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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
ÁREA CLÍNICA
Rubros del trabajo final escrito de tipo crítico, individual. Valor 20% de Puntaje Evaluación
la calificación final
Tiene claridad en la presentación de sus ideas sobre el tema expuesto en 2
su texto (redacción).
Total 20
Espinoza Ríos María del Consuelo.
Expediente: 206738.
El psicoanálisis aun en nuestros días no es una teoría muy popular o muy bien aceptada, sin duda
es un tratamiento que no ofrece los resultados que la mayoría de la gente desea.
Freud debió enfrentarse a las constantes críticas y tambaleos por los que paso su teoría, desde la
incredulidad de los letrados hacia “un inconsciente”, hasta la mala praxis de algunos de sus más
cercanos discípulos quienes se veían envueltos en líos amorosos con sus pacientes. Es por esto
que Freud deseaba colocar en un lugar de respeto y reconocimiento su más grande logro. Los
primeros psicoanalistas fueron formados directamente por Freud, eran personas que estaban
constantemente cerca de él y aun así en algunos casos se hizo un mal uso de su teoría. Para lograr
que su teoría fuera reconocida y popular Freud quiso incorporarla a la Institución, en este caso la
Universidad. En este momento Freud dejo de tener el control sobre lo que se enseñaba y como se
enseñaba, dejaron de formarse analistas como “discípulos de Freud” y se comenzó a enseñar el
psicoanálisis de forma didáctica.
Estos nuevos psicoanalistas fueron formados a toda prisa (ya no directamente por Freud) para
propagar el psicoanálisis en distintos países, su formación se dio en Viena, lo que trae otra
complicación ¿funciona igual un psicoanálisis Vienes en otros países?, los “psicoanalistas salvajes”
regresaban a sus países de origen a practicar lo que velozmente aprendieron a una realidad social
diferente a la suya. Era evidente que la teoría Freudiana si bien estaba abarcando cada vez más
territorio se desvirtuaba, pero a Freud parecía no molestarle tal cosa, Freud se hiso cómplice de
esta situación y dice: “los psicoanalistas salvajes hacen más daño a la causa psicoanalítica que a
sus enfermos” (Manoni, M. 1980), sabiendo los riesgos de un mal psicoanálisis Freud creía que le
hacía más daño al paciente un médico necio que un psicoanalista mal formado. Aunque las
realidades sociales son distintas en cada país esta diferencia se compensa con otros contenidos
académicos que han de contextualizar la teoría Freudiana.
Freud nos dice: “Efectivamente es así, si encaramos el ejercicio práctico del análisis, pero para el
caso bastará con que aprenda algo del psicoanálisis y lo asimile”. (Freud, S., 1919. T. XVII: 171) En
este sentido, la formación de psicoanalista se limitaría a lo didáctico, esto está totalmente alejado
de realidad, un egresado universitario será capaz de dominar los contenidos y será versado en el
tema, pero esa no es una herramienta suficiente para hacer una clínica analítica, poco se puede
aprender en un texto sobre el momento preciso donde llega la angustia del paciente, y al mismo
tiempo la angustia propia, sabemos que en el análisis del otro es probable encontrarse con algo de
lo propio que no se haya analizado, la teoría psicoanalítica no dota al futuro analista de todo lo
que necesita.
La teoría psicoanalítica no debería verse reducida a una seria de pasos a seguir, me parece más un
tipo o forma de pensamiento, además la enseñanza del psicoanálisis esta atravesado y cuartada
por los deseos de quien lo enseña, se vuelve un tema subjetivo. Es una verdad que el alumno crea
cierto vínculo con tal o cual profesor, que a su vez tiene su propia lectura de Freud, formado por
otros profesores, etc., etc… La interpretación de la teoría psicoanalítica en cada profesor tiene sus
pequeñas variaciones. Lo que me remite a Pura Cancina cuando habla sobre la verdad, ninguna
verdad es absoluta ya que cada verdad lleva algo de lo subjetivo; no se puede acceder a la verdad
del psicoanálisis.
Si partimos de que el psicoanálisis es una técnica de “caso por caso” estriamos enfrentándonos a
una contradicción al enseñarlo como una técnica ya establecida o rígida. En el “caso por caso
radica la riqueza del psicoanálisis, le da a cada paciente la posibilidad de construir su propia cura
que también es singular, permite construir una terapéutica única para un único paciente. En esta
clínica es el analizaste quien lleva la batuta y marca el ritmo de su propio análisis, cada
intervención, cada escansión son macadas por el analista, pero siempre propiciadas por el
analizaste. Entonces aquí se encuentra otra necesidad del analista, no se puede ser un analista sin
tener un analizaste, el analista existe en función se ese otro que lo coloca en el lugar del “supuesto
saber” (que en realidad es quien menos sabe de los dos).
A manera de conclusión:
Si bien la parte teórica es fundamental para la formación del analista, así mismo es importante
recorrer el propio camino del análisis para así como ya mencione descubrir en uno mismo la
complejidad de la vida anímica y al mismo tiempo trabajar lo propio. El psicoanálisis como una
cuestión filosófica de la vida, hablar de lo se supondría que es el bien y el mal y como el sujeto se
posiciona ante eso.
Aunque en nuestros días ya no hay discípulos de Freud como tal, es posible encontrar analistas
comprometidos con su labor y sobretodo comprometidos con el legado de Freud. "... se trata en
la enseñanza de mantener un deseo vivo, transmitir un saber que sea vivo y no un saber muerto,
como lo hace el discurso universitario"(Laurent, E. 1999-2000). La formación del psicoanalista
freudiano debe constar del manejo de la teoría, su propio análisis y la constante supervisión de
sus casos, así como Freud lo hacía con sus discípulos. El psicoanálisis es una técnica rica, aquello
que se pierde en el aula de ha de recupera en la práctica y en el propio análisis. El psicoanálisis de
Freud existirá mientras podamos encontrar psicoanalistas seseantes de serlo y por supuesto
comprometidos con su formación y práctica.
Bibliografía: