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Patricia Lynn Reilly

Un
dios

que se
parece

a mí

Descubriendo
el rostro femenino
de Dios
En la memoria de las muje¬
res
permanecen las palabras
10 Una extraordinaria fuente de claridad e inspiración que
e
imágenes religiosas de un
Padre Dios, de la culpa y la plasma el coraje, la integridad y la excepcional sabiduría de
Patricia Reilly en su viaje personal
indignidad femeninas, de 146094
Dra. Martlyn Jean Hauser
una
pecadora Eva y una (Psicóloga clínica)
obediente María, y de la
necesidad de un Salvador
Una guía profunda que evoca los misterios y manifes¬
masculino... taciones del rostro femenino de Dios. Reilly conecta con nues¬
Un Dios que se parece a mí tros anhelos más íntimos mostrando que la experiencia de la

es un valioso mapa que espiritualidad es una realidad palpable en la vida cotidiana.


guía a sus lectoras en un Jean Houston
proceso de restitución de (Directora de la Foundation for Mind Research)
los valores femeninos den¬
Un Dios que se parece a mí transporta a la lectora a un
tro de la espiritualidad. La
viaje lleno de corazónque tiene la dolorosa familiaridad de la
autora entrelaza historias y
lucha personal y que alienta al alma con una nueva visión. Es
figuras femeninas de textos una maravillosa fuente de recursos para las mujeres que buscan

religiosos tradicionales junto ampliar los horizontes de su espiritualidad.


con
ejercicios prácticos, refle¬ Reverenda Sharon Vandegrift
xiones y recuerdos personales (Universidad de Drexel)
de mujeres de todas las edades.
Con esta guía cálida y sensible, Reilly afronta los problemas que resultan de la negación
la lectora aprenderá a sondear del aspecto femenino de la divinidad, lo cual ocurre tanto a

las profundidades de su relación nivel individual como al nivel de la sociedad en general; pero
además, guía a sus lectoras hacia soluciones concretas... La
con su madre, con su cuerpo y
búsqueda de La Madre es un viaje heroico, y en este libro
consigo misma, con su sexuali¬ encontramos el mapa para realizarlo, repleto de claves con¬
dad y su vulnerabilidad, en un cretas y de estimulantes ejercicios.

proceso creativo a la vez que Gloria Karpinski


liberador. (Escritora)

«La búsqueda de un Dios que


se
parece a nosotras comienza
en nuestra
propias vidas.
Ahí lo hallaremos.»
COLECCIÓN

TALLER DE LA HECHICERA

ÍAn Dios
que se parece
a mí

Descubriendo
el rostro femenino
de Dios

Patricia Lynn Reilly

CtlCJ ¿^iliciones
Dedico este libro a mi madre,
Kathleen Patricia Diehm Reilly (1927-1993),
Hija de Catherine Tyndall Diehm,
Nieta de Anna Neville Tyndall,
Bisnieta de Catherine Kelly Neville,

en agradecimiento por su constante inspiración.

Bendita seas entre las mujeres, querida Madre.


Título original: A God Who Looks Like Me Me afligen tus heridas.
Celebro tu coraje.
Traducción: Miguel Iribarren
Te honro en cada palabra del presente libro.
Foto de la autora: June Reyburn
Juntas contamos las historias inexpresadas de toda una vida.
© Patricia Lynn Reilly, 1995
Esta traducción se publica por acuerdo con The Ballantine Publishing Group,
una división de Random House, Inc.

De la presente edición en castellano:


© Gaia Ediciones, 1999
Alquimia, 6
28933 Móstoles (Madrid) - España
Tels.: 91 614 53 46 - 91 614 58 49
E-mail: alfaomega@sew.es

Primera edición: marzo 1999


Depósito Legal: M. 635-1999
I.S.B.N.: 84-88242-66-2

Impreso en España por: Artes Gráficas COFAS, S.A


Este libro está impreso en papel ecológico.

Reservados todos los derechos. Este libro no puede reproducirse total ni parcialmente,
cualquier forma que sea, electrónica ó mecánica, sin autorización escrita de la editorial.

A. 3^07-5^
Índice

INTRODUCCIÓN: El principio de nuestro viaje 13

PARTE 1: El pasado religioso de las mujeres 33


1. Losprofundos efectos de la religión 35
2. Renuencia, ira y coraje 51

PARTE 2: Lenguaje imaginería religiosos


e 63
3. El Dios de comprensión infantil
nuestra 65
4. Nuestras heridas y comportamientos ineficaces:
exclusión, inferioridad y dependencia 77
5. Nuestra sanación 95

PARTE 3: Historias y mitos religiosos 117


6. Fragmentos de lo olvidado 119
7. Eva: la Madre de Toda Vida 131
8. Lilit: la primera mujer rebelde 165
9. María: la Madre Virgen 191
10. La Niña Divina 225
11. La Que Derramó Su Sangre 247
12. Las Sanadoras Heridas 279
13. La Anciana Sabia 313

PARTE 4: Tras el despertar espiritual 341


14. Abiertas a conexiones saludables 343
15. Despiertas espiritualidad afirma
a una que a la mujer .... 367

EPÍLOGO: Imagina una mujer 377


Lista de ejercicios,
meditaciones y rituales

Capítulo 3
El poder del lenguaje 73
Palabras que hieren, palabras que curan 74

Capítulo 4
Una entrevista: ¿Puede una niña ser Dios? 91
Inventario: Si Dios es hombre, entonces 92
No se permite el paso a las chicas 93

Capítulo 5
El cambiante rostro de Dios 108
Al principio mismo 109
El poder superior desde la perspectiva femenina 111

Capítulo 7
Un encuentro con Eva: la Madre Original 146
Un encuentro con Eva: Nuestra Bondad Original 152
Autocelebración 155
Revisión del Génesis 160
La deflación del ego desde la perspectiva femenina 161

Capítulo 8
Un encuentro con Lilit: al principio mismo 169
La oración del útero 183
Los dones del útero nutricio, los dones del útero que
empuja 186
Perdida y hallada 187

Capítulo 9
Un encuentro con María: reclama tu autonomía original ... 206
Un encuentro con María: reclama tu sexualidad original ... 213
Un encuentro con la Diosa Virgen: reclama tu sexualidad
original 214
La María de nuestra infancia 217
La sexual dentro de ti 219
La rendición desde la perspectiva femenina 220 Agradecimientos
Capítulo 10
Ritual de celebración de la Niña Divina 235 Con mi mayor gratitud a mis creativas mentoras, que han inspirado mi obra y
¿Una respuesta blasfema, herética o curativa? 244 mi trabajo. Ellas son el rostro femenino de Dios para mí.
Carla de Sola, bailarina litúrgica y sanadora delicada, que facilitó la libera¬
Capítulo 11 ción de mis recuerdos infantiles a través del movimiento, la danza y el teatro sa¬
Un encuentro con La Que Derramó Su Sangre: baño de grado. Gracias a su trabajo sanador, mi creatividad comenzó a desplegarse. En
los años subsiguientes he escrito, dibujado y bailado la creatividad de toda una
Luna 260
vida. Barbara Lyon, bailarina alegre y bruja-guía, me enseñó a bailar hacia la ple¬
La curación de la adolescente interna 269
nitud a través de su trabajo y de su vida. Jean Hauser, hábil terapeuta y guía, fue
Reclama la sabiduría de tu cuerpo 272 mi primera acompañante hasta la rica reserva de imágenes que guardaba dentro
La transformación de las actitudes y comportamientos de mí. Me enseñó a confiar en mi vida interna, a discernir su intrincado diseño y
competitivos: un inventario 274 a escuchar su verdad curativa. Muchas de las
meditaciones, oraciones e historias
de este libro tienen su origen en el potencial creativo que se desveló en nuestro
Capítulo 12 trabajo compartido.
Un encuentro con La Que Fue Cortada en Pedazos:
Con mi mayor gratitud a las mujeres de Open Windows Community, que me
reuniendo los fragmentos 300
han acompañado a lo largo de cada etapa de la escritura de este volumen. Muchas
La presencia curativa de Tamar 307 de sus historias aparecen en el libro.
La presencia curativa de La Que Fue Cortada en Pedazos. 309 La Biblia que leía diariamente de niña, adolescente y al principio de la
edad adulta estaba llena de palabras, historias e interpretaciones masculinas de
Capítulo 13 lo divino. A medida que he ido interactuando a diario con historias de mujeres,
El ritual «Imagina»; una inmersión en las imágenes, sus
palabras se han convertido en una Escritura alternativa para mí. Inmersa en
historias, oraciones y canciones que afirman a la mujer ... 330 la verdad de la vida de otras mujeres, he adquirido coraje para sacar del silencio
Oración y Meditación: la presencia permanente de la más historias olvidadas de mi propia vida. Juntas nos hemos liberado de los efec¬
tos mutilantes de los mitos religiosos y
Sabiduría 336 hemos reclamado nuestra bondad, poder
y divinidad originales. Gracias, queridas mujeres, por compartir vuestras histo¬
Reúne los beneficios de tu viaje 338 rias y vidas conmigo. Muchas lectoras serán bendecidas por vuestras palabras.
Gracias también por vuestro apoyo práctico a lo largo del camino: comida en mi
puerta, rituales para animarme en los momentos más tensos, lecturas cuidadosas
de mis manuscritos y sabias críticas en cada estadio de la evolución del libro.

Con mi mayor gratitud a los profesores, sacerdotes y ministros masculinos de


la Iglesia en mis primeros años.
Este libro hasurgido de los talentos, habilidades y de la rebelión inspirada
por dichos hombres. Me educaron para hablar claro y ser persuasiva y, sin em-
12 Un Dios que se parece a mi

bargo, en sumundo religioso no había otro lugar para mí que el de esposa o ayu¬ ZJnirodiAczíz'ión
dante. Sólo los chicos podían cambiar el mundo. Por eso, a través de los tortuo¬
sos caminos que la vida sigue, ellos han cocreado el libro conmigo. Ellos instiga¬

ron mi
búsqueda rebelde de un Dios que me animara a ocupar mi justo lugar al
lado del hombre, nombrando a mis propios dioses, diseñando mi propia vida y
expresando mis dones en el mundo. Deseo que les lleguen mis mejores deseos a
través de los años que nos separan y de nuestros caminos de vida divergentes.
(SI principio de
Reconozco con gratitud el apoyo de mis queridos amigos y familiares, que han
restañado mis heridas, escuchado mis frustraciones y celebrado mis dones.
He oído palabras de apoyo a diario, y a diario me he sentido inspirada
sus
nuesiro viaje
por su coraje para atravesar el umbral de desafíos desconocidos y para partici¬
par en nuevas aventuras creativas, económicas y vocacionales. Me siento llena
de gratitud por nuestra amistad. Gracias, Sharon, Alien y Douglas Vendegrift;
Erin, Moizee y Savoi Stewart; Maggie Sasha Rose y Michael Smith; El Clan Nuestra búsqueda de un Dios que se parezca a nosotras co¬
Middleton; Wendy y Richard Barry; Karen Schneitz; Ferrel Rao; Sharyn Peter- mienza en nuestras propias vidas. Allí es donde la encontraremos.
son; Ginny Logan; Mary Kapper; Karen Heide y Carolyn Edwards.
Patricia Lynn Reilly

Reconozco con gratitud el apoyo de Ballantine Books y de mi editora, Cheryl


D. Woodruff.
Nuestro
como autora a
contacto

través de
ha sido productivo. He
nuestra
crecido
asociación creativa.
y ganado
profundidad
escucharan mis
Aprecio que
sugerencias y dieran la bienvenida a mi participación en cada aspecto del desarro¬
en

Las palabras e imágenes religiosas de Dios Padre, de juicio y


mencia a
castigo, de vergüenza y minusvaloración, de una Eva
ra
pecado¬
y de una María obediente han sido infundidas con vehe¬
las mujeres en las instituciones religiosas de su infancia, o
llo del libro. Aprecio su voluntad de encontrar «espacios intermedios» que funcio¬
susurradas a través de la cultura, y permanecen en su recuerdo. Reci¬
naran para ambas partes.
tados semanalmente en la escuela parroquial o experimentados dia¬
riamente en la relación entre sus padres, los mitos religiosos de un
Reconozco gratitud el apoyo de mis agentes Ling Lucas y Ed Vesneski, Jr.
con

Aprecio fe permanente en mi trabajo y en mis dotes, su hábil navegación


su
Dios exclusivamente y de la necesidad
masculino, del pecado original
entre las idas y venidas de la publicación y sus sabios consejos y guía. Celebro el de un profundamente arraigados en las vi¬
salvador masculino están
crecimiento de su negocio. ¡Qué suerte tenemos los que hemos conocido Nine das de las mujeres. Dichos remanentes de nuestro pasado religioso si¬
Muses & Apollo!
guen con nosotras en la edad adulta e impiden el desarrollo de una es¬
piritualidad autodefinida. En compañía de otras mujeres, nuestra
imaginación se liberará de los efectos agobiantes de los mitos infanti¬
les y adquiriremos el coraje necesario para dar nombre a nuestros
propios dioses y diseñar una espiritualidad que sea nuestra, que afir¬
me a la mujer.
El presente libro, Un Dios que se parece a mí, no es un debate teo¬
lógico ni discusión intelectual. La espiritualidad, por su propia
una
naturaleza, fluye de nuestras propias vidas e historias y está expresada
con nuestras propias voces, no con las de teólogos u otro tipo de «ex¬

pertos». Las historias de las mujeres tienen un papel clave en nuestra


14 Un Dios que se parece a mí
El principio de nuestro viaje 15

exploración: no podemos explorar nuestro pasado religioso o desa¬


Mami es diferente. Ella parece más
feliz. Nos lee la Biblia que
rrollar una personalidad espiritual aparte de ellas. Hasta las interpre¬
taciones religiosas más abstractas están enraizadas en la experiencia está llena de dibujos: Moisés y la zarza que arde sin consumirse,
Moisés separando el mar Rojo, Jesús con los niños, Jesús volando
de vida de quienes las hacen y, como la mayor parte de los intérpretes
han sido hombres, sus explicaciones tienen muy poco que ver con hacia el cielo. Me gustan las ilustraciones. Unas personas muy
amables nos recogen el domingo por la mañana para llevarnos a la
nuestras vidas de mujeres. Las historias de las mujeres cuestionan y

redefinen la religión desde una perspectiva que nos es propia. iglesia. Mami dice que ahora es cristiana y las cosas van a cambiar.
Un día fuimos a su nueva iglesia. Estaba vestida con una túnica
blanca. El ministro la sumergió en una piscina llena de agua. Yo
tuve miedo, ¿iba a morir? Y después la sacó del agua. Tenía una
Mi historia personal
gran sonrisa y estaba toda mojada. Ojalá que papá cambiara. Es
malo y está borracho, y hace daño a mamá. Ojalá que el Dios del
Varias hebras del tejido de mi vida personal están entrelazadas en
las exploraciones contenidas en este libro. He tenido que prestar mu¬ que hablan, el de la Biblia, cambie a papá. Él necesita cambiar más

cha atención a mi pasado religioso porque he experimentado el im¬ que mamá. Pero creo que Dios no escucha mis deseos.

pacto de la religión en cada del proceso de mi vida. Creo que


aspecto
Aprincipios de los años cincuenta mi madre fue «guiada a Cris¬
conservamos en nosotras cada recuerdo, impresión, imagen,
palabra,
suceso y creencia formativa infantil; nada se ha perdido u olvidado.
to» por unacompañera del hospital donde trabajaba en Los Angeles,
Durante años he ignorado el pasado para poder seguir adelante con pero el alcoholismo de mi padre y la violenta situación que padecía
nuestra familia en nada se vio afectada por la religión. Mis
mi vida. En mis años universitarios recuperé mi nombre completo, padres aca¬
baron divorciándose. Madre aprendió a conducir, nos metió en el
Patricia, en un intento de tomar distancia de «Patty»* y los primeros
doce años de «su» vida. Pero, a pesar de todo, mi pasado insistía en asiento de atrás a mi hermana pequeña y a mí y nos llevó cruzando

ser reconocido a través de unos ataques


todo el país hasta Nueva Jersey, donde nos establecimos cerca de su
inexplicables que surgían de
la profundidad de mi dolor infantil y a través de los desórdenes ali¬ familia. Pasado un año, las presiones.de su vida condujeron a mi ma¬
dre a su propio alcoholismo. Un día mi hermana y yo fuimos aparta¬
menticios que amenazaban con tragarse mi vida. Finalmente, no tuve
otra elección que reconocer la presencia continuada del pasado en mí
das de su lado e ingresadas en un hogar de acogida, y varios meses
más tarde acabamos en un orfanato católico.
y me dispuse a escuchar sus historias.
Allí recibí la primera comunión y asistí a misa diariamente. Recibí
Elegí llamar a ese aspecto de mí misma que recuerda mis prime¬
ros años «La Niña Que Fui». Ella ha sido una compañera fiel en las
la confirmación y las hermanas de Saint Joseph me catequizaron y me
incursiones por mi pasado religioso, dándome acceso a nombres, imᬠsumergieron en el catolicismo previo al Vaticano II. Allí conocí a Ma¬
ría, la Reina del Cielo; era a ella a quien rezaba cuando una amiga caía
genes y comprensiones de la religión tradicional que estaban deposi¬
tados en su corazón, en su cuerpo y en su memoria. En un esfuerzo enferma («cúrala, María»), cuando los pensamientos sobre mi padre,

por recuperar más historias de mi infancia, escribí el fragmento que


perdido el contacto hace tanto tiempo, se agolpaban en mi mente
sigue, titulado: «Deseo con todas mis ganas, deseo con todos mis («protege a papá, María») o cuando quería conservar la esperanza de
volver a ver a mamá («por favor, reúnenos pronto, María»), Para mí
fuerzas, que Dios cambie a papá.»
María era una sanadora y protectora que concedía milagros a quienes
la amaban y estaba claro que era Dios, o al menos una igual al Rey del
cielo, aunque las monjas y los curas insistían en que no era así. Ella
era la madre de Dios, decían, no la Diosa Madre. Y
*
Diminutivo de Patricia. (N. del T.) hay una diferen¬
cia, me aseguraban.
16 Un Dios que se parece a m! El principio de nuestro viaje 17

Mi hermana y yovivimos en esta comunidad de clausura durante de mi propia necesidad de curación. Había sufrido desórdenes ali¬
varios años; raras veces nosaventurábamos a salir al mundo, como menticios desde mis días en el orfanato y perdí totalmente el control

cuando visitábamos a algunas familias católicas que nos apadrinaban de mis hábitos una vez casada. Cuando nuestro matrimonio fracasó
o nos desplazábamos a casas de familiares que se habían enterado de después de tres años asistí diariamente a las reuniones de Alcohólicos
nuestra difícil situación invitaban a visitarles movidos por la
y nos Anónimos. En el programa de los doce pasos encontré la versión cris¬
bondad opor la culpa. Mi madre, recién recuperada del alcoholismo, tiana de Dios. Al final de las reuniones se solía rezar el Padrenuestro.
se estableció en Newark, Nueva Jersey, donde encontró apoyo y con¬ El «Dios» de la recuperación me era muy familiar y no tuve proble¬
fort en medio de un grupo de gente amorosa perteneciente a una igle¬ mas para dirigir mi vida y mi voluntad hacia «él».

sia protestante. Cuando me gradué de octavo, María hizo el milagro y En la transición que siguió al divorcio me matriculé en un curso
mi hermana y yo salimos del orfanato para volver con nuestra madre. en el seminario de Princeton. Allí fue donde comenzó mi camino de

Pasamos de una comunidad de clausura en medio de una zona rural curación con la organización Hijos Adultos de Alcohólicos. Las reu¬
de Nueva Jersey a la gran ciudad, donde se esperaba que asistiéramos niones de Alcohólicos Anónimos a las que había asistido antes del di¬
a la
iglesia protestante de mi madre que se convirtió en nuestra nueva vorcio no habían tocado mis heridas infantiles, se limitaban a ofrecer
familia adoptiva. apoyo a las esposas de alcohólicos. Pero posteriormente Alcohólicos
En la Iglesia Evangelista del Calvario nunca hablaban de María, a Anónimos había reconocido las necesidades concretas de los hijos
no ser que fuera Navidad. Ella era la jovencita que había dado a luz adultos de los alcohólicos y había desarrollado un programa para ayu¬
a Jesús. Después del nacimiento, apenas se hablaba de ella en la Biblia darnos. Al mismo tiempo Adictos a la Comida Anónimos me dio una
protestante. Dios Padre era el Rey de Reyes y el Señor de Señores en serie de herramientas de autoayuda que no había recibido en mi in¬
nuestra nueva iglesia, y no tenía reina a su lado, sólo asistentas. Tuve fancia. El plan alimenticio que me sugirieron me liberó para poder es¬
tar «más presente en mi vida» y para poder lidiar con los sentimientos
que ocultar mi amor y devoción por María. Pero también había otras
informaciones confusas: según las enseñanzas de las monjas, todos los que iban aflorando a medida que emergían mis recuerdos infantiles.
Los estudios en Princeton me llevaron a emprender la búsqueda
protestantes irían al infierno y ahora los protestantes trataban de con¬
vencernos de que eran los católicos los que estaban condenados. de un Dios que se parezca a mí. María había sido destronada al prin¬
Por fin averigüé lo que tenía que hacer para ser aceptada en esta cipio de mi adolescencia, pero su recuerdo surgió un día que un pro¬
nueva comunidad religiosa y «pedí a Jesús que entrara en mi cora¬ fesor nos estaba explicando el significado del «lenguaje inclusivo»,
zón». Después de haber vuelto a nacer a los doce años, me enseñaron término que no me era familiar. Nos recordó nuestra primera lección
a tratar de convertir el mundo y entré en acción en diversos grupos respecto a Dios: que Dios es espíritu y ninguna imagen puede conte¬
parroquiales, participando en encuentros de oración y evangelismo al nerle. Nos sugirió que experimentáramos con nombres e imágenes al¬
aire libre. Dios era para mí un padre amoroso y exigente; estaba a su ternativos de Dios y que hiciéramos una lista en la que incluyéramos a
cuidado y pedía su dirección a través de la lectura diaria de la Biblia y «Dios Madre».
de la oración. Para mí esta sugerencia resultó ser revolucionaria. Me lanzó a
Asistí universidad cristiana en la cima de Lookout Moun-
a una la primera fase de mi viaje hacia el rostro femenino de Dios. Empe¬
tain, en Tennessee. Después de graduarme volví a Newark, donde tra¬ cé a sospechar de todo lo que se me había enseñado en nombre de

bajé de directora de educación religiosa en una iglesia local. Fue la religión, luché con los nombres e imágenes de Dios, con las his¬
torias y mitos de la religión tradicional y con los conceptos de
aproximadamente por aquel tiempo cuando comenzó mi camino de
recuperación. Estaba prometida a un alcohólico en recuperación, por pecado, salvador y salvación omnipresentes en mi pasado religioso
lo que asistía a las reuniones de Alcohólicos Anónimos para poder en¬ que habían seguido conmigo en la etapa adulta. Mientras reorgani¬
tenderle mejor y comprender sus necesidades. Aún no era consciente zaba y clasificaba todo este equipaje religioso comencé a observar
El principio de nuestro viaje 19
18 Un Dios que se parece a mi
crisis o celebración. Además, estoy comprometida a mantener undiá¬
el programa de recuperación desde la perspectiva de mi propio de¬ logo permanente con las comunidades religiosas o terapéuticas. Mi
sarrollo espiritual. trabajo consiste en recordar a estas comunidades las historias olvida¬
Después de recibir el master en Princeton trabajé de capellán en das de las mujeres y las verdades de la vida de las mujeres que no es¬
el Hospital Municipal de Boston y empecé a estudiar en el Centro Teo¬ tán reconocidas en sus principios y teologías.
lógico para Mujeres de Boston. Inspirada por mis valientes compañe¬ Esta historia personal, tan llena de intensos problemas y de recur¬
ras de estudios, creé rituales personales y meditaciones en las que sos sorprendentes, es la que ha hecho nacer mi trabajo con las muje¬

imaginaba a una Mujer Dios que se parecía a mí, que sentía y experi¬ res. Mi compromiso es ofrecer a cada mujer la oportunidad de revisar

mentaba la vida como yo. Su imagen llegó amorosamente hasta las y reordenar su pasado religioso con la intención de crear una espiri¬
profundidades del odio que sentía hacia mí misma, obligando a salir tualidad autodefinida que afirme a las mujeres. Un Dios que se parece
de su escondite a los recuerdos del incesto que había sufrido y des¬ a mí surgió de este compromiso.

pertando el fuego mi ira. Durante algún tiempo llegué a dejar la igle¬


sia porque estaba muy enfadada con Dios padre, enfadada porque mi
realidad había sido negada, enfadada porque Dios siempre había pro¬ Contar nuestras historias en comunidad
tegido a mi padre borracho mientras yo trataba de ser una niña buena
para papá y mamá. Este libro presenta las historias de las mujeres que han asistido a
A medida que fui recogiendo los fragmentos de mi historia perso¬ los retiros y talleres que facilito, mujeres con las que he trabajado re¬
nal olvidada empecé a buscar historias de mujeres en mi pasado reli¬ gularmente como directora espiritual. Las historias surgieron durante
gioso. Me quedó muy claro que mi camino de recuperación implicaba exploraciones grupales basadas en el material que presento en el li¬
por un lado la recuperación de mis historias personales ocultas entre bro. Nuestra comunidad sigue construyéndose y profundizándose en
los recuerdos familiares y por otro la recuperación de la historia co¬ el Centro de Mujeres Círculo de la Vida a través de reuniones sema¬
lectiva de las mujeres de los márgenes de la historia y de la religión. nales en grupos reducidos, loterías mensuales, rituales de purificación
Fui plasmando y trenzando cada uno de mis descubrimientos en di¬ y retiros periódicos. Nos apoyamos mutuamente en momentos de cri¬
versos rituales, obras de teatro, retiros, talleres y sermones. Viajé por sis, cuestionamiento, celebración y sanación; nos hemos convertido
todo Estados Unidos y Canadá relatando historias inexpresadas de en el rostro femenino de Dios las unas
para las otras.
mujeres a círculos de mujeres. A medida que las antiguas mujeres Las mujeres del grupo tienen edades comprendidas entre los
—Eva, Lilit, María, La Niña Divina, La que Derramó Su Sangre, Las veinticinco y los cincuenta y cinco años. Son afroamericanas, asiáticas
Sanadoras Heridas y La Anciana Sabia— desenredaban y separaban americanas y euroamericanas. Entre ellas hay peluqueras, programa-
sus historias de la omniabarcante historia del Dios masculino, las mu¬ doras informáticas, niñeras, profesoras, secretarias, estudiantes de
jeres modernas fueron adquiriendo el valor de relatar sus historias doctorado y terapeutas centradas en el tema de las drogas. Son ma¬
inexpresadas. dres, abuelas, están solteras, en pareja, casadas, son lesbianas y hete¬
En los círculos de mujeres he buscado y encontrado a un Dios rosexuales. Proceden de diversos trasfondos religiosos: las hay católicas,
que se parece a mí. En los círculos de mujeres he llegado a amarme y luteranas, judías, metodistas, baptistas y budistas. Algunas carecen
a aceptarme como mujer. En un círculo de mujeres tomé la decisión completamente de un trasfondo religioso formal, sus imágenes e his¬
de no recibir la ordenación ministerial dentro de la iglesia; por el con¬ torias les fueron susurradas por su cultura.
trario, elegí promover la comunión espiritual entre mujeres. Actual¬ Las mujeres cuyas historias vas a leer comparten el compromiso
mente ofrezco una variedad de servicios de apoyo entre los que se in¬ de reconocer la verdad de su historia personal y su vinculación con la
cluyen grupos semanales de espiritualidad y de recuperación, retiros historia de las mujeres en general. Han revisado y clasificado las imá-
mensuales, dirección espiritual y ayuda continuada en momentos de
20 Un Dios que se parece a m! El principio de nuestro viaje 21

genes e historias que quedaron grabadas en sus recuerdos y han desarro¬ Parte 2: Lenguaje e imaginería religiosos
llado unaespiritualidad que, fluyendo de sus propias experiencias, es¬
peranzas y fuerza, afirma a la mujer.
En la parte 2 examinaremos el lenguaje religioso y la imaginería
Ellas me han dado permiso para que sus historias puedan ser re¬ de infancia. No tuvimos elección, el Dios de nuestra infancia
nuestra

producidas en este libro. No he censurado las historias en el proceso fue masculino y hasta que no lo examinamos no somos libres de nom¬
de corrección ni las he interpretado. Creo que el simple hecho de brar e imaginar a un Dios que nosotras podamos entender. Pero, una

contar la propia historia es muy curativo. Tal como hacemos en los vez examinado, somos libres de elegir qué aspectos del Dios de nues¬
tro pasado religioso incorporaremos en el desarrollo de nuestra vida
grupos de mujeres, en las reuniones de autoayuda o en un encuentro
terapéutico, cada una de nosotras se «muestra y dice la verdad» de su espiritual. La de Dios padre se convierte en una de las muchas imáge¬
vida en estas páginas. Confiamos en que acumules coraje para sacar nes curativas posibles.

tus historias olvidadas y dejes atrás el silencio a medida que compar¬ En el capítulo 3, «El Dios de nuestra comprensión infantil», estu¬
tes este viaje con nosotras.
diaremos el poder del lenguaje y de la imaginación. Haremos inventa¬
rio de los nombres y de las imágenes de Dios que quedaron grabados
en nuestras imaginaciones infantiles.

Una visión general del libro En el capítulo 4, «Nuestras heridas y comportamientos inefica¬
ces: exclusión, inferioridad y dependencia», llegaremos a una com¬

mí proporciona una visión clara del equi¬


Un Dios que se parece a prensión más clara de la relación entre nuestro pasado religioso y los
paje religioso que las mujeres llevan consigo hasta la edad adulta y comportamientos ineficaces con los que luchamos actualmente. Ha¬
remos inventario de las heridas y de los comportamientos deficitarios
una
guía práctica para clasificarlo. Estás invitada a descartar lo que te
parezca dañino y a tomar lo que te afirme como mujer dentro del pro¬ que son resultado de nuestra inmersión en los nombres e imágenes
ceso de tu desarrollo espiritual. El libro está dispuesto en cuatro sec¬ masculinas de lo divino.
ciones. En elcapítulo 5, «Nuestra curación: el rostro cambiante de Dios»,
La introducción, «El principio de nuestro viaje», establece la desarrollaremos alternativas al lenguaje religioso tradicional que afir¬
men a las mujeres. Nombraremos e imaginaremos a un Dios que noso¬
base de exploración de nuestro pasado religioso y del desarrollo de
tras podemos entender. Haremos inventario de las herramientas didác¬
una espiritualidad que afirma a la mujer.
ticas de que disponemos mientras honramos el cambiante rostro de
Dios tal como se muestra en nuestra experiencia personal.

Parte 1: El pasado religioso de las mujeres


Parte 3: Historias y mitos religiosos
capítulo 1, «Los profundos efectos de la religión», examina la
El
influencia religiosa sobre nuestras historias culturales, familiares y La parte 3 es un a la verdad de la vida de la mujer, empezan¬
viaje
personales. En nuestra infancia no tuvimos forma de escapar a la in¬ do desde su pasando por la creación de los mitos y sím¬
nacimiento,
fluencia generalizada de la religión, que sigue estando presente en bolos que la conforman, aventurándonos en el desarrollo de sus ciclos
nuestras vidas actualmente. y ritmos, explorando su conexión con las demás mujeres y confron¬
En el
capítulo 2, «Renuencia, ira y coraje», se te invita a unirte a un tando el miedo a envejecer que la acompaña durante toda la vida. Se
círculo de mujeres que están recuperando sus primeros recuerdos religio¬ incluyen historias de mujeres procedentes de las tradiciones hebrea y
sos. En nuestra valerosa compañía mutua reconoceremos el amplio rango cristiana, historias que nos fueron contadas en las escuelas parroquiales
de sentimientos que despierta en nosotras el viaje al pasado religioso. y en las catequesis de nuestra infancia.
22 Un Dios que se parece a m1
El principio de nuestro viaje 23

La disposición de dichas historias está diseñada para que poda¬


confrontar xual, la violación y el incesto, y de los factores religiosos que contribu¬
mos
algunos tabúes religiosos y culturales específicos que
rodean el desarrollo de la vida de la mujer. No es esencial que las his¬ yen a la violencia sexual contra las mujeres. Asumimos el poder de re¬
torias te sean familiares ya que reconocerás los temas. Estaban inscri¬
clamar nuestros cuerpos y de gritar la verdad.
En el capítulo 13, «La Anciana Sabia» nos guía en nuestra explo¬
tos en las enseñanzas
que recibiste en tu familia, en tu religión y en la
ración de las frustrantes actitudes religiosas y culturales que rodean el
sociedad. Inspiradas por las historias de estas mujeres, iremos más
allá de los tabúes para reclamar nuestros cuerpos, para redescubrir proceso de envejecimiento de las mujeres. Asumimos el poder de re¬
clamar nuestra sabiduría interna y «de plasmar en la realidad nuestras
nuestro centro
espiritual y para reinventar creativamente los viejos
mitos. imágenes» de comunidades que afirmen a la mujer.
En el capítulo 6, «Fragmentos de lo olvidado», reconoceremos la
ausencia de historias de mujeres en la historia religiosa que se nos en¬
Parte 4: Tras el despertar espiritual
señó. Delinearé el proceso de «recoger los fragmentos» y con él recu¬

peraremos las historias de las mujeres de los márgenes de la historia y


En las partes 1,2 3, exploramos nuestra inmersión en una socie¬
y
de la religión para reescribir las antiguas historias desde la perspectiva
dad y en una religión que adoran a un Dios masculino. Penetramos en
de la mujer.
su lenguaje e imaginería, criticando todo lo que se nos enseñó. Lucha¬
En los capítulos 7 y 8, nuestras madres míticas, «Eva: La Madre
mos con las viejas formas de creer y de ser, exorcizando las viejas imá¬
de Toda Vida» y «Lilit: La Primera Mujer Rebelde», guían nuestra ex¬
genes. Plantamos nuevas experiencias, imágenes e historias en el sue¬
ploración de los mitos de la creación según la religión tradicional y
lo fértil de nuestra espiritualidad autodefinida.
sus efectos limitantes sobre las vidas de muchas
generaciones de mu¬
Pero nuestra transformación personal sólo es el principio del viaje,
jeres. Reclamamos el poder de abarcar tanto nuestras dotes nutricias
la salvación última del mundo depende del encuentro entre lo mascu¬
como nuestra capacidad de
acción y de crear mitos y meditaciones
lino y lo femenino, y del ofrecimiento de nuestra fuerza, sabiduría y
curativas que afirmen a las mujeres.
En el capítulo 9, «María, la Madre Virgen», guía nuestra explora¬ compasión combinadas al servicio de la humanidad. En la parte 4 reu¬
niremos los dones que el viaje por nuestro pasado religioso nos ha pro¬
ción de las imágenes de la feminidad distorsionadas por la cristian¬
dad, en las que la pasividad y la castidad eran los únicos ideales fe¬ porcionado y los aportaremos a nuestras relaciones actuales.
En el capítulo 14, «Abiertas a conexiones saludables», explorare¬
meninos. Asumimos el poder de nuestra autonomía y de nuestra
mos los efectos de la feminidad
sexualidad y pasamos de la dependencia a marcar nuestra propia di¬ que afirma a la mujer en nuestras rela¬
ciones con nuestros amantes masculinos, colegas y amigos.
rección.
En el capítulo 15, «Despiertas a una espiritualidad que afirma a la
En elcapítulo 10, «La Niña Divina» guía nuestra exploración de
los factores que mujer», celebraremos nuestro despertar a las perspectivas de una es¬
rodean el nacimiento de una mujer y su recepción en
un mundo que
piritualidad que afirma a la mujer.
prefiere a los hombres. Asumimos el poder de cele¬
brar nuestro nacimiento y de cuidar de nosotras mismas.
En el capítulo 11, «La Que Derramó Su Sangre» guía nuestra ex¬
Entremos en el libro
ploración de los tabúes religiosos que rodean el cuerpo de la mujer y
su proceso natural. Asumimos el poder
de celebrar nuestra preciosa Los círculos de apoyo
sangre y de unirnos con otras mujeres en una comunidad de sanación.
En el capítulo 12, «Las Sanadoras Heridas», Tamar y La Que Fue
A lo largo del libro se invitará a unirte a círculos de apoyo de las
te
Cortada en Pedazos, nos guían en nuestra exploración del acoso se¬
tres maneras que sugerimos a continuación. A medida que vayas leyen-
24 Un Dios que se parece a mí El principio de nuestro viaje 25

do, elige el planteamiento que te sea más cómodo o créate uno propio. Otras llaman a este aspecto de sí mismas recuerda sus prime¬
que
ros años «La Niña Que Fui». Ella se convierte imagen curativa
en una
1. Un camino indirecto: la exploración desde una distancia segura que facilita el acceso a los recuerdos de la niñez; las mujeres se embar¬
can en una aventura curativa a su lado invitándole a contar sus histo¬
Algunas querréis leer el libro de una tirada, sin interrupción. Si rias infantiles.
tienes este planteamiento, imagina que estás leyendo el libro desde Puede que
algunas deseéis usar este trabajo como oportunidad
una distancia segura, explorando tu pasado religioso indirectamente a para familiarizaros con más historias de vuestra infancia. A medida
través de las experiencias de las demás. Los ejercicios serán optativos. que vayáis trabajando con las reflexiones y exploraciones del libro, es¬
Léelos como si fueran una parte más del texto y si uno de ellos activa tableced un lugar de reunión imaginario con La Niña Que Fuisteis.
tu fantasía, experimenta con él. Invitadla a reunirse con vosotras en vuestro lugar favorito, un lugar
seguro que recordéis de vuestra infancia: bajo la mesa del comedor,
el que apoyarse: en un árbol especial, en la playa, o junto a un arroyo. Imagina que te
2. Un camino en historias de experiencia, fuerza y es¬
peranza sientas cómodamente con ella en ese lugar y que allí mantenéis una
serie de conversaciones a través de los escritos y dibujos de tu diario.
Imagina que estás en la reunión de autoayuda o en un círculo de Juntas viajaréis por su «pasado religioso», guiadas por los ejercicios
mujeres. Se propone un tema y a continuación el círculo de mujeres titulados «Antes de seguir adelante...» que se incluyen al final de cada
comparte su experiencia, fuerza y esperanza contigo. Permite que sus capítulo. Si te gusta más la imagen del paquete o hatillo, imagina un
relatos evoquen tus propias historias olvidadas. Considera la posibili¬ lugar en el que poder clasificar la parte denominada «pasado religioso».
dad de usar un rotulador para señalar las historias o fragmentos de Considera la posibilidad de escribir y dibujar con tu mano no do¬
historias que te recuerdan a las tuyas. A continuación se te invitará a minante en respuesta a las reflexiones y ejercicios. Esta técnica es de
unirte al círculo con las palabras: «Imagina que estás sentada en un mucha ayuda para acceder a los recuerdos infantiles porque te permi¬
te dejar de lado los juicios, las críticas y las resistencias
círculo con...» Añade tu historia a las suyas,
compartiéndola con una de la adulta.
amiga escribiéndola en tu diario. Se te ofrecerán una serie de pre¬
o Experimenta con ella; las que lo hacen acaban encantadas con los re¬
guntas para guiar tu reflexión; si te sirven, úsalas, si no, confía en que sultados. Tu niña tiene muchas cosas que decir; su voz se te irá ha¬
tu propia «sabiduría profunda» te guíe durante la exploración. ciendo familiar con el tiempo y la reconocerás como la voz de La
Niña Que Fuiste1.
3. Un camino imaginativo: una reunión sagrada con la niña que fuiste

Llevamos nuestras infancias dentro de nosotras; no hay nada per¬ Almohadones de apoyo
dido ni olvidado. Muchas intentamos olvidar el pasado porque lo
consideramos irrelevante para nuestra La después de haber empezado a escribir este libro me
vida adulta, pero suele dejarse semana

senté frente al ordenador y era incapaz de ponerme a trabajar. En lu-


notar y reflejarse en síntomas físicos problemáticos, en comporta¬
mientos inadecuados persistentes, en la rotura de relaciones y en las
dificultades reiteradas. A algunas mujeres les ayuda imaginar este al¬ 1
Para comentario a fondo sobre el niño interno y la técnica de
tener acceso a un
macén de recuerdos infantiles como un paquete al que llaman «infan¬ la mano nodominante, véase:
cia». El paquete contiene todos los recuerdos, impresiones, imágenes, Lucia Capacchione, Recovery of Your Inner Child (Nueva York: Simón and
palabras, sucesos y creencias formativas. A través del trabajo que ha¬ Schuster, 1991).
cemos juntas abren el paquete y exploran su contenido. Lucia Capacchione, El poder de tu otra mano (Madrid: Gaia Ediciones, 1995).
26 Un Dios que se parece a mí El principio de nuestro viaje 27

gar de reprochármelo, escuché a esa parte resistente de mí. Surgió •


Un círculo de mujeres con el que te reúnas regularmente para
una voz ansiosa y, a través del diálogo con «la ansiosa», me quedó
compartir tus intuiciones y recuerdos.
muy claro que el nivel de atención y concentración que requería el
trabajo de escribir me resultaba agobiante. Pregunté a «la ansiosa» de A continuación describimos cada uno de estos almohadones.
qué forma podía apoyarla y empecé a poner «almohadones de apoyo»
en mi vida que me permitieran hacer avanzar el proyecto creativo.
Un diario
El primer compromiso que adquirí conmigo misma fue el de ha¬
cer cierta cantidad semanal de trabajo corporal. Extendí un cheque
Necesitarás diario en el que registrar los recuerdos y compren¬
un

para pagar las sesiones del primer mes y así asegurar a mi parte ansio¬ siones que produzca el trabajo que vamos a hacer juntas. Incluye en él
sa que tomaba en serio sus necesidades. Cada día hacía la comproba¬
artículos que leas, poemas, sermones o ensayos que puedas escribir;
ción con la ansiosa: «¿Puedo volver al trabajo?» Y me respondía cla¬
guarda también en él las imágenes que te surjan y fotografías que pue¬
ramente que no. das haber conservado de tu infancia. Normalmente se
puede encon¬
El segundo almohadón de apoyo fue una reunión semanal con un trar una fotografía de la primera comunión en los archivos familiares.
grupo de mujeres escritoras. Nos ofrecíamos ayuda y contrastábamos Si planeas usar este trabajo para entrar en contacto con tus recuerdos
unas con otras nuestros trabajos. Volví a consultar y el apoyo todavía
infantiles, crea un diario especial para los escritos y dibujos de La
no era suficiente. Niña Que Fuiste. A medida que vayas recordando sus
historias, trata
Mi tercer almohadón de fue tomarme dos días a la semana
apoyo de escribirlas o dibujarlas con tu mano no dominante.
libres para recordar que mi vida era más amplia que el proyecto de es¬
cribir. A medida que fui reuniendo una rica variedad de almohado¬
Escribir, dibujar, bailar y esculpir
nes, la parte ansiosa de mí acabó relajándose. Tres semanas después
volví escribir sin esfuerzo.
a
Para algunas mujeres, la escritura abre la puerta de los recuerdos,
Haz inventario de los almohadones de apoyo con las que cuen¬ los sentimientos y las comprensiones. Les permite tener acceso a su
tas en tu vida a medida que vayas entrando en las exploraciones
voz única y personal,
y expresarla. Utiliza este libro como una medita¬
esenciales del libro. Mereces contar con buenos apoyos en tu vida. ción. Permite que te ofrezca el tiempo y el
espacio suficientes para
En el inventario de Joyce se incluían masajes regulares, paseos por calmarte tanto que puedas oír tu voz interna. Anota lo que
oigas. Con
la naturaleza, buena alimentación y reuniones semanales de auto- el tiempo te irás sintonizando con la voz.
ayuda. La lista de Irene incluía contacto por teléfono con amigas Sigue el camino que se va abriendo a través de tus escritos. Quizá
que la apoyaban, pasar tiempo en el jardín, hacer ejercicios de esti¬ tus palabras te guíen hasta una
imagen. Si es así, trata de dibujarla.
ramiento, respirar profundamente y oír música para cambiar de es¬ Esta imagen puede guiarte hasta el álbum familiar. Dedícale
tado de ánimo.
tiempo.
Y esas fotografías pueden llevarte a escribir una carta o a crear un bai¬
Estos algunos de los almohadones
son que te harán más cómoda le. De esta forma se va desarrollando la aventura del autodescrubri-
la exploración. Rodéate de ellos e incluye: miento orquestada por tu sabiduría profunda. Así es como escribir te
ayuda liberar viejos recuerdos e imágenes y te ofrece el don de pro¬
a

Un diario. fundizar en la intimidad contigo misma.

Un lugar especial en el que hacer el trabajo. Las palabras no son el único medio de acceder a los
recuerdos,

Un tiempo para dedicarte regularmente a este trabajo. sentimientos y comprensiones. Para algunas, el dibujo, el movimiento

Un método para reconocer los sentimientos que puedan aflo¬ y la danza, el teatro y la escultura facilitan la expresión de su voz in¬
rar mientras lees. terna. Las artes
expresivas nos hacen ir más allá de las palabras, dejan
28 Un Dios que se parece a mí El principio de nuestro viaje 29

a un lado las barreras que a veces erigimos con las palabras para de¬ el lenguaje, las imágenes, las historias y los mitos de tu religión infan¬
fendernos de los sentimientos y recuerdos. Siéntete libre de participar til. Estas
tareas requieren una delicada atención a todos los sentimien¬

en ejercicios y reflexiones de la forma que mejor funcione para ti.


los tos que puedan aflorar en ti; emplea con ellos el
proceso que describi¬
mos a continuación. Es probable
Dibuja tus recuerdos, baila tu ira, esculpe tus heridas, colorea tu sana- que surjan resistencias, ansiedad, ira
ción. A lo largo de todo el libro encontrarás múltiples sugerencias y miedo. En lugar de resistirte a ellos considerándolos intrusos, abrá¬
zalos como amigos y compañeros fieles que te aportan una informa¬
para la expresión creativa.
ción muy valiosa.
Un lugar sagrado

A medida que surja un sentimiento, respíralo sin hacer ningún
A las mujeres se nos ha enseñado a crear y a mantener espacios juicio. Permite que la respiración masajee el sentimiento y te
para los demás. Aquí te invitamos a crear un espacio sagrado para ti
ayude a reconocerlo.
misma. Susan creó un espacio cómodo y seguro en una esquina de la Imagina que el sentimiento es un amigo, invítale a tomar el té

oficina que tiene en su hogar. Colgó sus obras de arte de las paredes y contigo. Dale una voz a través de palabras o imágenes, dialoga
le añadió almohadones confortables. Allí es donde se retira para leer, con él en tu diario
y escucha lo que tenga que decirte. Pregún¬
escribir y meditar. Jen tiene una «habitación propia» que es un garaje tale: «¿Ansiosa..., miedosa..., resistente..., enfadada..., cómo

reciclado; en ella pinta, escribe, baila y medita. Encuentra tu propio podría apoyarte?»

Habla de tus sentimientos con las mujeres de tu
espacio seguro y lleva a él una vela, una jarra de agua, un cuenco y tus grupo de apo¬
símbolos personales de la búsqueda espiritual. El propósito de estos yo o con una amiga, madrina o terapeuta. Elige a alguien que

objetos irá quedando claro a medida que avancemos en el libro. no


categorice los sentimientos como buenos o malos. Pídele a
esa persona
que sea testigo de tus sentimientos sin tratar de sa¬
carte de ellos o de hacerte sentir
Un tiempo sagrado mejor.

Si eliges emplear este trabajo como una oportunidad
de fami¬
Como mujeres se nos ha enseñado a hacer tiempo para los demás. liarizarte con la niña que fuiste, permite que los sentimientos
Ahora te invitamos a apartar un poco de tiempo para ti misma. Susan históricos que se desatan a través de nuestro trabajo común se
se propuso dedicar treinta minutos diarios a su tiempo sagrado. No expresen en dibujos y escritos realizados con tu mano no domi¬

permite que nada que no sea realmente urgente la interrumpa. Su fa¬ nante.

milia respeta su compromiso consigo misma y ha aprendido a resolver


las dificultades con las que pensaban que sólo mamá podía lidiar.
A medida que vayas avanzando en el libro, rodea cada lectura y Un círculo de mujeres

cada experiencia de meditación de silencio. Tómate tu tiempo. Planea


Si
dedicar al menos dos semanas a cada capítulo, tres si trabajas en grupo. es
posible, invita de mujeres a unirse a ti en este es¬
a un grupo

Lee cada capítulo a un ritmo constante la primera vez, después vuelve a tudio. En estos donde buscamos y encontramos un Dios
grupos es
él y entra plenamente en los apartados que más te hayan tocado. que se parece a nosotras. En los círculos de mujeres es donde llega¬
mos a amarnos y
aceptarnos como mujeres, donde nos sentimos capa¬
ces de desarrollar una
Los sentimientos como compañeros espiritualidad que afirma a la mujer. Además, el
grupo te ofrece un foro permanente donde puedes compartir lo que

largo del libro te invito continuamente a confrontar tus


A lo vie¬ aprendes y te anima a mantener tu compromiso con la exploración.
jas imágenes, a cuestionar las creencias no examinadas y a luchar con Elige un grupo de no más de seis mujeres, mujeres en las que
El principio de nuestro viaje
Un Dios que se parece a m1 31
30

y curación que está a vuestra disposición en este momento (tiempo


confíes y con las que puedas mostrarte creativa, cuestionadora y total: veinte minutos).
abierta de mente. Elige a mujeres que se comprometan a mantener Leed cada sección en voz alta o en
3.
reuniones semanales de dos horas durante un periodo de entre seis silencio, tal como el grupo
lohaya decidido (veinte minutos).
y nueve meses. Si es posible, a cada miembro del grupo se le invita¬ 4. Concédeos algún
tiempo para tomar notas personales o hacer
rá a incorporar el contenido de los capítulos en su meditación y re¬ un dibujo en
respuesta a la lectura (veinte minutos).
flexión diarias.
5. Volved
juntaros. Cada mujer añadirá su historia a las que se
a
Las vidas de la mayoría de las mujeres están tan llenas de activida¬ han compartido en el texto. Este compartir durará una hora. Para que
des que hacer «tareas» entre reuniones es una expectativa poco realis¬ cada mujer tenga la oportunidad de
ta. En cada reunión, destinad un tiempo a leer el capítulo o fragmen¬
participar necesitaréis que al¬
guien controle el tiempo. Si hay seis mujeres en el grupo, cada una
to capítulo correspondiente. El óptimo es destinar al menos dos
del
dispondrá de diez minutos. Tal vez queráis rotar en el cargo de crono¬
semanas a cada capítulo en las partes 1, 2 y 4, y tres semanas a cada
metradora.
capítulo de la parte 3. Rotad el cargo de facilitadora, que es la respon¬ Permitid que cada mujer comparta sus sentimientos e
sable de dividir cada capítulo en porciones a leer y trabajar semanal- historias
sin interrupción. Este
mente.
planteamiento «sin conversación cruzada» nos
ayuda a ser responsables de nosotras mismas y a respetar el viaje sa¬
grado de cada una. Sé testigo y reconoce la historia de cada mujer en
Mantened unas directrices simples: silencio. El poder curativo de la escucha silenciosa es
asombroso. Ob¬
serva lo que ocurre en ti cuando tratasde «escuchar simplemente».
• Asistencia: es regularmente
esencial comprometerse a acudir
Finalmente, cuando sintáis
os en
confianza, pedid la opinión de las
para que se pueda crear un ambiente de confianza. demás si lo deseáis.
• Confidencialidad: lo que se escucha en el grupo no sale de él. 6. Acabad con una oración. Practicad las oraciones

Horario: haced un esfuerzo por comenzar y acabar las reunio¬ meditacio¬
y
nes inclusivas tal como se van introduciendo el
nes a tiempo.
en
empleadtexto o
una
plegaria significativa surgida de la experiencia personal o grupal.
Mantened un formato simple:

Empezad con la Oración de la Serenidad:


1.
(permitid el tiempo necesario para que cada mujer pueda lla¬
Dios
mar en voz alta a un Dios de su comprensión: Diosa, Espíritu Creador,

Voz Interna)... dame la serenidad de aceptar las cosas que no puedo


cambiar, el coraje de cambiar las cosas que puedo y la sabiduría de
distinguir entre ambas.
2. A continuación, dedicad tres minutos a pasar lista y saludar.
Invitad a cada participante a compartir lo que haya traído al círculo
esa noche: la celebración del fin de un proyecto, frustración por un

conflicto no resuelto con un compañero o amigo, ansiedad respecto a


un evento próximo. Esta forma de compartir os permite reconocer y

soltar lo que viene del pasado y del futuro, os libera para estar plena¬
mente presentes y poder integrar los desafíos, apoyos, comprensiones
¿SI pasado
^eJi0Íoso
a las mujeres
(Sapítulo

1
Sea cual
sea la condición de la
Iglesia en este momento históri¬
co, nopodemos permitirnos ignorar o descartar a la ligera los pro¬
fundos efectos que los siglos de poder eclesiástico
siguen teniendo
sobre cada una de nosotras actualmente, por
muy lejos que nos
encontremos del
pulpito o del altar.
Merlin stone, Wben God was a Wotnan

A religión afecta poderosamente cada aspecto de la vida de


una mujer. Es imposible entender plenamente nuestro pasa¬
do personal si no reconocemos
y exploramos la realidad reli¬
giosa que nos ha conformado.
La religión nos
persigue a través de siglos de historia cultural: el
Dios de Abraham, Isaac y Jacob; el Dios uno
y trino de la cristiandad;
las Escrituras hebreas
y la Biblia cristiana; y todos los mitos, historias
y rituales religiosos que están profundamente entramados en todos
los aspectos de nuestro
tejido social. Nuestras historias personales es¬
tán conformadas
y dirigidas por la historia, la cultura y los tabúes del
mundo en el que vivimos. Es
imposible desenmarañar nuestra histo-
36 Un Dios que se parece a mi Los profundos efectos de la religion
37

ria personal de la historia más amplia de las mujeres como colectivo. gen de las costumbres, pautas y actitudes que les han rodeado desde
La religión nos persigue —a través de décadas de historia fami¬ su nacimiento. Cada una de estas pautas será tratada más adelante
liar— en el diseño de la relación de nuestros padres y en las actitudes, con todo detalle. Aquí simplemente reconoceremos su presencia en
lecciones y expectativas que rodearon nuestra infancia. Muchos de nuestra familia'.
los patrones de vida, de las actitudes genéricas y de las costumbres fa¬ Las mujeres cuyas historias vais a leer comparten el compromiso
miliares que nuestras familias daban por supuestas hunden sus raíces común de desenterrar recuerdos
sus
infantiles, prestar atención a las
en palabras, historias y mitos religiosos. No había manera de esca¬
las heridas de su niñez y a cómo les
influyen en el presente, y aprender a
par a la omnipresente influencia de la religión en nuestra infancia.
hacer elecciones saludables basadas en un
profundo compromiso ha¬
La religión nos persigue en los días y momentos de nuestra histo¬ cia sí mismas y hacia sus hijos. Muchas de las historias que incluimos
ria personal. Llevamos con nosotras el lenguaje y las imágenes de la a continuación tienen un eco
y un desarrollo más amplio a lo largo del
religión tradicional en nuestra vida adulta mucho después de que ha¬ libro.
yamos descartado un conjunto específico de creencias religiosas. En
En las
iglesias y sinagogas de nuestra infancia no había rituales
las heridas y comportamientos impropios que nos molestan y alteran que celebraran el poder de dar a luz de las mujeres. Según los mitos
en la edad adulta están grabados los patrones de vida, las actitudes religiosos, el mundo fue traído al ser por un Dios masculino y la mu¬
genéricas y las costumbres familiares enraizadas en nuestro pasado re¬ jer fue creada del hombre. En una sociedad que adora a un Dios mas¬
ligioso. culino, la vida del padre es más valiosa que la de la madre. Los
son superiores en todos los
padres
aspectos y las madres no deben poner en
cuestión esa superioridad.
La influencia religiosa en nuestra familia
Los niños queríamos
de origen que mamá saliera de casa. Estaba aburrida
y le animábamos a que encontrara un trabajo, pero su excusa siem¬
pre era la misma: si fuera a
trabajar heriría el ego de vuestro padre.
Es rara al rastrear su procedencia más de dos o
la familia que
tres generaciones encuentre que sus predecesores no estaban pro¬ SUSAN
fundamente inmersos en las actitudes y valores de una de las reli¬
giones orientadas hacia lo masculino. Por esta razón las presiones Nuestra madre más lista y
era
más fuerte que papá. Esto era
religiosas no nos son tan lejanas como nos gustaría creer. algo que supuestamente no debíamos reconocer porque todo el
mundo sabe que los papás deben ser más listos y fuertes que las
MERLIN STONE, When God Was a Woman
mamás. Todos
aparentábamos, incluida mamá. Tenía que aparen¬
tar que no sabía lo
que sabía y que no podía hacer lo que podía ha¬
Durante las décadas de los cuarenta y de los cincuenta, cuando la cer. No es de extrañar que estuviera comiendo
constantemente.
mayoría de las mujeres con las que trabajo eran niñas, la influencia de
la religión estaba muy extendida y su importancia era incuestionable. JEN
Las historias que he reunido —tanto de las mujeres a las que la reli¬
En las iglesias y sinagogas de nuestra infancia no había rituales
gión les era impuesta en las iglesias como de las que están seguras de
que celebraran el nacimiento de las niñas.
que la religión no afectó en nada a su formación— reflejan costum¬ Según las costumbres y mi-
bres sociales comunes, pautas familiares y actitudes genéricas clara¬
mente enraizadas en nuestro pasado religioso colectivo. A través de 1
Véase Merlin Stone, When God Was a Woman (Nueva York: Harcourt Brace
nuestro trabajo en común, las mujeres han tomado conciencia del ori¬ Jovanovich, 1976), p. 239.
38 Un Dios que se parece a mí Los profundos efectos de la religión
39

tos religiososdebía honrar el nacimiento de los niños. El signo del


se La sensación en el mundo que me rodeaba era:
convenio (con Dios) —la circuncisión— sólo era para los niños. En lo
mantengámos¬
limpio, aseado y oculto. Este elemento de la vida de la mujer
una sociedad que adora a un Dios masculino, los hijos son más im¬ era
inaceptable.
portantes que las hijas. Los niños son educados para administrar y go¬
bernar el mundo, mientras que las niñas son educadas para atraer y Karen
cuidar a los hombres.
Conseguir superar el primer periodo fue un gran
había
logro. Nadie
me
explicado nada. Mi madre sólo me dijo «toma»,
De niña tenía un agudo de estar en los laterales.
sentido muy y me
pasó la caja de Tampax. Convertirse en mujer tenía mucho de des¬
El lugar apropiado para mí era el de una observadora pasiva. Se
agradable y secreto.
esperaba que me comportara como una señorita y era comparada
constantemente con mis primos que tenían aproximadamente mi Emily
edad. No hacían nada que yo no pudiera hacer ni conseguían me¬
Las imágenes de mujeres fuertes y autónomas estaban exiliadas
jores resultados escolares; sin embargo, las conversaciones de mi de la historia
casa se centraban en ellos. Se alababan sus logros mientras que
religiosa que se nos enseñó. Las imágenes de mujeres
pasivas eran elevadas al rango de ideales a emular. En una
mi hermana y yo carecíamos de importancia. sociedad
que adora a un Dios masculino se
LlZ aplaude a los hombre decididos e
independientes, pero a las mujeres decididas e independientes se les
insulta y aisla.
me educó para ser un juguete sexual del hombre, para coci¬
Se
nar hacer la limpieza. Como madre, transmití esta «educación» a
y Mi tía abuela no se casó. Tenía
propia forma de pensar y el
su
mis hijas. Esperaba de ellas que hicieran lo más pesado de la lim¬ resto de la familia
pensaba que estaba fuera del tiesto. No se me
pieza. Mi hijo era atendido por las mujeres de la casa. Las niñas te¬ permitía estar mucho tiempo con ella porque no
nían que prestar atención a su peso y apariencia de una forma que
querían que si¬
guiera sus pasos, pero era la mujer más feliz de la
nunca se esperaba de él. Animé la vida romántica de mis hijas pre¬
familia, ¿por no
habría de querer ser como ella?
guntándoles continuamente por sus novios. Sentía que tenían que
tener un hombre en su vida, porque estar sin un hombre era estar Teresa
incompleta. En mi
familia, y en la Iglesia Católica, había ciertas
Teresa opiniones
prevalecientes que no podían cuestionarse. Eran las
mi padre y del Dios masculino del
opiniones de
catolicismo. Recuerdo que, in¬
iglesias y sinagogas de nuestra infancia no había rituales
En las cluso con mis
compañeras, me quedaba en silencio hasta que po¬
que celebraran el flujo de sangre de las mujeres. Según las costumbres día sentir los pensamientos de las demás.
Sólo entonces me atrevía
salir
y mitos religiosos, la sangre de los animales sacrificados se ofrecía en
a con una
opinión que no hiciera olas. Las chicas casi nunca
ceremonia y se honraba la sangre del salvador. En una sociedad que se
arriesgaban a tener un pensamiento idea original.
o Éramos se¬
adora a un Dios masculino, el niño se parece a Dios. Su parecido a lo guidoras, no originadoras.
divino le confiere poder y privilegios. El cuerpo de la niña y sus pro¬
Sharyn
cesos naturales son «otra cosa» que Dios. Ella es un «varón mal con¬

cebido»; la vergüenza y el «ser otra cosa» le acompañan durante toda La tradicional elevación
religiosa del Dios masculino tolera el ac¬
su vida. ceso sexual de los
hombres a sus esposas e hijas. Las imágenes de mu-
40 Un Dios que se parece a mí Los profundos efectos de la religión
41

jeres sexualmente autónomas no tenían cabida en la historia religiosa Temo el aislamiento y el rechazo que parecen acompañar al
que se nos enseñó y las imágenes de mujeres castas y sumisas se eleva¬ envejecimiento de la mujer. Mi madre estuvo al servicio de todos
ban al grado de ideales a emular. En una sociedad que adora a un los que la rodeaban pero no preparó un futuro
para sí misma. Se¬
Dios masculino, el cuerpo del niño está sujeto a impulsos sexuales in¬ gún fue haciéndose mayor se vio rechazada e ignorada por nuestra
controlables mientras que el de la niña es vulnerable a esos impulsos propia familia y por el mundo. A papá le ocurrió lo contrario, se
desde el nacimiento. «Los chicos siempre serán chicos» aunque crez¬ volvió más influyente con la edad.
can y se casen, mientras que a las chicas más les vale ser vírgenes antes
Joan
de casarse y fieles a sus maridos en el matrimonio.
Mucho después de descartar un conjunto dado de creencias reli¬
En mi adolescencia mi madre temía la posibilidad de que me
giosas, muchas costumbres, pautas y actitudes debilitantes siguen for¬
acostara con chicos. Me hacía insinuaciones como: «Los hombres mando parte del concepto que tenemos de nosotras mismas
y contri¬
las prefieren vírgenes.» Estoy segura de que mi hermano nunca buyen al comportamiento ineficaz que acaba llevándonos a los grupos
oyó nada parecido. Y cuando mi hermano estaba viviendo con de apoyo de mujeres, a las reuniones de
autoayuda o a la consulta del
una mujer, para mi madre era una «ramera» porque dormía con él
terapeuta. Consideremos o no que nuestra familia era religiosa, la om¬
fuera del tálamo nupcial. Nunca se refirió a mi hermano en los nipresente influencia de la religión en nuestros años formativos no
mismos términos, no les juzgaba con el mismo criterio. A sus ojos, puede ser ignorada. A medida que vayas leyendo el libro irán quedan¬
influenciada por la Iglesia, el cuerpo de la mujer era sometido a un do claras las conexiones entre tu pasado
religioso y las heridas y com¬
escrutinio mucho más duro que el del hombre.
portamientos impropios que tanto te alteran en tu vida adulta.
Annette

De niños, cuando mi hermanoíbamos en el coche con mi


y yo La influencia de la religión en nuestra
padre, él hacía comentarios sobre las mujeres que pasaban por la vida actual
calle. Hablaba de sus cuerpos, criticándolas, y de cómo flirtear.
Éste era el tipo de lecciones que daba a mi hermano sobre cómo
La causa de que los símbolos
relacionarse con las mujeres. Cuando se lo dije a mi madre porque religiosos tengan efectos perma¬
nentes es
le gusta el vacío. Los sistemas de
que a nuestra mente no
pensaba que era algo equivocado, ella defendió a mi padre. Según símbolos no pueden rechazarse sin más, deben ser
su parecer, era normal que los hombres objetificaran a las mujeres. reemplazados
por otros. Si no se reemplazan, la mente volverá a las estructuras
«Los hombres no pueden evitarlo. Depende de nosotras no exci¬
que le son familiares en momentos de crisis, confusión o derrota.
tarlos», me dijo.
Mary Carol christ, Womanspirit Rising

En lasiglesias y sinagogas de nuestra infancia no había rituales Muchas de las mujeres cuyas historias vas a leer dejaron hace mu¬
que celebraran la llegada de la estación postreproductiva en la vida de
cho tiempo las instituciones religiosas
y descartaron al Dios de su in¬
una mujer. Según las costumbres y mitos religiosos, eran los ancianos fancia. Se abrieron camino en el espacio abierto de la
espiritualidad
los que presidían los ritos sagrados de la infancia en el hogar y en la buscando alternativas a la religión de su niñez.
Algunas exploraron
casa de Dios. En una sociedad que adora a un Dios masculino, el niño
las religiones orientales y
experimentaron con la espiritualidad Nueva
mira al futuro para crecer en estatura y riqueza a medida que se hace Era. Otras se unieron a la Iglesia
unitaria, a grupos de mujeres que
mayor; la niña no está preparada para hacerse mayor y lo detestará. practican rituales o a las reuniones de los doce pasos. Muchas de ellas
42 Un Dios que se parece a mí los profundos efectos de la religión 43

plantearon espirituales a un terapeuta. Pero, por mu¬


sus preguntas He llevado el Dios masculino
conmigo a todas las explora¬
cho que se distanciaran de su historia personal, llevaban consigo su ciones espirituales de mi vida adulta. Por muy listos que puedan
pasado religioso a cualquier camino espiritual que eligieran en su vida haber sido cambiándole de nombre
para hacerlo más Nueva
adulta. En ningún lugar del camino... ni en la literatura Nueva Era, ni Era o más inclusivo, la imagen
que surgía en mi mente era la de
en los círculos de mujeres, ni en las consultas de los terapeutas, ni en un Dios masculino, sólo
que con el nombre cambiado. Y algu¬
las comunidades de recuperación se les ofrecieron los recursos nece¬ nos grupos ni
siquiera se molestaban en cambiarle de nombre,
sarios para clasificar y aclarar los remanentes de su pasado religioso. era el mismo Dios masculino
reformulado, pero seguía siendo
masculino.

Teresa
La espiritualidad Nueva Era

Algunas de las mujeres las que trabajo se consideraban bus¬


con La espiritualidad de las mujeres
cadoras de la Nueva Era por haber descartado todos los restos de la
religión de su infancia. Pero habían pasado sus años formativos asis¬ Algunas de las mujeres con las que trabajo han redescubierto una
tiendo a la escuela parroquial, a la catequesis o a la escuela hebrea y
espiritualidad centrada en la Tierra. En sus círculos rituales y en sus
llevaban consigo el sello indeleble de las imágenes y mitos de estas cánticos emplean imágenes alternativas de lo
divino, pero, cuando es¬
primeras experiencias religiosas. Y, curiosamente, el Dios de su infan¬ tán en «automático», su Dios
cia se abrió camino hasta la espiritualidad Nueva Era, trayendo consi¬
sigue siendo masculino. Las viejas imá¬
genes no han sido exorcizadas, el Dios masculino de su pasado reli¬
go una confusa mezcla entre lo viejo y lo nuevo. gioso sigue estando tan presente en su imaginación como cuando
El libro de Marianne Williamson A Return to Love está basado en eran niñas.
las enseñanzas de «Un Curso de Milagros», una guía a las verdades A través del
trabajo que hacemos juntas les ha ido quedando cla¬
espirituales universales. Muchas han gravitado hacia él en busca de ro quela imagen de un Dios exclusivamente masculino había dejado
una alternativa a la religión tradicional y, en el camino, se han encon¬
huella en algo más que en su
trado con el padre y el hijo que habían dejado atrás. Consideremos es¬
imaginación. Hasta ser exorcizado, «él»
seguía afectando silenciosamente sus vidas y relaciones y su presencia
tos pasajes de su libro (la cursiva es mía):
en el mundo.

Dios engendró ycreó un solo hijo y Él nos ama a todos de la Pretendo no tener formación religiosa, pero cuando se me
misma forma. Para El, nadie es diferente o especial porque nadie pide que rellene cuestionario sobre espiritualidad, sigo refi¬
un
está separado de los demás2. riéndome a Dios como «él». Esto me sorprende
y me preocupa.
El
problema que subyace en nuestra necesidad de decir a Dios ¿Cómo ha llegado «él» hasta allí? Pienso en cambiar el pronom¬
lo que tiene que hacer es nuestra falta de confianza. Tenemos mie¬ bre «él» por «ello», pero me siento
muy incómoda con la idea.
do de dejar las cosas en manos de Dios porque no sabemos lo que «Él» sin ser invitado incluso en mi círculo de mujeres. De
aparece
Él hará con ellas. Tememos que Él pierda nuestro archivo3. alguna la sensación de un Dios masculino estaba profun¬
manera
damente arraigada en mí.

2
Marianne Williamson, A Return to Love (Nueva York: HaperCoIlins, 1992), pᬠJane
gina 95.
3. Ibíd., p. 183.
44 Un Dios que se parece a mí los profundos efectos de la religión
45

Psicoterapia de los Doce Pasos. El primer paso —«admitimos


que no tenemos po¬
der sobre el alcohol y que nuestras vidas están fuera de control»—
les
Para muchas mujeres la consulta psicoterapéutica ha reemplaza¬ resultaba relativamente fácil de aceptar. Era la falta de control sobre
do a los confesionarios de su infancia. En momentos de crisis y ten¬ sus vidas la que les había llevado a buscar
una comunidad de
ayuda.
sión, en lugar de acudir al ministro rabino, piden cita a un terapeu¬
o El segundo paso —«creemos que un poder mayor que nosotros
ta. Una vez liberada la tensión inicial, las preguntas más profundas mismos podría devolvernos la cordura»— era más difícil de
suelen salir a la superficie y las mujeres toman conciencia de la dimen¬ aceptar.
Los antiguos miembros hablaban de
«llegar a creer» en un Dios o Po¬
sión espiritual de la vida. der superior. Este tipo de discurso sobre Dios activaba sus
primeras
Aunque sienten que la religión y la espiritualidad son cosas dis¬ actitudes, creencias y experiencias religiosas. En su interior se acumu¬
tintas, no tienen palabras para describir su espiritualidad emergente laban imágenes de confesionarios y Días de la
Expiación, punzadas
aparte del lenguaje de su pasado religioso. Buscan la guía y el apoyo de culpabilidad y vergüenza, y voces
enjuiciadoras de rabinos y sacer¬
de sus terapeutas para clasificar y responder a sus preguntas y para dotes.
desarrollar una espiritualidad personal. Pero comonecesitaban desesperadamente el
programa de apoyo,
Muchos terapeutas etiquetan este cuestionamiento de «religioso»
algunas de ellas retorcieron la imagen de su Dios (o ausencia de Dios)
y desvían a las mujeres de su búsqueda. Hasta que empezaron este hasta darle una forma que creyeron
aceptable. Volvieron a poner en
programa de estudios, muchas de estas mujeres se sentían en un terre¬ los armarios las imágenes religiosas de su infancia
para acallar las
no de nadie entre su pasado
religioso y su deseo actual de mantener punzadas de culpabilidad y silenciar las viejas voces enjuiciadoras.
una conexión
espiritual, con muy poco o ningún apoyo por parte de Pensaron equivocadamente que ignorando su
pasado religioso acaba¬
la comunidad terapéutica. rían creyendo en el Dios
presentado por el programa. Otras abando¬
naron el programa
por ser incapaces de «entender o aceptar la parte
Trabajé durante varios años con una terapeuta que hablaba de sobre Dios».
Dios ocasionalmente. Ella siempre empleaba el pronombre «él»
para referirse a Dios y asumía que ésa también era mi compren¬ Cuando entré en
Hijos Adultos de Alcohólicos y leí el segun¬
sión. Yo me erizaba cada vez que decía «él».
do paso, me recordó mi primera visión católica de
Dios, el anciano
susan padre en medio de las nubes con su larga barba y el libro del jui¬
cio. Esa imagen me hizo sentirme incómoda.
El Dios masculino de mi infancia era un compañero en la dis¬
función de mi familia de origen pero, cada vez que lo mencionaba, Sharyn
mi terapeuta alejaba la discusión hacia otros terrenos. A ella pare¬
cía incomodarle la
Mi respuesta a
lo que se decía sobre Dios en el programa era
religión y yo, siendo una buena chica, nunca la
cuestioné a este respecto. ambigua. Una parte de mí se sentía aliviada de pensar que podía
confiar en un poder mayor que yo misma. La otra
Jane parte de mí es¬
taba avergonzada de oír hablar del Dios cristiano
porque no me
ofreció la comodidad que anhelaba de niña. Sus
mensajes eran
El Dios del programa muy contradictorios.
de los Doce Pasos
jen
Otras mujeres, agobiadas por suspropias adicciones o atrapadas
en la adicción de otra persona, buscaron asistencia en la comunidad
46 Un Dios que se parece a m1 los profundos efectos de la religión 47

La influencia de la religión en nuestra En el principio mismo


espiritualidad original
En el principio mismo de su vida la niña tiene acceso al
Espíritu
de Vida, que le es tan próximo como la respiración
Algunas creencias son como anteojeras que cortan nuestra ca¬ que le llena y le
conecta con todo. No está sola. Su
pacidad de elegir nuestra propia dirección. Otras creencias son espíritu es uno con el espíritu de
su amada abuela, con el de su roca favorita, con el árbol
puertas que nos abren amplios espacios por explorar. y la estrella.
La niña desarrolla su propia manera de contactar con el
sophia FaHS, It Matters What You Believe Espíritu de
todas las cosas.

Escala a un árbol y se sienta


en las ramas a escuchar. Le encanta el
Mientras estaba en un retiro de oración y
meditación recordé la bosque también escucha sus sonidos. Tiene una amiga especial, una
y
historia de una niña vibrante de vida que el primer día de escuela roca a la que da nombre,
y va a comer con ella en cuanto tiene oca¬
tomó las pinturas y se puso a dibujar animadamente. Llenó el papel sión. Deja la ventana junto a su cama abierta incluso en las
noches
de flores de todos los colores. Su dibujo sorprendió a la profesora, más crudas del invierno porque le encanta sentir el aire fresco en su
que le preguntó qué estaba haciendo. «Estoy pintando flores», res¬ cara. Se
tapa hasta la barbilla y escucha al misterioso cielo nocturno.
pondió la niña. La profesora le dio una reprimenda: «Las flores son Cree que su abuela está presente
aunque todos los demás digan que
rojas y las hojas verdes. No hace falta ver los colores de manera dife¬ está muerta. Cada noche se pone la cortina sobre los hombres
para
rente a como siempre se
han visto.» La niña exclamó: «¡Oh, no! Hay preservar su intimidad y mirando por la ventana que está junto a su
tantos colores en el arco iris... tantos colores en el sol de la mañana... tan¬ cama escucha a la abuela
y le reza en silencio.
tos colores en las flores...Y yo los veo todos.» Su imaginación es libre durante
algún tiempo, no necesita sacer¬
profesora le dijo a la niña que era una insolente y la mandó a un
La dotes ni profesores que le describan a «Dios». El
Espíritu irrumpe es¬
esquina diciendo: «Las cosas deben hacerse de una manera determina¬ pontáneamente en expresiones coloristas y únicas. Dios es la abuela;
da. Debes dibujar las flores con los mismos colores y formas de siem¬ el titileo de una estrella lejana; la suave brisa
que baña su cara; la pací¬
pre.» En el momento en que la niña necesitaba que su vitalidad, su voz fica y tranquila oscuridad
después de que todos se hayan dormido; y
y su espíritu fueran aceptados y apoyados, se la avergonzó y se la aisló. todos los colores del arco iris. Y como es una niña, su
experiencia y la
Tras su aislamiento estaba convencida de que seguir sus propios impul¬ expresión de su espíritu son únicamente femeninas. Fluyen de su
sos era malo y de que había que seguir las fórmulas prescritas. Atemori¬ esencia tan naturalmente como la
respiración. El Espíritu del Univer¬
so pulsa a través
zada y sola, la niña se retractó y repitió como un loro las palabras de la de ella. Está llena de sí misma y es muy buena.
maestra: «Las flores son rojas y las hojas son verdes. No hace falta ver

las flores de una manera diferente a como siempre han sido vistas.»
Años después la niña fue trasladada a otra escuela. Su nueva pro¬ Nuestra herida
fesora dijo que dibujar debía ser algo divertido y empezó a cantar la
letra de la canción de Harry Ghapin, «las flores son rojas»: «Hay tan¬ Pero hay quienes sienten amenazados
se por la espiritualidad
tos colores en el arco iris, tantos colores en el sol de la mañana, tantos única de la niña que no puede ser contenida en una doctrina o cre¬

colores en las flores. ¡Y puedes usarlos todos!» La niña, impasible, do. Con buena voluntad o de manera abusiva tratan de
aprisionar¬
la. Le pondrán nombres
pintó las flores en hileras ordenadas, verdes y rojas4. y etiquetas si insiste en comulgar con el es¬
píritu del árbol, con el misterioso cielo nocturno o con la abuela.
4
Historia
Se le dice:
adaptada de Harry Chapín, grabada de Legends of the Lost and Found
(Elektra Records, 1979). El género del niño ha sido cambiado de él a ella.
48 Un Dios que se parece a m! Los profundos efectos de la religión 49

Orgullosa, Llena del Espíritu,


tu abuela no es Dios; tampoco lo son tu estrella o tu roca favoritas. tu abuela es Dios
y también lo son tu estrella y tu roca favorita.
Dios sólo tiene nombre y un rostro.
un
Dios tiene muchos nombres
y muchos rostros.
No tendrás otros dioses que él. Dios Madre, Hija y Anciana Sabia.
es

Dios es el Padre, el Hijo y


el Espíritu Santo. Se madres, en tus hijas y en ti.
encuentra en tus
Él se encuentra en la iglesia, en los cielos, Dios es el Dios de Sara y de
Agar, de Lía y Raquel.
en el Libro
Sagrado, pero no en ti. Ella es la Madre de Toda Vida
y benditas sean sus hijas.
Dios es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Eres una chica-mujer hecha a su
Él es el Dios de padres e hijos,
Imagen.
Puedes correr rápido,
jugar duro y trepar a los árboles.
las hijas no tienen nada que añadir en este asunto. Eres Batwoman, bombera Diosa.
y
Recuerda: como era en el principio, ahora y siempre. El espíritu del Universo
pulsa a través de ti.
Sólo los niños pueden correr rápido, jugar duro y trepar a los árboles. Permanece llena de ti misma. Eres buena. Eres
Sólo los niños pueden ser Batman, bomberos y Dios. A las ni¬ muy buena.
ñas no les está permitido.
Por los siglos de los siglos. Amén. Una invitación

La niña acabará dando laespalda a La Llena del Espíritu que una Negar tu pasado religioso ignorar una parte significativa de tu
es
vez fue. Su
espiritualidad original se quedará confinada dentro de historia. Es esencial echarle una ojeada con detenimiento por el bien
unas líneas
aceptables por la religión. Se le enseñará la forma adecua¬ de la niña que fuiste
y para poder aportar los dones de la conciencia,
da de imaginar y nombrar a Dios. «Él» le será transmitido a través de la liberación y la verdad a los niños del
presente.
palabras, imágenes, historias y mitos conformados, escritos y expresa¬ Hayas sido influida directamente por la religión o hayas sido reci¬
dos por hombres. Para sobrevivir adoptará el Dios que se le da por¬ piente indirecto de su lenguaje e imágenes a través del susurro cultu¬
que rebelarse es demasiado peligroso. Si se atreve a ir más allá de las ral, te invito a entrar en tu pasado religioso para descubrir
y clasificar
líneas se le tachará de herética, descarriada o bruja. El miedo al aban¬ los primeros nombres,
imágenes y creencias que encuentres allí. Te
dono y al aislamiento son tan fuertes que posiblemente nunca cuestio¬ invito a contar tus historias, a plantear tus preguntas, a reconocer tus
nará al Dios de sus primeros años. sentimientos. Te invito a soltar las viejas imágenes, permitiendo
La Llena del Espíritu se queda dormida. Se despierta de vez en que
caigan al suelo y mueran. Nutrirán el suelo del que brotará una espiri¬
cuando para recordar a la niña-que-se-ha-hecho-mujer lo tualidad nacida de
que una vez experiencia de mujer.
tu
supo, pero estos recuerdos periódicos son dolorosos. La mujer llena Sé verdadera
contigo misma a medida que lees. Toma lo
que te
su vida de distracciones para no tener que oír su pequeña voz interna guste, incorpora las comprensiones valiosas a tu camino de vida
y deja
llamándole a volver a casa... a su
propia espiritualidad. el resto. Tú eres la
experta, este libro sólo es una guía en el camino,
una comadrona
que ayuda a lo que está preparado para nacer.
no se ofrecen
Aquí
remedios mágicos, más bien se te invita a volver a
casa,
Nuestra sanación a ti
misma, a ser la persona vital, expresiva y Llena del
una vez fuiste.
Espíritu que
Años más tarde profesores entran en su vida: una terapeu¬
nuevos

ta, un grupo de autoayuda, un círculo de mujeres, una amiga querida


o quizá incluso este libro. Le recuerdan lo que una vez supo:
¿Sapífulo

T\e.utue.ncia,
i Ka y
coraje
Necesité coraje para entrar en mi pasado
religioso. El origen
de mi resistencia era el miedo, miedo de lo desconocido
y miedo
de sumergirme en mi historia infantil.

