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¿Quién fue el primer suicida de la

Historia?
ALFRED LÓPEZ 23 DE SEPTIEMBRE DE 2009

HTTPS://WWW.20MINUTOS.ES/BLOGS_OPINION/

El primer suicida al que la Historia dedica unas líneas


es Periandro (siglo VI a.C.), uno de los Siete Sabios griegos.

Diógenes Laercio contó cómo el tirano corintio quería evitar que sus


enemigos descuartizaran su cuerpo cuando se quitara la vida, por lo
que elaboró un plan digno de Norman Bates. El monarca eligió un
lugar apartado en el bosque y encargó a dos jóvenes militares que le
asesinaran y enterraran allí mismo. Pero las órdenes
del maquiavélico Periandro no acababan ahí: había encargado a otros
dos hombres que siguieran a sus asesinos por encargo, les mataran y
sepultaran un poco más lejos. A su vez, otros dos hombres debían
acabar con los anteriores y enterrarlos algunos metros después, así
hasta un número desconocido de muertos.

En realidad, el plan para que el cadáver del sabio no fuera descubierto


era brillante, pero en lugar de un suicidio tenía visos de masacre
colectiva.
Más de 1,300 personas
se suicidaron en los tres
últimos años en El
Salvador
Estadísticas del Instituto de Medicina Legal dan cuenta de un
alza en las cifras de suicidios de adolescentes y adultos
mayores. El 80 % de los casos fueron cometidos por hombres.

Solo durante el primer mes de este año, 18 salvadoreños se quitaron


la vida. De ellos, la mayoría tenía 65 años o más, como José Enrique
Emestica, el sexagenario que el recién pasado miércoles se lanzó de
un puente en la vía conocida como la carretera de Oro.

Las estadísticas del Instituto de Medicina Legal (IML) son alarmantes:


en los últimos tres años, entre enero de 2016 y diciembre de 2018, un
total de 1,327 personas decidieron suicidarse, y aunque el rango de
edad que más número de casos registra es el comprendido entre los
20 y los 24 años (168 suicidios), el de los adultos mayores no hizo
sino incrementar en ese período: sumó 39 casos en 2016, subió a 48
para 2017 y alcanzó los 56 en 2018.

Durante el referido trienio, los datos del IML dan cuenta de 151
suicidios de jóvenes entre los 25 y los 29 años, para ocupar el
segundo lugar; y en tercer lugar, con 143 suicidios, está precisamente
la tercera edad.

 Salud reporta 4,000 conductas suicidas en los últimos tres


años

Poco se sabe sobre las causas o los motivos que llevaron a estas
personas a tomar la decisión de terminar con sus vidas; en la mayoría
de casos, las familias hacen suposiciones, especulan, intentan atar
cabos, pero pocos obtienen certeza.
De acuerdo con la psiquiatra Xenia Durán, una de las expertas del
área de salud mental del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom
(HNNBB), de lo que no hay duda es que "la mayoría de los trastornos
psiquiátricos de la adultez tuvieron su origen antes de los 14 años".

Por lo general, aseguró Durán, es difícil darse cuenta o aceptar una


realidad como el hecho de que un adolescente no esté gozando de
una buena salud mental, porque con frecuencia sus conductas se
asocian al desarrollo, se minimiza su hiperactividad y con ello se
justifica mucha de su rebeldía. Sin embargo, agregó, las señales que
presenta una persona con ideas suicidas son evidentes.

"Nadie se va sin dar previo aviso sintomatológico", afirmó en ese


mismo sentido el gerente de proyectos de la organización no
gubernamental Plan International, Adolfo Vidal.

 Qué es el suicidio feminicida y por qué El Salvador es el


único país de América Latina que lo condena

Según él, es relevante tener en cuenta que una persona no se suicida


cuando está en la cúspide de su depresión, sino cuando va de subida
o de bajada, "porque necesita la energía suficiente para cometer el
acto", explicó.

"Para cometer un acto suicida se necesita valor. No es, como dicen,


‘un acto cobarde’. No es solo cuestión de decir: ‘tomó la salida más
fácil’. Si uno se pone en los zapatos del suicida, el valor que requirió
cometer el acto no es algo fácil. Por ejemplo, en los varones la forma
más frecuente es el ahorcamiento y en las mujeres es la ingesta de
pastillas", anotó Durán.

Otro análisis que se desprende de las cifras del IML es que los casos
de suicidios correspondientes a los tres rangos de edad que abarcan
desde los 40 y 54 años no dejaron de crecer de forma constante entre
2016 y 2018.

En total, 64 personas más se suicidaron en 2018 respecto a 2016,


cuando hubo 412 casos.

https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Mas-de-1300-personas-se-suicidaron-en-los-
tres-ultimos-anos-en-El-Salvador-20190301-0572.html
Suicidio
24 de agosto de 2018

Datos y cifras
 Cerca de 800 000 personas se suicidan cada año.
 Por cada suicidio, hay muchas más tentativas de suicidio
cada año. Entre la población en general, un intento de
suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más
importante.
 El suicidio es la segunda causa principal de defunción en el
grupo etario de 15 a 29 años.
 El 79% de todos los suicidios se produce en países de
ingresos bajos y medianos.
 La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de
fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio
en todo el mundo.

