Presencia Cultural Bolivariana

Memorias del Regente Heredia

Transcripción y Análisis

Tutor: Profesor José Rondón

Alumno: Román Reyes

Maracay de Marzo de 2018

 Presencia cultural Bolivariana

Memorias del Regente Heredia

Alguna vez escuche de una profesora muy amada y admirada por mí, la frase: “todo
tiene una historia”. También hace vida en mis recuerdos el decir: “La historia estudiada es
la escrita por los vencedores” Así pues, al comenzar este trabajo analítico de las memorias
escritas del oidor Heredia, debo confesar que me embarga una sensación de extrañeza al
fragor de la escritura de los actos a continuación escritos en este su relato. Estos, sobre las
causas y efectos de los inicios de la emancipación de Venezuela con respecto al Imperio
Español. Y en especial, su postura en cuanto a los llamados por nosotros “Heroes Patrios”.

Por consiguiente, mi apreciación de entrada o primer contacto es de una “historia

contada por los vencidos y otra por los vencedores” esto dicho no con sentido conflictivo,
sino más sobre la visión de quién lee lo escrito, ¿un supuesto vencedor o un supuesto
vencido? Traigo a colación esta especie de regla armónica de preparación1 para tratar de
situarme como escritor analítico objetivo, sin asomar continuamente lo prejuicioso del caso
en sí para mí. Me explico: Por ser venezolano de nacimiento, con profundo amor por mi
País, crecido bajo la tutela del ideal Bolivariano, pero activamente con la interrogante
inmensa de ¿Quién Soy en la actualidad, después de vivir en mi patria con más de
quinientos años de convivencia con el legado español -en principio- ?

Es así, como comienzo a abordar los fragmentos escogidos por el tutor del abordaje
analítico. Tomando en cuenta que cada fragmento escogido por el mismo, lo sitúo en un
momento específico -los cuales son organización propia del transcriptor del texto en
cuestión- De esta manera, en orden de aparición serán: Época, fragmento y análisis.

.- Primera Época: Desde la formación de la junta, en jueves santo 19 de Abril de 1810,

hasta la ocupación de la provincia por las armas del Rey al mando de Don Domingo de
Monteverde en Julio de 1812

.- Fragmento: “Me cuesta mucha violencia recordarlos para escribirlos, pero habiendo
tenido tanta parte en la representación de los actos de este drama deplorable en
Venezuela, quiero que no se pierda su memoria para la instrucción de la posteridad” pág.
28

1 Preparación que se realiza en un trozo musical para ir de una tonalidad a otra sin que se
denote un desfase sonoro. (Zamacois, 1995)
.- Análisis: Para comenzar, entiendo que la palabra “violencia” que utiliza el Señor regente
Heredia, significa rabia, dolor o desespero, la cual debe ser sentida en él por recordar
todos los acontecimientos que este periodo de comienzo de la “gesta emancipadora” le
causó. Tal es el caso de la sublevación o decisión de los venezolanos de ese entonces a
elegir no formar más parte de la “madre patria”. Ahora bien, pienso que el señor Heredia
habla de provocarle “violencia” lo acontecido, seguramente por tocarle “estar aquí y ser de
allá” posición tal, que a raíz de este análisis es entendible y respetable para mí. Pero justo
sería decir que; ciertamente leyendo sus memorias en especial en este párrafo de la pág. 28
el regente habla de un “drama deplorable” de la situación y sus devenires a futuro, pero
entonces me asalta la sensación de extrañeza, al pensar en el “drama deplorable” que causó
la colonización a los habitantes ancestrales del suelo americano, y su devenir a futuro
-como lo demostrará la historia- que creo que fue olvidada por los “oidores” regentes
durante algo más de trescientos años.

Ahora mismo, empiezo por confrontarme con el cuestionamiento de si ¿soy

Venezolano Colono o soy Venezolano Colonizado? Y es justamente allí donde analizo mi
posición con respecto a todo el concepto de identidad nacional con data histórica. Pero,
además creo, que es desde allí justamente donde reside el problema del venezolano sin
identidad nacional propia, pues, pienso que desde entonces aparece la ideación de “ser de
aquí y sentirse de allá” o “ser de allá y sentirse de aquí”. Es decir, el sentir que: todo lo
cultural, social y espiritual que pretendemos arraigar en nosotros, con referencia a lo de
ultramar (España) es “extrañado” por algo que sentimos emana de esta tierra e inclusive, de
nuestro interno.

