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Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la Educacion

Universidad Nacional Experimenta de Los llanos Centrales Romulo Gallegos

Valle de la Pascua – Estado Guarico

PARADIGMAS POSITIVISTAS

Profesora: Estudiante:

Suhail Solano V. 28341085 Yoxliana Soler


1. ¿Qué son los paradigmas positivistas?

Este tipo de paradigma se enfoca en los estudios realizados a partir de sucesos y


situaciones que son percibidos por los sentidos. Luego de dicha percepció n deben ser
verificados y cuantificados para determinar las causales reales de los sucesos antes
percibidos.

2. Objetivos y finalidad

Objetivo:

Los positivistas buscan hechos o causas de los fenó menos sociales con independencia
de los estados subjetivos de los individuos.

Finalidad:

Su finalidad es la de explicar, predecir, controlar los fenó menos, verificar teorías.


Leyes para regular los fenó menos.

3. Principios
 El positivismo es una corriente de pensamientos cuyos inicios se suele atribuir a
los planteamientos de Auguste Comte
 No admite como validos otros conocimientos sino los que proceden de la ciencia
empírica
 La influencia de Comte: Algunos autores hacen coincidir el inicio del positivismo
con la publicació n de su obra ¨Curso de la filosofía positiva¨
 Escuela filosó fica que defiende determinados supuestos sobre la concepció n del
mundo y del modo de conocerlo:
a) El mundo natural tiene existencias propias
b) Esta gobernado por leyes
c) El objetivo que se obtiene se considera objetivo y factual
d) Utiliza la vía hipotético-deductiva
e) Defiende la existencia de ciertos grados de uniformidad y orden en la
naturaleza.
4. Fundamentos.
 El clá sico y pasado de moda positivismo, nos entrega una visió n interesante de los
paradigmas centrados en el conocimiento de causa-consecuencia al momento de
comprender el futuro conocimiento.
 Epistemología objetivista:
a. La legalidad constitutiva de la realidad es susceptible de ser descubierta y
descrita de manera objetiva y libre de valores.
b. El investigador adopta una posició n distante respecto del objeto que investiga.
 Los paradigmas actú an como filtros de selecció n
 El paradigma positivista reconoce ú nicamente como reales los objetos
gobernados por leyes universalmente validas
 Solo lo demostrable científicamente es acorde con este paradigma, el cual rechaza
lo sobre natural.
 Los objetivos del paradigma positivistas comprenden la investigació n científica, la
formació n de leyes y el establecimiento de las causas y efectos de los fenó menos.
 En el á mbito de la educació n, el Paradigma positivista establece que solo puede
haber conocimiento verdadero de lo que ocurre en los hechos objetivamente
observables y descubrir las leyes por las que se rige a los fenó menos educativos.
 En definitiva, para los positivistas, el conocimiento consiste en la explicació n de
las leyes inmutables de los sistemas sociales, que se obtiene identificando las
relaciones causa-efecto.
5. Como conciben la realidad.

La realidad esta dada fuera de nosotros es ú nica y objetiva puede se fragmentada


para su aná lisis y las partes pueden ser manipuladas independientemente.

Sujeto-acceso a la realidad mediante los sentidos, la razó n y los instrumentos que


utilice. Lo que es dado a los sentidos puede ser considerado como real.

6. Como definir la relació n sujeto-objeto.

El sujeto y objeto de conocimiento son independientes, ya que se plantea como


principio la neutralidad valorativa, esto quiere decir que el investigador se ubique en
una posició n neutral con respecto a las consecuencias de sus investigaciones.

 Independiente.
 Neutral
 Libre de valores

En el conocimiento dialectico el sujeto construye el objeto, y no hay posibilidad alguna


de que el sujeto acceda absolutamente al objeto, pues el acceso del objeto del
conocimiento esta medido por las experiencias previas del sujeto. De acuerdo con lo
anterior las experiencias previas y los conocimientos anteriores del sujeto facilitan o
inhiben la construcció n de nuevos conocimientos.

7. Técnicas: Instrumentos y estrategias de los paradigmas positivistas


a. Para estudiar el objeto introduce variables e indicadores.
b. Se plantea una hipó tesis desde la ló gica formal
c. Selecciona métodos, técnicas y procedimientos estandarizados, normados,
validos y confiables, respetando el orden y rigor en su aplicació n para evitar
toda dificultad y contradicció n con lo planificado
d. Toda labor investigativa está encaminada a la comprobació n de la hipó tesis
e. La ló gica de este paradigma es la aplicació n sucesiva de las siguientes etapas:
 La planificació n: Es la actividad inicial, donde el investigador proyecta todo lo
que va a realizar, y en que momento lo hará ; es decir esto te materializa en el
proyecto o diseñ o de la investigació n
 La ejecució n: es la etapa donde se llevan a cabo las tareas investigativas
planificadas en la fase anterior; en ella se usas los instrumentos investigativos a
las muestras seleccionadas, con el objetivo de recoger la informació n, libres del
factor subjetivo del hombre
 La evaluació n: Es la fase siguiente, donde se procesan estadísticamente los datos
obtenidos en la etapa anterior, lo que permite arribar a conclusiones
científicamente fundamentadas
 La comunicació n: Constituye la elaboració n y divulgació n de un detallado informe
con los resultados obtenidos. Esto permitirá que que otros investigadores puedan
repetir la investigació n y obtener idénticos resultados, lo que seria una prueba
irrefutable del rigor científico con que se ha trabajado y de la autenticidad de los
conocimientos producidos.