Introducción
Anualmente, cerca de 800 000 personas se quitan la vida y muchas
más intentan hacerlo. Cada suicidio es una tragedia que afecta a
familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los
allegados del suicida. El suicidio se puede producir a cualquier edad, y
en 2016 fue la segunda causa principal de defunción en el grupo etario
de 15 a 29 años en todo el mundo.

El suicidio no solo se produce en los países de altos ingresos, sino


que es un fenómeno global que afecta a todas las regiones del mundo.
De hecho, en 2016, más del 79% de los suicidios en todo el mundo
tuvieron lugar en países de ingresos bajos y medianos.

El suicidio es un grave problema de salud pública; no obstante, es


prevenible mediante intervenciones oportunas, basadas en datos
fidedignos y a menudo de bajo coste. Para que las respuestas
nacionales sean eficaces se requiere una estrategia de prevención del
suicidio multisectorial e integral.
¿Quién está en peligro?
Si bien el vínculo entre el suicidio y los trastornos mentales (en
particular los trastornos relacionados con la depresión y el consumo
de alcohol) está bien documentado en los países de altos ingresos,
muchos suicidios se producen impulsivamente en momentos de crisis
que menoscaban la capacidad para afrontar las tensiones de la vida,
tales como los problemas financieros, las rupturas de relaciones o los
dolores y enfermedades crónicos.

Además, las experiencias relacionadas con conflictos, desastres,


violencia, abusos, pérdidas y sensación de aislamiento están
estrechamente ligadas a conductas suicidas. Las tasas de suicidio
también son elevadas entre los grupos vulnerables objeto de
discriminación, por ejemplo, los refugiados y migrantes; las
comunidades indígenas; las personas lesbianas, homosexuales,
bisexuales, transexuales, intersexuales; y los reclusos. Con diferencia,
el principal factor de riesgo de suicidio es un intento previo de suicidio.

Métodos de suicidio
Se estima que alrededor de un 20% de todos los suicidios se cometen
por autointoxicación con plaguicidas, y la mayoría de ellos tiene lugar
en zonas rurales agrícolas de países de ingresos bajos y medianos.
Otros métodos comunes de suicidio son el ahorcamiento y las armas
de fuego.

El conocimiento de los métodos de suicidio más comunes es


importante para elaborar estrategias de prevención basadas en
medidas de eficacia probada, entre ellas la restricción del acceso a los
medios de suicidio.

Prevención y control
Los suicidios son prevenibles. Existen algunas medidas que se
pueden adoptar entre la población, los grupos de población y las
personas para prevenir el suicidio y los intentos de cometerlo. Esas
medidas incluyen:

 restricción del acceso a los medios de suicidio (por ejemplo,


plaguicidas, armas de fuego y ciertos medicamentos);
 información responsable por parte de los medios de
comunicación;
 introducción de políticas orientadas a reducir el consumo nocivo
de alcohol;
 identificación temprana, tratamiento y atención de personas con
problemas de salud mental y abuso de sustancias, dolores
crónicos y trastorno emocional agudo;
 capacitación de personal sanitario no especializado, en la
evaluación y gestión de conductas suicidas;
 seguimiento de la atención dispensada a personas que
intentaron suicidarse y prestación de apoyo comunitario.

El suicidio es un problema complejo y, consiguientemente, las


actividades de prevención exigen la coordinación y colaboración de
múltiples sectores de la sociedad, incluidos los de salud, educación,
trabajo, agricultura, comercio, justicia, derecho, defensa, política y
medios de comunicación. Esas actividades deben ser amplias e
integradas, dado que ningún enfoque individual por separado puede
tener efecto en una cuestión tan compleja como el suicidio.

Desafíos y obstáculos
Estigma y tabú

El estigma, particularmente en torno a los trastornos mentales y el


suicidio, disuade de buscar ayuda a muchas personas que piensan en
quitarse la vida o han tratado de hacerlo y, por lo tanto, no reciben la
ayuda que necesitan. La prevención del suicidio no se ha abordado
apropiadamente debido a la falta de sensibilización respecto del
suicidio como problema de salud pública principal y al tabú existente
en muchas sociedades para examinarlo abiertamente. En la
actualidad, unos pocos países han incluido la prevención del suicidio
entre sus prioridades sanitarias, y solo 38 países han notificado que
cuentan con una estrategia nacional de prevención del suicidio.

Es importante aumentar la sensibilidad de la comunidad y superar el


tabú para que los países avancen en la prevención del suicidio.