Erin

br1r las puertas de pasado religioso puede susci-


nuestro
—\ tar una amplia variedad de sentimientos y respuestas.
Al-
gunas nos resistimos a ello porque supone volver a enfren¬
tar nuestra historia familiar.
La religión de nuestros primeros años era
cómplice del comportamiento y de la negación de nuestros
las mujeres se les pedía
padres. A
volver con sus esposos abusadores, las hijas
que tenían el valor de nombrar los
pecados sexuales de sus padres
eran tachadas de mentirosas o locas. Y en numerosas familias donde
la disfunción era menos
patente, nuestros líderes e instituciones reli¬
giosas erancómplices de la negación. La asistencia regular a los servi¬
cios religiosos
era parte de la farsa que indicaba que la familia estaba
intacta. La ilusión de
que las «familias buenas y religiosas» no tienen
problemas tenía que mantenerse a toda costa.
52 Un Dios que se parece a mi Renuencia, ira y coraje 53

Además, las instituciones religiosas de nuestra infancia ofrecían terana y mi padre ortodoxo serbio. Lucharon constantemente por
pocos recursos para tratar con los abusos de poder, del alcohol, del mi educación religiosa. Los días de fiesta eran una pesadilla. Ha¬
sexo y del trabajo por parte de nuestros padres. Una participante en bía una barniz externo de «todo está bien en esta
familia», pero
un taller recuerda: «Mi padre alcohólico cumplía con su religión para
bajo la superficie se libraba una batalla sorda.
toda la semana con la misa dominical. Después íbamos a casa y seguía De adulta, a miles de kilómetros de mi
familia, todavía temo
con sus ataques verbales y su abuso de poder en nombre de la iglesia.
que me aislen si sigo explorando mi pasado religioso. Imagino
que
Sentía que tenía derecho a hacerlo porque estaba siendo un buen pa¬ su respuesta sería una mezcla de
ira, pena y después oración fer¬
dre autoritario tal como prescribía la iglesia y se reflejaba en los sacer¬ viente para que me arrepienta de mis malvadas acciones. El traba¬
dotes. A nosotras, sus hijas, la Iglesia nos enseñó a ser "buenas chi¬ jo que he realizado me parece un paso de gigante hacia ser yo mis¬
cas", lo que significaba que al igual que nuestra madre no teníamos ma. Aunque siento miedo, no
voy a volver atrás.
que enfadarnos.»
En esas iglesias los pecados de nuestros padres no eran nombra¬
Irene

dos por los clérigos. De haber denunciado esos pecados, habrían im¬
^
plicado a amigos y colegas, y quizá a Dios mismo. Y lo peor de todo *
\
era que la religión cultivaba y reforzaba la indefensión de nuestras
Imagínate sentada en un círculo con Colleen e Irene. Añade
tu historia a las suyas.
madres. Poner en cuestión su indefensión habría supuesto darles el
poder de actuar por sí mismas. Está muy claro que para muchas de ♦ ¿Afectaba la religión de tu infancia a tu vida familiar?
nosotras la familia y la religión eran realidades entrelazadas.
¿Eran la religión y el hogar realidades interconectadas?
♦ ¿Cuáles eran las actitudes religiosas de tus padres? ¿Y su
La religión era la manzana de la discordia entre mis padres. actitud al acudir a los servicios religiosos?
Mamá nunca hacía «las cosas suficientemente bien» para papá.
♦ ¿Eran religiosos tus parientes? ¿Influyeron en tus actitudes
Nunca se hablaba de esto, pero en casa
todos sentíamos la tensión. hacia la religión?
Mi padre alcohólico se autodesignó como Dios de la casa, era el
♦ ¿Te resistes a entrar en tu pasado religioso porque impli¬
que daba y concedía la aprobación o desaprobación. Avergonzaba caría una exploración más minuciosa de tu
a mi madre y a mis hermanas por no comportarse decorosamente
pasado fami¬
liar? Escribe sobre tu resistencia y tu
en la iglesia, por no sentarse con la piernas cruzadas o por llevar
coraje.
sombrero. Mi madre pensaba que la iglesia era aburrida y acudía a
ella porque se sentía obligada por mi padre.
Esta exploración de mi pasado religioso hizo surgir en mí Sin abogado celestial
el miedo a cuestionar la religión de mi padre. Para mi sorpresa, el
simple hecho de entrar en la exploración hizo que el miedo dismi¬ El hombre disfruta de la gran ventaja de tener a un dios que
nuyera. Mi resistencia desaparece cuando estoy en compañía de avala el código
que él escribe; y como el hombre ejerce una autori¬
otras mujeres valientes. No ha sido tan duro como pensaba, de he¬ dad soberana sobre la mujer es
especialmente afortunado de que
cho ha sido liberador. esta autoridad le
haya sido conferida por el Ser Supremo.
colleen slmone de Beauvoir, El segundo sexo

Tengo muchas resistencias a entrar más a fondo en mi pasado Abrir las puertas de nuestro
pasado religioso implica reconocer
religioso. La religión era el centro de mi infancia. Mi madre es lu¬ las heridas profundas de la vida de la
mujer y la participación celestial
54 Un Dios que se parece a mí Renuencia, ira y coraje
55

en ellas. La verdad es los cielos no han sido amistosos con las mu¬
que esta exploración haga imposible que se vuelvan a relacionar con los
jeres, hemos tenido abogados en el cielo.
pocos hombres.
Durante la infancia de la mayoría de nosotras Dios padre y sus re¬ Al reclamar su coraje y su poder, las
mujeres abren los ojos y se
presentantes masculinos gobernaban sin oposición tanto en la familia enfrentan a la verdad, usando su ira
para alimentar labúsqueda de un
como en la religión.
En aquellos tiempos los niños de nuestros grupos Dios que se parezca a ellas. Y, descubren que todas
para su sorpresa,
juveniles eran llamados por la vocación a ser ministros de la Iglesia, sus relaciones mejoran a consecuencia de
los descubrimientos que
mientras nosotras éramos educadas para ser sus esposas. En aquellos han ido haciendo en su camino. Las
mujeres que comparten sus mie¬
tiempos una de cada cuatro de nosotras estaba siendo abusada se- dos y resistencias en este capítulo volverán en el
capítulo 14 para cele¬
xualmente por su padre, por su líder religioso o por otros caballeros brar la transformación de sus relaciones con sus
fiables que guardaban un parecido con el Dios de nuestra infancia.
amigos, amantes y
colegas masculinos como resultado de descubrir una espiritualidad
Eran tiempos en los que los hombres estaban dedicados a la impor¬ que afirma a las mujeres.
tante misión de ejecutar los planes de Dios para el mundo, dejando

que nuestras madres se quedaran frustradas en casa. Se nos decía


Tengo resistencias a explorar el pasado religioso de las muje¬
constantemente que teníamos que amarles, honrarles y obedecerles,
res porque me produce un sentimiento de desesperanza. ¿Para
por muy abusiva que fuera su presencia o su ausencia en nuestra vida.
qué molestarme? No va a cambiar nada. Pasé años sin que ni mi
Mientras Dios sea masculino y sus representantes gobiernen la
familia ni la Iglesia intervinieran para detener
el abuso sexual de
tierra, las preocupaciones y los asuntos de mujeres serán periféricos. mi padre. Y cuando ingresé en un
Nos quedamos asombradas cuando observamos la ausencia de muje¬ programa de autoayuda encon¬
tré muy poco apoyo para mi necesidad de relacionarme con los te¬
res en el Senado cuando Anita Hill estaba siendo interrogada por
mas espirituales desde una
perspectiva femenina. Ahora estoy
hombres rudos. Y también nos asombra que los cielos estén habita¬
buscando el rostro femenino de Dios, otra área en la que no es fá¬
dos por un Dios masculino que no sabe nada de las realidades de la cil encontrar
ayuda.
vida de las mujeres.
Y después está la
Nuestro camino de curación doble. Por gran pregunta: si continúo con esta explora¬
es una parte consiste en
ción, ¿podré volver a relacionarme con los hombres? Según mi ex¬
recoger los fragmentos de nuestras historias personales desperdiga¬
periencia realmente no les interesa saber nada de estos temas.
dos en nuestros recuerdos infantiles y por otra consiste en recoger
¿Por qué debería interesarles? ¡Tienen su Dios! Y se parece a
nuestras historias colectivas de los márgenes de la historia cultural y
ellos. Pero mucha elección. No puede seguir
parece que no tengo
religiosa. No nos basta con recuperar nuestra historia personal, es con mi camino de curación
fundamental que vayamos más allá, que reconozcamos nuestra cone¬
en medio de
un vacío
espiritual. Esta
es la
primera vez en mi vida que experimento una conexión espiri¬
xión con la realidad más amplia de la niña nacida en una sociedad
tual con un Dios que todos pueden entender.
que prefiere a los hombres e idolatra a un Dios masculino.
Las mujeres temen la ira que puede surgir en ellas cuando abren Ferrel
los ojos a la realidad más amplia de la vida de la mujer. Se les ha ense¬
ñado a ser buenas, no a estar enfadadas. A un nivel profundo las mu¬ Siento resistencias a explorar mi pasado
religioso porque me
jeres saben que explorar su pasado religioso es contactar con una pro¬ recuerda la degradación, la
ignorancia y la minimización que sufrían
funda rabia dentro de ellas, la rabia acumulada por generaciones de las mujeres en la
Iglesia Católica de mi infancia. Me recuerda el
mujeres a las que se les ha enseñado a resignarse al dolor y al sufri¬ dolor de no tener ningún modelo
positivo de feminidad ni la ima¬
miento inherentes a su vida de mujer. Y a otro nivel aún más profun¬ gen de mujer que se afirmase; el dolor de tener que adoptar la
una
do también temen que el nivel de conciencia y de ira que se activa en imagen masculina de Dios como parte de mí; y de abandonarme a
56 Un Dios que se parece a mí Renuencia, ira y coraje 57

mí misma para poder encajar en la expectativa de que todas las Había ciertas cosas de las
que no teníamos que hablar y generalmente
mujeres debíamos emular a la Virgen María. eran las cosas más nos afectaban: el alcoholismo y las discusiones de
que
Hace falta valor para desarrollar una espiritualidad que afirme nuestros padres; los actos de abuso verbal o sexual dentro de la familia;

a las mujeres porque hacerlo significa que elijo salir de las pautas nuestro disgusto por el comportamiento abusivo de
algún pariente.
sociales establecidas. Es elección que me separa específica¬
una Asimismo, la Iglesia empleaba medios eficaces para silenciar a las
mente de mi familia camino solitario porque piensan que
y es un mujeres y a la gente que se atrevía a cuestionar la iniquidad de los cie¬
soy una pecadora. Sin embargo, sé que estoy en un camino que es los. Cuando Irene cuestionaba algo de la religión porque no tenía sen¬
justo para mí. Y esto me da la fuerza y el coraje que necesito para tido, la respuesta que recibía de los profesores eclesiásticos o escolares
avanzar en la exploración de mi pasado religioso. y de sus padres era: «Los caminos del Señor son inescrutables. Están
Robín más allá de la comprensión humana.» Las palabras que su piadosa y

golpeada madre empleaba para acallar a Jane eran: «Los caminos de


Dios no son nuestros caminos, querida. Vivimos según nuestra fe, no
según nuestra comprensión.»
Imagínate sentada en un círculo con Ferrel y Robín. Añade Dentro de la Iglesia, la frase: «Dios es fiel, Dios es bueno, Dios es
tu historia a las suyas.
amor», nos convencía a la mayoría de nosotras de que no debíamos
cuestionarlo y de que teníamos que aceptarlo y someternos a su bon¬
dad, sin importarnos cómo fuera expresada. Estas declaraciones no
♦ ¿Cómo has respondido a estas afirmaciones? son nuevas, han sido pronunciadas a lo
largo de los siglos para acallar
♦ ¿Cómo podrían alterar estas investigaciones tus relacio¬ a
cualquiera que plantease preguntas equívocas... y sospechosas.
nes con los hombres?
Aprendimos a ser buenas chicas y nos resistimos a cuestionar nada.
¿Estás dispuesta a abrir los ojos a las heridas profundas La Iglesia continuó con las lecciones que habíamos aprendido en
de tu vida de mujer? Escribe acerca de tus resistencias, de
casa: no cuestiones, no sientas.
tu coraje y de tu ira.
Mis preguntas fueron continuamente silenciadas en los hogares,
instituciones e iglesias de mi infancia y adolescencia. Cuando cuestio¬
naba el alcoholismo, el abuso y el abandono de mis primeros años me
decían: «Todo funciona en conjunto para el mayor bien de aquellos
Voces silenciadas
que aman a Dios.» Cuando cuestionaba las iniquidades que observa¬
ba a mi alrededor escuchaba las palabras: «Dios es bueno.» Mis pre¬
¿Cómo atreverme a examinar mi pasado religioso? De la mis¬ guntas eran amortiguadas por la conocida frase: «Dios es fiel, Dios es
ma forma que me sentí obligada por el honor a mantener mis se¬ bueno, Dios es amor.»
cretos familiares, también siento que no debo cuestionar nada de De niña, preguntaba:
los cielos, que es mejor mantener la puerta cerrada y dejarlo todo
«¿Por qué papá hace daño a mamá? ¿Por qué tenemos que vol¬
en paz. ver a escondernos de
papá?»
jen «¿Por qué entra en nuestra habitación muy de noche? Tengo
miedo de su sombra.»
Muchas somos reacias a explorar nuestro pasado religioso porque «¿Por qué las monjas llevan hábitos y comen con nosotras en la
se nos enseñó a no cuestionar a nuestro padres ni a Dios. Nuestras fami¬ cafetería mientras que los sacerdotes visten como quieren y se les sir¬
ven filetes
lias emplearon una serie de técnicas para mantenernos calladas de niñas. y langosta en su propio apartamento?»
58 Un Dios que se parece a m! Renuencia, ira y coraje 59

La Iglesia Católica respondía: «Dios Padre es fiel.»


En mi adolescencia preguntaba: Imagina que tu «resistencia a cuestionar a los cielos» es
«¿Por qué sólo los niños de nuestro grupo juvenil sienten la voca¬ una amiga, invítale a tomar el té contigo. Dale voz a tra¬
ción de ser ministros mientras las niñas sienten vocación de ser espo¬ vés de palabras o imágenes. Dialoga con ella en tu dia¬
sas de ministro?» rio, escucha sus preocupaciones y pregúntale: «Reacia,
«¿Por qué se le llama "sermón" cuando habla uno de los chicos y ¿cómo podría apoyarte mientras comienzo a explorar mi
"testimonio concluyeme" cuando hablan las chicas?» pasado religioso?»
La Iglesia Protestante respondía: «Dios Padre es bueno.»
Y de adulta pregunté:
«¿Por qué sólo cuatro mujeres del seminario de Princeton tienen
asignada una parroquia en la que ofrecer sus servicios mientras que Un collage de recuerdos
la mayoría de los hombres, aunque no tienen tanta facilidad de pala¬
bra, ni son tan creativos o sabios, recibieron solicitudes hace muchos Al principio creía que mis recuerdos fueran relevantes,
no
meses?»
pero como estoy tratando de desarrollar una espiritualidad perso¬
La Iglesia Protestante contestaba: «Dios Padre es amor.» nal que funcione para mí quizá una mirada al pasado pueda arro¬
Mis sentimientos no eran bien acogidos en la Iglesia y aprendí a jar alguna luz sobre por qué me cuesta tanto tener algún tipo de fe
negar su existencia. Cuando me sentía sola me decían: «Los cristianos en el presente.
nunca están solos.» Cuando tenía miedo me decían: «No has de tener
Ferrel
miedo.» Cuando estaba iracunda: «No peques.» Cuando estaba nece¬
sitada: «Conoce la plenitud de Cristo.» Sentir lo que sentía era negar
Tras haber reconocido nuestra resistencia y nuestro coraje, esta¬
la omnisuficiencia de Dios, por lo que aprendí a tragarme mi soledad,
mi miedo y mi ira. Quedaron prisioneros en mi vientre.
mos preparadas para empezar a recoger los fragmentos de nuestros
recuerdos religiosos de las esquinas más lejanas de nuestras vidas.
Nuestras reflexiones se irán centrando más en próximos capítulos; en
este punto nos limitaremos a reunir nuestros primeros recuerdos
reli¬
Pausa y reflexión. giosos.
Escucha los relatos de algunas mujeres que estaban seguras de no
♦ ¿Te has atrevido alguna vez a cuestionar las iniquidades tener recuerdos religiosos y de otras
que creían que su pasado religio¬
del cielo? ¿Qué pasó? so no tenían consecuencias vida actual. Los recuerdos
en su
siguientes
♦ ¿Has oído alguna vez las frases: «Los caminos del Señor afloraron durante las primeras sesiones del taller. A medida que ex¬
son inescrutables. Están más allá de la comprensión hu¬
plores el libro con nosotras irás viendo que el proceso de las mujeres
mana.» O «Los caminos del Señor no son nuestros cami¬ se va
profundizando según se van pelando capas de recuerdos. Serás
nos. Vivimos
según nuestra fe, no por nuestra compren¬ testigo del dolor de estas mujeres y celebrarás su curación. Ellas te in¬
sión.» O «Dios es bueno, Dios es fiel, Dios es amor.» vitan a participar en el círculo de apoyo y sanación.
♦ ¿Se te enseñó a no cuestionar a tus padres ni a Dios? Permite que los recuerdos de cada mujer toquen tus propias his¬
¿Qué técnicas se emplearon para mantenerte callada de torias olvidadas. Quizá recuerdes la iglesia o sinagoga a la que solías ir
niña? de niña; un sermón o una lección de la escuela parroquial; un verso
de la Biblia o una canción de la catequesis; un funeral; tu primera co-
60 Un Dios que se parece a m1 Renuencia, ira y coraje 61

munión o una oración que memorizaste. Permitecada recuerdo


que ve. El alfabeto hebreo me resultaba intrigante, aunque era la única
tome forma en palabras y en dibujos. Entonces ve más allá del texto y área académica que no
podía dominar.
continúa con tus recuerdos, siguiendo esta aventura de autodescubri-
Laura
miento orquestada por la profunda sabiduría que habita en ti.
Pensaba que no tenía un pasado religioso. Lo
que recuerdo
Sólo íbamos a iglesia una vez al año, lo que era inaceptable
la ahora es
que mis primeras ideas respecto a la religión están rela¬
para los que asistían regularmente, por eso me sentía juzgada y ais¬ cionadas con las historias que
contaba mi padre sobre su madre,
lada cuando acudíamos. La gente «se ponía alegre», corría arriba y cuyo nombre me pusieron. Era una persona muy religiosa, una in-
abajo por los pasillos y hacía mucho ruido. Me sentía aterrorizada tegrista. Era miembro de la Iglesia de la Primera Asamblea de
por el ruido y nadie me explicaba qué estaba pasando. Temía que Dios. A lo largo de mi infancia mi
padre me contaba historias
el ministro muriera delante de mí porque se excitaba mucho cuan¬ de que era una loca fanática que no
permitía a sus hijos ir al cine, a
do predicaba, hasta recuerdo que respiraba por él. Miraba y escu¬ bailar o tener citas. Él decía que la
gente religiosa era como mi
chaba, y después me iba sintiéndome enfadada y vacía. Aquello no abuela, estúpidos y crédulos. Sólo fuimos a la iglesia una vez
que
me sonaba nada bien. ella vino de visita. Todo lo que recuerdo de la
religión es que esta¬
Erin ba nerviosa cuando vino a visitarnos
porque hubo alcohol en casa
y nos pusimos maquillaje.

Laiglesia era muy aburrida, por eso me las arreglaba para sen¬ Ferrel
tarme en el pasillo y mirar los zapatos de la gente. Lo más intere¬
sante de ir a la iglesia era decidir qué zapatos me gustaban y cuáles

no. También me inventaba razones por las que Dios no se presen¬ Imagínate sentada en un círculo con Erin, Annette, Laura y
taba. Un día, mientras miraba un libro de un genio que volaba so¬ Ferrel. Añade tu historia las suyas tras
a
haber indagado en
bre Bagdad, lo descifré: Dios era exactamente como aquel genio, tus primeros recuerdos religiosos.
pensé, sólo que podía volar sin alfombra. Pero la razón de que no
se presentara en la iglesia es que estaba ocupado alimentando a los ♦ Experimenta escribiendo o dibujando con tu mano no
pobres de la India. Mi padre viajaba mucho para ganar dinero y dominante para dar a la niña que fuiste la oportunidad
Dios viajaba para hacerse cargo de los pobres. de traer a la luz tus primeros recuerdos
religiosos.
♦ Si la imagen del paquete te
Annette ayuda más, imagina que
abres el paquete de recuerdos infantiles llamado
«prime¬
ros recuerdos
Recuerdo que me sentía excluida por ser judía. Las iglesias ca¬ religiosos». Escribe o dibuja lo que en¬
cuentres allí.
tólicas y protestantes parecían elegantes y exclusivas. Me pregun¬ ♦
¿A quién oíste hablar de religión por primera vez: padres,
taba si me expulsarían en caso de tratar de entrar en una de ellas y
si podría ser identificada como judía con una precisión extraña.
profesores, líderes religiosos, compañeros de juego?
♦ ¿Qué sensación te daba la religión cuando eras niña?
Obviamente, tenía sentimientos de culpa, ansiedad y persecución.
Mi madre era agnóstica y se rebela contra sus padres que eran

judíos ortodoxos. Su elección no era el óptimo, pero le daba la ale¬


gría y la libertad de abandonar la ortodoxia. Uno de los votos que
hizo a sus padres es que nos enviaría a la escuela dominical en bre¬
12

-Lenguaje
a
imaginería
religiosos

ex v ¡os de laues+ra

comprensión infanfil
Palabras, palabras, palabras. No confío en su poder porque
veo los sucesos de mi pasado muy borrosos. La
exploración de mi
pasado religioso me ha llevado a poner atención en el realidad de
mi herida como
mujer, haciéndome examinar las palabras de mi
historia personal

COLLEEN

L LENGUAJE RELIGIOSO es muy poderoso y ejerce una influen¬


cia duradera en nuestras vidas. El
lenguaje de la religión tra¬
dicional impregna nuestra sociedad. En el momento de co¬
menzar la escuela primaria idea de la religión. La
ya teníamos una
mayoría escuchamos conversaciones «religiosas» en el patio del cole¬
gio: nuestras amigas hablaban de su primera comunión, del nuevo
vestido que llevarían a la iglesia o del sacramento recibido
por un fa¬
miliar. Los padres de Joan eran judíos no
practicantes y ella aprendió
todo lo que sabía de Dios de sus
amigas católicas de la escuela. Para
cuando acabó la primaria ya estaba rezando a Dios
padre y a la Virgen
María. No entendía mucho del dios de Abraham, Isaac
y Jacob. El
patio de la escuela era su escuela religiosa.
66 Un Dios que se parece a mí
El Dios de nuestra comprensión infantil
67
Otras tuvieron enfrentar la discriminación de sus vecindarios
que
No tuvimos elección, el Dios de nuestro
por ser protestantes, católicas o judías. Joyce creció en un barrio cató¬ pasado religioso fue
masculino. Sin embargo, en las instituciones
lico de Chicago donde las «guerras religiosas»
eran muy comunes; religiosas de nuestra in¬
ella era acosada por los niños católicos del vecindario fancia, fueran católicas, protestantes o judías, se nos dijo
que Dios no
porque era pro¬ tiene cuerpo y no puede ser masculino ni
testante y recuerda femenino. Nuestros profeso¬
que: «Un día los niños del edificio me dijeron,
res nos dijeron
"Vete al infierno y folíate al diablo". Ni siquiera sabía lo que Dios es espíritu. Este mensaje era bastante confuso
que esas pala¬ cuando se tiene en cuenta que
bras querían decir, me sentí confusa. La religión no tenía sentido.» en la misa católica nos confrontábamos
con al menos cincuenta
Durante las vacaciones de Navidad y Semana Santa todos éramos pronombres e imágenes que se referían a un
Dios masculino. Los versos
inundados por las imágenes de la religión cristiana, creyéramos que siguen están extraídos de las Escritu¬
en ras hebreas
ellas o no. En los comercios y en las consultas del médico no y de la Biblia protestante y se leen regularmente en sina¬
paraban gogas e iglesias (la cursiva en mía):
de sonar villancicos. La atmósfera estaba llena de
palabras que descri¬
bían el nacimiento, la muerte y la resurrección de Cristo junto con las «Dios descansó de todo el
trabajo que él había hecho en la
imágenes que se han quedado grabadas en nuestros recuerdos infanti¬ creación.» (Génesis 2:3, Versión estándar
revisada)
les: la escena del pesebre, la cruz y la tumba vacía.
Y en algún momento de nuestra infancia tuvo «El Señor mi fuerza... y
lugar el falleci¬ es
él se ha convertido en mi salvación;
miento de un pariente o amigo de la familia que el Dios de mi padre
requirió que hasta los
es
y yo lo exaltaré». (Éxodo 15:2, Nueva ver¬
menos religiosos de la familia le
presentaran sus respetos. Una partici¬
sión estándar revisada)
pante en un grupo de estudio escribió: «Mi primer recuerdo religioso
es el de ir al funeral de mi abuelo cuando tenía cinco años. Mi madre «Porque Dios amó tanto al mundo que le dio su unigénito

pensó que buena experiencia para mí. Recuerdo una iglesia


sería una
para que quien creyera en él no perezca sino que alcance la vida
católica enorme, las estatuas eran impresionantes. Sabía que no
eterna.» (Juan 3:16, Versión King James)
tenía
que llorar. Sentí mucho miedo y confusión en toda aquella experien¬
Se nos dijo que Dios era más
cia, es un recuerdo doloroso.» grande que todos nuestros intentos
de encerrar/o en palabras. Pero el
Para cuando empezamos la escuela primaria, Dios pronombre masculino sigue estan¬
ya tenía géne¬ do ahí. En lugar de emplear una variedad de nombre
ro. El Dios del
que se hablaba en el patio, en el vecindario y durante para ilustrar
más efectivamente el misterio de Dios, los profesores
las vacaciones era «él». Y si nuestra familia no era y predicadores
religiosa, el Dios de nuestra infancia siempre
contra el que se alineaba también tenía nombre empleaban el pronombre masculino. Sus
y género. Mientras
palabras contradecían las lecciones que nos enseñaban, la religión ha¬
trabajaba en este libro, un amigo me preguntó por su título. Le dije bía dado a Dios un nombre de hombre mientras
afirmaba que estaba
que de momento el título era: «El rostro femenino de Dios.» El co¬ más allá de los
mentó: «No creo en Dios, por eso su* rostro no nombres, que «él» era un misterio.
supone nada para Dios no era un misterio
mí.» Entonces repliqué: «Es para las mujeres con las que trabajo ¡y
muy interesante el hecho de que el Dios
ciertamente tenía un nombre! Cuando
sin rostro en el que no crees tenga género.»
Imagina que este hombre pido a las mujeres que nom¬
bren al Dios de su
fuera padre, ¿qué palabras habrían escuchado sus hijos cuando les co¬ infancia, nombran sin excepción a un Dios mascu¬
lino. He aquí una muestra de los nombres de
municara que no creía en Dios? El rostro de Dios en el Dios que más aparecen
que no creía se en los escritos de las
grabaría en la memoria de los niños, un Dios masculino. mujeres: Jehová; Maestro; Soberano; Goberna¬
dor; Yavé; Señor, Dios todopoderoso; Rey; Dios
todopoderoso y eter¬
no; Padre nuestro; Dios hijo;
*
El
Espíritu Santo; Elohim; Jesucristo; Dios
pronombre inglés empleado en este caso por la autora es his, de género de los cielos; Maestro del
masculino. (N. del T.) universo; Rey del cielo; Adonai; Príncipe de
la paz; Buen
pastor; Dios de Abraham, Isaac y Jacob.
68 Un Dios que se parece a m!
el dios de nuestra comprensión
infantil 69
Aunque mi madre era judía agnóstica solía hacer referencia a
Jehová, que según me dijo, era muy firme y juzgaba a los seres hu¬ La imagen de Dios
manos. Era un Dios duro, más
duro que Cristo. Evocaba el miedo No hay manera de leer la Biblia y no pensar en un Dios blan¬
y el juicio.
co, dice ella. Después suspira. Cuando descubrí
que Dios era
Laura blanco, y hombre, perdí interés.
ALICE WALKER, El color
Dios era hombre;
mi infancia no cabía duda al respecto. En
en púrpura
la oración decíamos: «Padre nuestro.» El de pronombres masculinos
uso
Jesús era el único Hijo de y de nombres de Dios ha ido
Dios y nunca pude descifrar quién o qué era el Espíritu Santo. Me acompañado de una impresionante serie de imágenes masculinas. De
lo imaginaba como una persona mágica niñas y adolescentes, cuando íbamos a la
y, por supuesto, masculi¬ escuela parroquial, a la clase
na. En el Dios de mi infancia había nada femenino. de catecismo o a la escuela
no
hebrea, se nos dijo que tanto el hombre
como la
mujer estaban hechos a imagen de Dios. Pero cada
Jane dibujo,
pintura y escultura que veíamos de Dios en la iglesia cristiana le retra¬
taba como hombre. Y
Dios hombre como mi padre. Es distante, es el Dios de
es un aunque el Dios de Abraham, Isaac y Jacob no
mi estaba representado en imágenes en las
padre. Es estricto, no se ríe, no tiene significado en mi vida, sinagogas de su infancia, las
está en otra parte. Cristo era bueno, mujeres judías tienen claro que la imagen que no debían
aunque él también era hom¬
del rostro de Dios era masculina.
imaginarse
bre. Sufrió por mostrar su fe. Jesús el hombre, menuda la vida Asimismo, todo los sacerdotes, mi¬
que nistros y rabinos —los
vivió. Negó su cuerpo; eso es lo sagrado. representantes de Dios que presidían las cere¬
Era serio. Ser religioso monias de
no es nada divertido. Eres nuestra infancia— también eran hombres.
pobre y sufres, no disfrutas de la vida.
El Espíritu Santo era un pájaro de luz. No lo entiendo. Las enseñanzas oficiales del
tanto judaismo como del cristianismo
reconocen que Dios no puede ser plenamente conocido, nombrado
sandi, con la mano no dominante ni imaginado. Pero las visiones de Dios que excavamos de nuestro
pa¬
sado religioso nos recuerdan
que las imágenes de nuestra infancia se
hundieron mucho más profundamente en nuestras mentes
Imagínate sentada en un círculo y corazo¬
con Laura, Jane y Sandi. nes
que las enseñanzas recibidas. Cuando
Añade tu historia a las suyas. pido a las mujeres que pin¬
ten al Dios de su infancia con su mano no dominante suelen dibujar
el rostro de un Dios masculino.
♦ ¿A quién oíste hablar de Dios por primera vez; a tus padres, En
libro The Spiritual Life of Children, Robert Coles
su
profesores, sacerdotes, compañeros de juegos? ha acu¬
mulado 293 dibujos de Dios, de los
que 255 retratan su rostro. Él es¬
♦ ¿Qué nombre de Dios se empleaban en tu infancia? Haz cribe: «Dibujaré su* rostro, ésta es la frase
una lista de todos los que he oído repetir una y
que puedas recordar. otra vez a los niños de origen cristiano
y a los que niegan pertenecer a
♦ ¿Cómo se dirigían a Dios las plegarias que oías o recitabas confesión religiosa alguna»1.
en la escuela, en la
Dejamos atrás la infancia con el rostro
iglesia, en la sinagoga o en tu hogar? de un Dios masculino
impreso en la memoria.
♦ Anota los recuerdos, pensamientos
y reacciones que se Las mujeres hacen una distinción
activan en ti cuando lees la lista de nombres de Dios Dios. Los dibujos
en sus
dibujos entre Jesús y
que de Jesús reflejan su bondad hacia los niños y anima-
aparecen con más frecuencia en los escritos de las muje¬
La autora escribe his, es
"

res. ¿Te son familiares? 1


decir, un pronombre masculino. (N. del T.)
Robert Coles, The Spiritual Life of
v
y Children (Boston: Houghton Mifflin Com-
pany, 1990), p. 40.
70 Un Dios que se parece a mí El Dios de nuestra comprensión infantil
71

les o retratan escenas


sangrientas de su muerte. Y, tristemente, el ros¬ El Mesías que los judíos esperaban también era hombre. Su veni¬
tro de Dios padre, el «tipo importante que vive en los cielos», suele da prometía la liberación de la opresión y el triunfo de la nación
dibujado judía
ser con una expresión distante e iracunda. sobre sus enemigos. En palabras de una mujer judía
La confesión el recordatorio semanal de la cara
era
que participó en
punitiva de un taller: «No cabía duda en mi mente de que el Mesías
Dios para que había de
las niñas católicas. Nos imaginábamos a un Dios enfadado venir sería hombre. El Dios de Abraham, Isaac
y Jacob siempre envía
con nosotras
y cuando hacíamos la genuflexión ante el a uno de su clase a hacer las labores
crucifijo nos importantes en la historia judía.»
preguntábamos secretamente sobre el horror de un Dios que sacrifi¬ Fueran cuales fueran sus tareas, los
caba a su propio hijo en la cruz. El catecismo
salvadores, mesías y redentores
que cada niña católica siempre eran hombres en los cuentos de hadas, las películas
memorizó como prerrequisito
en y en la
para hacer la primera comunión grabó Biblia.
en su
imaginación los duros castigos del pecado. Las imágenes de un Lasimágenes de Dios que excavamos de nuestro pasado religio¬
Dios punitivo que la religión de nuestros
primeros años grabó en so, seanreconfortantes o aterrorizantes, siempre son masculinas y nos
nuestros corazones
y en nuestras vidas se expresan con más claridad
persiguen en la vida adulta.
que cualquier discurso teológico sobre el tema.
Esto es un extracto de la lección 8 del Catecismo de la doctrina Dios era un hombre con una larga túnica blanca, pelo largo y
cristiana, la redención: barba. Era hermoso. Dios padre gobierna la Tierra
y cuida de no¬
sotros. En el altar había un
¿Qué es la redención? Cuando decimos redención gran cuadro de Jesús. Estaba de pie en
nos referi¬ el océano dando la mano a un hombre que se estaba ahogando.
mos a que Jesucristo, como redentor de toda la raza humana, ofre¬
ció sus sufrimientos y muerte a Dios como sacrificio propiciatorio JANE, con la mano no dominante
para pagar por los pecados de los hombres, recuperando para
ellos el derecho de ser hijos de Dios y Mi asociación el Dios de mi pasado religioso era tenue
herederos del cielo. con

¿Qué aprendemos de los sufrimientos y muerte de Cristo? De porque no estaba muy informada. Mi familia apenas practicaba el
los sufrimientos y muerte de Cristo judaismo y no era necesario ni deseable niña tuviera
aprendemos que Dios ama a los que una una
hombres y aprendemos la maldad del educación religiosa. Ir a la sinagoga un par de días y oír un galima¬
pecado, por la que Dios,
que es eternamente justo, exige un pago semejante2. tías en una lengua extranjera no me
proporcionó un rostro de
Dios del que poder colgar mi espiritualidad.
Tanto el judaismo
como la cristiandad adoran a un salvador
cuya Hallie
tarea es rescatar ala humanidad del mal, de la injusticia o de la
opre¬
sión. En dichas tradiciones no se honra a
ninguna niña como porta¬ La imagen que me viene es la de un Dios mirándome hacia
dora de la salvación. Según los
teólogos cristianos clásicos, el hecho abajo desde una gran silla. Es un juez que, si no fuera a la iglesia,
de que Cristo fuera hombre no es arbitrario
y producto de la danza de
los cromosomas X e Y, sino una necesidad absoluta3.
me
castigaría. Me lo imaginaba como el Gran Justiciero celestial.
Evidentemente, Las imágenes de Jesús son muy distintas. Recuerdo
que de niña vi¬
Dios no habría «enviado a su
hija unigénita para que cualquiera que sitaba la casa de mi tío y me daba miedo el retrato de
creyera en ella Jesús con
no perezca y obtenga la vida eterna». una corona de
espinas y sangre brotándole de la cabeza. No podía
2
A Catechism
evitarla, la veía cada vez que subía por las escaleras.
of Christian Doctrine (Nueva Jersey: St. Anthony's Guild Press,
1961), pp. 17-18. La cursiva es mía. Karen H.
J
Rosemary Radford Reuther, Sexim and God-Talk (Boston: Beacon Press, 1983),
páginas 125-126. El salvador de mi infancia católica era Jesús. No sólo no había
72 Un Dios que se parece a m1
El Dios de nuestra comprensión infantil
73

salvadoras femeninas, sino que el proceso mismo que se tenía que Cuando cuestiono el lenguaje y las imágenes exclusivamente mas¬
atravesar salvador era muy machista: la violencia física
para ser un
culinos de lo divino que
más extrema expresada en la crucifixión. Estaba muy claro que las impregnan nuestra vida cultural y religiosa
me doy cuenta de
que estoy pisando un terreno peligroso. Para mu¬
características que asociamos a las mujeres, como nutrición, com¬
chos, el Dios masculino de la religión tradicional ha sido un
pasión y creatividad no podían producir la salvación. concepto
rico y significativo, y las raíces de la
Incluso las santas femeninas de mi infancia, Juana de Arco, palabra de Dios son muy profun¬
das en las tradiciones cristiana y judía.
Katerina, Bárbara, parecían haber sido elegidas para la santidad
Pero estas tradiciones también enseñan que Dios está más allá de
por su capacidad para soportar la violencia y el dolor «como los
los nombres y de la imaginación humana. Así, llevo adelante este
hombres». Vivir una vida decente y humana no evocaba ningún
cuestionamiento no como hereje, sino de manera
reconocimiento ni gloria, pero morir de una muerte horrible a ma¬ compatible con las
nos de torturadores era retratado como el heroísmo último.
originales de la tradición religiosa. El trabajo que hago
enseñanzas
con las mujeres me da el
coraje de pedir que se examinen las imáge¬
Karen S. nes y palabras de Dios
que oímos en nuestra infancia y que seguimos
oyendo hoy en día. Dichas palabras e imágenes han conformado la
sensación que tenemos de ser nosotras
mismas, las mujeres hemos
Imagínate sentada en un círculo con Jane, Hallie, Karen H. y sido excluidas de lo divino.
Karen S. Añade tu historia a las
suyas.

♦ Piensa las
iglesias a las que acudías cuando eras niña.
en

¿Había cuadros, dibujos o esculturas de Dios? Describe


las imágenes de Dios que acudan a tu mente.
Antes de seguir adelante, quédate un poco más
♦ Si asistías a un sinagoga o templo, ¿había
imágenes de en el capítulo 3:
antepasados famosos: rabinos, filósofos y otras figuras
importantes que guardaban parecido con Dios? EL PODER DEL LENGUAJE
♦ Describe los salvadores, mesías y redentores de los cuentos
de hadas, películas y de la Biblia de tu infancia y adolescen¬ ♦ Toma conciencia del uso que se hace del
lenguaje cuando leas
cia. ¿Por qué eran hombres? ¿A quién salvaron? ¿De revistas, periódicos y libros a lo largo de esta semana. Rodea con
qué?
♦ ¿Había algún salvador retratado en la iglesia que se pare¬ un
bolígrafo rojo los nombres y pronombres empleados para refe¬
ciese a ti? rirse a Dios.
♦ Lleva los ejercicios y
preguntas del capítulo 3 a tu lugar de traba¬
jo,a tu hogar, a la consulta de tu terapeuta y
a tu iglesia. Invita a
participar la exploración a tu amante, a tus
en padres, a tu tera¬
Preguntas peligrosas
peuta y a tu líder religioso. Pídeles que recuperen sus primeros re¬
cuerdos religiosos y que describan al Dios de su infancia en
El hombre lo corrompe todo, dice Shug. Está en tu bote de gar¬ pala¬
bras e imágenes.
banzos, en tu cabeza y sale por la radio. Trata de hacerte pensar que ♦ Si asisteslas reuniones de autoayuda de los Doce
a
está en todas partes. En cuanto piensas que está en todo crees Pasos, pres¬
ta atencióna los recuerdos
que es Dios. Pero no lo es. y sentimientos que suscita en ti la
mención de Dios cuando se leen los Doce Pasos
alice walker, El color púrpura y se reza el
Padrenuestro. ¿Qué imágenes de Dios
surgen en tu recuerdo
74 Un Dios que se parece a mí El Dios de nuestra comprensión infantil
75

infantil? Cuando leas literatura lo Día 4. Nombres de Dios


a largo de esta semana, pres¬
ta atención especial al lenguaje y a la imaginería masculina. ♦ ¿Recuerdas las oraciones siguientes?
«Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al
Espíritu Santo. Como
era en el principio, ahora
y siempre, por los siglos de los siglos.
PALABRAS QUE HIEREN, PALABRAS QUE SANAN Amén.»

Date
tiempo cada día de esta semana para hablar con la niña que «Dios es grande, Dios es bueno. Y le agradecemos los alimentos
fuiste imaginando que te encuentras con ella en el que vamos a tomar. Amén.»
lugar convenido.
Escribe o dibuja con la mano no dominante en
respuesta a las si¬
guientes preguntas: «Escucha, oh Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor es uno. Ala¬
bado sea el nombre de aquel cuyo reino
glorioso es eterno.»
Día 1. Palabras que hieren, palabras
que sanan

¿Qué nombres empleaban tus hermanas y hermanos, padres, pro¬ ♦ Recita otras plegarias que recuerdes de la infancia. ¿Cómo te diri¬
fesores y amigos para llamarte en el patio de recreo, en el gías a Dios en cada una de ellas?
aula y
en el hogar?

♦ ¿Qué palabras te gustaban? ¿Cuáles eran las que te herían? Día 5. Imágenes de Dios
♦ ¿Qué palabras te excluían? ¿Qué palabras te permitían entrar? ♦ ¿Había imágenes de Dios o de Cristo en tu iglesia o en tu hogar?

¿Qué palabras te hacían sentirte mal contigo misma? ¿Qué pala¬ ¿Qué aspecto tenía Dios en la iglesia? Haz un dibujo de Dios y
bras te hacían sentirte bien contigo misma? otro de Jesús.
♦ ¿Quién era Dios en tu casa?
Día 2. Palabras de la Iglesia
♦ Haz un dibujo de cada una de las casas de Dios que visitaste o Día 6. Estados de ánimo de Dios
a
las que asististe. ♦ ¿En qué estado de ánimo solía estar el Dios de tu infancia? ¿Te ha¬
♦ Dibuja a los ministros, sacerdotes y rabinos que puedas recordar. cía feliz, te ponía triste, te daba miedo?
¿Dónde te situabas cuando estabas en la iglesia? ¿Qué palabras ♦ Cuando hacías algo malo, ¿qué pensabas que haría Dios?
oíste de ellos? Supon que tu
dibujo es una viñeta; escribe las pa¬
labras que recuerdes en una burbuja por encima de las cabezas Día 7. ¿Quién me salvará?
de estos personajes. ♦ ¿Quiénes eran los héroes rescatadores en los cuentos de hadas de
tu infancia?
Dibújalos. ¿A quién salvaban?
Día 3. Palabras familiares respecto a la religión

¿Quién salva al mundo del mal? ¿Quién te salvará del mal? ¿Pue¬

Dibuja la mesa de la cena de tu hogar infantil. Dibuja a cada per¬ de una chica ser la salvadora? ¿Puede una chica ser salvada?
sona que se sienta a la mesa. Se menciona el tema de la religión:
tu hermano hace una pregunta sobre el infierno, tu
padre critica
el sermón del sacerdote, tu madre se
queja de que no hay volun¬
tarios suficientes para ayudar en la iglesia. Reconstruye una con¬
versación que pueda haberse producido una noche en tu casa,
¿quién dice qué y con qué voz?
¿Sapí+ulo

y\]ues+ras Keridas y
comporfamienfos
ineficaces
^xcl usión, inferioridad y dependencia

He
llegado a creer que mis heridas y comportamientos impro¬
pios surgende una profunda herida que tuvo lugar en mi infancia
y sobre la que no tuve control. Esta creencia pone a la
religión ca¬
beza abajo, me reafirma como mujer
y enmarca mi proceso de sa-
nación dentro de una
perspectiva que afirma a las mujeres.
Christine

Todas fuimos heridas de una forma u otra en nuestra infan¬


tra
cia. Puede haber sido por
compañeras de clase,
confianza,
las burlas incisivas de nuestras
por una profesora que traicionó nues¬
por las humillaciones sufridas a manos de nuestros her¬
manos o por las críticas severas de nuestros padres. No hay forma de
salir de la infancia sin uno o dos arañazos, por muy amorosa que
haya
78 Un Dios que se parece a mí
Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 79
sidonuestra familia. Las
que crecimos en familias disfuncionales reci¬
bimos heridas aún más serias. conocer sus raíces en nuestras heridas infantiles será infructuoso. Di¬
Tomamos conciencia de chos comportamientos son la voz de nuestras heridas profundas. Al¬
heridas, sea cual sea su intensidad,
estas
a través de los
comportamientos problemáticos e ineficaces que trae¬ gunas de ellas requieren muy poca atención y sanan cuando les damos
mos a la edad adulta. Puede tratarse
de relaciones problemáticas, de tiempo y un entorno sanativo; pero hay otras más profundas que re¬
comer en exceso, de deudas
crónicas o de adicciones a sustancias, al quieren muchas atenciones y un cuidado especial.
trabajo o al sexo. En algún momento nos damos cuenta de que estos Aunque las mujeres elegimos una gran variedad de caminos espi¬
comportamientos no concuerdan con la calidad de vida que
rituales, nuestras heridas son similares y se basan en que hemos naci¬
desea¬ do en una sociedad que adora a un Dios masculino
mos y pedimos ayuda. y prefiere a los
Si el comportamiento hombres. Las imágenes de un Dios exclusivamente masculino, fueran
que nos altera es el exceso de comida, vigi¬
lamos reconfortantes o atemorizantes, punitivas o bondadosas, han herido
nuestro peso o vamos a un Club dietario, pagamos, y tomamos
susremedios. O acudimos a Adictos a la Comida Anónimos profundamente a las mujeres. Nuestra inmersión en estas imágenes
y nos nos convenció de que estamos excluidas de lo
comprometemos con un sinfín de planes alimenticios de un divino, de que somos
tipo u inferiores a los hombres, de que necesitamos un salvador masculino
otro, que funcionan durante cierto tiempo hasta que reaparece nues¬
y
de que nombrar e imaginar a Dios de otra forma que la masculina se
tro problema de peso.
Si considera una blasfemia. Las imágenes religiosas infantiles se enterra¬
comportamiento ineficaz adquiere la forma de relacio¬
nuestro
ron en el corazón y
nes laborales problemáticas leemos un artículo sobre interacción efi¬ en la mente de la niña, limitando sus sueños y la
caz con los
compañeros de trabajo, visitamos a un terapeuta o asisti¬ expresión de sus dones en el mundo.
Hasta que no reconocemos y sanamos esta
mos a un taller para aprender acomunicarnos. Durante un tiempo profunda herida espe¬
podemos interactuar de una forma más sana con los que nos rodean,
ramos y oramos, tomamos decisiones, nos comprometemos con innu¬
merables dietas y probamos los consejos de un
pero finalmente la vieja pauta de actuación reaparece. experto tras otro, pero
todos nuestros esfuerzos por cambiar sólo nos
Si nos vemos atraídas
repetidamente por compañeros alcohóli¬ aportan un alivio mo¬
cos, este comportamiento ineficaz, frustrante
mentáneo. Nuestros comportamientos ineficaces son la forma indi¬
y que a veces amenaza
recta que tienen estas heridas de buscar nuestra
nuestra propia vida acaba llevándonos a un atención; son las cla¬
terapeuta o a un grupo de
apoyo. Dejamos la relación pensando que cuando el alcohólico
ves
que nos invitan a mirar qué hay debajo. Estar completamente
de nuestra vida no volveremos a ser tan
salga preparada para apartar dichos comportamientos equivale a sumergir¬
estúpidas de sentirnos atraí¬ se en las heridas de la
das por ese tipo de personas. Pero muchas nos damos
cuenta de que
propia vida. En este capítulo comenzamos el
descenso.
nos vemos arrastradas a relaciones disfuncionales sin nuestro consen¬
timiento.
Rechacé el Dios masculino punitivo de la cristiandad hace
Después de muchos años de
terapia, servicios religiosos, reunio¬ trece
nes de los Doce Pasos o años. Mi lógica me decía que me había deshecho de esa imagen como
grupos de mujeres nos queda muy claro que
bajo los comportamientos ineficaces de los que hemos estado hablan¬ un
equipaje inútil. Pero he llegado a creer que la experiencia vergon¬
zante de «no ser suficiente» me fue
do cada semana se ocultan heridas
muy profundas. Tales heridas no
infligida por aquella primera ima¬
responden a las teorías psicológicas, por muy hábil que sea nuestro gen religiosa que actualmente sigue alimentando mi adicción al traba¬

terapeuta; o a teologías elaboradas, por muy cuidadosamente articula¬ jo. Tengo la esperanza de poder sanar mis heridas infantiles.
das que estén por nuestro ministro; o a la retórica de la Karen H.
recuperación,
por muy interesante que sea la persona que dirija el
trabajo. Hubo el que no
Tratar de lidiar con nuestros
comportamientos ineficaces sin re¬
un momento en podía ver debajo de mis ob¬
sesiones; parecían absolutas. Gradualmente he ido apartando mi
80 Un Dios que se parece a mí Nuestras heridas y comportamientos ineficaces
81

energía de ellas y me he ralentizado lo suficiente como para poder


mirar
mujeres se les educaba para ser sus esposas. Los chicos podían ser
las heridas subyacentes. ¿Dónde
a
empezó todo, en el útero, chicas pero las chicas no podían ser chicos. Las
en la
incubadora, después de que murió mi padre, en mi adoles¬ imágenes de mi ado¬
lescencia se enterraron en mi mente y en mi
cencia o cuando viví con un alcohólico violento? corazón, limitando mis
¿Fue la pérdida sueños y la expresión de mis dones en el mundo.
de comodidad y seguridad, de calidez
y relajación, de autorrespe-
to? Me
Desgraciadamente, las chicas de hoy están tan convencidas de
detengo a reconocer que estoy herida. Comienzo a recupe¬
que ellas no son Dios y de que están excluidas de lo divino como yo lo
rar mi poder entrando en mis heridas y alejándome de los sínto¬ estaba en la década de los cincuenta. Recientemente, un
mas obsesivos que las expresan. amigo me
contó el caso de unos padres de su
parroquia que estaban muy preo¬
Laura cupados porque su hija había sido escogida para el papel de Dios en
una representación
parroquial. Aunque la niña se sentía muy animada
por la oportunidad que se le presentaba, es fácil imaginarse los
pensa¬
Exclusión: no se admite a las chicas mientos y sentimientos de los padres:
¿Será una blasfemia que una
niña haga el papel de Dios?
¿Se enfadará Dios? ¿Montará en cólera
en el cielo? A estos
Se supone que la humanidad"' somos
todos, pero cuando digo
padres se les enseñó a «colorear» a Dios dentro de
la palabra lo único que veo son hombres. las líneas prescritas por la religión: cierto sexo
y cierto color.
Ellos probablemente tienen expectativas nobles
respecto a su
ÁNN
hija, pero le limitan severamente en lo que puede y no puede hacer y
ser. Su hermano
El resultado de nuestra inmersión en los puede ser Dios en la obra de teatro parroquial, pero
nombres e imágenes ella no. Asimismo, esos padres probablemente
masculinos de Dios es que hemos sido excluidas de lo divino. podrán imaginarse a
Dios y su hijo como
médico, abogado o presidente, pero sus aspiraciones
la humanidad han sido imaginados en masculino. Ellos son divinos
respecto a su hija serán casarla con un hombre influyente y poderoso.
y suexperiencia es normativa; nosotras no somos divinas y nuestra La imagen de Dios que se nos
experiencia se considera periférica. Así es como se nos ha
implantó en los primeros años —nos
impedido la haya sido impuesta en plan fundamentalista o nos haya sido susurrada
plena participación en la familia, en el mundo y en la
Iglesia. por la cultura— tiene un profundo impacto en nuestras vidas de mu¬
Durante mi adolescencia leí las
biografías de varios hombres no¬ jeres. Afecta el tratamiento que damos a nuestras hijas y nuestras ex¬
tables de la cristiandad en un intento de encontrar el denominador pectativas respecto a ellas y a nosotras mismas. Nuestras creencias son
común de grandeza. De una manera típicamente adolescente que¬
su
importantes. La niña ha sido excluida de lo divino.
ría hacer grandes cosas en nombre de
Dios, ser una mujer de Dios...
siempre que pudiera descubrir su secreto. La exploración me Una chica no puede ser Dios
decep¬ porque Dios sólo hizo el hombre
cionó, no fui capaz de encontrar una descripción detallada de la a su
imagen. La mujer fue un pensamiento posterior y un produc¬
gran¬
deza cristiana. to del hombre, no de Dios. Yo me crié con esta historia
que en la
Pero un domingo, cantando la canción Iglesia Luterana se repetía a diario. Los ministros, conserjes, ancia¬
Levantaos, hombres de
Dios el secreto me fue revelado: ellos eran hombres nos, todos los que tenían algún poder eran hombres. Las
y Dios también. mujeres
Los hombres estaban llamados a hacer enseñaban en la escuela parroquial y hacían trabajos de caridad en
grandes cosas por Dios, a las
la iglesia y en la comunidad. Cocinaban
y servían en las reuniones
y fiestas. Yo tenía envidia de los católicos porque al menos las
*
La palabra mankind: género humano o humanidad, que emplea la autora en
este caso, está compuesta por otras dos: monjas parecían tener algo de estatus y de poder.
man y kind, siendo la primera de ellas «hom¬
bre» y teniendo, por tanto, mankind un tinte masculino. (N. del T.)
Irene
82
Un Dios que se parece a mí Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 83

Tengo dos amigos irlandeses-americanos que me son muy


queridos, pero me cuesta mucho aceptar su amor El Dios de Sara, Raquel y Lía
la Iglesia.
por
Allí se sienten en casa, les gustan los rituales Presidenta, directora, empresaria
y demuestran una
confianza y una autoestima que
yo nunca he experimentado en la
Iglesia. Les recuerdo constantemente su identificación con el ♦ Imagínate cantando el himno Levantaos, hombres de
Dios Dios
masculino y lo útil que les resulta esa en la iglesia de tu infancia. A continuación
herencia. imagína¬
De joven creí a la te cantándolo actualmente.
Iglesia cuando decía que la palabra Hombre
me incluía a mí también
y que todos habíamos sido creados
y éra¬ ¡Levantaos, hombres de Dios! Su reino tarda en llegar;
mos amados
por Dios de la misma manera.
Después, en la puber¬ Traed el día de la hermandad y acabad con la noche
tad, la horrible realidad comenzó a filtrarse:
yo era inferior, junto del error.
con María, Eva
y el resto de mujeres que rodeaban a
Dios; yo era ¡Levantaos, hombres de Dios! Pisad donde sus pies pi¬
vista como un ser sexual, no como una
persona; y yo era mala. Las saron;
reglas habían cambiado y me sentí traicionada
por Dios y por la Como hermanos del
Iglesia. Hijo del Hombre, ¡levantaos,
hombres de Dios!1.
Robín
♦ Piensa en cómo las imágenes y palabras sobre el Dios
masculino limitaron tus sueños y coartaron la expresión
Imagínate sentada en un círculo con Irene y de tus dones en el mundo.
historia
Robin. Añade tu
a las suyas.

♦ Reflexiona sobre los recuerdos, Inferioridad:


pensamientos y reaccio¬ las chicas son de segunda
nes que activan en ti las
siguientes palabras y frases. ¿Te
sientes excluida por ellas?
Para la niña pequeña en mí Dios no tenía nada de femenino.
Como resultado, crecí detestando casi todo lo femenino,
Un hombre, un voto
incluyen¬
do a mi madre.
Todos los hombres son creados ¡guales
Levantaos, hombres de Dios jen
El Dios de
Abraham, Isaac y Jacob Como resultado de
nuestra inmersión en los nombres e
Presidente, director, empresario imágenes
masculinos de Dios, la niña acaba convencida de que las cualidades
Ahora reflexiona sobre los masculinas son más valiosas que las femeninas. Adquiere un

pensamientos y reacciones complejo
de inferioridad y crece denigrando todo lo femenino.
que te producen la siguiente serie de palabras Pregunté al jo¬
y frases. ven cajero de mi restaurante favorito: «¿Dios es hombre o mujer?» Y
¿Te resulta más fácil sentir la posibilidad de
excluir a los
hombres que percibir la realidad de tu
me
respondió sin dudarlo: «Es hombre, por supuesto.» «¿Cómo pue¬
propia exclusión? des estar tan seguro?», seguí preguntando. «Bueno, Dios es
grande y
Una mujer, un voto fuerte, y tiene tanto poder que lo controla todo. No podría ser un chi¬
Todas las mujeres ca. Las chicas son débiles
son creadas iguales y no son tan inteligentes como los hombres.»
Levantaos, mujeres de Dios
1
Baptist Hymnal (Nashville: Convention Press, 1956), p. 455.
84
Un Dios que se parece a mi Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 85

La joven que trabaja con él detrás de la barra lo


estaba escuchan¬ sido el acertijo presente en la vida de la mayoría de las mujeres. El uso
do todo y estaba
indignada. En un momento dado lo expresó así: ¡Las de la imaginería exclusivamente masculina convence a las mujeres de
chicas somos de segunda! Poco
importaba que ella fuera una cocinera ellas Dios
profesional con grandes posibilidades de futuro en el restaurante que no son y, por tanto, son deficientes, inferiores, y nunca
y él lo suficientemente buenas.
sólo un cajero. El podía ser Dios, lo
que le daba estatus a pesar de que
en realidad era inferior a ella.
Desgraciadamente, la cólera de ella esta¬ Los sacerdoteseran hombres
ba dirigida al hecho de ser una «chica» y eran atendidos por mujeres.
y no a la suposición de que Las monjas
Dios es hombre, cosa que no cuestionaba. Su enseñaban en la escuela, pero el sacerdote acudía
comentario final fue: cuando ocurría algo realmente importante. No pude ser
Mientras estudiaba en el seminario de Princeton monagui¬
se me animó a llo porque era chica. Si Dios es hombre, yo soy distinta de Dios, li¬
leer el libro Man
Becoming de Gregory Baum, un teólogo católico. El mitada y de segunda clase.
siguiente pasaje me dejó impactada:
Sharyn
Creer que Dios es padre es tomar conciencia de que uno mis¬
mo no es un
extraño, Según mi padre, la religión estaba asociada con la credulidad y
no es un marginal o una persona alienada, la
sino un hijo que le pertenece, debilidad, en otras palabras con las chicas y las mujeres. Sentía
una persona con un destino maravi¬
lloso que comparte con toda la comunidad. tanta vergüenza de ser mujer que durante muchos años me he resis¬
Creer que Dios es pa¬
dre significa que debemos ser tido a identificarme con mi lado femenino y con el lado femenino de
capaces de decir un «nosotros» res¬
la vida. Me alejé de lo femenino para agradar a papá. Él era
pecto a todos los hombres2. muy crí¬
tico y aunque lo intenté, nunca fui incapaz de agradarle del todo.
Cerré el libro. Estaba claro que,
aunque estoy segura de que no lo JOYCE
admitiría, el autor estaba escribiendo a los hombres sobre la
expe¬
riencia masculina de Dios. Reescribí el
pasaje en mi diario:
En mi experiencia de Imagínate sentada en un círculo con Sharyn y Joyce. Añade
mujer... Creer que Dios sólo es padre es tu historia a las suyas.
tomar conciencia de
que soy una extraña, una marginal, una per¬
sona
alienada, una hija que no le pertenece, que no tiene el mara¬
villoso destino ofrecido
♦ ¿Qué has sentido al leer la cita de Gregory Baum y la tri¬
a los hijos del padre. Creer que Dios es
sólo padre dice que «yo soy ple plegaria de los rabinos? Reescríbelas desde tu pers¬
la otra» en relación a todos los hom¬ pectiva de mujer.
bres y en relación a lo divino. ♦ Continúa reflexionando sobre cómo estas imágenes y pa¬
Esto
recuerda la triple oración de agradecimiento
me labras del Dios masculino limitaron tus sueños y coarta¬
que pro¬
nuncian los rabinos: «Bendito ron la expresión de tus dones en el mundo.
eres, Señor, Dios Rey del Uni¬
nuestro,
verso, porque no me has hecho gentil... fiador... mujer...»3. Y nosotras
nos preguntamos: el gentil podría convertirse al judaismo
y el fiador
podría liberarse, pero cómo deshacemos nuestra feminidad? Este ha Dependencia: las imágenes de los salvadores

2
se quedan grabadas
Gregory Baum, Man Becoming (Nueva York: Herder and Herder, 1970),
página 195. La cursiva es mía.
3
Sabbath Prayers (Nueva York: Bloch Esperaba que los hombres me salvaran de la soledad, de la
Publishing Company, Inc. 1927), p. 38. desaprobación social, del aburrimiento, del fracaso y de las crisis
86 Un Dios que se parece a mí
Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 87
periódicas. Les he tratado como si fueran dioses y nunca me
pare¬
ció algo equivocado, ya
que siempre he estado rodeada de mujeres
o abusivas, nuestras madres nos transmitieron el mito de que necesi¬
que llegaban hasta el extremo para agradar a los tamos un hombre salvador vidas. El resultado
hombres en todos
en nuestras es que al¬
los estadios de la vida. gunas de nosotras permanecemos en relaciones abusivas porque de
otro modo «no estamos salvadas». Una
LlZ participante en uno de los ta¬
lleres reconoció: «Se me enseñó que los hombres me salvarían de la
Como resultado de nuestra inmersión en los nombres e inseguridad económica y de la vergüenza de no haber sido "elegida".
imágenes
masculinos de Dios y en las imágenes de salvadores Ellos debían darme compañía y respetabilidad. Cuando me encontra¬
que se nos han
quedado grabadas de los cuentos de hadas e historias bíblicas, la niña ba en una relación abusiva era incapaz de abandonarla porque
proba¬
está convencida de su ría mi falta de valor y reforzaría mi inferioridad.»
incapacidad para salvarse a sí misma y de que,
por tanto, necesita salvador masculino. Nuestras vidas están pen¬
un Rendir nuestra vida a un Dios masculino, a un
guru, a un novio o
dientes de su llegada, anhelamos salvadores humanos: «si esposo, a la filosofía Nueva Era o a un Poder Superior hace que siga¬
tan sólo»
tuviese un nuevo marido o mos con nuestra
dependencia de los poderes externos a nosotras para
compañero, cambiase de trabajo, me pasa¬
se algo divertido, tuviese un nuevo apartamento o apareciera un caba¬ que nos legitimen, dirijan y salven. En este proceso nos quedamos
llero con su deslumbrante armadura. Y también alienadas de nuestros propios recursos. Reflexiona junto
anhelamos salvado¬ con Joyce,
res divinos: «si tan sólo» tuviera una Sharyn y Susan sobre los salvadores, mesías y rescatadores en los que
visión del cielo, una palabra clara
de Dios a través de mi terapeuta o mi guru, un has buscado la legitimidad, la dirección y la salvación.
milagro. Desde la in¬
fancia a las mujeres se nos ha enseñado buscar fuera de
a nosotras la
legitimidad, la dirección De niña me preocupaba la sensación de ser aceptada por mis
y la salvación.
Buscamos a hombres que nos
legitimen. Históricamente, padres, sobre todo por mi padre. En cierto sentido la aceptación
a los ni¬
ños se les consideraba era un deseo de que salvaran de la
«ilegítimos» llevaran el nombre de
a menos que preocupación, de la autoevalua-
su padre. No es suficiente con ción continua y del miedo. Actualmente
nacer de una
mujer. Una vez nacidas, te¬ sigo repitiendo este pro¬
níamos que ser legitimadas ceso cuando busco la
por una serie de hombres, empezando por aceptación de los hombres, sean jefes, com¬
nuestros padres y
siguiendo por nuestros novios y maridos. El miedo a pañeros de trabajo, amantes o compañeros de baile.
la falta de legitimidad está tan Cuando me trasladé a California, los talleres, los libros de la
profundamente grabado en nosotras que
incluso en las relaciones Nueva Era y los amigos versados en el pensamiento Nueva Era se
contemporáneas en las que las mujeres eligen
conservar su apellido, los niños llevan convirtieron en mis salvadores. Todavía sucumbo a estos salvado¬
inevitablemente el del padre.
Buscamos que alguien nos dirija y se nos enseña a res y deseo salven de mis procesos de pensamiento erró¬
que me
delegar en los
hombres. Ellos son los autores en el drama de nuestras neos y que
arreglen mis problemas.
vidas y noso¬
limitamos a ser las observadoras y el personal de
tras nos Esta actitud de buscar la salvación y la validación fuera de mí me
apoyo. Joyce
explora sus comportamientos ineficaces que son el resultado de un ha llevado a continuar con tres relaciones terapéuticas y
varias relacio¬
profundo complejo de inferioridad: «En las situaciones laborales en nes sentimentales mucho
tiempo después de que fueran dañinas para
las que intervienen hombres me mí. Pensé que necesitaba el permiso de la otra persona para irme.
quedo como una observadora. Mi ce¬
rebro deja de funcionar cuando
estoy a su alrededor, mi criterio se va Joyce
por la ventana y delego en la lógica masculina. Intelectualmente sé
que su lógica no es superior, pero no soy Mispadres y la sociedad me enseñaron que mi vida estaría
capaz de superar mis fuertes
sentimientos de inferioridad, por eso completa cuando tuviera un marido. Durante años estuve en una
delego.»
Buscamos la salvación en los hombres. Tuvieran relaciones relación miserable porque era «más» siendo la mitad de una pare¬
sanas
ja que estando soltera. Tal situación me salvaba de la responsabili-
88 Un Dios que se parece a mí Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 89

dad de tener mis propias decisiones, de dirigir mi pro¬


que tomar Imaginaciones aprisionadas
pia vida
y de crearme a mí misma. Culpaba de mi infelicidad a mi
compañero y a sus defectos, no a mi propia falta de definición.
¿Cómo me atrevo a cuestionar a Dios padre? Me da miedo
Sharyn hasta suscitar una discusión sobre el Dios de mi pasado. Si padre
averiguara que hago estos ejercicios, me condenaría al infierno.
El Poder Superior de mi grupo de recuperación parecía ser el colleen
Dios masculino de mi infancia, sólo que con otro nombre. Mi vida
estaba fuera de control en muchos sentidos cuando me
presenté a
la primera reunión. Como adicta al sexo y al amor me resultó Cuando éramos niñas y adolescentes tuvimos que aceptar al Dios
muy
fácil creer que un Poder Superior me libraría del lío en el de las instituciones a que estaban ligadas nuestras vidas. Rebelarse
las
que esta¬
era demasiado peligroso. Para la mayoría de nosotras el miedo al
ba metida. Los hombres siempre han sido una fijación para mí y es
abandono era tan grande que tardamos muchos años en estar prepa¬
muy extraño que los supervisores de mi recuperación no lo enten¬
dieran. Me estaban pidiendo que sustituyera mi adicción a los radas para cuestionar al Dios de nuestros primeros años. El miedo
hombres por una rendición al Poder Superior que obedece a una buena razón; sentimos que si nos imaginamos a Dios
me rescataría.
Y me pregunto, ¿cuál es la diferencia? de otra manera que no sea Dios padre estamos cometiendo un peca¬
do mortal. Se nos dijo que no hacía falta que viéramos a Dios de nin¬
susan
guna otra forma a como «él» siempre había sido visto. Atemorizadas,
dejamos a un lado nuestra sensación original de que teníamos toda la
Imagina que estás sentada en un círculo con Joyce, Sharyn y variedad de colores del arco iris para «colorear» a Dios. Nos unimos a
Susan. Añade tu historia a las
suyas. las plegarias e imágenes de nuestro hogar, de la iglesia y de la socie¬
dad. El rostro y la imagen de Dios, reconfortantes o atemorizantes,
♦ ¿Qué salvadores se te enseñó a buscar para que te resca¬
bondadosos o punitivos, han aprisionado nuestra imaginación.
taran, legitimaran y dirigieran? Haz una lista de ellos en
cada periodo de tu vida. ¿De Hace algunos años leí un artículo en la revista Life titulado:
qué esperabas que te salva¬
ran? ¿Fueron eficaces en su cometido?
¿Había alguna «¿Quién es Dios?» La revista había planteado esta pregunta a una se¬
rie de hombres y mujeres. No fue ninguna sorpresa que todos excep¬
mujer entre ellos?
to dos se imaginaran a Dios como exclusivamente masculino, ya que
♦ Reflexiona sobre las siguientes afirmaciones desde tu
habían aprendido a nombrar, imaginar y «colorear» al Dios de su
propia experiencia: «Una recuperación, un proceso tera¬
péutico o una religión basados en la vergüenza ponen de comprensión infantil. Pero lo que más me alteró fue la introducción
relieve nuestra incapacidad de funcionar en la vida sin del editor: en ella se asignaba un sexo al Ser Supremo a través del uso
indiscriminado del pronombre masculino junto con la elección de
depender de fuerzas externas y nos animan a proyectar
nuestro poder en los hombres y en los dioses.»
una
imagen de Dios en la que aparecía como un anciano blanco y con
barba. Su suposición de que Dios es masculino es una nueva prueba
♦ ¿En quién vuelcas tu vida y tu voluntad actualmente? ¿En
un novio?
de que nuestra imaginación personal y social está prisionera.
¿En un terapeuta? ¿En un guru? ¿En un poder
superior? ¿En la filosofía Nueva Era? Hace falta muy poca imaginación para visualizar a Dios como
♦ Qué pregunta te viene a la mente cuando te enfrentas hombre; es una imagen que ha dominado la imaginación y el concep¬
con una situación difícil: tos de sí de hombres y mujeres durante siglos. Nuestra imaginación
«¿Quién me salvará?» o «¿de
qué recursos dispongo para encarar este desafío?» ha estado prisionera de Dios padre. Es evidente que lo «mejor de la
imaginación humana» surgirá cuando una pluralidad de rostros habi-
90
Un Dios que se parece a mí
Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 91
ten los cielos y sus nombres nos lleven
más allá de las limitaciones de
un Dios exclusivamente masculino.
Hace años asistí imagínate sentada con un grupo de amigas. Plantearos las
a una escuela
parroquial para adultos donde hici¬
mos una lista de las
siguientes preguntas:
palabras e imágenes que describían al Dios de nues¬
tra adolescencia. La lista era
muy variada y reflejaba la diversidad de los
asistentes a clase: padre,
♦ ¿Dios es hombre o mujer?
amigo, juez, el que tiene las respuestas, el que ♦ Cierra los ojos un momento. Imagina que Dios es mujer.
establece límites. Por otro lado, el pensamiento
de que creamos a Dios ¿Qué imagen surge de tu imaginación? Dibújala o descrí¬
según nuestra necesidad me daba escalofríos. ¡Creamos
nuestros pro¬ bela con palabras.
pios dioses! La persona que necesitaba estabilidad
y control creó a ♦ ¿Qué sentimientos afloran mientas haces esta tarea?
Dios Padre con sus cualidades. Otra
persona llena de preguntas que
atravesaba un periodo turbulento creó a un «Dios
♦ ¿Sientes miedo frente al rostro iracundo de Dios gritando:
que tiene las respues¬ «No adorarás a otro Dios que el Señor?»
tas». Seguí adelante con la lista
y me quedé pasmada e impresionada
ante nuestra
capacidad de imaginarnos a un Dios y de pasar a otro en

¿Visualizas al Dios que se parece a ti con libertad y sin¬
tiéndote orgullosa?
cuanto cambian necesidades. Por otro lado descubrí
nuestras
tras
imaginaciones libres pero dentro de un marco
son
que nues¬ ♦ ¿Viste durante tu infancia un dibujo de un Dios que se
muy limitado: pareciera a ti o a tu madre?
todos los dioses de la lista eran masculinos.
Y, dado el aprisionamiento ♦ Reflexiona sobre las afirmaciones siguientes: «La incapa¬
de mi imaginación en
aquel tiempo, ni siquiera se me ocurrieron alter¬ cidad de la mujer para imaginarse a un Dios que se pare¬
nativas. El rostro femenino de Dios estaba fuera de mi alcance. ce a ella, que sangra, siente, piensa y experimenta la vida
El resultado de este aprisionamiento eslas mujeres no pue¬
que
den imaginarse a un Dios como ella indica la profundidad de la herida que le infli¬
que se parezca a ellas. He
les de mujeres a lo preguntado a mi¬ gió su pasado religioso.»
largo de los años —participantes en talleres, ami¬
gas, colegas, vendedoras y camareras de todos
los colores, credos
y
tipos de vida—, «¿Dios es hombre o mujer?» La
respuesta siempre ha
sido unánime: «Dios es hombre. Una
mujer no puede ser Dios.» En¬
tonces les invitaba a
imaginarse a Dios como mujer. Para la mayoría,
dada la eficacia del condicionamiento Antes de seguir adelante, quedémonos un poco más en el capítulo 4:
infantil, esta sugerencia era ri¬
dicula; otras trataban de hacerlo hasta que la
culino iracundo les gritaba desde su
imagen de un Dios mas¬ UNA ENTREVISTA: ¿PUEDE UNA NIÑA SER DIOS?
propia profundidad: «No adora¬
rás a otro Dios
que el Señor.»
Está claro que nuestra Entrevista a tu amante, a tus amigos, compañeros, a tu terapeuta y
imaginación es rehén de Dios Padre. «El»
ha sido el ídolo indiscutible durante
demasiado tiempo; su imagen ha
a tu clérigo
sido empleada para convencernos de
que estamos excluidos de lo di¬
vino, de que somos inferiores a los ♦ Pregúntales: «¿Quién es Dios?» «¿Dios es hombre o mujer?»
hombres, de necesitamos un
que
salvador masculino y de «¿Puede una chica ser Dios?»
que nombrar e imaginar a otro Dios
que «él» Invítales a imaginarse a Dios como mujer. Invítales a dibujar su
siempre ha sido y será una blasfemia. La ♦

de imaginarnos a un Dios
incapacidad de las mujeres
que tenga aspecto de
imagen o a escribir sobre ella.
mujer, que sangre,
sienta, piense y experimente la vida como nosotras indica ♦ Explora junto a ellos los sentimientos que les afloran cuando ha¬
la profundi¬
dad de la herida que nos cen este ejercicio.
infligió nuestro pasado religioso.
92 Un Dios que se parece a mi Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 93

INVENTARIO: SI DIOS ES HOMBRE, ENTONCES... La relación hombre


con un algo muy deseable. Se convierte en
es

un Dios. Sus necesidades más


importantes que las de los niños,
son
Haz inventario de las heridas y comportamientos ineficaces las de mis amigas y las mías propias.
que
sonel resultado de haber crecido inmersa en nombres e
imágenes Aparco a un lado mi propia vida para ir detrás de los hombres y
masculinos de lo divino. Comienza añadiendo más frases a la si¬ después considero un deber satisfacer todas sus necesidades —sexua¬
guiente lista de afirmaciones «Si... entonces...» tomadas de los escri¬ les, emocionales y físicas— de la misma forma que mi madre dedicó
tos de las participantes en mis talleres. Invita a un
grupo de amigas a su vida a las necesidades de mi padre. Él
era el Dios de nuestra fa¬
colaborar contigo para aumentar el inventario. Personalízalo. Estas milia.
afirmaciones exploran la conexión entre nuestras heridas religiosas y Los intereses de los hombres mucho más importantes que
son
los
los comportamientos ineficaces que hemos traído con nosotras hasta míos y sus conversaciones, carreras y decisiones tienen más peso que
la edad adulta: las mías. Estiro mi vida para aprender y crecer prestando atención a
sus intereses. He
aprendido a apreciar el fútbol, a pescar con mosca,
Si Dios es hombre... leer
a periódicos deportivos y a cocinar sus comidas favoritas. Estos
dioses apenas si muestran ningún interés o curiosidad por mí.
Entonces los hombres participan activamente en la vida y yo Ellos son superiores y yo soy inferior. Nunca he tenido una rela¬
soy
una observadora. ción que haya sido sana para ambos y creo que eso es imposible.
Entonces las.cualidades masculinas son más valiosas que las fe¬ Los hombres de mi vida siempre han sido más altos, más listos y
meninas. más ricos que yo. Soy dependiente a causa de mi inferioridad
y aca¬
Entonces soyincapaz de elegir mi propia dirección o camino de bo creyendo que soy incapaz de cuidar de mí misma. Parece que la
vida sin ayuda. Espero que los hombres me den pistas sobre lo que
su
única posibilidad es una relación en la que el hombre domine y
yo
es correcto
para mí, ya que tienen capacidades naturales de las que yo sea una subordinada.
carezco.

Entonces los hombres fueron hechos a imagen de


Dios—cuerpo y NO SE PERMITE EL PASO A LAS CHICAS
todo— y yo no. Mi cuerpo es diferente y
tiene alguna deficiencia.
Nunca es suficiente. Como compulsivamente y después hago ejerci¬ Dedica algo de tiempo cada día de esta semana a conversar con
cio compulsivamente. Mi la de mi odio hacia La Niña
cuerpo acarrea marca Que Fuiste e imagina que os reunís en vuestro lugar de en¬
mí misma. Nunca vi a un Dios que se pareciera a mí... con pechos y cuentro. Dibuja y escribe con tu mano no dominante una
respuesta a
con la redondez de mujer. Las diosas del sexo como Marilyn
una las siguientes preguntas:
Monroe fueron creadas por los hombres y no se parecen en nada a mí.
Día 1. No se permite el paso a las chicas.
Si Dios es hombre, entonces los hombres Dios y... Escribe
son ♦ e ilustra con tu mano no dominante el relato de alguna
ocasión en sentiste excluida por ser chica.
que te
Delego en los hombres en situaciones laborales. Me retiro de Día 2. Los chicos pueden ser Dios; las chicas, no.
las discusiones los hombres. Me
con
quedo callada en los grupos ♦ Haz un dibujo de las cosas que pueden hacer las chicas en la
par¬
mixtos, permitiendo los hombres dominen las discusiones.
que te izquierda de la
página.
Limito mi vida y silencio mi inteligencia para que mis ♦ Haz un dibujo de las cosas que las chicas no puede hacer en el
compañe¬
ros de trabajo, amantes e incluso mis profesores no se sientan amena¬ lado derecho de la página.
zados por mí. ♦ ¿Qué áreas de la vida estaban fuera de tu alcance por ser chica?
94 Un Dios que se parece a mí

♦ ¿Puede una chica hacer el papel de Dios en la escuela parro¬


quial? ¿Se enfadaría Dios?
♦ ¿Puede una chica ser obispo, sacerdote o papa? ¿Puede una chica
ser Dios?

Día 3. Las chicas son de secunda categoría.


♦ Escribe e ilustra con tu mano no dominante el relato de alguna
vez que te hayas sentido interior por ser chica.

Día 4. Los chicos son más importantes que las chicas.


♦ ¿Quién es más importante: un chico o una chica... un cura o una

monja... una madre o un padre... una enfermera o un médico?


♦ ¿Qué vida es más divertida, la de tu madre o la de tu padre?

Día 5. Las chicas necesitan chicos que las salven.


♦ Escribe e ilustra un relato con tu mano no dominante que descri¬
ba alguna ocasión la hayas sentido dependiente
sitada de
en
hombre porque eras mujer.
un
que te y nece¬
salvación
♦ ¿Quién cuidará de ti cuando te hagas mayor?
♦ ¿Puede una chica salvar a la gente?
El cambiante rostro de Dios
Día 6. Oialá fuera chico.
♦ Escribe e ilustra relato con tu mano no dominante El primer paso que me alejó del anciano blanco fueron los ár¬
un en el que
enumeres todas las boles. Después el aire. Después los pájaros. Después las demás
razones por las que desearías haber sido un
chico. personas.

ALICE WALKER, El color púrpura


Día 7. Un Dios como yo.
♦ ¿Viste alguna vez a lo largo de tu infancia un dibujo de un Dios


que se
¿Quién se
pareciera

¿Qué aspecto tendría


ti o
parece más
a a

a
una
tu madre?
Dios, tu madre padre?
o

Mujer Dios? Dibújala.


tu POR MI PROPIA EXPERIENCIA y la de las mujeres con las que
trabajo,
peración de
estoyconvencida de que nuestra sanación y la recu¬
nuestro poder avanzan y se profundizan cuan¬
do el rostro de Dios se parece al nuestro; cuando nos imaginamos a
un Dios a
imagen y semejanza nuestra. La evolución del rostro de
Dios va ocurriendo a lo largo del tiempo. Es un camino esencial hacia
el autoamor, la confianza en nosotras mismas y la fuerza interior de
nuestro poder de mujeres.

El camino hacia el rostro femenino de Dios requiere el exorcismo


de los viejos nombres y rostros y la adopción de alternativas que afir¬
man a la
mujer. Estas nuevas imágenes son portadoras de la sanación
96 Un Dios que se parece a mí Nuestra sanación 97

y a medida que nos sumergimos en ellas sanamos lo más profundo de A los catorce años escribí:
nuestro odio hacia nosotras mismas.
Es muy difícil, a veces imposible
para la teoría psicológica, para Padre Dios, deseo belleza interna que te haga feliz. Por fa¬
una
las teologías elaboradas y para la retórica de la
recuperación, penetrar vor, trabaja hoy en mí para que mi única preocupación sea mante¬
hasta dichas profundidades. Si no nos embarcamos conscientemente
ner esa belleza interna y defenderla de cualquier cosa que la estro¬
en el camino
espiritual, dichos planteamientos en sí mismos son inca¬ pee, como la vanidad y el orgullo. La santidad es belleza. Señor,
paces de sanar las heridas y desenredar las pautas de comportamiento
hazme santa. Que tu vida pueda manifestarse cada vez más en mí.
ineficaz que nos han controlado durante años. Nuestras heridas más
profundas las sana un Dios que se parece a nosotras. A los dieciséis años escribí:
Te invito reflexionar sobre el cambiante rostro de Dios a medi¬
a

da que vayas leyendo las cuatro secciones siguientes. Aunque quizá te


Padre Dios, soy egoísta en muchos sentidos. Hazme vivir cada
identifiques con mi historia, no hagas comparaciones con la tuya. La minuto pensando en los demás y en cómo quieres que les sirva.
incluyo con la intención de que active tus propios recuerdos, no para
Derrama tus bendiciones sobre mí. No tengo nada que decir apar¬
prescribirte Considera la posibilidad de escribir una
unas respuestas.
te de ti, a nadie que rezar aparte de ti. No soy nada sin ti. Haz que
oración, carta, poema o texto tras reflexionar sobre el rostro de Dios
mis ojos se fijen en ti y que camine a tu lado cada minuto.
que se presenta en el texto o a las imágenes de lo divino
que surjan de
tu propia experiencia.

Dios Hijo: una presencia compasiva


Dios Padre: un controlador que está
por
encima de todo El final de mi matrimonio desató una serie de temblores que ame¬
nazaban aquel pedestal tan «seguro» en el que me sentaba con Dios
Los recuerdos de mis
primeros años están llenos de miedos. El al¬ padre. Los temblores se intensificaron hasta convertirse en un autén¬
coholismo devastó mi vida llenándola de violencia, inestabilidad finan¬ tico terremoto y en el curso de doctorado experimenté una «crisis»
ciera y cambios de cuidadores, escuelas y hogares. Mi mundo externo que demolió el pedestal. Mientras estaba internada en la clínica de
era un caos. Estas experiencias crearon en mí una profunda necesidad Princeton llamé a Jesús. Dios padre parecía estar muy lejos y no esta¬
de orden y control. Desde mis primeros años me relacioné con Dios ba segura de que podría acompañarme en el examen de los senti¬
como padre y esta mientos y recuerdos de los doce primeros años de mi vida. Habían
imagen me ayudó a construir un mundo interno rí¬
gidamente controlado en el que lo hacía todo para agradarle. Exami¬ acumulado tal fuerza que era imposible contenerlos.
naba todos mis pensamientos e impulsos a la luz de esta relación. La imagen de Jesús como Presencia Compasiva me acompañó a
Dicha imagen también me procuró un mundo externo lo largo del pavoroso bosque de emociones y recuerdos en el que me
rígida¬
mente controlado, todas mis acciones e
interacciones se conformaban encontraba. A medida que la imagen del padre disminuía, la imagen
en respuesta a ella. De de Cristo me llevó hacia dentro. Descendí a mi humanidad y me dis¬
adolescente, mi necesidad de tener una ideolo¬
gía que seguir me llevó a dedicar mi vida a Dios y esa devoción me puse a emprender el camino del autoentendimiento. Los diarios de
aisló tanto del caos como de las
alegrías de la vida. En su compañía este periodo me recuerdan cómo fui
profundizando en esta relación.
podía estar por encima de todo, los recuerdos dolorosos me
impedían
llegar al elevado pedestal en el que me situaba. Mis diarios reflejan la Me es difícil estar de pie en medio de la existencia. Me
muy
intensidad de esta relación que lo consumía todo: le escribí todos los siento petrificada por sus vientos, por sus oscuridades, por sus in¬
días a lo largo de mis años de instituto
y universidad. tensidades, pasión e ira. Quiero volver a subir al pedestal donde
98 Un Dios que se parece a mí Nuestra sanación 99

estaba por encima de todas las cosas junto a Dios padre... Sentimientos de mi vida, oigo vuestro clamor. Vuestra conten¬
para
descifrar las cosas, para confinar las contradicciones de la vida ción ha sido autodestructiva. Por favor, surgid de mis profundida¬
dentro de categorías, para controlar la vida con
explicaciones des, elevaos para que pueda escucharos y llegar a conoceros. Ya
acordadas. Quiero salir del momento presente desesperadamente. estoy preparada.
Durante los últimos días he anhelado tu presencia, Cristo. He Invoqué a mis sueños:
dejado de evitar la vida con muros protectores y tentáculos de
control y estoy encarando la
pavorosa realidad de «lo que es», Sueños, superad mi resistencia a oíros. Hay una parte de mí
confiando en tupresencia. Tú abarcas las contradicciones que me que desea escuchar vuestros ricos mensajes. Me recordáis que
dan tanto miedo. Tú me llamas a enfrentar la vulnerabilidad debo confiar en mi vida interna, discernir sus intrincados desig¬
y la
responsabilidad de este momento. nios y escuchar vuestra verdad sanadora.

Invité al Espíritu que me habitaba en mi infancia, imaginándolo


Dios Espíritu Santo: una refrescante presencia interna como La Niña Que Fui, a que me contara sus historias:
Las
imágenes tradicionales del Padre y el Hijo eran tan específi¬ Pequeña, ¿por qué has estado petrificada? ¿Por qué te
tan
casque no me dejaban libertad para recrearme en mis aferras la vida, controlando cada momento?
propias imᬠtanto a ¡Qué hábil
genes. Como no había imágenes específicas asociadas con el
Espíritu eres para sentir la proximidad del amor! ¡Qué rápidamente te
po¬
Santo me lo imaginé como una energía
que impregnaba mi vida y me nes a la defensiva para no dejar que el amor se
filtre hasta ese es¬
conectaba con todas las cosas vivas. En
algunos momentos que ate¬ condite que está detrás de tu puerta cerrada. ¿Cuándo te ocultaste
soraba, experimentaba que el Espíritu me llenaba de la alegría de es¬ detrás de esa puerta desde la que maniobras para que encajen los
tar viva.
intrincados detalles de tu vida? ¿Cuál es tu plan maestro? ¿Cuál
Añosdespués descubrí que spiritus significa respiración y me su motivación?
imaginé que las ventanas de mi vida se abrían de par en par y la Res¬
piración Sagrada soplaba en toda mi existencia aireando las viejas ha¬
bitaciones sofocadas de mi infancia. Recé: «Ven, aliento Un Dios que se parece a
sagrado, ven. mí
Sopla en las viejas habitaciones polvorientas. Refréscalas y renuéva¬
las.» En esos momentos no tenía miedo
y dejaba que el Espíritu de Hace doce años escribí lo siguiente:
Vida me sorprendiera.
La imagen del Espíritu Interno Refrescante me escoltó
inequívo¬ Dios mío, Espíritu, ni masculino ni femenino. Has sido
eres un
camente hacia mi
propia vida, movimiento que se refleja en mis dia¬ mi Padre durante muchos años y hoy pido conocerte como Madre.
rios. Ya no rezaba a un Dios
lejano, sino a mis sentimientos y sueños, Eres demasiado vasto para encajar en un solo compartimento. Qué
y a La Niña Que Fui. La espiritualidad comenzó a
surgir del fondo de estúpido de nuestra parte confinarte en una imagen. Me siento in¬
mí a medida que reconocía la
presencia del Espíritu Divino dentro cómoda llamándote Madre. Se ha hablado de ti como Padre du¬
de mi propia experiencia. Ya no me era impuesta por un Dios mascu¬ rante siglos, pero yo me preguntaba cómo se podía hablar de un
lino desde fuera de mi vida.
padre sin hablar de una madre. ¿Cómo es el rostro femenino de
Llamé a mis sentimientos: Dios que ha estado oscurecido durante tanto tiempo? Ahora me
dicen que hay un Dios que se parece a mí, pero me cuesta asumirlo.
100 Un Dios que se parece a mí Nuestra sanación 101

Un día la Madre Dios me dio


sorpresa. Me preguntaba cómo
una Los hijos la leña, los padres prenden el fuego y las muje¬
recogen
podía ser quelos escritores y editores de libros sagrados hubieran res amasan la harina para
hacer tortas a la reina del cielo y libar a
sido capaces de oscurecer lo femenino divino tan completamente que los dioses extraños para ofenderme. (Jeremías 7:17-18.)
no había quedado ni rastro de ella en mi formación
religiosa, excepto
en la ira de los profetas contra los «falsos dioses». Descubrí que
Desgraciadamente, los traductores y eruditos bíblicos eligieron el len¬
me di cuenta de que
mientras aprendía a adorar al único Dios verda¬ guaje empleado para oscurecer los fragmentos del rostro femenino de
dero y a no tener otro Dios que él, muchos de los «falsos» dioses Dios que consiguieron llegar a los textos sagrados del judaismo
y la
mencionados eran diosas que se parecían a mí: la Reina del Cielo, cristiandad. El Shaddai, por ejemplo, es un nombre de Dios emplea¬
Asherah, Baalat, Astarte y Anath. De adolescente había aplaudido el do en las Escrituras Hebreas. Uno de los significados originales de
celo de los profetas a la hora de descartar a estos «falsos dioses» y ha¬ shaddai es «pecho femenino». Los traductores eligieron su significa¬
bía animado a que sus seguidores fueran destruidos y sus lugares sa¬ do alternativo, que es «lugares elevados»3. Así, lo que podría haber
grados fueran quemados. Había participado en la conspiración para sido una imagen afirmativa para las que tenemos pechos, «un Dios
denigrar al Dios que se parece a mí. con pechos», se alteró
para entronizar todavía más la imaginería mas¬
Aquel día me di cuenta de que no me habían contado toda la ver¬ culina de lo divino: «el Dios de los elevados lugares.»
dad de mi pasado religioso. En mi búsqueda de la verdad comencé a Cada descubrimiento que iba realizando aumentaba mis sospe¬
explorar las pruebas históricas y arqueológicas que apoyaban el he¬ chas respecto a Dios padre. Las sospechas me dieron coraje para exa¬
cho de que la imagen más antigua de lo divino era femenina y tenía minar todo lo que se me había enseñado en su nombre
y alimentó mi
más de 25.000 años1. Hubo un tiempo en el que Dios era imaginado, búsqueda de una Mujer Dios que permanecía ignorada en el trasfon-
conocido y adorado como mujer. Ella ha recibido muchos nombres; do, que había sido erradicada de las historias y mitos religiosos. He
en tiempos del
profeta Jeremías era adorada como la Reina del Cielo. invitado a cientos de mujeres a unirse a mí en esta búsqueda a lo largo
Se cree que los «pasteles» que le ofrecían sus seguidores tenían la for¬ de los años. La parte 3 de este libro es una crónica de nuestro camino
ma de un
cuerpo femenino2. Pero, de adolescente, las palabras de Je- y de los descubrimientos realizados.
hová a Jeremías me convencieron de que sólo había un Dios verdade¬ A lo largo de mi infancia y adolescencia, como a muchas otras
ro y que
adorar a los falsos dioses, como la Reina del Cielo, tendría mujeres, se me había dicho que en mi alma había un espacio que tenía
la forma de Dios y que no estaría satisfecha hasta
graves consecuencias: que no estuviera lle¬
no del Dios masculino de mi infancia.
Pero, por mucho que lo inten¬
Y tú taba, el Dios masculino no encajaba. Sentía que era un problema mío,
no ruegues por este pueblo ni eleves por ellos clamor y
que tenía algún defecto; por eso me retorcí y deformé hasta perder mi
súplica, no me porfíes, porque no te oiré. Porque ¿no ves lo que
ellos hacen en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén? propia forma, pero aun así él seguía sin encajar. Hasta que encontré el
rostro femenino de Dios no me di cuenta de
que el problema no era
mío. A medida que fui descendiendo a la
riqueza de mi propia vida
descubrí que ella había estado ahí todo el tiempo y su presencia me
hizo recuperar una relación amorosa conmigo misma.
1
Véase Charlene Spretnak, Lost Goddesses of Early Greece (Boston: Beacon
Press, 1979), 19; Stone, When God Was a tornan, pp. 9-10.
p.
2
The Interpreter's Dictionary of the Bihle, vol. 3 (Nueva York:
Abingdon Press,
1962), p. 975: «La Reina del Cielo: el objeto de culto, en especial por parte de muje¬
res, en Judá en la época de Jeremías; junto con la libación se le ofrecían pasteles 5
F. M. Cross, Canaanite Myth and Hebrew Epic (Cambrigde, Mass.: Harvard
que
posiblemente tuvieran forma de estatuillas. University Press, 1973), pp. 54-56.
102 Un Dios que se parece a mí
Nuestra sanación 103

Pausa y reflexión Obstáculos en el camino:


notendrás otros dioses aparte de mí
♦ Relee tus escritos sobre el Dios de tu infancia enlos capí¬
tulos previos. ¿Teproducía una sensación de seguridad tu
Me resisto imaginarme Mujer Dios
imagen infantil de Dios padre? ¿Te ofrecía las cualidades
a una porque algunas pala¬
bras de mi infancia me resuenan en la cabeza: no tendrás otros
que añorabas en tu padre humano?
dioses aparte de mí. Pagana, vete al infierno.