.- Segunda Época: Desde la entrada de Don Domingo de Monteverde en Caracas el 21 de

julio de 1812, hasta la del llamado Libertador Simón Bolívar en 6 de Agosto de 1813.

“Allí oí nombrar los apellidos más ilustres de la provincia, como que contra ellos se había
encarnizado la persecución de la gente más soez que formaba la mayoría del otro partido,
y vi niñas delicadas, mujeres hermosísimas y matronas respetables solicitando protección
hasta del zambo Palomo, un valentón de Valencia, despreciable por sus costumbres, a
quien Monteverde había escogido para que siempre le acompañase. La revolución de
Caracas no fue una sedición parcial contra el gobierno de las muchas que se
manifestaron en los tiempos anteriores, sino un incendio casi general del hemisferio
americano, por consecuencia necesaria del trastorno de la monarquía, y de las vicisitudes
de la terrible lucha en que se empeñó la nación para resistir la invasión francesa” pág.
78-79-80

Seguidamente, en este aparte, quisiera empezar el análisis por la parte final de la

exposición del regente. “Terrible lucha en que se empeñó la nación para resistir la
invasión Francesa” ¿Quiere decir esto que a España resistir una invasión extranjera, le era
una demanda divina, a pesar de que esa misma nación había sido invasora de otras
latitudes? Eso también me causa extrañeza. En cuanto al trastorno de la Monarquía, es tema
de múltiples posiciones humanísticas. Es decir, es ya sabida historia, los tratamientos
monárquicos en el mundo con respecto a sus súbditos. En cuanto a la persecución de los
“apellidos ilustres” por los “soeces” -como los llamo el regente- sería cuestión de
investigar un poco más sobre las causas de esta persecución, claro está; toda condición
deshonrosa, inhumana, e indigna impuesta a cualquier ser humano debe ser objeto de
desaprobación inmediata.

.- Tercera Época: Desde la ocupación de las provincias por Bolívar, hasta su expulsión de
Caracas por Boves en Julio de 1814.

.- Fragmento: “Las otras calamidades que ya habían cesado por los trabajos de la
audiencia, fueron el fruto natural de la imprudente revolución y demás tonterías que
cometieron sus autores, y en lugar de la paz que ya podía disfrutarse, traxo bolívar la
anarquía y la eterna discordia con todos sus lamentables efectos” pág. 149 “Las farsas
republicanas de Francia bullen eternamente en las cabezas de los que han salido al frente
de las revoluciones de la américa meridional. Esas procesiones con corazones en urnas,
esos entierros a las heroicas de Venezuela, y las fiestas cívicas de Buenos Aires, son cosas
tan ajenas de las costumbres u opiniones de los países donde se habla español, que aunque
produzcan un alboroto que los inventores toman por entusiasmo, solo contribuyen a
disgustar a la gente sensata del país” pág. 155

“A sangre fría y a machetazos perecieron en tres o cuatro días cerca de novecientos fieles,
sin más delito que su opinión o su origen, y sin otro objeto que saciar el sentimiento feroz
del partido. Bolívar que estaba en campaña dispuso esta matanza y la hizo executar el
margariteño Arismendi, que por la celebridad que le había dado en el partido la
sublevación de Margarita en que hizo el principal papel, vino a mandar en Caracas. Este
héroe de la revolución de quien tanto se ha hablado después, apenas sabe hablar
“Siudadanos (decía a los Caraqueños en una ocasión) toditiquitos debemos de ir a la
guerra, hasta los flaires”. Salió efectivamente a la expedición, y fue el primero que volvió
huyendo, como que los crueles son por lo común cobardes. A pesar que las razones
alegadas en un manifiesto impreso para disculpar una acción tan horrible y atroz, la
posteridad la tendrá siempre como un oprobio del nombre americano. No puedo referirla
con individualidad, porque la vergüenza y el dolor me ataban la lengua siempre que se
ofrecía hablar de ella, y así no pude tomar los informes necesarios” Pág. 164-165

.- Análisis: En este mismo orden de ideas, debo confesar, que me permití, leer a Godechot
Jacques, en su libro Titulado: Europa y América en la época napoleónica. (1800-1815)
para entender el fenómeno Revolución Francesa- Napoleón Bonaparte. Esto, porque el
Señor regente Heredia, de alguna manera hace alusión especial a la misma. Entendiendo él,
que Simón Bolívar y el resto de los criollos blancos que actuaban en la “sedición”
manejaban ideales de revolución francesa-napoleónica.