Calidad de los datos

En todo el mundo es insuficiente la disponibilidad y calidad de los


datos sobre el suicidio y los intentos de suicidio. Solo 60 Estados
Miembros disponen de datos de registro civil de buena calidad que se
pueden utilizar directamente para estimar tasas de suicidio. La calidad
insuficiente de los datos sobre mortalidad no es un problema exclusivo
del suicidio, pero dada la sensibilidad de este fenómeno y la ilegalidad
de las conductas suicidas en algunos países es probable que la
subnotificación y la clasificación errónea de casos sea un problema
más significativo en lo que respecta al suicidio que a otras causas de
defunción.

Las estrategias eficaces de prevención del suicidio requieren un


fortalecimiento de la vigilancia y el seguimiento de los suicidios y los
intentos de suicidio. Las diferencias transnacionales en los patrones
de suicidio y los cambios en las tasas, características y métodos de
suicidio ponen de relieve la necesidad de que cada país mejore la
integridad, calidad y oportunidad de sus datos concernientes al
suicidio. Esto incluye el registro civil de suicidios, los registros
hospitalarios de intentos de suicidio, y los estudios representativos a
escala nacional que recopilen información sobre intentos de suicidio
autonotificados.

Respuesta de la OMS
La OMS reconoce que el suicidio es una prioridad de salud pública. El
primer informe mundial de la OMS sobre el suicidio, «Prevención del
suicidio: un imperativo global», publicado en 2014, procura aumentar
la sensibilización respecto de la importancia del suicidio y los intentos
de suicidio para la salud pública, y otorgar a la prevención del suicidio
alta prioridad en la agenda mundial de salud pública. También procura
alentar y apoyar a los países para que desarrollen o fortalezcan
estrategias integrales de prevención del suicidio en el marco de un
enfoque multisectorial de la salud pública.

El suicidio es una de las condiciones prioritarias del Programa de


acción para superar la brecha en salud mental establecido por la OMS
en 2008, que proporciona orientación técnica basada en pruebas
científicas con miras a ampliar la prestación de servicios y atención de
problemas de salud mental, neurológicos y abuso de sustancias. En el
Plan de acción sobre salud mental 2013-2020 los Estados Miembros
de la OMS se comprometieron a trabajar para alcanzar la meta
mundial de reducir las tasas nacionales de suicidios en un 10% para
2020.

Además, la tasa de mortalidad por suicidio es un indicador de la meta


3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: «De aquí a 2030,
reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no
transmisibles mediante su prevención y tratamiento, y promover la
salud mental y el bienestar».
En la depresión el ánimo y el placer que podrían existir por las cosas
que van o han ido bien tienden a desaparecer. Por qué sucede éste
fenómeno? La explicación es que el deprimido deforma el juicio sobre
estas cuestiones:

=> deformando su pasado: sólo recuerda lo malo, deficitario o


adverso, dibujándose su propia historia como si <MI>nada<D> bueno
hubiese sucedido.

=> deformando su presente: teniendo un éxito relativo, o aun siendo


realmente bueno, se ve radicalmente insuficiente.

=> deformando lo que razonablemente cabe esperar en el futuro,


viéndolo radicalmente adverso.

El terapeuta ayuda a su paciente a comprender la relación que existe


entre estas distorsiones y su estado de ánimo, y proporciona recursos
para controlar las conductas contraproducentes, consistentes en
deformar el juicio sobre los resultados de la acción.

Prevención del suicidio

Magnitud del problema

El suicidio figura entre las 20 causas de defunción más importantes a


todas las edades a nivel mundial. Cada año se suicida casi un millón
de personas.

Factores de riesgo

Las enfermedades mentales, principalmente la depresión y los


trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la
violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y
sociales constituyen importantes factores de riesgo de suicidio.

Prevención

Estrategias eficaces para prevenir el suicidio:


Restricción del acceso a los medios de suicidio, como sustancias
tóxicas y armas de fuego,

Identificación y tratamiento de las personas que sufren trastornos


mentales y por consumo de sustancias,

Mejora del acceso a los servicios de salud y la asistencia social, y

Cobertura responsable de las noticias sobre suicidios en los medios.

1. Trastorno Depresivo Mayor

Es el más característico y el que concentra la mayoría de síntomas.


Cuando el paciente se muestra extremadamente apático y con
inhibición psicomotriz, se habla también de melancolía; en los casos
más graves conduce al estupor depresivo. En el que el paciente se
encuentra inmóvil e incluso puede rechazar comer o beber.

Existe un subtipo en el que aparecen trastornos delirantes, es decir


creencias firmemente sostenidas pero sin fundamentos adecuados.
Los delirios suelen ser de culpa o ruina.

2. Distimia

Se distingue por su cronicidad, la inestabilidad del humor, la fuerte


ansiedad y la fluctuación del estado de ánimo. La baja autoestima y la
desesperanza son también características de la distima.

3. Trastorno ansioso-depresivo.

Es una mezcla de ansiedad y depresión, en general moderada.

4. Depresión Atípica.
Se caracteriza por gran reactividad del estado de ánimo a situación
diversas, con marcada ansiedad y síntomas depresivos” invertidos”:
empeoramiento por las tardes, aumento de apetito e hipersomnia

5. Trastorno afectivo estacional.

Aparece de forma regular y repetida, coincidiendo con cambios


estacionales, en general, en otoño e invierno, y asociado a los
cambios lumínicos. Somnolencia excesiva, apetencia por los hidratos
de carbono junto con los síntomas típicos de la depresión, destacando
la fatiga.