Continúa reflexionando sobre las cambiantes Karen H.


imágenes de
Dios en tu propia experiencia.
Cuando las mujeres tratan de imaginarse a un Dios que se parece
♦ ¿Ha habido imágenes accesibles de Dios que se te reve¬ a ellas
se enfrentan a obstáculos formidables. Uno de los
primeros es
larana lo
largo de tu vida? ¿Qué imágenes acuden a tu el tratamiento y el retrato negativo que se ha hecho de las mujeres en
mente? las palabras, imágenes e historias de las iglesias y sinagogas de nuestra
♦ ¿Has conocido Dios infancia. A medida que las mujeres exploran su pasado religioso, la
a compañero y amigo?
como
♦ Reflexiona sobre imágenes de Dios: el Compasivo,
estas imagen femenina sobresaliente es la de María: María tal como nos fue
el Compañero, el Amigo, la Presencia, la Guía Gentil. presentada a través de los ojos de los hombres.
♦ ¿Ha habido algún momento en el que Dios se moviera En la parte 3 pediremos a María que salga de los confines de las
dentro de tu vida? ¿Iba este movimiento acompañado de interpretaciones religiosas tradicionales y pediremos a algunas otras
más autoconciencia? mujeres de nuestro pasado religioso que nos relaten sus historias.
♦ Reflexiona sobre las imágenes siguientes: Aliento de Ahora nos limitamos a reconocer la presencia de María en nuestros
Vida, Ruach, Aliento Sagrado, Espíritu Universal, Espíritu recuerdos religiosos. Joyce recuerda: «María era debilidad,
pasividad
de Vida, Presencia Sorprendente, Espíritu Interno Refres¬ e
impotencia. La gente daba muestras de su aprecio por ella, pero los
cante, Espíritu Residente en Mi Cuerpo, Residente en Mi papeles principales eran los de Dios padre e hijo.» Sharyn añade:
Aliento, Espíritu Residente en Mi Experiencia. «Pensaba que María era débil. Las monjas insistían en que no era
♦ ¿Ha cambiado el rostro de Dios en tu experiencia? ¿CuᬠDios, sino la madre de Dios. Sólo mujer.»
era una

les han sido los pasos intermedios hasta el Dios de tu Como resultado de imágenes infantiles de lo femenino, la
estas

comprensión actual? Como adulta, ¿te has imaginado al¬ mayoría de las mujeres no pueden imaginarse a Dios como mujer.
guna vez a un Dios que se parezca a ti? Jane escribió: «Las mujeres no son lo suficientemente poderosas. No
♦ Reflexiona sobre las imágenes siguientes: Dios Madre, podrían ser Dios de ninguna manera, son débiles y necesitan que un
Madre de Todo lo Vivo, Origen de Mi Vida, Un Dios con hombre cuide de ellas.» Y Colleen se negó a escribir una
plegaria a la
Pechos como los Míos, La que Enjuga las Lágrimas, imagen de Dios Madre diciendo: «No puede escribirla. Estoy muy di¬
Útero de Compasión, Útero Fértil de Todas las Cosas, vidida en este punto y me siento muy incómoda. Si lo
hago, estaría
Centro Uterino. diciendo a mi padre: "Al infierno con tu verdad." En cualquier caso,
la mujer es de manera innata una
seguidora de Dios y no Dios mismo.
La mujer es suave y
humilde. Atribuyo la autoridad iracunda de mi
padre a Dios, por eso él está más cerca de Dios en mi mente. Madre
es menos
que él.»
En los escritos de las mujeres sólo hay referencias pasajeras a la
104 Un Dios que se parece a mí Nuestra sanación
105

Diosa, ya que de niñas aprendieron a «no tener otros dioses aparte de


él». Hasta hace muy poco, para la relación? Compara los términos de ambas
mayoría de nosotras la Diosa era imágenes.
una «pecadora», una abominación pagana de algún tipo. En palabras ¿Cómo sientes tu cuerpo... a tus padres... a los hombres
de una participante: «Nunca hablábamos de la Diosa. Sólo había un en relación a cada
imagen?
Dios por los siglos de los siglos. Eso es lo Escribe una oración o carta a Dios Madre.
que estaba escrito en piedra ¿Qué senti¬
y no había ninguna otra posibilidad. Amén.» Y desde las profundida¬ mientos surgen en ti cuando te diriges Dios
a como mu¬
des de su niña interna, una superviviente de la violencia sexual escri¬ jer: incomodidad, miedo, deleite?
bió estas palabras con su mano no dominante: «Los hombres odian a Considera la afirmación siguiente: «Para una
mujer,
la Diosa. Yo debo ocultar mi amor nombrar a sus propios dioses implica que toma la res¬
por ella por miedo a que me hagan
daño como se lo han hecho a ella. La niña en mí está aterrorizada. No ponsabilidad de su vida, que acepta su propio poder y
está bien elegir a otro Dios que no sea el Dios masculino.» que está dispuesta a ocupar su lugar justo y legítimo jun¬
Finalmente, nombrar el mundo es poseerlo y poseer sus dioses. to al hombre. El desafío que tiene
por delante es encon¬
Comenzando desde el Jardín del Edén, cuando Adán dio nombre a trar suficiente
coraje y amor a sí misma para llevar a
los animales y a la mujer, el «poseer» cabo la tarea.»
siempre ha sido una prerrogati¬
va masculina. No se nos ha animado a nombrarnos ni a adueñarnos
de nuestras vidas. Y nombrar Dios
a es
algo que ha estado claramente
mucho más allá de nuestro alcance. Por eso nombrar a nuestros
pro¬
pios dioses Las lecciones originales de la religión
es aventurarnos en
desconocidas, lo que acentúa
aguas
nuestro miedo. Llamar «Diosa», «Mujer Dios» o «Dios Madre» al
Dios de nuestra comprensión y pronunciar su nombre en voz alta en
Dios no es un él ella, sino un ello... no se parece a nada.
o una

reuniones y grupos de apoyo, en nuestros No algo a lo que puedas mirar aparte de todo lo demás, inclu¬
hogares e iglesias, es una ta¬ es

rea monumental
para la mayoría de nosotras. Significa que estamos yéndote a ti misma. Creo que Dios es todo. Todo lo que es, ha sido
asumiendo la responsabilidad de nuestras vidas, y será. Y cuando puedes sentir esto y ser feliz con ello, entonces lo
que aceptamos nues¬
tro propio
poder y que estamos preparadas para ocupar nuestro lugar has encontrado.
justo y legítimo al lado de los hombres. Nuestro desafío es encontrar ALICE WALKER, El color púrpura
suficiente coraje y amor por nosotras mismas
para llevar la tarea ade¬
lante. Al principio mismo de nuestra vida nuestra
imaginación era libre.
No necesitábamos un profesor o sacerdote
que nos describiera a
«Dios». El espíritu irrumpía en
expresiones únicas y originales. Dios
Pausa y reflexión era nuestra
abuela, la suave brisa que lavaba nuestra cara, la oscuri¬
dad tranquila y pacífica después de
que todos se hubieran quedado
♦ ¿Quiénes son las mujeres de tus recuerdos religiosos? dormidos y Dios estaba presente en todos los colores del arco iris.
♦ ¿Qué sentimientos, imágenes, palabras y recuerdos sur¬ Confío en que las cuatro comprensiones
siguientes te recuerden lo
gen en ti cuando lees la palabra Diosa? que sabías al principio de tu vida y te animen a
explorar una variedad

Dibújate en relación con un Dios masculino. ¿En qué tér¬ más amplia de nombres e
imágenes de lo divino. Cada una de ellas
minos seestablecería la relación? Dibújate en relación está enraizada en las lecciones más
profundas y básicas de la religión.
con una Mujer Dios. ¿En qué términos se establecería la
1. La Verdad Última, la Sabiduría, el Poder del Universo es mu-
106 Un Dios que se parece a mí
Nuestra sanación 107
cho más profundo, elevado, amplio y rico que ningún nombre o ima¬
gen que empleemos para referirnos a ello. Cada nombre e imagen tie¬ compasión de Dios, por ejemplo, los primeros escritores emplearon
ne sus limitaciones y debe adoptarse sin rigidez. Las palabras no pue¬ ocasionalmente la imagen de un útero. En hebreo, la raíz de la pala¬
den confinar a Dios. bra con la que se nombran la compasión de Dios y el útero es rechem.
Las mujeres estamos reivindicando la cara femenina de Dios que apa¬
♦ Localizacopia de la novela de Alice Walker El color púrpura.
un rece en los textos religiosos sagrados y, aunque muy oscurecida, pode¬
Lee con una amiga las conversaciones sobre Dios de las mos vislumbrarla en las Escrituras.
páginas
164-168 [versión inglesa]. Toma nota de tus reacciones. Leedlas
dos veces intercambiando los papeles de Celie y Tal desees incorporar las siguientes lecturas de las escrituras
Shug. ♦ vez

en tus devociones diarias:


2. La elevación de
una
imagen de lo divino es idolatría y limita el
vasto potencial de nuestra imaginación. Debemos reconocer la herida Éxodo 19:4 Dios como Madre Águila
que tenemos las mujeres a causa de la preponderancia del lenguaje Isaías 42: 14 Dios como mujer pariendo
masculino sobre Dios. Hasta que tengamos la libertad de imaginar y Isaías 49: 15 Dios como madre atenta
nombrar a un Dios de nuestra propia comprensión, la imagen
de Oseas 13:8 Dios como madre osa comprometida con sus ca¬
Dios padre acechará en nuestras mentes y
corazones, nos demos chorros
cuenta de ello o no. En
algún momento del camino hacia un Dios de Mateo 23: 37 Jesús como gallina reuniendo a sus polluelos
nuestra
comprensión vislumbraremos a un Dios que se parece a noso¬ Lucas 15:8-10 Dios
tras. Y a medida que
como mujer buscando lo que está perdido
nuestra sanación se vaya profundizando, sere¬
mos libres de
elegir qué aspectos del Dios de nuestro pasado religioso 4. El Espíritu Universal conecta con nosotros en nuestra indivi¬
integramos en nuestra espiritualidad en proceso. Así, Dios padre se
convierte en una de las muchas imágenes sanadoras.
dualidad, entra en nuestras historias personales y revela su presencia
en términos de nuestra necesidad. Puede llegar un momento en que
SI Dios
una
imagen particular ya no sea útil, y a medida que nos abrimos al
♦ padre sigue siendo un compañero rico y significativo en
tu espiritualidad, escríbele una carta. Dile
Espíritu Universal que reside dentro de nuestras vidas emergerán
que vas a explorar
nuevas imágenes y
otras imágenes, que vas a buscar la cara femenina de Dios. el rostro de Dios cambiará. Honramos el cambian¬
Que¬ te rostro de Dios en nuestra vida.
da con él para consultarle diariamente a través de tus
plegarias o
de tu diario. Si es un guía amoroso, padre y
amigo, apoyará tu
búsqueda. Si se enfada, si te amenaza con «rayos, inundaciones y

Experimenta el uso de imágenes femeninas en la oración. Co¬
terremotos» y te tiene aterrorizada, quizá desees reflexionar sobre
mienza las imágenes de la lista que sigue. Tal vez desees crear
con

el efecto que una imagen tan iracunda y amenazante ha tenido una letanía en la que a continuación de cada nombre añadas la
en tu vida de
mujer. petición «nútreme, apóyame, fortaléceme».

3. Cada tradición Comadrona Madre fiel Madre reconfortante


religiosa tiene dentro de sí un mensaje dual.
En ciertos tiempos de la Femenino divino Diosa Sofía
religión hebrea se empleaban imágenes fe¬
meninas de Dios. Se comprobó que la Útero de compasión Shekina Reina del Cielo
imagen de Dios padre era de¬
masiado limitada para expresar la variedad de cualidades Nutridora Sanadora
que el pue¬ Consejera
blo judío experimentaba en relación a Dios. Para Buscadora de los Ayudadora
expresar la piedad y Amiga que da la
perdidos bienvenida
108 Un Dios que se parece a m! Nuestra sanación 109

Fuente de toda vida Refugio en la Presencia tranquila Imágenes del Espíritu: Aliento de Vida, Respiración Sagrada, Ruach,
tormenta Espíritu Universal, Espíritu de Vida, Presencia Sorprendente, Espí¬
Amor ardiente Madre águila que Trabajadora ritu Interno Refrescante, Espíritu Residente en Mi Cuerpo, Espíritu
se alza Residente Dentro de Mi Aliento, Espíritu Residente Dentro de Mi
Madre osa feroz Madre tierna y Madre Gallina que Experiencia.
nutricia reúne a sus polluelos
Imágenes femeninas: Dios Madre, Madre de Todo lo Vivo, Origen de
Un número récord de
mujeres han estado ingresando en el minis¬ Mi Vida, Corazón de Mi Vida, La Que Enjuga Las Lágrimas, Útero
terio pastoral desde que muchas de nosotras dejamos las de Compasión, Útero Fértil de Todo Lo Creado, Centro Uterino,
iglesias de
nuestra infancia. Estas valientes mujeres han Dios con Pechos Como Los Míos, Comadrona, Madre Fiel, Madre
confrontado la idolatría
de Dios padre y han desenterrado recursos y elementos de las tradi¬ Reconfortante, Femenino Divino, Diosa, Sofía, Shekina, Reina del
ciones cristiana y judía que afirman a las mujeres. Aplaudimos Cielo, Nutridora, Consejera, Buscadora de los Perdidos, Ayuda¬
sus es¬
fuerzos. Se han convertido en el rostro femenino de Dios para aque¬ dora, Amiga Que Da La Bienvenida, Origen de Todo, Refugio en
llas de nosotras que seguimos siendo leales a la religión de nuestra la Tormenta, Presencia Tranquila, Amor Ardiente, Útero Divino
infancia. de la Oscuridad, Parturienta, Madre Osa Feroz, Madre Águila As¬
Está claro que Dios padre no siempre ha sido fiel a las mujeres. cendente, Madre Tierna y Nutricia, Madre Gallina Que Reúne a
Es un
milagro de confianza que las mujeres hayamos permanecido Sus Polluelos.
dentro de la religión tradicional. El regalo que ofrecemos actualmente
a la
♦ En cada oración que recites, expreses o leas a lo largo de esta se¬
Iglesia es nuestra sospecha. Quizá al plantear nuestras preguntas
estemos dando voz a
Aquella cuyo rostro ha sido oscurecido y cuyos
mana usa una
imagen femenina de lo divino. Presta atención a
caminos han sido distorsionados. Como hicieron los los sentimientos y reacciones que afloran cuando haces la prácti¬
antiguos profe¬
ca de nombrar a tus propios dioses.
tas, llamamos a la comunidad religiosa a confrontar la idolatría de
Dios padre y llamamos a la religión a recordar sus enseñanzas ♦ Reúne imágenes y nombres alternativos de lo divino en un diario
origi¬
nales. especial. Considera la posibilidad de clasificarlos en categorías
como: imágenes femeninas,
imágenes masculinas, imágenes de
la infancia, imágenes del mundo natural, imágenes más allá del
género. Añade a tu lista los nombres e imágenes que descubras
en este libro y en las discusiones con tus
Antes de seguir adelante, quedémonos un poco más en el capítulo 5: amigas y también las
que surjan en tu imaginación.
♦ Haz una lista de mujeres rabino, sacerdote y ministro de tu área.
EL CAMBIANTE ROSTRO DE DIOS
Planea una visita a sus iglesias o sinagogas mientras lees este
libro.
♦ Incorpora las imágenes alternativas de lo divino que se han pre¬
sentado en este capítulo en tu oración y en tu práctica meditativa
AL PRINCIPIO MISMO
de esta semana. Escribe una oración, compon un poema o can¬
ción, o crea un baile en respuesta a ellas. Tómate tiempo cada día para conversar con La Niña Que Fuiste e
imagina que te sientas con ella en vuestro lugar de encuentro. Dibuja
Imágenes de Cristo: El Compasivo, Compañero, Amigo, Presencia, y escribe con tu mano no dominante las respuestas a las siguientes
Guía Gentil. preguntas:
110 Un Dios que se parece a m1 Nuestra sanación 111

Día 1. Al principio mismo majestuosas montañas, las nubes algodonosas, el hermoso rocío
♦ Vuelve a leer la historia titulada «Todos los colores del matinal, las telas de araña? Dibuja su árbol favorito, su arroyo o
arco iris»,
enla página 46. estanquefavoritos. Dibuja sus escondites en el mundo natural.
♦ Describe a la Llena del Espíritu que una vez fuiste. ♦ ¿Qué regalos recibió del mundo natural?
♦ ¿Qué métodos desarrollaste para conectar con el Espíritu de todas
las cosas? Día 6. Todos los colores
♦ Regresa al pasado y reúne los numerosos recursos imaginativos
Día 2. Espíritu aprisionado de La Niña Que Fuiste. ¿Cómo «coloreabas» el espíritu? ¿Qué
♦ ¿Durante cuánto tiempo se toleraron todos los colores de tu arco iris? nombres daba a Dios?
♦ ¿Cómo aprisionaron los demás tu espíritu? ¿Cómo había que «co¬ ♦ Haz un dibujo de cada una de estas imágenes. ¿Es alguna de ellas
lorear» a Dios? similar a ti? Cielo nocturno estrellado; El viento en las hojas; La
tranquilidad de la noche oscura; Un árbol fuerte; Ramas que se
Día 3. Nuevos profesores
elevan al cielo; Todos los colores del arco iris.
♦ ¿Qué nuevos profesores han entrado en tu vida —un terapeuta,
un círculo de mujeres, una amiga querida o Día 7. Apoyo para el día de hoy
quizá este libro—
pararecordarte lo que supiste una vez? ♦ ¿Cómo podría La Llena del Espíritu apoyarte para reclamar tu es¬
♦ ¿Qué palabras e imágenes te han servido para despertar a la Llena piritualidad original actualmente?
del Espíritu que fuiste una vez? ♦ Escríbele una carta y pregúntale: «¿Dónde estás dentro de mí?»
Día 4. Palabras sanadoras
EL PODER SUPERIOR DESDE LA PERSPECTIVA FEMENINA
♦ Imagina que hubieras oído estas palabras de niña: «Llena del Espíri¬
tu, tu abuela es Dios y también lo son tu estrella y tu roca favoritas.
Si has
elegido los Doce Pasos como guía espiritual o los has descar¬
Dios tiene muchos rostros y muchos nombres. Dios es
Madre, Hija tado ¡rrelevantes, dedica algún tiempo cada día de esta semana a
como
y Anciana Sabia. Ella se encuentra en tus madres, en tus hijas y en reflexionar sobre ellos desde tu perspectiva de mujer.
ti. Dios es el Dios de Sara
y Hagar, de Leah y Raquel; Ella es la Ma¬
dre de Todo lo Viviente y bendita sean sus Día 1. Las Alcohólicos Anónimos
hijas. Eras una niña-mu¬ intenciones originales de

jer hecha a su imagen. Puedes correr muy deprisa, jugar duro y tre¬ Un punto central en la práctica del
programa de los Doce Pasos es
par a los árboles. Eres Batwoman, bombera y Diosa. El la elección del propio concepto de «Poder Superior». Las organizacio¬
Espíritu del
Universo pulsa a través de ti. Permanece llena de ti misma. Eres nes vinculadas a este movimiento nos dan permiso para nombrar al
buena. Eres muy buena.» Dios de nuestra comprensión de la manera que más nos ayude.
♦ Personaliza las palabras anteriores para afirmar Reflexiona sobre los pasajes siguientes. Plantéate las siguientes
tu espiritualidad
original. («Soy la Llena del Espíritu...; Mi abuela es Dios...; Yo soy preguntas mientras lees: ¿Cuál es mi concepto de Dios? ¿Cuál es el
una niña creada a su Dios de mi comprensión?
imagen...; puedo correr deprisa.»)
«Para alivio nuestro, descubrimos que no necesitábamos tener en
Día 5. El mundo natural
cuenta los conceptos que los demás tenían de Dios... el nuestro era
♦ Vuelve al pasado y recoge los numerosos recursos
que empleaba suficiente para hacer contacto»4.
la Llena del Espíritu para conectar con la naturaleza.
¿Dónde bus¬
caba el espíritu dentro del mundo natural? 4
Alcohólicos Anónimos, The Big Book (Nueva York: Alcoholics Anonymous
♦ ¿Qué conexión sentía con las estrellas brillantes, los arroyos, las World Services, Inc., 1987).
112 Un Dios que se parece a mi Nuestra sanación 113

«Lo que
el nombre de Dios significara para cada uno personal¬ Gran Realidad en lo Profundo Presencia de Poder y Amor
mente dependía exclusivamente de él. Podíamos imaginarlo como de Nosotros (página 55) Infinitos (página 56)
gobernador o juez, o podía ser el amor universal que se revelaba en El Poderoso Propósito y el Ritmo
nuestras vidas. Así, para algunos puede ser un Dios personal podero¬
que Subyace a Todo (página 55)
so pero separado de nosotros mientras para otros Dios puede ser la

esencia de la creatividad»5.
Día 4. Una meditación
A continuación encontrarás la
Día 2. Dios tal como lo entendemos
descripción que Bill Wilson (uno
de los fundadores de AA) hace de su despertar espiritual. Aunque
Aunque los fundadores de Alcohólicos Anónimos (AA) eligieron su experiencia y práctica acabó siendo reducida a una construc¬
«Poder Superior» por ser un concepto más inclusivo que Dios, la lite¬
ción cristiana, su expresión original no contenía el lenguaje reli¬
ratura de la recuperación refleja los tiempos en que fue formulada. El
Dios masculino de la cultura
gioso tradicional. Reflexiona sobre las imágenes que empleó: Luz,
se abrió camino hasta el programa a tra¬
Espíritu, Viento y Presencia. Mantén estas imágenes liberadoras en
vés de los pronombres masculinos y el empleo del Padrenuestro la quietud de tu corazón responde ellas tu escrito
como plegaria de cierre en la mayoría de las reuniones.
y a en o dibujo
de hoy.
Visualiza el Poder Superior al que te diriges en las sesiones de re¬
cuperación. ¿Qué imágenes acuden al ojo de tu mente? ¿Qué nom¬
La habitación se iluminó
bres de Dios surgen en las reuniones? ¿Son nombres familiares de tu con una luz blanca. Me vi atra¬
gran
infancia? ¿Hay alguien en tus reuniones que emplee su propia ima¬ pado en un éxtasis que las palabras no pueden describir. Me pare¬
cía... que estaba sobre una montaña y soplaba un viento no de
gen de Dios? ¿Dios Madre? ¿Inteligencia Creativa? ¿Naturaleza búdi¬
aire sino de espíritu. Y entonces estalló en mi la comprensión de
ca? ¿Cuál es tu reacción a los nombres que difieren del discurso tradi¬
cional? que soy un hombre libre. Poco a poco el éxtasis fue desaparecien¬
do. Durante cierto tiempo estuve en otro mundo, en un nuevo
mundo de consciencia. A mi alrededor y en mí había un maravi¬
Día 3. Una búsqueda
lloso sentimiento de Presencia6.
En las comunidades de recuperación siempre ha habido una voz
que afirma la espiritualidad universal y una sabiduría que está más
Día 5. Llegar a creer
allá de los géneros. Una búsqueda a través de The big book, de AA des¬
cubrió las siguientes imágenes inclusivas. Responde a cada una de A medida que
cambia la imagen que experimentamos de lo divi¬
estas imágenes a través de la escritura o del dibujo; incorpora una o
no vamos
aportando nuestra propia imagen de lo divino a los pasos
más tu oración meditación de sucesivos. Animo a las mujeres que están en recuperación a sustituir
en o hoy.
el Poder Superior por los nombres e
imágenes del Dios de su com¬
Mente Universal (página 12*) Espíritu de la Naturaleza prensión. Y también les animo a personalizar el Paso 2 basándose en
(página 12)
sus
propias creencias. Reflexiona sobre la siguiente reelaboración del
Paso 2 y percibe tus reacciones a ella.
Espíritu del Universo (página 12) Inteligencia Creativa, Guiadora ¿Te gusta o te desagrada? ¿La
consideras blasfema y herética sanadora?
y Todopoderosa (página 49) o

5
Al-Anon's Twelve Steps and Twelve Traditions (Nueva York: Al-Anon's Family
Group Headquarters, Inc., 1989). 6
Alcoholics Anonymous Comes of Age (Nueva York: Alcoholics
*
Todas las referencias de página pertenecen a la versión en inglés. (N. del T.)
Anonymous
World Services, Inc., 1967),
p. 63.
114 Un Dios que se parece a mi
Nuestra sanación 115

He llegado a creer que Hermana Dios que está a mi


existe una
mis manos en las tuyas» que se está
lado, ofreciéndome amable guía. Es una compañera
su apoyo y su
empleando en lugares donde se
valora la inclusividad:
más que un Poder distante o aparte de mí. Me coge de la mano
cuando tengo que tomar las decisiones que conforman mi vida.
Pongo mis las tuyas y juntos podemos hacer lo que
manos en
Ella me devuelve la claridad y la serenidad.
nunca podríamos hacer solos. Ya no tenemos una sensación de
Sharyn
desesperanza. Ya no debemos depender de nuestra inestable vo¬
luntad. Ahora estamos juntos, extendiendo las manos hacia un po¬
Imagino el «Poder Superior» como el poder que funciona en der y una fuerza mayores que los nuestros. Y al unir nuestras ma¬
mí y en cada elemento del universo. Puedo abandonarme a esa
nos, encontramos un amor y una comprensión que están más allá
fuente de poder. Al hacerlo, no me estoy rindiendo; más bien es¬ de nuestros sueños más atrevidos.
toy eligiendo mi vida.
Emily

He llegado mí misma. Sé que las voces de la nega-


a creer en
tividad, la burla la mofa de mí misma que suenan dentro de mí
y
son las voces de mi familia. Creo que en lo más profundo de mí está

la verdad de mi vida. Estoy siendo llevada a un estado de tranqui¬


lidad en la que se me revela mi verdad.

Susan

Día 6. Personalización del Secundo Paso


Practica lapersonalización del Segundo Paso. Te dará una exce¬
lente
oportunidad de dar voz y forma a lo que crees. Usa la fór¬
mula que sigue o reelabora creativamente el Paso inspirándote en
Sharyn, Emily y Susan.

♦ Describe al Dios de tu comprensión. Sustituye Poder Superior por


los nombres que sean significativos para ti: He llegado a creer

♦ Describe qué sería la «cordura» en tu situación particular y perso¬


naliza la última parte del Segundo Paso basándote en tu descrip¬
ción: seré restaurada a .

Día 7. El coraje de cambiar lo que podemos


En lapróxima reunión grupal haz la proposición de emplear una ple¬
garia más inclusiva que el Padrenuestro. Sugiere que se emplee la
plegaria de la Serenidad o introduce en tu grupo la oración «Pongo
Pa

-H isforias
y mitos
religiosos
¿Sapífulo

"F" v^cx 0 me rvto s


de lo olvidado

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, como era


en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Misal católico

LAS HISTORIAS RELIGIOSAS contienen en símismas un inmenso


alto en
poder. Las historias de Adán y Eva, de David
Moisés y el Faraón, y de Jesús, María y José puntuarían
y
muy
el ranking de reconocimiento de las historias bíblicas. Estas
Salomón, de

historias impregnan la sociedad occidental. Gritadas desde los


púlpi-
tos o susurradas por la cultura, ejercen una poderosa influencia en
nuestra vida
porque tratan de enseñarnos la forma convencional de
ver nuestras vidas
y de relacionarnos con lo divino.
Hace siglos los hombres escribieron y reunieron en libros
sagra¬
dos las historias que circulaban de boca a oído en las comunidades
hebrea y cristiana. Estos narradores, escritores
y más tarde traducto¬
res estaban enraizados en una cultura
y en una sociedad que adoraba
a Dios
padre y, por tanto, prefería a los hombres. Su elección de lo
que era significativo y debía ser preservado está determinada por su
perspectiva predominantemente masculina.
120 Un Dios que se parece a m! Fragmentos de lo olvidado 121

Tanto en las escrituras cristianas como en las hebreas, las historias nino, porque en la iglesia y en el hogar lo femenino considera¬
se
de hombres ocupan el centro del escenario. En el proceso que se de¬ ba inferior.
sarrollaba desde el relato oral a la escritura y posterior traducción, las
Emily
historias de mujeres se perdieron o se incluyeron únicamente en la
medida en estaban relacionadas con otras historias más impor¬
que En mi formación religiosa las mujeres eran, en el mejor de los
tantes que tenían protagonistas masculinos. Dicho proceso llevó a casos, marginales valía dependía de su pasividad y sumisión.
y su
que las mujeres fueran descartadas y relegadas a los márgenes de la Esto ha contribuido a mis sentimientos de
historia y de la religión.
impotencia y a la creen¬
cia de que mi vida es insignificante. El tema del nacimiento
virgi¬
Las Escrituras hebreas registran el establecimiento de Israel nal siempre era molesto porque
implicaba que los cuerpos de las
como nación y comunidad religiosa. Las familias de esta comunidad
mujeres y los procesos naturales eran impuros y sucios. Como re¬
estaban dominadas por hombres y sus Escrituras apoyaban la supe¬ sultado he sentido vergüenza de mi cuerpo
en mi vida adulta.
rioridad de los hombres en los asuntos nacionales y religiosos. El
Nuevo Testamento es el registro de la vida y obra de Jesucristo y en él joyce
captamos vislumbres del papel central ocupado por las mujeres en el Dios, Jesús María, y Adán y Eva eran personas religiosas en
y
ministerio de Jesús. Pero, tras su muerte, la primitiva Iglesia cristiana
mi conciencia infantil. Aunque María no era una salvadora, veía la
se adaptó a las estructuras dominadas por hombres de la cultura cir¬
altura de su estatua y pensaba que estaba allí arriba, junto a Dios y
cundante que excluía a las mujeres de las posiciones importantes y las
Jesús, por encima de todo. Me sentía más conectada con Eva
relegaba a papeles subsidiarios1. porque era humana y había cometido un gran error. El resultado
Mientras estábamos creciendo, los predicadores, rabinos y sacer¬ es que he pasado buena
parte de mi vida pagando por él. En algu¬
dotes eran hombres y este hecho influyó en las historias sagradas na
parte, en una parte de mí que está profundamente herida, ob¬
concretas que eligieron incluir en sus enseñanzas y pláticas. El resul¬
tengo una profunda satisfacción del dolor y del sufrimiento.
tado es que en nuestros años formativos de la infancia y adolescencia
Erin
no se nos dijo toda la verdad y las historias que escuchamos nos con¬

vencieron de que las vidas de las mujeres eran menos importantes


que las de los hombres. En busca de historias de mujeres

En la
iglesia de mi infancia no recuerdo que se contara ningu¬ Cuando oigo la coletilla constante de «El Dios de Abraham,
na historia de mujeres. La religión tenía que ver con los hombres; Isaac Jacob», quiero gritar en voz alta: «¿Y qué pasa con Mi¬
y
las mujeres, a excepción de la Virgen María, estaban al margen. riam, Raquel, Sara y yo?»
La ausencia de mujeres en la religión se reflejaba en mi casa. A mi
Hallie
madre se le consideraba inferior, mi padre era la figura de autori¬
dad y nuestras vidas giraban en torno suyo. El resultado es que A medida que el rostro de Dios fue cambiando en mi experiencia,
había una negación de cualquier sentimiento considerado feme¬
busqué historias de mujeres en mi pasado religioso. Me quedó muy
claro que mi curación el
en requería imprescindiblemente
presente
recuperar tanto nuestras historias personales escondidas entre los re¬
1
Elizabeth Schussler Fiorenza, in Letty M. Russell, ed., The Liberating Word cuerdos familiares como la historia colectiva de las
mujeres de los
(Filadelfia: Westminster Press, 1976), pp. 41, 55. márgenes de la historia y la religión. Mientras iba reuniendo los frag-
Fragmentos de lo olvidado 123
122 Un Dios que se parece a mi

en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.» Y


mentos de historias de mujeres presentes en la historia religiosa des¬ «el principio» estaba definido por los hombres. A medida que avan¬
cubrí varios tipos de historias.
zaba en mi exploración me di cuenta de que las historias que afirman
Releí las historias bíblicas que me habían sido relatadas una y otra
a las mujeres
habían estado allí desde siempre2.
vez en la infancia. Al leerlas a través de la lente de mi experiencia,

fuerza y esperanza de mujer, tomé conciencia de cómo habían sido Según leía y releía las historias de las mujeres de la Biblia me iba
distorsionadas. Eva (capítulo 7), María (capítulo 9) y La Anciana Sa¬ poniendo furiosa con Dios padre. Quise abandonar la iglesia y enton¬
ces oí que aquellas mujeres de la
bia (capítulo 13) estaban prisioneras de las interpretaciones masculi¬ antigüedad susurraban algo en los
nas de experiencias.
sus fragmentos de sus historias olvidadas que había pervivido a través de
los siglos,
Descubrí que algunas de las historias más familiares sólo eran leí¬
das, estudiadas y relatadas por la importancia del hombre en torno al
cual giraba la historia de la mujer. En estas historias las mujeres no tie¬ No abandones hasta historias,
contar nuestras

nen voz. La Niña Divina (capítulo 10) y La Que Derramó Su Sangre porque al relatarlas oirás las tuyas propias
(capítulo 11) no tienen nombre y se incluyen únicamente como ane¬ y las de tus madres y abuelas.
xos a la historia masculina central.
Estudiando la Biblia también descubrí algunas historias poco co¬ No te vayas hasta ser libre de las interpretaciones de los hombres.
nocidas que apenas se leían en las iglesias y sinagogas de nuestra in¬ Nuestras historias se remontan al tiempo anterior a que se nos

fancia. Son historias gráficas y brutales de violencia contra las muje¬ aprisionara
res. Se pasaba muy deprisa sobre las historias de Tamar y La Que Fue enlos mitos hebreos y cristianos.
Cortada en Pedazos(capítulo 12) mientras se leían las historias de sus En nuestra libertad descubrirás la tuya.

padres, hermanos y violadores. Y nadie —ni en los textos bíblicos ni


en el púlpito— expresaba su indignación por el tratamiento recibido No te vayas hasta que recuperemos nuestra gloria anterior.
por las mujeres en estas historias trágicas. Libera nuestras voces para que podamos gritar la verdad y el cora¬
Tomé conciencia de historias desconocidas que habían sido ex¬
je de nuestras vidas.
cluidas de la Biblia por diversas razones, dependiendo del punto de
vista particular de los rabinos o padres de la Iglesia que recopilaron
los textos «ortodoxos». Sin embargo, algunas de estas historias han
sido particularmente testarudas y han sobrevivido en los márgenes de 2
Para exploración posterior del tiempo
una
en el que Dios era adorado como
la historia religiosa. La historia de Lilit (capítulo 8) está siendo reivin¬ mujer:
dicada por las mujeres de hoy. Elinor W. Gadon, The Once and Future Goddess (San Francisco: Harper and
A lo largo de mis exploraciones oí rumores insistentes sobre una Row, 1989).
historia desconocida que ensombrecía a toda la Biblia y su desarrollo. Marija Gimbutas, The Civilization of the Goddess (San Francisco: Harper and
Hubo un tiempo en el que Dios se parecía a nosotras. Trágicamente, Row, 1991)
Ñor Hall, The Moon and The Virgin (Nueva York: Harper
hace unos cinco mil años, la adoración de la Madre Dios —la Diosa— and Row, 1980).
Raphael Patai, The Hebrew Goddess (Detroit: Wayne State University Press,
comenzó a ser aniquilada sistemáticamente. Sus templos fueron des¬ 1978).
truidos o confiscados, sus escritos quemados, sus símbolos denigra¬ Merlin Stone, When God Was a Woman (Nueva York: Hartcourt, Brace, Jano-
dos, sus seguidores fueron perseguidos y asesinados. Esta es la histo¬ vich, 1976).
ria que precede a la escritura de los textos hebreos y cristianos. Sin Barbara G. Walker, The Crone: Woman of Age, Wisdom and Power (San Fran¬
cisco: Harper, 1985).
embargo, en las iglesias de nuestra juventud se nos decía: «Como era
124 Un Dios que se parece a mí Fragmentos de lo olvidado 125

Reuniendo los fragmentos pre se han visto profundamente afectadas por la historia, la cultura y
los tabúes del mundo en que vivimos; no podemos separarlas de
la
Escuchamos cuidadosamente las historias, oímos susurrar a historia más amplia de las vidas de las mujeres. Nos
imaginamos los
las mujeres. Susurran en los fragmentos de lo olvidado. detalles de la vida de la mujer que estamos estudiando; imaginamos
sus sentimientos mientras atiende sus asuntos
rutinarios; imagina
Aceptando el desafío que me proponían las mujeres de la anti¬ mos expandimos la historia de
y su vida a medida que tomamos un
güedad les pedí que me visitaran en sueños, que susurraran sus lugar en ella.
nombres a través de los siglos y que se convirtieran para mí en la
cara femenina de Dios. Desarrollé el proceso de Recuperación de los

Fragmentos, por medio del cual recuperamos las vidas de las mujeres Nuestra herida: un mundo que prefiere a los hombres
de los márgenes de la historia y de la religión. Dicho proceso hunde
sus raíces en la historia hebrea. Los rabinos reinterpretaron los anti¬ Incorporamos la historia de mujer en nuestras vidas. La lee¬
esa

guos relatos para hacerlos relevantes en las circunstancias actuales. Se mos a través de la lente de experiencia actual. ¿Dónde coinci¬
nuestra

vieron a sí mismos como puentes entre los antiguos relatos y el mun¬ den nuestras historias? ¿Qué sabemos de la vergüenza, del aislamien¬
do contemporáneo. Actualmente las mujeres están empleando técni¬ to, de la violación? Descendemos a las heridas de cada mujer. A
cas similares para reescribir los antiguos relatos e historias desde la medida que encontramos imágenes dañinas, las sacamos a la
superfi¬
perspectiva femenina3. cie. Bailamos, dibujamos y escribimos nuestras heridas.

La historia: el Nuestra curación: al principio mismo


como era en
principio

Reunimos Recordamos un tiempo el


Dios, o más bien la Diosa, se
fragmentos de historias de mujeres tanto de nuestros en que

propios recuerdos religiosos como de los márgenes de la religión y de parecía a nosotras; nos remontamos ala época en que sus templos
la historia. Nos enfocamos en el relato de la vida de esa mujer aunque eran
desmedidos, a cuando se honraban sus escritos, se adoraban sus
sólo tenga unas líneas de duración y recordamos nuestra asociación símbolos y se celebraban sus historias. Reivindicamos la
época ante¬
infantil con ella. Hacemos dibujos y escribimos con nuestra mano no rior a las Escrituras hebreas y cristianas, antes del
«principio» defini¬
dominante sobre estas mujeres de la antigüedad. Las invitamos a visi¬ do por los hombres. ¡Reclamamos la historia de las
mujeres desde el
tar nuestros sueños y a que nos digan sus nombres. principio mismo! Reunimos los fragmentos de la historia olvidada de
la Diosa en nuestras historias personales, en nuestros
cuerpos y en
nuestras vidas. A medida
que encontramos imágenes curativas, las in¬
La cultura: ahora y corporamos a nuestra vida personal. Bailamos, dibujamos y escribi¬
siempre
mos nuestra curación.

Estudiamos la cultura en la que vivió cada una de estas mujeres y


las actitudes culturales hacia ellas. Nuestras historias personales siem- Volver a relatar: un
tiempo que fue
5
Véase Jane Sprague Zones, ed., Taking the Fruit (San Diego: The Woman's A continuación volvemos relatar la historia de
a esamujer incor¬
Institute for Continuing Jewish Education, 1981). porando las imágenes curativas de la época que afirmaba a las muje-
126 Un Dios que se parece a mí
Fragmentos de lo olvidado
127

res. Al hacer este relato entramos en la historia con nuestra propia ex¬ Entrar en los fragmentos
periencia, fuerza de mujeres. Reclamamos los fragmentos
y esperanza
de su historia olvidada y de las nuestras. Esta nueva versión es un acto
radical: desenredamos las historias de las mujeres de las historias om- Ven, entra en los fragmentos de lo olvidado. Serán para ti cu¬
ración y vida.
niabarcantes de los hombres. En esa parte de Un Dios que se parece a
mí leeremos las antiguas historias por un lado tal como nos fueron
Las historias de mujeres seguirán
contadas y por el otro tal como las transformamos al incorporarlas a jugando un papel fundamental
las nuestras.
en nuestra exploración. Extendemos el círculo para incluir a nuestras
hermanas de la antigüedad. Si los relatos te son
familiares, estás invi¬
tada a recordar tu asociación infantil con ellos. Para las
que no estáis
Ritual: la comunidad recuerda familiarizadas con la Biblia he elegido otros relatos
que ilustran la ver¬
dad de la vida de una mujer. No es esencial
que la historia concreta te
sea familiar.
Los movimientos rituales de sacerdotes y rabinos, las imágenes
Cada uno de los capítulos
religiosas presentes en paredes y ventanas, el drama sagrado de la que siguen es un rico tapiz hecho de
misa, los cantos y silencios meditativos y las letanías y plegarias repeti¬ poesía, ritual, relato, meditaciones e historias. Cada capítulo es una
tivas captaron nuestra imaginación infantil y han quedado grabados experiencia autónoma basada en el trabajo desarrollado durante un
en nuestra memoria. Todos estos acontecimientos estaban diseñados retiro de un fin de semana o de una semana. Tómate
tiempo
tu y re¬
créate con los relatos. Permite que cada una de las
y dirigidos por hombres. Así, las creencias y convicciones religiosas mujeres esté con¬
que debíamos confirmar a través de estos rituales no se basaban en tigo al dos semanas, preferiblemente un mes. A medida que
menos

experiencias e historias de mujeres. vayas leyendo la parte 3 imagina que invitas a estas mujeres de la an¬
A medida que reunimos los fragmentos de las historias de las tigüedad a contar sus historias en tu grupo de espiritualidad femeni¬
na, en un grupo de recuperación o en tu
mujeres de los márgenes de la historia y de la imaginación religiosa propio hogar.
les infundimos un nuevo aliento de vida. Les damos voz en nuestro

espíritu a través de la oración, en nuestra imaginación a través de


imágenes y símbolos, en nuestro cuerpo a través de movimientos, Entra en el coraje de sus historias
en nuestra
respiración a través del silencio y la meditación y en
nuestra vida comunitaria a través del toque curativo y la respuesta Los mitos, cuentos de hadas, la Biblia, las
creativa.
películas y la televisión
nos animan a dar vueltas alrededor de los
hombres, con lo que agota¬
Con creatividad y compasión vamos entretejiendo nuestros movi¬ mos nuestra
energía, distraemos nuestra atención y enredamos nues¬
mientos, oraciones, imágenes y símbolos, silencios y meditaciones, to¬ tras vidas
experiencias con las suyas. A medida que las mujeres de la
y
ques y respuestas creativas dentro de un ritual de rememoración. Cada antigüedad van desenredando sus historias personales de la historia
ritual grita a través de los siglos: «Hermanas, os recordamos.» Cada ri¬ omniabarcante del Dios masculino iremos reuniendo más
tual susurra en las profundidades de tus heridas: «Hermana, eres bue¬ fragmentos
de propias historias.
nuestras
na, eres fuerte, eres sagrada, eres sabia, eres total.» Empezando por el hecho de haber nacido niñas, viajaremos a tra¬
vés de los mitos y símbolos de la creación
que nos han conformado. A
continuación nos aventuraremos en los ciclos
y ritmos de nuestros
cuerpos, exploraremos nuestra vulnerabilidad ante la violación y el
incesto, y al final del viaje asumiremos la belleza y sabiduría de núes-
128 Un Dios que se parece a mí Fragmentos de lo olvidado 129

tra ancianidad. A medida


que hagamos este viaje juntas, nos iremos un Dios que se parezca, actúe, sangre o envejezca como nosotras. Los
transformando: saldremos de nuestro aislamiento y vergüenza, de comportamientos ineficaces que nos llevan a la consulta del terapeu¬
nuestro silencio y negación.
ta, a los círculos de mujeres y a las comunidades de recuperación sur¬
A lo largo del camino confrontaremos los mitos sociales y religio¬ gen de esta herida. Aunque queremos una solución rápida, los com¬
sos que han conformado nuestra realidad y nuestra comprensión de portamientos ineficaces se siguen repitiendo porque las raíces de
nosotras mismas: nuestro autodesprecio
permanecen intactas.
La curación de profundidades requiere tiempo y paciencia.
estas
♦ El mito del pecado original convenció de
que nos que las mu¬ Estar completamente preparada significa saltar de lleno a la vulnera¬
jeres somos malas. bilidad de la propia vida. Sólo allí encontraremos al Dios, o Diosa, de
♦ El mito de la necesidad de un salvador masculino que nos nuestra comprensión. En la parte
2 comenzamos el descenso y en la
convenció de que las mujeres somos dependientes.
parte 3 tenemos que sumergirnos aún más a fondo ya que estos mitos
♦ El mito de un Dios exclusivamente masculino
que nos con¬ y tabúes han penetrado en nuestro cuerpo y en nuestra esencia misma
venció de la inferioridad inherente a las
mujeres. de mujer.

Estos mitos están profundamente vinculados con la literatura re¬


ligiosa, la educación y los rituales de nuestra infancia. Han ido pasan¬ Entra en la curación de las mujeres de la antigüedad
do de una generación de mujeres a otra. Con la
ayuda de mujeres va¬
lerosas nos liberaremos de los efectos limitantes de estos mitos y
Cuando ya no están prisioneras de las interpretaciones de los
recuperaremos nuestra gloria anterior, nuestra Bondad Original, po¬
der y hombres y pueden por fin hablar con su propia voz, estas
divinidad. mujeres se
convierten para nosotras en el rostro femenino de Dios. A medida
que veamos su rostro femenino nos daremos cuenta de que ya no es¬
tamos excluidas de la
Entra en las heridas de las mujeres de la antigüedad imagen de Dios. Ya no nos creeremos inferiores
y defectuosas, ya no buscaremos la validación, la legitimidad y la sal¬
vación en los demás. Por el contrario, recurriremos a la
A medida que nos permitamos sentir lo que ellas sintieron descu¬ riqueza de
nuestros dones internos, iremos más allá de los tabúes
briremos propias heridas. Veremos lo profundamente que
nuestras para reivindi¬
nos han afectado las historias
car
y honrar nuestros cuerpos, para redescubrir nuestro centro espiri¬
y mitos religiosos que cautivaron nues¬
tra imaginación. En estos relatos los tual, para explorar las imágenes que afirman a las mujeres y reinven-
cuerpos y los procesos naturales
tar creativamente los
de las mujeres fueron denigrados viejos mitos.
por los poderosos tabúes religiosos
y culturales. Mucho después de haber descartado un conjunto
dado
de mitos y creencias religiosos seguimos estando
envenenadas silen¬
ciosamente por los tabúes que abarcan nuestras funciones naturales: ÍAncx ot^acióm
menstruación, parto y menopausia.
La ausencia de mujeres en la historia
religiosa que se nos enseñó y Mi deseo es que encuentres ala Mujer Dios en estas páginas. Que
la denigración de nuestros procesos
naturales han hecho imposible puedas ver su rostro en las imágenes. Que puedas bendecir su
que nos imaginemos a nuestras madres como Dios, a nuestras
hijas cuerpo en las meditaciones. Que puedas celebrar su vida en
como salvadoras y a nuestras abuelas como oficiantes de
rituales sa¬ las historias. Afronta con coraje los obstáculos que te separan
grados. Esta es nuestra herida más profunda: no podemos imaginar a de ella.
130 Un Dios que se parece a mí

Encárala sin echarte atrás. Es muy amable de contemplar. Encára¬


la sin recular. No es tu juez. Encárala sin retirarte. Te ofrece
vida abundante.

Vuélvete hacia ella con seguridad y determinación. Te inspirará a


actuardesde ti misma en tu vida personal y a actuar compasi¬
vamente en el mundo.

(EL\>cx
.La de "Uoda Vida

La historia

A medida queel rostro de Dios cambia en nuestra experiencia,


buscamos a la
Madre, el Origen de Toda Vida. Aunque intelectual-
mente los mitos de la creación del
Génesis pueden parecer desfasados
e irrelevantes
siguen influyéndonos profundamente a cada una de no¬
sotras. Según el Génesis, el libro de los
principios, en la creación del
mundo no estuvo presente madre
alguna. Las niñas oyen hablar de un
principio sin madre: fue un Dios masculino el que dio su ser al mun¬
do a través de una serie de órdenes verbales.
La religión de mis primeros años consideraba el mito de la crea¬
ción del Génesis como una verdad literal. Habría sido blasfemo
rir que suge¬
la historia era un mito elaborado por la imaginación de nues¬
tros
antepasados hebreos. Teniendo en cuenta la naturaleza literal de
las enseñanzas que recibí, la
imagen de un Dios masculino que creaba
el mundo a una orden
suya quedó firmemente grabada en mi imagi¬
nación. Ni siquiera me di cuenta de
que la madre estaba ausente.
132 Un Dios que se parece a mí Eva: La Madre de Toda Vida
133

Un creación sin madre A partir de los escritos de las


mujeres queda claro que esta histo¬
ria nosconvenció efectivamente de cuál era «nuestro
lugar» como
No consiento que una mujer enseñe ni domine al marido, sino mujeres, de las cualidades definen la esencia de la feminidad y del
que
dolor ysufrimiento
que se mantenga en silencio. Porque Adán fue creado en primer que nos ha tocado en suerte por ser mujeres. Ex¬
lugar y Eva después; y no fue Adán el que fue engañado; fue la ploraremos los tres segmentos de esta historia y de qué formas con¬
cretas ha afectado a las vidas de las
mujer la que cayó en el pecado. mujeres, les haya sido gritada
como una verdad literal
Primera epístola a timoteo 2:14 por los fundamentalistas o les haya sido in¬
culcada sutilmente por su familia al verla recreada en las
vidas y rela¬
ciones de sus padres.
Podía considerarse un mito fantasioso transmitido a través del
arte, considerarse una descripción lite¬
la literatura y el teatro, o podía 1. Eva era la esposa de Adán. Fue creada de su costilla.
ral de la creación con lagolpea desde el pulpito, pero en
que se nos
cualquier caso el mensaje del Génesis era claro: El Dios de los cielos La
era masculino y creó el mundo a través de su palabra. La fuerza de la
imagen grabada la imaginación de las mujeres es muy clara:
en
un Dios masculino creó a Adán
madre como generadora de vida estaba erradicada efectivamente del a su
imagen. Eva sólo fue algo poste¬
rior. Tenía que acompañar al
relato de la creación ofrecido por el Génesis. De la misma forma que hombre, proporcionarle servicios sexua¬
les y mantener el jardín limpio y ordenado mientras Adán
hemos tenido que reconocer la idolatría de Dios padre, ahora tene¬ y Dios lle¬
vaban a cabo las tareas importantes de
mos que reconocer la ausencia de Dios madre. Su invisibilidad es uno gobernar el mundo.
de los obstáculos con los que nos enfrentamos en nuestra búsqueda de
Dios que se parezca a nosotras. Estaba convencida de la inferioridad inherente de las
un mujeres.
El mito de Adán y Eva lo había
Y no sólo la Madre estuvo ausente en la creación del mundo, el grabado firmemente en mi con¬
ciencia. La mujer dada al hombre
proceso biológico del nacimiento revirtió y Eva nació de la costilla
se
era como una
propiedad. Así es
de un hombre. El relato de Adán, Eva, la costilla, la manzana y la caí¬
como
definía la frase «una ayuda adecuada
yo paraél». Mi único
da es la historia más comentada en los escritos de las mujeres. Es la propósito era ayudar y servir a los hombres.
historia más conocida porque estaba grabada en los lienzos, en las pᬠAnn
ginas de los libros de historia y en los recuerdos de nuestra infancia.
La información sobre Eva que las mujeres captamos durante la infan¬ La historia de Adán yEva se representaba a diario en mi casa.
cia es simple y muy clara. Desde el principio era consciente de que mi madre me estaba edu¬
En mis talleres cada mujer escribe historias basándose en sus re¬ cando para ser ama de casa y madre. Me
proporcionó «informa¬
cuerdos infantiles con la mano no dominante. Ésta es una historia tí¬ ciones interesantes» sobre la
limpieza de la casa y sobre cómo
pica: cocinar y planchar la ropa de mi
padre. Crecí sintiendo que era
menos que mis hermanos.
Aprendía mi papel observando a
Eva de Adán. Fue creada de su costilla. Dios les
la esposa mamá. Tenía que cuidar de los hombres
era y estar disponible a todas
las necesidades de los demás. Mi tiempo, mi
dijo que nocomieran la fruta. La serpiente engañó a Eva que energía y mi vida no
eran mías. Habían de ser
comió de la manzana, después ella sedujo a Adán, que también co¬ empleadas para servir a los demás. Se me
mió. Estaban desnudos y se vistieron. Eva fue mala y Dios la cas¬ estaba preparando para conocer a un Adán
y seguir adelante con
la noble tradición.
tigó.
susan
134 Un Dios que se parece a mí Eva: La Madre de Toda Vida
135

tico creía queella era la causa de mi dolor. Estaba siendo castigada


2. Dios lesdijo que no comieran la fruta. La serpiente engañó a Eva,
que comió de todos modos. Después sedujo a Adán y él también
por ser suhija. El dolor y la presión del parto debía recordamos a
comió. Estaban desnudos y se pusieron ropa. todas que somos hijas de Eva.

susan
Eva era moralmente débil y más susceptible a las tentaciones del
diablo que el hombre. Fue la primera en caer en la tentación, violó la De niña estaba segura de
que el pecado de Eva tenía algo que
ley de Dios y sedujo al hombre. Su sexualidad causó la caída de la hu¬ ver con la curiosidad. Las mujeres somos curiosas
y la curiosidad
manidad. mató al gato. Las mujeres curiosas
que querían saber cosas fueron
expulsadas del paraíso, fueron convertidas en estatuas de sal por
Estaba convencida de que Eva era imperfecta. Era portadora los iracundos dioses masculinos fueron sentenciadas a
y vidas de
de algún fallo fundamental que hizo que su «caída» fuera inevita¬ dolor y trabajo duro en los
campos y en el parto. Y todo ello por¬
ble. Su comportamiento prueba la inferioridad natural y la volubi¬ que Eva había sido curiosa.
lidad de las mujeres.
Irene
jen

Eva era mal. Ella simbolizaba que las mujeres


mala. Hizo algo Imagínate sentada en un círculo con Ann, Susan, Jen e Irene.
tienen algo corrupto muy dentro de sí. Las mujeres eran corruptoras, Añade tu historia a las suyas.
manipuladoras y tentadoras. Eva era tan mala que persuadió al hom¬
bre más honesto y le hizo pecar. Empleó su sexualidad para seducir¬ ♦ ¿Habías notado la ausencia de la Madre en el relato de la
le y destruirle. Su cuerpo y su belleza eran tentadores y negativos. creación?
Irene ♦ Reflexiona sobre la relación entre tu madre y tu padre.
¿Tiene algún parecido con el mito? ¿Son Adán
Eva? y
3. Eva mala y Dios la castigó. ♦ Tus relaciones los hombres,
era con
hermanos, padre,
sean
amante, esposo, jefe, compañero de trabajo o líder reli¬
Lo que alas mujeres les toca en suerte en la vida es el dolor y el gioso, ¿tienen algún parecido con el mito?
sufrimiento. Seguimos sufriendo el impacto del provocativo acto de ♦ Usa las afirmaciones
siguientes para empezar y reflexio¬
Eva y su doble castigo: tenemos que ser sumisas a los hombres y parir na sobre tus convicciones a resultas de este mito:
con dolor. Así, la vergüenza y la culpa de Eva pasa a todas las mujeres.

«Eva era la esposa de Adán. Fue creada de su costilla.»


Estaba convencida de que el castigo de la mujer se extendía a «Dios les dijo que no comieran de la fruta. La serpiente en¬
toda su vida. Tenía que ser gobernada por el hombre. Y según gañó Eva, que comió de todas formas. Después ella
a
todo lo que veía a mi alrededor, esta relación era dolorosa de prin¬ sedujo a Adán que también comió. Estaban desnudos y
cipio a fin para la mujer. se pusieron ropa.»
jen «Eva era mala y Dios la castigó.»

Cada sentía dolor al dar a luz, maldecía a Eva por su


vez que
pecado. A nivel primario y más allá de cualquier recuerdo eclesiás¬
136 Un Dios que se parece a m!
Eva: La Madre de Toda Vida
137
Nuestras heridas
cho poder: ordenó la creación del mundo y fue el iniciador de la vida.
La imagen de la madre estaba ausente y la madre que sí estaba
primer paso de nuestra curación es dar voz a las experiencias
El
sente en la historia —Eva— no era
pre¬
valorada. Trajo el pecado
de pasado personal y religioso que nos convencieron de la fal¬
nuestro y la
muerte al mundo.
ta de importancia de nuestras madres en la estructura de las cosas y
Muchas de nosotras nos hemos separado de lo femenino dentro
de nuestro pecado original. En compañía de mujeres valientes reco¬
de nosotras. Hemos creído necesario ignorar nuestros
noceremos las heridas de la niña nacida en un mundo que prefiere a sueños, intui¬
ciones, sentimientos y ternura para
conseguir un lugar en un mundo
los hombres y adora a un Dios masculino. de hombres. Consideramos que las cualidades femeninas obstaculi¬
zan nuestro éxito,
por eso trabajamos duro para erradicarlas
y adop¬
tar características masculinas. Ahora nos
encontramos compitiendo
El exilio de la Madre con los hombres en su
juego y adaptándonos a sus valores y criterios.
Una mujer escribió
muy orgullosa: «Hice un test que se estaba
Todos mis amigos eran chicos porque eran listos y hacían co¬ pasando por la oficina. Había sido publicado en una revista de hom¬
sas importantes. Las mujeres no hacían cosas valiosas. bres y trataba de puntuar la propia
masculinidad, el machismo y la
Hallie agresividad. "¿Cómo tienes de grandes las pelotas?", preguntaba. To¬
dos los empleados de la oficina lo estaban haciendo
y un listillo me lo
De la misma forma que la Madre estuvo apartada de la historia de la pasó. Puedes imaginarte el resultado. Conseguí la máxima
puntua¬
ción de toda la oficina. Tenía más
creación del mundo, muchas de nosotras nos hemos apartado de "pelotas" que nadie y siempre he
madres. En un mundo centrado en el padre se valora la sepa¬ estado orgullosa de ello.» ¿A qué costo
nuestras para sí misma, cabe pregun¬
ración de la madre y se denigra el hogar, que acaba siendo dejado tarse, alcanzó semejante puntuación?
atrás. Nuestras madres han sido entrenadas para ser expertas cuida¬
El exilio de la Madre nos ha llevado a devaluar nuestras sensibili¬
dades y dones femeninos. En esencia hemos exilado de nosotras
doras y «ayudantes» de sus hombres. Les vemos ignorar su propia nos

creatividad e intereses vocacionales, dejar de lado sus propios proyec¬ mismas, por eso muchas de nosotras nos damos cuenta de que nues¬
tras vidashan vuelto ingobernables. Estamos
se
tos y sueños y posponer sus estudios para financiar los sueños de los plagadas de compor¬
demás con su sangre, sudor y lágrimas. A medida que observábamos tamientos ineficaces que no favorecen la calidad de
vida que desea¬
la vida de nuestra madre éramos capaces de ir muy lejos para apartar¬ mos. La
imposibilidad de vivir con tales comportamientos es lo
que
está llevando a las
mujeres a las terapias, a las comunidades de recu¬
nos de ella.
Siguiendo a nuestro padre, algunas salimos de casa. Crear
peración y a los círculos de mujeres. De los comportamientos inefica¬
un hogar, tener y alimentar niños no se consideraban tareas importan¬
tes, pero dejar nuestra marca en el mundo del padre sí que lo era.
ces
que nombramos a continuación, ¿hay alguno que te sea
familiar?
Esto me recuerda un dibujo animado de una niña que está junto a
su madre al lado de la lavadora. En un momento de inspiración, dice:
Nunca cedemos en la
búsqueda de la perfección. Nos hemos conver¬
«¡Quieres decir que no te pagan por esto!» A papá le pagan, a mamá
tido en mujeres de acción y conseguidoras: seguimos nuestro im¬
no. Muchas de las que crecimos en la década de los sesenta y de los

setenta estábamos determinadas a que se nos pagase por lo que hicié¬ pulso y siempre estamos en movimiento.
Nos negamos relaciones
ramos. Pospusimos o eliminamos la opción de la familia y emprendi¬ a mantener implicadas por miedo a que la in¬
timidad nos distraiga del camino elegido y el resultado es que es¬
mos carreras profesionales que nada podría detener. Nuestra elección
tamos divididas dentro de nosotras.
parecía tener mucho sentido, ya que el padre del Génesis tenía mu¬
Somos incapaces de pedir lo necesitamos. Pedir
que ayuda es propio
138 Un Dios que se parece a m1 Eva: La Madre de Toda Vida 139

El objetivo de las primeras acciones del movimiento feminista


de las madres, hacer las cosas por sí mismo es propio de los pa¬
dres. Para no parecer necesitadas como nuestras madres preferi¬ era negar y borrar nuestro papel de creadoras de la vida. Quería¬
mos hacer las cosas por nosotras mismas.
mos ser iguales a los hombres. Si reconocíamos las diferencias bio¬
Vemos a las demás mujeres como competidoras de las que no pode¬ lógicas esenciales entre los sexos éramos políticamente incorrec¬
tas. Creo
mos fiarnos. que la retórica de la elección en torno al embarazo y a ser
madres incluía admonición
demasiado sutil de elegir no
Mantenemos un exceso corporal o vestimos ropa masculina
de peso
una no

para no ser identificadas como mujeres ornamentales y frivolas.


quedarse embarazada y, si de alguna manera una se quedaba em¬
Miramos a nuestrasmadres desde la distancia y las vemos prisioneras barazada, debía elegir abortar. La menstruación había de ser sufri¬
da con un mínimo de alteraciones, como para no ceder a la noción
de los mitos sociales; siguen limitando sus vidas y erradicando sus
de que las mujeres, de alguna manera, éramos menos robustas
sueños, y nos sentimos críticas y enfadadas. Cuando miran nues¬ y
estábamos más incapacitadas emocional y físicamente
tras vidas desde la misma distancia sienten resentimiento y celos que los
hombres.
de nuestra aparente libertad. No podemos encontrar el camino de
vuelta a casa. Hallie

Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬ Imagínate sentada en un círculo con Hallie, Sandi y Karen.
das. Van hablando de una en una desde el silencio de toda una vida: Añade tu historia a las suyas.

La vergüenza mi madre sentía por sí misma pasó directa¬


que ♦ ¿Giraban las conversaciones de tu hogar en torno a las
mente a mí, por eso ahora siento su vergüenza. Nunca parecía actividades de tus padres? ¿Qué intereses predominaban
amarse, respetarse o sentirse orgullosa de sí misma. Dedicaba todo en los grupos mixtos? ¿Se dirigían las preguntas a los
su tiempo a dar y a ayudar a los demás, cosa que me ponía furiosa. hombres o a las mujeres?
¿Por qué no se ayudaba a sí misma? Mi enfado con su actitud me ♦ ¿Qué sacrificios hacía tu madre para cumplir con su pa¬
impide ser como ella y también me impide sentirme en paz. pel nutricio y de ama de casa?
Sandi ♦ ¿Puedes recordar un incidente, un momento de ilumina¬
ción, en el que tomaste conciencia de que el valor de tu ma¬
dre en el mundo era menor que el de tu padre?
Nacer en un mundo que prefiere a los chicos disparó mi per¬
♦ A medida que observabas la vida y el
feccionismo. Durante años mi primer objetivo en la vida ha sido trabajo de tu
competir con los hombres y ganarles. Me sentía impulsada a pro¬ madre, ¿qué sentías respecto a tu propio futuro y a tu
bar que era «tan buena como» un hombre. Sólo me parecían va¬ trabajo?
liosos el trabajo y los logros profesionales. No quería parecerme a ♦ Describe tu relación con tu madre. ¿Emulabas a tu madre
mi madre, la primera alcohólicade la familia. Ella era ama de casa; o te rebelabas contra sus elecciones?
por eso creía que si yo conseguía el éxito profesional quizá no se¬
♦ ¿Has exiliado a la madre nutricia de tu interior? ¿A qué
ría como ella. Ignoraba mi propia voz y mi propio sentido de lo comportamientos ineficaces te ha llevado esta actitud?
que me haría feliz. Quería que se me tomase en serio, por eso juga¬
ba con las reglas de los hombres.
Karen S.
140 Un Dios que se parece a mI Eva: La Madre de Toda Vida 141

Pecado original mente la culpa debe haber perdurado también. Sois la puerta del dia¬
blo; sois las que rompéis el sello del árbol prohibido; sois las primeras
en abandonar la ley
En iniquidad fui llevado a nacer y mi madre me concibió en divina; sois la que persuadió al hombre de que el
diablo no es lo suficientemente valiente para atacar. Destruísteis muy
pecado.
fácilmente la imagen de Dios, el hombre. Por culpa de vuestro aban¬
Salmo 51:7 dono —es decir, de la muerte— tuvo que morir el hijo de Dios'.

Tal como hemos descubierto, ellenguaje, la imaginería y las histo¬ Eva fue exiliada del
jardín y ha sufrido la vergüenza de su acto
rias religiosos son muy poderosos y ejercen un influencia duradera en «pecador» a lo largo de toda la historia religiosa. Desde la más tierna
nuestras vidas. A través de sus palabras e historias la religión nos in¬ edad a sus hijas se les enseña que lo que fluye natural y espontánea¬
culcó la vergüenza y la culpabilidad. Según una de las interpretacio¬ mente de su interior es malo, equivocado y castigable. Crecemos
pre¬
nes de la historia del Génesis, Dios creó un mundo perfecto. A conti¬ guntándonos: «¿Qué es lo que está mal en mí?» Esta pregunta marca
nuestra vida mientras buscamos por todas partes a alguien
nuación nuestros primeros padres le desobedecieron —instigados que nos dé
una respuesta, alguien que nos dé la
por Eva— y el paraíso se perdió. Los hijos de Adán y Eva, tú y yo, na¬ comprensión mágica, el trata¬
cemos con un Pecado Original. Tenemos un fallo irrevocable antes de miento, la cura. Hemos aprendido una forma de relacionarnos con
nosotras mismas y con el mundo que está basada en la
haber emprendido ninguna acción consciente por nuestra parte, me¬ vergüenza. Por
ramente por el hecho de haber nacido. Por mucho que intentemos tanto, nuestra tendencia natural es la de sentirnos inadecuadas: haga¬
mos lo que hagamos nunca somos lo suficientemente buenas.
hacer las cosas bien, es una tarea imposible. Somos pecadores en
esencia y necesitamos un salvador. Con el tiempo interiorizamos la vergüenza de nuestra infancia.
Nos ponemos en el rincón, donde solían castigarnos los profesores. Nos
Aunque el Pecado Original es una idea vergonzosa para todos los exiliamos del jardín de la vida, tal como nos hizo Dios. Elaboramos
niños, conlleva un estigma especial para las niñas porque se nos dice nuestras propias respuestas
claramente que fue Eva, y no Adán, la que tomó el primer bocado avergonzadas ante la pregunta «¿Qué hay
de malo en mí?» Cada respuesta se
convierte en otro hilo del velo de la
de la manzana prohibida. Eva aparece una y otra vez en los escritos de
vergüenza que nos separa de la comunidad humana. Observamos la
las mujeres, recordándonos que nosotras tenemos la culpa de los pe¬
vida desde la distancia, temiendo ser descubiertas y quedar expuestas.
cados de la humanidad. Erin describe esta imponente sensación de res¬
El concepto de Pecado Original está ausente en la comprensión
ponsabilidad: «Me sentía castigada, pero mi único crimen era el de judía del mito del Génesis2. Sus implicaciones vergonzosas, sin em¬
haber nacido. De niña sentía mi pecado y por eso me rechazaba. No
bargo, fueron susurradas con suficiente fuerza en la cultura, leyendas
me gustaba la sensación de mi piel, no me gustaba estar dentro de mi
y folclore judíos para ser escuchados por las mujeres3. Todas las muje¬
cuerpo. La imagen de Eva mordiendo la manzana me dejaba muy res tenemos
grabada una profunda sensación de ser defectuosas y de
avergonzada. De niña me sentía responsable de todo lo negativo y de¬ tener que expiar el pecado de Eva.

pendía de mí el mejorarlo.»
Los primeros padres de la Iglesia estarían orgullosos de nosotras, 1
Tertuliano, en The Ante-Nicene Fathers, vol. 4 (Buffalo: The Christian Litera-
aprendimos sus lecciones muy bien. Tertuliano fue una poderosa in¬ ture
Publishing Company), p. 14.
2
fluencia en la Iglesia del siglo II. En su ensayo Sobre el atavío femenino Herbert Haag, Is Original Sin in Scripture? (Nueva York: Sheed and Ward,

se dirigió a las mujeres en los siguientes términos: 1969), p. 19.


3
Louis
Ginzberg, The Legends of the ]ews, vol. 3 (Filadelfia: Jewish Publication
Society of America, 1909), 1:67: La mujer cubre su pelo en señal de haber traído el
Y no sabéis que [cada una de vosotras] sois una Eva. La sentencia pecado al mundo; trata de esconder su vergüenza. Y las mujeres preceden a los
de Dios [sobre vuestro sexo] perdura hasta el día de hoy: necesaria¬ hombres en el cortejo fúnebre porque fue la mujer quien trajo el pecado al mundo.
142 Un Dios que se parece a mí Eva: La Madre de Toda Vida 143

A medida que leas las historias siguientes reflexiona sobre las nal, tiendo a pensar en mis imperfecciones y en qué lugares necesi¬
imágenes, palabras y mitos empleados por la religión tradicional para to mejorar. Me siento irredenta. Muchas de mis
inseguridades se
convencerte de tu defecto
original y depositar la vergüenza en tu co¬ originan en la creencia infantil de que necesito redimirme del Pe¬
razón. Aunque puedes haber descartado la noción de
pecado original cado Original.
como pasada de moda
e irrelevante, estas historias de mujeres te ha¬
Annette
rán tomar conciencia de lo profundamente que te ha afectado este
sentido del pecado.
Cuando tenía siete años, un profesor protestante de la escuela

parroquial preguntó: «¿Quién reza de esta clase?» Todas levanta¬


Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬ ron la mano menos yo.
De niña pensaba que la honestidad era
das. Una a una van hablando de la vergüenza que han sentido duran¬ muy importante, y como no rezaba, no levanté la mano. No rezaba
te toda su vida:
porque no tenía fe. Quería creer y me esforzaba por entenderlo
todo, pero no podía conseguirlo. Me preguntaba cómo era que los
El Dios católico de mi infancia era un Dios condenador, yo demás lo conseguían tan fácilmente. Bien, dijo el profesor, «rece¬
siempre le decepcionaba, y estaba increíblemente alejado. Dios mos por el
negro corazón de Joyce». Me sentí tan avergonzada.
era mi padre. Era dominante, crítico,
rígido, admonitorio, iracun¬ No podía imaginar cómo a una edad tan temprana podía tener un
do y tenso. Era borracho, sentimental, crítico y débil. También era corazón negro, por eso empecé a hacer un
seguimiento detallado
amoroso, cosa que me confundía. Estábamos aprisionadas por su de mi propia persona. Me preguntaba: «¿Va esto a hacer que mi
ira. Yo era una payasita en su mesa tratando de sofocar el hervor corazón se ponga negro? ¿Se oscurece todo de una vez o se va os¬
de su ira. El rostro de Dios que internalicé era el de un padre enfa¬ cureciendo por parcelas?» Estas eran las preguntas que llevaba en
dado y decepcionado al que nunca podía animar ni agradar. mi corazón de niña.
colleen
Joyce

El «Día de la expiación», tal como se practicaba en mi familia


de origen, me proporcionó imágenes y palabras que en mi infancia Imagínate sentada en un círculo con Colleen, Hallie,
asocié con la vergüenza y la culpa. Nunca entendí Annette y
qué pecados te¬ Joyce. Añade tu historia a las suyas.
níamos que expiar, excepto el más serio de todos, el de romper el
mandamiento que dice: «Honrarás a tu padre y a tu madre.» Como ♦ Una religión basada en la vergüenza es la que acentúa
preadolescente, mi ira y frustración hacia mis padres amenazaba nuestros errores, defectos e insuficiencias. ¿Fue ésta la
con aflorar,
pero la contenía por miedo a que romper el manda¬ experiencia que viviste en la iglesia de tu infancia? ¿Afec¬
miento. Todos los niños deben ser culpables de este pecado. tó esta perspectiva basada en la vergüenza a tu actitud

Hallie hacia ti misma?


♦ Una existencia basada en la vergüenza es aquella en la

Cada vez iba a confesarme no podía recordar si había pe¬


que
que nuestra tendencia natural es la de sentirnos inade¬
cado la semanapasada, por eso me inventaba pecados y los multi¬ cuadas, hagamos lo que hagamos no somos lo suficiente¬
mente buenas. ¿Es ésta tu experiencia de adulta? ¿Cómo
plicaba en el confesionario por si me había dejado alguno. La con¬
fesión me hizo sentir que había algo intrínsecamente malo en mí. te afecta la perspectiva basada en la vergüenza en tu vida

De adulta, cuando pienso en mi vida y en mi crecimiento diaria?


perso¬
144 Un Dios que se parece a mi Eva: La Madre de Toda Vida
145

f Como adulta, qué pregunta te resulta más fácil de responderá Cada pueblo
dar sentido a sus
cultura ha creado mitos e historias para
y
explicar y
«¿Qué es lo que está mal/equivocado respecto a mí?» o principios. Aunque en cierto sentido los mitos son
narraciones que quedan fuera del
«¿Qué es lo que está bien/acertado respecto a mí?» ¿Qué tiempo histórico, están influidos
lista sería más fácil de elaborar: lista de tus fallos y por los valores de la comunidad
una que los inventa. Los valores de las
los defectos de tu carácter o una lista de tus comporta¬ primeras comunidades hebreas, profundamente
dominadas por los
mientos que afirman la vida? hombres, influyeron en los mitos que se fueron creando
mente para
imaginativa¬
Describe la búsqueda que has realizado para averiguar lo responder a sus preguntas sobre el origen de la vida. Sin
que está mal en ti. ¿Qué libros has leído? Haz una lista embargo, existen pruebas de que los mitos de la creación
en el Génesis no eran un
contenidos
de los terapeutas, gurus y expertos que has consultado. intento benigno de
responder estas pre¬
a
¿Qué respuestas recibieron tus preguntas? ¿Qué com¬ guntas sino más bien la reversión intencionada de
los antiguos mitos
de la creación que estaban orientados
prensiones, tratamientos y curas has probado? Cuenta el hacia lo femenino5.
En los relatos de la creación
tiempo y el dinero que has dedicado a dicha búsqueda. que nos fueron legados por nuestros
primeros antepasados, el cosmos y sus
como divinos,
habitantes, tanto humanos
habían nacido de la Gran Madre. Todos se
dentro de su cuerpo y emergían cuando les gestaban
Nuestra curación: el rostro femenino de Dios llegaba el momento6. Los
constructores de mitos hebreos
retorcieron estas historias en las
la Madre había estado que
El primer paso de nuestra curación es dar voz a las experiencias muy presente en el nacimiento del mundo
y
propusieron una creación «de la nada». Reemplazaron a la Diosa por
infantiles que nos convencieron de la falta de importancia de nuestra
un Dios masculino que creó el mundo a
madre través de varias órdenes ver¬
de nuestro Pecado Original. Ahora reclamaremos valiente¬
y bales. No sólo había una creación carente de
mente las
imágenes e historias que afirman a la mujer procedentes del madre, sino que cuando
los fragmentos de
principio mismo, de los tiempos cuando Dios era mujer. Reinventare-
imágenes femeninas de los mitos anteriores se
abrían camino hasta las historias del
mos creativamente los Génesis eran malinterpretados
viejos mitos y desarrollaremos nuevas medita¬ para cortar toda conexión con las
ciones y rituales. A medida que nos sumergimos en estos recursos mujeres.
En la
antigua Mesopotamia se creía que la Diosa hizo a la huma¬
transformadores, reivindicaremos a la Madre de Toda Vida y en su nidad de la arcilla y le infundió el
presencia recuperaremos nuestra Bondad Original. flujo de la vida con su propia sangre
menstrual. En el verso: «Entonces Dios formó a
un hombre del
del suelo» podemos vislumbrar un polvo
rasgo de estos tiempos anteriores.
Sin embargo, los escritores religiosos posteriores eligieron traducir
Recuperar a la Madre Original
suelo como «arcilla roja»
lugar de darle su interpretación femenina
en
Mientras todos tengamosDioses masculinos en el cielo, todos que es más precisa: «arcilla sangrienta». En
esta traducción
tendremos gobernantes masculinos en la tierra. Pero cuando se re¬ reside una profunda negación de la imprecisa
mujer y de su íntima participación
vela la madre celestial y se le busca tan libre y confiadamente en el
origen de la vida7.
como al Padre Celestial, entonces las
mujeres encuentran su pro¬
5
pia esfera de acción. Véase M. Stone, When God Was a
Woman, pp. 219-223; John A.
The History ofan Idea (San Francisco: Phillips, Eve:
Antoinette Doolittle, 18724 6
Harper and Row, 1984).
Rosemary Radford Reuther, WomanGuides (Boston: Beacon
Press, 1985), pá¬
ginas 38, 62; Marija Gimbutas, The Civilization the Goddess
4
Citado en Linda Mercadante, Gender, Doctrine and God (Nashville: Abing- of (San Francisco: Har¬
per and Row, 1991), p. 223.
don, 1990), p. 13. 7
B.G. Walker, The Woman's
Encyclopedia of Myths andSecrets, p. 685.
146 Un Dios que se parece a mí Eva: La Madre de Toda Vida 147

Las escrituras asirías se la Diosa como Madre Útero y


referían a Nos remontamos a cuando sus
templos eran superabundantes; a
Creadora del Destino. La diosa creaba a lo masculino y a lo femenino cuando honraban sus escritos y se adoraban sus símbolos. ¡Recla¬
se

por parejas. En el Génesis 1 existen alusiones a este relato, pero los mamos la historia de la mujer desde el principio mismo!
escribas cambiaron él por ella. Él reemplazó a la Diosa. Este cambio Imagina por un momento que las cosas no ocurrieran de la forma
de pronombres indica un cambio en la estructura del poder y un re¬ que te las contaron en la escuela parroquial, en la clase de catecismo o
chazo de lo femenino. en la escuela hebrea.
Imagina que Eva estuviese caminando entre no¬
sotros. Escúchala, en las
profundidades de tu imaginación, contando
De las escrituras asirías: Del Génesis 1:27: su historia y reclamando su
gloria anterior:
«La Madre-Útero, la Creadora «Y Dios creó al hombre a su
del destino, propia imagen; Soy Eva, la Madre de Todo lo Vivo, la culminación de la creación.
en
paresella los completaba. imagen de Dios él lo creó;
a Mantengo y nutro la vida dentro de mí.
En pares ella los completaba ante sí.»8 macho y hembra él los creó.» Cuando llega el momento, empujo y expulso la vida de mí.
Y aquello a lo que doy nacimiento es bueno, es
En el Deuteronomio 32:18 Moisés dirige las siguientes palabras al muy bueno.
Honrad todo lo que ha sido menospreciado.
pueblo de Israel: «Abandonaste la Roca que te engendró y has olvida¬
Recibid todo lo que ha sido desechado.
do al Dios que te formó.» En hebreo la palabra engendrar hace refe¬
rencia al hecho de parir una mujer, una imagen exclusivamente femeni¬
na. En ciertas traducciones este verso se traduce con más precisión de
Antiguamente yo era conocida en todo el mundo como la Ma¬
dre de Todo lo Vivo. Los más sabios de entre
la siguiente forma: «Descuidaste la Roca que te engendró. Y olvidaste siempre me
vosotros
habéis honrado en vuestros mitos sobre los principios. He sido lla¬
al Dios que te dio a luz» (Nueva Biblia Inglesa). En otras traduccio¬
mada por muchos nombres: La Fértil Que Da Nacimiento a Todas
nes, el verso se lee: «...Y olvidaste al Dios que fue tu padre» (La Biblia
Las Cosas, La Gran Madre, La Madre Que Da La
de Jerusalén). Esta elección es imprecisa y oscurece las cualidades fe¬ Ley, La Que
Hace Nacer, La Que Da a Luz a Los Dioses, La Reina del Cielo,
meninas atribuidas a lo divino9.
La Verdadera Soberana, La Madre del Mundo, La Reina de las
Estrellas. Me llamaban Innana en Ur; Ishtar en Babilonia; Astarte
en Fenicia; Isis en
Un encuentro con Eva: la Madre Original10 Egipto; Madre Útero en Asiría y Cerridwen en¬
tre los Celtas.
Fui adorada durante muchos siglos antes de
Reivindicamos a la Madre de Todo lo Vivo diciendo la verdad de que el Dios de los
hebreos fuera imaginado y traído al ser. Como los hombres se sen¬
otros tiempos, de los tiempos en los que Dios se parecía a nosotras.
tían amenazados por mi poder y
por mi participación íntima en
8
Erich Neumann, The Great Mother (Princeton, N.J.: Princeton Univesity
los orígenes de la vida incorporaron mis historias en sus mitologías
Press, 1974), pp. 135-136; Elaine Pagels, The Gnostic Gospels (Nueva York: Vintage distorsionando la verdad. Mi poder y gloria originales apenas son
Books, 1979), p. 56. reconocibles en las historias que escucháis sobre mí iglesias, si¬
en
9
The United Methodist Church, Words That Hurt, Words That Heal (Nashville: nagogas y en los hogares de vuestra infancia. La imagen de un
Graded Press, 1985), p. 9. Dios padre que ordenaba la existencia del mundo está fuertemen¬
10
Un encuentro con Eva: La Madre Original. Material para explorar el tema te fijada en vuestra imaginación.
más a fondo: ¿Notasteis alguna vez la ausencia
E.
de la Madre?
Pagels, The Gnostic Gospels, pp. 53, 57-58.
De acuerdo al mito del Génesis,
J. Phillips, Eve: The History of an Idea, p. 3. yo nací del hombre; de su
B. Walker, The Woman's Encyclopedia ofMyths andSecrets, pp. 288-291. costilla, según dicen. Me indigna esta distorsión de la verdad.
148 Un Dios que se parece a m1 Eva: La Madre de Toda Vida 149

¿Quién de entre vosotros no fue alimentado en mi útero? ¿Quién Oh, sí, se rezaba ellas y se les exhortaba con sermones, pero nun¬
por
de entre vosotros ha olvidado la fuente de su vida? Jehová ignora¬ ca se entró en el dolor de su vida. ¿Cómo podrían
contacto con
llegar
ba a su Madre. En su locura dijo: «Soy Dios. No hay otro dios más hasta su dolor las palabras de un Dios masculino?
¿Cómo podía con¬
que yo.» Su arrogancia siempre me ha molestado. fortar a tu madre un Dios masculino que le enseñaba a amar, honrar
y
Como Madre de Todo lo Vivo existo antes que todas las cosas. obedecer al hombre por muy abusivas que fueran su
presencia o su
Todo lo que es procede de mi cuerpo. Cada madre que tiene un ausencia? ¿De qué le servía un Dios masculino
que le hacía tragarse
hijo es una encarnación mía. En su embarazo mantiene y sustenta su ira y aprisionar sus
protestas en su vientre?
la vida dentro de sí y en el parto la expulsa. Es una mujer, fuerte y Yo camino entre vuestras madres. Y les digo:
poderosa. Ella es la Madre de Todo lo Vivo. Me indigna que el
cuerpo bueno y fuerte de las mujeres, que contiene todo lo necesa¬ ¡Enfadaos! Los prisioneros que estaban en vuestro vientre han
rio para la vida, y el cuerpo de la Madre Tierra, que recibe en sí to¬ sido liberados.
das las cosas buenas, sean objetos de disgusto y de miedo que de¬ Gritad vuestras historias. Yo os doy la voz.
ban ser controlados y dominados según la historia del Génesis. No más vergüenza, no más miedo, no más silencio.
En el principio mismo la Madre era. Llenad el espacio con vuestro poder y vuestras historias.
El primer día di nacimiento a la luz y a la oscuridad. Bailaron
juntas. Las sabias de entre vosotras camináis solidariamente con vues¬

El segundo día di a luz a la tierra y al agua. Se tocaron. trasmadres, aunque a cierta distancia. Habladles de vuestro com¬
El tercer día di a luz a las plantas. Se enraizaron y respiraron promiso a través de la distancia nacida del enfado y del amor:
hondo.
El cuarto día di a luz a las criaturas de la tierra, del mar y del Madre, liberaré tu voz para que grites la pena de toda una vida.
cielo. Caminaron, nadaron y volaron. Tu silencio esmío, mi voz es tuya.
El quinto día, mi creación aprendió equilibrio y cooperación. Tu dolor es mío, mi curación es tuya.
El sexto día celebré la creatividad de todas las cosas vivas. Juntas hablaremos y sanaremos el dolor de toda una vida.
El séptimo día dejé espacio para lo desconocido.
La Madre de Todo lo Vivo ha estado exiliada de los
antiguos mi¬
Honrad todo lo que ha sido menospreciado. tos, de dentro de nosotras y de entre nosotras. Ella ha de volver para
Recibid todo lo que ha sido desechado. la salvación del mundo. Reivindicad sus historias desde el principio
La Madre es buena. Es muy buena. mismo. Abrazadla en vosotras. Honradla entre vosotras. Encarnadla
en vuestra vida.
Permite que tu familiaridad conmigo transforme la visión que
tienes de tu madre. Es su silencio lo que se ha convertido en tu Sentadas en círculo, las mujeres reivindican a la Madre original:
voz; su miedo en tu coraje; despertar; su prisión en
su sueño en tu
tu libertad. Ella es tu salvadora. Sus gemidos silenciosos que piden Reivindicamos sus historias desde el principio mismo:
la liberación de los viejos mitos limitantes se elevan en ti y te dan
fuerza para elegir la libertad. Juntas habláis del dolor y de la sana- He descubierto antiguas civilizaciones que honraban a la
ción de toda una vida. Gran Madre y que consideraban sagrado el cuerpo de la mujer.
Muchas de vuestras madres caminaron, rezaron y trabajaron den¬ Estos pueblos estaban conectados con la Madre Tierra. Anhelo
tro de la iglesia durante años, pero nunca llegaron a curar sus heridas. una madre nutricia y amorosa, la madre que nunca tuve cuando
150 Un Dios que se parece a mí
Eva: La Madre de Toda Vida 151

era niña. Quizá la Gran Madrecure las heridas infligidas a la


Tierra así como profundas heridas que tengo dentro de mí.
las Imagínate sentada en un círculo con Karen Hv Karen S. y
Colleen. Añade tu historia las suyas.
Quizá satisfaga mis necesidades más profundas, necesidades que a

no había reconocido en mi viaje por el mundo del Padre, necesi¬


♦ ¿Cuál ha sido tu reacción a la reelaboración de la historia
dades que había descuidado en mi búsqueda de éxitos mundanos. del Génesis? ¿Te ha gustado? ¿Te ha problematizado? ¿Te
Karen H. ha parecido herética, blasfema o curativa?
♦ ¿Cómo convirtió el silencio de tu madre en tu voz; su mie¬
se
Abrazamos a la Madre dentro de nosotras: do en coraje; su sueño en tu despertar; su prisión en tu li¬
tu
bertad? ¿Cómo sentiste sus gemidos silenciosos que pedían
Mientras trabajaba para ser reconocida en el mundo externo liberación y cómo te dieron fuerza para elegir la libertad?
estaba ciega a las necesidades femeninas de crear y nutrir, y de ex¬ ♦ Aunque prisionera del mito hebreo, Eva recordó su gloria
perimentar la intimidad en mis interacciones con la gente. Me en¬ anterior cuando cogió la manzana. Recuerda los mo¬
tristece mi propia complicidad en purgar lo femenino de mi vida. mentos en que tu madre cogió la manzana, los momen¬
Mi familia y la sociedad fueron muy eficaces a la hora de persua¬ tos en que recordaba su gloria anterior
y se negaba a
dirme para que ignorase partes esenciales de mí. Hasta que no es¬ obedecer. Imagina que tu madre se hubiese liberado de
tuve dos años en recuperación ni se me había pasado por la cabe¬ los mitos que tenían atrapados su corazón y su vida.
za la idea de tener
hijos algún día. ¿Qué podría haber hecho en la vida?
Karen S. ♦ En todas las tradiciones han existido mitos alternativos

que apoyan la visión que afirma


las mujeres. Existen
a
Recordamos los momentos en los que nuestra
Madre cogía la man¬ historias de una creación simultánea del hombre y
de la
zana, los momentos en los que recordaba su gloria anterior y se negaba a mujer, mitos de creadores masculinos y femeninos, y mi¬
obedecer. Honramos a la Madre entre nosotras: tos de la interconexión de todas las cosas vivas. Crea una

serie de historias imágenes o en palabras para explicar


en

En honor el principiode todas las cosas. Reflexiona sobre el im¬


a mi que me permitió ser libre de la Iglesia.
madre,
Aunque no tenía espiritualidad propia, su perspectiva básica de
una
pacto que tendría cada historia en el desarrollo de la vida
la vida afirmaba a las mujeres. Esto le llevó a sospechar profundamen¬ de las mujeres. Experimenta con diversos Creadores: La
te de la Iglesia y de sus sacerdotes. Se sentía resentida con la visión del
Gran Madre, Madre-Padre Dios, un Creador masculino
matrimonio y el cuidado de los niños que tenía la Iglesia. Rechazaba único, una Creadora femenina única, un Útero Cósmico.
los estereotipos femeninos que se le trataban de inculcar. Era una mu¬
jer muy sensual y se sentía oprimida por la rigidez eclesiástica.
Su independencia de la influencia de la Iglesia me permitió to¬ Reclamar nuestra Bondad Original
mármelo todo: misa, catecismo, sacerdotes, monjas, mi padre en
La Madre de Todo lo Vivo vio todo lo
su aspecto religioso y a Dios mismo, con cierta distancia. Aunque que había dado a luz y

hicimos todos los movimientos para evitar la ira de mi padre, esta¬


era muy bueno.
ba claro que ella no se tragaba lo que decía la Iglesia y yo tampoco «Un encuentro con Eva»
tenía que hacerlo. Mamá, gracias por esto.
A medida que nos sumergimos en los mitos de la madre recu¬
colleen
peramos las antiguas creencias que afirman a la mujer y que propo-
Eva: La Madre de Toda Vida
152 Un Dios que se parece a mí 153

prohibido seduje a Adán, que puse en movimiento una serie de


y
nen toda la creación es buena; que somos seres originalmente
que
benditos, no malditos; y que hay fuerza, bondad y creatividad den¬
sucesos quedieron como resultado nuestra expulsión del Jardín y
la aparición de la miseria y la muerte en el mundo.
tro de cada uno de nosotros. Estos son nuestros derechos de naci¬
Dicen que soy culpable y que el mal está enraizado en mi
miento que se consideran regalos de la vida. Encontramos esta rica pro¬
herencia en todas las tradiciones religiosas procedentes del tiempo pia existencia y naturaleza. Me han llamado la Puerta por la que
entra el Diablo, la que rompe
en el que Dios era imaginado como mujer. Nos alineamos con to¬ el sello del árbol prohibido, la pri¬
mera en abandonar la
das las tradiciones que afirman la Bondad Original y la santidad de ley divina y la destructora de la imagen de
Dios. Y se ha escrito de mí: «De una
toda vida. mujer provino el primer pe¬
cado y por su causa todos morimos.» Durante treinta
Reclamamos nuestra Bondad
Original dando a conocer la histo¬ siglos de his¬
toria judía y cristiana he llevado la
ria desconocida que ensombrece la Biblia y su desarrollo. Reclama¬ carga de la culpa y de la ver¬
mos las imágenes que afirman la vida originarias del principio mismo.
güenza de la humanidad. ¡No más!
Escucha a la Madre de Todo lo Vivo que continúa con su historia y se
Honrad todo lo que ha sido
va
separando de las interpretaciones religiosas tradicionales. menospreciado.
Recibid todo lo que ha sido desechado.
Soy buena. Soy muy buena.
Un encuentro con Eva: nuestra bondad original11
La serpiente es mi sabia consejera e
interpreta mis sueños.
Símbolo de Sofía, de la sabiduría, la serpiente es la portadora de la
Soy Eva, la Madre de Todo lo Vivo, la culminación de la creación.
inmortalidad. La vida se renueva cuando muda de
Mantengo y alimento la vida dentro de mí. piel. Puesta so¬
bre mi frente, entre mis manos o enroscada en mi
En la plenitud del tiempo empujo y expulso la vida de mí. cuerpo, la ser¬
Y todo aquello que doy a luz es bueno, es muy bueno. piente siempre ha sido mi compañera especial y el símbolo de mi
poder renovador de la vida.
Los mitólogos reconocieron la importancia
Me niego a cargar con la vergüenza del hombre en mi cuerpo. que la serpiente
tenía para mí: ya no se debía confiar en mi fiable
Me niego a cargar con la impotencia de la mujer en mi vida. consejera; nues¬
tra peculiar conexión fue
¡No más! menospreciada. En lugar de confianza
pusieron enemistad entre la serpiente y la mujer y los intérpretes
de las escrituras le dieron el nombre de «diablo»,
Dentro de la mitología masculina se me dio un papel de pivo¬ que debía ser te¬
mido y finalmente aplastado.
te. Dicen que a causa de mi debilidad femenina comí del fruto
Honrad todo lo que ha sido menospreciado.
Recibid todo lo que ha sido desechado.
"
Un encuentro con Eva; Bondad Original. Material para explorar el tema más La serpiente buena. La serpiente es
a fondo:
es muy buena.
Eclesiástico 25:24; I Reyes 11:5; II Reyes 21:7.
Robert Graves y Raphael Patai, Hebrew Myths: The Book of Génesis (Nueva Al principio la arboleda sagrada era el lugar donde nacían to¬
York: Doubleday & Co., 1964), pp. 26-27. das las Sus árboles del conocimiento y de la vida estaban ín¬
cosas.

