DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA.

La fe pública es el tipo de confianza o veracidad colectiva la cual se le atribuye a un funcionario con

relación a sus actuaciones, contratos o hechos que realiza, de donde se denota la concerniente
autenticidad en los actos que se han celebrado. Esta ampara la voluntad de las partes que se han
dirigido al respectivo funcionario que bien podría ser un notario público, secretario de juzgado,
funcionario consular, funcionario administrativo, entre otros. Al respectivo funcionario se le es
otorgado credibilidad, pues es quien intervendrá en las disposiciones que se manifiestan en virtud
de la ley en las actuaciones que se llevan a cabo.

Existen varios tipos de fe pública, como: la notarial que es donde el funcionario da garantía y
aseguramiento de los actos a realizar como los son los de un testamento, poderes, entre otros.
También encontramos la fe pública judicial que es la que brinda a los especialistas judiciales
quienes dan fe respecto de las copias certificadas que ellos expiden. La fe pública mercantil es otro
tipo de fe pública que es la que se aplica al derecho mercantil como cuando se expide una
certificación de una sociedad adscrita en el registro de sociedades de las oficinas registrales.

Existen varios tipos de fe publica como el registral, el consular, la fe administrativa, agraria

legislativa etc.

El bien jurídico tutelado de la fe pública ha sido participe de varias disputas entre varios juristas,
existen quienes defienden que el bien jurídico tutelado en este apartado es si mismo la “fe
pública” en cambio existen autores como los españoles Wachter y Henke quienes determinan el
bien jurídico a salvaguardar es el derecho a la verdad. Siendo así el caso de la fe pública y teniendo
en cuenta que es un bien jurídico colectivo, podríamos definir que protege la exigencia de la
veracidad legal o jurídica que cada una de las personas y la sociedad en conjunto exige y confía.

DELITOS CONTRA EL ORDEN ECONÓMICO SOCIAL

El orden económico y social hace referencia a las regulaciones jurídicas de las organizaciones
económicas y de las intervenciones sociales. El orden económico constituye como propósito en el
derecho penal económico el debido interés realizado por el Estado, de quien se concibe la
conservación de su capacidad productiva para el cumplimiento de sus labores y en el respectivo
cuidado de la organización con su correspondiente legalidad en la economía, teniendo en cuenta
su actividad en conjunto como en sus ordenaciones parciales.

El bien Jurídico tutelado por el ordenamiento jurídico es el Orden económico y social y proviene de
lo que conocemos como la Constitución Económica, esto lo conforma la economía en conjunto con
la hacienda Pública que están ligados directamente con los delitos que aparecen en el título X del
código Penal.

DELITOS CONTRA LOS RECURSOS NATURALES Y EL MEDIO AMBIENTE

La protección del medio amiente y la constante preocupación por la ecología, actualmente es un
asunto de interés universal, en donde se destaca el valor que tiene toda la vida que abarca nuestro
planeta, la necesidad de protegerlo y concientizar una adecuada utilización de los recursos
energéticos y naturales.

El bien jurídico tutelado de este título es el derecho a un ambiente sano, pues el ser humano
respecto a sus actividades diarias, tanto en lo económico como en lo social deben ser acordes a la
protección del medio ambiente. Desde esa preocupación mundial mencionada, se sitúa toda la
temática en un plano general de la búsqueda de una apropiada calidad de vida para el planeta,
pues nos solo es un deber nacional sino que también es de carácter internacional, ya que se
proyecta sobre el aseguramiento previo de los recursos productivos fundamentales que deben
obtenerse en un medio adecuado para el desarrollo de la vida animal y vegetal, procurando el
mantenimiento del equilibrio ecológico para posibilitar ampliamente la utilización de los recursos
naturales a las generaciones futuras.

DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PUBLICA

Todos los comportamientos que se han tipificado dentro del código penal, han sido plasmados
debido a que generan un peligro para el público, para la comunidad en sentido abstracto o para un
número amplio el cual es indeterminado en totalidad de los miembros que la constituyen. Estas
conductas representan una amenaza de daño o lesión de los bienes jurídicos cuya titularidad
pertenece a todos y cada uno de los individuos de la sociedad, el bien jurídico tutelado de este
título es la seguridad pública, pues se toma a la población en general como sujeto de amparo y
seguridad.

Existen dos tipos de seguridad, una de ellas es la subjetiva que consiste en la tranquilidad o
desprevención en el actuar social del individuo, en su sentir y convicción que ven como lejana la
posibilidad de ser víctima de un perjuicio. El segundo tipo de seguridad es la seguridad objetiva de
la cual tenemos que es la estabilidad y el control de las causas o factores que tienen el propósito
de afectar el dinamismo armónico normal en cuanto a la vida social. Este se presenta como
consecuencia de la actividad preventiva y represiva propiciada por el Estado, que tiene su fuente
en la obligación suprema de garantizar la vida, la honra y bienes de la población.

DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA

El término de salud pública es una expresión que abarca a todas las personas que componen un
determinado grupo social, de donde se configura una conexión entre la salud colectiva y la salud
individual, pues no se puede tomar la salud pública únicamente en el primer sentido obviando al
segunda, debido a que las dos perspectivas son sumamente importantes a razón de que surge un
propósito proteccionista del constituido bien jurídico que es el derecho a la salud.

DELITOS CONTRA MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA

La participación democrática es un derecho y además un deber que comprende a todos los
ciudadanos, el cual se practica mediante los mecanismos que se encuentran establecidos en el
artículo 103 de la Constitución Política: “Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio
de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la
iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato. La ley los reglamentará.”

El acto administrativo de elección popular es un acto que contiene un carácter particular, a razón
de que crea una circunstancia de carácter jurídico a una persona determinada que es elegida.
Pero, se debe tener en cuenta que todas las personas elegidas son quienes mediante las cuales, las
poblaciones ejercen soberanía, pues el pueblo es quien otorga ese poder y que por su misma
convicción puede ser revocado. Entonces al ser alguien elegido estaríamos ejerciendo el bien
jurídico que cada individuo posee el cual es el derecho a la participación democrática, con ello
inmediatamente se refleja en ese acto de elección, la voluntad popular.

DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PUBLICA

Dentro de este título tenemos que el bien jurídico tutelado es denominado como categorial, es
decir, que este se encuentra común en todos los delitos salvaguardando el derecho al correcto
funcionamiento de la administración pública. Igualmente se tiene como premisa que contiene la
tipificación de delitos y que no solo busca sancionar la simple desobediencia a la autoridad o las
infracciones de deberes y principios éticos propiciados por funcionarios, sino que
fundamentalmente se trata de asegurar que la función pública, cumpla con las finalidades sociales
en las prestaciones que constitucionalmente se enfocan las garantías penales, en medida en que
es el instrumento a través del cual el Estado hace llegar de manera igualitaria a todos los servicios
públicos, como los son los de la educación, salud, seguridad, entre otros, inclusive a los
ciudadanos, favoreciendo el disfrute integro e igualitario de sus derechos fundamentales.

DELITOS CONTRA LA EFICAZ Y RECTA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA

El bien jurídico tutelado por este título recae en varios derechos como los son el derecho al honor,
a la libertad, la seguridad individual, el ejercicio de la función pública dentro de los parámetros
establecido de legalidad, eficiencia y honestidad

Si dentro del Estado se encuentra una estable y eficiente administración de justicia asignada por
los principios de un Estado social y democrático de Derecho, se configura una realidad social que
propicia el libre desarrollo de todos los derechos que poseen los ciudadanos, de lo cual se infiere
que un aparato judicial que ostente de imparcialidad y verdad aplicados a su población, permite
un avance desarrollándose un dinamismo social en el que se protege la rectitud de la justicia