6. Trastorno Bipolar.

Implica la existencia d episodios depresivos graves alternados por


otros de exaltación de las funciones mentales (“manía”), consistente
en aceleración del pensamiento, hiperactividad, gastos
descontrolados, insomnio e irritabilidad.

7. Ciclotimia

Manifestaciones leves e imprevisibles con cambios frecuentes de


estado de ánimo (de la euforia a la tristeza) en varios días, sin motivo
aparente; son sujetos muy inestables. Es difícil diferenciarla de los
cambios normales.

principal característica de la Depresión es la alteración del estado de


ánimo, más intensa y persistente que las manifestaciones que
acompañan a la adversidad, como por ejemplo la tristeza. Los
síntomas nucleares de la depresión son:

Tristeza severa, con llanto frecuente que no alivia.

Humor depresivo. Se siente desdichado y afligido, con pensamientos


pesimistas:

Sobre el pasado: Culpa irracional y autoacusaciones sobre actos de


su pasado.
Sobre el presente: Solo filtran el lado triste de todos los sucesos; se
sienten fracasados y consideran cualquier éxito como una casualidad.
No acostumbran a reaccionar positivamente a las alabanzas.

Sobre el futuro: Esperan lo peor y anticipan fracasos. Ideas de


desesperanza.

Apatía o desmotivación.

Anergia: Falta de energía con tendencia a permanecer en la cama, y


sensación de agotamiento.

Anhedonia: No sensaciones de placer en situaciones, o con personas,


con las que anteriormente se disfrutaba. Aislamiento de las
actividades sociales.

Retardo psicomotor, con lentitud de movimientos, alternando en


ocasiones con agitación e inquietud continuada, probablemente por la
intensa ansiedad acompañante.

Ansiedad, con frecuentes elementos somáticos, lo cual puede


confundir al paciente y al médico, ya que la consulta es por síntomas
de los que no se encuentran las causas (depresión somatizada).
Existe el trastorno a la inversa, es decir, la depresión secundaria a una
enfermedad médica, lo cual implica un recuperación más lenta de la
misma.

Irritabilidad.

Falta de concentración y memoria. Si bien acostumbra a reaccionar si


se le anima a hacerlo, en algunos casos –sobretodo en los ancianos-
es tan grave que incluso se confunde con una demencia
(“pseudodemencia depresiva”).

Empeoramiento de los síntomas en fragmentos del día, en función del


subtipo de depresión.

Trastornos del sueño: Insomnio de mantenimiento (despertares


frecuentes y despertar unas horas antes de lo habitual), asociado a
pensamientos depresivos. En algunos casos se asocia a exceso de
sueño durante el día.

Descenso del apetito y adelgazamiento progresivo. En la depresión


“atípica” puede darse el fenómeno contrario (incremento del apetito).
Decremento del interés por el sexo y dificultades de la respuesta
sexual.

Ideas de muerte. La pueden desear pasivamente para liberarse del


sufrimiento. Pueden desembocar en pensamientos de suicidio e
intentos del mismo, más frecuentes en mujeres pero más consumados
en hombres.

No siempre se presentan todos los síntomas, dependiendo de la


gravedad y la tipología de las depresiones

Genéticas

Ambientales

Acontecimientos vitales estresantes

Enfermedades físicas

Consumo de tóxicos

Cambios estacionales

Personalidad: Personalidad depresiva

Tratamiento Psicológico de la Depresión

La psicoterapia, sola o combinada con fármacos, han demostrado su


eficacia en la depresión, tanto para el tratamiento como para prevenir
recaídas. Las más utilizadas son:

Terapia interpersonal: Se centra sobre todo en las dificultades de las


relaciones interpersonales a fin de mejorar la comunicación, de
incrementar los intereses sociales y restablecer la autoestima.

Terapia cognitiva: Destinada a modificar los pensamientos, creencias


y actitudes negativas que acompañan a la depresión.

Activación conductual: Su objetivo fundamental es la movilización del


paciente a fin de incrementar las experiencias gratificantes.

Los neurotransmisores cerebrales que regulan el funcionamiento del


cerebro, están bloqueados o disminuidos en la depresión. Entre ellos
destaca:
Serotonina

Dopamina

Noradrenalina

Melatonina

En función de cuál o cuáles sean los neurotransmisores más


afectados, se presentarán los diversos síntomas de la depresión,
siendo ésta la clave para la elección del tipo de tratamiento
farmacológico.

