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Un
dios
que se
parece
a mí
Descubriendo
el rostro femenino
de Dios
En la memoria de las muje¬
res
permanecen las palabras
10 Una extraordinaria fuente de claridad e inspiración que
e
imágenes religiosas de un
Padre Dios, de la culpa y la plasma el coraje, la integridad y la excepcional sabiduría de
Patricia Reilly en su viaje personal
indignidad femeninas, de 146094
Dra. Martlyn Jean Hauser
una
pecadora Eva y una (Psicóloga clínica)
obediente María, y de la
necesidad de un Salvador
Una guía profunda que evoca los misterios y manifes¬
masculino... taciones del rostro femenino de Dios. Reilly conecta con nues¬
Un Dios que se parece a mí tros anhelos más íntimos mostrando que la experiencia de la
las profundidades de su relación nivel individual como al nivel de la sociedad en general; pero
además, guía a sus lectoras hacia soluciones concretas... La
con su madre, con su cuerpo y
búsqueda de La Madre es un viaje heroico, y en este libro
consigo misma, con su sexuali¬ encontramos el mapa para realizarlo, repleto de claves con¬
dad y su vulnerabilidad, en un cretas y de estimulantes ejercicios.
TALLER DE LA HECHICERA
ÍAn Dios
que se parece
a mí
Descubriendo
el rostro femenino
de Dios
CtlCJ ¿^iliciones
Dedico este libro a mi madre,
Kathleen Patricia Diehm Reilly (1927-1993),
Hija de Catherine Tyndall Diehm,
Nieta de Anna Neville Tyndall,
Bisnieta de Catherine Kelly Neville,
Reservados todos los derechos. Este libro no puede reproducirse total ni parcialmente,
cualquier forma que sea, electrónica ó mecánica, sin autorización escrita de la editorial.
A. 3^07-5^
Índice
Capítulo 3
El poder del lenguaje 73
Palabras que hieren, palabras que curan 74
Capítulo 4
Una entrevista: ¿Puede una niña ser Dios? 91
Inventario: Si Dios es hombre, entonces 92
No se permite el paso a las chicas 93
Capítulo 5
El cambiante rostro de Dios 108
Al principio mismo 109
El poder superior desde la perspectiva femenina 111
Capítulo 7
Un encuentro con Eva: la Madre Original 146
Un encuentro con Eva: Nuestra Bondad Original 152
Autocelebración 155
Revisión del Génesis 160
La deflación del ego desde la perspectiva femenina 161
Capítulo 8
Un encuentro con Lilit: al principio mismo 169
La oración del útero 183
Los dones del útero nutricio, los dones del útero que
empuja 186
Perdida y hallada 187
Capítulo 9
Un encuentro con María: reclama tu autonomía original ... 206
Un encuentro con María: reclama tu sexualidad original ... 213
Un encuentro con la Diosa Virgen: reclama tu sexualidad
original 214
La María de nuestra infancia 217
La sexual dentro de ti 219
La rendición desde la perspectiva femenina 220 Agradecimientos
Capítulo 10
Ritual de celebración de la Niña Divina 235 Con mi mayor gratitud a mis creativas mentoras, que han inspirado mi obra y
¿Una respuesta blasfema, herética o curativa? 244 mi trabajo. Ellas son el rostro femenino de Dios para mí.
Carla de Sola, bailarina litúrgica y sanadora delicada, que facilitó la libera¬
Capítulo 11 ción de mis recuerdos infantiles a través del movimiento, la danza y el teatro sa¬
Un encuentro con La Que Derramó Su Sangre: baño de grado. Gracias a su trabajo sanador, mi creatividad comenzó a desplegarse. En
los años subsiguientes he escrito, dibujado y bailado la creatividad de toda una
Luna 260
vida. Barbara Lyon, bailarina alegre y bruja-guía, me enseñó a bailar hacia la ple¬
La curación de la adolescente interna 269
nitud a través de su trabajo y de su vida. Jean Hauser, hábil terapeuta y guía, fue
Reclama la sabiduría de tu cuerpo 272 mi primera acompañante hasta la rica reserva de imágenes que guardaba dentro
La transformación de las actitudes y comportamientos de mí. Me enseñó a confiar en mi vida interna, a discernir su intrincado diseño y
competitivos: un inventario 274 a escuchar su verdad curativa. Muchas de las
meditaciones, oraciones e historias
de este libro tienen su origen en el potencial creativo que se desveló en nuestro
Capítulo 12 trabajo compartido.
Un encuentro con La Que Fue Cortada en Pedazos:
Con mi mayor gratitud a las mujeres de Open Windows Community, que me
reuniendo los fragmentos 300
han acompañado a lo largo de cada etapa de la escritura de este volumen. Muchas
La presencia curativa de Tamar 307 de sus historias aparecen en el libro.
La presencia curativa de La Que Fue Cortada en Pedazos. 309 La Biblia que leía diariamente de niña, adolescente y al principio de la
edad adulta estaba llena de palabras, historias e interpretaciones masculinas de
Capítulo 13 lo divino. A medida que he ido interactuando a diario con historias de mujeres,
El ritual «Imagina»; una inmersión en las imágenes, sus
palabras se han convertido en una Escritura alternativa para mí. Inmersa en
historias, oraciones y canciones que afirman a la mujer ... 330 la verdad de la vida de otras mujeres, he adquirido coraje para sacar del silencio
Oración y Meditación: la presencia permanente de la más historias olvidadas de mi propia vida. Juntas nos hemos liberado de los efec¬
tos mutilantes de los mitos religiosos y
Sabiduría 336 hemos reclamado nuestra bondad, poder
y divinidad originales. Gracias, queridas mujeres, por compartir vuestras histo¬
Reúne los beneficios de tu viaje 338 rias y vidas conmigo. Muchas lectoras serán bendecidas por vuestras palabras.
Gracias también por vuestro apoyo práctico a lo largo del camino: comida en mi
puerta, rituales para animarme en los momentos más tensos, lecturas cuidadosas
de mis manuscritos y sabias críticas en cada estadio de la evolución del libro.
bargo, en sumundo religioso no había otro lugar para mí que el de esposa o ayu¬ ZJnirodiAczíz'ión
dante. Sólo los chicos podían cambiar el mundo. Por eso, a través de los tortuo¬
sos caminos que la vida sigue, ellos han cocreado el libro conmigo. Ellos instiga¬
ron mi
búsqueda rebelde de un Dios que me animara a ocupar mi justo lugar al
lado del hombre, nombrando a mis propios dioses, diseñando mi propia vida y
expresando mis dones en el mundo. Deseo que les lleguen mis mejores deseos a
través de los años que nos separan y de nuestros caminos de vida divergentes.
(SI principio de
Reconozco con gratitud el apoyo de mis queridos amigos y familiares, que han
restañado mis heridas, escuchado mis frustraciones y celebrado mis dones.
He oído palabras de apoyo a diario, y a diario me he sentido inspirada
sus
nuesiro viaje
por su coraje para atravesar el umbral de desafíos desconocidos y para partici¬
par en nuevas aventuras creativas, económicas y vocacionales. Me siento llena
de gratitud por nuestra amistad. Gracias, Sharon, Alien y Douglas Vendegrift;
Erin, Moizee y Savoi Stewart; Maggie Sasha Rose y Michael Smith; El Clan Nuestra búsqueda de un Dios que se parezca a nosotras co¬
Middleton; Wendy y Richard Barry; Karen Schneitz; Ferrel Rao; Sharyn Peter- mienza en nuestras propias vidas. Allí es donde la encontraremos.
son; Ginny Logan; Mary Kapper; Karen Heide y Carolyn Edwards.
Patricia Lynn Reilly
través de
ha sido productivo. He
nuestra
crecido
asociación creativa.
y ganado
profundidad
escucharan mis
Aprecio que
sugerencias y dieran la bienvenida a mi participación en cada aspecto del desarro¬
en
redefinen la religión desde una perspectiva que nos es propia. iglesia. Mami dice que ahora es cristiana y las cosas van a cambiar.
Un día fuimos a su nueva iglesia. Estaba vestida con una túnica
blanca. El ministro la sumergió en una piscina llena de agua. Yo
tuve miedo, ¿iba a morir? Y después la sacó del agua. Tenía una
Mi historia personal
gran sonrisa y estaba toda mojada. Ojalá que papá cambiara. Es
malo y está borracho, y hace daño a mamá. Ojalá que el Dios del
Varias hebras del tejido de mi vida personal están entrelazadas en
las exploraciones contenidas en este libro. He tenido que prestar mu¬ que hablan, el de la Biblia, cambie a papá. Él necesita cambiar más
cha atención a mi pasado religioso porque he experimentado el im¬ que mamá. Pero creo que Dios no escucha mis deseos.
Mi hermana y yovivimos en esta comunidad de clausura durante de mi propia necesidad de curación. Había sufrido desórdenes ali¬
varios años; raras veces nosaventurábamos a salir al mundo, como menticios desde mis días en el orfanato y perdí totalmente el control
cuando visitábamos a algunas familias católicas que nos apadrinaban de mis hábitos una vez casada. Cuando nuestro matrimonio fracasó
o nos desplazábamos a casas de familiares que se habían enterado de después de tres años asistí diariamente a las reuniones de Alcohólicos
nuestra difícil situación invitaban a visitarles movidos por la
y nos Anónimos. En el programa de los doce pasos encontré la versión cris¬
bondad opor la culpa. Mi madre, recién recuperada del alcoholismo, tiana de Dios. Al final de las reuniones se solía rezar el Padrenuestro.
se estableció en Newark, Nueva Jersey, donde encontró apoyo y con¬ El «Dios» de la recuperación me era muy familiar y no tuve proble¬
fort en medio de un grupo de gente amorosa perteneciente a una igle¬ mas para dirigir mi vida y mi voluntad hacia «él».
sia protestante. Cuando me gradué de octavo, María hizo el milagro y En la transición que siguió al divorcio me matriculé en un curso
mi hermana y yo salimos del orfanato para volver con nuestra madre. en el seminario de Princeton. Allí fue donde comenzó mi camino de
Pasamos de una comunidad de clausura en medio de una zona rural curación con la organización Hijos Adultos de Alcohólicos. Las reu¬
de Nueva Jersey a la gran ciudad, donde se esperaba que asistiéramos niones de Alcohólicos Anónimos a las que había asistido antes del di¬
a la
iglesia protestante de mi madre que se convirtió en nuestra nueva vorcio no habían tocado mis heridas infantiles, se limitaban a ofrecer
familia adoptiva. apoyo a las esposas de alcohólicos. Pero posteriormente Alcohólicos
En la Iglesia Evangelista del Calvario nunca hablaban de María, a Anónimos había reconocido las necesidades concretas de los hijos
no ser que fuera Navidad. Ella era la jovencita que había dado a luz adultos de los alcohólicos y había desarrollado un programa para ayu¬
a Jesús. Después del nacimiento, apenas se hablaba de ella en la Biblia darnos. Al mismo tiempo Adictos a la Comida Anónimos me dio una
protestante. Dios Padre era el Rey de Reyes y el Señor de Señores en serie de herramientas de autoayuda que no había recibido en mi in¬
nuestra nueva iglesia, y no tenía reina a su lado, sólo asistentas. Tuve fancia. El plan alimenticio que me sugirieron me liberó para poder es¬
tar «más presente en mi vida» y para poder lidiar con los sentimientos
que ocultar mi amor y devoción por María. Pero también había otras
informaciones confusas: según las enseñanzas de las monjas, todos los que iban aflorando a medida que emergían mis recuerdos infantiles.
Los estudios en Princeton me llevaron a emprender la búsqueda
protestantes irían al infierno y ahora los protestantes trataban de con¬
vencernos de que eran los católicos los que estaban condenados. de un Dios que se parezca a mí. María había sido destronada al prin¬
Por fin averigüé lo que tenía que hacer para ser aceptada en esta cipio de mi adolescencia, pero su recuerdo surgió un día que un pro¬
nueva comunidad religiosa y «pedí a Jesús que entrara en mi cora¬ fesor nos estaba explicando el significado del «lenguaje inclusivo»,
zón». Después de haber vuelto a nacer a los doce años, me enseñaron término que no me era familiar. Nos recordó nuestra primera lección
a tratar de convertir el mundo y entré en acción en diversos grupos respecto a Dios: que Dios es espíritu y ninguna imagen puede conte¬
parroquiales, participando en encuentros de oración y evangelismo al nerle. Nos sugirió que experimentáramos con nombres e imágenes al¬
aire libre. Dios era para mí un padre amoroso y exigente; estaba a su ternativos de Dios y que hiciéramos una lista en la que incluyéramos a
cuidado y pedía su dirección a través de la lectura diaria de la Biblia y «Dios Madre».
de la oración. Para mí esta sugerencia resultó ser revolucionaria. Me lanzó a
Asistí universidad cristiana en la cima de Lookout Moun-
a una la primera fase de mi viaje hacia el rostro femenino de Dios. Empe¬
tain, en Tennessee. Después de graduarme volví a Newark, donde tra¬ cé a sospechar de todo lo que se me había enseñado en nombre de
bajé de directora de educación religiosa en una iglesia local. Fue la religión, luché con los nombres e imágenes de Dios, con las his¬
torias y mitos de la religión tradicional y con los conceptos de
aproximadamente por aquel tiempo cuando comenzó mi camino de
recuperación. Estaba prometida a un alcohólico en recuperación, por pecado, salvador y salvación omnipresentes en mi pasado religioso
lo que asistía a las reuniones de Alcohólicos Anónimos para poder en¬ que habían seguido conmigo en la etapa adulta. Mientras reorgani¬
tenderle mejor y comprender sus necesidades. Aún no era consciente zaba y clasificaba todo este equipaje religioso comencé a observar
El principio de nuestro viaje 19
18 Un Dios que se parece a mi
crisis o celebración. Además, estoy comprometida a mantener undiá¬
el programa de recuperación desde la perspectiva de mi propio de¬ logo permanente con las comunidades religiosas o terapéuticas. Mi
sarrollo espiritual. trabajo consiste en recordar a estas comunidades las historias olvida¬
Después de recibir el master en Princeton trabajé de capellán en das de las mujeres y las verdades de la vida de las mujeres que no es¬
el Hospital Municipal de Boston y empecé a estudiar en el Centro Teo¬ tán reconocidas en sus principios y teologías.
lógico para Mujeres de Boston. Inspirada por mis valientes compañe¬ Esta historia personal, tan llena de intensos problemas y de recur¬
ras de estudios, creé rituales personales y meditaciones en las que sos sorprendentes, es la que ha hecho nacer mi trabajo con las muje¬
imaginaba a una Mujer Dios que se parecía a mí, que sentía y experi¬ res. Mi compromiso es ofrecer a cada mujer la oportunidad de revisar
mentaba la vida como yo. Su imagen llegó amorosamente hasta las y reordenar su pasado religioso con la intención de crear una espiri¬
profundidades del odio que sentía hacia mí misma, obligando a salir tualidad autodefinida que afirme a las mujeres. Un Dios que se parece
de su escondite a los recuerdos del incesto que había sufrido y des¬ a mí surgió de este compromiso.
genes e historias que quedaron grabadas en sus recuerdos y han desarro¬ Parte 2: Lenguaje e imaginería religiosos
llado unaespiritualidad que, fluyendo de sus propias experiencias, es¬
peranzas y fuerza, afirma a la mujer.
En la parte 2 examinaremos el lenguaje religioso y la imaginería
Ellas me han dado permiso para que sus historias puedan ser re¬ de infancia. No tuvimos elección, el Dios de nuestra infancia
nuestra
producidas en este libro. No he censurado las historias en el proceso fue masculino y hasta que no lo examinamos no somos libres de nom¬
de corrección ni las he interpretado. Creo que el simple hecho de brar e imaginar a un Dios que nosotras podamos entender. Pero, una
contar la propia historia es muy curativo. Tal como hacemos en los vez examinado, somos libres de elegir qué aspectos del Dios de nues¬
tro pasado religioso incorporaremos en el desarrollo de nuestra vida
grupos de mujeres, en las reuniones de autoayuda o en un encuentro
terapéutico, cada una de nosotras se «muestra y dice la verdad» de su espiritual. La de Dios padre se convierte en una de las muchas imáge¬
vida en estas páginas. Confiamos en que acumules coraje para sacar nes curativas posibles.
tus historias olvidadas y dejes atrás el silencio a medida que compar¬ En el capítulo 3, «El Dios de nuestra comprensión infantil», estu¬
tes este viaje con nosotras.
diaremos el poder del lenguaje y de la imaginación. Haremos inventa¬
rio de los nombres y de las imágenes de Dios que quedaron grabados
en nuestras imaginaciones infantiles.
Una visión general del libro En el capítulo 4, «Nuestras heridas y comportamientos inefica¬
ces: exclusión, inferioridad y dependencia», llegaremos a una com¬
do, elige el planteamiento que te sea más cómodo o créate uno propio. Otras llaman a este aspecto de sí mismas recuerda sus prime¬
que
ros años «La Niña Que Fui». Ella se convierte imagen curativa
en una
1. Un camino indirecto: la exploración desde una distancia segura que facilita el acceso a los recuerdos de la niñez; las mujeres se embar¬
can en una aventura curativa a su lado invitándole a contar sus histo¬
Algunas querréis leer el libro de una tirada, sin interrupción. Si rias infantiles.
tienes este planteamiento, imagina que estás leyendo el libro desde Puede que
algunas deseéis usar este trabajo como oportunidad
una distancia segura, explorando tu pasado religioso indirectamente a para familiarizaros con más historias de vuestra infancia. A medida
través de las experiencias de las demás. Los ejercicios serán optativos. que vayáis trabajando con las reflexiones y exploraciones del libro, es¬
Léelos como si fueran una parte más del texto y si uno de ellos activa tableced un lugar de reunión imaginario con La Niña Que Fuisteis.
tu fantasía, experimenta con él. Invitadla a reunirse con vosotras en vuestro lugar favorito, un lugar
seguro que recordéis de vuestra infancia: bajo la mesa del comedor,
el que apoyarse: en un árbol especial, en la playa, o junto a un arroyo. Imagina que te
2. Un camino en historias de experiencia, fuerza y es¬
peranza sientas cómodamente con ella en ese lugar y que allí mantenéis una
serie de conversaciones a través de los escritos y dibujos de tu diario.
Imagina que estás en la reunión de autoayuda o en un círculo de Juntas viajaréis por su «pasado religioso», guiadas por los ejercicios
mujeres. Se propone un tema y a continuación el círculo de mujeres titulados «Antes de seguir adelante...» que se incluyen al final de cada
comparte su experiencia, fuerza y esperanza contigo. Permite que sus capítulo. Si te gusta más la imagen del paquete o hatillo, imagina un
relatos evoquen tus propias historias olvidadas. Considera la posibili¬ lugar en el que poder clasificar la parte denominada «pasado religioso».
dad de usar un rotulador para señalar las historias o fragmentos de Considera la posibilidad de escribir y dibujar con tu mano no do¬
historias que te recuerdan a las tuyas. A continuación se te invitará a minante en respuesta a las reflexiones y ejercicios. Esta técnica es de
unirte al círculo con las palabras: «Imagina que estás sentada en un mucha ayuda para acceder a los recuerdos infantiles porque te permi¬
te dejar de lado los juicios, las críticas y las resistencias
círculo con...» Añade tu historia a las suyas,
compartiéndola con una de la adulta.
amiga escribiéndola en tu diario. Se te ofrecerán una serie de pre¬
o Experimenta con ella; las que lo hacen acaban encantadas con los re¬
guntas para guiar tu reflexión; si te sirven, úsalas, si no, confía en que sultados. Tu niña tiene muchas cosas que decir; su voz se te irá ha¬
tu propia «sabiduría profunda» te guíe durante la exploración. ciendo familiar con el tiempo y la reconocerás como la voz de La
Niña Que Fuiste1.
3. Un camino imaginativo: una reunión sagrada con la niña que fuiste
Llevamos nuestras infancias dentro de nosotras; no hay nada per¬ Almohadones de apoyo
dido ni olvidado. Muchas intentamos olvidar el pasado porque lo
consideramos irrelevante para nuestra La después de haber empezado a escribir este libro me
vida adulta, pero suele dejarse semana
para pagar las sesiones del primer mes y así asegurar a mi parte ansio¬ siones que produzca el trabajo que vamos a hacer juntas. Incluye en él
sa que tomaba en serio sus necesidades. Cada día hacía la comproba¬
artículos que leas, poemas, sermones o ensayos que puedas escribir;
ción con la ansiosa: «¿Puedo volver al trabajo?» Y me respondía cla¬
guarda también en él las imágenes que te surjan y fotografías que pue¬
ramente que no. das haber conservado de tu infancia. Normalmente se
puede encon¬
El segundo almohadón de apoyo fue una reunión semanal con un trar una fotografía de la primera comunión en los archivos familiares.
grupo de mujeres escritoras. Nos ofrecíamos ayuda y contrastábamos Si planeas usar este trabajo para entrar en contacto con tus recuerdos
unas con otras nuestros trabajos. Volví a consultar y el apoyo todavía
infantiles, crea un diario especial para los escritos y dibujos de La
no era suficiente. Niña Que Fuiste. A medida que vayas recordando sus
historias, trata
Mi tercer almohadón de fue tomarme dos días a la semana
apoyo de escribirlas o dibujarlas con tu mano no dominante.
libres para recordar que mi vida era más amplia que el proyecto de es¬
cribir. A medida que fui reuniendo una rica variedad de almohado¬
Escribir, dibujar, bailar y esculpir
nes, la parte ansiosa de mí acabó relajándose. Tres semanas después
volví escribir sin esfuerzo.
a
Para algunas mujeres, la escritura abre la puerta de los recuerdos,
Haz inventario de los almohadones de apoyo con las que cuen¬ los sentimientos y las comprensiones. Les permite tener acceso a su
tas en tu vida a medida que vayas entrando en las exploraciones
voz única y personal,
y expresarla. Utiliza este libro como una medita¬
esenciales del libro. Mereces contar con buenos apoyos en tu vida. ción. Permite que te ofrezca el tiempo y el
espacio suficientes para
En el inventario de Joyce se incluían masajes regulares, paseos por calmarte tanto que puedas oír tu voz interna. Anota lo que
oigas. Con
la naturaleza, buena alimentación y reuniones semanales de auto- el tiempo te irás sintonizando con la voz.
ayuda. La lista de Irene incluía contacto por teléfono con amigas Sigue el camino que se va abriendo a través de tus escritos. Quizá
que la apoyaban, pasar tiempo en el jardín, hacer ejercicios de esti¬ tus palabras te guíen hasta una
imagen. Si es así, trata de dibujarla.
ramiento, respirar profundamente y oír música para cambiar de es¬ Esta imagen puede guiarte hasta el álbum familiar. Dedícale
tado de ánimo.
tiempo.
Y esas fotografías pueden llevarte a escribir una carta o a crear un bai¬
Estos algunos de los almohadones
son que te harán más cómoda le. De esta forma se va desarrollando la aventura del autodescrubri-
la exploración. Rodéate de ellos e incluye: miento orquestada por tu sabiduría profunda. Así es como escribir te
ayuda liberar viejos recuerdos e imágenes y te ofrece el don de pro¬
a
•
Un diario. fundizar en la intimidad contigo misma.
•
Un lugar especial en el que hacer el trabajo. Las palabras no son el único medio de acceder a los
recuerdos,
•
Un tiempo para dedicarte regularmente a este trabajo. sentimientos y comprensiones. Para algunas, el dibujo, el movimiento
•
Un método para reconocer los sentimientos que puedan aflo¬ y la danza, el teatro y la escultura facilitan la expresión de su voz in¬
rar mientras lees. terna. Las artes
expresivas nos hacen ir más allá de las palabras, dejan
28 Un Dios que se parece a mí El principio de nuestro viaje 29
a un lado las barreras que a veces erigimos con las palabras para de¬ el lenguaje, las imágenes, las historias y los mitos de tu religión infan¬
fendernos de los sentimientos y recuerdos. Siéntete libre de participar til. Estas
tareas requieren una delicada atención a todos los sentimien¬
oficina que tiene en su hogar. Colgó sus obras de arte de las paredes y contigo. Dale una voz a través de palabras o imágenes, dialoga
le añadió almohadones confortables. Allí es donde se retira para leer, con él en tu diario
y escucha lo que tenga que decirte. Pregún¬
escribir y meditar. Jen tiene una «habitación propia» que es un garaje tale: «¿Ansiosa..., miedosa..., resistente..., enfadada..., cómo
reciclado; en ella pinta, escribe, baila y medita. Encuentra tu propio podría apoyarte?»
•
Habla de tus sentimientos con las mujeres de tu
espacio seguro y lleva a él una vela, una jarra de agua, un cuenco y tus grupo de apo¬
símbolos personales de la búsqueda espiritual. El propósito de estos yo o con una amiga, madrina o terapeuta. Elige a alguien que
permite que nada que no sea realmente urgente la interrumpa. Su fa¬ nante.
Lee cada capítulo a un ritmo constante la primera vez, después vuelve a tudio. En estos donde buscamos y encontramos un Dios
grupos es
él y entra plenamente en los apartados que más te hayan tocado. que se parece a nosotras. En los círculos de mujeres es donde llega¬
mos a amarnos y
aceptarnos como mujeres, donde nos sentimos capa¬
ces de desarrollar una
Los sentimientos como compañeros espiritualidad que afirma a la mujer. Además, el
grupo te ofrece un foro permanente donde puedes compartir lo que
soltar lo que viene del pasado y del futuro, os libera para estar plena¬
mente presentes y poder integrar los desafíos, apoyos, comprensiones
¿SI pasado
^eJi0Íoso
a las mujeres
(Sapítulo
1
Sea cual
sea la condición de la
Iglesia en este momento históri¬
co, nopodemos permitirnos ignorar o descartar a la ligera los pro¬
fundos efectos que los siglos de poder eclesiástico
siguen teniendo
sobre cada una de nosotras actualmente, por
muy lejos que nos
encontremos del
pulpito o del altar.
Merlin stone, Wben God was a Wotnan
ria personal de la historia más amplia de las mujeres como colectivo. gen de las costumbres, pautas y actitudes que les han rodeado desde
La religión nos persigue —a través de décadas de historia fami¬ su nacimiento. Cada una de estas pautas será tratada más adelante
liar— en el diseño de la relación de nuestros padres y en las actitudes, con todo detalle. Aquí simplemente reconoceremos su presencia en
lecciones y expectativas que rodearon nuestra infancia. Muchos de nuestra familia'.
los patrones de vida, de las actitudes genéricas y de las costumbres fa¬ Las mujeres cuyas historias vais a leer comparten el compromiso
miliares que nuestras familias daban por supuestas hunden sus raíces común de desenterrar recuerdos
sus
infantiles, prestar atención a las
en palabras, historias y mitos religiosos. No había manera de esca¬
las heridas de su niñez y a cómo les
influyen en el presente, y aprender a
par a la omnipresente influencia de la religión en nuestra infancia.
hacer elecciones saludables basadas en un
profundo compromiso ha¬
La religión nos persigue en los días y momentos de nuestra histo¬ cia sí mismas y hacia sus hijos. Muchas de las historias que incluimos
ria personal. Llevamos con nosotras el lenguaje y las imágenes de la a continuación tienen un eco
y un desarrollo más amplio a lo largo del
religión tradicional en nuestra vida adulta mucho después de que ha¬ libro.
yamos descartado un conjunto específico de creencias religiosas. En
En las
iglesias y sinagogas de nuestra infancia no había rituales
las heridas y comportamientos impropios que nos molestan y alteran que celebraran el poder de dar a luz de las mujeres. Según los mitos
en la edad adulta están grabados los patrones de vida, las actitudes religiosos, el mundo fue traído al ser por un Dios masculino y la mu¬
genéricas y las costumbres familiares enraizadas en nuestro pasado re¬ jer fue creada del hombre. En una sociedad que adora a un Dios mas¬
ligioso. culino, la vida del padre es más valiosa que la de la madre. Los
son superiores en todos los
padres
aspectos y las madres no deben poner en
cuestión esa superioridad.
La influencia religiosa en nuestra familia
Los niños queríamos
de origen que mamá saliera de casa. Estaba aburrida
y le animábamos a que encontrara un trabajo, pero su excusa siem¬
pre era la misma: si fuera a
trabajar heriría el ego de vuestro padre.
Es rara al rastrear su procedencia más de dos o
la familia que
tres generaciones encuentre que sus predecesores no estaban pro¬ SUSAN
fundamente inmersos en las actitudes y valores de una de las reli¬
giones orientadas hacia lo masculino. Por esta razón las presiones Nuestra madre más lista y
era
más fuerte que papá. Esto era
religiosas no nos son tan lejanas como nos gustaría creer. algo que supuestamente no debíamos reconocer porque todo el
mundo sabe que los papás deben ser más listos y fuertes que las
MERLIN STONE, When God Was a Woman
mamás. Todos
aparentábamos, incluida mamá. Tenía que aparen¬
tar que no sabía lo
que sabía y que no podía hacer lo que podía ha¬
Durante las décadas de los cuarenta y de los cincuenta, cuando la cer. No es de extrañar que estuviera comiendo
constantemente.
mayoría de las mujeres con las que trabajo eran niñas, la influencia de
la religión estaba muy extendida y su importancia era incuestionable. JEN
Las historias que he reunido —tanto de las mujeres a las que la reli¬
En las iglesias y sinagogas de nuestra infancia no había rituales
gión les era impuesta en las iglesias como de las que están seguras de
que celebraran el nacimiento de las niñas.
que la religión no afectó en nada a su formación— reflejan costum¬ Según las costumbres y mi-
bres sociales comunes, pautas familiares y actitudes genéricas clara¬
mente enraizadas en nuestro pasado religioso colectivo. A través de 1
Véase Merlin Stone, When God Was a Woman (Nueva York: Harcourt Brace
nuestro trabajo en común, las mujeres han tomado conciencia del ori¬ Jovanovich, 1976), p. 239.
38 Un Dios que se parece a mí Los profundos efectos de la religión
39
cebido»; la vergüenza y el «ser otra cosa» le acompañan durante toda La tradicional elevación
religiosa del Dios masculino tolera el ac¬
su vida. ceso sexual de los
hombres a sus esposas e hijas. Las imágenes de mu-
40 Un Dios que se parece a mí Los profundos efectos de la religión
41
jeres sexualmente autónomas no tenían cabida en la historia religiosa Temo el aislamiento y el rechazo que parecen acompañar al
que se nos enseñó y las imágenes de mujeres castas y sumisas se eleva¬ envejecimiento de la mujer. Mi madre estuvo al servicio de todos
ban al grado de ideales a emular. En una sociedad que adora a un los que la rodeaban pero no preparó un futuro
para sí misma. Se¬
Dios masculino, el cuerpo del niño está sujeto a impulsos sexuales in¬ gún fue haciéndose mayor se vio rechazada e ignorada por nuestra
controlables mientras que el de la niña es vulnerable a esos impulsos propia familia y por el mundo. A papá le ocurrió lo contrario, se
desde el nacimiento. «Los chicos siempre serán chicos» aunque crez¬ volvió más influyente con la edad.
can y se casen, mientras que a las chicas más les vale ser vírgenes antes
Joan
de casarse y fieles a sus maridos en el matrimonio.
Mucho después de descartar un conjunto dado de creencias reli¬
En mi adolescencia mi madre temía la posibilidad de que me
giosas, muchas costumbres, pautas y actitudes debilitantes siguen for¬
acostara con chicos. Me hacía insinuaciones como: «Los hombres mando parte del concepto que tenemos de nosotras mismas
y contri¬
las prefieren vírgenes.» Estoy segura de que mi hermano nunca buyen al comportamiento ineficaz que acaba llevándonos a los grupos
oyó nada parecido. Y cuando mi hermano estaba viviendo con de apoyo de mujeres, a las reuniones de
autoayuda o a la consulta del
una mujer, para mi madre era una «ramera» porque dormía con él
terapeuta. Consideremos o no que nuestra familia era religiosa, la om¬
fuera del tálamo nupcial. Nunca se refirió a mi hermano en los nipresente influencia de la religión en nuestros años formativos no
mismos términos, no les juzgaba con el mismo criterio. A sus ojos, puede ser ignorada. A medida que vayas leyendo el libro irán quedan¬
influenciada por la Iglesia, el cuerpo de la mujer era sometido a un do claras las conexiones entre tu pasado
religioso y las heridas y com¬
escrutinio mucho más duro que el del hombre.
portamientos impropios que tanto te alteran en tu vida adulta.
Annette
En lasiglesias y sinagogas de nuestra infancia no había rituales Muchas de las mujeres cuyas historias vas a leer dejaron hace mu¬
que celebraran la llegada de la estación postreproductiva en la vida de
cho tiempo las instituciones religiosas
y descartaron al Dios de su in¬
una mujer. Según las costumbres y mitos religiosos, eran los ancianos fancia. Se abrieron camino en el espacio abierto de la
espiritualidad
los que presidían los ritos sagrados de la infancia en el hogar y en la buscando alternativas a la religión de su niñez.
Algunas exploraron
casa de Dios. En una sociedad que adora a un Dios masculino, el niño
las religiones orientales y
experimentaron con la espiritualidad Nueva
mira al futuro para crecer en estatura y riqueza a medida que se hace Era. Otras se unieron a la Iglesia
unitaria, a grupos de mujeres que
mayor; la niña no está preparada para hacerse mayor y lo detestará. practican rituales o a las reuniones de los doce pasos. Muchas de ellas
42 Un Dios que se parece a mí los profundos efectos de la religión 43
Teresa
La espiritualidad Nueva Era
Dios engendró ycreó un solo hijo y Él nos ama a todos de la Pretendo no tener formación religiosa, pero cuando se me
misma forma. Para El, nadie es diferente o especial porque nadie pide que rellene cuestionario sobre espiritualidad, sigo refi¬
un
está separado de los demás2. riéndome a Dios como «él». Esto me sorprende
y me preocupa.
El
problema que subyace en nuestra necesidad de decir a Dios ¿Cómo ha llegado «él» hasta allí? Pienso en cambiar el pronom¬
lo que tiene que hacer es nuestra falta de confianza. Tenemos mie¬ bre «él» por «ello», pero me siento
muy incómoda con la idea.
do de dejar las cosas en manos de Dios porque no sabemos lo que «Él» sin ser invitado incluso en mi círculo de mujeres. De
aparece
Él hará con ellas. Tememos que Él pierda nuestro archivo3. alguna la sensación de un Dios masculino estaba profun¬
manera
damente arraigada en mí.
2
Marianne Williamson, A Return to Love (Nueva York: HaperCoIlins, 1992), pᬠJane
gina 95.
3. Ibíd., p. 183.
44 Un Dios que se parece a mí los profundos efectos de la religión
45
las flores de una manera diferente a como siempre han sido vistas.»
Años después la niña fue trasladada a otra escuela. Su nueva pro¬ Nuestra herida
fesora dijo que dibujar debía ser algo divertido y empezó a cantar la
letra de la canción de Harry Ghapin, «las flores son rojas»: «Hay tan¬ Pero hay quienes sienten amenazados
se por la espiritualidad
tos colores en el arco iris, tantos colores en el sol de la mañana, tantos única de la niña que no puede ser contenida en una doctrina o cre¬
colores en las flores. ¡Y puedes usarlos todos!» La niña, impasible, do. Con buena voluntad o de manera abusiva tratan de
aprisionar¬
la. Le pondrán nombres
pintó las flores en hileras ordenadas, verdes y rojas4. y etiquetas si insiste en comulgar con el es¬
píritu del árbol, con el misterioso cielo nocturno o con la abuela.
4
Historia
Se le dice:
adaptada de Harry Chapín, grabada de Legends of the Lost and Found
(Elektra Records, 1979). El género del niño ha sido cambiado de él a ella.
48 Un Dios que se parece a m! Los profundos efectos de la religión 49
La niña acabará dando laespalda a La Llena del Espíritu que una Negar tu pasado religioso ignorar una parte significativa de tu
es
vez fue. Su
espiritualidad original se quedará confinada dentro de historia. Es esencial echarle una ojeada con detenimiento por el bien
unas líneas
aceptables por la religión. Se le enseñará la forma adecua¬ de la niña que fuiste
y para poder aportar los dones de la conciencia,
da de imaginar y nombrar a Dios. «Él» le será transmitido a través de la liberación y la verdad a los niños del
presente.
palabras, imágenes, historias y mitos conformados, escritos y expresa¬ Hayas sido influida directamente por la religión o hayas sido reci¬
dos por hombres. Para sobrevivir adoptará el Dios que se le da por¬ piente indirecto de su lenguaje e imágenes a través del susurro cultu¬
que rebelarse es demasiado peligroso. Si se atreve a ir más allá de las ral, te invito a entrar en tu pasado religioso para descubrir
y clasificar
líneas se le tachará de herética, descarriada o bruja. El miedo al aban¬ los primeros nombres,
imágenes y creencias que encuentres allí. Te
dono y al aislamiento son tan fuertes que posiblemente nunca cuestio¬ invito a contar tus historias, a plantear tus preguntas, a reconocer tus
nará al Dios de sus primeros años. sentimientos. Te invito a soltar las viejas imágenes, permitiendo
La Llena del Espíritu se queda dormida. Se despierta de vez en que
caigan al suelo y mueran. Nutrirán el suelo del que brotará una espiri¬
cuando para recordar a la niña-que-se-ha-hecho-mujer lo tualidad nacida de
que una vez experiencia de mujer.
tu
supo, pero estos recuerdos periódicos son dolorosos. La mujer llena Sé verdadera
contigo misma a medida que lees. Toma lo
que te
su vida de distracciones para no tener que oír su pequeña voz interna guste, incorpora las comprensiones valiosas a tu camino de vida
y deja
llamándole a volver a casa... a su
propia espiritualidad. el resto. Tú eres la
experta, este libro sólo es una guía en el camino,
una comadrona
que ayuda a lo que está preparado para nacer.
no se ofrecen
Aquí
remedios mágicos, más bien se te invita a volver a
casa,
Nuestra sanación a ti
misma, a ser la persona vital, expresiva y Llena del
una vez fuiste.
Espíritu que
Años más tarde profesores entran en su vida: una terapeu¬
nuevos
T\e.utue.ncia,
i Ka y
coraje
Necesité coraje para entrar en mi pasado
religioso. El origen
de mi resistencia era el miedo, miedo de lo desconocido
y miedo
de sumergirme en mi historia infantil.
Erin
Además, las instituciones religiosas de nuestra infancia ofrecían terana y mi padre ortodoxo serbio. Lucharon constantemente por
pocos recursos para tratar con los abusos de poder, del alcohol, del mi educación religiosa. Los días de fiesta eran una pesadilla. Ha¬
sexo y del trabajo por parte de nuestros padres. Una participante en bía una barniz externo de «todo está bien en esta
familia», pero
un taller recuerda: «Mi padre alcohólico cumplía con su religión para
bajo la superficie se libraba una batalla sorda.
toda la semana con la misa dominical. Después íbamos a casa y seguía De adulta, a miles de kilómetros de mi
familia, todavía temo
con sus ataques verbales y su abuso de poder en nombre de la iglesia.
que me aislen si sigo explorando mi pasado religioso. Imagino
que
Sentía que tenía derecho a hacerlo porque estaba siendo un buen pa¬ su respuesta sería una mezcla de
ira, pena y después oración fer¬
dre autoritario tal como prescribía la iglesia y se reflejaba en los sacer¬ viente para que me arrepienta de mis malvadas acciones. El traba¬
dotes. A nosotras, sus hijas, la Iglesia nos enseñó a ser "buenas chi¬ jo que he realizado me parece un paso de gigante hacia ser yo mis¬
cas", lo que significaba que al igual que nuestra madre no teníamos ma. Aunque siento miedo, no
voy a volver atrás.
que enfadarnos.»
En esas iglesias los pecados de nuestros padres no eran nombra¬
Irene
dos por los clérigos. De haber denunciado esos pecados, habrían im¬
^
plicado a amigos y colegas, y quizá a Dios mismo. Y lo peor de todo *
\
era que la religión cultivaba y reforzaba la indefensión de nuestras
Imagínate sentada en un círculo con Colleen e Irene. Añade
tu historia a las suyas.
madres. Poner en cuestión su indefensión habría supuesto darles el
poder de actuar por sí mismas. Está muy claro que para muchas de ♦ ¿Afectaba la religión de tu infancia a tu vida familiar?
nosotras la familia y la religión eran realidades entrelazadas.
¿Eran la religión y el hogar realidades interconectadas?
♦ ¿Cuáles eran las actitudes religiosas de tus padres? ¿Y su
La religión era la manzana de la discordia entre mis padres. actitud al acudir a los servicios religiosos?
Mamá nunca hacía «las cosas suficientemente bien» para papá.
♦ ¿Eran religiosos tus parientes? ¿Influyeron en tus actitudes
Nunca se hablaba de esto, pero en casa
todos sentíamos la tensión. hacia la religión?
Mi padre alcohólico se autodesignó como Dios de la casa, era el
♦ ¿Te resistes a entrar en tu pasado religioso porque impli¬
que daba y concedía la aprobación o desaprobación. Avergonzaba caría una exploración más minuciosa de tu
a mi madre y a mis hermanas por no comportarse decorosamente
pasado fami¬
liar? Escribe sobre tu resistencia y tu
en la iglesia, por no sentarse con la piernas cruzadas o por llevar
coraje.
sombrero. Mi madre pensaba que la iglesia era aburrida y acudía a
ella porque se sentía obligada por mi padre.
Esta exploración de mi pasado religioso hizo surgir en mí Sin abogado celestial
el miedo a cuestionar la religión de mi padre. Para mi sorpresa, el
simple hecho de entrar en la exploración hizo que el miedo dismi¬ El hombre disfruta de la gran ventaja de tener a un dios que
nuyera. Mi resistencia desaparece cuando estoy en compañía de avala el código
que él escribe; y como el hombre ejerce una autori¬
otras mujeres valientes. No ha sido tan duro como pensaba, de he¬ dad soberana sobre la mujer es
especialmente afortunado de que
cho ha sido liberador. esta autoridad le
haya sido conferida por el Ser Supremo.
colleen slmone de Beauvoir, El segundo sexo
Tengo muchas resistencias a entrar más a fondo en mi pasado Abrir las puertas de nuestro
pasado religioso implica reconocer
religioso. La religión era el centro de mi infancia. Mi madre es lu¬ las heridas profundas de la vida de la
mujer y la participación celestial
54 Un Dios que se parece a mí Renuencia, ira y coraje
55
en ellas. La verdad es los cielos no han sido amistosos con las mu¬
que esta exploración haga imposible que se vuelvan a relacionar con los
jeres, hemos tenido abogados en el cielo.
pocos hombres.
Durante la infancia de la mayoría de nosotras Dios padre y sus re¬ Al reclamar su coraje y su poder, las
mujeres abren los ojos y se
presentantes masculinos gobernaban sin oposición tanto en la familia enfrentan a la verdad, usando su ira
para alimentar labúsqueda de un
como en la religión.
