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CAPíTULO I
Introducción
19
¡.
,!
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el vídeo han contribuido a una reafirmación de la observa- niños tienen de las reglas suglere cuatro categorías dist'ntas
ción como método científico. (juego motor, egocéntrico, comienzo de la cooperacj,ón y
El juego de ficción, juego imaginativo o juego de adop- codificación de las reglas) relacionándolas directamente con
ción de papel (términos todos ellos que se refieren a la las estructuras cognitivas de los jugadores (esquemas moto-
representación lúdica de una situación que no está presente res, pensamiento intuitivo, operaciones concretas y"opera-
para el niño) ha experimentado igualmente un considerable ciones formales). Qistingue claramente este con9cimigIto
aumento en su investigación durante la última década. En práctico de lo que él llama «conciencia» de las reglas, un
este caso la influencia de los estudios sobre la adquisición antecesor de nuestr~,¿Et@"es «capacldad~'-J!l~~~~Qg:i!iti-
del lenguaje ha sido decisiva, puesto que la comunicación "as», y pr'?J!.Q.ill'
...,tI:!;:U;t1!l<as
Tuñdameñta!e;;-en el desarrollo
verbal constituye un requisito importantísimo para cons- d;:.esta conciencia: su ausencia, la concePCión de' lasn;glas""
truir <<lasituación ficticia» en la que el juego pueda desarro- como mmutables -y--de-<>r.i;gen adw~ con-
llarse. Ciencia de larre-gla"Sl:Omo producto del mutuo acu,:roo
Otras formas de juego, como los de reglas tradiciona- entre JOTjügadores. Aunque sugIere un desarrollo sinilar
les, han recibido una atención menor en la psicología del tanto para niños como para niñas en lo que se refiere a esta
desarrollo. La mayor parte de las publicaciones recientes conciencia, sus resultados muestran una sorprendente au-
sobre el tema del «juego» muestran una gran despropor- sencia de la etapa de la codificación en los juegos femeni-
ción entre las formas' más tempranas (juegos motores y nos y una prematura idea de la regla como simple acu,;rdo
juegos de ficción) y las más tardías (juegos de reglas). Por entré jugadores casi dos años antes que en los niños.
ejemplo en la excelente colección edítada por Bruner, J olly El mecanismo que permite todos estos cambios y suce-
y Sylva (1976) sólo aparecen cinco artículos sobre juegos siones de etapas es la cooperación. La teoría de Piaget
de reglas de un total de 71 artículos. Y de estos cinco establece un claro contraste entre el respeto unilateral y el
solamente dos aportan datos empíricos, Otros libros de respeto mutuo en relación con los otros. Sería únicamente
granwfusión como el de Garvey (1977), Elkonin (1980) o este último respeto mutuo, que se da entre los niños; el que
Smith (1973) muestran el mismo desequilibrio en relación permitiría la aparición de la cooperación. La diferencia de
con los juegos de reglas. Por todo ello, continúa siendo un edad entre niños y niñas para etapas de conciencia eqt-iva-
..,J. trabajo de referencia esencial el realizado por Piaget (1932) lentes se explicaba en la teoría como mera consecuencí a de
sobre las canicas. Sería interesante volver a examinar toda la preferencia por juegos simples (en el caso de las niñ"s) o
la evolución del juego a partir del interés teórico que el juegos complejos (los niños).
psicólogo suizo tenia en la noción de cooperación y, a En el nivel más general de la teoría, Piaget sostiene una
partir de ella, tratar de entender la ontogénesis de la inte- continuidad entre las tres formas deconaucla"sociiíí(niO::
racción social. tOTa:;egOc;eñtñcaycooperatÍYajysüs'cOrTespon.diente:; re:'
En la teoría piagetiana del juego (piaget, 1966) los de glas (régmanaades'iñótorai;reiiáS'CfébTdas-J;:~speto uni-'
reglas constituyen la última manifestación de la actividad lát"rary'i'eg1ii.s'débidiiS"iiJ'réspeto mutüO):-""'" .. - ....
lúdica infantil. Su estudio de las canicas y de otros juegos -,;r: Tdeb';;;:;~-;'s;r-',:onséfeñfesdn'a-tegla general;lor-
tradícionales lo realizó mucho antes de que llevara a cabo que los hechos son motores, indíviduales y sociales al :nis-
las observaciones sobre el juego simbólico o de ficción mo tiempo [Oo.] las reglas de la cooperación son de aigún
(piaget, 1946), pero en su explicación de aquéllos propone ..
(~ modo el resultado de la imposición y de las reglas mot,)ras
ya una estrecha interacción entre el desarrollo intelectual y [~..] al niño se le imponen cosas desde sus primeros días de
el juego. Al ocuparse del conocimiento práctico que los vida y las relaciones sociales más tempranas contienen ya el
20 '21
O(l<DU.-.n"I2(l,A;?o ,Q.{\S0S ~_
• • "- c.)..-ef\ e \ í" .l j IY>r(!¡..,-r::.e5 0\"""'"
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g=ende. la cooperaclOn [... ] no se trata tanto de ,una su epistemologíagenética"y,al mismo tiempo, los problemas y
sucesión de características (es decir, de diferentes formas preguntas que dirige a los (niños están muy relacionadas
de relación social y de diferentes reglas) como de la presen- con este planteamiento epistemológíco. El punto central de
cia de determinada proporción de cada una de ellas [... ]» su pensamiento radica. en cómo aparece y se desarrolla el
(piaget, 1932, pp. 81-82). conocimiento; ésta es la dirección de su investigación sobre
Pero es dificil apreciar este «germen de la cooperación» las interacciones del niño con su medio desde el momento
en sus descripciones del conocimiento que los niños tienen del nacimiento. Sin embargo en buena medida este medio
de las reglas. Su trabajo ha dejado sin resolver algunos es un medio físico. Desde las primeras coordinaciones en:
aspectos importantes sobre el proceso de adquisición de tre esquemas a las interacciones más complejas entre sujeto
estas reglas. El primero tiene que ver con la transición ,del y objetos descritas en los"últimos trabajos de Piaget (1974,
juego egocéntrico -es decir juego en el 'que las reglas 1975, 1977) las coordinaciones construyen relaciones que
todavía no están presentes como tales- a otro en el que las no estaban presentes en el objeto extemo-ni'en'las accio-
accioneS de los jugadores están ligadas entre sí por una nes, esquemas y operaciones del sujeto antes de que fueran
regia prescriptiva. El segundo aspecto se refiere a! proceso coordinadas. Es precisamente la unificación de ambas lo
por el que los jugadores llegan a desarrollar sistemas de que posibilita que se forme una estructura nueva de orden
reglas tan sofisticados (ver, por ejemplo, los recogidos en superior. Se suele citar la coordinación .de ojos y manos
el trabajo de P. e,1. Opie, 1969). ¿Adquieren los niños como un ejemplo de esta asimilación recíproca. A su vez,
estas reglas al azar, y llegan a acuerdos que sólo duran lo esta coordinación pennite un tipo de interacción con los
que el propio juego, como. supone la teoría, o existe un objetos que no era posible antes de que el niño lograra
cierto orden en este proceso que quedaría reflejado en la establecerla. Sin embargo, estas interacciones sujeto-objeto
orgamzación inter::a de las reglas de las canicas tal y como se .suelen entender como. interacciones con un «objeto»
las practican'diferentes grupos de niños? físico. La invarianza de sus proyiedades se convierte en el
Dado el actual interés por la cognición socia! en los eje sobre el que «pivota» la toma de conciencia tanto de las
niños, su representación de la sociedad, el desarrollo de sus características del objeto como éle las .de la acción, esque-
. ideas 'morales,etc., eS verdaderamente sorprendente que ma u operación del sujeto. Si se amplía el medio del niño
este primer estudio de Piaget sobre las canicas no haya hasta incluir en él otros seres humanos -y no solamente
recibido una mayor .tlención. Para nosotros los juegos son, objetos físicos-, la complejidad de las interacciones suje-
al mismo ,tiempo instituciones. sociales y sistemas de 'rela-
to-<wbjeto» St hace extraordinariamente grande. En tal
'éione.LRCf.S9.!!~
---------Antes
de volver a estos aspectos problemáticos de la. caso la teoría no sólo tendría que explicar las coordinacio-
nes intra-individuales, sino auténticas coordinaciones entre
teoría es importante examinar algunos de los cambios que
individuos.
se han producido en la investigación de la última década
Desde una perspectiva' distinta Bruner (1972) ha relacio-
sobre otras formas de júego y en particular el énfasis que
se ha puesto en el carácter social de estas activídades. naco la expansión del juego con la evolución de los prima-
tes y la aparición del hombre. Sus ideas sobre el uso de la
inmadurez son conceptualmente muy cercanas a la explica-
Del juego motor con objetos al juego social con personas ción del juego que sostenia Graos y en la que la prolongación.
de la infancia de las especies superiores resultaba adaptati-
Origína1mente Piaget se interesa por.el desarrollo infan- va al 'medio en el que han de sobrevivir. y así, la aparición
til tratando de buscar datos empíricos en los que sust=tar de la especie humana estaría muy relacionada con la adqui-
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"
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del adulto y que, una vez lograda la competencia de que se
sición de complejos hábitos motores para la utilización de
herramientas pero, también, con la capacidad para desen- trate, prescindirá de tal apoyo en el mismo sentido~n el
volverse en una intrincada red de relaciones sociales y para que, una vez co¡¡strnido el edificio, se puede retir,rr el
utilizar señales muy estructuradas que llegan a convertirse
en lenguaje. El fenómeno del juego habría que entenderlo
... andamio que permitió levantarlo sin que quede huella algu-
na de su presencia. La idea del andamiaje proporcicmado
en este contexto de cambios profundos que posibilitan la por el adulto se parece bastifllt¡;¡r-Ia'noeión-de-Zona de
aparición de nuestra especie. Y es, precisamente; la obser- Desarrollo POteñCfál (ZDP) que elaborara'Vigo~,cep:
vación del desarrollo ontogenético lo que confiere pliulsibi- n:rQ11l;se extIende bastante mas allá de laed,iClyli.,t:treas
I lidad a esta evolución ÍJ1ogenética. Los objetos físicos es-
i eScorn:fesen las que pensaba el pSlcologo sOViétíCcíCil:mdo
tán inmersos en un universo 'de interacciones sociales. Y no
sólo porque muchos de ellos son objetos construidos por el
ra::concíOio.Bruner ha mostrado lo sen~¡bT~que llega aser
el bebé a estaestrnclurd de mteracclOn soCíal'qüe-snlíyace
, propio hombre y, en muchos casos, producto de tales inteC
en'juegos como el del «CU-CÚ, tras-tr¡¡S;>u otros -de a¡,are-
racciones. En el proceso de desarrollo, cuando' un niño
~~r-rcresapareCef:Del mismo modo hámostrado'e¡ cainbio
pequeño se interesa por un objeto con el que pretendemos
qu.-seproam:e-eli" t~es Juegos y que lleYa--;;¡b~¡;é,(ie ~;"a:
dístraerle, es muy probable que aquello que atrae su :: en-
ción no sea el mero objeto sino el conjunto de la e;~ena participaclOn meramemeplISiv¡¡;-a1a adopción del papel
«adulto actuando-objeto en movimiento frente al niño pe- maosactivo llriemrasel"1üiíIltoÍ'epresenta e'¡del I.JID.lLLall'ª=
queño». ~~s.c::-cacl,;r::-vez'que'esfé"reáPaIe~~: Los juegos
En muchísimos casos un juguete sólo empieza a ser sociate5; como otras iñtera.cciones-éon-otr-o-iíiiio a 'las-Cilie
atractivo' en 'ér-móménto"'etrqUe-enfáülto'lo-¡¡¡¡¡¡¡-¡pura:-en :-~
I
llama"«Forniatos», pueder, ser conceoTcrascomo coordna-
presenCia-del" riiño~'Enfalescasé;s"los"¡:;bJCtósno serán I ClOíle¡¡-emre-individillis;Cüyíispiopkd;cks van inás allá de
petcibidos como 'piezas aisladas del mundo físico sino como rliS ci~e-J'i:tiiL¡;iiaiC"mieIii1jf'?,mdiVidual-deIJr¡ll!teja:-Be
elementos de üil'conjÚñfoen~.¡'¡ quelas a:cCioneS del acíüito hecho es precisamente en est~;--'if"o;iñjrl~s:» ~n_1os que el
eSt3i-ánintrínsecamenteligadas,al.o bjeEo"concretO:-(IñC1ilso ?e~to-y
~p.!:lede ..p~~Tr y ~?3íp~~_Eo~fjO.I)_~
Piaget muestra, en sus observaciones sot,re -faS reacciones V1cever~....•.
_ . __ o
de sus hijos en los dos primeros años de vida, la importan- Mucho antes de que el psicólogo pueda tener acces o al !
cia que adquiere esta presencia del adulto en esas mismas conocimiento que el niño tiene del 'mundo social, ya sea /':
reacciones aunque, al describirlas, dé la impresión de que mediante «el método clínicO» o mediante cualquier ,:>tro !:
no" constituyen un factor relevante de la explicación del procedimiento verbal, el niño posee una gran cantidad de V
desarrollo.)
conocimiento social que se manifiesta en sus interacciones '
El~fasis ..que""B"@lle! "4~.p!,"e~tº.~!J,..eLcomp.Q.!!"!!.~
dia- sociales.
lógico que precede a la adquisición del lenguaje le ha ífeva-
algunos
do'a'estudia-¡-- "delos-pñiñeios jüegos "de interacción , Parece claro que debemos revisar la explicación pÍ-lge-
s'óCialentre adu1toyniñoTBtUner, 1976; RatD.er'YB"riiñer'; tiana de las primeras actividades lúdicas del niño (el juego
1978): Utiliza en sus investigaciones el concepto E~.J!'!l!ja- motor). Las investigaciones sobre los primeros juegos so-
miaje para referirse a--¡aesirlictiiIa:CíÓñqü-ecládul~p.IE..:. ciales de los bebés han puesto de manifiesto una competen-
porcionaal' niño "pequeño "Y qüe'-le'petttlité-'actiíiir en el ..
.:, cia de estos que no aparecía en sus descripciones sobré la
línlite superior de sús.C!1PacIdaoes: Éste 'Coné;epti:f'de<l.mla- ,
I
práctica de los esquemas sensomotores individuales ni en la
Díiaje se"refiere a 1;" necesaria presencia de esta intervención i interacción con los objetos físicos.
i
24 '- 25
•
Lo ficticio y lo real en el juego infantil
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fican. Con el desarrollo motor se amplía enormemente su
campo de acció~L.!':_le permite o se le pide partiCíparen
Siguiendo la teoría de Piaget (1932, 1945, 1966) pode- ~as que antes le.estll!>~ ve~ll~as y,s.PQre.tpdO::~;pai:~c~n
'mos clasificar los juegos en cuatro categorías: motor, sim- ~ una:o~~p."r~onll]_e.s__
~1lSC1t~dospoI:.eIlellz'lA"jt,ka, inago-
-!--
bólico, de reglas y de construcción. Exceptuando la última, table cun,osldad que, siente por esta realidad que le desbor--
los juegos de construcción, las otras tres formas lúdicas se
corresponden con las estructurils específicas de cada etapa
a
"~.~sólo,e~,c()mparable 1a}iii1ci~ri-conía-qlie"se iiiñibúlle
!,,~_,:~e_l11!ev()
tipo de ju.:'$Cl~:}6sdet1é:doñ.Los PSIcoana-
en la evolución intelectual del niño: el esquema mo!or, el listas' han insistido, con razón, en la importancia de estas
símbolo y las operaciones intelectuales. Y, -al igual que elaboraciones fantásticas para poder mantener la integridad
sucede con éstas últimas, los juegos de reglas son los de del Yo y dar expresión"a los sentimientos inconscientes.
aparición más tardía porque 'se «construyem) a partir de las Con independencia de si las fantasías ocupan con anterío-
dos formas anteriores, el esquema motor y el símbolo, ridad un lugar, o no, en la mente infantil, lo' cierto es que
integrado~ en ellos y subordinados 'ahora a la regla. Efec-, no será hasta el segundo año de vida cuando aparezcan las
tivamente, los juegos de reglas tradicionales tienen un im- primeras manifestaciones de fingir que se come de un plato
portante componente motor (correr, saltar, desplazar una vacio o que se duerme con los ojos abiertos. Con frecuen-
pelota; etc.) y presuponen unarepresentació::l colectiva del cia es la misma sonrisa del niño, acompañando tales accio-
silinificado de sus acciones (<<hacerprisioneco» en un res- nes; la que expresa su carácter, ficticio. Buena parte de
cate, conseguir «gua» en las canicas, «chutar a go!» en el estos primeros juegos de ficción son individuales o, si se
fútbol, etc.), pero ambos aspectos están subordinados a la realizan' en presencia de Ot:r:05 'niños, equivalen a lo 'que se
regla, que constituye su característica propia .. ha llamado juego, «en paralelQ», en el que cada jugador
desarrolla su propia ficción con esporádicas alusiones al
compañero' para informarle o pedirlecque ratifique aspec-
'Eljuego de ficción tos muy generales del mismo. Esta al,lsencia de cooperación
~' .. entre jugadores ha llevado a Piaget ,(1945) a dermir el
Aunque hay distintos tipos de juego, muchos conside- j'7ego. simbólico como «egocéntrico», centrado en los pro-
ran el juego de fic,ción como el más típico de todos, el que pIOS mtereses y deseos. A pesar de ello, y aunque sus
reúne sus características más sobresalientes. Indudablemen- observaciones hayan sido ratificadas por otros muchos au-
te es el que más nos interesa aquipor ser el predominante tores. este juego egocéntrico no siempre se caracteriza por
en la edad preescolar. Es el juego de «pretenden> situacio- la impermeabilidad a las acciones y sugerencias de los de-
nes y personajes «como si» estuvieran presentes. Fingir, ya más compañeros de juego. En un interesante estudio Gar-
'Se haga en solitario o 'en compañía de pj:rQLlliños, abre a vey (1977J"sCl~qe!1eque el juego es social de~de el principi~':'
éStos a un modo nuevo de relacionarse con la realléfad;<Ié que su carácterindiviéhiiI'y pnvado"es un aspecto secundáC
-illstofSlon¥la._de:jjiegarlª a sus des~ós y ae recrearla dlS- rlo--di,úiia actividad que 'se genera sieíii¡:ire"en un contexto '
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unta en su imagi!:llsi~E.:.. jugar el cilio «domina» esa soa~. 'Énapoyo ele sú--afirmación mueStra los ¡'esultado~
'l'elilidaa::por--Ia--que Se ve continuamenteaonunado. Los aesUs'propias observaciones a parejas de niños entre 2 y 5
mimales y ;;'o~t;:Uo-s-que-Íe-fasciÍúin -5' ilS1fSUur;aImismo años. Sus análisis de las conversaciones infantiles mientras
tiempo, se convierten en sumisas criaturas de su fantasía. ,. jugaban muestran que desde edad tan temprana Se diferen~'
Hay que tener en cuenta que, al dejar de ser bebé, las
actividades de las personas que le cuidan también se modi-
¡ cia claramente las activioades que son ]ue'go"-de-1ascjue-;:o
lo sonyque;--cüañdó -es
ra' situación -ainoigiÍa, los niños
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recurren al.J.scI.!guakJl"ara.J1acéI:sela_eXIlU(;i~ª_¡gI9s_ª-
..QJros. "' era el caJon sino la aCClOnde abrirlo y cerrarlo, eL los
y los"«pi;mes» ctemas de juego, que permiten la cocirdí- tu~~os de imaginación lo importante no son las cosiS;-Tos
nación de los diferentes papeles interpretados por cada obJetos;SiñoJo"qüé-O"sé'"íiuede,(liacen>coi!.~ell-º~. "
jugador, son negociados en el curso de su puesta en escena, -------- -
~._.-.-. _._- ..~,~ ••.•.-..
.--'''~'-~-
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por simples que ellos fueran, desde las .edades mas tempra-
naso Pero esté presente desde el principio o surja sólo pau- Los juegos de reglas
latinamente, lo cierto es que este mundo imaginario integra
cada vez mejor la participación «real» de lOs otros compa- El final del preescolar coincide con la aparición d" un
ñeros. Parece que las situaciones fingidas cobran mayor nuevo tipO de Juego:er(Ie~g¡as.- Su-ffi¡Clod"epeñde;neli-
carta de"naturaleza por el hecho de que sean «vividas» por 1ñlenamelliCI'i,'del ffiecuo en el quese mueve el niño, dI: los
más de un jugador. Guardar silencio para que no se «des- posibles modelos _quetenga a su disposíción. La presencia
pierte» la muñeca dormida tiene un carácter mayor ~e de hermanos mayores y la asístencia a aulas de preescolar
obligación si es compartido por otro niño. El material de situadas en centros de EGB, facilitan la sensibilización. del
estos juegos es, sin duda, un material social: «Tiendas», niño hacia este tipo de juegos. Hay diferencias importantes
«Vaqueros», «Médicos», «.Maestras», etc. Se exploran en entre el (<iobo» o el «escondite» que empiezan a p:"zclicar
ellos las relaciones entre los adultos y de éstos. con .los los preescolares y «el matado» o «el fútbol» a qUt ,ut'gan
niños. Al jugar se explican. ante sí mismos en qué consiste los mayores. En aquéllos «ganar» sólo sirve para volver a
ser madre, cazador, o maestra. ~o se trata de la mera e!!!p":'~a!el iE!¡~;.~Úl.J<:>~.£:i~~~¡'~s.f.~':i.ri(e:ñ'«niñm;
imitación de una persona concreta, sino del concepto. mis- y "la persecución corra a cargo de un nuevo jugado",: Los
mo..ae cadároTséiclaIdefíñloo-pofSiisaéCiones inás carac- mayoresg¡m¡¡n o pierden «de v;;rdad»,"evaIilañ-élréSülÜ¡a6
tenitlc"a:s" y co~'free.tienda, exag~rad~~'
ASC'~üila-iíiaeStra "Tiliál"de"lac6fupétiCiOñ éñire-éUos:"1'"¿í'O'en'1bdos -losojue-
debe ""castigár ..ééiriiiñuáIÍ1ente,. deCffiismo modo que una gos-de réglasháy'que'«aprender-';!ljugar -;.liay.q'úerealizar
tendera no puede dejar de vender en ningun momento. La Unas deternfiñadasaé:ció¡¡¿s.'"y-evitai- otras-; ha.y qUe-se;iUif
coordinación de acciones y papeles sólo se logra, a una «Unas' reglás)¡.-"S¡-eñ-los
..-_._----- _ .. °júegos"-simbólicO.'cadao jug~dOf"
edad en la que aún no es posible la elaboración de reglas pocha inventar nuevos personajes, incorporar otros tenIas,
arbitrarias y puramente convencionales, por una continua desarrollar acciones sólo esbozadas, en los de reglas se sabe
referencia a lo que sucede «de verdad». De este modo de antemano lo que «tienen que hacer» los compañeros y
surge el contraste entre el conocimiento que cada Jugador los contrarios. Son obligaciones aceptadas voluntariami:nte
posee de los papeles representado.s. CU""!1:~o Ea~ discrepan- y, por eso, la competición tiene lugar dentro de un aCller-
cias en la síntesis de las acciones el recurso iíltmioesTa AqL&.u~~on las propias regras.-----.--.---""7 -.~O". ,._-
o..
Vida°réill . tiñ-reforzami"enÜ)"den:arácter puiánleiitefañ". Los pre"esc6Tarene-urician en los juegos con las rei~las
tástico del juegO con. afirmaCión explícita" delmisino'pa;- más elementales y, sólo a medida que se hagan exper:os,
parte de ambosju"iado;:cl: - .0. •••• ••• "- "0
incorporarán e inventarán nuevas reglas. Ese conocimiento
U na aportaciÓn fundamental de este tipo _dejuegos es mínimo y la comprensión de su carácter obligatorio les
descubrir que los objetos no sirven sólo para aquello que permite incorporarseo al juego de otros, algo mayores -~ue
fueron hechos, sino que pueden utilizarse para otras activi- eUos, especialmente cuando la necesidad de jugadores reba-
dades más interesantes. Un simple palo se transforma en ja sus exigencias sobre la competencia de los mismos.
caballo, en espada o en puerta de una casa imaginaria. Del Pe.!:Q.,..I'.!t!!!1_aJ.Qgia
ah.:>racon el j~KQ..&I!l~O, la obli.
mismo modo que para el niño pequeño lo importante no gatoriedad
-_."-." --.
de."es~~s
' _ _-_._'_._-'--_.~_._-_
reglasliO.apifréce
~_._--""_.- -_.-, .. ante el niñopreesco-..--'
28 29
•
lar como derivada del acuerdo entre jugadores sino que
.;..-=- -=-
.-tiene un carácter de :verdad absohiJ#i: ~.creeñQüe sólo existe i Para Freud y la ml\yoríl\ de los psicol\Ualistas' comienza
entre los 8 y los 18 meses. Al igual que otras formllS de
. una forma de jugar cada juego, la que conocen. ,y, P9r í
1 simbolismo inconsciente, como los sueños, el juego propor-
superficial" qué-eSte - conOciÍñieñto- fuere, opman que no
ciona: la realización de deseos evitando la censura de Il\
sería-legitimo .alterar sús"reglas~- Son-nci:esanosliños' de
í
conciencia a través del simbolismo.
práctica para llegar '1- desClÍoID'que en cada colegio o en
Por el contrario, Vigotski define el juego como una
cada barrio se puede jugar de un modo diferente y que, no
actividad en la que IlIS-reTacicfri'éS-Soéiál6i-entr'i"-los fridi"¡:'
por ello, un juego es más «verdadero» que otro. De hecho •i dUOsse-reconstruien "sln''ningúñ' oOJetlvcniiñn ..utilitario .
el propio lenguaje infantil señala la contraposición que
En su teona: é~a fOl]IJa.£li< jueg"Clnb.::apareceráhastaque' el
espontáneamente realizan entre los juegos simbólicos y los.
ruño tenga 3 o 4 años. y; 'al analizar el juego, paia'esfe
de reglas. En el juego de las canicas, tal y como lo practi-
autiir:¡a"iiñidild -que debe-conseniarse 0ei;precisamente el
can hoy los niños madrileños, se puede jugar a la «veri»
papel o roI"que ásunie el nmo y las acciones necesarias para
(de verdad) o a la «menti» (de mentiras). Como nos deCÍan
r~resenrareste-papel:. Este:-júego"Cs-característico' de los
.varios de los sujetos que entrevistamos «a la "menti" es
niños 'de-jJieescolai-"yconstituye üffilreconstrucción social
sólo jugando ... que si se pierde no tienes que "pagar"
y--encocip~í-aci6n de I~; interacciones de los adultos tal y
bola; Y'a la "veri", que tienes que '~pagar"». .
coiíi'oliiS'eÍitiéride'el:ñifio; aunque sea seb' de modo par-
Jugar a que se juega, es decir, utilizar las propias reglas
cial. Por esta razón el jueiocS'n$tUye 'la aCtiVidad direc-
del juego para «rmgin> una' partida real, pero suspendien"
-trlz d.;c desarrollo' puesto que permite al niño explorar el
do las posibles consecuencias negativas que se derivarán de
mimdo socia¡ de los adultos varios años antes de que pueda
su aplicación.,_Enlos~o~. !,!::~::'._.'!e
!".I'GB,}'?s jugadores
serán plenamente cquscientes de quelas regll\L!!9..E.enen
~f penetrar en- él.' ~Siari:áIizamós laS' coordinaciones «reales»
otro valor que el que)~s:c.c)itfj.e~e)avoluntad_dlLq:'!Í.eneslas r que tienenlugar entr:e-ros.:niñcj(ÍIÜ~~' están representan- f
'adoptan. Basta la decisión de la mayoria para modificliil¡¡g- I do este mundo de lás adultos (Elkonin, 1980) parece evi-.!
"0' -illtrotlUcir otraS nuevas'; -táprácticá-continuadl\ de eSl\
!
-r
dente que este juego'.de'fi¿¿i9l:le,rú",úictividad- social.' .!
coope~l\ción periñitirá; p'or fin, tomar conciencil\ de que I
-'-. Este"'-6nfasls-en"¡a influencia 'qu~~-I3S.íriteracdoíles-.socia-
les de los adultos tienen sobre el juego de los niños es
IlISreglas no son más que Il\ formull\ción explícita de esos
también caracteristico del que podríamos' llamar enfoque
, l\cuerdos. El preescolar, parl\ resolver ll\ contrl\dicción en-
'de los «script» o guiones sobre acontecimientos sociales. El
tre Il\ regll\ y sus intereses, debe recurrir £ un tipo de juego
concepto de representación como marco de relaciones cau-
anterior, el simbólico, donde ha llegado a descubrir, en
; .sales, temporales y espaciales en los acontecimientos de la
!, otro nivel, ese tniSmo valor de la cooperación y de su
vida diaria (Schanck y Abelson, 1977) se Incorporó rápida-
.h negociación.
mente al estudio de la representación del mundo social que
tienen los niños (Nelson, 1978). A partir de aquí sólo era
necesario un pequeño paso para que la investigación sobre
¿El juego imaginativo es una actividad egocéntrica
el juego simbólico se convirtiera en un tema de importan-
o una actividad social?
cia para quienes estudian la cognición o el conocimiento
social en Jos nmos (Nelson y Gruendel, 1981; Bretherton,
El momento en que situamos' el comienzo del juego.