Según datos del MINSAL, la tasa nacional registra 102 casos de


depresión por 100.000

datos del MINSAL, la tasa nacional registra 102 casos de depresión


por 100.000 habitantes; y las tasas más altas corresponden a los
departamentos de Santa Ana, San Salvador y San Miguel. Las tasas
más bajas se observan en: La Unión, La Libertad, La Paz y
Ahuachapán. Los grupos de edad más afectados son los de 15 a 19
años con 3.965 casos; de 25 a 59 años, con 16.541 casos; y de 60
años o más, con 5.320 casos

Intentando encontrar desde cuando existe?♀


acto de quitarse deliberadamente la propia vida. El comportamiento


suicida es cualquier acción que pudiera llevar a una persona a morir,
como tomar una sobredosis de medicamentos o estrellar un automóvil
a propósito.

Causas

El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente ocurren en


personas con uno o más de los siguientes factores:

Trastorno bipolar

Trastorno límite de la personalidad


Depresión

Consumo de drogas o alcohol

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Esquizofrenia

Historial de abuso sexual, físico y emocional

Cuestiones de vida estresantes, como problemas serios a nivel


financiero o en las relaciones interpersonales

Las personas que intentan suicidarse con frecuencia están tratando de


alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar.
Muchos de los que cometen intento de suicidio están buscando alivio
a:

Sentirse avergonzados, culpables o una carga para los demás

Sentirse como víctimas

Sentimientos de rechazo, pérdida o soledad

Los comportamientos suicidas pueden ocurrir por una situación o


hecho que la persona ve como agobiante, tales como:

El envejecimiento (los adultos mayores tienen la tasa más alta de


suicidio)

La muerte de un ser querido

El consumo de drogas o alcohol

Un trauma emocional

Enfermedades físicas graves o dolor

El desempleo o los problemas financieros

Los factores de riesgo del suicidio en adolescentes incluyen:

Acceso a armas de fuego

Miembro de la familia que cometió suicidio

Antecedentes de autoagresión deliberada


Antecedentes de abandono o maltrato

Vivir en comunidades en donde ha habido brotes recientes de suicidio


en personas jóvenes

Ruptura sentimental

Mientras que los hombres son más propensos que las mujeres a morir
por suicidio, las mujeres son dos veces más propensas a intentar
suicidarse.

La mayoría de los intentos de suicidio no terminan en muerte. Muchos


de estos intentos se llevan a cabo en una forma en la que el rescate
sea posible. Estos intentos a menudo representan una llamada de
auxilio.

Algunas personas intentan suicidarse de una manera que sea menos


probable de ser fatal, como envenenamiento o sobredosis. Los
hombres tienen mayor probabilidad de escoger métodos violentos,
como dispararse. Como resultado de esto, los intentos de suicidio en
los hombres tienen mayor probabilidad de terminar en muerte.

Los parientes de personas que intentan o cometen suicidio a menudo


se culpan o se enojan mucho. Pueden ver el intento de suicidio como
egoísta. Sin embargo, las personas que intentan cometer suicidio con
frecuencia creen erróneamente que les están haciendo un favor a sus
amigos y parientes al irse de este mundo.

La prevención del suicidio abarca los esfuerzos colectivos


encaminados a reducir la incidencia del suicidio por medio de medidas
preventivas. Una forma de reducir el riesgo es limitar el acceso a
ciertos métodos, como las armas de fuego y venenos.[87][133] Otras
medidas incluyen: reducir el acceso a carbón vegetal y barreras en
puentes y plataformas del metro.[87][134] También puede ser efectivo
el tratamiento de adicciones, como al alcohol o a las drogas,
enfermedades, como la depresión, y de personas con intentos de
suicidio previos.[133] Se ha propuesto reducir el acceso a alcohol
como una estrategia preventiva (así como reducir el número de bares).
[28] A pesar de que las líneas de crisis son comunes, existe poca
evidencia que apoye o refute su efectividad.[17] En adultos jóvenes
con pensamientos suicidas, la terapia cognitivo-conductual puede
ayudar a mejorar los resultados.[135] El desarrollo económico por
medio de su habilidad de reducir la pobreza puede ser capaz de
reducir las tasas de suicidio.[79] También pueden ser efectivas las
medidas que incrementen la conexión social, especialmente en
hombres adultos mayores.

certeza: la agente de policía salvadoreña Irma Julia Gracia de Leonor


se suicidó en su casa el 19 de diciembre de 2017. La pregunta: ¿por
qué?

Es la interrogante que persiguió a la fiscal que investigó su muerte.

País por país: el mapa que muestra las trágicas cifras de los
feminicidios en América Latina

Casi un año después, Ana Graciela Sagastume dice tener pruebas


que evidencian que Gracia sufría de constantes abusos psicológicos y
sexuales por parte de su marido, el subinspector de la Policía Nacional
Civil (PNC), Héctor Leonor García, con el que llevaba casada 19 años.

La abogada obtuvo la orden de un juez para incautar el celular de


Gracia.

Encontró audios de su esposo en los que la amenazaba con dispararle


"50 balazos" y le pedía "desaparecer" de su vida.

También encontró un expediente de asistencia psicológica de 2016


que mostraba que Gracia había tenido un problema de violencia
familiar con él.