Patricia Monaghan, The Book of Goddess and Heroines (Minn.: Llewellyn Publi- timamente relacionados con mi adoración. No eran de mi
propie¬
cations, 1990), pp. 118-119. dad ni deseaba controlar el acceso de la humanidad a su sabiduría.
Phillips, Eve: The History of an Idea, p.3.
Honrábamos los árboles del jardín, los cuidábamos y acariciába-
Stone, When God Was a Woman, pp. 199-218.
Un Dios que se parece a mi Eva: La Madre de Toda Vida 155

mos. Tenían dentro de sí los secretos de la vida, la sabiduría de la Soy Eva, la Madre de Toda Vida, la culminación de la creación.
tierra y de las estaciones, la conciencia de la sexualidad.
y Mantengo y nutro la vida dentro de mí.
Muchos hebreos rendían culto en mis arboledas sagradas. Las Cuando llega el momento, empujo y expulso la vida de mí.
mujeres hebreas me seguían, algunas de ellas en el secreto de su Y aquello que nace de mí es bueno, es
muy bueno.
corazón. Otras rechazaron a Jehová y convencieron a sus maridos
para que me siguieran. Cuando el Rey Salomón se hizo mayor, sus
esposas volvieron su corazón hacia la Diosa. No fue fiel a Jehová Autocelebración
como lo había sido su
padre, David. Construyó santuarios en mi
honor. Los mitólogos retorcieron la verdad para impedir que los
Inspiradas por la Madre de Todo lo Vivo examinamos la cues¬
hebreos visitaran mis arboledas sagradas y comieran los frutos de tión del «pecado» a través de la lente de nuestra propia experiencia
sus árboles. Y el más celoso de los profetas de Jehová taló mis jar¬ de mujeres. Nos damos cuenta de que el
orgullo, la persecución vo¬
dines y quemó los huesos de las sacerdotisas. luntaria del poder y el deseo de ser como Dios no son
pecados nues¬
Comer de la fruta del árbol era comer mi carne y beber mi flui¬ tros. Nunca hemos tenido la
opción de parecemos a Dios. La tierra
do de vida. En la mujer que fue Eva se puede vislumbrar mi gloria ha estado gobernada por los hombres
y nosotras no hemos tenido ac¬
anterior. Ella era inteligente, curiosa, dispuesta y fuerte. Comió de ceso a los cielos. Se nos han
negado tanto el poder como la divinidad.
la fruta y obtuvo los sabios secretos de la vida y la conciencia de la Está muy claro que hemos tenido un lugar secundario
y de apoyo.
sexualidad. Para algunos esto puede haber sido el fruto prohibi¬ Nuestro pecado no ha sido el orgullo, sino la
autodenigración. Y no
do, pero para aquellas de nosotras que somos hijas de la Sabiduría ha sido el resultado de ningún defecto moral, sino de una
profunda
es una fruta de rara bondad y belleza. herida infligida por una sociedad que adora a un Dios masculino
y
prefiere a los hombres.
Honrad todo lo que ha sido menospreciado. Si el pecado de los hombres es el
orgullo, la deflación del ego
Recibid todo lo que ha sido desechado. puede ser el remedio adecuado. El pecado de la mujer ha sido el odio
El árbol y su fruto son buenos. Son muy buenos. hacia sí misma y la autodenigración; por tanto, la
aceptación y cele¬
bración de sí misma son los remedios más
apropiados. En lugar de
Como Madre de Toda Vida yo recojo el fruto de la vida. Es mirar fuera de nosotras hacia un Dios masculino o un Poder
bueno y satisface el hambre, es
Superior,
agradable a la vista y ofrece placer, hemos de mirar dentro, en lo profundo de nosotras. Hemos de ir más
es sabio
y abre el camino del autodescubrimiento y de la com¬ allá de nuestra obsesión conlos «malos» comportamientos, hemos de
prensión. mirar debajo de los logros que enmascaran nuestra sensación de mi-
Aquellos de vosotros que sois curiosos, que deseáis la vida en nusvalía, debajo de años de alienación de nosotras mismas, hacia la
toda su fluidez, atreveos conmigo: morded la vida, comed la pleni¬ bondad que reside en nuestro centro. Así descubrimos
que el bien
tud de sus posibilidades. Tomad, comed de la fruta, la buena fruta está profundamente asentado en nosotras
y que es lo suficientemente
de la vida. Abrios a la profundidad de vuestra bondad interna,
amplio y generoso para abarcar nuestras heridas. A medida que asu¬
creed en vuestra propia bondad, celebrad vuestra bondad. Vivid mimos nuestra Bondad Original, nuestros
espacios internos, antes
la abundancia y plenitud de quienes sois como Hijos de la Vida. anegados de vergüenza y de culpa, se van limpiando y podemos rei¬
Afirmad la Bondad Original de vuestros hijos y de los hijos de vindicarlos como propios. Encontramos descanso en nuestras vidas
y
vuestros hijos hasta que las viejas historias no tengan ningún po¬ nos aceptamos
plenamente como personas valiosas.
der en su corazón. Invito a las mujeres a incluir la celebración de sí mismas en su
práctica espiritual diaria. Al principio es una tarea agobiante
porque
156 Un Dios que se parece a mí Eva: La Madre de Toda Vida 157

nos sentimos mucho más cómodas elaborando listas de nuestros fa¬ de mí largo tiempo olvidadas o reconocidas. Mi terapeuta
apenas
llos. Cuando se le
pidió que describiera su bondad, Hallie, verdadera¬ ha sido la vela indicadora que me ha iluminado en este viaje. En
mente desesperada, exclamó: «¡Todavía no estoy lo suficientemente mi viaje de descenso, en lugar de encontrar monstruos, he encon¬
curada para esto!» Y la mayoría de nosotras aún no disponemos de trado la verdad de mi infancia. Nunca se me permitió ser simple¬
palabras para expresar la bondad. Comencemos con una serie de afir¬ mente yo misma; siempre tenía que actuar.
maciones que contrarrestan las imágenes y palabras vergonzantes de Al buscar
una totalidad
para mi vida que, a pesar del éxito
nuestra infancia y nos ofrecen un vocabulario de autocelebración. Las
externo, noestaba presente, estoy eligiendo la vida, no la muerte.
siguientes afirmaciones se convierten en nuestros abogados internos y Ahora pienso que mi crisis, con su
son capaces de curar nuestras heridas más hondas:
desesperación y sus pensa¬
mientos de suicidio, ha sido el
comportamiento más cuerdo y
afirmador de la vida. Al negar el tipo
de vida cómodo y seguro al
Soy buena, no mala. No tengo tacha. Fui herida por una socie¬ que estaba acostumbrada, he anulado la muerte espiritual produ¬
dad, una religión y una familia que preferían a los hombres y adora¬ cida por la fragmentación del alma. Y
aunque el abismo en el que
ban a un Dios masculino. Se me enseñaron comportamientos inefi¬ caí era terrorífico, ahora lo veo como el
preludio necesario de la
caces
que no favorecen la calidad de vida que deseo. A medida que plenitud en la que estoy entrando. Estoy descubriendo el tesoro
me curo, me
voy abriendo a las profundidades de la bondad en mí, y de mi propia espiritualidad, mi necesidad de
compañía comunita¬
de mi bondad fluyen comportamientos que afirman la vida. ria y mi naturaleza femenina esencial.

Yo (incluye aquí tu nombre) creo en mi bondad. Hallie


Yo (incluye aquí tu nombre) celebro los comportamientos afir¬
mantes de la vida que fluyen desde mí.

Ya estoy avergonzada de celebrar mi propia existencia y la


no

Seguimos preparándonos la autocelebración con una simple


para bondad de la vida. Soy muy capaz, fuerte y coherente.
Estoy ha¬
meditación que engarzamos en nuestra oración y meditación diarias. ciendo elecciones sabias activamente. Soy una buena madre.
Soy
Imagina que la Divina Madre se acerca a ti llevando una joya multico¬ consciente de mis límites y respeto los de los demás. Nutro mi
lor en sus manos. La lleva hasta la oscuridad de lo más íntimo de tu vida planificándola para que sea más
simple, reevaluando mis
corazón. La joya ilumina las numerosas facetas de tu asombrosa bon¬ prioridades y valorando lo que tengo ante mí en cada momento.
dad y de tus increíbles talentos por ser una Hija de la Vida. Imagina Estoy cuidando de mi cuerpo y estoy soltando las restricciones
que te dice: «Ábrete a las profundidades de la bondad en ti. Eres bue¬ que me han impedido vivir la vida con gusto. Estoy en contacto
na. Celebra tu bondad. Eres con mi espiritualidad
muy buena. Vive la abundancia de quien y la defino de acuerdo a mi verdad sin nin¬
eres, una Hija de la Vida. Tienes todo lo que necesitas.» Detente du¬ guna interferencia externa, pasada o presente. Soy buena. ¡Soy
rante unos momentos y reconoce la bondad y los talentos que ella ilu¬ muy buena!
mina. Los comportamientos que afirman la vida fluyen de mi propia
Sentadas círculo, las mujeres describen la bondad iluminada
en bondad. Puedo ser creativa en mi trabajo de
peluquera. Expreso
por la Madre. Una a una van sanando la vergüenza de toda una vida: mi belleza interna a través de las manos. Toco a las
demás, dando
belleza y autoestima a mis amigas. Siento calidez dentro de mí
A lo largo de los últimos cinco años he descendido verdadera¬ porque conozco mis dones, crezco con ellos y puedo regalarlos.
mente a la raíz de mi propia vida. Al principio sólo veía oscuridad,
Pongo voluntad en acabar los asuntos pendientes de mis relacio¬
pero poco a poco pude discernir el resplandor apagado de partes nes. Elijo estar
plenamente presente y no abandonar las relaciones
158 Un Dios que se parece a mí Eva: La Madre de Toda Vida 159

difíciles, Me encanta estar completamente abierta y no desapa- Día 3. Descubriendo el tesoro


recer.
Imagina que desciendes hacia la bondad que reside en tu centro,
Erin por debajo de tu obsesión con los «malos» comportamientos, por de¬
bajo de los logros que enmascaran tu sensación de falta de valoración
y por debajo de años de alienación de ti misma. Describe en palabras
o imágenes tu descenso
Imagínate sentada en un círculo con Hallie y Erin. Añade tu y los tesoros de bondad que descubres.
celebración de ti misma a las suyas.
Día 4. Bondad y comportamientos que afirman la vida
Reflexiona sobre la bondad que reside en ti y los comportamien¬
♦ Imagina la joya de la Madre iluminando las numerosas
facetas de tu asombrosa bondad y de tus talentos por ser
tos en prode la vida que fluyen de ella. Haz una lista de las bondades
una Hija de la Vida. Describe lo que ves. que aportas a tu vida, a tu trabajo y a tus relaciones.

Día 5. ¿Qué hay de bueno en mí?


Practica las Responde a la pregunta: «¿Qué hay de bueno en mí?» Dedica al¬
siguientes formas de autocelebración. Experimenta
con una de ellas cada día durante una semana.
gún tiempo a cada área de tu vida, elaborando sobre todo lo que es
bueno y justo en tu trabajo, relaciones, elecciones,
cuerpo, pensa¬
mientos y sentimientos. Comparte
Día 1. Afirmaciones hoy lo bueno de tu vida con una
Personaliza afirmaciones escribiéndolas
amiga o amigo.
estas propias pa¬
con tus

labras en tu diario y
exponías en un lugar apropiado dentro de tu ho¬ Día 6. Come del buen fruto
gar o en la oficina. Repítelas a lo largo del día. Lleva espacio sagrado. Imagínate que Eva entra en
manzanas a tu

tu espacio, te mira a los ojos y te ofrece una manzana. Escúchale de¬


Soy buena, no mala. No soy defectuosa. Fui herida por una socie¬ cir: «Toma, come del fruto, del buen fruto de la vida. Ábrete a la
dad, una religión y una familia de origen que prefería a los hombres y
pro¬
fundidad de tu propia bondad, cree en tu bondad, celebra tu bondad.
adoraba a un Dios masculino. Se me enseñaron comportamientos inefi¬
Vive en la abundancia de tu ser como
Hija de la Vida. Afirma la bon¬
caces que no
apoyan la calidad de vida que deseo. A medida que me dad original de tus hijos y de los
curo, me voy abriendo a las profundidades de la bondad en mí y de mi
hijos de tus hijos hasta que las viejas
historias no tengan ningún poder en sus corazones.»
bondad fluyen comportamientos que afirman la vida.
Yo (incluye aquí tu nombre) creo en mi bondad. Mientras
♦ comes de la manzana, escribe una historia de la crea¬
Yo (incluye aquí tu nombre) celebro los comportamientos en pro de ción quecelebre tu Bondad Original. Léesela frecuentemente a
la vida que fluyen desde mí. La Niña Que Fuiste y a los niños de tu vida actual.

Día 2. Bondad Iluminada Día 7. Transformación


Graba la meditación de la Madre Divina de la página 147, leyén¬ Reflexiones para
el final de la semana: ¿Cómo cuestiona el con¬
dola con tu propia voz. ella. Escribe o dibuja una descrip¬
Entra en cepto de Bondad Original la idea que tienes de ti misma? ¿Cómo po¬
ción de la asombrosa bondad y de los increíbles talentos que la Madre dría transformar tu vida, tus relaciones
y tus elecciones la autocele¬
Divina ilumina. bración diaria?
160 Un Dios que se parece a m(
Eva: La Madre de Toda Vida
161

♦ ¿Se empleaba el color negro para hacer referencia al mal y


al pe¬
Antes de seguir adelante, cado y el blanco para denotar
quédate un poco más en el capítulo 7: pureza y bondad? ¿Acentuó este
hecho tu sentido del pecado?

REVISIÓN DEL GÉNESIS Día 5. ¿Qué está mal en mí?


♦ Imagínate y recuérdate a los cinco, diez y quince años de edad. Es¬
Dedica tiempo
cada día de esta semana a conversar con la Niña cribe una lista de lo que estaba mal en ti en cada
una de esas eda¬
Que Fuiste. Imagínate sentada junto a ella lugar de en¬
en vuestro des y después otra de lo que estaba bien.
Conversa ella lo harías ¿Qué lista es más larga?
cuentro. con como hija o con una so¬
con tu
♦ De niña, ¿qué habría sido más fácil
brina. Dibuja y escribe con tu mano no dominante la respuesta a las responder, «¿qué es lo malo/equi¬
vocado en mí?» o «¿qué es lo bueno/correcto en mí?»
siguientes preguntas:
Día 6. Al principio mismo
Día 1. Adán y Eva
Empleando palabras odibujos y usando tu mano no dominante
♦ Dibuja, con ladominante, escenas de la creación del
mano no
crea una serie de historias para
mundo, de Adán y Eva, de la serpiente y de la manzana. Después explicar el principio de todas las co¬
sas. Permite que te envuelva tu imaginación de niña. Experimenta
escribe una historia para cada escena.
con un amplia variedad de Creadores (mira la lista que sigue). ¿Ten¬
♦ Comparte con un grupo de amigos los fragmentos de tus recuer¬ drían susmundos un aspecto muy diferente?
dos y crea un collage de tus recuerdos infantiles sobre el princi¬
pio del mundo y de la humanidad. ♦ La Gran Madre
♦ Madre-Padre Dios
Día 2. Madres y Padres
♦ Una Creadora Femenina
♦ Haz dibujo de todo lo que tu madre hacía en la vida. Haz un
un
♦ El Útero Cósmico
dibujo de todo lo que tu padre hacía en la vida. ♦ Un Gran Huevo
♦ ¿Qué vida parecía más divertida, la de papá o la de mamá?
♦ Cuando crecieras, ¿querías que tu vida se pareciese a la de papá
Día 7. Permanece llena de ti misma
o a la de mamá?
Anima a La Niña Que Fuiste a escribir en una lista todas las cosas
de las que está orgullosa en su vida. Como buena madre, apóyale a
Día 3. Palabras e imágenes vergonzosas
permanecer llena de sí misma.
♦ Dibuja las imágenes que quedaron grabadas en tu imaginación de
niña, las imágenes que te avergonzaban y te acusaban.
♦ Haz una lista de las palabras empleadas por la religión tradicional
LA DEFLACIÓN DEL EGO DESDE LA PERSPECTIVA FEMENINA
y por tu familia de origen que depositaron vergüenza en tu cora¬
zón infantil.
Si has
elegido los Doce Pasos como camino espiritual dedica al¬
Día 4. Un corazón negro gún tiempo cada día de esta semana a reflexionar sobre los pasos
desde una perspectiva de
♦ Vuelve a leer la historia de Joyce (página 143). Piensa en cómo te mujer.
habrías sentido contigo misma y respecto a Dios siendo una niña
Día 1. Deflación del
ego
negra de siete años que oye decir a su profesor de la escuela pa¬ El programa de los Doce Pasos esta influido
rroquial: «Oremos por el negro corazón de .»
por las experiencias
espirituales masculinas de sus fundadores y por la tradición religiosa
162 Un Dios que se parece a mí Eva: La Madre de Toda Vida 163

del Pecado Original. En él se considera que los pecados del alcohóli¬ es el resultado de muchos años de práctica. Y no es ninguna sorpresa
co son grandiosidad, «la exageración de la voluntad personal» y el
la que este ejercicio no me haya dado la felicidad ni la pureza, sino un
orgullo. Y su salvación debe ser la deflación del ego. poco más de la vieja autoflagelación e introspección.»

♦ Reflexiona sobre las siguientes palabras de los Doce Pasos de Día 4. Ocultar los fallos
Alcohólicos Anónimos y las Doce Tradiciones: «Los Doce Pasos Únete a las mujeres de nuestro grupo de espiritualidad y añade
de AA nos piden que vayamos en sentido contrario de nuestros los «fallos» de los que te sientes avergonzada a la lista siguiente:
deseos naturales... deshinchan nuestro ego.» ¿Cómo te sientes
ante el hecho de que cada uno de los Pasos fue construido para Intento ocultar que soy muy crítica.
desinflar los egos de los orgullosos y voluntariosos alcohólicos? Oculto mi intensa necesidad de aparentar que soy
perfecta.
♦ Haz una lista de la respuesta que cada uno de los Pasos da a la Oculto las veces en las que no siento nada, cuando me siento insen¬
pregunta: «¿Qué es lo que anda mal en mí?» Por ejemplo: Paso sible y vacía.
1: «No tengo poder». Paso 2: «Estoy loco.» Paso 3: «Soy volun¬ Oculto el hecho de que nunca he estado casada.
tarioso.» Continúa así hasta el Paso 10. Oculto mi excesos con la comida.
Oculto mi ¡ra a mi familia.
Día 2. Ninguna Él
bondad aparte de Oculto el hecho de que soy humana y estoy necesitada.
Una formulación de la recuperación basada en la vergüenza Oculto el hecho de que en una ocasión
elegí a un hombre abusador
pone todo el énfasis en nuestros errores, defectos e insuficiencias. El y me convertí en una mujer apaleada.
lenguaje de la recuperación incorpora el legado vergonzante que he¬
mos arrastrado desde la infancia. Día 5. Un nuevo lenguaje
Reflexiona sobre los sentimientos y reacciones que te provocan
por el concepto de Bondad Original, consideramos
Inspiradas
las palabras en cursiva. ¿Cómo las has comprendido? ¿Han activado nuestroscomportamientos ineficaces no como pruebas de nuestra
antiguas imágenes de vergüenza y culpabilidad? pecaminosidad fundamental sino como consecuencias de nuestras he¬
ridas. Pero esto no nos excusa. Somos responsables de nuestras elec¬
Paso 4: Consiste en hacer un inventario moral detallado y atrevido de ciones, pero ya no nos fustigamos
a nosotras mismas. Joyce reflexio¬
nosotros mismos. na sobre su cambio de actitud respecto a sus propios «puntos flacos»:
Paso 5: Consiste admitir ante Dios, nosotros mismos y cualquier
en «Creo que es importante sentirme responsable de mi comportamien¬
otro ser humano la naturaleza exacta de nuestras equivoca¬ to.Sin embargo, ya no creo que
la actitud responsable provenga de
ciones. hacer un seguimiento constante de mí misma. Más bien lo
que he
Paso 6: Estar completamente dispuestos a dejar que Dios retire estos descubierto es que la persona que quiero ser reside en lo profundo de
defectos de nuestro carácter. mí. La sanación ha
implicado el descubrimiento gradual de dicha
Paso 7: Le pedimos humildemente que haga desaparecer nuestros persona debajo de las capas de vergüenza y culpabilidad.»
fallos.
♦ ¿Cómo alteran la sensación que tienes
de ti misma los siguientes
Día 3. Centrarse en los fallos cambios de palabras? De pecados a heridas. De fracasos a com¬
Reflexiona sobre si te resulta más fácil hacer una lista de tus fallos portamientos ineficaces. De hacer un seguimiento constante de
o reconocer tu bondad tras leer las
palabras de Joyce: «Me he vuelto una misma a soltar
gradualmente capas de vergüenza y culpabili¬
muy hábil a la hora de clasificar mis equivocaciones e insuficiencias; dad. De deflación del ego a celebración de una misma.
164 Un Dios que se parece a m1

Día 6. Autocelebración
♦ ¿Qué transformación producen en tu recuperación y en tu vida
íSapí+ulo
las siguientes palabras? «Si el pecado del hombre es el orgullo,
entonces la deflación del ego puede ser el remedio adecuado.
El pecado de la mujer ha sido el odio hacia sí misma y la auto-
denigración; por tanto, la autoaceptación y la autocelebración
son los remedios más apropiados.»

♦ Incorpora los ejercicios de autocelebración de las páginas 158-159


a tu práctica de oración y meditación.

♦ A lo largo del día de hoy mírate a ti misma a través de la lente de


la Bondad Original. Cada vez que sientas la tentación de deni¬
grarte o etiquetarte de fracasada, recuerda las palabras de la Ma¬
dre: «Eres buena. Eres muy buena. No tienes tacha.»
Imagina que compartes con la Madre de Toda Vida la lista de
J_.il i+

fallos que escribiste el Día 4. A su lado, trata de transformar tu


visión de cada fallo basándote en el concepto de Bondad Origi¬
nal y en la realidad de tus heridas profundas.
.La pnme^a
Comparte lo positivo de tu vida en las reuniones de esta semana. mujer1 rebelde
Día 7. Transformando los Pasos
La historia
Imagina el desarrollo de los Doce Pasos estuviese basado en
que
la creencia en nuestra Bondad Original. Imagina que cada paso res¬
pondiera a la pregunta: «¿Qué hay de bueno y de justo en mí?» Rees-
cribe los Pasos desde esta perspectiva de afirmación femenina. Por
ejemplo: «Paso 1: No poseo todos los recursos que necesito para tra¬
tar con el alcoholismo. He pedido ayuda a AA. Esta acción ha sido
A MEDIDA QUE EXPERIMENTABA cambios en el rostro de
Dios
busqué imágenes de mujeres fuertes y mi búsqueda
condujo hasta una publicación muy notable. La Biblia
me

de las Mujeres fue publicada en 1898 por un grupo


de mujeres que es¬
muy valiente por mi parte. Celebro haber tenido tanto coraje.» «Pa¬ taban indignadas con las imprecisas
interpretaciones de la Biblia em¬
sos 8 y 9: haré una lista de todas las personas a las que he herido en pleadas para apoyar la posición de inferioridad de las mujeres en el
mi vida y de todas las personas a las que he ayudado. Asumiré la res¬ hogar, en la Iglesia y en la sociedad. La Biblia de las Mujeres está escri¬
ponsabilidad de mis comportamientos ineficaces que han herido a ta por Elizabeth
Cady Stanton y su comité de revisión, y se compone
otros. Celebraré la ayuda que he prestado a los demás incluso en los de una serie de
ensayos y comentarios referidos a las porciones de la
momentos más agobiantes de mi adicción.» Biblia que más impacto han tenido en las vidas de las
mujeres, bien
por el retrato degradado que hace de ellas o por la notoria ausencia
de asuntos e historias femeninos.
La creación ypublicación de La Biblia de las Mujeres fue un acto
muy valiente. En ella, Stanton y su comité cuestionaron los poderes
establecidos: la autoridad divina de los cielos, los numerosos siglos de
interpretación bíblica masculina y las costumbres eclesiásticas. Su vi-
166 Un Dios que se parece a mi Lilit: La primera mujer rebelde 167

sión de la Biblia desde perspectiva femenina en 1898 nos ofrece


una formó Yavé Dios la mujer y
tomara, a se la presentó al hombre. 23
comprensiones muy poderosas a nosotras que —en 1998— revisamos El hombre exclamó:
sus páginas buscando vislumbres de un Dios que se parezca a no¬ «Esto sí que ya es hueso de mis huesos y carne de mi carne.
sotras. Ésta se llamará varona, porque del varón ha sido tomada.»

En el
primer relato el hombre y la mujer fueron creados simultá¬
En el principio: dos historias neamente y ambos debían dominar la tierra. En el segundo, la mujer
fue creada del hombre y nombrada a partir de él. Elizabeth
Cady Sta-
ton comenta al respecto: «El primer relato
La mujer debe ser una aprendiz y escuchar en silencio con la dignifica a la mujer como
un factor importante en la creación,
debida sumisión... Porque Adán fue creado en primer lugar y Eva igual en poder y gloria al hom¬
bre. El segundo hace de ella un mero pensamiento secundario. El
después...
mundo funciona perfectamente sin ella y la única razón de su venida
I Timoteo 2:11-13
es la soledad del hombre»1.
El segundo relato ha predominado en la historia hebrea y cristia¬
¿Sabías que, enrealidad, en el Génesis hay dos relatos de la crea¬ Su
ción de la
na. predominancia refleja siglos de control masculino sobre las en¬
mujer y del hombre? ¿Cuál de ellos escuchaste en tu infan¬
señanzas, los sermones y las tareas interpretativas dentro de la Iglesia.
cia? (cursiva añadida)
Desde la perspectiva masculina, las preferencias eclesiásticas
pueden
tener mucho sentido, pero desde la
La creación simultánea: Génesis 1:26-28
perspectiva femenina fue una
elección trágica, un mito transmitido de generación en generación en
canciones, historias e imágenes que ha convencido a una generación
26 Díjose entonces Dios: «Hagamos al hombre a nuestra ima¬ de niñas tras otra de su inferioridad y ha limitado sus sueños y la ex¬
gen y semejanza, para que domine sobre los peces del mar, sobre presión de sus dones en el mundo. Este mito ha conformado nuestra
las aves del cielo, sobre los ganados y sobre todas las bestias de la sensación de mismas y
nosotras ha proporcionado un modelo para
tierra y sobre todos cuantos animales se mueven sobre ella.» 27 Y nuestras interacciones mutuas2.
creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, y los
Aunque en las iglesias de nuestra infancia no se reconocían las
creó macho y hembra; 28 y los bendijo Dios, diciéndoles: «Pro¬ contradicciones inherentes a estas dos historias del Génesis, muchos
cread y multiplicaos, y henchid la tierra, sometedla y dominad sobre eruditos para quienes las discrepancias eran evidentes han tratado de
los ganados y sobre todo lo que vive y se mueve sobre la tierra.» encontrarles un sentido. Los rabinos que estudiaron e interpretaron

La mujer de la costilla del hombre: Génesis 2:18, 20-23 1


Elizabeth
Cady Stanton, The Woman's Bible, p. 20.
2
Aunque el segundo relato de la creación parece asumirse la subordinación
en
18 Y dijo Yavé Dios: «No es bueno que el hombre esté solo,
se femenina hay eruditos bíblicos que discuten que el segundo relato no
apoya esta su¬
voy a hacerle una ayuda proporcionada a él.» 20 Y dio el hombre posición. Véase Phyllis Trible, en la obra de Christ and Plaskow, Womanspirit Rising
nombre a todos los ganados, y a todas las aves del cielo, y a todas (San Francisco: Harper and Row, 1979). Considera las
palabras de Trible: «Al crear
a la
las bestias del campo; pero entre todos ellos no había para el hom¬ mujer el Señor Dios "causó un profundo sueño al hombre". El hombre no inter¬
vino en la creación de la
mujer; estaba fuera de la situación. Él no ejerce ningún
bre ayuda semejante a él. 21 Hizo, pues, Yavé Dios caer sobre el con¬
trol sobre la existencia de ella. No fue espectador, ni
participante ni consultado en el
hombre un profundo sopor; y dormido, tomó una de sus costillas, nacimiento de ella. Como el hombre, la mujer debe su vida exclusivamente a Dios.
cerrando en su lugar con carne, 22 y de la costilla que del hombre Para ambos, el origen de la vida es un misterio divino.»
(p. 74)
168 Un Dios que se parece a mí liun La primera mujer rebelde
169

las Escrituras para transmitir sus comprensiones a las generaciones si¬


Pausa y reflexión
guientes asumieron que Dios hizo varios intentos de crear una compa¬
ñera adecuada para Adán3. El Génesis 1, según los comentarios de es¬
tos rabinos, registra el primer intento de Dios, que resultó infructuoso ♦ ¿Qué historia de la creación oíste, con vehemencia o su¬
y requirió un segundo intento registrado en Génesis 2. Según la leyen¬ surrada, mientras estabas creciendo: la creación simultá¬
nea del hombre
da rabínica, una mujer rebelde llamada Lilit fue la primera esposa de y la mujer o la creación de la mujer a
Adán, que acabó siendo sustituida por Eva porque era más dócil4. partir de una costilla del hombre?
Los rabinos tomaron material prestado de las tradiciones orales,
♦ ¿Hubo alguien que reconociera la discrepancia entre
ambas historias?
historias, leyendas, dichos y cuentos populares de las culturas cerca¬
nas. Elaboraron este material y lo trenzaron en sus comentarios.
♦ ¿En qué sentido habría sido diferente tu vida si el primer

Como en las culturas circundantes


adoraba a la Diosa, ciertos re¬
se
relato hubiera sido el dominante en las instituciones reli¬
manentes de sus historias encontraron cabida en los mitos e interpre¬ giosas de tu infancia? ¿Qué relato te gustaría que oyeran
taciones hebreas. Y como los rabinos estaban inmersos en una visión
tus hijas?
del mundo dominada por los hombres, emplearon las imágenes de la ♦ ¿Habías oído alguna vez la historia de Lilit?
Diosa de manera distorsionada, abundando las imágenes negativas de
-
y
las mujeres. Un encuentro con Lilit: al principio mismo7
En sus orígenes, Lilit era una diosa sumeria cuyoSe¬nombre era
ñora Divina. Sus raíces se hunden en la antigua Mesopotamia, hacia Soy Lilit. Mi historia es desconocida para la mayoría de vosotras.
Fui excluida de las Escrituras.
el año 2300 a.C.5 Era honrada en su calidad de espíritu salvaje de la
Pero es una historia terca,
noche, asertivo y sexualmente autoposeído. Para cuando se abrió ca¬
que ha sobrevivido en los márgenes de la historia
mino hasta las leyendas rabínicas como primera esposa de Adán en religiosa.
el siglo X d.C., su historia había sido deformada completamente. Ha¬ Soy Lilit, la primera mujer rebelde.
Os contaré mi historia.
bía sido desposeída de su divinidad y se había convertido en una ima¬
Reclamaré mi antigua gloria.
gen demoniaca que debía evitarse. Lilit fue muy temida en la Edad
Media y tanto ella como sus hijas, «las Lilim», han dejado tras de sí
una estela de nombres e historias6. Un encuentro con Lilit. Material para ampliar la exploración:
Austen, The Heart of the Goddess, pp. 128-129.
Siguiendo la valiente tradición de La Biblia de las Mujeres, pedi¬ Elinor W. Gadon, The Once and Future Goddess (San Francisco:
mos a Lilit, la primera mujer legendaria, que rompa los confines de la Harper and
Row, 1989), pp. 123-125.
interpretación religiosa tradicional. Volvemos a contar su historia crea¬ Graves and Patai, Hebrew Myths: The Book
of Génesis, pp. 67-69.
tivamente, desde una perspectiva femenina, incorporando en ella las Genia Pauli Haddon, Body Metaphors (Nueva York: Crossroads, 1988), pági¬
imágenes creativas del principio mismo... cuando Dios era mujer. nas 37-44.
Patricia Monaghan, The Book of Goddesses and Heroines (Minn.:
Llewellyn Pu-
3
blications, 1980), pp. 208-209.
Graes and Patai, Hebrew Myths: The Book of Génesis (Nueva York: Double-
Phillips, Eve: The History of an Idea (San Francisco: Harper and Row, 1984),
day and Co., 1964), p. 65; Phillips, Eve: The History of an Idea, p. 38. páginas 38-40.
4
Ginzberg, The Legends of the Jews, vol. 3,1: 65-66. Judith Paskow, «The Corning of Lilith», en Christ and Paskow, Womanspirit
5
Hallie Inglehart Austen, The Heart of the Goddess (Berkeley, Calif.: Wingbow
Rising, pp.205-207.
Press, 1990), p. 128. Walker, The Woman's Encyclopedia ofMyths andSecrets, pp. 541-542.
6
Graves and Patai, Hebrew Myths, pp. 68-69.
Zones, ed., Taking the Fruit, pp. 28-31.
170 Un Dios que se parece a m1 Lilit La primera mujer rebelde 171

Al principio mismo, Me llaman Bruja de la Noche, cosa que, para vuestra informa¬
Había oscuridad. Y la oscuridad ardió con poder en una llama ción, no debe llevaros a pensar que soy fea. Algunos pensaron que
radiante. Se afirmó a sí misma y yo fui creada. A imagen de la mis hijas y yo éramos tan hermosas y expertas haciendo el amor
Luna surgí y me sumerjo en las profundidades. que tras la experiencia con nosotras nunca volvieron a estar satis¬
Había Luz. Y la luz ardió con llama radiante. Se afirmó a sí fechos con las mujeres mortales.
misma y el Sol fue creado. Se elevó a las alturas. Me llaman Prostituta, Meretriz y Seductora. Los monjes céli¬
La oscuridad y la luz eran iguales en dignidad. La Luna y el bes trataron de
mantenerme alejada durmiendo con las manos so¬
Sol brillaban con el mismo esplendor. A la profundidad y a la altu¬ bre sus genitales y sosteniendo en ellas un
crucifijo. Los hombres
ra se les rendía el mismo respeto. dicen que les distraigo de sus esfuerzos
por salvarse. Eva es la es¬
posa, la mujer fiel. Yo soy la seductora.
Al principio, Me llaman Tormento de los Hombres.
Aunque mi historia des¬
Hubo una disputa. La Luz temía a la Oscuridad y su poder. El apareció de la Biblia, se dice que mis hijas, las Lilim, persiguieron
Sol temía a la Luna y su noche. Las Alturas temían las Profundida¬ a los hombres durante miles de años. Bien entrada la Edad Media
des desconocidas. los judíos fabricaban mágicos para alejar a las Lilim. Su¬
encantos
La Luz se tragó a la Oscuridad. El Sol se tragó a la Luna. Las puestamente aparecemos de noche y ejercemos nuestro poder má¬
Alturas se tragaron a las Profundidades. Los viejos caminos se ol¬ gico sobre los jóvenes, dicen que provocamos sus emisiones noc¬
vidaron. Se escribieron nuevas historias. turnas.

A mi
reputación están ligados los miedos a la impotencia y a la
Según los rabinos, el Aliento de Vida y el Polvo de la Tierra debilidad, los miedos más profundos de los hombres. Todo lo que
nos formaron a Adán y a mí. Fuimos creados del mismo origen, represento les amenaza, por eso cuentan habladurías de mí. A mi
por eso yo esperaba una plena igualdad con él, pero él no estaba negación a ser sumisa y a someterme le llaman... rebelión. A
de acuerdo conmigo en eso y en otros asuntos. Me pidió que le sir¬ mi asertividad a la hora de cuidar de mí misma le llaman... mala
viera y que yaciera debajo de él cuando hacíamos el amor. Yo esta¬ intención. Dicen que mi independencia es... poco femenina. Lla¬
ba indignada. Con la ayuda del «Nombre Innombrable» me alejé man a mi sexualidad desvinculada de un marido... antinatural.
volando. Desaparecí en el aire y me establecí en el mar Rojo. Adán ¡Estoy harta de sus cuentos!
se
quejó a Dios, que envió a tres ángeles tras de mí. Sus intentos Mujer, ¿puede sorprenderte tú también hayas tenido mie¬
que
de atraparme fueron vanos, prefería vivir sola a la compañía del do de mí? Te han convencido
que todo aquello que represento es
hombre. malo, antinatural, poco femenino. ¿Puede sorprendente que me
Mi historia simple. Recordaba mi gloria anterior, antes
es muy hayas exilado de tu interior?
de que fuese incorporada por los rabinos en sus comentarios, y me
negué a ser maltratada por el hombre o por Dios. Hice lo que hu¬
biera hecho cualquier mujer que se respetase. Dije: «Ya basta», ¡y Nuestras heridas
me fui! Pero deberías oír los nombres que me llaman y las histo¬

rias que han dicho de mí a lo largo de estos siglos. He aquí algunas Es esencial que expresemos las experiencias infantiles que nos
de ellas: convencieron de que nuestro poder, coraje e independencia son poco
Me llaman solterona porque vivo sola y estoy perfectamente femeninos y antinaturales. Daremos los primeros pasos hacia la cura¬
feliz. Me niego a ser controlada por los hombres, cosa que ellos no ción en compañía de otras
mujeres, reconociendo estas experiencias y
pueden entender: llaman así. las realidades sociales y religiosas que
por eso me las conformaron.
172 Un Dios que se parece a mi Lilit: La primera mujer rebelde
173

El exilio de Lilit Nuestro poder original

Durante más de
Al principio mismo la niña está familiarizada con la poderosa Lilit
siglo el límite de la adolescencia ha sido
un

identificado como un momento de elevado riesgo psicológico para que nene dentro de sí. Es capaz de realizar cualquier tarea con la que se
le confronte. Lo tiene todo al alcance de su mente y de su
las chicas. Se ha observado que en esa etapa las muchachas pier¬ imaginación.
den vitalidad, robustez, la inmunidad frente a la depresión y su Consigue grandes logros en el vecindario, en su habitación y en su men¬
te. El poder del universo
sentido de sí mismas y de su carácter. pulsa a través de ella y está llena de sí misma.
Pero hay quienes se sienten amenazados
por el poder Lilit de la
Gilligan y Brown, Meeting at the Crossroads niña-mujer. Con mejor o peor intención, tratarán de recortarlo y le in¬
sultarán si insiste en mantenerlo. Se le dice: «Orgullosa y
engreída, no
Aunque tanto alos hombres como a las mujeres se les anima a saques los pies de las alforjas. Finge que no puedes hacer las cosas
conformarse a las
reglas de la sociedad en que vivimos y se les premia para que te ayuden los niños. Nunca serás médico. El mundo es un
por ello, para las mujeres las normas son particularmente restrictivas lugar grande y peligroso para caperucita roja. Las hijas de Eva son pe¬
y limitantes. El sentido que tiene la chica de su vida y de su destino queñas, débiles y desvalidas.»
está definido de una manera muy estrecha según una visión tradicio¬ Finalmente, la poderosa Lilit se queda dormida. De vez en cuan¬
nal de la feminidad. No se le permite emplear la totalidad de su vitali¬ do despierta para recordar a la mujer lo que supo una vez,
pero estos
dad, expresión, poder, coraje o independencia. De hecho, se le ense¬ recordatorios esporádicos son dolorosos. La mujer llena su vida de
ñará a denigrar cualquier cosa que emerja de las profundidades de su distracciones para no tener que oír la pequeña voz interna que
le lla¬
propia vida. ma a volver a casa... a su
propio poder.
Habiendo nacido en un mundo que prefiere a los hombres, pron¬
to aprende a retorcerse hasta adoptar formas que son aceptables para Soy una mujer grande y al mundo esto le resulta negativo y
la Iglesia, la familia y la cultura. Alejará de sí las cualidades de Lilit, amenazante. No es natural que una mujer sea
grande y fuerte. A
rechazando su poder original, su coraje y su control de sí. Se sentirá veces heempleado mi tamaño para protegerme. Puedo exudar
más cómoda en la delicadeza, la pasividad y la dependencia.
una
energía muy clara que dice: «¡Atrás!» Si defiendo mis dere¬
chos me consideran una zorra. Si hago cosas que mi padre no
Sin embargo, hubo un tiempo en el que la muchacha estaba fa¬
miliarizada con su Lilit interna. En una encuesta realizada a tres mil comprende se deshace de mí llamándome lesbiana, como a cual¬
niñas de
quier otra mujer que sea fuerte y poderosa.
nueve de ellas eran confiadas, asertivas y te¬
años, la mayoría
nían sentimientos positivos respecto a sí mismas. Desgraciadamente, Erin
esta etapa de la vida de la niña pasa rápidamente. Para cuando llega
al instituto ha olvidado sus cualidades de Lilit. Saldrá de la adoles¬ Tengo miedo tremendo a ser mejor que los hombres, por
un
eso he anulado mi fuerza y he delegado en los hombres. Como
cencia con una mala autoimagen, pocas expectativas ante la vida y
mucha confianza mujer, se me ha enseñado que es más importante gustarle a la gen¬
menos en sí misma y en sus habilidades que los
muchachos8.
te que expresarme
plenamente en el mundo. Prefería con mucho
decir: «Si no te gusto, vale. Pero no me voy a cortar
para que te
sientas mejor.» Pero nunca lo he dicho. Por el contrario,
8
sigo cor¬
Véase American Association of
Univesity Women (Washington, DC: AAUN, tándome y, cuando lo hago, me deprimo, pierdo energía y me que¬
1991); Lyn Mikel Brown Carol Gilligan, Meeting at the Crossroads: Women s Psy-
y do en casa viendo la televisión.
chology and Girls' Developement (Cambridge, Mass.; Harvard University Press,
1992). Sandi
174 Un Dios que se parece a mí LiLrn La primera mujer rebelde 175

cordatorios esporádicos son dolorosos. La mujer llena su vida de dis¬


Imagínate sentada con Erin y Sandi. Añade tu historia a las tracciones para no tener que oír la pequeña voz interna que le llama a
suyas. volver a casa... a su
propio coraje.
♦ ¿Has oído hablar alguna vez del frágil ego masculino? La Iglesia
me enseñó el dolor y el sufrimiento. Cristo murió
¿Ha sido empleado alguna vez para recordarte que no
debías los hombres exhibiendo
por nosotros. ¿Debemos sufrir tanto para alcanzar la salvación?
amenazar a tu inteligen¬ ¿La salvación de qué? ¿Por qué no somos suficiente tal como so¬
cia, tu capacidad de cuidar de ti misma y de hacer tareas mos? Parece que nunca soy lo suficientemente
buena; la parte
complicadas sin la ayuda de un hombre? mala siempre está allí, cargándome. Si sufro, entonces me siento
♦ Siendo ya adulta y en compañía de hombres, ¿has apa¬
bien porque merezco amor por haber sufrido.
rentado alguna vez que no sabías lo que sabes o que no ¿Por qué necesito
sentir dolor y ser una víctima para merecer amor?
podías hacer lo que sí podías hacer? ¿Cómo has «anula¬
do» tu poder? Sandi
♦ ¿Qué lecciones has transmitido a tus hijas en relación al
Mi madre dijo «ya basta». Mis primeros recuerdos son
nunca
ego masculino o al poder femenino?
las tremendas palizas que le propinaba mi padre. Ella sigue impo¬
niéndose el papel de víctima, no toma la responsabilidad de cam¬
biar su vida. Me resulta muy duro mirar a mi madre
Nuestro coraje original porque repre¬
senta la parte víctima de mí. Es débil
y su cuerpo muestra señales
Al de toda una vida de palizas y negligencia con su salud. Sigue arries¬
principio mismo la niña está familiarizada con su valerosa Lilit
interna. Es una guerrera. Sean cuales sean las
gando su vida y su seguridad económica porque no puede imagi¬
dificultades, sabe que narse una vida
hay una forma de encararlas. No le reunir significativa sin un hombre.
cuesta coraje y elevar su es¬
píritu; gracias al coraje resuelve sus problemas y gracias al espíritu es Erin
capaz de cambiar lo que no le funciona. Es capaz de decir «no» cuan¬
do no quiere ser abrazada. Dice «no me gusta esta persona», cuando
no le gusta y «me
gusta esta persona» cuando le gusta. Sabe cuidar de
sí misma. El coraje del universo pulsa a través de ella, está llena de sí Imagínate sentada con Sandi y Erin. Añade tu historia las
a
misma. suyas.
Pero algunos se sienten amenazados por el coraje único de la
niña. Con buena o mala voluntad, intentarán neutralizarlo en ella y ♦ ¿Escuchaste alguna vez decir a tu madre «ya basta»? ¿Se
la insultarán si niega
se
Si ella dice «ya basta» se le dirá:
a someterse. negó alguna vez a los malos tratos? ¿Cómo ha afectado a
«Testaruda, di sí cuando quieres decir no. Entrega tu enfado a Dios. tu vida la elección de tu madre de ser una víctima?
Perdona. Quédate. Aguanta la situación. Cumple con el propósito su¬ ♦ ¿Qué lecciones has transmitido a tus hijas en relación al
perior de amar, honrar y obedecer. El dolor y el sufrimiento son nece¬ dolor y al sufrimiento? ¿Te escuchan decir no o te ven to¬
sarios en la vida de una mujer. Soporta el maltrato de tu marido con lerar comportamientos inaceptables?
espíritu de penitencia. Las hijas de Eva son pasivas.»
Finalmente, La Valerosa se queda dormida. De vez en cuando
despierta para recordar a la mujer lo que supo una vez, pero estos re¬
176 Un Dios que se parece a mi Lilit: La primera mujer rebelde 177

Nuestra independencia original


Imagínate sentada junto a Laura. Añade tu historia a la
suya.
principio mismo la niña está familiarizada con su independien¬
Al
te su propia vida. Es su etapa de vir¬
Lilit interna. Está embarazada de
♦ ¿Cuál era la actitud de tu familia hacia las mujeres inde¬
gen y está contenta de estar sola. Toca la profundidad de su unicidad,
pendientes que expresaban sus ¡deas?
ama su propia mente, expresa sus sentimientos, se gusta cuando se

mira en el espejo. La soledad del universo pulsa a través de ella, que


♦ ¿Hubo mujeres en tu familia extendida que prefirieron vi¬
vir solas? ¿Cómo se hablaba de ellas?
está llena de sí misma. ¿Se te animó algu¬
na vez a plantearte la vida sin un hombre?
Pero algunos se sienten amenzados por la independencia y pecu¬ ♦ Ya en tu etapa adulta, ¿te lleva el miedo a la soledad de
liaridad de la niña. Con mejor o peor intención tratan de atemorizarla una relación a otra? ¿Te hace conformarte con menos?
para acabar con su independencia. Le insultan si elige una vida pro¬ ¿Te obliga a ser fiel a compañeros abusivos?
pia y separada de los demás. Se le dice: «Egoísta, tu tiempo, energía y ♦ ¿Has insultado alguna vez a una mujer llamándole «zorra»,
atención deben dedicarse al servicio Olvídate de ti misma,
de otros.
«bruja» o «marimacho» por negarse a pedir perdón por su
existes para los demás. Tienes que esperar al que vendrá. Prepara tu
vida, por sus ideas o por su poder?
cuerpo y tu cara para su venida, lo más importante es que seas desea¬ ♦ ¿Qué lecciones has transmitido a tu hija en relación a sus
ble. Tu verdadera vida empezará cuando llegue, este salvador cambia¬
elecciones existenciales?
rá tu vida. Hará que toda tu espera haya merecido la pena. Las hijas
de Eva siempre están esperando.»
Finalmente, La Independiente se queda dormida. De vez en
cuando despierta para recordar a la mujer lo que supo una vez, pero Nuestra curación
estos recordatorios esporádicos son dolorosos. La mujer llena su vida
de distracciones para no tener que oír la voz interna que la llama a
Hemos expresado las experiencias infantiles que nos convencían
volver a casa... a su propia independencia. de que nuestro poder, coraje e independencia eran poco femeninos y
antinaturales. Ahora recuperaremos la historia colectiva de las muje¬
El primer hijo de mi madre fue un niño. Murió cuando aún res de los márgenes de la
religión y de la historia. Reelaboraremos va¬
era un bebé. Mi padre murió cuando yo tenía nueve años; por lientemente las historias de Eva
y Lilit, incorporando las imágenes cu¬
tanto, no hubo niños ni hombres en mi familia. La preferencia rativas de tiempo en el que Dios se parecía a nosotras. A medida
un

por lo masculino sobrevivió el recuerdo de mi padre. Mi ma¬


en que la Madre de Todo lo Vivo y la Primera Mujer Rebelde se reúnen
dre lo adoraba. No desarrolló propios talentos y lo mantuvo
sus dentro de nosotras recuperaremos nuestra capacidad original tanto
vivo con sus descripciones. Después de su muerte nos traslada¬ de nutrir como de emprender acciones asertivas.
mos a vivir con su hermano soltero. Ella vivía a través de los
hombres que la rodeaban. Observándola, aprendí a hacer lo
mismo. Reclamar a Lilit
Laura
A medida que desciendo a mi ser de Lilit recupero mi ira y mi
fuerza. Ya no dependo de los hombres para expresar mi asertividad.
Annette
178 Un Dios que se parece a mí
Lurn La primera mujer rebelde 179

Reclamamos a Lilit al contar la verdad de


época en la que Dios
una
presidencias ha sido limitado. La posición de las mujeres ha sido cla¬
era una mujer fuerte. Aprendemos de las antiguas mujeres, que no pe¬ ra: somos inferiores y carecemos de poder. Por eso, la admisión de
dían perdón por su poder, coraje e independencia. Recordamos viejos
nuestra falta de poder, tal como ha sido definida por los hombres, no
tiempos en los que las mujeres eran honradas tanto por su fuerza afirma a las mujeres. Lo que las mujeres tenemos que hacer es recla¬
como por su ternura, tanto
por su capacidad de nutrir como de reali¬ mar nuestro poder original.
zar grandes cosas. A medida que las mujeres reconocen a su Lilit interna redefinen
Reivindicamos antiguas actitudes que enseñaban a las muje¬
esas
el poder como la capacidad de actuar en su propio nombre, de ser las
res a rechazar la sumisión y la subordinación, que aplaudía su asertivi- autoras de sus vidas y enfrentar cualquier situación que se les presen¬
dad y las animaba a ser independientes de los hombres. Volvemos a
te. En el caso de los hombres, la admisión de su impotencia es esen¬
despertar las antiguas creencias en una diosa fuerte y capaz que era cial para poder entablar conexiones con los demás. Para muchas mu¬
fiable, que actuaba en su propio nombre y en nombre de todas las
jeres el hecho de acudir a la primera cita de su terapia, a un grupo de
mujeres, y que podía decir: «Ya basta», y hacer que así fuera.
apoyo de mujeres o a una reunión de recuperación es un acto podero¬
Inspiradas por aquellos tiempos, descendemos a nuestras vidas so que habla a su favor.

para reivindicar nuestros recursos olvidados: poder, coraje e indepen¬ Lilit nos recuerda lo que una vez supimos al principio de nuestras
dencia. Lilit, el espíritu salvaje de las profundidades oscuras, nos acom¬
vidas. Dejándote inspirar por ella, afirma tu poder original mientras
paña en el descenso. lees estas palabras:
Soy capaz de realizar cualquier tarea con la que me enfrente. Tengo
Reclamamos nuestro poder todo lo que necesito al alcance de mi mano y de mi imaginación.
Consigo grandes cosas, tanto en el hogar como en mi vecindario y en
Mientras trabajaba mujeres que habían sobrevivido al inces¬
con el mundo.
to, traté de imagen femenina poderosa que despertase
encontrar una
Soy La Orgullosa y Altiva. Saco los pies de las alforjas. No necesito
su poder interno. A muchas de ellas se les había animado a retomar su
la ayuda de los hombres. Seré médico, madre, o cualquier cosa que desee
poder diciéndoles que era «lo masculino dentro de ellas». Pero ésta ser. Soy capaz.
El poder del universo pulsa a través de mí. Estoy llena de
parecía ser una imagen muy inapropiada para quienes habían experi¬ mí misma.
mentado la explotación sexual a manos de los hombres. Para muchas
de ellas era una imagen que activaba recuerdos del abuso sexual su¬
Reclamamos nuestro coraje
frido.
La importancia que se le da a admitir la propia falta de poder Lilit, imagen potencialmente curativa que ayuda a las muje¬
una
dentro de la filosofía de la autoayuda también me molestaba. Hom¬ res a actuar
sí mismas y a esperar la igualdad dentro de las rela¬
por
bres y mujeres aportan experiencias diferentes al concepto de poder.
ciones, fue distorsionada por la religión masculina hasta convertirla
Para los hombres, reconocer su falta de poder significa renunciar a la en un demonio
que aterrorizaba a los hombres. Asimismo, su historia
ilusión de poder con las que se les ha saturado desde la infancia. Esta también fue desfigurada hasta convertirse en un aviso contra las espo¬
actitud les permite buscar conexiones significativas y relaciones de sas rebeldes
que escapaban de situaciones abusivas. Ya ha llegado el
apoyo mutuo dentro de un contexto espiritual, terapéutico o de recu¬ momento de que las mujeres reclamen a Lilit y su historia. Ella se en¬
peración. cargó de sí misma, dijo «ya basta» y se negó a ser maltratada por Dios
Las mujeres, por otro lado, han estado admitiendo su incapaci¬ o
por el hombre.
dad la mayor parte de sus vidas. Nuestro acceso a los tronos, a las me¬
Lilit nos enseña a asumir nuestro enfado y a actuar con decisión
sas de negociación, a los
despachos de dirección, a los pulpitos y a las en nuestro
propio nombre. Nos da coraje para salir de situaciones
180 Un Dios que se parece a mi
lilm La primera mujer rebelde 181

abusivas. Lilit nos anima en todos los aspectos


de nuestra vida: «Sé mos tiempo para nutrir y reabastecer nuestro espíritu. En soledad re-
fuerte. Sé poderosa. Actúa. Inicia. Muévete.»
Imaginándose una ma¬ aprendemos las lecciones de Lilit, La Independiente; recordamos
dre así, Ferrel escribió: «Todos los aspectos de mi vida habrían
mejo¬ nuestros sueños y objetivos personales y desarrollamos una relación
rado. Habría tenido una idea mucho más clara de quien soy,
porque con nuestros recursos internos.
todas las acciones esforzadas me habrían obligado a co¬ probarme, a Lilit prefirió vivir sola que con un hombre. Con su apoyo, algunas
nocerme, a experimentarme y a estar el mundo.»
activa en reclamamos opción. Inspiradas por su coraje, elegimos la absti¬
esta
Lilit nos recuerda lo que sabíamos al principio de nuestras vidas. nencia de relaciones sexuales y románticas durante un mes o un año,
Inspirada por ella, afirma tu coraje original mientras lees estas pala¬ o durante toda la vida. En nuestra abstinencia profundizamos nuestra
bras:
felicidad y satisfacción con nuestras propias vidas. Reclamamos nues¬
Soy Sea cual sea la dificultad, sé que hay una manera
una guerrera.
abundantes
tros recursos firmemente con
y nos comprometemos
de encararla. No esfuerzo reunir coraje, elevar mi espíritu. El
me cuesta
nuestro verdadero potencial. Hemos llegado relación
a creer que una
coraje me sirve para arreglar los problemas y el espíritu para cambiar lo con otra persona no será profundamente satisfactoria a menos que
que no funciona para mí.
nuestro primer compromiso sea con nosotras mismas.
Puedo cuidar de mí misma. Digo «no» cuando no
quiero ser abraza¬ Lilit nos recuerda lo que sabíamos al principio de nuestras vidas.
da. Digo: «No me gusta esa persona» cuando no me
gusta. Digo: «Me Inspirada por ella, afirma tu independencia original mientras lees es¬
gusta esa persona» cuando me gusta. tas palabras:
Soy La Testaruda y La Iracunda. Me voy cuando quiero. Me niego
Estoy embarazada de mi propia vida. Es mi época de virgen. Estoy
al dolor y al sufrimiento. Soy activa. El coraje del universo
pulsa a través contenta de estar sola. Toco las profundidades de mi unicidad. Me en¬
de mí. Estoy llena de mí misma.
canta mi mente, expreso mis sentimientos y me gusto cuando me miro
al espejo. Mi cuerpo y mi rostro son míos. Me resulto deseable a mí
Reclamamos nuestra independencia misma.

Soy La Egoísta. Mi tiempo, energía y atención se emplean al servi¬


Generaciones de niñas han quedado mutiladas la expresión de
en cio de mi propia vida. Me recuerdo a mí misma. Existo por mí misma.
sus vidas
porque las imágenes de mujeres fuertes y en posesión de sí Cambio mi vida si lo deseo. No esperaré la venida de nadie. Mi vida
han quedado exiladas de la historia religiosa. Las historias de mujeres
vuelve a empezar a cada momento. La soledad del universo pulsa a tra¬
que se leían en las iglesias y sinagogas de nuestra infancia estaban di¬ vés de mí, estoy llena de mí misma.
señadas para alimentar y reforzar nuestra indefensión. Convencida
por las costumbres y hábitos culturales, la muchacha ni siquiera se
plantea la opción de una vida solitaria. Una vida en soledad se consi¬ Reclamar nuestra totalidad
dera una maldición, algo que debe ser evitado a toda costa. La niña
necesita un coraje tremendo para crearse una vida
original que no Un Dios femenino tiene que encarnar las cualidades tanto de
esté centrada en una relación. Lilit como de Eva
para que resulte útil para mí. Tengo que hacer
En lugar de hasta perder su propia forma, Lilit aban¬
retorcerse uso de mi fuerza yasertividad, y de mi compasión y entrega cada
donó el camino habitual y entró en el territorio de su propia expe¬ día. No puedo vivir plenamente sin ambas.
riencia. Nosotras la seguimos. Viajamos como ella a un
lugar «lejano» Karen S.
para llegar a conocernos a nosotras mismas. Elegimos estar solas du¬
rante un hora o un día, un fin de semana o un
mes, o toda una época Lilit representa nuestra
de vida. Estemos
capacidad de actuar independiente y
nuestra en una relación significativa o no, nos toma¬ asertivamente. Eva, la Madre de Todo lo Vivo, representa nuestra ín-
182 Un Dios que se parece a mí
Lilit: La primera mujer rebelde 183

tima conexión con el origen de la vida. En


mundo que prefiere a
un La oración del útero
los hombres, se teme la plenitud de poder como cuidadoras
nuestro
nutricias y como personas de éxito. Sólo se nos ha permitido acceder
Al finalizar los retiros con nuestras Madres Míticas pedimos a
a una
parte de nuestro poder. Si elegimos implicarnos con los oríge¬
nes de la vida a través de nuestro
Eva y aLilit que nos apoyen en nuestra vida diaria. De Eva reapren-
papel de madres nutricias se nos nie¬ demos la lección del útero nutricio. Reconocemos nuestros límites,
ga la plena igualdad económica y social. Si elegimos ejercer nuestro nos sentamos y descansamos un rato. Ella nos ofrece la serenidad de
intelecto, poner en marcha nuestro sueños y movernos en el mundo
aceptar las cosas que no podemos cambiar. De Lilit reaprendemos las
con ambición tenemos
que negar a la madre nutricia que llevamos lecciones del útero que empuja, reconocemos nuestro poder. Empuja¬
dentro. La conexión con nuestra Totalidad Original ha sido cortada.
mos hacia adelante y expulsamos de nosotras la vida. Ella nos ofrece
Ya es hora de que las mujeres volvamos a
integrar ambos aspectos de el coraje de cambiar lo que podemos cambiar.
nosotras mismas: nuestras cualidades nutricias a
semejanza de Eva y Imagínate sentada en un círculo de mujeres que tenga forma de
nuestras cualidades asertivas a
semejanza de Lilit. útero. Nos damos a luz mutuamente, nos damos la vida. Dependien¬
Inspiradas por el pasado, cuando las mujeres eran honradas tanto do de la necesidad expresada por cada una, la rodeamos suavemente
por su capacidad nutricia como por su capacidad ejecutiva, nos ima¬
o la empujamos hacia adelante con fuerza. La oración del útero tiene
ginamos a Lilit caminando por los límites del Jardín. Se encuentra tres partes: «Una oración a Eva, la Madre de Todo lo Vivo», «Una
con Eva, la
mujer que la reemplazó. Nos las imaginamos comiendo oración a Lilit, la Primera Mujer Rebelde» y «Un collage de Gratitud
juntas del fruto e intercambiando historias. Juegan en la tierra e ima¬ a Nuestras Madres Míticas». A medida que leas, reflexiona sobre la
ginan sus principios; se imaginan que la tierra es un útero. Cuando
pregunta «¿Qué Madre necesito hoy?» Las dos están presentes en ti y
llega el momento nacen de la Madre Tierra y se dan nombre a sí escucharán tu oración.
mismas.

Un oración a Eva, Madre de Todo lo Vivo


Eva grita:
«Soy la Madre de Todo lo Vivo, la culminaáón de la creación. De pie en nuestro círculo con forma de útero, preguntamos:
Mantengo y alimento la vida dentro de mí. «¿Hay alguna de entre nosotras que desee los dones del útero nutri¬
Mi útero es acogedor, mi amor alimenticio.
cio? ¿Alguna desea sentarse y descansar un rato? ¿Que le acaricien
En mí estáis contenidos y sustentados.»
sus heridas o que se acojan sus sueños tiernamente? ¿Un hombro en

el que llorar? ¿Disfrutar la serenidad de aceptar las cosas que no se


Lilit dice:
puede cambiar?»
«Soy la Primera Mujer Rebelde.
Mi útero es fuerte, poderoso su
empuje. Susan responde: «Necesito a Eva porque mis padres eran muy
Cuando llega el momento, expulso la vida de mí.
críticos. En su desesperación por tener una hija perfecta me em¬
En mí te esfuerzas, inicias y te mueves.»
pujaron a aparentar. Trabajé duro para hacer todo lo que se espe¬
raba de una buena hija y aún sigo siendo perfecta en todo. Me
Hablan a través de los siglos con sola voz,
una
gustaría tener permiso para liar las cosas un poco. Necesito los
«Eramos mujeres divididas. Ahora somos una.» cuidados y la aceptación de Eva.»

Jen responde: «Necesito a Eva. Tengo mucha energía impulsi¬


va en mí, siempre me estoy forzando y nunca descanso. Me imagi-
184 Un Dios que se parece a m1 Lilit La primera mujer rebelde 185

no a Eva como una


mujer cálida
muy y abundante. Quiero reptar útero, poderoso tu impulso. En ti nos esforzamos, iniciamos y nos
hasta su redondez y ser abrazada. Quiero sentir
que me quieren movemos.»
simplemente por ser. Me gustaría descansar un rato. Una Ferrel
a una, y Erin se ponen de pie en el centro de nuestro
círculo uterino. Nuestra respiración se acelera, nuestro útero se con¬
Juntas llamamos a Eva, que está en nosotras, y decimos en voz trae. Nos preparamos
para empujar a Erin hacia adelante, fuera de la
alta: «Venimos a ti, fuente de Toda Vida. Tu útero
nos da la bienveni¬ relación abusiva que consume su energía y su vida. Nos preparamos a
da, tu amor es nutricio. Somos abarcadas y sustentadas por ti.»
empujar a Ferrel hacia adelante, hacia profesional.
su nueva aventura
En un momento dado Susan
y Jen se ponen de pie en medio de Animamos cada de hermanas
nuestro círculo uterino. Les damos la bienvenida en nuestro
a una nuestras esforzarse, iniciar ya

útero. moverse por sí misma mientras la empujamos hacia adelante en su


Nutrimos a Susan con nuestro amor
y aceptación. Acunamos, apoya¬ vida. Le ofrecemos los dones de Lilit.
mos y rodeamos ajen, acariciando sus heridas. Acogemos sus sueños
tiernamente y recibimos sus lágrimas. Les ofrecemos los
regalos Un collage de gratitud a Nuestras Madres Míticas
de Eva.

Ahora collage de gratitud a Eva y Lilit. Se han conver¬


creamos un
Una oración a Lilit, la Primera Mujer Rebelde tido enimágenes de curación y transformación para nosotras. Nos
han ofrecido sus dones a medida que hemos ido integrando las
De partes
pie en nuestro círculo con forma de útero preguntamos: remotas de nosotras mismas.
Imagínate sentada en un círculo con Ka-
«¿Hay alguna de entre nosotras que desee los dones del útero que ren, Liz y Laura. Añade tu expresión de gratitud a las suyas. Recono¬
empuja? ¿Un reconocimiento de su poder? ¿El coraje de cambiar las ce los
regalos que has recibido de tus Madres Míticas.
cosas que
puedes cambiar? ¿El coraje de salir de una situación abusi¬
va o de iniciar una nueva aventura?» Karen S.: «Agradezco el modelo femenino simboliza las
que
cualidades de afirmación e iniciativa, a menudo vinculadas con los
Ferrel responde: «Necesito a Lilit para que me empuje a ser la hombres. Su imagen ha hecho que avanzar hacia mis objetivos
persona extrovertida y creativa que solía ser. Me
gradué en una es¬ profesionales me resulte menos difícil y doloroso. Es de un valor
cuela de teatro cuando era
joven, pero de adulta he sido anoréxica incalculable darse cuenta de que estas cualidades agresivas tam¬
en lo
que a resultados se refiere. Me he quedado en
trabajos cleri¬ bién son femeninas.»
cales frustrantes a pesar de
que deseaba dejarlos. Necesito que Li¬
lit me empuje ahí fuera, a hacer lo
que quiero hacer, que es salir al Liz: «Me siento
escenario y mostrar quién soy.»
agradecida por Eva y Lilit, que no son objetos
idealizados de placer o diosas de Hollywood. Son mujeres aserti¬
vas y poderosas que me animan a abrazar mi identidad, indepen¬
Erin responde: «He permitido que los hombres me dominen. En dientemente de la relación en la que esté en este momento. Me
mi relación actual todavía me cuesta decir
y afirmar lo que pienso. animan a abrazar tanto las energías pasivas como los
Cedo más poder del que deseo ceder. impulsos que
Soy leal y me quedo demasiado surgen de mí. Me equilibran. Soy al mismo tiempo nutricia y auto-
tiempo. Necesito las palabras de Lilit: "Ya basta", para darme el cora¬ confiada. Estas cualidades
je de salir de la problemática situación en la que me encuentro.»
no son mutuamente
excluyentes.»

Laura: «Alabanzas a Lilit y a Eva. Alabanzas a lo duro y lo


a
Juntas invocamos Lilit, que está dentro de nosotras y decimos
a
blando dentro de mí, dentro de las mujeres. Alabanzas al
en voz alta: «Fuente de la Vida, de ti fuimos rigor, a
expulsadas. Fuerte es tu la honestidad y a la dureza que abrió mi armadura. Alabanzas al
186 Un Dios que se parece a mi Lilit: La primera mujer rebelde 187

poderoso impulso interno que dice: date a luz a ti misma, Laura; Los dones del útero que expulsa
ése es tu imperativo. No vuelvas a ser suave hasta que estés dis¬

puesta a estar entera. Alabanzas a la fuerza y a la austeridad de tu ♦ ¿Deseas los dones del útero que expulsa: reconocimiento de tu
inteligencia y a tu negación a aceptar mentiras. Alabanzas a la in¬ poder, el coraje de cambiar las cosas que puedes cambiar? ¿De
versión de ios papeles genéricos y a todas las sombras inter¬ qué situaciones tienes que atreverte a salir? ¿En qué nuevas aven¬
medias.» turas debes atreverte a entrar? ¿Qué situaciones demandan una
acción por tu parte? Escribe, dibuja, baila o esculpe los dones de
Lilit quedeseas.
♦ Imagina el círculo uterino acelera su respiración, se contrae y
que
se prepara para empujarte hacia adelante, sacándote de una rela¬

Antes de seguir adelante, quédate un rato más en el capítulo 8: ción abusiva o de una situación que consume tu energía y tu
vida, y metiéndote en una nueva aventura intelectual o haciéndo¬
LOS DONES DEL ÚTERO NUTRICIO, te tomar un riesgo positivo. Imagina la inspiración, el amor y el

LOS DONES DEL ÚTERO QUE EMPUJA apoyo del círculo animándote a esforzarte, iniciar y moverte en tu
propio nombre mientras te empujan hacia adelante en la vida.
Imagina cada día de esta semana te sientas en un círculo con
que Recibe los dones de Lilit.
forma de útero grupo de mujeres en las que confías: figuras
con un ♦ Conecta esta semana con las mujeres de tu vida. Comparte con

míticas que te inspiran, profesoras y parientes que te amaron en tus ella tu necesidad de coraje, desafíos y apoyo. Permite que sean el

primeros años, y amigas que te apoyan actualmente. Crea un collage rostro femenino de Dios para ti.
o haz un dibujo de este poderoso círculo de mujeres. Exhíbelo como

un recordatorio del apoyo que tienes a tu disposición diariamente.

PERDIDA Y HALLADA
Los dones del útero nutricio
Dedica tiempo cada día de esta semana a conversar con la Niña que
♦ ¿Deseas los dones del útero nutricio: sentarte y descansar un rato; Fuiste. Imagina que os sentáis en vuestro lugar de encuentro. Dibuja o es¬
que te acaricien las heridas, o se acojan tus sueños tiernamente; cribe respuestas a las siguientes preguntas con tu mano no dominante:
llorar sobre un hombro amigo; contar con la serenidad de aceptar
las cosas que no puedes cambiar? Reconoce tu necesidad. Escri¬ Día 1. Poder perdido

be, dibuja, baila o esculpe los dones de Eva que desees. ♦ Describe tupoder de Lilit. ¿Jugabas duro como los niños?
♦ Imagina que recibes la inspiración, el amor y el apoyo de tu círculo ♦ ¿Durante cuánto tiempo se te permitió conservar tu poder?
uterino. Imagina que eres acunada, apoyada y rodeada por ellas: ♦ ¿Cómo trataron los demás de aplastarte? ¿Qué insultos te decían?
acarician tus heridas, acogen tus sueños tiernamente, reciben tus Dibuja o baila a La Desvalida en la que te has convertido.
lágrimas. Recibe los dones de Eva.
♦ Conecta a lo largo de esta semana con las mujeres de tu vida. Día 2. Poder encontrado

Comporte con ellas la necesidad de una presencia tierna y nutri¬ ♦ Imagina que tu madre te hubiera dicho cuando eras niña: «Pue¬
cia. Permite que sean para ti el rostro femenino de Dios. des hacer lo que te propongas. Puedes lograr grandes cosas en el
vecindario, en tu habitación, en tu mente. El poder del universo
pulsa a través de ti. Permanece llena de ti misma.»
188 Un Dios que se parece a mí Lilit La primera mujer rebelde 189

♦ Dibuja o baila a La Poderosa que deseas reivindicar. Día 7. Imágenes curativas y movimientos
♦ ¿Cómo podría La Poderosa apoyarte en tu vida actual? Escríbele ♦ Reúne imágenes de mujeres fuertes y nutricias. Exhíbelas en tu
una carta describiendo una situación particular en la que necesi¬ hogar.
tes su poder. Pregúntale: «¿Dónde estás dentro de mí?» ♦ Reúne las imágenes que dibujaste esta semana de La Poderosa,
La Valerosa y La Independiente que estás recuperando. Encuentra
Día 3. Coraje perdido un lugar especial en el que exhibir tus obras de arte.
♦ Describe tu coraje de Lilit, la guerrera que una vez fuiste. ¿Decías ♦ Haz la coreografía de un baile empleando el vocabulario de mo¬
lo que pensabas? ¿Decías no a las cosas que no te gustaban? Di¬ vimiento que has desarrollado a lo largo de esta semana. Baila a
buja a la guerrera. La Poderosa, a La Valerosa y a La Independiente que reclamas tal
♦ ¿Durante cuánto tiempo se toleraron tus actitudes valientes? como emergen de la desvalida, la víctima y la dependiente en

♦ ¿Cómo intentaron avergonzarte los demás? ¿Qué insultos te de¬ que te has convertido.
cían? Dibuja o baila La Víctima en la que te convertiste.

Día 4. Coraje encontrado


♦ Imagina que tu madre te hubiese dicho cuando eras niña: «Sé
fuerte. Esfuérzate, inicia, muévete. El corajedel universo pulsa a
través de ti. Permanece llena de ti misma.»
♦ Dibuja o baila a La Valerosa que deseas recuperar.
♦ ¿Cómo podría Ella apoyarte en tu vida actual? Escríbele una carta
describiendo una situación concreta en la que necesitas su valen¬
tía. Pregúntale: «¿Dónde estás dentro de mí?»

Día 5. Independencia perdida

♦ Describe tuindependencia-Lilit, la autoposeída que una vez fuis¬


te.Dibújala.
♦ ¿Durante cuánto tiempo se toleró tu independencia?
♦ ¿Cómo intentaron darte miedo los demás? ¿Qué insultos te dijeron?
Dibuja o baila La Dependiente en que te has convertido.
Día 6. Independencia encontrada

♦ Imagina que tu madre te hubiera dicho cuando eras niña: «Toca


las profundidades de tu propio ser único. Ama tu mente, expresa
tus sentimientos. La soledad del universo pulsa a través de ti. Per¬
manece llena de ti misma.»
♦ Dibuja o baila a La Independiente que deseas recuperar.
♦ ¿Cómo podría La Independiente que fuiste apoyarte en tu vida ac¬
tual? Escríbele una carta describiendo una situación particular en
la que necesitas su independencia. Pregúntale: «¿Dónde estás
dentro de mí?»
¿Sapí+ulo

]\\c\y\c\
J_a ye. Vi ygen

La historia

A MEDIDA QUE ELROSTRO DE DlOS iba cambiando en mi ex¬


periencia, me preguntaba por María. Mis recuerdos de
ella eran confusos, había sido elevada
y menospreciada al
mismo tiempo. En el orfanato católico de mi infancia se la
representa¬
ba como la Reina del Cielo. En el misal
que me dieron había una leta¬
nía a la «Bendita
Virgen María», una lista de cuarenta y ocho de sus
nombres entre los que se incluían doce relativos a su calidad de reina.
Las imágenes que conservaba de ella en mi misal eran, evidentemen¬
te, las de una reina. Era alta y elevada, y estaba rodeada de estrellas,
halos y coronas.
En la iglesia protestante de mi adolescencia no había estatuas de
María ni misales con retratos de la Reina de los Cielos ni fiestas en ho¬
nor de la bendita
Virgen ni rosarios o avemarias; soloobras de teatro
parroquiales en las que María era representada como una mujer dócil
y embarazada, con la cabeza cubierta y los ojos mirando al suelo. Los
192 Un Dios que se parece a mí MarIa: La Madre Virgen 193

protestantes habían destronado a María y yo tuve que ocultar mi La María protestante estaba confinada en la tierra y sólo se la va¬
amor y devoción hacia ella. loraba por el papel que había jugado en el nacimiento de Jesús. En las
El viaje de María desde el cielo, donde era una reina que recibía escrituras no se nos dan muchos detalles de
vida, sólo se relatan los
su

honores, hasta la tierra, donde se la reducía a una sirvienta obediente, hechos más directamente relacionados papel de madre de Je¬
con su

había sido orquestado por los hombres. Me preguntaba si sería posi¬ sús. Su historia gira alrededor de los hombres de su vida: José, su ma¬
ble desenredar la historia de María del gran drama de salvación orga¬ rido; Jesús, su hijo; y el señor Dios, su Maestro en el cielo. Vivió en
nizado por el Padre, que había enviado al hijo a la tierra a través de su una cultura en la que, a nivel legal, las esposas eran propiedad de sus
vientre. ¿Habría un espacio intermedio en el que el cielo y la tierra se maridos. Antes de su boda, María estaba sometida la autoridad de
a
su padre. En el momento del matrimonio se convirtió en propiedad
encontraran, un espacio donde La Reina del Cielo, virginal y perfecta,
se encontrase con la María terrenal, encarnada y humana? de José, y cuando éste murió, se designó a un discípulo de Jesús para
cuidar de ella. María fue una adolescente judía buena y fiel, que obe¬
decía los dictados de Dios y del hombre.

Visiones encontradas: La María histórica y la Los católicos pusieron a María por encima de la vida con pala¬
Segunda Eva bras elevadas sobre su virginidad (Santa Virgen de las Vírgenes) y su
inmaculada concepción (Reina concebida sin pecado). En las clases
de catecismo y en los sermones había referencias a las di¬
muy pocas
Salve María, ¡la llena de gracia! ElSeñor es contigo. Bendita
mensiones humanas de su vida de José y madre de Jesús.
como esposa
tú entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Más bien, lo que fue de gran importancia fue su participación en el
Santa María, Madre de Dios, reza por nosotros pecadores ahora y
intricado proceso de la salvación humana que se remonta hasta Eva.
en la hora de nuestra muerte. Amén.
En dicho proceso de salvación, dentro de la compleja imaginación,
Misal católico
pensamientos y escritos de los teólogos y padres de la Iglesia, las his¬
torias de María y de Eva quedaron inseparablemente vinculadas'. En
Aunque el Dios del judaismo y de la cristiandad no permite que un sentido trágico han sido rivales a lo largo de toda la historia reli¬

ninguna mujer comparta su poder y su trono, María es la santa que giosa. La imagen de cada una de ellas era presentada por los hombres
más cerca ha estado de arrebatarle los cielos. Ha mantenido su obsti¬ en reacción y respuesta a la otra:

nada y poderosa presencia dentro de las discusiones religiosas, de la


literatura devocional, del arte clásico y del corazón de sus fieles segui¬
Eva la Madre del Mal, desobediente y sexualmente pecado¬
es

dores, para enfado de sus detractores a lo largo de los siglos. ra. La caída de la humanidad de la gracia fue consecuencia de la
María es la figura religiosa femenina que más a menudo aparece
pérdida de su inocencia y virginidad.
en los escritos de las mujeres, siendo recordada con una mezcla de ad¬
María es la Madre de Dios, que fue obediente y virginal. La sal¬
miración, ira y confusión. Muchas mujeres se han pasado la vida tra¬
vación de la humanidad por medio de la gracia fue realizada a través
tando de emularla o rechazando la imagen que de ella se presentaba
de su cuerpo virginal.
en las iglesias de su infancia. Como dijimos en el capítulo 6, la mayo¬

ría de los hombres no se pueden imaginar a Dios como mujer debido


al retrato negativo y confuso que se hacía de las mujeres en las iglesias Eva es modelo de desobediencia. A través de la desobediencia
de su infancia. Como Eva y Lilit, María nos fue presentada a través de
los ojos de los hombres. Los católicos y los protestantes ofrecían vi¬ 1
Phillips, Eve: The History of an Idea (San Francisco: Harper and Row, 1984),
siones encontradas de ella. páginas 131-147.
194 Un Dios que se parece a mi 195
María: La Madre Virgen

de esta mujer, el pecado entró en el mundo. Desoyendo el manda¬ mente que él rezaba el rosario, puedo sentir este recuerdo en los
to de Dios, liberó la muerte cuando comió del fruto prohibido. dedos.
María obedeció. A través de la obediencia de esta mujer el salva¬ Karen H.
dor entró en el mundo. María obedeció el mandato de Dios y liberó
la vida eterna. Dijo: «Hágase en mí según tu palabra.» Para nosotros, los protestantes, María era un objeto, una vasija
vacía, sólo recipiente para el Cristo divino. Ella era insignifican¬
un
Eva exaltó la sexualidad yrealizo el acto sexual. Su cuerpo se¬ te. Recuerdo a mamá explicándome que «esos católicos» adoraban
dujo Adán, que era un hombre bueno, a acompañarla en su pe¬
a a María y lo ridículo que era. Después de todo, argumentaba, todo
cado. Quedó exilada del cielo como Prostituta y Tentadora.
el mundo sabía que los hombres tienen todo el poder y que sólo
María exaltó la virginidad, absteniéndose para siempre del acto
podíamos salvarnos a través de Jesucristo. Tuve la impresión de
sexual. Su cuerpo está eternamente cubierto y más allá del deseo. Se
que «esos católicos» eran frivolos y perdían el tiempo rezando a al¬
le permite entrar en el cielo como Señora y Virgen de las Vírgenes.
guien que «sólo» era una mujer.
Irene
Eva es la Madre Caída. Experimentó el sufrimiento al dar a
luz; parió con dolor.
María es la Madre
Sagrada. No experimentó dolor al dar a luz.
Imagínate sentada en un círculo con Colleen, Karen e Irene.
Varió a Jesús con alegría. Añade tu historia a las suyas mientras reflexionas sobre tus
primeros recuerdos de María.
Eva es la Madre Humana. Dios le dio el nacimiento.
María es la Madre Celestial. Dio a luz Dios.
a ♦ ¿Qué sentías respecto a María? ¿Qué te produce actual¬
mente admiración, enfado, confusión?
De niñas no éramos conscientes de las elaboradas discusiones ♦ ¿Querías ser como María o la rechazabas?
teológicas respecto a la medida en que se filtraban
María, excepto en
a través de canciones, oraciones y
escenas religiosas de la infancia que
se nos han quedado
grabadas. Las mujeres comparten los primeros
recuerdos de ella: Nuestras heridas

María era un no-persona, sin ira y sin espina. Era la única mu¬ Encompañía de mujeres valientes hablaremos de las experiencias
jer que se veía en la Iglesia y sólo era medio humana, porque esta¬ de nuestropasado personal y religioso que nos robó la sexualidad y
ba reducida a las buenas cualidades. Esto molestaba a mi madre nos dejó sin voluntad. A medida que contemos nuestras historias de¬

que, en parte, rechazó a la Iglesia por ello. jaremos atrás el aislamiento de toda una vida. Este es nuestro primer
colleen paso hacia la sanación.

