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Campus: Cuitláhuac.

Programa: Foro 3

Materia: Ciencia y Tecnología con Humanismo.

Ciclo escolar: 19 de junio al 15 de julio 2017.

Asignatura en línea

Horario: Abierto

Clave de la materia: TCX005.

Profesor: Rubén Altamirano Contreras.

Alumno: José Alfredo Ortega Barradas.

Fecha de entrega: 08 de julio del 2017.

Clave: 17969857.
¿Qué problemas es má s prioritario a
resolver, la desigualdad social o la
pobreza?
Definir lo justo siempre será difícil y es algo a lo que quizá sea poco realista aspirar a
conseguir. Sin embargo si estamos un poco conscientes de cómo la desigualdad
afecta nuestra libertad y cómo se refleja en el bienestar y calidad de vida de las
personas, podremos poner en contexto una discusión que tendremos cada vez más
presente en el mundo y en el país.

La desigualdad es un problema que crece en gran parte del mundo, las


desigualdades abarcan todas las áreas de la vida social: diferencias educativas,
laborales.

Es importante y útil poder entender cómo medimos la pobreza y de esta forma


tener bases sólidas para opinar y tomar posturas normativas al respecto.

Entre economistas, politólogos y otros interesados en el tema existen tres formas


generalmente empleadas para hacer la medición. El coeficiente de Gini, el índice Theil
y el índice Palma. Las tres medidas con ventajas y desventajas en la forma que
muestran la desigualdad.

Al combinarlas, ofrecen una gran riqueza de información permitiendo entender las


dinámicas del cambio social entre los países.

Coeficiente de Gini

El coeficiente de Gini es la más famosa medición de desigualdad relativa. Parte de la


construcción de un espacio donde se arreglan los porcentajes de ingreso contra los
porcentajes de población, formando una distribución en segmentos de población.

Índice Theil

Esta medición es una medida del “desorden” o entropía presente en un sistema. Entre
mayor es el orden (mayor es la dispersión entre el ingreso y la población), menor es la
entropía y existe mayor desigualdad, entre mayor es el desorden (menor es la
dispersión entre el ingreso y la población), mayor es la entropía y mayor es la igualdad.

Índice Palma

La tercera medición es el índice Palma, la más joven de estas mediciones, desarrollada


y promovida en gran medida por investigadores del Kings College London.

El Palma asume que si bien las dos mediciones anteriores son muy útiles y han tenido
éxito en sus estimaciones, estas fallan en capturar los extremos de la desigualdad.
Otorgándole
Un mayor peso a las clases medias y por tanto produciendo resultados que no reflejan
los cambios en igualdad entre los deciles más bajos y los más altos. Adicionalmente el
Palma ha sido propuesto como una medida  mejor para comunicación en términos de
economía política, pues ilustra con mucha claridad la brecha de ingresos entre los
extremos.

¿Por qué es relevante conocer estos métodos?

La verdadera pregunta a responder no es la de una métrica precisa para la igualdad


(útil para poner en contexto y poder tomar decisiones de política pública) sino la de
impulsar las capacidades. Las capacidades afectan las oportunidades y por ende la
libertad de las personas.

¿Que se requiere para formar parte de


una sociedad del conocimiento?
Una sociedad del conocimiento se refiere al tipo de sociedad que se necesita para
competir y tener éxito frente a los cambios económicos y políticos del mundo moderno.
Asimismo, se refiere a la sociedad que está bien educada, y que se basa en el
conocimiento de sus ciudadanos para impulsar la innovación, el espíritu empresarial y
el dinamismo de su economía. 

Dentro de este contexto, la OEA está comprometida con la realización de las


sociedades del conocimiento en toda la región “el desarrollo y el acceso universal y
equitativo a la Sociedad del Conocimiento constituye un desafío y una oportunidad que
ayuda a alcanzar las metas sociales, económicas y políticas de los países de las
Américas”.

Podemos definir la sociedad del conocimiento como aquélla en que los ciudadanos
disponen de un acceso prácticamente ilimitado e inmediato a la información, y en la
que ésta, su procesamiento y transmisión actúan como factores decisivos en toda la
actividad de los individuos, desde sus relaciones económicas hasta el ocio y la vida
pública.

