg para peces.   
  

5.- Los métodos para determinar la energía digestible y la energía metabolizable que aportan los alimentos.   

La digestibilidad de la energía bruta que contienen los alimentos se determina con los métodos ya
comentados para determinar la digestibilidad de los nutrientes.  

Para determinar la metabolicidad de la energía bruta es necesario recoger la orina producida por los animales,
así como conocer la producción de metano:   
     - para recoger la orina se utilizan jaulas de metabolicidad; posteriormente se calcula en un calorímetro la
energía excretada en forma de orina. Debido a que la preparación de la muestra de orina para su combustión
en un calorímetro es un proceso engorroso, la energía excretada en la orina se suele estimar a partir de su
contenido en nitrógeno (pues se supone, aunque no es estrictamente cierto, que la orina está compuesta
solamente de agua, minerales y urea); en concreto se supone que por cada gramo de nitrógeno urinario se han
excretado 23 kJ en la orina. Obviamente, en aves no se determina el contenido energético de la orina, sino la
energía de la combinación heces más orina, determinando directamente la energía metabolizable que aportan
los alimentos; no obstante, puede ser interesante saber que cada gramo de nitrógeno excretado en la orina de
las aves equivale a una pérdida energética de 35 kJ.   
     - el metano es producido por las bacterias metanogénicas del intestino grueso: CO2 + 4 H2    CH4 + 2
H2O. Para determinar la producción de metano se utilizan cámaras respiratorias, como se comenta más
adelante; la pérdida de energía asociada a la producción de metano es de 40 kJ por litro expulsado.   
 

 DETERMINACION DEL VALOR ENERGETICO DE LOS ALIMENTOS 

Se desea calcular la ED, EM y EN que aporta una ración de caballos que contiene 18 MJ
EN/kg MS.   
Alimentación:  
A un caballo de 500 kg se le suministran diariamente 8 kg de MS de esta ración.  

Energía digestible
Recogida de datos    
* El caballo produce diariamente 5 kg de heces con un contenido en MS del 65%.  
* La EB de las heces se determinó en un calorímetro y fue de 17 MJ EB/kg MS.   
Cálculos    
* ED de la ración: EB ingerida: 8 x 18 = 144 MJ, EB en heces: 5 x 0.65 x 17 = 55 MJ, ED =
144 - 55 = 89 MJ ED   
* Concentración energética de la ración: 89 MJ ED/8 kg MS = 11.1 MJ ED/kg MS   
* Digestibilidad de la energía bruta de la ración: 89 MJ ED/144 MJ EB = 62 %  
Energía metabolizable
Recogida de datos    
* El caballo excreta diariamente 130 g de nitrógeno en la orina.   
* El caballo produce diariamente 75 litros de metano.   
Cálculos    
* EM de la ración: ED ingerida: 89 MJ, EB en orina: 130 x 23 = 3 MJ, EB en metano: 75 x
40 = 3 MJ, EM = 89 - 6 = 83 MJ EM   
* Concentración energética de la ración: 83 MJ EM/8 kg MS = 10.4 MJ EM/kg MS   
* Eficacia de utilización de la ED de la ración: 83 MJ EN/89 MJ ED = 93 %   
* Metabolicidad de la energía bruta de la ración: 83 MJ EM/144 MJ EB = 58 %  
Energía neta
Recogida de datos    
* El caballo produce diariamente 25 MJ de extracalor.   
Cálculos    
* EN de la ración: EM ingerida: 83 MJ, Extracalor: 25 MJ, EN = 83 - 25 = 58 MJ EN   
* Concentración energética de la ración: 58 MJ EN/8 kg MS = 7.3 MJ EN/kg MS   
* Eficacia de utilización de la EM de la ración: 58 MJ EN/83 MJ EM = 70 %   
* Eficacia de utilización de la ED de la ración: 58 MJ EN/89 MJ ED = 65%   
* Biodisponibilidad de la energía bruta de la ración: 58 MJ EN/144 MJ EB = 40% 
   
Cuando no se dispone de instalaciones para determinar la energía digestible ó metabolizable, el aporte
energético de las raciones se puede estimar a partir de su composición química. Sin embargo, estas
ecuaciones no tienen en cuenta los efectos del posible contenido de sustancias indeseables en los alimentos, ó
las interacciones de nutrientes, ó el efecto de los aditivos. Un par de ejemplos de estas ecuaciones son:   
        Aves: EM (kJ/kg) = 15.5 x g proteína + 34.3 x g grasa + 16.7 x g almidón + 13.0 x g azúcares  
        Cerdos: ED (kJ/kg) = 17.5 + 7.7 x g proteína + 15.7 x g grasa - 32.4 x g cenizas - 14.8 x g FND   
  

6.- Los métodos para determinar la energía neta que aportan los alimentos.   

La energía neta obtenida de los alimentos va a ser utilizada para cubrir los gastos de mantenimiento (ENm) y
de producción (ENp):   
     - la energía neta de producción (ó energía retenida) es la que contienen los compuestos químicos que
forman las estructuras corporales y los productos animales.   
     - la energía neta de mantenimiento es el ATP utilizado para cubrir los gastos de mantenimiento; este ATP
se consume integramente produciendo calor. Por lo tanto, la producción total de calor de los animales tiene
dos componentes: por una parte el extracalor (debido a la ineficacia del metabolismo orgánico), y por otra el
calor producido al utilizarse la energía neta de mantenimiento.  

La energía neta que aportan los alimentos se puede determinar bien estimando la producción de extracalor
(por calorimetría directa ó por intercambio respiratorio), ó estimando la energía retenida (por balance de
carbono y nitrógeno ó por otros métodos). En la realidad, estas técnicas solamente se utilizan en casos de
alimentos muy concretos, y la mayoría de los valores de EN que se utilizan habitualmente son estimaciones a
partir de la composición química y de la metabolicidad de los alimentos.  

Las técnicas de calorimetría también se utilizan para determinar las necesidades energéticas de
mantenimiento de los animales.   
   

Calorímetro animal
 

a) La calorimetría directa.   

La determinación del extracalor mediante la calorimetría directa se realiza con calorímetros animales, y
consiste en introducir al animal en un calorímetro y, mediante microsensores, determinar el calor que produce
a partir de la variación de la temperatura, humedad y volumen del aire en el interior del calorímetro. Los
calorímetros utilizados son del tipo de capa gradiente, que son caros y de delicada utilización, por lo que la
calorimetría directa se utiliza poco.   
  

b) La calorimetría indirecta.   

La determinación de la energía neta mediante la calorimetría indirecta se realiza con cámaras respiratorias,
pudiendo utilizarse dos técnicas: el intercambio respiratorio, y el balance de carbono y nitrógeno. El animal
se introduce en la cámara respiratoria, donde se realizan una serie de determinaciones. Mediante la técnica
del intercambio respiratorio se determina el extracalor producido por una ración a partir de la cantidad de
O2 consumido, la cantidad de CO2 y CH4producidos y la cantidad de nitrógeno excretado en la orina.
Mediante la técnica del balance de carbono y nitrógeno se determina directamente la energía retenida al
ingerir una ración; para aplicar esta técnica se determina la cantidad y composición del alimento ingerido y de
las heces producidas, así como la cantidad de nitrógeno urinario excretado y la cantidad de CO2 y
CH4 producidos.   
  

c) Otros métodos.   

Además de los métodos calorimétricos, también se puede estimar la energía retenida estudiando la
composición del incremento de peso del animal alimentado con la ración a estudiar. Los principales métodos
para estudiar la composición corporal de los animales son:   
     - método de los sacrificios comparativos: un lote de animales se sacrifica al principio del estudio, se tritura
y en una bomba calorimétrica se determina la energía que contiene. Otro lote se alimenta con la ración a
estudiar y al final del experimento también se sacrifica y se determina la energía que contiene. La diferencia
entre ambos contenidos es la energía retenida procedente de la ración.   
     - método de densitometría: la densidad de los animales está relacionada con su composición química, por
lo que conociendo las variaciones de densidad debidas al aporte de una ración se puede determinar la energía
retenida. La densidad de los animales se puede determinar por inmersión de la canal en agua.   
     - método de la humedad corporal: el contenido en agua del cuerpo animal también está relacionado con su
contenido energético. Para determinar el contenido en agua de los animales se estudia la cinética de dilución
en los líquidos orgánicos de ciertas sustancias administradas al animal.   
  
7.- El valor energético de los nutrientes.   

a) El valor energético de los carbohidratos.   

Como es bien sabido, los carbohidratos (contenidos en los alimentos ó absorbidos en el aparato digestivo)
poseen un contenido medio en energía bruta de 17.5 kJ/g. Por otra parte, y asumiendo que las pérdidas de
carbohidratos en las fermentaciones intestinales de los monogástricos son despreciables, el contenido en
energía metabolizable de los azúcares absorbidos coincide con su contenido en energía bruta. Finalmente, la
metabolización de los azúcares lleva asociada unas perdidas energéticas en forma de extracalor que dependen
del destino de los azúcares absorbidos (30% si se van a oxidar para obtener energía, 25% si se van a
transformar en triglicéridos, ó menos del 10% si se van a transformar en lactosa).  

Por lo tanto, aunque el contenido en EM de cada gramo de azúcar absorbido es 17.5 kJ, el contenido en EN
varía según el estado productivo del animal; por ejemplo:   
     - en los animales en mantenimiento, el 75-80% de los azúcares absorbidos se oxidan y el resto se
almacenan en forma de triglicéridos (que serán movilizados durante los periodos de post-absorción); por este
motivo, la eficacia media de utilización de los azúcares es en torno al 70-75%, y el contenido en EN de cada
gramo de azúcar absorbido es de unos 12.5 kJ.   
     - en los animales en crecimiento, se oxidan alrededor del 40-50% de los azúcares absorbidos, y el resto se
almacenan en forma de grasa (una parte de esta grasa se moviliza durante la post-absorción y el resto se
acumula como parte del crecimiento); en este caso, la eficacia media de la metabolización de los azúcares es
del 75-80%, y el contenido en EN de cada gramo de azúcar absorbido es de unos 13.5 kJ.  

No obstante, en el caso de los monogástricos, las variaciones en el contenido en EN de los azúcares


absorbidos no son demasiado importantes, y se asume que la eficacia media de metabolización de los
azúcares absorbidos es del 75%, y por tanto, asumiendo una digestibilidad de los carbohidratos no
estructurales del 90-95%, cada gramo de CNE que contenga el alimento aportará 17.5 kJ de EB, 16 kJ de ED
y de EM, y 12 kJ de EN.  

Por otra parte, cada gramo de carbohidrato estructural que contenga el alimento aportará también 17.5 kJ de
EB pero, al ser prácticamente indigestible por los monogástricos, su aporte de ED, EM y EN será
despreciable, salvo en el caso de los monogástricos herbívoros.   
  

b) El valor energético de las grasas.   

El contenido medio en energía bruta de cada gramo de grasa es 39.5 kJ. Igual que en el caso de los azúcares,
las variaciones en el contenido en EN de los triglicéridos absorbidos no son demasiado importantes en
monogástricos, y se asume que la eficacia media de metabolización de los triglicéridos absorbidos es del
85%, y por tanto, asumiendo una digestibilidad de la grasa del 90-95%, cada gramo de grasa que contenga el
alimento aportará 39.5 kJ de EB, 36.5 kJ de ED y de EM, y 31 kJ de EN.   
  

c) El valor energético de las proteínas.   

El contenido medio en energía bruta de cada gramo de aminoácido contenido en el alimento ó absorbido es
23.5 kJ; sin embargo:   
      - de media, un 35% de los aminoácidos absorbidos son desaminados (como ya se ha señalado en este
proceso se pierden, por gramo de aminoácido desaminado, 3.5 kJ en mamíferos, 5.5 kJ en aves y 0.5 kJ en
peces), por lo que la eficacia media de conversión de ED en EM de los aminoácidos es del 95% en
mamíferos, del 90% en aves y prácticamente del 100% en peces.   
      - la utilización metabólica de los aminoácidos lleva asociada, además de las pérdidas en la orina, unas
perdidas energéticas en forma de extracalor; las pérdidas totales representan, dependiendo de la especie
animal y de su destino orgánico, el 30-60% de la energía contenida en los aminoácidos absorbidos. Como
media, se asume que la eficacia media de metabolización de los aminoácidos absorbidos es del 45% en aves,
50% en mamíferos y del 70% en peces. 

Asumiendo una digestibilidad real de la proteína del 80-85%, cada gramo de proteína que contenga el
alimento aportará 23.5 kJ de EB y 19.5 kJ de ED, y dependiendo de la especie animal, 17.5 de EM y 8 kJ de
EN en aves, 18.5 kJ de EM y 9.5 kJ de EN en mamíferos, y 19 kJ de EM y 13.5 kJ de EN en peces.

Tema 8. Las raciones de los animales


  
 
Objetivos del tema:  

Los alumnos han de ser capaces de:  

 - saber explicar el proceso de elaboración de piensos compuestos y raciones   


 - saber interpretar las etiquetas de los piensos compuestos
Esquema del tema:  
Los ingredientes de las raciones   
Los piensos compuestos   
     a) Los tipos de piensos compuestos   
     b) La recepción y almacenamiento de ingredientes   
     c) La molienda y la mezcla de ingredientes   
     d) Los tratamientos térmicos   
     e) La distribución y el almacenamiento de los piensos compuestos   
     f) El etiquetado de los piensos compuestos   
La industria de los piensos compuestos   
AUTOEVALUACION
Prácticas:  

Identificación macroscópica y microscópica de ingredientes 

: Visita a una fábrica de piensos compuestos   


 
Legislación sobre los alimentos de los animales y análisis de etiquetas de piensos y correctores

  
1.- Los ingredientes de las raciones.  

Las necesidades nutritivas de los animales se cubren mediante la ración que ingieren; esto es, la ración es una
combinación de ingredientes que aporta los nutrientes requeridos por el animal.  

Las raciones de los animales se elaboran mediante la combinación de tres tipos de ingredientes:   
     - las materias primas son productos de origen vegetal, animal ó mineral que a efectos didácticos se
clasifican en tres grandes grupos:   
              - concentrados: que a su vez pueden ser energéticos (cereales, mandioca, etc), proteicos (tortas
oleaginosas, subproductos animales, etc), ó fibrosos (salvados, pulpas, forrajes deshidratados, etc).   
             - complementos minerales: que aportan macrominerales (carbonato cálcico, fosfato bicálcico, sal,
etc).   
             - forrajes: que poseen un alto contenido en fibra (pastos, henos, ensilados, pajas, etc) y se utilizan en
la alimentación de caballos y rumiantes.   
     - los ingredientes complementarios permiten ajustar el contenido de las raciones en nutrientes específicos;
los ingredientes complementarios incluidos en las raciones de monogástricos son aminoácidos esenciales y
correctores vitamínico-minerales.   
     - los aditivos son ingredientes que mejoran las condiciones de elaboración, de conservación y de
aprovechamiento digestivo y metabólico de las raciones.   
  

2.- La formulación de las raciones.  

La formulación de las raciones de los animales consiste en determinar la combinación óptima de ingredientes
que permite un rendimiento productivo máximo, sin afectar al bienestar ó a la salud de los animales. En
general, existen dos métodos para formular las raciones de los animales:   
     - el método empírico ó de fórmula fija, que se utiliza cuando es preferible asegurar una ración que no
cause trastornos digestivos ó metabólicos, que conseguir una ración lo más barata posible. Los piensos de
fórmula fija son los de los animales de compañía, muchos de los piensos de destete y de monogástricos
herbívoros (que poseen un sistema digestivo relativamente delicado), y los piensos de peces. También es
frecuente que se utilice una fórmula fija cuando las explotaciones ganaderas elaboran su propio pienso.   
     - el método de programación lineal ó de mínimo coste, que consiste en minimizar (mediante programas
informáticos) una función de costes; la inclusión ó no de un ingrediente en una ración se decide básicamente
según su precio relativo. Este es el método utilizado habitualmente para formular las raciones y piensos del
ganado.  

No obstante, es importante señalar que no existen métodos fijos ni de mínimo coste estrictos, esto es, en los
métodos fijos se modifica ligeramente la inclusión de ingredientes según sea su coste ó su disponibilidad, y
en los métodos de mínimo coste se tiende a realizar inclusiones fijas de algunos ingredientes ó a limitar la
inclusión de otros (aunque sean baratos). 

Para la formulación de raciones es necesario conocer:   


     - los ingredientes disponibles, con sus características nutritivas y su precio. El valor nutritivo de las
raciones elaboradas depende de la exactitud con que se haya valorado la calidad nutritiva de los ingredientes:
mientras que el valor nutritivo de los concentrados es relativamente homogéneo entre diferentes partidas, los
forrajes suelen tener un valor nutritivo muy variable que depende de las condiciones en que se han producido
y conservado.   
     - la cantidad de cada nutriente que debe aportar la ración. Los nutrientes que habitualmente se tienen en
consideración para formular las raciones de los animales monogástricos son la concentración energética y el
aporte de proteína bruta, metionina, lisina, sodio, calcio y fósforo. Además, en casos concretos también se
consideran otros nutrientes, como la fibra en las raciones de conejos y caballos, los ácidos grasos esenciales
en los piensos de peces, etc. No obstante, existe una tendencia a mejorar las raciones considerando un mayor
número de nutrientes, como otros aminoácidos esenciales, la relación entre calcio y fósforo, la relación entre
ácidos grasos saturados e insaturados, etc. En todo caso es irrelevante ajustar el valor nutritivo de la ración ó
reducir su coste, si los animales la consumen con dificultad.  
     - los límites de inclusión de ingredientes y nutrientes, bien por motivos tecnológicos (p.e. demasiada grasa
dificulta la granulación de los piensos), bien por motivos de fisiologismo digestivo y metabólico (p.e. la
inclusión de ciertos ingredientes se limita debido a su baja palatabilidad, ó es necesaria una cierta cantidad de
fibra para regular el funcionamiento intestinal de los monogástricos herbívoros, ó demasiado almidón en los
piensos de las gallinas ponedoras predispone a la aparición de hígado graso, etc).  

Para formular raciones se asume que los nutrientes de las materias primas son aditivos y que las materias
primas se pueden sustituir unas por otras ilimitadamente. No obstante, el valor nutritivo de las raciones
debería calcularse no solamente en base a la suma de los nutrientes que la forman, sino también teniendo en
cuenta las posibles interacciones entre nutrientes. Esto es particularmente cierto para el efecto de la adición
de grasa sobre la digestibilidad de la ración, para el caso de la combinación de forrajes y concentrado, para el
efecto de los aditivos, ó cuando las materias primas contienen sustancias indeseables.  

Es interesante señalar que no hay ventajas en la inclusión de varios ingredientes frente a una mezcla sencilla;
si la composición química de las materias primas se conoce con suficiente precisión es preferible una
combinación simple, ya que se facilita el proceso de fabricación; por el contrario, si no se conoce de manera
precisa la composición de las materias primas que se utilizan, es preferible utilizar varias materias primas
para compensar la acumulación de errores en la formulación. Por otra parte, cuando se dispone de varios
ingredientes (aunque se complica el proceso de control de calidad, dosificación y mezclado), se tienen más
posibilidades de ajustar el valor nutritivo de la ración y de abaratarla.  

El deseo en la variación de la comida es solamente un hábito; de hecho, todos los animales son muy
conservadores en su conportamiento alimentario, siendo frecuentes los trastornos digestivos (sobre todo en
rumiantes, monogástricos herbívoros y animales jóvenes) cuando se cambia bruscamente de ración.   
  

3.- Los piensos compuestos.  

Las raciones de los monogástricos se suelen suministrar en forma de piensos compuestos que contienen
materias primas concentradas, ingredientes complementarios y aditivos; no obstante, en el caso de rumiantes
las raciones se suministran combinando forrajes y piensos y/o materias primas; también en el caso de caballos
se suelen distribuir forrajes combinados con concentrados.   
 

     
Las raciones de los monogástricos se suelen suministrar en forma de piensos compuestos
  
Las ventajas de la utilización de piensos compuestos en la alimentación de los animales derivan de los
siguientes hechos:   
     - facilitan la labor del ganadero para alimentar a los animales, reduciendo las necesidades de mano de
obra   
     - suelen contener una composición equilibrada de nutrientes   
     - impiden que el animal seleccione los ingredientes de la ración   
     - suelen estar ajustados de precio (debido a la utilización de varios ingredientes y a la economía de
escala).   
 
COSTE DE LA ELABORACION DE PIENSO (PTA/kg) 
 Almacenamiento            0.5-1.0   
 Molienda y mezcla         1.5-2.0   
 Granulación                     0.5-1.0   
 Extrusión                          0.75-1.5   
 Ensacado                         1.0-1.5   
 Otros*                              3.0-4.0   
 Coste medio de elaboración: 7-10 PTA/kg  
*Incluye los costes de transporte del pienso
elaborado, el beneficio industrial, e
imprevistos.
  
Aunque la calidad general de los piensos compuestos producidos en las fábricas es cada vez mejor, en
ocasiones pueden aparecer piensos de mala calidad debido básicamente a:   
     - piensos imbalanceados por defectos en el proceso de formulación (p.e. necesidades nutritivas de los
animales ó materias primas mal valoradas)   
     - piensos imbalanceados por defectos en el proceso de fabricación (p.e. contaminación en la mezcladora
con residuos de otros piensos)   
     - facilidad de cometer fraudes en su elaboración (p.e. uso de materias primas baratas debido a un bajo
valor nutritivo ó a un alto contenido en sustancias indeseables).   
  

a) Los tipos de piensos compuestos.  

Los piensos compuestos utilizados en la alimentación de los animales pueden ser de dos tipos:   
     - los piensos compuestos completos son una combinación de ingredientes que aportan al animal todos los
nutrientes que necesita, y son los que se utilizan normalmente en la alimentación de monogástricos.   
     - los piensos compuestos complementarios ó núcleos son aquellos que están formulados para ser
combinados con ciertas materias primas. Los núcleos para combinar con forrajes son utilizados
frecuentemente en la alimentación de caballos y rumiantes; también existen núcleos para otros monogástricos
(lechones, aves, etc), pero su utilización suele estar limitada a aquellos ganaderos que cultivan cereales.   
  
Por otra parte, existen algunos tipos particulares de piensos completos:   
     - los piensos que contienen aditivos medicamentosos (coccidiostáticos ó antibióticos) para prevenir
patologías de los animales; su elaboración necesita autorización administrativa y debe estar supervisada por
un veterinario; la mayoría de los piensos compuestos de monogástricos elaborados en la UE son de este tipo
(casi todos los de porcino, pollos y conejos).   
     - los piensos medicamentosos son aquellos que contienen medicamentos distintos de los aditivos
medicamentosos, y están formulados para el tratamiento de animales con ciertos trastornos (utilización del
pienso como vía de suministro de la medicación); su elaboración necesita autorización administrativa y su
utilización debe estar prescrita por un veterinario; el 5-10% de los piensos elaborados en la UE son
medicamentosos. Son piensos engorrosos de fabricar, ya que suelen ser pequeñas cantidades que rompen la
dinámica de la fábrica.   
     - los piensos dietéticos son aquellos formulados para la prevención ó el tratamiento de animales con
ciertos trastornos; estos piensos no contienen aditivos medicamentosos ni medicamentos.   
     - los piensos ecológicos son aquellos que utilizan materias primas cultivadas de acuerdo a las normas de la
agricultura ecológica.     
  
Finalmente, los piensos de animales de compañía se diferencian de los piensos de los animales de producción
en que utilizan cantidades más ó menos importantes de ciertas materias primas (carne, verduras, huevos, etc)
poco utilizadas en la formulación de piensos para el ganado; además, los piensos de animales de compañía se
suelen realizar con una fórmula fija de ingredientes y están sujetos a una legislación en general diferente a la
de los piensos de animales de producción.   
  

b) La recepción y almacenamiento de ingredientes.  

Las materias primas a utilizar en la elaboración de los piensos se almacenan en los silos de la fábrica. Debido
a que habitualmente se desconocen las características particulares de estas materias primas, es conveniente
realizar un análisis de cada partida para poder conocer su contenido en nutrientes y en sustancias indeseables
para poder estimar su valor nutritivo. De hecho, las fábricas de pienso están legalmente obligadas a tener un
laboratorio de análisis de alimentos, ó estar respaldadas por alguno, para comprobar la composición de los
piensos que elaboran.   
 

 
Báscula de camiones y piquera de Silos de almacenamiento a
descarga a granel granel
  
La humedad de las materias primas es el principal aspecto que condiciona su estabilidad nutritiva durante el
almacenamiento. Cuando el contenido en humedad de las materias primas es superior al 10% y la temperatura
ambiental es alta aumentan los riesgos de fermentaciones que provocan un calentamiento de los alimentos y
favorecen la proliferación fúngica. Para prevenir estos efectos se pueden utilizar silos refrigerados ó añadir
antifúngicos a los alimentos.  

Otro aspecto que puede condicionar el almacenamiento de los alimentos es la colonización por insectos que
destruyen los alimentos; el riesgo de presencia de insectos (p.e. gorgojo) es mayor cuanto mayor sea la
duración del almacenamiento.  

Respecto al resto de ingredientes:   


     - los complementos minerales se pueden adquirir a granel (carbonato cálcico y en algunos ocasiones
fosfato bicálcico) ó ensacados (sal, bicarbonato sódico y en ocasiones el fosfato bicálcico), y no existen
problemas de conservación durante su almacenamiento.   
     - los correctores vitamínico-minerales y los aditivos, que se comercializan en forma de premezclas con un
excipiente (p.e. salvado de trigo), se adquieren y almacenan ensacados y suelen presentar una fecha límite de
conservación; la legislación exige que estos ingredientes se almacenen bajo llave.   
  

Recepción de productos Zona cerrada para el almacenamiento de


ensacados correctores y aditivos
 

c) La molienda y la mezcla de ingredientes.  

Las materias primas se muelen a un tamaño de 2-10 mm, mediante molinos de martillo. El tamaño de
molienda depende de si el pienso se va a consumir en harina (se muele a tamaños relativamente grandes ya
que la harina fina es pulverulenta y poco palatable) ó se va a granular (se muele más fino para facilitar la
granulación).   
 
Molino Tamiz de molino Mezcladora horizontal
  
Una vez molidas, las materias primas se pasan a las tolvas de espera y posteriormente, junto con el resto de
ingredientes, se pesan y dosifican para la mezcladora; durante la mezcla se añaden los ingredientes líquidos
(grasa, melaza, metionina hidroxianáloga) por medio de inyectores, así como las premezclas de correctores y
aditivos.  

El proceso del mezclado es fundamental en la elaboración de piensos compuestos. Los ingredientes se


mezclan normalmente en una mezcladora horizontal durante 3-5 minutos (existen mezcladoras verticales
donde el proceso de mezcla dura 15-20 minutos; estas mezcladoras no son convenientes cuando se mezclan
ingredientes de diferentes densidades). Además de conseguir una mezcla homogénea, es importante limpiar la
mezcladora después de cada mezcla para evitar que mezclas posteriores se contaminen con residuos (en
particular aditivos) utilizados en mezclas anteriores.   
  

d) Los tratamientos térmicos.  

Muchos de los piensos de monogástricos se someten a un tratamiento térmico para mejorar sus características
organolépticas y nutritivas. Prácticamente todos los piensos de pollos, conejos y caballos se granulan a 60-80
ºC, y buena parte de los de cerdos; por otra parte, casi todos los piensos de lechones, peces y animales de
compañía se extrusionan a 110-140 ºC.   
 

Extrusor y pienso extrusionado


  
El tratamiento térmico de los piensos tiene las siguientes ventajas:   
     - permite una mayor inclusión de materias primas poco palatables, así como de ingredientes líquidos   
     - destruye algunas sustancias antinutritivas y mejora (sobre todo la extrusión) la sanidad al destruir
hongos, bacterias, etc   
     - aumenta el consumo, reduce el desperdicio de pienso y evita la selección de ingredientes por el animal;
el desperdicio de pienso suele ser del 5-10% cuando se suministra en harina, y de menos del 5% cuando se
suministra granulado   
     - mejora la digestibilidad al desnaturalizar las proteínas y gelatinizar el almidón; la concentración
energética se aumenta, de media, en unos 0.25 MJ ED/kg   
    - disminuye la formación de polvo durante el manejo de los piensos; el polvo disminuye el consumo y
puede provocar trastornos respiratorios   
     - la granulación reduce el volumen que ocupa el pienso (la densidad media de los piensos en harina es de
0.6 kg/litro, la de los piensos extrusionados de 0.4 kg/litro, y la de los piensos granulados de 0.75 kg/litro).  

No obstante, los tratamientos térmicos pueden dar lugar a algunos efectos no deseables como son:   
     - provocan un aumento del consumo de agua, y por tanto heces más húmedas y mayor producción de
purines   
     - el calor puede destruir ciertos aminoácidos, vitaminas y aditivos, así como favorecer las reacciones de
Maillard y la oxidación de las grasas  

El tamaño de los gránulos depende de la matriz utilizada en la granuladora; el diámetro de las matrices oscila,
según el destino del pienso, entre 2-10 mm de diámetro, y el recorrido del pienso dentro de la matriz oscila
entre 2.5-5 cm (a mayor recorrido se consiguen gránulos más duros, pero el rendimiento de la granuladora es
menor); las materias primas se han de moler a un tamaño relativamente fino para facilitar el proceso del
granulado; además, para facilitar la granulación y conseguir gránulos que no se deshagan facilmente se
utilizan vapor de agua y aditivos aglomerantes. Es particularmente difícil conseguir un buen granulado de los
piensos que contienen mucha fibra ó mucha grasa; de hecho, en muchas ocasiones la grasa se añade rociando
el gránulo ya formado (reengrase de gránulos). Una vez granulados, los piensos se enfrían para evitar
fermentaciones indeseables.   
 

    Enfriadora de gránulos
                     Granuladora  vertical               Matriz vertical  
 

 
  Esquema de granuladora horizontal Reengrase de gránulos
  
La extrusión permite la inclusión de mucha grasa en los piensos, y no necesita vapor de agua, por lo que los
piensos extrusionados prácticamente no contienen agua. La temperatura a que se somete el pienso es mayor
que durante la granulación, lo que asegura la destrucción de la mayoría de los microorganismos que hayan
podido colonizar las materias primas. Por otra parte, el riesgo de destrucción de nutrientes y de que sucedan
reacciones químicas indeseables es mayor con la extrusión que con el granulado debido a las altas
temperaturas alcanzadas.   
  

e) La distribución y el almacenamiento de los piensos compuestos.  


Una vez elaborado, el pienso se almacena en las tolvas de la fábrica. La fábrica debe analizar todos los
piensos que fabrica para poder garantizar su composición química.  

Los piensos son ensacados ó expedidos a granel a las explotaciones; en caso de que la explotación se
abastezca de pienso a granel, ha de disponer de silos para su almacenamiento (los silos suelen tener unos 6 m
de altura y 2.5 m de diámetro, esto es, su capacidad suele ser de unos 30 m3). El pienso elaborado no debe
permanecer almacenado más de 2-3 meses para evitar pérdidas del valor nutritivo (enranciamiento,
degradación de vitaminas, etc).   
 

 
Carga de pienso a granel
Ensacadora
   

Distribución de pienso a granel


Carga manual de pienso ensacado
 

f) El etiquetado de los piensos compuestos.  

La etiqueta de los piensos informa sobre su calidad nutritiva; no existe legislación sobre la calidad mínima
que han de tener los piensos, esto es, la calidad de cada pienso es la que desee elaborar cada fabricante.  

La legislación europea actualmente en vigor no es demasiado exigente respecto a la información que debe
figurar en la etiqueta. Por ejemplo, respecto a los ingredientes que contiene el pienso, solamente es
obligatorio citarlos en orden ponderal decreciente (no es obligatorio que esta declaración sea cuantitativa);
además, las materias primas se pueden citar como tales (p.e. maíz), ó agrupadas en categorías (p.e. cereales).
Respecto a los  nutrientes, es obligatorio señalar el contenido del pienso en proteína bruta, grasa, fibra bruta
(legalmente se le denomina celulosa bruta), cenizas y aditivos, pero no la concentración energética; además,
en los piensos de cerdos se ha de indicar el contenido en lisina, y en los de aves el contenido en metionina. La
etiqueta debe identificar, además, al fabricante. El etiquetado de los piensos de animales de compañía tiene
ciertas particularidades que lo diferencian del etiquetado de los piensos del ganado.   
 

LA ETIQUETA DE LOS PIENSOS 


 
 - fabricante, número y domicilio   
 - fecha de durabilidad   
 - especie animal   
 - edades a que va destinado   
 - peso neto   
 - modo de empleo   
 - ingredientes que contiene   
 - nutrientes que aporta

 
  
En caso de sospecha de adulteración de materias primas ó piensos compuestos es conveniente realizar un
análisis químico para conocer los nutrientes que aporta, y microscópico para conocer los ingredientes que
contiene.   
  

4.- La industria de los piensos compuestos.  

Los piensos compuestos se elaboran en las fábricas de pienso. En España existen unas 350 fabricas de
piensos, agrupadas en la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales
(CESFAC); más de la mitad del pienso fabricado en España es producido por menos de 50 fábricas. La media
anual de producción de pienso por fábrica es de 45.000 toneladas anuales; mientras que las fabricas locales
producen menos de 1.000 toneladas anuales, las grandes fabricas producen 100 toneladas por hora.   
 

Panel de control de una gran fábrica de


Pequeña fábrica de pienso
pienso
 

Las características más sobresalientes del sector piensos compuestos en nuestro país son el alto grado de
tecnificación alcanzado que sitúa a nuestra industria entre las más modernas de Europa, la inexistencia de
participación pública en esta industria, y la participación de capital extranjero.  

A pesar de la importancia de las fábricas de pienso, es cada vez más frecuente la fabricación de pienso por el
propio ganadero; se considera que la producción propia comienza a ser rentable a partir de un consumo de
4.000-5.000 kg diarios. En caso de fabricación propia es conveniente pertenecer a una cooperativa de
elaboradores de pienso para autoconsumo con el fin de asegurarse el abastecimiento de materias primas. En
estas producciones no integradas, las casas suministradoras de aditivos, correctores ó materias primas
proporcionan tanto fórmulas de raciones como servicio técnico de asistencia.  

El 60% de las fábricas de pienso de nuestro país pertenecen a integraciones (sobre todo son piensos de
monogástricos) y el 40% son fábricas que venden en el mercado libre (sobre todo son piensos de rumiantes).
Debido tanto a las integraciones como a la fabricación propia, el mercado libre de piensos compuestos se ha
reducido considerablemente en los últimos años; de hecho, las fábricas de pienso, tanto de España como de la
UE, están infrautilizadas, y solamente producen el 70% de su capacidad real.  

Las fábricas de pienso deben informar anualmente al Ministerio de Agricultura ó a las Consejerías de
Agricultura de la cantidad de pienso fabricado con destino a cada especie animal, así como la cantidad de
ingredientes utilizados. La producción de piensos compuestos en las fábricas de nuestro país es de unos 16
millones de toneladas anuales: alrededor del 80% son piensos de monogástricos y el 20% de rumiantes;
además, se producen alrededor de 2 millones de toneladas de piensos en las explotaciones ganaderas. En la
UE se producen anualmente unos 120 millones de toneladas de piensos compuestos en unas 4.000 fábricas: el
65% de los piensos producidos en la UE son de monogástricos, y el resto de rumiantes; además, en la UE se
producen unos 65 millones de toneladas de piensos en las explotaciones ganaderas.   
  

PRODUCCION DE PIENSOS COMPUESTOS  

                                           España       UE   


Monogástricos:   
        Porcino                        45%          35%   
        Pollos                           14%          15%   
        Ponedoras                   11%          11%   
Rumiantes:   
        Terneros                        9%          14%   
        Vacuno leche                8%          13%  
        Ovino+Caprino            5%             3%  
Animales de compañía        2%            5%   
Otros animales                      6%            4%
  
Respecto a los piensos para animales de compañía, en España se fabrican anualmente unas 200.000 t (el 75%
para perros, el 20% para gatos, y el 5% para pájaros, peces, hamsters, etc); en la UE se fabrican unos 5
millones de toneladas anuales (el 55% para perros, el 40% para gatos y el 5% para otros animales).  

Tema 9. Las materias primas


  
 
Objetivos del tema:  

Los alumnos han de ser capaces de:  

- saber explicar las características nutritivas y de utilización de las principales materias primas
utilizadas en las raciones de los monogástricos
Esquema del tema:  
Los cereales   
Las tortas oleaginosas   
Las harinas de subproductos animales   
Los subproductos lácteos   
Las grasas   
Otros concentrados energéticos y proteicos   
Los concentrados fibrosos   
Los complementos minerales   
AUTOEVALUACION
Práctica:  

Interpretación de tablas de composición de alimentos y fundamentos de la formulación de raciones a mínimo


coste  
 
Información complementaria:  

Los alimentos del ganado en Canarias.

  
La importancia económica de la alimentación animal se refleja al considerar que más del 70% de la superficie
agraria europea se destina al cultivo de alimentos del ganado. En general, las raciones de los monogástricos
se formulan utilizando materias primas concentradas, ingredientes complementarios y aditivos. Por otra parte,
en algunas raciones de monogástricos (ponedoras, reproductores porcinos, monogástricos herbívoros) se
incluyen cantidades más ó menos importantes de concentrados fibrosos (salvado de trigo, alfalfa
deshidratada, pulpa de remolacha, etc); además, en las raciones de caballos se incluyen forrajes (paja, henos,
pastos, etc), cuyas características nutritivas se estudiarán con detalle más adelante.   
  

   
Alimentos recolectados en una Alimentos almacenados a granel en
explotación agraria una explotación ganadera
  
 
VALOR NUTRITIVO DE LAS PRINCIPALES MATERIAS PRIMAS DE MONOGASTRICOS

                               MS MO PB EE FB FND CNE Ca Ptotal Pdisp Lisina Metion Tript EB EDcerdos PRECIO*    DENSIDAD   
                              ------------------------------------  g/kg ------------------------------------------------  -- MJ/kg ----  PTA/kg         kg/litro  

  
Oleínas                   990  990   0  990   0     0     0     0     0      0        0        0         0  39.0  37.0         65                0.9
Manteca cerdo          990  990   0  990   0     0     0     0     0      0        0        0         0  39.0  34.0         55                0.9  
Sebo rumiante         990  990   0  990    0     0     0     0    0       0       0        0         0   39.0  31.0         50                0.9  
Soja extrusionada     900  845 380 180  50 120  165     3     6      1      24        5         5   20.9  17.6        65             0.65-0.70  

  
Maíz                     860  850   90   35  20   90  635     0     3      1        3        2         1   16.2  14.2        23             0.70-0.85
Trigo blando          860  840 110   15  30 105  610     1      3      2        3        1         1   15.9  13.8        24             0.75-0.85   
Cebada                  900  875 110   20  55 180  565     1      4      2        4        2         2   15.8  12.1        24             0.55-0.65  
Avena                   900  860 105   45 105 260  450     1      3      1        4        2         1   16.8  11.4        35             0.45-0.55 

Mandioca              870  800  25   55   45  75   645     0      0      0        1         0        0    14.2  12.6        20             0.45-0.50   
 
Melaza                 790  685  75     0    0    0    610    1       0      0        0         0        0    12.5  10.9        22                1.40

Torta de soja         900  840 460  10   50 125    245    2      6      1       30         7        6    17.4  14.4        35             0.60-0.65   
Torta girasol desc. 930  855 360   20 200 340    135    3      9      1       21        13       7     17.4  12.8       30             0.55-0.60  
Torta girasol int.   900  840 295   20 265 450      75    3      9      1       11         7        4     17.2   9.2        25                0.55  
Torta de colza       910  840 380   40 110 255     165   7     12      2       23         7        4     17.4  12.7       35            0.65-0.70 

h
Harina pescado    920  720 645  70    0    0          5   65    35    30       52        20        7     19.2  15.5       77            0.55-0.60   
h
Harina de carne   930  640 500 100    0    0        40   90    35    30       30          8        3     14.2  11.0       40            0.60-0.65  

Leche desnatada   920  840  330   5     0    0       505  13     10   10       26         10        5     17.2  16.3      300               0.50   
Lactosuero          940  845  120   5     0    0       720    9      8     8       11          2         2     15.0  13.6      150               0.60  

Salvado de trigo  890  820 150   40 100  430      200    1    12     6         6           2       3      16.5  10.0        18          0.25-0.30   
Pulpa remolacha  910  870   80    5  210 370      415    5      1     0         5           0       1      15.8    9.6        28          0.20-0.25   
Alfalfa deshidra.   930  830 170  30  240 390      240   15      3     2         7           3       5      16.7    8.0        26          0.30-0.35  
Cascarilla soja     920  860 125  20  340 580      135     4      2     0         7           2       2      16.7    7.9        29          0.30-0.35 

h
Las harinas animales poseen un contenido en nutrientes muy variable de nutrientes, dependiendo del proceso de obtención.   
*Precio a finales de 1999 en Canarias.
 

1.- Los cereales.  

Los cereales contienen mucho almidón (en general un 50-60%) y muy poca fibra (menos del 5%, excepto la
avena y algunas variedades de cebada), por lo que son utilizados como ingredientes energéticos; en los
cereales es muy util determinar el peso específico (gramos/litro) ya que pesos específicos bajos indican
granos de baja calidad con exceso de fibra y bajo contenido de almidón. El contenido proteico de los cereales
es bajo (alrededor del 10%); aunque el 85-90% es proteína verdadera, se trata de proteína con un bajo
contenido en lisina, metionina y triptófano. En general los cereales contienen poca grasa (menos del 5%).  

Los cereales poseen un bajo contenido en minerales, y además existe un importante desequilibrio entre el
contenido en calcio y en fósforo (contienen 3-4 veces más fósforo que calcio, mientras que las necesidades de
los animales son, en general, el doble de calcio que de fósforo); no obstante, más del 50% del fósforo está en
forma de fitatos, que son mal digeridos por los monogástricos. Respecto a las vitaminas, los cereales
contienen cantidades apreciables de vitamina E, pero son deficitarios en carotenos (excepto el maíz amarillo)
y en vitamina D. Además, aportan muy poca biotina (lipomovilizador), lo que explica en parte que las
raciones con una elevada inclusión de cereales estén relacionadas con la aparición de hígado graso en las
ponedoras, como se estudiará más adelante.  
El maíz es el ingrediente más utilizado en la alimentación de los monogástricos, debido a su elevada
concentración energética (alto contenido en almidón, relativamente alto contenido en grasa, bajo contenido en
fibra, ausencia de factores antinutritivos). El maíz, convenientemente complementado con materias primas
proteicas, aminoácidos esenciales, complementos minerales y correctores vitamínico-minerales se emplea sin
límite de inclusión en la mayoría de las raciones de monogástricos. No obstante, durante el periodo final de
cebo, la inclusión de maíz se suele limitar a un 50% debido por una parte a que las xantofilas colorean la
canal, y por otra a que al tener un contenido relativamente importante de grasa insaturada, provoca la
formación de grasa blanda en las canales. Finalmente, es importante tener presente que el maíz recién
cosechado tiene un alto contenido en humedad (20-30%) por lo que se debe secar para alcanzar un contenido
en humedad inferior al 15%; como ya se ha comentado, la mala conservación da lugar al enmohecimiento de
los granos debido al desarrollo de hongos productores de micotoxinas (principalmente aflatoxinas producidas
por Aspergillus flavus); es conveniente realizar un análisis de micotoxinas en las partidas sospechosas.   
 

Maíz Cebada
  
La cebada de dos carreras ó cervecera es algo más energética que la de seis carreras ó caballar, siendo la
composición química de la cebada bastante heterogénea. Normalmente las cebadas de mejor calidad son
utilizadas por la industria cervecera, dejando las de peor calidad (de seis carreras) para las fábricas de pienso.
La cebada se ha utilizado poco en los piensos de los monogástricos no herbívoros debido a que su
concentración energética es relativamente baja (alrededor de un 85% de la del maíz, debido a su menor
contenido en almidón y en grasa, y mayor contenido en fibra). Tradicionalmente la inclusión de cebada se
limitaba a un 20-30% de la ración de los animales en cebo, ya que contiene ß-glucanos que reducen su
digestibilidad; no obstante, el desarrollo de ß-glucanasas por las industrias de aditivos ha permitido que la
inclusión de cebada en los piensos de los monogástricos no herbívoros se pueda aumentar hasta niveles
incluso superiores al 50% de la ración. Finalmente, el bajo contenido en grasa de la cebada evita la
acumulación de cantidades importantes de grasa insaturada en las canales; por este motivo, la inclusión de
cebada en las raciones favorece la obtención de canales con grasa saturada, por lo que se utiliza bastante en
los piensos de acabado de los monogástricos de abasto en sustitución de parte del maíz.  

El trigo que se utiliza en alimentación animal es el trigo blando, ya que prácticamente todo el trigo duro se
utiliza para obtener sémola para la industria de la pasta. El valor energético del trigo es ligeramente inferior al
del maíz (alrededor del 95% el del maíz), pero contiene más proteína que el maíz, existiendo variedades de
trigo con un contenido proteico en torno al 20%. El trigo, aunque se utiliza poco en alimentación animal,
puede sustituir totalmente al maiz en las raciones de los monogástricos; no obstante, contiene cantidades
variables de pentosanos que (además de ser indigestibles) le dan un aspecto muy pulverulento, por lo que es
conveniente granular las raciones con un alto contenido de trigo; de hecho, la inclusión de trigo en los piensos
favorece la consistencia del gránulo. Finalmente, el trigo contiene poca grasa, lo que evita la acumulación de
grasa insaturada en las canales cuando se incluyen cantidades altas de trigo en las raciones de acabado de los
animales de abasto.   
 
 
Trigo Avena Sorgo
  
El resto de cereales (triticale, sorgo, avena, centeno ó arroz) se utilizan menos en la alimentación de los
monogástricos a nivel de la UE; no obstante algunas variedades de estos cereales tienen un valor nutritivo
muy interesante y de hecho son muy utilizados en otras zonas del mundo, ó para algunas especies en concreto
(p.e. avena en raciones de caballos).   
  

2.- Las tortas oleaginosas.  

Las tortas oleaginosas son el subproducto de la extración del aceite de las semillas oleaginosas. La torta de
soja es la principal materia prima proteica utilizada en la alimentación de los monogástricos; en mucha menor
medida se utiliza la torta de colza y la torta de girasol descascarillado.  

El aceite se extraía tradicionalmente por presión, que dejaba en las tortas un 3-5% de aceite, pero actualmente
se tiende a extraerlo con disolventes orgánicos (en particular con hexano), que dejan en las tortas solamente
un 1-2% de aceite. Es muy importante un correcto procesamiento de las semillas durante la extración del
aceite: si el procesado es ligero no se destruyen los factores antinutritivos (antiproteasas de la soja y
glucosinolatos de la colza), y si se produce una sobrecoción (torta muy tostada) se reduce la biodisponibilidad
de los aminoácidos. Se debe realizar un análisis de calidad (ureasa, lisina disponible, solubilidad en KOH
diluido) de las partidas sospechosas de estar mal procesadas.   
 

Productos del tratamiento industrial de la semilla de soja


  
El contenido proteico de las tortas oleaginosas es muy alto (35-50%), siendo el 95% proteína verdadera. La
calidad de esta proteína es superior a la de los cereales; sin embargo, las tortas tienen un contenido
relativamente bajo en metionina. El contenido energético de las tortas es solamente algo inferior al de los
cereales cuando se utilizan en las raciones de monogástricos herbívoros ó cerdos adultos, pero su valor
energético es un 25-30% inferior al del maíz cuando se utilizan en la alimentación de animales jóvenes ó aves
debido a su bajo contenido en almidón (menos del 15%) y grasa (aunque a veces se reengrasan), y a su
relativamente alto contenido en fibra (5-10%). Finalmente, el contenido en calcio y en particular en fósforo
de las tortas es superior al de los cereales; no obstante, la relación calcio/fósforo está imbalanceada.  

La torta de soja tiene un contenido proteico que varía entre 40-50%, según el porcentaje de cascarilla que
contenga y la intensidad de extracción del aceite. La torta de soja se utiliza como estandar de las materias
primas proteicas debido a su buen balance en aminoácidos esenciales (se le llama carne vegetal).   
   
La torta de soja se incluye en porcentajes que pueden superar el 25% de las raciones de los animales con
elevadas necesidades proteicas (animales en crecimiento, hembras en lactación, etc); en el resto de las
raciones la inclusión de torta de soja no suele sobrepasar el 20%. Un exceso de torta de soja en la ración
puede dar lugar a heces húmedas por dos motivos: elevado contenido de potasio de la torta ó, lo que es más
frecuente, exceso de proteína ingerida que se metaboliza y se excreta en forma de urea ó ácido úrico con
mucha agua asociada.  

La torta de colza tiene un buen contenido proteico (35-40%). La semilla de colza contiene varios factores
antinutritivos, como los glucosinolatos (viniltioxazalidona e isotiocianatos), el ácido erúcico y la sinapina.
Los glucosinolatos bloquean la utilización metabólica del iodo, originando una hipertrofia tiroidea (bocio);
además, disminuyen la digestibilidad de la proteína y de la energía de la torta. El ácido erúcico, que provoca
trastornos cardiacos, se elimina al extraerse el aceite; la sinapina da sabor a pescado a la leche, los huevos y
la carne. No obstante, los tratamientos térmicos destruyen la mayor parte de estos factores antinutritivos.
Existen variedades de colza llamadas doble cero ó canola que tienen un bajo contenido en factores
antinutritivos. La torta de colza se puede incluir en las raciones de los animales adultos hasta límites del 15-
20%, pero no se recomienda su inclusión en los piensos de animales jóvenes debido a su relativamente alto
contenido en fibra (más del 10%) y a los factores antinutritivos residuales que pueda contener.   
 

Colza y torta de colza Torta de girasol


  
La torta de girasol es un subproducto muy heterogéneo; dependiendo de la cantidad de cascarilla que
contenga, su contenido proteico oscila entre 30-40% (Girasol 28 ó integral, Girasol 34 ó parcialmente
descascarillado, Girasol 38 ó descascarillado). Aunque se puede incluir hasta un 15% en piensos de animales
adultos, no se suele utilizar para formular piensos de animales jóvenes debido a que su contenido en fibra es
relativamente alto (más del 20%).   
  

3.- Las harinas de subproductos animales.  

Los desechos de matadero y de la industria de la pesca, una vez desengrasados y esterilizados por calor, se
pueden utilizar en forma de harinas de subproductos animales; existe cierta legislación sobre las condiciones
sanitarias que han de cumplir estos productos, así como las industrias que los elaboran.   
 
Los subproductos de matadero pueden ser
Esquema del proceso de obtención de aceite
transformados para su utilización en alimentación
y harina de pescado
animal
  
El contenido proteico de las harinas de subproductos animales es muy alto (55-65%), de una elevada calidad
(son una fuente excelente de lisina, metionina y triptófano). Las harinas de subproductos animales están libres
de fibra y, al estar normalmente desengrasadas, contienen alrededor del 5% de grasa. El contenido en
minerales es muy alto, con una buena relación calcio/fósforo, y no contienen fitatos; de hecho un
inconveniente importante de estas harinas es que tienen mucho calcio, por lo que inclusiones superiores al
15% originan problemas de palatabilidad y pueden dar lugar a calcificaciones metastásicas. Finalmente, estas
harinas tienen un alto contenido en vitaminas del grupo B.   
 

   
Sacos y aspecto de las harinas de subproductos animales
  
Los principales inconvenientes de estos subproductos son:   
     - composición muy variable debido a las diferencias de composición de la materia prima original y a las
diferencias en el proceso seguido por cada fabricante; se debe analizar su contenido en proteína y grasa, así
como el efecto de los tratamientos térmicos sobre la calidad de la proteína. Por otra parte, es relativamente
fácil la adulteración de estas harinas con urea ó harina de plumas para aumentar el contenido nitrogenado.   
     - el elevado contenido en humedad de los subproductos antes de su procesado los hace muy sensibles al
deterioro por enzimas endógenos y por putrefacción microbiana que provoca pérdidas del valor nutritivo de
los alimentos y puede producir toxinas letales; siempre que sea posible se debe realizar un análisis
microbiológico de estos productos. Los métodos más comunes de prevención del desarrollo microbiano son
el secado por calor (estas harinas deben contener menos de un 10% de humedad) y el tratamiento con
antifúngicos.   
     - otro inconveniente importante de estos subproductos es el peligro de transmitir enfermedades infecciosas
a los animales si no han sido procesadas adecuadamente; por ejemplo, la principal fuente de infección
de Salmonella es la harina de pescado mal procesada, y la transmisión de la encefalopatía espongiformese
realiza a través de las harinas de carne.  

Las harinas de carne y hueso proceden de residuos de mataderos de mamíferos (hígado, pulmón, estómago,
etc); en la harina no entra el pelo, cuernos, pezuñas, piel, ni contenido gastrointestinal; desde 1998 está
prohibido incluir en estas harinas los sesos, ojos, amígdalas, médula espinal y bazo de rumiantes, ya que estos
órganos se consideran de alto riesgo en la transmisión de la encefalopatía espongiforme. Si el contenido
proteico de la harina es superior al 55% se denomina harina de carne, si contiene entre 40-55% es harina de
carne y hueso, y si contiene menos del 40% de proteína se denomina harina de hueso. El material crudo es
cocido, secado y molido para producir una harina cuya calidad es inversa a la cantidad de cartílago en los
subproductos (el cartílago es muy deficiente en aminoácidos esenciales). La harina de ave se fabrica con los
desechos de la canal (cabeza, patas, menudillos, intestinos, etc; las plumas no se incluyen) obtenidos en los
mataderos de pollos; el contenido proteico es similar al de la harina de carne, aunque más variable. Las
harinas de carne se pueden incluir hasta alcanzar un 10% de la ración de monogástricos, pero están
prohibidas en las raciones de rumiantes.  

La harina de pescado se puede obtener de peces enteros, o de los restos de pequeñas especies pelágicas
utilizadas para obtener aceite (anchoa, arenque, sábalo). Los principales problemas que presenta la harina de
pescado son su variabilidad, muy superior a la de otros subproductos de origen animal (según se utilicen
peces enteros ó subproductos de la industria conservera, y también según la intensidad de la extracción del
aceite), el enranciamiento de los ácidos grasos poliinsaturados (deben llevar antioxidantes), su alto contenido
en sal (pueden provocar heces húmedas), la posible contaminación con microorganismos (en
particular Salmonella) y su precio (estas harinas son caras). En las raciones de los animales jóvenes ó en
crecimiento se puede incluir hasta un 15% de harina de pescado; no obstante, en los piensos de ponedoras y
de acabado de animales de abasto se limita su inclusión a un máximo del 5% de la ración, para evitar la
aparición de olores y sabores a pescado (debido a los ácidos grasos insaturados) en los huevos y las canales;
además, favorecen la aparición de canales con grasa blanda insaturada.  

El resto de harinas de subproductos animales se utiliza mucho menos en alimentación animal; tienen una
digestibilidad relativamente baja (alrededor del 75%) y se limita su inclusión a menos del 5% de la ración. La
harina de sangre se obtiene exclusivamente de vacuno; tiene un elevado contenido proteico (más del 85%),
con una buena proporción de lisina, metionina y triptófano; tiene una baja palatabilidad. La harina hidrolizada
de plumas contiene un 80% de proteína, que es rica en cistina, pero pobre en lisina, metionina y triptófano.   
  

4.- Los subproductos lácteos.  

La leche desnatada se obtiene de la separación de la mantequilla de la leche y contiene por tanto la lactosa y
la proteína de la leche. El líquido residual se deseca por vaporización en una corriente de aire caliente
(método spray), ó se deseca por secado sobre cilindros calientes (método roller, que cada vez se utiliza
menos). La leche descremada contiene menos del 1% de grasa, un 50% de lactosa y un 30-35% de proteína
de muy buena calidad; el contenido energético es superior al de los cereales. Además, contiene bastante
calcio y fósforo, así como un buen contenido en vitaminas del grupo B; por el contrario el contenido en
vitaminas liposolubles es bajo. La leche desnatada se comercializa en polvo (es caro) y en monogástricos se
utiliza en los piensos de destete de animales jóvenes, sobre todo de lechones, pudiendo llegar a suponer más
del 50% de estos piensos.   
 

Aspecto de los subproductos Los subproductos lácteos se incluyen en los


lácteos piensos de destete
  
El suero de la leche es el líquido residual que se obtiene cuando se separa la caseína y la grasa de la leche
para elaborar el queso. El suero puede ser consumido tal cual en las explotaciones porcinas próximas a la
quesería, ó se comercializa en polvo tras ser desecado. El suero en polvo contiene menos del 1% de grasa, un
70% de lactosa y un 10-15% de proteína de una elevada calidad; el contenido energético y en minerales es
inferior al de la leche descremada. El suero se puede comercializar reengrasado (con más de un 25% de
grasa) para aumentar su valor energético. El suero se utiliza menos que la leche descremada (se utiliza casi
exclusivamente en la fabricación de lactoreemplazantes), aunque puede llegar a representar el 20% de los
piensos de lechones.   
  

5.- Las grasas.  

Hasta hace poco tiempo la grasa solamente se utilizaba en piensos de iniciación, piensos de pollos y en
reemplazantes lácteos; sin embargo, cada vez se utiliza más debido a que su elevado contenido energético
(aporta 2.25 veces más energía que los carbohidratos) facilita la elaboración de raciones de alta concentración
energética. Además, la suplementación con grasa supone un aporte extra de ácidos grados esenciales y de
vitaminas liposolubles, de tal manera que prácticamente se cubren las necesidades de los animales en estos
nutrientes. Por otra parte, la grasa reduce la pulverulencia de los piensos en harina, mejora la palatabilidad, su
metabolismo es muy eficaz (se produce poco calor, por lo que los piensos para épocas de calor contienen
bastante grasa). Finalmente, la grasa posee un efecto extracalórico que consiste en que reduce la velocidad
del tránsito digestivo de la ración, lo que mejora la digestibilidad y absorción del resto de los nutrientes de tal
manera que el aporte de energía neta de las raciones con un contenido moderado de grasa (aproximadamente
un 5%) es superior del que cabría esperar por simple aditividad del contenido energético de los ingredientes
de la ración.  

La mayor parte de la grasa utilizada en nutrición animal procede de subproductos de matadero: sebo de
rumiantes, manteca de cerdo y grasa de ave; también se utilizan subproductos del refinado de aceites
vegetales (oleínas, que son ricas en ácido linoleico). Los aceites vegetales y los aceites de pescado son
demasiado caros para ser incluidos en los piensos compuestos, por lo que solamente se utilizan para elaborar
algunos tipos de lactoreemplazantes y de piensos de destete.   
  

Grasa micronizada
La grasa animal se debe
obtenida por
fundir antes de su
    hidrogenación de grasas
incorporación a los piensos
Tanque de oleínas  vegetales
  
No existe diferencia estructural entre aceites y grasas; los aceites son líquidos a temperatura ambiente (tienen
bajo punto de fusión) y las grasas sólidas. El estado físico de las grasas depende de la longitud de la cadena y
del grado de saturación de sus ácidos grasos (el índice de yodo mide el grado de saturación de las grasas). El
sebo de rumiantes tiene un elevado contenido en ácidos grasos saturados de cadena larga, por lo que son
sólidas, mientras que las oleínas tienen un alto contenido en ácidos grasos insaturados, por lo que son
líquidas; la manteca de cerdo y la grasa de ave tienen un contenido intermedio en ácidos grasos insaturados.
Los ácidos grasos de la grasa de la leche son saturados, pero de bajo peso molecular, por lo que son
líquidos.   
 
VALOR NUTRITIVO DE LAS GRASAS  
                                          Acidos grasos   
                                   saturados   insaturados   
Oleínas                          15%            85%   
Grasa de ave                 35%            65%   
Manteca de cerdo        40%            60%   
Sebo de rumiante         50%            50%
  
El índice de acidez estima el porcentaje de ácidos grasos libres que no forman parte de triglicéridos: aunque
los aceites vegetales tienen un 80% de ácidos grasos libres no presentan problemas digestivos; sin embargo,
es recomendable que los sebos no contengan más de un 15% de ácidos grasos libres (son ácidos grasos
saturados de cadena larga), ya que son mal digeridos y tienen mal sabor.  

La relación entre el contenido de las grasas en ácidos grasos saturados e insaturados tiene un cierto interés
nutricional debido a los siguientes hechos:   
     - como ya se ha comentado en temas anteriores, la digestibilidad de los ácidos grasos insaturados es mayor
que la de los saturados (los animales jóvenes digieren particularmente mal la grasa saturada debido a que
segregan poca bilis); por este motivo, el aporte energético de las oleínas es mayor que el de la grasa de
matadero; cuando se utiliza grasa saturada (p.e. sebo de rumiantes) es conveniente combinarla con grasas
insaturadas para mejorar la digestibilidad.   
     - los ácidos grasos insaturados son particularmente propensos a la oxidación; en todo caso, las grasas
deben estar estabilizadas con un antioxidante que permita almacenamientos de al menos un año, y su
utilización debe estar precedida por un control del grado de oxidación (se determina el índice de peróxidos,
que es conveniente que sea inferior a 2.5 miliequivalentes).   
     - finalmente, los ácidos grasos insaturados depositados en la canal dan lugar a canales con grasa blanda
(que llega a chorrear a temperatura ambiente), facilmente enranciable y con sabores anormales.  

Por estos motivos, aunque en los piensos de iniciación de los animales jóvenes es preferible incluir grasas
insaturadas debido a su mayor digestibilidad, durante el periodo final del cebo de monogástricos no es
recomendable suministrar raciones con un contenido elevado en ácidos grasos insaturados, ya que se
acumulan en la canal; en caso de incorporar grasas insaturadas durante el final del cebo, la adición de
vitamina E mejora la resistencia a la oxidación de la grasa de las canales y reduce la incidencia de los sabores
anormales.  

Normalmente no se incluye en las raciones más del 5% de grasa (excepto en las de peces, perros y gatos), ya
que a niveles mayores aumentan los riesgos de enranciamiento y se empeora la consistencia del gránulo; no
obstante, se pueden utilizar niveles de hasta el 10% de grasa (p.e. en piensos de pollos) aplicando
directamente parte de la grasa sobre el gránulo ya formado (reengrase de gránulos). Por otra parte, la
extrusión permite la fabricación de piensos con altos niveles de grasa (más del 10%).   
  

6.- Otros concentrados energéticos y proteicos.  

La mandioca, yuca ó tapioca es una raíz (pelada, lavada y seca) que se importa en forma de gránulos
(mandioca 65, 65% almidón) ó en forma de raiz (mandioca 70, 70% de almidón) del Sudeste asiático. Posee
mucho almidón, un contenido energético algo inferior al del maíz y casi carece de fibra, grasa y proteína. Su
calidad es muy heterogénea, siendo frecuente la contaminación fúngica: su uso exige un buen control de
calidad. Si no ha sido bien procesada puede contener glucósidos cianogénicos precursores del ácido
cianhídrico; además, tiene un alto contenido en potasio que puede provocar heces acuosas y camas húmedas.
Si no se ha limpiado bien de tierra, suele contener bastante sílice (4-5%), que daña la maquinaria. En los
piensos en harina no se suele incluir más de un 5% porque es muy pulverulenta y por tanto poco palatable; en
los piensos que se van a granular puede llegar a suponer un 25% de la ración.  

Las melazas son subproductos viscosos (con un 20-25% de humedad) de la obtención del azucar a partir de
remolacha ó caña. La melaza contiene básicamente azúcares; su contenido proteico es bajo (5-10%), y
prácticamente carece de grasa y fibra; además de facilitar la granulación de los piensos, tiene efectos
saborizantes y reduce la formación de polvo, por lo que mejora la palatabilidad de las raciones. Su inclusión
en los piensos exige la utilización de melazadora para que no se apelmace el pienso. Aunque las melazas se
utilizan sobre todo en la alimentación de los rumiantes, se pueden incluir hasta un 5% en los piensos de
monogástricos; no obstante, las melazas contiene mucho potasio (diurético y laxante), pudiendo provocar la
aparición de heces húmedas.  

La semilla integral de soja (soja full-fat) aún no se utiliza mucho en las raciones de monogástricos; la semilla
se suele tratar térmicamente (normalmente mediante extrusión: soja extrusionada) para inactivar las
antiproteasas y para facilitar la digestibilidad del aceite contenido en la semilla. Si la ración se va a granular
con posterioridad a la incorporación de la soja, no es necesario que la soja haya sido previamente tratada.
Debido a su elevado contenido en aceite, no se debe incluir en piensos de acabado de monogástricos para
evitar la aparición de canales con grasa blanda. La semilla integral de colza también se puede incluir en las
raciones de los monogástricos adultos, siendo necesario la molienda y un tratamiento térmico (p.e. extrusión)
para inactivar los glucosinolatos bociógenos y para mejorar la digestibilidad de la grasa.  

Las semillas leguminosas (guisantes, altramuz, habas, vezas, etc) poseen un buen contenido en almidón (20-
40%) y en proteína (25-35%), con bastante lisina pero un bajo contenido en aminoácidos azufrados. El
principal inconveniente de las leguminosas es la inestabilidad de la oferta y su precio (no pueden competir
con la torta de soja); a nivel nacional no aportan más del 1% de las proteínas utilizadas en alimentación
animal. Además, las leguminosas grano suelen contener factores antinutritivos (p.e. taninos de las habas,
alcaloides y galactósidos del altramuz, etc) que reducen el valor nutritivo de la ración cuando su inclusión
supera el 35%.  

El gluten de maíz ó gluten meal es un subproducto resultante de la industria del almidón a partir del maíz. Es
un ingrediente muy energético y muy proteico (pero con un mal balance de aminoácidos: muy deficiente en
lisina y triptófano). Igual que el maíz, tiene un alto contenido en xantofilas y en ácido linoleico. En las
raciones de los monogástricos se puede incluir hasta un 10% de la ración. El gluten feed contiene además el
salvado del maiz, por lo que su valor nutritivo es mucho menor; en las raciones de los animales en
crecimiento no suele incluirse más de un 5% de gluten feed, pero en las raciones de reproductoras puede
suponer hasta el 10% de la ración.  

Las proteínas unicelulares (o Single Cell Protein, SCP) son bacterias, levaduras, hongos (micelios) y
microalgas que se pueden añadir a las raciones; las células han de ser matadas y secadas antes de ser
utilizadas. Aunque actualmente se utilizan poco en alimentación animal, quizás aumente su utilización en un
futuro. En general el porcentaje proteico está comprendido entre 50-80% en bacterias, 50-55% en levaduras,
50-65% en microalgas, y 10-45% en hongos; esta proteína bruta contiene un alto porcentaje (10-15%) del
nitrógeno formando parte de ácidos nucleicos. La calidad de estas fuentes proteicas es muy variable,
dependiendo del microorganismo en cuestión y el tipo de sustrato sobre el que se cultivan (normalmente
subproductos); un inconveniente de estas materias primas es su aspecto pulverulento y escasa palatabilidad,
por lo que se recomienda utilizarlas solamente en los piensos que se van a granular y limitar su inclusión a un
máximo del 10%.  

Los concentrados energéticos permiten aumentar la concentración energética de los piensos, y son el azúcar y
los concentrados de almidón. Los concentrados de almidón se obtienen de los cereales (principalmente del
maíz), de la mandioca y de la patata; el azúcar se obtiene de la remolacha o de la caña. Estos productos se
utilizan muy poco en alimentación animal.  
Los concentrados proteicos contienen un 80-85% de proteína y se obtienen a partir de patatas, pescado,
sangre y soja; el concentrado proteico de alfalfa contiene un 50% de proteína. También existen concentrados
de caseína obtenidos a partir de la leche. Estos concentrados proteicos son relativamente caros y
prácticamente no se utilizan en alimentación animal.   
  

7.- Los concentrados fibrosos.  

Aunque los piensos de los monogástricos se elaboran utilizando principalmente materias primas
concentradas, en algunos tipos de pienso (ponedoras, cerdos adultos, monogástricos herbívoros, perros, gatos,
etc) se incluyen cantidades más ó menos importantes de concentrados fibrosos con el objetivo de reducir la
concentración energética (para evitar problemas de obesidad) y también para aportar fibra (y facilitar el
peristaltismo intestinal). Además, en las raciones de caballos se incluyen forrajes, como se estudiará en su
momento.   
 

Salvado de trigo Pulpa de remolacha


  
El salvado de trigo está compuesto por el tegumento y algo de endospermo; se obtiene como subproducto de
la industria panificadora, obteniéndose unos 25 kg de salvado por cada 100 kg de trigo. Su composición es
muy heterogénea, dependiendo del proceso de fabricación; contiene un 15-20% de almidón, alrededor de un
15% de proteína y de un 10% de fibra bruta. En las raciones de los animales adultos se puede incluir hasta un
30% de salvado de trigo  

La pulpa de remolacha es un subproducto de la extracción del azucar, y se comercializa granulada; posee un


bajo contenido proteico, un alto contenido en carbohidratos solubles y un contenido relativamente alto de
fibra poco lignificada que es bastante digestible para los cerdos adultos y monogástricos herbívoros. En las
raciones de los monogástricos adultos puede incluirse hasta un 20% de pulpa de remolacha.  

La cascarilla de soja es un subproducto de la extracción del aceite de soja y de la concentración de la torta de


soja; posee un contenido fibroso muy alto y se utiliza para reducir la concentración energética de piensos de
animales de compañía, de cerdas gestantes, de sementales, etc. En las raciones de los monogástricos adultos
puede incluirse hasta un 15% de cascarilla de soja.   
 

Cascarilla de soja Alfalfa deshidratada


  
La alfalfa deshidratada se obtiene sometiendo a la alfalfa a elevadas temperaturas (más de 500 ºC) y se
comercializa granulada. El contenido fibroso es alto, y posee un 15-20% de proteína, siendo una buena fuente
de calcio y xantofilas; no obstante, al ser la alfalfa un cultivo plurianual, los primeros cortes de alfalfa son
altos en proteína y bajos en fibra, pero los últimos cortes contienen menos proteína y más fibra. La alfalfa
deshidratada puede contener impurezas (p.e. hierba) ó estar adulterada (p.e. paja, cascarilla de oleaginosas,
etc); la pureza legal de las partidas de alfalfa deshidratada ha de ser superior al 80%. Además, la alfalfa puede
estar contaminada con hongos Fusarium productores del estrógeno zearalenona. En las raciones de los
monogástricos adultos puede incluirse hasta un 15% de alfalfa deshidratada, llegando a un 30% en los
piensos de conejos y caballos.   
  

8.- Los complementos minerales.  

En general, las materias primas utilizadas en la elaboración de los piensos compuestos no aportan los
suficientes minerales y vitaminas que necesitan los animales, en particular cuando se trata de animales en
crecimiento ó muy productivos. Por este motivo, en los piensos compuestos se incluyen complementos
minerales (que aportan macrominerales, en particular calcio, fósforo y sodio) y correctores vitamínico-
minerales (que aportan oligoelementos y vitaminas, como se estudiará más adelante).   
  

PRINCIPALES MATERIAS PRIMAS MINERALES

                                                                                             PTA/kg  
Carbonato cálcico (polvo) (38% Ca, D=1.4)                      10   
Carbonato cálcico (grit) (38% Ca, D=1.4)                          16   
Fosf. bicálcico anhidro (21.5% P, 25% Ca, D=1.1)            48   
Fosf. bicálc. dihidrat. (18% P, 23% Ca, D=1.1)                  45   
Sal marina (35.5% Na)                                                           15   
D: densidad
  
El mineral que se necesita en mayor cantidad es el calcio:   
     - las necesidades de calcio son particularmente altas en animales jóvenes en crecimiento (desarrollo óseo),
en hembras gestantes (desarrollo del feto) y lactantes (calcio de la leche) , y en ponedoras que necesitan
calcio para formar la cáscara del huevo.   
     - la deficiencia prolongada en calcio provoca osteodistrofias por desmineralización de la matríz ósea
(raquitismo con engrosamiento de articulaciones en animales jóvenes y osteomalacia con huesos débiles y
quebradizos en adultos).   
     - las materias primas vegetales son bastante pobres en calcio; por el contrario las harinas de pescado y de
carne y hueso tienen un elevado contenido en calcio, así como los subproductos lácteos y la alfalfa
deshidratada.   
     - normalmente se añade un 1-2% de carbonato cálcico (y, en el caso de ponedoras, un 5-6% de grit, que
son partículas de carbonato cálcico de 2-3 mm) a las raciones de los monogástricos para asegurar el aporte de
calcio que necesitan; la biodisponibilidad del calcio mineral es del 95-100%.   
     - por otra parte, un exceso de calcio, además de provocar problemas de palatabilidad de la ración, puede
provocar calcificaciones metastásicas que consisten en la deposición de placas de calcio en los vasos,
conductos y músculos; un exceso de calcio también interfiere la absorción intestinal de fósforo y otros
minerales de la ración.   
     - el exceso de calcio absorbido se excreta en la bilis, y algo en la orina.   
 
 
El carbonato cálcico se suele El grit son partículas gruesas de carbonato cálcico que se
comercializar a granel suelen incluir en los piensos de ponedoras
  
El fósforo, que igual que el calcio interviene en el mantenimiento de la estructura ósea y se excreta en
cantidades importantes en los productos:   
     - los cereales y las tortas oleaginosas contienen bastante fósforo, pero en forma fítica no utilizable por los
monogástricos (por este motivo se asume que los monogástricos utilizan menos del 35% del fósforo vegetal,
y en algunos casos concretos mucho menos).   
     - los piensos se complementan con fuentes inorgánicas de fósforo (p.e. 1.0-1.5% de fosfato bicálcico); los
fosfatos minerales se desfluorizan para evitar toxicidad por fluor; los fosfatos minerales no contienen fitatos y
la biodisponibilidad del fósforo es del 60-65%.   
     - finalmente, el exceso de fósforo en las raciones está relacionado con la precipitación de cálculos
urinarios en perros y gatos, ya que el exceso de fósforo absorbido se excreta en la orina; además, un exceso
de excreción de fósforo tiene importantes repercusiones medioambientales.   
 

   
El fosfato bicálcico se suele comercializar
La sal se suele comercializar ensacada
ensacado
  
Los minerales implicados en el control de los líquidos corporales, excepto el sodio, son abundantes en los
alimentos de los monogástricos:   
     - las necesidades de sodio son altas en caballos (que sudan) y en hembras en lactación (en la leche se
excreta sodio); la falta de sodio se manifiesta en una postración nerviosa. Ante deficiencias de sodio, los
animales pueden reutilizar parcialmente el sodio metabólico, lo que se manifiesta en orina clara.   
     - los piensos se complementan con un 0.25-0.50% de sal (cloruro sódico).  
     - pueden aparecer estados carenciales de electrolitos tras diarreas intensas; en estos casos se debe
rehidratar al animal con soluciones balanceadas de electrolitos.  
     - finalmente, un exceso de ingestión de electrolitos se suele tolerar bien siempre que se disponga de
suficiente agua para excretar el exceso en la orina; sin embargo, la consecuencia de una mayor excreción de
orina (poliuria) es el empeoramiento de las condiciones ambientales de la explotación.  

Las materias primas poseen un contenido suficiente del resto de macrominerales (cloro, potasio, magnesio y
azufre); en particular, el exceso de magnesio contenido en las materias primas vegetales tiene efectos laxantes
y está relacionado con la aparición de cálculos urinarios en perros y gatos; el exceso de potasio en algunas
materias primas, además de interferir la absorción intestinal de otros macroelementos, está relacionado con la
excreción de heces húmedas.  
Tema 10. Los ingredientes complementarios
  
 
Objetivos del tema:  

Los alumnos han de ser capaces de:  

- saber explicar las características nutritivas y de utilización de los ingredientes complementarios utilizados 
en las raciones de los monogástricos   
 
Esquema del tema:  
Los aminoácidos   
Los correctores vitamínico-minerales   
AUTOEVALUACION   
 

  

1.- Los aminoácidos.  

La inclusión de aminoácidos permite ahorrar ó equilibrar la proteína de las raciones de los monogástricos; los
aminoácidos utilizados en alimentación animal son totalmente biodisponibles para el animal. El ahorro de
proteína, además de la importancia económica que tiene, permite formular raciones que den lugar a una
menor excreción de nitrógeno por los animales, con un notable beneficio desde el punto de vista
medioambiental.   
  

AMINOACIDOS COMPLEMENTARIOS 

DL-metionina (98% metionina, 500 PTA/kg)   


Metionina hidroxianáloga (88% metionina, 350 PTA/litro)   
Clorhidrato de L-lisina (78% lisina, 300 PTA/kg)   
DL-triptófano (80% triptófano)   
L-treonina (98% treonina, 550 PTA/kg)
  
Los aminoácidos se obtienen por síntesis química (metionina) ó por fermentación controlada de
microorganismos (el resto de aminoácidos). Se añaden rutinariamente L-lisina y DL-metionina a los piensos
de monogástricos, a niveles del 0.05-0.5% de la ración, según las materias primas utilizadas y la especie
animal de que se trate; en este sentido, la inclusión en los piensos de donantes de grupos metilo (betaína,
colina) permiten ahorrar hasta un 25% de metionina. También se utilizan cada vez más la L-treonina y el DL-
triptófano.  
    
 METABOLISMO DE LA METIONINA 
 
  
Los análogos hidroxilados de los aminoácidos son productos de fórmula química similar a la de algunos
aminoácidos, en la que sustituyen un grupo amino por uno hidroxilo (por lo tanto no contienen nitrógeno), y
un grupo ácido por una sal sódica; su utilización biológica es análoga a la de los aminoácidos; actualmente,
sólo se utiliza la metionina hidroxianáloga (MHA), en forma líquida.  
 
ASPECTO DE AMINOACIDOS
 

L-treonina
DL-metionina
L-lisina Depósito de MHA

    
    
2.- Los correctores vitamínico-minerales.  

Las necesidades de oligoelementos y vitaminas en las raciones de los animales son difíciles de establecer por
varios motivos:   
 - son numerosas las interacciones entre estos nutrientes   
- las necesidades dependen del estado productivo del animal   
- por otra parte, no se suele determinar el contenido de los piensos en oligoelementos y vitaminas, ya que los
métodos son caros y tediosos   
- existe una gran variabilidad en los contenidos de vitaminas y oligoelementos de distintas partidas de
materias primas (debido al tipo de suelo de cultivo, fertilización, condiciones de almacenamiento, etc); por
este motivo, la utilización de las "Tablas de contenidos de las materias primas en oligoelementos y vitaminas"
debe considerarse con mucha prudencia, ya que puede introducir una falsa seguridad en el cálculo de la
ración   
- finalmente, la disponibilidad intestinal de estos nutrientes depende de numerosos factores no siempre fáciles
de controlar: interacciones entre nutrientes, sustancias que reducen la absorción (fitatos, oxalatos, etc), y
trastornos del aparato digestivo que dificultan la absorción (estados de estrés, enfermedades subclínicas, etc).
De hecho, en condiciones de enfermedades subclínicas, ó cuando se utilizan antibióticos en la ración (que
deprimen la síntesis intestinal de vitaminas) se recomienta aumentar la dosis de corrector.   
 

 
Interacciones entre macrominerales, oligoelementos y vitaminas
  
Los oligoelementos se aportan en forma de productos minerales, existiendo máximos legales de
oligoelementos contenidos en los piensos compuestos (un aporte elevado de estos nutrientes puede resultar
tóxico, o se puede acumular en los productos, o excretar en exceso al medio ambiente). Algunas
consideraciones a tener en cuenta respecto a los oligoelementos son:   
- la mayor parte del hierro orgánico está formando parte de la hemoglobina de la sangre y de la mioglobina
muscular; además, el hierro participa en sistemas enzimáticos; el contenido de la leche en hierro es escaso,
pudiendo aparecer anemias en animales lactantes, sobre todo en lechones, si no se complementan con este
mineral.   
- el cobre también participa en la formación de la hemoglobina y en la absorción intestinal del hierro; además
participa en sistemas enzimáticos y en la formación de la queratina de la piel y el pelo; el molibdeno
disminuye la absorción intestinal de cobre; finalmente, el cobre se utiliza como promotor del crecimiento de
cerdos, pero a dosis elevadas resulta tóxico, ya que se acumula en el hígado, además de reducir la absorción
intestinal de hierro y zinc.   
- el selenio, además de facilitar la absorción de vitamina E, es un componente de las peroxidasas que
destruyen los peróxidos de la grasa, facilitando la estabilidad de la grasa de la canal y de los lípidos de las
membranas celulares; la deficiencia en selenio provoca una degeneración muscular (que puede afectar al
músculo cardiaco).   
- la deficiencia de zinc provoca la paraqueratosis de los cerdos (es una hiperqueratinización de la piel); puede
aparecer un déficit de zinc por un exceso de cobre en la ración (lo que es frecuente en los piensos de cerdos),
ya que el cobre interfiere la absorción intestinal de zinc; el exceso de calcio también reduce la absorción de
zinc.   
- la deficiencia en manganeso provoca una condrodistrofia ó perosis de las aves que se caracteriza por
inflamación de la articulación tibiotarsiana y el arqueamiento de la tibia; la perosis también está relacionada
con un déficit en colina y biotina; los excesos de calcio y fósforo interfieren la absorción intestinal de
manganeso.   
- el molibdeno participa en la formación del ácido úrico; el exceso de cobre interfiere la absorción intestinal
de molibdeno, pudiendo aparecer deficiencias en aves.   
- el yodo participa en la hormona tiroxina; la carencia de yodo provoca el desarrollo del tiroides (bocio en
crías cuyas madres se alimentan con piensos deficitarios en yodo) y el nacimiento de crías débiles ó muertas;
el exceso de yodo es tóxico.   
 - el cobalto participa en la vitamina B12, por lo que su deficiencia da lugar a anemias.   
    
EJEMPLOS DE FUENTES DE OLIGOELEMENTOS 
 Sulfato ferroso sextahidratado (20% Fe)   
 Sulfato cúprico pentahidratado (25.5% Cu)   
 Selenito sódico (45.5% Se)   
 Sulfato de zinc monohidratado (36.5% Zn)   
 Sulfato manganoso tetrahidrat. (24.5% Mn)   
 Molibdato sódico dihidratado (40% Mo)   
 Yodato potásico (59% I)   
 Sulfato de cobalto septahidratado (21% Co)
   
LIMITES MAXIMOS DE OLIGOELEMENTOS EN PIENSOS
COMPUESTOS 

                   Fe:  1.250 ppm   


                   Co:      10 ppm   
                   Se:     0.5 ppm   
                   Zn:    250 ppm   
                   Mn:   250 ppm   
                   Mo:   2.5 ppm   
                   I:        10 ppm  
                   Cu:     35 ppm; en algunos piensos de cerdos puede
llegar a 175 ppm.
  
Las vitaminas incluídas en los correctores vitamínico-minerales son productos obtenidos por síntesis en
laboratorio. Respecto a las vitaminas liposolubles conviene tener en cuenta lo siguiente:   
- existen máximos legales de vitaminas D y A en la mayoría de los piensos compuestos, ya que altas
cantidades se pueden acumular en el hígado y tejido adiposo, con el consiguiente riesgo para el
consumidor.   
- la vitamina D participa en la absorción intestinal del calcio y del fósforo, y favorece la movilización del
cálcio óseo; el déficit de vitamina D provoca síntomas similares a la deficiencia de calcio (osteomalacias,
huevos rotos, etc). Por otra parte, un exceso de vitamina D con suficiente calcio en el pienso puede provocar
calcificaciones metastásicas en aorta, corazón, riñones y pulmones; si no hay suficiente calcio en la ración, un
exceso de vitamina D en el pienso estimula la secreción de hormona paratiroidea, provocando una intensa
resorción ósea (osteolisis por hiperparatiroidismo secundario). En los correctores se incluye vitamina D3
preformada; las dosis se expresan en UI, siendo 40.000 UI de vitamina D3 equivalentes a 1 mg de
colecalciferol.   
- la vitamina A está relacionada con la integridad de la piel, siendo muy inestable durante el almacenamiento;
los ß-carotenos (precursores de la vitamina A) están relacionados con la fertilidad. En los correctores se
incluye vitamina A preformada; las dosis se expresan en UI, siendo 10.000 UI de vitamina A equivalentes a 3
mg de retinol ó a 6 mg de ß-caroteno.   
- la vitamina E actúa como antioxidante de los ácidos grasos insaturados de los depósitos grasos corporales;
los peróxidos que se forman al enranciarse las grasas de los alimentos destruyen la vitamina E; el selenio
mejora la utilización metabólica de la vitamina E (de hecho, con un aporte adecuado de selenio se minimizan
las necesidades de vitamina E; no obstante, existen limites máximos de inclusión de selenio, debido a su
toxicidad potencial). En los correctores se incluye vitamina E; las dosis se expresan en UI, siendo 1 UI de
vitamina E equivalente a 1 mg de acetato de -tocoferol ó a 0.6 mg de -tocoferol.   
- la vitamina K interviene en la síntesis de protrombina que participa en los procesos de coagulación de la
sangre; la síntesis intestinal de vitamina K suele ser suficiente, pero pueden aparecer deficiencias cuando está
deprimida la actividad de la flora intestinal (p.e. cuando se utilizan piensos con antibióticos ó cuando existen
trastornos intestinales como coccidiosis, enteritis, etc).  
Finalmente, respecto a las vitaminas hidrosolubles es conveniente tener presente que:   
- la vitamina C participa en el mantenimiento del colágeno intracelular; además, actúa como antioxidante
sobre los lípidos corporales; todas las especies (excepto los primates, cobayas, algunas aves exóticas y
algunos peces) sintetizan suficiente cantidad de vitamina C a partir de glucosa, por lo que en general no se
suplementa en los piensos.   
- las vitaminas hidrosolubles que favorecen la metabolización de la grasa (previenen el hígado graso, reducen
el engrasamiento de la canal y mejoran el contenido graso de la leche) son:   
     - la colina tiene una función lipotropa ya que forma parte de la lecitina que transporta las grasas (la
deficiencia en colina puede provocar la aparición de hígado graso en animales alimentados con un exceso de
carbohidratos); además, la colina, una vez oxidada a betaína (químicamente es trimetilglicina), actúa como
donador de grupos metilo (la falta de colina provoca la utilización de metionina como donante del grupo
metilo) que son utilizados en la transmetilación de aminoácidos y en la metabolización de la grasa; existe
betaína comercial (que se obtiene de la remolacha azucarera). Las necesidades de sustancias donantes de
grupos metilo son particularmente altas en animales estresados ó con enfermedades subclínicas; la
suplementación con betaína permite ahorrar alrededor del 25% de metionina en las raciones.   
     - la niacina también tiene función lipotropa; se puede formar a partir del triptófano, por lo que la
deficiencia en niacina provoca una deficiencia en triptófano; inversamente, animales que dependen
exclusivamente de maíz (deficitario en triptófano) pueden mostrar deficiencias en niacina.   
     - la biotina participa en la iniciación de la síntesis de ácidos grasos; la deficiencia en biotina parece estar
relacionada con el síndrome de la muerte súbita de pollos, con el síndrome del hígado y riñón grasos en
avicultura, y con la integridad de las pezuñas de los cerdos; además, la biotina participa en la glucogénesis a
partir de aminoácidos y de ácido propiónico.   
     - el ácido pantoténico participa en el coenzima A que inicia la oxidación de los ácidos grasos; aunque el
maíz es deficitario en ácido pantoténico, el resto de materias primas contienen suficiente.   
- la vitamina B12 participa en la maduración de los glóbulos rojos; aunque solamente los alimentos de origen
animal aportan vitamina B12, los microorganismos intestinales la sintetizan en cantidad más ó menos
suficiente; pueden aparecer carencias de vitamina B12 si la ración no aporta suficiente cobalto, ó si la
actividad de la flora intestinal está muy deprimida.   
- el resto de vitaminas hidrosolubles no tienen importancia práctica en la alimentación de los monogástricos,
ya que su presencia en las materias primas es suficiente.  

Debido al relativo bajo coste (200-300 PTA/kg) de los correctores vitamínico-minerales, los oligoelementos y
las vitaminas se añaden sistemáticamente en forma de correctores (a dosis de alrededor del 0.5% del pienso)
para cubrir un amplio margen de seguridad. Los minerales de los correctores pueden reaccionar entre ellos,
formando compuestos no biodisponibles; por otra parte, las vitaminas son muy sensibles a la degradación
(luz, humedad, calor, etc). Por estos motivos, la elaboración de correctores presenta cierta complejidad y
exigen ciertas condiciones para su almacenamiento (lugares secos, almacenamiento normalmente inferior a
los tres meses, etc). Además de oligoelementos y vitaminas, los correctores suelen contener algún aditivo
(antioxidantes, fluidificantes, etc) para mejorar las condiciones de almacenamiento y utilización de estos
productos.   
 

 
Aspecto de correctores vitamínico-minerales
  
Los macrocorrectores son correctores que, además de incluir oligoelementos y vitaminas, incluyen fuentes de
macroelementos (carbonato cálcico, sal, etc); estos macrocorrectores se incluyen a dosis del 1-5% de los
piensos; estos macrocorrectores suelen ser empleados por los ganaderos que fabrican su propio pienso.  

Además de los correctores vitamínico-minerales, algunos piensos concretos se suelen fortificar en algún
oligoelemento ó vitamina; por ejemplo, cobre y zinc en los piensos de cerdos, colina, niacina y biotina en las
raciones con una elevada inclusión de cereales, vitamina C en los piensos de animales estresados, acetato de
tocoferol (vitamina E) en las raciones con bastante grasa, etc.  
 

Aspecto de vitaminas y de fuentes de oligoelementos

 
                                 Clorhidrato de colina              Sulfato de cobre
  

Tema 11. Los aditivos


 

Objetivos del tema:  

Los alumnos han de ser capaces de:  

- saber elegir el tipo de aditivos a utilizar en la alimentación de los monogástricos   


- conocer las principales sustancias utilizadas como aditivos 
Esquema del tema:  
El interés de los aditivos   
Los aditivos tecnológicos   
     a) Los saborizantes y aromatizantes   
     b) Los aglomerantes   
     c) Los antioxidantes   
     d) Los conservantes   
     e) Los pigmentantes   
     f) Otros aditivos tecnológicos   
Los aditivos modificadores de la actividad digestiva   
     a) Los acidificantes   
     b) Los emulsionantes   
     c) Los enzimas   
     d) Los probióticos   
     e) Los oligosacáridos   
Los aditivos modificadores del metabolismo   
Los aditivos medicamentosos  
     a) Los antibióticos   
     b) Los coccidiostáticos   
AUTOEVALUACION

 
1.- El interés de los aditivos.  

Los aditivos son sustancias que no tienen valor nutritivo, pero que se utilizan para preservar los alimentos
durante el almacenamiento, mejorar las condiciones de elaboración y aprovechamiento de los piensos, ó
mejorar la productividad de los animales; los aditivos se comercializan en forma de premezclas con
escipientes, para facilitar la mezcla con el resto de ingredientes del pienso. Los aditivos han de ser estables
durante el almacenamiento (oxidación) y resistentes a los tratamientos térmicos (granulación, extrusión).   
 

 
                                   Cantaxantina pura                  Premezcla de cantaxantina
  
Para prevenir posibles efectos adversos a los animales, a las personas y al medio ambiente, solamente se
pueden utilizar aquellos aditivos que están expresamente permitidos (lista positiva de aditivos, que es la
misma para toda la UE); además, existe cierta legislación sobre la fabricación, comercialización y
condiciones de utilización de aditivos. La legislación europea también considera aditivos a las vitaminas y a
las fuentes de oligoelementos, por lo que a los correctores vitamínico-minerales se les aplica la legislación
general sobre aditivos.   
  

2.- Los aditivos tecnológicos.  

a) Los saborizantes y aromatizantes.  

Los saborizantes y aromatizantes se utilizan sobre todo en las raciones de los animales a destetar precozmente
(lechones y cachorros) ya que mejoran el consumo de los piensos de iniciación; también se utilizan en
animales adultos cuando se cambia el tipo de pienso, cuando los piensos contienen ingredientes de sabor poco
agradable, y para aumentar el consumo de las hembras en lactación.   
 
    Los saborizantes se suelen incluir en los
Aspecto de saborizantes piensos de destete
  
Se está intentando conseguir saborizantes que los animales jóvenes asocien al sabor de la leche materna; para
ello el saborizante se incluye en la ración de la cerda y es excretado en la leche; cuando el mismo saborizante
es incluido en los piensos de destete, el lechón lo asocia a la leche materna, promoviendo el consumo del
pienso.  

Los saborizantes más utilizados son flavonoides, esteres, ácidos grasos y aminoácidos; en acuicultura se
utilizan saborizantes-atrayentes basados en aminoácidos y betaína. El coste medio de las premezclas de
saborizantes y aromatizantes es de 400-500 PTA/kg y se utilizan a dosis del 0.025-0.05%.   
  

LOS SABORIZANTES Y AROMATIZANTES 

Sustancias naturales:  
*Todos los productos naturales y los productos sintéticos
correspondientes.   
Sustancias artificiales:   
           ** Sacarina y sacarinatos   
           *** Neohesperidina dihidrochalcona  

* Permitidos para todas las especies animales, sin exigencia de


periodo de retirada, y sin limitación de dosis mínima o
máxima.   
** Permitidos sólo para lechones, hasta los 4 meses de edad, y a
una dosis máxima de 150 mg/kg de pienso.   
*** Sólo para perros (máximo 35 mg/kg) o lechones hasta 4
meses (máximo 35 mg/kg).
    
  
b) Los aglomerantes.  

Los aglomerantes facilitan la granulación del pienso; los piensos extrusionados (p.e. la mayoría de los de
peces, perros y gatos) no necesitan aglomerantes.   
 
Aspecto de la sepiolita
Los aglomerantes mejoran la consistencia del gránulo
  
Los aglomerantes más utilizados son los lignosulfonados procedentes de la industria papelera y los derivados
silicato-magnésicos (sepiolita) ó arcillosos (bentonita). El coste medio de los aglomerantes es de 20-25
PTA/kg y se utilizan a dosis del 1-2%.   
      
LOS AGLOMERANTES 

* Arcillas caoliníticas   
* Mezclas de esteatita y de clorita   
* Vermiculita   
* Perlita   
* Lignosulfonados   
** Sepiolita y arcillas sepiolíticas   
** Bentonita/Montmorillonita   
*** Sulfato de calcio dihidratado   
**** Aluminatos sintéticos de calcio   
***** Natrolita-Fonolita  
# Clinoptinolita 

* Permitidos para todas las especies animales, sin exigencia de


periodo de retirada, y sin limitación de dosis mínima o
máxima.   
** Permitidos para todas las especies animales, sin exigencia de
periodo de retirada, y dosis máxima de 20.000 mg/kg de
pienso.   
*** Permitidos para todas las especies animales, sin exigencia de
periodo de retirada, y dosis máxima de 30.000 mg/kg de
pienso.   
**** Solamente en piensos de aves, conejos y cerdos, sin
periodo de retirada, dosis máxima 20.000 mg/kg.   
***** Permitidos para todas las especies animales, sin exigencia
de periodo de retirada, y dosis máxima de 25.000 mg/kg de
pienso.  
# Solamente en piensos de aves, conejos y cerdos, sin periodo de
retirada, dosis máxima 20.000 mg/kg; autorización temporal.
   

c) Los antioxidantes.  

Los antioxidantes son sustancias que se añaden a las materias primas ó a los piensos con un elevado
contenido de grasa (p.e. harinas de subproductos animales, piensos para pollos ó peces, etc) para evitar la
oxidación de los ácidos grasos, ya que los peróxidos que se forman oxidan las vitaminas, algunos aditivos y
el resto de la grasa, provocando alteraciones de las características organolépticas y nutricionales de los
piensos. Las sustancias más sensibles a la oxidación son los ácidos grasos insaturados, la vitamina A, los
pigmentantes y los saborizantes; el oxígeno, la luz, el calor y los metales actúan como catalizadores.   
 

 
Grasa sin oxidar y oxidada
  
Los antioxidantes más utilizados son el etoxiquín y el BHT; el coste medio de las premezclas es de 150
PTA/kg y se incluyen a niveles del 0.10-0.15% del pienso; los antioxidantes naturales son los tocoferoles
(vitamina E) y los ascorbatos (vitamina C); la vitamina E se deposita en la grasa de la canal, reduciendo el
riesgo de que se oxide durante el almacenamiento de las canales.   
  
LOS ANTIOXIDANTES 

Derivados del ácido ascórbico:   


     * Acido L-ascórbico   
     * L-ascorbatos de sodio o de calcio   
     * Acido diacil-5,6-L-arcórbico   
     * Acido palmitil-6-L-ascórbico   
Tocoferoles:   
    * Extractos de origen natural ricos en tocoferoles   
    * Sintéticos:  -tocoferol, -tocoferol o -tocoferol   
Derivados fenólicos:   
    ** Galatos de propilo, de octilo o de dodecilo   
    *** Butilhidroxianisol (BHA)   
    *** Butilhidroxitolueno (BHT)   
    *** Etoxiquín  

* Permitidos para todas las especies animales, sin exigencia de


periodo de retirada, y sin limitación de dosis mínima o
máxima.   
** Permitidos para todas las especies animales, sin exigencia de
periodo de retirada, la dosis máxima de estos antioxidantes,
aislados o en conjunto, es de 100 mg/kg pienso.   
*** Permitidos para todas las especies animales, sin exigencia de
periodo de retirada, la dosis máxima de estos antioxidantes,
aislados o en conjunto, es de 150 mg/kg pienso.
    
  
 d) Los conservantes.  
Los conservantes ó antifúngicos evitan la proliferación de hongos, y se suelen utilizar con los cereales y con
las harinas de subproductos animales.   
 

  
Pienso con crecimiento fúngico
Aspecto de conservantes
  
Los antifúngicos más utilizados son ácidos orgánicos de cadena corta y sus sales; el coste medio de las
premezclas es de unas 200 PTA/kg y se utilizan a dosis del 0.1-0.5%; al ser ácidos débiles, los antifúngicos
tienen además un efecto positivo sobre la digestibilidad de la proteína y sobre la flora intestinal, como se verá
más adelante.  

La granulación no es un sustituto de los antifúngicos, porque las micotoxinas que puedan contener las
materias primas son termoresistentes; además, los piensos se pueden contaminar una vez granulados. La
adición de antifúngicos evita el crecimiento de los hongos, pero no detoxifican las partidas contaminadas; las
partidas contaminadas se pueden tratar con amoniaco, bentonita, sepiolita ó silicatos alumínico-cálcico-
sódicos hidratados.   
     

LOS ANTIFUNGICOS 

* Acido sórbico y sorbatos   


* Acido acético y acetatos   
* Acido láctico y lactatos   
* Acido cítrico y citratos   
* Acido fórmico y formiatos   
* Acido propiónico y propionatos   
* Acido L-tartárico y L-tartratos   
* Acido DL-málico   
* Acido fumárico   
* Acido ortofosfórico   
** Formaldehido   
*** Bisulfito y/o metabisulfito sódico   
**** Nitrito de sodio   
***** 1,2-propanodiol (propilenglicol)   
****** 4-hidroxibenzoatos  

* Todas las especies, sin periodo de retirada y sin limitaciones


máximas o mínimas.   
** Solamente en leche desnatada para cerdos, edad máxima 6
meses, dosis máxima 600 mg/kg de leche.   
*** Solamente en piensos de perros y gatos, dosis máxima 500
mg/kg de pienso, expresado en SO2.   
**** Solamente en enlatados de perros y gatos, dosis máxima
100 mg/kg de pienso.   
***** Solamente en piensos de perros, dosis máxima 53.000
mg/kg de pienso.   
****** Solamente en piensos de perros y gatos, sin dosis
máxima o mínima.
   

 e) Los pigmentantes.  

Los pigmentantes son sustancias (oxicarotenoides ó xantofilas) que colorean la yema del huevo, la grasa
subcutánea y piel de los pollos, y el músculo y la grasa subcutánea de los salmónidos (trucha y salmón). Las
xantofilas están presentes en algunas materias primas: el maíz, el gluten de maíz y el sorgo contienen
xantofilas rojas, mientras que la alfalfa aporta principalmente xantofilas amarillas.  

No obstante, además de las xantofilas aportadas por las materias primas, en los piensos de ponedoras y
salmónidos (y en algunos casos en los de pollos), se incluyen pigmentantes que pueden ser de dos tipos:   
      - naturales: obtenidos de harina de marigold (Tagetes erecta) para xantofilas amarillas, y de subproductos
del pimiento, del microalga Haematococcus pluviales ó del crustáceo krill para xantofilas rojas   
      - de síntesis: los más utilizados son las premezclas de cantaxantina (rojas, el coste medio de las
premezclas de carofil rojo al 10% es de 2.500 PTA/kg y se incluye a dosis del 0.2% en los piensos de
ponedoras) y apocarotenos (amarillas).    
 

Fuentes de pigmentantes y productos pigmentados


  
En épocas de ayuno ó de estrés se pierden reservas y se moviliza grasa corporal, por lo que se pierde parte de
los pigmentantes; el contenido de pigmentantes en la canal también es menor en caso de enfermedades
subclínicas que reducen su absorción intestinal. Los pigmentantes se oxidan durante el almacenamiento de los
alimentos, por lo que se les debe añadir antioxidantes.   
  
LOS PIGMENTANTES 

Pigmentantes amarillos:   
     * Pigmentos de origen natural   
     ** ß-apo-8'-carotenol   
     ** Ester etílico del ácido ß-apo-8'-carotenoico   
              (Carofil amarillo)   
     ** Luteína   
Pigmentantes rojos:   
     * Pigmentos de origen natural   
     ** Capxanteina (Xarocol)   
     ** Criptoxantina   
     ** Cantaxantina (Carofil rojo)   
     ** Zeaxantina   
     *** Citranaxantina   
     **** Cantaxantina   
     **** Astaxantina   
     # Levadura Phaffia rhodozyme (fuente de astaxantina) 

* Permitidos para todas las especies animales, sin exigencia de


periodo de retirada, y sin limitación de dosis mínima o
máxima.   
** Solamente en piensos de aves, sin periodo de retirada,
máximo 80 mg/kg de pienso.   
*** Solamente en piensos de gallinas ponedoras, sin periodo de
retirada, máximo 80 mg/kg de pienso.   
**** Solamente en piensos de acuicultura, administración a
partir de 6 meses de edad, sin periodo de retirada, máximo 80
ppm (cantaxantina) o 100 ppm (astaxantina).   
# Solamente en piensos de acuicultura, máximo 100 ppm,
autorización temporal.
   

f) Otros aditivos tecnológicos.  