En la parte
frontal de la iglesia había un crucifijo con Jesús en Castidad a toda costa: nuestros cuerpos retorcidos
él, la derecha, en una posición menos prominente, había una
y a
estatua de María. Aquello me resultaba confuso. ¿Era esta mujer Es evidente que el hombre ha contado con la bendición de la
ideal que yo debía imitar igual a Dios o no? Recuerdo muy clara¬ sociedad para construir su sistema de valores sexuales dentro de
196 Un Dios que se parece a mI
María: La Madre Virgen 197

un contexto apropiado y natural, mientras que la mujer no. Du¬


rante sus años formativos, la mujer disimula buena parte de su se¬ yen a lo divino las cualidades menos vergonzosas de poder, fuerza e

xualidad inteligencia2.
en respuesta a los requerimientos sociales de mantener la
La masculinidad de Dios y la inferioridad de las mujeres estaban
fachada de «buena chica».
establecidos en la literatura, instrucción y rituales religiosos que nos
MASTERS y JOHNSON, Human Sexual rodearon infancia.
Inadequacy en nuestra Según la biología de Aristóteles, la for¬
ma masculina es la normativa y, cuando está distorsionada por la ma¬
Al principio, tal lo definen los hombres, Eva exaltó la se¬
como teria femenina produce una especie inferior, la mujer. Tomás de Aqui-
xualidad. Practicó el acto sexual. Su cuerpo el teólogo católico del siglo XIII que adoptó las teorías biológicas
sedujo a Adán a acompa¬ no,
ñarla en su pecado. Como resultado acabó siendo exiliada del de Aristóteles, considera que el sexo normativo de la especie humana
cielo
por Prostituta y Tentadora. La predecesora de Eva, Lilit, encarnaba la es el masculino. Creía que el hombre
representaba la plenitud de la
sexualidad asertiva. Se negó a someterse al hombre, a naturaleza humana, mientras que la mujer tenía defectos físicos, mo¬
yacer debajo de
él. Su sexualidad sin trabas fue su fallo fatal. rales y mentales3.
Quedó fuera de la Biblia
acusada de ser la Madre Demonio y la Torturadora de los Hombres. Cuando la salvación de la humanidad requirió que Dios «se hicie¬
Al principio de la cristiandad los hombres dieron una ra hombre
y habitara entre nosotros», fue necesario que encarnara en
forma a la
Reina de los Cielos que eliminaba su un cuerpo de hombre4. Dios no podría haber
elegido encarnarse en
cuerpo de mujer y su problemá¬
tica sexualidad. La Mujer Sagrada exalta la el cuerpo inferior y defectuoso de la mujer. Y, sin embargo, está claro
virginidad; se abstiene
para siempre del acto sexual. Su cuerpo permanece eternamente cu¬ que Jesús pasó por un cuerpo femenino de camino hacia la tierra. El
bierto y más allá del deseo. A la Virgen María se le robó su cuerpo femenino tenía valor como recipiente para la reproducción de
cuerpo y
se le retiró su sexualidad. Sólo la semilla masculina.
se le permite entrar en el cielo como

Virgen de las Vírgenes. Los


teólogos masculinos reelaboraron la cuestión del útero de
María para eliminar la mayor cantidad posible de su feminidad. La
Reina del Cielo no tenía útero; se alude al lugar de la gestación de
Cuerpos atacados
Cristo como a un «cofre». En palabras de un teólogo, «Cristo es la

A cada momento de la historia


joya brillante contenida en el cofre que es María»5. El término cofre
religiosa, los cuerpos de las muje¬ conjura imágenes de un miniataúd o contenedor con paredes de ter¬
res han sido atacados por sacerdotes,
ministros, rabinos, teólogos y
escritores ciopelo. Su propósito era el de proteger al Hijo de Dios de la corrup¬
religiosos. Los hombres siempre han tenido miedo de los ción de entrar en la vida a través de un cuerpo sangriento, lioso e infe¬
cuerpos de las mujeres y los hombres religiosos en particular han teni¬
rior. En otras palabras, el cuerpo de María no tenía otro valor que el
do grandes obsesiones con ellos. Han escrito enormes volúmenes so¬
de ser utilizado por Dios padre. A través de la imagen del cofre los
bre el tema, pero, en lugar de tratar con sus
propias actitudes, con su hombres pueden volver a negar la íntima implicación de las mujeres
propia sexualidad y sus respuestas a nuestros cuerpos, nos han defor¬
en los
mado a través de sus enseñanzas y teologías. Nuestros orígenes de la vida.
cuerpos llevan
el impacto de su profundo miedo a lo femenino. 2
Rita M. Gross, «Steps Toward Feminine Imagery of Deity in Jewish Theology»,
El Dios creado a su imagen es masculino. Y
aunque teóricamente página 245.
a «él» se le considera asexual J
y elevado por encima de toda sexuali¬ Rosemary Radford Reuther, Sexism and God-Talh (Boston: Beacon Press,
dad, está claro que él y sus representantes masculinos sólo se han ele¬ 1983), pp. 74-76, 96.
4
vado por encima de la sexualidad femenina. Ibid., pp. 125-126.
Avergonzados por sus 5
E. Schillebeechx, Mary, Mother of the Redemption (Nueva York: Sheed and
propios cuerpos y sexualidad, y confundidos por los nuestros, atribu¬
Ward, 1964), p. 140.
198 Un Dios que se parece a m! María: La Madre Virgen 199

Un ideal inalcanzable tencias de los sacerdotes y monjas en mi mente cuando trato de


volver a conectar con la sexualidad.
Cuando su tarea hubo acabado, María se transformó en la Reina
Robín
del Cielo. Se le permitió entrar en el Reino de Dios como virgen eter¬
na con el himen intacto
y como madre sagrada del salvador. Como
Me avergüenza todo lo que tiene que ver con ser una mujer.
virgen madre María sirvió de ideal inalcanzable para las niñas bue¬
y
nas que deseaban emularla.
Tengo la sensación de que no está bien ser mujer y que sólo se nos
¿Cómo podíamos ser madres, lo que re¬
quiere para ciertas cosas. Y tenemos que hacer esas cosas callada¬
quería hacer el acto sexual, y al mismo tiempo ser vírgenes y mante¬
mente y sin ser vistas. La vergüenza de ser mujer está presente en
ner el himen intacto?
todo lo que hago.
Teniendo en cuenta laimposibilidad de seguir el ejemplo de Ma¬
Siempre me he sentido incómoda con mi sexualidad. Me sien¬
ría, quedamos con una serie de disyuntivas que nos negaban
nos
to avergonzada de mis experiencias sexuales de adulta. María no
cualquier sentido de totalidad. O emulábamos a la Virgen María, ne¬
gando nuestra sexualidad, o nos convertíamos en la Eva Prostituta, practicó el sexo. No seguía los caminos de las mujeres terrenales,
por eso quería conectar con ella, pero sentía que estaba lejos de mi
negando nuestra santidad y valía. O aspirábamos a ser la Reina Céli¬
alcance. Rezo para poder desprenderme de las imágenes que los
be del Cielo, lejos del alcance de la necesidad, el deseo y el contacto
hombres tienen de mi cuerpo.
masculinos; o nos convertíamos meramente en mujeres terrenales,
sometidas a la necesidad y deseo masculinos y violadas por su con¬ Erin
tacto. O nos rendíamos como esposas dóciles de un hombre o nos

convertíamos en el tormento sexual de muchos.


Aunque muchas de nosotras dejamos la Iglesia hace años, nues¬ Imagínate sentada en un círculo con Robín y Erin. Añade tu
tros
cuerpos han quedado ensombrecidos por el ataque de la religión historia a las suyas.
sobre ellos mismos y sobre nuestra autoimagen. Como resultado de la
exaltación de la castidad de María y de su maternidad sagrada hemos Reflexiona sobre el
♦ ejemplo de la Virgen María y su im¬
desarrollado una relación confusa con nosotras mismas. Nuestros pacto en tu cuerpo, en tus deseos naturales e inclinacio¬
cuerpos —junto con sus deseos naturales e inclinaciones sexuales— nes sexuales. ¿Cómo ha sido definida la virginidad por la
fueron deformados y etiquetados de malos por una religión que pre¬
Iglesia? ¿Por tu familia? ¿Por la cultura en la que creciste?
fiere a los hombres y adora a un Dios masculino. No podemos ni co¬
¿Se empleaban las mismas exhortaciones en lo relativo a
menzar a
imaginarnos a un Dios que tenga cuerpo, confusos deseos la virginidad a tus hermanos?
sexuales e inclinaciones como las nuestras. ♦ ¿Qué sentimientos, recuerdos y reacciones activan en ti las
palabras pura y casta, virtuosa, inmaculada, limpia de co¬
Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de vi¬
sus razón, muerte de la inocencia y pensamientos impuros?
das. Una a una hablan desde el silencio de toda una vida: ♦ ¿Escuchaste las siguientes frases y palabras: Los hombres
las prefieren vírgenes, Ella ha perdido la virginidad, me¬
Me resulta difícil reconocer mis propios impulsos sexuales. La retriz, puta?
actitud de la Iglesia Católica el sexo es sucio y sólo debía
era que ♦ ¿Había un doble criterio en el matrimonio de tus padres
ser tolerado en el matrimonio para
la propagación de la raza. Me en lo referente a la fidelidad marital? ¿Quién era sexual-
enseñaron que a María se le premiaba por su castidad
y que los mente autónomo y libre en tu familia?
impulsos sexuales eran el diablo. Todavía sigo oyendo las adver¬
200 Un Dios que se parece a mi María: La Madre Virgen 201

La mujer obediente: nuestras vidas retorcidas para nosotras. Nos convertimos en expertas en observar cómo viven
los demás y adaptamos nuestras vidas en consecuencia. Todo el mun¬
María era gentil y humilde, y definitivamente no era Dios. Ella do sabe más que nosotras, desde los invitados a los programas de va¬
obedecía a los hombres de su vida. riedades hasta nuestros terapeutas y formadores, pasando por los in¬
contables expertos que consultamos para diseñar nuestra experiencia.
Jane Dedicamos nuestra vida a tratar de encajar con la idea que los demás
tienen respecto a lo que es mejor para nosotras.
En el principio, según la versión de los hombres, Eva afirmó su Ensamblamos de acuerdo a la fórmula social de
nuestros cuerpos
voluntad frente a Dios. Se negó a obedecer y comió de la fruta; ésta
la mujer perfecta. Formamos nuestros pensamientos y opiniones para
fue la maldad definitiva que sumió a la humanidad en el pecado. Eva
que le encajen a nuestra audiencia, limitamos nuestros sentimientos a
fue maldecida y expulsada del Jardín de la Vida. Su predecesora, Li-
lo que es aceptable y formulamos nuestros comportamientos y accio¬
lit, encarnaba la rebelión: se negaba a someterse a Dios o a los hom¬ nes de acuerdo a las expectativas ajenas.
bres. Su indómita voluntad era tachada de mala y poco femenina. Fue
Algunas sufrimos una mutilación emocional por abandonarnos
apartada de la Biblia por ser la Primera Mujer Rebelde. habitualmente las formas que
a desean los demás. Nos convertimos
Al principio de la historia cristiana, la María terrenal fue confor¬ en un borrón sin forma mientras nuestra verdadera forma el pe¬
corre
mada y moldeada por los hombres para eliminar la capacidad feme¬
ligro de disolverse. Cada rendición se convierte en una miniabdica-
nina de elección y de acción independiente. Ella permitió que su ción de quiénes somos y ni siquiera nos planteamos ser las autoras de
cuerpo y su reputación se cuestionasen, permitió que los demás con¬ nuestra propia vida.
formaran su vida, su destino y sus elecciones. Fue el recipiente obe¬
diente capaz de contener el nacimiento de Cristo. Se rindió a la vo¬ Rendirse a los hombres
luntad de Dios.

Según la religión tradicional, Dios maldijo a Eva por su desobe¬


Rendición a Dios y a los expertos diencia con las
siguientes palabras: «Tu marido te dominará.» María
se convirtió en una
segunda Eva penitente. Su obediencia nos dio el
Nuestra voluntad ha sido sometida a ataques sucesivos en cada ejemplo de que teníamos que ser sumisas a los hombres, por muy
punto de la historia religiosa. La imagen de María fue conformada se¬ abusiva que fuera su presencia o ausencia en nuestras vidas. Estaba
gún especificaciones masculinas para convencernos de que somos in¬ claro que teníamos que emular a María. Después de todo, de ella sólo
se decían cosas buenas
capaces de pensar y actuar independientemente, de determinar nues¬ porque siempre estaba en su lugar. Lilit fue in¬
tras propias elecciones, de realizar nuestros deseos en el mundo y de sultada por negarse a estar en su lugar y Eva fue castigada por su des¬
controlar nuestras vidas y destinos. De niñas se nos enseñó a emular a obediencia. Estaba muy claro que no queríamos que nos ocurrieran
María: ella era buena y amorosa, y así era como debíamos ser noso¬ unas cosas tan terribles.
tras. Ella se rindió a la voluntad de Dios y nosotras debíamos hacer lo Debido la
preponderancia del mito de la creación que ve a las
a

mismo. Era bendita por haber obedecido y a nosotras nos pasaría mujeres como subordinadas a los hombres e instigadoras del mal he¬
lo mismo. mos aceptado
que nuestro destino es ser gobernadas por los hom¬
De la misma forma que María rindió el control de su vida y per¬ bres. Pasamos la vida sujetas a un hombre tras otro, empezando con
mitió a los demás conformar
su destino, nosotras también. Convenci¬ nuestros padres y hermanos y siguiendo con nuestros novios y mari¬

das de que nuestras vidas no son nuestras, nos quedamos alienadas de dos. No podemos imaginarnos la vida sin un hombre. Para algunas de
nuestro sentido interno de lo que está
bien, de lo que es apropiado nosotras la relación con un hombre es más importante que nuestros
202 Un Dios que se parece a mí María: La Madre Virgen 203

hijos, nuestros amigos e incluso más importante que nuestra salud y que no asumiría mis tareas habituales de cuidadora. Sin embargo,
cordura. poco a poco aumentó mi dependencia de la relación. Comencé a
Deformamos nuestras vidas para gustar a los hombres. Aprende¬ esforzarme por mantenerla a flote y eso significó renunciar a las
actividades que tanto apreciaba. Por fin, esta erosión constante de
mos a apreciar el fútbol, a pescar con mosca, a leer periódicos depor¬
tivos y acocinar sus comidas favoritas. Hacemos cursos, compramos quien soy acabó en un tremendo resentimiento hacia el hombre, al
ropa y coches, y reconstruimos nuestros cuerpos y rostros a partir de tiempo que sentía terror a perderlo. Para entonces quedaba tan
lo que pensamos que desean los hombres de nuestra vida. La visión poco de mí que verdaderamente sentí que mi supervivencia pen¬
masculina del mundo es fundamental para nosotras: el hombre actúa día de un hilo.

y nosotras reaccionamos, él habla y nosotras escuchamos, él toma la joyce


iniciativa y nosotrasle seguimos. Una vida propia, con fronteras defi¬
nidas, es algo que ni nos planteamos. Nos convertimos en la esposa Tengo una gran necesidad de gustar y de ser aceptada. Esto
del ministro, la mecanógrafa del autor, la secretaria del jefe, la ma¬ hace que desee parecerme al resto de la gente con la que estoy
dre del salvador.
para no hacer olas, sobresalir o discrepar de la visión de la mayo¬
Como resultado de las imágenes infantiles de lo femenino, la ma¬ ría. Esta mayoría puede ser un grupo convencional, como compa¬
yoría de nosotras podemos imaginarnos a Dios como una mujer.
no ñeros de trabajo o parientes, o un grupo de mujeres feministas. La
Creemos en lo más íntimo de nuestro corazón que las mujeres somos
culpa que siento a veces es tan grande que sigo la corriente, que
incapaces de pensar y actuar independientemente, de elegir autóno¬ digo sí en lugar de no para evitar sentirme culpable. El mecanismo
mamente, de llevar a cabo nuestros proyectos en el mundo y de con¬ de la culpa se activa en mí porque interpreto mi diferencia de pen¬
trolar nuestras propias vidas y destinos. Creemos que las mujeres no samiento u opinión como que no estoy siendo agradable y por eso
tenemos voluntad propia, que somos inferiores y requerimos el cuida¬
tengo que intentarlo con más determinación.
do de un hombre. Una mujer no podría ser Dios.
Sandi

Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬


das. Una a una hablan desde el silencio de todauna vida:

Imagínate sentada en un círculo con Emily, joyce y Sandi.


Me siento como si estuviese enterrada debajo de muchas ca¬ Añade tu historia alas suyas.

pas de retorcimiento. Retorcida por la sociedad para casarme y


tener hijos, para estar en forma y parecer siempre joven. Retorci¬ ¿En qué sentido has deformado tus pensamientos, sentimien¬
da por la educación para pensar los pensamientos justos. Retorcida tos, cuerpo, acciones y vida para darles la forma que de¬
por el mundo del arte y del diseño para crear la imagen adecua¬ seaban los demás? Describe cómo te has rendido a los
da, tener estilo y estar a la moda. Me abrí camino hasta un grupo demás imitándolos; dependiendo de sus opiniones, espe¬
de apoyo porque estaba destrozada por otra relación abusiva en la cificaciones y demandas; y necesitando contar con su
que había tenido que retorcerme hasta dejar un trabajo, un siste¬ aceptación y aprobación.
ma de apoyo y mi autoestima. Describe cómo te has rendido a los hombres de tu vida. ¿Qué
Emily visión del mundo es la más importante en tu relación ac¬
tual? ¿Quién actúa y quién reacciona? ¿Quién habla y
Antes de mi última relación con un hombre trabajé duro para quién escucha? ¿Quién tiene la iniciativa y quién sigue?
crearme una vida sana. Cuando empezó la relación hice voto de
204 Un Dios que se parece a mí María: La Madre Virgen 205

Madre Diosa, que estaba tan enraizada en la vida y en la conciencia


¿Cómo han expandido tu visión del mundo —intelectual, de las gentes que los padres de la Iglesia acabaron reconociendo que
política y deportivamente— los intereses de los hombres no tenían el
poder suficiente para exorcizarla. La cristiandad no re¬
de tu vida? ¿Cómo han sido recibidos tus intereses, pro¬
sultaba atractiva porque su Dios era hombre y no había figuras feme¬
yectos y preocupaciones por tus amantes? ¿Han podido ninas comparables a la Diosa 6.
expandirse intelectual, emocional y espiritualmente a re¬ Aunque María había sido excluida de los textos bíblicos no había
sultas de tus intereses?
sido olvidada por las mujeres, que no dejaban que muriera su recuer¬
do. Sus historias circulaban entre la gente y se entremezclaban con las
historias de la Diosa. Para las mujeres María se convirtió en la mani¬
festación de la Diosa, el Dios accesible que se parecía a ellas, que sen¬
Nuestra san ación
tía, lloraba y les comprendía porque era mujer. Las mujeres siempre
han necesitado relacionarse con un Dios que se parezca a ellas7.
Hemos expresado las experiencias infantiles que nos robaron la Para ganar conversos, los padres de la Iglesia capitalizaron la fu¬
sexualidad y nos arrebataron la voluntad. Ahora, con coraje, recla¬ sión de ambas imágenes. Tal como los rabinos habían integrado a la
maremos las historias de un tiempo en el que Dios se parecía a noso¬
Diosa en sus mitos de la creación bajo las formas de Eva y Lilit, los
Incorporaremos en nuestros mitos, meditaciones y rituales las
tras.
padres de la Iglesia incorporaron en su teología a la Diosa, Reina del
imágenes del principio mismo que afirman a la mujer. A medida que Cielo y de la Tierra, bajo la forma de la Virgen María8. Sobre los esca¬
vamos empleando estos recursos transformadores, María se convier¬ sos detalles relativos a su vida de que disponemos se han apilado si¬
te en una imagen sanadora de lo divino dentro de nosotras. En su glos de cultos imaginativos que la han convertido en la Reina del
presencia volvemos al hogar de nuestra Voluntad y de nuestra Cielo.
Sexualidad originales. Para aplacar
los seguidores de la Diosa, los padres de la Iglesia
a
añadieron a la imagen
de María algunas de sus cualidades, al tiempo
que eliminaron las cualidades que alteraban su visión del mundo. A
Recuperar su historia María se le retiró la asertividad de la Diosa y su independencia se¬
xual9. Desde la perspectiva masculina, domesticar a la Diosa tenía
La diosa del Paleolítico y del Neolítico es partenogenética, mucho sentido, pero, desde la perspectiva femenina, fue una elección
crea la vida partir de sí misma. Es una Diosa virgen primaria y
a
trágica. Supuso presentar a generaciones de niñas una imagen distor¬
autofertilizada. La virgen cristiana es una versión degradada de sionada de la feminidad, en la que la pasividad, la castidad y la do¬
esta deidad virginal. mesticación se convirtieron en los únicos ideales femeninos.
marija Gimbutas, The Civilization ofthe Goddess A pesar de todo, con el tiempo, la Reina del Cielo desarrolló una
vida propia entre la gente. La Diosa había renacido y se negaba a que-
María fue apartada de la Biblia después de cumplir con su come¬
tido de canal pasivo a través del cual el Padre envió a su unigénito a la
6
tierra. Su experiencia no se valoró ni se convirtió en parte de los regis¬ Elinor W. Gadon, The Once and Future Goddess, pp. 194-195,206.
7
Elizabeth Johnson, «Mary and the Image of God» in Doris Donneíly, ed.,
tros ortodoxos del principio de la iglesia. Sin embargo, María reemer-
Mary, Wo/nan ofNazareth (Nueva York: Pauiist Press, 1989),
pp. 31-32.
gió y se convirtió fuerza muy poderosa a lo largo de la historia.
en una 8
Johnson,rít., pp. 31-32.
op.
Hubo varios factores que condujeron a su reaparición. 9
Marina Warner, Alone of All Her Sex: The Myth and Cult of the Virgin Mary
Para extenderse por Europa la cristiandad tuvo que contar con la (Nueva York: Vintage Books, 1976), pp. 47-49.
206 Un Dios que se parece a mí María: La Madre Virgen 207

darse en el lugarle asignaban los padres de la Iglesia, se negaba a


que nos dirigimos hacia nuestros abundantes recursos internos. Volvemos
permitirles que dictaran los términos de su existencia. La gente la al hogar de nuestra propia voluntad, a la energía creativa que pulsa a
adoraba como a Dios. Molestos, los padres de la Iglesia trataron de
través de nosotras. Damos forma a nuestras vidas, nombramos nues¬
contenerla, pero acabaron reconociendo que la adoración de la Dio¬ tros propios dioses. La Que Es Completa
en Sí Misma nos desafía con
sa, reencarnada como Reina del Cielo, no podía detenerse.
Incorpora¬ estas palabras:
ron sus festivales, creencias e
imágenes a su proceso teológico y trans¬
formaron los altares de la antigua Diosa en capillas de la Reina del
Soy María, la Diosa Virgen.
Cielo.
Camino por la tierra con voluntad.
Actualmente reivindicamos a la Diosa Virgen y Madre diciendo la
Soy La Que Es Completa en Sí Misma.
verdad sobre la época en la que Dios se parecía a nosotras. ¡Reclama¬ Mi vida es mía. No pertenezco a ningún hombre.
mos nuestra historia de mujeres
desde el principio mismo! Apren¬ Soy la autora de mi propia vida. Soy la creadora de mi propio des¬
demos de las antiguas mujeres que no pedían perdón por su sexualidad tino.
y se negaban a rendirse a nada que no fueran los ritmos naturales de
la vida. Recordamos los antiguos tiempos en los que la
virginidad sig¬ Lucha por tu vida y apártala de las manos de los hombres. Conec¬
nificaba que una mujer era «una en sí misma» y no pertenecía a nin¬ ta con tuyo virginal,
gún hombre, era la autora de su propia vida y la creadora de su pro¬ el centro total y completo dentro de ti.
pio destino10. Reivindicamos los antiguos ritos que celebraban a la Valora tu voluntad. Determina tu propia vida. No permitas que
Diosa y a su hijo, el salvador, su representante en la tierra,
que gober¬ otros
naba desde su regazo11. dicten los términos de tu existencia o de tus creencias.
Diseña tu propia vida, nombra tus propios dioses. Honra todo lo
que ha sido despreciado, recibe todo lo que ha sido dese¬
Un encuentro con María: reclama tu autonomía original chado.
Tu voluntad es buena. Es muy buena.
Virgen significa Una en Sí misma; no doncella inviolada, sino
doncella sola, en sí misma. Ser virginal no significa ser casta, sino Soy María, la Fuente de la Vida.
ser fiel a la naturaleza y Camino sobre la tierra dando fruto.
al propio instinto.
Mi útero acuoso es el lugar fértil donde nace todo lo que es:
Noor Hall, The Moon and the Virgen el oscuro abismo que se traga al Dios Sol cada noche;
el cáliz del que bebes vino en las ceremonias sagradas;
A través delritual, la meditación y la exploración guiada, el Dios el vientre sagrado que te recibe cada Sabbath.
de nuestra comprensión se mueve dentro de nosotras. Imaginamos a De la oscuridad húmeda de mi útero nacen nuevas imágenes.
un Dios
mujer que es completa en sí misma y que simboliza la auto¬
nomía, la voluntad y la creatividad. Cuando vislumbramos su rostro, En creatividad haces
tu te conmigo. Eres libre de elegir
una
nos damos la vuelta; en
lugar de buscar la salvación fuera de nosotras, tu propia forma de Cada niño es una nueva imagen de
nacer.
lo divino traído al mundo por la Madre. Cada poema
10
Gimbutas, The Civilization of the Goddess, p. 223. y cuadro, cada ritual y ceremonia, es una nueva imagen de lo
11
Rosemary Radford Reuther, Mary—The Femenine Face o/The Church (Fila- divino ofrecida al mundo por su Creador.
delfia: The Westminster Press, 1977), p. 15.
208 Un Dios que se parece a mí María: La Madre Virgen
209

Benditos son los frutos creativos de tu útero, que surgen en nuevas Sentada en el círculo, cada mujer celebra su yo más verdadero y
imágenes vida. Honra todo lo que ha sido menospre¬
y nueva su voz más sabia. Gracias al apoyo mutuo,
las mujeres han salido de la
ciado. Recibe todo lo que ha sido desechado. El útero es bue¬ conformidad de toda una vida:
no. Es
muy bueno.
Oh útero de mis madres, fortaléceme
para que pueda rendir¬
Reivindicamos una vida original me a lo más profundo de mí misma. Abre mi corazón
para que mi
canción esté en armonía tu canción,
con
para que mi voluntad esté
Inspiradas por La Que Es Completa Sí Misma, hemos llega¬
en en armonía con tu voluntad. Devuélveme a mí misma para que
do a creer en una sabiduría interna alineada con la peculiaridad, los pueda experimentar mi mayor alegría y mi bien más elevado. Soy
intereses, los talentos y el propósito de vida de nuestro yo más ver¬ una con la sabiduría de la Madre Dios. Bendita sea.
dadero. Remontándonos a la infancia, vemos que esta sabiduría or¬
Ferrel
questaba y coordinaba fielmente nuestros movimientos desde que
reptábamos hasta que podíamos caminar o correr, nuestro discurso
desde que emitíamos sonidos hasta que podíamos pronunciar pala¬
Estoy en el proceso sutil de discernir cuál es mi propia forma.
Estoy liberando todos los pensamientos, sentimientos e imágenes
bras y frases, y nuestro conocimiento del mundo a través de nues¬
artísticas que han estado cautivos en mí.
tros maravillosos sentidos. El flujo de la sabiduría nos ha sido fiel, Tengo sed de la experien¬
cia de mí misma. Estoy en el
llamándonos a volver al hogar de nuestro verdadero yo incluso en proceso de renacer. Me estoy familia¬
rizando conmigo misma a través de mil y un
los momentos en que nos desviábamos de lo que era sano y bueno pequeños reconoci¬
mientos. ¡Sí!
para nosotras.
Me niego a ceder mi autonomía. Me
estoy haciendo responsa¬
En laespiritualidad que afirma a la mujer redefinimos el conteni¬
ble, capaz de hacer mis propias elecciones y de actuar en nombre
do y significado de la voluntad de Dios. La Que Es Completa en Sí propio. Rindo mi sentido de la separación, exagerado y cargado, y
Misma valora la voluntad. Nos anima a conocer nuestra propia volun¬
basado en los demonios del pasado. Comienzo a confiar
tad y a creer que es válida y operativa en el mundo. En lugar de ren¬ y a amar,

dirnos a los dioses masculinos y a los poderes elevados nos desafía a


a
legitimar mi propia vida y la brillante dirección que ha tomado.
descender a nuestro propia sabiduría interna y a afirmar nuestra vo¬ Laura
luntad en armonía con su sabiduría.
Imagina a La Que Es Completa en Sí Misma desfiándote cada
mañana antes de entrar ocupaciones diarias. Incorpora su cues-
en tus Imagínate sentada en un círculo con Ferrel y Laura. Añade
tionamiento a tu práctica meditativa y a tu oración. Repite sus pala¬ tu historia a las suyas.
bras a tus hijas, nietas y sobrinas: tu cuerpo es tuyo, no permitas que la
sociedad lo deforme. No permitas que nadie acceda a él sin tu permiso. ♦ Diseña una vida original. Descríbela, dibújala, escúlpela,
Tus pensamientos son tuyos, no permitas que otros los moldeen. Tus báilala.
sentimientos son tuyos, no permitas que otros los expresen. Tu vida es ♦ Describe los intereses, talentos y
propósito de vida de tu
tuya, no permitas que las expectativas ajenas la conformen. Sé la autora yo más verdadero.
de tu propia vida, sin culpa ni vergüenza. No fuiste creada para agradar ♦ Describe cómo estás saliendo de la dependencia y te di¬
a los demás.
Niégate a rendirte a nada que no sea tu yo más verdadero y riges hacia el autocontrol.
tu voz más sabia.
210 Un Dios que se parece a mi María: La Madre Virgen 211

Reclamamos nuestra espiritualidad original Otras comienzan imágenes de la Madre. El primer rostro de
con

Dios con el
que nos encontramos es el rostro de nuestra propia ma¬

Inspiradas por La Que Es Completa en Sí Misma, peleamos por dre. Por eso es muy apropiado que reconozcamos a la Fuente de Vida
nuestra espiritualidad, sacándola de las manos de los hombres. Valo¬ —la fuente de nuestra vida— cuando diseñamos nuestra propia espi¬
ramos nuestra voluntad, estamos determinadas. No permitiremos que ritualidad. Para algunas mujeres, las plegarias a Dios Madre son un
los que se pretenden expertos en espiritualidad dicten los términos de primer intento de ir más allá del Dios de su comprensión infantil, su
nuestras creencias. Diseñaremos nuestra propia espiritualidad origi¬ primer encuentro con el rostro femenino de Dios. Escucha las agudas
nal, daremos nombre a nuestros propios dioses. palabras de Ferrel: «Rezo cada mañana a la Madre Dios. Es muy her¬
A medida que las mujeres reclamamos el derecho a nombrar e mosa y fuerte, está transformando mi idea de lo que es ser una
mujer.
imaginar al Dios de nuestra propia comprensión, una gran variedad Le he agradecido muchas veces espontáneamente que me haya hecho
de imágenes aflora de la experiencia, fuerza y esperanza de sus vidas. mujer.»
Hallie describe su libertad recién estrenada con una imagen: «Me Pero hay otras mujeres para las que la imagen de Dios Madre no

imagino una mesa vacía sobre la cual puedo ir probando distintas imᬠes
ninguna ayuda. Aunque desean orientar su espiritualidad hacia un
rostro femenino, las experiencias infantiles dolorosas con sus propias
genes y conceptos del dios de mi comprensión. Descarto todos los
que no me producen una sensación absolutamente justa y sólo con¬
madres hacen que les resulte imposible visualizar a lo divino como
servo las imágenes que son verdad en mi profundidad interna. Me una madre amorosa. Invito a estas mujeres a
experimentar con la ima¬
anima el hecho de que esta mesa es infinitamente grande y tiene mu¬ gen de la «sabiduría profunda». La sabiduría, o Sofía, es un rostro fe¬
cho espacio para poder llevar a cabo mis propias exploraciones espi¬ menino de Dios presente en las Escrituras hebreas que, aunque ha
rituales.» quedado oscurecido con el tiempo, no fue erradicado totalmente.
Algunas mujeres empiezan con imágenes del mundo natural. Re¬ El uso de la palabra profunda reconoce que el viaje de la mujer es
cuerdan sus experiencias infantiles en la naturaleza. A menudo la co¬ de descenso. Los hombres han tomado el camino ascendente: erigen
nexión intuitiva de una mujer con sus ritmos y ciclos es la comadro¬ escaleras y monumentos tratando de alcanzar el cielo. Nombran a sus
na que le permite avanzar hacia el rostro femenino de Dios. Mientras dioses Poder Superior y Dios de los Elevados Lugares. Sus pecados
lees sobre los escritos de Emily reflexiona sobre tus experiencias in¬ han sido el orgullo y la grandiosidad mientras que el nuestro ha sido
fantiles en la naturaleza; las lecciones que aprendiste de su misterio, el odio hacia nosotras mismas. Como nuestro yo femenino no tenía
su belleza y cabida en el cielo, su hogar está dentro de nosotras. En lugar de bus¬
su fuerza; y tu permanente conexión con sus ritmos y
car un Dios o Poder
ciclos: Superior fuera de nuestras vidas, miramos pro¬
fundamente dentro para reclamar los aspectos perdidos y olvidados
Para mí, en el mundo natural hay muchísima energía dispo¬ de nosotras mismas.
nible. Invoco a sus aguas rugientes cuando necesito fuerza; al El uso de la palabra Sabiduría reconoce que en nuestro descenso
fuerte brillo del sol cuando tengo miedo y a la suave brisa cuan¬ redescubrimos la Sabiduría original que orquestó nuestros días y
do necesito calmarme. Siendo una con la naturaleza, abrazo mi do¬ nuestro desarrollo al principio mismo de la vida. Hemos llegado a re¬
lor y lo siento como parte del dolor del mundo. Abrazo mi poder conocer sabiduría aún más profunda
que esta es que nuestras prime¬
y lo siento como la fuerza de vida que fluye a través de mí. Me ras heridas. Nos devolverá la totalidad y a una relación amorosa con
a

acepto tal como soy, una parte de todo ello: los ciclos, la armonía nosotras mismas. En la meditación reflexionamos sobre la presencia

y el ritmo. de la Sabiduría en nuestra vida diaria y en la oración conversamos con


Emily ella acerca de las alegrías y desafíos que enfrentamos cada día.
212 Un Dios que se parece a mí María: La Madre Virgen 213

Sentadas círculo, las mujeres celebran el nombramiento de sus


en Un encuentro con María: reclama tu sexualidad original

propios dioses y el diseño de su propia espiritualidad. Apoyadas por


las demás, cada una rompe con la conformismo de toda una vida: Cuando empezamos a vivir desde dentro hacia fuera, en cone¬
xión con el poder de lo erótico en nosotras, comenzamos a hacer¬
He empezado a emplear el término Diosa por primera vez. nos
responsables de nosotras mismas en el sentido más profundo.
Este nombre se ha
ampliado a medida que reverberaba desde den¬ Porque a medida que reconocemos nuestros sentimientos más
tro, creciendo desde un suave y avergonzado susurro hasta una
profundos empezamos a renunciar, necesariamente, a sentirnos
expresión vigorosa e imposible de negar. En su nombre he empe¬ satisfechas con el sufrimiento y la autonegación, y con la insensibi¬
zado a suavizar mi autocrítica y autorrechazo. Cuando siento la lidad que tan a menudo parece ser la única alternativa en nuestra
tendencia a brutalizarme, me imagino la presencia amorosa de una sociedad.
figura gentil y simpática. No la figura semiconsciente, vertical,
AüDRE LORDE, Sister Outsider
austera y fálica de la cultura, sino otra tierna y llena de simpatía.

Su movimiento es de reconocimiento y conexión.


La niña, al principio mismo de su vida, vive cada día con una
Laura
fuerza exuberante, una energía notable y una vitalidad contagiosa.
Sus días son significativos y se van desarrollando de acuerdo a la pro¬
A través de esta mi espiritualidad
experiencia he afirmado que
funda sabiduría que reside dentro de ella y que orquesta sus movi¬
surgirá desde dentro de mí. A medida forma buscaré
que tome
una comunidad espiritual
mientos, sus sonidos y el conocimiento que adquiere del mundo a tra¬
que refleje de cerca mis creencias y mi vés de notables sentidos. Su propósito está muy
experiencia. Ya no puedo luchar conmigo misma pensando que
sus
claro: es el de
vivir plenamente la abundancia de vida. Su vida ordinaria ya es su¬
su
hay algo equivocado en mí porque no encajo en el sistema de creen¬
ficientemente interesante, cada experiencia le llena de admiración y
cias y de conceptualización de Dios que tienen otras personas.
asombro. Le basta con mirar el rojo de una manzana, escuchar la dan¬
Tengo derecho a nombrar a un Dios de mi comprensión, no como za de la lluvia, contar los guisantes
una Verdad definitiva, sino como la verdad que opera en mi vida.
de su plato o tocar las partes de su
cuerpo que le producen alegría. Explora el mundo con coraje y ex¬
Annette
plora su cuerpo con excitación.
Al principio mismo de su vida, la niña está familiarizada con la
energía erótica dentro de sí. En la infancia la sexualidad de la niña no
Imagínate sentada con Laura y está dormida, desde el momento del nacimiento es capaz de excitarse
las suyas.
sexualmente y de tener orgasmos. Es su derecho de nacimiento como
Hija de la Vida. La niña ama su cuerpo y su vida. Dice un gran sí a la
Recupera tu imaginación creativa. Crea abundantes imá¬
Vida que pulsa a través de ella. Siente el sí en sus genitales. Le produ¬
genes sanadoras de lo divino e inclúyelas en tu oración y
ce placer tocarse el clítoris
en tu práctica meditativa. y lo hace frecuentemente. No tiene miedo
de canalizar sentimientos intensos dentro de sí. Siente el sí en su cora¬
Compon una oración, un poema o una canción em¬
zón, en su alegría e incluso en sus lágrimas. Toca cada área de su vida.
pleando una o más de tus propias imágenes. El
Reúne un círculo de mujeres y crea una «Letanía de los potencial erótico del universo pulsa a través de ella, está llena de sí
misma.
Numerosos Nombres» empleando los abundantes recur¬
En un mundo que prefiere a los hombres, la sexualidad está defi¬
sos de tu fértil imaginación.
nida de acuerdo a las necesidades y los deseos de los hombres. Final-
214 Un Dios que se parece a m! MarIa: La Madre Virgen 215

mente, la niña se verá obligada a aceptar una forma de sexualidad que bios,entra en sus aperturas, saborea sus jugos. Deléitate en sus
no está al servicio de sus intereses. El sexo como cópula,
será definido fragancias naturales, no permitas que ninguna fantasía te acompa¬
ñe. En posesión de ti, date placer. Aduéñate de ti misma comple¬
con lo que su potencial erótico quedará confinado a una actividad
que requiere compañero, una actividad que garantiza la satisfac¬
un
tamente. Explora los límites de tu sensualidad. Aventúrate hasta

ción física del hombre y que, en sí misma, puede resultar ineficaz para los extremos remotos de su vibración y color.
satisfacerle a ella. Adiestrada para servir sexualmente a los hombres Siente el fuego elevarse dentro de ti. Aprende sus caminos, su
olvidará las maravillas de su propio cuerpo, su rico potencial erótico y despertar, su sendero hacia la unión. Celebra las sensaciones de
tus genitales. Te llaman a dirigirte
su capacidad para el deleite sensual y la satisfacción. hacia tus límites. Imagínate un
La Que Está Completa en Sí Misma nos recuerda lo que una vez matrimonio dentro de ti: un amante desenroscándose para encon¬
La altura llamando la profundidad, la tierra ele¬
supimos al principio de nuestra vida. Te llama para que vuelvas a trarse con otro. a

casa, a tu cuerpo, a tus instintos naturales, a tus deseos sexuales. Ella


vándose hacia el cielo y un espacio intermedio dentro de ti. Las
dos Marías encontrándose dentro de tu cuerpo. Inspira y recí¬
inspirará tu energía erótica y tu imaginación: entra en sus palabras.
belas.

Un encuentro con la Diosa Virgen: ¿Qué aprenderás de este viaje a lo profundo de ti? ¿Ya no ne¬
reclama tu sexualidad original cesitarás un amante? Las Diosas se amaban a sí mismas hasta el lí¬
mite. Caminaban sobre la tierra en
posesión de sí mismas. Esta es
Soy María, la Virgen Diosa. mi oración para ti, mujer bendita:
Camino desnuda por la tierra.
Ninguna ropa oculta la belleza de mi fértil vulva, la redondez de Elévate, fuego, elévate. Despliégate dentro de ella.
mi vientre,
Elévate desde las profundidades. Despierta cada centro.
o plenitud de mis pechos.
la Unela con el espíritu. Que la alegría sea el fruto de su unión.
Soy La Que Es Completa en Sí Misma. Soy de naturaleza sexual,
vivo en mi cuerpo, asumo sus deseos como míos.
Honra todo lo que ha sido despreciado.
Permite que el contacto conmigo transforme tu relación con tu
Recibe todo lo que ha sido desechado.
cuerpo. Tu sexualidad es buena. Es muy buena.

Tu cuerpo es tuyo, de nadie más. Arráncalo de las manos de


Sentadas en círculo, Wendy, Erin y Colleen comparten su sana-
los hombres. Vive en tu cuerpo, confía en sus instintos naturales.
ción sexual. Hablan desde el silencio de toda una vida:
Conecta con tu yo virgen, el centro total y completo dentro de ti.
Durante tiempo en que me abstuve de relaciones sexua¬
Elige estar sola, reunirte contigo misma, tocar una parte de ti
un

les imaginé a un amante masculino interno muy cuidadoso


me
largo tiempo olvidada, abrazar tu cuerpo con ternura y pasión.
Embárcate en un viaje íntimo contigo misma. Experimenta la ple¬ que estaba por debajo de las fantasías abusivas de violación y de
nitud y la satisfacción, sé dueña de ti misma. Deléitate en tu liber¬ los compañeros violentos que había necesitado para excitarme
tad de estar sola, de satisfacer tus necesidades y de darte placer. sexualmente. La fantasía de un amante masculino cuidadoso me
resultó sanadora y funcionó durante cierto tiempo. Llegué al
Tu cuerpo es tuyo, de nadie más. Experimenta el placer de tu límite de esa imagen y ahora me estoy abriendo a una imagen fe¬
sensualidad corporal. Siente la suavidad de sus curvas. Toca sus la¬ menina. En cierto sentido, el hombre seguro que creé era un paso
216 Un Dios que se parece a mi
María: La Madre Virgen 217

hacia lo femenino. Mi siguiente paso es alejarme completamente


del hombre y empezar a imaginarme a una diosa erótica que
Imagínate sentada en un círculo con Wendy, Erin y Colleen.
vive dentro de mí, que se expresa a través de mí y me acepta tal Añade tu historia a las suyas.
como soy.

Wendy ♦ ¿Te tocaste el cuerpo alguna vez siendo niña o adoles¬


cente? ¿Qué sensación te producía sentir su suavidad y
Siento a La Sexual dentro de mí. Está aquí, en mi superficie. sus curvas, abrir sus labios
y entrar en sus aperturas?
Mi cuerpo está vivo ella, siente hormigueos, se mueve, se ex¬
por ¿Sentiste alguna vez elevarse por tu cuerpo una calidez
pande y evoluciona. Mi vulva se hincha y se llena de fluidos. La fogosa? ¿Sentiste alguna vez cosquilieos en los genitales?
sangre se mueve, los jugos circulan. Estoy sedienta. Me trago su ¿Qué te producían estas sensaciones, miedo o excita¬
dulzura de un golpe. Tengo hambre, me trago su amplitud. Mi ción? Dibuja la calidez fogosa y las sensaciones de cos¬
piel está sensible a las caricias del aire que me rodea. Se siente ex¬ quilleo en tu cuerpo.
citada y provocada por la hermosa respiración de la brisa de la ♦ Imagina a una mujer que asume su sexualidad como
Madre Naturaleza. algo que le pertenece, una mujer que se deleita en darse
Ha pasado mucho tiempo desde que me he dejado ser La placer a sí misma, que experimenta todas sus sensacio¬
Sexual. En la preciosa plenitud del tiempo, estoy abierta a ella, nes eróticas sin vergüenza ni
culpabilidad. Imagina a una
tan abierta como me es físicamente posible.
No tengo miedo. mujer que espera la misma atención que su compañero
Estoy bebiendo, saboreando, oliendo, añorando, tocando, en las relaciones sexuales, que expresa sus necesidades
y
absorbiendo y celebrando con júbilo esta bondad que es mía, deseos, que es una participante activa en cada encuentro
sólo mía. sexual. Cierra los ojos e imagina que tú eres esa
mujer.
Erin ♦ Localiza una copia del libro de Audre Lorde titulado S/'s-
ter Outsideru. Lee el ensayo titulado «Usos de lo erótico:

Una lo erótico como poder», páginas 53-59. Escribe tu


noche, después de leer sobre la Diosa y los ritos de las an¬ propio
tiguas religiones que celebraban la totalidad de la mujer, sus geni¬ ensayo, crea una danza o compon un poema en respues¬
tales y su sexualidad, su rabia y su ira, y su poder, tuve una expe¬ ta a sus palabras.
riencia notable con mi marido. Mientras hacíamos el amor, las

imágenes de la Diosa de piedra iban surgiendo frente a mí. Me


sentí más en mi cuerpo de lo que me había sentido en toda mi
vida. Sentí que cada centímetro de mí era precioso, que no había
nada despreciable ni vergonzoso. Aquel día algo se curó dentro de Antes de seguir adelante, quédate un poco más en el capítulo 9:
mí. El Dios de mi infancia no tenía sexualidad, sensualidad, pa¬
sión, música ni colores; por eso concluí que todo eso era superfluo LA MARÍA DE NUESTRA INFANCIA
y debía agostarse en mí. Ahora me doy cuenta de que son mi esen¬
cia de mujer.
Dedica tiempo cada día de esta semana a conversar con la niña
colleen que fuiste. Imagina que te reúnes con ella en vuestro lugar de en-

12
Audre Lorde, Sister Outsider (Nueva York: The
Crossing Press, 1984).
218 Un Dios que se parece a mi María: La Madre Virgen 219

cuentro. Dibuja o escribe tus respuestas a las siguientes preguntas ♦ Escribe historias o haz dibujos de cada de las siguientes fra¬
una
con tu mano no dominante: ses: quiero quiero
ser como... parecerme a... quiero hablar
como...

Día 1: La María católica


♦ ¿Rezabas a María? Haz como si tuvieras un rosario entre las ma¬ Día 7. Libre de ser yo misma
nos.¿Recuerdan tus dedos el movimiento de pasar las cuentas ♦ Exhibe las valientes palabras de La Que Es Completa en Sí Misma
mientras rezabas el Ave María o el Padrenuestro? el día de hoy en tu hogar y en tu puesto de trabajo. Personaliza
♦ ¿Encendiste alguna vez una vela a su estatua? ¿Qué le pedías? las afirmaciones que siguen a continuación para
adaptarlas a tu
♦ Si no eras católica, ¿qué aprendiste sobre María de tus amigas?
propia experiencia. Repítetelas frecuencia
y repíteselas fre¬
con
¿Fuiste alguna vez a misa con una familia católica? ¿Recuerdas cuentemente hijas. Ojalá puedan curar tus heridas e impedir
a tus
las estatuas de María? las heridas pasen a la siguiente generación de niñas.
que
♦ Haz un dibujo de la María católica.
Mi cuerpo es mío. No permitiré
la sociedad lo retuerce y de¬
que
Día 2: La María protestante forme. No permito que nadie acceda
él sin mi permiso. a
♦ ¿Qué rumores circulaban respecto a «esos católicos»? Mis pensamientos son míos. No permitiré que otros los moldeen.
♦ ¿Cómo te fue presentada María en la iglesia? ¿Fuiste elegida para Mis sentimientos son míos. No permitiré que otros los expresen.
ser María alguna obra de teatro parroquial?
en Mi vida es mía. No permitiré que las
expectativas de los demás la
♦ ¿Querías ser como María? conformen. Soy autora de mi propia vida, sin culpabilidad ni ver¬
♦ Haz un dibujo de la María protestante.
güenza.

Día 3. El cuerpo de María


♦ Dibuja los cuadros y estatuas de María que recuerdes. LA SEXUAL DENTRO DE TI
♦ ¿Pensabas que tenía cuerpo debajo de las túnicas que llevaba
puestas? ¿Qué aspecto tendría? Inspirada por Wendy, Erin y Colleen dedica esta semana a fami¬
liarizarte con propia sexualidad. Reúne imágenes sensuales de
tu un
Día 4. Mi cuerpo Dios que se parece a ti. Llena de ellas tu espacio sagrado.
♦ ¿Qué pensaban de tu cuerpo Dios, la iglesia, los sacerdotes, los
ministros o los rabinos? Día 1.
♦ Dibuja tu propio cuerpo. ¿Eres una extraña, una conocida, una amiga, o una amante de La
Sexual, la que reside en tu centro erótico? Personifica a La Sexual, es
Día 5. Ser como María decir, tu propia sexualidad. Escríbele cada día de esta semana, pre¬
♦ ¿Eras una «buena chica»? ¿Obedecías a tus padres y a otros adultos? guntándole: «¿Dónde estás dentro de mí?» ¿Cuáles son tus necesida¬
♦ ¿Qué te pasaba y qué les pasaba a las chicas que conocías cuan¬ des y deseos? ¿Cómo puedo abrazarte y darte la bienvenida a una
do desobedecíais o hacíais algo a vuestra manera? vida más alegre y plena?»

Día 6. Ser como las demás Día 2.


♦ De niña, ¿a quién deseabas parecerte, como quién querías mo¬ Describe La Sexual través de serie de escritos.
a a una ¿Qué pala¬
verte o hablar? bras expresan tu sexualidad?
220 Un Dios que se parece a mi María: La Madre Virgen 221

Día 3. nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios tal como noso¬
Describe tu sexualidad a través de una serie de dibujos. ¿Qué as¬ tros lo entendemos.»
pecto tiene? ¿De qué color es?
♦ ¿Cómo has entendido la rendición que recomiendan los Doce
Día 4. Pasos?
Describe tu sexualidad a través de una serie de movimientos. ¿Cambia tu rendición
♦ en algún sentido según consideres que el
¿Cómo se expresa a través del movimiento? Dios de tu comprensión es un poder externo a ti o una sabiduría
que reside en tu interior? ¿Cómo es este cambio?
Día 5.
Describe tu sexualidad a través de una serie de esculturas. ¿Qué Día 2. Alienación de los recursos internos
forma tiene? ¿Qué sensación produce? La hace el Tercer Paso de poner nuestra voluntad y
petición que
nuestras vidas de un Poder Superior es una continuación
en manos
Día 6. del proceso debilitante que nos aliena de nuestros
propios recursos,
Describe tu sexualidad a través de la música y el sonido. ¿A qué de nuestros propio poder de afirmación y autodeterminación.
suena?

♦ Reflexiona sobre las siguientes palabras de Karen S. desde la pers¬


Día 7.
pectiva de tu propia experiencia: «Como persona que agrada a
Escribe tres reflexiones. Pregúntate cómo el hecho de familia¬ los demás de crónica
manera
tengo otros impulsos, necesida¬
no
rizarte con La Que Está Completa en Sí Misma transformará tu rela¬ des o deseos que los de hacer felices a mis padres, amantes, jefes
ción con:
y amigos. ¿Qué me queda por rendir?»
♦ Imagina que tu madrina te dice las siguientes palabras en res¬
♦ Tu cuerpo.
puesta a tu problema o preocupación: «Tienes todo mi apoyo
♦ Tu sexualidad.
para recuperar los abundantes recursos: poder, coraje, bondad y
♦ Tu amante o tu deseo de tener amante.
un
sabiduría, que residen en ti como Hija de la Vida. Estudiemos
juntas cuáles de estos recursos internos vas a emplear para hacer
frente a este desafío existencial concreto.»
LA RENDICIÓN DESDE LA PERSPECTIVA FEMENINA
Día 3. Una recuperación original
Si has elegido los Doce Pasos como guía espiritual dedica algún En una recuperación afirma a la mujer se valora la voluntad.
que
tiempo cada día de esta semana a reflexionar sobre ellos desde tu Se nos anima a conocer nuestrapropia voluntad y a creer que es váli¬
perspectiva de mujer. da y operativa en el mundo. En lugar de rendirnos a un Poder Supe¬
rior fuera de nosotras recuperemos nuestros recursos naturales in¬
Día 1. La rendición a un Poder Superior ternos.
La virtud central de expresión de la recuperación que se
una

basa en la vergüenza es
la obediencia a un poder mayor que noso¬ ♦
Incluye la siguiente afirmación en tu oración y en tu meditación
tros mismos. Traspasársela es el término resumen de
que se suele em¬ hoy: «Valoro mi voluntad. Me determino a mí misma. No per¬
plear en las reuniones de los Doce Pasos para indicar la rendición mitiré que otros fijen los términos de mi camino de recuperación
que prescribe el Tercer Paso: «Tomamos la decisión de traspasar y diseñaré mi propia recuperación. No buscaré la salvación fuera
222 Un Dios que se parece a mi María: La Madre Virgen 223

de mí misma; nombraré mis propios dioses. Me dirigiré a las ricas ♦ «Ofrecí a mi


amiga la mejor dinámica sanadora cuando se estaba
fuentes de vida y creatividad que residen en mí. Evitaré depender recuperando de una operación. Ella denegó mis sugerencias. Me
de los expertos en recuperación y fijaré mi propio rumbo.» siento molesta e impotente ante su falta de disposición, de
apertu¬
ra y de receptividad hacia mis
sugerencias. Mi vida se vuelve in¬
Día 4. Redefinición de «traspasársela» gobernable cuando trato de imponerle mis soluciones.»
En una recuperación que la mujer redefinimos el con¬
afirma a ♦ «No puedo cambiar el hecho de que me siento herida
por una so¬
cepto de traspasársela para incluir toda una serie de posibilidades ciedad que idolatra a un Dios masculino y prefiere a los hombres.
nuevas. La mayoría de ellas implican salir de nuestra cabeza y de la El intenso proceso de socialización al que he visto sometida ha li¬
tendencia a discurrir sobre las cosas para encontrar el camino del co¬ siado mi vida y ha dado como resultado una serie de
comporta¬
razón y la sabiduría profunda. Añade tus propias alternativas a la lista mientos ineficaces que no favorecen mi
recuperación: delego en
que te ofrecemos a continuación y practícalas esta semana. los hombres, denigro mis cualidades femeninas y compito con las
mujeres.»
♦ Llevamos el problema al silencio de la oración y de la medita¬
ción. Dejamos de atacar nuestros problemas y en lugar de ello es¬ Día 6. Personalización del Paso 2
cuchamos la voz de nuestra sabiduría profunda. Personaliza el Paso 2; para ello relee los ejercicios de
recupera¬
♦ Jen se imagina que su preocupación es como una pizza a la que ción del capítulo 6. Allí se te ofreció una fórmula
para retrabajar el
da la vuelta para verla desde el otro lado y así poder considerar Paso 2 basándote en el Dios de tu comprensión.
toda una serie de opciones diferentes para tratar con ella.
♦ Dejamos el problema de la sabiduría de nuestro grupo
en manos ♦ «He llegado a creer que en la vida de cada persona opera una sa¬
de apoyo o círculo de espiritualidad de mujeres exponiéndolo en biduría profunda y, a medida que afirmo esta verdad, siento
que
una de las reuniones. acepto que lo cada
que persona elija respecto a tomar o dejar las
♦ Damos la vuelta a la dificultad habiéndole de ella a una amiga sugerencias que le hago es sagrado.»
sabia. Le invitamos ayudarnos a descubrir los
a recursos internos ♦ «Ele llegado a creer que en mí hay una sabiduría profunda que va
de que disponemos para enfrentar la situación. más allá de mis heridas y comportamientos ineficaces. Esta sabi¬
duría profunda me devolverá mi poder original: ya
no delegaré
Día 5. Personalización del Paso 1 en los hombres. Me devolverá a mi conexión
original: celebraré a
Cuando el Dios de nuestra comprensión infantil sigue dominan¬ las mujeres. Me devolverá mi Bondad
a Original: abrazaré los
do nuestra comprensión adulta, aceptamos los Doce Pasos tal como abundantes recursos que residen en mí.»
están escritos, pero, en una recuperación que afirma a la mujer, per¬
sonalizamos los primeros tres pasos para mostrar nuestra propia com¬ Día 7. Personalización del Paso 3

prensión de la recuperación y de la espiritualidad. Hoy comenzare¬ Sea cual sea la creencia


que has aceptado en el Paso 2, afectará a
mos por el Paso 1. tus decisiones en el Paso 3. Si crees en una comunidad de apoyo, le
Practica la personalización del Primer Paso basándote en una si¬ dedicarás tiempo para experimentar sus recursos sanadores. Si crees

tuación del pasado o en un asunto actual. Emplea la siguiente fórmu¬ que la intuición puede ser la luz que guíe tu vida, fomentarás su es¬
la: «No puedo cambiar el hecho: (Describe la situación, la herida o la cucha y actuarás según su guía.
persona). Mi vida está fuera de control: (Describe el hecho de que Personaliza el Paso 3 en base a lo que hayas llegado a creer y re-
está fuera de control).» También puedes trabajar creativamente el define el concepto de traspasársela para que se conforme a tus creen¬
Paso 1 inspirándote en ios ejemplos siguientes: cias y experiencia.
224 Un Dios que se parece a m!

♦ «Tras ofrecer ciertos mi amiga, no me


recursos a
preocuparé del íSapí+wlo
resultado. Remito a mi la sabiduría de su propio proceso.
amiga a
Elijo honrar y respetar su camino sagrado a cierta distancia.»
♦ «Me remito a los sabios recursos
disponibles en la comunidad de
mujeres para poder recuperar mi totalidad. Poco a poco voy eli¬
giendo comportamientos que afirman a la mujer. Paso algo de
tiempo cada semana con mujeres para escuchar sus palabras sa¬
nadoras y practicar nuevos comportamientos.»

J_a y\JiP\a IDivina

La historia

De la misma forma que ignoré mi infancia durante muchos


años, almacenando sus recuerdos en los lugares más
tados de mi mente, mi formación religiosa me había con¬
vencido de que las niñas no son importantes en el esquema general de
apar¬

las cosas. A medida que comencé a prestar oídos a mis recuerdos in¬
fantiles me entró curiosidad por cómo eran las niñas de mi pasado re¬
ligioso. Hasta ese momento ni siquiera había notado su ausencia.

¿Tuvo Jesús una niñera?

Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás


en tu seno

por nombre Jesús. El será grande y será llamado hijo del Altísimo.
Lucas 1:31-32

Busqué en mis recuerdos religiosos


pude recordar que se ce¬
y no
lebrase el nacimiento de ninguna niña en la Biblia ni en las escuelas
parroquiales de mi juventud. Acudieron rápidamente a mi mente los
226 Un Dios que se parece a mí
La Niña Divina 227

nacimientos de Juan el Bautista, de Moisés, de Caín y Abel, y de Je¬ tarcuidadosamente todos los listados, éste fue el inquietante fruto de
sús. Muchas tradiciones religiosas celebran los nacimientos y las in¬ mi trabajo: hija aparece 560 veces en la Biblia mientras que hijo apa¬
fancias de sus dioses salvadores. Krishna es el Niño Divino de los hin¬ 3.420 veces;
rece madre aparece 345 veces, mientras que padre apare¬
dúes; Jesús, el Niño Divino de la cristiandad. Desgraciadamente, no ce 1.685 ella aparece 760 veces y él 7.500 veces; suyo (de ella)
veces;
había ninguna niña cuyo nacimiento fuera anunciado y celebrado por
aparece 1.200 veces mientras que suyo (de él), 9.900 veces1.
ángeles, cuya venida mereciese visitantes reales y regalos preciosos, y Estaba muy claro que padres, hijos, ellos y suyo (de él) aparecían
en cuyo
honor la gente del mundo se reuniera para intercambiar anual¬ con mucha más frecuencia madres, hijas, ellas y suyo (de ella) en
que
mente su
generosidad. Por el contrario, a las hijas apenas se las men¬ las páginas de la Biblia que leí en mi adolescencia y juventud. Y las
cionaba: en las interminables historias familiares registradas en las Es¬ elecciones de palabras efectuadas por los traductores de la Biblia apo¬
crituras no hay sitio para las hijas ni para las madres. Los padres
yaban la exclusión de la niña de entre sus páginas. En pasajes tales
«engendraron» a sus hijos. como Juan 16:21, la palabra griega traducida como hombre en reali¬
En la Iglesia fundamentalista de mi adolescencia se me animaba a dad significa «ser humano» y hubiera sido traducida con más preci¬
leer la Biblia entera cada año. Cuando llegaba al Levítico, el libro que sión como niño1*.
delinea los deberes de los sacerdotes hebreos y los códigos de santi¬ En las versiones de la
nuevas Biblia, la elección de las palabras es
dad de la nación hebrea, me sobrecogía. En aquel libro había muchas más precisa: «Cuando una mujer está de parto siente dolor porque ha
cosas que no entendía y, lo que entendía, me atemorizaba. Escucha lo
llegado su hora; pero cuando da a luz a su niño, ya no se acuerda de la
que dice el Levítico 12:2-5 (la cursiva es mía):
angustia, por la alegría de que un niño ha nacido en el mundo.» Pero
en otras versiones la palabra está traducida incorrectamente: «La mu¬
Habla a los hijos de Israel
y diles: Cuando dé a luz una mujer y jer que está de parto sufre porque ha llegado su hora; pero cuando el
tenga un hijo será impura durante siete días; será impura como en el niño ha nacido, se olvida de la angustia en su alegría de que un hom¬
tiempo de su menstruaáón. El octavo día será circuncidado el hijo, bre ha nacido al mundo.»
pero ella quedará todavía en casa treinta y tres días en la sangre de Las palabras e imágenes de nuestra infancia quedan enterradas en
su purificación... Si da a luz a una hija, será
impura durante dos se¬ nuestros corazones. Convencen a la niña de su inferioridad, limitan
manas, como en el tiempo de su menstruación, y se quedará en casa sus sueños y la expresión de sus dones en el mundo.
durante sesenta y seis días en la sangre de su purificación.

La vergüenza de dar a luz a una niña requería una purificación el Nuestras heridas
doble de larga. Y la circuncisión, la señal del convenio de Dios con
el pueblo hebreo, excluía a las niñas enfatizando su diferencia e infe¬ Retenemos dentro de todos los
nosotras recuerdos, imágenes, pa¬
rioridad. Sin prepucio no podían participar en la ceremonia que daba
labras, sucesos y creencias formativas de la infancia. Nada se ha per¬
la entrada a la comunidad judía. Hasta mi joven mentalidad podía en¬ dido olvidado. Para
u
poder curarnos en el presente debemos recupe¬
tender que los hijos eran muy valiosos y que, cuando tuvo ocasión, historias de
rar nuestras sus escondrijos en el pasado personal y
¡Dios decidió tener un hijo y no una hija! religioso. En estas páginas, mujeres valientes dan voz a las experien-
Mientras estaba en el instituto compré un glosario que me per¬
mitía consultar cualquier palabra de la Biblia, encontrar un listado
1
de los versos bíblicos que la contenían, así como el número de veces James Strong, Strong's Exhaustive Concordance (Nashville, Tenn.: Abingdon,
1890).
que se empleaba. Años más tarde miré las palabras hija e hijo, madre 2
United Methodist Church, Words That Hurt, Words That Heal, pp. 9-10.
y padre, y los pronombres masculinos y femeninos. Después de con¬ *
De género neutro en el original inglés. (N. del T.)
228 Un Dios que se parece a mí La Niña Divina 229

cias infantiles que grabaron en ellas la impresión de ser inferiores por tulado «Cómo estafa las niñas la escuela». Contiene
se a en pruebas
ser niñas.
inquietantes de que «las niñas
están recibiendo la misma calidad,
no
ni incluso la misma cantidad, de educación que sus hermanos». Los
dos hallazgos principales del informe destacan el hecho de que las ni¬
Un mundo que los hombres ñas tienen oportunidades y reciben significativamente menos
prefiere a menos

atención de los profesores que los muchachos. Y algo más que no


Antes de nacer, sobre todo si se trata del primer descendiente, a debe sorprendernos: las contribuciones y experiencias de las mucha¬
la niña se le suele imaginar como un niño. Los libros
chas y mujeres siguen siendo marginalizadas e ignoradas en muchos
y los médicos se
refieren a ella como «él». Se fantasea pensando que el niño será hé¬ de los libros de texto empleados en las escuelas5.
Desde la infancia, los mensajes que hemos recibido de nuestra fa¬
roe, muy pocas veces seráheroína. La niña ya comienza la vida
una
con un nombreequivocado en las fantasías de sus padres. En la India milia, de la religión y de la sociedad nos han convencido de nuestra
inferioridad. Nacemos en un mundo que prefiere a los hombres y las
contemporánea la frase «que seas madre de cien hijos» es una bendi¬
historias que nos cuentan están diseñadas para enseñarnos nuestro lu¬
ción, además de un aviso a las mujeres de que deben producir hijos3.
Por tanto, no puede sorprendernos que en esta era tecnológica, en la gar secundario en la estructura de las cosas. Nosotras nunca podría¬
mos ser heroínas, nunca podríamos ser Dios. ¿A quién puede sor¬
que se puede saber el sexo del niño antes de nacer, los abortos basa¬
dos en la preferencia masculina ocurran a un ritmo alarmante en todo prenderle que —tal como lo exponen las revistas especializadas— la
tasa de depresión entre las mujeres sea el doble que entre los hom¬
el mundo4.
bres? Esta inquietante realidad de la vida de las mujeres, concluyen
Si la niña sobrevive al nacimiento,
rara vez se le acoge con tanta
los informes, es el resultado de lo que implica ser mujer en nuestra so¬
pompa y ceremonia al niño. Mientras trabajaba de capellán en
como
ciedad contemporánea. Entre las causas de la depresión se encuen¬
el Hospital Municipal de Boston, visité a una joven madre en la ma¬
tran factores tales como nuestra vulnerabilidad al abuso físico y se¬
ternidad. Estaba ansiosa por contarme su desesperación porque la re¬
cién nacida era niña: «Quería un niño. Recuerdo mi infancia: yo ser¬ xual, la discriminación, menor salario a igual trabajo, los cambios
hormonales y las relaciones maritales insatisfactorias6. La depresión
vía a mi padre y a mis hermanos. Servía sus cafés y les llevaba las
es un factor constante en la vida de muchas mujeres y
cervezas. No quiero es una de las
que mi hija se pase la vida sirviendo a los hom¬
bres. Los niños tienen más oportunidades en la vida. Ahora todo lo pruebas más evidentes de nuestras heridas.
Mientras Dios sea masculino y nuestras experiencias, contribu¬
que puedo hacer es esperar que encuentre a un buen hombre que la
ciones y preocupaciones sigan siendo marginalizadas o ignoradas por
mantenga y que no beba demasiado.»
una sociedad que prefiere
El resumen que hacía esta joven madre —«Los niños tienen más a los hombres, no tendremos el mismo ac¬
ceso a los
púlpitos y a los altares, a los tronos, consejos directivos y
oportunidades en la vida»—, basándose en su propia experiencia de mesas de negociación del mundo. Nuestras preocupaciones
haber crecido en los barrios de Boston, también es verdad respecto a por la sa¬
lud seguirán siendo ignoradas y nuestros cuerpos se considerarán
la educación que la niña recibirá. Este hecho está confirmado por un
«demasiado complicados» para ser incluidos en las investigaciones.
informe de la Asociación Americana de Universidades de Mujeres ti-

5
American Association of University Women, «How Schools Shortchange
3
Elizabeth Brumiller, May You Be the Mother of a Hundred Sons (Nueva York: Girls» (AAUW Educational Foundation and National Education Association,
Random House, 1990). 1992).
4
United Nations, The World's Women 1970-1990: Trends and Statistics (Nueva 6
American Psychological Association Task Forcé, Women and Depression
York: The United Nations, 1991), p. 11.
(Washington DC: American Psychological Association, 1989).
230 Un Dios que se parece a mí La Niña Divina 231

Una de cada cuatro de nosotras sufrirá abuso sexual a manos de su todo el día porque me estaba muriendo. Para desazón de mis pa¬
padre, sacerdote u otro adulto en quien confía antes de cumplir los dres, mehice más fuerte. Mi voz se volvió fuerte y sana. No morí.
dieciocho años. Tendremos el doble de posibilidades que nuestros Crecí sin haber sido deseada. Oí que mi madre hubiera deseado
hermanos de sufrir crisis depresivas y de que nuestra emergente autoes¬ que fuera chico y traté de agradarla actuando como un muchacho
tima seapisoteada antes de cumplir los doce años. Y, a nivel económi¬ y detestando todo lo que tenía que ver con ser chica. Mi entorno
co, no estaremos preparadas para llevar una vida independiente. Mien¬ familiar era amenazante y crecí despreciándome a mí misma.
tras la imagen del Dios que se parece a nosotras siga estando oscurecida Actualmente, y gracias a la tecnología, los padres coreanos sa¬
por la idolatría de Dios padre, éstas seguirán siendo las realidades de la ben el sexo del niño antes del nacimiento. Si el feto es niña se
vida de la niña. practica un aborto. El resultado es que acaba habiendo menos ni¬
ñas que niños en las escuelas elementales de Seúl, Corea. La prefe¬
Sentadas rencia social por los niños ha llevado a cometer delitos serios con¬
en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
das. Una tra las niñas. No se les acoge y tienen que enfrentar peligros
a una se van expresando desde el silencio de toda una vida:
mortales desde su concepción. Muchas se hacen prostitutas de
De niña entendí que mayores. A otras se les pide trabajar en las fábricas para sustentar
nunca tuviera que pensar en «lo que que¬
a sus familias y pagar las tasas universitarias de sus hermanos. Mu¬
ría ser de mayor».
Recuerdo unos deberes que tuvimos que hacer
chas recurren al servicio doméstico para mantener a un marido
en octavo describiendo el trabajo o profesión al que nos quería¬

mos dedicar.
Entregué los deberes, pero recuerdo que pensaba
borracho que las golpea y que golpea a sus hijos. A lo largo de sus
que aquello era irreal. Ser alguien en el mundo nunca fue una op¬
vidas, estas mujeres son traicionadas, violadas y acosadas por sus
hermanos y maridos.
ción. Hasta el día de hoy lucho con el dolor de no poder res¬

ponder a esa pregunta. Como ni en mi familia ni en la escuela Hee Soon


me tomaron en serio por ser niña,
tengo muchas dificultades
para tomarme en serio mis necesidades, sentimientos, habilidades
o talentos. El resultado es que arrastro mucho desprecio hacia mí
Imagínate sentada en un círculo con Ferrel y Hee Soon.
misma. Añade tu historia a las suyas.
Ferrel
♦ ¿Esperaban tus padres que fueras niño? ¿Preferían a un
Tengo cuatro cumpleaños. El primero es el verdadero día en niño? ¿Fueron tus hermanos acogidos con más pompa y

que nací. El segundo, mi fecha de nacimiento según el calendario ceremonia?


lunar, que es el que se usa en Corea, el país donde nací. El tercero ♦ Cuando profesora, me sorprendieron los nombres
era

es la fecha que quedó registrada en mi partida de nacimiento y el


que se daba las recién nacidas cuando eran el primer
a
cuarto es la fecha en la que yo, como adulta, he decidido celebrar descendiente. En los mismos nombres se expresa la ne¬
mi cumpleaños.
gación de su género y la preferencia por los muchachos.
¿Por qué es tan complicado este asunto de mi cumpleaños? La hija de Norman recibía el nombre de Norma. La hija
La respuesta es muy simple: siendo niña, no me dieron la bienve¬ de Elton recibía el nombre de Eltonette. A la hija de John
nida al mundo. Nací en algún momento de enero, pero mis pa¬ se la llamaba Johnetta. Piensa en el nombre que recibis¬

dres no registraron mi nacimiento hasta el 30 de junio. Me pusie¬ te. ¿Cuál es la historia de tu nombre?
ron sobre el estómago y
me abandonaron a mi suerte. Lloraba v y
232 Un Dios que se parece a mi La Niña Divina 233

tiempo, en fin, en el que las madres no tenían que pedir perdón por
Reflexiona: en una sociedad que prefiere a los hombres y tener hijas7.
adora a un Dios masculino se fomenta la educación de
Inspiradas por aquellos tiempos remotos, reivindicamos las gestas
los hijos mientras que en la de las hijas hay un gran vacío de nuestra historia personal. No hemos olvidado el pasado porque
hasta que se casan. Pregúntate: ¿Se te animó a desarrollar está en nosotras. Podemos pasear por él y curarnos en el presente.
tu capacidad intelectual? ¿Estuvo detenida tu educación Esta es la promesa de nuestra niña interna: curar nuestro presente. A
hasta el matrimonio? medida que el rostro de Dios va cambiando en nuestra experiencia,
De adulta, ¿delegas en los hombres? ¿Tienes un sentimiento ella se convierte en nuestra profesora y sanadora. Escuchamos sus re¬
de inferioridad permanente sean cuales sean tus logros? latos y aprendemos ternura y compasión. Descendemos a nuestras he¬
ridas y reconectamos con las raíces de nuestras peculiaridades y de
nuestra capacidad creativa. Honramos sus sentimientos y asumimos
nuestra propia humanidad. A medida que va emergiendo en el espa¬
Nuestra curación cio de seguridad que hemos diseñado para ella, su espontaneidad y
alegría potencian nuestra vocación. Al convertimos en su madre, pa¬
samos de odiarnos a amarnos y
Hemos reunido los fragmentos de nuestras historias personales a celebrar nuestra propia existencia.
que nos convencieron de que éramos inferiores por ser niñas. Ahora
recuperaremos algo más de la historia colectiva de las mujeres de los Recursos para la curación: una inmersión en las imágenes
márgenes de la religión y de la historia. Incorporando las imágenes que afirman a la mujer
curativas de un Dios que se parece a nosotras volveremos a narrar el
relato de la niña. Ella se convierte en una imagen curativa de lo divino A medida que iba reuniendo los fragmentos de la historia de la
en nosotras.
Inspirados por ella, integramos nuestra divinidad ori¬ niña de los lugares más remotos de mi pasado ignorado y de los már¬
ginal. genes de la historia religiosa busqué los relatos, canciones y afirmacio¬
nes que celebraban su existencia. A medida
que encontraba recursos
que me afirmaban como mujer, los fui empleando para ser la madre
Un tiempo que fue de mi niña interna y crear experiencias curativas que ofrecer en reti¬
ros, talleres y servicios religiosos.

Porque Dios Madre amó tanto al mundo que nos envió a la Cada experiencia curativa da una voz con la que expresarse a los
Niña Divina. Quienquiera que crea en Su bondad, escuche Su sa¬ fragmentos de nuestras historias: la oración se la da a nuestro espíritu,
biduría y celebre Su poder, será despertado a sus abundantes do¬ las imágenes y símbolos a nuestra imaginación, el movimiento a nues¬
nes
por ser un Niño de la Vida. tros cuerpos, el silencio
y la meditación a nuestra respiración, y el to¬
que curativo y la respuesta creativa a nuestras comunidades. Cada ex¬
Adaptado de Juan 3:16
periencia grita a través de los siglos: «Niña, te recordamos.» Cada
Se nos recuerdatiempo en el que Dios se parecía a nosotras.
un experiencia susurra en la profundidad de nuestra herida: «Niña, eres
Aprendemos de un tiempo en el que a la madre se le honraba por ser buena, eres fuerte, eres sagrada, eres sabia, eres total.»
la que da la vida, un tiempo en que la línea generacional se seguía a He incluido en este capítulo un ritual llamado «Celebración de la
través de la madre, un tiempo en el que los niños nacidos de la madre
eran legítimos
y respetables y recibía su nombre y estatus social. Un
'
Stone, When God Was a Woman, p. 60.
234 Un Dios que se parece a mí La Niña Divina 235

Niña Divina». Antes de presentar la totalidad del ritual tal como se con nosotras mismas. Nos rodeamos de música, imágenes, palabras y

celebra en los retiros o servicios sabáticos, paso a describir las herra¬ desafíos de mujeres. Buscamos comunidades espirituales que afirman
a la mujer en las que a la niña se le acoge con tanta pompa y ceremo¬
mientas empleadas:
nia como a su hermano; comunidades en las que su cuerpo y sus pro¬
♦ Un nuevo nacimiento: celebración cesos nole excluirán de participar en ceremonias religiosas, comuni¬
dades en las que estará rodeada por imágenes de un Dios que se
Mientras buscaba recursos curativos para la niña descubrí un parece a ella, en presencia de clérigas y sacerdotisas. En esta parte del
cuento celebraba el nacimiento de Cristo8. Lo reelabo-
medieval que ritual las mujeres comparten sus esperanzas para sus hijas y para sí
mismas.
ré para poder incluirlo en un ritual de renacimiento en el que el naci¬
miento de la niña es anunciado y celebrado por los ángeles. Nos reu¬
nimos en su honor para afirmar nuestra creencia en su bondad, para ♦ Las madres hablan
escuchar su sabiduría y celebrar su poder. Este relato puede emplear¬
se de diversas formas: los padres pueden usarlo como ritual para cele¬ Las palabras tienen un tremendo poder para herir y para sanar.
brar el nacimiento de sus hijas; las mujeres como ritual para asumir la La punzada de las palabras e imágenes de nuestra infancia contribu¬
maternidad de su niña interna; y también puede usarse como ritual yen a formar patrones limitantes y los comportamientos ineficaces

para celebrar comunitariamente a todas las niñas que en el mundo que nos llevan a la terapia, a la comunidad de recuperación o al círcu¬
han sido. lo de mujeres. A lo largo del libro hemos ido extrayendo estas pala¬
bras hirientes de nuestras historias, las hemos examinado y las hemos
♦ Una nueva canción: bienvenida dicho en voz alta en compañía de testigos amorosos. En este ritual
Eva, Lilit y María dicen palabras curativas a la niña. Sus afirmaciones
Micreatividad, largo tiempo olvidada, volvió a renacer cuando le dan la bienvenida, sus palabras amplían su visión, sus desafíos reco¬
nocen su verdad, sus presencias le devuelven la salud.
escuché las historias de la Niña Que Fui. La mirada amorosa de mi
atención penetró en el silencio de los años y devolvió la vida a los do¬
nes de la canción, la danza y la imagen. Inspirada por el nacimiento
♦ En alabanza de la niña
de mis ahijadas, Melanie Jane y Dylan, escribí mi primera canción,
En nuestro ritual incluimos collage de gratitud a la Niña Divi¬
Coge a la niña en brazos, que afirma mi amor y mi compromiso con un

ellas. Desde entonces ha sido empleada por los padres como canción na, que se ha convertido en la imagen curativa de lo divino en no¬
de bienvenida en las ceremonias de bautizo de sus hijas; también es sotras.

una herramienta empleada por las mujeres para asumir la maternidad

de su niña interna. Está dedicada a las niñas de todas las generacio¬


Ritual de celebración de la Niña Divina
nes, pasadas, presentes y futuras.

A continuación ofrecemos el guión completo del ritual llamado:


♦ Nueva maternidad: madres e hijas
«Celebración de la Niña Divina». Léelo como si fuera parte del texto,
tomando nota de los sentimientos y recuerdos que afloran a la super¬
A medida que vislumbramos el rostro femenino de Dios apren¬
ficie. Quizá más adelante quieras grabar partes del ritual con tu pro¬
demos nuevas formas de ejercerla maternidad con nuestras hijas y
pia voz para poder escucharlo a diario.
8
Theodore W. Kraus, Creation, enero-febrero de 1989, p. 27.
236 Un Dios que se parece a mí La Niña Divina 237

Invocación Danza y coro de voces:

«El nacimiento»
mujer ministro: Porque Dios Madre amó
al mundo que
tanto
nos envió a la Niña Divina. Quienquiera que crea en su bon¬
En esta hora todo está
tranquilo, el silencio y el recogimiento
dad, escuche su sabiduría y celebre su poder, será despertado
a sus abundantes dones por ser un Niño de la Vida. (Juan
son totales. Nos sobrecogidas por una gran maravilla y nos
vemos

mantenemos vigilantes, esperamos la llegada de la Niña Divina


3:16, adaptado).
Nace en la plenitud del tiempo y reluce como el sol, es brillan¬
te y hermosa. Contemplarla es un deleite. Su
Llamada a la adoración presencia es paz que
alivia al mundo entero. Las voces de muchos seres invisibles se re¬

mujer rabino: Venid y creamos. Venid y escuchemos. Venid y ce¬ gocijan con una sola voz: Ella ha llegado, la Niña Divina está entre
lebremos. La Niña Divina está dentro de nosotras. La Niña nosotros. (Córrase la voz entre la congregación: Ella ha llegado, la
Niña Divina está entre nosotros.)
Divina está en nosotras.
Atrévete. Inclínate y
mírala. Toca su rostro. Levántala en bra¬
zos con gran respeto. Mírala más de cerca. No hay mácula en ella.
Un nuevo nacimiento Tiene un aspecto espléndido (pausa para mirarla). Baila con ella
(pausa para bailar con ella).
las Ahora llega a un punto de quietud con ella. Se está riendo con
lectora 1: Honramos hijas de la historia cuyos nacimientos
a
una risa
muy alegre. Abre los ojos y te mira intencionadamente.
y logros no han sido reconocidos hasta ésta nuestra era. Hon¬
ramos a las hermanas anónimas de hermanos famosos, nacidas
(Pausa para mirarle a los ojos.) De repente, una gran luz sale de
sus ojos, como un relámpago. La luz entra en ti. Ella entra en ti.
en una sociedad que no reconocía su nacimiento. Llamad sus

nombres en voz alta. (Pausa mientras se dicen los nombres: Comienzas a vivir.
ha nacido.
¡La Niña Divina está entre noso¬
por ejemplo, «las hijas de María», «Malvena Reynolds», «Vir¬
tros! Nos ofrece dones de luz y curación. (Pausa para que se lea el
ginia Woolf», «Harriet Tubman»...)
nombre de cada mujer en la línea anterior; después de ello suena
un fuerte grito de ánimo para
lectora 2: Honramos a la Niña Que Fuimos, nacida en una so¬ celebrar su nacimiento.)
ciedad que prefiere a los hombres, una sociedad que a nivel
sacerdotisa (Adaptado de Canción de introducción de la Niña al
profundo y fundamental no honró su venida. Ella está en no¬
sotras. Pronunciad en alto vuestros nombres infantiles. (Pausa Cosmos, de los indios de las praderas): Sol, Luna, Estrellas, to¬
leen los nombres.) dos los que os movéis en el cielo, os pido que me escuchéis.
mientras se

Entre vosotros ha llegado una nueva vida. Vientos, Nubes,


lectora 3: Honramos a las niñas que están entre nosotras, a nues¬ Lluvias, Nieblas, todos vosotros que os movéis en el aire. Coli¬
nas, Valles, Ríos, Lagos, Árboles, Hierbas, todos los que estáis
tras hijas, nietas y sobrinas. Reconocemos y celebramos sus na¬
cimientos. Pronunciamos sus nombres en voz alta. (Pausa para sobre la tierra. Venid, venid todos. Dad vuestro consentimien¬
decir sus nombres). to, ¡os lo imploro! Haced que el camino de la niña sea suave.
Permitidle viajar más allá de las cuatro colinas, más allá de las
cuatro direcciones de la Rueda del Universo.
238 Un Dios que se parece a m1 La Niña Divina 239

Una nueva canción (Verso 5:) Atesora a la niña que vive entre nosotras.
Cuida de ella con la mejor voluntad, cada día de su vida.
MUJER MINISTRO: Y de repente apareció una multitud de seres ce¬
lestiales cantando Gloria a la Madre de Todos los Seres y a su (Verso 6:) Celebra a la niña nacida en todas las edades.
Hija. Ella traerá la paz e inspirará la buena voluntad entre la Ha venido a traernos la salvación y la gracia.
gente (Juan 2:13-14, adaptado).
Nuevas dotes maternales
LECTORA 1: Cantamos una canción de bienvenida
hijas de laa las
historia y a
las hermanas anónimas de hermanos famosos. Pro¬ Nuestras esperanzas y sueños para la niña que fuimos
nunciamos las palabras tiernas que no escucharon.
LECTORA 1: A medida que vislumbramos la cara femenina de
LECTORA 2: Cantamos una canción de bienvenida a la Niña Que Dios, aprendemos formas de ser nuestra propia madre.
nuevas
Fuimos. Pronunciamos las tiernas palabras que ella no es¬ Mientras lees las esperanzas y sueños compartidos por esta
cuchó. mujer, imagínate a la Niña Que Fuiste como una hija a la que
has elegido cuidar. Reflexiona sobre el tipo de tutela maternal
LECTORA 3: Cantamos una dar la bienvenida entre
canción para que le ofrecerías.
nosotras a las niñas, hijas, nietas y sobrinas. ¡Que
a nuestras

puedan oír palabras tiernas cada día! Si tuviera una niña pequeña...
Iríamos de aventura cada día, a la biblioteca y al museo, a las
Coro de voces: montañas y al mar. Fuéramos donde fuéramos, ella dispondría de
tres comidas diarias. Antes de cada comida reflexionaríamos sobre el

Coge a la Niña en brazos buen trato que nos damos mutuamente.