Estos hallazgos hicieron que ocurriera algo nunca antes visto en el


país: que la fiscalía acusara a una persona de suicidio feminicida, es
decir, de inducir a su pareja a matarse.

[16:00, 29/4/2019] Sendi Amor: Leonor García niega haber provocado


el suicidio de su esposa, según declaró a BBC Mundo su abogado,
Eulogio Guerra Payés.

El caso se encuentra en etapa inicial de investigación y todavía quedar


por ver si el acusado irá a juicio.

Único lugar

La acusación fue posible porque El Salvador es el único país de


Latinoamérica -y, según la ONU, posiblemente del mundo- que tipifica
el suicidio feminicida como un delito, sancionable con cinco a siete
años de prisión.
El concepto jurídico ha sido elogiado por organizaciones y expertos de
la región, que señalan al país centroamericano como un ejemplo de
progreso en la creación de leyes con enfoque de género.

"El suicidio por inducción o ayuda existe en muchas legislaciones,


pero hasta donde he visto solamente (la ley salvadoreña) determina el
suicidio como posible efecto del abuso de poder crónico basado en
motivos de odio o menosprecio a la condición de mujer", le dice a BBC
Mundo Silvia Juárez, representante de la Organización de Mujeres
Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), que apoyó al gobierno en la
elaboración de la ley.

Qué dice la ley exactamente?

Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las
Mujeres (LEIV)

Artículo 48

Suicidio feminicida por inducción o ayuda

Quien indujere a una mujer al suicidio o le prestare ayuda para


cometerlo, valiéndose de cualquiera de las siguientes circunstancias,
será sancionado con prisión de cinco a siete años:

a) Que le preceda cualquiera de los tipos o modalidades de violencia


contemplados en la presente ley o en cualquier otra ley.

b) Que el denunciado se haya aprovechado de cualquier situación de


riesgo o condición física o psíquica en que se encontrare la víctima,
por haberse ejercido contra ésta, cualquiera de los tipos o
modalidades de violencia contemplados en la presente ó en cualquier
otra ley.

c) Que el inductor se haya aprovechado de la superioridad generada


por las relaciones preexistentes o existentes entre él y la víctima.

El suicidio feminicida está incorporado en una ley integral de


protección a la mujer vigente desde 2012, creada como una respuesta
gubernamental ante la crisis de feminicidios (asesinatos a mujeres por
motivos de menosprecio y odio) que asola al país.
Síntomas ha sido extendido.

A menudo, pero no siempre, una persona puede mostrar ciertos


síntomas y comportamientos antes de un intento de suicidio, entre
ellos:

Tener dificultad para concentrarse o pensar claramente

Regalar las pertenencias

Hablar acerca de marcharse o la necesidad de "dejar todos mis


asuntos en orden"

Cambio repentino en el comportamiento, sobre todo calma después de


un período de ansiedad

Pérdida de interés en actividades que solía disfrutar

Tener comportamientos autodestructivos, como tomar alcohol en


exceso, consumir drogas ilícitas o hacerse cortaduras en el cuerpo

Alejarse de los amigos o no querer salir

Tener problemas repentinos en el colegio o el trabajo

Hablar acerca de la muerte o el suicidio o incluso declarar el deseo de


hacerse daño

Hablar acerca de sentirse sin esperanza o culpable

Cambiar los hábitos alimentarios o de sueño

Preparar maneras de quitarse su propia vida (como comprar un arma


o muchas pastillas)

Cuando personas exitosas y aparentemente felices como Anthony


Bourdain y Kate Spade se suicidan el shock es inevitable. ¿Cómo se
explica que alguien que parece satisfecho con su vida cometa
suicidio?

El tema del suicidio no es un tema que está dado desde el éxito o no


éxito de las personas sino desde la psicopatología que podemos tener
todos los seres humanos. Siempre que hay un suicida existe una
enfermedad mental subyacente. El suicidio viene dado a partir de un
montón de rasgos. Por ejemplo las personas que tienen adicciones
son potencialmente suicidas. También quienes tienen actitudes
compulsivas. Detrás de esos elementos tenemos casi siempre un
trastorno obsesivo compulsivo.

Es que no estaba bien. Nosotros tenemos la imagen que proyectamos.


Tenemos siete elementos relacionados a la imagen que hemos
decidido proyectar. La señora Spade decidió proyectar la imagen de
económicamente solvente y social. No quiere decir que eso era lo que
ella era. Todas las personas proyectamos una imagen, y cuando no
hay una coherencia entre la imagen que quiero proyectar y lo que yo
soy, evidentemente hay una descompensación que inicialmente es
cualitativa pero que luego puede ser fisiológica. Esa es la
descompensación cuantitativa, que es cómo funcionan los
neurotransmisores en nuestro cerebro.

Una vez más, la muerte de Robin Williams ha convertido en noticia el


alto porcentaje de músicos, escritores, poetas, actores y artistas en
general que mantienen una difícil relación tanto con la depresión como
con las adicciones a sustancias. Según la Organización Mundial de la
Salud, 350 millones de personas en todo el mundo sufren actualmente
una depresión, enfermedad que en sus manifestaciones clínicas más
severas puede llevar al suicidio a quien la padece; se estima un millón
las muertes al año por esta causa.

