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DE ENSEÑAR
CURSO PARA
MAESTROS
CRISTIANOS
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EL ARTE
DE ENSEÑAR
CURSO PARA MAESTROS CRISTIANOS
3
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Contenido
Capítulo
I Tu, Maestro 9
El encargo de Cristo
El ejemplo de Cristo
La vida del maestro
Conocimientos del maestro
Preguntas posibles –Exploración adicional
5
Preguntas posibles –Exploración adicional
VI Organizar la lección 63
Cómo organizar el material
Pasos para organizar el material
Preguntas posibles –Exploración adicional
IX Enseñando la lección 89
Antes de la hora de clase
El punto de contacto
Desarrollo de la lección
La conclusión
Preguntas posibles –Exploración adicional
X La buena disciplina 98
Establecer una norma
El ejemplo del Maestro
El orden en el alumno
Preguntas posibles –exploración adicional
7
8
Capítulo 1
Tú, maestro
La buena enseñanza comienza con el maestro.
Las herramientas y técnicas son importantes y gran parte
del presente texto se dedica a familiarizar al maestro con lo
mejor en unas y otras. Pero el maestro mismo es la clave
respecto a la eficacia en el empleo de las mismas.
La tarea del maestro está llena de magníficas oportunidades
para ayudar al prójimo, pero cada oportunidad conlleva
también la responsabilidad en cuanto a una vida en proceso de
modelación. Tratándose del maestro cristiano, esto tiene que
ver con valores eternos, y la vida cristiana del maestro mismo se
convierte en parte esencial del proceso de la enseñanza.
Por tanto, parece adecuado comenzar el texto con el centro
del proceso de la enseñanza: El maestro mismo. Por
consiguiente, en este capítulo introductorio se hallarán
orientaciones prácticas que todo maestro cristiano haría bien
en meditar. Algunas se presentan como principios que han de
estudiarse. Otras como preguntas que deben meditarse con
oración. Finalmente, hay recomendaciones que pueden ponerse
en práctica inmediatamente.
EL ENCARGO DE CRISTO
El maestro hallará el encargo y las metas en lo que Cristo
dijo: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones...
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado..."
(Mt. 28:19,20).
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El encargo de enseñar es directo y sencillo: Id y enseñad.
Incluye el hacer discípulos y gira en torno a las enseñanzas de
Cristo.
La meta educativa de que los enseñados "guarden todas las
cosas", conlleva la idea de obediencia: poner en práctica lo
aprendido. Es más que el simple escuchar, y pide más que el
mero saber o aprender ciertas verdades. El maestro "enseña se
procura de los frutos" en la vida de sus discípulos. Cristo
ciertamente hizo más que impartir conocimientos. Su
enseñanza transformaba las actividades de aquellos a quienes
enseñaba.
También en esto tiene el maestro el modelo establecido por
su Señor. El ministerio docente es una santa vocación. Tiene el
mismo fundamento bíblico que la predicación. En la
presentación del evangelio, la predicación destaca la
proclamación; la enseñanza subraya el impartimiento. Ambas
han sido instituidas por Dios.
Cristo fue maestro; Maestro de maestros. Tenía algo que
enseñar. Deseaba enseñar. Enseñaba con entusiasmo y
autoridad. Tenía corazón de maestro. Ha inspirado a los
cristianos de todas las generaciones a "enseñar también a otros".
EL EJEMPLO DE CRISTO
He aquí un aspecto en que el maestro cristiano se diferencia
notablemente del secular. El maestro secular por lo común
depende por entero de sus propios recursos, su sistema escolar
y la vida que el hogar pueda brindarle para impresionar a los
estudiantes con la verdad. El cambio de conducta normalmente
se considera fruto del condicionamiento o de una adecuada
combinación de variables sicológicas.
El maestro cristiano dispone de un poder adicional que
procede directamente del Señor resucitado que dijo: "Toda
potestad me es dada en los cielos y en la tierra. Por tanto, id, y
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haced discípulos... y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo" (Mt. 28:18b-20). El poder de la
enseñanza cristiana es el poder del propio Cristo, y nosotros
tenemos ese poder manifestado en el ejemplo que él nos dio en
su ministerio docente.
ENSEÑABA VARIADAMENTE
Una de las características de la enseñanza de Cristo que
alarmó mucho a los rabíes judaicos fue su abandono del
tradicional sistema de conferencias en la sinagoga. Nuestro
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Señor se valía de casi toda clase imaginable de técnica de
enseñanza para facilitar el proceso de comunicación. Tenía un
dominio absoluto en el arte de mantener el interés.
Los HALLÓ
Eran hombres corrientes en su quehacer corriente, pero él
fue adonde estaban para transformarles la vida.
Los LLAMÓ
No se limitó a dejarlos que permanecieran pasivos o lo
siguieran, según se les antojaba, sino que deliberadamente
dominó la atención de ellos diciéndoles: "Venid en pos de mí, y
haré que seáis pescadores de hombres".
LES ENSEÑÓ
Pasaron tres años junto a él observando constantemente los
milagros, escuchando las enseñanzas y recibiendo consejo
personal.
LES ENVIÓ
No retuvo a sus discípulos, sino que aún estando en este
mundo, continuamente los empleaba en ministrar al prójimo.
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Ninguna escuela dominical es un fin en sí misma, sino un medio
para el crecimiento de los creyentes y la formación de obreros
que ejecuten la obra de Cristo.
En el contexto cristiano, enseñar es comunicar la Palabra
viviente, Cristo; su fuente es la palabra escrita, la Biblia; el
medio es la palabra hablada del maestro. Incluye un sentido de
don y de llamamiento. Su eficaz realización exige
adiestramiento y plena preparación.
FE EN DIOS
El "maestro cristiano" sin duda cree en Dios, pero, ¿hasta
dónde llega su fe? ¿Posee una fe activa y vital en el Señor
Jesucristo? ¿Tiene una fe triunfante y emprendedora? No basta
que el maestro tenga fe; su fe en Dios debe ser una fe activa.
FE EN LA BIBLIA
Vez tras vez dijo Jesús: "Escrito está". El sabía que "los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo" (2 P. 1:21). Los buenos predicadores,
evangelistas y maestros cristianos obtienen sus convicciones
mediante una inquebrantable fe en la palabra de Dios escrita y
mediante la lealtad a la misma. No podrían tener entusiasta
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seguridad si no creyeran que la Biblia es la Palabra de Dios. Dios
ha escrito al hombre: "Toda la Escritura es inspirada por Dios",
y el portento y maravilla de ese mensaje debería conmover el
corazón de cada maestro.
FE EN LA LABOR DOCENTE
¿Por qué enseña usted? ¿Para agradar al pastor? ¿Porque lo
eligieron? ¿Porque es su deber? Si eso es todo, poco será su
entusiasmo por su tarea. Pero si Dios lo ha llamado a enseñar,
creerá que este ministerio establecido por Dios tiene suprema
importancia. Si Dios lo ha apartado a usted para esta especial
tarea, él realizará el propósito que tiene para usted. Estar
consciente de esto suministra motivación dinámica y asegura el
triunfo bendito.
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En su enseñanza, Pablo se refería frecuentemente a Cristo
como ejemplo a seguir. No se conformaba con formular
principios. Pre-sentaba ejemplos reales de la vida de Cristo para
estimular la vida cristiana.
Para enseñar el amor, decía: "Andad en amor, como también
Cristo nos amó y se entregó a sí mismo..." (Ef. 5:2). Ilustraba la
abnegación (Ro. 15:2,3). Aclaraba el sentido de la humildad (Fil.
2:5).
GEOGRAFÍA
Los alumnos necesitan conocer la geografía de las tierras
bíblicas, El interés aumenta cuando logran identificar y ver
montañas, ríos y pueblos. Pero antes de poder enseñar al
alumno estos hechos, el maestro debe conocerlos.
HISTORIA
De gran ayuda para los alumnos será que el maestro esté
versado en los acontecimientos y personajes de la historia
mundial paralelos a la narración bíblica. El maestro hábil logra
aguzar el apetito de sus alumnos y abrir nuevos campos de
conocimiento e interés. Muestra a los discípulos cómo la
historia y la geografía bíblicas concuerdan con los temas
seculares.
Los maestros deben familiarizarse con el trasfondo histórico
de los sitios de Palestina que fueron inmortalizados por las
pisadas del Señor Jesucristo.
Los alumnos
El maestro debe conocer a los alumnos en general, y a los
suyos en particular. Sólo así podrá penetrar en sus vidas.
Al tratar de comprender a sus alumnos, el maestro debe ser
sensible a las necesidades de la clase. Algunos problemas
disciplinarios pueden surgir de la falta de habilidad en el
maestro. Otros problemas, especialmente el exceso de
desasosiego o la indiferencia, pueden provenir de condiciones
hogareñas deficientes.
El maestro, por consiguiente, aprovecha toda oportunidad
para comprender las necesidades y antecedentes de sus
discípulos. Un curso como el titulado Conozcamos al alumno
puede suministrar un buen conocimiento básico de las
características de las diversas edades. Sobre ese amplio
conocimiento el maestro logra, con sus esfuerzos, conocer a los
alumnos individualmente mediante registros significativos,
contactos en clase planeados, y visitación a los hogares.
Comprender los problemas familiares básicos ayuda al
maestro a afrontar su tarea valientemente en vez de darse por
vencido.
Técnicas de enseñanza
Los libros de texto, manuales y ayudas visuales son
utilísimos, pero jamás pueden sustituir al maestro preparado.
Cierto pastor de renombre, una vez observó que le había
ayudado un excepcional grupo de maestros consagrados. Ellos
tenían amplios conocimientos del contenido de la Biblia, y
muchos habían tomado cursos bíblicos. Pero su dedicación y
conocimiento de la Biblia por esenciales que fuera para la buena
enseñanza, necesitaban el tercer ingrediente de cómo enseñar.
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El pastor descubrió que todavía necesitaban las técnicas de
enseñanza que les capacitaran para ganar y retener el interés de
sus alumnos. Organización y administración de la escuela
dominical
El equipo físico adecuado es de gran ayuda para la buena
enseñanza Pero los maestros necesitan también saber sobre la
administración de la escuela dominical y su relación general
con el programa total de la iglesia. Este conocimiento (véase La
escuela dominical en acción) es esencial no sólo para los
superintendentes de la escuela dominical, sino para todos los
maestros, dirigentes y obreros. La interrelación de todos los
obreros es de vital importancia.
FÍSICAMENTE APTO
La labor docente puede recibir gran realce mediante cuerpos
vibrantes y saludables llenos de energía y entusiasmo. El
propósito de Cristo es "que tengan vida, y que la tengan en
abundancia" (Jn. 10:10). Eso incluye la aptitud física y requiere
someter nuestros cuerpos (véase Ro. 12:1,2) a la disciplina
constante.
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MENTALMENTE ALERTA
La mente despierta es esencial para triunfar en la enseñanza.
Los alumnos de hoy día suelen aprender a razonar lógicamente.
Cualquier razonamiento superficial en la escuela dominical les
desilusionaría. El maestro debe pensar inteligentemente y
analizar con cuidado. Debe leer mucho. Logra presentar mejor
el mensaje del evangelio el maestro que se ha formado buenos
hábitos de lectura y estudio.
ESPIRITUALMENTE VIVO
No basta estudiar la Biblia. Ha de haber aplicación personal.
La fidelidad del maestro a sus devociones diarias le capacitará
para presentar vigorosamente la instrucción. La continua
comunión con Dios garantizará el dominio propio tan esencial
para el maestro de escuela dominical.
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Tener un programa de visitación definido
El maestro dedicado sabe que su ministerio no termina con la
hora de clase. Las ovejas que tiene bajo su responsabilidad han
de buscarse cuando falten y debe ayudárseles cuando están en
dificultad. En realidad, el maestro está plenamente preparado
para enseñar a sus alumnos únicamente cuando sabe algo del
ambiente y vida hogareña de ellos.
Nota
Cada capítulo tiene secciones de preguntas posibles para
repaso y exploración adicional. Las preguntas permiten un
repaso general y pueden responderse mediante el contenido del
texto. La sección de exploración incluye preguntas de discusión
y proyectos para guiar al alumno en la aplicación del capítulo a
cuestiones relacio-nadas con él o más específicas.
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9. ¿Qué debe hacer el maestro para asegurar la continua y
eficaz preparación de las lecciones?
10. ¿En qué tres modos debe mantenerse entrenado para su
tarea?
Exploración adicional
1. Resuma en un párrafo uno de los siguientes temas:
a. ¿Qué es un maestro?
b. ¿Cuál es el propósito de la enseñanza cristiana?
c. ¿Por qué quiere alguien ser maestro de escuela
dominical?
2. Piense en un maestro que le haya impresionado y haya
influido mucho en usted. Anote las cualidades que le
admiraba. Trate de determinar el valor comparativo de cada
cualidad.
3. Haga un inventarío de sus propias cualidades para enseñar.
Escriba la necesidad específica que usted espera satisfacer
mediante el estudio de este curso.
21
Capítulo 2
22
artificiales de presión, especialmente tratándose de niños
pequeños.
Aceptar a Cristo como Salvador es únicamente el primer
paso. El maestro cristiano procurará también guiar a sus
discípulos a un continuo crecimiento en la vida cristiana.
ADORACIÓN
La adoración es la experiencia cristiana de la realidad y
proximidad de Dios. Es comunión con él. Parte de la tarea del
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maestro es cultivar la vida devocional de sus alumnos mediante
la hora de clase y los servicios de la iglesia. Debe instruírseles en
cuanto al significado de la reverencia, gratitud, amor y fe. Esto
debe incluir los cantos, historias y relaciones mejor adaptados a
la edad y experiencia de los alumnos.
Esta educación requiere que a la escuela dominical se le dé la
oportunidad de adorar como medio de expresión. La Palabra de
Dios tiene vital relación con esa instrucción que de ella surge.
En toda la Biblia abundan expresiones que suministran formas
aceptables de devoción.
SERVICIO
Servir al Señor es una muestra de crecimiento espiritual. El
maestro listo sugerirá oportunidades para esas actividades en el
hogar, la escuela y la iglesia.
La escuela dominical suministra gran cantidad de
oportunidades para servir en las amplias actividades de la
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iglesia. Se necesitan dirigentes, maestros y auxiliares. Muchas
escuelas dominicales hoy día emplean docenas de
colaboradores en forma regular, además de un número variable
para tareas especiales. Estas oportunidades se multiplican
cuando la iglesia organiza escuelas dominicales filiales, escuelas
bíblicas de vacaciones o clubes bíblicos en el vecindario.