En aquellos tiempos los niños de nuestros grupos Dios que se parezca a ellas. Y, descubren que todas
para su sorpresa,
juveniles eran llamados por la vocación a ser ministros de la Iglesia, sus relaciones mejoran a consecuencia de
los descubrimientos que
mientras nosotras éramos educadas para ser sus esposas. En aquellos han ido haciendo en su camino. Las
mujeres que comparten sus mie¬
tiempos una de cada cuatro de nosotras estaba siendo abusada se- dos y resistencias en este capítulo volverán en el
capítulo 14 para cele¬
xualmente por su padre, por su líder religioso o por otros caballeros brar la transformación de sus relaciones con sus
fiables que guardaban un parecido con el Dios de nuestra infancia.
amigos, amantes y
colegas masculinos como resultado de descubrir una espiritualidad
Eran tiempos en los que los hombres estaban dedicados a la impor¬ que afirma a las mujeres.
tante misión de ejecutar los planes de Dios para el mundo, dejando
mí misma para poder encajar en la expectativa de que todas las Había ciertas cosas de las
que no teníamos que hablar y generalmente
mujeres debíamos emular a la Virgen María. eran las cosas más nos afectaban: el alcoholismo y las discusiones de
que
Hace falta valor para desarrollar una espiritualidad que afirme nuestros padres; los actos de abuso verbal o sexual dentro de la familia;
a las mujeres porque hacerlo significa que elijo salir de las pautas nuestro disgusto por el comportamiento abusivo de
algún pariente.
sociales establecidas. Es elección que me separa específica¬
una Asimismo, la Iglesia empleaba medios eficaces para silenciar a las
mente de mi familia camino solitario porque piensan que
y es un mujeres y a la gente que se atrevía a cuestionar la iniquidad de los cie¬
soy una pecadora. Sin embargo, sé que estoy en un camino que es los. Cuando Irene cuestionaba algo de la religión porque no tenía sen¬
justo para mí. Y esto me da la fuerza y el coraje que necesito para tido, la respuesta que recibía de los profesores eclesiásticos o escolares
avanzar en la exploración de mi pasado religioso. y de sus padres era: «Los caminos del Señor son inescrutables. Están
Robín más allá de la comprensión humana.» Las palabras que su piadosa y
Laiglesia era muy aburrida, por eso me las arreglaba para sen¬ Ferrel
tarme en el pasillo y mirar los zapatos de la gente. Lo más intere¬
sante de ir a la iglesia era decidir qué zapatos me gustaban y cuáles
no. También me inventaba razones por las que Dios no se presen¬ Imagínate sentada en un círculo con Erin, Annette, Laura y
taba. Un día, mientras miraba un libro de un genio que volaba so¬ Ferrel. Añade tu historia las suyas tras
a
haber indagado en
bre Bagdad, lo descifré: Dios era exactamente como aquel genio, tus primeros recuerdos religiosos.
pensé, sólo que podía volar sin alfombra. Pero la razón de que no
se presentara en la iglesia es que estaba ocupado alimentando a los ♦ Experimenta escribiendo o dibujando con tu mano no
pobres de la India. Mi padre viajaba mucho para ganar dinero y dominante para dar a la niña que fuiste la oportunidad
Dios viajaba para hacerse cargo de los pobres. de traer a la luz tus primeros recuerdos
religiosos.
♦ Si la imagen del paquete te
Annette ayuda más, imagina que
abres el paquete de recuerdos infantiles llamado
«prime¬
ros recuerdos
Recuerdo que me sentía excluida por ser judía. Las iglesias ca¬ religiosos». Escribe o dibuja lo que en¬
cuentres allí.
tólicas y protestantes parecían elegantes y exclusivas. Me pregun¬ ♦
¿A quién oíste hablar de religión por primera vez: padres,
taba si me expulsarían en caso de tratar de entrar en una de ellas y
si podría ser identificada como judía con una precisión extraña.
profesores, líderes religiosos, compañeros de juego?
♦ ¿Qué sensación te daba la religión cuando eras niña?
Obviamente, tenía sentimientos de culpa, ansiedad y persecución.
Mi madre era agnóstica y se rebela contra sus padres que eran
-Lenguaje
a
imaginería
religiosos
■
ex v ¡os de laues+ra
comprensión infanfil
Palabras, palabras, palabras. No confío en su poder porque
veo los sucesos de mi pasado muy borrosos. La
exploración de mi
pasado religioso me ha llevado a poner atención en el realidad de
mi herida como
mujer, haciéndome examinar las palabras de mi
historia personal
COLLEEN
¿Qué aprendemos de los sufrimientos y muerte de Cristo? De porque no estaba muy informada. Mi familia apenas practicaba el
los sufrimientos y muerte de Cristo judaismo y no era necesario ni deseable niña tuviera
aprendemos que Dios ama a los que una una
hombres y aprendemos la maldad del educación religiosa. Ir a la sinagoga un par de días y oír un galima¬
pecado, por la que Dios,
que es eternamente justo, exige un pago semejante2. tías en una lengua extranjera no me
proporcionó un rostro de
Dios del que poder colgar mi espiritualidad.
Tanto el judaismo
como la cristiandad adoran a un salvador
cuya Hallie
tarea es rescatar ala humanidad del mal, de la injusticia o de la
opre¬
sión. En dichas tradiciones no se honra a
ninguna niña como porta¬ La imagen que me viene es la de un Dios mirándome hacia
dora de la salvación. Según los
teólogos cristianos clásicos, el hecho abajo desde una gran silla. Es un juez que, si no fuera a la iglesia,
de que Cristo fuera hombre no es arbitrario
y producto de la danza de
los cromosomas X e Y, sino una necesidad absoluta3.
me
castigaría. Me lo imaginaba como el Gran Justiciero celestial.
Evidentemente, Las imágenes de Jesús son muy distintas. Recuerdo
que de niña vi¬
Dios no habría «enviado a su
hija unigénita para que cualquiera que sitaba la casa de mi tío y me daba miedo el retrato de
creyera en ella Jesús con
no perezca y obtenga la vida eterna». una corona de
espinas y sangre brotándole de la cabeza. No podía
2
A Catechism
evitarla, la veía cada vez que subía por las escaleras.
of Christian Doctrine (Nueva Jersey: St. Anthony's Guild Press,
1961), pp. 17-18. La cursiva es mía. Karen H.
J
Rosemary Radford Reuther, Sexim and God-Talk (Boston: Beacon Press, 1983),
páginas 125-126. El salvador de mi infancia católica era Jesús. No sólo no había
72 Un Dios que se parece a m1
El Dios de nuestra comprensión infantil
73
salvadoras femeninas, sino que el proceso mismo que se tenía que Cuando cuestiono el lenguaje y las imágenes exclusivamente mas¬
atravesar salvador era muy machista: la violencia física
para ser un
culinos de lo divino que
más extrema expresada en la crucifixión. Estaba muy claro que las impregnan nuestra vida cultural y religiosa
me doy cuenta de
que estoy pisando un terreno peligroso. Para mu¬
características que asociamos a las mujeres, como nutrición, com¬
chos, el Dios masculino de la religión tradicional ha sido un
pasión y creatividad no podían producir la salvación. concepto
rico y significativo, y las raíces de la
Incluso las santas femeninas de mi infancia, Juana de Arco, palabra de Dios son muy profun¬
das en las tradiciones cristiana y judía.
Katerina, Bárbara, parecían haber sido elegidas para la santidad
Pero estas tradiciones también enseñan que Dios está más allá de
por su capacidad para soportar la violencia y el dolor «como los
los nombres y de la imaginación humana. Así, llevo adelante este
hombres». Vivir una vida decente y humana no evocaba ningún
cuestionamiento no como hereje, sino de manera
reconocimiento ni gloria, pero morir de una muerte horrible a ma¬ compatible con las
nos de torturadores era retratado como el heroísmo último.
originales de la tradición religiosa. El trabajo que hago
enseñanzas
con las mujeres me da el
coraje de pedir que se examinen las imáge¬
Karen S. nes y palabras de Dios
que oímos en nuestra infancia y que seguimos
oyendo hoy en día. Dichas palabras e imágenes han conformado la
sensación que tenemos de ser nosotras
mismas, las mujeres hemos
Imagínate sentada en un círculo con Jane, Hallie, Karen H. y sido excluidas de lo divino.
Karen S. Añade tu historia a las
suyas.
♦ Piensa las
iglesias a las que acudías cuando eras niña.
en
Date
tiempo cada día de esta semana para hablar con la niña que «Dios es grande, Dios es bueno. Y le agradecemos los alimentos
fuiste imaginando que te encuentras con ella en el que vamos a tomar. Amén.»
lugar convenido.
Escribe o dibuja con la mano no dominante en
respuesta a las si¬
guientes preguntas: «Escucha, oh Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor es uno. Ala¬
bado sea el nombre de aquel cuyo reino
glorioso es eterno.»
Día 1. Palabras que hieren, palabras
que sanan
♦
¿Qué nombres empleaban tus hermanas y hermanos, padres, pro¬ ♦ Recita otras plegarias que recuerdes de la infancia. ¿Cómo te diri¬
fesores y amigos para llamarte en el patio de recreo, en el gías a Dios en cada una de ellas?
aula y
en el hogar?
♦ ¿Qué palabras te gustaban? ¿Cuáles eran las que te herían? Día 5. Imágenes de Dios
♦ ¿Qué palabras te excluían? ¿Qué palabras te permitían entrar? ♦ ¿Había imágenes de Dios o de Cristo en tu iglesia o en tu hogar?
♦
¿Qué palabras te hacían sentirte mal contigo misma? ¿Qué pala¬ ¿Qué aspecto tenía Dios en la iglesia? Haz un dibujo de Dios y
bras te hacían sentirte bien contigo misma? otro de Jesús.
♦ ¿Quién era Dios en tu casa?
Día 2. Palabras de la Iglesia
♦ Haz un dibujo de cada una de las casas de Dios que visitaste o Día 6. Estados de ánimo de Dios
a
las que asististe. ♦ ¿En qué estado de ánimo solía estar el Dios de tu infancia? ¿Te ha¬
♦ Dibuja a los ministros, sacerdotes y rabinos que puedas recordar. cía feliz, te ponía triste, te daba miedo?
¿Dónde te situabas cuando estabas en la iglesia? ¿Qué palabras ♦ Cuando hacías algo malo, ¿qué pensabas que haría Dios?
oíste de ellos? Supon que tu
dibujo es una viñeta; escribe las pa¬
labras que recuerdes en una burbuja por encima de las cabezas Día 7. ¿Quién me salvará?
de estos personajes. ♦ ¿Quiénes eran los héroes rescatadores en los cuentos de hadas de
tu infancia?
Dibújalos. ¿A quién salvaban?
Día 3. Palabras familiares respecto a la religión
♦
¿Quién salva al mundo del mal? ¿Quién te salvará del mal? ¿Pue¬
♦
Dibuja la mesa de la cena de tu hogar infantil. Dibuja a cada per¬ de una chica ser la salvadora? ¿Puede una chica ser salvada?
sona que se sienta a la mesa. Se menciona el tema de la religión:
tu hermano hace una pregunta sobre el infierno, tu
padre critica
el sermón del sacerdote, tu madre se
queja de que no hay volun¬
tarios suficientes para ayudar en la iglesia. Reconstruye una con¬
versación que pueda haberse producido una noche en tu casa,
¿quién dice qué y con qué voz?
¿Sapí+ulo
y\]ues+ras Keridas y
comporfamienfos
ineficaces
^xcl usión, inferioridad y dependencia
He
llegado a creer que mis heridas y comportamientos impro¬
pios surgende una profunda herida que tuvo lugar en mi infancia
y sobre la que no tuve control. Esta creencia pone a la
religión ca¬
beza abajo, me reafirma como mujer
y enmarca mi proceso de sa-
nación dentro de una
perspectiva que afirma a las mujeres.
Christine
terapeuta; o a teologías elaboradas, por muy cuidadosamente articula¬ jo. Tengo la esperanza de poder sanar mis heridas infantiles.
das que estén por nuestro ministro; o a la retórica de la Karen H.
recuperación,
por muy interesante que sea la persona que dirija el
trabajo. Hubo el que no
Tratar de lidiar con nuestros
comportamientos ineficaces sin re¬
un momento en podía ver debajo de mis ob¬
sesiones; parecían absolutas. Gradualmente he ido apartando mi
80 Un Dios que se parece a mí Nuestras heridas y comportamientos ineficaces
81
2
se quedan grabadas
Gregory Baum, Man Becoming (Nueva York: Herder and Herder, 1970),
página 195. La cursiva es mía.
3
Sabbath Prayers (Nueva York: Bloch Esperaba que los hombres me salvaran de la soledad, de la
Publishing Company, Inc. 1927), p. 38. desaprobación social, del aburrimiento, del fracaso y de las crisis
86 Un Dios que se parece a mí
Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 87
periódicas. Les he tratado como si fueran dioses y nunca me
pare¬
ció algo equivocado, ya
que siempre he estado rodeada de mujeres
o abusivas, nuestras madres nos transmitieron el mito de que necesi¬
que llegaban hasta el extremo para agradar a los tamos un hombre salvador vidas. El resultado
hombres en todos
en nuestras es que al¬
los estadios de la vida. gunas de nosotras permanecemos en relaciones abusivas porque de
otro modo «no estamos salvadas». Una
LlZ participante en uno de los ta¬
lleres reconoció: «Se me enseñó que los hombres me salvarían de la
Como resultado de nuestra inmersión en los nombres e inseguridad económica y de la vergüenza de no haber sido "elegida".
imágenes
masculinos de Dios y en las imágenes de salvadores Ellos debían darme compañía y respetabilidad. Cuando me encontra¬
que se nos han
quedado grabadas de los cuentos de hadas e historias bíblicas, la niña ba en una relación abusiva era incapaz de abandonarla porque
proba¬
está convencida de su ría mi falta de valor y reforzaría mi inferioridad.»
incapacidad para salvarse a sí misma y de que,
por tanto, necesita salvador masculino. Nuestras vidas están pen¬
un Rendir nuestra vida a un Dios masculino, a un
guru, a un novio o
dientes de su llegada, anhelamos salvadores humanos: «si esposo, a la filosofía Nueva Era o a un Poder Superior hace que siga¬
tan sólo»
tuviese un nuevo marido o mos con nuestra
dependencia de los poderes externos a nosotras para
compañero, cambiase de trabajo, me pasa¬
se algo divertido, tuviese un nuevo apartamento o apareciera un caba¬ que nos legitimen, dirijan y salven. En este proceso nos quedamos
llero con su deslumbrante armadura. Y también alienadas de nuestros propios recursos. Reflexiona junto
anhelamos salvado¬ con Joyce,
res divinos: «si tan sólo» tuviera una Sharyn y Susan sobre los salvadores, mesías y rescatadores en los que
visión del cielo, una palabra clara
de Dios a través de mi terapeuta o mi guru, un has buscado la legitimidad, la dirección y la salvación.
milagro. Desde la in¬
fancia a las mujeres se nos ha enseñado buscar fuera de
a nosotras la
legitimidad, la dirección De niña me preocupaba la sensación de ser aceptada por mis
y la salvación.
Buscamos a hombres que nos
legitimen. Históricamente, padres, sobre todo por mi padre. En cierto sentido la aceptación
a los ni¬
ños se les consideraba era un deseo de que salvaran de la
«ilegítimos» llevaran el nombre de
a menos que preocupación, de la autoevalua-
su padre. No es suficiente con ción continua y del miedo. Actualmente
nacer de una
mujer. Una vez nacidas, te¬ sigo repitiendo este pro¬
níamos que ser legitimadas ceso cuando busco la
por una serie de hombres, empezando por aceptación de los hombres, sean jefes, com¬
nuestros padres y
siguiendo por nuestros novios y maridos. El miedo a pañeros de trabajo, amantes o compañeros de baile.
la falta de legitimidad está tan Cuando me trasladé a California, los talleres, los libros de la
profundamente grabado en nosotras que
incluso en las relaciones Nueva Era y los amigos versados en el pensamiento Nueva Era se
contemporáneas en las que las mujeres eligen
conservar su apellido, los niños llevan convirtieron en mis salvadores. Todavía sucumbo a estos salvado¬
inevitablemente el del padre.
Buscamos que alguien nos dirija y se nos enseña a res y deseo salven de mis procesos de pensamiento erró¬
que me
delegar en los
hombres. Ellos son los autores en el drama de nuestras neos y que
arreglen mis problemas.
vidas y noso¬
limitamos a ser las observadoras y el personal de
tras nos Esta actitud de buscar la salvación y la validación fuera de mí me
apoyo. Joyce
explora sus comportamientos ineficaces que son el resultado de un ha llevado a continuar con tres relaciones terapéuticas y
varias relacio¬
profundo complejo de inferioridad: «En las situaciones laborales en nes sentimentales mucho
tiempo después de que fueran dañinas para
las que intervienen hombres me mí. Pensé que necesitaba el permiso de la otra persona para irme.
quedo como una observadora. Mi ce¬
rebro deja de funcionar cuando
estoy a su alrededor, mi criterio se va Joyce
por la ventana y delego en la lógica masculina. Intelectualmente sé
que su lógica no es superior, pero no soy Mispadres y la sociedad me enseñaron que mi vida estaría
capaz de superar mis fuertes
sentimientos de inferioridad, por eso completa cuando tuviera un marido. Durante años estuve en una
delego.»
Buscamos la salvación en los hombres. Tuvieran relaciones relación miserable porque era «más» siendo la mitad de una pare¬
sanas
ja que estando soltera. Tal situación me salvaba de la responsabili-
88 Un Dios que se parece a mí Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 89
de imaginarnos a un Dios
incapacidad de las mujeres
que tenga aspecto de
imagen o a escribir sobre ella.
mujer, que sangre,
sienta, piense y experimente la vida como nosotras indica ♦ Explora junto a ellos los sentimientos que les afloran cuando ha¬
la profundi¬
dad de la herida que nos cen este ejercicio.
infligió nuestro pasado religioso.
92 Un Dios que se parece a mi Nuestras heridas y comportamientos ineficaces 93
♦
que se
¿Quién se
pareciera
a
una
tu madre?
Dios, tu madre padre?
o
y a medida que nos sumergimos en ellas sanamos lo más profundo de A los catorce años escribí:
nuestro odio hacia nosotras mismas.
Es muy difícil, a veces imposible
para la teoría psicológica, para Padre Dios, deseo belleza interna que te haga feliz. Por fa¬
una
las teologías elaboradas y para la retórica de la
recuperación, penetrar vor, trabaja hoy en mí para que mi única preocupación sea mante¬
hasta dichas profundidades. Si no nos embarcamos conscientemente
ner esa belleza interna y defenderla de cualquier cosa que la estro¬
en el camino
espiritual, dichos planteamientos en sí mismos son inca¬ pee, como la vanidad y el orgullo. La santidad es belleza. Señor,
paces de sanar las heridas y desenredar las pautas de comportamiento
hazme santa. Que tu vida pueda manifestarse cada vez más en mí.
ineficaz que nos han controlado durante años. Nuestras heridas más
profundas las sana un Dios que se parece a nosotras. A los dieciséis años escribí:
Te invito reflexionar sobre el cambiante rostro de Dios a medi¬
a
estaba por encima de todas las cosas junto a Dios padre... Sentimientos de mi vida, oigo vuestro clamor. Vuestra conten¬
para
descifrar las cosas, para confinar las contradicciones de la vida ción ha sido autodestructiva. Por favor, surgid de mis profundida¬
dentro de categorías, para controlar la vida con
explicaciones des, elevaos para que pueda escucharos y llegar a conoceros. Ya
acordadas. Quiero salir del momento presente desesperadamente. estoy preparada.
Durante los últimos días he anhelado tu presencia, Cristo. He Invoqué a mis sueños:
dejado de evitar la vida con muros protectores y tentáculos de
control y estoy encarando la
pavorosa realidad de «lo que es», Sueños, superad mi resistencia a oíros. Hay una parte de mí
confiando en tupresencia. Tú abarcas las contradicciones que me que desea escuchar vuestros ricos mensajes. Me recordáis que
dan tanto miedo. Tú me llamas a enfrentar la vulnerabilidad debo confiar en mi vida interna, discernir sus intrincados desig¬
y la
responsabilidad de este momento. nios y escuchar vuestra verdad sanadora.
les han sido los pasos intermedios hasta el Dios de tu Como resultado de imágenes infantiles de lo femenino, la
estas
comprensión actual? Como adulta, ¿te has imaginado al¬ mayoría de las mujeres no pueden imaginarse a Dios como mujer.
guna vez a un Dios que se parezca a ti? Jane escribió: «Las mujeres no son lo suficientemente poderosas. No
♦ Reflexiona sobre las imágenes siguientes: Dios Madre, podrían ser Dios de ninguna manera, son débiles y necesitan que un
Madre de Todo lo Vivo, Origen de Mi Vida, Un Dios con hombre cuide de ellas.» Y Colleen se negó a escribir una
plegaria a la
Pechos como los Míos, La que Enjuga las Lágrimas, imagen de Dios Madre diciendo: «No puede escribirla. Estoy muy di¬
Útero de Compasión, Útero Fértil de Todas las Cosas, vidida en este punto y me siento muy incómoda. Si lo
hago, estaría
Centro Uterino. diciendo a mi padre: "Al infierno con tu verdad." En cualquier caso,
la mujer es de manera innata una
seguidora de Dios y no Dios mismo.
La mujer es suave y
humilde. Atribuyo la autoridad iracunda de mi
padre a Dios, por eso él está más cerca de Dios en mi mente. Madre
es menos
que él.»
En los escritos de las mujeres sólo hay referencias pasajeras a la
104 Un Dios que se parece a mí Nuestra sanación
105
reuniones y grupos de apoyo, en nuestros No algo a lo que puedas mirar aparte de todo lo demás, inclu¬
hogares e iglesias, es una ta¬ es
rea monumental
para la mayoría de nosotras. Significa que estamos yéndote a ti misma. Creo que Dios es todo. Todo lo que es, ha sido
asumiendo la responsabilidad de nuestras vidas, y será. Y cuando puedes sentir esto y ser feliz con ello, entonces lo
que aceptamos nues¬
tro propio
poder y que estamos preparadas para ocupar nuestro lugar has encontrado.
justo y legítimo al lado de los hombres. Nuestro desafío es encontrar ALICE WALKER, El color púrpura
suficiente coraje y amor por nosotras mismas
para llevar la tarea ade¬
lante. Al principio mismo de nuestra vida nuestra
imaginación era libre.
No necesitábamos un profesor o sacerdote
que nos describiera a
«Dios». El espíritu irrumpía en
expresiones únicas y originales. Dios
Pausa y reflexión era nuestra
abuela, la suave brisa que lavaba nuestra cara, la oscuri¬
dad tranquila y pacífica después de
que todos se hubieran quedado
♦ ¿Quiénes son las mujeres de tus recuerdos religiosos? dormidos y Dios estaba presente en todos los colores del arco iris.
♦ ¿Qué sentimientos, imágenes, palabras y recuerdos sur¬ Confío en que las cuatro comprensiones
siguientes te recuerden lo
gen en ti cuando lees la palabra Diosa? que sabías al principio de tu vida y te animen a
explorar una variedad
♦
Dibújate en relación con un Dios masculino. ¿En qué tér¬ más amplia de nombres e
imágenes de lo divino. Cada una de ellas
minos seestablecería la relación? Dibújate en relación está enraizada en las lecciones más
profundas y básicas de la religión.
con una Mujer Dios. ¿En qué términos se establecería la
1. La Verdad Última, la Sabiduría, el Poder del Universo es mu-
106 Un Dios que se parece a mí
Nuestra sanación 107
cho más profundo, elevado, amplio y rico que ningún nombre o ima¬
gen que empleemos para referirnos a ello. Cada nombre e imagen tie¬ compasión de Dios, por ejemplo, los primeros escritores emplearon
ne sus limitaciones y debe adoptarse sin rigidez. Las palabras no pue¬ ocasionalmente la imagen de un útero. En hebreo, la raíz de la pala¬
den confinar a Dios. bra con la que se nombran la compasión de Dios y el útero es rechem.
Las mujeres estamos reivindicando la cara femenina de Dios que apa¬
♦ Localizacopia de la novela de Alice Walker El color púrpura.
un rece en los textos religiosos sagrados y, aunque muy oscurecida, pode¬
Lee con una amiga las conversaciones sobre Dios de las mos vislumbrarla en las Escrituras.
páginas
164-168 [versión inglesa]. Toma nota de tus reacciones. Leedlas
dos veces intercambiando los papeles de Celie y Tal desees incorporar las siguientes lecturas de las escrituras
Shug. ♦ vez
el efecto que una imagen tan iracunda y amenazante ha tenido una letanía en la que a continuación de cada nombre añadas la
en tu vida de
mujer. petición «nútreme, apóyame, fortaléceme».
Fuente de toda vida Refugio en la Presencia tranquila Imágenes del Espíritu: Aliento de Vida, Respiración Sagrada, Ruach,
tormenta Espíritu Universal, Espíritu de Vida, Presencia Sorprendente, Espí¬
Amor ardiente Madre águila que Trabajadora ritu Interno Refrescante, Espíritu Residente en Mi Cuerpo, Espíritu
se alza Residente Dentro de Mi Aliento, Espíritu Residente Dentro de Mi
Madre osa feroz Madre tierna y Madre Gallina que Experiencia.
nutricia reúne a sus polluelos
Imágenes femeninas: Dios Madre, Madre de Todo lo Vivo, Origen de
Un número récord de
mujeres han estado ingresando en el minis¬ Mi Vida, Corazón de Mi Vida, La Que Enjuga Las Lágrimas, Útero
terio pastoral desde que muchas de nosotras dejamos las de Compasión, Útero Fértil de Todo Lo Creado, Centro Uterino,
iglesias de
nuestra infancia. Estas valientes mujeres han Dios con Pechos Como Los Míos, Comadrona, Madre Fiel, Madre
confrontado la idolatría
de Dios padre y han desenterrado recursos y elementos de las tradi¬ Reconfortante, Femenino Divino, Diosa, Sofía, Shekina, Reina del
ciones cristiana y judía que afirman a las mujeres. Aplaudimos Cielo, Nutridora, Consejera, Buscadora de los Perdidos, Ayuda¬
sus es¬
fuerzos. Se han convertido en el rostro femenino de Dios para aque¬ dora, Amiga Que Da La Bienvenida, Origen de Todo, Refugio en
llas de nosotras que seguimos siendo leales a la religión de nuestra la Tormenta, Presencia Tranquila, Amor Ardiente, Útero Divino
infancia. de la Oscuridad, Parturienta, Madre Osa Feroz, Madre Águila As¬
Está claro que Dios padre no siempre ha sido fiel a las mujeres. cendente, Madre Tierna y Nutricia, Madre Gallina Que Reúne a
Es un
milagro de confianza que las mujeres hayamos permanecido Sus Polluelos.
dentro de la religión tradicional. El regalo que ofrecemos actualmente
a la
♦ En cada oración que recites, expreses o leas a lo largo de esta se¬
Iglesia es nuestra sospecha. Quizá al plantear nuestras preguntas
estemos dando voz a
Aquella cuyo rostro ha sido oscurecido y cuyos
mana usa una
imagen femenina de lo divino. Presta atención a
caminos han sido distorsionados. Como hicieron los los sentimientos y reacciones que afloran cuando haces la prácti¬
antiguos profe¬
ca de nombrar a tus propios dioses.
tas, llamamos a la comunidad religiosa a confrontar la idolatría de
Dios padre y llamamos a la religión a recordar sus enseñanzas ♦ Reúne imágenes y nombres alternativos de lo divino en un diario
origi¬
nales. especial. Considera la posibilidad de clasificarlos en categorías
como: imágenes femeninas,
imágenes masculinas, imágenes de
la infancia, imágenes del mundo natural, imágenes más allá del
género. Añade a tu lista los nombres e imágenes que descubras
en este libro y en las discusiones con tus
Antes de seguir adelante, quedémonos un poco más en el capítulo 5: amigas y también las
que surjan en tu imaginación.
♦ Haz una lista de mujeres rabino, sacerdote y ministro de tu área.
EL CAMBIANTE ROSTRO DE DIOS
Planea una visita a sus iglesias o sinagogas mientras lees este
libro.
♦ Incorpora las imágenes alternativas de lo divino que se han pre¬
sentado en este capítulo en tu oración y en tu práctica meditativa
AL PRINCIPIO MISMO
de esta semana. Escribe una oración, compon un poema o can¬
ción, o crea un baile en respuesta a ellas. Tómate tiempo cada día para conversar con La Niña Que Fuiste e
imagina que te sientas con ella en vuestro lugar de encuentro. Dibuja
Imágenes de Cristo: El Compasivo, Compañero, Amigo, Presencia, y escribe con tu mano no dominante las respuestas a las siguientes
Guía Gentil. preguntas:
110 Un Dios que se parece a m1 Nuestra sanación 111
Día 1. Al principio mismo majestuosas montañas, las nubes algodonosas, el hermoso rocío
♦ Vuelve a leer la historia titulada «Todos los colores del matinal, las telas de araña? Dibuja su árbol favorito, su arroyo o
arco iris»,
enla página 46. estanquefavoritos. Dibuja sus escondites en el mundo natural.
♦ Describe a la Llena del Espíritu que una vez fuiste. ♦ ¿Qué regalos recibió del mundo natural?
♦ ¿Qué métodos desarrollaste para conectar con el Espíritu de todas
las cosas? Día 6. Todos los colores
♦ Regresa al pasado y reúne los numerosos recursos imaginativos
Día 2. Espíritu aprisionado de La Niña Que Fuiste. ¿Cómo «coloreabas» el espíritu? ¿Qué
♦ ¿Durante cuánto tiempo se toleraron todos los colores de tu arco iris? nombres daba a Dios?
♦ ¿Cómo aprisionaron los demás tu espíritu? ¿Cómo había que «co¬ ♦ Haz un dibujo de cada una de estas imágenes. ¿Es alguna de ellas
lorear» a Dios? similar a ti? Cielo nocturno estrellado; El viento en las hojas; La
tranquilidad de la noche oscura; Un árbol fuerte; Ramas que se
Día 3. Nuevos profesores
elevan al cielo; Todos los colores del arco iris.
♦ ¿Qué nuevos profesores han entrado en tu vida —un terapeuta,
un círculo de mujeres, una amiga querida o Día 7. Apoyo para el día de hoy
quizá este libro—
pararecordarte lo que supiste una vez? ♦ ¿Cómo podría La Llena del Espíritu apoyarte para reclamar tu es¬
♦ ¿Qué palabras e imágenes te han servido para despertar a la Llena piritualidad original actualmente?
del Espíritu que fuiste una vez? ♦ Escríbele una carta y pregúntale: «¿Dónde estás dentro de mí?»
Día 4. Palabras sanadoras
EL PODER SUPERIOR DESDE LA PERSPECTIVA FEMENINA
♦ Imagina que hubieras oído estas palabras de niña: «Llena del Espíri¬
tu, tu abuela es Dios y también lo son tu estrella y tu roca favoritas.
Si has
elegido los Doce Pasos como guía espiritual o los has descar¬
Dios tiene muchos rostros y muchos nombres. Dios es
Madre, Hija tado ¡rrelevantes, dedica algún tiempo cada día de esta semana a
como
y Anciana Sabia. Ella se encuentra en tus madres, en tus hijas y en reflexionar sobre ellos desde tu perspectiva de mujer.
ti. Dios es el Dios de Sara
y Hagar, de Leah y Raquel; Ella es la Ma¬
dre de Todo lo Viviente y bendita sean sus Día 1. Las Alcohólicos Anónimos
hijas. Eras una niña-mu¬ intenciones originales de
jer hecha a su imagen. Puedes correr muy deprisa, jugar duro y tre¬ Un punto central en la práctica del
programa de los Doce Pasos es
par a los árboles. Eres Batwoman, bombera y Diosa. El la elección del propio concepto de «Poder Superior». Las organizacio¬
Espíritu del
Universo pulsa a través de ti. Permanece llena de ti misma. Eres nes vinculadas a este movimiento nos dan permiso para nombrar al
buena. Eres muy buena.» Dios de nuestra comprensión de la manera que más nos ayude.
♦ Personaliza las palabras anteriores para afirmar Reflexiona sobre los pasajes siguientes. Plantéate las siguientes
tu espiritualidad
original. («Soy la Llena del Espíritu...; Mi abuela es Dios...; Yo soy preguntas mientras lees: ¿Cuál es mi concepto de Dios? ¿Cuál es el
una niña creada a su Dios de mi comprensión?
imagen...; puedo correr deprisa.»)
«Para alivio nuestro, descubrimos que no necesitábamos tener en
Día 5. El mundo natural
cuenta los conceptos que los demás tenían de Dios... el nuestro era
♦ Vuelve al pasado y recoge los numerosos recursos
que empleaba suficiente para hacer contacto»4.
la Llena del Espíritu para conectar con la naturaleza.
¿Dónde bus¬
caba el espíritu dentro del mundo natural? 4
Alcohólicos Anónimos, The Big Book (Nueva York: Alcoholics Anonymous
♦ ¿Qué conexión sentía con las estrellas brillantes, los arroyos, las World Services, Inc., 1987).
112 Un Dios que se parece a mi Nuestra sanación 113
«Lo que
el nombre de Dios significara para cada uno personal¬ Gran Realidad en lo Profundo Presencia de Poder y Amor
mente dependía exclusivamente de él. Podíamos imaginarlo como de Nosotros (página 55) Infinitos (página 56)
gobernador o juez, o podía ser el amor universal que se revelaba en El Poderoso Propósito y el Ritmo
nuestras vidas. Así, para algunos puede ser un Dios personal podero¬
que Subyace a Todo (página 55)
so pero separado de nosotros mientras para otros Dios puede ser la
esencia de la creatividad»5.
Día 4. Una meditación
A continuación encontrarás la
Día 2. Dios tal como lo entendemos
descripción que Bill Wilson (uno
de los fundadores de AA) hace de su despertar espiritual. Aunque
Aunque los fundadores de Alcohólicos Anónimos (AA) eligieron su experiencia y práctica acabó siendo reducida a una construc¬
«Poder Superior» por ser un concepto más inclusivo que Dios, la lite¬
ción cristiana, su expresión original no contenía el lenguaje reli¬
ratura de la recuperación refleja los tiempos en que fue formulada. El
Dios masculino de la cultura
gioso tradicional. Reflexiona sobre las imágenes que empleó: Luz,
se abrió camino hasta el programa a tra¬
Espíritu, Viento y Presencia. Mantén estas imágenes liberadoras en
vés de los pronombres masculinos y el empleo del Padrenuestro la quietud de tu corazón responde ellas tu escrito
como plegaria de cierre en la mayoría de las reuniones.
y a en o dibujo
de hoy.
Visualiza el Poder Superior al que te diriges en las sesiones de re¬
cuperación. ¿Qué imágenes acuden al ojo de tu mente? ¿Qué nom¬
La habitación se iluminó
bres de Dios surgen en las reuniones? ¿Son nombres familiares de tu con una luz blanca. Me vi atra¬
gran
infancia? ¿Hay alguien en tus reuniones que emplee su propia ima¬ pado en un éxtasis que las palabras no pueden describir. Me pare¬
cía... que estaba sobre una montaña y soplaba un viento no de
gen de Dios? ¿Dios Madre? ¿Inteligencia Creativa? ¿Naturaleza búdi¬
aire sino de espíritu. Y entonces estalló en mi la comprensión de
ca? ¿Cuál es tu reacción a los nombres que difieren del discurso tradi¬
cional? que soy un hombre libre. Poco a poco el éxtasis fue desaparecien¬
do. Durante cierto tiempo estuve en otro mundo, en un nuevo
mundo de consciencia. A mi alrededor y en mí había un maravi¬
Día 3. Una búsqueda
lloso sentimiento de Presencia6.
En las comunidades de recuperación siempre ha habido una voz
que afirma la espiritualidad universal y una sabiduría que está más
Día 5. Llegar a creer
allá de los géneros. Una búsqueda a través de The big book, de AA des¬
cubrió las siguientes imágenes inclusivas. Responde a cada una de A medida que
cambia la imagen que experimentamos de lo divi¬
estas imágenes a través de la escritura o del dibujo; incorpora una o
no vamos
aportando nuestra propia imagen de lo divino a los pasos
más tu oración meditación de sucesivos. Animo a las mujeres que están en recuperación a sustituir
en o hoy.
el Poder Superior por los nombres e
imágenes del Dios de su com¬
Mente Universal (página 12*) Espíritu de la Naturaleza prensión. Y también les animo a personalizar el Paso 2 basándose en
(página 12)
sus
propias creencias. Reflexiona sobre la siguiente reelaboración del
Paso 2 y percibe tus reacciones a ella.
Espíritu del Universo (página 12) Inteligencia Creativa, Guiadora ¿Te gusta o te desagrada? ¿La
consideras blasfema y herética sanadora?
y Todopoderosa (página 49) o
5
Al-Anon's Twelve Steps and Twelve Traditions (Nueva York: Al-Anon's Family
Group Headquarters, Inc., 1989). 6
Alcoholics Anonymous Comes of Age (Nueva York: Alcoholics
*
Todas las referencias de página pertenecen a la versión en inglés. (N. del T.)
Anonymous
World Services, Inc., 1967),
p. 63.
114 Un Dios que se parece a mi
Nuestra sanación 115
Susan
-H isforias
y mitos
religiosos
¿Sapífulo
Tanto en las escrituras cristianas como en las hebreas, las historias nino, porque en la iglesia y en el hogar lo femenino considera¬
se
de hombres ocupan el centro del escenario. En el proceso que se de¬ ba inferior.
sarrollaba desde el relato oral a la escritura y posterior traducción, las
Emily
historias de mujeres se perdieron o se incluyeron únicamente en la
medida en estaban relacionadas con otras historias más impor¬
que En mi formación religiosa las mujeres eran, en el mejor de los
tantes que tenían protagonistas masculinos. Dicho proceso llevó a casos, marginales valía dependía de su pasividad y sumisión.
y su
que las mujeres fueran descartadas y relegadas a los márgenes de la Esto ha contribuido a mis sentimientos de
historia y de la religión.
impotencia y a la creen¬
cia de que mi vida es insignificante. El tema del nacimiento
virgi¬
Las Escrituras hebreas registran el establecimiento de Israel nal siempre era molesto porque
implicaba que los cuerpos de las
como nación y comunidad religiosa. Las familias de esta comunidad
mujeres y los procesos naturales eran impuros y sucios. Como re¬
estaban dominadas por hombres y sus Escrituras apoyaban la supe¬ sultado he sentido vergüenza de mi cuerpo
en mi vida adulta.
rioridad de los hombres en los asuntos nacionales y religiosos. El
Nuevo Testamento es el registro de la vida y obra de Jesucristo y en él joyce
captamos vislumbres del papel central ocupado por las mujeres en el Dios, Jesús María, y Adán y Eva eran personas religiosas en
y
ministerio de Jesús. Pero, tras su muerte, la primitiva Iglesia cristiana
mi conciencia infantil. Aunque María no era una salvadora, veía la
se adaptó a las estructuras dominadas por hombres de la cultura cir¬
altura de su estatua y pensaba que estaba allí arriba, junto a Dios y
cundante que excluía a las mujeres de las posiciones importantes y las
Jesús, por encima de todo. Me sentía más conectada con Eva
relegaba a papeles subsidiarios1. porque era humana y había cometido un gran error. El resultado
Mientras estábamos creciendo, los predicadores, rabinos y sacer¬ es que he pasado buena
parte de mi vida pagando por él. En algu¬
dotes eran hombres y este hecho influyó en las historias sagradas na
parte, en una parte de mí que está profundamente herida, ob¬
concretas que eligieron incluir en sus enseñanzas y pláticas. El resul¬
tengo una profunda satisfacción del dolor y del sufrimiento.
tado es que en nuestros años formativos de la infancia y adolescencia
Erin
no se nos dijo toda la verdad y las historias que escuchamos nos con¬
En la
iglesia de mi infancia no recuerdo que se contara ningu¬ Cuando oigo la coletilla constante de «El Dios de Abraham,
na historia de mujeres. La religión tenía que ver con los hombres; Isaac Jacob», quiero gritar en voz alta: «¿Y qué pasa con Mi¬
y
las mujeres, a excepción de la Virgen María, estaban al margen. riam, Raquel, Sara y yo?»
La ausencia de mujeres en la religión se reflejaba en mi casa. A mi
Hallie
madre se le consideraba inferior, mi padre era la figura de autori¬
dad y nuestras vidas giraban en torno suyo. El resultado es que A medida que el rostro de Dios fue cambiando en mi experiencia,
había una negación de cualquier sentimiento considerado feme¬
busqué historias de mujeres en mi pasado religioso. Me quedó muy
claro que mi curación el
en requería imprescindiblemente
presente
recuperar tanto nuestras historias personales escondidas entre los re¬
1
Elizabeth Schussler Fiorenza, in Letty M. Russell, ed., The Liberating Word cuerdos familiares como la historia colectiva de las
mujeres de los
(Filadelfia: Westminster Press, 1976), pp. 41, 55. márgenes de la historia y la religión. Mientras iba reuniendo los frag-
Fragmentos de lo olvidado 123
122 Un Dios que se parece a mi
fuerza y esperanza de mujer, tomé conciencia de cómo habían sido Según leía y releía las historias de las mujeres de la Biblia me iba
distorsionadas. Eva (capítulo 7), María (capítulo 9) y La Anciana Sa¬ poniendo furiosa con Dios padre. Quise abandonar la iglesia y enton¬
ces oí que aquellas mujeres de la
bia (capítulo 13) estaban prisioneras de las interpretaciones masculi¬ antigüedad susurraban algo en los
nas de experiencias.
sus fragmentos de sus historias olvidadas que había pervivido a través de
los siglos,
Descubrí que algunas de las historias más familiares sólo eran leí¬
das, estudiadas y relatadas por la importancia del hombre en torno al
cual giraba la historia de la mujer. En estas historias las mujeres no tie¬ No abandones hasta historias,
contar nuestras
nen voz. La Niña Divina (capítulo 10) y La Que Derramó Su Sangre porque al relatarlas oirás las tuyas propias
(capítulo 11) no tienen nombre y se incluyen únicamente como ane¬ y las de tus madres y abuelas.
xos a la historia masculina central.
Estudiando la Biblia también descubrí algunas historias poco co¬ No te vayas hasta ser libre de las interpretaciones de los hombres.
nocidas que apenas se leían en las iglesias y sinagogas de nuestra in¬ Nuestras historias se remontan al tiempo anterior a que se nos
fancia. Son historias gráficas y brutales de violencia contra las muje¬ aprisionara
res. Se pasaba muy deprisa sobre las historias de Tamar y La Que Fue enlos mitos hebreos y cristianos.
Cortada en Pedazos(capítulo 12) mientras se leían las historias de sus En nuestra libertad descubrirás la tuya.
Reuniendo los fragmentos pre se han visto profundamente afectadas por la historia, la cultura y
los tabúes del mundo en que vivimos; no podemos separarlas de
la
Escuchamos cuidadosamente las historias, oímos susurrar a historia más amplia de las vidas de las mujeres. Nos
imaginamos los
las mujeres. Susurran en los fragmentos de lo olvidado. detalles de la vida de la mujer que estamos estudiando; imaginamos
sus sentimientos mientras atiende sus asuntos
rutinarios; imagina
Aceptando el desafío que me proponían las mujeres de la anti¬ mos expandimos la historia de
y su vida a medida que tomamos un
güedad les pedí que me visitaran en sueños, que susurraran sus lugar en ella.
nombres a través de los siglos y que se convirtieran para mí en la
cara femenina de Dios. Desarrollé el proceso de Recuperación de los
Fragmentos, por medio del cual recuperamos las vidas de las mujeres Nuestra herida: un mundo que prefiere a los hombres
de los márgenes de la historia y de la religión. Dicho proceso hunde
sus raíces en la historia hebrea. Los rabinos reinterpretaron los anti¬ Incorporamos la historia de mujer en nuestras vidas. La lee¬
esa
guos relatos para hacerlos relevantes en las circunstancias actuales. Se mos a través de la lente de experiencia actual. ¿Dónde coinci¬
nuestra
vieron a sí mismos como puentes entre los antiguos relatos y el mun¬ den nuestras historias? ¿Qué sabemos de la vergüenza, del aislamien¬
do contemporáneo. Actualmente las mujeres están empleando técni¬ to, de la violación? Descendemos a las heridas de cada mujer. A
cas similares para reescribir los antiguos relatos e historias desde la medida que encontramos imágenes dañinas, las sacamos a la
superfi¬
perspectiva femenina3. cie. Bailamos, dibujamos y escribimos nuestras heridas.
propios recuerdos religiosos como de los márgenes de la religión y de parecía a nosotras; nos remontamos ala época en que sus templos
la historia. Nos enfocamos en el relato de la vida de esa mujer aunque eran
desmedidos, a cuando se honraban sus escritos, se adoraban sus
sólo tenga unas líneas de duración y recordamos nuestra asociación símbolos y se celebraban sus historias. Reivindicamos la
época ante¬
infantil con ella. Hacemos dibujos y escribimos con nuestra mano no rior a las Escrituras hebreas y cristianas, antes del
«principio» defini¬
dominante sobre estas mujeres de la antigüedad. Las invitamos a visi¬ do por los hombres. ¡Reclamamos la historia de las
mujeres desde el
tar nuestros sueños y a que nos digan sus nombres. principio mismo! Reunimos los fragmentos de la historia olvidada de
la Diosa en nuestras historias personales, en nuestros
cuerpos y en
nuestras vidas. A medida
que encontramos imágenes curativas, las in¬
La cultura: ahora y corporamos a nuestra vida personal. Bailamos, dibujamos y escribi¬
siempre
mos nuestra curación.
res. Al hacer este relato entramos en la historia con nuestra propia ex¬ Entrar en los fragmentos
periencia, fuerza de mujeres. Reclamamos los fragmentos
y esperanza
de su historia olvidada y de las nuestras. Esta nueva versión es un acto
radical: desenredamos las historias de las mujeres de las historias om- Ven, entra en los fragmentos de lo olvidado. Serán para ti cu¬
ración y vida.
niabarcantes de los hombres. En esa parte de Un Dios que se parece a
mí leeremos las antiguas historias por un lado tal como nos fueron
Las historias de mujeres seguirán
contadas y por el otro tal como las transformamos al incorporarlas a jugando un papel fundamental
las nuestras.
en nuestra exploración. Extendemos el círculo para incluir a nuestras
hermanas de la antigüedad. Si los relatos te son
familiares, estás invi¬
tada a recordar tu asociación infantil con ellos. Para las
que no estáis
Ritual: la comunidad recuerda familiarizadas con la Biblia he elegido otros relatos
que ilustran la ver¬
dad de la vida de una mujer. No es esencial
que la historia concreta te
sea familiar.