1984; Nelson y Seidman, 1984). Hayal menos dos ~gC;lJles
-simbólico en ll\ edl\d del niño depende fundamentalmente
por las que el jpj;&2-c!.e.li£gº!Uetil~JEevante l1.ara_.eLcono-
del marco teórico bajo el que Interpretamos su desarrollo.
cilñieñtQSOdlíJ del niño, La primera porque muchos de los
-~-._--- _..- _.~-~- -.- .- - '~'. ---- --*-- - ._",""-_ ..__.
30
31
-------------------~--_. -.--
•
E;mas de ~t~i!I.ego~ fi~g!U.Cd~rü:anS.J:eflejanJ1 posibilidad de que el nexo de unión entre el juego soli':ario
-mfsmcrtfémQ9, el conocimientQ_.Qu.e .. el niño...tienc._delas. y el juego en colaboración lo constituye precisamente el
~.._-'-- ---.~._._~-- ----._--.---- '""'- -
iírteñ.Cci;;;;;s ';¡LeL.ñiundo-r.;aI. La segunda, como sefiála-
Bretllenond~orque ,da mayor parte ¡fénuego -Simbólico a
--' ..~,_. -.-,--' conocimiento que los niños comparten de estas actividades
de la vida diaria. Estamos aún lejos de entender plenamen-
partir. de. los dos afi;;~de-ééiadSe-desarrollaen 'oosÍ1iveJe-; te todos los fenómenos que se manifiestan en estas activi-
d1S1W£os; pla~¡fi.ciii--T"nicciOñes' rueriCClél-miíiC-o'de"juego dades dirigidas por los niños, y seria necesario que ninguno
Y" actuar-den1:-r-a..:cte=é~.Ji:iar.co-;; .(Br.eiherton;T9S4 •....p:;GJ. de los dos enfoques (el de las estructuras internas y las
'" En algunas de las observaciones de Piaget sobre el jue- necesidades o el de la organización del mundo externo)
go simbólico se observa una mayor relación con los estu- ignorara al otro. Es muy probable que cada uno de ellos
dios de casos individuales" que realizan los psicoanalistas no constituirían sino una cara de la moneda. Es posible
_que_con los estudios de juegos colectivos en las institucio- que los niños jueguen fundamentalmente con este conoci-
nes preescolares (Garvey, 1977; Elkonin, 1979, 1980; Nel- miento social cuando están en el colegio o cuando <;:stán
son y Siedman, 1984). Nelson pone de manifiesto que sus con amigos y niños a los que no tratan muy a menudo.
sujetos «podian iniciar libremente cualquier fantasía que se Como ha demostrado J. Dunn (Dunn y Kendrick, 1982;'
les ocurriera r... ]
no estaban restringidos ni Iimitlldos a Dunn y Munn, 1984) el conocimiento compartido tiene un
tingún tema de juego determinado» (Nelson y Siedman, aspecto completamente distinto si realizamos observaciones
1984, p. 69). La aparición de estos temas estructurados en longitudinales en la casa de los propios niños con SU! pa-
guiones (scripted) en niños de preescolar no sirve para ex- dres, con sus hermanos o con amigos muy familiares.
plicar la transición del juego simbólico solitario al juego en Sería importante recordar que, igual que ocuma con
colaboración con otros niños. los «formatos» de juegos motor o juegos sociales de la
Existen contradicciones en las mismas descripciones de primera infancia, este~conocimiento
. social o «scripts» no '(
Piaget sobre el juego simbólico (piaget, 1946). De hecho se encuentra ya formado. Todós ellos tienen que ser cons- .
sólo su estadio 1 del juego simbólico parece encajar con el truidos por los niños. La repetición y la organización e;<ter- )
concepto de egocentrismo que utiliza para definirlo. Ras- na tienen sin duda que ser muy importantes en esa activi- .
gos como la imitación exacta de la realidad. el orden de las dad, pero muy. probablemente tamb.ién no son los údcos 1
construcciones simbólicas, la reciprocidad mediante la di- factores que debemos considerar. l
ferenciación de roles (características todas ellas del estadio
Il) o el objetivo que dirige todo el juego de ficción y que
de hecho se toma directamente del mundo real (caracterís- Algunas diferencias en los juegos simbólicos J! en Jos
tica del estadio Ill) son todas ellas características dificiles juguetes de las niñas y los niños
de encajar en el pensamiento centrado sobre uno mismo y
que es el que se atribuye a estos niños entre las edades de Los estudios de diferentes investigadores en distintos
4 y 7 años, es decir antes de que aparezcan las operaciones paises, incluidos los realizados con niños españoles (López
concretas. . Taboada, 1983) coinciden en que la mayor diferencia entre
Uno de los rasgos más interesantes de la iniciación so- «juegos de niños» y «juegos de niñas» se produce pre,:isa-
bre el juego simbólico es que en ella confluyen teorías y mente en los juegos simbólicos colectivos. La mayorÍ-l de
metodologias que en muy pocas ocasiones o que muy rara las niñas eligen temas como ,das mamás», ,das maestras»
vez interactúan en el estudio de cualquier otro fenómeno o ,das peluqueras» como los favoritos. En general roles
psicológico; quizá Nelson tenga razón cuando plantea la sociales de los que tienen una experiencia directa. Por el
, 32 33
I
•
contrario, los niños de las mismas edades prefieren jugar a 1
, -
-=
«indios y vaqueros», «Superman» o «Tarzán». Las accio-
nes de estos personajes tienen poco que ver, a primera
vista, con las de sus contemporáneos varones adultos.
--
(<<misjuguetes» y el derecho a recibirlos y poseerlos) y la
ini'cfficióirat-consunrislño'ae nuestra sociedad:'-'"
---- ••..._-- --------" - -,_.~
-.•. .. ...•_~.--'''- -.-.
_
Juego, animismo y desarrollo infantil biológica (por ejemplo la trituración de los alimentos para
su posible incorporación al organismo) como psicológica
Si una característica del pensamiento infantil preopera- (la transformación de la realidad externa para que «enca-
torio (aquel que se desarrolla entre los 2 y los 7 años) es su je» en las estructuras de! sujeto).
carácter animista, su tendencia a considerar que los objetos Desde este punto de vista, el animismo refleja también
inanimados poseen las características de los seres vivos (fre- esa falta de equilibrio, aunque aquí. más que entre asimi-
cuentemente las de los humanos), ¿no puede el juego infan- lación y acomodación, la distorsión se produce entre el
til. en el que frecuentemente aparecen estos mismos rasgos mundo externo y la realidad del mismo sujeto. Animismo
animistas. «reforzar» dichas tendencias infantiles y, así, consiste, precisamente, en atribuir propiedades subjetivas a
retrasar o dificultar su evolución psicológica? En otras pa- la realidad del mundo físico. Son las creencias en que los
labras: Si el desarrollo del niño consiste en ir superando ese objetos tienen conciencia, sienten, tienen movimient(l pro-
estado egocéntrico en el que le sume la ausencia de estruc- pio. etc. Veamos los distintós tipos de animismo que defi-
turas intelectuales complejas, como las operaciones. ¿no es nió Piaget (La representación del mundo en el niño, 1926;
un contrasentido permitirle o fomentarle los juegos fantás- trad. casto 1933)Y que, entre nosotros ha estudiado J. De!val
ticos en estas edades? Sobre todo teniendo en cuenta' que (1975).
es una actividad en la que se confunde lo real con lo Un primer tipo de animismo es el llamado aninlismo
imaginario, en la que los personajes son sujetos diferentes difuso y q,ue consistiría en una tendencia general de los
de quienes los están representando y, sobre todo, en la que niños a confundir lo vivo y lo inene. Un segundo tipo sería
algunos objetos inanimados hablan, se mueven y tienen el animismo sistemático compuesto por el conjun':o de
sentimientos como si se tratara de seres vivos. creencias animistas explícitas de que da prueba el niño y
Desde una perspectiva así e! juego no sólo no contribui- entre las cuales la más clara es la creencia en qüe los astros
ría al desarrollo infantil sino 'que reforzaría aquellas ten- (las ultracosas) les siguen.
dencias de su funcionamiento intelectual. como el animis- Previa a esta exploración de las creencias del niño --rea-
mo, que deben ser superadas con la educación. lizada mediante la entrevista clínica- lo único que pode-
Cienamente nada hay tan falso como una verdad a mos inferir de sus creencias debemos hacerlo medialte la
medias y lo anterior constituye algo así. El juego constitu- observación. Antes de los 4 o 5 años es prácticamente
ye un modo peculiar de interacción del niño con su medio, imposible llevar a cabo este método de entrevistas con los
que es cualitativamente distinto del adulto. Hoy la mayoría niños. Con anterioridad a esas edades, y después, uno pue-
de los especialistas en e! tema reconocen que el térnlino de observar que los niños tratan a muchos objetos lisicos
«juego» designa una categoría genérica de conductas muy como si fueran objetos animados. Este componamiento
diversas. está muy relacionado, según Delval, con el juego simbólico
En una reciente puesta en común sobre el tema. Smith y, al igual que éste, se trata de una distorsión de la realidad
(1983) señala que su aspecto más singular consiste en la en función de las necesidades e intereses del niño. Este
orientación del sujeto hada su propia conducta, más que animismo lúdico no tendria un carácter gratuito sin:> que
en un tipo de conducta particular. Este control sobre la responde a necesidades afectivas. Delval (1970) cita los
propia actividad, que se contrapone al ejercido por los ejemplos de las colaboradoras de Piaget cuando recorda-
estimulas externos, necesidades y metas en los comporta- ban acontecimientos de su propia infancia (recoger '{arias
mientos no lúdicos, tiene mucho que ver con la distorsión piedras para que no estuvieran solas; cambiarlas de sitio en
de la realidad que supone e! proceso de asimilación, tanto el campo para que no se aburrieran, etc.).
36 37
Parece claro que en éstos y otros ejemplos el niño no
-
nuto, del adulto, no puede comprenderse la importancia
cree que las piedras de verdad sientan. Mucho menos que
su muñeco llore o coma de verdad. Los trabajos de Garvey que tiene el juego en su desarrollo. En la psicologia ha sido
(1977), a los que luego nos referiremos, señalan que desde el enfoque conductista, tanto en su versión clásica pavlo-
edades muy tempranas, dos o tres años, los niños distin- viana como en la más moderna de Skinner, uno de los que
guen entre mundo. de ficción y mundo real. Su capacidad más ha insistido en la similitud de las leyes que rigen tanto
para realizar tales distinciones ante un compañero que co- el comportamiento adulto como el infantil. De hecho 'no
mienza a perder de vista lo que es ficticio Y.Jo que es han dudado nunca de la validez de extender unos princi-
«real», demuestra que las ficciones, por muy realistas que , pios, extniidos del comportamiento de ratas y palomas en
lleguen aparecer, no engañan al nifio que las está desarro- situaciones hano anificia1es y alejadas de su hábitat natu-
llando. ral, a cualquier comportamiento humano, por complejo
Se podría concluir que este animismo lúdico no tiene que éste pudiera parecer.
contenido cognitivo, que el niño no cree lo que está Ímgien- Muchos de los estudios sobre eljuego de las dos últi-
, mas décadas se deben a biólogos. Comparando el desarro-
do. Sin embargo, desde el.punto de vista del desarrollo de
1 .funciones intelectuales, esta capacidad de «representar», llo en especies muy distintas han observado que son las de
i de moverse en una realidad que trasciemda el «aquí» y el aparición filogenética más tardía las que juegan más y
,i «ahora». que imperaba en el niño sensorio-motor, es vital." durante más tiempó. Cabría preguntarse qué función Cum-
Estos juegos de ficción, segú¡1 autores como Elkonin plen estas actividades lúdicas para que hayan sido seleccio-
(1980) no sólo no dificultan la superación del egocentrismo nadas en el curso de la evolución. Bruner (1972), por. ejem-.
sino que contribuyen poderosamente a ello. plo, relaciona el juego con la prolongada inmadurez de los
mamiferos, que les hace depender de sus progenitores du-
rante periodos muy prolongados de tiempo. Al tener ase-
Algunas funciones del juego guradas las necesidades básicaS; por el cuidado que les
prestan los adultos, las crías de estas especies pueden jugar,
La idea de que el júego tiene una razón de ser biológica es decir, pueden dedicarse a actividades que no estáñ. direc-
y psicólogica, que constituye una forma de adaptación a la tamente relacionadas con los fines biológicos. (nutrición,
realidad que es propia de los organismos jóvenes, ha chocado defensa, reproducción, etc.) que tiene el comportamiento
frecuentemente con otra, según la cual el juego equivale a adulto. La etelogia nos ha mostrado que la ,~(}~¡:>Ee~s.!9n
«tiempo perdido», una actividad nociva que interfiere con de' la conoucta no puede lograrse SI se separa del medio en
las que, en su lugar, se deberían «reforzan>, fomentar o el que se inscrib.e.. PreciSiüñeñte-po¡:esoef]ñ,;go'COiisiliuye
enseñar. En versión más moderada, el juego sería un mal un fenómeno'de panicular interes; porqüepliüii"" una se-
menor, una liberación de energías que, el pequeño no pue- paracióit."riií'e-'ér-¿óm¡:ÍortarñíeñroYlós~~-i!C1;i$1a.t:i,,-o:s'
deesfCY-a:sr,ra-eXpIOffiCfó'ü"se'desviñCuJade la búsqueda
de, o no conseguimos, que dedique a ocupaciones más
serias. Y si algunos biólogos concebían la lucha de dos cre--aumento, la lucha no supone aún ni depredación ni
cachorroscom'o-iin- gasto'-de;:ell.~a'sobrante -y dilapidad>f, defensa, el juego sexual se anticipa a la función reproduc-
Ofros-mlfestTOs-entienden,eÚ'eCii:o''cómCi'e¡cajáñoe'oáSlÍili tora. En una palabra, no son conductas «serias» ¿Bajo qué
~. 'aoñaeaep6sjfiif'cóífiport~bSilrdos, iilúIDes--y'qu~ condiciones podría, entonces, tener el juego un valor adap.
F mtemerencoñ lá WactiVidaa-es-colaY-«seña~----'._'-":"" tativo? Harlow, entre otros, ha demostrado que no se trata
1; - "sr"séeñtieiiae'iiJiliño 'coii:íoUñ-a"mera réplica, en dimi, de una conducta «estéril» o «inútil». Su ausencia en la
infancia de ciertas especies puede tener un efecto dramáti-
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39
j
.J..
-=
placer se obtiene por la puesta en funcionamiento de esos'
ca en el comportamiento del sujeto adulto. Como saben
muy bien quienes trabajan con animales, la falta de esas medios, cabría suponer que cualquier conducta o habilidad
persecuciones, peleas y actividad frenética a la que califica- es susceptible de verse beneficiada por su práctica en el
mos como juego puede tener serias consecuencias en con- juego. Y así, cabría una posible versión «simulada»,no-li-
ductas tan' aparentemente «instintivas» y 'poco «aprendi- teral, lúdica, de la mayor parte de los comportamientos
das» como las reproductoras. La realidad es que son pre- «serios» o literales. En realidad todos estos estudios "toló-
cisamente aquellas especies en las que el comportamiento gicos se centran en el juego motor. A lo sumo, en el caso
adulto es más flexible y más complejo, en las que efmedio de primates superiores, se abordan juegos de construcción
al que han de adaptarse es más variable, las que prolongan rudimentarios y de mariipulación de instrumentos qUt,pue-
durante más tiempo la dependencia de las crías y las que, den facilitar posteriormente la resolución de problemas es-
consiguientemente, ofrecen a éstas unas mayores posibili- pecíficos. Las teorías a las que dan lugar ignoran las "arac-
dades de juego. Una versión antropomórfica de esta teoría; terísticas peculiares tanto del juego simbólico como del de
y muy difundida entre las creencias populares, es la de que reglas.
el niño juega porque no tiene que trabajar. La oposición En Freud el juego se vincula con los sentimient~s in-
juego-trabajo trae consigo la adjudicación al primero de conscientes y con el símbolo como disfraz en el que éstos
todas aquellas características opuestas a la concepción del se ocultan .. La realización de deseos,' que en el adulo:o en-
trabajo como castigo de la humarudad. Es libre, espontá- cuentran expresión a través de los sueños, se llevan a. cabo
neo, creativo, placentero, etc. Consigwentemente, si lo pro- en el niño a través del juego. Por tanto sería el «principio
pio del adulto era trabajar, lo característico del niño debe- del placen> quien, eludiendo la censura mediante .Ia adop-
ría se:' jugar. Veremos luego que existen otras concepciones ción de formas simbólicas; gobierna las actividades lúdicas
menos pesimistas sobre la relación entre juego y trabajo. infantiles. Pero en su trabajo sobre una fobia infantil el
propio Freud ~,~vio obÜgadOareéOñcicerqueeñel']uego
hay aI~Elás qy.~IQX.~.cciQ!!.esdel incg:ñI~~iite:::r!~:6Iu-
DUerentes interpretaciones del juego en el cióIL simbólica de deseo!i. conflictivos. Tiene también que
desarrollo del niño
ver con experTe~..~~~e;:-~~p.~~ente si éstas -han sid-o
desagnrda15lesYllañ"IñiPresionaílo -'vlvameñre liJ- niilo: .,Al
Algunos de los primeros estudiosos del juego veían en reviV:iffils-ensu-:fa:iiiaSía:;siñ-lapre'¡e¡:;a,,'ae losaconteci-
él un valor adaptativo porque se trataría de un pre-ejerci- nÍlentos reales, llega a dominar la an~s.tia"'é¡ü~'-e¡:tos':Je
cio de instintos aún no desarrollados y necesarios para la protlüjeton...origoinaIm'ei'i'ie:.:De-.:specta:ciorpasivo, sometidd\
supervivencia de individuo y especie. Despojados del com- á"las Impresiones que el mundo externo va dejando en él,)
ponente de instinto, como explicación válida del comporta- el niño se transforma en sujeto agente de su propia existenJ
miento, muchos estudios etológicos, sobre las más diversas cia, disponiendo con el juego de un poderoso instrumentd
especies, están basados en esta idea del juego como prácti- para la modificación de algunas de esas impresiones '... .-J
ca. y otro tanto se podría 'decir de los que ven en el juego Pero el interés del-p'~ico~~ por eljuego ha sído.
un mecanismo para la adquisición de habilidades específi- fundamentalmente clínico, como expresión de otros pro ce..
cas. El problema con estas teorías es que son necesariamen- sos internos -los impulsos del Ílnconsciente y la censura
te parciales pues, si el juego consiste en una orientación del 1 ejercida por el super. Yo- y cuya importancia estriba, pre.
individuo hacia su propia conducta, en una disociación cisamente, en el acceso que pertniten a ellos. No considera,
por tanto, más que un tipo de juego, el simb6li;;-.-"-;::';; .. "
entre los medios y el ím que se persigue, de modo que el 1 .-._,---_
. ... --"-- --"-
I
1 41
40
J
Corno señalábamos al princIpIO, para Piaget el juego ocurre en el mundo real-, mientras
= -
que el énfasis en estO'J'
consiste en una orientación del propio individuo hacia su juegos estan.'a en su componente de fIcción. Con los juegos
componamiento, una preponderancia de los medios sobre propiamente de reglas se produciría un cambio de énfasis.
los fInes de la conducta, en deÍmitiva, un predominio de la Las reglas aparecerían de forma explícita mientras que el
asimilación sobre la acomodación. Cualquier adaptación componente de ficción se tornaria implícito. .
verdadera al medio supone, en la teoria, un equilibrio entre Elkonin insiste en la importancia que tiene la coopera-
ambos polos. Y si la imitación, la incorporación de comporta- ción ya en estos niveles de juego protagonizado. La inte-
mientos que obligan a modificar las propias estructuras racción de roles que en él tiene iugar. supone un continuo
cognitivas, es el paradigma de predominio de~la acomoda- ejercicio de «descentramiento» -en el sentido piagetiano
ción, el juego, en el que se distorsiona esa realidad externa del término- para. poder colocarse en el punto de vista de
en favor de la integridad de las propias estructuras, será el otro -los adultos a quienes representan' en el propio jue-
paradigma de la asimilación. ~ go-. Y ello en ios años en. que, según la teoría de Piaget,
Al mencionar las teorías psicológicas sobre el juego los niños no han alcanzado aún las operaciones concn;tas
infantil, hay que referirse necesariamente a la obra de Vi- que les permitan liberarse de su egocentrismo.
gotski y a la de su'...cola~~.cl..'2!"'<!'.yAi~~i2.ytQ.S-,-especialmen- Garvey, que se íriteresó por el juego desde su perspecti-
te-aElkoriíri- ijüé ha recogido .una interesantisima''iñilestra va; de lingüista, señala que las conversaciones de los niños,
de- estas investigaciones. Ambos autores consideran queja cuando juegan entre sí, tienen una riqueza lingüística y una
unidad fundamental del juegouuanures-efjuego simbólico complejidad que no alcanzan cuando la conversación se
colectivo, o'como' ellos 1" llaman,SL;@egQ:JíLotaíioñj7&. establece con un adÜlto o en su presencia. Estas diferencias
do», caractenstiéó de -los'" últimos aftas preescolares. Se entre el comportamiento en situaciones de interacción es-
de-;ec~:-~
trata, por tanto. de liD~jllég-o social, cooI;e¡.~ti~o-; pontánea con los iguales y las que presumiblemente se pro-
tiiicción de'papeles'adiifios -y'éle sus"¡ñteracciones-soCíáles. ducen en condiciones más experimentales, frente al adulto,
Con anterioridad a dicho juego habría otro, úm¡;iénsim- llevan a valorar más aúo las experiencias "deElkonin. Cabe
b~lk6, l.'ero c:entra~~}ñ'l~s'O)jj~fºi:y.::q~,_¡[esae .nu~ ia hipótesis de que, al i~al q~~ ..lIg.e...£5!..I!..cj
..en.Cl.i.!!~P~.~~s-/,' __
p~spect1va, 'compartiría algunas de las características de! áelTenguaje, l~_s¡tuaclº!l~s...de..il}egonos.proporcionen una .'i
juego motor piagetianq '-j:>~rji'esie.ill'¡iiiiD',erex~ll}sivam~- Vísr6ñ ....máSre~t.!!...~1~ ..¡I "-
~tJ.tél1tic~I"l!:j)isid@.éif4e.1Wñ.Cl.
t.".:'!J.?tor,po. entr¡¡ría..en la categoría deju"go ..s"gún los preescolar. Quizá por ell.o'Vi~~ski califIcaba alJlI~g.o.~'?rng .. !'
psic~~()~os so,:,i,:;.ti.c:o.s:<
La condición necesaria .P..~a,.g~ «gwa del desarrollo». Las expenenciasae 1,!1...esc.1,1~I",,,~o,:,~é.
áeIérminado comportamiento pueda ser interpretado como tlca nos han convencido de q\ili...valeTá-pena explorar el
lu-dicoestflbfu"i,Ceo-su -componente~:.de:"ITcC!cúC:-..pQresta Cd=ilñleñtci"C¡Uel6S""1liIícis-tlenen'de--hrfeah~3.;Si.fisica'"y,
1,-' OllSma razóri;'cuandCí l.:teoría aborda e! caso de los juegos so bi'e .todt>~soda):;-.tIféd.iáñteTa _Q.~.i~f.Y.-ác¡-ó'iCde-suS:Jü~:g~.s:.~
.-- . i ...L
de reglas concibe a éstos como un mero cambio en el La-riletm!016gía de-:Elkorun, pidiendo a la maestra que "1,.11
I
, énfasis de sus componeqtes de ficción y de regulación. Los introduzca las experiencias concretas que se quieren obser- 0/.-"1
juegos de ficción, o juegos protagonizados, tendrían ya var en el juego de los niños y que realice las preguntas que !;
unas reglas: las acciones que hay qüe realizar para Ímgir deben clarificar el sentido de las acciones infantiles, nos !;
un determinado rol social y el carácter, necesariamente parece de una extraordinaria riqueza, complementaria del
complementario, de estos papeles para representar un terna método clínico perfeccionado por Piaget para acceder al
de juego. Lo que ocurre es que dichas reglas sólo serían ¡ pensaniiento espontáneo de los niños. En nuestros estudios
sobre los juegos, protagonizados hemos comprobado que
'_ implícitas -en la medida en que están referídas a lo que !
42
1I 43
1
éstos no se alteran lo más mínimo cuando es e! adulto, que Los juegos de reglas y la cooperación en iWsniños
habítualmente interacciona con ellos, quien plantea las pro-
puestas y pide aclaraciones sobre el curso del juego. Por el En la explicación que Piaget da de estos juegos de
contrario, cuando es el propio experimentador quien lo reglas hay una gran discontinuidad entre dos etap¡'s del
conocimiento práctico de las reglas (entre el principio de la
hace, los niños suelen mostrar un cierto desconcierto y el
cooperación que"sucede alrededor de los 7 años y la codi-
nivel de juego se ve afectado con facilidad.
ficación de las reglas alrededor de los 12 años) y los 1asgos
Respecto a esta función de guia del desarrollo que se
que caracterizan a cada una de ellas. Hay dos facton:s que
atribuye al juego, Borner sostiene que, en lo' referente a la puede que hayan contnbuido a darnos esta impresi 5n de
adquisición del lenguaje, <das formas más_S'0mplejas ~ discontinuidad. En primer lugar, el énfasis que el ¡:,ropio
riiaficariñen.t~y...!osusos p..r:.ag!l1.~f~~ás coml~licados, apa- Piaget ha puesto en las discrepancias entre los jug¡,dores
recen en primer lugar •.c;J!"contextos-ue_]uegQ»:-Y--m como criterio de «egocentrismo». Quizá sea más fiel una
coñCliisi6nSlñiiláIhabía llegado ~n cuanto a las c"onaicio- descripción basada en el conocimiento que los niños com-
nésiaoneas para que un ñlfió-~cclar resu~lva~to parten mientras practican un juego. Evidentemente, el pe-
mi'problema prácticci= ensa:':aX-dos-parq~~dellúlctera para ,queño número de niños que estudió Piaget en este grt,pO de
a
llega; {rn objeto que, de c,ro mo'd~:n; p;;dri~ al~;;:;;;~~. edad (siete niños en el caso de las canicas y seis niñac; en el
, rSonpreclsamente 'cjúiéiles ;;júeian;~co';-los-iI1st~~eñ"tos caso del escondite) puede que le hayan llevado a umLfalsa
¡ lós"qüe-resuelVen"más--a' meriudii~)a'.,tíiiij:j"J9ÜlliÜm!.~ impresión de lo mucho que discrepaban entre ellos. Un
~ L" per~isterien 1a~1i~~cjHéªa:d~'la~solucj()D,.cQ!:res!'!.. segundo factor que puede haber contribuido a esta impre-
,ión de discontinuidad es el propio método utilizado. El
Quizá sólo unas palabras sobre un enfoque psicológico,
el conductista, en el que no cabe explicación cientÍfi~- del experimentador no debe esperar que el niño le explique
juego. Al postular unos principios generales para toda for- completamente las reglas (hay' una gran variedad en io que
los niños consideran e! conoc1mieñ'tc"mplí¿ircnlue -el-aáiJl~
ma de conducta, ya s'ea el organismo adulto o inmaduro, y -----." ,-.'--- ---,:~ ---"-'-'-" ._- - ....