Estaría rodeada de amigos interesantes. Niños y adultos de dife¬
(Coro:) Coge la niña en tus brazos. Quiérela tiernamente.
a rentes colores, estilos de vida, acentos y creencias. Ella aprendería

Coge a la niña, dile que ella es importante para ti. que a todos nos sustenta de igualforma la gracia de la vida.
Nunca se quedaría con una niñera o niñero a menos que fuera
(Verso 1:) Dale la bienvenida alegría y grita: «Tu sitio está
con amiga nuestra y que en su compañía se sintiera cuidada y atendi¬
aquí, entre nosotras. ¡Estamos contentas de que estés viva!» da. Su habitación tendría muchas ventanas, siempre podría ver el
mundo exterior y toda la gente tendría que llamar antes de entrar.
(Verso 2:) Mírale. Bendice cada uno de sus movimientos. La rodearía de imágenes de mujeres para que estuviera orgulloso
Ella merece amor y bondad cada día de su vida. de su cuerpo. La rodearía de arte, música, poesía y libros sobre muje¬
res. En el mundo oiría hablar de los logros, las palabras, la música y

(Verso 3:) Rodéala de bondad, seguridad y risas. la historia de los hombres. Nuestro hogar sería un lugar en el que
Ella es la Niña Divina, llegada día entre nosotros.
este también se oirían y respetarían las voces de las mujeres. Le leería le¬
0
yendas de mujeres de todo el mundo, mujeres poderosas y compasi¬
(Verso 4:) Mírala de cerca, es inmaculada. vas
que no fueran víctimas.
Es un delicia que alivia al mundo con su paz.
240 Un Dios que se parece a mi La Niña Divina 241

Nuestras esperanzas y sueños para nuestras hijas Tus pensamientos son buenos. Piénsalos con orgullo.
Tus sentimientos son buenos. Siéntelos con orgullo.
lectora 2: A medida que vislumbramos el rostro femenino de Tu vida buena. Vívela
es con orgullo.
Dios aprendemos otro modo de ser madres de nuestras hijas. Permanece llena de ti misma. Jáctate de tu bondad.
Las rodeamos de música, imágenes, palabras y desafíos que Celebra los abundantes dones que posees por ser una Hija de la
afirman a la mujer. Buscamos comunidades religiosas que les Vida.
dan la bienvenida al nacer, comunidades que favorecen su
participación en rituales religiosos y rinden culto a las imáge¬ Lectora 2: Oye las palabras de Lilit, la Señora Divina. Díselas a
nes de un Dios que se parece a ellas. Mientras esta amiga y diario tu niña interna y díselas también a diario a tus
a
hijas,
compañera comparte sus esperanzas y los sueños que tiene nietas y sobrinas:
para su hija Carson reflexiona sobre la maternidad consciente
que deseas incorporar a tu vida familiar: Lilit (mujer rabino):
Tu cuerpo es fuerte. Muévelo con coraje.
Espero que le guste su nombre. Tus pensamientos son fuertes y crean un
impacto en los demás.
Espero que tenga amigas maravillosas. Exprésalos con coraje.
Espero que ame su cuerpo, que se deleite en su sexualidad y que cree Tus sentimientos son fuertes. Deben ser
compartidos.
su propia espiritualidad.
Exprésalos con coraje.
Espero que sienta su poder e integre su ira y creatividad. Tu vida es fuerte. No se caerá a trozos. Vívela coraje.
con

Espero que se adueñe de su inteligencia y acepte su belleza. Muévete, toma la iniciativa y actúa en tu propio nombre sin culpa
Espero que sienta el apoyo incondicional de sus padres. ni vergüenza.
Espero que se ría mucho, que no pare de bailar y que cante en voz Aférrate a tu poder, no permitas que otros lo aplasten.
alta. Aférrate a tu coraje, no dejes que otros te lo arrebaten con sus ser¬
Espero que se ponga a sí misma en primer lugar y que se quiera a sí mones.

misma tanto como yo la quiero, ¡porque eso sería una fuerza in¬ Aférrate a tu independencia, no dejes que otros te la quiten al pro¬
nombrable! vocar tu miedo.
Espero que el mundo cambie lo suficiente como para poder darle Niégate a las relaciones abusivas.
apoyo de todas estas maneras. Niégate al dolor y al sufrimiento.
Niégate a ser sometida y subordinada.
Hablan las Madres
lectora 3: Oye las palabras de María, la Madre Virgen. Díselas a
lectora 1: Escucha las palabras de Eva, la Madre de Todo Lo diario a tu niña interna y díselas también a diario a tus
hijas,
Vivo. Díselas a diario a tu niña interna. Díselas a diario a tus nietas y sobrinas:
hijas, nietas y sobrinas:
María (la sacerdotisa):
Eva (mujer ministro): Tu cuerpo es tuyo. No permitas que la sociedad lo deforme. No
Niégate a cargar en tu cuerpo con la vergüenza del hombre. permitas que nadie acceda a él sin tu permiso.
Niégate a cargar en tu vida con la impotencia de la mujer. Tus pensamientos son tuyos, no permitas
que los demás los mol¬
Tu cuerpo es bueno. Vívelo con orgullo. deen.
242 Un Dios que se parece a mí La Niña Divina 243

Tus sentimientos son tuyos, no permitas los expresen.


que otros do leer palabras me he sentido liberada de las capas de
estas

Tu vida tuya, no permitas que la conformen expectativas ajenas.


es vergüenza que me impedían creer que merezco recibir cosas
Sé la autora de tu propia vida, sin culpa ni vergüenza. buenas en mi vida. ¿Quieres decir que en realidad me merez¬
co mis dos preciosos hijos? ¡Sí! ¡Sí!
No vivas para agradar a los demás. Y mientras leía reflexio¬
naba sobre sus hermosos rostros: «Mírala de cerca. No hay en
Niégate a rendirte, excepto a tu yo más verdadero y a tu voz más
sabia. ella mancha alguna. Es un deleite», me he dado cuenta de
que espiritualmente yo también soy preciosa y estoy libre de
manchas. De hecho, soy perfecta. Ha sido un momento muy
curativo.
En alabanza de la niña
COLLEEN
lectora 1: Creemos collage de gratitud a la Niña Divina. He¬
un

mos
antiguas imágenes, permitiéndoles caer al sue¬
soltado las Celebro la Niña Divina que estoy redescubriendo dentro
lo y morir. Han nutrido el terreno y en él ha florecido un Dios de mí. Sus maravillosos rasgos no fueron apreciados cuando
nacido de nuestras experiencias de mujer. La Niña Divina se yo era niña, sino fueron ridiculizados y aplastados. Ahora
que
ha convertido en una imagen curativa de lo divino dentro de puedo amar y valorar su diversión, creatividad, picardía, opti¬
nosotras. (Da a cada mujer una oportunidad de expresar sus mismo, ligereza y también su risa. Ella quiere salir del escondi¬
alabanzas a la niña.) te. Yo le saco a bailar, a nadar, a ver a un terapeuta muy ama¬

ble y a cenar con unos amigos desenfadados. A ella le importa


la gente, de hecho agudiza mi deseo de aportar diversión y
Celebro la Niña Divina, que me ha enseñado el amor a
a

mí misma, la aceptación incondicional y me ha dado una com¬ chispa a la vida de los demás. A través de su alegría puede que
descubra mi justo medio de vida. Cada día le recuerdo que:
pañía permanente. Me ha enseñado a cuidar de mis necesida¬
des esenciales: comer, dormir y meditar. Ha abierto la posibili¬ «Eres lo suficientemente buena tal como eres, no tienes que ha¬

dad de que me permita experiencias placenteras en mi vida, cer nada.»

como el masaje, la
pedicura, el agua, el sol y el contacto físico. Emily
A través de ella estoyaprendiendo a amar y aceptar las mila¬
grosas funciones de mi cuerpo. Y también me ha enseñado lectora 2: Reunámonos en un círculo cerrado. (Pausa para
que tengo riquezas que ofrecer: mis pensamientos y senti¬ que las mujeres puedan reunirse.) Pronunciemos en voz alta
mientos, mi conciencia del presente, mi compasión y cuidado los nombres de las niñas de nuestras vidas. A medida que
de los demás, y mi deseo de hacer del mundo un lugar más pronunciamos nombres, elevamos nuestra plegaria para
sus
equilibrado para todos nosotros. He aprendido que soy valio¬ que puedan vislumbrar el rostro femenino de Dios y viajar
sa y muy deseable para mí misma y los demás, y me encanta.
por un camino menos tortuoso que el que hemos hecho no¬
Erin sotras hacia el amor y la confianza en sí mismas, y la celebra¬

ción de su poder en el mundo. (Pausa mientras se dicen los


nombres. Cuando se haga el silencio, acabar con las pala¬
Celebro a de bienvenida me
la Niña Divina, cuya canción
ha conmovido y bras «Id en paz.»)
curado. El pensamiento de que merezco
amor compasivo, seguridad y risas cada día de mi vida es un

concepto liberador. En los pocos segundos que me ha costa¬


244 Un Dios que se parece a mi La Niña Divina 245

Antes de seguir adelante, quédate un rato más en el capítulo 10. Llena tu hogar el día de hoy de palabras tiernas, fortalecedoras y afir¬
mantes.

¿UNA RESPUESTA BLASFEMA, HERÉTICA O CURATIVA?


Día 5: Nueva maternidad

Dedica tiempo cada día de esta semana a responder al ritual Si no tienes hijos, imagina que La Niña Que Fuiste es la hija que
«Celebración de la Niña Divina.» En ciertos ejercicios puede que de¬ has elegido cuidar voluntariamente. Reflexiona sobre esta nueva ma¬
sees conversar con tu Divina Niña interna. Imagina que te sientas con ternidad que quieres incorporar en tu vida y haz de ello una celebra¬
ella en vuestro lugar de encuentro. Dibuja o escribe tus respuestas a ción. Anota las esperanzas y sueños que tienes para tu hija imaginaria
las siguientes preguntas, ejercicios y reflexiones: y ofrécetelas a ti misma el día de hoy.

Día 1: Celebración de la Niña Divina Día 6: Una imagen curativa


Únete a Erin, Colleen Emily y escribe
y un himno de gratitud a la
Reflexionahay sobre tus reacciones al ritual «Celebración de la
Niña Divina». ¿Te agradó y te sentiste afirmada? ¿En qué momentos te
Niña Divina. ¿Qué dones te ha concedido?
sentiste incómoda? ¿Consideraste que las reelaboraciones de las es¬
Día 7: Gratitud por la Niña
crituras eran blasfemas y heréticas, o curativas?
Escribe un himno de gratitud a tus hijas, nietas y sobrinas. ¿Qué
dones has recibido de ellas? Comparte tu gratitud con ellas.
Día 2: Un nuevo nacimiento

Graba la parte que hemos llamado «El nacimiento». Escúchala


en tu espacio de meditación. Crea una representación sagrada para
entrar en la escena del nacimiento. Envuelve en una bufanda a una

muñeca muy a un animal de peluche o tu propia fotografía.


querida,
Desenvuélvela a medida que progrese la escena e imagina que es La
Niña Que Fuiste. Le estás permitiendo emerger: baila con ella, permi¬
te que te mire, celebra su emergencia con una fiesta.

Día 3: Una nueva canción


♦ Relee la canción Coge a la niña en brazos y escribe una afirma¬
ción destinada a ti misma con tu mano no dominante en respues¬
ta a cada verso. Exhibe estas afirmaciones en tu casa y en el tra¬
bajo. Repítetelas lo largo del día.
a
♦ Escribe un comprometiéndote a realizar al menos tres
contrato

acciones específicas para cuidar de ti misma el día de hoy. Fírma¬


lo y ponle la fecha.

Día 4: Nuevas palabras

Dirígete hoy hijas, nietas y sobrinas con palabras nuevas. In¬


a tus
corpora las palabras de Eva, Lilit y María en tu vocabulario maternal.
¿Sapítulo

11
La O ue Pe^mmó
su Sangre.
La historia

N LAS IGLESIAS de nuestra infancia no había sacramentos ni


rituales que celebraran el derramamiento mensual de nues¬
tra sangre, nuestra
sangre sagrada que contiene en sí misma
tanto la vida como la muerte. De adolescente
aprendí un himno:
«Hay un poder, poder, un poder maravilloso en la sangre del cordero.
Hay un poder, poder, un poder maravilloso en la preciosa sangre del
cordero.» Cantábamos muchas canciones sobre la sangre de Jesucris¬
to, el derramamiento de su sangre se consideraba de suprema impor¬
tancia. Las mujeres hemos estado derramando nuestra
sangre durante
siglos y, sin embargo, yo, de niña, no aprendí ninguna canción que ce¬
lebrara el derramamiento de mi hermosa y poderosa
sangre. Por el
contrario, el cuerpo femenino ha sido denigrado y se han establecido
una elaborada serie de tabúes alrededor de los
procesos naturales de
la niña: menstruación, embarazo y
menopausia.
248 Un Dios que se parece a mi La Que Derramó Su Sangre 249

Hay poder en la sangre que tenía nada había mejorado; el contrario, había ido a peor.
por
Ella oyó lo que decía la
gente sobre un gran Sanador, por eso
¿Quién puede lavar mis pecados? Nadie sino la sangre de Je¬ avanzó entre la multitud y tocó su
capa. Y la fuente de su sangre se
sús.¿Qué puede devolverme la totalidad? Nada sino la sangre de secó. Estaba curada.

Jesús.
El himno Mis profesores de la escuela parroquial me dijeron que aquella
baptista
mujer nohabía sido tocada en doce años. Cuando pregunté por qué,
me remitieron a los siguientes versos del Levítico:
vestido para ser monaguillo, ¿por qué
«Si tienes que ponerte un
no puedo serlo yo? De todos modos, a las niñas nos quedan mejor los
Cuando una
mujer tiene flujo menstrual estará en estado de
vestidos», esto es lo que le comenté al sacerdote que celebraba misa
en mi escuela elemental. «Dios es el padre. Dios es un hombre, queri¬
impureza durante siete días. Cualquiera que la toque estará impu¬
ro hasta la tarde. Todo lo
da, por eso sólo los niños y los hombres pueden acceder al altar», me que toque o sobre lo que se siente mien¬
tras esté impura será
explicó pacientemente. Años más tarde descubrí que la razón oficial impuro. Cualquiera que toque su cama lava¬
rá sus vestimentas, se bañará en
agua y será impuro hasta la tarde.
para excluirme del altar tenía que ver con los tabúes religiosos en re¬
(Levítico 15:19-21)
lación al cuerpo femenino.
El Diccionario Webster define tabú como: «Separado por estar
Durante doce años, mujer, considerada una enferma incura¬
esta
cargado con un poder sobrenatural peligroso; prohibido especial¬ ble
mente por ser inmoral o peligroso.» Mi cuerpo y sus procesos se con¬
y permanentemente impura, había estado exiliada de la comuni¬
dad humana. Su «estado de impureza» ensuciaba a
sideraban inmorales y peligrosos. El resultado es que se me conside¬ cualquiera que
entrara en contacto con ella
raba inadecuada para presidir rituales sagrados y tocar el cuerpo de y todo lo que tocaba. Dada la vergüenza y
la soledad de su aislamiento, no debe
Cristo. En el seminario leí la declaración del Vaticano de 1976 que de¬ sorprendernos que tuviera que
lineaba los argumentos en contra de la ordenación de las mujeres. gastar todos sus recursos para encontrar cura.
In¬
fluido por la biología aristotélica que contempla a la mujer como un
hombre mal engendrado, dicho documento dejaba claro que debe ha¬ Nuestras heridas
ber un parecido físico entre el sacerdote y Cristo1. Estaba claro que se
El primer pasode nuestra curación es expresar aquellas experien¬
me excluía de lo divino por ser mujer.
cias de pasado personal y religioso que depositaron en La
nuestro
A medida que el rostro de Dios fue
cambiando en mi experiencia Niña Que Fuimos la sensación de que en su
busqué en mis recuerdos religiosos imágenes de cuerpos de mujeres y cuerpo y en sus funciones
corporales había algo equivocado. Contaremos nuestras historias en
procesos naturales. Recuerdo una historia que me contaron en la es¬
cuela parroquial; se encuentra en Marcos 5: compañía de mujeres valerosas y, saliendo del aislamiento de toda una
vida, daremos los primeros pasos hacia la curación.
Entre ellos había una mujer que había estado sufriendo pérdi¬
das de sangre durante doce años. A pesar de los prolongados tra¬
Cuerpos liados
tamientos de muchos médicos en los que había gastado todo lo
Sea por la menstruación, el síndrome premenstrual o el emba¬
1
Véase Leonard Swidler and Arlene Swidler, eds., Women Priests: A Catholic
razo, las mujeres siempre estamos en un lío.
Commentary on the Vatican Declaration (Nueva York: Paulist Press, 1977). SUSAN
250 Un Dios que se parece a mi La Que Derramó Su Sangre 251

A resultas de los tabúes que femeninos


dejan de lado los procesos muy claro que nuestro periodo debía permanecer oculto a familiares
considerándolos peligrosos e inmorales, la niña adquiere la sensación y amigos. A diferencia de nuestras hermanas de Europa Oriental, éra¬
de que algo anda mal en su cuerpo y sus funciones. Se ve acompañada mos bombardeadas
por anuncios de una gran variedad de productos
durante toda su vida por una sensación de impureza. No podemos que prometían ocultar «todo el lío» de nuestra sangre de la vista pú¬

imaginar a un Dios que sangre como nosotras. Estas actitudes no son blica y disfrazar nuestros «desagradables» olores.
reliquias de un pasado lejano, sino que continúan afectando a las vi¬ Estos -mensajes nos convencieron de que la verdadera liberación
das de las mujeres actualmente. Considera estos hechos y reflexiona: femenina vendría de la ocultación de cualquier prueba de que somos
mujeres, exceptuando todo lo que potenciase nuestra deseabilidad
♦ En el Israelcontemporáneo, la mujer que desea casarse legalmen¬ para los hombres. Los anuncios parecían indicar que si usábamos
te debe presentarse ante el rabino jefe y declarar en qué fecha esos productos en cantidad suficiente
podríamos vivir como si no fué¬
tuvo su último periodo. La fecha de la boda se fijará de a acuerdo ramos mujeres. Lo más
inquietante de todo es que no se nos llamaba
esta información para asegurarse de que no entre en el matrimo¬ la atención respecto a los peligros de dichos productos. Sus efectos
nio estando «impura»2. secundarios, potencialmente letales, no se consideraban tan graves
♦ Karen escribe sus observaciones mientras estaba en Bali, durante como el desorden de la menstruación
que debían eliminar.
un viaje realizó al cumplir los treinta años: «Me sorprendió
que Liz escribe: «Comencé a tener el periodo a los diez años. Me sen¬
ver carteles en inglés colgados en todos los templos advirtiendo tía avergonzada e intentaba ocultar todo lo que tuviera que ver con
de que a las mujeres que tuvieran la menstruación no se les permi¬ ello. Recibí muy pocas explicaciones. Mi madre consideraba la mens¬
tía el acceso. En su cultura no son sólo las mujeres menstruantes truación como "una inconveniencia que producía
grandes coladas",
las que quedan excluidas de los templos sino cualquiera que esté "un error" con el que teníamos que lidiar y "una maldición". Yo no
sangrando abiertamente. No quieren sangre en sus templos. Pen¬ tenía la sensación de que era un proceso que nos da vida.»
¿Nos ex¬
sé que era terriblemente injusto que en una sociedad tan religiosa traña que no podamos imaginarnos a un Dios que
sangre y sienta ca¬
a las mujeres no se les permitiera entrar en los templos debido ex¬ lambres y que tenga que hacer todas las coladas asociadas con la
clusivamente a sus funciones biológicas.» menstruación? Un Dios así es inimaginable a causa del sentido de in¬
♦ Una mujer de Europa del Este aportó un punto de vista que afir¬ ferioridad que hemos interiorizado.
ma a la mujer durante una discusión sobre la caída del comunis¬

mo. Ella argumentaba que una de las razones por las que había Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
caído era que no se habían dedicado los recursos necesarios para das. Una a una se expresan tras el silencio de toda una vida:
proveer a la mujeres de compresas sanitarias. Los arquitectos del
comunismo eran hombres y las prioridades estaban dictadas por
Los periodos siempre han sido una maldición. Los he detesta¬
las experiencias masculinas. Los dioses masculinos de la nación do excepto cuando estaba preocupada por la posibilidad de que¬
no sangraban mensualmente. Esta realidad esencial en la vida de
darme embarazada. Ésas son las únicas veces en que los he agrade¬
las mujeres era periférica para las preocupaciones masculinas.
cido. Espero con impaciencia al tiempo en que dejaré de tenerlos,
pero entonces tendré que enfrentarme a la menopausia. Siempre
Aunque en las iglesias de nuestra infancia no había carteles que detesto estar donde estoy y quiero estar en otro lugar, lo cual tam¬
nos excluyeran de asistir, los mensajes sutiles que recibíamos dejaban bién detesto.

Erin
2
Adrienne Rich, Of Woman Born (Nueva York: W. W. Norton and Company,
1986), p. 106.
252 Un Dios que se parece a mí La Que Derramó Su Sangre 253

Estaba preparada para el periodo porque mi madre me había


hablado de ello mucho tiempo antes. Me dio el tipo de informa¬ Reflexiona sobre las actitudes de tu madre
y tu padre, de
ción práctica necesitaba saber. Sin embargo, en algún momen¬
que tushermanas y hermanos, y de tus compañeros de clase
to la menstruaciónse convirtió en algo que nosotras las mujeres en relación a la menstruación. Reflexiona sobre las imá¬
teníamos que mantener en privado, un secreto del que no podía¬ genes de la cultura en lo concerniente a la
menstruación
mos hablar con los chicos o con hombres, una carga que debíamos tal como se presentan en la televisión, en anuncios, pelí¬
llevar solas. culas y carteles.
secretos que rodeaban la menstruación me hicieron
Todos los ¿Puedes imaginar a un Dios que sangre y tenga calam¬
daño y aplastaron mi alegría infantil anterior. Para cuando tenía bres como tú?
doce años había dejado entrar buena parte de esta «energía de
aplastamiento» en mí y en ese proceso renuncié a la alegría que me
producía mi cuerpo.
Nuestros complicados cuerpos
colleen

He batallado el odio y
de mi próximo periodo, mi madre me preparó una
A la espera
con
la duda hacia mí misma durante
toda mi vida. He
caja en la que había compresas, fajas y folletos informativos. Den¬ negado mi yofemenino, mi cuerpo y sus cualida¬
des. Siempre hay una sensación de vergüenza pegada al hecho de
tro encontré un libro que sugería que si sentías vergüenza al com¬
ser mujer.
prar compresas y no podías encontrarlas en el estante podías ir al
dependiente y pedírselas de tal forma que cualquiera que te oyera Sandi
casualmente entendiera otra cosa. Recibí el mensaje de que es algo
sobre lo que no se habla. Como resultado de estar inmersas las
palabras e imágenes ex¬
en

El periodo me produjo calambres horribles y debilitantes. Su¬ clusivamente masculinas empleadas referirse a Dios en las histo¬
para
fría en soledad y estaba segura de que aquello era un castigo. Sen¬ rias y mitos religiosos que habitan nuestra
imaginación desde la infancia,
la niña tiene la sensación de
tía tanto odio por mí misma que me golpeaba, porque el dolor y la que hay algo equivocado en su cuerpo.
Ella no se parece a Dios; ella es
miseria que todo aquello me producía me volvía loca. Aprendí diferente, tiene algún defecto. Las he¬
ridas de la mujer suelen reflejarse en su
muy bien que una buena mujer oculta su disgusto para que nadie cuerpo, que lleva las cicatrices
relación al del intenso odio que siente
se vea afectado. La sensación de suciedad en cuerpo por sí misma. Algunas se sienten avergon¬
zadas por sus pechos, muslos y curvas
me ha creado una gran paranoia. Durante buena parte de mi vida y pasan hambre hasta borrar
relación. toda redondez. Tratan de
no me sentía merecedora de una parecerse a muchachos adolescentes. A
otras les cría como objetos sexuales dedican descomunales canti¬
se
joyce y
dades de tiempo y dinero a retorcer sus
cuerpos, cambiar el color de
\
su
pelo, sus narices y sus pechos para integrarse en formas sexuales
Imagínate sentada en un círculo con Liz, Erin, Colleen y que sean aceptables para la cultura.
Joyce. Añade tu historia a las suyas. Desesperadas, las mujeres se preguntan: «¿Por qué los hombres
se
despiertan por la mañana y no necesitan nada más? ¿Por qué noso¬
tras al
♦ Describe tu primera experiencia menstrual. ¿Estabas pre¬ despertar debemos, como mínimo, maquillarnos, adornar
parada? ¿A quién nuestros cuerpos y cubrir nuestros olores
se lo dijiste? ■ y redondeces, aunque ni así
sea suficiente?»
Un Dios que se parece a m! La Que Derramó Su Sangre
254 255

Una participante en un grupo de espiritualidad comenta sobre que iba al ginecólogo. Algo dentro de mí me pide salir corriendo,
una de las complicaciones de tener un cuerpo femenino. Su reflexión pero me siento petrificada ante la posibilidad de probar otra cosa,
como acudir a una
es muy práctica y personal, y ha tenido eco en los escritos de muchas ginecóloga. Antes de entrar en la adolescencia se
me enseñó
otras mujeres: «Llevo sujetador no porque lo necesite, sino porque que los hombres son los expertos en los problemas de las

me he adaptado a las expectativas sociales y no quiero que la gente


mujeres. Incluso mientras escribo estas palabras veo lo ridículo que
me mire por no llevarlo. La mujer no puede aceptar su cuerpo tal
suena.»

como es. Por un lado me encanta y por el otro me siento extraña con

él y tengo un conflicto tremendo cada mañana para vestirme. No pue¬ Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
do ponerme nada demasiado pegado porque los hombres reacciona¬ das. Una a una se expresan desde el silencio de toda una vida:
rían a mí como objeto sexual y no como a una mujer inteligente. Ser
mujer es un asunto complicado en nuestra sociedad.» ¿Quién puede No he desarrollado una relación con mis
procesos femeninos
sorprenderse de que las mujeres no sean capaces de imaginarse a un naturales. Mi mayor herida es la alienación de mi
cuerpo, inclu¬
Dios con un cuerpo tan complicado como el suyo? yendo la menstruación y el parto. Nunca he considerado seria¬
Como resultado de la inmersión de nuestra cultura en las pala¬ mente la posibilidad de dar a luz a mi
propio hijo. La única vez
bras imágenes exclusivamente masculinas empleadas para referirse
e que estuve embarazada, a los veintinueve años, aborté. Privada de
a en los relatos y mitos religiosos que han ocupado nuestra ima¬
Dios nutrir a mis propios hijos biológicos, orienté estas necesidades ha¬

ginación social, las preocupaciones de las mujeres con la salud han cia comportamientos
codependientes con mi familia y amigos.
sido ignoradas constantemente por el estamento médico. Histórica¬ Ser madre natural nunca tuvo valor
para mí hasta ahora, que
mente se ha considerado que nuestros cuerpos eran demasiado com¬
estoy cerca de la menopausia. Integrar el hecho de que no voy a
plicados para participar en investigaciones dentro del campo de la sa¬ tener hijos ha sido doloroso. Para no ser considerada
una débil
lud. En un mundo que prefiere a los hombres, se emplean órganos de mujer dependiente sentí que tenía que dejar mi marca en el mun¬
cuerpos masculinos para investigar y producir drogas eficaces, así do a cualquier precio. Finalmente, este
empeño se volvió tan vacío
como procedimientos e instrumentación tecnológicamente sofistica¬
que tuve una crisis. Ahora que me estoy curando y estoy aceptan¬
dos. El cuerpo masculino, creado a imagen de Dios, es de más valor do mis procesos femeninos quiero una nueva relación con mi
que el femenino. La medicina moderna puede prescindir de los órga¬ cuerpo.
nos reproductivos y de los pechos de la mujer.
Hallie
Nuestra educación nos convence de que no podemos entender
nuestros complicados cuerpos, sólo los hombres tienen la habilidad y
Mi familia de origen me transmitió una sensación de disgusto
la inteligencia necesarias para ser expertos en cuerpos de mujeres,
respecto a mis funciones corporales. Aprendí a ocultar a muy tem¬
particularmente en ginecología y obstetricia, dos áreas en las que
prana edad cualquier cosa que tuviera que ver con mi cuerpo. No
nunca experimentarán de primera mano la realidad de ser mujer. El

ochenta por ciento de los ginecólogos son hombres3. Un tema re¬ quería que nadie supiera que tenía que ir al baño, que tenía dema¬
siado calor o demasiado frío, o incluso
currente en los escritos de las mujeres es la incomodidad que sienten que tenía sed. Se me ense¬
ñó a soportar la incomodidad física
cuando se ponen en manos de los ginecólogos. Jen escribe sobre su y a no hablar de ello.

experiencia: «Desde la adolescencia me he sentido abusada cada vez Aprendí que si molestaba a alguien estaba siendo traviesa, por
eso
que no tenía derecho a expresar mis necesidades. Finalmente,
perdí el sentido de mis necesidades. Todavía sigo ocultando el he¬
'John M. Smith, Women and Doctors (Nueva York: The Atlantic Monthly cho de tener que ir al baño. No me gusta mostrar mi
Press, 1992), p. 2. cuerpo. Me
La Que Derramó Su Sangre 257
256 Un Dios que se parece a mí
sensación de suciedad de una mujer queda acentuada
por la calidad
avergüenzo si alguien me ve en traje de baño, por eso apenas voy a del toque que
nadar.
recibió o dejó de recibir en su hogar cuando era niña.
LlZ Cuando muchas de nosotras estábamos creciendo sólo se nos to¬

caba para disciplinamos con tortas en la cara o azotes. Crecimos sin


caricias ni toques afectuosos. Nancy escribe: «No recuerdo que
mis
padres me tocaran cuando era niña excepto para disciplinarme. Re¬
Imagínate sentada en un círculo con Hallie y Liz. Añade tu cuerdo que mi madre me tomó la mano cuando era adolescente, pero
historia a las suyas. como aquello era tan poco natural —casi me muero de
vergüenza y
de lo tiesa que me quedé— la soltó.»
♦ ¿Qué se te enseñó de niña sobre tu cuerpo y sus pro¬ Incluso para las que fueron tocadas afectuosamente por sus pa¬
cesos?
dres, el toque raras veces se extendía más allá de la primera infancia.
♦ ¿Has tenido problemas con los médicos? ¿Cómo te han A medida que la niña madura y sale del estado infantil, sus padres se
hecho sentir esos problemas respecto a tu cuerpo y tu de¬ sienten incómodos con su desarrollo corporal y la mayor parte del
recho la salud?
a
contacto físico se detiene abruptamente. Ella crea historias
para dar
♦ Haz una lista de los aspectos por los que tu cuerpo de sentido a esta retirada del afecto. Está convencida de que se debe a
mujer es complicado o problemático. que es sucia, a que huele y es fea, y a que sus pechos, el vello púbico y
♦ ¿Cómo se han reflejado tus heridas en tu cuerpo? las nuevas sensaciones que experimenta en los genitales la hacen into¬
♦ ¿Has conformado tu cuerpo a una forma sexualmente cable para sus padres. (En el capítulo siguiente veremos cómo el to¬
aceptable en tu cultura? que incestuoso de uno de los padres agrava la vergüenza que ya se
♦ ¿Puedes imaginarte a un Dios con un cuerpo problemáti¬ está enraizando en el cuerpo y en la vida de la joven.)
co como el tuyo?
Interiorizamos la denigración que hace la cultura de nuestros
procesos femeninos y nos volvemos intocables para nosotras mismas.
Las palabras de Susan encuentran eco en muchas historias de muje¬
res: «No estaba bien que me tocara mi propio
cuerpo. No me lo miré
Nuestros cuerpos intocables ni me lo toqué hasta que nació mi primer hijo.»

En cuanto dejé de ser una «niña bonita», todo contacto físico Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
se detuvo. das. Una a una se expresan desde el silencio de toda una vida:
LlZ

Mi madre nunca me abrazó ni me besó


espontáneamente. Me
El contacto físico, recibir toques o caricias, es necesario para te¬ sentía muy feliz cuando estaba enferma porque entonces me toca¬
ner un desarrollo saludable. Cuando estamos en el útero de nuestra ba la frente para sentir si tenía fiebre. Actualmente mi necesidad
madre, su alivia y conforta. Las contracciones de nues¬
contacto nos de ser tocada es mayor que mi necesidad de sexo. Nunca tengo
tra madre facilitan nuestro viaje a través del canal natal mientras su bastante y, sin embargo, el toque no me es familiar. Me perdono
cuerpo empuja, tira y nos abraza dándonos la bienvenida a la vida. por aceptar el sexo cuando en realidad lo que necesitaba era ser
Tras la experiencia de «los niños de las inclusas», que murieron por acariciada y abrazada.
falta de contacto físico, ha quedado muy claro que éste es mucho más
Karen H.
importante para la supervivencia que la esterilidad del entorno. La
258 Un Dios que se parece a mí La Que Derramó Su Sangre 259

Mi padre nunca me tocó después de los cinco años. Se sentía piran aquellos tiempos en los que Dios sangraba como nosotras. La
muy incómodo con mi desarrollo durante la pubertad. Y, sin em¬ Que Derrama Su Sangre se convierte en una imagen curativa de lo di¬
bargo, permanecía atento a mí de una manera extraña. Según él, al vino en nosotras, en su presencia entramos en
complicidad amorosa
ser niña, lo único que tenía a mi favor era mi apariencia, por eso con nuestros
cuerpos y participamos en una comunidad de apoyo con
periódicamente insistía en que me pusiera frente a él para que ins¬ otras mujeres valientes.

peccionara mi peso. Revisaba si ciertas partes de mi cuerpo se to¬


caban. Si algo se tocaba —pantorrillas o muslos— estaba «gorda»
y entonces me animaba a andar más en bicicleta y a comer menos. Un tiempo que fue
De niña me encantaba estar enferma porque perdía peso y

adelgazaba mis puntos «gordos». Actualmente, cuando me peso, ahora necesitamos a un dios que sangre
la imagen de las partes «que se tocan» vuelve a mí. Me inspeccio¬
y cuyas heridas no sean el fin de nada
no como solía hacerlo mi padre. Hasta el día de hoy el primer co¬

mentario de mi padre cuando le visito tiene que ver con mi apa¬ Ntozake shange, A Daughter's Geography
riencia. Todavía me inspecciona y dice: «Estas delgada» o «has
Siendo ya adulta, reflexioné sobre la historia de La Que Derramó
ganado algo de peso».
Irene Su Sangre descrita en el Evangelio de Marcos, dentro del Nuevo Tes¬
tamento. Fui recuperando fragmentos del relato de entre mis recuer¬
dos infantiles. En esta historia la hemorroísa no tiene
voz, no se men¬
ciona su nombre. Su relato sólo pervivió por tener relación con otra
Imagínate sentada en un círculo con Karen e Irene. Añade tu historia más importante, la del Sanador. Traté de imaginar sus senti¬
historia a las suyas.
mientos y los detalles de su vida. Durante doce años no había sido to¬
cada ni abrazada, nadie la visitaba. Sus muebles y su cama se consi¬
♦ Recuerda las veces que tetocaban de niña. ¿Qué cuali¬ deraban impuros. No se presentaba en lugares públicos y no se le
dad tenían los toques? ¿Eran afectuosos, disciplinarios, permitía la sinagoga. Su presencia
rezar en se consideraba contami¬
funcionales? nante.
♦ ¿Cuándo dejaron de tocarte con afecto en tu familia? Permití que su dolor el mío. Durante la
tocara mayor parte de mi
♦ ¿Te has vuelto intocable para ti misma? vida me he sentido intocable para mí misma y para los demás. Un velo
♦ Pon atención en ios toques que recibes esta semana. ¿Si¬ de vergüenza me separaba de la comunidad humana. A veces anhela¬
gues careciendo de suficiente contacto físico? ba reconectar y buscaba una comprensión mágica o un tratamiento
que exorcizara esa parte defectuosa de mí. Pero otras veces mi ver¬
güenza era como una cobertura protectora y cálida, me ocultaba tras
ella para que nadie despertara mis recuerdos infantiles del corte de la
Nuestra curación conexión y del toque incestuoso.
Fue en los círculos de mujeres
donde mis memorias infantiles se
Nuestro primerhacia la curación ha sido expresar las expe¬
paso vieron obligadas a salir de su escondrijo y fue también en los círculos
de niñas nos produjeron la sensación de que
riencias infantiles que de mujeres donde pude lavar mi vergüenza. Me preguntaba
si los
algo andaba mal con nuestro cuerpo y sus funciones. Ahora entrare¬ hombres que escribieron la historia de La Que Derrama Su Sangre
mos valientemente en las heramientas de transformación que nos ins¬ habrían prestado atención a las mujeres de su vida. ¿Les visitaría ella
260 Un Dios que se parece a mI La Que Derramó Su Sangre 261

Me llena
en ¿Se contarían mutuamente historias ya avanzada la noche,
secreto? con su
calidez, se ha convertido en mi amiga.
bajo las estrellas? Cubro mi cuerpo. Lo observo crecer.
Reuní imágenes del principio mismo que afirman a la mujer, imᬠNingún toque penetrará la impureza de mi sangre.
Mis
genes de cuando Dios era mujer y sangraba como nosotras. Aprendí
manos están cansadas de esconder mi
vergüenza... oculta.
de las antiguas mujeres que no pedían perdón por sangrar. Leí sobre
los antiguos caminos que consideraban que la sangre de la mujer era Me levanto y salgo a la noche.
En su oscuridad mis ojos y mis manos
sagrada por fluir en armonía con la luna. Me contaron antiguas creen¬ descansan.
cias que celebraban a la Gran Madre, cuya «sangre-lunar» se espesa¬ La luna me llama.
ba dentro de ella y después se derramaba para crear todo lo que es4.
Me habla de un tiempo en el que la
Entretejí las imágenes curativas del principio mismo, los fragmentos sangre de la mujer era sa¬
olvidados del relato de La Que Derramó Su Sangre y mi propia histo¬ grada. No había separaciones vergonzosas. Me habla de un tiem¬
ria en una obra de teatro. po en el que se honraba el cuerpo de la mujer y no había
toques
En nombre de Eva, Lilit y María, nuestras Madres Míticas, pedi¬ dolorosos.
mos a La Que Derramó Su Sangre que rompa los confines de la in¬
La luna habla de las antiguas mujeres
terpretación religiosa tradicional. Le pedimos que relate su propia me
que no pedían
historia. Entra en este fragmento de lo olvidado e integra su historia perdón por sangrar, de antiguos tiempos
los que el color de
en
la tuya. la realeza era el color vino —rojo
en oscuro— de nuestra preciosa
sangre, de los antiguos caminos que consideraban que la sangre
era algo imponente
porque había sido derramada sin dolor.
Un encuentro con La Que Derramó su Sangre: Aprendo de las antiguas creencias que celebraban a la Gran
baño de luna Madre, cuya «sangre lunar» se derramaba para crear Todo Lo
Que Es.
Anhelante...
Las la distancia, las observo. Con los ojos cerrados, me encuentro en un claro iluminado
veo en

Se visitan en sus casas, conversan en las plazas públicas. con mujeres de todas las edades. Su canción me llama: «Tú, la que
estás aparte, acércate. Tú, la que estás
Se tocan y se hablan, comen, aman y viven juntas. lejos del contacto, acérca¬
te.» No me tiran
Las veo adistancia, las observo vivir sus días. piedras; por el contrario, me ofrecen flores y su
Están en un claro iluminado, escuchando palabras curativas. toque luminoso me cura. Me cantan: «Es correcto y bueno que
seas hermosa
y plena.»
Hanpasado doce años. Anhelo acercarme.
Tengo los ojos cansados de observarlas a distancia... anhelante.
Juntas nos bañamos en la luz de la luna.
Bailamos juntas.
Ocultándome...
Mientras bailo, voy dejando atrás la vergüenza.
Ocultándome de un toque doloroso que ocurrió hace ya mucho
Estoy limpia de mi vergüenza a la luz de la luna.
tiempo.
Mi sangre hace que me sienta segura.

4
Véase Walker, The Woman's Encyclopedia of Myths and Secrets, pp. 635-645.
262 Un Dios que se parece a mí
La Que Derramó Su Sangre 263

Inspirada porel círculo de mujeres, camina valientemente entre la


Imagínate sentada en un claro de luna con La Que Derramó multitud y toca la capa del Sanador. Éste era un acto prohibido, una
Su Sangre dentro de un círculo con mujeres de todas las
mujer impura había tocado al Rabino.
edades. Nuestra curación y crecimiento personal se aceleran tremenda¬
mente cuando nos abrimos al
apoyo, a la comprensión y a la fuerza
Integra su dolor en tu propia historia disponibles en una comunidad de mujeres. En un principio las muje¬
♦ ¿Qué anhelas? res tienden a ser suspicaces
unas con otras: arrastramos con nosotras
♦ ¿De qué te ocultas? toda un vida de actitudes y miedos diseñados para mantenernos
sepa¬
♦ Describe tu propio «velo de vergüenza». ¿Cómo te ha se¬ radas.
parado de la comunidad humana? Colleen describe el miedo que la llevó al
grupo de espiritualidad
♦ ¿Hasta dónde has ¡do para encontrar una cura? Haz una femenina: «Se me educó
para competir con la mujeres. En el pasado
lista de todas las «curas» que has probado. he sentido unos celos tremendos y nosé cómo liberarme de ellos. En
esencia, temo que nuestra cercanía viole el principio de que debo
Integra su curación en tu propia historia competir con las mujeres. Tengo miedo a que si me acerco demasiado
a ellas me sentiré atraída,
y entonces surge mi fobia al lesbianismo.
♦ ¿En qué sentido te resulta curativa la verdad del pasado, Necesito curar en profundidad mi relación con las mujeres.»
cuando se honraba el cuerpo de la mujer y su sangre se La competencia entre mujeres está vinculada al entramado de re¬
consideraba sagrada? laciones de una sociedad que prefiere a los hombres. Competimos
♦ Haz una lista de ios recursos que has empleado para la¬ por la atención de los dioses. En algún momento de nuestro trabajo
var tu vergüenza. compartido pido a las mujeres que hagan inventario de sus actitudes y
♦ Reflexiona sobre las mujeres que han sido una presencia comportamientos competitivos hacia otras mujeres. El ejercicio con¬
curativa en tu vida. ¿Cómo consideraban sus cuerpos y siste en reconocer de qué mujeres se han sentido celosas, han dicho
sus procesos? ¿Qué nuevas perspectivas te han abierto? chismes, a qué mujeres han insultado y con cuáles han competido por
la atención de un hombre. Las
participantes describen sus comporta¬
mientos y después buscan detrás de ellos las motivaciones
subyacen¬
tes. ¿Era su inseguridad
respecto a su cuerpo y apariencia? ¿Se trata¬
ba de ira, miedo o desprecio no expresados?
Una comunidad curativa
Con el tiempo, a medida que las mujeres comienzan a compartir
sus experiencias
comunes, su fuerza y su esperanza, estos comporta¬
Hay un río de pájaros que está emigrando. Una nación de mu¬
mientos ineficaces empiezan a disolverse. Por primera vez en su
jeres con alas. vida,
las mujeres empiezan a confiar en otras mujeres, a conocerlas
Libana y a de¬
jarse conocer, y a relajarse en su presencia. La mayoría sólo se habían
identificado con su feminidad a través del toque, de la activación y de
En nuestra reelaboración del relato, La Que Derramó Su Sangre la excitación que les producen los hombres. No sabían
que podían
encuentra la curación en la comunidad de mujeres. En ella se le ofre¬ experimentar lo que es ser una mujer en compañía de otras mujeres.
ce un seguro en el que derramar sus lágrimas de toda una vida
espacio En los círculos de mujeres redefinímos las
viejas ideas estereotipadas
historia; así se siente fortalecida para avanzar en la vida sin
y contar su de lo femenino. Integramos cualidades que habían sido consideradas
vergüenza y para enumerar los recursos que tiene a su disposición. masculinas, desarrollamos un vocabulario para nuestros sentimientos
264 Un Dios que se parece a mí La Que Derramó Su Sangre 265

y nos volvemos hacia dentro en lugar de hacia fuera para destrabar las para incluirla en mi vida. No debía suponer ninguna amenaza, no
complejidades de la vida. debía haber ninguna posibilidad de competición entre nosotras.
A medida que el rostro de Dios va cambiando, las mujeres empe¬ Calibraba inmediatamente a las mujeres y, cuando era inferior a su
zamos a pasar más tiempo en compañía de otras mujeres y menos nivel me sentía intimidada, celosa y llena de odio. Expresaba es¬
tiempo girando en torno a los hombres. Nos convertimos unas para tos sentimientos indirectamente, a través de chismes y actitudes
otras en el rostro femenino de Dios; en nuestra mutua presencia po¬ críticas.
demos derramar las lágrimas contenidas durante toda una vida, recor¬ Me estoy enmendando a diario. Estoy desarrollando relacio¬
dar y expresar en voz alta las historias olvidadas, y recuperar nuestra nes íntimas yhonestas con mujeres hermosas, poderosas, inteli¬
dignidad y poder femeninos previos. Así, nos vamos sintiendo fortale¬ gentes y espirituales. Ya no las veo como una amenaza. Ellas son
cidas para movernos por la vida sin vergüenza. Inspiradas por el círcu¬ parte de mí y juntas nos hacemos hermosas y fuertes. Estoy apren¬
lo de mujeres, elaboramos una lista de los recursos curativos de que diendo a amar a las mujeres al mismo tiempo que aprendo a amar¬
disponemos. Cometemos el acto prohibido de abrazarnos mutuamen¬ me a mí misma.
te como hermanas y de ofrecernos mutuamente un contacto curativo
Erin
y palabras de ánimo.
En nuestra presencia mutua recordamos a la gran comunidad de He sido una buscadora de la verdad durante mucho tiempo.
mujeres que se remonta a la noche de los tiempos, de la cual forma¬ Antes de entrar en la comunidad de mujeres no me daba cuenta
mos parte. Tomamos conciencia de las mujeres de todas las edades, de hasta qué punto mi búsqueda se había visto influida por
las
de sus ideas, de su música y de sus historias. Nos sumergimos en la imágenes masculinas de mi pasado religioso. Tampoco era cons¬
historia, el arte y la espiritualidad de las mujeres. Nos descubrimos ciente de cómo estas imágenes masculinas me
impedían validarme
rodeadas de una valiente nube de testigas; sus antiguas historias e como mujer. Nunca antes se me había ocurrido buscar
algo nutri¬
imágenes se convierten en recursos curativos para nuestro presente. cio, fuerte y femenino: un Dios que se pareciera a mí. He evitado
aprender sobre las religiones de la Diosa, pero al fin me he dado
cuenta de que lo que ofrecen está mucho más alineado con lo
Sentadas en círculo, las mujeres comparten la curación de sus vi¬ que
das. Una a una se expresan tras el aislamiento de toda una vida: busco. Ahora me siento atraída por los artículos, libros y películas
que tratan de la búsqueda espiritual de las mujeres.

Estoy empezando a entender qué es la comunidad de mujeres joyce


la que puede habitar en mí, puede reconfortarme y darme una
nueva clase de seguridad que un amante masculino nunca me po¬

dría ofrecer (aunque sigo luchando con esto). La cuestión es que Imagínate sentada con Ferrel, Erin y Joyce. Añade tu historia
a las suyas.
soy una mujer. Hablando prácticamente, esto significa que las lu¬
chas y triunfos que las demás mujeres experimentan en sus vidas
♦ Reflexiona sobre esta afirmación desde
propia expe¬tu
pueden informar la mía de una manera única.
riencia: «La competencia entre mujeres está inscrita en el
Ferrel
entramado de una sociedad que prefiere a los hombres.
Competimos por la atención de los dioses.» ¿Qué actitu¬
Mis relaciones más profundas y cómodas siempre han sido des te han impedido contactar con otras mujeres en bus¬
con mujeres. Sin embargo, reconozco con dolor que la mayor par¬ ca de inspiración, apoyo y desafíos?
te de mi vida he necesitado sentirme más atractiva que otra mujer
266 Un Dios que se parece a mI La Que Derramó Su Sangre 267

♦ Entramos en cooperación con nuestro


cuerpo, consultando con
¿Eres miembro de un círculo de mujeres? Si estás en un él a lo
largo de las estaciones de nuestra vida. Mejoramos nuestro
círculo, haz una lista de los dones recibidos de las muje¬ contacto consciente con él a través de la oración
y de la medita¬
res del grupo. Reconoce las actitudes y comportamientos
ción. Tomamos plena conciencia de los sentimientos, sensaciones
hacia las mujeres que has tenido que confrontar para ser
y señales que nuestro cuerpo nos ha estado enviando durante
solidaria con tus hermanas. Si no estás en un círculo, años indicadores fieles del camino de vuelta
como a casa. Abraza¬
¿has considerado la posibilidad de unirte a uno de ellos? mos nuestro
cuerpo como ese compañero leal y duradero del que
Haz una lista de tus preocupaciones. Considera la posi¬
hemos estado alejadas.
bilidad de comenzar tu propio grupo con algunas amigas ♦ Ya no nos resulta necesario retorcernos para asumir las formas
en las que confíes. Emplea las lecturas, ejercicios, ritua¬ del Dios masculino. Asumimos nuestros cuerpos como
algo sa¬
les y oraciones de este libro como punto de partida. grado. Al despertarnos cada mañana nos miramos en un espejo
de cuerpo entero y afirmamos: «Soy suficiente tal como soy. Soy
suficiente el día de hoy. No hay mancha en mí.» Y después lee¬
mos la letanía de la transformación, en la
que festejamos esas par¬
Una conexión tes de nosotras que la cultura ha
sana con nuestros cuerpos
juzgado y nosotras hemos des¬
preciado.
Un Dios que sangra como nosotras transforma nuestra forma de
La que no puede sí misma no puede amar a nadie.
amarse a ♦

La que tiene vergüenza de su cuerpo tiene vergüenza de la vida. relacionarnos con todas las sensaciones que acompañan a la
La que encuentra suciedad o mugre en su cuerpo está perdida. menstruación. Ya no denigramos nuestros procesos naturales
sino que los invocamos para que sustenten la energía de nuestra
La que no puede respetar los dones de la vida que recibió in¬
cluso antes del nacimiento no puede respetar plenamente nada. vida; celebramos la llegada del periodo y atesoramos cada día que
la sangre fluye de nosotras: honramos nuestra preciosa sangre.
Anne cameron, Daughters ofCopper Woman ♦ Cuando se nos retrasa el periodo preguntamos a nuestro cuerpo:
«¿Qué estás tratando de decirme?» Y durante el periodo honra¬
Inspiradas los tiempos en los que se honraba el cuerpo de la
por mos la Sabiduría Profunda de nuestro
cuerpo. Dialogamos con él
mujer y su sangre era sagrada, seguimos el viaje de vuelta a casa, a a través de
imágenes, escritos y movimientos, preguntándole:
nuestros cuerpos. A través del ritual, de la meditación y de la explo¬
«¿Que almohadones de apoyo necesitas esta vez? ¿Cómo podría
ración guiada imaginamos a la Mujer Dios con pechos, curvas y
apoyarte?» Ya no luchamos con las necesidades de nuestro cuer¬
muslos. Reclamamos las imágenes de un tiempo en el que Dios se
po, las reconocemos tiernamente y después las satisfacemos.
parecía a nosotras y sangraba como nosotras. Nos preguntamos:
«¿Cómo se transformaría en su presencia nuestro sentido de noso¬ Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad curativa de
tras mismas y nuestras actitudes hacia nuestros cuerpos?» Las muje¬
sus vidas. Una a una se
expresan desde el aislamiento de toda una
res responden:
vida:

♦ Imaginamos nuestro cuerpo como el templo sagrado del Espíritu Diariamente afirmo la bondad de mi cuerpo con su aspecto
de Vida. Como una comunidad de apoyo interna.Como una fra¬ actual. Es esencial permanentemente esta afirmación
mantener
ternidad armoniosa de células, tejidos, órganos y sistemas. Como porque cada día me bombardean imágenes del cuerpo perfecto y
un recurso exquisito, un aliado fiel, un compañero fiable.
mensajes de que mi vida sería ideal si perdiera cinco kilos. Este
268 Un Dios que se parece a mí La Que Derramó Su Sangre 269

asalto diario al cuerpo resulta muy doloroso. Sin embargo, a me¬ que me voy curando descubro que soy capaz de mirarme en el es¬
nudo me completamente feliz con mi cuerpo, con sus sensa¬
siento pejo. Ahora paso más tiempo en el baño. Estoy tomando clases de
ciones y su sexualidad, y también con su aspecto. En este marco danza y recibiendo masajes. Acepto el inevitable envejecimiento
mental sano no deseo cambiar nada. No quiero empezar un nuevo de mi cuerpo con compasión y gratitud. Todavía surgen en mí sen¬
régimen ni una dieta. Quiero vivir. timientos negativos con cada uno de estos actos de atención hacia
Al mismo tiempo, he aprendido a amar y admirar los cuerpos mí misma. Me va a llevar algún tiempo más sanar completamente
de otras mujeres. Ahora creo que hay una belleza y justicia esen¬ mi vergüenza corporal.
ciales en el cuerpo de cada persona. Nunca antes había estado ex¬ LlZ
puesta a esta perspectiva. Se me había enseñado que una mujer
tiene que tener cierto aspecto para ser buena y aceptable.

colleen Imagínate sentada en un círculo con Colleen, Hallie y Liz.


Añade tu historia a las suyas.
Al hablar de mis procesos corporales naturales con otras mu¬
jeres ha brillado una luz curativa en medio de la oscuridad y de la ♦ ¿Cómo podrían transformarse tu sentido de ti misma y tu
vergüenza que habían rodeado a mi cuerpo desde la pubertad. En actitud hacia tu cuerpo en presencia de La Que Derramó

compañía de otras mujeres expresé mis miedos a envejecer, a no Su Sangre, a través de sus dones curativos?
ser útil y a no estar realizada como mujer. Se me han facilitado ♦ ¿Qué cuidados incluirías en tus actividades semanales
ciertas comprensiones e intuiciones que me han ayudado a aceptar para honrar tu cuerpo?
los hechos de mi vida, las elecciones realizadas y el hecho de que ♦ ¿Qué rituales incluirás en tu vida para celebrar el derra¬
nunca tendré mis propios hijos. Se me da dado el coraje de explo¬ mamiento de tu preciosa sangre?
rar mi alienación de mi
propio cuerpo. He comprado una copia ♦ La Diosa nos ayuda a descubrir dones únicos en cada ci¬
del libro The New OurBody, Our Selves. La comunidad de muje¬ clo de nuestra vida. ¿Cuáles son los dones únicos que la
res me ha ayudado a reparar la conexión rota con mi propia femi¬ menopausia te ha aportado?
nidad. Ahora creo que soy parte de lo divino.
Hallie

Como resultado de experiencia he llegado a un sentido


esta

más profundo de mi propio valor, no sólo como ser humano, sino Antes de seguir adelante, quédate un rato más con
como mujer. Con el apoyo de mi comunidad de mujeres estoy La Que Derramó Su Sangre.

aprendiendo a cuidarme mejor. Estoy aprendiendo a decir no a las


situaciones que agotan mis energías y que me ralentizan cuando el LA CURACIÓN DE LA ADOLESCENTE INTERNA
ritmo de mi vida cotidiana se vuelve tan frenético que soy incapaz
de oír la voz de mi sabiduría'profunda. Dedica tiempo cada día de esta semana a conversar con tu Ado¬
Estoy aprendiendo a aceptar mi cuerpo femenino y sus proce¬ lescente Interna. Imagina que hablas con ella como con una hija ado¬
sos naturales, dejando atrás mi sensación de vergüenza en relación lescente o sobrina en un lugar de encuentro que te sea cómodo. Di¬
a la menstruación. Estoy
empezando a sentir el misterio de los ci¬ buja y escribe las respuestas a las siguientes preguntas con tu mano
clos de la vida y la muerte que se mueven a través de mí. A medida no dominante:
270 Un Dios que se parece a m! La 271
Que Derramó Su Sangre

Día 1. Cuerpos liados ♦ ¿Por qué dejaron tu padre y tu madre de tocarte amorosamente,
♦ Describe primera experiencia menstrual. ¿Estabas preparada
tu de abrazarte y de acogerte?
para ella? ¿Qué clase de apoyo recibiste de tu familia y amigas? ♦ ¿Te tocaron tus hermanos o hermanas? ¿Cómo eran sus palma¬
♦ ¿Qué sensación te produjo sangrar? ¿Hablaste de ello con tus das, abrazos y golpes, afectuosos o incómodos?
amigas?
♦ ¿Tuviste el periodo antes o después que tus amigas? ¿Cómo te Día 5. Tocarte a ti misma
sentiste al respecto? ♦ ¿Solías tocarte tu propio cuerpo? ¿Exploraste sus suavidades, sus
curvas, labios y aperturas?
Día 2. El desarrollo de los pechos
♦ ¿Cuando oíste por primera vez las palabras vagina, genitales,
♦ ¿Qué sensación te producía el desarrollo de tus pechos? ¿Cuan¬
do te pusiste el primer sujetador?
clítoris, lujuria, sexo?
♦ ¿Sentiste alguna vez que un calor fogoso se elevaba por tu cuer¬
♦ ¿Te crecieron los pechos antes o después que a tus amigas?
po? ¿Sentiste alguna vez cosquilieos en los genitales? ¿Dichas
¿Cómo te sentiste al respecto?
sensaciones te daban miedo o te excitaban? ¿Hablaste con al¬
♦ ¿Cómo respondió papá a tus pechos? ¿Cómo respondió mamá?
guien de ellas?
♦ ¿Cómo se hablaba de tus pechos? ¿Eran demasiado grandes, de¬
masiado pequeños? ¿Cómo te sentiste al respecto?
♦ Dibuja el calor fogoso y las sensaciones de cosquilleo en tu
cuerpo.
♦ Dibuja tus pechos. ¿Te gustan?
Día 3. El cuerpo cambiante Día 6. Chicos
♦ ¿De qué tamaño era tu cuerpo? ¿Querías ser mayor o más pe¬ ♦ ¿Quién fue la primerapersona que te tocó los pechos? ¿La vagi¬
queña de lo que eras? na?¿El cuerpo desnudo? ¿Qué edad tenías?
♦ ¿Te sentiste alguna lo suficientemente guapa? ¿Lo suficien¬
vez ♦ ¿Cómo te sentiste con esos toques? ¿Eran cómodos o te'daban
temente delgada? ¿Cuándo empezaste a sentir que no eras sufi¬ miedo?
ciente? ♦ ¿Quién instigó el tocamiento? ¿Fuiste forzada o participaste li¬
♦ ¿Cuándo empezaste a enmascarar tu rostro, a cubrir tus olores bremente?
femeninos y a ocultar tus redondeces? ♦ ¿Hablaste con alguien de estas experiencias?
♦ ¿Cómo respondían los muchachos a tu cuerpo? ¿Cómo respon¬
dían tus amigas? Día 7. Curación en el presente

♦ Dibuja tu cuerpo. ¿Te gusta? ♦ Haz un escrito para valorar las partes de tu despre¬
cuerpo que
ciabas de adolescente. Mírate cinco veces a lo
largo del día de
Día 4. El toque en la familia hoy en un espejo de cuerpo entero y afirma: «Soy suficiente en
♦ ¿Hasta qué edad te abrazó, te acogió y te tocó amorosamente tu este momento. Tal como soy, soy suficiente. No tengo ninguna

padre? mancha.» A continuación lee tu escrito en voz alta a la imagen


♦ ¿Te sentiste alguna vez incómoda con sus toques? ¿Fueron se¬ del espejo.
xuales en algún momento? ♦ Habla a un buen amigo, a tu terapeuta, a tu guía espiritual o a tu
♦ ¿Hasta qué edad te abrazó, te acogió y te tocó amorosamente tu madrina de cada uno de los ejercicios que has completado. Lee
madre? tus escritos y muestra tus dibujos a esa persona. Cread juntos un
♦ ¿Te sentiste alguna vez incómoda con su toque? ¿Fue sexual en ritual de curación para tu adolescente interna incorporando las
algún momento? herramientas curativas que se incluyen en este capítulo.
272 Un Dios que se parece a m1 La Que Derramó Su Sangre 273

RECLAMA LA SABIDURÍA DE TU CUERPO (Inspiracon las puntas de los dedos Corazón de Vida,
sobre el esternón)
Si estás en la semana del
periodo incorpora las siguientes afirma¬ (Expira abriendo los brazos) a ti me abro.
ciones y reflexiones a tu práctica diaria: (Inspira poniendo las puntas de los Tu toque es curativo,
dedos sobre el esternón)
Día 1. Sabiduría corporal (Espira abriendo los brazos) tu amor es un flujo.
Dedica este día a honrar la Sabiduría Profunda de tu cuerpo. (Inspira poniendo las puntas de los En ti,
Dialoga con él a través de imágenes, escritos y movimientos. Pre¬ dedos sobre el esternón)
gúntale a tu cuerpo: «¿Qué almohadones de apoyo necesitas esta (Espira abriendo los brazos) sangro, y toco y vivo.
vez? ¿Cómo podría apoyarte?» No luches con sus necesidades; re¬
conócelas tiernamente y después dales satisfacción. Si necesitas Día 4. Tiempo de poder

descansar, descansa. Si necesitas estar sola, anula tus compro¬ Tómate tiempo para familiarizarte con los peculiares poderes que
misos. seponen a tu disposición cuando tienes el periodo. Escribe a La Que
Derramó Su Sangre. Háblale de tus sensaciones y pídele que
compar¬
Día 2. Sangre roja ta su sabiduría contigo. Dibuja tu Centro Corazón y ábrete al corazón
♦ En solidaridad con nuestras hermanas de todo el mundo que no de tu vida a través de la imaginería poética. Extiende los calambres a
tienen acceso a las compresas
fabrícate tus propias compresas. todo tu cuerpo realizando estiramientos y respirando profundamente.
Siempre debemos reconocer lo irónico del hecho de que noso¬
tras tenemos elección pero ellas no. Día 5. No tengo mancha

♦ Viste de rojo brillante el día de hoy. Crea un escrito, dibujo, baile escultura el
o en que celebres las
partes de tu cuerpo que tu cultura ha juzgado negativamente y que
Día 3. El centro corazón has llegado a despreciar. Mírate en un espejo de cuerpo entero
y afir¬
Según las enseñanzas orientales, el cuerpo tiene siete centros de ma: «Soy suficiente en este momento. Tal como soy, soy suficiente.
energía llamados chacras. El cuarto chacra es el centro corazón, que No tengo mancha.» Después lee tu obra en voz alta a la imagen del
está vinculado con nuestra capacidad de amar, de abrirnos y de dar. espejo.
En el centro corazón hay un punto de acupresión localizado en el es¬
ternón, entre los dos pechos. Pon la punta de un dedo de cada mano Día 6. Un Dios que sangra dando la vida
allí. El empleo de este poderoso punto de acupresión fortalece la san¬ Imagina Dios tú. Dibújala
a un que sangra como y exponía en al¬
gre y calma la ansiedad. Los chinos lo llaman el Mar de la Tranquili¬ gún lugar especial junto con otros dibujos que hayan emergido del
dad o el Mar de Sangre. trabajo que hemos hecho juntas.
Empieza y acaba el día de hoy con la «meditación del movimien¬
to del centro corazón». Como se requiere el empleo de la respira¬ Día 7. Celebración de la mujer

ción, te resultará más fácil leer las palabras en silencio en lugar de Crea un ritual de celebración hijas, nietas y sobrinas ado¬
con tus
pronunciarlas en voz alta. A medida que te familiarices con los movi¬ lescentes en el que se honre el cuerpo
de la mujer y su sangre se con¬
mientos de apertura y cierre improvisa y crea tu propia meditación en sidere sagrada. Invita a presidir el ritual a mujeres que hayan pasado
movimiento. la menopausia, como se hacía en la antigüedad. Se las consideraba
las más sabias de las sabias porque retenían su «sangre sabia» dentro
de ellas. Invítales a compartir con las más jóvenes la sabiduría del
274 Un Dios que se parece a m1 La Que Derramó Su Sangre 275

cuerpo de la mujer. Lee las historias de Eva, Lilit y María, historias na. Si es así, escribe una declaración de intenciones para reparar la
que afirman a la mujer. Viste de rojo, toma alimentos de color rojo, relación rota.

enciende velas rojas y decora tu lugar de reunión sagrado con pintu¬


ra roja brillante y resplandeciente. Cuando volvamos juntas quiero enmendarme y reco¬
a estar

nocer mi necesidad de pasar más


tiempo con mi amiga. Ella ha es¬
LA TRANSFORMACIÓN DE LAS ACTITUDES Y tado presente en mi vida durante muchos años y el tiempo que
COMPORTAMIENTOS COMPETITIVOS: UN INVENTARIO paso con ella es muy importante para mí. Quiero enmendar la re¬
lación con ella reconociendo que parte de la incomodidad que
Si quieres explorar más en profundidad tus relaciones con las ambas experimentábamos era debida a mis celos, a mis senti¬
mientos de inadecuación y a mi resentimiento
mujeres dedica tiempo a realizar los siguientes ejercicios: por su competen¬
cia. Me enmendaré expresando mi aprecio por sus dones.

Día 1. Inventario I Sandi


Haz inventario de tus y comportamientos competitivos
actitudes
hacia otras mujeres. A continuación te proponemos un inventario Día 3. Inventario III

simple. Está escrito por una participante en un grupo de espirituali¬ Completa el inventario el día de hoy.
dad de mujeres que asumió el desafío de enfrentar sus comporta¬ Si no resulta apropiado un reconocimiento directo determina cómo
mientos competitivos y superarlos. podrías enmendarte cambiando tu comportamiento en el presente.
Haz una lista de las mujeres de las que te has sentido celosa; de
las que has contado chismes; de las que has insultado; de aquellas Me enmendaré indirectamente fortaleciendo mis relaciones
con las que has competido por la atención de un hombre. Describe las mujeres y
con dándoles apoyo en lugar de dedicarme a recibir
los comportamientos y después mira detrás de ellos para descubrir apoyo de los hombres. En el trabajo mis compañeras y yo estamos
su motivación subyacente. ¿Te impulsaba a obrar así tu propia in¬ luchando por no sentirnos inferiores a los hombres, por eso com¬
seguridad respecto a tu cuerpo y tu apariencia? ¿Se trataba de la ¡ra petimos mutuamente por su atención. Puedo enmendarme apren¬
o del miedo no expresado? ¿Era tu propio resentimiento hacia ti diendo a expresar mi aprecio y apoyo hacia ellas y afirmando
misma? nuestra solidaridad de mujeres.

Sandi
Me sentí celosa de la esposa de mi amigo cuando les visité re¬
cientemente. Ella es un cocinera muy organizada y competente. Día 4. Comunidades de apoyo
Me sentí intimidada por ella. Y no estaba dispuesta a admitir que
♦ ¿Con qué comunidades de apoyo cuentas en tu vida? Descrí¬
prefería pasar tiempo con mi amigo, que es su esposo, en lugar de belas.
con ella. Expresé mi insatisfacción y mis celos indirectamente a
♦ Reflexiona sobre cómo fortalecer tus relaciones con otras
muje¬
través de críticas y de mi enfado latente.
res esta semana y cómo darles apoyo en lugar de competir con
Sandi
ellas por la atención y la aprobación de padres, jefes, profesores
o novios.
Día 2. Inventario II ♦ Describe de qué manera específica expresarás tu aprecio, apo¬
Continúa con el inventario. yo y solidaridad a las mujeres del trabajo, de la escuela, de tu
Determina si hace falta reconocer lo que sientes ante esa perso¬ familia, de tu iglesia y de tu clase de aerobic.
276 Un Dios que se parece a mí La Que Derramó Su Sangre 277

Día 5. Conexiones sanas Día 7. Una inmersión en la realidad de las mujeres

Incorpora los siguientes comportamientos que afirman a la mujer Comienza hoy mismo una inmersión de un mes de duración.
a las relaciones que mantengas el día de hoy. Rodéate de ¡deas, de historia, de relatos, de libros, de películas, de
arte, de música y de espiritualidad que hayan sido creados por muje¬
♦ Recordaré a mis hermanas su bondad. Les animaré a incluir la res. Permítete sumergirte en
la realidad de la mujer y reflexiona so¬
celebración de sí en su práctica diaria de meditación. bre cómo te sientes respecto a la vida, a tu cuerpo, relaciones, sue¬
♦ Recordaré a mis hermanas sus recursos lugar de
internos. En ños y objetivos en contacto con estos recursos que te afirman como
darles consejos, les preguntaré: «¿Cómo podría apoyarte para mujer.
que actúes en tu propio nombre? ¿Cómo podría apoyarte a tra¬
tar cualquier situación que tengas que confrontar? ¿Cómo po¬ Primera semana. La historia de las mujeres
dría ayudarte a ser la autora de tu propia vida, de tus relaciones Reúne más fragmentos de historias de mujeres de los márgenes
y de tu espiritualidad? de la historia y la religión. Los siguientes libros te inspirarán en tu
♦ Honraré los cuerpos de las mujeres y sus procesos naturales. búsqueda de un herencia, una historia, un noble linaje que se remon¬
Desarrollaré con mis hermanas rituales para celebrar la mens¬ ta hasta el principio mismo: When Cod Was a Woman, de Merlin
truación, el parto y la menopausia. Stone; The Once and Future Coddess, de Elinor Cadin; The Dinner
♦ Cuando participe en grupos mixtos, centrados en las preocupa¬ Party, de Judy Chicago.
ciones y logros de los hombres, miraré a las mujeres a los ojos
para reconocer su presencia. Escucharé sus historias y preocu¬ Segunda semana. Ideas de mujeres
paciones. Les plantearé preguntas en lugar de delegar en los Las mujeres experimentan el mundo de una manera
y conocen
hombres del grupo. diferente a los hombres. Recuerda
peculiar inteligencia femenina
tu
♦ Me negaré a implicarme en relaciones triangulares en las que y aporta sus dones a tu mundo. Permítete inspirarte en los trabajos
tenga que enfrentarme a otra mujer y ambas demos vueltas alre¬ de estas pensadoras creativas: Kiss Sleeping Beauty Good-Bye, de
dedor de un hombre. Madonna Kohbenschlag; Women's Reality, de Anne Wilson Schaef;
♦ Apoyaré a lasmujeres. Emplearé mi tiempo y mis talentos al Of Woman Born, de Adrienne Rich; Sister Outsider, de Audre Lorde;
servicio de las mujeres. Dirigiré cumplidos y elogios a los lo¬ Blood, Bread and Roses: How Menstruation Created the World, de
gros de las mujeres de mi vida. Judy Crahn.
♦ Recordaré a mis hermanas los recursos de que disponen las co¬
munidades de mujeres. En lugar de darles consejo, les pregun¬ Tercera Mujeres escritoras y poetisas
semana.

taré: «¿Cómo podría ayudarte a conectar con las comunidades Permite que la brillantez de las palabras de las mujeres inspiren
que te queden cerca?» tu propia escritura.
¡Permanece llena de ti misma! Escribe una nove¬
la. Compon un poema. Lee A Daughter's Geography, de Ntsoke
Día 6. Nuestra herencia es nuestro poder Shange; Getting Home Alive, de Aurora Levins Morales y Rosario
El proyecto artístico de Judy Chicago, The Dinner Party, celebra Morales; Cries ofthe Spirit, de Marilyn Sewell; The Temple of My Fa¬
las contribuciones y logros de 1.038 mujeres. El proyecto está descri¬ miliar, de Alice Walker.
to e ¡lustrado en un podrás encontrar en tu librería habitual
libro que
o en un centro de mujeres. Lee unasección cada día para reconectar Cuarta semana. Mujeres artistas, bailarinas
y músicas
con tu propia historia de mujer. Rodeáte de música, de imágenes y de movimientos de mujeres a
lo largo de esta semana. En respuesta a ellos permite que los frutos
278 Un Dios que se parece a mí

creativos del útero salgan al mundo. Examina los textos e imágenes


de The Dinner Party y The Birth Project, de Judy Chicago. Escucha
(Sapífulo
«Shadows on the Dime» de Ferron; «A Circle Is Cast» de Libana;
«City Down» de Castleberry y Dupree. Prueba los movimientos de

12
The Spirit Moves, de Carla de Sola.

.Las Scmadopas
-H eridas
Las historias

MIENTRAS REUNÍA los fragmentos de mi infancia olvidada


encontré historias en mi pasado religioso
atónita. Eran historias terribles de
que me
mujeres sin voz ni
nombre, historias que no se contaban en las iglesias de mi infancia y
dejaron

adolescencia; eran evitadas en la escuela parroquial y muy ocasional¬


mente se mencionaban en el
púlpito.
Las historias de las
conquistas del Rey David eran bien conoci¬
das, pero no se mencionaba a su hija, Tamar, que fue violada por su
hermano, Amnon. Se me enseñaron con todo detalle las aventuras de
los reyes y sacerdotes, pero al tratamiento abusivo que se daba a sus
anónimas esposas y concubinas a penas se le prestaba atención excep¬
to de pasada y como
detalle menor. Y nadie, ni en la Biblia ni el púl¬
pito, expresó su indignación por el tratamiento recibido por estas
mujeres es sus trágicas historias.
Sin embargo, en las iglesias de mi infancia se celebraban regular¬
mente rituales en los que se honraba el cuerpo
despedazado de Jesu-
280 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 281

recuerdo honor de Tamar, La Que Fue Cortada en Pedazos, y


derramada. Se honraba a un hombre herido y se ri-
cristo y su sangre en y en
tualizaba su cuerpo destrozado, pero las mujeres heridas quedaban la miríada de hijas anónimas de la historia que experimentaron el in¬
en el anonimato y sus cuerpos brutalizados permanecían en silencio.
cesto y la violación. También se han unido a nosotras algunos tera¬

peutas para explorar sus propias historias y sus actitudes hacia el abu¬
so, y algunos ministros han participado como acto de arrepentimiento

Textos de terror por haber ignorado las historias de mujeres en sus sermones y minis¬
terios.
Invito a todos los que no sois supervivientes de la violación y del
De niña supe que Dios tenía una mujer en su vida porque,
cuando llovía, los niños del vecindario decían que Dios pegaba a incesto a entrar en estas historias en nombre del futuro de vuestras hi¬
su esposa y las gotas eran sus lágrimas. jas, de la sanación de una amiga o amante, del silencio de vuestra
Erin abuela, del coraje de vuestros clientes o de las historias inexpresadas
de vuestros parroquianos. Imaginaos la experiencia como una expre¬
sión de solidaridad y apoyo, como un ritual en memoria de las vícti¬
la de La Que Fue Cortada en Pedazos
Las historias de Tamar y
mas, como una oración sanadora y como un acto de arrepentimiento.
cuentan verdad no expresada en
la verdad de la vida de la mujer, una
Para participar, debéis estar dispuestos a ser testigos de un gran dolor,
las iglesias de nuestra infancia. Gracias a ellas vemos con claridad las
a examinar vuestras
tristes realidades de la vida de las niñas a lo largo de los siglos y vis¬
propias actitudes y a explorar vuestras propias
historias2.
lumbramos nuestras propias historias olvidadas. Phyllis Tribe, cuyo li¬
Entre los supervivientes que han entrado en estas historias ha ha¬
bro Texts of Terror inspiró mi trabajo, describe la vida de la niña en el
bido mujeres que sólo tenían una leve sospecha de haber sufrido abu¬
antiguo Israel: menos deseable a los ojos de sus padres que un hijo va¬
sos en su infancia y mantenían sus recuerdos enterrados
rón, ella permanecía cerca de su madre, pero el padre controlaba su bajo años de
vida hasta que la responsabilidad pasaba a otro hombre en el matri¬ negación. Permanecemos dormidas a nuestra propia historia y a su
monio. Si cualquiera de estas dos autoridades permitía que se la viola¬ impacto sobre nosotras hasta que estamos dispuestas a despertar. A
ra, ella tenía que someterse sin remedio
su
tiempo, descendemos a nuestra historia. Cuando llega el momento,
recordamos y sanamos nuestras heridas. Escucha una historia que he
He invitado a cientos de mujeres y hombres a entrar con coraje
en el dolor y la posterior sanación de las historias de Tamar y La Que
compartido con muchos supervivientes:
Fue Cortada en Pedazos. La mayoría aceptaron la invitación y dibuja¬
Una
mujer que estaba de acampada se dio cuenta de que ha¬
ron, bailaron, escribieron y lloraron valientemente con dichos relatos.
Entre los participantes había muchos supervivientes de violaciones e bía polilla empujando y luchando por salir de su capullo. Lo
una

incestos: hijas que participaban en la historia en recuerdo de sus ma¬ que veía le resultaba molesto y cuando no pudo aguantar más am¬
dres y abuelas, que vivieron en un tiempo en el que el pecado del in¬ plió la pequeña apertura del capullo. La polilla se liberó, cayó al
cesto no se nombraba; compañeras y amigas de supervivientes de vio¬
suelo y murió. La mujer quedó desolada porque no había tenido
otra intención que la de ayudar. Al llegar a casa consultó sus enci¬
laciones e incestos que participaban como expresión de su apoyo y
solidaridad; padres comprometidos a enfrentar sus actitudes aprendi¬ clopedias y descubrió que la batalla que había estado observando
das hacia las mujeres y a respetar los cuerpos de sus hijas. era una
parte esencial de la metamorfosis de la polilla. La lucha

Algunos grupos de mujeres también han participado en rituales


2
Véase Ellen Bass y Laura Davis, The Courage to Heal (Nueva York: Harper
1 and Row, 1988), pp. 345, 346, 348.
Phyllis Trible, The Princeton Seminary Bulletin (vol. XI, n.° 3, 1990), p. 233.
282 Un Dios que se parece a m! Las Sanadoras Heridas 283

contra las paredes del capullo fortalece sus alas y libera fluidos A medida que leas, toma conciencia de las frases que te resultan
que aumenta la belleza de sus colores. particularmente significativas, de las frases que te tocan el cuerpo, las
que hacen temblar o estallar de rabia tu corazón, las que activan un
Inspirada por esta historia, investigué la vida de las polillas. El ci¬ recuerdo en ti. A algunas mujeres les ha resultado útil subrayar di¬
clo de vida de la polilla, desde que está en el huevo hasta que es adul¬ chas frases durante la lectura, otras las anotan en sus diarios. Más
ta, viene marcado por un notable sentido interno del momento justo tarde se te pedirá que encuentres un movimiento, una imagen y un
en que debe sonido para expresarlas. Sin embargo, siéntete libre de pararte en
emprender cada transformación. Este sentido de la opor¬
tunidad permite que la emergencia de la larva coincida con el creci¬ cualquier momento de la historia para expresar lo que necesites ex¬
miento de la planta que constituirá su alimento; orquesta el crecimien¬ presar. Dibuja tu indignación, escribe tu recuerdo, danza la respues¬
to de cada una de sus pieles de
y asegura su permanencia en el refugio ta tu cuerpo.
hasta que las condiciones externas sean las adecuadas para permitirle De las personas que han conocido la historia de Ta¬
numerosas

sobrevivir como polilla adulta y plenamente formada. mar a través de mi


trabajo sólo una mujer la había oído en su infancia:
La campista no era consciente de que aquella era un lucha «Mi tía-abuela era predicadora. Me sentó en su regazo, tomó
sagra¬ su gran
da y de que los ciclos de las polillas son muy fiables. Abrió el capullo Biblia y me dijo: "Hay algunas cosas en este libro que los hombres no
y esta apertura prematura condujo a la muerte del animal. Debido a te dirán; algunas historias
que no se comentarán en la iglesia. Esta
su propia incomodidad, había procede de Samuel II, capítulo 13." Y a continuación me leyó la his¬
interrumpido el ciclo de vida de la po¬
lilla que, sin embargo, estaba viviendo su proceso alegremente, un toria de Tamar.» (Cursiva añadida por mí)
proceso esencial para su desarrollo.
Como la polilla, cada uno de nosotros somos un adulto sano que va El hijo de David, Absalom, tenía una hermana muy hermosa
emergiendo gracias a un proceso orquestado por un sentido del tiempo llamada Tamar, y Amnon, otro de los hijos de David, se enamoró
cuidadosamente sintonizado. Cuando llega el momento adecuado, de ella. Amnon se acostó aparentando estar enfermo y cuando el
cuando un comportamiento comienza a dificultarnos la vida, a presio¬ Rey David fue a visitarlo, le dijo: «Señor, permite que mi hermana,
narnos y a oprimirnos,
empujamos y nos revolvemos hasta que salimos Tamar, venga, haga unos pastelillos ante mis ojos y me los sirva
de la vieja piel y nos sentimos libres a un nivel más profundo de nuestra con sus
propias manos.» Así, David envió un mensaje a Tamar que
existencia. Cada vez que un recuerdo está dispuesto a ser reconocido estaba en palacio: «Ve a los aposentos de tu hermano Amnon y
tras décadas de negación, se abre camino hasta la prepárale una comida.»
superficie a través de
un sueño o un recuerdo Tamar fue a casa de su hermano. Él estaba acostado; ella tomó
sensorial, a través de una película o al leer la
historia de otra persona. Recordamos cada cosa en su momento. Nues¬ un poco de
harina y la amasó e hizo unos pastelillos ante sus ojos.
tra sabiduría interna tiene un sentido de la Los cocinó y se los sirvió. Pero Amnon se negó a comer y ordenó a
oportunidad que nos condu¬
ce a cada nueva transformación cuando estamos los presentes que se fueran de la habitación.
preparados para ella.
Cuando todos se fueron, Amnon dijo a Tamar: «Trae la comi¬
da a mi habitación para que pueda comer de tus manos.» Tamar
La historia de Tamar tomó los pasteles que había hecho y los llevó a la habitación de
Amnon. Pero cuando se los ofreció, él la agarró y dijo: «Ven a la
Mientras lees la siguiente historia imagínate que estás rodeada cama
conmigo, hermana.»
por tu grupo de mujeres,tu grupo religioso o tu grupo de terapia. Ta¬ Pero ella respondió: «No, hermano, no me violes, no hacemos
mar ha sido invitada a relatar su historia; es tales cosas en Israel; no hagas tal tontería. ¿Dónde podría ocultar
parte del círculo de muje¬
res que se remonta hacia la
antigüedad. mi vergüenza? Y tú te hundirías tan bajo como el más estúpido de
284 Un Dios que se parece a mi Las Sanadoras Heridas 285

Israel. ¿Por qué no pides mi mano al Rey? No me separará de ti.»


Elno
quiso escuchar su voz. Era más fuerte que ella, la acostó Después de escribir tu historia léela como has hecho con
la de Tamar: léela como si fuera la historia de otra perso¬
y la violó.
na. Toma nota de las frases que te
producen una reacción
Después Amnon estaba completamente lleno de odio por ella;
el odio con el que la odiaba era verdaderamente mayor que el de¬ corporal, que hacen temblar tu corazón o que te enfure¬
seo con el
cen. Subráyalas con un rotulador. Detente en cualquier
que la había deseado. Y le dijo: «Levántate y vete.»
Ella respondió: «No, expulsarme así es un acto malvado. Es un punto de la historia para dibujar tus sentimientos o para
mal aún peor que lo que me has hecho.» bailar la respuesta de tu cuerpo.
Pero él no quiso escuchar su voz y llamando a su sirviente, le Graba el relato en tercera persona o haz que una amiga
te lo lea. Mientras escuchas, imagina que se está leyendo
dijo: «Líbrame de esta mujer. Sácala de aquí y cierra la puerta con
llave.» (Ella tenía una túnica de manga larga, el vestido habitual de en voz alta en una iglesia o sinagoga como
si fuera un
las hijas vírgenes del Rey.) El sirviente la sacó fuera y cerró con lla¬ texto de las escrituras. Escribe un sermón, ensayo o poe¬
ve detrás de ella. ma para expresar tus sentimientos e indignación a medi¬
Tamar se
arrojó ceniza sobre la cabeza
desgarró la túnica de
y da que lees la historia, tu historia.
manga larga que llevaba puesta. Y cubriéndose la cabeza con las
manos se alejó llorando. Su hermano Absalom le preguntó: «¿Ha

estado contigo tu hermano Amnon? No se lo digas a nadie. Él es La historia de La Que Fue Cortada en Pedazos
tu hermano; no te lo tomes a pecho.» Así, Tamar se quedó en casa

de su hermano Absalom, estaba desolada.


