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En resumen, buscar la felicidad en un mundo

tan trastornado por las injusticias y los


dramas puede parecer egoísta. Nuestra
propia felicidad es· siempre ligada la
búsqueda de la felicidad de los demás. Esta
búsqueda nos ayuda a vivir necesita al otro,
pero Este se escurre.

RESUMEN

Héctor Ariel Corro Saavedra


UNIVERSIDAD SANTA MARÍA LA ANTIGUA
FACULTAD DE INGENIERÍA Y TECNOLOGÍA
LICENCIATURA EN INGENIERÍA CIVIL

Resumen Modulo 2

“Proceso de maduración personal: la apertura a la Trascendencia.”

Preparado por:

Corro Saavedra, Héctor Ariel

Docente Responsable:

Juan Arcia

Veraguas, 2020
Resumen

Es necesario conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus


esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramático que con frecuencia le
caracteriza. He aquí algunos rasgos fundamentales del mundo moderno. El
género humano se halla en un período nuevo de su historia, caracterizado por
cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo
entero. Tan es así esto, que se puede ya hablar de una verdadera metamorfosis
social y cultural, que redunda también en la vida religiosa.

Así mientras el hombre amplía extraordinariamente su poder, no siempre consigue


someterlo a su servicio. Quiere conocer con profundidad creciente su intimidad
espiritual, y con frecuencia se siente más incierto que nunca de sí
mismo. Descubre paulatinamente las leyes de la vida social, y duda sobre la
orientación que a ésta se debe dar. Jamás el género humano tuvo a su disposición
tantas riquezas, tantas posibilidades, tanto poder económico.

Sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria y son


muchedumbre los que no saben leer ni escribir. Nunca ha tenido el hombre un
sentido tan agudo de su libertad, y entretanto surgen nuevas formas de esclavitud
social y psicológica. Mientras el mundo siente con tanta viveza su propia unidad y
la mutua interdependencia en ineludible solidaridad, se ve, sin
embargo, gravísimamente dividido por la presencia de fuerzas
contrapuestas. Persisten, en efecto, todavía agudas tensiones
políticas, sociales, económicas, raciales e ideológicas, y ni siquiera falta el peligro
de una guerra que amenaza con destruirlo todo. La inquietud los atormenta, y se
preguntan, entre angustias y esperanzas, sobre la actual evolución del mundo. El
curso de la historia presente en un desafío al hombre que le obliga a responder.

Según lo que se establece en el subpunto de cambio profundos los progresos de


las ciencias biológicas, psicológicas y sociales permiten al hombre no sólo
conocerse mejor, sino aun influir directamente sobre la vida de las sociedades por
medio de métodos técnicos. Al mismo tiempo, la humanidad presta cada vez
mayor atención a la previsión y ordenación de la expansión demográfica. La propia
historia está sometida a un proceso tal de aceleración, que apenas es posible al
hombre seguirla. El género humano corre una misma suerte y no se diversifica ya
en varias historias dispersas. La humanidad pasa así de una concepción más bien
estática de la realidad a otra más dinámica y evolutiva, de donde surge un nuevo
conjunto de problemas que exige nuevos análisis y nuevas síntesis.

Por todo ello, son cada día más profundos los cambios que experimentan las
comunidades locales tradicionales, como la familia patriarcal, el clan, la tribu, la
aldea, otros diferentes grupos, y las mismas relaciones de la convivencia social. El
tipo de sociedad industrial se extiende paulatinamente, llevando a algunos países
a una economía de opulencia y transformando profundamente concepciones y
condiciones milenarias de la vida social. Nuevos y mejores medios de
comunicación social contribuyen al conocimiento de los hechos y a difundir con
rapidez y expansión máximas los modos de pensar y de sentir, provocando con
ello muchas repercusiones simultáneas. Y no debe subestimarse el que tantos
hombres, obligados a emigrar por varios motivos, cambien su manera de vida.
De esta manera, las relaciones humanas se multiplican sin cesar y el mismo
tiempo la propia socialización crea nuevas relaciones, sin que ello promueva
siempre, sin embargo, el adecuado proceso de maduración de la persona y las
relaciones auténticamente personales. Conscientes de su propia función en la vida
social, desean participar rápidamente en ella. Las nuevas condiciones ejercen
influjo también sobre la vida religiosa. Por una parte, el espíritu crítico más
agudizado la purifica de un concepto mágico del mundo y de residuos
supersticiosos y exige cada vez más una adhesión verdaderamente personal y
operante a la fe, lo cual hace que muchos alcancen un sentido más vivo de lo
divino. En muchas regiones esa negación se encuentra expresada no sólo en
niveles filosóficos, sino que inspira ampliamente la literatura, el arte, la
interpretación de las ciencias humanas y de la historia y la misma legislación civil.