Narración
La narración de historias es el método favorito para enseñar
en el kindergarten, a los primarios (7-8 años) y primarios
superiores (9-10 años). Grandes porciones de la Biblia son
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narrativas y pueden reproducirse muy bien en forma de
historia. Jesús fue un narrador sin par. Nadie ha superado sus
historias como modelos en la presentación gráfica mediante la
acción y la palabra hablada.
¿Qué constituye una buena historia? Debe ser interesante,
dramática, plena de acción y fiel a la vida.
INTERESANTE
La Biblia, como conjunto, es una historia emocionante y
fascinadora; gran parte de ella puede convertirse en interesante
narración. Probablemente no haya mejor método didáctico para
captar y retener la atención. Ello es así porque el interés se
despierta desde el comienzo.
DRAMÁTICA
En las historias bíblicas hay conflicto, drama y suspenso, las
características que constituyen una historia dramática. Al
repetir estas historias pueden abundar los verbos y
economizarse los adjetivos. Las oraciones deben ser breves; el
lenguaje, sencillo. Mediante la mirada, el gesto y la expresión
facial el maestro refleja la verdad, obteniendo inmediata entrada
por la vía visual.
PLENA DE ACCIÓN
Una buena historia está "llena de acción". "Estar llena de
acción" no significa estar "llena de palabras". A menudo la
acción se intensifica restringiendo las palabras. Las historias
que Jesús narraba eran de hechos. No perdía tiempo en
describir a sus personajes, sino que cada uno de éstos era
claramente retratado por sus actos. La historia del Buen
Samaritano demuestra este principio (véase Lc. 10:30-37).
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FIEL A LA VIDA
Lo imposible rara vez nos emociona tanto como lo que
pertenece al campo de lo realizable por cada niño y niña. Los
cuentos de hadas pueden desarrollar la imaginación del alumno,
pero la historia real domina más el interés. Se halla dentro del
reino de lo realizable. El elemento verdad es lo que caracteriza
las historias bíblicas y las hace superiores a todas las demás.
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LA TAREA
Para que las tareas produzcan buena .reproducción oral,
deben recordarse las siguientes condiciones: —Planear las
tareas "con mucha anticipación. -Cerciorarse de que los
alumnos comprenden las tareas. —Encargar únicamente el
estudio de material de valor evidente.
Discusión
El método de discusión produce la reacción de los alumnos
al requerir interpretar la lección. Eso evita que los alumnos se
limiten a recoger conocimientos sin asimilarlos. Ayuda al
continuo desarrollo, a la gradual construcción de la lección y
estimula el espíritu de investigación y el interés personal. No
hay método mejor para lograr la expresión o aplicación
individual de lo apren-dido. Este método puede ampliarse para
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incluir formas de trabajo como la mesa redonda y otras
actividades de grupo.
Iniciada la discusión, es necesario dirigirla por el rumbo de
la lección. La discusión se desarrollará conforme los alumnos y
el maestro reaccionen y se influyan unos a otros debidamente
guiados. Algunos alumnos pueden manifestar gran interés en
puntos insignificantes. Los que hablan demasiado tenderán a
monopolizar el tiempo, sin dar oportunidad a los reticentes y
retraídos, que necesitan experiencia en expresarse. A pesar de
esos problemas, la discusión o conferencia es uno de los más
útiles procedimientos de enseñanza. Estimula la actividad de
expresión y lleva a los alumnos a formar sus propios juicios, en
vez de aceptar pasivamente o de rechazar sin meditación el
mensaje de la lección.
Proyecto
El método de proyecto puede emplearse eficazmente en la
educación cristiana. Un proyecto es esencialmente una
actividad con propósito que el alumno planea porque le
interesa. Recopila datos respecto al mismo y lo lleva a la
consumación.
El proyecto debe tener valor didáctico tanto como
aplicación práctica. Por lo común se comienza en la hora de
clase, pero puede completarse durante la semana en el hogar.
El método de proyectos da al alumno oportunidad de
aprender haciendo. La cooperación, la tolerancia de las
opiniones ajenas, la iniciativa, responsabilidad, atención y juicio
se desarrollan. El método de proyectos vigoriza el carácter y da
oportunidad para adquirir y desarrollar destreza.
El proyecto de investigación ayuda a hacer de alumno un
buscador independiente. El maestro señala a cada alumno una
parte de la lección para que investigue por su cuenta. Durante
el período de clase, los alumnos presentan sus informes. Estos
se comentan, evalúan y organizan bajo la dirección del maestro.
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Este método es especialmente eficaz para los adolescentes y
adultos. El saber presentar informes aumenta el valor de la
investigación.
Conferencia
Desde hace tiempo vienen los maestros empleando el
método de conferencia. Esto permite enseñar a clases
numerosas y permite seguir fielmente la presentación planeada
por el maestro. Suele ser un discurso ininterrumpido y
coherente, que llega a una conclusión predeterminada.
Economiza tiempo y esfuerzo, ya que no se pierde tiempo en
llegar al grano o en esperar la respuesta de algunos lerdos. No
hay peligro de extraviarse por sugerencias inesperadas de la
clase. El método de conferencia permite desarrollar la lección
serena, fácil, directa y sistemáticamente.
Pero todas estas ventajas se pierden si la clase no sigue al
maestro y piensa con él. Algunos alumnos no piensan en la
lección durante la conferencia y no hacen nada respecto a ella
después de terminada. El crecimiento mental, espiritual y físico
se produce mediante la actividad y ésta sólo puede asegurarse
cuando el alumno contribuye al desarrollo de la lección.
Este método exige concienzuda preparación, puesto que la
eficacia de la conferencia depende del cuidadoso empleo del
material, ilustraciones y pruebas demostrativas. Durante la
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presentación de la conferencia el maestro debe evitar los
rodeos. Tiene que variar de modo, hablar claramente,
expresarse en el lenguaje de los alumnos, guiar la mente de los
alumnos al descubrimiento de la solución de los problemas,
introducir buenas ilustraciones y ejemplos, valerse de vez en
cuando de algún chiste, y estar atento a la reacción de los
oyentes para adaptar a ella su conferencia. De permitírselo el
tamaño de la clase y la situación docente, debe salpicar la
conferencia con reacciones, comentarios, preguntas y
discusiones de los alumnos. Esto aumentará el interés y el
estímulo y logrará el propósito del maestro.
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Exploración adicional
1. Examínense folletos trimestrales de escuela dominical para
diversas edades y obsérvese qué propósitos tienen.
2. Visite una escuela dominical en hora de clase. Averigüe
anticipadamente los propósitos de la lección. Durante el
desarrollo, observe los métodos y procedimientos del
maestro para alcanzar esos propósitos.
3. Si actualmente enseña, anote los cambios específicos que
desea se produzcan en la vida de sus alumnos. De modo
breve y específico traslade esta lista a los propósitos que
debe tener presente al enseñar.
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Capítulo 3
Enseñanza creativa
Creatividad es una palabra muy popular entre los
educadores. El concepto de novedad y frescura que conlleva
siempre ha sido básico para la buena enseñanza. La creatividad
debe ser la viva experiencia del maestro cuya vida ha sido
tocada por el Salvador y está dirigida por el Espíritu de Dios.
Los efectos de la creatividad deben observarse al preparar y
presentar la lección si se quiere que la palpitación de la vida
actual se apodere de nuestro pensamiento.
Empleo de la imaginación
En la educación cristiana suele asociarse la imaginación con
la narración de historias. Pero la imaginación dedicada tiene
sitio en todas las ramas de la enseñanza. Por ejemplo, el maestro
que ante los primarios pueda visualizar el aula como el foso de
los leones en la historia de Daniel, o como el foro romano para
una discusión en la clase de jóvenes, añade una dimensión
creativa a su enseñanza. Figurarse al apóstol Pablo escribiendo
la carta a los Filipenses en una cárcel romana, amplía la
perspectiva en el estudio de esa carta. Fundada en hechos
bíblicos, la imaginación aporta interés y vida a la lección
bíblica.
Puede que algunos consideren fuera de su alcance el empleo
de la imaginación. Pero abundan las ideas sobre la posibilidad
de desarrollar la imaginación creadora.
APLICACIÓN DE LA CREATIVIDAD
La creatividad se mantiene como concepto abstracto hasta
que se aplica al procedimiento en clase. Las siguientes son
sugerencias sobre principios de aplicación.
Creatividad en el método
La creatividad en el método tiene muchas aplicaciones pero
significa primordialmente variedad. El maestro creativo no se
dejará caer en lo estereotipado en su metodología al enseñar.
Variará de métodos. Combinará métodos. Producirá formas de
comunicación nunca antes presentadas ante su clase, y
mediante la lectura, la conferencia y el experimento se esforzará
por mantener fresca y vigorosa la presentación de sus lecciones.
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Creatividad en el ambiente del aula
Las características físicas del aula brindan oportunidades
concretas para la creatividad. Por ejemplo, el empleo de
círculos, semicírculos, pequeños grupos, o quizá prescindir por
completo de escritorio y sillas en algunos departamentos de
niños, puede introducir una nueva sensación de creatividad a
todo el ambiente del aula. Hasta podría transformar por
completo la actitud de los alumnos de esa aula respecto a la
hora de clase. De modo similar, el empleo de cuadros, boletines
murales, y pintura nueva en las paredes brinda esenciales
oportunidades creativas.
Entusiasmo
No debe confundirse el entusiasmo con el ruido o la simple
actividad física. La creatividad significa en el maestro cristiano
primero que todo, relación dinámica con Dios y su palabra. De
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aquí procede el entusiasmo por su enseñanza y un contagioso
interés en las cosas de Dios.
Amplitud de ideas
La persona muy creativa tiene la mente abierta a la
experiencia. No interpreta cada afirmación y acto de sus
alumnos por conclusiones preconcebidas. Tiene benévola
disposición hacia las fallas temporales de otros en su búsqueda
de la correcta aplicación de las enseñanzas de Dios. Busca
nuevas soluciones a viejos problemas. Relaciona los antiguos
principios con los nuevos problemas en forma nueva y con
nuevo énfasis. Aplica la sabiduría del pasado a las
interrogaciones del futuro mediante la disposición de escuchar
al prójimo y ayudarlo a que por sí mismo descubra las
respuestas que busca.
Sensibilidad
La persona creativa, pintor, músico o maestro, es sensible a
su ambiente. Observa los sonidos, colores, personas y el diario
acontecer que lo rodea. También ésta es una habilidad
cultivable por él maestro que desee mejorar sus potencias
creadoras.
Crecimiento personal
El proceso de crecimiento es continuo para el creyente, así
como lo es el proceso de aprendizaje para el maestro. Nunca
llega el maestro cristiano a saber cuanto necesita saber respecto
a la Palabra de Dios o al proceso de enseñanza. Nunca llega a
saber cuanto debe saberse sobre sus alumnos. El maestro
dedicado crece constantemente en sus habilidades, y su
potencial creativo crece junto con él.
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DESARROLLO DE LA CREATIVIDAD
El maestro debe con regularidad dedicar su mente a
prácticas que estimulen la creatividad. Consideremos algunos
de estos ejercicios:
Empatía en el maestro
Procure ver las cosas desde el punto de vista del alumno. El
maestro que desee ayudar a que sus alumnos crezcan debe
conocer algunos de los problemas y dificultades que el alumno
tiene en su hogar, así como comprender algo de las
características propias de la edad con la cual trabaja.
Tolerancia en la clase
El crecimiento de la creatividad en el alumno se estimula
mediante una atmósfera de clase en que equivocarse no sea
vergonzoso. El maestro que sabe su oficio procura orientar al
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alumno hacia el pensar corregido en vez de truncar
abruptamente cualquier discusión que no sea del todo correcta.
Ese proceso cooperativo de aprendizaje, en que el maestro no
domina ni desalienta la actividad de la clase, desarrolla el
interés y la iniciativa de los estudiantes.
Exploración adicional
1. Repasar las cualidades del maestro creativo tal como se dan
en este capítulo y evaluar las que usted posea.
2. Dada una específica situación de enseñanza (su propia clase
o una que usted observe), escriba por lo menos una
sugerencia de mejoramiento creativo sobre métodos,
disposición del aula, tareas o participación activa de los
alumnos.
3. Estudie Juan 4 y anote lo que usted considere que
representa un enfoque creativo. Haga lo mismo con otros
ejemplos de enseñanza del Nuevo Testamento.
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Capítulo 4
Ayudas audiovisuales
Ayuda visual es todo medio que pueda verse pero no oírse.
Ayuda audiovisual es todo medio de instrucción que pueda
verse y oírse. Los alumnos que no logren captar la verdad
mediante el oído quizá la capten mediante la vista.
Existe una amplia selección de ayudas audiovisuales. Los
maestros que las emplean han informado aumento del interés,
atención más constante y reacción más entusiasta. Como dijo
cierto maestro: "Jamás se muestran confusos cuando se les
presentan cuadros".
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Las ayudas audiovisuales Suelen dividirse en dos categorías:
Las que necesitan proyector, como las transparencias. Las que
no necesitan esa clase de equipo. Las primeras cinco que
anotamos a continuación no requieren proyector.
OBJETOS
Los objetos atraen a todo el mundo. Objetos pequeños como
una moneda, piedra o papel pueden emplearse en cualquier
momento. Un rollo de pergamino, por ejemplo, se presentará
ante la vista la forma en que originalmente se escribió el
Antiguo Testamento. Un cepo hecho como trabajo manual
presentará vívidamente la dolorosa tortura de pablo y Silas en
la cárcel (Hechos 16:24).
Cierta maestra, al enseñar el ungimiento de Jesús por María
en Betania (Jn. 12:1-8), llevó a la clase un frasco de perfume y 1e
hecho unas gotas a su pañuelo hasta que toda el aula se llenó de
aroma. Otro maestro, al tratar de la higuera de Marcos 11, llevó a
la clase un higo de verdad.
Estos son materiales auxiliares valiosos y eficaces. Le dan al
alumno experiencia viva con aquello de que se trata. Además de
valerse de palabras descriptivas, todo maestro puede hallar
materiales auxiliares en las cosas comunes que lo rodean. La
imaginación santificada proporcionará un sinnúmero de
lecciones experimentales.
MAPAS
Los mapas ayudan a los alumnos a familiarizarse con la
topografía y los sitios de las tierras y ciudades bíblicas. Debe
acudirse a los mapas con frecuencia. Son preferibles los de
enrollar, pues ocupan menos espacio y duran más.