8. Principales limitaciones.

Las principales limitaciones de los paradigmas positivistas son: Defiende la falsa


neutralidad científica, extrapola los métodos de las ciencias naturales, a las ciencias
sociales, predominan los aspectos cuantitativos y los métodos empíricos; y la
establece a distancia entre el investigador y los sujetos investigados.

9. ¿Que es materialismo histó rico dialectico?

La concepción materialista de la historia, también conocida como materialismo histórico


es un término acuñado por el marxista ruso Gueorgui Plejánov, que alude al marco
conceptual identificado por Karl Marx y usado originalmente por él y Friedrich Engels
para comprender la historia humana. Aunque el materialismo histórico se haya
estrechamente ligado al marxismo; historiadores, sociólogos e intelectuales no ligados al
marxismo han tomado elementos de aquel para elaborar sistemas y enfoques
materialistas para el estudio de la historia. En cambio El materialismo dialéctico es la
corriente del materialismo de acuerdo con los planteamientos originales de Friedrich
Engels y Karl Marx que posteriormente fueron enriquecidos por Lenin y después
sistematizados por miembros de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética
principalmente. Esta corriente filosófica define la materia como el sustrato de toda
realidad, sea concreta o abstracta (pensamientos), emancipa la primacía e independencia
de la materia ante la conciencia y lo espiritual, declara la cognoscibilidad del mundo en
virtud de su naturaleza material, y aplica la dialéctica basada en las leyes dialécticas
propuestas por Georg Wilhelm Friedrich Hegel para interpretar el mundo, superando así
al materialismo mecanicista. El materialismo dialéctico es uno de los tres componentes la
base filosófico del comunismo marxista-leninista. Denominado “Diamat”, el materialismo
dialéctico fue también la filosofía oficial de la antigua Unión Soviética.

10. Característica.
Características del materialismo histó rico:
 Entiende la economía como base de la historia social.
 Parte del principio de que la ideología, valores y cultura de una sociedad son
determinados por el modelo de producció n.
 Comprende que los cambios socioeconó micos no dependen de la determinació n
individual.
 La transformació n histó rica de las sociedades es concebida como consecuencia de
las fuerzas de producció n.
Características del materialismo dialectico

 El materialismo dialectico nos propone, pues, una interpretació n de la realidad


concebida como un proceso material en el que suceden una variedad infinitas de
fenó menos, a partir de otros anteriores existentes.
 Se opone al idealismo, en el sentido en el que se considera que no existe mas
realidad fundamental que la materia; pero la materia no es una realidad inerte, si
no diná mica, que contiene en si la capacidad de su propio movimiento, como
resultado de la lucha de los elementos contrarios.
 Es la aplicació n de la dialéctica de bases materiales, sin descartar la importancia
de las ideas como haría el materialismo ingenuo, pues de la oposició n entre la
idea y la materia puede surgir la transformació n de la idea o de la materia misma
 Son el fundamento que toda explicació n de la realidad, pero también que afectan
a toda realidad (naturaleza, realidad y pensamiento) y que son objetivas
independientes de la naturaleza humana.

11. Cuáles son los Principios bá sicos del materialismo dialéctico y el materialismo
histó rico

El materialismo dialéctico es una concepción de la naturaleza y sus fenómenos


representada de manera dialéctica y materialista. Esto es, ni más ni menos que el
contrapunto de lo que sería una caracterización idealista y metafísica de la
naturaleza. A lo largo de la historia los filósofos se agruparon en dos corrientes que
defendían posturas antagónicas respecto a la prioridad en el orden universal entre el
espíritu y la naturaleza. Aquellos que opinaban que el espíritu precedía a la naturaleza
abrazaron el idealismo, mientras que los que defendían la posición contraria optaron
por el materialismo. En tanto, la dialéctica se basa en encontrar las contradicciones
de un adversario para superarlas y encontrar la verdad mediante el análisis y la
argumentación. Este método amplió su umbral para aplicarse al estudio de la
naturaleza, llegando a la conclusión de que ésta se halla en perpetuo cambio y
movimiento, desarrollándose de tal manera que las contradicciones inherentes en el
todo, es decir, en el universo, son el motor y el resultado de la acción recíproca de las
fuerzas contradictorias de la misma naturaleza. Es por ello que la dialéctica es el
contrapunto de la metafísica, pues ésta entiende el mundo desde el punto de vista de
la verdad absoluta; de la realidad estática de un universo ajeno a los procesos
dialécticos.

 ¿Qué es la verdad absoluta?