Los movimientos rituales de sacerdotes y rabinos, las imágenes
Cada uno de los capítulos
religiosas presentes en paredes y ventanas, el drama sagrado de la que siguen es un rico tapiz hecho de
misa, los cantos y silencios meditativos y las letanías y plegarias repeti¬ poesía, ritual, relato, meditaciones e historias. Cada capítulo es una
tivas captaron nuestra imaginación infantil y han quedado grabados experiencia autónoma basada en el trabajo desarrollado durante un
en nuestra memoria. Todos estos acontecimientos estaban diseñados retiro de un fin de semana o de una semana. Tómate
tiempo
tu y re¬
créate con los relatos. Permite que cada una de las
y dirigidos por hombres. Así, las creencias y convicciones religiosas mujeres esté con¬
que debíamos confirmar a través de estos rituales no se basaban en tigo al dos semanas, preferiblemente un mes. A medida que
menos
experiencias e historias de mujeres. vayas leyendo la parte 3 imagina que invitas a estas mujeres de la an¬
A medida que reunimos los fragmentos de las historias de las tigüedad a contar sus historias en tu grupo de espiritualidad femeni¬
na, en un grupo de recuperación o en tu
mujeres de los márgenes de la historia y de la imaginación religiosa propio hogar.
les infundimos un nuevo aliento de vida. Les damos voz en nuestro
(EL\>cx
.La de "Uoda Vida
La historia
susan
Eva era moralmente débil y más susceptible a las tentaciones del
diablo que el hombre. Fue la primera en caer en la tentación, violó la De niña estaba segura de
que el pecado de Eva tenía algo que
ley de Dios y sedujo al hombre. Su sexualidad causó la caída de la hu¬ ver con la curiosidad. Las mujeres somos curiosas
y la curiosidad
manidad. mató al gato. Las mujeres curiosas
que querían saber cosas fueron
expulsadas del paraíso, fueron convertidas en estatuas de sal por
Estaba convencida de que Eva era imperfecta. Era portadora los iracundos dioses masculinos fueron sentenciadas a
y vidas de
de algún fallo fundamental que hizo que su «caída» fuera inevita¬ dolor y trabajo duro en los
campos y en el parto. Y todo ello por¬
ble. Su comportamiento prueba la inferioridad natural y la volubi¬ que Eva había sido curiosa.
lidad de las mujeres.
Irene
jen
creatividad e intereses vocacionales, dejar de lado sus propios proyec¬ mismas, por eso muchas de nosotras nos damos cuenta de que nues¬
tras vidashan vuelto ingobernables. Estamos
se
tos y sueños y posponer sus estudios para financiar los sueños de los plagadas de compor¬
demás con su sangre, sudor y lágrimas. A medida que observábamos tamientos ineficaces que no favorecen la calidad de
vida que desea¬
la vida de nuestra madre éramos capaces de ir muy lejos para apartar¬ mos. La
imposibilidad de vivir con tales comportamientos es lo
que
está llevando a las
mujeres a las terapias, a las comunidades de recu¬
nos de ella.
Siguiendo a nuestro padre, algunas salimos de casa. Crear
peración y a los círculos de mujeres. De los comportamientos inefica¬
un hogar, tener y alimentar niños no se consideraban tareas importan¬
tes, pero dejar nuestra marca en el mundo del padre sí que lo era.
ces
que nombramos a continuación, ¿hay alguno que te sea
familiar?
Esto me recuerda un dibujo animado de una niña que está junto a
su madre al lado de la lavadora. En un momento de inspiración, dice:
Nunca cedemos en la
búsqueda de la perfección. Nos hemos conver¬
«¡Quieres decir que no te pagan por esto!» A papá le pagan, a mamá
tido en mujeres de acción y conseguidoras: seguimos nuestro im¬
no. Muchas de las que crecimos en la década de los sesenta y de los
setenta estábamos determinadas a que se nos pagase por lo que hicié¬ pulso y siempre estamos en movimiento.
Nos negamos relaciones
ramos. Pospusimos o eliminamos la opción de la familia y emprendi¬ a mantener implicadas por miedo a que la in¬
timidad nos distraiga del camino elegido y el resultado es que es¬
mos carreras profesionales que nada podría detener. Nuestra elección
tamos divididas dentro de nosotras.
parecía tener mucho sentido, ya que el padre del Génesis tenía mu¬
Somos incapaces de pedir lo necesitamos. Pedir
que ayuda es propio
138 Un Dios que se parece a m1 Eva: La Madre de Toda Vida 139
Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬ Imagínate sentada en un círculo con Hallie, Sandi y Karen.
das. Van hablando de una en una desde el silencio de toda una vida: Añade tu historia a las suyas.
Pecado original mente la culpa debe haber perdurado también. Sois la puerta del dia¬
blo; sois las que rompéis el sello del árbol prohibido; sois las primeras
en abandonar la ley
En iniquidad fui llevado a nacer y mi madre me concibió en divina; sois la que persuadió al hombre de que el
diablo no es lo suficientemente valiente para atacar. Destruísteis muy
pecado.
fácilmente la imagen de Dios, el hombre. Por culpa de vuestro aban¬
Salmo 51:7 dono —es decir, de la muerte— tuvo que morir el hijo de Dios'.
Tal como hemos descubierto, ellenguaje, la imaginería y las histo¬ Eva fue exiliada del
jardín y ha sufrido la vergüenza de su acto
rias religiosos son muy poderosos y ejercen un influencia duradera en «pecador» a lo largo de toda la historia religiosa. Desde la más tierna
nuestras vidas. A través de sus palabras e historias la religión nos in¬ edad a sus hijas se les enseña que lo que fluye natural y espontánea¬
culcó la vergüenza y la culpabilidad. Según una de las interpretacio¬ mente de su interior es malo, equivocado y castigable. Crecemos
pre¬
nes de la historia del Génesis, Dios creó un mundo perfecto. A conti¬ guntándonos: «¿Qué es lo que está mal en mí?» Esta pregunta marca
nuestra vida mientras buscamos por todas partes a alguien
nuación nuestros primeros padres le desobedecieron —instigados que nos dé
una respuesta, alguien que nos dé la
por Eva— y el paraíso se perdió. Los hijos de Adán y Eva, tú y yo, na¬ comprensión mágica, el trata¬
cemos con un Pecado Original. Tenemos un fallo irrevocable antes de miento, la cura. Hemos aprendido una forma de relacionarnos con
nosotras mismas y con el mundo que está basada en la
haber emprendido ninguna acción consciente por nuestra parte, me¬ vergüenza. Por
ramente por el hecho de haber nacido. Por mucho que intentemos tanto, nuestra tendencia natural es la de sentirnos inadecuadas: haga¬
mos lo que hagamos nunca somos lo suficientemente buenas.
hacer las cosas bien, es una tarea imposible. Somos pecadores en
esencia y necesitamos un salvador. Con el tiempo interiorizamos la vergüenza de nuestra infancia.
Nos ponemos en el rincón, donde solían castigarnos los profesores. Nos
Aunque el Pecado Original es una idea vergonzosa para todos los exiliamos del jardín de la vida, tal como nos hizo Dios. Elaboramos
niños, conlleva un estigma especial para las niñas porque se nos dice nuestras propias respuestas
claramente que fue Eva, y no Adán, la que tomó el primer bocado avergonzadas ante la pregunta «¿Qué hay
de malo en mí?» Cada respuesta se
convierte en otro hilo del velo de la
de la manzana prohibida. Eva aparece una y otra vez en los escritos de
vergüenza que nos separa de la comunidad humana. Observamos la
las mujeres, recordándonos que nosotras tenemos la culpa de los pe¬
vida desde la distancia, temiendo ser descubiertas y quedar expuestas.
cados de la humanidad. Erin describe esta imponente sensación de res¬
El concepto de Pecado Original está ausente en la comprensión
ponsabilidad: «Me sentía castigada, pero mi único crimen era el de judía del mito del Génesis2. Sus implicaciones vergonzosas, sin em¬
haber nacido. De niña sentía mi pecado y por eso me rechazaba. No
bargo, fueron susurradas con suficiente fuerza en la cultura, leyendas
me gustaba la sensación de mi piel, no me gustaba estar dentro de mi
y folclore judíos para ser escuchados por las mujeres3. Todas las muje¬
cuerpo. La imagen de Eva mordiendo la manzana me dejaba muy res tenemos
grabada una profunda sensación de ser defectuosas y de
avergonzada. De niña me sentía responsable de todo lo negativo y de¬ tener que expiar el pecado de Eva.
pendía de mí el mejorarlo.»
Los primeros padres de la Iglesia estarían orgullosos de nosotras, 1
Tertuliano, en The Ante-Nicene Fathers, vol. 4 (Buffalo: The Christian Litera-
aprendimos sus lecciones muy bien. Tertuliano fue una poderosa in¬ ture
Publishing Company), p. 14.
2
fluencia en la Iglesia del siglo II. En su ensayo Sobre el atavío femenino Herbert Haag, Is Original Sin in Scripture? (Nueva York: Sheed and Ward,
A medida que leas las historias siguientes reflexiona sobre las nal, tiendo a pensar en mis imperfecciones y en qué lugares necesi¬
imágenes, palabras y mitos empleados por la religión tradicional para to mejorar. Me siento irredenta. Muchas de mis
inseguridades se
convencerte de tu defecto
original y depositar la vergüenza en tu co¬ originan en la creencia infantil de que necesito redimirme del Pe¬
razón. Aunque puedes haber descartado la noción de
pecado original cado Original.
como pasada de moda
e irrelevante, estas historias de mujeres te ha¬
Annette
rán tomar conciencia de lo profundamente que te ha afectado este
sentido del pecado.
Cuando tenía siete años, un profesor protestante de la escuela
f Como adulta, qué pregunta te resulta más fácil de responderá Cada pueblo
dar sentido a sus
cultura ha creado mitos e historias para
y
explicar y
«¿Qué es lo que está mal/equivocado respecto a mí?» o principios. Aunque en cierto sentido los mitos son
narraciones que quedan fuera del
«¿Qué es lo que está bien/acertado respecto a mí?» ¿Qué tiempo histórico, están influidos
lista sería más fácil de elaborar: lista de tus fallos y por los valores de la comunidad
una que los inventa. Los valores de las
los defectos de tu carácter o una lista de tus comporta¬ primeras comunidades hebreas, profundamente
dominadas por los
mientos que afirman la vida? hombres, influyeron en los mitos que se fueron creando
mente para
imaginativa¬
Describe la búsqueda que has realizado para averiguar lo responder a sus preguntas sobre el origen de la vida. Sin
que está mal en ti. ¿Qué libros has leído? Haz una lista embargo, existen pruebas de que los mitos de la creación
en el Génesis no eran un
contenidos
de los terapeutas, gurus y expertos que has consultado. intento benigno de
responder estas pre¬
a
¿Qué respuestas recibieron tus preguntas? ¿Qué com¬ guntas sino más bien la reversión intencionada de
los antiguos mitos
de la creación que estaban orientados
prensiones, tratamientos y curas has probado? Cuenta el hacia lo femenino5.
En los relatos de la creación
tiempo y el dinero que has dedicado a dicha búsqueda. que nos fueron legados por nuestros
primeros antepasados, el cosmos y sus
como divinos,
habitantes, tanto humanos
habían nacido de la Gran Madre. Todos se
dentro de su cuerpo y emergían cuando les gestaban
Nuestra curación: el rostro femenino de Dios llegaba el momento6. Los
constructores de mitos hebreos
retorcieron estas historias en las
la Madre había estado que
El primer paso de nuestra curación es dar voz a las experiencias muy presente en el nacimiento del mundo
y
propusieron una creación «de la nada». Reemplazaron a la Diosa por
infantiles que nos convencieron de la falta de importancia de nuestra
un Dios masculino que creó el mundo a
madre través de varias órdenes ver¬
de nuestro Pecado Original. Ahora reclamaremos valiente¬
y bales. No sólo había una creación carente de
mente las
imágenes e historias que afirman a la mujer procedentes del madre, sino que cuando
los fragmentos de
principio mismo, de los tiempos cuando Dios era mujer. Reinventare-
imágenes femeninas de los mitos anteriores se
abrían camino hasta las historias del
mos creativamente los Génesis eran malinterpretados
viejos mitos y desarrollaremos nuevas medita¬ para cortar toda conexión con las
ciones y rituales. A medida que nos sumergimos en estos recursos mujeres.
En la
antigua Mesopotamia se creía que la Diosa hizo a la huma¬
transformadores, reivindicaremos a la Madre de Toda Vida y en su nidad de la arcilla y le infundió el
presencia recuperaremos nuestra Bondad Original. flujo de la vida con su propia sangre
menstrual. En el verso: «Entonces Dios formó a
un hombre del
del suelo» podemos vislumbrar un polvo
rasgo de estos tiempos anteriores.
Sin embargo, los escritores religiosos posteriores eligieron traducir
Recuperar a la Madre Original
suelo como «arcilla roja»
lugar de darle su interpretación femenina
en
Mientras todos tengamosDioses masculinos en el cielo, todos que es más precisa: «arcilla sangrienta». En
esta traducción
tendremos gobernantes masculinos en la tierra. Pero cuando se re¬ reside una profunda negación de la imprecisa
mujer y de su íntima participación
vela la madre celestial y se le busca tan libre y confiadamente en el
origen de la vida7.
como al Padre Celestial, entonces las
mujeres encuentran su pro¬
5
pia esfera de acción. Véase M. Stone, When God Was a
Woman, pp. 219-223; John A.
The History ofan Idea (San Francisco: Phillips, Eve:
Antoinette Doolittle, 18724 6
Harper and Row, 1984).
Rosemary Radford Reuther, WomanGuides (Boston: Beacon
Press, 1985), pá¬
ginas 38, 62; Marija Gimbutas, The Civilization the Goddess
4
Citado en Linda Mercadante, Gender, Doctrine and God (Nashville: Abing- of (San Francisco: Har¬
per and Row, 1991), p. 223.
don, 1990), p. 13. 7
B.G. Walker, The Woman's
Encyclopedia of Myths andSecrets, p. 685.
146 Un Dios que se parece a mí Eva: La Madre de Toda Vida 147
por parejas. En el Génesis 1 existen alusiones a este relato, pero los mamos la historia de la mujer desde el principio mismo!
escribas cambiaron él por ella. Él reemplazó a la Diosa. Este cambio Imagina por un momento que las cosas no ocurrieran de la forma
de pronombres indica un cambio en la estructura del poder y un re¬ que te las contaron en la escuela parroquial, en la clase de catecismo o
chazo de lo femenino. en la escuela hebrea.
Imagina que Eva estuviese caminando entre no¬
sotros. Escúchala, en las
profundidades de tu imaginación, contando
De las escrituras asirías: Del Génesis 1:27: su historia y reclamando su
gloria anterior:
«La Madre-Útero, la Creadora «Y Dios creó al hombre a su
del destino, propia imagen; Soy Eva, la Madre de Todo lo Vivo, la culminación de la creación.
en
paresella los completaba. imagen de Dios él lo creó;
a Mantengo y nutro la vida dentro de mí.
En pares ella los completaba ante sí.»8 macho y hembra él los creó.» Cuando llega el momento, empujo y expulso la vida de mí.
Y aquello a lo que doy nacimiento es bueno, es
En el Deuteronomio 32:18 Moisés dirige las siguientes palabras al muy bueno.
Honrad todo lo que ha sido menospreciado.
pueblo de Israel: «Abandonaste la Roca que te engendró y has olvida¬
Recibid todo lo que ha sido desechado.
do al Dios que te formó.» En hebreo la palabra engendrar hace refe¬
rencia al hecho de parir una mujer, una imagen exclusivamente femeni¬
na. En ciertas traducciones este verso se traduce con más precisión de
Antiguamente yo era conocida en todo el mundo como la Ma¬
dre de Todo lo Vivo. Los más sabios de entre
la siguiente forma: «Descuidaste la Roca que te engendró. Y olvidaste siempre me
vosotros
habéis honrado en vuestros mitos sobre los principios. He sido lla¬
al Dios que te dio a luz» (Nueva Biblia Inglesa). En otras traduccio¬
mada por muchos nombres: La Fértil Que Da Nacimiento a Todas
nes, el verso se lee: «...Y olvidaste al Dios que fue tu padre» (La Biblia
Las Cosas, La Gran Madre, La Madre Que Da La
de Jerusalén). Esta elección es imprecisa y oscurece las cualidades fe¬ Ley, La Que
Hace Nacer, La Que Da a Luz a Los Dioses, La Reina del Cielo,
meninas atribuidas a lo divino9.
La Verdadera Soberana, La Madre del Mundo, La Reina de las
Estrellas. Me llamaban Innana en Ur; Ishtar en Babilonia; Astarte
en Fenicia; Isis en
Un encuentro con Eva: la Madre Original10 Egipto; Madre Útero en Asiría y Cerridwen en¬
tre los Celtas.
Fui adorada durante muchos siglos antes de
Reivindicamos a la Madre de Todo lo Vivo diciendo la verdad de que el Dios de los
hebreos fuera imaginado y traído al ser. Como los hombres se sen¬
otros tiempos, de los tiempos en los que Dios se parecía a nosotras.
tían amenazados por mi poder y
por mi participación íntima en
8
Erich Neumann, The Great Mother (Princeton, N.J.: Princeton Univesity
los orígenes de la vida incorporaron mis historias en sus mitologías
Press, 1974), pp. 135-136; Elaine Pagels, The Gnostic Gospels (Nueva York: Vintage distorsionando la verdad. Mi poder y gloria originales apenas son
Books, 1979), p. 56. reconocibles en las historias que escucháis sobre mí iglesias, si¬
en
9
The United Methodist Church, Words That Hurt, Words That Heal (Nashville: nagogas y en los hogares de vuestra infancia. La imagen de un
Graded Press, 1985), p. 9. Dios padre que ordenaba la existencia del mundo está fuertemen¬
10
Un encuentro con Eva: La Madre Original. Material para explorar el tema te fijada en vuestra imaginación.
más a fondo: ¿Notasteis alguna vez la ausencia
E.
de la Madre?
Pagels, The Gnostic Gospels, pp. 53, 57-58.
De acuerdo al mito del Génesis,
J. Phillips, Eve: The History of an Idea, p. 3. yo nací del hombre; de su
B. Walker, The Woman's Encyclopedia ofMyths andSecrets, pp. 288-291. costilla, según dicen. Me indigna esta distorsión de la verdad.
148 Un Dios que se parece a m1 Eva: La Madre de Toda Vida 149
¿Quién de entre vosotros no fue alimentado en mi útero? ¿Quién Oh, sí, se rezaba ellas y se les exhortaba con sermones, pero nun¬
por
de entre vosotros ha olvidado la fuente de su vida? Jehová ignora¬ ca se entró en el dolor de su vida. ¿Cómo podrían
contacto con
llegar
ba a su Madre. En su locura dijo: «Soy Dios. No hay otro dios más hasta su dolor las palabras de un Dios masculino?
¿Cómo podía con¬
que yo.» Su arrogancia siempre me ha molestado. fortar a tu madre un Dios masculino que le enseñaba a amar, honrar
y
Como Madre de Todo lo Vivo existo antes que todas las cosas. obedecer al hombre por muy abusivas que fueran su
presencia o su
Todo lo que es procede de mi cuerpo. Cada madre que tiene un ausencia? ¿De qué le servía un Dios masculino
que le hacía tragarse
hijo es una encarnación mía. En su embarazo mantiene y sustenta su ira y aprisionar sus
protestas en su vientre?
la vida dentro de sí y en el parto la expulsa. Es una mujer, fuerte y Yo camino entre vuestras madres. Y les digo:
poderosa. Ella es la Madre de Todo lo Vivo. Me indigna que el
cuerpo bueno y fuerte de las mujeres, que contiene todo lo necesa¬ ¡Enfadaos! Los prisioneros que estaban en vuestro vientre han
rio para la vida, y el cuerpo de la Madre Tierra, que recibe en sí to¬ sido liberados.
das las cosas buenas, sean objetos de disgusto y de miedo que de¬ Gritad vuestras historias. Yo os doy la voz.
ban ser controlados y dominados según la historia del Génesis. No más vergüenza, no más miedo, no más silencio.
En el principio mismo la Madre era. Llenad el espacio con vuestro poder y vuestras historias.
El primer día di nacimiento a la luz y a la oscuridad. Bailaron
juntas. Las sabias de entre vosotras camináis solidariamente con vues¬
El segundo día di a luz a la tierra y al agua. Se tocaron. trasmadres, aunque a cierta distancia. Habladles de vuestro com¬
El tercer día di a luz a las plantas. Se enraizaron y respiraron promiso a través de la distancia nacida del enfado y del amor:
hondo.
El cuarto día di a luz a las criaturas de la tierra, del mar y del Madre, liberaré tu voz para que grites la pena de toda una vida.
cielo. Caminaron, nadaron y volaron. Tu silencio esmío, mi voz es tuya.
El quinto día, mi creación aprendió equilibrio y cooperación. Tu dolor es mío, mi curación es tuya.
El sexto día celebré la creatividad de todas las cosas vivas. Juntas hablaremos y sanaremos el dolor de toda una vida.
El séptimo día dejé espacio para lo desconocido.
La Madre de Todo lo Vivo ha estado exiliada de los
antiguos mi¬
Honrad todo lo que ha sido menospreciado. tos, de dentro de nosotras y de entre nosotras. Ella ha de volver para
Recibid todo lo que ha sido desechado. la salvación del mundo. Reivindicad sus historias desde el principio
La Madre es buena. Es muy buena. mismo. Abrazadla en vosotras. Honradla entre vosotras. Encarnadla
en vuestra vida.
Permite que tu familiaridad conmigo transforme la visión que
tienes de tu madre. Es su silencio lo que se ha convertido en tu Sentadas en círculo, las mujeres reivindican a la Madre original:
voz; su miedo en tu coraje; despertar; su prisión en
su sueño en tu
tu libertad. Ella es tu salvadora. Sus gemidos silenciosos que piden Reivindicamos sus historias desde el principio mismo:
la liberación de los viejos mitos limitantes se elevan en ti y te dan
fuerza para elegir la libertad. Juntas habláis del dolor y de la sana- He descubierto antiguas civilizaciones que honraban a la
ción de toda una vida. Gran Madre y que consideraban sagrado el cuerpo de la mujer.
Muchas de vuestras madres caminaron, rezaron y trabajaron den¬ Estos pueblos estaban conectados con la Madre Tierra. Anhelo
tro de la iglesia durante años, pero nunca llegaron a curar sus heridas. una madre nutricia y amorosa, la madre que nunca tuve cuando
150 Un Dios que se parece a mí
Eva: La Madre de Toda Vida 151
Patricia Monaghan, The Book of Goddess and Heroines (Minn.: Llewellyn Publi- timamente relacionados con mi adoración. No eran de mi
propie¬
cations, 1990), pp. 118-119. dad ni deseaba controlar el acceso de la humanidad a su sabiduría.
Phillips, Eve: The History of an Idea, p.3.
Honrábamos los árboles del jardín, los cuidábamos y acariciába-
Stone, When God Was a Woman, pp. 199-218.
Un Dios que se parece a mi Eva: La Madre de Toda Vida 155
mos. Tenían dentro de sí los secretos de la vida, la sabiduría de la Soy Eva, la Madre de Toda Vida, la culminación de la creación.
tierra y de las estaciones, la conciencia de la sexualidad.
y Mantengo y nutro la vida dentro de mí.
Muchos hebreos rendían culto en mis arboledas sagradas. Las Cuando llega el momento, empujo y expulso la vida de mí.
mujeres hebreas me seguían, algunas de ellas en el secreto de su Y aquello que nace de mí es bueno, es
muy bueno.
corazón. Otras rechazaron a Jehová y convencieron a sus maridos
para que me siguieran. Cuando el Rey Salomón se hizo mayor, sus
esposas volvieron su corazón hacia la Diosa. No fue fiel a Jehová Autocelebración
como lo había sido su
padre, David. Construyó santuarios en mi
honor. Los mitólogos retorcieron la verdad para impedir que los
Inspiradas por la Madre de Todo lo Vivo examinamos la cues¬
hebreos visitaran mis arboledas sagradas y comieran los frutos de tión del «pecado» a través de la lente de nuestra propia experiencia
sus árboles. Y el más celoso de los profetas de Jehová taló mis jar¬ de mujeres. Nos damos cuenta de que el
orgullo, la persecución vo¬
dines y quemó los huesos de las sacerdotisas. luntaria del poder y el deseo de ser como Dios no son
pecados nues¬
Comer de la fruta del árbol era comer mi carne y beber mi flui¬ tros. Nunca hemos tenido la
opción de parecemos a Dios. La tierra
do de vida. En la mujer que fue Eva se puede vislumbrar mi gloria ha estado gobernada por los hombres
y nosotras no hemos tenido ac¬
anterior. Ella era inteligente, curiosa, dispuesta y fuerte. Comió de ceso a los cielos. Se nos han
negado tanto el poder como la divinidad.
la fruta y obtuvo los sabios secretos de la vida y la conciencia de la Está muy claro que hemos tenido un lugar secundario
y de apoyo.
sexualidad. Para algunos esto puede haber sido el fruto prohibi¬ Nuestro pecado no ha sido el orgullo, sino la
autodenigración. Y no
do, pero para aquellas de nosotras que somos hijas de la Sabiduría ha sido el resultado de ningún defecto moral, sino de una
profunda
es una fruta de rara bondad y belleza. herida infligida por una sociedad que adora a un Dios masculino
y
prefiere a los hombres.
Honrad todo lo que ha sido menospreciado. Si el pecado de los hombres es el
orgullo, la deflación del ego
Recibid todo lo que ha sido desechado. puede ser el remedio adecuado. El pecado de la mujer ha sido el odio
El árbol y su fruto son buenos. Son muy buenos. hacia sí misma y la autodenigración; por tanto, la
aceptación y cele¬
bración de sí misma son los remedios más
apropiados. En lugar de
Como Madre de Toda Vida yo recojo el fruto de la vida. Es mirar fuera de nosotras hacia un Dios masculino o un Poder
bueno y satisface el hambre, es
Superior,
agradable a la vista y ofrece placer, hemos de mirar dentro, en lo profundo de nosotras. Hemos de ir más
es sabio
y abre el camino del autodescubrimiento y de la com¬ allá de nuestra obsesión conlos «malos» comportamientos, hemos de
prensión. mirar debajo de los logros que enmascaran nuestra sensación de mi-
Aquellos de vosotros que sois curiosos, que deseáis la vida en nusvalía, debajo de años de alienación de nosotras mismas, hacia la
toda su fluidez, atreveos conmigo: morded la vida, comed la pleni¬ bondad que reside en nuestro centro. Así descubrimos
que el bien
tud de sus posibilidades. Tomad, comed de la fruta, la buena fruta está profundamente asentado en nosotras
y que es lo suficientemente
de la vida. Abrios a la profundidad de vuestra bondad interna,
amplio y generoso para abarcar nuestras heridas. A medida que asu¬
creed en vuestra propia bondad, celebrad vuestra bondad. Vivid mimos nuestra Bondad Original, nuestros
espacios internos, antes
la abundancia y plenitud de quienes sois como Hijos de la Vida. anegados de vergüenza y de culpa, se van limpiando y podemos rei¬
Afirmad la Bondad Original de vuestros hijos y de los hijos de vindicarlos como propios. Encontramos descanso en nuestras vidas
y
vuestros hijos hasta que las viejas historias no tengan ningún po¬ nos aceptamos
plenamente como personas valiosas.
der en su corazón. Invito a las mujeres a incluir la celebración de sí mismas en su
práctica espiritual diaria. Al principio es una tarea agobiante
porque
156 Un Dios que se parece a mí Eva: La Madre de Toda Vida 157
nos sentimos mucho más cómodas elaborando listas de nuestros fa¬ de mí largo tiempo olvidadas o reconocidas. Mi terapeuta
apenas
llos. Cuando se le
pidió que describiera su bondad, Hallie, verdadera¬ ha sido la vela indicadora que me ha iluminado en este viaje. En
mente desesperada, exclamó: «¡Todavía no estoy lo suficientemente mi viaje de descenso, en lugar de encontrar monstruos, he encon¬
curada para esto!» Y la mayoría de nosotras aún no disponemos de trado la verdad de mi infancia. Nunca se me permitió ser simple¬
palabras para expresar la bondad. Comencemos con una serie de afir¬ mente yo misma; siempre tenía que actuar.
maciones que contrarrestan las imágenes y palabras vergonzantes de Al buscar
una totalidad
para mi vida que, a pesar del éxito
nuestra infancia y nos ofrecen un vocabulario de autocelebración. Las
externo, noestaba presente, estoy eligiendo la vida, no la muerte.
siguientes afirmaciones se convierten en nuestros abogados internos y Ahora pienso que mi crisis, con su
son capaces de curar nuestras heridas más hondas:
desesperación y sus pensa¬
mientos de suicidio, ha sido el
comportamiento más cuerdo y
afirmador de la vida. Al negar el tipo
de vida cómodo y seguro al
Soy buena, no mala. No tengo tacha. Fui herida por una socie¬ que estaba acostumbrada, he anulado la muerte espiritual produ¬
dad, una religión y una familia que preferían a los hombres y adora¬ cida por la fragmentación del alma. Y
aunque el abismo en el que
ban a un Dios masculino. Se me enseñaron comportamientos inefi¬ caí era terrorífico, ahora lo veo como el
preludio necesario de la
caces
que no favorecen la calidad de vida que deseo. A medida que plenitud en la que estoy entrando. Estoy descubriendo el tesoro
me curo, me
voy abriendo a las profundidades de la bondad en mí, y de mi propia espiritualidad, mi necesidad de
compañía comunita¬
de mi bondad fluyen comportamientos que afirman la vida. ria y mi naturaleza femenina esencial.
labras en tu diario y
exponías en un lugar apropiado dentro de tu ho¬ Día 6. Come del buen fruto
gar o en la oficina. Repítelas a lo largo del día. Lleva espacio sagrado. Imagínate que Eva entra en
manzanas a tu
del Pecado Original. En él se considera que los pecados del alcohóli¬ es el resultado de muchos años de práctica. Y no es ninguna sorpresa
co son grandiosidad, «la exageración de la voluntad personal» y el
la que este ejercicio no me haya dado la felicidad ni la pureza, sino un
orgullo. Y su salvación debe ser la deflación del ego. poco más de la vieja autoflagelación e introspección.»
♦ Reflexiona sobre las siguientes palabras de los Doce Pasos de Día 4. Ocultar los fallos
Alcohólicos Anónimos y las Doce Tradiciones: «Los Doce Pasos Únete a las mujeres de nuestro grupo de espiritualidad y añade
de AA nos piden que vayamos en sentido contrario de nuestros los «fallos» de los que te sientes avergonzada a la lista siguiente:
deseos naturales... deshinchan nuestro ego.» ¿Cómo te sientes
ante el hecho de que cada uno de los Pasos fue construido para Intento ocultar que soy muy crítica.
desinflar los egos de los orgullosos y voluntariosos alcohólicos? Oculto mi intensa necesidad de aparentar que soy
perfecta.
♦ Haz una lista de la respuesta que cada uno de los Pasos da a la Oculto las veces en las que no siento nada, cuando me siento insen¬
pregunta: «¿Qué es lo que anda mal en mí?» Por ejemplo: Paso sible y vacía.
1: «No tengo poder». Paso 2: «Estoy loco.» Paso 3: «Soy volun¬ Oculto el hecho de que nunca he estado casada.
tarioso.» Continúa así hasta el Paso 10. Oculto mi excesos con la comida.
Oculto mi ¡ra a mi familia.
Día 2. Ninguna Él
bondad aparte de Oculto el hecho de que soy humana y estoy necesitada.
Una formulación de la recuperación basada en la vergüenza Oculto el hecho de que en una ocasión
elegí a un hombre abusador
pone todo el énfasis en nuestros errores, defectos e insuficiencias. El y me convertí en una mujer apaleada.
lenguaje de la recuperación incorpora el legado vergonzante que he¬
mos arrastrado desde la infancia. Día 5. Un nuevo lenguaje
Reflexiona sobre los sentimientos y reacciones que te provocan
por el concepto de Bondad Original, consideramos
Inspiradas
las palabras en cursiva. ¿Cómo las has comprendido? ¿Han activado nuestroscomportamientos ineficaces no como pruebas de nuestra
antiguas imágenes de vergüenza y culpabilidad? pecaminosidad fundamental sino como consecuencias de nuestras he¬
ridas. Pero esto no nos excusa. Somos responsables de nuestras elec¬
Paso 4: Consiste en hacer un inventario moral detallado y atrevido de ciones, pero ya no nos fustigamos
a nosotras mismas. Joyce reflexio¬
nosotros mismos. na sobre su cambio de actitud respecto a sus propios «puntos flacos»:
Paso 5: Consiste admitir ante Dios, nosotros mismos y cualquier
en «Creo que es importante sentirme responsable de mi comportamien¬
otro ser humano la naturaleza exacta de nuestras equivoca¬ to.Sin embargo, ya no creo que
la actitud responsable provenga de
ciones. hacer un seguimiento constante de mí misma. Más bien lo
que he
Paso 6: Estar completamente dispuestos a dejar que Dios retire estos descubierto es que la persona que quiero ser reside en lo profundo de
defectos de nuestro carácter. mí. La sanación ha
implicado el descubrimiento gradual de dicha
Paso 7: Le pedimos humildemente que haga desaparecer nuestros persona debajo de las capas de vergüenza y culpabilidad.»
fallos.
♦ ¿Cómo alteran la sensación que tienes
de ti misma los siguientes
Día 3. Centrarse en los fallos cambios de palabras? De pecados a heridas. De fracasos a com¬
Reflexiona sobre si te resulta más fácil hacer una lista de tus fallos portamientos ineficaces. De hacer un seguimiento constante de
o reconocer tu bondad tras leer las
palabras de Joyce: «Me he vuelto una misma a soltar
gradualmente capas de vergüenza y culpabili¬
muy hábil a la hora de clasificar mis equivocaciones e insuficiencias; dad. De deflación del ego a celebración de una misma.
164 Un Dios que se parece a m1
Día 6. Autocelebración
♦ ¿Qué transformación producen en tu recuperación y en tu vida
íSapí+ulo
las siguientes palabras? «Si el pecado del hombre es el orgullo,
entonces la deflación del ego puede ser el remedio adecuado.
El pecado de la mujer ha sido el odio hacia sí misma y la auto-
denigración; por tanto, la autoaceptación y la autocelebración
son los remedios más apropiados.»
En el
primer relato el hombre y la mujer fueron creados simultá¬
En el principio: dos historias neamente y ambos debían dominar la tierra. En el segundo, la mujer
fue creada del hombre y nombrada a partir de él. Elizabeth
Cady Sta-
ton comenta al respecto: «El primer relato
La mujer debe ser una aprendiz y escuchar en silencio con la dignifica a la mujer como
un factor importante en la creación,
debida sumisión... Porque Adán fue creado en primer lugar y Eva igual en poder y gloria al hom¬
bre. El segundo hace de ella un mero pensamiento secundario. El
después...
mundo funciona perfectamente sin ella y la única razón de su venida
I Timoteo 2:11-13
es la soledad del hombre»1.
El segundo relato ha predominado en la historia hebrea y cristia¬
¿Sabías que, enrealidad, en el Génesis hay dos relatos de la crea¬ Su
ción de la
na. predominancia refleja siglos de control masculino sobre las en¬
mujer y del hombre? ¿Cuál de ellos escuchaste en tu infan¬
señanzas, los sermones y las tareas interpretativas dentro de la Iglesia.
cia? (cursiva añadida)
Desde la perspectiva masculina, las preferencias eclesiásticas
pueden
tener mucho sentido, pero desde la
La creación simultánea: Génesis 1:26-28
perspectiva femenina fue una
elección trágica, un mito transmitido de generación en generación en
canciones, historias e imágenes que ha convencido a una generación
26 Díjose entonces Dios: «Hagamos al hombre a nuestra ima¬ de niñas tras otra de su inferioridad y ha limitado sus sueños y la ex¬
gen y semejanza, para que domine sobre los peces del mar, sobre presión de sus dones en el mundo. Este mito ha conformado nuestra
las aves del cielo, sobre los ganados y sobre todas las bestias de la sensación de mismas y
nosotras ha proporcionado un modelo para
tierra y sobre todos cuantos animales se mueven sobre ella.» 27 Y nuestras interacciones mutuas2.
creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, y los
Aunque en las iglesias de nuestra infancia no se reconocían las
creó macho y hembra; 28 y los bendijo Dios, diciéndoles: «Pro¬ contradicciones inherentes a estas dos historias del Génesis, muchos
cread y multiplicaos, y henchid la tierra, sometedla y dominad sobre eruditos para quienes las discrepancias eran evidentes han tratado de
los ganados y sobre todo lo que vive y se mueve sobre la tierra.» encontrarles un sentido. Los rabinos que estudiaron e interpretaron
Al principio mismo, Me llaman Bruja de la Noche, cosa que, para vuestra informa¬
Había oscuridad. Y la oscuridad ardió con poder en una llama ción, no debe llevaros a pensar que soy fea. Algunos pensaron que
radiante. Se afirmó a sí misma y yo fui creada. A imagen de la mis hijas y yo éramos tan hermosas y expertas haciendo el amor
Luna surgí y me sumerjo en las profundidades. que tras la experiencia con nosotras nunca volvieron a estar satis¬
Había Luz. Y la luz ardió con llama radiante. Se afirmó a sí fechos con las mujeres mortales.
misma y el Sol fue creado. Se elevó a las alturas. Me llaman Prostituta, Meretriz y Seductora. Los monjes céli¬
La oscuridad y la luz eran iguales en dignidad. La Luna y el bes trataron de
mantenerme alejada durmiendo con las manos so¬
Sol brillaban con el mismo esplendor. A la profundidad y a la altu¬ bre sus genitales y sosteniendo en ellas un
crucifijo. Los hombres
ra se les rendía el mismo respeto. dicen que les distraigo de sus esfuerzos
por salvarse. Eva es la es¬
posa, la mujer fiel. Yo soy la seductora.
Al principio, Me llaman Tormento de los Hombres.
Aunque mi historia des¬
Hubo una disputa. La Luz temía a la Oscuridad y su poder. El apareció de la Biblia, se dice que mis hijas, las Lilim, persiguieron
Sol temía a la Luna y su noche. Las Alturas temían las Profundida¬ a los hombres durante miles de años. Bien entrada la Edad Media
des desconocidas. los judíos fabricaban mágicos para alejar a las Lilim. Su¬
encantos
La Luz se tragó a la Oscuridad. El Sol se tragó a la Luna. Las puestamente aparecemos de noche y ejercemos nuestro poder má¬
Alturas se tragaron a las Profundidades. Los viejos caminos se ol¬ gico sobre los jóvenes, dicen que provocamos sus emisiones noc¬
vidaron. Se escribieron nuevas historias. turnas.
A mi
reputación están ligados los miedos a la impotencia y a la
Según los rabinos, el Aliento de Vida y el Polvo de la Tierra debilidad, los miedos más profundos de los hombres. Todo lo que
nos formaron a Adán y a mí. Fuimos creados del mismo origen, represento les amenaza, por eso cuentan habladurías de mí. A mi
por eso yo esperaba una plena igualdad con él, pero él no estaba negación a ser sumisa y a someterme le llaman... rebelión. A
de acuerdo conmigo en eso y en otros asuntos. Me pidió que le sir¬ mi asertividad a la hora de cuidar de mí misma le llaman... mala
viera y que yaciera debajo de él cuando hacíamos el amor. Yo esta¬ intención. Dicen que mi independencia es... poco femenina. Lla¬
ba indignada. Con la ayuda del «Nombre Innombrable» me alejé man a mi sexualidad desvinculada de un marido... antinatural.
volando. Desaparecí en el aire y me establecí en el mar Rojo. Adán ¡Estoy harta de sus cuentos!
se
quejó a Dios, que envió a tres ángeles tras de mí. Sus intentos Mujer, ¿puede sorprenderte tú también hayas tenido mie¬
que
de atraparme fueron vanos, prefería vivir sola a la compañía del do de mí? Te han convencido
que todo aquello que represento es
hombre. malo, antinatural, poco femenino. ¿Puede sorprendente que me
Mi historia simple. Recordaba mi gloria anterior, antes
es muy hayas exilado de tu interior?
de que fuese incorporada por los rabinos en sus comentarios, y me
negué a ser maltratada por el hombre o por Dios. Hice lo que hu¬
biera hecho cualquier mujer que se respetase. Dije: «Ya basta», ¡y Nuestras heridas
me fui! Pero deberías oír los nombres que me llaman y las histo¬
rias que han dicho de mí a lo largo de estos siglos. He aquí algunas Es esencial que expresemos las experiencias infantiles que nos
de ellas: convencieron de que nuestro poder, coraje e independencia son poco
Me llaman solterona porque vivo sola y estoy perfectamente femeninos y antinaturales. Daremos los primeros pasos hacia la cura¬
feliz. Me niego a ser controlada por los hombres, cosa que ellos no ción en compañía de otras
mujeres, reconociendo estas experiencias y
pueden entender: llaman así. las realidades sociales y religiosas que
por eso me las conformaron.
172 Un Dios que se parece a mi Lilit: La primera mujer rebelde
173
Durante más de
Al principio mismo la niña está familiarizada con la poderosa Lilit
siglo el límite de la adolescencia ha sido
un
identificado como un momento de elevado riesgo psicológico para que nene dentro de sí. Es capaz de realizar cualquier tarea con la que se
le confronte. Lo tiene todo al alcance de su mente y de su
las chicas. Se ha observado que en esa etapa las muchachas pier¬ imaginación.
den vitalidad, robustez, la inmunidad frente a la depresión y su Consigue grandes logros en el vecindario, en su habitación y en su men¬
te. El poder del universo
sentido de sí mismas y de su carácter. pulsa a través de ella y está llena de sí misma.
Pero hay quienes se sienten amenazados
por el poder Lilit de la
Gilligan y Brown, Meeting at the Crossroads niña-mujer. Con mejor o peor intención, tratarán de recortarlo y le in¬
sultarán si insiste en mantenerlo. Se le dice: «Orgullosa y
engreída, no
Aunque tanto alos hombres como a las mujeres se les anima a saques los pies de las alforjas. Finge que no puedes hacer las cosas
conformarse a las
reglas de la sociedad en que vivimos y se les premia para que te ayuden los niños. Nunca serás médico. El mundo es un
por ello, para las mujeres las normas son particularmente restrictivas lugar grande y peligroso para caperucita roja. Las hijas de Eva son pe¬
y limitantes. El sentido que tiene la chica de su vida y de su destino queñas, débiles y desvalidas.»
está definido de una manera muy estrecha según una visión tradicio¬ Finalmente, la poderosa Lilit se queda dormida. De vez en cuan¬
nal de la feminidad. No se le permite emplear la totalidad de su vitali¬ do despierta para recordar a la mujer lo que supo una vez,
pero estos
dad, expresión, poder, coraje o independencia. De hecho, se le ense¬ recordatorios esporádicos son dolorosos. La mujer llena su vida de
ñará a denigrar cualquier cosa que emerja de las profundidades de su distracciones para no tener que oír la pequeña voz interna que
le lla¬
propia vida. ma a volver a casa... a su
propio poder.