Los colorantes son sustancias que dan color al alimento, y se utilizan sobre todo en piensos de aves exóticas,
peces ornamentales y, cada vez menos, en los piensos de perros y gatos.  

Los espesantes y gelificantes se utilizan en piensos enlatados para animales de compañía.  

Los fluidificantes impiden el apelmazamiento de los alimentos higroscópicos (piensos harinosos,


lactoreemplazantes, etc); se utilizan premezclas de estearatos y silicatos a dosis del 0.5-1.0%.  

Los emulsionantes se incluyen en los lactoreemplazantes para facilitar la dilución de la grasa al reconstituir la
leche; se suele utilizar lecitina al 1-2% de la grasa total, más otro 1-2% de esteres de ácidos grasos.   
  

3.- Los aditivos modificadores de la actividad digestiva.  

a) Los acidificantes.  

Los acidificantes se añaden a los piensos de iniciación de los lechones para reducir el pH gástrico por debajo
de 3.0 (ya que estos animales producen poco ácido clorhídrico en el estómago, siendo necesario un bajo pH
para convertir el pepsinógeno en pepsina), y favorecer así la digestibilidad de las proteínas vegetales y del
resto de la ración. Por lo tanto, previenen que pase demasiada materia orgánica sin digerir al intestino grueso
donde favorecería el desarrollo intestinal de E. coli, S. enteritidis y otras enterobacterias causantes de
diarreas.   
  
Los acidificantes tienen además un efecto directo sobre la flora intestinal al reducir el pH del intestino a 5.0-
6.0, favoreciendo el desarrollo de lactobacilos y disminuyendo el de bacterias patógenas; para que los
acidificantes lleguen a los últimos tramos del intestino delgado y al intestino grueso se protegen con ácidos
grasos (se denominan acidificantes protegidos); los acidificantes protegidos son particularmente interesantes
en los animales con un desarrollo importante del intestino grueso, como cerdos, conejos y caballos.  

Como acidificantes se utilizan premezclas de ácidos orgánicos (fórmico, propiónico, cítrico, láctico,
fumárico, acético, málico) a dosis del 1-2% de la ración, ó en el agua de bebida a dosis del 0.5-1.0%. Como
se comentó al estudiar los antifúngicos, los ácidos orgánicos también tienen un efecto conservante sobre los
piensos, previniendo el desarrollo de hongos, levaduras y bacterias.   
  

b) Los emulsionantes.  

Los emulsionantes, además de utilizarse como aditivos tecnológicos en los lactoreemplazantes, también se
incluyen en los piensos de destete para mejorar la digestibilidad de las grasas saturadas incluídas en los
piensos.   
    

Los emulsionantes facilitan la dilución de las grasas en el agua


(caso de los lactoreemplazantes) y en los jugos digestivos
  
  
c) Las enzimas.  

Las enzimas se obtienen a partir de cultivos de bacterias (p.e. Bacillus) ó de hongos (p.e. Aspergilus). En


condiciones fisiológicas normales, las enzimas son segregadas en cantidad suficiente por las glándulas del
tracto gastrointestinal (de hecho la digestibilidad media de los alimentos es superior al 85%), por lo que
solamente tiene interés la suplementación con enzimas que el organismo no segrege, como celulasas, fitasas,
etc; en efecto, el propósito general del uso de enzimas es mejorar la digestibilidad de los componentes poco ó
nada digestibles. Parece que la digestibilidad intestinal de la fibra se mejora con la edad, por eso las enzimas
son más útiles en animales jóvenes.  

Las enzimas autorizadas son ß-glucanasas, ß-xilanasas,  -galactosidasas y fitasas; el coste medio de las


preparaciones enzimáticas es 1.000-2.000 PTA/kg y se utilizan a dosis del 0.1-0.2% del pienso.   
     

 
Aspecto de preparaciones enzimáticas y de probióticos
 

d) Los probióticos.  

Los probióticos son microorganismos vivos que producen ácido láctico; el ácido láctico reduce el pH
intestinal, inhibiendo el desarrollo de microorganismos patógenos del intestino (E. coli y S. enteritidis);
también producen metabolitos y antibióticos que dificultan el desarrollo de los microorganismos patógenos.
No obstante, aunque los probióticos mejoran el índice de conversión y la productividad, los resultados
obtenidos hasta la fecha son peores que con antibióticos, aunque se están mejorando.   
  

PROBIOTICOS AUTORIZADOS 

Lactobacillus farciminis  
Bacillus cereus   
Enterococcus faecium  
Pediococcus acidilactici  
Saccharomyces cerevisiae
  
Los probióticos se utilizan en situaciones de estrés (que inducen el desarrollo de enterobacterias patógenas),
sobre todo durante el destete de lechones y terneros. Los probióticos se comercializan en forma de
premezclas que contienen del orden de 10.000 millones de diferentes especies de bacterias (y en ocasiones
levaduras) por g de premezcla; el coste de las premezclas es de unas 1.000-1.500 PTA/kg y se incluyen en los
piensos a dosis de 0.1-0.2%.   
  
Los probióticos deben ser termoresistentes para que no se destruyan durante la granulación ó extrusión; por
ello se utilizan en forma de esporas que germinan en el aparato digestivo (Bacillus) ó microencapsulados (los
no esporulados). Finalmente, es conveniente tener presente que los probióticos tienen muy pocas
posibilidades de colonización ó multiplicación en el intestino (solamente transitan), por lo que deben
suministrarse de forma continuada durante los periodos de estrés.   
  

e) Los oligosacáridos.  

Los oligosacáridos (p.e. fructoligosacáridos) son azúcares unidos por enlaces ß que no son digeridos y pasan
al intestino grueso, donde son utilizados por los probióticos como sustrato energético, y por tanto favorecen
su desarrollo. Se pueden añadir a dosis del 1% del pienso, ya que cantidades mayores pueden provocar
diarreas fermentativas. La lactulosa (Duphalac) es un disacárido sintético que también favorece el desarrollo
probiótico a nivel intestinal.   
  

4.- Los aditivos modificadores del metabolismo.  

Estos aditivos son hormonas que se caracterizan por su función anabolizante, estimulando la síntesis proteica,
lo que mejora la velocidad de crecimiento y la calidad de la canal de los animales de abasto. Las hormonas
(finalizadores antitiroideos y anabolizantes) se han utilizado tradicionalmente en el cebo de rumiantes (pero
no en los monogástricos); actualmente están prohibidas. En el caso de los monogástricos, se está estudiando
el efecto de otro tipo de hormonas (hormona del crecimiento porcino ó PST, y ß-agonistas: clembuterol,
ractopamina y cimaterol, son catecolaminas de efecto similar a las naturales) en la calidad de la canal de los
cerdos; no obstante, los ß-agonistas están expresamente prohibidos (provocan broncodilatación y
taquicardias) y la PST aún no está permitida en la UE.  

Otro tipo de aditivos modificadores del metabolismo son los reguladores de la acidez de la orina; estos
aditivos se utilizan para prevenir ó tratar trastornos relacionados con la formación de cálculos urinarios en
perros y gatos; los más utilizados como basificantes son fosfatos y carbonatos, y como acidificantes se
emplean ácidos, cloruro amónico y metionina.  

Finalmente, los antioxidantes naturales (vitamina E) se acumulan en la grasa de la canal, reduciendo el riesgo
de su oxidación durante el almacenamiento de la carne. La vitamina C también tiene efecto antioxidante, pero
su acumulación en el organismo es baja ya que al ser hidrosoluble se excreta en la orina.   
  

5.- Los aditivos medicamentosos. 

Estos aditivos se utilizan para la prevención y el control de enfermedades subclínicas, mientras que los
piensos medicamentosos (que contienen medicamentos diferentes a estos aditivos) se utilizan para curar
enfermedades. La utilización de estos aditivos ha de respetar los límites de inclusión legalmente establecidos
y, en el caso de coccidiostáticos, el periodo de retirada.   
 

   
Aspecto de premezclas de aditivos medicamentosos
  
La mayoría de los piensos de monogástricos contienen algún aditivo medicamentoso; se estima que en la UE
se utilizan anualmente unas 1.500 t de sustancia activa de aditivos medicamentosos, además de otas 250 t de
medicamentos incluídos en piensos medicamentosos. La importancia de estas cantidades se pone de
manifiesto al compararlas con la cantidad de antibióticos utilizados anualmente en la UE en terapeútica
animal (3.500 t) ó terapeútica humana (5.400 t).  
 

a) Los antibióticos.  
Los antibióticos se utilizan para reducir el riesgo de diarreas en aves, cerdos y conejos, ya que actúan en el
intestino suprimiendo microorganismos perjudiciales; además, su uso permite controlar enfermedades
subclínicas, lo que mejora la productividad y reduce la mortalidad. El efecto de los antibióticos es tanto
mayor cuanto más joven sea el animal, peores las condiciones sanitarias de la explotación y mayor el estrés.  

Los antibióticos utilizados como aditivos son productos especialmente formulados para ello (no son de
amplio espectro), prácticamente no se absorben en el intestino, y no son utilizados en medicina humana ó
veterinaria (para evitar crear resistencias). Solamente se puede incluir un antibiótico en el pienso, esto es,
están prohibidos los cócteles de antibióticos; los antibióticos no tienen periodo de retirada. Aunque no se ha
demostrado que se desarrollen resistencias ni otros efectos negativos en la salud pública, cada vez hay más
restricciones legales al uso de antibióticos.  

El coste de las premezclas de antibióticos depende de la concentración de principio activo, siendo de unas
15.000-20.000 PTA/kg de sustancia activa, y las premezclas se incluyen en los piensos a dosis del 0.05-
0.25%, según el tipo de antibiótico, premezcla y animal.   
  

LOS ANTIBIOTICOS 

         Antibiótico        Edad máxima        mg/kg pienso   


                                                                  mínimo máximo   
Cerdos:   
      Flavofosfolipol      3 meses               10           25   
      (Flavomycin)         6 meses                  1          20   
      Salinomicina sódica 4 meses              30         60   
      (Salocin)                     6 meses             15         30   
      Avilamicina            4 meses                 20         40   
      (Maxus)                   6 meses                 10         20   
Pollos:   
      Avilamicina                  -                            2.5      10   
Pavos:   
     # Avilamicina                    -                      5           10  
Conejos:   
      Flavofosfolipol                  -                      2             4  

# Autorización temporal.
   

b) Los coccidiostáticos.  

Los coccidios lesionan las paredes intestinales de los animales, reduciendo la capacidad de absorción de los
nutrientes y provocando diarreas, en ocasiones sanguinolentas, que pueden ocasionar la muerte del animal. El
uso de coccidiostáticos es práctica habitual en piensos para aves mantenidas en el suelo (pollos y pavos),
conejos, y durante la cría y recría en batería de las ponedoras. En el pienso de retirada de aves y conejos se
suprime el cocidiostátito (durante 5 días) para evitar residuos en la canal; no obstante, en muchas
explotaciones no se respeta el periodo de retirada debido a la dificultad de elaborar y almacenar pequeñas
cantidades de pienso sin coccidiostático, sobre todo si en la explotación se utiliza pienso a granel.   
  
Los coccidiostáticos no se pueden suministrar conjuntamente con antibióticos. Los coccidiostáticos deben ir
cambiándose cada 3-4 meses para evitar que en la granja se desarrollen serotipos de coccidios resistentes a
los coccidiostáticos utilizados. Aunque se utilicen coccidiostáticos es frecuente que existan coccidiosis
subclínicas, particularmente en pollos, lo que afecta negativamente los rendimientos productivos y favorece
el desarrollo de infecciones secundarias.  

Se está investigando la utilización de vacunas contra los coccidios y ya se están empezando a conseguir los
primeros resultados satisfactorios (de hecho, las reproductoras avícolas, que se mantienen en el suelo, se
vacunan), por lo que es previsible que en el futuro cada vez se utilicen menos los coccidiostáticos.  

El coste de las premezclas de coccidiostáticos depende de la concentración de principio activo, siendo de


unas 5.000-10.000 PTA/kg de sustancia activa, y las premezclas se incluyen en los piensos a dosis del 0.05-
0.25%, según el tipo de coccidiostático, premezcla y animal.   
     

LOS COCCIDIOSTATICOS

       Coccidiostático                           Edad máxima    mg/kg pienso   


                                                                                       mínimo máximo   
Pollos:   
      Maduramicina de amonio (Cygro)         *                  5             5   
      Diclazuril (Clinacox)                                  *                  1            1   
      Narasina con Nicarbacina (Maxiban)     *                80        100   
Pavos:   
      Lasalocid sódico (Avatec)                       *                  90         125   
      # Diclazuril                                                  *                    1             1   
      # Maduramicina de amonio                      *                    5             5   
      Nifursol (Salfuride)                                     *                  50            75   
Pollitas de reposición:   
     Bromidrato de Halofuginona (Stenorol)     16 semanas       3              3   
      # Diclazuril                                              16 semanas      1              1  
      # Salinomicina sódica (Sacox)             12 semanas     30            50  
Conejos:    
      Clorhidrato de Robenidina (reproductores) (Cicostat)     *      50            66   
      # Salinomicina sódica                               *                   20            25  

* Administración prohibida desde la puesta de las pavas, ó desde los 5 días antes del
sacrificio.   
# Autorización temporal.

Tema 12. La ingestión de alimentos


  
 
Objetivos del tema:  

Los alumnos han de ser capaces de:  

- saber estimar la cantidad ingerida de alimento   


- saber ajustar la concentración de nutrientes según el consumo estimado
Esquema del tema:  
El consumo voluntario de alimentos   
La regulación energética de la ingestión   
El estrés térmico   
La capacidad de ingestión   
La sensación de hambre   
Otros factores que regulan la ingestión   
AUTOEVALUACION

  
1.- El consumo voluntario de alimentos.  

El consumo voluntario se define como la cantidad de alimento que ingiere un animal en un día cuando el
alimento se suministra ad libitum. En términos generales, el consumo medio diario de alimento de algunas
especies es: 5-10 g los peces, 40-70 g los gatos, 100-125 g las gallinas ponedoras, 100-150 g los conejos,
100-800 g los perros, 2-3 kg los cerdos, y 6-8 kg los caballos.  

La mayoría de los monogástricos se alimentan ad libitum; la importancia del consumo voluntario de


alimentos deriva de que solamente cuando el animal ha ingerido lo suficiente para cubrir sus necesidades de
mantenimiento puede disponer de nutrientes para cubrir sus necesidades de crecimiento y producción. Por
ello, si el nivel de ingestión es bajo, el crecimiento y la producción será baja ó nula; según va aumentando el
consumo aumenta la producción. En este sentido, se define el índice de conversión como la relación entre la
cantidad de alimento consumido y la producción (ganancia de peso, producción de huevos, etc).  

Por lo tanto, al aumentar la ingestión mejora la eficacia del proceso productivo (disminuye el índice de
conversión), ya que los gastos de mantenimiento (improductivos) suponen cada vez un menor porcentaje de
los gastos totales (gastos de mantenimiento + gastos de producción). Sin embargo, si el nivel de alimentación
es muy elevado en relación a la capacidad genética productiva del animal, se provoca un engrasamiento, lo
que reduce la eficacia productiva; esto es particularmente cierto en el caso de cerdas gestantes, ponedoras, y
en la etapa final del cebo.   
    

RELACION ENTRE INGESTION Y PRODUCCION 

Un pollo de 1 mes de edad, cuyo potencial de crecimiento es de 40-45 g/d,


se alimenta con un pienso de 13 MJ EM/kg. Las necesidades energéticas de
este pollo son:   
      - mantenimiento: 650 kJ EM/d   
      - crecimiento (músculo y grasa): 15 kJ EM/g  
      - acúmulo de grasa: 52.5 kJ EM/g  
Nivel de ingestión bajo:   
  25 g de pienso = 325 kJ/d: no cubre las necesidades de mantenimiento:  
adelgaza.   
  50 g de pienso = 650 kJ/d: cubre justo las necesidades de mantenimiento:  
ni adelgaza ni engorda.   
  75 g de pienso = 650 + 325 kJ/d: cubre las necesidades de mantenimiento,
y utiliza los restantes 325 kJ para crecer: engorda 22 g diarios, siendo IC =
75/22 = 3.4  

Nivel de ingestión óptimo:   


  100 g de pienso = 650 + 650 kJ/d: cubre las necesidades de mantenimiento,
y utiliza los restantes 650 kJ para crecer: engorda según su potencial
genético (43 g/d), siendo IC = 100/43 = 2.3 

Nivel de ingestión excesivo:  


  115 g de pienso = 650 + 650 + 195 kJ/d; cubre las necesidades de
mantenimiento, utiliza 650 kJ para crecer según su potencial genético (43 g
de músculo y grasa), y destina los 195 kJ restantes para almacenar
exclusivamente grasa (195/52.5 = 4 g de grasa), empeorando el IC y por
tanto aumentando el coste de producción: IC = 115/47 = 2.45 
  

2.- La regulación energética de la ingestión.  

Los monogástricos tienden a ingerir una cantidad fija de energía, por lo que la cantidad ingerida de alimento
depende de la concentración energética de la ración.  

Por otra parte, sea cual sea la concentración energética del pienso, el animal necesita ingerir una cantidad
determinada de nutrientes (aminoácidos, minerales, vitaminas, etc); debido a que la ingestión de pienso
disminuye al aumentar la concentración energética, para garantizar una ingestión adecuada de nutrientes se
debe aumentar el porcentaje de nutrientes de la ración según aumenta la concentración energética.   
   

CALCULO DE LA INGESTION DE PIENSO  

Una gallina ponedora que tiene unas necesidades diarias de 1.4


MJ EM ingiere:   
     Pienso de 11 MJ EM/kg: 1.4/11 = 127 g   
     Pienso de 12 MJ EM/kg: 1.4/12 = 117 g  

Si las necesidades diarias son de 20 g PB, la concentración


proteica del pienso ha de ser:   
     Pienso de 11 MJ EM/kg: 20/127 = 16%   
     Pienso de 12 MJ EM/kg: 20/117 = 17%
  
No obstante, en la realidad, el control energético de la ingestión no es perfecto: la ingestión diaria de energía
aumenta ligeramente al aumentar la concentración energética de la ración. Además, la regulación energética
de la ingestión está condicionada por otros factores como la temperatura ambiente, la palatabilidad, la
disponibilidad de agua, etc.   
  
3.- El estrés térmico.  

Las necesidades energéticas de los animales dependen, además del estado fisiológico en que se encuentren,
de la temperatura ambiente (óptimo 15-20ºC). Cuando la temperatura disminuye los animales aumentan el
consumo de pienso para producir calor; por el contrario, al aumentar la temperatura los animales tienen
dificultades para eliminar todo el calor que producen, por lo que reducen el consumo de pienso. Por lo tanto,
el calor reduce la ingestión de pienso, impidiendo la regulación energética de la ingestión; en general, se
estima una redución del 1.5% del consumo de pienso por cada grado por encima de los 20ºC. Para compensar
la redución de la ingestión de pienso, en las épocas de calor se deben formular piensos con una concentración
energética elevada.  

Sin embargo, cuando se sobrepasan los 25 ºC la disminución del consumo comienza a ser más importante, lo
que se traduce en una drástica redución de la productividad. Además, debido a que la evaporación de agua a
través de la respiración es el principal medio de eliminar calor (por cada gramo de agua evaporado se liberan
al exterior de media 2.5 kJ), los animales estresados por el calor consumen mucha agua y están generalmente
en estado de taquipnea. Por este motivo, la caida del consumo es aún más drástica en épocas de calor con
humedad ambiental alta, pues la capacidad de evaporar calor en forma de agua disminuye.  

Aunque en épocas de calor se reduce la ingestión, las necesidades de nutrientes (energía, aminoácidos,
minerales, etc) no se reducen; por este motivo se debe aumentar la concentración en nutrientes del pienso
proporcionalmente a la redución del consumo.   
     

EFECTO DEL ESTRES TERMICO  

Una gallina ponedora que tiene unas necesidades diarias de 1.4 MJ EM y se


alimenta con un pienso de 12 MJ EM/kg ingiere:   
     Temperatura de 20ºC: 1.4/12 = 117 g   
     Temperatura de 25ºC: 117 x (1 - 1.5 x (25-20)/100) = 108 g   
La concentración energética del pienso de verano ha de ser:   
           1.4/108 = 13 MJ EM/kg  

Si las necesidades diarias son de 0.70 g de lisina, la concentración de lisina


en el pienso ha de ser:   
     Temperatura de 20ºC: 0.70/117 = 0.60%   
     Temperatura de 25ºC: 0.70/108 = 0.65%
  
Además de aumentar la concentración energética y de nutrientes, se deben efectuar ciertas modificaciones en
la composición de los piensos que se van a utilizar durante el verano, como se estudiará con detalle más
adelante:   
    - no incluir proteína en exceso, ya que su catabolismo produce mucho calor   
    - incluir bastante grasa (hasta un 10%) ya que su catabolismo produce poco calor, además de que permite
formular piensos más concentrados   
    - suplementar las raciones con vitamina C (que reduce los efectos metabólicos del estrés) y bicarbonato
sódico (que compensa la elevada pérdida de CO2 debida a la taquipnea).   
  

4.- La capacidad de ingestión.  


Por otra parte, si la concentración energética de la ración es baja, el animal no tiene suficiente capacidad
digestiva para ingerir todo el alimento que necesita, por lo que se reduce su productividad; habitualmente las
raciones de los monogástricos suelen tener una elevada concentración de nutrientes y son de alta
digestibilidad, por lo que no se suelen presentar problemas de insuficiente capacidad del estómago para
ingerir todo el alimento que necesitan.  

Sin embargo, cualquier causa que reduzca la capacidad abdominal (gestación, depósitos grasos) puede afectar
la cantidad ingerida de alimento; análogamente, en el caso de animales con altas necesidades (hembras
lactantes, caballos con ejercicio intenso, pollos de rápido crecimiento, etc) se deben concentrar las raciones
(añadiendo grasa) para posibilitar una ingestión adecuada de alimento.  

Por otra parte, los piensos de baja concentración energética se utilizan en el tratamiento de la obesidad de
animales de compañía, ya que el animal no puede ingerir toda la energía que necesita, por lo que adelgaza.   
  

5.- La sensación de hambre.  

Los animales han de ingerir una cierta cantidad de alimento para evitar la sensación de hambre. Por este
motivo, cuando se utilizan raciones muy concentradas en la alimentación de animales con unas necesidades
energéticas moderadas, es fácil provocar una sobreingestión energética que se traduce en obesidad.  

Aunque las raciones de los animales de producción no son excesivamente concentradas, ya que cuanto más
concentrada es una ración más cara resulta su elaboración, es frecuente que los piensos de los animales de
compañía sean relativamente concentrados, en relación con las necesidades de estos animales; por este
motivo es frecuente la obesidad en perros, y en menor medida en gatos, como se estudiará más adelante.   
  

6.- Otros factores que regulan la ingestión.  

La palatabilidad de la ración se define como la impresión global que el alimento provoca en el animal; en este
sentido, los alimentos sucios, pulverulentos, enranciados ó enmohecidos provocan un cierto rechazo por el
animal. En algunos casos se incluyen en los piensos saborizantes y aromatizantes para mejorar su
palatabilidad; la granulación ó la extrusión también permiten mejorar la palatabilidad de los piensos que
contienen materias primas poco palatables.  

El apetito específico por aminoácidos y minerales (p.e. calcio en ponedoras) hace que un déficit ó exceso
moderado de estos nutrientes provoque un aumento ó una disminución, respectivamente, de la ingestión del
alimento. No obstante, cualquier deficiencia grave en nutrientes esenciales causa una drástica redución del
consumo (p.e. un bajo contenido proteico, un desequilibrio importante de aminoácidos, etc). Por otra parte,
un exceso de proteína ingerida puede provocar una uremia que da lugar a inapetencia.  

El consumo de pienso también está directamente relacionado con el consumo de agua, de tal manera que
cualquier circunstancia que cause un bajo consumo de agua (escasez de bebederos, agua sucia, agua caliente
a más de 20 ºC, agua fría a menos de 10 ºC, etc) provoca una caída drástica del consumo, y por tanto de los
rendimientos productivos.  

Finalmente, otros factores relacionados con el manejo (hacinamiento, falta de espacio en comederos,
agresiones, estrés, etc), ó con la existencia de enfremedades subclínicas, también reducen el consumo; en
todo caso, es irrelevante la calidad del manejo, de la sanidad ó de la genética, si los animales, por las causas
que sean, no ingieren suficiente alimento. 
III. ALIMENTACION DE MONOGASTRICOS

Tema 13. Introducción a la alimentación de los


animales

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber estimar las necesidades energéticas y proteicas de los animales de abasto según la deposición
músculo-grasa 
- saber estimar las necesidades nutritivas de las reproductoras según su estado productivo
Esquema del tema: 
La alimentación de los animales de abasto 
   a) La importancia de la producción de carne 
   b) El crecimiento de los animales 
El engrasamiento de la canal 
   a) Los factores que influyen en el engrasamiento 
   b) La calidad de la grasa 
La influencia de la alimentación sobre el engrasamiento  
   a) La energía 
   b) La proteína 
   c) Los aditivos 
   d) La interacción animal-alimentación 
La alimentación durante la recría de los reproductores 
La alimentación de las hembras en gestación 
La alimentación de las hembras en lactación 
La alimentación de los sementales 
AUTOEVALUACION

 
1.- La alimentación de los animales de abasto.

a) La importancia de la producción de carne.

La producción de carne tiene dos orígenes: los animales de abasto y las reproductoras de desecho; en efecto,
todos los animales de granja son en última instancia sacrificados y su carne aprovechada como alimento para
las personas. El consumo per capita, tanto en España como en la UE, es de unos 100 kg de carne anuales;
España produce más del 95% de la carne que consume, y la UE es ligeramente excedentaria. 
 

PRODUCCION DE CARNE

                                                  Mundo      UE       España 


Producción de carne 
   (kg/habitante)                           40          100          100 
Procedencia de la carne: 
Rumiantes                                    30%         25%        17% 
Porcino                                         40%         44%        55% 
Aves                                             25%         20%        25% 
Otros                                               5%           1%          3%

La mayor parte de la carne se produce en En la UE producimos casi 300 g diarios de


explotaciones intensivas carne por habitante
b) El crecimiento de los animales.

Para el correcto racionamiento de los animales de abasto es fundamental considerar que a lo largo de la vida
del animal varía la velocidad de crecimiento (ó ganancia de peso) del animal y la composición de ese
crecimiento.

El crecimiento de los animales es de tipo sigmoidal, cuyo punto de inflexión (velocidad máxima de
crecimiento) coincide con la pubertad y suele estar comprendido entre el 30 y el 40% del peso adulto.
Respecto a la composición del crecimiento, el tejido nervioso es el primero en desarrollarse, seguido del óseo
y muscular, y finalmente el tejido adiposo. Por este motivo, la ganancia de peso de los animales jóvenes es
principalmente ganancia de músculo, mientras que los animales adultos almacenan principalmente grasa. La
fase de crecimiento de los animales de abasto se limita a la parte prepuber de la curva, ya que la madurez
sexual provoca una depresión del crecimiento. 
 

CURVA DE CRECIMIENTO  INDICE DE CONVERSION

Aunque puede parecer que los animales se sacrifican demasiado jóvenes, al retrasar la edad de sacrificio se
engrasa la canal (y por lo tanto se empeora el índice de conversión); además, al retrasar la edad de sacrificio
aumenta el riesgo de mortalidad por una mayor permanencia de los animales en la explotación; sólo interesan
pesos elevados cuando los precios de venta sean elevados por razones coyunturales. No obstante, a pesos
excesivamente bajos no se habrá amortizado el consumo de piensos de los reproductores; además, las canales
de los animales demasiado jóvenes tienen poco sabor (ya que prácticamente carecen de grasa) y tienen un
bajo rendimiento carne/hueso (la relación carne/hueso aumenta con la edad, hasta estabilizarse).  
 

       
Lechones Cerdos en crecimiento Cerdos en la pubertad Cerda adulta
La velocidad de crecimiento de los animales depende básicamente de la composición de ese crecimiento, ya
que la deposición de 1 g de tejido adiposo requiere de media unos 40 kJ EM, mientras que la deposición de 1
g de tejido muscular requiere de media unos 10 kJ EM. Como consecuencia, la velocidad de crecimiento y el
índice de conversión empeoran al aumentar la deposición de grasa; concomitantemente, a igual velocidad de
crecimiento, los animales con mayor tendencia al engrasamiento (hembras, ciertas razas, más edad) tienen
unas necesidades energéticas mayores (peor índice de conversión) que los animales más magros.
Dependiendo de la composición del crecimiento, las necesidades energéticas oscilan entre menos de 15 MJ
EM por cada g engordado en el caso de animales muy magros que depositan un 90% de músculo y un 10% de
grasa, hasta casi 30 MJ EM por cada g engordado en caso de animales que depositan un 40% de músculo y
un 60% de grasa. 
 

NECESIDADES ENERGETICAS NECESIDADES PROTEICAS

Mantenimiento:  Mantenimiento: 
     300 kJ EN/kg PM       1.25 g P neta/kg PM 
                 k = 0.75                    k = 0.65 
    400 kJ EM/kg PM       1.9 g P biodisponible/kg PM 
Crecimiento:                   d = 0.825 
            Grasa                               Músculo       2.3 g PB/kg PM
  39.5 kJ EN/g grasa         23.5 kJ EN/g proteína 
               k = 0.75                             k = 0.525  Crecimiento muscular: 
  52.5 kJ EM/g grasa        44.5 kJ EM/g proteína       1.0 g P neta/g proteína 
               p = 0.825                          p = 0.225                 k = 0.65 
  43.5 kJ EM/g adiposo    10 kJ EM/g músculo      1.55 g P biodisponible/g proteína 
               d = 0.825 
k = EN/EM = eficacia energética media de síntesis de grasa ó de      1.85 g PB/g proteína 
proteína a partir de los nutrientes absorbidos                  p = 0.225 
p = contenido en grasa del tejido adiposo (80-85% de grasa y 15-      0.4 g PB/g músculo
20% de agua), y contenido en proteína del tejido muscular (20-
25% proteína y 75-80% de agua) k = P neta/P biodisponible = valor
biológico = proporción de aminoácidos
EJEMPLO absorbidos que son utilizados para la
Dos cerdos de 50 kg que ingieren diariamente 1.5 kg de un pienso síntesis proteica (de media el 35% de los
que aporta 13 MJ EM/kg; el cerdo A es de una estirpe magra que aminoácidos absorbidos son
tiene capacidad genética para almacenar un 75% de músculo y un desaminados) 
d = P biodisponible/P bruta =
digestibilidad media de la PB 
p = contenido en proteína del tejido
muscular (20-25% proteína y 75-80% de
agua)

25% de grasa; el cerdo B es de una estirpe poco selecta y su EJEMPLO


ganancia de peso está formada por un 60% de músculo y un 40% Dos cerdos de 50 kg que ingieren
de grasa.  diariamente 1.5 kg de un pienso que aporta
13 MJ EM/kg y un 14% de PB; el cerdo A
*Ingestión energética: 1.5 x 13 = 19.5 MJ EM 
0.75 es de una estirpe magra que tiene
*Energía consumida para cubrir el mantenimiento:400 x (50)  =
capacidad genética para almacenar 445 g
7.5 MJ EM  diarios de músculo; el cerdo B es de una
*Energía disponible para el crecimiento:  estirpe poco selecta que tiene capacidad
    19.5 - 7.5 = 12 MJ EM  genética para almacenar solamente 280 g
Crecimiento del cerdo A:  diarios de músculo. 
   12 = 43.5 x Grasa + 10 x Músculo  *Ingestión proteica: 1.500 x 0.14 = 210 g
   Grasa/Músculo = 25/75  PB 
de donde se deduce que el cerdo A almacena diariamente 165 g *Proteína consumida para cubrir el
de grasa y 495 g de músculo, esto es, su velocidad de crecimiento mantenimiento: 2.3 x (50)  = 43 g PB 
0.75

es de 660 g diarios y su índice de conversión de 2.3.  *Proteína disponible para el crecimiento: 


Crecimiento del cerdo B:       210 - 43 = 167 g PB 
   12 = 43.5 x Grasa + 10 x Músculo  Crecimiento del cerdo A: 
   Grasa/Músculo = 40/60  Necesidades de proteína para mantener el
de donde se deduce que el cerdo B almacena diariamente 205 g crecimiento muscular: 0.4 x 495 = 198 g
de grasa y 308 g de músculo, esto es, su velocidad de crecimiento PB 
es de 513 g diarios y su índice de conversión de 2.9.  por lo que el contenido proteico del pienso
  es bajo en relación con las necesidades del
cerdo A. 
Crecimiento del cerdo B: 
 
Necesidades de proteína para mantener el
crecimiento muscular: 0.4 x 308 = 123 g
PB 
por lo que el contenido proteico del pienso
es alto en relación con las necesidades del
cerdo B; parte de la proteína del pienso se
desaminará y las cadenas carbonatadas se
transformarán en grasa.

   
Cerdo de estirpe magra Cerdo de estirpe grasa
2.- El engrasamiento de la canal.

Un aspecto muy importante a tener en cuenta en la alimentación de los animales de abasto es el


engrasamiento de la canal ya que, como se acaba de comentar, la deposición de grasa encarece el proceso de
engorde y, además, las canales excesivamente engrasadas no son facilmente comercializables. A esto se
añade que es opinión medica que la dieta humana no debe aportar más de un 30% de la energía en forma de
grasa. 
 

COMPOSICION MEDIA DE LA CANAL


DESHUESADA

                          Músculo     Adiposo 


                                %                 % 
     Peces                90                 10 
     Conejos            90                 10 
     Pavos                90                10 
     Pollos                85                15 
     Cerdos              75                25
La grasa puede estar infiltrada en los haces musculares, o periférica a las vísceras y los músculos. Aunque la
grasa de cobertura es especialmente rechazada por el consumidor, la grasa intramuscular es deseada (en
pequeña cantidad) por razones de jugosidad y sapidez (ya que aporta las sustancias aromáticas liposolubles);
por ello no es conveniente el sacrificio de animales demasiado jóvenes que aún no han desarrollado sus
depósitos grasos intramusculares.  
 

Carne magra Carne con grasa periférica Carne con grasa infiltrada
a) Los factores que influyen en el engrasamiento.

Los principales factores que influyen en la cantidad de grasa de la canal, además de la especie animal y la
calidad de la ración, son la edad, el peso, la raza y el sexo: 
     - la cantidad depositada de músculo es relativamente constante durante el crecimiento de los animales; sin
embargo, la deposición grasa aumenta con la edad; por ejemplo, la grasa representa el 15% del incremento de
peso de los lechones frente a más del 40% en cerdos de más de 100 kg. Por otra parte, la grasa se infiltra
facilmente en los haces musculares de los animales jóvenes, haciendo la carne más apetitosa; por el contrario,
los adultos almacenan la grasa alrededor de las vísceras y los músculos, produciendo una carne de más dificil
comercialización. 
      - en algunas especies, particularmente en cerdos y en rumiantes, la tendencia al engrasamiento depende en
gran medida de la raza de que se trate, existiendo razas magras y razas grasas, como se estudiará en los temas
específicos de la alimentación de cerdos y del cebo de rumiantes. 
     - debido al efecto lipogénico y antilipolítico de las hormonas estrogénicas, las hembras depositan mayor
cantidad de energía en forma de grasa que los machos; la diferencia entre sexos en el porcentaje de grasa
acumulada se acentúa con la edad. Aunque en general no se separan los sexos durante el cebo (al menos en
monogástricos), en el futuro se separarán para facilitar el control alimenticio del engrasamiento de cada sexo.
En ciertas circunstancias se procede a castrar a los machos para facilitar su manejo (terneros) o para mejorar
su sabor (cerdos); no obstante, la castración cada vez se efectúa menos; la castración provoca que disminuya
la secreción de andrógenos, lo que provoca que aumente la deposición de grasa en la canal; el engrasamiento
de los machos castrados es similar al de las hembras. 
 

b) La calidad de la grasa.

El origen de la grasa corporal puede ser exógeno (grasa directamente absorbida en el duodeno, son
principalmente ácidos grasos insaturados), o endógeno (grasa formada a partir de la lipogénesis, son ácidos
grasos saturados); en rumiantes, gran parte de la grasa exógena se hidrogena en el rumen, depositándose en la
canal ácidos grasos saturados, como se estudiará más adelante. Cuando la deposición de grasa no es muy
intensa (esto es, en razas magras, machos, pesos bajos de sacrificio) se deposita fundamentalmente grasa
insaturada de origen exógeno; por el contrario, cuando aumenta la deposición grasa (p.e. con la edad) se
depositan ácidos grasos saturados de origen endógeno. La relación media ácidos grasos insaturados/saturados
es 2:1 en pollos, 1.5:1 en cerdos, y 1:1 en rumiantes. 

Los depósitos grasos de ácidos grasos insaturados tienen un punto de fusión bajo, chorreando a temperatura
ambiente elevada: es una grasa aceitosa poco deseable; además, los ácidos grasos insaturados son facilmente
enranciables, lo que puede originar la aparición de olores y sabores anormales en las canales. Por el contrario,
las grasas saturadas son duras y tienen un mejor mercado. No obstante, desde un punto de vista de la salud
del consumidor es preferible la grasa insaturada debido a su efecto en la reducción del riesgo de
ateroesclerosis.  
 

3.- La influencia de la alimentación sobre el engrasamiento.

a) La energía.

Al aumentar la ingestión de alimento hay más energía disponible en el organismo del animal, y por tanto se
favorece tanto el crecimiento muscular como el engrasamiento, ya que el exceso de energía ingerida respecto
a los gastos de mantenimiento permite una mayor formación de tejido muscular y de tejido adiposo. Se
pueden establecer tres tramos respecto al aporte energético:  
     - si el aporte energético es muy escaso no se llegan a cubrir las necesidades de mantenimiento, por lo que
el animal adelgaza. 
     - si el aporte es más generoso se cubren las necesidades de mantenimiento y además el animal engorda.
Esta ganancia de peso va a estar constituida principalmente por tejido muscular, ya que no sobra demasiada
energía para almacenarse en forma de grasa; además, la ganancia de peso será pequeña (debida solamente a la
ganancia de músculo). En este tramo el índice de conversión mejorará a medida que aumente la ingestión, ya
que las necesidades de mantenimiento representan un porcentaje cada vez menor en las necesidades totales
del animal. 
     - finalmente, si la ingestión de alimento es abundante, el exceso de energía ingerido permite formar,
además de tejido muscular, tejido graso, aumentando por tanto la velocidad de crecimiento; por este motivo,
en ocasiones se utilizan raciones con una alta concentración energética ya que, aunque se obtienen canales
más grasas, se consiguen canales de más peso. Sin embargo, en este tramo empeora el índice de conversión,
ya que la formación de grasa es más cara que la formación de músculo. 

La inclusión de grasa en la ración no influye sobre la cantidad de grasa depositada en la canal, siempre que la
ración esté equilibrada en energía y proteína; no obstante, la grasa de la ración sí influye sobre la calidad de la
grasa de la canal, como se verá más adelante. 
 

b) La proteína.

Los aminoácidos son necesarios para formar la actina y la miosina del músculo, y las proteínas del tejido
conjuntivo (sobre todo colágeno); una deficiencia proteica durante el cebo provoca una menor formación de
músculo, y por lo tanto una mayor deposición de grasa y un menor crecimiento.

La mejora genética ha permitido la obtención de estirpes con canales cada vez más magras, lo que significa
unas cada vez mayores necesidades proteicas para sostener esta deposición muscular. Además y como es de
esperar, las necesidades proteicas son mayores al aumentar la relación músculo/grasa depositada; por lo tanto,
las necesidades de aminoácidos por kilo de peso ganado disminuyen desde el nacimiento hasta la madurez,
esto es, el porcentaje de proteína que se incluye en los piensos de los animales jóvenes es mayor que el de las
raciones de animales al final del cebo. 
 

La concentración proteica de los piensos depende de la edad de los


animales
Como ya se ha señalado en temas anteriores, respecto al aporte proteico es conveniente tener presente que:  
     - si la ingestión de proteína es escasa, se va a limitar la formación de músculo. 
     - al incluir un exceso de proteína en la ración, respecto al potencial genético del animal, se provoca una
desaminación de aminoácidos que se almacenan en forma de grasa saturada.  
     - al utilizar proteína de bajo valor biológico se limita la síntesis proteica, lo que provoca que parte de los
aminoácidos se desaminan y las cadenas carbonatadas se almacenan en forma de grasa saturada; en raciones
de este tipo, el aporte de aminoácidos esenciales mejora la calidad proteica de la ración, reduciendo el
engrasamiento. 
     - la utilización de raciones poco energéticas provoca que parte de los aminoácidos se empleen como
sustrato energético, limitándose la síntesis proteica.  
 

c) Los aditivos.

Actualmente se está ensayando la hormona del crecimiento en porcino, que reduce el engrasamiento de los
animales al dirigir los aminoácidos absorbidos hacia la síntesis muscular; aún no está permitida su
comercialización. Aunque los ß-agonistas reducen el engrasamiento, su utilización está prohibida en la UE.

Por otra parte, la utilización de sustancias donantes de grupos metilo (p.e. colina, betaína) permite ahorrar
metionina; además, estas sustancias favorecen la utilización de las grasas como sustrato energético, por lo que
las canales tienen menores depósitos grasos. 
 

d) La interacción animal-alimentación.

Obviamente, el engrasamiento se potencia cuando a los animales con esta tendencia (más edad, hembras,
ciertas razas) se les alimenta con raciones que favorecen el engrasamiento (alta concentración energética, baja
concentración proteica, imbalance de aminoácidos).

Por este motivo, a veces es conveniente utilizar raciones de baja concentración energética (que provocan una
baja ingestión de energía) para limitar el engrasamiento de hembras, de animales de ciertas razas, y de
animales en la fase final del cebo. No obstante, solamente se debe restringir el aporte energético cuando la
mejora en la calidad de la canal compense los mayores costes debidos al uso de estas raciones: alargamiento
del periodo de cebo y complicación del manejo. Por el contrario, ciertas razas magras han de tener una
elevada concentración energética en la ración para que almacenen algo de grasa, particularmente si van a ser
sacrificados a pesos bajos.

Por otra parte, cualquier causa que reduzca la ingestión de alimento (p.e. estrés, calor, etc), da lugar a una
menor ingestión de aminoácidos, lo que se manifiesta en un mayor engrasamiento y menor crecimiento de los
animales.

Para evitar la deposición de grasa aceitosa en los monogástricos, durante el final del cebo se debe reducir el
contenido en grasa del pienso (para que la grasa de la canal sea saturada procedente de la síntesis endógena),
y evitar el suministro excesivo de materias primas con un alto contenido en ácidos grasos insaturados (p.e.
maíz, semillas oleaginosas, harina de pescado). En caso de utilizar materias primas con contenidos elevados
en ácidos grasos insaturados, se deben añadir cantidades suplementarias de vitamina E que se deposita en la
canal y reduce el riesgo de oxidación de la grasa de la canal; el grado de oxidación de la carne se determina
mediante la concentración de malonaldehído o de tiobutírico. 
 

4.- La alimentación durante la recría de los reproductores.

El periodo comprendido entre el nacimiento y la primera cubrición es un periodo improductivo, por lo que en
principio parece que se debería intentar reducir lo más posible. No obstante, si este periodo de recría es
demasiado corto, aunque el animal haya alcanzado la pubertad, su desarrollo corporal puede no ser el óptimo
para soportar la gestación y el parto (pueden aparecer abortos, partos distócicos, etc).  
 

PRIMERA CUBRICION

                           Machos          Hembras 


Gallinas            4-5 meses       4-5 meses 
Cerdos           12-14 meses      8-9 meses 
Conejos            6-7 meses       4-5 meses 
Caballos           3-4 años          2-3 años 
Perros                > 1 año            > 1 año 
Gatos                 > 1 año            > 1 año
En la práctica, los animales de recría se suelen alimentar ad libitum ó ligeramente racionados para que
alcancen pronto la pubertad (ya que cuanto más rápido crece un animal antes alcanza la pubertad), pero en
general no se utilizan durante los 2-3 primeros celos. Además, se controla periódicamente su peso para evitar
que se engrasen demasiado, ya que los animales engrasados se reproducen con dificultad (las hembras
presentan frecuentemente celos silenciosos y ovulaciones irregulares, y los machos tienen dificultades para la
monta). En el caso de las reproductoras avícolas se restringe de manera importante el pienso durante la recría,
como se estudiará con detalle más adelante.

La cubrición se realiza cuando las hembras son relativamente jóvenes, por lo que durante las primeros ciclos
productivos, además de estar en gestación ó lactación, siguen creciendo. 
 

     
Pollitas de recría Cerda de recría Conejas de recría
5.- La alimentación de las hembras en gestación.
El ciclo reproductivo de las hembras monogástricas depende de cada especie en particular. Así, mientras que
las conejas y las yeguas se cubren cuando aún están en lactación, las cerdas se cubren tras el destete de los
lechones, y las perras y gatas mucho después del destete. 
 

GESTACION DE HEMBRAS MONOGASTRICAS

                       Duración      Nº de fetos 


Cerdas            115 días           8-10 
Conejas            31 días           6-8 
Yeguas             11 meses         1 
Perras             9 semanas     variable 
Gatas              9 semanas     variable
Las necesidades nutritivas para el desarrollo del feto y de los tejidos uterinos son despreciables durante los
dos primeros tercios de la gestación, por lo que durante este periodo se considera que la hembra está en
mantenimiento. Durante el último tercio de gestación las necesidades aumentan progresivamente, pero no
demasiado, hasta el momento del parto (p.e. un lechón que pesa un kilo al nacimiento y contiene un 25% de
MS supone 250 kg de MS, que es el equivalente a unos 10-15 litros leche, esto es, la producción de 2-3 días).

Debido a que las necesidades de gestación no son elevadas, las hembras en gestación se suelen mantener
racionadas (excepto las conejas, cuyo ritmo reproductivo es muy intenso) ya que tienden a engrasarse; las
hembras que engordan demasiado durante la gestación suelen presentar una mayor incidencia de muertes
fetales y problemas en el momento del parto. Sin embargo, durante las 2-3 últimas semanas de gestación se
suele aumentar ligeramente la cantidad de alimento suministrado a las hembras para favorecer el desarrollo
de las ubres y los fetos.

Las reservas de los neonatos en vitaminas y en algunos oligoelementos se pueden mejorar mediante el aporte
en la ración de la madre gestante, ya que la mayoría de estos nutrientes (no algunos minerales como el hierro
ó el magnesio) traspasan con facilidad la barrera placentaria.  
 

     
Cerda gestante Coneja lactante Gata lactante
6.- La alimentación de las hembras en lactación.

Las glándulas mamarias sintetizan la proteína y la lactosa de la leche a partir de los aminoácidos y la glucosa
absorbida de la sangre. Parte de los ácidos grasos de la leche los toma la ubre directamente de la sangre, y
otra parte se sintetizan en la ubre a partir de glucosa y otros ácidos grasos de cadena corta tomados también
de la sangre.

Las vitaminas y los minerales de la leche son tomados por las glándulas mamarias directamente de la sangre.
La leche contiene mucho calcio y fósforo, así como vitamina A y vitaminas del grupo B; de hecho, puede
aparecer una hipocalcemia postparto en las hembras con una elevada producción de leche, u osteomalacias
después de varias lactaciones. Sin embargo, el contenido de la leche en hierro y magnesio es bajo, así como
en vitamina C y vitaminas D, E y K, ya que no atraviesan con facilidad la barrera mamaria.  
 

LACTACION DE HEMBRAS MONOGASTRICAS

                                                           Cerdas        Conejas       Yeguas       Perras        Gatas 


Duración                                       4 semanas   5 semanas    4-6 meses    6-7 sem     7-8 sem 
Producción total (litros)                    320                  6               1.500         2xPeso         10 
Pico de producción (litros/día)          12                  0.30               15     0.06xPeso          0.45 
Grasa (%)                                                8                15                      2             10                5 
Proteína (%)                                          6                15                      2               8                8 
Lactosa (%)                                            5                 2                       6               3                7 
Energía (MJ/litro)                                 5.5              9.5                    2.5            6.5             5.0
Es deseable que la producción de leche sea la mayor posible, para asegurar un perfecto arranque de las crías.
La cantidad de leche producida depende básicamente de la glucosa disponible para ser captada por la ubre (y
transformada en lactosa), y a su vez, la cantidad de glucosa disponible depende de la cantidad de almidón de
la ración; por este motivo, las raciones de las hembras en lactación, además de suministrarse ad libitum,
contienen una alta proporción de cereales. Por otra parte, los animales no producen leche baja en proteína,
por lo que cuando la ración aporta poca proteína se movilizan las reservas musculares, hasta un límite, y se
produce menos leche. 
 

7.- La alimentación de los sementales.

Los gastos energéticos y proteicos para la producción de semen son mínimos, por lo que se considera a los
sementales adultos como animales en mantenimiento. Por este motivo, los sementales se suelen mantener
racionados; en algunos casos se mantienen ad libitum, pero con raciones de baja concentración energética.
Los sementales engrasados suelen tener dificultades para la cubrición (depósitos grasos, problemas de
aplomos, baja fertilidad, etc). 
 

ALIMENTACION DE SEMENTALES

Se dispone de un pienso que aporta 12 MJ EM/kg para alimentar


a un lote de verracos jóvenes de 200 kg de peso y que crecen 400
g diarios (el 40% grasa y el 60% músculo). 
     Necesidades energéticas diarias: 
          * Mantenimiento: 400 x (200)0.75 = 21.3 MJ EM 
          * Crecimiento: 43.5 x 160 + 10 x 240 = 9.4 MJ EM 
         * Total: 21.3 + 9.4 = 30.7 MJ EM diarios 
     Aporte diario de pienso:  30.7/12 = 2.6 kg

Tema 14. La alimentación de los cerdos

 
Objetivos del tema: 
Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el rendimiento productivo del porcino 


- conocer las características y el manejo de los piensos utilizados en las explotaciones porcinas  
- comprender la aplicación de modelos simples para la simulación del cebo de cerdos y de la
productividad de reproductoras
Esquema del tema: 
La importancia de la producción porcina 
La alimentación de los lechones 
   a) Las causas nutricionales de la mortalidad perinatal de los lechones  
   b) El destete de los lechones 
   c) Los aspectos nutricionales de la diarrea postdestete 
   d) El manejo de la alimentación de los lechones 
   e) Los piensos de lechones 
El cebo de los cerdos 
   a) La calidad de la canal 
   b) Las necesidades energéticas y proteicas 
   c) Los piensos de cebo de cerdos 
   d) Los piensos dietéticos de cerdos en cebo 
   e) El manejo del cebo de los cerdos 
La alimentación de las hembras de reposición 
La alimentación de las reproductoras  
   a) La alimentación de las cerdas en gestación 
   b) La alimentación de las cerdas en lactación 
La alimentación de los sementales 
AUTOEVALUACION
Práctica: 
         Formulación con ordenador de piensos de cerdas reproductoras y de cebo de cerdos 

Visita : 
           Explotación porcina de ciclo cerrado 

Información complementaria: 
         La ganadería de monogástricos en Canarias 
 

  
 
1.- La importancia de la producción porcina.

El sector porcino aporta casi el 30% de la Producción Final Ganadera nacional. En España se mantienen unos
2 millones de reproductoras y se ceban anualmente 25-30 millones de cerdos; más del 75% de las
reproductoras se mantienen en unas 20.000 granjas intensivas cuyo tamaño oscila entre 25 y más de 1.000
reproductoras; el resto de las reproductoras se mantienen en unas 40.000 pequeñas explotaciones. Casi todas
las explotaciones de porcino son de ciclo cerrado (tienen reproductoras y cebo), y más del 75% de las
explotaciones están integradas.  
 

El objetivo de la producción porcina es la obtención de carne

La mitad de la producción de carne de cerdo se destina a la industria chacinera, y la otra mitad se


comercializa para su consumo directo. El consumo nacional de carne de cerdo por habitante y año es de unos
55 kg; la carne de cerdo representa alrededor del 55% de la carne total producida y consumida en España.
España produce casi el 15% de la carne de cerdo producida en la UE, y tanto España como la UE son
ligeramente excedentarias en carne de cerdo.  
 

Explotaciones intensiva, semiintensiva y extensiva de porcino

Los piensos de cerdos representan casi el 45% de los piensos fabricados en España, y alrededor del 35% de
los piensos fabricados en la UE. La cantidad de pienso consumido en las explotaciones porcinas se estima en
12-13 kg diarios por reproductora alojada; este consumo se distribuye en un 25-30% para alimentar a las
madres y en un 70-75% para alimentar a los cerdos para sacrificio; los costes de alimentación representan
alrededor del 75% del coste total de producción en las explotaciones porcinas. El índice de conversión medio
durante el cebo de los cerdos es de 2.5; el índice de conversión global medio (considerando el pienso
consumido por las reproductoras y los cerdos para sacrificio) es de 3.5.  
 

2.- La alimentación de los lechones. 

Los lechones son híbridos que pesan 1.0-1.5 kg al nacimiento y se destetan a las 3-4 semanas con 5-7 kg; a
continuación se recrían hasta las 10 semanas, edad en la que alcanzan los 20-25 kg y comienza la fase del
cebo.  
 

INDICES DE LECHONES 

                                                            Normal       Objetivo 


Cría:  
Edad al destete (semanas)                   3-4                4 
Indices al destete:  
      consumo de pienso (g/d)             40-75            150  
      velocidad de crecimiento (g/d)  250-350          500  
      peso (kg)                                           5-7               10  
Indices medios durante la cría:  
      consumo de pienso (g)               300-600         1250  
      velocidad de crecimiento (g/d)  200-250          325 

Recría:  
Edad al final de la recría (semanas)       10                9 
Indices al final de la recría:  
      consumo de pienso (g/d)                1100          1400  
      velocidad de crecimiento (g/d)        500            650  
      peso (kg)                                              25              30  
Indices medios durante la recría:  
      consumo de pienso (kg)                    27              28  
      velocidad de crecimiento (g/d)        425            575  
      IC (kg pienso/kg engordados)         1.4             1.4

     
Lechones de pocos días Lechones destetados Lechones recriados
a) Las causas nutricionales de la mortalidad perinatal de los lechones. 

Es habitual una mortalidad del 10-15% de los lechones durante los 3 primeros días de vida debido a una
hipoglucemia, que se traduce en hipotermia, convulsiones y muerte de los lechones; los lechones muertos
tienen el estómago vacío. La causa de la hipoglucemia es una insuficiente ingestión de leche, bien porque la
madre no produce suficiente leche (agalactia), bien porque la camada es demasiado grande, bien porque el
lechón no sabe ó no puede mamar; la agalactia de la madre suele ser la principal causa de la hipoglucemia de
los lechones. La glucogénesis no comienza a ser importante hasta la segunda semana de edad, por lo que la
supervivencia de los lechones va a depender en muchas ocasiones de sus reservas corporales de glucógeno y
grasa, que a su vez dependen del peso con que nacen; estas reservas son muy bajas, particularmente en los
lechones que nacen con un peso inferior a 1.0 kg; de hecho, más de la mitad de los lechones que pesan menos
de un kilo al nacimiento suelen morir, y los que sobreviven tienen un mal crecimiento. 

La prevención de la hipoglucemia se basa en la comprobación de que cada lechón sabe y puede mamar (se
pueden hacer adopciones de lechones por cerdas que hayan tenido camadas pequeñas), así como en la
colocación de un foco de calor que reduzca las necesidades metabólicas de glucosa ya que en ambientes frios
el consumo metabólico de glucosa es muy elevado para mantener la temperatura corporal (la temperatura
óptima para el bienestar de los lechones desde el nacimiento hasta el destete es de 30-35 ºC); finalmente, para
evitar la muerte de los lechones de menor peso, es conveniente complementar a estos lechones con
preparados comerciales a base de calostro y leche. El tratamiento de los lechones que presentan hipoglucemia
consiste en el suministro intraperitoneal de soluciones de glucosa al 5%.  
 
   
La mortalidad perinatal de lechones es frecuente Administración de hierro
Por otra parte, las reservas de hierro de los lechones recién nacidos son muy escasas; debido a la elevada
velocidad de crecimiento, las necesidades de hierro del lechón son 6-8 mg diarios. La leche de todas las
especies es pobre en hierro; la leche de la cerda aporta aproximadamente 1 mg diario de hierro a cada lechón,
por lo que es preciso un aporte externo de hierro. En caso de no aportarse hierro, a los 14-21 días de edad se
manifiesta una anemia ferropénica, con lechones debiles, pálidos e inmoviles, respiración dificultosa y
espasmódica (ronquido), pelo áspero, falta de apetito y con diarrea pálido-amarillenta; muchos lechones
mueren a las 4-6 semanas de edad ya que la anemia reduce la producción de anticuerpos y por tanto la
resistencia a infecciones; la velocidad de crecimiento de los que sobreviven es baja. 

Para prevenir la anemia ferropénica se suministra intramuscularmente una dosis de 100-150 mg de hierro-
dextrano a los lechones de 2-4 días de edad; la absorción del hierro depositado en el tejido muscular suele ser
lenta y los efectos del tratamiento son duraderos. También se pueden incluir quelatos férricos de
aminoácidos, cuyo hierro tiene una alta digestibilidad, en los piensos de los lechones lactantes. Tras el
destete, las materias primas de los piensos ya aportan suficiente hierro; no obstante, el cobre (que se incluye
en cantidades importantes en los piensos de cerdos debido a su efecto como promotor del crecimiento)
interfiere la absorción de hierro.

Finalmente, las sustancias indeseables contenidas en los piensos de las reproductoras pueden pasar a la leche
(por ejemplo las micotoxinas), provocando diversos efectos insidiosos en los lechones.  
 

b) El destete de los lechones. 

Desde el punto de vista económico sería deseable destetar al lechón tan pronto como fuera posible, a fin de
aumentar el número de partos anuales por cerda (la cerda en lactación no queda cubierta); otra ventaja del
destete precoz es que no se desgastan tanto las hembras. No obstante, existen algunos factores que limitan la
precocidad del destete:  
     - el sistema inmunológico del lechón carece de defensas propias hasta las 2-3 semanas de edad, por lo que
es preciso que ingiera las inmunoglobulinas contenidas en el calostro (inmunoglobulinas G y M que se
absorben) y en la leche materna (inmunoglobulinas A que actúan a nivel intestinal previniendo el desarrollo
de E. coli: las diarreas producidas por E. coli suelen ser fatales para los lechones).  
     - el aparato digestivo del lechón no segrega una cantidad adecuada de enzimas (amilasa y proteasas) ni de
ácido clorhídrico hasta las 5-6 semanas de edad; como consecuencia los lechones no digieren bien ni el
almidón ni las proteínas vegetales.  
     - además, es preciso un mínimo de 2-3 semanas postparto para que el útero de la cerda se recupere y pueda
gestar de nuevo una camada; como consecuencia, el porcentaje de cerdas que quedan cubiertas en el primer
celo postdestete es mayor en el caso de destetes a las 4 semanas que cuando se desteta a las 3 semanas.  
     - finalmente, la legislación europea prohibe destetar antes de las 3 semanas. 

Actualmente se tiende a destetar a las 4 semanas, consiguiéndose así un mayor peso de los lechones
destetados y por tanto una menor incidencia de diarreas postdestete, a la vez que se consigue un mayor éxito
en las cubriciones realizadas durante el primer celo postdestete.  
 

c) Los aspectos nutricionales de la diarrea postdestete. 


Una vez destetados, los lechones son reagrupados en lotes homogéneos. Los efectos del destete son
tremendos para el lechón debido tanto al cambio de alimentación, como al cambio de ambiente. Por estos
motivos, es habitual una mortalidad del 10-15% de los lechones tras el destete. 

Durante la semana siguiente al destete el lechón se convierte en un animal potencialmente diarreico ya que
aún no digiere bien el almidón ni las proteínas vegetales. La etiología de la diarrea postdestete es múltiple:  
     - diarrea debida a una respuesta inmune: las proteínas vegetales pueden actuar como antígeno a nivel del
intestino delgado, provocando una respuesta inmune que lleva asociada una inflamación de la mucosa
intestinal (enteritis).  
     - diarrea osmótica: cuando el alimento es mal digerido, una gran parte pasa al intestino delgado sin digerir;
el acúmulo de alimento en el intestino delgado provoca un aumento de la osmolaridad, y por tanto una mayor
salida de agua hacia la luz intestinal, lo que da lugar a una diarrea osmótica que provoca una deshidratación
del lechón.  
     - diarrea fermentativa: las proteínas no digeridas llegan al intestino delgado, donde son desaminadas; el
amoniaco liberado de los aminoácidos incrementa el pH intestinal, favoreciendo la proliferación de
enterobacterias, principalmente Escherichia coli (colibacilosis), Salmonellas, Staphylococcus y en
ocasiones Clostridium perfringens (enterotoxemia). Estos microorganismos decarboxilan aminoácidos
produciendo poliaminas tóxicas (cadaverina, putrescina, histamina, etc) que dan lugar a síntomas nerviosos;
además, estas toxinas irritan la mucosa intestinal, provocando enteritis; finalmente, la histamina (es un
vasodilatador) provoca la aparición de edemas en párpados, cuello y orejas (enfermedad de los edemas). La
mayoría de los lechones afectados mueren, y los que se recuperan van a tener un mal crecimiento.  
 

     
Diarrea amarillenta debida a E. coli Enfermedad de los edemas Lechón muerto en el postdestete
Las dos causas principales de la diarrea postdestete son:  
     - el consumo excesivo de pienso que causa una sobrecarga de un sistema digestivo inmaduro: el lechón
que no se ha habituado al consumo de alimento sólido durante la lactancia rechaza el pienso durante las
primeras horas postdestete, pero tras unas horas sin ingerir alimento el hambre le impulsa a una
sobreingestión de pienso que sobrecarga su aparato digestivo, por lo que se digiere mal y una buena parte del
alimento ingerido pasa sin digerir al intestino.  
     - el consumo de pienso con una alta proporción de proteínas vegetales, que son mal digeridas. 

La prevención de la diarrea postdestete se basa en un correcto manejo de la alimentación de los lechones


hasta que alcanzan los 10 kg, como se estudia a continuación.  
 

d) El manejo de la alimentación de los lechones.

Los lechones, como todos los mamíferos, se alimentan durante los primeros días de vida exclusivamente con
la leche materna; por lo tanto, cuanto mayor es la disponibilidad de leche, mayor será el crecimiento del
lechón. La cantidad de leche que produce la cerda depende básicamente de la alimentación que recibe, como
se verá más adelante; además, el tamaño de la camada es otro factor que determina en gran medida la
disponibilidad de leche para cada lechón. 
Además de leche, al lechón se le debe suministrar pienso de iniciación (pienso pre-starter) hasta que alcanza
los 10 kg de peso (esto es, durante la lactación y la semana posterior al destete). La ingestión de un pienso
prestarter desde la primera semana de edad, con carbohidratos y proteínas vegetales de alta calidad que no
provoquen sobrecargas digestivas, estimula el desarrollo del sistema digestivo del lechón, con lo que se
minimiza la incidencia de los trastornos digestivos propios del postdestete.  
 

Los lechones, además de leche, ingieren pienso y agua

Los lechones que disponen de pienso prestarter desde los 7 días de edad y se destetan a las 4 semanas tienen
tiempo suficiente para consumir más de 600 g de pienso a lo largo de la lactación y, con piensos de calidad y
un buen manejo, en el momento del destete pueden estar consumiendo más de 85 g diarios. Esta alta
ingestión, además de favorecer el desarrollo digestivo, provoca una adaptación ó tolerancia inmunitaria a los
antígenos vegetales, por lo que en el momento del destete no ocurren reacciones de hipersensibilidad que se
suelen traducir en enteritis y diarreas. Para conseguir esta alta ingestión el pienso ha de ser de muy buena
calidad y ser suministrado varias veces al día y en pequeñas cantidades para que esté fresco y limpio.
También es interesante ofrecer al lechón, además de pienso prestarter, pienso en papilla (en la proporción 1
kg de pienso mezclado con 1 litro de agua ó leche reconstituída), ya que la papilla es más apetecible que el
pienso sólido; la papilla se suministras 2-3 veces al día y se mantiene durante unos 5-15 minutos para
mantener su apetecibilidad. 

El lechón siempre reduce la ingestión de pienso tras el destete, de tal manera que el crecimiento se ralentiza
durante la semana siguiente al destete debido a la falta de la leche materna. Para potenciar el consumo tras el
destete, se debe continuar utilizando el pienso prestarter hasta las 5 semanas de edad en que se alcanzan los
10 kg, lo que asegura una alta ingestión de pienso (unos 250 g el día siguiente del destete para superar los 500
g diarios a los 35 días de edad) que mantenga un crecimiento razonable sin provocar sobrecargas digestivas.  
 

Lechones de recría

A partir de las 5 semanas de edad se introduce gradualmente el pienso de recría (pienso starter); la
introducción gradual se consigue suministrando durante una semana mezclas de los piensos prestarter y
starter (el primer día un 85% de prestarter y un 15% de starter, para finalizar el séptimo día con el 100% de
starter); el pienso starter se utiliza hasta los dos meses y medio (10 semanas) de edad, en que los lechones
alcanzan los 25 kg y comienzan la fase de cebo. 

Los lechones han de disponer de agua ad libitum desde la primera semana de edad; en el momento del destete
ingieren más de 500 g diarios de agua, y al final de la recría unos 6 litros diarios. La temperatura ambiente
óptima durante la recría varía desde 30 ºC al destete hasta 20 ºC al final de la recría. 
En definitiva, la alimentación de los lechones tiene dos objetivos: maximizar la velocidad de crecimiento y
minimizar la incidencia de diarreas; estos dos objetivos son incompatibles cuando se utilizan piensos de
mediana calidad. En todo caso, cuando no se utilizan piensos de alta calidad, el objetivo principal ha de ser el
de minimizar la incidencia de diarreas, restringiendo el pienso a unos 75-85 g durante los primeros días
postdestete, y posteriormente, de acuerdo con el aspecto sanitario de los cerdos, se aumenta la cantidad
ofrecida hasta el suministro ad libitum.  
 

e) Los piensos de lechones. 

Para formular piensos de lechones es tan importante ajustarse a las limitaciones relativas a los porcentajes de
inclusión de materias primas, como respetar las normas del contenido en nutrientes; estos piensos suelen
molerse muy fino (< 1 mm) y granularse a 1.0-2.0 mm, ó mejor extrusionarse, ya que los tratamientos
térmicos gelatinizan el almidón y desnaturalizan las proteínas, mejorando su digestión; además, los
tratamientos térmicos reducen la formación de polvo y mejoran la apetecibilidad del pienso.

Las materias primas que se suelen utilizar en la elaboración de los piensos de lechones son subproductos
lácteos (sobre todo leche desnatada), maíz y harina de pescado; además, estos piensos incluyen torta de soja y
un 5-10% de oleínas para aumentar el contenido energético, mejorar la palatabilidad, y reducir la formación
de polvo. 

En los piensos de lechones es fundamental añadir ciertos aditivos para conseguir los dos objetivos básicos en
esta fase: una alta ingestión de pienso y al mismo tiempo evitar sobrecargas digestivas que den lugar a una
proliferación bacteriana causante de diarreas. En concreto, se suelen utilizar los siguientes aditivos:  
     a) para mejorar la ingestión se incluyen aromatizantes y saborizantes: se utilizan productos  naturales (p.e.
azúcar), neohesperidina y sacarinatos.  
     b) para mejorar la digestibilidad se incluyen los siguientes aditivos:  
          - acidificantes, ya que la secreción de ácido clorhídrico en el estómago es escasa hasta las 5-6 semanas
de edad, y por lo tanto no se consigue un pH óptimo para la activación del pepsinógeno. A este respecto cabe
señalar que la caseína de la leche precipita formando coágulos, por lo que permanece bastante tiempo en el
estómago y se facilita su digestión aunque el pH de activación del pepsinógeno no sea el óptimo; no obstante,
las proteínas vegetales y de harinas de pescado (además de tener un efecto tampón que impide la disminución
del pH) no precipitan, siendo rápido su tránsito digestivo y por lo tanto son mal digeridas. En definitiva,
mientras que la proteína láctea es bien digerida con un pH gástrico 4.0, la digestión de las proteínas vegetales
necesita un pH 2.0-3.0. 
         - arcillas (en particular sepiolita) para reducir la velocidad del tránsito digestivo; además, la sepiolita es
un aglomerante que facilita la consistencia del gránulo. 
          - emulsionantes para facilitar la solubilidad de la grasa en los jugos digestivos y mejorar su digestión;
obviamente, en los piensos de lechones se han de utilizar grasas de calidad con un alto contenido en ácidos
grasos insaturados.  
          - enzimas, en particular amilasa y proteasas, ya que su secreción es escasa.  
     c) para limitar el desarrollo de enterobacterias:  
          - un antibiótico que actúe a nivel intestinal, ya que en los sistemas intensivos de explotación porcina es
difícil mantener un alto nivel sanitario debido a la elevada concentración de animales en un espacio limitado,
a pesar del correcto manejo y de los programas de vacunación. 
         - probióticos que compiten con las bacterias patógenas por la colonización del intestino; no obstante, los
antibióticos pueden afectar la viabilidad de los probióticos.  
          - fructoligosacáridos que no se digieren en el intestino delgado y sirven como sustrato energético para
el desarrollo intestinal de bacterias probióticas.  
          - acidificantes protegidos que lleguen a los tramos finales del intestino delgado sin absorberse en el
estómago ni en los primeros tramos intestinales, ya que la reducción del pH intestinal dificulta el desarrollo
de enterobacterias.  
          - sulfato de cobre, ya que que el cobre a altas concentraciones interfiere el crecimiento intestinal de
enterobacterias. No obstante dosis elevadas de cobre provocan una acumulación tóxica (para el cerdo y para
el consumidor) en el hígado; además, existe un límite de inclusión (máximo 175 ppm de cobre, equivalente a
700 ppm de sulfato de cobre pentahidratado) para reducir el impacto medioambiental del cobre excretado en
las heces.  
          - óxido de zinc (máximo legal 250 ppm de zinc, equivalentes a 310 ppm de óxido de zinc), ya que el
zinc también interferiere el desarrollo de enterobacterias.  
     d) los piensos de lechones también llevan ciertos aditivos tecnológicos, como antioxidantes  (en particular
vitamina E) y aglomerantes (la sepiolita, además de su función aglomerante, mejora la digestibilidad del
pienso; no obstante, los piensos que se van a extrusionar no necesitan aglomerantes); además, los
acidificantes añadidos a los piensos tienen efecto antifúngico. 

Actualmente se está estudiando el efecto de otras sustancias como los compuestos de zinc para prevenir la
queratosis, ó la niacina para prevenir la acumulación de grasa en el hígado. Finalmente, también se está
estudiando el efecto de la adición de concentrados de inmunoglobulinas (obtenidos de calostro de vaca ó de
sangre de cerdo en el matadero) que actúan a nivel intestinal dificultando el desarrollo de enterobacterias.  
 

PIENSOS DE LECHONES 

                                                        Pre-starter                 Starter  


                                                   Normal   Optimo     Normal   Optimo 
Nutrientes: 
MJ ED/kg                                     15.0         16.0           14.5        15.0  
% PB                                             20.0         22.5           18.0        20.0  
% Grasa                                          7.5         10.0             7.0          8.0  
% Fibra bruta                                 3.0          2.0             4.0          3.0  
% Lisina                                         1.4           1.7             1.2         1.4  
% Metionina+cistina                    0.7          0.8             0.6         0.7  
% Treonina                                    0.8          0.9             0.7         0.8  
% Triptófano                                 0.2          0.3             0.2         0.2  
% Calcio                                         0.9          1.0             0.8         0.9  
% Fósforo disponible                  0.5          0.6             0.4         0.5  
% Sodio                                         0.1          0.1             0.1         0.1  
% Acido linoleico                        0.1          0.1             0.1         0.1 

Límites de inclusión de ingredientes: 


Leche descremada                            25-60                        5-20  
Suero en polvo                                   0-20                         0-20  
Maíz, Trigo                                        20-40                       40-60  
Melazas                                                0-5                           0-5  
Torta de soja                                       5-10                       10-15  
Harina de pescado                            10-15                        5-10  
Oleínas                                                  5-10                        5-10

Ejemplos de piensos de lechones: 


Materias primas 
Leche desnatada                                    43                          20  
Maíz                                                         25                          47  
Torta de soja                                          10                          15  
Harina de pescado                                10                             6  
Oleínas                                                      5                            5  
Grasa rumiante                                         2                            2  
Carbonato cálcico                                   -                             0.15  
Fosfato bicálcico                                     -                            0.85  
Sal                                                              -                            -  
Ingredientes complementarios 
Corrector vitamínico-mineral                 0.5                         0.5  
Lisina                                                        -                             0.20  
Aditivos 
Acidificante                                             2.0                         1.5  
Arcillas                                                     2.0                         1.5  
Antioxidante                                            Sí                           Sí  
Saborizante                                              Sí                           Sí  
Emulsionante                                           Sí                          Sí  
Enzimas                                                    Sí                          Sí  
Probióticos                                              Sí                          Sí  
Antibiótico                                              Sí                          Sí  
Sulfato de cobre                                     Sí                          Sí

Lechones con crecimiento retardado

f) Los piensos dietéticos de lechones. 

Los piensos dietéticos se utilizan para alimentar a los animales con algún trastorno digestivo ó metabólico.
Los piensos dietéticos de lechones con una regulación legal son:  
     - los piensos para estabilizar el equilibrio hídrico y electrolítico: estos piensos se utilizan durante la
convalecencia tras las diarreas; son piensos basados en carbohidratos muy digestibles, así como cantidades
importantes de electrolitos, y se utilizan durante una semana.  
     - los piensos para estabilizar la digestión: se utilizan en caso de trastornos digestivos y están basados en
ingredientes muy digestibles; además incorporan sustancias astringentes y mucilaginosas para retrasar la
velocidad del tránsito digestivo y favorecer así una mejor digestión de los nutrientes; finalmente, estos
piensos tienen una baja capacidad tampón (bajo contenido en fosfatos y carbonatos, bajo contenido en
proteína vegetal y alto contenido en proteína láctea) para no interferir con la reducción del pH gástrico; se
utilizan durante 2-4 semanas.  
 

3.- El cebo de los cerdos. 

El cebo de los cerdos consta de dos periodos, el de crecimiento desde los 2.5 hasta los 4 meses, y el de
acabado desde los 4 meses hasta el sacrificio con casi 6 meses de edad, en que alcanzan los 95-100 kg (75 kg
a la canal). La velocidad de crecimiento diario durante el cebo de las estirpes utilizadas habitualmente se
puede estimar de forma aproximada como: g/d = 350 + 6.5 x PV.  
 

INDICES DE CERDOS 

Crecimiento:  
Edad al comienzo del periodo (semanas)         10  
Peso al comienzo del periodo (kg)                    25  
Edad al final del periodo (semanas)                  17  
Indices al final del periodo:  
         consumo de pienso (kg/d)                       1.75  
         velocidad de crecimiento (g/d)                700  
         peso (kg)                                                      55  
Indices medios durante el crecimiento:  
         consumo de pienso (kg)                            65  
         velocidad de crecimiento (g/d)                600  
         IC (kg pienso/kg engordados)                2.25 

Acabado:  
Edad al final del periodo (semanas)                  24  
Indices al final del periodo:  
       consumo de pienso (kg/d)                          3.0  
       velocidad de crecimiento (g/d)                  950  
       peso (kg)                                                        95  
Indices medios durante el acabado:  
       consumo de pienso (kg)                             110  
       velocidad de crecimiento (g/d)                  825  
       IC (kg pienso/kg engordados)                  2.75

     
Cerdos de 25 kg Cerdos de 55 kg Cerdos de 95 kg
a) La calidad de la canal. 

La inmensa mayoría de los cerdos cebados son híbridos musculados obtenidos mediante programas de
selección y cruzamiento de razas puras; un incoveniente de los cerdos supermusculados es que la carne
contiene poca cantidad de pigmentos liposolubles (que dan sabor), además de ser exudativa (ya que el tejido
muscular retiene mucha agua). 
Con los piensos habituales, la proporción media entre deposición de músculo y deposición de grasa en las
estirpes actuales es de 75/25 a los 25 kg y disminuye progresivamente a 70/30 a los 50 kg, 65/35 a los 75 kg,
hasta llegar a 60/40 a los 100 kg. Por otra parte, el crecimiento del hueso y del contenido gastrointestinal
representa el 10-15% del crecimiento diario.  
 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL CRECIMIENTO 

El crecimiento diario se puede estimar como: g diarios = 350 + 6.5 x PV  


 - el crecimiento del hueso y la acumulación de contenido gastrointestinal se estima como:  
             g diarios = 0.125 x Crecimiento total  
- la acumulación de carne se calcula como:  
             g diarios = Crecimiento total - Crecimiento de hueso y gastrointestinal  
 - la acumulación de grasa se estima como:  
             g diarios = [0.2 + (0.002 x PV)] x Acumulación de carne  
- la acumulación de músculo se calcula como:  
             g diarios = Acumulación de carne - Acumulación de grasa  
Ejemplo: el crecimiento medio diario de los cerdos de diferentes pesos es:  
- cerdos de 25 kg: 510 g/d, de los cuales 335 g de músculo, 110 g de grasa y 65 g de otros  
- cerdos de 50 kg: 675 g/d, de los cuales 415 g de músculo, 175 g de grasa y 85 g de otros  
- cerdos de 75 kg: 710 g/d, de los cuales 480 g de músculo, 255 g de grasa y 105 g de otros  
- cerdos de 100 kg: 1.000 g/d, de los cuales 525 g de músculo, 350 g de grasa y 125 g de
otros
Además de la cantidad de grasa, la calidad de la canal también está determinada por la calidad de la grasa
depositada; para reducir la deposición de grasa insaturada en la canal, se limita la inclusión de algunas
materias primas (maíz, oleaginosas, harina de pescado) al final del cebo; también se limita el contenido en
grasa de los piensos para provocar una síntesis de grasa endógena saturada. 

En la UE se castra, en ocasiones, a los machos que se utilizan para obtener bacon (se ceban hasta los 120-130
kg) debido al olor sexual de su canal, ya que acumulan escatol (es un producto de la fermentación intestinal
del triptófano) y 5-a-androsterona en la grasa; además al final del cebo muestran cierta líbido sexual (lo que
complica el manejo). Los machos castrados depositan más grasa que las hembras, y estas más que los
machos, por lo que la ganancia diaria de peso y el índice de conversión es mejor en machos que en hembras,
y en estas mejor que en machos castrados.  
 

b) Las necesidades energéticas y proteicas. 

En la alimentación de cerdos se utiliza la energía digestible como unidad de valoración tanto de las
necesidades como del valor energético de los alimentos; la digestibilidad de la energía de las raciones
habituales de cerdos oscila entre 80-90%, dependiendo de los ingredientes utilizados. No obstante, se puede
utilizar la energía metabolizable, admitiéndose en general la conversión EM = 0.95 x ED, ya que las pérdidas
gaseosas debidas a las fermentaciones intestinales suponen alrededor del 1% de la ED ingerida, y las pérdidas
de energía en la orina alrededor de un 4%; sin embargo, las pérdidas gaseosas pueden ser mayores cuando se
incluye bastante fibra en la ración (caso de los verracos y cerdas gestantes), y las pérdidas en la orina
dependen de la intensidad de las desaminaciones. 

Las necesidades energéticas y proteicas dependen del peso, del desarrollo muscular, de la acumulación de
grasa y de la temperatura ambiente. Los animales más magros pueden utilizar eficientemente dietas con un
alto contenido proteico, mientras que los cerdos poco selectos desaminan gran parte de la proteína ingerida ya
que no tienen potencial genético para almacenarla en forma de aminoácidos; por el contrario, un déficit
proteico durante el cebo provoca un menor crecimiento y una mayor deposición de grasa. La digestibilidad
aparente media de la proteína de los piensos utilizados habitualmente en la alimentación de los cerdos es del
75-85%, mientras que la digestibilidad real es del 80-90% y la digestibilidad ileal el 70-80%. Con las
raciones habituales basadas en cereales y torta de soja, el aminoácido limitante suele ser la lisina, seguido de
treonina y metionina, y finalmente el triptófano: cuando este tipo de raciones se formulan para que aporten un
nivel adecuado de lisina se suele asegurar un aporte suficiente del resto de aminoácidos esenciales. 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES DE NUTRIENTES

ENERGIA 
Mantenimiento:   PROTEINA 
   325 kJ EN/kg PM   Mantenimiento:  
         k = 0.70-0.75     1.25 g Proteína neta ó ideal/kg PM  
   450 kJ EM/kg PM             k = 0.65 
        m = 0.975      2.0 g Aminoácidos biodisponibles/kg PM  
   460 kJ ED/kg PM            d = 0.75  
Termogénesis:      2.5 g PB/kg PM  
   La temperatura óptima para el cebo de cerdos Crecimiento:  
es 17 ºC; por cada ºC por debajo de esta
   1.0 g Proteína ideal/g proteína almacenada  
temperatura, las necesidades energéticas
diarias aumentan en 12 kJ ED/kg PM             k = 0.65 
Crecimiento:      1.5 g Aminoácidos biodisp./g proteína 
39.5 kJ EN/g triglicérido 23.5 kJ EN/g         d = 0.75  
proteína     2.0 g PB/g proteína almacenada 
         k = 0.75                             k = 0.525  
52.5 kJ EM/g triglicérido 45 kJ EM/g k = P neta/P biod = proporción media de
aminoácidos absorbidos que son utilizados para la
proteína  
síntesis proteica: la eficacia es mayor en cerdos
         m = 0.975                             m = 0.95   jóvenes (de 25 a 50 kg) que en al final del cebo
55 kJ ED/g triglicérido     50 kJ ED/g proteína  (de 75 a 100 kg).  
d = Proteína biodisponible/Proteína bruta =
k = EN/EM = eficacia media de utilización de digestibilidad ileal media de la PB  
la EM: la eficacia es mayor en cerdos jóvenes
(de 25 a 50 kg) que en al final del cebo (de 75
 
a 100 kg).  
m = EM/ED = eficacia media de  
metabolización de la ED 
Asumiendo una composición media del músculo del 20-25% de aminoácidos y 75-80% de
agua, y de la grasa depositada del 80-85% de triglicéridos y 15-20% de agua:  
- Necesidades de mantenimiento: 450-475 kJ ED y 2.4-2.75 g PB por kg PM  
- Necesidades para la deposición de músculo: 10-12 kJ ED y 0.35-0.50 g PB por g de
músculo  
- Necesidades para la deposición de grasa: 45-50 kJ ED por g de grasa  
- Necesidades medias de crecimiento: asumiendo una deposición músculo/grasa de 75/25 al
principio del cebo y de 60/40 al final del cebo, las necesidades medias de crecimiento por
gramo engordado aumentan desde 15 kJ ED y 0.25 g PB al principio del cebo hasta casi 25
kJ ED y 0.30 g PB al final del cebo.
EJEMPLO 
Las características del crecimiento y las necesidades diarias de un cerdo de 60 kg en un
ambiente con una temperatura de 10 ºC son:  
a) Características del crecimiento diario:  
- crecimiento diario: 350 + 6.5 x PV = 740 g  
- formación de hueso y acumulación de contenido gastrointestinal: 12.5% x 740 g = 95 g
diarios  
- deposición de carne: 740 - 95 = 645 g  
- deposición de grasa: (0.2 + 0.002 x 60) x 645 = 205 g  
- deposición muscular: 645 - 205 = 440 g  
b) Necesidades energéticas diarias:  
460 x 600.75 + 12 x (17 - 10) x 600.75 + (11 x 440 + 47.5 x 205) = 26.5 MJ ED  
c) Necesidades proteicas diarias: 2.65 x 600.75 + 0.45 x 440 = 255 g PB 
Como media, las necesidades energéticas y proteicas diarias de los cerdos en cebo son 15 MJ ED y 150 g PB
a los 25 kg, 20 MJ ED y 240 g PB a los 50 kg, 30 MJ ED y 290 g PB a los 75 kg, y casi 40 MJ ED y 360 g
PB a los 100 kg. La relación óptima proteína/energía durante el cebo de cerdos disminuye de 10-11 g PB/MJ
ED a principio del cebo hasta 9 g PB/MJ ED al final del cebo, frente a 13-15 g PB/MJ ED en el caso de
lechones. El 35-40% de las necesidades energéticas y el 20-25% de las proteicas son para cubrir los gastos de
mantenimiento; el nivel de alimentación durante el cebo de cerdos es de 3.0 al principio del cebo y de 2.5 al
final.  
 

c) Los piensos de cebo de cerdos. 

En el cebo de los cerdos se suelen utilizar dos tipos de pienso, uno de crecimiento hasta los 50-60 kg, y otro
de acabado hasta el sacrificio. Por facilidad de manejo, en muchas explotaciones porcinas se utiliza un único
tipo de pienso (el de crecimiento) durante toda la fase de cebo; no obstante, la utilización de un solo pienso
(más proteico que el de acabado) encarece el cebo, y el exceso de proteína puede dar lugar a un ambiente con
bastante amoniaco. 

Los piensos de cebo se suelen formular en base a cereales y torta de soja; sin embargo, en los piensos de
acabado se limita la inclusión de maíz debido a que contiene una cantidad relativamente importante de ácidos
grasos insaturados y además puede colorear la canal debido a su contenido en xantofilas; en los piensos de
acabado no se suele incluir harina de pescado para evitar sabores anormales de las canales. Finalmente, los
piensos de cebo suelen contener alrededor de un 5% de fibra para facilitar el peristaltismo intestinal.  
 

La molturación de los ingredientes de los piensos de cerdos es relativamente grosera (5-6 mm) para facilitar
la funcionalidad de la fibra; además, la molturación muy fina está relacionada con la aparición de úlceras y
paraqueratosis gástricas, así como con una reducción de la ingestión debido a una mayor formación de polvo,
a una menor palatabilidad (se forma una pasta en la boca) y a un mayor tiempo de retención del alimento en
el aparato digestivo (ya que las partículas finas no estimulan el peristaltismo intestinal, por lo que la
velocidad de paso es reducida y el animal tiene sensación de saciedad). 

Respecto a la adición de nutrientes complementarios, estos piensos se suplementan con un 0.10-0.25% de


lisina (que suele ser el aminoácido limitante en las raciones de cerdos) y, dependiendo de las materias primas
utilizadas, con otros aminoácidos, en particular con 0.05-0.10% de treonina. Además, en los piensos de
crecimiento se incluye hasta un 5% de grasa para aumentar la concentración energética y reducir el polvo; en
los piensos de acabado no se suele incluir grasa para provocar una síntesis endógena de grasa saturada. 
Además, es fundamental la utilización de un corrector vitamínico de alta calidad, ya que la síntesis intestinal
de vitaminas hidrosolubles es mínima en el caso de cerdos en cebo debido a la utilización de antibióticos ó a
las enteritis subclínicas; algunos trastornos debidos a deficiencias vitamínico-minerales son:  
   - la paraqueratosis (que se manifiesta en forma de costras en la piel) es debida a un insuficiente contenido
en zinc del corrector; el exceso de calcio en el pienso reduce la absorción intestinal de zinc; el exceso de
cobre (utilizado como promotor del crecimiento) también interfiere la absorción de zinc.  
   - los piensos con mucho maíz (deficitario en triptófano) pueden provocar deficiencias en niacina, que se
traduce en dermatitis y enteritis.  
   - la biodisponibilidad de la biotina es baja en cereales, pudiendo aparecer fenómenos de dermatitis en
orejas, cuello y cola, además de úlceras en pezuñas; normalmente los correctores contienen suficiente
biotina.  
   - la deficiencia en vitamina E (antioxidante) provoca debilidad muscular y lesiones hepáticas; si se afecta el
músculo cardiaco (enfermedad del corazón con aspecto de mora) se manifiesta en la muerte súbita de los
cerdos; los correctores suelen contener suficiente vitamina E, así como antioxidantes que evitan la oxidación
de la grasa de los piensos.  
   - finalmente, aunque las necesidades metabólicas de cobre son bajas, en los piensos de cebo se añade
sulfato de cobre que interfiere el desarrollo de enterobacterias patógenas; el máximo permitido es 175 ppm de
cobre (700 ppm de sulfato cúprico pentahidratado) en los piensos de crecimiento y 100 ppm (400 ppm de
sulfato) en los de acabado. El arsénico también se ha utilizado como promotor del crecimiento, pero
actualmente no está permitido su uso en la UE (el máximo legal es de 2 ppm); los alimentos de origen marino
son mucho más ricos en arsénico que otros alimentos. 

A partir de los 20-25 kg el sistema digestivo de los cerdos ya está perfectamente desarrollado, por lo que los
piensos de cebo contienen menos aditivos que los de lechones: 
   - los aditivos tecnológicos que se utilizan en estos piensos son conservantes (que también tienen función
acidificante en el intestino, reduciendo la proliferación bacteriana), aglomerantes (si el pienso se va a
granular) y antioxidantes (la muerte súbita en cerdos de rápido crecimiento debido a lesiones hemorrágicas en
el corazón es debida a grasas oxidadas; la adición de vitamina E junto con antioxidantes en piensos con un
alto contenido en ácidos grasos insaturados previene la oxidación de estas grasas).  
   - respecto a los aditivos mejoradores de la digestión, se suelen añadir ß-glucanasas en los piensos de
crecimiento que contienen una alta proporción de cebada; los efectos de los ß-glucanos no son importantes en
los cerdos en la fase de acabado. También es cada vez más frecuente la utilización de fitasas para mejorar la
utilización del fósforo vegetal.  
   - en los piensos de cebo se puede incluir cualquiera de los antibióticos permitidos para lechones (a dosis
menores). Es previsible que a medio plazo se prohiban los antibióticos en los piensos de cebo, ya que sus
efectos en esta etapa son pequeños (debido a que el cerdo ya produce inmunoglobulinas que actúan a nivel
intestinal); no obstante, la utilización de antibióticos continúa siendo interesante cuando el cebo se realiza en
pobres condiciones sanitarias.  
   - actualmente se está estudiando la utilización de ß-agonistas y de la hormona del crecimiento (PST,
porcine somatotropine), que favorecen un mejor crecimiento y la obtención de canales más magras y con
menos grasa; no obstante, en la UE aún no está permitida su utilización. La PST se suministra por inyección
diaria (3 mg/d) durante el acabado; actualmente se están estudiando los implantes de PST. Respecto a los ß-
agonistas, su efecto práctico está en discusión, ya que al retirarse del pienso, en una semana se deposita una
cantidad de grasa equivalente a la que no se había depositado durante el periodo en que se han utilizado;
además, los ß-agonistas parecen estar relacionados con una mayor incidencia de lesiones en las pezuñas. Por
otra parte, los genotipos actuales son lo suficientemente magros como para hacer innecesaria la utilización de
estos aditivos; como alternativa a las hormonas se está estudiando el efecto del cromo: la utilización de 0.5
ppm de quelatos de cromo parece favorecer la secreción endógena de hormona del crecimiento.  
   - finalmente, se está estudiando la adición de un 0.2% de betaína en los piensos de cebo, ya que actúa como
donador de grupos metilo, favoreciendo la utilización de ácidos grasos como sustrato energético: como
consecuencia, las canales tienen menores depósitos grasos. 
 
PIENSOS DE CERDOS

                                                           Crecimiento     Acabado 


Nutrientes: 
MJ ED/kg                                                14.0               13.0  
% PB                                                        16.0               13.0  
% Grasa                                                   <5.0               <3.0  
% Fibra bruta                                            5.0                 5.0  
% Lisina                                                     1.0                 0.8 
% Metionina+cistina                               0.4                 0.4  
% Treonina                                               0.5                 0.4  
% Triptófano                                            0.2                 0.1  
% Calcio                                                    0.6                 0.5  
% Fósforo disponible                             0.3                 0.2  
% Sodio                                                    0.1                 0.1  
% Acido linoleico                                   0.1                 0.1 

Límites de inclusión de ingredientes: 


Maíz                                                         0-75              0-65  
Trigo                                                        0-75              0-75  
Cebada                                                    0-50              0-75  
Mandioca                                               0-15              0-15  
Melazas                                                  0-10              0-10  
Torta de soja                                         0-25              0-25  
Harina de  pescado                               0-5                 0  
Grasa de rumiante                                 0-5                 0 
Salvado de trigo                                    0-10              0-15  
Pulpa de remolacha                              0-10              0-15  
Torta de girasol                                    0-10              0-10 

Ejemplos de piensos de cerdos: 


Materias primas: 
Maíz                                                         70                 60  
Cebada                                                     -                   20  
Torta de soja                                          19                 15 
Harina de pescado                                  3                  -  
Grasa de rumiante                                   3                  -  
Carbonato cálcico                                0.3                0.6  
Fosfato bicálcico                                 1.0                0.7  
Sal                                                          0.1                0.15  
Ingredientes complementarios: 
Corrector vitamínico-mineral            0.5                0.5  
Lisina                                                   0.15              0.20  
Aditivos: 
Aglomerante                                      1.5                1.5  
Antifúngico                                       1.0                1.0  
Saborizante                                         Sí                No  
Antibiótico                                         Sí                Sí  
Sulfato de cobre                                Sí                Sí 
MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS
PIENSOS 

Proteína: 
* la digestibilidad real media de la PB contenida en los piensos es del 85%: el 75% se digiere en el
intestino delgado (se absorben aminoácidos) y el 10% fermenta en el intestino grueso (se absorbe
NNP):  
     Proteína digestible = 0.85 x PB  
     Aminoácidos absorbidos = 0.75 x PB  
* el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan:  
     Aminoácidos netos ó disponibles para la síntesis proteica = 0.65 x 0.75 x PB = 0.50 x PB  
Energía: 
* el contenido energético medio de los nutrientes es 23.5 kJ por g de proteína bruta, 39.5 kJ por
gramo de grasa y 17.5 kJ por gramo de carbohidrato:  
     EB (kJ) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x CNE + 17.5 x FND  
* la digestibilidad media de la PB es del 85%, la del EE es del 90%, la de los CNE es del 90% (la
de los MELN es del 80%) y la de la fibra del 10%:  
     ED (kJ) = 23.5 x 0.85 x PB + 39.5 x 0.9 x EE + 17.5 x 0.9 x CNE + 17.5 x 0.1 x FND = 
                   = 20 x PB + 35.5 x EE + 16 x CNE + 2 x FND  
* respecto al cálculo de la EM que aporta el pienso se asumen las siguientes hipótesis:  
      - la energía absorbida en forma de NNP (el 10% de la PB) se pierde en la orina y no aporta
EM  
      - el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan (el coste medio de la desaminación y
excreción de urea es de 12 MJ por g de aminoácido desaminado) y el 65% de los aminoácidos
absorbidos se incorporan a proteínas:  
      EM aportada por los aminoácidos = 11.5 x 0.35 x 0.75 x PB + 23.5 x 0.65 x 0.75 x PB = 14.5
x PB  
      - la energía procedente de la fermentación de la fibra en el intestino grueso es despreciable  
                  EM (kJ) = 14.5 x PB + 35.5 x EE + 16 x CNE 

EJEMPLO 

Un pienso de cerdos que contiene un 6% de cenizas, un 18% de PB, un 4% de EE y un 5% de FB


tiene el valor nutritivo siguiente.  
Proteína:  
     Proteína digestible: 0.85 x 180 = 153 g/kg de pienso  
     Aminoácidos absorbidos: 0.75 x 180 = 135 g/kg  
     Proteína neta: 0.50 x 180 = 90 g/kg  
Energía:  
   * la humedad media de los piensos es del 10%  
     EB = 23.5 x 180 + 39.5 x 40 + 17.5 x (1000 - 100 - 60 - 180 - 40) = 16.7 MJ EB/kg  
     ED = 20 x 180 + 35.5 x 40 + 14 x 570 + 2 x 50 = 13.1 MJ ED/kg  
     EM = 14.5 x 180 + 35.5 x 40 + 14 x 570 = 12.0 MJ EM/kg
d) Los piensos dietéticos de cerdos en cebo. 
Los piensos dietéticos regulados legalmente para cerdos en cebo son:  
   - los piensos para estabilizar la digestión: se utilizan en caso de trastornos digestivos y están basados en
ingredientes muy digestibles; además incorporan sustancias astringentes y mucilaginosas para retrasar la
velocidad del tránsito digestivo y favorecer así una mejor digestión de los nutrientes; se utilizan durante 2-4
semanas.  
   - los piensos para reducir las reacciones debidas al estrés: algunas estirpes de cerdos son particularmente
sensibles al estrés; estos piensos contienen ingredientes muy digestibles y un alta proporción de magnesio y
de ácidos grasos insaturados, y se utilizan durante los momentos de estrés (transporte, calor, hacinamiento,
etc).  
 

e) El manejo del cebo de los cerdos. 

Normalmente los cerdos se alimentan ad libitum ya que las estirpes utilizadas no son propensas a producir
canales grasas si no pasan de los 100 kg de peso vivo; además, la alimentación ad libitum facilita el manejo;
no obstante, el suministro de 2-4 comidas generosas diarias provoca un aumento de la ingestión de pienso en
comparación con el suministro ad libitum. Los cerdos se suelen cebar sin separación de sexos.  
 

 
Cebo con separación de sexos
La cantidad de pienso ingerida diariamente se puede estimar de dos formas:  
   - como aquella cantidad necesaria para cubrir las necesidades energéticas para mantener un determinado
crecimiento: g diarios = Necesidades energéticas/ED  
   - en función del peso metabólico del cerdo: g diarios = 1.20 x PM/ED 

Con los piensos utilizados habitualmente (13-14 MJ ED/kg), el consumo aumenta desde alrededor de 1 kg a
los 25 kg, alrededor de 1.5 kg a los 50 kg, casi 2.5 kg a los 75, hasta unos 3 kg a los 100 kg, dependiendo de
la concentración energética del pienso y de la temperatura ambiente. En particular, las altas temperaturas
tienen una gran incidencia en el consumo de pienso, ya que los cerdos casi carecen de glándulas sudoríparas
para evaporar agua; en general, se considera que por cada grado que aumenta la temperatura por encima de
los 20 ºC se reduce la ingestión de pienso en 1 g por cada kg que pese el cerdo (gramos que deja de consumir
= (tª - 20) x PV). Otros factores que determinan la cantidad ingerida de pienso son la palatabilidad de la
ración (se consume mejor la papilla que el pienso seco y pulverulento), la utilización de saborizantes y
aromatizantes, la granulación, y la adición de grasa (que provoca un aumento de la ingestión energética). El
consumo diario de agua es de unos 5 litros por cada kg de pienso. 

Aunque en general los cerdos se alimentan ad libitum, en ocasiones se restringen los cerdos con tendencia al
engrasamiento, como son los cerdos castrados utilizados para producir bacon, ó los lotes de hembras (si es
que en la explotación se realiza cebo separado de hembras y machos); no obstante, la restricción solamente es
interesante cuando el precio de la canal magra obtenida compensa el mayor tiempo que se tarda (2-4
semanas) en alcanzar el peso de sacrificio. La restricción comienza a los 55 kg, y se ofrece solamente el 75%
del nivel a voluntad a los machos castrados, y el 95% a las hembras. Un racionamiento alternativo para los
cerdos castrados es la alimentación ad libitum con raciones poco concentradas (por ejemplo, 12.0 MJ
ED/kg). 

La forma más generalizada de suministrar el pienso a los cerdos en cebo es en harina; no obstante, existe una
tendencia a suministrar el pienso granulado, ya que el granulado reduce el desperdicio de pienso en el
comedero (alrededor del 10-15% del pienso en harina es desperdiciado por los cerdos, frente a menos del 5%
del pienso granulado), reduce la formación de polvo, y mejora la ganancia de peso y el índice de conversión. 

En algunas explotaciones se suministra el pienso en forma de papilla (2-3 partes de agua por una de pienso);
este método es particularmente interesante en zonas de elevadas temperaturas en las que los cerdos tienden a
consumir poco pienso seco. El principal inconveniente de la alimentación en papilla es que precisa
instalaciones (tuberías) especiales de distribución. La alimentación en papilla mejora el índice de conversión,
así como la velocidad de crecimiento y la calidad de la canal; también aumenta el consumo (es más palatable)
y reduce las pérdidas de pienso y la formación de polvo. La papilla no se suministra ad libitum ya que el
pienso rechazado fermentaría rápidamente en el comedero, pudiendo provocar trastornos digestivos; por este
motivo se distribuye 4-5 veces al día, y después de cada suministro se deben lavar las tuberías de
distribución. La cantidad de papilla suministrada es de unos 3 litros diarios a los 25 kg, y se aumenta
progresivamente hasta llegar a los 10-11 litros diarios al final del cebo. También se puede utilizar papilla en
la alimentación de sementales y reproductoras, ya que favorece la sensación de saciedad. 

En algunas explotaciones pueden aparecer casos de mordeduras de cola y orejas, así como peleas y lesiones.
El canibalismo tiene una etiología multifactorial, pero siempre se desencadena por un estado de estrés (por
ejemplo, hacinamiento, espacio escaso de comederos, calor, reagrupamiento de lotes, etc); algunas causas
nutricionales pueden ser el cambio brusco de ración, la falta de fibra, la falta de proteína, el desequilibrio de
aminoácidos, etc.