Mientras lees la siguiente historia (de Jueces, capítulo 19), imagí¬
nate sentada en un círculo de mujeres, un grupo
de estudio bíblico o
Pausa y
un grupo de terapia. A continuación La Que Fue Cortada en Pedazos
reflexión está invitada a contarte su historia. Escucha con atención porque aun¬

Encuentra
que en el relato bíblico no se dio una voz propia nos susurra su men¬
♦ un movimiento, imagen y un sonido para
una
saje través de este fragmento de su historia olvidada.
a
expresar cada una de las frases que has señalado. Dibuja
Mientras lees, señala las frases que sean especialmente significa¬
tu indignación. Escribe tus recuerdos. Baila la respuesta
tivas para ti, las que te llegan al cuerpo, las que hagan temblar tu co¬
de tu cuerpo. Grita tus sentimientos. Tómate el tiempo
razón o te pongan furiosa, las que activan tus recuerdos. Detente en
que necesites para expresar cada frase.
♦ ¿Qué fragmentos de tu propia historia ves reflejados en la
cualquier momento de la historia para dibujar tu indignación, escri¬
bir tus recuerdos o bailar la respuesta de tu cuerpo.
historia de Tamar? ¿Terror en la vida cotidiana? ¿Coerción y
captura? ¿Vergüenza y desolación? ¿Humillación y secretis-
mo? ¿Mentiras familiares? ¿La preferencia por el hermano? Un levita3 había tomado como mujer a una concubina de Be-
♦ Escribe tu propia historia dándole el estilo de un pasaje
'
de las escrituras y describiendo tu experiencia en tercera Véase The Interpreter's Dictionary of the Bible (Nueva York: Abingdon Press,
1962), vol. 3, pp. 876-880: «La santidad representativa del sacerdocio hebreo
persona. Narra los detalles de la historia e incluye en ella se ex¬
presa en la triple jerarquía de oficiales del culto: Altos Sacerdotes, Sacerdotes y Le¬
cualquier diálogo que se te ocurra. Emplea la historia de vitas. El grado más bajo son los Levitas, que están apartados del servicio del santua¬
Tamar como guía.
rio. Representan a la gente de Israel como sustitutos de los hijos mayores, que
pertenecen por derecho a Dios.»
286 Un Dios que se parece a m! Las Sanadoras Heridas 287

lén de Judá4. Pero la concubina se enojó con él y se fue de su lado


a la casa de
padre. El marido fue tras ella con su sirviente y dos
su Pausa y reflexión
asnos para llamarle la atención
y hacerla regresar. El padre de la
muchacha dio la bienvenida al levita, que se quedó unos días en su ♦ Encuentra un
movimiento, una imagen y un sonido para
casa recibiendo todo tipo de atenciones. El
quinto día el levita expresar cada una de las frases que has señalado. Dibuja
partió con su concubina y su sirviente. tu ¡ra, escribe tus recuerdos, baila la
respuesta de tu cuer¬
Viajaron hasta que sobrevino el atardecer. Entraron en Gue- po, grita tus sentimientos. Tómate el tiempo que necesi¬
ba para pasar la noche y se sentaron en la plaza del pueblo, pues tes para expresar plenamente cada frase.
nadie los acogía en su casa. Entretanto, un anciano regresaba a su ♦ ¿A qué parte de tu historia personal afecta la historia de
hogar después de trabajar todo el día en los campos. Miró y vio al La Que Fue Cortada en Pedazos? ¿La preferencia
por el
viajero y dijo: «Te doy la bienvenida en mi casa. Te proporcionaré marido? ¿La traición? ¿La violación? ¿La mutilación? ¿La
todo lo que necesites. No debes pasar la noche en la calle.» En¬ falta de voz? ¿La ausencia de un defensor?
traron en su casa, se lavaron los Escribe tu propia historia dándole la forma de un pasaje
pies y comieron y bebieron. ♦

Mientras disfrutaban, algunos de los peores borrachos de la de las escrituras y describiendo tu experiencia en tercera
ciudad rodearon la casa, aporreando la puerta y gritando al ancia¬ persona. Narra los detalles de la historia, incluyendo
no: «Danos a tu
huésped para que le conozcamos.» cualquier diálogo y empleando como guía el pasaje de
El dueño de la casa salió y les dijo: «No, amigos míos, no ha¬ los Jueces.
gáis tal iniquidad. Este hombres es mi huésped; no cometáis tal ♦ Después de escribir tu historia, léela como hiciste con la
villanía. Aquí está mi hija, que es virgen; haced con ella lo que suya. Toma nota de las frases que te afectan corporal-
queráis; pero no cometeréis semejante infamia con este hombre.» mente, que hacen temblar tu corazón y que te ponen fu¬
Pero los hombres se negaban a escuchar al anciano y entonces riosa; subráyalas. Detente en cualquier punto de la histo¬
el levita cogió a su concubina y la sacó fuera. Ellos la violaron sal¬ ria para dibujar tus sentimientos o bailar la respuesta de
vajemente una y otra vez, abusando de ella hasta la mañana. Al tu cuerpo.

romper la aurora la dejaron ir; ella cayó en el umbral de la casa del ♦ Graba tunarración en tercera persona o haz que te la lea
anciano quedándose allí hasta la mañana. una amiga. Mientras escuchas, imagina que se está le¬
El levita, su señor, abrió la puerta para salir y comenzar su viaje yendo en voz alta en la iglesia como si fuera un texto de
y se encontró con la concubina tendida a la entrada con sus manos las escrituras. Escribe un sermón, ensayo o poema expre¬
en el umbral. Y le
dijo: «Ponte en pie y salgamos»; pero no hubo sando la irritación que sientes cuando escuchas esa his¬
respuesta. Así es que la subió a lomos del asno y partió para su lugar. toria, tu historia.
Cuando llegó, tomó a la concubina y un cuchillo y la cortó
miembro a miembro en doce pedazos; y envió su cuerpo mutilado
por toda la tierra de Israel.
Nuestras heridas

4
Es esencial que pongamos palabras y expresemos con nuestra
Véase TheInterpreter's Dictionary of the Bible, vol. I, p. 666: «Una concubina
es una esclava que
perteneció a una familia hebrea con pesados niños. Fueron ad¬ propia voz las experiencias de nuestro pasado personal y religioso
quiridas mediante compra por familias hebreas pobres, capturadas durante la gue¬ que hirieron nuestro cuerpo y acallaron nuestra voz. En compañía de
rra o entregadas como
pago de una deuda.» Tamar y La Que Fue Cortada en Pedazos contaremos nuestras histo-
288 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 289

rias y reconoceremos las realidades sociales y religiosas que las han concubina para que fuera abusada por los borrachos. Tal com¬
conformado. Este es nuestro primer paso hacia la sanación. portamiento se considera normal en una sociedad que prefiere a
los hombres.
♦ La mutilación definitiva de La Que Fue Cortada en Pedazos por
Cuerpos destrozados parte del levita no es una protesta por el tratamiento recibido a
manos de aquellos hombres, sino por la indignación que le pro¬

duce el tratamiento irrespetuoso y poco hospitalario de aquellos


El cuerpo ha sido tan problemático para las mujeres que a me¬
nudo parecía más fácil deshacerse de él y viajar como espíritus sujetos con su propiedad privada. ¡Ella era de su propiedad!
desencarnados. ♦ La Escritura misma no demuestra ninguna indignación moral por
el tratamiento recibido por La Que Fue Cortada en Pedazos. En
adrienne rlch, OfWoman Born
las iglesias de nuestra infancia, a la lectura de esta historia nunca
le seguía un sermón que expresase indignación. Se pasaba rápida¬
El hecho de nacer niña en una prefiere a los hom¬
sociedad que
mente a otras historias consideradas más importantes, historias
bres y adora a un Dios masculino garantiza a las niñas que, de alguna de reyes y conquistas.
manera, serán objeto de acoso sexual a lo largo de su vida. Es algo de
lo que no se libra ninguna mujer. El acoso sexual empieza en la pri¬
mera infancia en el propio
hogar familiar y continúa en los patios y El miedo a la vida de la niña.
la violación siempre está presente en
aulas del colegio. Desde su más tierna infancia escucha historias de parientes, de los
sus

Cuando la niña sale de la infancia y la adolescencia está convenci¬ niños del vecindario o de los medios de comunicación que indican

da de que las mujeres son inferiores a los hombres y vulnerables a sus que podría ser violada. Así, crece con miedo a los hombres y a sus im¬

intensos impulsos sexuales. Se hace mujer negociando la peligrosa pulsos sexuales. A medida que se hace mayor, ordena y reordena su
vida en base a este miedo que afectará profundamente a todas las de¬
geografía de la violencia sexual masculina: tendrá miedo de caminar
sola por la noche, soportará piropos y silbidos y su cuerpo será diana cisiones que tome. Adaptará su estilo de vida para poder sentirse se¬

de chistes verdes. Todo lo que ha experimentado desde su nacimiento gura de que no le va a ocurrir a ella, pero, muy dentro, sabe perfecta¬
mente que por muchas precauciones que tome es algo que nos puede
aumentará su vulnerabilidad a la violación y al incesto. Una de cada
cuatro niñas sufre abuso sexual antes de los dieciocho años. En mu¬ ocurrir a cualquiera de nosotras en cualquier momento.

chos países occidentales se comete una violación cada seis minutos.


♦ Jean elige cuidadosamente los zapatos que se pone cada día para
Violación estar segura de poder correr más que un posible atacante. Tam¬

La historia de La en Pedazos implica un acto


Que Fue Cortada bién elige ropa que no llame la atención, «ropa tranquila», como
de brutalidad sin sentido cuyas dimensiones no se comentan en el ella la llama, para no atraer la atención de los hombres. Y se reco¬
texto. Tanto en dicho relato como en el resto de la historia religiosa se ge su pelo largo bajo un sombrero.

ignoran las preocupaciones inexpresadas de las mujeres: ♦ Susan escribe: «Los tacones altos aumentan nuestra vulnerabili¬
dad, por eso los llevo en el bolso y me pongo zapatos deportivos.
♦ Su enfado con el levita no sensibilizó a su padre a los problemas
Desde la infancia se me ha dicho que lo que lleve puesto puede
excitar a un hombre normalmente pacífico. "Los muchachos
que tenía en la relación. El padre ignoró a su hija y se deshizo en
atenciones hacia el levita. siempre serán muchachos", solía decir mi madre.»
♦ El levita no parece tener ningún remordimiento por ofrecer a su ♦ Jen escribe: «Sé que las violaciones ocurren en todas partes.
290 Un Dios que se parece a mí
Las Sanadoras Heridas 291

Siempre instalo al menos tres cerraduras en la puerta y pasadores


mos luchamos contra él. Actuamos movidas por la ira y la ra¬
cortes,
especiales en las ventanas. Sólo entonces paso una noche en un
bia que nos produce el abuso sufrido, pero no en contra de quien lo
apartamento nuevo, por muy seguro que sea el vecindario.»
que perpetró, sino en contra de nosotras mismas. De alguna manera
desviada sentimos que éstas son las penitencias que nos corresponden
Incesto
La historia de Tamar por haber sido tan malas como para merecer las cosas horribles que
trágica, no tiene un feliz final. En la coti¬
es
nos ocurrieron.
dianidad de su vida diaria, su hermano aparenta y su padre da las ór¬
denes, mientras ella obedece a su padre y sirve a su hermano. En la
La religión, cómplice de abuso que sufrimos
cotidianidad de su vida Tamar es traicionada, aprisionada, violada
y
Nuestras historias
personales de violación o incesto, tomadas en
después rechazada. A continuación se le dice que ha de mantenerlo
en secreto.
su conjunto, vuelven mucho más grandes que nosotras mismas.
se
Tamar lleva Cada una de ellas es un hilo del amplio tejido de patrones sociales y
vergüenza en solitario, en la desolación de su cora¬
su

zón. Arrastra el pecado de su hermano en su cuerpo violentado. Des¬ religiosos subyacentes que permiten la violencia contra las mujeres en
una sociedad que prefiere a los hombres. La tradicional elevación re¬
pojada de su vista, antes clara y centrada, sus ojos ahora quedan fijos
en el suelo,
incapaces de sostener la mirada. Despojada de su voz, an¬ ligiosa del Dios masculino tolera el acceso sexual de los hombres a sus
tes orgullosa y noble, su boca esposas e hijas. Un informe de Naciones Unidas de 1989 concluyó
permanece firmemente sellada y las pa¬
labras aprisionan su garganta. Despojada de su que la violencia contra las mujeres es función de la creencia, fomenta¬
dignidad que antaño da en todas las culturas, de que los hombres son superiores y de que
paseara orgullosa sobre los hombros, ahora sus manos ocultan su
las mujeres son sus posesiones o una mercancía con la que pueden co¬
cuerpo indefenso, temiendo quedar expuesta.
merciar a su antojo7.
Entretanto, su padre y hermanos siguen con sus asuntos como
Estas tenaces actitudes tienen su raíz en las historias y mitos que
siempre: guerras, rivalidades y conquistas.
La historia de Tamar es la de al menos un 80 hemos explorado juntas. En todas ellas el cuerpo masculino queda
por 100 de las muje¬
res que se abren camino a los centros de tratamiento
exento de
responsabilidad y a las niñas se les enseña: «Los chicos
para sanarse de
sus adicciones5. El alcoholismo en la familia de siempre serán chicos. No pueden evitarlo.» Una se pregunta si el aco¬
origen aumenta las so sexual y el abuso de la mujer es el premio del que disfruta el hom¬
probabilidades de que ocurra el incesto, y una vez que nuestros cuer¬
bre por haber sido creado a imagen de Dios.
pos han sido explotados por los «poderes superiores» en los que con¬
fiábamos en la infancia, a menudo nosotras mismas recurrimos al al¬
Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
cohol, las drogas o la comida para olvidar6.
El incesto nos hace sentir una profunda das. Una a una hablan desde el silencio de toda una vida:
vergüenza, llegando a
creer que nuestros
cuerpos son malos, e incluso que nuestras almas
están manchadas. Cuando la
vergüenza eleva su voz desde la profun¬
Mi padre me tocaba las tetas delante de toda la familia desde
didad de nuestras heridas algunas nos mutilamos en un intento de que las tuve desarrolladas, a la edad de doce años. Me sentía de¬
acallarla. Nos golpeamos el cuerpo, dejamos que pase masiado insegura y era demasiado tímida como para protestar. Era
hambre, le da¬
inocente y estaba siendo utilizada, no sabía muy bien lo que me es¬
taba ocurriendo en realidad. A los cuarenta años una terapeuta me
5
Mary Beth McClure, Reclaiming the Heart (Nueva York: Warner Books,
1990), p. XVII.
6
Claudia Black, «It Will Never Happen to Me» (Nueva York: Ballantine
Books, 7
Naciones Unidas, Violence Against Women in
1981), pp. 154-155. the Family (Nueva York: Nacio¬
nes Unidas, 1989), p. 33.
292 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 293

preguntó si había sido abusada y le dije que no. Guardé silencio y volver loca a la gente. Por tanto, he tenido mucho cuidado de
lo negué. No es que lo hubiera olvidado, simplemente no sabía ocultarme de la vida, eligiendo empleos y relaciones sin salida y
que aquello era abuso. Pero mi cuerpo sí que lo sabía, por eso
poniendo años luz de distancia entre mí misma y la expresión de
comencé a comer para desaparecer. Es
paradójico: desaparecí co¬ quien soy. Ahora tengo cuarenta y ocho años y llevo mucho tiem¬
miendo y poniéndome gorda. El tamaño de mi cuerpo
siempre era po luchando para descubrir algo que pueda darme la sensación,
un problema
para mis padres. Yo solía estar enfadada con mi pa¬
aunque sea pequeña, de que mi vida tiene significado y propósito.
dre la mayor parte del tiempo y como aquello no
era permisible Esta sociedad y mi padre no me han dejado conocer ni siquiera
comía todavía más.
una sombra de mi fuerza
y creatividad de mujer.
Mi visión de mí misma estaba alterada. Sentía
vergüenza de Ferrel
mis grandes pechos, pechos que mi padre me tocaba en broma y
de lo que derivaba placer. Pechos que
todos los hombres miraban
antes de mirarme a los ojos.
Pechos que me tocaron dos hombres
a los que no conocía de nada. Me los
golpeaba porque detestaba Imagínate sentada en un círculo con Robín y Ferrel. Añade
tu historia a las suyas.
que fueran tan grandes, quería que desaparecieran. Nunca se me
animó a valorar su plenitud. No
exploré el placer sexual que mis
pechos podían darme hasta una etapa muy posterior, cuando ex¬ Ninguna mujer está exenta
perimenté el toque amoroso de otra mujer. Mis pechos estuvieron ♦ Reflexiona sobre la frase siguiente desde tu propia expe¬
muertos e insensibles durante treinta años. riencia: «Todas las niñas crecen hasta hacerse mujeres
negociando con la peligrosa geografía de la violencia se¬
Robín
xual masculina.»
♦ Describe el acoso sexual que
has soportado, empezando
Un día vino la
policía y se llevó a mi madre. Le metieron a em¬ con tus experiencias infantiles en casa y en la escuela.
pujones en el coche patrulla mientras mi padre y yo mirábamos
desde la puerta. Entonces tenía trece años. En un momento dado
Incluye las situaciones que solemos dar por supuestas:
miedo a caminar sola por la noche, aguantar silbidos y
mi madre me miró y me juró que nunca volvería a casa porque era vítores, que se contaran chistes verdes a tu costa.
culpa mía que tuviera que irse. Yo tenía la culpa de que mi padre ♦ ¿Cómo se te indujo el miedo a los hombres y a su poder se¬
estuviera abusando sexualmente de mí.
xual cuando eras niña? ¿Has ordenado y reordenado tu
Aproximadamente aquel tiempo, mi padre, no satisfecho
por vida en base a este miedo? ¿Cómo ha afectado a tus elec¬
con
manosearme, comenzó
a obligarme a realizar el coito con él. ciones en el día a día? ¿Cómo te ha afectado en la elección
Todo era culpa mía. ¿No me había dicho mi padre mil veces del lugar en el que vives y de los lugares a los que vas o de¬
que no
lo podía evitar? Había algo tan
poderoso y malvado en mí que aquel jas de ir? ¿Cómo afecta a tu seguridad y qué medidas to¬
hombre no podía dejar de hacerme cosas malas. El mal
que yo había mas? ¿Y a tu guardarropa? ¿Tienes toque de queda, es decir,
causado era tan grande que había vuelto loca a mi
madre, por lo que una hora a la que has de estar en casa para sentirte a salvo?
tuvo que ser internada en un
hospital psiquiátrico.
Me sentía avergonzada hasta el núcleo mismo de mi ser
y tuve Nuestros cuerpos rotos
que reprimir todas las características de quién yo era. Afirmarme a ♦ ¿Quedó afectada tu visión de tu propio cuerpo por expe¬
mí misma, hacerme visible de alguna manera,
expresar mi indivi¬ riencias infantiles de tocamientos, incesto o violación?
dualidad, sexualidad o creatividad significaba asumir el riesgo de
294 Un Dios que se parece a m! Las Sanadoras Heridas 295

dentro de sí. Fue un crimen silenciado e


ignorado en la familia, ex¬
♦ ¿En qué parte de tu cuerpo guardas la vergüenza de esas cepto por el hecho que agudizó la rivalidad entre sus hermanos. Ella
experiencias tan hirientes? se quedó sola con su vergüenza secreta y arrastró las consecuencias en

♦ ¿Cómo ha sobrellevado tu cuerpo el impacto del abuso? su cuerpo desolado.

En Samuel II 13:21 leemos la respuesta de David ante la violación


Buscar ayuda de Tamar: «Cuando el Rey David oyó todas estas cosas se enfadó. Y
Habla con una buena
amiga, con tu ministro o rabino, no reprendió a Amnon, su hijo, ya que le amaba tiernamente por ser
con tu terapeuta o madrina, respecto a cada una de estas res¬ su primer hijo.» El silencio de David ha sido el silencio de la religión.
puestas. Léeles tus escritos y muéstrales tus dibujos. Pide a Los sacerdotes, ministros y rabinos han minimizado la realidad del
los que te escuchan que escriban un sermón, un ensayo o abuso sexual y de la violencia doméstica en sus congregaciones. Así,
una carta expresando su indignación por la agresión corpo¬ el silencio y la negación han perpetuado el mito de que «estas cosas
ral que sufriste y por la limitación que ha supuesto para tu no pasan en un buen hogar
cristiano-católico-judío».
vida en un mundo
que prefiere a los hombres.
Además, la religión no ha contado las historias de mujeres que es¬
taban dentro de sus propios textos sagrados. Las historias de Tamar y
de innumerables mujeres han estado apartadas de nuestra memoria
hasta hace muy poco. Como la religión ha cerrado sus ojos y sus oídos
Voces silenciadas
a las historias de las
mujeres y muchas supervivientes del incesto in¬
fantil han tenido que buscar su curación fuera de la comunidad reli¬
Amnon no quiso oír su voz. giosa.
II Samuel 13:14,17 Cuando las mujeres abusadas se abren paso hasta la consulta del te¬
rapeuta, a menudo se les recibe con incredulidad. Hasta hace muy
La mujer debe silencio la iglesia. Porque les
estar en en no se poco a los psiquiatras se les educaba en el escepticismo hacia las histo¬
permite hablar. rias de traumas sexuales. Según Freud, los recuerdos de contacto se¬
I Corintios 14:34 xual de las mujeres con sus padres no eran más que fantasías: todas las
niñas pequeñas tienen la fantasía de dormir con su papá. A consecuen¬
A pesar cia de estos prejuicios, las mujeres vuelven a tropezar con el abuso de
de que las estadísticas son alarmantes, hemos querido
borrar de recuerdo la realidad de la violación y el incesto.
nuestro los profesionales, que no creen sus historias y niegan sus realidades
Hasta la década de los ochenta la negación del abuso sexual estaba cuando acuden en busca de ayuda. ¡Cuánto más fácil pensar que el

muy extendida en la comunidad psiquiátrica, en las instituciones reli¬ abuso sexual es una fantasía y atribuírselo a la imaginación de la mujer!
giosas y en la familia, e incluso entre las mismas mujeres supervivien¬ Tras haber sido silenciadas por nuestras familias, iglesias y por la
tes. Pensábamos que si lo ignorábamos el
tiempo suficiente tal vez de¬ comunidad terapéutica, nos silenciamos a nosotras mismas. Las que
saparecería. hemos sufrido incesto y violencia sexual podemos hacerlos desapare¬
¿Cuántas voces de mujeres se han acallado a lo largo de los si¬ cer de nuestra memoria durante años. Nos volvemos
muy hábiles a la
glos? Amnon, el hermano que violó a Tamar, le dijo: «No quiero oír hora de ocultar dichos sucesos y pretender que no han ocurrido. A
tu voz.» Incluso el hermano bueno, Absalom, le mismas también
dijo después de la nosotras nos resulta más fácil borrarlos de nuestro

violación: «No se lo digas a nadie ni te lo tomes a mal. El es tu herma¬ recuerdo oatribuírselos a nuestra imaginación para negar la dolorosa
no.» A Tamar la dejaron sola realidad. Perdemos la voz.
con la verdad, con el terror encerrado
296 Un Dios que se parece a mI Las Sanadoras Heridas 297

Nuestra actitud puede sorprender a nadie si se tienen en cuen¬


no jera lo dijera, él convertía mi verdad en mentiras. Hizo que me
que
ta cómo se ha acallado lo largo de siglos de historia reli¬
nuestra voz a sintiera muy sucia e incómoda con mi cuerpo y sus funciones. El
giosa. A la niña se le enseña a desconfiar de cualquier cosa que surja me invadía y, sin embargo,
esperaba que yo reconociera y respeta¬
espontáneamente de ella. Se le dice que lo que sabe no es verdad, que ra sus Emites.
lo que siente no es real y que lo que ve no está allí. Se le anima a dele¬ Tenía miedo de ser
responsable de los abusos. A la edad de
gar su vida en otros y a confiar en la verdad, en la realidad y en los siete años sentía muy poderosa. Negué el abuso sexual sufrido,
me

métodos de los demás. A las hijas se las enseña a estar calladas y a ser lo minimicé. Me sentía sucia y elegí la masturbación como forma
buenas, y que cualquier cosa que les pase es culpa suya. de recrear los abusos; aquello me producía placer y también ver¬
güenza. Me quedé sin voz ni poder. Llevo la vergüenza en mi vien¬
Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬ tre, en el plexo solar y en los ovarios. Estoy cansada de llevar este
das. Hablan una a una desde el silencio de toda una vida: peso y de tener el estómago tenso. Rezó para poder soltar y li¬
berarme. Merezco placer y quiero recuperar mi sexualidad y mi
A mi abuelo le consideraban un santo. Le encantaban sus nie¬ poder.
tos, todos éramos sus niños. El abuelo tenía una relación especial Erin
con los niños, nunca les gritaba ni les pegaba. Era un hombre pe¬
queño, con un rostro bondadoso, y era muy paciente. Hacía su
propio pan propio queso. El bañaba a la abuela.
y su Imagínate sentada con Christine y Erin. Añade tu historia a
Pero tenía
algún rasgo peculiar. Le gustaba quemar cosas en las suyas.
los campos (lo que es un rasgo común en los pedófilos) y abusaba
de los niños. Él era la gran esperanza blanca de la familia materna, En la familia
a diferencia de los hombres más rudos de la familia de mi
padre. ♦ Describe cómo acallaron hogar.
tu voz en tu
Mi madre lo creía un santo. ♦ ¿Sufriste abusos de niña? ¿Te amenazó el abusador con
Yo pude hacerte daño si lo contabas?
mantener aquellos primeros recuerdos en secreto
hasta los cuarenta años. Entonces afloraron las memorias del abu¬ ♦ ¿Trataste de contarle a alguien lo que te estaba ocurrien¬
so sufrido a manos de mi abuelo. Cuando se lo dije a mi madre no
do? ¿Te creyeron?
me
creyó; aquello supuso el final de nuestra relación. Una vez más,
estaba en la posición de elegir entre su hija y los hombres, vivos o Comunidad religiosa
muertos, de su vida, y eligió a los hombres. Necesito seguir dicién- ♦ Describe cómo acallaron tu voz a lo largo de tu forma¬
dome la verdad a mí misma, aunque ella no me crea. ción religiosa.
Christine
♦ ¿Se daba por hecho el comportamiento agresivo de tu
padre y se fomentaba la impotencia de tu madre?
Fui violada por dos hombres, un adolescente y un hombre de
♦ ¿Os ofreció la iglesia o sinagoga alguna solución a ti o a
tu familia?
mediana edad que se aprovecharon de mi inocencia y vulnerabili¬
dad. Tuve que superar aquella situación con fuerza y en silencio. Comunidad terapéutica
Estaba orgullosa de poder mantenerlo en secreto frente a mi pa¬ ♦ Reconstruye tus encuentros con terapeutas a lo largo de
dre, que me hubiera matado. El estaba seguro de que yo le enga¬ los años.
ñaba y de que hacía todas las cosas que hacen las chicas malas. Di¬
298 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 299

Un Dios que se parece a mí


♦ ¿Cómo fue recibida tu historia, con escepticismo, incre¬
dulidad, vergüenza, validación, credulidad...? Si hubiera estado rodeada por el rostro femenino de Dios no
habría sentido semejante odio hacia mí misma.
Mantener secretos a propia costa
nuestra Sandi
♦ ¿Durante cuánto tiempo has podido ocultarte a ti misma
aquellos primeros recuerdos? ¿Qué estrategias has em¬ Recordamos un tiempo el
Dios se parecía a nosotras y rei¬
en que
pleado para olvidar? vindicamos la historia que se remonta a los tiempos previos a las Es¬
♦ ¿Tienes todavía secretos que llevas en la soledad de tu crituras hebreas y cristianas. A1K descubrimos que estamos en compa¬
corazón? ñía de una serie de mujeres valientes; sus antiguas historias e imágenes
se convierten en herramientas sanadoras para nosotras.
Buscar ayuda Aprendemos de las antiguas mujeres que no pedían perdón por
Habla con una buena amiga, con tu ministro o
rabino, sus Recordamos los tiempos antiguos, cuan¬
cuerpos y por sus voces.
con tu terapeuta o madrina, comentándole cada un de las
do la adoración de la Diosa daba a la mujer posición, voz y un trata¬
respuestas que has dado. Léeles tus escritos. Escribid juntos miento justo. Leemos las antiguas costumbres y leyes por las que si un
un sermón, ensayo o
carta para expresar vuestra indignación hombre violaba a una mujer era condenado a muerte8. Reivindicamos
porque no recibiste apoyo para expresar tu historia. A conti¬ las antiguas creencias en una diosa fuerte que no se quedaba mirando
nuación escribe notas de agradecimiento a las personas de
pacientemente mientras las que habían sido creadas a su imagen eran
tu vida que apoyan tu verdad, que escuchan tus historias y
violadas, golpeadas, sufrían incesto y se les despojaba de su autoesti¬
aplauden tus valerosos pasos hacia la sanación. ma y de la confianza en sí mismas.

Las que vivimos la experiencia del incesto y la violación nos que¬


damos hechas pedazos. Ahora queremos recuperar nuestros cuerpos,
libres de culpa. Queremos recuperar nuestras historias del silencio.
Nuestra sanación
Queremos rescatar nuestros sentimientos de la negación. Queremos
restaurar nuestra totalidad y una
relación amorosa con nosotras mis¬
Hemos expresado en voz alta las experiencias de nuestro pasado mas. Queremos plena posesión y uso de los increíbles recur¬
estar en
personal y religioso que dañaron nuestros cuerpos y acallaron nuestra sos que habitan en nosotras por ser Hijas de la Vida.
voz. Ahora, con valentía,
recuperaremos las imágenes e historias del La Que Fue Cortada en Pedazos se convierte en nuestra Sanado¬
principio mismo, cuando se honraba el cuerpo de la mujer y su voz ra Herida. Surge desde
era bien recibida. Incorporaremos
dentro de nosotras cada vez que elegimos ser
recursos y herramientas que afir¬ totales. Su cuerpo destrozado resucita cuando salimos del silencio y
man a la mujer a nuestros mitos, meditaciones y rituales. Tamar y La
recuperamos cada pedazo disperso de nuestra historia, de nuestro
Que Fue Cortada en Pedazos se convertirán en las imágenes sanado¬
cuerpo y de nuestra vida. Nos ofrece sus dones sanadores cuando nos
ras de lo divino dentro de nosotras. En su presencia nuestros cuerpos presentamos ante ella a través de la meditación, reclamando las imá¬
recuperarán la totalidad y nuestras voces se sentirán libres para gritar
genes de un tiempo en el que Dios se parecía a nosotras.
la verdad de toda una vida.
A continuación proponemos la meditación titulada «Un encuen-

8
Stone, When God Was a Woman, p. 59.
300 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 301

tro con La
Que Fue Cortada en Pedazos: reuniendo los fragmentos». Soy La Que Fue Cortada en Pedazos.
Para prepararla,
monta un altar en el centro de tu espacio sagrado y Mi cuerpo está roto. Mi sangre ha sido derramada por tu totalidad.
coloca sobre él una vela roja, un cáliz (o vaso de vino) lleno de zumo Que tu vida rota y tu sangre derramada sean totalidad para ti.
de uva
y un plato con doce pedazos de pan que representan su cuer¬ Toma y come el pan, como símbolo de tu vida y de tu cuerpo
po desmembrado. Pon un pañuelo rojo sobre el altar para simbolizar rotos.
el río de la sangre de la mujer que ha fluido durante siglos. Toma y bebe el símbolo de
zumo, como tu sangre de vida
Reúne seis elementos para representar los años y las experiencias derramada.
perdidos de tu vida (fotos de tu álbum infantil, un collage de fotogra¬
fías de revistas...). Reúne otros seis elementos para representar tu Siéntate en silencio sobre el altar, tu centro sanador interno.
cuerpo desmembrado (pañuelos, trozos de barro con la forma de tu Desde él irradia una luz que te alivia, sana y fortalece.
cuerpo). Esparce los doce elementos por tu espacio sagrado. Inspira hasta sentir tu totalidad.
Inspirando... Mi cuerpo es total.
Espirando... No tengo mancha.
Un encuentro con La Que Fue Cortada en Pedazos: Inspirando... Mi vida es total.
reuniendo los fragmentos Espirando... No tengo mancha.
Inspirando... Mi totalidad queda restaurada.
Soy la que fue cortada en pedazos. Espirando... la relación amorosa conmigo misma queda res¬
Mi cuerpo está roto. Mi sangre ha sido derramada por tu totalidad. taurada.
Retoma tu vida... cada año de tu vida.
Recupera tu cuerpo... cada precioso pedazo de tu cuerpo.
Recupera tu historia... cada experiencia de tu historia. Un Dios que se parece a nosotras
Sé restaurada a tu totalidad.
A medida que las supervivientes de la violencia sexual vislumbra¬
Reúne todos los fragmentos de tu vida rota. mos el rostro femenino de Dios
a través del ritual y la meditación
y a
Reclama los años despreciados. Recuerda las experiencias alienadas. través de las historias, mitos e imágenes que afirman a la mujer nues¬
Reúnelos desde los remotos lindes de tus años. tra sanación va ganando en profundidad. En su presencia pasamos de

Muévete por tu espacio sagrado reuniendo las experiencias y la fragmentación a la totalidad. Las mujeres que comparten seguida¬
los años
perdidos. mente su sanación han realizado el trabajo descrito entre los capítu¬
Trae cada elemento roto sobre el altar, el centro de tu sa- los 1 y 12. Han trabajado cada historia hasta llegar al punto actual. Su
nación. curación ha requerido tiempo y paciencia.

Reúne todos los fragmentos de tu cuerpo roto. Sentadas en círculo, las mujeres comparten la sanación de sus vi¬
Reclama la parte despreciada. Recuerda la parte separada. das. Una a una se van expresando desde el silencio de toda una vida:
Reúnelas desde los lugares más remotos de tus años.
Muévete por tu espacio sagrado reuniendo las partes rotas de Una MujerDios que se pareciera a mí hubiera sido mi aboga¬
tu cuerpo. da. No habría perdido cuarenta y siete años haciendo dietas para
Trae cada elemento roto sobre el altar, el centro de tu sa- encajar, estando enfadada porque no encajaba o deprimida tratan¬
nación. do de descifrar la situación. En esta comunidad de mujeres por fin
302 Un Dios que se parece a mI 303
Las Sanadoras Heridas

me he dado cuenta de que el modelo que debía imitar había sido


diseñado por los hombres.
Imagínate sentada en un círculo con Robín y Ferrel. Añade
En esta comunidad de mujeres se me ha permitido ser, sentir¬ tu historia a las suyas.
me cómoda en mi
propia piel, sentir mis sentimientos y arriesgar¬
me a entrar en intimidades con otras mujeres. Me he sentido re¬ Graba «Reuniendo los Fragmentos» y resérvate
♦ tiempo
confortada siendo una miembro más de la comunidad. Gracias a
para entrar hoy trabajo. Después de realizarlo re¬
en este
estasexperiencias, las piezas del rompecabezas de mi vida han en¬ flexiona en tu diario: ¿Cómo estás recuperando cada par¬
contrado su lugar
y ahora mi vida «encaja». Puedo verla con cierta te desmembrada de tu historia, de tu cuerpo y de tu vida?
perspectiva. Soy su centro, ya no estoy confundida y puedo tomar ¿Qué acción podrías emprender hoy en favor de tu tota¬
mis propias decisiones. Me gusto, me siento una mujer sagrada y
lidad?
total.
♦ Toma un trozo de arcilla y esculpe al Dios que se parece
Robín a ti. Honra en tu escultura las partes de tu cuerpo que
fueron abusadas y
violadas, así como las que han sido
Mequedó muy claro cuál era la fuente de mi sanación mien¬ juzgadas severamente por la cultura y despreciadas
tras trabajaba en los dibujos que me inspiró la búsqueda del ros¬ por ti.
tro femenino de Dios. En dos ocasiones, tras la sesión, experi¬ ♦ Personifica al Dios que se parece a ti.
Escríbele cada día
menté la sensación de estar completa. He oído a la gente hablar de esta Pregúntale: «¿Dónde estás dentro de mí?
semana.

de agujeros en el alma. Dios sabe que he sentido un gran dolor y ¿Cómo puedo experimentar en mayor medida tu presen¬
vacío durante toda mi vida, pero, mientras trabajaba en mis di¬ cia sanadora en mi vida, en mi cuerpo y en mi creati¬
bujos, durante algunos momentos me sentí completa. Aunque el vidad?»
sentimiento fue breve, ahora sé que puedo sanar el dolor de mi
corazón.

No me
sorprende que la sanación provenga del arte. Cuando
estaba creciendo, el arte salía de mí, lo único que no tenía nada
era Un Dios que dice: «¡Ya basta!»
que ver con mi padre. Dibujé hasta que mi padre empezó a reali¬
zar el coito
conmigo. Después de eso, todo me daba vergüenza, in¬ El poder que más temen los hombres en las mujeres es el po¬
cluso dibujar. Por eso mi sanación está relacionada con el arte y
der de decir no. Elpoder de negarse a cuidarles, a hacerles el ser¬
con el rostro femenino de Dios. El arte me conecta con mi identi¬
dad
vicio sexual, productos. El poder de negarse a ado¬
a comprar sus
original como persona, con mi propio valor aparte de mi pa¬
dre. Y,
rar a su
amarles. Cada violador sabe que se
Dios. De negarse a
a través de la
búsqueda del rostro femenino de Dios, por puede forzar el sexo, pero ningún poder en el mundo puede obli¬
primera vez en mi vida he considerado la posibilidad de que la
gar a dar su amor a una mujer que quiere retenerlo.
mujer, de que yo, sea sagrada. Ahora creo que haber nacido mujer
barbara WalKER, The Crone: Woman ofAge,
es una bendición.
Wisdom and Power9
Ferrel

9
Barbara G. Walker, The Crone: Woman of Age, Wisdom and Power (San Fran¬
cisco: Harper, 1985), p.ll.
304 Un Dios que se parece a mi Las Sanadoras Heridas 305

Amnon quiso oír la voz de Tamar, pero ahora nuestros líderes


no nuestras hijas enfrenten actitudes destructivas hacia los cuerpos
sus
religiosos deben oír su voz y relatar su historia. Deben salir de la ne¬ femeninos; cada cuestionamos a nuestros líderes religiosos
vez que
gación en interés de las niñas que atienden sus servicios semanales para que cuenten toda la verdad en sus enseñanzas y sermones.
porque la increíble realidad es que algunas de ellas ni siquiera están Eva, Lilit y María se unen a nosotras, sus voces surgen de nuestra
seguras en brazos de sus padres.
profundidad. Con Eva decimos no a la vergüenza, a ser un chivo ex¬
Quizá si las instituciones religiosas de nuestra infancia hubieran piatorio y a cargar con todo por ser madres. Con Lilit decimos no a
escuchado la historia de Tamar y hubieran permitido que la firmeza las relaciones abusivas, al dolor y al sufrimiento y a cualquier cosa que
de su no cuestionase sus actitudes se habría acelerado mucho nuestra nos niegue. Con María decimos no a tener
que retorcer nuestras vidas
salida del silencio de la negación y de la vergüenza. Ese no de Tamar
y nuestros cuerpos, y a rendirnos a nada que no sea nuestro yo más
fue un acto muy valiente por su parte. En un momento de gran peli¬ verdadero y nuestra voz más sabia. Juntas, nuestras voces acumulan el
gro y con gran claridad de visión cuestionó el comportamiento de su poder necesario para derrocar los sistemas que toleran la violencia, el
hermano llamándolo violación, estupidez y describiéndolo como algo incesto y la violación.
bajo, deleznable y malvado. ¡Ella es la única en todas las Sagradas Es¬ Inspiradas por Tamar, afirmamos el coraje-Lilit de nuestras hijas,
crituras que nombra el pecado de su hermano! Recordemos sus pala¬
nietas y sobrinas. Aplaudimos la voz de la niña cuando afirma:
bras:

Soy una guerrera.Sea cual sea la dificultad, sé que hay una for¬
«No, hermano, no me violes; no hacemos tales cosas en Israel; de encararla. No
ma
supone ningún esfuerzo echar mano de mi
me
no
hagas tal tontería. ¿A dónde podría huir para ocultar mi vergüen¬ coraje y animar mi espíritu. Resuelvo mis problemas con coraje. Con
za? Y tú caerías tan bajo como el más estúpido de Israel. ¿Por qué buen ánimo cambio lo que no funciona para mí. Digo no cuando no
no pides mi mano al Rey? No me
separará de ti.» quiero que me abracen. Digo «no me gusta esa persona» y «me gusta
El no quiso escuchar
su voz. Era más fuerte que ella, la tumbó esa persona» según lo siento. Cuido de mí misma.
Soy La Testaruda
en la camala violó.
y y La Enfadada. Me voy cuando deseo irme. Me niego a soportar do¬
Después Amnon estaba lleno de un gran odio por ella; el odio lor y sufrimiento. Soy activa. Digo no. El coraje del universo pulsa a
con el que la odiaba era verdaderamente través de mí. Estoy llena de mí misma.
mayor que el deseo que an¬
tes sintiera por ella. Y le dijo: «Levántate
y vete.» Ella respondió:
«No, expulsarme así es un acto malvado. Es aún peor que lo que me Las Escrituras dicen que
nos Absalom fue padre de tres hijos y de
has hecho.»
una hija. Llamó hija Tamar, en honor de su hermosa tía. En inte¬
a su
rés de nuestras hijas y sobrinas debemos contar nuestras historias.
Al contar la verdad de Tamar contamos la nuestra. Al incorporar Imagínate a Tamar caminando por el pasillo de la iglesia, mirando a
su historia a la nuestra, la suya se vuelve sanadora. Recuperamos el los ojos a cada mujer y diciéndole: «Recupera tu vista. Ve lo hermosa
coraje de decir no y recuperamos los recursos para contar nuestras y plena que eres. Retoma tu voz. ¡Grita tu verdad! Recupera tu dig¬
propias historias tras generaciones de silencio. Oímos el grito del no nidad. El pecado no lo cometiste tú. Es bueno y justo que seas una
de Tamar a través de los siglos cada vez que salimos del silencio para mujer. Niégate a llevar el pecado de tu padre y de tu hermano en tu
contar nuestras historias; cada vez que
expresamos nuestra indigna¬ cuerpo.»
ción por los chistes que denigran nuestros cuerpos y la pornografía En respuesta,
cada mujer de la congregación afirma con valentía:
que los ensucia y mutila; cada vez que ayudamos a una amiga a salir «Recupero mi vista. Me veo hermosa y plena. Retomo mi voz y gritaré
de una relación de abuso; cada vez que exigimos que los padres de mi verdad. Recupero mi dignidad. El pecado no fue mío. Es bueno
y
306 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 307

justo que yo sea unamujer. Padre, hermano, ya no llevaré vuestro pe¬


cado en mi cuerpo.
¡No más!» Imagínate sentada en un círculo con Ferrel y Erin. Añade tu
Una tras otra las mujeres se levantan de sus sitios y relatan sus
historia a las suyas.
historias: historias de menstruaciones, de partos y menopausias.
Historias de violación, vergüenza, sanación y coraje. Las historias
♦ ¿Cómo dices «¡Ya basta!» en tu vida?
de mujeres llenan todo el espacio, que con sus relatos se vuelve sa¬ ♦ Realiza uno de los siguientes actos valerosos a lo largo
de esta semana:
grado.
Cuenta amigo o pariente en quien confíes una histo¬
a un
Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
ria que hayas mantenido en secreto.
das. Una a una se expresan desde el silencio de toda una vida:
Expresa tu indignación ante los chistes denigrantes para
el cuerpo o la vida de la mujer que escuches en la oficina.
He tenido numerosos contactos con mi familia en los que les
Anima a una amiga a que diga «¡Ya basta!» y salga de
he contado la verdad de mis experiencias de incesto. Siento mu¬
una relación abusiva.
chas resistencias a reconocer la verdad tanto de su de
parte como
la mía, pero mantengo viva la relación por el bien de mis sobrinas. Exige al padre de tu hija que confronte sus actitudes des¬
tructivas hacia el cuerpo de la mujer.
Ante el miedo a que me abandonaran, me he arriesgado a decir la
Pide a tu ministro, sacerdote o rabino que cuente desde
verdad porque he hecho conmigo misma el convenio de que decir
el púlpito las historias de Tamar y La Que Fue Cortada en Pe¬
la verdad es mi primera obligación.
dazos. Ofrécete voluntaria para predicar un sermón mostran¬
Ferrel
do tu indignación.
Fomenta el coraje-Lilit en tus hijas, nietas y sobrinas. Da¬
De niña no podía decir que no y eso me hizo vulnerable al les tu bendición para que puedan decir no.
abuso sexual. Arrastré miedo conmigo hasta la edad adulta
este

mientras el abuso continuaba. Recibí de Tamar la libertad, el co¬


v J
raje, el poder y la capacidad de decir no. Me he liberado de mis lí¬
mites autoimpuestos. Ahora estoy en un alegre proceso de expe¬
rimentación y expresión. Es como respirar aire puro; ya no me Antes de seguir adelante, quédate un poco más en la presencia sanadora
siento agobiada ni atrapada y tengo más energía. He vuelto mi de Tamar:
energía hacia mí misma. Me doy cuenta de que mi centro es vivi¬
ficante y apartarme de él me resulta mortal. Tomo conciencia de La presencia sanadora de Tamar
lo poderosa que soy. Me siento sólida por dentro. Dentro de mí
hay una energía burbujeante que está a punto de explotar en un Dedica tiempo cada día de esta semana a estar con La Mujer He¬
sonoro
grito que anuncie a todo el universo: yo soy. rida dentro de ti yofrécele los recursos sanadores que te ofrecemos a
Erin continuación. ¡Ojalá se cure con tus tiernos y compasivos cuidados!
Incorpora las siguientes experiencias a tu vida diaria:

Día 1. La recuperación del cuerpo

♦ ¿En qué parte de tu cuerpo llevas la vergüenza de tus heridas pro-


308 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 309

fundas? Dibuja tu cuerpo y marca los lugares que contienen tu ♦ Incorpora esta afirmación a tu día: «Es bueno y justo que yo sea
vergüenza. una mujer.»
♦ Ahora transforma el dibujo. Recupera cada una de las partes que ♦ Toma conciencia de cómo recuperas tu bondad de mujer. ¡Niéga¬
contienen tu vergüenza con un color o una imagen sanadores. te a ser menospreciada o excluida el día de hoy!
Hónralas de una manera especial a través del dibujo.

Día 7. ¡No más!


Día 2. La batalla ha terminado ♦ Oye a Tamar decirte las siguientes palabras: «Niégate a arrastrar
♦ Haz una lista de tus formas de batallar con tu propio cuerpo. el pecado de tu padre y de tu hermano en tu cuerpo.»
Compensa cada acción abusiva con el compromiso de empren¬ ♦ Incorpora esta afirmación a tu día: «Padre, hermano, ya no voy a
der una acción autosanadora. Realiza las acciones sanadoras a lo llevar vuestro pecado en mi cuerpo. ¡No más!»
largo de esta semana. ♦ Toma conciencia de cómo recuperas la propiedad de tu cuerpo.
¡Niégate a llevar ninguna carga que no sea tuya el día de hoy!
Día 3. La recuperación de la visión
♦ Oye Tamar decirte las siguientes palabras el día de hoy: «Recu¬
a
pera tuvisión. Ve lo hermosa y plena que eres.» Antes de seguir adelante, quédate un rato más en la presencia
♦ Incorpora la siguiente afirmación a tu vida durante el día de hoy: sanadora de La Que Fue Cortada en Pedazos:
«Recupero mi visión. Me veo hermosa y plena.»
♦ Toma conciencia de cómo estás recuperando tu clara visión. ¡Per¬ LA PRESENCIA SANADORA DE LA QUE FUE CORTADA EN
cíbete sin mancha! PEDAZOS

Día 4. La recuperación de la voz Dedica tiempocada día de esta semana a estar con La Mujer He¬
♦ Oye Tamar decirte: «Recupera tu
a voz. ¡Grita la verdad!» rida quehabita en ti para que pueda sanarse gracias a tus cuidados
♦ Incorpora la siguiente afirmación a tu vida: «Recupero mi voz. compasivos y amorosos. Incorpora la meditación siguiente a tu vida
Gritaré mi verdad.» diaria10.
♦ Toma conciencia de cómo estás recuperando tu poderosa voz. Imagina que estás en un antiguo bosque. Haz unas respiraciones
¡Di la verdad el día de hoy! profundas. Imagina que tienes raíces como los árboles que te rodean.
Estás tan aterrizada, tan conectada con la Madre Tierra como los ár¬
Día 5. La recuperación de la dignidad boles: eres sustentada, apoyada y nutrida por ella. Imagina que tu res¬
♦ Oye a Tamar decirte las siguientes palabras: «Recupera tu digni¬ piración surge de la rica tierra que tienes bajo los pies con cada inha¬
dad. El pecado no es tuyo.» lación. Libera tu aliento en el aire fresco y húmedo que te rodea con
♦ Incorpora la siguiente afirmación a tu día: «Recupero mi digni¬ cada exhalación.
dad. Yo no cometí el pecado.» Entrelaza una afirmación con cada respiración:
♦ Toma conciencia de cómo estás recuperando tu dignidad. ¡Niega
toda vergüenza o culpa el día de hoy! Mi cuerpo es sagrado. En él no hay mancha alguna.
Mi cuerpo es total. En él no hay mancha alguna.
Día 6. La recuperación de la bondad

♦ Oye a Tamar decirte las siguientes palabras: «Es bueno y justo 10


Partes de la meditación fueron inspiradas por Baby Suggs, un personaje de la
que seas una mujer.» obra de Toni Morrison Beloved (Nueva York: Alfred A. Knopf, 1987), pp. 87-89.
310 Un Dios que se parece a mí
Las Sanadoras Heridas 311

El clima es muy refrescante y sigues a La Que Fue Cortada en Pe¬ Ama tus hombros. Elévalos hacíalas orejas. Escúchalos. ¿Sien¬
dazos por un camino que sólo ella conoce. Te lleva a un amplio claro
tes alguna tensión? ¿Qué te están diciendo sobre el paso y la for¬
del bosque. Busca dentro de ese claro un lugar donde sentarte, quizá
ma de tus días? Libéralos y libera todo lo que arrastran, con amor.
una roca o sobre la hierba fresca y verde. Ponte cómoda. La Que Fue
Ama tus brazos. Levántalos delante de ti. Junta las manos,
Cortada en Pedazos te va a llevar a dar un paseo de reconocimiento
muévelas, bésalas.
por tu propio
cuerpo. Sigue sus sugerencias con un toque delicado, Eres suficiente. Bendita No retengas
un movimiento expresivo o en la quietud de tu imaginación. Imagina
seas. nada. Permite que tu
cuerpo tome forma. Sigue la forma de tu cuerpo. Inhala: mi cuer¬
que te dice: po es sagrado. Exhala: mi cuerpo es total.
Ama tus pechos tal como sean: firmes,
colgantes, plenos o
Eres suficiente,
sagrada. No te quedes nada dentro. Permite
eres
planos. Sigue su forma.
que tu cuerpo tome una forma y ama la forma que tome. Inspira y Ama tu abdomen. Llénalo de respiración. Honra su redondez
afirma, mi cuerpo es sagrado. Exhala y afirma, mi cuerpo es total.
y permite forma.
que tome
Vuelve al hogar de tu cuerpo. Ámalo. Basta de golpearlo, re¬
Sigue la forma de tu triángulo púbico. Mientras lo haces, cele¬
torcerlo o esculpirlo.
bra tu conexión con la Mujer Dios, la
que tiene pechos, muslos y
Ama tu carne, ámala con todo tu corazón y tu alma. Ámala
una vagina como la tuya.
ahora a través del contacto físico.
Percibe y honra la forma de tu trasero. Masajéalo tiernamente
valorando el fiel apoyo que te proporciona.
Presta especial atención a las áreas de tu cuerpo que te resultan
difíciles de reconocer: una cicatriz, una parte desplazada sobre otra, A tu propio paso, crea una Meditación de Reconocimiento. Mue¬
una capa de grasa protectora, una parte intocable. ¿Sientes vergüenza
ve, toca o imagina lentamente cada una de las restantes partes de tu
de ciertas partes? ¿Te sientes orgullosa de otras? Dirige la respiración
cuerpo, tus muslos, rodillas, pantorrillas, pies y dedos de los pies.
hacia cualquier incomodidad sin juzgarla. Percibe lo que es verdad Respira profundo mientras reconoces y escuchas a tu cuerpo.
para ti sin avergonzarte. Para acabar con la Meditación de Reconocimiento, inspira
pro¬
fundamente. Imagina que la respiración se eleva desde la rica tierra
Empieza por la parte alta de la cabeza. Reconoce la cabeza.
que está debajo de ti, mientras dices en tu corazón: Mi cuerpo es sa¬
Muévela. Masajéala. grado. Libera tu aliento en el aire fresco y húmedo que te rodea,
Ama tu pelo. Tócalo. Acaricíalo. Enróscalo. Bendice sus rizos,
mientras dices en tu corazón: Mi cuerpo es total.
su lisura, color, su textura.
su
Siéntate en silencio hasta que te sientas preparada para escribir o
Ama tus ojos. Bendice su color. Masajéate los párpados y las
dibujar en tu diario. Reconoce los sentimientos, sensaciones y recuer¬
cejas. Ábrelos y ciérralos. Honra tu visión única del mundo. dos que han aflorado en ti. Comparte esta experiencia con una
Ama tus oídos. Bendice su forma y tamaño. Masajéalos. Ama
amiga
en quien confíes.
tu recepción del mundo que es única.

Ama tu nariz. Bendice su forma y tamaño. Inspira y espira len¬


tamente. Honra el Aliento de Vida que pasa a través de ti.
Ama tu boca y tus labios. Sigue la forma de tus labios. Ama los
sonidos de tu boca. Emite un sonido.
Ama tu cuello. Acaricíalo. Manténlo en alto. Masajéalo tierna¬
mente.
(Lapíiulo

La j\na\ana Sa bia

La historia

DlOS DE NUESTRA INFANCIA no cambiaba y estaba muy


L

alejado de las realidades de nuestra existencia. Él daba la


vida y la muerte no le afectaba. La muerte era un enemigo
de la vida, una consecuencia de la caída de la humanidad de la perfec¬
ción, y debía ser superada.
Olvidada su íntima participación en los orígenes de la vida, la An¬
ciana nos recuerda a la muerte. Porque fue la mujer, Eva, la que trajo
la muerte al mundo, y sus hijas acarrean en sus cuerpos la maldición
de la vejez.

El rostro de la muerte

Pues la soldada del pecado es la muerte.


Romanos 6:23

Según cambiaba en mi experiencia el rostro de Dios busqué a la


Anciana en mi pasado religioso. Cuando era niña, las ancianas iban a
314 Un Dios que se parece a mi La Anciana Sabia 315

misa todos los días. Cuidaban de los huérfanos y se ofrecían a hacer das, solas y pobres. Mientras los hombres envejecen con dignidad,
pasteles para los mercadillos de caridad. Cosían las telas del altar a para las mujeres envejecer es una desgracia.
mano, preparaban la comida del sacerdote y limpiaban su retrete.
Pero eran los sacerdotes los que presidían la misa diaria.
En mi adolescencia las ancianas cosían las cortinas de la escuela Nuestras heridas
dominical y asistían a todas las oraciones colectivas y a los grupos de
estudio bíblico. También preparaban la comida en los banquetes y ce¬ En compañía de mujeres valerosas expresaremos las experiencias
nas eclesiásticas. Ellas servían a la iglesia, pero el ministro presidía to¬
de nuestropasado personal y religioso que han depositado en noso¬
dos los servicios. tras el temor a envejecer. Contando nuestras historias saldremos del
en la universidad, en un estado suerño, pude ver
Cuando estaba aislamiento de toda una vida; éste es nuestro primer paso hacia la sa-
que eran las ancianas, las sirvientas y niñeras, las que cargaban con la nación.
paternidad y de la hospitalidad de los ricos. Llevaban el dolor de sus
propios hijos al tiempo que secaban las lágrimas de los hijos de los
blancos. Preparaban las cenas especiales y limpiaban los retretes de la
El temor a envejecer
iglesia y de sus hogares. Eran mujeres dobladas bajo la carga de so¬
portar sobre sus hombros el peso de generaciones de racismo.
Se supone que en la vida real las señales del envejecimiento no
También recuerdo a Sara, la esposa de Abraham. Estaba consu¬
deben verse.
mida por el deseo de tener un hijo y buscó hacerlo a través de su es¬
Las mujeres trabas sociales
clava Agar. Joven y fértil, Agar tuvo su hijo ilegítimo. Sara, ya mayor y encuentran y profesionales cuando
tienen arrugas y pelo blanco que los hombres no tienen. En lugar
estéril, se rió cuando Dios le dijo que tendría su propio hijo legítimo.
de envejecer normalmente como parte de un ciclo de vida
La mujer mayor y la joven enzarzadas en una danza de amargura y su¬ pleno
las mujeres están constreñidas por la ilusión de que su proceso de
frimiento alrededor del hombre y sus hijos'.
crecimiento se detiene en la primera o en las dos
Recuerdo a Naomi y a Rut, mujeres sabias y valerosas, madre y primeras décadas
de su vida adulta.
cuñada comprometidas una con la otra en ausencia de sus maridos.
Su historia gira en torno a encontrar un nuevo marido para Rut y al Barbara Walker, The Crone of Age, Wisdom and Power
nacimiento de un nieto que lleve el nombre del fallecido2.
Recuerdo a la vieja Anna, la profetisa. Era viuda, no tenía relación A medida que hemos viajado por la verdad de la vida de la mujer,
con hombre alguno y era tan ilegítima como las que no tenían padre, comenzando desde su nacimiento,
pasando por los mitos de la crea¬
ción y los símbolos que la han conformado, aventurándonos en el de¬
pero Dios la mantuvo en el servicio del templo. El era el protector de
las viudas3. sarrollo de sus ciclos y ritmos y explorando su vulnerabilidad a la vio¬
Estaba claro que el poder de la mujer, si es que tenía alguno, dis¬ lación y al incesto, hemos podido vislumbrar el temor a envejecer que
minuía a medida que se hacía mayor. Muy pocos escuchaban su voz, preside los escritos de las mujeres. Este temor ha ido acumulando
sus historias y su sabiduría. Las ancianas acaban quedándose encerra¬ fuerza y poder a lo largo del camino.
La Anciana es la culminación de todo lo que la
mujer ha experi¬
mentado desde la niñez. A lo largo de todo el proceso, las ocurrencias
1
Véase Génesis 16:1-16, 17:15-27, 18:12-15,21:1-21. naturales de nuestra vida nos resultaban inaceptables: el hecho de ser
2
Véase Lucas 2:36-38. «chicas», de sangrar, y nuestros cambios corporales durante la adoles¬
3
Véase Libro de Rut. cencia y el embarazo. Tiene cierto sentido que nos veamos
obligadas a
316 Un Dios que se parece a mI La Anciana Sabia
317

No quiero envejecer sola. Una de las


seguir batallando con nuestros cuerpos de mujer en la nueva frontera, imágenes que más miedo
el proceso de envejecimiento. A medida que cambian nuestros cuer¬ me da es la de verme mayor y viviendo sola en una casa fría escu¬
pos, los deformamos para responder a la expectativa social de que chando a la calefacción encenderse y apagarse.
una mujer nunca envejece.
Teresa
Desgraciadamente, llegado este momento, nuestro odio hacia no¬
sotras mismas ha alcanzado tal grado de profundidad que haremos ♦ Un ama de casa no recibe protección de la
seguridad social. A pe¬
cualquier cosa para librarnos de las pruebas de que estamos enveje¬ sar de haber trabajado durante décadas en el
hogar y de haber
ciendo, a menudo empleando para ello métodos violentos. Algunas se contribuido sustancialmente al bienestar económico familiar reci¬
obsesionan y hacen un seguimiento de sus arrugas con lupa. Otras be una
pensión de esposa, que es sólo la mitad de la que recibe el
se someten a dolorosas inyecciones regulares de colágeno. Aún hay hombre.
otras que recurren a la cirugía estética: el cuchillo que recorta las par¬

tes indeseables de sí mismas, un poco de nariz por aquí, un poco de El sentimiento de suficiente»
«no ser se ha ido intensificando
muslo por allá, el doble mentón, un bulto, arruga o punto no desea¬ con los años; medida
a que envejezco, el mundo refuerza ese men¬
dos. Muy pocas aceptan y celebran los cambios que tienen lugar en su saje. Temo ser tragada y luego escupida por no ser útil ni deseable.
rostro y en sus cuerpos. No podemos imaginarnos a un Dios que en¬ Si no
tengo una familia que haga que merezca la pena mi vejez
vejezca como nosotras. creo que moriré.
encubrir las señales del envejecimiento consume bue¬
Disfrazar y
Ann
na parte de la energía de la mujer, lo que significa que le queda poca

para tratar con los factores sociales y económicos que amenazan su ♦ Aproximadamente el 75 por 100 de los ancianos son mujeres. En
supervivencia en un mundo que prefiere a los hombres. En lugar de lastres próximas décadas el número de ancianos
ahorrar dinero para su futuro lo gasta en ropa, dietas y tintes. Su ener¬ que vivirán solos
aumentará hasta casi doblarse
y cuatro de cada cinco seguirán
gía se centra en conseguir y después en conservar a un hombre que siendo mujeres.
sea su salvación, su seguridad y un compañero para la vejez. La sobre-

cogedora realidad es que la mayoría de las mujeres envejecen solas, Siento como si existiera cuando
sobreviviendo a sus «salvadores» y sobrepasando la duración de las
no no
estoy ligada a un hom¬
bre. A medida que envejezco, la probabilidad de encontrar un
cuentas bancadas de éstos.
compañero adecuado disminuye. Esto me da miedo porque no
Considera y reflexiona 4: quiero envejecer sola.

♦ Entre los ancianos pobres, más de tres de cada cuatro son muje¬ joyce
res. La mayoría de las mujeres ganan menos que la mayoría de los
♦ En el año 2020 la pobreza
los ancianos estará prácdcamente
entre
hombres y, por tanto, dedican menos a ahorros, pensiones y segu¬
limitada a las mujeres que vivan
solas. A menos que se reoriente la
ridad social. También viven mucho más tiempo.
discriminación laboral, sexual y por edad en las próximas décadas
se producirán
pocas mejoras en la situación económica de las pró¬
ximas generaciones de mujeres de mediana edad
4 y mayores.
Liga de Mujeres Mayores, «Vienen tiempo duros: Ingresos de las muje¬
Véase
res americanastras el retiro en el próximo siglo» (Washington, DC: Liga de Mujeres
Me mantengo a mí misma y me encargo de mi coche, casa, ofi¬
Mayores, 1990). Se han incorporado afirmaciones de este documentos y fragmentos
de los escritos de mujeres sobre el envejecimiento a esta ilustradora lectura. cina, impuestos, facturas y atención sanitaria. A veces se vuelve
La Anciana Sabia
Un Dios que se parece a mí 319

agobiante, he estado haciéndolo durante veinte años. Me


pero ya
muy seriamente a mi capacidad de intimar
con los demás y me ha¬
cen sentirme
inaceptable como ser humano. Mi edad ha sido un
da miedo envejecer. Temo perder el control de alguna parte de mi
cuerpo y no poder cuidar de mí misma.
problema para mí desde hace tiempo. El valor que esta sociedad
Mary deposita en las mujeres jóvenes se refuerza constantemente en los
bailes a los que acudo cuando veo a los ojeadores,
tipos de mi
edad y mayores, que persiguen a muchachas de veinte. En ese
gru¬
Según el Gremio de Actores de la Pantalla, un hombre del gre¬ po, las mujeres de cincuenta y tantos no reciben ninguna conside¬
mio gana como promedio un 60 por 100 más que una mujer del ración ni como compañeras de baile ni como
compañeras de vida.
gremio. Y entre los actores que rondan los cincuenta años, los
hombres ganan el 150 más. «Parece como si a las mujeres se les joyce
contratara siguiendo la línea procreativa. Después de los cuaren¬
Mipadre me dijo que mi único valor era un valor sexual pasaje¬
ta, estamos pasadas», dice Carrie Fisher5. ro. Medijo que cuando me hiciera vieja (y ahora tengo mucha más
edad de la que mencionaba) no tendría valor en absoluto. Sus
Los aconteceres naturales de la vida no han sido aceptables pala¬
bras contribuyeron a mi eterno terror a envejecer. A los veinticinco
para mí. Actualmente estoy luchando con mi proceso de envejeci¬ años tenía tanto miedo a envejecer como
miento. He dado a luz a dos niños preciosos y mi cuerpo está cam¬
ahora, a los treinta y seis.
Mi valor sexual es lo único
biando. Incapaz de aceptar los cambios, fuerzo mi cuerpo a man¬ que me indica que existo. Esto ha
hecho que la adicción a las relaciones presida mi vida. No he teni¬
tenerse en forma para responder a las expectativas sociales de do ninguna relación durante cuatro años, pero los hombres
tener un cuerpo joven. siguen
controlando mi actitud hacia mí misma. No importa que estén en
Erin
mi vida o no, el terror a envejecer
y mi obsesión con su respuesta
hacia mí siguen estando presentes de igual manera.
Sentadas en círculo, las mujeres expresan la verdad de sus vidas.
Ferrel
Una a una hablan desde el silencio de toda una vida:

Cuando me miro en el espejo no me veo como una mujer de Imagínate sentada en un círculo con Rebekah, Joyce y
cuarenta y tres años con arrugas, redondeces y partescolgantes. Ferrel. Añade tu historia a las suyas.
Me miro en el espejo y pienso «ésta no soy yo. Por dentro sigo te¬
niendo veinticinco años». Intelectualmente honro a las mujeres ¿Cuál era la actitud de tu padre hacia el envejecimiento de
mayores y, sin embargo, cuando las miro, niego su realidad. Sigo tu madre? ¿Hacia el tuyo?
estando influida por la definición cultural de lo que es aceptable y ¿Cuáles eran las actitudes de tu madre hacia su propio enve¬
atractivo.
jecimiento? ¿Te transmitió algún miedo?
Rebekah ¿Se preparó tu madre económicamente para el futuro?
¿Cómo te has preparado tú para el futuro?
De adulta, ¿qué miedos tienes a hacerte
Hay muchas cosas respecto a mi cuerpo a las que no puedo mayor? ¿Te preocupa
más ocultar las pruebas de que estás envejeciendo
poner palabras debido al agudo dolor que me producen; afectan que de¬
sarrollar tus talentos, compartir la sabiduría de los años vi¬
vidos y prepararte un futuro económicamente
5
«Mujeres al borde de un ataque de nervios», Time, 18 de febrero 1991, seguro?
58-59.
320 Un Dios que se parece a m1 La Anciana Sabia 321

Nuestra san ación como nosotras. En la


plenitud del tiempo ella se convierte en la Diosa
Bruja, que lleva sabiamente el tiempo que le ha asignado la vida a su
Hemos dado voz a las experiencias que depositaron en nosotras digno final. Representa la ancianidad, el invierno y la luna menguan¬
el miedo a envejecer. Ahora reuniremos más fragmentos de nuestra te. Sostiene la vida y la muerte dentro de sí como si fueran una sola

historia colectiva de los márgenes de la historia y de la religión. Volve¬ cosa. Nada se eleva ni se
desprecia en el eterno ciclo de nacimiento,
remos a relatar valientemente la historia de La Anciana Sabia incor¬ vida, muerte y renacimiento7.
porándole las poderosas imágenes de un tiempo en el que la acumula¬ Inspiradas por ella, las antiguas mujeres no veían la muerte como
ción de años en una mujer era motivo de celebración. La Anciana un pasaje hacia el cielo, sino como una vuelta a la tierra. Estas
mujeres
Sabia se convierte en la imagen curativa de lo divino en nosotras. Al no estaban obsesionadas con el envejecimiento
y la muerte. A las más
abrazarla e integrarla en nuestras vidas recuperaremos nuestra Sabi¬ mayores de entre ellas se les consideraba tan imponentes y dignas de
duría y Belleza Originales. respeto como los lugares sagrados de la tierra y se las reverenciaba por
poseer la sabiduría telúrica en sus grietas, arrugas, líneas y años. Cada
mujer honraba el rostro de la Diosa en su propio rostro cambiante.
Un Dios que Invitamos a La Anciana Sabia a estar las
envejece como yo presente entre nosotras en
reuniones comunitarias. Imagínate sentada en un círculo de mujeres
Hay una enorme distancia entre una sociedad como la nuestra de todas las edades afirmando: «La sabiduría nos lleva a reconocer

y las primeras sociedades prepatriarcales donde las mujeres mayo¬ que todo cambia. "La semilla convierte en fruta; la fruta vuelve a
se
ser semilla. En el nacimiento, morimos; en la muerte, nos liberamos"8.
res eran una fuente de sabiduría, legalidad, habilidades sanadoras
La Anciana Sabia honra tanto la vida como la muerte, sin despreciar¬
y liderazgo moral. Sus arrugas eran medallas de honor, no de ver¬
las ni elevarlas, porque son parte de la naturaleza cíclica de la reali¬
güenza.
dad. Lo que nace morirá y lo que muere nutre la vida en sus diversas
Barbara Walker, The Crone of Age Wisdom and Power
formas. Nuestra capacidad de abrazar la muerte viene determinada

Se nos recuerda un tiempo en el que Dios se parecía a nosotras. por la profundidad con la que hemos dado la bienvenida a la vida.
Honramos todo lo que ha sido despreciado, recibimos todo lo que ha
Descubrimos que estamos en compañía de mujeres valientes, sus anti¬
sido excluido. La vida y la muerte son buenas. Son muy buenas.»
guas historias e imágenes se vuelven una fuente de sanación para no¬
sotras.Aprendemos de las antiguas mujeres que no pedían perdón
por sus últimos años; recordamos las antiguas sociedades que celebra¬
Meditación para celebrar La Anciana Sabia
ban la acumulación de años en la mujer y respetaban su sangre sabia. a

Leemos sobre los antiguos caminos en los que sólo las mujeres post-
En la meditación recuperamos las imágenes de un tiempo en el
menopáusicas podían presidir los rituales y ritos sagrados6. Aprende¬
mos de las antiguas creencias en la Triple Diosa: Doncella, Madre y
que Dios se parecía a nosotras. A continuación presentamos una me¬
ditación en dos partes llamada «Meditación para celebrar a La Ancia¬
Bruja.
na Sabia». La Anciana Sabia nos ofrece sus dones curativos cuando
Tal como el cambiante rostro de la Luna transforma el cielo noc¬
turno, el cambiante rostro de Dios transforma nuestras imágenes del

envejecimiento y la muerte. El Dios que se parece a nosotras cambia


'

Jennifer Barker Woolger y Roger J. Woolger, The Goddess Within (Nueva


York: Fawcett Columbine, 1989), p. 15.
8
Véase StarHawk, The Spiral Dance: A Rebirth of the Ancient Religión of the
6
Barbara Walker, The Woman's Ettcyclopedia ofMyths andSecrets, p. 641. Goddess (Nueva York: Harper and Row, 1979).
322 Un Dios que se parece a mi La Anciana Sabia 323

nos presentamos ante ella en la meditación. De


cuerpo hemos sali¬
su
Inspirando... Reúno mis años.
do y a su cuerpo regresamos. Desde vislumbramos el futu¬
su cuerpo
Espirando... No tengo mancha.
ro y desde el nuestro ella recuerda el
pasado. Juntas contamos toda la Inspirando... Los años dolorosos e hirientes.
verdad de la vida de la mujer.
Espirando... No tengo mancha.
En la parte I de la meditación se te invita a prestar atención a los
Inspirando... Los años brillantes y cómodos.
años que has acumulado, a bendecir los años duros y a
celebrar los años Espirando... No tengo mancha
brillantes. Abraza a La Anciana Sabia que emerge en ti reconociendo
Inspirando... Reúno mis años.
tus años sin vergüenza. En la parte II se te invitará a transformar en
Espirando... Abandono toda la vergüenza.
celebración cada uno de los temidos cambios que conlleva la edad.
Abraza a La Anciana Sabia que emerge en ti bendiciendo tu cuerpo Parte II. Amar nuestros cuerpos cambiantes
sin vergüenza.
Lo que sigue es el guión completo de la meditación. Léelo como Ponte de pie y respira profundamente. Imagina que estás en un
si fuera parte del texto. Dibuja o anota los sentimientos y recuerdos antiguo bosque. Imagina que tienes raíces como los árboles que te ro¬
que afloran a la superficie mientras lees. Quizá también desees grabar dean. Estás tan aterrizada y tan conectada con la Madre Tierra como
la meditación con tu propia voz; muchas mujeres la escuchan a diario un árbol; ella te sustenta
y te nutre. Inspira profundamente. Imagina
como recurso sanador. que tu aliento se eleva desde debajo de la tierra que te sostiene mien¬
tras pronuncias en tu corazón: «Mi
cuerpo cambiante es sagrado.» Li¬
Parte I. Reunir los años bera el aliento en el aire húmedo y fresco que te rodea mientras
pro¬
nuncias en tu corazón: «Mi cuerpo cambiante es total.»

La anciana sabia nos llama a rellenar los años de nuestra vida. Sigue a La Anciana Sabia hasta un claro del bosque. Ella te invita
a sentarte a su lado junto al
Repasa los años de vida desde el nacimiento, prestando espe¬
tu Arroyo de la Vida. Escucha sus palabras:
«Entra en el arroyo. Bendice tu cuerpo con sus
cial atención a los años que te
hicieron daño: dibuja los años doloro¬ aguas sanadoras. Da
sos, escribe sobre ellos, baila los años difíciles. Bendice cada uno de
un suave
paseo sobre y alrededor de todo tu cuerpo. Reconoce los
cambios y celébralos. Estoy emergiendo dentro de ti. No
esos años añadiéndoles
algo: añade un color sanador a tu dibujo, un hay nada
que temer.»
símbolo sanador a tu escritura o un movimiento sanador a tu baile.
A tu propio paso, crea una Meditación de Reconocimiento. Em¬
Ahora vuelve a repasar los años de
vida, contándolos a medida
tu
pezando desde los pies y ascendiendo lentamente hasta la cabeza, re¬
que avanzas. Esta vez presta una atención especial a los años que te
conoce cada cambio
que está ocurriendo en ti: las líneas, las arrugas,
deleitaron. Dibuja los años deliciosos, escribe sobre los años cómo¬
las grietas y las redondeces; el aflojamiento, las bolsas
y el estiramien¬
dos, baila los años brillantes. Celebra cada uno de estos años añadien¬
to; los cambios de color, forma y textura. Abraza a La Anciana Sabia
do un color de celebración a tu dibujo, un símbolo de celebración a
que está emergiendo y bendice tu cuerpo sin vergüenza.
tu escritura, un movimiento de celebración a tu baile.
Cuando hayas acabado imagínate sentada en un círculo con
Reúne todos los años de tu vida en el mismo paquete, los brillan¬
Wendy, Erin, Dana e Irene. Añade tus afirmaciones a las suyas mien¬
tes y los dolorosos. Trae este paquete de años ante el altar. Exhibe tus
tras transformas los cambios
que temes en una celebración de la llega¬
dibujos y escritos, baila los «Bailes de la Vida». Di tu edad sin ver¬ da de la hermosa anciana.
güenza. Llena el espacio sagrado con la acumulación de tus años.
Wendy, a sus treinta y dos años, está encantada de descubrir:
Siéntate tranquilamente en tu altar respirando la plenitud de
tus años.
324 Un Dios que se parece a m!
La Anciana Sabia 325

Mis sabios músculos me dicen que debo ir más lenta y cons¬ La sabiduría de La Anciana
cientemente por la vida.
Los mechones de pelo plateado que se me caen me recuerdan
La sabiduría grita en voz alta a campo abierto. Eleva su voz en
que acabo de decir algo sabio. Me impresiona la belleza de cada los lugares públicos. Llama encima de las ajetreadas calles
por y se
uno de estos mechones. Los conservo en una caja forrada de ter¬
proclama en la puerta abierta de la ciudad.
ciopelo rojo y cubierta de cuentas plateadas. Son mis mechones de
madurez sabia. Proverbios 1:20
Las líneas de la risa que rodean mis ojos me recuerdan todas
El nuestro ha sido un viaje de descenso a los territorios no carto-
las historias divertidas que he oído y todos los días radiantes y so¬
leados que he disfrutado furtivamente. grafiados de nuestra vida y de nuestros recursos internos. Hemos re¬
clamado nuestra bondad (Eva), nuestro poder (Lilit), nuestra volun¬
tad y nuestra sexualidad (María), nuestra sacralidad (La Niña
Erin, a sus treinta y cinco años, se regocija al descubrir:
Mi vientre estirado, que representa
Divina), nuestros procesos naturales y los de nuestras hermanas (La
los desafíos de la vida que
han hecho traspasar
Que Derramó Su Sangre), nuestros cuerpos (La Que Fue Cortada en
me las limitaciones de la infancia.
Pedazos) y nuestra voz (Tamar).
Mis piernas fibrosas y mis venas hinchadas que han soportado
Ahora volvemos a descubrir a la Sabiduría en nuestro camino.
mi peso y el peso de dos niños.
Nos fue presentada en el capítulo 9, en el que aprendimos que Sabi¬
Mi rostro definido, que la experiencia ha ido afilando.
duría (o Sofía, que es su nombre griego) era en realidad un rostro fe¬
Mis hombros, que se tensan y señalan en qué momentos medi¬
menino de Dios en las Escrituras hebreas. A lo
tar y abandonarse. largo del tiempo había
Mi trasero, que ahora está mucho más flojo. He soltado, ya no quedado oscurecido pero no fue erradicado completamente.
Busqué la presencia de la Sabiduría en la historia religiosa y la en¬
estoy tan tensa y protegida.
contré en las versiones gnósticas de la vida
y trabajos de Jesús. Dichos
escritos son considerados heréticos por la ortodoxia de la
Dana: La mujer mayor se me muestra cada mañana cuando me Iglesia cris¬
tiana y no se incluyen en la Biblia. En los escritos gnósticos se inclu¬
miro al espejo. Me veo líneas características alrededor de
yen muchas imágenes femeninas de lo divino, por eso no debe sor¬
los ojos y boca, un suave doble mentón, puntos de sereni¬
dad en las manos, un vientre liso y abundante y pequeñas prendernos que las mujeres se abrieran paso hasta estas primeras
comunidades cristianas.
bolsas de sabiduría bajo los ojos. Doy la bienvenida a estos
Los gnósticos adoptaron la primera versión del mito de la crea¬
cambios.
ción en el que hombre
y mujer fueron creados simultáneamente a

Irene: Por fin he firmado la paz con mi cuerpo físico. He dejado imagen de un Dios hombre-mujer. Esta creencia condujo a una mayor
de añorar la airosa imagen de la juventud que retratan los me¬ igualdad entre mujeres y hombres y creó más oportunidades para que
las mujeres ocuparan puestos de liderazgo.
dios. Las delicadas líneas con forma de araña que se
extienden En los escritos gnósticos
Sofía estaba presente en la creación; todas las cosas estaban concebi¬
por mis piernas hablan de cada uno de mis embarazos. Sé das según el poder y la sabiduría femeninos 9. Sofía enseñó a Adán
cuándo apareció cada una de ellas y cuál es su significación en y
Eva la autoconciencia, les guió hasta donde se encontraba el alimento
mi vida actual. Me recuerdan mi importancia. Una vez nutrí y
y les ayudó a concebir sus hijos10.
mantuve otra vida dentro de mi cuerpo.
9
Pagels, The Gnostic Gospels, p. 54.
10Ibíd., p. 54.
326 Un Dios que se parece a mI La Anciana Sabia 327

Sofía contiene en sí misma las aparentes contradicciones de la Meditación: una reflexión sobre la presencia de la Sabiduría en
vida de una mujer: nosotras.

Soy la primera y la última. Soy la alabada y la insultada. Lo que sigue es un pasaje de las Escrituras hebreas que describe
Soy la prostituta y la mujer sagrada. Soy la esposa y la virgen. los atributos de la Sabiduría. Mientras lo lees, reflexiona sobre cómo
Soy (la madre) y la hija... habría cambiado tu vida si hubieras estado rodeada por estas cualida¬
Soy aquella cuya boda es un gran acontecimiento y no he tomado des femeninas desde que naciste. Reflexiona también sobre el efecto
marido. que podría tener la Sabiduría en tuvida actual.
Soy conocimiento e ignorancia... no conozco la vergüenza; soy ver¬
gonzosa. Porque la Sabiduría hay un espíritu, inteligente y sagrado;
en
Soy fuerza y soy miedo... soy estúpida y sabia... sutil, de movimiento libre y lúcido; sin mancha y claro; que no
No tengo dios y soy aquella cuyo Dios es grande11. hace daño y ama lo que es bueno; animoso y libre de impedimen¬
tos; benéfico y bondadoso; firme e inequívoco; todopoderoso y

Busqué la presencia de la Sabiduría en mi vida y la encontré omnipresente. Porque la Sabiduría se mueve más fácilmente que
cuando escuchaba con risas y lágrimas las historias de vida de los el movimiento mismo; penetra e impregna todas las cosas. Como
asistentes la clase de redacción el de adultos. Me habla¬ una fina humedad se eleva desde el Poder,
a en centro impregnando todos los
ba cada vezescuchaba respetuosamente a la experiencia, la
que espíritus inteligentes, puros y delicados.
fuerza y la esperanza de las ancianas sabias de Alcohólicos Anóni¬ Ella es la brillantez que irradia de la luz eterna, el
espejo inma¬
mos. Estaba allí cada vez que me sentía desafiada por los valerosos culado del Poder Activo y la imagen de la Bondad. Ella es más bri¬
actos de las ancianas sabias rabinas y ministras. Me susurraba al llante que el sol y sobrepasa todas las constelaciones. Cuando se la
oído cada vez que percibía la belleza natural de la anciana sabia cuᬠcompara con la luz del día se observa que la supera; porque el día
quera, que elegía honrar los cambios que trae la edad con dignidad da paso a la noche, pero ante ella no prevalece el mal. Abarca el
y gracia. mundo con su poder de un extremo a otro y ordena todas la cosas
Busqué la Sabiduría en la compañía de las mujeres con las que benignamente.
trabajo. Inspiradas por su presencia, transformamos la oración en una (Sabiduría 7:22-30, adaptado de The New English Bible)
conversación con la Sabiduría y la meditación en una reflexión sobre
su presencia en nuestras vidas. A través de la oración y de la medita¬
Colleen reflexiona sobre cómo habría cambiado su vida si hubie¬
ción buscamos mejorar nuestro contacto consciente con la sabiduría
raestado rodeada de imágenes de la Sabiduría Divina desde su naci¬
profunda que reside dentro de nosotras, rezando únicamente para ar¬ miento. Añade tu reflexión a la suya.
monizarnos con ellal2.

Si hubiéramos estado inmersas en


imágenes de la Mujer Dios,
todas las mujeres que me rodeaban en mi juventud se hubieran
11 adueñado de su poder, de sus sueños y de su ira. Habrían sido ca¬
Ibíd., p. 56.
12
Para otras referencias bilbiofráficas
la Sabiduría, véase: Proverbios 1:20-21,
a paces de protegerse a sí mismas. Me siento triste por las posibili¬
2:1-6; Sabiduría de Salomón 6:12-21, 7:7-11, 22-26, 8:9, Eclesiástico 6:27-28, 15:3. dades perdidas. Mi fluidez y mi inteligencia femeninas no eran va¬
Para una discusión a fondo sobre Sofía, véase: Susan Cady, Sophia: The Fuíure ofFe- loradas. Los rasgos que proponían la Iglesia, mi padre y sus
minist Spirituality (San Francisco: Harper and Row, 1986). amigos eran los de ser amorosa, callada y prácticamente invisible.
La Anciana Sabia 329
328 Un Dios que se parece a mí

Y el resultado de todo esto es mi de la feminidad ha


concepto
verde, una flor salvaje que está floreciendo. Eres mi hija y te quiero.
que
Te creé para aportar belleza y amor a mi mundo. Estás encarnada en
distado mucho de ser completo. En la Mujer Dios recuperamos
mi amor. Te he dado mi espíritu para que seas mis ojos y mis manos
todas las posibilidades perdidas de la juventud. Yo, como mujer,
en el mundo. Quería correr por los campos en verano, respirar el aire
soy divina. Estoy autodefinida y soy completa en mí misma.
de las montañas, tocar a otros amorosamente, sanar los dolores del

La oración mundo. Por eso te creé. Me entristece que no te des cuenta del rega¬
como conversación con nuestra sabiduría profunda
lo que eres para mí. Yo siempre estoy aquí, amorosamente presente

La Sabiduría reside lo dentro de ti. Nunca te dejaré.


en profundo de nosotras, bajo la turbulen¬
cia de nuestra actividad mental y las fluctuaciones del vivir cotidiano.
Se hunde más y llega más abajo que nuestras primeras heridas y nues¬
tros comportamientos ineficaces; es anterior socialización
a nuestra Imagina
por parte de la religión, la sociedad y la familia. Está disponible a no¬
sotras en la quietud; es digna de confianza y debemos abrirnos a ella Hubo un
tiempo en que no eras una esclava, recuérdalo. Ca¬
en la oración. Experimenta con la siguiente meditación minabas sola, partida de risa, te bañabas desnuda. Dices que has
para mejorar
tu contacto consciente con ella. perdido toda memoria de ello, ¡recuerda! Dices que no había pa¬
Imagínate sentada en unclaro del bosque de tu vida. El claro labras para describirlo; dices que no existe. ¡Pero recuerda! ¡Haz
está rodeado por un río y puedes oír la música de sus aguas. Esperas un esfuerzo
por recordar! O, si te falla el recuerdo, inventa.
un
visitante, una imagen que representa tu Sabiduría profunda. Pue¬
Monique Wittig, Les Guerilleres
de presentarse ante ti como una persona concreta, alguien que sea una
presencia sabia en tu vida. Puede presentarse como profesora, abue¬
la, hermana, amiga. La Sabiduría también puede presentarse como Inspirada por Sofía, creé un ritual denominado «Imagina». En él
invito hombres y mujeres a imaginar cómo habrían cambiado sus vi¬
a
figura mítica que te sirva de imagen sanadora durante este curso: La
das si La Madre de Toda Vida, La Niña Divina, La Que Derramó Su
Mujer Sabia, Lilit, Eva, María o La Niña Divina.
Cuando llegue, habla con ella a través de tus escritos o de tus di¬ Sangre, Tamar, La Que Fue Cortada en Pedazos y La Anciana Sabia
hubieran estado presentes en las iglesias, sinagogas y hogares de su in¬
bujos. Háblale de una situación confusa, de una relación problemáti¬ fancia. El ritual ha realizado
se en servicios eclesiásticos, centros de
ca, de tus recuerdos inquietantes. Dile que necesitas guía, perspecti¬
va, claridad, coraje o serenidad. Si sabes lo que necesitas, pídeselo. Si
recuperación, retiros de mujeres círculos rituales.
y
El día anterior al servicio religioso, presentación o retiro, los par¬
no lo sabes, confía en
que ella lo sepa y te lo diga.
En el silencio que sigue a la escritura permite que te hable. Si se ticipantes interesados se reúnen para realizar una sesión de trabajo de
dos horas. En el grupo grande trabajamos cada sección del ritual utili¬
forma una imagen en tu mente, dibújala. Si surge un mensaje desde el
zando muchos de los ejercicios, reflexiones y meditaciones que se en¬
fondo de ti, anótalo. No introduzcas cambios en lo que te viene, sim¬
cuentran en este libro. Después nos dividimos en
plemente escribe cualquier cosa que surja. pequeños grupos de
acuerdo a nuestros intereses. Cada grupo ensaya un
movimiento y
Cuando Annette practicó esta meditación visualizó a la Madre
practica las lecturas de porción concreta del ritual. Al día siguien¬
una
Espíritu y compartió con Ella sus miedos e inseguridades sobre lo que te coordinamos la
tendría por delante cuando acabara sus estudios en el seminario. La experiencia ritual del grupo grande.
Madre replicó desde lo profundo del espíritu de Anette: Para muchas congregaciones y grupos éste es el primer encuentro
con el rostro femenino de Dios, su
primera inmersión es un sistema
de símbolos que afirma a la mujer. La reacción siempre es variada.
Eres el reverdecer de mi espíritu en el mundo. Eres un prado
330 Un Dios que se parece a m1 La Anciana Sabia 331

Cuando después del servicio nos ponemos en la puerta para despedir Caminaron, volaron y nadaron.
a los asistentes, algunas mujeres nos evitan porque se sienten amena¬ El quinto día su creación aprendió equilibrio y cooperación.
zadas y ofendidas. El intenso desprecio que sienten por sí mismas les Ella agradeció a su compañero por cuidar de su labor.
impide tolerar una mirada tan intensa a la belleza de sus vidas, de sus El sexto día celebró la creatividad de todas las cosas vivas.
cuerpos y de su sangre. Otras se van con lágrimas en los ojos porque El séptimo día dejó espacio para lo desconocido.
se sienten conmovidas
por la profunda afirmación de la realidad de
las mujeres que conlleva el ritual. lectora 2: Oremos juntas.
A continuación facilitamos el guión completo del ritual. Léelo en

principio como si fuera parte del texto. Imagínate que estás en la igle¬ todos:
sia de tu infancia. Dibuja o escribe los sentimientos y recuerdos que Madre nuestra, que estás dentro de nosotras, celebramos tus nu¬
afloran. Mientras lees, irás recordando el camino que has recorrido a merosos nombres.
lo largo del libro y volverás a encontrarte con las mujeres que ya co¬ Venga a nosotras tu sabiduría.
noces.
Cúmplase tu voluntad, desplegándose desde nuestras profundida¬
des internas.
Danos cada día lo que necesitemos.
El ritual «Imagina»: una inmersión en las imágenes, historias, Tú nos recuerdas nuestros límites y nosotras nos abandonamos.
oraciones y canciones que afirman a la mujer Tú nos apoyas y nosotras actuamos con valor.
Porque tú el lugar que habitamos internamente,
eres
La mujer clérigo: La Anciana Sabia invita la fuerza que nos rodea,
nos imaginarnos una
a

infancia en la que hubiéramos estado rodeadas por historias, y la celebración que está entre nosotras.
imágenes, canciones y rituales que afirman a la mujer; nos in¬ Ahora y por los siglos de los siglos.
vita a imaginarnos lo distintas que hubieran sido nuestras vi¬
das si nos hubieran presentado a la Madre de Todo Vida, a lectora 1: Imagina a La Niña Divina cuyo nacimiento fue anun¬
La Niña Divina, a La Que Derramó Su Sangre, a Tamar, a La ciado y celebrado por los ángeles, cuya venida mereció visitan¬
Que Fue Cortada en Pedazos y a La Anciana Sabia en nues¬ tes ilustres y regalos preciosos, y en cuyo honor las
gentes del
tras iglesias, sinagogas y hogares infantiles. mundo se reúnen anualmente para volver a recrear la historia
de su nacimiento. Imagínate que de niña hubieras oído las si¬
lectora 1: Imagina un mito de la creación en el que la Madre guientes palabras en la sinagoga, en la iglesia o en tu hogar:
está presente. Imagina que de niña hubieras oído las siguien¬
tes palabras en la sinagoga, iglesia u hogar de tu infancia: Baile y coro de voces:

A esta hora reina una profunda quietud, un silencio reverente lo


Baile y coro de voces: llena todo.
Al principio era la Madre. Nos sentimos sobrecogidas por una gran maravilla y nos mantene¬
El primer día hizo nacer la luz y la oscuridad. Y bailaron juntas. vigilantes.
mos

El segundo día alumbró la tierra y el agua. Se tocaron. Esperamos la llegada de La Niña Divina.
El tercer día alumbró las plantas.
Se enraizaron y respiraron. Ella nace en la plenitud del tiempo.
El cuarto día alumbró a las criaturas de la tierra, del mar y del aire. Brilla como un sol, resplandeciente y hermosa.
332 Un Dios que se parece a mí La Anciana Sabia 333

Verla es una delicia. Su aparición es paz que alivia al mundo. Todos:


Las voces de muchos seres invisibles se unen en una sola:
¿Te liberarás de toda la carga de la mentira?
Ella ha llegado. La Niña Divina está entre nosotros. Hay poder en la sangre, poder en la sangre.
¿Recibirás la profunda sanación interna?
Atrévete. Inclínate y mírala. Tócala.
Hay un maravilloso poder en la sangre.
Levántala en brazos con gran admiración.
Mírala más de cerca. Es inmaculada.
Es
Hay poder, poder, hay un poder que hace maravillas en la sangre
espléndida a la vista. de la mujer.