Habiendo nacido en un mundo que prefiere a los hombres, pron¬
to aprende a retorcerse hasta adoptar formas que son aceptables para Soy una mujer grande y al mundo esto le resulta negativo y
la Iglesia, la familia y la cultura. Alejará de sí las cualidades de Lilit, amenazante. No es natural que una mujer sea
grande y fuerte. A
rechazando su poder original, su coraje y su control de sí. Se sentirá veces heempleado mi tamaño para protegerme. Puedo exudar
más cómoda en la delicadeza, la pasividad y la dependencia.
una
energía muy clara que dice: «¡Atrás!» Si defiendo mis dere¬
chos me consideran una zorra. Si hago cosas que mi padre no
Sin embargo, hubo un tiempo en el que la muchacha estaba fa¬
miliarizada con su Lilit interna. En una encuesta realizada a tres mil comprende se deshace de mí llamándome lesbiana, como a cual¬
niñas de
quier otra mujer que sea fuerte y poderosa.
nueve de ellas eran confiadas, asertivas y te¬
años, la mayoría
nían sentimientos positivos respecto a sí mismas. Desgraciadamente, Erin
esta etapa de la vida de la niña pasa rápidamente. Para cuando llega
al instituto ha olvidado sus cualidades de Lilit. Saldrá de la adoles¬ Tengo miedo tremendo a ser mejor que los hombres, por
un
eso he anulado mi fuerza y he delegado en los hombres. Como
cencia con una mala autoimagen, pocas expectativas ante la vida y
mucha confianza mujer, se me ha enseñado que es más importante gustarle a la gen¬
menos en sí misma y en sus habilidades que los
muchachos8.
te que expresarme
plenamente en el mundo. Prefería con mucho
decir: «Si no te gusto, vale. Pero no me voy a cortar
para que te
sientas mejor.» Pero nunca lo he dicho. Por el contrario,
8
sigo cor¬
Véase American Association of
Univesity Women (Washington, DC: AAUN, tándome y, cuando lo hago, me deprimo, pierdo energía y me que¬
1991); Lyn Mikel Brown Carol Gilligan, Meeting at the Crossroads: Women s Psy-
y do en casa viendo la televisión.
chology and Girls' Developement (Cambridge, Mass.; Harvard University Press,
1992). Sandi
174 Un Dios que se parece a mí LiLrn La primera mujer rebelde 175
para reivindicar nuestros recursos olvidados: poder, coraje e indepen¬ Lilit nos recuerda lo que una vez supimos al principio de nuestras
dencia. Lilit, el espíritu salvaje de las profundidades oscuras, nos acom¬
vidas. Dejándote inspirar por ella, afirma tu poder original mientras
paña en el descenso. lees estas palabras:
Soy capaz de realizar cualquier tarea con la que me enfrente. Tengo
Reclamamos nuestro poder todo lo que necesito al alcance de mi mano y de mi imaginación.
Consigo grandes cosas, tanto en el hogar como en mi vecindario y en
Mientras trabajaba mujeres que habían sobrevivido al inces¬
con el mundo.
to, traté de imagen femenina poderosa que despertase
encontrar una
Soy La Orgullosa y Altiva. Saco los pies de las alforjas. No necesito
su poder interno. A muchas de ellas se les había animado a retomar su
la ayuda de los hombres. Seré médico, madre, o cualquier cosa que desee
poder diciéndoles que era «lo masculino dentro de ellas». Pero ésta ser. Soy capaz.
El poder del universo pulsa a través de mí. Estoy llena de
parecía ser una imagen muy inapropiada para quienes habían experi¬ mí misma.
mentado la explotación sexual a manos de los hombres. Para muchas
de ellas era una imagen que activaba recuerdos del abuso sexual su¬
Reclamamos nuestro coraje
frido.
La importancia que se le da a admitir la propia falta de poder Lilit, imagen potencialmente curativa que ayuda a las muje¬
una
dentro de la filosofía de la autoayuda también me molestaba. Hom¬ res a actuar
sí mismas y a esperar la igualdad dentro de las rela¬
por
bres y mujeres aportan experiencias diferentes al concepto de poder.
ciones, fue distorsionada por la religión masculina hasta convertirla
Para los hombres, reconocer su falta de poder significa renunciar a la en un demonio
que aterrorizaba a los hombres. Asimismo, su historia
ilusión de poder con las que se les ha saturado desde la infancia. Esta también fue desfigurada hasta convertirse en un aviso contra las espo¬
actitud les permite buscar conexiones significativas y relaciones de sas rebeldes
que escapaban de situaciones abusivas. Ya ha llegado el
apoyo mutuo dentro de un contexto espiritual, terapéutico o de recu¬ momento de que las mujeres reclamen a Lilit y su historia. Ella se en¬
peración. cargó de sí misma, dijo «ya basta» y se negó a ser maltratada por Dios
Las mujeres, por otro lado, han estado admitiendo su incapaci¬ o
por el hombre.
dad la mayor parte de sus vidas. Nuestro acceso a los tronos, a las me¬
Lilit nos enseña a asumir nuestro enfado y a actuar con decisión
sas de negociación, a los
despachos de dirección, a los pulpitos y a las en nuestro
propio nombre. Nos da coraje para salir de situaciones
180 Un Dios que se parece a mi
lilm La primera mujer rebelde 181
poderoso impulso interno que dice: date a luz a ti misma, Laura; Los dones del útero que expulsa
ése es tu imperativo. No vuelvas a ser suave hasta que estés dis¬
puesta a estar entera. Alabanzas a la fuerza y a la austeridad de tu ♦ ¿Deseas los dones del útero que expulsa: reconocimiento de tu
inteligencia y a tu negación a aceptar mentiras. Alabanzas a la in¬ poder, el coraje de cambiar las cosas que puedes cambiar? ¿De
versión de ios papeles genéricos y a todas las sombras inter¬ qué situaciones tienes que atreverte a salir? ¿En qué nuevas aven¬
medias.» turas debes atreverte a entrar? ¿Qué situaciones demandan una
acción por tu parte? Escribe, dibuja, baila o esculpe los dones de
Lilit quedeseas.
♦ Imagina el círculo uterino acelera su respiración, se contrae y
que
se prepara para empujarte hacia adelante, sacándote de una rela¬
Antes de seguir adelante, quédate un rato más en el capítulo 8: ción abusiva o de una situación que consume tu energía y tu
vida, y metiéndote en una nueva aventura intelectual o haciéndo¬
LOS DONES DEL ÚTERO NUTRICIO, te tomar un riesgo positivo. Imagina la inspiración, el amor y el
LOS DONES DEL ÚTERO QUE EMPUJA apoyo del círculo animándote a esforzarte, iniciar y moverte en tu
propio nombre mientras te empujan hacia adelante en la vida.
Imagina cada día de esta semana te sientas en un círculo con
que Recibe los dones de Lilit.
forma de útero grupo de mujeres en las que confías: figuras
con un ♦ Conecta esta semana con las mujeres de tu vida. Comparte con
míticas que te inspiran, profesoras y parientes que te amaron en tus ella tu necesidad de coraje, desafíos y apoyo. Permite que sean el
primeros años, y amigas que te apoyan actualmente. Crea un collage rostro femenino de Dios para ti.
o haz un dibujo de este poderoso círculo de mujeres. Exhíbelo como
PERDIDA Y HALLADA
Los dones del útero nutricio
Dedica tiempo cada día de esta semana a conversar con la Niña que
♦ ¿Deseas los dones del útero nutricio: sentarte y descansar un rato; Fuiste. Imagina que os sentáis en vuestro lugar de encuentro. Dibuja o es¬
que te acaricien las heridas, o se acojan tus sueños tiernamente; cribe respuestas a las siguientes preguntas con tu mano no dominante:
llorar sobre un hombro amigo; contar con la serenidad de aceptar
las cosas que no puedes cambiar? Reconoce tu necesidad. Escri¬ Día 1. Poder perdido
be, dibuja, baila o esculpe los dones de Eva que desees. ♦ Describe tupoder de Lilit. ¿Jugabas duro como los niños?
♦ Imagina que recibes la inspiración, el amor y el apoyo de tu círculo ♦ ¿Durante cuánto tiempo se te permitió conservar tu poder?
uterino. Imagina que eres acunada, apoyada y rodeada por ellas: ♦ ¿Cómo trataron los demás de aplastarte? ¿Qué insultos te decían?
acarician tus heridas, acogen tus sueños tiernamente, reciben tus Dibuja o baila a La Desvalida en la que te has convertido.
lágrimas. Recibe los dones de Eva.
♦ Conecta a lo largo de esta semana con las mujeres de tu vida. Día 2. Poder encontrado
Comporte con ellas la necesidad de una presencia tierna y nutri¬ ♦ Imagina que tu madre te hubiera dicho cuando eras niña: «Pue¬
cia. Permite que sean para ti el rostro femenino de Dios. des hacer lo que te propongas. Puedes lograr grandes cosas en el
vecindario, en tu habitación, en tu mente. El poder del universo
pulsa a través de ti. Permanece llena de ti misma.»
188 Un Dios que se parece a mí Lilit La primera mujer rebelde 189
♦ Dibuja o baila a La Poderosa que deseas reivindicar. Día 7. Imágenes curativas y movimientos
♦ ¿Cómo podría La Poderosa apoyarte en tu vida actual? Escríbele ♦ Reúne imágenes de mujeres fuertes y nutricias. Exhíbelas en tu
una carta describiendo una situación particular en la que necesi¬ hogar.
tes su poder. Pregúntale: «¿Dónde estás dentro de mí?» ♦ Reúne las imágenes que dibujaste esta semana de La Poderosa,
La Valerosa y La Independiente que estás recuperando. Encuentra
Día 3. Coraje perdido un lugar especial en el que exhibir tus obras de arte.
♦ Describe tu coraje de Lilit, la guerrera que una vez fuiste. ¿Decías ♦ Haz la coreografía de un baile empleando el vocabulario de mo¬
lo que pensabas? ¿Decías no a las cosas que no te gustaban? Di¬ vimiento que has desarrollado a lo largo de esta semana. Baila a
buja a la guerrera. La Poderosa, a La Valerosa y a La Independiente que reclamas tal
♦ ¿Durante cuánto tiempo se toleraron tus actitudes valientes? como emergen de la desvalida, la víctima y la dependiente en
♦ ¿Cómo intentaron avergonzarte los demás? ¿Qué insultos te de¬ que te has convertido.
cían? Dibuja o baila La Víctima en la que te convertiste.
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J_a ye. Vi ygen
La historia
protestantes habían destronado a María y yo tuve que ocultar mi La María protestante estaba confinada en la tierra y sólo se la va¬
amor y devoción hacia ella. loraba por el papel que había jugado en el nacimiento de Jesús. En las
El viaje de María desde el cielo, donde era una reina que recibía escrituras no se nos dan muchos detalles de
vida, sólo se relatan los
su
honores, hasta la tierra, donde se la reducía a una sirvienta obediente, hechos más directamente relacionados papel de madre de Je¬
con su
había sido orquestado por los hombres. Me preguntaba si sería posi¬ sús. Su historia gira alrededor de los hombres de su vida: José, su ma¬
ble desenredar la historia de María del gran drama de salvación orga¬ rido; Jesús, su hijo; y el señor Dios, su Maestro en el cielo. Vivió en
nizado por el Padre, que había enviado al hijo a la tierra a través de su una cultura en la que, a nivel legal, las esposas eran propiedad de sus
vientre. ¿Habría un espacio intermedio en el que el cielo y la tierra se maridos. Antes de su boda, María estaba sometida la autoridad de
a
su padre. En el momento del matrimonio se convirtió en propiedad
encontraran, un espacio donde La Reina del Cielo, virginal y perfecta,
se encontrase con la María terrenal, encarnada y humana? de José, y cuando éste murió, se designó a un discípulo de Jesús para
cuidar de ella. María fue una adolescente judía buena y fiel, que obe¬
decía los dictados de Dios y del hombre.
Visiones encontradas: La María histórica y la Los católicos pusieron a María por encima de la vida con pala¬
Segunda Eva bras elevadas sobre su virginidad (Santa Virgen de las Vírgenes) y su
inmaculada concepción (Reina concebida sin pecado). En las clases
de catecismo y en los sermones había referencias a las di¬
muy pocas
Salve María, ¡la llena de gracia! ElSeñor es contigo. Bendita
mensiones humanas de su vida de José y madre de Jesús.
como esposa
tú entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Más bien, lo que fue de gran importancia fue su participación en el
Santa María, Madre de Dios, reza por nosotros pecadores ahora y
intricado proceso de la salvación humana que se remonta hasta Eva.
en la hora de nuestra muerte. Amén.
En dicho proceso de salvación, dentro de la compleja imaginación,
Misal católico
pensamientos y escritos de los teólogos y padres de la Iglesia, las his¬
torias de María y de Eva quedaron inseparablemente vinculadas'. En
Aunque el Dios del judaismo y de la cristiandad no permite que un sentido trágico han sido rivales a lo largo de toda la historia reli¬
ninguna mujer comparta su poder y su trono, María es la santa que giosa. La imagen de cada una de ellas era presentada por los hombres
más cerca ha estado de arrebatarle los cielos. Ha mantenido su obsti¬ en reacción y respuesta a la otra:
dores, para enfado de sus detractores a lo largo de los siglos. ra. La caída de la humanidad de la gracia fue consecuencia de la
María es la figura religiosa femenina que más a menudo aparece
pérdida de su inocencia y virginidad.
en los escritos de las mujeres, siendo recordada con una mezcla de ad¬
María es la Madre de Dios, que fue obediente y virginal. La sal¬
miración, ira y confusión. Muchas mujeres se han pasado la vida tra¬
vación de la humanidad por medio de la gracia fue realizada a través
tando de emularla o rechazando la imagen que de ella se presentaba
de su cuerpo virginal.
en las iglesias de su infancia. Como dijimos en el capítulo 6, la mayo¬
de esta mujer, el pecado entró en el mundo. Desoyendo el manda¬ mente que él rezaba el rosario, puedo sentir este recuerdo en los
to de Dios, liberó la muerte cuando comió del fruto prohibido. dedos.
María obedeció. A través de la obediencia de esta mujer el salva¬ Karen H.
dor entró en el mundo. María obedeció el mandato de Dios y liberó
la vida eterna. Dijo: «Hágase en mí según tu palabra.» Para nosotros, los protestantes, María era un objeto, una vasija
vacía, sólo recipiente para el Cristo divino. Ella era insignifican¬
un
Eva exaltó la sexualidad yrealizo el acto sexual. Su cuerpo se¬ te. Recuerdo a mamá explicándome que «esos católicos» adoraban
dujo Adán, que era un hombre bueno, a acompañarla en su pe¬
a a María y lo ridículo que era. Después de todo, argumentaba, todo
cado. Quedó exilada del cielo como Prostituta y Tentadora.
el mundo sabía que los hombres tienen todo el poder y que sólo
María exaltó la virginidad, absteniéndose para siempre del acto
podíamos salvarnos a través de Jesucristo. Tuve la impresión de
sexual. Su cuerpo está eternamente cubierto y más allá del deseo. Se
que «esos católicos» eran frivolos y perdían el tiempo rezando a al¬
le permite entrar en el cielo como Señora y Virgen de las Vírgenes.
guien que «sólo» era una mujer.
Irene
Eva es la Madre Caída. Experimentó el sufrimiento al dar a
luz; parió con dolor.
María es la Madre
Sagrada. No experimentó dolor al dar a luz.
Imagínate sentada en un círculo con Colleen, Karen e Irene.
Varió a Jesús con alegría. Añade tu historia a las suyas mientras reflexionas sobre tus
primeros recuerdos de María.
Eva es la Madre Humana. Dios le dio el nacimiento.
María es la Madre Celestial. Dio a luz Dios.
a ♦ ¿Qué sentías respecto a María? ¿Qué te produce actual¬
mente admiración, enfado, confusión?
De niñas no éramos conscientes de las elaboradas discusiones ♦ ¿Querías ser como María o la rechazabas?
teológicas respecto a la medida en que se filtraban
María, excepto en
a través de canciones, oraciones y
escenas religiosas de la infancia que
se nos han quedado
grabadas. Las mujeres comparten los primeros
recuerdos de ella: Nuestras heridas
María era un no-persona, sin ira y sin espina. Era la única mu¬ Encompañía de mujeres valientes hablaremos de las experiencias
jer que se veía en la Iglesia y sólo era medio humana, porque esta¬ de nuestropasado personal y religioso que nos robó la sexualidad y
ba reducida a las buenas cualidades. Esto molestaba a mi madre nos dejó sin voluntad. A medida que contemos nuestras historias de¬
que, en parte, rechazó a la Iglesia por ello. jaremos atrás el aislamiento de toda una vida. Este es nuestro primer
colleen paso hacia la sanación.
En la parte
frontal de la iglesia había un crucifijo con Jesús en Castidad a toda costa: nuestros cuerpos retorcidos
él, la derecha, en una posición menos prominente, había una
y a
estatua de María. Aquello me resultaba confuso. ¿Era esta mujer Es evidente que el hombre ha contado con la bendición de la
ideal que yo debía imitar igual a Dios o no? Recuerdo muy clara¬ sociedad para construir su sistema de valores sexuales dentro de
196 Un Dios que se parece a mI
María: La Madre Virgen 197
xualidad inteligencia2.
en respuesta a los requerimientos sociales de mantener la
La masculinidad de Dios y la inferioridad de las mujeres estaban
fachada de «buena chica».
establecidos en la literatura, instrucción y rituales religiosos que nos
MASTERS y JOHNSON, Human Sexual rodearon infancia.
Inadequacy en nuestra Según la biología de Aristóteles, la for¬
ma masculina es la normativa y, cuando está distorsionada por la ma¬
Al principio, tal lo definen los hombres, Eva exaltó la se¬
como teria femenina produce una especie inferior, la mujer. Tomás de Aqui-
xualidad. Practicó el acto sexual. Su cuerpo el teólogo católico del siglo XIII que adoptó las teorías biológicas
sedujo a Adán a acompa¬ no,
ñarla en su pecado. Como resultado acabó siendo exiliada del de Aristóteles, considera que el sexo normativo de la especie humana
cielo
por Prostituta y Tentadora. La predecesora de Eva, Lilit, encarnaba la es el masculino. Creía que el hombre
representaba la plenitud de la
sexualidad asertiva. Se negó a someterse al hombre, a naturaleza humana, mientras que la mujer tenía defectos físicos, mo¬
yacer debajo de
él. Su sexualidad sin trabas fue su fallo fatal. rales y mentales3.
Quedó fuera de la Biblia
acusada de ser la Madre Demonio y la Torturadora de los Hombres. Cuando la salvación de la humanidad requirió que Dios «se hicie¬
Al principio de la cristiandad los hombres dieron una ra hombre
y habitara entre nosotros», fue necesario que encarnara en
forma a la
Reina de los Cielos que eliminaba su un cuerpo de hombre4. Dios no podría haber
elegido encarnarse en
cuerpo de mujer y su problemá¬
tica sexualidad. La Mujer Sagrada exalta la el cuerpo inferior y defectuoso de la mujer. Y, sin embargo, está claro
virginidad; se abstiene
para siempre del acto sexual. Su cuerpo permanece eternamente cu¬ que Jesús pasó por un cuerpo femenino de camino hacia la tierra. El
bierto y más allá del deseo. A la Virgen María se le robó su cuerpo femenino tenía valor como recipiente para la reproducción de
cuerpo y
se le retiró su sexualidad. Sólo la semilla masculina.
se le permite entrar en el cielo como
La mujer obediente: nuestras vidas retorcidas para nosotras. Nos convertimos en expertas en observar cómo viven
los demás y adaptamos nuestras vidas en consecuencia. Todo el mun¬
María era gentil y humilde, y definitivamente no era Dios. Ella do sabe más que nosotras, desde los invitados a los programas de va¬
obedecía a los hombres de su vida. riedades hasta nuestros terapeutas y formadores, pasando por los in¬
contables expertos que consultamos para diseñar nuestra experiencia.
Jane Dedicamos nuestra vida a tratar de encajar con la idea que los demás
tienen respecto a lo que es mejor para nosotras.
En el principio, según la versión de los hombres, Eva afirmó su Ensamblamos de acuerdo a la fórmula social de
nuestros cuerpos
voluntad frente a Dios. Se negó a obedecer y comió de la fruta; ésta
la mujer perfecta. Formamos nuestros pensamientos y opiniones para
fue la maldad definitiva que sumió a la humanidad en el pecado. Eva
que le encajen a nuestra audiencia, limitamos nuestros sentimientos a
fue maldecida y expulsada del Jardín de la Vida. Su predecesora, Li-
lo que es aceptable y formulamos nuestros comportamientos y accio¬
lit, encarnaba la rebelión: se negaba a someterse a Dios o a los hom¬ nes de acuerdo a las expectativas ajenas.
bres. Su indómita voluntad era tachada de mala y poco femenina. Fue
Algunas sufrimos una mutilación emocional por abandonarnos
apartada de la Biblia por ser la Primera Mujer Rebelde. habitualmente las formas que
a desean los demás. Nos convertimos
Al principio de la historia cristiana, la María terrenal fue confor¬ en un borrón sin forma mientras nuestra verdadera forma el pe¬
corre
mada y moldeada por los hombres para eliminar la capacidad feme¬
ligro de disolverse. Cada rendición se convierte en una miniabdica-
nina de elección y de acción independiente. Ella permitió que su ción de quiénes somos y ni siquiera nos planteamos ser las autoras de
cuerpo y su reputación se cuestionasen, permitió que los demás con¬ nuestra propia vida.
formaran su vida, su destino y sus elecciones. Fue el recipiente obe¬
diente capaz de contener el nacimiento de Cristo. Se rindió a la vo¬ Rendirse a los hombres
luntad de Dios.
mismo. Era bendita por haber obedecido y a nosotras nos pasaría mujeres como subordinadas a los hombres e instigadoras del mal he¬
lo mismo. mos aceptado
que nuestro destino es ser gobernadas por los hom¬
De la misma forma que María rindió el control de su vida y per¬ bres. Pasamos la vida sujetas a un hombre tras otro, empezando con
mitió a los demás conformar
su destino, nosotras también. Convenci¬ nuestros padres y hermanos y siguiendo con nuestros novios y mari¬
das de que nuestras vidas no son nuestras, nos quedamos alienadas de dos. No podemos imaginarnos la vida sin un hombre. Para algunas de
nuestro sentido interno de lo que está
bien, de lo que es apropiado nosotras la relación con un hombre es más importante que nuestros
202 Un Dios que se parece a mí María: La Madre Virgen 203
hijos, nuestros amigos e incluso más importante que nuestra salud y que no asumiría mis tareas habituales de cuidadora. Sin embargo,
cordura. poco a poco aumentó mi dependencia de la relación. Comencé a
Deformamos nuestras vidas para gustar a los hombres. Aprende¬ esforzarme por mantenerla a flote y eso significó renunciar a las
actividades que tanto apreciaba. Por fin, esta erosión constante de
mos a apreciar el fútbol, a pescar con mosca, a leer periódicos depor¬
tivos y acocinar sus comidas favoritas. Hacemos cursos, compramos quien soy acabó en un tremendo resentimiento hacia el hombre, al
ropa y coches, y reconstruimos nuestros cuerpos y rostros a partir de tiempo que sentía terror a perderlo. Para entonces quedaba tan
lo que pensamos que desean los hombres de nuestra vida. La visión poco de mí que verdaderamente sentí que mi supervivencia pen¬
masculina del mundo es fundamental para nosotras: el hombre actúa día de un hilo.
Benditos son los frutos creativos de tu útero, que surgen en nuevas Sentada en el círculo, cada mujer celebra su yo más verdadero y
imágenes vida. Honra todo lo que ha sido menospre¬
y nueva su voz más sabia. Gracias al apoyo mutuo,
las mujeres han salido de la
ciado. Recibe todo lo que ha sido desechado. El útero es bue¬ conformidad de toda una vida:
no. Es
muy bueno.
Oh útero de mis madres, fortaléceme
para que pueda rendir¬
Reivindicamos una vida original me a lo más profundo de mí misma. Abre mi corazón
para que mi
canción esté en armonía tu canción,
con
para que mi voluntad esté
Inspiradas por La Que Es Completa Sí Misma, hemos llega¬
en en armonía con tu voluntad. Devuélveme a mí misma para que
do a creer en una sabiduría interna alineada con la peculiaridad, los pueda experimentar mi mayor alegría y mi bien más elevado. Soy
intereses, los talentos y el propósito de vida de nuestro yo más ver¬ una con la sabiduría de la Madre Dios. Bendita sea.
dadero. Remontándonos a la infancia, vemos que esta sabiduría or¬
Ferrel
questaba y coordinaba fielmente nuestros movimientos desde que
reptábamos hasta que podíamos caminar o correr, nuestro discurso
desde que emitíamos sonidos hasta que podíamos pronunciar pala¬
Estoy en el proceso sutil de discernir cuál es mi propia forma.
Estoy liberando todos los pensamientos, sentimientos e imágenes
bras y frases, y nuestro conocimiento del mundo a través de nues¬
artísticas que han estado cautivos en mí.
tros maravillosos sentidos. El flujo de la sabiduría nos ha sido fiel, Tengo sed de la experien¬
cia de mí misma. Estoy en el
llamándonos a volver al hogar de nuestro verdadero yo incluso en proceso de renacer. Me estoy familia¬
rizando conmigo misma a través de mil y un
los momentos en que nos desviábamos de lo que era sano y bueno pequeños reconoci¬
mientos. ¡Sí!
para nosotras.
Me niego a ceder mi autonomía. Me
estoy haciendo responsa¬
En laespiritualidad que afirma a la mujer redefinimos el conteni¬
ble, capaz de hacer mis propias elecciones y de actuar en nombre
do y significado de la voluntad de Dios. La Que Es Completa en Sí propio. Rindo mi sentido de la separación, exagerado y cargado, y
Misma valora la voluntad. Nos anima a conocer nuestra propia volun¬
basado en los demonios del pasado. Comienzo a confiar
tad y a creer que es válida y operativa en el mundo. En lugar de ren¬ y a amar,
Reclamamos nuestra espiritualidad original Otras comienzan imágenes de la Madre. El primer rostro de
con
Dios con el
que nos encontramos es el rostro de nuestra propia ma¬
Inspiradas por La Que Es Completa en Sí Misma, peleamos por dre. Por eso es muy apropiado que reconozcamos a la Fuente de Vida
nuestra espiritualidad, sacándola de las manos de los hombres. Valo¬ —la fuente de nuestra vida— cuando diseñamos nuestra propia espi¬
ramos nuestra voluntad, estamos determinadas. No permitiremos que ritualidad. Para algunas mujeres, las plegarias a Dios Madre son un
los que se pretenden expertos en espiritualidad dicten los términos de primer intento de ir más allá del Dios de su comprensión infantil, su
nuestras creencias. Diseñaremos nuestra propia espiritualidad origi¬ primer encuentro con el rostro femenino de Dios. Escucha las agudas
nal, daremos nombre a nuestros propios dioses. palabras de Ferrel: «Rezo cada mañana a la Madre Dios. Es muy her¬
A medida que las mujeres reclamamos el derecho a nombrar e mosa y fuerte, está transformando mi idea de lo que es ser una
mujer.
imaginar al Dios de nuestra propia comprensión, una gran variedad Le he agradecido muchas veces espontáneamente que me haya hecho
de imágenes aflora de la experiencia, fuerza y esperanza de sus vidas. mujer.»
Hallie describe su libertad recién estrenada con una imagen: «Me Pero hay otras mujeres para las que la imagen de Dios Madre no
imagino una mesa vacía sobre la cual puedo ir probando distintas imᬠes
ninguna ayuda. Aunque desean orientar su espiritualidad hacia un
rostro femenino, las experiencias infantiles dolorosas con sus propias
genes y conceptos del dios de mi comprensión. Descarto todos los
que no me producen una sensación absolutamente justa y sólo con¬
madres hacen que les resulte imposible visualizar a lo divino como
servo las imágenes que son verdad en mi profundidad interna. Me una madre amorosa. Invito a estas mujeres a
experimentar con la ima¬
anima el hecho de que esta mesa es infinitamente grande y tiene mu¬ gen de la «sabiduría profunda». La sabiduría, o Sofía, es un rostro fe¬
cho espacio para poder llevar a cabo mis propias exploraciones espi¬ menino de Dios presente en las Escrituras hebreas que, aunque ha
rituales.» quedado oscurecido con el tiempo, no fue erradicado totalmente.
Algunas mujeres empiezan con imágenes del mundo natural. Re¬ El uso de la palabra profunda reconoce que el viaje de la mujer es
cuerdan sus experiencias infantiles en la naturaleza. A menudo la co¬ de descenso. Los hombres han tomado el camino ascendente: erigen
nexión intuitiva de una mujer con sus ritmos y ciclos es la comadro¬ escaleras y monumentos tratando de alcanzar el cielo. Nombran a sus
na que le permite avanzar hacia el rostro femenino de Dios. Mientras dioses Poder Superior y Dios de los Elevados Lugares. Sus pecados
lees sobre los escritos de Emily reflexiona sobre tus experiencias in¬ han sido el orgullo y la grandiosidad mientras que el nuestro ha sido
fantiles en la naturaleza; las lecciones que aprendiste de su misterio, el odio hacia nosotras mismas. Como nuestro yo femenino no tenía
su belleza y cabida en el cielo, su hogar está dentro de nosotras. En lugar de bus¬
su fuerza; y tu permanente conexión con sus ritmos y
car un Dios o Poder
ciclos: Superior fuera de nuestras vidas, miramos pro¬
fundamente dentro para reclamar los aspectos perdidos y olvidados
Para mí, en el mundo natural hay muchísima energía dispo¬ de nosotras mismas.
nible. Invoco a sus aguas rugientes cuando necesito fuerza; al El uso de la palabra Sabiduría reconoce que en nuestro descenso
fuerte brillo del sol cuando tengo miedo y a la suave brisa cuan¬ redescubrimos la Sabiduría original que orquestó nuestros días y
do necesito calmarme. Siendo una con la naturaleza, abrazo mi do¬ nuestro desarrollo al principio mismo de la vida. Hemos llegado a re¬
lor y lo siento como parte del dolor del mundo. Abrazo mi poder conocer sabiduría aún más profunda
que esta es que nuestras prime¬
y lo siento como la fuerza de vida que fluye a través de mí. Me ras heridas. Nos devolverá la totalidad y a una relación amorosa con
a
acepto tal como soy, una parte de todo ello: los ciclos, la armonía nosotras mismas. En la meditación reflexionamos sobre la presencia
mente, la niña se verá obligada a aceptar una forma de sexualidad que bios,entra en sus aperturas, saborea sus jugos. Deléitate en sus
no está al servicio de sus intereses. El sexo como cópula,
será definido fragancias naturales, no permitas que ninguna fantasía te acompa¬
ñe. En posesión de ti, date placer. Aduéñate de ti misma comple¬
con lo que su potencial erótico quedará confinado a una actividad
que requiere compañero, una actividad que garantiza la satisfac¬
un
tamente. Explora los límites de tu sensualidad. Aventúrate hasta
ción física del hombre y que, en sí misma, puede resultar ineficaz para los extremos remotos de su vibración y color.
satisfacerle a ella. Adiestrada para servir sexualmente a los hombres Siente el fuego elevarse dentro de ti. Aprende sus caminos, su
olvidará las maravillas de su propio cuerpo, su rico potencial erótico y despertar, su sendero hacia la unión. Celebra las sensaciones de
tus genitales. Te llaman a dirigirte
su capacidad para el deleite sensual y la satisfacción. hacia tus límites. Imagínate un
La Que Está Completa en Sí Misma nos recuerda lo que una vez matrimonio dentro de ti: un amante desenroscándose para encon¬
La altura llamando la profundidad, la tierra ele¬
supimos al principio de nuestra vida. Te llama para que vuelvas a trarse con otro. a
Un encuentro con la Diosa Virgen: ¿Qué aprenderás de este viaje a lo profundo de ti? ¿Ya no ne¬
reclama tu sexualidad original cesitarás un amante? Las Diosas se amaban a sí mismas hasta el lí¬
mite. Caminaban sobre la tierra en
posesión de sí mismas. Esta es
Soy María, la Virgen Diosa. mi oración para ti, mujer bendita:
Camino desnuda por la tierra.
Ninguna ropa oculta la belleza de mi fértil vulva, la redondez de Elévate, fuego, elévate. Despliégate dentro de ella.
mi vientre,
Elévate desde las profundidades. Despierta cada centro.
o plenitud de mis pechos.
la Unela con el espíritu. Que la alegría sea el fruto de su unión.
Soy La Que Es Completa en Sí Misma. Soy de naturaleza sexual,
vivo en mi cuerpo, asumo sus deseos como míos.
Honra todo lo que ha sido despreciado.
Permite que el contacto conmigo transforme tu relación con tu
Recibe todo lo que ha sido desechado.
cuerpo. Tu sexualidad es buena. Es muy buena.
12
Audre Lorde, Sister Outsider (Nueva York: The
Crossing Press, 1984).
218 Un Dios que se parece a mi María: La Madre Virgen 219
cuentro. Dibuja o escribe tus respuestas a las siguientes preguntas ♦ Escribe historias o haz dibujos de cada de las siguientes fra¬
una
con tu mano no dominante: ses: quiero quiero
ser como... parecerme a... quiero hablar
como...
Día 3. nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios tal como noso¬
Describe tu sexualidad a través de una serie de dibujos. ¿Qué as¬ tros lo entendemos.»
pecto tiene? ¿De qué color es?
♦ ¿Cómo has entendido la rendición que recomiendan los Doce
Día 4. Pasos?
Describe tu sexualidad a través de una serie de movimientos. ¿Cambia tu rendición
♦ en algún sentido según consideres que el
¿Cómo se expresa a través del movimiento? Dios de tu comprensión es un poder externo a ti o una sabiduría
que reside en tu interior? ¿Cómo es este cambio?
Día 5.
Describe tu sexualidad a través de una serie de esculturas. ¿Qué Día 2. Alienación de los recursos internos
forma tiene? ¿Qué sensación produce? La hace el Tercer Paso de poner nuestra voluntad y
petición que
nuestras vidas de un Poder Superior es una continuación
en manos
Día 6. del proceso debilitante que nos aliena de nuestros
propios recursos,
Describe tu sexualidad a través de la música y el sonido. ¿A qué de nuestros propio poder de afirmación y autodeterminación.
suena?
basa en la vergüenza es
la obediencia a un poder mayor que noso¬ ♦
Incluye la siguiente afirmación en tu oración y en tu meditación
tros mismos. Traspasársela es el término resumen de
que se suele em¬ hoy: «Valoro mi voluntad. Me determino a mí misma. No per¬
plear en las reuniones de los Doce Pasos para indicar la rendición mitiré que otros fijen los términos de mi camino de recuperación
que prescribe el Tercer Paso: «Tomamos la decisión de traspasar y diseñaré mi propia recuperación. No buscaré la salvación fuera
222 Un Dios que se parece a mi María: La Madre Virgen 223
tuación del pasado o en un asunto actual. Emplea la siguiente fórmu¬ que la intuición puede ser la luz que guíe tu vida, fomentarás su es¬
la: «No puedo cambiar el hecho: (Describe la situación, la herida o la cucha y actuarás según su guía.
persona). Mi vida está fuera de control: (Describe el hecho de que Personaliza el Paso 3 en base a lo que hayas llegado a creer y re-
está fuera de control).» También puedes trabajar creativamente el define el concepto de traspasársela para que se conforme a tus creen¬
Paso 1 inspirándote en ios ejemplos siguientes: cias y experiencia.
224 Un Dios que se parece a m!
La historia
las cosas. A medida que comencé a prestar oídos a mis recuerdos in¬
fantiles me entró curiosidad por cómo eran las niñas de mi pasado re¬
ligioso. Hasta ese momento ni siquiera había notado su ausencia.
por nombre Jesús. El será grande y será llamado hijo del Altísimo.
Lucas 1:31-32
nacimientos de Juan el Bautista, de Moisés, de Caín y Abel, y de Je¬ tarcuidadosamente todos los listados, éste fue el inquietante fruto de
sús. Muchas tradiciones religiosas celebran los nacimientos y las in¬ mi trabajo: hija aparece 560 veces en la Biblia mientras que hijo apa¬
fancias de sus dioses salvadores. Krishna es el Niño Divino de los hin¬ 3.420 veces;
rece madre aparece 345 veces, mientras que padre apare¬
dúes; Jesús, el Niño Divino de la cristiandad. Desgraciadamente, no ce 1.685 ella aparece 760 veces y él 7.500 veces; suyo (de ella)
veces;
había ninguna niña cuyo nacimiento fuera anunciado y celebrado por
aparece 1.200 veces mientras que suyo (de él), 9.900 veces1.
ángeles, cuya venida mereciese visitantes reales y regalos preciosos, y Estaba muy claro que padres, hijos, ellos y suyo (de él) aparecían
en cuyo
honor la gente del mundo se reuniera para intercambiar anual¬ con mucha más frecuencia madres, hijas, ellas y suyo (de ella) en
que
mente su
generosidad. Por el contrario, a las hijas apenas se las men¬ las páginas de la Biblia que leí en mi adolescencia y juventud. Y las
cionaba: en las interminables historias familiares registradas en las Es¬ elecciones de palabras efectuadas por los traductores de la Biblia apo¬
crituras no hay sitio para las hijas ni para las madres. Los padres
yaban la exclusión de la niña de entre sus páginas. En pasajes tales
«engendraron» a sus hijos. como Juan 16:21, la palabra griega traducida como hombre en reali¬
En la Iglesia fundamentalista de mi adolescencia se me animaba a dad significa «ser humano» y hubiera sido traducida con más preci¬
leer la Biblia entera cada año. Cuando llegaba al Levítico, el libro que sión como niño1*.
delinea los deberes de los sacerdotes hebreos y los códigos de santi¬ En las versiones de la
nuevas Biblia, la elección de las palabras es
dad de la nación hebrea, me sobrecogía. En aquel libro había muchas más precisa: «Cuando una mujer está de parto siente dolor porque ha
cosas que no entendía y, lo que entendía, me atemorizaba. Escucha lo
llegado su hora; pero cuando da a luz a su niño, ya no se acuerda de la
que dice el Levítico 12:2-5 (la cursiva es mía):
angustia, por la alegría de que un niño ha nacido en el mundo.» Pero
en otras versiones la palabra está traducida incorrectamente: «La mu¬
Habla a los hijos de Israel
y diles: Cuando dé a luz una mujer y jer que está de parto sufre porque ha llegado su hora; pero cuando el
tenga un hijo será impura durante siete días; será impura como en el niño ha nacido, se olvida de la angustia en su alegría de que un hom¬
tiempo de su menstruaáón. El octavo día será circuncidado el hijo, bre ha nacido al mundo.»
pero ella quedará todavía en casa treinta y tres días en la sangre de Las palabras e imágenes de nuestra infancia quedan enterradas en
su purificación... Si da a luz a una hija, será
impura durante dos se¬ nuestros corazones. Convencen a la niña de su inferioridad, limitan
manas, como en el tiempo de su menstruación, y se quedará en casa sus sueños y la expresión de sus dones en el mundo.
durante sesenta y seis días en la sangre de su purificación.
La vergüenza de dar a luz a una niña requería una purificación el Nuestras heridas
doble de larga. Y la circuncisión, la señal del convenio de Dios con
el pueblo hebreo, excluía a las niñas enfatizando su diferencia e infe¬ Retenemos dentro de todos los
nosotras recuerdos, imágenes, pa¬
rioridad. Sin prepucio no podían participar en la ceremonia que daba
labras, sucesos y creencias formativas de la infancia. Nada se ha per¬
la entrada a la comunidad judía. Hasta mi joven mentalidad podía en¬ dido olvidado. Para
u
poder curarnos en el presente debemos recupe¬
tender que los hijos eran muy valiosos y que, cuando tuvo ocasión, historias de
rar nuestras sus escondrijos en el pasado personal y
¡Dios decidió tener un hijo y no una hija! religioso. En estas páginas, mujeres valientes dan voz a las experien-
Mientras estaba en el instituto compré un glosario que me per¬
mitía consultar cualquier palabra de la Biblia, encontrar un listado
1
de los versos bíblicos que la contenían, así como el número de veces James Strong, Strong's Exhaustive Concordance (Nashville, Tenn.: Abingdon,
1890).
que se empleaba. Años más tarde miré las palabras hija e hijo, madre 2
United Methodist Church, Words That Hurt, Words That Heal, pp. 9-10.
y padre, y los pronombres masculinos y femeninos. Después de con¬ *
De género neutro en el original inglés. (N. del T.)
228 Un Dios que se parece a mí La Niña Divina 229
cias infantiles que grabaron en ellas la impresión de ser inferiores por tulado «Cómo estafa las niñas la escuela». Contiene
se a en pruebas
ser niñas.
inquietantes de que «las niñas
están recibiendo la misma calidad,
no
ni incluso la misma cantidad, de educación que sus hermanos». Los
dos hallazgos principales del informe destacan el hecho de que las ni¬
Un mundo que los hombres ñas tienen oportunidades y reciben significativamente menos
prefiere a menos
5
American Association of University Women, «How Schools Shortchange
3
Elizabeth Brumiller, May You Be the Mother of a Hundred Sons (Nueva York: Girls» (AAUW Educational Foundation and National Education Association,
Random House, 1990). 1992).
4
United Nations, The World's Women 1970-1990: Trends and Statistics (Nueva 6
American Psychological Association Task Forcé, Women and Depression
York: The United Nations, 1991), p. 11.
(Washington DC: American Psychological Association, 1989).
230 Un Dios que se parece a mí La Niña Divina 231
Una de cada cuatro de nosotras sufrirá abuso sexual a manos de su todo el día porque me estaba muriendo. Para desazón de mis pa¬
padre, sacerdote u otro adulto en quien confía antes de cumplir los dres, mehice más fuerte. Mi voz se volvió fuerte y sana. No morí.
dieciocho años. Tendremos el doble de posibilidades que nuestros Crecí sin haber sido deseada. Oí que mi madre hubiera deseado
hermanos de sufrir crisis depresivas y de que nuestra emergente autoes¬ que fuera chico y traté de agradarla actuando como un muchacho
tima seapisoteada antes de cumplir los doce años. Y, a nivel económi¬ y detestando todo lo que tenía que ver con ser chica. Mi entorno
co, no estaremos preparadas para llevar una vida independiente. Mien¬ familiar era amenazante y crecí despreciándome a mí misma.
tras la imagen del Dios que se parece a nosotras siga estando oscurecida Actualmente, y gracias a la tecnología, los padres coreanos sa¬
por la idolatría de Dios padre, éstas seguirán siendo las realidades de la ben el sexo del niño antes del nacimiento. Si el feto es niña se
vida de la niña. practica un aborto. El resultado es que acaba habiendo menos ni¬
ñas que niños en las escuelas elementales de Seúl, Corea. La prefe¬
Sentadas rencia social por los niños ha llevado a cometer delitos serios con¬
en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
das. Una tra las niñas. No se les acoge y tienen que enfrentar peligros
a una se van expresando desde el silencio de toda una vida:
mortales desde su concepción. Muchas se hacen prostitutas de
De niña entendí que mayores. A otras se les pide trabajar en las fábricas para sustentar
nunca tuviera que pensar en «lo que que¬
a sus familias y pagar las tasas universitarias de sus hermanos. Mu¬
ría ser de mayor».
Recuerdo unos deberes que tuvimos que hacer
chas recurren al servicio doméstico para mantener a un marido
en octavo describiendo el trabajo o profesión al que nos quería¬
mos dedicar.
Entregué los deberes, pero recuerdo que pensaba
borracho que las golpea y que golpea a sus hijos. A lo largo de sus
que aquello era irreal. Ser alguien en el mundo nunca fue una op¬
vidas, estas mujeres son traicionadas, violadas y acosadas por sus
hermanos y maridos.
ción. Hasta el día de hoy lucho con el dolor de no poder res¬
dres no registraron mi nacimiento hasta el 30 de junio. Me pusie¬ te. ¿Cuál es la historia de tu nombre?
ron sobre el estómago y
me abandonaron a mi suerte. Lloraba v y
232 Un Dios que se parece a mi La Niña Divina 233
tiempo, en fin, en el que las madres no tenían que pedir perdón por
Reflexiona: en una sociedad que prefiere a los hombres y tener hijas7.
adora a un Dios masculino se fomenta la educación de
Inspiradas por aquellos tiempos remotos, reivindicamos las gestas
los hijos mientras que en la de las hijas hay un gran vacío de nuestra historia personal. No hemos olvidado el pasado porque
hasta que se casan. Pregúntate: ¿Se te animó a desarrollar está en nosotras. Podemos pasear por él y curarnos en el presente.
tu capacidad intelectual? ¿Estuvo detenida tu educación Esta es la promesa de nuestra niña interna: curar nuestro presente. A
hasta el matrimonio? medida que el rostro de Dios va cambiando en nuestra experiencia,
De adulta, ¿delegas en los hombres? ¿Tienes un sentimiento ella se convierte en nuestra profesora y sanadora. Escuchamos sus re¬
de inferioridad permanente sean cuales sean tus logros? latos y aprendemos ternura y compasión. Descendemos a nuestras he¬
ridas y reconectamos con las raíces de nuestras peculiaridades y de
nuestra capacidad creativa. Honramos sus sentimientos y asumimos
nuestra propia humanidad. A medida que va emergiendo en el espa¬
Nuestra curación cio de seguridad que hemos diseñado para ella, su espontaneidad y
alegría potencian nuestra vocación. Al convertimos en su madre, pa¬
samos de odiarnos a amarnos y
Hemos reunido los fragmentos de nuestras historias personales a celebrar nuestra propia existencia.
que nos convencieron de que éramos inferiores por ser niñas. Ahora
recuperaremos algo más de la historia colectiva de las mujeres de los Recursos para la curación: una inmersión en las imágenes
márgenes de la religión y de la historia. Incorporando las imágenes que afirman a la mujer
curativas de un Dios que se parece a nosotras volveremos a narrar el
relato de la niña. Ella se convierte en una imagen curativa de lo divino A medida que iba reuniendo los fragmentos de la historia de la
en nosotras.