..~ -"
tay" el entrevlstádortlenen del propIO Juego) y nc' sena-
pertenezca a la especie humana o sea rata o paloma, en
jUsloc-OñCliirr'Cjui:"'TaausenCiá.'aeestad'escripciónse debe a
esta concepción del comportamiento humano no tienen ca-
la ignorancia del niño. Si la explicación de Piaget es correc-
bida los factores organizativos del propio individuo y redu- ta ¿cómo podrían los niñ{)Sjugar juntos si cada jugador
ce su investigación a buscar relaciones funcionales entre tiene una interpretación diferente de las reglas? Hablía que
factores del medio externo y datos de la conducta directa- esperar hasta que los jugadores fueran capaces de ,:odifi"
mente observables. carlas para encontrar un acuerdo total entre ellos. Pero si
Si concebimos e! juego como una única categoría gené- fuera así, ¿por qué iban los niños menores de 12 años a
rica, sin distinguir sus formas ni el momento de desarrollo intentarlo cuando las situaciones contradictorias senan tan
en, el que aparecen, habrá quien siga dudando de su utili- frecuentes y cuando no disponen de los medios para poder
dad como concepto, repitiendo que agrupa una excesiva resolverlas? Por otra parte, si los niños son capaces ,de
variedad de conductas distintas. Pero, además, sin abordar coordinar sus acciones cuando están jugando un juego,
su aspecto ontogenético, las sucesivas transformaciones que debe también de ser posible medir esta coordinación y tra-
las estructuras biológicas y psicológicas van sufriendo en el zar la transiCión que va del principio de esta cooperación a
curso del desarrollo, será imposible pOÓl'r entender la im- la codificación de las reglas. Es probable que Piaget nunca
portancia de! juego. intentara explicar este proceso, puesto que su interés en los
44 45
¡
j,
juegos, junto con su interés por la comprensión que ¡(¡, ciando en distintas partes del juego y a medida que los
-
niños tienen de la, intencionalidad y de la justicia, está
dete:-minado por su intento de explicación del desarrollo
1- jugadores conciben que cada regla individual se aplica a
situaciones especificas. ª,ólo a partir del momento en..JIUe-e1
moral. En una réplica que hicimos dei estudio de las cani-
cas en Inglaterra y en España (Linaza, 1981, 1984) encono
I, niño se fija en la regla como mdependiente de la acción
que ésta gobierna connema a codificar n0S610 las-'SÚÜacIO:-'
tr2m.OSque el juego se practicaba tanto por niños com, nesqüe suceden de liecn()_~~!1:? •...
@!ibTé~as que sólo
por niñas. Les observábamos jugando y participábamo; soopc;sllíles--e-in.éiuso aquellas que probablemente ñiiií.ea
con ellos en el patio para violar alguna de las reglas y 's'ueeéfefáñ: Peropara p_o~~r.:i~~:-ª.e'las priJ:ñe~ior€ás
pod-er inferir asi el conocimiento ,que de ellas teman. Tam- d""cé,,rurnación al acuerdo total sobre toaOslos casos po-
bién entrevi~tamos a más de 100 sujetos utilizando el mé- sibles,-los-niños -Üeileh::qúe ap,?yarse en_~r,~¡;:ñQc~~r¡gC
todo clínico de Piaget y presentándoles una serie de situa- coIñpártídii' -déTaSreglas. Son las caracteristicas comunes:-¡
ciones «simuladas» y cuidadosamente elegidas como si hu- es-decir, los'niveles 'de"conocimiento práctico compartido
, bieran sucedido en el curso del juego. Ampliamos ese tipo, por cada grupo de niños, los que nos permiten una descrip- \), .
de observaclOnes y de entrevistas a otros juegos tradiciona- ción del proceso qu~ conducirá a la vers~ón f"mal.~eljuego i.. .::;,~;'l
les de~de los más sencillos como el escondite a los más tal como es constnnda por cada generaCIón de runos. Y' J
complejos como las rondas y el fútbol, entrevistando a ,Es frecue';'te que las nuevas reglas se introduzcan en el ..
otros 250 niños entre las edades de 4 a 14 años. juego no como prescripciones sino como simples rituales o
Todos estos juegos pasan por una $ucesión de cambios como meras descripciones de las acciones) de modo que no
en sus sistemas de reglas a medida que la edad del jugador contradigan a las reglas básicas de los niveles anteriores.
aumenta. Estos cambios pueden ser descritos en cada uno En otras ocasiones se evita la contradicción simplificando
de estos juegos refiriéndose a una"Serie de caractensticas la nueva regla que se introduce, de modo, que resulte'com-
<fue,:on compartidas por grupos de niños y que están muy patible con las ,de niveles previos .
. .relacionadas con la edad de éstos. . Al conservar la estructura interna del sistema de reglas;',
, En el extremo infenor, los niños sencÜlamente no en- las ya establecidas para un nivel se integran en el siguiente. i
tipn<io.n-efslg¡;:IfiCa:dode las re~I!,~.!,-!~!.a,n pocas veces Parece queesta organización jerárquica permite a los juga-I
~<!!!l~,.!'s-"s£Lcgr~s con las de los otros jugadoréibl dores moverse con una cierta facilidad entre niveles de i
primera comprensión de el!, regia-por --pari¿--der-rn;fi;Sé juegos consecutivos e interaccionar con jugadores ligera- (
jugador:-'
r".!..a:?.?ílácorila-cfe5Cñj:;Clónqtre-hace-dd--papel-del mente más competentes o menos que ellos mismos. <l.-..
L~~~~~::~~.l~'~e~t.~~~_~-or ~apá@en
co~~9J~~~~~~~~~~ones En los niveles inferiores, los niños se apoyan en accio- f
e~ un concepto oel Juego como suc!,sión de tuiñ6s mucno nes especiflcas..prescritas por una regla para dehmr diJeren-,
~ • __ '_"'_._ •. • • ~-, •• _", "" __'_"_.' M._ •• -._" ,
IDaS lo,",
_~~- ...:.()~c:~~tentosde g;U¡l'!-º.Ae_:.I;ta.~.!.Q...!!\ÜOLqUe te~g;;~ la hora de claSíticar los luegos, y pr;clsameñte
em2S d Jugadores. -, debido iil conocüñiento- ffiásSónstícliaoae-SU:s:¡"eglas'-los-
---r;as reglas-propiamente dichas no empiezan a formular- nii'fosj:>asan'-de-UIlll.dasificación ..de-juegos 'ind!~q1!a.r_a
se hasta que no hay una referencia' a las acciones báskas utilizar-categorias 'de' grupo 'de' juegos" o -«fáIIillÍas de jue-
gos"» .~,.• ~ ..- "_.' - '.'- _-_.., '-'-._' '.' ."r.'-- ',-.. ~- .. - - -.. . ~.-.' '-. ~._- <..:.
qü,:_~e:uen~_emeri!e-!.ánsignificado al pr?p'io )uego. Esta;
aCClOnesson S1mu!f2.Eeamenteuna descripcióñ:de lo que -Estas capacidades a las que 'nos estamos refiriendo (capa-
cada lY&.¡¡:¡¡:Qi-hace y una ¡¡rescdpcióñaecóIn~b<>-hacer- cidad social para jugar lin juego y cognitiva I1¥-iLexplicarlo
1.:',:La complejidad de este sistema de reglas va aumentadó yapllcar las reglas) parecen estar estrecb~nt5'J_~I~ci..ó_~-=-.
a medida que las acciones de los jugadores se van diferen- das Eóíl'lasprmi'eliCillS' qúeIóS nmostienen por determi-
'rí
4L
46
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1
•
* * •
48 49,
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.' ~&~~-.~:-=,
.
CAPITULO 1
.~ ---. ~.~~.
ticípañCóniuñumente de acuerdo .coo 'únasregIaS CO?Veñcl0na:¡es~
"CSp<'<'ifiqueb (l., ar~ cg[,;x:JQ.;roe::a~ elJ:Q;ltpr"stablec~y (2)
10~~~.~~1í.~~5=l;r os !.1JgaaQ.(J:_s....cn.-t.ok~.s-,g..piqer intfT4epe~'£t:.
te,.!Z~:..r:..ooper~o. En el juego del escondite (p. 73), por ejem- 19
--------------~-----------
:>10,d clímax preestablecido es encontrar/se~_encontrado o no en-
.••.
JUEGOS =quE ES contribuir, de una mapera especiahnente adecuada al 2a.rrollo y la
:oDt:rar/no ser encontrado. Se supone que _:1 mno que se esconde tra- COLECTIVOS UN BUEN educación de los niños. Sin embargo, no todos los juegos colectivos
:a de evitar que le encuentren. y que el runo que ~USC~ trata de en- EN LA JUEGO tienen valor educativo y no basta con que un juego encaje en nuestra
:ontrar a los jugadores escondidos. EstaS reglas arbltranas se estable- PRIMERA C0LECI1VO
definición_ Para presentar con más detalle los tipos de juegos exami-
ENSEÑA1'<"ZA
::e:npor convenio y consenso. Los roles del que se. es.conde y el. que ~ados en este. libro, dare:nos tres criterios generale~ para los buenos
JUsca son interdependientes porque no pueden eXIStIr el uno Sill el Juegos colecovos que furmos desarrollando a medida que pensába-
otro ..• Esconderse:» implica «esconderse de alguie~ que busca», y mos en los juegos publicados y observábamos a los niños pa..-ticipan-
",buscar. implica «buscar a alguien que se ha escondIdo». Estos roles do en ellos.. .
se oponen porque las intenciones del que se esconde J-: el que busca
son impedir lo que la otra parte pretende hacer. Esto rmplica la po-
sibilidad de usar estrateoias. Por últim....Q.,..
estOS role;sQ'ncooperat1VOs CRITERIOS PARA UN BUEN JUEGO COLECTIVO
pof~l !U~Ono pu~~ d~-.sar:roTfarse a-meños que los jugadores
ac'u lm:mÚmu:nte las 1S.g1~.y_c~Iiªoren
do sus consecuencias. .
sIguiéndolas.y aceptw-
---'----------- .._,.. . _.-.__ .. '--'---
Para que sea ed.ucacivamente útil. un juego colectivo debe:
' - _ ..
..... ~-'
Al ae£iñli= los .Juegos colectivos de esta man~ra, excluim,?s cie:ras 1. Proponer algo interesante y estimulante Dara que los niños pien-
accividades colectivas valiosas que, con frecuencIa. se denornman Jue- sen en cómo hacerlo. ~.
gos. Por ejemplo, aunque bailar y ~antar en grupo ~plic.a reglas con- 2. Posibilitar que los propios niños evalúen su éxito. .
vencionales y roles complementanos, no se dan mtenclOnes opues- 3. Permitir que todos los jugadores participen activamente durante
tas. También se excluyen otras actividades colectivas buenas, como tOdo el juego_
las constrUcciones de bloques en cooperación y las simulaciones, a
causa de la ausencia de reglas convencionales. En todas estas activi- EstOs criterios pueden emplearse como preguntas a plantear por el
dades, no hay un resultado final claro, específico y predetennmado maestro en el proceso de decidir si se prueba un juego determinado
que se tenga 1ue alcanzar y que pueda evaluarse en .términos de éxito o se continúa con él. Cada uno de ellos se explica con mayor detalle
o de fracaso . Además, nuestra defInición también excluye muchas en los párrafos que siguen.
de las actividades de la educación que se denominan _juegos» y
que no son más. que lecciones didácticas disfrazadas. Considérese el
siguiente ejemplo: ¿Hay algo interesante o estimulante para que los niños piensen
en Cómo hacerlo? .
Ó O
\
\
tan a alguna modificación que aumente su dificultad. En el juego de
~.~.
~ I
lanzar at?llas .~ las patas de una silla, por ejemplo, es frecuente que
los proplOS .runos propongan apartarse más cuando ""anar se hace'
I
aburrido. ~as id.easya mencionadas para h~cer que el.iu~go de las pin-
zas sea mas estlmulante, pueden descubnrlas los nIDOSespontánea-
\
, //
/ " mente o pueden ser propuestas por el maestro.
. El criterio de que ,UD buen juego propor;;;iona a los niños ",algo
mteresante para que pIensen en cómo hacerlo» no implica, necesaria-
" /
ment~, que el juego en cuestión pueda ser dommado por el niño. En
este libro se dan muchos ejemplos de juegos colectivos que constitu-
yen exp.eriencias valiosas incluso para niños que no los entienden en
Fig. 1.2. ¡CorTe a cenar..' Algunos niños tienen dirlCuitad para saber fui de- su tot:ilidad y que, en consecuencia, no juegan a ellos «correctamen-
~en hacer cuando se en.cJI.entran cara a cara a media 'CJuelu en torno a árcula.
te». Sm embargo, existe un límite en el provecho que pueden obte-
ner los nii?-0s de ':lo i.uego que sólo comprenden en parte. El empleo
bían tOCa!.Como resultado, los niños parecían confundidos e meoro..; d.e este prune= entena por parte del maestro debe ser una combina-
petentes. Al no poder pensar ninguna modificación satisfactoria, 'e1i- CIón de ~n. ~álisis de contenidos. de:.las posibilidades. de un juego y
n::i?amos el juego de nuestro grupo de niños de cuatro mos. Esta de- de un análiSIS conducrual de su SIgnificado --para los .nIDOS.
::lSJónno se adoptó porque los niños fueran incapaces de jugar correc-
tamente a este juego, SIDOporque sus dificultades particulares les im-
posibilitaban jugar sin una regulación sustancial por pane del rnaes- ¿Pueden los niño~ evaluar su propio éxito?
rro. Estos qiños tendían a' actuar porque el maestro les instaba a ello
'> porque les decía qué debían hacer, y las correcciones del maestro El s.e~ndo criterio para un buen juego colectivo implica valorar las
no parecían servir para que supieran qué tenían que hacer después. pOSIbilidades que ofrece.a los niños para que evalúen ellos mismos
renían muy poca idea de por qué corrían en un sentido determina- los resultados de ~~s aCClones.Cuando el niño trata .de producir UD
do, y su acción era una respuesta despreocupada a las directrices del resultado deseado; se interesa de manera. natural por el éxito de su
maestro J. " ," " esfuerzo. Para que un niJ?o pueda evaluar su propio éxito, los resul-
En cambio, cuando aparecieron las mismas dificultades en.un gru- tados deben ser claros e meqwvocos. En el Juego de soltar las. pm-
po de niños de cinco años de edad que teru;;,n experiencia en juegos, zas, sabe eón toda certeZa cuando acierta o yerra en el objetivo. En
los resultados no fueron los mismos. Cuando alguien empezaba a el es.condite. el que se esconde sabe, sin que haga falta decírselo, si
:orrer en la dirección equivocada, los otros jugadores le gritaban con ha Sido encontrado o ~o, y el que ~usca sabe si encuentra o no al
,la dirección opuesta y, después, trataban por
excitación que torn..o:.:..-a que se esconde. E:: el Juego de las sillas (p. 66), el resultado es evi-
todos los medios de explicarle cómo tenía que jugar. Los niños que de~te y~.que el n¡5.o no necesiu la ayuda de nadie para saber si ha
no entendían el juego, simplemente no hacían lo que se les decía. ~A1 temdo eX1too no en ocupar una silla.
enfrentarse-a las¡rorestaS y las explicaciones de los otros niños, sen- En cambio, en el juego de la diana (p. 58), en el que el niño trata.
tían la. necesida de pensar en lo que habían hecho y de imaginar de acertar con una bola en una diana de papel colgada de la pared,
:óm~ .lugar d~ otra ~anera.. Así, estos problemas proporcionaban a el resultado de la acción es ambiguo. La bola toca el objetivo sólo
los n1?os de ClIlCOanos un contexto excelente para el razonamiento por un instante sin dejar una señal duradera que el niño pueda ver.
espaClO-temporal y la cooperación en la regulación mutua. Has.ta. un adulto encuentra difícil apreciar exactamente-"dónde se ha
Al maestro, las ideas para modificar un juego casi siempre se le realizado el contacto. Para mejorar la posibilidad de que los niños ob-
oc.urren e? e! proces~ de examinarlo desde el puntO de vista de este tengan una información más clara, en el Capítulo III proponemos de-
tmmer entena. Por ejemplo, en el juego de las charadas (p. 81) ob- terminadas modificaciones de la diana o del objeto lanzado. En vez
5ervam.os q~e.• con frecuenci.a, los niños pasan por periodos de frus- de emplear una diana de papel, el maestro puede usar un tablero con
trante macnvldad porque les es difícil pensar en algo que imitar del un gr~n agujero ('! varios) para que los niños puedan ver con c1ari-
universo entero. de ¡:o5ibilidades. Al ver este problema, el maestro da.d. SI la bola ha Ido donde querían que fuese. Otra posibilidad es
puede tratar de lJIlagmar cómo hacer que el juego tenga más interés utilizar dardos con ventosa o pegajosos que se queden en la diana .oj.
y e~tímulo limitando las posibilidades. Proponiendo la categoría de '1.:0s niños pueden juzgar por sí mismos el éxito o fracaso de sus ac-
olanlmaleslOo de caIgo que hacemos cada mañana_ el maestro da a CIones y, en consecuencia, pueden ejercitar su inteligencia en la cons-
los niños un marco de referencia común dentro dei cual poder pen- ~~ción de. relaciones entre las variaciones de sus acciones y las va-
naCIones de la reacción de los objetos .
•• 3 1:a ?ponunidad ~e~ ~~.vec~ ~~juego- ~i'si~~.re ~onduo;;e a u~ .o;;am- " •• .." ""'.~. - > ••
)10 drisno;;o en la o;;onao;¡a;¡, que tiene d nmo de lo que hace. 4 En nuestro p:ús se o;;omerc:ialiun ;uegos de punteria o;;onsistentes en una diana de
o.
Nonna.l.mente es unabw:n;¡ idea probar un juego mas de una V.CZ- antes de reo::h:l.Ulr- superficie fibros; y uoas bolas reeubien.as de Vekro~ que pennaneo;;en adheridas a11u-
g;¡r de wnucto. (N. dd T.) 25
cubr cómo y CÚ2ndo soltar las pinzas insp~ una amplia gama de ac- JUEGOS QUÉ ES una carta dada porque desea completar una pareJ~un
.. ~
grupo en su
.
COLECTIVOS "JN BUEN propia mano.
tivichdes ment:ales. Cuando el niño falla, puede optar entre sostener
ENU JUEGO Es bastante fácil eliminar muchos juegos, como el de las bolas de
la pinza más cerca del recipie~te o. en una posició~ más 'perpend.icu- PRIMERA
lar~ situarse de manera que nure directamente hacIa abajo y hac1a el COLECTIVO colores, que no proporcionan a nadie oportUnidad~ abundantes para
E.NSEÑ'Al'o'"ZA
el desarrollo de actividades. Sin embargo, el valor de otros juegos de.
objetivo, tomar otrO recipiente con una 2~ertur; .mayor, 0. usar un
objetO más pequeño. Si lo encuentra demastado facil o abumdo, pue- pende de los niveles de desarrollo de los niños y no pueden clasifi-
de opur por sostener la pinza a la altura de los ojos o eXtendiendo carse como buenos o malos sin pro?arlos. A v.eces, un juego que se
todo el brazo, sentarse en una silla, usar un recipiente de abertUra prevé adecuado acaba presentando dificultades mesperadas. Nosotras
pensábamos que el siguiente juego sería bueno para los niños de c.u~-
.mis pequeña o soltar UD: obj.eto ~ás grande. Los niños roayoresi de
cinco mos, y con expeneoCla en J~egos, son capaces de dete~ar trO años de edad hasta que lo probamos:
cómo organiz21"'Seentre sí, estableCIendo turnos y regulando el Juego
de acuerdo con las normas que hayan decidido. Los niños más pe-
queños se interesan más cuando todos tienen su .propio recipie~[e y ¡,Corre a cenar!
sus propias pinzas. El .interés en las acciones básICas puede rnOovar- •.x,.anda alrededor de un ~orro formado por los OtrOSjugadores. Se
les,. con el respaldo del maestrO, para pensar en' problemas como el deóene y extiende un brazo entre dos jugadores diciendo; ••¡Corre a
repartO equiutivo de las pinzas, qué se debe hacer cuan.do se m~z- cenar!" Los dos jugadores corren en direcciones opuestaS iliededor
clan las pinzas de varios jugadores y cómo comparar al final el. é~to del corro, primero alejándosede ••x ..y después volviendobaciaél para
propio con el ajeno mediante el recuento de las pJ.;lZasen los reCiplen- tocar su brazo (ver la figura 1.1). El primer jugador que toque el bra-
teS. zo de ••X,. hará de ••X,. la pró:rima vez.
A! adoptar la perspectiva del niño, el maestro J?uede evaluar en
qué grado un juego. determinado inspira, o puede mspirar, el raz;>-
DOunientode los niños y sus esfue~zos para cooper.:-r con l?s demas.
Normalmente,' este enfoque práctICO es mucho mas fructífero para De los niños de cuatro años que observamos, hubo muy pocos que
supieran hacia dónde correr cuando ••X,. se detelÚa a su lado. Cuan-
evaluar la eficacia real °
potencial de un juego que empezar por la
do el maestro conseguía que fueran en la dirección correcta, la ma-
teOña. Después de pensar qué apreciaciones se ven rt;l0tivad?s ~ ha-
yoría no sabía cuándo tenía que parar de correr y no tocaba el brazo
cer los jugadores, puede ser útil que el maestro exarmne el sIgmfica-
de .X••.Para. algunos era difícil saber qué tenían que hacer cuando
do de estOS problemas a la luz del puntO de vista teórico discu:tido
se encontraban cara a cara a medio camino (ver la figura 1.2a). Con
end Capítulo1Il.... ." . frecuencia, al encontrarse se :Jaraban sorprendidos, claramente inca--
~ un lUego sansface el pn~er c..ng:no,en pnmer~ar
paces de prever este encuenL!':i. Normalmente, uno de los jugadores
debeiá an e el contemd? en füOCiOO.de las pO~l~des q.?e
ofreee-al'niño-en-Eüiñ~6ñ"'}'p-eñsaitflento:-L-c)"s-pJegl:Ys-'quélía- invertía la dirección y los dos acababan realizando una carrera en pa-
ceñlílté"e~o el pensamteDt~oeñCacrañiV~ evolu~vo .no vale la ralelo volviendo a donde estaba ••X": (ver la figura 1.2b).
-.-. .\
p~ •ni ~robarlos. Como ejempl? t~nen;?s ~l Juego SIguiente, que
solo Implica el recuerdo de una distnbuclOD lineal:
•
ver a poner las bolas como esuban anteS, El maeStroempiez.acoo tres
\. • • ."
bolas y, gradualmente, llega basta.seis. (Palmer, 1968, p. 67.)
~ I
/
'¡ niños participan en este juego más con el f!.n de complacer al maestro
que para disfrutar p~nsa.ndo en e~ contemdo del pr?blema. Esto no
niega la importancia de la me!D0na en el des~ollo mtel.ectual.de los
- ---
niños. Sin embargo, la capaodad de memonzar conteDIdos sU?-sen- Fig. 1.1. ¡Corre a cenar!
tido tiene poco valor en sí mism~ y P?r sí .misma.. S~ v?)ar reSld~
su funcionamien02. dentro. de EJEJ.égencIa como ..:otalidad, respec-
tO a uñcOñteñid~~cao~~.~a!.:=~ad.o. E}erc~tar la
memona Llegamos a la conclusión de que este juego no provocaba el ra-
--ponp:csíes'-2!g6 tñVi.at""E"ñcam6lO, es mejor eJero:arla en el con- _ zon~ientg porq~e Ja regla básica era tan difícil que los niños no po-
. __
.i
teno de actividades en las que el n~o tenga sus p.oP¡~_razones ¡::::..-a dían concebir por su cuenta lo que tenían que hacer. El maestro aca-
baba teniendo que empujarlos en torno al corro, diciéndoles cons-
2
recordar algo~Por ejemplo, en un Juego d~ cartas un mno .puede :,er-
se motivado a tratar de recordar que un Jugad?r determmado nene tantemente cuándo correr, hacia dónde ir, cuándo parar y qué de- 23
__
Este criterio ;;.yuda a eliminar los juegos en los que la evaluación JUEGOS
.•...
~ QutES Por ••~articipación activa••entendemos activi.dacftmenta1y un sen-
de la acción de un niño es una imposición de la autoridad de los adul- COLECTIVOS
EN LA
UN BUEN timIentO e comprom1SO dí!sde el punto ae VISta de! nUlO. Et"tru;-rrn
tos. Por ejemplo, en el juego de las bolas de colores descrito ante- JUEGO nIDO encuentre argo que hiCer en un ueO'o depenae de su '"ñÑel de
PRIMERA
riormeme, el niño reconstruye el orden original de las bolas tal como ENSEÑANZA
COLECTIVO desarrollo, Para o .- e Jlenos, tenerfi«algo_que acer» S!W.1ca,
lo recuerda y el maestro le dice si lo ha hecho bien o DO. Puesto que n~aJmente, evar a una aCtlVlaaa Slca porGue el..E.sp-~~n-
la distribución original de las bolas se ha destruido y no existe nin- to wua;ha nose11a'"díferenCiado comeletamente de acCIón 7. La po-
gún modelo duplicado de ella, el niño DO ruede ver por sí mismo si sl5'ilídad de actividad mental esta estrechamente reIaclOnada con la
su recuerdo es correcto 5. Aunque desde e puntO de vista del maes- posibilidad de actividad física.
tro la evaluación. no es caprichosa, desde el punto de vista del niño Los niños de cuatro años 4e edad tienden a preocuparse única:-
se trata de una ocasión más en la que se ve fonado a depender de la mente de lo que hacen ellos rmsmos y, para ellos, el juego de las si-
autoridad del aduho y a aceptar sus palabras como ••la verdad,.. La llas ?e acaba cuando son eliminados. Sabemos de muchos maestros
única alternativa que le queda es el impasse de una opinión distinta. senSIbles .~ esta cuestión ~u~ han m,odificado est~ j':le¡;opara que to-
PuestO que el niño no puede decidir por sí mismo si su intento ha dos los mnos puedan partiCIpar en él desde el pnnClplOhasta d final.
tenido éxito o no~ puede que lo que aprenda sea que las respuestaS Una de es.tas modificaciones consiste en jugar como de costumbre,
correctaS provie:len de los maestros de una manera impredecible. Si cC?.?una silla meno.s q.ue d total de jugadores, pero sin eliminar al
la experiencia de un niño se ve muy marcada por este tipo de en- nmo que se queda sm silla..Otra modifica'ción posible es hacer un gru-
cuentros, se pue.dt=volver excesivamente dependiente de los adultos po apart~ f!ara los que pierden con las sillas que se van retirando del
y, en general, lnsS<TUrode sus propias aptitudes para resolver las co- grupo ongmal. ~n el Capírulo III se proponen modificaciones simi-
sas 6. lares para otros Juegos, con d fin de evitar la eliminación de los ni-
En el juego denominado ¿qué has visto? (p. 81) puede verse una ños qu.e se produce al s~ las reglas de las versio~es originales.
forma aún más extrema de evaluación adulta imposible de verificar. El examen de !~s mvdes de. ~esa::ollo ~ espe~almeDte impor-
En este juego, d maestro juzga como buena o mala la imitación g''Je tante en,la evaluaclOn de la.partlC1paclOn actlva en Juegos que tienen
hace un niño: és-..epierde su turno y deja de «actuar.,. si el maestro roles prmcipales y seeuncbrios. En el juego de el perro y el hueso
dice que su imita.eión ha sido mala. Proponemos la supresión de esta (p. 265), los niños sólo disfrutan desempeñando el papel secundario
regla ya que 1t evaluación subjetiva de la imitación por pane del maes- cuando ven en él posibilicbdes de acción. En algunos juegos corno
I
su turno. En este apo de Slmaaones .• el maestro necesita estar alerta
~ienta interés y que encuentre sentido a dedicar sus esfuerzos a un respec~ a la participaci~n de los niño.s que desempeñan los roles se-
Ju~go: N~turalm~re, es posible que un ,juego satisfaga este segundo ~und~os ..Cuando empiezan a moverse y a mostrar OtrOSsig~os de
cnteno Sin ~lír con el pnmero. Se' pueden encontrar juegos en unpaclenCla, es el momentO de deJar ere Jugar. El Juego solo CfeE"eCOñ-
l los que los. ruñ?S pueden ju:z:gar el éxito de una acción que no es in-
teresante ro esnmulaote. Es unportante que se empleen ambos crite-
rios para evaluar el valor de un juego.
tmuar SIse mannene..-e!JOIres de los mñ.o_s...q..u¿a¿s,~p..enanlQSOJ_Qles
secundanos.
-Nuestra experiencia con niños de cuatro años de edad es ,que ob-
servan poco lo que hacen los demás, sobre todo mientras esperan ser
:scogidos para el papel ~e oca. Sin emb3!go, una vez han desempe- ?
¿Participan todos los jugadores de forma activa en el juego
durante todo d desarrollo del mismo?
n.a:I0 el papel «estelar •• t:l~den a perder Interés yana prestar aten- i
c~on a lo que sucede en el Juego. En parte, eStOse debe a la insisten- \1
..