Finalmente, en ocasiones la aparición de trastornos respiratorios (producidos por Pasteurella, Bordetella, etc)


y de rinitis atrófica está relacionado con el polvo y el exceso de amoniaco en el ambiente. Por otra parte, el
calor y el estrés suelen ser causas frecuentes de diarreas.  
 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL RENDIMIENTO 

En una explotación se utiliza un pienso único de cebo cuya composición química es: 6% CZ, 18%
PB, 4% EE y 5% FB (concentración energética estimada: 13.1 MJ ED/kg). Estimar el rendimiento
de los cerdos.
Estimando el crecimiento diario  Estimando la ingestión diaria 

Cerdos de 25 kg:  Cerdos de 25 kg: 


- crecimiento diario: 350 + 6.5xPV = 510 g  - ingestión de pienso: 1.20 x
- crecimiento de hueso y otros: 0.125 x 510 = 65 g  250.75/13.1 = 1.025 g  
- crecimiento de carne: 510 - 65 = 445 g   - ingestión energética: 1.025 x
- deposición de grasa: (0.2 + 0.002xPV) x 445 = 110 g  13.1 = 13.4 MJ ED  
- energía para mantenimiento:
- deposición de músculo: 445 - 110 = 335 g  
450 x 250.75= 5.0 MJ ED  
- necesidades energéticas: 450 x 250.75 + 110 x 45 
- energía disponible para
+ 335 x 10 = 13.3 MJ ED, ó simplificando, 450 x 250.75 + 510 x crecimiento: 13.4 - 5.0 = 8.4 MJ
ED 
- acumulación de carne:  
Grasa x 45 + Músculo x 10 =
8.4  
Grasa = (0.2 + 0.002xPV) x
Carne  
Músculo = Carne - Grasa  
sustituyendo: 
- acumulación de carne = 450 g  
15 = 12.7 MJ ED  - deposición de grasa: (0.2 +
- necesidades proteicas: 2.4 x 250.75 + 0.35 x 335 = 144 g, ó 0.002xPV) x 450 = 112 g  
simplificando, 2.4 x 250.75 + 0.25 x 510 = 154 g   - deposición de músculo: 450 -
- ingestión de pienso: 13.3/13.1 = 1.015 g   112 = 338 g  
- ingestión de proteína: 1.015 x 0.18 = 183 g  - crecimiento total (el 12.5% es
hueso y otros):  
450/0.875 = 510 g 
Cerdos de 100 kg: 
- crecimiento diario: 350 + 6.5xPV = 1.000 g  
Cerdos de 100 kg: 
- crecimiento de hueso y otros: 0.125 x 1000= 125 g 
- ingestión de pienso: 1.20 x
- crecimiento de carne: 1000 - 125 = 875 g  1000.75/13.1 = 2.9 kg  
- deposición de grasa: (0.2 + 0.002xPV) x 875 = 350 g  - ingestión energética: 2.9 x 13.1
- deposición de músculo: 875 - 350 = 525 g   = 38 MJ ED  
- necesidades energéticas: 475 x 1000.75 + 350 x 50 + 525 x 12 = - energía para mantenimiento:
38.8 MJ ED, ó simplificcando, 475 x 1000.75 + 1000 x 25 = 40 475 x 1000.75= 15 MJ ED 
MJ ED   - energía disponible para
- necesidades proteicas: 2.75 x 1000.75 + 0.50 x 525 = 350 g, ó crecimiento: 38 - 15 = 23 MJ ED 
simplificando,  2.75 x 1000.75 + 0.30 x 1000 = 387 g   - acumulación de carne:  
- ingestión de pienso: 38.8/13.1 = 3.0 kg   Grasa x 50 + Músculo x 12 = 23  
- ingestión de proteína: 3.0 x 0.18 = 504 g  Grasa = (0.2 + 0.002xPV) x
Carne  
 
Músculo = Carne - Grasa  
sustituyendo: 
- acumulación de carne = 845 g  
- deposición de grasa: (0.2 +
0.002xPV) x 845 = 338 g  
- deposición de músculo: 845 -
338 = 507 g  
- crecimiento total (el 12.5% es
hueso y otros):  
845/0.875 = 965 g
Un lechón de 25 kg, cuya composición es 75% músculo, 15% grasa y 10% hueso y contenido
gastrointestinal, se alimenta con este pienso hasta alcanzar los 100 kg.  
a) ¿Cuanto tarda en alcanzar 100 kg?  
- velocidad media de crecimiento: (510 + 1000)/2 = 755 g diarios  
- tiempo necesario para alcanzar los 100 kg: (100 - 25)/0.755 = 99 días (3 meses y 1 semana)  
- consumo medio de pienso durante el cebo: 99 días x (1.015 + 3.000)/2 = 199 kg  
- IC medio durante este periodo: 199 kg de pienso/75 kg engordados = 2.65  
b) ¿Cual es la producción de carne?  
- acúmulo de carne, hueso y contenido gastrointestinal durante el periodo de cebo:  
     99 días x (335 + 525)/2 = 42 kg de músculo  
     99 días x (110 + 350)/2 = 23 kg de grasa  
- composición del lechón de 25 kg: 19 kg de músculo, 4 kg de grasa y 2 kg de otros  
- composición del cerdo de 100 kg:  
      61 kg de músculo, 27 kg de grasa y 12 kg de hueso y contenido gastrointestinal  
- cantidad de magro comestible: 65% x Músculo = 40 kg  
- cantidad de grasa comestible: 50% x Grasa = 13.5 kg
4.- La alimentación de las hembras de reposición.

Aunque tradicionalmente cada explotación recriaba sus propios animales de reposición, cada vez es más
frecuente que se adquieran en granjas específicas de multiplicación (pertenecientes normalmente a
multinacionales que realizan los programas genéticos de selección), de tal manera que en España más del
50% de las cerdas de reposición se adquieren en estas granjas. 

Las futuras reproductoras (Landrace, Large-White, y más del 50% híbridas) alcanzan la pubertad a los 90-100
kg (7 meses), y se cubren al segundo ó tercer celo (120-130 kg, 8-9 meses). 

Por facilidad de manejo, las cerdas de reposición se suelen alimentar ad libitum; en el momento de la
cubrición es deseable que estén ligeramente engrasadas (pero no demasiado), para lo que es conveniente
utilizar un pienso con unas moderadas concentraciones energética y proteica (por ejemplo, un pienso de
gestación) desde los 25 kg hasta la cubrición; en todo caso, se debe contrastar el peso de los futuros
reproductores con el estandar de la estirpe, procurando conseguir una velocidad de crecimiento media de
unos 700 g diarios desde los 25 kg hasta la cubrición. Si ha sido necesario racionarlas ligeramente (por
ejemplo, al 95% de la ingestión ad libitum) a partir de los 75-100 kg de peso para evitar que se engrasen
demasiado, el pienso se suministra ad libitum desde 15 días antes de la cubrición, consiguiéndose así una
mayor tasa de ovulación y por lo tanto un mayor tamaño de la camada.  
 

   
Cerda a la primera cubrición Cerda reproductora
5.- La alimentación de las reproductoras. 

La duración de la gestación de las cerdas es de 3 meses, 3 semanas y 3 días (115 días). Tras el parto, las
reproductoras se mantienen en lactación durante 4 semanas, cubriéndose de nuevo a los 15-20 días del destete
(aunque con un manejo óptimo se pueden cubrir a los 5-10 días), siendo lo normal obtener 2.0-2.5 camadas
anuales de 8-10 lechones. Los rendimientos medios de las explotaciones nacionales son de unos 15-20 cerdos
sacrificados por cerda y año, aunque las mejores explotaciones llegan a superar los 25 cerdos por
reproductora; dependiendo de la productividad de la explotación, el índice de conversión es de 60-80 kg de
pienso consumido por la cerda por cada lechón destetado. 

Las reproductoras se mantienen durante 5-6 partos, sacrificándose con unos 250 kg; la principal causa de la
eliminación de cerdas y verracos son los problemas de patas por suelos duros abrasivos y un exceso de peso;
un buen manejo de la alimentación y la complementación de los piensos con biotina favorecen la integridad
de las pezuñas.  
 
a) La alimentación de las cerdas en gestación. 

Las cerdas continúan creciendo durante las gestaciones, ganando 35-40 kg durante la primera gestación, unos
25 kg durante las dos siguientes gestaciones, y unos 10-15 kg durante las siguientes. Además, las cerdas en
gestación también ganan peso debido al desarrollo uterino, que al final de la gestación pesa unos 20 kg (10 kg
los fetos y otros 10 kg la placenta y los fluídos). 

Las necesidades energéticas y proteicas de las cerdas en gestación se pueden estimar mediante el método
factorial; por comodidad, las necesidades de los animales adultos se pueden expresar en función del peso
vivo, en lugar de en función del peso metabólico. Las necesidades diarias durante los dos primeros tercios de
gestación son de 30-35 MJ ED y 150-200 g PB, comenzando a aumentar a partir de los 2 meses y medio de
gestación para llegar a 35-40 MJ ED y más de 400 g PB al final de la gestación. Alrededor del 70% de la
energía y del 55% de la proteína ingerida durante la gestación se destinan a cubrir los gastos de
mantenimiento, un 25% de la energía y un 15% de la proteína ingeridas se destinan a cubrir el crecimiento
corporal, y el 5% de la energía y alrededor del 30% de la proteína ingeridas se destinan a cubrir los gastos
específicos de gestación; el nivel de alimentación de las cerdas en gestación es inferior a 1.5.  
 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES DE


GESTACION 

Mantenimiento: 130 kJ ED y 0.75 g PB por kg PV 


Termogénesis:  La temperatura óptima para la gestación es 17 ºC; por cada ºC por debajo de esta
temperatura, las necesidades energéticas diarias aumentan en 4 kJ ED/kg PV  
Crecimiento corporal de la cerda:  60 kJ ED/g triglicérido y 55 kJ ED y 2.25 g PB/g proteína. La
composición media del crecimiento durante la primera gestación es 35% músculo, 55% grasa, y
10% hueso y contenido gastrointestinal; durante las siguientes es 20-30% músculo, 60-70% grasa,
y 10% hueso y contenido gastrointestinal; el 80% del crecimiento se produce durante los dos
primeros tercios de gestación (hasta el día 75). Asumiendo una composición media del músculo
de los animales adultos del 25% de aminoácidos y 75% de agua, y de la grasa depositada del 85%
de triglicéridos y 15% de agua:  
     - necesidades medias por g de crecimiento corporal: 36 kJ ED y 0.15 g PB 
Gestación y desarrollo mamario: estas necesidades son despreciables durante los dos primeros
tercios de gestación (hasta el día 75), y aumentan exponencialmente a partir de este momento: 2.8
MJ ED y 75 g PB diarios a los 80 días de gestación, y 6.5 MJ ED y 235 g PB diarios al final de la
gestación. 

 EJEMPLO 
Una cerda de 160 kg que engorda 25 kg durante la segunda gestación (20 kg durante los primeros
dos tercios de gestación, y 5 kg durante el último tercio) tiene unas necesidades diarias de:  
a) durante los dos primeros tercios de gestación:  
- mantenimiento: 130 x (160 + 180)/2 = 22.1 MJ ED y 128 g PB diarios  
- crecimiento corporal: 36 x 20 kg /75 días = 9.6 MJ ED y 40 g PB diarios  
b) durante el último tercio de gestación:  
- mantenimiento: 130 x (180 + 185)/2 = 23.7 MJ ED y 137 g PB diarios  
- crecimiento corporal: 36 x 5 kg /40 días = 4.5 MJ ED y 19 g PB diarios  
- gestación y desarrollo mamario: 2.8-6.5 MJ ED y 75-235 g PB diarios  
- necesidades diarias: 31 MJ ED y 230 g PB al principio y 35 MJ ED y 390 g PB al final 
Es importante permitir que las cerdas en gestación almacenen reservas corporales que puedan movilizar tras
el parto para mantener una elevada producción de leche. No obstante, debido a que las necesidades
energéticas y proteicas de las cerdas en gestación son relativamente bajas en relación a su capacidad de
ingestión, el suministro de pienso se debe restringir durante la gestación para evitar que las cerdas se
engrasen demasiado. En efecto, el objetivo de la alimentación de las cerdas en gestación es permitirles
almacenar reservas corporales, pero evitar que se engrasen demasiado, ya que el engrasamiento va asociado a
problemas reproductivos y durante el parto, así como a lesiones en los aplomos por exceso de peso. Además,
un excesivo consumo durante la gestación da lugar a que la cerda consuma menos durante la siguiente
lactación (lo que se traduce en una menor producción de leche y por tanto una menor ganancia de peso de los
lechones hasta el destete). 

Además de racionarlas, las cerdas en gestación se alimentan con piensos de moderada concentración
energética que contienen un 5-10% de fibra bruta (y en ocasiones más del 10%). Para elaborar estos piensos
se utilizan cantidades importantes (hasta un 25%) de salvado, alfalfa deshidratada ó pulpa de remolacha.
Finalmente, es conveniente proporcionar forrajes (por ejemplo,  0.5 kg diarios de paja) a las cerdas gestantes
para saciarlas y reducir el estrés debido al racionamiento del alimento.  
 

Las cerdas gestantes se suelen mantener en jaulas individuales para facilitar su racionamiento individual

El pienso de las cerdas gestantes se suministra en harina, y en muchas explotaciones se mezcla con agua en el
comedero, ya que la papilla permite conseguir una mayor saciedad de las cerdas. Los piensos no contienen
antibióticos, enzimas ni probióticos; solamente contienen aditivos tecnológicos (antioxidantes y
antifúngicos). Respecto a los nutrientes complementarios, en los piensos de gestación se suele incluir cobre
(máximo 125 ppm de sulfato de cobre pentahidratado) que limita el desarrollo de enterobacterias; además, los
correctores han de aportar suficiente zinc para prevenir la paraqueratosis, y biotina (ya que los cereales
aportan poca biotina) para prevenir las úlceras en las pezuñas y la acumulación de grasa en el hígado.
Actualmente se está estudiando la suplementación durante las últimas 3 semanas de gestación con algunas
sustancias que atraviesan la barrera placentaria y se acumulan en el hígado de los lechones, mejorando los
depósitos de glucógeno y las reservas de hierro; por ejemplo, se está estudiando el efecto de la
suplementación con grasa, lactatos, acetatos y 1,3-butanodiol para mejorar el peso al nacimiento y las
reservas de glucógeno de los neonatos, ó la suplementación con quelato de hierro para prevenir parcialmente
la anemia ferropénica de los lechones.  
 

Las cerdas gestantes se pueden mantener en grupo, pero con alimentación individual
La presión que ejercen los fetos puede dificultar los movimientos peristálticos intestinales durante las 2-3
últimas semanas de gestación; la cerda pierde el apetito, sufre estreñimiento (que predispone a la aparición de
prolapsos rectales) y excreta heces duras (constipación); la constipación tiene un efecto negativo sobre la
producción de leche durante la posterior lactación. Otros factores que predisponen a la aparición de
constipación son las altas temperaturas, la escasez de agua y un exceso de fibra en la ración; finalmente, la
contaminación fúngica de los piensos, principalmente con hongos del género Fusarium productores de
zearalenona y tricotecenos, también favorece la aparición de constipación, además de transtornos
reproductivos. Existen piensos dietéticos para reducir el riesgo de estreñimiento; estos piensos se utilizan
durante 10-15 días antes y después del parto, y contienen ingredientes que estimulan el tránsito intestinal (un
alto contenido en concentrados fibrosos que aseguren un aporte superior al 7.5% de fibra en el pienso); no
obstante, en casos graves se debe incluir un laxante en el pienso (por ejemplo 0.75% de cloruro potásico).  
 

PIENSOS DE CERDAS REPRODUCTORAS

                                                        Gestación        Lactación  


Nutrientes:  
MJ ED/kg                                          12.0                  15.0  
% PB                                                  10.0                  20.0  
% Grasa                                             <3.0                  >5.0  
% Fibra bruta                                    >7.5                 <5.0  
% Lisina                                              0.7                   1.0  
% Metionina+cistina                        0.3                   0.5  
% Treonina                                        0.4                   0.6  
% Triptófano                                     0.1                   0.1  
% Calcio                                             0.8                   0.9  
% Fósforo disponible                      0.4                   0.4  
% Sodio                                             0.1                   0.1  
% Acido linoleico                            0.1                   0.1 

Límites de inclusión de ingredientes: 


Maíz, Trigo, Cebada                      0-60                  0-75  
Mandioca                                        0-15                  0-15  
Melazas                                            0-5                   0-10  
Torta de soja                                  0-20                  0-25  
Harina de pescado                         0                       0-5 
Grasa de rumiante                         0-5                    5-10  
Salvado de trigo                           0-25                   0-10  
Pulpa de remolacha                      0-20                    0  
Alfalfa deshidratada                    0-15                    0  
Torta de girasol                            0-15                   0-5 

EJEMPLOS 
Materias primas: 
Maíz                                                 35                     60  
Cebada                                            25                      -  
Torta de soja                                  10                     25  
Grasa de rumiante                           -                       7  
Salvado de trigo                            15                      5  
Alfalfa deshidratada                       5                      -  
Pulpa de remolacha                         5                      -  
Carbonato cálcico                         0.5                   0.5  
Fosfato bicálcico                          1.5                   1.0  
Sal                                                  0.05                 0.05  
Ingredientes complementarios: 
Corrector vitamínico-mineral      0.5                   0.5  
Lisina                                               -                     0.20  
Aditivos: 
Antifúngico                                  1.0                   1.0  
Antioxidante                                 No                   Sí  
Saborizante                                   No                   Sí  
Sulfato de cobre                           Sí                    Sí
Respecto al manejo de la alimentación, las cerdas en gestación deben alimentarse según su estado de carnes,
de tal manera que a las más delgadas se les debe permitir recuperar la grasa movilizada durante la lactación
previa, así como almacenar reservas para ser movilizadas en la próxima lactación. Las pautas generales para
la alimentación de las cerdas gestantes son:  
- durante las 3 primeras semanas de gestación se recomienda mantener el pienso de lactación (de mayor
contenido proteico), pero limitando su aporte a 2.0 kg diarios, ya que es el momento de la migración de los
cigotos hacia el útero y una sobrealimentación provoca una alta mortalidad embrionaria (parece que la
alimentación ad libitum interfiere con la secreción de progesterona).  
 - a partir de las 3 semanas se introduce el pienso de gestación; dependiendo del estado corporal y de la
concentración energética del pienso utilizado, las cerdas en gestación se racionan a 2.25-2.75 kg diarios de
pienso; el pienso se suele suministrar dos veces al día; aún restringiendo el alimento, las cerdas en gestación
almacenan reservas corporales. El consumo de agua durante la gestación es de 15-20 litros diarios.  
- durante las 3 últimas semanas de gestación, en que aumentan drásticamente las necesidades para el
desarrollo de los fetos, se introduce el pienso de lactación, permitiendo un aumento progresivo de la ingestión
hasta llegar a los 3-4 kg diarios; los 2 días antes del parto se limita el consumo a 1.5-2.0 kg diarios para evitar
casos de estreñimiento.  
 

ESTADO CORPORAL DE LAS CERDAS REPRODUCTORAS  


 

                                        2: cerda muy delgada al final de la lactación  


                                        4: cerda en buen estado al final de la lactación  
                                        6: cerda ligeramente engrasada al final de la gestación  
                                        8: cerda muy engrasada al final de la gestación 
b) La alimentación de las cerdas en lactación. 

La producción de leche de las cerdas depende de varios factores (genética, alimentación, número de lechones
que amamanta, número de lactación, etc), pero en general aumenta desde 5-6 litros diarios tras el parto, hasta
más de 10 litros durante la tercera y cuarta semana de lactación, llegando algunas hembras a casi 15 litros
diarios; la producción de leche se puede estimar a partir del crecimiento de la camada de lechones, ya que de
media los lechones necesitan 4 g de leche para engordar 1 g. La composición media de la leche de cerda es
8.0% grasa, 6.0% proteína, y 5.0% lactosa, y contiene 5.5 kJ/g. 

Debido a las elevadas necesidades de lactación, aunque la cerda sea alimentada a voluntad, no suele tener
suficiente capacidad de ingestión para consumir todo el alimento necesario para cubrir sus necesidades; como
resultado, las cerdas en lactación pueden perder 10-15 kg de peso durante la lactación, siendo esta pérdida
mayor cuanto más tardío sea el destete. La pérdida media diaria de peso es de unos 350 g (300 g de grasa y
50 g de músculo), aunque en caso de una alimentación deficiente se puede llegar a movilizar más de 1 kg
diario de reservas corporales.  
 

Las necesidades energéticas y proteicas durante la lactación dependen del peso de la cerda y del nivel de
producción láctea; las necesidades diarias se pueden estimar mediante el método factorial en 100-110 MJ ED
y 1.250-1.500 g PB. Alrededor del 75-80% de la energía y del 90% de la proteína ingerida durante la
lactación se destinan a cubrir la producción de leche; el nivel de alimentación durante la lactación es de 4.5.
Debido a las altas necesidades proteicas y a que el aporte proteico de la movilización de las reservas
corporales es mínimo, los piensos deficientes en proteína van a provocar una drástica caída de la producción
de leche, lo que se manifestará en un peor crecimiento de los lechones; no obstante, piensos con un exceso de
proteína no van a mejorar la producción lechera más allá del potencial genético de la cerda, y pueden
provocar una reducción del consumo de pienso, en particular en ambientes cálidos. 
 
MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES DE
LACTACION

Mantenimiento: 130 kJ ED y 0.75 g PB por kg PV 


Termogénesis:  La temperatura óptima para la gestación es 17 ºC; por cada ºC por debajo de esta
temperatura, las necesidades energéticas diarias aumentan en 4 kJ ED/kg PM 
Energía aportada por la movilización de las reservas corporales: Las reservas movilizadas durante
la lactación están formadas de media por 85% de grasa y 15% de músculo. Asumiendo una
composición media del músculo de los animales adultos del 25% de aminoácidos y 75% de agua,
y de la grasa del 85% de triglicéridos y 15% de agua, y asumiendo que la eficacia de utilización de
los nutrientes movilizados es del 85%, cada kg de reservas corporales movilizado aporta unos 25
MJ EN y unos 30 g de proteína neta.  
Lactación:  
          5.5 kJ EN/g leche                 0.06 g Proteína neta/g leche 
                k = 0.65-0.70                 k = 0.60-0-65 
          8.15 kJ EM/g leche              0.1 g Aminoácidos biodisponibles/g leche  
                m = 0.95                                   d = 0.75 
         8.60 kJ ED/g leche                  0.135 g PB/g leche 

EJEMPLO 
Una cerda de 180 kg que produce de media 10 litros diarios de leche, y que durante toda la
El objetivo de la alimentación de las cerdas en lactación es maximizar la ingestión de energía para
conseguir:  
- una alta producción de leche y por lo tanto un mayor peso de los lechones al destete  
- una mínima pérdida de peso, lo que facilita que la cerda salga pronto en celo tras el destete, así como que su
fertilidad sea mayor y produzca camadas grandes  
- finalmente, cuando la cerda moviliza un exceso de reservas corporales, la grasa de la leche está formada
principalmente por ácidos grasos saturados que son mal digeridos por los lechones. 

Por lo tanto, las cerdas lactantes se alimentan ad libitum con piensos de alta concentración energética; estos
piensos contienen los mismos aditivos (además de aromatizantes y saborizantes) e ingredientes
complementarios (además de grasa) que los piensos de gestación. 

Respecto al manejo de la alimentación, las pautas a seguir durante la lactación son:  


- ya se ha señalado que el pienso de lactación se introduce durante las tres últimas semanas de gestación para
llegar a un consumo de 3-4 kg diarios al final de la gestación  
- tras el parto se suministra el pienso ad libitum; el día siguiente del parto la cerda solamente consumirá 1-2
kg de pienso, pero irá aumentando gradualmente el consumo hasta llegar a un máximo 6-7 kg diarios a la
semana del parto  
- durante los dos días previos al destete se reduce el pienso a 2.0-2.5 kg (para reducir la producción de
leche)  
- a partir de dos días después del destete se deja en 3.0-3.5 kg, que se mantienen hasta la cubrición; no
obstante, si las cerdas salen delgadas de la lactación (lo que es frecuente en primíparas) se alimentan ad
libitum (consumen unos 4 kg diarios) desde el destete hasta la cubrición (para facilitar la recuperación de
reservas y que salgan pronto en celo, ya que la ovulación se retrasa tanto en las hembras engrasadas como en
las demasiado delgadas). 

Es difícil que el consumo de pienso durante la lactación sea superior a los 6 kg diarios (las primíparas es
difícil que superen los 4 kg); no obstante, con piensos adecuados y un buen manejo se puede conseguir una
elevada ingestión diaria (5 kg en las primíparas, 7 kg en las multíparas, y 8 kg en cerdas grandes en la cuarta
ó quinta lactación), de tal manera que la pérdida de peso durante la lactación se puede reducir a menos de 10
kg; los principales factores que determinan la cantidad ingerida de pienso son:  
- la concentración energética del pienso, siendo habitual añadir a los piensos de lactación un 5% ó más de
grasa; la adición de grasa, además de reducir la pérdida de peso, mejora la producción y el contenido en grasa
de la leche, y por tanto la supervivencia de los lechones  
- la proteína de los piensos ha de estar muy equilibrada, tanto para soportar la producción de leche como para
reducir la producción de extracalor (que reduce el consumo)  
- la forma de suministrar el pienso, ya que el pienso granulado ó en papilla se consume mejor que el pienso
en harina (habitualmente se les mezcla en el comedero el pienso con agua en la proporción 2-3 partes de agua
por una de pienso)  
- la temperatura ambiente, ya que por cada grado por encima de los 20 ºC se reduce el consumo en unos 150-
200 g de pienso 
- la disponibilidad de agua, siendo el consumo de las cerdas en lactación de 25-40 litros diarios (5 veces la
cantidad de pienso ingerida), dependiendo de la producción de leche y de la temperatura ambiente  
 - el estado corporal con que la cerda pare, ya que las hembras engrasadas por un excesivo consumo durante
la gestación tienden a consumir menos pienso durante la lactación; no obstante, como ya se ha comentado, es
conveniente que la cerda gestante acumule reservas (no excesivas) para poder movilizarlas durante la
lactación  
- en los piensos de lactación se suelen incluir saborizantes y aromatizantes  
- el suministro del pienso en 2-3 comidas diarias (2-3 kg por comida) permite que la cerda tenga acceso a
pienso fresco, lo que estimula más la ingestión que el pienso continuamente ad libitum  
- finalmente, en la elaboración de los piensos de lactación se han de utilizar ingredientes frescos, sanos y de
calidad; en todo caso, las micotoxinas tienen efectos nefastos sobre la posterior ovulación y desarrollo de los
fetos.  
 

6.- La alimentación de los sementales. 

En las explotaciones que no utilizan inseminación artificial se suelen mantener 6-7 verracos por 100 cerdas;
prácticamente el 100% de los verracos se adquieren en granjas especializadas en la multiplicación. 

Los verracos (híbridos de Large White, Duroc, Pietrain ó Blanco Belga) alcanzan la pubertad a los 120-130
kg (7 meses) y se comienzan a utilizar a partir de los 12-14 meses de edad (175-200 kg), momento en que la
producción espermática es óptima, y se suelen mantener con un ritmo reproductivo de 2-4 saltos a la semana
durante 1-2 años, sacrificándose con unos 350 kg.  
 

   
La inseminación artificial de las
La monta natural es habitual en
reproductoras aún no está
Verraco las explotaciones porcinas
generalizada
Los sementales siguen creciendo desde el momento en que se comienzan a utilizar hasta el momento de su
sacrificio; la velocidad media diaria de crecimiento de los verracos es de 500 g desde entre los 100-150 kg, de
250 g entre los 150-250 kg, y de 100 g entre los 250-350 kg. Las necesidadesas energéticas son de 30-40 MJ
ED diarios, dependiendo de su edad y peso. 

Los verracos adultos suelen recibir 2.5-3.5 kg diarios del mismo pienso que las cerdas en gestación (por ser
los menos concentrados); además, es conveniente proporcionarles algún tipo de forraje para saciar su apetito.
En todo caso se debe controlar periódicamente el peso de los animales, evitando que se engrasen ya que el
engrasamiento disminuye la líbido y provoca problemas de patas; de hecho, el principal motivo del desecho
de verracos suele ser el exceso de peso. Los verracos consumen 15-20 litros diarios de agua. 

Tema 15. La alimentación de los conejos

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el rendimiento productivo de los conejos  


- conocer las características y el manejo de los piensos utilizados en las explotaciones cunícolas
Esquema del tema: 
La importancia de la producción cunícola 
La alimentación de los gazapos 
     a) Las causas nutricionales de la mortalidad perinatal de los gazapos  
     b) El manejo de la alimentación de los gazapos 
El cebo de los conejos 
     a) La funcionalidad del ciego y la cecotrofia 
     b) Las causas nutricionales de los trastornos cecales  
     c) Las necesidades energéticas y proteicas 
     d) Los piensos de cebo de conejos 
     e) El manejo del cebo de conejos 
La alimentación de los animales de reposición 
La alimentación de las reproductoras  
     a) Las necesidades energéticas y proteicas 
     b) Los piensos de las reproductoras 
     c) El manejo de la alimentación de las reproductoras  
La alimentación de los sementales 
AUTOEVALUACION

 
1.- La importancia de la producción cunícola.

El sector cunícola aporta alrededor del 3% de la Producción Final Ganadera nacional. En España se
mantienen unos 2.5 millones de reproductoras y se ceban anualmente unos 100 millones de conejos; más del
75% de las reproductoras se mantienen en unas 10.000 granjas intensivas cuyo tamaño oscila entre 50 y más
de 1.000 reproductoras; el resto de las reproductoras se mantienen en unas 25.000 pequeñas explotaciones.  
 

Explotaciones intensivas de conejos

El consumo nacional de carne de conejo por habitante y año es de 2.5-3.0 kg; la carne de conejo representa
menos del 3% de la carne total producida y consumida en España. España produce el 15-20% de la carne de
conejo producida en la UE. El nivel de autoabastecimiento nacional de carne de conejo es superior al 95%,
pero la UE importa casi el 10% de la carne de conejo que consume.

Los piensos de conejos representan alrededor del 2% de los piensos fabricados en España, y menos del 1% de
los piensos fabricados en la UE. La cantidad de pienso consumido en las explotaciones cunícolas se estima en
alrededor de 1 kg diario por reproductora alojada; este consumo se distribuye en un 30-35% para alimentar a
las madres y en un 65-70% para alimentar a los conejos para sacrificio; los costes de alimentación
representan alrededor del 60% del coste total de producción en las explotaciones cunícolas. El índice de
conversión de los conejos es de 2.0-2.5 cuando se considera el periodo desde el nacimiento hasta el sacrificio;
el índice de conversión global (considerando el pienso consumido por las reproductoras, gazapos y cebo) es
de 3.0-3.5. 
 

2.- La alimentación de los gazapos.

Los gazapos son híbridos que pesan 50-60 g al nacimiento y se destetan a las 5 semanas con casi 1 kg de
peso, momento en que comienza la fase de cebo. Aunque los gazapos se pueden destetar a las 4 semanas
utilizando piensos de muy buena calidad y un manejo exquisito, se tiende a realizar el destete a los 35 días ya
que a esa edad es mayor la madurez fisiológica del gazapo; por otra parte, a las 5 semanas el gazapo ya
obtiene poca leche de su madre. En todo caso, el destete se debe realizar antes de la última semana de
gestación de la madre. 
 

INDICES DE GAZAPOS

Edad al destete: 5 semanas 


Indices al destete: 
       consumo de pienso (g/d)              80 
       velocidad de crecimiento (g/d)     35 
       peso (g)                                           850 
Indices medios durante la cría: 
      consumo de pienso (g)                   600  
      velocidad de crecimiento (g/d)     20-25

Los gazapos permanecen en el nidal hasta las 2-3 semanas de edad

a) Las causas nutricionales de la mortalidad perinatal de los gazapos.

Es habitual una mortalidad del 10-15% de los gazapos durante la primera semana de vida debido a una
hipoglucemia, que se traduce en hipotermia (la temperatura óptima en el nido es de 30-35 ºC) y muerte de los
gazapos; la causa de la hipoglucemia es una insuficiente ingestión de leche (la madre no produce suficiente
leche, la madre no permite mamar lo suficiente a los gazapos (p.e. si tiene mamitis), la camada es demasiado
grande, el gazapo no sabe mamar, etc); en el caso de camadas numerosas ó camadas huérfanas se procura la
adopción de gazapos por otras hembras lactantes. Se debe tener en cuenta que las conejas dan de mamar a los
gazapos solamente dos veces al día durante los primeros 2-4 días, y posteriormente una sola vez (por las
mañanas, durante 3-5 minutos); por lo tanto, si un gazapo no mama por cualquier causa, la viabilidad de ese
gazapo depende de sus reservas de glucógeno y grasa, que a su vez dependen del tamaño de la camada. 

Otra causa importante de la mortalidad perinatal de los gazapos es la enterotoxemia láctea; el motivo es la
presencia de toxinas en la leche producida por madres cuyo intestino grueso está colonizado por Clostridium
spiriforme. Por otra parte, la presencia de micotoxinas en el pienso de las madres puede dar lugar a que se
excreten micotoxinas en la leche.

Aunque la leche de la coneja contiene relativamente poco hierro, los fetos almacenan una cantidad suficiente
en sus hígados, por lo que no es frecuente que aparezcan anemias. 
 

b) El manejo de la alimentación de los gazapos.

Los gazapos dependen exclusivamente de la leche de la madre hasta las 3 semanas de edad; por lo tanto,
cuanto mayor es la disponibilidad de leche, mayor será el crecimiento del gazapo. La cantidad de leche que
produce la coneja depende básicamente de la alimentación que recibe; además, el tamaño de la camada es
otro factor que determina en gran medida la disponibilidad de leche para cada gazapo.

A partir de las 2-3 semanas los gazapos comienzan a ingerir pequeñas cantidades de pienso en el mismo
comedero que la madre, y comienzan a realizar la coprofagia. La ingestión de pienso estimula el desarrollo
del sistema digestivo del gazapo, con lo que se minimiza la incidencia de los trastornos digestivos propios del
postdestete. Para conseguir un razonable desarrollo digestivo es necesario que el gazapo ingiera más de 500 g
de pienso a lo largo de la lactación, y que el consumo en el momento del destete sea de unos 75 g diarios. Los
gazapos, en el momento del destete, ya ingieren unos 250 g diarios de agua. 
 

Además de leche, los gazapos consumen el mismo pienso que la madre

La mortalidad durante el peridestete suele ser inferior al 10% si se realiza cuando los gazapos tienen 5
semanas; en todo caso, si la mortalidad es superior al 10% en el periodo del destete, se debe retrasar el destete
hasta las 6 semanas. 
 

3.- El cebo de los conejos. 

El cebo dura desde el destete hasta las 9-11 semanas en que alcanzan 2.0-2.5 kg de peso vivo (1.20-1.50 kg
canal, ya que el rendimiento medio de la canal es del 60%). 
 

INDICES DE CONEJOS

Edad al comienzo del cebo (semanas)   5 


Peso al comienzo del cebo (kg)            0.85 
Edad al final del cebo (semanas)            9 
Indices al final del periodo: 
     consumo de pienso (g/d)                 150 
     velocidad de crecimiento (g/d)         45 
     peso (kg)                                             2.0 
Indices medios durante el cebo: 
     consumo de pienso (kg)                   3.5 
     velocidad de crecimiento (g/d)        40 
     IC (kg pienso/kg engordados)        3.25
Existen dos sistemas habituales de racionamiento de conejos: emplear un pienso único para todos los
animales, ó utilizar dos piensos diferenciados, uno para reproductoras y otro para el resto de los animales
(sementales, recría y cebo). La utilización de dos piensos permite ajustar la composición según las
necesidades nutritivas de los animales; sin embargo, la utilización de un único pienso para todos los animales,
además de facilitar el manejo de la alimentación, reduce los riesgos de trastornos cecales al destete debido al
cambio de pienso. 
 

Los gazapos destetados se ceban hasta los 2 kg

En las explotaciones en las que se utilizan dos piensos, durante la primera semana tras el destete se realiza el
cambio gradual al pienso de cebo; es importante que el pienso de cebo contenga más fibra y menos proteína
que el de maternidad con el objetivo de minimizar los trastornos cecales; en las explotaciones en las que se
utiliza el mismo pienso en maternidad que en cebo es conveniente suministrar paja ad libitum a los conejos
durante la primera semana tras el destete. 
 

a) La funcionalidad del ciego y la cecotrofia.

El alimento ingerido por los conejos sufre una digestión enzimática en el estómago e intestino similar a la que
ocurre en el resto de monogástricos.

El alimento no absorbido llega al intestino grueso, donde sufre un proceso muy particular en el conejo:
mediante movimientos peristálticos se separan las partículas finas y gruesas del alimento. Las partículas
gruesas (>0.5 cm) siguen avanzando por el intestino grueso y se excretan formando las heces duras, mientras
que las partículas finas y las fibras solubles penetran en el interior del ciego (los conejos son monogástricos
herbívoros en los que el ciego ocupa el 50% del volumen total del aparato digestivo). La flora microbiana del
ciego actúa sobre las partículas finas, produciéndose ácidos grasos volátiles que se absorben en la pared del
ciego (con los piensos habituales los ácidos grasos volátiles aportan menos del 5% de las necesidades
energéticas de los conejos).

Además, la flora microbiana del ciego y los residuos de la fermentación de las partículas finas son excretados
en forma de heces blandas ó cecotrofas que son reingeridas (cecotrofia) directamente del ano durante la
madrugada, constituyendo por lo tanto un segundo aporte de nutrientes paralelo al procedente del alimento.
Las heces blandas se comienzan a producir a las 2-3 semanas de vida, cuando el conejo comienza a ingerir
alimentos sólidos; a las 6 semanas ya se realiza la cecotrofia con toda intensidad. En situaciones de estrés los
conejos no realizan la cecotrofia.

Las heces blandas suponen alrededor de la tercera parte de las heces totales, esto es, unos 20-25 g diarios de
materia seca; contienen más agua (65%) que las duras (40%), y son ricas en proteína microbiana y ácidos
grasos volátiles. La composición media de las heces blandas es 25% proteína y 20% fibra bruta, frente a
menos del 10% de proteína y un 30% de fibra bruta de las heces duras.
La cecotrofia supone un par de ventajas importantes para el regimen nutritivo del conejo a base de forrajes:  
     - la eliminación de las partículas gruesas de fibra acelera notablemente la velocidad de tránsito de los
residuos y el vaciado del aparato digestivo, por lo que aumenta la capacidad de ingestión de alimentos
fibrosos. 
     - debido a que las heces blandas aportan el 20-30% del nitrógeno total ingerido con raciones forrajeras, y
debido a que el 80% de la proteína de las heces blandas es proteína microbiana de alta calidad y
digestibilidad, el aporte proteico debido a la cecotrofia es importante, particularmente en el caso de raciones
de bajo valor proteico. Además, aportan vitaminas hidrosolubles sintetizadas por la flora cecal.

Sin embargo, la cecotrofia no aporta ninguna ventaja especial en explotaciones intensivas que utilizan piensos
con una elevada concentración de nutrientes, ya que la energía de las heces blandas es menos digestible que
la del pienso, y las heces blandas ocupan espacio en el estómago (diariamente se ingieren 20-25 g de materia
seca en forma de heces blandas), reduciendo la capacidad de ingestión; en las condiciones habituales de
explotación intensiva, las heces blandas representan un 10-15% de la materia seca ingerida por los conejos, lo
que supone un 5-10% de la energía y un 10-15% de la proteína total ingerida. 
 

b) Las causas nutricionales de los trastornos cecales.

Como se ha señalado, la flora microbiana del ciego fermenta parte de los carbohidratos estructurales no
digeridos en los tramos anteriores del tracto digestivo, produciendo ácidos grasos volátiles (AGV) que
acidifican el medio (el pH del ciego, en condiciones normales, es 6.0-6.5); el pH ligeramente ácido favorece
el peristaltismo y limita la proliferación de enterobacterias.

No obstante, cuando al ciego llega una cantidad importante de alimento no digerido, se altera la flora
microbiana y el pH cecal, y se provocan disbiosis cecales. De hecho, el principal aspecto que condiciona la
alimentación de los conejos es la frecuente aparición de trastornos cecales, por lo que el correcto manejo de la
alimentación es decisivo para conseguir una adecuada rentabilidad de la explotación.

Las disbiosis cecales pueden ser debidas a una disminución del pH debido a la fermentación de carbohidratos
y producción de AGV o, más frecuentemente, a un aumento del pH debido a la fermentación de proteínas y
producción de amoniaco.

Las disbiosis por una redución del pH cecal están relacionadas con piensos con un alto contenido en almidón:
el exceso de almidón acidifica el pH del intestino delgado, disminuyendo la actividad de la amilasa
pancreática, lo que provoca que se digieran incompletamente en el intestino delgado (en particular el almidón
del maíz); el almidón que pasa sin digerir es fermentado en el intestino grueso, provocando la formación de
gas que puede dar lugar a timpanismo y cólico timpánico. En estos casos puede ser interesante incluir
basificantes (bicarbonato sódico, óxido de magnesio) en los piensos.

Las disbiosis por un aumento del pH cecal están relacionadas con piensos con un alto contenido en proteína,
o con proteína de baja digestibilidad: parte de la proteína pasa al ciego donde la flora cecal desamina estos
aminoácidos provocando un aumento de la concentración de amoniaco en el intestino, lo que provoca un
aumento del pH intestinal; esta alcalosis favorece la proliferación de Escherichia coli (colibacilosis, que
suelen provocar diarreas amarillentas (enteritis mucoide), además de destruir la mucosa intestinal). Por otra
parte, aumenta la cantidad de amoniaco absorbido, dando lugar a una hiperamonemia; la alta cantidad de urea
sintetizada en el hígado puede precipitar en el riñón (nefropatías) ó provocar una uremia que puede conducir
a un coma urémico. Finalmente, la alta excreción de urea provoca una alta concentración de amoniaco
ambiental, lo que facilita el desarrollo de Pasteurella multocida y la aparición de trastornos respiratorios. En
estos casos puede ser interesante incluir acidificantes en los piensos.

Otro tipo de disbiosis son las provocadas por piensos con un alto contenido tanto en proteína como en
almidón. Estos piensos pueden favorecer el desarrollo de Clostridium spiriforme (los clostridios necesitan
proteína y glucosa para desarrollarse) productores de enterotoxemias debido a toxinas iota; estas toxinas se
absorben y provocan un aumento de la permeabilidad vascular y la aparición de edemas pulmonares). 

El contenido en fibra del pienso también es determinante en la aparición de disbiosis cecales:  


     - debido a que la fibra liga mucha agua, un exceso de fibra provoca que se capte mucha agua en el
estómago e intestino delgado; la fibra pasa al ciego, donde el agua es reabsorbida por la mucosa cecal,
formándose una masa dura dentro del ciego con la fibra seca, provocándose una obstrucción ó impactación
cecal, lo que facilita el desarrollo de enterobacterias.  
     - por otra parte, la deficiencia en fibra provoca una hipomotilidad cecal (que puede dar lugar a la
impactación del ciego), lo que se traduce en un incremento del tiempo de retención del alimento (y en
particular de las proteínas) en el ciego, favoreciendo la intensidad de las desaminaciones; la hipomotilidad
cecal también ocurre cuando el tamaño de la fibra es muy pequeño (menor de 1 mm). Es importante que la
mayor parte de la fibra de la ración sea indigestible (con un alto contenido en FAD y LAD), ya que la fibra
soluble (p.e. la fibra de la pulpa de remolacha) no posee efecto lastre para acelerar el peristaltismo intestinal.  
     - las fibras solubles (p.e. la de la pulpa de remolacha, que tiene un alto contenido en pectinas), además de
ligar mucha agua, no poseen un buen efecto lastre que acelere el peristaltismo intestinal, por lo que altas
proporciones de este tipo de fibras en los piensos suelen estar relacionadas con impactaciones cecales; por
este motivo, la mayor parte de fibra de la ración ha de ser indigestible (con un alto contenido en FAD y
LAD); no obstante, pequeñas inclusiones de fibra soluble (que es fermentada en el ciego produciendo ácidos
grasos volátiles) favorece una disminución del pH cecal.

Otras causas de los trastornos cecales pueden ser: 


     - debidas a un manejo incorrecto del pienso, en particular un cambio brusco de pienso, lo que impide una
adaptación de la flora cecal; por otra parte, las altas temperaturas provocan un consumo irregular de pienso,
lo que también suele ir acompañado de trastornos cecales. 
     - finalmente, otras causas de las disbiosis intestinales son la falta de ingestión de agua (p.e. agua caliente ó
muy fría, bebederos atascados, etc) que favorece la impactación cecal, ciertos antibióticos que afectan a la
flora cecal (p.e. los ionóforos con que se pueden contaminar los piensos en la mezcladora), y las situaciones
de estrés (destete, hacinamiento, etc) ya que uno de los efectos de la adrenalina es la hipomotilidad cecal.

La impactación del ciego, el timpanismo y el coma urémico son más frecuentes en reproductoras, mientras
que la enteritis y las diarreas son más frecuentes en conejos en crecimiento.

Finalmente, en las explotaciones cunícolas es frecuente la existencia de coccidiosis, aunque normalmente esta
se manifiesta de forma subclínica. En general se considera que la coccidiosis es el principal factor
predisponente para el desarrollo los procesos entéricos, ya que los coccidios destruyen la mucosa y provocan
hipomotilidad cecal, favoreciendo el desarrollo de enterobacterias y clostridios. Por este motivo se añade
sistemáticamente un coccidiostático ó un antibiótico a los piensos de conejos.  
 

c) Las necesidades energéticas y proteicas.

En la alimentación de los conejos se utiliza la energía digestible como unidad de valoración tanto de las
necesidades como del valor energético de los alimentos; la digestibilidad de la energía de las raciones de
conejos oscila entre 60-70%, dependiendo de los ingredientes utilizados. No obstante, se puede utilizar la
energía metabolizable, admitiéndose en general la conversión EM = 0.925 x ED, ya que las pérdidas gaseosas
debidas a las fermentaciones intestinales suponen alrededor del 2.5% de la ED ingerida, y las pérdidas de
energía en la orina alrededor de un 5%.

La digestibilidad aparente media de la proteína bruta de los piensos habituales de conejos es del 60-70%,
mientras que la digestibilidad ileal es del 50-60%. Los conejos aprovechan bien la proteína de los forrajes; sin
embargo, a pesar de la actividad microbiana cecal, los conejos no pueden aprovechar el nitrógeno no
proteico, ya que se absorbería en el estómago y duodeno, antes de llegar al ciego. Los aminoácidos limitantes
en las raciones de conejos suelen ser los azufrados (metionina y cistina).  
 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES


DE NUTRIENTES

Mantenimiento:  530 kJ ED/kg PM  y 3.0 g PB/kg PM 


Crecimiento:  12 kJ ED/g engordado y 0.4 g PB/g engordado

 EJEMPLO
Las necesidades diarias de un conejo de 1.5 kg que engorda 40 g diarios son: 
a) Características del crecimiento diario: 
- formación de hueso y acumulación de contenido gastrointestinal: 12.5% x 40 g = 5 g
diarios 
- deposición de carne: 40 - 5 = 35 g 
- deposición muscular: 85% x 35 g = 30 g 
- deposición de grasa: 35 - 30 = 5 g 
b) Necesidades energéticas diarias: 
530 x 1.50.75 + (12 x 40) = 1.2 MJ ED 
c) Necesidades proteicas diarias: 3.0 x 1.50.75 + 0.4 x 40 = 23 g PB
Como media, las necesidades energéticas y proteicas diarias de los conejos en cebo son 0.9 MJ ED y 17 g PB
al destete, y 1.45 MJ ED y 23 g PB a los 2.0 kg. La relación óptima proteína/energía durante el cebo de
conejos es 16-18 g PB/MJ ED. El 50-60% de las necesidades energéticas y el 15-20% de las necesidades
proteicas son para cubrir los gastos de mantenimiento; el nivel de alimentación medio de los conejos en cebo
es 1.65. 
 

d) Los piensos de cebo de conejos.

Los piensos de conejos son particularmente difíciles de formular debido al equilibrio que se debe mantener
entre el aporte de energía, proteína, fibra y almidón; en efecto, por una parte interesa formular piensos con
una alta concentración energética y proteica que permitan un rápido crecimiento, pero por otra parte el
contenido en fibra ha de ser elevado y el de proteína ha de limitarse para prevenir trastornos cecales.

La necesidad de incluir bastante fibra en los piensos limita la digestibilidad energética de los piensos, siendo
difícil conseguir piensos con una concentración energética superior a 11 MJ ED/kg; en todo caso, la
concentración energética de las raciones debe ser superior a 9.5 MJ ED/kg (corresponde a un 16% de fibra
bruta) para que la ingestión de energía no esté limitada por la capacidad física del aparato digestivo.

Respecto al aporte de fibra bruta es importante considerar que el conejo digiere relativamente mal (15-20%)
la fibra de la ración, ya que al ciego llegan alimentos pobres (los azúcares ya han sido absorbidos en el
intestino delgado) por lo que los microorganismos no tienen un aporte energético adecuado que permita una
buena acción celulolítica; además, el tránsito de las partículas fibrosas más gruesas a través del intestino es
relativamente rápido, por lo que la flora dispone de poco tiempo para fermentar esta fibra.

Para prevenir los trastornos cecales, el contenido proteico de los piensos de conejos se limita a un máximo del
18%, y el contenido en fibra bruta ha de ser superior al 12%; para reducir el riesgo de trastornos cecales se
recomienda que no haya más de 5 puntos de diferencia entre el contenido proteico y el fibroso (esto es, si el
aporte de fibra es del 12%, la proteína no debería superar el 17%; y si el contenido proteico es del 18%, la
fibra no debe ser menor del 13%). Finalmente se recomienda que el aporte de almidón no supere el 20-25%,
esto es, la inclusión de cereales se debe limitar a un 35-40% de la ración.

Los piensos habituales se formulan con alfalfa, cereales y torta de soja. La alfalfa posee un tipo de fibra
óptimo para los conejos: por una parte posee alrededor de un 10% de pectinas que fermentan en el ciego
produciendo ácidos grasos volátiles (que reducen el pH dificultando la proliferación de microorganismos
patógenos), y por otra parte la fibra larga es lignificada (facilitando una adecuada velocidad de tránsito
digestivo). El aporte de cereales se limita para prevenir sobrecargas de almidón en el ciego; en particular, el
almidón del maíz se digiere lentamente, por lo que alrededor del 15-20% del almidón del maíz pasa al
intestino grueso, donde puede provocar disbiosis cecales.  
 

Los piensos de conejos se granulan y se suministran ad libitum

En la elaboración de piensos de conejos es particularmente importante controlar la variación de la calidad de


las diferentes partidas de materias primas; en particular se debe controlar el contenido en proteína y fibra de
las diferentes partidas de alfalfa, el contenido en almidón del salvado de trigo, y el contenido en azúcares de
la pulpa de remolacha.

Las materias primas se suelen molturar a 2.5-3.5 mm (una molturación más fina anula el efecto lastre de la
fibra); en todo caso, los conejos mastican mucho el pienso. Finalmente, los piensos de conejos se granulan, ya
que el granulado reduce la formación de polvo (los conejos rechazan los piensos pulverulentos, además de ser
particularmente sensibles al polvo), reduce el desperdicio de pienso en el comedero, y mejora el consumo de
raciones fibrosas.

Respecto a la adición de ingredientes complementarios, estos piensos se suelen suplementar con grasa (hasta
un 5%) para aumentar su concentración energética; además, la grasa reduce la formación de polvo y mejora
la palatabilidad del pienso. Aunque la flora cecal sintetiza vitaminas hidrosolubles, los aditivos
medicamentosos incluídos en el pienso reducen la actividad de esta flora, por lo que los correctores
vitamínico-minerales deben complementar con estas vitaminas. Finalmente, dependiendo de las materias
primas utilizadas, los piensos se suplementan con sal y aminoácidos esenciales.

Los conejos absorben bien el calcio, no siendo relevante el papel de la vitamina D en esta absorción; por otra
parte, el exceso de calcio absorbido se elimina por la orina (en el resto de animales se elimina por la bilis),
por lo que un exceso de calcio en el pienso provoca sobrecargas renales, pudiendo aparecer casos de
precipitación de urolitos de calcio, sobre todo en reproductores. Finalmente, los conejos aprovechan
relativamente bien el fósforo fítico, por lo que los piensos de conejos se formulan en base al fósforo total (y
no en base al fósforo disponible como en cerdos ó aves). 

Los piensos de conejos pueden incluir un antibiótico (solamente está permitido el flavofosfolipol) ó un
coccidiostático; en los piensos para explotaciones con un buen estado sanitario se suele incluir un antibiótico,
pero en las explotaciones más deficientes es preferible incluir un coccidiostático. También es interesante la
adición de sulfato de cobre (máximo legal 125 ppm) que interfiere el desarrollo de enterobacterias.

Por otra parte, los piensos de conejos han de contener conservantes ya que los conejos son particularmente
sensibles a la presencia de micotoxinas en los piensos (en un principio rechazan el pienso), que provocan
daños hepáticos. En caso de que se añada grasa, los piensos deben incluir antioxidantes. Además, para
aumentar la ingestión se suelen añadir aromatizantes y saborizantes (en ocasiones se utilizan melazas que,
además de actuar como saborizantes, facilitan la granulación).

Es importante que el gránulo sea resistente para minimizar las roturas y la formación de polvo; sin embargo,
el elevado contenido en fibra de los piensos dificulta el proceso de granulación, por lo que se utilizan altas
dosis de aglomerantes; es importante evitar el empleo de lignosulfonados como aglomerantes, ya que pueden
afectar la integridad de la mucosa intestinal (se suele utilizar sepiolita ó bentonita).

Actualmente se está estudiando la utilización de probióticos y de acidificantes protegidos que actúen a nivel
intestinal para prevenir el desarrollo de bacterias patógenas; y la suplementación con vitamina C para
prevenir el efecto del estrés en condiciones de calor, hacinamiento, etc. Finalmente, parece que la
complementación del pienso con amilasas y proteasas permite una mejor digestión del almidón y de las
proteínas del pienso, reduciendo el riesgo de aparición de trastornos cecales.  
 

PIENSOS DE CEBO DE CONEJOS

Nutrientes: 
MJ ED/kg                 10.0 
% PB                         16.0 
% Grasa                      5.0 
% Almidón               20.0 
% ADF                      22.0 
% Fibra bruta           14.0 
% Lisina                      0.7 
% Metionina+cistina  0.6 
% Calcio                      0.6 
% Fósforo total          0.4 
% Sodio                       0.25 
% Acido linoleico       0.1

Límites de inclusión de ingredientes: 


Cebada                         0-30% 
Maíz                              0-25% 
Alfalfa deshidratada   0-30% 
Grasa de rumiante        0-5% 
Melazas                         0-5% 
Mandioca                      0-10% 
Salvado de trigo           0-30% 
Torta de soja                 0-15% 
Pulpa de remolacha      0-10% 
Torta de girasol integral 0-15% 
Paja de cereal                 0-10%

Ejemplo de pienso de cebo de conejos: 


Materias primas: 
Alfalfa deshidratada         25 
Maíz                                      5 
Cebada                               15 
Torta de soja                        - 
Grasa de rumiante               2 
Salvado de trigo                25 
Pulpa de remolacha             9 
Torta de girasol                 15 
Carbonato cálcico                - 
Fosfato bicálcico                  - 
Sal                                          0.5 
Ingredientes complementarios: 
Corrector vitamínico-mineral   0.5 
Lisina                                      - 
Metionina                              0.15 
Aditivos: 
Aglomerante                         2.0 
Antifúngico/Acidificante    1.0 
Antioxidante                          Sí 
Saborizante                            Sí 
Antibiótico/Coccidiostático  Sí 
Sulfato de cobre                    Sí
 MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS
PIENSOS

Proteína: 
* la digestibilidad media de la PB contenida en los piensos es del 65%: el 55% se digiere en el intestino
delgado (se absorben aminoácidos) y el 10% fermenta en el intestino grueso (se absorbe NNP): 
     Proteína digestible = 0.65 x PB 
     Aminoácidos absorbidos = 0.55 x PB 
* el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan: 
     Aminoácidos netos ó disponibles para la síntesis proteica = 0.65 x 0.55 x PB = 0.35 x PB 
Energía: 
* el contenido energético medio de los nutrientes es 23.5 kJ por g de proteína bruta, 39.5 kJ por gramo
de grasa y 17.5 kJ por gramo de carbohidrato: 
     EB (kJ) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x CNE + 17.5 x FND 
* la digestibilidad media de la PB es del 65%, la del EE es del 85%, la de los CNE es del 85% (la de los
MELN es del 75%) y la de la fibra del 20%: 
     ED (kJ) = 23.5 x 0.65 x PB + 39.5 x 0.85 x EE + 17.5 x 0.85 x CNE + 17.5 x 0.2 x FND = 
           = 15 x PB + 33.5 x EE + 15 x CNE + 3.5 x FND 
* respecto al cálculo de la EM que aporta el pienso se asumen las siguientes hipótesis:  
      - la energía absorbida en forma de NNP (el 10% de la PB) se pierde en la orina y no aporta EM 
      - el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan (el coste medio de la desaminación y
excreción de urea es de 12 MJ por g de aminoácido desaminado) y el 65% de los aminoácidos
absorbidos se incorporan a proteínas: 
    EM aportada por los aminoácidos = (23.5-12) x 0.35 x 0.55 x PB + 23.5 x 0.65 x 0.55 x PB = 10.5 x
PB 
 - la eficacia energética de formación de ácidos grasos volátiles a partir de la fibra fermentada en el
intestino grueso es del 60%: EM aportada por los AGV = 3.5 x 0.60 x FND = 2 x FND 
            EM (kJ) = 10.5 x PB + 33.5 x EE + 15 x CNE + 2 x FND

 EJEMPLO
Un pienso de conejos que contiene un 6% de cenizas, un 16% de PB, un 4% de EE y un 14% de FB
tiene el valor nutritivo siguiente. 
Proteína: 
     Proteína digestible: 0.65 x 160 = 104 g/kg de pienso 
     Aminoácidos absorbidos: 0.55 x 160 = 88 g/kg 
     Proteína neta: 0.35 x 160 = 56 g/kg 
Energía: 
* la humedad media de los piensos es del 10% 
     EB = 23.5 x 160 + 39.5 x 40 + 17.5 x (1000 - 100 - 60 - 160 - 40) = 16.5 MJ EB/kg 
     ED = 15 x 160 + 33.5 x 40 + 13 x 500 + 3.5 x 140 = 10.7 MJ ED/kg 
     EM = 10.5 x 160 + 33.5 x 40 + 13 x 500 + 2 x 140 = 9.8 MJ EM/kg
e) El manejo del cebo de los conejos.

Los conejos se alimentan ad libitum ya que el contenido graso de la canal de conejo es mínimo; los conejos
se ceban sin separación de sexos.

Los conejos comen durante la tarde y por la noche, siendo escaso el consumo realizado por la mañana. Con
las concentraciones energéticas habituales (10-11 MJ ED/kg), el consumo de los conejos aumenta desde casi
100 g de pienso tras el destete, hasta unos 150 g al final del cebo en que alcanzan 2.0 kg de peso. El principal
factor que, junto con la concentración energética del pienso, determina la cantidad ingerida de pienso es la
temperatura, siendo la temperatura óptima para el cebo de conejos de 15-20 ºC; en efecto, los conejos regulan
mal la temperatura corporal (los conejos no sudan) por lo que las consecuencias de las altas temperaturas
sobre el consumo son muy importantes; además, la reducción del consumo tiene un efecto nefasto sobre el
equilibrio de la flora intestinal. 
   
El consumo de agua es relativamente alto en conejos, ya que los piensos contienen materias primas fibrosas
que ligan mucha agua en el intestino, esto es, los conejos excretan bastante agua en las heces; ya se ha
señalado que el bajo consumo (p.e. agua sucia, agua caliente, bebederos atascados, etc) provoca la
impactación del ciego. El consumo diario de agua es de unos 250 g al principio del cebo, y casi 0.5 litros a los
2 kg, dependiendo de la temperatura ambiente.

En ocasiones los conejos se arrancan el pelo y lo ingieren, pudiendo formarse tricobezoares en el aparato


digestivo; la causa de arrancarse el pelo suele ser una excasez de fibra en el pienso.

Ya se ha comentado que la aparición de trastornos respiratorios (producidos por Pasteurella) está relacionado


con el polvo y el exceso de amoniaco en el ambiente. Por otra parte, el calor y el estrés (que afectan la
regularidad de la ingestión) suelen ser causas frecuentes de diarreas por disbiosis cecales.  
 

4.- La alimentación de los animales de reposición.

Aunque muchas explotaciones cunícolas recrían sus propios animales de reposición, cada vez es más
frecuente que se adquieran en granjas específicas de multiplicación. Las futuras reproductoras (que suelen ser
de raza Californiana ó Neozalandesa) se cubren a los 4-5 meses (3.0-3.5 kg).
Por facilidad de manejo, los animales de reposición se suelen alimentar ad libitum con el mismo pienso que
los conejos en cebo hasta los 3 meses (2.5 kg); posteriormente el pienso se restringe a 125-150 g diarios para
evitar engrasamientos; la restricción se mantiene hasta una semana antes de la primera cubrición, en que se
comienza a suministrar ad libitum (para conseguir una mayor tasa de ovulación) el pienso de reproductoras.  
 

5.- La alimentación de las reproductoras.

La duración de la gestación de las conejas es de 31 días; las conejas se vuelven a cubrir hacia los 10-15 días
del parto, estando las hembras aún en lactación (la ovulación se induce por la cubrición); tras el parto, las
reproductoras se mantienen en lactación durante 5 semanas. 
 

El ritmo reproductivo de las conejas es intensivo


     
Los rendimientos de las explotaciones cunícolas son muy variables; los rendimientos medios son 6-8
camadas anuales, con 6-8 conejos cebados por camada, esto es, unos 40 conejos sacrificados por coneja y
año, aunque las mejores explotaciones superan los 60 conejos por reproductora; dependiendo de la
productividad de la explotación, el índice de conversión es de 2-3 kg de pienso consumido por la coneja por
cada gazapo destetado.

Las reproductoras se mantienen durante 6-8 partos (dependiendo de la productividad individual),


sacrificándose a los 8-12 meses de producción con unos 5 kg de peso. 
 

a) Las necesidades energéticas y proteicas.

Como ya se ha señalado, en las conejas coincide la lactación con los primeros 10-15 días de gestación. No
obstante, el crecimiento de los fetos no es muy importante durante este periodo, por lo que se considera que
las conejas en lactación solamente necesitan energía para cubrir las necesidades de mantenimiento y de
producción de leche. La última semana de gestación, que es cuando se produce el mayor desarrollo de los
fetos, coincide con el periodo en que la coneja está seca (es lo que se denomina intervalo destete-parto).

La producción de leche de las conejas depende básicamente del tamaño de la camada, pero en general
aumenta desde unos 50 g diarios tras el parto, hasta 250-300 g durante la segunda y tercera semana de
lactación, para dismuniur progresivamente hasta unos 50 g a las 5 semanas de lactación; la producción de
leche se puede estimar a partir del crecimiento de la camada de gazapos, ya que de media los gazapos
necesitan 2 g de leche para engordar 1 g. La composición media de la leche de coneja es 15.0% grasa, 15.0%
proteína, y 2.0% lactosa, y aporta 9.5 kJ por gramo. 
 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES


DE NUTRIENTES
Mantenimiento:  365 kJ ED/kg PV  y 2.0 g PB/kg PV 
Gestación:   375 kJ ED/día y 15 g PB/día 
Lactación:  12 kJ ED/g leche y 0.3 g PB/g leche

 EJEMPLO
Una coneja de 4 kg que produce de media 250 g diarios de leche, y acumula 500 g de
conceptus durante los últimos 10 días de gestación tiene unas necesidades medias
diarias de: 
Durante la lactación: 
     365 x 4 + 12 x 250 = 4.5 MJ ED  y  2.0 x 4 + 0.3 x 250 = 83 g PB 
Durante el intervalo destete-parto: 
     365 x 4 + 375 = 1.8 MJ ED  y  2.0 x 4 + 15 = 23 g PB
Las necesidades energéticas y proteicas de las conejas se pueden estimar mediante el método factorial, y se
pueden expresar en función del peso vivo, ya que la variación de peso en las reproductoras no es muy
importante. La relación óptima proteína/energía de los piensos de lactación de reproductoras es de unos 18 g
PB/MJ ED. Las necesidades diarias durante la lactación son 4.0-5.0 MJ ED y 75-100 g PB, y al final de la
gestación son 1.5-2.0 MJ ED y 20-25 g PB. Alrededor del 35% de la energía y del 10% de la proteína
ingerida durante la lactación, y del 80% de la energía y del 35% de la proteína durante la gestación, se
destinan a cubrir los gastos de mantenimiento; el nivel de alimentación medio de las conejas en lactación es
3.0 y de las conejas en el intervalo destete-parto es 1.25. 
 

b) Los piensos de las reproductoras.

Ya se ha señalado que normalmente se utiliza un único pienso para todas las madres, estén en lactación o al
final de la gestación; además, se ha de tener presente que el pienso de las madres es el que consumirán
también los gazapos hasta el momento del destete.

Los piensos de maternidad son algo más energéticos (contienen menos fibra) y proteicos que los de cebo,
para cubrir las altas necesidades de lactación, y para prevenir trastornos digestivos en los gazapos que los
consumen. Para elaborar estos piensos se utilizan los mismos ingredientes y aditivos que en los piensos de
cebo; es particularmente interesante la inclusión de un 5% de grasa para, además de aumentar la
concentración energética del pienso, aumentar el contenido graso de la leche. El contenido en calcio de estos
piensos ha de ser relativamente alto para prevenir la hipocalcemia postparto. Finalmente, es importante que el
corrector vitamínico mineral aporte una cantidad suficiente de sustancias lipotropas (colina, niacina) para
prevenir el hígado graso. 
 

PIENSOS DE CONEJAS

Nutrientes: 
MJ ED/kg                            10.5 
% PB                                    18.0 
% Grasa                                 7.5 
% Almidón                          25.0 
% ADF                                 20.0 
% Fibra bruta                      13.0 
% Lisina                                 0.7 
% Metionina+cistina           0.6 
% Calcio                                1.1 
% Fósforo total                    0.7 
% Sodio                                 0.25 
% Acido linoleico                0.1

Ejemplo de pienso de conejas: 


Materias primas: 
Maíz                                        11 
Cebada                                   20 
Torta de soja                           5 
Grasa de rumiante                   5 
Salvado de trigo                    10 
Pulpa de remolacha                5 
Torta de girasol                    15 
Alfalfa deshidratada            25 
Carbonato cálcico                  - 
Fosfato bicálcico                   - 
Sal                                           0.4 
Ingredientes complementarios: 
Corrector vitamínico-mineral   0.5 
Lisina                                      - 
Metionina                              0.2 
Aditivos: 
Aglomerante                         2.0 
Antifúngico/Acidificante   1.0 
Antioxidante                         Sí 
Saborizante                           Sí 
Coccidiostático/Antibiótico  Sí 
Sulfato de cobre                  Sí
c) El manejo de la alimentación de las reproductoras.

 Las necesidades de lactación son muy elevadas debido a la productividad de las conejas (a lo largo de toda la
lactación producen unos 6 litros de leche, dependiendo del tamaño de la camada). Durante la lactación se
alimentan ad libitum, ya que cualquier tipo de restricción repercute negativamente en la producción de leche
y por lo tanto en la viabilidad de la camada que amamanta, así como en la viabilidad de la camada que está
gestando. Las conejas en lactación ingieren de media unos 300-400 g diarios de pienso durante la lactación
(dependiendo de la producción de leche), llegando a ingerir casi 500 g diarios (el 10% del peso de la coneja)
de pienso y hasta 1.5 litros diarios de agua en el pico de lactación. Se debe procurar minimizar la
movilización de reservas corporales durante la lactación, ya que si esta movilización es intensa aumenta el
intervalo parto-cubrición, debido a que la fertilidad no es buena hasta que la coneja comienza a ganar peso.

Aunque las necesidades nutritivas de las conejas en gestación no son elevadas, se les suele alimentar ad
libitum para que puedan recuperar las reservas corporales movilizadas durante la anterior lactación, siendo el
consumo diario de unos 200 g diarios de pienso y unos 0.5 litros de agua. No obstante, si el intervalo destete-
parto es prolongado (porque la hembra no haya quedado cubierta al primer salto, porque haya abortado, etc),
ó si la coneja termina la lactación con buenas reservas corporales (porque la camada ha sido pequeña, porque
se ha destetado antes de las 5 semanas, etc) es conveniente restringir la cantidad de pienso a unos 150-175 g
diarios durante el intervalo destete-parto para evitar el engrasamiento de las reproductoras.  
 

Las necesidades nutritivas de las conejas son elevadas

El periodo del periparto es un momento especialmente crítico en conejas; de hecho, los mayores índices de
mortalidad de reproductoras se dan en este periodo. Algunas de las causas frecuentes de trastornos en el
periparto son: 
     - trastornos cecales debido a que al final de la gestación el desarrollo fetal comprime el aparato digestivo,
por lo que se produce una cierta hipomotilidad cecal; puede resultar interesante suministrar paja ad libitum a
las conejas durante los últimos 3-4 días de gestación. 
     - trastornos cecales al principio de la lactación, sobre todo cuando las conejas se han racionado al final de
la gestación: en caso de racionar a las hembras en gestación (lo que no es frecuente), es muy importante que
el aumento del consumo tras el parto sea paulatino (unos 30 g diarios) para prevenir posibles enterotoxemias,
que se pueden traducir en coma urémico. Aunque las conejas son relativamente resistentes a la
enterotoxemia, pueden transmitir a los gazapos, por la leche (enterotoxemia láctea), las toxinas producidas
por Clostridium. 
     - si la coneja está engrasada, durante la lactación se puede provocar una cetosis debido a la movilización
de las reservas corporales. 
     - en ocasiones aparece una hipocalcemia postparto debido a la alta excreción de calcio en la leche.

Finalmente, el estrés (y en particular las altas temperaturas: la temperatura óptima para las madres de 15 ºC)
tiene un efecto nefasto sobre la mortalidad de las madres, afectando también a la ingestión de pienso, la
gestación y la producción de leche (y por tanto el peso de los gazapos al destete). De hecho, las diarreas en
reproductoras suelen estar asociadas a situaciones de estrés. 
 

6.- La alimentación de los sementales.

Los sementales se comienzan a utilizar a partir de los 6-7 meses de edad (4.0 kg), manteniéndose con un
ritmo reproductivo de 2-3 saltos semanales durante 1 año, sacrificándose con unos 5.0 kg de peso. Debido a
que el número de sementales en las explotaciones es bajo, no compensa la utilización de un pienso específico
para ellos, por lo que habitualmente se alimentan con el pienso de los conejos en cebo. 

Las necesidades energéticas de los sementales son de unos 1.5 MJ ED diarios, dependiendo de su peso. Estos
animales se restringen a un consumo diario de unos 125-150 g de pienso; si los conejos se muestran nerviosos
debido a la restricción, es conveniente proporcionarles paja ad libitum para saciar su apetito. En todo caso se
debe controlar periódicamente el peso de los animales, evitando que se engrasen ya que el engrasamiento
disminuye la líbido y provoca problemas de patas. Los sementales consumen casi 0.5 litros diarios de agua.  

Tema 16. La alimentación de los caballos


 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el bienestar de los caballos y en su rendimiento


deportivo 
- conocer las características y el manejo de las raciones utilizadas en los picaderos de caballos
Esquema del tema: 
La importancia de los caballos 
La alimentación de los caballos adultos 
     a) Las causas nutricionales de los cólicos y las infosuras 
     b) Las necesidades energéticas y proteicas 
     c) Las raciones de los caballos 
     d) Los piensos dietéticos de caballos 
     e) El manejo de la alimentación de los caballos 
La alimentación de las yeguas reproductoras 
     a) Las necesidades energéticas y proteicas 
     b) Las raciones de las yeguas reproductoras 
     c) El manejo de la alimentación de las yeguas reproductoras 
La alimentación de los potros 
     a) Las necesidades energéticas y proteicas 
     b) Las raciones de los potros 
     c) El manejo de la alimentación de los potros 
La alimentación de los sementales 
AUTOEVALUACION

 
1.- La importancia de los caballos.

En España hay unos 100.000 caballos de ocio; esta cantidad aumenta ligeramente año tras año. Los caballos
de ocio se mantienen en picaderos; aunque algunos picaderos disponen de pequeñas parcelas de pastos
(paddocks), la mayoría mantienen a los caballos alojados en pequeñas habitaciones individuales (boxes).

En general, los caballos de ocio realizan alguna de las siguientes actividades:  


     - reposo: son los caballos alojados en boxes, y los convalecientes, que no se ejercitan.  
     - mantenimiento: son los caballos alojados en paddock que no se ejercitan.  
     - trabajo ligero: es el trabajo asociado a un ejercicio diario que incluya alrededor de 1 hora al paso, media
hora de trotes y menos de un cuarto de hora de galopes ó saltos. 
     - trabajo medio: es el trabajo asociado a un ejercicio diario que incluya media hora al paso, alrededor de 1
hora de trotes, y media hora de galopes ó saltos. 
 

2.- La alimentación de los caballos adultos.

Los caballos de ocio alcanzan la pubertad a los 1.5-2.0 años (unos 400 kg de peso), y el peso adulto (unos
500 kg) hacia los 4 años, según razas.

Aunque los piensos de los animales de producción se suelen realizar mediante programación lineal a mínimo
coste, los piensos de los animales de compañía, y en particular los piensos complementarios de caballos, se
suelen realizar con una fórmula fija de ingredientes que permita una cierta seguridad sobre su utilización
digestiva. 
 

a) Las causas nutricionales de los cólicos y las infosuras.

Los caballos son monogástricos herbívoros en los que el ciego y el colon ocupan el 60% del volumen total
del aparato digestivo; el alimento ingerido sufre una digestión enzimática en el estómago e intestino similar a
la que ocurre en el resto de monogástricos. Posteriormente, el alimento no digerido pasa al intestino grueso,
donde existe una flora microbiana que, aunque no es tan alterable como la de los conejos, puede sufrir ciertas
disbiosis.

El principal trastorno digestivo de los caballos es el cólico. El cólico es un dolor agudo debido a una
indigestión que da lugar a la distensión del estómago e intestinos debido al acúmulo de gas (cólico timpánico)
ó alimento (cólico por impactación). Las causas nutricionales de los cólicos pueden ser:  
      - una ingestión brusca de alimento (por ejemplo, caballos con hambre, ó cuando se suministra alimentos
muy apetecibles) puede provocar una impactación gástrica, ya que el estómago de los caballos es
relativamente pequeño; además, el cardias no se abre, por lo que el caballo no puede eructar ni vomitar lo
ingerido. Por otra parte, el exceso de ingestión de alimento, y en particular de forraje, provoca que no se
digiera bien, pudiendo acumularse en el intestino y provocar una impactación en los sitios donde el colon se
estrecha y cambia de dirección; además, el forraje mal digerido puede dar lugar a torsiones intestinales.  
      - una ingestión brusca de concentrado (por ejemplo, añadir repentinamente 2 kg de avena a una ración
forrajera es causa de cólico) provoca que parte del almidón pasa al intestino grueso donde favorece el
desarrollo de bacterias productoras de ácidos grasos volátiles (en particular bacterias lácticas productoras de
ácido láctico); la acumulación de gases en el intestino grueso puede dar lugar a un timpanismo y a un cólico
timpánico. Además del aumento brusco de la cantidad suministrada de cereales, cualquier cambio brusco en
el tipo de ración también suele ser causa de cólicos, y en particular cuando se cambia de forraje (p.e. cuando
se saca bruscamente a los caballos al pasto de primavera, ó cuando se cambia la paja por heno, ó el heno de
hierba por heno de alfalfa, y en particular cuando se suministra bruscamente ensilado).  
      - la acumulación de ácido láctico provoca una redución del pH intestinal; el bajo pH provoca la destrución
de algunos tipos de enterobacterias que liberan endotoxinas que dan lugar a una cierta relajación de los
movimientos intestinales (lo que, dependiendo del tipo de ración, puede favorecer tanto la aparición de una
impactación del ciego ó del colon debido a la hipomotilidad, como la aparición de diarreas debido a la
relajación de esfínteres). 
      - las raciones habitualmente utilizadas en los picaderos contienen bastante cereal y poco forraje; la escasa
ingestión de fibra provoca una hipomotilidad intestinal que puede dar lugar a un cólico por impactación del
ciego ó del colon.

La infosura ó laminitis (inflamación de las láminas que contienen los vasos que irrigan el casco) también
puede tener causas nutricionales: 
      - como ya se ha señalado, el aumento repentino del aporte de concentrado ó el cambio brusco de la
alimentación de invierno (basada en heno) por la alimentación de primavera (basada en pasto)  provoca la
acumulación de ácido láctico y una redución del pH intestinal que, además de dañar la mucosa intestinal, da
lugar a la destrución de algunos tipos de enterobacterias que liberan endotoxinas; estas toxinas se absorben
facilmente debido a que la mucosa intestinal está dañada, y provocan una vasodilatación que puede dar lugar
a una insuficiencia circulatoria que dificulta el riego de las extremidades, dando lugar a una inflamación y
necrosis de cascos. La vasodilatación también aumenta la permeabilidad vascular, lo que provoca un paso
excesivo de agua al lumen intestinal, dando lugar a una deshidratación. 
     - por otra parte, la excesiva absorción de ácido láctico también está relacionada con la aparición de
infosuras. 
     - finalmente, un exceso de proteína en la ración provoca que una parte importante pase al intestino grueso
donde es desaminada favoreciendo la proliferación de enterobacterias y de Clostridium perfringens productor
de enterotoxinas cuyo efecto es un trastorno circulatorio que también se suele manifestar en forma de
infosuras. Además, se puede producir una hiperamonemia que puede provocar sobrecargas hepática y renales,
y en ocasiones nefropatías por precipitación de urea.

Otras causas nutricionales de la aparición de cólico ó infosura son: 


     - la falta prolongada de ingestión de agua (p.e. debido a agua caliente, agua sucia, agua con sabores
anormales, etc), ó la ingestión de mucha agua fría tras un esfuerzo prolongado también favorece las disbiosis
intestinales, predisponiendo a la aparición de cólicos e infosuras.  
     - las situaciones de estrés (los caballos de picadero suelen estar sometidos a cierto estrés debido a que
tienen limitado el espacio y la cantidad de alimento se les raciona) también provocan disbiosis intestinales, ya
que uno de los efectos de la adrenalina es la hipomotilidad intestinal. 
 

b) Las necesidades energéticas y proteicas.

En la alimentación de los caballos se utiliza la energía digestible como unidad de valoración tanto de las
necesidades como del valor energético de los alimentos; la digestibilidad media de la energía de las raciones
de caballos de ocio oscilan entre 55-65% según los ingredientes utilizados. No obstante, se puede utilizar la
energía metabolizable, admitiéndose en general la conversión EM = 0.925 x ED (ya que las pérdidas gaseosas
debidas a las fermentaciones intestinales suponen alrededor del 2.5% de la ED ingerida, y las pérdidas de
energía en la orina alrededor de un 5%). Por otra parte, el INRA francés ha desarrollado un sistema de
alimentación de caballos basado en la energía neta; este sistema expresa la energía neta en Unidades
Forrajeras Caballo (1 UFC = 7.55 MJ EN); con las raciones habituales de caballos de ocio, una UFC equivale
aproximadamente a 12.5 MJ ED.

Las necesidades energéticas de los caballos adultos se pueden estimar mediante el método factorial: las
necesidades de mantenimiento son 110-135 kJ ED por kg de peso vivo, y las necesidades específicas del
ejercicio son 45-70 kJ ED por kg de peso vivo, dependiendo de la intensidad del ejercicio.

Las necesidades proteicas de los caballos son bajas, del orden de 7-8 g de PB por MJ de ED, y se cubren
perfectamente con forraje, cereales y subproductos fibrosos, sin aporte de materias primas proteicas como
torta de soja; de hecho, y como ya se ha comentado, un aporte excesivo de proteína (más de un 15%) puede
provocar disbiosis intestinales y laminitis. Las necesidades de aminoácidos de los caballos, salvo la lisina, no
están bien establecidas; parece que las raciones que cubren las necesidades proteicas aportan niveles
adecuados de aminoácidos. Por otra parte, debido al alto contenido en forraje de las raciones de los caballos,
la digestibilidad ileal media de la proteína de las raciones habituales de los picaderos es baja, del orden del
55%. Es importante tener en cuenta que, a pesar de la actividad microbiana intestinal, los caballos no pueden
aprovechar el nitrógeno no proteico (p.e. urea), ya que se absorbería en el estómago y duodeno, antes de
llegar al intestino grueso. 
   

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES

Mantenimiento estricto (reposo):     110 kJ ED/kg PV y 0.825 g PB/kg PV  


Movimiento en paddock:    25 kJ ED/kg PV y 0.2 g PB/kg PV 
Cada hora de ejercicio: 
    Paseo                                                                20 kJ ED y 0.15 g PB por kg PV 
    Trote lento y algo de medio galope             40 kJ ED y 0.3 g PB por kg PV 
    Trote rápido, medio galope y algún salto   60 kJ ED y 0.45 g PB por kg PV 
Necesidades medias diarias de ejercicio (2 horas de ejercicio):  
         Trabajo ligero       45 kJ ED/kg PV y 0.35 g PB/kg PV 
         Trabajo medio      70 kJ ED/kg PV y 0.50 g PB/kg PV

EJEMPLO
Un caballo de 500 kg que realiza un trabajo ligero, tiene unas necesidades energéticas y proteicas
diarias de: 
                135 x 500 + 45 x 500 = 90 MJ ED 
                1.025 x 500 + 0.35 x 500 = 690 g PB
    
Como media, las necesidades energéticas y proteicas diarias de los caballos adultos son 65-70 MJ ED y 450-
525 g PB en mantenimiento, y 90-100 MJ ED y 700-800 g PB cuando realizan un ejercicio ligero ó medio. El
65-75% de las necesidades son para cubrir las necesidades de mantenimiento, y el 25-35% para cubrir las
necesidades del ejercicio. 
 

c) Las raciones de los caballos.

Para prevenir los trastornos digestivos, el contenido en fibra bruta de las raciones de caballos ha de ser
superior al 15%; los caballos digieren relativamente bien (35-40%) la fibra de la ración, de tal manera que,
con las raciones habituales utilizadas en los picaderos, la cantidad de ácidos grasos volátiles absorbidos en el
ciego llega a suponer hasta el 25% de la energía total absorbida en el aparato digestivo. A efectos prácticos,
los caballos deben ingerir diariamente el equivalente al 1.0-1.5% de su peso de forraje; los forrajes que se
suelen utilizar son: 
      - pasto: 5.5% FB, 2.5% PB, 1.65 MJ ED/kg 
      - heno de alfalfa: 30% FB, 15% PB, 8.5 MJ ED/kg 
      - heno de hierba: 30% FB, 7.5% PB, 8.0 MJ ED/kg 
      - paja de cereal (máximo 3-4 kg diarios): 40% FB, 3% PB, 5.5 MJ ED/kg 
      - ensilados de buena calidad de maíz ó de hierba prehenificada.

Aunque el caballo en mantenimiento se puede alimentar exclusivamente con forraje de buena calidad, al
aumentar el ritmo de ejercicio se debe aumentar el aporte de concentrado, hasta llegar a representar el 50% de
la ración de caballos sometidos a trabajo intenso. El concentrado se puede aportar de dos formas:  
     - combinando los ingredientes en el picadero: se debe tener presente que el aporte de almidón se limita a
un máximo del 20%, esto es, la inclusión de cereales se debe limitar a un 35% de la ración; por otra parte, el
contenido proteico de las raciones de caballos adultos se limita a un máximo del 15%. 
     - en muchos casos, el concentrado se suministra en forma de pienso comercial (es un pienso
complementario); estos piensos complementarios comerciales están granulados (los gránulos han de ser
grandes ya que los caballos tienden a ingerir muy rápido los gránulos pequeños, lo que puede provocar una
impactación gástrica y otros trastornos digestivos) y suelen contener alrededor de un 10-15% de fibra bruta,
un 10-12% de proteína bruta, y aportan 10-11 MJ ED/kg; además, estos piensos van complementados con
minerales y vitaminas.

La necesidad de incluir bastante forraje en las raciones limita la digestibilidad energética de las raciones de
caballos, siendo difícil conseguir raciones con una concentración energética superior a 10 MJ ED/kg. En todo
caso, la concentración energética de las raciones debe ser superior a 7.5 MJ ED/kg (corresponde a un 25% de
fibra bruta) para que la ingestión de energía no esté limitada por la capacidad física del aparato digestivo. El
contenido energético de las raciones se puede estimar, de forma aproximada, a partir de su contenido en fibra
bruta: ED (MJ/kg) = 12.75 - 0.20 FB.

Los concentrados fibrosos (salvado de trigo y pulpa de remolacha) son particularmente interesantes en la
alimentación de los caballos ya que retienen mucha agua, facilitando el peristaltismo intestinal. Es
conveniente macerar previamente estos alimentos, para disminuir el polvo del salvado, y para evitar
problemas debido al aumento de volumen que experimenta la pulpa de remolacha al mezclarse con los jugos
digestivos.

Los caballos digieren bien la grasa aunque carecen de vesícula biliar (la bilis fluye continuamente al
duodeno); de hecho, la inclusión de grasa permite aumentar la concentración energética de las raciones de los
caballos sometidos a ejercicio intenso. Por otra parte, la adicción de pequeñas cantidades (100 g diarios) de
aceite vegetal favorece la calidad y el brillo del pelo.

Con las concentraciones energéticas habituales, la ingestión de los caballos de 500 kg en mantenimiento es de
8-9 kg; los caballos que realizan ejercicio ingieren unos 10-12 kg diarios dependiendo de la intensidad del
ejercicio y de la calidad de la ración: 
     - el caballo en mantenimiento se puede alimentar exclusivamente con forraje de buena calidad (p.e. 40-50
kg de pasto, 8-9 kg de heno); no obstante, es frecuente que los caballos de picadero en mantenimiento,
además de forraje, reciban algo de pienso (por ejemplo, un 15% de concentrado y un 85% de forraje, esto es,
1 kg de pienso + 6-7 kg de heno). 
     - el caballo con ejercicio ligero se puede alimentar con un 70-75% de un forraje de buena calidad (unos 6-
8 kg de heno) y un 25-30% de concentrado (unos 2-3 kg). 
     - el caballo con ejercicio medio se puede alimentar con un 50-60% de forraje (unos 5-6 kg de heno) y un
40-50% (4-5 kg) de concentrado.

Las necesidades de calcio son importantes para mantener una buena densidad ósea y evitar la aparición de
osteomalacias que afecten a la capacidad deportiva del caballo; debido a que la absorción intestinal de calcio
puede verse interferida por un aporte elevado de fósforo, se procura mantener una relación calcio/fósforo
superior a 1.5. Por otra parte y debido a que los caballos utilizan relativamente bien el fósforo fítico, las
raciones de caballos se formulan en base al fósforo total, limitando su inclusión para no afectar la absorción
intestinal de calcio.

Los caballos pierden mucho sodio con el sudor, por lo que el contenido en sodio de las raciones es
relativamente alto; si se pierde mucho sodio ó el consumo de sal es bajo, para mantener el equilibrio osmótico
se reduce la cantidad de agua extracelular; en casos graves aumenta el contenido de agua intracelular, lo que
puede provocar fenómenos de encharcamiento celular con síntomas nerviosos; además, la falta crónica de
sodio provoca alteración del apetito (pica depravada), rugosidad del pelo, y aparición precoz de signos de
fatiga al esfuerzo; es conveniente que los caballos dispongan de bloques de sal a libre disposición; el
consumo medio diario es de unos 25-30 g de sal, pudiendo ser mayor si el caballo suda mucho (por calor ó
ejercicio intenso).

Los caballos deben disponer de bloques vitamínico-minerales; en el caso de que se utilicen piensos
compuestos, estos piensos ya contienen correctores. Las vitaminas hidrosolubles se sintetizan en cantidades
suficientes por la microflora del ciego; no obstante, por seguridad, se suelen incluir en los correctores. Los
caballos no utilizan bien los carotenos de las plantas para obtener vitamina A, pudiendo aparecer deficiencias
(problemas oculares y de piel) en raciones a base de heno y avena. Por otra parte, parece que una
complementación generosa con biotina y zinc reduce la incidencia de problemas en los cascos.

Los piensos de caballos solamente contienen aditivos tecnológicos; de hecho, la adición de antibióticos tiene
efectos nefastos sobre el equilibrio de la flora intestinal (los caballos, salvo que tengan mucha hambre,
rechazan estos piensos). Los aditivos que se utilizan en los piensos de caballos son antioxidantes (si se ha
incorporado grasa), antifúngicos (los caballos son especialmente susceptibles a las micotoxinas y, en
principio, rechazan el pienso con micotoxinas) y aglomerantes (es importante que el gránulo sea consiste para
minimizar las roturas y la formación de finos, ya que las partículas finas causas trastornos respiratorios y
digestivos). 
    

RACIONES DE CABALLOS

                                      Mantenimiento     Ejercicio     Ejercicio 


                                                                      ligero          medio 
Nutrientes: 
MJ ED/kg                             >8.0                   >9.0           >10.0 
% PB                                     >7.0                   >7.0           >8.0 
                                              <12.0                 <12.0          <15.0 
% Almidón                          <10.0                 <15.0          <20.0 
% Fibra bruta                      >20.0                 >15.0          >15.0 
% ADF                                 >30.0                >25.0          >20.0 
% Lisina                               >0.25                >0.30          >0.35  
% Calcio                               >0.25                >0.30          >0.30 
% Fósforo                            >0.15                >0.20          >0.20 
                                               <0.20                <0.25         <0.25 
% Sodio                                >0.15                >0.25         >0.30

Límites de inclusión de ingredientes: 


Forrajes                               >85%                >65%          >50% 
     Henos                            >50%                >50%          >50% 
     Paja                                <35%                <20%          <5% 
Cereales                             <15%                <25%          <35% 
     Maíz                              <5%                  <15%          <15% 
     Cebada                         <15%                <25%           <35% 
     Avena                          <15%                 <25%          <35% 
     Trigo                            <10%                  <15%          <15% 
Otros                                 <15%                 <25%           <30% 
     Torta de soja              <10%                  <10%           <10% 
     Alfalfa deshidratada <10%                  <10%           <10% 
     Pulpa de remolacha   <10%                  <10%           <10% 
     Salvado de trigo        <10%                  <10%           <10% 
     Grasa de rumiante          -                         -                 <5% 
     Melazas                       <10%                 <10%            <15% 
Ejemplos de raciones de caballos: 
Forraje 
Heno de alfalfa                4.0 kg                5.0 kg           5.0 kg 
Paja de cereal                   2.5 kg                1.5 kg           0.5 kg 
Concentrado 
Maíz                                    -                       1.0 kg           1.5 kg 
Cebada                             1.5 kg                1.5 kg           2.0 kg 
Salvado de trigo                -                      0.5 kg           1.0 kg 
Otros 
Corrector                           40 g                 50 g               75 g 
Sal                                      15 g                 60 g               85 g
    
 
FORMULACION MANUAL DE RACIONES DE CABALLOS

Ración para un caballo de 500 kg que realiza un ejercicio ligero.

a) Las necesidades diarias son 90 MJ ED y 690 g PB. 


b) Al caballo se le aporta el equivalente al 1.25% del PV de forraje (por ejemplo, las dos terceras
partes paja y el resto heno de alfalfa): 
         1.25% x 500 = 6 kg de forraje, esto es,  4 kg de paja y  2 kg de heno de alfalfa 
El aporte energético y proteico del forraje es: 
          4 x 5.5 + 2 x 8.5 = 39 MJ ED 
          4 x 30 + 2 x 150 = 420 g PB 
c) El resto de necesidades energéticas se aporta con un cereal (por ejemplo, avena):  
             (90 - 39) = 11.4 x avena 
de donde se deduce que el forraje se debe complementar con 4.5 kg de avena.  
d) El aporte proteico del forraje y de la avena es suficiente para cubrir las necesidades del
caballo. 
e) La ración se debe complementar con carbonato cálcico, fosfato bicálcico, sal y corrector
vitamínico-mineral
    
    
d) Los piensos dietéticos de caballos.

Existen piensos dietéticos para la alimentación de los caballos adultos con patologías digestivas y/o
metabólicas. Los piensos regulados legalmente son: 
     - piensos para la compensación de la insuficiencia crónica de la función del intestino delgado: son piensos
con carbohidratos, proteínas y grasas muy digestibles, que se utilizan durante periodos largos de tiempo
(hasta 6 meses); la etiqueta de estos piensos debe indicar las fuentes de los carbohidratos, proteínas y grasas.  
     - piensos para la compensación de los trastornos digestivos crónicos del intestino grueso: son piensos con
fibra muy digestible, que se utilizan durante periodos largos de tiempo (hasta 6 meses); la etiqueta debe
indicar la fuente de la fibra. 
     - piensos para la reducción de las reacciones debidas al estrés: son piensos con ingredientes muy
digestibles, que se utilizan durante 2-4 semanas; la etiqueta debe indicar los ingredientes utilizados.  
     - piensos para la compensación de la pérdida de electrolitos por transpiración intensa: son piensos con un
elevado contenido en electrolitos y carbohidratos facilmente digestibles que se utilizan durante 1-3 días; la
etiqueta debe indicar el contenido en electrolitos (calcio, sodio, magnesio, potasio y cloruros) y el contenido
en glucosa asimilable. 
     - piensos para la recuperación nutricional ó para la convalecencia: son piensos con un elevado contenido
en nutrientes esenciales e ingredientes muy digestibles que se utilizan hasta la recuperación de los animales;
la etiqueta debe indicar los ingredientes utilizados. 
     - piensos para la ayuda a la función hepática en caso de insuficiencia hepática crónica: son piensos con un
bajo contenido en proteínas (pero proteínas de gran calidad) y un alto contenido en carbohidratos muy
digestibles que se utilizan con los caballos afectados; la etiqueta debe indicar las fuentes de proteína, fibras y
carbohidratos, así como el contenido en metionina y colina (son lipomovilizadores).  
     - piensos para la ayuda a la función renal en caso de insuficiencia renal crónica: son piensos con un bajo
contenido en proteínas (pero proteínas de gran calidad) y un bajo contenido en fósforo (para evitar la
precipitación de fosfatos) que se utilizan con los caballos afectados; la etiqueta debe indicar la fuente de
proteína, así como el contenido en calcio, fósforo, potasio, magnesio y sodio.  
 

e) El manejo de la alimentación de los caballos.

El racionamiento de los caballos suele ser individual y su objetivo es permitir mantener constante el estado
corporal del animal; de hecho, las necesidades energéticas diarias vienen determinadas en última instancia
por el estado corporal del animal; el estado óptimo es aquel en el que la espalda es plana, las costillas no se
ven pero se palpan facilmente, la grasa en el nacimiento de la cola no es escasa ni excesiva, y no se
distinguen las apófisis espinosas ni la tuberosidad coxal.

Los objetivos de la alimentación de los caballos son evitar sobrecargas digestivas que den lugar a la aparición
de trastornos intestinales, y evitar la sobrealimentación, ya que el exceso de peso fatiga al caballo y puede
originar problemas articulares. Cuando se requiera un aporte alto de concentrado en caballos sometidos a un
ejercicio intenso, se debe suministrar en varias comidas de poca cantidad; en caso de ser necesario
suministrar una comida intensa, es preferible suministrársela al anochecer, para que disponga de más tiempo
para digerirla. Además de la ración, los caballos han de disponer ad libitum de algún forraje grosero (p.e.
paja) para mantenerlos ocupados, entretenerlos y que no se aburran.

En todo caso, es fundamental que los cambios de ración (en particular cuando se aumenta la cantidad
suministrada de cereales) se realicen de forma gradual (el incremento en el aporte de concentrado no debe ser
superior a 250 g diarios) para prevenir los trastronos intestinales. Además se deben evitar las comidas
copiosas (que dan lugar a que buena parte del alimento ingerido pase sin digerir al intestino grueso), siendo
preferible distribuir el alimento (en particular el concentrado) en 3 ó más pequeñas comidas al día, evitando
suministrar más de 2.5 kg de concentrado por comida; en caso de elevadas necesidades energéticas es
conveniente introducir grasa en la ración, para evitar una inclusión excesiva de cereales. Es conveniente
respetar el horario de las comidas, y permitir al caballo descansar durante 1-2 horas tras el aporte de alimento,
ya que el estómago lleno comprime el diafragma, dificultando la realización de ejercicio.

Un caso particular es la sobrealimentación con cereales de caballos que permanecen en reposo durante 2-3
días (por ejemplo, cuando los caballos están en reposo debido a alguna pequeña lesión ó enfermedad leve);
este tipo de ración provoca depósitos de glucógeno en el músculo, que al ser movilizado durante el posterior
ejercicio produce ácido láctico, que se acumula en el músculo provocando necrosis celular (los animales
sufren dolores y espasmos musculares, sobre todo en las extremidades posteriores) y liberación de
mioglobina; la orina es oscura debido a que contiene mioglobina procedente de la necrosis muscular
(mioglobinuria paralítica, azoturia, enfermedad de los lunes por la mañana). La prevención de la
mioglobinuria paralítica es relativamente sencilla, y consiste en reducir el concentrado a la mitad y aumentar
el forraje durante los periodos de reposo; el posterior incremento de cereales ha de ser paulatino; también se
ha de procurar que los caballos hagan todos los días algo de ejercicio, por ejemplo, 1 hora en un carrusel
mecánico.

Tras el ejercicio, particularmente si es relativamente intenso, se debe permitir descansar al caballo durante 1-
2 horas antes de suministrarle alimento ó agua; el suministro de alimento ó agua (particularmente de agua
fría) a animales sofocados es una causa frecuente de cólicos espasmódicos.

El caballo sopla sobre su comida antes de consumirla; el polvo desprendido por este motivo irrita las vías
respiratorias y puede provocar una bronquitis crónica, que puede conducir a enfisema pulmonar. Así ocurre
con la paja ó el heno con polvo ó con esporas, ó con los cereales molidos; por este motivo los cereales no se
suelen moler, sino que se suministran enteros, ó mejor, aplastados ó groseramente partidos (ya que los granos
enteros se digieren mal y parte de ellos aparecen en las heces); en caso de suministrar pienso en harina, es
conveniente humedecerlo para reducir la formación de polvo; también se debe humedecer el heno y la paja.
Cuando en lugar de cereales se utilizan piensos complementarios, estos piensos suelen suministrarse
granulados.

La utilización de piensos con ciertos antibióticos, en particular con los antibióticos ionóforos que se incluyen
en los piensos de otras especies animales, son nefastos para los caballos; así ocurre cuando los piensos de
caballos se contaminan en la mezcladora con residuos de otros piensos, ó cuando por error se utilizan piensos
de terneros en la alimentación de caballos. Finalmente, es conveniente tener presente que los caballos son
particularmente sensibles a las micotoxinas, así como a algunos factores antinutritivos, como el gosipol de la
torta de algodón.

En el caso de disponer de pastos, el paso de la alimentación de invierno (basada en heno) a los pastos de
primavera debe ser gradual. Los primeros días se procura saciar al caballo con heno antes de sacarlo al pasto,
donde se mantiene 2-3 horas, aumentando paulatinamente el tiempo de estancia en los pastos. Los caballos en
pastoreo pueden sufrir ciertos trastornos específicos:  
     - la ingestión de malas hierbas puede causar intoxicaciones; por ejemplo, los helechos contienen
sustancias antagonistas de la tiamina. 
     - los caballos en pastoreo tienen más posibilidades de infestarse con parásitos intestinales; de hecho, la
mayoría de los cólicos tienen como causa predisponente a los parásitos.  
     - la calidad de los pastos es difícil de controlar, por lo que pueden aparecer deficiencias crónicas de
algunos nutrientes. Es interante señalar que los caballos no suelen sufrir la tetania de la hierba (que aparece
en vacas) por deficiencia de los pastos en magnesio.

El consumo de agua es relativamente alto en caballos, ya que los piensos contienen materias primas fibrosas
que ligan mucha agua en el intestino, esto es, los caballos excretan bastante agua en las heces; ya se ha
señalado que la restricción de agua provoca la impactación del ciego. Además, los caballos que realizan
ejercicio pierden cantidades importantes de agua a través del sudor y la respiración. Como ya se señalado, es
importante esperar a que el caballo se recupere antes del abrevamiento tras un esfuerzo, particularmente si el
agua está fría, ya que de lo contrario se favorece la aparición de disbiosis intestinales; por otra parte el
abrevamiento irregular ó insuficiente también es una causa de cólicos. Los caballos de 500 kg beben 15-25
litros diarios, dependiendo de la temperatura, cuando están en mantenimiento, y 25-50 litros, dependiendo de
la intensidad del ejercicio. En caso de que el caballo sude mucho, es conveniente, además de mantener un
bloque de sal a libre disposición, incluir electrolitos en el agua de bebida.  
 

3.- La alimentación de las yeguas reproductoras.

Las yeguas alcanzan la pubertad hacia los 15 meses de edad, en la primavera siguiente a su nacimiento, y la
primera cubrición de las hembras se suele realizar a los 2-3 años; las cubriciones de las yeguas de los
picaderos se suelen realizar de febrero a mayo.

La duración de la gestación es de 340 días (11 meses), y la duración media de la lactación es de 6 meses; no
obstante, en los picaderos que no disponen de pastos se suele destetar al potro a los 4 meses, ya que a partir
de esa edad se complica el manejo de la lactación debido a la escasez de espacio físico para mantener juntos a
la madre y al potro. Las yeguas se vuelven a cubrir al mes ó a los dos meses del parto, cuando están al
principio de la lactación. 
 

a) Las necesidades energéticas y proteicas.

Las necesidades de las yeguas, como las del resto de animales, dependen de su estado fisiólogico. Así,
durante los 3 meses previos al parto (que es prácticamente cuando se produce el desarrollo del feto) tiene
unas necesidades específicas de gestación y, dependiendo de la edad del destete, durante los 4-6 meses
siguientes al parto tiene unas necesidades específicas de lactación; durante el resto del ciclo (los 3-5 meses
siguientes al destete) se considera que las necesidades de las yeguas son las de mantenimiento.

