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Facatativá, 30 de abril de 2013

CARTA ABIERTA A LA SEÑORA MINISTRA DE EDUCACIÓN MARIA FERNANDA CAMPO SAAVEDRA

A PROPOSITO DE LA LEY MEDIANTE LA CUAL SE CREA EL SISTEMA DE CONVIVENCIA ESCOLAR

Doctora María Fernanda: No sé si esta carta llegue a sus manos, pero por el solo hecho de
escribirla siento un desahogo de ese nudo en la garganta que me produjo cuando leí la famosa Ley
sobre Convivencia, la cual se estaba esperando con muchas ansias, no tanto por la necesidad sino
por la expectativa que usted, el presidente Juan Manuel Santos y los congresistas de la Unidad
Nacional habían provocado.

En primer lugar, señora ministra, usted que tanto alarde hace de que los maestros no sabemos
leer, permítame hacerle una crítica constructiva: En la mencionada Ley 1620 del 15 de marzo de
2013, firmada por los representantes de los llamados padres de la patria y por varios ministros,
incluida usted, y su presidente, no se dieron cuenta que no existía un artículo 11, al cual se hace
mención en el literal 1 del artículo 18 y el literal 2 del artículo 17.

En segundo lugar, doctora, no encuentro por ninguna parte soluciones de fondo que nos permita a
los educadores, rectores, orientadores y coordinadores, entre otros, manejar la problemática tan
grande que vivimos en el aula de clase y en la institución educativa. Así como se dice que para
gobernar en el siglo XXI es difícil, educar en este siglo también es bastante difícil, doctora María
Fernanda.

No crea doctora que los educadores en la escuela no hacemos nada por reglar lo relacionado con
la convivencia. Los manuales de convivencia son constructo nuestro, así nos equivoquemos. A
veces nos equivocamos provocados por esos asesores y contratistas descontextualizados que nos
llegan a las instituciones orientándonos, inclusive equivocadamente, como sucedió con unos
señores llamados colegios al derecho, quienes convirtieron algunos manuales de convivencia en
manuales de Sentencias de la Corte y de copie y pegue de la Ley de Infancia y el Código Penal.
También en cada colegio contamos con el proyecto de DDHH y el de educación sexual. Lo que si
tenemos es muy poco tiempo construirlo, implementarlo y para desarrollarlo.

De lo que si carecemos señora ministra es de falta de actualización y capacitación en contexto que


nos permita entender y comprender las características y problemáticas de los niños y jóvenes del
siglo XXI; jóvenes y niños que nacieron en el mundo de los ordenadores, del Internet, de la
telefonía móvil, en el mundo de la globalización y en la llamada era del conocimiento o de la
ignorancia, pero también niños y jóvenes que crecen en medio de la pobreza, la desnutrición, la
desesperanza y la inseguridad, entre otros. Si usted leyó la noticia y vio la carita del joven Andrés
Leonardo Achipiz, quien ya confesó que desde los 5 años, los padres lo obligaban a robar para
aportar dinero a su familia y que lleva en su haber 35 muertes, fue un muchacho que pasó por la
escuela y que a lo mejor muchos maestros tuvieron que soportar la problemática de los robos, del
narcomenudeo, de las amenazas a compañeros, de los problemas de pandillas, en fin, de eso que
usted señora ministra conoce muy bien pues las estadísticas se lo mencionan en forma
permanente y que es la problemática que vivimos día a día en la escuela.

Nosotros, señora ministra vivimos en la escuela y tenemos que abordar esa sociedad de odio,
violencia, corrupción que nos muestra la televisión y los medios de comunicación en forma
permanente; vivimos con esos niños criados en medio de la violencia intrafamiliar que cada día
crece más y más; vivimos con esos niños que ven series de televisión en donde la violencia es
atractiva y en donde a través de realities se ofrece un mundo fácil y en donde el estudio y la
academia poco importan. Usted que habla tanto de la experiencia de Finlandia, allá toda la
sociedad está en función de la educación y sobre todo se le exige a los medios y a la sociedad en
general, apoyo para una educación de calidad. De eso no se ve nada en la Ley en comento.

En Bogotá en esta semana, se le dedica parte de un editorial a la problemática de inseguridad de


los niños de esta ciudad. En dicho editorial se dice que en el 77 por ciento de los colegios hay
presencia de pandillas y que en el 75% hay problemas de delincuencia. Igual se dice que muchos
niños corren peligros pues deben cruzar lotes solos, oscuros, llenos de basuras, roedores, en fin la
problemática que ya conocemos. Es decir los niños desde que ingresan a la escuela, ingresan con
miedo y con terror y qué decir, cuando salen, pues también deben regresar a sus casas con los
mismos problemas de inseguridad y en algunos casos a la espera del jíbaro o el delincuente que
los abordan para que cumplan el trabajo sucio, como el caso del famoso “pescadito” a quien le
suministraban las armas para que cometiera los delitos. Todo eso señora ministra no pasa solo en
Bogotá, pasa en todo el país.

