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-Bien, como sabrá su psicólogo anterior se jubiló y me paso su caso para que continuara
con el trabajo anterior-
-No me trate de “usted”, mejor hablemos como si fuéramos amigos, el Doctor Cardozo
y yo lo somos aun a pesar de que se haya retirado de su profesión-
-Bien Esteban, el Doctor Cardozo y yo también lo somos, el también era profesor mio
en la universidad y como vio que yo aun era joven y abierto a nuevas ideas, me pidió
que atendiera tu caso con mucha meticulosidad y esmero-
-OK, me alegro de que el Doctor confíe en nosotros dos para tratar mi caso-
-Que bien, el Doctor me dijo que eras una persona especial para el, por eso me pidió que
siguiera tu evolución psiquiátrica muy de cerca-
-Acá esta-
-Bien, bien…-
Había llegado el momento que esperaba, el Dr. Federico había descubierto mi mayor
secreto. Sonrió y reviso las hojas. El Doctor Cardozo seguramente le había dejado
instrucciones precisas para que el y yo comenzáramos nuestra relación con el pie
adecuado. Seguía sonriendo con el papel en la mano.
-Veo, veo, bien, entonces seguiremos manteniendo a Pablo dentro del equipo de trabajo-
Seguía sonriendo. EL hijo del Doctor y yo también nos habíamos vuelto muy amigos, es
más en la pared del consultorio había una fotografía del Doctor, su hijo y yo. Faltaba lo
mejor sin embargo:
-Bueno, es interesante lo que este papel dice, especialmente porque el Doctor Cardozo
confía en mi y me pidió que atendiera tu caso con mucho detenimiento-
-Si, el Doctor a veces hacía las visitas de acompañante terapéutico en persona con su
hijo-
-¿Por qué?-
-Exactamente, ese es mi problema, aunque más bien, es uno de mis mayores secretos-
Era momento de tomar el toro por las astas para que el nuevo doctor tomara nota de lo
que quería decir eso.
-Mira Fede, lo mejor que podes hacer es llamar al Doctor Cardozo y pedirle que Pablo
nos lleve a mi casa para que compruebes en persona lo especial de mi caso-
Federico me miro lleno de interés, aun era temprano, eran las nueve de la mañana con
algunos minutos más. Me miró lleno de curiosidad para comprobar sus primeras
impresiones. Tomo los papeles, los leyó y los dejo en la mesa. Abatido por las fuerzas
de las circunstancias dejo los papeles en la mesa. Me miro a los ojos, yo sabía que
necesitaba dejar de lado sus costumbres marcadas por su profesión y miro la hora.
-Bien, es poco profesional pero el Doctor Cardozo también es mi amigo, esperarías aquí
mientras salgo a llamarlo-
Al salir del consultorio y comenzar a fumar supe que había ganado un amigo más para
mi causa. ¿Una manta?. Bien, quisiera ahorrarles tiempo para entender mi problema
pero sería un pecado contra la literatura. Afuera brillaba el sol y era primavera,
seguramente luego de que Fede hablara con el Doctor Cardozo, ambos lograríamos
avanzar un poco más en el desarrollo de mi caso. Cuando Fede salió del consultorio
sonriendo algo en mi vislumbro un nuevo encuentro con la magia que mueve los deseos
más profundos.
-Bien, el Doctor está feliz de que lo hayamos llamado, viene en camino junto a Pablo
para que hagamos un visita a tu casa-
-Así es el, jamás dejaría que cargues con la mochila de mi caso vos solo-
Me miro sonriendo, le convide un cigarrillo que acepto y decidí buscar un poco más de
conversación:
Ambos mirábamos la calle esperando ver el automóvil del Doctor. Yo solía ser así una
época, solía pasarme el día entero jugando video juegos y escuchando música. Mi vida
era muy parecida a la de un topo. Tenía que confesarle a mi nuevo amigo cual era mi
deseo más ferviente en el momento debido a mi problema psiquiátrico.
-Mi mayor deseo ahora es aprender a bailar Rock and Roll pero ser el mejor practicando
artes marciales también suena maravilloso-
Justo en ese instante el auto del Doctor se estaciono frente a nosotros. El Doctor bajo el
vidrio de su automóvil, su hijo estaba junto a él.
-Suban che-
Fede y yo nos subimos al automóvil. Tanto el Doctor Cardozo como su hijo miraban a
Fede por los espejos. Comenzaron una conversación conmigo midiendo el impacto de lo
que iba a pasar para cuando llegáramos a mi casa.
-Francamente solo se sonrió y luego te llamamos para ver cual debía ser nuestro
próximo movimiento-
-Bien, ni Pablo, ni yo podíamos perdernos de ver su cara-
-Atrás del patio hay una pequeña habitación con baño donde vivo yo y Walt-
Fede miró al doctor un poco lleno de reservas. El Doctor Cardozo al notar esto lo tomo
entre sus manos de forma paternal.
Al volver con los envases Pablo se ofreció para ir a comprar los insumos mágicos.
Prendí la computadora mientras Fede y el Doctor se sentaban en la cama.
-Un poco de Rock Alternativo, hace poco Walt y yo nos enamoramos de una canción de
Dressy Bessy, se llama Lady Liberty-
Note a Fede un poco ocupado tratando de descifrar quien era Walt pero Pablo volvió
con tres cervezas.
-Yo voy segundo, solo así vas a poder apreciar los poderes mágicos de mi caso-
Pablo sacó un porro del bolsillo y se lo paso a Fede para luego mirarme.
-¿Dónde está?-
-Que bien, nuestro nuevo amigo sabe fumar de las flores de mis plantitas santas-
El comentario de Pablo nos hizo reír a todos. Luego de darle otras dos secas más, Fede
me pasó el porro a mí. Era mi turno.
Le di “play” al reproductor y comenzó a sonar la canción Lady Liberty. Una, dos, tres
secas después Walt salió de su escondite para sorpresa de Fede y empezó a bailar en el
suelo como si tuviera que guiar a una masa de gente hacia una revolución. La primera
reacción de Fede al ver la manta salir de su escondite le provocó una reacción de
sorpresa desconcertante, luego de que la misma comenzara a bailar por la pieza sus
cejas arqueadas se distendieron y sobre su rostro se dibujó una sonrisa gigante. El
Doctor comenzó a fumar y le toco una pierna a Fede para que se tranquilizara ya que
aún seguía parado sobre mi cama.
Pablo era un gran analista. El reproductor se detuvo y había que elegir otra canción.
-Ahora veo porque esto también tiene un efecto político, si hablara seguramente
tendríamos muchos problemas-
El Dr. Cardozo sonreía lleno de confianza. Tenía que poner otra canción. Elegí “Dirty
Water” de The Jesus and Mary Chain. Walt se tranquilizó.
Les conté a mis amigos mi experimento de la semana pasada. Había arrojado humo
sobre Walt y esta había comenzado a girar sobre su eje sin dejar de bailar e intuir los
mensajes del Rock And Roll de cada canción. El Dr. sacó de su bolsillo un atado de
cigarrillos y todos nos prendimos un cigarrillo arrojándole humo a Walt. Mi amigo
diabólico se hacía un ovillo y se estiraba de nuevo. Desde que el y yo habíamos
encontrado nuestra amistad me había dedicado a comprar posters de bandas que me
gustaban. Cuando la canción se detuvo tuve que pensar en otra mientras el humo giraba
en la habitación y la cerveza pasaba de mano en mano hasta saciar nuestra sed. Era el
turno de “Mano n the Moon” de la misma banda. Walt empezó a desplazarse hasta mi
afiche de la banda. Al llegar a la pared comenzó a hacer alabanzas esperando el
momento indicado para su truco. Las trompetas comenzaron a sonar y Walt se acercó a
nosotros y comenzó a bailar de forma estrambótica. Poco a poco el Dr. Federico se
sintió igual que nosotros y me pidió una canción. Era el turno de “Taste the Floor”.
Walt comenzó a agitarse con el sonido de la guitarra en dirección a la pared con el
afiche mientras yo comenzaba a saltar sumándome a su encanto junto a Pablo. El Dr.
Cardozo comenzó a apagar y prender las luces; en ese instante, de forma simultanea nos
comentó sus planes:
-La semana que viene tengo una conferencia sobre Psicoanálisis Junguiano y tengo
planeado mostrarles a los mejores de mis colegas nuestro descubrimiento, es necesario
que todos vayamos haciendo nuestras maletas porque luego de eso vamos a ser más los
que tengamos motivos para fumar marimba, tomar cervezas y escuchar música, quizás
solo así y de la mano de los soñadores podremos llevar el mensaje de Walt al mundo-
Todos nos miramos llenos de complicidad pero la canción se había detenido y había que
poner otra. Se me ocurrió dejar un disco de The Black Keys: Let´s Rock. Tenía que
contarle al nuevo Dr. mi última experiencia usando LSD, leyendo y escuchando música
junto a mi manta sagrada. Lo mire al Dr. Cardozo lleno de fulgor en los ojos.
El Dr. Cardozo, su hijo y Fede me miraban llenos de asombro. Tuve que seguir mi
exponencia.
-Había dejado un disco de The Black Keys me acosté a fumarme un faso, al cerrar los
ojos buscando algo para dibujar me llego un recuerdo de haber dibujado a Jesús
ardiendo en una hoguera junto a unos dinosaurios, la manta poco a poco me fue
cubriendo y al llegar a mi cabeza mi cabeza se prendió fuego, Walt me traslado con sus
poderes mágicos a aquel instante y pude captar con esmero cada detalle de lo que me
quería mostrar mi cabeza que era lo siguiente: LA CONCIENCIA ESTA FORJADA AL
CALOR DE NUESTROS PENSAMIENTOS MAS PRIMOGENIOS.-Hice una pausa y
mire a Walt- Por aquellos entonces yo creía que el fuego era un portal hacia el Mas Allá
y que tenía grandes deseos de saber porque Jesús había muerto lleno de esperanza, lo
más interesante fue que cuando ocurrió eso pude escuchar al terminar la experiencia
mágica que Walt nos comunica con lo más profundo de la esencia de las cosas, al
terminar el dibujo escuche la voz del Mesías Cristiano preguntándome que era lo que
estaba escuchando; ROCK AND ROLL respondí a la voz del Más Allá y entonces
recibí una respuesta: LOS DIAS DEL FIN SE ACERCAN.
-Bien, vamos a tener que fumarnos otro faso y vos te vas a acostar mientras todos
cerramos los ojos, solo pensá en una canción y hablale al nuevo Dr. de lo que ves
mientras cerras los ojos retrocediendo en el tiempo, cada pequeño detalle cuenta: ¿Qué
ha estado leyendo últimamente?-
El doctor le pidió un faso a su hijo pero lo detuve en seco antes de darle candela:
-Bien, leí El Lobo Estepario al enterarme de que Herman Hesse había trabado amistad
con Jung-
-Bien Doc. fumemos y averigüemos que más podemos sacar a la luz de la magia de
Walt-mire a Fede- Vos sos el encargado de guiar al doctor hacia un nuevo escalón a
nuestras conciencias mientras Pablo y yo hacemos silencio: ¿Tenes idea de algo que
pueda ayudarnos a vislumbrar algo nuevo?-
Mi nuevo amigo debutaba en el club con brillantez pues inmediatamente recordé que
uno de los personajes de El Lobo Estepario era un joven brillante llamado Mozart, se lo
hice saber al Dr. Cardozo y acordamos escuchar las sonatas para piano del gran genio de
Viena. Busque el disco y lo deje en pausa mientras fumábamos otro churro. Poco a poco
fuimos llenando nuestros pulmones con marimba y el Dr. a mi señal se acostó, le pase
un cuaderno a Fede y le puse “play” al disco en mi computadora. Walt comenzó a
caminar por la cama. Le pedí al oído a Fede que comenzase su interrogamiento
psicoanalítico:
-Estamos fumando y conversando, lo veo con claridad- la voz del Dr. Cardozo se lleno
de dramatismo- hay algo que no entiendo, lo puedo percibir-
-¿Qué es Dr.?-
-Según lo recuerdo Tomas y yo esa noche nos quedamos conversando sobre cuánto nos
faltaba para terminar la facultad pero ahora está poniendo en marcha el automóvil y está
manejando por la ruta hacia la salida del pueblo en el que vivimos-
-¿Qué libro?-
-¿Qué le dice?-
-Que lo leyó pensando en nuestra infancia, que lo más atrapante desde su punto de vista
es el efecto psicoanalítico de la función de nuestras frustraciones para desenvolvernos
en el Teatro Mágico de nuestras decisiones en busca de un camino adecuado para
desentramar lo más oscuro de nuestras personalidades, lo puedo escuchar con precisión:
Siento que detrás mío habita un animal...-
-¿Qué animal?-
-Un gorrión…-
-¿Qué ven?-
-Se esta haciendo tarde afuera, es otoño…Siento que puedo manejar lejos de casa hasta
donde yo quiero y mostrarles a todos el lugar más hermoso de mi mismo…-
-¿Cuál es?-
-¿Dónde está?-
-Está en nuestro pueblo…Siento que allí puedo ver el atardecer más lleno de confianza
en un plan superior a mí mismo…Siento que literalmente hay allí un hogar para el
silencio y paz que no puedo encontrar en ningún otro lado…-
-¿Qué más puede averiguar de Tomas para entender lo que va a hacer en el futuro?-
-Me lo está diciendo: Creo que arrastro conmigo el peso de hacer un nido fuera de mi
mismo donde encontrar la certeza más justa con mi espíritu idealista…El mundo esta
contaminado y yo necesito saber que hay de puro dentro mío para llegar donde el
viento me llame y me cuente porque soy el único en mi familia que se pregunta cosas
profundas sin envilecer su alma…-
-Se pegó un tiro con el arma que su abuelo usaba para cazar luego de que este falleciera-
Entonces ocurrió algo mágico, el doctor comenzó a llorar y pudimos oír la voz de su
amigo Tomas:
-Francamente espero que el día de mañana algo dentro mío reviente lleno de esperma
como si saliera de un huevo y me mostrase cual es el destino de aquellos que son como
yo, esos que piensan que a pesar de no tener una muestra cabal de que vale la pena
perseguir con fervor la música dentro de nuestras almas-
Fede hizo una pausa, la música seguía su curso y entonces comprendí que todos
teníamos angustia dentro nuestro, alrededor de nuestras auras el atardecer detrás de las
ventanas abría un umbral hacia otro tiempo lejos de nosotros mismos en mi habitación.
Tuve que prenderme un cigarrillo para soportar el drama detrás de ese enigmático día en
la vida del Dr. Cardozo y Tomas. Fede siguió con la terapia:
-Se está haciendo tarde y Tomas aprieta el acelerador…Cada vez que siento que no
puedo manipular la sombra detrás de mi alma con forma de gorrión tengo que volar
cerca de la laguna, quizás posarme cerca de la orilla o cerca del faro y contemplar de
forma natural el ciclo detrás de cada otoño, cada primavera, cada verano o cada
invierno donde me sienta más cómodo a pesar de que nadie lo entienda…-
-Me lo esta diciendo: A veces siento que solo vos sabes como yo que ese lugar tiene que
estar cerca de un faro y que solo allí puedo vivir más cerca de aquellos que son como
nosotros…-
-Lo acabo de hacer…Tarde o temprano el hombre tendrá que volver a sí mismo, aunque
desde los astros o las aves…
Las últimas palabras no solo nos llegaron a través del eco en el tiempo detrás del
recuerdo de Tomas sino que también nos llegaron con el eco de una voz más allá del
tiempo de todos allí, era la mismísima voz de Carl Gustav Jung. El doctor lloraba aun
más y cuando parecía concluido todo el doctor nos dejo ver detrás de la mente de Tomas
una imagen muy prometedora de un futuro nostálgico:
-Acaba de estacionar frente a un mirador, acaba de apagar las luces del automóvil y
frente a nosotros podemos ver una bandada de gorriones volando más alla de la laguna
hacia otro lugar mas cerca del Sol, es hermoso…-
Entonces el Dr. Cardozo se sacó la manta de los ojos y se levanto sonriendo lleno de
júbilo y con las mejillas llenas de candor.
-Fue hermoso, lo que ocurrió no fue así, aquella vez solo fumamos y conversamos de
cosas banales relacionadas a la facultad, y sin embargo, luego de que sintiéramos en
nuestros corazones la música de la habitación pude comprender el mensaje detrás de ese
recuerdo o sueño en el que naufragamos Tomas y yo hasta comprender porque me llevo
allí-
-Sera mejor que nos marchemos todos y dejemos nuestros planes para la próxima
ocasión-
El Dr. Cardozo antes de pasar a través del marco de la puerta se detuvo en seco.
-Ya lo tengo, lo estoy por terminar, se trata de Un Cuarto Propio de Virginia Woolf-
-Es un libro cuyo principal punto es una cuestión personal de la autora con las razones
que tiene una mujer para comenzar a filosofar; me gustaría descubrir así las propiedades
de mi habitación para llevarnos a otro viaje cósmico-
“Cósmico”, la palabra le hizo gracia al Dr. Cardozo y todos prometimos leer el libro
para el próximo encuentro.
¿FIN?