Una tan rápida mutación, realizada con frecuencia bajo el signo del desorden, y la
misma conciencia agudizada de las antinomias existentes hoy en el
mundo, engendran o aumentan contradicciones y desequilibrios. Surgen muchas
veces en el propio hombre el desequilibrio entre la inteligencia práctica moderna y
una forma de conocimiento teórico que no llega a dominar y ordenar la suma de
sus conocimientos en síntesis satisfactoria. Brota también el desequilibrio entre el
afán por la eficacia práctica y las exigencias de la conciencia moral, y no pocas
veces entre las condiciones de la vida colectiva y a las exigencias de un
pensamiento personal y de la misma contemplación. Aparecen discrepancias en la
familia, debidas ya al peso de las condiciones demográficas, económicas y
sociales, ya a los conflictos que surgen entre las generaciones que se van
sucediendo, ya a las nuevas relaciones sociales entre los dos sexos.
Nacen también grandes discrepancias raciales y sociales de todo
género. Discrepancias, por último, entre las instituciones internacionales, nacidas
de la aspiración de los pueblos a la paz, y las ambiciones puestas al servicio de la
expansión de la propia ideología o los egoísmos colectivos existentes en las
naciones y en otras entidades sociales. Todo ello alimenta la mutua desconfianza
y la hostilidad, los conflictos y las desgracias, de los que el hombre es, a la
vez, causa y víctima. Aspiraciones más universales de la humanidad.

Entre tanto, se afianza la convicción de que el género humano puede y debe no


sólo perfeccionar su dominio sobre las cosas creadas, sino que le corresponde
además establecer un orden político, económico y social que esté más al servicio
del hombre y permita a cada uno y a cada grupo afirmar y cultivar su propia
dignidad. Las naciones en vía de desarrollo, como son las independizadas
recientemente, desean participar en los bienes de la civilización moderna, no sólo
en el plano político, sino también en el orden económico, y desempeñar libremente
su función en el mundo. La mujer, allí donde todavía no lo ha logrado, reclama la
igualdad de derecho y de hecho con el hombre. Los trabajadores y los agricultores
no sólo quieren ganarse lo necesario para la vida, sino que quieren también
desarrollar por medio del trabajo sus dotes personales y participar activamente en
la ordenación de la vida económica, social, política y cultural. Por primera vez en
la historia, todos los pueblos están convencidos de que los beneficios de la cultura
pueden y deben extenderse realmente a todas las naciones. De esta forma, el
mundo moderno aparece a la vez poderoso y débil, capaz de lo mejor y de lo
peor, pues tiene abierto el camino para optar entre la libertad o la esclavitud, entre
el progreso o el retroceso, entre la fraternidad o el odio. El hombre sabe muy bien
que está en su mano el dirigir correctamente las fuerzas que él ha desencadenado
y que pueden aplastarle o servirle.

En realidad, de verdad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están


conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el
corazón humano. Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior
del hombre. Son muchísimos los que, tarados en su vida por el materialismo
práctico, no quieren saber nada de la clara percepción de este dramático estado, o
bien, oprimidos por la miseria, no tienen tiempo para ponerse a considerarlo. Otros
esperan del solo esfuerzo humano la verdadera y plena liberación de la
humanidad y abrigan el convencimiento de que el futuro del hombre sobre la tierra
saciará plenamente todos sus deseos.

