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El sentido de la muerte

Introducción
En este escrito leeremos como la muerte se percibe, así también lo que nos
provoca, un sentimiento de temor, pero que también si bien aprovechamos cada
momento de vida, es una paz que para el que lo alcanza como dicen algunos, solo
estará viviendo un cambio mas en un ciclo de vida del cual ya sabemos que
pasará.
También entenderemos que la muerte es algo propio, a pesar de que las personas
estén a nuestro alrededor, es algo que se vive propiamente, y que en el momento
que alguien al que apreciamos, familia, amigos, pareja, etc, llegamos a sentir que
se ha acabado el sentimiento de pertenencia, y comenzamos a sentir un
empobrecimiento al saber que no los veremos de nuevo.
Pero que, si lo entendemos mejor, con este escrito veremos, que no hay nada que
dure para siempre, todos tenemos un tiempo físico, y que eso no lo podemos
cambiar, y que ese ciclo a terminado, y empezamos con uno nuevo del cual, nadie
ha podido hablar de él ya muerto.
Justificación
Entender que la muerte solo es un estado de cambio, que a pesar de ser un
estado en el cual sentimos la perdida de la persona, solo es el cierre del ciclo de la
vida y el comienzo de una eternidad, ya que los seres vivos, humanos en
específico, viven solo un cierto tiempo, dando así que no habrá otro cambio,
aunque para los que no lo han experimentado se queda como un sentimiento de
vacío que nos ha dejado la persona que lo ha alcanzado la muerte.
Objetivo Específico
Comprender que el sentido de la muerte, es en primer lugar de forma personal,
nadie puede morir por nadie, y en el momento que este llega, siempre será
individual a pesar de tener gente a nuestro alrededor, y teniendo en cuenta que es
el momento de hacer un ultimo cambio, que pasa del físico a lo no real, pero que
más sin en cambio, es un estado que nos causa temor, como todo aquello que es
desconocido.
Objetivo General
El hombre ante su inminente muerte se puede percibir no como un cierre o
conclusión de ciclo, o de tiempo final de la habilidad de andar por ahí platicando
anécdotas, en algunos casos lo ven como el inicio de un cambio para vivir en una
eternidad de acuerdo a las creencias, pero cabe resaltar que esta conciencia la
tenemos o la vemos desde el momento en que creamos conciencia de que una
vez al nacer es lo único seguro que tenemos acompañado con ello a la muerte.
Si es cierto, la mayor parte de ocasiones hablamos o nos acostumbramos a
dirigirnos a diferentes situaciones en tercera persona, pero cuando hablamos de la
muerte es inevitable no hablar en primera persona, pues en ella no hay alguna
escapatoria de hablar de la muerte de alguien más pues tenemos conciencia de
que nuestro momento a llegado, donde el efecto que tiene es decirnos a uno
mismo, “me ha visto la muerte y ha llegado por mí”, y dentro de ello sabemos que
no hay alguna escapatoria.
Pero, para cada uno de nosotros, la muerte no solo es un proceso del ciclo de
vida, o la terminación de algo real, físico y palpable, realmente solo se convierte
en una ausencia de la persona, una ausencia de lo que se considera real.
Una desgracia privada, es como lo podríamos llamar, ya que al ser un
acontecimiento que no le importa clase social, rango, ni lugar en donde ejecutarse,
pues es algo de lo cual nadie podrá deshacerse o escaparse, aunque también
debemos tener en cuenta que a pesar de lo que viene con ella, la muerte es una
solitaria para las personas, podremos estar rodeados para cuando se este
realizando o pasando, pero es un hecho que cada uno podrá sentir en el momento
que se lleve a cabo, una omnipresencia, un acontecimiento destinado, pero al final
de cuentas personal.
Entonces que caso tiene temer a la muerte si es un proceso del cual en algún
momento llegara, tener la esperanza cada día que tarde un poco más, temiendo
que nos pueda alcanzar, pero solo tememos a lo desconocido, pues nadie a
regresado de ese sueño eterno para decirnos como es nuestro nuevo ciclo de
ausencia en este mundo, y entonces no entendemos que cada día no es uno mas
de vida, pues la muerte nos va mostrando que cada día es uno menos para
encontrarnos con ella, la esperanza de no encontrárnosla cada vez es mas
inminente, inevitable, que a la vuelta de la esquina nos este esperando con los
brazos abiertos a pesar de tener tantas cosas que nos pudieran detener.
Si supiéramos el momento exacto en el cual vamos a morir, entonces, seriamos ya
muertos, pues ya no podemos anticiparnos y actuaríamos como muertos vivos,
pues cuando el momento o la hora es incierta, solo tenemos conciencia de que así
será, que llegará el día, hora, fecha, donde suceda, y sin duda podríamos decir
que el momento llegará, pero no ahora, acumulando esperanza sobre algo que ya
es inevitable.
Pero de que serviría conocer el momento en el cual vamos a morir o como vamos
a morir, realmente prepararse para ese momento es hasta contradictorio, pues en
defensa, evitar que pase el como morir solo sería un cumulo de esperanzas
fallidas, cuando es cierto que no tendremos ya otra opción.
Y qué más da, si podemos disfrutar hasta el encuentro con la muerte, si al final de
cuentas es el ciclo de vida, y solo tenemos conciencia de que al morir acabamos
con un estado físico, pues solo podemos modificar un estado para los que viven,
pero no para los que mueren.
Pues es diferente para los que viven la muerte de alguien, un ser querido, o una
persona que ha estado en nuestro entorno, pues la muerte se vive como algo que
no se podrá reparar, un sentimiento que al partir al otro mundo, lo percibimos
como un empobrecimiento, una pérdida de una parte de nosotros, que
probablemente es por eso que la muerte nos provoca esa sensación de algo que
no estamos acostumbrados a entender, y que en el momento que ocurre, nos
provoca esa tristeza, por algo que es irremediablemente inevitable, pero que
dependiendo de las situaciones podremos, en consolación, darle una justificación
al momento, un sentido de confort por la persona a la que hemos perdido, en su
mayoría de veces por ser personas de avanzada edad, con enfermedades
crónicas que no dejaban tener una vida digna, o diferentes argumentos que
podríamos seguir diciendo, con tal de que a nuestro alrededor, podamos
comprender que nuestro momento o el de la persona que esta en esta situación
ha llegado la muerte.
Conclusiones
Solo queda mencionar que si la muerte es algo natural y algo que tenemos
seguros al nacer, es evidente que en el momento que lo comprendemos entonces,
por que desperdiciar con diferentes actitudes la oportunidad de seguir disfrutando
cada momento con las personas que nos rodean, y consecuente de eso, dejar que
pase y alcanzar con gracia el nuevo estado que comienza con todo ello, dejando
un recuerdo de satisfacción de vida, y dejando de temer a lo que es inevitable.
Siempre será difícil afrontar la muerte, y no tener temor, pero también sabemos
que mientras mas aprovechemos cada día, que se convierte en un día menos de
vida, entonces veremos a la muerte como algo que no queremos, y
comenzaremos a entenderla y verla como un momento de gracia para quienes les
ha llegado su lecho de muerte.
Referencia
Málishev Krasnova, Mijaíl (2003). El sentido de la muerte. CIENCIA ergo-sum,
Revista Científica Multidisciplinaria de Prospectiva, 10 (1),. [Fecha de Consulta 28
de Febrero de 2020]. ISSN: 1405-0269. Disponible
en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=104/10410106

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