CUADROS
Un buen cuadro vale más que mil palabras.
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Es tan fácil conseguir cuadros que los maestros deben
emplearlos ampliamente. Pero, si no se planea cuidadosamente,
los cuadros pueden convertirse en un fin en sí mismos.
El maestro cristiano debe mantener un archivo de buenos
cuadros, reunidos de diversas fuentes. Pueden usarse varios
cuadros para presentar una narración de la vida de Cristo desde
su nacimiento hasta la resurrección. Dar demasiada atención a
los detalles de un cuadro hará que los alumnos recuerden esto
más que la lección.
PIZARRÓN
El pizarrón se reconoce ampliamente como eficaz medio de
enseñanza. Toda aula de escuela dominical debe tener uno. Su
gran utilidad consiste en aclarar la instrucción mediante
diagramas, bosquejos y dibujos que se van completando paso a
paso. Aun los movimientos del maestro al escribir ayudan a
mantener la atención.
No se necesita que el maestro sea dibujante profesional para
valerse bien del pizarrón. Una línea corta, unos cuantos
monigotes hechos de rayas, un círculo o un cuadrado servirán
para representar gente, ciudades o sucesos. Palabras nuevas y
difíciles, nombres de personas, fechas importantes, todo esto
puede escritor». El bosquejo o resumen puede anotarse. Evite el
exceso de detalles.
FRANELOGRÁFO
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El franelógrafo tiene múltiples usos. Se ha empleado
muchísimo en la escuela dominical, la escuela bíblica de
vacaciones, en el evangelismo del niño y las clases diarias.
Capta la atención desde el comienzo y conforme aparecen
nuevos factores, mantiene el interés. Al terminar la lección, la
clase puede repetir la historia, colocando las figuras sobre el
franelógrafo. Esto combina las facultades de oír, ver, y hacer.
Tres elementos fundamentales deben dominarse para el
buen empleo del franelógrafo:
DESTREZA
El hábil manejo del franelógrafo conquista la atención. Esto
requiere práctica. El maestro debe conocer la historia y
practicar su narración usando el franelógrafo. Cada cosa
"tiene" que estar lista antes de la hora de clase. Las figuras
deben arreglarse en el orden, en que van a emplearse.
Mantenga las manos tan libres como pueda. Haga que la
historia avance con rapidez. Hable mientras trabaja, pero
mantenga "el contacto visual" con la clase.
SUSPENSO
La curiosidad es un factor importante. Despierte la atención
del alumno con la forma de colocar las figuras en el
franelógrafo. Mantenga a la clase en suspenso. Sostenga la
atención hasta haber dicho la última palabra y haber
colocado la última figura. Antes de comenzar a hablar, no
coloque ningún material, excepto el telón de fondo,
desarrolle la escena con-forme va narrando la historia y
detenga la escena final hasta el último momento posible.
MOVIMIENTO
Si el maestro camina de un lado a otro conforme cuenta la
historia con el franelógrafo, su movimiento ayudará a
mantener la atención. Todos los movimientos o gestos
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atraen la atención, y aunque algunos pueden parecer
innecesarios, le dan vida a la instrucción.
AHONDAR LA IMPRESIÓN
"El niño pequeño probablemente olvide lo que oye; puede
que olvide lo que ha visto; pero no olvidará lo que ha hecho".
Conforme se expresa, el alumno reimpresiona su mente y
aprende la enseñanza por otro canal sensorial; no sólo por la
vista y el oído, sino por su mano. Los alumnos aprenden
haciendo. El alumno que estudia piano recibe ciertas
impresiones cuando el maestro ejecuta ante él una lección
musical, pero no comienza a aprender sino cuando practica por
sí mismo. Sin práctica, no puede haber verdadero aprendizaje.
PENETRAR EN LA PERSONALIDAD
Nuestra meta es desarrollar el carácter cristiano y adiestrar
en la vida cristiana. Esto no es básicamente obra de la
instrucción que el maestro imparte; es la respuesta o reacción
del alumno. Pero el maestro mismo se constituye en la mejor
ayuda visual. Los alumnos ven en la vida de él el ideal que
pueden alcanzar. Inconscientemente imitan el carácter noble y
hacen suyo algo más valioso que cualquiera instrucción. Para
48
penetrar en la personalidad, las ayudas expresivas tienen que
lograr algo más que mantener atareados a los alumnos
inquietos. Las actividades han de tener valor positivo en el
forjamiento de la vida.
49
ALGO PARA ESCRIBIR
Puede haber espacios para llenar, oraciones que completar.
El escribir ayuda al alumno a que anote lo aprendido y le da
oportunidad para reaccionar personalmente ante la instrucción.
Trabajo manual
Se ha dicho que ―el niño recuerda el 10% de lo que oye, el
50% de lo que ve, el 70% de lo que dice y el 90% de lo que hace‖.
Lo que el alumno descubre, escribe, dibuja o construye se le
grabará indeleblemente. Pero lo más probable es que recuerde
mejor lo que construye.
La hora de escuela dominical es demasiado breve para
trabajo adicional en artes manuales. Hay maestros que piensan
que la expresión manual sólo es para "mantener atareados" a los
alumnos, pero se ha demostrado que los alumnos no derrochan
su tiempo si el trabajo está relacionado con la instrucción. El
trabajo manual puede emplearse también durante las
actividades preparatorias, o sean las realizadas antes del inicio
formal de las clases.
MATERIALES
Hay muchos materiales baratos aprovechables para trabajos
manuales. Estos incluyen papel, cartón, plásticos y yeso. Una
50
aldea de tiempos bíblicos puede construirse con sólo papel,
tela, y madera.
PROYECTOS
El maestro con iniciativa puede valerse de proyectos que se
relacionen con una lección o con una serie de lecciones.
La clase aprenderá más construyendo un modelo del
tabernáculo que leyendo cien veces las instrucciones del Éxodo.
La construcción de un mapa en relieve de Palestina, enseñará
más acerca de las montañas y valles que la lectura sobre ello o
que una conferencia especial sobre geografía bíblica.
Exploración adicional
1. Trace la diferencia entre ayudas didácticas para la impresión
y para la expresión. Durante la semana, visite una clase y
determine la proporción de tiempo de clase dedicado a unas
y otras. Si usted enseña, haga que alguien observe cómo
distribuye usted el tiempo. Discuta la eficacia de esta
proporción y sugiera cambios que podrían mejorarla.
51
2. Averigüe qué hay disponible en su librería evangélica, en
catálogos de editoriales y recursos de su vecindario en
cuanto a ayudas didácticas para un grupo de edad
determinada y relativa a la impresión y a la expresión. Anote
los auxiliares aplicables a un programa de enseñanza
inmediato, intermedio, o de largo alcance. Este puede ser un
proyecto individual o de grupo. Los datos pueden anotarse,
clasificarse y ponerse a disposición de todo el personal
docente de la iglesia.
3. En revistas y periódicos, recorte ideas para trabajos
manuales. Archívelas según las edades con las cuales pueden
usarse. Sugiera formas en que pueden usarse como auxiliares
de la instrucción.
4. Lea de principio a fin uno de los evangelios y haga un
diagrama o bosquejo de los diversos métodos que Jesús
empleó como maestro.
52
Capitulo 5
Recoger materiales
Lo que más necesita la iglesia actual es maestros preparados
que entreguen toda su mente a la preparación, toda su alma a la
presentación y toda su vida a la ilustración. Esta filosofía es dura
bofetada para los maestros que se conforman con una preparación
apresurada la noche del sábado para la lección del domingo. El
maestro con conocimientos pedagógicos sabe que necesita
preparación. Es imposible mantener serenidad ante la clase sin
dominar la lección y contar con una reserva de conocimiento sobre
las enseñanzas bíblicas.
La plena preparación exige planes definidos. Los planes defini-
dos requieren materiales debidamente seleccionados. La selección
que el maestro haga de los materiales estará determinada por las
necesidades de los discípulos. Y las necesidades de éstos se mani-
festarán en la íntima relación y amistad del maestro con ellos.
El maestro con iniciativa se vale de materiales de diversas fuen-
tes para desarrollar su lección.
FUENTES DE MATERIAL
La Biblia
INTERPRETACIÓN
Algunas Biblias tienen notas y comentarios sobre diversos
pasajes. Contienen un comentario adjunto al texto, de verdadero
valor, especialmente para los maestros que no han hecho
estudios especializados. Pero no deben aceptarse los
comentarios como respuesta completa y definitiva. Los
comentarios pueden diferir en sus opiniones. El empleo de
varios buenos comentarios suministrará una muestra de
interpretación.
INVESTIGACIÓN
Los buenos maestros ayudan a sus alumnos a convertirse en
investigadores independientes. Eso es imposible si los maestros
no desarrollan sus propias capacidades y técnica de
investigación. Una Biblia con referencias ayudará a maestros y
alumnos a localizar pasajes paralelos y otros materiales que
ilustren la verdad que se estudia. Los alumnos adquirirán
verdadera destreza en el empleo de su Biblia durante las horas
de clase.
Diccionario bíblico
El propósito del Diccionario bíblico es ayudar a entender las
palabras empleadas en la Biblia.
Concordancia bíblica
La Concordancia exhaustiva anota todas las principales
referencias bíblicas en cuanto a palabras individuales de la
54
Biblia y puede también suministrar significados y datos
alusivos.
Mapas
El alumno de la escuela dominical necesita familiarizarse
con la geografía e historia bíblicas. Los viajes de los patriarcas,
las peregrinaciones de Israel o las campañas de Josué y David no
pueden comprenderse bien sin el empleo de los mapas. Los
mapas pequeños, convenientemente incluidos en la mayoría de
las Biblias, son útiles. Los mapas murales son mucho más
55
prácticos y provechosos, especialmente si los alumnos los
construyen.
Cuadros
Los educadores cristianos reconocen el valor de la educación
visual. Pueden emplearse cuadros para presentar e ilustrar
vívidamente la verdad. Los más grandes artistas han pintado
escenas bíblicas. Siempre que sea posible, pueden emplearse
obras maestras. Cuadros seleccionados y correlacionados
pueden adquirirse en series para emplear en clase.
Otras fuentes
Hay innumerables fuentes de materiales para enriquecer las
lecciones de escuela dominical: Sucesos ocurridos al maestro y a
los alumnos; sucesos del día tomados de revistas, periódicos,
boletines, radio y televisión. Las escuelas públicas,
universidades y otras instituciones del gobierno a veces tienen
ayudas audiovisuales disponibles. Las empresas comerciales y
embajadas distribuyen valiosas publicaciones y catálogos
audiovisuales, a menudo gratuitamente. La biblioteca pública
del lugar, agencias de viajes, y oficinas de gobierno pueden
suministrar valiosa información.
¿Qué tiene esto que ver con reunir material para la escuela
dominical? El maestro que se mantiene al día sobre lo que pasa
en el mundo, que conoce bien su lección y comprende a sus
alumnos, hará que su enseñanza fluya de la riqueza de su vida.
Como tiene abundantes recursos, estimulará en sus alumnos la
iniciativa,
SELECCIÓN DE MATERIAL
"Acudamos a la Biblia en busca de todo, a los libros en busca
del pasado, a los periódicos en busca del presente, y a la
naturaleza humana en busca de un punto de contacto". El
maestro, como el reportero periodístico, debe mantenerse alerta
56
en procura de material. En su estudio devocional, en su lectura
de libros, revistas y periódicos, al escuchar la radio y la
televisión y en todo contacto personal, debe reunir materiales
para preparar futuras lecciones.
ACUMULAR MATERIAL
La mente humana casi nunca retiene ni la mitad de lo que ve
y oye. Los sicólogos dicen que el 90% de las ideas que penetran
en la mente se olvidan pronto. Un eminente educador cree que
la mayoría de las ideas se pierden en las siguientes 24 horas. Por
eso, debe hacerse algo para reunir y conservar los materiales
útiles.
Disponer de un cuaderno
Escribir ayuda a que la memoria retenga los datos y los
conserve para empleo futuro. El anotar y archivar materiales los
vuelve utilizables. La utilidad de ese depósito de materiales será
cada vez mayor.
58
NOTAS SOBRE INFORMACIÓN GENERAL
Jamás lea sin pensar; jamás piense sin escribir. El maestro
que descubre algo valioso, debe anotarlo en su cuaderno o por
lo menos consignar el tema, libro y, página, para poder localizarlo
rápidamente cuando lo necesite. El cuaderno debe incluir los
siguientes datos.
HECHOS
Las estadísticas son valiosas. Constituyen base y norma de
Juicio para la discusión en clase. Las palabras de los grandes
dirigentes y educadores poseen autoridad. Datos respecto a los
últimos des-cubrimientos e inventos son útiles como punto de
contacto con una clase inquisitiva.
EXPERIENCIA PERSONAL
Las historias de interés humano son fascinadoras. Muchas
tienen relación con lo espiritual. Respuestas a la oración. Informes
sobre providencia divina. Demostraciones del poder de Dios.
Aventuras misioneras. Todas ellas son eficacísimas, especialmente
si tienen relación con algún miembro de la clase o si son de
conocimiento público como acontecimientos del día. Todo dato
pertinente debe anotarse bien, incluyendo nombres, fechas,
lugares y fuentes de información.
ILUSTRACIONES
Los maestros necesitan gran cantidad de historias y otro
material ilustrativo. La vida diaria está llena de ilustraciones,
pero si no se toman notas en el momento oportuno, pronto se
olvidan. Si se toman notas y se acude a ellas al preparar la lección,
es posible contar con ilustraciones nuevas y cautivadoras en
cada lección.
59
NOTAS PARA LECCIONES ESPECÍFICAS
El cuaderno del maestro es valioso para planear lecciones
futuras. E1 maestro puede echar un vistazo general a toda la
serie de lecciones y vigorizar cada lección. Si emplea fielmente su
cuaderno, llegará pronto a considerarlo como uno de sus
principales auxiliares pedagógicos.
Un cuaderno de 13 páginas, con una página dedicada a cada
lección del trimestre, será útil. Debe haber por lo menos 52
páginas; una para cada lección del año. Encabece cada página
con el título de la lección y la referencia bíblica, y emplee las
páginas en blanco para planear las lecciones con bastante
anticipación. Si usted es un maestro listo, estará siempre a la
mira de material para la enseñanza. Cada paseo por el monte le
suministrará una parábola. Cada ejemplar del periódico le dará
un ejemplo ilustrativo formado de los acontecimientos del día.