Cla del maestro en que «X•• escoja a alguien a quien todavía no le
~val~ la p~cipación activa de todos los participantes en un juego haya llegado el turno. Después de haber sido la oca y «X.,., los niños r
unplica conslde:'3!"sus posibilidades en relación al grado de actividad saben que no les volverá a tocar y sienten que el juego se ha acabado.
que pueden rene- los niños en función de su nivel de desarrollo. Cuando los niños se encuentran en este nivel, es normal que el maes-
Cuando un jugador DO tiene nada que hacer en un juego, su activi- tro 3:cabe tratando de que no se echen al suelo y entren rodando en
dad .mental no s~ve inspirada. Por ejemplo, el niño que es eliminado medlO del corro o de que no interrumpan de cualquier otra manera.
d.el.Juego de las sill;as.(p. 66) casi siempre adopta una actitud de pa- A veces, este juego puede desarrollarse de manera adecuada con un
slvl~:d frustrada..SIntlen:i0 que Jos otros se quedan con toda la di- grupo formado únicamente por cinco o seis niños de cuatro años de
v~rslOn. ~n CambIO, :1 p'~apllla es excelente porque rodos los parti- edad. Un número tan pequeño de participantes reduce el tiempo de
CIpantes nenen la poSIbilidad de hacer algo en cada momento del jue- espera. y elimina la necesidad de una insistencia rigurosa en escoger
go. a algUlen que todaVÍa no haya sido ••x.,..
En cam?io~ Jº~_pj¿,~cinco años pued~n disfru~ar participan-
do, en este Juego en ~os w:ay0d~6't!ftY~~$l...~'d~~!~~!_"I.~
s No propoo.anos modificar este jue~o con un modelo duplic.ado que el niño pue- n1IIlrnlñertte--err1';B'
persecuacnes e os cremas. (jl)servan a «X•• con
d~_usar pan co~ ~ reconsn:ucClón. Aunque esto posibiliurh. que el propio
=: .....
d
all'ara $U ~ d IU.ego~~"ria sin pres~r1C/o,r~¡.,_t-';(pan él. -~. _
El ef~o e:meo que eJerce la natur:a1,e:z.a,
de estaS relaciones con los adultos en el
.
••
exprctici'ói:'r"]"aplaüden y diñ gntqs de ~.9~ c~ando las, ",estrellas"
esarroUo infan?L es: ano de los temas pnnopales que se enminan en el Capítulo TI
6 y se aborda vanas ~ en el horo.
. 7
Plage'"_
Este tema ~e aamina COD mis: deulle en d Capítulo Ir en relación a la teona de
27
echan a correr. Los niños mayores también pueden empezar a com- JUEGOS CAPITULO II
prender que, para poder gozar de los papeles ••estelares ••, necesitan COLECTIVOS
cooperar proporcionando a los demás la misma oportunidad de dis- EN LA
frutar.
A! decidir si un juego determinado satisface o no 'este tercer cri-
PRIMERA
E.."lSEÑANZA
Razones para el empleo
tena, el punco esencial deberá ser la naturaleza activ.a de la experien-
cia de los niños. La asividad frustrada el aburrimient son es-
de juegos colectivos
tados sati.sfacrorios a nm~a e a ,y los niños no se desarrollan Slen- .
do.pasivos. El mteno de"ti paruclpaclOD acnva de todos los Jugado- Constance Kamü
~reSdürante roda un juego está estrechamente relacionado con el pri-
mer critenO para los buenos juegos colectivos. Un juego que propor-
cione a los niños alaoointeresante y estimulante que les haga pensar COMO SE ha dicho en el Capítulo r, nuestra recomendación de los
en cómo ha.cerlo, comporu actividad mental. A la inversa, si un jue- juegos colectivos no se limita al mero aprendizaje de estos juegos por
go no gar-..ntiza la poaricipación' activa de un niño de principio a fin, parte de los niños. Para aplicar por qué creemos en el empleo de los
es que no presenta. un contenido interesante_ y estimulante. Sin em- juegos colectivos en Lapñmera enseñanza, es necesario, en primer lu-
bargo, un JUego puede permitir la participación activa de todos los .gar, examinar los objetivos que nosotras concebimos para la primera
jugadores aun presentando un contenido insulso y nada estimulante." enseñanza a part.i.r de la teOría de Piaget. "
Los buenos juegos sacisfacen los tres criterios.
Estos tres critexios para los buenos juegos colectivos acabados de
examinar podrían haberse citado, simplemenie, como criterios para OBJETIVOS
actividades adecua.das. Normalmente, los niños pequeños partiClpan
en los juegos colectivos como si se tratara de actiVIdades mdividua-
les. Por eje:nplo, en relación al primer criterio se -destacó que en el Objetivos a largo plazo
juego de soltar las pinzas es más interesante y estimulante para los
niños pequeños que todos tengan su propio recipiente y sus propias Los objetivos de la primera enseñanza deben conceprualizarse en el
pinzas. Esta modificación puede eliminar (si bien no necesan2.IDeme) contexto de unas metas a largo plazo que abarquen hasta la enseñan-
la interdependencia" la oposición y la colaboración entre roles, con za media. El círculo de la figura 2.1 'Iue representa ••el desarrollo en
lo que este juego dejaría de ser colectivo según nuestra tiefinición. la medida de lo posible •. se refiere a os objetivos a largo plazo que
Como se dice en d Capítulo XII, que trata de los principios de en-- pueden deducirse de la teoría de Piaget. 8~ En un libro sobre la edu-
señanza, casi siempre es una idea excelente empezar. UD juego de pun- cación, Piaget (1948) afirmaba que es raro el adulto verdaderamente
tería ~omo si fu.era ~a acti:,idad individu~,. para. de;s~ués iniciar oí. moral y capaz de un pensamiento crítico y lógico. Este punto de vis-
los ruños en d Juego colecnvo. Como aet:l.V1dadl!ldiVldual, es fre- ta ha recibido el respaldo de recientes investigaciones (McKinnon y
cuente que los niños quieran establecer sus propios objetivos (por Renner, 1971; Schwebd.. 1975) sobre la capacidad de esrudiantes de
ejemplo, tntar de meter una cantidad determinada de pinzas en el re- primer curso de universidad para realizar operaciones formales.
cipiente), y sus intenciones pueden diferir de lo especificado en las
reglas. Por ejemplo, es frecuente que los niñ~s pequeños, al jugar al
escondite.,. ideseen ser encontrados!
Aunque hemos empezado con una defmición estricta de los jue- DESARROlLO EX1TO
EN LA MEDIDA EN LA ESCUELA
gos colectivos, ello no implica que el valor "educativo del juego in- EN QUE SEA POSIBLE
fantil deba su j~Q en función de su ajuste a este definición. La
recomendáción que s:: hace en este libro de los juegos colectivos no
se limita al mero aprendizaje de estos juegos. Es importante que un
juego, se juegue s~endo ~~~ente iiP;
las (L!.lP, eroporcione
\ I
uñ contexto -eStiÍIJ:iiliñl:-e-£1a aet1VíCfiClIñen. , e los rnno~..1> en la
~edid3:: ~e-.Si!:.~f~~flJj~~¿ª?'p'_~€¿íóf1~- -~ --:. -~--..... .---
" !\ medidi que el leCtor vaya conocIendo nuestro pensarmento y
el de los maestros sobre muchos juegos que se presentan en este li-
bro, verá de una manera más concreta cómo se pueden emplear con-
juntamente las definiciones y los criterios acabados de exponer como
direetric~ generales para seleccionar y modificar juegos colectivos y
para evaluar su éxitP_ En el Capítulo II se examina la orientación teó-
rica que nos condujo a nuestra definición de lo que es un buen juego
colectivo y de los crit....nos que debe cumplir. Fig. 2.1.' Ohjttivos a largo plazo de la edu.C4-
cián.
~do peI'50~~teresante-D.OJ_Lolri.~ues de un hizo en circunstancias distintas, a lo que los niños pueden responder
examen. Los niños pequeños pueden emplear estos. conOClnuentos 1Il- que todas las pegas deberían haberse detallado ~teriorment.: y que
medíatamente ~ llevar el marcador de una partIda de bolos, colo- la credibilidad del maestro se encuentra en entredicho. Los nmos de-
car carteles de eno molestar'" y saber CU;ánto~era ?enen que tot;l3I sarrollan su inteligencia y su lenguaje mediante el empleo activo de
otras materias tambiénJuede
de nuestra adaptación entamo. .
para ir a la ciClda. El estudio de la fíSICa,la rustana, la geografía y
. -
formar parte de nues:ro desarrollo y
~uanto mas conocemos nuestro
los dos. .
Si el desarrollo dd lenguaje se induyera explícitamente en nues-
entorno, - inteli ente es la manera. tOD 3...uepodemos adaptaIn..Q.S
a e. a teoría de laget rmp ca a neces:¡dad de reV1Sa.rfündamental-
tra lista de objetivos, se haría de una manera jer~qujca, dentro del
contexto de los tres objetivos mencionados ~tenQrme~lte. Un de-
sarrollo del lenguaje ind:pendient~ de las re1aClon~sSOCIalesco-?,_ los
J
meñte los objetivos de la educación para que la superposición de los adultos y compañeros, e lIldependIente del pens=-:rruen~ode.los runos,
dos círculos se;¡ máxima.. es un objetivo insostenible desde un punto de VIStaplagenano.
Los objetivos sociales y afectivos, como la confianza y u~a con-
cepción positiva de uno mismo, t.a:nbién.e.stán ausentes. de la lista~-
Objetivos de la primera enseñanza terioL La confianza y la concepclOn posltlva de un~ mIsmo ~cabaran
por desarrollarse si los nmos son respetado.s y sus Ideas se tienen en
Dentro de la perspectiva del «desarrollo' en la ID:edidade lo p~si?le •• cuenta con seriedad en el seno de unas relaCIOnesque fomenten el de-
como nuestro objecivo a largo plazo, concel?tualizo los tr~s obJ:t1vos sarrollo de su autonomía.
siguientes p:mtla. primera enseñanza.. En pnmer lugar procedere a su Antes, yo solía concebir los objetivos sociales y afectivos como
descripción, para explicarlos posteriormente con mayor detalle:
separados de los objetivos cognoscitivos. Sin embargo: _cuanto más
pensaba en el conscructívismo y más observaba a los I?'lDOS, m~ me
1. En relación .o:z las adultos, nos gustaría que los nmos desarrolla-
convencía del carácter inseparable del de~arroll~ SOCI~, afeetlvo y
ran su aUtOnOIlÚaa través de rdaciones seguras en las que el po-
cognoscitivo, especialmente durante la p~era U1faI?-~lay en. rela-
der de los :u!uItos fuera mínimo. ción a la defInición de metas para la educaclOD. Los runos que t1.enep
2. En relaciim a las compañeros, nos gu~~aria que los ~m~s_desar;.o- confianza en su capacidad pal:_pensar ~yeD el con~~.~
liaran su capacidad para la descentraClOn y la coordmaclOn de QIS-
con mas raP.ide],,_q_'!:1~los.q~e_nQ..p.p.s.e;~.IL~Ra_.£.Q!lÍ.I~n un e~pe-
cintos puntos de vista. . . r::meñtO sobre el aprendizaje de or,aclOnes en vo~ paSIva (p,?r eJem-
3. En relacién al aprendizaje, nos gustaría que los niños fueran des-
plo, cambiar «el niño emf'.uja .a,la nIña,. por «la nu;a es empu¡~da por
pienos, cunosos y críticos, y que tuvieran confi~a en su cap~- el niño,.), Sinclaír (comurucacIoD personal) observo que los Dlnos que
cidad para p-ensar y decir francamente lo que piensan. T amblen prueban muchas expresiones cometen más errores, pero acaban e1a-
baranda la forma correcta con más rapidez que los que temen pro- JUEGOS -it.AZOl"l""ES deduzco de la teoría de Piage::..El constrUccivi~g;.ose r~t.e.,_aLpunto
bar varias exoresiones. Los que tienen confianza se esfuerzan más en COLECTIVOS - PARA EL d.e vista según el cual el conociITi:ieffioy- lOS varor.es .m<?ralesnq .se
eacontrar un'a respuesta. Cuando tienen uoa respuesta, no temen ex- EN LA EMPLEO aprenden por rntenóriZaciQn' ..del.exterior:~i,RO.m.ediil.nte,una conStn.lc-
presaria, y si su opinión esci en desacuerdo con otros pun~os de vis- PRIMERA DE
Clan aBi:k-dj~!-~9~CeE,:i"pi¿r;¿CíO.o:c.on el en~~rno (en el Apéndice
ENSEÑANZA JUEGOS
ta, tratan de convencer a los demás o admiten que se han equivoca-
COLECTIVOS
se-"dañ -mas-évidencias y una explicación más detallada del construc-
oo. En cambio, los niños que temen equivocarse mantienen la boca civismo). Todas las personas que han tenido contactO con niños pue-
cerrada y su mente' no alberga ninguna opinión, quedándose en un den citar innumerables ejemplos de construccivismo. Por ejemplo,
eStado de pasividad. cuando mi sobrina creía en Santa Chus, sorprendió a su madre un
La lectura, la escritura y la aritmética también están ausentes de día preguntándole: «¿ Cómo es que Sanra Claus usa nuestro papel de
la anterior lista de objetivos. Los niños no pueden ser despiertos y envol;rer?,. La explicación que le dio su madre la satisfizo durante
curiosos sin senor interés por objetos culturales de su entorno como unos InStantes, pero pronto volvió a la carga con la siguiente pregun-
los signos de envases y lataS. Los niños despiertos también se inte- ta: «¿Y, cómo es que Santa Cia.us tiene la misma letra que papá?»
resan por el número de niños presentes o ausentes de clase, por lo Este ejemplo ilus~ra ,:=ómoconstruyen los niños su conocimiento es-
que escribe el maestro en la pizarra cuando se. hacen votaciones, y tableCIendo relaclOnes entre las cosas_ Puede que parezcan interion-
por la lista de nombres que dice de quién es el próxiJ:no cumpleaños z.ar 10 que se les dice, pero continúan estableciendo relaciones entre
o a quién le toca el próXlIDo turno para hacer de cocrnero. t~d~ las piezas y, con frecuencia, construyen conocimientos que son
. Muchos padres y maestros se preguntan cómo han llegado a dlSootos de lo que se les ha enseñado. .
aprender a leer algunos niños sin que nadie hiciera un intemo cons- En Otro ejemplo de construcnvismo, una niña de cinco años de
aeote de enseñárselo. Recientemente, Ferreiro (1977, 1978) ha mos- edad .se sorprendió a! descubrir que un bloque de un juego de cons-
trado que los :Jiños pequeños tienen muchas ideas sobre palabras y truCCIOnesflotaba en el agua. HIZO una prueba con un bloque más
frases escrit2..~' la edad de cuatro y cinco años. A ciena edad, los ni- grande y, después, con otro aún mayor. Parecía creer que, tarde o
ños piensan C~'_~ los sustantivos se escriben en las oraciones pero no temprano, encontraría un bloque con el peso suficiente para hundir-
que los verbos se escriben independientemente de los sustantivos. En se, pero tOdos los intentos que hacía eran infructuosos. Este ejemplo
otras ocasiones, los niños creen que una conjunción (como "'Y-) no muestra cómo construyen los niños sus creencias sobre las propie-
es una palabra y que, «para ser leídas_, las palabras. deben tener un dades físicas de los objetos y cómo las mod.i£can a medida que ob-
mínimo de letras (3:!:1). Ferrerro mostró que las ideas de los niños ti~nen más conocimientos. También ilUStra la necesidad de que cada
evolucionan pasando por varios niveles y que tienen dive~as nocio- rnño pase por un nivel tras otro de .WC::;orreccfón¡o-a:ntesete"ser _9P.az
nes ideográficas antes de averiguar que las letras se corresponden con de constr~or-u;nierno-"co~r.:~~~;;:--EtpÜñfo éfé-Visia-qüétienel
los sonidos que emiten-:-=- Plaget oef'aprendíza}e ~~sQUe-Tói nuevos. conocimientOs se desarro-
Los objetivos deben conceptualizarse. jerárquicamente y dentro de ll:rn mediañie la 11lodificadón activa, por parte del niño, de sus pro-
un marco de referencia evolutivo. Si la atenCIón y la curiosidad de pos conocimientos, y no mediante un proceso aditivo semejante a co- j
los niños se estimulan, las «tres erres_ 11. tienen una gran 'probabili- locar ladrillos. ..-:'
d2.d de desarrollarse al máximo. En cambio, si las tres erres se hacen Hay una analogía que clarifica la diferencia entre el punto de vis-
resaltar y se enseñan con métodos desvinculados de la manera de pen- ta empirista-asociacionista tradicional y d pumo de vista piageriano
sar de los niños, el resultado no será ••el desarrollo en la medida de sobre el aprendizaje. El puntO de vista empirista lo asemeja a! ver..i-
lo posible". Muchos padres han señalado que sus hijos tenían ganas do de agua en recipientes vacíos. En la enseñanza tradicional, cada
de aprender cuando empezaban a ir a la escuela, pero que su entu- maestro trata de llenar todos los recipientes hasta un niv~. determi-
siasmo pronto desapareció. Si los niños aprenden a leer "g-a-t-o» y nado y se los pasa al maestro del curso siguiente. En cambio, el pun-
otras cien palabras, pero también adquieren el hábito de esperar pa- to de vista de Piaget lo compara con el crecimiento de una planta a
sivamente a que el maestro les diga qué han de aprender, estamos obs- partir de una semilla. Las hojas no crecen porque alguien las engan-
taculizando, involuntariamente, su desarrollo. cha desde el exterior, sino por diferenciación y coordinación de ele-
Existe una enorme diferencia entre lc;s enfo.ques r~~resentados por mentos ya desarrollados. Por tanto, la visión constructivista de la en-
los dos círculos de la figura 2.1. La teona de Plaget dIfiere fundamen- señanza es indirecta. Para el crecimiento de una planta hace falta a¡ma
t:a.lmenrede las teorías en que se ha venido basando la educación du- y un nivel detenninado de temperatura, pero estos elementos s610
r.mte siglos. Como se afirma en el Apéndice y en Kamii (1980), la puede actuar indirectamente a través de una semilla o de la planta,
educación se ha basado, tradicionalmente, en sup.u~stoS empiristas, que poseen su propia naturaleza biológica. Los fertilizantes ayudan,
según los cuales se cree que el conocimiento y los valores morales se pero no se convienen directamente en hojas, flores o frutos.
aprenden por interiorización a partir de fuentes externas al indivi- La diferencia entre estos dos puntos de vista del aprendizaje tam-
duo. En base a este supuesto, los educadores se han centrado en la bién puede observarse en la tendencia de los educadores que se men-
presentación de materiales y en el refuerzo de respuestas «correctas» ciona a continuación. Cuando los educadores tienen éxito al enseñar
que son muestra de una interiorización «correcta». algo, creen que este éxito se debe a su ID.2Oerade enseñar. Sin em-
El constructivismo es el principio más básico de la educación que bargo, cuando fracasan en enseñar lo mismo a otros niños, tienden
a decir que al niño le falta ••madurez» o que no está «preparado ••, Si
nuestro fracaso en la enseñanza lo achacamos al niño, nuestro éxito
11 Th~ !byte R's en el originaJ.. Nombre que se da en los paises de habla inglesa,
~ d.:;.v':"'de humor, al conjunto fonn.do por la lectura., la escrirura y la munética en
~t.ambiéndebemos atribuírselo a é1.):.l construccivisrno muestra que la
enst":ñanzaayu'li" ¡¡::(runo, a con5t~lr mas -colfbtiffiien'tos'si;vstirosi,
la primera enseñmza.., y que alude iI. b m.;¡nen. con que los niños pequeños ddetreilll
los nombres de esus materias en inglés: las formas correcus ,.~ading, turitillg y arirh-
f7>..e!IC se deletrean como "~adm.g, 'riring y 'rithm~ric. (N. dd T.)
yi?-a'-construido 1~~~1~.éji_~91!i~~~~nos~~~~.~dúlrla enseñan-
za.
33
.L.V;) u.~ uu,=ovos ae la pnmera ensenanza descritos anteriormen- JUEGOS RAZONES
te se desprenden de un principio general:. fomentar. todo lo que po- se nos dice "se agradecerá su cooperación ••, nt)~ente entende-
tencie al máximo el proceso de COnsUUcClOn. Exammemos cada uno
de ellos con mayor detalle:
COUCTIVOS
EN LA
PRIME>.A
~ PAAA El
EMPLEO rr:os 9-lle se solicita: ,nuestro .consentimiento. CuandOPia~et emplea el
tennmo co-operaa.on se ref1ere a "co-operar (con un guIón en la pa-
l
1. En rda.ción a los adultos, nos gustaría que los niños de-
ENSEÑANZA
DE
JUEGOS
COLECTIVOS
labra)., e:obrar conjuntamente» o «negociar» para llegar a un aeuer-
do que parezca adecuado a todos los interesados.
I
sarrollaran su autonomía a través de relaciones seguras en las que Un ejemplo de c':l0pe~ación es cuando el maestro dice: «Estoy tra-
el poder de los 2d~tos fuer~ ~imo. Origin~ente. la autonomía tando de leer esta histona, y algunos de VOsotros no paráis de mo-
era un término polítIco que sIgnifIcaba autOgobIerno y que era opues- lestar, hablando y pegando a los demás. ¿Qué creéis que hemos de
to a heteronomía, que significa .ser gobernado por Otro. La autc:>no- hacer al respecto?» .Algunos nmos pueden proponer que se dé por
mía no es lo mismo que enteta libertad para hacer lo ql;1c ~no qwera. acabado el relato y salgan todos al exterior. Otros pueden proponer
Implica la regulación mutua de los deseos, o negocIacIones, para ••Di a Perico y a Susana que se callen ••, y Otros «Que se tapen la boca
adoptar decisiones satisfactorias para todos los interesados. c~m e:Paradrapo»: A veces, la cooperación conlleva desacuerdos y
En El criterio moral en el niño, Piaget (1932) realizaba una im- ~hs~slones. SI e~ste una relación de re:peto mutuo entre las partes
portante di.stic.ción entre la moralidad de la autonomía y la morali- rmpli<:'ldas,los amos revoltosos, Con el tIempo, pueden construir vo-
dad de la heteronomía. La moralidad de la heteronomía puede ob- luntanamente una norma relativa a un comportamiento razonable-
servarse en la obediencia ciega y la conformidad, así como en la re- mente tranquilo. Cuando los niños llegan a su propia conclusión, des-
petición de acciones inmorales con cálculo de los riesgos. La person.a centrándose y adoptando Jos puntos de vista de los demás, constrU--
que sigu.e ciegamente un~ no~as. sir; ponerlas en du?a no es más yen una Don;na por su cuenta. En cambio, cuando se imponen y se
autónoma 9-ue la que repIte aCCIonesmInorales despues de calcular hacen cumplir r:glas preestablecidas como la prohibición de hablar,
los riesgos Implicados. En cualquier caso, la persona está gobernada la n0fID;3SIgue SIendo externa: algo que sólo se debe obedecer CUan-
por otras persOnas en vez de gobernarse a sí misma. .~ . do algwe::J.lo impone mediante sanciones.
La heteronomía puede observarse en el caso de un moa de SIete . Los adul~os m-:ntienen ~u poder mediante el empleo del pre-
años de edad que. responde «no. a la ,pregunta: «¿Sería.rnalo decir mIO y el casogo. Mientras reme el poder de los adultos, los niños no
mentiras si no te castigaran? En cambIO, la autonouúa puede verse son libres de cooperar con los adultos y de construir normas por su
en el caso de UD niño de doce años de edad que decía: «A veces, casi cuenta de manera voluntaria. Por esta razón decía antes que nos
es necesario decir mentiras a una persona mayor, pero me?tir a otro gustaría que los niños desarrollaran su autonomía mediante relacio-
niño no tiene perdón (piaget. 1932, p. 173) .• Las personas autóno- nes en laS que el poder de -los adultos se viera reducido al minimo
mas tienen su propio criterio sobre lo que es bueno o malo ..en UD. c0O:- posible.
jUntO da40 de circunstancias. Sus juicios no están gobernados ni por Reducir el poder de los adultos al mínimo posible no es lo mis-
el premi9 ni por el castigo. I ,
mo qu: e~ado ,por entero: Piaget se da cuenta de que casi siem-
A veces, la autonomía se confunde con la independencia en el sen- pre es lID.poslble eV1~::.r
las sanciones. como, por ejemplo., cuando no
tido de C:l:¡acidad de tener un trabajo, pagar las propias facturas y vi- q;teremos qu.e los runo~ t09uen obJ.etOs pe~grosos. Afmna gue, si
vir en soc{edad.como UD ciudadano responsable. Una manera de ada- bIen las sanCIOnes son mev1tables, Ciertos tIcos Son más adecuados
rar la diferenciot entre la autonomía y la independencia, es que la per- que 0tI'?s para hace:_que el ni?0 construya DO~as :norales. Por ejem-
sona autónoma va más allá de los convencionalismos y los considera plo, dejar que el Dma experunente la consecuenCIa natural de decir
UD conjunto de normas de entre muchas Otras posibilidades, y sólo una mentira es más eficaz que dejarlo sin postre. Si el adulto dice
adopta non:n.as convencionales bajo ciertas .circunstancias y cuando ••~o sé si te podr~ creer la próxima vez que digas algo ... », es una san-
tienen sentido para él. CIón que pr<:>porcIOnaal niño una razón 'para construir el valor de la
Piaget aIirnia que la moralidad de la heteronomía se mantiene me- honradez. Sm embargo; privar al niño ael postre es un castigo que
diante sanciones, es decir, mediante el premio y el castigo 12. La coac- no tiene una relac~ón inherente con el actO sancionado, y todo 10 que
ción, o amenaza de castigo, es el instrUmento que emplean con más puede pensar el nIño cuando vuelve a verse tentado a mentir es en la
frecuencia los adultos para hacer que los niños obedezcan. La coac- posibilidad de volver a ser castigado.
ción sólo funciona mientras se mantiene, o cuando los niños se han La exclusión del grupo es otro ejemplo de sanción efic.u.. Piaget
vuelto dóciles y dependientes de la aprobación de los adultos. En la señala que los nmos usan con frecuencia esta técnica en los jueO"osco-
modificación del compoitamiento, la cOD;seeuciónde un premio pue- lectivos cuando dicen «No puedes jugar con nOSOtrosporqu~ haces
de ser más agradable que la evitación de un castigo, pero los premios trampas". Los padres y los maestros sensatos también emplean esta
no hacen a los niños más autónomos que la coacción. técnica euandü envían a los niños a su habitación, a la cama o a un
Todos los nmos empiezan siendo heterÓnomos y, a medida que rincón diciendo ,••Cuando creas que te puedes sentar con nOsotros sin
crecen, algunos se hacen más autónomos. Según Piaget. la coopera- armar ba..,uto, puedes volver».
ción con otros individuos permite el desarrollo de la moralidad de la Piaget destaca que ninguna de estas sanciones funciona si no se
autonomía. Aquí, el término cooperación tiene un significado distin- clauna relación positiva entre las partes interesadas. Si el niño no tie-
to del que recibe normahnente, referido al consentimiento. Cuando ne deseo.s de ser creí~o, no es probabl~ que le impone mucho que el
adulto diga ••No sé SI te creeré la próXlII1avez •. De la misma mane-
ra, decirle a UD niño ••Vuelve cuando puedas ponate bien,. no es pro-
., 12 Desaf",'z"l:tl=cbmente, el tr-duetor ~ inglés de El criteric moral rn el niño t:n.~
dujo la palabn. fnnc~a '<s.maions". por la p::labra inglesa equivalente a '<castigo,,", mo- bable que funcione si el niño no siente el deseo de mantener deter-
34 difiQDdo cousi~lcmente bs palabras de Piaget. ~ smciones pueden ser positiva:;
y negativas. En QI;:Ibio, el c:zsrigo siempre es un:¡ técn.i~ ncg:¡tiva.
ú~'1adas relaciones ':00 •...: ó' uf-'o.Piaget'pi iJ'!';gueafirrm•.l.ldo que la efi-
cacia de una sanción depende de la acutud del actü1to. 51 el aaülto se
lirruta a ordenar al mño que se vaya a su habitación, e; probable que '35
..:~\t:
.._;:~:
...
-;:.~~.;':t-~~!¿.;:~»:.,...~.~.¡~~~?~:
:~:::!-;.~~::::--:..:::,:.;~""O.;--,r.~,,-'~..-,-:--:_
2i~.:.-_.:.._~~
..~}:~,:::::::.:.:-,.-~:''''-..:~~~~~.~;;::.:,~
.:i~;;::•,.,:::;;
':I:;::_":-~:¿?.:.c__.••."..:.'",_.; ••
.•.•
el niño obedezca & manera automática y vuelva después listo para JUEGOS .-»ZON<S desarrollo moral del niño porque éste sólo se encue~a en pie de
COLECITVOS PARA EL igualdad con sus compañeros. No importa en qué medida puedan re-.
repetir el actO sancionado 13. .
