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Preguntas

1. Identifique las normas y/o reglas y subreglas de la providencia que le corresponde.


2. Identifique en la providencia, en que parte se aplicaron los principios de la
congruencia, motivación y eficacia, de proporcionalidad, ponderación y necesidad, así
como otros principios como “pro homine” “indubio pro reo”, etc.
3. Identifique la proposición jurídica de la parte actora y de los intervinientes del
proceso, indicando los principios de lógica jurídica como identidad, contradicción,
razón suficiente, en que sustentaron sus actuaciones.
4. Cuál es la “Ratio Deciden di” así como los principios de la interpretación
constitucional que contiene la providencia que le corresponde.

Sentencia C – 795 del 2000

1. La principal norma jurídica en la que se basa la sentencia y sobre la que se tomara la


decisión, es la Ley Orgánica Territorial, la norma demandada como
inconstitucional, por haber quebrantado el artículo 288 de la Constitución Política.
Lo que se analiza aquí es de acuerdo a los preceptos constitucionales que tan válida
puede llegar a ser la norma demandada, ya que para el demandante, la norma
demandada viola el preámbulo y los artículos 1,2,7,9 inciso primero, 13, 93, 286,
287, 288, 329, 330 y 333 inciso quinto, de la Constitución Política.
Mientras que las reglas y subreglas son todos los ordenamientos (leyes y decretos), que
rigen una determinada temática, en este caso, lo concerniente al Ordenamiento Territorial y
el Plan de Ordenamiento Territorial, que lo encontramos regulado por la Constitución y por
la norma demandada, que es la la Ley 388 de 1997. En base a lo anterior las subreglas
identificables en la sentencia, que son la aplicación de las anteriores reglas, que a la luz de
lo procesal son reglas abstractas, pero si se analizan desde una mirada constitucional se
podría decir que la ley ordinaria no puede, en consecuencia, dejar de lado los requisitos
concurrentes que deben reunirse para dictar normas orgánicas, puesto que estos no son
dispositivos sino imperativos y se imponen al Congreso. Estas subreglas también se pueden
ver reflejadas en la demanda hecha por el autor y en las razones que tuvo para interponerla,
se reconoce el deber de la protección a la diversidad étnica y cultural de la Nación desde la
Constitución Política, pero si se aplica esta regla al caso en concreto de la sentencia ya
mencionada, se podrá obtener como subregla que cualquier práctica, como la que permite la
norma demandada, que atente sobre la diversidad étnica y cultural de la nación, desconoce
la garantía de respeto para los pueblos indígenas, que por lo demás, se encuentra centrada
en los derechos colectivos, en el derecho a la tierra y, a los recursos históricos, así como, a
la organización cultural autónoma y a la identidad cultural.
Esta decisión está basada en una regla preexistente, consagrada en la constitución y la ley,
pero que aun así, hasta ahora no tuvo una aplicación concreta, que consecuentemente
generaría un precedente para casos futuros.

2. La sentencia se centra en la demanda de inconstitucionalidad que realizo el


ciudadano Gabriel Vanegas Torres frente al artículo 7 numeral 2, parcial, de la Ley
388 de 1997 “Por la cual se modifica la Ley 9ª de 1989 (1), y la Ley 3ª de 1991(2) y
se dictan otras disposiciones”. Argumentando que la norma acusada viola el
Preámbulo y los artículos 1, 2, 7, 9 inciso primero, 13, 93, 286, 287, 288, 329, 330
y 333 inciso quinto, de la Constitución Política. Tal como lo expresa la sentencia:
“Considera el demandante que se conculcan los valores y principios consagrados en el
Preámbulo de la Carta, porque no se debe involucrar a los pueblos indígenas en un
proceso de ordenamiento territorial y urbano y, dejarlos bajo las directrices de los
departamentos sin que previamente se encuentren conformadas y definidas sus entidades
territoriales, a través de una ley orgánica que establezca las competencias entre las
comunidades indígenas y las demás entidades territoriales. Por ello, hasta tanto no se
expida la ley orgánica que exige la Constitución, los pueblos indígenas estarán en
condiciones de desigualdad frente a los departamentos y municipios, como quiera que no
cuentan con reglas claras sobre su posición y situación dentro de los procesos de
descentralización y ordenamiento territorial que en la actualidad se desarrollan en el
país”.

La mayoría de las intervenciones de la sentencia por diferentes actores, estuvieron de


acuerdo con la demanda del actor principal, argumentando la importancia en la garantía del
deber de la protección a la diversidad natural y cultural de la Nación.
Para entrar en materia, el principio de congruencia no se refleja tanto en la intervención de
terceros, sino principalmente en la decisión de la Corte, que en este casó decidió declarar
inexequible el artículo 7º de la Ley 388 de 1997 “Por la cual se modifica la Ley 9ª de 1989
(1), y la Ley 3 de 1991 (2) y se dictan otras disposiciones”, siendo coherente el juez con lo
que el demandante solicito y con la decisión que tomo bajo parámetros constitucionales y
de razonamiento jurídico, sin transgredir derechos de alguna de las partes.

El principio de motivación, que es uno de los más importantes dentro de las sentencias, se
refleja en las consideraciones de la Corte, donde en un primer orden explican la función del
ordenamiento del territorio y todos los aspectos que de él se desprenden, para
posteriormente dar a entender la importancia de su estudio y análisis constitucional y como
la problemática presente atenta incluso sobre el precedente judicial de la Corte que ya se
había pronunciado sobre el tema y trayendo a colación una serie de obligaciones y
presupuestos que se deben tener en cuenta para las leyes orgánicas, dejando claro como la
Corte esta a favor de los argumentos del demandante, explicando punto por punto cada uno
de las fallas de la norma demandada, que artículos respaldas ese argumentos y los defectos
que su materialización representaría para la ciudadanía.
Es así como la Corte motiva su decisión, a través de un estudio jurídico significativo y
socio jurídico.