Cada libro le brindará una magnífica anécdota o un
pensamiento estimulante. Cada día su observación de los
hombres y mujeres que lo rodean está plena de material
ilustrativo. Gran parte de esto es inaplicable inmediatamente a
la clase, y se perderá si usted no tiene ese tesoro de ideas para
colocarlo bajo el título de la lección que parece más adecuada.
Formar un archivo
Es fácil iniciar un archivo. Este enriquecerá toda experiencia
docente. Pueden acumularse materiales para emplearlos en los
meses o años venideros. Los temas de temporada pueden
iluminarse: navidad, fiestas patrias y semana santa. Pueden
añadirse cuadros, lecciones experimentales y otras ayudas
visuales. Reunir y archivar material puede dar verdadero éxito a
la enseñanza y al aprendizaje. Puede mantenerse variedad de
archivos.
60
ARCHIVO DE ILUSTRACIONES
El maestro debe tener un sobre o carpeta grande para temas
corrientes como gracia, cielo, servicio y pecado. Los sobres y car-
petas se acomodan alfabéticamente en una gaveta de archivo o
en una caja de cartón, y se van llenando y aumentando
conforme la ocasión lo exija. Las ilustraciones deben siempre
indicar la fuente, para dar el crédito debido siempre que sea
necesario.
ARCHIVO DE CUADROS
Los maestros de niños a menudo recortan cuadros de
revistas sobre temas que puedan usar en clase. Después de
recortado, debe montarse el cuadro en cartoncillo de color de
modo que armonice con los tonos del cuadro, y luego archivarlo
bajo el título conveniente. Siempre que se emplee el cuadro, en
clase, debe anotarse en el dorso la fecha, para no olvidar cuando
lo empleó.
Exploración adicional
Comience desde ahora a llenar un cuaderno como se sugiere
en este capítulo. Mantenga la disciplina de anotar ilustraciones,
experiencias y hechos que suministren material de enseñanza
para el futuro.
Recoja material informativo y de inspiración y clasifíquelo
según el tema y nivel de edades. Tenga presente las necesidades
inmediatas, intermedias y de largo alcance. Incorpore los
materiales sugeridos en el capítulo 4, proyectos 2 y 3. Incluya
cuadros, poesías, artículos y estadísticas.
Elija otro evangelio para analizar en él el empleo que Jesús
hacía de diversos métodos y objetos al enseñar. (Véase capítulo
4, proyecto 4).
Organizar la lección
Hace tiempo alguien dijo que "en cada clase alguien ha de
sufrir. Si el maestro no sufre antes de la lección, es de esperarse
que los alumnos sufran después".
El material de la lección requiere organización. Hay que
eliminar así como acumular. Puede que el maestro no enseñe
cada detalle de una lección preparada, pero debe completar
todo lo que había planeado. El material bien organizado y
cuidadosamente bosquejado encajará en la hora de clase, de modo
que cada precioso momento se aproveche al máximo.
62
Capítulo 6
Organizar la lección
Hace algún tiempo alguien dijo que ―en cada clase alguien ha
de sufrir. Si el maestro no sufre antes de la lección, es de
esperarse que los alumnos sufran después.
El material de la lección requiere organización. Hay que
eliminar así cómo acumular. Puede que el maestro no enseñe
cada detalle de una lección preparada
El ordenamiento lógico
Consiste en sortear y seleccionar el material utilizable. Las
diferentes partes se juntan lógicamente, yendo de lo conocido a
lo desconocido. Esto provoca el pensamiento lógico en el
maestro y en sus alumnos.
El enfoque cronológico
Grandes porciones de la Biblia pueden abarcarse y retenerse
mejor sí se presentan en su relación histórica. La revelación de
Dios al hombre fue cronológica. En cada época él revelaba algo
más de su propósito divino a los escritores elegidos que "hablaron
siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2 P. 1:21). La
63
organización cronológica está relacionada con la preparación
de cada lección y con el plan total de estudios bíblicos.
Programación psicológica
Este método consiste en planear el asunto adaptándose a la
comprensión y experiencia del alumno. ¿Para qué enseñar la
verdad, por importante y profunda que sea, si escapa a la
comprensión del alumno? El material debe adaptarse a la
comprensión pues de lo contrario se olvidará pronto. Aun
reteniéndolo, resultará árido y falto de interés.
Pero no debe dejarse que este método reste énfasis al
contenido bíblico de la instrucción. Debe haber equilibrio de
énfasis tanto en la aplicación como en la adquisición de la
Palabra de Dios. Verdad es que no hemos de olvidarnos del niño
al enseñar. Igualmente cierto es que no hemos de olvidarnos de
la Biblia, única revelación autorizada de las verdades del
cristianismo. El empleo de material centrado en la Biblia no
significa que la escuela dominical haya de pasar por alto la edad
y la comprensión del alumno.
El niño de kindergarten requiere materiales y métodos
diferentes de los que se emplean con los jóvenes. Las
necesidades del primario difieren de las del adulto. En cada caso
la Biblia es la fuente de material, pero la adaptación de éste se
hace con miras a las necesidades de la edad y el desarrollo.
Métodos
Hay tres caminos por los cuales podemos penetrar en cada vida
humana: sentimiento, conocimiento y voluntad. En sus primeros
siete años el niño es esclavo de sus sentimientos... De los 7 a los
14 años es el período en que la razón y el conocimiento son
importantes... De los 14 a los 21 es el período de la voluntad.
Cuando el corazón, el cerebro y la mano están dispuestos a servir
al mundo lo mejor que puedan, el desarrollo ideal se ha logrado.
Muchos factores influyen al decidir qué métodos emplear.
Incluyen la edad del alumno y el contenido y extensión del
material. El buen maestro varía de método y clase de material para
que la presentación sea más eficaz. Para la conferencia se necesita
más material que para la discusión. Para los informes y tareas de
los alumnos se necesita más tiempo. Si se van a usar muchas
preguntas se abarcará menos material. Todos esos factores
influyen grandemente al determinar la clase y cantidad de
material que se va a emplear. El carácter de la lección también
determinará su tratamiento. Por ejemplo, las conquistas de
Josué o los viajes de Pablo requieren mucha ilustración visual.
65
Materiales
Determinados el propósito y el método, el maestro debe
estudiar todas las ayudas disponibles. No todos los auxiliares
didácticos pueden emplearse. El maestro debe seleccionar lo que le
ayude a alcanzar su propósito. Debe aprender a simplificar su
enseñanza y concentrarla más en unos cuantos hechos y verdades.
Debe pensar menos en lo que él está dando y más en lo que el
alumno está recibiendo.
Haga planes para dedicar tiempo suficiente a los informes,
tareas, preguntas, memorización bíblica, cuadros y otro material
suplementario. Todos esos materiales contribuyen a un desarrollo
bien equilibrado
Bosquejar la lección
Los maestros con preparación pedagógica y experiencia pueden
preparar sus propios bosquejos de material y procedimiento. Los
maestros sin experiencia quizá prefieran los bosquejos que se
sugieren en el manual del maestro. Pero con estudio y
experiencia, todo maestro pronto puede aprender a formular sus
propios bosquejos y planes de clase.
El bosquejo debe incluir las divisiones o temas generales y los
puntos secundarios como ilustraciones y aplicaciones
agrupados bajo cada punto.
La facilidad, eficacia y autoridad con que se imparte la lección
dependen en gran parte de la claridad del bosquejo. Los hechos
deben anotarse en su orden de importancia bajo el tema o
división a que correspondan. El maestro puede acomodar de
antemano el punto culminante para que coincida con los
minutos finales. Si llega a faltar tiempo para cada detalle, puede
tomar los principales encabezamientos del bosquejo y omitir
algunos temas secundarios. Siguiendo este plan, el timbre final
jamás llegará a dejar trunca la lección.
66
El plan de clase
El plan de clase debe ser breve, sencillo y práctico. Ayudará al
maestro a dirigir y organizar su lección. Preparar un buen plan
de clase de hecho ahorra tiempo y esfuerzo.
El siguiente es un posible plan de clase. Nótese que los pasos
necesarios para la preparación del maestro se han resumido en
este plan. El maestro puede adaptar este plan a sus necesidades
específicas:
Título de la lección:
Pasaje bíblico:
Versículo de memoria:
Verdad central:
Propósito de la lección:
Métodos didácticos:
Ayudas visuales y otros materiales necesarios:
Bosquejo de la lección:
Punto de contacto:
Cuerpo:
Conclusión
Tareas posibles para la lección siguiente:
Mi evaluación de esta hora de clase (para llenar después
de dar la lección):
Preparar preguntas
Si la lección va a desarrollarse mediante el uso de preguntas,
debe darse preeminencia a los hechos y enseñanzas, para que el
alumno reconozca la línea de pensamiento y tenga la sensación de
progresar conforme avanza la lección.
La preparación anticipada hace más fácil formular preguntas
específicas, estimulantes del pensamiento y útilmente
relacionadas con la lección.
Las mejores preguntas suelen surgir de la reacción de los
alumnos y por tanto no pueden formularse por completo
67
anticipadamente. El maestro puede incitar la buena participación
mediante preguntas inteligentes.
Seleccionar ilustraciones
Las ilustraciones adecuadas deben seleccionarse e incluirse
en el bosquejo por anticipado. Algunos maestros introducen la
lección por medio de la ilustración. Este punto de contacto
capta la atención y pone el telón de fondo para la presentación. La
ilustración introductoria puede entretejerse en todo el período de
clase, especialmente a su conclusión. Adelántese a pensar en los
puntos que requerirán aclaración. Use ilustraciones sacadas de la
experiencia diaria, la naturaleza, la historia, narraciones o
cantos.
Sugerir aplicaciones
Este importante aspecto de la preparación no es difícil para el
maestro que ha reunido y organizado su material para satisfacer
las necesidades de los alumnos. Todo maestro debe hacerse esta
pregunta práctica: "¿Cómo puedo lograr que mis alumnos
expresen en su vida diaria las verdades que me preparo a
enseñarles?". Conforme ora y traza planes para la aplicación
personal, el Espíritu Santo capacitará al maestro para seguir el
procedimiento adecuado.
INFORMES EN LA CLASE
Los alumnos suelen sentirse desalentados si se les encargan
tareas para realizarse fuera de la clase y luego no se les da la
oportunidad de presentar ante sus compañeros los resultados
obtenidos. El buen maestro planea la presentación de todas las
tareas, valiéndose de diversos medios para que esto sea eficaz.
—Preguntas
Al preparar las preguntas, el maestro que conoce los
intereses de los alumnos los "sonsacará" para que se expresen.
—Temas
69
Cuando la clase tiene un buen fondo de conocimiento
bíblico o está realizando un estudio intenso o extenso de la
lección, algunos alumnos pueden usar los temas que se les han
asignado, para introducir la discusión general. Los miembros de
la clase por lo común participan en cualquier discusión que ellos
hayan introducido. Fallar en esto puede estorbar la buena
cooperación. Hasta los alumnos tímidos o retrasados se verán
arrastrados a las actividades de la clase, bajo la hábil dirección de
un maestro preparado.
—Alumnos maestros Tratándose de estudiantes mayorcitos,
a veces resulta útil que uno de ellos enseñe la lección. Esta
experiencia para el alumno maestro debe dirigirse muy bien, para
que cada alumno tenga una genuina experiencia de aprendizaje.
El maestro debe dar instrucciones al alumno antes que éste dé la
clase. Durante la evaluación posterior de la clase puede
estimularse al alumno maestro para que tome cursos de
adiestramiento y se prepare así para servir más adelante en la
escuela dominical.
70
Exploración adicional
1. Estudie y evalúe lecciones impresas de escuela
dominical para familiarizarse mejor con los
principios del buen planeamiento de la lección.
Fíjese especialmente en el bosquejo
de la lección.
2. Escriba una lección de escuela dominical para su
presentación, aplicando los principios de reunir y
organizar el material didáctico tal como se índica
en este capítulo. Elija una lección que piense usar
en el futuro.
71
Capítulo 7
Ilustraciones eficaces
El maestro hábil sabe cómo valerse inteligentemente de uno de
los más valiosos instrumentos para la instrucción: la lustración.
La ilustración es una retirada a terreno conocido. Constituye
una importante aplicación de la ley de la percepción. ―El
alumno puede aprender lo nuevo solamente con base en lo
viejo‖. Cuando el avance resulta demasiado veloz para la que
mente siga, una ilustración se presenta como retiro temporal
hacia escenas conocidas para que el entendimiento del alumno
pueda mantenerse al nivel del progreso del maestro.
VALOR
El valor educativo de las ilustraciones no puede exagerarse.
Los mejores predicadores y oradores conocen el arte de la
ilustración. Todo maestro cristiano debería darse cuenta de la
eficacia de las ilustraciones y cultivar el hábil empleo de las
mismas.
Cuando enseñaba a adultos, el Señor Jesucristo se valía de
muchas ilustraciones. ¿Cuántas veces dijo: "El reino de los
cielos es semejante a... "? Reconocía que las nuevas enseñanzas
necesitaban la iluminación de escenas familiares. ¿Cuan a
menudo se refirió a la naturaleza y a la vida humana para aclarar
sus enseñanzas?
Una notable lección ilustrada con objetos fue necesaria para
que Pedro lograra entender que Dios no quería que los viejos
prejuicios del apóstol se interpusieran en su ministerio a los
gentiles (Hch. 10:9-26).
El Antiguo Testamento también presenta una impresionante
cantidad de ilustraciones empleadas por los profetas.
72
Jeremías se valió del cinturón, la tinaja y la vasija del alfarero;
Ezequiel, del rollo de pergamino, la teja- y la barba; Amos, de la
langosta, la plomada, los frutos veraneros; Zacarías, del mirto,
la cuerda de medir y el candelabro.
Estas ilustraciones bíblicas justifican el actual empleo de
este recurso como parte importante del equipo para la
enseñanza. Pero aquí conviene una palabra de advertencia. Por
importantes que sean las ilustraciones, su valor disminuye si se
abusa de ellas. Una historia puede narrarse con tanta vívidez
que se la recuerde mientras se olvida la verdad que se quería
enseñar. Empléense ilustraciones llamativas que hagan recordar
la verdad. No se usen las que simplemente se recuerdan por el
interés que despiertan. El exceso de ilustraciones puede
confundir la percepción y estorbar el pensamiento.
VARIEDAD
Las fuentes de ilustraciones son casi innumerables. El
maestro observador las descubre en cuanto ve y oye. Casi no
hay límite para las formas en que pueden emplearse al enseñar.