EN LA EMPLEO ducir los adultos su poder: los niños ven muy claro que los adultos
A todos los rriños se les hace obedecer a los ad~1tos, al menos a PRIMERA DE siguen. teniendo más poder que ellos. La cooperación can otros ni-
veces, pero la m.ayoria toma parte, en al~nas ocasIones, en ~l.pro- ENSENANZA JUEGOS
ceso de toma de decisiones. La proporclOn de esta cooperaclOn en ños ayuda a construir valores morales con mucha más libertad que
COLECTIVOS
las interacciones emre adultos y niños es importante para determinar la cooperación con adultos 14.
el grado en que losemos desarrollarán la moralidad de la autonomía. Los adultos nunca superan completamente la tendencia egocén-
En los hogares ~cr:e .•-izad05 por un g!an poder de los adultOS, el trica de los niños pequeños que les hace ver las cosas desde un sólo
puntO de vista que, normalmente, es el propio. Puede verse un ejem-.
niño no puede á.esa.-rrollarsu auto norma. En los h~~ares donde el
niño puede participar en el proceso de toma de deCiSiones, su auto- plo de egocentrismo en las respuestas de unos niños a una pregunta
nomía tiene opormnidad de desarrollarse;. Cuanto más se desarrolla de Piaget acerca de por qué hay una Gran Saleve y una Pequeña Sa-
leve, dos montañas cercanas a Ginebra. Los niños pequeños replica-
su autonomía, menor será su heteronorma.
Por desgracia., muchas escuelas tienden a exigir respue~tas «corre~- ban que había una Gra..."1 Saleve ,para los paseos largos y una Pequeña
tas" y a emplear ~ciones 'l,:e refuerzan la heteronoffila de los D.l- Salhe para los paseos cortos. Cuando se les preguntaba qué hacía la
ños. Entre las sanaones pOSItlvas se encuentran las no.taS, las meda- luna cua.ndocanllnaban y cuando se detenían, los niños pequeños res-
llas, la aprobación por parte del ma~stro, y los premIos. empleados pondían que la luna les seguía crJ.ando empezaban a andar y sedete-
para fomentar el .buen» comportaIlllento. Entre las sanCIones coac- nía cuando se paraban. A la vista dE este egocentrismo general, no es
ovas ne<7acivasse encuentran la prohibición de salir al recreo, la sala de sorprender que cuando los niños se pelean por un juguete sólo
de cascigo, y el empleo de la humillación y hasta del ca:cigo físico. puedan ver las cosas desde su pumo de vista.
El que baya algunos niños que salen de las escuelas naClonale~ .con La cooperación, o ~án..de..punros..d.e vis.;?:.JJ2...Euededar-
autonomía, debe atribuirse a factores ajenos a los adulto~ que dingen se sin la deScentraClóo. Descentr:u:~~nifica ver algo desd~.u..g_f!J.1D-
estas escuelas, como los padres, los hermanos, los campaneros y otras tÓ de Vlsta dIStlnto del punto de vista r:rop.íooñgiñaCVer la Sltua-
c~s'de--e:tpúñ~iLd_e_Y1~.~_~fQtr.OJilliQ ..~~e~.tambi~ñq¥}ere .el ju-
personas significativas. .. ,
La autonomía DO sólo es social, sino que tambIén es LDtelectual. guete esuD-:Leriiplo d:.~~~~ción. Cuand~;.da la desct;~~a~~n,
De la misma rn.an.era que las normas sociales y morales de!,e-?, ser . el runo seencuentra en cammo~oor~ dIstlnto~puntos d.evis-
construidas por cada mño para que las haga suyas, el cOnOClIDleDt.o ~egaa:6e1 momento, de construl!._t!.-Iii-sg.!l,l.9Qu-::9¡"SAifa eJ;!_~9
t:ombién debe ser construido por cada persona. Cuando el conOCI- coorcrmaclOn.
mientO se impone d.e una manera preestablecida, como puede verse Las mteracciones con OtrOSniños son impOrtantes F,")rotras dos
en el Apéndice co.ando se explica el intento deEng~~ann de ense- razones. En primer lugar, el puntO de vista de un niño e: :nás similar
ñar el peso específico a niños de párvulos, el conOClI!llento se con- al puma de vista de cualquier otrO nm9 que al pumo de vista de un
adulto. Por tanto, es más fácil para los rimos descentrarse y coordi-
vierte en una capa sU"'perficialde respuestas' «correctas ••y e~ una fu:.?-
te de confusión par.a.los niños. Lo más grave es que, cuando el nmo nar sus puntos de vista con los de otros nmos. En segundo lugar,
una gran pane de la vida social de los niños estará dedicada, cada vez
no comprende las respuestas ccorrectas,..'_pier~e confianza en su pro-
pia capacidad para ':pensar.. Cuando el D..lDO piensa que, las res~uestaS más, a los compañeros y no a los adultos.
correctas sólo pueden vemr del maestrO, se vuelve mas heterODomo Para Piaget, las interacciones con otros nmos ta.-nbién son indis-
pensables para el desarrollo intelecroal del niño. En La psicología de
que antes de entr...:ren contacto con maestros.. , .
Er:. :~-.S escuelas nacionales, la enseñanza conSIste baslcamente en la inteligencia (Piaget, 1947), afirmaba que la lógica del niño no po-
la prese::rtación de conocimientos y en asegurar su interiorización ha- día desarrollarse sin interacciones sociales porque es en estas situa-
ciendo que los niños den respuestas «cor!ectas ••. Lo normal es que ciones interpersonales donde el niño siente la-obligación de ser co-
no se considere lo que los niños piensan sLDc7r~ente como el terre- herente. Mientras está solo, el niño puede decir lo que le plazca ,Por
el mero placer del momento. Es estando con los demás cuando SIen-
no más impOrtante en el que se da el ap~endlzaJe. .
Volveremos al re."!lade la antonomia mtelectual cuando examme- te la necesidad de ser coherente de un momento a OtrO y de pensar
mas el tercer objetivo. Pasemos ahora a abordar el segundo, que se en lo que debe decir para ser comprendido y creído. Auze el pen-
refiere a la relación del niño con sus compañ,ero5'. samiento lógico no pue4E. ~J:E>eñar~~.4.i!~.s~e!!.t~_~~E.~9,.._.~m~Alos
m~_el mveL~:e.?.fe.-r.r.clo~al,l~_iI:ter.a.:~~5:.~~s
S9~!a.!~~ tiep-~~_~J.Pº--:
2. En relación a los compañeros, nos gu~taría que los niños deroso efectg.]fr ñda~~Lgy~_el~o_ ~.~~~~?~_~~?.}.í.ga~Q.a. ~~r..lg~co :t
desarrollaran su c:¡pacidad para la d.es:entración y la .co?:din3ció~ a hablar con senti o.
de distintos puntos de vista. Este obJetIVOes u:na ampli~c.lon del pn- --mraoa¡Ó~d.e-P~riet-Clermont (1976) aporta un respaldo empíri-
mero ya que ",coo~i.nar distintos punt~S de VIsta" sIgmfIc: «coope- co preciso al razonamiento anterior. Ampliando el trabajo de Inhel-
rar». Para Piag~ ias interacciones S?CIales con ~os compan.eros .s_on der, Sinc1air y Bovet (1974), Perret-Clermont estudió los efectos de
indispensables para el desarrollo SOCIal,moral ~ u:telectual del runo. los intercambios de ideas entre niños en el seno de grupos pequeños.
Las interaceion~ con los compañeros son tndIspensables para el En uno de los experimentos, daba una botella opaca con bebida re-
frescante a un niño que no conservaba, pidiéndole que diera exacta-
mente la misma cantidad para beber a otros dos nmos. Los vasos de
lJ. En varias partCS ik El cri::mo.moral en ~l.n~p, ~ia~et men.~ona los sigui~ntes
ere.s opas de resulta.dw; cie las sa.nciones: (al replDclon del actO s~Clonado. C~lDci.lcu-
--~._---
lo de los rie.sgos {p. !:5"'~{b) conversi6n en una persona ~onvenClon;1 y SU~llSa.,11. 5;1,1- '4 Es cieno que no todos los niño~ son iguale.s porque algunos son mis menes
va de las smciones (p. 3!.J-). Y (e) rebeldiOl, nOml:ilinente en la ;uiOlescenCla (pp. 138
Y 324) .
y/o mis populares que Otros. Aunque al~os niños pueden co:;¡coonar o atr:l.er k con-
formidad de los demis, su poder es limiudo en comparación con d de los adultos. 37
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-----------------------_~~"'~ •••!':'J¡ ••
JUEGOS --'RJuONES encanta copiar palabras para ponerlas en tarjetas de feEtación. Po-
COLECTIVOS PARA EL
drían citarse múltiples ejemplos, como el de una niña de cuatro años
EN LA EMPLEO
DE
que preguntaba por qué no había ninguna «2" en la palabra «cecina,..
PRIMERA
JUEGOS
Esta niña había preguntado a su madre cómo se escribía «cecina,.,
ENSENAl'.'ZA
COUCIIVOS que era lo que quería para cenar. Cuando la madre escribió la pala-
bra, la niña la sorprendió preguntándole por qué no había DUeStonin-
guna «z,.. Ni la madre ni la maestra de la guardería recordaban haber.
enseñado a la niña a leer. Los niños despiertos y curiosos adquieren
muchos conocimientos estableciendo relaciones entre las cosas. El
rasgo característico de los bebés y de los nmos pequeños es su cu-
riosidad y su atención. Los ongenes de L:z imeiigencia (Piaget, 1936)
y Lz constTucd.ón de lo real en el niño (Piaget, 1937) contienen mu-
chos ejemplos que muestran cómo aprenden los niños pequeños sin
que se les dé ni una sola lección.
La discusión anterior sobre el aprendizaje puede resumirse ha-
ciendo referencia a la autonomía intelectual. Los niños pequeños son
investigadores espontáneos de insaciable curiosidad y orgullosos de
sus logros. Si en vez .du.ac.e:rl.es dar respuestas «correctas» nos po-
$:~ nemos a su Dlve1y les animamos a pensar..a..ru....man.e{jL~ª_I;Ltablecer
2.2. ¿Quién se ha ida? Un niño se esconde mientras el qu~ adivina baj:: la reiaciones eilfre las cosas a su modo, obtendrán unas maneras de cOñs-
cabeza. Cuando los niños entienden el juego, son ellos, y no el maestro, quie- trll..lrel conoCUIlleJJ,.~Q_q.!"l&
..S.Q..I}_ªUClran
a.2¥ étésarrolto~rd:crrredid .• en
nes eligen al que se ha de esconder. que sea blOlógicam.E1,ELPQ.~!P..k •..ETCOnocimiento sue ti'eñe sentido
para-el que_aprC:!:1Cfe ci~~.:..:násprobabih~~des ..der!eVar aaprenaizaies
postenores. No esae esperar-qm= las respuestas «correctas,. carentes
de senodoy de interés den como resultado una autOnomía intelec-
tual o un desarrollo posterior.
Los tres objetivos examinados anteriormen~~ :la carecen de valo-
res. Sin embargo, la manera que tienen los empiristas de definir los
objetivos educativos basándose en sus valores difiere fundamental-
mente de la manera con que los conceptualizan los piagetianos en
base al construccivisrno. Los empiristas emplean lo que Kohlberg y
Mayer (19n) denominan «enfoque de la bolsa de virtudes ••, En este
enfoque, los educadores seleccionan, de una bolsa de virtudes, aque-
llas por las que sienten un aprecio especial. Si, por ejemplo, valoran
las .•.tres erres. por encima del pensamiento crítico, la creatividad o
el desarrollo SOCialde los niños, deciden escoger las «tres erres» como
objetivo. Si hay dos o más metas contradictorias, es frecuente que es-
tas contradicciones se pasen por alto porque las virtudes siempre se
expresan en términos que tienen connotaciones positivas. Kohlberg
y Mayer citaD como ejemplo los objetivos de la «autodisciplina",y la
«espontaneidad,.. Aunque tOdo el mundo estará de acuerdo en que
ambas son convenientes, e! cultivo de una puede ser incompatible con
el cultivo- de la otra. .
Los tres objetivos antes citados no se han deducido de una .•.bolsa
2.3. En este juego de e;uilibrio, se pone una bola en una taza y, encima de
de vinudes» sino de! construcuvismo, una teoría científica basada er:
ella se cO/Oal un disco áe cartón en equilibrio. El disco se marca con segmen-
tos numerados. Por turnos, las jugadOres echan un dado y escogen un objeto
la investigación que mues:ra cómo se desarrollan los seres humanos
para colocarlo en el segmento correspondiente de.' disco (l~s objet~s 'U4.rian de en e! plano individual y en el plano histórico. Son los tres grupos ge-
t4.maño y peso). Los jugadores tratan de impedzr que caIga el.ducG. El em- nerales de factores que potencian el proceso- de construcción en el
pleo de dos dados hace necesaria la adición. Aunque ;' valor p,,!1}0pal de eS!f! niño. El poder de los adultOs debe reducirse porque el niño sólo pue"
juego imp~C4 el conoamiento físico, la leaura de la cifras tamblen dese"'Pena de construir normas morales y conocimientos cuando tiene la liber-
un papel zmportame. tad de lleg-...ra. sus propias conclusiones de una manera autónoma.
Los niños deberían desarrollar relaciones sociales con otros niños
porque unateoña científica demuestra que son indispensables para
miento se adquiere mediante la creaci~n de relaciones, y no mediante su desarrollo moral e intelectual. La curiosidad, la viveza, la inici:ui-
la exposición a hechos y conceptos 3.ls1ados. . va y la franqueza en la expresión son cualidades esenciales para que
La atención, la cu....-iosidady la iniciativa se amplían se manera ~a- el niño consuuya su propio conocimiento.
rural a las materias académicas. A los niños les encanta contar obJe- . Si una persona. es contraria a la moral de la autonomía, la auto-
tos al jugar y du~te rutinas diarias como la merienda. También les nomía intelectua.l y ••el desarrollo en la medida de lo posible,", sus ob- 41
~ RAZar-.'E5 tre C?sas c~an.do buscaba uo bloque cada vez may.¡;que colocar en
estos dos niñfllS=úan una forma distinta: el vaso A era más estrecho JUEGOS
COLECTIVOS
PARA EL el mIsmo líqUIdo. Esperaba una reacción distinta de fas bloques más
y alto que el B_ Había OtrO vaso A', que tenía las mismas dimensio- EMPLEO pesados, pero enc,?orraba que siempre era la misma.
EN LA
nes que el viso A. Y que se daba de paso como algo que poder usar DE Como se ha ?-icho antes, una de las cualidades más importan~s
pRIMERA
si se creía necescio. Se decía a los niños que sólo podrían beberse el . ENSE.~ANZ_¡\,. JUEGOS para la conStruCCIóndel cono::ument'? es la confianza en la proRía Ga-
refresco cu.llllic rodos estuvieran de acuerdo en que los dos nmos COLECT!VOS
pacldad bata oensar DFirfuñai:te'''r;~a.ñOs descnta en el párrafo
con vasos discinros tenÍan la misma cantidad. anten.or pue~ decirs~ que estaba construyendo su confianza. En
Normalmeore, los niños empezaban por verter el líquido en A y cambIO, del n;ño de SelSañ,.os?e edad enseñado por EngeImann,_cuyo
en B (ninguno empleó los vasos A y A' en primer lugar, para trans- caso se exarmna en el Apendlce, puede decirse que la está perdien-
ferir después ¿contenido de A' y B). El intercambio de opiniones do. La respuesta ••correcta» siempre viene del maestro. y la mayoría
proseguía dur:an~ unos diez minutOS, acompañado de muchas accio- de las respuestas sobrepasan la capacidad del niño para comprender.
nes. Por ejeml'lo~ un niño podía verter un poco de líquido de B otra Normalmen~e! los mae::tros no sao tan exagerados como Engelmann,
Vez. en la bod.k, asegurando que en B había más. OtrO podía insistir aunque no diheren de el en ,cuanto a la imposición de conocimientos
en volver a ve:=e:- el líquido en B para restablecer el mismo nivel. A adultos ••preestablecidos» y a la exigencia de respuestas «correctas",.
connnuación.. OtrO de los niños podía proponer que se vaciara el con- Como resultado, muchos estudiantes universitarios no dicen nada en
tenido de B es A'_ c ase or e temen que os tomen or estú i os.
Tanta si ¿ grupo estaba formado únicamente por niños que no COnStrllctJV1smo no' .s.taeala.impeu:tancia de Que el riño
conservaban romo si éstos estaban en mayoría o minoría dentro del en~uentre a respuesta a su manera, sino también de que plantee sus
trio, el nÚIl1crO de ellos que realizaba avances en el postest y/o en el pr?p1as preguntas ... 1. s.e ane e a re nta o antea r el oropio
post-postest C':l. significativamente mayor que en el g:-upo control (la runo, se asegura el rmCIO e promo-constrtl •.. e ande se en-
única difere:ocia entre el grupo control y el grupo experimental era cuentra el nmo y DO desde donde se e.nq¡enrra el maestro. La niña
que este último recia la sesión de diez minutos descrita anteriormen- d.e cmco anos cI~da an~es, que bus~aba un bloque .con el peso sufi-
te). CIente para ~_undirse,estaba respondIendo a su propIa pregunta. Ani-
El prerest, el postest y el post-postest no consistían únicamente ~ar a los nmos a plantearse problemas que tengan interés para erras
en la tarea de conservación de líquidos sino que también incluían ta- Of"nela ventaja aaIclonaI de atfrmrc.éooaoaeatentiOn. CiTandO
reas sobre la conservación del número, la cantidad de arcilla y la lon- 125._DlnOS tra ajan en sus proplOS proyectos, se concentran durante
gimd. Entre los resultados significativos de este esmdio se encuen- un !lempo sorprendentemente largo. '•• ,.f....
tran los dos siguientes: .Para los pIagenanos es rmporiante que los niños establezcan re-1 ,
lac~ones entre las cosas or ue mediante este ~hte:cimí~IllQ.i!.eJf.-Ií
1. Más áel 70 por 100 de los niños que realizaron progresos en l. s cons~yen su conocumento. Un ejemplo de esta const.•... uc- Ir
la tarea-de coose:vación de líquidos también progresó en la conser- c~6Des la íelaclOn e:x:stente entre Suiza y Ginebra que el niño men- '
vación _de La. c.anridad de arcilla. Por tantO, puede decirse que los-be- cIOnado e~ el Apéndice todavía no había coordinado. Otro ejemplo
neficios de b mreracción social se eXtienden más allá del contenido es la relaCIón que estableció mi sobrina entre Santa Claus y el papel
específico de líauido en recipientes. En realidad, puede decirse que de envolver que usaba, y entre su letra y la de su padre. El conoci-
los desacuenWs- enue los niños han estimulado su capacidad para
coordinar t::mioién otras relaciones.
2. Los Giños que mostraron un avance en el postest eran los que
va estaban a un nivel de desarrollo relativamente elevado antes del ex-
perimento. :En.-elpretest se había encontrado que conservaban o q,ue
eran casos ~rmed.ios en la tarea de conservacIón del número. La ID-
teracción sociai sólo da como resultado un mayor nivel de pensa-
miento cuando en la mente de los nmos ya existen los elementos ne-
cesarios que hay que coordinar para producir un nivel de razona-
miento más ¿evado.
3. En relación al aprendizaje, nos gustaría que los niños fue-
ran despieroos. curiosos y críticos, )' que tuvieran confianza en su
capacidad de pensar y decir francamente lo que piensan. También
nos vustaria que tuvieran iniciativa; que aportaran ideas y que
plan~earan problemas y preguntas interesantes; y que establecie-
ran relaciones entre las cosas. También este objetivo se deduce del
constrUcti~.smo- Si el niño construye activamente el conocimiento
mediante Lt diferenciación y la coordinación de lo que ya posee, y
no mediano=:UD. conocimiento ve~..ido en un recipiente vacío, cuali-
dades como b arención, la curiosidad y el pensamiento critico son
\ lc3enc~.Je;. r..... niñ~~::iecinco años de edad citada :mteriormente,- que
~uscaba un bloque de construcción del tamaño y el peso suficientes
es má;mener el globo tF,--;.eJaireeJ-maximo Ji!
2:1.' El o~Gjeti-v.?de esiejue¥o
tze.mpo. L05 nznos de r:es ~os no prestan at~nción a lo que hacen los demás,
38
para hundirse, estaba atenta, sentía curiosidad y tenía la iniciativa para
plantear Wld. pregunta interesante. También-establecía relaciones en-
m1entTas que los de seu anos comparan su eJecución con la de los OLTOS niños .. 39
R..UONES En el primer nivel, el del juego motriz e indiv~al, el niño juega
jeciones ckben discutirse en el ámbito de los valores. Por tanto, los JUEGOS solo y realiza .con las canicas una variedad. de actlVIdades que no se
PARA EL
COUCTIVOS
piagetianos no se encuentran enteramente a salvo de las controver- EN LA
EMPLEO pueden denorn1Iu:r juego. Por ejemplo, Piaget describe lo que hacía
sias ideológicas. Concuerdo con Piaget en la conveniencia de la mo- DE una de sus hiías cuando tenía tres años de edad. Dejaba caer las ca-
pRlMllA
ralidad de b. autonomía, la autooouúa intelectual y el desarrollo en JUEGOS nicas en la alfombra, las ponía en el hueco de un sillón, las volvía a
ENSEÑAI"ZA
COLECTIVOS poner en la alfombra, las soltaba desde una altura determinada y las
. la medida de lo posible.
amontonaba. haciendo una pirámide (pp. 29-30). No hay ningún pa-
recid? en~e .~s comportamientos y Juga; a ~asc~ic~. Este j.uego
El valor de los juegos colectivos motnz e md.iV1duales todo lo que da de 51 la mte1tgeoCladel mño a
!os tres años, porque, a esta edad, los niños son cognoscitivamente
Muchos padres y administradores escolares se oponen a los juegos co- lDcapaces hasta de sentir la necesidad de seguir la regla de apuntar a
lectivos y a otrOS tipos de juego en el aula. Algunos padres dicen: un montón de canicas.
«¿Porqué he de enVIar a mi hijo a la escuela si allí no hace más que En el segundo nivel, el del juego egocéntrico, es típico que los ni-
jugar?» Normalmente estos padres están más satisfechos cuando sus ños imiten a los niños mayores pero jugmdo solos, sin preocuparse
hijos t:r:1endeberes a casa como prueba de rrabajo y aprendizaje. A de enconrrar un compañero, o jugando con arras pero sin tratar de
Laspersotl2S que creen que el aprendizaje se demuestra mediante exá- ganar. Impacienres, dibujan un cuadrado, amontonan canicas en su
menes. les parece que el juego sólo es para el ocio y la diversión. Me interior y dispar.m canicas al montón una y orra vez, sin prestar aten-
gustarÚ examinar el valor de los juegos colectivos teniendo en cuen- ción a n~die m2s..Cuando a un niño se le preguntó con quién jugaba.
ta esta objeción. ". respondió: .:Juego yo solo». Cuando se le preguntó si prefería Jugar
Los niños tienen una fuerte tendencia natural a participar en jue- solo, respondió: .No hacen falta dos. Puede jugar uno solo (p. 38)>>.
gos colectivos. Opie y Opie (1969) han documentado la variedad de En este nivel, las caninas se manejan perfectamente, pero desde d
juegos callejeros en que participan los niños mayores durante su nem- - punto de vista del niño~ los restantes jugadores no tienen importancia.
po libre. Todos los maestros de enseñanza elemental saben que la ac- A veces. el rermino egocéntrico se confunde con egoísta, que se
tividad favoñta de los niños durante el tiempo de recreo es el juego refiere a hacer algo en provecho propio con el conocimiento de que
colectivo. Una inspección al azar de tiendas de juguetes, sobre todo e~ta acción molesta, o mcluso perjudica. a alguien. El egocentrismo
si se hace C1 Navidad, también nos convencerá de que los juegos co- " dIfiere del egoísmo en que se refiere a una incapacidad total para
lectivos como las damas y las escaleras son muy atractivos. También adoptar OtrO'punto de vista. A los niños de tres y cuatrO años de
los adulws buscan compañía para jugar a tenis, golf, bridge, ajedrez" edad sólo les mtereSa lo que ellos hacen, y no se les ocurre comparar
y bolos como diversión. . su ejecución con la de otros. Para estoS niños, la gracia del jueoo es-
No b2.c:=nfalta más pruebas para demostrar el predominio de los triba en sacar canicas del cuadrado. Por tantO; el juego puede j~garlo
juegos"coleccivos como actividad humana natural y satisfactoria. Lo una persona sola o con alguien m:i!¡.Para interesarse en comparar la
que hac;e fab es una justIDcación de "su empleo en el a.ula. Más ade- ejecución propia. con la ajena, el niño tiene que descentrarse y pensar-
lante, mostr.U"é_
que los juegos colectivos tienen un significado distin- en sí mismo en relación a otro jugador. Esta relación no existe,en la
to para los niños pequeños que para"los niños mayores o los adultos, manera que tienen los niños muy pequeños de ver la situación.
y que los niños pe'lueños casi siempre aprenden más con los juegos Entre los cinco y los seis años de edad, aproximadamente, los ni-"':"
colectivos que con ecciones y una multitud de ejercicios. ños empLezana descentrarse y a contemplarse en relación a otros ni-I
ños. Cuando ocurre estO, empiezan a comparar las ejecuciones y a I
coordinar las intenciones de los jugadores. Sin esta comparación y j'
El significado de los juegos colectivos para los nmos pequeños coordinación DOpuede haber «juego», entendido según la definiciónl
del Capítulo 1. La capacidad de comparar ejecuciones y. llegado eli
En el estudio fue realizó sobre el juego de las canicas, Piaget (1932) "momentO, de tratar de superar o de burlar al oponente, es una apci-'\
encooO'Ó que os nmos no eran capaces de jugar a este juego hasta rod cognoscitiva que comporta la descentración. Es esta descentra-
que 00 to:ñm entre cinco y ocho años de edad. En Suiza., normal- ción lo que DO pueden hacer los niños muy pequeños. "
mente se juega a las canicas dibujando un cuadrado en el suelo, po- El tercer nivel, el de la cooperación incipiente, se caracteriza por~
niendo una pila de canicas en su interior y traundo de hacer salir de el hecho de que eada jugador trata de ganar. Si nadie trata de ganar,
este recintoel máximo número de ellas 'dIsparando arra canica desde no hacen falta reglas que permitan comparar la ejecución de los ju-
una d.isuncia determinada. Aun'lue PiaO"etencontró muchas varian- gadores. Sin embargo, cuando aparece la competición, los niños de.
teS en los d.eta1lesde este juego, a idea báslca era tratar de ganar ha- ben cooperar para"acordar las reglas. Ciundo a Piaget:
ciendo salir más canicas del interior del cuadrado que los demás juga-
dores. ... ningún niño ... atri.buye nunca una importancia muy grande
La razón de la aparición tardía de la capacidad para jugar a este al hecho de hacer salir unas cuantas canIcas más que sus opo-
juego puede encontrarse en el examen del comportamiento de los ni- nentes. Por :anta, no es. en la ~en competición donde reside
ños pequeños. Piaget encontró los cuatro niveles siguientes en la ma- el poder moovador afectlvo del Juego. Al mtentar ganar, el niño
nera de jUeOOl:" de los nmos:
r-...zonamiento espaciaL También agrupaban mentalmente los palillos ClOoe5.~._t totalizaD; ",7». Los maestros se pasan horas corrigiendo es-
que no estaban en contacto con otro~, sabedores de la ventaja que re- tas h?)t.s r, normaJ.m.ente, los padres se sienten satisfechos cuando
presenra concentrarse al principio en esra categoría. sus l:iJos uaen estos ejercicios a casa.