El cuerpo sin vida del actor Robin Williams, de 63 años, fue


encontrado en su casa de San Francisco con claros signos de
ahorcamiento. La última vez que se le vio con vida fue el pasado
domingo 10 de agosto a las diez de la noche. Su esposa, Susan
Schneider, ante ciertos informes de prensa que especulaban con que
Williams había recaído en el consumo de alcohol, lo desmintió
rotundamente afirmando que su marido estaba sobrio desde hacía
mucho tiempo y luchaba contra la depresión crónica que sufría desde
años atrás. Se ha sabido también que recientemente se le había
diagnosticado un principio de la enfermedad de Párkinson. Williams
había superado satisfactoriamente en el pasado una rehabilitación por
adicción a las drogas y alcohol.

Son innumerable los casos de personas con inmensa fama y fortuna


que caen en depresiones y se acaban suicidando. Estadísticamente
es un hecho comprobado que la depresión, el consumo abusivo de
drogas y los suicidios están relacionados entre si y se dan en muchos
personajes famosos que aparentemente lo tienen todo para ser felices
pero deciden abandonar el mundo de un modo tan absurdo como
inesperado.
¿Por qué se suicidan los artistas?

Es una constante la pregunta de qué pasa por las mentes de estas


celebridades cuando deciden acabar con sus vidas y dejan de lado
una trayectoria labrada durante años para sorpresa de sus
admiradores.

Llama la atención que muchas veces, el suicidio no lo decidan


precisamente en un momento de declive sino en plena cima del éxito.
¿Por qué entonces quitarse la vida cuando se tiene todo?

Por lo general, muchos de estos individuos, antes de tomar tan


contundente decisión, han confesado a ciertas personas de su entorno
sentir un gran vacío en sus vidas y no encontrar el aliciente de un
propósito real que les haga contemplar el futuro con esperanza. Estos
sentimientos, con frecuencia, van asociados a estados depresivos –y
en muchas ocasiones a trastornos bipolares– que suelen pasar
desapercibidos, en parte por la facilidad de estos individuos para
interpretar a un personaje de ficción de cara a la galería mientras en la
soledad de su mundo interior se encuentran sumidos en un profundo y
oscuro pozo del que, con frecuencia, intentan salir con la ayuda de
drogas y alcohol. Suele tratarse de poetas, escritores, músicos o
actores tras cuyo éxito se oculta una personalidad ansiosa y deprimida
que se siente presionada por el narcisismo inherente a la fama que
deben mantener a cualquier precio.

¿Son diferentes los artistas al resto de la gente?

Está demostrado que los programas de prevención reducen la


depresión. Entre las estrategias comunitarias eficaces para prevenirla
se encuentran los programas escolares para promover un modelo de
pensamiento positivo entre los niños y adolescentes. Las
intervenciones dirigidas a los padres de niños con problemas de
conducta pueden reducir los síntomas depresivos de los padres y
mejorar los resultados de sus hijos. Los programas de ejercicio para
las personas mayores también pueden ser eficaces para prevenir la
depresión.

Diagnóstico y tratamiento

Hay tratamientos eficaces para la depresión moderada y grave. Los


profesionales sanitarios pueden ofrecer tratamientos psicológicos,
como la activación conductual, la terapia cognitiva conductual y la
psicoterapia interpersonal, o medicamentos antidepresivos, como los
inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y los
antidepresivos tricíclicos. Los profesionales sanitarios deben tener
presentes los posibles efectos adversos de los antidepresivos, las
posibilidades de llevar a cabo uno u otro tipo de intervención (por
disponibilidad de conocimientos técnicos o del tratamiento en
cuestión) y las preferencias individuales. Entre los diferentes
tratamientos psicológicos a tener en cuenta se encuentran los
tratamientos psicológicos cara a cara, individuales o en grupo,
dispensados por profesionales o por terapeutas legos supervisados.

Los tratamientos psicosociales también son eficaces en los casos de


depresión leve.

Los antidepresivos pueden ser eficaces en la depresión moderada a


grave, pero no son el tratamiento de elección en los casos leves, y no
se deben utilizar para tratar la depresión en niños ni como tratamiento
de primera línea en adolescentes, en los que hay que utilizarlos con
cautela.