En este orden de ideas, revisemos objetivamente. Según Godechot , estas “farsas

republicanas de Francia” -las misma que le costaron a Napoleón su derrota histórica,
podrían haber sido: 1.- El haber iniciado su participación con intención republicana y
haberse convertido en lo que tanto combatió; un monarca (Emperador) 2.- El haber trazado
planes para una “gran nación” y haber convertido la gesta en una “gran expansión” 3.- El
haber propiciado con la retoma de Santo Domingo, la ruptura de la hegemonía económica
de Inglaterra en las colonias americanas . Entonces, podemos elucubrar, que Heredia los
pensaba no como “emancipadores” sino como nueva monarquía, con sed de expansionismo
y buscadores de poder económico. Quedando la interrogante abierta: ¿Es posible ver la
creación de la Gran Colombia como expansionismo en América?

Así mismo, en cuanto a las celebraciones y ritos condenados por Heredia como; no
cónsonos con las urbes parlo hispánicas, denota el desconocimiento del oidor en cuanto a
que; debajo de toda supuesta sumisión yace la trascendencia cultural, esto, conocido hoy
día como etnotradición. En cuanto a la matanza, inaceptable desde cualquier punto de vista
humanístico.

.- Cuarta Época: Desde la entrada de Don José Tomas Boves en Caracas, hasta la llegada
del ejército expedicionario al mando del general Don Pablo Morillo. En Abril de 1815.

.- Fragmento: “José Félix Ribas. Fue uno de los agentes primitivos de la revolución, y la
opinión pública lo contaba entre los patriotas más inmorales y feroces. Hombre nacido
para la ruina de su patria, y de una familia numerosa que sufre en el día la más espantosa
miseria” pág. 169

.- Análisis: Que fuese para la ruina de su patria sería un poco contradictorio, que fuese para
la ruina de los acomodados de la época, sería otra cosa. Pero esto a mi entender, también
tiene su razón de ser. Así pues, siempre me ha asediado la idea de que las “relaciones
terráqueas” comenzaron con mal pie. Pues, en el caso del coloniaje, la historia del mundo
se ha paseado por invasiones, revoluciones, re invasiones y recolonizaciones.

Lo anteriormente expuesto, ha traído como consecuencia en América, que muy

pocos sepan con exactitud de donde vienen sus raíces, y eso hace más inentendible las
luchas “Libertarias” por ejemplo: Cuando celebrábamos: “El día de la raza” ¿Cual raza; la
que invadió o la que fue invadida? “El descubrimiento de América” ¿Y es que los
habitantes de América estaban perdidos? “El día de la resistencia Indígena” resistencia que
no duro mucho. Si hurgamos en los segmentados procesos de la historia: colonizadora,
independentista y contemporánea de Venezuela, podemos darnos una idea, de que siempre
las revoluciones fueron por poder económico, a saber; en la colonial por recursos para
España salir de sus deudas, en la independentista, por el poder de una “nobleza criolla” con
auges de poder en su terruño y en la contemporánea por una ideología de vuelta a la
liberación de todas las anteriores, con participación cierta de otros actores.

En conclusión, podrá decirse de parte y parte (vencidos y vencedores) no solamente

que la razón los amparó en cuanto a los ideales del mundo pasado en cuestión – ilustración,
idealismo, empirismo- sino que, toda génesis necesita un grado de transformación tajante.
De allí -imagino- la declaración de guerra a muerte, la barbarie de Boves, el
aguillotinamiento en Francia, el hambre en el mundo y las posturas radicales en los
bastiones de poder. Todo tiene una historia.