Pero hay dos divisiones generales:
Visuales
Estamos tan acostumbrados a pensar que "enseñar en la
escuela dominical es hablar" que se hace necesario volver a
subrayar el hecho de que los alumnos reciben y recuerdan fácil
y rápidamente lo que se dirige a la vista.
OBJETOS
Una cosa es usar un objeto para estudiarlo y otra muy dife-
rente es emplearlo como ilustración. Siempre que la vista del
alumno se detiene en un objeto relacionado con la verdad que se
desea enseñar, éste pasa de la mirada perpleja a la sonrisa de
comprensión. Cuando Cristo puso a un niño en el centro de un
grupo, el niño no se convirtió en tema de discusión, sino en
73
impresionante ilustración de humildad. Cuando enseñaba
acerca del reino de los cielos, Jesús dijo: "He aquí, un sembrador
salió a sembrar". Cuando su "escuela" estaba reunida junto al
mar de Galilea, se refirió a los pescadores "que echaban la red en
el mar". Estando en el campo, decía: "Mirad las aves del cielo", y
"considerad los lirios del campo". El pastor y sus ovejas ilustra-
ron e inspiraron muchas de las más conocidas y valiosas leccio-
nes de Cristo.
CUADROS
No a todas las clases tienen acceso los objetos vivientes que
caracterizan la instrucción de un buen maestro. El tiempo y la
distancia pueden impedir el empleo directo de estos objetos,
pero pueden sustituirse por fotografías y cuadros. Lo que las
palabras no logran expresar, los cuadros pueden hacerlo
entender.
MODELOS
Modelos del arca, el templo y casas orientales trasmitirán la
enseñanza más fácil y exactamente que las descripciones
verbales. Los dibujos y diagramas tienen inmenso valor. Con
todas las edades puede el maestro aprovechar el pizarrón.
MAPAS
Los mapas ayudan siempre a visualizar los lugares, especial
mente en lecciones que narran viajes de los personajes. Los
grandes mapas murales son valiosos para estimar correctamente
las situaciones y la distancia.
VERBALES
Cuando se empleen ilustraciones verbales, han de ser con
lenguaje claro y sencillo. Deben emplear el vocabulario real de
los alumnos. Las palabras y expresiones que sean familiares a
74
los oyentes, no les distraerán sino que les ayudarán a captar la
verdad.
HISTORIAS
No hay nada como las historias para captar el interés y
aliviar la fatiga en la percepción.
LA BIBLIA
La Biblia es la mejor fuente de ilustraciones verbales. Las
historias bíblicas transmiten la verdad tal como Dios se lo
proponía. Son en sí lecciones provenientes de Dios.
LA VIDA
Después de las historias bíblicas, las mejores ilustraciones
proceden de la vida real. Las historias verdaderas deben
contarse vivida y fielmente, presentando los detalles sin
sacrificar la verdad. En su entusiasmo por pintar un cuadro
llamativo, el maestro no debe exagerar. La historia que contiene
detalles improbables pronto pierde su poder o interés.
PARÁBOLAS
Debe distinguirse entre parábolas e historias. Al emplear
aquellas, nuestro Señor tenía un propósito más amplio.
ACLARAR LA VIDA
Jesús rara vez definía las doctrinas que proclamaba. Ejemplo
de esto es el reino de los cielos acerca del cual enseñó tan a
menudo. Sus oyentes no llegaron a comprender plenamente su
más hondo significado. Cristo no dio una definición formal, pero
sí reveló su carácter mediante ilustraciones familiares para sus
oyentes. En Mateo 13 están las siete que empleó.
75
Nuestro Señor declaró expresamente su intención cuando los
discípulos le preguntaron por qué hablaba en parábolas (Mt.
13:10-13). Para sus enemigos, sus palabras no eran más que
inocentes historias; para los discípulos, las parábolas estaban
llenas de hondo significado.
COMPARACIONES
Las comparaciones son uno de los más fáciles y sencillos
empleos de la ilustración. Conforme los alumnos crecen en
conocimiento y experiencia, esté método se vuelve
proporcionalmente útil. Es interesante observar con cuánta
frecuencia Cristo empleaba comparaciones. Dijo: "Yo soy el pan
de vida"; "Yo soy el agua viva"; "Yo soy el buen pastor"; "Yo soy la
vida y vosotros los pámpanos". Llamó a sus discípulos "la sal de
la tierra" y "la luz del mundo".
ALUSIONES
A los alumnos mayorcitos puede interesárseles con
alusiones a datos históricos, biográficos, literarios y científicos.
Este rápido recurso da en qué pensar y estimula a los alumnos a
estudiar para comprender el significado implícito. El ilustrado
Pablo se valió de símiles y metáforas para explicar casi todas las
verdades espirituales de la vida cristiana. Pablo era sin duda
conocedor del derecho, la medicina, la pedagogía, la
arquitectura, el arte militar, la agricultura, el comercio, los
deportes griegos y la vida marinera. A todo ello se refirió en sus
enseñanzas.
76
ILUSTRACIONES CON VIDA
¿Qué vuelve vital una ilustración? ¿Por qué en algunas
ilustraciones resplandece el interés? ¿Por qué otras caen en el
vacío? Es importante que los maestros comprendan el correcto
empleo de la ilustración. Para ser eficaz, la ilustración debe tener
varias características.
Brevedad
Las ilustraciones son "ventanas para que penetre la luz". Son
"andamios para levantar un edificio". Deben tener suficiente
extensión para trasmitir adecuadamente la enseñanza, pero
suficiente brevedad para que el alumno absorba la enseñanza.
Más allá de ésto, la ilustración puede convertirse en "exceso de
equipaje".
Novedad y frescura
La repetición "gasta" las ilustraciones. Cuando los alumnos
dicen: "Ya nos han contado eso", pierden el interés en la lección.
Valerse de la misma ilustración para enseñar diversas verdades
puede provocar confusión en vez de claridad. Las ilustraciones
eficaces pueden obtenerse de los acontecimientos comunes y de
la experiencia diaria. Su frescura atraerá a todo estudiante de
mente inquieta.
Claridad
A veces los maestros se valen de cosas desconocidas para
ilustrar. Usar como ilustración un oasis, una pradera, un
desierto o un bosque ayudaría poco a quien jamás haya estado
en tales sitios. Aun el concepto de Dios como Padre puede que
77
no sea claro para el niño que no haya experimentado el amor
paterno en su hogar.
Por otra parte, las ilustraciones demasiado sencillas
provocan menosprecio. Si son demasiado complicadas, no serán
comprendidas. Esos extremos los evitará el maestro que
conozca a sus alumnos: Su capacidad escolar, vida hogareña,
deseos, intereses y desarrollo espiritual.
Dignidad
Las malas ilustraciones envilecen la verdad y degradan al
oyente. Convierten el pensar en diversión, terreno menos santo.
El exceso de ilustraciones humorísticas debilitará la influencia
del maestro. Las ilustraciones carentes de dignidad echan a
perder la presentación y explicación de solemnes enseñanzas.
Ningún maestro cristiano debiera rebajarse al empleo de
historias moralmente dudosas. Como alguien decía: "Si es
dudosa, es inmoral". La pureza de vida y pensamiento debe
siempre correr parejas con la pureza de doctrina.
Cierto escritor de ilustraciones ha sugerido algunos
principios básicos para el empleo de éstas. De éstos los
referentes especialmente al trabajo con niños, incluyen los
siguientes:
—Nunca hable a los niños como el superior al inferior. A
ellos les ofende la falsa condescendencia.
—Todo cuanto se diga ha de estar al nivel de la experiencia
y comprensión de los alumnos.
—Los modales del maestro deben ser amistosos y
simpáticos. Lo primero que los niños desean saber es si
usted comprende la vida, ambiciones, o dificultades y
puntos de vista de ellos.
78
Preguntas posibles para repaso
1. ¿Con qué importante ley de la enseñanza está
relacionada la ilustración?
2. Dé ejemplos de ilustraciones usadas por varios
escritores del Antiguo Testamento.
3. Menciones cuatro clases de ilustración visual y diga
el valor de cada una.
4. Muestre cómo se valía nuestro Señor de objetos con
fines ilustrativos.
5. Anote varias clases de ilustración verbal y su valor.
6. ¿Cuál era el propósito de Cristo al usar parábolas?
7. Mencione cinco requisitos de una ilustración vital.
8. Discuta varios principios importantes en el empleo
de las ilustraciones.
Exploración adicional
1. Comience un archivo de ilustraciones, clasificadas de
acuerdo con el tema y la edad. Al evaluar las
ilustraciones que va a archivar, tenga presentes los
principios bosquejados en este capítulo. O incorpore
este material en el archivo sugerido en el capítulo
cinco, proyecto dos. Esto puede ser un proyecto
individual o colectivo.
2. Pida a tres miembros de la escuela dominical que le
digan cuáles lecciones del año anterior recuerdan
mejor. Investigue hasta qué punto las ilustraciones
hicieron que esas lecciones se grabaran mejor. Esté
preparado para acudir al grupo en busca de
evaluación respecto a la naturaleza y función de las
ilustraciones.
79
Capítulo 8
Las preguntas
La pregunta es un método educativo que puede resultar muy
poderoso y eficaz. Es un arte —una de las bellas artes— que
una vez adquirido le hace a uno maestro. Francisco Bacon
afirmaba que "la pregunta hábil constituye la mitad del
conocimiento". La verdadera prueba que demuestra quién es
maestro es la respuesta de los alumnos. Sus preguntas no
solamente deben instruir, sino también educar, guiar a los
discípulos. La respuesta del alumno depende de la habilidad
con que se emplea la pregunta.
El relato evangélico contiene más de 100 preguntas;
preguntas sorprendentes, insólitas, inesperadas. El Señor
Jesucristo dominaba a la perfección el arte de preguntar.
Cuando tenía doce años le hallamos haciendo preguntas (Lc.
2:46). Al comienzo de su ministerio bíblico preguntó a sus dos
primeros discípulos: "¿Qué buscáis?". Esto es típico de todas sus
preguntas, que incitaban a pensar y reflexionar. Hasta cuando
predicaba solía preguntar: "¿Qué pensáis?" y "¿Qué os parece?".
El estudio de las preguntas de nuestro Señor es en sí un curso
sobre técnicas de enseñanza. Cualquiera puede hacer
preguntas. Pero no cualquiera puede hacer preguntas que
realmente enseñen. Poco o ningún valor hay en leer las
preguntas de un manual trimestral y pedir a los alumnos que
respondan con las respuestas impresas. Ese método apaga el
interés de los alumnos en la Biblia y provoca aversión a la hora
de clase.
80
POR QUE HACER PREGUNTAS
Para apreciar el valor de las buenas preguntas el maestro debe
entender su propósito. Las preguntas suministran un
importantísimo estímulo a la mente. La educación se vuelve
eficaz cuando los alumnos comienzan a preguntar. La pregunta
persigue muchos propósitos.
Despertar interés
El maestro ha de establecer contacto con los alumnos para
despertarles el interés. Una pregunta, cuidadosamente
formulada para captar toda la atención de los alumnos, es como
la carnada en el anzuelo del pescador. Capta el interés y
provoca reacción inmediata y espontánea. Estimula la
imaginación del alumno y concentra su interés inmediato en la
lección, poniendo a disposición del maestro una clase en
actitud alerta y receptiva.
Dirigir el pensamiento
Una vez establecido el contacto, cada pregunta sucesiva
debe avanzar hacia la meta que el maestro se ha propuesto.
Estimulados por preguntas con unidad y propósito, puede
llevarse a los alumnos de un nivel de ideas a otro. El método de
preguntas aclara la enseñanza y lleva a los alumnos a evaluar
todos los datos disponibles. La participación de la clase ganará
en profundidad porque los alumnos expresan sus juicios,
interpretaciones y aplicaciones personales de la lección.
Avivar la participación
Cuando la mente del alumno divaga, puede volvérsele a
atraer mediante una pregunta. En una atmósfera aburrida el
pensamiento se vuelve perezoso. Una serie de preguntas bien
planeadas inyectará nueva vida a la clase. Las preguntas con
vida y vivacidad producen progreso satisfactorio. Debe
preguntarse con rapidez y responderse con igual prontitud. Si
81
un alumno no puede responder, rápidamente debe hacerse a
otro la pregunta.
Remachar la enseñanza
Puede que los alumnos discutan una verdad bíblica sin
relacionarla en forma alguna consigo mismos. El maestro debe
guiarlos para que apliquen la enseñanza a su propia vida. Una
buena pregunta puede realizar esto. Cristo lo ilustró al preguntar a
sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del
Hombre?". Cuando le respondieron, rápidamente aplicó la idea de
ellos mediante la pregunta personal: "Y vosotros, ¿quién decís que
soy yo?" (Mt. 16:13-15).
Preguntas de contacto
El interés y la atención pueden despertarse si el maestro
comienza la lección con adecuadas preguntas de contacto. La más
familiar y frecuente expresión de Jesús era: "¿Qué pensáis?". Ini-
ciaba las conversaciones con preguntas como: "¿Queréis vosotros
iros también?", "¿A qué haremos semejante el reino de Dios?" y
"¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?".
82
Preguntas retóricas
Los predicadores y los maestros suelen hacer preguntas que no
requieren respuesta. Lo que buscan es producir efecto. Provocan
sorpresa e incitan vivamente. Estimulan la actividad mental.
Estudíense las preguntas del Sermón del Monte (Mt. 6 y 7).
"¿Quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su
estatura un codo?". "Y por el vestido, ¿por qué os afanáis?", "¿Y
por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano?". "¿Acaso
se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?". Preguntas
como esas no requieren respuesta. Exigen acción.
PROPÓSITO
La palabra "qué" pide datos; "por qué" determina propósito. La
apelación directa a las facultades de razonamiento del alumno le
incita a pensar independientemente. Nuestro Señor demostró este
método muchas veces. Por ejemplo, golpeó la conciencia de sus
83
críticos al preguntarles, "¿es lícito en los días de reposo hacer bien,
o hacer mal; salvar la vida, o quitarla?" (Mr. 3:4). "¿Por qué me
llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" (Lc. 6:46).
OPINIÓN
Las preguntas que solicitan juicio personal son más valiosas
que las que piden "declarar hechos". Los alumnos tienen que
aprender a determinar valores relativos. Mediante sus preguntas
nuestro Señor estimuló el juicio personal: "¿Qué te parece, Simón?"
(Mt. 17:25) y "¿Por qué me llamas bueno?" (Mt. 19:17). Muchas de
sus preguntas tenían por fin fortalecer la fe: "¿Quieres ser sano?"