El origen del vocablo depresión se encuentra en la expresión latina de


y premere (empujar u oprimir hacia abajo). Su uso se registra por
primera vez en Inglaterra en el siglo XVII. Richard Blackmore, médico
de Guillermo III de Inglaterra y poeta, habla en 1725 de estar
deprimido en profunda tristeza y melancolía. Robert Whytt, 1764,
relaciona depresión mental con espíritu bajo, hipocondría y
melancolía. En 1808 Hacia el siglo XIX el término depresión va
ganando terreno y se usa junto al de melancolía para designar a la
enfermedad, mientras este último término siguió conservando su uso
popular y literario.[4]

Wilhem Griesinger empleó por primera vez el término estados de


depresión mental como sinónimo de melancolía. Emil Kraepelin la
designa como locura depresiva en una de sus clasificaciones, sin
abandonar el término melancolía para nombrar la enfermedad, y
manteniendo depresión para referirse a un estado de ánimo; afirmaba
que las melancolías eran formas de depresión mental, expresión que
se le atribuye. Adolf Meyer propuso abandonar el término melancolía y
sustituirlo por el de depresión

Sendi Amor: La depresión (del latín depressus, abatimiento) es uno de


los trastornos psiquiátricos más antiguos de los que se conoce.
Inicialmente fue denominada melancolía (del griego antiguo μέλας
"negro" y χολή "bilis"), sin embargo, no representan lo mismo.
Usualmente, el término 'melancolía' tiene su origen en Hipócrates, y
continuó usándose hasta el Renacimiento. Recién en el año 1725 el
británico sir Richard Blackmore rebautizó ese mal con el término
vigente de depresión.[1]

A lo largo de la historia, el término "depresión" fue manifestando su


presencia a través de los escritos y de las obras de arte. Incluso,
mucho antes del nacimiento de la especialidad médica de la
psiquiatría, ya se la conocía y era catalogada entre los principales
tratados médicos de la Antigüedad

Según el Ministerio de Salud (Minsal), en el país cada año se registran


6,600 casos de personas con trastornos mentales, y se contabilizan 11
suicidios por cada 100 mil habitantes, cifras que tienen en alerta a las
autoridades quienes esta mañana presentaron a la Asamblea
Legislativa un proyecto de Ley de Salud Mental.

En nuestro país existe otro factor, y es la emulación de dicha conducta


por medio de las noticias, en especial en personal que labora con
armas de fuego como policías, elementos del ejército, custodios,
miembros del CAM, agentes de seguridad privada, ya que con los
niveles de violencia y crimen a los que se enfrentan a diario requieren
de un programa de atención permanente para disuadir y brindarles
apoyo para combatir los efectos del estrés postraumático. Ya que las
tentativas de suicidio son hasta veinte veces más frecuentes que los
casos consumados.

Para prevenir el suicidio es vital iniciar con la prevención en la familia


generando en nuestros hijos esa identidad, formación en principios y
valores, cómo formarles una adecuada autoestima brindándoles amor
y atención; en la escuela generando relaciones saludables y con un
programa de detección temprana; que los medios de comunicación
principalmente los no agremiados puedan contribuir aplicando su auto
censura cuando se produzcan estos casos; supervisión y control
efectivos para la venta de bebidas alcohólicas, sustancias y
plaguicidas; programas de atención para personas que ya están en
condiciones de abusos de alcohol o sustancias que puedan
implementarse en las escuelas, universidades, iglesias y centros de
trabajo; fortalecer los servicios en el ISSS y la red pública de
hospitales; el mejorar las autorizaciones, portación y tenencia de las
armas de fuego tanto de manera legal como el combate al tráfico de
armas es fundamental ya que está convirtiendo en la principal forma
para quitarse la vida.
En este momento el segmento de los jóvenes entre los 15-29 años es
el grupo de población que está siendo asesinado por la violencia, pero
este segmento también tiene la mayor amenaza y factores de riesgo.
Es evidente que la prevención del suicidio requiere un enfoque
multidisciplinario, pero también debe ser innovador, integral y
multisectorial. Pero lo principal requiere de sensibilización sobre la
importancia de este enemigo silencioso.

Prevención del suicidio en El Salvador

Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la


Prevención del Suicidio por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y que cada año nos recuerda y propone una serie de medidas
para actuar con prevención, ya que el suicidio figura entre las 20
causas de defunción más importantes a todas las edades a nivel
mundial, en especial el segmento de personas entre 15-44 años,
llegando en promedio a tres mil personas cada día que toman esta
fatídica decisión, superando más de un millón de personas en un año.
Y según las últimas estimaciones de la OMS para el año 2020 las
víctimas pueden sobrepasar 1.5 millones anuales en promedio.

De hecho se producen en la actualidad más muertes por suicidio que


por la suma de homicidios y guerras de todas las regiones del mundo.

Las enfermedades mentales como la depresión, trastornos por abuso


de consumo de bebidas alcohólicas y de sustancias, las sensaciones
de pérdida, entornos culturales, sociales y ambientales, violencia,
problemas financieros, situaciones de problemas pasionales, pobreza,
el acoso del crimen organizado, las extorsiones, desempleo,
problemas jurídicos o laborales, pérdidas relevantes de varios tipos,
aislamiento, enfermedades terminales, la depresión y esquizofrenia,
entre otras, ¿le suenan familiares en nuestro entorno? Por supuesto,
en América Latina estamos con estos problemas enquistados en
nuestras sociedades. Por estos motivos el suicidio es considerado
como un problema de salud pública.

La depresión no tratada o sin un diagnóstico profesional en particular


está en casi el 90 % del total de casos

EL SALVADOR 7329015 habitantes

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