La producción de leche de las yeguas aumenta desde unos 7 litros diarios tras el parto, hasta unos 15 litros
durante el segundo y tercer mes de lactación, para dismuniur progresivamente hasta menos de 5 litros diarios
a los 6 meses de lactación; las yeguas producen unos 1.500 litros de leche a lo largo de una lactación de 6
meses. La composición media de la leche de yegua es 2.0% grasa, 2.0% proteína, 6.0% lactosa, y aporta 2.5
kJ por gramo. 
   

NECESIDADES DE YEGUAS

Mantenimiento: 135 kJ ED/kg PV y 1.025 g PB/kg PV 


Gestación: Las necesidades específicas de gestación aumentan desde menos de 5 MJ
ED  y menos de 100 g PB diarios al principio del noveno mes de gestación, hasta casi
20 MJ ED y 600 g PB al final de la gestación. Las necesidades medias diarias de
gestación se estiman en 8 MJ ED y 250 g PB. 
Lactación:  4.15 kJ ED/g leche y 0.06 g PB/g leche

EJEMPLO
Una yegua de 500 kg que durante los 3 últimos meses de gestación acumula 80 kg en
forma de conceptus (esto es, de media 875 g diarios), y que durante la lactación
produce de media 10 litros diarios de leche, tiene unas necesidades diarias de: 
a) Durante el último tercio de la gestación: 
         135 x 500 + 8.000 = 75.5 MJ ED 
         1.025 x 500 + 250 = 765 g PB 
b) Durante la lactación: 
         135 x 500 + (4.15 x 10) = 109 MJ ED 
         1.025 x 500 + (60 x 10)= 1.115 g PB 
c) Tras el destete: 
         135 x 500 = 67.5 MJ ED 
         1.025 x 500 = 515 g PB
    
Las necesidades nutritivas de las yeguas se pueden estimar mediante el método factorial. Las necesidades
diarias durante el final de la gestación son 70-80 MJ ED y 750-850 g PB, y durante la lactación son 100-120
MJ ED y 1.000-1.250 g PB. Solamente el 10% de la energía y el 35% de la proteína ingerida durante la
gestación se destinan a cubrir los gastos específicos de gestación; por otra parte, alrededor del 35% de la
energía y del 55% de la proteína ingerida durante la lactación se destinan a cubrir la producción de leche.

Mientras que la relación óptima proteína/energía de las raciones de las yeguas en mantenimiento es 7-8 g de
PB por MJ ED, en gestación y en lactación es 10-11 g PB por MJ ED; no obstante, las raciones de las yeguas
reproductoras no necesitan incluir concentrados proteicos, excepto al principio de la lactación.  
 

b) Las raciones de las yeguas reproductoras.

Dependiendo del tipo de raciones utilizadas, la ingestión de las yeguas al final de la gestación es de unos 8-9
kg diarios; durante los 2-3 primeros meses de lactación la ingestión es de 10-12 kg, para reducirse
progresivamente hasta unos 8-9 kg al final de la lactación.

Es frecuente sobrealimentar a las yeguas durante la gestación (lo que da lugar a problemas en el parto), y
subalimentarlas durante la lactación (lo que afecta la vitalidad del potro y reduce la fertilidad de la yegua).
Las raciones de las yeguas al principio de la gestación (si no están en lactación) son similares a las de los
caballos en mantenimiento.

Las raciones del final de la gestación son similares a las de los caballos que realizan un ejercicio ligero,
aunque con un mayor contenido en almidón (es glucogénico), proteína, calcio y fósforo para mantener el
desarrollo del feto; estas raciones incluyen un 65-75% de forraje (6-7 kg diarios) y un 25-35% de concentrado
(2-3 kg).

Análogamente, las raciones de lactación son similares a los de los caballos que realizan un ejercicio medio,
pero con más almidón, proteína, calcio y fósforo para mantener la producción de leche. Para elaborar estas
raciones se utilizan los mismos ingredientes y aditivos que en los piensos de caballos; es particularmente
interesante la inclusión de un 5-10% de grasa en las raciones de lactación para, además de aumentar la
concentración energética del pienso, aumentar algo el contenido graso de la leche. Para cubrir las necesidades
de los tres primeros meses de lactación se necesitan aportes de concentrado de hasta un 50-60% (5-6 kg), para
el resto de la lactación es suficiente un 25-35% de concentrado (2-3 kg).

Cuando se utilizan piensos complementarios de reproductoras, estos suelen contener un 8-10% FB, 12-15%
PB y aportan 11-12 MJ ED/kg. En caso de elaborar las raciones de las yeguas reproductoras en el picadero, es
importante utilizar un corrector vitamínico-mineral de calidad, ya que las deficiencias en nutrientes (por
ejemplo, yodo, selenio, vitamina A, vitamina E) en las raciones de las yeguas se manifiestan en problemas
reproductivos y en una menor vitalidad de los potros. 
 

RACIONES DE YEGUAS

                                           Mantenimiento    Gestación    Lactación 


Nutrientes 
MJ ED/kg                                    >8.0                    >9.0            >10.0 
% PB                                            >7.0                    >10.0          >11.0 
                                                    <12.0                   <15.0           <15.0 
% Almidón                                    -                       >10.0           >15.0 
                                                    <10.0                   <15.0           <20.0 
% Fibra bruta                            >20.0                   >15.0           >15.0 
% ADF                                       >30.0                   >25.0          >20.0 
% Lisina                                       >0.25                   >0.30          >0.35  
% Calcio                                       >0.25                   >0.40          >0.60 
% Fósforo                                    >0.15                   >0.25          >0.40 
                                                       <0.20                   <0.35          <0.55 
% Sodio                                        >0.15                   >0.15          >0.20

Ejemplos de raciones de yeguas: 


Forraje 
Heno de alfalfa                           4.0 kg                 4.0 kg           5.5 kg 
Paja de cereal                              2.5 kg                 1.0 kg           0.5 kg 
Concentrado 
Maíz                                               -                        1.0 kg           1.0 kg 
Cebada                                        1.5 kg                 1.0 kg           2.0 kg 
Salvado de trigo                          -                        0.5 kg            1.0 kg 
Torta de soja                                -                         -                    0.5 kg 
Grasa rumiante                             -                         -                    0.5 kg 
Otros 
Corrector vitamínico-mineral   40 g                    40 g                55 g 
Sal                                               15 g                    30 g                 50 g 
Carbonato cálcico                       -                         -                     65 g 
Fosfato bicálcico                         -                         -                     60 g
   
FORMULACION MANUAL DE RACIONES DE YEGUAS

Ración para una yegua de 500 kg al principio de la lactación, utilizando un pienso


complementario que aporta 12 MJ ED/kg y un 15% PB.

a) Las necesidades diarias son 110 MJ ED y 1.115 g PB. 


b) A la yegua se le aporta el equivalente al 1.0% de forraje (por ejemplo, las dos terceras partes
heno de alfalfa y el resto paja): 
 1.0% x 500 = 5 kg de forraje, esto es,  3 kg de heno de alfalfa y  2 kg de paja 
El aporte energético y proteico del forraje es: 
      2 x 5.5 + 3 x 8.5 = 36.5 MJ ED 
      2 x 30 + 3 x 150 = 510 g PB 
c) El resto de necesidades energéticas se aporta con el pienso complementario: 
      (110 - 36.5) = 12 x pienso 
de donde se deduce que el forraje se debe complementar con 6 kg de pienso. 
d) El aporte proteico del forraje y del pienso complementario es suficiente para cubrir las
necesidades de la yegua. 
e) La ración se debe complementar con carbonato cálcico, fosfato bicálcico, sal y corrector
vitamínico-mineral.
    
    
c) El manejo de la alimentación de las yeguas reproductoras.

Es recomendable mantener a las yeguas en un buen estado corporal (ligeramente engrasadas, no demasiado)
para asegurar unos buenos parámetros reproductivos; de hecho, aparecen muchos más problemas
reproductivos en el caso de yeguas subalimentadas que cuando están ligeramente engrasadas. En todo caso se
ha de evitar que las yeguas pierdan peso durante los periodos de máximas necesidades (finales de la gestación
y, sobre todo, principios de la lactación); en efecto, las pérdidas de peso al final de la gestación pueden
provocar la aparición de una cetosis, y las pérdidas de peso al principio de la lactación retrasan la aparición
del celo. Finalmente, durante el periodo en que está en mantenimiento, es importante racionar a las yeguas
para evitar un engrasamiento excesivo.

El consumo de agua es de 20-30 litros al final de la gestación, y hasta 50 litros diarios al principio de la
lactación. 
 
4.- La alimentación de los potros.

Los potros pesan unos 50 kg al nacimiento, y se destetan hacia los 6 meses de edad con unos 200 kg de peso,
esto es, el crecimiento de los potros durante este periodo es muy rápido (alrededor de 1 kg diario). Tras el
destete, el potro crece algo más de 500 g diarios hasta el año de edad en que alcanza los 300 kg, y
posteriormente algo más de 250 g diarios hasta los 2 años en que alcanza los 400 kg.

El entrenamiento de los potros suele comenzar a los 2 años; a esta edad, el potro aún está creciendo, pero
lentamente (unos 125-150 g diarios), hasta alcanzar el peso adulto de unos 500 kg a los 4 años. 
 

a) Las necesidades energéticas y proteicas.

Los potros tienen unas necesidades específicas de crecimiento hasta que alcanzan el peso adulto hacia los 4
años de edad. No obstante, alrededor del 80% del crecimiento ocurre durante los 2 primeros años de vida, por
lo que las necesidades específicas de crecimiento no se consideran en la alimentación de los potros de más de
2 años; en efecto, a partir de los 2 años, las necesidades energéticas para crecimiento representan menos del
5% de las necesidades de mantenimiento, y las necesidades proteicas menos de un 15%.  
  

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES DE


NUTRIENTES

Mantenimiento + movimiento en paddock:   665 kJ ED/kg PM y 4.85 g PB/kg PM 


Crecimiento: 17.5 kJ/g engordado  y  0.40 g PB/g engordado

EJEMPLO
Las necesidades diarias de un potro de 225 kg que crece 700 g diarios son: 
a) Características del crecimiento diario: 
 - formación de hueso y acumulación de contenido gastrointestinal: 12.5% x 700 g = 90 g diarios 
 - deposición de carne: 700 - 90 = 610 g 
 - deposición muscular: 75% x 610 g = 460 g 
 - deposición de grasa: 610 - 460 = 150 g 
b) Necesidades energéticas diarias:  665 x 2250.75 + (17.5 x 700) = 51 MJ ED 
c) Necesidades proteicas diarias:  4.85 x 2250.75 + 0.40 x 700 = 560 g PB
    
Las necesidades de los potros se pueden estimar mediante el método factorial, siendo las necesidades medias
diarias 50 MJ ED y 600 g PB desde el destete hasta el año de edad, y 60 MJ ED y 500 g PB desde el año a los
2 años. Desde el destete hasta el año de edad, las necesidades energéticas de crecimiento suponen el 20% de
las necesidades totales, mientras que a partir del año de edad, las necesidades de crecimiento representan
alrededor del 10% de la ingestión energética, y a partir de los 2 años menos del 5%. Respecto a la proteína,
las necesidades de crecimiento suponen alrededor del 50% de las necesidades proteicas totales al destete,
mientras que a partir del año de edad las necesidades de crecimiento representan alrededor del 35% de la
ingestión proteica, y a partir de los 2 años menos del 15%. El aminoácido limitante en el crecimiento de los
potros suele ser la lisina.

La relación óptima proteína/energía durante el crecimiento de los potros es de unos 11-12 g de PB por MJ ED
desde el destete hasta el año de edad, y de 9-10 g de PB por MJ ED desde el año hasta los 2 años de edad.  
 
b) Las raciones de los potros.

Los potros se alimentan durante los primeros meses de vida casi unicamente de la leche de la madre, siendo
muy pequeña la ingestión de alimento sólido; por lo tanto, cuanto mayor es la producción de leche por la
madre, mayor será el crecimiento del potro (el potro necesita ingerir alrededor de 10 litros de leche por cada
kg engordado). Los potros en lactación cuyas madres pastan praderas pobres en selenio (y por tanto su leche
contiene poco selenio) pueden sufrir la enfermedad del músculo blanco; también los potros ya destetados que
pastan estas praderas pueden sufrir este trastorno que consiste en una degeneración muscular que afecta sobre
todo a la fortaleza del tercio posterior (los potros se caen y aparece mioglobinuria); si la deficiencia en
selenio es acusada se puede afectar el músculo cardiaco provocando la muerte por una insuficiencia cardiaca.
Cuando haya experiencias previas sobre la carencia en selenio de los pastos utilizados por los animales, la
enfermedad del músculo blanco se puede prevenir suplementando al potro con selenio (no obstante, un
exceso de selenio es tóxico) y vitamina E, ó suplementando a la madre con estos nutrientes para que aumente
su contenido en la leche.

El aspecto más importante a controlar durante el crecimiento del potro es su desarrollo locomotor; en efecto,
el crecimiento óseo del potro es muy rápido: al nacimiento ya tiene una altura a la cruz superior al 50% de la
altura adulta, a los 6 meses (destete) ya ha alcanzado alrededor del 75% de la altura del animal adulto, y al
año de edad ya mide casi el 90% de la altura adulta. Aunque al año de edad ya ha desarrollado casi toda su
estructura ósea, es a partir de esta edad cuando comienza el endurecimiento del hueso, alcanzando la máxima
fortaleza a los 4-5 años.

Es relativamente frecuente que aparezcan una serie de trastornos, sobre todo en las extremidades anteriores
(que soportan el 60-65% del peso), como epifisitis, deformidad de los tendones flexores y osteocondrosis.
Las principales causas de los problemas ortopédicos son: 
     - estos trastornos suelen presentarse en potros de menos de un año con un crecimiento muy rápido debido
a una sobrealimentación energética que conduce a un sobrepeso que sobrecarga las articulaciones; por este
motivo, los potros deben tener un aporte restringido de concentrado, aunque suficiente para permiter un
desarrollo adecuado. 
     - una relación calcio/fósforo inadecuada (la relación adecuada es entre 1.5-2.5), ya que un exceso de
fósforo en relación al calcio (lo que ocurre en los cereales y el salvado de trigo) impide una correcta
mineralización de los huesos; el suministro de heno de alfalfa ad libitum y la complementación con carbonato
cálcico previenen parcialmente este trastorno. 
     - el potro en crecimiento se ha de mantener al aire libre ya que la oscuridad afecta negativamente al
desarrollo óseo (la luz es necesaria para activar la vitamina D); no obstante, aunque la vitamina D tiene un
papel fundamental en la absorción intestinal de calcio, se deben prevenir posibles excesos que puedan
provocar un hiperparatiroidismo nutricional secundario. 
     - el aporte escaso de magnesio, el cobre y el zinc también influyen en la calidad del hueso.  
     - el aporte proteico también afecta la mineralización de los huesos. Un exceso de proteína da lugar a una
excreción importante de urea en la orina: la exceción de urea va acompañada con la excreción de calcio. Por
otra parte, la matríz ósea contiene proteína, por lo que una deficiencia proteica afectará a su integridad.  
     - finalmente, el ejercicio de los potros contribuye a mejorar la densidad ósea; por este motivo, no se debe
recluir a los potros en el box, sino que debe permanecer en un paddock, a ser posible con otros potros, para
que juegue y se ejercite.

A partir de los 2 meses de edad el potro comienza a ingerir algo de forraje y pienso del comedero de la
madre. A partir de los 3 meses de edad disminuye la producción láctea de la madre, y el potro comienza a
ingerir cantidades considerables de alimento. Por este motivo, desde los 3 meses hasta el destete, al potro se
le suministra un pienso de lactación (contiene alrededor del 15% de PB, aporta unos 12 MJ ED/kg, y se
elabora con cereales, torta de soja y hasta un 20% de leche descremada, además de ciertos aditivos como
acidificantes y probióticos, así como corrector vitamínico-mineral) y un forraje de buena calidad (en general
heno de alfalfa). Para prevenir trastornos locomotores, el pienso se limita al 0.50- 0.75% del peso vivo del
potro lactante, de tal manera que el suministro se va aumentando progresivamente (alrededor de medio kg por
mes) hasta llegar a los 2 kg al momento del destete. Las raciones de los potros lactantes, además de la leche
de la madre, están formadas por un 50% de pienso y un 50% de forrajes, llegando a consumir al destete
alrededor 2 kg de pienso y otros 2 kg de forraje. No obstante, si se observa que el potro crece muy rápido, es
conveniente reducir la cantidad de pienso.

Con las concentraciones energéticas habituales, el consumo de los potros aumenta desde unos 4 kg al destete
hasta unos 6 kg al año de edad. Las raciones se mantienen con un 50% de concentrado (se utiliza un pienso
de crecimiento con menos de un 10% FB, 13- 16% PB y aportan unos 12 MJ ED/kg), y otro 50% de heno de
alfalfa (es conveniente no introducir paja hasta el año de edad).

A partir del año de edad, el consumo continúa aumentando hasta llegar a casi 8 kg diarios a los 2 años de
edad. Las raciones van reduciendo progresivamente el concentrado, para llegar al 35% de la ración (2-3 kg de
concentrado y 5-6 kg de forraje) cuando el potro tiene 2 años. Aunque a los 2 años se comienza a ejercitar y
el potro continúa creciendo hasta los 4 años, este crecimiento es relativamente lento, por lo que a partir de los
2 años se alimenta como los caballos adultos, con raciones que contienen un 10-20% de concentrado.  
   

RACIONES DE POTROS

                                               6-12 meses           12-24 meses 


Nutrientes 
MJ ED/kg                                >10.0                        >9.0 
% PB                                        >10.0                        >8.0 
                                                  <15.0                     <15.0 
% Almidón                              <30.0                     <20.0 
% Fibra bruta                           >15.0                    >15.0 
% ADF                                      >20.0                    >20.0 
% Lisina                                      >0.65                    >0.35 
% Calcio                                      >0.70                    >0.50 
% Fósforo                                   >0.40                    >0.30 
                                                     <0.50                     <0.40 
% Sodio                                      >0.15                     >0.15

Límites de inclusión de ingredientes: 


Forrajes                                     >50%                     >60% 
     Henos                                  >50%                     >50% 
     Paja                                          -                          <15% 
Cereales                                   35-50%                 20-35% 
     Maíz                                       <20%                   <15% 
     Cebada                                  <40%                   <35% 
     Avena                                    <35%                   <35% 
Otros                                           <15%                   <20% 
     Torta de soja                        <10%                   <10% 
     Alfalfa deshidratada            <10%                   <10% 
     Salvado de trigo                    <5%                   <10%

Ejemplos de raciones de potros: 


Forraje 
Heno de alfalfa                           3.0 kg                3.0 kg 
Paja de cereal                               -                        1.0 kg 
Concentrado 
Maíz                                            0.5 kg                 0.5 kg 
Cebada                                       2.5 kg                 1.5 kg 
Salvado de trigo                         -                        0.5 kg 
Otros 
Corrector vitamínico-mineral   30 g                   35 g 
Sal                                                20 g                  25 g 
Fosfato bicálcico                       40 g                    - 
Carbonato cálcico                      10 g                 35 g 
Lisina                                           10 g                    -
    
    
c) El manejo de la alimentación de los potros.

Los potros deben tomar el calostro durante las 3-4 primeras horas de vida; en caso de que quede huérfano se
pueden utilizar calostros comerciales, o 500 mililitros de calostro congelado de yegua, y utilizar
lactoreemplazantes para alimentar al potro; otra opción es procurar su adopción por una yegua recién parida.

La alimentación del potro, igual que la del caballo adulto, debe ser individual, para poder ajustar su
alimentación a su desarrollo corporal. Por otra parte, la alimentación de potros en grupo tienen el
inconveniente de que los potros dominantes ingieren más pienso, pudiendo desarrollar trastornos
locomotores. En todo caso, los potros han de disponer de agua ad libitum desde el primer mes de edad; en el
momento del destete ingieren casi 10 litros diarios de agua, y a los 2 años unos 15 litros diarios.

Durante la lactancia y en el periodo del destete es posible que aparezcan casos de diarreas, sobre todo si los
potros se destetan a los 4 meses: las diarreas suelen provocar deshidratación y pérdida de electrolitos; los
potros se deben rehidratar, por vía oral ó intravenosa dependiendo de la gravedad del caso, con soluciones
comerciales de electrolitos ó con sueros isotónicos. Además de la rehidratación, se deben suministrar
probióticos para restablecer el equilibrio intestinal, así como algún tipo de arcilla (p.e. 25-50 g de sepiolita)
para ralentizar el tránsito intestinal. Existen piensos dietéticos de potros jóvenes para la estabilización del
equilibrio hídrico y electrolítico que se utilizan durante 1-7 días en los animales deshidratados (generalmente
por diarreas); estos piensos tienen un elevado contenido en electrolitos e hidratos de carbono facilmente
digestibles; en la etiqueta debe indicarse la fuente de los hidratos de carbono y el contenido en electrolitos
(sodio, potasio y cloruros). 
 

5.- La alimentación de los sementales.

Los caballos alcanzan la pubertad hacia los 2 años de edad, y se comienzan a utilizar a los 3-4 años; la época
normal de utilización de los sementales es de febrero a mayo, siendo el ritmo reproductivo normal de un salto
diario ó cada 2 días.

El objetivo básico de la alimentación de sementales es conseguir que estén vigorosos a lo largo de toda la
estación de monta, sin adelgazar ni engordar. Las necesidades energéticas y proteicas de los sementales
dependen de la intensidad del servicio, y como media son similares a las de los caballos con ejercicio ligero;
estas necesidades se cubren con pasto y 1-2 kg de concentrado, ó con heno y 2-3 kg de concentrado. Durante
la época de descanso la hierba de calidad media ó el heno de buena calidad es suficiente para cubrir las
necesidades de los sementales.

Tema 17. La alimentación de los perros

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el bienestar de los perros  


- conocer las características y el manejo de los piensos de perros
Esquema del tema: 
La importancia de los perros 
La alimentación de los perros adultos 
     a) Las necesidades energéticas y proteicas 
     b) Los piensos de los perros adultos 
     c) El manejo de la alimentación de los perros 
Los piensos dietéticos de perros 
     a) Los piensos para reducir el exceso de peso de los perros obesos 
     b) Los piensos para perros con trastornos digestivos 
     c) Los piensos para perros con cálculos en el tracto urinario 
     d) Los piensos para perros con dermatosis 
     e) Los piensos para perros con trastornos metabólicos 
La alimentación de las perras reproductoras 
     a) Las necesidades energéticas y proteicas 
     b) El manejo de la alimentación de las perras reproductoras  
La alimentación de los cachorros en crecimiento 
     a) Las necesidades energéticas y proteicas 
     b) Los piensos de los cachorros 
     c) El manejo de la alimentación de los cachorros 
AUTOEVALUACION
Práctica: 
          Análisis de etiquetas de piensos comerciales y dietéticos de perros y gatos

 
1.- La importancia de los perros.

En España hay aproximadamente 4 millones de perros; más del 50% de los perros visitan las consultas
veterinarias al menos una vez al año. La importancia de los perros también se manifiesta en que más del 60%
de los veterinarios, tanto en España como en la UE, está especializado en animales de compañía; más del
70% de los animales de compañía que acuden a las consultas veterinarias son perros.

Finalmente, más del 50% de los perros se alimentan con piensos comerciales (más del 80% es pienso seco y
el resto pienso húmedo), aunque este porcentaje aumenta progresivamente. El consumo anual de piensos de
perros a nivel nacional es de unas 150.000 t; alrededor del 70% de este pienso se comercializa a través de
clínicas y tiendas especializadas en animales de compañía. 
 

2.- La alimentación de los perros adultos.

 Los perros alcanzan el peso adulto entre los 6 meses de edad (razas pequeñas) y los 18 meses (razas
grandes), variando este peso adulto entre 1 kg (Chihuahua) y casi 100 kg (San Bernardo).  
 

a) Las necesidades energéticas y proteicas.

En la alimentación de perros se utiliza la energía metabolizable como unidad de valoración tanto de las
necesidades como del valor energético de los alimentos. Las necesidades energéticas y proteicas de los
perros, como en otras especies animales, se calculan según su peso metabólico; no obstante, a diferencia de
otras especies animales, el peso metabólico de los perros se calcula como el peso vivo elevado a una potencia
diferente a 0.75; en efecto, el National Research Council (NRC) utiliza la potencia 0.88 (PM = PV0.88), y la
Association of Anerican Feed Control Officials (AAFCO) utiliza la potencia 0.67 (PM = PV0.67). En general,
salvo indicación en contra, se utiliza la potencia 0.88. 
 

NECESIDADES ENERGETICAS Y PROTEICAS

Mantenimiento + ejercicio físico moderado: 


       420 kJ EM/kg PM  y   3.2 g PB/kg PM

EJEMPLO
Un perro adulto de 25 kg tiene unas necesidades energéticas y
proteicas diarias de: 
      420 x 250.88 = 7.15 MJ EM 
      3.2 x 250.88 = 54 g PB
Las necesidades energéticas y proteicas diarias de los perros adultos se estiman en 420 kJ EM y 3.2 g PB por
kg PM (ó 550 kJ EM y 4.2 g PB por PM, cuando se utiliza la potencia 0.67); así, las necesidades energéticas
y proteicas diarias de un perro de 10 kg son 3.0-3.5 MJ EM (dependiendo de la actividad física que realice) y
unos 25 g PB, de un perro de 25 kg son 7.0-7.5 MJ EM y unos 55 g PB, y de un perro de 40 kg son de 10.5-
11.0 MJ EM y unos 80 g PB. No obstante, estas necesidades pueden variar en función de la raza y el ejercicio
que realice el animal, por lo que la alimentación debe ser individual con el objetivo de mantener el estado
corporal óptimo de cada individuo.

La relación óptima proteína/energía de los piensos de los perros adultos es del orden de 7-8 g de PB por MJ
de EM; no obstante, los piensos comerciales suelen aportar mucha proteína (para mejorar la palatabilidad), lo
que puede dar lugar a dos trastornos importantes: 
     - una excesiva desaminación y excreción de urea, lo que sobrecarga el hígado y los riñones, favoreciendo
la aparición de casos de insuficiencia hepática y renal, así como la precipitación de urolitos.  
     - una parte de la proteína ingerida pasa al intestino grueso, provocando fermentaciones que dan lugar a
heces blandas, pegajosas y malolientes. 
 

b) Los piensos de los perros adultos.


Los perros son omnívoros y pueden obtener todos los nutrientes de fuentes vegetales. Los piensos
comerciales de los perros son de dos tipos: secos y húmedos; estos piensos se suelen realizar con una fórmula
fija de ingredientes que permita una cierta seguridad sobre su utilización digestiva.

Los piensos secos, que cada vez se utilizan más, tienen un bajo contenido en humedad (alrededor del 10%) y
suelen contener una alta proporción de cereales, además de salvado, torta de soja, harinas animales, grasas y
correctores vitamínico-minerales; estos piensos suelen estar extrusionados. La concentración energética de
los piensos comerciales secos es de 13-15 MJ EM/kg, y suelen contener un 5-10% grasa, un 20-25% de
proteína y más del 50% de carbohidratos no estructurales.

Los piensos enlatados, que son más caros y se utilizan menos, contienen un 70-80% de agua, y están basados
en alrededor del 50% de subproductos animales (harinas y trozos de carne y vísceras); también contienen
cereales, torta de soja y corrector vitamínico-mineral. Estos piensos tienen una concentración energética
ligeramente mayor que los alimentos secos (unos 4.0-4.5 MJ EM/kg, esto es, unos 16-18 MJ EM/kg MS), y
suelen contener, sobre materia seca, un 10-20% de grasa, un 40-50% de proteína y menos de un 30% de
carbohidratos. Son alimentos más apetecibles (ya que contienen mucha grasa y proteína: de hecho la alta
apetecibilidad de estos piensos predispone a los animales a la obesidad), digestibles y de mejor conservación
que los secos, pero más caros.

Aunque los animales tienen necesidades de glucosa (para la nutrición del sistema nervioso central, formación
de pentosas, etc), no es imprescindible el suministro de carbohidratos en la ración, ya que pueden realizar la
glucogénesis a partir de aminoácidos y glicerol; de todas formas, los piensos de perros suelen incluir una
buena proporción de cereales, ya que son baratos. Respecto a la utilización del almidón de los cereales, es
importante señalar que los perros utilizan mal el almidón de los cereales crudos; no obstante, en la práctica
está generalizado el tratamiento térmico para preparar los piensos de estos animales.

Los piensos de perros adultos han de contener una relación calcio/fósforo biodisponible de 1.5-2.0; es
importante tener en cuenta que un exceso de calcio en la ración de los perros (lo que es frecuente cuando se
les dan huesos) provoca una sobreosificación, con los consiguientes trastornos esqueléticos; por otra parte,
los perros alimentados con mucha carne (que contiene poco calcio, poca vitamina D y mucho fósforo) pueden
sufrir problemas de descalcificación de los huesos. Las necesidades de sal de los perros son relativamente
bajas ya que los perros no sudan y por lo tanto las pérdidas de sal son mínimas.

En los piensos de estos animales se utilizan aditivos tecnológicos (antioxidantes y conservantes); algunos
piensos contienen saborizantes, y los piensos que no se extrusionan, sino que se granulan, contienen
aglomerantes. Los colorantes no tienen un especial efecto en estos animales, ya que casi no distinguen los
colores; no obstante se suelen utilizar (aunque cada vez menos) para satisfacer a los propietarios.

Aunque cada vez es mayor el número de perros que se alimentan con piensos comerciales, las raciones de los
perros se pueden formular a base de carne y cereales (raciones caseras). Los errores más frecuentes en la
elaboración de raciones caseras son: 
     - utilización de raciones para personas ó de sobras de comidas 
     - exceso de carne, que contiene poco calcio y mucha proteína y grasa 
     - imbalance de minerales y vitaminas 
La utilización continuada de raciones caseras imbalanceadas conduce, sobre todo en cachorros, a problemas
de sobrepeso y osificación; además, este tipo de raciones suele provocar la acumulación de sarro en los
dientes. 
 

PIENSOS SECOS DE PERROS


Nutrientes: 
MJ EM/kg                             >14.0 
% PB                                      >11.0 
                                               <20.0 
% Grasa                                 >5.0 
% Fibra bruta                        >3.0 
% Lisina                                 >0.65 
% Metionina+cistina           >0.45 
% Treonina                           >0.50 
% Triptófano                        >0.15 
% Calcio                                >0.60 
% Fósforo disponible         >0.15 
                                               <0.30 
% Sodio                                >0.05 
% Linoleico                          >1.0

Límites de inclusión de ingredientes: 


Cereales                               35-75% 
Torta de soja                         0-15% 
Salvado de trigo                   0-20% 
Gluten meal                           0-5% 
Gluten feed                           0-20% 
Harina de carne                  15-35% 
Harina de pescado               0-10% 
Grasa de rumiante                5-10% 
Oleínas                                  0-10%

Ejemplo de pienso seco de perros: 


Materias primas 
Maíz                                       53% 
Salvado de trigo                   17% 
Harina de carne                    15% 
Grasa de rumiante                10% 
Oleínas                                    4% 
Ingredientes complementarios 
Corrector vitamínico-mineral   1% 
Aditivos 
Antioxidante                            Sí 
Antifúngico                             Sí
MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS
PIENSOS

Proteína: 
* la digestibilidad media de la PB contenida en los piensos es del 80%: el 75% se digiere en el intestino
delgado (se absorben aminoácidos) y el 5% fermenta en el intestino grueso (se absorbe NNP): 
     Proteína digestible = 0.80 x PB 
    Aminoácidos absorbidos = 0.75 x PB 
* el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan: 
      Aminoácidos netos ó disponibles para la síntesis proteica = 0.65 x 0.75 x PB = 0.50 x PB 
Energía: 
* el contenido energético medio de los nutrientes es 23.5 kJ por g de proteína bruta, 39.5 kJ por gramo
de grasa y 17.5 kJ por gramo de carbohidrato: 
     EB (kJ) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x ELN + 17.5 x FB 
* la digestibilidad media de la PB es del 80%, la del EE es del 90%, la de los ELN es del 85% (la de los
CNE es del 90-95%) y la de la fibra es despreciable: 
     ED (kJ) = 23.5 x 0.80 x PB + 39.5 x 0.90 x EE + 17.5 x 0.85 x ELN = 
                = 18.8 x PB + 35.6 x EE + 14.9 x ELN 
* respecto al cálculo de la EM que aporta el pienso se asumen las siguientes hipótesis:  
      - el 35% de los aminoácidos absorbidos de piensos secos se desaminan (el coste medio de la
desaminación y excreción de urea es de 12 MJ por g de aminoácido desaminado) y el 65% de los
aminoácidos absorbidos se incorporan a proteínas: 
   EM aportada por los aminoácidos = (23.5-12) x 0.35 x 0.75 x PB + 23.5 x 0.65 x 0.75 x PB = 14.5 x
PB 
      - en el caso de piensos húmedos, la digestibilidad ileal media de los aminoácidos es del 85%, y se
desaminan de media el 45% de los aminoácidos absorbidos: 
                 EM aportada por los aminoácidos = 15.4 x PB 
      - la energía procedente de la fermentación de la fibra en el intestino grueso es despreciable  
      - por lo tanto: 
          piensos secos: EM (kJ) = 14.5 x PB + 35.6 x EE + 14.9 x ELN 
          piensos húmedos: EM (kJ) = 15.4 x PB + 35.6 x EE + 14.9 x ELN 
* la UE ha establecido la sigiente forma de calcular la EM que aportan los piensos de perros:  
          EM (kJ) = 14.64 x PB + 35.56 x EE + 14.64 x ELN

EJEMPLO
Un pienso seco de perros que contiene un 6% de cenizas, un 20% de PB, un 8% de EE y un 4% de FB
tiene el valor nutritivo siguiente. 
Proteína: 
     Proteína digestible: 0.80 x 200 = 160 g/kg de pienso 
     Aminoácidos absorbidos: 0.75 x 200 = 150 g/kg 
     Proteína neta: 0.50 x 200 = 100 g/kg 
Energía: 
* la humedad media de los piensos es del 10% 
     EB = 23.5 x 200 + 39.5 x 80 + 17.5 x (1000 - 100 - 60 - 200 - 80) = 17.65 MJ EB/kg 
     EM = 14.5 x 200 + 35.6 x 80 + 14.9 x 520 = 13.5 MJ EM/kg 
     EM = 14.64 x 200 + 35.56 x 80 + 14.64 x 520 = 13.4 MJ EM/kg
c) El manejo de la alimentación de los perros.

Los animales de compañía no se mantiene con una intención de producción ó rentabilidad, sino que el
objetivo de la alimentación es promover las mejores condiciones de salud para el crecimiento, desarrollo,
reproducción y longevidad de los animales. En todo caso, la cantidad de pienso a suministrar a los perros
viene determinada en última instancia por el estado corporal del animal con el objetivo de mantener un estado
óptimo, que es aquel en el que las costillas no se ven pero se palpan facilmente.

Respecto a la ingestión de alimento, los perros, igual que el resto de monogástricos, tienden a ajustar el
consumo de alimento según su concentración energética. No obstante, los piensos comerciales son muy
palatables (contienen bastante proteína y grasa, muy apetecibles para los perros) y de alta concentración
energética por lo que en ocasiones tienden a provocar una excesiva ingestión (sobre todo en razas medianas y
grandes), lo que se traduce en obesidad.

Con las concentraciones energéticas habituales, la ingestión de los perros de 10 kg es de alrededor de 250 g
diarios de pienso seco, los de 25 kg ingieren alrededor de 525 g diarios, y los de 40 kg unos 700 g diarios; en
todo caso, la cantidad a suministrar a los perros adultos depende de su estado corporal:  
     - los perros adultos se pueden alimentar ad libitum con pienso seco, salvo que el animal tenga tendencia al
engrasamiento; también se pueden alimentar en 2-3 comidas diarias; en caso de perros de razas de gran
formato, el alimento se distribuye en varias tomas diarias para evitar una excesiva ingestión que provoque
torsiones intestinales. 
     - el pienso húmedo se suele suministrar en 2-3 tomas diarias, el alimento no ingerido se retira; un riesgo
asociado a la utilización de pienso húmedo es el acúmulo de sarro en los dientes, con los consiguientes
problemas de gingivitis, halitosis, piorrea, y en ocasiones pérdida de dientes; en caso de deposición de sarro,
es conveniente sustituir el pienso húmedo por pienso seco.

El consumo de agua de los perros es 3-4 veces la cantidad de materia seca ingerida de pienso seco, ó 2-3
veces la cantidad de materia seca ingerida de pienso húmedo; se recomienda mantener libre acceso al agua (ó
al menos 3-5 veces diarias), sobre todo en épocas de calor.

Finalmente, es importante tener presente que los cambios de pienso han de ser graduales para permitir una
adaptación digestiva y evitar fermentaciones intestinales indeseables que se suelen manifestar en forma de
gases y diarreas. 
 

UTILIZACION DE PIENSOS DE PERROS

El aporte de nutrientes indicado en la etiqueta de un pienso seco comercial es: 10.0%


Humedad, 6.0% Cenizas,20.0% Proteína, 8.0% Grasa y 5.0% Fibra 
* el aporte energético aproximado de este pienso es: EM = 14.5 PB + 35.6 EE + 14.9
ELN, esto es, EM = 13.35 MJ EM/kg ó 14.85 MJ EM/kg MS 
* el consumo diario de este pienso por un perro de 25 kg es: 
       - necesidades energéticas: 7.15 MJ EM 
       - consumo: 7.15/13.35 = 535 g diarios

El aporte de nutrientes indicado en la etiqueta de un pienso húmedo comercial


es: 75.0% Humedad, 1.5% Cenizas, 10.0% Proteína, 5.0% Grasa y 0.5% Fibra 
* el aporte energético aproximado de este pienso es: EM = 15.4 PB + 35.6 EE + 14.9
ELN, esto es,EM = 4.5 MJ EM/kg ó 18.0 MJ EM/kg MS 
* el consumo diario de este pienso por un perro de 25 kg es: 
       - necesidades energéticas: 7.15 MJ EM 
      - consumo: 7.15/4.5 = 1.590 g diarios
3.- Los piensos dietéticos de perros.

Los piensos dietéticos se utilizan para alimentar a los animales con algún trastorno digestivo ó metabólico;
los piensos dietéticos regulados legalmente se comentan a continuación.  
 

a) Los piensos para reducir el exceso de peso de los perros obesos. 


Como ya se ha señalado, cuando los perros son mantenidos en condiciones de escaso ejercicio y alimentados
con piensos comerciales de alta palatabilidad y alta concentración energética, la regulación energética de la
ingestión falla, provocando un sobreconsumo. Se considera que un perro tiene sobrepeso cuando sobrepasa
en un 5-15% el peso ideal de su raza, y que está obeso cuando pesa más del 15-20% del peso ideal; en los
perros obesos no se palpan las costillas y se observa un exceso de grasa en la zona abdominal. 

CONDICION CORPORAL DE PERROS

Delgado: Costillas, vértebras lumbares y huesos de la pelvis


visibles a simple vista. Ausencia de grasa palpable. Curvatura
abdominal y cintura muy marcadas. 
 

Bajo peso: Costillas fácilmente palpables y cubiertas por muy


poca grasa. Desde la parte superior se aprecia facilmente la
cintura. Curvatura abdominal evidente.

Peso normal: Costillas palpables y sin exceso de grasa


subcutánea. Desde la parte superior, la cintura se aprecia detrás
de las costillas. Se observa la curvatura abdominal.

Exceso de peso: Costillas palpables con discreto exceso de


grasa subcutánea. La cintura es visible, pero no marcada.
Curvatura abdominal muy poco marcada.

Obeso: Costillas no palpables por debajo de una gran cantidad


de grasa subcutánea. Depósitos de grasa visibles en la región
lumbar y en la base de la cola. Cintura muy poco aparente o no
visible. Curvatura abdominal ausente (puede existir una
distensión abdominal importante).

La obesidad es el transtorno nutricional más habitual en perros; de hecho, más del 25% de los perros padecen
obesidad, aumentando la incidencia con la edad y siendo más frecuente en hembras que en machos. La
obesidad predispone a sufrir diabetes, y enfermedades cardiovasculares e infecciosas, así como a la lipidosis
hepática; además, la obesidad predispone a los perros de gran formato a sufrir trastornos articulares y óseos
debido a la sobrecarga de peso en las articulaciones. 

La pérdida de peso se puede conseguir suministrando piensos con una baja concentración energética y
racionando el consumo de alimento; además se ha de procurar que el animal pueda realizar algo de ejercicio,
ya que mediante la actividad física puede llegar a utilizar hasta el 20% de la energía ingerida. 

La redución de peso de los animales con sobrepeso moderado (5-15% del peso ideal) se puede conseguir
racionando al 75% el pienso que habitualmente se suministra al perro; un riesgo asociado a la restricción del
aporte de pienso es que, además de reducirse la ingestión de energía, se reduce la ingestión del resto de
nutrientes (aminoácidos, vitaminas, etc). 

Para reducir el peso de los animales obesos es recomendable utilizar un pienso dietético de adelgazamiento;
estos piensos contienen hasta un 10% de fibra bruta y menos del 5% de grasa, por lo que que su
concentración energética es relativamente baja (12-13 MJ EM/kg). Existe una tendencia a utilizar piensos de
adelgazamiento de bajo contenido en fibra (menos del 5%), ya que el exceso de fibra provoca una reducción
de la digestibilidad del resto de los nutrientes; por otra parte, el exceso de fibra da lugar a una mayor
producción de heces con bastante agua ligada (heces pegajosas); además, debido a que la pérdida de agua en
heces es elevada, el agua disponible para ser excretada en la orina es menor, lo que aumenta el riesgo de
precipitación de urolitos; finalmente, otro riesgo asociado al exceso de fibra es que parece aumentar la
incidencia de torsiones gástricas e intestinales en los perros de razas de gran formato. 

Aunque el pienso se restringe, la baja concentración energética de los piensos dietéticos permite suministrar
una cantidad importante de pienso, con lo que se reduce el estrés del animal (el estrés se puede minimizar
repartiendo el pienso en varias comidas a lo largo del día); además, el pienso está formulado para que una
cantidad restringida de pienso aporte una cantidad adecuada de nutrientes. Una vez que el perro ha perdido el
peso deseado, este tipo de piensos se puede utilizar indefinidamente en los perros con tendencia a la
obesidad. 

En la etiqueta de estos piensos dietéticos se debe señalar su concentración energética y el modo de empleo,
indicando la cantidad diaria que se recomienda suministrar al perro; el suministro habitual de pienso dietético
oscila entre el 60-80% de las necesidades energéticas, lo que permite una pérdida semanal del 1-2% del peso
del perro.  
 

PERDIDA DE PESO DE PERROS 

Manejo de la alimentación de un perro de 30 kg que debe perder 5 kg de peso. 

La pérdida de peso está formada por un 90-95% de tejido adiposo (80-85% de triglicéridos y
15-20% de agua) y un 5-10% de tejido muscular (20-25% de aminoácidos y 75-80% de
agua). La energía media movilizada en la pérdida de un kg de peso es de 35 MJ EM.  
* Energía que debe perder el perro: 5 kg x 35 MJEM/kg = 175 MJ EM  
* Necesidades energéticas diarias antes del tratamiento: 420 x 300.88 = 8.4 MJ EM  
* Necesidades energéticas diarias después del tratamiento: 420 x 250.88 = 7.1 MJ EM 
* Se dispone de un pienso de adelgazamiento de 12 MJ EM/kg 
* Ingestión de este pienso antes del tratamiento: 8.4/12 = 700 g

Deseamos mantener una pérdida semanal de peso equivalente al 1.5% el peso del animal: 
              - pérdida diaria de peso: 64 g, por lo que el animal debe ingerir diariamente (8.4 -
2.24 = 6.16 MJ EM) , esto es, 515 g de pienso (se restringe al 75% la ingestión ad libitum) 
              - pérdida diaria de peso al final: 54 g, por lo que el animal debe ingerir (8.4 - 1.89 =
6.51 MJ EM) , esto es, 545 g de pienso 
              - pérdida media diaria de peso: (64 + 54)/2 = 59 g 
              - duración del periodo de adelgazamiento: 5 kg/ 59 g = 85 días (casi 3 meses) 
              - una vez alcanzado los 25 kg de peso, se aumenta progresivamente (durante unos
10 días) la cantidad suministrada de pienso, hasta llegar a 590 g diarios que aportan las 7.1
MJ EM que necesita un perro de 25 kg
b) Los piensos para perros con trastornos digestivos. 

Los trastornos digestivos, que se suelen manifestar en forma de diarreas, suelen aparecer tras cambios bruscos
de ración ó por una sobreingestión de alimento; también pueden aparecer por una mala calidad de los piensos
debido a una alta inclusión de almidón crudo, fibra, ó proteínas de mala calidad (p.e. colágeno de tendones y
aponeurosis); también una inclusión excesiva de subproductos lácteos puede ocasionar diarreas por una mala
digestión de la lactosa por los perros adultos; finalmente, los animales con deficiencias metabólicas (p.e. una
insuficiencia pancreática, que es frecuente en Pastores Alemanes y en perros de más de 10 años) pueden tener
dificultades para digerir los alimentos. 

Los animales con diarrea han de ser alimentados durante 24-48 horas a base únicamente de una solución de
electrolitos y agua. A continuación se suministra un 25-30% de las necesidades (aporte que se va aumentando
progresivamente) de un pienso dietético, en 3-5 tomas diarias; según la causa del trastorno digestivo, existen
dos tipos de piensos dietéticos:  
      - piensos para la reducción de los trastornos agudos de la absorción intestinal: son piensos muy
digestibles formados a base de carne magra (sin tejido conjuntivo que es mal digerido) y cereales
gelatinizados, con un bajo nivel de fibra (<1.5%) y de grasa (<5%); estos piensos suelen contener además un
alto contenido en electrolitos para compensar los perdidos durante la diarrea, y suelen incluir acidificantes y
probióticos; se utilizan durante los periodos de diarrea aguda y durante la convalecencia (1-2 semanas).
Parece que una relación entre ácidos grasos insaturados w6 y w3 inferior a 10 permite reducir la inflamación
de la mucosa intestinal, como se comenta más adelante. Finalmente, parece que alrededor del 1% de
fructoligosacáridos ó del 5% de pulpa de remolacha favorece la producción de ácido butírico en las
fermentaciones del intestino grueso: el ácido butírico es utilizado por la mucosa intestinal para su
crecimiento, mejorándose así su integridad y por tanto la absorción de agua y electrolitos; no obstante, un
exceso de fibra puede empeorar el pronóstico, debido a un exceso de heces.  
     - piensos para la compensación de las alteraciones de la digestión: estos piensos se utilizan sobre todo para
alimentar a los perros con insuficiencia pancreática exocrina (que provoca una escasa secreción de amilasa,
peptidasas y lipasa, digiriendose mal el almidón, las proteínas y la grasa); son piensos con ingredientes muy
digestibles formados a base de carne de calidad, así como cereales gelatinizados para facilitar la hidrólisis del
almidón (a estos piensos se les suele incorporar -amilasas, peptidasas y lipasas); el contenido en grasa de
estos piensos debe ser bajo (<5%) debido a la deficiente secreción de lipasa por estos animales; estos piensos
se utilizan durante toda la vida del perro en caso de insuficiencia pancreática crónica. 

Finalmente, existen ciertas razas e individuos con trastornos genéticos relacionados con la absorción ó
metabolización de nutrientes. Algunos de estos trastornos, para los que no existen piensos dietéticos
regulados legalmente, son:  
     - malabsorción de la vitamina B12, frecuente en la raza Schnauzer gigante, que se manifiesta en anemia; a
estos perros se les debe suministrar vitamina B12 intramuscular.  
     - malabsorción de zinc, sobre todo en algunos individuos de las razas Bull Terrier, Husky, Gran Danés y
Doberman; la deficiencia en zinc se manifiesta en dermatitis con pioderma, costras, descamaciones, etc. Los
piensos de los animales afectados se suplementan con cantidades importantes de acetato de zinc ó de sulfato
de zinc. La malabsorción de zinc también puede ser debida a un exceso de calcio, que interfiere su absorción
intestinal.  
     - acumulación de cobre en el hígado, que da lugar a una degeneración hepática. Los animales excretan el
exceso de cobre absorbido en el intestino por la bilis; sin embargo, cualquier trastorno relacionado con la
producción y excreción de bilis da lugar a su acumulación en el hígado. Los piensos para animales con este
trastorno poseen un bajo contenido en cobre y un alto contenido en zinc (que interfiere la absorción intestinal
de cobre). 
     - los vómitos están frecuentemente relacionados con gastritis agudas concurrentes con enteritis. Los perros
se deben rehidratar oralmente con un suero, y cuando vaya cesando el vómito se ha de suministrar un pienso
de alta digestibilidad (con menos de un 2% de fibra y menos del 5% de grasa); el primer día se suministra
solamente la mitad de la ración y, según el resultado observado, se va aumentando la cantidad. Cuando el
vómito cesa, este pienso se cambia paulatinamente por uno de mantenimiento. 
 

c) Los piensos para perros con cálculos en el tracto urinario. 

Los cálculos urinarios son más frecuentes en gatos que en perros; no obstante, en algunos casos pueden
precipitar urolitos en el tracto urinario de los perros (sobre todo en la uretra de los machos, pero también en la
vejiga); los cálculos más frecuentes son los de estruvita (fosfato amónico-magnésico), seguidos de los de
oxalatos. Existen varios tipos de piensos dietéticos para prevenir ó disolver los cálculos, según la naturaleza
química del cálculo formado:  
      - piensos para la disolución de cálculos de fosfato inorgánico (p.e. fosfato cálcico, ó fosfato amónico-
magnésico): son piensos que incluyen acidificantes de la orina (p.e. cloruro amónico) para disolver los
fosfatos, y tienen un contenido bajo en magnesio; también son de bajo contenido proteico pero de gran
calidad (para evitar una excesiva excreción de urea); se debe procurar una alta ingestión de agua para facilitar
la disolución de los cálculos, por lo que estos piensos contienen bastante sal y electrolitos; en todo caso, los
animales con cálculos deben tener asegurado un acceso permanente al agua de bebida. Estos piensos se
utilizan durante 5-12 semanas, periodo en el que se suele conseguir la disolución del cálculo.  
     - piensos para la reducción de la reaparición de cálculos de fosfato inorgánico: son piensos que contienen
acidificantes de la orina y un contenido moderado de magnesio, y se utilizan durante periodos largos (hasta 6
meses) en los perros que han tenido cálculos.  
     - piensos para la reducción de la formación de cálculos de uratos: las purinas de los ácidos nucleicos (cuyo
contenido es alto en los alimentos procedentes de organismos unicelulares: levaduras, etc) se metabolizan a
ácido úrico (insoluble), que la mayoría de los animales transforma en alantoína (soluble). Los piensos
dietéticos para animales con riesgos de precipitación de uratos tienen un bajo contenido en purinas y en
proteínas, así como alcalinizantes (p.e. bicarbonato sódico, citrato potásico) para solubilizar el ácido úrico, y
se utilizan indefinidamente en caso de trastornos irreversibles del metabolismo del ácido úrico. Los dálmatas
excretan buena parte del nitrógeno urinario en forma de ácido úrico; no obstante, no son frecuentes los
cálculos de uratos en dálmatas. 
     - piensos para la reducción de la formación de cálculos de oxalato: son piensos que incluyen alcalinizantes
de la orina para solubilizar estos cálculos, así como un bajo contenido en vitamina D y calcio, para evitar una
excesiva absorción de calcio y concomitantemente una excesiva excreción urinaria de calcio (los oxalatos
suelen ser oxalatos de calcio).  
      - piensos para la reducción de la formación de cálculos de cistina: son piensos que incluyen alcalinizantes
de la orina para solubilizar estos cálculos, así como un bajo contenido en aminoácidos azufrados, para evitar
una excreción urinaria excesiva de los grupos sulfurados de la cistina y metionina.  
 

d) Los piensos para perros con dermatosis. 

Los piensos dietéticos relacionados con la integridad de la piel son:  


     - los piensos para el mantenimiento de la función dérmica en caso de dermatosis y pérdida excesiva de
pelo: es frecuente que los piensos de mala calidad ó las raciones caseras imbalanceadas afecten el aspecto de
la piel y el pelo de los perros; las causas más frecuentes son la carencia de ácidos grasos esenciales, de
vitamina A, de vitamina E, de biotina y de zinc. Los piensos dietéticos para estos animales tienen un alto
contenido en estos nutrientes, particularmente en ácidos grasos esenciales, y se utilizan durante unos 2 meses,
hasta que mejora el aspecto del animal.  
      - los piensos para la redución de la intolerancia a ingredientes ó nutrientes: alrededor del 15% de los
perros muestran hipersensibilidad ó alergia alimentaria a algunos ingredientes; la alergia se manifiesta como
dermatosis inflamatoria, con prurito y formación de costras, siendo las causas más frecuentes
hipersensibilidad a la lactosa de los subproductos lácteos, y a la proteína de la carne de vacuno, pescado,
gluten de cereales y torta de soja. Las alergias alimentarias pueden ir acompañadas de vómitos y diarreas. Los
piensos dietéticos (piensos hipoalergénicos) para estos animales se elaboran con fuentes seleccionadas de
proteínas (pollo, pavo, cordero, requesón, pescado blanco) y carbohidratos (arroz, patata); las fuentes de
proteínas en estos piensos se limitan a uno ó dos ingredientes, pera reducir los antígenos potenciales. Parece
que una relación entre ácidos grasos insaturados w6 (linoleico: aceites de cereales) y w3 (linolénico: aceites
de pescado) inferior a 10 mejora los resultados obtenidos; esto es debido a que estos ácidos grasos se
metabolizan a leucotrienos: los leucotrienes procedentes del linoleico son proinflamatorios, mientras que los
del linolénico son antiinflamatorios. Debido a que es muy difícil determinar el alergeno específico, estos
piensos se prueban durante 1-2 meses en los animales con problemas: si los signos de intolerancia
desaparecen ya se utilizan indefinidamente. Una alternativa a la utilización de piensos hipoalergénicos es
cambiar de marca comercial de pienso y observar los resultados.  
 

e) Los piensos para perros con otros trastornos metabólicos. 

Existen varios tipos de piensos dietéticos para alimentar a los perros con ciertos trastornos metabólicos; los
piensos regulados legalmente son:  
     - los piensos para ayuda a la función renal en caso de insuficiencia renal: el alto contenido proteico de los
piensos de los perros provoca unas elevadas desaminaciones, y una sobrecarga renal que provoca que más de
la mitad de los perros de más de 10 años sufren de insuficiencia renal crónica, que suele ir acompañada de
uremia, hipertensión, hiperfosfatemia (además, la mayor parte del fósforo se elimina por la orina, lo que
sobrecarga los riñones y favorece la precipitación de fosfatos), hipocalcemia y poliuria. El objetivo de los
piensos para perros con insuficiencia renal es que no prospere la lesión; para ello los piensos se formulan para
reducir al mínimo las desaminaciones y la eliminación de urea a través del riñón; por lo tanto, contienen poca
proteína (pero muy equilibrada en cuanto a aminoácidos) y aportan energía en forma de carbohidratos (para
reducir la uremia que se produce al desaminar los aminoácidos para obtener energía); además, en el caso de
que la insuficiencia renal vaya acompañada de hipertensión, los piensos contienen poco sodio; también
contienen poco fósforo (en ocasiones se incorpora hidróxido ó carbonato de aluminio que interfiere la
absorción intestinal de fósforo), bastante calcio, y un aporte suplementario de vitaminas hidrosolubles y
minerales (para compensar las pérdidas urinarias); finalmente, debido a que la activación de la vitamina D
ocurre en gran medida en el riñón y que la funcionalidad del riñón de estos perros está disminuída, se debe
suministrar vitamina D preformada. Estos piensos se suministran indefinidamente en el caso de insuficiencia
renal crónica, y durante 2-4 semanas en caso de insuficiencia renal pasajera; en todo caso es necesario
asegurarse que los perros tienen libre acceso al agua (para compensar la poliuria). Finalmente se debe evitar
la pérdida de peso, ya que la metabolización de la proteína corporal empeora el pronóstico.  
     - los piensos para ayuda a la función hepática en caso de insuficiencia hepática: son piensos con un
contenido moderado en proteínas (menos del 15%, pero de alta calidad) para evitar una sobrecarga hepática
debido al trabajo de desaminación, un bajo contenido en grasas (la secreción de bilis está reducida en estos
animales) y un contenido importante en ácidos grasos esenciales y en carbohidratos digestibles (que deben ser
el principal sustrato energético); estos piensos se utilizan durante largo tiempo. En todo caso se debe evitar la
pérdida de peso, ya que la metabolización de la grasa y proteína corporal empeora el pronóstico.  
      - los piensos para ayuda a la función cardiaca en caso de insuficiencia cardiaca: una de las principales
consecuencias de los trastornos cardiacos es una mayor retención de sodio y agua, aumentando la presión
sanguínea. Por este motivo, los piensos dietéticos para perros con insuficiencia cardiaca contienen poco sodio
(menos del 0.25%); incluso se recomienda suministrarles agua destilada si el sodio del agua de bebida es alto
(>150 ppm). En algunos casos los perros se tratan con diuréticos para que no retengan agua, provocándose
una poliuria acompañada por una alta excreción de electrolitos y vitaminas hidrosolubles; por este motivo
estos piensos tienen un alto contenido en vitaminas hidrosolubles y minerales (en particular en potasio);
finalmente, la insuficiencia cardiaca también afecta a la funcionalidad del riñón, por lo que las raciones de
estos animales han de contener un aporte proteico moderado pero de alta calidad. Estos piensos se utilizan
durante largo tiempo.  
     - los piensos para la regulación del aporte de glucosa en caso de perros con diabetes mellitus (insuficiencia
pancreática endocrina): los animales con diabetes no toleran una excesiva ingestión de carbohidratos, debido
a la insuficiente producción de insulina; la principal causa de la diabetes en los animales de compañía suele
ser la obesidad. Los piensos recomendados para los perros con diabetes están basados en carne, conteniendo
una baja proporción de cereales (además, es preferible que los cereales se suministren crudos, lo que reduce
la velocidad de digestión del almidón); el alto contenido en fibra (alrededor del 10%) también reduce la
velocidad de absorción intestinal de la glucosa. Estos piensos se utilizan durante largo tiempo, y se deben
suministrar a los largo de 4-5 pequeñas comidas diarias para evitar la hiperglucemia pospandrial propia de
una única comida diaria. Los piensos para perros con insuficiencia pancreática exocrina ya se han comentado
anteriormente.  
     - los piensos para la regulación del metabolismo de los lípidos en caso de hiperlipidemia: la
hiperlipidemia, frecuente en gatos y en algunas razas de perros como los Schnauzer miniatura, se suele
complicar con pancreatitis aguda; los piensos dietéticos para los animales con hiperlipidemia tienen un bajo
contenido en grasa (<5%), una baja concentración energética (para reducir la lipogénesis), un alto contenido
en fibra (>10%) y un elevado contenido en ácidos grasos esenciales; se utilizan durante unos 2 meses.  
     - los piensos para la recuperación nutricional ó para la convalecencia: son piensos basados en ingredientes
muy digestibles, y contienen una alta concentración energética y de nutrientes esenciales; se utilizan hasta la
completa recuperación del animal.  
 

4.- La alimentación de las perras reproductoras. 

Las perras alcanzan la pubertad hacia los 6-9 meses, y la primera cubrición de las hembras se puede realizar a
los 1-2 años. La duración de la gestación es de 9 semanas y el número de cachorros de 2 a 7, según razas. La
duración media de la lactación es de 6-7 semanas.  
 

a) Las necesidades energéticas y proteicas. 

Las necesidades de las perras, como las del resto de animales, dependen de su estado fisiólogico. Así, durante
las 3 semanas previas al parto (que es prácticamente cuando se produce el desarrollo del feto) tiene unas
necesidades específicas de gestación y, dependiendo de la edad del destete, durante las 6-7 semanas
siguientes al parto tiene unas necesidades específicas de lactación. 

La producción de leche de las perras depende de su peso y del número de cachorros que amamantan; la
producción de leche durante toda la lactación se puede estimar de la forma: [0.1 x (Nº de cachorros - 4) + C]
x PV, donde C es un factor que varía de 1.6 para perras de menos de 10 kg, 1.8 para perras de 10-25 kg, y 2.0
para perras de más de 25 kg. La producción de leche a lo largo de toda la lactación es aproximadamente el
doble del peso de la perra; la producción de leche se puede estimar asumiendo que se necesitan 1.75 g de
leche para que los cachorros ganen un gramo de peso. En general, la producción de leche alcanza su máximo
diario (alrededor del 3% de la producción total) a las 3-4 semanas del parto. La composición media de la
leche de perra es 10.0% grasa, 8.0% proteína, 3.0% lactosa, y aporta 6.5 kJ por gramo. 

Las necesidades nutritivas de las perras se pueden estimar mediante el método factorial. Dependiendo del
número de fetos gestados y cachorros amamantados, las necesidades diarias durante el final de la gestación
son 8-10 MJ EM y unos 100 g PB, y durante la lactación son 15-25 MJ EM y 200-300 g PB. El nivel de
alimentación de las perras en gestación ha de ser de alrededor de 1.25-1.5, y en lactación de alrededor de 3.0. 

Mientras que la relación óptima proteína/energía de las raciones de las perras en mantenimiento es de unos 7-
8 g de PB por MJ de EM, en gestación es de 11-12 g de PB por MJ de EM, y en lactación es de casi 15 g de
PB por MJ de EM. 

El pienso ha de aportar suficientes carbohidratos glucogénicos, ya que la glucogénesis es intensa en estos


animales y el suministro exclusivo de piensos húmedos con pocos carbohidratos glucogénicos puede
provocar la aparición de cetosis, un mal desarrollo de los fetos y una baja producción láctea.  
 

NECESIDADES DE PERRAS 

Mantenimiento:  420 kJ EM/kg PM  y  3.2 g PB/kg PM  


Gestación: Las necesidades específicas de gestación aumentan desde menos
de 1 MJ EM y 20 g PB diarios al principio de la séptima semana de
gestación, hasta más de 4 MJ EM y 80 g PB al final de la gestación. Las
necesidades medias diarias de gestación se estiman en 2 MJ EM y 50 g
PB.  
Lactación:  10 kJ EM/g de leche  y  0.165 g PB/g de leche

EJEMPLO 
Una perra de 25 kg que durante las 3 últimas semanas de gestación acumula
5 kg en forma de conceptus (esto es, de media 240 g diarios), y que durante
la lactación amamanta 6 cachorros, tiene unas necesidades diarias de:  
Durante el final de la gestación:  
      420 x 250.88 + 2.000 = 9.15 MJ ED  
      3.2 x 250.88 + 50 = 104 g PB  
Durante la lactación:  
       Producción de leche: [0.1 x (6-4) + 1.8] x 25 = 50 litros  
       Pico de producción: 0.03 x 50 = 1.5 litros diarios  
      420 x 250.88 + (10 x 1.5) = 22.15 MJ EM  
      3.2 x 250.88 + (165 x 1.5)= 302 g PB  
Tras el destete:  
      420 x 250.88 = 7.15 MJ EM  
      3.2 x 250.88 = 54 g PB
b) El manejo de la alimentación de las perras reproductoras. 

Durante el final de la gestación y la lactación se suelen utilizar piensos de alta concentración energética y
proteica (p.e. piensos de cachorros en crecimiento, con una concentración energética superior a 17 MJ/kg); el
consumo de estos piensos, por ejemplo en el caso de perras de 25 kg de peso, es de alrededor de 500 g diarios
al final de la gestación, y de más de de 1.0 kg diario durante la lactación. 

Cuando no se dispone de piensos de elevada concentración energética, se utilizan los mismos piensos que los
de los animales en mantenimiento; sin embargo, las perras han de consumir cantidades relativamente altas de
estos piensos (el triple que en mantenimiento), por lo que no tienen suficiente capacidad de ingestión y suelen
perder peso; en todo caso, se ha de procurar que durante la lactación la perra no pierda más del 5% de su
peso. 

Es recomendable mantener a las perras en un buen estado corporal (ligeramente engrasadas, no demasiado)
para asegurar unos buenos parámetros reproductivos. Debido a las elevadas necesidades de las perras
reproductoras, particularmente durante la lactación, se deben alimentar ad libitum ó en 3-4 comidas diarias;
además, es conveniente humedecer los piensos secos para mejorar su palatabilidad y favorecer un alto
consumo. 

El consumo de agua durante el final de la gestación es aproximadamente 3 veces el consumo de pienso seco,
y durante la lactación es alrededor de 4 veces el de pienso seco.  
 

5.- La alimentación de los cachorros en crecimiento. 

Los cachorros pesan 100-750 g al nacimiento, dependiendo de las razas, y se destetan hacia el mes y medio
de edad. Tras el destete, los cachorros siguen creciendo hasta alcanzar el peso adulto a los 6-18 meses, según
razas.  
 
a) Las necesidades energéticas y proteicas. 

Los cachorros tienen unas necesidades específicas de crecimiento hasta que alcanzan el peso adulto. Las
necesidades energéticas y proteicas de los cachorros se pueden estimar mediante el método factorial,
oscilando entre 15-20 kJ EM y 0.3-0.4 g PB por gramo engordado, dependiendo de cada raza. El nivel de
alimentación de los cachorros es de alrededor de 2.0 tras el destete, de alrededor de 1.5 a los 6 meses (en que
se suele alcanzar el 40-50% del peso adulto), y de alrededor de 1.25 a los 8 meses (en que se suele alcanzar el
80% del peso adulto). 

La relación óptima proteína/energía durante el crecimiento de los cachorros es de unos 10 g de PB por MJ de


EM.  
 

PIENSOS SECOS DE CACHORROS 

Nutrientes:  
MJ EM/kg                          >17.0  
% PB                                   >17.0  
                                             <25.0  
% Grasa                              >10.0  
% Fibra bruta                      >2.0  
                                              <3.0  
% Lisina                               >0.75  
% Metionina+cistina         >0.55  
% Treonina                         >0.60  
% Triptófano                      >0.20  
% Calcio                              >1.0  
% Fósforo disponible       >0.20  
                                             <0.35  
% Sodio                              >0.05  
% Linoleico                        >1.00

Ejemplo de pienso seco de cachorros: 


Materias primas 
Maíz                                     39%  
Leche descremada             15%  
Torta de soja                      10%  
Harina de carne                  10%  
Grasa de rumiante              10%  
Oleínas                                10%  
Harina de pescado              5%  
Ingredientes complementarios 
Corrector vitamínico-mineral  1%  
Aditivos 
Antioxidante                       Sí  
Antifúngico                        Sí  
Emulsionantes                    Sí
b) Los piensos de los cachorros. 

Los piensos de destete se formulan a base de cereales, leche descremada, torta de soja y harinas animales;
además contienen aditivos mejoradores de la actividad gástrica e intestinal (emulsionantes, acidificantes,
probióticos, etc). 

Los piensos de crecimiento tras el destete poseen una alta concentración energética y proteica; además, estos
piensos suelen llevar acidificantes, antifúngicos, emulsionantes, enzimas y probióticos. 

La relación calcio/fósforo durante el crecimiento ha de estar comprendida entre 1.0-1.5; mientras que las
raciones con mucho calcio provocan una sobrecalcificación de los huesos, las raciones con poco calcio (p.e.
raciones caseras a base de carne, cereales y verduras) provocan la aparición de valgus en las patas delanteras
y otros trastornos óseos; además, las raciones deficitarias en calcio pueden dar lugar a un hiperparatiroidismo
secundario que provoca una descalcificación del hueso.  
 

c) El manejo de la alimentación de los cachorros. 

Los cachorros se alimentan exclusivamente con leche materna durante las tres primeras semanas de vida; a
partir de la tercera semana de edad se comienza a introducir el pienso de destete. El pienso de destete se
distribuye en forma de papilla (4 partes de alimentos seco y 1 parte de agua ó leche tibia), 4-5 veces al día. 

Tras el destete, los cachorros se pueden alimentar ad libitum; no obstante, a partir de los 4-5 meses no se
recomienda la alimentación ad libitum de los cachorros, sino el suministro de pequeñas cantidades de
alimento en 3-4 comidas diarias ya que los cachorros tienden a ingerir un exceso de alimento, lo que suele
tener tres consecuencias:  
     - sobrecarga del aparato digestivo, lo que provoca la aparición de vómitos y diarreas.  
     - sobrecarga de las articulaciones, lo que provoca la aparición de trastornos óseos.  
     - la sobrealimentación de los animales jóvenes les predispone a ser obesos en la fase adulta, ya que se
favorece la multiplicación (hiperplasia) de las células del tejido adiposo; después de la madurez ya no
aumenta el número de células adiposas, aunque sí su tamaño. La obesidad debido a la hiperplasia adiposa
anterior a la pubertad es muy difícil de combatir, ya que aunque se puede reducir el tamaño de los adipocitos,
no se puede reducir su número. Por este motivo, se debe racionar el alimento para conseguir un crecimiento
moderado, no demasiado rápido. 

En el caso de cachorros huérfanos, se debe procurar su adopción por una hembra en lactación; si no es
posible la adopción, se les debe mantener a temperatura superior a 25ºC (la principal causa de mortalidad de
las crías es la hipotermia). Si no pueden tomar el calostro se les deben dar sueros polivalentes, antibióticos y
vitaminas. Existen preparados comerciales de leche para cachorros huérfanos; estos preparados también se
utilizan cuando la camada es grande ó la producción de leche de la madre es baja; la utilización de leche de
vaca (contiene más lactosa que la de perra) puede dar lugar a una mala digestión de la lactosa y a la aparición
de diarreas. Durante las tres primeras semanas se debe realizar el estímulo ano-genital después de las
comidas, para estimular la defecación y la eliminación de la orina de los cachorros huérfanos. 

Durante la lactación y en el periodo del destete es frecuente que aparezcan casos de diarreas; las diarreas
suelen provocar deshidratación y pérdida de electrolitos; los cachorros se deben rehidratar, por vía oral ó
intravenosa dependiendo de la gravedad del caso, con soluciones comerciales de electrolitos ó con sueros
isotónicos. Además de la rehidratación, es conveniente suministrar probióticos para restablecer el equilibrio
intestinal, así como utilizar piensos dietéticos hasta la completa recuperación del cachorro. En todo caso, el
agua debe permanecer ad libitum a partir de la tercera semana de edad. 

Tema 18. La alimentación de los gatos


 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el bienestar de los gatos 


- conocer las características y el manejo de los piensos de gatos
Esquema del tema: 
La importancia de los gatos 
La alimentación de los gatos adultos 
     a) Las necesidades energéticas y proteicas 
     b) Los piensos de los gatos adultos 
     c) El manejo de la alimentación de los gatos 
Los piensos dietéticos de gatos 
     a) Los piensos para gatos con síndrome urológico felino. 
     b) Otros piensos dietéticos de gatos. 
La alimentación de las gatas reproductoras 
     a) Las necesidades energéticas y proteicas 
     b) El manejo de la alimentación de las gatas reproductoras  
La alimentación de los gatitos en crecimiento 
AUTOEVALUACION
Práctica: 
         Análisis de etiquetas de piensos comerciales y dietéticos de perros y gatos

  
 
1.- La importancia de los gatos.

En España hay unos 2 millones de gatos; no obstante, el número de gatos aumenta más rápidamente que el
número de perros, y en algunos países ya hay más gatos que perros. Alrededor del 25% de los gatos visitan
las consultas veterinarias al menos una vez al año.

La importancia de los gatos también se manifiesta en que más del 60% de los veterinarios, tanto en España
como en la UE, está especializado en animales de compañía; aproximadamente, el 20% de los animales de
compañía que acuden a las consultas veterinarias son gatos.

Finalmente, alrededor del 65% de los gatos se alimentan con piensos comerciales (el 60% es pienso seco y el
resto pienso húmedo), aunque este porcentaje aumenta progresivamente. El consumo anual de piensos de
gatos a nivel nacional es de unas 50.000 t; alrededor del 50% de este pienso se comercializa a través de
clínicas y tiendas especializadas en animales de compañía. 
 

2.- La alimentación de los gatos adultos.

Los gatos alcanzan el peso adulto hacia los 8-12 meses de edad, siendo este peso adulto de 3-5 kg, según
razas. 
 

a) Las necesidades energéticas y proteicas.

En la alimentación de gatos se utiliza la energía metabolizable como unidad de valoración tanto de las
necesidades como del valor energético de los alimentos. Debido a que el peso de los gatos adultos no varía
demasiado, las necesidades de nutrientes se expresan en función del peso vivo, y no en función del peso
metabólico.

Las necesidades energéticas y proteicas de los gatos adultos se estiman en 300 kJ EM y 3.0 g PB por kg peso;
así, las necesidades energéticas y proteicas diarias de un gato de 4 kg son 1.0-1.5 MJ EM (dependiendo de la
actividad física que realice) y 10-15 g PB.

Las necesidades proteicas de los gatos adultos son relativamente altas ya que, por motivos evolutivos,
desaminan buena parte de la proteína ingerida para utilizar los cetoácidos como sustrato energético; además,
los gatos no reciclan bien el nitrógeno procedente de la renovación proteica; la consecuencia es que los gatos
excretan mucho nitrógeno en la orina. La relación óptima proteína/energía de las raciones diarias de los gatos
adultos es de unos de 10 g de PB por MJ de EM (más alta que en el caso de los perros). Los piensos
comerciales suelen aportar mucha proteína para mejorar su palatabilidad ya que los gatos, igual que los
perros, prefieren las comidas hiperproteicas e hiperenergéticas (con bastante grasa).  
 

NECESIDADES ENERGETICAS Y PROTEICAS

Mantenimiento: 
        300 kJ EM/kg PV  y   3.0 g PB/kg PV

EJEMPLO
Un gato adulto de 4 kg tiene unas necesidades
energéticas y proteicas diarias de: 
       300 x 4 = 1.2 MJ EM 
       3.0 x 4 = 12 g PB
b) Las piensos de los gatos adultos.

Los gatos tienen el tracto digestivo muy corto por el que los alimentos pasan rápidamente; por este motivo,
los gatos digieren algo peor los alimentos (en particular las grasas y el almidón) que los perros.

Al contrario que los perros, los gatos son carnívoros obligados ya que, al carecer de ciertos sistemas
enzimáticos, su metabolismo no puede sintetizar algunos nutrientes, debiendo obtenerlos directamente del
alimento: 
     - los gatos no pueden sintetizar ornitina, utilizando en su lugar arginina en el ciclo de la urea; por este
motivo las necesidades en arginina son elevadas, y una deficiencia (muy rara en la práctica) da lugar a
intoxicaciones amoniacales fatales (hiperamonemia) debido a la imposibilidad de transformar el amoniaco en
urea. 
     - los animales obtienen la taurina (es un un compuesto amino-sulfónico, no un amino-carboxílico, que no
forma parte de proteínas) a partir de la metionina y de la cisteína; no obstante, el gato no posee el sistema
enzimático capaz de realizar esta transformación, por lo que debe aportarse taurina  en la ración; solamente el
pescado y la carne contienen taurina en cantidades apreciables. Por otra parte, en general los animales forman
las sales biliares a partir de taurina y glicina; sin embargo los gatos no utilizan glicina, por lo que la
dependencia de taurina para formar la bilis es total. La deficiencia de taurina provoca la degeneración de la
zona central de la retina del gato, apareciendo midriasis y redución parcial de la visión; también puede dar
lugar a la aparición de cardiomiopatías. 
     - la deficiencia en ácidos grasos poliinsaturados (y en general en grasa) provoca que el pelo aparezca seco
y sin brillo, y también descamaciones y úlceras en la piel; una particularidad del gato es que no puede obtener
el ácido araquidónico (necesario para la síntesis de prostaglandinas) a partir del ácido linoleico, por lo que
debe ser suministrado en la dieta; solamente los productos animales contienen ácido araquidónico,
particularmente la harina de pescado y la grasa de ave y cerdo. 
     - la nutrición vitamínica del gato es un tanto especial, debido a que carece de ciertos sistemas enzimáticos.
Así, los gatos no pueden obtener la niacina a partir del triptófano, por lo que debe incluirse en la dieta. Por
otra parte, los gatos necesitan ingerir vitamina A ya formada, ya que no pueden sintetizarla a partir de los ß-
carotenos contenidos en los vegetales; las fuentes habituales de vitamina A son extractos de hígado, ó en
forma de retinil acetato y retinil palmitato; la carencia de vitamina A se manifiesta en forma de lesiones
cutáneas y trastornos renales. Por otra parte, puede aparecer toxicidad en el gato por exceso de vitamina A,
ligada a un consumo excesivo de hígado ó de pescado graso: se afecta el desarrollo óseo del gato.

Cada vez está más generalizada la alimentación de los gatos con piensos comerciales; los piensos comerciales
son de dos tipos: secos y húmedos. Estos piensos, igual que los de perros, se suelen realizar con una fórmula
fija de ingredientes que permita una cierta seguridad sobre su utilización digestiva.

Los piensos secos, que cada vez se utilizan más, tienen un bajo contenido en humedad (alrededor del 10%) y
suelen contener una alta proporción de cereales, además de salvado, torta de soja, subproductos animales,
grasas, y correctores vitamínico-minerales; estos piensos suelen estar extrusionados. La concentración
energética de los piensos secos es de unos 14-16 MJ EM/kg, y suelen contener un 10-15% grasa, un 25-35%
de proteína y menos del 50% de carbohidratos no estructurales.

Los alimentos enlatados contienen un 70-80% de agua, y están basados en alrededor del 50% de


subproductos animales. Estos piensos tienen una concentración energética ligeramente mayor que los
alimentos secos (unos 4.25-4.50 MJ EM/kg, esto es, unos 17-18 MJ EM/kg MS), y suelen contener, sobre
materia seca, un 20-30% de grasa, un 40-50% de proteína y menos de un 20% de carbohidratos. Son
alimentos más apetecibles, digestibles y de mejor conservación que los secos, pero más caros.

Aunque los animales tienen necesidades de glucosa (para la nutrición del sistema nervioso central, formación
de pentosas, etc), no es imprescindible el suministro de carbohidratos en la ración, ya que pueden realizar la
glucogénesis a partir de aminoácidos y glicerol; de todas formas, los piensos de gatos suelen incluir una
buena proporción de cereales, ya que son baratos. Respecto a la utilización del almidón de los cereales, los
gatos, al contrario que los perros, utilizan relativamente bien el almidón de los cereales crudos; de todas
formas, en la práctica está generalizado el tratamiento térmico para preparar los alimentos de estos animales.

Los piensos comerciales contienen más de un 3% de fibra para facilitar la motilidad intestinal; no obstante,
piensos secos con excesiva fibra (p.e. dietas de adelgazamiento) provocan una importante pérdida de agua en
heces ya que la fibra absorbe agua intestinal; esto da lugar a heces húmedas y pegagosas; además, el agua
disponible para ser excretada en la orina es menor, lo que aumenta el riesgo de precipitación de urolitos.

Los piensos de gatos adultos han de contener una relación calcio/fósforo biodisponible de 1.5-2.0. Las
necesidades de sal de los gatos son relativamente bajas ya que no sudan y por lo tanto las pérdidas de sal son
mínimas. Respecto a las vitaminas, ya se ha señalado que la ración debe aportar suficiente cantidad de
vitamina A y niacina; además, los alimentos con alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados (p.e. piensos
de gatos con bastante pescado) deben contener suficiente vitamina E para evitar su oxidación; de lo contrario
aparecen depósitos subcutáneos de grasa amarilla oxidada, con necrosis e inflamación de los adipocitos
(esteatitis), y desecación de la piel. En los piensos de estos animales se utilizan aditivos tecnológicos
(antioxidantes, conservantes, etc).

Las raciones de los gatos se pueden formular a base de carne, pescado, cereales y verduras (raciones caseras).
Los principales errores asociados a la elaboración de raciones caseras son: 
     - mucho pescado (grasa insaturada) y escasez de vitamina E, que suele provocar esteatitis e inflamación
crónica 
     - el pescado crudo contiene antitiamina, pudiendo aparecer síntomas neurológicos 
     - la  lactosa no es bien digerida, por lo que los productos lácteos pueden provocar diarreas  
     - el exceso de hígado puede provocar hipervitaminosis A 
 

PIENSOS SECOS DE GATOS

Nutrientes: 
MJ EM/kg                        >16.0 
% PB                                 >16.0 
                                           <25.0 
% Grasa                            >10.0 
% Fibra bruta                     >3.0 
% Lisina                              >0.85 
% Metionina+cistina        >1.10 
% Treonina                        >0.75 
% Triptófano                     >0.15 
% Arginina                        >1.00 
% Taurina                          >0.10 
% Calcio                            >0.60 
% Fósforo disponible      >0.15 
                                            <0.30 
% Sodio                             >0.15 
% Linoleico                       >0.50 
% Araquidónico              >0.02

Límites de inclusión de ingredientes: 


Cereales                           35-50% 
Torta de soja                     0-15% 
Salvado trigo                     0-10% 
Harina de carne               20-40% 
Harina de pescado            5-15% 
Grasa de rumiante             5-15% 
Oleínas                               0-10%

Ejemplo de pienso seco: 


Materias primas 
Maíz                                    44% 
Salvado de trigo                10% 
Harina de carne                 20% 
Harina de pescado            10% 
Grasa de rumiante             10% 
Oleínas                                 5% 
Corrector                              1%
MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS
PIENSOS

Proteína: 
* la digestibilidad ileal media de la PB contenida en los piensos es del 75%, siendo despreciables
las fermentaciones intestinales. 
          Proteína digestible = 0.75 x PB 
          Aminoácidos absorbidos = 0.75 x PB 
* el 45% de los aminoácidos absorbidos de piensos secos (y el 55% de piensos húmedos) se
desaminan: 
          Aminoácidos netos ó disponibles para la síntesis proteica = 0.55 x 0.75 x PB = 0.4 x PB

Energía: 
* el contenido energético medio de los nutrientes es 23.5 kJ por g de proteína bruta, 39.5 kJ por
gramo de grasa y 17.5 kJ por gramo de carbohidrato: 
          EB (kJ) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x MELN + 17.5 x FB 
* la digestibilidad media de la PB es del 75%, la del EE es del 85%, la de los MELN es del 75%
(la de los CNE es del 85%) y la de la fibra es despreciable: 
          ED (kJ) = 23.5 x 0.75 x PB + 39.5 x 0.85 x EE + 17.5 x 0.75 x MELN = 
                     = 17.6 x PB + 33.6 x EE + 13.1 x MELN 
* respecto al cálculo de la EM que aporta el pienso se asumen las siguientes hipótesis:  
      - el 45% de los aminoácidos absorbidos de piensos secos se desaminan (el coste medio de la
desaminación y excreción de urea es de 12 MJ por g de aminoácido desaminado) y el 55% de los
aminoácidos absorbidos se incorporan a proteínas: 
     EM aportada por los aminoácidos = (23.5-12) x 0.45 x 0.75 x PB + 23.5 x 0.55 x 0.75 x PB =
13.6 x PB 
      - en el caso de piensos húmedos, se desaminan de media el 55% de los aminoácidos
absorbidos: 
                 EM aportada por los aminoácidos = 12.7 x PB 
 - la energía procedente de la fermentación de la fibra en el intestino grueso es despreciable  
- por lo tanto: 
          piensos secos: EM (kJ) = 13.6 x PB + 33.6 x EE + 13.1 x MELN 
          piensos húmedos: EM (kJ) = 12.7 x PB + 33.6 x EE + 13.1 x MELN 
* la UE ha establecido la sigiente forma de calcular la EM que aportan los piensos secos de gatos:  
          EM (kJ) = 14.64 x PB + 35.56 x EE + 14.64 x MELN

EJEMPLO
Un pienso seco de gatos que contiene un 9% de humedad, 6% de cenizas, un 30% de PB, un 15%
de EE y un 3% de FB tiene el valor nutritivo siguiente. 
Proteína: 
     Proteína digestible: 0.75 x 300 = 225 g/kg de pienso 
     Aminoácidos absorbidos: 0.75 x 300 = 225 g/kg 
     Proteína neta: 0.4 x 300 = 120 g/kg 
Energía: 
     EB = 23.5 x 300 + 39.5 x 150 + 17.5 x (1000 - 90 - 60 - 300 - 150) = 20.0 MJ EB/kg 
     EM = 13.6 x 300 + 33.6 x 150 + 13.1 x 370 = 14.0 MJ EM/kg 
     EM = 14.64 x 300 + 35.56 x 150 + 14.64 x 370 - 0.21 = 15.1 MJ EM/kg
c) El manejo de la alimentación de los gatos.

Los animales de compañía no se mantienen con una intención de producción ó rentabilidad, sino que el
objetivo de la alimentación es promover las mejores condiciones de salud para el crecimiento, desarrollo,
reproducción y longevidad de los animales. En todo caso, la cantidad de pienso a suministrar a los gatos
viene determinada en última instancia por el estado corporal del animal con el objetivo de mantener un estado
óptimo, que es aquel en el que las costillas no se ven pero se palpan facilmente.

Respecto a la ingestión de alimento, los gatos, igual que el resto de monogástricos, tienden a ajustar el
consumo de alimento según su concentración energética; con las concentraciones energéticas habituales, la
ingestión de los gatos de 4 kg es de unos 85 g diarios de pienso seco. Los gatos tienden a realizar unas 15-20
pequeñas comidas a lo largo del día; además regulan bastante bien la ingestión energética, siendo
relativamente baja la incidencia de la obesidad; por este motivo, los gatos se suelen alimentar ad libitum con
pienso seco. El pienso húmedo se suele suministrar en 2-3 comidas diarias.

El consumo de agua de los gatos es 3-4 veces la cantidad de materia seca ingerida de pienso seco, ó 2-3 veces
la cantidad de materia seca ingerida de pienso húmedo; en todo caso, el agua debe mantenerse ad libitum,
cambiándola frecuentemente para que esté limpia y fresca.

Finalmente, los gatos no deben movilizar cantidades importantes de grasas corporales, ya que tal
movilización suele dar lugar a hígado graso y lipidosis (particularmente en gatos obesos); por ello, la
alimentación irregular de los gatos supone un serio riesgo. 
 

UTILIZACION DE PIENSOS DE GATOS

El aporte de nutrientes indicado en la etiqueta de un pienso seco comercial


es: 9.0% Humedad, 6.0% Cenizas, 30.0% Proteína, 15.0% Grasa y 3.0%
Fibra 
* el aporte energético aproximado de este pienso es: EM = 13.6 PB + 33.6
EE + 13.1 MELN, esto es, 14.0 MJ EM/kg ó 15.4 MJ EM/kg MS 
* el consumo diario de este pienso por un gato de 4 kg es: 
       - necesidades energéticas: 1.2 MJ EM 
       - consumo: 1.2/14 = 85 g diarios

El aporte de nutrientes indicado en la etiqueta de un pienso


húmedo comercial es: 75.0% Humedad, 2.0% Cenizas, 11.0% Proteína,
6.5% Grasa y 0.5% Fibra 
* el aporte energético aproximado de este pienso es: EM = 12.7 PB + 33.6
EE + 13.1 MELN, esto es, 4.25 MJ EM/kg ó 17.0 MJ EM/kg MS 
* el consumo diario de este pienso por un gato de 4 kg es: 
        - necesidades energéticas: 1.2 MJ EM 
        - consumo: 1.2/4.25 = 285 g diarios
3.- Los piensos dietéticos de gatos.

Los piensos dietéticos se utilizan para alimentar a los animales con algún trastorno digestivo ó metabólico.  
 

a) Los piensos para gatos con síndrome urológico felino.

La importancia del síndrome urológico felino (urolitiasis) se pone de manifiesto al considerar que el 5-10%
de los gatos que acuden a consultas veterinarias lo hacen aquejados de este síndrome; la incidencia de
urolitiasis en los perros es menor que en gatos. La principal causa de las urolitiasis es la formación de
cristales de estruvita (fosfato amónico-magnésico), seguida por la precipitación de oxalato de calcio; el resto
de las urolitiasis son debidas a la precipitación de otros compuestos (cistina, uratos de cálcio, etc). Las
consecuencias de este síndrome son disuria, hematuria, cistitis y obstrucción del tracto urinario: si la
obstrucción es total se produce un coma urémico. En las hembras son más frecuentes los cálculos en la vejiga
(cistitis), y en los machos las obstrucciones en la uretra.

La orina de los gatos es muy concentrada (beben poca agua); si el pH de la orina es ácido (pH<6.5), los
minerales excretados en la orina permanecen disueltos; sin embargo, en condiciones de pH neutro ó básico
(pH 7.0-8.0) precipita fosfato amónico-magnésico formando urolitos de estruvita. La causa de la formación
de urolitos de estruvita aún no es bien conocida; además del imbalance ácido-base de la dieta (en particular
un exceso de magnesio, fósforo y fibra, abundantes en los alimentos vegetales y por tanto en las dietas secas),
existen otros factores predisponentes como son la baja ingestión de agua, el excesivo consumo de proteínas, y
la obesidad; por otra parte, mientras que el exceso de calcio absorbido retorna a la luz intestinal a través de la
bilis, el exceso de fósforo absorbido se excreta en la orina, con el consiguiente riesgo de precipitación de
fosfatos. Finalmente, el exceso de potasio (los cereales contienen mucho potasio) favorece la alcalinización
de la orina. En muchas ocasiones la alcalinización de la orina es debida a infecciones, ya que algunas
bacterias transforman la urea a amoniaco.

La prevención y tratamiento de este síndrome depende del tipo de urolitos formados, existiendo en el
mercado varios tipos de piensos dietéticos, cuyo fundamento nutricional ya ha sido comentado al estudiar la
alimentación de los perros: 
     - piensos para la disolución de cálculos de fosfato inorgánico: 
               - estos piensos consiguen mantener el pH de la orina por debajo de 6.5 utilizando acidificantes de la
orina (p.e. un 1.5% de cloruro amónico, ó hasta un 5% de metionina, ya que los aminoácidos azufrados se
oxidan formando sulfatos acidificantes de la orina: no obstante, un exceso de metionina puede provocar a
medio plazo intoxicación por mercaptanos y esteatosis hepática; los productos animales y el gluten meal son
ricos en aminoácidos azufrados); otros acidificantes que se suelen utilizar son ácido ascórbico (vitamina C),
ácido glutámico y ácido mandélico; existe cierta legislación sobre los reguladores de la acidez de la orina
permitidos en alimentos de perros y gatos. No obstante, una excesiva acidificación de la orina (pH<5.5),
provoca acidosis metabólica y un incremento de la movilización del calcio y fósforo óseos, provocando
problemas de osteoporosis, y favoreciendo la precipitación de calcio (oxalato cálcico y urato cálcico), así
como disfunciones renales que se pueden traducir en insuficiencia renal. Por estos motivos, conviene no
alargar los tratamientos con piensos con acidificantes. 
               - además, estos piensos tienen un contenido bajo en magnesio, fósforo, potasio y fibra. También se
debe intentar reducir la concentración de electrolitos en la orina, para lo cual se procura que la excreción
urinaria de agua sea elevada; esto se consigue introduciendo sal (hasta el 3%) en la ración (lo que fuerza al
animal a beber más agua) y reduciendo la fibra de la ración para que la pérdida de agua no sea fecal sino por
los riñones (por ejemplo, el volumen de orina diario de los gatos alimentados con piensos húmedos bajos en
fibra es de unos 150 cc diarios, mientras que los gatos alimentados con piensos secos con bastante fibra
producen menos de 100 cc). 
               - finalmente, el alimento se suministra en varias pequeñas comidas diarias ó ad libitum, lo que
estabiliza el pH urinario en el rango 6.5-7.0, atenuando el incremento del pH que se produce después de las
comidas copiosas (ola alcalina pospandrial). 
     - además, igual que en el caso de perros, existen otros piensos dietéticos para trastornos relacionados con
la urolitiasis: 
               - para la reducción de la reaparición de cálculos de fosfato inorgánico, 
               - para la reducción de la formación de cálculos de uratos 
               - para la reducción de la formación de cálculos de oxalato 
               - para la reducción de la formación de cálculos de cistina 
 
b) Otros piensos dietéticos de gatos.

Los gatos regulan mejor que los perros la ingestión energética, por lo que la incidencia de obesidad es menor
que en perros; no obstante, debido al confinamiento de los gatos en pisos, están aumentando los casos de
obesidad en gatos, particularmente en gatos viejos. El tratamiento de la obesidad es similar al caso de los
perros, esto es, utilizando piensos dietéticos de baja concentración energética. La obesidad de los gatos está
relacionada con la aparición de lipidosis hepática, ya que la movilización rápida de grasas corporales (p.e.
gatos enfermos que comen poco, irregularidad en las comidas, etc) provoca un acúmulo de triglicéridos en el
hígado que resulta fatal. Por este motivo, no se debe intentar que los gatos obesos pierdan semanalmente más
del 1% de su peso corporal.

La incidencia de otros trastornos (insuficiencia renal crónica, diabetes, etc) también es en general menor en
gatos que en perros; en todo caso, igual que para perros, también existen piensos dietéticos especialmente
formulados para gatos con este tipo de trastornos. 
 

PERDIDA DE PESO DE GATOS

Manejo de la alimentación de un gato de 6 kg que debe perder 1 kg de


grasa.

- Necesidades energéticas diarias: 300 x 6 = 1.8 MJ EM 


- Pérdida de peso semanal: 1% x 6 = 60 g, esto es, unos 10 g diarios 
- Energía contenida en 10 g de peso: 10 g x 35 kJ EM/g = 350 kJ EM 
- El gato debe ingerir diariamente: 1.800 - 350 = 1.450 kJ EM 
Si se utiliza un pienso de adelgazamiento de 13 MJ EM/kg: 
          - Ingestión diaria de pienso: 1.450/13 = 110 g 
          - Duración del periodo de adelgazamiento: 
                    1 kg/10 g = 100 días (algo más de 3 meses)
4.- La alimentación de las gatas reproductoras.

Las gatas alcanzan la pubertad hacia los 6 meses, y la primera cubrición de las hembras se puede realizar al
año de edad. La duración de la gestación es de 9 semanas y el número de gatitos paridos es de 3-5; la
duración media de la lactación es de 7-8 semanas. 
 

a) Las necesidades energéticas y proteicas.

Las necesidades de las gatas, como las del resto de animales, dependen de su estado fisiólogico. Las gatas
acumulan unos 750 g de reservas corporales durante la gestación; estas reservas son movilizadas durante la
posterior lactación.

La producción de leche de las gatas es de unos 10 litros a lo largo de toda la lactación, con una producción en
el pico de lactación de unos 450 g diarios. La composición media de la leche de gata es 5.0% grasa, 8.0%
proteína, 7.0% lactosa, y aporta 5.0 kJ por gramo.

Las necesidades nutritivas de las gatas se pueden estimar mediante el método factorial. Las necesidades
diarias durante el final de la gestación son alrededor de 2.0 MJ EM y 15-20 g PB, y durante la lactación
aumentan a 4.0-4.5 MJ EM y 100-125 g PB. El nivel de alimentación de las gatas en gestación ha de ser 1.5-
2.0, y en lactación de alrededor de 3.5.

Mientras que la relación óptima proteína/energía es de unos 10 g de PB por MJ de EM en los piensos de las
gatas en mantenimiento y gestación, durante la lactación es de más de 25 g de PB por MJ EM.

El pienso ha de aportar suficientes carbohidratos glucogénicos, ya que la glucogénesis es intensa en estos


animales y el suministro exclusivo de piensos húmedos con pocos carbohidratos glucogénicos puede
provocar la aparición de cetosis. 
 

NECESIDADES DE GATAS

Mantenimiento:   300 kJ EM/kg PV y  3.0 g PB/kg PV 


Gestación: Las gatas almacenan reservas corporales durante la gestación.
Las necesidades específicas de gestación y de almacenamiento de reservas
corporales aumentan desde menos de 0.5 MJ EM y 5 g PB diarios al
principio de la séptima semana de gestación, hasta más de 3 MJ EM y 25 g
PB al final de la gestación. Las necesidades medias diarias son 0.75 MJ EM
y y 7.5 g PB. 
Lactación:  7.75 kJ/g leche y  0.215 g PB/g leche. Durante la lactación se
movilizan las reservas acumuladas durante la gestación, que aportan de
media unos 0.5 MJ EM y 1.5 g PB diarios.

EJEMPLO
Una gata de 4 kg que durante las 3 últimas semanas de gestación almacena
750 g de reservas corporales (esto es, de media 35 g diarios), y acumula 500
g en forma de conceptus (esto es, de media 25 g diarios), y que durante la
lactación moviliza los 750 g de reservas corporales (esto es, de media 15 g
diarios) y produce diariamente 450 g de leche, tiene unas necesidades
diarias de: 
Durante el final de la gestación: 
      300 x 4 + 750 = 1.95 MJ EM 
      3.0 x 4 + 7.5 = 19.5 g PB 
Durante la lactación: 
      300 x 4 + 7.75 x 450 - 500 = 4.2 MJ EM 
      3.0 x 4 + 0.215 x 450 - 1.5 = 107 g PB 
Tras el destete: 
      300 x 4 = 1.2 MJ EM 
      3.0 x 4 = 12 g PB
b) El manejo de la alimentación de las gatas reproductoras.

Durante el final de la gestación y la lactación se suelen utilizar piensos de alta concentración energética y
proteica (p.e. piensos de gatitos en crecimiento, con una concentración energética superior a 18 MJ/kg); el
consumo de estos piensos es de algo más de 100 g diarios al final de la gestación, y de casi 250 g diarios
durante el pico de lactación. Cuando no se dispone de piensos de elevada concentración energética, se
utilizan los mismos piensos que los de los animales en mantenimiento; sin embargo, las gatas han de
consumir cantidades relativamente altas de estos piensos (durante la lactación el consumo diario es más del
triple que en mantenimiento). Aún alimentadas ad libitum, durante la lactación las gatas pierden el peso
almacenado durante la gestación.
Debido a las elevadas necesidades de las gatas reproductoras, particularmente durante la lactación, se deben
alimentar ad libitum ó en 3-4 comidas diarias; además, es conveniente humedecer los piensos secos para
mejorar su palatabilidad y favorecer un alto consumo. El consumo de agua durante el final de la gestación es
aproximadamente 3 veces el consumo de pienso seco, y durante la lactación es alrededor de 4 veces el de
pienso seco. 
 

5.- La alimentación de los gatos en crecimiento.

Los gatitos pesan 100-120 g al nacimiento, y se destetan con casi 2 meses de edad en que pesan alrededor de
500 g. Tras el destete, los gatitos siguen creciendo hasta alcanzar el peso adulto a los 8-12 meses.

Los gatitos tienen unas necesidades específicas de crecimiento hasta que alcanzan el peso adulto; las
necesidades energéticas y proteicas de los gatitos se pueden estimar mediante el método factorial en unos 20
kJ EM y 0.40 g PB por g engordado. El nivel de alimentación de los gatitos es de 3.0-4.0 tras el destete, 1.75-
2.0 a los 5 meses, y 1.25-1.5 los 7-8 meses (en que alcanzan el 80% del peso adulto). La relación óptima
proteína/energía durante el crecimiento de los gatitos es de casi 15 g PB por MJ EM.

Los piensos de destete se formulan a base de cereales, leche descremada, torta de soja y harinas animales;
además contienen aditivos mejoradores de la actividad gástrica e intestinal (emulsionantes, acidificantes,
probióticos, etc). Los piensos de crecimiento tras el destete poseen una alta concentración energética y
proteica; además, estos piensos suelen llevar acidificantes, emulsionantes, enzimas y probióticos.

Los gatitos se alimentan exclusivamente con leche materna durante las cuatro primeras semanas de vida; a
partir de la cuarta semana de edad se comienza a introducir el pienso de destete, preferiblemente húmedo ó
seco humedecido en leche, 4-5 veces al día. Tras el destete, se introduce el pienso de crecimiento,
normalmente ad libitum, ya que los gatitos no tienen tendencia al engrasamiento.  

Tema 19. La alimentación de los pollos

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el rendimiento productivo de los pollos 


- conocer las características y el manejo de los piensos utilizados en los cebaderos de pollos
Esquema del tema: 
La importancia de la producción de carne de pollo 
El sistema digestivo de las aves 
El cebo de los pollos 
     a) La alimentación y la calidad de la yacija 
     b) Las necesidades energéticas y proteicas 
     c) Los piensos de pollos 
     d) El manejo del cebo de los pollos 
La alimentación de los pavos 
AUTOEVALUACION
Práctica : 
             Formulación con ordenador de piensos de pollos y gallinas ponedoras

Visitas : 
           Granja de reproductoras avícolas 
             Cebadero de pollos 
 

 
La eficiencia en la producción de huevos y la eficiencia en la producción cárnica son genéticamente
antagonistas. En efecto, las gallinas seleccionadas para una elevada producción de huevos generan pollitos
con poca fortaleza que engordan mal, y viceversa, al seleccionar gallinas que produzcan pollitos pesados
disminuye su producción de huevos. Por este motivo en la avicultura existen dos líneas totalmente
independientes: la línea de engorde de pollos (estirpes genéticas pesadas), y la línea de puesta (con estirpes
morenas ó semipesadas, y blancas ó ligeras).

En la producción avícola no es frecuente el ciclo cerrado, esto es, existen granjas de reproductoras
especializadas en la multiplicación: en estas granjas de reproductoras, por cruzamiento de líneas de ciertas
razas (Leghorn, Rhode Island, Cornish, etc), se obtienen huevos fecundados que se incuban los huevos para
obtener los híbridos comerciales (pollitos broiler y pollitas ponedoras); estos híbridos, nada más nacer,  se
envían a los cebaderos de pollos ó a las granjas de recría de pollitas ponedoras.  
 

1.- La importancia de la producción de carne de pollo.

El sector avícola de carne aporta algo más del 10% de la Producción Final Ganadera nacional. En España hay
unos 6.500 cebaderos de pollos, que en conjunto ceban anualmente alrededor de 550 millones de pollos; el
tamaño de los cebaderos de pollos oscila entre 10.000 y más de 100.000 plazas; más del 90% de los
cebaderos de pollos están integrados.