(Jn. 5:6); "¿Creéis que puedo hacer esto?"; (Mt. 9:28); "Todo
aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees
esto?" (Jn. 11:26).
APLICACIÓN
La pregunta que da más que pensar es la que conduce a una
aplicación práctica y personal de la verdad. Cierto abogado que
andaba en busca de polémica planteó el problema del prójimo (Le.
10:25-37). Cristo respondió con la historia del Buen Samaritano y
pidió al abogado su opinión respecto a cuál de los tres
forasteros fue el prójimo genuino. La respuesta del abogado
provocó el mandato divino: "Ve y haz tú lo mismo". En otra
situación, del todo diferente, Cristo hizo a Pedro la
escudriñadora pregunta: "¿Me amas?" y tras ella dio el
mandamiento: "Apacienta mis ovejas" (Jn. 21:15-17).
SUGERENCIAS ÚTILES
El empleo de las preguntas depende en gran parte de la
manera en que se hacen. La observancia de los siguientes
principios aprovechará al maestro, hará su enseñanza más
eficaz y estimulará a los alumnos.
84
No leer las preguntas
Las preguntas deben hacerse y no leerse. Aunque brevemente se
hayan preparado por escrito, es mejor dejar las notas en casa. Los
impresos y notas no trasmiten el interés personal. Independícese de
ellos o úselos hábilmente, ya que se interponen entre el maestro
y la clase.
85
respuestas por lo común responde rápidamente si se le vuelve a
hacer la pregunta clara y concisamente.
Exploración adicional
1. Investigar el empleo que Jesús hizo de las preguntas
durante cualquier período de su ministerio.
2. Buscar el empleo que Pablo hacía de las preguntas en
Romanos capítulos 3 y 6. ¿A qué clase de preguntas
pertenecían?
3. Evaluar las preguntas que se sugieren en sus libros
trimestrales de escuela dominical. Decir a qué clases
pertenecen y como se emplean. Recopilar una lista de
preguntas adicionales de conformidad con las
enseñanzas de este capítulo.
88
Capítulo 9
Enseñando la lección
La eficaz enseñanza cristiana es resultado del poder que da
el Espíritu Santo. Pero el Espíritu Santo también continúa
valiéndose del maestro que posee conocimiento práctico de las
buenas técnicas de enseñanza. La espiritualidad y los métodos
correctos no son mutuamente excluyentes. A menos que haya
habido estudio con oración y guiado por el Espíritu, lo probable
es que la enseñanza resulte estéril. La preparación es requisito
indispensable para la buena enseñanza.
La preparación pedagógica es esencial. Los educadores
cristianos saben que las clases de preparación no garantizan que
los maestros tengan las cualidades necesarias para. su trabajo.
Pero la preparación sí suministra un marco de referencia.
Establece las actitudes, destrezas y conocimientos básicos para
el maestro.
89
Listo para comenzar
La oración y la preparación determinan si el dar una lección
será tarea penosa o gozosa. Para el maestro experto y
cuidadosamente preparado, cada lección es una experiencia
feliz. Tras dedicar al planeamiento del trabajo suficiente tiempo,
oración y meditación, el paso final para el maestro es poner por
obra el plan.
EL PUNTO DE CONTACTO
Las primeras palabras del maestro pueden determinar el
éxito o el fracaso de toda la lección. Del espíritu, y método de
esta introducción dependen los resultados siguientes. Los
planes más cuidadosamente trazados pueden parar en nada si el
maestro fracasa en su punto de contacto inicial. La primera
consideración es la actitud y el interés de los alumnos.
HISTORIAS E ILUSTRACIONES
Una historia bien narrada puede despertar y mantener la
atención. Un cuadro o un objeto provocan inmediata reacción.
Una ilustración de la experiencia diaria atraerá la atención y
grabará la enseñanza que el maestro desea impartir.
INFORMES DE TAREAS
Los alumnos se interesan por sus propias actividades. A
menos que la tarea ocupe un sitio definido en el desarrollo de la
clase, puede ser conveniente comenzar la lección con informes
de las tareas cumplidas. De este modo puede dirigirse la
atención de la clase hacia la utilidad e importancia de la tarea y
puede darse a los alumnos reconocimiento y alabanza por el
trabajo hecho.
MANTENER EL ÍNTERES
Obtenida la atención del alumno, el siguiente problema es
retenerla. El maestro debe recordar que la atención de los
alumnos no puede mantenerse sin interés y el interés jamás se
mantiene si la mente no capta el tema. El maestro eficiente se
91
valdrá de todo recurso disponible para "retener la atención"
durante todo el período de clase.
92
ANUNCIE LOS PROPÓSITOS
Algunos maestros consideran bueno revelar los propósitos de
su lección. Otros insisten en que una aplicación es más eficaz
cuando los alumnos se hallan desprevenidos. No todas las
lecciones requieren el mismo procedimiento. Maneje cada una de
modo diferente. Cuando hay temas especiales como temperancia,
misiones. Semana Santa, etc., es fácil anunciarlos por
anticipado.
DE VIDA AL BOSQUEJO
Es valioso presentar una idea guía que estimule el interés en
lo que ha de seguir. A veces puede presentarse un bosquejo
resumido o completo. Pero si el maestro no sigue su bosquejo,
sería un error presentarlo.
DESARROLLO DE LA LECCIÓN
Una vez introducida la lección, el maestro debe proceder
según, la estrategia planeada de antemano. Al ensenar la
lección, el maestro revelará la extensión y calidad de su
preparación.
Al presentar la lección, debe recordar que "nadie enseña de
verdad a menos que alguien aprenda algo". La mejor prueba no
es lo que el maestro dice sino lo que sus alumnos aprenden.
93
condiciones de sentir el desarrollo y progreso de las ideas
principales de la lección.
Conforme se vaya desarrollando cada punto del bosquejo, es
muy conveniente resumir el resultado en forma positiva, y luego
proceder al siguiente punto. Los materiales ilustrativos pueden
introducirse mediante una declaración directa del maestro o por
las preguntas principales de los alumnos.
Reproducir ideas
Debe estimularse a cada alumno para que exprese sus ideas.
Lo que más recordará el alumno será probablemente lo que él
exprese.
Pero además de reproducir los hechos de la lección -y éste es
el punto de partida- el alumno debe, con el auxilio de su
maestro, expresarse; dar su propia interpretación y su propia
aplicación de la lección. Dado que muchos maestros han
fracasado en este punto, algunos educadores modernos han
exagerado el énfasis en las lecciones centradas en la
experiencia. Pero no es necesario desalojar la "verdad" de su
sitio central para que los alumnos piensen por su cuenta. Puede
guiarse a los alumnos para que experimenten la verdad bíblica.
Aplicar la verdad
El maestro debe guiar a su clase para que encare situaciones
específicas en que necesitan practicar el ideal cristiano. Este
ejercicio tendrá por fruto el crecimiento en la gracia. Con
énfasis constante en la aplicación tanto como en la adquisición
de conocimientos —especialmente en los primeros años— los
alumnos aprenderán y participarán en cada lección. Cuando se
practique este procedimiento los alumnos harán la aplicación
de la lección a la conducta, actos, Actitudes y vida espiritual en
general, según lo juzguen más conveniente.
Recuérdese que siempre hay actividad mental tanto como
física. La expresión del individuo puede asumir la forma de
94
inhibición o dominio de sí mismo. Negarse a decir o hacer lo
que no conviene también es expresión de sí mismo. El carácter
está constituido no solamente de impulsos sino también de
frenos.
LA CONCLUSIÓN
La lección nunca debe terminar abruptamente. Debe
considerarse cuidadosamente la conclusión adecuada de la
lección. Debe planearse; dedicar de 3 a 5 minutos para "izar las
redes" sin prisa y con oración.
Resumir la lección
El bosquejo del maestro debe incluir un resumen de la
lección. Preguntas y discusión pueden intercalarse en el
bosquejo planeado, pero el maestro debe dedicar tiempo a
resumir los resultados netos de la hora de clase, destacando los
hechos fundamentales de la lección. ¿Cuáles son las verdades
importantes? ¿Qué enseñanzas prácticas se han dado? ¿Qué
aplicación final debe hacerse? ¿Ha sido revelado Cristo como el
Salvador de los pecadores? ¿Cómo puede demostrarse la lección en
el hogar, la escuela y el trabajo?
95
DESPERTAR EL ÍNTERES
El maestro desea que los alumnos regresen el domingo siguiente,
y que regresen llenos de entusiasmo. Mediante alguna afirmación
sorprendente o una pregunta rara, pueden despertarse la
curiosidad y el interés. Los escritores suelen terminar cada
capítulo de modo que al lector le resulte difícil aguantarse las ganas
de conocer el siguiente capítulo de la serie. De igual modo, el
maestro experto terminará la porción de cada día, "de la más
interesante historia del mundo", con un clímax tan interesante
que toda la clase ansié oír la parte que corresponde al domingo
siguiente.
DEJAR TAREAS
Las tareas deben planearse cuidadosamente por anticipado,
pero la forma alegre en que se encarguen determinará el interés y
entusiasmo de los alumnos.
96
Exploración adicional
1. Observe un número de clases a cargo de maestros
expertos. Fíjese en sus procedimientos de enseñanza.
Procure determinar hasta qué grado se sigue el
procedimiento de la lección tal como se presenta en
este capítulo.
2. Escriba un párrafo sobre problemas y soluciones
relacionado con uno o más de los siguientes temas:
Despertar el interés inicial.
Dar a la clase participación activa.
Poner en su sitio a quienes tratan de monopolizar
el tiempo de la clase.
Relacionar vitalmente las enseñanzas con las
necesidades de los alumnos.
Impulsar a los alumnos para que deseen
prepararse para la lección siguiente.
3. Como proyecto individual, haga que un estudiante
evalúe la enseñanza de una clase en la escuela
dominical. Pídale que base su juicio en todos los
principios que se han estudiado en este curso.
97
Capítulo 10
La buena disciplina
Dios es el autor de la ley y el orden; Satanás es el autor de la
confusión y el caos. Las palabras "discípulos" y "disciplina" se
derivan de una palabra que significa "adiestrado en el orden". Por
esta razón se amonesta a los cristianos: "Hágase todo decente-
mente y con orden" (1 Co. 14:40).
La Biblia también enseña respecto a los niños: "Criadlos en
disciplina y amonestación del Señor" (Ef. 6:4). Dado que la
escuela dominical es un centro de enseñanza de la iglesia, sus
maestros y dirigentes no deben limitarse a impartir instrucción;
deben también ejercer disciplina. Si los alumnos han de aprender
a pensar, el desarrollo moral y espiritual requiere que se les
enseñe orden.
El desorden perjudica grandemente a la escuela dominical. La
enseñanza eficaz es imposible cuando se pierde el control sobre
la clase. Los alumnos desordenados anulan los esfuerzos del
maestro. En vez de practicar la obediencia, reverencia y los
principios de la conducta cristiana, aprenden a irrespetar al
maestro y menospreciar la casa de Dios, su Palabra y su día.
Incomodidad
Las clases no deben reunirse jamás en condiciones físicas
desfavorables. Los alumnos no estarán callados si se sienten
incómodos en sillas demasiado grandes o demasiado pequeñas.
El resultado es inquietud, fatiga y travesuras. La mala
ventilación y los extremos de temperatura también contribuyen
a los problemas disciplinarios. La falta de percheros para colgar
objetos de los alumnos también puede acarrear molestias. En la
escuela dominical los alumnos deben estar tan cómodos como en
la escuela pública.
Distracciones
Hay muchas distracciones que dificultan el captar y retener
la atención de los alumnos. Contar con aulas separadas es la
mejor garantía de que el maestro no tendrá quien compita con
la atención de sus alumnos. Las cortinas defienden un poco de
la distracción visual, pero no ahogan por completo los sonidos.
Interrupciones
El superintendente debe proteger a sus maestros, para que
puedan dar sus clases en las condiciones más favorables.
Algunos colaboradores de la escuela dominical interrumpen la
lección para distribuir sobres de ofrenda, libros de escuela
dominical o para hacer anuncios. Estas interrupciones pueden
perjudicar al maestro, la clase y la lección.
El superintendente debe dirigir la escuela dominical con
igual cuidado que si fuera su propio negocio particular. A los
99
maestros debe librárseles de toda injerencia extraña y
garantizárseles suficiente tiempo y aislamiento para su trabajo.
Aspecto
Quien enseña debe vestir cuidadosamente, evitando ropas
chillonas o demasiado llamativas. El peinado debe ser
cuidadoso. Todo el aspecto debe ser limpio y ordenado.
Los amaneramientos o peculiaridades notables apartarán de la
enseñanza la atención y contribuirán indirectamente al
desorden. Más que el maestro es la enseñanza lo que debe ocupar
el pensamiento de los alumnos. Cuando esta posición -relativa se
trastorna se produce confusión mental, cuando no moral.
Dominio de sí mismo
La mayoría de los maestros esperan que Dios transforme a sus
inquietos alumnos en individuos serenos y atentos, pero pocos
maestros oran pidiendo saber dominarse a sí mismos. El
maestro que está bajo el dominio del Espíritu Santo triunfa. Ni
siquiera las más agotadoras circunstancias deben hacer que el
maestro pierda el dominio propio. Quien no se domina,
difícilmente dominará a otros. Muchas cosas pueden poner a
prueba su paciencia, y necesita mantenerse en guardia no vaya a
ser que se irrite e impaciente.
Los alumnos descubren rápidamente cuando el maestro se
halla en estado de confusión. Como resultado, lo rechazarán
como guía. Para ser eficiente, el maestro debe experimentar el
"fruto del Espíritu" y demostrar la gracia que vuelve cordiales y
100
agradables las relaciones entre maestro y alumno. El dominio
sereno, silencioso y potente de nuestro Señor impresionaba a sus
oyentes y los hacía escuchar sus palabras. En toda controversia,
él era Señor de la situación.
Instrucción
El maestro debe dominar su tema para que pueda dominar a
sus alumnos. Alguien ha dicho: "Si en la clase hay desorden, es
por culpa del maestro. La lección de por sí debe mantener el
orden". El maestro mal preparado se verá en dificultades. El orden
en la instrucción produce orden en la conducta. El desorden
produce falta de atención y de interés. El maestro mal
preparado carece de orden.
EL ORDEN EN EL ALUMNO
El desorden puede ser intencional o sin intención. El
primero tiene su razón en sí mismo. El segundo proviene de
alguna causa externa. Hay por lo menos cuatro grupos generales de
alumnos desordenados.
