Ciencias Sociales Formación ética y ciudadana

¡¡¡Hola chicos, hola familia!!!

En este momento difícil, en el que nos vemos obligados a cumplir con un protocolo sanitario, que además
es solidario, porque nuestra acción individual nos ayuda a todos, qué mejor que comenzar a ver Formación
Ética y Ciudadana. Las normas no son elementos arbitrarios, sino verdaderas ayudas para vivir en
comunidad de la mejor manera posible. No surgieron de un día para otro sino a lo largo del tiempo, como
un proceso.

Veamos un poco esto, y convivamos en casa ayudando y no entorpeciendo el equilibrio familiar, tan nece
sario hoy.

¡Pongámonos manos a la obra! ¡Aquí vamos!

_______________ FORMACIÓN ÉTICA Y CIUDADANA _______________

A MODO DE INTRODUCCIÓN

En primer lugar debemos decir que, la convivencia requiere de un aprendizaje permanente. Día a día nos
enfrentamos a distintas situaciones que nos demuestran lo difícil que es compartir nuestra vida con otra
gente: en la familia, en la escuela, en el país.

Sin embargo, y a pesar de ello, es justamente la vida en

comunidad, la que nos permite ser personas y decidir de qué
manera podemos organizarnos, para lograr el bien de todos.

Vivir en una sociedad implica respetar las normas y

actuar de acuerdo con ciertos valores, pero, también, tener la
posibilidad de ejercer nuestros derechos y, sobre todo, de
proteger nuestra dignidad.

LA SOCIEDAD Y LA POLÍTICA

La organización política de una comunidad, como anticipáramos, es el resultado de un proceso histórico.

Este proceso involucra la creación de normas que regulen la vida de las personas, la conservación de las
tradiciones y la vigencia de comportamientos cotidianos, que identifican a dicha comunidad, hacen a su
identidad propia.

El espacio público

Todos los días, los seres humanos comparten con otros, en general desconocidos, un espacio común que
está más allá del ámbito de la familia. Ese es el ESPACIO PÚBLICO, el ámbito en el que las personas se

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actualizaciones posteriores del mismo autor.
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relacionan y llevan a cabo la vida pública, es decir, trabajan, estudian, opinan, eligen a sus representan-
tes, se organizan para defender sus intereses, etc.

Cada miembro de la sociedad en que vivimos, conoce cómo

moverse en ese espacio público, porque reconoce las reglas que
lo regulan, nos dicen cómo usar ese espacio sin entorpecer, sin
transgredirlo.

Precisamente, y para poder vivir en sociedad, los seres

humanos han creado y siguen creando NORMAS e
INSTITUCIONES.

NORMAS INSTITUCIONES
Son organizaciones
que aúnan ciertos
modos de compor-
Son las encargadas
tamiento y reglas
de regular es com-
de conducta y cuya
portamiento social.
función es ayudar a
mantener el orden
social.
Escritas No escritas
Están apoyadas en
las costumbres, es
decir, en la práctica
social transmitida
de generación en
Son el resultado de generación. (A nin-
convenciones socia guno se le ocurriría
les. (Leyes, decre- insultar sistemática
tos, reglamentacio- mente o pegarle a
nes, normas de con su madre, por lo es
vivencia, etc.) ella como imagen y
como ser que unifi
ca con su amor y su
protección, esto só
lo a modo de ejem
plo)

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El hombre, un ser político

Aristóteles, célebre filósofo griego, que vivió entre los años 384 a. C. y 322 a. C., dijo que “el hombre es,
por naturaleza, por esencia, un animal político”. Es decir, los seres humanos son seres sociables, pero no
instintivamente sociables.

Ahora bien, ¿qué significa esta afirmación? En el reino animal se pueden encontrar animales socia
bles, pero su sociabilidad es instintiva: están organizados así para poder sobrevivir. Sin embargo, ellos no
eligen cómo organizarse, sino que su instinto los lleva a eso.

Los seres humanos, en cambio, sí eligen cómo organizarse para vivir mejor. Por
ello, inventan formas de sociedad. A su vez, no sólo siguen tradiciones y obedecen
las normas impuestas por las ge- neraciones anteriores, sino que crean nuevas
normas y transforman la sociedad en la que viven. Y esto es posible gracias a la
razón humana y al lenguaje –la palabra.

La sociedad y la política

Como ya lo dijimos en la Introducción, el hecho de que los seres humanos necesiten de los demás para
vivir, no significa que resulte fácil hacerlo.

En el espacio privado (dentro del ámbito familiar), cuando surge algún

conflicto, este se resuelve a través del diálogo o, en ocasiones, a través de alguna
discusión. En este caso, la resolución del conflicto depende de la decisión perso
nal de las personas que conforman el ámbito familiar y su interés por resolverlo.

En el espacio público, en cambio, la resolución de un conflicto resulta más compleja, porque allí, se
cruzan los intereses, las necesidades y las aspiraciones de todos los miembros de la sociedad. Es necesario,
por eso, ponerse de acuerdo y organizarse para lograr los objetivos comunes.

El lugar de la política

Como hemos visto, los conflictos existen, porque en las sociedades viven seres humanos diversos. Sin em
bargo, el conflicto no es malo en sí mismo, ya que a partir de él, las sociedades crecen, se transforman,
inventan nuevas formas de organizarse.

Siendo conscientes de esto, entonces, ¿cómo se organizan las sociedades? Lo hacen mediante la
asociación y la organización, creando instituciones capaces de resolver conflictos. Aquí, justamente, es
donde aparece el lugar de la política: a través de ella se busca analizar y prevenir los conflictos, impidien
do que los mismos, crezcan hasta convertirse en algo perjudicial para la sociedad.

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Las relaciones entre la sociedad y el Estado

Como mencionábamos anteriormente, para resolver los conflictos que surgen en una sociedad, se nece-
sitan instituciones a las que todos sus miembros obedezcan y que intervengan en las distintas disputas, ya
sea a través del arbitraje (mediar en los conflictos) o por medio de las sanciones.

Todo el ordenamiento jurídico e institucional de la

sociedad, está representado por el Estado. Es él, quien
debe garantizar los derechos que poseen todos los
ciudadanos y controlar, también, que estos cumplan con
sus obligaciones. (Por cada derecho surge una obligación).

Por otra parte, en toda sociedad existen determi-

nadas acciones que no pueden ser realizadas por los individuos de manera aislada, sino que requieren de la
participación de otros ciudadanos. Por ello, las sociedades instituyen (establecen), gobiernos que sean
respetados y obedecidos por todos.

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