El consumo nacional de carne de ave por habitante y año es de unos 22 kg; alrededor del 90% de la carne de
ave producida en nuestro pais es de pollo, casi el 5% es carne de ponedora de desvieje, el 1-2% de pavo, y el
resto de otras aves (codornices, perdices, patos, pintadas, etc); la carne de ave representa alrededor del 20%
de la carne total producida en España. España produce alrededor del 12.5% de la carne de pollo producida en
la UE; no obstante, en la UE el pollo representa solamente el 75% de la producción total de carne de ave,
siendo importante la producción de pavo y otras aves. Aunque la UE es ligeramente excedentaria en carne de
pollo, España es ligeramente deficitaria.

Los piensos de pollos representan alrededor del 15% de los piensos fabricados en España, y alrededor del
12.5% de los piensos fabricados en la UE; los costes de alimentación representan alrededor del 70% del coste
total de producción en los cebaderos de pollos. El índice de conversión durante del cebo de pollos es
ligeramente inferior a 2.0, dependiendo de la concentración energética de los piensos y el peso de sacrificio.  
 

2.- El sistema digestivo de las aves.

Las aves tienen muy poco desarrollados los sentidos del gusto y del olfato, y no mastican los alimentos. Un
ensanchamiento del esófago forma el buche, que es un pequeño almacen sin ninguna función en los actuales
sistemas de alimentación ad libitum. El alimento pasa a continuación al ventrículo succenturiado ó estómago
glandular donde se segrega el jugo gástrico que contiene ácido clorhídrico y proteasas. La mezcla de
alimento y jugo gástrico pasa rapidamente a la molleja ó estómago muscular donde el alimento granulado se
tritura (las aves no mastican).

En el intestino delgado se segrega el jugo entérico (que no contiene lactasa), el jugo pancreático y la bilis. El
intestino grueso tiene dos ciegos, colon y recto que desemboca en la cloaca; la acción microbiana en el
intestino grueso es despreciable en las aves. Los compuestos nitrogenados son expulsados en la orina en
forma de ácido úrico, ya que las aves no poseen el sistema enzimático del ciclo de la urea. En la cloaca
convergen el recto y las vías urogenitales, por lo que la excreta está formada de heces y orina.

En conclusión, la digestión de las aves es similar a la del resto de los monogástricos, pero en conjunto es
menos eficaz ya que el tubo digestivo es corto y el tránsito digestivo es muy rápido, por lo que los piensos
para aves han de ser de una alta concentración energética.  
 

3.- El cebo de los pollos.

Los broilers son híbridos (de padres White Cornish y madres White Plymouth Rock) que pesan unos 50 g al
nacimiento; el cebo consta de tres periodos, el de iniciación hasta las 3 semanas, el de crecimiento hasta las 6
semanas, y el de acabado hasta las 7 semanas en que alcanzan un peso de 2.0 kg (1.5 kg a la canal); en la UE
se suelen sacrificar con 6 semanas (alrededor de 1.0 kg canal). 
 

INDICES DE POLLOS

Iniciación: 
     Edad al final del periodo (semanas)               3 
     Indices al final del periodo: 
          consumo de pienso (g/d)                         70 
          velocidad de crecimiento (g/d)                45 
          peso (g)                                                     625 
     Indices medios durante la iniciación: 
          consumo de pienso (g)                           850 
          velocidad de crecimiento (g/d)            25-30 
          IC (kg pienso/kg engordados)               1.5 
Crecimiento: 
     Edad al final del periodo (semanas)               6 
     Indices al final del periodo: 
          consumo de pienso (g/d)                       150 
          velocidad de crecimiento (g/d)                60 
          peso (kg)                                                  1.75 
     Indices medios durante el crecimiento: 
          consumo de pienso (kg)                         2.3 
          velocidad de crecimiento (g/d)           50-55 
          IC (kg pienso/kg engordados)              2.0 
Acabado: 
     Edad al final del periodo (semanas)             7 
     Indices al final del periodo: 
          consumo de pienso (g/d)                      170 
          velocidad de crecimiento (g/d)               65 
          peso (kg)                                                   2.2 
     Indices medios durante el acabado: 
          consumo de pienso (kg)                         1.1 
          velocidad de crecimiento (g/d)           60-65 
          IC (kg pienso/kg engordados)              2.5
a) La alimentación y la calidad de la yacija.

Los pollos pasan alrededor del 80% del tiempo tumbados en el suelo, por lo que la yacija húmeda favorece la
aparición de una dermatitis en la zona del esternón (denominada callo en pechuga); el callo en pechuga
deprecia la calidad de la canal. Además, si la yacija está húmeda, los riesgos de aparición de coccidiosis son
mayores; también la concentración ambiental de amoniaco está relacionada con la humedad de la yacija.
Finalmente, el exceso de amoniaco da lugar a la aparición de trastronos respiratorios.

Aunque las heces acuosas pueden tener una causa infecciosa, el principal factor que determina la humedad de
la yacija es el contenido en agua de la excreta, que a su vez depende de la cantidad de agua ingerida. El
consumo de agua es de alrededor de 2.0 veces el consumo de pienso, esto es, unos 150 cc diarios a las 3
semanas, más de 250 cc a las 6 semanas, y alrededor de 350 cc al final del cebo, dependiendo básicamente de
la temperatura ambiente.

La excesiva ingestión de agua de lugar a la formación de heces acuosas, lo que provoca la aparición de
yacijas húmedas. Además de las altas temperaturas, existen ciertas causas nutricionales que provocan una alta
ingestión de agua: 
     - el exceso de desaminaciones por un exceso de proteína en el pienso (p.e. inclusiones altas de torta de
soja), ya que el grupo amino se elimina en forma de ácido úrico con mucha agua ligada 
     - alimentos poco digestibles (p.e. fibra, lactosa, grasa oxidada) que se excretan en heces con mucha agua
ligada 
     - un exceso de minerales (por ejemplo, el exceso de sal en la ración, ó el exceso de potasio de la torta de
soja ó de la madioca), que provoca un aumento del consumo de agua para eliminarlos por la orina 
     - dosis excesivas de ciertos coccidiostáticos ionóforos, ya que provocan un aumento del consumo de agua  
     - piensos con grasas saturadas (que son mal digeridas por los animales jóvenes) u oxidadas, que se
excretan en heces (esteatorrea) 
     - micotoxinas en el pienso. 
 

b) Las necesidades energéticas y proteicas.

Las aves excretan conjuntamente las heces y la orina por lo que es particularmente difícil determinar la
digestibilidad de los nutrientes; por este motivo, en la alimentación de aves se utiliza la energía metabolizable
como unidad de valoración tanto de las necesidades como del valor energético de los alimentos; las pérdidas
gaseosas debidas a las fermentaciones intestinales son desprecibles en aves.

Las necesidades proteicas dependen básicamente del peso del pollo, ya que la deposición proteica disminuye
con la edad (y aumenta la deposición de grasa). Un déficit proteico provoca un menor crecimiento y una
mayor deposición de grasa; además, el déficit proteico suele dar lugar a la aparición de fenómenos de
canibalismo entre los animales jóvenes. Por otra parte, ya se ha comentado que un exceso de proteína provoca
un empeoramiento de las condiciones de la yacija. Con las raciones habituales basadas en cereales y torta de
soja, el aminoácido limitante suele ser la metionina; cuando este tipo de raciones se formulan para que
aporten un nivel adecuado de metionina se suele asegurar un aporte suficiente del resto de aminoácidos
esenciales.

Como media, las necesidades energéticas y proteicas diarias de los pollos son algo más de 1 MJ EM y 15 g
PB a las 3 semanas, y casi 2.0 MJ EM y 20 g PB al final del cebo. La relación óptima proteína/energía de los
piensos de cebo de pollos es de 15-20 g PB/MJ EM al principio del cebo y 10-15 g PB/MJ EM al final. El
nivel de alimentación de los pollos en cebo es superior a 3.0 a las 3 semanas de edad, y alrededor de 2.5 al
final del cebo. 
 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES DE


NUTRIENTES

Mantenimiento:  420 kJ EM/kg PM  y  2.5 g PB/kg PM 


Crecimiento:  17 kJ EM/g engordado  y  0.35 g PB/g engordado

EJEMPLO
Las necesidades diarias de un pollo de 1.5 kg que engorda 60 g diarios son: 
a) Características del crecimiento diario: 
     - formación de hueso y acumulación de contenido gastrointestinal: 12.5% x 60 g = 7 g diarios 
     - deposición de carne: 60 - 7 = 53 g 
     - deposición muscular: 80% x 53 = 42 g 
     - deposición de grasa: 53 - 42 = 11 g 
b) Necesidades energéticas diarias:     420 x 1.50.75 + (17 x 60) = 1.6 MJ EM 
c) Necesidades proteicas diarias:      2.5 x 1.50.75 + (0.35 x 60) = 24 g PB
c) Los piensos de pollos.

El desarrollo corporal de los pollos, como en el resto de especies, es tanto más rápido cuanto mayor es el
consumo diario de energía. Aunque el animal tiende a regular la ingestión de energía de manera que esta sea
constante sea cual sea la concentración energética del pienso, a elevadas concentraciones energéticas se
fuerza la cantidad de energía ingerida por el pollo; por este motivo, la concentración óptima de las dietas para
pollos es elevada, en torno a los 13.0 MJ EM/kg. 

Hay varios programas para el racionamiento de los pollos: utilización de 2, 3 ó 4 piensos diferentes, según las
condiciones de la explotación y las estirpes empleadas; los piensos generalmente utilizados son: un pienso de
iniciación durante las primeras 3 semanas, un pienso de crecimiento hasta la última semana, y un pienso de
acabado durante la última semana.

Los piensos de cebo de pollos se suelen formular en base a cereales y torta de soja. En los piensos de pollos
se incluye maíz y trigo sin límite de inclusión; también se pueden incluir hasta un 50% de cebada, pero
utilizando ß-glucanasas (cuando no se utilizan ß-glucanasas, la cebada no se incluye en los piensos de
iniciación y se limita a un 25% en los crecimiento y acabado). Debido a la elevada concentración energética
de los piensos de pollos, los concentrados fibrosos se limitan a un máximo del 5% en total.

En los piensos de iniciación se incorporan oleínas, ya que al ser mejor digeridas que las grasas saturadas
facilitan la elaboración de piensos con una alta concentración energética; los piensos de iniciación se suelen
suministrar en harina ó en pequeños gránulos (migajas). Existen piensos dietéticos para la compensación de
la malabsorción de aves jóvenes: estos piensos se utilizan durante los 15 primeros días de vida del ave, y
estan formulados con alimentos de alta digestibilidad (maíz, torta de soja), una alta inclusión de grasas
insaturadas, y complementados con vitaminas liposolubles.
Debido a que el granulado aumenta la ingestión energética, mejora la apetecibilidad del pienso, reduce la
formación de polvo y reduce las pérdidas de alimento al picotear, los piensos de crecimiento y acabado se
granulan, a 3.5-5.0 mm. Además, en estos piensos se incluyen grasas saturadas (baratas) que, además de ser
bien digeridas por los pollos de más de 3 semanas de edad, provocan una deposición de grasa saturada que
mejora la presencia de la canal.

Respecto a la adición de ingredientes complementarios, estos piensos se suplementan con metionina (que
suele ser el aminoácido limitante en las raciones de pollos) y, dependiendo de las materias primas utilizadas,
con otros aminoácidos.

La relación óptima calcio/fósforo biodisponible se sitúa en torno a 2. Respecto a la vitamina D, relacionada


con el metabolismo del calcio y del fósforo, las aves no utilizan eficazmente la vitamina D2, por lo que se
suplementan con vitamina D3 preformada. Finalmente, es conveniente tener en cuenta que el suministro de
piensos de ponedoras (contienen mucho calcio) a pollos favorece la aparición de urolitiasis debido a la
precipitación de urato cálcico en los uréteres, lo que provoca la muerte de los animales.

La utilización de un corrector vitamínico de alta calidad es fundamental en la elaboración de piensos de


pollos, ya que la síntesis intestinal de vitaminas hidrosolubles es mínima. Los principales trastornos que
pueden aparecer en el caso de una deficiencia vitamínico-mineral son: 
      - el síndrome de la muerte súbita: el rápido crecimiento de los pollos provoca dificultades fisiológicas
para un adecuado aporte sanguíneo de nutrientes a los tejidos, apreciendo en ocasiones sobrecargas en el
sistema cardiorespiratorio que se manifiestan en forma de ascitis (abdomen hinchado) y muerte súbita. El
síndrome de la muerte súbita aparece al final del cebo, y afecta principalmente a los machos, y sobre todo a
los de crecimiento más rápido; los animales mueren por fallo cardiaco y aparecen tumbados sobre el dorso. Si
aparece este síndrome se recomienda rebajar la concentración energética del pienso de iniciación por debajo
de 12.0 MJ EM/kg, reducir el contenido en carbohidratos, y aumentar la inclusión de grasas insaturadas;
también se recomienda reducir el consumo de pienso disminuyendo las horas de luz. Parece que este
síndrome es debido a unas escasas reservas de vitaminas y oligoelementos, cuyo efecto se manifiesta
principalmente en los pollos que tienen una alta velocidad de crecimiento; la suplementación generosa con
estos nutrientes a las reproductoras permite que los pollitos nazcan con unas mayores reservas (efecto carry-
over), lo que parece reducir la incidencia del síndrome. 
     - el síndrome del hígado y riñón grasos de los pollos: igual que en las ponedoras, la lipogénesis hepática es
muy intensa en los pollos, lo que predispone a la degeneración grasa del hígado, en particular si la ración es
deficiente en biotina (que tiene función lipotropa ó movilizadora de grasa). Este trastorno es frecuente en
animales de más de 3-4 semanas cuando el contenido en cereales de los piensos es elevado, debido por una
parte a que el elevado aporte de carbohidratos da lugar a una intensa transformación en lípidos, que pueden
llegar a acumularse en el hígado y riñón, y por otra parte a que el contenido en biotina biodisponible es bajo
en los cereales. Los pollos aparecen tumbados, con la cabeza caida, y terminan muriendo; además, el hígado
graso aumenta la susceptibilidad del animal a las infecciones y al estrés. La prevención y el tratamiento
consisten en la suplementación de los piensos con biotina y niacina, y reducir el aporte de carbohidratos,
incrementando el contenido en proteína y grasa de las raciones. El déficit en biotina también está relacionado
con lesiones en las plantas de las patas. 
     - los piensos con mucho maíz (deficitario en triptófano) pueden provocar deficiencias en niacina, que se
traduce en dermatitis, enteritis e hígado graso. 
     - pueden aparecer síntomas de deficiencia de vitamina K en los pollitos de menos de 3 semanas: los
pollitos se lesionan con facilidad y tienen dificultades para coagular la sangre, de tal manera que las heridas
cicatrizan mal. 
     - puede aparecer una deficiencia en vitamina E cuando se suministra mucha grasa insaturada en la ración:
se puede provocar una encefalomalacia (los pollos se caen) y una diatesis exudativa (edema generalizado por
un aumento de la capilaridad vascular). 
     - finalmente, el exceso de tiamina ó de ácido fólico puede neutralizar la actividad de algunos
coccidiostáticos.

Los aditivos tecnológicos que se utilizan en los piensos de pollos son conservantes (que también tienen
función acidificante en el estómago, mejorando la digestibilidad de las proteínas), aglomerantes y
antioxidantes. La utilización de aromatizantes y saborizantes no tiene sentido pues estos animales
prácticamente carecen de gusto y olfato. Respecto a los aditivos mejoradores de la digestión, se suelen añadir
ß-glucanasas en los piensos que contienen una alta proporción de cebada; también es cada vez más frecuente
la utilización de fitasas para mejorar la utilización del fósforo vegetal. Además, se suelen añadir
emulsionantes en los piensos de iniciación y, si se utilizan grasas saturadas, en los de crecimiento.
Finalmente, en algunos mercados se valora la canal ligeramente pigmentada; en estos casos se incluyen
pigmentantes en los piensos de los pollos; no obstante, existe una tendencia hacia el pollo sin pigmentar
(pollo blanco): más del 80% del pollo nacional y prácticamente todo el pollo de la UE es pollo blanco.

Los pollos son particularmente sensibles a los coccidios, que provocan una irritación de la mucosa intestinal
(pudiendo aparecer hemorragias y enteritis), reduciéndose la absorción intestinal de nutrientes, y por tanto el
crecimiento. En los piensos de iniciación y de crecimiento se incluye sistemáticamente un coccidiostático;
para prevenir problemas de resistencias se suelen utilizar programas alternantes, esto es, utilizar un
coccidiostático en el pienso de iniciación, y otro diferente en el pienso de crecimiento; existen
coccidiostáticos que se pueden utilizar sin necesidad de alternar con otro coccidiostático. En los piensos de
acabado no se pueden incluir coccidiostáticos para permitir la excreción del tracto digestivo de los residuos
de estos aditivos, pero sí un antibiótico que actúe a nivel intestinal, ya que en los sistemas intensivos es difícil
mantener un alto nivel sanitario debido a la elevada concentración de animales en un espacio limitado. El
desarrollo de vacunas está conduciendo a la progresiva limitación del uso de coccidiostáticos.

En los piensos de pollos no se suelen incluir probióticos, ya que no ejercen un efecto particularmente
marcado en aves. No obstante, una forma de combatir las diarreas es la adición de probióticos, junto con un
1-2% de lactosa (o leche en polvo) ó de fructoligosacáridos; estos ingredientes no son digeridos por las aves y
pasan al último tramo del intestino delgado y al intestino grueso, donde son fermentados por los probióticos
(son utilizados como sustrato para su desarrollo), que producen ácido láctico que acidifica el medio, lo que
reduce el desarrollo de Salmonela y E. coli). 

Los efectos de los ß-agonistas y de la hormona del crecimiento son mínimos en pollos: por este motivo es
previsible que no se llegue a permitir su utilización en el cebo de estos animales. 
 

PIENSOS DE POLLOS

                                              Iniciación    Crecimiento     Acabado 


Nutrientes: 
MJ EM/kg                              12.5                 13.5                 13.0 
% PB                                       22.0                 20.0                 18.0 
% Grasa                                  >5.0                 >5.0                >5.0 
% Fibra bruta                         <3.0                <3.0                 <3.0 
% Lisina                                    1.2                  1.0                    0.8 
% Metionina+cistina              0.9                  0.7                    0.6 
% Treonina                              0.8                  0.75                  0.7 
% Triptófano                           0.25                0.2                    0.15 
% Calcio                                   1.0                  0.9                    0.8 
% Fósforo disponible            0.45                0.4                    0.35 
% Sodio                                   0.15                 0.15                 0.15 
% Acido linoleico                   1.0                  1.0                   0.5

Límites de inclusión de ingredientes: 


Cereales                                           50-75% 
Torta de soja                                  20-30% 
Salvado de trigo                              0-5% 
Harina de pescado                          0-10% 
Oleínas                                              0-5% 
Grasa de rumiante                           0-5% 
Melazas                                            0-10% 
Mandioca                                         0-10%

Ejemplos de piensos de pollos: 


Materias primas 
Maíz                                      55                  59                       65 
Torta de soja                       25                  25                       25 
Harina de pescado             10                    5                          - 
Grasa de rumiante                 1.5                5                         5 
Oleínas                                   5                   2.5                       0.5 
Carbonato cálcico                1.0                0.5                       0.5 
Fosfato bicálcico                  0.75              1.0                       1.5 
Sal                                           0.15              0.15                     0.15 
Ingredientes complementarios 
Corrector vitamínico-mineral   0.5           0.5                       0.5 
Metionina                             0.15               0.05                     - 
Lisina                                        -                    -                        - 
Aditivos 
Aglomerante                        1.0                 1.0                      1.0 
Antifúngico/Acidificante  1.0                 1.0                      1.0 
Antioxidante                        Sí                   Sí                       Sí 
Coccidiostático                   Sí                   Sí                       No 
Antibiótico                          No                 No                      Sí 
Pigmentante                        No                 Sí                        Sí
 MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS
PIENSOS

Proteína: 
* la digestibilidad media de la PB contenida en los piensos es del 80%, siendo despreciables las
fermentaciones intestinales: 
          Proteína digestible = 0.80 x PB 
          Aminoácidos absorbidos = 0.80 x PB 
* el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan: 
          Aminoácidos netos ó disponibles para la síntesis proteica = 0.65 x 0.80 x PB = 0.50 x PB 
Energía: 
* el contenido energético medio de los nutrientes es 23.5 kJ por g de proteína bruta, 39.5 kJ por
gramo de grasa y 17.5 kJ por gramo de carbohidrato: 
          EB (kJ) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x CNE + 17.5 x FND 
* la digestibilidad media de la PB es del 80%, la del EE es del 90%, la de los CNE es del 90% (la
de los MELN es del 80%) y la de la fibra es despreciable: 
          ED (kJ) = 23.5 x 0.80 x PB + 39.5 x 0.90 x EE + 17.5 x 0.9 x CNE  = 19 x PB + 35.5 x EE
+ 16 x CNE 
* respecto al cálculo de la EM que aporta el pienso se asumen las siguientes hipótesis:  
          - el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan (el coste medio de la desaminación y
excreción de ácido úrico es de 14 MJ por g de aminoácido desaminado) y el 65% de los
aminoácidos absorbidos se incorporan a proteínas: 
     EM aportada por los aminoácidos = (23.5-14) x 0.35 x 0.80 x PB + 23.5 x 0.65 x 0.80 x PB =
15 x PB 
          EM (kJ) = 15 x PB + 35.5 x EE + 15 x CNE 
* la UE ha establecido la siguiente forma de calcular la EM que aportan los piensos de aves:  
          EM (MJ/kg) = 15.5 PB + 34.5 EE + 16.5 Almidón + 13.0 Azúcares 

 EJEMPLO
Un pienso de pollos que contiene un 5% de cenizas, un 20% de PB, un 7% de EE y un 3% de FB
tiene el valor nutritivo siguiente. 
Proteína: 
          Proteína digestible: 0.80 x 200 = 160 g/kg de pienso 
          Aminoácidos absorbidos: 0.80 x 200 = 160 g/kg 
          Proteína neta: 0.50 x 200 = 100 g/kg 
Energía: 
* la humedad media de los piensos es del 10% 
          EB = 23.5 x 200 + 39.5 x 70 + 17.5 x (1000 - 100 - 50 - 200 - 60) = 17.8 MJ EB/kg 
          EM = 15 x 200 + 35.5 x 70 + 14 x 560 = 13.3 MJ EM/kg
d) El manejo del cebo de los pollos.

Al contrario de lo que ocurre con las canales de cerdos y rumiantes, actualmente aún no se penaliza
económicamente el pollo graso. No obstante, algunas tendencias actuales en la mejora genética de broilers
son, además de conseguir pollos de más peso e incrementar el porcentaje de piezas nobles (p.e. pechuga,
muslos) para despiezar, reducir los depósitos adiposos abdominales.

Los pollos se alimentan ad libitum y sin separación de sexos; no obstante, debido a que las hembras tienen
una mayor tendencia al engrasamiento que los machos, el cebo separado de machos y hembras, aunque no es
frecuente en la práctica, permite un mayor control del engrasamiento. Asimismo, el cebo separado permite
cebar a los machos hasta 2.5-3.0 kg para obtener canales para trocear.

Respecto a la ingestión de pienso, los pollos, igual que el resto de los animales monogástricos, tienden a
consumir a fin de satisfacer sus necesidades energéticas; con las concentraciones energéticas habituales
(12.5-13.5 MJ EM/kg), los pollos consumen diariamente alrededor de 70 g de pienso a las 3 semanas, y unos
170 g al final del cebo. Las aves no comen a oscuras; para potenciar el consumo de pienso los pollos se
mantienen con luz prácticamente durante las 24 horas del día.

La temperatura ambiente es, junto con la concentración energética del pienso, el principal factor que
determina la cantidad ingerida de pienso; la temperatura óptima para el cebo de pollos es de unos 20 ºC. Las
altas temperaturas tienen una gran incidencia en el consumo de pienso; se considera que por cada grado que
aumenta la temperatura por encima de los 25 ºC se produce una reducción del 1.5% del consumo de pienso (a
partir de los 30 ºC se reduce más de un 2.5%); durante las épocas de calor se puede mejorar algo la ingestión
de pienso mediante la adición al agua de 50 mg de vitamina C y 5 g de bicarbonato sódico por litro de agua.
Otros factores que determinan la cantidad ingerida de pienso son la palatabilidad de la ración (se consumen
mejor los piensos granulados que los piensos en harina) y la adición de grasa (que provoca un aumento de la
ingestión energética).

En algunas explotaciones pueden aparecer casos de picaje. El canibalismo tiene una etiología multifactorial,
pero siempre se desencadena por un estado de ansiedad (p.e. hacinamiento); algunas causas nutricionales
pueden ser la falta de proteína, el desequilibrio de aminoácidos, la hiponatremia, etc. 
 

4.- La alimentación de los pavos.

En España existen unas 100 explotaciones de pavos, sacrificándose unos 5 millones de pavos al año (25.000
toneladas de carne); además, se importan anualmente unas 30.000 toneladas de carne de pavo. El consumo
anual es de casi 1.5 kg de carne de pavo por habitante y año.

La edad de sacrificio de los pavos depende de la estirpe de que se trate; los animales más pesados se
comercializan troceados. El cebo se realiza con separación de sexos, ya que el dimorfismo sexual es
acentuado: los machos se sacrifican a los 4-5 meses con un peso de 11-12 kg y las hembras a los 3-4 meses
con 6-7 kg. El índice de conversión del cebo de pavos es de 2.5-3.0.

Los pavos adaptan muy bien (mejor que los pollos) su consumo a la concentración energética de la ración.
Los piensos de engorde se van adaptando cada mes; se comienza con piensos de baja concentración
energética y altos en proteína (11.5 MJ EM/kg, 30% PB) ya que los pavos tienen un crecimiento muscular
muy rápido, para acabar con piensos muy energéticos y menos proteína (13.5 MJ EM/kg, 20% PB) ya que el
nivel de engrasamiento de los pavos es con frecuencia insuficiente, por lo que se deben usar altas
concentraciones energéticas (se incluye bastante grasa en los piensos) y se reduce la inclusión de proteína
para provocar un cierto engrasamiento. Las concentraciones de minerales y vitaminas son más elevadas que
para los pollos, ya que los pavos consumen relativamente poco alimento (250-500 g diarios a los 4 meses de
edad, según estirpes).

Los pavos, aunque se ceban en el suelo, son más resistentes a la coccidiosis que los pollos; no obstante, los
piensos de pavos suelen contener un coccidiostático (ó un antihistomoniásico), al menos durante los primeros
2 meses de cebo; se debe utilizar un pienso de retirada (sin coccidiostático) durante la semana previa al
sacrificio. Por otra parte, los pavos son mucho más sensibles a las micotoxinas que los pollos.

Además, estos piensos contienen los aditivos tecnológicos habituales: conservantes, antioxidantes (ya que
estos piensos contienen bastante grasa) y aglomerantes (los piensos de pavos se granulan a 3-4 mm); no se
incluyen pigmentantes ni aromatizantes ó saborizantes.

Tema 20. La alimentación de las gallinas ponedoras

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el rendimiento productivo de los ponedoras  


- conocer las características y el manejo de los piensos utilizados en las granjas de gallinas
ponedoras
Esquema del tema: 
La importancia de la producción de huevos 
La alimentación de las pollitas de recría 
La alimentación de las ponedoras 
     a) La calidad del huevo 
     b) Las necesidades energéticas y proteicas 
     c) Las necesidades de calcio 
     d) Los piensos de ponedoras 
     e) El manejo de la alimentación de las ponedoras 
La alimentación de las reproductoras  
AUTOEVALUACION
Práctica: 
             Formulación con ordenador de piensos de pollos y gallinas ponedoras

Visitas : 
           Granja de gallinas reproductoras 
           Granja de gallinas ponedoras 
 

 
1.- La importancia de la producción de huevos.

El sector avícola de puesta aporta el 10% de la Producción Final Ganadera nacional. En España hay unas
2.000 granjas de ponedoras, que en conjunto mantienen unos 40 millones de ponedoras (la mayoría morenas)
que anualmente producen unos 10.000 millones de huevos (alrededor del 5% de los huevos se comercializan
en forma de ovoproductos); el 90% de estas gallinas se explotan en baterías. El tamaño de las granjas oscila
entre 5.000 y más de 100.000 ponedoras; al contrario que en el caso de los pollos, la mayoría de las granjas
de ponedoras no están integradas.

El consumo nacional de huevos por habitante y año es de unas 220 unidades (14 kg de huevos); el consumo
de huevos tiende a disminuir debido a su contenido en colesterol (230 mg por huevo), al riesgo de
contaminación con Salmonella y a la competencia de otras proteínas de origen animal (en la dieta se
sustituyen huevos por carne y pescado). España produce alrededor del 12% de los huevos producidos en la
UE; aunque la UE es ligeramente excedentaria en huevos, España es ligeramente deficitaria.

Los piensos de ponedoras representan alrededor del 12.5% de los piensos fabricados en España, y casi el 10%
de los piensos fabricados en la UE; los costes de alimentación representan alrededor del 60% del coste total
de producción en las granjas de ponedoras. El índice de conversión durante el periodo de puesta es de unos
135 g de pienso por huevo producido (IC = 2.1 g de pienso/g de huevo); cuando se considera el consumo de
pienso durante la recría de las pollitas, el índice de conversión es de unos 160 g de pienso por huevo
producido. 
 

2.- La alimentación de las pollitas de recría.

Las pollitas son de estirpes híbridas (las blancas proceden de la raza Leghorn y las morenas de la raza Rhode
Island) que pesan 35-40 g al nacimiento y, tras el sexaje, se recrían en jaulas hasta las 20-21 semanas de edad
(unos 1.5 kg), edad en que comienzan la puesta.

Aunque por una parte interesa que el periodo improductivo de la recría sea corto y las pollitas comiencen a
producir cuanto antes, por otra parte no interesa que los huevos producidos sean pequeños ya que son
difíciles de comercializar. Debido a que los huevos puestos por las pollitas demasiado jóvenes son pequeños,
se procura retrasar la madurez sexual de las pollitas hasta al menos las 20 semanas de edad. El método más
eficaz para retrasar el inicio de la puesta hasta que la pollita esté totalmente desarrollada es la utilización de
programas de iluminación. No obstante, la restricción alimentaria también ayuda a retrasar la madurez sexual
de las pollitas; aunque las pollitas ligeras (blancas) no suelen restringirse durante su recría, en ocasiones se
restringe ligeramente a las pollitas morenas.

Las pollitas se alimentan con 2 ó 3 tipos de pienso según la explotación y la estirpe: un pienso de iniciación
hasta las 6-8 semanas, un pienso de crecimiento hasta las 16 semanas, y un pienso de prepuesta a partir de las
16 semanas. La concentración energética de los piensos de recría es baja para evitar engrasamientos; lo
fundamental en cualquier caso es que la pollita mantenga durante toda la recría un peso conforme al estandar
de crecimiento de su estirpe. En el pienso de prepuesta se aumenta el contenido en calcio hasta un 2.0-2.5%
para favorecer la formación de suficientes reservas óseas, de manera que durante el posterior periodo de
puesta no aparezcan fenómenos de debilidad de huesos ó de la cáscara del huevo. En el caso de que las
pollitas se recríen en el suelo, los piensos de recría contienen un coccidiostático; además, los piensos de recría
contienen antifúngicos, antioxidantes y, en algunas ocasiones, ß-glucanasas y fitasas.

Las pollitas de recría consumen unos 10 g diarios a la semana de edad, unos 40 g a las 7 semanas, y unos 65 g
durante la prepuesta; durante toda la recría, las pollitas consumen 7-8 kg de pienso. El pienso de ponedoras se
introduce cuando en el gallinero se alcanza el 5% de la puesta; cuando se suministra pienso de ponedoras
(contienen mucho calcio) a pollitas de recría pueden aparecer casos de urolitiasis debido a la precipitación de
urato cálcico en los uréteres, lo que puede provocar la muerte de algunos animales; además, pueden aparecer
fenómenos de osteopetrosis, que se manifiestan en forma de cojeras debidas a una sobrecalcificación de los
huesos. 
 

PIENSOS DE POLLITAS

                                             Iniciación    Crecimiento    Pre-puesta 


Nutrientes: 
MJ EM/kg                              12.0                11.5                11.5 
% PB                                       18.0                14.0                12.0 
% Grasa                                  <5.0               <5.0                <5.0 
% Fibra bruta                         >3.0               >5.0                >5.0 
% Lisina                                    0.85               0.60                 0.45 
% Metionina+cistina              0.60               0.50                 0.40 
% Treonina                              0.65               0.55                 0.35 
% Triptófano                           0.15               0.10                 0.10 
% Calcio                                   0.80               0.70                 2.0 
% Fósforo disponible            0.40               0.35                 0.35 
% Sodio                                   0.15               0.15                 0.15 
% Acido linoleico                  1.0                 1.0                   1.0

Ejemplos de piensos de pollitas: 


Materias primas 
Maíz                                         55                   39                     39 
Cebada                                    14                   25                     25 
Salvado de trigo                      -                    10                     10 
Torta de soja                          20                   20                     17 
Harina de pescado                  5                     -                        - 
Grasa de rumiante                   -                      2                       2 
Oleínas                                     2                      -                        - 
Carbonato cálcico                  0.5                   0.4                    1.0 
Conchilla de ostras                -                       -                       2.5 
Fosfato bicálcico                   1.5                    1.5                   1.5 
Sal                                            0.2                    0.2                   0.15 
Ingredientes complementarios 
Corrector vit-min                   0.5                    0.5                   0.5 
Aditivos 
Antifúngico                           1.0                    1.0                   1.0 
Antioxidante                          Sí                      No                  No 
Coccidiostático                     Sí                      Sí                    No
3.- La alimentación de las ponedoras.

La puesta dura 12 meses durante los cuales producen unos 280 huevos con un peso de 60-65 g; el índice
medio de puesta en las estirpes actuales es del 80%, alcanzando el máximo (un 90-95%) hacia los 2 meses de
iniciada la puesta, y el mínimo (un 65-60%) hacia los 12 meses de puesta.

Las ponedoras siguen creciendo 1-2 g diarios hasta alcanzar el peso adulto (unos 2.0 kg) hacia el final de la
puesta. 
 

INDICES DE PONEDORAS

                                                Blancas       Morenas 


Peso a las 21 semanas          1.35 kg          1.65 kg 
Peso a las 70 semanas          1.60 kg          2.20 kg 
Producción de huevos            284              280 
Peso medio del huevo          60.5 g            63.0 g 
IC medio                                   2.10                2.15 
Consumo de pienso: 
     hasta las 21 semanas         7 kg               8 kg 
     durante la puesta             40 kg             45 kg 
     consumo medio diario   115 g             125 g
CURVA DE PRODUCCION 
a) La calidad del huevo.

Un huevo de tamaño medio (60-65 g) contiene 7.0 g de proteína y 6.0 g de grasa (sólo hay grasa en la yema);
el contenido energético medio de los huevos es de unos 400 kJ (unos 6.5 kJ por gramo).

En España y en la UE existe una tendencia hacia la producción de huevo moreno (en Norteamérica
predomina el huevo blanco); la calidad nutritiva de los huevos blancos y morenos es similar: la única
diferencia es que los huevos morenos tienen un pigmento denominado ovoporfirina que, además de colorear
la cáscara, la endurece un poco.

El tamaño del huevo depende fundamentalmente de la estirpe (las estirpes morenas producen huevos algo
mayores que las estirpes blancas) y de la edad de la ponedora (las ponedoras viejas ponen huevos mayores
que las jóvenes). La alimentación no puede aumentar el tamaño del huevo; no obstante, cualquier factor que
reduzca la ingestión de energía se manifiesta en una caída de la producción y una disminución del tamaño del
huevo; también una deficiencia de los piensos en fósforo disponible, metionina ó en ácido linoleico reducen
el tamaño del huevo; finalmente, las altas temperaturas provocan una reducción de la ingestión, y por tanto
una disminución del peso del huevo. Por el contrario, el déficit proteico, aunque afecta muy negativamente a
la producción de huevos, prácticamente no afecta al tamaño. 

Un inconveniente del huevo es su contenido en colesterol (230 mg por huevo, localizado en la yema), que se
ha relacionado con la aparición de ateroesclerosis; el contenido en grasa y colesterol del huevo no se pueden
reducir de manera apreciable.

En cuanto a la calidad comercial del huevo son importantes, además del tamaño, la limpieza del huevo, la
solidez de la cáscara, la consistencia de la clara, y la pigmentación de la yema. La limpieza del huevo está
relacionada con la humedad de las heces, de manera que todos aquellos factores que favorezcan la aparición
de heces húmedas afectan negativamente la limpieza del huevo, además de favorecer la contaminación
por Salmonella. Los factores nutricionales que determinan la calidad de la cáscara (básicamente el contenido
en calcio del pienso) se comentarán más adelante; los huevos con cáscaras frágiles son más susceptibles a la
contaminación con Salmonella. La calidad del albumen (relacionado con el contenido en ovomucina) se mide
en Unidades Haugh; la calidad del albumen disminuye con la edad de la ponedora y con el tiempo de
almacenamiento del huevo, pero la alimentación prácticamente no le afecta.

La pigmentación de la yema se mide con la Escala Roche (de 0 a 15), siendo 10-13 el óptimo de
pigmentación del huevo. Normalmente se suelen añadir pigmentantes al pienso de las ponedoras, ya que el
contenido en pigmentantes de las materias primas no es suficiente para conseguir una pigmentación adecuada
de la yema. Los pigmentantes son mal absorbidos cuando existen enfermedades clínicas ó subclínicas: una
reducción en la coloración de la yema está a menudo relacionada con este hecho; por otra parte, los
pigmentantes son muy sensibles a la oxidación, por lo que el almacenamiento de los piensos en condiciones
deficientes (humedad, altas temperaturas, etc) puede dar lugar a la destrucción de los pigmentantes.
Finalmente, es conveniente tener presente que algunas materias primas contienen factores antinutritivos que
pueden afectar la calidad del huevo; así, las habas reducen el tamaño, el girasol reduce la consistencia del
albumen, las harinas de colza y de pescado modifican el sabor, y la semilla de algodón da color marrón a la
yema. 
 

b) Las necesidades energéticas y proteicas.

Las aves excretan conjuntamente las heces y la orina por lo que es particularmente difícil determinar la
digestibilidad de los nutrientes; por este motivo, en la alimentación de aves se utiliza la energía metabolizable
como unidad de valoración tanto de las necesidades como del valor energético de los alimentos; las pérdidas
gaseosas debidas a las fermentaciones intestinales son desprecibles en aves. Debido a que el peso de las
ponedoras no varía mucho, las necesidades de las ponedoras se pueden expresar en función del peso vivo.

Las necesidades proteicas dependen básicamente del estado productivo de las ponedoras; mientras que un
déficit proteico provoca una menor producción de huevos, un exceso de proteína provoca una mayor
desaminación y formación de ácido úrico, lo que contribuye a la formación de heces húmedas. Con las
raciones habituales basadas en cereales y torta de soja, el aminoácido limitante suele ser la metionina; cuando
este tipo de raciones se formulan para que aporten un nivel adecuado de metionina se suele asegurar un
aporte suficiente del resto de aminoácidos esenciales.  
 

Como media, las necesidades energéticas y proteicas diarias de las ponedoras son 1.25-1.5 MJ EM y 10-15 g
PB. La relación óptima proteína/energía de los piensos de ponedoras es de unos 11 g PB/MJ EM. El nivel de
alimentación de las ponedoras es 1.5-1.75. 
 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES DE


NUTRIENTES

Mantenimiento:   420 kJ EM/kg PV   y   2.25 g PB/kg PV 


Puesta:   10 kJ EM/g huevo   y   0.2 g PB/g huevo 
Crecimiento durante la puesta:   35 kJ EM/g engordado   y   0.10 g PB/g engordado 

EJEMPLO
Las necesidades diarias de una ponedora morena de 1.8 kg que produce 0.8 huevos diarios de 60
g, y que engorda 1 g diario son: 
a) Necesidades energéticas diarias: 
     (420 x 1.8) + (10 x 0.80 x 60) + 35 = 1.3 MJ EM 
b) Necesidades proteicas diarias: (2.25 x 1.8) + (0.2 x 0.80 x 60) + 0.1 = 14 g PB
c) Las necesidades de calcio.

El aporte de calcio es fundamental para la formación de la cáscara del huevo (el 95% de la cáscara de los
huevos es carbonato cálcico, esto es, la cáscara contiene casi 2.5 g de calcio). En las condiciones habituales
de explotación, alrededor del 5% de los huevos se rompen debido a la fragilidad de la cáscara; un huevo roto
es peor que un huevo no puesto, ya que la formación del huevo necesita cierta cantidad de pienso; además,
los huevos rotos ensucian y deprecian el valor comercial del resto de los huevos. El problema de la solidez de
las cáscaras es particularmente importante en dos situaciones:  
      - al aumentar la edad de la ponedora empeora el grosor de la cáscara ya que aumenta el tamaño del
huevo. 
     - en epocas de calor ocurren dos fenómenos que colaboran en el empeoramiento de la solidez de la
cáscara: 
          - disminuye el consumo de pienso y por tanto la ingestión de calcio. 
          - aumenta el ritmo respiratorio para perder calor evaporando agua, perdiendo también cantidades
importantes de CO2, lo que origina una alcalosis metabólica que se compensa con una mayor excreción renal
de bicarbonato. El resultado neto es una menor disponibilidad de bicarbonato para formar el carbonato de la
cáscara.

Por otra parte, para la formación de la cáscara no se utiliza unicamente el calcio absorbido en el aparato
digestivo, sino que el 30-40% proviene de la zona medular del hueso (reponiéndose con el calcio absorbido).
Si no hay un aporte suficiente de calcio en la ración, las ponedoras descalcifican los huesos para obtener el
calcio necesario para formar la cáscara; aunque la movilización sea intensa, la producción de cáscara es
normal y no hay disminución de la producción de huevos. No obstante, cuando las gallinas ya han consumido
totalmente las reservas de calcio del hueso medular y comienzan a movilizar el calcio de la zona ósea cortical
aparece una osteoporosis denominada fatiga de las baterías: las patas se vuelven débiles y quebradizas y las
gallinas se sientan ó se caen; si ocurren fracturas de vértebras, degenera la médula espinal y aparecen
parálisis. La fatiga de las baterías suele ir acompañada de un aumento de los huevos rotos y en fárfara
(huevos sin cáscara); posteriormente la gallina deja de comer, cesa la puesta y termina muriendo.

La prevención y el tratamiento de las cáscaras débiles y de la fatiga de las baterías consisten en ajustar la
inclusión de calcio según la concentración energética de la ración y la producción de huevos. Las necesidades
de calcio son de 3-4 g diarios, por lo que los piensos contienen 3.5-4.0% de calcio (en épocas de calor hasta
un 4.5%). Debido a que los piensos con un alto contenido en carbonato cálcico tienen una baja palatabilidad,
la mayor parte del calcio se aporta granulado ó en forma de conchilla de ostras (los piensos de ponedoras
contienen alrededor de un 5% de carbonato cálcico granulado ó de conchilla); además, el calcio granulado y
de la conchilla es de liberación más lenta en el aparato digestivo, lo que permite que la gallina disponga del
calcio más constantemente.

Además del calcio, otros nutrientes que intervienen en la calidad de la cáscara son: 
     - el manganeso participa en la trama proteica de la cáscara  
     - la vitamina D3 participa en la absorción y movilización del calcio  
     - el exceso de amoniaco ambiental debido a una excesiva desaminación 
     - el exceso de cloro (p.e. aguas salinas) y el exceso ó la deficiencia en fósforo disponible también afectan
la calidad de la cáscara 
     - finalmente, como ya se ha comentado, el calor provoca una menor ingestión, y por tanto el número de
huevos rotos es mayor en épocas calurosas 
 

d) Los piensos de ponedoras.

El pienso de puesta se formula a base de cereales (hasta un 65%) y torta de soja (alrededor del 20%). El maíz
se utiliza sin límite de inclusión; la cebada se limita a un 25% debido a que los ß-glucanos producen heces
pegajosas que ensucian las jaulas y los huevos (la inclusión de cebada puede superar el 50% si se utilizan ß-
glucanasas); un inconveniente de la inclusión de altas proporciones de trigo es que aparecen problemas
debido a la pastosidad de la harina por la presencia de pentosanos.

La harina de pescado y la torta de colza pueden provocar sabores anormales en el huevo, por lo que no se
suelen incluir en los piensos de ponedoras. Las materias primas fibrosas (torta de girasol, salvado de trigo,
etc) se pueden incluir en los piensos de ponedoras hasta un 10% en total. Los piensos de ponedoras suelen
incluir alrededor del 2.5% de grasa de rumiantes para asegurar un cierto aporte de ácidos grasos esenciales y,
además, reducir la formación de polvo.
Respecto a la adición de ingredientes complementarios, estos piensos se suplementan con metionina (que
suele ser el aminoácido limitante en las raciones de ponedoras) y, dependiendo de las materias primas
utilizadas, con otros aminoácidos. Los piensos basados en el maíz suelen aportar suficiente ácido linoleico.

Como ya se ha comentado, el calcio es imprescindible para la formación y renovación de la estructura ósea de


las aves, así como para la formación de la cáscara del huevo; el fósforo también es esencial tanto para la
formación y mantenimiento de la estructura ósea, como para la formación de compuestos metabólicos; por lo
tanto, las deficiencias en calcio, fósforo ó vitamina D3 (las aves no utilizan eficazmente la vitamina D2) dan
lugar a cuadros de cáscaras débiles y debilidad de patas. La relación óptima calcio/fósforo disponible es del
orden de 10 para ponedoras; es conveniente tener en cuenta que el 60-70% del fósforo vegetal está en forma
de fitatos, no disponibles para las aves, a no ser que se utilicen fitasas. También es conveniente tener en
cuenta que un exceso de fósforo interfiere la absorción intestinal de calcio, y que un aporte excesivo de
vitamina D3 sin un concomitante aporte de calcio puede provocar un hiperparatiroidismo secundario que
incrementa la intensidad de la resorción ósea.

Los aditivos tecnológicos que se utilizan en los piensos de ponedoras son antifúngicos (aunque las ponedoras
son relativamente resistentes a las micotoxinas, estas pueden pasar al huevo, con el consiguiente riesgo para
el consumidor) y, dependiendo del contenido en grasa del pienso, antioxidantes. Respecto a los aditivos
mejoradores de la digestión, se suelen añadir ß-glucanasas en los piensos que contienen una alta proporción
de cebada; también cada vez es más frecuente la utilización de fitasas para mejorar la utilización del fósforo
vegetal. Finalmente, como ya se ha señalado, los piensos de ponedoras contienen pigmentantes para colorear
la yema (en ocasiones se incluye alfalfa en los piensos de ponedoras debido a su contenido en xantofilas). En
los piensos de ponedoras, como en los de pollos, no se utilizan saborizantes; tampoco se suelen incluir
probióticos, ya que su efecto es mínimo. En los piensos de ponedoras no se pueden incluir antibióticos ni
coccidiostáticos.

En los piensos de ponedoras, como en los del resto de las especies zootécnicas, además de carbonato cálcico,
fosfato y sal, se incluye un corrector vitamínico-mineral; los principales trastornos que pueden aparecer en el
caso de una deficiencia vitamínico-mineral son: 
     - los piensos con mucho maíz (deficitario en triptófano) pueden provocar deficiencias en niacina, que se
traduce en dermatitis, enteritis e hígado graso 
     - la deficiencia en niacina y en molibdeno está relacionada con la aparición de perosis (arqueamiento de la
tibia) 
     - la deficiencia en biotina está relacionada con lesiones en la planta de las patas.

Un trastorno frecuente en las gallinas ponedoras es el síndrome del hígado graso hemorrágico. En efecto, las
aves sintetizan más del 90% de los lípidos en el hígado y los transportan por la sangre al tejido adiposo (para
almacenar grasa) y al ovario (para la formación de la yema del huevo), por lo que los niveles plasmáticos de
lípidos en las aves son muy altos, especialmente en las ponedoras. La excesiva lipogénesis provoca la
degeneración grasa del hígado (hígado aumentado de tamaño y de color amarillento) debido a que se supera
la capacidad de transporte de lípidos en el plasma, por lo que la grasa se deposita en el hígado. Las gallinas
con hígado graso, además de reducir la puesta, son muy susceptibles al estrés, siendo la mortalidad
relativamente alta. Este trastorno es relativamente frecuente en ponedoras morenas obesas, y en épocas de
calor.

La causa nutricional desencadenante del hígado graso es la alta ingestión de carbohidratos, lo que provoca
una excesiva lipogénesis; además, los cereales contienen poca biotina (que tiene función lipomovilizadora).
La alta concentración energética, las aflatoxinas y las épocas de calor favorecen la síntesis y acúmulo de
lípidos, por lo que se favorece la aparición del hígado graso. Existen piensos dietéticos para la reducción del
riesgo del síndrome del hígado graso: estos piensos incluyen bastante grasa insaturada en sustitución de
almidón (para reducir la lipogenesis hepática), así como factores lipotropos (p.e. metionina, biotina, niacina;
existen preparados comerciales que contienen estos nutrientes) para reducir la deposición de grasa hepática;
estos piensos se utilizan durante 2-3 meses, sobre todo al final de la puesta de las ponedoras morenas.  
 

PIENSOS DE PONEDORAS

                                                     Normal     Verano 


Nutrientes: 
MJ EM/kg                                    11.5            12.5 
% PB                                             13.5            16.5 
% Grasa                                       <5.0            >5.0 
% Fibra bruta                              >3.0           <3.0 
% Lisina                                         0.65            0.90 
% Metionina+cistina                   0.55            0.70 
% Treonina                                   0.45            0.55 
% Triptófano                                0.15            0.20 
% Calcio                                        3.50            4.00 
% Fósforo disponible                 0.35             0.35 
% Sodio                                        0.15             0.15 
% Acido linoleico                       1.0               1.0

Límites de inclusión de ingredientes: 


Cereales                                              50-65% 
Torta de soja                                      15-25% 
Salvado de trigo                                  0-10% 
Grasa de rumiante                               0-5% 
Mandioca                                             0-10%

Ejemplos de piensos de ponedoras: 


Materias primas 
Maíz                                            36                    45 
Cebada                                       25                    13 
Salvado de trigo                         5                      - 
Torta de soja                            20                     25 
Grasa rumiante                           3                       5 
Carbonato cálcico                     2.5                    2.5 
Conchilla de ostras                   5.0                    6.5 
Fosfato bicálcico                       1.5                    1.0 
Sal                                                0.10                  0.10 
Ingredientes complementarios 
Corrector vitamínico-mineral   0.5                    0.5 
Metionina                                  0.05                   0.15 
Lisina                                           -                       0.05 
Aditivos 
Antifúngico                              1.0                     1.0 
Antioxidante                             Sí                       Sí 
Pigmentante                              Sí                       Sí
 MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS
PIENSOS

Proteína: 
* la digestibilidad media de la PB contenida en los piensos es del 80%, siendo despreciables las
fermentaciones intestinales: 
          Proteína digestible = 0.80 x PB 
          Aminoácidos absorbidos = 0.80 x PB 
* el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan: 
          Aminoácidos netos ó disponibles para la síntesis proteica = 0.65 x 0.80 x PB = 0.50 x PB 
Energía: 
* el contenido energético medio de los nutrientes es 23.5 kJ por g de proteína bruta, 39.5 kJ por
gramo de grasa y 17.5 kJ por gramo de carbohidrato: 
     EB (kJ) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x CNE + 17.5 x FND 
* la digestibilidad media de la PB es del 80%, la del EE es del 90%, la de los CNE es del 90% (la
de los MELN es del 80%) y la de la fibra es despreciable: 
     ED (kJ) = 23.5 x 0.80 x PB + 39.5 x 0.90 x EE + 17.5 x 0.9 x CNE = 19 x PB + 35.5 x EE + 16
x CNE 
* respecto al cálculo de la EM que aporta el pienso se asumen las siguientes hipótesis:  
      - el 35% de los aminoácidos absorbidos se desaminan (el coste medio de la desaminación y
excreción de ácido úrico es de 14 MJ por g de aminoácido desaminado) y el 65% de los
aminoácidos absorbidos se incorporan a proteínas: 
     EM aportada por los aminoácidos = (23.5-14) x 0.35 x 0.80 x PB + 23.5 x 0.65 x 0.80 x PB =
15 x PB 
              EM (kJ) = 15 x PB + 35.5 x EE + 15 x CNE 
* la UE ha establecido la siguiente forma de calcular la EM que aportan los piensos de aves:  
              EM (MJ/kg) = 15.5 PB + 34.5 EE + 16.5 Almidón + 13.0 Azúcares 

EJEMPLO
Un pienso de ponedoras que contiene un 12% de cenizas, un 15% de PB, un 4% de EE y un 6% de
FB tiene el valor nutritivo siguiente. 
Proteína: 
     Proteína digestible: 0.80 x 150 = 120 g/kg de pienso 
     Aminoácidos absorbidos: 0.80 x 150 = 120 g/kg 
     Proteína neta: 0.50 x 150 = 75 g/kg 
Energía: 
* la humedad media de los piensos es del 10% 
             EB = 23.5 x 150 + 39.5 x 40 + 17.5 x (1000 - 100 - 120 - 150 - 40) = 15.45 MJ EB/kg 
             EM = 15 x 150 + 35.5 x 40 + 14 x 530 = 11.1 MJ EM/kg
e) El manejo de la alimentación de las ponedoras.

Habitualmente se utiliza el mismo pienso durante todo el periodo de puesta; no obstante, en algunas
explotaciones se utiliza un pienso con más calcio a partir de los 7 meses de puesta, ya que a partir de esta
edad los huevos (y por lo tanto la cáscara) aumentan de tamaño. Normalmente se utilizan los mismos piensos
para ponedoras blancas y morenas. Los piensos de ponedoras se suministran en harina ya que la granulación
provoca un aumento de la ingestión que no se refleja en la producción de huevos. Las gallinas ponedoras se
alimentan ad libitum; no obstante, en algunas explotaciones se racionan ligeramente las ponedoras morenas a
partir del séptimo mes de puesta para evitar engrasamientos.

Respecto a la ingestión de pienso, las ponedoras, igual que el resto de animales monogástricos, tienden a
consumir a fin de satisfacer sus necesidades energéticas, pudiendo compensar la concentración energética del
pienso (que suele ser de 11.0-12.0 MJ EM/kg) modificando la cantidad de pienso ingerida, de manera que la
ingestión energética tiende a ser constante; para las concentraciones energéticas habituales, las ponedoras
consumen diariamente alrededor de 120 g de pienso. El consumo diario de agua es de 250-300 cc,
dependiendo del índice de puesta y de la temperatura ambiente; igual que en el caso de los pollos, un exceso
de agua excretada produce heces húmedas y pegajosas, que ensucian las jaulas e inciden sobre el estado
sanitario de los animales y la higiene de los huevos.

La temperatura ambiente es, junto con la concentración energética del pienso, el principal factor que
determina la cantidad ingerida de pienso; la temperatura óptima para las gallinas ponedoras es de unos 20 ºC.
Las altas temperaturas tienen una gran incidencia en el consumo de pienso; se considera que por cada grado
que aumenta la temperatura por encima de los 25 ºC se produce una reducción del 1.5% del consumo de
pienso. Las principales consecuencias de la redución del consumo son una caída de la producción (debido a
que se ingiere menos energía), una disminución del tamaño del huevo (debido a que se ingieren menos
nutrientes) y un empeoramiento de la cáscara (debido a que se ingiere menos calcio). En muchas
explotaciones se utilizan piensos específicos durante las épocas de calor; estos piensos son de mayor
concentración energética, y contienen más proteína, más calcio y menos fósforo (para favorecer la absorción
intestinal de calcio y la resorción ósea). Además, durante las épocas de calor se puede mejorar algo la
ingestión de pienso mediante la adición al agua de 50 mg de vitamina C y 5 g de bicarbonato sódico por litro
de agua. Finalmente, se pueden encender las luces 1-2 horas por la noche para que las gallinas ingieran
pienso. 
 

5.- La alimentación de las reproductoras.

En España se mantienen unos 2.5 millones de reproductoras de líneas de puesta, y unos 5 millones de
reproductoras de líneas de carne. Las reproductoras (pesan 3-4 kg) también comienzan la puesta hacia los 5
meses de edad; la puesta dura unos 8 meses, durante los cuales ponen 160-180 huevos fecundados, de los que
se obtienen 130-150 pollitos. El índice de conversión es 400-450 g de pienso por pollito producido.

Los piensos de las reproductoras son similares a los de ponedoras; no obstante, el aporte de oligoelementos y
vitaminas es mayor para las reproductoras, ya que las reservas del futuro pollito dependen del contenido de
estos nutrientes en el huevo, y el contenido en el huevo depende básicamente de las cantidades ingeridas por
las reproductoras (efecto carry-over). Los piensos de reproductoras también contienen los mismos aditivos
que los de ponedoras, excepto obviamente pigmentantes. Aunque las reproductoras se mantienen en el suelo,
no está permitida la inclusión de coccidiostáticos en los piensos, por lo que las reproductoras se vacunan
contra las coccidiosis. El pienso de reproductoras se suele suministrar en harina; los machos y hembras se
suelen alimentar con distintos piensos, adaptados a las necesidades de cada sexo.

Las reproductoras no regulan bien la ingestión energética, por lo que tienden a engrasarse, lo que se traduce
en una caída de la puesta y de la fertilidad: 
     - las pollitas de recría se restringen a partir de las 5 semanas de edad para, además de retrasar su madurez
sexual, evitar que engorden demasiado; el peso de las pollitas se ha de controlar periódicamente para
conseguir el crecimiento estandar de la estirpe. 
     - las reproductoras se racionan a un consumo diario de 140-160 g, contrastando regularmente su peso con
el estandar de la estirpe.

Tema 21. La alimentación de los peces

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el rendimiento productivo de los peces  


- conocer las características y el manejo de los piensos utilizados en las piscifactorías
Esquema del tema: 
La importancia de la acuicultura 
La alimentación de las larvas 
El sistema digestivo de los peces 
La alimentación de los peces 
     a) La alimentación y la calidad del agua de los estanques 
     b) Las necesidades energéticas y proteicas 
     c) Los piensos de los peces 
     d) El manejo de la alimentación de los peces 
AUTOEVALUACION
 

 
1.- La importancia de la acuicultura.

El consumo mundial medio anual de pescado es de casi 20 kg por habitante; el consumo nacional es de unos
30 kg por habitante y año, uno de los más altos de la UE. La importancia de la acuicultura a nivel mundial se
pone de manifiesto en que aporta el 15-20% del pescado consumido.

Aunque a nivel mundial la acuicultura está orientada hacia la obtención de peces en aguas continentales
(sobre todo carpas y otros ciprínidos), la acuicultura de la UE y de España está orientada hacia la obtención
de moluscos (sobre todo mejillón, y en menor medida ostras y almejas). La acuicultura de peces en la UE está
orientada hacia la producción de salmónidos (truchas y salmones):  
     - trucha arcoiris en aguas continentales; de hecho, la mitad de la producción mundial de trucha se obtiene
en la UE. 
     - engorde de salmón atlántico y en menor medida otras especies (sobre todo dorada, lubina y rodaballo) en
aguas marinas.

Hoy en día solamente se han desarrollado técnicas de producción para algunas especies; no obstante, la
creciente demanda mundial de pescado y las limitaciones a la explotación de los caladeros tiende a ampliar el
número de especies explotadas. Quizá el principal obstáculo para el desarrollo de la acuicultura sea, además
de la competencia de la pesca, la poca selección efectuada sobre las especies; en efecto, actualmente los
ciclos productivos son largos (son especies de crecimiento muy lento que para alcanzar el tamaño comercial
requieren entre uno y tres años, dependiendo de la temperatura del agua). Por otra parte, el coste de
mantenimiento de grandes efectivos durante periodos largos de tiempo es elevado y, además, se incrementa el
riesgo de aparición de epizootias ó accidentes ambientales, repercutiendo todo ello en el coste de producción.  
 

PRODUCCION ACUICOLA

                                                       Mundo          UE           España 


Moluscos                                     3.5 M t      600.000 t     100.000 t 
Crustáceos                                   1.0 M t        20.000 t         2.000 t 
Peces                                             9.5 M t      300.000 t       25.000 t 
   Aguas continentales: 
            Carpas y ciprínidos         6.7 M t            -                   - 
            Trucha arcoiris                 0.3 M t     170.000 t       20.000 t 
            Otros                                  1.1 M t       55.000 t           - 
   Aguas marinas: 
            Tilapias y cíclidos            0.5 M t           -                   - 
            Salmón atlántico               0.3 M t       55.000 t           - 
           Otros                                   0.6 M t       20.000 t         5.000 t 
Total                                               14 M t      900.000 t     125.000 t
2.- La alimentación de las larvas.

La mayor parte de los peces presentan una ó dos épocas de puesta al año, siendo la prolificidad muy elevada;
los peces pasan por dos fases de desarrollo antes de convertirse en adultos: la fase de larva y la fase de
postlarva.

La fase de larva dura hasta los 2-5 días de edad en peces marinos, y hasta casi un mes en el caso de los
salmónidos; durante este periodo la reabsorción del saco vitelino asegura la nutrición de la larva. Al final de
esta fase la larva empieza a capturar e ingerir alimento (en esta transición la mortalidad es casi del 50% de las
larvas) y se convierte en postlarva. La fase de postlarva (alevines y jaramugos) dura unos 6 meses, al final de
la cual se transforman en adultos.

El tamaño de las postlarvas determina su alimentación: 


     - las postlarvas de los salmónidos son relativamente grandes (10-15 mm, 0.5 g), por lo que se alimentan
con pienso. 
     - las postlarvas de los peces marinos son pequeñas (2-3 mm, menos de 0.1 g), y por tanto necesitan un
pienso de un tamaño tan pequeño que los métodos para obtenerlo aún no están perfeccionados debido a
dificultades técnicas. Por este motivo, las postlarvas se alimentan de fitoplancton y zooplancton; con el
fitoplancton se alimenta al zooplancton, y con ambos se alimenta a las postlarvas; el fitoplancton y el
zooplancton se cultivan en el laboratorio. No obstante, se están realizando muchos estudios para alimentar a
las postlarvas con pienso microencapsulado (de 15-250 micras) en lugar de con plancton.

El fitoplancton está formado por microalgas (Chlorella, Tetraselmis, etc); las principales especies de
zooplancton que se cultivan son el rotífero Brachionus plicatilis y el crustáceo Artemia salina. El principal
problema que plantea la cría de peces marinos es el pequeño tamaño de las larvas al inicio de la alimentación
activa y su gran selectividad trófica (pués sólo aceptan presas vivas de zooplancton). Los alevines tienen
problemas de tamaño para capturar nauplii de Artemia (cuyas larvas miden 1 mm y 10 mm los adultos)
durante los primeros días, por lo que al principio se utiliza Brachionus (0.2 mm las larvas y 1 mm los
adultos), y a partir de las 2-3 semanas de edad nauplii de Artemia; finalmente se van sustituyendo las presas
vivas por pienso de 0.2-1.0 mm (es el periodo denominado destete) cuando pesan 0.50-0.75 g (1-2 meses de
edad). 
 

3.- El sistema digestivo de los peces.

El aparato digestivo de los peces tiene fundamentalmente las mismas partes que el de los vertebrados
superiores. Los dientes no sirven para masticar, sino únicamente para retener el alimento; el tubo digestivo es
bastante flexible, dilatándose con la ingestión de alimento. Los peces carnívoros poseen junto al píloro unos
sacos ciegos ó apéndices pilóricos (son entre 3 y 150, dependiendo de la especie) que segregan jugo
pancreático.

La determinación de la digestibilidad de los nutrientes es particularmente difícil en peces, siendo frecuente


utilizar marcadores indigestibles. Los peces digieren eficazmente (85-90%) la proteína y la grasa de la ración,
pero no aprovechan eficazmente el almidón crudo (salvo los peces herbívoros); no obstante, la digestibilidad
del almidón se mejora con los tratamientos térmicos, ya que se gelatiniza (la digestibilidad del almidón
gelatinizado es del 75-85%). La fibra prácticamente no es utilizada por los peces carnívoros, siendo
despreciables las pérdidas gaseosas debidas a las fermentaciones intestinales.

Un condicionante muy importante en la alimentación de los peces es su limitada capacidad para utilizar la
glucosa como sustrato energético, por dos motivos: 
     - estos animales producen poca insulina, por lo que la glucosa en sangre no es bien captada por las células;
por este motivo se dice que los peces se comportan como animales diabéticos.  
     - el músculo está adaptado para oxidar aminoácidos y ácidos grasos como sustratos energéticos, siendo
poco intensa la ruta enzimática de oxidación de la glucosa.
 

4.- La alimentación de los peces.

El engorde de las truchas se realiza en cauces de ríos, mientras que los peces marinos se suelen engordar en
jaulas flotantes; la capacidad de producción de las explotaciones acuícolas nacionales oscila entre 100-150 t
anuales en el caso de peces marinos, y entre 400-2.000 t anuales en el caso de truchas (existen unas 150
piscifactorías de truchas: más del 90% de las truchas consumidas proceden de las piscifactorías, y el resto de
la pesca en ríos).

El tamaño final de los adultos depende de la alimentación, no de la edad; por ejemplo, truchas de 6 meses de
edad pueden medir 6 cm (3 g) si no han tenido una alimentación adecuada, ó pueden medir 20 cm (75 g) en
condiciones de una alimentación particularmente favorable.

Los salmónidos se engordan durante unos 12 meses en que alcanzan el tamaño comercial de casi 200 g las
truchas y 1.5 kg los salmones (el ciclo del salmón se inicia en agua dulce y se termina en el mar); el engorde
de las especies marinas dura 12-18 meses en que alcanzan el tamaño comercial de unos 500 g. El índice de
conversión del engorde de salmónidos es de 1.25-1.50 (ya que las necesidades nutritivas son bien conocidas y
los piensos están bien conseguidos), y de los peces marinos es de alrededor de 2.0. El coste de alimentación
representa alrededor de la tercera parte de los costes totales de las explotaciones acuícolas.

La composición corporal media de los peces es 10-15% cenizas, 10% grasa y casi 80% músculo. Los peces
blancos contienen menos grasa (que se acumula en el hígado) que los azules (cuya grasa es subcutánea y
perivisceral); la grasa de los peces se caracteriza por su elevada proporción de ácidos grasos insaturados. El
engrasamiento de los peces no parece modificar la aceptabilidad de los consumidores, pero puede predisponer
al enranciamiento de las grasas durante el almacenamiento del pescado.  
 

a) La alimentación y la calidad del agua en los estanques.

La actividad metabólica de los peces aumenta con la cantidad de oxígeno disuelto en el agua, y viceversa, la
baja disponibilidad de oxígeno limita la actividad metabólica; se consideran óptimos los niveles de oxígeno
próximos a los de la saturación del agua. En estanques cerrados, con densidades elevadas de población, suele
ser deficiente la disponibilidad de oxígeno. Por otra parte, las temperaturas elevadas pueden comprometer la
disponibilidad de oxígeno (el oxígeno es más soluble en agua fría que en agua caliente); además, las
temperaturas elevadas, al provocar una mayor actividad metabólica, favoren un mayor consumo de oxígeno
por los peces, lo que da lugar a una menor disponibilidad de oxígeno disuelto en agua y puede conducir a la
muerte de los animales por asfixia. En las condiciones habituales de explotación, se inyecta oxígeno en el
agua contenida en los tanques para aumentar el nivel de oxígeno disuelto.

Un inconveniente importante derivado de la utilización de aminoácidos como sustrato energético es la


elevada excreción de amonio asociada a las desaminaciones. La acumulación de amonio en los tanques
provoca una depresión del metabolismo, así como un engrosamiento y alteración de las branquias que impide
la correcta transferencia de oxígeno. Por otra parte, el amonio se metaboliza a nitritos y posteriormente a
nitratos; la acumulación de nitritos provoca que se una a la hemoglobina, formando metahemoglobina que no
tiene capacidad transportadora de oxígeno. Por este motivo, se recomienda que la proteína no aporte más del
40% de la energía total de la ración, para lo que se debe incluir en los piensos cantidades importantes de grasa
ó de cereales gelatinizados.

Por otra parte, es importante considerar que existe una gran preocupación respecto a la calidad del agua
(particularmente en la acuicultura continental) debido a la contaminación con restos de piensos y con
excreciones de los peces (sobre todo eutrofización con nitrógeno y fósforo). Por este motivo, en algunos
paises europeos (p.e. Dinamarca) ya se ha legislado sobre la calidad de los alimentos de peces: la
digestibilidad ha de ser superior al 80%, la proteína máxima ha de ser del 45% y el fósforo máximo un 1%;
estos piensos han de incluir proporciones elevadas de grasa y carbohidratos con el fin de limitar el contenido
nitrogenado del pienso. 
 

b) Las necesidades energéticas y proteicas.

En la alimentación de los peces se utiliza la energía digestible como unidad de valoración tanto de las
necesidades como del valor energético de los alimentos; en el caso de los peces, la energía digestible que
aportan los alimentos prácticamente coincide con la energía metabolizable, ya que las fermentaciones
intestinales son despreciables y el coste energético asociado a la excreción de amonio es mínimo .

Las necesidades diarias energéticas y proteicas de los peces son sustancialmente menores que las de los
animales terrestres, debido a varios factores:  
     - las necesidades de mantenimiento son mucho más bajas en peces (p.e. son superiores a 300 kJ EN y 1.25
g PN por kg PM en cerdos, y de solamente 45 kJ EN y 0.45 g PN por kg PM en peces), debido a que: 
               - no necesitan energía para mantener la temperatura corporal ya que son poiquilotermos 
               - para los desplazamientos en el agua se precisa poca energía  
               - no obstante, los peces realizan un determinado gasto energético (hasta el 20% del gasto metabólico
total) para el mantenimiento del equilibrio osmótico; además, los peces reciclan mal los aminoácidos
procedentes de la renovación proteica 
     - la eficacia de obtención de la energía neta a partir de la energía metabolizable es más elevada en peces
que en vertebrados, esto es, la producción de extracalor por los peces es muy escasa 
     - aunque las desaminaciones son más intensas en peces que en otros animales, la excreción de nitrógeno
tiene lugar preferentemente en forma de amoniaco a través de las branquias (más del 85% del nitrógeno se
excreta por las branquias, y el resto por la orina); esta vía metabólica es mucho más conveniente desde el
punto de vista energético que la excreción de nitrógeno en forma de urea ó de ácido úrico.

Como media, las necesidades energéticas y proteicas diarias de los peces de 100 g que crecen 1 g/d son 25 kJ
ED y 0.5 g PB, de los de 250 g que crecen 1.5 g/d son 40 kJ ED y 0.75 g PB, y de los que pesan 500 g y
crecen 2 g/d son 60 kJ ED y 1.25 g PB. El nivel de alimentación de los peces disminuye con la edad y oscila
entre 1.75-2.25.

La relación óptima proteína/energía de los piensos de peces disminuye con la edad del pez y oscila entre 20-
25 g PB/MJ ED; esta alta relación no es debida a que los peces tengan unas necesidades particularmente altas
de proteína, sino a que las necesidades energéticas de mantenimiento son muy bajas; en efecto, mientras que
los cerdos cerdos tienen unas necesidades de mantenimiento de 5.0-5.5 g PB/MJ ED, los peces tienen unas
necesidades de mantenimiento de casi 20 g PB/MJ ED. 
 

MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DE LAS NECECESIDADES DE


NUTRIENTES

Mantenimiento:   55 kJ ED/kg PM   y   1 g PB/kg PM 


Crecimiento:     14 kJ ED/g engordado    y    0.35 g PB/g engordado.

EJEMPLO
Las necesidades diarias de un pez de 200 g que engorda 1.25 g diarios son: 
a) Características del crecimiento diario: 
     - formación de hueso y acumulación de contenido gastrointestinal: 12.5% x 1.25 g = 0.15 g 
     - deposición de carne: 1.25 - 0.15 = 1.10 g 
     - deposición muscular: 80% x 1.1 g = 0.9 g 
     - deposición de grasa: 1.1 - 0.9 = 0.2 g 
b) Necesidades energéticas diarias: 55 x 0.20.75 + 14 x 1.25 = 34 kJ ED 
c) Necesidades proteicas diarias: 1.0 x 0.20.75 + 0.35 x 1.25 = 0.75 g PB 
d) Consumo diario de un pienso de 15 MJ ED/kg: 
     - estimación a partir de las necesidades energéticas: 34/15 = 2.25 g/d 
     - estimación a partir del peso corporal: 1.25% x 200 g = 2.5 g/d
c) Los piensos de los peces.

Habitualmente, las concentraciones energéticas de los piensos de peces carnívoros son altas (14.0-16.0 MJ
ED/kg), y contienen porcentajes altos (35-40%) de proteína. Las principales materias primas utilizadas en la
elaboración de estos piensos son: 
     - la mayor parte de la proteína es aportada por la harina de pescado (un 30-40% del pienso suele ser harina
de pescado: sobre todo de arenque, sardina, anchoa y pescado blanco); no obstante, se está realizando un
considerable esfuerzo de investigación para establecer las necesidades nutritivas de las distintas especies, y
para formular raciones con menor contenido proteico y con fuentes alternativas de proteína (por ejemplo torta
de soja; sin embargo, las proteínas de origen vegetal son peor digeridas que las de origen animal, por lo que
la torta de soja no se suele incluir en porcentajes superiores al 15%) 
     - respecto a los cereales, ya se ha comentado que aunque tienen una buena digestibilidad una vez
gelatinizados, los peces no utilizan eficazmente la glucosa como sustrato energético; en la práctica los
cereales no suelen suponer más de un 20-25% de la ración 
     - los lípidos son los nutrientes más eficaces para el aporte energético ya que se digieren casi por completo;
por este motivo los piensos de peces contienen mucha grasa (15-20%), casi toda insaturada; se utilizan sobre
todo aceites de pescado (de sardina y de hígado de bacalao) y en menor medida oleínas.

Los piensos de peces, igual que los del resto de especies, contienen un corrector vitamínico-mineral. Las
especies acuáticas dependen mucho menos que las terrestres de los correctores minerales agregados al pienso,
ya que los minerales no sólo se toman en los alimentos, sino que también se absorben del medio. Los
principales aspectos a considerar en la nutrición vitamínico-mineral de los peces son: 
     - los peces son capaces de cubrir gran parte de sus necesidades de calcio y oligoelementos a expensas del
agua circundante 
     - aunque el nivel de fósforo disuelto en el agua es bajo, la harina de pescado de los piensos contiene
mucho fósforo 
     - los peces utilizan la vitamina D3, pero no metabolizan eficazmente la vitamina D2 
     - obviamente, los peces de agua salada no necesitan sal en el pienso 
     - la síntesis intestinal de vitaminas hidrosolubles es poco intensa en peces, por lo que se añaden
sistemáticamente en los correctores 
     - algunas especies de peces no sintetizan la vitamina C; en particular, es recomendable suplementar
generosamente los piensos con vitamina C cuando existan situaciones estresantes (estanques densamente
poblados, etc) 
     - los piensos de peces suelen incluir altos porcentajes de grasa insaturada, por lo que la suplementación
con vitamina E es esencial para evitar oxidaciones tanto en el pienso, como de la grasa depositada en el
organismo (la deficiencia en vitamina E origina una distrofia muscular ó enfermedad de Sekoke), y asimismo
para la correcta conservación del pescado.

Los peces tienen unas altas necesidades de ácidos grasos insaturados, que permanecen en estado líquido y
permiten mantener la flexibilidad y permeabilidad de las membranas celulares a bajas temperaturas. Los
ácidos grasos de la serie 18:3w3 (linolénico) son particularmente importantes en las raciones de los peces de
aguas muy frías, ya que estos ácidos grasos son muy insaturados; por su parte, los ácidos grasos de la serie
18:2w6 (linoleico) son importantes en las raciones de los peces de aguas más cálidas. Estos ácidos grasos
insaturados pueden elongarse e insaturarse para formar los ácidos grasos poliinsaturados, muy importantes en
los peces de aguas muy frías. La deficiencia en ácidos grasos insaturados se manifiesta en un deterioro de las
branquias, infiltración grasa en el hígado, anemia y alta mortalidad.

En los piensos de peces se utilizan solamente aditivos tecnológicos (antioxidantes, antifúngicos,


pigmentantes, atrayentes y aglomerantes en los piensos granulados), no estando permitidos los antibióticos ya
que pueden provocar resistencias debido a la larga duración del ciclo productivo: 
     - la utilización de niveles relativamente altos de antioxidantes, además de vitamina E, es imprescindible en
los piensos de peces debido al alto contenido en grasa insaturada  
     - la palatabilidad del pienso es un aspecto muy importante, ya que estos animales, en especial los más
jóvenes, pueden rechazar las materias primas vegetales si se incluyen en cantidades elevadas; los piensos
suelen incorporar atrayentes como betaína y mezclas de aminoácidos; las harinas y aceites de pescado
resultan altamente palatables para todas las especies acuícolas  
     - los pigmentantes son sustancias que colorean el músculo y la grasa subcutánea de los salmónidos; están
permitidos los pigmentantes rojos cantaxantina y astaxantina que se suministran a partir de 6 meses de edad;
la harina de krill (son pequeños crustáceos) y algunas algas también poseen poder pigmentante. Las
xantofilas amarillas (p.e. maíz) se deben limitar, ya que dan una indeseable coloración amarillenta al
músculo. En épocas de ayuno ó de estrés se pierden reservas y se moviliza grasa corporal, por lo que se
pierde parte de los pigmentantes. 

Los piensos de acuicultura se presentan aglomerados (granulados ó extrusionados); el aglomerado ha de


mantener su forma y textura en el agua; si se desintegra no sirve de alimento y perjudica la calidad del agua.
El tamaño del aglomerado ha de ser tan grande como sea posible para minimizar las pérdidas por lixiviación
de minerales, vitaminas hidrosolubles y aminoácidos; pero por otra parte, el tamaño ha de ser lo
suficientemente pequeño para poder ser ingerido por el pez. Para compensar las inevitables pérdidas por
lixiviación, los piensos se fortifican en los nutrientes hidrosolubles; además, la grasa se añade rodeando al
aglomerado, lo que reduce la lixiviación. Otro aspecto importante es el tamaño de las partículas que forman el
aglomerado; el alimento se ha de moler muy fino, a menos de 2 mm, para que al aglomerar no queden
cavidades por donde entre agua.

La mayor parte de los piensos se extrusionan; las ventajas del extrusionado frente al granulado son:  
     - se gelatiniza todo el almidón, no solo la capa externa, por lo que se mejora su digestibilidad y permite
mayores inclusiones de cereales 
     - flotan en el agua aunque sean trozos grandes (incluso de 5 mm) ya que el pienso extrusionado tiene una
baja densidad, lo que permite controlar el consumo de alimento; por el contrario, los gránulos de tamaño
superior a los 2 mm se hunden 
     - la consistencia es mejor debido a que el almidón gelatinizado compacta muy bien (mucho mejor que las
proteínas ó la grasa), y como consecuencia la pérdida de partículas es menor (y por tanto la polución); de
hecho, el extrusionado dura más de 24 horas en el agua 
     - el extrusionado no necesita aglomerantes; en acuicultura se utiliza bastante la carboximetilcelulosa y los
alginatos como aglomerantes del gránulo 
     - los inconvenientes del extrusionado son su coste (el extrusionado es un 10-15% más caro que el
granulado), y que los peces consumen mejor el granulado que el extrusionado; además, los peces herbívoros
se alimentan en el fondo, por lo que se suelen alimentar con gránulos. 
 

 MODELO SIMPLIFICADO PARA LA ESTIMACION DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS


PIENSOS

Proteína: 
* la digestibilidad media de la PB contenida en los piensos es del 85%, siendo despreciables las
fermentaciones intestinales: 
          Proteína digestible = 0.85 x PB 
          Aminoácidos absorbidos = 0.85 x PB 
* el 45% de los aminoácidos absorbidos se desaminan: 
          Aminoácidos netos ó disponibles para la síntesis proteica = 0.55 x 0.85 x PB = 0.45 x PB 
Energía: 
* el contenido energético medio de los nutrientes es 23.5 kJ por g de proteína bruta, 39.5 kJ por
gramo de grasa y 17.5 kJ por gramo de carbohidrato: 
          EB (kJ) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x CNE + 17.5 x FND 
* la digestibilidad media de la PB es del 85%, la del EE es del 90%, la de los CNE es del 80% (la
de los MELN es del 70%) y la de la fibra es despreciable: 
          ED (kJ) = 23.5 x 0.85 x PB + 39.5 x 0.90 x EE + 17.5 x 0.80 x CNE = 20 x PB + 35.5 x EE
+ 14 x CNE 
* respecto al cálculo de la EM que aporta el pienso se asumen las siguientes hipótesis:  
      - el 45% de los aminoácidos absorbidos se desaminan (el coste medio de la desaminación y
excreción de amonio (y algo de urea) es de 4.5 MJ por g de aminoácido desaminado) y el 55% de
los aminoácidos absorbidos se incorporan a proteínas: 
      EM aportada por los aminoácidos = (23.5-4.5) x 0.45 x 0.85 x PB + 23.5 x 0.55 x 0.85 x PB =
18 x PB 
                          EM (kJ) = 18 x PB + 35.5 x EE + 14 x CNE

EJEMPLO
Un pienso de peces que contiene un 6% de cenizas, un 35% de PB, un 15% de EE y un 3% de FB
tiene el valor nutritivo siguiente. 
Proteína: 
          Proteína digestible: 0.85 x 350 = 300 g/kg de pienso 
          Aminoácidos absorbidos: 0.85 x 350 = 300 g/kg 
          Proteína neta: 0.45 x 350 = 160 g/kg 
Energía: 
* la humedad media de los piensos es del 10% 
          EB = 23.5 x 350 + 39.5 x 150 + 17.5 x (1000 - 100 - 60 - 350 - 200) = 19.2 MJ EB/kg 
          ED = 20 x 350 + 35.5 x 150 + 12 x 260 = 15.45 MJ ED/kg 
          EM = 18 x 350 + 35.5 x 150 + 12 x 260 = 14.75 MJ EM/kg
d) El manejo de la alimentación de los peces.

La temperatura óptima para la mayoría de los peces se sitúa entre 15-20ºC, dependiendo de la especie, edad,
fase del ciclo biológico, salinidad del agua, oxígeno disuelto, etc; en general, al aumentar la temperatura del
agua se incrementa la velocidad de las reacciones químicas, lo que se traduce en un aumento de la actividad
metabólica. El aumento de la actividad metabólica lleva asociado un aumento del consumo de alimento, y por
lo tanto el crecimiento se mejora cuanto mayor sea la temperatura del agua; por el contrario, en caso de
temperaturas bajas el animal ralentiza sus procesos metabólicos y el crecimiento, llegando a la hibernación;
esto es, cuanto más fría esté el agua más se alarga el ciclo de producción. Por lo tanto, es conveniente
alimentar generosamente a los animales durante el verano y evitar desperdiciar pienso durante el invierno.

La cantidad de pienso ingerida diariamente se puede estimar de dos formas: 


     - debido a que los peces regulan la cantidad de energía ingerida, la ingestión de pienso se puede estimar
como la cantidad necesaria para cubrir las necesidades energéticas de mantenimiento y crecimiento:  
               g diarios = Necesidades energéticas/Concentración energética del pienso  
     - debido a que la ingestión depende básicamente del peso del pez y de la temperatura del agua, se pueden
utilizar cartas de alimentación: por ejemplo, la ingestión diaria de pienso de peces de 100 g es del 1.5% de su
peso en aguas frías y del 2% de su peso en aguas cálidas, mientras que la ingestión de peces de 250 g es del
1% en aguas frías y del 1.5% en aguas cálidas. 
 

EJEMPLO DE TABLA DE ALIMENTACION DE TRUCHAS CON PIENSO ESTANDAR


  
 Peso (g)    0.2-0.4     0.4-0.8     0.8-2.9     2.9-12   12-40  40-100  100-200   >200 
Temperatura (ºC) 
          6           3,1           2,9           2,7           2,2         1,8       1,4        1,2         0,8 
          8           3,8           3,6           3,2           2,6         2,2       1,6        1,4         0,9 
        10           4,6           4,3           3,8           3,1         2.4       1,9        1,7         1,1 
        12           5,3           4,8           4,5           3,6         2,7       2,1        1.8         1,3 
        14           5,7           5,5           5,2           3,9         3,3       2,7        2.1         1,5 
        16           6,2           5,7           5,4           4,1         3,5       2,7        2,3         1,6 
        18           5,5           5,3           4,8           3,8         3,0       2,2        1,9         1,4 
        20           4,3           4,0           3,7           2,9         2,4       1,8        1,6          1,0 
Nº comidas  8-12        8-10          6-8           4-5         3           2           2             2 
diarias 
Tamaño del 0,4-0,6    0,6-1       1-1,4        1,4-2        2,5       3,2        4,5           4,5 
pienso (cm)
La mayoría de los peces consumen el alimento mientras flota en la columna de agua, pero no cuando se
deposita en el fondo (motivo por el que los piensos se extrusionan). La forma de suministrar el alimento
puede ser: 
     - racionado: utilizando las tablas de alimentación se estima la cantidad de pienso necesaria diariamente
para alimentar a los peces; el pienso se suele suministrar a mano.  
     - ad libitum con comederos de autodemanda: mediante este método se consiguen los crecimientos
máximos, aunque se empeora el índice de conversión porque se desperdicia bastante pienso; aunque se tiende
hacia la utilización de alimentación ad libitum, un riesgo asociado a este sistema es que el pienso rehusado
deteriora la calidad del agua de los estanques; un exceso de comida provoca su putrefacción en el suelo y la
consiguiente alteración de las variables de calidad del agua (disminución de oxígeno, producción de
compuestos tóxicos, proliferación de algas, etc), lo que puede provocar una alta mortalidad de animales.  
IV. NUTRICION DE RUMIANTES 

Tema 22. La degradación ruminal y la digestión de


los alimentos

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar los principales aspectos de la digestión de nutrientes en rumiantes  


- saber aplicar los métodos para determinar la degradabilidad ruminal y la digestibilidad  
- saber explicar los principales factores que determinan la digestibilidad de los nutrientes
Esquema del tema: 
El sistema digestivo de los rumiantes 
     a) La actividad de la flora ruminal 
     b) La digestión postruminal de los alimentos 
La utilización digestiva de los carbohidratos 
     a) La degradación ruminal de los carbohidratos 
     b) La digestión postruminal de los carbohidratos 
La utilización digestiva de los compuestos nitrogenados 
     a) La degradación ruminal de los compuestos nitrogenados 
     b) La digestión postruminal de los compuestos nitrogenados 
La utilización digestiva de las grasas 
Los métodos para determinar la degradabilidad ruminal de los nutrientes 
     a) El método de las bolsas de nylon 
     b) Los métodos in vitro 
Los métodos para determinar la cantidad de proteína microbiana sintetizada en el rumen  
Los métodos para determinar la digestibilidad de los nutrientes 
     a) Los métodos in vivo 
     b) Los métodos in vitro 
Los factores que determinan la degradabilidad y digestibilidad de los nutrientes 
     a) La degradabilidad y digestibilidad de la fibra 
     b) La degradabilidad y digestibilidad de los compuestos nitrogenados 
     c) La degradabilidad y digestibilidad de otros nutrientes 
     d) La alimentación integral 
AUTOEVALUACION
Práctica:
Fundamento, aparataje y demostración de la determinación in vivo e in vitro de la degradabilidad y
digestibilidad de los nutrientes

 
1.- El sistema digestivo de los rumiantes. 
El aparato digestivo de los rumiantes presenta unas características específicas: tiene tres preestómagos que
sirven para digerir la fibra y parte de la proteína del alimento, y un verdadero estómago (abomaso ó cuajar)
donde se segrega el jugo gástrico (en los preestómagos no se produce ningún tipo de secreción). En términos
generales, el 60-65% de la digestión de los nutrientes tiene lugar en el rumen, alrededor del 30% en el
intestino delgado, y el 5-10% en el intestino grueso (la importancia del intestino grueso aumenta en el caso de
raciones poco digestibles, ya que llega más alimento). 

El alimento pasa de la boca al rumen ó panza prácticamente sin masticar. Durante la rumia se produce la
insalivación y trituración de los alimentos; la rumia consiste en la regurgitación y remasticación de los tejidos
vegetales más largos y menos digestibles. La saliva es una solución tampón de bicarbonatos y fosfatos con
pH 8.0; además de regular el pH ruminal (acidificado por los ácidos grasos volátiles) recicla en forma de urea
parte del amoniaco absorbido en el rumen. La cantidad de saliva producida depende de la fibrosidad de la
ración: las raciones con un alto contenido en fibra se rumian durante más tiempo, y por tanto la producción de
saliva es elevada; por el contrario, los piensos molidos ó granulados, e incluso los pastos y ensilados, se
rumian menos y por lo tanto se produce menos saliva.  
 

a) La actividad de la flora ruminal. 

En el rumen y en el retículo se produce la fermentación de aproximadamente las dos terceras partes del
alimento ingerido, debido a la acción de la flora microbiana (105 protozoos + 1010 bacterias por ml de líquido
ruminal); existen más de 60 especies de bacterias y 30 de protozoos, siendo las principales bacterias
monococos y bacilos, y los principales protozoos los ciliados. Las bacterias ruminales tienen la capacidad de
producir enzimas que liberan en el rumen; además de producir amilasas y proteasas, aunque no lipasas,
también producen celulasas que hidrolizan los enlaces ß de la fibra. Las condiciones del rumen son
anaerobias, siendo agua el 90% del contenido ruminal; la temperatura es de 40 ºC y el pH 5.5-6.5. El
alimento permanece 0.5-2 días en el rumen, dependiendo de su contenido en fibra. 

La flora ruminal fermenta el alimento para obtener la energía que necesita para su propio mantenimiento y
crecimiento (cuando se habla de fermentación ruminal se incluye también la fermentación en el retículo). En
efecto, mientras que en los animales monogástricos los productos de la hidrólisis enzimática son directamente
absorbidos por el epitelio intestinal, en los rumiantes los productos de la hidrólisis enzimática que ocurre en
el rumen (las enzimas son producidas por las bacterias, en el rumen no hay glándulas) son ingeridos por los
microorganismos ruminales; por este motivo se dice que alimentar rumiantes significa de algún modo
alimentar la flora ruminal. 

Los microorganismos del rumen excretan como subproducto al medio ruminal una mezcla de ácidos grasos
volátiles (acético, propiónico, butírico, láctico), anhídrido carbónico, metano, amoniaco y calor. La mayor
parte del CO2 y NH3 es ingerido por la flora ruminal para formar metano y proteína microbiana,
respectivamente; los gases (CO2 y NH3) no utilizados por los microorganismos y los ácidos grasos volátiles
son absorbidos por el epitelio ruminal; el CH4 es eructado. 

Aunque por una parte es positivo que la flora microbiana permita a los rumiantes la utilización de la fibra, por
otra parte la degradación de los aminoácidos, azúcares e hidrogenación de parte de los ácidos grasos
insaturados ingeridos significa en cierta medida una pérdida de eficacia digestiva; esto es particularmente
cierto en los rumiantes de alta producción, para los que se emplean raciones muy concentradas y con poca
fibra. La pérdida de eficacia digestiva y metabólica debida a las fermentaciones ruminales se pone de
manifiesto al considerar que el índice de conversión de terneros alimentados con raciones a base de cebada es
de 5-7, mientras que el índice de conversión de pollos y cerdos es 2-3. 

Por este motivo, mejorar las condiciones de degradación de las raciones no significa que se degrade más
cantidad de alimento, sino:  
     - aumentar la degradabilidad de la fibra de la ración  
     - aumentar la síntesis de proteína microbiana a partir de proteína de baja calidad ó de NNP  
     - reducir la degradabilidad del almidón y de la proteína de buena calidad, ya que estos nutrientes se
digieren más eficazmente en el intestino delgado  
     - reducir la síntesis de metano, ya que lleva asociada una pérdida energética.

ESQUEMA SIMPLIFICADO DE LA DEGRADACION RUMINAL DE LOS ALIMENTOS

b) La digestión postruminal de los alimentos. 

En general, la tercera parte del alimento ingerido pasa sin fermentar del rumen y retículo al omaso o librillo
(donde se absorbe agua), y de aquí al abomaso; este alimento arrastra al abomaso una parte importante de la
flora ruminal. En el abomaso y duodeno tiene lugar una digestión (de microorganismos y alimento) similar a
la que ocurre en monogástricos. 

En el abomaso continúa la absorción de ácidos grasos volátiles y amoniaco, así como pequeñas cantidades de
otros nutrientes; en el duodeno se absorben los nutrientes que se liberan al digerirse tanto los
microorganismos arrastrados como el alimento que ha escapado a la fermentación ruminal. 

El alimento no digerido en el abomaso y duodeno pasa al intestino grueso, donde parte de los nutrientes son
fermentados por la flora microbiana del ciego y colon, y el resto es excretado en las heces. 

ESQUEMA SIMPLIFICADO DE LA UTILIZACION DIGESTIVA DE LOS ALIMENTOS

   
   
2.- La utilización digestiva de los carbohidratos.

En los rumiantes, la digestión de los carbohidratos es más compleja que en monogástricos debido a los
procesos fermentativos anaerobios que ocurren en el rumen.  
 

a) La degradación ruminal de los carbohidratos. 

Los enzimas microbianos hidrolizan prácticamnte todos los carbohidratos no estructurales (almidón) y buena
parte de los carbohidratos estructurales (fibra). Los azúcares producto de esta hidrólisis son utilizados como
fuente energética por la flora microbiana, que los cataboliza y produce ácidos grasos volátiles (AGV) que
excreta al rumen; la mayor parte de estos ácidos grasos son absorbidos en la pared ruminal y el resto en el
abomaso. Los AGV representan de media el 60% de la energía absorbida por el rumiante en su aparato
digestivo (y hasta el 80% en caso de raciones forrajeras). 

La proporción de AGV formados en el rumen depende del tipo de flora microbiana que se desarrolla según el
pH del rumen, que en última instancia depende del tipo de alimento:  
     - los carbohidratos estructurales poco digestibles (p.e. paja, heno) fermentan lentamente (2-5% por hora)
de modo que la velocidad con que se producen AGV es lenta, y por lo tanto el pH del rumen se mantiene alto
(pH>6.0), favoreciendo el desarrollo de una flora celulolítica productora de ácido acético  
     - los carbohidratos de reserva (p.e. almidón de cereales) y algunos subproductos (p.e. salvado) fermentan
rapidamente (20-50% por hora), lo que da lugar a una rápida formación de AGV y a una disminución del pH
ruminal (pH < 6.0). Además, cuando la inclusión de concentrado en la ración es elevada se mastica poco y
por lo tanto la producción de saliva (que mantendría relativamente alto el pH) es escasa. El bajo pH favorece
el desarrollo de una flora amilolítica productora de ácidos láctico y propiónico, y dificulta el desarrollo de
protozoos y bacterias celulolíticas  
      - los alimentos con elevado contenido en azúcares solubles (p.e. melazas, pulpa de remolacha, hierba
joven) fermentan muy rápidamente (50-100% por hora) y estimulan el desarrollo de protozoos ciliados que
almacenan estos azucares, e impiden que sean utilizados como fuente energética por otros microorganismos,
lo que limita el desarrollo del resto de la flora; al limitarse la fermentación ruminal se mantiene un pH>6.0, lo
que dificulta el desarrollo de una flora amilolítica (y por tanto se reduce la producción de ácido propiónico) y
favorece la actividad de las bacterias celulolíticas. Los protozoos ciliados producen cantidades importantes de
ácido butírico  
     - en el rumen, además de AGV, se producen cantidades importantes de metano (CH4). El metano se
origina como consecuencia de la fijación por bacterias metanogénicas del exceso de hidrógeno que se
produce en el rumen durante la fermentación de los carbohidratos (CO2 + 4 H2  =  CH4 + 2 H2O). El metano
formado es expulsado por el eructo y, aunque no sea un trastorno metabólico, significa una pérdida que
supone el 5-10% de la energía ingerida. La cantidad de metano formado depende del tipo de fermentación
que tenga lugar en el rumen; en efecto, mientras que la formación de ácido acético y ácido butírico lleva
asociada la liberación de hidrógeno que es utilizado por las bacterias metanogénicas para producir metano, la
formación de ácido láctico y propiónico consume hidrógeno reduciendo su disponibilidad para producir
metano. Además, a pH inferior a 5.5 se inhibe el desarrollo de las bacterias metanogénicas. Como las
raciones basadas en alimentos concentrados reducen el pH y producen ácido propiónico, originan menos
pérdidas en forma de metano que las raciones forrajeras. Por otra parte, algunos antibióticos (monensina
sódica y flavofosfolipol; los antibióticos están permitidos en lactoreemplazantes y en el cebo de terneros,
pero no en la producción de leche) inhiben el desarrollo de las bacterias metanogénicas, como se estudiará
más adelante.  
 

EJEMPLO DE LA PROPORCION DE AGV FORMADOS EN EL RUMEN 

                       Ración forrajera          Ración estandar           Ración intensiva  


pH                         6.0-7.0                           5.5-6.0                             4.5-5.5  
acético                     70                                   60                                   50  
propiónico              15                                   25                                   35  
butírico                    15                                   15                                   15
b) La digestión postruminal de los carbohidratos. 

Al abomaso llegan cantidades importantes de fibra no degradada; en el caso de raciones basadas en maíz,
también llegan cantidades apreciables de almidón que escapa a la degradación ruminal:  
     - el almidón que escapa a la fermentación ruminal es hidrolizado y la glucosa absorbida en el intestino
delgado de manera similar a como ocurre en monogástricos. En general, la glucosa representa menos del 1%
de la energía absorbida con raciones forrajeras cuyo contenido en almidón es mínimo; con raciones con
cebada (que fermenta casi completamente en el rumen) representa menos del 5%; con raciones con maíz la
glucosa absorbida en el duodeno puede representar hasta el 15% de la energía absorbida  
     - la fibra no es digerida en el abomaso ni en el duodeno, pasando directamente al intestino grueso donde es
fermentada parcialmente produciendo AGV; con las raciones habituales los AGV absorbidos en el intestino
grueso representan menos del 10% de la energía absorbida por el rumiante.  
 

3.- La utilización digestiva de los compuestos nitrogenados. 

Los compuestos nitrogenados, igual que los carbohidratos, también sufren una intensa fermentación ruminal;
el nitrógeno contenido en los alimentos (tanto nitrógeno no proteico como proteico) es utilizado por la flora
ruminal para sintetizar su propia proteína. 

Parte de los microorganismos del rumen son arrastrados con el alimento al cuajar; la proteína de estos
microorganismos (proteína microbiana), junto con la proteína del alimento que no ha sido fermentada en el
rumen (proteína by-pass), es digerida en el cuajar y duodeno, liberándose y absorbiéndose sus aminoácidos.  
 

a) La degradación ruminal de los compuestos nitrogenados. 

Los principales aspectos de la degradación ruminal de los compuestos nitrogenados son:  


     - el nitrógeno no proteico del alimento (que representa el 20-30% del nitrógeno de los forrajes verdes y
raices (p.e. nabos), y hasta el 50% en los forrajes ensilados) es transformado en amoniaco en el rumen por la
acción de enzimas bacterianas  
     - parte de la proteína del alimento (de media las dos terceras partes) es hidrolizada en el rumen por la
acción de proteasas bacterianas; el resto de la proteína del alimento pasa directamente al abomaso (proteína
by-pass). Los aminoácidos liberados en la hidrólisis ruminal son desaminados en la luz ruminal por acción
de desaminasas bacterianas, formándose amoniaco y cadenas carbonatadas  
     - alrededor del 75% del amoniaco formado en el rumen es tomado por la flora para sintetizar sus propios
aminoácidos (proteína microbiana); las cadenas carbonatadas necesarias para la síntesis de estos aminoácidos
las obtiene la flora a partir de cadenas carbonatadas procedentes de azúcares y aminoácidos. Es importante
enfatizar que, en general, los microorganismos no insertan los aminoácidos de las proteínas alimentarias tal
cual son liberados en la hidrólisis ruminal, sino que los desaminan y realizan una neoformación de
aminoácidos. Por este motivo, la composición de la proteína microbiana que llega al duodeno de los
rumiantes difiere considerablemente de la proteína original de la ración, siendo el contenido en aminoácidos
de la proteína microbiana relativamente constante e independiente del regimen alimenticio  
     - el resto del amoniaco producido se absorbe a través del epitelio ruminal, y en el hígado es transformado
en urea; la urea (que puede proceder del amoniaco absorbido en el rumen, ó de la desaminación orgánica de
aminoácidos) puede ser eliminada por la orina ó puede ser reciclada al rumen por medio de la saliva ó por las
venas ruminales. 

Es importante considerar que las raciones que aportan mucho nitrógeno y poca energía pueden provocar una
toxicidad amoniacal debido a que:  
     - en el rumen existe un alto contenido en NH3 debido al alto contenido proteico  
     - la actividad de la flora ruminal es poco intensa debido a una carencia de energía, por lo que la síntesis de
proteína microbiana está limitada y por lo tanto se produce una acumulación ruminal de amoniaco  
     - el exceso de NH3 es absorbido en el rumen, pudiendo sobrepasar la capacidad detoxificadora del
hígado. 

Finalmente, algunos aminoácidos ramificados (p.e. isoleucina) dan lugar a la formación de AGV ramificados
denominados isoácidos: los isoácidos son ingeridos por las bacterias y utilizados como sustratos
energéticos.  
 

b) La digestión postruminal de las proteínas. 

La digestibilidad de la proteína que llega al abomaso es del 80-90%; con las raciones habituales, dos tercios
de los aminoácidos absorbidos en el duodeno de los rumiantes son de origen microbiano y el tercio restante
de origen alimentario. 

Igual que en el caso de monogástricos, los compuestos nitrogenados no absorbidos en el rumen ni en el


duodeno llegan al intestino grueso, donde pueden ser utilizados por la flora intestinal para sintetizar proteína
microbiana. No obstante, la síntesis de proteína microbiana en el intestino grueso está muy limitada por el
escaso aporte tanto nitrogenado como energético; además, la proteína microbiana sintetizada en el ciego no
tiene utilidad para el animal ya que está muy limitada su hidrólisis a aminoácidos absorbibles.  
 