Alumnos despreocupados
El maestro de escuela pública evalúa el hogar según la clase
de niño que de éste provenga. Reconoce lo difícil que es
neutralizar o disminuir la influencia del hogar. El maestro
cristiano debe tener igual discernimiento. Debe saber cuáles
alumnos son despreocupa-dos y cuáles son intencionalmente
malos. A los alumnos puede enseñárseles reverencia hacia las
cosas sagradas, pero si están acostumbrados al desorden en su
hogar, será difícil que pongan por obra, sus mejores intenciones
de cumplir con los deseos del maestro.
Algunas iglesias suministran preparación sistemática en los
primeros años de la vida infantil. Creen que la reverencia hacia
las cosas sagradas puede inculcárseles y convertirse en parte de
su vida. Si en el kindergarten y en las clases de primarios se
101
forjan adecuados "patrones de conducta" es más probable que
los niños tengan buena conducta en los posteriores
departamentos.
Alumnos inquietos
Las tensiones nerviosas y las frustraciones van en aumento,
aun entre los evangélicos. No son raros los niños que sufren de
trastornos emocionales. El maestro cristiano tiene que ayudar a
estos niños, y todos los niños son por naturaleza inquietos.
Algunos alumnos de escuela dominical proceden de hogares en
que se fuma, se bebe, y se riñe; en que hay falta de cariño y
deliberado menosprecio por los convencionalismos corrientes
de la sociedad.
El maestro cristiano procura contrarrestar todos los
malsanos y anticristianos impactos e influencias del mundo
actual.
Los padres deberían controlar esas condiciones, pero
muchos adultos se han acostumbrado tanto a ellas, que no se
dan cuenta del efecto que producen sobre la impresionable
mente de los niños pequeños. Los maestros que han aprendido
a diagnosticar las dificultades de los niños, están obligados a
informar a los padres.
El niño corriente es una criatura activa. Le encanta estar ha-
ciendo algo. Si el maestro no lo mantiene ocupado, se buscará
su propio entretenimiento. Estos niños inquietos necesitan un
programa completo de actividades que les dé oportunidad de
participar en la lección. Naturalmente, el maestro no debe
desentenderse del alumno "callado" que también necesita
"aprender haciendo". Sin embargo, para mantener buen orden,
el alumno activo necesita un programa bien planeado con
materiales de estudios graduados, así como actividades para
expresarse.
102
Alumnos engreídos
E1 niño mimado siempre quiere imponer su capricho. El es el
centro de atención. Sus aportes rara vez armonizan con la
lección, y es difícil relacionarlos con el plan general. He aquí lo
que cierto maestro hizo cuando un alumno de éstos sonó un
silbato en clase.
El maestro dijo: "¡Vaya! ¡Si Juanito tiene un silbato! Un
silbato es algo excelente. ¿Para qué sirve un silbato?". El
interés del maestro parecía tan genuino que varios se
sintieron animados a responder, no obstante el rubor que
cubría el rostro de Juanito. Luego se hizo hábilmente la
aplicación. Los llamamientos de la Biblia, la advertencia, las
admoniciones fueron presentadas como la forma en que Dios
atrae la atención. Como un relámpago acudió la idea: La
Biblia dice: 'Tocad trompetas en Sión". Era como tocar un
silbato para que lo oyera el pueblo de Dios; una advertencia
que todos deberíamos atender. El tema se desarrolló en
forma práctica. Una vez encarrilada la atención, el maestro
quiso ver el silbato, lo mostró, habló respecto a su
construcción y lo guardó hasta terminar la lección, en la cual
presentó algunos "pitazos" de valiosa advertencia.
Alumnos traviesos
Son relativamente pocos los niños que asisten a la escuela
dominical para provocar desorden. Si sus compañeros los
toman por cabecillas, pueden convertirse en verdaderos
103
problemas para el maestro. Las actividades y métodos eficaces
con otros alumnos pueden fallar con estos. Por bien preparada y
bien presentada que la lección sea, quizá produzca escasos
resultados.
El maestro no debe permitir que los alumnos indisciplinados
echen a perder la lección. Tiene que mostrarse firme pero
amoroso al encarar este problema. Jamás debe perder la
paciencia ni mostrarse furioso o sarcástico. Eso perjudicaría la
reputación del instructor y no lograría nada del alumno. Bondad
y firmeza deben combinarse al llamar la atención del alumno
desordenado y aun quizá al reprenderlo. Si no respeta las
reprensiones, puede pedirse al alumno que abandone la clase.
Pero antes de llegar a esto, el maestro debe tener algunas
conversaciones amistosas durante, la semana. Más de un "niño
problema" ha sido conquistado por un maestro perseverante
que visitó su hogar, descubrió sus intereses y se ganó su
confianza. "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala
a Dios el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le
será dada" (St. 1:5).
El maestro entendido trazará planes, trabajará, enseñará y
orará pidiendo que la gracia de Dios transforme a cada uno de
sus alumnos. Los problemas, sufrimientos y sacrificios se
olvidarán ante el gozo de ver a los alumnos aceptar a Cristo y
crecer en la gracia.
Exploración adicional
1. Presentar un problema específico y actual que haya
entre los alumnos, para su discusión en clase y posible
solución. Describir los actos, determinar las causas y
buscar soluciones prácticas. Discutir la parte personal
que corresponde al maestro para ayudar a estos
problemas.
2. Discutir objetivamente algunos factores que en su
iglesia provocan incomodidad, distracción y molestias.
Buscar soluciones prácticas. En cuanto a lo que no
puede cambiarse, busque actitudes apropiadas y
aceptación de las situaciones.
3. Evaluar objetivamente su propia apariencia,
amaneramientos y enseñanza. Anotar cualquier factor
que pudiera provocar desorden. Tomar medidas para
corregirlos.
105
Capítulo 11
Aplicar lo aprendido
El proceso educativo abarca cuatro grandes pasos:
adquisición, asimilación, apropiación y aplicación. La adquisición
de conocimientos es como la rápida lectura de un libro. Se
asimila mediante ulteriores lecturas y estudio hasta que se
comprende plenamente y se recuerda. Marcando y archivando
ciertos pasajes para empleo futuro, se logra la apropiación del
conocimiento. Finalmente, cuando las enseñanzas se
mencionan o sus verdades se reproducen en la vida, tenemos la
aplicación del conocimiento.
La verdadera prueba de la enseñanza no es lo que el alumno
oye, sino lo que llega a ser. La educación no consiste
sencillamente en adquirir conocimientos sino en emplearlos. El
educador "guía" para que el alumno aprenda los hechos y los
ponga en práctica en su vida. Corresponde al maestro cristiano
la gigantesca responsabilidad de ayudar a formar la vida de sus
alumnos. Para esto enseña la Palabra de Dios. Su tarea no está
completa cuando ha impartido el conocimiento bíblico. Debe ir
más allá y ayudar a sus alumnos a desarrollar madurez y
carácter cristianos. Busca reacción específica en la vida de cada
alumno. Cuando se manifiesta la santidad, el maestro sabe que
la Palabra de Dios ha resultado eficaz y que las lecciones han
sido aprendidas.
Es imposible separar el carácter cristiano de la vida
cristiana. La vida externa del cristiano es fruto del carácter que
Cristo ha formado en lo interno. Cuando reconozca a Cristo
como Señor, el alumno estará regido por la verdad de Dios y
106
formará hábitos de estudio, oración, reverencia, adoración,
obediencia y desprendimiento. El carácter cristiano crece
mediante la expresión y no mediante sueños, deseos de palabras
inútiles. El hábito de no hacer nada es tan devastador como el
de hacer lo malo. Si la instrucción y la inspiración no se
expresan en actos, destruirán la sensibilidad espiritual y
dificultarán enormemente el responder a la orientación del
Espíritu Santo. Las actividades de expresión deben infiltrarse
en el programa de enseñanza para que se estimule y desarrolle el
carácter cristiano activo y positivo.
Los métodos didácticos de Cristo incluyen un fuerte énfasis
en la aplicación. Véase lo que dijo en el Sermón del Monte (Mt.
7:20, 21,24). Enseñaba a sus discípulos que la condición interna
del Espíritu se manifiesta por los actos externos. Sus discípulos
compartían su vida y obra. Vivían como él vivía. Aprendían
actitudes correctas hacia Dios y sus semejantes. Palpaban los
móviles y ministerio de Cristo. Luego él los envió a completar su
adiestramiento mediante la experiencia práctica en la vida diaria.
De igual modo forjan nuestros alumnos sus hábitos cristianos.
Aprenden a orar no definiendo o describiendo la oración, sino
practicando la oración. Aprenden a estudiar la Palabra de Dios
mediante el empleo verdadero de la Biblia. Llegan a ser reverentes,
obedientes y generosos practicando estas virtudes.
Al hacer la aplicación, hay tres consideraciones.
APLICACIÓN AL MAESTRO
Ningún maestro puede aplicar bien la verdad a sus
discípulos a menos que primero la haya aplicado a su propia
vida. Los alumnos tienen que ver constantemente reflejadas en
su maestro las verdades bíblicas que él procura aplicar a la vida
de ellos. Este es un imperativo categórico de la enseñanza
cristiana.
El Señor Jesús acompañaba su enseñanza de una constante
demostración de la verdad. Enseñó la humildad con una lección
práctica colocando un niño en medio de sus reñidores y
ambiciosos discípulos. Dio ejemplo de mansedumbre ciñéndose
la toalla y lavando los pies de los discípulos (Jn. 13:15). A
menudo hablaba de perdón (Mt. 6:15; 18:21,22), pero fue en su
108
mirada de perdón, después que Pedro había negado a su Señor,
donde el impetuoso discípulo aprendió el verdadero significado
de esa enseñanza (Lc. 22:61,62).
Cristo demostró el perdón en la cruz al orar: "Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen". Hasta el
empedernido centurión reconoció que Jesús era hombre justo
(Lc. 23:34,47). Cristo enseñaba acerca de la oración, pero sus
discípulos no lograron comprender hasta que "aconteció que
estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus
discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan
enseñó a sus discípulos" (Lc. 11:1).
Muchos jóvenes han declarado que aunque habían olvidado
la instrucción verbal recibida en su juventud, jamás podían
olvidar la imagen de la madre arrodillada intercediendo en
oración. La vida diaria del maestro debe demostrar su
instrucción para que impresione el corazón y la mente de sus
alumnos. Las verdades que no le han servido al maestro no le
servirán a la clase. La lección ha de influir primero en el maestro
para que pueda bendecir a la clase.
Maestro, examínate mediante estas preguntas: "¿Qué me ha
enseñado esta lección? ¿Tengo más capacidad para mi trabajo
por haber estudiado esta lección? ¿Soy ejemplo de la verdad que
estoy enseñando a mi clase?
APLICACIÓN AL ALUMNO
La aplicación de la lección está vitalmente relacionada con el
propósito del maestro. Al preparar la lección, el maestro debe
planear satisfacer las necesidades específicas de sus alumnos, tanto
colectiva como individualmente. Para esto, la aplicación de lo
enseñado debe apuntar en varias direcciones.
Salvación
Es imperativo que cada alumno comprenda su responsabilidad
personal en cuanto a decidirse por Cristo. Su instrucción debe
109
prepararlo para aceptar personalmente a Jesucristo como
Salvador y Señor.
Espiritualidad
Después de su conversión, debe darse al alumno
oportunidades para "crecer en la gracia". La asistencia regular a
la iglesia debe dar por fruto el estudio bíblico sistemático y la
práctica de la oración.
Sea cual sea el marco de organización, la escuela dominical
debe educar en la adoración. Individuos o clases pueden planear y
dirigir la reunión. Esto incluirá el estudio de los elementos de la
adoración, investigación de las Sagradas Escrituras en cuanto a los
actos involucrados en la adoración, y observación del programa de
adoración de la iglesia. Demandará una evaluación de las
oraciones, himnos, libros devocionales y publicaciones, que ayude
a todos los alumnos a comprender y a apreciar las experiencias
de adoración.
Debe instarse a toda la escuela dominical a compartir el gozo de
cantar los himnos de la iglesia. Casi todo el mundo puede cantar;
todos pueden vibrar ante el influjo de la música adaptada a su
comprensión.
Debe darse instrucción en cuanto a la vida de oración
personal para que los alumnos "crezcan" en la gracia y el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2 P. 3:18). Los
alumnos deben participar en actividades devocionales colectivas
durante la hora de clase. Esto desarrollará hábitos de oración y los
estimulará a ser fieles en sus devociones privadas.
Mayordomía
El desarrollo de la vida espiritual incluye la responsabilidad
personal del alumno en cuanto al empleo de su tiempo, capacidad y
posesiones. Debe enseñársele a apoyar todo el programa de la iglesia.
Debe aprender a contribuir con su dinero. La verdadera co-
laboración del alumno mediante sus posesiones, crea la mejor
110
impresión. Aunque sean sus padres quienes le dan para la ofrenda»
debe enseñarse al alumno la verdadera mayordomía.
En la medida en que el espíritu de dar con sacrificio penetre
en toda la escuela dominical, los alumnos aprenderán y
practicarán la plena mayordomía de su tiempo, talento y bienes.
En la escuela dominical debemos preparar a cada generación
para que sean dadores liberales, sistemáticos y alegres. Debe
enterarse a los alumnos en cuanto al propósito de sus ofrendas
y de la razón para dar, de modo que practiquen la mayordomía
cristiana.
Servicio
Un adecuado plan de estudios, bien enseñado, debe
producir en el alumno responsabilidad personal en cuanto a sus
dotes y posesiones. El buen maestro sabe cómo aprovechar la
oportunidad para que sus alumnos realicen actividades útiles.
Convierte su instrucción en laboratorio de servicio cristiano
como estímulo para entregarse a Cristo de por vida.
EL HOGAR
Los cristianos deben vivir para Cristo en su propio hogar.
Los niños deben darse cuenta de su responsabilidad para la
felicidad de los suyos. Debe estimulárseles a participar en el
cuidado de la casa, y advertírseles que no rehúyan su deber.
Toda la familia debe participar en la hospitalidad que el hogar
brinda a los amigos y vecinos, y enorgullecerse por mostrarse
atractiva.
LA IGLESIA
Debe grabarse en cada alumno la responsabilidad para con la
iglesia, especialmente si es miembro de la misma. Esto incluye
asistencia regular, contribución sistemática y proporcional para
su mantenimiento, y participación activa en su programa. Debe
estimularse a los alumnos para que atraigan nuevos miembros
111
para la escuela dominical y para que visiten a los que asisten
irregularmente o se han retirado del todo.