El diccionario Rosenthal-Yudin del XVIII Congreso del PCUS describe el término verdad
absoluta observando que «por verdad absoluta, en metafísica, se entiende la
inmutabilidad del conocimiento humano. Considerando todos los objetos y
fenómenos como inmutables y dados de una vez para siempre, la metafísica admite
toda verdad como acabado y definitivo resultado del conocimiento. El materialismo
dialéctico niega tal género de verdad absoluta. El conocimiento representa en sí un
proceso histórico de movimiento de la ignorancia al saber, de la noción simple de los
distintos fenómenos y partes de la naturaleza, hacia su más profunda y completa
comprensión y el descubrimiento continuo de nuevas leyes de su desarrollo. Cada
grado de conocimiento está limitado por el nivel de la ciencia y las condiciones
históricas de la vida social, que inevitablemente hacen relativos, es decir, incompletos,
nuestros conceptos de la naturaleza. Empero, siendo relativas las verdades que
nuestro conocimiento descubre, contienen, a la vez, partículas de la verdad absoluta,
por cuanto reflejan exactamente, aunque de modo incompleto, el mundo objetivo
exterior. Por eso, el conocimiento logrado mediante verdades incompletas y relativas,
nos aproxima a la verdad absoluta, es decir, al conocimiento pleno y universal del
mundo objetivo. Sin embargo, un conocimiento que agotase el mundo objetivo, sería
absurdo. Ello sólo sería posible en condiciones dadas, si el mundo material dejara de
desarrollarse, se detuviera en su movimiento y se agotase a sí mismo. Pero eso no
será nunca. El mundo se encuentra en estado de eterno cambio y renovación. Por
consecuencia, el conocimiento, que es reflejo racional del mundo exterior, es también
inagotable y nunca puede acabar, como inagotable e infinito es el mundo”. De este
modo, podemos encontrar algunas diferencias entre el materialismo dialéctico y el
idealismo o la metafísica.

 La génesis del materialismo dialéctico


La dialéctica fue desarrollada por el filósofo alemán Hegel. Karl Marx y Federico
Engels tomaron las ideas de este filósofo como base estructural, sin significar ello que
su método fuera estrictamente hegeliano, pues lo que Marx y Engels hicieron fue dar
una vuelta a la dialéctica de este gran pensador, tomando las partes fundamentales de
su racionalismo; desechando las partes irracionales. Asimismo, Marx y Engels
tomaron el materialismo de Ludovico Feuerbarch para desarrollar su propia versión;
mucho más avanzada y completa. El materialismo de Feuerbach estaba incompleto ya
que no observaba el valor práctico de lo sensorial como algo subjetivo, sino como una
forma de contemplación, es decir, obviaba la realidad material de la actividad humana
y lo sensorial. Es más, Feuerbach observaba al hombre de forma abstracta, sin
contemplar el conjunto de relaciones sociales que derivan en la realidad del mismo,
sin atender al carácter revolucionario de la actividad práctica en el conjunto de la
sociedad, algo que Marx y Engels desarrollarían de manera magistral con su
materialismo histórico.

El materialismo dialéctico se opone frontalmente a la metafísica, ya que ésta ve la


naturaleza como algo estático y casual en la que los objetos y los fenómenos están en
donde están por puro azar o por la intervención de algún ser divino sin mantener una
relación de dependencia o reciprocidad. Ésta es una de las razones por las que el
materialismo dialéctico es rechazado por los reaccionarios desde sus inicios, pues
cuestiona el estatus y el origen de la explotación del hombre por el hombre.
Recordemos que durante la época en la que Marx y Engels vivieron aún existía la
esclavitud, y que ésta se justificaba bajo el pretexto de que “dios lo disponía”. De esta
misma manera se justificaron el colonialismo y otras atrocidades en períodos
posteriores a la muerte de estos grandes pensadores y revolucionarios. La dialéctica
materialista considera que la naturaleza es algo que está en continuo desarrollo y
movimiento, que se sustenta en el cambio y la constante renovación, y es por ello que
todos los elementos contradictorios entre sí han de ser estudiados de manera
independiente, desde su inicio hasta su fin, dando con todos los elementos posibles
desde su principio hasta su final, desde su nacimiento hasta su desaparición.
Respecto a esto, Federico Engels interpretó que «toda la naturaleza desde sus
partículas más minúsculas hasta sus cuerpos más gigantescos, desde el grano de
arena hasta el sol, desde el protozoo hasta el hombre, se halla en estado perenne de
nacimiento y muerte, en flujo constante, en movimiento y cambio incesante”.

Asimismo, cabe señalar existen otras vertientes del materialismo que deben ser
analizadas, como el materialismo metafísico —o mecanicismo—, que pese a tener una
concepción materialista llegó a ser caracterizado como vulgar por Engels, tanto por su
incapacidad para adaptarse al desarrollo de los nuevos avances científicos como para
aplicarse al estudio de las sociedades, ya que existen convenciones diversas según el
lugar en el que nos encontremos; convenciones que rompen con la secuencia lógica
de cualquier planteamiento mecanicista por su caracterización diversificada, aún
tratándose de elementos aparentemente similares. De hecho, el físico Werner
Heisenberg demostró en 1925 que a medida que se profundiza en el proceso de
determinación de la posición de una partícula, mayor es imposibilidad de calcular sus
movimientos lineales, y por ende su velocidad. Mientras el materialismo mecanicista
defiende una realidad en la que el mundo está compuesto por objetos y partículas que
se relacionan entre sí de un modo pasivo, la dialéctica materialista establece que todo
fenómeno natural es un proceso establecido mediante una serie de leyes —que
veremos con posterioridad—.