Inspirados por ella, integramos nuestra divinidad ori¬ niña de los lugares más remotos de mi pasado ignorado y de los már¬
ginal. genes de la historia religiosa busqué los relatos, canciones y afirmacio¬
nes que celebraban su existencia. A medida
que encontraba recursos
que me afirmaban como mujer, los fui empleando para ser la madre
Un tiempo que fue de mi niña interna y crear experiencias curativas que ofrecer en reti¬
ros, talleres y servicios religiosos.
Porque Dios Madre amó tanto al mundo que nos envió a la Cada experiencia curativa da una voz con la que expresarse a los
Niña Divina. Quienquiera que crea en Su bondad, escuche Su sa¬ fragmentos de nuestras historias: la oración se la da a nuestro espíritu,
biduría y celebre Su poder, será despertado a sus abundantes do¬ las imágenes y símbolos a nuestra imaginación, el movimiento a nues¬
nes
por ser un Niño de la Vida. tros cuerpos, el silencio
y la meditación a nuestra respiración, y el to¬
que curativo y la respuesta creativa a nuestras comunidades. Cada ex¬
Adaptado de Juan 3:16
periencia grita a través de los siglos: «Niña, te recordamos.» Cada
Se nos recuerdatiempo en el que Dios se parecía a nosotras.
un experiencia susurra en la profundidad de nuestra herida: «Niña, eres
Aprendemos de un tiempo en el que a la madre se le honraba por ser buena, eres fuerte, eres sagrada, eres sabia, eres total.»
la que da la vida, un tiempo en que la línea generacional se seguía a He incluido en este capítulo un ritual llamado «Celebración de la
través de la madre, un tiempo en el que los niños nacidos de la madre
eran legítimos
y respetables y recibía su nombre y estatus social. Un
'
Stone, When God Was a Woman, p. 60.
234 Un Dios que se parece a mí La Niña Divina 235
Niña Divina». Antes de presentar la totalidad del ritual tal como se con nosotras mismas. Nos rodeamos de música, imágenes, palabras y
celebra en los retiros o servicios sabáticos, paso a describir las herra¬ desafíos de mujeres. Buscamos comunidades espirituales que afirman
a la mujer en las que a la niña se le acoge con tanta pompa y ceremo¬
mientas empleadas:
nia como a su hermano; comunidades en las que su cuerpo y sus pro¬
♦ Un nuevo nacimiento: celebración cesos nole excluirán de participar en ceremonias religiosas, comuni¬
dades en las que estará rodeada por imágenes de un Dios que se
Mientras buscaba recursos curativos para la niña descubrí un parece a ella, en presencia de clérigas y sacerdotisas. En esta parte del
cuento celebraba el nacimiento de Cristo8. Lo reelabo-
medieval que ritual las mujeres comparten sus esperanzas para sus hijas y para sí
mismas.
ré para poder incluirlo en un ritual de renacimiento en el que el naci¬
miento de la niña es anunciado y celebrado por los ángeles. Nos reu¬
nimos en su honor para afirmar nuestra creencia en su bondad, para ♦ Las madres hablan
escuchar su sabiduría y celebrar su poder. Este relato puede emplear¬
se de diversas formas: los padres pueden usarlo como ritual para cele¬ Las palabras tienen un tremendo poder para herir y para sanar.
brar el nacimiento de sus hijas; las mujeres como ritual para asumir la La punzada de las palabras e imágenes de nuestra infancia contribu¬
maternidad de su niña interna; y también puede usarse como ritual yen a formar patrones limitantes y los comportamientos ineficaces
para celebrar comunitariamente a todas las niñas que en el mundo que nos llevan a la terapia, a la comunidad de recuperación o al círcu¬
han sido. lo de mujeres. A lo largo del libro hemos ido extrayendo estas pala¬
bras hirientes de nuestras historias, las hemos examinado y las hemos
♦ Una nueva canción: bienvenida dicho en voz alta en compañía de testigos amorosos. En este ritual
Eva, Lilit y María dicen palabras curativas a la niña. Sus afirmaciones
Micreatividad, largo tiempo olvidada, volvió a renacer cuando le dan la bienvenida, sus palabras amplían su visión, sus desafíos reco¬
nocen su verdad, sus presencias le devuelven la salud.
escuché las historias de la Niña Que Fui. La mirada amorosa de mi
atención penetró en el silencio de los años y devolvió la vida a los do¬
nes de la canción, la danza y la imagen. Inspirada por el nacimiento
♦ En alabanza de la niña
de mis ahijadas, Melanie Jane y Dylan, escribí mi primera canción,
En nuestro ritual incluimos collage de gratitud a la Niña Divi¬
Coge a la niña en brazos, que afirma mi amor y mi compromiso con un
ellas. Desde entonces ha sido empleada por los padres como canción na, que se ha convertido en la imagen curativa de lo divino en no¬
de bienvenida en las ceremonias de bautizo de sus hijas; también es sotras.
«El nacimiento»
mujer ministro: Porque Dios Madre amó
al mundo que
tanto
nos envió a la Niña Divina. Quienquiera que crea en su bon¬
En esta hora todo está
tranquilo, el silencio y el recogimiento
dad, escuche su sabiduría y celebre su poder, será despertado
a sus abundantes dones por ser un Niño de la Vida. (Juan
son totales. Nos sobrecogidas por una gran maravilla y nos
vemos
mujer rabino: Venid y creamos. Venid y escuchemos. Venid y ce¬ gocijan con una sola voz: Ella ha llegado, la Niña Divina está entre
lebremos. La Niña Divina está dentro de nosotras. La Niña nosotros. (Córrase la voz entre la congregación: Ella ha llegado, la
Niña Divina está entre nosotros.)
Divina está en nosotras.
Atrévete. Inclínate y
mírala. Toca su rostro. Levántala en bra¬
zos con gran respeto. Mírala más de cerca. No hay mácula en ella.
Un nuevo nacimiento Tiene un aspecto espléndido (pausa para mirarla). Baila con ella
(pausa para bailar con ella).
las Ahora llega a un punto de quietud con ella. Se está riendo con
lectora 1: Honramos hijas de la historia cuyos nacimientos
a
una risa
muy alegre. Abre los ojos y te mira intencionadamente.
y logros no han sido reconocidos hasta ésta nuestra era. Hon¬
ramos a las hermanas anónimas de hermanos famosos, nacidas
(Pausa para mirarle a los ojos.) De repente, una gran luz sale de
sus ojos, como un relámpago. La luz entra en ti. Ella entra en ti.
en una sociedad que no reconocía su nacimiento. Llamad sus
nombres en voz alta. (Pausa mientras se dicen los nombres: Comienzas a vivir.
ha nacido.
¡La Niña Divina está entre noso¬
por ejemplo, «las hijas de María», «Malvena Reynolds», «Vir¬
tros! Nos ofrece dones de luz y curación. (Pausa para que se lea el
ginia Woolf», «Harriet Tubman»...)
nombre de cada mujer en la línea anterior; después de ello suena
un fuerte grito de ánimo para
lectora 2: Honramos a la Niña Que Fuimos, nacida en una so¬ celebrar su nacimiento.)
ciedad que prefiere a los hombres, una sociedad que a nivel
sacerdotisa (Adaptado de Canción de introducción de la Niña al
profundo y fundamental no honró su venida. Ella está en no¬
sotras. Pronunciad en alto vuestros nombres infantiles. (Pausa Cosmos, de los indios de las praderas): Sol, Luna, Estrellas, to¬
leen los nombres.) dos los que os movéis en el cielo, os pido que me escuchéis.
mientras se
Una nueva canción (Verso 5:) Atesora a la niña que vive entre nosotras.
Cuida de ella con la mejor voluntad, cada día de su vida.
MUJER MINISTRO: Y de repente apareció una multitud de seres ce¬
lestiales cantando Gloria a la Madre de Todos los Seres y a su (Verso 6:) Celebra a la niña nacida en todas las edades.
Hija. Ella traerá la paz e inspirará la buena voluntad entre la Ha venido a traernos la salvación y la gracia.
gente (Juan 2:13-14, adaptado).
Nuevas dotes maternales
LECTORA 1: Cantamos una canción de bienvenida
hijas de laa las
historia y a
las hermanas anónimas de hermanos famosos. Pro¬ Nuestras esperanzas y sueños para la niña que fuimos
nunciamos las palabras tiernas que no escucharon.
LECTORA 1: A medida que vislumbramos la cara femenina de
LECTORA 2: Cantamos una canción de bienvenida a la Niña Que Dios, aprendemos formas de ser nuestra propia madre.
nuevas
Fuimos. Pronunciamos las tiernas palabras que ella no es¬ Mientras lees las esperanzas y sueños compartidos por esta
cuchó. mujer, imagínate a la Niña Que Fuiste como una hija a la que
has elegido cuidar. Reflexiona sobre el tipo de tutela maternal
LECTORA 3: Cantamos una dar la bienvenida entre
canción para que le ofrecerías.
nosotras a las niñas, hijas, nietas y sobrinas. ¡Que
a nuestras
puedan oír palabras tiernas cada día! Si tuviera una niña pequeña...
Iríamos de aventura cada día, a la biblioteca y al museo, a las
Coro de voces: montañas y al mar. Fuéramos donde fuéramos, ella dispondría de
tres comidas diarias. Antes de cada comida reflexionaríamos sobre el
Coge a la niña, dile que ella es importante para ti. que a todos nos sustenta de igualforma la gracia de la vida.
Nunca se quedaría con una niñera o niñero a menos que fuera
(Verso 1:) Dale la bienvenida alegría y grita: «Tu sitio está
con amiga nuestra y que en su compañía se sintiera cuidada y atendi¬
aquí, entre nosotras. ¡Estamos contentas de que estés viva!» da. Su habitación tendría muchas ventanas, siempre podría ver el
mundo exterior y toda la gente tendría que llamar antes de entrar.
(Verso 2:) Mírale. Bendice cada uno de sus movimientos. La rodearía de imágenes de mujeres para que estuviera orgulloso
Ella merece amor y bondad cada día de su vida. de su cuerpo. La rodearía de arte, música, poesía y libros sobre muje¬
res. En el mundo oiría hablar de los logros, las palabras, la música y
(Verso 3:) Rodéala de bondad, seguridad y risas. la historia de los hombres. Nuestro hogar sería un lugar en el que
Ella es la Niña Divina, llegada día entre nosotros.
este también se oirían y respetarían las voces de las mujeres. Le leería le¬
0
yendas de mujeres de todo el mundo, mujeres poderosas y compasi¬
(Verso 4:) Mírala de cerca, es inmaculada. vas
que no fueran víctimas.
Es un delicia que alivia al mundo con su paz.
240 Un Dios que se parece a mi La Niña Divina 241
Nuestras esperanzas y sueños para nuestras hijas Tus pensamientos son buenos. Piénsalos con orgullo.
Tus sentimientos son buenos. Siéntelos con orgullo.
lectora 2: A medida que vislumbramos el rostro femenino de Tu vida buena. Vívela
es con orgullo.
Dios aprendemos otro modo de ser madres de nuestras hijas. Permanece llena de ti misma. Jáctate de tu bondad.
Las rodeamos de música, imágenes, palabras y desafíos que Celebra los abundantes dones que posees por ser una Hija de la
afirman a la mujer. Buscamos comunidades religiosas que les Vida.
dan la bienvenida al nacer, comunidades que favorecen su
participación en rituales religiosos y rinden culto a las imáge¬ Lectora 2: Oye las palabras de Lilit, la Señora Divina. Díselas a
nes de un Dios que se parece a ellas. Mientras esta amiga y diario tu niña interna y díselas también a diario a tus
a
hijas,
compañera comparte sus esperanzas y los sueños que tiene nietas y sobrinas:
para su hija Carson reflexiona sobre la maternidad consciente
que deseas incorporar a tu vida familiar: Lilit (mujer rabino):
Tu cuerpo es fuerte. Muévelo con coraje.
Espero que le guste su nombre. Tus pensamientos son fuertes y crean un
impacto en los demás.
Espero que tenga amigas maravillosas. Exprésalos con coraje.
Espero que ame su cuerpo, que se deleite en su sexualidad y que cree Tus sentimientos son fuertes. Deben ser
compartidos.
su propia espiritualidad.
Exprésalos con coraje.
Espero que sienta su poder e integre su ira y creatividad. Tu vida es fuerte. No se caerá a trozos. Vívela coraje.
con
Espero que se adueñe de su inteligencia y acepte su belleza. Muévete, toma la iniciativa y actúa en tu propio nombre sin culpa
Espero que sienta el apoyo incondicional de sus padres. ni vergüenza.
Espero que se ría mucho, que no pare de bailar y que cante en voz Aférrate a tu poder, no permitas que otros lo aplasten.
alta. Aférrate a tu coraje, no dejes que otros te lo arrebaten con sus ser¬
Espero que se ponga a sí misma en primer lugar y que se quiera a sí mones.
misma tanto como yo la quiero, ¡porque eso sería una fuerza in¬ Aférrate a tu independencia, no dejes que otros te la quiten al pro¬
nombrable! vocar tu miedo.
Espero que el mundo cambie lo suficiente como para poder darle Niégate a las relaciones abusivas.
apoyo de todas estas maneras. Niégate al dolor y al sufrimiento.
Niégate a ser sometida y subordinada.
Hablan las Madres
lectora 3: Oye las palabras de María, la Madre Virgen. Díselas a
lectora 1: Escucha las palabras de Eva, la Madre de Todo Lo diario a tu niña interna y díselas también a diario a tus
hijas,
Vivo. Díselas a diario a tu niña interna. Díselas a diario a tus nietas y sobrinas:
hijas, nietas y sobrinas:
María (la sacerdotisa):
Eva (mujer ministro): Tu cuerpo es tuyo. No permitas que la sociedad lo deforme. No
Niégate a cargar en tu cuerpo con la vergüenza del hombre. permitas que nadie acceda a él sin tu permiso.
Niégate a cargar en tu vida con la impotencia de la mujer. Tus pensamientos son tuyos, no permitas
que los demás los mol¬
Tu cuerpo es bueno. Vívelo con orgullo. deen.
242 Un Dios que se parece a mí La Niña Divina 243
mos
antiguas imágenes, permitiéndoles caer al sue¬
soltado las Celebro la Niña Divina que estoy redescubriendo dentro
lo y morir. Han nutrido el terreno y en él ha florecido un Dios de mí. Sus maravillosos rasgos no fueron apreciados cuando
nacido de nuestras experiencias de mujer. La Niña Divina se yo era niña, sino fueron ridiculizados y aplastados. Ahora
que
ha convertido en una imagen curativa de lo divino dentro de puedo amar y valorar su diversión, creatividad, picardía, opti¬
nosotras. (Da a cada mujer una oportunidad de expresar sus mismo, ligereza y también su risa. Ella quiere salir del escondi¬
alabanzas a la niña.) te. Yo le saco a bailar, a nadar, a ver a un terapeuta muy ama¬
mí misma, la aceptación incondicional y me ha dado una com¬ chispa a la vida de los demás. A través de su alegría puede que
descubra mi justo medio de vida. Cada día le recuerdo que:
pañía permanente. Me ha enseñado a cuidar de mis necesida¬
des esenciales: comer, dormir y meditar. Ha abierto la posibili¬ «Eres lo suficientemente buena tal como eres, no tienes que ha¬
como el masaje, la
pedicura, el agua, el sol y el contacto físico. Emily
A través de ella estoyaprendiendo a amar y aceptar las mila¬
grosas funciones de mi cuerpo. Y también me ha enseñado lectora 2: Reunámonos en un círculo cerrado. (Pausa para
que tengo riquezas que ofrecer: mis pensamientos y senti¬ que las mujeres puedan reunirse.) Pronunciemos en voz alta
mientos, mi conciencia del presente, mi compasión y cuidado los nombres de las niñas de nuestras vidas. A medida que
de los demás, y mi deseo de hacer del mundo un lugar más pronunciamos nombres, elevamos nuestra plegaria para
sus
equilibrado para todos nosotros. He aprendido que soy valio¬ que puedan vislumbrar el rostro femenino de Dios y viajar
sa y muy deseable para mí misma y los demás, y me encanta.
por un camino menos tortuoso que el que hemos hecho no¬
Erin sotras hacia el amor y la confianza en sí mismas, y la celebra¬
Antes de seguir adelante, quédate un rato más en el capítulo 10. Llena tu hogar el día de hoy de palabras tiernas, fortalecedoras y afir¬
mantes.
Dedica tiempo cada día de esta semana a responder al ritual Si no tienes hijos, imagina que La Niña Que Fuiste es la hija que
«Celebración de la Niña Divina.» En ciertos ejercicios puede que de¬ has elegido cuidar voluntariamente. Reflexiona sobre esta nueva ma¬
sees conversar con tu Divina Niña interna. Imagina que te sientas con ternidad que quieres incorporar en tu vida y haz de ello una celebra¬
ella en vuestro lugar de encuentro. Dibuja o escribe tus respuestas a ción. Anota las esperanzas y sueños que tienes para tu hija imaginaria
las siguientes preguntas, ejercicios y reflexiones: y ofrécetelas a ti misma el día de hoy.
11
La O ue Pe^mmó
su Sangre.
La historia
Hay poder en la sangre que tenía nada había mejorado; el contrario, había ido a peor.
por
Ella oyó lo que decía la
gente sobre un gran Sanador, por eso
¿Quién puede lavar mis pecados? Nadie sino la sangre de Je¬ avanzó entre la multitud y tocó su
capa. Y la fuente de su sangre se
sús.¿Qué puede devolverme la totalidad? Nada sino la sangre de secó. Estaba curada.
Jesús.
El himno Mis profesores de la escuela parroquial me dijeron que aquella
baptista
mujer nohabía sido tocada en doce años. Cuando pregunté por qué,
me remitieron a los siguientes versos del Levítico:
vestido para ser monaguillo, ¿por qué
«Si tienes que ponerte un
no puedo serlo yo? De todos modos, a las niñas nos quedan mejor los
Cuando una
mujer tiene flujo menstrual estará en estado de
vestidos», esto es lo que le comenté al sacerdote que celebraba misa
en mi escuela elemental. «Dios es el padre. Dios es un hombre, queri¬
impureza durante siete días. Cualquiera que la toque estará impu¬
ro hasta la tarde. Todo lo
da, por eso sólo los niños y los hombres pueden acceder al altar», me que toque o sobre lo que se siente mien¬
tras esté impura será
explicó pacientemente. Años más tarde descubrí que la razón oficial impuro. Cualquiera que toque su cama lava¬
rá sus vestimentas, se bañará en
agua y será impuro hasta la tarde.
para excluirme del altar tenía que ver con los tabúes religiosos en re¬
(Levítico 15:19-21)
lación al cuerpo femenino.
El Diccionario Webster define tabú como: «Separado por estar
Durante doce años, mujer, considerada una enferma incura¬
esta
cargado con un poder sobrenatural peligroso; prohibido especial¬ ble
mente por ser inmoral o peligroso.» Mi cuerpo y sus procesos se con¬
y permanentemente impura, había estado exiliada de la comuni¬
dad humana. Su «estado de impureza» ensuciaba a
sideraban inmorales y peligrosos. El resultado es que se me conside¬ cualquiera que
entrara en contacto con ella
raba inadecuada para presidir rituales sagrados y tocar el cuerpo de y todo lo que tocaba. Dada la vergüenza y
la soledad de su aislamiento, no debe
Cristo. En el seminario leí la declaración del Vaticano de 1976 que de¬ sorprendernos que tuviera que
lineaba los argumentos en contra de la ordenación de las mujeres. gastar todos sus recursos para encontrar cura.
In¬
fluido por la biología aristotélica que contempla a la mujer como un
hombre mal engendrado, dicho documento dejaba claro que debe ha¬ Nuestras heridas
ber un parecido físico entre el sacerdote y Cristo1. Estaba claro que se
El primer pasode nuestra curación es expresar aquellas experien¬
me excluía de lo divino por ser mujer.
cias de pasado personal y religioso que depositaron en La
nuestro
A medida que el rostro de Dios fue
cambiando en mi experiencia Niña Que Fuimos la sensación de que en su
busqué en mis recuerdos religiosos imágenes de cuerpos de mujeres y cuerpo y en sus funciones
corporales había algo equivocado. Contaremos nuestras historias en
procesos naturales. Recuerdo una historia que me contaron en la es¬
cuela parroquial; se encuentra en Marcos 5: compañía de mujeres valerosas y, saliendo del aislamiento de toda una
vida, daremos los primeros pasos hacia la curación.
Entre ellos había una mujer que había estado sufriendo pérdi¬
das de sangre durante doce años. A pesar de los prolongados tra¬
Cuerpos liados
tamientos de muchos médicos en los que había gastado todo lo
Sea por la menstruación, el síndrome premenstrual o el emba¬
1
Véase Leonard Swidler and Arlene Swidler, eds., Women Priests: A Catholic
razo, las mujeres siempre estamos en un lío.
Commentary on the Vatican Declaration (Nueva York: Paulist Press, 1977). SUSAN
250 Un Dios que se parece a mi La Que Derramó Su Sangre 251
imaginar a un Dios que sangre como nosotras. Estas actitudes no son blica y disfrazar nuestros «desagradables» olores.
reliquias de un pasado lejano, sino que continúan afectando a las vi¬ Estos -mensajes nos convencieron de que la verdadera liberación
das de las mujeres actualmente. Considera estos hechos y reflexiona: femenina vendría de la ocultación de cualquier prueba de que somos
mujeres, exceptuando todo lo que potenciase nuestra deseabilidad
♦ En el Israelcontemporáneo, la mujer que desea casarse legalmen¬ para los hombres. Los anuncios parecían indicar que si usábamos
te debe presentarse ante el rabino jefe y declarar en qué fecha esos productos en cantidad suficiente
podríamos vivir como si no fué¬
tuvo su último periodo. La fecha de la boda se fijará de a acuerdo ramos mujeres. Lo más
inquietante de todo es que no se nos llamaba
esta información para asegurarse de que no entre en el matrimo¬ la atención respecto a los peligros de dichos productos. Sus efectos
nio estando «impura»2. secundarios, potencialmente letales, no se consideraban tan graves
♦ Karen escribe sus observaciones mientras estaba en Bali, durante como el desorden de la menstruación
que debían eliminar.
un viaje realizó al cumplir los treinta años: «Me sorprendió
que Liz escribe: «Comencé a tener el periodo a los diez años. Me sen¬
ver carteles en inglés colgados en todos los templos advirtiendo tía avergonzada e intentaba ocultar todo lo que tuviera que ver con
de que a las mujeres que tuvieran la menstruación no se les permi¬ ello. Recibí muy pocas explicaciones. Mi madre consideraba la mens¬
tía el acceso. En su cultura no son sólo las mujeres menstruantes truación como "una inconveniencia que producía
grandes coladas",
las que quedan excluidas de los templos sino cualquiera que esté "un error" con el que teníamos que lidiar y "una maldición". Yo no
sangrando abiertamente. No quieren sangre en sus templos. Pen¬ tenía la sensación de que era un proceso que nos da vida.»
¿Nos ex¬
sé que era terriblemente injusto que en una sociedad tan religiosa traña que no podamos imaginarnos a un Dios que
sangre y sienta ca¬
a las mujeres no se les permitiera entrar en los templos debido ex¬ lambres y que tenga que hacer todas las coladas asociadas con la
clusivamente a sus funciones biológicas.» menstruación? Un Dios así es inimaginable a causa del sentido de in¬
♦ Una mujer de Europa del Este aportó un punto de vista que afir¬ ferioridad que hemos interiorizado.
ma a la mujer durante una discusión sobre la caída del comunis¬
mo. Ella argumentaba que una de las razones por las que había Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
caído era que no se habían dedicado los recursos necesarios para das. Una a una se expresan tras el silencio de toda una vida:
proveer a la mujeres de compresas sanitarias. Los arquitectos del
comunismo eran hombres y las prioridades estaban dictadas por
Los periodos siempre han sido una maldición. Los he detesta¬
las experiencias masculinas. Los dioses masculinos de la nación do excepto cuando estaba preocupada por la posibilidad de que¬
no sangraban mensualmente. Esta realidad esencial en la vida de
darme embarazada. Ésas son las únicas veces en que los he agrade¬
las mujeres era periférica para las preocupaciones masculinas.
cido. Espero con impaciencia al tiempo en que dejaré de tenerlos,
pero entonces tendré que enfrentarme a la menopausia. Siempre
Aunque en las iglesias de nuestra infancia no había carteles que detesto estar donde estoy y quiero estar en otro lugar, lo cual tam¬
nos excluyeran de asistir, los mensajes sutiles que recibíamos dejaban bién detesto.
Erin
2
Adrienne Rich, Of Woman Born (Nueva York: W. W. Norton and Company,
1986), p. 106.
252 Un Dios que se parece a mí La Que Derramó Su Sangre 253
He batallado el odio y
de mi próximo periodo, mi madre me preparó una
A la espera
con
la duda hacia mí misma durante
toda mi vida. He
caja en la que había compresas, fajas y folletos informativos. Den¬ negado mi yofemenino, mi cuerpo y sus cualida¬
des. Siempre hay una sensación de vergüenza pegada al hecho de
tro encontré un libro que sugería que si sentías vergüenza al com¬
ser mujer.
prar compresas y no podías encontrarlas en el estante podías ir al
dependiente y pedírselas de tal forma que cualquiera que te oyera Sandi
casualmente entendiera otra cosa. Recibí el mensaje de que es algo
sobre lo que no se habla. Como resultado de estar inmersas las
palabras e imágenes ex¬
en
El periodo me produjo calambres horribles y debilitantes. Su¬ clusivamente masculinas empleadas referirse a Dios en las histo¬
para
fría en soledad y estaba segura de que aquello era un castigo. Sen¬ rias y mitos religiosos que habitan nuestra
imaginación desde la infancia,
la niña tiene la sensación de
tía tanto odio por mí misma que me golpeaba, porque el dolor y la que hay algo equivocado en su cuerpo.
Ella no se parece a Dios; ella es
miseria que todo aquello me producía me volvía loca. Aprendí diferente, tiene algún defecto. Las he¬
ridas de la mujer suelen reflejarse en su
muy bien que una buena mujer oculta su disgusto para que nadie cuerpo, que lleva las cicatrices
relación al del intenso odio que siente
se vea afectado. La sensación de suciedad en cuerpo por sí misma. Algunas se sienten avergon¬
zadas por sus pechos, muslos y curvas
me ha creado una gran paranoia. Durante buena parte de mi vida y pasan hambre hasta borrar
relación. toda redondez. Tratan de
no me sentía merecedora de una parecerse a muchachos adolescentes. A
otras les cría como objetos sexuales dedican descomunales canti¬
se
joyce y
dades de tiempo y dinero a retorcer sus
cuerpos, cambiar el color de
\
su
pelo, sus narices y sus pechos para integrarse en formas sexuales
Imagínate sentada en un círculo con Liz, Erin, Colleen y que sean aceptables para la cultura.
Joyce. Añade tu historia a las suyas. Desesperadas, las mujeres se preguntan: «¿Por qué los hombres
se
despiertan por la mañana y no necesitan nada más? ¿Por qué noso¬
tras al
♦ Describe tu primera experiencia menstrual. ¿Estabas pre¬ despertar debemos, como mínimo, maquillarnos, adornar
parada? ¿A quién nuestros cuerpos y cubrir nuestros olores
se lo dijiste? ■ y redondeces, aunque ni así
sea suficiente?»
Un Dios que se parece a m! La Que Derramó Su Sangre
254 255
Una participante en un grupo de espiritualidad comenta sobre que iba al ginecólogo. Algo dentro de mí me pide salir corriendo,
una de las complicaciones de tener un cuerpo femenino. Su reflexión pero me siento petrificada ante la posibilidad de probar otra cosa,
como acudir a una
es muy práctica y personal, y ha tenido eco en los escritos de muchas ginecóloga. Antes de entrar en la adolescencia se
me enseñó
otras mujeres: «Llevo sujetador no porque lo necesite, sino porque que los hombres son los expertos en los problemas de las
como es. Por un lado me encanta y por el otro me siento extraña con
él y tengo un conflicto tremendo cada mañana para vestirme. No pue¬ Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
do ponerme nada demasiado pegado porque los hombres reacciona¬ das. Una a una se expresan desde el silencio de toda una vida:
rían a mí como objeto sexual y no como a una mujer inteligente. Ser
mujer es un asunto complicado en nuestra sociedad.» ¿Quién puede No he desarrollado una relación con mis
procesos femeninos
sorprenderse de que las mujeres no sean capaces de imaginarse a un naturales. Mi mayor herida es la alienación de mi
cuerpo, inclu¬
Dios con un cuerpo tan complicado como el suyo? yendo la menstruación y el parto. Nunca he considerado seria¬
Como resultado de la inmersión de nuestra cultura en las pala¬ mente la posibilidad de dar a luz a mi
propio hijo. La única vez
bras imágenes exclusivamente masculinas empleadas para referirse
e que estuve embarazada, a los veintinueve años, aborté. Privada de
a en los relatos y mitos religiosos que han ocupado nuestra ima¬
Dios nutrir a mis propios hijos biológicos, orienté estas necesidades ha¬
ginación social, las preocupaciones de las mujeres con la salud han cia comportamientos
codependientes con mi familia y amigos.
sido ignoradas constantemente por el estamento médico. Histórica¬ Ser madre natural nunca tuvo valor
para mí hasta ahora, que
mente se ha considerado que nuestros cuerpos eran demasiado com¬
estoy cerca de la menopausia. Integrar el hecho de que no voy a
plicados para participar en investigaciones dentro del campo de la sa¬ tener hijos ha sido doloroso. Para no ser considerada
una débil
lud. En un mundo que prefiere a los hombres, se emplean órganos de mujer dependiente sentí que tenía que dejar mi marca en el mun¬
cuerpos masculinos para investigar y producir drogas eficaces, así do a cualquier precio. Finalmente, este
empeño se volvió tan vacío
como procedimientos e instrumentación tecnológicamente sofistica¬
que tuve una crisis. Ahora que me estoy curando y estoy aceptan¬
dos. El cuerpo masculino, creado a imagen de Dios, es de más valor do mis procesos femeninos quiero una nueva relación con mi
que el femenino. La medicina moderna puede prescindir de los órga¬ cuerpo.
nos reproductivos y de los pechos de la mujer.
Hallie
Nuestra educación nos convence de que no podemos entender
nuestros complicados cuerpos, sólo los hombres tienen la habilidad y
Mi familia de origen me transmitió una sensación de disgusto
la inteligencia necesarias para ser expertos en cuerpos de mujeres,
respecto a mis funciones corporales. Aprendí a ocultar a muy tem¬
particularmente en ginecología y obstetricia, dos áreas en las que
prana edad cualquier cosa que tuviera que ver con mi cuerpo. No
nunca experimentarán de primera mano la realidad de ser mujer. El
ochenta por ciento de los ginecólogos son hombres3. Un tema re¬ quería que nadie supiera que tenía que ir al baño, que tenía dema¬
siado calor o demasiado frío, o incluso
currente en los escritos de las mujeres es la incomodidad que sienten que tenía sed. Se me ense¬
ñó a soportar la incomodidad física
cuando se ponen en manos de los ginecólogos. Jen escribe sobre su y a no hablar de ello.
experiencia: «Desde la adolescencia me he sentido abusada cada vez Aprendí que si molestaba a alguien estaba siendo traviesa, por
eso
que no tenía derecho a expresar mis necesidades. Finalmente,
perdí el sentido de mis necesidades. Todavía sigo ocultando el he¬
'John M. Smith, Women and Doctors (Nueva York: The Atlantic Monthly cho de tener que ir al baño. No me gusta mostrar mi
Press, 1992), p. 2. cuerpo. Me
La Que Derramó Su Sangre 257
256 Un Dios que se parece a mí
sensación de suciedad de una mujer queda acentuada
por la calidad
avergüenzo si alguien me ve en traje de baño, por eso apenas voy a del toque que
nadar.
recibió o dejó de recibir en su hogar cuando era niña.
LlZ Cuando muchas de nosotras estábamos creciendo sólo se nos to¬
En cuanto dejé de ser una «niña bonita», todo contacto físico Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
se detuvo. das. Una a una se expresan desde el silencio de toda una vida:
LlZ
Mi padre nunca me tocó después de los cinco años. Se sentía piran aquellos tiempos en los que Dios sangraba como nosotras. La
muy incómodo con mi desarrollo durante la pubertad. Y, sin em¬ Que Derrama Su Sangre se convierte en una imagen curativa de lo di¬
bargo, permanecía atento a mí de una manera extraña. Según él, al vino en nosotras, en su presencia entramos en
complicidad amorosa
ser niña, lo único que tenía a mi favor era mi apariencia, por eso con nuestros
cuerpos y participamos en una comunidad de apoyo con
periódicamente insistía en que me pusiera frente a él para que ins¬ otras mujeres valientes.
adelgazaba mis puntos «gordos». Actualmente, cuando me peso, ahora necesitamos a un dios que sangre
la imagen de las partes «que se tocan» vuelve a mí. Me inspeccio¬
y cuyas heridas no sean el fin de nada
no como solía hacerlo mi padre. Hasta el día de hoy el primer co¬
mentario de mi padre cuando le visito tiene que ver con mi apa¬ Ntozake shange, A Daughter's Geography
riencia. Todavía me inspecciona y dice: «Estas delgada» o «has
Siendo ya adulta, reflexioné sobre la historia de La Que Derramó
ganado algo de peso».
Irene Su Sangre descrita en el Evangelio de Marcos, dentro del Nuevo Tes¬
tamento. Fui recuperando fragmentos del relato de entre mis recuer¬
dos infantiles. En esta historia la hemorroísa no tiene
voz, no se men¬
ciona su nombre. Su relato sólo pervivió por tener relación con otra
Imagínate sentada en un círculo con Karen e Irene. Añade tu historia más importante, la del Sanador. Traté de imaginar sus senti¬
historia a las suyas.
mientos y los detalles de su vida. Durante doce años no había sido to¬
cada ni abrazada, nadie la visitaba. Sus muebles y su cama se consi¬
♦ Recuerda las veces que tetocaban de niña. ¿Qué cuali¬ deraban impuros. No se presentaba en lugares públicos y no se le
dad tenían los toques? ¿Eran afectuosos, disciplinarios, permitía la sinagoga. Su presencia
rezar en se consideraba contami¬
funcionales? nante.
♦ ¿Cuándo dejaron de tocarte con afecto en tu familia? Permití que su dolor el mío. Durante la
tocara mayor parte de mi
♦ ¿Te has vuelto intocable para ti misma? vida me he sentido intocable para mí misma y para los demás. Un velo
♦ Pon atención en ios toques que recibes esta semana. ¿Si¬ de vergüenza me separaba de la comunidad humana. A veces anhela¬
gues careciendo de suficiente contacto físico? ba reconectar y buscaba una comprensión mágica o un tratamiento
que exorcizara esa parte defectuosa de mí. Pero otras veces mi ver¬
güenza era como una cobertura protectora y cálida, me ocultaba tras
ella para que nadie despertara mis recuerdos infantiles del corte de la
Nuestra curación conexión y del toque incestuoso.
Fue en los círculos de mujeres
donde mis memorias infantiles se
Nuestro primerhacia la curación ha sido expresar las expe¬
paso vieron obligadas a salir de su escondrijo y fue también en los círculos
de niñas nos produjeron la sensación de que
riencias infantiles que de mujeres donde pude lavar mi vergüenza. Me preguntaba
si los
algo andaba mal con nuestro cuerpo y sus funciones. Ahora entrare¬ hombres que escribieron la historia de La Que Derrama Su Sangre
mos valientemente en las heramientas de transformación que nos ins¬ habrían prestado atención a las mujeres de su vida. ¿Les visitaría ella
260 Un Dios que se parece a mI La Que Derramó Su Sangre 261
Me llena
en ¿Se contarían mutuamente historias ya avanzada la noche,
secreto? con su
calidez, se ha convertido en mi amiga.
bajo las estrellas? Cubro mi cuerpo. Lo observo crecer.
Reuní imágenes del principio mismo que afirman a la mujer, imᬠNingún toque penetrará la impureza de mi sangre.
Mis
genes de cuando Dios era mujer y sangraba como nosotras. Aprendí
manos están cansadas de esconder mi
vergüenza... oculta.
de las antiguas mujeres que no pedían perdón por sangrar. Leí sobre
los antiguos caminos que consideraban que la sangre de la mujer era Me levanto y salgo a la noche.
En su oscuridad mis ojos y mis manos
sagrada por fluir en armonía con la luna. Me contaron antiguas creen¬ descansan.
cias que celebraban a la Gran Madre, cuya «sangre-lunar» se espesa¬ La luna me llama.
ba dentro de ella y después se derramaba para crear todo lo que es4.
Me habla de un tiempo en el que la
Entretejí las imágenes curativas del principio mismo, los fragmentos sangre de la mujer era sa¬
olvidados del relato de La Que Derramó Su Sangre y mi propia histo¬ grada. No había separaciones vergonzosas. Me habla de un tiem¬
ria en una obra de teatro. po en el que se honraba el cuerpo de la mujer y no había
toques
En nombre de Eva, Lilit y María, nuestras Madres Míticas, pedi¬ dolorosos.
mos a La Que Derramó Su Sangre que rompa los confines de la in¬
La luna habla de las antiguas mujeres
terpretación religiosa tradicional. Le pedimos que relate su propia me
que no pedían
historia. Entra en este fragmento de lo olvidado e integra su historia perdón por sangrar, de antiguos tiempos
los que el color de
en
la tuya. la realeza era el color vino —rojo
en oscuro— de nuestra preciosa
sangre, de los antiguos caminos que consideraban que la sangre
era algo imponente
porque había sido derramada sin dolor.
Un encuentro con La Que Derramó su Sangre: Aprendo de las antiguas creencias que celebraban a la Gran
baño de luna Madre, cuya «sangre lunar» se derramaba para crear Todo Lo
Que Es.
Anhelante...
Las la distancia, las observo. Con los ojos cerrados, me encuentro en un claro iluminado
veo en
Se visitan en sus casas, conversan en las plazas públicas. con mujeres de todas las edades. Su canción me llama: «Tú, la que
estás aparte, acércate. Tú, la que estás
Se tocan y se hablan, comen, aman y viven juntas. lejos del contacto, acérca¬
te.» No me tiran
Las veo adistancia, las observo vivir sus días. piedras; por el contrario, me ofrecen flores y su
Están en un claro iluminado, escuchando palabras curativas. toque luminoso me cura. Me cantan: «Es correcto y bueno que
seas hermosa
y plena.»
Hanpasado doce años. Anhelo acercarme.
Tengo los ojos cansados de observarlas a distancia... anhelante.
Juntas nos bañamos en la luz de la luna.
Bailamos juntas.
Ocultándome...
Mientras bailo, voy dejando atrás la vergüenza.
Ocultándome de un toque doloroso que ocurrió hace ya mucho
Estoy limpia de mi vergüenza a la luz de la luna.
tiempo.
Mi sangre hace que me sienta segura.
4
Véase Walker, The Woman's Encyclopedia of Myths and Secrets, pp. 635-645.
262 Un Dios que se parece a mí
La Que Derramó Su Sangre 263
y nos volvemos hacia dentro en lugar de hacia fuera para destrabar las para incluirla en mi vida. No debía suponer ninguna amenaza, no
complejidades de la vida. debía haber ninguna posibilidad de competición entre nosotras.
A medida que el rostro de Dios va cambiando, las mujeres empe¬ Calibraba inmediatamente a las mujeres y, cuando era inferior a su
zamos a pasar más tiempo en compañía de otras mujeres y menos nivel me sentía intimidada, celosa y llena de odio. Expresaba es¬
tiempo girando en torno a los hombres. Nos convertimos unas para tos sentimientos indirectamente, a través de chismes y actitudes
otras en el rostro femenino de Dios; en nuestra mutua presencia po¬ críticas.
demos derramar las lágrimas contenidas durante toda una vida, recor¬ Me estoy enmendando a diario. Estoy desarrollando relacio¬
dar y expresar en voz alta las historias olvidadas, y recuperar nuestra nes íntimas yhonestas con mujeres hermosas, poderosas, inteli¬
dignidad y poder femeninos previos. Así, nos vamos sintiendo fortale¬ gentes y espirituales. Ya no las veo como una amenaza. Ellas son
cidas para movernos por la vida sin vergüenza. Inspiradas por el círcu¬ parte de mí y juntas nos hacemos hermosas y fuertes. Estoy apren¬
lo de mujeres, elaboramos una lista de los recursos curativos de que diendo a amar a las mujeres al mismo tiempo que aprendo a amar¬
disponemos. Cometemos el acto prohibido de abrazarnos mutuamen¬ me a mí misma.
te como hermanas y de ofrecernos mutuamente un contacto curativo
Erin
y palabras de ánimo.
En nuestra presencia mutua recordamos a la gran comunidad de He sido una buscadora de la verdad durante mucho tiempo.
mujeres que se remonta a la noche de los tiempos, de la cual forma¬ Antes de entrar en la comunidad de mujeres no me daba cuenta
mos parte. Tomamos conciencia de las mujeres de todas las edades, de hasta qué punto mi búsqueda se había visto influida por
las
de sus ideas, de su música y de sus historias. Nos sumergimos en la imágenes masculinas de mi pasado religioso. Tampoco era cons¬
historia, el arte y la espiritualidad de las mujeres. Nos descubrimos ciente de cómo estas imágenes masculinas me
impedían validarme
rodeadas de una valiente nube de testigas; sus antiguas historias e como mujer. Nunca antes se me había ocurrido buscar
algo nutri¬
imágenes se convierten en recursos curativos para nuestro presente. cio, fuerte y femenino: un Dios que se pareciera a mí. He evitado
aprender sobre las religiones de la Diosa, pero al fin me he dado
cuenta de que lo que ofrecen está mucho más alineado con lo
Sentadas en círculo, las mujeres comparten la curación de sus vi¬ que
das. Una a una se expresan tras el aislamiento de toda una vida: busco. Ahora me siento atraída por los artículos, libros y películas
que tratan de la búsqueda espiritual de las mujeres.
dría ofrecer (aunque sigo luchando con esto). La cuestión es que Imagínate sentada con Ferrel, Erin y Joyce. Añade tu historia
a las suyas.
soy una mujer. Hablando prácticamente, esto significa que las lu¬
chas y triunfos que las demás mujeres experimentan en sus vidas
♦ Reflexiona sobre esta afirmación desde
propia expe¬tu
pueden informar la mía de una manera única.
riencia: «La competencia entre mujeres está inscrita en el
Ferrel
entramado de una sociedad que prefiere a los hombres.
Competimos por la atención de los dioses.» ¿Qué actitu¬
Mis relaciones más profundas y cómodas siempre han sido des te han impedido contactar con otras mujeres en bus¬
con mujeres. Sin embargo, reconozco con dolor que la mayor par¬ ca de inspiración, apoyo y desafíos?
te de mi vida he necesitado sentirme más atractiva que otra mujer
266 Un Dios que se parece a mI La Que Derramó Su Sangre 267
La que tiene vergüenza de su cuerpo tiene vergüenza de la vida. relacionarnos con todas las sensaciones que acompañan a la
La que encuentra suciedad o mugre en su cuerpo está perdida. menstruación. Ya no denigramos nuestros procesos naturales
sino que los invocamos para que sustenten la energía de nuestra
La que no puede respetar los dones de la vida que recibió in¬
cluso antes del nacimiento no puede respetar plenamente nada. vida; celebramos la llegada del periodo y atesoramos cada día que
la sangre fluye de nosotras: honramos nuestra preciosa sangre.
Anne cameron, Daughters ofCopper Woman ♦ Cuando se nos retrasa el periodo preguntamos a nuestro cuerpo:
«¿Qué estás tratando de decirme?» Y durante el periodo honra¬
Inspiradas los tiempos en los que se honraba el cuerpo de la
por mos la Sabiduría Profunda de nuestro
cuerpo. Dialogamos con él
mujer y su sangre era sagrada, seguimos el viaje de vuelta a casa, a a través de
imágenes, escritos y movimientos, preguntándole:
nuestros cuerpos. A través del ritual, de la meditación y de la explo¬
«¿Que almohadones de apoyo necesitas esta vez? ¿Cómo podría
ración guiada imaginamos a la Mujer Dios con pechos, curvas y
apoyarte?» Ya no luchamos con las necesidades de nuestro cuer¬
muslos. Reclamamos las imágenes de un tiempo en el que Dios se
po, las reconocemos tiernamente y después las satisfacemos.
parecía a nosotras y sangraba como nosotras. Nos preguntamos:
«¿Cómo se transformaría en su presencia nuestro sentido de noso¬ Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad curativa de
tras mismas y nuestras actitudes hacia nuestros cuerpos?» Las muje¬
sus vidas. Una a una se
expresan desde el aislamiento de toda una
res responden:
vida:
♦ Imaginamos nuestro cuerpo como el templo sagrado del Espíritu Diariamente afirmo la bondad de mi cuerpo con su aspecto
de Vida. Como una comunidad de apoyo interna.Como una fra¬ actual. Es esencial permanentemente esta afirmación
mantener
ternidad armoniosa de células, tejidos, órganos y sistemas. Como porque cada día me bombardean imágenes del cuerpo perfecto y
un recurso exquisito, un aliado fiel, un compañero fiable.
mensajes de que mi vida sería ideal si perdiera cinco kilos. Este
268 Un Dios que se parece a mí La Que Derramó Su Sangre 269
asalto diario al cuerpo resulta muy doloroso. Sin embargo, a me¬ que me voy curando descubro que soy capaz de mirarme en el es¬
nudo me completamente feliz con mi cuerpo, con sus sensa¬
siento pejo. Ahora paso más tiempo en el baño. Estoy tomando clases de
ciones y su sexualidad, y también con su aspecto. En este marco danza y recibiendo masajes. Acepto el inevitable envejecimiento
mental sano no deseo cambiar nada. No quiero empezar un nuevo de mi cuerpo con compasión y gratitud. Todavía surgen en mí sen¬
régimen ni una dieta. Quiero vivir. timientos negativos con cada uno de estos actos de atención hacia
Al mismo tiempo, he aprendido a amar y admirar los cuerpos mí misma. Me va a llevar algún tiempo más sanar completamente
de otras mujeres. Ahora creo que hay una belleza y justicia esen¬ mi vergüenza corporal.
ciales en el cuerpo de cada persona. Nunca antes había estado ex¬ LlZ
puesta a esta perspectiva. Se me había enseñado que una mujer
tiene que tener cierto aspecto para ser buena y aceptable.
compañía de otras mujeres expresé mis miedos a envejecer, a no Su Sangre, a través de sus dones curativos?
ser útil y a no estar realizada como mujer. Se me han facilitado ♦ ¿Qué cuidados incluirías en tus actividades semanales
ciertas comprensiones e intuiciones que me han ayudado a aceptar para honrar tu cuerpo?
los hechos de mi vida, las elecciones realizadas y el hecho de que ♦ ¿Qué rituales incluirás en tu vida para celebrar el derra¬
nunca tendré mis propios hijos. Se me da dado el coraje de explo¬ mamiento de tu preciosa sangre?
rar mi alienación de mi
propio cuerpo. He comprado una copia ♦ La Diosa nos ayuda a descubrir dones únicos en cada ci¬
del libro The New OurBody, Our Selves. La comunidad de muje¬ clo de nuestra vida. ¿Cuáles son los dones únicos que la
res me ha ayudado a reparar la conexión rota con mi propia femi¬ menopausia te ha aportado?
nidad. Ahora creo que soy parte de lo divino.
Hallie
más profundo de mi propio valor, no sólo como ser humano, sino Antes de seguir adelante, quédate un rato más con
como mujer. Con el apoyo de mi comunidad de mujeres estoy La Que Derramó Su Sangre.
Día 1. Cuerpos liados ♦ ¿Por qué dejaron tu padre y tu madre de tocarte amorosamente,
♦ Describe primera experiencia menstrual. ¿Estabas preparada
tu de abrazarte y de acogerte?
para ella? ¿Qué clase de apoyo recibiste de tu familia y amigas? ♦ ¿Te tocaron tus hermanos o hermanas? ¿Cómo eran sus palma¬
♦ ¿Qué sensación te produjo sangrar? ¿Hablaste de ello con tus das, abrazos y golpes, afectuosos o incómodos?
amigas?
♦ ¿Tuviste el periodo antes o después que tus amigas? ¿Cómo te Día 5. Tocarte a ti misma
sentiste al respecto? ♦ ¿Solías tocarte tu propio cuerpo? ¿Exploraste sus suavidades, sus
curvas, labios y aperturas?
Día 2. El desarrollo de los pechos
♦ ¿Cuando oíste por primera vez las palabras vagina, genitales,
♦ ¿Qué sensación te producía el desarrollo de tus pechos? ¿Cuan¬
do te pusiste el primer sujetador?
clítoris, lujuria, sexo?
♦ ¿Sentiste alguna vez que un calor fogoso se elevaba por tu cuer¬
♦ ¿Te crecieron los pechos antes o después que a tus amigas?
po? ¿Sentiste alguna vez cosquilieos en los genitales? ¿Dichas
¿Cómo te sentiste al respecto?
sensaciones te daban miedo o te excitaban? ¿Hablaste con al¬
♦ ¿Cómo respondió papá a tus pechos? ¿Cómo respondió mamá?
guien de ellas?
♦ ¿Cómo se hablaba de tus pechos? ¿Eran demasiado grandes, de¬
masiado pequeños? ¿Cómo te sentiste al respecto?
♦ Dibuja el calor fogoso y las sensaciones de cosquilleo en tu
cuerpo.
♦ Dibuja tus pechos. ¿Te gustan?
Día 3. El cuerpo cambiante Día 6. Chicos
♦ ¿De qué tamaño era tu cuerpo? ¿Querías ser mayor o más pe¬ ♦ ¿Quién fue la primerapersona que te tocó los pechos? ¿La vagi¬
queña de lo que eras? na?¿El cuerpo desnudo? ¿Qué edad tenías?
♦ ¿Te sentiste alguna lo suficientemente guapa? ¿Lo suficien¬
vez ♦ ¿Cómo te sentiste con esos toques? ¿Eran cómodos o te'daban
temente delgada? ¿Cuándo empezaste a sentir que no eras sufi¬ miedo?
ciente? ♦ ¿Quién instigó el tocamiento? ¿Fuiste forzada o participaste li¬
♦ ¿Cuándo empezaste a enmascarar tu rostro, a cubrir tus olores bremente?
femeninos y a ocultar tus redondeces? ♦ ¿Hablaste con alguien de estas experiencias?
♦ ¿Cómo respondían los muchachos a tu cuerpo? ¿Cómo respon¬
dían tus amigas? Día 7. Curación en el presente
♦ Dibuja tu cuerpo. ¿Te gusta? ♦ Haz un escrito para valorar las partes de tu despre¬
cuerpo que
ciabas de adolescente. Mírate cinco veces a lo
largo del día de
Día 4. El toque en la familia hoy en un espejo de cuerpo entero y afirma: «Soy suficiente en
♦ ¿Hasta qué edad te abrazó, te acogió y te tocó amorosamente tu este momento. Tal como soy, soy suficiente. No tengo ninguna
RECLAMA LA SABIDURÍA DE TU CUERPO (Inspiracon las puntas de los dedos Corazón de Vida,
sobre el esternón)
Si estás en la semana del
periodo incorpora las siguientes afirma¬ (Expira abriendo los brazos) a ti me abro.
ciones y reflexiones a tu práctica diaria: (Inspira poniendo las puntas de los Tu toque es curativo,
dedos sobre el esternón)
Día 1. Sabiduría corporal (Espira abriendo los brazos) tu amor es un flujo.
Dedica este día a honrar la Sabiduría Profunda de tu cuerpo. (Inspira poniendo las puntas de los En ti,
Dialoga con él a través de imágenes, escritos y movimientos. Pre¬ dedos sobre el esternón)
gúntale a tu cuerpo: «¿Qué almohadones de apoyo necesitas esta (Espira abriendo los brazos) sangro, y toco y vivo.
vez? ¿Cómo podría apoyarte?» No luches con sus necesidades; re¬
conócelas tiernamente y después dales satisfacción. Si necesitas Día 4. Tiempo de poder
descansar, descansa. Si necesitas estar sola, anula tus compro¬ Tómate tiempo para familiarizarte con los peculiares poderes que
misos. seponen a tu disposición cuando tienes el periodo. Escribe a La Que
Derramó Su Sangre. Háblale de tus sensaciones y pídele que
compar¬
Día 2. Sangre roja ta su sabiduría contigo. Dibuja tu Centro Corazón y ábrete al corazón
♦ En solidaridad con nuestras hermanas de todo el mundo que no de tu vida a través de la imaginería poética. Extiende los calambres a
tienen acceso a las compresas
fabrícate tus propias compresas. todo tu cuerpo realizando estiramientos y respirando profundamente.
Siempre debemos reconocer lo irónico del hecho de que noso¬
tras tenemos elección pero ellas no. Día 5. No tengo mancha
♦ Viste de rojo brillante el día de hoy. Crea un escrito, dibujo, baile escultura el
o en que celebres las
partes de tu cuerpo que tu cultura ha juzgado negativamente y que
Día 3. El centro corazón has llegado a despreciar. Mírate en un espejo de cuerpo entero
y afir¬
Según las enseñanzas orientales, el cuerpo tiene siete centros de ma: «Soy suficiente en este momento. Tal como soy, soy suficiente.
energía llamados chacras. El cuarto chacra es el centro corazón, que No tengo mancha.» Después lee tu obra en voz alta a la imagen del
está vinculado con nuestra capacidad de amar, de abrirnos y de dar. espejo.
En el centro corazón hay un punto de acupresión localizado en el es¬
ternón, entre los dos pechos. Pon la punta de un dedo de cada mano Día 6. Un Dios que sangra dando la vida
allí. El empleo de este poderoso punto de acupresión fortalece la san¬ Imagina Dios tú. Dibújala
a un que sangra como y exponía en al¬
gre y calma la ansiedad. Los chinos lo llaman el Mar de la Tranquili¬ gún lugar especial junto con otros dibujos que hayan emergido del
dad o el Mar de Sangre. trabajo que hemos hecho juntas.
Empieza y acaba el día de hoy con la «meditación del movimien¬
to del centro corazón». Como se requiere el empleo de la respira¬ Día 7. Celebración de la mujer
ción, te resultará más fácil leer las palabras en silencio en lugar de Crea un ritual de celebración hijas, nietas y sobrinas ado¬
con tus
pronunciarlas en voz alta. A medida que te familiarices con los movi¬ lescentes en el que se honre el cuerpo
de la mujer y su sangre se con¬
mientos de apertura y cierre improvisa y crea tu propia meditación en sidere sagrada. Invita a presidir el ritual a mujeres que hayan pasado
movimiento. la menopausia, como se hacía en la antigüedad. Se las consideraba
las más sabias de las sabias porque retenían su «sangre sabia» dentro
de ellas. Invítales a compartir con las más jóvenes la sabiduría del
274 Un Dios que se parece a m1 La Que Derramó Su Sangre 275
cuerpo de la mujer. Lee las historias de Eva, Lilit y María, historias na. Si es así, escribe una declaración de intenciones para reparar la
que afirman a la mujer. Viste de rojo, toma alimentos de color rojo, relación rota.
simple. Está escrito por una participante en un grupo de espirituali¬ Completa el inventario el día de hoy.
dad de mujeres que asumió el desafío de enfrentar sus comporta¬ Si no resulta apropiado un reconocimiento directo determina cómo
mientos competitivos y superarlos. podrías enmendarte cambiando tu comportamiento en el presente.
Haz una lista de las mujeres de las que te has sentido celosa; de
las que has contado chismes; de las que has insultado; de aquellas Me enmendaré indirectamente fortaleciendo mis relaciones
con las que has competido por la atención de un hombre. Describe las mujeres y
con dándoles apoyo en lugar de dedicarme a recibir
los comportamientos y después mira detrás de ellos para descubrir apoyo de los hombres. En el trabajo mis compañeras y yo estamos
su motivación subyacente. ¿Te impulsaba a obrar así tu propia in¬ luchando por no sentirnos inferiores a los hombres, por eso com¬
seguridad respecto a tu cuerpo y tu apariencia? ¿Se trataba de la ¡ra petimos mutuamente por su atención. Puedo enmendarme apren¬
o del miedo no expresado? ¿Era tu propio resentimiento hacia ti diendo a expresar mi aprecio y apoyo hacia ellas y afirmando
misma? nuestra solidaridad de mujeres.
Sandi
Me sentí celosa de la esposa de mi amigo cuando les visité re¬
cientemente. Ella es un cocinera muy organizada y competente. Día 4. Comunidades de apoyo
Me sentí intimidada por ella. Y no estaba dispuesta a admitir que
♦ ¿Con qué comunidades de apoyo cuentas en tu vida? Descrí¬
prefería pasar tiempo con mi amigo, que es su esposo, en lugar de belas.
con ella. Expresé mi insatisfacción y mis celos indirectamente a
♦ Reflexiona sobre cómo fortalecer tus relaciones con otras
muje¬
través de críticas y de mi enfado latente.
res esta semana y cómo darles apoyo en lugar de competir con
Sandi
ellas por la atención y la aprobación de padres, jefes, profesores
o novios.
Día 2. Inventario II ♦ Describe de qué manera específica expresarás tu aprecio, apo¬
Continúa con el inventario. yo y solidaridad a las mujeres del trabajo, de la escuela, de tu
Determina si hace falta reconocer lo que sientes ante esa perso¬ familia, de tu iglesia y de tu clase de aerobic.
276 Un Dios que se parece a mí La Que Derramó Su Sangre 277
Incorpora los siguientes comportamientos que afirman a la mujer Comienza hoy mismo una inmersión de un mes de duración.
a las relaciones que mantengas el día de hoy. Rodéate de ¡deas, de historia, de relatos, de libros, de películas, de
arte, de música y de espiritualidad que hayan sido creados por muje¬
♦ Recordaré a mis hermanas su bondad. Les animaré a incluir la res. Permítete sumergirte en
la realidad de la mujer y reflexiona so¬
celebración de sí en su práctica diaria de meditación. bre cómo te sientes respecto a la vida, a tu cuerpo, relaciones, sue¬
♦ Recordaré a mis hermanas sus recursos lugar de
internos. En ños y objetivos en contacto con estos recursos que te afirman como
darles consejos, les preguntaré: «¿Cómo podría apoyarte para mujer.
que actúes en tu propio nombre? ¿Cómo podría apoyarte a tra¬
tar cualquier situación que tengas que confrontar? ¿Cómo po¬ Primera semana. La historia de las mujeres
dría ayudarte a ser la autora de tu propia vida, de tus relaciones Reúne más fragmentos de historias de mujeres de los márgenes
y de tu espiritualidad? de la historia y la religión. Los siguientes libros te inspirarán en tu
♦ Honraré los cuerpos de las mujeres y sus procesos naturales. búsqueda de un herencia, una historia, un noble linaje que se remon¬
Desarrollaré con mis hermanas rituales para celebrar la mens¬ ta hasta el principio mismo: When Cod Was a Woman, de Merlin
truación, el parto y la menopausia. Stone; The Once and Future Coddess, de Elinor Cadin; The Dinner
♦ Cuando participe en grupos mixtos, centrados en las preocupa¬ Party, de Judy Chicago.
ciones y logros de los hombres, miraré a las mujeres a los ojos
para reconocer su presencia. Escucharé sus historias y preocu¬ Segunda semana. Ideas de mujeres
paciones. Les plantearé preguntas en lugar de delegar en los Las mujeres experimentan el mundo de una manera
y conocen
hombres del grupo. diferente a los hombres. Recuerda
peculiar inteligencia femenina
tu
♦ Me negaré a implicarme en relaciones triangulares en las que y aporta sus dones a tu mundo. Permítete inspirarte en los trabajos
tenga que enfrentarme a otra mujer y ambas demos vueltas alre¬ de estas pensadoras creativas: Kiss Sleeping Beauty Good-Bye, de
dedor de un hombre. Madonna Kohbenschlag; Women's Reality, de Anne Wilson Schaef;
♦ Apoyaré a lasmujeres. Emplearé mi tiempo y mis talentos al Of Woman Born, de Adrienne Rich; Sister Outsider, de Audre Lorde;
servicio de las mujeres. Dirigiré cumplidos y elogios a los lo¬ Blood, Bread and Roses: How Menstruation Created the World, de
gros de las mujeres de mi vida. Judy Crahn.
♦ Recordaré a mis hermanas los recursos de que disponen las co¬
munidades de mujeres. En lugar de darles consejo, les pregun¬ Tercera Mujeres escritoras y poetisas
semana.
taré: «¿Cómo podría ayudarte a conectar con las comunidades Permite que la brillantez de las palabras de las mujeres inspiren
que te queden cerca?» tu propia escritura.
¡Permanece llena de ti misma! Escribe una nove¬
la. Compon un poema. Lee A Daughter's Geography, de Ntsoke
Día 6. Nuestra herencia es nuestro poder Shange; Getting Home Alive, de Aurora Levins Morales y Rosario
El proyecto artístico de Judy Chicago, The Dinner Party, celebra Morales; Cries ofthe Spirit, de Marilyn Sewell; The Temple of My Fa¬
las contribuciones y logros de 1.038 mujeres. El proyecto está descri¬ miliar, de Alice Walker.
to e ¡lustrado en un podrás encontrar en tu librería habitual
libro que
o en un centro de mujeres. Lee unasección cada día para reconectar Cuarta semana. Mujeres artistas, bailarinas
y músicas
con tu propia historia de mujer. Rodeáte de música, de imágenes y de movimientos de mujeres a
lo largo de esta semana. En respuesta a ellos permite que los frutos
278 Un Dios que se parece a mí
12
The Spirit Moves, de Carla de Sola.
.Las Scmadopas
-H eridas
Las historias
peutas para explorar sus propias historias y sus actitudes hacia el abu¬
so, y algunos ministros han participado como acto de arrepentimiento
Textos de terror por haber ignorado las historias de mujeres en sus sermones y minis¬
terios.
Invito a todos los que no sois supervivientes de la violación y del
De niña supe que Dios tenía una mujer en su vida porque,
cuando llovía, los niños del vecindario decían que Dios pegaba a incesto a entrar en estas historias en nombre del futuro de vuestras hi¬
su esposa y las gotas eran sus lágrimas. jas, de la sanación de una amiga o amante, del silencio de vuestra
Erin abuela, del coraje de vuestros clientes o de las historias inexpresadas
de vuestros parroquianos. Imaginaos la experiencia como una expre¬
sión de solidaridad y apoyo, como un ritual en memoria de las vícti¬
la de La Que Fue Cortada en Pedazos
Las historias de Tamar y
mas, como una oración sanadora y como un acto de arrepentimiento.
cuentan verdad no expresada en
la verdad de la vida de la mujer, una
Para participar, debéis estar dispuestos a ser testigos de un gran dolor,
las iglesias de nuestra infancia. Gracias a ellas vemos con claridad las
a examinar vuestras
tristes realidades de la vida de las niñas a lo largo de los siglos y vis¬
propias actitudes y a explorar vuestras propias
historias2.
lumbramos nuestras propias historias olvidadas. Phyllis Tribe, cuyo li¬
Entre los supervivientes que han entrado en estas historias ha ha¬
bro Texts of Terror inspiró mi trabajo, describe la vida de la niña en el
bido mujeres que sólo tenían una leve sospecha de haber sufrido abu¬
antiguo Israel: menos deseable a los ojos de sus padres que un hijo va¬
sos en su infancia y mantenían sus recuerdos enterrados
rón, ella permanecía cerca de su madre, pero el padre controlaba su bajo años de
vida hasta que la responsabilidad pasaba a otro hombre en el matri¬ negación. Permanecemos dormidas a nuestra propia historia y a su
monio. Si cualquiera de estas dos autoridades permitía que se la viola¬ impacto sobre nosotras hasta que estamos dispuestas a despertar. A
ra, ella tenía que someterse sin remedio
su
tiempo, descendemos a nuestra historia. Cuando llega el momento,
recordamos y sanamos nuestras heridas. Escucha una historia que he
He invitado a cientos de mujeres y hombres a entrar con coraje
en el dolor y la posterior sanación de las historias de Tamar y La Que
compartido con muchos supervivientes:
Fue Cortada en Pedazos. La mayoría aceptaron la invitación y dibuja¬
Una
mujer que estaba de acampada se dio cuenta de que ha¬
ron, bailaron, escribieron y lloraron valientemente con dichos relatos.
Entre los participantes había muchos supervivientes de violaciones e bía polilla empujando y luchando por salir de su capullo. Lo
una
incestos: hijas que participaban en la historia en recuerdo de sus ma¬ que veía le resultaba molesto y cuando no pudo aguantar más am¬
dres y abuelas, que vivieron en un tiempo en el que el pecado del in¬ plió la pequeña apertura del capullo. La polilla se liberó, cayó al
cesto no se nombraba; compañeras y amigas de supervivientes de vio¬
suelo y murió. La mujer quedó desolada porque no había tenido
otra intención que la de ayudar. Al llegar a casa consultó sus enci¬
laciones e incestos que participaban como expresión de su apoyo y
solidaridad; padres comprometidos a enfrentar sus actitudes aprendi¬ clopedias y descubrió que la batalla que había estado observando
das hacia las mujeres y a respetar los cuerpos de sus hijas. era una
parte esencial de la metamorfosis de la polilla. La lucha
contra las paredes del capullo fortalece sus alas y libera fluidos A medida que leas, toma conciencia de las frases que te resultan
que aumenta la belleza de sus colores. particularmente significativas, de las frases que te tocan el cuerpo, las
que hacen temblar o estallar de rabia tu corazón, las que activan un
Inspirada por esta historia, investigué la vida de las polillas. El ci¬ recuerdo en ti. A algunas mujeres les ha resultado útil subrayar di¬
clo de vida de la polilla, desde que está en el huevo hasta que es adul¬ chas frases durante la lectura, otras las anotan en sus diarios. Más
ta, viene marcado por un notable sentido interno del momento justo tarde se te pedirá que encuentres un movimiento, una imagen y un
en que debe sonido para expresarlas. Sin embargo, siéntete libre de pararte en
emprender cada transformación. Este sentido de la opor¬
tunidad permite que la emergencia de la larva coincida con el creci¬ cualquier momento de la historia para expresar lo que necesites ex¬
miento de la planta que constituirá su alimento; orquesta el crecimien¬ presar. Dibuja tu indignación, escribe tu recuerdo, danza la respues¬
to de cada una de sus pieles de
y asegura su permanencia en el refugio ta tu cuerpo.
hasta que las condiciones externas sean las adecuadas para permitirle De las personas que han conocido la historia de Ta¬
numerosas
estado contigo tu hermano Amnon? No se lo digas a nadie. Él es La historia de La Que Fue Cortada en Pedazos
tu hermano; no te lo tomes a pecho.» Así, Tamar se quedó en casa
Encuentra
que en el relato bíblico no se dio una voz propia nos susurra su men¬
♦ un movimiento, imagen y un sonido para
una
saje través de este fragmento de su historia olvidada.
a
expresar cada una de las frases que has señalado. Dibuja
Mientras lees, señala las frases que sean especialmente significa¬
tu indignación. Escribe tus recuerdos. Baila la respuesta
tivas para ti, las que te llegan al cuerpo, las que hagan temblar tu co¬
de tu cuerpo. Grita tus sentimientos. Tómate el tiempo
razón o te pongan furiosa, las que activan tus recuerdos. Detente en
que necesites para expresar cada frase.
♦ ¿Qué fragmentos de tu propia historia ves reflejados en la
cualquier momento de la historia para dibujar tu indignación, escri¬
bir tus recuerdos o bailar la respuesta de tu cuerpo.
historia de Tamar? ¿Terror en la vida cotidiana? ¿Coerción y
captura? ¿Vergüenza y desolación? ¿Humillación y secretis-
mo? ¿Mentiras familiares? ¿La preferencia por el hermano? Un levita3 había tomado como mujer a una concubina de Be-
♦ Escribe tu propia historia dándole el estilo de un pasaje
'
de las escrituras y describiendo tu experiencia en tercera Véase The Interpreter's Dictionary of the Bible (Nueva York: Abingdon Press,
1962), vol. 3, pp. 876-880: «La santidad representativa del sacerdocio hebreo
persona. Narra los detalles de la historia e incluye en ella se ex¬
presa en la triple jerarquía de oficiales del culto: Altos Sacerdotes, Sacerdotes y Le¬
cualquier diálogo que se te ocurra. Emplea la historia de vitas. El grado más bajo son los Levitas, que están apartados del servicio del santua¬
Tamar como guía.
rio. Representan a la gente de Israel como sustitutos de los hijos mayores, que
pertenecen por derecho a Dios.»
286 Un Dios que se parece a m! Las Sanadoras Heridas 287
Mientras disfrutaban, algunos de los peores borrachos de la de las escrituras y describiendo tu experiencia en tercera
ciudad rodearon la casa, aporreando la puerta y gritando al ancia¬ persona. Narra los detalles de la historia, incluyendo
no: «Danos a tu
huésped para que le conozcamos.» cualquier diálogo y empleando como guía el pasaje de
El dueño de la casa salió y les dijo: «No, amigos míos, no ha¬ los Jueces.
gáis tal iniquidad. Este hombres es mi huésped; no cometáis tal ♦ Después de escribir tu historia, léela como hiciste con la
villanía. Aquí está mi hija, que es virgen; haced con ella lo que suya. Toma nota de las frases que te afectan corporal-
queráis; pero no cometeréis semejante infamia con este hombre.» mente, que hacen temblar tu corazón y que te ponen fu¬
Pero los hombres se negaban a escuchar al anciano y entonces riosa; subráyalas. Detente en cualquier punto de la histo¬
el levita cogió a su concubina y la sacó fuera. Ellos la violaron sal¬ ria para dibujar tus sentimientos o bailar la respuesta de
vajemente una y otra vez, abusando de ella hasta la mañana. Al tu cuerpo.
romper la aurora la dejaron ir; ella cayó en el umbral de la casa del ♦ Graba tunarración en tercera persona o haz que te la lea
anciano quedándose allí hasta la mañana. una amiga. Mientras escuchas, imagina que se está le¬
El levita, su señor, abrió la puerta para salir y comenzar su viaje yendo en voz alta en la iglesia como si fuera un texto de
y se encontró con la concubina tendida a la entrada con sus manos las escrituras. Escribe un sermón, ensayo o poema expre¬
en el umbral. Y le
dijo: «Ponte en pie y salgamos»; pero no hubo sando la irritación que sientes cuando escuchas esa his¬
respuesta. Así es que la subió a lomos del asno y partió para su lugar. toria, tu historia.
Cuando llegó, tomó a la concubina y un cuchillo y la cortó
miembro a miembro en doce pedazos; y envió su cuerpo mutilado
por toda la tierra de Israel.
Nuestras heridas
4
Es esencial que pongamos palabras y expresemos con nuestra
Véase TheInterpreter's Dictionary of the Bible, vol. I, p. 666: «Una concubina
es una esclava que
perteneció a una familia hebrea con pesados niños. Fueron ad¬ propia voz las experiencias de nuestro pasado personal y religioso
quiridas mediante compra por familias hebreas pobres, capturadas durante la gue¬ que hirieron nuestro cuerpo y acallaron nuestra voz. En compañía de
rra o entregadas como
pago de una deuda.» Tamar y La Que Fue Cortada en Pedazos contaremos nuestras histo-
288 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 289
rias y reconoceremos las realidades sociales y religiosas que las han concubina para que fuera abusada por los borrachos. Tal com¬
conformado. Este es nuestro primer paso hacia la sanación. portamiento se considera normal en una sociedad que prefiere a
los hombres.
♦ La mutilación definitiva de La Que Fue Cortada en Pedazos por
Cuerpos destrozados parte del levita no es una protesta por el tratamiento recibido a
manos de aquellos hombres, sino por la indignación que le pro¬
Cuando la niña sale de la infancia y la adolescencia está convenci¬ niños del vecindario o de los medios de comunicación que indican
da de que las mujeres son inferiores a los hombres y vulnerables a sus que podría ser violada. Así, crece con miedo a los hombres y a sus im¬
intensos impulsos sexuales. Se hace mujer negociando la peligrosa pulsos sexuales. A medida que se hace mayor, ordena y reordena su
vida en base a este miedo que afectará profundamente a todas las de¬
geografía de la violencia sexual masculina: tendrá miedo de caminar
sola por la noche, soportará piropos y silbidos y su cuerpo será diana cisiones que tome. Adaptará su estilo de vida para poder sentirse se¬
de chistes verdes. Todo lo que ha experimentado desde su nacimiento gura de que no le va a ocurrir a ella, pero, muy dentro, sabe perfecta¬
mente que por muchas precauciones que tome es algo que nos puede
aumentará su vulnerabilidad a la violación y al incesto. Una de cada
cuatro niñas sufre abuso sexual antes de los dieciocho años. En mu¬ ocurrir a cualquiera de nosotras en cualquier momento.
ignoran las preocupaciones inexpresadas de las mujeres: ♦ Susan escribe: «Los tacones altos aumentan nuestra vulnerabili¬
dad, por eso los llevo en el bolso y me pongo zapatos deportivos.
♦ Su enfado con el levita no sensibilizó a su padre a los problemas
Desde la infancia se me ha dicho que lo que lleve puesto puede
excitar a un hombre normalmente pacífico. "Los muchachos
que tenía en la relación. El padre ignoró a su hija y se deshizo en
atenciones hacia el levita. siempre serán muchachos", solía decir mi madre.»
♦ El levita no parece tener ningún remordimiento por ofrecer a su ♦ Jen escribe: «Sé que las violaciones ocurren en todas partes.
290 Un Dios que se parece a mí
Las Sanadoras Heridas 291
zón. Arrastra el pecado de su hermano en su cuerpo violentado. Des¬ religiosos subyacentes que permiten la violencia contra las mujeres en
una sociedad que prefiere a los hombres. La tradicional elevación re¬
pojada de su vista, antes clara y centrada, sus ojos ahora quedan fijos
en el suelo,
incapaces de sostener la mirada. Despojada de su voz, an¬ ligiosa del Dios masculino tolera el acceso sexual de los hombres a sus
tes orgullosa y noble, su boca esposas e hijas. Un informe de Naciones Unidas de 1989 concluyó
permanece firmemente sellada y las pa¬
labras aprisionan su garganta. Despojada de su que la violencia contra las mujeres es función de la creencia, fomenta¬
dignidad que antaño da en todas las culturas, de que los hombres son superiores y de que
paseara orgullosa sobre los hombros, ahora sus manos ocultan su
las mujeres son sus posesiones o una mercancía con la que pueden co¬
cuerpo indefenso, temiendo quedar expuesta.
merciar a su antojo7.
Entretanto, su padre y hermanos siguen con sus asuntos como
Estas tenaces actitudes tienen su raíz en las historias y mitos que
siempre: guerras, rivalidades y conquistas.
La historia de Tamar es la de al menos un 80 hemos explorado juntas. En todas ellas el cuerpo masculino queda
por 100 de las muje¬
res que se abren camino a los centros de tratamiento
exento de
responsabilidad y a las niñas se les enseña: «Los chicos
para sanarse de
sus adicciones5. El alcoholismo en la familia de siempre serán chicos. No pueden evitarlo.» Una se pregunta si el aco¬
origen aumenta las so sexual y el abuso de la mujer es el premio del que disfruta el hom¬
probabilidades de que ocurra el incesto, y una vez que nuestros cuer¬
bre por haber sido creado a imagen de Dios.
pos han sido explotados por los «poderes superiores» en los que con¬
fiábamos en la infancia, a menudo nosotras mismas recurrimos al al¬
Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬
cohol, las drogas o la comida para olvidar6.
El incesto nos hace sentir una profunda das. Una a una hablan desde el silencio de toda una vida:
vergüenza, llegando a
creer que nuestros
cuerpos son malos, e incluso que nuestras almas
están manchadas. Cuando la
vergüenza eleva su voz desde la profun¬
Mi padre me tocaba las tetas delante de toda la familia desde
didad de nuestras heridas algunas nos mutilamos en un intento de que las tuve desarrolladas, a la edad de doce años. Me sentía de¬
acallarla. Nos golpeamos el cuerpo, dejamos que pase masiado insegura y era demasiado tímida como para protestar. Era
hambre, le da¬
inocente y estaba siendo utilizada, no sabía muy bien lo que me es¬
taba ocurriendo en realidad. A los cuarenta años una terapeuta me
5
Mary Beth McClure, Reclaiming the Heart (Nueva York: Warner Books,
1990), p. XVII.
6
Claudia Black, «It Will Never Happen to Me» (Nueva York: Ballantine
Books, 7
Naciones Unidas, Violence Against Women in
1981), pp. 154-155. the Family (Nueva York: Nacio¬
nes Unidas, 1989), p. 33.
292 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 293
preguntó si había sido abusada y le dije que no. Guardé silencio y volver loca a la gente. Por tanto, he tenido mucho cuidado de
lo negué. No es que lo hubiera olvidado, simplemente no sabía ocultarme de la vida, eligiendo empleos y relaciones sin salida y
que aquello era abuso. Pero mi cuerpo sí que lo sabía, por eso
poniendo años luz de distancia entre mí misma y la expresión de
comencé a comer para desaparecer. Es
paradójico: desaparecí co¬ quien soy. Ahora tengo cuarenta y ocho años y llevo mucho tiem¬
miendo y poniéndome gorda. El tamaño de mi cuerpo
siempre era po luchando para descubrir algo que pueda darme la sensación,
un problema
para mis padres. Yo solía estar enfadada con mi pa¬
aunque sea pequeña, de que mi vida tiene significado y propósito.
dre la mayor parte del tiempo y como aquello no
era permisible Esta sociedad y mi padre no me han dejado conocer ni siquiera
comía todavía más.
una sombra de mi fuerza
y creatividad de mujer.
Mi visión de mí misma estaba alterada. Sentía
vergüenza de Ferrel
mis grandes pechos, pechos que mi padre me tocaba en broma y
de lo que derivaba placer. Pechos que
todos los hombres miraban
antes de mirarme a los ojos.
Pechos que me tocaron dos hombres
a los que no conocía de nada. Me los
golpeaba porque detestaba Imagínate sentada en un círculo con Robín y Ferrel. Añade
tu historia a las suyas.
que fueran tan grandes, quería que desaparecieran. Nunca se me
animó a valorar su plenitud. No
exploré el placer sexual que mis
pechos podían darme hasta una etapa muy posterior, cuando ex¬ Ninguna mujer está exenta
perimenté el toque amoroso de otra mujer. Mis pechos estuvieron ♦ Reflexiona sobre la frase siguiente desde tu propia expe¬
muertos e insensibles durante treinta años. riencia: «Todas las niñas crecen hasta hacerse mujeres
negociando con la peligrosa geografía de la violencia se¬
Robín
xual masculina.»
♦ Describe el acoso sexual que
has soportado, empezando
Un día vino la
policía y se llevó a mi madre. Le metieron a em¬ con tus experiencias infantiles en casa y en la escuela.
pujones en el coche patrulla mientras mi padre y yo mirábamos
desde la puerta. Entonces tenía trece años. En un momento dado
Incluye las situaciones que solemos dar por supuestas:
miedo a caminar sola por la noche, aguantar silbidos y
mi madre me miró y me juró que nunca volvería a casa porque era vítores, que se contaran chistes verdes a tu costa.
culpa mía que tuviera que irse. Yo tenía la culpa de que mi padre ♦ ¿Cómo se te indujo el miedo a los hombres y a su poder se¬
estuviera abusando sexualmente de mí.
xual cuando eras niña? ¿Has ordenado y reordenado tu
Aproximadamente aquel tiempo, mi padre, no satisfecho
por vida en base a este miedo? ¿Cómo ha afectado a tus elec¬
con
manosearme, comenzó
a obligarme a realizar el coito con él. ciones en el día a día? ¿Cómo te ha afectado en la elección
Todo era culpa mía. ¿No me había dicho mi padre mil veces del lugar en el que vives y de los lugares a los que vas o de¬
que no
lo podía evitar? Había algo tan
poderoso y malvado en mí que aquel jas de ir? ¿Cómo afecta a tu seguridad y qué medidas to¬
hombre no podía dejar de hacerme cosas malas. El mal
que yo había mas? ¿Y a tu guardarropa? ¿Tienes toque de queda, es decir,
causado era tan grande que había vuelto loca a mi
madre, por lo que una hora a la que has de estar en casa para sentirte a salvo?
tuvo que ser internada en un
hospital psiquiátrico.
Me sentía avergonzada hasta el núcleo mismo de mi ser
y tuve Nuestros cuerpos rotos
que reprimir todas las características de quién yo era. Afirmarme a ♦ ¿Quedó afectada tu visión de tu propio cuerpo por expe¬
mí misma, hacerme visible de alguna manera,
expresar mi indivi¬ riencias infantiles de tocamientos, incesto o violación?
dualidad, sexualidad o creatividad significaba asumir el riesgo de
294 Un Dios que se parece a m! Las Sanadoras Heridas 295
muy extendida en la comunidad psiquiátrica, en las instituciones reli¬ abuso sexual es una fantasía y atribuírselo a la imaginación de la mujer!
giosas y en la familia, e incluso entre las mismas mujeres supervivien¬ Tras haber sido silenciadas por nuestras familias, iglesias y por la
tes. Pensábamos que si lo ignorábamos el
tiempo suficiente tal vez de¬ comunidad terapéutica, nos silenciamos a nosotras mismas. Las que
saparecería. hemos sufrido incesto y violencia sexual podemos hacerlos desapare¬
¿Cuántas voces de mujeres se han acallado a lo largo de los si¬ cer de nuestra memoria durante años. Nos volvemos
muy hábiles a la
glos? Amnon, el hermano que violó a Tamar, le dijo: «No quiero oír hora de ocultar dichos sucesos y pretender que no han ocurrido. A
tu voz.» Incluso el hermano bueno, Absalom, le mismas también
dijo después de la nosotras nos resulta más fácil borrarlos de nuestro
violación: «No se lo digas a nadie ni te lo tomes a mal. El es tu herma¬ recuerdo oatribuírselos a nuestra imaginación para negar la dolorosa
no.» A Tamar la dejaron sola realidad. Perdemos la voz.
con la verdad, con el terror encerrado
296 Un Dios que se parece a mI Las Sanadoras Heridas 297
métodos de los demás. A las hijas se las enseña a estar calladas y a ser lo minimicé. Me sentía sucia y elegí la masturbación como forma
buenas, y que cualquier cosa que les pase es culpa suya. de recrear los abusos; aquello me producía placer y también ver¬
güenza. Me quedé sin voz ni poder. Llevo la vergüenza en mi vien¬
Sentadas en círculo, las mujeres comparten la verdad de sus vi¬ tre, en el plexo solar y en los ovarios. Estoy cansada de llevar este
das. Hablan una a una desde el silencio de toda una vida: peso y de tener el estómago tenso. Rezó para poder soltar y li¬
berarme. Merezco placer y quiero recuperar mi sexualidad y mi
A mi abuelo le consideraban un santo. Le encantaban sus nie¬ poder.
tos, todos éramos sus niños. El abuelo tenía una relación especial Erin
con los niños, nunca les gritaba ni les pegaba. Era un hombre pe¬
queño, con un rostro bondadoso, y era muy paciente. Hacía su
propio pan propio queso. El bañaba a la abuela.
y su Imagínate sentada con Christine y Erin. Añade tu historia a
Pero tenía
algún rasgo peculiar. Le gustaba quemar cosas en las suyas.
los campos (lo que es un rasgo común en los pedófilos) y abusaba
de los niños. Él era la gran esperanza blanca de la familia materna, En la familia
a diferencia de los hombres más rudos de la familia de mi
padre. ♦ Describe cómo acallaron hogar.
tu voz en tu
Mi madre lo creía un santo. ♦ ¿Sufriste abusos de niña? ¿Te amenazó el abusador con
Yo pude hacerte daño si lo contabas?
mantener aquellos primeros recuerdos en secreto
hasta los cuarenta años. Entonces afloraron las memorias del abu¬ ♦ ¿Trataste de contarle a alguien lo que te estaba ocurrien¬
so sufrido a manos de mi abuelo. Cuando se lo dije a mi madre no
do? ¿Te creyeron?
me
creyó; aquello supuso el final de nuestra relación. Una vez más,
estaba en la posición de elegir entre su hija y los hombres, vivos o Comunidad religiosa
muertos, de su vida, y eligió a los hombres. Necesito seguir dicién- ♦ Describe cómo acallaron tu voz a lo largo de tu forma¬
dome la verdad a mí misma, aunque ella no me crea. ción religiosa.
Christine
♦ ¿Se daba por hecho el comportamiento agresivo de tu
padre y se fomentaba la impotencia de tu madre?
Fui violada por dos hombres, un adolescente y un hombre de
♦ ¿Os ofreció la iglesia o sinagoga alguna solución a ti o a
tu familia?
mediana edad que se aprovecharon de mi inocencia y vulnerabili¬
dad. Tuve que superar aquella situación con fuerza y en silencio. Comunidad terapéutica
Estaba orgullosa de poder mantenerlo en secreto frente a mi pa¬ ♦ Reconstruye tus encuentros con terapeutas a lo largo de
dre, que me hubiera matado. El estaba seguro de que yo le enga¬ los años.
ñaba y de que hacía todas las cosas que hacen las chicas malas. Di¬
298 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 299
8
Stone, When God Was a Woman, p. 59.
300 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 301
tro con La
Que Fue Cortada en Pedazos: reuniendo los fragmentos». Soy La Que Fue Cortada en Pedazos.
Para prepararla,
monta un altar en el centro de tu espacio sagrado y Mi cuerpo está roto. Mi sangre ha sido derramada por tu totalidad.
coloca sobre él una vela roja, un cáliz (o vaso de vino) lleno de zumo Que tu vida rota y tu sangre derramada sean totalidad para ti.
de uva
y un plato con doce pedazos de pan que representan su cuer¬ Toma y come el pan, como símbolo de tu vida y de tu cuerpo
po desmembrado. Pon un pañuelo rojo sobre el altar para simbolizar rotos.
el río de la sangre de la mujer que ha fluido durante siglos. Toma y bebe el símbolo de
zumo, como tu sangre de vida
Reúne seis elementos para representar los años y las experiencias derramada.
perdidos de tu vida (fotos de tu álbum infantil, un collage de fotogra¬
fías de revistas...). Reúne otros seis elementos para representar tu Siéntate en silencio sobre el altar, tu centro sanador interno.
cuerpo desmembrado (pañuelos, trozos de barro con la forma de tu Desde él irradia una luz que te alivia, sana y fortalece.
cuerpo). Esparce los doce elementos por tu espacio sagrado. Inspira hasta sentir tu totalidad.
Inspirando... Mi cuerpo es total.
Espirando... No tengo mancha.
Un encuentro con La Que Fue Cortada en Pedazos: Inspirando... Mi vida es total.
reuniendo los fragmentos Espirando... No tengo mancha.
Inspirando... Mi totalidad queda restaurada.
Soy la que fue cortada en pedazos. Espirando... la relación amorosa conmigo misma queda res¬
Mi cuerpo está roto. Mi sangre ha sido derramada por tu totalidad. taurada.
Retoma tu vida... cada año de tu vida.
Recupera tu cuerpo... cada precioso pedazo de tu cuerpo.
Recupera tu historia... cada experiencia de tu historia. Un Dios que se parece a nosotras
Sé restaurada a tu totalidad.