Para afrontar toda esa problemática, la escuela y los educadores seguimos con las mismas políticas
y con las mismas herramientas pedagógicas del siglo antepasado, con el agravante que el hoy
presidente de los colombianos, en el año 2001,(Acto Legislativo 01 y Ley 715) con la anuencia de la
mayoría de los parlamentarios, incluidos algunos que posan de izquierda, le impusieron a la
escuela la ampliación de la jornada laboral, la fusión de los establecimientos educativos (rectores
con 5 y 6 sedes), se redujo el número de directivos, se desapareció de un plumazo los equipos de
orientación, se acabaron con los tiempos para las direcciones de curso y de los jefes de área, se
aumentó el número de estudiantes por curso, se redujo el salario de maestros y directivos (a hoy
no existe siquiera la tabla de aumento para el presente año). Esto para no hablar de la falta de
dinero para construcción, dotación, arreglo y mantenimiento, de lo cual también se ha hablado
mucho en estos días, cuando por los medios de comunicación se muestra colegios y escuelas
cayéndose y niños recibiendo clases en el suelo o en un pupitre para dos. De esto no se habla nada
señor ministra.

Doctora María Fernanda: Yo pienso que a si a cambio de este tipo de normas, se produjeran
normas para levantarnos la moral, para reducirnos el número de niños por salón y por maestro, si
se volviera a los equipos de orientación ( psicólogo, trabajador social, psicopedagogo), y si se nos
devolviera los tiempos para la dirección de curso y jefes de área, a cambio de buscar reducir aún
más el número de docentes, en algo podríamos ayudar a la grave problemática de nuestros niños,
niñas y jóvenes.

Que día, al detectar un problema de indisciplina de una niña, para contarle solo una de mis
angustias, dicha niña me decía que tenía ganas de suicidarse porque andaba muy aburrida ya que
no podía vivir con la mamá porque el marido de ella no la aceptaba y que no podía vivir con el
papá porque la mujer de él tampoco la aceptaba y que debido a esa situación solo le quedaba la
alternativa de convivir con su abuelita. Ante estos casos, que son el día a día de la escuela,
doctora, uno acude, no crea que no lo hacemos, al ICBF, a las Comisarías de Familia, a los sitios de
Atención Familiar, pero ellos, al igual que nosotros están atafagados de la cantidad de
problemáticas que deben afrontar y tampoco cuentan con el personal suficiente para atender
todos los casos de una manera eficaz y con la calidad que se requiere. La ruta que se establece en
la ley está muy bien diseñada, ¿pero los recursos y el personal para atender, se va a aumentar?.

Señora ministra: no quiero hacerme más extenso. Solo unas preguntas finales:

1. ¿no sería bueno que así como se piensa en deshacinar las cárceles, se pensara en
deshacinar las escuelas y colegios?
2. ¿no sería bueno que ese préstamo de los doce millones de dólares con el BID y los
recursos que andan invirtiendo en capacitación digital, enseñándonos a manejar Word a
los maestros, se invirtieran en lo que en verdad necesitamos las escuelas?
3. ¿no sería bueno que así como se piensa en capacitación, dotación con últimas tecnologías,
mejoramiento de salarios y actualización de las fuerzas militares y de policía, también se
pensara en capacitación, dotación, actualización y mejoramiento salarial de las escuelas y
docentes?
4. ¿por qué se piensa en aumentar el número de pie de fuerza militar y a cambio usted
propone reducir los maestros, con su famosa preocupación de las clases de 60 minutos?
5. ¿Por qué usted no le devuelve a la escuela los profesores de educación artística y de
educación física, recreación y deportes que se eliminaron o se redujeron, producto de las
normas impuestas? ¿no cree que ellos serían un buen aporte para bajar los índices de
violencia e indisciplina que vivimos en las aulas y colegios?
6. ¿Por qué no se piensa en una actualización y capacitación de calidad para que maestros y
directivos docentes podamos entender a los niños de padres separados, a los niños de la
globalización, a los niños desplazados por la violencia guerrillera, paramilitar, y por las
condiciones de pobreza de los campos y ciudades; a los niños de las madres que viven
humilladas y maltratadas en las empresas de floras y multinacionales, en fin de todos esos
niños que requieren casi qué atención personalizada tal y como lo han propuesto los miles
de pedagogos a través de los tiempos.
7. ¿no sería bueno preocuparse por la salud mental y la salud de nosotros los maestros?
8. ¿No le parece miserable a usted señora ministra que los docentes tengamos que estar
buscando abogados para que se nos cancelen deudas atrasadas de hasta cuatro y cinco
años al igual que las prestaciones?. ¿inclusive la primita de mitad de año que usted no
quiere reconocer?
Los maestros seguiremos buscando el mejoramiento de la calidad, en el entendido que
nuestro compromiso es con los niños, niñas y adolescentes, pero también estaremos
atentos a defender nuestros derechos y nuestras mejoras ya que los derechos de los niños
se cumplirán en la medida que se tenga a unos educadores en buenas condiciones y en
espacios propicios para el desarrollo de nuestra labor. La vida en las aulas es muy dura
señora ministra, no es de pronto como usted se la imagina. Recuerde que hoy en día la
China tiene los mejores colegios del mundo y que ha superado a los EEUU, quien pasó de
tener buenos colegios a tener colegios regulares por haber cometido el error de estar
gastando más en el sistema carcelario que en educación y salud.

De usted, muy atentamente

Un maestro de aula que sufre las afugias de la escuela y del aula.

HENRY SARABIA ANGARITA


C. C. No. 13.358.034 de Ocaña N. de Sder.

Correo electrónico: henrysarabia1@ hotmail.com

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