En una escuela dominical que se mantiene alerta, hay
muchos otros deberes para los miembros de todas las edades.
Puede servirse distribuyendo materiales o decorando las aulas
para ocasiones especiales. Los mayores pueden ayudar al
crecimiento de la asistencia mediante un censo del vecindario.
VECINDARIO
En toda vecindad hay muchas oportunidades para servir. La
escuela dominical debe ayudar a los menesterosos, los enfermos
y los solitarios. Debe mantener un programa bien equilibrado para
satisfacer las necesidades totales de los niños, los jóvenes y los
adultos. Debe participar en actividades cívicas y vecinales. Estas dan
valiosas oportunidades para la obra práctica de la escuela
dominical.
EL MUNDO
La iglesia y la escuela dominical deben llevar el evangelio al
mundo entero. Hay mucho que hacer por la gente de otras
tierras. Cartas, cajas misioneras y ofrendas de dinero pueden
mostrar genuino e inteligente interés en la vida de otros. Debe
hacerse que los alumnos comprendan su responsabilidad para
evangelizar al mundo entero. Debe instárseles a obedecer la
comisión que Cristo nos dio, "Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones... enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado" (Mt. 28:19,20).
Exploración adicional
1. Buscar en los evangelios las lecciones que Jesús daba y
anotar por lo menos cinco casos en que su enseñanza
fue inmediatamente puesta en práctica. Por ejemplo, el
ciego Bartimeo obedeció inmediatamente el mandato
de Jesús (Mr. 10:46-52). Anotar tres casos en que su
enseñanza fue aplicada más adelante. Por ejemplo, el
encargo de Cristo a Pedro de "apacentar sus ovejas" (Jn.
21:15-17).
2. Examinar varios folletos de lecciones para escuela
dominical destinados a varios departamentos, y ver
cómo aplican los autores la enseñanza de las lecciones a
situaciones de la vida. En cada folleto trimestral anotar
por lo menos una posible aplicación adicional.
3. Valiéndose de ilustraciones conseguidas por maestros
de su propia iglesia o sacadas de la experiencia suya,
justifique esta afirmación: "La verdadera prueba de la
enseñanza es lo que los alumnos llegan a ser".
113
Capítulo 12
Evaluar lo aprendido
Evaluar la eficacia de la enseñanza de nuestra escuela
dominical es parte importante de nuestro trabajo. Decimos que
el propósito de la escuela dominical es enseñar la Biblia; pero,
¿cómo saber si se está enseñando bien la Biblia a menos que
contemos con algún medio para medir el conocimiento que los
alumnos poseen?
La mayoría de los maestros de escuela dominical se
sorprenderían al descubrir, mediante cualquier sencillo método
de evaluación, lo poco que en realidad han retenido sus
alumnos. Puede que ignoren por completo que gran parte de su
instrucción es ineficaz y que hay una vital necesidad de revisar
sus métodos y énfasis de enseñanza. Podrían presentarse varios
interesantes ejemplos de cómo el examen señala nuestros
puntos débiles.
Hace algún tiempo se distribuyó un cuestionario sobre la
Biblia entre 850 estudiantes de enseñanza media en los Estados
Unidos. El 64% no sabía que Moisés fue el más grande
legislador del mundo. El 83% no sabía qué importancia tiene en
la historia el Getsemaní. El 78% era incapaz de citar dos
versículos de la Biblia. El 58% no pudo nombrar cinco libros de
la Biblia. El 48% no logró mencionar siquiera un escritor de la
Biblia.
A una prueba similar se sometieron 81 estudiantes de
enseñanza media, casi todos fieles asistentes a la escuela
dominical. La calificación promedio fue 35%. Las preguntas
fueron puramente sobre hechos.
¿Quién fue el primer hombre? Mencione los libros del
Pentateuco. ¿Quién guió a los hijos de Israel en su huida de
114
Egipto? ¿Quién fue el primer rey de Israel? ¿Quién escribió la
mayoría delos Salmos? Mencione los cuatro evangelios.
Mencione cuatro delas epístolas de Pablo.
Si la enseñanza es descuidada, superficial y errática, los
resultados se reflejan en la incapacidad de los alumnos para
captar las enseñanzas que deben aprender, con el consiguiente
empobrecimiento de su vida. Si nuestra enseñanza es
empeñosa, meditada y hábil, los resultados se manifestarán en
el crecimiento y desarrollo de nuestros alumnos, conforme
incorporan las verdades del cristianismo a su carácter y
conducta.
Tarde o temprano la eficacia de cada maestro será sometida
a juicio, no sólo por los hombres sino también por Dios.
Quienes enseñan no pueden evitar que se examine su tarea y su
pericia (Léase 1 Co. 3:1-15.)
Examinar el conocimiento del alumno es posible tanto como
lo es enseñarle la verdad. Los que en verdad examinan lo que
enseñan hallarán que la principal dificultad es lo inadecuado de
su propia preparación. Al planear un programa de exámenes,
tiene primordial importancia que el maestro grabe en el alumno
lo que desea que recuerde. Gran parte del examen puede
realizarse mediante repetición de lo aprendido, si se dirige bien.
LA REPETICIÓN
Este es un eficaz método de enseñanza. Es también un buen
método para examinar el conocimiento del alumno. Al
examinar este conocimiento, lo ponemos a prueba. Sometemos
a prueba la comprensión del alumno para determinar si es clara
o confusa. La repetición no consiste en recitar las palabras o
frases textualmente. Debe estimularse a los alumnos a decir las
cosas a su modo, conforme comprenden la enseñanza. El
examen debe ser completo, profundo, correcto, e inspirador
para que el maestro tenga un reflejo fiel de la comprensión del
alumno.
115
El maestro debe mantenerse alerta respecto a actitudes y
conocimiento conforme los expresen las respuestas. Suele
suceder que cuando un alumno comprende mal una palabra o
frase ello rompe la conexión, y el maestro no puede avanzar en
la enseñanza hasta haber explicado esos puntos.
Dos aspectos deben considerarse cuando se usa el examen
por repetición.
116
segundo, los únicos alumnos que ponen atención son los que
están diciendo la lección o aquellos cuyo turno sigue.
Dando por sentado que ha habido preparación en el hogar y
estudio previo, ¿cómo dirige el maestro la repetición? Hay dos
métodos que pueden emplearse.
EL MÉTODO DE PREGUNTAS
Mediante el hábil empleo de la pregunta, el maestro
desenvolverá el tema sistemática y lógicamente. Las preguntas
no deben ser estereotipadas. En gran medida serán provocadas
por las respuestas de los alumnos. Esto les dará frescura y
espontaneidad.
MÉTODO DE TEMAS
El método de temas es una buena prueba para la expresión.
Obliga al alumno a fijar opiniones, o le deja a su cargo organizar
sus propias ideas y expresarlas. La orientación del maestro hábil
evitará que la clase se desvíe por temas que no vienen al caso. La
combinación del método de preguntas con el de temas pondrá a
prueba lo que el alumno sabe y le dará la oportunidad de
defender su opinión.
EL EXAMEN
Las escuelas públicas y la universidad hacen exámenes
finales. El trabajo de un período, semestre o año entero, se somete
a examen y repaso general. Es un sistema generalmente aceptado y
no necesita defensa entre los educadores o directores de los
círculos mercantiles y profesionales.
El conocimiento bíblico debe obtenerse y probarse por los
mismos métodos empleados en otras ramas de la enseñanza.
Pero muchas escuelas dominicales todavía se muestran
renuentes a examinar lo aprendido por sus alumnos.
La Biblia enseña que a los niños hay que criarlos en disciplina
y amonestación del Señor (Ef. 6:4). Esto abarca impartir conoci-
117
miento y orientar la conducta. En ambos aspectos debe haber
examen.
La palabra examen aterroriza a muchos. Recuerdan los
fatigosos repasos de último minuto. Recuerdan la dolorosa
experiencia de tratar de escribir lo que laboriosa y
apresuradamente habían aprendido de memoria. Jamás pueden
olvidar las preguntas que les tomaron por sorpresa y los
problemas que dejaron en blanco. No es maravilla que maestros
y alumnos de la escuela dominical hayan evitado los exámenes
en general. Pero si tomamos en serio el trabajo de la escuela
dominical, si enseñamos afanosa, meditada y hábilmente,
tenemos que valernos de todo método objetivo de evaluación.
Esto incluye el examen.
EXAMENES BÍBLICOS
El maestro prepara las preguntas y juzga las respuestas.
Puede señalar temas y evaluar el resultado. Los alumnos están
acostumbrados a los exámenes escritos en la escuela pública.
¿Por qué no emplearlos en la escuela dominical? Hay quienes
arguyen que la escuela dominical es voluntaria, que los
exámenes pueden molestar a los alumnos, o que los exámenes
pueden ser pesados y repelentes. El maestro que comprende los
modernos procedimientos de evaluación sabe que pueden ser
interesantes, estimulantes y muy provechosos.
Ramas
Debe examinarse a los alumnos por lo menos en tres ramas
del conocimiento bíblico.
HISTÓRICA
Hay muchos hechos históricos en la narración bíblica. Debe
estudiárseles cronológicamente. Para fines de examen, pueden
desordenarse los hechos y pedir al alumno que los coloque en
su orden lógico hasta quedar grabados en su mente.
118
BIOGRÁFICA
Puede pedirse a los alumnos que identifiquen personajes
bíblicos, acomoden nombres en su orden cronológico o
suministren los datos y sucesos que se dejan en blanco.
GEOGRÁFICA
Dar un mapa incompleto para que los alumnos coloquen las
ciudades, divisiones políticas o países donde ocurrieron
importantes sucesos bíblicos. Los mapas pequeños pueden
mimeografiarse, comprarse, o pueden ser dibujados por los
alumnos. Es importante que todos los alumnos conozcan los
factores geográficos relacionados con su estudio bíblico.
Clases de exámenes
En la educación pública y en otros campos seculares se han
empleado con éxito diversos tipos de exámenes. Estos métodos
de examen también se han adaptado para su empleo en la
escuela dominical. Generalmente los editores de materiales
para escuela dominical sugieren formas de examen en los libros
del alumno o del maestro. Hay por lo menos cuatro clases que
los alumnos pueden resolver espontáneamente.
CIERTO o FALSO
En esta clase de examen el alumno lee una serie de
declaraciones. Algunas son verdaderas, otras falsas. El alumno
evalúa y encierra en un círculo la respuesta correcta. El
siguiente examen esta basado en Lucas 2:47-52
COMPLETAR
Los exámenes para completar son más difíciles que los de
cierto o falso. En estos hay un 50% de probabilidad de quedar
bien por adivinanza. En los exámenes para completar, el
alumno escribe los datos que corresponden a los espacios
vacíos. El siguiente ejemplo sugiere lo que podría hacerse
después de estudiar 2 Reyes 20.
Ezequías cayó enfermo de ____________________________________.
El profeta que visitó a Ezequías se llamaba __________________.
El profeta dijo a Ezequías que iba a ________________________.
Ezequías entristecido volvió el rostro a ____________________.
Ezequías pidió en oración que Dios recordara que él había
andado en ____________________________.
Mientras oraba, Ezequías _________________________________.
SELECCIÓN MÚLTIPLE
Los exámenes de selección múltiple brindan una magnífica
oportunidad para descubrir los conocimientos del alumno. He
aquí un ejemplo de examen geográfico. El alumno subraya el
nombre de la respuesta correcta.
120
Aldea que no vio muchos milagros por incredulidad
Jerusalén, Nazaret, Capernaum, Betsaida.
APAREAR
El examen de apareamiento suele gustarles a los alumnos.
Sólo requiere el empleo de líneas o números. En el siguiente
ejemplo, se dice al alumno que el libro de Filemón contiene los
nombres y afirmaciones que identifican a once personas. Se les
pide unir unos con otros mediante una raya del nombre a la
declaración correcta.
121
EXAMEN DE CONDUCTA
El examen que acabamos de estudiar se emplea básicamente
para determinar el conocimiento que el alumno tenga del
contenido bíblico. En el trabajo de escuela dominical debemos
también medir el crecimiento espiritual y la conducta. Esto es
más difícil porque la vida consiste en gran parte de hábitos de
pensamiento, sentimientos o acciones que se han arraigado
profundamente por la repetición. Los niños necesitan ayuda
para formarse hábitos correctos.
Los maestros de escuela dominical necesitan la cooperación
de los padres en esta importante responsabilidad. Jesús destacó
este aspecto de la instrucción cristiana al decir: "Cualquiera,
pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un
hombre prudente que edificó su casa sobre la roca" (Mt. 7:24).
122
LOS REGISTROS DEBEN ESTAR AL DÍA
Una vez que se atrasan los asientos en un registro se hace suma-
mente difícil ponerlo al día nuevamente. Lo mejor es tener un
momento determinado asignado a tal fin, que puede inmediatamente
después de concluir la clase.
ACTITUD Y ELECCIÓN
La enseñanza de la escuela dominical debe llevar a la
formación de actitudes y elecciones cristianas. Es necesario
poner a prueba estos resultados, pero no es fácil medir el
progreso en estos campos espirituales. Regeneración y "el
123
crecimiento en la gracia" son productos del Espíritu Santo.
¿Quién podrá medir su misterioso trabajo o conocer el tiempo
cuando se produce la convicción en el corazón? E1 maestro debe
ser sensible a las emociones de la clase. Debe saber cómo
aprovechar el momento sicológico en que el Espíritu Santo
revela que ha llegado el momento de la decisión. Bajo la
dirección de Dios, el maestro consagrado y con discernimiento
tendrá el gozo de conducir sus alumnos al salvador
conocimiento del Señor Jesucristo. Puede también conducirlos
al sitio en que sus vidas estén rendidas a la perfecta voluntad de
Dios. Este es el supremo fin y el resultado de la enseñanza
bibliocéntrica que honra a Cristo.
Exploración adicional
1. Escriba su reacción respecto a una de las siguientes
situaciones reales para una posible discusión en
clase. Tentación para un primario superior de hacer
fraude en el examen en la escuela.
2. Un adolescente que no quiere asumir su parte de
responsabilidad en el hogar.
3. Un adolescente invitado a una fiesta en que habrá
licores. Informar a toda la clase sobre las
resoluciones de los grupos, para ahondar la
124
consideración de los principios de carácter.
4. Preparar una lista de situaciones problemáticas en
diferentes niveles de edad, las respuestas a las
cuales indicarán la medida del desarrollo espiritual
de un alumno.
5. Discutir formas útiles de lograr la cooperación de
los alumnos en un programa de evaluación sobre
verdades bíblicas.
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