A medida que las supervivientes de la violencia sexual vislumbra¬
Reúne todos los fragmentos de tu vida rota. mos el rostro femenino de Dios
a través del ritual y la meditación
y a
Reclama los años despreciados. Recuerda las experiencias alienadas. través de las historias, mitos e imágenes que afirman a la mujer nues¬
Reúnelos desde los remotos lindes de tus años. tra sanación va ganando en profundidad. En su presencia pasamos de
Muévete por tu espacio sagrado reuniendo las experiencias y la fragmentación a la totalidad. Las mujeres que comparten seguida¬
los años
perdidos. mente su sanación han realizado el trabajo descrito entre los capítu¬
Trae cada elemento roto sobre el altar, el centro de tu sa- los 1 y 12. Han trabajado cada historia hasta llegar al punto actual. Su
nación. curación ha requerido tiempo y paciencia.
Reúne todos los fragmentos de tu cuerpo roto. Sentadas en círculo, las mujeres comparten la sanación de sus vi¬
Reclama la parte despreciada. Recuerda la parte separada. das. Una a una se van expresando desde el silencio de toda una vida:
Reúnelas desde los lugares más remotos de tus años.
Muévete por tu espacio sagrado reuniendo las partes rotas de Una MujerDios que se pareciera a mí hubiera sido mi aboga¬
tu cuerpo. da. No habría perdido cuarenta y siete años haciendo dietas para
Trae cada elemento roto sobre el altar, el centro de tu sa- encajar, estando enfadada porque no encajaba o deprimida tratan¬
nación. do de descifrar la situación. En esta comunidad de mujeres por fin
302 Un Dios que se parece a mI 303
Las Sanadoras Heridas
de agujeros en el alma. Dios sabe que he sentido un gran dolor y ¿Cómo puedo experimentar en mayor medida tu presen¬
vacío durante toda mi vida, pero, mientras trabajaba en mis di¬ cia sanadora en mi vida, en mi cuerpo y en mi creati¬
bujos, durante algunos momentos me sentí completa. Aunque el vidad?»
sentimiento fue breve, ahora sé que puedo sanar el dolor de mi
corazón.
No me
sorprende que la sanación provenga del arte. Cuando
estaba creciendo, el arte salía de mí, lo único que no tenía nada
era Un Dios que dice: «¡Ya basta!»
que ver con mi padre. Dibujé hasta que mi padre empezó a reali¬
zar el coito
conmigo. Después de eso, todo me daba vergüenza, in¬ El poder que más temen los hombres en las mujeres es el po¬
cluso dibujar. Por eso mi sanación está relacionada con el arte y
der de decir no. Elpoder de negarse a cuidarles, a hacerles el ser¬
con el rostro femenino de Dios. El arte me conecta con mi identi¬
dad
vicio sexual, productos. El poder de negarse a ado¬
a comprar sus
original como persona, con mi propio valor aparte de mi pa¬
dre. Y,
rar a su
amarles. Cada violador sabe que se
Dios. De negarse a
a través de la
búsqueda del rostro femenino de Dios, por puede forzar el sexo, pero ningún poder en el mundo puede obli¬
primera vez en mi vida he considerado la posibilidad de que la
gar a dar su amor a una mujer que quiere retenerlo.
mujer, de que yo, sea sagrada. Ahora creo que haber nacido mujer
barbara WalKER, The Crone: Woman ofAge,
es una bendición.
Wisdom and Power9
Ferrel
9
Barbara G. Walker, The Crone: Woman of Age, Wisdom and Power (San Fran¬
cisco: Harper, 1985), p.ll.
304 Un Dios que se parece a mi Las Sanadoras Heridas 305
Soy una guerrera.Sea cual sea la dificultad, sé que hay una for¬
«No, hermano, no me violes; no hacemos tales cosas en Israel; de encararla. No
ma
supone ningún esfuerzo echar mano de mi
me
no
hagas tal tontería. ¿A dónde podría huir para ocultar mi vergüen¬ coraje y animar mi espíritu. Resuelvo mis problemas con coraje. Con
za? Y tú caerías tan bajo como el más estúpido de Israel. ¿Por qué buen ánimo cambio lo que no funciona para mí. Digo no cuando no
no pides mi mano al Rey? No me
separará de ti.» quiero que me abracen. Digo «no me gusta esa persona» y «me gusta
El no quiso escuchar
su voz. Era más fuerte que ella, la tumbó esa persona» según lo siento. Cuido de mí misma.
Soy La Testaruda
en la camala violó.
y y La Enfadada. Me voy cuando deseo irme. Me niego a soportar do¬
Después Amnon estaba lleno de un gran odio por ella; el odio lor y sufrimiento. Soy activa. Digo no. El coraje del universo pulsa a
con el que la odiaba era verdaderamente través de mí. Estoy llena de mí misma.
mayor que el deseo que an¬
tes sintiera por ella. Y le dijo: «Levántate
y vete.» Ella respondió:
«No, expulsarme así es un acto malvado. Es aún peor que lo que me Las Escrituras dicen que
nos Absalom fue padre de tres hijos y de
has hecho.»
una hija. Llamó hija Tamar, en honor de su hermosa tía. En inte¬
a su
rés de nuestras hijas y sobrinas debemos contar nuestras historias.
Al contar la verdad de Tamar contamos la nuestra. Al incorporar Imagínate a Tamar caminando por el pasillo de la iglesia, mirando a
su historia a la nuestra, la suya se vuelve sanadora. Recuperamos el los ojos a cada mujer y diciéndole: «Recupera tu vista. Ve lo hermosa
coraje de decir no y recuperamos los recursos para contar nuestras y plena que eres. Retoma tu voz. ¡Grita tu verdad! Recupera tu dig¬
propias historias tras generaciones de silencio. Oímos el grito del no nidad. El pecado no lo cometiste tú. Es bueno y justo que seas una
de Tamar a través de los siglos cada vez que salimos del silencio para mujer. Niégate a llevar el pecado de tu padre y de tu hermano en tu
contar nuestras historias; cada vez que
expresamos nuestra indigna¬ cuerpo.»
ción por los chistes que denigran nuestros cuerpos y la pornografía En respuesta,
cada mujer de la congregación afirma con valentía:
que los ensucia y mutila; cada vez que ayudamos a una amiga a salir «Recupero mi vista. Me veo hermosa y plena. Retomo mi voz y gritaré
de una relación de abuso; cada vez que exigimos que los padres de mi verdad. Recupero mi dignidad. El pecado no fue mío. Es bueno
y
306 Un Dios que se parece a mí Las Sanadoras Heridas 307
fundas? Dibuja tu cuerpo y marca los lugares que contienen tu ♦ Incorpora esta afirmación a tu día: «Es bueno y justo que yo sea
vergüenza. una mujer.»
♦ Ahora transforma el dibujo. Recupera cada una de las partes que ♦ Toma conciencia de cómo recuperas tu bondad de mujer. ¡Niéga¬
contienen tu vergüenza con un color o una imagen sanadores. te a ser menospreciada o excluida el día de hoy!
Hónralas de una manera especial a través del dibujo.
Día 4. La recuperación de la voz Dedica tiempocada día de esta semana a estar con La Mujer He¬
♦ Oye Tamar decirte: «Recupera tu
a voz. ¡Grita la verdad!» rida quehabita en ti para que pueda sanarse gracias a tus cuidados
♦ Incorpora la siguiente afirmación a tu vida: «Recupero mi voz. compasivos y amorosos. Incorpora la meditación siguiente a tu vida
Gritaré mi verdad.» diaria10.
♦ Toma conciencia de cómo estás recuperando tu poderosa voz. Imagina que estás en un antiguo bosque. Haz unas respiraciones
¡Di la verdad el día de hoy! profundas. Imagina que tienes raíces como los árboles que te rodean.
Estás tan aterrizada, tan conectada con la Madre Tierra como los ár¬
Día 5. La recuperación de la dignidad boles: eres sustentada, apoyada y nutrida por ella. Imagina que tu res¬
♦ Oye a Tamar decirte las siguientes palabras: «Recupera tu digni¬ piración surge de la rica tierra que tienes bajo los pies con cada inha¬
dad. El pecado no es tuyo.» lación. Libera tu aliento en el aire fresco y húmedo que te rodea con
♦ Incorpora la siguiente afirmación a tu día: «Recupero mi digni¬ cada exhalación.
dad. Yo no cometí el pecado.» Entrelaza una afirmación con cada respiración:
♦ Toma conciencia de cómo estás recuperando tu dignidad. ¡Niega
toda vergüenza o culpa el día de hoy! Mi cuerpo es sagrado. En él no hay mancha alguna.
Mi cuerpo es total. En él no hay mancha alguna.
Día 6. La recuperación de la bondad
El clima es muy refrescante y sigues a La Que Fue Cortada en Pe¬ Ama tus hombros. Elévalos hacíalas orejas. Escúchalos. ¿Sien¬
dazos por un camino que sólo ella conoce. Te lleva a un amplio claro
tes alguna tensión? ¿Qué te están diciendo sobre el paso y la for¬
del bosque. Busca dentro de ese claro un lugar donde sentarte, quizá
ma de tus días? Libéralos y libera todo lo que arrastran, con amor.
una roca o sobre la hierba fresca y verde. Ponte cómoda. La Que Fue
Ama tus brazos. Levántalos delante de ti. Junta las manos,
Cortada en Pedazos te va a llevar a dar un paseo de reconocimiento
muévelas, bésalas.
por tu propio
cuerpo. Sigue sus sugerencias con un toque delicado, Eres suficiente. Bendita No retengas
un movimiento expresivo o en la quietud de tu imaginación. Imagina
seas. nada. Permite que tu
cuerpo tome forma. Sigue la forma de tu cuerpo. Inhala: mi cuer¬
que te dice: po es sagrado. Exhala: mi cuerpo es total.
Ama tus pechos tal como sean: firmes,
colgantes, plenos o
Eres suficiente,
sagrada. No te quedes nada dentro. Permite
eres
planos. Sigue su forma.
que tu cuerpo tome una forma y ama la forma que tome. Inspira y Ama tu abdomen. Llénalo de respiración. Honra su redondez
afirma, mi cuerpo es sagrado. Exhala y afirma, mi cuerpo es total.
y permite forma.
que tome
Vuelve al hogar de tu cuerpo. Ámalo. Basta de golpearlo, re¬
Sigue la forma de tu triángulo púbico. Mientras lo haces, cele¬
torcerlo o esculpirlo.
bra tu conexión con la Mujer Dios, la
que tiene pechos, muslos y
Ama tu carne, ámala con todo tu corazón y tu alma. Ámala
una vagina como la tuya.
ahora a través del contacto físico.
Percibe y honra la forma de tu trasero. Masajéalo tiernamente
valorando el fiel apoyo que te proporciona.
Presta especial atención a las áreas de tu cuerpo que te resultan
difíciles de reconocer: una cicatriz, una parte desplazada sobre otra, A tu propio paso, crea una Meditación de Reconocimiento. Mue¬
una capa de grasa protectora, una parte intocable. ¿Sientes vergüenza
ve, toca o imagina lentamente cada una de las restantes partes de tu
de ciertas partes? ¿Te sientes orgullosa de otras? Dirige la respiración
cuerpo, tus muslos, rodillas, pantorrillas, pies y dedos de los pies.
hacia cualquier incomodidad sin juzgarla. Percibe lo que es verdad Respira profundo mientras reconoces y escuchas a tu cuerpo.
para ti sin avergonzarte. Para acabar con la Meditación de Reconocimiento, inspira
pro¬
fundamente. Imagina que la respiración se eleva desde la rica tierra
Empieza por la parte alta de la cabeza. Reconoce la cabeza.
que está debajo de ti, mientras dices en tu corazón: Mi cuerpo es sa¬
Muévela. Masajéala. grado. Libera tu aliento en el aire fresco y húmedo que te rodea,
Ama tu pelo. Tócalo. Acaricíalo. Enróscalo. Bendice sus rizos,
mientras dices en tu corazón: Mi cuerpo es total.
su lisura, color, su textura.
su
Siéntate en silencio hasta que te sientas preparada para escribir o
Ama tus ojos. Bendice su color. Masajéate los párpados y las
dibujar en tu diario. Reconoce los sentimientos, sensaciones y recuer¬
cejas. Ábrelos y ciérralos. Honra tu visión única del mundo. dos que han aflorado en ti. Comparte esta experiencia con una
Ama tus oídos. Bendice su forma y tamaño. Masajéalos. Ama
amiga
en quien confíes.
tu recepción del mundo que es única.
La j\na\ana Sa bia
La historia
El rostro de la muerte
misa todos los días. Cuidaban de los huérfanos y se ofrecían a hacer das, solas y pobres. Mientras los hombres envejecen con dignidad,
pasteles para los mercadillos de caridad. Cosían las telas del altar a para las mujeres envejecer es una desgracia.
mano, preparaban la comida del sacerdote y limpiaban su retrete.
Pero eran los sacerdotes los que presidían la misa diaria.
En mi adolescencia las ancianas cosían las cortinas de la escuela Nuestras heridas
dominical y asistían a todas las oraciones colectivas y a los grupos de
estudio bíblico. También preparaban la comida en los banquetes y ce¬ En compañía de mujeres valerosas expresaremos las experiencias
nas eclesiásticas. Ellas servían a la iglesia, pero el ministro presidía to¬
de nuestropasado personal y religioso que han depositado en noso¬
dos los servicios. tras el temor a envejecer. Contando nuestras historias saldremos del
en la universidad, en un estado suerño, pude ver
Cuando estaba aislamiento de toda una vida; éste es nuestro primer paso hacia la sa-
que eran las ancianas, las sirvientas y niñeras, las que cargaban con la nación.
paternidad y de la hospitalidad de los ricos. Llevaban el dolor de sus
propios hijos al tiempo que secaban las lágrimas de los hijos de los
blancos. Preparaban las cenas especiales y limpiaban los retretes de la
El temor a envejecer
iglesia y de sus hogares. Eran mujeres dobladas bajo la carga de so¬
portar sobre sus hombros el peso de generaciones de racismo.
Se supone que en la vida real las señales del envejecimiento no
También recuerdo a Sara, la esposa de Abraham. Estaba consu¬
deben verse.
mida por el deseo de tener un hijo y buscó hacerlo a través de su es¬
Las mujeres trabas sociales
clava Agar. Joven y fértil, Agar tuvo su hijo ilegítimo. Sara, ya mayor y encuentran y profesionales cuando
tienen arrugas y pelo blanco que los hombres no tienen. En lugar
estéril, se rió cuando Dios le dijo que tendría su propio hijo legítimo.
de envejecer normalmente como parte de un ciclo de vida
La mujer mayor y la joven enzarzadas en una danza de amargura y su¬ pleno
las mujeres están constreñidas por la ilusión de que su proceso de
frimiento alrededor del hombre y sus hijos'.
crecimiento se detiene en la primera o en las dos
Recuerdo a Naomi y a Rut, mujeres sabias y valerosas, madre y primeras décadas
de su vida adulta.
cuñada comprometidas una con la otra en ausencia de sus maridos.
Su historia gira en torno a encontrar un nuevo marido para Rut y al Barbara Walker, The Crone of Age, Wisdom and Power
nacimiento de un nieto que lleve el nombre del fallecido2.
Recuerdo a la vieja Anna, la profetisa. Era viuda, no tenía relación A medida que hemos viajado por la verdad de la vida de la mujer,
con hombre alguno y era tan ilegítima como las que no tenían padre, comenzando desde su nacimiento,
pasando por los mitos de la crea¬
ción y los símbolos que la han conformado, aventurándonos en el de¬
pero Dios la mantuvo en el servicio del templo. El era el protector de
las viudas3. sarrollo de sus ciclos y ritmos y explorando su vulnerabilidad a la vio¬
Estaba claro que el poder de la mujer, si es que tenía alguno, dis¬ lación y al incesto, hemos podido vislumbrar el temor a envejecer que
minuía a medida que se hacía mayor. Muy pocos escuchaban su voz, preside los escritos de las mujeres. Este temor ha ido acumulando
sus historias y su sabiduría. Las ancianas acaban quedándose encerra¬ fuerza y poder a lo largo del camino.
La Anciana es la culminación de todo lo que la
mujer ha experi¬
mentado desde la niñez. A lo largo de todo el proceso, las ocurrencias
1
Véase Génesis 16:1-16, 17:15-27, 18:12-15,21:1-21. naturales de nuestra vida nos resultaban inaceptables: el hecho de ser
2
Véase Lucas 2:36-38. «chicas», de sangrar, y nuestros cambios corporales durante la adoles¬
3
Véase Libro de Rut. cencia y el embarazo. Tiene cierto sentido que nos veamos
obligadas a
316 Un Dios que se parece a mI La Anciana Sabia
317
tes indeseables de sí mismas, un poco de nariz por aquí, un poco de El sentimiento de suficiente»
«no ser se ha ido intensificando
muslo por allá, el doble mentón, un bulto, arruga o punto no desea¬ con los años; medida
a que envejezco, el mundo refuerza ese men¬
dos. Muy pocas aceptan y celebran los cambios que tienen lugar en su saje. Temo ser tragada y luego escupida por no ser útil ni deseable.
rostro y en sus cuerpos. No podemos imaginarnos a un Dios que en¬ Si no
tengo una familia que haga que merezca la pena mi vejez
vejezca como nosotras. creo que moriré.
encubrir las señales del envejecimiento consume bue¬
Disfrazar y
Ann
na parte de la energía de la mujer, lo que significa que le queda poca
para tratar con los factores sociales y económicos que amenazan su ♦ Aproximadamente el 75 por 100 de los ancianos son mujeres. En
supervivencia en un mundo que prefiere a los hombres. En lugar de lastres próximas décadas el número de ancianos
ahorrar dinero para su futuro lo gasta en ropa, dietas y tintes. Su ener¬ que vivirán solos
aumentará hasta casi doblarse
y cuatro de cada cinco seguirán
gía se centra en conseguir y después en conservar a un hombre que siendo mujeres.
sea su salvación, su seguridad y un compañero para la vejez. La sobre-
cogedora realidad es que la mayoría de las mujeres envejecen solas, Siento como si existiera cuando
sobreviviendo a sus «salvadores» y sobrepasando la duración de las
no no
estoy ligada a un hom¬
bre. A medida que envejezco, la probabilidad de encontrar un
cuentas bancadas de éstos.
compañero adecuado disminuye. Esto me da miedo porque no
Considera y reflexiona 4: quiero envejecer sola.
♦ Entre los ancianos pobres, más de tres de cada cuatro son muje¬ joyce
res. La mayoría de las mujeres ganan menos que la mayoría de los
♦ En el año 2020 la pobreza
los ancianos estará prácdcamente
entre
hombres y, por tanto, dedican menos a ahorros, pensiones y segu¬
limitada a las mujeres que vivan
solas. A menos que se reoriente la
ridad social. También viven mucho más tiempo.
discriminación laboral, sexual y por edad en las próximas décadas
se producirán
pocas mejoras en la situación económica de las pró¬
ximas generaciones de mujeres de mediana edad
4 y mayores.
Liga de Mujeres Mayores, «Vienen tiempo duros: Ingresos de las muje¬
Véase
res americanastras el retiro en el próximo siglo» (Washington, DC: Liga de Mujeres
Me mantengo a mí misma y me encargo de mi coche, casa, ofi¬
Mayores, 1990). Se han incorporado afirmaciones de este documentos y fragmentos
de los escritos de mujeres sobre el envejecimiento a esta ilustradora lectura. cina, impuestos, facturas y atención sanitaria. A veces se vuelve
La Anciana Sabia
Un Dios que se parece a mí 319
Cuando me miro en el espejo no me veo como una mujer de Imagínate sentada en un círculo con Rebekah, Joyce y
cuarenta y tres años con arrugas, redondeces y partescolgantes. Ferrel. Añade tu historia a las suyas.
Me miro en el espejo y pienso «ésta no soy yo. Por dentro sigo te¬
niendo veinticinco años». Intelectualmente honro a las mujeres ¿Cuál era la actitud de tu padre hacia el envejecimiento de
mayores y, sin embargo, cuando las miro, niego su realidad. Sigo tu madre? ¿Hacia el tuyo?
estando influida por la definición cultural de lo que es aceptable y ¿Cuáles eran las actitudes de tu madre hacia su propio enve¬
atractivo.
jecimiento? ¿Te transmitió algún miedo?
Rebekah ¿Se preparó tu madre económicamente para el futuro?
¿Cómo te has preparado tú para el futuro?
De adulta, ¿qué miedos tienes a hacerte
Hay muchas cosas respecto a mi cuerpo a las que no puedo mayor? ¿Te preocupa
más ocultar las pruebas de que estás envejeciendo
poner palabras debido al agudo dolor que me producen; afectan que de¬
sarrollar tus talentos, compartir la sabiduría de los años vi¬
vidos y prepararte un futuro económicamente
5
«Mujeres al borde de un ataque de nervios», Time, 18 de febrero 1991, seguro?
58-59.
320 Un Dios que se parece a m1 La Anciana Sabia 321
historia colectiva de los márgenes de la historia y de la religión. Volve¬ cosa. Nada se eleva ni se
desprecia en el eterno ciclo de nacimiento,
remos a relatar valientemente la historia de La Anciana Sabia incor¬ vida, muerte y renacimiento7.
porándole las poderosas imágenes de un tiempo en el que la acumula¬ Inspiradas por ella, las antiguas mujeres no veían la muerte como
ción de años en una mujer era motivo de celebración. La Anciana un pasaje hacia el cielo, sino como una vuelta a la tierra. Estas
mujeres
Sabia se convierte en la imagen curativa de lo divino en nosotras. Al no estaban obsesionadas con el envejecimiento
y la muerte. A las más
abrazarla e integrarla en nuestras vidas recuperaremos nuestra Sabi¬ mayores de entre ellas se les consideraba tan imponentes y dignas de
duría y Belleza Originales. respeto como los lugares sagrados de la tierra y se las reverenciaba por
poseer la sabiduría telúrica en sus grietas, arrugas, líneas y años. Cada
mujer honraba el rostro de la Diosa en su propio rostro cambiante.
Un Dios que Invitamos a La Anciana Sabia a estar las
envejece como yo presente entre nosotras en
reuniones comunitarias. Imagínate sentada en un círculo de mujeres
Hay una enorme distancia entre una sociedad como la nuestra de todas las edades afirmando: «La sabiduría nos lleva a reconocer
y las primeras sociedades prepatriarcales donde las mujeres mayo¬ que todo cambia. "La semilla convierte en fruta; la fruta vuelve a
se
ser semilla. En el nacimiento, morimos; en la muerte, nos liberamos"8.
res eran una fuente de sabiduría, legalidad, habilidades sanadoras
La Anciana Sabia honra tanto la vida como la muerte, sin despreciar¬
y liderazgo moral. Sus arrugas eran medallas de honor, no de ver¬
las ni elevarlas, porque son parte de la naturaleza cíclica de la reali¬
güenza.
dad. Lo que nace morirá y lo que muere nutre la vida en sus diversas
Barbara Walker, The Crone of Age Wisdom and Power
formas. Nuestra capacidad de abrazar la muerte viene determinada
Se nos recuerda un tiempo en el que Dios se parecía a nosotras. por la profundidad con la que hemos dado la bienvenida a la vida.
Honramos todo lo que ha sido despreciado, recibimos todo lo que ha
Descubrimos que estamos en compañía de mujeres valientes, sus anti¬
sido excluido. La vida y la muerte son buenas. Son muy buenas.»
guas historias e imágenes se vuelven una fuente de sanación para no¬
sotras.Aprendemos de las antiguas mujeres que no pedían perdón
por sus últimos años; recordamos las antiguas sociedades que celebra¬
Meditación para celebrar La Anciana Sabia
ban la acumulación de años en la mujer y respetaban su sangre sabia. a
Leemos sobre los antiguos caminos en los que sólo las mujeres post-
En la meditación recuperamos las imágenes de un tiempo en el
menopáusicas podían presidir los rituales y ritos sagrados6. Aprende¬
mos de las antiguas creencias en la Triple Diosa: Doncella, Madre y
que Dios se parecía a nosotras. A continuación presentamos una me¬
ditación en dos partes llamada «Meditación para celebrar a La Ancia¬
Bruja.
na Sabia». La Anciana Sabia nos ofrece sus dones curativos cuando
Tal como el cambiante rostro de la Luna transforma el cielo noc¬
turno, el cambiante rostro de Dios transforma nuestras imágenes del
La anciana sabia nos llama a rellenar los años de nuestra vida. Sigue a La Anciana Sabia hasta un claro del bosque. Ella te invita
a sentarte a su lado junto al
Repasa los años de vida desde el nacimiento, prestando espe¬
tu Arroyo de la Vida. Escucha sus palabras:
«Entra en el arroyo. Bendice tu cuerpo con sus
cial atención a los años que te
hicieron daño: dibuja los años doloro¬ aguas sanadoras. Da
sos, escribe sobre ellos, baila los años difíciles. Bendice cada uno de
un suave
paseo sobre y alrededor de todo tu cuerpo. Reconoce los
cambios y celébralos. Estoy emergiendo dentro de ti. No
esos años añadiéndoles
algo: añade un color sanador a tu dibujo, un hay nada
que temer.»
símbolo sanador a tu escritura o un movimiento sanador a tu baile.
A tu propio paso, crea una Meditación de Reconocimiento. Em¬
Ahora vuelve a repasar los años de
vida, contándolos a medida
tu
pezando desde los pies y ascendiendo lentamente hasta la cabeza, re¬
que avanzas. Esta vez presta una atención especial a los años que te
conoce cada cambio
que está ocurriendo en ti: las líneas, las arrugas,
deleitaron. Dibuja los años deliciosos, escribe sobre los años cómo¬
las grietas y las redondeces; el aflojamiento, las bolsas
y el estiramien¬
dos, baila los años brillantes. Celebra cada uno de estos años añadien¬
to; los cambios de color, forma y textura. Abraza a La Anciana Sabia
do un color de celebración a tu dibujo, un símbolo de celebración a
que está emergiendo y bendice tu cuerpo sin vergüenza.
tu escritura, un movimiento de celebración a tu baile.
Cuando hayas acabado imagínate sentada en un círculo con
Reúne todos los años de tu vida en el mismo paquete, los brillan¬
Wendy, Erin, Dana e Irene. Añade tus afirmaciones a las suyas mien¬
tes y los dolorosos. Trae este paquete de años ante el altar. Exhibe tus
tras transformas los cambios
que temes en una celebración de la llega¬
dibujos y escritos, baila los «Bailes de la Vida». Di tu edad sin ver¬ da de la hermosa anciana.
güenza. Llena el espacio sagrado con la acumulación de tus años.
Wendy, a sus treinta y dos años, está encantada de descubrir:
Siéntate tranquilamente en tu altar respirando la plenitud de
tus años.
324 Un Dios que se parece a m!
La Anciana Sabia 325
Mis sabios músculos me dicen que debo ir más lenta y cons¬ La sabiduría de La Anciana
cientemente por la vida.
Los mechones de pelo plateado que se me caen me recuerdan
La sabiduría grita en voz alta a campo abierto. Eleva su voz en
que acabo de decir algo sabio. Me impresiona la belleza de cada los lugares públicos. Llama encima de las ajetreadas calles
por y se
uno de estos mechones. Los conservo en una caja forrada de ter¬
proclama en la puerta abierta de la ciudad.
ciopelo rojo y cubierta de cuentas plateadas. Son mis mechones de
madurez sabia. Proverbios 1:20
Las líneas de la risa que rodean mis ojos me recuerdan todas
El nuestro ha sido un viaje de descenso a los territorios no carto-
las historias divertidas que he oído y todos los días radiantes y so¬
leados que he disfrutado furtivamente. grafiados de nuestra vida y de nuestros recursos internos. Hemos re¬
clamado nuestra bondad (Eva), nuestro poder (Lilit), nuestra volun¬
tad y nuestra sexualidad (María), nuestra sacralidad (La Niña
Erin, a sus treinta y cinco años, se regocija al descubrir:
Mi vientre estirado, que representa
Divina), nuestros procesos naturales y los de nuestras hermanas (La
los desafíos de la vida que
han hecho traspasar
Que Derramó Su Sangre), nuestros cuerpos (La Que Fue Cortada en
me las limitaciones de la infancia.
Pedazos) y nuestra voz (Tamar).
Mis piernas fibrosas y mis venas hinchadas que han soportado
Ahora volvemos a descubrir a la Sabiduría en nuestro camino.
mi peso y el peso de dos niños.
Nos fue presentada en el capítulo 9, en el que aprendimos que Sabi¬
Mi rostro definido, que la experiencia ha ido afilando.
duría (o Sofía, que es su nombre griego) era en realidad un rostro fe¬
Mis hombros, que se tensan y señalan en qué momentos medi¬
menino de Dios en las Escrituras hebreas. A lo
tar y abandonarse. largo del tiempo había
Mi trasero, que ahora está mucho más flojo. He soltado, ya no quedado oscurecido pero no fue erradicado completamente.
Busqué la presencia de la Sabiduría en la historia religiosa y la en¬
estoy tan tensa y protegida.
contré en las versiones gnósticas de la vida
y trabajos de Jesús. Dichos
escritos son considerados heréticos por la ortodoxia de la
Dana: La mujer mayor se me muestra cada mañana cuando me Iglesia cris¬
tiana y no se incluyen en la Biblia. En los escritos gnósticos se inclu¬
miro al espejo. Me veo líneas características alrededor de
yen muchas imágenes femeninas de lo divino, por eso no debe sor¬
los ojos y boca, un suave doble mentón, puntos de sereni¬
dad en las manos, un vientre liso y abundante y pequeñas prendernos que las mujeres se abrieran paso hasta estas primeras
comunidades cristianas.
bolsas de sabiduría bajo los ojos. Doy la bienvenida a estos
Los gnósticos adoptaron la primera versión del mito de la crea¬
cambios.
ción en el que hombre
y mujer fueron creados simultáneamente a
Irene: Por fin he firmado la paz con mi cuerpo físico. He dejado imagen de un Dios hombre-mujer. Esta creencia condujo a una mayor
de añorar la airosa imagen de la juventud que retratan los me¬ igualdad entre mujeres y hombres y creó más oportunidades para que
las mujeres ocuparan puestos de liderazgo.
dios. Las delicadas líneas con forma de araña que se
extienden En los escritos gnósticos
Sofía estaba presente en la creación; todas las cosas estaban concebi¬
por mis piernas hablan de cada uno de mis embarazos. Sé das según el poder y la sabiduría femeninos 9. Sofía enseñó a Adán
cuándo apareció cada una de ellas y cuál es su significación en y
Eva la autoconciencia, les guió hasta donde se encontraba el alimento
mi vida actual. Me recuerdan mi importancia. Una vez nutrí y
y les ayudó a concebir sus hijos10.
mantuve otra vida dentro de mi cuerpo.
9
Pagels, The Gnostic Gospels, p. 54.
10Ibíd., p. 54.
326 Un Dios que se parece a mI La Anciana Sabia 327
Sofía contiene en sí misma las aparentes contradicciones de la Meditación: una reflexión sobre la presencia de la Sabiduría en
vida de una mujer: nosotras.
Soy la primera y la última. Soy la alabada y la insultada. Lo que sigue es un pasaje de las Escrituras hebreas que describe
Soy la prostituta y la mujer sagrada. Soy la esposa y la virgen. los atributos de la Sabiduría. Mientras lo lees, reflexiona sobre cómo
Soy (la madre) y la hija... habría cambiado tu vida si hubieras estado rodeada por estas cualida¬
Soy aquella cuya boda es un gran acontecimiento y no he tomado des femeninas desde que naciste. Reflexiona también sobre el efecto
marido. que podría tener la Sabiduría en tuvida actual.
Soy conocimiento e ignorancia... no conozco la vergüenza; soy ver¬
gonzosa. Porque la Sabiduría hay un espíritu, inteligente y sagrado;
en
Soy fuerza y soy miedo... soy estúpida y sabia... sutil, de movimiento libre y lúcido; sin mancha y claro; que no
No tengo dios y soy aquella cuyo Dios es grande11. hace daño y ama lo que es bueno; animoso y libre de impedimen¬
tos; benéfico y bondadoso; firme e inequívoco; todopoderoso y
Busqué la presencia de la Sabiduría en mi vida y la encontré omnipresente. Porque la Sabiduría se mueve más fácilmente que
cuando escuchaba con risas y lágrimas las historias de vida de los el movimiento mismo; penetra e impregna todas las cosas. Como
asistentes la clase de redacción el de adultos. Me habla¬ una fina humedad se eleva desde el Poder,
a en centro impregnando todos los
ba cada vezescuchaba respetuosamente a la experiencia, la
que espíritus inteligentes, puros y delicados.
fuerza y la esperanza de las ancianas sabias de Alcohólicos Anóni¬ Ella es la brillantez que irradia de la luz eterna, el
espejo inma¬
mos. Estaba allí cada vez que me sentía desafiada por los valerosos culado del Poder Activo y la imagen de la Bondad. Ella es más bri¬
actos de las ancianas sabias rabinas y ministras. Me susurraba al llante que el sol y sobrepasa todas las constelaciones. Cuando se la
oído cada vez que percibía la belleza natural de la anciana sabia cuᬠcompara con la luz del día se observa que la supera; porque el día
quera, que elegía honrar los cambios que trae la edad con dignidad da paso a la noche, pero ante ella no prevalece el mal. Abarca el
y gracia. mundo con su poder de un extremo a otro y ordena todas la cosas
Busqué la Sabiduría en la compañía de las mujeres con las que benignamente.
trabajo. Inspiradas por su presencia, transformamos la oración en una (Sabiduría 7:22-30, adaptado de The New English Bible)
conversación con la Sabiduría y la meditación en una reflexión sobre
su presencia en nuestras vidas. A través de la oración y de la medita¬
Colleen reflexiona sobre cómo habría cambiado su vida si hubie¬
ción buscamos mejorar nuestro contacto consciente con la sabiduría
raestado rodeada de imágenes de la Sabiduría Divina desde su naci¬
profunda que reside dentro de nosotras, rezando únicamente para ar¬ miento. Añade tu reflexión a la suya.
monizarnos con ellal2.
La oración mundo. Por eso te creé. Me entristece que no te des cuenta del rega¬
como conversación con nuestra sabiduría profunda
lo que eres para mí. Yo siempre estoy aquí, amorosamente presente
Cuando después del servicio nos ponemos en la puerta para despedir Caminaron, volaron y nadaron.
a los asistentes, algunas mujeres nos evitan porque se sienten amena¬ El quinto día su creación aprendió equilibrio y cooperación.
zadas y ofendidas. El intenso desprecio que sienten por sí mismas les Ella agradeció a su compañero por cuidar de su labor.
impide tolerar una mirada tan intensa a la belleza de sus vidas, de sus El sexto día celebró la creatividad de todas las cosas vivas.
cuerpos y de su sangre. Otras se van con lágrimas en los ojos porque El séptimo día dejó espacio para lo desconocido.
se sienten conmovidas
por la profunda afirmación de la realidad de
las mujeres que conlleva el ritual. lectora 2: Oremos juntas.
A continuación facilitamos el guión completo del ritual. Léelo en
principio como si fuera parte del texto. Imagínate que estás en la igle¬ todos:
sia de tu infancia. Dibuja o escribe los sentimientos y recuerdos que Madre nuestra, que estás dentro de nosotras, celebramos tus nu¬
afloran. Mientras lees, irás recordando el camino que has recorrido a merosos nombres.
lo largo del libro y volverás a encontrarte con las mujeres que ya co¬ Venga a nosotras tu sabiduría.
noces.
Cúmplase tu voluntad, desplegándose desde nuestras profundida¬
des internas.
Danos cada día lo que necesitemos.
El ritual «Imagina»: una inmersión en las imágenes, historias, Tú nos recuerdas nuestros límites y nosotras nos abandonamos.
oraciones y canciones que afirman a la mujer Tú nos apoyas y nosotras actuamos con valor.
Porque tú el lugar que habitamos internamente,
eres
La mujer clérigo: La Anciana Sabia invita la fuerza que nos rodea,
nos imaginarnos una
a
infancia en la que hubiéramos estado rodeadas por historias, y la celebración que está entre nosotras.
imágenes, canciones y rituales que afirman a la mujer; nos in¬ Ahora y por los siglos de los siglos.
vita a imaginarnos lo distintas que hubieran sido nuestras vi¬
das si nos hubieran presentado a la Madre de Todo Vida, a lectora 1: Imagina a La Niña Divina cuyo nacimiento fue anun¬
La Niña Divina, a La Que Derramó Su Sangre, a Tamar, a La ciado y celebrado por los ángeles, cuya venida mereció visitan¬
Que Fue Cortada en Pedazos y a La Anciana Sabia en nues¬ tes ilustres y regalos preciosos, y en cuyo honor las
gentes del
tras iglesias, sinagogas y hogares infantiles. mundo se reúnen anualmente para volver a recrear la historia
de su nacimiento. Imagínate que de niña hubieras oído las si¬
lectora 1: Imagina un mito de la creación en el que la Madre guientes palabras en la sinagoga, en la iglesia o en tu hogar:
está presente. Imagina que de niña hubieras oído las siguien¬
tes palabras en la sinagoga, iglesia u hogar de tu infancia: Baile y coro de voces:
El segundo día alumbró la tierra y el agua. Se tocaron. Esperamos la llegada de La Niña Divina.
El tercer día alumbró las plantas.
Se enraizaron y respiraron. Ella nace en la plenitud del tiempo.
El cuarto día alumbró a las criaturas de la tierra, del mar y del aire. Brilla como un sol, resplandeciente y hermosa.
332 Un Dios que se parece a mí La Anciana Sabia 333
sangre sagrada que contiene en sí tanto la vida como la muer¬ Oye una historia trágica: (El coro de voces lee la historia de La
te.Imagínate entonando canciones y cánticos espirituales para Que Fue Cortada en Pedazos, de Jueces 19. Mientras está siendo
celebrar la hermosa y poderosa sangre de la mujer. Imagina leída, las bailarinas esparcen doce pañuelos por el local donde tie¬
que tú, de niña, hubieras cantado esas palabras en la sinagoga,
ne
lugar la reunión.)
en la iglesia o en el hogar de tu infancia. La Que Fue Cortada en Pedazos te ofrece totalidad. Su cuer¬
po fue destrozado y su sangre fue derramada para que tú puedas
Coro sanar. Que así sea en tu vida y por tu
de voces: bien. Reúne todos los frag¬
Hay poder, poder, un poder que hace maravillas mentos de tu
cuerpo roto, reclama las partes despreciadas, recuer¬
en la sangre de la mujer. da las partes cortadas. Reúnelas, trayéndolas desde los lejanos
Hay poder, poder, un poder que hace maravillas confines de tus años. (Las bailarinas se mueven por el espado y reú¬
en la preciosa sangre de la mujer. nen los pañuelos, llevándolos al altar.)
15
Adaptado del Baptist Hymnal, «There's Power in the Blood,» p. 193.
334 Un Dios que se parece a mi La Anciana Sabia 335
Toma y come de tu cuerpo roto. Trágate las partes rotas. Toma y de la Hija Divina (tócate los pechos en honor del cuerpo en de¬
y bebe de tu sangre derramada. Sorbe el flujo de vida. (Las bailari¬ sarrollo de La Niña Divina),
nas
distribuyen el pan y la bebida.)
Que tu cuerpo roto y tu sangre derramada sean para ti totali¬ y de La Anciana Sabia (tócate los ojos en honor de la sabia vi¬
dad corporal. Afirma en voz alta: «Estoy completa. Mi cuerpo es sión que ofrece).
total.»
La Que Fue Cortada en ofrece totalidad. Su cuer¬
Pedazos te Como era en el principio mismo, sea también ahora (abre los
po fue destrozado y su sangre derramada para que puedas sanar. brazos para recibir Todo Lo Que Es).
Que ella sea para ti vida y salud.
LECTORA 1: ¿Qué sería diferente en tu vida si hubieras sido intro¬
LECTORA 1: Imagina que los rituales y sacramentos de las iglesias y ducida la Madre de Toda Vida, a La Niña Divina, a La Que
a
sinagogas de nuestra infancia hubieran estado presididos por Derramó Su Sangre, a Tamar, a La Que Fue Cortada en Peda¬
ancianas sabias postmentruales que, en la antigüedad, eran zos y
a La Anciana Sabia en las iglesias, sinagogas y hogares de
consideradas las más sabias de las sabias porque retenían per¬ tu infancia? Únete a Sharyn, Erin, Hallie y Laura. Añade tu
propia sensualidad puede adquirir la profundidad y la riqueza Día 3. Una Presencia grácil y fluida
de una vida plena. La vergüenza se va disolviendo a medida que «Porque la Sabiduría se mueve más fácilmente que el movi¬
afirmamos nuestra amabilidad esencial de mujeres. miento mismo; penetra e impregna todas las cosas. Como una nie¬
bla fina, se eleva desde el Poder impregnando todos los espíritus
inteligentes, puros y delicados.» (Sabiduría 7:24-25, adaptado de
The New English Bible.)
Antes de seguir adelante, quédate un poco más con la Sabiduría: ♦ Señala las frases que tengan un significado especial para ti en este
pasaje. En respuesta a ellas escribe una canción, dibuja una ima¬
ORACIÓN Y MEDITACIÓN: LA PRESENCIA PERMANENTE gen o crea un baile.
DE LA SABIDURÍA ♦ ¿Existen áreas en tu vida que te parezcan extrañas, atascadas o
inamovibles? Reflexiona sobre de qué forma la graciosa y fluida
Dedica tiempo cada día de esta semana a estar con La Mujer Sa¬ presencia de la Sabiduría podría sustentarte el día de hoy.
bia dentro de ti. Incorpora las siguientes experiencias a tu vida diaria:
Día 4. Una presencia brillante y radiante
Día 1. Una presencia permanente «La sabiduríaes la brillantez que irradia de la luz eterna, el es¬
dosa, una abuela incondicionalmente amorosa, una vecina sabia? la supera; porque el día da paso a la noche, pero ante ella no pre¬
¿Quiénes son las ancianas sabias presentes en tu vida actual? valece el mal. Abarca el mundo poder de un extremo a
con su
mas sacar a la luz? Reflexiona sobre la brillante y radiante presen¬ Día 3. María, La Madre Virgen
cia de la Sabiduría y cómo podría prestarte apoyo a lo largo del En su presencia hemos reclamado nuestra autonomía y sexuali¬
día de hoy. dad originales.
pendencia originales.
L ras
el despertad
espiritual
y^biap+as
a conexiones
saludables
réis con las fronteras del otro. Sí, es cierto que os haréisdaño. sino unapequeña parte de la totalidad de mí. Ahora elijo cómo
Aprended a decir: «¡ay!» y aprended a enmendar la invasión. quiero que los hombres encajen en mi programa de vida, que ya
«Dos soledades no gira a su alrededor. Oriento toda mi
se tocan.» energía hacia mí misma:
Os encontrasteis porque vuestras soledades se tocan. Habéis mi espiritualidad, mis amigas, mi trabajo y mis hijos.
Soy el centro
de mi universo, del que fluye todo lo demás. Ya no
compartido intereses y convicciones. Los caminos de sanación por estoy al servi¬
los que habéis elegido caminar corren paralelos. A lo largo de las cio de los hombres con mi vida y mi
energía.
fértiles fronteras de vuestra soledad, allí donde vuestras vidas se Erin
encuentran, plantad juntos un jardín, un jardín sagrado. Sembrad
en él las semillas de la bondad, de la ternura y de la verdad. Culti¬
En el pasado creía mi única función importante
vad el jardín de los intereses y preocupaciones compartidos, de los
que en el
mundo era relación con un hombre. Esperaba recibir
estar en
desafíos comunes y de los amigos atesorados. toda mi identidad de él. Esperaba que cuidara de mí y me hiciera
Wendy y Richard, el amor humano consiste en esto: que dos una persona notable. Simplemente no existía sin un hombre, pun¬
soledades se protejan y se toquen mutuamente. to.Después, cuando empecé a buscarme a mí misma, me abstuve
de relaciones durante seis años. Durante ese tiempo encontré mi
Sentadas en círculo, las mujeres comparten los dones de su des¬ identidad. Y aquí estoy, a los cuarenta y ocho años sé quien
soy.
pertar: Tengo una vida rica y plena. De repente se ha presentado un tipo
muy agradable, pero no sé qué hacer con él. Estoy dando vueltas a
Durante mucho tiempo no me sentía bien
matri¬con los votos
dónde y cómo encajarlo en mi vida.
moniales. Estaba en conflicto porque los votos románticos
idea¬ e Antes conocíaa un hombre
y en treinta segundos ya tenía una
listas no me encajaban, y entonces quedó claro que mi compromi¬ relación plenamente establecida. Pero en mi relación actual per¬
so con Richard tenía
que ir precedido por un fuerte compromiso manezco despierta. Puedo sentir mi
propio miedo, ansiedad y pre¬
conmigo misma. Puse por escrito un voto conmigo misma, aunque ocupaciones. Tengo necesidades y deseos propios, ya no soy un
no estaba dicho ni escrito con las
palabras de los votos ordinarios. espacio en blanco que el hombre debe rellenar: he rellenado los
Lo que acabó ocurriendo es que mis votos estuvieron en sin- contornos de mi propia vida.