El principio de colegialidad manifiesta que el Tribunal Constitucional al ser un órgano


colegiado, debe marchar en función de los que digan la mayoría de sus miembros, por lo
que no puede haber fisuras en el fallo final. En este caso en concreto hubo un salvamento
de voto, por parte de los Magistrados Alfredo Beltrán Sierra Mesa y Vladimiro Naranjo, a
apartándose así del pensamiento de los demás jueces, pero que a pesar de esto no representa
una vulneración a este principio, puesto que en él se garantizan la “publicidad y el carácter
abierto de la constitución”, y permite tener otra perspectiva acerca del fallo para futuras
demandas.

Finalmente, el principio de eficacia, que pretende guardar y revertebrar el ordenamiento


jurídico, se refleja claramente en la decisión de la Corte, donde a partir de una demanda de
inconstitucionalidad que vulnera el texto constitucional en su preámbulo y demás artículos
ya mencionados, busca a través de su decisión “ sanear” esta vulneración, y garantizar de
que allá no solo un respeto, sino también un cumplimiento a cabalidad de lo que determina
el ordenamiento jurídico creando para sí un precedente aplicable a otros casos.

3. La proposición jurídica del accionante se centra en la formulación de apartes


íntimamente relacionados con relación a otras leyes que configuran unos alcances,
que llevan a determinar de acuerdo a dicha proposición, la calificación que hace el
derecho sobre algunas conductas.
La proposición jurídica del demandante se centra en determinar como la expedición de la
Ley Orgánica, en contra de la Constitución, afecta los derechos de los pueblos indígenas su
cosmovisión, sus principios, valores y derechos constitucionales y simultáneamente
argumentando que es obligación del Gobierno Nacional el de consultar a los pueblos
indígenas el contenido de la Ley 388 de 1997, violando el artículo 93 del Estatuto Superior
y, el Convenio 169 de la OIT.
Esta proposición jurídica del actor esta influencia por unos principios claves, en los que
encontramos el principio de identidad, y que se expresa en la necesidad del actor de hacer
entender que una normar constitucional siempre deberá mantener valida.
El principio de contradicción muestra como la Ley Orgánica es contraria a la Constitución
Política cuando teniendo ámbitos iguales de validez material, espacial y temporal, una
permite y la otra prohíbe a los mismos sujetos la misma conducta.
Finalmente el principio de razones suficientes, se refiere a como las razones suficientes de
las normas del derecho, residen en la norma primaria, el cual es la Constitución Política, y
en la preposición jurídica de la parte actora se observa como se menciona constantemente el
texto constitucional y como su vulneración y lo que el texto constitucional prohíbe y
permite respecto a la materia, es razón más que suficiente para declarar inexequible la
norma demandada.

La intervención del Ministerio de Desarrollo Económico, basa su proposición jurídica en la


protección constitucional de la norma demandada, porque considera que la previsión
realizada por el legislador en materia de competencias desde el punto de vista del
ordenamiento territorial, no desconoce la identidad, conformación, usos, costumbres,
creencias, etc., por lo tanto, no se puede afirmar que al departamento se le haya atribuido la
función de desconocer la realidad y tradiciones de los pueblos indígenas, que cuentan, por
lo demás, con el debido amparo constitucional, en la medida en que se protege a los
resguardos indígenas. Además resaltando que los indígenas por lo general se asientan en
territorios que hacen parte de más de una jurisdicción territorial y por ende, de acuerdo al
artículo 286 y 334 de la Constitución Política, permiten que se desarrolle a cabalidad la
normatividad demandada.
Se aplica por ende el principio de identidad, y de razón suficiente para mantener en su
estado actual la norma jurídica.

Por su parte el Procurador General de la Nación tuvo como proposición jurídica que tras la
consagración del Estado Social del Derecho, se deberán garantizar los derechos de todos los
ciudadano y especialmente de las mínorias.

4. El juez para decidir tuvo como razones principales que la falta de requisitos de la
norma demandada no se subsana con la aplicación de mecanismos de participación
por parte de las autoridades llamadas a dirigir los procesos de ordenación territorial,
como se estipula en la norma objeto de estudio. En base a que la ley ordinaria no
puede, en consecuencia, dejar de lado los requisitos concurrentes que deben reunirse
para dictar normas orgánicas, puesto que estos no son dispositivos sino imperativos
y se imponen al Congreso, que mal puede intentar canjearlos con mecanismos de
concertación plasmados en las leyes ordinarias que expida.
La Corte por ello acepta el argumento del demandante. El tema territorial y la distribución
de competencias para su ordenación y desarrollo, afecta en grado superlativo a las
comunidades indígenas cuyas culturas y cosmovisiones, como se sabe, plantean un
profundo e inescindible arraigo con la tierra.
La razón de decisión del juez es fiel al principio de unidad, en donde busca que se tenga en
claro que el orden constitucional debe estar en armonía con las demás normas que se
expiden, por lo que se evitaran cualquier tipo de contradicciones internas.
Al igual que el principio e fuerza normativa de la Constitución, en donde se le otroga
preferencia a los ordenamientos constitucionales frente a otras disposiciones

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