Del materialismo dialéctico también cabe destacar el desarrollo de la idea del objeto
desde la concepción humana. Si los idealistas tienden a pensar que los objetos no
existen sin la mente, es decir, que son una serie de sensaciones combinadas; el
materialismo dialéctico opina que los objetos existen de manera independiente a la
mente, siendo las ideas imágenes de estos. Asimismo, el concepto de idea es algo
que la metafísica idealista no ha sabido superar, pues según ellos, las ideas son algo
más allá de la materia. La verdad es que las ideas no son más que un producto del
cerebro derivadas de una serie de procesos eléctricos y químicos. Desde los sueños
hasta la acción de ponerse un zapato, toda idea, toda imagen; es producto del
constante movimiento de la materia. En ese flujo constante, en ese movimiento y
cambio incesante, es donde entra la contradicción, pues todo proceso de cambio se
halla integrado en un movimiento progresivo de tránsito del viejo estado cualitativo al
nuevo, de lo simple a lo complejo. Así pues, la lucha incesante de lo viejo y lo nuevo, lo
que muere y lo que se desarrolla, es lo que genera el proceso de cambios cualitativos
en toda materia. E.g. Para que una especie se extinga o evolucione han de darse una
serie de contradicciones y luchas entre opuestos que recorran un proceso histórico
totalmente ajeno a cualquier ciclo estático interminable. Mientras la metafísica
cristiana cree que el mundo tiene una edad de 5775 años —en 2015—, la dialéctica
materialista demuestra de manera científica que el universo es algo muchísimo más
antiguo; un lugar en el que los hombres y las mujeres descienden de criaturas que
surgieron en los mares hace millones de años, y no de la voluntad de un ser divino
caprichoso. Todo es un proceso de constante desarrollo cuyo motor es la lucha entre
opuestos, la contradicción. Asimismo, la dialéctica se fundamenta en el método
científico, que es utilizado para la producción de conocimiento. Cabe señalar que el
método científico derivó posteriormente en el materialismo histórico, que es una
ciencia regida por normas y leyes cuyo fin describiremos a continuación.

 El método científico y las leyes de la dialéctica

El método científico se distingue por aplicarse mediante los siguientes pasos:

1 – Observación: Consiste en aplicar los sentidos a un objeto o fenómeno, para


analizarlos tal como se presentan en la realidad.
2 – Inducción: Consiste en extraer el principio particular, o los principios particulares
de cada objeto o fenómeno observados.

3 – Hipótesis: Consiste en realizar un planteamiento mediante la observación.

4 – Experimentación: Consiste en probar una hipótesis.

5 – Antítesis: Consiste en demostrar o refutar una hipótesis.

6 – Tesis: Consiste en sacar una conclusión, o una serie de conclusiones. Todo lo


mencionado anteriormente —salvo el método científico en sí, que deriva en muchas
ramas— se encuadra dentro de una serie de leyes de la dialéctica, que a su vez son
leyes del movimiento de la realidad.

 Las leyes de la dialéctica son las siguientes:

1 – Ley de la interacción universal.

2 – Ley del movimiento universal.

3 – Ley de la unidad y la lucha de los contrarios.

4 – Ley de la transformación de la cantidad en cualidad.

5 –  Ley del desarrollo en espiral de la materia.

Ley de la interacción universal

Esta ley afirma que todos los elementos de la realidad existen bajo una relación
estructural con el resto de los elementos la misma. Esto significa que ningún
elemento de la realidad existe de manera aislada, tal y como propone la filosofía
clásica cuando trata de comprender los elementos de la realidad mediante la
abstracción; de un modo independiente.

Ley del movimiento universal

Esta ley afirma que la realidad no es perpetua sino que está en movimiento constante.
Es por ello que cada elemento debe ser comprendido en la medida que se le pueda
ubicar dentro del movimiento universal. Necesaria es la distinción entre el movimiento
profundo de la realidad, que sólo puede comprenderse a través del entendimiento de
las contradicciones centrales o radicales analizando de manera particular teniendo en
cuenta factores subyacentes difíciles de encontrar a primera vista, y el movimiento
aparente, que puede analizarse inmediatamente.

Ley de la unidad y la lucha de los contrarios


Esta ley afirma que los elementos que entran en contradicción son ínter-dependientes
y se necesitan recíprocamente para existir, pese a ser radicalmente opuestos. En este
marco, el hecho de que uno de los contrarios desaparezca o sea destruido marcaría la
desaparición de la contradicción. Mayoritariamente, el elemento antitético es el que
destruye a la tesis, y ésta es lo que tiende a desaparecer.

Ley de la transformación de la cantidad en cualidad

Esta ley afirma que una vez se acumula una determinada cantidad de una misma
realidad, se genera un cambio cualitativo que crea una nueva realidad, realidad
enfocada a un nivel de realidad superior.

Ley del desarrollo en espiral

Esta ley afirma que una vez llegada a un nivel cualitativo superior, la materia aún
conserva particularidades de estados inferiores. Esta ley se contrapone a la
concepción metafísica de la realidad, que observa el desarrollo como un círculo
cerrado en el que nada nuevo es producido.

Así pues, el progreso del hombre lleva implícito la suma de determinadas


características de manera gradual o continua, llegando a un momento límite en el que
el más mínimo desequilibrio puede cambiar la realidad de manera radical. En la
realidad social, este desequilibrio se mueve por la acción de la colectividad humana,
denominada clase social.

A continuación desarrollaré brevemente la aplicación del materialismo dialéctico a la


ciencia de la historia, el materialismo histórico.