Los juegos del Capítulo In se clasifican en función de las accio- Sw embar&o, en una clase de niños .lentos» de tercer curso de
Des de los niños como apuntar, perseguir, ocultar y adivinar. Aun- ~na escuela urDana, una de las muchas cosas que los niños parecían
que cada tipo de acción estimula una clase de pensamiento ligeramen- Ulcapaces de ~prende~ era esta lección: ~_a.maestra .corregía los mis-
te distinta, todos los juegos colectivos estimulan la actividad mental mos error~s dla u.as día, hasta que 4ecldlO mtroduclr el juego de car-
a través de las acciones físicas. En los juegos de puntena como el de t~~ denorrun~do sletes (p. 100) 17. A continuación se da una descrip-
lanzar anillas {p. 57), el niño puede establecer relaciones entre las va- ClOn de este Juego: .
riaciones de su. acción y las de la reácción del-objeto (por ejemplo,
\ ,, lanzar la anilla de un modo puede hacer que vaya muy lejos y lan-
IZarla de otro puede hacer que vaya muy a la izquierda). En los jue- Sietes
gos de persecu.ción como pato, pato, oca (p. 69), un niño puede tra-
tar de hacer que la distancia entre el perseguidor y él sea máxima (o Se e~plean veinticuatro canas desde el as hasta el 6 (6 cartas X 4 pa-
mínima). En los juegos de ocultación como el escondite (p. 73), el I~s - 24). L,os ases valen por 1. Se ponen todas las canas en un mon-
que se esconde'puedt ,::-atar de pensar en un lugar más ingenioso para too: par ..•.«pillar" excepto las tres cartaS de encima, que se giran boca
amb;. y se ponen en SI;. sobre la mesa. El objetivo del juego es encon-
que sea más dificil (o :nás fácill£» que le encuentren. trar dos cartas que ha.gar:un ~otalde ,siete (1 + 6,2 + 5 Ó e + 4). Cuan-
Por último, me gustaría profundizar en la aflffilación hecha ante- do llega el turno a un Jugaa~r, reura dc;>scanas, si es posible, y las
riormente en el sentido de que, con frecuencia, los niños pequeños reem'pl;.za.con Otras dos extraJdas de encuna del momón. Si no puede
pueden apreader más con los juegos colectivos que con las lecciones t?talizar Siete,pasa. Cada vez que un jugador se queda sin poder re-
y las hojas de ejercicios. Ya se ha destacado el hecho de que 16s ni- tmu dos .car-.asque to~cen siete, el jugador. siguiente «pilla; un-acar-
ños se desarrollan en el plano social, político, moral y emocional con ta d~ e~cuna de! n;omon y trata de llegar a SIete~on ella. Si no puede,
los juegos cole:;civos y no mediante lecciones. La partición de con- emplez .• un momon, de d~canes. En cuanto un Jugador puede retirar
juntos es un ejemplo que muestra que los contenidos intelectuales es- do~ canas, el mo~ton de oescanes se coloca debajo-del montón para
pecíficos también pueden aprenderse mejor con los juegos colectivos .pillar •.. Gana e! Jugador que acaba con mis car-.a.s.
que mediante lecciones y hojas de ejercicios. La figura 2.2 es un ejem-
plo típico de UD3 hoja de ejercicios de primer curso dise.ñada para en-
Pa:-a sorpresa de la maestra, unos cuantos niños volvieron aJ día si-
16 La obsevacióo hechaea este p~o es distina de Un:!, de las observacioneshe- gUlent.e co~ todas las combinaciones m~mo:izadas. E~te juego se jue-
chas en el Cap-ftcio]{l, según la cual los juegos colectivostieoen J.¡ ventajade com- ga meJor Sl se conocen rodas las combmaclOnes posioles porque, en
po~ estrat~ Es verdad que las estrategiasestimulan el desarrollocognoscitivo
med12.rm: b. d~cion y J.¡ coordinacionde muchasrelaciones.Así pues, aunque
'. 17 Hay queadmitiroue laUna de demarcaciónentreun juegocolectivoy una lec-
las est:"a~e.gias
h:ouz:n ~luelos juegos colectivossean muy ulecuados para el desarrollo
,",-':. -,-~-_,ogpos~ov~.de los mnos, r:- ~. rste el pun~oq'-. ~~y ,~t~!Idotb dt:<"I,acar eo ~f~""e- Con,camuflada(c~~o el _juego•. del rccanoci.nllentode nÚmerosmencionadoen d
sente~LSCU;IOn.. ~:i-ue el I~egode unzar anillas, por ejemplo,no rnge muchases- aPlculo1)o,?e..sfa~. de r:r~~ con e:x¡¡ctÍ.tud.
DebemOs-tenafi preci'.:.cionde no etl- - ..~--
-
duIza_rcualC!ul~rlecClo~dld~~ca y abumda para convernrlaen un presumo_juego_o
50 U,lt:gras,SIque ICJtlUC3. accl~nesfísicasque son im?or-.antespara que los niños pe-
quenas seanmcar.dmenteaccvos.' . A pe~arde toao, esta SJtuaoony muchasOtrasobservaClOnes similare..sme hacenlJ
gar a la conclusiónde que Jos niños consideranlos sietescomoun verdaderojueg~~ 51
~~
~~
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~~~~¿f~4:';'i~;~::;~~~~~~~~1.:t
..
RAzONES
.••.
caso contrario, hay que contar interminablemente todos los símbo- JUEGOS
COLECTIVOS PARA EL
los de los pares de cartas tomados al azar. Además, una persona que
EN LA " EMPLEO
no conozca todas las combinaciones no puede captar a primera vlsta DE
PRIM.ERA
que.4 + 2 = 7 y. en consecuenci~, no pu~de 'p:otestar C:.lando un ju- ENSENANZA JUEGOS
gador recira un 4 y. UD 2. Las .hoJas de eJerclc:os Y los lD;:tru~entos COLECTIVOS
de eneseñanza no tlenen la mIsma fuerza motIvadora. Mas aun, una
¡"""correcciónpor parte de otrO jugador es mucho más conducente al de-
I sarrollo de la autonomía que una corrección por parte del ma~stro.
Además, los niños están más activos mentalp.e.g.te_¡:M.andq ..r!!~gan
que ~:mdo tiabaJan e~~J.~I"ª.~--~jª"ª.£.íos:-Se ven IDQQyadQs a 5.U-
pervrs~to--' ue-naeeñ~tósdemas a~mté: a Otro. Con las hOJaS
- rClClOS, cadaniño tr~9:~R.9.L~d:.!!.~.nta v eL@back'3.?_e pro-
cede ael maestro, llega much9JDás..nr.de. ~ camblO, en un ruego ce
Cútas el]!g}.b..ack PJ..Q..Vlen~_~_~ JQliQ!P.paIie.IQ~':'Yr.es....nn,:ala,,!:Q., ~or
ej(tñip1Cl,si un jugador no se da cuenta de que puede reurar un ~ y
un 2, a los jugadores que conocen la combinación les cuesta mucho
quedarse quietos. A veces cantan «veo unas, veo unas», o llegan a de-
cir _¡mira que eres tonto!» Aunque un maestrO nolleoma a ~mple~
este lenguaJe, es normal que los niños acepten estas observaCIOnes SI.
proceden de otros niños.
El elemento del azar es otrO factor que hace que el juego.de los 2.4. Dos niños de un jardín de infancia jugando a la guerra.
sietes sea atractivo. En este juego, las tres o cuatro cartas entre las
cuales puede escoger el nmo han apareci~o al :1zar y ~ siqui~ra 71
maestro sabe qué carta saldrá a continuación. Eo las hOjas de eJerCI- pectadores. Estos niños de párvulos pueden ser mucho más autóno-
ll1?S y men~ente despiertos que los niños de primer curso, des-
cios, los problemas ya vienen i~presos y el ~ae.st:o elige cada vez
los que va :1repartir. En las lecclOnes y los eJerCIcIOs,el m.aestro lo c!Itos antenormen~e,. que también jugaban a la guerra. Si el maestro
sabe todo y es el único juez que dete:-mina lo corre,:to y lo mco~ec- tIene claros sus objetIvos y su teona acerca de cómo alcanzan los ni-
too En cambio, en un jueoo de CartaS .a verdacl.ETovlene de los runos. ñ?_5estos o;bjetivos, p~ede enseñarles con métodos que harán que los
La teoria ae-Pl~geicrerñaesfra-qll~eñéTCOñ:,ociñlíento Tógico-mate- n.u:0s de parvul<:s ~sten mucho mas av~zados que muchos niños de
mr~.Ei -verda(tño-oen~ "que proceaer- delriÜiestro.tS:--SY"Ios nJ:nos pnmer cu.(so. In;)Olcamente, -el maestro ~e la fotografía 2.4 no parece
tener tanto t~abaJo como el maestro de pnmer curso que trata de man-
de pomer curso dlscutene-t-ti"emp"'OSúflctente-robre- el resultado de
sumar 5 y 2, acabarán construyendo la verdad sin que. se les enseñ~. tener a 30 nIños bajo un estricto control.
Las lecciones y las hojas de ejercicios comunican al mño el mensaje Todo 1.0 que se ha dicho en este capículo sobre el valor de los jue-
de que la verdad sólo puede proceder del maestro y que la tarea del gos c?lectlvo~ deI?ende de cómo intervenga el maestro al desarrollar-
alumno es proporcionar al maestro la respuesta «correcta» qu,: éste se ,el Juego. ~un Juego se enseña~~ niñ~~rendan a jugar
desea.. Este mensaje mina la confianza de los niños en su propIa ca- a"el «~E£ectamenI~~Ja:rq! ..a~,s_ap.a.{.e.c.eL?-P--QLc.ompletQ._En
cam-
pacidad para pensar. Por ta..'1tO,será mejor que el maestro, en vez de DIO, SI ~e emplea :-! .luego p~a alcanzar !os" t~es objetivos generales
emplear su tiempo en corregir hojas de ejercicios, permita a su grupo de la pnmera ensenanza exammados al pnnCIplO, se puede contribuir
que participe en juegos de una manera m~ autóno,?a. . al..?esarroll? social, polí~ico; moral, cognoscitivo y emocional de los
Como se .de~prende del párrafo antenor.' los Juegos ~~lect1~os moos. I.:~s Juegos colectl~os DOson indispensables para el desarrollo
pueden 'conmbwr mucho al desarrollo emoclOoal de los nmos SI se de los Dl.n?Sen estos ámbItos porque pueden intercambiar ideas y tO-
dominan adecuadamente. El papel esencial del desarrollo de la con- mar p,eclSlones con adultos y compañeros en muchas otras situacio-
fianza en el desarrollo futuro de los niños eJ;!::odos los ámbitos ya se nes que se plantean ~u~ante el dí~. Sin embargo, ~i.l:~gQi.~_QDscitu-
ha examinado en la sección dedicada 3. los objetivos. En el juego es- yen una forma de actIvldad especla.11ñéñteconvenIente para los niños
palda con espalda (Capítulo VI) el lector enc~mtrará el ejemplo de pequenos. Daao gue son una acnvldad m~.Y.Jatisl~.Et9~j1Ueracreras
algunos niños que reían estrep~tosamente Y. gritaban ~jNo po~emos! •• .r~
auras...:_~.~! pena mtroducmos, en e1IiS para que la edUcaci6ñ- sea
cuando no podían hacer «rodilla con rodIlla" y «pI.e con pIel>.Esta miS ~~mpa?bLe_~~_~l de~J..-IT7C?}~q"~~~~¡~ 'ins:"7
creJ.Q..~r¿i£e~~AuIÚ~ué-r.a
actitud de diversió9.J.::confianza es mucho má~rochv~l emE.l~ truc~!on se nace cada vez mas necesana y conveniente a medida que
pensamiento que el sennrruento.É~2.~P.E!l,lª}:~~e 111S:~~ª.3~- el m~~ se hac~ .n:ayor, u~a atenc.ión cuidadosa al proceso de cons- I
nen los nIDos cuandó-ñopueaen propo~:~~.~r ~~¡gH:~::~_~co.z:.rer:- trucclOn permmra que la InStrUCCIónencaje con la manera de apren- \
ta;Tós'ñiñb~que-tiérrenc5n'fiaiiZapüéden ganar Juegos su¡ envane- der de los niños. ~
cerse v perderlos sin. aatmIariz-arse. 1aml:iíétl-soI!'cp"aC"éSde acome-
ter ureas ditklleS-si;~les:;;lrna.r:secoñlaCiIiaad:---"-~"--'-".-'-
"""tOl'~~f(úogci.fi¡¡-
2.{"aparécen'-dos-niños- ([eun jardín de infancia
que juegan a la guerra. Cada uno de les jugadores supervisa el pen-
samiento del OtrO, pero esta supervisión también la realiz~ ~~.:.:s-
FuncIón Social
La dimensió"n social del Juego se p()ne de manifiesto en la relacIón del niño y de la niña con
su ehtorno, con sus padres y las demás personas que le rodean .
• Hábltod. compartir, coop.rar y d. Jugar .ngrupo .
• Respeto a los demás .
• Respeto a la naturaleza y al trabajo ajeno,
o Respeto por los acuerdos y los compromisos .
• Promoción de sentimientos de generosidad y tolerancia .
• Utilización del juego como fuente de alegria .
• Promoción de valores, actitudes y normas de conductas que enaltecen la condición
humana.
¡:'~"t
:¡:.I;, .
, .: >: \~~S?
'~~~'~~1']
En la literatura pedagógica existen 'múltiples clasificaciones de los recursl'"~ '3"lácticos; no es nuestra intención
embarcarnos en el análisis de'c1asificacionss existentes. Para los fines de '
este trabajo vamos a clasificar los, materiales didácticos
,. en generales'
. y
especificas,
Los materiales son medios que se usan en todas las áreas y para todos los contenidos,
generales entre estós
se ancue'ntran: . ' .'
• Pizarra tradicional, magnética, de polietileno, de fieltro o lanilla (franelógrafo),
• Rotafolio, murales, tarjeteros .
• Equipos audiovisuales .
• Armarios, mesas, sillas y equipamiento en general.
Los materiales especificas son portadores de mensajes y están destinados a estimular las
diferentes áreas del desarrollo infantil:
• Cognitiva,
• De la expresión y comunicación .
• Socio~embcional.
Materiales para el desarrollo cognitivo.
Estos abarcan materiales: .
" Para el desarrollo lógico matemático.
" Olle facilitan el conocimiento del medio natural,
• Que facilitan el conocimiento del medio social.
Materiales para el desarrollo de la expresión y la comunicación.
Estos abarcan materiales:
" Para el desarrollo de la lengua oral y escrita .
• Para el desarrollo artístico .
• Para el desarrollo corporal.
Materiales para el desarrollo socIo-emocional.
Los materiales del área socio-emocional son los mismos que se utilizan en las demás áreas,
principalmente aquellos que facilitan el juego de roles, la dramatización y el trabajo colaborativo.
Los materiales especificas de las áreas cognitiva, de la comunicación y socio. emocional,
pueden ser:
• Visuales: dibujos, fotografias, ilustraciones, impresos, diapositivas, entre otros,
• Auditivos: discos, OVD, CD, cintas magnetofónicas, otros .
• Audiovisuales: televisión, video, cine, computadora,:montaje audiovisual
(sonosivo).
"Representaciones de la realidad: objetos, juguetes, maquetas, germjnadores, acuarios,
mesa de arena, otros.
!
f:
I!.
"
La escuela tradicional utilizó, fundamentalmente, el lenguaje para transmitir los conocimientos;
en la actualidad se utilizan nuevas formas de comunicación más representativas de las
situaciones a las que los niños y las niñas deberán enfrentarse en el futuro; la Educación Inicial
ha conveliido el juego en el elemento central de las actividades de aprendizaje, sean estas
individuales o grupales.
Dentro de los aspectos a tomar en cuenta para la distribución, selección y uso adecuado de los
materiales didácticos en el nivel inicial tenemos;
A) La organización.
B) LB cl.Blflcaclón.
C) Los espacios.
O) La ~ele¿ci6,n
Rincón de Dramatización.
Este espacio, también llamado de juego simbólico, recoge contenidos de todas las áreas
curriculares, poniendo de manifiesto el carácter interdisciplinario de la Educación Inicial y la'
función globalizadora que esta área' puede cumplir,
El rincón de dramatización permite reproducir situaciones que forman parte de la realidad
próxima de los niños y las niñas, por lo que brinda aJa educadora o educador laoportunidad
de trabajar valores éticos, morales: sociales, patrióticos' y otros, además de posibilitar:
• la' autonomla personal .
• Múltiples alternativas de actividad .
•,Realización de ~rabajo de forma individual y grupal.
• La atenclón,y motivaolón de los ninos y las "lnas .
• Oportunidad de adquirir diferentes aprendizaJés.
En este espacio, a través del juego simbólico, orientado por la educadora o educador, los
niños y las niñas:
• Organizan el ambiente del hogar .
• Organizan tiendas, colmados, supermercados .
• Juegan a ser médicos, maestros y maestras, estilistas de un salón de belleza, etc .
• Realizan diferentes dramatizaciones.
Rincón de ciencia.
En este lugar se colocan libros de animales, plantas, y otros relativos al área, colecciones de
insectos, de hojas, de flores, de piedras, de semillas, de corales; balanzas, imanes, limadura de
hierro, lupas, goteros, jeringas, recipientes de diversas formas y tamaños, agua, y otras
sustancias para realizar experimentos sencillos.
Rincón de Arte.
", "
Rhicón de Música
La música'no es sólo expresión artlstica, es unele":te'nto esencj;alpara iograr el eqLiílibrio.~fectivo, sensadal,
intelectual y motriz. En este sector el niño podrá desarrollar ~u sensibilidad,IT!emoria, atención, concentración,
coordinación, expresión corporal, motricidad gruesa y fina, a'demás de permitir un espaCio de relajación y
tranquHidad según la melodla. . , " ,," . '.. ' . . .' '
Los materiales. necesarios para este rincón son' in'strumentos musicl¡Iles variados,: Pálitos toe-toe: pa.flderetas,
tambores, matracas, caja china, flautas, quemas, triál")gulos, platillos, 'cassettes o eds; radiograbadora," etc,
. . i .. ,
Rincón de Construcción. " ... ' ',': .. ', .' '., '.
Con los materiales que se organizan en esta área, los niños y las niñas realizan acti .•••
idades que
les ayudan a desarroUar equilibrio, a fortalecer la motricidBd gruesa, a adquirir nedones,'
espaciales y otras 'destrezas necesarias para sú des~uiello 'Isico" Estos materiales son entre
otros: bloques de madera y plásticos, de diferen~es ta~a~os, f,0r,mas' Y,colores; ~ubo,1:i,~~jas;
envases vaclos, huacales asl como materiales complementarlos: muñecos, carntos,anlmales
plásticos y de mad.era, soldaditos, y otros juguetes.'
Rincón Tecnológico.
El contacto temprano de los niños y las niñas con las Tecnologlasde la Información y la
Comunicación (TIC) es una realidad. En la aCtuali~ad, los niños; y las ni~as)iene,n ~ su .
alcance juegos de videos, electrónicos, juegos que funcionan con baterlas y controles remotas,
teléfonos mó .•••
iles, calculadoras, entre otros. Observan cajeros automáticos, computadoras
y otras tecnologlas en sus hogares y en diferente's lugares de su co~unidad.
El uso del computador en el aula de Educaéióri'lnicia! refuerza, 'complementa y 'ampHa los
contenidos trabajados en las diferentes áreas. Éste resulta una herramienta muy atractiva para
los niños y las niñas ya que por ser un instrumento lúdico les permite aprender juganqo.
las educadoras y los educadores observan a menudo con sorpr'esa la facilidad con que' los '.
niños y las niñas apr13nden a manipular la cpmputadora: primero adquieren habilidad moviendo
el ratón (coordinación de la vista con la mano) y captan cómo moverse dentro de un
programa concreto. Tardan poco tiempo en saber cómo poner en funcionamiento la
computadora y encontrar aquello que buscan.
Lidia Esteban
CarIes Parellada
En este documento intenftll/1lJs aportar alg/lllOs elementos de reflexión ea relación
con
un reto que podemos compartir las personas que esta11l0.~implicllllas en la educación
i,,/antil: la observación, un recurso que nos permite el'aluar las producciones de
nilio.f y
niña,I' a partir de lo que l'e11l0Sque ocurre en la vida cotidiana de las aula,f.
Nos damos cnenta lle que uno mir(f(lt¡ distinta o lo que hacen los llilios y las niñas, y a
cómo lo hacen, lWSpermite dar un sentido a ,m.~acciones, ajustar nuestra
inten'ención y
construir procesos ,fignificatÍl'os de emelianzo-aprelulízaje. Nos centraremos en la
nbserl'ación deljtiego simbólico
que tiene en estus edades, tanto por el interés que despierta conlO por la il!fluenciu
que
tiene en el desarrollo de lo.~niños y las nÍlios.
1. Decidimo,f escoger esta actil'ídllll por la importancia
lIabltmdo de/juego .~imbólico
Los nÍl;os y las nil;as, cumulo juegllJl, se expreSlllt tal y conllJ .wn, adquieren
dete/'lninadas habilidades personales, desarrollan .I'llcapacidad de relación con los
del1llÍ,5y dan ,~entido o aquello que aprenden de su entorno. El juego les produce
placer
y .mti,~facción, y su jinalíd{((l estlÍ en si mimlO. Se implican defor11la espontállea en
estas
situaciones, creundo acciones "i1'er.ms ,~inque exista presión por parte del adulto.
Ponen
en práctica todas sus ,:xperiencias)' lll'll1lzml en el proce.~o de autOflll11lia.
Casi ,~iempre los ,~ituacione.~dejuego se inician o partir de lo imitación, pero
demosill(la~
"ece" ésta queda reducida a un .,egINulo plano, cuando de becho es la base a partir de
la
cual ,~evisten las situaciOlles hídicas que los nil;os y las nil;as generan y o Imrtir de la
cual.~e elabo/'{/n lilS representaciones mentales que permiten la construcción de
significado,!; /l/uy I'inculatlo.~ II lá blÍsquedu de explicllciones sobre cómo nos
organizamos
los adulto,!' a nivel de las relaciones y cómo 11llI1lifestamo.~los diferentes role,~que nos
caTllcteriZlln.
En de;finitil'l1,,~egenera 1111 recorrido que/acilita el proceso de aprendizaje social de
nil;os'y nÍlias. /fay unmolllento en que ésto.~Im,H'llllal compllliem como un e,~pe;io
pam
imitar, pora cmllllflicarse y pam aprender. ¡\tús adelante se da Illljuego mós cercano,
tal
!'ez coincidente cOl~algunas circunstancias e.~paciotemporales, pero sin intención de
compartir la situación. Corre.~pof/(Iea Illla/ase en la que la relación .me/e iniciarse a
partir de los o/~ietos, delmaJeríal que se intercambian o qae ree/aman, pero en lo que
e/juego todlll'ia se do en pamlelo.
'A partir de las cuatro año.~(aproximadamente), cml el inicio deljaego de roles, la
f,
f.
I
acciáu ,~eda eu/imción del comjJlliiero. A medida que elnbio avallza eu ,m proceso
de
socializacióu van aparecieuda los juegos más reglados, los juegos donde el grupo
tiene
IlIIpapel impO/tante y donde cada cual apremIe a tenerllll lugar, y todo lo que esto
conlleva en CIl/lI/toa la adquisicián de actitudes y valore.~,como pueden seria
cooperación eu las acciones y la posibilidad de compartir los significados.
Los rincoues: un tiempo y UII e,~pacioparel eljuego
Sin eutrar eu las cuestiones orgllllizatil'as y formales, lo que queremos seliltiar es Itl
imporftlllcia que tiene la pedagogía de los rincolles de Cffra a la estructu/'llción
persollal
del tiempo y del espacio, telliendo eu cuenta que Itay que dar IlIl11flcribi/idad
,mjicieutemeute sigu!ficatÍl'11pam que se pueda l'iveuciar esta dimensión personal
Ctll!illlltllmeute con 1U1Ilque implique a todo el gl'llpo.
Los niJio.~y las IIÍ1iaspueden crecer aulóllOnlllmente cwnulo dispone/1 de UIItiempo y
tle
IlII espacio, I!iustado,~n sus necesidades y de lo.~cuales ellos S/JIIlos protagonistas.
Este
2
tiempo y e.~teespacio puedeu ser tall amplios y complejos como los mlles'fros y las
maestrtl.~ nos atrel'amo,~ a d~iar ell sus mili/Os. Estas dos premisas deben ir
acompañadas
de la inquietud por.m desarrollo global. Desde esta perspectil'll IIOSparece que 'litY
que
establecer una estructura de tilda en laque los uiJios y las uilia,~puedall:
- Expresarse a todos los IIÍl'elesy COIIdistintos lellgl/{{ies.
- Comunicar e illtercambiar "Íl'encias, ideas, compl1l1iemlo uu tiemj}().
- Desarrollar sus propios pl'Ocesos globales de IIj'l'ellllizaje.
E~tll estrudum no la enteudemos parcellltla ell unidlules sino eu gmudes zouas.
Teuemos
aoSÍ,pOI'~iemplo. la zoua del juego simbólico, la de la actÍl,itlll/l gnifica, la de la
experimentación y la delmzollllmiento lógico-matemático, aparte de todas sus
particularidmles (biblioteca, consil'llcciolle,\....). Estl/S zonas están orgauizadas eu
espacios Imiximos y a/~iados a la vez, porque buscamos 1m tipo tle distribucióu que
filcilite el diálogo y evite intelferencias.
La zoua deljuego simbólico permite a Ilitios y nÍliaoSjugar imagillaudo e imitando
situaciones. E.~ellugm' (Ioll/Ie encueutrllll la casita y la cocillita, la tiendll, la
peluquería,
el hospital, los di,~fi'ace,~,elmaquillt¡ie. .., C/JII1/11 material básico y u,malque les
.mglere
recuerdo,~ y vÍl'encias que pueden e.'Cpresarsiguieudo una el'olucióu uuida II su
capacidad
represelltati I'(L
La obsen'ación en el espacio tlejuego simbólico
LooS,,¡¡¡osy IlIs niJills están en comtaute IIctÍl'id(uL CUlllquier estímulo que
encuentra/l 11
,m alcllnce puede ser uu pretexto pllmlll IlcciólI. Cuando 1I0oS
tomamos tiempo pllm
obsen'ar lo que hacen, nos tI//IlIOScuenta de Ijue se tmtu (le ulla uctÍl'idtld l/el/ti de
contellido. POCtlS.'eces S0/l10SI/osotro,~Ijuielles filcilitamos el guitilL El sel/tido Ijue
IWSOtrO.~ dtlmo,>I1 esta 'Illlrmcitill/tll'orece su el'olllciáll y la tl;ljllego. Éste es
seguramente IlJlOIfe los objeti,,0,5de la obser"aciáu.
En e1momellto de la obsel'l'I/cián ponemos eSflecialatenciáll a las repeticiones' y a 10,5
eambios, [Jorque son hechos que nos in/ormal: del momento en que se encuentran La
obserl'llcián que sugerimos está organizada alrededor de cinco [Jorámetros ("éase
cuudm
1):
Cuadro l. Propuesta de parlÍmetros de obsen-ación alrededor del juego simbólico
l\faterial
Nece,5ita algunos materiales en concreto. Se apl'Oj1iade ellos ante.5 de empezar a
jugar.
Quiere apropiarse de los juguetes que tienen los demlÍs y así que los tiene no loa más
allá. Esparce lo,\'juguetes. Los acumula. Los puede dejar. Utiliza e/objeto para
comunicul'S'e con los demás. Comparte los /l/a/eriales que utiliza. Utiliza los objetos
segúll.5It/unción, pero tmnbién [Juede dar/unciones dil-ersus...
Espacio
Se ubica siempre en el mismo sitio. Necesita crearse su propio espacio dejaego. Se
adapta a los espacios que ya están estructurados ...
71empo
Actitud con que espera el inicio de lu actÍl'Í1ladlúdica. Le cues((l terminar, la recogida
es unu buella eXCUSIIpara continuurjugmulo. Aceptu 10.5límites del tiempo. Como el
tiempo se hace presente durtlllte e/juego, se du algulla h'au.~{ol'lll/{ciónde éste
durante
el mismo (l/IItes era de aoche, allOro es de día...). Se entretiene con cualquier cosa. Se
centro en e/Juego un buen rato. Necesitll tiemj10 paro adaptarse a las Il/lel'l/.5
exigencias
de la sita ación ...
Relacián consigo mümo
A mel1lulojuega solo. Representa su historiajuJlto a los denuh. Participa en la
actil'idad
pero 1/0 sabe demasiudo lo que hace. Reclama la presencia deladúlto. N/oti"os por los
que lo busca (resoli-el' situuciones, meierto dentro del juego, ser recoaocido por él).
3
Intenta cOlmlllicarse con ,\'liS comj1wieros. Siempre desarrolla el mismo rol. Hay una.5
con"tmlte,\' en su juego sillll"J/iclI. Puede (,(I/llbiar de persolu!;e. Juega
espolI tlÍ Ilelllllell te.
Es capaz de escuchar a los demlÍs. Su ritmo personal puede ser compm1ido por los
demás. Tiene bastante iniciatil'll. Introduce mptul'l/s. Pareo' ""njiar en sus
posibilidades. Expresa sen.mciones y elllaciones mientms juega. lIfuestm satis/acción
en
esta situación ...
Relacián con .ms iguales
Representnacciolles aisludas. Pm1icipa, a ,m aire, en alguna historia de sus
compmieros.
Los imita. Juegau a lo mismo pero cada cual desde .H{ m/. Hay adaptación mutua de
los
mIes. COlllparten la historia. Se ponen es escena di{erentes contexto,5 (1luepuedell
tener
re/ación ClJnlos dijerentes espacios del juego ,5imbólico). Hay intel'llccián entre e.5tos
dijerentes ambiente,5. Las acciol1es parecen organizadas por UI1guión. Hay I/n hilo
condl/ctor. COlllpl1lierosdeJuego lIIá.'frecuentes ...