Baila ella. Ahora


Hay poder, poder, hay un poder que hace maravillas en la preciosa
con ve con ella
lugar tranquilo.
a un
sangre de la mujer.
Se está riendo con mucha
alegría.
Abre los ojos y te mira intencionadamente.
De repente, una gran luz sale de sus ojos, como un relámpago. ¿Serás sabia, mucho más sabia que hasta ahora?
La luz entra en ti, Ella entra en ti: Empiezas a vivir. Hay poder en la sangre, poder en la sangre.
Las manchas de la vergüenza se pierden en su flujo de vida.
ha nacido. ¡La Niña Divina está entre nosotros!
Hay un poder maravilloso en la sangreI}.
lectora 2: Afirmemos juntos,
LECTORA 1: Imagina que en los sermones y lecturas de las iglesias y
TODOS: Porque Madre Dios amó tanto el mundo que puso en su sinagogas de tu infancia se hubieran incluido las historias de
seno a La Niña Divina. Quien crea en su bondad, escuche su violencia contra las mujeres. Imagina que se invitase a Tamar y
a La Que
sabiduría y celebre su poder despertará a sus abundantes do¬ Fue Cortada en Pedazos a cada sermón. Imagina ri¬
nes internos. (Adaptación de Juan 3:16.)
tuales sanadores que reconocieran las heridas de la mujer y
ofrecieran herramientas de esperanza y transformación.

lectora 1: Imagina que los sacramentos y rituales de tu infancia


hubieran conmemorado la sangre menstrual de la mujer, su Baile y coro de voces:

sangre sagrada que contiene en sí tanto la vida como la muer¬ Oye una historia trágica: (El coro de voces lee la historia de La
te.Imagínate entonando canciones y cánticos espirituales para Que Fue Cortada en Pedazos, de Jueces 19. Mientras está siendo
celebrar la hermosa y poderosa sangre de la mujer. Imagina leída, las bailarinas esparcen doce pañuelos por el local donde tie¬
que tú, de niña, hubieras cantado esas palabras en la sinagoga,
ne
lugar la reunión.)
en la iglesia o en el hogar de tu infancia. La Que Fue Cortada en Pedazos te ofrece totalidad. Su cuer¬
po fue destrozado y su sangre fue derramada para que tú puedas
Coro sanar. Que así sea en tu vida y por tu
de voces: bien. Reúne todos los frag¬
Hay poder, poder, un poder que hace maravillas mentos de tu
cuerpo roto, reclama las partes despreciadas, recuer¬
en la sangre de la mujer. da las partes cortadas. Reúnelas, trayéndolas desde los lejanos
Hay poder, poder, un poder que hace maravillas confines de tus años. (Las bailarinas se mueven por el espado y reú¬
en la preciosa sangre de la mujer. nen los pañuelos, llevándolos al altar.)

15
Adaptado del Baptist Hymnal, «There's Power in the Blood,» p. 193.
334 Un Dios que se parece a mi La Anciana Sabia 335

Toma y come de tu cuerpo roto. Trágate las partes rotas. Toma y de la Hija Divina (tócate los pechos en honor del cuerpo en de¬
y bebe de tu sangre derramada. Sorbe el flujo de vida. (Las bailari¬ sarrollo de La Niña Divina),
nas
distribuyen el pan y la bebida.)
Que tu cuerpo roto y tu sangre derramada sean para ti totali¬ y de La Anciana Sabia (tócate los ojos en honor de la sabia vi¬
dad corporal. Afirma en voz alta: «Estoy completa. Mi cuerpo es sión que ofrece).
total.»
La Que Fue Cortada en ofrece totalidad. Su cuer¬
Pedazos te Como era en el principio mismo, sea también ahora (abre los
po fue destrozado y su sangre derramada para que puedas sanar. brazos para recibir Todo Lo Que Es).
Que ella sea para ti vida y salud.
LECTORA 1: ¿Qué sería diferente en tu vida si hubieras sido intro¬
LECTORA 1: Imagina que los rituales y sacramentos de las iglesias y ducida la Madre de Toda Vida, a La Niña Divina, a La Que
a

sinagogas de nuestra infancia hubieran estado presididos por Derramó Su Sangre, a Tamar, a La Que Fue Cortada en Peda¬
ancianas sabias postmentruales que, en la antigüedad, eran zos y
a La Anciana Sabia en las iglesias, sinagogas y hogares de
consideradas las más sabias de las sabias porque retenían per¬ tu infancia? Únete a Sharyn, Erin, Hallie y Laura. Añade tu

manentemente dentro de sí su sangre de vida. Imagina que de historia a las suyas.


niña hubieras escuchado estas sabias palabras en cada cere¬
monia semanal. SHARYN: Rodeadas por las imágenes de un Mujer Diosa fuerte se
habrían validado las experiencias femeninas de nuestros cuer¬
Un círculo de ancianas guías: pos. Habríamos aprendido a potenciar nuestro atractivo por¬
Reunamos nuestros años. La Anciana Sabia, desde la Fuente que nos gustábamos a nosotras mismas, no porque necesitára¬
de Sabiduría, nos llama a celebrar los años de nuestras vidas. mos gustar a otros.
Repasa los años de tu vida, desde que naciste, prestando espe¬
cial atención los años dolorosos. Bendice tus años difíciles. Invó¬ ERIN: Mi vida hubiera sido muy
a
distinta si me hubieran mostrado
calos. (Espera para que el grupo los invoque.) todo el cuadro. Creo que nuestro mundo estaría en equilibrio
Vuelve a repasar los años de tu vida desde el nacimiento, pres¬ y que habría más conciencia de la conexión que de la separa¬
tando especial atención a los años que te deleitaron a su paso. Ce¬ ción. Todas nos sentiríamos fortalecidas para vivir y expresar¬
lebra los años brillantes y cómodos. Invócalos. (Espera para que el nos desde nuestra plenitud en lugar de hacerlo desde un agu¬
grupo los invoque.) jero vacío.
Reúne todos los años de tu vida en un paquete, los brillantes y
los dolorosos. Lleva ese paquete de años a tu habitación. Invoca hallie: Quizá si hubiera estado bien enraizada en una espirituali¬
los años vividos, llena con ellos tu espacio sagrado. dad que considerase sagrada la sangre de la mujer, si hubiera
Llena los años de tu vida sin vergüenza. asistido a ceremonias religiosas en las que se celebrase a Ado-
nai y Shekhina como las caras masculina y femenina de la divina
LECTORA 2: Recordemos juntos, presencia y si hubiera sido educada en una cultura que valora¬
se la totalidad de la experiencia femenina en idéntica medida

TODOS: En el nombre de la Madre de Toda Vida (tócate el centro


que valora todos los aspectos lógicos, externos y atléticos de la
del útero en honor de tu conexión íntima con los orígenes de experiencia masculina no habría rechazado la maternidad du¬
la vida), rante toda mi vida.
336 Un Dios que se parece a mi La Anciana Sabia 337

laura: En compañía de mujeres he comenzado a aceptar la


otras ♦ Señala las frases de la declaración previa que tengan un
significa¬
llegada de una ancianidad compleja y rica. Esas imágenes deli¬ do especial para ti. Escribe una canción, dibuja
una imagen o
cadas como pétalos de las revistas de moda y de las películas me crea un baile en
respuesta a ellas.
han empezado a parecer superficiales y estériles. Pienso en to¬ ♦ Personaliza los versos «Porque en mí hay un espíritu, inteligente y
dos los años que mi madre estuvo tiñéndose el pelo con tintes sagrado; sutil y libre...»
baratos y al final, cerca ya de los ochenta años, se rindió al he¬ ♦ Integra estas afirmaciones personalizadas en tu día. Consulta con
cho de que tenía el pelo blanco... tan frágil, amable y auténtico. ellas. Decide qué cualidad se necesita en cualquier situación
Las ancianas me parecen inolvidables. A través de ellas comien¬ dada y después invoca a tu sabiduría interna para
que te la pro¬
zo a
integrar la vitalidad y la riqueza de la ancianidad. El cuerpo porcione.
se va deteriorando y, sin embargo, ahora comprendo cómo la

propia sensualidad puede adquirir la profundidad y la riqueza Día 3. Una Presencia grácil y fluida

de una vida plena. La vergüenza se va disolviendo a medida que «Porque la Sabiduría se mueve más fácilmente que el movi¬

afirmamos nuestra amabilidad esencial de mujeres. miento mismo; penetra e impregna todas las cosas. Como una nie¬
bla fina, se eleva desde el Poder impregnando todos los espíritus
inteligentes, puros y delicados.» (Sabiduría 7:24-25, adaptado de
The New English Bible.)

Antes de seguir adelante, quédate un poco más con la Sabiduría: ♦ Señala las frases que tengan un significado especial para ti en este
pasaje. En respuesta a ellas escribe una canción, dibuja una ima¬
ORACIÓN Y MEDITACIÓN: LA PRESENCIA PERMANENTE gen o crea un baile.
DE LA SABIDURÍA ♦ ¿Existen áreas en tu vida que te parezcan extrañas, atascadas o
inamovibles? Reflexiona sobre de qué forma la graciosa y fluida
Dedica tiempo cada día de esta semana a estar con La Mujer Sa¬ presencia de la Sabiduría podría sustentarte el día de hoy.
bia dentro de ti. Incorpora las siguientes experiencias a tu vida diaria:
Día 4. Una presencia brillante y radiante

Día 1. Una presencia permanente «La sabiduríaes la brillantez que irradia de la luz eterna, el es¬

Vuelve a la presencia de Sofía en tu infancia y adoles¬


pensar en pejo inmaculado del Poder Activo y la imagen de la Bondad. La
cencia. ¿Quiénes fueron las ancianas sabias que te enseñaron la sabi¬ sabiduría es más brillante que el sol y sobrepasa todas las conste¬
duría en el secreto de tu corazón: una tía cariñosa, una monja bonda¬ laciones. Cuando se la compara con la luz del día se observa que

dosa, una abuela incondicionalmente amorosa, una vecina sabia? la supera; porque el día da paso a la noche, pero ante ella no pre¬

¿Quiénes son las ancianas sabias presentes en tu vida actual? valece el mal. Abarca el mundo poder de un extremo a
con su

otro yordena todas la cosas benignamente.» (Sabiduría 7:22-30,


Día 2. Una presencia inteligente y sagrada adaptado de The New English Bible.)
«Porque en la sabiduría hay un espíritu, inteligente y sagrado;
sutil, librelúcido; inmaculado y claro; que no hace ningún daño
y
♦ Señala las frases que sean especialmente significativas para ti. Es¬
y ama lo que es bueno; animoso y desinhibido; benéfico y bonda¬
cribe una canción, dibuja una imagen o crea un baile en respues¬
ta a ellas.
doso; firme e inequívoco; todopoderoso y omnipresente.» (Sabi¬
duría 7:23-24, adaptado de The New English Bible.) ♦ ¿Hay áreas de tu vida que sientas sombrías, encubiertas, que te-
338 Un Dios que se parece a m! La Anciana Sabia 339

mas sacar a la luz? Reflexiona sobre la brillante y radiante presen¬ Día 3. María, La Madre Virgen
cia de la Sabiduría y cómo podría prestarte apoyo a lo largo del En su presencia hemos reclamado nuestra autonomía y sexuali¬
día de hoy. dad originales.

Días 5, 6 y 7. Una conversación con la Sabiduría Día 4. La Niña Divina


Dedica tiempo cada uno de estos días a mejorar tu conexión En su presencia hemos reclamado nuestra sacralidad original.
consciente con la Sabiduría.

Día 5. La Que Derramó su Sangre


♦ Imagina que estás sentada en un claro del bosque de tu vida y es¬ En supresencia hemos reclamado nuestra conexión original con
peras la aparición de una imagen que represente tu sabiduría pro¬ nuestros cuerpos y con nuestras hermanas.
funda.
♦ Cuando llegue, habla con ella a través de tus escritos o dibujos. Día 6. Tamar y La
Que Fue Cortada en Pedazos
Háblale de una situación confusa, de una relación problemática En presencia
de Tamar hemos reclamado nuestra voz original. En
o de los recuerdos que te inquietan; de tu necesidad de recibir presencia de La Que Fue Cortada en Pedazos hemos reclamado
guía, de tener perspectiva, claridad, coraje o serenidad. Si sabes nuestra totalidad original.
lo que necesitas, pídeselo. Si no es así, confía en que ella te lo
diga. Día 7. La Anciana Sabia
♦ Haz una pausa y escucha. Permite que sea ella la que te hable. Si En su presencia hemos reclamado nuestra belleza y sabiduría ori¬
se forma una imagen, dibújala. Si surge un mensaje desde lo pro¬ ginales.
fundo de ti, anótalo.

REÚNE LOS BENEFICIOS DE TU VIAJE

Dedica una semana a revisar los escritos y


dibujos de cada capí¬
tulo. En tu la verdad de la vida de la mujer, ¿qué dones
recorrido por
o regalos has recibido de cada mujer que has conocido en este libro?

Escribe tu respuesta en forma de plegaria o carta a cada una de ellas.


¿De qué modo se ha convertido cada una de ellas en el rostro feme¬
nino de Dios para ti? ¿Por medio de qué ejercicios, escritos, medita¬
ciones o experiencias ha tocado tu vida cada una de ellas?

Día 1. Eva, La Madre de Toda Vida


En su presencia hemos reclamado nuestra Madre original y nues¬
tra bondad.

Día 2. Lilit, La Primera Mujer Rebelde


En presencia hemos recuperado nuestro poder, coraje e inde¬
su

pendencia originales.
L ras

el despertad
espiritual
y^biap+as
a conexiones
saludables

STE CAPÍTULO incluye conversaciones con algunas de las


mujeres cuyas historias has leído a lo largo del libro. Son mu¬
jeres que han explorado fielmente su pasado religioso, que han
diseñado valientemente su propia espiritualidad y cuyas vidas han
que¬
dado transformadas.
En un principio estas mujeres se sentían reacias a entrar en
nuestra profunda
y minuciosa exploración. Temían que el nivel de
conciencia y de ira que se activara en ellas les impediría
volver a re¬
lacionarse con los hombres. Ahora, muchos meses y
años después,
reconocen con gratitud
que el camino a casa, hasta sí mismas, no
sólo ha mejorado su calidad de vida sino también la calidad de sus
relaciones. Ellas aportan diariamente los dones de su despertar a
sus relaciones con sus
amigos, amantes y colegas masculinos. Cele¬
bra con nosotras los frutos de nuestra sanación y
de nuestro duro
trabajo.
344 Un Dios que se parece a mí
Abiertas a conexiones saludables 345

Un espacio intermedio: independencia compartida


dio el que
en al mismo tiempo que son capaces de hacer honor a sus
propias necesidades, sueños, intereses y proyectos permanecen signi¬
El amor humano... consiste en esto:
ficativamente implicadas con sus compañeros.
que dos soledades se protejan, se toquen y se saluden mutua¬ Animo a las parejas a elegir la vía de la independencia comparti¬
mente.
da, a verse como dos individuos, separados y únicos en sus sentimien¬
Rainer María Rilke, Letters to a Young Poet tos, pensamientos y experiencias, que aportan sus ricas y coloridas so¬
ledades a la relación. Al elegir la independencia compartida, cada uno
de ellos se convierte en el protector, en el guardián de la soledad del
Inspiradas por Lilit, varias de las mujeres cuyas historias leerás a
otro. Nuestra
continuación eligieron abstenerse de relaciones sexuales y románticas capacidad de proteger la soledad de nuestro amante in-
'dica que somos capaces de aceptar la soledad. La soledad del amor es
durante meses o años. En dicha ausencia de relaciones han ido pro¬
mucho más valiosa que la compañía de la dominación y la
fundizado laalegría y satisfacción que les producen sus propias vidas conformi¬
dad. En la boda de Wendy pronuncié las siguientes
yhan desarrollado un firme compromiso con su verdadero potencial. palabras:
Seguras de que ya no volverán a abandonarse a sí mismas están vol¬
viendo a aventurarse a mantener relaciones con hombres. Wendy y Richard, animaos mutuamente a pasar tiempo solos
ahora, cuando buscan a sus compañeros potenciales, van
Pero para alimentar vuestra soledad. «Dos soledades se protegen mu¬
tuamente.»
mucho más despacio. La vieja ansiedad basada en el doloroso vacío
Los momentos de soledad son esenciales para la salud de una
que sentían se ha disuelto. Ya no están cegadas por su necesidad:
relación. Instituir momentos de retiro personal desde el principio
mantienen los ojos abiertos y los sentidos a punto. Se sienten anima¬
de la relación para no engañaros pensando que no podéis sobrevi¬
das yalegres de explorar nuevas relaciones con los hombres. Miran,
vir sin el otro ni
siquiera un fin de semana. No dejéis que vuestro
sienten y determinan desde un lugar de plenitud si una relación dada
afecto os aprisione. Mantened vuestra soledad.
funciona para ellas o no, y actualmente sus elecciones son más certe¬
Mantened la distancia entre vosotros. Negaos a permitir
ras porque confían en lo que ven y en lo que sienten, han aprendido a que
vuestro amante se deslice en vuestra sombra.
confiar en su propia sabiduría profunda. Por otra parte, se sienten Richard, apóyala
amorosamente para que se mantenga conectada con la
atraídas hacia hombres muy diferentes a los de antes, hombres que especifici¬
dad de quien ella es. Wendy, recuérdale la belleza de su soledad. A
asumen la responsabilidad de sus propias necesidades prácticas, emo¬
veces la distancia entre vosotros
cionales y espirituales; hombres que tienen un amplio círculo de apo¬ puede pareceres insalvable. En
esos momentos también debéis
yo y lo mantienen. En estas nuevas relaciones las mujeres están descu¬
mantenerla; de hecho, debéis de¬
briendo que es posible atender adecuadamente sus propias vidas y al jarla estar. Cuando llegue el momento haréis el camino de vuelta el
uno hacia el otro
mismo tiempo estar significativamente implicadas con un hombre. y encontraréis el lugar de encuentro, os volveréis
a tocar. La distancia nacida del amor
Las que mantienen relaciones a largo plazo eligen estar solas en guarda en sí unos dones ex¬
momentos concretos que pueden ser un hora al día, una semana al
quisitos para vuestra relación.
Mantened la diferencia entre vosotros. Amar es permitir que
mes o toda una temporada de sus vidas. Se toman tiempo para nutrir
lo diferente exista y sea. Amar es aceptar la diferencia del amado.
y colmar sus espíritus. En soledad recuerdan sus objetivos y sueños
Amar es negarse a violar el misterio del amado. Deleitaros en
personales y cuando vuelven a la relación, después de una hora, un vuestra mutua individualidad, en la forma
día o un mes, vuelven a estar firmemente enraizadas en su compromi¬ particular de vuestros
so primario consigo mismas. Ya no están dispuestas a dar a los hom¬
pensamientos, de vuestros sentimientos, de vuestra experiencia
bres toda su atención porque están descubriendo un espacio interme¬ personal de vida. Honrad los límites que definen vuestra indivi¬
dualidad única. Decios síes y noes claros. Sí, es cierto que choca-
346 Un Dios que se parece a m! Abiertas a conexiones saludables
347

réis con las fronteras del otro. Sí, es cierto que os haréisdaño. sino unapequeña parte de la totalidad de mí. Ahora elijo cómo
Aprended a decir: «¡ay!» y aprended a enmendar la invasión. quiero que los hombres encajen en mi programa de vida, que ya
«Dos soledades no gira a su alrededor. Oriento toda mi
se tocan.» energía hacia mí misma:
Os encontrasteis porque vuestras soledades se tocan. Habéis mi espiritualidad, mis amigas, mi trabajo y mis hijos.
Soy el centro
de mi universo, del que fluye todo lo demás. Ya no
compartido intereses y convicciones. Los caminos de sanación por estoy al servi¬
los que habéis elegido caminar corren paralelos. A lo largo de las cio de los hombres con mi vida y mi
energía.
fértiles fronteras de vuestra soledad, allí donde vuestras vidas se Erin
encuentran, plantad juntos un jardín, un jardín sagrado. Sembrad
en él las semillas de la bondad, de la ternura y de la verdad. Culti¬
En el pasado creía mi única función importante
vad el jardín de los intereses y preocupaciones compartidos, de los
que en el
mundo era relación con un hombre. Esperaba recibir
estar en
desafíos comunes y de los amigos atesorados. toda mi identidad de él. Esperaba que cuidara de mí y me hiciera
Wendy y Richard, el amor humano consiste en esto: que dos una persona notable. Simplemente no existía sin un hombre, pun¬
soledades se protejan y se toquen mutuamente. to.Después, cuando empecé a buscarme a mí misma, me abstuve
de relaciones durante seis años. Durante ese tiempo encontré mi
Sentadas en círculo, las mujeres comparten los dones de su des¬ identidad. Y aquí estoy, a los cuarenta y ocho años sé quien
soy.
pertar: Tengo una vida rica y plena. De repente se ha presentado un tipo
muy agradable, pero no sé qué hacer con él. Estoy dando vueltas a
Durante mucho tiempo no me sentía bien
matri¬con los votos
dónde y cómo encajarlo en mi vida.
moniales. Estaba en conflicto porque los votos románticos
idea¬ e Antes conocíaa un hombre
y en treinta segundos ya tenía una
listas no me encajaban, y entonces quedó claro que mi compromi¬ relación plenamente establecida. Pero en mi relación actual per¬
so con Richard tenía
que ir precedido por un fuerte compromiso manezco despierta. Puedo sentir mi
propio miedo, ansiedad y pre¬
conmigo misma. Puse por escrito un voto conmigo misma, aunque ocupaciones. Tengo necesidades y deseos propios, ya no soy un
no estaba dicho ni escrito con las
palabras de los votos ordinarios. espacio en blanco que el hombre debe rellenar: he rellenado los
Lo que acabó ocurriendo es que mis votos estuvieron en sin- contornos de mi propia vida.
Algunas de nuestras interacciones
cronicidad absoluta con el flujo de la ceremonia. Mi boda no sólo salen bien y otras no, pero yo estoy diciendo la verdad en todo
fue un acontecimiento en el que me casé con un hombre, sino que momento. Esta relación no está ocurriendo en un instante.
Estoy
estaba dando el siguiente paso de mi vida de manera correcta. Por mostrándome como soy, lo que es una muy buena noticia, y al mis¬
eso, el hecho de aportar el compromiso conmigo misma a la cere¬ mo tiempo me siento extrañísima.

monia redondeó la experiencia. La boda se convirtió en parte del


Ferrel
círculo de mi vida en lugar de ser un compromiso aislado con un
hombre. Me sentí completa.
En el grupo de mujeres me animaron a crear una vida perso¬
Wendy nal y original, que funcionase para mí misma sin tener que incluir
forzosamente a un hombre en ella. Fui a casa, me metí en la bañe¬
Mi soledad
cómoda, le doy la bienvenida. Conservaré intac¬
es ra
largo tiempo y con intensidad sobre ese con¬
y me puse a pensar
ta la vida que tengo ahora sin cepto. He tardado mucho tiempo en imaginar cómo ponerlo en
importar qué hombre u hombres en¬
tren en ella en un momento dado. Siempre mantendré espacios práctica. Era una idea muy nueva para mí, pero lo voy haciendo
abiertos para mí misma. Una relación, o muchas relaciones, no son poco a poco. Me estoy creando una vida original: he cambiado de
348 Un Dios que se parece a mí Abiertas a conexiones saludables 349

profesión, he comprado un perro y he desarrollado una espiri¬


me Pueden mostrarse vulnerables, compartir sus lucha, sus dudas y sus
tualidad que me satisface. Tengo muchos amigos con los que com¬ miedos sin preocuparse de que nos
hagamos pedazos o nos lo tome¬
parto momentos íntimos y tengo proyectos personales a los que
mos como
algo personal.
dedico tiempo cada día. De la misma forma que empezamos a ver nuestras
propias vidas
Parece que la vieja añoranza neurótica de tener un amante con mucha compasión podemos ofrecer nuestra compasión a los
ha desaparecido. La semana pasada una amiga vino a verme des¬ hombres. Ya no somos enemigos que utilizamos como arma las vulne¬
pués de un periodo de distanciamiento en nuestra amistad. Ha¬ rabilidades mutuas. Nos convertimos en aliados
y compañeros en
blamos de lo que había ocurrido entre nosotras. Nuestra honesti¬ nuestro proceso de sanación mutua.

dad nos permitió compartir una intimidad maravillosa. Mientras Las mujeres están entrando en relaciones con más
compasión y
estaba con ella me di cuenta de que lo que en realidad deseo es in¬ menos ira. Parejas atrapadas en la histórica «batalla de los sexos» em¬

timidad emocional y cercanía, y que ya no busco solamente satisfa¬ prenden nuevas formas de relacionarse como compañeros, no como
cer estas necesidades con los hombres. enemigos. Hoy en día, cuando una pareja toma conciencia de sus pro¬
blemas de relación, lo consideran como una dificultad a
Sigo publicando un anuncio personal en el periódico. Es muy trabajar en
interesante salir con hombres diferentes. Hace poco salí con un lugar de una excusa para culpar, avergonzar, aporrear emocionalmen-
médico que tenía unas cualidades muy agradables. Pero en nues¬ te o abandonar al otro. Existe una nueva voz dentro de la relación
tra última cita hablamos con la suficiente profundidad y cercanía que dice: «Este desafío nos ofrecerá su fruto si lo enfrentamos. Juntos
como comprender que no se sentía atraído por mí. Le dije
para
tenemos todo lo que necesitamos.»
Por supuesto que los desafíos que enfrentamos en la actualidad
que no seguiríamos viéndonos. No me interesa pasar tiempo con
son de una cualidad diferente a los que vivíamos cuando comen¬
alguien sólo porque sea un hombre. Tengo una vida por vivir. muy
zamos el trabajo juntas. Las mujeres
JEAN de los círculos a los que te has
unido ya no están disponibles para las relaciones abusivas, en las
que
la norma eran las crisis que llegaban a amenazar su propia vida. Ya
no
están dispuestas a emplear su preciosa energía de vida en
El nacimiento de la ternura:
gestionar
problemas y conflictos, y en lugar de ello eligen relaciones gráciles
La madre ama a sus hijos
que profundicen su satisfacción y alegría. Eligen hombres dispuestos
a desarrollar las
capacidades de relación necesarias para poder danzar
La Madre de Toda Vida vio lo que había dado a luz y era muy grácilmente en los momentos más comprometidos.
bueno. Las mujeres cuyas historias habéis leído han
experimentado una
«Un Encuentro con Eva» tremenda sanación al despertar a la verdad de sí mismas. Sin embar¬
go, su curación personal sólo es el principio del viaje. La salvación úl¬
El fruto más sorprendente que ha dado nuestra sanación ha sido
tima del mundo depende del encuentro entre lo masculino
y lo femeni¬
el nacimiento de la ternura hacia los hombres. Tras integrar nuestra no, de un nuevo equilibrio en el que hombres y mujeres sean capaces

fuerza, necesitamos caballero de resplandeciente armadura de ofrecer su fuerza, sabiduría y compasión combinadas al servicio de
ya no a un
que sea todopoderoso. Podemos permitir a los hombres que sean se¬ la humanidad.
res humanos. Pueden ser vulnerables y estar necesitados. A medida En la medida que cada pareja va encontrando su camino hacia
en

que nos sentimos más tiernas con nuestras propias heridas y más
su
lugar de encuentro sagrado, más allá de lo correcto y de lo equivo¬
conscientes de nuestros comportamientos ineficaces, nuestros com¬ cado, más allá de las culpas y de la vergüenza, más allá de quién gana
o pierde, el mundo se convierte en un
pañeros se sienten más libres de exponer sus heridas en la relación. lugar más seguro y más sano
350 Un Dios que se parece a mI Abiertas a conexiones saludables
351

para todos nosotros. Invito a las parejas a personalizar la siguiente movimiento de flujo y reflujo que sigue mi receptividad a un com¬
oración-afirmación de la forma que les resulte apropiada y a incluirla pañero. He reconocido mis puntos flacos y comportamientos in¬
en sus discusiones y meditaciones familiares. eficaces en las relaciones y, como consecuencia,
también acepto
más mi compañero, su flujo
a
y reflujo y sus comportamientos in¬
Nuestro compromiso mutuo eficaces. Ahora sé que en su vida, como en la mía, actúa una Sabi¬
Respeto la distancia que hay entre nosotros. duría profunda. No puedo hacer que el guión
de su vida encaje
Tú eres una realidad única, no te reduciré a mis fórmulas y defini¬ como yo deseo. Ya no me
ocupo de su vida.
ciones. Recito afirmación al menos una vez por semana: «Mi
esta
Eres un incomprensible, no trataré de descifrarte.
misterio compañero tiene el derecho de vivir su vida y hacer su camino.
Eres una persona libre, no trataré de poseerte. Tiene derecho a cometer sus propios errores. Sus elecciones son
Tu camino es sagrado. No lo juzgaré ni lo manipularé. tan buenas como las mías.» No
quiero que él interfiera en los pa¬
Guardaré y protegeré tu soledad. doy y no
sos que tengo derecho a minar los pasos que él desee dar.
Honraré y respetaré tus fronteras. Este cambio de actitud ha sido tremendo
un
regalo para nuestra
Te saludaré con frecuencia en el jardín sagrado que plantamos relación. Ha cambiado su base misma de manera fundamental.
juntos a lo largo
de las fértiles fronteras de nuestra soledad. colleen

He encontrado un
lugar sagrado y de
Una afirmación de nuestra vinculación mutuo respeto en el que
encontrarme con los hombres: en él nos
Somos compañeros. notamos, nos comparti¬
Juntos invocamos la Sabiduría profunda,
mos, nos respiramos abrazamos mutuamente.
y nos Ellos, como
nosotras, también tienen heridas y están en su camino de sana¬
sus
para que nos ayude a encontrar una vía de solución a cada pro¬
ción. Ya no me siento obligada a ser su curandera. Puedo
blema apoyar¬
les para que se curen a sí mismos en
que nos causa frustración, compañía de otros hombres.
También quiero poder mirar con
para que nos ayude a encontrar el espacio intermedio compasión a los hombres que es¬
tán seriamente heridos
entre nuestras inevitables diferencias, y que se comportan abusivamente. Ya no
los elegiré como amantes, pero quiero incluirlos en mis oraciones
para que nos ayude el sagrado lugar de encuentro
a encontrar que
y esperanzas.
está más allá de lo de lo equivocado.
correcto y
Los hombres que se están presentando en mi vida reflejan una
Juntos confiamos en que la Sabiduría profunda nos muestre
un camino en el
que ambos ganemos,
profundización de mi autoconciencia y de mi autoestima. A medi¬
da que me voy asentando más en mi
un camino cómodo
para los dos, propia vida me siento más có¬
moda con los hombres. Quiero estar con ellos,
un camino que nos aporte mayor sanación y alegría. quiero sentirme
desafiada en las interacciones con ellos. Quiero sanarme con nues¬
Que nuestra vinculación florezca, día a día.
tros intercambios saludables. Descubro
que los hombres son muy
sabios. Solía pensar que las mujeres éramos las únicas
Sentadas en círculo, las mujeres comparten los dones que les ha portadoras
de sabiduría, pero estoy descubriendo la sabiduría
aportado su despertar: y la sanación
únicas que los hombres me ofrecen y ofrecen al mundo en
general.
Según he ido profundizando en mi propia espiritualidad he Erin
ido aceptando quien soy cada vez más. He trabado amistad con el
Abiertas a conexiones saludables 353
352 Un Dios que se parece a mí

Relaciones de igualdad: esperamos


Solía necesitar que cada uno de mis amantes lo fuera todo
la reciprocidad
para mí. Si nos sentíamos muy cerca, entonces la cosa iba bien. El
debía ser la persona competente que supliera mi incompetencia.
Una mujer que se hace eco de la dramática afirmación de Nto-
Jugué esta dinámica con un hombre con el que casi me casé. Era
un caballero de reluciente armadura, un líder carismático, todo lo zake Shange «encontré a Dios en mí y la amé fogosamente» está
que pensaba que un hombre debía ser. Me aferré a él porque era la
diciendo que «el poder femenino es fuerte y creativo». Está di¬

respuesta para mí, pero, cuando la armadura se agrietó, dejé de ciendo que el principio divino, el poder de salvar y sustentar, está
amarlo porque ya no encajaba en mi imagen de la perfección. El en ella, que ya no buscará salvadores masculinos.
fin de esa relación fue lo mejor que me ha pasado en mi vida. Me carol christ, Womanspirit Rising
obligó a reconocer por fin que todo lo que anhelaba y admiraba
en ese hombre estaba presente en mí.
La dinámica de poder cambia en una relación cuando la mujer
El hombre con el que acabé casándome no encaja en mi ideal toma su justo lugar al lado del hombre, cuando ya no está disponible
para nada. Se cae a pedazos regularmente, es humano y vulnera¬ para relaciones basadas en el dominio o en las que los intereses del
ble. Actualmente está lidiando con algunos asuntos muy difíciles hombre sean prioritarios. La mujer asume la reciprocidad, dice lo
que
de su familia de origen. Todas sus antiguas formas de ser que ha¬
piensa y espera que su compañero escuche y valore sus pensamientos,
bía mantenido intactas durante cuarenta y cinco años se están ideas y preocupaciones; expresa sus sentimientos esperando que él
desintegrando y ahora se siente libre de mostrarse vulnerable sea su testigo sin invalidarlos.
Ella aporta la plenitud de sus años, su
ante mí.
experiencia, su poder y su sabiduría a la relación y espera que su com¬
Ya no mepreocupa que mi vida se pueda caer a pedazos por¬ pañero permita que su vida se vea afectada, tocada y cambiada por
que la suya esté cambiando. Aunque pase por una crisis absoluta quien ella es.
yo le sigo apoyando. Para él ha sido muy curativo estar con una En el gran mundo de amigos y colegas masculinos está ocurrien¬
mujer que le permite mostrarse totalmente vulnerable y descom¬ do una metamorfosis similar. Las mujeres se sienten iguales a los
puesto, una mujer que sigue afirmando su valía y su belleza. hombres sin tener que pensar en ello y son conscientes de las ventajas
Vemos nuestra relación como un recipiente que puede conte¬ de ser mujer. Se dan cuenta de que pueden integrar
pensamientos y
ner nuestro cambio y crecimiento. Por eso todo lo que ocurra den¬ sentimientos de una forma que a los hombres les resulta
imposible.
tro del recipiente está bien; el recipiente se mantiene intacto porque Valoran y celebran el hecho de que la forma de pensar y
de hablar de
cada uno somos autor de nuestra propia vida. Mi vida no depende los problemas que tienen las mujeres sea diferente a la de los hom¬
de lo que mi compañero decida hacer. Estoy comprometida con bres. Ya no se denigran a sí mismas. Están contentas de ser mujeres y
mi propia vida y con nuestra vinculación. Ya no siento que sean
aportan sin vergüenza alguna la plenitud de sí mismas a sus interac¬
sus deseos y necesidades los que conforman la relación, que sus ciones con amigos, amantes y colegas. El viejo método de que «al¬
decisiones sean las mías ni que sus traslados profesionales deter¬
guien esté abajo para que alguien esté arriba» está desapareciendo y
minen los míos. las mujeres pueden deleitarse en lo masculino porque han empezado
rebekah a deleitarse en sí mismas.
En elcapítulo 4 exploramos la conexión entre nuestras heridas
religiosas y los comportamientos ineficaces que arrastramos hasta
nuestra vida adulta. Ahora te invitamos a hacer tu inventario
personal
sobre el tema: «Si Dios es hombre, entonces los hombres son dioses.»
354 Un Dios que se parece a mí Abiertas a conexiones saludables 355

«Limito mi vida y silencio mi inteligencia para que mis compañe¬


En este punto de nuestro trabajo compartido te invitamos a poner al
día ese inventario para que pueda reflejar la transformación que has ros, amantes e incluso profesores no se sientan amenazados por mí.»
experimentado. Añade tus propias reflexiones a las siguientes:
«Si Dios es hombre, entonces los hombres son dioses.» ♦ Actualmente niego a limitar mi vida para que otros se sientan
me

mejor. Espero relación igualitaria en la que cada uno aporte al


una
♦ El Dios de mi comprensión es una mujer que no tiene vergüenza y intercambio el 100 por 100 de su persona. Permitimos que la vida
está llena de sí misma, un mujer valiente que ha asumido su justo de cada uno de nosotros se amplíe con los dones de los demás.

lugar al lado del hombre, y una mujer inteligente que valora su pro¬
«La relación hombre algo deseado. Él se convierte
pia forma de pensar y de ser en el mundo. con un es muy
en un Dios; sus necesidades son más importantes que las de mis hijos,
las de mis amigas o las mías.»
«Delego en los hombres en situaciones laborales.»

♦ Soy una participante activa las situaciones laborales. Valoro los


en
♦ Actualmente tengo una vida plena que incluye amigos especiales,
talentos ycapacidades que aporto en mi puesto de trabajo. proyectos personales e intereses prioritarios. No tengo tiempo de
♦ Trabajo con los hombres como compañeros. Ya no me siento intimi¬ elevar a ningún hombre a la categoría de un dios.
dada por su presencia e inteligencia.
«Dejo de lado mi propia vida para correr detrás de los hombres y
«Me retiro en las discusiones con los hombres.» después considero una obligación satisfacer todas sus necesidades
—sexuales, emocionales y físicas— de la misma forma que mi madre
♦ Ya no suelo discutir, no es mi estilo de comunicación. Las discusio¬ dedicó su vida a satisfacer las necesidades de mi padre. Él era el dios
nes conllevan que alguien gana y
alguien pierde. Actualmente parti¬ de la familia.»

cipo en interacciones saludables. Cada uno expresamos nuestras


♦ Lo más importante la actualidad es mi propia vida. Espero que
preocupaciones o problemas y después el desafío consiste en descu¬ en
brir de qué forma ambos podamos salir ganando por el bien de la re¬ los hombres se encarguen de sus propias necesidades emocionales y
lación. espirituales en compañía de otros hombres. Ya no estoy a su servicio
y espero que aporten a la relación plenitud en lugar de vaciedad.
«Me ♦ Me siento atraída por hombres que han aprendido a hacerse
quedo callada en los grupos mixtos, permitiendo que los cargo
hombres dominen la discusión.» de sus necesidades prácticas y no buscan una madre. Y no
espero
que el hombre se haga cargo de mis necesidades, tomo la responsa¬
♦ Disfruto de mi calidad de vida, de mis pensamientos e intereses, y bilidad de mi propia vida. Soy la principal cuidadora de mí misma.

aporto este disfrute de mí misma a los grupos mixtos. Espero que se


me escuche con respeto y que los demás puedan ampliar su horizon¬ «Los intereses de los hombres son mucho más importantes que
te gracias a su encuentro conmigo. los míos y sus conversaciones, profesiones y decisiones tienen más
♦ En los grupos mixtos miro a los ojos de las mujeres para recono¬ peso que las mías. Amplío mi vida para aprender y crecer a remolque
cer su presencia; escucho sus historias y preocupaciones; planteo de sus intereses. Los dioses masculinos apenas han mostrado interés
preguntas a las mujeres en lugar de delegar en los hombres del por una idea, proyecto o curiosidad míos. Ellos son superiores y yo
grupo. soy inferior. Nunca he tenido una relación saludable e igualitaria con
un hombre, y pienso que eso es algo imposible.»
356 Un Dios que se parece a mi Abiertas a conexiones saludables 357

♦ Ahora sé que es posiblerelaciones igualitarias y saludables


tener lación. Espero valorada
ser y respetada por quien soy y por lo
con los hombres. Y esto no es así porque
los hombres hayan cam¬ que aporto.
biando; lo que ha cambiado es mi visión de las posibilidades desde
Ferrel
que he entrado en una relación amorosa y respetuosa conmigo mis¬
ma. Ya no me detesto a mí misma,
ya no creo que soy inferior. Entro
en relación con los hombres como una Entré en el matrimonio sintiendo que no era tan lista mi
persona completa y espero como

respeto y compromiso ?nutuo. compañero y que mi formación no era tan amplia como la suya.
Me sentía por debajo constantemente. Era horrible sentir que si
no demostraba ser inteligente en una conversación dada iba a
muy
Sentadas en círculo, las mujeres comparten los dones de su des¬ sufrir una gran derrota y acabaría sintiéndome avergonzada y es¬
pertar:
túpida.
A medida que iba progresando mi sanación y
La única manera de entrar en una relación mutuamente satis¬
que empezaba a
reconocer la inteligencia de las mujeres reclamé la
factoria los hombres es desarrollar una relación
y respetuosa con
igualdad inte¬
lectual en la relación. Ya no constriño mi inteligencia por el hecho
satisfactoria y respetuosaconmigo misma. He vuelto a casa, a mí de sentirme inferior y tengo más acceso a ella. Comparto mi sabi¬
misma, a mi cuerpo, a la validez de mi experiencia, fuerza y espe¬
duría femenina y mi intuición con mi compañero. Este cambio me
ranza de mujer. La consecuencia es
que ya no espero que los ha
hombres me den una identidad o una vida. Estoy al mismo nivel
proporcionado un gran alivio y una gran comodidad.
Ahora, cuando no sé algo o no he leído el libro que se está co¬
que ellos en todos los terrenos. Ya no estoy apegada a ellos ni me
mentando, acepto que no tengo que saberlo todo. Y dicha admi¬
opongo a ellos, lo cual he necesitado hacer durante algún tiempo.
sión es un reconocimiento de mis límites, no de mi inferioridad.
Ahora puedo ser su amiga y aliada, y puedo permitir que ellos
No pienso ni por un minuto que no soy tan brillante como
sean los míos. mi
compañero o que él está más leído que yo. Y a un nivel más pro¬
Rebekah fundo estas medidas y comparaciones ya no me importan porque
he recuperado lo que es verdaderamente importante para
mí.
La
profunda reciprocidad que tanto valoro en mis relaciones colleen
con las mujeres se
ha convertido en la medida de la profundidad
que busco en la relación con un hombre. Ya no establezco relacio¬
nes
que no sean vitales y positivas para ambos. ¿Por qué otras ra¬
zones podría desear estar en relación
Amar nuestros cuerpos: en presencia
que no fueran la expansión
de mi conciencia, la ampliación de mis límites y la valoración de de los hombres

mis intereses?

Quiero estar con alguien que esté dispuesto a crecer y a ex¬ Los elementos masculino y femenino, exactamente iguales y
pandirse junto a mí, alguien que esté dispuesto a entrar en una mutuamente compensados,
esenciales para mantener el equili¬
son
relación entre iguales y a reconocer cómo le afecto. En el pasado brio del universo como la electricidad positiva y
negativa, como
hubiera considerado que este deseo era ridículo. El hombre era las fuerzas centrífugas y centrípetas, y las leyes de atracción
que
el profesor e inspirador, mi única aportación era la de ser un ob¬ unen todo lo
que conocemos en este planeta que habitamos y en el
jeto sexual. Ahora me he asumido a mí misma, mi inteligencia, sistema alrededor del cual giramos.
sabiduría y claridad femeninas, y aporto esta plenitud a cada re- elizabeth cady stanton, La Biblia de las mujeres
358 Un Dios que se parece a mí
Abiertas a conexiones saludables 359

En los círculos demujeres nos hemos sanado de la vergüenza que expresión de la amplia serie de sentimientos que acompañan a cada
acompañaba a nuestros cuerpos, nuestros procesos naturales y nues¬ relación íntima, sentimientos de calidez y cuidado, de enfado y pa¬
tro envejecimiento. Actualmente nos negamos a malgastar nuestra
sión, de ternura y apoyo. Hemos llegado a creer que la sexualidad ali¬
preciosa energía de vida en ocultar nuestros cuerpos, disfrazar las se¬ menta el compromiso emocional entre compañeros
y que debe
ñales de nuestro envejecimiento y mantener en secreto las actividades
desarrollarse armoniosamente en un entorno emocional en el que los
de nuestra vida. Por el contrario, lo que hacemos es celebrar los años
amantes estén juntos porque disfrutan de su mutua compañía.
y la sabiduría que acumulamos y los cambios acaecidos en nuestros Animo a las parejas a que la comprensión sexual de la mujer —com¬
cuerpos y en nuestras vidas. Elegimos relaciones con mujeres y hom¬
prensión orientada al proceso— desinfle la presión por conseguir re¬
bres que tengan el coraje de integrar la persona que somos actual¬
sultados que invade la mayoría de las relaciones. Cuando el orgasmo y
mente y
la persona en la que nos convertiremos en las próximas déca¬ la eyaculación dejan de ser el objetivo principal de la interacción se¬
das de nuestras vidas. Elegimos como compañeros a hombres que
xual, las parejas son libres de encontrarse y darse placer sin tener que
han reconocido sus propias trabas con los cuerpos femeninos, sus
seguir un guión preestablecido. No hay objetivo que conseguir, no
procesos naturales y el envejecimiento. Hombres que no están intere¬
hay una forma correcta de hacerlo. El encuentro se centra en las sen¬
sados en las mujeres como ornamentos y que atraen como compañe¬
saciones de placer sin tener un fin en mente y así los amantes son li¬
ras a mujeres poderosas.
bres de disfrutar de sus toques mutuos, con lo que el toque se con¬
En los círculos de mujeres hemos vuelto al hogar de nuestra pro¬
vierte en un objetivo en sí mismo y no en un medio para otra cosa.
pia sexualidad. Inspiradas por María, hemos vuelto a descubrir las Así, la pareja disfruta de la calidez y de la cercanía de su conexión que
maravillas de nuestro cuerpo, su enorme potencial erótico y su capa¬
se desarrolla espontáneamente.
cidad de deleite sensual. Nos hemos responsabilizado de nuestro pro¬
Wendy y Richard imaginan su cama como un terreno de juego sa¬
pio placer y satisfacción, practicando rituales de autoplacer que no
grado que puede dar cabida a cualquier cosa: sus heridas, sus intentos
abandonamos aunque estemos en una relación sexual. Gracias a di¬
y pruebas de mantener otro tipo de sexualidad, y el rico potencial de
chos rituales aumenta nuestro amor por nuestro propio cuerpo, des¬
su sanación. En él se puede
expresar cada sentimiento, sensación, re¬
cubrimos lo que nos excita, entendemos nuestras heridas y nuestra ar¬
cuerdo, miedo e inseguridad. Su cama se ha convertido en un lugar
madura sexual y profundizamos en la satisfacción y alegría que nos
sagrado donde se reúnen para sanar las heridas que llevan consigo a la
producimos. Hemos llegado a creer que una vida sexual personal es relación sexual y para profundizar en su intimidad de pareja.
el prerrequisito esencial para compartir una intimidad sexual sana
En la boda de Wendy y Richard concluí mis reflexiones con las
con un compañero.
palabras que siguen. Me fueron inspiradas por las mujeres de nues¬
Como consecuencia de nuestra sanación sexual esperamosrela¬ tros círculos que han cuestionado la sexualidad de su compañeros,
ciones sexuales igualitarias. Ya no definimos la sexualidad según las orientada a conseguir objetivos, y están aportando una nueva visión
necesidades y deseos de los hombres, estamos en contacto con nues¬
de la sexualidad a sus relaciones.
tras propias necesidades y deseos, y los llevamos a la cama para com¬

partirlos y expresarlos. El placer del hombre ya no es prioritario, es¬ «Dos soledades se saludan mutuamente.»
peramos derivar placer y satisfacción de nuestras relaciones sexuales Saludarse descubrir la maravilla de los
íntimas. Ya no somos espectadoras que esperan que el hombre tome
es contactos simples.
Tocar Richard mientras prepara la cena. Mirar a Wendy a los ojos
a
la iniciativa, somos participantes activas en cada encuentro sexual.
mientras habla de su día. Saludarnos mutuamente con los ojos y
Aportamos sin vergüenza nuestra comprensión de mujeres a las los cuerpos. Saludarnos mutuamente
relaciones sexuales. Dicha comprensión nos lleva más allá de la orien¬
con con palabras y sin ellas.
Saludarnos mutuamente con ternura, pasión y calidez.
tación sexual de la cultura, que sólo piensa en resultados, e incluye la
Establece cuanto antes un ritual de saludo en tu relación para
360 Un Dios que se parece a mí Abiertas a conexiones saludables 361

que las presiones del mundo no invadan la delicia pura de tu amor. Soy una participante activa
los intercambios sexuales. Me
en
Saludaos por la mañana antes de levantaros. Saludaos al mediodía descubro iniciando las cosas hacen sentirnos bien y nos
que nos
para ofreceros apoyo. Saludaos cuando os acostéis por la noche para resultan placenteras. Observo este cambio de comportamiento y
compartir mutuamente los problemas y la belleza que trae cada día. me quedo anonadada
porque en la relación incestuosa con mi pa¬
Cread un tiempo sagrado que puede ser una hora al día, un fin dre era absolutamente fundamental que yo permaneciera total¬
de semana al mes o una semana al año para estar juntos y solos, mente pasiva. Esta pasividad se había transmitido a todas las rela¬

para responderos mutuamente de manera natural, sin presiones y ciones íntimas con los hombres, siempre seguía su iniciativa. ¿De
ni horarios. Encontraros en el jardín, en el borde fértil de vuestras dónde ha surgido esta asertividad? Surge desde dentro de mí. Mi
soledades. Venid sin expectativas, no tiene que pasar nada espe¬ vida es lo suficientemente segura para que pueda emerger. Mi
cial; venid sin otro programa que el de estar en vuestra mutua asertividad sexual me fortalece enormemente.

compañía. Venid a mirar y a escuchar, abiertos a vivir lo que surja, Ferrel


venid a compartir las riquezas de vuestra soledad.

Wendy y Richard, «el amor humano consiste en esto: que dos Entré el círculo de mujeres a
soledades se protejan y se toquen y se saluden mutuamente».
en la defensiva y avergonzada
porque mi compañero habíamos dejado de tener relaciones
y yo
sexuales. No teníamos ningunas ganas de tenerlas. Me sentía se-
Sentadas en círculo, las mujeres comparten los dones de su des¬ xualmente inadecuada, sentía que había algo feo y desagradable
pertar: en el sexo y
en sentirse excitada, por eso no podía soltarme. Me
retenía para mantener una imagen sanitaria, guapa y perfecta de
Mi marido todo lo que soy, incluyendo mi cuerpo. Pone
ama mí misma. Mantuve esta fachada aunque sabía que me faltaba algo
las manos en de mi cuerpo que a mí me cuesta valorar —co¬
partes maravilloso y esencial.
mo el estómago cuando se me hincha mucho con el
periodo— y A lo largo de los últimos tres años he reconocido abiertamente
me dice: «Me encanta esta
parte de ti.» El me anima a amar las el dolor que me produce el hecho de estar separada de mi cuerpo
partes de mí misma que he considerado inaceptables. y de mi sexualidad. En el círculo de mujeres afirmé que mi cuerpo es
Resulta muy sanador oír unas afirmaciones tan amorosas vi¬ una
parte esencial de mi espiritualidad y que aceptarlo era mi pri¬
niendo del hombre de mi vida. Siempre había asumido que un mer paso
hacia la sanación. Ha sido un regalo maravilloso nom¬
hombre no podría amarme cuando me hiciera mayor. Ahora sé brar las partes de mi cuerpo abiertamente y comenzar a confiar en
que no me quería a mí misma. Con el apoyo de otras mujeres he mis sentimientos, sensaciones y necesidades corporales.
empezando a honrar quien soy y a valorarme. Y el resultado es Del trabajo que realizamos juntas emergió una Diosa Sensual.
que he sido capaz de atraer a mi vida a un hombre cuya riqueza y Es una mujer que está en posesión de su sexualidad: franca, es¬
profundidad le permite amar mi cuerpo sin esfuerzo. pontánea y aterrizada. No le preocupa su apariencia externa, sólo
Rebekah le preocupa estar en armonía con los ritmos profundos de la tierra
y con su propia sexualidad. La Diosa Sensual se ha convertido en

Anteriormente no tenía la sensación de que


el acto sexual fue¬
una
imagen poderosa. Me da permiso para ser aterrizada, salvaje y
sexual con mi compañero.
ra sagrado. El compulsión enraizada en el incesto de
sexo era una
mi infancia. Estaba fuera de mi cuerpo. No estaba disponible para colleen
la intimidad sexual. Hay un tipo de intimidad sexual sana que es¬
pero encontrar en mi nueva relación.
362 Un Dios que se parece a mí
Abiertas a conexiones saludables 363

Un círculo de apoyo: no más caballeros


espiritual y nos ofrecen una calidad de comprensión y reconocimien¬
en su brillante armadura
to que sólo se puede obtener de otra mujer. Sin embargo, también hay
veces en las que pedimos a un compañero que satisfaga nuestra nece¬

La confianza no puede darse descuidadamente, porque hay sidad. La diferencia es que ahora somos muy claras respecto a lo que
mucha gente herida por ahí... Y, sin embargo, hay personas de ho¬ deseamos de ellos. Ya no esperamos que un compañero nos lea el
nor y lugares
donde refugiarse. Una podría preguntarse fácilmen¬ pensamiento, por eso tomamos la responsabilidad de expresar nues¬
te, ¿pero cuál es la alternativa a la confianza? ¿No hemos tenido ya tras necesidades claramente.
suficiente aislamiento? Reconocer nuestra añoranza de intimidad, Esta ampliación de los ha hecho disminuir la presencia de
apoyos
nuestra necesidad de cercanía, no es debilidad sino sabiduría. hombres en nuestras vidas. El cambio ha sido al mismo
tiempo vivifi¬
cante y confuso. Algunas de nosotras no sabemos cómo hacer encajar
MARILYN SEWELL, Cries of the Spirit
a los hombres en nuestras vidas ahora que ya
no dependemos tanto
de ellos, ahora que contamos con el apoyo de otras mujeres y que he¬
A medida que el de Dios cambia en nuestra experiencia
rostro
mos experimentado una cualidad de intimidad añorada y, sin embar¬
pasamos más tiempo compañía de mujeres y menos tiempo giran¬
en
do en torno a los hombres. Las mujeres dejan de ser un relleno entre go, muy pocas veces experimentada con los hombres. Desde este nue¬
vo lugar nos preguntamos qué queremos y qué necesitamos de ellos.
relaciones y pasan a ser una base de apoyo. Se han convertido en el
De momento sólo tenemos respuestas tentativas.
rostro femenino de Dios para nosotras. En los círculos de mujeres he¬
La relación con los hombres plantea algunos desafíos muy
nos
mos buscado y encontrado a un Dios
que se parece a nosotras; en los
concretos. Nos hace ir más allá de lo que nosresulta cómodo y nos
círculos de mujeres hemos llegado a amarnos y aceptarnos; en los círcu¬
hace esforzarnos por lograr la totalidad. Su visión del mundo nos in¬
los de mujeres compartimos nuestra fuerza, experiencia y esperanza
vita a estar claras con la nuestra. Sus prioridades que se dirigen hacia
comunes mientras nos aventuramos en el territorio no cartografiado el amplio mundo nos desafían a evaluar nuestra excesiva implicación
de las relaciones saludables con los hombres.
con ellos a expensas de nuestras propias prioridades y preocupacio¬
Hemos llegado a creer que ninguna persona sola puede satisfacer
nes. Los hombres activan toda una serie de sentimientos a los que no
todas nuestras necesidades. Nuestro círculo de apoyo se ha ampliado
tenemos acceso relación íntima, que nos permite fa¬
excepto en una
y ya no cargamos de expectativas irreales nuestras relaciones con los miliarizarnos
hombres. Los hombres ya no determinan si nuestras necesidades y amplia serie de emociones y nos ofrece una in¬
con una

formación preciosa sobre nosotras mismas y nuestras respuestas a


emociones son reales, válidas o importantes, lo determinamos noso¬
ellos. La relación con un hombre nos ofrece la oportunidad de practi¬
tras mismas. Ya no pedimos a los hombres que
definan y evalúen car los comportamientos saludables que hemos aprendido en compa¬
nuestra salud emocional. Tomamos la
responsabilidad de nuestras ne¬ ñía de las
cesidades emocionales discerniendo qué es lo que necesitamos real¬ mujeres.
mente y quién es la persona
apropiada para satisfacer esa necesidad. Sentadas círculo las mujeres comparten
Ya no nos dirigimos únicamente a los hombres para satisfacer
en los dones de su des¬
pertar:
nuestras necesidades. Nos damos cuenta de que contamos con otras
mujeres más a menudo que con los hombres. Muchas de nuestras ne¬ Los hombres ya no son tan en mi vida como so¬
importantes
cesidades emocionales, espirituales y de intimidad se satisfacen en los
lían serlo. Ya no me consumen, disminuyen la plenitud de
ya no
círculos de mujeres. Las mujeres confirman la validez de nuestras ne¬
mi vida de mujer. En el pasado tenía unas expectativas muy irrea¬
cesidades y nos recuerdan que experimentar un amplio abanico de
les y ponía demasiada presión en los hombres pensando que iban
sentimientos en un solo día es sano y natural. Apoyan nuestro camino
a satisfacer mis necesidades. Ahora me siento llena de los dones
364 Un Dios que se parece a mí Abiertas a conexiones saludables 365

del poder, el la sabiduría que he encontrado en mí misma y


amor y También aprendo de él y él aprende de mí. Ya no estoy dispuesta a
de las situaciones de
fuerza, esperanza, dolor y desafío abandonarme a mí misma, a desfigurar una parte de
numerosas
mi vida para
que las mujeres de mi vida me proporcionan en nuestras honestas agradar a un hombre.
interacciones.
Emily
Desde lugar de vuelta a casa y al círculo de mujeres me
este

siento fresca y renovada. Me siento tan satisfecha que no me falta A medida que he ido teniendo más contacto con mujeres, la
nada. No hay vacío. En compañía de otras mujeres se me ha de¬ relación con mi compañero ha ido perdiendo importancia en mi
vuelto mi cuerpo, mis opciones de vida, mi trabajo, mis hijos y mi conciencia y ocupa un lugar más reducido en mi vida. Mi compa¬
poder. Aporto a cada interacción con un hombre una mujer bien ñero ya no domina mi vida, mis pensamientos y mis sentimientos.
pulida, que ha descrito el círculo completo y celebra su propia Es menos significativo y está menos presente en mi psique. Estoy
existencia y la de sus hermanas e hijos. más clara. Tengo mi propia vida y puedo hacer cosas de manera

Erin completamente autónoma. Tomo mis propias decisiones. Creo sa¬


ber lo que siento. Mi relación ha cambiado mucho, es un organis¬
En el mo nuevo y diferente.
pasado todas mis interacciones con los hombres tenían
Antes esperaba que él estuviera siempre presente y se encarga¬
que permanecer secretas y ocultas. Una relación era algo vergon¬
ra de mis sentimientos,
zoso y no podía ni pero ahora ya no tengo esas expectativas.
imaginarme que podría vivirla abiertamente.
Como resultado de la sanación experimentada en la comunidad El sólo es una hebra dentro del rico entramado de apoyo que ro¬
de mujeres tengo una nueva visión de mi ser en relación dea mi vida. Muchos momentos en los que me siento ansiosa o
y al mis¬
mo tiempo de mi ser con otra
gente.
molesta, o cuando tengo que pensar y hablar sobre un tema con
Mi anhelo de estar conectada surge de mi conexión conmigo alguien, no acudo a él. Me siento feliz de ir a otras personas. Mi
vida está llena de gente con la que me comparto y comparto mis
misma así como de la conexión con otrasmujeres. Estas conexio¬
éxitos y mis problemas.
nes me han aterrizado y me permiten sentirme vinculada con el
resto de la raza humana. Veo la relación con un hombre como una ex¬ colleen
pansión de dicha conexión. Para alguien que había vivido una
vida tan aislada esto cambio increíble: es tan profundo
supone un
que siento que ha alcanzado el nivel molecular.
Ferrel

Mi compañero es espiritual. Los caminos que hemos ele¬


muy
gido son muydiferentes y, sin embargo, compatibles. Yo he adop¬
tado una espiritualidad que afirma a la mujer y él ha encontrado
su hogar espiritual en
el Budismo Zen. Su meditación diaria es im¬
portante para él y a veces le acompaño. En mis anteriores relacio¬
nes sentía
que era absolutamente imprescindible hacer cualquier
cosa que el hombre considerara
importante para probarle mi amor
y devoción y garantizar la supervivencia de la relación. Actual¬
mente respeto la forma que ha tomado mi
propia espiritualidad.
(5ap'úu\o

15
Despiertas a una
espiritualidad que.
afirma a la mujer

LAS TEORÍASPSICOLÓGICAS, laselaboraciones teológicas y la re¬


de
tórica de la
do de
sanar nuestras
recuperación
nuestras
no fueron capaces de llegar al fon¬
heridas de mujer. Por sí solas fueron incapaces
heridas y
de desenmarañar los patrones de compor¬
tamiento ineficaz que nos habían controlado durante años. Oramos y
esperamos, tomamos resoluciones y probamos los consejos de un ex¬
perto tras otro, pero todos estos esfuerzos por cambiar sólo supusie¬
ron un alivio momentáneo.
Llegado el momento, estuvimos plenamente preparadas para en¬
trar de lleno en las áreas heridas de nuestra vida. Allí descubrimos a

un Dios de nuestra comprensión, un Dios imagen y seme¬


a nuestra
janza. En este viaje hacia la espiritualidad autodefinida tuvimos que
exorcizar los antiguos nombres e imágenes de lo divino y adoptar al¬
ternativas que afirman a la mujer.
A medida que fuimos sumergiéndonos en estas nuevas imágenes
tomamos conciencia de recursos espirituales que habían permanecido
368 Un Dios que se parece a mí Despiertas a una espiritualidad
que afirma a la mujer 369

dormidos en nosotras. despertar espiritual fue más allá de las pa¬


Este lino y, en la medida que hemos empezado a vislumbrar a un
labras y llegó hasta la profunda herida del odio hacia nosotras mis¬ Dios que se parece a nosotras nuestra sanación se ha ido pro¬
mas. Hemos dejado de sentirnos excluidas de lo divino y empezamos
fundizando. Ahora somos libres de
elegir qué aspectos del
a festejar nuestro ser sagrado. Ya no nos creemos inferiores y festeja¬
Dios de pasado religioso integraremos en nuestra espi¬
nuestro
mos nuestra bondad, poder y coraje. Ya no necesitamos que otros nos
ritualidad en proceso. Dios padre se ha convertido en una de
validen, legitimen y salven; valoramos y celebramos la riqueza de las muchas imágenes sanadoras posibles.
nuestros propios recursos internos.
3. Hemos llegado a creer que el Espíritu Universal se
presenta
ante nosotras
individualmente, que entra en nuestras historias
personales y encarna su presencia en términos de nuestra ne¬
Despiertas al poder del lenguaje cesidad. A medida que nos hemos ido abriendo al Espíritu
Universal que reside en nuestras vidas han ido emergiendo
Debemos elegir nuestros propios lugares de culto y no dejar nuevas imágenes y el rostro de Dios ha cambiado. Honramos

que nos impongan un programa ajeno a nuestro espíritu. el cambiante rostro de Dios en nuestras vidas.
4. Hemos llegado a creer que existen muchas opciones diferentes
MARILYN SEWELL, Cries of the Spirit
para referirse a lo divino. Cada una de nosotras es libre de com¬
partir el Dios de su comprensión en su propio lenguaje e imáge¬
En los círculos de mujeres hemos conectado los recuerdos de
con
nes. En nuestras reuniones de
autoayuda y círculos de mujeres
nuestro
pasado religioso. Hemos clasificado los nombres e imágenes
de Dios que habían seguido con nosotras hasta la etapa adulta. Se nos puede haber una feminista que diga «Diosa», una fundamentalis-
ta que hable de «Dios
han ofrecido alternativas que afirman a la mujer frente a la exclusividad padre», una budista que comparta su sen¬
sación de la interconexión de todas las cosas. Como nuestra
del lenguaje masculino de la religión. Rodeadas por mujeres de todas pro¬
las edades e inspiradas por su coraje, nos hemos aventurado en aguas pia experiencia es verdad
para nosotras y confiamos en ella no
nos sentimos amenazadas cuando oímos la verdad de los demás.
desconocidas para imaginar y nombrar a un Dios de nuestra compren¬
sión. En este acto hemos asumido la responsabilidad de nuestra vida,
hemos aceptado nuestro propio poder y hemos tomado nuestro justo y
♦ Algunas hemos ido más allá de las limitaciones de asignar a Dios un
género. Nos referimos a Dios en términos impersonales, tales como
legítimo lugar al lado de los hombres. Nuestra espiritualidad que afir¬ Sabiduría Profunda, Poder Superior, Energía Sabia, Puente de Vida,
ma a la mujer está informada por las siguientes comprensiones:
Comunidad de Apoyo, Aliento Sagrado. Para nosotras, las cualida¬
des de la relación personal son innecesarias con lo divino.
1. Hemos llegado a creer quela verdad última, la sabiduría y el ♦ Algunas elegimos retener cualidades personales en el lenguaje
misterio del Universo son mucho másprofundos, elevados,
que empleamos para referirnos a Dios, aunque tratamos de en¬
amplios y ricos que cualquier nombre o imagen que emplee¬ contrar una forma de eliminar el
mos para referirnos a él. Ahora sabemos que cada nombre e
género. Empleamos términos
como Sabia Amorosa; Creador, Mantenedor
y Redentor; Amigo
imagen tiene sus limitaciones y debe ser empleado sin fanatis¬ que Da la Bienvenida; Compasiva; Nutricia; Consejera; Buscador de
mo. El misterio no puede ser limitado dentro de un lenguaje.
los Perdidos; Ayudador*
2. Hemos llegado a creer que entronizar una sola imagen de lo ♦ Algunas elegimos usar exclusivamente imágenes femeninas. Esta
divino es idolatría y limita el vasto potencial de nuestras imagi¬ elección es un desafío a los ídolos de una religión que prefiere a
naciones. Hemos mirado directamente a las heridas de las mu¬

jeres causadas por el predominio del lenguaje del Dios mascu¬


*
Todos estos nombres son neutros en el original inglés. (N. del T.)
370 Un Dios que se parece a mi
Despiertas a una espiritualidad
que afirma a la mujer 371
los hombres. Empleamos nombres Diosa, Mujer Dios, Her¬
como
naba a lo divino
mana Dios, Sofía, Un Dios con Pechos Como Los Míos
y Madre de
mujer que se parece a nosotras, que sangra
como una

Toda Vida. Estos nombres afirman nuestra y experimenta la vida como nosotras.
sacralidad, nuestro
poder, nuestros cuerpos y nuestra voluntad. Inspiradas por Eva, hemos rescatado las antiguas creencias en
una Gran Madre
que dio a luz al cosmos y a sus habitantes, tanto hu¬
♦ Algunas elegimos usar ambos géneros para referirnos a Dios. Esta
manos como divinos. Todo se
elección reconoce que lo masculino o lo femenino, gestó en su cuerpo y emergió llegado el
y lo neutro, momento. Y todo aquello
por sí solos no abarcan un espectro de cualidades lo suficiente¬ que la Gran Madre dio a luz era bueno, era
muy bueno. Recordamos los tiempos en los
mente amplio como
para describir a la totalidad. Usando nom¬ que las mujeres eran hon¬
radas por su implicación directa en los
bres como Madre-Padre Dios, oramos
por la reunión de hombres
orígenes de la vida. Aprende¬
mos de las
y mujeres en paz y concordia.
antiguas mujeres que no pedían perdón por la fertilidad de
sus úteros,
por sus vientres embarazados y por la
plenitud de sus pe¬
chos. Mujeres que se regocijaban en ser
5. Hemos encarnaciones de la Gran
llegado el Dios masculino no siempre ha
a creer que Madre.
sido fiel las mujeres,
a
milagro de confianza que las
que es un
Inspiradas por Lilit, retomamos antiguas creencias en una Diosa
mujeres hayamos continuado en la religión tradicional. Ofre¬
capaz que actuaba en nombre propio y en el de todas las
cemos nuestras sospechas como un
regalo a las instituciones mujeres. Re¬
clamamos los antiguos caminos que enseñaban a la
religiosas. Contamos nuestras historias, gritamos nuestras pre¬ mujer a negarse a
la sumisión y a la subordinación
y que aplaudía a las mujeres por su
guntas, liberamos nuestra ira. Damos voz a Aquello cuyo ros¬ asertividad. Recordamos antiguos
tro ha quedado oscurecido tiempos en los que las mujeres eran
y cuyos caminos se han distorsio¬ honradas y valoradas tanto por su
nado. Como los antiguos profetas, llamamos a la comunidad capacidad de nutrir como de realizar
grandes cosas. Aprendemos de las antiguas mujeres que no
religiosa a confrontar la idolatría de Dios padre y llamamos a pedían per¬
dón por su poder, coraje e
la religión a recordar su enseñanza independencia.
original. Inspiradas por María, reclamamos los antiguos caminos que
cele¬
braban a la Diosa y a su hijo salvador, su
representante en la tierra que
gobernaba desde su regazo. Recordamos los antiguos tiempos en los
Despiertas al rostro femenino de Dios que la palabra virgen significaba «mujer
que es una en sí misma»; nin¬
gún hombre era su dueño ni el actor de su vida, ningún hombre crea¬
No cabe duda de que en los primeros estadios de la historia ba su destino. Aprendemos de las
antiguas mujeres que no pedían
humana la fuerza mágica y la maravilla de lo femenino no eran me¬ perdón por su sexualidad y que se negaban a rendirse a nada que no
nores que las
que suscitaba el universo mismo; esto daba a la mu¬ fueran los ritmos naturales de la vida.
jer poder prodigioso y una de las principales preocupaciones
un Inspiradas por la Niña Divina aprendemos de los
de la
tiempos anti¬
población masculina era fragmentarlo, controlarlo y em¬ guos en los las líneas sucesorias se seguían a partir de la madre, la
que
plearlo para sus propios fines. dadora de la vida. Un tiempo en el
que los hijos de la madre eran legí¬
timos y respetables,
Joseph Campbell, The Masks o/God y recibían el nombre y el estatus social que ella
tuviera. Aprendemos de las
antiguas mujeres que no pedían perdón
Hemos recuperado la historia que se remonta por sus hijas. Mujeres que celebraban el nacimiento de sus
a la época anterior hijas, que
creían en la bondad de sus
a las Escrituras hebreas y cristianas, antes del
«principio» definido hijas, que nutrían la sabiduría de sus hijas
y cultivaban el poder de sus hijas.
por los hombres. ¡Reclamamos nuestra historia de mujeres desde el
principio mismo! Hemos recordado los tiempos en los que se imagi¬ Inspiradas por La Que Derramó Su Sangre, recuperamos las anti¬
guas creencias que celebraban a la Gran Madre,
cuya «sangre lunar»
372 Un Dios que se parece a mí Despiertas a una espiritualidad que afirma a la mujer 373

se densificó dentro de su cuerpo y después se derramó para crear para explorar las imágenes que afirman a la mujer y reinventar creati¬
todo lo que es. Leemos sobre los antiguos caminos que mantenían vamente los viejos mitos y rituales que antes nos debilitaron.
que la sangre de la mujer es mágica en su armónico flujo con la luna. Fuera de laprisión de las interpretaciones masculinas, hablando
Recordamos los antiguos tiempos en los que el color de la realeza era con su propia voz, estas mujeres de la antigüedad se han convertido
el color rojo oscuro de nuestra preciosa sangre. Aprendemos de las en imágenes sanadoras de lo divino en nosotras. En su
presencia he¬
antiguas mujeres que no pedían perdón por sangrar. mos descendido a la riqueza de nuestras
propias vidas. Nuestros es¬
Inspiradas por Tamar y La Que Fue Cortada en Pedazos recupe¬ pacios internos, antes desbordantes de vergüenza y culpabilidad, han
ramos estas antiguas creencias en una Diosa fuerte, que no se queda¬
quedado limpios y ahora los reclamamos como propios. Nos hemos
ba esperando pacientemente mientras las que habían sido creadas a reconciliado con nuestra bondad. Aceptamos todo lo que somos como
su imagen eran violadas, golpeadas,
sufrían incesto y se les robaba su algo valioso, aceptamos nuestra vitalidad, expresividad, espíritu, po¬
autoestima y su confianza en sí mismas. Recordamos los tiempos anti¬
der, coraje e independencia; aceptamos nuestros cuerpos, nuestra se¬
guos cuando el respeto a la Diosa concedía a la mujer estatus, una voz xualidad, nuestros procesos naturales y nuestras heridas. Aceptando
y un tratamiento justo. Leemos sobre los antiguos caminos y leyes que la totalidad de nosotras mismas avanzamos como mujeres a
un tiem¬
establecían que el hombre que violara a una mujer sería condenado a
po poderosas y vulnerables.
muerte. Aprendemos de las antiguas mujeres que no pedían perdón

por sus cuerpos ni por sus voces.


Inspiradas por La Anciana Sabia aprendemos las antiguas creen¬ Las perspectivas de una espiritualidad
cias en la Diosa Anciana, que cambia como nosotras, que representa
la vejez, el invierno y la luna menguante. Recordamos las antiguas so¬ que afirma a la mujer
ciedades que celebraban la acumulación de años en una mujer y res¬
petaban la retención de su sangre tras la menopausia. Leemos sobre Expresamos la espiritualidad en todo lo que hacemos. Es un
los antiguos caminos según los cuales sólo las mujeres postmenopáu- estilo, único en sí mismo,
que abarca todas nuestras actitudes, tan¬
to en la oración personal y comunitaria como en nuestro
sicas podían presidir los rituales y ritos sagrados. Aprendemos de las compor¬
tamiento, expresiones corporales y elecciones de vida; está presen¬
antiguas mujeres que no pedían perdón por la plenitud de sus años y
de te tanto en lo que apoyamos y afirmamos como en lo
susabiduría. que
Desenredando las historias de Eva, Lilit, María, La Niña Divina, rechazamos y negamos.
La Que Derramó Su Sangre, Tamar, La Que Fue Cortada en Pedazos, Anne CaRR, Women's Spirituality
y La Anciana Sabia de la omniabarcante historia del Dios masculino,
hemos reunido coraje para recuperar nuestras propias historias. He¬
Inspiradas los tiempos pasados hemos rechazado la religión
por
mos juntado sus fragmentos: empezando desde nuestro nacimiento, la vergüenza que
basada en estaba conformada por hombres, pensada
hemos viajado por los mitos de la creación y los símbolos que nos han para hombres y anclada en las experiencias masculinas. Hemos exor¬
conformado para después aventurarnos en el desarrollo de nuestros cizado los remanentes de esa religión que se habían anclado en nues¬
ciclos y ritmos corporales, explorar nuestra vulnerabilidad a la viola¬ tros cuerpos, mentes y vidas por medio de sus mitos, rituales e instruc¬
ción y al incesto y reclamar la sabiduría de nuestra ancianidad. ciones, y de las creencias y costumbres familiares y sociales. Hemos
A lo largo del camino hemos confrontado los tabúes presentes en asumido una espiritualidad que afirma a la mujer y reconoce la com¬
todas las tradiciones religiosas que dejan de lado nuestros cuerpos y
plejidad de los factores culturales y religiosos que han influido en el
procesos por considerarlos peligrosos e inmorales. Hemos ido más desarrollo de la vida de la mujer. Permitimos que los puntos de vista
allá de estos tabúes para reclamar la sacralidad de nuestros cuerpos, de dicha espiritualidad potencien la calidad de nuestras vidas; que va-
374 Un Dios que se parece a mí Despiertas a una espiritualidad
que afirma a la mujer 375

loren los méritos de otras religiosas, de los modelos tera¬


enseñanzas Con La Que Derramó Su Sangre rechazamos la preponderan¬
péuticos y de los principios de la recuperación; y que evalúen la reci¬ cia de los tabúes religiosos denigran el cuerpo de la mujer y
que
procidad de nuestras relaciones con amigos y amantes, profesores y sus procesos naturales. Rechazamos los
mensajes vergonzosos de
terapeutas, y líderes religiosos. la familia, la religión y la sociedad que nos alienaron de los abun¬
dantes recursos naturales presentes en nuestros ciclos y ritmos.
Con Eva rechazamos la preponderancia de un mito de la crea¬ Abrazamos espiritualidad que afirma a la mujer y nos recuer¬
una

ción que retrata a las mujeres como instigadoras del mal y que ex¬ da la sacralidad original de nuestros
cuerpos y nuestra conexión
cluye a la Madre de la creación del mundo. Rechazamos los mensa¬ original con todas las mujeres del pasado, presente y futuro.
jes vergonzosos transmitidos por la familia, la religión y la sociedad
que pusieron el acento en nuestras equivocaciones, defectos e insu¬ Con Tamar rechazamos el dominio de los mitos
y teologías re¬
ficiencias. Abrazamos una espiritualidad que afirma a la mujer y ligiosos que marginalizan
ignoran la experiencia de la mujer. Re¬
e
festeja la íntima participación de la Madre en los orígenes de la chazamos los mensajes vergonzosos de la familia, la religión y la
vida, recordándonos nuestra bondad original. sociedad que nos enseñaron a quedarnos calladas, a desconfiar de
nuestra verdad y a culparnos a nosotras mismas
por cualquier cosa
Con Lilit rechazamos el dominio de los mitos religiosos que que nos pasara. Abrazamos una espiritualidad que afirma a la mu¬
exiliaron a las mujeres
fuertes y nos retrataron como víctimas im¬ jer y nos recuerda nuestra expresividad original, que nos invita a sa¬
car nuestras historias del silencio
potentes. Rechazamos los mensajes vergonzosos de la familia, la y que apoya nuestra negativa a
religión y la sociedad que resaltaban nuestra incapacidad de fun¬ cargar con los pecados de otros en nuestros cuerpos y en nuestras
cionar independientemente en nuestras vidas. Abrazamos una es¬ vidas.
piritualidad que afirma a la mujer y nos recuerda nuestro poder,
coraje e independencia originales. Con LaQue Fue Cortada En Pedazos rechazamos el dominio
de los mitos y teologías religiosos que atacan la totalidad de la
Con María rechazamos el dominio de los mitos religiosos y mujer. Rechazamos los vergonzosos mensajes de la familia, la reli¬
teologías que no dan cabida las mujeres voluntariosas y sexual-
a gión y la sociedad que nos cortan en pedazos a los que denomi¬
mente autónomas. Rechazamos los mensajes Virgen/Puta; Seductora/Esposa; Madre/Trabajadora; Nutri-
vergonzosos de la nan

familia, la religión y la sociedad que requerían la rendición de dora/Ejecutora. Abrazamos una espiritualidad que afirma a la
nuestros voluntades a los dictados de los demás. Abra¬
cuerpos y mujer y nos recuerda nuestra totalidad original, animándonos a
zamos una
espiritualidad que afirma a la mujer y nos recuerda reclamar cada experiencia de nuestras vidas, cada preciosa
parte
nuestra autonomía, nuestra voluntad y nuestro potencial erótico de nuestros cuerpos, cada recurso sorprendente de que dispone¬
originales. mos como
Hijas de la Vida.

Con La Niña Divina rechazamos el predominio de los mitos Con La Anciana Sabia rechazamos los mitos, historias y ritua¬
religiosos y rituales que excluyen a la niña de lo divino. Rechaza¬ les religiosos que excluían la experiencia
sabiduría de las ancia¬
y
mos los mensajes
vergonzosos de la familia, la religión y la socie¬ nas. Rechazamos los mensajes vergonzosos que la familia, la reli¬
dad que nos convencieron de nuestra inferioridad. Abrazamos gión y la sociedad depositaron en nosotras haciéndonos detestar la
una espiritualidad
que afirma a la mujer y nos recuerda nuestra di¬ idea de envejecer. Abrazamos una espiritualidad que afirma a la mu¬
vinidad original. jer y nos recuerda nuestra sabiduría original, animándonos a llenar
hasta rebosar los años de nuestras vidas.
(Epílogo

O magina
una
muje
Ahora hemos revisado
que nuestro trabajo hasta este punto, te in¬
vito a unirte a nosotras en una meditación llamada «Imagina a una
mujer». Lo que crees respecto a ti misma es muy importante.

Imagina a una mujer que cree que es justo y bueno ser mujer,
una
mujer que honra su experiencia y cuenta sus historias,
que se niega a cargar con los pecados de otros en su cuerpo y en su
vida.

Imagina a una mujer bondad,


que cree en su
una
mujer confía en sí misma y se respeta,
que
que escucha sus propias necesidades y deseos
y que los satisface con ternura y gracia.

Imagina a una mujer que cree en su pertenencia al mundo,


una mujer que
festeja y celebra su propia vida,
que se siente alegre de estar viva.

Imagina una mujer que ha reconocido


la influencia del pasado sobre el
presente,
una mujerque ha caminado por su pasado,
que ha sanado su presente.

Imagina una mujer enamorada de su propio cuerpo,


una
mujer que cree que su cuerpo es suficiente tal como es,
378 Un Dios que se parece a mI Imagina una mujer 379

que celebra su cuerpo como compañero digno de confianza cia de mujer, las imágenes que se revelan a partir de tu centro espiri¬
y sus ritmos y ciclos como un recurso exquisito. tual; cierta sospecha hacia lo habitual, una rebelión valerosa, un com¬
promiso de conformar tu propia vida y espiritualidad; la celebración
Imagina a una mujer que abraza su propia sexualidad como propia, de tu cuerpo y sus procesos naturales, la acumulación de tus
años, los
una mujer que se deleita en el placer que se da, ricos recursos de sabiduría que están dentro de ti; la afirmación
de tu
que experimenta todos sus sentimientos y sensaciones eróticos bondad, el reconocimiento de tus heridas, la experiencia de tu sana-
sin vergüenza ni culpa. ción en el presente.
Reúne estos dones
y ofréceselos a tus madres, hijas, abuelas y so¬
Imagina una mujer que honra el rostro de la Diosa brinas; a tus padres, hijos, nietos y sobrinos. Ofréceselos a tus aman¬
en su
propio rostro cambiante. tes y
amigos, y a un mundo desequilibrado, que desconoce la sabidu¬
Una mujer que celebra la acumulación de sus años ría y es adicto al poder.

y de su sabiduría. Lo femenino ha estado exiliado


y ahora protesta en nuestros
Que se niega a usar su preciosa energía de vida cuerpos heridos, en nuestras relaciones cortadas y en la tierra destro¬
para disfrazar los cambios de su cuerpo y de su vida. zada. Le pedimos que vuelva y nos enseñe nuevas maneras de vivir
y
de ser, nuevas formas de relación mutua. Le invitamos a volver del
Imagina a una mujer que es de su propia vida,
autora exilio al tiempo quereclamamos nuestra bondad, poder, coraje, inde¬
una mujer que se mueve, toma la iniciativa y actúa en nombre
propio, pendencia, sexualidad, divinidad, totalidad y sabiduría originales. Lo
que se niega a rendirse a nada que no sea su yo más verdadero femenino está en el mundo a través de nosotras.
y su voz más sabia.

Imagina a una mujer que nombra a sus propios dioses, Una oración por nuestras hijas y por nuestros hijos
una mujer que imagina lo divino a su propia imagen y semejanza,
que diseña su propia espiritualidad Hemos examinado cuidadosamente pasado religioso
nuestro

permitiéndole que informe su vida diaria. para poder aportar conciencia, liberación verdad a nuestros hijos en
y
el presente. Oramos a diario para que se amplíen las
imágenes de lo
Imagina a una mujer que valora a las mujeres de su vida, divino y el lenguaje religioso se haga más inclusivo en beneficio de los
a una mujer que se sienta en círculos de mujeres, niños y niñas que asisten a los servicios religiosos este mismo domin¬
para que se le recuerde su propia verdad cuando la olvide. go, en beneficio de los jóvenes que asisten a grupos de apoyo esta mis¬
ma semana.
Ojalá que ellos viajen un camino menos turbulento hacia
Imagina a unamujer sin vergüenza que está llena de sí misma. el amor y la confianza en sí mismos, hacia la creación de relaciones sa¬
nas consigo mismos
Una mujer poderosa que está despierta a su propia verdad. y los demás. Ofrecemos una oración especial
Una mujer valerosa que ha asumido su justo lugar al lado de los para nuestras hijas:
hombres.
Una mujer sabia cuyas creencias respecto a sí misma se reflejan Que descubran lo divino dentro de sí mismas y la amen fogo¬
en sus relaciones. samente. Que puedan ver su rostro cuando se miran al espejo.
Bendice su cuerpo cuando se duchan y se bañan. Celebra su vida

Imagina que eres esa mujer y reúnes todos los dones de tu desper¬ relatando sus historias.
imaginación liberada, un Dios nacido de tu propia experien¬
tar: una
380 Un Dios que se parece a mí

Que la enfrenten sin echarse atrás. Contemplarla es maravillo¬ COLECCIÓN EL TALLER DE LA HECHICERA
so. Que puedan encararla sin vacilar. Ella no es su juez. Que la en¬
frenten sin alejarse. Ella les ofrece abundancia de vida.

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PATRICIA LYNN REILLY

Es Master por la Universidad


Teológica de Princeton y
postgraduada en
Espiritualidad y Teología
Femenina por el centro

Teológico de Mujeres.
Es fundadora del centro

Creaciones Ventana Abierta,


donde dirige retiros
espirituales y talleres para la
recuperación de traumas.
Es también codirectora
del Centro de Mujeres
Círculo de Vida.
Vive en
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