El materialismo histórico consiste en aplicar las bases fundamentales del


materialismo dialéctico al estudio de la historia y la vida social. Siendo también el
materialismo dialéctico un método de estudio científico, podemos determinar que el
materialismo histórico es una ciencia que se encarga de comprender los procesos
históricos a través de la dialéctica materialista. Así como las condiciones y
propiedades de los objetos en movimiento de la naturaleza determinan la realidad de
esta, las condiciones económicas y sociales del hombre determinan a éste. La
condición fundamental para el desarrollo de las condiciones y propiedades
elementales del hombre son, en última instancia, el modo para obtener los medios
fundamentales para vivir y las formas aplicadas para conseguir los bienes materiales
de toda sociedad, es decir, el modo de producción.

El modo de producción se subdivide en dos ramales, que son las fuerzas productivas y
las relaciones de producción. Las fuerzas productivas son los instrumentos motrices
que permiten que la producción salga adelante, y las relaciones de producción son las
relaciones sociales que los productores establecen entre sí para llevar el proceso
productivo hacia delante. Dentro de las fuerzas productivas se hallan la fuerza de
trabajo, que se distingue por integrar los medios humanos —físicos e intelectuales—
puestos al servicio de la producción de bienes; los medios de producción, que son el
conjunto de herramientas destinadas a la producción, y la organización del trabajo,
que es la manera en la que los productores distribuyen las tareas relativas a éste. Las
relaciones de producción también se subdividen en diferentes campos, como la
organización del trabajo; las relaciones de propiedad que indican la distribución de los
medios de producción, y las relaciones de distribución, que materializan el modo en
que el excedente de lo producido es repartido.

El espectro de modos de producción inherentes a una sociedad determina su base


económica. Esta superestructura es el eje fundamental de toda sociedad, y se
subdivide en una superestructura ideológica y una superestructura política. La
superestructura ideológica es el conjunto de convenciones y normas sociales que que
influyen en la cultura o las tradiciones de la sociedad, y la superestructura política es
el medio mediante el cual se mantiene la base económica. Este medio se refleja en las
instituciones legales destinadas a tal fin, como el ejército y la policía, el parlamento, el
sistema judicial y sus leyes, etc. Como podemos observar, estas estructuras están
sujetas a toda clase de contradicciones, de ahí que la historia sea un proceso de
cambios económicos sin fin.

Así como la naturaleza cambia sus formas y no se estanca en tal o cual estado, la
producción también se desarrolla afectando de lleno al orden social, a las ideas, a las
instituciones, y a todo el ámbito humano. Es por ello que la ciencia histórica, el
materialismo histórico, no debe centrarse en lo que hizo tal o cual rey, príncipe o
sátrapa en tal o cual lugar o período; debe centrarse en la historia de los productores;
las relaciones en la producción de los bienes materiales, y en la historia de los
trabajadores y sus respectivos pueblos. De ahí se desprende la importancia de
comprender el estudio de la historia desde el materialismo histórico, siendo éste
nuestra mejor herramienta para el estudio del universo y sus contradicciones.

A continuación, profundizaremos en el estudio de las relaciones de producción con


una breve introducción a la Teoría del Estado.

La Teoría del Estado

Durante las siguientes líneas intentaré abarcar la Teoría del Estado a través de un
punto de vista materialista, teniendo en cuenta los fundamentos históricos que
originaron el desarrollo de éste. Además trataré de explicar brevemente su evolución y
formas a lo largo de la historia, siendo la simplicidad la base fundamental de este
argumento, en el que comenzaré con una escueta explicación sobre el significado y
los orígenes del Estado, finalizando con un análisis sobre su desarrollo y evolución a lo
largo del tiempo.
 ¿Qué es el Estado?

Segú n la RAE el Estado es “el conjunto de ó rganos de un país soberano”, pero iremos
má s allá en la explicació n. El Estado es una entidad econó mica, política y social que
organiza las normas dentro —o fuera— de un territorio soberano de manera
coercitiva, es decir, una organizació n que puede ejercer la violencia contra sus
miembros de manera legal, siempre y cuando los miembros de esa sociedad hayan
infringido las reglas establecidas por ésta, aunque hay diferentes tipos de Estado —
como el policial— en el que no es necesario que exista un ordenamiento jurídico para
ejercer la represió n. Todo Estado tiene un evidente cará cter de clase, siendo éste el
medio administrativo y armado que ejerce los intereses de una clase social sobre otra,
de la clase dominante sobre la clase oprimida. Una cuestió n clave respecto al Estado
es que éste no tendría la necesidad de existir a partir del mismo momento en el que
las clases sociales dejasen de existir, es decir, la esencia fundamental de la que emana
la realidad de un Estado es la del propó sito de sometimiento de una clase por parte de
otra. Mediante esta aclaració n, podemos afirmar que el Estado es la dictadura de un
grupo predominante sobre un grupo oprimido, independientemente de lo
democrá tico que este pueda ser, ya que su objetivo principal es el mantenimiento del
poder econó mico-político de una clase sobre otra. Tal mantenimiento es conseguido
mediante la coerció n y la violencia, demostrando que el Estado sería imposible de
gestionar sin estos actos.