4.- La utilización digestiva de las grasas. 

Respecto a la utilización ruminal de la grasa, es conveniente tener presentes los siguientes aspectos:  
     - la flora ruminal no produce lipasas, y por lo tanto en el rumen no se digiere la grasa de los alimentos; por
otra parte, la flora ruminal no utiliza grasa como sustrato energético ya que la metabolización de la grasa
requiere oxígeno  
     - la mayor parte de la grasa insaturada se satura en el rumen (-CH=CH-  +  H2   =>   -CH2-CH2-),
utilizando el hidrógeno liberado en la fermentación de los carbohidratos  
     - la flora ruminal transforma en grasa saturada (grasa microbiana) parte de los nutrientes captados; por
este motivo, la cantidad de grasa que sale del rumen es mayor que la cantidad de grasa aportada por la
ración. 

Por otra parte, la grasa de la ración (particularmente los ácidos grasos insaturados) interfiere la fermentación
de los alimentos, ya que la grasa se adhiere a las partículas, dificultando el ataque de las enzimas
microbianas. 

Los ácidos grasos que pasan al abomaso y al duodeno de los rumiantes son de dos orígenes: ácidos grasos
procedentes de la ración (grasa by-pass, en su mayor parte insaturada que no ha sido saturada en el rumen) y
ácidos grasos contenidos en los microorganismos (grasa microbiana, saturada). En el duodeno de los
rumiantes se produce una hidrólisis y una absorción similar a la que ocurre en los monogástricos,
absorbiéndose la glicerina y los ácidos grasos de la ración y de los microorganismos.  
 

5.- Los métodos para determinar la degradabilidad ruminal de los nutrientes. 

Para determinar la degradabilidad de los alimentos se puede utilizar el método de las bolsas de nylon ó
métodos in vitro.  
 

a) El método de las bolsas de nylon. 

El método de las bolsas de nylon (ó de Mehrez-Orskov) utiliza animales con una fistula ruminal por la que se
introducen bolsas de nylon con el alimento. Las bolsas permanecen en el rumen 2-3 días, y los nutrientes
degradados escapan por los poros de la bolsa. Finalmente se sacan las bolsas y se calcula la degradabilidad
ruminal por diferencia entre la cantidad introducida y el residuo que queda en la bolsa. 

La degradabilidad de cada nutriente es función de la solubilidad de ese nutriente (fracción A), de la velocidad
c de degradación de la fración insoluble (fracción B), y del tiempo de permanencia del nutriente en el rumen
(que es inversamente proporcional a la velocidad k de tránsito ruminal); la degradabilidad real ó efectiva (De)
de cada nutriente se calcula como De = A + B x c/(c + k). 

MODELIZACION DE LA DEGRADABILIDAD RUMINAL


Ejemplo 
Determinar la cantidad de proteína
degradable y la cantidad de proteína
by-pass de una muestra de heno de
alfalfa:  
     - el heno de alfalfa se analiza y se
determina que contiene un 15% de
PB  
     - se determina que el 30% de la
PB del heno es soluble en agua  
     - se realiza una prueba con bolsas
de nylon y se determina que la
degradabilidad máxima (a las 72 h de
incubación ruminal) de la PB del
heno es del 80%  
     - la degradabilidad ruminal se
ajusta con un ordenador a una curva
de degradación, y se obtiene la curva:
D = 30 + 50 (1 - e-0.06 t)  
Curva de degradación:        - la curva indica que la velocidad
Degradabilidad tras t horas de incubación =  A + B (1 - e- de degradación de la fracción
ct
)   insoluble es el 6% a la hora 
A es el porcentaje de nutriente soluble  
A+B es el porcentaje de nutriente degradado en 72 horas   Asumiendo una velocidad de tránsito
ruminal del 5% a la hora, se
t es el tiempo de permanencia en el rumen  
determina que la degradabilidad
c es la velocidad de degradación 
efectiva es:  
 De = 30 + 50 x 0.06/(0.06 + 0.05) =
Cálculo de la degradabilidad efectiva:   60% de la PB del heno. 
De = A + B x c/(c + k)  
k es la velocidad de tránsito ruminal, y oscila entre el 3-6% Por lo tanto, el heno de alfalfa
a la hora  contiene:  
    150 g/kg MS x 60% = 90 g de
proteína degradable por kg MS, y  
    150 - 90 = 60 g de proteína by-pass
por kg MS
b) Los métodos in vitro. 

Debido a la duración de las pruebas in vivo y al efecto traumático que para el animal supone una fístula, en
algunas ocasiones se sustituye el método de las bolsas de nylon por los métodos de laboratorio basados en la
incubación anaeróbica a 40 ºC durante 2-3 días de la muestra a estudiar:  
     - la solubilidad de los nutrientes en una solución tampón de fosfatos-carbonatos (saliva artificial) estima la
solubilidad de los nutrientes de los alimentos en el rumen (fracción A); una simplificación de este método es
la solubilidad de los nutrientes del alimento en agua  
      - la solubilidad de los nutrientes en líquido ruminal obtenido de animales fistulizados estima la
degradabilidad de los alimentos (fracciones A+B); una variación es la determinación de la degradabilidad de
la FND del alimento en una solución tampón a la que se añaden celulasas obtenidas de hongos ó bacterias.  
 

6.- Los métodos para determinar la cantidad de proteína microbiana sintetizada en el rumen. 

La cantidad de proteína microbiana sintetizada en el rumen depende de la disponibilidad de cadenas


carbonatadas y de nitrogéno; la mayoría de los sitemas de alimentación de rumiantes estiman la cantidad de
proteína microbiana sintetizada a partir de la energía y de la proteína del alimento que ha sido fermentado en
el rumen, como se estudia con detalle más adelante. 

Otro método de estimación de la cantidad de proteína microbiana sintetizada en el rumen es la determinación


de la cantidad de bases púricas y sus derivados excretados en la orina:  
     - las células que forman los alimentos poseen ácidos nucleicos que contienen bases púricas  
     - todas las bases púricas de las células que forman los alimentos se transforman en amoniaco el rumen  
     - este amoniaco es captado por la flora ruminal para formar nuevos microorganismos  
     - estos microorganoismos formados, que a su vez contienen bases púricas, pasan al duodeno; por lo tanto,
la cantidad de microorganismos o proteína microbiana formada se puede estimar determinando la cantidad de
bases púricas que pasan al duodeno 
     - mediante marcadores indigestibles y cánulas duodenales se puede determinar el flujo de bases púricas al
duodeno, y por tanto conocer la síntesis ruminal de proteína microbiana  
     - las bases púricas son absorbidas en el duodeno: una parte de estas bases púricas son excretadas
directamente en la orina, y otra parte se metabolizan a xantina, hipoxantina, ácido úrico y alantoína; estos
productos también se excretan en la orina. Por lo tanto, analizando la cantidad de bases púricas y de
productos de su metabolismo excretados en la orina también se puede estimar la cantidad de bases púricas
que han pasado al duodeno.  
 

7.- Los métodos para determinar la digestibilidad de los nutrientes. 

Para determinar la digestibilidad de los alimentos se emplean, igual que en monogástricos, métodos in vivo e
in vitro. 
 

a) Los métodos in vivo.

Los métodos in vivo más utilizados son el método directo para evaluar forrajes y raciones completas, y el
método de sustitución para valorar concentrados; además, se pueden utilizar cánulas para determinar la
digestibilidad de los alimentos en los diferentes tramos del aparato digestivo. Un inconveniente importante de
la aplicación de estos métodos en rumiantes es su larga duración y la elevada cantidad de alimento necesario:
en efecto, habitualmente se precisan unas dos semanas de periodo pre-experimental para la adaptación
ruminal al alimento, y finalmente un periodo experimental de una semana.

Una estimación relativamente rápida de la digestibilidad de los alimentos también se obtiene incubando
durante 7 días en el rumen bolsas de nylon con muestras del alimento; los nutrientes no fermentados durante
este tiempo se consideran indigestibles 

La determinación de la digestibilidad de los pastos presenta ciertas dificultades debido a que es difícil
conocer con precisión la cantidad de alimento ingerido y la cantidad de heces excretadas. La digestibilidad de
los pastos se puede determinar utilizando marcadores indigestibles internos, esto es, sustancias indigestibles
contenidas en el pasto, por ejemplo, lignina ácido detergente, nitrógeno ligado a la FAD, cenizas insolubles
en ácido, ó alcanos (son ceras de cadena impar presentes en los forrajes).  
 

UTILIZACION DE MARCADORES EN PASTOREO 

Se desea conocer la digestibilidad de unos pastos que contienen un 20% de MS y un


0.005% sobre MS de alcano C33. Se mantienen 3 vacas pastando y se recogen varias
muestras de heces durante 10 días que se analizan, resultando que contienen un 0.02%
de alcano  C33 sobre MS. 

Cantidad de marcador ingerido = Cantidad de MS ingerida (I) x Porcentaje de


marcador en la MS ingerida (%MI)  
Cantidad de marcador excretado (que coincide con el ingerido) = Cantidad de MS
excretada (H) x Porcentaje de marcador en la MS de las heces (%MH)  
Por lo tanto:  I x %MI = H x %MH

La digestibilidad de la MS es:  
     DMS = 1 - MSheces/MSingerida = 1 - H/I = 1 - %MI/%MH, esto es, DMS = 1 - 0.005/0.02 =
75%
b) Los métodos in vitro.

Los métodos in vitro consisten en solubilizar anaeróbicamente el alimento en el laboratorio (preferiblemente


tras la extracción de la grasa con eter de petróleo):  
          - el método de Tilley-Terry consiste en digerir el alimento con una solución tampón con carbonatos y
fosfatos (saliva artificial), líquido ruminal (que contiene amilasas, celulasas y proteasas, y se obtiene a través
de una cánula en animales fistulizados) y una solución de pepsina; después de 48 h de incubación anaerobia
se determina la cantidad de nutrientes solubilizados  
           - el método de la pepsina-celulasa consiste en digerir al alimento con saliva artificial y una solución
que contiene pepsina y celulasa (obtenidas en laboratorio a partir de microorganismos)  
          - el método de Van Soest consiste en digerir el alimento con saliva artificial, líquido ruminal y solución
neutro-detergente.  
 

8.- Los factores que determinan la degradabilidad y digestibilidad de los nutrientes. 

La degradabilidad y digestibilidad de cada materia prima incluída en la ración de los rumiantes depende no
sólo de su composición química, sino también de la composición de los demás ingredientes de la ración,
debido al efecto asociativo entre ingredientes. 

Por otra parte, la digestibilidad de los alimentos de buena calidad es similar en vacas, ovejas y cabras; sin
embargo, la capacidad de las cabras para digerir la fibra de forrajes de mala calidad es algo superior (no muy
superior) a la de ovejas y vacas. 

Finalmente, los cambios bruscos de ración suelen tener efectos nefastos en los rumiantes debido a la falta de
adaptación de la flora ruminal, y se suelen manifestar en forma de diarreas intensas, acidosis ruminal,
meteorismo e incluso enterotoxemias que pueden provocar la muerte de los animales.  
 

a) La degradabilidad y digestibilidad de la fibra. 

La digestibilidad de la fibra es función de su degradabilidad ruminal, y en menor medida de su


degradabilidad en el intestino grueso. La degradabilidad media de la FND contenida en los forrajes habituales
es de un 60% (alrededor del 50% se degrada en el rumen y el otro 10% en el intestino grueso); en todo caso,
las pectinas de la pared celular son totalmente degradadas en el rumen. 

Los principales factores que determinan la intensidad de la degradación ruminal de la fibra son su
lignificación y el aporte de concentrado en la ración: 
     - respecto al efecto de la lignina, además de no ser degradable, reduce la degradabilidad del resto de
componentes de la fibra, de tal manera que los lignocarbohidratos (suma de lignina y carbohidratos asociados
a la lignina, que se estiman como 2.4 x LAD) se consideran totalmente indegradables. La degradabilidad
ruminal de los carbohidratos de la pared celular no ligados a la lignina oscila entre el 50-75%, y en el
intestino grueso se degradan alrededor del 20% de los carbohidratos estructurales no degradados en el
rumen.  
     - respecto a la influencia del aporte de concentrado en la degradabilidad ruminal de la fibra es
conveniente tener presente que los microorganismos del rumen utilizan rapidamente el almidón de los
cereales, provocando un descenso del pH ruminal a menos de 6.0; el bajo pH deprime el desarrollo de las
bacterias celulolíticas, esto es, al aumentar la inclusión de concentrado en las raciones de los rumiantes se
reduce la degradabilidad de la fibra. Aunque la combinación óptima para un correcto funcionamiento ruminal
se sitúa en alrededor del 65% de la energía aportada como concentrado y el 35% como forraje, habitualmente
son necesarias inclusiones de concentrado superiores al 70% de la ración para mantener una alta producción
de leche, por lo que los forrajes no se degradan bien en el rumen; no obstante, la redución de la
degradabilidad de la fibra debido a las altas inclusiones de concentrado no es tan acentuada cuando los
forrajes de la ración son de buena calidad, se utilizan tampones ruminales, ó se realiza alimentación integral:  
               - la fibra de los forrajes de buena calidad es facilmente degradada por las enzimas producidas por la
flora celulolítica, por lo que, aunque la actividad de esta flora esté deprimida debido al alto aporte de
concentrado, su producción de enzimas es aún suficiente para degradar altos porcentajes de la fibra de los
forrajes de buena calidad  
               - los tampones ruminales (bicarbonato sódico, óxido de magnesio) evitan la disminución drástica del
pH ruminal debido a una alta inclusión de concentrado, por lo que la actividad de la flora celulolítica no está
excesivamente deprimida  
               - la alimentación integral permite una estabilización de las fermentaciones ruminales, como se verá
más adelante  
     - sin embargo, en determinadas circunstancias, el aporte de concentrado no reduce la degradabilidad de la
fibra, sino que la mejora. En particular, la adición de concentrado (hasta un 20% de la ración) a forrajes de
baja calidad (p.e. paja, henos mediocres) aporta energía y nitrógeno facilmente utilizable por la flora ruminal,
facilitando su desarrollo y una mayor degradabilidad del material fibroso. 

Otros factores que condicionan la degradabilidad ruminal de la fibra son:  


     - cantidad de alimento ingerido: la degradabilidad de la ración depende del tiempo de permanencia del
alimento en el aparato digestivo, y esto es particularmente cierto referido a la permanencia del forraje en el
rumen; al aumentar la cantidad ingerida de alimento aumenta la velocidad del tránsito digestivo, y por tanto
se reduce la degradabilidad de los forrajes. La redución de la degradabilidad debida al aumento de la
ingestión no es muy importante cuando los forrajes son de buena calidad, pero sí es considerable para forrajes
de mala calidad. Así, los animales muy productivos, que precisan una elevada ingestión de alimento, digieren
peor los forrajes de lenta degradación que aquellos animales que ingieren menos alimento (por ejemplo,
animales en mantenimiento)  
     - cantidad de grasa en la ración: la alta inclusión de grasa (inclusiones superiores al 5%) interfiere el
desarrollo microbiano del rumen, reduciendo la digestibilidad de la fibra de la ración; esto es particularmente
cierto cuando se incorporan a la ración grasas con un porcentaje importante de ácidos grasos insaturados  
     - tamaño del forraje: el picado de los forrajes provoca un aumento de la velocidad de tránsito intestinal, lo
que se manifiesta por un lado en un aumento de la ingestión del forraje, y por otra en una disminución de su
degradabilidad; es aconsejable el picado de los forrajes groseros (p.e. paja, heno) porque el efecto beneficioso
sobre el consumo es superior al efecto negativo sobre la degradabilidad; por el contrario, no se aconseja picar
los forrajes frescos porque no se mejora mucho el consumo pero se reduce bastante la degradabilidad  
     - la degradabilidad de los forrajes conservados es menor que la de los forrajes frescos; no obstante, esta
disminución es mínima en el caso de ensilados bien realizados  
     - la utilización de ciertos aditivos (levaduras, hongos blancos, bacterias celulolíticas activas a pH bajos,
etc) también permite mejorar la degradabilidad ruminal de la fibra.  
 

b) La degradabilidad y digestibilidad de los compuestos nitrogenados. 

El porcentaje de proteína alimentaria que es degradada en el rumen varía entre 40-90% (como media el 65%),
dependiendo de cada ingrediente en particular; por otra parte, todo el NNP se degrada en el rumen. 

La digestibilidad de la proteína by-pass depende de cada ingrediente en particular, siendo de media del 80%;
de hecho se considera que toda la proteína by-pass se digiere postruminalmente, excepto la ligada a la fibra
(proteína de la pared celular). Respecto a la proteína microbiana sistetizada en el rumen (se considera que el
80% de la proteína microbiana es proteína verdadera y el resto NNP) su digestibilidad postruminal es también
de alrededor del 80%.  
 

c) La degradabilidad y digestibilidad de otros nutrientes. 

La degradabilidad ruminal del almidón contenido en los alimentos es prácticamente total; no obstante, en el
caso del maíz, alrededor del 15% de su almidón pasa sin degradar al abomaso. El almidón que escapa a la
fermentación ruminal se digiere completamente en el intestino delgado:  
     - debido a que los tratamientos térmicos gelatinizan el almidón de los cereales (y en particular el almidón
del maíz), aumentando su degradación ruminal, los piensos de rumiantes (en particular los de hembras
lecheras) no se suelen granular, ya que es deseable que la degradación ruminal del almidón sea lo más baja
posible para conseguir una alta absorción de glucosa a nivel intestinal.  
     - los cereales no se suelen moler finamente ya que la molienda fina, además de provocar que
prácticamente todo el almidón del maíz se degrade en el rumen, da lugar a un rápido descenso del pH
ruminal, lo que suele traducirse en acidosis ruminal. En la práctica, los cereales para las vacas se parten
groseramente ó se aplastan, ya que los cereales enteros son mal digeridos y aparecen en las heces; los cereales
para las ovejas y cabras no se muelen ya que estas especies regurgitan los granos y los rumian sin dificultad. 

Respecto a la utilización digestiva de los lípidos, aunque estos no se degradan en el rumen, se considera que
se digieren totalmente en el intestino delgado. 

Finalmente, la flora ruminal produce fitasas, por lo que la digestibilidad del fósforo vegetal es mayor en
rumiantes que en monogástricos.  
 

d) La alimentación integral. 

Tradicionalmente los rumiantes se alimentaban con forrajes ad libitum y concentrado dos veces al día. Tras la
ingestión de concentrado hay una elevada producción de ácidos grasos volátiles que provocan un acusado
descenso del pH; el pH vuelve a aumentar en los momentos en que se consumen forrajes; se provocan por lo
tanto cuatro fermentaciones: dos a base de concentrado y otras dos a base de forraje. 

Sin embargo, la ración es mejor consumida, y sobre todo la fibra es mejor fermentada, cuando la
fermentación en el rumen se realiza con un pH estable. El método de la alimentación integral ó
unifeed consiste en mezclar el concentrado con el forraje y distribuirlo ad libitum a los animales; este sistema
permite la estabilización de las fermentaciones ruminales, mejorándose la ingestión y degradabilidad de la
fibra, y reduciéndose el riesgo de enfermedades digestivas (en particular acidosis ruminal); además, la
alimentación ad libitum provoca un aumento de la ingestión de materia seca, así como una mayor producción
de saliva que amortigua la caida del pH. Un sistema con resultados similares al unifeed consiste en el
suministro del concentrado en pequeñas cantidades (250-300 g de cada vez) varias veces al día mediante el
uso de collares magnéticos.  
 

OSCILACIONES DIARIAS DEL pH RUMINAL SEGUN EL METODO


DE ALIMENTACION 

Tema 23. El valor nutritivo de los alimentos

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar los factores que determinan las rutas metabólicas que siguen los nutrientes
absorbidos 
- saber estimar el valor energético y proteico de las raciones de rumiantes
Esquema del tema: 
Los nutrientes estructurales 
     a) Los nutrientes estructurales a nivel ruminal 
     b) Los nutrientes estructurales a nivel metabólico 
El metabolismo de los nutrientes absorbidos 
     a) El metabolismo de los azúcares y la glucogénesis 
     b) El metabolismo de los lípidos y la lipogénesis 
     c) El metabolismo de los aminoácidos 
El valor proteico de los alimentos 
     a) El sistema PAI del NRC americano 
     b) El sistema PDI del INRA francés 
     c) El sistema PMI del AFRC británico 
La concentración energética de los alimentos 
     a) El metabolismo energético 
     b) La energía que aportan los alimentos 
     c) El sistema NRC americano 
     d) El sistema INRA francés 
     e) El sistema AFRC británico 
AUTOEVALUACION
Información complementaria:

         El sistema Cornell de valoración de alimentos

 
1.- Los nutrientes estructurales. 

Como ya se ha comentado en temas anteriores, los nutrientes estructurales son aquellos que tienen una
función específica en el metabolismo del animal (aminoácidos, glucosa, ácidos grasos, vitaminas y
minerales); no obstante, además de estos nutrientes estructurales a nivel metabólico, en el caso de los
rumiantes existen otros nutrientes con importancia estructural a nivel ruminal, como son la fibra, el almidón,
el nitrógeno no proteico y la proteína degradable.  
 

a) Los nutrientes estructurales a nivel ruminal. 

La actividad de la flora ruminal depende directamente de la calidad de la ración ingerida; una correcta
actividad de la flora es aquella en la que la fermentación de los nutrientes con bajo valor nutritivo (fibra,
nitrógeno no proteico y proteínas de bajo valor biológico) es máxima, mientras que la producción de
metabolitos indeseables (exceso de ácido láctico, exceso de amoniaco, exceso de metano) es mínima. 

Para conseguir una adecuada actividad ruminal es preciso que la ración aporte, en cantidades equilibradas,
nutrientes energéticos y nutrientes nitrogenados facilmente utilizados por la flora ruminal para su desarrollo;
el imbalance entre aporte energético y nitrogenado suele dar lugar a trastornos ruminales:  
     - un exceso de nutrientes energéticos (esto es, mucho almidón, relacionado generalmente con un escaso
aporte de fibra) provoca una excesiva producción de ácido láctico, relacionado con la aparición de acidosis
ruminal  
     - por el contrario, un exceso de nutrientes nitrogenados (esto es, mucho nitrógeno no proteico ó un exceso
de proteína degradable) provoca una excesiva acumulación de amoniaco en el rumen, relacionado con la
aparición de alcalosis ruminal.  
 

b) Los nutrientes estructurales a nivel metabólico. 

Mientras que en monogástricos los nutrientes estructurales a nivel metabólico (aminoácidos, glucosa, ácidos
grasos, etc) proceden del alimento, en el caso de los rumiantes buena parte de estos nutrientes (ácidos grasos
volátiles, aminoácidos bacterianos) proceden del metabolismo ruminal:  
     - igual que en el caso de los monogástricos, la glucosa tiene una gran importancia estructural como
sustrato a partir del cual se obtienen otros nutrientes (p.e. lactosa), particularmente en el caso de hembras en
lactación. Los rumiantes absorben en el aparato digestivo cantidades relativamente modestas de glucosa,
utilizando el ácido propiónico como el principal sustrato glucogénico. Por ello, el valor estructural de los
alimentos de las hembras en lactación depende básicamente de su contenido en almidón productor de
propiónico a nivel ruminal  
     - la mayor parte de los aminoácidos absorbidos en el intestino de los rumiantes son de origen bacteriano;
la proteína bacteriana aporta una alta cantidad de aminoácidos esenciales para ser utilizados en el
metabolismo del animal. Por este motivo y debido también a que la mayor parte de los aminoácidos del
alimento van a ser desaminados en el rumen, la calidad de la proteína aportada por los alimentos de los
rumiantes tiene una importancia relativa. No obstante, los animales con elevadas necesidades nutritivas (p.e.
hembras de alta producción, animales jóvenes con elevada velocidad de crecimiento) no obtienen los
suficientes aminoácidos a partir de la proteína microbiana, por lo que es necesario complementar la proteína
microbiana con proteína by-pass de alta calidad procedente del alimento, como se estudiará más adelante  
     - el contenido en grasa de la leche tiene una gran importancia ya que determina su valor comercial. Debido
a que el contenido en grasa de los alimentos de los rumiantes es generalmente bajo, es importante que las
raciones de los animales en lactación aporten una cierta cantidad de fibra que permita una adecuada
producción y absorción de ácido acético, que es el principal nutriente lipogénico  
     - los rumiantes, igual que los monogástricos, necesitan vitaminas y minerales para mantener un correcto
funcionamiento metabólico. La síntesis de vitaminas hidrosolubles realizada por la flora ruminal hace que los
rumiantes sean relativamente independientes del contenido de los alimentos en estas vitaminas; no obstante,
la ración debe aportar cantidades adecuadas de vitaminas liposolubles. Respecto a los minerales, los
rumiantes tienen unas necesidades relativamente altas de calcio y fósforo (en particular las hembras en
lactación); la flora ruminal hidroliza los fitatos de los alimentos, por lo que la disponibilidad del fósforo fítico
es mucho mayor que en monogástricos. Igual que en el caso de los monogástricos, las raciones de los
rumiantes incluyen correctores vitamínico-minerales. 
 

2.- El metabolismo de los nutrientes absorbidos. 

Las rutas metabólicas de los rumiantes son ligeramente diferentes a las de los monogástricos, debido a la
utilización metabólica de los ácidos grasos volátiles absorbidos en el rumen y debido a la escasa absorción
intestinal de glucosa. 

El 90% del ácido butírico y el 30% del ácido láctico se metabolizan en el epitelio ruminal a cuerpos cetónicos
(ácido ß-hidroxibutírico y ácido acetoacético); el 50% del ácido propiónico también es metabolizado en el
epitelio ruminal, produciéndo ácido láctico y ácido pirúvico. Los ácidos grasos volátiles absorbidos, así como
los productos de su metabolismo en el epitelio ruminal, son conducidos por la vena porta al hígado, donde
son metabolizados ó enviados a las células.  
 

a) El metabolismo de los azúcares y la glucogénesis. 

Al contrario que en monogástricos, en el duodeno de los rumiantes se absorbe poca glucosa, por lo que la
glucogénesis es intensa en estas especies, particularmente en las hembras en lactación que tienen unas
elevadas necesidades de glucosa; por ejemplo, las vacas de leche tienen unas necesidades de mantenimiento
de unos 600 g diarios de glucosa, mientras que las necesidades de producción son de unos 115 g de glucosa
por litro de leche. Además de la glucosa, se sintetiza galactosa en la ubre y pentosas (para formar ácidos
nucleicos) en todas las células, siendo la glucosa el precursor de estos azúcares. Por otra parte, las
necesidades de glucosa como sustrato energético son mínimas ya que los rumiantes utilizan principalmente
AGV como sustrato energético. 

Respecto a los sustratos glucogénicos, los principales aspectos a considerar son:  


     - el principal sustrato glucogénico en los rumiantes es el ácido propiónico; en efecto, el 50-60% del ácido
propiónico absorbido en el rumen se transforma en glucosa (el resto se utiliza con fines energéticos); la
glucosa procedente del ácido propiónico representa el 40-60% de la glucosa utilizada por el rumiante. El
ácido láctico formado en la glucólisis anaerobia muscular y en la pared ruminal (como producto del
metabolismo del ácido propiónico) también puede ser utilizado como sustrato glucogénico; el ácido láctico
produce alrededor del 15% de la glucosa utilizada por los rumiantes.  
     - el ácido acético y el ácido butírico absorbidos en el rumen no son glucogénicos; en ciertas ocasiones, un
problema importante de las raciones forrajeras es la poca disponibilidad de nutrientes glucogénicos.  
     - otro sustrato glucogénico importante en los rumiantes son los aminoácidos, de tal manera que la
conversión en glucosa de las cadenas carbonatadas de los aminoácidos glucogénicos supone alrededor de un
25% de la glucosa obtenida por los rumiantes.  
      - también la glicerina obtenida de los triglicéridos del alimento y la liberada al movilizarse los
triglicéridos del tejido adiposo puede ser utilizada para la síntesis de glucosa; sin embargo, los ácidos grasos
no son glucogénicos.  
     - finalmente, el glucógeno muscular y hepático puede hidrolizarse y formar glucosa; no obstante, las
reservas de glucógeno son pequeñas (menos de 2 kg en una vaca lechera), por lo que no es muy importante
como sustrato glucogénico. 

La eficacia energética media de la glucogénesis en rumiantes es del 75%, esto es, la cuarta parte de la EM
contenida en los sustratos glucogénicos se pierde en forma de extracalor.  
 

b) El metabolismo de los lípidos y la lipogénesis. 

En los rumiantes, como en el resto de los mamíferos, la síntesis de triglicéridos ocurre principalmente en el
tejido adiposo. La síntesis de ácidos grasos se realiza a partir del acetil-coA; el principal precursor del acetil-
coA es el ácido acético, y en menor medida los cuerpos cetónicos, algo de ácido propiónico, los ácidos grasos
(tanto los procedentes del alimento como de las reservas corporales) y las cadenas carbonatadas de los
aminoácidos. Los ácidos grasos así formados (y los de origen alimentario) se unen a la glicerina (que se
forma principalmente a partir de glucosa) para formar los triglicéridos de reserva y de la leche. 

La eficacia energética media de la lipogénesis en rumiantes es del 60-65% (frente a un 80% en


monogástricos), esto es, más de la tercera parte de la EM contenida en los sustratos lipogénicos se pierde en
forma de extracalor.  
 

c) El metabolismo de los aminoácidos. 

Igual que en el caso de los monogástricos, los aminoácidos absorbidos en el aparato digestivo de los
rumiantes pueden tener dos destinos diferentes, según sean las necesidades del organismo en ese momento:  
     - la síntesis de proteínas, esto es, participar en la renovación proteica, incorporarse a nuevos tejidos
durante el crecimiento ó la gestación, e incorporarse a la leche 
     - la desaminación para obtener grasa, glucosa ó energía. 

Los aminoácidos proceden del alimento, de la flora ruminal y del metabolismo (renovación) muscular; la
dependencia de los rumiantes del contenido de aminoácidos esenciales de la racion es sensiblemente menor
que la de los monogástricos, ya que la proteína microbiana ruminal tiene un buen contenido en aminoácidos
esenciales. No obstante, los rumiantes con elevadas necesidades nutritivas (p.e. hembras de alta producción)
pueden no obtener los suficientes aminoácidos esenciales con la proteína microbiana, ó sintetizarlos a un
ritmo inferior al de su utilización metabólica; los aminoácidos más limitantes para la síntesis de leche parecen
ser metionina, lisina y fenilalanina, dependiendo del tipo de ración. Actualmente se está investigando la
posibilidad de proteger proteína alimenticia de buena calidad (proteína by-pass) para que no se degrade en el
rumen y así se absorban los aminoácidos en el intestino delgado. 

La eficacia energética media de la síntesis proteica en rumiantes es del 40% en rumiantes (frente al 55% en
monogástricos), esto es, más de la mitad de la EM contenida en los aminoácidos utilizados para formar
proteínas se pierde en forma de extracalor. 

Aunque en general la mayor parte de los aminoácidos van a ser utilizados para la síntesis proteica, en el caso
de hembras de alta producción de leche, como ya se ha señalado, una cantidad importante de aminoácidos
absorbidos va a ser desaminada y el cetoácido resultante es utilizado como sustrato glucogénico; no obstante,
no todos los cetoácidos son glucogénicos.  
 

3.- El valor proteico de los alimentos. 

Mientras que en monogástricos los aminoácidos absorbidos en el duodeno son los contenidos en los
alimentos, los aminoácidos absorbidos en el duodeno de los rumiantes son en su mayoría de origen
microbiano (en gran medida independientes del contenido en aminoácidos de la ración). Debido a que no se
puede conocer con precisión el tipo y la cantidad de aminoácidos absorbidos en el duodeno, en la nutrición de
rumiantes no se suele considerar el aporte de aminoácidos de los alimentos, sino que los sistemas actuales se
limitan a estimar la cantidad de proteína digestible (tanto microbiana como by-pass) que llega al intestino
delgado:  
     - la cantidad de proteína microbiana sintetizada por la flora ruminal depende del aporte de la ración en
energía (para mantener la actividad de la flora y aportar cadenas carbonatadas para la formación de
aminoácidos microbianos) y en proteína degradable (que aporta grupos amino para la formación de los
aminoácidos microbianos)  
     - la proteína by-pass que llega al duodeno es, por definición, la proteína del alimento no degradada en el
rumen. La proporción de proteína by-pass que aportan los alimentos oscila entre 10-50% de su contenido
proteico, dependiendo de cada alimento en particular; en el caso de incluir en la ración alimentos de alta
calidad proteica es interesante someterlos a ciertos tratamientos para reducir la degradibilidad ruminal de la
proteína que contienen, como se estudiará más adelante.  
 

a) El sistema PAI (proteína absorbible que llega al intestino) del NRC americano. 

El sistema NRC estima el contenido en proteína absorbible que llega al intestino como la suma de la proteína
absorbible que procede del alimento y la proteína absorbible de origen microbiano:  
     - la proteína by-pass que aporta cada alimento se determina mediante la técnica de las bolsas de nylon; se
asume que toda la proteína by-pass es proteína verdadera que tiene una digestibilidad del 80%  
     - la proteína microbiana que se forma se calcula a partir de la energía neta que aporta la ración (este
sistema no determina la cantidad de proteína microbiana formada por cada alimento concreto); se asume que
el 80% del contenido proteico microbiano es proteína verdadera con una digestibilidad del 80%.  
 

 SISTEMA NRC 

Proteína by-pass:  
La cantidad de proteína by-pass que aportan los alimentos se calcula directamente
como la proteína no degradable estimada mediante la técnica de las bolsas de nylon:  
          Pbp = PB x (1 - D), siendo D la degradabilidad de la proteína  
Proteína microbiana:  
El sistema NRC no estima la cantidad de proteína microbiana que se forma para cada
materia prima en concreto, sino que calcula la proteína microbiana que se forma en el
rumen cuando al animal se le suministran raciones completas.  
     * Si el aporte de nitrógeno limita la actividad de la flora ruminal se estima que la
cantidad de proteína disponible para la flora ruminal es toda la proteína degradable
(calculada según la técnica de las bolsas de nylon) más la urea reciclada al rumen por
la saliva y las venas ruminales (que se estima como el 15% de la proteína bruta
ingerida). Además se supone que la flora ruminal solamente capta y transforma en
proteína microbiana el 90% de la proteína disponible en el rumen: Pm = (PB x D  + 
PB x 0.15) x 0.9  
     * Si el aporte de energía limita la actividad de la flora ruminal se estima que la
cantidad de proteína microbiana que se forma es diferente según se trate de hembras en
gestación o lactación (Pm = 17.1 x Ingestión diaria de ENl - 193), o se trate de
animales en mantenimiento, crecimiento ó cebo (Pm = 18.5 x Ingestión diaria de ED -
199) 

EJEMPLOS
1) Cálculo del valor proteico de una muestra de torta de soja, sabiendo que contiene
488 g PB/kg MS, y que la degradabilidad ruminal de la PB es del 62% 
        Pbp = 185 g/kg MS, Pbp absorbible = 148 g/kg MS 
        El sistema NRC no calcula valores de Pm para alimentos individuales 
2) Cálculo del valor proteico de una muestra de heno de hierba, sabiendo que contiene
78 g PB/kg MS, y que la degradabilidad ruminal de la PB es del 65% 
        Pbp = 27 g/kg MS, Pbp absorbible = 22 g/kg MS  
3) Cálculo del valor proteico de una ración completa, sabiendo que aporta 6.0 MJ
ENl/kg MS, contiene 150 g PB/kg MS, que la degradabilidad ruminal de la PB es del
60%, y que la ingestión diaria es de 20 kg MS 
Cálculo de Pbp: 
        Pbp = 60 g/kg MS, esto es, 1.200 g diarios  
        Pbp absorbible = 48 g/kg MS, esto es, 960 g diarios  
Calculo de Pm:  
* Si el aporte de nitrógeno es limitante: 
        Pm = 101 g/kg MS, esto es, 2.020 g diarios  
        Pm absorbible = 65 g/kg MS, esto es, 1.300 g diarios  
* Si el aporte de energía es limitante: 
        Pm = 1.860 g diarios,  Pm absorbible = 1.190 g diarios  
* Por lo tanto, el aporte energético es limitante de la síntesis de proteína microbiana  
Proteína absorbible total:  
      960 + 1190 = 2.150 g diarios 
b) El sistema PDI (proteína digestible que llega al intestino) del INRA francés. 

El sistema INRA estima el contenido en proteína digestible que llega al intestino como la suma de la proteína
digestible que procede del alimento y la proteína digestible de origen microbiano:  
     - la proteína by-pass que aporta cada alimento se determina mediante la técnica de las bolsas de nylon,
aunque este valor se corrige ligeramente; se asume que toda la proteína by-pass es proteína verdadera que
tiene una digestibilidad característica para cada alimento  
     - la proteína microbiana que permite formar cada alimento se calcula a partir de la materia orgánica
fermentable que aporta ese alimento; se asume que el 80% del contenido proteico microbiano es proteína
verdadera con una digestibilidad del 80%.  
 

 SISTEMA INRA 

Proteína by-pass:  
El sistema INRA supone que no toda la proteína que desaparece durante la incubación
en bolsas de nylon es proteína degradable, sino que una parte (el 11% de la proteína
by-pass que aporta el alimento) también desaparece durante la incubación; por lo tanto,
la cantidad de proteína by-pass que aportan los alimentos se calcula de la forma:  
      Pbp = PB x (1 - D) + 0.11 x PB x (1 - D) = PB x (1 - D) x 1.11  
Proteína microbiana:  
* Si el aporte de nitrógeno de la ración completa limita la actividad de la flora ruminal
se estima que la cantidad de proteína disponible para la flora ruminal es la proteína
degradable; además, igual que en el sistema NRC, se supone que la flora ruminal
solamente capta y transforma en proteína microbiana el 90% de la proteína disponible
en el rumen:  Pm = (PB x (1 - (1 - D) x 1.11) x 0.9  
* Si el aporte de energía de la ración completa limita la actividad de la flora ruminal se
estima que la cantidad de proteína microbiana que se forma es: Proteína microbiana =
0.145 x MOF, siendo MOF la materia orgánica fermentable que aporta el alimento,
esto es, la materia orgánica digestible menos la proteína by-pass y menos el extracto
etéreo; en definitiva: Pm = 0.145 x (MOD - PB x (1 - D) x 1.11 - EE) 

EJEMPLOS
1) Cálculo del valor proteico de una muestra de torta de soja, sabiendo que contiene
488 g PB/kg MS, que la degradabilidad ruminal de la PB es del 62%, que aporta 807 g
MOD/kg MS y 22 g EE/kg MS, y que la digestibilidad de la proteína by-pass es del
90% 
        Pbp = 206 g/kg MS, Pbp digestible = PDIA = 185 g/kg MS 
        Pm formada, si el aporte nitrogenado de la ración completa es limitante:  
                  Pm = 254 g/kg MS, Pm digestible = PDIMN = 163 g/kg MS  
        Pm formada, si el aporte energético de la ración completa es limitante:  
                  Pm = 84 g/kg MS, Pm digestible = PDIME = 54 g/kg MS  
2) Cálculo del valor proteico de una muestra de heno de hierba, sabiendo que contiene
78 g PB/kg MS, que la degradabilidad ruminal de la PB es del 65%, que aporta 492 g
MOD/kg MS y el contenido en EE es despreciable, y que la digestibilidad de la
proteína by-pass es del 39% 
          Pbp = 30 g/kg MS, Pbp digestible = PDIA = 12 g/kg MS  
          Pm formada, si el aporte nitrogenado de la ración completa es limitante:  
                  Pm = 43 g/kg MS, Pm digestible = PDIMN = 28 g/kg MS 
          Pm formada, si el aporte energético de la ración completa es limitante:  
                  Pm = 67 g/kg MS, Pm digestible = PDIME= 43 g/kg MS  
3) Cálculo del valor proteico de una ración completa, sabiendo que aporta 650 g
MOD/kg MS, 150 g PB/kg MS, 50 g EE/kg MS, que la degradabilidad ruminal de la
PB es del 60%, que la digestibilidad de la proteína by-pass es del 75%, y que la
ingestión diaria es de 20 kg MS 
Cálculo de Pbp: 
        Pbp =  67 g/kg MS, esto es, 1.340 g diarios  
        Pbp digestible = PDIA = 50 g/kg MS, esto es, 1.000 g diarios 
Calculo de Pm:  
* Si el aporte de nitrógeno es limitante: 
        Pm = 75 g/kg MS, esto es, 1.500 g diarios  
        Pm digestible = PDIMN = 48 g/kg MS, esto es, 960 g diarios  
* Si el aporte de energía es limitante: 
        Pm = 1.540 g diarios,  Pm digestible = PDIME = 980 g diarios  
* Por lo tanto, el aporte nitrogenado es limitante de la síntesis de proteína microbiana  
Proteína digestible total:  
      1.000  +  960 = 1.960 g diarios
c) El sistema PMI (proteína metabolizable absorbida en el intestino) del AFRC británico. 
El sistema AFRC estima el contenido en proteína metabolizable absorbida en el intestino como la suma de la
proteína metabolizable que procede del alimento y la proteína metabolizable de origen microbiano:  
     - la proteína by-pass que aporta cada alimento se determina mediante la técnica de las bolsas de nylon; se
asume que una parte de la proteína by-pass es indigestible (la proteína ligada a la FND) y el resto de proteína
by-pass es proteína verdadera que tiene una digestibilidad del 90%  
     - la proteína microbiana que se forma se calcula a partir de la energía metabolizable fermentable que
aporta la ración (EMfermentable = EMración - 35 x EE; se forman 9-11 g de proteína microbiana por MJ de
EMfermentable, dependiendo de que los animales estén en mantenimiento, lactación ó cebo); se asume que el
75% del contenido proteico microbiano es proteína verdadera con una digestibilidad del 85%. 

El sistema AFRC también estima la eficacia de transformación de la proteína metabolizable absorbida en


proteína neta, esto es, cuantifica las desaminaciones metabólicas.  
 

4.- La concentración energética de los alimentos.

a) El metabolismo energético. 

Los rumiantes obtienen la energía básicamente a partir de la oxidación de los ácidos grasos volátiles, y en
menor medida de los aminoácidos y ácidos grasos absorbidos ó movilizados de las reservas corporales:  
     - los principales sustratos energéticos son los ácidos grasos volátiles absorbidos en el rumen: el ácido
acético, los cuerpos cetónicos (ácidos acetoacético y ß-hidroxibutírico) procedentes del metabolismo del
ácido butírico en la pared ruminal, y en menor medida el ácido propiónico (que se utiliza en gran parte como
nutriente glucogénico)  
     - la utilización de aminoácidos como sustrato energético es relativamente importante en rumiantes,
particularmente en el caso de raciones concentradas que producen poco ácido acético en el rumen. Al igual
que en los monogástricos, los aminoácidos se desaminan, formando amoniaco y un cetoácido; los cetoácidos
son oxidados para obtener energía y el amoniaco (el nitrógeno no tiene valor energético) es transformado en
el hígado a urea y eliminado por la orina ó reciclado al rumen; el proceso ligado al reciclado de la urea al
rumen consume energía, de tal manera que en rumiantes se considera que se consumen 7 moles de ATP por
mol de urea formado (en monogástricos se consumen solamente 4 ATP por mol de urea)  
     - al contrario de lo que ocurre en monogástricos, la cantidad de glucosa absorbida en el duodeno de los
rumiantes es muy pequeña (ya que la mayor parte es fermentada en el rumen), por lo que su importancia
como sustrato energético es en general mínima  
     - finalmente, debido a que el contenido en grasa de los forrajes es muy bajo, los lípidos no son en general
un sustrato energético importante en los rumiantes alimentados a base de forrajes; sin embargo, cada vez es
más frecuente la incorporación de grasa by-pass en las raciones de las hembras lecheras de alta producción.
Por otra parte, la grasa corporal es un importante sustrato energético al final de la gestación y en la época
posterior al parto en las que la movilización de reservas corporales suele ser intensa, como se estudiará más
adelante. 

La eficacia media con que se utilizan los sustratos para obtener la energía necesaria para cubrir los gastos de
mantenimiento es del 60-70%, frente al 75-80% en monogástricos.  
 

PRECURSORES ENERGETICOS EN RUMIANTES 

                                                       AGV     Glucosa     Aminoácidos     Grasa  


Heno de prado                               78              0                    16                   5 
Ración mixta (50/50)                      65              3                    23                   9 
Ración con el 70% de maíz          50             16                    24                10
b) La energía que aportan los alimentos. 

La energía digestible que aportan los alimentos de los rumiantes depende principalmente de su contenido en
fibra, como ya se ha comentado anteriormente. La ED que aportan los alimentos se puede determinar in vivo
con jaulas de digestibilidad, ó estimar a partir de la composición química ó de la digestibilidad in vitro de los
alimentos. 

El contenido en energía metabolizable depende de la cantidad de metano formada en el rumen y de la


cantidad de urea excretada en la orina; se acepta que las pérdidas en forma de metano y orina suponen de
media el 20% de la energía digestible aportada por las raciones de rumiantes (esto es EM = 0.8 x ED),
mientras que en el caso de monogástricos estas pérdidas suponen, de media, solamente un 5% de la energía
digestible de las raciones:  
     - las pérdidas en forma de metano son mayores en las raciones forrajeras que en las concentradas, y de
media suponen alrededor del 10% de la ED aportada por la ración; las pérdidas de metano no se suelen
determinar directamiente en cámaras de respirometría, sino que se suelen estimar a partir de la composición
química de los alimentos  
     - las pérdidas en forma de urea también suponen de media alrededor del 10% de la ED que aporta la ración
y dependen de la cantidad de amoniaco formado en el rumen (que es mayor con las raciones concentradas
que con las forrajeras) y de la intensidad de las desaminaciones metabólicas (derivadas de la utilización de
aminoácidos como sustrato energético y glucogénico); las pérdidas de urea se suelen determinar utilizando
jaulas de digestibilidad para recoger la orina. 

En la alimentación de los rumiantes se tiende a expresar el valor energético de los alimentos en energía neta
ya que, debido a las transformaciones ruminales que sufren los nutrientes ingeridos, ni la energía digestible ni
la energía metabolizable predicen con precisión la respuesta productiva de los animales. La determinación de
la EN que aportan los alimentos no se suele realizar in vivo, sino que se suele estimar a partir de la
digestibilidad y de la composición química de los alimentos. 

Como ya se ha comentado en temas anteriores, en el proceso de obtención de energía neta se pierde en forma
de extracalor una parte importante de la energía metabolizable que aportan los alimentos; la energía neta que
aportan los alimentos se define como EN = k x EM, siendo k la eficacia de obtención de energía neta: k =
EN/EM = (EM - extracalor)/EM. Aunque en monogástricos se supone que k es prácticamente constante, en el
caso de los rumiantes es conveniente tener en cuenta que k depende tanto de la calidad de la ración como del
destino de la energía neta obtenida:  
     - en el caso de rumiantes se pierde extracalor ruminal (se denomina extracalor de fermentación) en el
proceso de obtención de energía por parte de la flora ruminal; el extracalor de fermentación oscila entre 10-
20% de la EM aportada por la ración. La cantidad de extracalor de fermentación es mayor cuanto más intensa
sea la fermentación ruminal, esto es, cuanto peor es la calidad de la ración (por ejemplo en caso de forrajes
groseros), por lo que al aumentar la metabolicidad de la ración (q = EM/EB) aumenta la eficacia; esto es, la
energía metabolizable aportada por los alimentos más bastos se utiliza con peor eficacia que la aportada por
los alimentos de mejor metabolicidad  
     - por otra parte, igual que en el caso de los monogástricos, la cantidad de extracalor producido depende de
la composición de la ración; por ejemplo, la utilización de aminoácidos como fuente energética produce más
extracalor que la utilización de ácidos grasos volátiles; esto es, cada nutriente es utilizado con una eficacia
diferente para obtener energía neta. No obstante, mientras que los monogástricos obtienen el ATP
básicamente a partir de la glucosa, los rumiantes lo obtienen principalmente a partir de ácidos grasos
volátiles, siendo la eficiencia energética de los ácidos grasos volátiles menor que la de la glucosa; además, la
eficiencia energética de los aminoácidos es menor en rumiantes que en monogástricos (ya que los rumiantes
utilizan más ATP que los monogástricos para excretar la urea ó reciclarla al rumen); en definitiva, la
producción de extracalor metabólico es mayor en rumiantes que en monogástricos  
     - la eficacia de utilización de la energía metabolizable también depende del destino de la energía neta
obtenida. Así, la eficacia con que la energía metabolizable es utilizada para cubrir las necesidades energéticas
de mantenimiento es mayor que la eficacia con que se acumula en forma de grasa ó proteína. En definitiva, la
eficacia de utilización de la energía metabolizable, dependiendo del tipo de ración, es km=0.60-0.70 en los
animales en mantenimiento, kl=0.60-0.65 en las hembras en lactación, y kc=0.35-0.60 en los animales en
crecimiento.  
 

c) El sistema NRC americano. 

El sistema NRC estima el contenido energético de los alimentos en función de su contenido en energía
digestible:  
     - la ED se puede determinar directamente in vivo ó estimar en función del contenido de los alimentos en
TDN (nutrientes digestibles totales; TDN = PB digestible + HdC digestibles + 2.25 x EE digestible): ED =
0.0185 x TDN  
     - la EM se estima a partir de la ED  
     - la EN se estima a partir de la EM 

Este sistema no determina de forma específica las eficiencias k de conversión de EM en EN, sino que, como
se acaba de señalar, determina el contenido en EN de los alimentos en función de su contenido en EM. No
obstante, la eficiencia se puede calcular a partir de los valores EN y EM obtenidos para cada alimento.  
 

SISTEMA NRC 

Para hembras en lactación:  


* El aporte en EM de los alimentos se calcula como: EM (MJ/kg MS) = 1.01 x ED -
1.90  
* El aporte en ENl de los alimentos se calcula: ENl (MJ/kg MS) = 0.55 x (EM + 1)  
* La eficiencia conjunta para mantenimiento y lactación se puede deducir de la forma:  
kl = ENl/EM, esto es: kl = ENl/EM = 0.55 + 0.55/EM  
Para los animales en mantenimiento y las hembras secas:  
* El aporte en EM de los alimentos se calcula de la forma: EM (MJ/kg MS) = 0.82 x
ED  
* El aporte en ENm de los alimentos se calcula de la forma:  
     ENm (MJ/kg MS) = 1.37 x EM - 0.033 x EM2 + 0.0006 x EM3 - 4.70  
* La eficiencia para mantenimiento se puede deducir de la forma: km = ENm/EM  
Para los animales en crecimiento y cebo:  
* El aporte en EM de los alimentos se calcula de la forma: EM (MJ/kg MS) = 0.82 x
ED  
* El aporte en ENc de los alimentos se calcula de la forma:  
     ENc = 1.42 x EM - 0.042 x EM2 + 0.0007 x EM3 - 6.90 MJ ENc/kg MS  
* La eficiencia para crecimiento se puede deducir de la forma: kc = ENc/EM 

EJEMPLOS
1) Cálculo del valor energético de una muestra de maíz, sabiendo que aporta 16.7 MJ
ED/kg MS 
     * Valor energético para hembras en lactación: 
            EM = 15.0 MJ EM/kg MS,  ENl = 8.8 MJ ENl/kg MS, kl = 8.8/15.0 = 59%  
     * Valor energético para sementales y hembras secas: 
         EM = 13.7 MJ EM/kg MS,  ENm = 9.4 MJ ENm/kg MS, km = 9.4/13.7 = 69%  
     * Valor energético para animales en crecimiento y cebo: 
            EM = 13.7 MJ EM/kg MS,  ENc = 6.5 MJ ENc/kg MS, kc = 6.5/13.7 = 47% 
2) Cálculo del valor energético de una muestra de heno de hierba, sabiendo que aporta
9.2 MJ ED/kg MS 
     * Valor energético para hembras en lactación: 
            EM = 7.4 MJ EM/kg MS,  ENl = 4.6 MJ ENl/kg MS, kl = 4.6/7.4 = 62% 
     * Valor energéticopara sementales y hembras secas:  
            EM = 7.5 MJ EM/kg MS,  ENm = 4.0 MJ ENm/kg MS, km = 4.0/7.5 = 53%  
     * Valor energético para animales en crecimiento y en cebo: 
            EM = 7.5 MJ EM/kg MS,  ENc = 1.7 MJ ENc/kg MS, kc = 1.7/7.5 = 23% 
d) El sistema INRA francés. 

El sistema INRA estima el contenido energético de los alimentos a partir de su digestibilidad in vivo:  
     - la ED se determina directamente in vivo  
     - la EM se estima a partir de la ED, de la composición química (energía bruta, materia orgánica, fibra
bruta y proteína bruta) y del nivel de alimentación (que es la relación entre la EM ingerida y las necesidades
de EM para cubrir los gastos de mantenimiento, esto, NA = EMi/EMm)  
     - la EN se estima como k x EM, siendo la eficacia k función de la metabolicidad (q) de la energía (q =
EM/EB): 
          - este sistema asume que la eficacia k es la misma para hembras en mantenimiento que para hembras en
lactación 
          - además, para los animales en cebo, utiliza una eficiencia conjunta de mantenimiento y crecimiento. 

El sistema INRA expresa la energía neta en Unidades Forrajeras; se define una unidad forrajera leche (UFL)
como la energía neta para producción de leche que aporta un kg de cebada, esto es, 7.1 MJ EN; analogamente
se define una unidad forrajera carne (UFC) como la energía neta para cebo que aporta un kg de cebada, esto
es, 7.6 MJ EN; las UFC se utilizan para racionar a los animales con un crecimiento rápido, esto es, terneros y
corderos en cebo.  
 

SISTEMA INRA 

Para hembras en lactación, mantenimiento y animales de reposición:  


* El aporte en EM de los alimentos se calcula como:  
           EM = (0.84 - 0.1 x FB/MO  - 0.2 x PB/MO) x ED  
 * Se considera una misma eficiencia kl para lactación, mantenimiento y crecimiento
lento de animales de reposición:  
          kl = 0.463 + 0.24 x q, siendo q = EM/EB  
* El aporte en ENl de los alimentos se calcula como: ENl = EM x kl  
* El aporte UFL de los alimentos se calcula como: UFL = ENl/7.1  
Para los animales en cebo:  
* El aporte en EM de los alimentos se calcula como:  
          EM = (0.84 - 0.1 x FB/MO - 0.2 x PB/MO + 0.02 x NA) x ED, siendo NA (nivel
de alimentación) = 1.5  
* La eficiencia conjunta para mantenimiento y crecimiento se calcula de la forma:  
          kmc = (1.5 x km x kc)/(kc + 0.5 x km), 
          siendo km = 0.554 + 0.29 x q  y  kc = 0.006 + 0.78 x q  
* El aporte en ENmc de los alimentos se calcula como: ENmc = EM x kmc  
* El aporte UFC de los alimentos se calcula como: UFC = ENmc/7.6 

EJEMPLOS
1) Cálculo del valor energético de una muestra de maíz, sabiendo que aporta 18.9 MJ
EB/kg MS, 16.7 MJ ED/kg MS, 985 g MO/kg MS, 27 g FB/kg MS y 101 g PB/kg
MS.  
     * Valor energético para hembras secas, hembras en lactación y animales de
reposición: 
          EM = 13.6 MJ EM/kg MS, q = 0.72, kl = 64%, ENl = 8.7 MJ ENl/kg MS  
          UFL = 1.2 UFL/kg MS  
     * Valor energético para animales en cebo: 
          EM = 14.1 MJ EM/kg MS, q = 0.75, km = 77%, kc = 59%, kmc = 70%  
          ENmc = 9.9 MJ ENmc/kg MS, UFC = 1.3 UFC/kg MS 
2) Cálculo del valor energético de una muestra de heno de hierba, sabiendo que aporta
18.5 MJ EB/kg MS, 9.2 MJ ED/kg MS, 928 g MO/kg MS, 382 g FB/kg MS y 78 g
PB/kg MS.  
     * Valor energético para hembras secas, hembras en lactación y animales de
reposición: 
          EM = 7.2 MJ EM/kg MS, q = 0.39, kl = 56%, ENl = 4.0 MJ ENl/kg MS 
          UFL = 0.56 UFL/kg MS  
     * Valor energético para animales en cebo: 
          EM = 7.5 MJ EM/kg MS, q = 0.40, km = 67%, kc = 33%, kmc = 50%  
          ENmc = 3.8 MJ ENmc/kg MS, UFC = 0.50 UFC/kg MS
e) El sistema AFRC británico. 

El sistema AFRC estima el contenido energético de los alimentos a partir de su digestibilidad in vitro:  
- la ED se determina en función de la MO digestible in vitro: ED = 18.5 kJ x MOD  
- la EM también se determina en función de la MOD in vitro: EM = 15 x MOD  
- de forma similar al INRA, la EN se estima como k x EM, siendo la eficacia k función de la metabolicidad
(q): km = 0.503 + 0.35 x q, kc = 0.006 + 0.78 x q, kl = 0.42 + 0.35 x q.  

Tema 24. Los ingredientes de las raciones

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar las características nutritivas y de utilización de las principales materias primas e
ingredientes complementarios utilizados en las raciones de los rumiantes  
- saber explicar la función y las características de utilización de los diferentes grupos de aditivos
Esquema del tema: 
Las materias primas 
     a) Los concentrados energéticos y proteicos 
     b) Los alimentos fibrosos 
     c) Los subproductos agroindustriales 
     d) Los complementos minerales 
Los ingredientes complementarios 
     a) Los complementos nitrogenados 
     b) Los complementos glucogénicos 
     c) Los correctores vitamínico-minerales 
Los aditivos 
     a) Los aditivos modificadores de la actividad ruminal 
     b) Los aditivos modificadores del metabolismo 
AUTOEVALUACION

 
1.- Las materias primas.

Las raciones de los rumiantes están formadas por una combinación de concentrado y forraje:  
      - los concentrados energéticos y proteicos utilizados en la alimentación de los rumiantes son básicamente
los mismos que los utilizados en la alimentación de los monogástricos, aunque con ciertos límites de
inclusión para prevenir trastornos ruminales  
      - los forrajes aportan fibra para el correcto funcionamiento de la flora ruminal; además, la inclusión de
forrajes suele abaratar la ración 
      - finalmente, las raciones se complementan con correctores vitamínico-minerales, y en ocasiones con
aditivos. 

La elaboración de las raciones en las explotaciones de rumiantes se suele realizar siguiendo uno de los
siguientes métodos:  
      - elaboración total de la ración en la explotación: se adquieren las materias primas y los correctores
vitamínico-minerales; en la mayoría de los casos los forrajes (y algunos concentrados) se producen en la
explotación; las casas comerciales suministradoras de correctores suelen asesorar al ganadero en la
elaboración de las raciones.  
      - elaboración parcial de la ración en la explotación: se adquiere el pienso compuesto (es un pienso
complementario), que es combinado con el forraje producido (ó adquirido) en la explotación; en algunos
casos el pienso complementario se combina, además de con forraje, con cereal.  
      - adquisición de la ración completa: en los últimos años ha comenzado la comercialización de raciones
completas (alimentación unifeed) elaboradas por cooperativas ó fábricas de pienso y comercializadas en
sacos (big-bags) de 1.000 kg. 

VALOR NUTRITIVO DE LAS PRINCIPALES MATERIAS PRIMAS 

a) Los concentrados energéticos y proteicos. 

Igual que en las raciones de monogástricos, los cereales son los principales concentrados energéticos
utilizados para formar las raciones de los rumiantes:  
      - los cereales se pueden suministrar enteros a los pequeños rumiantes, pero es conveniente partir el maíz ó
machacar la cebada en el caso del vacuno (para mejorar su digestibilidad y evitar que aparezcan granos
enteros en heces)  
      - debido a su alto contenido en almidón y bajo contenido en fibra, normalmente se limita su inclusión a un
60% de la ración para prevenir la aparición de acidosis ruminal; cuando las inclusiones son superiores al 60%
se deben incorporar tampones ruminales a la ración  
      - los cereales suelen ser deficitarios en calcio; no obstante, contienen bastante fósforo biodisponible
(particularmente el salvado) para los rumiantes, ya que las fitasas ruminales hidrolizan parcialmente los
fitatos; por este motivo, el exceso de cereales en la ración (lo que es frecuente en los cebaderos) puede
provocar la aparición de urolitiasis en corderos y terneros por precipitación de fósforo en la uretra, como se
estudiará más adelante  
      - la cebada es el cereal que más se utiliza en la alimentación de los rumiantes, debido a su buen contenido
energético y fibroso  
      - el maíz es particularmente interesante en las hembras de alta producción, ya que parte del almidón
escapa de la fermentación ruminal y por tanto se absorbe más glucosa en el duodeno, lo que reduce los
riesgos de cetosis y facilita la producción de lactosa de la leche  
       - el salvado de trigo se incluye habitualmente en las raciones de los rumiantes; el gluten meal y el gluten
feed se utilizan menos debido a su escasa disponibilidad en el mercado europeo. 

La grasa total de la ración (grasa añadida + grasa de las semillas oleaginosas) puede llegar a suponer el 10%
de la ración de las hembras en lactación; si es posible, se recomienda combinar la tercera parte de la grasa en
forma de semillas oleaginosas, otra tercera parte en forma de grasa de matadero, y otra tercera parte en forma
de grasa by-pass:  
      - las semillas oleaginosas (sobre todo se utiliza algodón, y en menor medida girasol, soja y colza) tienen
un elevado contenido en ácidos grasos insaturados, por lo que su inclusión se limita a un 10-15% de las
raciones, para prevenir interacciones con el desarrollo de la flora ruminal; de hecho, pueden provocar un
descenso en la cantidad de grasa que contiene la leche al reducir la actividad ruminal y la producción de
acético. El algodón contiene un factor antinutritivo denominado gosipol que reduce la digestibilidad de las
raciones; por otra parte, el algodón suele presentar frecuentemente problemas de contaminación fúngica. La
semilla integral de soja se suele utilizar extrusionada para eliminar los factores antinutrtivos.  
      - la grasa saturada (p.e. sebo de rumiante ó grasas encapsuladas obtenidas por hidrogenación de grasas de
matadero) se puede incluir hasta un 5% de la ración ya que a niveles superiores interfiere el desarrollo de la
flora ruminal; estas grasas tienen un punto de fusión de 50-55 ºC, por lo que permanecen sólidas y no se
digieren completamente en el intestino delgado.  
      - la grasa insaturada (p.e. oleínas) interfiere las fermentaciones ruminales en mayor medida que la
saturada, por lo que habitualmente no se utiliza en la alimentación de los rumiantes.  
      - la utilización de grasa by-pass cada vez es más frecuente en las raciones de las hembras de alta
producción, lo que permite aumentar un 15-20% la energía metabolizable ingerida; esta grasa pasa
directamente al abomaso sin interferir la fermentación ruminal. La grasa by-pass son sales o jabones cálcicos
de ácidos grasos insaturados de semillas oleaginosas; estas grasas se disocian a pH < 4 en el abomaso y son
líquidas a 40 ºC, por lo que se digieren y absorben completamente en el intestino delgado. La grasa by-pass
se incluye hasta un 5% de la ración, esto es, hasta 1 kg en raciones de vacas, y 150 g en pequeños rumiantes
(aunque en pequeños rumiantes no se utiliza mucho). Las grasas by-pass aumentan el contenido graso de la
leche, pero suelen provocar una reducción del porcentaje de proteína de la leche; por este motivo es
conveniente combinar grasa by-pass con materias primas con un alto contenido en proteína by-pass.  
      - las grasas no son bien aceptadas por los rumiantes, por lo que deben introducirse en la ración de forma
paulatina. Además, la grasa puede formar jabones que impiden la absorción de ciertos minerales, por lo que
las raciones con bastante grasa se deben suplementar con calcio y magnesio. 

Las tortas oleaginosas son un excelente ingrediente para formular raciones de rumiantes; no obstante, debido
a que suelen ser caras, su inclusión no suele sobrepasar el 15-20% de la ración:  
      - la torta de soja es la que más se utiliza debido a su alta calidad y disponibilidad en el mercado; la torta
de girasol también se utiliza bastante, siendo la heterogeneidad su principal inconveniente.  
      - la torta de algodón (es bastante heterogénea: la hay decorticada e integral), de colza y de linaza se
utilizan menos, ya que la disponibilidad en el mercado es menor; la inclusión de cantidades altas de torta de
colza puede dar sabor a la leche. 

Otros concentrados utilizados frecuentemente en la elaboración de las raciones de rumiantes son:  


      - las melazas son un subproducto de la industria del azucar que mejora la calidad del gránulo y la
palatabilidad del pienso y de forrajes de mala calidad; debido a su alto contenido en sacarosa (que acidifica el
rumen) y a su contenido en betaína (que en el organismo se transforma en trimetilamina, dando olor y sabor a
pescado a la leche) se limita su inclusión a un 5-10% de la ración; otro inconveniente de las melazas es la
dificultad del manejo debido a su alta viscosidad  
      - las harinas de carne y de pescado están prohibidas en la alimentación de rumiantes  
      - la mandioca tiene un elevado contenido de almidón y es poco palatable, por lo que su inclusión no suele
sobrepasar el 5%  
      - las leguminosas de grano son caras, por lo que no se suelen utilizar en las raciones de los rumiantes  
      - los subproductos lácteos se utilizan para elaborar lactoreemplazantes para la cría intensiva de animales
jóvenes, como se estudiará más adelante.  
 

b) Los alimentos fibrosos. 

Los forrajes son alimentos baratos que permiten mantener una importante cabaña ganadera extensiva;
además, los forrajes son necesarios en la alimentación intensiva de rumiantes, tanto para abaratar costes,
como para asegurar un cierto aporte de fibra. 

La importancia de la hierba se pone de manifiesto al considerar que el 25% de la superficie agraria nacional
son pastos y pastizales. Los pastos son comunidades herbáceas polifitas formadas por gramíneas y
leguminosas; la composición de un buen pasto incluye un 20-25% de leguminosas y un 75-80% de
gramíneas. La hierba se puede aprovechar mediante pastoreo ó mediante siega:  
      - los sistemas exclusivamente de pastoreo se utilizan en ganadería extensiva de carne en pastos
abundantes ó de difícil mecanización  
      - los sistemas exclusivos de siega y alimentación en pesebre (zero-grazing) son cada vez más frecuentes
en las explotaciones lecheras, en las que se tiende a utilizar el pastoreo exclusivamente para la recría de
reproductoras. 

El valor energético de la hierba oscila entre 0.60-0.90 UFL/kg MS, dependiendo básicamente de la relación
tallo/hojas de la planta, ya que los tallos contienen más carbohidratos estructurales que las hojas; en efecto, la
digestibilidad de las hojas es 80-90%, mientras que la de los tallos es 50-70%. Puesto que la relación
tallos/hojas aumenta con la edad (y además al envejecer la planta el tallo se va lignificando), la digestibilidad
de la hierba también se reduce con la madurez. Debido a que las hojas contienen más nitrógeno que los tallos,
la maduración de la planta provoca que también el contenido nitrogenado de la hierba se reduzca.  
 

VALOR NUTRITIVO DE LA HIERBA (UFL/MS)

                                                     Hierba      Heno  


Al comienzo del espigado         0.90          0.75  
Con pleno espigado                   0.80          0.70  
Al comienzo de la floración       0.70          0.60 
Con plena floración                    0.60          0.55
Por lo tanto, cuanto más joven sea la hierba mayor será su valor nutritivo. No obstante, el forraje demasiado
joven puede provocar tres trastornos importantes:  
      - contiene mucho potasio, que interfiere con la absorción intestinal del magnesio, lo que puede provocar
una hipomagnesemia ó tetania de la hierba, como se estudiará más adelante; además, el exceso de potasio
tiene un fuerte efecto laxante  
      - contiene mucho nitrógeno y poca energía, lo que favorece la aparición de alcalosis ruminal e
intoxicaciones amoniacales 
      - se rumia poco, por lo que la insalivación es escasa, favoreciéndose la aparición de meteorismo. 

La estacionalidad de la producción forrajera obliga al almacenamiento de los excedentes de primavera para su


posterior utilización cuando la producción es escasa debido a las bajas temperaturas en invierno ó a la sequía
en verano; los principales métodos de conservación del forraje son la henificación y el ensilado. Cuando el
forraje no se puede segar porque la orografía lo impide ó porque el forraje es de porte rastrero (p.e. trebol
subterráneo), algunas parcelas de la explotación no se aprovechan en primavera sino que el pasto se reserva
para épocas de escasez y se deja en el campo sin segar, a pesar del notable descenso de su valor nutritivo. 

El valor nutritivo del forraje conservado depende del valor nutritivo del forraje original, de la época de corte,
y del método de conservación; en todo caso el valor nutritivo del forraje conservado siempre es inferior al del
forraje verde porque sea cual sea el método de conservación, es inevitable una pérdida cuantitativa y
cualitativa de forraje: 
     - la henificación consiste en evaporar la mayor parte del agua que contiene el forraje segado; se pretende
pasar de más del 80% de agua que tiene el forraje verde, a menos del 20%; la pérdida del agua impide que los
procesos celulares continúen, y dificulta la proliferación microbiana en el forraje. El heno es un producto
muy estable y facil de manejar. Los henos más frecuentes son los de alfalfa, hierba y veza.  
     - el ensilado consiste en conservar los forrajes húmedos reduciendo el pH hasta 4.0-5.0, lo que impide el
desarrollo microbiano; el método más utilizado para ensilar forrajes es el que persigue la fermentación láctica
en condiciones anaerobias. El ensilado más frecuente es el de maíz forrajero, y en menor cantidad el de
hierba. El bajo pH del ensilado puede provocar una acidosis ruminal si se introducen cantidades elevadas en
la ración sin un periodo de habituación.  
     - la disminución de la digestibilidad del forraje es mínima en el ensilado, pero importante en el henificado;
además, las pérdidas energéticas y proteicas son menores en el ensilado (no obstante, si el ensilado no se
efectúa correctamente, el valor nutritivo del forraje conservado se puede reducir a cero). Por otra parte, los
animales consumen peor el ensilado (ya que es muy ácido y contiene amoniaco) que el heno; es conveniente
asociar algo de heno al consumo de ensilado; no obstante, el ensilado de maíz y los ensilados bien realizados
tienen un consumo similar al forraje verde. Como orientación, se estima que el aporte energético de 3 kg de
ensilado equivale al de 1 kg de buen heno. 

Otro sistema de conservación basado en la desecación del forraje es la deshidratación; el forraje deshidratado
se comercializa en forma de gránulos. Durante el proceso de deshidratación solamente se pierde un 5-10% del
valor nutritivo del forraje original; no obstante, es un método poco utilizado (reducido casi exclusivamente a
la alfalfa deshidratada: se deshidrata el 15% de la alfalfa cosechada) debido al coste de la energía. 

Durante los meses de invierno (y a veces de verano) la producción de pasto es escasa, por lo que se utilizan
forrajes conservados y cultivos forrajeros como sustratos fibrosos. En las zonas húmedas ó de regadío los
cultivos forrajeros más utilizados son praderas artificiales de ballico (ray-grass italiano), maíz forrajero y
alfalfa; en las zonas semiáridas se utilizan cereales forrajeros de secano, veza forrajera, alfalfa de secano,
trebol subterráneo, arbustos forrajeros, etc:  
      - el suministro de leguminosas forrajeras (alfalfa, veza, tréboles) debe estar limitado pues contienen
saponinas y estrógenos del tipo cumestrol: las saponinas favorecen la aparición de timpanismo, mientras que
los estrógenos pueden provocar trastornos reproductivos (síndrome hiperestrogénico) en pequeños rumiantes
(alteración de celos, prolapsos rectales y vaginales, abortos, etc).  
      - el maíz forrajero se corta como planta entera y puede ser consumido en fresco ó ensilado; su alto valor
energético y la facilidad de realizar un buen ensilado han hecho del ensilado de maíz el alimento ideal como
base forrajera estable durante muchos meses ó todo el año  
      - los cereales de invierno ó alcaceres (avena, centeno, etc) tienen un alto valor estratégico debido a la
carencia forrajera en ese periodo; estos cultivos se pueden pastorear, suministrar en verde en pesebre, ó
henificar  
      - los arbustos forrajeros tienen un gran interés en las zonas áridas ó semiáridas; algunos de estos arbustos
son el tagasaste, la alfalfa arbustiva, la acacia, etc; estos arbustos se pueden pastorear (ramonear) ó podar para
suministrar en pesebre  
      - el resto de cultivos forrajeros cada vez se utilizan menos. Las raices y tubérculos se consumen en
invierno; contienen mucho agua, poca fibra, poco nitrógeno y son ricos en carbohidratos solubles. Las
crucíferas (coles, berzas) son cultivos de invierno de las zonas húmedas; un riesgo asociado a las crucíferas es
que contienen glucosinolatos que liberan tiocianatos en el rumen, que se absorben y pueden inhibir la
formación de tiroxina. El girasol forrajero se puede consumir en verde ó ensilado, y es una buena fuente
proteica.  
      - los cultivos hidropónicos son una alternativa interesante para aquellas explotaciones con escasa
disponibilidad de tierra. La hidroponía consiste en hacer germinar intensivamente semillas (cereales ó
leguminosas, lo más utilizado es cebada) en bandejas; la calidad del forraje hidropónico es excelente. El
equipo permite una producción continuada a lo largo de todos los días del año, consiguiendo mantener la
calidad y composición del forraje verde; el principal inconveniente del proceso es el coste de la inversión.  
 

c) Los subproductos agroindustriales.

La utilización de subproductos en la alimentación de los rumiantes permite abaratar de forma importante el


coste de la ración; no obstante, el empleo de subproductos tiene ciertas limitaciones como son:  
      - variabilidad de su valor nutritivo entre partidas y proveedores, lo que obliga a limitar su inclusión en las
raciones para minimizar los errores de formulación  
      - su baja concentración energética no permite una alta inclusión en raciones de animales con elevadas
necesidades  
      - además, su baja concentración energética encarece el transporte, por lo que la mayoría de los
subproductos solamente se aprovechan en explotaciones próximas al lugar de obtención del subproducto  
      - en muchos casos, estacionalidad de la producción y dificultad de conservación  
      - rechazo de ciertos subproductos por el ganado; la palatabilidad se mejora añadiendo melazas ó
saborizantes a estos alimentos  
      - en algunos casos, toxicidad debido a residuos fitosanitarios ó a otros residuos  
      - en algunos casos, transmisión de olores ó sabores extraños a las producciones. 

Además de los subproductos ya señalados (salvado, melazas, etc), otros subproductos de alta digestibilidad
son el bagazo de cerveza y la pulpa de remolacha, que se pueden llegar a incluir hasta el 20% de la ración;
inclusiones altas de algunos subproductos pueden dar sabor a la leche:  
      - el bagazo de cerveza ó cebadilla tiene un buen contenido nitrogenado, fibra bastante digestible y casi un
10% de grasa, por lo que su contenido energético es alto; debido a que es bastante húmedo (80% de
humedad), se puede consumir fresco ó se puede ensilar  
      - la pulpa de remolacha azucarera es un subproducto de la extracción del azucar, y se suele comercializar
granulada; contiene fibra muy poco lignificada, muy poco nitrógeno y bastantes carbohidratos solubles;
cuando la inclusión de pulpa de remolacha supera el 15% de la ración es recomendable humedecer los
gránulos antes de ser suministrados, ya que aumenta su volumen 4-5 veces (ocupa bastante espacio en el
rumen, pudiendo reducir la ingestión del resto de la ración)  
      - otros subproductos digestibles no nitrogenados son la pulpa de cítricos y la pulpa de manzana, que
poseen un valor nutritivo similar a la pulpa de remolacha  
      - los subproductos de la industria hortícola tienen un alto contenido en carbohidratos solubles; su
principal problema es que suelen contener residuos de tratamientos fitosanitarios. 

El principal subproducto fibroso no nitrogenado es la paja de cereales:  


      - tiene una baja velocidad de degradación en el rumen, por lo que el nivel de ingestión voluntaria es bajo
(unos 5 kg en vacuno y menos de 500 g en pequeños rumiantes)  
      - la paja de cereales contiene alrededor de un 80% de fibra con un 20% de lignina y una digestibilidad
inferior al 50%; además casi carece de calcio, fósforo y vitaminas; la paja de arroz contiene sílice que es
absorbida y excretada por los riñones, pudiendo producir cálculos urinarios  
      - un regimen a base de paja como único alimento sólo cubre el 50-70% de las necesidades de
mantenimiento de los animales  
      - existen ciertos tratamientos químicos que mejoran el valor nutritivo de la paja; por ejemplo, los
tratamientos con sosa ó con amoniaco; estos tratamientos solubilizan parte de la fibra, lo que mejora el
consumo, la digestibilidad de la fibra y el valor nutritivo en un 20-25%, de tal manera que la digestibilidad de
la paja pasa del 50% (paja sin tratamiento) al 65-75% tras el tratamiento con amoniaco ó con sosa; así, la paja
tratada y suplementada con nitrógeno no proteico y minerales es similar a un heno de calidad media, y cubre
las necesidades de mantenimiento. 

Los subproductos de la platanera tienen mucha agua (90-95% el rolo y 75-80% las hojas); el pie de la
platanera ó rolo pesa 40-50 kg y porta 20-25 hojas; se producen unos 75.000 kg de rolo y 20.000 kg de hoja
por hectárea y año. El valor energético de las hojas secas es similar al de la paja de cereales, pero la hoja de
platanera contiene más proteína que la paja; el rolo no se puede secar, por lo que su valor nutritivo es muy
bajo.  
 

d) Los complementos minerales. 

Igual que en el caso de los monogástricos, las materias primas utilizadas para elaborar las raciones de los
rumiantes no suelen aportar los suficientes minerales que necesitan estos animales, por lo que es habitual
complementar las raciones con complementos minerales. Además, las raciones se complementan con
correctores vitamínico-minerales que aportan oligoelementos y vitaminas, como se estudiará más adelante. 

Los complementos minerales habitualmente incorporados en las raciones de rumiantes son:  


      - las materias primas suelen tener un bajo contenido en sodio, por lo que las raciones de rumiantes se
complementan con un 0.25-0.50% de sal.  
      - las necesidades de calcio son particularmente altas en las hembras en lactación y en los animales en
crecimiento; los cereales poseen poco calcio, mientras que las leguminosas forrajeras (alfalfa) son buenas
fuentes de calcio; las raciones de hembras en lactación se complementan con un 1-2% de carbonato cálcico.  
      - los forrajes suelen contener poco fósforo, mientras que los cereales y las tortas oleginosas tienen un
contenido mayor; las raciones de los rumiantes se complementan con un 1-2% de fosfato bicálcico.  
 - en ocasiones, las raciones de los rumiantes se complementan con otras fuentes de macrominerales, como
con óxido ó sulfato de magnesio en el caso de animales en pastoreo de primavera, ó con azufre en el caso de
que las raciones aporten cantidades importantes de nitrógeno no proteico, como se estudiará con detalle más
adelante.  
 

2.- Los ingredientes complementarios.

a) Los complementos nitrogenados. 

En la alimentación de los rumiantes se pueden utilizar dos tipos de complementos nitrogenados: proteína by-
pass y nitrógeno no proteico. 

Actualmente se están estudiando los efectos de la adición de proteína by-pass a las raciones de rumiantes de
alta producción; para conseguir proteína by-pass, las materias primas con proteína de buena calidad (p.e. torta
de soja, harina de pescado) se someten a tratamientos químicos (p.e. formaldehido, ó encapsulación de
proteínas con grasa y calcio) que provocan la formación de enlaces que no son hidrolizados en el rumen, pero
sí lo son posteriormente en el cuajar e intestino delgado. 

Por otra parte, la complementación diaria con 10-15 g metiona by-pass y/o 15-30 g de lisina by-pass mejora
notablemente el rendimiento de las vacas de alta producción; los aminoácidos by-pass se protegen de la
degradación ruminal encapsulándolos con polímeros, de tal manera que su degradabilidad ruminal es inferior
al 10%, y su digestibilidad postruminal superior al 90%; la metionina by-pass (850 PTA/kg) contiene más de
un 75% de metionina verdadera, mientras que la lisina by-pass (650 PTA/kg) contiene un 60% de pureza.
Otra forma de suministrar metionina by-pass es en forma de metionina de zinc. 

Debido a que la flora ruminal puede utilizar nitrógeno no proteico (NNP) como sustrato nitrogenado para la
formación de proteína microbiana, mediante la utilización de NNP se puede reducir la inclusión de proteína
bruta en la alimentación de los rumiantes, abaratando así el coste de la ración. El compuesto de NNP que más
se utiliza es la urea (40 PTA/kg), que contiene un 45% de nitrógeno (equivalente a un 280% de proteína
bruta); también se utilizan derivados de la urea (biuret, fosfato de urea y diureido-isobutano) y sales de
amonio (lactato, acetato y sulfato). 

Las condiciones óptimas de empleo del NNP se basan en obtener la mayor simultaneidad posible en el rumen
entre el aporte de energía que proviene de la digestión de los carbohidratos y el aporte de amoniaco que se
forma a partir de la degradación de los alimentos y de la hidrólisis del NNP. Si el aporte de NNP no es
simultáneo al de energía (p.e. se ingiere NNP repentinamente ó la dieta es pobre en carbohidratos
fermentables) aumenta el riesgo de toxicidad amoniacal. Por ello, las fuentes de NNP de fermentación rápida
(urea, que en la práctica es la fuente de NNP más utilizada) se deben utilizar con fuentes de glúcidos
rapidamente fermentables (p.e. concentrados, maíz forrajero, pulpas, melazas). 

No obstante, las posibilidades de utilizar NNP se reducen al aumentar la producción: por ejemplo, el aporte
de NNP puede llegar a representar hasta un 50% del nitrógeno ingerido por vacuno de carne en
mantenimiento, mientras que no debe sobrepasar el 10-15% del nitrógeno total de la ración de vacas que
produzcan 30 kg de leche. Por otra parte, un exceso de NNP en la ración puede provocar toxicidad
amoniacal; en general, el consumo máximo es de 100-150 g de urea por vaca y día, y 10-20 g por oveja y
cabra. En general, el aporte de 100 g de urea y 650 g de maíz equivalen al aporte proteico de 750 g de torta de
soja (casi 350 g de proteína). 

En el caso de utilizar cantidades altas de NNP, es conveniente complementar las raciones con algunas
vitaminas hidrosolubles (p.e. tiamina, biotina) e isoácidos que favorecen el desarrollo de la flora ruminal;
además, se debe incorporar azufre para que las bacterias ruminales puedan sintetizar aminoácidos azufrados.  
 

b) Los complementos glucogénicos. 

En ocasiones es interesante la inclusión en las raciones de hembras en lactación de complementos que se


absorben en el duodeno y tienen un efecto glucogénico. 

El principal complemento glucogénico es el propilenglicol (1,2-propanodiol, es líquido) que se recomienda


utilizar para reducir los riesgos de cetosis en las raciones del final de la gestación de ovejas y cabras que
gestan varios fetos, así como en las raciones de los primeros meses de la lactación de vacas de alta
producción; en las raciones de vacas al principio de la lactación se puede incluir unos 200 ml diarios, y unos
25 ml en cabras y ovejas al final de la gestación. 

En el mercado también existen complementos glucogénicos que están basados en propionatos y glicerina; no
obstante, su empleo no está muy extendido.  
 

c) Los correctores vitamínico-minerales. 

Las necesidades de oligoelementos y vitaminas de los rumiantes son difíciles de establecer debido a las
interacciones existentes y a las síntesis ruminal de vitaminas hidrosolubles; además, estas necesidades
aumentan en casos particulares (gestación, lactación, destete). Debido al bajo coste de los correctores
vitamínico-minerales (menos del 5% del coste total de la ración) se añaden sistemáticamente dosis generosas
de estos nutrientes en forma de correctores para cubrir un amplio margen de seguridad. Los correctores
comerciales, además de minerales y vitaminas, suelen incluir otros aditivos (antioxidantes, antifúngicos, etc).
Además de los correctores vitamínico-minerales, las raciones incluyen carbonato cálcico, fosfato bicálcico y
sal, y en algunas ocasiones se fortifican los piensos con ciertas vitaminas. 

En la alimentación de los rumiantes, los correctores se suministran mezclados con el pienso ó en forma de
bloques minerales que los animales lamen. Los bloques están compuestos por casi un 50% (en algunos casos
más) de sal, además de cantidades importantes de fosfato bicálcico y carbonato cálcico, y cantidades
limitadas de otras fuentes de oligoelementos; existe una gran variabilidad en cuanto a la composición de los
bloques fabricados por las diferentes casas comerciales. Se asume que los rumiantes regulan su ingestión de
minerales cuando tienen libre acceso a los bloques y que el consumo medio es de 50 g diarios en vacuno y
unos 10 g en pequeños rumiantes; no obstante, el consumo real de corrector varía mucho entre individuos.
Cuando sea posible, es preferible introducir los minerales en la ración en lugar de darlos en forma de
bloques. 

Aunque las deficiencias en vitaminas y oligoelementos no suelen ser importantes en los rumiantes de
explotaciones intensivas alimentados con piensos compuestos adecuadamente suplementados con correctores,
las deficiencias son generalizadas en las explotaciones extensivas en las que los animales se mantienen en
pastoreo, como se estudia más adelante. Algunos aspectos interesantes de la alimentación vitamínica de los
rumiantes son: 
     - vitamina A: los pastos verdes y la alfalfa aportan suficientes -carotenos precursores de la vitamina A; el
maíz también aporta -carotenos, pero no el resto de cereales. La deficiencia de vitamina A, junto con la
deficiencia en selenio y fósforo, está relacionada con problemas de fertilidad y retención de placenta.  
     - vitamina D: la luz ultravioleta transforma el ergosterol contenido en los vegetales en vitamina D; por este
motivo, los henos contienen cantidades importantes de vitamina D. La deficiencia de vitamina D está
relacionado con la aparición de osteomalacias. 
      - vitamina E: los alimentos suelen contener suficiente vitamina E; además, el selenio tiene un efecto
sinérgico con la vitamina E. La deficiencia de vitamina E o de selenio está relacionado con trastornos
reproductivos y con la enfermedad del músculo blanco. 
     - la niacina y la colina son lipomovilizadores que transportan la grasa; por este motivo se suelen
suplementar con estas vitaminas las raciones pera la previenen de cetosis. 
     - la síntesis ruminal de vitaminas hidrosolubles es escasa cuando el pH ruminal es bajo (acidosis); por este
motivo, los correctores utilizados para complementar raciones intensivas incluyen vitaminas hidrosolubles.  
 

3.- Los aditivos.

En los lactoreemplazantes de prerumiantes se incluyen los mismos tipos de aditivos que se utilizan en


monogástricos: aditivos tecnológicos (antifúngicos, antioxidantes, fluidificantes y emulsionantes), aditivos
mejoradores de la actividad digestiva (acidificantes, emulsionantes y probióticos) y, en los
lactoreemplazantes de terneros, antibióticos.

En las raciones de rumiantes se utilizan:  


     - aditivos tecnológicos: aglomerantes (cuando los piensos se granulan), saborizantes y aromatizantes
(cuando contienen ingredientes poco palatables; las melazas se utilizan frecuentemente como saborizante),
antioxidantes y antifúngicos.  
     - aditivos modificadores de la actividad ruminal: tampones ruminales, isoácidos, probióticos y, en el cebo
de terneros, antibióticos.  
 

a) Los aditivos modificadores de la actividad ruminal. 

En las raciones de los rumiantes es habitual incluir aditivos que mejoren la actividad ruminal, lo que permite
un mejor aprovechamiento de los alimentos. 

Los basificantes ó tampones ruminales son sustancias que evitan la excesiva acidificación del rumen cuando
se utilizan raciones con mucho concentrado (p.e. cebo de terneros a base de cereales, ó raciones basadas en
cereales para vacas de alta producción). Las sustancias más utilizadas son óxido de magnesio (al 0.5%, p.e.
50-100 g en vacas de leche), bicarbonato sódico (al 1.0-1.5%, p.e. 100-225 g), sexquicarbonato de sodio (al
1.5-2.0%, p.e. 150-350 g), ó mejor combinar 2/3 de bicarbonato con 1/3 de óxido de magnesio. 

Las probióticos utilizados en las raciones de los rumiantes son levaduras (Saccharomyces cerevisae) y
hongos (Aspergillus orizae); estas microorganismos ejercen en el rumen su capacidad fermentativa de
carbohidratos fibrosos, degradando cadenas carbonatadas complejas y liberando cadenas simples que son
utilizadas por las bacterias celulolíticas y por las Selenomonas. El desarrollo de las bacterias celulolíticas
facilita la degradación e ingestión de alimento; el desarrollo de las Selenomonas (que utilizan el lactato en su
nutrición) reduce el riesgo de acidosis ruminal. 

Los antibióticos se utilizan solamente durante el cebo de los terneros, estando prohibida su utilización en las
raciones del resto de rumiantes. Los antibióticos inhiben el desarrollo de las bacterias gram-positivo, en
particular las bacterias metanogénicas y los lactobacilos. El efecto sobre las bacterias metanogénicas se
traduce en la consiguiente redución de la formación de metano en el rumen; la mejor utilización de la energía
ingerida permite un aumento del crecimiento de los animales y una mejora del índice de conversión. Además,
los antibióticos también reducen la viabilidad de las bacterias productoras de ácido láctico (con lo que se
reduce el riesgo de acidosis), reducen la proteolisis ruminal (se consigue por tanto una mayor proporción de
proteína by-pass), y reducen la incidencia de meteorismo.  
 

LOS ANTIBIOTICOS 

Antibiótico               Edad máxima              mg/kg pienso  


                                                                       mínimo máximo  
Flavofosfolipol        lactoreemplazantes        8          16 
                                   6 meses                            6          16 
                                   cebo                                 2          10* 
Monensina sódica    cebo                             10          40** 

* La dosis en la ración diaria no debe superar:  


      - animales de menos de 100 kg: 40 mg  
      - a partir de 100 kg: aumentar la dosis máxima en 1.5 mg por cada 10 kg de
incremento de peso. 
** La dosis en la ración diaria no debe superar:  
      - animales de menos de 100 kg: 140 mg  
      - a partir de 100 kg: aumentar la dosis máxima en 6 mg por cada 10 kg de
incremento de peso.
Los isoácidos son sales cálcicas de ácidos grasos volátiles de cadena ramificada (isobutírico, 2-
metiletilbutírico e isovalérico) que se forman en el rumen (proceden de la desaminación ruminal de
aminoácidos ramificados: valina, isoleucina y leucina); la flora ruminal celulolítica utiliza en su nutrición
estos aditivos. El suministro exógeno de isoácidos es particularmente interesante en las raciones basadas en
forrajes; son poco palatables. 

El poloxaleno es un antiespumante que se utiliza (150 g de poloxaleno en un litro de agua) para prevenir o
destruir la capa de espuma que se forma en el rumen de los animales que sufren timpanismo debido a una
excesiva ingestión de leguminosas forrajeras.  
 

c) Los aditivos modificadores del metabolismo. 

Los aditivos modificadores del metabolismo son hormonas que se caracterizan por su función anabolizante,
estimulando la producción de proteínas, lo que mejora la velocidad de crecimiento y la composición de la
canal de los animales de abasto, de tal manera que incrementan en unas 20.000 pesetas el valor de los
terneros. Las hormonas se han utilizado en el cebo de terneros, pero actualmente están prohibidas en la UE.

Los finalizadores antitiroideos (derivados del tiouracilo, imidazol y mercaptano) inhiben la síntesis de las
hormonas tiroideas provocando una mayor retención de agua en el tejido muscular; se obtienen carnes palidas
que los consumidores relacionan con carne de animales jovenes. Además, los antitiroideos mejoran la
velocidad de crecimiento y el índice de conversión, y tienen un efecto tranquilizador sobre los animales.
Están prohibidos desde 1987 por considerarse un fraude producir carnes mixedematosas. 

Los anabolizantes favorecen la síntesis muscular frente a la síntesis de tejido adiposo y provocan incrementos
de peso del 10%; también aumenta el agua acumulada por los tejidos. No tienen gran efecto en ovino, caprino
ni monogástricos. Los anabolizantes se suelen implantar en la base de la oreja ó debajo de la piel cuando los
animales tienen unos 200 kg, se van reponiendo y se retiran 2 meses antes del sacrificio. 

En la UE se creó en 1986 una comisión para estudiar los efectos en la salud humana de los posibles residuos
en las canales de animales tratados con anabolizantes; aunque la conclusión de la comisión fue que los
anabolizantes utilizados eran inofensivos para la salud, por razones comerciales (excedentes de carne de
vacuno) se prohibió en 1987 su uso en el cebo de animales; sí se pueden utilizar para el tratamiento de
trastornos de la reproducción. La utilización de anabolizantes en alimentación animal está permitida en
USA.  
 

LOS ANABOLIZANTES 

 Andrógenos:  
       Naturales: Testosterona y sus ésteres  
       Sintéticos: Acetato de trembolona, Metiltestosterona  
 Estrógenos:  
       Naturales: 17-ß-Estradiol y sus ésteres 
       Sintéticos: Estilbenos (Hexestrol, Estilbestrol, Dienoestrol)  
       Fúngicos: Zeranol (de Giberella zeae)  
 Progestágenos:  
       Naturales: Progesterona  
       Sintéticos: Melengestrol
Los ß-agonistas son catecolaminas que compiten con la adrenalina y noradrenalina por los receptores ß-
adrenérgicos; los principales ß-agonistas son clembuterol, cimaterol, ractopamina y salbutamol. Los ß-
agonistas provocan que el metabolismo derive más principios inmediatos a la formación de músculo
(disminuye la degradación y se estimula la síntesis proteica) y menos a la formación de grasa; además,
favorecen la lipolisis; la mejora de la calidad de la canal se cuantifica en un 15% más de proteína (lo que
lleva asociado una mayor retención de agua) y un 15-20% menos de grasa. Los efectos sobre la ganancia de
peso no son tan importantes: la ganancia de peso se mejora en un 5%. Sin embargo, un inconveniente de los
ß-agonistas es que una vez retirados del pienso provocan una rápida deposición de grasa, perdiéndose los
beneficios conseguidos durante el tratamiento. 

Los ß-agonistas pueden provocar problemas cardiacos (taquicardia) en los animales; además, si en la canal de
los animales existen residuos de estos aditivos, el consumidor puede sufrir el mismo tipo de trastorno. Los ß-
agonistas nunca han estado incluídos en la lista positiva de aditivos, y desde 1997 están expresamente
prohibidos en la UE. 

La hormona del crecimiento ó somatotropina (BST, bovine somatotropin) actúa liberando somatomedinas
(son pequeños péptidos denominados IGF-I e IGF-II) en el hígado; estos compuestos favorecen la síntesis
proteica y el catabolismo de las grasas, e inhiben la síntesis de grasa. Los efectos netos de la hormona del
crecimiento son un aumento de la velocidad de crecimiento, y una mejora del índice de conversión y de la
calidad de la canal; por otra parte, la producción de leche aumenta en 4-5 litros diarios, no modificándose su
composición. La mejora de los rendimientos (que se cuantifica en un 10-15%) es debida en gran parte a que
provoca un aumento de la ingestión de alimento; las raciones deben ser de gran calidad para poder sostener
los incrementos de producción. 

Quizá el principal inconveniente de esta hormona es su modo de administración; en efecto, al ser una
hormona proteica (unos 200 aminoácidos) se debe suministrar cada 2-3 días por inyección intramuscular ó
subcutánea, pues si se administra en el pienso se hidroliza en aminoácidos. Se está estudiando su utilización
mediante implantes subcutáneos que permitan su liberación gradual a lo largo de un periodo largo. Aunque el
uso de BST está permitido en USA desde 1993, en la UE está prohibida.

Tema 25. La ingestión de alimentos

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar los factores que determinan la ingestión de alimentos  


- saber estimar la cantidad ingerida de alimento
Esquema del tema: 
La regulación energética y volumétrica de la ingestión de raciones completas  
Otros factores que regulan la ingestión de raciones completas 
   a) El estrés térmico 
   b) Los factores ligados a la ración 
   c) Los factores ligados al animal 
La ingestión de forrajes 
   a) La estimación de la cantidad ingerida de forraje  
   b) Los factores que determinan la cantidad ingerida de forraje 
AUTOEVALUACION

 
1.- La regulación energética y volumétrica de la ingestión de raciones completas. 

En principio y en el caso de raciones de buena calidad, los rumiantes regulan la ingestión de alimento de
forma similar a los monogástricos, esto es, ingieren la cantidad de energía necesaria para cubrir sus
necesidades energéticas (regulación energética):  
         kg ingeridos de MS = Necesidades energéticas/Concentración energética de la ración 

No obstante, en determinadas circunstancias, la capacidad física del rumen puede hacer imposible que el
animal ingiera todo el alimento que necesita (regulación volumétrica), por lo que el animal debe obtener
parte de la energía movilizando sus reservas corporales; la regulación volumétrica es frecuente en tres
circunstancias:  
     - en el caso de que las raciones tengan una baja concentración energética, por ejemplo, raciones con
forrajes de mala calidad 
     - en el caso de animales con elevadas necesidades energéticas, por ejemplo, vacas de leche de alta
producción 
     - desde el final de la gestación hasta pasado el pico de lactación, ya que el durante este periodo el rumen
sufre una depleción; en efecto, la capacidad del rumen está reducida al final de la gestación (en particular en
el caso de los pequeños rumiantes en que son frecuentes las gestaciones múltiples), y tras el parto (ya que el
rumen ha estado comprimido durante la gestación y no alcanza su completa distensión hasta 2-3 meses
después del parto en el caso de vacas, ó 1-2 meses en el caso de pequeños rumiantes);  la capacidad media del
rumen al final de la gestación y tras el parto es de un 85% de la capacidad normal.  
 

REGULACION DE LA INGESTION 

Cantidad de alimento ingerido por una vaca de 600 kg que


produce 25 litros diarios de leche, y tiene una capacidad de
ingestión de 18.5 kg MS y unas necesidades energéticas diarias
de 16 UFL. 

Regulación energética:  
Si se le suministra una ración con una concentración energética
de 0.90 UFL/kg MS:  
   - ingiere 16/0.90 = 17.75 kg MS diarios  
Regulación volumétrica:  
a) Si se le suministra una ración con una concentración
energética de 0.80 UFL/kg MS: 
     - la vaca necesita ingerir: 16/0.80 = 20 kg MS 
     - la capacidad de ingestión es de solamente 18.5 kg MS, que
son los que realmente ingiere  
     - la vaca ingiere: 18.5 x 0.80 = 14.8 UFL diarias  
     - la vaca moviliza reservas corporales para obtener 1.2 UFL
diarias  
b) Si se le suministra una ración con una concentración
energética de 0.90 UFL/kg MS, pero la vaca está en el periodo
postparto:  
     - existe una depleción de un 15% del rumen, por lo que la
capacidad de ingestión es: 0.85 x 18.5 = 15.75 kg MS  
     - la vaca ingiere solamente: 15.75 x 0.90 = 14 UFL  
      - la vaca moviliza reservas corporales para obtener 2 UFL
diarias
Existen tablas en las que se señalan los kg de materia seca que es capaz de ingerir cada especie según su peso,
estado productivo y características de la ración. Con las raciones habituales, la cantidad de MS ingerida por
los rumiantes en mantenimiento es el 1.5-2% de su peso, y el 3-4% de su peso en el caso de hembras en
producción. En términos generales, el consumo medio diario de los rumiantes es: unos 10-12 kg MS las vacas
secas, 15-20 kg MS las vacas en lactación, 1-2 kg MS las cabras y ovejas, y unos 6-8 kg MS los terneros al
final del cebo, dependiendo de la calidad de los alimentos y de la productividad de los animales. 

El INRA francés ha propuesto no utilizar la materia seca como medida de la capacidad de ingestión, sino
utilizar la unidad lastre (UL) que se define como el volumen que ocupa 1 kg de MS de hierba; no obstante,
esta nueva unidad aún no se utiliza de forma generalizada.  
 

2.- Otros factores que determinan la ingestión de raciones completas. 

a) El estrés térmico. 

Igual que en el caso de los monogástricos, las necesidades energéticas de los rumiantes dependen, además del
estado fisiológico en que se encuentren, de la temperatura ambiente (óptimo 15-20ºC). Cuando la temperatura
disminuye los animales aumentan el consumo de alimento para producir calor; por el contrario, al aumentar la
temperatura los animales tienen dificultades para eliminar todo el calor que producen, por lo que reducen el
consumo de alimento. Las vacas lecheras son particularmente sensibles a las altas temperaturas, y a partir de
los 25 ºC ya se manifiesta una reducción importante del consumo (el consumo se reduce aproximadamente un
2.5% por cada grado por encima de los 25 ºC), y por lo tanto de la producción. Los efectos del calor son
particularmente graves tras el parto y al final de la gestación, ya que la reducción de la ingestión debida al
estrés térmico se suma a la reducida capacidad del rumen en estos periodos. 

Además de aumentar la concentración energética y de nutrientes, se deben efectuar ciertas modificaciones en


la composición de las raciones que se van a utilizar durante el verano, como se estudiará con detalle más
adelante:  
     - incluir bastante grasa (incluso más de un 10%, en su mayor parte by-pass) ya que su catabolismo
produce poco calor, además de que permite formular piensos más concentrados; no obstante, la grasa es mal
aceptada por los rumiantes, por lo que su inclusión en las raciones debe ser progresiva para conseguir una
cierta habituación del animal  
     - fortalecer los piensos con proteína de buena calidad, y en particular con lisina y metionina by-pass  
     - utilizar forrajes de buena calidad que producen menos extracalor de fermentación en el rumen; de hecho,
uno de los efectos del calor es la reducción drástica del consumo de forrajes de baja calidad  
     - incluir tamponer ruminales para controlar el pH ruminal (para prevenir tanto acidosis ruminales como
caídas en el contenido graso de la leche) debido a la mayor concentración energética de las raciones  
     - colocar los bebederos en zonas de sombra.  
 

b) Los factores ligados a la ración. 