Y no faltan, por otra parte, quienes, desesperando de poder dar a la vida un


sentido exacto, alaban la insolencia de quienes piensan que la existencia carece
de toda significación propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente
subjetivo.
Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su
fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y
que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea
necesario salvarse. Bajo la luz de Cristo, imagen de Dios invisible, primogénito de
toda la creación, el Concilio habla a todos para esclarecer el misterio del hombre y
para cooperar en el hallazgo de soluciones que respondan a los principales
problemas de nuestra época.

En el proceso de maduración humana como lo establece el texto el ser humano a


diferencia de los seres irracionales no esta preocupado por sus condiciones
internas, sino por una causa de poder ayudar o servir a alguien, Es decir, el
hombre cuanto más se olvida de sí mismo se hace más humano y más
persona. "Para la conciencia cristiana de todos los tiempos, la caridad ha
constituido la exigencia máxima cristina, pues en ella se resumen toda la ley "la
iglesia primitiva y con ella, la cristiandad de todos los siglos tiene la convicción
profunda de que la gran aportación de Jesús en la esfera cristiana fue la
proclamación del precepto fundamental del amor a Dios y al prójimo. En esta
oportunidad queremos referirnos a la historia Sagrada donde se presenta el
proceso salvífico de Dios en el quehacer humano. Los hechos que se presentan
en la historia, observándolos desde una perspectiva humana y cristiana nos
conducen por medio de la fe al descubrimiento de Dios. La Revelación de Dios es
sacramental, pues los sacramentos se presentan por medio de signos terrestres e
históricos que nos ayuda a descubrir el dialogo que sostiene Dios con hombre. La
Revelación de Dios ocurre por medio de la Inspiración. Dios se revela dirigiendo la
historia de la salvación, en la que actúa la inspiración de Dios, porque Dios es
palabra de verdad y espíritu dinámico. Dios va desplegando su mensaje a través
del tiempo, de la historia y de un pueblo que tiene cultura, su modo de expresión
su lenguaje y su psicología.
Para realizar sus promesas, Dios se sirve del instrumento humano que se
manifiesta y se expresa en su momento con el lenguaje adecuado para el
momento o para el tiempo. Este pasaje a simple lectura representa reproche de
parte de Dios hacia Adán y Eva sin embargo no es la interpretación correcta, el
mensaje es la igualdad, amor matrimonio, familia y especialmente indica la obra
de Dios, considerando que el plan de Dios se va revelando gradualmente como
por entregas paulatinas, porque Dios se muestra a través de los hechos que
suceden en el tiempo y no en un instante. El hombre va progresando cultural y
espiritualmente, haciéndose más apto para captar verdades superiores. Por eso
Dios espera para revelar las ideas de la inmortalidad y la resurrección.

Dios se ha revelado en la antigüedad no con promesas sobrenaturales,  sino con


promesas terrestres, concretas y tangibles. Le promete al Patriarca
Abraham, larga vida, tierra y descendencia, así Dios con su astucia espera que el
hombre posea un andamiaje cultural adaptado para entender y recibir las ideas de
la Revelación. Dios como conductor de la historia de la salvación él sabe hacia
dónde la dirige, en estas condiciones la Revelación es progresiva. El hombre
moderno ha descubierto que tiene una responsabilidad en este mundo y que
necesita a Dios para llenar su vacío, es por eso que Dios siempre llama a la
plenitud humana y el ser humano está hecho para Dios además es Dios quien ha
venido a nosotros invitándonos a ser bondadoso y cariñoso como lo es
El, indicándonos que él es comunicación y revelación.

