Campos Medina Ismael Monográfico VIII

(Heidegger)

Shit Happens!1

Existe en el hombre una predisposición por reafirmar su historia como una intención de
desarrollo que podría bien sustentarse la mayor parte del tiempo en una teleología extraña
que supone un decaimiento y a la vez una reconstrucción de nuevos ideales, y surgimientos
culturales que le dan forma a los individuos sometidos al periodo histórico en el que se
desarrollan. Sin embargo, este acto que a primera vista tiene una apariencia
irreductiblemente eterna, es en sí misma una manifestación de la lectura que tiene el
hombre de la historia y el desasosiego que produce en él saberse como parte de esta desde
un punto de vista siempre en tendencia a algo que no se encuentra dispuesto ahí para él,
sino más bien que debe construirse o que tiene que erradicar para lograr asirse del sentido.

Entendemos aquí que la historia termina mermando la posibilidad de acción del hombre
puesto que delimita a través de la noción de historicidad todo acto que plantea en su mente,
asimilando que aquello que está aquí no es enteramente esencia suficiente del proyecto que
desea emprender, por lo tanto, necesita limitar su ser a una estratagema ideológica que lo
supere. Por naturaleza nos enfrentamos a esta relación creando a través del pensamiento
una nueva estructura que no debe ser esterilizada por el veneno de la historia como
estímulo negativo.

El desarrollo de lo factico se podría traducir como aquella relación filosófica con lo

limitante que somete al individuo a crear un Museo de actos y actividades históricas que le
ofrecen un respiro a la búsqueda del sentido, pues considera que en ellas se encuentra todo,
limitando así si actividad para con la experiencia hodierna, turbando de manera
desasosegante su percepción del estar ahí, añadiendo conjeturas y suposiciones históricas
que limitan su relación con su propio ser.

1
Frase popular particularmente tomada de la película Forrest Gump(1994) que indica un leve dejo de
nihilismo al asimilar que las cosas no tienen un verdadero origen trazado y que en teoría las cosas
simplemente suceden.
Si pensamos como señala Heidegger (2005) que el objeto es simplemente algo dado en la
experiencia del hombre mientras que las objetualidades son la trascendencia y su conexión
con la historicidad de tal objeto y que la actitud resultaría una referencia con
intencionalidad de dar a notar dichas objetualidades, mientras que las actitudes no
referenciales serían sólo una referencia sin conexión fundamentada con la objetualidad.
Vemos aquí que el hombre por naturaleza tiende a dar lecturas impertinentes sobre su
posición en el mundo, y no logra ver que las cosas que en sí suceden sólo suceden. Sin
orden aparente y sin una relación trágica de lo dispuesto en el mundo al afirmar que Todo
esto me pertenece a mí mismo, y yo mismo no lo abarco. Para poseerse a sí mismo el
espíritu es demasiado angosto” (Heidegger, 1999, p. 35) limitando la experiencia de lo dado
por sí.

En pocas palabras, no hay ninguna necesidad de recalcar el valor de lo humano en el

sentido histórico, puesto que nos desviamos del paraje inicial y siempre subyacente del aquí
y ahora, por lo que siempre podríamos responder mediando entre nuestro sentido fáctico y
nuestro vicio historicista con una frase simple: “Shit happens”.

M. Heidegger. (1999). Estudios sobre Mística Medieval. México: FCE.

M. Heidegger. (2005). Introudcción a la fenomenología de la Religión. España.

Siruela