 Orígenes del Estado

La aparició n de los primeros estados se dio con la Revolució n neolítica, hacia el añ o


7000 antes de Cristo. É sta es la fecha aproximada del inicio de la civilizació n y el
abandono de la barbarie. La població n, organizada generalmente por clanes que
tenían unos lazos de parentesco, había comenzado a abandonar los há bitos de
cazadores-recolectores y a controlar su entorno; un eterno en el que la comida ya no
era recolectada, sino generada. Estaban los que domesticaban a los animales —
pastores—, y los que domestican a las plantas silvestres —agricultores—. Los
pastores y los agricultores comenzaron a entrar en conflicto cuando los rebañ os de los
primeros comenzaron a pastar y pisar los campos de los segundos. Ese acto de
utilizació n de las propiedades ajenas generó los primeros estallidos de violencia entre
los diversos grupos de pastores y agricultores especializados, derivando en conflictos
bélicos que permitieron la captura de prisioneros que posteriormente pasarían a ser
esclavos; la primera clase social oprimida. Estos acontecimientos histó ricos ya fueron
registrados en las tablillas de los sumerios —la primera civilizació n conocida—.
Evidentemente, los sumerios inventaron una escritura y unas leyes con el fin de que
prevalecía el poder de los amos sobre los esclavos. También cabe destacar el
abandono de la sociedad matriarcal para la implementació n de un tipo de sociedad
patriarcal marcada por una mayor agresividad y un entorno má s competitivo y
belicista. Al aumentar las necesidades de suma de trabajo era necesario adquirir má s
mano de obra, y los prisioneros de guerra jugaron un papel fundamental para la
cobertura de esas necesidades convirtiéndose en esclavos. Las relaciones ínter-
tribales pasaron de la colaboració n y el trueque al latrocinio sistemá tico mediante
organizaciones para la rapiñ a de bienes ajenos, aunque cabe destacar que el
intercambio entre diferentes facciones jamá s cesó . Fue durante ese periodo cuando
los seres humanos comenzaron a abandonar el nomadismo para adoptar las
costumbres sedentarias; las de los primeros agricultores. La agricultura permitió que
las mujeres pudieran alimentar a sus hijos con una mayor facilidad, lo que permitió un
sustancial aumento de la població n y el nacimiento de los primeros nú cleos urbanos.
Es el principio del Estado esclavista, la primera fase de la evolució n del Estado hacia el
capitalismo, pasando por el feudalismo.

 La evolució n del Estado

Los diferentes tipos de estado han variado segú n el desarrollo de la raza humana, la
ciencia, la técnica, y sobre todo, segú n las necesidades de las clases explotadoras
predominantes por orden cronoló gico: los amos, los señ ores feudales, y los
capitalistas.

Como he mencionado anteriormente, la esclavista es la primera forma de Estado, es


decir, nació una organizació n social que permitió el gobierno de los esclavos por parte
de sus amos, gobierno que estaba avalado por una legalidad a favor de los amos,
creado ú nica y exclusivamente para el control de las posibles tensiones generadas
entre las diferentes clases sociales, para el uso de métodos coercitivos de manera
legal. De hecho, los esclavos no pertenecían a la sociedad —técnicamente— ya que no
eran ni má s ni menos que una propiedad privada de los amos. De hecho la ley romana
los veía como bienes y, por lo tanto, ni siquiera estaban protegidos ante un asesinato o
cualquier acto contra su persona. Los ratios diferenciales entre la població n esclava y
la població n opresora eran sustancialmente favorables a los esclavos por cifras
astronó micas, y hubo ejemplos de revueltas esclavas durante aquel tiempo, siendo el
de Espartaco el má s relevante. Espartaco y su movimiento fueron aplastados por
Roma después de una cruenta lucha que costó la crucifixió n a todo esclavo
superviviente. De hecho 6000 esclavos prisioneros fueron crucificados en la Vía Apia
desde Roma a Capua como celebració n de la victoria sobre Espartaco. Tales estados
nacieron con el fin de mantener a una parte de la sociedad oprimida por otra, es
evidente la imposibilidad de que una mayoría trabaje obligatoriamente para una
minoría sin la creació n de un aparato de coerció n permanente. Las capacidades
técnicas de del aparato estatal eran infinitamente inferiores a las actuales, por lo
tanto, ese aparato tenía un radio de acció n mucho má s limitado. Los ejemplos de
estados esclavistas má s cercanos que tenemos son el griego y el romano. Estos
estados practicaban la opresió n contra la clase esclava independientemente de ser
una dictadura, una monarquía, o una Repú blica aristocrá tica o democrá tica. La esencia
del Estado no variaba, independientemente de las diferencias en las formas de
gobierno, estaba dirigida al control de los esclavos por parte de sus amos. Cabe
recordar que la economía de la Grecia y la Roma antiguas estaba basada
principalmente en la explotació n de los esclavos y que, jamas, hubieran alcanzado tal
desarrollo sin ellos.
Las formas de explotació n variaron sustancialmente con el paso del Estado esclavista
al Estado feudal. Si el esclavo era una propiedad del amo que carecía de derecho
alguno y ni siquiera estaba considerado como un ser humano, el siervo del Estado
feudal estaba sujeto a la tierra de un señ or al que debía pleitesía. La mayoría de la
població n seguía siendo rural, y el ratio diferencial entre siervos y señ ores era
favorable a los primeros, siendo estos una amplia mayoría. El Estado seguía
funcionando como un elemento coercitivo que oprimía a una mayoría para favorecer a
la clase social opresora. La mayoría de los estados eran monarquías, siendo las
repú blicas una rareza que se presentó en momentos eventuales. Los campesinos
siervos tenían derecho a trabajar para sí mismos una corta serie de días, siendo el
trabajo del resto de días para su señ or. Los siervos carecían de derechos, siendo en
este caso los señ ores los ú nicos que los poseían. Las diferencias entre un esclavo y un
siervo eran mínimas, pero durante el feudalismo se abrió un marco para
emancipació n de los segundos, ya que no estaban considerados como una propiedad
del señ or feudal. Al poder trabajar en sus propias parcelas, los siervos podían ser
dueñ os de sus vidas —hasta cierto punto—, y al poder intercambiar los bienes
obtenidos de su trabajo a través de relaciones comerciales y del desarrollo de una
industria rudimentaria fueron desintegrando el sistema feudal para dar paso a una
nueva forma de opresió n, el capitalismo.