El misterio más grande es la encarnación del hijo de Dios, entendiendo por


misterio en la Biblia aquello que contiene tal significado, imposible de agotar por
argumentos humanos. Dios es luz, sin el misterio de la luz la vida se vuelve
laberinto, nosotros los cristianos reconocemos a Dios como nuestro gran
compañero y siempre estará de nuestro lado. Dios es la personificación del
amor, es todo amor, en otras palabras, Dios es amor y el amor es todo] Dios, esto
lo sabemos por los hechos de Jesucristo, quien nos ha dotado de un modelo
clásico de la vida, un estilo o la forma de cómo ha de conducirse en la vida el ser
humano y especialmente el cristiano, en este caso el cristiano católico. Dios hecho
Hombre. Los dos primeros capítulos de la Biblia nos presentan el fenómeno de la
Creación, expresa que Dios creó el cielo y la tierra, separo la luz de las
tinieblas, separo las aguas del suelo seco, creo los pees y los animales terrestre y
finalmente creó al hombre a su imagen y semejanza y le confió todo lo que había
creado. En conclusión, Dios creó todas las cosas en seis días y el séptimo
descanso. Este es el relato de la Biblia en lo referente al origen del hombre. Su
mensaje es de tipo religioso, su intención es de ofrecernos el sentido religioso del
origen de la vida humana, tampoco es su deseo entrar en conflicto con las teorías
científicas sobre el Origen y desarrollo del hombre.

El mensaje bíblico no es contrario a una explicación científica evolucionista del


origen del mundo y del hombre. El hombre no es autor de sí mismo, es criatura de
Dios. Dios ha creado la energía y la materia con las leyes que la regulan, lo que se
quiere afirmar es que la creación no es hecha alzar, ni la fuerza ciega de la
naturaleza le dio origen al hombre. Fue una acción programada de Dios con un
sentido misterioso.
Cada elemento creado por Dios, exclamaba que era bueno, al crear al hombre no
dijo nada. Pues el hombre tiene que hacerse, crecer y desarrollarse toda su
vida, en definitiva, todo va a depender de su propia naturaleza humana.

Parte por la que estoy de acuerdo y en desacuerdo

“En primer sentido, el término connota de suerte favorable, como cuando


decimos que alguien tuvo la felicidad de encontrar a un hombre honesto,
para su negocio, o de comprar un billete premiado. En este sentido la
felicidad sería el resultado puramente aleatorio.”

En este pequeño extracto del texto voy hacer énfasis, ya que fue algo que me
llamo mucho la atención, es algo curioso porque justamente hace unas noches
atrás antes de dormir leí un pequeño artículo en internet que hablaba justamente
de la “felicidad” y algo que recuerdo de ese texto es que en él decía; Ser feliz
supone que el hombre sea capaz de lograr un equilibrio que supere sus
contradicciones y sus conflictos. Si el hombre quiere ser feliz, no debe olvidar que
la felicidad es el resultado de una conquista primero sobre Él mismo y luego sobre
un mundo en el que debe tener en cuenta no solamente las fuerzas naturales, sino
también a los demás hombres. Y esto me hizo reflexionar mucho ya que muchos
de nosotros pensamos que la felicidad la encontramos en las cosas materiales y
que sin ellos no podemos vivir, pero en si estamos equivocados porque muchos
de los países donde habitan personas adineradas, el mayor índice de suicidios
ocurren ahí, y ahí es donde verdaderamente nos damos cuenta que lo material no
da la felicidad.

La felicidad según lo que pienso yo la podemos encontrar en los pequeños gestos


que nos da la vida cada día, uno de ellos es cuando te levantas temprano en la
mañana ya sea para trabajar o para ir a estudiar y ves que tu madre, tu abuela o tu
padre están con vida y le puedes dar un gran abrazo en ese instante tu quieres
que el tiempo se detenga y que ese momento nunca se acabe, esas pequeñas
cosas lo llenan de gozo y felicidad u otro ejemplo es cuando te topas a alguien en
el bus y vez que esa persona en su rostro refleja que no ha tenido un buen día y tu
te le quedas mirando y le regalas una sonrisa, y a la vez te la devuelven, quizás
para ti solo fue un simple gesto pero con solo imaginar que esa sonrisa que le
regalaste a esa sonrisa haya sido la única que a tenido en el día y se lo hayas
mejorado.

En esas pequeñas cosas que nos da la vida encontramos la verdadera felicidad.

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