Algunas de nuestras interacciones
cronicidad absoluta con el flujo de la ceremonia. Mi boda no sólo salen bien y otras no, pero yo estoy diciendo la verdad en todo
fue un acontecimiento en el que me casé con un hombre, sino que momento. Esta relación no está ocurriendo en un instante.
Estoy
estaba dando el siguiente paso de mi vida de manera correcta. Por mostrándome como soy, lo que es una muy buena noticia, y al mis¬
eso, el hecho de aportar el compromiso conmigo misma a la cere¬ mo tiempo me siento extrañísima.
dad nos permitió compartir una intimidad maravillosa. Mientras Las mujeres están entrando en relaciones con más
compasión y
estaba con ella me di cuenta de que lo que en realidad deseo es in¬ menos ira. Parejas atrapadas en la histórica «batalla de los sexos» em¬
timidad emocional y cercanía, y que ya no busco solamente satisfa¬ prenden nuevas formas de relacionarse como compañeros, no como
cer estas necesidades con los hombres. enemigos. Hoy en día, cuando una pareja toma conciencia de sus pro¬
blemas de relación, lo consideran como una dificultad a
Sigo publicando un anuncio personal en el periódico. Es muy trabajar en
interesante salir con hombres diferentes. Hace poco salí con un lugar de una excusa para culpar, avergonzar, aporrear emocionalmen-
médico que tenía unas cualidades muy agradables. Pero en nues¬ te o abandonar al otro. Existe una nueva voz dentro de la relación
tra última cita hablamos con la suficiente profundidad y cercanía que dice: «Este desafío nos ofrecerá su fruto si lo enfrentamos. Juntos
como comprender que no se sentía atraído por mí. Le dije
para
tenemos todo lo que necesitamos.»
Por supuesto que los desafíos que enfrentamos en la actualidad
que no seguiríamos viéndonos. No me interesa pasar tiempo con
son de una cualidad diferente a los que vivíamos cuando comen¬
alguien sólo porque sea un hombre. Tengo una vida por vivir. muy
zamos el trabajo juntas. Las mujeres
JEAN de los círculos a los que te has
unido ya no están disponibles para las relaciones abusivas, en las
que
la norma eran las crisis que llegaban a amenazar su propia vida. Ya
no
están dispuestas a emplear su preciosa energía de vida en
El nacimiento de la ternura:
gestionar
problemas y conflictos, y en lugar de ello eligen relaciones gráciles
La madre ama a sus hijos
que profundicen su satisfacción y alegría. Eligen hombres dispuestos
a desarrollar las
capacidades de relación necesarias para poder danzar
La Madre de Toda Vida vio lo que había dado a luz y era muy grácilmente en los momentos más comprometidos.
bueno. Las mujeres cuyas historias habéis leído han
experimentado una
«Un Encuentro con Eva» tremenda sanación al despertar a la verdad de sí mismas. Sin embar¬
go, su curación personal sólo es el principio del viaje. La salvación úl¬
El fruto más sorprendente que ha dado nuestra sanación ha sido
tima del mundo depende del encuentro entre lo masculino
y lo femeni¬
el nacimiento de la ternura hacia los hombres. Tras integrar nuestra no, de un nuevo equilibrio en el que hombres y mujeres sean capaces
fuerza, necesitamos caballero de resplandeciente armadura de ofrecer su fuerza, sabiduría y compasión combinadas al servicio de
ya no a un
que sea todopoderoso. Podemos permitir a los hombres que sean se¬ la humanidad.
res humanos. Pueden ser vulnerables y estar necesitados. A medida En la medida que cada pareja va encontrando su camino hacia
en
que nos sentimos más tiernas con nuestras propias heridas y más
su
lugar de encuentro sagrado, más allá de lo correcto y de lo equivo¬
conscientes de nuestros comportamientos ineficaces, nuestros com¬ cado, más allá de las culpas y de la vergüenza, más allá de quién gana
o pierde, el mundo se convierte en un
pañeros se sienten más libres de exponer sus heridas en la relación. lugar más seguro y más sano
350 Un Dios que se parece a mI Abiertas a conexiones saludables
351
para todos nosotros. Invito a las parejas a personalizar la siguiente movimiento de flujo y reflujo que sigue mi receptividad a un com¬
oración-afirmación de la forma que les resulte apropiada y a incluirla pañero. He reconocido mis puntos flacos y comportamientos in¬
en sus discusiones y meditaciones familiares. eficaces en las relaciones y, como consecuencia,
también acepto
más mi compañero, su flujo
a
y reflujo y sus comportamientos in¬
Nuestro compromiso mutuo eficaces. Ahora sé que en su vida, como en la mía, actúa una Sabi¬
Respeto la distancia que hay entre nosotros. duría profunda. No puedo hacer que el guión
de su vida encaje
Tú eres una realidad única, no te reduciré a mis fórmulas y defini¬ como yo deseo. Ya no me
ocupo de su vida.
ciones. Recito afirmación al menos una vez por semana: «Mi
esta
Eres un incomprensible, no trataré de descifrarte.
misterio compañero tiene el derecho de vivir su vida y hacer su camino.
Eres una persona libre, no trataré de poseerte. Tiene derecho a cometer sus propios errores. Sus elecciones son
Tu camino es sagrado. No lo juzgaré ni lo manipularé. tan buenas como las mías.» No
quiero que él interfiera en los pa¬
Guardaré y protegeré tu soledad. doy y no
sos que tengo derecho a minar los pasos que él desee dar.
Honraré y respetaré tus fronteras. Este cambio de actitud ha sido tremendo
un
regalo para nuestra
Te saludaré con frecuencia en el jardín sagrado que plantamos relación. Ha cambiado su base misma de manera fundamental.
juntos a lo largo
de las fértiles fronteras de nuestra soledad. colleen
He encontrado un
lugar sagrado y de
Una afirmación de nuestra vinculación mutuo respeto en el que
encontrarme con los hombres: en él nos
Somos compañeros. notamos, nos comparti¬
Juntos invocamos la Sabiduría profunda,
mos, nos respiramos abrazamos mutuamente.
y nos Ellos, como
nosotras, también tienen heridas y están en su camino de sana¬
sus
para que nos ayude a encontrar una vía de solución a cada pro¬
ción. Ya no me siento obligada a ser su curandera. Puedo
blema apoyar¬
les para que se curen a sí mismos en
que nos causa frustración, compañía de otros hombres.
También quiero poder mirar con
para que nos ayude a encontrar el espacio intermedio compasión a los hombres que es¬
tán seriamente heridos
entre nuestras inevitables diferencias, y que se comportan abusivamente. Ya no
los elegiré como amantes, pero quiero incluirlos en mis oraciones
para que nos ayude el sagrado lugar de encuentro
a encontrar que
y esperanzas.
está más allá de lo de lo equivocado.
correcto y
Los hombres que se están presentando en mi vida reflejan una
Juntos confiamos en que la Sabiduría profunda nos muestre
un camino en el
que ambos ganemos,
profundización de mi autoconciencia y de mi autoestima. A medi¬
da que me voy asentando más en mi
un camino cómodo
para los dos, propia vida me siento más có¬
moda con los hombres. Quiero estar con ellos,
un camino que nos aporte mayor sanación y alegría. quiero sentirme
desafiada en las interacciones con ellos. Quiero sanarme con nues¬
Que nuestra vinculación florezca, día a día.
tros intercambios saludables. Descubro
que los hombres son muy
sabios. Solía pensar que las mujeres éramos las únicas
Sentadas en círculo, las mujeres comparten los dones que les ha portadoras
de sabiduría, pero estoy descubriendo la sabiduría
aportado su despertar: y la sanación
únicas que los hombres me ofrecen y ofrecen al mundo en
general.
Según he ido profundizando en mi propia espiritualidad he Erin
ido aceptando quien soy cada vez más. He trabado amistad con el
Abiertas a conexiones saludables 353
352 Un Dios que se parece a mí
respuesta para mí, pero, cuando la armadura se agrietó, dejé de ciendo que el principio divino, el poder de salvar y sustentar, está
amarlo porque ya no encajaba en mi imagen de la perfección. El en ella, que ya no buscará salvadores masculinos.
fin de esa relación fue lo mejor que me ha pasado en mi vida. Me carol christ, Womanspirit Rising
obligó a reconocer por fin que todo lo que anhelaba y admiraba
en ese hombre estaba presente en mí.
La dinámica de poder cambia en una relación cuando la mujer
El hombre con el que acabé casándome no encaja en mi ideal toma su justo lugar al lado del hombre, cuando ya no está disponible
para nada. Se cae a pedazos regularmente, es humano y vulnera¬ para relaciones basadas en el dominio o en las que los intereses del
ble. Actualmente está lidiando con algunos asuntos muy difíciles hombre sean prioritarios. La mujer asume la reciprocidad, dice lo
que
de su familia de origen. Todas sus antiguas formas de ser que ha¬
piensa y espera que su compañero escuche y valore sus pensamientos,
bía mantenido intactas durante cuarenta y cinco años se están ideas y preocupaciones; expresa sus sentimientos esperando que él
desintegrando y ahora se siente libre de mostrarse vulnerable sea su testigo sin invalidarlos.
Ella aporta la plenitud de sus años, su
ante mí.
experiencia, su poder y su sabiduría a la relación y espera que su com¬
Ya no mepreocupa que mi vida se pueda caer a pedazos por¬ pañero permita que su vida se vea afectada, tocada y cambiada por
que la suya esté cambiando. Aunque pase por una crisis absoluta quien ella es.
yo le sigo apoyando. Para él ha sido muy curativo estar con una En el gran mundo de amigos y colegas masculinos está ocurrien¬
mujer que le permite mostrarse totalmente vulnerable y descom¬ do una metamorfosis similar. Las mujeres se sienten iguales a los
puesto, una mujer que sigue afirmando su valía y su belleza. hombres sin tener que pensar en ello y son conscientes de las ventajas
Vemos nuestra relación como un recipiente que puede conte¬ de ser mujer. Se dan cuenta de que pueden integrar
pensamientos y
ner nuestro cambio y crecimiento. Por eso todo lo que ocurra den¬ sentimientos de una forma que a los hombres les resulta
imposible.
tro del recipiente está bien; el recipiente se mantiene intacto porque Valoran y celebran el hecho de que la forma de pensar y
de hablar de
cada uno somos autor de nuestra propia vida. Mi vida no depende los problemas que tienen las mujeres sea diferente a la de los hom¬
de lo que mi compañero decida hacer. Estoy comprometida con bres. Ya no se denigran a sí mismas. Están contentas de ser mujeres y
mi propia vida y con nuestra vinculación. Ya no siento que sean
aportan sin vergüenza alguna la plenitud de sí mismas a sus interac¬
sus deseos y necesidades los que conforman la relación, que sus ciones con amigos, amantes y colegas. El viejo método de que «al¬
decisiones sean las mías ni que sus traslados profesionales deter¬
guien esté abajo para que alguien esté arriba» está desapareciendo y
minen los míos. las mujeres pueden deleitarse en lo masculino porque han empezado
rebekah a deleitarse en sí mismas.
En elcapítulo 4 exploramos la conexión entre nuestras heridas
religiosas y los comportamientos ineficaces que arrastramos hasta
nuestra vida adulta. Ahora te invitamos a hacer tu inventario
personal
sobre el tema: «Si Dios es hombre, entonces los hombres son dioses.»
354 Un Dios que se parece a mí Abiertas a conexiones saludables 355
lugar al lado del hombre, y una mujer inteligente que valora su pro¬
«La relación hombre algo deseado. Él se convierte
pia forma de pensar y de ser en el mundo. con un es muy
en un Dios; sus necesidades son más importantes que las de mis hijos,
las de mis amigas o las mías.»
«Delego en los hombres en situaciones laborales.»
respeto y compromiso ?nutuo. compañero y que mi formación no era tan amplia como la suya.
Me sentía por debajo constantemente. Era horrible sentir que si
no demostraba ser inteligente en una conversación dada iba a
muy
Sentadas en círculo, las mujeres comparten los dones de su des¬ sufrir una gran derrota y acabaría sintiéndome avergonzada y es¬
pertar:
túpida.
A medida que iba progresando mi sanación y
La única manera de entrar en una relación mutuamente satis¬
que empezaba a
reconocer la inteligencia de las mujeres reclamé la
factoria los hombres es desarrollar una relación
y respetuosa con
igualdad inte¬
lectual en la relación. Ya no constriño mi inteligencia por el hecho
satisfactoria y respetuosaconmigo misma. He vuelto a casa, a mí de sentirme inferior y tengo más acceso a ella. Comparto mi sabi¬
misma, a mi cuerpo, a la validez de mi experiencia, fuerza y espe¬
duría femenina y mi intuición con mi compañero. Este cambio me
ranza de mujer. La consecuencia es
que ya no espero que los ha
hombres me den una identidad o una vida. Estoy al mismo nivel
proporcionado un gran alivio y una gran comodidad.
Ahora, cuando no sé algo o no he leído el libro que se está co¬
que ellos en todos los terrenos. Ya no estoy apegada a ellos ni me
mentando, acepto que no tengo que saberlo todo. Y dicha admi¬
opongo a ellos, lo cual he necesitado hacer durante algún tiempo.
sión es un reconocimiento de mis límites, no de mi inferioridad.
Ahora puedo ser su amiga y aliada, y puedo permitir que ellos
No pienso ni por un minuto que no soy tan brillante como
sean los míos. mi
compañero o que él está más leído que yo. Y a un nivel más pro¬
Rebekah fundo estas medidas y comparaciones ya no me importan porque
he recuperado lo que es verdaderamente importante para
mí.
La
profunda reciprocidad que tanto valoro en mis relaciones colleen
con las mujeres se
ha convertido en la medida de la profundidad
que busco en la relación con un hombre. Ya no establezco relacio¬
nes
que no sean vitales y positivas para ambos. ¿Por qué otras ra¬
zones podría desear estar en relación
Amar nuestros cuerpos: en presencia
que no fueran la expansión
de mi conciencia, la ampliación de mis límites y la valoración de de los hombres
mis intereses?
Quiero estar con alguien que esté dispuesto a crecer y a ex¬ Los elementos masculino y femenino, exactamente iguales y
pandirse junto a mí, alguien que esté dispuesto a entrar en una mutuamente compensados,
esenciales para mantener el equili¬
son
relación entre iguales y a reconocer cómo le afecto. En el pasado brio del universo como la electricidad positiva y
negativa, como
hubiera considerado que este deseo era ridículo. El hombre era las fuerzas centrífugas y centrípetas, y las leyes de atracción
que
el profesor e inspirador, mi única aportación era la de ser un ob¬ unen todo lo
que conocemos en este planeta que habitamos y en el
jeto sexual. Ahora me he asumido a mí misma, mi inteligencia, sistema alrededor del cual giramos.
sabiduría y claridad femeninas, y aporto esta plenitud a cada re- elizabeth cady stanton, La Biblia de las mujeres
358 Un Dios que se parece a mí
Abiertas a conexiones saludables 359
En los círculos demujeres nos hemos sanado de la vergüenza que expresión de la amplia serie de sentimientos que acompañan a cada
acompañaba a nuestros cuerpos, nuestros procesos naturales y nues¬ relación íntima, sentimientos de calidez y cuidado, de enfado y pa¬
tro envejecimiento. Actualmente nos negamos a malgastar nuestra
sión, de ternura y apoyo. Hemos llegado a creer que la sexualidad ali¬
preciosa energía de vida en ocultar nuestros cuerpos, disfrazar las se¬ menta el compromiso emocional entre compañeros
y que debe
ñales de nuestro envejecimiento y mantener en secreto las actividades
desarrollarse armoniosamente en un entorno emocional en el que los
de nuestra vida. Por el contrario, lo que hacemos es celebrar los años
amantes estén juntos porque disfrutan de su mutua compañía.
y la sabiduría que acumulamos y los cambios acaecidos en nuestros Animo a las parejas a que la comprensión sexual de la mujer —com¬
cuerpos y en nuestras vidas. Elegimos relaciones con mujeres y hom¬
prensión orientada al proceso— desinfle la presión por conseguir re¬
bres que tengan el coraje de integrar la persona que somos actual¬
sultados que invade la mayoría de las relaciones. Cuando el orgasmo y
mente y
la persona en la que nos convertiremos en las próximas déca¬ la eyaculación dejan de ser el objetivo principal de la interacción se¬
das de nuestras vidas. Elegimos como compañeros a hombres que
xual, las parejas son libres de encontrarse y darse placer sin tener que
han reconocido sus propias trabas con los cuerpos femeninos, sus
seguir un guión preestablecido. No hay objetivo que conseguir, no
procesos naturales y el envejecimiento. Hombres que no están intere¬
hay una forma correcta de hacerlo. El encuentro se centra en las sen¬
sados en las mujeres como ornamentos y que atraen como compañe¬
saciones de placer sin tener un fin en mente y así los amantes son li¬
ras a mujeres poderosas.
bres de disfrutar de sus toques mutuos, con lo que el toque se con¬
En los círculos de mujeres hemos vuelto al hogar de nuestra pro¬
vierte en un objetivo en sí mismo y no en un medio para otra cosa.
pia sexualidad. Inspiradas por María, hemos vuelto a descubrir las Así, la pareja disfruta de la calidez y de la cercanía de su conexión que
maravillas de nuestro cuerpo, su enorme potencial erótico y su capa¬
se desarrolla espontáneamente.
cidad de deleite sensual. Nos hemos responsabilizado de nuestro pro¬
Wendy y Richard imaginan su cama como un terreno de juego sa¬
pio placer y satisfacción, practicando rituales de autoplacer que no
grado que puede dar cabida a cualquier cosa: sus heridas, sus intentos
abandonamos aunque estemos en una relación sexual. Gracias a di¬
y pruebas de mantener otro tipo de sexualidad, y el rico potencial de
chos rituales aumenta nuestro amor por nuestro propio cuerpo, des¬
su sanación. En él se puede
expresar cada sentimiento, sensación, re¬
cubrimos lo que nos excita, entendemos nuestras heridas y nuestra ar¬
cuerdo, miedo e inseguridad. Su cama se ha convertido en un lugar
madura sexual y profundizamos en la satisfacción y alegría que nos
sagrado donde se reúnen para sanar las heridas que llevan consigo a la
producimos. Hemos llegado a creer que una vida sexual personal es relación sexual y para profundizar en su intimidad de pareja.
el prerrequisito esencial para compartir una intimidad sexual sana
En la boda de Wendy y Richard concluí mis reflexiones con las
con un compañero.
palabras que siguen. Me fueron inspiradas por las mujeres de nues¬
Como consecuencia de nuestra sanación sexual esperamosrela¬ tros círculos que han cuestionado la sexualidad de su compañeros,
ciones sexuales igualitarias. Ya no definimos la sexualidad según las orientada a conseguir objetivos, y están aportando una nueva visión
necesidades y deseos de los hombres, estamos en contacto con nues¬
de la sexualidad a sus relaciones.
tras propias necesidades y deseos, y los llevamos a la cama para com¬
partirlos y expresarlos. El placer del hombre ya no es prioritario, es¬ «Dos soledades se saludan mutuamente.»
peramos derivar placer y satisfacción de nuestras relaciones sexuales Saludarse descubrir la maravilla de los
íntimas. Ya no somos espectadoras que esperan que el hombre tome
es contactos simples.
Tocar Richard mientras prepara la cena. Mirar a Wendy a los ojos
a
la iniciativa, somos participantes activas en cada encuentro sexual.
mientras habla de su día. Saludarnos mutuamente con los ojos y
Aportamos sin vergüenza nuestra comprensión de mujeres a las los cuerpos. Saludarnos mutuamente
relaciones sexuales. Dicha comprensión nos lleva más allá de la orien¬
con con palabras y sin ellas.
Saludarnos mutuamente con ternura, pasión y calidez.
tación sexual de la cultura, que sólo piensa en resultados, e incluye la
Establece cuanto antes un ritual de saludo en tu relación para
360 Un Dios que se parece a mí Abiertas a conexiones saludables 361
que las presiones del mundo no invadan la delicia pura de tu amor. Soy una participante activa
los intercambios sexuales. Me
en
Saludaos por la mañana antes de levantaros. Saludaos al mediodía descubro iniciando las cosas hacen sentirnos bien y nos
que nos
para ofreceros apoyo. Saludaos cuando os acostéis por la noche para resultan placenteras. Observo este cambio de comportamiento y
compartir mutuamente los problemas y la belleza que trae cada día. me quedo anonadada
porque en la relación incestuosa con mi pa¬
Cread un tiempo sagrado que puede ser una hora al día, un fin dre era absolutamente fundamental que yo permaneciera total¬
de semana al mes o una semana al año para estar juntos y solos, mente pasiva. Esta pasividad se había transmitido a todas las rela¬
para responderos mutuamente de manera natural, sin presiones y ciones íntimas con los hombres, siempre seguía su iniciativa. ¿De
ni horarios. Encontraros en el jardín, en el borde fértil de vuestras dónde ha surgido esta asertividad? Surge desde dentro de mí. Mi
soledades. Venid sin expectativas, no tiene que pasar nada espe¬ vida es lo suficientemente segura para que pueda emerger. Mi
cial; venid sin otro programa que el de estar en vuestra mutua asertividad sexual me fortalece enormemente.
Wendy y Richard, «el amor humano consiste en esto: que dos Entré el círculo de mujeres a
soledades se protejan y se toquen y se saluden mutuamente».
en la defensiva y avergonzada
porque mi compañero habíamos dejado de tener relaciones
y yo
sexuales. No teníamos ningunas ganas de tenerlas. Me sentía se-
Sentadas en círculo, las mujeres comparten los dones de su des¬ xualmente inadecuada, sentía que había algo feo y desagradable
pertar: en el sexo y
en sentirse excitada, por eso no podía soltarme. Me
retenía para mantener una imagen sanitaria, guapa y perfecta de
Mi marido todo lo que soy, incluyendo mi cuerpo. Pone
ama mí misma. Mantuve esta fachada aunque sabía que me faltaba algo
las manos en de mi cuerpo que a mí me cuesta valorar —co¬
partes maravilloso y esencial.
mo el estómago cuando se me hincha mucho con el
periodo— y A lo largo de los últimos tres años he reconocido abiertamente
me dice: «Me encanta esta
parte de ti.» El me anima a amar las el dolor que me produce el hecho de estar separada de mi cuerpo
partes de mí misma que he considerado inaceptables. y de mi sexualidad. En el círculo de mujeres afirmé que mi cuerpo es
Resulta muy sanador oír unas afirmaciones tan amorosas vi¬ una
parte esencial de mi espiritualidad y que aceptarlo era mi pri¬
niendo del hombre de mi vida. Siempre había asumido que un mer paso
hacia la sanación. Ha sido un regalo maravilloso nom¬
hombre no podría amarme cuando me hiciera mayor. Ahora sé brar las partes de mi cuerpo abiertamente y comenzar a confiar en
que no me quería a mí misma. Con el apoyo de otras mujeres he mis sentimientos, sensaciones y necesidades corporales.
empezando a honrar quien soy y a valorarme. Y el resultado es Del trabajo que realizamos juntas emergió una Diosa Sensual.
que he sido capaz de atraer a mi vida a un hombre cuya riqueza y Es una mujer que está en posesión de su sexualidad: franca, es¬
profundidad le permite amar mi cuerpo sin esfuerzo. pontánea y aterrizada. No le preocupa su apariencia externa, sólo
Rebekah le preocupa estar en armonía con los ritmos profundos de la tierra
y con su propia sexualidad. La Diosa Sensual se ha convertido en
La confianza no puede darse descuidadamente, porque hay sidad. La diferencia es que ahora somos muy claras respecto a lo que
mucha gente herida por ahí... Y, sin embargo, hay personas de ho¬ deseamos de ellos. Ya no esperamos que un compañero nos lea el
nor y lugares
donde refugiarse. Una podría preguntarse fácilmen¬ pensamiento, por eso tomamos la responsabilidad de expresar nues¬
te, ¿pero cuál es la alternativa a la confianza? ¿No hemos tenido ya tras necesidades claramente.
suficiente aislamiento? Reconocer nuestra añoranza de intimidad, Esta ampliación de los ha hecho disminuir la presencia de
apoyos
nuestra necesidad de cercanía, no es debilidad sino sabiduría. hombres en nuestras vidas. El cambio ha sido al mismo
tiempo vivifi¬
cante y confuso. Algunas de nosotras no sabemos cómo hacer encajar
MARILYN SEWELL, Cries of the Spirit
a los hombres en nuestras vidas ahora que ya
no dependemos tanto
de ellos, ahora que contamos con el apoyo de otras mujeres y que he¬
A medida que el de Dios cambia en nuestra experiencia
rostro
mos experimentado una cualidad de intimidad añorada y, sin embar¬
pasamos más tiempo compañía de mujeres y menos tiempo giran¬
en
do en torno a los hombres. Las mujeres dejan de ser un relleno entre go, muy pocas veces experimentada con los hombres. Desde este nue¬
vo lugar nos preguntamos qué queremos y qué necesitamos de ellos.
relaciones y pasan a ser una base de apoyo. Se han convertido en el
De momento sólo tenemos respuestas tentativas.
rostro femenino de Dios para nosotras. En los círculos de mujeres he¬
La relación con los hombres plantea algunos desafíos muy
nos
mos buscado y encontrado a un Dios
que se parece a nosotras; en los
concretos. Nos hace ir más allá de lo que nosresulta cómodo y nos
círculos de mujeres hemos llegado a amarnos y aceptarnos; en los círcu¬
hace esforzarnos por lograr la totalidad. Su visión del mundo nos in¬
los de mujeres compartimos nuestra fuerza, experiencia y esperanza
vita a estar claras con la nuestra. Sus prioridades que se dirigen hacia
comunes mientras nos aventuramos en el territorio no cartografiado el amplio mundo nos desafían a evaluar nuestra excesiva implicación
de las relaciones saludables con los hombres.
con ellos a expensas de nuestras propias prioridades y preocupacio¬
Hemos llegado a creer que ninguna persona sola puede satisfacer
nes. Los hombres activan toda una serie de sentimientos a los que no
todas nuestras necesidades. Nuestro círculo de apoyo se ha ampliado
tenemos acceso relación íntima, que nos permite fa¬
excepto en una
y ya no cargamos de expectativas irreales nuestras relaciones con los miliarizarnos
hombres. Los hombres ya no determinan si nuestras necesidades y amplia serie de emociones y nos ofrece una in¬
con una
siento fresca y renovada. Me siento tan satisfecha que no me falta A medida que he ido teniendo más contacto con mujeres, la
nada. No hay vacío. En compañía de otras mujeres se me ha de¬ relación con mi compañero ha ido perdiendo importancia en mi
vuelto mi cuerpo, mis opciones de vida, mi trabajo, mis hijos y mi conciencia y ocupa un lugar más reducido en mi vida. Mi compa¬
poder. Aporto a cada interacción con un hombre una mujer bien ñero ya no domina mi vida, mis pensamientos y mis sentimientos.
pulida, que ha descrito el círculo completo y celebra su propia Es menos significativo y está menos presente en mi psique. Estoy
existencia y la de sus hermanas e hijos. más clara. Tengo mi propia vida y puedo hacer cosas de manera
15
Despiertas a una
espiritualidad que.
afirma a la mujer
que nos impongan un programa ajeno a nuestro espíritu. el cambiante rostro de Dios en nuestras vidas.
4. Hemos llegado a creer que existen muchas opciones diferentes
MARILYN SEWELL, Cries of the Spirit
para referirse a lo divino. Cada una de nosotras es libre de com¬
partir el Dios de su comprensión en su propio lenguaje e imáge¬
En los círculos de mujeres hemos conectado los recuerdos de
con
nes. En nuestras reuniones de
autoayuda y círculos de mujeres
nuestro
pasado religioso. Hemos clasificado los nombres e imágenes
de Dios que habían seguido con nosotras hasta la etapa adulta. Se nos puede haber una feminista que diga «Diosa», una fundamentalis-
ta que hable de «Dios
han ofrecido alternativas que afirman a la mujer frente a la exclusividad padre», una budista que comparta su sen¬
sación de la interconexión de todas las cosas. Como nuestra
del lenguaje masculino de la religión. Rodeadas por mujeres de todas pro¬
las edades e inspiradas por su coraje, nos hemos aventurado en aguas pia experiencia es verdad
para nosotras y confiamos en ella no
nos sentimos amenazadas cuando oímos la verdad de los demás.
desconocidas para imaginar y nombrar a un Dios de nuestra compren¬
sión. En este acto hemos asumido la responsabilidad de nuestra vida,
hemos aceptado nuestro propio poder y hemos tomado nuestro justo y
♦ Algunas hemos ido más allá de las limitaciones de asignar a Dios un
género. Nos referimos a Dios en términos impersonales, tales como
legítimo lugar al lado de los hombres. Nuestra espiritualidad que afir¬ Sabiduría Profunda, Poder Superior, Energía Sabia, Puente de Vida,
ma a la mujer está informada por las siguientes comprensiones:
Comunidad de Apoyo, Aliento Sagrado. Para nosotras, las cualida¬
des de la relación personal son innecesarias con lo divino.
1. Hemos llegado a creer quela verdad última, la sabiduría y el ♦ Algunas elegimos retener cualidades personales en el lenguaje
misterio del Universo son mucho másprofundos, elevados,
que empleamos para referirnos a Dios, aunque tratamos de en¬
amplios y ricos que cualquier nombre o imagen que emplee¬ contrar una forma de eliminar el
mos para referirnos a él. Ahora sabemos que cada nombre e
género. Empleamos términos
como Sabia Amorosa; Creador, Mantenedor
y Redentor; Amigo
imagen tiene sus limitaciones y debe ser empleado sin fanatis¬ que Da la Bienvenida; Compasiva; Nutricia; Consejera; Buscador de
mo. El misterio no puede ser limitado dentro de un lenguaje.
los Perdidos; Ayudador*
2. Hemos llegado a creer que entronizar una sola imagen de lo ♦ Algunas elegimos usar exclusivamente imágenes femeninas. Esta
divino es idolatría y limita el vasto potencial de nuestras imagi¬ elección es un desafío a los ídolos de una religión que prefiere a
naciones. Hemos mirado directamente a las heridas de las mu¬
Toda Vida. Estos nombres afirman nuestra y experimenta la vida como nosotras.
sacralidad, nuestro
poder, nuestros cuerpos y nuestra voluntad. Inspiradas por Eva, hemos rescatado las antiguas creencias en
una Gran Madre
que dio a luz al cosmos y a sus habitantes, tanto hu¬
♦ Algunas elegimos usar ambos géneros para referirnos a Dios. Esta
manos como divinos. Todo se
elección reconoce que lo masculino o lo femenino, gestó en su cuerpo y emergió llegado el
y lo neutro, momento. Y todo aquello
por sí solos no abarcan un espectro de cualidades lo suficiente¬ que la Gran Madre dio a luz era bueno, era
muy bueno. Recordamos los tiempos en los
mente amplio como
para describir a la totalidad. Usando nom¬ que las mujeres eran hon¬
radas por su implicación directa en los
bres como Madre-Padre Dios, oramos
por la reunión de hombres
orígenes de la vida. Aprende¬
mos de las
y mujeres en paz y concordia.
antiguas mujeres que no pedían perdón por la fertilidad de
sus úteros,
por sus vientres embarazados y por la
plenitud de sus pe¬
chos. Mujeres que se regocijaban en ser
5. Hemos encarnaciones de la Gran
llegado el Dios masculino no siempre ha
a creer que Madre.
sido fiel las mujeres,
a
milagro de confianza que las
que es un
Inspiradas por Lilit, retomamos antiguas creencias en una Diosa
mujeres hayamos continuado en la religión tradicional. Ofre¬
capaz que actuaba en nombre propio y en el de todas las
cemos nuestras sospechas como un
regalo a las instituciones mujeres. Re¬
clamamos los antiguos caminos que enseñaban a la
religiosas. Contamos nuestras historias, gritamos nuestras pre¬ mujer a negarse a
la sumisión y a la subordinación
y que aplaudía a las mujeres por su
guntas, liberamos nuestra ira. Damos voz a Aquello cuyo ros¬ asertividad. Recordamos antiguos
tro ha quedado oscurecido tiempos en los que las mujeres eran
y cuyos caminos se han distorsio¬ honradas y valoradas tanto por su
nado. Como los antiguos profetas, llamamos a la comunidad capacidad de nutrir como de realizar
grandes cosas. Aprendemos de las antiguas mujeres que no
religiosa a confrontar la idolatría de Dios padre y llamamos a pedían per¬
dón por su poder, coraje e
la religión a recordar su enseñanza independencia.
original. Inspiradas por María, reclamamos los antiguos caminos que
cele¬
braban a la Diosa y a su hijo salvador, su
representante en la tierra que
gobernaba desde su regazo. Recordamos los antiguos tiempos en los
Despiertas al rostro femenino de Dios que la palabra virgen significaba «mujer
que es una en sí misma»; nin¬
gún hombre era su dueño ni el actor de su vida, ningún hombre crea¬
No cabe duda de que en los primeros estadios de la historia ba su destino. Aprendemos de las
antiguas mujeres que no pedían
humana la fuerza mágica y la maravilla de lo femenino no eran me¬ perdón por su sexualidad y que se negaban a rendirse a nada que no
nores que las
que suscitaba el universo mismo; esto daba a la mu¬ fueran los ritmos naturales de la vida.
jer poder prodigioso y una de las principales preocupaciones
un Inspiradas por la Niña Divina aprendemos de los
de la
tiempos anti¬
población masculina era fragmentarlo, controlarlo y em¬ guos en los las líneas sucesorias se seguían a partir de la madre, la
que
plearlo para sus propios fines. dadora de la vida. Un tiempo en el
que los hijos de la madre eran legí¬
timos y respetables,
Joseph Campbell, The Masks o/God y recibían el nombre y el estatus social que ella
tuviera. Aprendemos de las
antiguas mujeres que no pedían perdón
Hemos recuperado la historia que se remonta por sus hijas. Mujeres que celebraban el nacimiento de sus
a la época anterior hijas, que
creían en la bondad de sus
a las Escrituras hebreas y cristianas, antes del
«principio» definido hijas, que nutrían la sabiduría de sus hijas
y cultivaban el poder de sus hijas.
por los hombres. ¡Reclamamos nuestra historia de mujeres desde el
principio mismo! Hemos recordado los tiempos en los que se imagi¬ Inspiradas por La Que Derramó Su Sangre, recuperamos las anti¬
guas creencias que celebraban a la Gran Madre,
cuya «sangre lunar»
372 Un Dios que se parece a mí Despiertas a una espiritualidad que afirma a la mujer 373
se densificó dentro de su cuerpo y después se derramó para crear para explorar las imágenes que afirman a la mujer y reinventar creati¬
todo lo que es. Leemos sobre los antiguos caminos que mantenían vamente los viejos mitos y rituales que antes nos debilitaron.
que la sangre de la mujer es mágica en su armónico flujo con la luna. Fuera de laprisión de las interpretaciones masculinas, hablando
Recordamos los antiguos tiempos en los que el color de la realeza era con su propia voz, estas mujeres de la antigüedad se han convertido
el color rojo oscuro de nuestra preciosa sangre. Aprendemos de las en imágenes sanadoras de lo divino en nosotras. En su
presencia he¬
antiguas mujeres que no pedían perdón por sangrar. mos descendido a la riqueza de nuestras
propias vidas. Nuestros es¬
Inspiradas por Tamar y La Que Fue Cortada en Pedazos recupe¬ pacios internos, antes desbordantes de vergüenza y culpabilidad, han
ramos estas antiguas creencias en una Diosa fuerte, que no se queda¬
quedado limpios y ahora los reclamamos como propios. Nos hemos
ba esperando pacientemente mientras las que habían sido creadas a reconciliado con nuestra bondad. Aceptamos todo lo que somos como
su imagen eran violadas, golpeadas,
sufrían incesto y se les robaba su algo valioso, aceptamos nuestra vitalidad, expresividad, espíritu, po¬
autoestima y su confianza en sí mismas. Recordamos los tiempos anti¬
der, coraje e independencia; aceptamos nuestros cuerpos, nuestra se¬
guos cuando el respeto a la Diosa concedía a la mujer estatus, una voz xualidad, nuestros procesos naturales y nuestras heridas. Aceptando
y un tratamiento justo. Leemos sobre los antiguos caminos y leyes que la totalidad de nosotras mismas avanzamos como mujeres a
un tiem¬
establecían que el hombre que violara a una mujer sería condenado a
po poderosas y vulnerables.
muerte. Aprendemos de las antiguas mujeres que no pedían perdón
ción que retrata a las mujeres como instigadoras del mal y que ex¬ da la sacralidad original de nuestros
cuerpos y nuestra conexión
cluye a la Madre de la creación del mundo. Rechazamos los mensa¬ original con todas las mujeres del pasado, presente y futuro.
jes vergonzosos transmitidos por la familia, la religión y la sociedad
que pusieron el acento en nuestras equivocaciones, defectos e insu¬ Con Tamar rechazamos el dominio de los mitos
y teologías re¬
ficiencias. Abrazamos una espiritualidad que afirma a la mujer y ligiosos que marginalizan
ignoran la experiencia de la mujer. Re¬
e
festeja la íntima participación de la Madre en los orígenes de la chazamos los mensajes vergonzosos de la familia, la religión y la
vida, recordándonos nuestra bondad original. sociedad que nos enseñaron a quedarnos calladas, a desconfiar de
nuestra verdad y a culparnos a nosotras mismas
por cualquier cosa
Con Lilit rechazamos el dominio de los mitos religiosos que que nos pasara. Abrazamos una espiritualidad que afirma a la mu¬
exiliaron a las mujeres
fuertes y nos retrataron como víctimas im¬ jer y nos recuerda nuestra expresividad original, que nos invita a sa¬
car nuestras historias del silencio
potentes. Rechazamos los mensajes vergonzosos de la familia, la y que apoya nuestra negativa a
religión y la sociedad que resaltaban nuestra incapacidad de fun¬ cargar con los pecados de otros en nuestros cuerpos y en nuestras
cionar independientemente en nuestras vidas. Abrazamos una es¬ vidas.
piritualidad que afirma a la mujer y nos recuerda nuestro poder,
coraje e independencia originales. Con LaQue Fue Cortada En Pedazos rechazamos el dominio
de los mitos y teologías religiosos que atacan la totalidad de la
Con María rechazamos el dominio de los mitos religiosos y mujer. Rechazamos los vergonzosos mensajes de la familia, la reli¬
teologías que no dan cabida las mujeres voluntariosas y sexual-
a gión y la sociedad que nos cortan en pedazos a los que denomi¬
mente autónomas. Rechazamos los mensajes Virgen/Puta; Seductora/Esposa; Madre/Trabajadora; Nutri-
vergonzosos de la nan
familia, la religión y la sociedad que requerían la rendición de dora/Ejecutora. Abrazamos una espiritualidad que afirma a la
nuestros voluntades a los dictados de los demás. Abra¬
cuerpos y mujer y nos recuerda nuestra totalidad original, animándonos a
zamos una
espiritualidad que afirma a la mujer y nos recuerda reclamar cada experiencia de nuestras vidas, cada preciosa
parte
nuestra autonomía, nuestra voluntad y nuestro potencial erótico de nuestros cuerpos, cada recurso sorprendente de que dispone¬
originales. mos como
Hijas de la Vida.
Con La Niña Divina rechazamos el predominio de los mitos Con La Anciana Sabia rechazamos los mitos, historias y ritua¬
religiosos y rituales que excluyen a la niña de lo divino. Rechaza¬ les religiosos que excluían la experiencia
sabiduría de las ancia¬
y
mos los mensajes
vergonzosos de la familia, la religión y la socie¬ nas. Rechazamos los mensajes vergonzosos que la familia, la reli¬
dad que nos convencieron de nuestra inferioridad. Abrazamos gión y la sociedad depositaron en nosotras haciéndonos detestar la
una espiritualidad
que afirma a la mujer y nos recuerda nuestra di¬ idea de envejecer. Abrazamos una espiritualidad que afirma a la mu¬
vinidad original. jer y nos recuerda nuestra sabiduría original, animándonos a llenar
hasta rebosar los años de nuestras vidas.
(Epílogo
O magina
una
muje
Ahora hemos revisado
que nuestro trabajo hasta este punto, te in¬
vito a unirte a nosotras en una meditación llamada «Imagina a una
mujer». Lo que crees respecto a ti misma es muy importante.
Imagina a una mujer que cree que es justo y bueno ser mujer,
una
mujer que honra su experiencia y cuenta sus historias,
que se niega a cargar con los pecados de otros en su cuerpo y en su
vida.
que celebra su cuerpo como compañero digno de confianza cia de mujer, las imágenes que se revelan a partir de tu centro espiri¬
y sus ritmos y ciclos como un recurso exquisito. tual; cierta sospecha hacia lo habitual, una rebelión valerosa, un com¬
promiso de conformar tu propia vida y espiritualidad; la celebración
Imagina a una mujer que abraza su propia sexualidad como propia, de tu cuerpo y sus procesos naturales, la acumulación de tus
años, los
una mujer que se deleita en el placer que se da, ricos recursos de sabiduría que están dentro de ti; la afirmación
de tu
que experimenta todos sus sentimientos y sensaciones eróticos bondad, el reconocimiento de tus heridas, la experiencia de tu sana-
sin vergüenza ni culpa. ción en el presente.
Reúne estos dones
y ofréceselos a tus madres, hijas, abuelas y so¬
Imagina una mujer que honra el rostro de la Diosa brinas; a tus padres, hijos, nietos y sobrinos. Ofréceselos a tus aman¬
en su
propio rostro cambiante. tes y
amigos, y a un mundo desequilibrado, que desconoce la sabidu¬
Una mujer que celebra la acumulación de sus años ría y es adicto al poder.
Imagina a una mujer que nombra a sus propios dioses, Una oración por nuestras hijas y por nuestros hijos
una mujer que imagina lo divino a su propia imagen y semejanza,
que diseña su propia espiritualidad Hemos examinado cuidadosamente pasado religioso
nuestro
permitiéndole que informe su vida diaria. para poder aportar conciencia, liberación verdad a nuestros hijos en
y
el presente. Oramos a diario para que se amplíen las
imágenes de lo
Imagina a una mujer que valora a las mujeres de su vida, divino y el lenguaje religioso se haga más inclusivo en beneficio de los
a una mujer que se sienta en círculos de mujeres, niños y niñas que asisten a los servicios religiosos este mismo domin¬
para que se le recuerde su propia verdad cuando la olvide. go, en beneficio de los jóvenes que asisten a grupos de apoyo esta mis¬
ma semana.
Ojalá que ellos viajen un camino menos turbulento hacia
Imagina a unamujer sin vergüenza que está llena de sí misma. el amor y la confianza en sí mismos, hacia la creación de relaciones sa¬
nas consigo mismos
Una mujer poderosa que está despierta a su propia verdad. y los demás. Ofrecemos una oración especial
Una mujer valerosa que ha asumido su justo lugar al lado de los para nuestras hijas:
hombres.
Una mujer sabia cuyas creencias respecto a sí misma se reflejan Que descubran lo divino dentro de sí mismas y la amen fogo¬
en sus relaciones. samente. Que puedan ver su rostro cuando se miran al espejo.
Bendice su cuerpo cuando se duchan y se bañan. Celebra su vida
Imagina que eres esa mujer y reúnes todos los dones de tu desper¬ relatando sus historias.
imaginación liberada, un Dios nacido de tu propia experien¬
tar: una
380 Un Dios que se parece a mí
Que la enfrenten sin echarse atrás. Contemplarla es maravillo¬ COLECCIÓN EL TALLER DE LA HECHICERA
so. Que puedan encararla sin vacilar. Ella no es su juez. Que la en¬
frenten sin alejarse. Ella les ofrece abundancia de vida.
Que acudan a ella con seguridad y determinación. Ella les ins¬ Ser mujer: un viaje heroico
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