La clase capitalista la burguesía nació al desarrollarse el comercio y el intercambio de


mercancías, principalmente durante el final de la Edad Media. El descubrimiento de
América inició una etapa de enorme crecimiento debido a la ingente cantidad de
metales preciosos llegados de ultramar. Si bien tuvieron gran importancia durante la
etapa feudal, la plata y el oro pasaron a convertirse en un medio de riqueza bien
reconocido; un medio transformado en bienes de circulació n monetaria bá sica. Tal
riqueza aumentó el poder de los capitalistas, declinando el de los señ ores feudales. La
nueva sociedad se ordenó de un modo en el cual todos los ciudadanos eran iguales
ante la ley, con independencia de la riqueza que poseyeran. Los terratenientes y los
hombres pobres «eran iguales ante la ley». La sociedad capitalista se formo bajo la
consigna de la libertad, pero esa libertad era ú nicamente para los propietarios de
algú n tipo de bien, ya que los proletarios —la nueva clase explotada— se empobrecían
cada vez má s al ser su fuerza de trabajo su ú nica posesió n. La derrota del feudalismo
sirvió sin duda alguna para la libertad de los representantes del Estado capitalista,
pero recordemos que “el Estado es una entidad econó mica, política y social que
organiza las normas dentro -o fuera- de un territorio soberano de manera coercitiva,
es decir, una organizació n que puede ejercer la violencia contra sus miembros de
manera legal, siempre y cuando los miembros de esa sociedad hayan infringido las
reglas establecidas por esta. Todo Estado tiene un evidente cará cter de clase, siendo
este el medio administrativo y armado que ejerce los intereses de una clase sobre
otra, de la clase dominante sobre la clase oprimida”. Por tanto, la definició n de libertad
fue, y es ú nicamente ú til si se habla de los capitalistas, ya que el proletariado
difícilmente pudo —y puede— alcanzar la libertad si no posee ningú n medio del que
beneficiarse sin ser previamente explotado. Una de las principales características del
Estado capitalista es la subordinació n de los aparatos estatales ante los burgueses. El
Estado cumple con un objetivo base de ayudar a los capitalistas para el sometimiento
del proletariado, por mucha apariencia de libertad que se pretenda exhibir. En los
estados capitalistas el capital lo es todo, siendo el parlamento un mero espectador de
las políticas a favor de los opresores capitalistas. Incluso podemos afirmar
tajantemente que el parlamento del Estado capitalista-burgués es el instrumento
principal para el mantenimiento de la opresió n sobre la clase obrera, sobre el
proletariado. Por estas razones es má s que evidente que el «axioma» de la libertad
bajo el Estado capitalista no es má s que una simple falacia argumentativa de los
generales del capitalismo y sus tentá culos representados por el parlamento burgués y
los medios de comunicació n voceros de la verdad capitalista, entre otros. No puede
existir libertad mientras las clases sociales existan, no puede existir libertad allá
donde allá un ser humano explotado por otro, y si existe la libertad, ¿quiénes son los
privilegiados que disfrutan de ella aparte de quienes tienen la capacidad de oprimir?

 La alternativa socialista

Hay una figura que determina similitudes dentro del Estado esclavista, el Estado
feudal, y el Estado capitalista. Esa figura es la dictadura de unos pocos contra una
excelsa mayoría; mayoría que era oprimida de manera sistemá tica por el aparato de
control estatal mediante la coerció n y la violencia estructural inherente a la razó n de
ser de cada Estado. Sin embargo la aparició n del Estado socialista rompe con la
realidad anterior; rompe con la dictadura de unos pocos contra una mayoría para
convertirse en la dictadura de la mayoría contra los antiguos opresores. Esa es la
dictadura del proletariado.