Existen alimentos poco palatables, por ejemplo alimentos pulverulentos ó muy fibrosos, que provocan un
cierto rechazo por el animal; además, los forrajes conservados se consumen en menor cantidad que los
verdes, debido a la baja concentración energética del heno, ó a la alta humedad y acumulación de sustancias
poco apetecibles (ácidos, amoniaco) en el caso de ensilados. Estos alimentos se deben combinar con otros
más apetecibles, ó someterlos a algún tratamiento que mejore su consumo (p.e. granulación de alimentos
pulverulentos, inclusión de saborizantes, etc). 

Finalmente, el consumo de alimento está directamente relacionado con el consumo de agua, de tal manera
que cualquier circunstancia que cause un bajo consumo de agua (escasez de bebederos, agua sucia, agua
caliente a más de 20 ºC, agua fría a menos de 10 ºC, etc) provoca una caída drástica del consumo, y por tanto
de los rendimientos productivos.  
 

c) Los factores ligados al animal. 

La regulación de la ingestión a medio-largo plazo es función del estado de las reservas grasas (teoría
lipogénica), ya que el animal tiende a conseguir a largo plazo el peso estandar de su raza; esto es, existe una
relación negativa entre ingestión y cantidad de tejido adiposo corporal. Por lo tanto, los animales delgados
tienden a consumir más alimento por unidad de peso vivo que los grasos; un ejemplo clásico es el caso del
crecimiento compensatorio de animales jóvenes en pastoreo extensivo de pastos de mala calidad: estos
terneros recuperan rápidamente el peso no ganado cuando entran en los cebaderos y se alimentan con pienso
ad libitum.  
 

3.- La ingestión de forrajes. 

En general los forrajes abaratan el coste de la ración de los rumiantes; por este motivo, algunas raciones
(raciones forrajeras) se formulan asumiendo un cierto consumo de forraje, y complementandolo con
concentrado para cubrir las necesidades nutritivas del animal. En otras ocasiones (raciones intensivas
basadas en concentrado) el forraje se aporta para asegurar un cierto aporte de fibra que permita mantener una
adecuada funcionalidad ruminal y mejorar el contenido graso de la leche. En ambos casos es necesario
estimar la cantidad de forraje que puede consumir el animal, ya que la capacidad ruminal suele limitar la
inclusión de forrajes en la ración, particularmente si se pretende formular raciones con un contenido
energético alto.  
 

a) La estimación de la cantidad ingerida de forraje. 

Existen tres formas de estimar la cantidad ingerida de forrajes: la determinación directa o método empírico, la
estimación según la capacidad física del rumen y el contenido fibroso del forraje, y la estimación en el caso
de animales en pastoreo.

El método empírico consiste en el suministro del forraje ad libitum a un grupo de animales, y se observa la
cantidad consumida. 

No obstante, en ocasiones no es posible realizar este tipo de pruebas, por lo que la cantidad ingerida de
forraje se debe estimar en función de la capacidad física del rumen (unos 5-6 kg FND en vacas de leche y
unos 0.5-1.0 kg FND en ovejas y cabras) y de la lignificación de la fibra (la fibra lignificada es poco
degradable y ocupa el rumen durante mucho tiempo, lo que provoca una reducción del consumo). La cantidad
que los rumiantes pueden ingerir de algunos forrajes habituales es: paja de cereal, el 0.5-1% del peso del
animal; hierba, el 1.5-2.5% del peso del animal, según el valor nutritivo de la hierba; heno de hierba, el 1.5-
2% del peso del animal; heno de alfalfa, el 2-2.5% del peso del animal. Obviamente, todos los factores que
aumentan la velocidad del vaciado ruminal (p.e. comidas frecuentes, alimentación integral, picado del forraje,
etc) permitirán una mayor ingestión de forraje. 

En el caso de pastos, la cantidad ingerida por los animales se puede estimar de manera indirecta, conociendo
previamente la digestibilidad del forraje, utilizando arneses para recoger la totalidad de las heces producidas.  
 

ESTIMACION DE LA INGESTION EN PASTOREO

Se sabe que la digestibilidad de la MS de unos pastos es del 75%, y se desea


estimar la cantidad de estos pastos que ingieren diariamente vacas en
pastoreo. La cantidad total de MS excretada en heces y recogida en los
arneses es de 2.5 kg MS diarios: 
    MSingerida = MSheces/(1 - Digestibilidad) = 2.5/(1 - 0.75) = 10 kg MS
   
   
b) Los factores que determinan la cantidad ingerida de forraje.

La tasa de sustitución. 

Como se acaba de señalar, cuando se utilizan forrajes de baja degradabilidad la capacidad del rumen suele
limitar la cantidad de forraje ingerido. Es conveniente tener presente que la fibra permanece mucho tiempo en
el rumen y por tanto retrasa la velocidad del vaciado ruminal; así, mientras los cereales permanecen 4-6 horas
en el rumen, los forrajes permanecen 24-48 horas, dependiendo de su degradabilidad ruminal. 

En la alimentación de los rumiantes, normalmente el forraje por sí solo no aporta toda la energía necesaria
para mantener una elevada productividad, siendo preciso añadir concentrado a la ración. El concentrado es
degradado relativamente rápido en el rumen, por lo que la inclusión de concentrado en las raciones de los
rumiantes permite conseguir un aumento de la ingestión de materia seca. 

Sin embargo, según se aumenta la cantidad suministrada de concentrado complementario, los rumiantes
comen menos forraje; es un problema habitual que en muchas explotaciones ganaderas se añade tanto
concentrado que, en lugar de complementar el forraje, lo que hace el concentrado es sustituir al forraje.
La tasa de sustitución se define como los kilos de materia seca de forraje que el animal deja de consumir por
cada kilo de concentrado añadido a la ración; el valor de la tasa de sustitución depende de la calidad del
forraje de la ración y de la cantidad de concentrado añadida: 
     - la tasa de sustitución toma valores altos (hasta ser superior a 1.0) para forrajes de buena calidad (heno de
alfalfa, hierba, ensilado de hierba, ensilado de maíz), disminuyendo su valor (hasta 0.2-0.4) para forrajes de
menor calidad.  
     - la tasa de sustitución aumenta al aumentar el aporte de concentrado; por ejemplo, para un forraje de
calidad media la tasa de sustitución es de 0.5 cuando se añaden 1-2 kg de concentrado, pero es de 0.75
cuando se añaden 3-4 kg de concentrado.  
     - en casos extremos de forrajes de muy baja calidad, como la paja, pequeños aportes de concentrado (hasta
el 20% de la materia seca de la ración) provocan un aumento del consumo de forraje (tasa de sustitución
negativa) debido a que el concentrado aporta energía muy facilmente aprovechable por la flora ruminal,
provocando su desarrollo y una mayor eficacia en la degradación de raciones fibrosas; en particular, el aporte
de NNP ó proteínas facilmente degradables a las raciones pobres en nitrógeno mejora la actividad de la flora
microbiana, acelerando la velocidad del tránsito digestivo y por tanto la ingestión.  
 

TASA DE SUSTITUCION 
Consumo de forraje y concentrado de una vaca de 600 kg que
produce 10 litros diarios de leche:  
     - necesidades energéticas: 9 UFL  
     - heno de hierba: 0.75 UFL/kg MS  
     - pienso: 1.0 UFL/kg MS  
     - paja de cereal: 0.4 UFL/kg MS  
a) Solamente heno de hierba:  
          - consumo: 9/0.75 = 12 kg MS  
b) Heno + 1 kg de concentrado:  
          - tasa de sustitución: 0.5  
          - consumo de heno: 11.5 kg MS  
          - consumo de pienso: 1 kg  
c) Heno + 3 kg de concentrado:  
          - tasa de sustitución: 0.75  
          - consumo de heno: 9.75 kg MS  
          - consumo de pienso: 3 kg  
d) Solamente paja:  
          - consumo máximo: 5.5 kg MS  
e) Paja + 2 kg de concentrado:  
          - tasa de sustitución: -0.25  
          - consumo de paja: 6.0 kg MS  
          - consumo de pienso: 2 kg
La habituación al forraje. 

Las cabras son particularme selectivas en cuanto al tipo y cantidad de forraje ingerido:  
     - por una parte, suelen rechazar los forrajes a los que no están habituadas; por este motivo, es conveniente
comenzar a suministrar durante la recría el tipo de forraje que se va a utilizar durante la fase adulta  
     - por otra parte, son muy caprichosas en la elección de los forrajes cuando son lo suficientemente
abundantes para permitirles efectuar una selección, tanto en pastoreo como en estabulación. Para que
desechen lo menos posible, en el comedero sólo se debe suministrar la cantidad de forraje que se calcula van
a consumir los animales; si es posible, se deben realizar 2 ó 3 suministros diarios de moderada cantidad, y se
deben mezclar bien con el resto de la ración de tal manera que los animales tengan dificultades para elegir los
ingredientes más apetecibles. Normalmente es dificil reducir el rehusado a menos del 15-20% del forraje
ofrecido, siendo el rehusado tanto mayor cuanto peor sea la calidad del forraje.

La humedad del forraje.

El contenido en agua de los forrajes también afecta su ingestibilidad. En efecto, aunque el agua de bebida es
rapidamente absorbida y no afecta a la cantidad ingerida de alimento, el agua que forma parte de los
alimentos ocupa espacio en el rumen, por lo que la ingestión de forraje disminuye cuanto mayor sea su
humedad; en particular, se comienza a limitar la cantidad de MS ingerida cuando la humedad de la ración es
superior al 65%. No obstante, en ocasiones los forrajes secos son menos palatables que los húmedos. 

Tema 26. La alimentación del vacuno de leche


 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el rendimiento productivo y en las condiciones


sanitarias de las vacas de leche 
- saber estimar las necesidades de nutrientes de las vacas de leche 
- conocer las características y el manejo de las raciones utilizadas en las explotaciones de las vacas
de leche 
- conocer las características y el manejo de los lactoreemplazantes
Esquema del tema: 
La importancia de la producción de leche de vaca 
Las raciones de las vacas de leche 
La producción de leche 
     a) La cantidad de leche 
     b) La calidad de la leche 
Las necesidades nutritivas de las vacas de leche 
     a) Las necesidades de fibra efectiva 
     b) Las necesidades energéticas 
     c) Las necesidades proteicas 
     d) Las necesidades de calcio 
     e) Las necesidades de otros nutrientes 
La movilización de las reservas corporales  
     a) La evolución de las reservas corporales  
     b) La movilización postparto de las reservas corporales 
     c) El índice de la condición corporal 
La alimentación de las vacas en mantenimiento 
La alimentación de las vacas en gestación 
La alimentación de las vacas en lactación 
     a) Las raciones durante el primer periodo de la lactación 
     b) Las raciones durante el segundo periodo de la lactación 
La producción de leche en pastoreo 
     a) La acumulación de metano 
     b) El exceso de proteína degradable 
     c) La deficiencia en magnesio 
     d) La deficiencia en fósforo 
     e) La intoxicación por nitritos 
La alimentación de los terneros prerumiantes  
     a) El calostro 
     b) La lactancia artificial 
     c) La composición de los lactoreemplazantes 
     d) La utilización de los lactoreemplazantes  
     e) Los alimentos sólidos 
La alimentación de las novillas 
La alimentación de los sementales 
AUTOEVALUACION
Práctica: 
             Formulación  con ordenador de raciones de rumiantes

Visita : 
             Explotación de vacuno de leche

 
1.- La importancia de la producción de leche de vaca.

La producción de leche de vaca aporta casi el 20% de la Producción Final Ganadera nacional. En España hay
unas 175.000 explotaciones de vacuno de leche (pero solamente 17.000 explotaciones tienen más de 20
vacas) que en conjunto mantienen alrededor de 1.200.000 vacas de leche (el 85% de las vacas de ordeño son
de raza frisona; el 80% de las vacas de leche se localizan en el Norte peninsular) que anualmente producen
casi 6.000 millones de litros de leche; alrededor del 55% de estas vacas se explotan en sistemas intensivos,
con unos elevados aportes de concentrado, y el resto en sistemas semiintensivos basados en el pastoreo de
praderas y la complementación con concentrado. 

España produce alrededor del 5% de la leche producida en la UE. El consumo per cápita nacional es de unos
100 litros de leche líquida y de otros 100 litros de leche de vaca transformados en productos (queso, yogurt,
mantequilla, etc); mientras que la UE es excedentaria en leche de vaca (exporta un 10% de la leche que
produce), España es deficitaria e importa de la UE casi el 25% de la leche de vaca que consume (importamos
leche en forma de productos lácteos). 

Finalmente, las vacas lecheras de desvieje aportan alrededor del 1.5% de la producción nacional de carne;
anualmente se sacrifican unas 400.000 vacas de leche, con un peso medio de la canal de 250-300 kg.  
 

PRODUCCION DE LECHE

                                                  Mundo      UE        España  


Producción de leche  
      (litros/habitante)                  100         330          165 
Procedencia de la leche:  
           Vaca                                   85%        95%         90%  
           Cabra                                   2%          1.5%        4%  
           Oveja                                   1.5%       2.5%        5%  
           Otros                                   6.5%       1%           1%
2.- Las raciones de las vacas de leche.

Las vacas de leche se racionan según su nivel de producción ó estado fisiológico; se suelen establecer dos ó
tres lotes de vacas en ordeño, otro de vacas secas, y otro de novillas de recría; se emplean raciones
específicamente formuladas y preparadas para cada lote. No obstante, en rebaños homogéneos de alta
productividad (p.e. vacas de más de 8.000 litros al año) se tiende a una ración única ad libitum para todos los
animales en lactación, y una ración diferente para los animales secos; la dieta única facilita
considerablemente el manejo de la alimentación. 
Las raciones de las vacas de leche se formulan combinando uno ó dos forrajes (que aportan básicamente
fibra) y concentrado (que aporta energía y proteína); además, las raciones contienen un corrector mineral y en
ocasiones aditivos (tampones, probióticos, etc). Los rumiantes disponen normalmente de un buen
aprovisionamiento en vitaminas: los forrajes verdes aportan vitamina A y E, los henos (por la acción de la luz
solar) aportan vitamina D, la flora ruminal sintetiza cantidades suficientes de vitamina K y vitaminas
hidrosolubles; sin embargo, a medida que se intensifican las producciones se suplementa con vitamina A en
las raciones a base de henos mediocres, con vitamina D en ausencia de heno, con vitamina E para mejorar la
conservación de la leche (ya que actúa como antioxidante), y con vitaminas hidrosolubles para prevenir
carencias (sobre todo en caso de trastornos ruminales: acidosis crónica, meteorismo, etc). 

Respecto a los minerales, cada vez se presta más atención a dos relaciones:  
     - el balance aniones-cationes, ya que las raciones de gestación con un exceso de cationes (sobre todo,
sodio, potasio y calcio) en relación con su contenido en aniones (sobre todo cloruros y sulfatos) predisponen
a la hipocalcemia postparto, como se comenta más adelante.  
     - el balance oxidantes-antioxidantes, ya que un exceso de sustancias oxidantes (p.e. hierro, aceites
vegetales, micotoxinas, contaminantes químicos de cosechas) en relación a las sustancias antioxidantes (p.e.
vitamina E, selenio, ß-carotenos, cobre, zinc, manganeso) está relacionado con los celos silenciosos,
problemas de pezuñas, metritis y edema de ubre; es particularmente importante el exceso de hierro (p.e. agua
con demasiado hierro, ó fosfatos contaminados con hierro). 

La calidad nutritiva de las raciones ingeridas por los rumiantes, y por las vacas de leche en particular, no
suele ser conocida con precisión debido a los siguientes factores de variación:  
     - existe una ración teórica, que es aquella que formula el ordenador; no obstante, la precisión de los
nutrientes aportados por la ración depende de la precisión de la información suministrada al programa
informático; por ejemplo, la información suministrada por el ordenador no coincidirá con la realidad cuando
se utilizan valores medios en cuanto al valor nutritivo de las materias primas utilizadas en la explotación, esto
es, cuando no se analizan las diferentes partidas de materias primas.  
     - existe otra ración que es la elaborada por el ganadero a partir de la fórmula elaborada por el ordenador;
esta ración suele desviarse de la fórmula teórica cuando el ganadero no pesa sistemáticamente los
ingredientes de las raciones.  
     - finalmente, existe la ración que realmente consume el animal, ya que cada vaca tiene preferencias por
ciertas materias primas y procura ingerir poca cantidad de otras; esto es, en la realidad el consumo de cada
animal es diferente.  
     - la utilización de raciones unifeed elaboradas con carritos mezcladores que poseen báscula permite
minimizar las variaciones debidas por una parte a la precisión con que se pesan los ingredientes, y por otra a
la selección de ingredientes por los animales. 

Ya se ha comentado que la cantidad ingerida de alimento por los rumiantes depende de las características de
la ración (concentración en energía y en FND), del ambiente (temperatura, disponibilidad de agua) y del
animal (tamaño, producción de leche); para las raciones habituales, la ingestión de alimento por las vacas de
leche se puede estimar de la forma:  
                   kg MS diarios = 0.0185 x PV + 0.3 x Producción de leche 

Respecto al consumo de forraje, la capacidad de ingestión de las vacas de leche, en relación al peso vivo, es
un 1% de paja (unos 6 kg diarios), un 2% de heno de hierba (unos 12 kg), un 2.5% de heno de alfalfa (unos
15 kg), y un 1.5-2.5% de MS en forma de hierba ó ensilado (10-15 kg de MS, dependiendo de la calidad del
forraje).  
 

3.- La producción de leche.


Las vacas de leche tienen el primer parto a los 2 años de edad (450-500 kg), y continúan creciendo hasta
alcanzar el peso adulto (unos 600 kg) a los 4 años de edad. Las vacas se cubren a los 3 meses del parto para
intentar conseguir 1 parto anual, ya que la gestación dura 9 meses. La vida util de las vacas de leche es de 4-6
lactaciones, dependiendo de la productividad de cada vaca en particular.  
 

CURVA DE PRODUCCION

a) La cantidad de leche. 

La lactación dura 10 meses, siendo la producción habitual de 4.000-7.000 litros por vaca, dependiendo de la
genética del animal y de la intensificación de la alimentación. 

La produccción de leche aumenta tras el parto hasta que alcanza el máximo a los 30-60 días, posteriormente
declina lentamente hasta el secado; la mejora genética tiende a conseguir hembras con una curva de
producción más persistente. El secado se realiza tras 10 meses de lactación, cuando las vacas producen
alrededor de 10 litros de leche. 

La cantidad de leche producida está relacionada con la cantidad de agua que se excreta por la ubre; a su vez,
la cantidad de agua que se excreta depende de la cantidad de lactosa que se excreta (ya que así se regula el
equilibrio osmótico). En definitiva, cuanta más lactosa se sintetice (la lactosa se sintetiza en la ubre), más
leche se produce. 

La glucosa sanguínea es el principal precursor de la lactosa de la leche; por lo que cuanta mayor sea la
disponibilidad de glucosa, mayor será la síntesis de lactosa. Como ya se ha señalado al estudiar el
metabolismo de los rumiantes, la glucosa se obtiene de la glucosa absorbida en el duodeno (poco), de los
aminoácidos absorbidos, también a partir de la movilización de las reservas corporales (glucogénesis a partir
de glicerina y en menor medida a partir de aminoácidos musculares), y principalmente a partir del ácido
propiónico absorbido en el rumen. Por tanto, las raciones que favorezcan la producción de ácido propiónico
(raciones con alto contenido en cereales), dan lugar a una mayor producción de leche. 

La utilización de proteína by-pass, además de mejorar ligeramente el contenido proteico de la leche, aumenta
la producción de leche ya que aporta aminoácidos que pueden ser utilizados como sustrato glucogénico. 

La grasa by-pass, aunque no mejora directamente la producción de leche ya que los ácidos grasos no son
glucogénicos, permite reducir la utilización de ácido propiónico y aminoácidos como sustratos energéticos,
pudiendo utilizarse como sustratos glucogénicos.  
 

b) La calidad de la leche. 

La composición media de la leche de vaca es 88% agua, 5% lactosa, 3.5% grasa y 3.5% proteína; el
contenido energético medio de un litro de leche es de 3.1 MJ. El contenido mineral de la leche permanece
relativamente constante en tanto que el animal no sufra una deficiencia mineral importante. Las vitaminas
liposolubles están en mayor cantidad en la leche rica en grasa (raciones con alto contenido en forraje); la
leche de las hembras en pastoreo son ricas en vitaminas A y E, mientras que la leche de las hembras
alimentadas con forrajes desecados es rica en vitamina D. 

La proteína es cada vez más utilizada por las industrias lácteas como criterio de calidad de la leche. Las
proteínas de la leche se sintetizan en su mayor parte en la glándula mamaria; el 80% de la proteína de la leche
es caseína (es la proteína que se coagula (precipita a pH 4.6) y forma parte del queso, las otras proteínas
permanecen solubilizadas en el suero). El contenido proteico de la leche es difícil de mejorar a través de la
alimentación, ya que es una característica genética de cada animal; no obstante, se puede aumentar
ligeramente (menos de un punto) mejorando la disponibilidad metabólica de aminoácidos: directamente (p.e.
proteína by-pass), ó indirectamente (p.e. cereales que aumentan la cantidad de propiónico glucogénico, lo que
reduce la utilización de aminoácidos como sustrato glucogénico). La inclusión de grasa by-pass aumenta la
producción de leche, pero la cantidad diaria de proteína contenida en la leche no se modifica, por lo que la
concentración proteica de la leche producida se reduce. 

Las industrias lácteas priman la leche con un alto contenido en grasa; por otro lado, la grasa es el componente
de la leche que más se puede modificar mediante la alimentación. Los precursores de la grasa de la leche
son:  
     - ácidos acético y ß-hidroxibutírico absorbidos en el rumen, que van por la sangre a la ubre donde forman
los ácidos grasos saturados de cadena corta y media (menos de 14 átomos de carbono) de la leche; estos
ácidos grasos suponen más del 75% de la grasa de la leche.  
     - ácidos grasos saturados que proceden de las reservas corporales, que dan lugar a los ácidos grasos de
cadena larga (saturados y monoinsaturados) de la leche; estos ácidos grasos (p.e. palmítico, esteárico, oleico)
pueden llegar a representar más del 20% de la grasa de la leche en periodos de una intensa movilización de
reservas corporales al principio de la lactación; sin embargo, tras el pico de producción, su importancia es
mínima ya que el animal no está movilizando las reservas corporales.  
     - ácidos grasos insaturados del alimento que escaparon a la fermentación ruminal, que dan lugar a los
ácidos grasos insaturados de la leche (p.e. linoleico); en condiciones normales (sin inclusión de grasa by-
pass) estos ácidos grasos representan menos  del 5% de la grasa de la leche. 

Debido a los diferentes nutrientes utilizados para la sínteis de lactosa y de grasa (ácido propiónico frente a
ácidos acético y ß-hidroxibutírico), existe una relación inversa entre cantidad de leche producida y la
concentración grasa de la leche. La producción de ácido acético está directamente relacionada con la
actividad de la flora celulolítica; en efecto, los alimentos que favorezcan el desarrollo de este tipo de flora
aumentan la concentración grasa de la leche, por ejemplo: raciones forrajeras, alimentación integral, y
utilización de tampones ruminales. También aumentan el contenido graso de la leche raciones con pulpas ó
melazas, ya que estos alimentos favorecen la producción de ácido butírico. Por el contrarios, las raciones en
harina ó granuladas, la utilización de forraje picado a menos de 1 cm, y las raciones con poco forraje reducen
el contenido graso de la leche, debido a una menor producción de ácido acético al reducirse la actividad de la
flora celulolítica. 

La grasa saturada del alimento (p.e. sebo) y la grasa insaturada by-pass (p.e. semillas integrales, aceites
vegetales protegidos) aumentan el contenido graso de la leche ya que pasan al duodeno donde son absorbidas.
Sin embargo, las grasas insaturadas sin proteger afectan negativamente a la actividad de la flora celulolítica, y
por tanto reducen la producción de ácido acético y el contenido graso de la leche.

La composición en ácidos grasos de la leche tiene cierta importancia en los procesos tecnológicos
(fabricación de mantequilla, etc). Aunque esta composición es relativamente independiente de la ración ya
que la mayor parte de los ácidos grasos de la leche se forman en la ubre debido a la lipogénesis (produce
ácidos grasos saturados) a partir de los ácidos acético y ß-hidroxibutírico absorbidos en el rumen, la
utilización de grasas insaturadas protegidas da lugar a un mayor contenido en ácidos grasos insaturados de la
grasa de la leche; también aumenta el contenido en ácidos grasos insaturados al aumentar la cantidad de
concentrado de la ración (ya que se reduce la hidrogenación de los ácidos grasos insaturados de las materias
primas vegetales). Por otra parte, el descenso de la grasa de la leche va normalmente asociado a un descenso
de los ácidos grasos obtenidos por lipogénesis (que son saturados), y a una mayor proporción de ácidos
grasos insaturados.  
 

4.- Las necesidades nutritivas de las vacas de leche. 

a) Las necesidades de fibra efectiva. 

En condiciones normales, los forrajes de buena calidad (hierba, ensilados, cultivos forrajeros) cubren los
gastos de mantenimiento y la producción de unos 10 litros de leche de vaca; el resto de la producción de
leche se ha de cubrir con concentrado: de media un kilo de concentrado por cada 2.0-2.5 litros de leche de
vaca. Esto es, durante toda la lactación los forrajes pueden cubrir la producción de unos 3.000 litros de leche
de vaca; el resto de producción ha de ser cubierta con concentrado; por ejemplo, la producción de 40 litros de
leche suele estar cubierta con forraje ad libitum más unos 13 kg de concentrado. 

Mientras que el excesivo consumo de concentrados provoca en monogástricos una hiperglucemia transitoria,
en rumiantes da lugar a una acidosis ruminal, ya que las raciones con un contenido elevado de carbohidratos
de rápida fermentabilidad favorecen la producción de ácido láctico y altas concentraciones de ácidos grasos
volátiles que reducen el pH ruminal. La acidosis ruminal crónica (pH entre 5.0-6.0) debido a un exceso de
concentrado y a una falta de fibra es la indigestión más frecuente en vacas de leche. Prácticamente se presenta
sin síntomas: el bajo pH reduce los moviminetos ruminales, por lo que se dificulta la expulsión de gases, lo
que provoca un ligero meteorismo. Por otra parte, el bajo pH ruminal provoca una disminución de la
actividad de las bacterias celulolíticas, reduciéndose la degradabilidad de la fibra; no obstante, esto no es
excesivamente importante, porque la contribución energética de los forrajes es mínima en las raciones que
provocan la acidosis ruminal. La consecuencia más importante de la acidosis crónica es la reducción del
consumo y de la producción de leche; la deficiencia de fibra también está relacionada con un menor
contenido graso de la leche. 

La acidosis crónica es difícil de prevenir completamente, pero las raciones deben contener al menos un 30%
de FND (el 75% de esta FND ha de proceder de forrajes, esto es, el equivalente al 1.0-1.5% del peso vivo en
forma de MS de forrajes), ó un 20% de FND efectiva. La inclusión en las raciones de tampones ruminales ó
la alimentación integral también permite mantener un pH ruminal relativamente alto; asimismo, la inclusión
de grasa by-pass permite reducir la inclusión de cereales, y por lo tanto el riesgo de acidosis ruminal. 
La causa de la acidosis ruminal aguda es la alta ingestión de cereales sin un acostumbramiento previo de al
menos dos semanas; se provoca un rápido desarrollo de Lactobacillus sp. y Streptococcus bovis con una
rápida producción de ácido láctico; además, los carbohidratos también favorecen la producción de altas
cantidades de otros ácidos grasos volátiles; todo ello da lugar a un pH<5.0, que a su vez provoca una atonía
ruminal y una alta osmolaridad ruminal. Parte del ácido láctico producido se absorbe, lo que provoca la
aparición de una acidosis metabólica; por otra parte, la alta osmolaridad ruminal provoca una importante
deshidratación orgánica, a la vez que facilita la aparición de diarreas osmóticas acuosas. La acidosis aguda
suele aparecer cuando el paso de la ración del periodo seco a la ración de lactación (que contiene mucho
concentrado) no se hace gradualmente; el efecto de la acidosis metabólica y la deshidratación, si no se tratan,
es el shock y la muerte del animal. 

La acidosis aguda en hembras reproductoras se suele complicar con cuatro trastornos:  


     - destrucción de la mucosa ruminal lo que favorece la colonización por el hongo Mucoraceous sp. que
provoca paraqueratosis de la mucosa, facilitando la colonización bacteriana de la mucosa y el trasporte de
bacterias (sobre todo Fusobacterium necrophorum) por vía portal al hígado, donde aparecen abscesos
hepáticos  
     - meteorismo crónico debido a la atonía ruminal y al cese de la eructación; este tipo de meteorismo
responde mejor al tratamiento con siliconas que con poloxaleno que se utiliza para timpanismos debidos a
leguminosas  
     - mayor incidencia de desplazamiento de abomaso debido a la hipomotilidad ruminal  
     - destrucción de bacterias gram negativas en gran cantidad, que liberan endotoxinas vasodilatadoras; la
vasodilatación provoca una insuficiencia circulatoria de evolución muy rápida, relacionada con la aparición
de artritis y laminitis (inflamación de los tejidos de la pezuña, sobre todo de las patas traseras, lo que provoca
la aparición de cojeras). 

A los animales con acidosis ruminal aguda se les ha de suministrar, mediante una sonda esofágica, tampones
ruminales para neutralizar la acidez, junto con antibióticos orales para destruir los lactobacilos; en casos muy
graves es necesario realizar una ruminotomía (es caro). También se recomienda realizar una transfusión de
jugo ruminal (existen liofilizados comerciales). La acidosis metabólica y la deshidratación se han de tratar
con fluidoterapia parenteral: inyecciones intravenosas de bicarbonato sódico al 1% para corregir la acidosis
metabólica y soluciones poliiónicas que corrijan la deshidratación y el desequilibrio osmótico. Durante dos
días el único alimento ha de ser paja ó heno y agua, introduciéndose paulatinamente (en 1-2 semanas) el
concentrado.  
 

b) Las necesidades energéticas. 

Las necesidades energéticas diarias de las vacas de leche se pueden estimar mediante el método factorial.
Como media, las necesidades energéticas diarias de una vaca adulta de 600 kg son 7.5 UFL al final de la
gestación, 14.0 UFL cuando está produciendo 20 litros, y 22.5 UFL cuando está produciendo 40 litros; el 65-
80% de las necesidades energéticas son para mantener la producción de leche, mientras que el 20-35% son
para cubrir los gastos de mantenimiento. El nivel de alimentación de las vacas es 1.5 al final de la gestación,
3.0 cuando produce 20 litros, y 4.5 cuando está produciendo 40 litros. 
 
NECESIDADES ENERGETICAS 

Mantenimiento:  
      INRA (UFL/d): 1.4 + 0.006 x PV  
      NRC (kJ ENl/d): 335 x PM  
      AFRC (kJ ENm/d): 9.1 x PV + 500 x PV0.67 
      En pastoreo: 10-20% más  
Crecimiento:  
      Durante la primera lactación: 0.2 x Mantenimiento  
      Durante la segunda lactación: 0.1 x Mantenimiento  
Recuperación de reservas corporales:  
      INRA: 4.5 UFL/kg recuperado  
      NRC: 21.4 MJ ENl/kg recuperado  
      AFRC: 26 MJ ENc/kg recuperado  
Gestación:  
      INRA: 0.9 UFL durante el 7º mes  
                  1.6 UFL durante el 8º mes  
                  2.6 UFL durante el 9º mes  
      NRC: 0.3 x Mantenimiento  
      AFRC: en función del peso final del ternero y del momento de gestación  
Lactación:  
      INRA (UFL/kg leche): 0.175 + 0.065 x % Grasa  
      NRC (MJ ENl/kg): 1.45 + 0.40 x % Grasa  
      AFRC (MJ ENl/kg): 1.50 + 0.40 x % Grasa 

EJEMPLO 
Una vaca frisona de 500 kg, en primera lactación y en pastoreo, que está produciendo
en el cuarto mes de lactación 20 kg diarios de leche con el 3.5% de grasa y el 3.5% de
proteína, y que está recuperando 250 g diarios de reservas corporales tiene unas
necesidades energéticas diarias de:  
 - mantenimiento en pastoreo: 1.15 x (1.4 + 0.006 x PV) = 5.06 UFL  
 - crecimiento durante la 1ª lactación: 0.2 x 5.06 = 1.01  
 - recuperación de reservas corporales: 0.250 kg x 4.5 = 1.13 UFL  
 - lactación: (0.175 + 0.065 x 3.5) x 20 = 8.05 UFL  
 - Necesidades diarias totales: 15.25 UFL
c) Las necesidades proteicas. 

Los rumiantes tienen dos tipos de necesidades proteicas:  


     - necesidades de proteína degradable para mantener la actividad de la flora ruminal.  
     - necesidades de proteína biodisponible (también llamada digestible, absorbible ó metabolizable) para
mantener la actividad orgánica y la producción de leche; esta proteína biodisponible procede del alimento
(proteína by-pass) y de la flora ruminal (proteína microbiana). 

Las necesidades en proteína degradable dependen de la intensidad de la actividad ruminal, esto es, de la
cantidad de proteína microbiana que se forme (que a su vez depende del aporte energético de la ración),
asumiendo que solamente el 90% de la proteína degradable es captada y transformada en proteína
microbiana. 

Las necesidades diarias en proteína biodisponible de las vacas se pueden estimar mediante el método
factorial. Como media, las necesidades diarias de proteína biodisponible de una vaca adulta de 600 kg son
600 g al final de la gestación, 1.200 g cuando está produciendo 20 litros, y 2.400 g cuando está produciendo
40 litros; el 15-30% de las necesidades proteicas son para cubrir los gastos de mantenimiento, y el 70-85%
para mantener la producción de leche. Las necesidades en proteína biodisponible han de ser cubiertas con la
proteína by-pass que aporta el alimento y con la proteína microbiana formada en el rumen.  
 

NECESIDADES PROTEICAS

Necesidades de proteína biodisponible:  


    k = proporción de aminoácidos absorbidos que son utilizados para la síntesis
proteica = Proteína neta/Proteína biodisponible  
Mantenimiento:  
   INRA (no define un valor para k): 3.25 g P biodisponible/kg PM  
   NRC (k = 0.67): en función del peso metabólico y de la digestibilidad de la ración  
   AFRC (k = 1.0): 2.3 g P biodisponible/kg PM  
Crecimiento:  
   Durante la primera lactación: 0.2 x Mantenimiento  
   Durante la segunda lactación: 0.1 x Mantenimiento  
Recuperación de reservas corporales (k = 0.5):  
        200 g P biodisponible/kg recuperado  
Gestación:  
    INRA: 0.5 x Mantenimiento  
    NRC: en función del momento de gestación  
    AFRC: en función del peso final del ternero y del momento de gestación  
Lactación:  k = 0.64 (INRA), k = 0.65 (NRC), k = 0.70 (AFRC)  
    Si la leche contiene un 3-4% de proteína: 45-50 g P biodisponible/litro 

Necesidades de proteína degradable:  


      P degradable = P microbiana formada/0.9  
Proteína microbiana formada:  
       INRA:  Pm = 0.145 x (MOD-PBx(1-D)x1.11-EE)  
       NRC:   Pm = 17.1 x MJ ENl - 193 = 121.5 x UFL - 193  
       AFRC:  Pm = 10 x (MJ EM - 35 x EE) 

Necesidades de proteína by-pass digestible:  


    P by-pass digestible = Necesidades de proteína biodisponible - P microbiana
digestible  
         P microbiana digestible = P microbiana formada x 0.8 x 0.8 

EJEMPLO 
Una vaca frisona de 500 kg, en primera lactación y en pastoreo, que está produciendo
en el cuarto mes de lactación 20 kg diarios de leche con el 3.5% de grasa y el 3.5% de
proteína, y que está recuperando 250 g diarios de reservas corporales tiene unas
necesidades proteicas diarias de:  
a) Proteína biodisponible:  
   - mantenimiento: 3.25 x PM = 344 g  
   - crecimiento durante la 1ª lactación: 0.2 x 344 = 69 g  
   - recuperación de reservas corporales: 0.250 kg x 200 = 50 g  
   - lactación: Proteína de la leche/0.64 = 35 x 20/0.64 = 1.094 g  
   - Necesidades diarias totales: 1.557 g  
b) Proteína degradable:  
   - proteína microbiana formada: Pm = 121.5 x UFL - 193 = 1.660 g  
   - necesidades de proteína degradable: Pd = Pm/0.9 = 1.844 g  
c) Proteína by-pass:  
   - necesidades de proteína biodisponible: 1.557 g  
   - aporte de proteína microbiana digestible: 1.660 x 0.8 x 0.8 = 1.062 g  
   - necesidades de proteína by-pass digestible: 1.557 - 1.062 = 495 g  
   - supuesta una digestibilidad del 80% de la proteína by-pass, las necesidades de
proteína by-pass son: Pbp = 495/0.8 = 619 g  
d) Proteína bruta:  
   - necesidades diarias totales: 1.844 + 619 = 2.463 g  
   - degradabilidad de la proteína de la ración: 1.844/2.463 = 75%
En definitiva, las necesidades en proteína bruta son la suma de las necesidades en proteína degradable y las
necesidades en proteína by-pass; estas necesidades diarias en proteína bruta son unos 1.000 g al final de la
gestación, casi 2.000 g cuando está produciendo 20 litros, y casi 4.000 g cuando está produciendo 40 litros.
La relación óptima proteína/energía de las raciones de vacas de leche es de unos 125 g PB/UFL al final de la
gestación, unos 150 g PB/UFL cuando produce 20 litros, y unos 175 g PB/UFL cuando produce 40 litros.  
 

d) Las necesidades de calcio. 

Las necesidades diarias de mantenimiento de vacas son unos 35 g de calcio; además, cada litro de leche
contiene alrededor de 1.2 g de calcio. Una cierta movilización de las reservas óseas es inevitable en hembras
muy productoras y no puede impedirse ni siquiera con aportes elevados de calcio; se trata de un ciclo
fisiológico normal que a largo plazo (tras 3-4 lactaciones) va a provocar la aparición de osteomalacias (cojera
de la leche). 

Las altas necesidades de calcio inmediatamente tras el parto pueden dar lugar a la aparición de una
hipocalcemia postparto. La paresia del parto ó fiebre vitularia es una hipocalcemia aguda que aparece
durante las primeras 48 horas tras el parto. Es relativamente frecuente a partir de la tercera lactación en las
vacas frisonas ya que a partir de esta edad las hembras comienzan a tener ciertas dificultades para la correcta
absorción del calcio de la ración y para la movilización intensa del calcio óseo, de tal manera que hay menos
calcio biodisponible que el que se excreta en la leche. 

El calcio participa en la transmisión de los impulsos neuromusculares, por lo que la hipocalcemia provoca
debilidad muscular general, colapso circulatorio y pérdida del conocimiento tras el parto; las hembras sufren
una parálisis del tercio posterior, caen aparatosamente de costado con la cabeza extendida hacia atrás, no
pueden levantarse y aparecen temblores musculares; mueren el 90% de los animales no tratados. Si el
tratamiento de la hipocalcemia se realiza tarde, ó es poco intenso, puede aparecer el síndrome de la vaca
echada, caracterizado por decúbito prolongado aún después del tratamiento con calcio. El decúbito
prolongado (más de 4-6 horas) obstruye el suministro de sangre a la extremidad que esté debajo del cuerpo, lo
que origina una lesión traumática de músculos y nervios; el animal intenta levantarse, pero no puede. Los
animales suelen tardar 3-7 días en recuperarse; se deben tratar con mimo y paciencia, cambiándolos
frecuentemente de postura. 

La prevención de la hipocalcemia postparto se basa en el acostumbramiento a la movilización de calcio óseo


durante el final de la gestación; para ello durante el final de la gestación se utilizan raciones con un bajo
contenido en calcio que provocan una habituación a sintetizar parathormona para movilizar calcio óseo, como
se estudia con más detalla al comentar la alimentación de las vacas gestantes. Existen preparados comerciales
de cloruro cálcico para suministrar oralmente durante el periparto. 

 El tratamiento de la enfermedad es relativamente sencillo y consiste en la administración intravenosa lenta


(para evitar efectos cardiacos) de 500 ml de una solución al 25% de borogluconato cálcico; la hembra se
recupera en menos de 15 minutos; si hay ciclos de recaida se realiza un nuevo tratamiento. La fiebre vitularia,
aunque es fácil de curar, tiene unas secuelas importantes, como un mayor intervalo parto-cubrición, una
redución de un 10% de la producción de leche, una mayor incidencia de desplazamiento de abomaso, y
finalmente es frecuente que las vacas que hayan sufrido una hipocalcemia retengan la placenta, lo que a su
vez predispone para la aparición de cetosis de lactación.  
 

e) Las necesidades de otros nutrientes. 

Las necesidades diarias de fósforo son 25 g para mantenimiento; además, la leche de vaca contiene casi 1 g
de fósforo por litro. Estas necesidades de fósforo se cubren sin dificultad con las raciones intensivas (que
contienen una alta proporción de cereales). 

Los alimentos habituales no aportan el sodio suficiente a las hembras lecheras (cada litro de leche contiene
alrededor de 0.5 g de sodio); la carencia importante de sodio (hiponatremia) provoca un consumo aberrante
de orina, tierra, madera, etc; el trastorno se denomina pica ó allotriofagia, y va acompañado de una excreción
frecuente de orina pálida y de una redución del consumo. 

Las necesidades de agua se estiman en 2-3 litros por cada kilo de materia seca ingerida, y además un litro
adicional por cada litro de leche producido, de tal manera que las vacas de alta producción llegan a ingerir
más de 100 litros diarios de agua. En épocas de calor, estas necesidades son un 50% superiores. La baja
ingestión de agua da lugar a impactación ruminal, redución de la ingestión y disminución de la producción de
leche; de hecho, las caidas bruscas de producción suelen estar relacionadas con el suministro de agua.  
 

5.- La movilización de las reservas corporales. 

a) La evolución de las reservas corporales. 

Un aspecto muy importante a considerar en la alimentación de las vacas de leche es la movilización de las
reservas corporales durante el ciclo productivo. En efecto, la capacidad del rumen comienza a reducirse al
final de la gestación, debido a la presión que ejerce el feto, de tal manera que al final de la gestación la
capacidad ruminal es del 80-85% de la capacidad normal; tras el parto el rumen se va distendiendo y
aumentando su capacidad, de manera que hacia los 3 meses del parto se alcanza la capacidad de ingestión
máxima. Por otra parte, las necesidades energéticas son importantes tanto al final de la gestación como tras el
parto. Coinciden por tanto los periodos de altas necesidades y baja capacidad ruminal; la consecuencia es que
durante el final de la gestación y el principio de la lactación se movilizan reservas corporales para cubrir parte
de las necesidades de gestación y de producción de leche (la movilización de 1 kg de grasa aporta unas 4
UFL y cubre la producción de unos 10 litros de leche).  
 
MOVILIZACION DE RESERVAS CORPORALES
La movilización de reservas durante el último mes de gestación no es muy importante en vacas (menos de 10
kg) ya que las necesidades de gestación son relativamente bajas; tras el parto, las vacas con una producción
media (30 litros en el pico de lactación) suelen movilizar unos 35 kg durante los 2-3 primeros meses de
lactación (350-700 g diarios), llegando a movilizar más de 50 kg (hasta 1.5 kg diarios) las vacas con un pico
de lactación superior a 40 litros. 

El apetito va aumentando y las necesidades disminuyendo según avanza la lactación y a partir de los 3 meses
las hembras ya pueden ingerir la energía suficiente para cubrir los gastos de producción y por lo tanto la vaca
deja de perder peso. Las necesidades de producción comienzan a declinar a partir de los 3-4 meses del parto,
por lo que durante los últimos meses de lactación la vaca recupera (250-500 g diarios) las reservas
movilizadas durante la gestación anterior y el principio de la lactación. 

En conclusión, la movilización de reservas corporales es un fenómeno fisiológico que, si se maniene en unos


límites moderados, no tiene repercusiones importantes en la producción de las vacas de leche. Sin embargo, si
la movilización es importante, es frecuente que aparezcan fenómenos de cetosis, denominados toxemia de la
gestación (que no es frecuente en vacas de leche, pero sí en cabras y ovejas) ó toxemia de la lactación, según
el momento en que ocurren.  
 

b) La movilización postparto de las reservas corporales. 

Los ácidos grasos movilizados de las reservas corporales son oxidados para obtener energía; para ser
oxidados, los ácidos grasos se transforman en acetil co-A (ß-oxidación); si la pérdida de peso es superior al 8-
10% del peso vivo significa que se liberan cantidades muy elevadas de ácidos grasos de las reservas
corporales, y por tanto se forma una gran cantidad de acetil-coA. El acetil-coA entra en el ciclo de Krebs
uniéndose a una molécula de ácido oxalacético, que a su vez se forma a partir de glucosa; debido a que
durante el final de la gestación y principio de la lactación se necesitan cantidades elevadas de glucosa (para la
alimentación del feto y para sintetizar la lactosa de la leche), no hay suficiente disponibilidad de glucosa para
formar ácido oxalacético. Como consecuencia, no hay suficiente ácido oxalacético para unirse al acetil-coA
formado; el exceso de acetil-coA que no puede ser oxidado en el ciclo de Krebs se transforma entonces en
cuerpos cetónicos (ácido ß-hidroxibutírico y ácido acetoacético).  
 

LA CETOSIS Y EL HIGADO GRASO

La cetosis es particularmente frecuente en dos casos:  


     - las hembras demasiado gordas, ya que aunque los animales pueden utilizar tanto aminoácidos
musculares como glicerina como nutrientes glucogénicos, las hembras gordas no llegan a movilizar
cantidades importantes de músculo hasta que no movilicen gran parte de las reservas grasas.  
     - las vacas más productoras, ya que tienen unas mayores necesidades de glucosa para formar la lactosa de
la leche, y por tanto existe una menor disponibilidad de glucosa para formar ácido oxalacético; se estima que
la forma subclínica de la cetosis afecta al 80% de las vacas de alta producción. 

En condiciones normales de baja producción de cuerpos cetónicos, estos son oxidados por las células de los
tejidos periféricos; no obstante, si la velocidad de síntesis de cuerpos cetónicos sobrepasa la capacidad de las
células periféricas para oxidarlos, se acumulan en la sangre (acetomenia) y se excretan en la orina
(acetonuria) y en la leche. La toxemia de la lactación suele aparecer cuando se está alcanzando el pico de
lactación (a los 20-30 días del parto); aunque no es frecuente, puede aparecer toxemia de la gestación  en
vacas con gestaciones dobles que limitan la capacidad de ingestión, ó en vacas demasiado engrasadas. 

En el caso de que la cantidad de ácidos grasos liberados en el tejido adiposo sea excesiva, una cantidad
importante de estos ácidos grasos no se transforma en acetil-coA, sino que se depositan en el hígado, lo que
provoca su degeneración grasa; también hay infiltración grasa en riñones, fibras musculares, pulmones y
corazón. El hígado graso no es un trastorno frecuente; afecta solamente a las vacas muy productoras que por
cualquier motivo presentan cierta anorexia (como mucho afecta al 1% de las hembras). El hígado graso suele
provocar la muerte de la vaca sin síntomas de cetosis; el único síntoma es la excesiva pérdida de peso. 

Las consecuencias de la cetosis son una pérdida de apetito, y por tanto continúa la movilización de reservas.
Además, la cetosis va acompañada de hipoglucemia, por lo que la disponibilidad de glucosa está limitada
para la síntesis de lactosa, y por tanto disminuye la producción de leche. Por otra parte, la cetosis reduce las
defensas del animal, por lo que es frecuente la coincidencia de cetosis y mamitis. En casos de cetosis
moderada las vacas se suelen recuperar espontáneamente en menos de un mes. En casos graves, la evolución
de la toxemia de la lactación no suele ser mortal (menos del 10% de mortalidad), pero empeora la fertilidad
de las vacas (tardan 4-5 meses o más en quedar cubiertas). 

La cetosis se puede tratar con soluciones de glucosa al 50% por vía intravenosa, y precursores del ácido
oxalacético (p.e. propilenglicol) por vía oral, dos veces al día durante una semana. Además, la toxemia de la
lactación responde muy bien al tratamiento (es caro) con inyecciones de glucocorticoides ó de ACTH por vía
intramuscular; los glucocorticoides activan la glucogénesis a partir de aminoácidos a la vez que reducen la
producción de leche (y por tanto las necesidades de energía y de glucosa). 

La prevención de la cetosis y del hígado graso se basa en conseguir que la movilización fisiológica de las
reservas sea moderada; para ello la ración ha de contener suficiente energía (es muy interesante la utilización
de grasa by-pass al principio de la lactación) y un aporte suficiente de alimentos glucogénicos (p.e. maíz).
También la inclusión de ciertos aditivos lipotropos (p.e. niacina, colina ó metionina by-pass) facilita la
metabolización de los cuerpos cetónicos durante los primeros meses de lactación, reduciendo el riesgo de
cetosis. Además, se pueden incluir compuestos glucogénicos (son caros) como propilenglicol durante el
primer mes de lactación de vacas.  
 

c) El índice de la condición corporal. 

La determinación de la condición corporal permite estimar la cantidad de grasa subcutánea y el estado


nutritivo del animal. El índice de condición corporal varía de 0 a 5, representando 3 la condición óptima, 0
equivale a caquexia y 5 a obesidad. Cada punto de variación de la condición corporal equivale a la
movilización de unos 50 kg de reservas corporales. 

Se recomienda que las vacas de leche lleguen al parto con un índice 3.25. Tras el parto se van a movilizar
reservas corporales y en el pico de lactación las hembras pueden llegar a un índice 2.5; durante el perido final
de la lactación las vacas han de recuperar reservas y llegar a un índice 3.5. Durante el periodo de secado (que
coincide con el final de la gestación) se movilizan reservas (sobre todo durante el último mes de gestación),
de tal manera que se pierden 0.25 puntos llegando con un índice 3.25 al parto. 

Para puntuar a los animales se palpan las últimas vértebras dorsales y primeras  
lumbares, así como los tejidos adyacentes:  
     - puntuación 0: ausencia de musculatura lumbar y de grasa subcutánea, lo que provoca una pronunciada
depresión entre las apófisis espinosa y transversa; la piel está pegada al hueso y es de difícil pellizcamiento.
La columna vertebral sobresale marcadamente y se aprecian perfectamente las apófisis espinosas (serrucho).
La cara superior de las apófisis transversas se notan a simple vista.  
     - puntuación 3: no existe depresión debido a un llenado suficiente de músculo y grasa que provoca una
línea recta alrededor y entre las apófisis espinosa y transversa; la estructura ósea no se diferencia y la
columna no sobresale. La cara superior de las apófisis transversas no se pueden palpar ni haciendo fuerte
presión. Para palpar los extremos de las apófisis transversas hay que hacer una fuerte presión.  
     - puntuaciones 4 ó 5: ligera convexidad del tejido de manera que la cubierta sobre la apófisis espinosa es
plana (puntuación 4), ó pronunciado abultamiento a cada lado de manera que no se aprecia la estructura ósea
ni por presión (puntuación 5). Ni por fuerte presión se palpan los extremos de las apófisis transversas. 

También se puede estudiar la región del nacimiento de la cola:  


     - puntuación 0: cavidad acusada en el nacimiento de la cola; además, la tuberosidad coxal es muy
prominente, con la piel pegada al hueso y sin tejido subcutáneo. 
     - puntuación 3: no se observa cavidad; la tuberosidad coxal se presenta redondeada y poco prominente.  
     - puntuación 5: engrosamiento de la cola en su nacimiento; no se aprecia la tuberosidad coxal.  
 
LA CONDICION CORPORAL

6.- La alimentación de las vacas en mantenimiento. 

Se considera que las vacas de leche están en mantenimiento cuando no producen leche ó están en los
primeros 6 meses de gestación. En el caso de vacas lecheras y con un sistema óptimo de producción de un
parto anual, no existe periodo de mantenimiento ya que estarán ó en lactación ó al final de la gestación; no
obstante, en la práctica, la cubrición no siempre se consigue a los 3 meses del parto, por lo que cuando se
produce el secado (a los 10 meses del parto), la vaca puede estar en el quinto ó sexto mes de gestación, por lo
que se considera que durante este periodo están en mantenimiento. 

Debido a que la capacidad de ingestión de las vacas en mantenimiento es relativamente alta (10-12 kg de MS
para una vaca de 600 kg, dependiendo de la calidad de la ración), las vacas en mantenimiento se deben
alimentar con raciones de una baja concentración energética y proteica (alrededor de 0.50 UFL/kg MS y un
5% de proteína bruta). 

Las vacas en mantenimiento se pueden alimentar exclusivamente con pastos ó henos mediocres, ó con paja
complementada con un 20% de concentrado. En la práctica, es difícil conseguir raciones con una
concentración energética inferior a 0.65 UFL/kg MS, por lo que las vacas en mantenimiento suelen estar
sobrealimentadas y almacenan reservas corporales; si solamente se dispone de forrajes de buena calidad,
estos se deben combinar con paja y heno para diluir su alta concentración energética, ya que la obesidad tiene
nefastas consecuencias sobre la posterior fertilidad y producción de leche; en todo caso se ha de procurar que
las vacas no sobrepasen durante este periodo un índice de condición corporal de 3.5.  
 

RACIONES DE MANTENIMIENTO 

Nutrientes:  
UFL diarias1                    5.0-6.0  
kg MS ingeridos2            10-12  
UFL/kg MS                         0.5  
% Proteína degradable     5.0  
% Proteína by-pass          1.0  
% FND efectiva             >35.0  
% Calcio                             0.3  
% Fósforo                          0.2  
% Sodio                              0.1  
1
Dependiendo de si la vaca está estabulada o en pastoreo.  
2
Dependiendo de la calidad de la ración. 

EJEMPLOS
Ración en pastoreo:  
     Pasto mediocre de 0.75 UFL/kg MS  
     Ingiere unos 10 kg MS diarios, esto es, 7.5 UFL, por lo que
engorda alrededor de 300 g diarios.  
Ración con heno de hierba en estabulación:  
     Heno mediocre de 0.65 UFL/kg MS  
     Ingiere unos 10 kg MS diarios, esto es, 6.5 UFL, por lo que
engorda alrededor de 300 g diarios.  
Ración con paja en estabulación:  
     Paja de cereal      5-6 kg  
     Salvado de trigo 1.5 kg  
     Maíz                     1.0 kg  
En general: 80-100% de forraje + 0-20% de concentrado
7.- La alimentación de las vacas en gestación.

Casi el 90% del desarrollo del feto se produce durante el último tercio de gestación; por este motivo,
solamente se considera que las vacas tienen unas necesidades específicas de gestación durante los últimos tres
meses; durante este periodo, la ganancia media de peso del feto es de 300-600 g diarios.

Durante el último periodo de gestación, las reproductoras rumiantes están secas; no obstante, el periodo de
gestación no debe ser considerado como un periodo de reposo, sino como un periodo de preparación para la
próxima lactación.

Las vacas en gestación se alimentan con dos tipos de raciones: una poco energética (durante el séptimo y
octavo mes de gestación) y otra más energética (durante el último mes de gestación). En efecto, hasta el
último mes de gestación las necesidades son relativamente bajas, por lo que se utilizan raciones con una baja
concentración energética (alrededor de 0.65 UFL/kg MS) y proteica (8-10% de proteína bruta). El objetivo de
las raciones durante este periodo es mantener la condición corporal en 3.5 y evitar que las hembras se
engrasen (el engrasamiento da lugar a partos distócicos y predispone a la aparición de cetosis postparto;
además, la obesidad también está relacionada con una mayor incidencia de fiebre vitularia, retención de
placenta y desplazamiento de abomaso).

Durante el último mes de gestación, además de aumentar considerablemente las necesidades, la capacidad de
ingestión se reduce debido a la presión del útero gravídico sobre el aparato digestivo, particularmente durante
las últimas 2-3 semanas de gestación. Por lo tanto, la concentración energética de la ración a utilizar durante
el último mes de gestación ha de ser algo más elevada (alrededor de 0.75 UFL/kg MS).
El periodo de la gestación puede cubrirse con forrajes de mediana calidad, ya que las necesidades no son
elevadas, manteniendo durante todo este periodo un índice corporal de 3.5. Además, es interesante que
durante el final de la gestación el consumo de forraje sea elevado, pues ello favore el desarrollo del volumen
ruminal, lo que va a facilitar un mayor consumo de materia seca al principio de la lactación. Al final de la
gestación, los forrajes mediocres no cubren las necesidades energéticas, por lo que las vacas pueden
movilizar las reservas corporales (menos de 10 kg) para llegar al parto con una condición corporal de
alrededor de 3.25.

Durante los últimos 15 días de gestación es conveniente comenzar a introducir cantidades apreciables de
concentrado en las raciones de las vacas para lograr la paulatina adaptación de la flora ruminal a la ración
postparto (que contiene mucho concentrado); esta práctica se conoce con el nombre de steaming up y
consiste en introducir, según la calidad del forraje, 1-2 kg de concentrado (básicamente cereales) a las 2
semanas antes del parto, e ir aumentando unos 300-350 g diarios para llegar a los 3-5 kg al parto (no se deben
sobrepasar los 5 kg para evitar un engrasamiento de la vaca).

Respecto al aporte de minerales durante las 2-3 últimas semanas de gestación es conveniente tener en cuenta
dos aspectos: 
     - mantener un balance superior de aniones que de cationes (limitando el aporte de calcio, sodio y potasio,
suprimiendo el aporte de carbonato cálcico, ó suministrando 100-200 g de cloruro ó sulfato amónico), para
prevenir la hipocalcemia postparto. En efecto, el exceso de aniones provoca una ligera acidificación
metabólica que acostumbra al organismo a sintetizar hormona paratiroidea que libera calcio óseo para
neutralizar la acidez. 
     - limitar el aporte de sodio (máximo 50 g diarios de sal), ya que un aporte excesivo puede dar lugar a una
excesiva acumulación de agua en los espacios intercelulares de la ubre de las vacas y en áreas próximas
(edema de ubre); además, el exceso de sodio reduce la actividad de la parathormona y tiene efecto oxidante a
nivel celular.

Existen piensos dietéticos formulados para reducir el riesgo de hipocalcemia postparto en vacas lecheras;
estos piensos están basados en un bajo contenido en calcio y/o en una baja relación cationes/aniones, y se
utilizan durante 1-4 semanas antes del parto; estos piensos se deben dejar de utilizar tras el parto.

Otras consideraciones que conviene tener presentes en el caso del racionamiento de las vacas gestantes son:  
     - altas concentraciones de NNP (p.e. urea) ó de proteína degradable (p.e. pastoreo de leguminosas)
aumentan la incidencia de abortos, ya que altos niveles de amoniaco en sangre parecen afectar la síntesis de
progesterona. 
     - el ensilado de maíz tiene poco ß-caroteno, lo que también puede aumentar la incidencia de abortos. 
     - los nitritos (abundantes en pastos abonados recientemente con nitrógeno) favorecen la formación de
metahemoglobina, por lo que hay menos oxígeno disponible para el feto. 
     - los ensilados pueden contener Listeria, que atraviesa la placenta y provoca abortos tardíos ó nacimiento
de fetos muertos. 
     - las leguminosas (p.e. alfalfa) contienen fitoestrógenos que pueden provocar muertes embrionarias y
prolapsos vaginales; además contienen bastante calcio; por estos motivos no se debe incluir alfalfa en
cantidades importantes al final de la gestación. 
     - las crucíferas (p.e. colza, coles) pueden provocar muertes embrionarias. 
     - la deficiencia en selenio, vitamina E y vitamina A (caso de forrajes secos) está relacionada con una
mayor incidencia de retención de placenta, que a su vez favorece la aparición de hipocalcemia y cetosis.  
 

RACIONES DE GESTACION

                                       7º-8º mes      9º mes 


Nutrientes: 
UFL diarias1                   6.5-7.5         7.5-8.5 
kg MS ingeridos2           10-11             10 
UFL/kg MS                       0.65             0.753 
% Proteína degradable    6.0               7.0 
% Proteína by-pass         2.0               3.0 
% FND efectiva            >35.0          >25.0 
% Calcio                            0.4               0.5 
% Fósforo                         0.25             0.3 
% Sodio                             0.1               0.1 
1
Dependiendo de si la vaca está estabulada o en pastoreo. 
2
Dependiendo de la calidad de la ración. 
3
Durante los últimos 15 días se realiza el steaming up.

EJEMPLOS
Ración en pastoreo: 
     Pasto mediocre de 0.75 UFL/kg MS 
     Ingiere unos 10 kg MS diarios, esto es, 7.5 UFL, por lo que mantiene el peso
durante el 7º y 8º mes, y pierde unos 250 g diarios durante el 9º mes (si no se realiza el
steaming up). 
Ración con heno de hierba en estabulación: 
     Heno mediocre de 0.65 UFL/kg MS 
     Ingiere unos 10 kg MS diarios, esto es, 6.5 UFL, por lo que mantiene el peso
durante el 8º y 9º mes, y pierde unos 250 g diarios durante el 9º mes (si no se realiza el
steaming up). 
Ración con paja en estabulación: 
     Paja de cereal        5-6 kg 
     Salvado de trigo   2.0 kg 
     Maíz                       1.0 kg 
     Torta de soja         0.5 kg 
En general: 65-100% de forraje + 0-35% de concentrado
8.- La alimentación de las vacas en lactación.

El primer periodo de la lactación comprende desde el parto hasta que se supera el pico de lactación y la vaca
comienza a recuperar reservas corporales; en vacas de leche suele durar unos 3 meses. Durante este periodo
se utilizan raciones con una alta concentración energética que reduzcan la movilización de las reservas
corporales, ya que la excesiva movilización impide alcanzar el pico genético de producción. La pérdida de
reservas corporales finaliza hacia los 3 meses del parto; a partir de este momento hay un periodo de unos 2
meses en que ni se gana ni se pierde peso, y a partir de ahí se comienza a recuperar peso hasta el secado.

Tras el parto, las vacas se mantienen aisladas y en observación durante 2-3 días; posteriormente se mantienen
durante 15 días en el lote de las vacas que se encuentran en el segundo periodo de lactación, y cuando ya
están próximas a alcanzar el pico de lactación se pasan al lote de máxima producción.  
 

RACIONES DE LACTACION

                                        40 litros      25 litros       15 litros 


Nutrientes: 
UFL diarias                        22.5             16.0              11.5 
kg MS ingeridos               20.0             18.5              15.0 
UFL/kg MS                        0.901           0.85              0.852 
% Proteína degradable    12.5               9.5                8.5 
% Proteína by-pass           7.0               6.0                5.0 
% FND efectiva                20.0             25.0              30.0 
% Calcio                              0.9               0.7                0.6 
% Fósforo                           0.5               0.35              0.3 
% Sodio                               0.2               0.2                0.2 
1
Concentración energética inferior a la necesaria para mantener la producción, por lo
que la vaca moviliza reservas corporales. 
2
Concentración energética superior a la necesaria para mantener la producción, por lo
que la vaca recupera reservas corporales.

EJEMPLOS
Ración en pastoreo: 
     Pasto de calidad media (0.85 UFL/kg MS) 
     Pasto                             55.0 kg       60.0 kg          50.0 kg 
     Maíz                                5.0 kg         4.0 kg            1.0 kg 
     Torta de soja                 5.5 kg         4.5 kg            2.0 kg 
     Grasa by-pass               1.0 kg              -                    - 
Ración con heno de hierba en estabulación: 
     Heno de calidad (0.75 UFL/kg MS) 
     Heno de hierba            10.5 kg        11.5 kg         10.5 kg 
     Salvado de trigo            2.0 kg          4.5 kg           4.0 kg 
     Maíz                                6.0 kg          2.0 kg            1.5 kg 
     Torta de soja                 4.5 kg          3.5 kg            2.5 kg 
     Grasa by-pass               1.0 kg             -                     - 
Ración con paja en estabulación: 
     Paja de cereal                5.0 kg           5-6 kg           6.0 kg 
     Salvado de trigo           4.0 kg           4.5 kg           5.0 kg 
     Maíz                               6.0 kg           4.0 kg           3.0 kg 
     Torta de soja                5.5 kg           4.0 kg           2.5 kg 
     Grasa by-pass              1.0 kg                 -                   - 
En general (en MS): 
     Forraje:                         25-35%                              35-60%  
     Concentrado:              65-75%                              40-65%
a) Las raciones durante el primer periodo de la lactación.

Debido a las elevadas necesidades energéticas y a la limitada capacidad de ingestión durante el principio de la
lactación, la concentración energética de las raciones durante este periodo ha de ser, en teoría, muy alta
(superior a 1.0 UFL/kg MS). No obstante, en la práctica, es dífícil conseguir raciones con una concentración
energética superior a 0.9 UFL/kg MS, por lo que durante el primer periodo de la lactación las vacas de leche
movilizan reservas corporales (movilizan alrededor de 1 kg de reservas por cada 4 UFL diarias que dejan de
ingerir, equivalentes a la energía necesaria para producir casi 10 litros de leche).
Respecto a las necesidades proteicas, la concentración de las raciones del primer periodo de la lactación es de
casi un 20%; el 35-45% de esta proteína ha de ser by-pass. Las necesidades en aminoácidos esenciales de las
hembras muy productoras son difíciles de cubrir; actualmente se está estudiando el efecto de la
suplementación de las raciones con aminoácidos esenciales by-pass: parece ser que la adición de 10-15 g
diarios de metionina y 15-30 g de lisina by-pass aumenta un 5-10% la producción de leche. Se recomienda no
utilizar urea durante este primer periodo de la lactación, ya que al haber un déficit de energía se puede
provocar una intoxicación amoniacal.

Las vacas de leche se cubren a los tres meses del parto, cuando la vaca aún está prácticamente en el pico de
lactación; es importante cubrir a los tres meses, pues de lo contrario se alarga el periodo seco, y la producción
en la siguiente lactación es menor; además, las cubriciones tardías aumentan el riesgo de aparición de edemas
mamarios. No obstante, las vacas no salen en celo mientras están movilizando reservas corporales; la primera
ovulación postparto parece ocurrir a los 10 días aproximadamente después de comenzar a recuperar reservas
corporales. Para que salgan en celo el índice de la condición corporal ha de ser al menos de 2.5; por este
motivo, las vacas muy productoras tienen un intervalo reproductivo mayor, ya que la movilización de las
reservas corporales es intensa, por lo que tardan en recuperar una condición corporal 2.5.

Las necesidades proteicas y de otros nutrientes se pueden cubrir relativamente fácil, pero las necesidades
energéticas son más difíciles de cubrir. Para cubrir las elevadas necesidades energéticas y de glucosa,
prevenir la cetosis, y conseguir que las vacas comiencen lo antes posible a recuperar raservas, las raciones del
principio de la lactación contienen cantidades muy elevadas (más del 65% de la materia seca total de la
ración) de concentrado (principalmente cereales que, además de aportar mucha energía, favorecen una
fermentación propiónica glucogénica). Si son necesarias inclusiones de concentrado superiores al 65% (o se
utilizan ensilados demasiado ácidos) se debe intentar aportar energía en forma de grasa (es cara) para reducir
los riesgos de acidosis; se puede incluir hasta 1 kg de grasa by-pass, ó 2-3 kg de semillas oleaginosas. En
caso de disponer solamente de cereales, se deben incorporar tampones ruminales (p.e., 200 g de bicarbonato
sódico y 50 g de óxido de magnesio; existen preparados comerciales); la alimentación unifeed y la utilización
de collares magnéticos también reduce los riesgos de acidez ruminal (y mejora el contenido graso de la
leche), ya que estabiliza las fermentaciones ruminales; la inclusión de maíz tiene especial interés ya que
buena parte escapa de la fermentación ruminal (reduce el riesgo de acidosis) y puede ser absorbido en forma
de glucosa en el duodeno.

En todo caso, las raciones del principio de la lactación deben contener al menos el 20% de FND efectiva; este
aporte de fibra se asegura con un aporte de forraje largo (más de 4 cm) equivalente al 1% del peso de la vaca
(p.e. 5-6 kg diarios de paja ó heno). En las raciones de principio de la lactación también se suelen incluir
subproductos de alta calidad que aportan fibra poco lignificada, como salvado, alfalfa deshidratada, pulpa de
remolacha, ó bagazo de cerveza. Además, durante este primer periodo de la lactación se debe conseguir una
elevada ingestión de materia seca, para ello se suelen incorporar saborizantes a la ración, y se deben evitar
alimentos pulverulentos, con desarrollo fúngico, ó ácidos (p.e. ensilados mal conservados).

En ocasiones, en las raciones de principio de la lactación se pueden incorporar 250 g diarios de


propilenglicol, 500 g de glicerina ó 200-400 g de propionatos, pero son caros y solamente se utilizan cuando
hay riesgos serios de cetosis. También se recomiendan incluir aditivos lipotropos (transportan ácidos grasos
desde las reservas corporales hasta la glándula mamaria), por ejemplo 6-12 g diarios de niacina ó 25-30 g de
colina durante los tres primeros meses de lactación de las vacas lecheras, ya que facilita el metabolismo de
los cuerpos cetónicos.

La suplementación durante 2-3 días después del parto con 50 g diarios de calcio (existen preparados
comerciales de cloruro cálcico ó de formiato cálcico de rápida absorción) se realiza en ocasiones para
prevenir la hipocalcemia postparto; también es conveniente no ordeñar a fondo el calostro para reducir la
excreción de calcio.

Existen dos tipos de piensos dietéticos para el primer periodo de la lactación:  


     - piensos para reducir el riesgo de cetosis, ó para ser utilizados durante la convalecencia de la cetosis: son
piensos con un conteniado alto en precursores de la glucosa (glicerina, propilenglicol) que se utilizan durante
3-6 semanas tras el parto. 
     - piensos para reducir el riesgo de acidosis: son piensos con un bajo contenido en carbohidratos facilmente
fermentables, y con tampones ruminales que se utilizan durante los 2 primeros meses de la lactación.  
 

b) Las raciones durante el segundo periodo de la lactación.

Tras el pico de lactación, una concentración energética de 0.85 UFL/kg MS es suficiente para mantener una
producción superior a 20 litros diarios de leche, ó para mantener una producción superior a 15 litros diarios y
permitir la recuperación de las reservas corporales; la concentración proteica de las raciones durante el
segundo periodo de la lactación es de alrededor del 15%. La concentración energética de las raciones se
reduce a unas 0.75 UFL/kg MS cuando las vacas están produciendo menos de 15 litros diarios de leche.

Las raciones de este periodo pueden estar basadas en más de un 60% de forraje de buena calidad; de hecho,
un problema frecuente es el suministro excesivo de concentrado a las hembras en la segunda fase de la
lactación, lo que no aumenta la producción de leche y repercute en una menor ingestión y digestión del
forraje, con las consiguientes implicaciones sobre la actividad ruminal y el contenido graso de la leche.

El secado es la involución de la ubre: se produce una rápida pérdida de las células secretoras de la ubre, y se
reabsorbe la leche no excretada; es un momento de muy alta susceptibilidad a infecciones intramamarias. El
secado se suele realizar de forma brusca: se deja de ordeñar, se suprime el concentrado (si se está
suministrando), los forrajes verdes y el ensilado, y se suministra solamente heno ó paja y se procura limitar la
ingestión de agua.  
 

9.- La producción de leche en pastoreo.

El sistema semiintensivo de producción de leche de vaca está basado en el pastoreo de pastos de buena
calidad durante varias horas al día; en el establo, las vacas son complementadas con cantidades más ó menos
importantes de concentrado, dependiendo de la producción de leche y de la calidad de los pastos. En este
sistema los pastos suelen ir asociados a los cultivos forrajeros (praderas monofitas, alfalfa, maíz forrajero)
que se conservan para ser utilizados durante los meses de invierno. Este sistema de producción de leche es el
clásico de las zonas húmedas ó de las zonas de regadíos; en general se trata de explotaciones familiares de
menos de 20 vacas que utilizan praderas próximas a la estabulación; alrededor del 45% de las vacas de leche
se alimentan según el sistema semiintensivo.

La hierba de alta calidad del principio de la primavera aporta unas 0.95 UFL/kg MS (el bajo contenido en
fibra de esta hierba da lugar a que el contenido graso de la leche sea bajo al principio de la primavera); al
final de la primavera la hierba ya está espigada y aporta solamente unas 0.75 UFL/kg MS. La ingestión diaria
de hierba de calidad media es de unos 60 kg de materia verde, esto es, unos 10 kg MS que permiten cubrir las
necesidades de mantenimiento más la producción de unos 10 litros de leche; por lo tanto, el pastoreo se debe
complementar con concentrado cuando la producción de las vacas es alta. Es conveniente combinar el forraje
húmedo con forraje seco, de tal manera que la ingestión de heno por las vacas lecheras debería ser al menos
de 3-4 kg diarios; el pastoreo más 3-4 kg de heno cubren la producción de unos 15 litros de leche.

Los vacas de leche alimentadas en pastoreo pueden sufrir ciertas indigestiones y trastornos metabólicos, que
suelen ocurrir cuando las hembras salen al pasto después de un periodo de estabulación invernal, debido a la
falta de adaptación de la flora ruminal para digerir la hierba de buena calidad. Los principales trastornos son
el timpanismo, la alcalosis ruminal y la hipomagnesemia; estas indigestiones son relativamente fáciles de
prevenir si la introducción del ganado en el pasto se realiza de forma gradual. 
 

a) La acumulación de metano.

El timpanismo ó meteorismo es una enfermedad causada por la acumulación excesiva de gases en el rumen
debido a que el CO2 y CH4 producidos en la fermentación ruminal no pueden ser eructados por el esófago; la
causa es la formación de una capa de espuma en el rumen; parece que hay una cierta influencia genética y
depende mucho de la susceptibilidad del individuo. La capa de espuma se forma debido a la rápida liberación
de las proteínas solubles del alimento. El timpanismo suele aparecer cuando los animales pastorean praderas
de leguminosas (alfalfa, tréboles), ya que las saponinas de estas plantas favorecen la estabilidad de la capa de
espuma; al madurar la planta disminuye su contenido en proteínas solubles y saponinas, por lo que el riesgo
de meteorismo es menor. Por lo tanto, la causa del timpanismo no es una producción excesiva de gases, sino
al secuestro de los mismos en la espuma producida por los agentes espumantes contenidos en las
leguminosas. La hierba joven con mucha proteína soluble también puede originar timpanismo; los riesgos
disminuyen si la hierba está más madura, ó contiene bastantes gramíneas. La hierba con rocío (o después de
una lluvia) no estimula la secreción de saliva (que contiene mucina de efecto antiespumante), lo que también
puede provocar la aparición de meteorismo.

Los animales presentan abombamiento del ijar izquierdo con reducción de los movimientos ruminales,
dificultad respiratoria por la presión del rumen sobre el diafragma, hipersalivación, cabeza extendida por la
dificultad respiratoria. Finalmente apenas pueden moverse, caen al suelo y en el 20% de los casos mueren por
asfixia a los pocos minutos.

Los animales con meteorismo se deben retirar inmediatamente del pasto; los gases se eliminan introduciendo
una sonda esofágica acompañada de masajes abdominales que faciliten la salida del gas. La sonda no es
efectiva si la espuma es densa. Por la sonda se pueden administrar sustancias surfactantes (son
antiespumantes) como 400 g de aceite, ó agua con 150 g de poloxaleno por litro; silicatos y siliconas se han
usado, pero la respuesta es lenta y no siempre efectiva. También se pueden suministrar antibióticos que
destruyan las bacterias metanogénicas. También se puede administrar vía subcutánea sustancias
simpaticomiméticas que favorecen la motilidad del rumen (p.e. neostigmina). La alimentación tras el
tratamiento debe estar basada en un heno de buena calidad que estimule la motilidad ruminal. Si el animal se
encuentra en la fase de asfixia (aparece tumbado, colapsado y con sudoración profusa) se debe realizar una
ruminocentesis (punción del rumen) en el flanco izquierdo mediante un trócar; de esta forma se consigue la
salida al exterior del gas acumulado y se pueden introducir surfactantes dentro del rumen. En casos extremos
se debe realizar una ruminotomía para eliminar la espuma; posteriormente se debe llevar a cabo una
transfaunación con líquido ruminal de animales sanos.

El timpanismo es relativamente fácil de prevenir mediante las siguientes normas de manejo:  


     - evitar que los animales pasten praderas con más del 50% de leguminosas, cuando las plantas se
encuentran en una fase de crecimiento rápido y tienen muchos brotes tiernos.  
     - cuando las circunstancias obliguen a que los animales pasten en prados con gran cantidad de
leguminosas tiernas, suministrarles heno basto antes de salir al pasto y distribuir pacas de heno ó paja en el
pasto; el heno facilita la salivación y además sacia parcialmente al animal. 
     - ir adaptando progresivamente a los animales a los alimentos meteorizantes, ya que parece que se va
desarrollando paulatinamente una flora ruminal dotada de cierta acción antiespumante; esto es, limitar el
tiempo de permanencia de los animales en el pasto. 
     - finalmente, se pueden suministrar, antes del pastoreo, productos antiespumantes que previenen el
timpanismo, como aceites vegetales ó poloxaleno (10-20 g por vaca y día). 
 

b) El exceso de proteína degradable.


La hierba de primavera está compuesta de hojas, junto con algunos tallos jóvenes muy poco lignificados; es
por tanto rica en materias nitrogenadas. La falta de adaptación a esta hierba de buena calidad provoca que se
forme un exceso de amoniaco en el rumen que pasa a la sangre, pudiendo sobrepasar la capacidad
detoxificadora del hígado y provocar toxicidad amoniacal. También se puede provocar alcalosis ruminal
cuando se introducen de forma brusca en la ración cantidades importantes de urea ó paja tratada con
amoniaco. La intoxicación provoca una sobrecarga de las funciones hepática y renal: la detoxificación del
amoniaco a urea es un proceso prioritario para el hepatocito, pasando a segundo término la síntesis de
precursores de la producción de leche. Además, la detoxificación es un proceso que consume energía, lo que
significa una pérdida energética.

La intoxicación amoniacal suele ser subclínica y pasar desapercibida; no obstante, un exceso de proteína
degradable provoca un aumento de la urea en sangre, lo que parece repercutir negativamente sobre la
fertilidad y supervivencia embrionaria. En casos graves se manifiesta con inquietud, temblores musculares,
incoordinación, tetania, secreción salivar abundante; en los casos avanzados aparece meteorismo, los
animales caen al suelo, y terminan muriendo. 

El tratamiento consiste en el cambio de alimentación, proporcionando un gran aporte de energía (cereales),


aunque en los casos más urgentes puede administrarse, mediante sonda esofágica, ácido acético, propiónico ó
láctico para neutralizar la alcalosis, y si es posible, unas horas después, líquido ruminal de animales sanos.
Una medida de choque es la inyección intravenosa de -cetoglutarato que capta amoniaco sanguíneo para
transformarse en glutarato (síntesis de aminoácido no esencial), ó de arginina para potenciar el ciclo de la
urea. Un método radical consiste en extraer todo el contenido de la panza mediante ruminotomía. 
 

c) La deficiencia en magnesio.

La tetania de la hierba es un trastorno debido a una hipomagnesemia aguda en animales recién sacados al
pasto de primavera, ó que pastan cereales verdes. La hipomagnesemia parece ser producida por un exceso de
potasio en los pastos jóvenes ó un exceso de fertilización potásica; el potasio interfiere la absorción intestinal
del magnesio; esto es, la causa de la hipomagnesemia es más bien un fallo de absorción y un aumento de la
excreción de magnesio en la leche (se excretan 0.10-0.15 g de magnesio en cada litro de leche), que un déficit
de magnesio (aunque también lo hay). El exceso de potasio también interfiere la absorción intestinal de ß-
carotenos, provocando trastornos de la fertilidad.

La hipomagnesemia es una enfermedad fatal, frecuentemente tan rápida (menos de 48 horas) que no se
observan signos clínicos antes de encontrar a los animales muertos en el pasto. Debido a que el magnesio
interviene en el funcionamiento del sistema nervioso, la hipomagnesemia provoca incoordinación de
movimientos, temblores musculares y convulsiones; el animal yace sobre un costado, pedalea con las
extremidades anteriores, y posteriormente las extremidades y el cuello aparecen estirados y rígidos. La
evolución de la enfermedad es coma y muerte del animal; en la forma peraguda no hay síntomas, mientras
que en la forma subaguda suelen curar expontámeamente. La hipomagnesemia suele llevar asociada una
hipocalcemia, y por otra parte, la hipomagnesemia puede acompañar a la hipocalcemia postparto. Esta
enfermedad parece tener una fuerte componente hereditaria y aparece sobre todo en hembras de alta
producción lechera; las hembras más viejas son más susceptibles, ya que tienen dificultades para movilizar el
magnesio óseo.

Al contrario que la hipocalcemia, la hipomagnesemia es una enfermedad fácil de prevenir pero difícil de
curar. La enfermedad se previene suministrando 50 g diarios de óxido de magnesio en dos tomas diarias a las
raciones de las vacas en el concentrado dos semanas y durante las primeras semanas del pastoreo; el
magnesio es poco palatable, por lo que se debe mezclar bien con el concentrado. También existen bolas que
se depositan en el rumen y liberan el magnesio de forma lenta y duradera. También se pueden pulverizar los
pastos con óxido de magnesio e introducir leguminosas forrajeras que contienen bastante magnesio; asimismo
se debe limitar el abonado potásico. También es conveniente una transición lenta entre la alimentación
invernal y el pastoreo, y poner pacas de paja ó heno en el pasto con el objetivo de saciar a los animales. 

La enfermedad se trata con una inyección subcutánea de una solución al 25% de sulfato magnésico, ó una
inyección intravenosa de lactato de magnesio (un exceso de magnesio intravenoso causa toxicidad);
simultaneamente se suministra borogluconato de calcio, ya que la hipomagnesemia suele ir asociada a
hipocalcemia. El éxito del tratamiento depende de su precocidad; no obstante, esta enfermedad se cura mal y
los animales suelen recaer.

Existen piensos dietéticos para reducir el riesgo de hipomagnesemia; estos piensos poseen un alto contenido
en magnesio y poco potasio, además de un moderado contenido proteico, y se utilizan durante los periodos de
crecimiento rápido de la hierba (1-2 meses). 
 

d) La deficiencia en fósforo.

Aunque las necesidades en fósforo se cubren sin dificultad en los sistemas intensivos debido al elevado
aporte de cereales, puede aparecer una hipofosfatemia (hemoglobinuria postparto) en las vacas en pastoreo
debido a un déficit de fósforo de los pastos; este trastorno, caracterizado por hemolisis intravascular,
hemoglobinuria y anemia hemolítica aguda, y orina oscura, aunque raro, tiene un curso agudo y provoca una
alta mortalidad. 
 

e) La intoxicación por nitritos.

Un factor muy importante que condiciona el momento de aprovechamiento del pasto es la intensidad y
momento del abonado nitrogenado de la pradera; en efecto, cuando los animales consumen pastos
recientemente abonados con nitrógeno es frecuente que se presenten cuadros de intoxicación por nitritos. 

Las plantas convierten parte del nitrógeno que absorben del suelo en nitratos; en el rumen los nitratos
ingeridos son reducidos a nitritos, y estos son convertidos en amoniaco. Si el abonado nitrogenado ha sido
abundante y reciente, la planta contiene una alta cantidad de nitratos que son transformados íntegramente en
nitritos en el rumen; la flora ruminal no tiene capacidad para transformar todos los nitritos en amoniaco,
siendo parte de ellos absorbidos por el epitelio ruminal. En la sangre los nitritos se unen a la hemoglobina
formando metahemoglobina, reduciendo la capacidad para transportar oxígeno; los síntomas de la
intoxicación son anoxia, excesiva salivación, e incoordinación muscular seguida de tetania y muerte; si la
hembra está preñada se provocan abortos. Por otra parte, los cereales verdes (en particular la avena) poseen
un contenido particularmente alto en nitratos.

El tratamiento de la intoxicación consiste en una inyección intravenosa de una solución al 4% de azul de


metileno que convierte la metahemoglobina en oxihemoglobina. La prevención se basa en la coordinación
entre las épocas de abonado de los pastos y las épocas de pastoreo. 
 

10.- La alimentación de los terneros prerumiantes.

La alimentación de los terneros prerumiantes de las explotaciones lecheras está basada en los
lactoreemplazantes (lactancia artificial), destetándose los terneros a los 1.5-2.0 meses, con 75-100 kg y una
velocidad media de crecimiento durante la cría de 750-1.000 g diarios. La leche llega directamente (sin pasar
por el rumen) al abomaso (estómago verdadero) al cerrarse la gotera esofágica; por lo tanto, la digestión de la
leche en los animales prerumiantes es similar a la que ocurre en los monogástricos.  
 

a) El calostro.

El calostro es la primera leche que produce la madre; en las explotaciones lecheras, el calostro se suministra
con tetinas para habituar al ternero a la posterior lactancia artificial. El contenido en lactosa del calostro y la
leche son similares (alrededor del 4.0%); no obstante, el calostro contiene más grasa, proteínas, vitaminas y
minerales que la leche; por ejemplo, la leche de vaca contiene de media un 3.5% de grasa y un 3.5% de
proteína, mientras que el calostro contiene de media un 6.0% de grasa y un 13.0% de proteína (6.0%
inmunoglobulinas, 5.0% caseína, y 1.5% albúmina, la leche prácticamente no contiene inmunoglobulinas ni
albúmina).

El calostro cumple tres funciones insustituibles: 


     - contiene las inmunoglobulinas que confieren inmunidad pasiva al animal frente a las infecciones; es
importante tener en cuenta que la placenta de los rumiantes es impermeable a los anticuerpos de la madre, por
lo que los animales nacen prácticamente sin ninguna protección. Las inmunoglobulinas también actúan a
nivel intestinal previniendo trastornos entéricos y diarreas. 
     - contiene nutrientes energéticos que son utilizados para producir calor y evitar la hipotermia; además
aporta vitaminas liposolubles (los rumiantes nacen prácticamente sin reservas de estas vitaminas ya que no
atraviesan la placenta). 
     - finalmente, el calostro actúa como purgante para que el animal expulse las materias de desecho de su
intestino, en particular el meconio.

Respecto a las inmunoglobulinas aportadas por el calostro es muy importante tener en cuenta por una parte la
capacidad del neonato para absorber estas inmunoglobulinas, y por otra la calidad del calostro:  
     - las inmunoglobulinas son particularmente resistentes a la hidrólisis gástrica e intestinal, y se absorben
por pinocitosis, pasando a los espacios linfáticos y, a través del conducto torácico, a la sangre; no obstante, la
capacidad del animal para absorberlas disminuye muy rápidamente, de tal manera que a las 12 horas de vida
esta capacidad de absorción se reduce al 50% y a las 24 horas de vida ya prácticamente no se absorben
inmunoglobulinas; por este motivo, el neonato debe ingerir el calostro a ser posible dentro de las 2-4 primeras
horas tras su nacimiento. 
     - por otra parte, la concentración de inmunoglobulinas en el calostro disminuye muy rápidamente en los
sucesivos ordeños; así, la concentración de inmunoglobulinas es muy alta en el calostro del primer ordeño,
pero es prácticamente nula a las 48 horas del parto, de tal manera que a los 3 días del parto ya se está
produciendo leche verdadera. Existen preparados comerciales de calostro que tienen el interés de que son
obtenidos de hembras hipersensibilizadas para que produzcan determinados anticuerpos.

En el caso de lactancia artificial se tiene la ventaja de poder elegir el calostro a suministrar al recién nacido,
debiendo utilizarse calostro procedente del primer ordeño de vacas con más de 2-3 años en la explotación
(están mejor inmunizadas contra los patógenos de la explotación); además, el calostro se puede conservar
refrigerado (durante 4-5 días) ó congelado (durante tiempo indefinido); al calentar el calostro conservado no
se deben superar los 35 ºC ya que las inmunoglobulinas son termolábiles y se pueden desnaturalizar.

El recién nacido debe tomar durante 1-2 días el calostro; se aporta el equivalente al 10-15% del peso del
animal (5-7 litros diarios a los terneros), repartido en 3-5 tomas diarias de 2-3 litros cada toma. En ocasiones
es interesante el suministro de calostro mediante una sonda esofágica ya que se ahorra tiempo y se pueden
suministrar mayores cantidades de una sola vez; además, la utilización de una sonda esofágica permite
alimentar a aquellos animales que no se adaptan a la lactancia artificial. 
 
b) La lactancia artificial.

En la lactancia artificial se puede utilizar tanto leche ordeñada como lactoreemplazantes; debido a que la
leche reconstituída es más barata que la leche natural, la utilización de lactoreemplazantes está muy extendida
en las explotaciones de vacas de leche. Además de utilizar la leche, también se puede utilizar leche no
vendible (calostro conservado, leche mamítica, leche de hembras tratadas con antibióticos, etc).

Cuando la lactancia es artificial, el destete de los animales es más precoz que en el caso de lactancia natural,
con el objetivo de ahorrar lactoreemplazante (es caro) y trabajo (el manejo de los animales en lactancia
artificial requiere más dedicación que la alimentación de los animales destetados). Los resultados obtenidos
con los lactoreemplazantes son similares a los obtenidos con la lactancia natural, siempre que los
lactoreemplazantes sean de buena calidad (con una alta proporción de leche descremada ó suero) y se asegure
un manejo óptimo. 
 

c) La composición de los lactoreemplazantes.

Los lactoreemplazantes se comercializan en polvo y contienen alrededor de 20 MJ EM/kg, un 20-25% de


proteína, un 20-25% de grasa, y un 35-40% de lactosa. La energía metabolizable que aporta un
lactoreemplazante se puede estimar de la forma: MJ EM = 13.5 + 0.2 x % grasa + 0.06 x % proteína; así, un
lactoreemplazante con un 20% de grasa y un 20% de proteína aporta 18.7 MJ EM/kg.

Los ingredientes utilizados para elaborar los lactoreemplazantes son los siguientes: 
     - la leche desnatada es la base tradicional y, aunque se puede sustituir totalmente por el suero de la leche
(más barato), normalmente los lactoreemplazantes contienen al menos un 30% de leche desnatada.  
     - otras fuentes proteicas: se puede añadir hasta un 50% de suero y hasta un 15% de concentrado proteico
de soja. 
     - un 20-30% de grasa (un 15-25% de sebo de rumiante y manteca de cerdo mezclados con un 5% de
aceites vegetales) con emulsionantes (p.e. un 1-2% de lecitina). 
     - un 5% de almidón gelatinizado de cereales. 
     - corrector vitamínico-mineral, metionina (los productos lácteos suelen ser deficitarios), lisina (para cubrir
la destruída por el calor), antibióticos (para evitar la proliferación bacteriana intestinal), fluidificantes (para
facilitar su fluencia en la nodriza), y antioxidantes.

La principal fuente energética de los lactoreemplazantes es la grasa, y en menor medida la lactosa. La


actividad de las amilasas y sacarasas en los animales prerumiantes es baja, por lo que no digieren bien el
almidón (aunque esté gelatinizado: cereales) ni los azúcares. No obstante, se añade una pequeña cantidad de
almidón gelatinizado para favorecer el desarrollo del sistema digestivo; un exceso de almidón ó de azúcares
provoca su paso al intestino grueso, donde son fermentados y provocan diarreas. 

La principal fuente proteica de los reemplazantes lácteos es la caseína de la leche desnatada; la caseína es rica
en aminoácidos esenciales, pero pobre en azufrados. Los animales prerumiantes no secretan una cantidad
importante de ácido clorhídrico en el abomaso, por lo que las proteasas no son muy activas durante el primer
mes de edad; sin embargo, la caseína precipita formando un coágulo que permanece bastante tiempo en el
abomaso, lo que permite su digestión.

El incremento del precio de la leche desnatada ha conducido a la búsqueda de sustitutivos de la proteína


láctea y a la promoción de reemplazantes con alto contenido en suero y en concentrado proteico de soja. No
obstante, estas proteínas no precipitan en el abomaso, por lo que pasan al intestino delgado donde son
digeridas (aunque la digestión intestinal de la proteína del suero es elevada, la digestión intestinal de las
proteínas vegetales es incompleta); de hecho, si se incluyen en cantidades elevadas (superior al 15%), pueden
fermentar en el intestino grueso produciendo diarreas. Aunque se está consiguiendo mejorar cada vez más la
digestibilidad de la proteína no láctea, la mayoría de los reemplazantes todavía incluyen más del 50% de
proteína láctea (leche desnatada y suero). Para estimar la calidad de un lactoreemplazante se puede realizar la
prueba de la precipitación: se disuelve el lactoreemplazante en agua y se centrifuga: si aparece un precipitado
significa que ese lactoreemplazante contiene productos vegetales (almidón, proteínas vegetales).

Aunque los subproductos lácteos que forman los lactoreemplazantes aportan cantidades importantes de
vitaminas, los reemplazantes se complementan para prevenir la posible destrucción debida al tratamiento
térmico para obtener leche en polvo. También se complementan con ciertos oligoelementos escasos en los
productos lácteos, como magnesio, selenio, cobre ó hierro.

Los lactoreemplazantes se pueden acidificar a pH 5.0-5.5 (el pH normal de la leche es 6.0-6.5) añadiendo
ácidos orgánicos (propiónico, fórmico, etc) a dosis del 1%; se consigue así que la leche reconstituida
permanezca estable 2-3 días (ya que el bajo pH retrasa la proliferación bacteriana en la leche), lo que facilita
el manejo; también parece reducir la incidencia de diarreas en épocas adversas (invierno) debido a que la
acidificación limita la proliferación bacteriana intestinal. Además, el bajo pH mejora la actividad de las
proteasas en el abomaso, ya que los prerumiantes producen poco ácido clorhídrico.

Los emulsionantes facilitan la dilución de las materias grasas de los lactoreemplazantes en el agua en el
momento de reconstituir la leche; además, al dividir finamente la grasa del alimento crean una mayor
superficie para la acción de las lipasas digestivas; en los reemplazantes lácteos se utilizan ésteres de ácidos
grasos, lecitinas y saponinas. Los fluidificantes impiden el apelmazamiento de los lactoreemplazantes,
facilitando su fluidez en las nodrizas automáticas; se utilizan estearatos, ácido silícico y silicatos.

Los antibióticos se utilizan a pequeñas dosis (20 a 50 ppm) para reducir el riesgo de diarreas ya que actúan en
el intestino suprimiendo microorganismos perjudiciales; además, su uso permite controlar enfermedades
subclínicas, lo que reduce la mortalidad. Actualmente se está estudiando el efecto de los probióticos, que
compiten con las bacterias patógenas en la colonización del aparato digestivo. 
 

d) La utilización de los lactoreemplazantes.

Durante los 2-3 primeros días de edad los terneros reciben calostro, y a partir del tercer día se introduce el
lactoreemplazante. La temperatura a que se administre la leche (refrigerada, temperatura ambiente, ó caliente)
no influye en el consumo ni en los rendimientos productivos; no obstante, durante la primera semana de vida
se aconseja la administración de leche tibia (35-40ºC) para mejorar su apetecibilidad. En todo caso, los
animales han de disponer en todo momento de agua ad libitum.

Existen dos maneras de suministrar la leche artificial: en cubo de plástico ó con tetinas; la necesidad de
ahorrar mano de obra ha conducido, especialmente en las grandes explotaciones, a un sistema de crianza con
nodriza automática y tetinas, utilizando leche acidificada. Tanto en el sistema con cubo como en el sistema
con tetinas, el suministro de la leche suele ser racionado; durante las tres primeras semanas se suministran
dos tomas diarias, y a partir de ese momento se restringe la leche a una toma diaria para estimular la ingestión
de pienso y con ello facilitar el destete; durante las dos semanas previas al destete se reduce a la mitad la
cantidad suministrada de lactoreemplazante.

En el caso de terneros, el lactoreemplazante se diluye al 5-8% durante la primera semana, y posteriormente se


va concentrando hasta llegar 12-15% durante la tercera semana. El consumo de leche reconstituída es el
equivalente al 8-10% del peso del animal; por ejemplo, un ternero de 3 semanas (con 55 kg de peso) ingiere
diariamente 4.5-5.5 litros de leche reconstituída, esto es, 600-750 g de lactoreemplazante. El consumo total
de lactoreemplazante durante la cría de terneros es de unos 35 kg, y el índice de conversión es del orden de
1.4 kg de lactoreemplazante por kg engordado.

Por sobrealimentación (lo que es frecuente cuando el lactoreemplazante se diluye demasiado), alimentación a
intervalos irregulares, ó estrés del transporte puede que no se cierre completamente la gotera esofágica ó que
la leche refluya del abomaso a los preestómagos, lo que provoca la aparición de fenómenos de timpanismo
tras la ingestión de leche; el timpanismo aparece más frecuentemente en terneros que toman la leche en cubo
que en los animales que maman de tetina (ya que la tetina estimula mejor el cierre de la gotera esofágica); la
gravedad del timpanismo oscila entre un simple malestar y una muerte rápida. Se previene suministrando la
leche en varias tomas breves; en los casos de animales con dificultades de cierre de la gotera esofágica se
debe destetar precozmente. Además de aumentar el riesgo de timpanismo, la excesiva dilución impide que el
animal pueda ingerir toda la materia seca que necesita, por lo que disminuye la velocidad de crecimiento.

Por el contrario, si la leche está muy concentrada, el exceso de materia seca ingerida provoca sobrecargas del
aparato digestivo que se traducen en indigestiones y diarreas fermentativas y osmóticas. En el caso de
animales con diarreas se utiliza una menor concentración de lactoreemplazante para reducir la sobrecarga
digestiva.
 

e) Los alimentos sólidos.

Debido a que los forrajes y los piensos compuestos son más fáciles de manejar y cuestan la cuarta parte de lo
que cuestan los lactoreemplazantes, interesa que la lactancia artificial dure el menor tiempo posible; por lo
tanto, es muy importante conseguir que los prerumiantes lactantes desarrollen el rumen para poder consumir
cuanto antes alimentos sólidos. El desarrollo del rumen se estimula con la ingestión de alimentos sólidos
(pienso y forrajes de buena calidad); por el contrario, el desarrollo ruminal se retrasa cuando el animal es
alimentado exclusivamente con leche.

Los animales deben disponer de pienso y heno de buena calidad ad libitum a partir de la primera semana de
edad. El consumo de alimentos sólidos comienza a ser importante a partir de las 2-3 semanas de edad,
momento en que comienza la rumia; en efecto, a las 3 semanas de edad los terneros ya consumen 250-500 g
diarios de pienso; se debe controlar el consumo de heno, ya que algunos animales tienden a consumirlo en
exceso y dejan de ingerir concentrado, ello provoca que no crezcan todo lo que debieran.

 El concentrado se suministra granulado, porque la harina fermenta rápidamente en el rumen provocando
indigestión y timpanismo; para mantener la apetecibilidad, el alimento rehusado se debe retirar cada día. Un
pienso de arranque típico contiene un 18% de proteína bruta de baja degradabilidad ruminal, y se forma con
75-80% de cereales, 15-20% de torta de soja, además de corrector vitamínico-mineral; los piensos lacteados
incorporan un 10-20% de leche descremada. Para reducir el riesgo de acidosis se debe incluir algo de fibra
digestible en los piensos; también se puede incluir un 2.0% de bicarbonato sódico. En los piensos se incluyen
antibióticos; además de reducir el riesgo de acidosis y diarreas, provocan un aumento del consumo y del
crecimiento, sobre todo en explotaciones con un mal manejo. Finalmente, los piensos de iniciación suelen
contener saborizantes y aromatizantes para estimular su consumo.

El consumo de lactoreemplazante más pienso ha de ser el necesario para mantener el crecimiento de los
animales. Las necesidades diarias de los terneros se pueden estimar de la forma: MJ EM = 450 x Peso
metabólico + 15 x Ganancia de peso; por ejemplo, un ternero de 75 kg que gana 800 g diarios, tiene unas
necesidades diarias de 23.5 MJ EM; estas necesidades se van a cubrir con 5 litros diarios de leche (que
aportan alrededor de 12.5 MJ EM) y algo más de 10 MJ EM en forma de pienso (unos 700-900 g).

Al destete, los terneros han de consumir alrededor de 1.0 kg diario de concentrado y 0.5 kg de heno. La
ingestión brusca de forraje ó concentrado sin la debida adaptación (esto es, un destete demasiado precoz)
provoca que los alimentos no sean degradados en el rumen ya que no hay un desarrollo suficiente de la flora,
y se acumulan provocando una indigestión por sobrecarga; las consecuencias son un marcado meteorismo
(por una insuficiente eructación debido a la atonía ruminal); en casos más graves, parte del alimento pasa sin
degradar al intestino delgado, favoreciendo el desarrollo de Clostridium perfringens que libera toxinas y da
lugar a la aparición de enterotoxemias.

El rumen se va desarrollando, y llega a tener la misma funcionalidad que el del adulto cuando el ternero tiene
2.5-3.0 meses. A partir del destete conviene continuar proporcionando alimentos de calidad ya que el pH
ruminal es bastante ácido (pH<5.0) en estos animales, lo que inhibe parcialmente la actividad microbiana: no
se deben suministrar ensilados, forrajes de baja calidad, ni NNP hasta que los terneros tengan 6 meses de
edad.

Existen piensos dietéticos para la estabilización del equilibrio hídrico y electrolítico en caso de diarreas; estos
piensos contienen carbohidratos facilmente asimilables y un elevado contenido en electrolitos, y se utilizan
durante 1-7 días. 
 

11.- La alimentación de las novillas.

Las terneras frisonas pesan al nacimiento unos 40 kg. Como ya se ha señalado, la cría abarca el periodo
comprendido entre el nacimiento y el destete; en las explotaciones de vacuno de leche se suele realizar
lactancia artificial, destetándose las terneras a los 1.5-2.0 meses, con algo más de 75 kg y una velocidad de
crecimiento durante la cría de 650-850 g diarios.

La recría es el periodo comprendido entre el destete y el primer parto (con 2 años y 450-500 kg); las novillas
se cubren hacia los 15 meses (con 350-400 kg de peso). La velocidad de crecimiento de las novillas es de
500-800 g diarios, siendo la composición del crecimiento 70-80% músculo, 15-25% grasa y un 5% de
cenizas. Aunque con el 50-55% del peso adulto ya pueden aparecer celos fértiles, no se aconseja cubrir a las
novillas hasta que alcancen el 60% del peso vivo (350-400 kg), ya que de lo contrario se limita el crecimiento
de la novilla, además de ser mayor el riesgo de partos distócicos.