La sociedad del conocimiento surge como consecuencia de los cambios que inducen en
la sociedad una serie de innovaciones tecnológicas desarrolladas en tres sectores
convergentes: la informática, las telecomunicaciones -y en especial Internet-y los
medios de comunicación. Autores como Castells incluyen además la ingeniería
genética.
La corrupció n de algunas autoridades
puede considerarse falta de é tica
¿Quién tiene mayor culpa: el que peca por la paga o el que paga por pecar?

Sor Juana Inés de la Cruz

Abraham Lincoln, dijo: “Usted puede engañar a todo el mundo durante algún tiempo, y
a algunos todo el tiempo, pero usted no puede engañar a todos todo el tiempo...” En
definitiva, democracia es educación; desarrollo es educación; libertad política y moral
son educación; administrar es educación, pero a la vez, educación es disciplina
intelectual y selección de los mejores”, afirma Gabriel Valdez, académico chileno.

Corrupción es relativo de corromper, y etimológicamente esta palabra deriva del latín


cum-con y rumpere-romper, siendo sinónimo de pervertir, seducir alterar, viciar y/o
sobornar un lineamiento regular establecido.

1. ÉTICA La ética es la convicción humana de que no todo vale por igual de que
hay razones para preferir un tipo de actuación a otros.

No basta, con que el funcionario público cumpla con la ley, es necesario que dé cuenta
a la sociedad de sus actos, aún en el caso de que esta no lo exija,como nota esencial
en el ejercicio de la función pública. La idea de imparcialidad en la gestión de los
asuntos públicos implica, no sólo la apoliticidad de las decisiones administrativas, sino
también se sustenta en la idea del imperativo moral, Ya lo dijo Montesquieu: la
democracia se convierte en el peor de los regímenes si carece de lo que es
probablemente su requisito básico: la virtud.

No solamente se debe tratar de que los hombres sean buenos, sino de evitar que sean
malos. Pero hoy es necesario ir más allá: el funcionario público es un agente moral, en
virtud de que ejerce una actividad de manera permanente adscrita a órganos cuya
finalidad es satisfacer las necesidades públicas. Este desempeño implica aspectos
vocacionales, dominio de técnicas, desarrollo de conocimientos y formación de
actitudes, todas en función del servicio público definido por el bien común.
¿Qué se necesita para lograr una é tica
en los negocios?
Hoy en día, son comunes los comentarios sobre un contraste social al interior de las
organizaciones, enfocado a dos vertientes. Primero, en franca referencia a la pérdida
de valores durante la práctica de las actividades profesionales y, en sentido opuesto, el
imperioso deseo y ejecución de realizar negocios con un enfoque ético vivencial. 

Esta percepción dentro del ámbito organizacional y debido a su trascendencia


económica, financiera y social, ha llevado al Comité Técnico Nacional de Ética y
Responsabilidad Social del IMEF a profundizar en el tema, ya que diversos estudios de
mercado indican que los consumidores (que representan al menos un 66% de la
población), optan por pagar más por bienes y servicios de compañías que demuestran
su compromiso ético con la sociedad y el medio ambiente. 

¿Cuáles serán las principales barreras de las compañías para entenderlo? La respuesta
más próxima a la realidad es la “capacitación”, ya que la inclusión de un programa
de Cumplimiento o Compliance, implica una transformación del negocio cien por ciento
positiva, al complementarse con entrenamientos que incluyan la aplicación de la ética.

En la actualidad, la creación de una cultura ética y de respeto al interior de las


empresas es una prioridad que va más allá del cumplimiento legal y regulatorio. No
obstante, aún existen barreras que limitan la generación de dicha conciencia como son
el tiempo y los recursos que destinan las organizaciones a la materia. 

Bajo este contexto, que muestra una nueva concepción de los negocios, el IMEF
considera necesario actualizar constantemente la percepción del entorno
organizacional, lo cual permitirá identificar cambios generacionales de visión y
mentalidad, todo ello con el espíritu de generar e impulsar iniciativas que se sumen al
cumplimiento ético de los individuos y de las empresas, lo cual es prioridad. 
Bibliografía
http://www.nuevarevista.net

www.forbes.com.mx

http://www.elfinanciero.com.mx

http://www.oas.org

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