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En México, para solicitar recursos federales para Programas y Proyectos de Inversión (PPI) por parte de las Dependencias

y Entidades de la Administración Pública Federal (DEAPF), es necesario presentar ante la Unidad de Inversiones de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (UISHCP), un documento de evaluación socioeconómica que cumpla con los
“Lineamientos para la elaboración y presentación de los análisis costo y beneficio de los programas y proyectos de
inversión” publicados por la UISHCP en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Por ello el Centro de Estudios para la
Preparación y Evaluación Socioeconómica de Proyectos (CEPEP)

Cuando se desarrollan proyectos sociales y/o privados, siempre se tiene la incógnita, ¿Cuál será el beneficio que ofrece a la
población?, y la solución que se plantea es limitada al número de personas que se cubre, mostrando resultados como la
población obtiene estos beneficios descritos de una manera cualitativa, hablan de mejora en el bienestar, pero no es claro
cuáles son los criterios para poder evaluar y tampoco cuál es la mejor alternativa a desarrollar. Pero, aun así, queda la
pregunta al aire, ¿el beneficio real se puede cuantificar? la respuesta es sí, existen varias metodologías para evaluar
socioeconómicamente todo tipo de proyecto de inversión pública y/o privada.

Estas metodologías permiten cuantificar el beneficio, lo expresa en términos monetarios, y así como el inversionista tiene
una utilidad expresada en unidades de valor financiero (rentabilidad), este beneficio se expresa en términos numéricos
tomando como medida pesos, para la población, cuestión que da un gran paso para la evaluación del proyecto el cual se va
a realizar.

Los indicadores de rentabilidad para una evaluación de un proyecto privado, que es nuestro caso, hay que hacer un
análisis costo-beneficio del proyecto a evaluar, el cual consiste en comparar los costos de inversión con los costos de
inversión y operación con los beneficios que este me llegue a generar, con el objetivo de llegar a la conclusión si es viable o
no la realización del mismo. Para poder llegar a comparar los costos con los beneficios, es necesario identificarlos,
medirlos y valorarlos.

La identificación de costos y beneficios, consiste en determinar, en forma cualitativa, los impactos que llegue a provocar el
proyecto de manera positiva y negativa a la población a la cual está dirigida (en este caso los estudiantes de ITESCO y al
público en general), la acción positiva que llegué a ocasionar son: los ahorros de transporte y tiempo en los locatarios y
estudiantes de alrededores, del lado de los costos: equipo especializado y calidad de los materiales.

La medición de costos y beneficios, consiste en la cuantificación en unidades físicas, en nuestro caso del centro de copiado
e impresión: cuantos equipos de copiado o cuantas impresoras se tendrán, cuantos paquetes de cada material se tendrá
que comprar.

La valoración de costos y beneficios, consiste en algo que comúnmente se puede identificar, pero difícilmente puede ser
medido, por ejemplo: Se puede estimar la cantidad de alumnos que serán beneficiados con el proyecto porque tendrán un
lugar cerca donde sacar sus copias o imprimir sus tareas a mayor alcance.

Una vez que se haya realizado el proceso de identificación, medición y valoración, se procede a la aplicación de los
Indicadores de rentabilidad, que serían VPN, TIR y la TRI, según corresponda al caso de nuestro proyecto.

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