E/espacio deljuego simbólico jilcilifa la ob,\'en'ación dlulo ql/e lo,~ nbíos y las nitílls
se
entl/siasn/lln COll SIl actividad: en consecuencia, se ml/estn/ll de IInaforma totalmente
espontánea, y el obsen'ador externo 1)(ISnprácticamente desapercibido. Por lo tanto,
tan solo tenemos qlle planificar el momento oportllno y dotarnos de la palita qlle nos
permita recoger dlltos significativos tle los parámefl'os ql/e 11IIyall/o" escogido. Vna
pal/ta
organizada enfilas y COll/mllilS llOSpermitirá recoger información de cada nitia en
concreto (prognosi.9 J' de la ,\'itllacióll globlll del grupo (diagnoú9.
En eljl/ego simbólico cada nitio se e.xpresa defiJl'llla particl/lar, nUllca en con traillas
dos
nilios ql/ejl/egllen igllal. La actl/alización de estos cinco pllrámetro,~ reflejll aspectos
importlllltes de la cotlStruccián de Sil identidad personal, sin olvidar qlle ésta se da
gracias a 11/COl!;llllCión del ámbito espac;otempoml y del relllcional
A modo de coneltlsión
Es importllllte tener en cueuto que la ob.~el'l'acitÍn debe partir siempre de l/na actitud
tle
escl/cha y de comprensitÍn delnilÍo o de 111nilÍlI, sin oh,idar que lamimda del
obsen'llllor
,~efija e,~peciallllente enlllgunos a,'pectos de la realidad porqae está mediatizada por
llls
propia.~ e.xperiencill,~ y expeetativas de éste, y por las re,wJllancias que le llegan tle los
pmpios lli¡ios y nitia,~. Así COlllOno !tay dos niños que JI/eguen de la misma manera,
tampoco hay dos obsen'lulare,~ que recojan idéntica inforlnllción de lo,~parámetros
que
I- hemos mencionado.
r Bnla meditlll que se plmen enjllego miradas dil'ersl/.\', se hace necesario ql/e la
I
obsen'ación se convierta en l/na herl'l/mienla de reflexión de los eql/ipos edl/catil'()s.
De
esta nU/llem s'e podrá CO¡I.~trtlir1/11 proceso cl'aitllltivo en el que cabrá tanto el
contenido
de las desc,.;pcione,5 de esto.\' cinco parámetros camo las peculiaridades de los IlIlultos
implicados. El sentido de e,~teproceso tiene ql/e l'er con e/ajl/ste a la vil'encia de la
globalidlld delnitio °
la niña.
Lidia E.5tebllll
CEI!' Patll{et-Sant .Jonli. L '/lo,'pitalet de L/obregat (Barce/OIl1l).ceippatafet(ji)
celltres.xlec.e.\'
Carle,~ Parel/iula
ICE de la VnÍl'ersitot Al/tollOmll de BarcelOllil. Caries. Parel/ada(ji)wb. es
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tc)~ , d d' , .. .
Losju~gos d~ crianza fundan un or "~n ~ Interes pnlIUgeruo
para la vida dd niño p~qu~ño. .' .
\,
, Otra d~ las caract~rísticasnotables d~ los Juegos de crUIn-
za es qu~ inauguran una seri~d~ temáticas básicasque s~ex-
tienden en la evolución dd mño y qu~ llegan a t~n~rpres~n- PRIMERA PARTE
cia ~n la vida adulta. . CARACTERíSTICAS PREDOMINANTES DE
"Jugar es hacer", dic~ Dor:ald W. Winni~~tt; en l~s pn- LOS JUEGOS DE CRIANZA I
meros años d~ vida est.~hac~r nene una condIción particular:
es un hac~r qu~ involucra al niño y al adulto en unvfnculo
corporal. ' . 1' di '
Est~ libro comprend~ un análisis d~ las .acclon,:,. u cas
t~mpranas desd~ d punto de vista d~ la psteomotrlc:dad, lo
cual implica trascender d an~:sis aislado dd plan~ ~otor pa-
ra int~grarlo con los asp~ctOs~mocionalesy cognmvos. La mayoría d~ los estudios int~resadosen la temáticadeljue-
go s~ ocupan pref~rentemente del juego dd niño.
Lasreferenciasaljuego y aljugar se vinculan con más fa-
cilidad a las acciones lúdicas de la niña y prescind~nde la
participación dd adulto. Miint~nci6n es esrudiaral niño y al
adulto ~n un mismo momento d~ juego. Para esto m~ vaya
r~f~rira los ju~gos que s~ ~ompart~n durant~ la crianza y al
jugar del adulto con el niño. Estos juegos ocurr~n ~nlos pri-
m~rosaños de vida y son e:,,~ncialrrient~juego; corporaLes.
, Los ju~gos ~ntr~ padres e hijos son g~n~radoresde una )
modalidadvincular,matriz lúdica que esti pres~nt~~n 105 jue- (
gos qu~ el niño compart~ con otros niños, con otros adultos. )
Losjuegos de crianza se transmiten gen~racionalment~y
fu~ron creados a partir de un ~ncu~ntro, d~ una n~=idad.
Ti~nen una extensa vari~dad d~ formas y d~ nombres, varia-
cionesdel t~ma con contenidos similares.
Para que las accionesse constituyan en ju~go s~ requiere
de un acuerdo. En Josjuegos corporales la pr~senciade este
--. .¡
1. Ybe .Q~lOjeJ G1mds. D~l.IO.Itin il la muugmión, Buenos Aires. Noved:l.des
Eclucaci~,-2001.
" ' [ 13 )
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D;¡nid DJmels .d Camcteristics pr~domin~mC5de- los juegos de- ci;¡.nz.;¡
15
acuerdo se expresa a t!avés de una gama de matices no verba~ secundaria y res~~nr.:_~:.~::s. a~teriores, se despliega en los
lizados, variedad de gestoS, actirudes, posturas, semblantes, Juegos dé persecuaón, en los cuaIes"s'¿-poneY--rüeoii'li'ca aci-
inrajuego de tensiones y distensiones, que podemos reunir dad del cuer~o eÚ-üio,;¡~F~~;;.Y"¡,lconfiabili~~d.enerrJ;iío_
bajo d concepto de acuerdo tónico-emocionaL En pnmera msranCla_~l,-:~g!~_~ __ ~!.¡¡~c:neh:uerpo' dd
En. su gran mayoría los juegos de manZd. no son progra- adülto que luego es tras1adado a un espacIo'RSiÓ,';-lugar-cot-
mados de antemano, ni hay una destacada i:xplicaciónverbal poi'lz::rdu;-d6'hde
______
eStarúi:Sgüirnó,
.M_.-;- .. _. _. __ , _._ ...
(forrd"esrar
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"a salvo".----
previa de lo que se va a realizar, pero son vitales en la organi-
~ zación de ,un estilo psicomotor. ***
\ El conrenido de los juegos corporales desarrollados du-
" tante los primeros años de vida constituye la matriz desde la Las características predominantes de 16s juegos de crianza
cual se organizan los juegos de la niñez, la adolescencia y la vi- son las siguientes: '
,daadub.. ' i I
Podem~tiQ.mbrar los juegos elementales de la crianza ¡
,,
1. ~ntegran al niño y al adulto en un mismo momento de
I
!
como juegos de: :a.Ls!!!£!!!:»I.0c'ultamiento, y c) persecución. Es- I Juego. ('
tos juegos [ien-en en común la característica de desarrollarse a I 2. Son actividades lúdicas o prelúdicas que se comparten
10 12.rgodel crecimiento, manreniendo el conrenido primario
que le ha' dado origen, pero transformándose a través de la
.mediación con objetos o de la sustitución de! cuerpo propio
¡ durante la crianza.
3. Ocurren en los primeros años de vida y son esencialmen- \,
re juegos corporales. " \
y del otrO por objetos y eSpacios.A medida que transcurte e! ¡
..í
4. Se transmiten generacionalmente.
desarrollo, se practican en grupos y se organizan a partir de 5. Fueron creados a partir de un encuentro.
.teglas aprendidas y aceptadas colectivamente. 6. Para que se constituyan como juego es necesario un
Desde eSte punto de vista se manifiestan como juegos ge- acuerdo. Este acuerdo, desde el punto de vista p;icomo-
neradores, en ranto son fundames de múltiples modalidades tor, es un acuerdo tónico-emocional.
del juego corporal. 7. No son programados de antemano, ni hay una destacada
No todos los juegos dI! crianza son juegos generadores pe- explicación verbal que anteceda la acción lúdica.
ro, en sus formas primarias, los juegos de sostén, ocultamiento 8. Son vitales en la organización de un estilo psicomotor.
\
y pe'rs&eución, presentes en diferentes culturas y desarrollados 9. Podemos nombrar los juegos elementales de la crianza co- \
i
\
a partir de! encuentro de! nifio con el adulto, mantienen eSta mo juegos de: a) sost¿n:; b) ocultamiento, y c) persecución.
particularidad.
Desde muy temprana edad, losjue~s corporales estig¡j!- Es importante destacar que estas reflexionesparten 9,dos '
I
I~E..Laeruahzan [os rruedos b~¡~_s-Ú~_:!..:nism~~::o las he- fenó,:,eno~_~<:..lac:,?!.idja"id'!.d,
de lo sentido corñOCo~ún y
rrarni=ras..l'ara daborarlo:--Con relación al cue~, estos mle=- farruliar. Indagan en la relación enrre el adulto y el niño, tal
i doslJ;¡Sicos p;;:~:de;-;'~~;;Ir;~~i ¡:emQL~Ja'p4-c!iPoa de-Ia::re- como se muestran en nuestra sociedad, sabiendo que tienen
~é~~ r;¡~til(i'!!.gqs. de S~"-I1_c;l_\-~",º_rala pérc!i~a4,,).a rasgos comunes a otras formas culturales. Lo excepcional, la
i L Unate.r.ceraJemárÍ2,
:.::feraLUa visuªllju.~g~!.E..e.!1g..jt.aTJ:Ziento patología, la anormalidad; no son aquí motivo de análisis:,,-,
•
Generalmente los "gesros" cotidianos no son sometidos a ra dd desarrollo psicomotor y de aprendizajes diversos. Éstos
pregunras. La intención de este trabajo es pensar las acciom:s suelen esrar formulados como ejercicios recomendables para
familia¡:esque forman parte de un saber inruitivo transmitido que realice e! pequeño o para hacer en conjunto con él. En es-
de generación en generación. No están escritos en libros, no tos casos, e! "hacer" del adulto está en función del aprendiza-
forman parte dd conocimiento acade~co; están inscriptos .je del niño; su accionar tiene una intencionalidad más o me-
enel éuiipo, iñemOrIa'ae :Vi;'culospasados, acrualizados eIl.l~ nos consciente, un objetivo y una legalidad o aval profesional.
relaclór,'co'Ii-eriliño 'peqüC;:.Q~J¡l._.~!J¡l.t~Lªd,uJrº_£é'Ul~f!.e~~ Este tipo de actividad (o ejercicios), que puede tener un
su sab~i-'-sobreel jugaé-¿orp()raLy-_\!bica.n._aLnmq en sit!:'~:;.io~ carácter lúdico o prdúdico, no comprende acciones que se in-
;;es'prdifdicaS que -s9i~i~~E
~U!l.9.ww.Q_d;;..cpmpkji-d,,¡!_rpa. ,
.~. cluirían en lo que llamamos juegos de manZtl. Esro no quita
yor;-nasta.rransfor~e."l)._ g!!.'lct.o.Qti\1g;tr. que la caracterización y el análisis de los juegos de manZtZ se
constituyan en una valiosa referencia para la creación de jue-
gos o para pensar la intervención profesional en el carnoo de
1. Integran al niño yal adulto.en un mismo - la salud y la educación. . •
momento dejuego Este tiempo de juego adulto-niño al cual me refiero al
hablar de los juegos de manZtl remite a a,quellas actividades
que por lo general no cuentan con la búsqueda de un objeti-
El niño y el adulto comparten diferer:es momentos a lo vo--explícito,y en muchos casos ni con d aval de las corrien.
largo d, la vida. En la mayo da de los casos duranre esros mo- tes teóricas imperantes. Vale co;";o ejemplo las recomendacio-
mentos el carácter asimétrico de la relación está marcado por . ;'¡ nes de John Broadus Watson:3
".~
relaciones de dependencia de! niño y por los cuidados que e!
adulro debe prodigarle. Las madres, cuando besan a sus hijos, los levan-
Los cuidados maternales y paternales fUeron profUnda- tan y los mecen. los acarician y juegan con ellos sobre
mente <~tudiados y codificados. Se organizaron con carácter _o,
.,'.\ sus rodillas no saben que están construyendo poco a
J
de recomendación y prescripción durante d crecimiento y la poco un ser humano absolutamente incapaz de en-
madura:ión del niño. También el tiempo de juego encuentra. frentarsecon el mundo en el que habrá de vivir más
un lugar en la bibliografía médica, psiquiátrica, psicológica, tarde... -
Hay una manera sensata de tratar a los mnos ..
pedagógica, etcétera.
Tratándoloscomo si fueran jóvenesadulros... No los
Cu;mdo se contempla o se recomienda d juego dual o bi-
estrechéis en vuestros brazos, ni los beséis; no dejéis
personal entre el adulto y el niño, éste frecuentemente tiene
que sesienten en vuestrafalda.Si no tenéis más reme.
un carál:ter prescriptivo: se hace hincapié en los beneficios de dio, besadlos una vez en la frente cuando os den las
la acció.~estimuladora del adulto hacia el niño. Estimulado. buenasnoches... ¿Esque las madresno pueden apreo.
2. Para m:is información sobre d concepto de: saba. véase Danid Calmds. CzUT- 3. ]oh_? Broadu:~ Warson (I 878-1959). psicólogo estadounidense considerado d
po J sah;;'. Buenos Aires, Novedades Educativas. -3a ed.. 2001. '-. , dd b~l"avjorismo O londucr:ismo.
Í't11102c1or '-~
•
I
lB D¡mid Calmds
--1 Caracterísricas predomim.ntl:S de los juegos de ai.an2.3
19
c'0nr6-personas en t?ans¡ros _eIl'Ierenres-qlie--se"-reúnen-Cñ-e~"'ru- Sería muy difícil ddimitar tempotalmente lo que llama-
gár,en"un espa~IOj:_s~¡nPCl.e~o'-:.!un•..-:---
, • __ o "'.,_ ~ ~""~-'_--'_~' ' ••
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- .' ---..
I 20
\
, edad el comienzo de una función lúdica no es un planteo fácil investigación pasa más por la persona de! adúlro que juega.
¡ Tame¡ en el mecer y en e! girar, ,cciones propias de los"
u
de sostener, salvo que se lo naturalice y entonces el jugar renga
una "tiología biológica y consrituya un mandato genérico.
) juegos de sostén, como en los de ocultamiento y persecución, el
adulto parricipa de la acción qú" él mismo genera, se implica
Por su lado, las te.orías psicogenéticas y psicoanalíticas l
e plant:an que el verdadero juego "comienza con los juguetes",
objews dados por la madre, que los rolera o se divierte con el
..1 corporalmente. Al hacer girar al niño gira él también, acción
que no suele realizar sin la presencia dd niño en brazos"pues
f si lo hiciera sería mal visto por los demás, que juzgarían este
jugar de! niño? Dos posiciones diferentes caracterizan e!juego: ¡ acto como desprovisro de sentido. Podrá girar al.bailar, o me-
por una parte, se lo considera una adquisición biológica, inva- J
riante:y narural, en la cual e! mundo animal es la referenciamás. cerse en una mecedora, pero no sin un objero o una forma re-
frecu<:nte,y por la otra el jugar se constituye en un fenómeno conocida socialmente.
Así también en los !nICIOSde! juego de ocultamiento,
producto del vínculo corporal, una praxis muy particular.
En la acción de mecér a la que aludí anreriormente, el ni- cuando e! rostro de! niño desaparece frente a la vista d~l adul-
to, no sólo e! niño pierde de 'Vistaal adulto sino que e! adul-
ño no posee un juguete, ni juega. Tampoco la podemos clasi-
ficar como un juego funcional,' puesro que no, es e! propio to suspende la visualización del niño (juego de la sabanita).9 Si
niño quien guía el movimiento ni realiza aparentemente. nin- bien eHe primer juego no genera ansiedad en el adulro, al
avanzar el tiempo de desarrollo más de una madre, ante la de-
guna praxia particular.
mora prolongada del niño que permanece escondido y no se
hace ver, siente cierta inquietud e incomodidad.
y
7. Véz.e S. Lebovici R Di.ukine, Significado yfimdón tÚljltLgO m a niño. Bue-
nos Aires, Proreo. 1969.
8. Véa.:;eH. Wallon, lA nJolurión psico/ógica rúl niño. Buenos Aires. 'Psiqllé.;'1974~-
. '!.
•
22 Daniel Calme!! Características predomíml.nrc:5 de.'los juegos de crianu 23
"', En este sentido e! adulto juega a introducir al niño en su vimiento, en cualquier etapa de! desarrollo de! niño, esrá de-
, juego, y no se pregunta si e! niño juega. -El adulto juega por terminado por su deseo de dirigirse hacia la madre".lO El mo-
'-, él Y con él, y al mismo tiempo supone que e! niño juega. Lo vimiento-generado en una relación corporal torria sentido co-
/: hace hablar, le genera' preguntas que él mismo contesta, mo acciones y actos insenos en una cultura.
") mientras vigila que,e! placer que e! niño muestra se conserve , El cuerpo del adulto es e! primer cuerpo que dniño re-
I (,
(
o se incremente. Es e! niño e! "juguete" de! adulto, e! jugue-
te más deseado, e! sueño de Gepetto.
conoce como ajeno y al mismo tiempo diferente entre otros:
salto E.,ourado,o alejado dd cuerpo dd adulto que simula per- vimiento que se transforma en gesto, en la pisada que deja
seguirlo, agarrarlo, ercérera. . huella.
Ciracterizarlos como juegos corporales no' implica la au- El juego corporal no sólo es "juego de cuerpos" sino y
sencia de sonidos o palabras, la voz es el elemento corporal del princip~mente "cuerpos en juego".
lenguaje verbalizado. En muchos casos los sonidos o las pala-
bras emitidos por los adultos son señales que dan apertura al
juego o acompañan los movimientos. Algunas de ellas pue- 4. Se transmiten generacionalmente
d en ser: que te agarro,» " que te como,»« cuco o cu-cu , aca
<:l l)« ,11«;
,n" ,n ,
esta (1 acata ) etcetera. Si preguntáramos a los padres quién les ha enseñado a
G::rnidos como "grrr", cuando se personifica a un ani- ejercer estos rudimentos lúdicos corporales, dificilmente en-
mal; "cikitiki", d de la hormiguita encarnada por la mano; . contremos una respuesta que diera cuenta de una persona, un.
canciones como el "arrorró mi nene", que acompañan el me- momento o un~ práctica, que no se remontara a imágenes de
cimiento, etcétera. . . su propia crianza o de otras allegadas. Es probable que ningu-
L"s sonidos y las palabras que emiten los adultos, como no de los consultanres tomara corno referencia un libro en
., en todo juego rirualizado, no tienen variaciones significativas
particular o una recomendación profesional.
'; ni se r-eempl=n. Si bien son diferentes en cada grupo fami-
A veces'son los abuelos o alguna persona más experimen-
. liar, la persona que juega mantiene un esquema básico en su
tada que introduce una relaciórtlúdica con d niño, y dla es
ejecución. Esta repetición le permite al niño recOnoceranti-
tornada después por los padres.
cipadamente cuál es el juego que se va a desarrollar.
Si bien las formas de los 'juegos son similares, los nom-
Si bien a la acci6n de jugar. la apreciamos generalmente
bres difieren entre distintos grupos culruralcs y países. Por
alejada.del cuerpo dd adulto, en su génesis está cercana a él.
El jugar es un hacer que siempre involucra al cuerpo, ejemplo, el acto de llevar al niño sobre los hombros tiene dis-
por ello en los juegos de crianza este hacer involucra como tintos nombres: babucha, caballito, cocacho, etcétera.
mínirr.o dos cuerpos, praxias de manipulaci6n, de contactos, Los juegos de crianza tienen un caclcrer familiar, es lo que
..de apoyos y sosrenes..La indiscriminaci6n primaria dd cuer- transcurre durante la vida cotidiana. sin llamar la atención.
po dd niño favorece que la gestualidad dd adulto se prolon- Son aprendizajes de los cuales se tiene un saber, aunque no
gue en él. siempre un conocimiento. .
En ocasiones d lenguaje ve~balconfirma la posesión o la Transmitidos de padres a hijos, forman parte de un lega-
perreneneia dd cuerpo dd otro. El adulto ejerce un lenguaje do familiar que no es sometido a interrogantes.13 La memo-
de apropiación de los cuerpos: "mi gordito", "mi bebé". Tam- ria colectiva mantiene de generación en generación la presen-
bién Se: hace presente una jerga de .devoración: "te como"; o
de dominación: "te agarro"; o de expulsión dd cuerpo del ni-
ñó: te tiro", "~ehago volar") etcétera.
IC
13. Esta condición puede ser una desvenraja cuando hay una falla en la rdación
El jugar se construye cercano al cuerpo. La génesis dd lúdiCl. que lleva a situaciones de falso juego. lo cual a vecrs implio. un sllfrimien~
jugat-{:sci en "la acción'°qrie se. -rranstorma en acto,. en el fno- tO p"ar:a.
d niño. Sáore el falso juego. véase el pumo 5 de la Tercera Paree..
• ..
D,¡niel Cahnels úr.acrerínjeas p~domjnantes de los juegos de crianu
27
cia de estos juegos, iniciados en los brazos del adulta que sos-
El adulro está un tiempo prolongado con el niño o jun-
tiene, 6 en cercanía corporal con él. Memoria que se evoca en
to al niño. Si bien esta presencia es imprescindible para el ni-
la gesrualidad espontánea, en e! contacto, en las acciones.
ño, la del niño también es necesaria para el adulto; "dan ga-
. Dice Didier Anzieu: "Para e! niño, e! mito o e! cuento,
nas de verlo", aun cuando está durmiendo. A su ve~ e! niño
especies de fantasías di urnas colectivas, sirven de modelo pa-
. se ocupa de demandar la presencia de! adulto más allá de su
ra daborar su vida fantasmática consciente, es decir, .su. fan-
necesidad alimentaria. Dice Daniel Stern:
rasías despiertas ':" Cabría agregat, al mito yal cuento, e! jue-
go de los niños y entre ellos lós juegos corporales que se de-
Cuando un niño deja de mirar a la madre y vud-
sarrollan durante la crianza.
ve parcialmente la cara (por ejemplo, en cuarenta y
Para e! niño, primero está e! juego, dramática de la ac- cinco grados), pero levanta la cabeza y la Cara, dIo es
ción, que e! adulto introduce. sabiendo de los mitos y los considerado por Jo general por la madre como un ac-
eu.c:nros. to de llamada."
Lis juegos de ctianza, como dice Benri WalIon con rda-
ción a las emociones,. articulan lo individual con lo social. Durante ese "estar jUntos" hay mamemos donde no hay
. Forman parte de una matriz lúdica colectiva. tarea aparente para d adulto, y una actividad particular co-
- Los juegos corporales (que devienen de estos primeros jue- mienza a surgir con cierta espontaneidad.
gos adulto-niño) recrean una y otra vez los viejos temas, al mar- El juego aparece por una necesidad de comunicarse Con
g= de la investigación científica o el pensamienr6 elaborado. e! niño, a partir del.gesto, del movimiento y de sonidos o pa-
De adulto a niño en un sistema de postas, un antiguo tes- labras que se repiten como iníéiadores o enriquecedores del
timonio se pasa de maria en mmo. En él están en esencia los Jugar.
rudimentos necesarios que requiere el niño para elaborar y La pequeñez del niño conmueve al adulto, tiene su mis-
controlar los temores básicos que nos presenta la vida. ma forma pero no mantiene las proporciones que tiene d
. cuerpo del adulto. En ellos se agrandan las diferencias entre
los códigos de comunicación y expresión. El adulto, produc-
5. Fueron creados a partir de un encuentro
to de la cultura, tiene un refinado instrumento que es el len-
guaje verbal, ha apostado todo en ello, y la presencia del ni-
... es cuestión en/onu! ek (JIU ({ adulto IlCUda. a la ño lo ubica como un exrranjero balbuceante, que dice más a
cita al mÍnno túmpo. partir de señas y sonidos que a través de! lenguaje verbal. Am-
Sara Paín. La ghusis tkl incon;ci(nte
bos tienen un pasado en común en la gestación y la crianza.
El adulto carece de memoria objetiva, de memoria volun-
Encuentro de cuerpos que no necesitan citarse formal-
tariamente recordada; sus primeros años son experiencias le-
mente para poder jugar. .- ,
janas y borradas de la conciencia.
La comunicación se monta en una jerga de gestos, mími- Los cuerpos adultos están intermediados por objetos, es-
ca y movimientos. El niño pequeño es un evocador de sus an- pacios y palabras. El contacto debe estar dispuesto en una "ta-
tiguas ";-ivenciasy recrea, con él, el código de sus antepasados. rea" reconocida socialmente, a la cual se le pueda aplicar un
En=uentro como acción de encontrar CaIgo)y como ac- nombre y ubicar en un lugar y en un tiempo. En ese orden se
ción de encontrarse,Cuno). Encontrar algo de uno en el otro, encuentra el masaje, algunas danzas, diversas formas de lucha,
enconn-arse para encontrar, lenguaje del cuerpo, rudimentos etcétera.
¡ del verbo en el gesto. ' La danza es una de las formas culturales que permite que
da de! niño, e! p~rmiso d~ mirar todo -como e! d~ tocar to- Freud plan tea: 'El indiviq.uo en cr~cimiento cesa de ju-
d6-, legalizado en e! adulto, no siempre es pracricado "con e! gar; renunCIa aparentement~ al placer que exrraía dd juego.
respeto nec~ario. El rechazo que algunos niños tienen hacia Pero qUIenes conocen la vic:a.ariímica de! hombre saben muy
determinados adultos denuncia una prácrica invasiva de! con- bIen que nada le es tan dIficil como la r~nuncia a únplacer
tacto y la mirada. que ha saboreado una vez". Propone un mecanismo de susri-
Al niño s~ lo puede tocar con la mirada" porque el niño rución por el cual el adulto "en lugar de jugar, funtas~a. Ha-
con la mirada toca. Cuando no quiere mirar, por inhibición ce castillos en d aire; crea aquello que denominamos ~nsue-
o por vergüenza, se rapa"los.ojos con las manos o d~vía ~n ños o sueños diurnos"." Si bien ~t~ mecanismo ~s inn~iable,
I forma clara su cabeza "hacia orto "lado. " hay en muchos adultos una conrinuación de! juego, sosteni-
da en la relación con los niños. "
Dice Daniel Stern: "Las «reglas»culturales aduleas, que"re-
I gulan cómo las personas s~ miran unas a otras en una interac- El adulto nec~ita jugar con e! niño. Si las condiciones
cje."1social, no son válidas cuando consid~ramos cómo las ma- sociales lo permirieran, este fenómeno de! juego corporal en-
o:os miran a sus hijos lacrantd'. 17 El adulto sólo r~erva la pro- rre ~jadulto y e! niño serviría para consolidar e! vínculo y nu-.
I fundidad de la mirada para"personas muy ínrimas y el r~chaw trma a ambos de sensaciones agradables y ~xperiencias crea ti-
, de arra mirada es controlado con la desviación de los ojos. v~s. Las instituciones que refuerzan y esrimulan el jugar del
Es común que tos adultos no se inhiban de tocarle la ca- nJ~o con los .padres obrienen cierro éxito no sólo por e! bene-
ficIOque reCIbe e! niño de esa práctica sino también por una
beza a un niño (como gesto mínimo) ni de separalo corpo-
necesidad de los padres. "
ralrnente de un lugar que implique peligro o inoportunidad.
La expresión del ümire y de la prohibición, así como de las
emociones y los afectos, es corporal, por lo menos en una pri-
6. Para "que se constituyan como juego es necesario
mera instancia. Luego la mirada -reguladora, cómplice, en- un acuerdo
juiciadora, provocativa, co~placiente, enceguecida, encoleri-
zada, invasiva, d~lumbrada- reemplaza al contacto.
El acuerdo que permite que el juego se consrituya como
tal es de caráerer tónico-emociona.!.
***
~ara pensar el conc~pto de diálogo tónico es imporrante
acudIr a las palabras de"quien acuñó esra noción. Dice Julián
En el juego corporal e! adulto encu~ntra el pretato para
de Ajuriaguerra:
correr, luchar, girar, saltar, mecerse y esconderse con la apro-
bación social necesaria. Digamos más: varios de ~stos "p~rmi- , '," ~;,.
"o,. Lo que yo llamo diálogo tónico es bastante con-
sos", ejecutados con la aceptación y e! acuerdo de! niño, cons- ';') j;,.:
creto. Esta noción corresponde al proceso de asimila-
riruyen uno de los puntal~ de! buen padre. .-<~~~.. ción, y sobre codo de acomodación. entre el cuerpo
.-~~!ir.