Existen ejemplos histó ricos en los cuales las masas oprimidas toman el control del
Estado para crear un espacio libre de opresió n capitalista, el má s claro antes de la
llegada del Estado socialista es la Comuna de París, formada por una serie de consejos
municipales que eran elegidos de manera democrá tica entre los distintos distritos de
la capital francesa. Evidentemente, los miembros de aquellos consejos pertenecían a la
clase obrera. La Comuna suprimió los elementos represivos del antiguo régimen y se
encargó de que su representació n estuviera formada por obreros. Policía, ejército, y
clero fueron apartados del poder por el pueblo con el fin de alcanzar los objetivos
fundamentales de este movimiento, pero se olvidó algo fundamental; se obvió la
preparació n de una autoridad armada para el mantenimiento de tal orden. Es por ello
que la Comuna de París fue aniquilada y sus miembros exterminados. El desarrollo de
los acontecimientos hubiera sido completamente diferente si la Comuna de París
hubiera utilizado el aparato represivo propio del Estado. La irrupció n de la teoría
marxista y la idea de que antes de la aparició n del comunismo ha de haber un periodo
de transició n planteó un campo de batalla diferente ya que ahora, los obreros podían
mantener el poder a través de los ó rganos que anteriormente les habían oprimido,
siendo ellos, en este caso, quienes formaran parte del aparato opresor estatal; siendo
la mayoría quien oprimiera a la minoría previamente opresora con la certeza del
mantenimiento del poder a través de un sistema de defensa armado y preparado para
encauzar cualquier eventualidad.
El desarrollo de la Revolució n Rusa de 1917 y el establecimiento de la Unió n de
Repú blicas Socialistas Soviéticas demostró que el mantenimiento del poder por parte
de los obreros sería posible si la clase obrera cumplía con lo establecido por Karl Marx
y Federico Engels. Gracias a la guía de Vladimir Lenin y el Partido Bolchevique la clase
obrera consiguió pasar a ser la clase opresora y la burguesía se convirtió en una clase
oprimida camino a la extinció n. Los obreros se organizaron en soviets; un sistema de
asambleas de trabajadores que decidía las políticas a seguir de manera democrá tica.
El partido Comunista se organizó para liderar a las masas y desarrollar el Estado para
el periodo de transició n hacia el comunismo, el socialismo. La base fundamental del
socialismo es la apropiació n de los medios de producció n para su aprovechamiento
comú n, y no para el enriquecimiento de unos pocos. Mediante este paso, los
trabajadores dejarían de ser explotados de manera sistemá tica y obtendrían una
recompensa justa a su trabajo, es decir, se acabaría con toda forma de explotació n del
hombre por el hombre, dando inicio a una sociedad sin clases. Para ello, fue
fundamental que los miembros de la clase obrera tomaran la iniciativa y ocuparan la
direcció n estatal de la sociedad, cerrando el paso a representantes antagó nicos de
otras clases sociales. La violencia y la coerció n también forman parte de la dictadura
del proletariado, sin embargo esta dictadura va dirigida hacia una minoría de la
població n, la antigua clase explotadora capitalista. Lenin apreció con certeza que «lo
que tiene en comú n la dictadura del proletariado con la dictadura de las otras clases
es que está motivada, como cualquier otra dictadura, por la necesidad de aplastar a
viva fuerza la resistencia de la clase que pierde la dominació n política. La diferencia
radical entre la dictadura del proletariado y la dictadura de las otras clases —la
dictadura de los terratenientes en la Edad Media, la dictadura de la burguesía en todos
los países capitalistas civilizados— consiste en que la dictadura de los terratenientes y
la burguesía ha sido el aplastamiento por la violencia de la resistencia de la inmensa
mayoría de la població n, concretamente de los trabajadores. La dictadura del
proletariado, por el contrario, es el aplastamiento de la resistencia que ofrecen los
explotadores, es decir, la minoría ínfima de la població n, los terratenientes y los
capitalistas”. Para que el socialismo triunfara fue necesaria la participació n de la clase
obrera en la gestió n de la sociedad y el Estado, por esa razó n era fundamental un
agrandamiento de la democracia para el proletariado. Había que derrumbar la
democracia burguesa para iniciar un nuevo tipo de democrá tica a través de un cambio
sustancial dentro de esta, para eso era necesaria la transformació n de los ó rganos de
representació n como el Parlamento en ó rganos de poder al servicio de la clase obrera.
La creació n de instituciones bá sicas de la democracia directa como el mandato
imperativo, el referéndum y la revocabilidad de los cargos —entre otras—
sustituyeron la democracia burguesa por la democracia proletaria de las trabajadoras
y los trabajadores. Lenin supo observar que “la salida del parlamentarismo no está ,
naturalmente, en abolir las instituciones representativas y la elegibilidad, sino en
transformar las instituciones de lugares de charlatanería en corporaciones de
trabajo». La extinció n de las clases explotadoras y la posterior desaparició n de las
clases sociales daría paso al comunismo, es decir, al final del Estado, pero esto no se
dio jamá s ya que depende por completo del desarrollo de la sociedad dentro del
marco histó rico. El mismo Lenin apreció que para la desaparició n completa de Estado
había que llegar al comunismo pleno basado en la má xima «de cada cual, segú n sus
capacidades; a cada cual, segú n necesidades». El Estado existiría mientras no se dieran
esas condiciones y la primera necesidad vital de cada hombre y mujer no fuera
trabajar voluntariamente segú n su capacidad, existiese plena abundancia en
productos de consumo y hubiese un elevada productividad del trabajo.

La historia sigue y los cambios llegará n inexorablemente dando pie a nuevas


realidades y nuevos momentos. No cabe la posibilidad de evitarla ocultá ndose tras un
muro de silencio creyendo que ésta pasará a nuestro lado sin afectarnos.
Sencillamente hay que decidir de qué manera se ha de participar en ella, y del lado de
quienes estar.

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