La importancia de la recría se pone de manifiesto al considerer que en las explotaciones de leche se


sustituyen anualmente el 25-30% de las hembras (por desvieje, enfermedad, accidentes, trastornos
reproductivos, caída de la producción, etc). Las hembras de reposición pueden ser adquiridas en
explotaciones especializadas en recría ó, lo que es más frecuente, suelen ser recriadas en la propia
explotación.

Las necesidades diarias medias de las novillas son 3.0-3.5 UFL y 350-400 g de proteína biodisponible a los
150 kg, 4.5-5.0 UFL y 400-450 g de proteína biodisponible a los 300 kg, y 7.5-8.0 UFL y 600-650 g de
proteína biodisponible a los 450 kg (momento en que ya están al final de la primera gestación).  
 

NECESIDADES DE LAS NOVILLAS

Energía: 
   Mantenimiento (UFL/d): 0.05 x PM 
   Crecimiento (UFL/d): GP x (0.55 + 0.02 x PM) 
Proteína biodisponible: 
   Mantenimiento (g/d): 3.25 x PM 
   Crecimiento (g/d): 300 x GP

EJEMPLOS
Novilla de 150 kg que crece 800 g/d: 
         0.05 x 1500.75 + 0.8 x (0.55 + 0.02x1500.75) = 3.3 UFL 
         3.25 x 1500.75 + 300 x 0.8 = 379 g P biodisponible 
Novilla de 300 kg que crece 650 g/d: 
         0.05 x 3000.75 + 0.65 x (0.55 + 0.02x3000.75) = 4.9 UFL 
         3.25 x 3000.75 + 300 x 0.65 = 429 g P biodisponible 
Novilla de 450 kg que crece 500 g/d y está en el octavo més de gestación: 
         0.05 x 4500.75 + 0.50 x (0.55 + 0.02x4500.75) = 6.1 UFL 
         necesidades de gestación: 1.6 UFL 
         necesidades energéticas totales: 7.7 UFL 
         3.25 x 4500.75 + 300 x 0.50 = 468 g P biodisponible 
         necesidades gestación: 0.5 x 3.25 x 4500.75 = 159 g  
         necesidades proteicas totales: 627 g P biodisponible
La recría se suele dividir en dos periodos; el primer periodo comprende desde el destete hasta que el rumen
del animal es completamente funcional, lo que ocurre hacia los 6 meses (150 kg) en las novillas; el segundo
periodo comprende hasta el parto. Las necesidades durante la recría no son elevadas, por lo que es preciso
evitar una sobrealimentación de las hembras, ya que influye muy negativamente en el desarrollo de la ubre
(engrasamiento) y en la fertilidad; el índice de condición corporal ha de aumentar desde 2.5 al destete hasta
3.0 al final del primer periodo, manteniéndose en 3.0 durante el segundo periodo y llegando a 3.5 al parto. En
todo caso, si el crecimiento es muy rápido se reduce el concentrado y se introduce paja, si es lento se
introduce algo más de concentrado.

Durante el primer periodo de la recría de novillas la velocidad media de crecimiento es 600-700 g diarios. La
capacidad de ingestión aumenta durante este periodo desde 2.5 kg MS al destete hasta casi 4.0 kg MS cuando
la novilla alcanza los 150 kg, por lo que la concentración energética de las raciones durante este periodo ha
de ser relativamente alta (0.80 UFL/kg MS); para conseguir esta concentración energética se han de utilizar
forrajes de muy buena calidad (pastoreo ó 2-3 kg de heno), y un aporte de concentrado que puede llegar a los
2-3 kg diarios, según la calidad de los forrajes disponibles; durante este periodo no se deben utilizar
ensilados, urea, ni forrajes de baja calidad.

Durante el segundo periodo de la recría el crecimiento es algo más lento, en torno a 500-600 g diarios. La
capacidad de ingestión continúa aumentando hasta 8.0 kg MS a la cubrición y casi 10 kg MS al primer parto,
por lo que las necesidades de las novillas se cubren con raciones de una concentración energética de 0.60-
0.70 UFL/kg MS, esto es, con forrajes de calidad media (pastoreo más heno), no siendo necesario el aporte de
concentrado; es conveniente no utilizar forrajes demasiado energéticos (se han de combinar con paja), para
evitar una sobrealimentación de la novilla. 
 

RACIONES DE NOVILLAS

                                            125 kg       350 kg 


Ganancia de peso             600 g/d     400 g/d

Nutrientes: 
UFL diarias                         2.4              4.4 
kg MS ingeridos                3.0              7.5 
UFL/kg MS                         0.8              0.6 
% Proteína degradable     3.5               6.5 
% Proteína by-pass         10.0              2.5 
% FND efectiva             >20.0          >30.0 
% Calcio                              0.5              0.35 
% Fósforo                           0.35            0.25 
% Sodio                               0.1              0.1
12.- La alimentación de los sementales.

Actualmente está extendida la inseminación artificial de las vacas de leche, por lo que en general las
explotaciones lecheras no suelen mantener toros. Se considera que los sementales están en mantenimiento,
pero con unas necesidades energéticas un 10% superiores a las de las hembras, y unas necesidades proteicas
un 5% superiores. Por ejemplo, un toro de 1.000 kg de peso tiene unas necesidades diarias de 8.2 UFL y 610
g de proteína biodisponible. Los sementales se alimentan con raciones similares a las vacas en
mantenimiento. 

Tema 27. La alimentación del caprino

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el rendimiento productivo y en las condiciones


sanitarias de las cabras 
- saber estimar las necesidades de nutrientes de las cabras  
- conocer las características y el manejo de las raciones utilizadas en las explotaciones de cabras  
- conocer las características y el manejo de los lactoreemplazantes
Esquema del tema: 
La importancia de la producción caprina 
Las necesidades nutritivas de las cabras 
     a) Las necesidades energéticas 
     b) Las necesidades proteicas 
     c) Las necesidades de otros nutrientes 
La movilización de las reservas corporales  
     a) La condición corporal 
     b) Las necesidades de glucosa 
La alimentación de las cabras en mantenimiento 
La alimentación de las cabras en gestación 
La alimentación de las cabras en lactación 
La alimentación de los cabritos 
     a) La lactancia natural 
     b) La lactancia artificial 
     c) Los alimentos sólidos 
La alimentación de las cabritas de reposición 
La alimentación de los sementales 
AUTOEVALUACION
Práctica: 
             Formulación con ordenador de raciones de rumiantes

Práctica: 
             Manejo de la alimentación del caprino 
 

 
1.- La importancia de la producción caprina.

La producción caprina aporta alrededor del 2.0% de la Producción Final Ganadera nacional: la leche el 2% y
la carne de caprino el 0.05%. En España hay unos 2.5 millones de cabras (el 25% de las cabras de la UE); el
70% de las cabras se ordeñan, esto es, la orientación dominante del caprino es la producción de leche.

El número de cabras que se ordeñan es de casi 2 millones, que producen anualmente casi 500 millones de
litros de leche (que se destinan a producir queso). Alrededor del 20% de las cabras de leche se mantienen en
sistema intensivos; el resto de las cabras de leche se mantienen en sistemas semiextensivos, complementando
el pastoreo con aportes más ó menos importantes de concentrado; no obstante, los rebaños caprinos con razas
de una alta potencialidad lechera se están reconvirtiendo hacia sistemas semiintensivos ó intensivos, con
aportes de concentrado cada vez mayores que permiten una mayor producción de las cabras. Las principales
razas caprinas lecheras son Murciano-Granadina, Malagueña y Canaria; en los rebaños de leche, las cabras se
ordeñan durante 7-9 meses, y se cubren al final de la lactación, de tal manera que se siguen ritmos
reproductivos de un parto anual. La producción de leche es de 300-400 litros por lactación, dependiendo de la
raza y de la alimentación; en las explotaciones intensivas se llegan a producir más de 800 litros por lactación.

El consumo anual per capita nacional es de unos 0.5 kg de carne de caprino, sacrificándose anualmente unos
2 millones de cabritos y unas 250.000 cabras de desecho (con un peso a la canal de unos 20 kg); la carne de
caprino supone menos del 0.5% de la producción nacional de carne. Las cabras de carne se explotan en
regimen extensivo: pastoreo de barbechos y rastrojeras, así como pastos de baja calidad y vegetación
expontánea; los rebaños se estabulan durante la noche y cuando la disponibilidad de pasto es escasa, en que
se complementan con algo de paja-heno y, para las hembras en lactación, algo de concentrado. Las cabras de
carne suelen ser de razas Serranas; normalmente el ritmo reproductivo es de un parto anual, destetando las
crías a los 2-3 meses; no obstante, algunos rebaños llegan a conseguir 1.5 partos anuales.  
  
 

2.- Las necesidades nutritivas de las cabras.

a) Las necesidades energéticas.

Las necesidades energéticas diarias de las cabras se pueden estimar mediante el método factorial:  
     - las necesidades de mantenimiento se estiman como: UFL = 0.2 + 0.01 x PV; en el caso del pastoreo
extensivo, las necesidades son un 30-50% superiores al caso de hembras estabuladas, dependiendo de la
climatología, la calidad del forraje y la orografía del terreno. 
     - las necesidades de crecimiento son de 0.30 UFL diarias durante la primera lactación, y 0.15 UFL diarias
durante la segunda lactación. 
     - las necesidades para recuperar reservas corporales son de media 4.5 UFL/kg 
     - las necesidades de gestación (2 fetos) varían entre 0.2-0.5 UFL diarias  
     - las necesidades de producción de leche se estiman de la forma: UFL/litro = 0.155 + 0.065 x % Grasa,
siendo de media de 0.45 UFL por litro producido.
Como media, las necesidades energéticas diarias de una cabra adulta de 60 kg son 0.8 UFL en
mantenimiento, 1.3 UFL al final de la gestación, 1.25 UFL cuando produce 1 litro diario, y 2.5 UFL cuando
produce 4 litros; el 35-65% de las necesidades energéticas son para mantener la producción de leche,
dependiendo de la producción. 
 

b) Las necesidades proteicas.

Las necesidades diarias de proteína biodisponible también se pueden estimar mediante el método factorial:  
     - las necesidades de mantenimiento se estiman como 15 + 0.6 x PV 
     - las necesidades de crecimiento durante las dos primeras lactaciones: 20-15 g 
     - las necesidades para recuperar reservas corporales son de media 200 g/kg 
     - las necesidades de gestación varían entre 25-60 g diarios 
     - las necesidades de producción de leche se estiman en 45 g por litro producido.

Como media, las necesidades diarias de proteína biodisponible de una cabra adulta de 60 kg son 50 g en
mantenimiento, 110 g al final de la gestación, 95 g cuando produce 1 litro, y 230 g cuando produce 4 litros
diarios; el 60-80% de las necesidades energéticas son para mantener la producción de leche, dependiendo de
la producción.

Las necesidades en proteína biodisponible han de ser cubiertas con la proteína by-pass que aporta el alimento
y con la proteína microbiana formada en el rumen, esto es, las necesidades en proteína bruta de las cabras son
la suma de las necesidades en proteína degradable y las necesidades en proteína by-pass. Las necesidades
diarias en proteína bruta son unos 80 g (de los cuales alrededor del 20% han de ser by-pass) en
mantenimiento, casi 250 g (al menos el 35% by-pass) al final de la gestación, unos 150 g (el 25% by-pass)
cuando está produciendo 1 litro, y casi 400 g (el 30% by-pass) cuando está produciendo 4 litros.

La relación óptima proteína/energía de las raciones de cabras es de unos 100 g PB/UFL en mantenimiento,
185 g PB/UFL al final de la gestación, unos 125 g PB/UFL cuando produce 1 litro, y unos 150 g PB/UFL
cuando produce 4 litros.  
 

c) Las necesidades de otros nutrientes.

Las cabras en mantenimiento tienen unas necesidades diarias de unos 4 g de calcio y unos 3 g de fósforo; las
necesidades diarias específicas de gestación son unos 3 g diarios de calcio y 0.75 g de fósforo a los 3.5 meses,
y 6 g de calcio y 1.5 g de fósforo al final de la gestación; finalmente, las necesidades específicas de lactación
de cabras son similares al caso de leche de vaca, esto es, 4 g de calcio y 1.5 g de fósforo por litro producido.

Las necesidades de agua se estiman en 2-3 litros por cada kilo de materia seca ingerida, y además un litro
adicional por cada litro de leche producido, de tal manera que las cabras de alta producción llegan a ingerir
más de 10 litros diarios de agua. En épocas de calor, estas necesidades son un 50% superiores. La baja
ingestión de agua da lugar a impactación ruminal, redución de la ingestión y disminución de la producción de
leche; de hecho, las caidas bruscas de producción suelen estar relacionadas con el suministro de agua.  
 

3.- La movilización de las reservas corporales.

La capacidad de ingestión de las cabras se puede estimar como: kg MS = 0.02 x PV + 0.3 x Producción de
leche; por ejemplo, una cabra de 60 kg en mantenimiento puede ingerir 1.25-1.50 kg MS, dependiendo de la
calidad de la ración, y una cabra que produzca 2 litros diarios puede ingerir 1.75-2.0 kg MS.

Durante las 2-3 últimas semanas de gestación, además de aumentar considerablemente las necesidades, la
capacidad de ingestión se reduce debido a la presión del útero gravídico sobre el aparato digestivo, y las
cabras movilizan reservas corporales (en particular las cabras que gestan varios fetos); se movilizan 100 g por
cada 0.40 UFL que la cabra deja de cubrir con el alimento. La movilización de reservas es importante en
cabras, siendo normal que pierdan 5 kg (casi el 10% del peso de la hembra) durante las tres últimas semanas
de gestación; en el caso de gestar 3 ó más fetos es frecuente que se movilicen 10 kg ó más. Las reservas
movilizadas se recuperan al tras el pico de la posterior lactación.  
 

a) La condición corporal.

Igual que en el caso de vacas y ovejas, la determinación de la condición corporal (la puntuación varía de 0 a
5) permite estimar la cantidad de grasa subcutánea y el estado nutritivo del animal; cada punto de variación
de la condición corporal equivale a la movilización de unos 10 kg de reservas corporales, y se obtienen 40
UFL.

En cabras se utiliza sobre todo la región del esternón para determinar la condición corporal de los animales;
la puntuación va aumentando según las capas de tejidos se hacen más gruesas y es más dificil palpar el
hueso: 
     - puntuación 0: capas extremadamente finas de grasa subcutánea, músculo y grasa interna; el hueso se toca
cerca y duro, las articulaciones condroesternales son muy prominentes, y  es difícil mover la piel. 
     - puntuación 3: la grasa subcutánea forma una masa movil que se extiende a lo largo del esternón, y la
grasa interna recubre los bordes laterales del esternón por lo que el esternón no se palpa facilmente, las
costillas no se aprecian a simple vista pero se pueden palpar facilmente sin sentir una espesa capa de grasa.  
     - puntuaciones 4 ó 5: se asignan según aumenta la movilidad de la masa de tejidos, y la depresión en las
inserciones de las costillas se va llenando y no se palpan facilmente las costillas.  
 

b) Las necesidades de glucosa.

En el caso de cabras estabuladas que realizan poco ejercicio y que gestan varios fetos es relativamente
frecuente que aparezcan fenómenos de cetosis (toxemia de gestación); la toxemia de gestación no es
frecuente cuando las cabras realizan pastoreo. La cetosis es particularmente frecuente en dos casos:  
     - las hembras demasiado gordas, ya que aunque los animales pueden utilizar tanto aminoácidos
musculares como glicerina como nutrientes glucogénicos, las hembras gordas no llegan a movilizar
cantidades importantes de músculo hasta que no movilicen gran parte de las reservas grasas; por este motivo
también se denomina síndrome de las cabras gordas. 
     - las hembras que gestan varios fetos, ya que tienen unas mayores necesidades de glucosa para la
alimentación de los fetos, y por tanto existe una menor disponibilidad de glucosa para formar ácido
oxalacético; se estima que la forma subclínica de la cetosis afecta al 80% de las cabras con gestaciones
múltiples; por este motivo también se denomina enfermedad de los mellizos. Los efectos del calor son
particularmente graves al final de la gestación, ya que además de la capacidad ruminal, el estrés térmico
también provoca una redución de la ingestión.

La cetosis va acompañada de hipoglucemia, por lo que el aporte de glucosa a los fetos está limitado, lo que da
lugar a crías débiles con poco glucógeno en el momento del nacimiento, aumentando la mortalidad perinatal;
por otra parte, la cetosis reduce las defensas del animal, por lo que es frecuente la coincidencia de cetosis,
metritis y mamitis. En casos de cetosis moderada las cabras se suelen recuperar espontáneamente tras el
parto. Sin embargo, en los casos más desfavorables de la toxemia de la gestación se producirán muertes
fetales y abortos. Además, los efectos son particularmente severos para las madres, ya que la falta de glucosa
afecta a la nutrición del tejido nervioso, las hembras están abatidas, se vuelven torpes, vagan sin rumbo,
parecen estar ciegas, caen, y presentan ligeras contracciones y espasmos; mueren alrededor del 20% de las
hembras no tratadas; la etapa irreversible de la cetosis es una encefalopatía hipoglucémica. La enfermedad
aparece en forma de brote, afectando a varias hembras a un mismo tiempo; las hembras que paren al principio
de la enfermedad se recuperan, aunque se afecta negativamente la posterior producción de leche. Las cetosis
se pueden tratar con soluciones de glucosa al 50% por vía intravenosa, y precursores del ácido oxalacético
(p.e. 110 g diarios de propilenglicol y glicerina) por vía oral, en dos tomas diarias durante una semana; sin
embargo, no se utilizan los glucocorticoides para el tratamiento de la toxemia de la gestación porque se
necesitan dosis demasiado elevadas. En el caso de la toxemia de la gestación se debe procurar el aborto ó
inducir hormonalmente el parto ó realizar una cesárea (ya que el feto necesita mucha glucosa) si se
diagnostica la enfermedad en sus primeras fases; si se detecta tarde, el estado de la hembra suele ser
irreversible y el feto ya ha muerto y suele estar en descomposición.  
 

4.- La alimentación de las cabras en mantenimiento.

Aunque las cabras de carne están en mantenimiento buena parte del año (cuando no están al final de la
gestación ó amamantando al cabrito), las cabras de leche con un parto anual solamente están en
mantenimiento desde el secado hasta el final de la gestación (alrededor de 2-3 meses).

Las raciones de las cabras en mantenimiento, como para el resto de especies rumiantes, han de tener una
modesta concentración energética (0.65-0.75 UFL/kg MS), procurando que las cabras mantengan durante este
periodo un índice corporal de 3.0-3.5 puntos (por cada UFL que ingiera por encima de sus necesidades, la
cabra engorda unos 250 g); la concentración proteica de las raciones de mantenimiento es baja, del orden del
7%. Por lo tanto, las cabras en mantenimiento se mantienen normalmente en pastoreo de forrajes de calidad
mediocre; no obstante, en el caso de zonas de pastos áridos, escasos y de mala calidad, el pastoreo solamente
llega a cubrir el 30-50% de las necesidades de mantenimiento. Por otro lado, en las explotaciones de carne en
las que se intentan ciclos de 8 ó 6 meses se suele realizar un flushing de forma similar al caso de ovejas,
como se estudiará más adelante. 
 

RACIONES DE MANTENIMIENTO

Nutrientes: 
UFL diarias1                         0.8-1.2 
kg MS ingeridos2              1.25-1.50 
UFL/kg MS                         0.65-0.75 
% Proteína degradable           5.0 
% Proteína by-pass                1.0 
% FND efectiva                     >35 
% Calcio                                   0.3 
% Fósforo                                0.2 
% Sodio                                    0.1 
1
Dependiendo de si la cabra está estabulada o en pastoreo. 
2
Dependiendo de la calidad de la ración.

EJEMPLOS
Ración en pastoreo: 
     Forraje mediocre de 0.75 UFL/kg MS 
     Ingiere alrededor de 1.5 kg MS diarios, esto es, 1.1 UFL, por
lo que mantiene o gana algo de peso. 
Ración con paja: 
     Paja de cereal                  600 g 
     Salvado de trigo             400 g 
     Maíz                                 125 g 
     Alfalfa deshidratada      200 g
5.- La alimentación de las cabras en gestación.

Igual que en la mayoría de las especies domésticas, casi el 90% del desarrollo del feto se produce durante el
último tercio de gestación; por este motivo, solamente se considera que las cabras tienen unas necesidades
específicas de gestación durante el último mes y medio; durante este periodo, la ganancia media de peso del
feto es de unos 100-250 g.

La capacidad de ingestión de las cabras comienza a reducirse a partir de los 3.5 meses de gestación, hasta
reducirse un 15% al final de la gestación; esto es, la capacidad de ingestión de las cabras de 60 kg es de 1.0-
1.25 kg MS al final de la gestación, dependiendo de la calidad de la ración.

Las raciones a partir de los 3.5 meses de gestación y hasta las 2-3 últimas semanas son algo más concentradas
que las de mantenimiento, con una concentración energética en torno a 0.80 UFL/kg MS; la concentración
proteica es de alrededor del 10%. Por lo tanto, las cabras en gestación se han de alimentar con forrajes de
buena calidad, ó con aportes relativamente importantes de concentrado.

El objetivo de las raciones durante las 2-3 últimas semanas de gestación de cabras es reducir todo lo posible
la movilización de las reservas corporales (el índice corporal al parto ha de ser alrededor de 3.0) para prevenir
la toxemia de gestación; lo óptimo es que no movilicen más de 5 kg (pérdida inferior a 0.5 puntos de
condición corporal). Por lo tanto, la concentración energética de la ración a utilizar durante el final de la
gestación ha de ser elevada, 1.0-1.2 UFL/kg MS; la concentración proteica al final de la gestación ha de ser
del orden del 20-25%. Además de evitar que las hembras lleguen demasiado gordas al último mes de
gestación, se deben aportar forrajes de muy buena calidad (0.85 UFL/kg MS) y suministrar alrededor de 250
g de concentrado cuando falte un mes para el parto, e ir aumentándolo hasta llegar a 1 kg diario a las dos
semanas antes del parto, incluso a las hembras en buen estado de carnes. Es interesante considerar la
incorporación de grasas en las raciones (hasta 150 g de grasa by-pass, ó 250-300 g de semilla de algodón)
para reducir la movilización de las reservas corporales, así como para reducir la inclusión de cereales y por
tanto los riesgos de acidosis. Para prevenir la cetosis se pueden incluir precursores de la glucosa y del ácido
oxalacético, como 50 g de glicerina ó 25 g de propilenglicol, así como sustancias lipotropas (p.e. 1 g diario de
niacina) que faciliten la metabolización de los cuerpos cetónicos. En todo caso, se debe asegurar un consumo
suficiente de alimento durante las últimas 2-3 semanas, ya que una desnutrición de 48 horas de cabras gordas
es suficiente para provocar una cetosis. Existen piensos dietéticos para prevenir la cetosis; estos piensos se
formulan de acuerdo a los criterios comentados.

En el caso de las cabras puede aparecer una hipocalcemia al final de la gestación (sobre todo en el caso de
que gesten varios fetos: las necesidades de calcio al final de la gestación son más del doble que las
necesidades de mantenimiento); también puede aparecer una hipocalcemia postparto; la hipocalcemia es
mortal si no se trata, consistiendo el tratamiento en el suministro de 100 ml de una solución de borogluconato
cálcico al 25%. Además, igual que en las vacas, el exceso de NNP, nitritos, fitoestrógenos, etc, dan lugar a
problemas reproductivos importantes al final de la gestación. 
 

RACIONES DE GESTACION

                                                     3.5-4.5 mes      Final 


Nutrientes 
UFL diarias1                                    1.0-1.5        1.3-1.8 
kg MS ingeridos2                         1.25-1.50      1.0-1.25 
UFL/kg MS                                         0.8              0.93 
% Proteína degradable                      7.5            15.0 
% Proteína by-pass                           2.5              8.0 
% FND efectiva                                >30             >20 
% Calcio                                              0.6              1.0 
% Fósforo                                           0.3              0.4 
% Sodio                                               0.1              0.1 
1
Dependiendo de si la cabra está estabulada o en pastoreo, y del
número de fetos. 
2
Dependiendo de la calidad de la ración. 
3
Concentración energética inferior a la necesaria para mantener
la gestación, por lo que la cabra moviliza reservas corporales.

EJEMPLOS
Ración en pastoreo: 
     Forraje de buena calidad (0.8 UFL/kg MS) 
     Ingiere alrededor de 1.5 kg MS diarios, esto es, 1.2 UFL, por
lo que mantiene el peso hasta los 4.0-4.5 meses de gestación;
durante el final de la gestación ingiere alrededor de 1 UFL, por lo
que pierde unos 100-200 g diarios. 
Ración con paja: 
     Paja de cereal                             600 g           400 g 
     Salvado de trigo                        450 g           200 g 
     Maíz                                            150 g           400 g 
     Torta de soja                                -                300 g 
     Alfalfa deshidratada                150 g               -
6.- La alimentación de las cabras en lactación.

El pico de lactación en cabras es de 3-4 litros, y se alcanza a los 15-30 días del parto; el secado se realiza a
los 7-8 meses, cuando las cabras producen menos de 1.0 litro. La leche de cabra es similar a la de vaca,
siendo su composición media 88% agua, 4% lactosa, 4.5% grasa, y 3% proteína, conteniendo 3.2 MJ por
litro, dependiendo del contenido en grasa.

La capacidad de ingestión potencial está reducida en un 15% durante los 2 primeros meses de lactación; por
ejemplo, la capacidad máxima de ingestión tras el parto de una cabra que produce 3 litros es de 1.85 kg MS.
Debido a las elevadas necesidades energéticas y a la limitada capacidad de ingestión durante el principio de la
lactación, la concentración energética de las raciones durante este periodo ha de ser muy alta; no obstante, en
la práctica, es dífícil conseguir raciones con una concentración energética superior a 0.9 UFL/kg MS, por lo
que durante el primer periodo de la lactación las cabras de leche continúan movilizando reservas corporales.
A partir de los 2-3 meses del parto las cabras comienzan a recuperar el peso perdido.

Igual que en el caso de vacas de leche, para cubrir las elevadas necesidades energéticas, proteicas y de
glucosa, y prevenir una pérdida excesiva de peso, las raciones del principio de la lactación contienen
cantidades muy elevadas de cereales y tortas oleaginosas. También es interesante la inclusión de 150 g de
grasa by-pass, ó de 250-300 g de semillas oleaginosas. Para prevenir la acidosis ruminal, la ración ha de
aportar al menos un 20% de FND efectiva (p.e., 500 g diarios de heno ó paja), e incluir tampones ruminales
(p.e., 25 g de bicarbonato sódico). Se recomienda no utilizar urea durante este primer periodo de la lactación,
ya que al haber un déficit de energía se puede provocar una intoxicación amoniacal. Tras el pico de lactación,
una concentración energética de 0.85 UFL/kg MS es suficiente para mantener una producción de unos 2 litros
diarios de leche, ó para mantener una producción superior a un litro diario y permitir la recuperación de las
reservas corporales.

Los forrajes, dependiendo de su calidad, cubren los gastos de mantenimiento y la producción de alrededor de
1.0 litro de leche de cabra; esto es, durante toda la lactación los forrajes cubren la producción de unos 250
litros de leche de cabra; el resto de producción ha de ser cubierta con concentrado, de media un kilo de
concentrado por cada 2.5 litros de leche; por ejemplo, la producción de 3.5 litros diarios se cubre con forraje
de buena calidad más 1 kg de concentrado. Las cabras pueden sufrir los mismos trastornos que las vacas
debidos a déficits nutritivos ó a un incorrecto manejo del pastoreo; en todo caso, la transición entre la
alimentación en el aprisco y el pastoreo de primavera debe ser gradual, y las cabras en pastoreo deben
disponer de bloques minerales.

Un aspecto particularmente importante a considerar en la alimentación de las cabras que realizan pastoreo es
la transición entre la alimentación invernal en el aprisco y el pastoreo de primavera. La basquilla ó
enterotoxemia ó sobreingestión es una indigestión que aparece en los rebaños de cabras (y ovejas) cuando
pasan de una alimentación pobre en el aprisco (a base de heno y paja) a una alimentación rica basada en
concentrado ó en el pastoreo de buenos pastos. El cambio brusco de alimentación impide la adaptación de la
flora ruminal; parte de la flora ruminal se destruye liberando compuestos nitrogenados que elevan el pH
ruminal (a veces se alcanza un pH>7), lo que provoca una alcalosis ruminal. El animal está anoréxico con
atonía ruminal; la producción de leche se reduce drásticamente. Además, parte del alimento pasa sin degradar
al intestino delgado, donde se desarrollan Clostridium perfringens productores de toxinas: el desarrollo de la
enterotoxemia puede ser peragudo, apareciendo animales muertos en el pasto, ó ser de desarrollo más lento
con animales tambaleantes, y al final con convulsiones y muertes. El tratamiento de la enterotoxemia consiste
en reducir el pH ruminal suministrando una solución al 5% de ácido acético; en caso de síntomas de
enterotoxemia se debe mantener a todo el ganado a base de agua y paja-heno durante un día. La prevención
de la indigestión se consigue mediante la introducción gradual del concentrado, ó la introducción progresiva
de los animales en los pastos de primavera, para permitir la adaptación de la flora ruminal al nuevo régimen;
también se puede vacunar a los animales, con antígenos de Clostridium, 15-30 días antes de la salida al
pasto. 
 

RACIONES DE LACTACION

                                              5 litros      3 litros      1 litro 


Nutrientes: 
UFL diarias                             3.0           2.15           1.25 
kg MS ingeridos                    2.4           2.2             1.6 
UFL/kg MS                             0.901       0.90           0.852 
% Proteína degradable         12.0          7.5             7.5 
% Proteína by-pass                4.5          2.5             2.5 
% FND efectiva                      >20         >25            >35 
% Calcio                                   0.9          0.7             0.5 
% Fósforo                                0.4          0.35           0.3 
% Sodio                                    0.2          0.2             0.2 
1
Concentración energética inferior a la necesaria para mantener
la producción, por lo que la cabra moviliza unos 200 g diarios de
reservas corporales. 
2
Concentración energética superior a la necesaria para mantener
la producción, por lo que la cabra recupera unos 25 g diarios de
reservas corporales.

EJEMPLOS
Ración en pastoreo: 
     Pasto de calidad media (0.80 UFL/kg MS) 
     Pasto                                  6.0 kg      8.0 kg         6.0 kg 
     Maíz                                   600 g       475 g          200 g 
     Torta de soja                    650 g       550 g           275 g 
     Grasa by-pass                  150 g          -                  - 
Ración con paja: 
     Paja de cereal                   500 g        600 g           600 g 
     Salvado de trigo              600 g        600 g           600 g 
     Maíz                                  975 g         950 g          650 g 
     Torta de soja                   700 g         600 g          300 g 
     Grasa by-pass                 150 g            -                  -
7.- La alimentación de los cabritos.

Los cabritos pesan al nacimiento 3-4 kg, dependiendo de la alimentación de la madre durante la gestación, de
la raza, y del número de fetos gestados. Alredor del 75% de los cabritos se sacrifican al destete (cabritos
lechales), con 1.0-1.5 meses y 5-10 kg de peso; el resto se sacrifican como chivos de 3-4 meses (15-20 kg).  
 

a) La lactancia natural.

Aunque cada vez son más las explotaciones de cabras de leche que realizan lactancia artificial, en la mayoría
de las explotaciones aún se realiza lactancia natural, siendo  frecuente simultanear el ordeño con el
amamantamiento: las madres no se ordeñan a fondo, dejando leche suficiente en las ubres para permitir el
amamantamiento de las crías (es lo que se llama alimentación a media leche).

En el caso de lactancia natural del calostro es muy importante comprobar que el recién nacido sabe y puede
tomar el calostro en las primeras horas de vida; de hecho, casi la mitad de recién nacidos son incapaces de
mamar dentro de las 6 primeras horas de su nacimiento, siendo frecuente la aparición del síndrome de la
boca mojada en cabritos (también en corderos) procedentes de partos dobles y triples, especialmente en los
tres primeros días de vida y durante el invierno (es un síndrome hipotérmico-hipoglucémico), debido a la
insuficiente ingestión de calostro; este síndrome es la principal causa de mortalidad de cabritos neonatos. Es
frecuente en las crías de partos dobles y triples, en las que las reservas corporales de glucógeno son escasas;
además, en los partos múltiples es más fácil que la madre extravíe algún hijo. Los animales permanecen
inactivos y no responden a los estímulos, además sufren estreñimiento y retención del meconio, lo que facilita
las infecciones de E. coli. Los cabritos muestran una intensa salivación, que llega a gotear desde los labios; a
menudo aparece timpanismo de abomaso. Los síntomas son hipotermia, deshidratación, hipoglucemia, y
terminan muriendo a los 2-3 días de edad. El tratamiento consiste en el encalostramiento de los cabritos
afectados; además se debe alojar a los animales en locales que dispongan de un foco de calor. También se
recomienda el uso de purgantes suaves y antibióticos para favorecer la eliminación del meconio y prevenir
diarreas; en casos graves se debe administrar una solución de glucosa al 20% mediante inyección
intraperitoneal.

El exceso de ingestión de leche provoca la aparición de indigestiones (animales borrachos) y diarreas en


animales muy jóvenes (menos de 7 días de edad), ya que parte de la leche pasa al intestino, donde fermenta
favoreciendo el desarrollo de levaduras productoras de etanol (p.e. Turolopsis glabrata) ó de bacterias
productoras de enterotoxemias (p.e. Clostridium perfringens); también se puede provocar únicamente una
diarrea osmótica. A los animales con indigestiones y diarrea se les debe suprimir la leche durante 24-48 horas
y en su lugar suministrar una solución con electrolitos y glucosa, junto con agua ad libitum; tras la diarrea y
el ayuno es conveniente suministrar probióticos para restablecer la flora intestinal.

Los forrajes pueden ser deficitarios en cobre, selenio y magnesio, por lo que las cabras alimentadas con
raciones forrajeras producen leche con un bajo contenido en estos minerales, lo que repercute en el contenido
mineral de la leche y por tanto en el estado de las crías: 
     - el síntoma clásico de la deficiencia en cobre es incoordinación, debilidad de las patas traseras y diarreas
de cabritos recién nacidos (ataxia enzoótica ó tambaleo de los recien nacidos), y aparecen cuadros de anemia
(el cobre participa en la síntesis de hemoglobina) y fallos cardiacos. El tratamiento consiste en el suministro
de óxido de cobre. 
     - la deficiencia de iodo provoca una hipertrofia tiroidea y un déficit en la hormona tiroxina; aparecen crías
con bocio y terminan muriendo. El tratamiento consiste en el suministro de yoduro potásico (sal iodada).  
     - finalmente, la leche suele ser deficitaria en hierro y magnesio, pudiendo aparecer deficiencias en cabritos
lactantes.

Estos trastornos se previenen suministrando a las madres un corrector vitamínico-mineral durante el final de
la gestación. Por otra parte, los animales nacen con muy pocas reservas de vitaminas liposolubles: las
ingieren en el calostro; en ocasiones es conveniente un choque vitamínico a la cría tras el nacimiento.  
 

b) La lactancia artificial.

En las explotaciones de caprino de leche aún no está muy extendendida la lactancia artificial; en las que se
realiza, los cabritos se destetan alrededor del mes y medio de edad con unos 10 kg de peso, siendo la
velocidad media de crecimiento de 150-250 g diarios (según el peso al nacimiento). El calostro se suele
suministrar con tetinas, durante 1-2 días; se aporta el equivalente al 10-15% del peso del animal (unos 0.5
litros diarios), repartido en 3-5 tomas diarias de 0.1-0.2 litros cada toma; en ocasiones es interesante el
suministro de calostro mediante una sonda esofágica ya que se ahorra tiempo y se pueden suministrar
mayores cantidades de una sola vez; además, la utilización de una sonda esofágica permite alimentar a
aquellos animales que no se adaptan a la lactancia artificial.

En la lactancia artificial se puede utilizar tanto leche ordeñada como lactoreemplazantes polivalentes, esto es,
lactoreemplazantes que se utilizan tanto para terneros como para cabritos; no obstante, según se va
extendiendo la utilización de lactoreemplazantes, cada vez hay más leches específicas para cabritos. El
lactoreemplazante se utiliza de forma similar al caso de terneros: se diluye al 5-8% durante la primera
semana, y posteriormente se va concentrando hasta llegar 12-15% durante la tercera semana. El consumo de
leche reconstituída es el equivalente al 8-10% del peso del animal; por ejemplo, un cabrito de 3 semanas (con
6 kg de peso) ingiere diariamente 0.5-0.6 litros de leche reconstituída, esto es, 75 g de lactoreemplazante. El
consumo total de lactoreemplazante durante la cría de cabritos es de unos 11-12 kg, y el índice de conversión
es del orden de 1.5 kg de lactoreemplazante por kg engordado.

La leche artificial se suministra con tetinas:  


     - en el caso de que se vayan a sacrificar cabritos lechales, el suministro de leche es ad libitum para
conseguir la mayor velocidad de crecimiento posible. 
     - en el caso de que se trate de animales de reposición, durante las tres primeras semanas se suministran dos
tomas diarias, y a partir de ese momento se restringe la leche a una toma diaria para estimular la ingestión de
alimento sólido y con ello facilitar el destete; durante la semana previa al destete se reduce a la mitad la
cantidad suministrada de lactoreemplazante.  
 

c) Los alimentos sólidos.


Una vez destetados, los cabritos pueden tener tres destinos diferentes:  
     - a los cabritos que se van a sacrificar al destete no se les suministran alimentos sólidos.  
     - los cabritos que se van a recriar han de disponer de pienso y heno de buena calidad ad libitum a partir de
la primera semana de edad; el consumo de alimentos sólidos comienza a ser importante a partir de las 2-3
semanas de edad, momento en que comienza la rumia; en efecto, a las 3 semanas de edad los cabritos ya
consumen 50-100 g diarios; en el momento del destete ya están consumiendo 0.5-1.0 kg de MS de alimento
sólido. 
     - los chivos se ceban en un sistema semiintensivo basado en pastos de buena calidad de primavera y,
además de realizar lactancia natural hasta el momento del sacrificio, reciben 200-300 g diarios de pienso
según la calidad del pasto. El crecimiento de los chivos es más lento que el de los corderos, ya que su
capacidad de ingestión es menor; además, están poco engrasados y tienen una peor conformación que los
corderos. La falta de selenio y vitamina E de ciertos pastos provoca una distrofia muscular (enfermedad del
músculo blanco) en los chivos en pastoreo de menos de 3 meses, de forma similar a lo que ocurre en
corderos, como se estudiará con detalle más adelante. 
 

8.- La alimentación de las cabritas de reposición.

Las cabritas de reposición se recrían en la propia explotación, siendo su número alrededor del 20-25% de las
cabras adultas. La primera cubrición de las cabritas suele ser en otoño, por lo que la edad depende de la época
de su nacimiento, cubriéndose normalmente con 6-8 meses (35-40 kg); la gestación dura 5 meses, por lo que
el primer parto ocurre con 1.0-1.5 años.

El primer periodo de la recría comprende desde el destete hasta que el rumen del animal es completamente
funcional, lo que ocurre hacia los 3 meses (15-20 kg) en las cabritas; el segundo periodo comprende hasta el
parto. La velocidad de crecimiento durante la recría es de 100-150 g diarios.

Durante la recría es muy importante habituar a las cabritas a los alimentos que utilizarán durante su vida
productiva, para evitar en el futuro rechazos; aún así, las cabras rechazan el 20-40% del alimento (incluso
más si es forraje de muy mala calidad). El consumo de alimentos sólidos comienza a ser importante a partir
de las 2-3 semanas de edad, momento en que comienza la rumia; en efecto, a las 3 semanas de edad las
cabritas ya consumen 50-100 g diarios y, como ya se ha señalado, en el momento del destete ya están
consumiendo unos 0.75 kg de MS de alimento sólido.

Las necesidades energéticas y proteicas son relativamente bajas a lo largo de toda la recría. Por otra parte, las
cabritas alcanzan el peso adulto al tercer parto; para mantener este crecimiento, las cabras necesitan un aporte
adicional diario de 0.30 UFL durante la primera lactación y 0.15 UFL durante la segunda.  
 

NECESIDADES DE LAS CABRITAS

Energía: 
   Mantenimiento (UFL/d): 0.05 x PM 
   Crecimiento (UFL/d): 1 x GP 
Proteína biodisponible: 
   Mantenimiento (g/d): 2.5 x PM 
   Crecimiento (g/d): 300 x GP

EJEMPLO
Cabrita de 15 kg que crece 150 g/d: 
     0.05x150.75 + 0.15 = 0.50 UFL 
     2.5x150.75 + 300 x 0.15 = 64 g P biodisponible 
Cabrita de 25 kg que crece 115 g/d: 
     0.05x250.75 + 0.115 = 0.67 UFL 
     2.5x250.75 + 300 x 0.115 = 62 g P biodisponible
La capacidad de ingestión aumenta desde 0.75 kg MS al destete hasta 1.0 kg MS a los 25 kg, 1.25 kg MS en
el momento de la cubrición, y casi 2.0 kg MS durante la primera lactación; por este motivo, durante toda la
recría son suficiente las raciones con una concentración energética de 0.60-0.65 UFL/kg MS: 
     - en el caso de disponer de pastos, las necesidades de las cabritas se cubren con forrajes de calidad media,
no siendo necesario el aporte de concentrado. No obstante, igual que en el caso de novillas, un nivel bajo de
alimentación retrasa considerablemente la pubertad; por este motivo, cuando la disponibilidad de forraje es
escasa ó de mala calidad, se debe aportar al menos 100 g diarios de concentrado para asegurar un crecimiento
de al menos 100 g diarios; las cabritas subalimentadas durante el invierno recuperan peso en la primavera
siguiente (crecimiento compensatorio); en todo caso, mientras la cabrita aún esté en crecimiento se ha de
evitar que pierda peso durante la época de escasez invernal. 
     - en el caso de cabritas estabuladas, las raciones del principio de la recría se elaboran con 150-200 g de
paja y alrededor de 500 g de concentrado, y las raciones del final de la recría contienen 400-500 g de paja y
otros 400-500 g de concentrado. 
 

9.- La alimentación de los sementales.

Se considera que los sementales están en mantenimiento, pero con unas necesidades de mantenimiento un 10-
15% superiores a las de las hembras. Los machos cabríos, igual que los carneros, se suplementan (flushing),
dependiendo del estado corporal, con 300-500 g diarios de concentrado desde un mes antes y durante todo el
periodo de monta, pero evitando que el macho engorde demasiado. Además, también igual que en el caso de
carneros, pueden aparecer casos de urolitiasis por precipitación de fosfatos en la uretra, como se estudiará
más adelante.

Tema 28. La alimentación del ovino

 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el rendimiento productivo y en las condiciones


sanitarias de las ovejas y corderos 
- saber estimar las necesidades de nutrientes de las ovejas y corderos  
- conocer las características y el manejo de las raciones utilizadas en las explotaciones ovinas
Esquema del tema: 
La importancia de la producción ovina 
Las necesidades nutritivas de las ovejas 
     a) Las necesidades energéticas 
     b) Las necesidades proteicas 
     c) Las necesidades de otros nutrientes 
La movilización de las reservas corporales  
La alimentación de las ovejas en mantenimiento 
La alimentación de las ovejas en gestación 
La alimentación de las ovejas en lactación 
El cebo de corderos 
     a) La lactancia 
     b) Los alimentos sólidos 
     c) El cebo intensivo de corderos 
La alimentación de las corderas de reposición 
La alimentación de los sementales 
AUTOEVALUACION
Práctica : 
             Manejo de la alimentación del ovino 

Visita : 
             Explotación semiextensiva de caprino y ovino

 
1.- La importancia de la producción ovina.

La producción ovina aporta alrededor del 7.5% de la PFG nacional: la carne de cordero el 5%, la carne de
oveja el 0.25%, la leche el 2% y la lana el 0.25%. En España hay unos 16 millones de ovejas (el 25% de las
ovejas de la UE); el 80% de las ovejas no se ordeñan, esto es, la orientación dominante del ovino es la
producción de corderos.

El consumo anual per capita nacional es de unos 6.5 kg de carne de ovino, sacrificándose anualmente unos 18
millones de corderos y más de un millón de ovejas de desecho (con un peso a la canal de unos 20 kg); la
carne de cordero supone el 5% de la producción nacional de carne, y la de oveja el 0.5%. España importa el
10% de la carne de ovino que consume, y la UE importa el 20%. Los rebaños de ovejas de carne suelen ser
explotaciones familiares de 100-250 hembras que pastorean (normalmente con pastor) durante 8-10 horas al
día y al atardecer se recogen al aprisco, donde amamantan a sus crias. Estas ovejas se explotan en regimen
extensivo: pastoreo de barbechos y rastrojeras, así como pastos de baja calidad y vegetación expontánea; los
rebaños se estabulan durante la noche y cuando la disponibilidad de pasto es escasa, en que se complementan
con algo de paja-heno y, para las hembras en lactación, algo de concentrado. Las principales razas de ovino
de carne son Merina, Rasa aragonesa y Segureña; se suelen utilizar razas foráneas para cruces (Ille de France,
Landschaf, Fleischaf). Normalmente el ritmo reproductivo es de un parto anual, destetando las crías a los 2-3
meses; no obstante, los rebaños más tecnificados llegan a conseguir 1.5-2.0 partos anuales (las ovejas se
cubren a los 1.0-3.0 meses del parto) utilizando raciones de una alta concentración energética tras el parto y
destetando a los 1.0-2.0 meses.

El número de ovejas que se ordeñan es de unos 3.5 millones (el 20% de las ovejas totales), que producen
anualmente unos 350 millones de litros de leche (que se destinan a producir queso); el consumo anual per
capita nacional es de unos 8.5 litros de leche de oveja. En los rebaños de ordeño, el sistema de explotación
durante la lactación es semiextensivo, complementando el pastoreo con algo de concentrado; prácticamente
todos los rebaños de ovejas de leche se explotan en sistema semiextensivo, siendo escasas las explotaciones
intensivas de ovejas. Las principales razas ovinas lecheras son Churra, Manchega y Lacha; las ovejas se
ordeñan durante 4-5 meses, y se cubren una vez que se han secado, de tal manera que se siguen ritmos
reproductivos de un parto anual. La producción de leche es de unos 100 litros por lactación, dependiendo de
la raza y de la alimentación; en las explotaciones intensivas (que son escasas), las ovejas llegan a producir
más de 250 litros.

Además, las ovejas producen unas 30.000 toneladas de lana (prácticamente se esquilan todas las ovejas),
siendo el peso medio del vellón lavado de 1.5-2.0 kg. La producción normal de lana es de 5-10 g diarios; la
lana es una proteína del tipo de las queratinas que contiene casi un 15% de cistina. Normalmente no se
consideran las necesidades específicas de producción de lana, sino que se incluyen dentro de las necesidades
generales de mantenimiento; la producción de lana se reduce en caso de raciones deficitarias en proteína; el
aporte energético de la ración también influye en la velocidad de crecimiento de la lana. 
 

2.- Las necesidades nutritivas de las ovejas.

a) Las necesidades energéticas.

Las necesidades energéticas diarias de las ovejas se pueden estimar mediante el método factorial:  
     - las necesidades de mantenimiento se estiman como: UFL = 0.15 + 0.01 x PV; en el caso del pastoreo
extensivo, las necesidades son un 30-50% superiores al caso de hembras estabuladas, dependiendo de la
climatología, la calidad del forraje y la orografía del terreno. 
     - las necesidades de crecimiento son de 0.25 UFL diarias durante la primera lactación, y 0.10 UFL diarias
durante la segunda lactación. 
     - las necesidades para recuperar reservas corporales son de media 4.5 UFL/kg 
     - las necesidades de gestación (2 fetos) varían entre 0.2-0.5 UFL diarias  
     - las necesidades de producción de leche se estiman de la forma: UFL/litro = 0.15 + 0.07 x % Grasa,
siendo de media 0.65 UFL por litro producido.

Como media, las necesidades energéticas diarias de una oveja adulta de 60 kg son 0.75 UFL en
mantenimiento, 1.25 UFL al final de la gestación, 2 UFL cuando produce 2 litros diarios, y 1 UFL cuando
produce 0.5 litros; el 35-65% de las necesidades energéticas son para mantener la producción de leche,
dependiendo de la producción. 
 

b) Las necesidades proteicas.

Las necesidades diarias de proteína biodisponible también se pueden estimar mediante el método factorial:  
     - las necesidades de mantenimiento se estiman como 15 + 0.6 x PV 
     - las necesidades de crecimiento durante las dos primeras lactaciones: 20-15 g 
     - las necesidades para recuperar reservas corporales son de media 200 g/kg 
     - las necesidades de gestación varían entre 25-60 g diarios 
     - las necesidades de producción de leche se estiman en 90 g por litro producido.

Como media, las necesidades diarias de proteína biodisponible de una oveja adulta de 60 kg son 50 g en
mantenimiento, 110 g al final de la gestación, 230 g cuando produce 2 litros diarios, y 95 g cuando produce
0.5 litros; el 50-80% de las necesidades energéticas son para mantener la producción de leche, dependiendo
de la producción.

Las necesidades en proteína biodisponible han de ser cubiertas con la proteína by-pass que aporta el alimento
y con la proteína microbiana formada en el rumen, esto es, las necesidades en proteína bruta de las ovejas son
la suma de las necesidades en proteína degradable y las necesidades en proteína by-pass. Las necesidades
diarias en proteína bruta son unos 80 g (de los cuales alrededor del 20% han de ser by-pass) en
mantenimiento, casi 250 g (al menos el 35% by-pass) al final de la gestación, casi 400 g (el 30% by-pass)
cuando está produciendo 2 litros, y unos 150 g (el 25% by-pass) cuando está produciendo 0.5 litros.

La relación óptima proteína/energía de las raciones de ovejas es de unos 100 g PB/UFL en mantenimiento,
185 g PB/UFL al final de la gestación, unos 150 g PB/UFL cuando produce 2 litros, y unos 100 g PB/UFL
cuando produce 0.5 litros. 
 

c) Las necesidades de otros nutrientes.

Las ovejas en mantenimiento tienen unas necesidades diarias de unos 4 g de calcio y unos 4 g de fósforo; las
necesidades diarias específicas de gestación son unos 3 g diarios de calcio y 0.75 g de fósforo a los 3.5 meses,
y 6 g de calcio y 1.5 g de fósforo al final de la gestación; finalmente, las necesidades diarias específicas de
lactación de ovejas son similares al caso de leche de vaca, esto es, 4 g de calcio y 1.5 g de fósforo por litro
producido.

Las necesidades de agua se estiman en 2-3 litros por cada kilo de materia seca ingerida, y además un litro
adicional por cada litro de leche producido, de tal manera que las cabras de alta producción llegan a ingerir
más de 5 litros diarios de agua. En épocas de calor, estas necesidades son un 50% superiores. La baja
ingestión de agua da lugar a impactación ruminal, redución de la ingestión y disminución de la producción de
leche; de hecho, las caidas bruscas de producción suelen estar relacionadas con el suministro de agua.  
 

3.- La movilización de las reservas corporales.

La capacidad de ingestión de las ovejas se puede estimar como: kg MS = 0.025 x PV + 0.4 x Producción de
leche; por ejemplo, una oveja de 60 kg en mantenimiento puede ingerir 1.25-1.50 kg MS, dependiendo de la
calidad de la ración, y una oveja que produzca 1 litro diario puede ingerir 1.75-2.0 kg MS.

Igual que en el caso de cabras, durante las 2-3 últimas semanas de gestación, además de aumentar
considerablemente las necesidades, la capacidad de ingestión se reduce debido a la presión del útero
gravídico sobre el aparato digestivo, y las ovejas movilizan reservas corporales (en particular las ovejas que
gestan varios fetos); se movilizan 100 g por cada 0.40 UFL que la oveja deja de cubrir con el alimento. Igual
que ocurre en cabras, pueden aparecer casos de toxemia de gestación cuando las ovejas están demasiado
gordas al final de la gestación y gestan varios fetos. 
 

4.- La alimentación de las ovejas en mantenimiento.

Las ovejas de carne están en mantenimiento buena parte del año (cuando no están al final de la gestación ó
amamantando al cordero, más de 6 meses si se siguen ritmos reproductivos de un parto al año); las ovejas de
leche también están en mantenimiento buena parte del año (desde el secado hasta el final de la gestación,
alrededor de 6 meses).

Debido a que la capacidad de ingestión de las ovejas en mantenimiento, como en el caso del resto de hembras
rumiantes, es relativamente alta, durante los periodos de mantenimiento las ovejas se pueden alimentar con
raciones de una baja concentración energética y proteica (0.60-0.65 UFL/kg MS, 6-7% PB), esto es, las
ovejas en mantenimiento se alimentan exclusivamente con forrajes de una concentración energética modesta,
procurando que las ovejas mantengan durante este periodo un índice corporal de 3.0-3.5 puntos. No obstante,
en el caso de zonas de pastos áridos, escasos y de mala calidad, el pastoreo solamente llega a cubrir el 30-
50% de las necesidades de mantenimiento. En el caso de épocas en que las ovejas están estabuladas, la
alimentación de mantenimiento consiste en 500-600 g de paja y alrededor de medio kg de concentrado.

Normalmente el ciclo de producción es de un parto anual; no obstante algunas explotaciones de ovejas (el
periodo de lactación es corto) pretenden conseguir ciclos de 8 ó 6 meses (1.5-2.0 partos anuales). Para
asegurar la fertilidad de las ovejas se realiza habitualmente una técnica denominada flushing, que consiste en
aumentar el nivel de los aportes energéticos (p.e. suministro de 200-400 gramos diarios de cebada) tres
semanas antes y tres después de la cubrición de las ovejas con un índice de condición corporal inferior a 3.0.
El flushing mejora el nivel de ovulación y reduce las pérdidas embrionarias; no obstante, el flushing tiene
poca influencia sobre la aparición del celo, en particular en razas con un anoestro estacional fuerte. A
menudo, un suplemento vitamínico-mineral durante este periodo ayuda a mejorar la eficacia del flushing.

Además, igual que las vacas y cabras, las ovejas pueden sufrir ciertos trastornos debidos a deficiencias
nutritivas ó a un incorrecto manejo del pastoreo (hipomagnesemia, timpanismo, enterotoxemia, etc); en todo
caso, las ovejas deben disponer en todo momento de bloques minerales.

Por otra parte, algunas ovejas son muy sensibles a la intoxicación por cobre (hay una influencia genética
individual), bien por un exceso de cobre en los correctores minerales, bien por un déficit de molibdeno ó
azufre (que son antagonistas del cobre); incluso forrajes con un contenido normal en cobre pueden ser tóxicos
si contienen poco molibdeno y azufre. La intoxicación por cobre va seguida de una crisis hemolítica y muerte
repentina; los síntomas son ictericia, hemoglobinuria y riñón e hígado muy oscuros. La causa más frecuente
de la intoxicación por cobre es la utilización de correctores minerales (o piensos) de vacas ó cabras en la
alimentación de ovejas. La intoxicación por cobre se trata con una inyección de tetratiomolibdato de amonio.  
 

5.- La alimentación de las ovejas en gestación.

Igual que en la mayoría de las especies domésticas, casi el 90% del desarrollo del feto se produce durante el
último tercio de gestación; por este motivo, solamente se considera que las ovejas tienen unas necesidades
específicas de gestación durante el último mes y medio; durante este periodo, la ganancia media de peso del
feto es de unos 100-250 g.

La capacidad de ingestión de las ovejas comienza a reducirse a partir de los 3.5 meses de gestación, hasta
reducirse un 15% al final de la gestación; esto es, la capacidad de ingestión de las ovejas de 60 kg es de 1.0-
1.25 kg MS al final de la gestación, dependiendo de la calidad de la ración.

Las raciones a partir de los 3.5 meses de gestación y hasta las 2-3 últimas semanas son algo más concentradas
que las de mantenimiento, con una concentración energética en torno a 0.65-0.75 UFL/kg MS; la
concentración proteica es de alrededor del 10%. Por lo tanto, las ovejas en gestación se han de alimentar con
forrajes de buena calidad, ó con aportes relativamente importantes de concentrado. En el caso de ovejas
estabuladas, la ración está formada por 500-600 g de paja y 700-800 g de concentrado.

Igual que en el caso de cabras, el objetivo de las raciones durante las 2-3 últimas semanas de gestación de
ovejas es reducir todo lo posible la movilización de las reservas corporales (el índice corporal al parto ha de
ser alrededor de 3.0) para prevenir la toxemia de gestación; lo óptimo es que no movilicen más de 5 kg
(pérdida inferior a 0.5 puntos de condición corporal). Por lo tanto, la concentración energética de la ración a
utilizar durante el final de la gestación ha de ser elevada, 1.0-1.2 UFL/kg MS; la concentración proteica al
final de la gestación ha de ser del orden del 20-25%. Además de evitar que las hembras lleguen demasiado
gordas al último mes de gestación, se deben aportar forrajes de muy buena calidad (0.85 UFL/kg MS) y
suministrar alrededor de 250 g de concentrado cuando falte un mes para el parto, e ir aumentándolo hasta
llegar a 1 kg diario a las dos semanas antes del parto. En el caso de ovejas estabuladas, la ración está basada
en 400-500 g de paja y 1-1.25 kg de concentrado.
Otros trastornos que pueden aparecer al final de la gestación son hipocalcemia (sobre todo en el caso de que
gesten varios fetos) y problemas reproductivos debidos a un exceso de NNP, nitritos, fitoestrógenos, etc.  
 

6.- La alimentación de las ovejas en lactación.

El pico de lactación en ovejas es de 2-3 litros, y se alcanza a los 15-30 días del parto; el secado se realiza a
los 4-5 meses, cuando las ovejas producen menos de 0.5 litros. La leche de oveja es más concentrada que la
de vaca y cabra, siendo su composición media 82% agua, 5% lactosa, 7.5% grasa, 5.5% proteína y
conteniendo 5.1 MJ por litro, dependiendo del contenido en grasa.

Debido a la relativamente modesta producción láctea, la concentración energética de las raciones de las
ovejas en lactación no son particularmente altas: alrededor de 0.80-0.90 UFL/kg MS para una producción
diaria de unos 2 litros; por este motivo, las ovejas no suelen movilizar cantidades importantes de reservas
corporales tras el parto. Además, debido a la modesta producción de leche, la hipocalcemia postparto es rara
en ovejas.

Los forrajes, dependiendo de su calidad, cubren los gastos de mantenimiento y la producción de 0.5-1.0 litros
de leche de oveja; esto es, durante toda la lactación los forrajes cubren la producción de unos 100 litros de
leche de oveja; el resto de producción ha de ser cubierta con concentrado, de media un kilo de concentrado
por cada 1.5 litros de leche de oveja (ya que es más concentrada que la de vaca); por ejemplo, la producción
de 2.5 litros diarios se cubre con forraje de buena calidad más 1 kg de concentrado. En el caso de ovejas
estabuladas, las raciones se forman con 500-700 g de paja y 1.5 kg de concentrado para producir 2 litros de
leche. La acidosis ruminal no es frecuente en ovejas ya que los sistemas de producción no son muy
intensivos; en todo caso las ovejas han de ingerir al menos 0.5 kg diarios de heno ó paja. Es importante evitar
una subalimentación durante el periodo de la lactación (evitar que el índice de la condición corporal
descienda por debajo de 2.5), ya que ello afectaría a la producción de leche y al crecimiento de los corderos
lactantes. 
 

7.- La alimentación de los corderos.

Los corderos pesan al nacimiento 3-5 kg, dependiendo de la alimentación de la madre durante la gestación, de
la raza, y del número de fetos gestados; en general, cuanto mayor sea el peso al nacimiento, mayor será la
velocidad de crecimiento del cordero (150-250 g diarios). Alredor del 20% de los corderos se sacrifican al
destete (corderos lechales), con alrededor de un mes de edad y 10-12 kg de peso; el resto se sacrifican como
corderos de 3-4 meses (20-30 kg, según la raza, el peso al nacimiento y el sistema de cebo).  
 

a) La lactancia.

En las explotaciones de ovino de carne se realiza lactancia natural; en las explotaciones de ovino de leche
está aún poco extendida la lactancia artificial, siendo frecuente simultanear el ordeño con el amamantamiento.

En las explotaciones de ovino de leche en las que se utiliza lactancia artificial, el calostro se suele suministrar
con tetinas, durante 1-2 días; se aporta el equivalente al 10-15% del peso del animal (unos 0.5 litros diarios),
repartido en 3-5 tomas diarias de 0.1-0.2 litros cada toma. En la lactancia artificial se puede utilizar tanto
leche ordeñada como lactoreemplazantes polivalentes, esto es, lactoreemplazantes que se utilizan, a diferente
dilución, tanto para terneros como para corderos y cabritos. No obstante, según se va extendiendo la
utilización de lactoreemplazantes, cada vez hay más leches específicas para corderos que contienen un 20-
25% de proteína y un 25-30% de grasa; el mayor contenido en grasa permite, en el caso de corderos, ajustarse
mejor a sus mayores necesidades (debidas al mayor engrasamiento).

El lactoreemplazante se diluye menos que en el caso de terneros; en efecto, la dilución habitual en el caso de
corderos es del 20%, ya que estos animales tienen una capacidad de ingestión muy reducida. El consumo de
leche reconstituída es el equivalente al 8-10% del peso del animal; por ejemplo, un cordero de 3 semanas
(con 7 kg de peso) ingiere diariamente 0.55-0.70 litros de leche reconstituída, esto es, 110-140 g de
lactoreemplazante. El consumo total de lactoreemplazante durante la cría es de unos 8 kg en el caso de
corderos, siendo el índice de conversión del orden de 1.5 kg de lactoreemplazante por kg engordado.

La leche artificial se suministra con tetinas; durante las tres primeras semanas se suministran dos tomas
diarias, y a partir de ese momento se restringe la leche a una toma diaria para estimular la ingestión de
alimento sólido y con ello facilitar el destete; durante la semana previa al destete se reduce a la mitad la
cantidad suministrada de lactoreemplazante. No obstante, en el caso de que se vayan a sacrificar corderos
lechales, el suministro de leche es ad libitum para conseguir la mayor velocidad de crecimiento posible.

Los trastornos nutricionales que pueden aparecer durante la lactancia de los corderos son los mismos que en
el caso de cabritos. 
 

b) Los alimentos sólidos.

Los corderos se pueden sacrificar al destete, ó tras un cebo más ó menos intensivo. Los corderos lechales
representan solamente el 20% de todos los corderos sacrificados; la mayoría de estos corderos proceden de
explotaciones lecheras, y en muchos casos se han alimentado con lactancia artificial.

Alrededor del 80% de los corderos sacrificados se han sometido a un cebo más ó menos intensivo: 
     - los corderos ternascos ó recentales se sacrifican al destete (a los 2-3 meses de edad, con unos 20 kg de
peso); además de lactancia natural, estos corderos se han complementado con concentrado ad libitum (en el
momento del sacrificio ingieren 0.5-1.0 kg diarios); los corderos recentales suponen el 20% de los corderos
sacrificados. 
     - los corderos pastencos ó pascuales se ceban en un sistema semiintensivo basado en pastos de buena
calidad de primavera; se utilizan corderos Merinos destetados a los 3 meses que en el momento del destete
están consumiendo casi 1 kg MS de hierba; se ceban en pastos de primavera de las dehesas del Suroeste
complementados con 250-500 g diarios de pienso según la calidad del pasto; también se pueden producir en
pastos de regadíos ó de zonas húmedas. Los corderos pastencos se sacrifican a los 4-5 meses con unos 25 kg
de peso; aportan el 20% de los corderos sacrificados. 
     - los corderos de cebo precoz se ceban intensivamente; proceden de explotaciones de carne y suelen ser
cruces de hembras autóctonas (Rasa, Merina) x macho de carne (Ille de France, Landschaf, Suffolk,
Fleischaf) que se destetan con 1.5-2.0 meses de edad; los corderos se sacrifican a los 3-4 meses de edad, en
que alcanzan los 30-40 kg. Los corderos cebados intensivamente suponen el 40% de los corderos totales
sacrificados en España. 

Los corderos deben disponer de pienso y heno de buena calidad ad libitum a partir de la primera semana de
edad. El consumo de alimentos sólidos comienza a ser importante a partir de las 2-3 semanas de edad,
momento en que comienza la rumia; en efecto, a las 3 semanas de edad los corderos ya consumen 50-100 g
diarios; en el momento del destete ya están consumiendo 250-300 g de MS de alimento sólido si se destetan
al mes (en explotaciones de leche), ó 0.5-1.0 kg de MS de alimento sólido si se destetan a los 2-3 meses (en
explotaciones de carne).

Un aspecto importante a considerar en la nutrición de los corderos en pastoreo es que la falta de selenio y
vitamina E de ciertos pastos provoca una distrofia muscular (enfermedad del músculo blanco) en los animales
jóvenes. Las lesiones son visibles macroscópicamente como áreas de aclaramiento de las fibras musculares,
que se corresponden histológicamente con una degeneración hialina de las células. Suele afectar a las patas
traseras (rigidez), y les impide permanecer de pie; a los pocos días mueren por fallo de los músculos
respiratorios ó cardiacos (también pueden aparecer casos de muertes súbitas). La enfermedad del músculo
blanco también está relacionada con un relativamente alto contenido de la hierba jovén en ácidos grasos
insaturados: los corderos jóvenes no tienen completamente desarrollado el rumen, por lo que no saturan estos
ácidos grasos insaturados, que se depositan en los tejidos muscular y adiposo, siendo facilmente oxidables en
ausencia de selenio y vitamina E. El tratamiento consiste en inyecciones subcutáneas de selenito sódico y de
vitamina E. 
 

c) El cebo intensivo de corderos.

La velocidad de crecimiento durante el cebo intensivo de corderos es de 200-300 g/d; las necesidades
energéticas diarias se pueden estimar como: UFC/d = 0.06 x Peso metabólico + 0.001 x Ganancia de peso, de
tal manera que un cordero con un crecimiento de 250 g/d tiene unas necesidades de 0.7 UFC a los 15 kg, y de
1.0 UFC a los 30 kg.

La ingestión diaria de concentrado es de aproximadamente el 3% del peso del cordero, aumentando desde
250-400 g diarios al destete (a los 1.0-1.5 meses) hasta más de 1.0 kg al momento del sacrificio. El pienso se
distribuye ad libitum y tiene una elevada concentración energética y proteica (0.9-1.0 UFC/kg MS y un 16-
18% de proteína bruta), estando constituido por un 75% cereales, un 20% torta de soja, y un 5% de corrector
vitamínico-mineral. El índice de conversión medio es 3.5 kg de pienso por kg de incremento de peso.

Los corderos tienen una gran tendencia al engrasamiento, lo que se agrava en el caso del cebo intensivo con
raciones de una elevada concentración energética. Además de la cantidad de grasa, las raciones a base de
cereales producen más ácido propiónico en el rumen, cuya formación consume hidrógeno y reduce la
hidrogenación de los ácidos grasos insaturados ingeridos, dando lugar a una importante deposición de ácidos
grasos insaturados (grasa blanda facilmente oxidable); el síndrome de la grasa blanda no es tan frecuente en
terneros ya que la deposición de grasa no es tan importante como en corderos. Por este motivo, en ocasiones
se restringe la ingestión diaria a un máximo de 800-900 g de pienso durante el final del cebo; no obstante,
solamente se debe restringir cuando la mejor canal compense los mayores costes debidos al alargamiento del
periodo de cebo y a la complicación del manejo. 

Aunque los piensos se suelen suministrar granulados, puede ser interesante la utilización de cereales enteros
para provocar una mayor masticación (se forma menos ácido propiónico en el rumen) y conseguir canales
menos grasa y grasa más dura. El heno de alfalfa es particularmente interesante en la alimentación de los
corderos, ya que estabiliza el pH ruminal (reduciendo la incidencia de acidosis ruminal y deposición de grasa
blanda), y aporta bastante calcio que previene la aparición de urolitiasis, como se señala a continuación; el
consumo de heno de alfalfa aumenta desde unos 100 g después del destete hasta 200 g al final del cebo; el
todo caso, el contenido en fibra bruta de la ración ha de ser superior al 10%.

Un problema frecuente en corderos machos (tienen la uretra larga y estrecha) es la formación de cálculos en
la uretra (lo que suele provocar la muerte del animal) debido a la excesiva ingestión de cereales, que contiene
mucho fósforo: el exceso de fósforo (cuando hay más fósforo que calcio) se excreta por los riñones,
produciendo una orina alcalina que favorece la precipitación de fosfatos (sobre todo fosfato de magnesio).
La urolitiasis se previene aportando al menos un 1.5% de calcio en la ración, y manteniendo una relación
calcio/fósforo superior a 2; el calcio se puede suministrar añadiendo 1.0-1.5% de carbonato cálcico, ó
mediante la adición al agua de bebida de 2 g de bicarbonato cálcico por litro desde que los animales entran en
el cebadero. Además se recomienda el suministro ad libitum de heno de alfalfa, que contiene bastante calcio;
también se recomienta incluir un 5.0% de sal en la ración, ya que provoca una mayor ingestión de agua y por
tanto una dilución de la orina; finalmente, se debe limitar el aporte de magnesio (no se debe utilizar óxido de
magnesio como tampón ruminal en los cebaderos), para reducir la formación de fosfato de magnesio. Para el
tratamiento de los cálculos se pueden emplear acidificantes de la orina (como cloruro ó sulfato amónico al
0.5-1.0% de la ración) para intentar disolver los cálculos; sin embargo en la mayoría de los casos la solución
es quirúrgica, lo que no suele ser rentable. Existen piensos dietéticos para reducir el riesgo de litiasis renal;
estos piensos contienen acidificantes de la orina y aportan un bajo contenido en fósforo y magnesio.

Finalmente, para evitar el acúmulo de cobre en el hígado (el ovino es muy sensible a la intoxicación por
cobre), los correctores han de contener bastante azufre y molibdeno (al menos 4 ppm de molibdeno y 0.2% de
sulfatos) que actúan como antagonistas del cobre; obviamente, los correctores de corderos no llevan fósforo.  
 

8.- La alimentación de las corderas de reposición.

Las corderas de reposición se recrían en la propia explotación, siendo su número alrededor del 25% de las
ovejas adultas. La primera cubrición de las corderas suele ser en otoño (debido al anoestro estacional), por lo
que la edad a la primera cubrición depende de la época de su nacimiento, cubriéndose normalmente con 6-8
meses (35-40 kg: en todo caso, deben haber alcanzado el 65% del peso adulto); la gestación dura 5 meses, por
lo que el primer parto ocurre con 1.0-1.5 años.

El primer periodo de la recría comprende desde el destete hasta que el rumen del animal es completamente
funcional, lo que ocurre hacia los 3 meses (15-20 kg) en las corderas; el segundo periodo comprende hasta el
parto. La velocidad de crecimiento durante la recría es de 150-200 g diarios

Las necesidades de las corderas de reposición son relativamente bajas a lo largo de toda la recría; en efecto,
las necesidades energéticas diarias de las corderas son las de mantenimiento más las de crecimiento, y se
estiman de la forma: UFL = 0.04 x PM + 0.001 x GP (p.e., una cordera que gane 150 g diarios, tiene unas
necesidades diarias de 0.5 UFL a los 15 kg, 0.6 UFL a los 25 kg, y 0.8 UFL a los 40 kg); las necesidades
proteicas diarias de las corderas aumentan desde 40 g de proteína biodisponible al destete hasta 60 g a la
primera cubrición.

La capacidad de ingestión aumenta desde 0.75 kg MS al destete hasta 1.0 kg MS a los 25 kg, 1.25 kg MS en
el momento de la cubrición, y casi 2.0 kg MS al primer parto; por este motivo, durante toda la recría son
suficiente las raciones con una concentración energética de 0.60-0.65 UFL/kg MS; estas raciones se cubren
con forrajes de calidad media, no siendo necesario el aporte de concentrado. No obstante, igual que en el caso
de novillas, un nivel bajo de alimentación retrasa considerablemente la pubertad; por este motivo, cuando la
disponibilidad de forraje es escasa ó de mala calidad, se debe aportar al menos 100 g diarios de concentrado
para asegurar un crecimiento de al menos 100 g diarios; las corderas subalimentadas durante el invierno
recuperan peso en la primavera siguiente (crecimiento compensatorio); en todo caso, mientras la cordera aún
esté en crecimiento se ha de evitar que pierda peso durante la época de escasez invernal.  
 

9.- La alimentación de los sementales.

Se considera que los sementales están en mantenimiento, pero con unas necesidades de mantenimiento un 10-
15% superiores a las de las hembras. Los carneros ó moruecos se suplementan (flushing), dependiendo del
estado corporal, con 300-500 g diarios de concentrado desde un mes antes y durante todo el periodo de
monta, pero evitando que el macho engorde demasiado. Es importante no sobrepasar los 500 g diarios de
cereales para prevenir el riesgo de urolitiasis debido a la precipitación de fosfatos.

Tema 29. La alimentación del vacuno de carne


 
Objetivos del tema: 

Los alumnos han de ser capaces de: 

- saber explicar la influencia de la alimentación en el rendimiento productivo y en las condiciones


sanitarias de las vacas de carne y de los terneros 
- saber estimar las necesidades de nutrientes de las vacas y terneros  
- conocer las características y el manejo de las raciones utilizadas en los cebaderos de terneros
Esquema del tema: 
La importancia de la producción de carne de vacuno 
La alimentación de las vacas de carne 
     a) Las necesidades nutritivas 
     b) La alimentación de las novillas de reposición 
El cebo de terneros 
     a) La lactancia natural 
     b) La calidad de la canal de los terneros 
     c) Las necesidades nutritivas de los terneros 
     d) El cebo semiintensivo de los terneros 
     e) El cebo intensivo de terneros 
AUTOEVALUACION
Práctica complementaria (voluntaria): 
             Formulación con ordenador de raciones de rumiantes

Visita : 
             Cebadero de terneros 
 

 
1.- La importancia de la producción de carne de vacuno.

La producción de carne de vacuno aporta alrededor del 25% de la Producción Final Ganadera nacional. En
España hay casi 100.000 explotaciones que mantienen casi 1.5 millones de vacas nodrizas (el 13% de las
vacas de carne de la UE); casi la mitad de estas explotaciones mantienen menos de 5 vacas; más del 50% de
las vacas de carne se mantienen en las dehesas del Oeste peninsular (son explotaciones grandes que suelen
mantener más de 50 vacas), y casi el 35% de las vacas de carne se mantienen en el Norte peninsular (son
explotaciones pequeñas que suelen mantener menos de 20 vacas). Las vacas de carne producen anualmente
alrededor de 850.000 terneros para cebo; además, se ceban anualmente otros 750.000 terneros procedentes de
las explotaciones de leche; alrededor del 75% de los terneros se ceban intensivamente en unos 2.500
cebaderos con una capacidad media de 500 terneros por cebadero. Finalmente, se sacrifican anualmente unas
500.000 vacas de desecho (por problemas reproductivos, desvieje, etc). 

El consumo per cápita nacional es de unos 14 kg de carne de vacuno. En españa se producen anualmente
alrededor de 500.000 t de carne de vacuno: el 80% son terneros y el 20% procede de vacas de desvieje; la
carne de ternero supone el 11% de la producción nacional de carne, y la de vacas de desecho el 3%. En
España se produce el 6% de la carne de vacuno de la UE. 
 

2.- La alimentación de las vacas de carne.

Las vacas de carne se mantienen en sistemas extensivos, permaneciendo la mayor parte del año al aire libre y
alimentándose a diente del forraje que proporcionan los prados, montes y dehesas, complementando con
forrajes conservados solamente en fases de altas necesidades de las hembras ó en épocas de escasez de
pastos.

Mientras que el objetivo de los sistemas intensivos de producción de leche es conseguir la máxima
productividad genéticamente posible de los animales, el objetivo de los sistemas extensivos es minimizar los
gastos mediante la utilización de los recursos forrajeros de la explotación. Un condicionante importante del
sistema extensivo es la estacionalidad de la producción de pasto; en efecto, la producción de forraje en
primavera se encuentra normalmente en exceso respecto a las necesidades de la explotación, pero la
producción de hierba es escasa durante el verano y el invierno, debiéndose acudir en estas épocas al forraje
conservado.

Las vacas de carne de razas autóctonas (Avileña, Retinta, Rubia gallega, Morucha, Pirenaica, Asturiana de
los valles) y sus cruces suponen más del 90% de la cabaña nacional de vacas de carne; las razas cárnicas
foráneas (Charolés, Limusín, Azul belga) se utilizan en general para cruces. La producción de leche de estas
razas es de 1.500-2.000 litros anuales (5-10 litros diarios); esta leche normalmente no se ordeña sino que es
tomada integramente por el ternero, que se desteta a los 6-8 meses.

Las vacas de desvieje aportan alrededor del 3% de la producción nacional de carne; anualmente se sacrifican
unas 400.000 vacas, con un peso medio de la canal de 250-300 kg. La producción de carne de reproductora
(carne roja) no sigue ningún esquema para obtener un producto de calidad; es simplemente un producto de
desecho de las ganaderías dedicadas a la producción de leche. Si el precio de la canal lo aconseja, se puede
realizar un periodo de acabado de 60-90 días para obtener canales de mayor peso y calidad, basado en el
suministro de forrajes de calidad y algo de concentrado (1-3 kg diarios), para conseguir ganancias de peso de
1 kg diario. 
 

a) Las necesidades nutritivas.

Las necesidades energéticas y proteicas de las vacas de carne son relativamente bajas, debido a su escasa
producción de leche; no obstante, en el caso del pastoreo extensivo, las necesidades de mantenimiento son un
25-50% superiores al caso de hembras estabuladas, dependiendo de la climatología, la calidad del forraje y la
orografía del terreno.

Las vacas de carne tienen una buena capacidad de ingestión en relación a sus necesidades nutritivas y, en
general, el pasto de calidad mediocre (0.65 UFL/kg MS) cubre perfectamente las necesidades energéticas de
las vacas de carne durante la mayor parte del año. Por otra parte, el heno de baja calidad utilizado en la
alimentación invernal suele ser deficitario en nitrógeno fermentable en el rumen, por lo que se debe
complementar con nitrógeno no proteico; el NNP puede cubrir todo el déficit proteico en ganado extensivo;
en algunas zonas es habitual complementar a las vacas de carne con mezclas de melaza y urea.

La impactación de abomaso aparece cuando hembras con altas necesidades (final de la gestación, principios
de la lactación) se ven obligados a consumir elevadas cantidades de alimentos fibrosos de mala calidad (p.e.
paja) en la época invernal; debido a la elevada ingestión se reduce el tiempo de permanencia del forraje en el
rumen, pasando al abomaso donde causa impactación y atonía. El abdomen está distendido en el cuadrante
ventral derecho y los animales presentan anorexia. La impactación se suele superar utilizando lubricantes
(p.e. aceite) ó con sulfato de magnesio; en los casos más graves es necesaria una intervención quirúrgica. La
prevención consiste en la complementación de los forrajes de mala calidad con concentrado, para favorecer
su degradabilidad ruminal; el picado de los forrajes más fibrosos también mejora su degradabilidad ruminal.

La malnutrición energética y proteica es frecuente en las hembras en pastoreo durante los meses de invierno
y de verano debido a la escasez de pasto durante estas épocas. Las vacas de carne movilizan intensamente sus
reservas durante las épocas de peores recursos forrajeros; en primavera, en que las vacas tienen una buena
disponibilidad de forrajes, recuperan el peso perdido durante el invierno anterior y acumulan reservas que van
a movilizar en el siguiente invierno; esta movilización no es un fenómeno biológico inexorable ya que la
producción lechera es baja, sino una necesidad económica para abaratar la alimentación invernal. Esto es, el
estado corporal de las vacas de carne sufre fluctuaciones importantes a lo largo del año (estado corporal 2.0-
2.5 al final del invierno, y 3.0-3.5 al final de la primavera). Las consecuencias de esta malnutrición son
particularmente severas en las hembras al final de la gestación (se afecta el desarrollo del feto y se pueden
provocar cetosis), hembras al principio de la lactación (se afecta la producción de leche y por tanto el
crecimiento de los terneros lactantes), hembras en la época de cubrición (no se debe olvidar que la
rentabilidad de las explotaciones extensivas depende fundamentalmente de la fecundidad de las hembras), y
hembras en crecimiento. Por estos motivos, cuando coinciden las épocas de peores recursos forrajeros con las
de máximas necesidades, se debe complementar a las vacas con forraje conservado y algo (1-2 kg diarios) de
concentrado; en todo caso, el índice corporal al parto ha de ser superior a 2.5 para asegurar la producción de
leche y la posterior cubrición.

Las hembras deben disponer en todo momento de bloques vitamínico-minerales; respecto a las vitaminas y
los minerales es conveniente tener en cuenta los siguientes aspectos:  
     - el fósforo suele ser insuficiente en las raciones invernales de las reproductoras extensivas que son
alimentadas a base de paja y heno de mala calidad; la deficiencia en fósforo tiene efectos dramáticos en la
fertilidad de las reproductoras. 
     - pueden aparecer deficiencias de selenio y vitamina E en animales pastando suelos deficitarios en este
mineral; la consecuencia es una mayor incidencia de hembras con retención de placenta tras el parto. 
     - las deficiencias en cobre (normalmente por un exceso de molibdeno, hierro y azufre) se manifiestan en
decoloración del pelo, y anoestro y disminución de la fertilidad. 
     - es frecuente el déficit en carotenos (vitamina A), que se manifiesta en celo silencioso, disminución de la
fertilidad y abortos precoces.  
     - los henos de leguminosas pueden estar contaminados por hongos que producen dicumarol; este
metabolito destruye la vitamina K, provocando trastornos hemorrágicos.  
     - algunos pastos son muy pobres en cobalto, por lo que la síntesis ruminal de vitamina B12 está muy
limitada. 
     - es conveniente la incorporación de azufre en las raciones que incluyen cantidades importantes de NNP,
para potenciar la síntesis ruminal de aminoácidos azufrados.  
     - la deficiencia en iodo provoca el nacimiento de fetos débiles ó muertos; además, la baja ingestión de
iodo se traduce en un bajo contenido de iodo en la leche, lo que repercute en el desarrollo del ternero lactante;
existen forrajes (en particular las Brasicas: coles, berzas) que poseen sustancias que interfieren la utilización
del iodo de la ración. 
     - la deficiencia en zinc está relacionada con inflamaciones de pezuñas y paraqueratosis, sobre todo en
animales jóvenes.

Los animales deben disponer en todo momento de bebederos a libre disposición, lo que no es fácil de
conseguir en el caso de pastoreo en zonas áridas; de hecho, el encharcamiento ó intoxicación por el agua es
un riesgo que acompaña a la rapidísima hidratación que sucede cuando se permite abrevar ad libitum a los
animales tras un periodo de deshidratación (en pastos sin abrevaderos). Se provoca un edema de pulmón y de
tejido conjuntivo, así como hemolisis vascular; estas lesiones se traducen en marcha vacilante y colapso. El
tratamiento recomendado es administrar una solución endovenosa de cloruro sódico al 5%. 
 

b) La alimentación de las novillas de reposición.

Las novillas se cubren entre los 15-27 meses (según su estado de carnes), de tal manera que el primer parto
ocurre a los 2-3 años; las vacas de carne se deshechan normalmente a los 8-10 partos.

Respecto a la recría es importante tener en cuenta que un nivel bajo de alimentación retrasa
considerablemente la pubertad. En invierno se les ha de asegurar una ganancia mínima de peso (p.e. 500 g
diarios en novillas) suministrándoles unos 0.5 kg diarios de concentrado; en la primavera siguiente el
crecimiento será mayor (crecimiento compensatorio) y recuperarán el peso no ganado durante el invierno.
Además, mientras la hembra aún esté en crecimiento se ha de evitar que pierda peso durante la época de
escasez invernal. 
 

3.- El cebo de terneros.

La producción de terneros se caracteriza por la gran variedad de razas utilizadas y de sistemas de producción
y de alimentación; todo ello conduce a una gran diversidad en los sistemas de crecimiento, en los pesos al
sacrificio, y en las características de las canales.

 Los terneros pesan al nacimiento 40-50 kg, dependiendo de la raza y de la alimentación de la madre durante
la gestación. El sistema de cría (lactancia artificial ó natural) y la edad al destete depende básicamente de la
orientación de la explotación (leche ó carne); la cría intensiva con lactancia artificial se realiza en las
explotaciones de vacuno de leche, mientras que la lactancia natural se realiza en las explotaciones de vacuno
de carne. Una vez destetados, la mayoría de los terneros se ceban en sistemas más ó menos intensivos; el peso
final de los terneros no depende tanto de su edad, sino de la velocidad de crecimiento, que a su vez es función
de la alimentación que ha recibido el animal.

Los sistemas de cebo de terneros se pueden clasificar en cuatro tipos: 


     - ternera blanca: los terneros (procedentes de explotaciones de leche) se mantienen con lactancia artificial
(no se destetan) hasta los 4 meses (unos 200 kg de peso) en que se sacrifican; la velocidad de crecimiento es
muy alta (1.000-1.500 g diarios); no obstante, la producción de ternera blanca en España es escasa,
representando menos del 1% de todos los terneros sacrificados. 
     - terneros sacrificados al destete: parte de los terneros procedentes de explotaciones de vacas de carne de
zonas húmedas se sacrifican al destete (a los 6-8 meses, 250-300 kg de peso); los terneros sacrificados al
destete suponen un 15% de todos los terneros sacrificados. 
     - cebo semiintensivo: el 10% de los terneros sacrificados. 
     - cebo intensivo: el 75% de los terneros sacrificados. 
 

a) La lactancia natural.

Las vacas de carne no se suelen ordeñar, por lo que los terneros se alimentan con la leche de la madre, y se
destetan a los 6-8 meses con 250-300 kg. En las zonas húmedas de buenos recursos forrajeros es frecuente la
utilización del sistema de adopciones, que consiste en la adquisición de terneros frisones descalostrados
procedentes de explotaciones de leche, con el fin de que las reproductoras de carne lo adopten; se consigue
así que cada vaca amamante dos terneros. Para ello se debe dar una doble condición: razas con cierto
potencial lechero (Rubia gallega, Pardo alpina) y disponibilidad de pastos.

En el caso de lactancia natural del calostro es muy importante comprobar que el recién nacido sabe y puede
tomar el calostro en las primeras horas de vida; de hecho, casi la mitad de recién nacidos son incapaces de
mamar dentro de las 6 primeras horas de su nacimiento, por lo que en ocasiones es preferible suministrar el
calostro con cubo ó tetina.

Cuanta más leche consuman los animales, mayor será su crecimiento, ya que la leche tiene un valor nutritivo
mayor que la hierba; por este motivo los destetes tardíos tienen como ventaja un mayor crecimiento de las
crías. Aunque los terneros estén mamando hasta los 6-8 meses, esto no significa que se alimenten solamente
de leche; en efecto, a los 3 meses de edad (alrededor de 125 kg) ya ingieren 1 kg de materia seca de hierba y
pienso, y al destete están ingieriendo 4-5 kg de materia seca de hierba y pienso; esto es, además de la leche y
del pasto, los animales se complementan con algo de concentrado, según la calidad del pasto y la producción
de leche de la madre.

El exceso de ingestión de leche puede provocar la aparición de diarreas en terneros de menos de 15 días, ya
que parte de la leche pasa al intestino, donde fermenta favoreciendo el desarrollo de bacterias productoras de
enterotoxemias (p.e. Clostridium perfringens); también se puede provocar únicamente una diarrea osmótica.
A los animales con diarrea se les debe suprimir la leche durante 24-48 horas y en su lugar suministrar una
solución con electrolitos y glucosa, junto con agua ad libitum. En caso de diarreas agudas se debe suministrar
fluidoterapia oral ó endovenosa (es caro) para corregir la deshidratación. Tras la diarrea y el ayuno se deben
suministrar probióticos para restablecer la flora intestinal. Existen piensos dietéticos para la estabilización del
equilibrio hídrico y electrolítico, utilizados durante 1-7 días para el tratamiento y convalecencia de diarreas
de terneros; estos piensos están basados en carbohidratos facilmente digeribles y complementados con
electrolitos.

Por otra parte, los pastos pueden ser deficitarios en algunos minerales, lo que repercute en el contenido
mineral de la leche; en ocasiones pueden aparecer ciertos trastornos (p.e. enfermedad del músculo blanco)
que se previenen suministrando a las madres un corrector vitamínico-mineral. Además, los animales nacen
con muy pocas reservas de vitaminas liposolubles: las ingieren en el calostro; en ocasiones es conveniente un
choque vitamínico al ternero tras el nacimiento.

Tras el destete, el ternero se puede sacrificar (en este caso es conveniente complementar al ternero con 2-3 kg
diarios de concentrado durante los tres meses previos al destete, para mejorar la calidad de la canal), ó se
puede cebar intensiva ó semiintensivamente. 
 

b) La calidad de la canal de los terneros.

Respecto a la calidad de la canal de los terneros, se valoran las canales con poca grasa de cobertura; así, la
diferencia de precio entre una canal magra y otra grasa puede ser superior a las 20.000 PTA. El
engrasamiento de los terneros depende, igual que en los monogástricos, de la raza, la edad, el sexo y la
alimentación. Los terneros frisones, así como los de algunas razas autóctonas (p.e. Avileña, Retinta), son
precoces y alcanzan rápido el peso adulto, por lo que a partir de un determinado peso comienzan a depositar
demasiada grasa; por el contrario, los terneros de razas tardías (Limousin, Charolés, Azul belga, Asturiana de
los valles, Rubia gallega) alcanzan su peso adulto (y comienzan a engrasarse) más tarde.

Este hecho tiene una cierta influencia en la forma de cebar las diferentes razas:  
     - las razas tardías, al no tener tendencia al engrasamiento, pueden ser cebadas con raciones concentradas y
sacrificadas a pesos relativamente altos (unos 500-600 kg que alcanzan a los 12-14 meses).  
     - las razas precoces, con fuerte tendencia al engrasamiento, que se ceban a base de concentrado se deben
sacrificar a pesos relativamente bajos (unos 400 kg que alcanzan a los 10 meses).  
     - por otra parte, las hembras depositan más grasa que los machos, por lo que se sacrifican unos dos meses
antes que los machos mantenidos en condiciones similares.
Finalmente, la conformación de la canal de los terneros también es un importante aspecto a tener en cuenta.
La conformación está relacionada con la proporción de hueso en la canal, siendo mejor (perfiles convexos de
la canal) cuanto mayor sea el desarrollo muscular del animal; por este motivo la conformación es muy buena
en las razas musculadas (Asturiana de los valles, Azul belga, etc) y se mejora al aumentar el peso de las
canales (ya que aumenta la relación músculo/hueso). 
 

c) Las necesidades nutritivas de los terneros.

Las necesidades energéticas de los terneros se suelen expresar en unidades forrajeras carne (UFC = 7.3 MJ
ENc); las necesidades energéticas de los terneros se pueden estimar por el método factorial:  
     - las necesidades de mantenimiento (UFC/d) son 0.05 x PM 
     - las nececesidades de crecimiento (UFC/d) son b x GP1.4 x PM 
siendo GP la ganacia diaria de peso en kg, y b un parámetro que depende de la raza, ya que para conseguir
una misma velocidad de crecimiento los terneros de razas precoces (que tienen una mayor deposición grasa)
necesitan un mayor aporte energético que los de razas tardías; así b=0.02 para razas tardías y b=0.03 para
razas precoces. Por ejemplo, un ternero frisón que gane 800 g diarios tiene unas necesidades energéticas
diarias de 3.8 UFC cuando pesa 200 kg, y 6.4 UFC cuando el ternero pesa 400 kg.

Las necesidades nitrogenadas aumentan con la velocidad de crecimiento, y son ligeramente mayores para los
terneros de mayor potencial de crecimiento que para los de razas precoces, ya que las necesidades
nitrogenadas aumentan al aumentar el contenido muscular del crecimiento; el concentrado utilizado contiene
un 12-15% de proteína bruta en el caso de terneros frisones, y un 15-18% si se trata de terneros de razas
musculadas. 
 

d) El cebo semiintensivo de terneros.

El cebo semiintensivo de terneros está localizado sobre todo en la España húmeda donde existe
disponibilidad de recursos forrajeros baratos; en este sistema se combina el pastoreo (o el suministro del
forraje en pesebre) con aportes más ó menos importantes de concentrado, según la calidad del pasto. La
concentración energética de las raciones es baja, y por tanto el crecimiento es más lento que con el cebo
intensivo; además, los animales se engrasan poco. Los terneros cebados semiintensivamente representan el
10% (un 5% son frisones y un 5% son de razas autóctonas de zonas húmedas) de los terneros sacrificados en
el país.

Para el cebo de animales a base de hierba (raciones con baja concentración energética) se prefieren animales
precoces (p.e. frisones) que depositen una cantidad suficiente de grasa durante el periodo de cebo. Si se
utilizan terneros de razas cárnicas, al final del cebo se deben utilizar raciones bastante concentradas para
conseguir una cierta deposición de grasa; para ello, bien se complementan en pastoreo con 2-3 kg diarios de
concentrado durante los tres últimos meses, bien se acaban exclusivamente a base de concentrado durante los
dos últimos meses. Los terneros frisones se suelen cebar hasta un peso de 400 kg que alcanzan a los 12-14
meses de edad, y los de terneros de razas tardías se ceban hasta añojos de 600 kg (15-18 meses), siendo la
ganancia media diaria de 800-1.000 g. 

En las zonas de dehesa también existe algo (poco) de cebo en pastoreo de terneros de razas autóctonas; al ser
peor la calidad de los pastos, el ciclo de cebo es largo (18-24 meses); por este motivo no suele existir cebo en
dehesa, sino que los terneros se envían al cebadero tras el destete. 
 
e) El cebo intensivo de terneros.

Este tipo de cebo representa el 75% de todos los terneros cebados a nivel nacional:  
     - prácticamente todos los terneros procedentes de las explotaciones de leche; son terneros frisones ó cruce
frisona x macho de carne (Charolés, Limusin, Azul belga, Asturiano de los valles).  
     - casi todos los terneros procedentes de los rebaños de carne de la España seca, una vez desteteados hacia
los 6 meses de edad, se acaban en cebadero; suelen ser cruces de hembras autóctonas (Morucha, Avileña,
Retinta) x macho de carne. 
 
ESQUEMA SIMPLIFICADO DEL CEBO INTENSIVO

     Terneros de explotaciones de leche            Terneros de explotaciones de carne

     Peso al nacimiento: 40-50 kg                          Peso al nacimiento: 50-60 kg 


          | Lactancia artificial:                                         | Lactancia natural: 
          |      30-35 kg lactoreemplazante                      |     150 kg pienso 
          |      20-25 kg pienso                                          |     200 kg MS forraje 
          |      10 kg MS forraje                                    Destete: 6 meses (250 kg) 
     Destete: 1.5 meses (80 kg)                                     | Precebo: durante 1 mes 
          | Precebo: hasta los 4 meses                             |     150 kg pienso 
          |      150 kg pienso                                               |       50 kg MS forraje 
          |        50 kg MS forraje                                        | Cebo: 
          | Cebo:                                                                  |    1.000 kg pienso 
          |     1.000 kg pienso                                             |       150 kg MS forraje 
          |        200 kg MS forraje                                 Sacrificio: 10-12 meses (500 kg) 
     Sacrificio: 8-10 meses (400 kg)
El cebo intensivo se realiza en explotaciones sin tierra, utilizando altos porcentajes de concentrado en la
ración, y la alimentación es ad libitum. La principal ventaja del cebo intensivo es la alta velocidad de
crecimiento que se consigue, lo que permite un ciclo de producción relativamente corto, obteniéndose lo que
se denomina carne rosada procedente de terneros que se sacrifican a los 8-10 meses con unos 400 kg (unos
250 kg canal, suelen ser todos los terneros de las explotaciones de leche y las hembras de las razas de carne;
en total casi el 50% de todos los terneros sacrificados a nivel nacional), ó añojos que se sacrifican hacia el
año de edad con unos 500 kg de peso (unos 300 kg canal, suelen ser los terneros macho de razas cárnicas; en
total alrededor del 25% de los terneros sacrificados).

La velocidad de crecimiento durante el cebo intensivo es de unos 800-1.200 g/d (dependiendo de la edad y la
raza), estando basado el cebo en el aporte ad libitum de pienso y paja ó heno. La ingestión diaria de pienso
depende del tipo de ternero que se esté cebando, siendo de alrededor del 1.5% del peso del ternero; así, un
ternero frisón de 400 kg que crece 800 g/d ingiere diariamente 6-7 kg de pienso, mientras que la misma
ingestión de pienso permite a un ternero charolés de 400 kg un crecimiento de 1.200 g/d; el índice de
conversión es de unos 5-7 kg de pienso por kg ganado, dependiendo del engrasamiento de la canal (y por
tanto de la raza). El consumo de paja ó heno, que se suministra ad libitum, es de 0.5-1.0 kg diarios (el 10-
20% de la ración).

El concentrado utilizado suele estar formado por un 80% de cereales (normalmente cebada), un 15% de soja
y un 5% de corrector vitamínimo mineral. Debido al elevado aporte de cereales, un aspecto muy importante a
tener en cuenta en el cebo intensivo de rumiantes es la acidosis crónica (pH ruminal entre 5.0-6.0), ligada a
dietas muy concentradas y con poca fibra. Los efectos son un ligero meteorismo, desciende el consumo, el
crecimiento es irregular, y empeora el índice de conversión y la calidad de la canal; además aparecen diarreas
crónicas, y parece que la acidosis crónica puede ser la causa del síndrome de muerte súbita de rumiantes
jóvenes. La adición de un 0.25% de bicarbonato sódico en los depósitos del agua reduce los efectos de la
acidosis.

La sobreingestión de cereales sin acostumbramiento (p.e. cuando se introducen en el cebadero animales


procedentes de pasto), ó tras un ayuno de 24 h (p.e. porque un lote se quedó sin pienso) produce una acidosis
ruminal aguda de forma similar al caso de vacas de leche. Cuando se introducen animales en el cebadero, ó
cuando por algún motivo los terneros sufran un ayuno de 24 horas, se debe realizar un periodo de adaptación
de la flora ruminal durante un mínimo de dos semanas. En el caso de terneros, la acidosis ruminal aguda se
suele complicar con cuatro trastornos: 
     - igual que en el caso de vacas de leche, paraqueratosis de la mucosa ruminal y aparición de abscesos
hepáticos; de hecho, el 25% de los terneros de cebadero suelen tener abscesos hepáticos. 
     - se inhibe la síntesis ruminal de tiamina, y además se favorece el desarrollo de bacterias ruminales
productoras de tiaminasas destructoras de la tiamina ingerida en la ración; la deficiencia de tiamina da lugar a
un trastorno denominado poliencefalomalacia ó necrosis cerebrocortical, que se manifiesta en depresión,
anorexia, ceguera, convulsiones, coma y muerte del animal; como preventivo y curativo (si la enfermedad
aún no ha afectado al cerebro) se puede utilizar clorhidrato de tiamina por vía parenteral.  
     - en los cebaderos también es frecuente la aparición de meteorismo crónico; los antibióticos se utilizan
como preventivo, ya que reducen la viabilidad de los lactobacilos y de las bacterias metanogénicas,
reduciéndose por tanto la acidosis y atonía ruminal, y la producción de metano.  
     - disminuye la motilidad del intestino delgado, lo que favorece el desarrollo de E. coli (diarreas)
y Clostridium perfringens (enterotoxemias).

En el caso de terneros frisones se recomienda la distribución de forraje ad libitum y hasta un máximo de 2 kg


diarios de concentrado durante el periodo postdestete (desde el destete de la lactancia artificial hasta el
comienzo del engorde a los 4 meses); en este periodo no se pretende un rápido crecimiento de los animales
(la velocidad de crecimiento es de 800-900 g/d), sino conseguir un buen desarrollo corporal; el engorde
comienza a partir de los 4 meses, cuando los terneros pesan más de 150 kg. En el caso de terneros de razas
cárnicas, el engorde comienza una vez destetados los terneros, hacia los 6 meses.

Para minimizar los efectos de la acidosis ruminal se recomienda comenzar el cebo con raciones poco
concentradas (con un máximo de 2-3 kg de concentrado), aumentando gradualmente (unos 200 g diarios) la
cantidad de concentrado en la ración; además, los terneros han de disponer de paja ó heno ad libitum. La
cebada (u otros cereales) debe estar partida groseramente (no molida) para favorer la masticación (y por tanto
la secreción de saliva) y reducir los riesgos de acidosis y meteorismo. Para prevenir la acidosis se pueden
incorporar a la ración productos con capacidad tampón (bicarbonato sódico). También se suelen incluir
antibióticos (p.e. monensina) para deprimir la actividad de los lactobacilos y de la flora metanogénica. Las
raciones de los cebaderos suelen realizarse en la propia explotación; por este motivo no se utiliza grasa by-
pass (aunque sería interesante), ya que aún no hay tradición en su utilización.

Los cereales contienen poco potasio, por lo que pueden aparecer deficiencias de potasio (hipokalemia) en los
cebaderos; la deficiencia se manifiesta con atonía muscular y debilidad de las extremidades; si el déficit es
importante y prolongado, el animal puede morir. La cebada es deficitaria en vitamina A, pudiendo aparecer
una ceguera repentina a los 5-8 meses de edad. También es frecuente el déficit de vitamina D en animales
jóvenes criados en locales cerrados (ya que no reciben los rayos ultravioletas del sol), lo que se traduce en
problemas de raquitismo. Para prevenir estos trastornos se deben suministrar bloques de corrector vitamínico-
mineral.

Por otra parte, los cereales aportan mucho fósforo, lo que puede dar lugar a la aparición de urolitiasis, como
se verá con más detalle al estudiar la alimentación de los corderos. Existen piensos dietéticos para reducir el
riesgo de litiasis renal, con acidificantes de la orina y un bajo contenido en fósforo y magnesio. 

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