17. D. Stem. o~.ci[. -0. ;:
1B. S. Frc:ud. ob. cit.
1
•
32 Daniel Calmds
I~
J
,
•
36 D:mid úlmels
-= Caracterisric.s predominantes de Jos juegos de ai.mza
37
"1I!fl"'l"Il
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El juego de «como si. .. })
Si tuviéramos que señalar una peculiaridad específica del juego simbólico, po-
dríamos decir que es el juego de ((hacer como si», en el que la realidad se trans-
forma en ficción. Piaget señala su origen en [a aparf-eI6n. el desarrollo y la
evolución de la función simbólica. que consiste en representar algo por medio de
u.nsignificante diferenciado. Este momento se sitúa en el final de! periodo sen-
soriomotor y el principio del estadio preoperatorio. Gracias a 5U recién estre-
nada capacidad para manejar los símbolos y sus significados de manera
consciente e intencionada. el niño pu~de distanciarse de la realidad para crear
una situación ficticia. Aunque san muchos los autores que han destacado su im~
portancia, creemos que su presencia en las aulas de-infantil aún no está sufi-
cientemente considerada. ya que se priman otro tipo de propuestas y el juego se
termina relegando, restándole espacios adecuados, tiempos necesarios, materia-
les diversos, etc. Quizá se piense que el niño ya juega en su casa y que con eso
puede ser suficiente, pero las condiciones del juego varían dependiendo de 105
El juego ,¡modli(:: 97
•
,.
E:.. l1JE'30 $IMBCUC::
E:.. JUEGO iIMBOl!Ca
es una manera de asimilar la cultura y de conocer la realidad del mundo que nos manera en que el juego contribuye a cumplir mediante las combinaciones. según !a
rodea y en el que el niño tiene que aprender a vivir. Huizinga dice que la cultura terminología de Piaget compensatorias (el niño realiza ficticiamente lo q'-'uese
surg-=en forma de juego y que, al principio, la cultura se juega. En su definición le ha prohibido, lo que no puede realizar en la realidad), liquidatorias (no sólo
sobre el juego, creemos recoger la idea fundamental de [o que es el juego simbó- compensa situaciones desagradables. también las asimila, y en cierto modo, las su-
lico y de lo que constituye su seña de identidad: pera al reproducirlas simbólicamente. Acepta situaciones que le provocan miedo
El juego, en su aspecto formal, es una acción libre ejecutada <rcomo si» y sentida gracias a la trasposición simbólica que modifica el contexto) y anticipatorias (antic:-
como situada fuera de la vida corriente, pero que, a pesar de todo. puede absorber pa de alguna manera los resultados de la acción, por ejemplo, le han dic~o que
por compfeto al jugador. sin que haya en eífa ningún interés materi;;1 ni se obtenga tenga cuidado con algo peligroso y Juega a ponerse en situación de riesgo imagina-
en. ella provecho alguno, que se ejecuta dentro de un determinado tiempo y un de- rio), [a.liberación de la agresividad y la canalización de los conilic:os.
terminado espacio, que se desarrolla en un orden, sometido a reglas y que da origen Otra función importante es que ~n el juego las equivocaciones no están pe-
a asociaciones que propenden a rodearse de misterio o a disfrazarse para destacar- nalizadas. En realidad, la educación debería permitir que los niños cometieran erro-
se del mundo habitual. (Huizinga, 1972. p. 27) res. ,vlaturana propone admitir la equivocación como algo prcpio del aprendizaje:
Los niños no se equivocan porque son como son en el momento en que están y
Bruner (2002) apunta unas funciones fundamentales del juego infantil que hacen fa que fes corresponde hacer- en su proceso determinado de adquisición de
parece interesante tener presente para no desvirtuar su sentido y preservarlo de la conocimientos. (Maturana, en López, 2003, p. 37)
directividad y el utilitarismo de los planteamientos educativos que imperan en
la actualidad. Come dice Tejerina: Lap¡er~e y Aucouturier dicen que:
una barrera o una li~
Las características específicas de la institución escorar S:...Jponef~. La.educación no es una serie de aprendizajes definitivos, sino una búsqueda permaneme
mitación para fa utilización del juego como actitud metoc'r;,¿gfca básica. (Tejerina, sobre temas que se encadenan espontáneamente unos a otros. Búsqueda en la que jamás
1994, p, 38) nada se termina, en donde todo puede ser revisado, en donde cada obra. cada estr~¡cL'-
ra construida sigue siendo proyecc, sU5ceptióie de ser modificado, creado de nuevo.
El auténtico reto de la escuela sería atreverse a levantar esas barreras. ¡'Jos Búsqueda en fa que el error es considerado como una etapa a menudo necesaria e.'1 la
vamos 3. Fermitir alterar el orden que Bruner elije en su discurso para jerarquizar e'lQiucién y por fa ta,--:: :éscuipabilizado. rLapierre y Aucouturier, 1985, p. 91}
las funcio'nes que consideramos prioritarias, por ejemplo, la naturaleza libre del
juego. Bruner dice que si recurrimos al juego para obtener otros fines que los En ei planteamiento educativG de J'v\alaguzzi. no sólo se admite, sino CL:e se
del juego en sí mismo, debemos ser conscientes del riesgo que corremos con ello. valora la aventura de la ambigCedad y lo impreciso: .
Cualquier cosa o actividad que tenga. una estructura o que inhiba.la espontanei- Hay que aceptar la duda, fa contradicción, fa provocación, las .equivocaciones y fos
i dad biológica, y es que el placer está ligaGo a las emociones, que como dijo Wallon, ~~~ para c¡ue el niño pueda fallar sin miedo. Bruner dice sobre esta función, Que el
tienen Sil erigen en fo biológico. La emoción r:cs vincula a lo social y funcio~a co~o :~~ juego supone una reducción de las consec:.lencias que pueden derivarse de ¡es
I mecanismo de adaptadón al entorno. Relacionada también con la emoción esta la _~ ir errores qu,= cometemos.
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E!. JUEGO SIMBÓLICO
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Relacionado con la anterior, el juego no está excesivamente vinculado a los texto. la actitud del juego «no es literal)) y sus consecuencias están amortiguadas.
resultados, de hecho dura mientras divierte y puede. desarrollarse y finalizar de Por ejemplo, un ataque real y un juego de ataque. Por eso, una de sus exigencias
muchas formas. No tiene otro objetivo que la actividad lúdica en sí misma. no es que (dosjugadores comprendan que aquello que se manifiesta no es 10que apa-
busca eficacia ni persigue resultados. En este sentido, Wallon señala que: renta ser)) (Garvey, 1985, p. 19).
{_.J 105 temas que se propone el juego no deben tener su razón fuera de sí mismos. El ejemplo scbre el ataque real y e! juego de ataque nos recuerda el caso
Se ha podido aplicar al juego fa definición que ha dado Kant del arre: 1'una t1naíi- que Aucouturier describe par:3- mostrar la transformación de un comporta-
dad sin fin», una realización que sólo tiende a realizarse a sí misma. Desde el mo- miento de agresión en gestualidad simbólica, el cual evidencia la importancia del
mento en que una actividad se vuelve utilitaria JI se subordina como medio a un fin, juego simbólico para acceder al psiquismo del niño. Nos parece interesante trans-
pi~rde la atracción y 105 caracteres del juego. (Wallon, 1941-1980) cribirlo textualmente para seguir paso a paso las estrategias que el psicomotricista:
sigue, como contextualizar un espacio de juego, proponer unas reglas necesarias
Se desvirtúa el sentido del juego en el momento en que queremos dirigirlo, en este caso y utilizar oportunamente la frase :<como si~ para transformar la reali-
actuar como animadores o incluso como participantes qL;€ no han sido invitados, dad en fiCCIón:
obligar al niño a jugar en vez de pensar las razones que le llevan a no hacerlo, co_. Dos niños :;2 agreden violentamente; se les ha "dvertido que ~en la sala no deben ha~
rregir el juego, etc. cerse daño». Saben además que en la 5ala existe wn fugar para la lucha» (una al-
No es una tarea productiva sino transformadora, es recrear el mundo, re- fombra muy blanda para amortiguar las caídas no controladas), Y,Jún más: saben que
construir e interpretar la realidad, darle un significado personal. El juego es una ese fugar tiene una regla: :rsi la lucha ;e desarrolla fr.lerade fa alfombra. se detiene el
proyección del mundo interiQ~ y se contrapone al aprendizaje. en el que se inte- combate,~. El psicomotIicista permite este altercado bastante fuerte que estalla ruera
rioriza el mundo externo hasta llegar a hacerlo parte de '..:nomismo. de los límites espaciales, normalmente resperados: repite firmemente varias veces:
En el juego transformamos el mundo exterior de acuerdo con nuestros desees, mien- :r¡Niños, solamente en la a¡fombrar~. L3 agresión j2 desarrolla entonces sobre ¿sta
tras que en el aprendizaje nos transformamos nosotros para conformarnos mejor a e inmediatamente fas golpes empiezan a ser menos fuertes, fas fuerzas se agotan,
la estructura de ese mundo externo. (Bruner. 2002, p. 211)1 la tonicidad se atenúa, aparecen los gritos. E.'1tonces el psicomotricista se coloca
sentado sobre los talones. en posición simé!rica en relación con la alfombra. delimi-
ParaVigot:: . t, el juego estimula el desarrollo de las funciones psicológicas tando dos campos. A partir de ese momento /05 cos niños están en un lugar distinto.
superiores y está ~n el origen de la imaginación y la crea~i'lidad. En el juego el cada niño posee su propio terreno. El combate puede ser organizado. "Tú eres el que
I
niño aprende a actuar en una situación mental y no en unat situación visible. empieza. ¡Juega!». y fa fucha comienza: :r¡Salida de la aifombra!, ¡alto!», «¡cambio
I . ~ ~ .
Se obtiene así una situación en la que el niño empieza a actuar con Jnuepenuenc:a de terreno!». Ahora es e! otro niño el que empiez3 el combare. Esta coordinación del
! . I combate está regulada por el psicomorricist<l, que es reconocido y aceptado como
de lo que ve ... La acción es un;; situación que no se ve, pero que se piensa, a 3C'
I
ción en un contexto imaginario, en una situación ficticia, comporta que e n/no I .- árbitro de fa rucha (la ley). [... J. El psicomotricista dica. en esta área de juego, otras
aprenda a determinar comportamiento no sólo a partir Ide fa percepción directa reglas: :rAtención, queda prohibido tOC3rse, haremos como si nos golpeáramos._~ E:'
jU
,
de un objeto, o a partir de una situación'que inf7uye directamente sobre él, sino tam- juego de la lucha e'/oiuGÍona hacia una teatralidad geswal: las paradas, puñetazos '(
bién a partir del significado de esa situación. (Vigotsky, 1933-1982) ag-JmXleS son ficticios. (Aucouturier. 1985, p. 2SOl
, I
En el juego simbólico el niño realiza actividades sirTlUladase imaginarias,. El juego además es un medio excelente para poder. explorar. Es. en sí
pruebas y ensayos. Garvey dice que el juego es un tipo p~rtjcular de comporta- mismo. un rr:otivo de exploración. E:1 términos generales. se explora la vida, lo
miento simulativo, parecido al comportamiento serio pero ~ealizado fuera de ..:Oil- que-acontece en eHa y [o que afeca al nir.c, cerno ser humano que es. el com-
El .tueco ,¡mee/ico
•
EL JUEGO SIMBÓLICO
EL JUEGO $;MBOLICO
nes, eS~:;I~¡:,~~~~;~n:~.d~~t:::I:~:a~I~::~:'t:: ~~;~:~~ v~~au;d~~:'~'::~;e. ~, con suE~r~:i~e::~~:~ó~:: it;~: ;:r;::~:s:~~e::::i~:~i: f:~~~rt~:: d:~:~::
:'' :.~":w~,,",,',.,."'""'
o mejor, una actitud sobre cómo utilizar la meme. HeIT'os dejado esta funcIón p~rci
• •
EL JUEGO SIMBÓLICO El. JUEGO SIMBÓUCO
gestos y las palabras del héroe elegido. O si corre con una pelota entre las pier-
nas, podemos escuchar que, en ocasiones, a la vez narra"la jugada como si él fuera.
el jugador de futbo! de su equipo favorito que la está ejecutando. Slade aounta
que el papel elegido es casi siempre vivido como identificación, no hay dis¡ancia
'! se interpreta con gran convicción y sinceridad.
El juego proyectado se c~racteriza porque en él se da vida a objetos que
se convierten en los protagonistas de la acción dramática. Es como si el niño
actuara de director de escena y, cómo su nombre indica, proyectara en los ob.
jetos las acciones que desea realizar, haciendo que ,<otros» las hagan por él. La'
mayoría de las veces es un juego solitario'para el que se busca intimidad, hasta
Ada jugando a hacer que duerme Juega ;:lroyec:aao y juega simbólico de representaCión de roles el punto en que el niño lo interrumpe si se siente observado. A diferencia del
I , juego personal, la acción corporal no interviene, ya que se realiza sentado o
do dormir o comer alosa y, progresjva~ente. proyectar; también esquemas tumbado y es la mente la que actúa intensamente. Se necesita una gran capa-
simbólicos de imitación sobre objetos nuevos, por ejempl+, hacer como si ha- cidad de concentración para hacer hablar a varios personajes con roles dife-
blara por teléfono. Después de las proyecciones, realizar<i la asimilación s¡m- rentes, cambiar las veces para diferenciarlos, elaborar diálogos sobre la marcha
pie de un objeto a otro: hacer que un palo es un caballo ~¡u:a caja de zapatos para todos y ser lo suficientemente creativo como para que el argumento no
un sombrero y la asimilación del cuerpo propio al otro, j~'tando a otras per- se termine en dos frases. Se dice que el animismo aquí se pon~ claramente de
sonas, fundamentalmente a los adultos de su e:ltorno más
, cercano: ¡Jddres, manifiesto porque el niño mueve los muñecos o los objetos dándoles vida pro~
abuelos, etc. tvlás adelante, soore los tres o cuatro años, f?rmará combinado. pia, y .J.Y que pensar entonces, como dice Malaguzzi, en ei animismo como
nes simbólicas más variadas y complejas que darán lugar a represent~ciones una cualidad y no como un problema que hay que superar. ya que muchos
de la vida cotidiana. haciendo imitaciones cada vez más elaboradas de ges- adultos que han intentado jugar con los niños a este juego saben de su difi-
tos, actitudes y lenguaje, y ayudándose de ;ransformaciones simbólicas de objetos cultad y de lo que les cuesta hacerlo, ¡a pesar de lo fácil qu>=rJarece cuando
cada vez más alejadas del original. Anteriormente, hemos mencionado que 10hacen ellos ... !
Piaget clasifica estas combinac!ones simbólicas en compensatorias, liquidato- Esjuego proyectado hablar con los muñecos, alinear mur,t::cos(como si es-
tuvieran en la sala de espera de una consulta) o hacer guiñol, títeres de dedor etc.
rias y antidpatorias. i ..
Slade (1978) señala en este mome:lto dos tipos de juego simbollco con c3.~ Relacionadas con los juegos proyectados están las ¡3.ctividadesde construc.
racterísticas propias que se pueden obser.¡~r con claridad en las dinámicas lúdicas ción, que consisten en la Cieación de productos que elabora e! niño con materias
de los niños, y que ér denomina juego pe.!sonal y juego proyectado. Ei juego per- primas como la arena, arcilla, construcciones, papel, pinturas. etc. Estambién. un
sonal es aquel en el que interviene ~Od~ el cuerpo. Se puede decir que es un juego solitario, que si !o observamos, 3. menudo sucede lo mismo que se dijo antes
juego sensoriomotor, ya que en la mayoría de las ocasiones, cuando el niño se sobre el juego personal. '! es que una producción de este tipo va acompañada
sube a una espaidera o salta desde el peldaño más alto a la colchoneta, lo hace de juego simbólico cuando el niño juega a ser un constructor que hace casas para
ader:nás representando a un personaje al que quiere imitar ..Así, cuanco se siente -, susmuñecos y lo expresa con comentarios a
en voz alta para sí como: '!..voy hacer
({poderoso» o fuerte parque ha conseguido un logro motor importante. suele aso- ',+' ,é .. una casa» o «estoy haciendo un castillo». El resultado de lo construido suele ser
ciar su proeza con la de algún personaje fantástico con cualidades de superhéroe, posteriormente utilizado para jugar con ¡'osmuñecos. Cuando SE trata de dibujos
y busca acompañar ras acciones disfrazandose con una capa y reproduciendo 105 .-::que narran historias, el juego simbólico está contenido sólo en el proceso de rea-
I 1nc
• •
E:.. JUEGO SI1\llBÓUC:J
EL JUEGO SIMBCUC:l
El niño opera con significados separados de las cosas, pero inseparables de la niño o mna, ya que a través del juego, expresa todos sus temores, emociones,
acción real con los objetos reales. Garaigordóbil se:iala que cuando los niños conflictos, etc. Como pista de pruebas de la vida, esta-actividad lúdica ayuda a
ponen en práctica sus ideas en el plano de la ficción comprenden su significa_ elaborar las dificultades derivadas de la comprensión del mundo de los adultos.
do. En la acción lúdica el pensamiento se separa de las cosas y se inicia por Sirve para descargar las tensiones, para poder exteriorizar lo que siente y para di-
primera vez la acción que proviene del pensamiento y no de las cosas (Garai- ferenciar la realidad y la fantasía, una cuestión controvertida que desarrollaremos
gordóbil, 2006). más adelante.
El juego de roles es también un ejercicio de descentración, ya que cuando Otro tema que aparece en el ,juego simbólico de los niños es el que se re-
un niño representa a una persona o personaje tiene que ponerse simbólicamente en
su lugar para poder imitarle y asumir un punto de vista que es diferente al suyo
'~Il: laciona con la asunción de los comportamientos masculinos y femeninos. La.
influencia de los diferentes agentes sociales hace que los modelos culturales liga-
-:~~~~
dos a la identid<:ld sexual sean, aún en este momento, todavía poco equitativo,; y
.~It~:
propio. Realizar estas acciones mentales supone tener, en alguna medida, pensa-
miento reversible. Por otro lado, en el jt..:egode roles, los niños se tienen que poner sexistas.Aunque la escuela se empeñe en ve~cer este escollo y algunas familias
de acuerdo entre ellos, cooperar para que se desarrolle la actividad lúdica, nego- ."",~ ,'-_o sí lo hayan superado, el debate entre juegos y juguetes de niños y de •..;las sigue
ciar reglas comunes que s.eanaceptadas por todos, etc. Expresando SiJS
y escuchando las de los demás, los niños coordinan otras ideas con las suyas y
opiniones
,!~~I latente y se observa particularmente en este tipo de juego.
desarrollan la inteligencia.
En el primer capítulo se puso de manifiesto la relación que existe entre e.! '11:1 El papel del educador
~~.~•.en el juego simbólico
origen del sfmbolo y el desarrollo de la comunicación. El juego simbólico ade-
más es un mee:.) eficaz para la evolución del lenguaje y la ampliación de la com-
petencia lingüística, en lo que se refiere a estructuras sintácticas, vocabulario, Pensamos que el papel del educador ante cualquier actividad del niño debe ser el
nuevas expresiones, etc. Esto se debe a los intentos por imitar fielmente el len- de permitir, favorecer, observar, registrar, documentar y posteriormente ref7exionar
guaje de los adultos con la mayor tide!idad ::o5ib¡e~permitiéndose también desde sobre ellas para reconocerlas. sacar conclusiones y darles un sentido (Ruiz de Ve-
el juego el uso de palabras cuyo significado desconocen o de voc.::'.:0::.5 poco lasco, 2006, p. 10)
apropiados, ya que, según ellos, I(esde mentira» o ,dos dice mi padre I yo hago
como si fuera un padre)). Además, las relaciones sociales, además de suponer Por tanto, la actitud ante el juego simbólico no tiene porqué diferir sustan-
un ejercicio de pensamiento, también son una forma de mejorar el aprendiza- cialmente de. esta idea, aunque podemos ampliarla secuenciando unos pasos
je lingüístico, por la necesidad de comunicarse y hacerse entender por los orientativos. El primero' sería preparar el contexto de juego, diferenciando el que
compañeros de juego. Las conversaciones son esenciales en el simbólico de re- se pueda cr:earen el aula o en las zonas comunes de la escuela como [os pasillos
presentación de roles. . -:~~~';~:' o el hueco de una escalera, que se organiz~ con un sentido de permanencia, yel
En definitiva, como dice Tejerina (1994), el juego de roles exige que el :liño .fj:~~~.
que se dispone en la sala de psicomotricidad, que surge dentro ce la propia diná-
"&:i.
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se adapte a diferentes personajes, al tema elegido o a las necesidaces ce la si- mica de la sesión y desaparece cuando ésta termina. El hecho de que el espacio
tuación, asf como a las normas de ia cooperación. Ha de considerar las exigen- -'~::::
-:-:.:::
•.. sea estable no significa que tenga que ser inamovible, más bien es mejor contar
U~=,:~;:::::;~'~::::~~::::i:,::o=::::;:';::~::;::
"o "'''''' >= "~"""'". ~ o"' m'''j, ,••• ",. <om'''Q''
CIas del er:torno y los requenmlentos y propOSICIones de sus compañercs ce "O
juego, los deseos, las necesidades y las motivaciones de 105demás. Desde e! :JuntO
de vista afectivo, el juego simbólico es una forma de alcanzar el ec;ui!¡brio psí-
quico errlos primeros años de vida. Es importante para el desariOlIo aÍe'::tivo de!
.",~
• 108 .~! ;ue-;o simQólico
.'~~ 109
:-ti"'"'
E:.. JUE(;O SIMBÓUCO
~Ii/ E:. JUEGO SIMBÓUCO
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pueden actuar unas veces corno cocina y otras corno tiendas o peluquería. Es tarn. ::::~' Establecer un tipo de relación asimétrica. El adulto tiene que acompañar al
~:~~:t~~/:u~e:le:~E~i:~~~t~~e~::~:t:e~ ~~ :e~:~s~~~~:~a;a~:r;::'s~Srj~~~
expresión espontánea de Jos niños y también tiene que estar libre de culpa. __.
it
..~ a partir Eie las interacciones soc;iales son los que se ocasionan cuan-
do algún niño es excluido sistemáricamente del juego, cuando está dominado por
otro '1 no sabe cómo salir de esa situación de dependencia o cuando se observan
voluntades impuestas por algún niño que quiere dirigir el juégo o asignar ¡os roles
ya que el deseo no puede ser objeto de ninguna culpa. Se tiene C;L:eser acc- sin dejar opinar.
gecor y comprensivo, pero también se debe mostrar firmeza y claridad.
Dar seguridad física y afectiva. Se debe dar seguridad física y emocional a
los niños mediante la ayuda direca (si la piden) o a distancia (una mirada . La observación del juego
.gesto, o tono de voz).
Tener empatía tónica. Es la capacidad de ponernos en el sitio de! niño, áe Observar el juego forma parte del papel que debe desempeñar el educador ante
escuchar y de esperar. Es tan.jmportante saber esperar como no anticipar ni~t~-'; éste. Se observa. se registra y se. documenta para dar valor a las acciones de Jos
~I~;'~'
interru~pir la acc:ór. expresiva espontánea. Empatía tónica serfa también la ',,~ niños, porque, como dic2 :'v\alaguzzi, ~Lo que no se docurr.enta "no existe)). Se ob-
capacidad de percibir cómo se :;iente la otra persona, de aprer,der a hacer serva para aprender a mirar lo que acontece ante nuestros ojos. para que no pase
una lectura tónica del cuerpo de! niño. desapercibido, para reflexionar y comprender, para reconocer, sacar condus;ones
Tener disponibilidad. Hace referencia a una determinada manera ce estar y ~. -;1/ y da~¡e un sentido, tanto a lo que el niño hace como a los plánteamientos educa-
se da en el ámbito intelectual, afectivo y corporai. No se trata SÓlO de ha-
blar a los niños sino de dejar que se expresen ellos. ..~
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e: gec:eldral,'Iba. que Si; se sabe obse~r, la actitud del educador cambia, se
e uml e, a lerto a a sorpresa, menos directivo y más atento a Jo que el
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sr: preslmbólico se da en interacción con el adul-
<o::)(i~(~pd;:,,)iF'oi G.f.II\+t,]~:. '.f <;,2 ;;fü)'E:Giit (i'! ius j~_K:;:~:';G$. to que tiene que estar necesariamente pre-
sente: ei «cucú tras', el <toma y daca> o .me lo
das, te lo doy», sonjuegos que expresan alter-
lIi1flcia: .ahora estoy», .ahora no estoy»; yo te
doy ei objeto (<toma.) y luego te lo pido para
Eljuego de los niños est~ lleno de signifi- volvértelo a dar.
cados simbólicos y, si lo observamos con Este .Juego de aiternancias, que implica
1\
atención, podernos (jar sentido a sus manifes- esperar y estar atento a lo que el otro hace,
taciones expresivas y a sus diferentes con- (mecanismo fundamental para que exista la
ductas, porque el niño siempre juega con lo comunicación) le ayuda también a comprender
que iJeva dentro. el hecho de que la ausencia del adulto no slg-.
Cuando hablamos del uso de los simbolos nifica su desaparición definitiva. Es entonces
en eljuego, enseguida pensamos en el llamado cuando el niño realizajuegos preslmbólicos sin
<:juegosimbólico», e!juego de transformaciones que necesariamente su referente tenga que
por excelencia: de objetos habituales que d~an jugar con él, incluso los hace cuando dicho re-
de tener usos cotidianos para ser coches, casas ferente no est~ y el niño lo representa y lo
o caballos, de situaciones que d~an de ser re- evoca, a través de acciones simbólicas como
ales para convertirse en imaginarias, de perso- esconderse o esconder objetos: algo que se es-
nas que ya no son eiJas, sino otras diferentes, conde, desaparece, pero el niño puede Imcer en
«como si.» tor1o lo que es «de verdad» cambiara el juego que vuelva a apamcer cuando él lo
porque estamosjuganrjo yen estejuego vale desee y asl aprende que las cosas o las perso-
reinventar la vida reai. nas que se van durante un cierto periodo de
Pero eljuego al que iJamamos.simllúlico> tiempo (unajornada escolar, por ejemplo) vuel-
no es el ,inico que pone de manifiesto la sim- ven a buscarle.
bologia que el niflo expresa. Antes de que éste SegLlnAngei Riviém, los slmbolos son, en
se fié cuenta de que puedejugar a cambiBr lBS su origen, acciones significantes que remiten a
¡.
ri cosas, reaiiza unjuego presimbólico que tiene ciertos significados .ausentes». [1 lenguaje,
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FI ~;uT~bnk~'.(t~ va ¡:nn'!'iclnck. formado por un código ~Ie slm- Este juego se provoca creando espacios
en í.a; rcl,;:H~iof"i.Bl~qVH (,~I bolos, sirve para evocar, me- donde los niños se puedan esconder, espacios-
¡ nkt(~ \:::~t.i:.':h¡'ef;;:; ton qlZ diante el uso de la palabra, las refugio para desaparecer de la mirada del adul-
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U1,
para que nadie quede excluido, para que nadie HfM{!~~_II/;Bl.iI,D(J uf, ..
se autoexcluya, haciendo 'volver al' nlno al " Juego y eXperimentación.
mundo real si se pierde en la fantasla, utilizan- • Juego simbÓlico.
do los registros simbólicos del juego, siempre
k'f."{r:1 "{I¿! <1';¡ji/l{ '(lflnlfi(,:,',
desde eljuego.
AUCOUTURIER. B. (2005). Los (anrasmas de aecidn y la
[n este monográfico veremos CÓmOlos práctica psicomouiz. Barcelona. Graó.
niríos de 0-3 aríos expresan una simbologia a ARNAIZ, V.: 'olLa imagen de uno mismo ... ¿Es evalua-
través de susjuegos en el contexto especifico ble?». Aula de lrinovación Educativa, 93-94. pp. 66-72.
, REGGIO CHllOREN (2004). Cons'!Jos. Las niflas y los
de la sala de psicomotricldad, doode se crean niños de 5~6aros explican I:J IfJSde 3 la escu~/a que los
condiciones adecuadas para que puedan apare- acogerá. Barcelolla. Octiledro- Rosa Sensato
RIVltRE, A. (2001). La mirada mental. Buenos Aires.
cer los juegos presimbólicos y simbólicos; se
Aique.
mostrará una propuesta para que los' niríos de
3-6 aríos haganjuego simbólico a partir de la A11Ue Ruiz de Velaseo
creación de escenngrafías elegidas dasde la es- Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle,
Madrid
tética del arte contemporáneo. ;I! .'If; ,;:'t';";;'1",Xti'1 ~.:;,; JI .